Aspectos Esenciales de La Gramática Sistémica Funcional
Aspectos Esenciales de La Gramática Sistémica Funcional
Aspectos Esenciales de La Gramática Sistémica Funcional
BIBLIOGRAFÍA 118 5
INTRODUCCIÓN
Este libro lleva por título Aspectos Esenciales de la Gramática Sistémica
Funcional. Tras la aparición de la tercera edición de la Gramática Sistémica
Funcional nos pareció necesario preparar este libro con el que nos proponemos
presentar y explicar de un modo claro los aspectos esenciales de la Gramática
Sistémica Funcional, cuyo principal representante es Michael Halliday. Esta obra
pretende ser fundamentalmente una introducción a esta teoría lingüística para
estudiantes de doctorado o investigadores que no estén familiarizados con ella.
La preparación de este libro viene motivada por la escasez de obras
relacionadas con la Gramática Sistémica Funcional escritas en espaňol con
excepción de las traducciones de los libros de Halliday de Miquel Serra i Raventós,
Exploraciones sobre las funciones del lenguaje (1982) y la de Jorge Ferreiro
Santana, El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y
el significado (1982), el artículo de 1981 escrito por José Luis Guijarro
“Introducción a la teoría sistémica de M.A.K. Halliday” o la traducción del libro de
Eggins de Felipe Alcántara del año 2002 Introducción a la lingüística sístémica.
La Gramática Sistémica Funcional se caracteriza por el supuesto de que la
estructura fonológica, gramatical y semántica de la lengua queda determinada por
las funciones que ésta realiza en la sociedad. Especial importancia tiene la función
social de la lengua para esta teoría lingüística, por lo que su análisis del texto
siempre es contextual debido a que hay una relación entre el texto y el contexto
social. Dicho análisis ayuda a entender las relaciones entre lengua y sociedad.
Con este libro nos proponemos presentar los aspectos esenciales de la
Gramática Sistémica Funcional por lo que lo hemos dividido en tres partes: en la
primera abordamos brevemente la cuestión de la forma-función en lingüística y
presentamos las principales diferencias entre las teorías formales y funcionales en
lingüística para finalmente poner de manifiesto el papel que ocupa la Gramática
Sistémica Funcional dentro de las teorías funcionales.
En la segunda parte nos centraremos en el funcionalismo de Halliday por lo
que comenzaremos por presentar los conceptos fundamentales de este modelo
teórico y expondremos los orígenes del mismo y su perspectiva histórica.
A continuación, procederemos al estudio del modelo integrador de
descripción lingüística de Halliday, en el que prestaremos atención al concepto de
función y sus antecedentes, las metafunciones lingüísticas, las variables
situacionales y los tres sistemas de opciones que él propone, es decir, la
transitividad, el modo y el tema.
Seguidamente nos referiremos al texto como forma de comportamiento
social y analizaremos algunas cuestiones de vital importancia relacionadas con la
función social de la lengua como son: la ideología, la situación tipo, el contexto de
cultura, el contexto de situación y las nociones de campo, tenor y modo. De este
modo pondremos de manifiesto la relación que Halliday establece entre las
características del contexto vistas en términos de campo, tenor y modo y los tipos
de significados que encontramos dentro de los textos. Acabaremos esta segunda
parte refiriéndonos a otros tipos de contexto como son el intertextual e intratextual,
el contexto de referencia y el contexto de discurso.
La tercera parte abordará cuestiones relacionadas con el orden de palabras
en la Gramática Sistémica Funcional y la Perspectiva Funcional de la Oración, de
ahí que nos centremos en los conceptos de tema y rema, información nueva e
información conocida y dinamismo comunicativo, así como los distintos tipos de
tema y progresión temática para finalizar con algunas cuestiones fundamentales
relacionadas con el orden de palabras, es decir, el orden de los elementos en la
oración y sus relaciones gramaticales.
Hemos decidido conceder especial importancia a la función textual debido a
que la Gramática Sistémica Funcional pretende estudiar con detalle el significado
de cada texto en su contexto y ver de qué modo expresa el texto dicho significado.
Decidimos optar por el funcionalismo de Halliday porque, al igual que él,
entendemos la lengua como semiótica social, es decir, siempre interpretaremos la
lengua dentro de un contexto sociocultural. De igual modo hemos elegido este
modelo por la importancia que concede al contexto.
La Gramática Sistémica Funcional explica algunas características internas
de la lengua teniendo en cuenta su diversidad funcional. Esta gramática nos ofrece
un marco teórico y analítico muy adecuado para explorar y explicar cómo está
construido y expresa su significado cualquier texto. Este modelo teórico abarca
tanto los niveles abstractos (ideología) como los más concretos que intervienen en
el texto (palabras, estructuras, etc.).
Esta escuela lingüística nos permite explicar el texto, dar los porqués de las
elecciones lingüísticas y ver cómo se utiliza la lengua teniendo en cuenta las
funciones que cumple en determinados contextos, de ahí que analizar el contexto
con detalle sea fundamental para comprender los usos. Otra razón por la que
hemos elegido la Gramática Sistémica Funcional es porque para ella es
fundamental el estudio de un corpus, es decir, de auténticas muestras de lengua
en contexto.
También hemos optado por el funcionalismo de Halliday porque es útil y se
puede aplicar a cualquier tipo de texto, oral o escrito. Por otra parte se relaciona
con otras disciplinas y se puede aplicar a ellas, como son la estilística, la
sociología, el análisis del discurso, etc.
Nos encontramos ante un modelo analítico, descriptivo, útil y aplicable, que
en todo momento tiene en cuenta los significados que el hablante o escritor puede
elegir y siempre aplica en función del contexto las elecciones que éste hace.
La lengua posee diferentes opciones a la hora de construir las oraciones, de
modo que varía la transmisión del mensaje. Sin duda es éste un componente
central de la Gramática Sistémica Funcional que une nuestro enfoque lingüístico
con la sociología.
La Gramática Sistémica Funcional “hace” cosas, no sólo se limita a teorizar,
de ahí la importancia del análisis de textos escritos y orales en los que se pueda
analizar el uso de la lengua.
Un modelo gramatical tan complejo como el de Halliday presenta diversas
influencias que serán analizadas con detalle en el apartado 1.2.1, por lo que en
este momento del trabajo nos limitaremos a decir que todas las influencias que el
modelo ha recibido le han llevado a destacar uno de los fines principales del
funcionalismo en lingüística: enfatizar la interacción social que se lleva a cabo por
medio de la comunicación.
Los lectores pueden acceder a la obra de Halliday y otras publicaciones sistémicas
a través de publicaciones electrónicas, que pueden encontrarse en las siguientes
direcciones:
http://www.isfla.org/Systemics/index.html
http://minerva.ling.mq.edu.au/
http://sfs.scnu.edu.cn/hehx/MAKH/index.htm
8
1.1 LA CUESTIÓN DE LA FORMA - FUNCIÓN EN LINGÜÍSTICA
En el pensamiento lingüístico, podemos diferenciar dos enfoques: en el enfoque
funcional, el papel predominante lo tiene la función de las formas lingüísticas pues
se considera que dicha función influye en la selección de las formas gramaticales y
destaca el papel de la lengua como instrumento de la interacción social; por el
contrario, en el enfoque formal, predomina la forma de los elementos lingüísticos,
independientemente de la caracterización semántica y pragmática de dichos
elementos. Según los formalistas, la estructura de la lengua se puede examinar sin
tener en cuenta el uso que se hace de ella y los factores que tienen que ver con
dicho uso no forman parte de la gramática.
Chomsky, principal representante del enfoque formal, y sus seguidores
conciben la lengua como un conjunto de reglas para generar estructuras
sintácticas, y puesto que las reglas son bastante complejas, dan por hecho que los
hablantes poseen un conocimiento innato de la estructura lingüística. Él entiende el
funcionalismo en el sentido de que el uso de la lengua en cierto modo influye en su
forma.
Normalmente, en las teorías funcionales encontramos respuestas a la pregunta
"con qué propósito" (“why questions”), mientras que en las teorías formales
encontramos respuestas a la pregunta “de qué manera” (“how questions”). Otra
diferencia entre ambos tipos de teorías se encuentra en los diferentes niveles de
análisis de la lengua considerados por ambas. Las gramáticas formales dividen su
objeto de estudio en los niveles de morfología y sintaxis. Por el contrario, las
gramáticas funcionales integran ambos niveles en la función comunicativa que es
lo realmente importante.
Nuyts (1992: 69) señala que, con respecto a la sintaxis, ambos enfoques
estudian la organización estructural de las oraciones pero hemos de considerar
que los formalistas estudian la organización estructural de la oración sin tener en
cuenta cómo la estructura se relaciona con lo que el hablante hace, mientras que
los funcionalistas integran los aspectos relacionados con la estructura con su uso.
Con respecto a la semántica, ambos enfoques estudian el significado de las
oraciones, pero mientras que los funcionalistas estudian el significado desde el uso
que se hace de la lengua, los formalistas sólo se centran en los patrones lógicos
que hay detrás de las oraciones.
En las teorías formales encontramos la siguiente gradación: fonemas,
morfemas, palabras-lexemas y finalmente frases, sintagmas y oraciones. La
gradación es diferente en las teorías funcionales: fonología, gramática y discurso.
La principal diferencia entre ambos enfoques es que para el funcionalismo,
el sistema y las formas que lo componen están determinados por los usos o
funciones. Para los formalistas, por el contrario, las formas son independientes de
los usos o funciones. El formalismo prefiere las explicaciones cognitivas mientras
que el funcionalismo se centra en textos reales cuyas formas lingüísticas sólo se
describen haciendo referencia al contexto.
Los formalistas niegan muchas veces que la principal función de la lengua
sea la comunicación sino que proponen que ésta cumple una multitud de funciones
(Nuyts, 1992: 72).
Estamos de acuerdo con Bondarko (1991: 2) en que lo que hace que una
gramática funcional sea diferente es que su descripción del sistema de la lengua
“no se construye conforme a niveles separados y aspectos del sistema gramatical
(morfología, formación de palabras, sintaxis de la oración simple y compuesta),
sino conforme a las unidades funcionales-semánticas de la lengua, que combinan
1
elementos de diferentes niveles que interactúan desde una base semántica”.
Olivares Rivera (1994) afirma que “el funcionalismo, hablando en términos
amplios, quiere decir que la gramática – morfosintaxis - está ligada al significado,
es decir, cualquier rasgo gramatical del tipo que fuere, manifiesta la
correspondiente categoría semántica.”
Las gramáticas funcionales analizan la estructura gramatical, del mismo modo que
lo hacen las gramáticas estructuralistas y formales, pero además analizan toda la
situación comunicativa, concediendo especial importancia al contexto y a los
participantes. En palabras de Foley y Van Valin (1984: 9):
“El principio fundamental del funcionalismo es que la
comprensión de la estructura de la lengua requiere la
comprensión de las funciones que la lengua puede
2
desempeñar, siendo la comunicación la primera de ellas”.
Por otro lado, Martín Arista (1999: 14-15) señala tres criterios para considerar
funcional una teoría del lenguaje: ha de orientarse a la interacción social por medio
de la comunicación, ya que éste es considerado el fin principal del lenguaje
articulado humano; las teorías funcionales han de prestar atención a las funciones
sintácticas, semánticas y pragmáticas, y sobre todo a la relación que entre ellas se
establece; finalmente ha de haber una separación entre léxico y gramática.
Chesterman (1998: 65) expone que las gramáticas funcionales se caracterizan por:
“Tienen una base semántica formal completada por una
base pragmática; trabajan con reglas y tendencias; están
orientadas a las estructuras y a las palabras; y tienen en
3
cuenta el contexto.”
1
El original de esta cita es: “The description of the language system is
built not according to separate levels and aspects of the grammatical
system (morphology, word-formation, syntax of the simple and
complex sentence), but according to functional-semantic units of the
language, which combine elements of different levels interacting on a
semantic basis.” (Bondarko, 1991: 2)
2
El original de esta cita es: “The fundamental functionalist tenet is
that an understanding of language structure requires an
understanding of the functions language can serve, communication
being the primary one.” (Foley y Van Valin, 1984: 9)
3
El original de esta cita es: “They have a formal semantic base
supplemented by a pragmatic one; they work with both rules and
tendencies; they are oriented towards both structures and words; and
they are context-sensitive.” (Chesterman, 1998: 65)
Y añade (op. cit.: 79): “[…] el sistema semántico puede definirse como un
15
significado potencial functional o de orientación functional”. Otra definición de sistema
ofrecida por Halliday es la siguiente: “Un sistema es un conjunto de opciones en un
entorno determinado; en otras palabras, una elección, junto con una condición de
16
entrada”. (Halliday, 1974: 45).
Firth discrepó con de Saussure al negarse a reconocer la “langue” como el
objeto de la investigación para un lingüista. El modelo de Firth se parece al de de
Saussure en que se fundamenta en torno a las relaciones sintagmáticas y
paradigmáticas.
Firth concibe el significado de la lengua según las situaciones en que
usamos ésta. En vez de hablar de “parole/performance” y “langue/competence”, la
lingüística firthiana prefiere hablar de lo que el hablante puede elegir, lo que se
puede decir (“potential”) y lo que finalmente elige, lo que finalmente se ha dicho
(“actual”). El lenguaje es una forma de comportamiento y el usuario de la lengua
tiene siempre un número de opciones de comportamiento según cada
circunstancia (Quereda, 1992: 45). Para él el contexto en que usamos la lengua es
de vital importancia.
La idea fundamental de Firth es la de plantear el estudio del lenguaje en sus
diversas funciones, lo que después desarrollará su discípulo Halliday, y ver la
realidad expresiva a través del contexto de situación teniendo en cuenta la fuerza
creativa del lenguaje y las diversas funciones comunicativas.
Hay otros conceptos que tienen su origen en J. R. Firth. Uno de ellos es el
“contexto de situación”. Al estudiar dicho concepto hemos de resaltar el hecho de
que éste procede de los estudios antropológicos llevados a cabo por Malinowski,
que fue compañero de Firth en la universidad de Londres, ya que Firth desarrolló
dicho concepto y lo convirtió en un instrumento adecuado para la teoría lingüística.
