Meditacion de Sanacion Espiritual
Meditacion de Sanacion Espiritual
Meditacion de Sanacion Espiritual
MEDITACIÓN DE SANACIÓN.
COMO ENTRAR EN EL NIVEL DE CONCIENCIA DE LA SANACIÓN ESPIRITUAL.
Siéntate en un lugar tranquilo para comenzar la meditación, puede ser en una silla o en un
almohadón o en el suelo.
Puedes poner una música suave, un incienso y una vela.
Asegúrate que nadie te va a molestar o interrumpir durante este tiempo que has reservado
para ti.
1. Respiración silenciosa
Comenzar con la respiración silenciosa: respirando lentamente por la nariz, frenando
conscientemente la inspiración y la espiración.
Al inspirar visualizas el aire que penetra como dos hilos de seda uno en cada fosa nasal
que se deslizan lentamente.
Al espirar visualizas que tienes una vela encendida debajo de la nariz y al espirar no se
mueve la llama de lo lentamente que liberas los flujos de aire de la espiración.
En el paciente
Este ejercicio me permite ir adquiriendo control sobre mi mente para dejarla vacía
de pensamientos con la finalidad de mejorar mi atención durante las meditaciones
y al realizar la terapia de sanación para cortar el paso a pensamientos parásitos o
invasivos que pueden acudir a mi mente durante la terapia y mantenerla vacía y
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limpia para poder llenarla únicamente con los pensamientos y las visualizaciones
sanadoras.
6. El Santuario interior
Ahora crea un templo interior, un santuario interior donde puedas ir siempre que lo
necesites.
Es un lugar de la dimensión espiritual, un nivel de conciencia al que puedes acudir
cuando te sientas cansado o separado de tu origen.
Es un lugar de sanación y de regeneración, de contacto con los seres y guías espiri-
tuales y con la Energía universal sanadora.
Aquí no existen el tiempo ni los condicionamientos de la dimensión física; no existe
la individualidad ni los dualismos del ego.
Estás en paz y te sientes en comunión con todo lo existente.
En este remanso de paz, amor y luz de tu Santuario interior puedes hacer todo lo
que desees, y pedir consejo a tus guías, familia espiritual y Grupo de almas y conec-
tarte con tu esencia divina y con el Creador.
Puede ser la Isla de la Sanación o un Templo de Luz.
Empiezo a vibrar de alegría y de amor y noto como una energía pura y limpia fluye a tra-
vés de mí, me siento inundado de una luz y de un amor puro que penetran mi mente mi
cuerpo y mi espíritu.
Me dice su nombre... y que está aquí para protegerme y ayudarme, que siempre ha estado,
pero que yo no era muy consciente de su presencia.
Desde ahora siempre estará conmigo, de forma que nunca más me sentiré desamparado y
solo.
Que su misión es proteger, fortalecer y sanar a los que hemos pedido su ayuda y hemos
comenzado a recorrer el camino para recibirla y recibir su energía curativa.
Contactaremos a través de la frecuencia del amor, de forma que si tengo poco amor, el
contacto será escaso y que también el miedo, el odio, los celo, la ira y los pensamientos
negativos interrumpen el flujo de la energía y de nuestro contacto.
Me dice que estaba esperando este momento y que desde ahora yo soy consciente de esta
vinculación que será una semilla para futuras vinculaciones de otras personas con sus
guías y que nuestra misión juntos es tender un puente que nos acerque a Dios.
Porque yo lo he querido así, Él estará conmigo, mientras yo lo invoque con la fe y el amor
suficientes, para guiarme y ayudarme en mis decisiones y orientarme y dirigirme en mi
camino de evolución hacia la Luz.
Me dice que en mis oraciones hable con Él, que siempre estará a mi lado como consejero y
guía cuando lo necesite y que cuando me sienta desconectado, Él será el puente que me
acerque de nuevo al Creador y me conecte con mi esencia divina.
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El Templo de Luz
Me conciencio que en esta meditación voy a ir a un Templo de Luz que es el hogar de
muchos seres espirituales relacionados conmigo y con mi Alma.
Este santuario existe en una dimensión vibracional de una frecuencia más elevada
de las que podemos percibir por nuestros sentidos, pero podemos acudir a él, rela-
jándonos y entrando en un estado alfa para poder invocar a los guías pidiéndoles
que acudan en mi ayuda y me conduzcan al Templo de Luz.
