Primera Leccion Liderazgo
Primera Leccion Liderazgo
Primera Leccion Liderazgo
Amado hermano (a): Quiero darles la bienvenida a este estudio sobre lo que significa ser
un verdadero discípulo. La Biblia confiesa en MATEO 28:19-20 “
ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES ENSEÑÁNDOLES QUE
GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO; Y HE AQUÍ YO ESTOY CON
VOSOTROS TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO” Amén…
LECCIÓN
PÁGINA
1. VISION Y MISION 4
6. CARACTERISTICAS DE UN LIDER 29
7. AUTORIDAD DE UN LIDER 33
9. LA PREPARARACIÓN DE UN SERMON 40
1. VISIÓN
La Visión de la Iglesia Cristiana Transformando Familias:
“ser una iglesia evangelistica guiada por dios con excelencia para el equipamiento de
discípulos y extender el reino de dios trabajando en equipo a través de la convicción
del evangelio con el poder del espíritu santo dando respuesta a las familias dentro y
fuera del país”.
Entonces Visión es: ver lo que Dios ve, es apreciar el cuadro completo, y proyectarse
en él; es ver cosas que Dios pone en nuestros corazones para hacerlas realidad, para
lograr esto, las estrategias y las metas son importantes (es decir la misión).
Por esto es importante tener visión; para poder ver por adelantado lo que Dios tiene
para nosotros; ver el cuadro que se nos presenta, ponerle nombre y fecha de
ejecución; convertirlo en metas claras y medibles.
c. Características de la visión:
1. La visión es iniciada por Dios y es dada a tu espíritu. Habacuc. 2:2
“Y Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra
el que leyere en ella”.
5. La visión debe ser comunicada de tal manera, que todos se involucren en ella.
Habacuc 2:2
“Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella”, significa
compartirla con otros. La escucharán y querrán trabajar a nuestro lado.
2. MISIÓN
La Misión de la Iglesia Cristiana Transformando Familias:
Somos una Iglesia que Vivencia, Extiende y Establece el Reino de Dios en las
Personas, Familias y Comunidades, cumpliendo la Gran Comisión (mateo 28:18-20)
Distinguiéndonos por ser una Iglesia Bibliocentrica y Cristocentrica contribuyendo en
el Fortalecimiento y la Edificación Espiritual, Ministerial e Integral.
a. Administrando la visión.
La visión es una visión de largo alcance; con el objetivo de afectar las vidas de futuras
generaciones, haciendo de ellos líderes que transformarán las ciudades y las naciones
con el mensaje del evangelio.
Muchas personas con gran potencial de liderazgo han caído por falta de
administración. En la visión, la palabra administración debe usarse en su sentido más
amplio, pues no solo administramos recursos financieros y económicos,
administramos tiempo, personas, esfuerzo, dones, prioridades, entre otros.
Cuando se administra, se ejerce ministerio y se gobierna con espíritu de servicio, de
Ayuda.
Cada persona debe ser un buen mayordomo que supervisa, dirige, hace reajustes,
refresca, reconoce los errores y vuelve a encauzar la visión para que no pierda su
propósito.
Le daremos este secreto del Rey David (Sal 42:5): aprenda usted mismo a hablarle a
su alma, y ordénele que nunca se olvide del propósito de Dios para su vida. Así lo
hacía Josué, así lo hacía David, desde tu espíritu tienes que auto ministrarte
radicalidad en Dios y su propósito. Tienes que ministrarle firmeza a tu alma, fuerza y
salud a tu cuerpo, paz y templanza a tus emociones.
b. Para administrar la visión debes negarte a ti mismo. (Mt. 16:24; Luc. 14:26-27).
No todo lo que le gusta al alma es bueno. Hay cosas que no son malas, pero chocan
con el plan de Dios, particularmente las de carácter sentimental. Jesús enseñó a sus
discípulos a ser radicales, a decir no al sentimentalismo manipulador.
Cuando se actúa en el poder de la palabra y en autoridad espiritual, se reconoce que
Dios es siempre primero en todo; hasta en tus propios deseos.
La supervisión radical, hace que estemos sujetos unos a otros, y así los resultados
serán más y mejores. Estar sujetos y ser supervisados nos hace ser cada día mejores.
Para administrar la visión debes vivir en integridad.
El Apóstol Pablo, un gran gerente, hablaba con autoridad a sus discípulos, él les
decía: Ustedes son administradores de la obra, y es necesario que tengan cuidado de
todo, su hogar, sus hijos, las finanzas, sus conductas, sus actitudes.
Entre más Dios te prospere, ten más cuidado y se más sensible al Espíritu Santo y a
la necesidad de las demás personas, nunca abuses por causa de lo que Dios te haya
dado.
4. Aceptar la supervisión:
Nunca nadie puede triunfar a menos que acepte ser supervisado plenamente.