Antes de centrarnos en la figura de Malinowski, hemos de señalar que Firth
nos presenta en su artículo “Personality and language in society”, escrito en 1950
(Firth, 1957), las categorías que han de tenerse en cuenta en el contexto de
situación:
“A. “Los rasgos relevantes de los participantes:
personas, personalidades.
(i) La acción verbal de los participantes.
(ii) La acción no verbal de los participantes.
44
El original de esta cita es: “the scale which relates the categories of the theory, which
are categories of the highest degree of abstraction, to the data”. (Halliday, 1961: 270)
45
El original de esta cita es: “Halliday points out that although we could relate any
abstract category to what finally represents it at the formal level (that is, to its ultimate
‘exponents’ in form), we should thereby lose a large number of significant generalizations.”
(Butler, 1985: 27)
(“deep paradigmatic relations”) de la lengua que son relevantes desde el
punto de vista semántico. Por otro lado, “las relaciones sintagmáticas profundas
fueron ahora representadas en estructuras multiples que consisten en múltiples
roles funcionales, en los que a cada parte de la estructura contribuye uno de los
46
‘componentes funcionales’ de la gramática. El concepto de realización
(“realization, linking systemic choices to structures”), se desarrolló más, de modo
que la gramática en parte se convirtió en generativa al asignar una estructura
gramatical explícita a las oraciones.
Butler (1985: 40) hace constar que la organización de los sistemas en redes
fue posible:
“[...] una vez que el concepto de especificación (‘delicacy’)
se extendió de las relaciones estructurales a las relaciones
sistémicas. El orden de los sistemas determinado por la
especificación es de dos tipos: simultaneidad y dependencia.
Dos (o más) son simultaneos si las elecciones deben
hacerse independientemente de los sistemas afectados; la
dependencia ocurre donde los términos en sistemas
diferentes están ordenados jerárquicamente, de tal modo
que la selección de un sistema puede hacerse sólo si un
término particular (o términos) ha sido elegido de un sistema
47
anterior menos ‘delicado’”.
En su artículo de 1966 ‘Some notes on “deep” grammar’, que puede
considerarse el comienzo de la Lingüística Sistémica, después de lo que hemos
dicho sobre el modelo previo de Escala y Categoría (“Scale and Category”),
Halliday reinterpreta la distinción entre los aspectos profundos y superficiales de la
organización lingüística, que juega un papel fundamental en el enfoque generativo
transformacional del momento (Butler, 1985: 45). Halliday retoma la afirmación de
su artículo de 1961 en la que ponía de manifiesto que la relación de orden entre
los elementos de la estructura de una unidad determinada es diferente y más
abstracta que la relación entre elementos en las relaciones sintagmáticas. De este
modo, los exponentes de determinadas clases gramaticales, en una relación de
secuencia representan la estructura superficial mientras que las relaciones
estructurales entre los elementos abstractos en la oración representan los
aspectos profundos del patrón sintagmático.
Seguidamente, Halliday continúa generalizando la noción de gramática
profunda al eje paradigmático, tal y como consta en Butler (1985: 45-46):
46
El original de esta cita es: “deep syntagmatic relations were now encapsulated in
multi-layered structures consisting of functional roles, each strand of the structure being
contributed by one of the ‘functional components’ of the grammar.” (Butler, 1985: 57)
47
El original de esta cita es: “[...] once the concept of delicacy was extended from
structural relations to systemic relations. Delicacy ordering of systems is of two major kinds:
simultaneity and dependence. Two (or more) systems are simultaneous if choices must be
made independently from the systems concerned; dependence occurs where terms in different
systems are hierarchically ordered, such that a selection from one system can be made only if a
particular term (or terms) has been chosen from an ‘earlier’, less delicate system.” (Butler, 1985:
40) “De igual modo que las estructuras representan relaciones sintagmáticas
profundas, se sugiere que los sistemas representan relaciones paradigmáticas
profundas. [...] De este modo la especificación de los sistemas presupone una
representación de las relaciones sintagmáticas profundas, y por esa razón, los
48
sistemas aparecen a un nivel relativamente profundo”.
A continuación Halliday aborda uno de los puntos fundamentales en el
desarrollo de la teoría al afirmar que las relaciones paradigmáticas son primarias al
constituir las relaciones básicas de la lengua. Al conceder esta prioridad a las
relaciones paradigmáticas, Halliday establece un contraste con el enfoque
generativo-transformacional del momento, que se concentraba casi
exclusivamente en las relaciones sintagmáticas.
En este punto de la teoría, el sistema es la categoría más importante; de
igual modo, los términos dentro del sistema se relacionan estrechamente con sus
propiedades semánticas. Desde 1967, los conceptos de relaciones sintagmáticas y
paradigmáticas profundas, se unieron a lo que se convirtió en una característica
fundamental de la teoría de Halliday, los componentes funcionales (“functional
components”).
Según consta en Butler (1985: 46), ahora lo que Halliday necesitaba era
una teoría funcional que en lugar de dirigirse hacia las investigaciones sociológicas
o psicológicas, se ocupara de iluminar la estructura interna de la lengua, de modo
que pudiera explicar la organización de ésta. Para Halliday, la gramática de una
lengua (concebida con significado semántico, a la que a veces se refiere como
significado potencial, “meaning potential”) se organiza siguiendo unas líneas
funcionales, en palabras de Halliday (1970: 142):
“Cuando examinamos el significado potencial de la lengua
por sí misma, encontramos que un gran número de
opciones incluidas en ella se combinan en unas pocas
‘redes’ (“networks”) relativamente independientes, y estas
redes de opciones corresponden a ciertas funciones básicas
49
de la lengua”.
En su artículo de 1968 “Notes on Transitivity and theme in English, Part 3”,
Halliday reconoce cuatro componentes funcionales en la gramática llamados
experiencial, lógico, discursivo e interpersonal (“experiential”, “logical”, discoursal”
e “interpersonal”), más tarde, en su artículo de 1970 “Language structure and
language function” o en su libro de 1973 Explorations in the Functions of Language
(traducido al espaňol por Miguel Serra y Raventós en 1982), hay una
reestructuración de los componentes funcionales, ya que el experiencial y el lógico
aparecen juntos bajo el calificativo ideacional (“ideational”), el componente
discursivo es llamado ahora textual (“textual”) y el componente interpersonal
permanece igual. (Butler, 1985: 47)
48
El original de esta cita es: “Just as structures represent deep syntagmatic relations, so
systems, it is suggested, represent deep paradigmatic relations.[...] The specification of systems
thus presupposes a representation of deep syntagmatic relations, and for that reason systems
themselves are at a relatively deep level.” (Butler, 1985: 45-46)
49
El original de esta cita es: “When we examine the meaning potential of the language itself,
we find that the vast numbers of options embodied in it combine into a very few relatively
independent “networks”; and these networks of options correspond to certain basic functions of
language.” (Halliday, 1970: 142)
Ninguna de estas funciones es considerada por Halliday más básica que
otra o más abstracta. Tal y como señala Butler (1985: 48):
“En el proyecto de Halliday, la construcción de un enunciado
(con la excepción quizás de enunciados ritualistas como los
saludos) lleva consigo una selección de opciones
simultáneas de todos los componentes funcionales.
En el rango de la oración, las opciones relevantes son
aquellas en la transitividad (ideacional), modo y modalidad
50
(interpersonal) y tema (textual).”
De este modo quedan vistos los componentes funcionales en relación con
el eje paradigmático, representados por el conjunto de sistemas. Halliday también
propone que las relaciones sintagmáticas sean organizadas funcionalmente, en
palabras de Butler (1985: 48):
“[…] Halliday sugiere ahora que las estructuras se
componen de varias partes, que se integran en el proceso
de realización, para dar la estructura ‘superficial’ (“surface”)
final. Halliday a veces usa la analogía de la música
polifónica, en que las diferentes partes o líneas están
entremezcladas para completar la obra. A cada parte de la
estructura lingüística contribuye uno de los componentes
funcionales, y consiste en un complejo de ‘funciones’, ‘roles
51
funcionales’ o ‘micro-funciones’.
Es evidente que a partir de 1966 el modelo de Halliday adquiere una
orientación claramente semántica. Esto determina que otras relaciones funcionales
con orientación semántica se incorporen en la gramática. Dichas relaciones se
proponen para cada una de las áreas claves de la gramática, como son la
transitividad, el modo y el tema, que constituyen los componentes funcionales
(Butler, 1985: 49-50).
Butler (1985: 57) destaca que el modelo en 1970 puede describirse como
una gramática sistémica funcional orientada hacia la semántica (“semantically
orientated systemic functional grammar”. Tal y como consta en Fawcett (2000: 48):
50
El original de esta cita es: “In Halliday’s scheme, the construction of an utterance (except
perhaps in the case of ritualistic utterances such as greetings) involves simultaneous selection
of options from all the functional components.
At the rank of clause, the relevant options are those in transitivity (ideational), mood and
modality (interpersonal), and theme (textual).” (Butler, 1985: 48)
51
El original de esta cita es: “[...] Halliday now suggests that structures are composed
of several strands, which are integrated in the process of realization, to give the final ‘surface’
structure. Halliday sometimes uses the analogy of polyphonic music, in which several strands or
lines are interwomen to form the complete musical fabric. Each strand in the linguistic structure
is contributed by one of the functional components, and consists of a complex of ‘functions’,
‘functional roles’ or ‘micro-functions’.” (Butler, 1985: 48)
“En 1970 Halliday había empezado a describir las redes del sistema de
52 53
TRANSITIVIDAD, MODO Y TEMA , así como el significado potencial de la
lengua, que es un nivel separado del de las estruturas que se pueden predecir y se
54
derivan de las características semánticas en las redes del sistema”.
En el libro escrito por Halliday y Hasan en 1976, Cohesion in English,
ambos autores introducen en su teoría un aspecto bastante olvidado en los
estudios lingüísticos: los recursos usados en la construcción de un texto, el
conjunto de significados que se encargan de relacionar lo que se dice o escribe
con su significado. El principal componente de estos recursos es la cohesión.
En esta obra se examinan con detalle la referencia, la substitución, la
elipsis, la conjunción, y la cohesión léxica, de modo que descubrimos que un texto
no está construido al azar sino que su elaboración lleva consigo un proceso interno
complejo.
El libro de Halliday (1978) Language as Social Semiotic: The Social
Interpretation of Language and Meaning (traducido al espaňol por Jorge Ferreiro
Santana en 1982), nos presenta algunas ideas fundamentales sobre las funciones
de la lengua en la comunicación. Investigar la lengua como semiótica social
(“social semiotic”) significa interpretar la lengua dentro de un contexto sociocultural,
en el que la cultura se interpreta también en términos semióticos, es decir, como
un sistema de información. Tal y como señala Halliday en la introducción de este
libro (1978: 1):
“La formulación ‘lengua como semiótica social’ dice poco por
si misma; podría significar casi cualquier cosa, o nada en
absoluto. Pertenece a un marco conceptual determinado, y
pretende sugerir una interpretación particular de la lengua
dentro de ese marco. Esto con certeza abarca la visión de
que la lengua es un hecho social, aunque probablemente no
en el sentido de Saussure, que Firth glosó como ‘la lengua
55
de la comunidad, una función de la masse parlante ,
56
almacenada y residiendo en la conciencia colectiva’ ”.
52
Las mayúsculas aparecen en el texto original.
53
La negrita aparece en el texto original.
54
El original de esta cita es: “By 1970 Halliday had begun to describe
the system networks of TRANSITIVITY, MOOD, THEME and so on as
the meaning potential of a language, and so as being a separate
level from that of the structures that are ‘predicted by’, and so ‘derived
from’, the semantic features in the system networks.” (Fawcett, 2000:
48)
55
La cursiva aparece en el texto original.
56
El original de esta cita es: “The formulation ‘language as social
semiotic’ says very little by itself; it could mean almost anything, or
nothing at all. It belongs to a particular conceptual framework, and is
intended to suggest a particular interpretation of language within that
framework. This certainly encompasses the view that language is a
social fact, though probably not quite in the Saussurean sense, which
Firth glossed as ‘the language of the community, a function of la
masse parlante stored and residing in the conscience collective’.”
(Halliday, 1978: 1)
En este libro se ve el interés de Halliday en cuestiones
aplicadas que relacionan la sociolingüística y la educación
con los patrones sociolingüísticos de la comunidad, la
lengua de la familia, las experiencias de la lengua desde la
infancia, etc. El autor pone claramente de manifiesto que la
lengua no consiste en oraciones sino en texto o discurso, es
decir, en el intercambio de significados en diferentes
contextos.
En los años ochenta también hubo un gran desarrollo al aplicarse los
principios teóricos de esta escuela lingüística a otros campos del saber como la
estilística, la educación, la adquisición del lenguaje, etc. En esta época los trabajos
sistémicos se realizan en otras lenguas diferentes a la lengua inglesa como el
chino, el francés, el indonesio o el tagalo.
En 1985 aparece la primera edición de la gramática de Halliday con el título
An Introduction to Functional Grammar, cuyo fin principal es dar una visión de la
oración en inglés así como presentar la relación entre ésta y su entorno.
Halliday comienza la gramática justificando el título: es una breve
introducción a la gramática de la lengua inglesa porque cada uno de los párrafos
de la misma podría convertirse en un libro; es funcional porque el marco de la
misma es funcional en vez de formal. Finalmente es una introducción a la
gramática “porque en la tradición funcional en lingüística, los términos empleados
para los niveles o estratos de una lengua - las fases en el proceso de codificación
57
del significado a la expresión- son la semántica, la gramática y la fonología.”
(Halliday, 1985: xiv)
La teoría básica de la gramática es la sistémica:
“La teoría sistémica es una teoría del significado como
elección, por medio de la cual una lengua, o cualquier otro
sistema semiótico, es interpretado como redes de opciones
entrelazadas: ‘o bien esto, o eso, o lo otro’, ‘o más como
éste o como el otro’, y así sucesivamente. Aplicado a la
descripción de la lengua, significa empezar con las
características más generales y proceder paso a paso para
58
convertirse en más específico”. (Halliday, 1985: xiv).
