La Astronomía en Diferentes Culturas
La Astronomía en Diferentes Culturas
La Astronomía en Diferentes Culturas
En esta cultura, se sabe que la astronomía es mucho más antigua que la occidental y tuvo un
desarrollo independiente debido a que el trabajo de los astrologos estaba separado del de los
astrónomos; el trabajo de los primeros era interpretar los sucesos y augurios mientras que los
segundos se encargaban de anotar los eventos regulares tales como eclipses lunares entre
otros. El pensamiento chino difiere de lo planteado en la cultura babilónica y oocidental ya que
consideraban el universo como una naranja que colgaba de la estrella polar. El ecuador celeste
se dividia en 28 “casas” y el número de constelaciones ascendía a 284.
Los antiguos chinos tenían un calendario lunar de doce meses, y calcularon que la duración de
un año era de 365,25 días, est misa unidad la convirtieron en grados. También dividieron el
cielo en cuatro secciones, con siete casas en cada una (28 casas luares en total) que eran usadas
para cartografiar la posición de la Luna en su viaje através del firmamento.
Los chinos usaban las estrellas circumpolares, es decir, las estrellas que, vistas desde un lugar en
concreto de la Tierra, nunca se ponen por el horizonte en ningún momento del año como
punto de referencia en el cielo.
El principal trabajo de los atrónomos chinos era medir el tiempo, anunciar el primer día de cada
mes y predecir eclipses. Para medir el tiempo, los chinos dividían el cielo en 12 ramas y 10 tallos
a lo largo de la eclíptica, creando un ciclo de 60 años.
El primer registro de un eclipse fue en el año 2.136 antes de nuestra era. Una de las
observaaciones más famosas de los antigüos chinos fue la de una supernova en el año 1.054,
llegó a ser visible durante 23 días, así como 653 noches, desde el 4 de julio de ese mismo año.
Yi Xing (683-727) Fue el primer astrónomo que intentó determinar la longitud de un grado
de una línea de meridiano, diciendo que era 123,7 kilómetros. Fue el principal impulsor de
crear una esfera armilaria que se moviese en conjunción con el cielo.
Fue una época en la que se dio la construcción de enormes observatorios, bajo una serie de
precisos mapas estelares. Con uno de estos mapas, se construyó un planetario que contenía
nada menos que 1.434 estrellas y 28 constelaciones.
Guo Shoujing: creó un enorme reloj de sol con el que pudo medir la longitud del año con
un margen de error de tan sólo 30 segundos.
Los egipcios observaron que las estrellas realizan un giro completo en poco más de 365 días.
Además, comprobaron que este ciclo de 365 días del Sol concordaba con el de las estaciones.
El año civil egipcio tenía 12 meses de 30 días, más 5 días llamados epagómenos. La diferencia,
pues, era de ¼ de día respecto al año solar. No utilizaban años bisiestos: 120 años después se
adelantaba un mes, de tal forma que 1456 años después el año civil y el astronómico volvían a
coincidir de nuevo.
En los papiros egipcios se recoge un método para determinar las fases de la Luna, procedente
de fuentes muy antiguas.
En ellos se observa un ciclo de 309 lunaciones por cada 25 años egipcios, de tal forma que
estos 9.125 días se disponen en grupos de meses lunares de 29 y 30 días.
El conocimiento de este ciclo permitía a los sacerdotes egipcios situar las fiestas en el calendario
civil .
Las observaciones astronómicas tenían una gran importancia en los ritos sagrados de los
egipcios.
Los calendarios lunares eran comunes debido a que es relativamente sencillo observar el
comportamiento de dicho satélite. Se tiene constancia arqueológica de la colocación de hileras
de postes de madera alrededor de la tumba de un príncipe celta que además se hallaba
rodeada de otras tumbas. Esto era un gran calendario, pues las tumbas, colocadas
cuidadosamente junto con los postes de madera, se extendían hacia los puntos del horizonte
que correspondían a las paradas de la Luna.
