Delincuencia Organizada

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PLAN DE FORMACIÓN DE LA RAMA JUDICIAL

PROGRAMA DE FORMACIÓN
ESPECIALIZADA ÁREA PENAL

Delincuencia Organizada
PL A N NACIONA L DE FOR M ACIÓN
DE L A R A M A JUDICI A L

CONSEJO SU PER IOR DE L A JU DIC AT U R A


S A L A A D M I N I S T R AT I VA

HERNANDO TORRES CORREDOR


Presidente

JOSÉ ALFREDO ESCOBAR ARAÚJO


Vicepresidente

JORGE ANTONIO CASTILLO RUGELES


FRANCISCO ESCOBAR HENRÍQUEZ
JESAEL ANTONIO GIRALDO CASTAÑO
RICARDO MONROY CHURCH
Magistrados

ESCUELA JUDICIAL
“RODRIGO LARA BONILLA”

GLADYS VIRGINIA GUEVARA PUENTES


Directora
La Unión Europea y el Gobierno Colombiano, suscribieron el Convenio
ALA/2004/016-83, proyecto “Fortalecimiento del Sector Justicia para la Reducción
de la Impunidad en Colombia”, con el fin de lograr conjuntamente, la creación de
políticas de reducción de la impunidad y la consolidación del Estado de Derecho,
desde la perspectiva de justicia y género.

En desarrollo del mencionado convenio con recursos de la Unión Europea y de


la Rama Judicial - Consejo Superior de la Judicatura, Sala Administrativa, a
través de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”, se actualizó el Programa de
Formación Judicial Especializada para las y los Magistrados, Jueces y Empleados de
las corporaciones y despachos judiciales con competencia en el Sistema Acusatorio
Penal, con la participación de la Universidad Militar Nueva Granada en su condición
de adjudicataria de la licitación realizada por el Equipo de Gestión del proyecto,
adscrito al Ministerio del Interior y de Justicia.

La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea. El


contenido de la misma es responsabilidad exclusiva del autor y del Consejo Superior
de la Judicatura – Sala Administrativa, Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla” y en
ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea.
SILVIO CIAPPI

PLAN DE FORMACIÓN DE LA RAMA JUDICIAL

PROGRAMA DE FORMACIÓN
ESPECIALIZADA ÁREA PENAL

Delincuencia Organizada

CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA


SALA ADMINISTRATIVA
ESCUELA JUDICIAL “RODRIGO LARA BONILLA”
SILVIO CIAPPI, 2010
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, 2010
Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra
Calle 11 No 9ª -24 piso 4
www.ramajudicial.gov.co

ISBN:
Primera edición: septiembre de 2010
Con un tiraje de 3000 ejemplares
Composición: Universidad Militar Nueva Granada. Contrato 063 de 2007

Impreso en Colombia
Printed in Colombia
PLAN DE FORMACIÓN DE LA RAMA JUDICIAL
PROGRAMA DE FORMACIÓN
ESPECIALIZADA DEL ÁREA PENAL

PRESENTACIÓN
El Curso de Profundización sobre Sistema Acusatorio Penal forma parte
del Programa de Formación Especializada del Área Penal construido por
la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, a través
de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”, de conformidad con su
modelo educativo y enfoque curricular integrado e integrador y consti-
tuye el resultado del esfuerzo articulado entre Magistradas, Magistrados
y Jueces, Juezas de la Rama Judicial, la Red de Formadores y Formadoras
Judiciales, los Comités Académicos y los Grupos Seccionales de Apoyo de
la Escuela bajo la coordinación del Magistrado Hernando Torres Corredor,
con la autoría de Silvio Ciappi, quien con su conocimiento y experiencia
y el apoyo permanente de la Escuela Judicial, se propuso responder a las
necesidades de formación desde la perspectiva de una Administración de
Justicia cada vez más justa y oportuna para las y los colombianos.

El módulo Delincuencia Organizada que se presenta a continuación,


responde a la modalidad de aprendizaje autodirigido orientado a la apli-
cación en la práctica judicial, con absoluto respeto por la independencia
del Juez y la Jueza, cuya construcción responde a los resultados obtenidos
en los talleres de diagnóstico de necesidades que se realizaron a nivel
nacional con funcionarios y funcionarias judiciales y al monitoreo de la
práctica judicial con la finalidad de detectar los principales núcleos proble-
máticos, frente a los que se definieron los ejes temáticos de la propuesta
educativa a cuyo alrededor se integraron los objetivos, temas y subtemas
de los distintos microcurrículos.

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De la misma manera, los conversatorios organizados por la Sala Admi-
nistrativa del Consejo Superior de la Judicatura a través de la Escuela
Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”, sirvieron para determinar los problemas
jurídicos más relevantes y ahondar en su tratamiento en los módulos.

El texto entregado por el autor fue validado con los Magistrados, Magis-
tradas, Jueces y Juezas de los Comités Académicos quienes hicieron obser-
vaciones para su mejoramiento las cuales enriquecieron este trabajo.

Se mantiene la concepción de la Escuela Judicial en el sentido de que


todos los módulos, como expresión de la construcción colectiva, demo-
crática y solidaria de conocimiento en la Rama Judicial, están sujetos a
un permanente proceso de retroalimentación y actualización, especial-
mente ante el control que ejercen las Cortes.

Enfoque pedagógico de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”

La Escuela Judicial como Centro de Formación Judicial Inicial y Continua


de la Rama Judicial presenta un modelo pedagógico que se caracteriza por
ser participativo, integral, sistémico y constructivista; se fundamenta en el
respeto a la dignidad del ser humano y sus Derechos Fundamentales, elimi-
nando toda forma de discriminación, a la independencia del Juez y la Jueza,
el pluralismo y la multiculturalidad, y se orienta hacia el mejoramiento del
servicio de los usuarios y usuarias de la administración de Justicia.

El modelo pedagógico, es participativo, en cuanto que más de mil Magis-


trados, Magistradas, Jueces, Juezas, Empleadas y Empleados judiciales
participan como formadores y formadoras, generando una amplia diná-
mica de reflexión sobre la calidad y pertinencia de los planes educativos,
módulos de aprendizaje autodirigido y los materiales educativos utili-
zados en los procesos de formación que se promueven. Igualmente, se
manifiesta en los procesos de evaluación y seguimiento de las actividades
de formación que se adelantan, tanto en los procesos de ingreso, como de
cualificación de los servidores y las servidoras públicos.

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Es integral en la medida en que los temas que se tratan en los módulos
resultan recíprocamente articulados y dotados de potencialidad sinérgica y
promueven las complementariedades y los refuerzos de todos los partici-
pantes y las participantes.

Es sistémico porque invita a comprender cualquier proceso desde una visión


integradora y holista, que reconoce el ejercicio judicial como un agregado
de procesos, que actúa de manera interdependiente, y que, a su vez, resulta
afectado por el entorno en que tienen lugar las actuaciones judiciales.

El modelo se basa en el respeto a la dignidad humana. El sistema de justicia


representa uno de los pilares del sistema social de cualquier comunidad,
significa la capacidad que la sociedad tiene para dirimir los conflictos que
surgen entre sus integrantes y entre algunos de sus miembros y la sociedad
en general. De ahí que el modelo educativo fundamenta sus estrategias en
el principio del respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales
individuales y colectivos de las personas.

El modelo se orienta al mejoramiento del servicio pues las acciones que se


adelanten para el mejoramiento de las condiciones de trabajo y bienestar de
las personas que hacen parte de la Rama Judicial, se hacen teniendo en la
mira un mejoramiento sostenido del servicio que se le presta a la comunidad.

Lo anterior, en el marco de las políticas de calidad y eficiencia establecidas


por el Consejo Superior de la Judicatura en el Plan Sectorial de Desarrollo,
con la convicción de que todo proceso de modernización judicial ya sea
originado en la implantación de nuevos esquemas jurídicos o de gestión,
o de ambos, implica una transformación cultural y el fortalecimiento de
los fundamentos conceptuales, las habilidades y las competencias de los
y las administradoras de justicia, quienes requieren ser apoyados a través
de los procesos de formación.

En este sentido, se desarrollan procesos formativos sistemáticos y de


largo aliento orientados a la cualificación de los servidores y servidoras
del sector, dentro de criterios de profesionalismo y formación integral, que
redundan, en últimas, en un mejoramiento de la atención de los ciuda-
danos y ciudadanas, cuando se ven precisados a acudir a las instancias

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judiciales para ejercer o demandar sus derechos o para dirimir conflictos
de carácter individual o colectivo.

Aprendizaje activo
Este modelo educativo implica un aprendizaje activo diseñado y apli-
cado desde la práctica judicial para mejorar la organización; es decir, a
partir de la observación directa del problema, de la propia realidad, de
los hechos que impiden el avance de la organización y la distancian de su
misión y de sus usuarios y usuarias; invita a compartir y generalizar las
experiencias y aprendizajes obtenidos, sin excepción, por todas las y los
administradores de justicia, a partir de una dinámica de reflexión, inves-
tigación, evaluación, propuesta de acciones de cambio y ejecución opor-
tuna, e integración de sus conocimientos y experiencia para organizar
equipos de estudio, compartir con sus colegas, debatir constructivamente
los hallazgos y aplicar lo aprendido dentro de su propio contexto.

Crea escenarios propicios para la multiplicación de las dinámicas forma-


tivas, para responder a los retos del Estado y en particular de la Rama
Judicial, para focalizar los esfuerzos en su actividad central; desarrollar y
mantener un ambiente de trabajo dinámico y favorable para la actuación
de todos los servidores y servidoras; aprovechar y desarrollar en forma
efectiva sus cualidades y capacidades; lograr estándares de rendimiento
que permiten calificar la prestación pronta y oportuna del servicio en
ámbitos locales e internacionales complejos y cambiantes; crear rela-
ciones estratégicas comprometidas con los “usuarios y usuarias” clave
del servicio público; usar efectivamente la tecnología; desarrollar buenas
comunicaciones, y aprender e interiorizar conceptos organizativos para
promover el cambio. Así, los Jueces, Juezas y demás servidores y servi-
doras no son simples transmisores del aprendizaje, sino gestores y gestoras
de una realidad que les es propia, y en la cual construyen complejas inte-
racciones con los usuarios y usuarias de esas unidades organizacionales.

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Aprendizaje social
En el contexto andragógico de esta formación, se dota de significado el
mismo decurso del aprendizaje centrándose en procesos de aprendi-
zaje social como eje de una estrategia orientada hacia la construcción
de condiciones que permitan la transformación de las organizaciones.
Es este proceso el que lleva al desarrollo de lo que en la reciente litera-
tura sobre el conocimiento y desarrollo se denomina como la promoción
de sociedades del aprendizaje “learning societies”, organizaciones que aprenden
“learning organizations”, y redes de aprendizaje “learning networks”1. Esto
conduce a una concepción dinámica de la relación entre lo que se quiere
conocer, el sujeto que conoce y el entorno en el cual él actúa. Es así que el
conocimiento hace posible que los miembros de una sociedad construyan
su futuro, y por lo tanto incidan en el devenir histórico de la misma, inde-
pendientemente del sector en que se ubiquen.

Los procesos de aprendizaje evolucionan hacia los cuatro niveles defi-


nidos en el esquema mencionado: (a) nivel individual, (b) nivel organiza-
cional, (c) nivel sectorial o nivel de las instituciones sociales, y (d) nivel de
la sociedad. Los procesos de apropiación de conocimientos y saberes son
de complejidad creciente al pasar del uno al otro.

En síntesis, se trata de una formación que a partir del desarrollo de


la creatividad y el espíritu innovador de cada uno de los y las partici-
pantes, busca convertir esa información y conocimiento personal, en
conocimiento corporativo útil que incremente la efectividad y la capa-
cidad de desarrollo y cambio de la organizacional en la Rama Judicial,
trasciende al nivel sectorial y de las instituciones sociales contribuyendo
al proceso de creación de “lo público” a través de la apropiación social
del mismo, para, finalmente, en un cuarto nivel, propiciar procesos de
aprendizaje social que pueden involucrar cambios en los valores y las
actitudes que caracterizan la sociedad, o conllevar acciones orientadas
a desarrollar una capacidad para controlar conflictos y para lograr
mayores niveles de convivencia.

1 Teaching and Learning: Towards the Learning Society; Bruselas, Comisión Europea, 1997.

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Currículo integrado-integrador
En la búsqueda de nuevas alternativas para el diseño de los currículos
se requiere partir de la construcción de núcleos problemáticos, producto
de la investigación y evaluación permanentes. Estos núcleos temáticos
y/o problemáticos no son la unión de asignaturas, sino el resultado de la
integración de diferentes disciplinas académicas y no académicas (coti-
dianidad, escenarios de socialización, hogar) que alrededor de problemas
detectados, garantizan y aportan a la solución de los mismos. Antes que
contenidos, la estrategia de integración curricular, exige una mirada
crítica de la realidad.

La implementación de un currículo integrado-integrador implica que la


“enseñanza dialogante” se base en la convicción de que el discurso del
formador o formadora, será formativo solamente en el caso de que él o
la participante, a medida que reciba los mensajes magistrales, los recons-
truya y los integre, a través de una actividad, en sus propias estructuras
y necesidades mentales. Es un diálogo profundo que comporta partici-
pación e interacción. En este punto, con dos centros de iniciativas donde
cada uno (formador, formadora y participante) es el interlocutor del otro,
la síntesis pedagógica no puede realizarse más que en la interacción-
de sus actividades orientadas hacia una meta común: la adquisición,
producción o renovación de conocimientos.

Aplicación de las Nuevas Tecnologías


La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, a través
de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”, consciente de la nece-
sidad de estar a la vanguardia de los avances tecnológicos al servicio
de la educación para aumentar la eficacia de loa procesos formativos ha
puesto al servicio de la Rama Judicial el Campus y el Aula Virtuales.
Así, los procesos formativos de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”,
se ubican en la modalidad b-learning que integra la virtualidad con la
presencialidad, facilitando los escenarios de construcción de conoci-
miento en la comunidad judicial.

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La virtualización de los programas y los módulos, permite actualizar
los contenidos en tiempo real y ampliar la información, ofrece la opor-
tunidad de acceder a una serie de herramientas como videos, audios,
animaciones, infografías, presentaciones multimediales, hipertextos,
etc., que hacen posible una mayor comprensión de los contenidos y una
mayor cobertura.

Planes de Estudio
Los planes de estudio se diseñaron de manera coherente con el modelo
educativo presentado, con el apoyo pedagógico de la Escuela, los autores
y autoras con el acompañamiento de la Red de Formadores y Formadoras
Judiciales constituida por Magistrados, Magistradas, Jueces y Juezas,
quienes con profundo compromiso y vocación de servicio, se prepararon
a lo largo de varios meses en la Escuela Judicial tanto en los aspectos
pedagógicos y metodológicos, como en los contenidos del programa, con
el propósito de facilitar el proceso de aprendizaje que ahora se invita a
desarrollar a través de las siguientes etapas:

Etapa 1. Reunión inicial. Etapa preparatoria para el inicio del programa,


presenta los objetivos, metodología y estructura del plan de estudios;
asesora el manejo del Campus y Aula Virtual, ofrece diferentes técnicas
de estudio, y, en general, esta etapa busca motivar y comprometer al y la
discente para abordar los módulos y emprender su proceso formativo con
la metodología de aprendizaje autodirigido.

Etapa 2. Análisis individual y comunidad judicial. Los resultados efectivos


del proceso formativo, exigen de los y las participantes el esfuerzo y
dedicación personal, al igual que la interacción con sus pares, de manera
que se conviertan el uno y el otro en insumo importante para el logro
de los propósitos.

La Etapa 2, esta conformada a su vez por 3 fases claramente identificables:

(1) El “Análisis Individual”, que apunta a la interiorización por parte de


cada participante de los contenidos del programa, mediante la lectura, el
análisis, desarrollo de casos y ejercicios propuestos en el módulo, consulta

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de jurisprudencia y doctrina adicional a la incluida en los materiales
educativos. (2) El “Foro Virtual” constituye la base del aprendizaje entre
pares cuyo propósito es el de propiciar la socialización y el intercambio
de conocimiento y experiencias entre los y las participantes mediante
el uso de las nuevas tecnologías, con el fin de fomentar la construcción
colectiva de conocimiento en la Rama Judicial, y, (3) La “Mesa de Trabajo
o Conversatorio Local”, que busca socializar el conocimiento, fortalecer
las competencias en argumentación, interpretación, decisión, dirección,
etc., alrededor del estudio de nuevos casos de la práctica judicial previa-
mente seleccionados y estructurados por los formadores con el apoyo de
los expertos, así como la simulación de audiencias. Finalmente, esta etapa
permite la identificación de los momentos e instrumentos necesarios para
la aplicación a la práctica judicial para que a partir de éstos, se generen
compromisos concretos para desarrollar las siguientes etapas.

Etapa 3. Aplicación a la Práctica Judicial: La aplicación a la práctica judicial


es a la vez el punto de partida y el punto de llegada, ya que es desde la
cotidianidad del desempeño laboral de los funcionarios y funcionarias
que se identifican los problemas, y, mediante el desarrollo del proceso
formativo, pueda traducirse en un mejoramiento permanente de la misma
y por ende una respuesta con calidad a los usuarios y usuarias.

Esta etapa se desarrolla también durante 3 fases: (1) La “Aplicación in situ”,


que incorpora a la práctica judicial los conocimientos, técnicas y nuevas
actitudes desarrolladas en las etapas anteriores; pretende impactar otros
operadores de la justicia (empleados, abogados, usuarios, auxiliares, etc.),
mejorar el acceso efectivo a la administración de justicia y aumentar la
credibilidad en la misma. (2) El “Conversatorio o Videoconferencia” que
posibilita a los operadores y operadoras identificar las fortalezas y debi-
lidades en la práctica cotidiana, con miras a fomentar el mejoramiento
continuo de la labor judicial, y (3) El “Informe Individual”, en que él y
la participante dan cuenta en forma escrita de la aplicación a la práctica
de los contenidos objeto del programa y los invita a remitir sus aportes,
sugerir nuevas posibilidades de aplicación y presentar casos exitosos y
ejemplificantes de su labor.

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Etapa 4. Seguimiento y evaluación: Todo proceso formativo requiere para
su mejoramiento y cualificación, la retroalimentación dada por los y las
participantes del mismo. La etapa de Seguimiento y Evaluación busca
obtener información sobre las debilidades y fortalezas del proceso, de
manera que pueda aplicar los correctivos necesarios y a tiempo, que
lleven al perfeccionamiento del mismo.

Para ello, el modelo pedagógico de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara


Bonilla” presenta 3 fases que posibilitan evidenciar la consecución de
los objetivos del programa: (1) El “Monitoreo” promueve la motivación
recíproca para el mejoramiento continuo en la práctica judicial; (2) El
“Observatorio” con acciones concretas para analizar las providencias
y actuaciones judiciales, difundir las mejores prácticas para promover
el cambio en los demás despachos judiciales y por ende, cualificar la
prestación del servicio, y (3) El “Informe Final”, que posibilita evaluar el
impacto del programa sobre la gestión judicial y sus resultados frente a
los usuarios y usuarias, para así, adoptar medidas de mejoramiento en
cada uno de los aspectos evaluados.

Los módulos
Los módulos son la columna vertebral en este proceso, en la medida
que presentan de manera profunda y concisa los resultados de la inves-
tigación académica realizada durante aproximadamente un año, con la
participación de Magistrados y Magistradas de las Altas Cortes y de los
Tribunales, de los Jueces y Juezas de la República y expertos y expertas
juristas, quienes ofrecieron lo mejor de sus conocimientos y experiencia
judicial, en un ejercicio pluralista de construcción de conocimiento.

Se trata entonces, de valiosos textos de autoestudio divididos secuencial-


mente en unidades que desarrollan determinada temática, de disposi-
tivos didácticos flexibles que permite abordar los cursos a partir de una
estructura que responde a necesidades de aprendizaje previamente iden-
tificadas. Pero más allá, está el propósito final: servir de instrumento para
fortalecer la práctica judicial.

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Cómo abordarlos
Al iniciar la lectura de cada módulo el o la participante debe tener en
cuenta que se trata de un programa integral y un sistema modular cohe-
rente, por lo que para optimizar los resultados del proceso de formación
autodirigida tendrá en cuenta que se encuentra inmerso en el Programa
de Formación Especializada para Sistema Acusatorio Penal. A través de
cada contenido, los y las discentes encontrarán referentes o remisiones a
los demás módulos del plan de formación de la Escuela Judicial “Rodrigo
Lara Bonilla”, que se articulan mediante diversos temas transversales,
tales como Derechos Humanos, Constitución Política de 1991, Bloque de
Constitucionalidad, la Ley específica, al igual que la integración de los
casos problémicos comunes que se analizan, desde diferentes perspec-
tivas, posibilitando el enriquecimiento de los escenarios argumentativos
y fortaleciendo la independencia judicial.

Por lo anterior, se recomienda tener en cuenta las siguientes sugerencias


al abordar el estudio de cada uno de los módulos del plan especializado:
(1) Consulte los temas de los otros módulos que le permitan realizar
un diálogo de manera sistémica y articulada sobre los contenidos que
se presentan; (2) Tenga en cuenta las guías del y la discente y las guías
de estudio individual y de la comunidad judicial para desarrollar cada
lectura. Recuerde apoyarse en los talleres para elaborar mapas concep-
tuales, esquemas de valoración de argumentaciones, el estudio y análisis,
la utilización del Campus y Aula Virtual y el taller individual de lectura
efectiva del plan educativo; (3) Cada módulo presenta actividades peda-
gógicas y de autoevaluación que permiten al y la discente reflexionar
sobre su cotidianidad profesional, la comprensión de los temas y su apli-
cación a la práctica. Es importante que en el proceso de lectura aborde y
desarrolle con rigor dichas actividades para que críticamente establezca
la claridad con la que percibió los temas y su respectiva aplicación a su
tarea judicial. Cada módulo se complementa con una bibliografía básica
seleccionada, para quienes quieran profundizar en el tema, o comple-
mentar las perspectivas presentadas.

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Finalmente, el Programa de Formación Especializada del Área Penal – Curso
de Profundización sobre el Sistema Acusatorio Penal, que la Escuela Judicial
“Rodrigo Lara Bonilla” entrega a la judicatura colombiana, acorde con su
modelo educativo, es una oportunidad para que la institucionalidad, con
efectiva protección de los derechos fundamentales y garantías judiciales,
cierre el camino de la impunidad para el logro de una sociedad más justa.

Agradecemos el envío de todos sus aportes y sugerencias a la sede de la


Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla” en la Calle 11 No 9ª -24 piso 4, de
Bogotá, o al correo electrónico [email protected] los cuales contri-
buirán a la construcción colectiva del saber judicial alrededor del Programa
de Formación del Área Penal – Curso de Profundización del Sistema
Acusatorio Penal.

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CONTENIDO
PRESENTACIÓN 9
CONVENCIONES 24
INTRODUCCIÓN 25

1. EL CRIMEN ORGANIZADO  31
Objetivo General  31
Objetivo Específico  31
1.1. ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO NOS REFERIMOS A LA
DELINCUENCIA ORGANIZADA?  32
1.2. DIFERENTES MODELOS DE ORGANIZACIONES
CRIMINALES  44
1.2.1. Estructuras jerárquicas o flexibles  45
1.3. LA EMPRESA CRIMINAL: LAS CARACTERÍSTICAS BÁSICAS 51
1.3.1. La red criminal: contactos con otros grupos criminales  58
1.4. LA GLOBALIZACIÓN DEL MEDIO: LAS INTERACCIONES
CON GRUPOS TERRORISTAS Y EL NARCOTRÁFICO  64
1.4.1. Las Rutas del narcotráfico  73
1.5. ‘SUCIOS NEGOCIOS’: BLANQUEO DE CAPITALES Y
MERCADOS ILEGALES  103
1.6. EL CONTACTO CON EL MEDIO LEGÍTIMO: LA
PROTECCIÓN EN CONTRA DE LA INVESTIGACIÓN Y LA
CORRUPCIÓN  124
Actividades Pedagógicas 132
Autoevaluación  132

2. LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA  133


Objetivo general  133
Objetivos específicos 133
2.1. MODELOS GLOBALES DE INTERVENCIÓN: DIFERENTES
PARADIGMAS.  134

21
2.2. CRIMINALIDAD ORGANIZADA Y MEDIOS
EXTRAORDINARIOS DE INVESTIGACIÓN: EL EJEMPLO DE
LA LEGISLACIÓN ITALIANA  140
2.2.1. El paradigma mafioso  145
2.2.2. La penalización del delito de asociación  152
2.2.3. Las restricciones penitenciarias  155
2.3. LA PROTECCIÓN DE TESTIGOS, COLABORADORES DE
JUSTICIA Y VÍCTIMAS  156
Actividad de aprendizaje  172
Autoevaluación 172

3. GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y


AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO  173
Objetivo general  173
Objetivos específicos 173
3.1. LOS GRUPOS INTERNACIONALES: DESDE ‘COSA NOSTRA’
ITALIANA HASTA LA MAFIA CHINA.  174
3.2. LOS MERCADOS PREVALENTES: TRATA DE PERSONAS,
ARMAS, CYBER-CRIMINALIDAD, ETC.  192
3.3. ¿CÓMO TRABAJAN LAS AGENCIAS DE INVESTIGACIÓN Y
DE FORTALECIMIENTO?  201
3.3.1. Las agencias supranacionales  206
3.3.2. Las agencias norteamericanas  208
3.3.3. Las agencias europeas  210
Actividad de aprendizaje  216
Autoevaluación  216
Bibliografía  216

22
23
CONVENCIONES

Autoevaluación

Actividades pedagógicas

Bibliografía

Bibliografía seleccionada

Jurisprudencia

Objetivos específicos

Objetivo general

24
INTRODUCCIÓN
“La delincuencia es el espejo fiel de una sociedad, en cuánto repro-
duce, mejor dicho, exalta sus valores esenciales, aquellos practicados,
no aquellos predicados a flor de labios, a cuyo logro se desdobla con
otros medios, considerados delitos.”
Norberto Bobbio

El peso considerable de crimen organizado en la economía global se ha


convertido en un tema de gran interés. Según el Ministerio de Asuntos
Exteriores Francés, el volumen de ventas de crimen organizado asciende
a aproximadamente 1,000 millones de dólares por año. Con el aprovecha-
miento del fenómeno de la globalización de la economía, el crimen orga-
nizado se ha hecho transnacional. El informe público sobre la evolución
de crimen organizado, el 21 de octubre de 2003, indica que este contaba
con 40.000 miembros y 4.000 organizaciones en 2003 y con 30.000 miem-
bros y 3.000 organizaciones en 2002. El crimen organizado es la parte
de comportamiento criminal conocida como delincuencia “de grupo”.
Este es un fenómeno complejo, que es difícil distinguir “de cuadrillas
organizadas” y “mafias”. Las cuadrillas organizadas forman el embrión
de crimen organizado mientras “las mafias” comprenden la forma más
extrema. A causa de su naturaleza reservada, el crimen organizado puede
ser difícil de caracterizar. Por lo general aparece de manera anónima y a
menudo impone un código de silencio, la ‘Omertá’, sobre sus miembros.

La lucha contra la criminalidad organizada y la adopción de eficaces polí-


ticas de prevención constituyen, hoy en día, algunas de las cuestiones
sobre las que la entera comunidad internacional está llamada a expre-
sarse cumplidamente, definiendo estrategias homogéneas.

Con respecto a períodos en que la criminalidad organizada fue conside-


rada como un problema “interior” en pocos y específicos contextos nacio-
nales, hoy asistimos a un sustancial cambio de perspectiva. Las formas
clásicas de cooperación internacional basadas sobre acuerdos bilaterales
o intergubernamentales parecen estar superadas. Las alianzas ad hoc
entre Estados, dirigidas a definir estrategias limitadas a los confines de
las jurisdicciones individuales estatales, han perdido su razón de ser. La

25
naturaleza transnacional de los actores y los mercados requiere una acción
común capaz de implicar un sistema político lo más amplio posible.

Pero para tener posibilidades de éxito concretas, tal estrategia tiene que
considerar al recurso penal como una de las perspectivas en juego. La
complejidad de los fenómenos con que nos enfrentamos, requiere la
adopción de un enfoque capaz de localizar las causas de difusión de la
criminalidad y las dinámicas que permiten su arraigamiento. Eso signi-
fica, concretamente, las contradicciones económicas, sociales y políticas
que permiten a la criminalidad y a los mercados ilícitos emerger, fortale-
cerse y nutrirse sobre una dimensión internacional.

La cultura mafiosa se basa significativamente en tres variables:

•• la cristalización de los códigos familiares, capaces de repetirse e


incidir de modo indeleble en la formación de la identidad durante el
período juvenil;
•• incapacidad de pensar y de pensarse diferente: un modo de ser satu-
rado, basado sobre códigos que no admiten diversificación.;
•• tendencia a ver el otro como hostil del que defenderse, según una
lógica que contrapone claramente el bien y el mal, el amigo al enemigo,
el compadre al infame (Abruzzese, 1993).
La cultura mafiosa funda sus raíces en la ambivalencia de dos valores de
referencia. De un lado el recurso a la violencia como medio amenazador, del
otro el ejercicio del poder a garantía de una mayor seguridad (Segre, 1996).

Una de las características más importantes de la criminalidad organizada


es su internacionalización o globalización. Por lo que se refiere a algunos
bienes materiales e inmateriales, como por ejemplo los capitales, las tecno-
logías, los bienes de consumo o los conocimientos, el proceso es innegable
y cuidadosamente documentado anualmente por las estadísticas relativas
a los índices de desarrollo económico y humano difundidos por las agen-
cias especializadas. Uno de los fenómenos sociales comúnmente asociados
a la extendida posibilidad de movimiento de los individuos de un país a
otro está constituido por el aumento de la inmigración (Bauman, 2000). A
este respecto, parece oportuno señalar como algunas representaciones del

26
fenómeno de las migraciones en los países industrializados hayan contri-
buido sensiblemente a vehicular la imagen de la invasión de masa y el
crecimiento exponencial del número de extranjeros que llegan a los países
del Norte del mundo. Esta visión, antes que valorizar la celebrada libertad
de movimiento, envía a una idea de “movilidad infecunda”, extraña y
tendencialmente hostil (Del Lago 2002).

He aquí, entonces, que la mayor parte de las relaciones anuales sobre


el fenómeno de la criminalidad transnacional, difundido por agencias
gubernamentales casi siempre comprende una serie de capítulos dedicada
a grupos étnicos que, se dice, componen las principales organizaciones
criminales operantes sea a nivel nacional que internacional (Bundeskri-
minalamt 1997, 1998, 2001; National Criminal Intelligence Service 2000,
2001; Ministerio del interior 1997, 1998, 2000, 2001; White House2000).

El aumento de la inmigración y la consiguiente fragmentación de la


sociedad contemporánea están considerados entre los factores que han
facilitado el arraigamiento de redes criminales dirigidas a la distribución
y la oferta de bienes y a servicios ilícitos. El rayo de acción de estas pandi-
llas, cuyos miembros pertenecen a muchas etnias cruza los confines
nacionales de los países y supera, por lo tanto, el principio territorial del
Estado-nación. La manipulación y redefinición de los límites espaciales
impuestas por los confines tradicionales, de las cuales traen ventaja las
redes criminales, ponen en marcha una profunda reestructuración de la
relación existente entre seguridad, derecho y territorio (Ferrarese 2000 p.
43; Höffe 2001, p.3).

El delinearse de estos ethnoscapes, criminales -formados por personas de


etnias diferentes capaces de obrar en los principales mercados ilegales- ha
impuesto, de hecho, una sustancial revisión de las tradicionales agendas de
seguridad nacionales. Mientras en pasado las políticas de seguridad estaban
basadas sobre una clara identificación de las causas de amenaza externa e
interna a un Estado soberano, ahora tal distinción ya no parece practicable.

Eso ha ocurrido paralelamente a la formación de un concepto de seguridad


más declinable en términos militares, pero caracterizado por una sustancial
elasticidad y capaz también de referirse a actores no estatales (Rees, 2001).

27
La tendencia actual a localizar en la alteridad la causa principal de peligro
(Lianos y Douglas, 2000), confirmaría como el estudio de la criminalidad
organizada sea influenciado una vez más por la cuestión de la etni-
cidad. Esta tradición de pensamiento -agrupable bajo la etiqueta de las
llamadas “criminologías” del otro - ha tenido, y continua a tener, cierta
difusión sobre todo en los Estados Unidos, dónde algunos estudiosos
particularmente cercanos a las agencias de policía y a los entes guberna-
mentales ofrecen no sólo una notable contribución a la consolidación de
estas percepciones a nivel institucional, sino también y principalmente a
la opinión pública. Los acontecimientos que han seguido el ataque a las
Torres Gemelas de Nueva York, señalan, recientemente, el favor encon-
trado por argumentaciones que localizan en el Islam y en los pueblos de
cultura musulmana una nueva fuente de amenaza global.

Es oportuno señalar como la gran parte de los que valoran con escep-
ticismo visiones que tienden a transmitir una imagen de la cuestión en
términos de “amenaza criminal global” o de “sindicados étnicos del
crimen” no disminuya absolutamente el dato incontrovertible según el
cual el aumento de la movilidad ha permitido emerger mayores contactos
recíprocos entre grupos criminales de varias nacionalidades en contextos
geográficos diferentes. Tal como es innegable que la entidad de las opera-
ciones criminales transnacionales se ha acrecentado ulteriormente,
gracias a la posibilidad de contar con redes de transporte y comunicación
más favorables (Strange, 1998).

Lo que refutan, en ocasiones, los partidarios de esta tradición intelectual


de “criminologías del sí” es la subestimación de una serie de factores y
circunstancias que permiten que las actividades criminales se afirmen y
prosperen en contextos en los cuales existe evidentemente una demanda
interior de bienes y servicios ilegales particulares. Concentrar la atención
en la criminalidad transnacional entendida únicamente como crimina-
lidad étnica, “tribal”, puede de hecho inducir a remover las actividades
criminales del contexto político, económico y social dentro del cual debe-
rían ser interpretadas y explicadas (Beare 2000).

28
Los casos sobre delincuencia organizada, por su naturaleza, presentan
muchas ramificaciones en su investigación. Admitiendo que las orga-
nizaciones criminales operan bajo el trípode violencia-corrupción-
lavado de dinero, el problema más grave para policías y fiscales es que
no existe un método de análisis de casos de delincuencia organizada.
Como consecuencia, el peso de la investigación recae en gran medida en
el buen criterio y la experiencia del investigador. Esto no es un problema
al inicio de las investigaciones; sin embargo, en ocasiones, las pesquisas
sobre la delincuencia organizada suponen una abrumadora recopilación
de datos: declaraciones de testigos, pruebas periciales y otras pruebas
documentales. Para obtener un resultado exitoso hay que contar con un
gran número de inspectores expertos en la materia. Ahora bien, hasta
hace unos años, muchos países no disponían de áreas especializadas en
la investigación de delincuencia organizada, este recurso se encontraba
muy limitado por la carencia de personal cualificado y por la falta de un
método adecuado y actualizado de capacitación respecto a los nuevos y
numerosos investigadores que se precisan para afrontar la gran cantidad
de datos de este tipo de investigaciones. A ello hay que añadir que muchas
veces no se puede contratar a personal externo en casos delicados, siendo
necesario recurrir a investigadores de la misma institución pero de un
área distinta de especialización.

Otro problema que encuentran los investigadores en delincuencia organi-


zada es, por ejemplo, el hecho de que los expertos que están investigando
los delitos violentos o de protección, como la corrupción o infiltración,
omiten realizar en los interrogatorios a imputados o testigos cuestiona-
mientos sobre los aspectos de logística de mercadeo y logística financiera
de la organización criminal, enfocándose únicamente en obtener infor-
mación y evidencia que sirva para comprobar los delitos predicados y el
delito de delincuencia organizada1; Esto es consecuencia de que no existe

1 Sobre este tema el Juez Giovanni Falcone en el ciclo de conferencias en 1990 en el Instituto Nacional de
Ciencias Penales manifestó: “La actividad de localización de estos flujos financieros, exquisitamente
ilícitos, es muy delicada y muy difícil de indagar, la intervención en esta materia requiere, ante todo,
de una gran profesionalidad por parte de los investigadores. No se trata de una actividad que pueda
ser realizada empíricamente, ya que es muy delicada, por cuanto interviene, precisamente, sobre las
arterias económicas de la actividad del Estado. (…) Así que cualquier actividad de investigación,
conducida de manera poco profesional, puede crear problemas directamente a la Economía del Estado,
y al mismo tiempo puede conducir a falsos resultados. Es evidente que para trabajar en este campo se
presupone un conocimiento global de las técnicas bancarias y de los sistemas financieros de diversos

29
una estrecha relación entre los investigadores de delitos predicados y los
investigadores de delitos financieros o económicos dentro de las inves-
tigaciones en delincuencia. Uno de los elementos de la criminalidad
organizada transnacional que más se ha desarrollado por una parte y
que representan con mayor nitidez el avance y expansión de éstas es la
utilización de los instrumentos sofisticados como los medios de comuni-
cación modernos y las redes comerciales internacionales. El efecto de la
globalización económica en donde los flujos financieros, la expansión de
los mercados y las inversiones han sido utilizadas por las organizaciones
criminales, que tienen como característica común utilizar las redes del
comercio internacional para obtener ganancias ilícitas las cuales se acre-
cientan en la medida en que utilizan relaciones ilegales.

países”. En “La lucha contra el crimen organizado. La experiencia de Giovanni Falcone”, Procuraduría
General de la República, México, 1995. Págs.69 y 70.

30
Unidad 1
EL CRIMEN ORGANIZADO

Og
Objetivo General
•• Identificar las principales definiciones de criminalidad
organizada.
•• Profundizar el conocimiento de algunas teorías socioló-
gicas sobre el crimen organizado.

Oe
Objetivo Específico
•• El y la discente tendrán claros los fundamentos del sistema
de funcionamiento de la criminalidad organizada.
•• Definir los términos ‘criminalidad organizada’, ‘narco-
tráfico’, ‘lavado de dinero’, ‘corrupción’.

31
UNIDAD 1

1.1 ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO NOS REFERIMOS


A LA DELINCUENCIA ORGANIZADA?
Hablar de criminalidad organizada implica, generalmente, iniciar con
una definición. En este caso se revela bastante problemático hallar en la
literatura disponible, que parece estar en constante aumento, una defi-
nición unívoca y satisfactoria del fenómeno. Su evolución aparece tan
rápida y casi se puede hablar de una insuficiencia real de los tradicionales
instrumentos criminológicos, concebidos más para estudiar en general
al criminal en su individualidad o a la criminalidad en relación a sus
dimensiones sociales, que para examinar las interacciones sistemáticas
en los grupos criminales, entre los grupos criminales y en el ámbito del
cuadro socio-económico y político de referencia.

La designación misma de “Criminalidad organizada”, aparece genérica y


siempre completamente apropiada, mientras que no es todavía unívoco
el acuerdo sobre su definición.

El crimen organizado ha sido observado hasta ahora exclusivamente


desde el punto de vista de la cláusula penal y de policía y restrictivamente
interpretado como una actividad asociativa jerárquicamente estructu-
rada, finalizada a la comisión de delitos y fundada sobre una motiva-
ción criminogenética individual ampliada al grupo y de éste compartida.
Aquí se reconducen una serie de definiciones criminológicas que ofrecen
una idea de la gran versatilidad de enfoques.

Johnson (1969): “un grupo de considerable tamaño empeñado en una actividad


criminal continua, por un período de tiempo largo, generalmente indefinido.”

Cohen (1977): “una vasta organización articulada con fines criminales y con
estructuras de actividades flexibles, idóneas a los problemas esenciales que carac-
terizan el perfil de la organización, o sea:

•• la publicidad y la reglamentación de la información;


•• la neutralización de la ejecución de la ley (silencio, corrupción, represalias, etc.);
•• la necesidad de proveer a los servicios esenciales (actividades lícitas e ilícitas);

32
EL CRIMEN ORGANIZADO

•• la necesidad de orden, (al interior con normas, sistemas de control y solución


de conflictos);
•• la necesidad de legitimidad, (por parte de los socios y del entorno, institu-
ciones del Estado).”
A. Lindesmith (1941): “una criminalidad casi siempre profesional, que implica un
sistema de relaciones especificas y definidas con recíprocos deberes y privilegios.”

E. Sutherland, D. Cressey (1978): “asociación de un pequeño grupo de crimi-


nales por la ejecución de un cierto tipo de crimen.”

F. Ianni y Reuss-Ianni (1983): “una forma duradera de actividad criminal, que


requiere una serie de bienes y servicios definidos como ilegales. Consiste en una
estructura o una red de individuos que producen y ofrecen esos bienes y servicios,
usan el capital que deriva para expandirse hacia otras actividades legítimas e ilegí-
timas y para corromper a funcionarios públicos con el objetivo de obtener protección.”

De cualquier modo, la realidad de la criminalidad organizada parece


violar el mito de la “patología” e invertir el nexo de causalidad entre
sociedad y criminalidad, y al mismo tiempo parece también violar el
tabú del conflicto de intereses entre víctimas y agresores.

Cuando de hecho se descubre la coincidencia o la superposición entre


elementos del sistema criminal y elementos del sistema de poder, y
cuando se observa que la organización social a menudo es una estruc-
tura única de servicio polivalente y no determinada sólo por normas
buenas, sino también por normas malas, se puede intuir la posibilidad
que el crimen organizado sea funcional a la sociedad cuanto la sociedad
es funcional al crimen.

En Italia por ejemplo criminalidad organizada y mafia pueden ser consi-


deradas la misma cosa por razones históricas y también por razones
psicológicas y culturales; sin embargo, si se quiere realmente entender
la criminalidad organizada, es necesario evitar la distorsión perceptiva
causada por los aspectos folklóricos y formales, atados a una concepción
mítica y superficial del fenómeno mafioso, para ir inversamente a las
raíces y a la sustancia de la asociación organizada real.

33
UNIDAD 1

Tal asociación, que prefiere indicarse con el nombre de “Sistema Criminal”,


se presenta hoy con características muy diferentes y sólo parcialmente
conocidas, con respecto a las transmitidas por la “iconografía” tradicional
de los medios de comunicación y de la investigación judicial. La elección
de la expresión “Sistema Criminal” está motivada por el análisis de tales
características, las más importantes de las cuales son:

•• la organización en sistema de los muchos elementos, criminales y no,


que participan a las múltiples y distintas actividades;
•• la existencia de muchos tipos de relación entre los elementos del
sistema y entre los subsistemas;
•• la unicidad del objetivo general y total del entero sistema, que puede
ser representado por la búsqueda del poder real, por la conquista del
capital y el condicionamiento de los otros poderes;
•• la transnacionalidad de la asociación, que se expresa por la red internacional
entre numerosas entidades locales conectadas por relaciones mafiosas.
La organización mafiosa ocupa característicamente un área social de
confín entre la legalidad y la ilegalidad, así que se deduce que cuanto
mayor es el espacio que separa lo que es claramente ilícito, mucho mayor
será la extensión del fenómeno criminal. El Sistema Criminal produce
enormes cantidades de riqueza por el ejercicio directo o el control indi-
recto de las más distintas actividades criminales, que cubren la entera
gama de los delitos prevista por el Código Penal, pero sobre todo provee
servicios ilegales, cuya demanda por parte de amplios sectores de la pobla-
ción parece crecer de forma importante, paralelamente a la ineficiencia de
los Estados en prevenir, satisfacer o reprimir tales necesidades. A conti-
nuación se enumeran los crímenes típicos de la Criminalidad Organizada,
clasificados en tres niveles según los diferentes objetivos que persiguen.

a) Crímenes de primer nivel (directamente productivos de movi-


mientos de dinero):

•• tráfico de estupefacientes; tráfico de armas;


•• tráfico de seres humanos

34
EL CRIMEN ORGANIZADO

•• contrabando de piedras preciosas, tabaco;


•• extorsiones organizadas;
•• secuestros de persona para extorsión;
•• robo de camiones de carga (trailers) y containers;
•• usura;
•• tráfico de obras de arte;
•• falsificación de monedas y títulos;
•• contrabandos y falsificaciones de medios de pago
•• juego de azar y apuestas;
•• trafico de drogas;
•• explotación de la prostitución;
•• estafas;
•• criminalidad organizada del trabajo;
•• criminalidad organizada de los productos agrícolas;
•• crímenes ambientales

b) Crímenes de segundo nivel (no tienen un inmediato efecto financiero,


pero se refieren al control de las actividades y al mantenimiento del
poder):

•• homicidios por comisión, por venganza, por ejecución de “sentencia”,


por ajuste de cuentas;
•• transformación de los capitales fruto de delitos en lícitos, reciclaje,
blanqueo, etc.;
•• crímenes bancarios, financieros, fiscales;
•• corrupción;

35
UNIDAD 1

•• intimidación, amenazas, actos demostrativos.


c) Crímenes de tercer nivel (dirigidos a perpetuar y a salvaguardar el
sistema criminal, extendiéndolo):

•• homicidios con objetivo amenazador o directamente defensivo;


•• actos de terrorismo político;
•• despistar;
•• manipulación de los medios de comunicación.
La criminalidad organizada actúa pues como un gran colector de dinero
que mueve del área legal a la ilegal y, como una membrana semipermeable
que filtra de nuevo en el área legal, después de haber “blanqueado”, los
capitales sucios procedentes del área ilegal. Es evidente la riqueza de la
gama de los servicios cubierta por estos crímenes: del préstamo a usura,
al mercado de los estupefacientes, al homicidio político sobre pedido. Las
ganancias de la riqueza así producida, de dimensiones ya colosales como
consecuencia del monopolio de las drogas, son en gran parte reinver-
tidas en actividades legales de vario tipo; últimamente, éstas se van redu-
ciendo cada vez más, a actividades especulativo-financieras que por su
naturaleza y por su masa, influyen en medida cada vez más significativa
en la circulación internacional de capitales.

El sistema criminal moderno está caracterizado por una multiplicidad de


personas, de lugares y de tiempos que consuman cadenas de crímenes
cada vez más complejas que se despliegan por muchos Estados, y son
administradas contemporáneamente y en tiempos diferentes por varios
grupos internacionales. En 1997 el Parlamento europeo definió la crimi-
nalidad organizada como “una asociación que realiza actividades orga-
nizadas repartidas y prolongadas en el tiempo y que implica a diversas
personas que cometen crímenes los cuales provocan prejuicios finan-
cieros notables ya que tienden a transferir las ganancias ilícitas en el
circuito económico legal.