La teoría sistémica se enmarca en la tradición funcional europea. Halliday
presenta su gramática como paradigmática. El propósito de Halliday con esta obra
es presentar una gramática que sirva para analizar textos tanto escritos como
orales en inglés moderno.
57
El original de esta cita es: “because in the functional tradition in linguistics the terms
used for the levels, or ‘strata’, of a language – the stages in the coding process from the
meaning to expression – are semantics, grammar, and phonology.” (Halliday, 1985: xiv)
58
El original de esta cita es: “Systemic theory is a theory of meaning as choice, by
which a language, or any other semiotic system, is interpreted as networks of interlocking
options: ‘either this, or that, or the other’, ‘either more like the one or more like the other’, and so
on. Applied to the description of a language, it means starting with the most general features
and proceeding step by step so as to become ever more specific [...].” (Halliday, 1985: xiv).
En 1994 aparece la segunda edición, en la que introduce algunos cambios
en los capítulos 1, 3, 4, 5 y 10, basándose el autor en su propia experiencia y en la
de otros al usar el libro. De igual modo, en esta segunda edición, el autor
reemplaza la breve bibliografía de la primera edición por una sección titulada
‘Further reading’, organizada por capítulos, donde incluye lecturas importantes
relacionadas con cada uno de los temas tratados; también incluye un índice
temático.
Los principales cambios que encontramos en los capítulos anteriormente
mencionados son los siguientes:
En el capítulo primero dedicado a los constituyentes (“Constituency”),
Halliday reelabora desde la sección 1.2 ya que en la versión de 1985 encontramos
los siguientes apartados:
1.2 Constituency in verse: (1) as written; 1.3 Constituency in verse: (1) as
spoken; 1.4 Constituency in verse: (3) rhythm and metre; 1.5 The significance of
constituency.
En la versión de 1994, Halliday desarrolla este apartado usando una
división diferente: 1.2 Constituency in speech; 1.3 Rhythm: the foot; 1.4 Intonation:
the tone group; 1.5 Syllables and phonemes; 1.6 The significance of constituent
structure. En la segunda edición se observa una definición más detallada y clara
de conceptos como el ritmo (‘Rhythm”), el pie (“foot”), el grupo tonal (“the tone
group”), etc.
En el capítulo tercero dedicado a la oración como mensaje (“Clause as
message”), observamos que dentro del apartado 3.3 dedicado al tema y el modo
(“Theme and mood”), al tratar el tema en las oraciones imperativas, el autor, ofrece
una explicación más detallada al hablar también de las oraciones imperativas
negativas. De igual modo introduce en esta edición un resumen de la
correspondencia entre el modo de la oración y el tipo de tema que le corresponde
que resulta de gran utilidad para el lector. En el apartado 3.4 dedicado a otros
temas característicos (“Other characteristic themes”), al hablar de las
conjunciones, encontramos una exposición más detallada en la edición de 1985,
mientras que al hablar de los relativos en el mismo apartado, la explicación es
mucho más completa en la edición de 1994. En el apartado 3.5 dedicado a los
temas múltiples, en la primera edición encontramos unas definiciones
tremendamente claras de significado ideacional, interpersonal y textual, que no
aparecen en la segunda edición. En el apartado 3.7 dedicado a los “temas
predicativos” (“Predicated themes”), en la segunda edición, el autor pone de
manifiesto que esta estructura puede confundirse con la postposición, afirmación
que ilustra con varios ejemplos.
En el capítulo cuarto, dedicado a la oración como intercambio (“Clause as
exchange”), Halliday divide la sección 4.2 en la que trata del elemento modal (“The
mood element”) en diferentes subapartados en los que recoge los mismos
contenidos que en la edición de 1985, de modo que dicha sección presenta una
estructura más clara al estar dividida en: 4.2.1 Structure of the Mood; 4.2.2
Meaning of Subject and Finite. De igual modo, dentro del apartado 4.3 de la
versión de 1994 dedicado a otros elementos de la estructura modal (“Other
elements of Mood structure”) encontramos cuatro subapartados: 4.3.1 Structure of
the Residue; 4.3.2 Modal Adjuncts; 4.3.3 Conjunctive Adjuncts y 4.3.4 Vocatives
and Expletives. Estos subapartados pertenecen a una sola sección en la edición
de 1985, la 4.3 denominada estructura del “residuo”
(“Structure of the Residue”). De nuevo vemos que la segunda edición gana
en organización interna.
En el apartado 4.4 “WH- interrogative, exclamative and imperative clauses”,
observamos que en la segunda edición el autor aporta muchos más detalles al
hablar de las oraciones imperativas. Al final de la sección 4.5 dedicada a la
polaridad y la modalidad (“Polarity and Modality”), encontramos más información
en la segunda edición ya que Halliday añade tres funciones diferentes de sí y no
(“yes and no”). El apartado 4.6 “Absence of elements of the modal structure”,
también mejora en organización interna en la edición de 1994 al encontrarse
subdividida en los siguientes apartados: 4.6.1 Ellipsis; 4.6.2 Minor clauses.
En el capítulo quinto, dedicado a la oración como representación (“Clause
as representation”), el apartado 5.1 en el que explica el proceso, el participante y la
circunstancia (“Process, participant and circumstance”), es más amplio en la
edición de 1994 y presenta los siguientes subapartados: 5.1.1 Modelling
experience; 5.1.2 Process, participants and circumstances. Halliday incluye
algunos detalles a lo largo del capítulo y ofrece una exposición más detallada,
sobre todo en la sección 5.4 dedicada a “Relational processes: processes of being”
que presenta la siguiente división en la segunda edición de la gramática: 5.4.1
Relational processes; 5.4.2 Intensive processes: attributive; 5.4.3 Intensive
processes: identifying; 5.4.4 Token and Value y 5.4.5 Summary of attributive and
identifying (intensive) clauses; 5.4.6 Circumstantial and possessive processes.
Halliday reelabora toda esta sección, de modo que en la nueva edición le aporta
nuevos matices y ofrece una explicación más clara de los aspectos fundamentales.
En el apartado 5.5 también encontramos variaciones. Halliday establece
cuatro subapartados claramente diferenciados: 5.5.1 Behavioural processes, 5.5.2
Verbal processes, 5.5.3 Existential processes y 5.5.4 Summary of process types.
En el apartado 5.7 dedicado a los elementos circunstanciales
(“Circumstantial elements”), además de variar la redacción de algunos párrafos, de
nuevo Halliday lo presenta de una manera más clara al dividirlo en los siguientes
apartados: 5.7.1 Types of circumstance y 5.7.2 The status of circumstances.
Finalmente en el apartado 5.8 titulado “Transitivity and voice: another
interpretation” añade nuevos ejemplos que ayudan a entender mejor la teoría.
El último capítulo en el que encontramos modificaciones es en el décimo,
cuyo título es: “Beyond the clause: metaphorical modes of expression”, en el que
los diferentes tipos de metáforas ideacionales aparecen como subapartados
claramente diferenciados dentro del epígrafe 10.3: 10.3.1 Metaphors of transitivity,
10.3.2 The representation of metaphorical forms y el apartado 3 de la versión de
1985 cuyo título es Metaphor in spoken and written language pasa a ser el 10.3.3
con el título Spoken and written language. Tras éste presenta Halliday un apartado
nuevo: 10.3.4 con el título Ideational metaphors and nominalization.
Lo mismo ocurre en el apartado 10.4, cuyo título es Metáforas
interpersonales (“Interpersonal metaphors”): los puntos 1. Metaphors of modality,
2. A further account of modality and modulation, 3. Metaphors of mood pasan a ser
10.4.1 Metaphors of modality, en el 10.4.2 no aparece la modulación: A further
account of modality, y el apartado tercero mantiene su nombre con la numeración
10.4.3
En 2004 aparece la tercera edición de An Introduction to Functional
Grammar, escrita por Halliday en colaboración con Matthiessen. Tal y como
exponen los autores, en esta edición encontramos varios cambios, entre los que
podemos destacar los siguientes: el capítulo primero es reescrito y comienza con
el motivo para usar una gramática para analizar textos. A continuación se
introducen los conceptos fundamentales que constituyen la arquitectura de una
lengua como las metafunciones, la composición, etc. En esta edición se le concede
menos importancia a la noción de constituyentes. Los capítulos 3 y 4 han sido
revisados y ampliados. El capítulo 5 ha sido reescrito para clarificar algunos
aspectos del sistema de transitividad. El capítulo 7 también ha sido revisado en
profundidad pues se le ha añadido más material sobre la relación entre la oración
compuesta y la organización retórica de los textos. El anterior ‘Chapter 7 additional’
se ha convertido en el capítulo 8 por lo que el original capítulo 8 ha desaparecido
pero su contenido se ha incorporado a los capítulos 1, 3, 4 y 7. Aunque el capítulo
9 sigue estando dedicado a la cohesión, se ha ampliado para incluir una discusión
sobre patrones que aparecen en los textos; de igual modo se han reorganizado los
subsistemas de la cohesión que ahora comienzan por la conjunción. Esta tercera
edición se caracteriza por contar con muchos más ejemplos que ayudan a la
comprensión de la teoría.
Una vez presentados los principales cambios que encontramos en las tres
ediciones de An Introduction to Functional Grammar, podemos concluir que las
sucesivas ediciones llevan consigo haber incluido muchas más referencias
bibliográficas que guían al lector y le permiten profundizar en los diferentes
aspectos gramaticales presentados en esta gramática. La evolución de la
gramática hace que Halliday y Matthiessen amplíen aspectos que en las ediciones
anteriores apenas se mencionaban como el ritmo o la entonación. Además,
siguiendo los consejos de alumnos y profesores que han utilizado las ediciones
anteriores de la gramática, se explican los conceptos de manera más clara y en
algunos casos se amplía la explicación, como en lo referido a los tipos de tema o
las funciones de la lengua. Otro de los cambios fundamentales es que todos los
conceptos presentados se ejemplifican para que su comprensión resulte fácil al
lector.
En la obra Spoken and Written Language (1989), Halliday identifica las
diferencias tan importantes que hay entre hablar y escribir: es evidente que hablar
es un proceso natural mientras que normalmente nos tienen que enseñar a leer y
escribir. Normalmente la escritura evoluciona cuando la lengua tiene que
responder a nuevas funciones como respuesta a cambios que tienen lugar en la
sociedad. En este libro Halliday contrasta las características prosódicas y
gramaticales del habla con las de la lengua escrita. Su conclusión es que la lengua
oral no es menos importante que la escrita sino que ambas sirven propósitos
diferentes.
En la obra escrita por Halliday y Hasan en 1989, Language, Context and
Text: Aspects of Language in a Social-Semiotic Perspective, ambos autores
destacan que la lengua es semiótica social, por lo que se encuentra íntimamente
relacionada con el proceso de comunicación entre los seres humanos, con el
conocimiento de la información, y con la trasmisión de experiencias, valores y
actitudes. La lengua se presenta como un instrumento necesario y fundamental
para construir y organizar nuestro mundo; de igual modo es una parte fundamental
en el proceso educativo. En esta obra, Halliday y Hasan ponen de manifiesto que
el estudio lingüístico de textos es un modo de comprender cómo funciona la lengua
en diferentes contextos, afirmación que pone de manifiesto el enfoque funcional.
Antes de acabar esta sección nos parece importante matizar que, tal y
como consta en Halliday (1996: 323), la teoría de la Gramática Sistémica
Funcional va indudablemente unida a Halliday, Huddleston y Hudson entre otros
en los años sesenta y la aplicación de esa teoría a Hasan, Mohan y Turner.
Fawcett, Berry y Butler fueron los principales lingüistas que desarrollaron la teoría
en los años sesenta en el Reino Unido y Gregory y sus colegas hicieron lo mismo
en Toronto.
A partir de los años ochenta, la teoría sistémica se extendió en otras
direcciones como la inteligencia artificial, el desarrollo de la lengua en los niños, el
análisis del discurso, la estilística y la educación. A partir de los años ochenta se
desarrollaron estudios a la luz de esta teoría en otras lenguas, como en chino,
indonesio, francés y tagalo.
Tras la publicación de la gramática de Halliday, se avanzó en todas las
áreas de la gramática: Davidse y Martin destacan en el plano experiencial, Thibault
y Butler en el interpersonal y en el plano textual son figuras sobresalientes Fries,
Hasan y Matthiesen. Todos los seguidores del modelo de Halliday coinciden en
que no hay separación entre la gramática y el discurso y el sistema y el texto.
1.2.4 Las funciones de la lengua en el sistema social. Las metafunciones
lingüísticas
Al referirnos al concepto de función en lingüística hemos de remontarnos a
Malinowski, Bühler, Jakobson y la Escuela de Praga. Gregory (1987: 95) señala
que Malinowski, desde un punto de vista etnográfico distinguió tres funciones en
1923: activa, narrativa y mágica. Más tarde, en 1935, las redujo a dos: pragmática
y mágica.
Por otro lado, Bühler, desde un punto de vista psicológico distinguió tres
funciones en 1934: representacional, conativa y expresiva.
Finalmente, en la Escuela de Praga, influida por Bühler y Mathesius,
aparecen conceptos relacionados con las funciones, como son la perspectiva
funcional de la oración, la organización del mensaje y la estructura semántica de la
oración. Para los miembros de la Escuela de Praga la principal función de la
lengua es la comunicativa.
Estas son las fuentes de las que bebió Halliday para establecer su teoría de
tres metafunciones: ideacional, interpersonal y textual.
Las investigaciones sobre las funciones de la lengua siempre han estado
presentes en la lingüística. La mayoría de los estudiosos coinciden en que la
lengua cumple dos funciones: sirve para interpretar la experiencia al transmitir
información sobre personas, acontecimientos, situaciones, etc. y para
relacionarnos con los demás. Además de estas dos funciones, Halliday considera
fundamental la función que se encarga de organizar el discurso.
