Influencia Biomecanica en Las Lesiones de Rodilla

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Escuela/Facultad

FISIOTERAPIA
TÍTULO DEL TRABAJO:

Influencia de la biomecánica en las


lesiones de rodilla del ciclista

Alumno: Belén Cerro Rodríguez

Tutor: Prof. Dr. Alfredo Córdova


ÍNDICE
RESUMEN 2

ABSTRACT 2

I. JUSTIFICACIÓN 3
II. OBJETIVOS 3
III. INTRODUCCIÓN 4
IV. ANATOMÍA DE LA RODILLA 8
IV.1. LIGAMENTOS DE LA RODILLA 11
IV.2. MÚSCULOS QUE MOVILIZAN LA RODILLA 12
V. BIOMECÁNICA DE LA RODILLA 14
VI. CADENAS CINÉTICAS EN EL PEDALEO 17
VI.1. ANÁLISIS BIOMECÁNICO DEL PEDALEO 17
VII. PATOLOGÍAS DE RODILLA EN CICLISTAS 20
VII.1. LESIONES MÁS FRECUENTES 20
VII.2. LESIONES PRODUCIDAS POR MALA REGULACIÓN DEL
SILLÍN 22
VIII. TENDINOPATÍA ROTULIANA 23
VIII.1. TIPOS DE TENDINOPATÍAS ROTUALIANAS 23
VII. 2. ETIOLOGÍA 24
VIII. 3. SIGNOS Y SÍNTOMAS 24
VIII. 4. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 24
VIII. 5. TRATAMIENTO 25
IX. MATERIAL Y MÉTODOS 29
X. BIBLIOGRAFÍA 30

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RESUMEN
El trabajo realizado explica las principales patologías de rodilla en
ciclistas, comenzamos exponiendo la anatomía y biomecánica general, durante
el pedaleo, las medidas correctas, posturas del ciclista, etc. Citamos los
principales factores biomecánicos que pueden afectar a la articulación de la
rodilla, y como modificarlos. Tras explicar estos factores, nombramos las
principales patologías que pueden aparecer, escogiendo la más frecuente y
realizando un diagnóstico diferencial con las demás, en este caso será la
tendinopatía rotuliana (Lesión en la que aparece dolor e inflamación en el
tendón rotuliano por traumatismos de repetición o sobreuso). Para finalizar nos
centraremos en esta patología, sus signos, síntomas y las pautas más
importantes del tratamiento fisioterápico.

Palabras clave: lesión de rodilla, tendinopatía rotuliana, tratamiento,


fisioterapia, biomecánica del pedaleo, ciclismo.

ABSTRACT

This lesson explains the main knee’s diseases in cyclists; we begin by


exposing the general Anatomy and Biomechanics and during pedaling, correct
measures, cyclist’s position… We quote the main biomechanical factors that
may affect the knee joint, and how to change them. After explaining these
factors, we cite the main pathologies that may appear, choosing the most
frequent and making a differential diagnosis with the others, in this case it will
be the patellar tendinopathy (Injury that presents pain and inflammation by
microtrauma of repetition or overuse). Finally we will focus on this pathology, its
signs and symptoms and the most important physiotherapy treatment
guidelines.

Key words: knee injury, tendinopathy patellar, treatment, physiotherapy,


biomechanics of pedaling, cyclist.

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I. JUSTIFICACIÓN

“Cualquier” persona en la actualidad puede hacer uso de la bicicleta, a


cualquier nivel o para diferentes funciones, y a veces, al ser un medio tan
asequible para la población se hace uso de ella sin tomar ninguna precaución y
sin tener en cuenta los riesgos que puede conllevar a corto o largo plazo, un
claro ejemplo podría ser el uso de la bicicleta para ir a trabajar cada día, si la
talla de la bici no es la correcta, con solo hacer un pequeño trayecto a diario
casi con seguridad aparecerá dolor de espalda a muy corto plazo.
Debido al aumento en el uso de la bicicleta, no sólo a nivel deportivo, si
no también recreativo o como medio de transporte, hemos considerado
apropiado realizar una revisión sobre las lesiones en el ciclismo, centrándonos
en las de rodilla. Estudiamos también de la rodilla, como elemento clave en la
comprensión de las lesiones y como mecanismo de orientación en la aplicación
terapéutica. Nos ha parecido interesante centrarnos en una sola patología, la
tendinopatía rotuliana, ya que en muchas ocasiones no se le da demasiada
importancia a este tipo de lesiones, sin saber las secuelas o repercusiones que
puede tener en una articulación tan importante como la rodilla.

II. OBJETIVOS

El principal objetivo es analizar las causas biomecánicas más frecuentes


que ocasionan lesiones en las rodillas del ciclista, así como explicar los
principales tratamientos fisioterápicos.

3
III. INTRODUCCIÓN

El ciclismo es un deporte que implica el uso de la bicicleta para recorrer


circuitos al aire libre en diferentes terrenos (montaña o carretera), en pista
cubierta, y que además engloba diferentes especialidades (ruta, pista,
montaña, BMX, CRI, CRE, etc) (Gregor, R.J. y Conconi, F., 2005).