36
EL CRIMEN ORGANIZADO

Las investigaciones criminológicas sobre tales formas criminales


presentan históricamente numerosas dificultades objetivas, en primer
lugar por el secreto y la mimetización de los grandes grupos criminales
además de la peligrosidad relacionada al desarrollo de estudios “sobre el
campo.” Por lo que se refiere al nivel de complejidad de las organizaciones
criminales, se debe poner de manifiesto como de las formas más simples
se alcanzan formas más complejas por procesos de diferenciación que
consisten en la especialización de los individuos y enteros sectores de la
organización en el desarrollo de una determinada tarea. Dicho fenómeno
de adaptación ocurre por la diferenciación de los siguientes ámbitos:

Liderato militar: compuesta por los jefes (boss), miembros de la parte más
racional de la organización criminal, dotados de gran capacidad orga-
nizativa. Los jefes de los sistemas criminales son elegidos con el mismo
cuidado que los grandes dirigentes de empresa y, como estos, tienen que
probar constantemente su valor y sus capacidades directivas;

Subsistema institucional: elementos del mundo político que a causa de


intimidaciones o recompensas dan asistencia y cobertura a la organiza-
ción criminal. Los objetivos son de facilitar del punto de vista organiza-
tivo los tráficos ilícitos, y amortizar la acción de contraste de las agencias
de control. El alistamiento ocurre por chantaje, corrupción o parentesco;

Subsistema financiero: personas y sociedades de confianza de la orga-


nización criminal que se ocupan de reciclar, custodiar y administrar
recursos económicos ilícitos. A menudo se encuentra un liderato autó-
nomo - financieros y mediadores - paritaria a los boss que se ocupan
de money laundering, constituida por elementos culturalmente discon-
formes al entorno criminal tradicional;

Tejido social: individuos y realidades empresariales sometidas a las orga-


nizaciones criminales en un determinado territorio.

Cabe recordar la reciente Decisión cuadro 2008/841/GAI del Consejo de


la Unión europea, del 24 de octubre 2008, relativa a la lucha contra la
criminalidad organizada en que se da una definición de dicho fenómeno
en estos términos: una asociación estructurada por más de dos personas,

37
UNIDAD 1

establecida desde hace tiempo, que actúa de modo concertado al objetivo


de cometer crímenes, directamente o indirectamente, para una ventaja
financiera u otra ventaja material; por “asociación” estructurada se
entiende una asociación que no se ha constituido para la comisión impro-
visada de un crimen y que no debe necesariamente: preveer papeles para
sus miembros definidos formalmente, continuidad en la composición o
una estructura articulada.

A pesar de la complejidad de individuar una definición, es posible identi-


ficar los puntos críticos de la criminalidad organizada de tipo mafioso en
las siguientes características:

1. finalidad fundamental, la edificación de un imperio financiero a


través de la comisión de delitos de índole varia;

2. fisonomía asociativa jerárquicamente estructurada, de gran eficacia


en el conseguir obediencia absoluta y silencio de los miembros, por
la intimidación, el terror y la certeza del castigo en caso de “sgarro”
(traición);

3. oferta de bienes y servicios ilegales, como prostitución, contrabando,


armas, juego ilegal;

4. actividad transnacional y organización multinacional;

5. acumulación de enormes cantidades de dinero en efectivo;

6. reinversión de los capitales acumulados ilícitamente en actividades


legales, sobre todo de tipo especulativo-financiero, que influyen sobre
la circulación internacional de capitales;

7. capacidad peculiar de los jefes, cuya selección ocurre con una lucha
por el poder sin exclusión de golpes;

8. capacidad de conservar el secreto y discreción de sus estructuras;

38
EL CRIMEN ORGANIZADO

9. control y soberanía económica sobre vastas porciones del territorio


nacional, conseguidas por imposiciones de criminalidad organizada
y cuotas para los contratos públicos;

10. coincidencia y/o colusión entre la organización criminal y elementos


del sistema del poder gobernativo y económico, con capacidad de
influir las consultas electorales, de dirigir los votos de los electores
en cambio de beneficios, de infiltración y condicionamiento de los
medios de comunicación, de la burocracia, de la administración
pública, hasta la corrupción de policía y magistratura.

En cuanto al área de actividades ilegales creadas por las organizaciones


de tipo mafioso, estas son las más variadas: incluyen tanto crímenes
directamente relacionados a móviles provechosos como delitos que
sirven para conservar o aumentar el poder de la organización, o para
contrastar las tentativas de represión de la autoridad legal. Puede tratarse
por lo tanto de tráfico de estupefacientes y de armas, de contrabando, de
explotación de la prostitución, de control del juego clandestino, de extor-
siones e imposiciones de cuotas, de secuestros de persona para extorsión,
de reciclaje de dinero sucio, de crímenes ambientales, de especulaciones
industriales, comerciales o financieras, de cuotas por la obtención de
contratos, de corrupción política, de homicidios perpetrados con fines de
intimidación o de venganza.

Desde el punto de vista de la peligrosidad de tales organizaciones crimi-


nales, se puede decir que el sistema criminal tiende a constituir un Estado
en el Estado, cuya estructura mina desde interior y a cuyas funciones
quita el significado.

Por lo tanto, el fundamento del sistema mafioso es el control del terri-


torio; en el sentido que en ciertas ciudades o regiones la criminalidad
organizada, mafiosa, camorrística o de cualquier otro tipo, es la auto-
ridad indiscutida en la gestión de las actividades criminosas, y que auto-
riza a extorsionar comerciantes y empresarios operantes en la zona, que
provee la droga a los detallistas y los autoriza a revenderla, que tiene
también bajo su supervisión a los delincuentes comunes no asociados
con la organización, que vigila sobre las contratos públicos conseguidos

39
UNIDAD 1

con su mediación, que vigila incluso una parte de la vida política: de


modo que nada pueda eludir su control y que el flujo de sus ganancias
no sufra interrupciones.

Vemos ahora que se entiende por “criminalidad organizada transna-


cional.” La expansión de la criminalidad a nivel mundial y su mayor peli-
grosidad a menudo está mencionada entre los aspectos negativos más
visibles del proceso de globalización. Sobre esta posición concuerdan
muchos estudiosos de los fenómenos sociales, los formadores de opinión
y los simples ciudadanos que, cada vez más, perciben en la criminalidad
una de las fuentes principales de inseguridad.

En el curso de la última década se ha difundido particularmente el empleo


del adjetivo transnacional” para indicar mejor las formas estructuradas
de criminalidad que actúan dentro de territorios y confines que superan
las fronteras nacionales. Este término ha sido tomado en préstamo del
lenguaje de las relaciones internacionales, dónde generalmente es utili-
zado para indicar el movimiento de informaciones, dinero, personas,
objetos físicos y otros bienes tangibles o inmateriales por las fronteras de
los estados (Kehoane e Nye 1972: 12).

Esto evoca fuerzas anónimas, difíciles de identificar, que constituyen un


sistema de relaciones amorfas, no coordinadas entre sí y que son admi-
nistradas por sujetos que, en la mayoría de los casos, no se identifican
con la autoridad estatal (von Wright cit. en Bauman 2000, p. 65). La lógica
que anima el concepto de transnacionalidad es la ausencia de un centro
y la presencia de redes de relaciones que se extienden a lo largo de una
dimensión mundial (Giddens, 1994; Kastoryano 2001). Los contextos de
vida y acción social que derivan son “privas de distancias”, “inclusivas”,
porque son capaces de manifestarse en diferentes lugares al mismo
tiempo (Beck 1999).

Una de las primeras ocasiones en que el término ‘transnacional’ fue


asociado con fenómenos de criminalidad remonta a la mitad de los años
‘70. En particular se analizó la zona gris, esa zona de superposiciones y
contaminaciones recíprocas en que obraron no sólo formas convencionales
de crimen organizado, sino también expresiones de criminalidad de los así

40
EL CRIMEN ORGANIZADO

llamados cuellos blancos: en una palabra el crimen visto como fin e instru-
mento de la actividad empresarial, sea ilícita que formalmente lícita.

La exigencia de contar con un cuadro general sobre el fenómeno, que


sirviera como base de discusión por la identificación de las políticas más
oportunas, impulsó a las Naciones Unidas a promover, hacia la mitad de
los años ‘90, un estudio global sobre las formas de criminalidades trans-
nacionales existentes en el mundo. La definición de criminalidad trans-
nacional que fue utilizada en aquel ámbito estableció que se trataba de
crímenes “cuya ideación, perpetración y/o efectos directos o indirectos
implicaran más de un país” (United Nations 1995, p. 4). A pesar de que la
solicitud de datos había sido enviada a 193 estados, solamente 50 propor-
cionaron información –a menudo incompleta-. No obstante las respuestas
recibidas indicaran la existencia de algunas tendencias comunes, como
por ejemplo el creciente temor respecto a crímenes de naturaleza econó-
mica, los ligados a las nuevas tecnologías, la criminalidad ambiental, el
tráfico migratorio y la trata de seres humanos con fines de explotación
sexual -, no fue posible elaborar un perfil nítido de los grupos implicados
en este tipo de actividad y se concluyó la relación final subrayando “la
creciente preocupación respecto a la criminalidad transnacional, difícil
de documentar utilizando datos de tipo empírico”.

El recorrido iniciado en la mitad de los años ‘90 se caracteriza por un progre-


sivo abandono de los intentos de identificar una lista real de los crímenes
que pudieran ser definidos como “transnacionales” y de una orientación
cada vez más marcada hacia la individuación de las características que
los sujetos criminales operantes en los confines de más estados deberían
tener, para poder ser definidos en términos de “criminalidad organizada
transnacional.” Este cambio de perspectiva fue motivado por el hecho que
la creciente internacionalización de los grupos criminales no hizo posible
la exacta identificación de las actividades específicas a la cuales se dedi-
caron, visto el continuo desplazamiento de un sector de actividad a otro y
la progresiva extensión de la esfera de los intereses ilícitos.

El proceso de negociación intenso, aunque sorprendentemente breve, que


ha llevado, a finales del 2000, a la aprobación por parte de la asamblea
General de las Naciones Unidas de la Convención contra la criminalidad

41
UNIDAD 1

organizada transnacional, ha permitido llegar a una definición compar-


tida de criminalidad organizada y de lo que se entiende con la expre-
sión “crímenes de tipo transnacional”: es decir, los crímenes planeados
o cometidos en más de un Estado, o que, siendo cometidos en un país,
producen también efectos sustanciales en otro Estado1 (Ram 2001).

En estrecha relación al término ‘transnacional’, está el término ‘globaliza-


ción. Éste último ha entrado a formar parte del lenguaje de las ciencias
sociales (y también del habla común), y es usado a menudo para describir
algunos cambios radicales ocurridos en el universo criminal interna-
cional (Sterling 1994; Shelley 1997; White House 2000).

Es posible localizar cuatro diferentes perspectivas de análisis.

1. Para algunos, el nexo entre globalización y criminalidad es comple-


tamente obvio, natural y, en algunos casos, previsible. Esta es la
posición de los que sostienen que los efectos provocados por la
globalización se han revelado no sólo benéficos para los actores
económicos legales, sino también por aquellos ilegales que han
sabido utilizar en su provecho las posibilidades de acción que un
mundo “sin confines” podía ofrecerles (Shelley 1995; Williams e
Savona 1996; Bassiouni e Vetere 1998).

2. Entre los estudios que comparten la existencia de un nexo profundo


entre globalización y nuevas formas de criminalidad encontramos a
los que están inclinados por un mecanismo de causalidad diferente.
Según lo que afirman los partidarios de esta visión, la aparición y
difusión de la criminalidad organizada transnacional serían favore-
cidas por las asimetrías sociales, políticas, económicas y culturales
que la globalización ha provocado a nivel mundial (Passas 2000). Las
transformaciones inducidas por este profundo proceso de cambio
activan el potencial criminógeno de tales desequilibrios que, a su

1 La definición de grupo criminal organizado contenido en la Convención es la partidaria: “grupo


estructurado compuesto por tres o más personas, que existe por un cierto período de tiempo y que
actúa de modo coordinado con el objetivo de cometer uno o más crímenes graves para conseguir,
directa o indirectamente, un beneficio de tipo financiero o material.” Por crímenes graves se entienden
aquellos crímenes que son sancionables con una pena de detención de al menos cuatro años (United
Nations 2000b, p. 1).

42
EL CRIMEN ORGANIZADO

vez, engendran oportunidades que los grupos criminales explotan


para extender su propio rayo de acción y reforzar su propio poder.
Algunos datos estructurales, como por ejemplo el empeoramiento de
las diferencias territoriales y sociales existentes entre Norte y Sur del
mundo y los procesos de financiación de la economía, forjaría, por
lo tanto, como reales “factores criminógenos” capaces de favorecer la
creación de una “aldea global mafiogena” que se extiende del centro
hacia la periferia (Santino 2002).

3. Otro punto de vista sobre la conexión entre globalización y crimina-


lidad, la formación de una aldea criminal global no debe entenderse
únicamente en términos de expansión de las actividades criminales
a escala mundial. Una buena parte de las potencialidades criminales
insitas en la globalización no se traduce exclusivamente en las acti-
vidades conducidas por grupos criminales tout court, si no en un
desliz contemporáneo de sujetos legales hacia prácticas ilícitas y en la
creación de sociedades cada vez más eficaces entre actores legítimos
y sujetos criminales (de Maillard 2002; Nelken 1998; Ruggiero 1999;
2002; van Duyne 1993).

Por lo tanto, la globalización favorecería no sólo la proliferación de


nuevas formas de criminalidad convencional; si no que ofrecería, por
ejemplo, a la élite ámbitos de inversión carentes de reglas y la posibi-
lidad de operar en territorios privilegiados donde las transacciones
sobrevienen sin alguna forma de reglamentación (Ruggiero 1999).

4. Para otros, la expresión “criminalidad organizada transnacional”


constituye solamente una nueva etiqueta global frente al viejo
fenómeno de la criminalidad organizada local (Broome 2000). Los
profesionales de la seguridad revelarían, en algunos contextos, una
tendencia a promover un tipo de miedo generalizado para producir
luego su acervo de conocimientos en materia de garantía, protección y
prevención. Eso permitiría justificar la solicitud de ulteriores recursos
financieros destinados a la lucha del fenómeno a nivel nacional e
internacional y a la pretensión de más amplios poderes en materia
de investigaciones y de interferencia en los asuntos nacionales de
algunos países (Beare 2000a).

43
UNIDAD 1

1.2. DIFERENTES MODELOS DE ORGANIZACIONES


CRIMINALES
Uno de los documentos más completos en el análisis de los modelos
de organización criminal se puede hallar en el Falcone Check List, un
instrumento de trabajo elaborado en ámbito europeo.

Uno de los elementos de la criminalidad organizada transnacional que


más se ha desarrollado y que representa con mayor nitidez su avance
y expansión es la utilización de los instrumentos sofisticados como los
medios de comunicación modernos y las redes comerciales internacio-
nales. Es el efecto de la globalización económica en donde los flujos finan-
cieros, la expansión de los mercados y las inversiones han sido utilizados
por las organizaciones criminales. Teniendo como característica común
utilizar los tejidos del comercio internacional para lograr sus ganancias
ilícitas, las cuales se acrecientan en la medida que tienen que corromper
las relaciones legales y que utilizan las relaciones ilegales.

Las organizaciones criminales necesariamente deberán contar con cuatro


elementos: el primero es la cúpula o dirigentes que son aquellas personas
encargadas de la dirección, coordinación y supervisión de las diversas
actividades criminales; los otros tres elementos - de soporte al primero
- se convierten en tres pilares fundamentales e indispensables, ya que
si falta alguno de ellos, no podemos hablar de delincuencia organizada.
El primer pilar es la realización de los actos ilícitos o actividades prima-
rias de la organización criminal; el segundo pilar está compuesto por las
redes de protección de la organización criminal, que aseguran la perma-
nencia y funcionamiento de ésta; el tercer pilar es el financiero o econó-
mico, que es el objetivo mismo de la organización criminal.

Como toda asociación de individuos, cuentan con una identidad propia,


la cual es parte esencial de su existencia misma. El término asociación es
el marco de comportamiento en el que convergen las conductas indivi-
duales. Sin embargo, en la mayoría de las veces las organizaciones delictivas
actuales adoptan modelos y estructuras del mundo empresarial, industrial
y de negocios. Desarrollan sus actividades bajo el mismo esquema de cual-
quier otra sociedad o asociación legal. Pero a diferencia de las primeras, los

44
EL CRIMEN ORGANIZADO

productos, medios o servicios que ofrecen son ilegales o ilícitos, su organiza-


ción es acorde con la racionalización de los medios personales y materiales,
la vocación de permanencia en el tiempo las obliga a expandir sus activi-
dades pero no descuidan su actividad primaria, mientras exploran otras;
fomentan nuevas formas y potencialidades e involucran a sus miembros
en dinamismos que emergen del propio proceso, obteniendo su soporte en
la interconexión con otras redes de productores, compradores y organiza-
ciones de delincuencia organizada que les proporcionan una mayor capta-
ción económica. Cualquiera que sea su tipo de asociación, tendrán elementos
diferenciadores y organizaciones, por ello es importante que el investigador
busque en todo momento saber cuales son las características de éstas, y
deberá buscar la nomenclatura de la organización con fin de poder identi-
ficar y relacionar las diversas actividades criminales que realiza.

1.2.1 Estructuras jerárquicas o flexibles


La comunidad internacional trata de enfrentar a los grupos de delin-
cuencia organizada transnacional pero el problema es que no existe
una organización individual o un paradigma de comportamiento que
proporcione un marco constante y accesible de referencia. Las organiza-
ciones criminales varían en tamaño, escala, alcance geográfico, relación
con las estructuras de poder nacionales e internacionales, organización y
estructura interna, combinación de instrumentos que utilizan para evitar
a los organismos encargados de combatirlas y para proseguir con sus
empresas criminales y la gama de sus actividades legales e ilegales.2

a) Jerárquica
Existen algunas organizaciones criminales que aún ahora reúnen ciertos
elementos que corresponden a sociedades arcaicas, tipo clan, en donde
la familia es el núcleo fundamental. En la experiencia italiana los grupos
de mafia se caracterizan por un gran número de hombres y medios, a
menudo con ramificaciones a lo largo de toda la nación así como en el exte-

2 Review of Priority Thermes, Implementation of the Naples Political Declaration and Global Action
Plan against Organized Transnational Crime, Report of the Secretary-General, UN doc. E/
CN.15/1996/2; Informe 2001 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de
lasNaciones Unidas, Nueva York, 2002. doc. E/INCB/2001/1. pág. 2

45
UNIDAD 1

rior. Sin embargo, el significado más común del término no corresponde


completamente a la realidad criminológica, en donde este fenómeno se
manifiesta de una forma mucho más rudimentaria, a nivel organizativo.

Las organizaciones que presentan una estructura vertical y rígida cuentan


con leyes muy estrictas de funcionalidad y silencio. A fin de lograr la
impermeabilidad que les permita la permanencia en el tiempo y el desa-
rrollo de sus actividades; sin embargo, esta rigidez, también provoca que
su campo de operación sea limitado y su actuación restringida al territorio
que controlan. La verticalidad de las decisiones y acciones entre la cúpula
y los cuadros de acción, son muy estrechas, la estandarización de sus
procesos y la resistencia al cambio son elementos predominantes en estas
organizaciones. La violencia que ejercen hacia el interior es para obtener
el respeto a sus estrictas reglas de control, hacia el exterior se utiliza para
controlar principalmente el territorio y las reacciones en caso de no ser
respetadas es inmediata y violenta. El investigador deberá identificar las
acciones criminales en las zonas geográficas que controlan y romper la
impermeabilidad de éstas, lo que permitirá penetrarlas y combatirlas.

b) Flexibles
Las organizaciones criminales modernas han evolucionado en gran medida
copiando esquemas de administración y operación del mundo legal, actuando
como empresas transnacionales ilícitas. Sus formas de organización son más
abiertas y horizontales. Estás organizaciones están compuestas por redes o
células, cada una de ellas se define como un conjunto de relaciones de trabajo
fluidas, flexibles y complejas que llegan a cruzar varios límites, dentro y
fuera de las organizaciones con pautas en donde sus miembros comparten
intereses comunes. Existen sanciones cuando se presenta la inconformidad
o rupturas de la red, sin embargo, los miembros intercambian diversos bene-
ficios en los que destaca el aspecto económico. Habitualmente las organiza-
ciones presentan dos niveles: el primero, es un proceso simple en donde se
realizan acciones sin llegar a cuestionar ningún aspecto fundamental de la
estructura, los métodos y los procesos de toma de decisiones.

El segundo, es un nivel más complejo, en donde se cuestiona la racio-


nalidad detrás de las acciones o toma de decisiones y las prácticas para
transformar la capacidad, la ideología o las variables fundamentales de

46
EL CRIMEN ORGANIZADO

los objetivos de la organización criminal. Adoptan un diseño alterna-


tivo, siendo sensibles al cambio de situación y tienen estructuras internas
complejas para administrar y procesar diversos estímulos externos como
las acciones de represión por parte de la autoridad. Su organización
lateral crea canales de comunicación que hacen que la información fluya
de forma más rápida, reducen la necesidad de comunicación vertical,
formando equipos independientes que se enfocan a tareas específicas
logrando que los miembros de diferentes células mantengan un contacto
estrecho con los otros para lograr el éxito de los proyectos criminales.
Operando bajo un ambiente de alta incertidumbre y diversidad utilizan
este modelo para mantenerse competitivas.

El Centro Internacional para la Prevención del Delito (CICP, por sus siglas en
inglés) en cooperación con el Centro de Investigación interregional de delitos y
Justicia de las Naciones Unidas (United Nations Interregional Crime and Justice
Research Centre, UNICRI) dirigió una investigación en 16 países reuniendo
información de 40 grupos criminales. La perspectiva de los datos recopilados
proporcionó algunas ideas de la amplia variedad de los grupos criminales
presentes en los 16 países. Al mismo tiempo el CICP identificó un importante
número de similitudes entre esto grupos y estableció 5 amplias tipologías de
grupos criminales. Las cuales presentan un esquema global de las diversas
formas que pueden adoptar las organizaciones criminales transaccionales.

1. Jerarquía Estándar

•• Un sólo líder
•• Jerarquía claramente definida
•• Fuertes sistemas de disciplina interna
•• Conocida por un nombre específico
•• Frecuentemente existe una identidad étnica o social fuerte
•• Violencia esencial a sus actividades
2. Jerarquía Regional

•• Estructura de un sólo líder

47
UNIDAD 1

•• Línea de comando del centro


•• Grado de autonomía a nivel regional
•• Distribución geográfica / regional
•• Actividades Múltiples
•• Frecuentemente existe una fuerte identidad étnica o social
•• Violencia esencial a las actividades

3. Agrupación Jerárquica

•• Consiste de un cierto número de grupos criminales


•• Acuerdos de consejo de los representantes de grupos
•• El grupo principal tiene identidad más fuerte que los grupos componentes
•• Grado de autonomía para los grupos componentes
•• Formación fuertemente ligada al contexto social / histórico
•• Relativamente rara

4. Grupo Central

•• Grupo Central rodeado por una red flexible


•• Número limitado de individuos
•• Estructura horizontal estrechamente organizada
•• El tamaño pequeño mantiene la disciplina interna
•• Raramente tienen identidad social o étnica
•• Sólo en un número limitado de casos se conocen con un nombre específico

48
EL CRIMEN ORGANIZADO

5. Red Criminal

•• Son definidas por las actividades de individuos claves


•• La distinción en la red está determinada por los contactos/habilidades
•• Las lealtades/lazos personales son más importantes que la identidad
social/étnica
•• Las conexiones de la red perduran, ligándose a una serie de proyectos
delictivos
•• Bajo perfil público – rara vez conocidos por un nombre
•• La red es reformada con la salida de algún individuo clave.
Las organizaciones criminales, como ya vimos, presentan diversas tipo-
logías, las cuales en su estructura pueden estar compuestas por una o
varias células, o grupos de individuos que realizarán tareas bien definidas
para desarrollar con éxito las empresas criminales. Existen diversas clases
de células criminales, de acuerdo a las funciones primarias que puedan
realizar, pero ello no significa que puedan dedicarse a una sola actividad
criminal. Como se puede observar en un caso de la lucha contra la delin-
cuencia organizada en México en donde un grupo conocido como “los arbo-
litos” que pertenecían a una célula ejecutora de la organización criminal de
Amado Carrillo y años después fue el blanco de la operación “Casablanca”
por delitos de lavado de dinero (Gonzalez, 2001). En este sentido las células
de las organizaciones criminales pueden ser las siguientes:

a) Células ejecutoras
Como las organizaciones delictivas no cuentan con órganos de control para
arreglar los conflictos que puedan acontecer entre ellas, sus medios de solu-
ción se dan por razón de acuerdos o en caso contrario la violencia es el único
medio para resolver los asuntos y ésta debe ser realizada por alguien. Frente a
esto existen células que realizan por una parte el control al interior de la orga-
nización y hacia fuera son las encargadas de arreglar las cuentas, los miem-
bros de estas organizaciones pueden ser conocidos como sicarios o ejecutores,
su función es la aplicación de la violencia en el grado y medio necesario para
transmitir el mensaje al interior o exterior, actúan bajo códigos de ejecución y
violencia para determinadas situaciones.

49
UNIDAD 1

b) Células Financieras
Estas células tienen varias caras o facetas que cambian de acuerdo a la acti-
vidad criminal relacionada con el aspecto económico y financiero de la orga-
nización criminal en el continuum de la realización de los actos ilícitos. Por
ejemplo el dinero obtenido por el pago de una dosis de droga o las ganancias
obtenidas por la prostitución o el rescate de los secuestros, etc. Sin embargo,
este es el momento de la cadena criminal en donde el dinero y el/los sujeto/s
que realizan la conducta criminal están más cercanos, ya que inmediatamente
después el dinero es entregado a individuos que forman parte de estas células,
los cuales estarán encargados de diversas actividades que van desde el trans-
porte de efectivo hasta las diversas vertientes que buscan separar el origen
ilícito real del dinero y el dinero mismo por medio de diversas formas de trans-
formación de la ilicitud de las ganancias, con el objeto de convertirlas para que
aparenten ser producto de actividades legales. Así como hacer llegar a toda la
organización criminal los recursos financieros necesarios para el desarrollo de
sus actividades y las cantidades de dinero para sus gastos además de realizar
todas las actividades bancarias, bursátiles, mercantiles, etc. Es decir, todo lo
referente al manejo del dinero. Esta actividad es conocida como el lavado o
blanqueo de dinero y es realizada por los sujetos de estas células.

c) Células operativas
Estas células se refieren a la realización misma de los diversos ilícitos que
conforman la delincuencia organizada, puede decirse que es la célula
que realiza todos los delitos de las actividades primarias y los conexos
de la organización criminal. Por ejemplo las que realizan la falsificación
de moneda, el tráfico de indocumentados, la explotación de mujeres en el
delito de trata de personas, los que realizan el robo y venta de material
nuclear, diversos relacionados con el narcotráfico, etc.

d) Células de infiltración
El objetivo de estas células es que miembros de las organizaciones crimi-
nales se introduzcan principalmente en las agencias encargadas de
combatir las o en las áreas sensibles de los órganos centrales del Estado,
descentralizados o en empresas privadas con el propósito de conseguir
información secreta o de otra índole, atraer adeptos mediante diversos
medios lícitos o ilícitos e ilícitamente dañar, deteriorar la imagen, las

50
EL CRIMEN ORGANIZADO

tareas, las acciones para entorpecer las funciones de las dependencias del
Estado, organismos públicos descentralizados, trastornando o afectando
la capacidad de reacción, prevención y penalización del Estado.

e) Células negociadoras
Es el grupo de individuos que buscan acuerdos entre las diversas orga-
nizaciones criminales con la finalidad de solucionar disputas o ampliar y
fortalecer mediante alianzas con otras organizaciones criminales siempre
en busca de una utilidad, beneficio o interés de la propia organización.

1.3 LA EMPRESA CRIMINAL: LAS CARACTERÍSTICAS


BÁSICAS
La delincuencia organizada realiza principalmente los delitos que ofrecen
una gran rentabilidad, como tráfico de drogas, lavado de dinero, secuestro,
extorsión, trata de seres humanos, contrabando de armas de fuego y obras
de arte, de especies animales y plantas en peligro de extinción, venta de
materiales y tecnologías radioactivas y nucleares, piratería industrial y
comercial, malversación, soborno, corrupción, etc.; sin embargo, al mismo
tiempo realizan delitos conexos que sirven como medio o instrumento para
realizar con eficacia los delitos anteriores, como son homicidios, secues-
tros, robos violentos, tráfico de influencias, etc. La Convención de Palermo
que es la respuesta internacional a la preocupación de las adversas reper-
cusiones económicas y sociales derivadas de las actividades de la delin-
cuencia organizada en los planos nacional, regional e internacional, dio
una fórmula en la que describe que las actividades de un grupo delictivo
organizado debe cometer delitos graves, entendiéndose éstos como aque-
llos con una condena a la privación de la libertad máxima de al menos
4 años o con una pena más grave que sean de carácter transnacional. Es
importante mencionar que de acuerdo al tipo de demanda del mercado
ilegal, sea este local o regional, un delito puede adquirir dimensiones
de delincuencia organizada, por ejemplo el robo de vehículos en centro-
América, el tráfico de emigrantes de Europa del Este hacia Europa o la
pornografía infantil vía Internet en donde el elemento de ubicación en la
realización del delito es muy difícil de determinar.

51
UNIDAD 1

Una de las características que debemos tomar en cuenta son los roles de
los miembros de la red criminal.

El fenómeno que ha provocado la delincuencia organizada es que ésta


se entiende como un ente compuesto por un grupo de personas que
realizan delitos con la finalidad de obtener un beneficio económico. El
vínculo asociativo que existe entre los sujetos que realizan estos delitos
de manera reiterada y permanente es el que ha provocado la respuesta
no solo de algunos países sino de toda la comunidad internacional con el
fin de hacer frente a estas diversas asociaciones criminales que ponen en
peligro la estabilidad del estado, la economía de los países y las regiones
y la seguridad de los ciudadanos. Este ente, que ha sido definido por
la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organi-
zada como “grupo de 3 o más personas no formado fortuitamente para la
comisión inmediata de un delito y en el que no necesariamente se haya
asignado a sus miembros funciones formalmente definidas ni haya conti-
nuidad en la condición de miembros o exista una estructura desarrollada
que exista durante cierto tiempo y que actué con el propósito de cometer
uno o más delitos punibles con una privación de libertad máxima de al
menos 4 años o con una pena más grave con miras a obtener, directa o
indirectamente un beneficio económico u otro de orden material”. Uno
de los problemas más graves que presenta la lucha contra la delincuencia
organizada es identificar a los sujetos que forman parte de ella pero prin-
cipalmente es saber cuales son las tareas o roles que desempeñan en
la organización a fin de establecer los diversos grados de participación
delictiva de los sujetos así como identificar a los administradores, direc-
tores, coordinadores y supervisores dentro de la organización delictiva.

a) Características de liderazgo
Es importante identificar al líder o a los líderes de las organizaciones no
solo por intereses criminológicos o sociológicos de las cualidades exclu-
sivas de éstos y que en muchas ocasiones estas cualidades son cruciales
para el funcionamiento de la organización criminal, en este sentido
existen varias cualidades que son importantes de resaltar, como el perte-
necer a un estatus económico o social privilegiado, hacer que la gente se
identifique con sus objetivos, establecer fácilmente empatía con la gente,

52
EL CRIMEN ORGANIZADO

tener habilidades o conocimientos específicos, ejercitar la violencia como


un medio de control o haber sido designado por consenso o imposición.

Es de gran importancia y la esencia misma de la lucha contra la delin-


cuencia organizada determinar cuales son los sujetos y el rol que realizan
dentro de la agrupación, principalmente para que el fiscal y el juez esta-
blezcan los grados de participación dentro de la organización criminal
y a fin de establecer el aspecto sancionador y penalizador del que serán
objeto como elemento de reproche social por las conductas realizadas.

En el derecho penal sustantivo existe una tendencia a diluir la responsa-


bilidad individual en el marco de las organizaciones, penalizar el compor-
tamiento de los colaboradores externos y castigar la mera participación.
Tanto el tipo objetivo (actus reus) como el subjetivo (mens rea) tienden a ser
definidos de manera menos clara que en el derecho penal clásico. Tanto en
el Common law como en el Derecho Continental las diversas teorías acerca
de la determinación de la responsabilidad penal respecto a los sujetos que
realizan conductas criminales son amplias y variadas, muchas de ellas
con convergencias hacia un mismo sentido y otras opuestas, pero lo que sí
presenta un mismo cauce es la penalización de la participación en delin-
cuencia organizada y de los sujetos que están en la cúpula de la organiza-
ción y que realizan actividades sin las cuales la organización criminal no
podría funcionar. Es por eso que los aspectos de dirección, supervisión y
coordinación sí son penalizados de manera más contundente.

El fiscal debe determinar las actividades primarias de la red criminal


para poder establecer cuales son las áreas de operación de ésta. En primer
lugar debemos detectar si estamos frente a una organización criminal o
solo frente a una célula. Después establecer que tipo o tipos de células
están siendo investigadas y calcular el número de integrantes que la
organización criminal o la célula tienen. Esto se puede lograr mediante el
análisis del denominador común que es el aspecto económico. Que servirá
también para identificar a los sujetos y su roles. El modus operandi es el
modo y la forma de actuar de la organización criminal, en este sentido el
investigador en delincuencia organizada deberá establecer una estrategia
de investigación con la finalidad de descubrir cuales son.

53
UNIDAD 1

b) Contactos con otras redes criminales


Los contactos de la organización criminal con otras organizaciones,
grupos o sectores, así como los proveedores de bienes o servicios con los
que cuenta y que son necesarios para las actividades criminales. Inves-
tigar cuales son los medios de transporte que utiliza, nos podrá servir
para calcular las dimensiones de la organización criminal y los medios
con los que cuenta, las rutas a fin de establecer en un esquema que pueda
servir ya sea por el tipo de investigación pro-activa hacia adelante o reac-
tiva hacia atrás, las circunstancias por las cuales han sido utilizados los
medios de transporte y las rutas. Esto ayudará a detectar evidencia y
podrá en algunos casos descubrir las formas de protección de la organi-
zación y los medios de camuflaje que se utilizan.

c) Las actividades criminales


La forma en la cual la organización criminal produce los bienes lícitos o
ilícitos es importante; se debe buscar cuales son los medios y las formas
de control con que la organización criminal cuenta. Por otra parte
debemos determinar cuales son los medios y las formas de reclutamiento
de personas por parte de la organización criminal, ya que el cuadro de
actividades primarias que realice la organización tendrá como marco el
número de personas que deberá reclutar y que estas cuenten con ciertas
capacidades especiales para cada una de las funciones y necesidades
específicas, siendo importante establecer cuales son las formas en que
se hace. Recordemos que el reclutamiento no sólo se llevará a cabo en las
áreas relacionadas con el hampa como el transporte o la venta de drogas,
o la custodia y transporte de emigrantes, etc.; sino además la organiza-
ción criminal deberá contar con personal calificado en diversas áreas o
campos del conocimiento científico, por ejemplo abogados, contadores,
químicos, biólogos, etc., es por ello que existen diversas propuestas de
todos los niveles tanto internacional como regional en donde se pide una
mayor actividad represiva sobre los profesionales que ayuden a estas
organizaciones (Van den Wyngaert, 2000).

54
EL CRIMEN ORGANIZADO

Las actividades necesarias para el funcionamiento de la organización


criminal son encontrar aquellas que debe realizar para llevar a cabo
parte o la totalidad del proceso criminal. Por ejemplo, una organización
dedicada al narcotráfico que controle todo el proceso desde la plantación
de la hoja de coca, deberá tener un terreno donde sembrar, contar con
toda la maquinaria y mano de obra hasta su cosecha, después deberá
contar con los instrumentos para la transformación y los precursores
químicos indispensables para su transformación en clorhidrato, inmedia-
tamente después las prensas y los elementos necesarios para el camuflaje
y almacenamiento, los medios de transporte y las rutas por las cuales
la mercancía viajará para llegar a los mercados de consumidores. Para
ello se deberá contar con lugares de almacenamiento en los lugares de
destino, y de los medios e instrumentos como son las básculas y diversos
utensilios para su dosificación y empaquetado, así como sus canales de
distribución para la venta al menudeo. Claro que todo eso a nivel opera-
tivo y económico no sería rentable, ya que significaría que esta organiza-
ción criminal dispone de todos los instrumentos, medios de transporte,
lugares de almacenamiento, etc. Así que, desde el lugar de origen del
producto ilícito hasta su venta en el mercado de consumidores deberá
recurrir a servicios a contrato, o buscar socios que la ayuden a realizar
alguna tarea en concreto de todo el proceso anterior.

La criminalidad organizada ha aprovechado como ninguna otra orga-


nización, el gigantesco mercado que en los últimos años se ha expan-
dido como consecuencia de la globalización y hacia el que evoluciona la
economía mundial. La gran demanda de bienes y servicios prohibidos
que ha surgido en el mercado mundial, que coexiste con el mercado legal,
es idónea para la proliferación de las organizaciones criminales, por
ejemplo drogas, armas, materiales radioactivos, trata de personas, mano
de obra, obras de arte, tráfico de menores, etc.

Todos estos son bienes que en el actual mercado mundial se han generado
como un nuevo sector o en algunos casos lo han potenciado en la acti-
vidad económica. Se trata así de productos que gozan de gran demanda
por el público, pero que se encuentran prohibidos o han sido obtenidos de
manera ilícita. Es aquí donde las organizaciones ilegales encuentran las
oportunidades de desarrollo, ya que es difícil para un individuo o persona

55
UNIDAD 1

disponer de la infraestructura y de los medios adecuados para satisfacer


a esta demanda, siendo así necesario que varios individuos se asocien y
organicen a fin de poder cubrir o gestionar el amplio mercado de bienes
ilícitos en el mercado ilegal, naciendo así las organizaciones criminales.

Este fenómeno tiene muchas consecuencias, así que el investigador


deberá valorar e investigar la demanda de estos bienes. Podemos afirmar
que las organizaciones criminales primeramente se desarrollan por la
demanda de los bienes y servicios en el mercado nacional existiendo
así organizaciones criminales a nivel nacional, pero esto sería solo en el
caso de que estos bienes se encuentren en el mismo lugar donde existe la
demanda. Pero la expansión de los mercados influye profundamente en
la estructura y expansión de estas organizaciones criminales; la demanda
se extiende a varios estados proporcionando la oportunidad para que
las organizaciones criminales superen el marco nacional y se desarro-
llen a nivel regional o transnacional, trayendo consigo diversas mani-
festaciones criminales. No podemos negar que existen ciertos grupos
criminales que operan a nivel internacional, pero siempre actuarán en
conexión con grupos nacionales. Que bajo el nuevo esquema de la globa-
lización y expansión de los mercados, aunado a las ventajas que ofrece
el sistema financiero internacional se han incorporado o fusionado con
organizaciones criminales de otros estados o con aquellas organizaciones
criminales que ya actuaban bajo esquemas internacionales, alcanzando
una proyección transnacional, haciendo así que la dimensión interna-
cional del crimen organizado tenga alcances sin precedentes.

Existen diversas formas por las cuales las organizaciones criminales


realizan tratos o comercio mediante un conjunto de operaciones por las
que pasan sus mercancías desde el productor hasta el consumidor. Uno de
los elementos más comunes es el control del territorio el cual se puede dar
por acuerdos entre las diversas organizaciones criminales; con la conquista
del territorio mediante el uso excesivo de la violencia, o mediante acuerdos
con funcionarios corruptos que por su posición de poder pueden ofrecer
paso libre a sus productos, o impunidad a sus actividades ilícitas, obte-
niendo a cambio de ello una ganancia privada ilegítima.

56
EL CRIMEN ORGANIZADO

Otro elemento importante en que el investigador deberá poner especial


atención es localizar a los intermediarios o compradores intermedios
de los productos o servicios que ofrecen, ya que, como hemos señalado,
es muy difícil que una organización de delincuencia organizada trans-
nacional pueda abarcar todos los momentos y medios con los que los
productos llegan al destino final.

Según una perspectiva bastante compartida por los estudiosos del fenó-
meno, la actual difusión de la criminalidad transnacional debería ser
analizada en el ámbito del proceso de ensanche del abanico de activi-
dades ilícitas a lo largo de una dimensión cada vez más global.

A pesar de que la expansión geográfica haya representado desde siempre


a una de las necesidades históricas de cualquier actividad empresarial
(Ruggiero 2002), la actual fase de ampliación del espacio del mercado
habría añadido, a aquellos ya existentes, nuevas oportunidades de explota-
ción criminal. La criminalidad organizada, por lo tanto respondería, como
otros actores legales , a incentivos ofrecidos por un mercado cada vez más
globalizado, obrando fuera de estructuras legítimas de autoridad y poder.

A este propósito, algunos observatorios subrayan como la apertura de


los países del este europeo a la economía de mercado y al modelo capi-
talista sin un proceso gradual - haya brindado ingentes oportunidades a
la criminalidad organizada, sobre todo, a los procesos de privatización
de las propiedades estatales, al desmantelamiento de algunas agencias
gubernativas y al vacío legislativo que se ha creado. De manera pare-
cida, otros ponen su atención a las políticas de tipo prohibicionista adop-
tado por algunos países en materia de drogas o inmigración que habrían
producido el efecto perverso de “clandestinizar” algunos bienes y servi-
cios y crear espacios favorables a las actividades criminales.

57
UNIDAD 1

1.3.1 La red criminal: Contactos con otros grupos criminales


En el análisis de las oportunidades y recursos a disposición de la crimina-
lidad transnacional merece una mención especial la fórmula organizativa
a través de la cual se estructuran estas hermandades. El imaginario colec-
tivo comúnmente asociado al fenómeno de la criminalidad organizada a
menudo nos remite a la idea de grupos de cierta entidad, articulados según
una organización jerárquica, dotados de un núcleo central de mando y una
división interior de los papeles, estructurados dentro de una dimensión
temporal de media/larga duración y activos en muchos sectores.

En el caso italiano, esta representación ha encontrado su expresión de tipo


ideal, en el fenómeno de la mafia y, en particular, en aquellas formas tradi-
cionales de asociacionismo criminal que se originaron en la segunda mitad
del siglo XIX, y de los cuales Cosa Nostra constituye uno de los ejemplos
más longevos y temibles. Este modelo histórico además de jurídico, social
y cultural de organización criminal no parece tener en la actualidad parti-
cular éxito a nivel internacional, dónde, si se hace excepción por algunos
contextos en los cuales es posible hallar ejemplos de uniones en parte
parecidas a aquellas mafiosas. Por ejemplo el Yakuza japonés o las Tríadas
chinas, donde parece dominar una visión tendencialmente opuesta que
subraya, al revés, la naturaleza esencialmente fluida, segmentada y opor-
tunística de los grupos criminales activos en los principales mercados
ilícitos (Fijnaut et al. 1998; Hobbs 1998; Beare e Naylor 1999).

Por otro lado la cuestión sobre qué se debe entender por “grupo criminal
organizado” ha constituido un nudo problemático de no poca impor-
tancia durante el proceso de negociación de la Convención de las Naciones
Unidas contra la criminalidad organizada transnacional, tanto así, que al
final, más de ciento veinte países que han contribuido a la realización del
texto aprobado por la asamblea General de las Naciones Unidas al final
del año 2000, han optado, como ya se ha señalado, por una caracteriza-
ción bastante “amplia” de esos términos.

A pesar de que existen perspectivas tendientes a representar la cues-


tión de la organización interior de los grupos criminales a lo largo de un
hipotético continuum que ve, a los dos extremos, camarillas fluidas o de

58
EL CRIMEN ORGANIZADO

tipo más estructurado, de dimensiones menores o mayores, de carácter


informal o formal (Williams y Savona, 1996), en el curso de la última
déaaacada han cobrado un particular éxito aquellas visiones que insisten
sobre el predominio, en el universo criminal internacional, de grupos
estructurados sobre la base del modelo ofrecido por la red o, según el
término utilizado por la literatura internacional, del network (Potter 1994;
Hobbs 1998; Williams 1999; Ruggiero 2002).3

Buena parte de los grupos ilícitos descrita en las relaciones anuales de las
fuerzas de policía europeas, por ejemplo, se describe ya con los términos de
una criminalidad “moderna”, “empresarial”, “móvil”, “fluida”, de dimen-
siones más reducidas del punto de vista de la consistencia del número de
afiliados, “flexible.” Esta fórmula organizativa presenta algunas ventajas
específicas con respecto a las formas tradicionales de organización. En
primer lugar, el network permite descentralizar la ejecución de las varias
tareas y de compartir el proceso de toma de decisiones.

En esta óptica, el network no cuenta con ningún centro y está estructu-


rado sobre la base de la lógica binaria de la exclusión y la inclusión: todo
lo que está incluido en el network es necesario y útil a la supervivencia
del conjunto, lo que no está incluido, en cambio, no sirve y puede ser igno-
rado o eliminado. En segundo lugar, el network cuenta con una elevada
capacidad de reorganización. Si un particular nudo deja de realizar una
determinada función será eliminado y el network proveerá a instalarse
por consiguiente, sin padecer grandes cambios: algún otro nudo reali-
zará las mismas funciones.

En un ámbito más específicamente criminal, estas cualidades específicas


del network se traducen en características específicas. Uno de los aspectos
más innovativos es visible en la estructura segmentada y policéfala de los
grupos activos en algunos mercados ilícitos, dónde a las tradicionales
estructuras centralizadas de mando se han ido acercando y, en algunos

3 El network según la teoría social constituye un tipo específico de relación que liga entre ellos de
los conjuntos definidos de individuos, objetos o acontecimientos que pueden ser definidos “actores
o nudos” del network. El network está considerado una de las características clave de la morfología
social de la era de la información, es decir de la fase histórica actual que ha reemplazado la anterior fase
industrial y parece tener un particular éxito no sólo en ámbito productivo y comercial, sino también
en entornos más específicamente criminales.

59
UNIDAD 1

casos, reemplazando modelos decisionales de tipo más disgregado. Estos


grupos parecen ser cada vez más descentralizados y estructurados sobre
la base de relaciones de tipo horizontal.

Otra característica evidenciada a menudo consiste en la extrema flexibi-


lidad organizativa que permite acostumbrarse fácilmente a las circuns-
tancias externas y desarrollarse o expandirse según las contingencias
del momento. Por consiguiente, los actores y los intereses representados
por el mismo network también pueden variar sensiblemente en el curso
del tiempo. En este sentido, su lógica parece estar orientada más hacia el
oportunismo que hacia la continuidad y la cooperación.

Sin embargo, el control del territorio no es la única forma o medio por el


cual las organizaciones criminales se aseguran de que exista una demanda
para sus bienes y servicios. Utilizan o copian diversos instrumentos o
formas del sistema empresarial lícito como la promoción del consumo de
sus bienes o servicios por medio de otra organización criminal o célula.
Por ello es indispensable que estas organizaciones criminales establezcan
nexos con otras organizaciones, mediante contactos fiables con personas de
cierta confianza. Una de las grandes contradicciones que presentan estas
organizaciones compuestas por criminales es que entre ellos la confianza
es un elemento fundamental y que se va acrecentando mediante el tiempo
o las circunstancia en las que se conocieron; o la fama con la que cuentan o
buscan mediante gestiones personales o mediante el empleo de técnicas de
difusión y comunicación, informar a otras sobre los bienes que producen o
las ventajas que ofrecen al utilizar sus servicios.

En muchas ocasiones utilizan métodos de puntajes en los cuales de acuerdo


al auxilio o servicio ofrecido por parte de organizaciones criminales que
controlan un momento del mercadeo de los productos, les corresponde un
porcentaje sobre el total. Esto también incluye determinar las razones por
las cuales las organizaciones criminales utilizan los servicios de otras y
esto puede ser consecuencia de la reducción de los precios “estándar” por
parte de las organizaciones criminales, ofreciendo sus bienes o servicios
por debajo de los precios de otras organizaciones criminales.