El sistema social se representa como una construcción de significados -
como un sistema semiótico (algo similar ocurre con la cultura). Los significados
que constituyen el sistema social son intercambiados a través de una variedad de
modos o canales, de los cuales la lengua es uno de ellos, pero no el único.
Al referirnos al concepto de función dentro de una teoría funcional del
lenguaje hemos de señalar que nos estamos refiriendo a los usos de la lengua.
Debido a que el uso de la lengua viene determinado por la situación en que ésta es
utilizada y por el propósito con que la usamos, no podemos limitarnos a identificar
los diferentes usos, sino que lo que delimitamos es un conjunto de funciones que
son generales para todos los usos pues a través de ellas se transmite el
significado por medio de las estructuras gramaticales, como apuntan Halliday y
Hasan (1980: 32):
“[…] la variación functional no como variación en el uso de la
lengua, sino más bien como algo que es incorporado, como
la base para la fundación de la lengua en sí misma, y
particularmente para la organización del sistema semántico.
En otros palabras, la función será interpretada no como el
uso de la lengua sino como una propiedad fundamental de la
lengua, materializada en los componentes funcionales del
59
sistema semántico.”
Según Leckie-Tarry (1995: 28): “Para Halliday, entonces, la función, en vez
de ser un componente de una de las categorías situacionales, está en realidad
determinada por elementos de la situación (lo que la gente hace, quiénes son,
60
etc.)”.
Los participantes en un proceso de comunicación expresan significados
específicos en un determinado contexto de situación, de modo que podemos decir
que la lengua sirve para transmitir unos significados que adquieren un valor pleno
dentro del contexto de cultura en que se encuentran inmersos.
El proceso de comunicación entre los seres humanos tiene lugar, según
Callow y Callow (1992: 9), para:
“(i) intercambiar conocimientos sobre el mundo que les rodea
(ii) relacionar mutuamente a las personas, especialmente al
compartir emociones, actitudes y evaluaciones;
(iii) provocar cambios en el desarrollo de los
61
acontecimientos.”
59
El original de esta cita es: “[...] functional variation not just as variation
in the use of language, but rather as something which is built in, as the
very foundation, to the organization of language itself, and particularly to
the organization of the semantic system. In other words, function will be
interpreted not as the use of language but as a fundamental property of
language, embodied in the functional components of the semantic
system.” (Halliday y Hasan, 1980: 32)
60
El original de esta cita es: “For Halliday, then, function, rather than
being a component of one of the situational categories, is actually
determined by elements of the situation (what people are doing, who
they are, etc.)”. (Leckie-Tarry, 1995: 28)
61
El original de esta cita es: “(i) exchange knowledge about the world
around them; (ii) relate mutually with their fellows, especially by sharing
emotions, attitudes and evaluations;
(iii) bring about changes in the course of events.” (Callow y Callow, 1992: 9).
Estos autores denominan a estos tres usos de la comunicación informativo,
expresivo y conativo.
La organización interna de la lengua no es casual sino que lleva consigo las
funciones sociales que la lengua realiza. Al hablar de las funciones o usos de la lengua, es
evidente que estamos interesados en aproximarnos a la manera en que la gente usa la lengua
y en cómo la lengua varía según el uso que se hace de ella. Daneš (1987: 7) señala que la
noción de función incluye el propósito (el fin) además del medio (es decir, los portadores de
la función).
El psicólogo austriaco Karl Bühler y su libro Sprachtheorie publicado en 1934
influyen en la división de las funciones del lenguaje propuesta por Halliday. En su
libro, Bühler enuncia las tres funciones del lenguaje: además de la función
puramente comunicativa que sirve para hablar de la realidad extralingüística de
una forma más o menos objetiva (función referencial), él establece otras dos
funciones mucho más subjetivas o emotivas, como son las funciones expresiva y
conativa. Vachek (1966: 34-35) señala que el fin de la primera función es
caracterizar al hablante, es decir diferenciarlo de otros hablantes de la comunidad;
el fin de la segunda función es influir de algún modo en el oyente. De este modo,
Bühler estaba usando un marco conceptual heredado de Platón en el que hay una
distinción clara entre primera persona, segunda y tercera.
Las tres funciones de Bühler no son excluyentes ya que en algunas
circunstancias dos o incluso las tres funciones coexisten, aunque siempre
predomina una de ellas sobre las demás.
Halliday (1978: 48) matiza que el interés de Bühler no es intentar explicar la
naturaleza del sistema lingüístico en términos funcionales sino que él usa la lengua
para investigar en la psicolingüística. Sin embargo, Halliday admite que hay una
relación entre su marco funcional y el usado por Bühler: la función ideacional de
Halliday se corresponde con la representacional de Bühler, excepto en que
Halliday introduce la distinción entre experiencial y lógica, que se corresponde con
una distinción fundamental entre la lengua misma; esta función de Halliday
también se corresponde con la semántica de Daneš. La función interpersonal de
Halliday, se corresponde más o menos con las funciones conativa y expresiva de
Bühler y con la gramatical de Daneš, porque en el sistema lingüístico no se
distinguen estas dos:
“La diferencia entre estas dos es significativa desde el punto
de vista psicológico, pero desde el punto de vista lingüístico
la diferencia es muy sutil: ¿es una interrogativa, por ejemplo,
una petición para recibir información (conativa), o la
expresión de un deseo de conocimiento (expresiva)?”.
62
(Halliday, 1976b: 27).
62
El original de esta cita es: “The difference between these two is
significant psychologically, but linguistically it is very tenuous: is an
interrogative, for example, a demand to be given information
(conative), or an expression of a desire for knowledge (expressive)?.”
(Halliday, 1976b: 27).
La función textual de la lengua no se encuentra en el
esquema de Bühler pero sí se corresponde en el esquema
de Daneš con el nivel de organización del enunciado.
Malinowski (1935) clasificó las funciones de la lengua en dos categorías
principales: pragmáticas y mágicas. Las primeras hacen referencia a los usos
prácticos de la lengua (la lengua como una forma de acción), subdivididos a su vez
en activos y narrativos. Las segundas están asociadas a ceremonias o actividades
religiosas dentro de la cultura (la lengua como un medio para ejercer control en el
entorno).
Hay ciertas afinidades entre las funciones de Halliday y las de Malinowski, en
particular entre la interpersonal de Halliday y la pragmática de Malinowski.
Jakobson extendió el esquema de Bühler añadiéndole tres funciones más:
la poética, orientada hacia el mensaje, la transacional, orientada hacia el canal y la
metalingüística, orientada hacia el código. El modelo funcional propuesto por
Jakobson (1960: 353) está muy unido a los seis factores que él considera
presentes en cada acto de comunicación:
CONTEXTO
HABLANTE MENSAJE DESTINATARIO
CONTACTO
CÓDIGO
Cada uno de estos factores, según Jakobson (1960: 353-357), determina
una función diferente: la función referencial o denotativa se centra en el contexto
(“context”), la función emotiva o expresiva se centra en el hablante (“addresser”), la
función conativa se centra en el destinatario (“addressee”), la función
metalingüística se centra en el código (“code”), la función poética se centra en el
mensaje (“message”) y la función fática se centra en el contacto (“contact”). El
esquema de los factores que intervienen en la comunicación se corresponde con el
siguiente esquema de funciones:
REFERENCIAL
EMOTIVA POÉTICA CONATIVA
FÁTICA
METALINGÜÍSTICA
Jakobson concibe estas funciones como alternativas, mientras que Halliday
concibe su modelo de tres funciones como simultáneas.
Daneš (1964: 225), representante del funcionalismo, propone los siguientes
niveles de la sintaxis que se corresponden con dos funciones de Halliday y Bühler,
como expondremos en breve:
1. El nivel de la estructura gramatical de la oración, que es autónomo, es decir,
independiente del contenido semántico.
2. El nivel de la estructura semántica de la oración, encargado de generalizar
significados léxicos concretos.
3. El nivel de organización del enunciado (”utterance”), que permite entender
las estructuras semánticas y gramaticales en el mismo acto de
comunicación.
En el modelo de Halliday es importante especificar las funciones que la
lengua tiene en la sociedad y establecer la relación entre las funciones y la
estructura de la lengua. El modo es que usamos la lengua, es decir su uso o su
función social determina la variedad de campo, tenor y modo que utilizamos.
Las diferentes funciones de la lengua se llevan a cabo porque el hablante
posee capacidad o potencial de expresión (“meaning potential”) que incluye todo lo
que el hablante puede querer decir, no lo que dice realmente. En palabras de
Halliday (1973a: 51):
“El potencial de la lengua es significado potencial. Este
significado potencial es la realización lingüística del
comportamiento potencial; ‘poder significar’ es ‘poder hacer’
cuando se aplica a la lengua. El significado potencial se
hace realidad en el sistema de la lengua como potencial
63
lexicogramatical, que es lo que el hablante ‘puede decir’”.
Hemos de señalar que hay innumerables situaciones en las que se usa la
lengua y también son innumerables los propósitos para los que el hablante la
utiliza; los usos de la lengua podrían pues ser infinitos por lo que ninguna teoría
lingüística ha tratado de esquematizarlos, pero Kress (1976: 29) pone de
manifiesto que el hecho de que la lengua se use para una gran variedad de
propósitos es posible porque el sistema lingüístico está formado por componentes
funcionales. Halliday (1973b: 347) señala lo siguiente sobre los usos de la lengua:
“Podríamos intentar escribir una lista de los ‘usos de la
lengua’ que podríamos esperar como típicos de un adulto
educado que es miembro de la sociedad. Pero esa lista
podría prolongarse indefinidamente, y podría no decirnos
mucho por si misma. Cuando hablamos de las ‘funciones
sociales de la lengua’, nos referimos a aquellos contextos
que son significativos en el sentido de que somos capaces
de especificar alguno de los significados potenciales que es
64
característico, y explicable, asociado con ellos.”
63
El original de esta cita es: “The potential of language is meaning
potential. This meaning potential is the linguistic realization of the
behaviour potential; ‘can mean’ is ‘can do’ when translated into
language. The meaning potential is in turn realized in the language
system as lexicogrammatical potential, which is what the speaker ‘can
say’.” (Halliday, 1973a: 51)
64
El original de esta cita es: “We could try to write a list of ‘uses of
language’ that we would expect to be typical of an educated adult
member of society. But such a list could be indefinitely prolonged, and
would not by itself tell us very much. When we talk of ‘social functions
of language’, we mean those contexts which are significant in that we
are able to specify some of the meaning potential that is
characteristically, and explainably, associated with them.” (Halliday,
1973b: 347)
Halliday (1970: 142) explica que “la forma del sistema
grammatical de la lengua está muy relacionado con las
necesidades sociales y personales que la lengua ha de
65
cumplir.” Podemos decir que para Halliday la función
siempre está determinada por elementos de la situación: por
lo que la gente está haciendo, por quiénes son los
participantes, etc.
El autor examina la oración desde tres puntos de vista: como
representación de un hecho, como un suceso comunicativo entre hablante y
oyente y como comunicación. Esto le permite prestar atención en su modelo
integrador de descripción lingüística en la oración a las tres funciones principales
en la lengua a las que denomina metafunciones: la ideacional, la interpersonal y la
textual.
Las metafunciones son abstracciones que permiten conectar la lengua con
el contexto social en que es utilizada. En palabras de Halliday (1973a: 100): “las
macro-funciones son las categorías más generales del significado potencial,
66
comunes a todos los usos de la lengua”.
La función ideacional organiza nuestra experiencia tanto del mundo interior
como exterior; la función interpersonal es crucial para el establecimiento de
relaciones interpersonales y finalmente, la función textual contextualiza las
unidades lingüísticas para mostrar que son operativas en su contexto. Halliday y
Hasan (1980: 34) señalan:
“La oración no es solo una representación de la realidad; es
también una parte de la interacción entre el hablante y el
oyente. Mientras que en su significado experiencial la lengua
es una forma de pensar, en su significado interpersonal la
lengua es un modo de actuar; podríamos en realidad
emplear esa terminología, y hablar sobre LA LENGUA
67
COMO REFLEXIÓN y LA LENGUA COMO ACCIÓN como
otra manera de referirnos al significado experiencial e
68
interpersonal”.
Halliday concibe la oración como producto de tres procesos semánticos, ya
que en cada oración se representa experiencia, hay un intercambio de información
y un mensaje. De la afirmación anterior se desprende que hay tres tipos de
significados en la organización semántica de la lengua:
“El significado ideacional es la representación de la
experiencia: nuestra experiencia del mundo que nos rodea, y
también dentro de nosotros, el mundo de nuestra
65
El original de esta cita es: “the particular form taken by the
grammatical system of language is closely related to the social and
personal needs that language is required to serve”. (Halliday, 1970:
142)
66
El original de esta cita es: “The macro-functions are the most
general categories of meaning potential, common to all uses of
language.” (Halliday, 1973a: 100)
67 Estas letras mayúsculas aparecen en el texto original.
El original de esta cita es: “The sentence is not only a representation
of reality; it is also a piece of interaction between speaker and listener.
Whereas in its experiential meaning language is a way of reflecting, in
its interpersonal meaning language is a way of acting; we could in fact
use that terminology, and talk about LANGUAGE AS REFLECTION
and LANGUAGE AS ACTION as another way of referring to
experiential and interpersonal meaning.” (Halliday y Hasan, 1980: 34)
68imaginación. Es significado en el sentido de ‘contenido’. La
función ideacional de la oración es la de representar lo que
en el sentido más amplio podemos denominar ‘procesos’:
acciones, acontecimientos, procesos de conciencia y
relaciones.
El significado interpersonal es significado en forma de
acción: el hablante o escritor hace algo al que oyente o al
lector por medio de la lengua. La función interpersonal de la
oración es la del intercambio de papeles en la interacción
retórica: afirmaciones, preguntas, ofrecimientos y mandatos,
junto con las modalidades que les acompañan.
El significado textual es relevante para el contexto: para el
texto precedente y el siguiente, y para el contexto de
situación. La función textual de la oración es la que
69
construye el mensaje.” (Halliday, 1985: 53).