La bicicleta como útil de trabajo profesional o como elemento de recreo


ha de tener unas dimensiones determinadas, que vendrán dadas por las
propias del individuo a quien va a estar destinada. Es imprescindible que sea
«a la medida», pues de esta forma mejorará el rendimiento del ciclista y de
evitar la aparición de lesiones debidas a una mala posición agravada por la
repetitiva acción del pedaleo.

Las medidas que se toman en cuenta son (figura 1):

a) Altura del sillín: El sillín debe de alzarse de tal forma que estando el
ciclista sentado sobre él, con las piernas extendidas, el talón llegue a
contactar con el centro del pedal, estando éste en su punto más bajo.

b) Retroceso del sillín: Es el segundo paso a realizar tras haber colocado


los pies en los pedales (se colocan de tal forma que la cabeza del primer
metatarsiano se sitúe sobre el eje del pedal). Estando las dos bielas
paralelas al plano del suelo, hemos de hacer coincidir una vertical que
pase por el eje del pedal adelantado con la parte anterior de la rótula,
mediante avances o retrocesos del sillín. No es útil determinar el
retroceso del sillín colocando el antebrazo y la mano extendida desde el
pico del sillín hasta el manillar, como predican algunas publicaciones,
pues el retroceso del sillín viene dado por las solicitaciones del tren
inferior y no del superior.

c) Distancia sillín-manillar: Para calcular colocaremos al ciclista con la biela


adelantada paralela al tubo del cuadro que va desde la «caja pedalier»
hasta la dirección. Le haremos colocar las manos en la parte baja del
manillar, codo ligeramente flexionado. En esta posición se observará

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que el codo roza ligeramente la rodilla, comprobando entonces que la
posición es la correcta.

d) Eje de pedal (centro del pie) con la rótula. (A. Córdova)

Todas estas medidas tienen sus pequeñas variaciones en dependencia de las


características del sujeto, del uso que haga de sus articulaciones, o de las
características de la ruta. (Figura 1) (UCI, 2014).

Figura 1. Medidas para la mejor posición del ciclista.

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Existen igualmente diferentes medidas de bielas, cuyo uso dependerá de
la longitud de las extremidades inferiores del ciclista. Estando sentando el
ciclista, tal como se ha descrito, puede adoptar diferentes posiciones según
sujete el manillar en su parte baja, bajando el cuerpo, buscando así una
posición más aerodinámica, o bien lo agarra de las manetas de los frenos,
posición más descansada y más utilizada en la ascensión de puertos de
montaña. También se usa otra variante en la cual se empuña el manillar por su
parte recta, junto a la potencia, siendo frecuente observarla en la subida de
puertos. Permite tirar del manillar, ayudando a superar los dos puntos muertos
en la mecánica del pedaleo y posiblemente facilite la expansión de la caja
torácica. (Castellote, J.M., 2011; Danowsky, R. 1984)

Aparte de los apoyos en manillar y pedales, el ciclista puede rodar


apoyándose tan sólo en la parte anterior del sillín, que al ser más estrecha que
la posterior, permite descargar más peso en los pedales aumentando la
eficacia de cada pedalada. (Figura 2)

Figura 2. Posición en bici de CRI

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El ciclista puede adoptar otra posición «danzando» sobre los pedales,
perdiendo el contacto con el sillín, teniendo sólo dos puntos de apoyo (manillar
y pedales), (Figura 3). Es una posición utilizada en los demarrages
(arrancadas), en las ascensiones de puertos de montaña, con el fin de disponer
de una pedalada de elevada eficacia, acrecentada por las acciones solidarias
de los brazos tirando del manillar. En esta posición, aparte de la solicitación
propia a la biomecánica de la rodilla, se suma el peso del cuerpo,
comprendiendo que si esta posición es mantenida durante mucho tiempo, será
mala para la articulación de la rodilla. (Castellote, J.M., 2011)

Figura 3. Posición de pie (2 apoyos)

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IV. ANATOMÍA DE LA RODILLA

La rodilla es la articulación que une el fémur con la tibia, y debido a la


diferente dirección de las diáfisis de ambos huesos, ésta unión forma un ángulo
obtuso, abierto lateralmente, de entre 170º y 175º, es el llamado “valgo
fisiológico”. La disminución de dicho ángulo se conoce como “genu valgo”,
mientras que su aumento y, sobre todo, su inversión, es la condición conocida
como “genu varo”. Vistos de perfil, fémur y tibia se encuentran en alineación,
salvo en ciertas circunstancias, conocidas como “genu recurvatum”, en las que
existe un ángulo obtuso de alrededor de 175º abierto hacia adelante.