Gracias a diversos autores, se sabe que los celtas creían en la transmigración de las almas, por
lo que es posible que las paradas de la Luna hayan sido relacionadas por los astrónomos celtas
con su percepción de la vida y la muerte. Así lo demuestran algunas estructuras funerarias, las
cuales se orientaban hacia ciertos puntos fijos de salida de la Luna. Con ayuda de tecnología de
la NASA han podido demostrar que la disposición de las otras 130 tumbas coincide con las
constelaciones en el hemisferio norte.
Astronomía Azteca
La astronomía ejercía tal influencia en la cultura azteca que la mayor parte de sus tradiciones
estaban basadas en el comportamiento de las estrellas y planetas. Para los aztecas, la
astronomía era muy importante, ya que formaba parte de la religión. Construyeron
observatorios que les permitieron realizar observaciones muy precisas, hasta el punto que
midieron con gran exactitud las revoluciones sinódicas del Sol, la Luna y los planetas Venus y
Marte.
Las eras en la cosmología azteca las representaban con soles a los que marcaban al final con
cataclismos. Las categorías de los soles eran de la siguiente manera:
El primer sol que era un mundo poblado por gigantes y destruido luego por jaguares y
llevaba el nombre de Nahui Oceoti que significa jaguar.
El segundo sol era Nahui Ehécati que significaba viento y fue destruido por un huracán.
El tercer sol fue destruido por una lluvia y llevaba el nombre de Nahuiquiahuitl.
El cuarto sol era Nahui Ati, significaba agua y se destruyó por un dilubio.
Los aztecas tenían gran conocimiento astronómico y sus decisiones regían según las
observaciones al cielo y sus sistemas de tiempo se expresaban en calendarios simultáneos son
propósitos distintos que eran calendario ritual y anual.
El calendario azteca o piedra del sol es una piedra e la que se detalla el dios del sol
acompañado de cuatro rectángulos que representan los soles y posee además círculos
concéntricos cada uno con significados distintos. El círculo exterior está formado por 20 áreas
que representan los días de cada uno de los 18 meses que constaba el calendario azteca. En el
ritual consistía en 260 días que se utilizaban para adivinación, es decir, como una suerte de
almanaque sagrado con el que se aseguraban las ceremonias religiosas y la previsión del futuro,
mientras que el solar anual consistía en un ciclo de 360 días, para completar los 365 días del
año solar los aztecas incorporaban 5 días aciagos, llamado Nemontemi o "días de sacrificio".
Astronomía Maya
Su Cosmología se basaba en La Vía Láctea, a la que llamaban Wakah Chan y relacionaban con
Xibalbá, el camino al inframundo. Tenían un Zodiaco, basado en la Eclíptica. Sólo los sacerdotes
tenían acceso al conocimiento astronómico, pero la gente los respetaba y organizaba su vida
de acuerdo a sus predicciones.
Los Mayas tenían su propio calendario solar y conocían la periodicidad de los eclipses.
Inscribieron en monumentos de piedra fórmulas para predecir eclipses solares y la salida
heliaca de Venus. Principalmente la astronomía maya se interesó en contemplar y estudiar los
movimientos del Sol, la Luna y Venus, como podemos ver a continuación:
Sol: fue el astro más importante en la cultura maya, reconocida como el dador de la fuente
de vida en la tierra, que era representado por el dios Kinihc Ahau o Señor del Ojo Solar.
Los mayas llegaron a calcular con mucha precisión tanto la puesta del Sol como su ocaso,
e incluso determinaron la duración del año solar en 365 días.
Luna: siendo otro objeto celeste de gran interés para los mayas, fue representado con la
imagen de una deidad llamada Ixchel, quien tenía una poderosa influencia sobre los
sucesos de la naturaleza. En este sentido, llevaron un registro de las lunas llenas
consecutivas, obteniendo que habían 149 lunas en un lapso de 4.400 días, dando un
promedio lunar de 29,53 días, que representa la media real.