La función ideacional consiste en expresar la experiencia que tenemos del
mundo que nos rodea y del mundo interior, es decir, se encarga de expresar
contenido. Ésta es la función por medio de la cual la lengua expresa la experiencia
cultural y el hablante expresa su propia experiencia individual como miembro de
una cultura. En palabras de Matthiessen (1992: 38):
“La función ideacional incluye una teoría de la realidad; nos
ofrece los recursos para construir el mundo que nos rodea y
nuestro mundo interno. Podemos hablar sobre unos todos y
sus partes, sobre procesos y sus participantes, sobre
causas y sus efectos, etc. Y también podemos hablar sobre
el habla; podemos usar la función ideacional para construir
la lengua misma, tanto en términos del sentido común como
70
en términos lingüísticos técnicos.”
Esta función tiene dos partes. La experiencial y la lógica, “la primera es la
que más directamente se relaciona con la representación de la experiencia,
69
El original de esta cita es: “Ideational meaning is the representation of experience: our
experience of the world that lies about us, and also inside us, the world of our imagination. It is
meaning in the sense of ‘content’. The ideational function of the clause is that of representing
what in the broadest sense we can call ‘processes’: actions, events, processes of
consciousness, and relations.
Interpersonal meaning is meaning as a form of action: the speaker or writer doing something to
the listener or reader by means of language.The interpersonal function of the clause is that of
exchanging roles in rhetorical interaction: statements, questions, offers and commands,
together with accompanying modalities.
Textual meaning is relevance to the context: both the preceding (and following) text,
and the context of situation. The textual function of the clause is that of constructing a
message.” (Halliday, 1985: 53).
70
El original de esta cita es: “The ideational metafunction embodies a theory of reality; it
gives us the resources for construing the world around us and inside us. We can talk about
wholes and their parts, about processes and their participants, about causes and their effects,
and so on. And we can talk about talk; we can use the ideational metafunction to construe
language itself, both in commonsense terms and in technical linguistic ones.” (Matthiessen,
1992: 38) con el ‘contexto de cultura’ en términos de Malinowski, mientras que la
segunda expresa las relaciones lógicas abstractas que se derivan sólo
71
indirectamente de la experiencia.” (Halliday y Hasan, 1976: 26)
La función interpersonal engloba las funciones conativa, expresiva y social
de la lengua, de modo que manifiesta la actitud de los participantes en una
situación determinada, cuál es su relación. Por medio de esta función, el hablante
se incluye en el contexto de situación y expresa las relaciones que se asocian con
esa situación.
A la función textual dedicamos el apartado 1.2.7, por lo que en este
momento nos conformaremos con decir que esta función expresa la relación entre
la lengua y su entorno (tanto verbal como situacional).
La explicación sobre las funciones ofrecida por Halliday (1978: 112-113) es
tremendamente clara:
“La función ideacional representa el significado potencial del
hablante como un observador. Es la función del contenido
de la lengua, la lengua como ‘sobre algo’. [...] Expresa los
fenómenos del entorno: las cosas- criaturas, objetos,
acciones, acontecimientos, cualidades, estados y relaciones-
del mundo y de nuestra conciencia, incluyendo el fenómeno
de la lengua misma [...]
El componente interpersonal representa el significado
potencial del hablante como un intruso. Es la función
participativa de la lengua, la lengua haciendo algo [...]
El componente textual representa el potencial del
hablante como creador de texto; es lo que hace que la
lengua sea relevante. Éste es el componente que
proporciona la textura; lo que provoca la diferencia entre la
lengua que está suspendida in vacuo y la lengua que es
operativa en un contexto de situación. [...]
De ahí que el componente textual tenga una función de
unión con respecto a las otras dos; los significados
interpersonales e ideacionales tienen lugar sólo en
72
combinación con los significados textuales.”
71
El original de esta cita es: “the former being more directly
concerned with the representation of experience, of the ‘context of
culture’ in Malinowski’s terms, while the latter expresses the abstract
logical relations which derive only indirectly from experience.”
(Halliday y Hasan, 1976: 26)
72
El original de esta cita es: “The ideational function represents the speaker’s meaning
potential as an observer. It is the content function of language, language as ‘about something’.
[...] It expresses the phenomena of the environment: the things- creatures, objects, actions,
events, qualities, states and relations – creatures, objects, actions, events, qualities, states and
relations – of the world and of our own consciousness, including the phenomenon of language
itself [...]
The interpersonal component represents the speaker’s meaning potential as an
intruder. It is the participatory function of language, language as doing something [...]
The textual component represents the speaker’s text-forming
potential; it is that which makes language relevant. This is the
component which provides the texture; that which makes the
difference between language that is suspended in vacuo and
language that is operational in a context of situation. [...] Hence the
textual component has an enabling function with respect to the other
two; it is only in combination with textual meanings that ideational and
interpersonal meanings are actualized.” (Halliday, 1978: 112-113)
El mismo Halliday (1976a: 25) nos ofrece esta síntesis
sobre las funciones:
“Debido a que la lengua sirve una función ‘ideacional’
general podemos emplearla para todos los propósitos
específicos y todas las situaciones tipo que llevan consigo la
comunicación de la experiencia. Debido a que también sirve
una función ‘interpersonal’ general podemos emplearla para
todas las formas específicas de interacción personal y
social. La tercera, la función ‘textual’ es en realidad un
73
prerrequisito para la operación efectiva de las otras dos.”
Hemos de señalar que Halliday establece por un lado una relación directa
entre las funciones de la lengua y las variables situacionales, como comentaremos
en el apartado 1.2.9; por otro lado también hemos de tener presente que hay una
relación directa entre las funciones y los tres sistemas de opciones que Halliday
propone: Transitividad, Modo y Tema (“Transitivity”, “Mood” and “Theme”). La
relación es la siguiente: la función ideacional se representa por medio de la
transitividad, la interpersonal por medio del modo y la modalidad y la textual por
medio del sistema de tema.
1.2.5 Interacción en la oración: Modo
El modo hace referencia a la actitud u opinión del hablante sobre la proposición
que se expresa. Halliday (1974: 50) define el Modo de la siguiente manera: “El
modo es la gramática de las funciones del discurso - los roles adoptados (y los
74
impuestos en el oyente) por el hablante, y sus actitudes asociadas.” Aquí se
encuentran recogidos todos los usos de la lengua por medio de los cuales
queremos mantener relaciones interpersonales.
Halliday se aproxima a la gramática de la interacción desde una perspectiva
semántica. Él afirma que, siempre que usamos la lengua para actuar
recíprocamente, una de las cosas que estamos haciendo es establecer relaciones
entre nosotros: entre la persona que habla ahora y la persona que probablemente
hablará después. Para establecer esta relación, se establecen diferentes roles del
discurso (“speech roles”) en el intercambio.
Cuando Halliday habla de los roles o las funciones del discurso se refiere a
afirmaciones, preguntas, ofrecimientos y mandatos (“statements, questions, offers
and commands”). Lock (1996: 189) menciona una quinta categoría: la
exclamación.
73
El original de esta cita es: “Since language serves a general ‘ideational‘ function we
are able to use it for all the specific purposes and situation types involving the communication of
experience. Since also it serves a general ‘interpersonal’ function we are able to use it for all the
specific forms of personal and social interaction. The third, ‘textual’ function is actually a
prerequisite to the effective operation of the other two.” (Halliday, 1976a: 25)
74
El original de esta cita es: “Mood is the grammar of speech functions-the roles
adopted (and those imposed on the hearer) by the speaker, and his associated attitudes”.
(Halliday, 1974: 50) Cuatro de estas funciones básicas están asociadas con
determinadas estructuras gramaticales: las afirmaciones se expresan por medio de
oraciones enunciativas. Las preguntas se expresan por medio de oraciones
interrogativas. Las órdenes se expresan por medio de oraciones imperativas. Las
exclamaciones se expresan por medio de oraciones exclamativas.
De esta manera hemos esquematizado qué tipo de estructura gramatical
expresa cada significado; así queda claro que existe una correlación entre la
opción semántica de la función del discurso y la estructura gramatical que es
típicamente elegida para llevarla a cabo.
Un esquema de las funciones del discurso y de su modo típico en la oración
puede ser el siguiente (Eggins, 2004: 147):
Función del discurso Modo típico
Afirmación modo afirmativo
Pregunta modo interrogativo
Mandato modo imperativo
Ofrecimiento modo interrogativo modulado
Respuesta modo afirmativo elíptico
Agradecimiento modo afirmativo elíptico
Aceptación oración menor
Obediencia oración menor.
Necesitamos estudiar lo que Halliday denomina la gramática de la oración
como intercambio (“grammar of the clause as exchange”), para describir las
estructuras asociadas con cada una de las opciones, es decir, ¿cuál es la
diferencia en estructura entre una imperativa y una interrogativa, o una
interrogativa y una afirmativa?
Al estudiar el sistema de la modalidad, hemos de centrarnos en cómo se
estructuran las oraciones para permitirnos intercambiar información. Cuando la
oración se utiliza para intercambiar información, Halliday se refiere a ella como
proposición.
Siempre que usamos la lengua lo hacemos para intercambiar bien
información o bien bienes y servicios. Nuestra primera elección consiste en decidir
nuestro papel en el discurso, es decir si iniciaremos la interacción o
responderemos. Si decidimos iniciar la interacción, hemos de optar entre
demandar información u ofrecerla nosotros. Sin embargo, en una interacción
siempre hemos de tener algo que intercambiar: bien información (algo intangible,
puramente verbal), bien bienes o servicios (algo tangible).
La elección de un papel en el discurso se expresa a través de las
elecciones en la estructura modal de la oración, es decir, elecciones de entre los
constituyentes funcionales como el sujeto, la forma verbal personal, los
complementos, etc. La distinción entre dar o requerir información puede ser
asociada con las estructuras afirmativas e imperativas. La distinción entre
información y bienes y servicios puede ser asociada con las diferencias de modo
entre oraciones mayores y menores.
Cuando nos preguntamos sobre cómo se estructura la lengua para permitir
la interacción, nos damos cuenta de que la respuesta está principalmente en los
sistemas de modo y modalidad. Al describir la estructura modal de la oración,
describimos cómo se usa la lengua para permitirnos expresar significados
interpersonales a través del diálogo.
De hecho, cuando observamos cómo la lengua usa los sistemas de modo y
modalidad en las oraciones que unas personas intercambian con otras es cuando
vemos cómo los hablantes expresan sus significados sobre dimensiones
interpersonales como: el grado de intimidad, el grado de familiaridad, sus juicios y
actitudes, etc.
Como hemos dicho en apartados anteriores, el modelo sistémico expone
que existe una relación clara y directa entre el sistema de modo en la oración, la
función interpersonal dentro de la semántica y con la variable del registro que se
denomina tenor dentro del contexto.
Al analizar la gramática de la oración como intercambio hemos de tener en
cuenta dos elementos: un elemento modal y el resto de la oración (“residue”), que
puede quedar elidido. Los principales elementos que pueden ser portadores del
matiz modal son los siguientes:
- Una expresión de polaridad, bien “sí” o “no”.
- Un elemento nominal que llamamos sujeto (presenta la persona o cosa en
relación a la cual la proposición puede ser afirmada o negada).
- Un elemento verbal que llamamos forma verbal personal o finito (“finite”),
cuya función es hacer que la proposición quede definida.
Peter arrived
Actor Proceso material
My mother made a cake
Actor Proceso material Objeto
I posted Mary a parcel
Actor Proceso material Beneficiario: receptor Objeto
- Mentales: se activan cuando pensamos o sentimos.
She likes coca-cola.
Senser Proceso mental Fenómeno
- De comportamiento: Halliday describe estos procesos semánticamente a
medio camino entre los materiales y los mentales. Normalmente tienen
un matiz psicológico o fisiológico.
The dog sleeps at home
Behaver Proceso de comportamiento Circunstancia
I watch the sunset everyday day.
Behaver Proceso de comportamiento Extensión Circunstancia
- Verbales: son procesos de dicción.
She said what she thought.
Sayer Proceso verbal Dicción (verbiage)
- Existenciales: expresan que hay, había o habrá algo.
There is a problem
Proceso existencial Existente
- Relacionales: este proceso cubre los diferentes modos en que la
existencia (“being”) se puede expresar en inglés.
This room is dark
Portador Proceso relacional Atributo
John is the boss
Token Proceso relacional identificador Value
2. La selección de participantes tiene lugar en los grupos nominales
(véanse las funciones participantes en los ejemplos anteriores).
111 También nos referiremos al orden de palabras con más detalle en el apartado 1.3.
El original de esta cita es: “The textual context here is extended to include not only the
‘intratextual context’, but also the ‘intertextual context’, that context provided by other texts and
the assumptions that are carried over from them.” (Leckie-Tarry, 1995: 18) 112
113
El original de esta cita es: “The context of culture is a large and complex knowledge
system spread between the various members of a particular culture, and hence consisting of
many sets of knowledges, including, in particular, the institutional and ideological.” (Leckie-
Tarry, 1995: 20)
Campo, tenor y modo son las tres características que configuran el contexto
de situación, los tres aspectos que se integran en la estructura semiótica de la
situación. Deberíamos mostrar cómo el texto se relaciona con la situación si
podemos especificar qué aspectos del contexto de situación determina cada una
de las opciones semánticas, es decir, para cada componente del significado,
¿cuáles son los factores situacionales por los cuales se activa?
Halliday et al. (1964: 90) definen el campo de la siguiente manera: “’El campo del
discurso’ se refiere a lo que está ocurriendo: al área de operación de la actividad
144
de la lengua”. El campo se refiere a lo que está sucediendo, a la naturaleza de la
acción social que está teniendo lugar, y a los objetivos por los que usamos la
lengua en esa determinada situación: “¿en qué actividad están involucrados los
145
participantes en la que la lengua figura como un componente esencial?”.
(Halliday, 1989: 12). Eggins (2004: 9) define el campo como “el tema o foco de la
146
actividad”.