Figura 4. Anatomía general de la rodilla

La rodilla es la mayor y la más compleja de las articulaciones del cuerpo


humano. Desde un punto de vista funcional debe cumplir dos objetivos casi
excluyentes entre sí, como son la gran estabilidad y resistencia al peso que
tiene que soportar, y la movilidad suficiente para trasladarlo. Desde un punto de
vista estructural, la rodilla está constituida por dos articulaciones reunidas por
una cápsula común: la femorotibial que está dividida en un compartimiento
interno y otro externo, y la femororrotuliana, situada en la parte anterior del
complejo articular. (Gilroy A.M et al, 2008)

Los cóndilos femorales, convexos en dirección anteroposterior y


transversal, están recubiertos por un cartílago articular que se interrumpe
bruscamente en los límites con la fosa intercondílea que los separa y con las
regiones epicondíleas orientadas hacia los lados. El cóndilo externo es más

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largo que el interno, pero la convexidad del contorno anteroposterior es mayor
en el interno que en el externo.
Las carillas glenoideas de la tibia son ligeramente cóncavas en dirección
transversal, pero así como la glenoide interna también es cóncava en dirección
anteroposterior, la externa es plana o, incluso, ligeramente convexa. Por
delante, ambos cóndilos femorales se unen mediante otra carilla articular, la
tróclea femoral, integrante de la articulación femororrotuliana.
La rótula se articula con el fémur por su cara posterior. Esta cara
presenta una cresta sagital y dos vertientes que se oponen a las
correspondientes superficies trocleares del fémur.
Los meniscos son fibrocartílagos interpuestos entre los cóndilos
femorales y los platillos tibiales, que dividen incompletamente cada
compartimiento femorotibial. Debido a su forma arqueada se convierten en
elementos de congruencia entre las superficies femorales y las tibiales. Los
meniscos están unidos por su borde periférico a la cápsula articular y, por
medio de ella, el menisco interno se fija al ligamento lateral interno. Por sus
cuernos, ambos meniscos se insertan, mediante ligamentos, en las superficies
óseas pre y retrospinal de la tibia. (Latarjet M. y Ruiz L., 2006)

Figura 5. Meniscos

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En aproximadamente el 75% de los casos, un ligamento
meniscofemoral, el conocido ligamento de Wrisberg, salta entre el borde
posterior del menisco externo y el ligamento cruzado posterior, al que
acompaña hasta su inserción.
A pesar de todas estas uniones, los meniscos se deslizan sobre los
platillos tibiales con cierta holgura, acompañando a los cóndilos femorales en
sus desplazamientos. La parte periférica de los meniscos, recubierta de líquido
sinovial, recibe vasos que penetran hasta una profundidad variable (10-30%).
Además, los cuernos meniscales están mejor vascularizados que el
cuerpo. Esta misma distribución se observa con relación a la presencia de
fibras nerviosas, encontrándose tanto receptores encapsulados como
terminaciones nerviosas libres. Estas circunstancias hacen que los meniscos
tengan una importante función sensorial, especialmente en sus cuernos e
inserciones tibiales, proporcionando abundante información propioceptiva
relacionada con la posición articular. En la zona de inserción capsular la
estructura del menisco muestra abundantes fibroblastos, pero en la propia
sustancia del menisco estas células son raras. Los condrocitos encontrados se
parecen a los del cartílago articular.
La cápsula articular es estructuralmente fina, y está incluso ausente en
ciertos lugares y extraordinariamente reforzada en otros. Falta en la cara
posterior del tendón del cuádriceps, donde se encuentra la bolsa serosa
subcuadricipital, que comunica ampliamente con la cavidad articular.
Distalmente a dicho tendón la cápsula presenta un gran agujero que se ajusta a
la circunferencia de la rótula, y, más distalmente aún, entre ésta y la
tuberosidad anterior de la tibia, a los bordes del ligamento rotuliano.
El ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura intraarticular y
extrasinovial, situada en la escotadura intercondílea de la rodilla, que discurre
oblicuamente, desde su inserción a nivel de la región anteromedial del platillo
tibial, hacia atrás, arriba y afuera, hasta la porción medial del cóndilo femoral
lateral. El ligamento cruzado posterior (LCP) presenta su inserción proximal en
la cara articular del cóndilo medial y se dirige en forma oblicua hacia su
inserción distal en la cara posterior de la tibia.
La rótula está fija a la cápsula articular por su circunferencia y tanto el
tendón del cuádriceps como el ligamento rotuliano, que la fijan proximal y

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distalmente, se consideran como las dos partes de un sistema ligamentoso en
cuyo seno se ha desarrollado la rótula como un hueso sesamoideo. (Gilroy A.M
et al, 2008).

IV.1. Ligamentos de la rodilla

IV.1.1. Ligamentos cruzados


El LCA: Se inserta en la espina tibial anterointerna y sigue un trayecto
hacia atrás arriba y hacia fuera para terminar en la cara interna del
cóndilo femoral externo. Tiene como función primordial evitar el
desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur. (Forriol, F. et
al, 2008)

 El LCP: Se inserta en la espina tibial posteroexterna y sigue un trayecto


hacia arriba, delante y adentro para terminar en la cara externa (lateral)
del cóndilo femoral interno. Tiene como función primordial evitar el
desplazamiento hacia atrás de la tibia respecto al fémur. Ambos
ligamentos se entrecruzan entre sí por ello se llaman ligamentos
cruzados. (Pabst, R. et al, 2006)

Figura 6. Ligamentos cruzados

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IV.1.2. Ligamentos laterales