60
EL CRIMEN ORGANIZADO

En el mismo sentido (asegurar el resultado y controlar los riesgos) muchas


organizaciones criminales ofrecen sus servicios asegurando el resultado con
el compromiso de que no serán detectados los bienes ilegales o que gozan de
la impunidad necesaria para obtener un libre paso o venta de ellos.

Con el fin de satisfacer el mercado de consumidores en otras regiones, las


organizaciones criminales requieren de alianzas o coaliciones necesarias
con otras organizaciones a fin de que los bienes ilícitos lleguen a su destino
final, pero ello implica que la responsabilidad se comparta entre todas ellas,
o que las organizaciones criminales vendan sus bienes a diversos interme-
diarios que las comercialicen. Sin embargo esto traería consigo diversos
riesgos en caso de que sean detectados y confiscados sus productos.

Por eso, muchas organizaciones criminales ofrecen diversas alternativas


como el control del riesgo o asegurando la mercancía en caso de que
sea confiscada por las autoridades. Estos servicios pueden tener un coste
mayor del que ofrecen otras organizaciones, sin embargo es un servicio
que puede procurar grandes ventajas a los que lo contratan y una gran
rentabilidad quienes lo ofrecen, ya que garantizan su servicio. Pero estos
servicios son muy limitados ya que solo se encuentran en ciertos puntos
del ciclo criminal, por ejemplo en el paso de una frontera, en el paso de
controles administrativos, sanitarios, migratorios, fiscales, etc.

El investigador deberá realizar una estimación de la penetración de las


organizaciones en el mercado, analizando los tipos de bienes que ofrece.
Un ejemplo: el caso de la cocaína enviada por los carteles colombianos
hacia el mercado estadounidense, quienes obtenían provecho de las
ventajas que las organizaciones criminales mexicanas les ofrecían, a
cambio del pago en especie que en muchas ocasiones llegó a ser más de
la mitad de los cargamentos enviados por los carteles colombianos.

Las organizaciones criminales que presentan formas de organización


flexible, utilizan en ocasiones los servicios de sujetos que no pertenecen
de manera estricta a la organización. Por sus conocimientos o habilidades
específicas auxilian de manera independiente a la organización criminal.
Por ejemplo, la contratación de sicarios para realizar asesinatos, pilotos o
conductores de medios de transporte, etc.

61
UNIDAD 1

También pueden existir dentro de una organización criminal sujetos que


son representantes, enlaces, o auditores de otra organización criminal
que velan por los intereses de sus representados. Por ejemplo, las orga-
nizaciones criminales colombianas y mexicanas tenían sujetos que vigi-
laban los diversos momentos del recorrido de la cocaína y del dinero
en diversos países desde Colombia hasta el mercado de consumidores
estadounidense, bajo la hospitalidad de las organizaciones criminales de
estos países, las cuales se hacían cargo de sus gastos y seguridad (Jean
François Boyer, 2001).

El investigador deberá determinar cuales son las organizaciones crimi-


nales que cooperan con el grupo investigado y de que forma se lleva a
acabo esta cooperación entendiéndose esta como la acción o efecto de
obrar conjuntamente con otra u otras organizaciones criminales para
llevar a cabo las acciones criminales, funcionando así como un eslabón
más de la cadena delictiva organizada, con fin de obtener mayores resul-
tados de la delincuencia organizada. Por ejemplo, el intercambio de cono-
cimientos o experiencias para la mejora de las acciones criminales, o
mediante el apoyo y soporte aportando mano de obra, bienes o servicios
ilegales, así como el paso por el territorio controlado por una organiza-
ción criminal que realiza distintas acciones criminales de bienes ilegales
de otra organización criminal.

En el caso de la competencia, se debe entender disputa o contienda entre


dos o más organizaciones criminales que rivalizan en un mercado ofre-
ciendo o demandando un mismo producto o servicio. Un análisis de las
acciones violentas en una determinada zona geográfica o hacia indivi-
duos específicos puede dar elementos reveladores a los investigadores
sobre confrontaciones entre organizaciones delictivas, por ello es impor-
tante relacionar muchos de los fenómenos violentos que pueden parecer
consecuencia de la delincuencia común.

Los facilitadores son personas que brindan ciertos servicios ilegales a


las organizaciones criminales cuya acción, si bien no es espontánea, se
realiza de manera intermitente e independiente en el ciclo de la delin-
cuencia organizada, como por ejemplo quien realiza falsificación de
documentos, transportistas, acciones encaminadas al lavado de dinero

62
EL CRIMEN ORGANIZADO

como depósitos, brokers, etc. Si bien es cierto que los bienes y activi-
dades de las organizaciones criminales se realizan en su mayoría bajo
un manto de protección producto de la clandestinidad, no obstante, con
el fin de surtir el mercado de productos ilegales, como ya vimos, deben
atravesarse diversas zonas físicas utilizando formas y métodos distintos
como son camuflajes, disimulos, etc. a fin de evitar que sus productos
sean descubiertos y por consiguiente decomisados por la autoridad. La
protección de funcionarios corruptos hacia las organizaciones criminales
que otorgan impunidad a sus actividades, permite que estas se realicen
más abiertamente, pudiendo además anticipar amenazas o competencia
de otras redes. En este sentido podemos decir que entre mayor es la
reacción de los medios represivos del estado, más sofisticados serán los
métodos de ocultamiento de las organizaciones criminales. Así mismo es
importante descifrar los distintos códigos de lenguaje que utilizan para
transmitir mensajes, ya que podrá servir para comprender y detectar con
mayor rapidez sus actividades, además de servir como un instrumento
ante los jueces o jurados al presentar los resultados de las intervenciones
telefónicas y ambientales.

Es de vital importancia el espacio físico en donde se desarrollan y


elaboran los productos o se ofrece el servicio y por consiguiente el reco-
rrido que realizan éstos atravesando diversas regiones y países a fin de
llegar al consumidor o consumidores finales. Es un conjunto de esla-
bones de toda la cadena delictiva de la delincuencia organizada, y para
ello las organizaciones criminales requieren de acuerdos con otras orga-
nizaciones que manejen, gestionen, o dispongan bienes o servicios para
aumentar o afianzar su lugar en el mercado ilegal. En sentido contrario,
como consecuencia de los grandes volúmenes de ganancias que genera
la delincuencia organizada, las organizaciones criminales contienden,
compiten o rivalizan a fin de vender su producto o su servicio en cierta
área geográfica. Por ello el investigador debe establecer un análisis de
los productos o servicios que controlan las organizaciones criminales,
la zona geográfica en donde se generan, almacenan, atraviesan o comer-
cializan estos bienes, además de analizar los hechos violentos que se
generan a fin de poder identificar los acuerdos o disputas.

63
UNIDAD 1

El elemento de violencia es el diferenciador más importante de las organi-


zaciones criminales, su actuación esta basada en la violencia, el ejercicio de
ésta se da al interno con la finalidad de mantener sus reglas, establecer la
disciplina o como un elemento de “ultima ratio”en el caso de diferencias
entre sus componentes. Hacia el externo, la utilización de la violencia es
el medio con el que cuentan las organizaciones criminales para establecer
sus redes, controlar los bienes o los mercados, conquistar el territorio o
“defenderlo”. Al estar fuera de la legalidad, por naturaleza, estas organiza-
ciones criminales, no existe un Órgano que sirva para resolver las disputas
entre ellas. Así la violencia es el único medio que tienen para solucionar
sus controversias en caso de que no logren encontrar un acuerdo a sus
conflictos. Realizar un análisis de los hechos violentos en una demarcación
geográfica así como los patrones empleados podrá servir para establecer si
es un efecto de control interno o externo de las organizaciones criminales.
Determinar los patrones de violencia para analizar comparativamente los
modus operandi y establecer un esquema a fin de descifrar cual o cuales
son los mensajes que las organizaciones criminales buscan enviar. Creando
además un compendio de los códigos de ejecución de las organizaciones
criminales utilizando elementos como los comparativos entre las pruebas
de balística y análisis victima-victimario.

1.4. LA GLOBALIZACIÓN DEL MEDIO: LAS


INTERACCIONES CON GRUPOS TERRORISTAS Y
EL NARCOTRÁFICO
Tanto la delincuencia organizada como el terrorismo son de gran similitud,
en especial modo en sus primeras etapas, al tratarse de entes colectivos
que constituyen modalidades considerablemente complejas de compor-
tamiento criminal. Las organizaciones delictivas y los grupos terroristas
a veces utilizan tácticas análogas para obtener el fin económico, como
secuestros, asesinatos, extorsiones y blanqueo de dinero. Sin embargo
existen diferenciadores importantes entre la delincuencia organizada y el
terrorismo. En primer lugar la delincuencia organizada busca obtener un
beneficio económico para el enriquecimiento material propio sin importar
si tiene o no una finalidad política: mientras que el terrorismo tiene como
finalidad una política desviada y puede realizar delitos para obtener

64
EL CRIMEN ORGANIZADO

beneficios del orden material, entendiéndose este en el contexto de la


Convención de Palermo, mutatis mutandis, organizaciones que no tienen
fines de lucro pero sí cometen delitos para realizar sus propósitos.

La delincuencia organizada ofrece oportunidades a los grupos terro-


ristas y separatistas para la obtención de grandes ganancias y de manera
rápida, ya que ambos necesitan fuentes continúas de ingresos para su
funcionamiento. En este sentido existen varias formas en las que la delin-
cuencia organizada y el terrorismo establecen nexos: uso del terrorismo
como medio para imponer sus fines de impunidad contra el Estado por
parte de las organizaciones de delincuencia organizada; realización de
actividades criminales para financiar sus fines políticos desviados por
parte de grupos terroristas; realización de intercambios de bienes entre
grupos terroristas y delincuencia organizada.

La violencia de la delincuencia organizada tiene en general objetivos más


concretos aunque algunos actos de violencia realizados por la delincuencia
organizada son indistinguibles de los realizados por grupos terroristas. Por
ejemplo en algunas ocasiones organizaciones delictivas utilizan rehenes
que puedan servir como “garantía humana” para evitar que sus miembros
revelen sus contactos a la policía cuando son capturados. Otro elemento
que puede tomarse en cuenta es el aspecto ideológico que conlleva el terro-
rismo en donde muchas de sus actividades son encaminadas a propagar sus
actividades para incrementar su clientela política, mientras la delincuencia
organizada en cambio busca una mayor participación en los mercados
lícitos e ilícitos y evitar publicidad alguna, ya que sus objetivos se alcanzan
mejor si sus actividades no son de conocimiento público. De hecho, eso
generaría la reacción de las autoridades o el reproche de la sociedad hacia
la autoridad que no actúa para combatir las. Por otra parte, los terroristas
cuando son detenidos, reconocen acciones pero niegan calificarlos como
delitos y utilizan en muchas ocasiones a las salas del tribunal para decla-
raciones políticas; por el contrario, la delincuencia organizada recurre a
todos los medios de defensa posibles, negando desde un principio su parti-
cipación en los delitos.

65
UNIDAD 1

El tráfico de droga alimenta uno de los mercados ilícitos más amplios


de la economía criminal y constituye una de las principales fuentes de
ganancias para las organizaciones criminales de todo el mundo. Según
algunos cálculos, el tráfico de los estupefacientes se valora actualmente
en el orden de los 300-500 mil millones de dólares al año: una cifra equi-
valente a un ocho por ciento del valor del comercio internacional mundial
(United Nations International Drug Control Programme, 2007:124).

A pesar de que las dimensiones del mercado de la droga se hayan exten-


dido enormemente a partir de la segunda posguerra - llegando a superar
los tradicionales confines europeos y estadounidenses -, es oportuno
subrayar como el empleo, en el mundo occidental, de varios tipos de
sustancias estupefacientes ya existía difusamente en los primeros años
del siglo XX. Ya desde el fin de la primera guerra mundial casi un ameri-
cano sobre cuatrocientos se utilizaba un derivado del opio, a pesar de que
el consumo de esta sustancia hubiera sido prohibido severamente por el
Harrison Act: una ley que instituía un control riguroso sobre la impor-
tación, la transformación, la compraventa y la cesión de opio, de hojas de
coca y todos sus derivados.

De la segunda posguerra hasta los años ‘60 el problema “droga” fue


considerado esencialmente un problema americano, con un constante
crecimiento del número de drogadictos registrado en este país entre
los años ‘40 y el fin de los años ‘60. La ruta “clásica” seguida por los
tráficos de droga vio el Medio oriente - y en particular Turquía - como
lugar de producción del opio que, a veces no refinado, a veces bajo
forma de morfina-base, fue cedido a los grupos criminales franceses
de origen corso que realizaron los procesos de transformación de la
materia primera en heroína. En este período, según las autoridades
estadounidenses, cerca del 80% de las diez, trece toneladas de heroína
que se consumían anualmente en los Estados Unidos procedía de los
campos de amapola de Turquía. Aquí la morfina-base generalmente era
embarcada en el puerto de Aleppo con destino Marsella. Una vez trans-
formada en heroína, la droga era enviada directamente a los EE.UU. o, a
veces, pasando por Canadá o México. Las familias mafiosas italo-ameri-
canas de Cosa Nostra ejercieron su propio monopolio sobre la importa-
ción y la distribución de la droga en una escala muy amplia.

66
EL CRIMEN ORGANIZADO

A partir del fin de los años ‘60 el consumo de heroína inicia a difundirse
también fuera de los confines estadounidenses. Las dimensiones de la
demanda internacional de narcóticos inician a crecer de manera grave
en Francia, en Italia, en Gran Bretaña y Holanda, dónde se empiezan a
registrar, paralelamente, los primeros muertos causados por sobredosis.
El incremento de la demanda de heroína y, en un segundo momento de
cocaína, se acompaña - en este período - a un rápido crecimiento de la
oferta de droga y a una general alza de los precios de los estupefacientes
en el mercado.

Durante los años ‘70, más de la mitad del opio ilícito consumado en el
mundo provenía de la zona del “Triángulo de oro” la llamada región de
las tres fronteras, porque en esta área coincidían los confines de Laos, de
Tailandia y de Birmania.

En la tercera fase de expansión del problema “droga” el mercado asumió


dimensiones mundiales. Desde los primeros años ‘80 en adelante, en
muchos Países del Tercer Mundo y en buena parte de los países de Europa
del Este, las costumbres relacionadas al consumo de estupefacientes se
han extendido cada vez más. Las operaciones de tráfico internacional
de droga se extienden cada vez más y, debido a las enormes ganancias
que estas actividades permiten, numerosos sujetos económicos ilegales
entran directamente en el mercado internacional de estupefacientes.

El análisis de la conformación del mercado de las drogas estadouni-


dense, el más amplio actualmente existente, puede ofrecer, a tal propó-
sito, un modelo útil de comparación en el estudio de los mercados
ilícitos internacionales. La gran ofensiva contra las drogas lanzada por
los Estados Unidos durante la presidencia Nixon tuvo, según algunos
intérpretes, el efecto de reforzar el tráfico internacional de narcóticos
que, desde finales de los años ‘70 en adelante, vio formarse complejas
vías de tráfico que llegaban a los consumidores de los países occiden-
tales desde las zonas de producción situadas, comúnmente, en los países
del Tercer Mundo. Después del caso del llamado “French connection”
- la organización que valiéndose de los laboratorios de transformación
del opio situados en Francia vendió la heroína en los Estados Unidos a
través de las familias mafiosas italo-americanas - los grupos étnicos de

67
UNIDAD 1

origen chino llegaron a ser los gestores principales del mercado de la


heroína procedente del Sureste asiático.

Durante los años ‘80 y ‘90 muchos consumidores parecieron ser diri-
gidos a otros tipos de drogas como por ejemplo la cocaína, el crack y, en
época más reciente, a las drogas sintéticas y a las metanfetaminas. Según
el Drug Enforcement Administration este incremento en el número de
consumidores se debería atribuir al aumento de la pureza de la droga en
el mercado. La estrategia desplegada por los traficantes colombianos - una
vez entregados exclusivamente al comercio de cocaína - ha sido particu-
larmente eficiente: para posicionarse de modo estable en el mercado y
superar la competencia de la droga de origen asiático, los colombianos
introdujeron en los años ‘90 en el mercado estadounidense una heroína
particularmente pura, 80-99%, a precios muy competitivos. Para conso-
lidar velozmente la misma cuota de mercado, los colombianos han
impuesto, a los comerciantes al por mayor de cocaína, aceptar también
algunas partidas de heroína - vendidas con casi el 50% de descuento.

Hasta principios de los años ‘90, el mercado de la cocaína fue controlado


principalmente por dos coaliciones criminales colombianas, el cartel de
Medellín y el de Cali, que administraron cerca del 70%-80% del tráfico.
Estas coaliciones, basadas sobre una serie de uniones y vínculos de tipo
fluido, presentaron una connotación “política” particularmente marcada.
Ellos parecieron interesados no sólo en obtener cierta “protección”
respecto a las investigaciones de las fuerzas de policía y la magistra-
tura, sino también en construirse un aura de “legitimidad”, una imagen
pública aceptada y reconocida, basada en valores como el patriotismo, el
progresismo, el interés público.

La estrategia de oposición y choque violento contra el Estado y sus insti-


tuciones adoptadas por los carteles, llevó las fuerzas del orden colom-
bianas a lanzar, hacia la mitad de los años ‘90, una áspera contraofensiva
contra jefes y gregarios de las dos uniones criminales.

La operación “Dinero”, llevada a cabo a partir de 1992 por el Drug Enfor-


cement Administration americana en colaboración con las agencias inves-
tigadoras de Gran Bretaña, Canadá, Italia y España, llevó a la detención

68
EL CRIMEN ORGANIZADO

de ochenta y ocho personas, al secuestro de unas nueve toneladas de


cocaína y a la confiscación de más de cincuenta millones de dólares. Esta
operación dio un golpe decisivo al cartel de Cali y llevó a la detención de
los principales líderes de la unión. El debilitamiento del poder detenido
por los principales protagonistas del narcotráfico colombiano contribuyó,
indirectamente, a bajar notablemente los costes de entrada en el mercado
de los estupefacientes: el definitivo ocaso de la estrategia centralizadora
adoptado en pasado por los carteles ha favorecido la entrada de nuevas
coaliciones criminales, por ejemplo, el “cartel” del Golfo compuesto
comúnmente de mejicanos. Las bases de la unión se encuentran en la
zona de Tijuana y Mexicali: desde allí los afiliados administran el trans-
porte, la importación y la distribución de grandes cantidades de heroína,
cocaína, marihuana y metanfetaminas en los Estados Unidos.

En Colombia la situación es muy compleja. Los estudios demuestran


que las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
FARC, se financian en parte con las actividades del narcotráfico reali-
zadas en las regiones en las que ejercen un control militar. Estas guerri-
llas imponen una cuota a los campesinos por el cultivo de las plantas de
coca o amapola, como incluso a los narcotraficantes que crean laborato-
rios de transformación del clorhidrato de cocaína en los mismos terri-
torios. La extrema flexibilidad de la industria de las drogas ilícitas está
ligada directamente a la capacidad de los traficantes de mejorar constan-
temente los medios “tecnológicos” a disposición en términos de métodos
de producción, de transformación y de transporte de la droga.

Las indudables capacidades directivas reveladas por algunos de estos


señores de la droga (drug-lords) se hacen manifiestas en la tendencia a
diferenciar lo más posible las actividades ilícitas y a ejercer políticas de
cooperación con otras importantes coaliciones criminales. La progresiva
implicación de los grupos colombianos y mejicanos en el mercado de
la heroína y las metanfetaminas revela como esta técnica de diversifi-
cación de las fuentes de tráfico y ganancia ya se ha asimilado amplia-
mente. Incluso obrando en diferentes contextos geográficos, los grupos
del crimen organizado transnacional han establecido muchas formas de
colaboración recíproca por lo que se refiere a la identificación de las rutas
más seguras para organizar el tráfico, la racionalización de las cuotas de

69
UNIDAD 1

mercado y la diversificación de los productos ofrecidos a los consumi-


dores. Según cálculos de los expertos las “ganancias” más consistentes
acaban en las manos de los grandes capitales “legales” o “ilegales” del
mundo globalizado. Las utilidades se agrupan en los grandes centros
financieros internacionales y principalmente en el capital financiero de
la América del Norte. El valor pagado por los consumidores finales en los
Estados unidos en los años ‘90, fue repartido más o menos así: 5% a los
países productores (1% a los campesinos y 4% a quien realiza la elabora-
ción), 20% a los traficantes internacionales y 75% a las redes de distribu-
ción y venta en los países consumidores (de Rementería, 1992).4 Durante
los años ‘90, la ampliación a escala global del mercado de las drogas sinté-
ticas ofreció, a entidades criminales de diferente origen y conformación,
una nueva oportunidad de ganancia.

Veamos ahora cuales son los resultados que provienen de las agencias
oficiales. Según la última relación mundial sobre las drogas (World Drug
Report, www.unodc.org ), el crecimiento desmesurado del pasado se ha
aplacado y la crisis de las drogas de la década de los ‘90 parece estar
bajo control. La relación mundial sobre las drogas aporta nuevas pruebas
de que los cultivos para la producción de drogas (el opio y la coca) se
han estancado o reducido. Los principales mercados de opiáceos (Europa
y Asia sudoriental), cocaína (América del Norte), y cannabis (América
del Norte, Oceanía y Europa) están menguándose. El incremento del
consumo de estimulantes sintéticos, especialmente en Asia oriental y en
el Oriente Medio, es motivo de preocupación, aunque su consumo está
disminuyendo en los países desarrollados.

4 La liberalización y supresión de las tarifas agrícolas han contribuido al empeoramiento de la economía


campesina. Esta para salir adelante ha podido únicamente dedicarse a cultivos ilegales, que permiten un
nivel mínimo de supervivencia. Lo mismo ha pasado con la crisis de la industria colombiana del café.
En algunas regiones cafetaleras (como Pensilvania en el Departamento de Caldas, en donde se calculan
500 hectáreas de coca entre las plantaciones de café) se han cultivado plantas de coca, poniendo en
riesgo la cosecha de café ya que en estas áreas pueden ser fumigadas para eliminar los cultivos ilegales.
Al otro extremo del proceso están los pequeños ahorradores y los consumidores. El prohibicionismo y
la criminalización del consumo han contribuido a llenar las cárceles de pequeños traficantes – que en
Colombia se denominan “mulas”, o sea personas que alquilan su cuerpo para transportar droga desde
los lugares de producción hasta los lugares de venta – y de miles de consumidores detenidos a causa de
leyes que reprimen un problema de salud pública con la detención.

70
EL CRIMEN ORGANIZADO

La cuestión más grave atañe a la delincuencia organizada. Toda actividad


en el mercado fiscalizada por la autoridad genera transacciones paralelas
ilegales. Inevitablemente, la fiscalización de estupefacientes ha gene-
rado un mercado delictivo de dimensiones macroeconómicas que usa la
violencia y la corrupción para mediar entre la demanda y la oferta. En
2008 se registraron algunas reducciones alentadoras en la producción de
cocaína y heroína. En cooperación con los Estados afectados, la UNODC
realiza estudios anuales de los cultivos en los países que producen la
mayor parte de estas drogas.

Los estudios muestran una reducción del 19% en el cultivo de adormidera


en el Afganistán, así como una reducción del 18% en el cultivo de coca
en Colombia. Las tendencias en otros países productores son variadas,
si bien no son suficientemente importantes como para contrarrestar las
disminuciones de estos dos grandes productores. Aunque los datos no
son suficientemente completos como para dar una estimación precisa de
la reducción de la producción de opio y coca a nivel mundial, quedan
escasas dudas de que, en efecto, disminuyó.

La producción de las demás drogas ilícitas es más difícil de detectar y los datos
sobre consumo de drogas también son limitados. No obstante, los estudios
sobre los consumidores en los mercados más grandes del mundo de cannabis,
cocaína y opiáceos indican que dichos mercados se están reduciendo.

Según estudios recientes entre los jóvenes en Europa occidental, América


del Norte y Oceanía, el consumo de cannabis parece estar disminuyendo
en estas regiones. Los datos relativos a la región de mayor consumo de
cocaína en el mundo, América del Norte, muestran una reducción, mien-
tras el mercado de Europa parece estar estabilizándose. Los informes
de países tradicionalmente consumidores de opio en Asia sudoriental
también indican que el consumo de esta droga podría estar disminu-
yendo allí. El consumo de heroína en Europa occidental parece ser estable.

Por el contrario, hay distintas indicaciones en el sentido de que el problema


relativo a los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) a nivel mundial
está empeorando. Las incautaciones mundiales están aumentando y se
están fabricando ETA en un número creciente de países, en lugares y con

71
UNIDAD 1

técnicas diversas. En 2007 prácticamente el 30% de las incautaciones a nivel


mundial se realizaron en el Oriente Cercano y Medio, en que el consumo
de anfetamina también podría ser considerable. Se están traficando cada
vez con mayor frecuencia a América Central y del Sur precursores de
metanfetaminas con el objetivo de fabricar ETA destinados al mercado de
América del Norte, y el consumo local también parece estar aumentando.

La dimensión del mercado de estimulantes de tipo anfetamínico es


grande y es probable que continúe creciendo en Asia oriental. Como es
de suponer, todos estos mercados son clandestinos y el estudio de los
cambios exige el uso de distintas técnicas para efectuar las estimaciones.
Los datos son escasos, especialmente en los países en vías de desarrollo y
el nivel de incertidumbre en relación con muchas cuestiones es elevado.

El nivel de incertidumbre es menor en relación con el cultivo de coca y de


adormidera, en que se han realizado estudios científicos de los cultivos
en los pocos países en que se concentra la mayor parte de la producción.
Asimismo se han hecho estudios científicos sobre el rendimiento de los
cultivos, pero se tiene menos certidumbre respecto a la producción de
estas drogas que del cultivo para la producción de drogas.

Habida cuenta de que las drogas sintéticas y el cannabis pueden produ-


cirse prácticamente en cualquier lugar del mundo, se sabe menos acerca
de su producción. Los patrones de tráfico se reflejan en los datos sobre
incautaciones, un indicador mixto que muestra tanto la corriente subya-
cente como las medidas coercitivas que se adoptan para contrarrestarla.

Los datos sobre el consumo de drogas provienen de los estudios y la


información sobre tratamiento, aunque solo un número limitado de
países recopila esta información. El nivel de incertidumbre acerca del
consumo de drogas no es uniforme, tanto en lo que se refiere a los tipos
de droga como entre regiones. Por ejemplo, se tiene menos certidumbre
respecto a las estimaciones de consumidores de ETA y cannabis del año
anterior que de los consumidores de opiáceos y cocaína; se conocen más
datos sobre el consumo de drogas en Europa y en América que en África
y algunas partes de Asia (World Drug Report, 2009).

72
EL CRIMEN ORGANIZADO

1.4.1 Las Rutas del narcotráfico


En este capítulo analizaremos las rutas del narcotráfico, actividad que
asegura ganancias en gran medida a las organizaciones criminales. En
el párrafo a, daremos una mirada internacional al fenómeno, mientras
el párrafo b, analizará las rutas especificas de cada tipo de sustancia
del narcotráfico internacional. Esta análisis nos parece de fundamental
importancia a fines investigativos en cuánto permite localizar las áreas
de mayor infiltración criminal además de las conexiones de una crimi-
nalidad organizada a nivel cada vez más ‘transaccional.’ Las principales
fuentes informativas se basan esencialmente en una síntesis del World
Drug Réport del UNODC (United Nations Office on Drug and Crime).

73
UNIDAD 1

a) Una mirada internacional


El continente americano. El Continente americano, en su totalidad,
presenta todos los segmentos de un escenario del narcotráfico: la produc-
ción, concentrada en el Sur del continente, el tránsito, localizado en
Centroamérica y área caribeña, el mercado, representado por los Estados
Unidos y Canadá. Esto determina emergencias diversas y por lo tanto
diferentes enfoques al problema de la droga, en cada país pero todos
tendentes al objetivo común de contrarrestar el fenómeno.

Como ya enunciado, las últimas encuestas indican un considerable


aumento de las áreas sometidas a cultivo en la región andina, Colombia,
Perú y Bolivia, a lo que no ha seguido un proporcional incremento de
la producción, relacionada a variables climáticas y al rendimiento de
los terrenos. Por dicho motivo las organizaciones criminales adoptan
las más desarrolladas técnicas de cultivo, recurriendo a pesticidas y a
fertilizantes para garantizar el mayor rendimiento de los cultivos. Si a
este se suma la dispersión indiscriminada e incontrolada en el entorno
de las sustancias químicas utilizadas para la producción, además del
incendio de fracciones de selva para conseguir nuevos terrenos desti-
nados a cultivo, se entiende el alcance del daño ambiental causado por la
producción ilegal de coca: además de constituir una seria amenaza por
la salud, pone en peligro un ecosistema vital por el planeta. El Presidente
de DEVIDA (Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Drogas) orga-
nismo público dependiente de la Presidencia del Consejo de ministros
del Perú, Rómulo Pizarro, ha afirmado que, cuando una persona aspira
una tira de cocaína se apodera de tres metros cuadrados de selva virgen.
Palabras de efecto indudable, y sobre todo verdaderas, considerado que
para producir un quilo de cocaína sirven 360 Kg. de hojas de coca, y que
una hectárea de terreno produce en promedio mil kilos por cosecha.

Por ejemplo, los datos publicados por las Autoridades colombianas en 2007 nos
dicen que se secuestraron más de 126 toneladas de cocaína y destruidos 2.367
laboratorios clandestinos, todos situados en zonas de difícil acceso de la selva
colombiana y cerca de cursos de agua, necesaria para los procesos de transfor-
mación. Entre los éxitos, aunque controvertidos, deben contarse los resultados
conseguidos en el frente de las erradicaciones, sean manuales (66.805 hectá-

74
EL CRIMEN ORGANIZADO

reas), que con fumigaciones aéreas (99.000). Por lo que se refiere a las primeras
son mucho más eficaces, ya que las plantas vienen completamente desarrai-
gadas; ésta comporta costes notables y la espera de muchos meses antes de
conseguir una nueva cosecha consistente. Las fumigaciones aéreas, en cambio,
a menudo son frustradas por las fuertes lluvias o del lavado de las hojas reali-
zado por los campesinos y en todo caso comportan a lo sumo la pérdida de
una cosecha, si se considera que el empleo de modernas técnicas productivas
permite cuatro cosechas al año. Una consecuencia directa del narcotráfico es
el reciclaje del dinero procedente de las transacciones ilícitas, que contamina
la vida económica del País. En particular, recientes actividades investigadoras
han demostrado que las organizaciones criminales que se dedican al narco-
tráfico reinvierten en actividades económicas y sociedades de prestigio, como
cadenas de ropa y moda y locales públicos.

El fenómeno de la droga en Perú pertenece a la tradición histórica social


del País, basta pensar al empleo de las hojas de coca por parte de las tribus
andinas que las usan como anestésico para combatir el hambre y el frío
provocados por la altura. Las encuestas efectuadas sobre la producción
estiman una extensión de 53.700 hectáreas destinadas al cultivo, concen-
tradas sobre todo en las regiones Alto Huallaga, Apurímac Ene y Usted
Convención-Lares y, cuya producción anual puede alcanzar las 116.800
toneladas de hojas de coca disecadas, con un incremento del 2% con
respecto al 2006. Desde 1998, después del anuncio del “Plan Colombia” y la
pérdida de parte de los carteles colombianos del monopolio de la produc-
ción y comercialización de la cocaína, en Perú han nacido organizaciones
nacionales con la ayuda de extranjeros, principalmente mejicanos.

La cocaína, pero también la heroína y la marihuana producidas ilegal-


mente, son encaminadas a los mercados de consumo por vía:

•• aérea, con el empleo de pistas aéreas indocumentadas, ubicadas principal-


mente en las zonas fronterizas de Brasil y Colombia. Además el aeropuerto
internacional Jorge Chávez (AIJCH), es utilizado frecuentemente para
mandar droga al extranjero, usando la clásica modalidad de los “burrier”;5

5 Burrier: transportadores de pequeñas cantidades de coca que, muy a menudo, son ingeridas. Suele
tratarse de jóvenes desempleados, pero más frecuentemente se trata de chicas (a veces embarazadas),
lo que permite evitar los controles con aparatos de rayos X de los aeropuertos.

75
UNIDAD 1

• • terrestre, que conduce a la costa en el Norte del país de los valles


del Huallaga, dónde la droga es comercializada a la frontera
con Ecuador. El “Pasillo oriental sur” en Madre de Dios, está
considerado en cambio como una ruta segura para transportar
las cargas hasta los laboratorios situados en las localidades de
Atalaya, Nohaya, Butsaya, Purus e Iñapari, en la frontera con
Brasil y Bolivia.
•• marítima y fluvial es el preferido por las organizaciones criminales,
ya que permite transportar directamente grandes cantidades de droga
a los mercados internacionales, EE.UU., Europa y Asia. El puerto del
Callao está considerado un punto neurálgico, dónde transita casi el
85% de los containers.
La vía fluvial utilizada interesa todas las aguas navegables que llegan
a Brasil y Bolivia; por esta vía viajan mucho los precursores químicos,
hasta los laboratorios, y la droga hasta los centros de comercio.

Bolivia, por el contrario, con sus 28.900 hectáreas sometidas a


cultivo y a una producción potencial de 104 toneladas, es el tercer
país productor mundial de coca. El aumento de los cultivos, igual
al 5% con respecto al año anterior, se ha registrado en Los Yungas
de La Paz y en el Trópico di Cochabamba -Chapare. En el cómputo
total de las encuestas, están comprendidos las 12.000 hectáreas,
42% de la coca cultivada, permitidos por una norma del 1988 para
la producción de sustancia destinada a empleos tradicionales cuál
la masticación, el “mate”, infusión a base de hoja de coca común-
mente consumida por vía y en los bares bolivianos, y medicinales.
Están comprendidas las ulteriores 3.200 hectáreas de cultivos
lícitos en el Chapare del Gobierno boliviano con un decreto subsi-
guiente del 2004.

Tal apertura de la autoridad nacional a la producción legal encuentra su


síntesis en el eslogan del Presidente Evo Morales: “coca sí, cocaína no”
utilizado para justificar los cultivos de coca indicados como patrimonio
cultural. Con esta intención, se está estudiando un proyecto de ley que
permitiría asignar, a cada “campesino”, una parcela equivalente a un cato
(0,16 hectáreas), destinada al cultivo de la coca. Este país en los últimos

76
EL CRIMEN ORGANIZADO

años, desde la ascensión al poder del Presidente Morales, ha visto un


enfriamiento de las relaciones con Estados Unidos y Colombia y la cons-
titución de un eje privilegiado con Venezuela y Ecuador; una actitud de
ruptura con la comunidad internacional y en particular con los EE.UU.

Las áreas de producción de coca en Bolivia siguen siendo esencialmente


tres: los Yungas y Apolo, en el departamento de La Paz y El Chapare en el
departamento de Cochabamba. Los desplazamientos ocurren principal-
mente por carretera o utilizando pequeños aeroplanos, aprovechando de
473 pistas clandestinas. También el sistema fluvial, es usado por pequeños
buques para transportar droga en Brasil, Paraguay y Argentina.

La actual situación política de la República Bolivariana de Venezuela, es


muy parecida a la boliviana, con la manifiesta intención del Presidente Hugo
Chávez de dar vida a una nueva época que tenga como estrategia la expan-
sión de la revolución bolivariana y de la democracia revolucionaria, en el
surco de una vía venezolana hacia el socialismo. En esta óptica debe ser leída
en particular la contraposición al Gobierno colombiano en la gestión de la
lucha a las FARC: desde 1999, cuando el Gobierno venezolano declaró su
neutralidad con respecto al conflicto armado en Colombia y aún más con la
declaración de 2007 que no reconocía el estatus de organización terrorista.

La hipótesis de financiación de los grupos terroristas está a la base del dete-


rioro de las relaciones con los Estados Unidos. El declino de las condiciones
de seguridad en la frontera con Colombia, ha convencido a muchos propieta-
rios de tierra a vender sus posesiones para ir a vivir en zonas más seguras. En
tal contexto no faltarían compradores, testaferro de organizaciones de trafi-
cantes, listos a adquirir dichas propiedades cerca de la frontera, creando las
premisas para hacer llegar y almacenar en el país cantidades de narcóticos,
listas para ser enviadas a los mercados de consumo. Los depósitos de estu-
pefacientes en Venezuela se encuentran en la región centro oriental del País.
La droga, adecuadamente protegida, es almacenada en fosos profundos, en
propiedades agrícolas o bien en la selva.

Las rutas de tránsito de la droga desde y hacia Venezuela corresponden


a todas las vías de transporte disponible: terrestre, aérea, marítima y
fluvial, con una fuerte diversificación de dichos métodos también para

77
UNIDAD 1

minimizar los riesgos de interceptación. Por vía terrestre la droga se


transporta principalmente en camión con doble fondo o bien ocultada
con mercancía regular. En el caso de transporte por avión, siguen siendo
usados pasajeros sobre los vuelos de línea, o bien por vuelos clandestinos
con “bombardeo.” Por cuánto concierne la vía marítima, a menudo son
utilizados containers ya embarcados en los puertos fluviales en la cuenca
del río Orinoco o bien en los puertos comerciales de Aullará y Porto
Cabello. Otro sistema muy difuso, sobre todo para hacer salir la droga
de Venezuela, es el empleo de lanchas de motor veloces o embarcaciones
de varios tipos como barcos pesqueros yates u otras embarcaciones de
recreación, aunque también semisumergibles, que retiran o cargan los
estupefacientes en Venezuela. Además de modo eventual se utilizan
pasajeros de cruceros turísticos.

En el escenario mundial del tráfico de estupefacientes, Brasil ocupa el


rol de país de tránsito y consumo. A pesar de su contigüidad y las simi-
litudes geográficas y climáticas con los tres mayores países productores,
Colombia, Perú y Bolivia, en su territorio no hay cultivos de coca. Sólo
se produce una módica cantidad de cannabis sativa, macoña, y en todo
caso destinada exclusivamente al mercado interior. Como contra tiene un
papel preeminente como territorio de tránsito de cocaína y cannabis pero
sobre todo, como país proveedor de precursores y sustancias químicas
esenciales para la elaboración de los estupefacientes, debido a que posee
la más importante industria química del Suramérica.

De operaciones de policía concluidas en el primer semestre del 2008, se


ha evidenciado que de la Guyana Francesa provienen cargas de cocaína
que tienen como destino intermedio el territorio brasileño, desde dónde
son embarcadas en barcos de mediano cabotaje que en aproximadamente
dos semanas alcanzan las costas africanas. El país que recibiría mayores
cargas de estupefacientes sería Guinea Bissau, particularmente favorable
a los traficantes gracias a las relaciones con Europa, en particular con
Portugal y a la vecindad con Cabo Verde, utilizado como escala técnica.
Otra prueba es la constitución de auténticos join venture entre organiza-
ciones criminales brasileñas y nigerianas por la continua búsqueda y el
relativo alistamiento de correos.

78
EL CRIMEN ORGANIZADO

El rol de la Argentina es muy similar; país de tránsito de cocaína hacia


Europa y Norteamérica y manantial de precursores y sustancias químicas
esenciales que, desviadas de los canales lícitos, llegan a los laboratorios
de elaboración de los estupefacientes. La cocaína entra a Argentina princi-
palmente por vía terrestre; recientemente se ha agregado la nueva ruta de
Chile, a los ya consolidados trayectos de Bolivia y Paraguay. Las modali-
dades principales de ocultación siguen siendo las maletas de doble fondo y
los tejidos empapados de sustancias estupefacientes. Los correos humanos
(“camellos” y “mulas”), siguen siendo el medio de transporte preferido.

No se tiene noticia de organizaciones criminales indígenas capaces de


administrar a las filas del narcotráfico pero organizaciones chilenas,
peruanas y paraguayas, establecidas en la periferia de Buenos Aires, están
en constante guerra por el predominio del tráfico de estupefacientes. El
reciente arresto de uno de los más grandes traficantes, el peruano Marcos
Estrada González, y de su séquito, ha abierto un nuevo escenario dónde,
pequeños grupos juveniles de diversas nacionalidades, chilenas, argen-
tinos, paraguayos y también peruanos, han empezado a contenderse el
“business” de la droga en la zona.

Al respecto, es conocida el crecimiento criminal de una pequeña organi-


zación de chicos argentinos, menores de años 20, que se hace llamar “Los
Quebrados” entregados a los atracos y a la venta de paco. 6

El papel de protagonista en el mercado de la droga del continente ameri-


cano es confiado a los Estados Unidos, dónde el tráfico y el abuso consti-
tuyen un grave peso para los ciudadanos, para la economía, para el sistema
de la salud pública y para las agencias de policía empeñadas en el contraste.
El análisis de las actividades efectuadas en el 2007, indica una disminución
del tráfico de cocaína en los principales mercados de la droga, sobre todo
en los Estados orientales. La razón de esta disminución parece ligada esen-
cialmente a los ingentes secuestros y al desmantelamiento de enteras orga-
nizaciones de traficantes mejicanos. A pesar de los éxitos conseguidos, el

6 El PACO es un estupefaciente sacado de los desechos del proceso de elaboración de la cocaína con
altísimacapacidad de adicción. El grumo de polvo blanco, más espeso y duro de la cocaína, es quemado
y fumada con pipas de metal. Es un fenómeno regional, típico de las zonas de elaboración de los
derivados de la hoja de coca.

79
UNIDAD 1

mayor mercado de los estupefacientes en el mundo sigue poniendo graves


desafíos al sistema de lucha contra las drogas como los representados por
la creciente fuerza de las organizaciones mejicanas y asiáticas asignadas en
Canadá. Las mismas organizaciones colombianas parecen encomendarse
cada vez más a las mejicanas para traficar cocaína y heroína sudamericana
a los Estados Unidos, que asumen así una posición de monopolio, con el
control de todo ellas mayores direcciones de flujo hacia el mercado ameri-
cano. Los estupefacientes entran principalmente en los Estados Unidos por
vuelos comerciales y por las rutas de estupefacientes consolidadas que,
empleando mano de obra de bajo perfil, superan el permeable confín con
México y la larga frontera marítima.

La heroína procedente del Asia central, está presente inclusive en los


mercados de algunas grandes áreas urbanas como Chicago, Detroit y
Nueva York, aparentemente están disponibles en cantidad limitada, a
pesar del significativo aumento de la producción de opio en Afganistán.
Aunque el flujo por los puntos de entrada de California ha aumentado
considerablemente, la frontera del Sur de Texas sigue siendo la zona más
crítica del contrabando de cocaína en el EE.UU.

África Nord-Occidental. La amenaza constituida por el África Occidental


en el panorama del narcotráfico es vigente, tanto como para llamar la
atención no sólo de los especialistas, sino de los medios de comunicación
y de los Gobiernos de todo el mundo. Las organizaciones transnacionales
de hecho, encuentran ahí las condiciones favorables para efectuar los
mismos tráficos ilegales, en una trama de intereses que va de los estu-
pefacientes a la trata de seres humanos, pasando por el contrabando de
armas. Ingentes cuantitativos de cocaína son contrabandeados desde
América latina (Brasil y Venezuela) hacia las costas del África Occidental
por barcos pesqueros, yates y aviones privados. Desde allí, siempre por
mar, los estupefacientes llegan a las costas de Portugal o España (valién-
dose de la experiencia de los marineros gallegos) o bien es almacenada,
en espera de ser repartida en expediciones menores que, por correos
reclutados localmente, llegarán al cercano mercado europeo.

80
EL CRIMEN ORGANIZADO

También la heroína afgana, que llega al Cuerno de África para luego


introducirse a la ruta del Sahel del Mar arábigo, aprovecha la situación
favorable del área al tráfico ilícito, utilizando, por medio de las organiza-
ciones criminales locales, las vías consolidadas del hachís y la cocaína.

Por el momento, la nación principalmente bajo asedio de los narcotrafi-


cantes es Guinea Bissau, pero de aquí la problemática está contagiando
rápidamente Mauritania, Cabo Verde y Ghana. La cocaína llega por
canales que encuentran fácil arribo a lo largo de las costas carentes de
control, o a bordo de aviones procedentes del Brasil y de Venezuela que
aterrizan en pistas clandestinas que aparecen improvisamente en el
desierto. Este es el primer rasgo de la ruta, generalmente administrado
por los sudamericanos (colombianos instalados en Guinea Bissau, Guinea
Conakry y Senegal) que pagan, con cocaína, la asistencia logística reci-
bida de las organizaciones locales. De allí la droga es tomada en gestión
por los africanos y vía Portugal y Francia llega a Europa, utilizando
vuelos comerciales. 7

El riesgo mayor es transformar los países de esta área en narco-estados


cuyo producto interno bruto no alcanza, ni siquiera lejanamente, el
volumen de negocios de los trafico ilícitos que se desarrollan en ellos,
estados definidos soberanos sólo de nombre pero que en realidad han
abdicado a su autoridad. En tales condiciones se entiende bien el alcance
de la leva criminal en la que las organizaciones pueden confiar, como
también el nivel del peligro, que no se limita solo a la cuestión de la droga
y de cualquier modo, no solo a la cocaína. Tomando como referencia los
volúmenes de droga interceptados en función de la nación de origen del
vuelo, el Senegal emerge como el país de mayor procedencia, con 434 Kg.
hallados en 105 secuestros. En contraste, los correos de origen senegalés
corresponden al 2%, escasamente representativo con respecto al 29%
de Nigeria, 22% de Cabo Verde y 15% de Guinea Bissau. Los destinos
principales son los países con quienes el Senegal mantiene relaciones

7 Desde el 2004 hasta hoy, 1,357 correos “engullidores” han importado unas 3.5 toneladas de cocaína a
Europa a bordo de vuelos comerciales. El secuestro de 46 toneladas de cocaína desde el 2005 hasta hoy,
es el dato más significativo a sostén de la tesis de un hub africano y, si se toma en cuenta las limitadas
capacidades de los aparatos de contraste local, verosímilmente es sólo una mínima parte del volumen
real del tráfico. Hipótesis formuladas por UNODC hablan de 50 toneladas al año. Hasta hace unos
años la droga, en esta parte del mundo, fue una problemática casi completamente desconocida.

81
UNIDAD 1

comerciales, y con cercanía lingüística y cultural legado de las pasadas


colonizaciones (Francia, España y Bélgica).

Junto con la amenaza inminente de la cocaína, subsisten las producciones


y los tráficos históricamente arraigados en la región, como prueba de una
inexistente competencia entre las tantas drogas, destinadas a saturar dife-
rentes metas y estratos de la población. En particular modo, Marruecos
mantiene una posición de relieve en la producción de hachís aunque su
importancia esté en descenso. Las últimas encuestas reseñan una exten-
sión de 76.400 hectáreas destinadas a cultivo, con una reducción del 40%,
respecto a las anteriores.