En términos generales Halliday y Hasan (1976: 22) definen el campo como “el
acontecimiento total en el que el texto está funcionando, junto con la actividad con
147
propósito del hablante o escritor [...]”. De manera similar,
144
El original de esta cita es: “‘Field of discourse’ refers to what is going on: to the area of
operation of the language activity.” (Halliday et al., 1964: 90)
145
El original de esta cita es: “what is it that the participants are engaged in, in which the
language figures as some essential component?” (Halliday, 1989: 12).
146 El original de esta cita es: “the topic or focus of the activity.” (Eggins, 2004: 9)
El original de esta cita es: “the total event, in which the text is functioning, together with the
purposive activity of the speaker or writer [...].” (Halliday y Hasan, 1976: 22) 147
Halliday y Hasan (1980: 12) señalan que “el campo del discurso se refiere a lo que
148
está pasando, a la naturaleza de la acción social que está teniendo lugar [...]”
Al clasificar los registros según el campo hemos de dividirlos entre técnicos,
como los relacionados con la medidina y la lingüística, y no técnicos, como ir de
compras o jugar (Halliday et al., 1964: 91), aunque señalan también que quizás
“nuestra actividad lingüística operativa más pura es la ‘comunión fática’, la lengua
149
para el establecimiento y mantenimiento de relaciones sociales.”
A este respecto, Eggins (2004: 107) comenta que en una situación técnica
se asume que hay mucha información conocida por los que interactúan mientras
que en una situación que no es técnica, el único saber que se da por supuesto es
el saber común.
Halliday y Hasan (1980: 38-39) afirman que el campo no se refleja sólo en
el vocabulario sino que “también está materializado en las estructuras de la
transitividad en la gramática: en los procesos verbales de empeñar y pedir y en los
150
procesos de beber y besar [...]”
Leckie-Tarry (1995: 37) señala que el campo se centra en los aspectos que son
inherentes a la situación, es decir, en los que son invariables, de ahí la siguiente
afirmación: “Veo los elementos del campo como los más básicos en el contexto de
situación, aquellos que motivan las ‘selecciones’ y los elementos en las otras dos
151
categorías de tenor y modo.”
La misma autora en la página 43 expone que hay registros que se centran en la
variable de campo en la que se incluyen los lenguajes de la ciencia y las jergas
profesionales, el debate/discusión política, la historiografía, el diálogo filosófico, y
la lengua del análisis técnico. El campo se centra en la naturaleza del proceso
social incluyendo el tema de la comunicación (“subject-matter”).
La dimensión de tenor determina los niveles de estilo y formalidad en el
discurso. Tenor hace referencia a los participantes que intervienen en la
comunicación, a los papeles y posiciones sociales que ocupan los participantes
Halliday y Hasan (1976: 22) nos presentan este concepto como “el tipo de
interacción entre los papeles que desempeñan los participantes, permanentes y
152
temporales”.
Halliday et al. (1964: 92) denominan a este concepto como “estilo de
discurso” ( “style of discourse”) y señalan que se refiere a:
148
El original de esta cita es: “The field of discourse refers simply to what is happening,
to the nature of the social action that is taking place […]” (Halliday y Hasan, 1980: 12)
149
El original de esta cita es: “our most purely operational language activity is ‘phatic
communion’, the language of the establishment and maintenance of social relations.” (Halliday
et al., 1964: 91)
150
El original de esta cita es: “it is also embodied in the transitivity structures in the
grammar: in the verbal processes of pledge and ask for and in the processes of drink and kiss
[...].” (Halliday y Hasan, 1980: 38-39)
151
El original de esta cita es: “I view the elements of field as the most basic in the
context of situation, those which motivate ‘selections’ or elements in the other two categories of
tenor and mode.” (Leckie-Tarry, 1995: 37)
152
El original de esta cita es: “the type of role interaction, the set of relevant social
relations, permanent and temporary among the participants involved.” (Halliday y Hasan, 1976:
22)
“[…] las relaciones entre los participantes. Hasta qué punto éstas afectan y
determinan las características de la lengua, sugieren una distinción primaria entre
la coloquial y la cortés (‘formal’, que a veces se usa para referirse a esta última, se
153
evita aquí por su sentido técnico en la descripción).”
Los papeles y las relaciones entre los participantes llevan consigo
indudablemente un interés social. Los participantes son: el remitente
(“sender”/”addresser”) del que parte la información, es decir, la persona que
escribe o habla; el destinatario (“addresee”/“receiver”), es decir, la persona a la que
se dirige el mensaje o cualquiera que recibe el mensaje. Eggins (2004: 99) define
este concepto como “los roles sociales desempeñados por los que interactúan. Por
154
ejemplo, estudiante/profesor, cliente/vendedor, amigo/amigo.”
Las características de la variable de tenor, a diferencia de las de campo,
varían según la interacción social que tiene lugar. Esta variable tiene presente el
grado de formalidad que hay entre los participantes que intervienen en la
interacción social, que viene determinado claramente por el grado de
institucionalización en el que se hallan inmersos. El grado de formalidad tiene un
efecto muy claro en cómo se usa la lengua. Tal y como señala Eggins (2004: 101),
en una situación informal nos permitimos expresar nuestra actitud con palabras
como “fantástico” o “increíble”. En este tipo de situaciones usamos abreviaturas y
se emplea el argot. En una situación formal, el vocabulario es normalmente
objetivo, como “desafortunado” o “sorprendente”, no se acortan las palabras ni se
usa el argot. Las expresiones de cortesía son comunes en este tipo de situaciones.
Tenor hace referencia a los participantes que intervienen en la
comunicación, a los papeles y posiciones sociales que ocupan los participantes:
“El tenor del discurso se refiere a quién forma parte, a la
naturaleza de los participantes, sus status y roles: ¿qué tipo
de relaciones existen entre los participantes, incluyendo las
relaciones permanentes o temporales de un tipo u otro, los
tipos de roles discursivos que adoptan en el diálogo y todo el
conjunto de relaciones sociales significativas en que están
155
envueltos?” (Halliday y Hasan, 1980: 12).
153
El original de esta cita es: “[...] the relations among the
participants. To the extent that these affect and determine features of
the language, they suggest a primary distinction into colloquial and
polite (‘formal’, which is sometimes used for the latter, is here avoided
because of its technical sense in description).” (Halliday et al., 1964:
92)
154
El original de esta cita es: “the social role relationships played by
interactants”. For example, roles such as student/lecturer,
customer/sales person, friend/friend.” (Eggins, 2004: 99)
155
El original de esta cita es: “The tenor of discourse refers to who is
taking part, to the nature of the participants, their statuses and roles:
what kinds of role relationship obtain among the participants, including
permanent and temporary relationships of one kind or another, both
the types of speech role that they are taking on in the dialogue and the
whole cluster of socially significant relationships in which they are
involved?” (Halliday y Hasan, 1980: 12).
Martin (1992: 523) señala que “el tenor se refiere a la
negociación de las relaciones sociales entre los
participantes. Dentro del registro, está la proyección del
significado interpersonal, y así se hace realidad
principalmente a través de la función interpersonal de la
156
lengua.”
Eggins (2004: 100), siguiendo a Poynton (1985), expone que al referirnos a
la dimensión de tenor hemos de mencionar las siguientes dimensiones: la
dimensión de poder pone de manifiesto si en los papeles representados por los
participantes hay alguno que sea superior a otro; la dimensión de contacto tiene en
cuenta si hay contacto frecuente entre los interlocutores y por último la dimensión
de implicación afectiva tiene en cuenta si hay emociones envueltas en una
situación determinada.
Granger (1983: 246-247) distingue cuatro tipos de formalidad: “La etiqueta
157
muy informal (o íntimo) se usará cuando la distancia entre los participantes es
158
casi inexistente, es decir, en casos de familiares o amigos íntimos.” Es evidente
que en este tipo de situaciones hay mucha información conocida por los
participantes, de modo que para una persona que no conoce esa información,
sería difícil comprender una conversación.
El segundo nivel es el denominado por el autor informal, al que se refiere
cuando “los participantes en la situación lingüística no son amigos íntimos o
159
familiares pero se conocen bien, y además, se tratan como iguales.”
El tercer nivel es el denominado formal, que para el autor es “sinónimo de
distante y la distancia puede venir de dos fuentes. O bien los participantes apenas
se conocen: son desconocidos o casi desconocidos. O se conocen pero no están
160
en una situación de igualdad.”
El cuarto y último nivel es el muy formal (“highly formal”), que según el autor
está “restringido a situaciones discursivas estereotipadas como los sermones, los
161
debates políticos, los juicios, etc.”
Poynton (1985) señala que dentro de la noción de tenor encontramos tres
dimensiones a las que nos referiremos brevemente.
La dimensión de poder se ocupa de observar si las relaciones entre los
participantes son de igualdad o no. Nos encontramos en una situación de igualdad
cuando estamos con amigos mientras que hay una relación de superioridad entre
un jefe y un empleado.
La dimensión de contacto hace referencia a si hay una relación de contacto
físico entre los participantes. Es evidente que hay contacto entre los cónyuges
pero no entre los conocidos.
156
El original de esta cita es: “tenor refers to the negotiation of social relationships
among participants. Within register, it is the projection of interpersonal meaning, and so is
realised primarily through the interpersonal metafunction in language.” (Martín, 1992: 523)
157
El subrayado de esta palabra y la siguiente aparece en el texto original.
158
El original de esta cita es: “The label highly informal (or intimate) will be used when
the distance between the participants is quasi-inexistent, i.e. in case of relatives or close
friends”. (Granger, 1983: 246-247)
159
El original de esta cita es: “the participants in the language situation are not close
friends or relatives but know each other well, and in addition, regard each other as equals”.
(Granger, 1983: 246-247)
160
El original de esta cita es: “synonymous with distant and the distance may derive
from two sources. Either the participants hardly know each other: they are strangers or near
strangers. Or they know each other but they are not on an equal footing.” (Granger, 1983: 246-
247)
161
El original de esta cita es: “restricted to stereotyped discourse situations such as
sermons, political debates, judgements, etc.” (Granger, 1983: 246-247)
La dimensión de implicación afectiva trata de ver si los participantes están
comprometidos con la situación social en cuestión. Normalmente nos implicamos
afectivamente con los amigos pero no demasiado con los compañeros de trabajo.
Según estas tres dimensiones vemos que podemos establecer un contraste
claro entre situaciones formales e informales.
Halliday et al. (1964: 91) señalan que el modo del discurso se refiere “al
medio o modo de la actividad lingüística, y esto es lo que determina, o tiene
correlación con el papel que juega la actividad lingüística en la situación. La
principal distinción de esta dimensión es entre oral y escrito, ambas con distintos
162
roles situacionales.”
Halliday y Hasan (1976: 22) ofrecen la siguiente definición: “la función del
texto en el acontecimiento, incuyendo por lo tanto, tanto el canal que toma la
lengua- oral o escrito, improvisado o preparado- y su género o modo retórico,
163
como narrativo, didáctico, persuasivo, ‘comunión fática’, etc.”
Eggins (2004: 90) nos presenta el modo como el papel que la lengua juega
en la interacción. Esta autora señala dos tipos de distancia en la relación entre
lengua y situación propuestos por Martin (1984):
El primer tipo de distancia es espacial/interpersonal y hace referencia a las
situaciones en que es posible tener contacto visual u oral con las personas que
intervienen en el acto de comunicación, de modo que la retroalimentación es
inmediata; por otro lado tiene en cuenta situaciones como escribir un libro, en la
que es evidente que no hay contacto visual ni oral y por lo tanto no es posible la
retroalimentación.
El segundo tipo de distancia es la distancia experiencial, que, tal y como
apunta Eggins (2004: 91), “clasifica las situaciones según la distancia entre la
164
lengua y el proceso social que está ocurriendo”. Este tipo de distancia recoge
situaciones en las que la lengua acompaña a otra actividad, como jugar a un juego
de cartas y otras en las que la lengua lo es todo, como ocurre cuando uno escribe
una novela.
Halliday y Hasan (1980: 12) declaran lo siguiente sobre el modo:
“[…] se refiere al papel que juega la lengua, qué esperan los
participantes que la lengua haga por ellos en esa situación:
la organización simbólica del texto, el status que tiene, y su
función en el contexto, incluyendo el canal (¿es oral, escrito
o una combinación de los dos?) y también el modo retórico,
qué se está logrando con el texto en términos de categorías
165
como persuasio, expositivo, didáctico, etc.”
162
El original de esta cita es: “to the medium or mode of the language
activity, and it is this that determines, or rather correlates with, the role
played by the language activity in the situation. The primary distinction
on this dimension is that into spoken and written, the two having, by
and large, different situational roles.” (Halliday et al., 1964: 91)
163
El original de esta cita es: “the function of the text in the event,
including therefore, both the channel taken by the language – spoken
or written, extempore or prepared – and its genre or rethorical mode,
as narrative, didactic, persuasive, ‘phatic communion’ and so on.”
(Halliday y Hasan, 1976: 22)
164
El original de esta cita es: “ranges situations according to the
distance between language and the social process occurring” (Eggins,
2004: 91).
Martin (1992: 508) también ofrece una definición clara: “el modo se refiere al papel
que la lengua juega en realizar acción social. Dentro del registro está la proyección
del significado textual, y así se hace realidad en primer lugar gracias a la función
166
textual de la lengua”.
El concepto de modo está claramente relacionado con el medio (“medium”),
el canal de comunicación empleado. La selección de un medio o canal en
particular lleva consigo algunas restricciones inherentes a ese modo (“mode”), por
ejemplo, para los canales orales, el diálogo sigue normalmente turnos ordenados
de intervención, mientras que en un monólogo nunca hay respuesta, por lo que
hemos de tener presentes las normas de interacción e interpretación.
En palabras de Halliday (1978: 110): “El modo es el canal de cualquier
extension seleccionado, que es en esencia la función que se le asigna a la lengua
en la estructura total de la situación; incluye el medio (oral o escrito), que se
167
explica como una variable funcional.” Durant y Fabb (1990: 53) definen este
concepto de la siguiente manera:
“El medio de un texto es la sustancia física en la que el texto
existe. Hay textos orales que toman la forma de sonido [...];
o el medio puede tener alguna forma escrita, como en la
168
escritura o en los distintos tipos de impresión.”