 El ligamento lateral interno (LLI): Es bifascicular y acintado, va desde el


cóndilo femoral interno hasta la cara anterointerna de la tibia. Tiene un
fascículo superficial y otro profundo.
 El ligamento lateral externo (LLE): Es monofascicular y de aspecto
cordonal, se dirige desde el cóndilo femoral externo hacia abajo y hacia
atrás hasta la parte anteroexterna de la cabeza del peroné.
(Netter, F.H, 2011)

Figura 7. Ligamentos Laterales

IV.2. Músculos que movilizan la rodilla

IV.2.1. Músculos extensores

 Músculo cuádriceps, se inserta en la base de


la rótula y su cara anterior, al llegar al polo
inferior de la rótula se forma el tendón
rotuliano y desde aquí se dirige hacia abajo
hasta llegar a la tuberosidad anterior de la
tibia. Formado por los vastos interno, externo,
intermedio y el recto anterior, es el extensor
puro de rodilla.
Figura 8. Músculos extensores

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IV.2.2. Músculos flexores

 Semimembranoso: El más posterior e interno de los músculos flexores


de la rodilla, lo encontramos por detrás del
cóndilo interno.
 Semitendinoso: se inserta por debajo de la
tuberosidad tibial interna.
 Recto interno o gracilis: flexión y rotación
interna de la rodilla.
 Sartorio: flexión y rotación externa de
rodilla.
 Bíceps femoral: que llega a insertarse en
la cabeza del peroné, tendrá la función de
flexión y rotación externa. Figura 9. Músculos flexores
 Tensor de la fascia lata (TFL) con la cintilla
iliotibial, que cubre la cara anteroexterna y se inserta en el tubérculo de
Gerdy en la tibia. (Gilroy A.M et al, 2008)

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V. BIOMECÁNICA DE LA RODILLA

La biomecánica tiene por objeto estudiar los efectos de la energía y las


fuerzas de los sistemas biológicos mediante la aplicación de las leyes de
Newton sobre la mecánica a seres vivos. Dentro de la mecánica del
movimiento podemos describir el mismo independientemente de las
solicitaciones mecánicas que se originan desde él (cinemática) o
dependientemente de ellas (cinética). (Sanjuan R. et al, 2005)

V.1 Cinética de la rodilla


La cinética busca la realización de un modelo sobre el que se aplican
determinadas fuerzas y momentos en su superficie, que provocan sobre él un
movimiento y deformación. Con ello se estudian los ejes anatómicos y
mecánicos, relacionándolos con los ángulos y fuerzas que actúan en reposo
sobre la rodilla. (Sanjuan R. et al, 2005)

Según Josa Bullich (1995), la rodilla estática (sin movimiento) está


sometida a una serie de fuerzas resultado del peso del cuerpo y de la
gravedad:
• Desviaciones varizantes: Distancia que existe entre el eje de gravedad
del miembro inferior y el centro de la rodilla medida en milímetros y suele
oscilar en torno a los 45 mm. También puede definirse la desviación
varizante intrínseca (entre el eje mecánico del miembro y el centro de la
rodilla), y la extrínseca (entre la línea de gravedad y el eje mecánico),
pero todas muestran tendencia al desplazamiento en varo de la rodilla
de aproximadamente 170º al relacionar los ejes anatómicos femoro-
tibiales en apoyo bipodal.
• Compresión frontal: Resultante (R) de dos fuerzas: el peso corporal y la
acción muscular. Esta resultante coincide con las espinas tibiales y su
desviación a medial o a lateral, que provocará deformidades artrósicas
dependientes del varo o valgo respectivamente.
• Cizallamiento articular: Correspondiente a la fuerza producida por el
apoyo de los cóndilos femorales sobre los platillos tibiales. Provocando
así lesiones cartilaginosas y meniscales, si los límites son sobrepasados.

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• Cizallamiento frontal: Corresponde a la carga de los cóndilos femorales
por la morfología diafisaria del mismo fémur.
• Cizallamiento sagital: Movimientos de rodamiento y deslizamiento.
(Sanjuan Cerveró R. et al, 2005; Bullich, J., 1995)

Los movimientos más aparentes de la rodilla son los de flexo-extensión.


Durante los mismos, los cóndilos femorales ruedan y se deslizan a la vez
sobre las glenoides tibiales, de tal manera que el eje en torno al cual se
realizan, dispuesto transversalmente entre ambos epicóndilos, varía
constantemente de posición y de dirección (según el ángulo de flexión).
Partiendo de la posición anatómica (rodilla en extensión), la amplitud de
la flexión es de unos 120º, que aumenta hasta 140º con la cadera flexionada y
llega a 160º forzando pasivamente el movimiento.
Cuando estamos de pie, la tibia se halla ligeramente rotada hacia fuera.
Durante los primeros grados de flexión o los últimos de extensión se
añade un movimiento alrededor de un eje vertical, llamado rotación asociada,
cuyo valor es de 10-15º. Se trata de una rotación externa del fémur al principio
de la flexión o una rotación interna al final de la extensión. Esta rotación interna
del fémur ayuda a bloquear la rodilla en extensión, de modo que el miembro
inferior se transforma en una columna rígida que sostiene el peso del cuerpo.
Esto sucede, por ejemplo, al ponernos de pie desde la posición de sedestación.
Si, por el contrario, es la tibia la que se mueve bajo el fémur, se asocia una
rotación interna de aquélla al principio de la flexión, o externa, al final de la
extensión. Así ocurre durante la marcha, cuando el miembro oscilante contacta
con el suelo, con lo que, además de rigidez del miembro, se consigue una base
de sustentación más amplia.
Independientemente de dicha rotación asociada, y solamente cuando la
rodilla está flexionada, se pueden realizar los movimientos de rotación
independiente. La amplitud de la rotación interna es de unos 30º (30-35º de
forma pasiva) mientras que la rotación externa alcanza los 40º (45-50º
pasivamente).
De pie, la rótula no está encajada en la tróclea femoral e incluso, puede
no estar en contacto con ella. Este contacto se inicia entre los 0 y los 20º de
flexión y continúa a medida que ésta progresa. (Kapandji, A.I., 2010)