Las provincias más afectadas por el fenómeno son Chefchaouen, más del
50%, Taunate, 17%, y A. el Hoceima, 16%, de éstos, la distinción entre cultivos
no irrigados (80% de lo total) e irrigados, influye en la productividad (1.821
Kg. contra 459 Kg. de cannabis por hectárea). La directriz de tráfico principal
continúa siendo la recorrida por embarcaciones veloces (go-fast) que, con
cargas considerables, desde la costa mediterránea comprendida entre Jebha
y Ceuta llegan a las costas españolas. Europa. El cannabis sigue siendo la
droga más común y Europa occidental se confirma el primer mercado del
hachís a nivel mundial. Baste pensar que al menos 71 millones de personas,
el 22% de los ciudadanos europeos adultos, han lo han consumido al
menos una vez. El cultivo de cannabis es reportado en muchos países del
continente, Holanda a la cabeza, aunque también Alemania, dónde están
difundiendo los cultivos hidropónicos en interiores (indoor), en Bulgaria y
Polonia, mimetizadas en los campos de trigo, en los jardines y en los inver-
naderos. El mayor exportador sigue siendo Albania, que abastece las áreas
centrales y occidentales, Italia a la cabeza. Europa es además el segundo
mercado mundial de la cocaína, como testimonia especialmente el incre-
mento de los secuestros en la península ibérica a lo cual han contribuido
notablemente las nuevas rutas africanas. Mientras que la cocaína es difun-
dida en los mercados de Europa occidental y meridional (Italia, como indi-
cado anteriormente, ocupa un sitio de relieve) los mercados de drogas del
área central, septentrional y oriental están dominados por las anfetaminas.
La difusión de la heroína por el contrario presenta características inversas,
se mantiene estable o en disminución en los países de Europa occidental
y central, y en crecimiento en las áreas oriental y balcánica. Aquella que

82
EL CRIMEN ORGANIZADO

se consume en Europa se produce generalmente en Afganistán y llega al


continente por las rutas consolidadas de los Balcanes que terminan en los
Países Bajos, utilizadas por los narcotraficantes como centro de distribu-
ción secundaria.

Al consolidado y eficaz MAOC-N, MAOC-N Maritime Analysis Opera-


tion Centre Narcotics (en Lisboa, Portugal), centro operativo en la costa
atlántica que tiene el objetivo de prohibir el trafico de cocaína perpetrado
a bordo de embarcaciones, se ha sumado el CeCLADm, (Centro de Coor-
dinación para la lucha antidroga en el Mediterráneo), con sede en Tolón,
Francia, han adherido, además de Italia, España, Portugal, Francia, Gran
Bretaña e Irlanda.

El otro frente crítico para Europa está representado por el área balcánica,
tránsito obligado de las múltiples rutas por las que la heroína afgana llega
los mercados de consumo. A pesar de los significativos progresos hechos
por algunos Países de la región, para desbaratar el binomio Balcanes - crimi-
nalidad, permanece una fuerte colusión entre poderes (político, económico
y criminal) que constituye la savia y estructura de sostén de los grupos del
crimen organizado de la Europa sur-oriental. Uno de los puntos fuertes de
tales organizaciones es el control estratégico y la gestión de la Ruta balcá-
nica que conecta al productor del 90% de la heroína mundial (Afganistán)
con su consumidor más rentable (Europa occidental).

Se estima que unas 100 toneladas atraviesan Europa del Sureste, con un
volumen de negocios de 25-30 mil millones de dólares, más del PIB de
muchos países de la región. El trayecto de salida por Bulgaria, a donde
llega la heroína superado el Bósforo, ha cambiado con el tiempo. La Ruta
balcánica original pasaba directamente por la ex Yugoslavia dónde,
durante la era Milosevic, el tráfico por el país se calculaba en dos tone-
ladas de heroína al mes.

Verosímilmente esto ocurría con el consentimiento y la participación del


régimen. Durante la guerra, aparentemente se interrumpió el acuerdo, por
lo que la ruta balcánica se ha dividido en dos, creando dos recorridos; uno
al Norte y otro al Sur. Este último ha acreditado y favorecido a los grupos
criminales albaneses que administran el tráfico de heroína, a lo largo de

83
UNIDAD 1

la parte terminal de la ruta, estableciendo alianzas con los turcos, para el


tráfico de heroína, y con los carteles colombianos para el de cocaína. En
Italia, las organizaciones criminales tradicionales han aceptado los grupos
criminales albaneses como socios privilegiados en la gestión directa del
mercado de la droga en algunas partes territorio nacional.

Por lo que se refiere a la cocaína, si bien la posición geográfica de los Balcanes


no es estratégica, la presencia de grupos criminales bien arraigados y orga-
nizados capaces de administrar grandes cuantitativos hace que la región
sea utilizada como zona de tránsito y, verosímilmente, de almacenaje. Sin
embargo, no han sido consolidados aún datos seguros en este sentido. Por
cuánto concierne a la producción de sustancias estupefacientes, Albania es
el mayor país productor de cannabis del área, droga que se consume en la
región y que además es exportada a Italia y Gran Bretaña en particular.

El Medio-oriente. El papel central asumido por Turquía en el escenario


del narcotráfico, se da por ser una importante confluencia de tráficos
ilícitos: opiáceos, drogas sintéticas y precursores atraviesan este País,
puerta geográfica entre Occidente y Oriente. Las organizaciones crimi-
nales turcas que administran tales flujos, están establecidas principal-
mente en el sureste, tienen estructura familiar y cuentan con fiduciarios
en la ciudad de Estambul, centro decisional del país y en el extranjero,
dónde utilizan referentes procedentes de las mismas pueblos.

Turquía es el principal punto de entrada de la heroína: la acrecentada


producción del 2007, se ha reflejado en los secuestros, que pasaron de 7 a 9
toneladas. La sustancia, de una pureza no inferior al 60%, se importa ya refi-
nada a través de Irán y, después de un período de almacenaje en las áreas de
Van Hakkari Yuksekova, se transporta a Europa a través de dos direcciones.

La primera, es la “ruta del mar Negro” (Azerbaiyán, Georgia, Ucrania,


Rumania y Polonia), la segunda conocida como “ruta balcánica” que
transita la región del Marmara (Estambul).

Por cuánto atañe a la conexión entre droga y terrorismo, existen resul-


tados concretos en Turquía. Las operaciones conducidas, han demos-
trado que entre las facciones terroristas presentes en Turquía, el PKK es

84
EL CRIMEN ORGANIZADO

el que tiene mayores nexos con el tráfico de droga. Según la información


recogida en los años ‘90, el PKK percibió de las familias mafiosas turcas
una comisión para garantizar el paso “intacto” de las cargas de heroína,
producidos y movilizados en el área oriental. Desde el 1995 el PKK, una
vez comprendidas las potencialidades de una gestión directa del negocio,
ha cambiado su estrategia volviéndose actor y promovedor de los tráficos
ilícitos. También Líbano ocupa una posición importante en el tráfico de
droga del área del medio oriente. El Valle del Bekaa aún hoy hachís de la
mejor calidad (libanés rojo) presente en los mercados, además de canti-
dades de opio limitadas.

El Asia central y la federación rusa. Afganistán es el motor de un tráfico


que, en el área, genera un producto estimado en 4.000 mil millones de
dólares, obtenido de la producción del 93% del opio mundial. La produc-
ción sigue estando concentrada en las regiones del Sur y el Suroeste, el
98% de los cultivos se agrupa en las provincias de Hilmand, Kandahar,
Uruzgan, Zabul, Farah y Nimroz, dónde está presente la manifestación
talibana de cuya protección aprovechan las organizaciones criminales.

La relación entre opio y manifestación talibana es una de las cuestiones


más debatidas. Las noticias recogidas al respecto sin embargo están más
dirigidas a negar el interés directo de los talibanes en el tráfico de droga y
sobre todo su influencia en las elecciones de mercadotecnia en el mercado.
La relación droga talibanes puede encontrarse en el “ushr”, un impuesto
del 10% sobre las ganancias que cada empresa debe pagar a las autori-
dades que efectivamente detentan el control del territorio.

Un aspecto significativo es que, mientras en el pasado el opio afgano era


exportado en bruto y las fases de elaboración y transformación sucesivas,
primero en morfina y luego en heroína, se realizaban durante la ruta
hacia a los mercados de consumo (Pakistán y Turquía), se considera que
hoy casi el 75% de la materia prima, cerca de 5.800 toneladas, se somete
a los procesos de refinación dentro del país y desde ahí, parte hacia su
destino, en particular a los mercados ruso, europeo, chino y americano,
alimentando también, como es natural, las áreas de tránsito, cada vez más
afligidas por el fenómeno de las toxico dependencias y de las infecciones
del virus VIH. El producto terminado toma tres direcciones principales:

85
UNIDAD 1

1) hacia Irán, dónde se transporta casi el 53% de opiáceos, que alimentan


tanto el creciente mercado local o bien tienen como destinación intermedia
Turquía, con Europa y la península arábiga como destino final; 2) hacia
Pakistán, donde el 32,5% de la producción es enviada a occidente, invaria-
blemente a través de Irán y, en mínima parte, hacia Estados Unidos. 3)Una
porción del tráfico se dirige a China, que representa tanto un mercado de
consumo como un área de tránsito para los envíos destinados a los Estados
Unidos y a Australia; hacia las Repúblicas de Turkmenistán, Tayikistán,
Kazajstán, Uzbekistán y Kirguistán, donde se transporta cerca del 14,5%,
con la Federación Rusa y Europa como destino final.

Casi la mitad del 53% de la producción afgana de opiáceos que llega a


Irán, está destinado al mercado de consumo interior. El papel jugado por
Pakistán en el tráfico de opio producido por el vecino Afganistán no es
solo de país de tránsito. Las investigaciones señalan que son precisa-
mente organizaciones paquistanas las que se encargan del tráfico hacia
Europa, bien arraigadas en el Viejo continente y económicamente capaces
de financiar grandes tráficos. Entre éstas emerge la “mafia de Pashtun”,
real holding con intereses criminales diferenciados radicada al confín
con Afganistán. De hecho el país, además de ser un importante consu-
midor de heroína, funciona como centro de clasificación de la heroína
que va dirigida a todos los mercados de consumo del globo.

Por el contrario Pakistán se confirma como uno de los principales provee-


dores mundiales de hachís, llamado charas, calidad específica conseguida
raspando de las manos la resina que se recoge frotando la parte inferior de
las plantas. El charas es muy difuso entre la juventud paquistana de buena
extracción social, incluidas las chicas. Hasta principios de los ‘90, la “ruta
balcánica” fue la única vía por la cual el flujo de heroína producida en Afga-
nistán llegaba a Europa Occidental. Con la disolución de la unión Soviética
también se abrió la “ruta del Norte” que, transitando por las Repúblicas
Centro Asiáticas, atraviesa longitudinalmente Rusia, aglutinándose poste-
riormente con la tradicional dirección balcánica. Se estima que por esta vía
transita el 14,5% de los opiáceos producidos en Afganistán.8

8 Quedan comprendidas en esta categoría Kazajstán, Kirguistán,Tayikistán, Uzbekistán Turkmenistan


y Uzbekistán.

86
EL CRIMEN ORGANIZADO

Heroína: el tráfico hacia Europa

Tayikistán (que ha secuestrado el 46% de lo total) continúa siendo la prin-


cipal vía de acceso a la ruta del Norte. Grupos criminales organizados
centroasiáticos han iniciado a realizar alianzas entre ellos para aumentar
al propio potencial criminal, pero en algunos casos también a competir,
sobre todo los que administran el cruce de los ríos Amudarya y Pyanj que
dividen Afganistán de Asia Central. En Kazajstán una dosis de heroína
puede costar como una botella de vodka mientras que en Kirguistán un
gramo de heroína va de los a los 2,3 dólares. En ninguno de estos países

87
UNIDAD 1

se conocen laboratorios de refinación, como confirmación ulterior de que


la transformación en heroína ocurre en Afganistán o bien, como en el
caso de contrabando de opio, así a destinación.

La “ruta” del Norte, después de haber atravesado las Repúblicas Centroa-


siáticas entra en la Federación Rusa, cuyas particulares condiciones
geográficas y sociales la vuelven una de las regiones más afectadas por el
narcotráfico internacional. Se considera que el 85% de la droga que llega
al territorio ruso, está destinado al empleo interior y al restante 15% se
envía a los países de Europa Noroccidental, del cual, una mínima parte
se queda en Ucrania para alimentar el consumo local.

Resulta particularmente peligroso la trimetilfentanila producido en China


y llamado en jerga “cocodrilo” que normalmente se combina con la heroína
(con 10 solo mililitros de tal sustancia se pueden conseguir dos mil dosis).
Respecto a la producción local de opiáceos, se conocen pequeños cultivos
de amapola de opio en las regiones del Cáucaso, los Urales o Siberia. Sin
embargo, la extensión total de los cultivos no supera las 100 hectáreas totales
y la producción se destina exclusivamente al consumo local. El cáñamo
salvaje crece silvestre en las regiones del extremo Oriente, en las regiones
meridionales de Siberia, en el Cáucaso septentrional y en las regiones que
atraviesa el río Volga. Por lo que concierne a la cocaína, no existe informa-
ción sobre la presencia de áreas de cultivo, transformación o producción.
Esta droga, de la cual en los últimos años ha aumentado el consumo, favo-
recido por la estabilidad de los precios, especialmente en los exclusivos
locales nocturnos moscovitas frecuentados por los “nuevos ricos”, llega al
país sobre todo por vía marítima, transportado por los barcos procedentes
de Sudamérica, vía Omán, Benin, Ghana, Zambia y Guinea, ocultas en
contenedores que transportan fruta para el mercado ruso, atracando en
Kaliningrado y en San Petersburgo.

El Sudeste asiático. Aunque con tendencia variable y con cuantita-


tivos exiguos respecto a Afganistán, el triángulo de oro ha contribuido
siempre de manera considerable al mercado mundial del opio del cual
es el segundo productor mundial. La disminución de la cuota del 30%
de 1998 al 6% del 2007, hizo esperar en un proceso de liberación de

88
EL CRIMEN ORGANIZADO

los cultivos ilícitos para la región. 9 Los últimos datos tienen tendencia
contraria y después de seis años de decadencia, se afronta una reanu-
dación de los cultivos de opio en el área, equivalente al 22%, casi todos
concentrados en Myanmar, ex Birmania, dónde además, las condiciones
atmosféricas favorables y las nuevas técnicas que permiten cosechas
múltiples en un período anual, han determinado un aumento produc-
ción del 46%. Las áreas afectadas principalmente por el fenómeno se
encuentran en Shan y Kachin, que representan en conjunto el 95% de
los cultivos nacionales. Mientras al inicio de los años ‘90 la mayor parte
de la heroína se introducía siguiendo la Ruta del Triángulo de oro, que
atravesaba entonces Tailandia y Laos, la mayor parte de los opiáceos
birmanos viene contrabandeado por la Ruta de Yunnan: los carga-
mentos de heroína transitan por China y llegan a Hong Kong, Macao
y los demás centros comerciales del área dotados con puertos y aero-
puertos internacionales, para terminar destinados – vía aérea o marí-
tima - a los mercados de Australia, Taiwán, Europa y Norteamérica.
Otro recorrido que se utiliza atraviesa el centro de Myanmar, bifurcán-
dose al sur hacia el Mar de Andamán, y de ahí, por vía marítima, llegar
a los mercados de Laos.

En Tailandia la producción de opio es casi irrelevante, la importancia del


país se da por su papel en el tránsito de la producción de la región para
los mercados internacionales. La pena prevista para el tráfico de estupefa-
cientes, todavía en vigor, es la pena de muerte. Es frecuente el empleo de
correos que esconden la droga en cavidades naturales del cuerpo o en el
estómago, después de haberla tragado en óvulos apropiados. En esta acti-
vidad se distinguen las organizaciones criminales nigerianas, aguerridas
e intensamente arraigadas a Bangkok, que utilizando correos malayos.
La capital Thai se utiliza solo como lugar de tránsito del estupefaciente
que continúa posteriormente hacia destinos europeos. La mafia nige-
riana continua ampliamente a explotar a mujeres asiáticas como correos
para el transporte de heroína a China, transitando por la India y Malasia,
además de para importar cocaína de Sudamérica, en fuerte aumento.

9 El triángulo de oro es la segunda área asiática por importancia y dimensión (350.000 km2, de la
producción de opio. Comprende Myanmar, Laos y Tailandia; también Vietnam puede considerarse
dentro de esta área.

89
UNIDAD 1

b) Las rutas del Narcotráfico


En esta sección vamos a analizar las áreas que en el curso del 2008
presentaban una mayor incidencia en los tráficos de droga, ya sea
porque están implicadas en la producción, o porque son atravesadas
por los flujos relativos:

•• Sudamérica: en la parte septentrional se concentra la entera produc-


ción mundial de la cocaína, por lo que los narcotraficantes han creado
puntos de distribución diversificados en toda el área para el envío del
narcótico hacia Norteamérica, y el continente europeo por el atlán-
tico, a menudo circulando por los países del área occidental del conti-
nente africano; -África occidental: cada vez más los narcotraficantes
que eligen esta área como base de apoyo y distribución de las drogas
procedentes de Sudamérica; no obstante, algunos países (en parti-
cular Marruecos) están fuertemente implicados en la producción de
los derivados de cannabis,
•• Asia Central: en Afganistán se concentra la mayor parte de la produc-
ción de las sustancias opiáceas por lo que, partiendo de ahí, se desa-
rrolla en el área el derivado tráfico en las varias rutas de tránsito, en
particular la balcánica y sus variantes, teniendo como destinación
final los mercados europeos.

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EL CRIMEN ORGANIZADO

Las rutas de la Cocaína

World Drug Réport, 2009.


Secuestros de cocaína y rutas del tráfico internacional

Una panorámica general realizada sobre los principales tipos de estupefa-


cientes, revela que en el 2007, la cocaína ha registrado un aumento del 16%
de las áreas sometidas a cultivo, localizadas en Colombia, Perú y Bolivia,
con un total de 181.600 hectáreas, el más alto valor registrado desde el 2001.
La diferente productividad de los terrenos ha consentido que la produc-
ción, cuantificada en 944 toneladas, continúe con niveles casi estables. En
estos tres países, han sido localizados el 99% de los laboratorios de refina-
ción de la cocaína; eso indica claramente como las organizaciones crimi-
nales locales actualmente son capaces de administrar autónomamente la

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UNIDAD 1

entera cadena productiva, incrementando de este modo los márgenes de


renta. En el continente americano se han realizado el 81% de los secuestros
(45% Sudamérica, 24% Norte América y 10% Centro América), seguida por
Europa con el 17,2%, equivalente a 102 toneladas; un récord que confirma el
constante aumento desde los años ‘80. Las estimaciones y los datos, dónde
no se indica de otra manera, son tomados de los documentos oficiales
redactados por la UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime) y
de la relación anual del 2008 del Observatorio Europeo de las Drogas.

Innumerables son las rutas utilizadas para trasladar los ingentes envíos
de narcóticos hacia el mercado europeo, el segundo al mundo después
del estadounidense. Como factor común se tiene una fuerte implicación
de las islas caribeñas como área privilegiada en el tránsito de los envíos
navales y el siempre mayor interés de las aguas atlánticas frente al archi-
piélago de Cabo Verde y los Estados africanos del Golfo de Guinea, para
el transbordo e/o el almacenaje de los cargamentos.

La ruta del oriente de África se emplea actualmente también para transportar


la cocaína sudamericana hacia el mercado estadounidense, para eludir los
estrictos controles marinos puestos en la práctica por la comunidad inter-
nacional en el Mar Caribe. En este contexto se registra el establecimiento
progresivo de las organizaciones colombianas en los principales países del
occidente de África, en primer lugar en Senegal, dónde, a través sociedades
comercializadoras y de pesca dirigidas oportunamente, proveen a la recu-
peración (en mar y tierra), almacenaje y traslado del narcótico al mercado
europeo de consumo. El control ejercido por la mafia italiana (‘ndrangheta)
y por los colombianos de las florecientes rutas del África Occidental, en cuyo
puertos transita la cocaína enviada por toneladas desde Colombia, o desde
Bolivia, Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil, para llegar luego a Europa.

Un tráfico confirmado, en estos años, con muchas operaciones de los


magistrados italianos calabreses. En el 2008 ha habido muchos secuestros
de cocaína en África Occidental: en abril en Guinea-Bissau se han recu-
perado 635 kilos de polvo blanco y casi 1.400 en Mauritania, entre mayo
y agosto. A menudo se trata de países frágiles, corrompidos, carentes de
controles adecuados. Por poner un ejemplo: en el 2006 Guinea-Bissau
tenía sólo 60 policías encargados del control de las drogas, con un único

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EL CRIMEN ORGANIZADO

vehículo en dotación. El boom del tráfico africano ha coincidido con las


restricciones impuestas en Europa en el 2003, a los trayectos aéreos y
marítimos procedentes de América del sur. Según UNODC, la Oficina
de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, sólo en el 2006 habrían
sido 40 (el 27% del total) las toneladas de coca ingresadas en Europa y
transitadas por África Occidental.

Además desde 2005 han sido secuestradas en esta región del continente
africano 46 toneladas de polvo blanco, destinado a inundar las calles de
Madrid, Milán y Londres.

La droga llega en pequeños aviones, pero sobre todo apiñada en barcos


container hacia los puertos, además de Guinea y Mauritania, también de
Dakar (Senegal), Abidjan (Costa de marfil), Lomé (Togo), Cotonou (Benin),
Tema y Takoradi, Ghana y Port Harcourt (Nigeria). Ahí la coca es almacenada
y cargada en barcos pesqueros o pequeñas barcas dirigidas a España, Portugal
o Gran Bretaña, dónde se almacena y luego envía a Italia y a los otros países
europeos a bordo de otros barcos mercantes, camiones de carga o pequeños
aviones. Un papel protagonista, para el almacén, sería cubierto por Namibia.

Algunas investigaciones italianas han verificado que la droga llega a África


en mil modos: congelada dentro de los paquetes de fruta tropical o bien
escondido dentro enormes bloques de mármol. En el 2007, una investiga-
ción de Milán la descubrió, oculta muy bien, en una auto-caravana que se
creyó participaría en la París-Dakar: 250 kilos de cocaína que viajaron en un
camper junto a los autos que participarían en la famosa carrera en el desierto.

También los correos, seguidos y vigilados por meses, parecían intere-


sados a la competición, pero dejaron Dakar poco antes de la llegada del
cargamento: un detalle que hizo sospechar a los investigadores italianos,
poniéndolos en la pista justa. Los traficantes estaban preparando, de
hecho, el transporte del cargamento, 250 kilos de cocaína purísima proce-
dente de Bolivia, vía Brasil y Senegal, hacia el destino final, Italia.

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UNIDAD 1

Las principales vías de tránsito de la cocaína son:

1. la Ruta latino-americana: desde los países productores hacia Argen-


tina, Paraguay, EE.UU., Canadá, Europa;

2. la Ruta del Sahel a “orillas” del desierto: recientemente ha asumido


un papel estratégico la vía trans-sahariana, llamada ruta del Sahel.
La cocaína llega a Cabo Verde y posteriormente a las costas de Mauri-
tania, atraviesa Malí y Níger, a bordo de vehículos todoterreno escol-
tados, con destino intermedio localidades costeras de Argelia, Túnez
y Libia. Desde ahí las organizaciones de traficantes árabes y europeas
envían el estupefaciente ya sea por mar (con buques de pesca, naves
de pasajeros y containers) o por avión, hacia España, Francia e Italia.

Cocaína: la ruta del Sahel

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EL CRIMEN ORGANIZADO

3. la Ruta del Norte Océano Pacífico: desde los países productores, vía
México hacia las costas americanas occidentales;

4. la Ruta atlántica: desde Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina hacia


Europa. En este contexto aparecen como los más usados:

•• puertos europeos: Lisboa, Málaga, Marsella, puertos italianos del


Tirreno y Sicilia;
•• aeropuertos europeos: Madrid, París, Londres, Francfort, Milán y Roma;
•• desde países productores sudamericanos a través de Argentina y
Brasil los cargos de
•• cocaína llegan vía mar a Cabo Verde, las Islas Canarias y en los países
del África occidental para luego ser distribuidos a Europa a través
rutas tanto terrestre como marítimas.
5. la Ruta del istmo: desde Colombia la droga llega a los Estados Unidos
atravesando los países del istmo y México.

Desde las zonas de producción de Sudamérica la cocaína llega a Turquía


para la distribución en Europa. La escala aérea es el aeropuerto de
Ataturk de Estambul, punto focal de las rutas aéreas procedentes de
África, Nigeria, Sur África, Marruecos y Etiopía.

Las vías de la heroína


Por lo que concierne a la heroína, cristalizando la situación al 2007, se ha
registrado un incremento de las áreas de producción igual al 17%, deter-
minado por la ampliación de los cultivos en Afganistán y Myanmar que
juntos, representan el 94% de los cultivos mundiales de amapola de opio.
El incremento de los cultivos ha originado un crecimiento de la produc-
ción de opio, estimada en 8.870 toneladas, la más alta en los últimos 20
años. Tal aumento de la oferta ha determinado una sensible baja de los
precios en el país centro-asiático, descendiendo de $140 a $111 por Kg. de
opio seco. El secuestro de numerosos laboratorios para la elaboración del
opio en Afganistán y la contextual desaparición de estos de los países

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UNIDAD 1

que atraviesan las rutas de contrabando demuestran que los procedi-


mientos de refinación se realizan localmente, implicando el contrabando
de ingentes cuantitativos de anhídrido acético, precursor necesario para
la elaboración del opio.

World Drug Réport, 2009.


Secuestros de heroína y rutas del tráfico internacional

Desde Afganistán, principal productor del narcótico, se despliegan las


principales rutas de tránsito. A través de la Federación Rusa y a lo largo
de los escabrosos caminos del Asia Central y en dirección a Europa,
siguiendo desde su inicio la “vía de la seda” hasta Turquía. Sucesiva-
mente la ruta balcánica hasta llegar a Italia o a los Estados orientales de
la unión europea; Austria, República Checa, Polonia, Letonia y Estonia,
o por vía marítima hacia los países del Mediterráneo. En alternativa, el
narcótico sigue la ruta caucasiana o centroasiática pasando luego por
Ucrania o Bielorrusia y llegando a los países de Europa oriental o a los
países bálticos. En particular los traficantes son favorecidos por la aper-
tura de nuevos tramos aéreos que conectan África del este, Etiopía, Kenia

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EL CRIMEN ORGANIZADO

y Emiratos árabes, con los países del África occidental, Nigeria, Costa de
marfil y Senegal. Posteriormente la heroína llega a los aeropuertos del
Reino Unido, de los EE.UU. y de los países de la UE por medio de orga-
nizaciones nigerianas y ghaneses organizados logísticamente en aquellos
países. Las principales líneas de tránsito de la heroína son:

1. la Ruta balcánica: desde Afganistán y Pakistán, los estupefacientes


llegan a Europa a través de Turquía y las Repúblicas balcánicas; desde
Afganistán la heroína atraviesa las Repúblicas centroasiáticas del ex
Unión Soviética y llega a Europa Occidental; Heroína: la ruta balcánica;

2. la Ruta del “triángulo de oro” (Myanmar, Laos y Tailandia): desde


Myanmar la morfina base llega a Tailandia y una parte a la India.
Por su parte la heroína llega a Bangkok, Hong Kong, Bangladesh,
Malasia, vía mar, y a Vietnam a través de Laos; desde Tailandia la
heroína, transportada en containers por vía marítima y aérea, llega
directamente a Australia, Hong Kong y Singapur; desde las áreas de
producción llega a las costas estadounidenses del Pacífico;

3. la Ruta de la “media luna de oro” (Afganistán, Irán y Pakistán): Desde


Afganistán y los estados de Asia central se ramifica una espesa red de
rutas terrestres, de naturaleza y valor más o menos o importante, que
conducen a Irán, a la costa, a Ucrania y Rusia, transitables únicamente
con camellos, al incluir inaccesibles;

4. la Ruta del istmo: Desde Colombia la droga llega a los Estados Unidos
atravesando los países del istmo y México. La heroína es enviada a la
península arábiga y de ahí surgen dos vías hacia Europa, una atraviesa
el Mar Rojo y lo otra pasa por los estados africanos que dan al Golfo de
Guinea. Es relevante el flujo de heroína a través de las rutas aéreas que
incluyen los principales aeropuertos internacionales, desde los cuales los
traficantes envían heroína por medio de correos hacia los tradicionales
mercados de consumo. Los aeropuertos más utilizados para el tráfico de
la heroína son los paquistaníes de Karachi, Lahore y Peshawar.

97
UNIDAD 1

5. Una importancia cada vez más estratégica está asumiendo la ruta


del mediterráneo oriental. La heroína del Golfo Persa y del puerto de
Karachi entra en el Mediterráneo a través el Canal de Suez para luego
dirigirse al Mar Negro - Puerto de Odessa agregándose a los grandes
tráficos que se desarrollan en los corredores europeos.

Heroína: la ruta del mediterráneo oriental

El Cannabis
Por cuánto concierne al hachís, se entiende que tal sustancia domine el
mercado de las drogas por la difusión de los cultivos, el volumen de produc-
ción y el número de consumidores. Para estos últimos es interesante notar
como se asiste, recientemente, a la disminución de la demanda de estupefa-
cientes sobre todo en los países occidentales. Eso es debido al incremento de
THC obtenido por los productores en los procesos de cultivo; esto ha alejado al
consumidor habitual preocupado por la mayor peligrosidad, haciéndolo optar

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EL CRIMEN ORGANIZADO

por una producción particular, limitada al consumo personal. Concentrando


la atención en el hachís, cuya producción mundial se estima en 6.000 tone-
ladas, se han asistido a un descenso de los cultivos en Marruecos, productor
principal históricamente reconocido, a lo cual ha seguido una contracción de
los secuestros realizados en Europa, principal mercado de destino.

World Drug Report, 2009.


Secuestros de hachís y rutas del tráfico internacional

El área noroccidental de África reviste un papel clave en el tráfico de los


derivados del cannabis, y en particular del hachís destinado al Viejo Conti-
nente, principal consumidor en el mundo de esta sustancia. La mayor parte
del hachís marroquí circula en España a través del estrecho de Gibraltar
por las mismas organizaciones locales y ahí se almacena en cuantitativos

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UNIDAD 1

enormes. Las rigurosas medidas de contraste han inducido a las organiza-


ciones criminales compradoras a pasar de España como área donde realizar
las transacciones y dirigirse directamente a brokers reparados deliberada-
mente en Marruecos. Por razones atribuibles a una política de tolerancia
sustancial del cannabis y sus derivados, también Holanda reviste un papel
principal en la distribución de los grandes cargos de hachís. La sustancia,
sin embargo, también llega a Europa desde Líbano, Pakistán y Afganistán,
incluidos entre los principales productores.

Las principales líneas de tránsito del hachís son:

1. la Ruta indiana: desde Afganistán y Nepal atraviesa la India y


continúa hacia Europa y las costas orientales de África;

2. la Ruta de Siria: se mueve a lo largo de dos direcciones que se dirigen


al sur hacia Jordania y Arabia Saudí y al oeste hacia Líbano y Egipto;

3. la Ruta balcánica: desde Afganistán y Pakistán, por Turquía, las


Repúblicas balcánicas y la ex - Yugoslavia los estupefacientes llegan
a Europa;

4. la Ruta del Mediterráneo: se despliega en tres direcciones: desde


Líbano hacia Chipre, Grecia, Italia, Francia y España; desde la penín-
sula Ibérica por el Atlántico al Norte de Europa; y desde Marruecos
hacia Norte-América.

5. la Ruta latino-americana: desde Colombia, Venezuela, Perú, Brasil,


Paraguay y Argentina el hachís llega a USA., Canadá y Europa, a
través de las rutas atlánticas.

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EL CRIMEN ORGANIZADO

World Drug Report, 2009.


Secuestros de marihuana y rutas del tráfico internacional

Las principales líneas de tránsito de la marihuana son:

1. Ruta del sureste y suroeste de Asia: se parte de los países productores


a través del sur de China, Vietnam y Camboya y por vía marítima y/o
aérea llega a Norteamérica a través del océano Pacífico;

2. Ruta del océano índico o indonesa: desde los países productores y


refinadores se despliegan en dos direcciones, una llega a Australia a
través de Malasia e Indonesia y la otra llega a Europa transitando por
las costas orientales africanas;

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UNIDAD 1

3. Ruta africana: desde Swazilandia, Kenia, Nigeria y Ghana la droga se


traslada a Europa a través del Mediterráneo o navegando las costas
occidentales africanas (Costa de marfil,Liberia, Sierra Leona, Guinea,
Senegal y Marruecos);

4. Ruta a latino-americana: desde Colombia, Venezuela, Perú, Brasil y


Paraguay los estupefacientes se envían a Norte-América.

5. Un canal de flujo consolidado para el cannabis y derivados está activo


entre Albania e Italia, integrando una ruta que incluye los puertos de
Durazzo, Valona y Saranda por la parte albanesa y los de Bari, Brindis
y Otranto por el lado italiano.

Las Drogas sintéticas


Por lo que respecta a las drogas sintéticas, la estabilidad general del
mercado registrada últimamente puede ser atribuida a los efectos que los
programas de control de los precursores están iniciando a tener. Conse-
guir las sustancias químicas necesarias para la producción es mucho más
difícil hoy, de lo que fuera al final de los ‘90. Tiene también determinado
mérito el aumento de información y los programas de prevención que,
en muchas partes del mundo, ponen en guardia sobre la extrema peli-
grosidad de las sustancias estupefacientes sintéticas. La producción de
metanfetaminas continúa a estar concentrada en América septentrional,
Estados Unidos y México y en el sureste asiático: China, Filipinas y
Myanmar. Europa mantiene su liderato en la producción de éxtasis, loca-
lizada en Holanda y Bélgica por un lado y Polonia y países bálticos del
otro. La ausencia de enlace entre sustancias y una cierta zona geográfica,
como ocurre para otros narcóticos con las áreas de cultivo, hace difícil
estimar la producción.

Europa mantiene la primacía mundial en la producción de drogas


sintéticas, aunque no sea posible estimar la entidad de la producción
de este tipo de narcóticos, que alimenta casi la totalidad del mercado
global. También la entera región del sudeste asiático actualmente está
implicada en la producción de ATS (Amphetamine Type Stimulants);
estas drogas sintéticas son las sustancias estupefacientes utilizadas

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EL CRIMEN ORGANIZADO

en el extremo oriente y en Oceanía, representando también uno de los


principales peligros por el mercado estadounidense dónde, tanto las
organizaciones vietnamitas como mexicanas, están instalando progre-
sivamente laboratorios de producción de ICE (metanfetamina crista-
lizada, con elevado principio activo, llamada también shaboo). En la
producción de ATS se distingue Nueva Zelanda con la mayor concen-
tración de laboratorios y super-laboratorios clandestinos. En algunas
operaciones, que han permitido la desarticulación de redes criminales
dedicadas a la producción de ATS en el sureste asiático y en Oceanía, ha
venido a la luz la implicación de químicos europeos, en casos concretos
holandeses y franceses, que han consolidado la misma experiencia en el
sector en los laboratorios del Viejo Continente.

1.5. ‘SUCIOS NEGOCIOS’: BLANQUEO DE CAPITALES Y


MERCADOS ILEGALES
A partir de finales de los años Sesenta y los principios de los años Setenta,
las fuentes internacionales de liquidez ilícita empezaron a tener una vasta
expansión a escala global. El desarrollo de un mercado mundial de las
drogas constituyó el escenario en que las principales agrupaciones crimi-
nales internacionales pusieron en movimiento un mecanismo de acumu-
lación de capitales con dimensiones completamente nuevas. En contextos
como el italiano el proceso de identificación de las élites criminales con
las fuerzas del mercado y la acumulación, en el curso de los años setenta,
padeció un notable aceleramiento, fuertemente incentivado por la impli-
cación de las principales uniones mafiosas en mercados ilícitos particu-
larmente ventajosos.

Al interior del proceso de desarrollo de una de las actividades ilícitas


más lucrativas de la economía criminal - el tráfico de estupefacientes -
las dinámicas de interacción entre actores pertenecientes al mundo de
la delincuencia y exponentes del entorno financiero se volvieron cada
vez más frecuentes. Las exigencias conexas a la necesidad de administrar
de modo profesional los canales por los cuales el dinero de procedencia
ilícita circulaba, era “blanqueado” y reinvertido, llevó a numerosos expo-
nentes de los grupos criminales a establecer contactos cada vez más

103
UNIDAD 1

frecuentes con los diferentes actores del mundo financiero subterráneo,


los únicos dotados de las competencias técnicas necesarias para llevar a
buen fin las complejas operaciones de reciclaje.

Acompañando a este fuerte brote de prácticas de blanqueo de efectivo


proveniente de actividades criminales, se asiste en modo paralelo a un
fenómeno de acercamiento gradual de un número creciente de clientes
no “criminales” a los grandes circuitos del mundo financiero subte-
rráneo. Grupos terroristas, revolucionarios, exponentes políticos de
países en desarrollo, burócratas de las clases dirigentes occidentales y
numerosos operadores económicos “legales” empezaron a utilizar cada
vez más frecuentemente los canales financieros secretos o reservados que
los numerosos centros offshore esparcidos en todo el mundo ofrecieron a
una clientela deseosa de obrar con discreción y celeridad.

Los centros financieros offshore son jurisdicciones en que existen polí-


ticas específicas a nivel gubernativo orientadas a la atracción de capitales
extranjeros. Las características de estos centros de negocios consisten,
esencialmente, en el bajo nivel tributario, en la solicitud de requisitos
mínimos de acceso y en el escaso control sobre las transacciones. Los
Estados involucrados en este tipo de negocios ofrecen, generalmente,
a sus clientes extranjeros, dos tipos de servicios: una supervisión casi
inexistente y una variedad de servicios legales y financieros capaces de
asegurar un alto nivel de protección y secreto a las inversiones (sobre
todo cuando se trata de huir de los sistemas de tributación existente en
los países de procedencia de los capitales). Las posibilidades de que estas
jurisdicciones se transformen en lugares donde sea posible practicar
varias formas de ilícitos son, evidentemente, muy amplias.

La demanda creciente de servicios bancarios y financieros de este tipo


ha estimulado, en las últimas décadas, una gran expansión de la llamada
“finanzas de aventura” y del número y las dimensiones de los diversos
paraísos fiscales - ampliamente sostenida, de un punto de vista más espe-
cíficamente “político”, de la adopción de estrategias encaminadas a una
tendencial desregulación y a la liberalización financiera internacional.
Los métodos y los mecanismos de la finanzas subterráneas se han vuelto
accesibles a un número creciente de operadores, han sido “democratizados”

104
EL CRIMEN ORGANIZADO

medios al servicio de todos, independientemente de consideraciones de


raza, color, credo o afiliación política, pero indudablemente no indepen-
diente del rédito económico (Naylor, 1989).

Los enormes flujos de dinero que, a partir de ese momento, comienzan a


llenar las cajas de los varios centros financieros esparcidos entre Suiza,
las islas Caimán, Liechtenstein, las Bahamas, Hong Kong y Gibraltar, no
son alimentados exclusivamente por las ganancias procedentes por las
actividades criminales. Buena parte del dinero depositado proviene de
las ganancias conseguidas en inversiones efectuadas en el sector legal de
la economía: dinero en busca de valorización especulativa que se vuelve
crítica en el momento en que su poseedor decide emprender la vía de la
evasión fiscal o de la exportación clandestina de capitales.

La tercera componente de dinero que empieza a afluir en los paraísos


fiscales está constituida por capitales llamados “grises”, en los cuales se
intenta ocultar la identidad del propietario. Pertenecen a esta categoría
los capitales provenientes de prácticas de corrupción políticas y admi-
nistrativas tendientes a influenciar el funcionamiento de la cosa pública.

El elemento interesante que es oportuno subrayar es el hecho de que tanto


el dinero de procedencia criminal, como el dinero ligado a prácticas de
corrupción político-administrativa, y aquel en fuga de los países endeu-
dados del Tercer Mundo y el dinero procedente del sector subterráneo
de las mayores economías occidentales utilizan los mismos canales insti-
tucionales y geográficos que permiten el reciclaje. Las ganancias ocultas
de las grandes empresas multinacionales, los préstamos interbancarios,
los capitales de origen criminal y los varios tipos de dinero clandestino
se mezclan en estos sitios con toda clase de capitales procedentes de todo
tipo de actividad.

Criminalidad organizada, criminalidad financiera o de negocios y delin-


cuencia de ‘cuello blanco’ (white collar criminality) tienden a valerse de
las mismas estrategias, a utilizar técnicas parecidas y a concentrar los
capitales en los mismos lugares y en las mismas instituciones financieras.
Los elementos de contacto entre casos concretos criminales diferentes se
intensifican y se extienden cada vez más. El objetivo último es el mismo

105
UNIDAD 1

para todos: separar las ganancias de la fuente de procedencia y es justa-


mente este proceso el que la expresión “reciclaje”, “lavado de dinero”
“blanqueo,”money-laundering”, o “blanchiment” indica.

En el curso de los últimos quince años la adopción de una serie de instru-


mentos legislativos y estrategias de contraste dirigidas a penalizar fuer-
temente las actividades de reciclaje a nivel internacional ha permitido
que los métodos utilizados para “lavar” dinero de procedencia ilícita o
criminal hayan “evolucionado” de manera sustancial. De cualquier modo,
es posible afirmar que, ya sea que se examinen las prácticas orientadas a
introducir directamente las ganancias ilícitas en actividades comerciales
o empresariales, o que se examinen las formas más sofisticadas de inver-
sión de los capitales ilegales, cada operación de reciclaje se desarrolla
fundamentalmente en tres fases principales: la colocación del dinero, su
diversificación y, por fin, su integración a la economía más amplia.

La primera fase o placement, hace referencia a los diferentes métodos


utilizados para permitir que el dinero pueda ser colocado en el sistema
financiero. Esta es la fase más delicada, dadas las enormes posibilidades
que los capitales sean identificados por las fuerzas del orden. Habitual-
mente los grupos criminales se encuentran en posesión de numerosos
billetes de pequeña denominación, procedentes de diversas actividades
criminales, que necesitan ser cambiados por billetes más “grandes”. La
posesión de enormes cantidades de billetes que ocupan físicamente espa-
cios muy extensos constituye un problema para las organizaciones crimi-
nales, que deben tratar de encontrar un lugar adecuado a contenerlos.

Durante la operación “Green Ice”, ocurrida en octubre de 1992, los agentes


de la Drug Enforcement Administration se encontraron delante de un
espectáculo insólito: durante un registro se descubrió un departamento en
el cual habían sido ocupadas completamente dos habitaciones con costales
de billetes de pequeña denominación procedentes de la venta de cocaína.

106
EL CRIMEN ORGANIZADO

El dinero posteriormente es depositado en varias cuentas de pequeñas


dimensiones, generalmente en el mismo país en que son practicadas las acti-
vidades ilícitas, para evitar incurrir en los mecanismos de control bancario
que obligan a señalar las transacciones que exceden una cierta suma10.

La segunda fase, definido layering (intercalado), se realiza a través de


una serie de transacciones financieras dirigidas a separar el dinero de
su origen ilícito y hacer más difícil la reconstrucción de las operaciones
individuales. En el momento en que el dinero se encuentra en el sistema
crediticio disminuyen las posibilidades que sea descubierto por las agen-
cias investigativas. A partir de este estadio se ejecutan muchos tipos de
transacciones: el dinero se introduce en el mercado de cambio de divisas,
o es depositado en los llamados transit accounts, o invertido, a menudo, en
la adquisición de bienes inmuebles u objetos - como por ejemplo metales
y piedras preciosas - que tienen un valor de venta elevado. El papel desa-
rrollado por los paraísos fiscales durante esta fase es muy significativo.
Los centros offshore, de hecho, garantizan dos ventajas esenciales: condi-
ciones de tributación extremadamente favorable y sistemas jurídicos
capaces de asegurar la máxima discreción y secreto en materia fiscal.
Una vez “cubierto” el origen del dinero, la sucesiva introducción en los
sistemas crediticios convencionales resulta particularmente fácil.

De hecho, la tercera fase consiste en la reutilización de los capitales dentro


del circuito financiero lícito: es esta la fase de integration del dinero en
el sistema económico más amplio a través de inversiones inmobiliarias
supervaloradas, adquisición de empresas cuyos balances financieros son
alterados con la introducción de partidas falsas de importaciones y expor-
taciones, etc. El objetivo principal de estas transacciones es revestir de
“legalidad” sumas de dinero adquiridas, en realidad, fuera de las reglas
fundamentales de la competencia económica. Las ganancias de las tran-
sacciones criminales e ilegales, escondidas cuidadosamente hasta este
momento, podrán reaparecer sin riesgo bajo forma de recursos legítimos
a emplear con fines de consumo o inversión.

10 Esta práctica a menudo viene indicada, de la literatura sobre el tema, con el término “smurfing”
(Powis, 1992; Savona, 1997).

107
UNIDAD 1

Las modalidades concretas de desarrollo de cada fase individual no son


siempre perfectamente distinguibles y ocurre a menudo que los estadios
tiendan a integrarse y sobreponerse de acuerdo a características dife-
rentes. Los procesos de diversificación de las estrategias utilizadas por los
principales actores que administran las actividades de reciclaje de hecho
tienden a reflejar lo que ocurre en la sociedad más amplia, tanto a nivel
social y económico como político y legislativo. Los actores que adminis-
tran este mercado, de hecho, deben tratar de adaptar lo más posible sus
estrategias y ellos mismos al contexto en continua transformación en que
se encuentran operando, para tratar de evitar los costes que la actividad
de contraste a nivel internacional podría imponerles. El recurso a profe-
sionales con competencias técnicas cada vez más sofisticadas y la exten-
sión de la gama de operaciones más allá de los confines nacionales de un
país individual son, como veremos, algunos de los recursos adoptados.

Al inicio de los ‘80s comienza a difundirse a nivel internacional, una


conciencia creciente de los daños que el blanqueo de capitales podía
causar a la economía mundial. Justo en estos años algunos países, por
ejemplo los Estados Unidos, inician, a través de acciones de institutos
como el Internal Revenue Service, la Security and Exchange Commission
y el Departamento de Estado, una verdadera ofensiva contra los dife-
rentes paraísos fiscales y las sociedades financieras locales, acusadas de
poner en riesgo, a través diversas formas de ilegalidad las reglas penales y
civiles de la competencia. En esta dirección se “re-descubren” los instru-
mentos legislativos pre-existentes como por ejemplo, el Bank Secrecy Act
del 1970 que autorizaba al Secretario del Tesoro a pedir a los bancos que
conservaran datos e información relativa a aquellos que tenían una cuenta
o un depósito en cualquier banco americano y de aquellos que emitían
cheques o recibos de pago. El Bank Secrecy Act obligaba, además, a las
instituciones financieras nacionales a verificar y registrar la identidad y
otros datos personales de aquellos que depositaran o exportaran sumas
superiores a diez mil dólares.