Si el medio es oral, mucha información relevante para esa conversación
puede recuperarse por los participantes del discurso extralingüísticamente,
mientras que, si es escrito, la información extralingüística está más limitada y
depende mucho de los contextos que compartan los participantes (Hasan, 1973:
280).
La selección de un medio o canal en particular lleva consigo algunas
restricciones inherentes a ese modo, por ejemplo, para los canales orales, el
diálogo sigue normalmente turnos ordenados de intervención, mientras que en un
monólogo nunca hay respuesta, por lo que hemos de tener presentes las normas
de interacción e interpretación. De igual modo el medio influye en las variedades
sintácticas del texto.
165
El original de esta cita es: “[...] refers to what part the language is playing, what is it
that the participants are expecting the language to do for them in that situation: the symbolic
organization of the text, the status that it has, and its function in the context, including the
channel (is it spoken or written or some combination of the two?) and also the rhetorical mode,
what is being achieved by the text in terms of such categories as persuasive, expository,
didactic and the like.” (Halliday y Hasan, 1980: 12)
166
El original de esta cita es: “mode refers to the role language is playing in realising
social action. Within register, it is the projection of textual meaning, and so is realised primarily
through the textual metafunction in language.” (Martín, 1992: 508)
167
El original de esta cita es: “The mode is the channel or wavelength selected, which
is essentially the function that is assigned to language in the total structure of the situation; it
includes the medium (spoken or written), which is explained as a functional variable.” (Halliday,
1978: 110)
168
El original de esta cita es: “The medium of a text is the physical substance in which
the text exists. There are oral texts, which take the form of sound [...]; or the medium can be
some form of written shape, as in writing and kinds of printing.” (Durant y Fabb, 1990: 53)
Tras lo dicho anteriormente podemos afirmar que es en la categoría de
modo donde comienza el proceso lingüístico, ya que el modo relaciona los
elementos del contexto con los elementos de la estructura lingüística, y así
introduce el tercer nivel del contexto, el nivel textual (Leckie-Tarry, 1995: 47).
Halliday y Hasan (1980: 12) también esquematizan las tres variables del contexto
de situación de la siguiente manera: “(1) campo- qué está sucediendo; (2) tenor-
169
quién está participando; y (3) modo- qué parte juega la lengua.”
Eggins (2004: 90) también señala que si una situación aparece bien determinada
en términos de campo, tenor y modo, debemos poder predecir las propiedades
lingüísticas que se asocian con dicha situación. Si el campo es técnico se
presuponen ciertos conocimientos en los interlocutores, se usan términos técnicos,
acrónimos, sintaxis abreviada, y procesos técnicos y atributivos. Si por el contrario
el campo es no técnico no se necesitan conocimientos previos, se utilizan palabras
de la lengua cotidiana, nombres completos, sintaxis estándar y procesos
identificativos.
Cuando la dimensión de tenor hace referencia a una situación formal, el
léxico es neutro y formal, se mantienen las normas de educación, se respeta el
turno cuidadosamente en las intervenciones, no se usan los nombres de las
personas sino los títulos y se hace uso de la modalidad para expresar deferencia y
sugerir. Si la dimensión de tenor hace referencia a una situación informal
encontramos un léxico coloquial en el que predominan las formas abreviadas y el
argot, hay interrupciones entre los interlocutores, se usan nombres, diminutivos y
apodos y se hace uso de la modalidad para expresar probabilidad y opinión
(Eggins, 2004: 103).
Finalmente si analizamos la lengua escrita su organización es un monólogo
(“monologic organization”), es independiente del contexto porque puede
entenderse por los lectores independientemente del momento y el lugar en que se
lea el texto, su estructura es sinóptica, es decir, tiene un comienzo, una parte
intermedia y un final claramente delimitados (“rhetorical staging”, “closed, finite”),
hay un texto final que aparece bien presentado debido a que es el resultado de
una revisión cuidadosa de versiones anteriores, el léxico es culto y denso;
podemos decir que la gramática es estándar y que presenta cierta simplicidad
gramatical porque el número de oraciones es menor que en un texto oral. Si, por el
contrario, la lengua es oral la organización se basa en turnos, es dependiente del
contexto, su estructura es dinámica (“interactive staging”, “open-ended”), se ve
reflejada la espontaneidad de los interlocutores con pausas, interrupciones y
oraciones incompletas, el léxico es de uso común y la gramática es no-estándar y
podemos hablar de cierta complejidad gramatical porque en un texto oral aparecen
normalmente más oraciones que en un texto escrito por estar éstas menos
elaboradas y presentarse en el discurso de una manera espontánea (Eggins, 2004:
93).
1.2.10 El contexto intertextual e intratextual, el contexto de referencia y el
170
contexto de discurso
169
El original de esta cita es: ”(1) field-what is happening; (2) tenor-who are taking part; and (3)
mode-what part the language is playing.” (Halliday y Hasan, 1980: 12)
A continuación vamos a ocuparnos de otros dos tipos de contexto mencionados
por Halliday y Hasan (1989: 48-49): el contexto intertextual hace referencia a las
relaciones del texto con otros textos y a las deducciones que podemos obtener de
dichas relaciones. Lemke (1985: 275) señala lo siguiente con respecto a la
intertextualidad:
“La intertextualidad es una característica importante del uso
de la lengua en las comunidades. Los significados que
expresamos a través de los textos, y la manera en que los
expresamos siempre dependen del uso corriente en
nuestras comunidades de otros textos con los que
reconocemos que existen algunos tipos de relaciones:
genérica, estructural y funcional. Cada texto, el discurso de
cada ocasión, tiene sentido en parte a través de relaciones
implícitas y explícitas de algunos tipos de textos
determinados con otros textos, con el discurso de otras
171
ocasiones.”
Al hacer mención al contexto intratextual nos referimos a la coherencia interna del
texto. Dicha coherencia interna del texto se relaciona con el significado del texto.
Halliday (1994: 339) señala lo siguiente:
“Para que un texto sea coherente debe ser cohesivo; pero
además debe ser más. Debe desplegar los recursos de la
cohesión de maneras que sean motivadas por el registro del
que es un ejemplo; debe ser apropiado desde el punto de
vista semántico, con realizaciones lexicogramaticales que
encajen (es decir, debe tener sentido); y debe tener
172
estructura.”
El contexto de referencia es el contexto creado por el propio texto. En
palabras de Fowler (1986: 89) es el tema del texto (”the topic or subject-matter of
the text.”)
Con respecto al contexto del discurso (“context of utterance”), hemos de
decir que es el que determina la situación en la que el discurso tiene lugar y la
relación entre el autor, el narrador y los personajes; en palabras de Fowler (1986:
86):
170
Nos parece importante señalar que los dos últimos tipos de contexto no son propios
del modelo de Halliday.
171
El original de esta cita es: “Intertextuality is an important characteristic of the use of
language in communities. The meanings we make through texts, and the ways we make them,
always depend on the currency in our communities of other texts we recognize as having
certain definite kinds of relationships with them: generic, thematic, structural, and functional.
Every text, the discourse of every occasion, makes sense in part through implicit and explicit
relationships of particular kinds to other texts, to the discourse of other occasions.” (Lemke,
1985: 275)
172
El original de esta cita es: “For a text to be coherent, it must be cohesive; but it must
be more besides. It must deploy the resources of cohesion in ways that are motivated by the
register of which it is an instance; it must be semantically appropriate, with lexicogrammatical
realizations to match (i.e. it must make sense); and it must have structure.” (Halliday, 1994: 339)
173
“[...] el contexto del discurso, la situación dentro de la cual el discurso se
produce. Esto incluye: el medio físico, la localización de los participantes vis-à-
174
vis , si son dos personas hablando cara a cara, es una persona la que se dirige a
una audiencia grande, dos personas hablan por teléfono, un grupo de personas
conversan de manera informal dispersas en una gran habitación, o cualquier otra
175
situación; el canal empleado, en particular si es oral o escrito.”
173 La cursiva aparece en el texto original.
175
El original de esta cita es: “[...] context of utterance, the situation within which
discourse is conducted. This comprises: the physical surroundings; the location of the
participants vis-à-vis one another, whether they are two people talking face-to-face, one person
addressing a large audience, two people speaking by telephone, a group of informal
conversationalists scattered through a large room, or whatever; the channel employed, in
particular whether speech or writing.” (Fowler, 1986: 86)
1.3 LA RELACIÓN ENTRE EL ORDEN DE PALABRAS Y LA
PERSPECTIVA FUNCIONAL DE LA ORACIÓN
1.3.1 Elementos de la Perspectiva Funcional de la Oración
El concepto de la perspectiva funcional de la oración (FSP) fue elaborado en
esencia por Mathesius. Él comenzó diferenciando entre la estructura gramatical y
semántica de la oración y el uso que se hace de la oración ya que ésta siempre
aparece en un contexto determinado y el hablante la emplea con una intención, por
lo que podemos decir que tiene un efecto comunicativo. Mathesius (1975: 85) nos
presenta claramente el fin de la FSP afirmando que es adaptar las formas a las
necesidades de la situación momentánea.
Las ideas principales de Mathesius fueron desarrolladas fundamentalmente por
Firbas y su grupo en Brno, quienes avanzaron en este concepto al introducir la
noción de diferentes grados de "dinamismo comunicativo" en los componentes de
la oración. Firbas (1986: 40) expone lo siguiente sobre la FSP:
“La teoría de la perspectiva functional de la oración (FSP) se
encarga de cómo las estructuras semánticas y sintácticas de
la oración funcionan en completar el propósito comunicativo
176
que la oración persigue.”
Por otro lado, Svoboda (1981: 1) expone lo siguiente relacionado con la
perspectiva funcional de la oración:
“[…] la idea básica de la teoría FSP es que los elementos
separados de la oración no contribuyen al desarrollo del
discurso de la misma manera. Algunos son más importantes
que los otros desde el punto de vista comunicativo: ellos-
hacen que la comunicación se desarrolle con más fuerza y
han de ser considerados más dinámicos desde el punto de
177
vista comunicativo.”
Según señala Davidse (1987: 64), en la terminología de Halliday el
equivalente al adjetivo "funcional" en FSP es textual: “el principio semántico de
organización de la gramática encargado de relacionar las unidades lingüísticas con
178
su co-texto y su contexto para que se conviertan en relevantes y operativas.”
176
El original de esta cita es: “The theory of functional sentence perspective (FSP)
deals with how the semantic and syntactic structures of the sentence function in fulfilling the
communicative purpose intended for the sentence.” (Firbas, 1986: 40)
177
El original de esta cita es: “[...] the basic idea of the theory of FSP is that the
separate elements of the sentence (clause) do not contribute to the development of discourse in
the same way. Some are communicatively more important than others: they – as it were – push
the communication forward with greater force and may be regarded as communicatively more
dynamic.” (Svoboda, 1981: 1)
A continuación vamos a ocuparnos del componente estructural de la
gramática, tal y como apuntamos en el apartado 1.2.7 dedicado a la función
textual.
Halliday en sus artículos de 1967 y 1968 habla sobre la estructura temática
de las oraciones en inglés y diferencia entre la "estructura de la información" y la
"tematización".
Dentro del componente estructural podemos distinguir dos estructuras
simultáneas: el foco de la información: información nueva e información conocida y
la tematización: tema y rema. Los dos aspectos de la perspectiva funcional de la
oración a los que nos acabamos de referir normalmente presentan la siguiente
correspondencia: tema – información conocida y rema – información nueva.
1.3.1.1 Tema y rema: estructura temática
La estructura temática concierne a la distribución entre tema y rema. Hemos de
señalar que la mayoría de las definiciones sobre estos conceptos se basan en la
179
propuesta por Mathesius (1939: 171) : “[El tema] es aquello que es conocido o al
menos obvio en una situación dada y a partir del cual el hablante procede en su
180
discurso”.
El mismo autor (1975: 81) define los conceptos de tema - rema de la siguiente
manera:
“El elemento sobre el que se dice algo debe entenderse
como la base del discurso o el tema, y lo que se dice sobre
la base es el núcleo del enunciado o el rema. [...] La base
del enunciado ( el tema) a menudo se llama sujeto
181
psicológico y el núcleo (el rema) el predicado psicológico.”
Mathesius señala en la página siguiente que para diferenciar claramente
estos conceptos hemos de usar la perspectiva funcional de la oración ya que ésta
determina la combinación de tema – rema. En la página 156 el autor continúa
diciendo:
178
El original de esta cita es: “the semantic principle of organization of the grammar
concerned with relating the linguistic units to their co-text and context so that they become
relevant and operational.” (Davidse (1987: 64)
179 Referencia y definición tomada de Daneš (1974: 106).
El original de esta cita es: “[The theme] is that which is known or at least obvious in the
given situation and from which the speaker proceeds in his discourse.” (Mathesius, 1939: 171)
180
181
El original de esta cita es: “The element about which something is stated may be
said to be the basis of he utterance or the theme, and what is stated about the basis is the
nucleus of the utterance or the rheme. [...] The basis of the utterance (the theme) is often called
the psychological subject and the nucleus (the rheme) the psychological predicate.” (Mathesius,
1975: 81) “[…] cuando observamos los diferentes enunciados observamos que se
suelen componer de dos partes. Una parte expresa lo que es dado por el contexto
o lo que de manera natural se presenta a si mismo, aquello de lo que se trata.
Como sabemos, esta parte es el tema del enunciado. La segunda parte contiene
los elemenos nuevos del enunciado, es decir, lo que se dice sobre algo; esta parte
182
se llama el rema del enunciado.”
El mismo autor (1975: 83-84) expone que el tema y el rema pueden
aparecer de dos modos: Tema - Rema y Rema -Tema. El primero es considerado
orden objetivo ya que el hablante comienza por lo que es conocido y continúa con
lo nuevo. El segundo es considerado orden subjetivo ya que el mensaje comienza
con un elemento nuevo a continuación del cual encontramos la información
conocida.