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Figura 10. Biomecánica de la rodilla. Grados de Flexión, Extensión, Abd, Add.

Figura 11. Biomecánica de la rodilla. Grados de rotación

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VI. CADENAS CINÉTICAS EN EL PEDALEO

El análisis de un movimiento suele hacerse a nivel de las diferentes


articulaciones, estudiando cada una por separado, pero el problema es más
complejo, ya que se enlazan formando cadenas cinéticas. El pedaleo sería una
cadena cinética cerrada, ya que el último elemento es fijo.

En ciclismo, cadena cinética cerrada, se observa un movimiento angular


realizado primero en un sentido, y un movimiento pendular de tal forma que
esta fase es una vuelta a la posición de partida. Los dos extremos fijos de la
cadena cinética se hallan a nivel del apoyo del sillín y de los apoyos en los
pedales. Las “calas” actuales evitan la pérdida de fuerza en ciertos puntos del
pedaleo, ya que el pie va anclado al pedal. (García, J. et al, 2009; Castellote,
J.M., 2011)

VI.1. Análisis biomecánico del pedaleo


El movimiento del pedaleo ha sido estudiado exhaustivamente por Haushalter y
Lang (1985).

Estos autores distinguen 4 fases en el pedaleo:

 Fase I: Va de 20º a 145º en relación con la vertical que pasa por el eje de
pedalier. Durante esta fase el pie se extiende 30º sobre la
pierna, la pierna se estira 70º, el muslo se estira en una
amplitud de 44º. La extensión del muslo se debe al glúteo
mayor, al tensor de la fascia lata y a los isquiotibiales. La
extensión de la pierna se debe al cuádriceps por medio del
vasto externo y del crural. La extensión del pie se realiza
mediante el tríceps sural y también con la colaboración de los grupos
retromaleolares interno y externo. Los músculos intrínsecos del pie no
tienen efecto aparente.

 Fase II: Va de 145º a 215º. Es una fase de inversión en la cual se pasa de


completar la extensión del miembro inferior a comenzar su flexión. Es
conveniente dividirla en dos partes para estudiarla: de 145º a 180º, el

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miembro inferior se extiende gracias a una abertura del tobillo de 15º, este
movimiento es realizado gracias al sóleo, músculo
monoarticular, cuya contracción es independiente de la
posición de la rodilla. En esta fase no es esencial la
acción de los gemelos, ya que, al ser biarticulares su
máxima potencia (ventaja mecánica) depende de la
posición de la rodilla, esta potencia será máxima cuando
esta se encuentra en completa extensión. De 180º a 215º, la orientación del
pie permanece similar a la fase anterior (de 145 a 180º). Se observa una
flexión del miembro inferior: la pierna se flexiona de 150º a 135º sobre el
pie, la rodilla de 150º a 125º sobre el muslo, y éste se acerca 5º a la
horizontal. (Robert J. Gregor, Conconi F., 2012; Haushalter, G. y Lang, G.,
1985)

 Fase III: Es la fase opuesta a la fase I. Van de los 215º a los


325º. Durante ella el pie se flexiona cerrándose 15º. La rodilla
se cierra 55º. La cadera se flexiona quedando en una
amplitud de 35º. Los músculos que actúan son poco
potentes, debiendo luchar contra la gravedad. La flexión de
cadera se realiza mediante el psoas-ilíaco, recto anterior y
sartorio. La rodilla se flexiona gracias a los músculos de la pata de ganso,
poplíteo y bíceps femoral. La flexión de tobillo es realizada por músculos
potentes biarticulares: tibial anterior, extensor común de los dedos y
extensor propio del primer dedo.