Me visualizo sentado en la playa de la Isla de la Sanación disfrutando de la luz, de los
olores, de la suave brisa que me acaricia y de la armonía de los sonidos de la natura-
leza.
Comienzo a caminar por la cálida arena de la playa sintiendo como se desliza entre
mis pies; un poco más allá veo una ladera cubierta por una hierba olorosa y de un
verde brillante y comienzo a ascender etéreamente, sin esfuerzo, como guiado por
una fuerza que me eleva venciendo a la gravedad voy avanzo entre jardines natura-
les que guardan una armonía perfecta.
Sin esfuerzo llego a la cima desde la que se
distingue todo el horizonte y en ella se dife-
rencia majestuoso el Templo de Luz.
A su alrededor el aire que respiro es más pu-
ro como si tuviera más oxígeno.
Contemplo sus paredes doradas de luz y sus
torres y cúpulas que se alzan acariciando el
cielo azul.
Me aproximo a la entrada y siento como si ya
hubiera estado antes allí, en la puerta un ser de luz me recibe saludándome con afec-
to y amor y me invita a pasar.
Avanzo por varias salas en las que también hay seres de luz que me van recibiendo
con cariño volviéndose a mi paso.
Llego a una especie de patio circular que tiene una nube encima de la que desciende
un chorro de luz dorada con todos los colores del arco iris, me introduzco dentro de
ella y siento como todo mi cuerpo se inunda con su luz sanadora, noto como mis cé-
lulas reciben esa luz y ese color, y como aumentan su vibración las partículas ele-
mentales que las forman liberando cualquier bloqueo energético que pudiera que-
dar en ellas.
La luz dorada que me inunda va cambiando de color y recibo una ducha de luz sana-
dora primero verde suave, luego rosa y violeta y finalmente blanca, que limpian y
energetiza mis chakras y mi aura.
Ahora me siento renovado, puro, limpio y fresco como la luz del sol en el amanecer.
Llego a una gran sala central donde se encuentran reunidos un número indetermi-
nado de seres de luz que parece que están celebrando una fiesta, y al verme entrar
ríen y aplauden mi llegada pronunciando mi nombre, cantando a la vez dulces y
suaves melodías. Ahora comprendo que la fiesta es en mi honor.
Uno de ellos se separa del resto, se me acerca lentamente abriendo sus alas de luz
rodeándome y acogiéndome en ellas, disfruto de esta paz sanadora que me llega
hasta cada una de mis células.
Ahora este ser me entrega un cofre con un contenido sagrado y me dice que es sola-
mente para mí y que contiene el tesoro que necesito para que resplandezca mi natu-
raleza divina y recupere mi capacidad original sanadora.
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7. Proyección de la Conciencia
En el paciente
Este ejercicio de proyección sirve al paciente sirve para aprender a proyectar su
conciencia hacia todos los niveles de organización de su cuerpo físico, desde el nivel
microcósmico de los átomos y las células, hasta el nivel visible de los tejidos, órga-
nos y fluidos, con la finalidad de penetrar en lo más profundo de sí mismo llegando
hasta la conciencia celular para transmutarla y cambiarla; pudiendo llegar a niveles
más profundos hasta influir directamente en los cromosomas del núcleo de las célu-
las, para interactuar con sus genes y con su ADN.
Afirmaciones:
“Yo puedo proyectar mi conciencia hacia cualquier parte del universo porque tengo
este poder original de mi Naturaleza divina.”
“Ahora voy a proyectar mi conciencia hacia….”
(Puedes pasar directamente al punto 4 o hacer también el 1, 2 y 3)
EL PROCESO DE SANACIÓN.
La fe sanadora
El paciente debe tener fe en la interacción con la EUS y en su capacidad regeneradora y
sanadora original, confiando en que lo que sucede en cada sesión terapéutica es profun-
damente sanador.
Todos tenemos el tumo o fuego interno sanador, que es un fuego sagrado capaz de quemar
y transmutar y regenerar las energías perturbadas y anómalas para regenerar la vibración
de nuestra estructura energética hacia su nivel natural de sanación, únicamente hay que
reactivarlo y despertarlo
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El amor sanador.