En este período el concepto de blanqueo de capitales aparece estrecha-


mente ligado al contexto de continua expansión del tráfico de narcóticos y
se desarrollan estrategias para combatir el fenómeno, tanto en los contextos

108
EL CRIMEN ORGANIZADO

individuales nacionales como en el escenario más amplio, en el ámbito de


legislación sobre la droga. La Convención de Viena del 198811 en uno de
sus artículos principales obligaba a todos los estados miembros a reco-
nocer como delito el blanqueo de dinero proveniente del tráfico de estupe-
facientes. La Convención, que sigue siendo uno de los instrumentos más
importantes elaborados a nivel internacional, reflejaba la voluntad difun-
dida de utilizar el bloqueo y el secuestro de bienes como uno de los medios
más eficaces para combatir el tráfico de drogas y el reciclaje de las ganan-
cias obtenidas. Una de las indicaciones más innovadoras preveía que los
estados firmantes proporcionaran, a las autoridades competentes, el poder
de ordenar a las diversas instituciones financieras recolectar documenta-
ción apropiada de todas las operaciones consideradas sospechosas. Exclu-
yendo la posibilidad de que las partes involucradas pudieran apelarse a
la existencia de leyes relativas a la tutela del secreto bancario, la Conven-
ción constituyó un paso muy importante en dirección de la integración
de diversas formas de cooperación penal entre varios estados (en materia
de extradición, de muta asistencia legal, transferencia de procedimientos
penales). Hasta febrero de 1998, 145 de los 185 estados miembros de las
Naciones Unidas habían firmado la Convención: de éstos solo 30 estados
han implementado las medidas contra el blanqueo en modo sustancial-
mente coherente con lo que había establecido12 la Convención.

En los últimos años las Naciones Unidas – en línea con lo afirmado en


la Convención de 1988 – han proseguido en la actividad de sensibiliza-
ción de los estados miembros en lo que concierne a los peligros que el
blanqueo representa para la economía de países enteros. En el ámbito de
la Conferencia mundial de Nápoles sobre el crimen organizado trans-
nacional, realizada en 1994, se adoptó una declaración tendiente a volver
más incisiva la cooperación internacional contra el blanqueo y a incen-
tivar ulteriormente la adopción de instrumentos y estrategias adecuadas
para prevenir y combatir el fenómeno, y en general la utilización en el
campo económico de las ganancias provenientes de actividades ilícitas.

11 La United Nations Convention against Illicit Traffic in Narcotic Drugs and Psychotropic Substances
entró en vigor el l 1 de noviembre de 1990.
12 Hamilton Fazey, I., “Setting the context: ten years on from the 1988 Convention”, in United Nations,
Office for Drug Control and Crime Prevention, Attacking the Profits of Crime: Drugs, Money and
Laundering, Vienna, United Nations, December 1998, p. 4.

109
UNIDAD 1

En el mismo periodo que se discutía la Convención de Viena, los repre-


sentantes de los Bancos Centrales de ocho países europeos, además de
los Estados Unidos y el Japón firmaban en Basilea una Declaración de
Intención relativa a la circulación del dinero de origen criminal en el
sistema financiero legal. Al final de este encuentro los diferentes países
reconocieron que uno de los instrumentos más eficaces en la lucha contra
el blanqueo, consistía en procurar mantener estable la integridad de los
bancos, a través de un estrecho control a todas las instituciones finan-
cieras. La Comisión se declaró conforme en tratar de asegurar la máxima
vigilancia sobre la identidad de los clientes de las diversos bancos nacio-
nales, sobre la comprobación de la efectiva propiedad de la cuenta y en
el desincentivar cualquier relación comercial con clientes que no fueran
capaces de proporcionar información adecuada sobre la naturaleza de
sus actividades comerciales o de negocios.

La institución en 1989 del Financial Action Task Force (FATF) - una orga-
nización compuesta por casi treinta países, de la Comisión europea y del
Consejo de Cooperación del Golfo - constituyó un paso importante en
dirección del desarrollo de estrategias efectivas de lucha al reciclaje. La
relación producida por el FATF en el 1990, que contenía cuarenta reco-
mendaciones fundamentales para combatir el fenómeno del blanqueo de
capitales, constituye a uno de los instrumentos de contraste más cono-
cidos en ámbito internacional.

Estas recomendaciones incentivan fuertemente la adopción de la Conven-


ción de Viena, la limitación del secreto bancario y la ampliación de la
mutua asistencia legal entre estados en materia de reciclaje. Las tres
partes principales de la relación, que conciernen el derecho penal, la ley
bancaria y la cooperación internacional, recomiendan fuertemente la
eliminación de las cuentas bancarios anónimas, aún muy difusos incluso
en numerosos países europeos.

A distancia de poco tiempo de estas importantes iniciativas, el Consejo


de Europa delineó, en 1990, la ‘Convention on Laundering, Search and
Confiscation of the Proceeds from Crime’ en la cual, por la primera vez,
el concepto de reciclaje también se extendió a la transformación de ganan-
cias ilícitas procedentes de cualquier crimen grave, y no sólo del tráfico

110
EL CRIMEN ORGANIZADO

de droga. En el preámbulo del documento está incluida una declaración


particularmente relevante, según la cual una de los principios funda-
mentales del Consejo de Europa está constituido por la conciencia de que
la lucha contra los crímenes graves debe constituir un objetivo interna-
cional que requiere el empleo de estrategias de contraste modernas y de
alcance internacional: privar a los criminales de las ganancias obtenidas
por las actividades ilícitas constituye a uno de los métodos más eficaces.
Los Estados firmantes están obligados a introducir en sus legislaciones el
crimen de blanqueo de capitales. (Savona, 1997).

En octubre de 1995, la INTERPOL, durante la 64ª sesión de su Asam-


blea General, aprobó una resolución que constituyó la primera decla-
ración anti-reciclaje en la historia de esta organización internacional.
Los puntos principales de la resolución recomendaban fuertemente a
los países miembros del INTERPOL de adoptar legislaciones nacionales
encaminadas a:

•• incriminar a quienes facilitaran conscientemente las operaciones de


reciclaje;
•• permitir a los oficiales de las fuerzas del orden de contar poder inves-
tigativo necesario para identificar, seguir y congelar las ganancias
procedentes de actividades ilegales;
•• inducir los bancos y a las demás instituciones financieras a señalar
las operaciones sospechosas a las fuerzas de policía (que deben ser
capaces de realizar investigaciones ulteriores);
•• solicitar a las instituciones financieras de conservar, por al menos
cinco años de la conclusión de la transacción, toda la documentación
relativa a las diversas operaciones
•• efectuadas, en modo de facilitar las investigaciones;
•• permitir la veloz extradición de individuos imputados por reciclaje.
En el análisis de los instrumentos de contraste en ámbito internacional
cabe mencionar el papel primario asumido por algunos organismos esta-
dounidenses en proveer un punto de referencia esencial en el ámbito de la
estrategia global contra el blanqueo de capitales. Uno de los actores clave

111
UNIDAD 1

de esta estrategia es el Financial Crime Enforcement Network (FinCEN)


que ha sido identificado por el Departamento del Tesoro como una de
las agencias principales en la actividad de formulación, control y reali-
zación de políticas concretas de anti-blanqueo. Esto constituye un punto
de acoplamiento entre las actividades de las agencias investigadoras y la
comunidad financiera, proveyendo soporte en términos de inteligencia
a una pluralidad de actores a nivel local, federal, estatal, e internacional.
FinCEN es actualmente una de las agencias principales en la lucha contra
los crímenes financieros y la criminalidad económica en general.

Este excursus sobre las estrategias internacionales de lucha al reciclaje


revela como el bloqueo y el secuestro de los bienes y la penalización del
reciclaje en cuanto crimen constituyen los instrumentos utilizados prin-
cipalmente por los diversos países a nivel global.

La solicitud de congelar y confiscar los bienes fruto de actividades ilícitas,


contenida en numerosos tratados de mutua asistencia legal y en acuerdos
multi-laterales, se ha vuelto central para la prevención, la investigación y la
concreta penalización de las actividades de “limpieza del dinero caliente”.

Muchos centros offshore han cambiado su legislación en el tentativo de


ajustarse a un escenario internacional y a una sensibilidad más difusa
respecto al fenómeno. Pero, según algunos intérpretes, para establecer si
un determinado país puede o no ser considerado un “paraíso fiscal” es
necesario fijarse no sólo en la existencia de una legislación adecuada para
combatir el reciclaje, si no también a la presencia de una autoridad capaz
de ejercer un control efectivo sobre la aplicación de la ley. De hecho, a
menudo los cambios legislativos en el plano nacional se revelan comple-
tamente inútiles desde el momento en que asistimos al fenómeno, cada
vez más difuso, de la ampliación de las actividades de las compañías y
empresas offshore también fuera de los confines territoriales del paraíso
fiscal. Por ejemplo, muy pocas sociedades de responsabilidad limi-
tada panameñas, realizan sus negocios en Panamá (Bernasconi, 1998).
Obviamente la información sobre las actividades realizadas por estas
sociedades fuera de las fronteras nacionales no son transmitidas a las
autoridades del país de procedencia.

112
EL CRIMEN ORGANIZADO

Otra preocupación creciente está ligada al hecho de que cerca de cien


diferentes jurisdicciones esparcidas en todo el mundo, aún se desarrollan
crímenes de naturaleza financiera y actividad de reciclaje según grados
diferentes de intensidad. Los gobiernos de estos países no han dotado
todavía a los bancos centrales de una autoridad suficiente en materia de
regulación financiera y, a menudo, no han sido preparados instrumentos
capaces de efectuar un monitoreo exacto sobre los métodos utilizados por
el sistema financiero; la ausencia de disposiciones adecuadas en materia
de asistencia legal mutua hace particularmente difícil la actividad de
investigación. A veces los representante políticos de estos países han
favorecido ampliamente la creación y ampliación de un sector financiero
basado, casi exclusivamente, en la capacidad de asegurar un elevado
secreto a los flujos de capital depositados en los bancos locales: la ausencia
de sectores económicos estimulantes y la sustancial debilidad económica
de estos países pueden, de este modo, ser superadas fácilmente.

La necesidad, sustentada por varias partes, de una acción internacional


dirigida a unificar y a hacer más transparentes las condiciones de funcio-
namiento del sistema financiero internacional ya no puede -como demues-
tran las iniciativas aprobadas a nivel global a partir del fin de los años
Ochenta- ser ignorada. Los costes que el reciclaje internacional impone
a la economía mundial, en un plano específicamente macro-económico,
son realmente ingentes:

•• perjuicio de las operaciones efectivas de las economías nacionales y


favorecimento de políticas económicas más pobres;
•• lenta corrupción del mercado financiero, reducción de la confianza
colectiva en el sistema financiero internacional e incremento de los
riesgos de inestabilidad del sistema;
•• reducción de la tasa de crecimiento de la economía mundial.
El Internacional Monetary Found en el 1996 estimó la cantidad de dinero
que es blanqueada anualmente, se acerca a los quinientos mil millones de
dólares: casi el 21% del producto interior bruto global.

113
UNIDAD 1

A pesar de que los circuitos bancarios “tradicionales” continúen siendo


uno de los mecanismos más importantes de blanqueo del dinero ilícito,
de varias partes se señala el surgimiento de métodos cada vez más
complejos, capaces de hacer circular en modo menos peligroso el dinero
sucio en el interior del sistema financiero (Beare, 1995).

Desde este punto de vista los “carteles” de la droga colombianos han


representado a una de las organizaciones que han proporcionado un
verdadero “observatorio” sobre el estado del arte en materia de reciclaje.
Los carteles tendían cada vez más a mantener completamente sepa-
radas las operaciones de reciclaje de las actividades ligadas a las varias
fases de la distribución de la droga. Esta especie de “bifurcación” de las
operaciones permitía mantener un control más amplio sobre las varias
transacciones y de contener el nivel de corrupción o escasa lealtad exis-
tente dentro de la organización. Los que se ocupaban de la limpieza del
dinero fueron, casi siempre profesionales de varios tipos que operaban a
diferentes niveles, pero en estrecho contacto con los líderes del cartel. El
comisionista fue el que aconseja el boss sobre cuales pueden ser las estra-
tegias más adecuadas para alcanzar las ganancias mayores y blanquear
el dinero de modo más seguro.

De un punto de vista ideal cualquier tipo de actividad, según cuánto


sugieren los resultados de varias investigaciones conducidas tanto en
los Estados Unidos como en Europa, podría ser utilizada para limpiar
dinero; existen, en todo caso, algunas prácticas que, últimamente,
parecen tener mayor éxito. Entre estas, una de los más frecuentes, es la
cambiar el dinero “sucio” con divisa extranjera, utilizando instituciones
no bancarias. La figura del comerciante de divisas extranjeras o cambista
es, de este punto de vista, esencial: éste organiza la operación, provee los
dólares necesarios para la limpieza del dinero y, en fin, procura al cartel
los pesos blanqueados que serán luego invertidos en otras actividades.

El dinero procedente del tráfico de droga generalmente viene reciclado


fuera de Colombia, gracias a la actividad de personas de confianza
de los cambistas domiciliados en determinada ciudad. Florida, por
ejemplo, fue la ciudad en la cual hacia el final de los años setenta tenían
lugar los pagos de la droga procedente de América latina y destinada

114
EL CRIMEN ORGANIZADO

al mercado estadounidense. Desde ahí el dinero era enviado a otros


destinos extranjeros con fines de inversión o devuelto a Colombia para
ser reconvertido en pesos.

A partir de inicios de los años Ochenta, Panamá y las islas del Caribe se
han convertido en los lugares principales de negociación y tránsito de
los ingentes flujos de droga. Las casas de cambio mexicanas han sido a
menudo los puntos focales en las que sobrevenía el paso y la transfor-
mación del dinero destinado a ser depositado en los principales bancos
europeos. A causa de la sensible exacerbación de la legislación estado-
unidense en materia de reciclaje, las operaciones dirigidas hacia Europa
han aumentado considerablemente en el curso de los últimos diez años.
La opción de concentrar las actividades de reciclaje en una determinada
región no parece ser tan practicada como antes, dada la gran profesiona-
lidad alcanzada para eludir los sistemas de control anti-reciclaje.

Una tendencia diferente se encuentra en los grupos de criminalidad


organizada de origen ruso. Los Estados de la ex Unión Soviética brindan
innumerables ocasiones de reciclaje a los inversionistas extranjeros, dada
la existencia de mecanismos de control financiero débiles. La extrema
fragilidad de los sistemas de monitoreo sobre los movimientos de dinero
y sobre las inversiones ofrece a los diversos a grupos georgianos, checos
y rusos enormes oportunidades de inversión de las ganancias ilícitas. En
muchos casos - como emerge también de sucesos de crónica reciente - los
grupos criminales autóctonos han resultado capaces de controlar e influen-
ciar directamente numerosos institutos bancarios. Los tentativos, de parte
de las autoridades de control bancario, de interceptar y separar los flujos
de dinero legítimos de aquellos ilegales no han sido siempre fructuosos, a
causa de la ausencia de los necesarios mecanismos de contraste13.

En general la tendencia actual en función en el mercado del dinero


“caliente” o “sucio” en busca de limpieza parece ir en dirección de una
creciente profesionalización. Este proceso parece evidente tanto en el
fenómeno de gradual separación entre actividades específicamente
criminales y actividades de reciclaje, como en la mayor presencia de

13 Según las consideraciones provistas por el Parlamento ruso en el 1998, el crimen organizado
controlaría las 85% acerca de de los bancos comerciales.

115
UNIDAD 1

“blanqueadores de profesión”, y en el emerger de grupos de profesio-


nales especializados en ofrecer sus servicios a un amplio número de
organizaciones criminales.

Paralelamente, parece que se ha afirmado una tendencia a utilizar insti-


tuciones financieras que no pertenecen a los circuitos específicamente
bancarios. Sobre todo en los contextos más desarrollados, la creciente
regulación del sistema crediticio ha llevado a numerosos grupos crimi-
nales a utilizar casas de cambio, comercializadoras, casas de juego, agen-
cias de seguros. En algunos casos se utilizan bancos de dimensiones
más modestas, menos propensas a redactar relaciones sobre operaciones
sospechosas u oficinas de representación de bancos extranjeros que, en
algunos casos, aceptan depósitos o transferencias de dinero sin desvelar
la identidad de los sujetos beneficiarios.

Sería también posible reconducir a esta tendencia difusa el “redescu-


brimiento” de sistemas informales de financiación ligados, tradicional-
mente, a grupos étnicos particulares.

Entran en esta categoría el sistema del hawala o hundi, verdaderos meca-


nismos de financiación étnica originaria de Pakistán y la India u otros meca-
nismos parecidos utilizados por los grupos chinos como el chit o el chop shop.

Actualmente parece haber traza de este tipo de operaciones en China,


Hong Kong, en el Sureste asiático, en Centro-Asia y en África del este,
aunque también en Europa y Estados Unidos. El hawala fue origina-
riamente un sistema para hacer llegar al país de origen las remesas
de los emigrantes; el sistema del chit o el chop shop nació en China
durante la dinastía Chiang para evitar que, en el curso de traslados de
dinero, ocurrieran atracos y, posteriormente, como método para evadir
el sistema fiscal represivo.

Estos dos tipos de sistemas bancarios clandestinos ofrecen, ya sea a


comunidades étnicas particulares o a los que desean blanquear dinero,
un método eficaz para mover capitales a lo largo de las fronteras interna-
cionales. El dinero a blanquear es depositado en las cajas del “banquero”
clandestino que, utilizando la propia red de relaciones informales, comu-
nicará a un “banquero” asociado, domiciliado en un país particular, que

116
EL CRIMEN ORGANIZADO

el dinero ha sido depositado o le entregará al cliente un pequeño peda-


cito de papel - válido como recibo – que presentado al “corresponsal”
en el país extranjero le proporcionará al cliente el equivalente, en divisa
extranjera, de la suma depositada (Gilmore, 1995).

Las ventajas relacionadas al empleo de estas prácticas se resumen, en modo


particular, en términos de velocidad, simplicidad y confidencialidad de las
transacciones. Las transferencias de dinero manejadas por diversos tipos
de instituciones, bancarias y no bancarias, corren riesgos de interceptación
que estos métodos limitan al máximo, puesto que las familias o los grupos
implicados en este tipo de actividad generalmente son bien conocidos en la
comunidad, tenidos en alta consideración - desde un punto de vista repu-
tacional - y bien conectados a una red compuesta por individuos altamente
fiables. La existencia de un cierto grado de confianza recíproca entre los
actores del intercambio parece tener un papel esencial14.

Las investigaciones más recientes revelan, además, una tendencia hacia


una mayor complejidad en los esquemas utilizados para las operaciones
de reciclaje. La nueva dimensión transnacional de muchos grupos del
crimen organizado ha estimulado una mayor internacionalización de las
operaciones individuales.

A pesar de que el vínculo con el territorio de pertenencia permanezca firme,


muchas organizaciones criminales tienden a una movilidad extrema. Y el
reciclaje puede ser visto como uno de los crímenes con mayor movilidad.

El proceso de internacionalización de los bienes y actividades ilegales


ha “obligado”, como consecuencia a los actores criminales a vincularse
con las instituciones y territorios del dinero sin patria, determinando
un aumento sensible en la demanda de este tipo de servicios. “se puede
afirmar tranquilamente que todo género de empresa criminal (estructu-
rada en gran escala de acuerdo a los criterios de las mayores ganancias,
de la continuidad operativa y de la inmunidad de las acciones oficiales
de contraste) atravesará un momento crítico de expansión en el que

14 También el funcionamiento de las llamadas “rotating credit associations”, presentes en numerosas


comunidades étnicas, parece ser semejante en parte, aunque existen diferencias sensibles en particular
por lo que concierne a los propósitos por los cuales se constituyen estos sistemas de financiación paralelos.

117
UNIDAD 1

emergerá con prepotencia su necesidad de integración al sistema de las


instituciones bancarias, financieras y de los centros offshore.”

Vemos ahora los instrumentos económicos y financieros por medio de los


cuales se realiza el reciclaje de dinero:

a) Front companies, son usadas por blanqueadores para colocar y agrupar


ganancias ilícitas. Cualquier negocio con buen flujo de efectivo puede
ser una front company válida - joyerías, check cash stores (compradores
de cheques de terceros), agencias de viajes, comercializadoras (empresas
que importan y exportan mercancías), empresas de seguros, tiendas de
vinos, pistas de carreras, y restaurantes son frecuentes “front companies”.
Asimismo, los negocios que tienen inventarios de productos o materiales
que son difíciles de valorar, como metales preciosos, joyería, antigüe-
dades, arte, etc. también son comunes. Por ejemplo, Cirex Internacional,
en apariencia un negocio de metales preciosos legítimo, resultó ser una
front company usada por el traficante de drogas colombiano Eduardo
Orozco Prada para depositar más de 150 millones de dólares en efectivo
en varios bancos americanos y sociedades de inversión en un período
de varios años (a finales de los años 70’s y principios de los 80’s). Estas
empresas también son usadas para llevar a cabo operaciones comerciales
internacionales fraudulentas con el fin de depositar e integrar ganancias
ilegales. Las front companies son instrumentos eficaces para el lavado
de dinero por dos motivos. Primero, no necesariamente se requiere la
complicidad de su institución financiera o de cualquier institución finan-
ciera no bancaria para operar. Segundo, es difícil descubrirlos si operan
también un negocio legítimo.

Entre las actividades más fácilmente utilizadas como front companies


enumeramos:

•• Joyerías.
•• Empresas de envío de remesas (Money Transfer).
•• Agencias de viajes.
•• Comercializadoras.

118
EL CRIMEN ORGANIZADO

b) Shell o Nominee Corporations (ubicadas generalmente en paraísos fiscales)


El FATF define las empresas ‘Shell’ como instituciones, corporaciones, funda-
ciones, trusts, etc., que no realizan ninguna operación comercial, de manu-
factura, ni de ningún otro tipo en el país donde se localiza su sede social. Por
ejemplo, a principios de los años 80’s, cerca del 20% de todos los bienes raíces
en el área de Miami eran propiedad de entidades establecidas en las Antillas
Holandesas. Una propiedad fue localizada en tres niveles de corporaciones
shell de Antillas Holandesas, teniendo como “verdadero” propietario final
una corporación con acciones al portador. Estas corporaciones offshore a su
vez eran poseídas o controladas por varios traficantes de drogas.

c) Dollar Discounting (franquicias de Descuento-Rebaja de Dólares)


Un método cada vez más popular de blanqueo de dinero es la rebaja de
dólares, por el cual un traficante de drogas instruye a su contador, o comi-
sionista, para arreglar que el revendedor del cartel subaste o liquide las
ganancias de la droga a un agente o cambista, con un descuento. El agente
asume el riesgo de blanquear el dinero. En principio, el revendedor está
simplemente vendiendo sus cuentas por cobrar con un descuento. Por
ejemplo, después de haber comprado un conjunto de ganancias de la droga
a un revendedor, un agente se acercará un legítimo (“o no tan legítimo”)
hombre de negocios en Colombia o la Zona franca de Panamá que nece-
sita dólares estadounidenses para comprar bienes o productos en EE UU.
Entonces el agente vende todo o una parte de las ganancias compradas
al hombre de negocios. Estas ganancias están físicamente en EE UU, por
lo general que han pasado la etapa de colocación, ya sea por el traficante
por o el mismo agente. El agente vende estos fondos con un descuento,
generalmente hasta del 25 %. El hombre de negocios deposita entonces
el equivalente a la cantidad rebajada en pesos en la cuenta del traficante
en Colombia. El agente y el hombre de negocios hacen arreglos para que
el agente(s) del hombre de negocios en EE UU obtenga fondos estadouni-
denses, usando a menudo esquemas sofisticados que implican papeletas de
embarque, recibos, facturas, contratos con comisionistas, etc. falsos. Típica-
mente una transacción comercial aparentemente legítima acompaña estos
fondos, pero se incluirán artículos de 10 dólares que en realidad cuestan 35,
o pagarán por 100 artículos cuando son sólo 20 los transportados, etc. La
rebaja de dólares también es realizada mediante órdenes de pago (money
order) postales. En vez de la venta del dinero americano contra depósito

119
UNIDAD 1

en EEUU, una orden de pago o cheque en blanco es enviado directamente


a Colombia o a la Zona franca de Panamá. Allí, los fondos pueden ser
vendidos y revendidos por la red de casas de cambio, a menudo volviendo
a bancos mexicanos para la repatriación final a EE UU con un ciclo de blan-
queo completo y el dinero aparentemente limpio y sin posibilidad de loca-
lizar enlaces con actividades ilícitas.

d) Reverse Flips
Un ‘reverse flip’ es un ardid inmobiliario por el cual un blanqueador
comprará una propiedad en un precio documentado o declarado debajo
de su valor de mercado, pagando el saldo “bajo la mesa” a un vendedor
cooperativo. El blanqueador revende entonces la propiedad por su valor
verdadero, obteniendo una ganancia contable, bien documentada y legal
(cualquier plusvalía es simplemente otro coste de la transacción). Por
ejemplo, el blanqueador arregla con un vendedor cooperativo comprar
una casa de 500,000 dólares por 250,000 dólares. Él pagará el 10 % o el
20 % por debajo (es decir, 50,000 dólares) en dinero limpio y tomará una
hipoteca sobre el saldo (200,000 dólares). Él entonces pagará el saldo
del precio bajo la mesa con fondos ilegales. Algunos meses más tarde,
él “lanzará” la propiedad por su precio verdadero de 500,000 dólares,
pagando la hipoteca con su “ganancia” de 250,000 dólares. Su ganancia
(el precio de la venta menos el pago de contado más la hipoteca) ahora
está blanqueada, y él cuenta con un documento que lo presenta como un
hombre de negocios legítimo.

e) Inflated Prices (Precios Inflados)


La utilización de precios inflados para pagar por bienes importados es una
técnica de blanqueo común. Los blanqueadores, que trabajan para front
companies o cómplices, simplemente crean facturas falsas para bienes en
realidad nunca comprados o comprados en precios enormemente inflados.

Para finalizar se presenta un elenco de una serie de países considerados


a mayor riesgo de reciclaje o blanqueo:

1. Antigua: Este país ha sido acusado de regulación bancaria laxa, y


leyes tributarias que permiten al crimen organizado el blanqueo de
dinero. En los últimos años, la Mafiya Rusa ha abierto un número de

120
EL CRIMEN ORGANIZADO

bancos offshore en Antigua, además es casa de ciberbancos cuestio-


nables y su industria de casinos está abierta a la actividad potencial
de blanqueo de dinero.

2. Aruba: A causa de su ubicación y actitud histórica de política de no


intervención hacia la inversión y la banca, ha sido clasificado como
productor de droga principal y país de tránsito.

3. Bahamas: Se cree que en los ‘80s, Carlos Lehder del cártel de Medellín
compró su propia isla en las Bahamas, el Cayo del Normando, que
usó como punto de cambio para las cargas de cocaína destinadas a EE
UU, las Bahamas comparten varias características con otras pequeñas
naciones que han labrado sus industrias bancarias con impuestos y
políticas de secreto bancario, como Luxemburgo, Islas Caimán, Anti-
llas Holandesas, Granada, Bermudas, e Islas Vírgenes británicas.

4. Belice es casa de más de 1,000 corporaciones offshore, para las cuales


no hay registros públicos ni control del Banco Central.

5. Bermuda: Aunque técnicamente no es una nación caribeña debido a


su posición (ubicación) a mitad del Atlántico, es considerada uno de
los principales centros offshore.

6. Islas Vírgenes Británicas: Se localizan al este de Puerto Rico, lo cual


es importante estratégicamente en el tráfico de drogas y humano.
Además, es conocido como un paraíso bancario y offshore.

7. Islas Caimán: En 1964, esta diminuta nación caribeña tenía menos


de 25,000 habitantes, dos bancos, y ningún negocio offshore. En 1993,
era el sexto centro financiero más grande del mundo con más de 540
bancos que controlan más de 400 mil millones de dólares en valores
activos; y 23,500 corporaciones registradas en la isla. En 1996, había
aproximadamente 15 bancos menos (algunos fueron cerrados, otros
consolidados) controlando 420 mil millones de dólares en valores
activos, y casi 30,000 negocios offshore.

121
UNIDAD 1

8. Isla de Man: Las Islas Anglonormandas de Guernesey y Jersey y la Isla


de Man - localizadas en las costas de Francia e Inglaterra - son paraísos
fiscales y centros financieros offshore. La industria más grande de las
islas es la bancaria, y está estrictamente regulada; el lavado de dinero
es un crimen, y los bancos están obligados a reportar transacciones
sospechosas a varias Unidades de Investigación Financieras.

9. Chile se convierte rápidamente en el país de blanqueo de dinero favorito


para cárteles de droga mexicanos y colombianos. Chile ha tenido leyes
contra drogas y blanqueo de dinero eficaces desde octubre de 1995.

10. Chipre: Chipre ha surgido como un centro de blanqueo de dinero clave,


principalmente porque es un puente geográfico y cultural entre Asia,
Medio Oriente, y Europa. Generalmente es percibido como un canal para
fondos ilegales, principalmente de grupos criminales organizados rusos.

11. Republica Checa: La Mafiya rusa, la Camorra italiana, y la Mafia sici-


liana dominan las redes de contrabando y operaciones de blanqueo
de dinero. La República Checa es usada principalmente como un país
de tránsito para el contrabando y drogas que se mueven de Asia a
Europa Occidental y Rusia. Los turcos, Albaneses, rusos, y antiguos
yugoslavos mueven grandes cantidades de heroína de Afganistán y
Paquistán vía Irán.

12. Republica Dominicana: Aspectos negativos: el estatus del país como


un transbordo activo para las drogas que llegan por avión y por
mar de Colombia y Panamá, así como drogas que cruzan la frontera
terrestre notoriamente permeable con Haití; su prohibición de extra-
ditar a ciudadanos dominicanos (causando que muchos traficantes de
droga hispanos reclamen la nacionalidad dominicana para obtener
santuario en el país); y poca o ninguna supervisión de gobierno para
cambio de divisas y negocios de remesas.

13. Granada: Localizado en el Caribe, en la punta más meridional de las


Antillas y justo al norte de Venezuela, Granada es una de las pequeñas
naciones de islas caribeñas conocidas como un paraíso fiscal.

122
EL CRIMEN ORGANIZADO

14. Haití: Localizado estratégicamente en el centro del Caribe, ocupando


la mitad occidental de la isla la Española, que comparte con la Repú-
blica Dominicana. Con el caribe al sur, Bahamas al norte, y Puerto
Rico vecino, Haití está situado como un país ideal para el “tránsito”
de drogas. Por ejemplo, la distancia marítima entre la costa del sur
de Haití y las ciudades costeras del norte de Colombia Barranquilla y
Cartagena consienten la actividad de contrabando de armas y drogas.

15. Hong Kong: El estatus de Hong Kong como centro de blanqueo de


dinero radica en su proximidad con los países asiáticos productores
de drogas, sus sofisticados sectores financieros, los bajos impuestos,
los procedimientos simples para incorporar y mantener empresas, y
una ausencia de control sobre la cantidad de dinero que puede entrar
y salir del territorio.

16. Israel: En 1996, el Ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense


aumentó el estatus de Israel como un centro de moneylaundering de
medio a medio alto. Este cambio, en parte, era resultado del aumento
del número de miembros de la Mafiya Rusa que ilegalmente habían
obtenido la ciudadanía israelí, y por tanto acceso a propiedades y
bancos israelíes.

17. Malasia: Si bien este país no es un productor “clave” de drogas o


un país de tránsito, Malasia es atractivo para los blanqueadores de
dinero del sudeste asiático debido a su proximidad geográfica con las
naciones del Triángulo de oro y Hong Kong; su amplia gama de servi-
cios financieros, y sistemas bancarios legales, sofisticados y seguros
para establecer centros financieros offshore.

18. Antillas Holandesas: Siguen ganando reputación largo tiempo soste-


nida como paraíso fiscal.

19. Nigeria: El Informe de Estrategia de Control de Drogas Internacional


describió a Nigeria como el eje del tráfico de drogas africano. Nigeria
ha sido por mucho tiempo un asilo para contrabandistas de armas y
marfil. La infraestructura de contrabando es bastante sofisticada, con
armas y drogas contrabandeadas tanto por tierra como por puertos
en Sudáfrica; desde allí, las armas y drogas son contrabandeadas a

123
UNIDAD 1

Nueva York y varias ciudades europeas. Nigeria es también un país


de llegada de cocaína de Colombia y heroína de Tailandia. Hasta el
derrumbamiento de precios de petróleo en los años 1980, era asimismo
una nación bastante rica.

20. Suiza: Mucho tiempo fue un asilo de blanqueadores de dinero debido


a sus estrictas leyes de secreto bancario, Suiza ha adoptado leyes de
información financiera más estrictas en 1989 como resultado de la
fuerte presión de muchas naciones.

21. Taiwán ha sido clasificado como productor de droga “principal” y país


de tránsito desde 1998 por el departamento de estado estadounidense.

1.6 EL CONTACTO CON EL MEDIO LEGÍTIMO: LA


PROTECCIÓN EN CONTRA DE LA INVESTIGACIÓN
Y LA CORRUPCIÓN

Índice de corrupción en el mundo. Fuente: Transparency International

124
EL CRIMEN ORGANIZADO

Aunque no existe una definición universal o completa respecto a lo que


constituye un comportamiento corrupto, las definiciones más destacadas
comparten un énfasis común sobre el abuso de posición o del poder
público para obtener una ventaja personal.

Algunas definiciones son: “perversión o destrucción de la integridad en


el desempeño de las funciones públicas por soborno o favor”, “induc-
ción al mal por medio impropio o ilegal (como soborno)”. La definición
sucinta utilizada por el Banco mundial es “el abuso del cargo público
para el beneficio privado”. Esta definición es similar a la empleada por
Transparencia Internacional (TI), la principal Organización No Guberna-
mental en la lucha contra la corrupción mundial: “La corrupción implica
el comportamiento de parte de funcionarios en el sector público, o polí-
ticos o empleados, por cual se enriquecen de modo incorrecto e ilegal
ellos mismos o alguien cercano a ellos, por el mal uso del poder público
que se les ha confiado.”

La corrupción socava las instituciones democráticas, retarda el desarrollo


económico y contribuye a la inestabilidad de gobierno. La corrupción
ataca los fundamentos de las instituciones democráticas deformando los
procesos electorales, pervirtiendo el estado de derecho, y creando atolla-
deros burocráticos cuya única razón de ser es solicitar sobornos.

El Programa Global contra la Corrupción (GPAC) es un catalizador y un


recurso para ayudar a los países a implementar con eficacia la Conven-
ción de las Naciones Unidas contra la Corrupción.

En 2003, Edgardo Buscaglia y Jan Van Dijk confirmaron el enlace entre


el crecimiento del crimen organizado y la corrupción de sector público,
analizando información cualitativa y cuantitativa en una muestra grande
de países con el fin de aislar las determinantes y vínculos entre corrupción
y crimen organizado. Se construyó un índice compuesto de crimen orga-
nizado que incluía indicadores de cinco actividades principales (tráfico de
personas, armas, vehículos robados, cigarrillos y fraude) y cuatro factores
secundarios (costos de negocios, amplificación de la economía informal
como una proporción de PIB, violencia y blanqueo de dinero).

125
UNIDAD 1

Basado en el análisis estadístico de la muestra de países, este estudio indica que:

•• Los indicadores que miden el grado de libertad económica están


correlacionados negativamente con el crimen organizado, al ser indi-
cadores que miden la eficacia del estado en la lucha de prácticas mono-
pólicas. La consolidación de democracia también parece impedir el
crecimiento del crimen organizado.
•• La insuficiencia de gobernabilidad del sector privado está relacionada
positivamente al crecimiento de crimen organizado. Este estudio
indica que en países con bajos estándares de regulaciones a los bancos
(en lo que se refiere a legislación y supervisión anti-lavado), el índice
de crimen organizado se duplica comparado con países con están-
dares más altos.
•• Los indicadores que miden la eficacia de los sistemas de justicia crimi-
nales están relacionados negativamente con el crimen organizado.
El nivel de crimen organizado es inferior en países donde las tasas
de sentencias condenatorias por crímenes cometidos son más altas.
Esto tiende a demostrar el efecto disuasivo de un sistema judicial que
funciona con respecto al crimen organizado.
•• La compra de protección del estado es una condición necesaria para
el crecimiento de crimen organizado. Los niveles más altos de inter-
ferencia política en el nombramiento, despido y promoción de funcio-
narios públicos están relacionados positivamente con los niveles más
altos de actividad criminal organizada.
•• La independencia y la integridad de la judicatura son la variable expli-
cativa más importante del nivel de crimen organizado. Los Jueces
independientes son menos vulnerables a la corrupción y más capaces
de implementar acciones represivas contra el crimen organizado,
incluso cuando el sistema político está sujeto al crimen organizado.
Este estudio indica que el crimen organizado prevalece en países donde el
estado de derecho es débil, con pocas excepciones a esta regla. Los deter-
minantes críticos del crimen organizado son la calidad, independencia
e integridad de las instituciones que salvaguardan el estado de derecho,
incluyendo los servicios de policía y la judicatura, en todos los niveles.

126
EL CRIMEN ORGANIZADO

Independientemente de estas determinantes institucionales, los altos niveles


de corrupción y el crimen organizado están ligados consistentemente a bajos
niveles de desarrollo humano. Un estudio ulterior de Jan Van Dijk publicado
en octubre de 2007 confirma y explica estas conclusiones iniciales.

Se construyó un índice compuesto de prevalencia del crimen, combi-


nando datos sobre la prevalencia percibida del crimen organizado, homi-
cidios no resueltos, corrupción alta, lavado de dinero y los niveles de la
economía sumergida como señaladores de presencia del crimen organi-
zado, utilizando la encuesta anual del Foro Mundial Económico, estadís-
ticas oficiales de crimen, indicadores de gobernabilidad de Instituto de
Banco mundial y evaluaciones de riesgo hechas por empresas de consul-
toría internacionales. El estudio indica que:

•• Los indicadores de altos niveles de corrupción, lavado de dinero y


los niveles de economía del mercado negro están fuertemente relacio-
nados con el índice de percepción del crimen organizado.
•• El crimen organizado es más frecuente en países donde el estado de
derecho es débil y viceversa. Estas conclusiones parecen confirmar las
interrelaciones entre el crimen organizado, la aplicación de la ley, el
estado de derecho y el desarrollo económico.
Cuando prevalece el crimen organizado la creación de leyes tiende a servir
intereses creados en vez del interés general, minando la eficacia de mercado
y la confianza pública en las funciones legales y reguladoras del estado.
Los ejemplos dados precedentemente indican que en muchos países, los
criminales han logrado penetrar las esferas más altas del gobierno y los
negocios. La naturaleza y nivel de infiltración del sector público puede
diferenciarse según el tipo y el perfil de los grupos criminales. Algunos
autores distinguen entre las formas tradicionales “y nuevas” del crimen
organizado que muestran patrones diferentes de comportamientos, moti-
vaciones y actitud hacia el estado. Grupos criminales tradicionales como
la mafia italiana necesitan al estado y a la economía para conservar su
riqueza y seguir prosperando. Las Instituciones estatales que funcionan
bien hacen que las actividades de negocios ilícitos sean más predecibles.
Por consiguiente, estos grupos tienden a crear una relación colusoria con
el estado usando varios medios para influir en las instituciones estatales.

127
UNIDAD 1

La corrupción es para ellos un instrumento operativo usado para influir


en el estado y tienen un interés creado en la resistencia estatal. “Nuevos”
grupos criminales como aquellos que surgieron en los antiguos estados
soviéticos a menudo provienen de países de postconflicto, prosperan en
el caos y la débil gobernabilidad y no tienen interés, ni lealtad hacia el
estado y su continuidad. Los nuevos grupos aprovechan la corrupción
desenfrenada e institucionalizada para desestabilizar al estado y sus
estructuras con el fin de generar ganancias.

Se han identificado cinco niveles de infiltración criminal del sector


público en literatura:

1. Actos Esporádicos de Soborno


En el primer nivel, un soborno se ofrece a cambio de un favor para
obtener un pasaporte, una licencia o información que facilite la actividad
criminal o ayuda para evitar una sanción.

2. Actos Regulares de Soborno


Este nivel consiste en el pago de sobornos continuos a funcionarios
públicos con el propósito de asegurar la protección continua de inves-
tigaciones de policía y facilitar las actividades ilegales, por ejemplo, en
fronteras internacionales.

3. Infiltración en agencias de gobierno


En este nivel, las redes criminales pueden infiltrarse en los rangos medios
de las agencias públicas y obtener influencias en agencias de justicia con
varios medios para facilitar las operaciones criminales.

4. Infiltración en los niveles más altos de gobierno


Este nivel de infiltración tiene objetivos más altos que incluye a altos
funcionarios en oficinas sensibles de gobierno que pueden proporcionar
ventajas largo plazo y protección a grupos criminales. Estos conquistan
acceso amplio y sistemático a la información confidencial y disfrutan de
protección ampliada.

128
EL CRIMEN ORGANIZADO

5. Infiltración en el escenario político


Este nivel de infiltración implica a muy altos funcionarios como senadores,
ministros y a veces aún la presidencia del país, con la visión de sujetar la
política de estado e influenciar en la formulación de leyes y en la ejecución
así como en las decisiones judiciales. Este nivel de infiltración es frecuente
sobre todo en países como la Federación Rusa. Como resultado, la corrup-
ción política y la sujeción estatal por redes criminales son rasgos comunes
de países afectados por los altos niveles de crimen organizado. Esto es
veraz en particular en países en transición y en vías de desarrollo, donde
las grandes ganancias generadas por actividades criminales, incluyendo el
tráfico de drogas, convierten a los criminales en actores poderosos en estos
países, permitiéndoles obtener influencias tanto en política como en nego-
cios. El soborno de altos funcionarios puede ser un modo relativamente
sencillo de penetrar las estructuras de gobierno. Sin embargo las contribu-
ciones financieras para las campañas a candidatos estratégicos es también
uno de los métodos regulares usados por criminales ricos ganar influen-
cias sobre funcionarios elegidos democráticamente. Esta última estrategia
combina la ventaja de permitir a los criminales influenciar en la agenda
política en ventaja propia y ser visto como cercanos a los círculos de poder.
Esto puede desalentar a la policía de investigar sus actividades a fondo
y proporcionar una vía para influir en los nombramientos y despidos de
jueces y jefes de policía. Por ejemplo, la práctica muestra que los beneficios
del tráfico ilegal sirven para financiar partidos políticos y campañas elec-
torales en Europa sur oriental, ya que la escala de redes criminales en la
región requiere una fuerte protección política.

Hay poca investigación empírica que mide el impacto de corrupción


sobre el crimen organizado y viceversa. En la literatura, la corrupción se
concibe tanto como una causa subyacente como un factor de facilitación
del crimen organizado. Hay también las buenas razones para asumir que
el crimen organizado tiene un impacto corrosivo en la corrupción.

La corrupción extendida en muchos países en desarrollo o en transición


apoya también la proliferación de crimen organizado, facilitando sus
operaciones y actividades ilícitas; muchas organizaciones criminales
transnacionales están basadas en países en desarrollo o en transición con
la gobernabilidad e instituciones estatales débiles.

129
UNIDAD 1

La corrupción en el sector de justicia afecta a la capacidad del estado para


detectar, procesar y sancionar casos de corrupción con eficacia y permite
a los grupos criminales operar con relativa impunidad. El crimen orga-
nizado también puede beneficiarse de las debilidades del sistema para
llevar a cabo actividades ilícitas. Por ejemplo, los grupos criminales
pueden usar redes corruptas para infiltrarse y neutralizar instituciones
de gobierno, obtener documentos falsificados, influir en los procesos deci-
sionales o contener la aplicación de las leyes a su ventaja. Sistemas finan-
cieros débiles o corruptos también facilitan movimientos financieros y
transacciones de blanqueo de dinero para sostener sus actividades.

Para poner en práctica satisfactoriamente los tipos “correctos” de polí-


ticas de reforma legal y de justicia criminal contra la combinación de
crimen organizado y corrupción en el sector público, los Estados primero
deben asegurar que existen los instrumentos legales apropiados. En el
ámbito jurídico, algunos pocos países han promovido la promulgación de
medidas legales que criminalizan la asociación con propósito delictivo.
Otros países criminalizan el asociarse o participar en empresas crimi-
nales. La asociación ilícita como una forma de actividad criminal ha sido
introducida en muchos códigos penales en el mundo entero, en parti-
cular en Francia, Italia, España y países en América Latina. Otros países
han establecido como hecho punible los delitos cometidos por grupos. En
Italia son llamados “crímenes de asociación” o ‘crímenes de tipo mafia”.
En los Estados Unidos de América, los legisladores han promulgado el
estatuto llamado RICO, que prohíbe contratar a empresas implicadas en
modelos de actividad criminal (racketeer o crimen organizado). En ese
caso, las decisiones judiciales indican que una impresa ilegal involucra
una estructura de organización que lleva a cabo sus negocios principal-
mente mediante actividades criminales y donde hay un alto grado de
probabilidad que estas continuarán en el futuro. En todas las leyes espe-
cíficas de un país, la capacidad judicial para desmembrar una organiza-
ción criminal ha sido considerablemente mejorada por la promulgación
de estatutos innovadores. Dentro de estos marcos legales, varios países
pioneros en políticas anti-mafia han mejorado su capacidad operacional
para la recolección y análisis de complejo material probatorio, más allá de
las técnicas tradicionales o convencionales de investigación. Estas técnicas
modernas incluyen la intervención de teléfonos, la circulación controlada,

130
EL CRIMEN ORGANIZADO

la vigilancia electrónica y el testimonio obtenido de testigos con ofertas de


inmunidad u otros incentivos, acoplados con la protección de testigos.
Además, la experiencia internacional en la lucha contra el crimen orga-
nizado también muestra que la aplicación de la ley debe contar con la
capacidad de investigación y de análisis para apoyar investigaciones y
procesos por la clara determinación de: (a) la estructura, composición
y actividades primarias de las redes criminales; (b) su modus operandi
(incluyendo producción, comercializando y logística financiera); (c)
contactos tanto con ambientes lícitos como con ilícitos; y d) una delinea-
ción clara de estrategias preventivas.

El establecimiento de una comisión especial para conducir una investi-


gación compleja puede tener un enfoque multi-agencia donde los repre-
sentantes de la aplicación de la ley y entidades judiciales se asignen a
casos específicos. Por ejemplo, una comisión especial compuesta por
especialistas o investigadores expertos de varias agencias y fiscales hace
posible usar una unidad dedicada sin diezmar los recursos investigativos
disponibles de una organización. El uso de miembros del equipo de otras
agencias investigadoras o reguladoras a menudo facilita la recolección de
pruebas complejas. El concepto de equipo permite la distribución clara
de tareas y responsabilidades entre los miembros de equipo y promueve
el sentido de la unidad, todo ello necesario para el éxito del equipo. En
este contexto, deberían incluirse asesores jurídicos o fiscales en equipos
para proporcionar ayuda legal oportuna y liderazgo en la recolección
del material probatorio. La construcción de unidades especializadas
dentro del sistema de justicia criminal es la clave del éxito. La aplica-
ción de administración de casos basada en equipos, involucrando grupos
especializados de investigadores, acusadores y jueces, ha sido introdu-
cida exitosamente, por ejemplo, en Chile, Italia y Singapur para manejar
complejos casos criminales de confiscación de bienes. En algunos países,
como México, la coordinación inter-jurisdiccional institucional entre auto-
ridades federales y judiciales ha demostrado tener importancia primaria
para alcanzar mejoras en la investigación y el procesamiento de los casos
de crimen organizado. Cualquier estrategia de antimafia nacional tiene
que incluir el establecimiento de una base de datos centralizada y estan-
darizada con grupos organizados criminales accesibles igualmente y en
tiempo real por los jueces, fiscales y que operadores judiciales.