 Fase IV: De 325º a los 20º, que empezaría de nuevo la


fase I. Los movimientos en esta fase son complejos. En el
comienzo de esta fase, el pie está extendido a 140º,
reflexionándose rápidamente a 105º, sin embargo los
cambios de amplitud de rodilla y cadera son mínimos.
(Robert J. Gregor, Conconi F., 2012; Haushalter, G. y
Lang, G., 1985; Ramos, D.J et al, 2010)

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Figura 12. Fases del pedaleo

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VII. PATOLOGÍAS DE RODILLA EN CICLISTAS

La rodilla es la articulación del ciclista más sometida a


microtraumatismos de repetición. Esto deriva en:
a) De la compleja biomecánica, ya que el comportamiento natural de la
rodilla, durante el pedaleo, estará condicionado por el punto de fijación
obligatorio y constante del antepie (calas en el pedal), el cual
contrarresta su fijación. Ésta fijación del antepie es uno de los
condicionantes del buen rendimiento del pedaleo.
b) De la repetición gestual del pedaleo: en 100km se dan entre 15.000 y
20.000 pedaladas. El pedaleo no es un simple movimiento de flexo-
extensión de rodilla, también trabaja las rotaciones gracias a los
rotadores externos (bíceps crural y TFL) y los rotadores internos
(sartorio, ST y recto interno).
c) De las presiones femoropatelares: estas presiones junto con la
contracción del cuádriceps y la resistencia del tendón rotuliano aplastan
la rótula con fuerza sobre el fémur. Una mínima anomalía en la rótula
conlleva a una sobrecarga localizada sobre el cartílago, provocando una
condropatía por desgaste. (Rodríguez, F., 2008)

VII.1. Lesiones más frecuentes


VII.1.1. Tendinopatías: Son muy frecuentes y se producen por microdesgarros
de las fibras de colágeno.
A) Tendinopatías del aparato extensor:
1. Tendinopatía del tendón rotuliano (desarrollada más extensamente en
otro apartado): resulta de la repetición de solicitudes intensas a este
tendón por parte del cuádriceps, en las que las contracciones son
fuertes y mantenidas, como en los sprints, arranques o salidas violentas.
El 90% de las tendinopatías de este tendón serán en la inserción, siendo
menos frecuentes las del cuerpo del tendón.
2. Afectación de los alerones rotulianos: con frecuencia esta patología
está ligada al aparato extensor, ya que los alerones rotulianos
manifiestan sufrimiento, principalmente, como consecuencia de un
desequilibrio rotuliano.
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3. Patela o rótula astada: suele ser asintomática, y se produce por la
aparición de osteofitos en las zonas de inserción de los tendones
cuadricipital y rotuliano sobre la rótula. (Commandré, F.A. et al, 1987)

B) Tendinopatías de los rotadores: son bastante específicas de los ciclistas.


Durante el pedaleo, la extensión de la rodilla provoca una rotación
externa de la tibia, que disminuye poco a poco, pero en ciclismo, si las
calas están mal colocadas al ir el pie fijo, aparecerá la afectación de los
rotadores. Una de las causas principales es la posición de la articulación
sub-astragalina, ya que dependiendo de la supinación o pronación del
pie, la tibia rotará más hacia un lado o hacia otro. También pueden ser
causadas por la rigidez tibio-tarsiana, el pedaleo exige 15º de flexión
dorsal, si estos 15º faltan, habrá una compensación de la subastragalina
pronando el pie cuando el pedal está en la posición más alta. Ésta
pronación provocará una rotación interna de la tibia, apareciendo
sobrecarga en el bíceps crural y el TLF.
1. Tendinopatía de la pata de ganso: se manifiesta por un dolor vivo y
que aumenta con la palpación, debajo de la interlínea articular, y
necesitan un diagnóstico diferencial (lesión meniscal o lesión
ligamentosa, fractura por estrés o afectación del cóndilo interno). El dolor
se manifiesta en la marcha, al llevar objetos pesados, al bajar escaleras,
en el pedaleo, e irradiará a la pierna.
2. Tendinopatía del tendón del bíceps crural: se produce con frecuencia
en el ciclista, el dolor asienta en la cabeza del peroné.
3. Síndrome de bandeleta de Maissiat (TFL) se observa sobre todo en
corredores pero también en ciclistas, situándose el punto doloroso en la
cara externa del cóndilo externo.
4. Tendinopatía del poplíteo: el dolor se sitúa debajo de la interlínea
externa, por delante del ligamento lateral interno. (Commandré, F.A. et
al, 1987)

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VII.1.2. Patología Femoro-Patelar: Es una de las patologías más frecuente
en el ciclista, se calcula que en el 50% y es resultado de microtraumatismos
por las presiones sobre el cartílago rotuliano.

VII.1.3. Lesiones meniscales o ligamentosas de rodilla: La patología


meniscal o ligamentosa no existe en el ciclista, salvo causadas por
accidentes. (Commandré, F.A. et al, 1987)

VII.2. Lesiones producidas por mala regulación del sillín


Cada día son menos frecuentes las lesiones derivadas de la postura
puesto que, son cada vez mayores los estudios en biomecánica. Sin embargo,
no es infrecuente observarlas. Las más frecuentes son las reflejadas en la
siguiente tabla (Tabla 1).

Tabla 1. Lesiones derivadas de la postura en la bicicleta

LESIÓN CAUSA

Tendinitis Aquilea Sillín muy atrás


Tendinitis del bíceps femoral Sillín muy atrás
Dolor en lado lateral de la rodilla y gemelo Sillín muy atrás o alto
Dolor lumbar Sillín muy alto
Tendinopatía rotuliana o femoropatelar Sillín muy bajo o muy alante
Tendinopatía de la pata de ganso Sillín muy alto
Dolor o adormecimiento del periné Sillín comprime el n.pudendo
Neuropatía mediana o cubital Sillín muy atrás, manillar muy bajo

De todas estas patologías, nosotros nos centraremos en la tendinopatía


rotuliana, por ser de las más frecuentes en el ciclismo y en otros deportes de
resistencia. Por otra parte, un buen programa de rehabilitación de esta
patología, incluye el uso de la bicicleta como herramienta terapéutica. (Baker,
A., 2004)

22
VIII. TENDINOPATÍA ROTULIANA

Se caracteriza por una inflamación dolorosa del tendón rotuliano.