Mathesius, al usar los términos de tema y rema, reemplaza los términos de
sujeto psicológico y predicado psicológico por términos totalmente integrados en la
perspectiva funcional. Daneš (1964) señala que Mathesius pone de manifiesto tres
conceptos a la hora de definir el tema: el punto de partida (“point of departure”), el
tema (“theme”) y la base o fundación (“basis”, “foundation”).
El tema es definido por Halliday (1967b: 212) del siguiente modo:
“Básicamente, el tema es lo que aparece primero en la oración [...] El tema es
183
aquello de lo que se habla, el punto de partida de la oración como un mensaje.”
En la página 199 del mismo artículo señala el autor:
“El tema está relacionado con la estructura de la información
de la oración, con el status de los elementos no como
participantes en los procesos extralingüísticos sino como
componentes de un mensaje; con la relación de lo que se
está diciendo con lo que se ha dicho antes, y con su
184
estructura interna dentro de un acto de comunicación.”
Para Halliday, el tema es el elemento elegido por el hablante para
comenzar el mensaje, es decir, el elemento con el que comienza la oración, como
podemos ver en estas dos definiciones: “El tema es otro componente en la
complicada noción de sujeto, el ‘sujeto psicológico’; es como si fuera el alfiler del
que cuelga la oración. (1970: 161) o “la pista desde la que despega la oración”
185
(1994: 38). Halliday y Matthiessen (2004: 64) también ofrecen una definición
muy clara: “El tema es el elemento que sirve como punto de partida del mensaje;
186
es lo que sitúa y orienta la oración dentro de su contexto.”
182
El original de esta cita es: “[...] when observing different utterances we find that they
are more or less clearly composed of two parts. One part expresses what is given by the
context or what naturally presents itself, in short what is being commented upon. As we already
know, this part is called the theme of the utterance. The second part contains new elements of
the utterance, i.e. is being said about something; this part is called the rheme of the utterance.”
(Mathesius, 1975: 156)
183
El original de esta cita es: “Basically, the theme is what comes first in the clause [...]
The theme is what is being talked about, the point of departure for the clause as a message.”
(Halliday, 1967b: 212)
184
El original de esta cita es: “Theme is concerned with the information structure of the
clause; with the status of the elements not as participants in extralinguistic processes but as
components of a message; with the relation of what is being said to what has gone before in the
discourse, and its internal organization into an act of communication.” (Halliday, 1967b: 199)
Tras haber expuesto las principales definiciones de Mathesius, Halliday y
Matthiessen, podemos afirmar que para ambos el tema representa el punto de
partida del mensaje del hablante indicando la parte de la información que es
psicológicamente más relevante para el hablante, tal y como podemos ver en el
siguiente ejemplo:
Ten good students got a grant last year.
Tema Rema
Información conocida Información nueva
Siguiendo a Eggins (2002: 334), el análisis de la oración que hemos
presentado en las secciones 1.2.5 y 1.2.6 al referirnos al Modo y a la Transitividad
quedaría de la siguiente manera, al aplicar los conceptos de tema y rema:
[Pero George en Suiza te dan un coñac]
But George in Switzerland they give you a cognac
Tema Rema
Información conocida Información nueva
Mathesius y otros lingüistas unen el concepto de tema al de información
conocida para definir la noción de tema, razón por la cual Fries (1981) los
denomina “combiners”. Fries declara sobre este grupo:
“Aunque ellos han hecho varias matizaciones a la definición
original de Mathesius, el punto básico sigue siendo que en
su opinión el contenido temático o tópico de la oración está
determinado en gran parte por cómo la información
expresada en esa oración se relaciona con la información
que ya está disponible en los contextos lingüístico y no-
verbal. Es decir, el tema de la oración debe ser información
conocida y uno sólo puede decir lo que es o no es
información conocida en una oración determinada al
observar cómo la información disponible en esa oración se
187
relaciona con la información disponible en el contexto.”
(Fries, 1981: 1-2).
185
El original de esta cita es: “The theme is another component in the
complex notion of subject, namely the ‘psychological subject’; it is as it
were the peg on which the sentence is hung” (1970: 161) o “the
ground from which the clause is taking off” (1994: 38).
186
El original de esta cita es: “The theme is the element which serves
as the point of departure of the message; it is that which locates and
orients the clause within its context.” (Halliday y Matthiessen, 2004:
64)
Las definiciones de tema y rema ofrecidas por Firbas (1957) son también
representativas dentro de este grupo:
“Los elementos que hacen referencia a algo ya conocido o a
algo que se da por supuesto, en otras palabras, aquellos
elementos que se pueden inferir del contexto verbal o
188
situacional.” (Firbas, 1957: 72).
Los "combiners" suelen preferir el término "tópico" al de tema. Tal y como
expone Lambrecht (1994: 118), “el tópico de una oración es la cosa sobre la que
189
trata la proposición expresada por la oración”.
La otra manera de aproximarse a la definición de tema es estableciendo
una distinción clara entre los dos conceptos, es decir entre tema e información
conocida. Los representantes de este enfoque, característico de la Gramática
Sistémica, denominados por Fries “separators”, diferencian dos componentes en la
definición de Mathesius. Estos lingüistas consideran la información conocida y el
tema como dos conceptos funcionales distintos. Además afirman que en inglés el
tema lo constituye el elemento o los elementos que ocupan la posición inicial en la
oración. Esta afirmación da lugar a una gran diferencia entre este grupo y el
anterior, ya que para el grupo de los que consideran que tema e información
conocida es lo mismo, el tema se define en términos de información conocida que
puede expresarse en cualquier lugar dentro de la oración o estar ausente.
Firbas (1995: 221) establece una distinción muy clara entre los dos grupos:
190
“’Combiners’ son los que asumen que el TEMA es lo
mismo que la INFORMACIÓN CONOCIDA y el REMA es lo
mismo que la INFORMACIÓN NUEVA. ‘Separators’ son los
que asumen que el TEMA es algo diferente a
INFORMACIÓN CONOCIDA y el REMA es diferente a la
191
INFORMACIÓN NUEVA.”
187
El original de esta cita es: “While they have all made various
important refinements on the original Mathesian definition, the basic
point remains that in their view the thematic content or topic of a
sentence is determined to a great degree by how the information
expressed in that sentence relates to the information already available
in the linguistic and non-verbal contexts. That is, the theme of a
sentence must be known information and one can only tell what is or
is not known information in a particular sentence by looking at how the
information in that sentence relates to the information available in the
context.” (Fries, 1981: 1-2).
188
El original de esta cita es: “Elements which convey something
already known or something that may be taken for granted, in other
words, those elements that may be inferred from the verbal or from
the situational context.” (Firbas, 1957: 72).
189
El original de esta cita es: “the topic of a sentence is the thing
which the proposition expressed by the sentence IS ABOUT.”
(Lambrecht, 1994: 118)
190 Las mayúsculas de esta palabra y las siguientes aparecen en el
texto original.
191 El original de esta cita es: “Combiners are those who assume
THEMEis the same thing as GIVEN and that RHEME is the same
thing as NEW. Separators are those who assume THEME is
something different from GIVEN and RHEME is something different
from NEW.” (Firbas, 1995: 221) 191
Estamos de acuerdo con Grzegorek (1984: 22) en que las
nociones de tema e información conocida deben ser
consideradas independientes por las dos razones que
propone:
“(1) la identificación de estas dos nociones no es deseable
desde el punto de vista metodológico, (2) la noción de
información conocida es responsable de diferentes fenómenos
(supresión, pronominalización, etc.), y la noción de tema, que
es entendida como el elemento inicial de la oración, puede dar
cuenta de fenómenos como raising, movimiento de sintagma
192
nominal (though-movement), etc.”
La elección de tema es importante porque representa la perspectiva desde
la que el hablante representa el mensaje y en cierto modo condiciona cómo se
desarrolla el mensaje. El elemento inicial actúa como una señal para el oyente ya
que, según la estructura elegida, crea unas expectativas u otras. Tras lo dicho
anteriormente podemos afirmar que un tema que coincide con el sujeto, prepara al
hablante para una oración enunciativa mientras que si encontramos un auxiliar en
posición inicial sabemos que la oración que siga va a ser interrogativa (Downing y
Locke, 2002: 224).
Al tratar los conceptos de tema y rema hemos de tener también presentes
los conceptos de “tópico” y “comentario”. Hockett (1958: 201) define estos
conceptos de la siguiente manera:
“[…] el hablante anuncia el tópico y después dice algo sobre
él [...] En inglés y en las lenguas familiares de Europa, los
tópicos son generalmente los sujetos y los comentarios son
193
los predicados”.
Normalmente la noción de tópico se aplica a los textos y no a las oraciones.
Downing y Locke (2002: 224) señalan que la noción de tópico es una categoría del
discurso que representa la noción de “lo que trata el texto o parte del texto” (“what
the text, or part of the text, is about.” )
1.3.1.2 Información nueva e información conocida: estructura de información
192
El original de esta cita es: “(1) identification of these two notions is methodologically
undesirable, (2) the notion of old information is responsible for a different range of phenomena
(deletion, pronominalization, etc.) that the notion of theme which, if understood as the sentence
initial element, can account for phenomena such as raising, though-movement, etc.”
(Grzegorek, 1984: 22)
193
El original de esta cita es: “[...] the speaker announces a topic and then says something
about it [...] In English and the familiar languages of Europe, topics are usually also subjects
and comments are predicates.” (Hockett, 1958: 201)
La estructura de la información hace referencia a la distribución entre información
nueva e información conocida: sobre la información conocida se ha hablado ya en
el discurso y es por lo tanto conocida por el hablante y el oyente mientras que la
información nueva no ha aparecido en el discurso previo.
En el ejemplo presentado en el apartado anterior los dos conceptos
quedarían ilustrados de la siguiente manera:
Ten good students got a grant last year.
Información conocida Información nueva
Brown y Yule (1983: 154) definen estos dos conceptos del siguiente modo:
“[…] la información nueva es información que el que habla
considera que no es conocida para el destinatario, y la
información conocida es la que el que habla considera como
conocida para el destinatario (bien porque está físicamente
presente en el contexto o porque ha sido previamente
194
mencionada en el discurso)”.
De manera similar Downing y Locke (2002: 244) señalan:
“En el discurso normal, no enfático, es costumbre comenzar
el mensaje por lo que consideramos que nuestro oyente
conoce y continuar con lo que no conoce. En otras palabras,
la distribución no marcada, que sigue el principio del
dinamismo comunicativo, comienza con la Información
conocida y progresa hacia la Información Nueva. Esto se
195 196
suele denominar el principio de end-focus. ”
Al hablar de información, nos referimos a una forma de la organización del
discurso, ya que todo discurso está organizado en una sucesión lineal de unidades
de información. Las unidades de la información se nos presentan en el habla como
grupos tonales. Dentro de cada unidad de información hay uno o dos puntos de
prominencia que representan el foco de la información. Halliday (1976c: 176)
señala lo siguiente a este respecto:
“El foco de la información relaciona cada unidad de
información con el discurso precedente al asignarle una
estructura cuyos elementos se pueden denominar como
‘conocidos’ o ‘nuevos’. Los términos ‘conocidos’ o ‘nuevos’
tienen que interpretarse, no como lo ‘mencionado
previamente’ y ‘no mencionado previamente’, sino como
‘asignado o no asignado’ por el hablante el status de
197
derivarse del discurso previo.”
194
El original de esta cita es: “[...] new information which is
information that the addressor believes is not known to the addressee,
and given information which the addressor believes is known to the
addressee (either because it is physically present in the context or
because it has already been mentioned in the discourse).” (Brown y
Yule, 1983: 154)
195
La negrita aparece en el texto original.
196
El original de esta cita es: “In normal, unemphatic discourse, it is
customary to start our message from what we think our hearer knows
and progress to what he does not know. In other words, the unmarked
distribution, which follows the principle of communicative dynamism,
starts with the Given and progresses towards the New. This is often
called the principle of end-focus.” (Downing y Locke, 2002: 244)
Halliday y Matthiessen (2004: 89) comentan que la unidad de información
consiste en un elemento que aporta información nueva y un elemento opcional que
aporta información conocida. En dicha unidad de información encontramos las
siguientes características:
- La información nueva recibe prominencia: “Cada unidad de información
198
aparece como una curva de tono o TONO , que puede ser
descendente, ascendente o una mezcla (descendente-ascendente,
199
ascendente-descendente)”.
- La información conocida normalmente precede a la información nueva:
“El pie tónico define la culminación de lo que es Nuevo:
marca dónde termina el elemento Nuevo. En el ejemplo
típico, éste será el último elemento funcional de la estructura
de la oración en la unidad de la información. Tal y como esto
implica, la secuencia típica de elementos es por lo tanto
200
Información Conocida seguida de Información Nueva.”
Up stood John
Ruined are the ideals we stood for.
Tras haber enumerado los diferentes tipos de tema, vamos a ocuparnos de los
diferentes tipos de progresión temática, un concepto que alude al modo en el que
el tema se desarrolla en diferentes secciones del texto. Daneš (1974: 114) define
la progresión temática del siguiente modo:
“Por este término entendemos la elección y el orden de los
temas de los enunciados, su mutua concatenación y
jerarquía, así como su relación con los hipertemas de las
unidades superiores del texto (tales como el párrafo, el
capítulo, ...), a todo el texto y a la situación. La progresión
235
temática debe verse como el esqueleto del argumento.”
233
El original de esta cita es: “Themes which violate the basic
communicative order, i.e. subject represents new information and is
the information focus”. (Grzegorek, 1984: 40-41)
234
El original de esta cita es: “themes which violate the basic
communicative principle and the basic grammatical order for reasons
of special emphasis, dramatic effect, etc.” (Grzegorek, 1984: 40-41)
235
El original de esta cita es: “By this term we mean the choice and
ordering of utterance themes, their mutual concatenation and
hierarchy, as well as their relationship to the hyperthemes of the
superior text units (such as the paragraph, chapter, ...), to the whole
text, and to the situation. Thematic progression might be viewed as
the skeleton of the plot.” (Daneš, 1974: 114)