131
UNIDAD 1

Ae Actividades Pedagógicas
Una nueva forma de organización criminal parece presen-
tarse en el mercado mundial de los estupefacientes. Se
han efectuado algunas detenciones en Colombia e Italia.
La estructura se dedica a la distribución al menudeo de
los estupefacientes y hay pruebas de una actividad de
blanqueo de dinero en Rusia. Cuál son los instrumentos
conceptuales y las preguntas a hacer para identificar cual
puede ser la estructura organizativa del grupo criminal.

Ae Autoevaluación
Con la ayuda de las nociones elencadas anteriormente,
elabore un mapa conceptual de las que pueden ser las
características de estructura de una organización criminal
de su elección. Discutir con sus compañeros de subgrupo
de estudio la estructura presentada por cada uno.

132
Unidad 2
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Og
Objetivo general
•• Identificar las principales medidas de intervención en la
lucha contra el crimen organizado.
•• Profundizar el conocimiento de las más importantes
herramientas jurídicas y psicosociales.

Oe
Objetivos específicos
•• El y la discente tendrán claros los fundamentos del sistema
jurídico de lucha contra la criminalidad organizada.
•• El y la discente comprenderán los mecanismos jurídicos
de la legislación italiana sobre el crimen organizado.

133
UNIDAD 2

2.1 MODELOS GLOBALES DE INTERVENCIÓN:


DIFERENTES PARADIGMAS

El caso del agente encubierto


En la lucha contra la delincuencia organizada chocan dos líneas de acción
diferentes: la primera es de carácter legalista, inspirado en la figura del
“justo proceso” (due process of law).

De acuerdo con esta perspectiva de fondo los crímenes y las investigaciones


vinculadas a las delincuencia organizada no deben ser tratados de manera
diferente a los de criminalidad ordinaria. En este sentido, deben aplicarse
tanto en ámbito investigativo como en el procesal todas las garantías que
existen para los procesos de la delincuencia común. Según otro enfoque que
podríamos llamar de “Control del Crimen”, la filosofía subyacente debe ser
la de lucha a la delincuencia sin excluir los embates al fenómeno criminal.
Según esta perspectiva se pueden derogar los requisitos del debido proceso
y legalista, en nombre de la ley y de la interpretación de la ley penal que
otorga los más amplios poderes a los investigadores y jueces en la lucha
contra los crímenes de la delincuencia organizada. Ejemplo paradigmático
en este sentido es el agente encubierto que examinaremos a continuación.

Tanto en la legislación italiana como en la europea, pocos temas han sido


objeto de debate y controversia como las actividades llevadas a cabo por
oficiales de la policía judicial encubiertos, operando en el desempeño de
las iniciativas de investigación, específicamente preparadas.

En primer lugar, en cuanto a la exactitud de la terminología, es necesario


distinguir entre el agente encubierto (undercover) y el “agente provocador”,
esta diferencia es importante, precisamente con el propósito de nuestro
tema específico, a saber, el estudio de este tema a la luz de la doctrina legal
europea. El primero es aquel que, incluido orgánicamente en las fuerzas
policíacas o colaborando formalmente con éstas, presenta -en el contexto
de una actividad investigativa oficial- una conducta de simple observación
y contención de la actividad ilegal ajena. Este comportamiento es corriente
en presencia de sospechosos, que se revelan a cargo de una o más personas

134
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

relacionadas con una actividad de preparación o comisión de uno o más


delitos. El agente “infiltrado” se introduce en una o más actividades ilícitas
o relevantes penalmente con el único fin de reunir pruebas sobre los delitos
o contra las personas que los hayan cometido.

Al ratificar la Convención de Palermo del 2000 sobre la lucha contra la


Delincuencia Organizada Transnacional y los protocolos relacionados, el
artículo 9 de la Ley italiana 146/06 ha rediseñado completamente el sistema
de las llamadas “técnicas de investigación no convencionales”, reformu-
lando la mayor parte de las disposiciones predecentemente en vigor.

El artículo tiene el mérito de conducir a la unidad una legislación dispar,


aunque no carece de aspectos críticos. Las técnicas no convencionales de inves-
tigación estan comprendidas en dos categorías. En primer lugar, la omisión y /
o retraso de los actos oficiales de parte de los sujetos encargados de la investi-
gación (por ejemplo, la entrega vigilada de drogas). Se trata de técnicas pasivas
basadas en el seguimiento en tiempo real de las actividades criminales en
curso de ejecución, ya sea a través del llamado agente encubierto o infiltrado, o
por medio de otros instrumentos de inteligencia a disposición de los investiga-
dores. En cuanto al sistema italiano, entraban en esta categoría (antes del 2006)
los supuestos previstos por la legislación en materia de drogas, el secuestro de
persona extorsivo, la extorsión, la usura, el blanqueo de dinero, la explotación
de personas por medio de prostitución o pornografía, el turismo sexual con
daño de menores, la reducción a la esclavitud y el terrorismo. Existen también
las operaciones encubiertas destinadas a la adquisición de pruebas obtenidas
en el momento mismo que la actividad delictiva está en curso de ejecución.
Se trata de técnicas activas: la evidencia es recogida en el lado interno de la
actividad criminal, por lo general por medio del llamado ‘agente provocador’.
En lo que concierne al agente provocador, examinemos velozmente las previ-
siones normativas de algunas legislaciones.

En Suiza, la ley Betäubugsmittelgesetz de 3 de octubre de 1951, se ocupa del


agente de la policía que asume la apariencia de un autor de reato relacio-
nado con estupefacientes. La norma establece una exoneración especial del
funcionario que ‘con fines de investigación acepta en primera persona o a
través de otros una oferta de estupefacientes, es decir que recibe personal-
mente o a través de otra persona sustancias estupefacientes’.

135
UNIDAD 2

En Dinamarca, la Sec. 754 A de la Administration Justice Act. de 1986


legaliza en general la figura el agente provocador (limitada a ciertas
categorías de reatos especialmente graves), y subordina la operatividad
a tres condiciones:

•• fundada sospecha de que el reato está por cometerse o está en curso


el tentativo;
•• insuficiencia de otros instrumentos de investigación;
•• gravedad particular de los reatos investigados, limitados a los que
tienen previstas penas de prisión no menores a 6 años, o bien delitos
de tráfico ilícito de gran magnitud.
La Ley del 19 de diciembre 1991 n. 91-1264 de Francia sobre el fortaleci-
miento de la lucha contra el narcotráfico, con base en el Códe de la santé
publique y el Códe des douanes, ha introducido una cláusula general
que excluye la punibilidad de los agentes de policía judicial y funciona-
rios de aduana que realizan la vigilancia (inactiva) de la producción de
sustancias estupefacientes o de las plantaciones clasificadas como estu-
pefacientes, o que compren, estén en poseso, transporten o entreguen
estas sustancias o que pongan a disposición de los delincuentes medios
jurídicos, medios de transporte o de comunicación, lugares de almacena-
miento, depósito, o conservación. En la primera hipótesis es suficiente la
información previa a la Fiscalía o al Juez de Instrucción, mientras que en
el segundo caso, requerirá una autorización por escrito. En la formula-
ción de dichas normas se ha tenido en cuenta la praxis de investigación
francesa en materia de estupefacientes, en cuyo ámbito se desarrollaron
tres distintos modelos de actividad del provocador:

1. “le livraisons surveillées” (entregas vigiladas), que consiste en la


actividad puramente pasiva de los agentes aduanales o de la policía
judicial que se limitan a seguir y documentar, sin intervenir, las tran-
sacciones ilícitas del grupo criminal indagado;

2. “le livraisons controlées”(entregas controladas), aquellas en las que


hay un comportamiento activo de los funcionarios públicos involu-
crados en las distintas etapas de la mercancía (compra, transporte,
posesión, venta), asumiendo personalmente inclusive cometidos de

136
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

conservación o distribución, cometiendo así en “servicio comandado”


actos que constituyen reato;

3. “l’infiltration”, que incorpora al funcionario público en el grupo delic-


tivo con el papel de traficante y, obviamente, el agente encubierto
puede entrar en poseso, comprar, transportar y vender drogas en
general, y no solo eso, si no que puede ser obligado a asumir inicia-
tivas de coordinación o de sostén de la actividad delictiva del grupo.

En Alemania la ley OrgKG del 15 de julio de 1992, sobre la lucha contra


el tráfico ilícito de estupefacientes y otras formas de manifestación de
la delincuencia organizada, ha previsto la figura del detective secreto o
encubierto con la facultad de operar en los sectores criminosos del tráfico
de estupefacientes y de armas, falsificación de moneda y valores así como
de delitos contra el Estado (de hecho, la norma incluye disposiciones
orgánicas, con cifras similares y más específicas, ya esbozada por la legis-
lación de emergencia alemana de los años ‘80). El uso de un investigador
secreto está permitido bajo ciertas condiciones:

1. Sólo para esta tipología de delitos, todos vinculados a las manifesta-


ciones criminógenas particularmente alarmantes de la delincuencia
organizada;

2. sólo con carácter subsidiario, id est, en los casos en que la investiga-


ción de estos crímenes con otros instrumentos, sería vana o grave-
mente más difícil;

3. con previo consentimiento por escrito de la fiscalía. Aspecto peculiar


de la legislación alemana, representado no sólo por la naturaleza elás-
tica del modelo sino por las principales condiciones discrecionales
de empleo, y la posibilidad, expresamente determinada por la ley, de
evitar el testimonio directo del investigador secreto, sobre los hechos
por él acertados, en el proceso.

Los hechos son diversos en los países del common-law, Gran Bretaña y
Estados Unidos (la práctica judicial estadounidense, en particular, admite
las investigaciones bajo cobertura para todos los tipos de crímenes

137
UNIDAD 2

federales y también en la inmensa mayoría de las legislaciones estatales


prevén su uso para todas las tipologías delictivas), donde, en ausencia
de una explícita normativa al respecto, el Tribunal aplicará una pena
reducida en el caso de “trampa” (“entrapment”), o a veces llega incluso
a excluir la punibilidad del culpable que fue inducido a cometer el delito
por el agente provocador. Sin embargo, la reciente praxis investigativa
ha provocado un cambio radical, al menos en la casuística judicial esta-
dounidense, donde se excluye el estatuto de la “trampa” (como causa de
justificación del agente que invoca el “no seguir adelante”) respecto al
reincidente específico o sea el sujeto del cual habían ya sido adquiridos
elementos de indicio relevantes de su participación en el tráfico ilegal
de las drogas. La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, con una serie de sentencias, ha comprobado la violación de
la Convención Europea para la protección de los derechos humanos y de
las libertades fundamentales, con el uso de métodos investigativos que se
concreten a una efectiva presión o incitación al crimen del sujeto some-
tido a investigaciones bajo cobertura (esta táctica investigativa censurada
en sede europea recuerda, en algunos aspectos, el estatuto estadouni-
dense del «entrapment”).

En particular, las sentencias del Tribunal en materia han tratado el


problema bajo un doble aspecto:

1. la intervención de agentes provocadores (en cuanto tales), que es


contrario al principio del juicio justo para el Tribunal; y de esto se
deriva que “ la utilización procesal del material probatorio obtenido
como consecuencia de una provocación ejercida por las fuerzas de
policía” no debe ser procesalmente permitida;|

2. la posibilidad para el acusado de examinar al agente provocador, derecho


previsto igualmente por el principio convencional del juicio justo.

A continuación se recogen algunas sentencias del Tribunal Europeo sobre


el agente provocador.

138
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

En la sentencia Texeira de Castro contra Portugal del 9.6.98, el caso espe-


cífico afectaba dos policías encubiertos que, basándose únicamente en las
indicaciones facilitadas por un tercero, habían acudido a la morada del
denunciado, el cual no tenía antecedentes penales, no había sido formal-
mente investigado y no había participado en comportamientos sospe-
chosos. Los dos agentes se declararon dispuestos a comprar 20 gramos de
heroína por la suma de 200.000 escudos portugueses. Texeira de Castro
acudió con un conocido y regresó con la droga, siendo arrestado tan
pronto como la sacó del bolsillo.

La Corte Europea partió del principio de que en las sociedades democrá-


ticas modernas la función de los órganos de investigación es proteger a
la colectividad de la criminalidad existente y no aquella de crear crimi-
nalidad induciendo a delinquir a sujetos que, si bien tienen una predis-
posición al reato, no habrían cometido ningún ilícito si no hubieran sido
provocados. Una táctica provocadora, sería aceptable en una perspectiva
social-preventiva de positivismo criminológico de defensa social, y no en
un ordenamiento donde rige el principio de culpabilidad en el que cada
quien responde sólo en razón de su libre autodeterminación de cometer
un delito. El corolario ha sido la violación del principio del juicio justo en
cuanto los dos agentes, en lugar de limitarse a una operación de observa-
ción y contención, habían llegado a provocar una conducta delictiva, que
sin su acción, no habría tenido lugar.

En la sentencia Calabrò contra Italia del 21.3.02 el caso específico afec-


taba a un agente alemán infiltrado (denominado ‘Jurgen’) que se había
limitado a dar a conocer su disponibilidad a importar y vender grandes
cantidades de estupefacientes. En ese momento, el denunciado se había
puesto en contacto espontáneamente con Jurgen, le había abonado dinero
y había organizado un encuentro en Italia durante el cual le tendrían que
ser entregados 46 Kg de cocaína. En el curso del proceso, el Tribunal había
intentado infructuosamente, aún mediante rogatorias internacionales, de
examinar a Jurgen pero dichos intentos resultaron inútiles en cuanto las
autoridades alemanas habían opuesto siempre que su agente había hecho
perder las huellas. El Tribunal europeo ha declarado que en este caso había
sólo la acción de un agente infiltrado que se había limitado a dar a conocer
su disponibilidad a importar y a vender grandes cantidades de drogas. El

139
UNIDAD 2

Tribunal Europeo consideró que las autoridades se limitaron a observar


el comportamiento de sujetos que se movían en ambientes cercanos a la
delincuencia y la comisión del reato había dependido de la libre elección
del reo, no influenciada de manera sustancial por el agente de policía.

2.2 CRIMINALIDAD ORGANIZADA Y MEDIOS


EXTRAORDINARIOS DE INVESTIGACIÓN: EL
EJEMPLO DE LA LEGISLACIÓN ITALIANA
El fenómeno asociativo mafioso en continua expansión y evolución puede
ser asociado, a nivel estrictamente de códigos, al del terrorismo interna-
cional. El código actual, hasta el 11 de septiembre 2001, preveía delitos
de terrorismo estrechamente relacionados a fenómenos internos cono-
cidos como las Brigadas Rojas, y consecuentemente subversivos del orden
democrático. Sin embargo tras los atentados a las Torres Gemelas (que
han determinado una inflexión histórica en las necesidades de protec-
ción del orden público) también en Italia se ha procedido a fortalecer los
instrumentos de prevención y contraste respecto al terrorismo de matriz
internacional (por lo tanto con particularidades propias), mediante dispo-
siciones sancionadoras adecuadas e instrumentos procesales eficaces.

Sin embargo, en el Código Rocco original (1930) estaba ya presente, en el artí-


culo 416, la previsión del delito de asociación para delinquir, pero su alcance
no era extendible al fenómeno mafioso como nosotros lo conocemos. El
Objeto Jurídico de la norma era, y lo es aún, el peligro para el orden público
que es inherente al hecho mismo de crear una organización delictiva con
vínculo permanente entre sus asociados, la cual determina por sí una alarma
social, independientemente de la comisión de los distintos delitos. La laguna
de previsiones derivada del Código Rocco es relativa a las asociaciones que,
constituyendo un peligro para el orden público, no presentaban todos los
requisitos propios de la asociación para delinquir.

También en la Italia de la posguerra se puede encontrar la misma carencia


de instrumentos represivos adecuados respecto al fenómeno asociativo
de estilo mafioso. En un mundo dominado por la polarización, el caso
italiano, veía por un lado al más fuerte partido comunista de occidente y

140
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

por otro lado un despliegue mayoritario y conservador. La mayor preocu-


pación de las fuerzas de gobierno era consolidar su alianza que podía
llevar al país fuera de su colocación ubicación internacional.

En este enfrentamiento el resultado fue una condición de cohabitación


política con la mafia. La cohabitación ha favorecido intentos de infil-
tración en los aparatos del Estado, en la Magistratura, en las fuerzas de
policía y al interno de las autoridades locales.

Se puede decir que la acción represiva del Estado ha procedido en un


proceso de acción-reacción pendular.

Así, la ley sobre las medidas de prevención (1965) es posterior a la masacre


de Ciaculli (1963); la propuesta de ley presentada por el diputado Pio la
Torre el 31 de marzo 1980 y que hasta ese momento había visto la aproba-
ción de un solo artículo, fue aprobada en diez días, tras el asesinato del
general Carlo Alberto dalla Chiesa. Las adiciones a la ley La Torre y la
concesión de poderes más incisivos al Alto Comisario Antimafia (ley del
15 noviembre 1988 n. 486) se sucedieron al asesinato presidente Antonino
Saetta (25 de septiembre 1988).

Las leyes sobre el secuestro y protección de los colaboradores de la justicia


(Ley del 15 de marzo 199,1 n º 197), para el buen funcionamiento de proce-
dimientos administrativos (Ley del 12 julio 1991, n º 221), la disolución de
los consejos municipales con contaminación mafiosa (Ley del 22 de julio
1991, n º 221), la rigidez del proceso penal, la transparencia en la contra-
tación pública y de la actividad administrativa (Ley del 23 de mayo 1991,
n º 152), la coordinación de la policía en la lucha contra la mafia (ley del
30 de diciembre de 1991, N º 410 y la Ley del 20 de enero 1992, N º 8), la
limitación del electorado pasivo para los acusados de Mafia (Ley del 18 de
enero 1992, N ° 16), fueron precedidas y acompañadas de fuerte clima de
tensión debido a un número excepcionalmente elevado de asesinatos en
las regiones tradicionalmente infestadas por la Mafia.

Los asesinatos de la mafia fueron 226 en 1988, 377 en 1989, 577 en 1990, 718
en 1991. El decreto antiracket, fue presentado el 31 de diciembre 1991, tras
el asesinato en Palermo del empresario Libero Grassi (29 de Agosto 1991).

141
UNIDAD 2

Otras medidas anti-mafia fueron introducidas por el Decreto-Ley del 8 de


junio 1992, quince días después del asesinato del juez Giovanni Falcone
(23 de mayo 1992) y se convirtieron en ley el 7 de agosto 1992, diecinueve
días después del asesinato del juez Paolo Borsellino (19 de julio). Las
primeras propuestas para la reforma del Código de Procedimiento Penal,
recogidas en ese decreto, habían sido respaldadas por unanimidad por la
Comisión Anti-Mafia en octubre 1991. En resumen, la legislación italiana
se ha caracterizado por ser una legislación “de emergencia”.

Vemos cual son los órganos estatales “especiales” para la lucha a la


mafia: en 1992 (ley n. 356) se instituye la Dirección Investigadora Anti-
mafia, mejor conocida como DIA, un órgano de la Policía de Estado que
asiste a la super-procuraduría (Dirección Nacional Antimafia DNA) en
las investigaciones sobre los crímenes de Mafia. Creada, en una óptica
“pendular”, para responder a las provocaciones mafiosas que, a princi-
pios de los noventa, se extendieron en Italia, esta norma ha ampliado
la actividad de investigación del Fiscal instituyendo la llamada super-
procuraduría, dirigida por el procurador nacional antimafia. El órgano
tiene la tarea de coordinar a nivel nacional las actividades investigadoras
para contrastar el fenómeno mafioso coordinando las direcciones de los
distritos antimafia ubicados en las Fiscalías de las capitales de provincia.
La super-procuraduría utiliza a la DIA que se ocupa de las investiga-
ciones de policía judicial para las cuales se le facilita el recurso de las
interceptaciones ambientales, telefónicas y cualquier otro instrumento
que consienta la prosecución y el éxito de las investigaciones.

Con la ley n. 509 del 1996 se crea la Comisión Parlamentaria de inves-


tigación sobre la Mafia: una comisión compuesta por 25 diputados y
25 senadores nombrados por los presidentes de las dos asambleas en
proporción al número de miembros de los grupos parlamentarios, cuya
duración coincide con aquella de la legislatura. La ley del 1996 previó
como funciones de la Comisión, verificar la aplicación de las leyes sobre
la criminalidad organizada, confirmar la congruencia de las normas exis-
tentes sugiriendo modificaciones eventuales, dar cuenta al Parlamento al
final de sus actividades con informes anuales apropiados. Después del
primer bienio de actividad, la comisión fue renovada en sus integrantes,
estos pueden ser confirmados. La Comisión también opera a través de

142
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

subcomités, y puede admitir declaraciones y actos procesales, sobre los


cuales los integrantes están obligados a guardar el secreto.

Por lo que concierne al poder superior de la incautación, se introduce el


concepto de “peligrosidad” del bien en razón de su vínculo de carácter
instrumental con la acción criminal, prescindiendo de las características
del sujeto con disponibilidad, en modo de incidir de manera más rigu-
rosa en aquellos comportamientos que son capaces de alterar el sistema
legal de circulación de la riqueza, socavando así de raíz los fundamentos
de una economía de mercado.

Se prevé la posibilidad de aplicar las medidas de prevención patrimonial,


aún por separado de las medidas de prevención personales. Se introduce
también la posibilidad de atacar al patrimonio mafioso en caso de muerte
del jefe o del subordinado. La incautación y confiscación también podrán
ser solicitadas en relación a personas y entes jurídicos, de modo simétrico
a lo previsto para las personas físicas.

Tocamos ahora la definición institucional de crimen transnacional. La


Convención de las Naciones Unidas contra el crimen organizado trans-
nacional del 15 de noviembre de 2000, (conocida como Convención de
Palermo) ha sido ratificada por Italia con la ley n. 146 del 16 de marzo 2006.

De particular interés, en este sentido, surgen las siguientes disposiciones:


1) el Art. 3, que contiene la definición de “crimen transnacional”; 2) el
Art. 4 que introduce una circunstancia agravante para los crímenes a los
cuales haya contribuido un “un grupo criminal organizado ocupado en
actividades criminales en más de una nación.

En cuanto a la categoría de los crímenes de referencia, algunos son indi-


cados específicamente, otros son remitidos para su individuación a cada
nación signataria, limitándose la Convención a definirlos genéricamente
como crímenes graves, caracterizados quoad poenam además de los
requisitos previamente indicados.

143
UNIDAD 2

Los parámetros para localizar la transnacionalidad de una conducta


criminosa se toman de la misma disposición. Precisamente, el párrafo 2
del referido Art. 3 de la Convención, establece que un crimen es de natu-
raleza transnacional en caso de que ocurra al menos una de las siguientes
circunstancias:

•• si fue cometido en más de una nación;


•• si fue cometido en una nación, pero una parte sustancial de su prepa-
ración, planificación, dirección o control ha ocurrido en otra;
•• si fue cometido en una nación, pero está implicado un grupo
criminal organizado que participa en actividades criminales en
más de una nación;
•• si fue cometido en una nación pero produce efectos sustanciales en otra.

Se trata de criterios sustancialmente retomados por la ley italiana de rati-


ficación, que define la noción de “crimen transnacional”. Tal disposición
a diferencia de la convención, no hace referencia a una lista de crímenes
específicos, pero establece, ante todo, que un crimen pueda ser calificado
como transnacional si se presentan dos requisitos necesarios:

a) el crimen debe ser sancionado con una pena máxima no inferior a 4


años de reclusión;

b) en la comisión del crimen debe estar implicado un grupo criminal


organizado.

Si subsisten estos requisitos, es necesario relevar la presencia de alguno


de los siguientes cuatro parámetros indicativos:

•• en primer lugar, el legislador utiliza el criterio de individuación del


locus commissi delicti, indicando el caso en que el crimen sea come-
tido en más de una nación;

144
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

•• en segundo orden evalúa la valorización de la conducta precedente a


la comisión del crimen, cuando sea posible establecer que, incluso si el
crimen fue cometido en una única nación, una parte sustancial de su
preparación, planificación, dirección o control ocurrió en otra nación;
•• el tercer criterio prevé que el crimen sea considerado de naturaleza
transnacional cuando es cometido completamente en el territorio de
una nación, pero está implicado un grupo criminal organizado que
participa en actividades criminales en más de una nación;
•• el último criterio, utiliza el parámetro de las consecuencias de la
conducta criminosa, estableciendo que el crimen puede considerarse
transnacional cuando, incluso habiendo sido cometido en una nación,
los efectos sustanciales se producen en otra nación.

2.2.1 El paradigma mafioso


En general las asociaciones criminales de tipo mafioso son comúnmente
llamadas criminalidad organizada (o grande criminalidad organizada):
términos que encierran en sí todas aquellas asociaciones llamadas de otro
modo en Italia ‘mafia’, ‘camorra’, ‘‘ndrangheta’, ‘corona sagrada unida’ y
que con nombres diversos pero con características análogas se han difun-
dido en muchos otros países de los continentes europeo, americano y
asiático. Se prefiere usar el término asociaciones de tipo mafioso ya sea
porque es el adoptado por el código penal, ya sea porque el carácter
organizado de la criminalidad actualmente pertenece también a otras
asociaciones delictivas, distintas de las mafiosas, si bien a menudo con
relaciones recíprocas, como las grandes empresas criminales, manejadas
con criterios directivos y con extensión operativa trans-nacional.

Para distinguir las dos diversas tipologías de la criminalidad organizada,


usamos para aquellas no-mafiosas el término “empresas criminales”,
mientras que para las otras empleamos el vocablo “asociaciones de tipo
mafioso”, que es aquél utilizado por el código penal italiano.

Art. 416 bis/3 c.p. La asociación es de tipo mafioso cuando los que hacen
parte se valen de la fuerza de intimidación del vínculo asociativo y de la
condición de sometimiento y silencio que deriva, para cometer delitos, para

145
UNIDAD 2

adquirir de modo directo o indirecto la gestión o en todo caso el control


de actividades económicas, de concesiones, de autorizaciones, contratos y
servicios públicos, o para obtener ganancias o ventajas injustas para sí o
para otros, o bien para impedir u obstaculizar el libre ejercicio del voto o
procurar votos para sí o para otros en ocasión de consultas electorales.

El elemento ulterior que se puntualiza en el Art.416 c.p. (asociación para


delinquir) radica en la formulación de una definición analítica del soda-
licio mafioso contenida en el inciso 3 del Art. 416 bis c.p. que evidencia las
tres características principales de las mafias italianas:

•• “fuerza de intimidación del vínculo asociativo” que provoca una


condición de sometimiento y silencio;
•• Método utilizado, que consiste en el valerse de la “fuerza intimidatoria”;
•• Finalidades típicas que caracterizan el programa criminoso
Las asociaciones de tipo mafioso se caracterizan por: la extensión multi-
nacional del área de los tráficos que efectúan en régimen de monopolio;
por sus fuentes de ingresos algunos delictivos, otros lícitos y fruto del
reciclaje de dinero “sucio”; por la tipología de los crímenes que cometen
y por la organización interior de su estructura.

Las organizaciones de tipo mafioso tienen otras características: en primer


lugar tienen un remoto origen histórico, sobreviven en Italia desde hace
casi dos siglos y se remontan (por su jerga, rituales de iniciación y castigo,
estructura piramidal, crueldad en el control de los afiliados), a la antigua
mafia siciliana, a la camorra napolitana, o al ‘ndrangheta calabresa y la
sagrada corona unida pullesa. A grandes líneas, se pueden distinguir
cuatro líneas evolutivas del fenómeno más difundido que continuamos
impropiamente llamando mafioso (Ferrarotti, 1984):

•• la antigua mafia tradicional de los gabellotti (aparceros), nacida y


crecida sobre los hombros de la propiedad de tierra latifundista y
conservadora de Sicilia;

146
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

•• una mafia italo-americana, desarrollada en los años ‘30 por los


emigrados sicilianos en los EE.UU., que ha mantenido estrechos
enlaces con las “familias” de origen, que se incrementó en Norteamé-
rica en la época de la ley seca, y que ha asumido más tarde el mono-
polio del tráfico internacional de la droga;
•• la mafia desarrollada en Italia en la primera posguerra, que se ha enri-
quecido con los contratos públicos, con la especulación en las áreas
urbanas, cuando las grandes capitales acumulados han buscado y
encontrado una inversión más lucrativa en la actividad de la cons-
trucción;
•• la mafia más reciente, que ya no se limita a administrar la prostitu-
ción, las apuestas clandestinas y las casas de juego, como ocurría en
un tiempo, sino que ha entrado sobre todo en las fuerzas del mercado
de la droga (tráfico de heroína y cocaína de los países productores a
Europa) y en el de las armas.
La inversión económica en la droga permite hoy a las organizaciones
mafiosas asumir el carácter de “multinacional del crimen”, en un primer
momento con enlaces sobre todo estadounidenses, pero ahora extendidos
a nivel mundial. No debe formarse la idea de la existencia de una única
multinacional del crimen, sino de un conjunto de grandes organizaciones
análogas conectadas, en una rápida y continua transformación que torna
difícil la delimitación, y obviamente la lucha y hasta su definición.

Es importante subrayar, además, la incompatibilidad característica, o hasta


definitoria, que existe entre la empresa mafiosa y el mercado competitivo:
de hecho, tan pronto se instala, la empresa mafiosa impide cualquier forma
de competencia efectiva, en cuánto goza de al menos tres ventajas compe-
titivas “indebidas”:

1. la intimidación mafiosa, que puede ser considerada un verda-


dero factor productivo exclusivo. Se trata de una peculiaridad que
supera y trastorna las dinámicas del mercado, basadas sobre la
libertad contractual. Gracias a este peculiar factor de producción,
las empresas mafiosas pueden encontrar, en lo relativo la demanda,
materias primeras y mercancías a precio reducido, además de obtener
una fuerte compresión salarial. Respecto a la oferta, esas empresas

147
UNIDAD 2

pueden captar pedidos, contratos públicos y oportunidades de venta


sin exponerse a la misma presión competitiva que afecta a las otras
empresas. La capacidad de intimidación del método criminal es tal
que actúa como barrera aduanal y da vida a formas de proteccionismo
interior en el territorio de referencia, en el cual operan con criterios
monopolistas;

2. la disponibilidad de recursos financieros sin tener que sustentar el


gravamen del coste del dinero como las otras empresas. La empresa
mafiosa, de hecho, no sostiene los costes del crédito como ocurre
normalmente para las otras empresas, porque dispone de dinero
en abundancia, que es reciclado en el ejercicio de las actividades
empresariales;

3. ilegalidad sin riesgos; La legalidad se vuelve una carga económica


si no está respaldada por un sistema de represión eficaz. Respetar
las normas sobre la tutela ambiental, la seguridad en el trabajo y los
estándares de producto, pesan notablemente en el balance. Para las
empresas legales obedecer a la ley, frente al riesgo de sanciones, es
en todo caso un mal menor. Por el contrario, si la empresa mafiosa,
mediante la corrupción, es capaz de trastornar el control de los
poderes públicos y/o de comprar su apoyo, ya no necesita soportar
“el coste inútil” de la legalidad. Estas empresas, a causa de sus inde-
bidas ventajas competitivas tienen por tanto una capacidad expansiva
natural y se traducen a menudo en monopolios. Se trata de historias
de éxito “desleal” y “anticompetitivo” que sin embargo hacen surgir
en el imaginario colectivo el mito de la camorra que produce y crea
ocupación. Un mito débil, pero difícil de refutar. De hecho, de este
modo, el poder criminal recobra el consenso social de la era arcaica
de la protección. La promoción de actividades capaces de asegurar
trabajo e ingresos a la población en las zonas en que se ejercita el
control del territorio, la vuelve socialmente bien aceptada e integrada
con el contexto antropológico.

Sin embargo, se trata de un bienestar - si de bienestar se puede hablar -


muy efímero ya que la mezcla en que se basa el éxito de la empresa mafiosa
-esencialmente el dominio criminal y la intimidación- la condena al

148
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

localismo: fuera del contexto social en que se desarrolla, pierde capa-


cidad de liderazgo y gran parte de su encanto competitivo, haciéndose débil
y expuesta a la competencia verdadera del mercado nacional e internacional.

La conmixtión entre negocios, política y criminalidad organizada, por


ende, puede dar lugar a formas de crecimiento económico pero general-
mente crea sistemas productivos frágiles y una economía enferma. Es
importante notar que el derecho y la política de la competencia consti-
tuyen la parte del orden que entra en conflicto directo con los intereses
económicos y financieros de las “bandas”. Afirmar la competencia, signi-
fica afirmar la soberanía del estado.

En este sentido la competencia se convierte al mismo tiempo en medio y


objetivo válidos para el contraste del poder criminal.

La lucha contra las asociaciones de tipo mafioso, a pesar de los esfuerzos


que desde décadas se realizan, constituye aún, uno de los más apre-
miantes problemas delincuenciales en el momento actual, que no puede
ser afrontado con los instrumentos habituales de represión, sino que
impone nuevas técnicas y estrategias de programaciones y colaboraciones
incluso internacionales: como bien intuyó y previó Giovanni Falcone, el
más promitente magistrado opositor de los sistemas mafiosos, asesinado
por la mafia, precisamente por esto.

Una característica de la criminalidad moderna está representada por


la organización administrativa que, de artesanal (como un tiempo fue
buena parte de la criminalidad común) se ha ido adecuando a los crite-
rios de gestión de las actividades productivas y comerciales lícitas, utili-
zando técnicas, estrategias y criterios de dirección económica un tiempo
ignorado por ese tipo de criminalidad. La criminalidad organizada de
tipo mafioso ha sido la primera en adecuarse a los tiempos, pero luego ha
ido surgiendo otro tipo de delincuencia organizada que para distinguirla
la denominamos “empresas criminales”: ya que se trata de empresas
reales, con extensión multinacional, administradas con criterios empre-
sariales y que se ocupan de múltiples tipos de actividades ilícitas según
la demanda del mercado. Esas empresas se distinguen de las de tipo
mafioso por varios aspectos:

149
UNIDAD 2

•• no se proponen, como las mafias, ser un estado en el estado y no forma


parte de sus estrategias el control global de ciertas áreas del territorio
nacional: no tienen en ese sentido el lazo del silencio, complicidad e
intereses con la población, que por el contrario existen en las zonas de
histórica influencia mafiosa;
•• no están en competencia y conflicto con las organizaciones mafiosas,
ya que no interfieren con sus monopolios comerciales, no se ocupan
del tráfico de estupefacientes, ni de secuestros extorsivos o de extor-
siones (racket) a comerciantes o industrias;
•• se trata de empresas que a menudo tienen una fachada legal (empresas
de transporte, comercializadoras, de consultoría económica) y pueden
utilizar su organización empresarial tanto para actividades lícitas
como para tráficos ilegales;
•• no tienen colusiones sistemáticas con el poder gubernativo y adminis-
trativo (con quien estrechan sin embargo relaciones colusorias en su
momento, según el tipo de tráfico) no se interesan de contratos públicos
obtenidos con la corrupción, ni de influenciar el voto de los electores;
•• son dirigidas comúnmente por personas insospechables, fruto de una
cultura empresarial sin escrúpulos.
Las más modestas de tales empresas se ocupan del tráfico internacional
de coches de lujo robados y por lo tanto traslados y revendidos (después
de la falsificación de las placas, matrículas y documentos) en países
lejanos: ellos se valen de las actividades de bajo rango, (robo y falsifica-
ción) de delincuentes comunes, pero tienen relaciones con comerciantes
y transportadores legítimos de otros países.

Otras empresas ejercen la usura, y cultivan conexiones ilícitas con


empresas financieras y bancarias. Hay las que se ocupan del robo de las
mercancías de camiones durante sus viajes internacionales, proveyendo
luego a colocar las mercancías robadas a través de una red de comer-
ciantes sin demasiados escrúpulos. Algunas organizaciones se ocupan
de la trata internacional de blancas. Otras administran hoy la inmigra-
ción clandestina de los países más pobres, como enseña la experiencia
italiana: correlativamente, por ejemplo, existe en China una organización

150
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

que abastece de mano de obra a los numerosos pequeños empresarios


chinos domiciliados en Europa, los cuales, en complot con la organiza-
ción criminal, retienen el yingente gasto del viaje, del sueldo de los traba-
jadores para verterlo luego a la organización, teniéndolos en un tipo de
esclavitud hasta el agotamiento de la deuda.

Algunas empresas se dedican al contrabando de grandes cantidades de


cigarrillos, administran salas de juego en localidades turísticas frecuen-
tadas por personas ricas; o bien organizan el turismo sexual, explotando
a veces en Oriente o en Sudamérica la prostitución infantil, en complot
con agencias de viaje de apariencia legal. Incluso existen empresas finan-
cieras que se dedican en gran estilo a la reconversión del dinero sucio.

Frecuentemente las empresas de delincuencia organizada de este tipo


tienen relaciones con la mafia italo-americana, y con las europeas, asiáticas
o centro-americanas, pero evitando conflictos de intereses: éstas poseen el
monopolio de la producción y tráfico de heroína y cocaína, del cual este
tipo de criminalidad organizada no-mafiosa no participa, mientras se
ocupa en cambio, por un tipo de pacto sobre la división del mercado, de la
producción y tráfico de drogas blandas, de derivados del cannabis y estu-
pefacientes de síntesis, como anfetaminas, alucinógenos y éxtasis, que son
distribuidas a los consumidores, por la delincuencia común.

Algunas empresas se dedican al transporte de residuos industriales


contaminantes y a su ocultación, eludiendo las normas existentes: esto
puede ocurrir porque obviamente hay alianzas entre las industrias y estas
organizaciones clandestinas. Lo mismo ocurre con el tráfico clandestino
de armas y de sofisticadas tecnologías bélicas, cuyo comercio está prohi-
bido por las convenciones internacionales; obviamente esto ocurre sobre
la base de acuerdos y complicidad entre las industrias que las producen
y los gobernadores de los países que las adquieren.

Los límites entre industrias legítimas y criminalidad a menudo se vuelven


tan borrosos, como se ha visto, al punto que “la distinción entre crimen
económico y crimen organizado es ya una anomalía analítica, fruto predo-
minantemente de las subdivisiones en especializaciones que existen dentro
de la disciplina criminológica” (Ruggiero, 1996). Esta es una afirmación

151
UNIDAD 2

muy clara según la cual cada actividad económica comportaría conexiones


y complicidad con la criminalidad: más concretamente demostrada, es la
existencia de relaciones entre actividades económicas legítimas y empresas
criminales o asociaciones de tipo mafioso, al punto de hacer obligada la
pregunta de si tales subdivisiones siempre son justificadas.

En todo caso es difícil proporcionar datos y especificaciones respecto a


las empresas criminales; es un hecho que la globalización de la economía
y las técnicas de gestión directiva ya no son prerrogativa de las empresas
“sanas”: también la criminalidad se ha modernizado y las empresas
criminales representan bajo este aspecto uno de los tantos y cada vez
más arduos problemas de la lucha contra la delincuencia. No sabemos
si es verdad, pero se tiene a menudo la impresión de vivir en un mundo
donde el lucro, no respaldado por normas éticas, se ha vuelto regla sobe-
rana, y donde, por tanto, tienen libre juego delincuencia y deshonestidad.

2.2.2 La penalización del delito de asociación


Con la ley “Rognoni- La Torre”, n. 646/1982, el legislador realizó una elec-
ción de política criminal precisa, pues hubo medidas represivas eficaces
y especificas en lo que concierne al fenómeno asociativo de tipo mafioso.
En particular la ley en cuestión ponía en las manos del estado casos
particulares incriminan tes, y por consiguiente, instrumentos mucho
más eficaces de las medidas de prevención, para contrastar un fenómeno
propagado y oprimente, como la mafia.

Lo que asume importancia primaria es la previsión normativa de un


reato particular de “asociación a delinquir de tipo mafioso” con la consi-
guiente definición normativa del fenómeno. El artículo 416 bis del código
penal ‘Asociación de tipo mafioso’ afirma:

“Quien sea parte de una asociación de tipo mafioso formada por tres
o más personas, es castigado con tres a seis años de reclusión. Los que
promueven, dirigen u organizan la asociación son castigados, sólo por
eso, con cuatro a nueve años años de reclusión.”

152
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

La asociación es de tipo mafioso cuando los que forman parte se valen de


la fuerza de intimidación del vínculo asociativo y la condición de someti-
miento y silencio que deriva, para cometer delitos, para adquirir de modo
directo o indirecto la gestión o en todo caso el control de actividades econó-
micas, de concesiones, de autorizaciones, contratos y servicios públicos, o
para obtener ganancias o ventajas injustas para sí mismo o para otros, o
bien para impedir u obstaculizar el libre ejercicio del voto o de procurar
votos a si o a otros con ocasión de consultas electorales. Si la asociación
es armada se aplica la pena del encierro de cuatro a diez años a los casos
previstos en el primer inciso y de cinco a quince años en los previstos por
el segundo. La asociación se considera armada cuando los participantes,
para conseguir la finalidad de la asociación, tienen a disposición armas
o materias explosivas, aún si están ocultas o conservadas en un depósito.

Si las actividades económicas que los afiliados pretenden asumir o


mantener el control son consumadas completamente o en parte con
el precio, el producto o el provecho de delitos, las penas establecidas
aumentan desde un tercio hasta la mitad.

Siempre es obligatoria la confiscación de los bienes del condenado que


sirvieron o fueron destinados a cometer el crimen y de aquellos que cons-
tituyeron el precio, el producto, la ganancia o que constituyen un empleo.
Además decaen por derecho las licencias de policía, de comercio, de comi-
sionista subastador en los mercados de abasto de víveres al por mayor, las
concesiones de aguas públicas y los derechos a ellas inherentes, además
de las inscripciones a los registros de contratistas de obras o suministros
públicos de los que el condenado fuese titular.

Las disposiciones del presente artículo también se aplican a la camorra y


a las otras asociaciones, como sea que se llamen localmente, que valién-
dose de fuerza intimidatoria del vínculo asociativo, persiguen objetivos
análogos a los de las asociaciones de tipo mafioso.

Finalmente en el Código Penal fue incluida la tan anhelada definición


criminalística de asociación a delinquir de tipo mafioso, que especi-
fica inclusive el número mínimo de participantes. Es de notarse que tal
norma se dirige no sólo a Cosa Nostra, sino que pone en la mira a otras

153
UNIDAD 2

formaciones criminales que mientras tanto han tenido modo de arraigarse


en el territorio del estado y de consumar todo tipo de crimen.

Así pueden sintetizarse las principales líneas de tendencia expresadas


por el cambio legislativo de los últimos años:

a) Introducción del crimen prevista por el Art. 416 bis. La disposición


tiene carácter, intensamente, innovativo con respecto al paradigma
constituido por el Art. 416 y de los otros crímenes asociativos.

b) En la opinión del legislador, al fenómeno de la Mafia, históricamente


y geográficamente determinado, se allega, aunque por ahora implí-
citamente, el fenómeno más general de la criminalidad organizada;

c) Están previstos crímenes peculiares referidos a posiciones de control


finalizadas a prevenir la infiltración criminal en la economía lícita;

d) Siempre finalizados a prevenir el último fenómeno, están los crímenes


basados en la violación de procedimientos administrativos.

Después de la inserción del 416 bis se llega a la previsión en el 1992 de un


416 ter que pone en la mira el triste fenómeno del “voto de intercambio”,
mejor definido como “intercambio electoral político mafioso”, caracterís-
tica no asociativa, pero de carácter plurisubjetivo, que golpea la Mafia en
sus enredos con la política y con la administración local.

Una unión, con la política, que facilita mucho las actividades mafiosas, en
particular aquellas ligadas a los contratos públicos, a las grandes obras
y más en general al reciclaje de los ingresos por extorsiones, tráfico de
estupefacientes, armas etc.

En general los años Noventa representaron un terreno fértil para la legis-


lación antimafia, ya que el conocimiento del fenómeno, fruto del trabajo de
jueces, magistrados, fuerzas del orden y fiscalías, se enriquecen de nuevos
elementos constitutivos, por lo que se tienen medidas de este género.

154
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

La disciplina legal dio pasos adelante por cuánto concierne a la modifi-


cación del sistema de los agravantes, que se volvieron más rigurosos si
efectuados por sujetos ya implicados en la previsión del’ artículo 416 bis
del Código Penal.

En aquellos años se asiste además a la revalorización de una disciplina


nacida de las normas antiterrorismo en clave antimafia, una disciplina
premial por cuanto concierne a la colaboración de los “arrepentidos” con
el Estado. Desde la presentación de la propuesta, en los años ‘80, exis-
tieron no poco polémicas sobre doctrina, pero al final todas las críticas
fueron superadas por el legislador, previendo atenuantes para los colabo-
radores de justicia.

Tal disciplina premial se encuentra en muchas materias, entre ellos,


el secuestro extorsivo, un crimen que ha contribuido a proyectar la
‘Ndrangheta calabresa en el mercado de la droga, a la par, si no por
encima de Cosa Nostra.

Tanto en las medidas antisecuestro como en las antimafia, el Estado, para


limitar daños ulteriores, renuncia a aplicar las penas más graves previstas
por el crimen ya cometido, aplicando aquellas menores, en el caso en
cual uno de los coimputados, renunciando voluntariamente a conse-
guir el objetivo establecido, se esfuerza activamente para hacer recobrar
la libertad al secuestrado antes del pago del rescate, o para permitir al
Estado la captura de los elementos más peligrosos.

2.2.3 Las restricciones penitenciarias


En Italia, el artículo 41-bis de la ley n. 354/75, ley sobre el orden peniten-
ciario, prevé la posibilidad para el Ministro de la Justicia de suspender
la aplicación de las reglas normales de trato de los detenidos previstas
por la misma ley en casos excepcionales de revuelta u otras situaciones
graves de emergencia, es decir, cuando recurran graves motivos de orden
y de seguridad pública, hacia los detenidos (aún los que esperan juicio)
por crímenes de criminalidad organizada, terrorismo o subversión, tal
extensión fue introducida a causa de la matanza de Giovanni Falcone.
Tal disposición era válida por tres años, pero sucesivas intervenciones

155
UNIDAD 2

legislativas del Parlamento restituyeron la validez permanente por lo


tanto actualmente su vigencia no tiene ningún límite temporal.

En este segundo caso la ley especifica las medidas aplicables entre las prin-
cipales están la consolidación de las medidas de seguridad con respecto a
la necesidad de prevenir contactos con la organización criminal de perte-
nencia, restricciones en el número y en la modalidad de desarrollo de los
coloquios, la limitación de la permanencia en espacios abiertos (llamada
la “hora de aire”), la censura de la correspondencia.

A la misma categoría de detenidos se aplica el Art. 4 bis de la misma


ley, que subordina la concesión de beneficios carcelarios y medidas alter-
nativas a la detención (permisos premiales, trabajo al exterior o con los
servicios sociales, semi-libertad, arresto domiciliario) a la colaboración
con la justicia. El complejo de estas medidas generalmente es conocido
como “cárcel dura para los mafiosos.”

2.3. LA PROTECCIÓN DE TESTIGOS,


COLABORADORES DE JUSTICIA Y VÍCTIMAS
El llamado “arrepentimiento” - más correctamente colaboración con la
justicia - es una situación en la cual un miembro de una organización
criminal de tipo mafioso o terrorista (técnicamente definido colaborador
de justicia, en el lenguaje común arrepentido) realiza -después de su
captura - confesiones y declaraciones a las autoridades inquisitorias que
permitan a las mismas tomar medidas adecuadas para combatir y hasta
debelar a las mismas organizaciones, con la finalidad de obtener reduc-
ciones en la pena.