Aparecen los dolores en reposo y se
alivian cuando las partes afectadas entran
en movimiento. El mecanismo de lesión
es la mayoría de las veces una
sobrecarga por microtraumatismos de
repetición.

Puede afectarse la inserción en el


polo inferior de la rótula, o en el cuerpo
tendinoso. Se debe con más frecuencia a
una tracción desviada porque el eje del
tendón también lo esté y la corporal a un
sobreesfuerzo, lo que es importante
conocer en el proceso de investigación de
Figura 13. Inflamación del tendón rotuliano
la lesión para procurar la solución más
efectiva. En el primer caso, la solución pasa por una corrección de la postura y
en el segundo por un reposo prolongado que dé lugar a su recuperación.
(Baker, A., 2004)

VIII.1. Tipos de tendinopatías rotualianas

Según su localización, pueden ser:

- Tenoperiostitis, cuando la parte del tendón lesionada se encuentra en su


unión al hueso.
- Verdadera tendinitis, cuando hay daño en el cuerpo del tendón.
- Tenosinovitis, cuando está afectada la parte que cubre el tendón.
- Miotendinitis, cuando la lesión está entre un músculo y el tendón.

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VIII.2. Etiología

La causa principal de la tendinitis rotuliana en el ciclismo es la que se


produce por una mala posición del sillín o un mal gesto en el pedaleo y que
poco a poco va dañando el tendón hasta producir una inflamación del mismo.

Otra causa puede ser un mal entrenamiento o debilidad del cuádriceps


ocasionando una degeneración del tendón, que en ocasiones puede llagar a la
rotura de alguna de sus fibras debido al trabajo de fortalecimiento de dicho
músculo con flexo-extensión repetitiva y no alternarla con ejercicios
isométricos.

También puede tener un origen congénito, ya que la desviación en la


posición de la rótula también puede ser causa de tendinitis. En estos casos una
solución bastante frecuente es la quirúrgica. (Davidson, JA., 2005)

VIII. 3. Signos y síntomas

Los síntomas más frecuentes cuando un ciclista sufre una tendinitis


rotuliana, aunque cada individuo puede experimentarlos de forma diferente y en
mayor o menor medida, son:

1. Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano.


2. Edema e hinchazón en la zona.
3. Dolor al pedalear o simplemente al caminar.
4. Dolor al flexionar o extender la pierna.
5. Permanecer mucho tiempo con la rodilla flexionada.

VIII. 4. Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial incluye a la patología que se presenta con


dolor anterior de rodilla como patología intraarticular, patelofemoral y de partes
blandas. Entre otras, bursitis, secuela de Osgood-Schlatter, patología meniscal
o degenerativa de la rodilla, lesiones osteoscondrales, osteocondritis disecante,
condromalacia de la rótula, lesiones por sobrepresión rotuliana, son patologías
que deben descartarse. (Jurado, A. y Medina, I., 2008)

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Figura 13. Zonas de dolor dependientes de la patología.

VIII. 5. Tratamiento

En el momento de producirse una lesión aguda en la práctica deportiva,


debemos seguir unos pasos de “urgencia” que minimicen los síntomas y
molestias que se producen en la fase aguda.

Las pautas generales a seguir ante una sospecha de tendinitis rotuliana


son las siguientes:

- Reposo de la zona afectada. Desde que se empiecen a notar las


primeras molestias o desde que se produce la lesión de forma fortuita y
hasta que sea valorada por un médico hay que mantener la zona
afectada inmovilizada con el fin de no agravar la lesión.
- Aplicar frío local: Esta es la
segunda medida, después de
la inmovilización de la zona
afectada, que hay que tomar
por las siguientes razones:
Disminuye el edema, calma
el dolor, reduce el espasmo

muscular, favorece la Figura 14. Cold pack en rodilla

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recuperación.
La aplicación de frío local se realizará durante las primeras 24-48 horas
desde que se produce la lesión cada 3-4 horas a intervalos de 20
minutos. Posteriormente se continuará con la crioterapia como
mecanismo de apoyo terapéutico.
- Compresión: Se debe comprimir la zona mediante un vendaje elástico
con el fin de reducir el edema.
- Aplicación de calor: Transcurridas las primeras 48 horas de la fase
aguda de la lesión se debe aplicar calor en la zona afectada ya que
facilita la cicatrización y alivia la contractura muscular que se haya
podido producir en la zona.

La mayoría de los tratamientos específicos se basan en la interrupción


más o menos precoz y prolongada en el tiempo de la actividad física, para no
sobrecargar la zona y disminuir el dolor, evitando la cronicidad de la lesión.

Otras alternativas de tratamiento son:

- Corregir errores del gesto deportivo (mala técnica de pedaleo).