Venus: este planeta fue de gran atracción para los mayas, existiendo la creencia que estaba
conectado con el dios Quetzalcóatl. Detectaron que Venus aparecía en la mañana y en la
tarde durante todo el año, y que su órbita duraba 584 días, una cifra muy cercana a la real
que es de 583,92.
Las constelaciones y los eclipces: Algunos cúmulos estelares y las constelaciones también tenían
un significado especial para los Mayas. Por ejemplo, las Pléyades aparecen en el cielo diurno
hacia finales de Abril. Por ello, los mayas sabían que a partir de ese momento podían comenzar
con la temporada de plantación, ya que podían predecir cuando aparecería este cúmulo en
conexión con la aparición de otras constelaciones en el horizonte.
Astronomía Inca
Los Incas conocían la revolución sinódica de los planetas, Construyeron un calendario Lunar
para las fiestas religiosas y uno solar para la agricultura. Utilizaron elementos como mojones
alrededor de los pueblos para realizar astronomía observacional.
La Vía Láctea: Si miramos una noche oscura hacia la Vía Láctea (Hatun Mayu) vemos que
hay zonas muy oscuras mezcladas con zonas más brillantes. Las zonas oscuras son las
llamadas “Constelaciones Oscuras”, que representaban seres mitológicos de la cosmología
Inca . En realidad, esas manchas son grandes cantidades de materia cósmica (polvo y gas
interestelar) que no están siendo iluminadas por estrellas cercanas y por eso interceptan la
luz de las otras estrellas de fondo. Este material oscuro, además, servirán para formar
nuevas estrellas en el futuro.
Las diferentes posiciones del río celestial eran importantes para establecer los ejes matrices de
la geografía tawantinsuyana (nor este – sur oeste y nor oeste – sur este).
El Calendario: Su calendario (uno de los encontrados) consistía en un año solar de 365 días,
repartidos en 12 meses de 30 días y con 5 días intercalados. Se sabe que el calendario era
determinado observando al sol y a la luna. Para fijar las fechas exactas del año y meses,
Pachacútec dispuso la edificación de 12 torres o pilares localizados al Este de la llacta del
Cusco, llamados sucangas.
Astronomía en la India
Los antiguos hindúes decían que el Universo era una noche de sueño cósmico de Brahma.
Este sueño de 4.320 años terrestres, era guardado por Shiva, el señor de la danza cósmica.
La sociedad civilizada surge en la India, al igual que en Mesopotamia y Egipto; con la cultura de
la Edad del Bronce. Sin embargo no es mucho lo que se sabe del Indo más allá del 3.000 aC.
Esta cultura antigua, extinguida hacia el 2.000 aC, usaba el sistema de numeración decimal y su
escritura era pictográfica. Esta civilización fue sustituida por los Arios del Norte que hablaban el
Sánscrito y sus tradiciones eran transmitidas de forma oral por sus sacerdotes brahmanes.
Antes de la era cristiana, se adoptó una escritura alfabética y se comenzó toda una labor de
recopilación del cocimiento hindú antiguo. Estos compendios antiguos, Los Vedas, contienen
las primeras referencias astronómicas en lo que respecta al Sol, la Luna y las estrellas. Como
cosa extraña, los planetas no poseen ninguna referencia.
Los astrónomos hindúes conocían las obras de Hiparco, pero no las de Ptolomeo. En este
sentido podemos afirmar que en algún momento entre el 150 aC y 140 dC ocurrió una
importante transición, pero posterior al 664 dC prácticamente se perdió producto de las
invasiones musulmanas.
Los dos grandes astrónomos hindúes, Varahamihira (505 dC) y Brahmagupta (628 dC)
trabajaron en el observatorio astronómico de Ujjain.
Los astrónomos hindúes, para poder explicar el complicado movimiento planetario, recurrieron
a la teoría griega de los Epiciclos, pero en lugar de ser redondos, los mismos eran elípticos.