En la historia se conocen casos de falso arrepentimiento, construidas en


particular en las situaciones de origen mafioso, en estos casos algunos
sujetos conceden confesiones falsas, implicando a personas inocentes,
que complican las investigaciones logrando inclusive debilitar las decla-
raciones de los verdaderos colaboradores de justicia, tornando así más
complicadas las investigaciones.

156
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Es necesario subrayar la diferencia que existe entre arrepentido y testigo


de justicia. El primero es un acusado o se auto-acusa de crímenes y de
ellos se “arrepiente” iniciando su colaboración con la justicia.

El testigo de justicia, en sentido riguroso, por el contrario, no ha cometido


ningún crimen y su colaboración nace de motivos diversos que no son,
por ejemplo, las reducciones de pena. Testigo de justicia es aquél que ha
sentido el deber de testimoniar, por confianza en las instituciones, por
respeto a los ciudadanos y para hacer más segura la vida social, econó-
mica y humana de cada persona, exponiéndose a sí mismo y a su familia
a las “intimidaciones” y a la “reacción” de la delincuencia organizada.

En febrero de 2001 fue aprobada en Italia, por gran mayoría, la nueva ley sobre
los arrepentidos. Se trata de un texto que reforma el marco original del 1991.

Quedando iguales las reducciones de pena y el cheque de mantenimiento


concedidos por el Estado, las modificaciones aprobadas son sustanciales,
entre ellas:

•• el arrepentido tiene un tiempo máximo de seis meses de tiempo para


decir todo lo que sabe, el tiempo transcurre desde el momento en que
el arrepentido declara su disponibilidad a colaborar;
•• el arrepentido no accede inmediatamente a los beneficios de ley, sino
que accede sólo después de que las declaraciones sean valoradas como
importantes e inéditas;
•• el arrepentido detenido tendrá que descontar al menos un cuarto
de la pena;
•• la protección durará hasta finalizado el peligro, prescindiendo de la
fase en que se encuentre el proceso;
Las críticas más sugestivas han sido hechas por los magistrados que
trabajan en “primera línea” en la lucha contra la mafia y que han encon-
trado en los arrepentidos una fuente preciosa de información para recons-
truir las dinámicas y estructura de la criminalidad organizada. Entre las
críticas más difundidas, se afirma que:

157
UNIDAD 2

•• el requisito de la novedad de las declaraciones resta importancia a


la diversidad de contribuciones útiles a los objetivos de las investi-
gaciones y el proceso, donde el arrepentido proporcione una versión
concordante con otras ya adquiridas;
•• la distinción entre cohabitantes del colaborador y todos los otros
sujetos para los cuales la extensión de la protección se subordina a la
existencia de peligro grave y real, deja perplejos, incluso en relación a
la ferocidad con que se han consumado las venganzas sobre terceros;
•• los seis meses son juzgados demasiado breves para quien es llamado
a recordar hechos criminosos a veces remotos en el tiempo, ocurridos
incluso décadas antes del principio de la colaboración.

El examen de la legislación italiana vigente en materia permite empezar


la reflexión del dato concreto sobre la actitud del Estado respecto a los
ex terroristas, además de obtener una definición necesaria de las catego-
rías de “arrepentido” y “disociado” tan frecuente como impropiamente
empleadas en el debate en acto. A principios de los años ‘80 empieza
a provenir de un movimiento terrorista todavía fuerte y militarmente
dueño del campo, una señal de incertidumbre y debilidad, fruto de crisis
personales y un vivo debate interior sobre la utilidad y las perspectivas
de la lucha armada. Los síntomas de esta crisis y las primeras actitudes
de colaboración manifestadas por los terroristas capturados indujeron
a las autoridades de policía y magistrados a solicitar una intervención
del Parlamento. Nace así, el 29 de mayo de 1982, aprobada luego de una
pesada tramitación parlamentaria, la ley n. 304, formidable instrumento
de lucha al terrorismo y primera respuesta significativa del Estado a las
ofertas de colaboración de aquellos que se sentían prisioneros de su
escogencia armada.

Descrita de inmediato en las noticias como “ley sobre los arrepentidos”,


ésta sin embargo no contiene en parte alguna la expresión “arrepentido”
o “arrepentimiento.”

La ley toma en consideración tres distintos tipos de comportamiento


de aquellos que desisten de la elección del terrorismo, concediéndoles
descuento en la pena y otros beneficios procesales en diferente medida.

158
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

La primera hipótesis concierne a aquellos terroristas que no estén impli-


cados en la comisión de crímenes en ejecución del programa criminoso
del grupo, (heridas, asesinatos, robos...), sino que se hayan limitado a
cometer crímenes casi “inevitables” para quien mílite en un grupo clan-
destino (posesión de armas, de documentos falsos...). En estos casos los
que desisten del acuerdo o se apartan de la asociación (disociados) no son
punibles por los crímenes cometidos, a condición de que proporcionen
información sobre la estructura y organización de la banda, aunque no
necesariamente sobre las personas.

Tal carga de información viene a reconducir la autenticidad de la diso-


ciación a un comportamiento de algún modo apreciable y controlable
objetivamente: la ley no premia pues disociaciones formales o puramente
silenciosas. Esta primera actitud generalmente viene por ello definida
“disociación calificada”. Disímil es la hipótesis de los terroristas, aún si
se mancharon con crímenes sangrientos, que, además de abandonar el
grupo de pertenencia, presentan una plena confesión de los delitos come-
tidos y se afanan por atenuar o eliminar las consecuencias dañinas de
esos o a impedir otros crímenes.

Para ellos la ley prevé el beneficio de amplios descuentos de pena. Está


el caso, por ejemplo, de quien hace recobrar las armas que poseía o de
quien ofrece indicaciones útiles a impedir crímenes ulteriores. Si la cola-
boración del terrorista llega incluso a proveer a las autoridades pruebas
decisivas para la captura de otros autores de crímenes o en todo caso para
su identificación, las reducciones de pena se vuelven consistentes: hasta
la mitad, o a un tercio en el caso de contribuciones de excepcional rele-
vancia. A tales beneficios también puede sumarse el de la libertad provi-
sional. Estas dos hipótesis que implican un comportamiento oneroso,
hasta la “delación”, para la obtención de los beneficios, son calificadas por
la ley como “disociación”, y más específicamente por la doctrina como
“colaboración activa.”

Vamos a tratar ahora el problema de los testigos de justicia.

159
UNIDAD 2

La definición de “testigo” puede variar según el ordenamiento jurídico


que se examine. A efectos de protección, lo pertinente es la función del
testigo (como persona en posesión de información importante para las
actuaciones judiciales o el proceso penal) y no su condición jurídica ni la
forma del testimonio. Con respecto al momento procesal en el que una
persona es considerada testigo, el juez o el fiscal no necesitan declarar
oficialmente esa condición para que se apliquen las medidas de protec-
ción. Los testigos se pueden clasificar en tres categorías principales:

a) Colaboradores de la justicia;

b) Testigos-víctimas;

c) Otros tipos de testigos (transeúntes inocentes, testigos- expertos y otros).

La protección de testigos empezó a adquirir importancia por primera vez


en los Estados Unidos de América en el decenio de 1970, como proce-
dimiento legalmente autorizado que se había de utilizar junto con un
programa para el desmantelamiento de las organizaciones delictivas
de tipo mafioso. Hasta entonces, predominaba sin excepción entre los
miembros de la Mafia el “código de silencio” no escrito (conocido como
“omertà”), que amenazaba de muerte a quien rompiera filas y cooperara
con la policía. No se podía persuadir a testigos importantes de que pres-
tasen testimonio contra sus cómplices y se perdían testigos decisivos
por las maniobras concertadas de jefes mafiosos a los que se pretendía
enjuiciar. Esas primeras experiencias convencieron al Departamento de
Justicia de los Estados Unidos de que había que instituir un programa
para la protección de los testigos. En 1970, en la Ley de control de la delin-
cuencia organizada se concedieron poderes al Ministro de Justicia de los
Estados Unidos para velar por la seguridad de los testigos que hubiesen
accedido a testificar sinceramente en los casos que guardasen relación con
la delincuencia organizada y otras formas de delitos graves. En virtud
de esa potestad del Ministro de Justicia, el Programa de Seguridad de
Testigos (WITSEC) de los Estados Unidos garantiza la seguridad física
de los testigos que se hallen en situación de riesgo, predominantemente
mediante su reasentamiento en un lugar de residencia nuevo y secreto,
con un nombre distinto y una nueva identidad.

160
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

En 1984, después de más de un decenio de operaciones, con la Ley de


reforma de la seguridad de los testigos se trataron de subsanar algunas
deficiencias que había experimentado el Programa. Los problemas de los
que se ocupaba esa Ley se siguen considerando el núcleo de todos los
programas de protección de testigos, a saber:

a) Criterios de admisión estrictos, en particular una evaluación de


los riesgos que pueden suponer para el público los ex-delincuentes
reubicados;

b) Constitución de un fondo para indemnizar a las víctimas de los


delitos perpetrados por los participantes después de su admisión en
el programa;

c) Firma de un memorando de entendimiento en el que se expongan


sucintamente las obligaciones del testigo después de ser admitido en
el programa;

d) Formulación de los procedimientos que se han de seguir en caso de


que el participante infrinja el memorando;

e) Establecimiento de procedimientos para comunicar información


sobre los participantes en el programa y de sanciones por revelarla
sin autorización;

f) Protección de los derechos de terceros, especialmente satisfacción de


las deudas del testigo y cumplimiento de los derechos de custodia o
de visita de los progenitores no reubicados.

Para que un testigo pueda acogerse al Programa, el caso en cuestión ha


de ser sumamente importante, el testimonio del testigo ha de ser deci-
sivo para que se pueda llevar a cabo con éxito el enjuiciamiento y no
debe haber ningún modo alternativo de garantizar la seguridad física del
testigo. También existen otras condiciones, como el perfil psicológico del
testigo y su capacidad de respetar las normas y restricciones impuestas
por el programa. Con los años, se han ampliado las personas que pueden
acogerse al Programa, dando cabida además de los testigos de delitos de

161
UNIDAD 2

tipo mafioso a testigos de otros tipos de delincuencia organizada, como


la perpetrada por los cárteles de la droga, las bandas de motoristas, las
bandas de prisiones y las bandas viajeras violentas.

Las preguntas que debemos formular acerca del tema de la protección


de los testigos son las siguientes: ¿Qué es la protección de los testigos?
¿Cuáles son sus elementos principales? ¿Cómo se utiliza para mejorar las
investigaciones y enjuiciamientos penales? ¿Existen enseñanzas univer-
salmente aplicables que constituyan el secreto para que los programas de
protección de testigos resulten eficaces?

La capacidad de un testigo de prestar testimonio en un marco judicial o


de cooperar con las investigaciones destinadas a hacer cumplir la ley sin
miedo a sufrir intimidaciones ni represalias es decisiva para mantener el
estado de derecho. Cada vez más, los países están promulgando legisla-
ción o adoptando políticas para proteger a los testigos cuya cooperación
con las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley o cuyo testimonio
en un tribunal podrían poner en peligro sus vidas o las de sus fami-
lias. La protección puede consistir sencillamente en proporcionar una
escolta policial hasta el tribunal, ofrecer una residencia temporal en un
hogar seguro o utilizar las tecnologías de las comunicaciones modernas
(como la videoconferencia) para prestar testimonio. Existen otros casos,
en cambio, en los que la cooperación de un testigo es decisiva para que el
enjuiciamiento logre sus objetivos, pero el alcance y la fuerza del grupo
delictivo que amenaza son tan poderosos que se necesitan medidas
extraordinarias para garantizar la seguridad del testigo. En esos casos, el
reasentamiento del testigo con una nueva identidad en un lugar de resi-
dencia nuevo y secreto del mismo país o incluso del extranjero puede ser
la única alternativa viable.

En virtud del artículo 24 de la Convención de las Naciones Unidas


contra la Delincuencia Organizada Transnacional (resolución 55/25 de la
Asamblea General, anexo I), los Estados partes han de adoptar medidas
apropiadas para proteger de manera eficaz contra actos de represalia o
intimidación a los testigos que presten testimonio en casos que guarden
relación con la delincuencia organizada transnacional. Entre las medidas
previstas se hallan la protección física, la reubicación y la prohibición

162
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

total o parcial de revelar la identidad y el paradero de los testigos y la


introducción de normas probatorias que permitan que el testimonio de
los testigos se preste de modo que no se ponga en peligro su seguridad.
Los estados partes han de considerar la posibilidad de celebrar acuerdos
o arreglos con otros estados para la reubicación de testigos (Párr. 3). Las
disposiciones de ese artículo también serán aplicables a las víctimas en
el caso de que actúen como testigos (Párr. 4). En virtud del artículo 26 de
la misma Convención, los estados partes han de adoptar medidas apro-
piadas para alentar a las personas que participen o hayan participado en
grupos delictivos organizados a cooperar con las autoridades encargadas
de hacer cumplir la ley a efectos de investigación y prueba.

También los protocolos de la Convención se ocupan expresamente de la


protección de las víctimas o los testigos, en concreto el Protocolo para
prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres
y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Organizada Transnacional (resolución 55/25 de la Asamblea
General, anexo II, artículos 6 y 7) y el Protocolo contra el tráfico ilícito de
migrantes por tierra, mar y aire, que complementa la misma Convención
(resolución 55/25 de la Asamblea General, anexo III, artículos 5 y 16).

En su segundo período de sesiones, celebrado en Viena del 10 al 21 de


octubre de 2005, la Conferencia de las Partes en la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional
determinó que la protección de los testigos sería una de las esferas que
se utilizarían para examinar periódicamente la situación de la aplicación
de la Convención y los Protocolos conexos. En los informes analíticos
presentados a la Conferencia en su tercer período de sesiones, celebrado
en Viena del 9 al 18 de octubre de 2006, se puede encontrar un panorama
general de las respuestas de los estados partes.

En su tercer período de sesiones, la Conferencia pidió a su secretaria


que compilase y difundiese entre los estados partes prácticas fructíferas
seguidas con respecto a la investigación de los delitos comprendidos
en los Protocolos y a la dispensación de medidas de protección y asis-
tencia ofrecidas a las víctimas de la trata de personas y del tráfico ilícito
de migrantes. También determinó que la protección de testigos era una

163
UNIDAD 2

esfera en la que se podía prestar asistencia técnica en apoyo de la aplica-


ción de los dos Protocolos y que era una cuestión transversal tanto en la
Convención como en los Protocolos conexos.

Además, en la Declaración de Bangkok: Sinergias y respuestas: alianzas


estratégicas en material de prevención del delito y justicia penal (reso-
lución 60/177 de la Asamblea General, anexo) que fue aprobada en el 11º
Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia
Penal, los Estados Miembros reconocieron la importancia de que se
prestase especial atención a la necesidad de proteger a los testigos y las
víctimas de delitos y del terrorismo y se comprometieron a fortalecer,
cuando procediese, el marco jurídico y financiero para prestar apoyo a
esas víctimas, teniendo en cuenta, entre otras cosas, la Declaración sobre
los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y
del abuso de poder (resolución 40/34 de la Asamblea General, anexo).
Por recomendación de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia
Penal, el Consejo Económico y Social, en su resolución 2005/16, alentó a
los Estados Miembros a que intercambiasen experiencias e información
en relación con las medidas adoptadas para proteger de manera eficaz
a los testigos que participasen en actuaciones penales en las que estu-
viese involucrada la delincuencia organizada transnacional y nacional,
así como a sus familiares y demás personas cercanas.

En ámbito internacional ha sido emanado un Manual de buenas prácticas


para la protección de los testigos por la Oficina de las Naciones Unidas
contra las drogas con sede en Viena localizable en la siguiente dirección
Web: http://www.unodc.org/documents/organizedcrime).

El objetivo del manual es:

a) Mejorar la comprensión de los problemas que rodean a esa esfera delicada;

b) Informar sobre los problemas con que se encuentran los países en


sus intentos por hacer frente a la amenaza que los grupos delictivos
hacen pesar sobre los testigos, las medidas y las prácticas que han
producido resultados positivos y las que se han demostrado inefi-
caces, y las condiciones y criterios para establecer programas de

164
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

ocultamiento cuyo único propósito es garantizar la seguridad de los


testigos amenazados, principalmente mediante la reubicación y el
cambio de identidad;

c) Facilitar que vaya surgiendo una concepción internacional común de


la protección de los testigos.

Del análisis de las resoluciones europeas sobre el tema se deducen algunas


líneas guía. Las líneas generales de dicha protección son las siguientes:

1. Por testigo debe entenderse toda persona, cualquiera que sea su


situación jurídica, que disponga de información o de datos conside-
rados importantes por las autoridades competentes de las diligencias
penales y cuya divulgación pueda poner en peligro a dicha persona.

2. Los testigos deberían estar protegidos contra cualquier forma de


amenaza, presión o intimidación directa o indirecta.

3. Los Estados miembros deberían garantizar la protección adecuada


y efectiva del testigo, antes, durante y después del proceso si así lo
estiman necesario las autoridades competentes.

4. Esta protección debería también garantizarse a los padres, hijos u


otros allegados del testigo en caso necesario, de forma que se evite
cualquier forma de presión indirecta.

5. Por razón de extrema gravedad de una amenaza, cabría la posibilidad


de autorizar al testigo y, en su caso, a las personas de su entorno a
cambiar de identidad.

Y por cuánto concierne la figura de los arrepentidos se afirma como tal


figura tenga que favorecer la cooperación judicial. En este sentido la unión
europea delinea las medidas que deben adoptar los Estados Miembros
para fomentar la cooperación con el proceso judicial de las personas que
participen o hayan participado en actividades del crimen organizado.

165
UNIDAD 2

Se considera cooperar con el proceso judicial:

1. Facilitar información útil a las autoridades competentes para fines de


investigación y obtención de pruebas acerca de:

a) La composición, estructura o actividades de las organizaciones delictivas,

b) Sus vinculaciones, incluidas las internacionales, con otros grupos


delictivos,

2. Brindar a las autoridades competentes una ayuda eficaz y práctica que


pueda contribuir a privar a las organizaciones delictivas de recursos
ilícitos o del producto de un delito.

En Italia la ley de protección de los testigos de justicia ha afrontado


diversos pasajes.

En una fecha tan temprana como 1930, el Código Penal de Italia ya exone-
raba parcial o totalmente de castigo al delincuente que reparase los daños
causados en propiedad ajena o cooperase con las autoridades en casos de
conspiración política o de actividades relacionadas con bandas delictivas.
En el decenio de 1970, la erupción violenta de las Brigadas Rojas (Brigate
Rosse), un grupo terrorista marxista-leninista, impulsó la promulgación
de una serie de leyes para promover la disociación de los grupos terro-
ristas y la colaboración con las autoridades. Aunque se considera que esas
medidas fueron decisivas en el desmantelamiento de las Brigadas Rojas,
en ninguna de esas leyes se ofrecía a los colaboradores una protección
oficial de testigos per se.

Sólo en 1984, cuando el mafioso siciliano Tommaso Buscetta se volvió en


contra de la Mafia y comenzó su carrera de colaborador de la justicia, se
oficializó la protección de los testigos. Buscetta fue el testigo estrella en el
denominado “Maxiproceso” que condujo a prisión a casi 350 integrantes
de la Mafia. A cambio de su colaboración, fue reubicado con una nueva
identidad. Esos hechos alentaron a más miembros de la Mafia a cooperar,
con el resultado de que al finalizar el decenio de 1990, las autoridades

166
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

italianas se habían beneficiado de los servicios de más de 1.000 colabora-


dores de la justicia.

Al mismo tiempo, el proceso italiano recibía cada vez más críticas por
la credibilidad discutible de los testigos y sus motivaciones, y hubo
acusaciones de desorganización y mala administración del programa de
protección de testigos. En respuesta, se efectuó una revisión exhaustiva
del Decreto-Ley Nº 82 de 15 de marzo de 1991, que entró en vigor en enero
de 2001. Uno de los componentes principales de la legislación revisada
era crear dentro del programa de protección de testigos una estructura
independiente para los colaboradores de la justicia. Las disposiciones
principales del Decreto-Ley Nº 82, con sus modificaciones de 2001, son
las siguientes:

a) Personas que pueden acogerse a la protección:

i) Testigos e informadores de casos relacionados con drogas, la Mafia o


asesinatos;

ii) Testigos de cualquier delito sancionado con pena de 5 a 20 años;

iii) Personas cercanas a colaboradores que se hallen en peligro;

b) Tipos de protección:

i) Un “plan temporal” que implica la reubicación y la manutención


durante 180 días;

ii) “Medidas especiales” que implican planes de protección y reintegra-


ción social para las personas reubicadas;

iii) Un “programa especial de protección” que ofrece reubicación, docu-


mentación de identidad provisional, asistencia financiera y (como último
recurso) identidades legales nuevas;

167
UNIDAD 2

c) Los colaboradores de la justicia sancionados con penas de prisión deben cumplir


como mínimo un cuarto de su condena o, si la condena es de cadena perpetua,
diez años de prisión antes de ser admitidos en el programa de protección;

d) Las decisiones sobre las admisiones las adopta una comisión central
compuesta por:

i) El Subsecretario de Estado del Ministerio del Interior;

ii) Dos magistrados o fiscales;

iii) Cinco expertos en la esfera de la delincuencia organizada;

e) Los cambios de identidad han de ser autorizados por el Servicio


Central de Protección, que es el encargado de ejecutar y hacer cumplir las
medidas de protección.

Por cuanto concierne a la protección y los programas de ayuda y asis-


tencia a las víctimas de la criminalidad organizada generalmente los
proyectos más importantes se refieren a:

1. la compensación monetaria, especialmente por los crímenes de


masacres, terrorismo y criminalidad organizada.

2. programas de justicia reparativa, en particular los llamados Peace-


making circles.15

El esfuerzo de los movimientos en favor de las víctimas para dar luz a la


figura olvidada de la víctima fue favorecido por una progresiva sensibiliza-
ción de la opinión pública hacia estos temas, por la sensación extendida de

15 La justicia reparativa es una justicia para las víctimas. La víctima, se afirma, permaneció durante mucho
tiempo ajena a cualquier tipo de atención por parte de la doctrina criminológica y de la investigación
empírica que a menudo centra su atención principalmente en el autor de delito. Las tradicionales escuelas
de pensamiento jurídico-criminológico en base al sistema retributivo y de rehabilitación han descuidado
sustancialmente la figura del sujeto pasivo del delito: en las teorías de la Escuela Clásica no hay lugar
para la víctima, en cuanto el delito es considerado como un acto dirigido exclusivamente contra el Estado;
igualmente, para la Escuela Positivista, el delito se resume en un fenómeno ligado a factores bio-psico-
sociológicos del delincuente, y el derecho penal pasa a ser el momento de recuperación del autor del delito,
con la consiguiente desvalorización de las necesidades y de los intereses de la víctima.

168
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

que la justicia se ocupa sólo marginalmente de las necesidades y de los inte-


reses de quien ha sufrido el delito, así como por la creciente desconfianza,
incluso a nivel social, respecto de los sistemas de control formal conside-
rados incapaces de atajar el fenómeno de la delincuencia. El aumento signi-
ficativo de los movimientos en favor de las víctimas durante los años setenta
y ochenta se atribuye a tres grandes factores (Goodey, 2005):

1. el aumento de las tasas de delincuencia y el pesimismo reinante


respecto a las capacidades del sistema de rehabilitación de prevenir
la delincuencia;

2. la aparición de políticas de crime control tanto en Inglaterra como en


América del Norte;

3. la lucha de movimientos para la protección de personas vulnerables


como mujeres y niños.16 El renacido interés hacia la víctima es también
señalado por la visión positivista de formas de indemnización estatal
a las víctimas de delito concretizadas en intervenciones dirigidas a
ciertas categorías de víctimas y financiados con fondos del Estado17.
Sin embargo, esta forma de compensación (State compensation) no

16 Los movimientos en favor de las víctimas han llevado a la institución de formas (en general gestionadas
por particulares y organizaciones no profit) de centros de ayuda y asistencia para las víctimas de delito
(Victim Aid and assistance). Por mencionar en Inglaterra, el llamado Victim Support, una organización
sin fines de lucro que sobre la base de denuncias procedentes de la policía presta servicios a las víctimas
del crimen; en Estados Unidos existe una organización nacional para la asistencia de las víctimas
(Nacional Organization for Victim Assistance) que, además de ofrecer servicios de primera asistencia a
las víctimas de delito, ofrece servicios de counseling a las víctimas de delitos sexuales e intrafamiliares.
17 Los programas de compensación fueron aplicados para la primera vez en Nueva Zelanda en 1963 y
en Inglaterra en 1964 y posteriormente fueron adoptados en muchos países europeos y extra europeos.
La investigación empírica sin embargo, parece demostrar que pocas víctimas disfrutan de estos
programas, y muy a menudo no tienen ni siquiera conocimiento de su existencia (Wright, 1991). Italia
no ha adoptado aún planes articulados de compensación de la víctima. Entre las pocas disposiciones
a favor de la víctima, mencionamos el art. 73 Ley 354/1975 constitutivo de la caja para el socorro y
la asistencia a las víctimas del delito. También en Italia están previstas particulares indemnizaciones
a ciertas categorías de víctimas, tales como las víctimas del terrorismo o de la mafia. Las actividades
en favor de la víctima se sitúan en Italia al interior del más amplio marco europeo de protección de
la víctima. La decisión marco del Consejo de la Unión Europea del 15 de marzo 2001 responde a las
necesidades de las víctimas de delitos preparando instrumentos aptos para el alivio de los sufrimientos
causados por la comisión del hecho-delito. La decisión impone a los estados miembros atribuir a la
víctima un papel efectivo y apropiado, reconociendo a la misma amplios poderes en sede procesal, tanto
bajo el perfil probatorio e informativo, como bajo el de la asistencia legal y de la protección.

169
UNIDAD 2

debe confundirse con un modelo de justicia reparativa stricto sensu


respondiendo más bien a necesidades de mera indemnización.

La práctica de los círculos (peacemaking circles) se basa en los valores y


en las tradiciones de los pueblos aborígenes de América del Norte y de
algunas poblaciones aborígenes de Nueva Zelanda y Australia. Junto con
las prácticas de conferencing, los circles se convirtieron en los últimos
años en una de las formas más incisivas de justicia reparativa sobre
todo en Estados Unidos y en Australia. La fortuna de los círculos, así
como la del conferencing, se debe a que, en estos programas, hay una
directa implicación de la comunidad, representando por lo tanto la forma
completa, el modelo par excellance de justicia reparativa.

Los círculos se organizan en caso de conflictos penalmente relevantes


pero son utilizados también para prácticas de conflictividad cuando no
ha comenzado una acción penal.

Habitualmente los círculos se conciben como instrumento de análisis y


de verificación de las condiciones de recuperación y de cuidado (healing)
de jóvenes autores de delito. En este sentido los círculos son adminis-
trados por los servicios sociales, por las escuelas, por las comunidades de
manera que pueden colectivamente decidir cuáles son las medidas más
adecuadas para hacerse cargo del menor y de la víctima. Los círculos,
luego, se utilizan como instrumentos de sentencing, cuando son creados
por el juez, por la fiscalía o por la policía, para ofrecer a quien aplicará
la medida sugerencias para su flexibilización y transformación en una
sanción de tipo reparativo (sentencing circles).

Una importante aplicación de las técnicas de peacemaking circles y de


community conferencing está representada por las Comisiones Verdad
(Truth Commission) utilizadas en algunos países durante el período de
transición (transitional context) de un régimen generalizado y extendido
de conflictos sociales a un período de mayor paz y serenidad (Borer,
2005). Estas comisiones utilizadas en diversos países del mundo desde
Sudáfrica a Chile, son empleadas en la resolución pacífica y reparativa de
situaciones de violación sistemática de los derechos humanos hasta los
casos más extremos de violencia de masa y de genocidio. Las Comisiones

170
LA LUCHA A LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Verdad no son alternativas a los mecanismos de la justicia formal pero


se acompañan de los ritos formales de la justicia o se sustituyen a ellas
cuando el recurso a los procesos de la justicia formal es muy complicado.
Las comisiones representan un lugar para las víctimas donde sus histo-
rias pueden ser oídas.

A este respecto mencionamos el ejemplo la Comisión de Verdad y Recon-


ciliación de Sudáfrica (South African Truth and Reconciliation Commis-
sion) la cual ha servido como instrumento de acompañamiento a la
creación de una ley de amnistía: solo aquellos que hubieran declarado
abiertamente la responsabilidad de sus actos y hubieran contribuido a
la búsqueda de la verdad, tenían posibilidad de acceso a la medida de
clemencia (Shearing, 2001; Tutu, 1999).18

En muchos países de América Latina los instrumentos de la justicia son


realizados dentro de más amplios proyectos de justicia comunitaria. Es
el caso de Colombia, donde los programas de mediación, y de conferen-
cing se realizan dentro de centros como las casas de justicia, unidades
de mediación y conciliación, centros de convivencia, entre otros, donde
se administra la justicia comunitaria en equidad (Justicia comunitaria en
equidad), definida como una “modalidad de administración de la justicia
mediante la cual se ofrece la posibilidad a los operadores de la comu-
nidad de gestionar los conflictos en un determinado territorio” (Ardila,
2005:67). Proyectos de justicia comunitaria se dan en las comunidades
indígenas y campesinas en Ecuador, Perú, Bolivia dentro de lo que se
denomina ‘justicia de paz’ (Vintimilla, 2005).19

18 Hay, al contrario, quien sostiene que la Comisión sudafricana de verdad haya fracasado su objetivo
en cuanto dentro de la Comisión ha habido a) un número elevado de víctimas que no han perdonado
ni mucho menos se han conciliado con sus verdugos, y b) un aumento de los conflictos violentos en el
país, demostración de que la nación no está reconciliada y que por lo tanto la Comisión ha fracasado
en sus fines (Tepperman, 2002)
19 Especialmente interesante es el programa de aplicación de la justicia reparativa en Colombia donde
existe un Programa Distrital de Casas de Justicia y de Convivencia, una verdadera articulación
de centros de justicia reparativa, que pertenecen a una Casa de Justicia, formada por una Unidad
de Mediación y Conciliación, por una Comisaría de familia (Consultorio familiar), que se ocupa de
micro conflictos y de violencia intrafamiliar, un cuerpo de inspectores de policía, un centro de ayuda
y asistencia a las víctimas de delito, destinado a la reconstrucción del tejido social alrededor de la
víctima, al tratamiento del síndrome de estrés postraumático, a la asistencia legal, a un consultorio
médico forense.

171
UNIDAD 2

Ap Actividad de aprendizaje
Identificar como dentro de la misma legislación pueden
mejorarse los instrumentos legislativos de lucha contra las
organizaciones criminales.

Ae Autoevaluación
Con la ayuda de las nociones anteriormente enunciadas,
elabore un mapa conceptual de las herramientas poten-
ciales más importantes de protección a víctimas y testigos.

172
Unidad 3
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y
AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Og
Objetivo general
•• Conocer el contenido de las más importantes medidas
de lucha contra el crimen organizado.
•• Aprender como funcionan las agencias de investigación
y de fortalecimiento.

Oe
Objetivo específico
•• El y la discente reconocerán la importancia de una
participación armonizada e integral en la lucha contra
el crimen organizado transnacional.

173
UNIDAD 3

3.1 LOS GRUPOS INTERNACIONALES: DESDE ‘COSA


NOSTRA’ ITALIANA HASTA LA MAFIA CHINA.
En Italia las organizaciones mafiosas nativas, Cosa Nostra, ‘Ndrangheta,
Camorra y Sagrada Corona Unida, con el tiempo han ampliado su rayo
de acción de sus territorios de origen, respectivamente Sicilia, Calabria,
Campania y Apulia, al resto de Italia.

El fenómeno de la inmigración clandestina, alimentado no raramente por


las mismas organizaciones típicas, ha permitido además el nacimiento
de las llamadas mafias extranjeras (mafia allogena), peligrosos grupos
extranjeros que se difunden por todo el territorio italiano a la búsqueda
de la mayor ganancia: la criminalidad rusa, la albanesa, la china, la
magrebí, la nigeriana, la rumana y la sudamericana.

Las numerosas investigaciones, a más de de las declaraciones de los arre-


pentidos y los testigos de justicia, han permitido de trazar con un buen
margen de certeza las características de las organizaciones individuales.
Son menos claras, por el contrario, las modalidades con las cuales las
mismas implican y explotan a los menores, asignándoles los papeles más
variados y peligrosos con el objetivo de alcanzar impunemente los mismos
intereses ilícitos.

La situación de los jóvenes italianos resulta claramente diferente de


aquella de los jóvenes extracomunitarios. Para los primeros el inicio a la
mala vida casi nunca es fruto de una elección consciente. En todo caso
tiene origen en el estilo de vida de la misma familia, a menudo ya parte
de la organización mafiosa, o del estado de sub-cultura en el que se
mueve. Tales condiciones inducen al menor, con frecuencia incentivado
por los mismos parientes, a elegir una solución educativa alternativa
más rentable y respetada, muy a menudo definida “normal.” Sobre todo
en las zonas dónde la cotidianidad mafiosa es ya parte de la tradición,
resulta más simple dejarse seducir de las falsas utopías planteadas por
las organizaciones de la mala vida, como la garantía del respeto o el
alcance de metas sociales de otro modo inaccesibles, antes que salir de
un esquema criminal ya típico.

174
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Por su parte, los jóvenes extracomunitarios, integrados sólo raramente


en un esquema criminal en perspectiva de una futura afiliación, son
víctimas de una mera explotación que basa su ganancia en la trata de
seres humanos, con la prostitución, la pornografía infantil y con el
mercado negro de trabajo. Aunque más marginales también entran en
este grupo las actividades de robo y mendicidad.

a) Cosa Nostra
Entre las organizaciones italianas más conocidas la más antigua y desa-
rrollada es la siciliana Cosa Nostra, que se ha vuelto, gracias a su notable
capacidad de imponer los mismos modelos conductuales, símbolo global del
fenómeno mafioso. Con su estructura compleja y dinámica, detenta el control
total de la isla adaptándose fácilmente a cualquier entorno nuevo, y además
explotando las relaciones potenciales con otras organizaciones criminales, se
expande en cualquier sitio que encuentre beneficios significativos.

El sistema piramidal de poder que la caracteriza permite localizar,


desde su base hacia lo alto, la cosca, la Comisión Provincial y la Comi-
sión Regional o Interprovincial. La cosca mafiosa es representada por un
conjunto de círculos concéntricos: la “famiglia”-o núcleo – al centro, luego
la corona, y por fin la periferia. La “familia” está compuesta por “hombres
de honor” - o “soldados” - y “asociados.” Mientras los primeros, a través
de una iniciación formal, tienen acceso a cualquier tipo de información
y pueden hacer carrera dentro de la misma, los segundos reciben sola-
mente noticias segmentadas, aunque colaboren tiempo completo y sean
parte integrante de ella. Justo entre éstos últimos es que serán luego alis-
tados a los nuevos soldados.

A la corona pertenecen, en cambio, los que están ligados a la “familia” por


vínculos de parentesco consanguíneo o indirecto, los que, procedentes
de las más diversas clases sociales (funcionarios públicos, profesionistas
independientes, etc.) tienen una relación esporádica y silente con la cosca,
ayudando a los miembros con información, consultorías, escondites y
lo que sea en su momento útil y necesario. La periferia, por último, se
compone de exponentes del hampa común (estafadores, hombres polí-
ticos, pertenecientes a la criminalidad económica y financiera) que, con

175
UNIDAD 3

base en intereses personales, gravitan ocasionalmente alrededor de la


“familia” sin vínculos ulteriores.

La estructura a base territorial del núcleo permite el control de una zona


de la ciudad o una entera población de la cual toma su nombre. Los
hombres de honor que forman parte están organizados en grupos de diez
a cargo de un jefe “capodecina.” Los varios “capodecina” a su vez están
dirigidos por un representante nombrado por elección. Cada miembro de
la familia puede decidir hacer negocios con un miembro de la misma o
administrar autónomamente las propias actividades lícitas o ilícitas. Sin
embargo esta tiene el poder de regular, y en casos extremos de impedir,
el ejercicio de determinadas actividades en defensa del interés general y
la hegemonía territorial.

Respecto a la imposibilidad de cumplir algunas actividades, ha cavilado


Tommaso Buscetta, el ex “boss de los dos mundos”, que ha explicado las
exigencias lógicas, que van más allá del prestigio, de los clanes: “Un homi-
cidio cometido por parte de extraños a la familia y sin informar al jefe a
familia, determinando la intervención inevitable de la policía judicial, puede
llevar a consecuencias desagradables, como por ejemplo la captura de un
prófugo tomado de sorpresa en las inmediaciones del lugar del delito.”20

La expansión multinacional del tráfico ilícito, es por lo tanto el producto


de las elecciones de inversión realizadas tanto por individuos particu-
lares que por enteras familias criminales. En esta realidad las funciones
coordinativas son desarrolladas por la Comisión Provincial y por la
Comisión Regional. La primera está compuesta por el jefe-de-orden, o
sea de los representados de dos o más familias territorialmente contiguas
con la tarea de asegurar el respeto de las reglas de Cosa Nostra dentro de
las familias particulares y de arbitrar las pendencias entre éstas; inver-
samente la segunda tiene la función de regular los quehaceres y las disi-
dencias con el objetivo principal de mantener la paz mafiosa necesaria
para garantizar el buen resultado de las actividades ilícitas.

20 Tomado de los actos del maxi proceso de Palermo 1986, Tribunal de Palermo, Ordenanza Sentencia del
Consejero Instructor Antonino Caponnetto con la colaboración de los Jueces de inspección Giovanni
Halcón, Paolo Monedero, Leonardo Guarnotta, Giuseppe De Lello Fingido los, Giacomo Conde e
Ignazio De Francisci emitido el 16 de agosto de 1986 en el procedimiento penal contra Abdel Azizi
Afifi + 91, n. 2234/86 R.G.U.I. XH Según deducción del maxiproceso.

176
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Recientemente ha sido denunciada la tentativa de afirmarse, sin embargo


con resultados infaustos a causa de la menor capilaridad de su organi-
zación, de parte del Stidda o sea una confederación de coscas de tipo
mafioso-gansteristico formada por disidentes de Cosa Nostra, malvi-
viente comunes y delincuentes profesionales.

Según una breve reseña de las varias divisiones territoriales, la alianza


más potente e incisiva, modelo por todas las otras coscas, es Cosa Nostra
de Palermo. Esta, basada hasta a hoy en una figura baricéntrica, impone
su fuerza con extorsiones y con perjuicios hacia quién no cede a las solici-
tudes monetarias. Además extrae ganancias de infiltraciones en contratos
públicos, de intimaciones en el sector de eliminación residuos y del
reciclaje de “dinero sucio” (invirtiendo principalmente en inmuebles y
empresas agrícolas).

También Cosa Nostra de Trapani se caracteriza por una sustancial situa-


ción de equilibrio gracias a un indiscutido liderazgo. Además de las
típicas actividades extorsivas, a la polución de los contratos públicos y
la práctica de préstamos con tasas usurarias (hasta el 240% en las zonas
menesterosas de la provincia), continúa anclada al tradicional tráfico de
estupefacientes con firmes relaciones internacionales estrechadas sobre
todo con grupos mafiosos venezolanos.

La situación de Cosa Nostra de Catania, a causa de la disciplina sobre


la colaboración con la justicia, ha disminuido drásticamente el número
de los hombres de honor dando un mayor valor a las uniones de sangre.
Se revelan nuevamente como actividades de mayor interés, los contratos
públicos, la extorsión y el tráfico de estupefacientes, tendencialmente
procedentes de Sudamérica, del medio oriente, de España y de Holanda y
destinados a los mercados lombardo, calabrés y pullés. Sin embargo esta
última actividad, en la mayor parte de los casos, tiene la peculiaridad de
ser administrada autónomamente por formaciones criminales menores.

Por cuánto atañe a la provincia de Caltanissetta, además de la dominante


presencia de Cosa Nostra, dedicada al tráfico internacional de restos
arqueológicos procedentes de excavaciones ilegales, hay casos de extor-
siones y tráfico de estupefacientes, en particular cocaína y marihuana.

177
UNIDAD 3

Los numerosos procedimientos penales a cargo de los principales jefes


mafiosos y las frecuentes colaboraciones de justicia han expuesto drásti-
camente a Cosa Nostra, que difícilmente actúa sin despertar la atención
de la autoridad Judicial. Todo eso, sumado a la constante búsqueda de
mercados más atrayentes, ha conducido a la adopción de una nueva estra-
tegia de mimetización a través del deslocalización de las sedes opera-
tivas fuera del territorio siciliano. Sin embargo la organización, según un
modelo de tipo colonial, deja las finanzas en la isla, reconociendo a esta
última como única e indiscutida madre patria, y usa los nuevos territo-
rios exclusivamente para incrementar sus ganancias ilícitas.

b) La ‘Ndrangheta
La ‘Ndrangheta es actualmente la organización mafiosa más potente y
peligrosa. Hoy “’Ndrangheta Spa” es un holding del crimen que factura
44 mil millones de euro (investigación Eurispes2008) equivalente al 2,9%
del PIB italiano. Es la mafia más internacional. La menos indagada. La
más peligrosa. La más globalizada. De ningún modo racista. Uno de sus
raros arrepentidos, Javier Morabito, originario de Africo, ha confiado a
los investigadores que nos hallamos frente a “una organización criminal
que no tiene problemas para hacer negocios con gente de cualquier raza
y nación”. Ha reemplazado Cosa Nostra, fortaleciéndose en el silencio.

Es una organización “líquida”, una organización reticular, modular, que


se adapta, se modela y se introduce a nivel mundial, donde quiera que
encuentre las condiciones para hacerlo. Un éxito criminal debido también
a la alianza estrechada con los carteles colombianos. Desde ya hace años,
operan en el país sudamericano decenas de ‘ndranghetisti, gente que
trata desenvueltamente con los narcotraficantes y paramilitares, guerri-
lleros y chanchulleros. Los hombres de las ‘ndrinas han logrado entrar en
la gracia de Salvador Mancuso, jefe indiscutido del Autodefensas Unidas
de Colombia (Auc), brazo armado del narcotráfico y el más fuerte grupo
paramilitar, al que son atribuidos miles de homicidios. Una sociedad por
acción del crimen que actúa en tantos frentes: de las armas a las extor-
siones, de la usura al blanqueo de dinero, de la eliminación de residuos
tóxicos a la inmigración clandestina y a los contratos públicos.

178
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Sin embargo su core business, 27,7 mil millones de euro, es el tráfico de


droga. Sobre todo de la cocaína. Según Nicola Gratteri, magistrado del
Direccional del distrito antimafia (Dda) de Regio de Calabria y entre los
más expuestos en la lucha a las ‘ndrinas, “la mafia calabresa casi tiene el
monopolio de la importación de la cocaína en Europa”.

Su estructura de tipo horizontal tiene como elemento base la ‘ndrina’


(cosca o familia), que, siguiendo un modelo de tipo patriarcal, toma el
nombre del “capobastone” y se desarrolla alrededor del núcleo familiar-
parental, detentando el control del ayuntamiento o el barrio ciudadano
del que proviene. La fuerte cohesión interior de la familia permite el
acceso solo por generación, por estirpe, por descendencia, por el simple
hecho de haber nacido en una familia de mafiosos.

Las relaciones entre las “ndrinas” de un mismo territorio son reguladas


por un “local”, compuesto por tres personas denominadas la “copiata”; el
“capobastone”, con poder de vida y muerte sobre los miembros obligados
a absoluta obediencia, el “contable”, encargado de las finanzas y el “capo-
crimen”, responsable de todas las acciones delictivas. Equivalentemente
al modelo de Cosa Nostra, la organización está compuesta luego por la
corona y la periferia. A la firme unión interior de los núcleos individuales
se contraponen las frecuentes guerras entre familias por el predominio
sobre el territorio y por el monopolio sobre las actividades ejercitadas.
La ausencia de órganos de control lleva a menudo a la adopción de
matrimonios arreglados como medio resolutivo de las venganzas. Como
consecuencia la creación de potentes coaliciones se basa en el sentimiento
unánime de pertenencia y silencio, al amparo de dilaciones y traiciones.
Sin embargo, en la provincia de Regio de Calabria, la necesidad de poner
punto final a las persistentes y cruentas conflictividades de los años ‘90
ha llevado a las ‘ndrinas a encontrar un acuerdo ulterior en el reparto del
territorio en tres departamentos - el de la faja jónica, el de la faja tirre-
nica y el de la ciudad de Regio - y en la institución de la “Provincia”, un
organismo no permanente con la tarea de intervenir en las cuestiones
interinas de los “locales”.

179
UNIDAD 3

En la región Calabria actualmente están activas 136 coscas, dedicadas


principalmente al tráfico de sustancias estupefacientes y desechos tóxicos
nocivos, a la extorsión – dirigida tanto a las empresas privadas como a los
funcionarios estatales - y a la usura. Esta última, aunque muy presente en
toda la región, afecta principalmente a la población indigente residente
en el departamento jónico de la capital.

El incauto empleo del instituto de confinamiento en las zonas del norte


Italia, la necesidad de fuga del país de origen de enteras familias para
sustraerse a las venganzas de coscas rivales, además de la constante
búsqueda de mercados cada vez más prósperos han contribuido a hacer
de la ‘Ndrangheta la organización mafiosa más presente en el centro y
norte de Italia y en el extranjero.

Por cuánto atañe, a los enlaces con organizaciones extranjeras, las rela-
ciones son fructuosas - generalmente finalizados al tráfico de seres
humanos para emplear en el trabajo negro y en la prostitución, al mercado
de las armas, y al tráfico de cocaína - con los carteles colombianos, con
las asociaciones criminales del medio oriente, con las mafias albanesa,
kosovar, turca, búlgara y del este Europa. La ‘Ndrangheta es actualmente
la organización más difusa sobre el territorio italiano y, a causa de su
reciente expansión, ha logrado crearse una posición de monopolio en
el tráfico de cocaína a nivel nacional y transnacional. La ‘Ndrangheta
controla con los colombianos las floridas rutas de la cocaína del África
Occidental. La ‘Ndrangheta tiene centros de almacenaje en Namibia y
Guinea-Bissau. Está interesada en los diamantes surafricanos y al coltán
(columbita-tantalita) congoleño. Vende armas y descarga desechos tóxicos.