- Corregir déficit de hidratación.
- Utilización de material deportivo correcto.
- Aplicar bolsas de hielo para reducir la inflamación (primeras 48 - 72
horas).
- Banda circular en la rodilla que comprime el tendón. Esta banda puede
ayudar a dar apoyo al tendón y a aliviar el dolor. Se usa como una
banda justo debajo de la rodilla.

Figura 15. Cinta infrarrotuliana


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- Láser de baja frecuencia y ultrasonidos.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides.
- Reposo deportivo.
- Ejercicios isométricos del cuádriceps.
- Crioterapia.
- Pedaleo suave tras la corrección biomecánica.
- Masaje transverso (Cyriax) para movilizar el tendón.

Figura 16. Masaje cyriax

- Masaje para descontracturar y de descarga de los músculos cuádriceps.

Figura 17. Masaje de descarga

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Cuando la recuperación esté finalizada, regresar a los entrenamientos
con aplicación de calor antes de empezar, colocación de collarín compresivo
debajo de la rótula y después de terminar, aplicar hielo 20 min.

Si se cronifica la lesión, intervención quirúrgica para eliminar las


adherencias que se hayan producido. (Barh, R. et al.,2007; Jolin Sánchez, T.,
Silvestre, A., 2002)

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IX. MATERIAL Y MÉTODOS

Hemos llevado a cabo una revisión bibliográfica sobre la influencia de los


factores biomecánicos en las lesiones de rodilla en ciclistas. Se analizaron las
publicaciones en los sistemas de colección de PubMed, Google Academy y
Enfispo de 2004 a 2014. Para la búsqueda de los artículos se emplearon las
siguientes palabras: knee injury, tendinopathy patellar, treatment,
physiotherapy, biomechanics of pedaling, cyclist, en inglés, y lesión de rodilla,
tendinopatía rotuliana, tratamiento, fisioterapia, biomecánica del pedaleo y
ciclismo, en castellano, presentándose una gran cantidad de artículos sobre el
tema de estudio aunque algunos en realidad estaban repetidos en bases
diferentes. Estos fueron eliminados, y siempre se consideró para estas
situaciones, el primer registro.

Para la selección de los artículos, se realizó una pre-lectura atenta, con


la asimilación de las ideas principales para la realización después de la lectura
selectiva. En esta segunda lectura se cubrió la totalidad del artículo,
seleccionando el más apropiado según el propósito del trabajo. También he
ejecutado la búsqueda principalmente en libros de anatomía humana y
biomecánica sobre todo especializada en ciclismo.

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X. BIBLIOGRAFÍA

 Baker, A. Medicina del ciclismo. Primera edición. Barcelona. Ed:


Paidotribo. 2004
 Bullich, J. Cirugía de la Rodilla. Primera edición. Ed: Jims. 1995
 Castellote, J.M. Biomecánica de la extremidad inferior en el ciclista.
Arch Med Dep. 2011. III(11):233-238.
 Commandré, F.A, Viani, J.L., Zakarian, H., Denis, F., Barral, P.,
Fornaris, E., Raybaud, A. Patología de la rodilla del ciclista. Arch Med
Dep. 1987. 5:31-42
 Danowsky, R.: Principales lésions de l’appareilextenseur du genou
observées chez les cyclistes. SportMedecine. 1984. 37:6-8.
 Davidson, JA. Epidemiology and outcome of bicycle injuries
presenting to an emergency department in UK. (2005) Eur J Emerg
Med. 12(1):24-29.
 García, J. Biomecánica y tecnificación. Jornadas de trabajo sobre
tecnificación deportiva. Consejo Superior de Deportes. 2011
 Gilroy A.M., MacPherson, B.R., Ross L.M. Prometheus. Atlas de
anatomía. Ed: Panamericana. 2008
 Haushalter, G., Lang, G.: Biomecanique du pied du cycliste appliqueé
au positionnement de la chaussure. Medecine du Sport. 58:136.
1985.
 Jolin, T., Silvestre, A. Rodilla de saltador (Jumper´s knee). Revista
Traumatología. 2002. 5: 336-339. Universidad de Valencia.
 Jurado, A. y Medina, I. Tendón: valoración y tratamiento en
Fisioterapia. Ed: Paidotribo. Barcelona. 2008
 Kapandji A.I. Fisiología articular. 6ª edición. Madrid. Ed:
Panamericana. 2010.
 Latarjet M, Ruiz L. Anatomía Humana. 4ª edición. Madrid. Ed:
Panamericana. 2004
 Netter, F.H. Atlas de anatomía humana. 5ª edición. Barcelona. Ed:
Elselvier Masson. 2011.
 Pabst, R. y Putz, R. Sobotta, Atlas de anatomía humana. 22ª edición.
Ed: Panamericana. 2002

30
 Ramos, D.J., Rubio, J.A, Fermín, C., Trigueros, E., Jiménez, J.F.
Nuevos métodos de valoración de las tendinopatías de rodilla en el
ciclista. Medicina del deporte. Ed: Elselvier España. 2010
 Robert J.G., Conconi F. Ciclismo en carretera. Primera edición.
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 Rodríguez, F. Lesiones de rodilla en ciclismo de carretera. Rev. Motr.
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