El terapeuta debe ser transparente para poder acceder y transmitir la vibración del amor
sanador que es un amor espiritual, no es un amor emocional, sentimental o físico; es un
sentimiento de conexión y de comunión a nivel espiritual sin condiciones, expectativas,
requerimientos o demandas; es un amor ontológico de Ser a ser y con todo el universo
porque es parte de la vibración que mueve todo el universo y forma parte de la vibración
sanadora que se canaliza y transmite con la sanación espiritual y forma parte del ESS es-
pacio sagrado sanador , el nivel de conciencia de la dimensión espiritual al que el paciente
se traslada durante la terapia donde se regenera y se recupera.
La sanación es un acto de amor sanador profundo, un proceso de amor que transmuta el
desorden, el caos interno y todo lo negativo en amor; cada terapia es un intercambio de
amor sanador en el que el terapeuta ayuda al paciente a sentir el amor espiritual devol-
viéndolo a su estado original eternamente sanador donde puede regenerarse y sanarse.
En el proceso de sanación el paciente debe entregarse en cada terapia para poder alcanzar
los elevados niveles de conciencia de las dimensiones espirituales del Espacio sagrado
sanador y el Espacio sagrado original donde se puede liberar de los condicionamientos y
efectos del tiempo a los que está sujeto en los niveles ordinarios de conciencia de la di-
mensión física y entrar en contacto con bandas de energía profundamente sanadoras para
hacer acopio de toda la energía que necesite para su propia sanación.
La meditación.
Nos abre paso a través del reino de la razón, de la mente y del ego abriéndonos al abismo
interior del alma que nos saca del mundo ordinario y del tiempo lineal y de sus efectos
(entre ellos la enfermedad).
Al meditar hacemos una ruptura de nivel saliendo de la dimensión física y del tiempo li-
neal de la vida ordinaria y penetramos en las dimensiones no físicas donde encontramos
sacralidad, sabiduría eterna, trascendencia y sanación.
A través de la meditación puedo acceder a mi interior e ir desvelando las fuentes origina-
les de mi sanación.
La oración.
Es un dialogo energético con lo divino que altera nuestro nivel de conciencia, abre nuestra
alma, nos saca del tiempo lineal y profano y nos proyecta a la dimensión espiritual dejando
atrás la dimensión física y sus condicionamientos y nos ponemos en manos de lo divino y
lo sagrado abriéndome a la energía de la entrega y la aceptación, y desde este nivel supe-
rior de conciencia me permite ver el mundo con los ojos del alma.
A través de la oración puedo acceder a mi interior e ir desvelando las fuentes originales de
mi sanación.
El silencio.
Es una invitación a que el flujo divino y sagrado de mi Yo superior se manifieste en mi vi-
da, elevando mi nivel de conciencia hacia la dimensión espiritual para salir del reino de lo
personal y proyectarme al reino de lo transpersonal donde se me revela lo divino y lo sa-
grado y donde están las fuentes de la sanación.
Es el oxígeno del alma que me abre al contacto con mi Ser y con lo espiritual donde puedo
encontrar los orígenes de la sanación eterna.
Dios nos habla a través del silencio, nos llena de luz, y nos pone en contacto directo con lo
trascendente, inmortal y eterno, por ello nuestra alma y nuestro Ser ansían el silencio para
poder sanarse, para poder retomar el contacto directo con nosotros y ponernos en contac-
to directo lo espiritual donde se encuentran todas las respuestas y las fuentes originarias
de la sanación que también están dentro de mí mismo.
Para poder llegar a las fuentes de la sanación debes confiar en lo divino con humildad y
con fe.
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Superar el pasado.
La sanación espiritual conlleva una renovación y una regeneración, abriéndote a los nue-
vos valores de lo divino y lo sagrado.
Debes curarte de antiguas heridas, sanar tu corazón de las heridas del pasado con la ener-
gías de la comprensión, la aceptación y el perdón, perdonando desde el alma que funciona
con las normas de lo divino y no desde tu razón, tu mente y tu ego que funcionan según las
normas de lo humano con los condicionantes del orgullo, la rigidez y la tozudez provoca-
das por las antiguas heridas de tu ego herido que se rebela para quedar encima y mantener
el control.
Debes abrirte paso a través de tu ego herido, renunciar a tu orgullo y abrirte a tu Alma y a
la energía de la humildad para trascender las limitaciones de lo mental y abrirte al flujo y
al poder de lo divino y lo sagrado.