Es ejemplar la historia de Vito Bigione, un magnate de la vida brillante,


que se casó con una atractiva empresaria francesa, Véronique Barbier,
y logró ganarse fama de gran respeto, considerada la tranquilidad con
la que vivió en el estado africano y el imperio económico y naval que
constituyó. Una flota de barcos pesqueros que iban y venían por las
costas del norte del Mediterráneo. El inconveniente fue que en aquellas
embarcaciones no se transportaba sólo pescado, sino también droga:
kilos de cocaína. Vito Bigione, originario de Mazara del Vallo (Sicilia),
es un mafioso imputado de haber organizado entre el 1992 y el 2000 el

180
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

transporte de centenares de kilogramos de cocaína de Brasil, Colombia


y Namibia a Italia. Fue arrestado en Caracas, en Venezuela, en el 2004,
después de su impetuosa fuga del Namibia, visto que el gobierno de
Windhoek, que lo que lo había encubierto y tutelado por años, no le
garantizó más protección. Es gracias a él que la mafia siciliana y, sobre
todo, la calabresa han logrado explotar las nuevas rutas para el trans-
porte en Europa de la coca, importada de Colombia, con África conver-
tida en el hub mundial para el comercio del polvo blanco.

c) La Camorra
En Campania se cruzan tres diferentes tipos de organizaciones crimi-
nales: las tradicionales familias de la Camorra, a menudo socias de Cosa
Nostra, los grupos gansteriles -mafiosos, las bandas de jóvenes delin-
cuentes. La organización de la Camorra es de tipo pluralista, es decir,
un conjunto de bandas, cada una con su influencia territorial – casi coin-
cidente con las circunscripciones administrativas-, “tendentes a incor-
porarse y reincorporarse en continua composición y descomposición.”
El núcleo familiar está compuesto por personas enlazadas por vínculos
de parentesco directo o indirecto entre los que desprenden dos figuras
obligatorias. El boss, que goza de una alta reputación criminal y es un
empresario experto de asuntos legales, encargado de estrechar relaciones
estables con conocidos exponentes de la administración pública. Los
clanes -grupos de familias a en cuyo vértice se encuentra un jefe-clan-,
a diferencia de las organizaciones federativas típicas de las coscas sici-
lianos, se unen sólo para dar vida a alianzas de circunstancia.

El desorden organizativo y la anexión de sujetos procedentes de otras


categorías de malvivientes llevan a la Camorra hacia procesos de expan-
sión que provocan frecuentes choques de poder y una inevitable rota-
ción entre los jóvenes miembros de las familias mafiosas. Situación de
particular gravedad se registra a Santa a Maria Capua Vetere, donde el
territorio vive bajo el control militar, económico y político de las organi-
zaciones criminales.

181
UNIDAD 3

No de menos es también la provincia de Salerno en la que están emer-


giendo puntos de contacto con la gestión, dominada por la ‘Ndrangheta,
del puerto de Gioia Tauro.”

Si entre las peculiaridades de Cosa Nostra se halla la tentativa de imponer


un propio orden alternativo, una mentalidad por así decir mafiosa, obte-
niendo de ella la máxima conveniencia, la Camorra, con el criterio de un
mercenario, actúa contemplando exclusivamente el beneficio material.

El contrabando de tabaco extranjero constituye la más tradicional y segura


de las actividades camorristas gracias a la casi ausencia de riesgos - debida
a una evidente adhesión de la opinión pública, a la elevada rentabilidad y
la posibilidad de penetrar con gran facilidad en los asuntos de los países
balcánicos y Europa oriental. Algunas investigaciones han revelado la
existencia de numerosas familias que durante su evasión en Montenegro
controlan el tráfico internacional de tabaco extranjero utilizando depó-
sitos en arriendo con licencia regular para importar y exportar concedida
por el gobierno local, que obtiene de ese comercio un manantial copioso
de utilidad para el erario.

Además, son particularmente ingentes las ganancias que las organi-


zaciones camorrísticas obtienen del tráfico de estupefacientes, dónde,
además de la colaboración con la ‘Ndrangheta, se evidencian estrechas
relaciones con la Sagrada Corona Unida para la gestión de los trans-
portes y con las criminalidades domiciliadas en Holanda, Inglaterra y
Alemania para la distribución del producto. Otras ganancias derivan
del tráfico de armas, del juego de azar y clandestino, de la construc-
ción ilegal, del monopolio de hormigón, de las extorsiones en campo
de la construcción y del comercio, de las estafas y de los atracos a insti-
tutos de crédito o sociedades de seguros, del tráfico de billetes y títulos
falsos, de los fraudes de financiaciones de la Unión Europea a la agricul-
tura, y por fin de la colusión con las administraciones públicas según
el consolidado esquema de permuta de paquetes de votos controlado
por los clanes con el apoyo de éstos en cambio de la adjudicación de
los contratos públicos a las empresas directamente o indirectamente
controladas por esas organizaciones.

182
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Una nueva y atractiva ocasión de ingresos se halla en la inmigración clan-


destina. Los ciudadanos extra-comunitarios (albaneses magrebíes, koso-
vares, nigerianos) ayudados por las organizaciones autóctonas a entrar
en el territorio italiano, frente a las dificultades económicas en que viven,
forman a su vez grupos criminales dedicados a la venta de drogas, al
contrabando de tabaco y a la explotación de la prostitución. En tal modo
proveen a la Camorra tanto una inagotable fuente de reclutamiento de
sujetos de emplear en los llamados crímenes callejeros, como ingentes
cuotas derramadas por las mismas organizaciones extranjeras dedicadas
a la explotación de la prostitución (en manos de los clanes albaneses) y
del mercado negro de trabajo, (administrado por los chinos). Sin embargo
la rápida evolución de estas nuevas organizaciones empieza a crear no
pocos problemas. Cada vez más a menudo sus solicitudes de indepen-
dencia desembocan en episodios de violencia hacia los clanes camorristas.

d) La Sacra Corona Unita


La Sagrada Corona Unida, originaria de los años ‘80, es la última “crea-
ción” italiana de tipo mafioso. El rígido control de una estrecha parte del
territorio pullés - las provincias de Brindisi, Lecce, y Tarento - y su mode-
rado volumen de negocios hacen de ella la organización autóctona de
menor relieve. Al par de Cosa Nostra también esta se basa en un modelo
piramidal compuesto por la familia, con un líder carismático como jefe,
capaz de imponer reglas de modo férreo, y de un órgano superior de coor-
dinación, llamado “cúpula”, con la triple función de sanear los conflictos
entre las familias, decidir los homicidios más importantes y de adminis-
trar las principales actividades de infiltración y corrupción.

La actividad represiva de los últimos tiempos ha llevado a disolverse


a numerosos clanes y a la consiguiente generación de fragmentaciones
ulteriores en el tejido organizativo.

Los nuevos grupos (carentes de una estructura rígida y de figuras caris-


máticas de referencia), están destinados a procesos de continua composi-
ción y descomposición.

183
UNIDAD 3

Por tanto, a pesar del antiguo sistema jerárquico y la presencia de códigos


conductuales ancestrales, esta organización criminal, a causa de las
recientes evoluciones, es más correctamente definible en los términos de
una formación gangsteril-mafiosa. Además, el elevado número de sus
miembros, su heterogeneidad socio-cultural resultante de la escasa seve-
ridad de los criterios de alistamiento además de su joven edad, completa
un cuadro poseedor de las señas típicas de los grupos criminales urbanos.

La peculiaridad típica de la Sagrada Corona Unida, casi totalmente


extraña cualquier otro grupo mafioso, es la afiliación usual de mujeres
que, además de participar cotidianamente en la vida criminal, a menudo
revisten papeles de gran responsabilidad.

También para la criminalidad pullesa las principales actividades ilícitas


son la extorsión, la usura y el tráfico de sustancias estupefacientes. Esta
última es realizado a escala internacional en colaboración con las organi-
zaciones criminales de origen extranjero - albanesa y aquellas operantes
en el resto de Europa21- que utilizan las escalas portuarias de las costas
pullesas como punto de salida para la distribución de las sustancias en el
resto del país y en el norte de Europa.

Por cuánto concierne al narcotráfico hay pruebas de enormes importa-


ciones de heroína y cocaína por millares de kilos. Los cuantitativos son
importados a través de financiación pro cuota de cada uno de los grupos
aliados que obviamente adquieren luego la parte que les corresponde del
cargo y proveen a revenderlo por cuenta propia.

e) La criminalidad albanesa
La criminalidad albanesa, con su óptima capacidad de introducción en
la sociedad italiana, constituye el fenómeno alógeno que activa la mayor
alarma social. Originariamente compuesta por pequeños grupos crimi-
nales familiares empleados en la venta al menudeo, ha evolucionado

21 El Juez de la Investigacion Preliminar del Tribunal de Génova el 21 de febrero de 2007 ha arrestado a tres
sujetos con la acusación de tráfico internacional, para haber importado de España 10 Kg de cocaína.

184
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

hacia estructuras asociativas complejas y métodos a operativos violentos,


típicos de la criminalidad organizada22.

La estructura creada es de tipo horizontal. Los clanes “están organizados


en células independientes entre ellas” “sin reglas comunes y sin tener
alguna autoridad superior”, cuyos vértices quedan en la madre patria
desde donde pueden administrar más fácilmente el retorno de capitales
ilícitos. Sólo en algunos casos se ha pasado a coaliciones reales que han
adquirido modelos de tipo piramidal, con características similares a aque-
llas típicas de las alianzas italianas, por la rigidez de las reglas interiores
(inspiradas en el Kanun23), métodos de sometimiento, vínculos de cohe-
sión, silencio y de intimidación existente entre los afiliados. Mientras las
pequeñas bandas todavía son atraídas por los crímenes contra el patri-
monio como los robos de automóviles de lujo y los atracos a las villas,
que requieren menor organización y garantizan un botín más inmediato,
la criminalidad albanesa organizada está orientada principalmente al
tráfico de estupefacientes y a la inmigración clandestina finalizadas a la
explotación de la prostitución. Son fundamentales las relaciones directas
con los “carteles colombianos”, los cuales envían las cargas de cocaína a
las refinerías albanesas construidas ad hoc, y con la mafia turca por los
prósperos negocios ligados a la heroína24.

f) La criminalidad china
Las Seis Grandes Tríadas, así como más pequeños grupos de satélite,
forman la asociación criminal más grande en el mundo, con más de
100,000 miembros esparcidos por todo el mundo. Cinco de estas Tríadas
están centradas en Hong Kong y Taiwán, y recientemente han formado

22 Direzione Investigativa Antimafia, Relacion del Ministro del Interno al Parlamento sobre las
actividades desarrolladas y los resultados obtenidos por la DIA, 1er semestre 2007.
23 El Kanun es el conjunto de las normas transmitido oralmente por siglos y considerado, en ausencia
de otras reglas, la única fuente de derecho para reglamentar la sociedad. Define la organización de la
familia, el patrio potestatis, las uniones de parentesco reconocidas, la tutela de la propiedad privada
y la sucesión. Regula la capacidad jurídica, los contratos y las técnicas de cumplimiento, la promesa
como pacto a respetar a costa de perder el honor. Establece además los tiempos y modos para la
venganza de sangre, la consideración de las mujeres y las peculiaridades del hombre de honor.
24 Direzione Investigativa Antimafia, Relacion del Ministro del Interno al Parlamento sobre las
actividades desarrolladas y los resultados obtenidos por la DIA, 1er semestre 2007.

185
UNIDAD 3

una alianza con la Tríada del Gran Círculo en Shanghai. La más grande
y más poderosa de las Tríadas es la Hong Kong - Sun Yee On (“ la nueva
honradez y la paz”), una organización fuerte estructurada implicada
en todos los aspectos de actividad criminal, incluyendo la extorsión, el
tráfico de heroína, y el tráfico de personas a Canadá, Australia, Tailandia,
y Centroamérica. The Sun Yee On ha estrechado alianzas con el gobierno
comunista en Beijing, así como holdings en la zona económica especial de
Shenzen en el Cantón sureño (Guangdong). Estructuradas como corpo-
raciones, las Tríadas chinas (el nombre vienen de un carácter chino, con
forma de triángulo) son las organizaciones líderes mundiales criminales
más viejas en el mundo, con raíces que datan de miles de años. Como sus
contrapartes en el Mafiya y Yakuza, las Tríadas han empleado sus comu-
nidades étnicas en Norteamérica como sus bases de operaciones. Las
Tríadas son en particular fuertes en la Costa del Pacífico - Hawai, Seattle,
Vancouver y San Francisco - así como en Toronto, Boston, y Nueva York.
Las Triadas también son conocidas en Norteamérica como “Tongs”.

Casi toda la heroína que fluye por China y Hong Kong - y así por las
Tríadas - proviene de las selvas “del Triángulo de oro” de Tailandia,
Myanmar, y Laos. En Italia y más generalmente en Europa, los intereses
preeminentes de la mafia china son el encubrimiento de la inmigración
clandestina, destinada al mercado negro del trabajo o a la prostitución y
a la producción y la distribución de productos falsificados de marca o en
todo caso no conformes con la normativa comunitaria europea.

g) Yakuza
El Yakuza como un grupo organizado no comenzó a prosperar hasta
finales del 1700, cuando las cintas de los bakuto (jugadores), tekiya (vende-
dores ambulantes), y gurentai (matones generales) comenzaron a formarse
en grupos separados (estos términos todavía son usados actualmente
para describir a miembros Yakuza). El bakuto también contribuyó a la
práctica de cortar la articulación superior del meñique como un signo de
fidelidad al oyabun, o líder (prácticamente, al cortarla se hace difícil al
jugador sostener sus cartas). El tatuaje es también una práctica común del
Yakuza. Los números y el poder de Yakuza realmente comenzaron a crecer
durante la ocupación aliada después de la segunda Guerra Mundial. En

186
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

1963, había más de 184,000 miembros de Yakuza, organizados en aproxi-


madamente 5,200 bandas. Guerras sangrientas y violentas entre bandas
redujeron sus números, de modo que hoy las filas de Yakuza actualmente
cuentan con 60,000 miembros. El hombre que dio al Yakuza su promi-
nencia presente en las economías legales e ilegales de Japón fue Kazuo
Taoka, el líder de la facción Yamaguchigumi a partir de mediados de los
años 1940 hasta su muerte en 1981.

A su muerte, el Yamaguchigumi controlaba más de 2,500 negocios


ilegales y legales, incluyendo negocios de deportes y diversión. La facción
estaba encabezada por aproximadamente 100 boss controlando más de
500 pandillas callejeras. Con la muerte de Taoka, el Yakuza otra vez entró
en una época obscurantista de guerras de pandillas. Yakuza permanece
involucrado en todos los aspectos de la economía de Japón, tanto legí-
timos como ilegítimos, con el énfasis sobre la producción y la distribución
de anfetaminas, así como el control de casinos, prostíbulos, préstamos
usurarios, y la protección y racket que enfocan en corporaciones grandes
y bancos. La pornografía dura, ilegal en Japón, es otro gran negocio para
el Yakuza. Ellos también manejan bandas satélite en el mundo entero, con
bases principales en Corea del Sur, Australia, Costa Rica, Brasil, Hawai, y
todas las ciudades principales sobre la costa oriental de EE UU. El Yakuza
ha hecho alianzas con Tríadas de base Taiwanesa - particularmente, la
Unión de bambú - para la distribución de metanfetaminas, la droga
opcional para adictos japoneses. La droga es producida en Taiwán por la
Unión de bambú, y pasada de contrabando a Japón por el Yakuza a través
del Kaohsiung, el puerto más grande de Taiwán (y tercero en el mundo
en tráfico de contenedores, luego de Hong Kong y Singapur).

h) La criminalidad rusa
Aunque según algunos no haya logrado crear una imponente organiza-
ción, respecto a las otras criminalidades tratadas hasta a ahora, la hábil
y despiadada mafia rusa obra en nichos de mercado, como el bacterioló-
gico y nuclear. Sin bien prefiere el blanqueo de dinero, reinvirtiendo las
ganancias de proveniencia ilícita en los sectores lícitos de menor visibi-
lidad (infraestructuras turísticas o inmuebles valiosos), con un modus
operandi típico de los grandes holding financieros y de negocios, que

187
UNIDAD 3

tiende a eludir “las normas que disciplinan la circulación de los capitales


a través del uso de transacciones triangulares finalizado a esconder la
procedencia ilícita de los capitales empleados.”

La Mafiya Rusa consiste en aproximadamente 100,000 miembros organi-


zados en no menos de 300 grupos estructurados, identificables. De estos,
tres son dominantes: la Brigada del Sol, la Mafia de Odesa, y la Crimina-
lidad Organizada Armena. Yuri Ivanovich Esin, el líder de una de estas
organizaciones (la Brigada del Sol), fue detenido en Italia en marzo de
1997, asistiendo una reunión entre Mafiya y el Camorra. Aunque la clase
rusa criminal tenga una larga historia, la criminalidad organizada, como
la conocemos hoy, nació prácticamente después que la ex-Unión Soviética
se derrumbó (el 25 de diciembre de 1991). El final del viejo régimen sovié-
tico desenganchó una onda de criminalidad sin igual en días modernos.
La Mafiya rusa incluye la mayor parte de la clase dirigente de la vieja
KGB (los servicios secretos). Es dominante en el contrabando de dinero
y de armas, la prostitución, y el tráfico de drogas. Ha desarrollado un
sofisticado “ducto” de heroína con Birmania (ahora Myanmar) a través
del Asia Menor a los Balcanes, y luego a Alemania y/o Nigeria para la
distribución. Está activa en la mayoría de las ciudades americanas.

i) La criminalidad nigeriana
Los grupos criminales nigerianos son los especialistas de contrabando
de drogas usados por las seis más grandes organizaciones criminales. El
Ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense estima que aproximada-
mente el 40 % de toda la heroína es pasada de contrabando a EE.UU. por
nigerianos que trabajan para la mafiya rusa, los Cárteles colombianos, las
Tríadas chinas, o algunas organizaciones italianas criminales. Las activi-
dades de blanqueo de dinero de los nigerianos implican técnicas estándar
(el contrabando, el empleo de casas de cambio de dinero, etc.) pero con un
método africano único. Comúnmente, estos compran la heroína de países
fuente como Myanmar, Paquistán, y Afganistán, pagando por su producto
en moneda estadounidense. Luego pasan de contrabando las drogas a
EE.UU. y Europa. Después de la venta las drogas, las ganancias son usadas
para comprar bienes de consumo (coches de lujo, aparatos electrónicos, y

188
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

relojes son los favoritos) para el envío a Nigeria, donde son vendidos en un
mercado negro muy lucrativo.

Además de sus actividades de contrabando de drogas, los nigerianos son


conocidos por estafas de tarjeta de crédito, donde los criminales atraen
hombres de negocios ávidos en adelantos de dinero efectivo o informa-
ción con promesas de futuras ganancias increíbles.

m) La criminalidad magrebina
En los últimos años, al igual que las otras criminalidades extranjeras, la
criminalidad procedente del Magreb se ha desarrollado notablemente.
Los crímenes principales resultan ser el narcotráfico, sin embargo no
circunscrito sólo a la cocaína y a la heroína, sino extendido también a las
drogas sintéticas y en particular al éxtasis, al favorecer la inmigración
clandestina y, al robo y reciclaje de automóviles.

Extremadamente peligroso, además, es el fenómeno del terrorismo islámico,


ejercitado sobre todo de grupos de origen tunecino dedicados a crímenes
instrumentales y apoyo a los grupos radicales operantes en Francia y Argelia.
Los crímenes cometidos consisten en la fabricación y en el comercio de docu-
mentos falsos, en el tráfico de billetes falsos, en el ocultamiento de bienes
y dinero, en la exportación de automóviles robados y en el encubrimiento
de prófugos procedentes de países extranjeros. La actividad más marcada-
mente política consiste, además de la circulación de material de propaganda
del terrorismo fundamentalista o en todo caso del fundamentalismo, en el
adiestramiento militar y conspirador, tanto con la circulación de material
informativo específico, como con el envío de personas a entrenarse en los
campos paramilitares en Pakistán y en Afganistán.

n) La criminalidad sudamericana
La criminalidad sudamericana es después de la italiana y la china una de las
más potentes y ramificadas del mundo. Tiene ramificaciones en todo el mundo
y no sólo en el territorio de origen. Veamos ahora cuáles son las más impor-
tantes organizaciones criminales sudamericanas de Colombia y México.

189
UNIDAD 3

a) Colombia
Tradicionalmente los carteles más notorios eran el de Cali y el de Mede-
llín. Dos nuevos cárteles, el Cártel de la Costa y el llamado Norte del Valle
del Cauca (del área costera caribeña del norte, incluyendo Cartagena) han
ganado prominencia desde 1995-1997 como consecuencia las detenciones
de jefes del Cártel de Cali y Medellín. Están estrechamente aliados con los
cárteles de droga colombianos, los productores de coca de Perú y Bolivia,
comandados por Waldo Simeón Vargas Arias (alias el Ministro), quien,
hasta su detención en 1997, era responsable de suministrar más de mitad
de la cocaína base, refinada por los cárteles colombianos.

Antes de su caída a finales de los años 1980, los reyes de la droga operantes
en Medellín, controlaban el comercio de cocaína líder mundial. Estos han
sido substituidos, principalmente, por el Cártel de Cali. El más triste-
mente famoso era Pablo Escobar Gaviria, que controló el cártel a partir de
mediados de los 80’s hasta su muerte en 1993.

El Cártel de Cali era responsable del 80 % del suministro mundial de


cocaína - más de 600 toneladas métricas por año. A finales de los años 80,
los grupos de Cali asumieron el control efectivo de la cocaína de Perú,
Bolivia y Colombia, desde la producción hasta el comercio y distribución,
suplantando al Cártel Medellín. Mientras el Cártel Medellín era manifies-
tamente violento, los miembros del Cártel de Cali aprendieron a ser más
circunspectos. Por otra parte, el ascenso del cártel estaba basado en el
empleo de sanas prácticas de negocio: los Policías colombianos se refieren
a los caballeros de Cali en contraste con los hampones de Medellín.

El Cártel de la Costa es una de las dos nuevas y prominentes organiza-


ciones narcotraficantes colombianas que surgieron luego de las deten-
ciones entre 1995 y 97 de la mayor parte de los principales jefes de los
cárteles de Cali y el Medellín. Como sus colegas del Cártel de la Costa,
los nuevos jefes del cartel Norte del Valle del Cauca han llegado al poder
luego de las mencionadas detenciones. Estos nuevos traficantes, inde-
pendientes, comparten muchas características con los de Medellín - con
grupos pequeños, sumamente agresivos y violentos – en vez de las suma-
mente estructuradas, organizaciones de Cali.

190
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

b) México
Según fuentes gubernativas mejicanas, al momento en México operan
muchos carteles. Los principales, los carteles del Golfo, de Sinaloa, y de
Juárez están presentes en casi todo el territorio mejicano. En los últimos
años los principales carteles han formado alianzas entre ellos. El cartel
de Tijuana ha formado una alianza con el cartel del Golfo, como conse-
cuencia de negociaciones partidarias de los líderes en las prisiones. Otros
han formado una alianza dirigida por los representantes de los carteles
de Sinaloa, de Juárez y de los Valencia. Las diferentes organizaciones
colaboran en estrecho contacto, pero permanecen en todo caso indepen-
dientes. El nacimiento de los carteles es debido al paso de la cocaína y
las otras drogas distribuidas en el EE.UU. y en el mercado mundial por
México. Cuatro son las organizaciones más potentes: el clan de Tijuana,
es el más violento y el cartel de Sonora es aquél que ha tenido tradicional-
mente contactos con las mayores organizaciones colombianas. Está luego
el cartel de Juárez dirigido por Amado Carrillo Fuentes, el más potente
narcotraficante mexicano, muerto en el 1997 durante una intervención de
cirugía plástica, según algunos Amado Carrillo habría sido reconocido por
las huellas digitales, aunque la identificación queda incierta; y los médicos
que lo operaron más tarde habrían sido asesinados todos. Este grupo fue
ligado al cartel de Cali y al de Medellín. Por años el cartel de Juárez ha
transportado a los EE.UU. la droga por parte de los narcos. Está luego el
cartel del Golfo que tiene su base en Matamoros, en el estado de Tamau-
lipas. Después de la detención de los líderes del cartel de Tijuana, Arellano
Félix, y del Golfo, Osiel Cárdenas, las violencias sectarias entre los carteles
se han agriado. En prisión los dos líderes han refrendado una alianza para
combatir a los carteles adversarios de Sinaloa y Juárez. El cartel de Tijuana
debe su desarrollo a la familia Arellano y opera en Baja California, uno de
los puntos preferidos de tránsito para dirigir la droga hacia el territorio
americano. Miguel Félix Gallardo ha sido por años el jefe indiscutido hasta
su captura. Hasta los años ‘80, el clan hizo parte del cartel de Sinaloa, luego
se separó, logrando defender la misma posición a pesar de las operaciones
de la policía. La DEA americana ha calculado que en el período de oro
el cartel recaudaba casi 200 millones de dólares a la semana. El cartel de
Juárez toma su nombre de Ciudad Juárez, ciudad gemela con la tejana El
Paso. Con la cantidad de 1,600 homicidios en el 2008 es uno de los lugares

191
UNIDAD 3

más violentos del país: una primacía enlazada a la presencia de traficantes


de personas, de armas y de droga (Osorno, 2009).

3.2 LOS MERCADOS PREVALENTES: TRATA DE


PERSONAS, ARMAS, CYBER-CRIMINALIDAD, ETC.
La habilidad de las organizaciones criminales es diversificar las inver-
siones. Por ejemplo La ‘Ndrangheta una de las mayores organizaciones
criminales del mundo desde hace muchos años está ‘invirtiendo’ en el
continente a africano, particularmente en Sudáfrica.

El país del arcoiris todavía se ha vuelto más apetecible, después del final
del apartheid: ha sido descubierto un intercambio criminal diamantes-
cocaína de ganancias millonarias. Sin embargo las costas africanas han
sido teatro - o víctimas – otro negocio de la ‘Ndrangheta: la descarga
de millares de barriles continentes desechos industriales altamente
venenosos. Algunos arrepentidos entregaron en el 2005 a la Dirección
Nacional Antimafia Italiana un extenso y detallado memorial, en el cual
se relataba el hundimiento doloso de barcos radiactivos, ligados incluso
a tráficos internacionales de armas, ocurrido igualmente en las costas
somalíes. Este tráfico parece ser dirigido por las coscas calabreses.

Un negocio que no conoce crisis es el tráfico de migrantes. Diamantes,


desechos, armas, seres humanos: un comercio cada vez más floreciente
está realizando en el recorrido Calabria-África. Recientemente, se ha
abierto una nueva veta rentable que lleva directamente a la República
Democrática del Congo. Algunos colaboradores de justicia han afirmado
que La ‘Ndrangheta está interesada en el coltan de las minas congoleñas.
Mineral fundamental para los celulares de última generación, en cuánto
optimiza el consumo de la corriente eléctrica en los microchips utilizados
en los celulares ultramodernos. Los investigadores han recogido fotos y
testimonios. Para convencer a los milicianos congoleños, habría bastado
un cargo de armas. Armas que abundan en los arsenales de la ‘Ndrang-
heta. En meses pasados, en naves industriales de empresas de Lombardía
(sospechosas de mafia calabresa) los investigadores encontraron, además
de lanzacohetes, metralletas y pistolas varias, también antitanques de

192
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

la OTAN. En el 1999 el clan de Africo en Calabria (Sur Italia) dirigió el


transporte de armas y explosivos militares destinados a la organización
terrorista irlandesa IRA. Tráfico de armas que no conoce descensos de
demanda en África; así, la mafia líquida se introduce, comercia, y el conti-
nente africano se convierte en uno de los últimos bloques por las ‘ndrine
globalizadas para completar su juego criminal.

a) Tráfico de seres humanos


Vamos ahora a analizar la relación entre los menores y delincuencia orga-
nizada. Con el objetivo de completar el cuadro general sobre la implica-
ción infantil dentro de la criminalidad organizada es necesario reflexionar
sobre la particular condición en la que se encuentran los menores extra-
comunitarios, víctimas del tráfico clandestino y la respectiva explotación
de la prostitución y el mercado negro de trabajo.

El fenómeno de la trata de personas se origina por dos factores.

El primero, denominado push factor, consiste en el progresivo acre-


centamiento de las poblaciones del Tercer Mundo, y por lo tanto de los
esclavos potenciales, y en la consiguiente disminución de los precios
para la adquisición de éstos. Tal situación es imputable a las frecuentes
guerras armadas, incluso de carácter civil, y al grave estado de pobreza
en el que se encuentran los pueblos de los países africanos y asiáticos. La
casi total ausencia de control sobre el aumento demográfico hace que los
menores que viven al límite de la subsistencia, privados de la mínima
instrucción, sean presas fáciles de la criminalidad organizada ocupada
en la búsqueda de “personal” para emplear en el mercado ilícito europeo.

El segundo elemento constitutivo, llamado pull factor, es lo que estimula


las personas a recurrir a las organizaciones criminales para migrar hacia
los países Occidentales, atraídos como por el “espejismo de una existencia
fantasmagórica y espumeante como la transmitida y prometida cotidia-
namente por televisión” y de las falsas ilusiones, provistas por las mismas
organizaciones, de encontrar un trabajo honesto y bien recompensado.

193
UNIDAD 3

En esta compleja realidad se enclavan las criminalidades de matriz extran-


jera. Su presencia, cada vez más arraigada en el territorio italiano gracias
a sus relaciones consolidadas con los grupos autóctonos, ha llevado a la
creación de nuevos mercados extremadamente rentables.

El tráfico de los seres humanos se desarrolla de acuerdo a dos metodolo-


gías: el smuggling o sea el mero transporte de clandestinos de un país a
otro y el trafficking, donde se suma la reducción en esclavitud y la explo-
tación de los migrantes.

En el primer caso (smuggling) el encubrimiento de la inmigración clan-


destina se desarrolla en dos fases ulteriores de reclutamiento y transporte.
Es en todo caso erróneo hablar de reclutamiento en sentido estricto, ya
que en esta hipótesis son los mismos migrantes que, deseosos de dejar
la tierra nativa, se ponen en contacto con las organizaciones criminales,
pactando con ellas el precio por el transporte, cuyo resultado ni siquiera
está garantizado.

Los transportadores, de hecho, sobre todo en los traslados vía mar, aban-
donan frecuentemente a los ilegales en zonas o en aguas colindantes
al confín del país de destino, en modo de evitar el riesgo de eventuales
inspecciones de parte de las autoridades fronterizas.

En el caso del trafficking el reclutamiento puede ser realizado en dos


modos diferentes.

El primero es el caso en que la víctima, no contando suma de dinero


suficiente para pagar el viaje, acepte ser explotada, una vez llegada a su
destino, por el período de tiempo necesario a saldar la deuda (esta es una
hipótesis que de simple smuggling se convierte en el más complejo traffic-
king). El segundo es aquel en que la víctima es atraída con el engaño de un
trabajo honesto y bien recompensado o bien secuestrado y retenida en una
situación de total sometimiento psico-físico basado en la violencia - abusos
físicos, psíquicos y sexuales - o en chantajes referentes a los parientes
que permanecen en patria. Esta última práctica, además de garantizar el
dominio absoluto de la víctima, la induce a un comportamiento silencioso
respecto a los criminales y a su consiguiente impunidad.

194
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

El transporte es efectuado con cualquier medio y en algunos casos, sobre


todo si se sigue la vía ferroviaria, los clandestinos son provistos con docu-
mentos falsificados para eludir los controles aduaneros.

A estas dos fases se suma aquel ulterior de la explotación. Las víctimas,


que en gran parte de los casos son mujeres jóvenes, una vez en Italia
pasan de dueño en dueño hasta que, llegadas a las manos del comprador
final, son obligadas a prostituirse. Su deseo de rebelión es, una vez más,
fácilmente puesto a callar por las solitas violencias y amenazas. El mismo
estado de sumisión es también reservado a los hombres jóvenes, cuya
fuerza de trabajo sub-pagada y absolutamente no tutelada, es utilizada
en talleres clandestinos.

Un ulterior abuso contra menores ocurre a través de la inducción a la mendi-


cidad. Los niños, especialmente de etnia ROM, son obligados a limosnear
por enteros días en situaciones inhumanas (sucios, mal nutridos y obli-
gados a poner en evidencia las mismas malformaciones para conmover
a los transeúntes) y con cualquier clima. La imagen delineada se contra-
pone fuertemente a la del menor italiano. Si bien no se puede afirmar que
éste cumpla una elección consciente, por otra parte sí desea formar parte
de la criminalidad organizada para satisfacer el propio deseo de perte-
nencia y para alzar el estilo de vida, la cual está siempre lista a acogerlo
en un proyecto integrativo. El extranjero, en cambio, vive una situación de
completa sujeción sin ninguna perspectiva de futura educación y afilia-
ción. El fenómeno de la trata de personas es por lo tanto definible, en efecto,
como una forma de esclavitud moderna donde las jóvenes víctimas, cuyos
cuerpos vaciados de su personalidad y útiles al mero provecho económico,
son tratados como meros artículos de cambio.

b) Tráfico de armas
Que se trate de África, Asia, América latina o países como ex Yugoslavia,
el mecanismo que alimenta la solicitud de armas ilegal es parecida en
todo el mundo y a menudo implica a los países más pobres. En estas
regiones el escaso respeto de los derechos humanos, las condiciones de
miseria, las tensiones étnicas y raciales, la desigualdad en la distribución
de comida y agua corriente han favorecido el nacimiento de numerosos

195
UNIDAD 3

conflictos. La presencia de clases dirigentes corruptas, autoritarias o inca-


paces, representa un terreno fértil para injusticias instrumentalizadas por
aspirantes a dictadores, poderosos sin escrúpulos o políticos derrotados
que ambicionan venganza.

La potencia, la eficacia, la ligereza y la facilidad de empleo de las armas


individuales modernas han hecho de las llamadas “armas ligeras” las
protagonistas de los conflictos civiles de la posguerra al inicio del siglo
Veintiuno. Las guerras de los últimos sesenta años han implicado prin-
cipalmente países inestables o en vías de disolución, causando sufri-
mientos desmesurados a las poblaciones civiles.

Esta tipología de conflicto se distingue de la tradicional guerra entre


Estados, en las cuales ejércitos regulares se enfrentan de acuerdo a
doctrinas militares sustancialmente parecidas, aunadas por la definición
de la victoria como logro del objetivo político de la guerra, sobre la base
de los bien conocidos principios definidos por von Clausewitz, “la guerra
es la continuación de la política con otros medios” y “el objetivo de la
guerra es anular la capacidad militar del adversario”.

La guerra civil en el tercer mundo no distingue entre fuerzas comba-


tientes y civiles, porque el enemigo es definido por la raza, el dialecto,
la religión, la política o las ideas; se combate en los corrales de las casas,
entre conocidos, organizando rápidos acechos y envíos punitivos. A
menudo personas analfabetas se enfrentan, con escasas competencias
tecnológicas o mecánicas. Por tanto armas como los fusiles de asalto
Kalaschnikov o los lanzacohetes antitanque RPG-7, entre los más difusos
al mundo, tienen mecanismos de empleo tan sencillos que pueden ser
manejadas por muchachitos de diez años.

En este tipo de conflicto sirven movilidad, ojo y autonomía de fuego


portátil. Grandes armamentos potentes pero “pesados” como los
tanques son inútiles; el lanzacohetes portátil es el arma más simple y
eficaz en las pocas decenas de metros que dividen el tirador del blanco.
Es una guerra de infantería.

196
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

En el tráfico de armas, una parte de una transacción perfectamente legal


(una compra para exportación), es un nivel oculto, pero “legal” que vuelve
al país de manera ilegal (de contrabando), para las organizaciones delictivas.

Debemos distinguir, con carácter preliminar, el tráfico de armas del


comercio ilícito de armas. El primero, practicado por los traficantes de
drogas vinculados a organizaciones criminales, tiene como requisito
previo una venta, o en la cantidad y el tipo (calidad) solicitado.

Sin embargo, el comercio ilegal, por lo general al por menor, próspera


la sombra de sus propios órganos no convencionales y las autoridades
responsables de Seguridad Pública dicen que más que el tráfico de armas,
el tráfico ilícito de armas es un negocio absurdo.

El régimen de tráfico de armas se encuentra en la dirección opuesta de


la droga: en primer lugar se hace una compra legal, y luego se exporta el
producto para finalmente volver de contrabando al país, que van directa-
mente en manos de organizaciones delictivas.

A principios de 1991, un hecho ha puesto de manifiesto a la comunidad


internacional una de las dimensiones del problema, sobre todo el control
ejercido por la mafiya rusa en esos sectores sensibles de la economía de
ese país, tales como el sistema financiero.

Lo que probablemente evita el uso de armas nucleares por la delin-


cuencia organizada es, por una parte, el volumen de la destrucción
causada y las posibles represalias violentas, y, en segundo lugar, la falta
de una razón estratégica. El riesgo principal, por lo tanto, incluye los
grupos y los fanáticos religiosos.

Las estimaciones indican que los cinco miembros permanentes del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas - Estados Unidos, China, Rusia,
Francia y el Reino Unido - poseen casi el 85% de la flota total mundial
de armas. Estados Unidos exporta casi el 15% de su producción, el Reino
Unido y Francia, el 25% y 20% respectivamente. Casi el 80% de las ventas
van a los países más pequeños y más pobres, especialmente para las áreas
problemáticas en el mundo en desarrollo. Lo que alimenta el tráfico a

197
UNIDAD 3

escala mundial, muchas veces es la producción de armas pequeñas, cuya


tecnología de fabricación es relativamente sencillo y su precio asequible
(Naylor, 2000, p. 113).

c) Cybercriminalidad
El crimen informático, el ciber crimen, el crimen electrónico general-
mente se refieren a la actividad criminal donde un ordenador o la red son
la fuente, el instrumento, el objetivo, o el lugar de un crimen. Estas cate-
gorías no son exclusivas y muchas actividades pueden ser incluidas en
una o varias. Además, aunque el crimen de ordenador y el ciber crimen
estén más bien restringidos a la descripción de la actividad criminal en
la cual el ordenador o la red son una parte necesaria del crimen, estas
condiciones suelen ser usadas para incluir igualmente crímenes tradicio-
nales, como el fraude, el robo, el chantaje, la falsificación, y la malversa-
ción, en la cual los ordenadores o redes son usados.

El crimen informático puede ser ampliamente definido como la actividad


criminal que implica una infraestructura de tecnología de la informa-
ción, incluyendo el acceso ilegal (no autorizado), la interceptación ilegal
(usando medios técnicos de las transmisiones de datos no públicas de un
ordenador a, desde o dentro de un sistema informático), la interferencia
de datos (daño, supresión, deterioro, alteración o eliminación de datos
del ordenador no autorizados), la interferencia de sistemas (mediante la
introducción, transmisión, daño, supresión, deterioro, cambio o elimina-
ción de datos del ordenador), el mal uso de dispositivos, falsificación de
documentos, y el fraude electrónico.

El crimen informático abarca una amplia gama de actividades potencialmente


ilegales. Si bien puede ser dividido, generalmente, en dos tipos de categorías:

1. los crímenes que tienen como objetivo directo las redes o dispositivos
informáticos;

2. los crímenes facilitados por redes o dispositivos, cuyo objetivo primario


es independiente de la red o el dispositivo.

198
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Los ejemplos de crímenes cuyo objetivo principal son las redes las redes
o dispositivos informáticos incluye:

•• Malware y códigos maliciosos


•• Ataque a servidores
•• Virus
Los Ejemplos de crímenes que meramente usan redes o dispositivos
informáticos incluye:

•• El stalking cibernético (acoso)


•• El fraude y el robo de identidad
•• Phishing (estafas)

Los traficantes de drogas, cada vez más, aprovechan la Internet para


vender sus sustancias ilegales por medio del correo electrónico cifrado y
otras tecnologías de Internet.

Los representantes gubernamentales y especialistas de seguridad de


tecnología de la información han documentado un aumento significativo
de problemas. Pero hay una preocupación creciente entre funcionarios
federales que tales intrusiones sean parte de un esfuerzo organizado por
ciber terroristas, o servicios de inteligencia extranjeros. Un ciber terrorista
es alguien que intimida u obliga un gobierno u la organización para pros-
perar en su objetivos políticos o sociales, lanzando un ataque asistido por
un ordenador contra ordenadores, redes y la información almacenada en
ellos. El ciberterrorismo en general, puede ser definido como un acto de
terrorismo cometido con el empleo de recursos de ordenadores o ciberes-
pacio (Parker 1983).

Para entender el ciber crimen, es primero necesario de entender cyber-


banking. La moneda tradicional, cheques, billetes de banco, o cualquier
instrumento financiero, es eliminado en el sistema de ciber pago o un
cyberbanking. En vez de trasladarse o pagar con un instrumento finan-
ciero, estos sistemas electrónicos, digitales, o de ciber pago facilitan la

199
UNIDAD 3

transferencia de valores financieros, ya sea mediante cuentas bancarias


en Internet, “tarjetas inteligentes” (smart cards), etc.

Los nuevos sistemas de ciber pago ofrecen las mejores características


de la moneda tradicional - la facilidad de uso, la amplia aceptación, y
el anonimato - con particularidades aumentadas como cantidades
ilimitadas, seguridad, movimientos multinacionales, y la velocidad de
transferencia. En otras palabras, el cyberbanking permite a quienquiera
transferir mil millones de dólares a cualquier lugar del mundo tan rápido
como la transferencia alámbrica y sistemas computacionales bancarios lo
permitan. Por ejemplo, el Banco Europeo de Antigua fue creado con una
inversión de 1 millón de dólares de un banco ruso vinculado al crimen
organizado.

Veamos cuales son las cuatro reglas principales a seguir en el caso de


investigaciones sobre el cyber-blanqueo.

A. Paso 1: Identificación de la Actividad Ilegal.

B. Paso 2: Identificación y Rastreo de las Transacciones Financieras


Como la parte de la investigación, los investigadores deberían identificar
y rastrear:

1. Documentos encontrados durante la ejecución de órdenes de registro:


buscar comprobantes de cambio de moneda, estados de cuenta de
corretaje y de tarjetas de crédito; recibos de transferencias telegrá-
ficas, órdenes de pago postales, registros de depósitos en cajas de
seguridad, registros de automóviles, tarjetas de membresía de casinos
y documentos relativos a agentes de viajes.

2. Bases de datos de seguridad pública

3. Bases de datos comerciales: incluyendo informes de oficinas de crédito.

4. Registros públicos: registros corporativos, seguridad social, tribu-


nales de comercio, registros de divorcios, registro de catastro.

200
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

5. Agencias que conceden licencias: registros de automóvil, licencias de


matrimonio, licencias de licor, registros de notario público.

C. Paso 3: Hacer un Análisis Financiero del Objetivo


Existen dos instrumentos principales de investigación financiera para
determinar si los hábitos de gastos de un sujeto reflejan “una vida
honesta.” El primero se conoce como análisis de valor neto (net worth
analysis), usado generalmente cuando el objetivo tiene activos visibles.

El análisis de valor neto es un instrumento de investigación para deter-


minar si un sujeto ha adquirido activos en un rango superior a sus
ingresos de fuentes “legítimas” para concluir si tenía ingresos de fuentes
“ilegítimas”. La fuente y el análisis de utilización de los fondos son un
instrumento investigador para determinar si un objetivo ha adquirido
el activo en un monto superior a su ingreso de fuentes “legítimas” para
concluir si éste tenía ingresos de fuentes “ilegítimas”. Esta técnica es útil
cuando el modelo de gastos del objetivo reflejan adquisición y disposi-
ción de bienes tangibles, cuando los hábitos de compra son de naturaleza
más bien transitoria (p.ej., manteniendo un modo de vivir pródigo), “un
análisis de fuentes y uso de fondos” es más apropiado.

La fórmula para este segundo análisis (fuentes y uso de fondos) es muy


simple: efectivo no identificado (ENI) igual a gastos totales en efectivo
(GTE) menos ingreso total en efectivo (ITE) (ENI = GTE - ITE). Como
el primero, este análisis se basa en el hecho elemental de que, por un
período de tiempo, el ingreso de una persona se aplica a artículos que son
conocidos y señalados o desconocidos y no señalados.

3.3. ¿CÓMO TRABAJAN LAS AGENCIAS DE


INVESTIGACIÓN Y DE FORTALECIMIENTO?
La expansión transnacional de la criminalidad organizada requiere una
correspondiente expansión internacional de las leyes, de las autoridades
investigadoras y de la justicia penal. En las últimas décadas la coopera-
ción internacional en el campo de la criminalidad y la justicia ha sido
acelerada en cierto modo por la alarma suscitada por los fenómenos del

201
UNIDAD 3

terrorismo y el tráfico de estupefacientes, mientras que actualmente ha


sido promovida por la creciente sofisticación de las organizaciones crimi-
nales y de la influencia ejercida por el proceso de globalización sobre las
empresas tanto legítimas como criminales.

Desde hace tiempo se habla de espacio jurídico europeo, se discute


también de un código penal europeo. El problema es simple: los crimi-
nales se mueven a nivel transnacional, han creado ya un espacio interna-
cional, mientras que investigadores y procuradores están limitados por la
jurisdicción. Los primeros atraviesan las fronteras sin documentos, mien-
tras que los segundos necesitan los lentos tratados de extradición y roga-
torias internacionales. A pesar de la sencillez de esta observación, tienen
que ser subrayadas algunas graves dificultades, que se encuentran en el
momento en que se trata de llevar a la práctica una política de preven-
ción y contraste al crimen transnacional. En ausencia de una discusión
profundizada, la cooperación internacional amenaza con convertirse en
un “ritual” y la asistencia técnica en una forma de solidaridad que los
países ricos pagan a los países pobres, independientemente de la solución
de sus problemas. Si así fuese, existe el riesgo de que al “entusiasmo”
creativo de estos años sigan las “desilusiones”. Afrontar en la actualidad
estos problemas significa creer firmemente que una seria cooperación
internacional constituye el único modo serio de realizar una lucha eficaz
a la criminalidad organizada transnacional.

Las diferencias existentes dentro de los individuales sistemas jurídicos


tornan muy difícil una cooperación plena y estable en el campo de la
criminalidad y la justicia penal, y en particular, modo un proceso que
lleve a la armonización de las leyes y los reglamentos. No es un problema
de instrumentos, existen y se pueden crear. Falta la claridad sobre lo qué
tiene que entenderse por cooperación internacional, sobre sus límites
pero también sobre sus grandes capacidades.

Las diferencias culturales son profundas, especialmente cuando se refieren


al equilibrio existente entre el respeto de los derechos humanos y la efecti-
vidad de las sanciones criminales.

202
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

A esto deben añadirse otras diferencias, de tipo organizativo, existentes


al interno de las estructuras de investigación y justicia, que contribuyen a
hacer más complicada la cooperación internacional ya que las interacciones
entre los diferentes actores del sistema penal varían de sistema a sistema.

A pesar de estas dificultades, en el curso de los años se ha construido un


tipo de historia de la cooperación internacional, que se puede subdividir
las tres fases. El primer estadio ha sido el de la conciencia del problema y
el nacimiento de algunos instrumentos multilaterales y bilaterales como
los tratados de extradición. El segundo estadio se ha caracterizado por el
impulso a la creación de mecanismos internacionales y aparatos norma-
tivos. A partir de la Convención de Viena contra el Tráfico Ilícito de Estupefa-
cientes y Sustancias Psicotrópicas del 1988, del Grupo de Acción Financiera
Internacional de los siete países más industrializados del mundo, del Grupo
sobre la Criminalidad Organizada de los P8, de la Convención del Consejo
de Europa sobre el reciclaje, investigación, incautación y confiscación de
las ganancias de crimen del 1990, de la Directiva Europea Anti-reciclaje
91/308, de las recomendaciones emanadas luego por la Organización de los
Estados Americanos en adelante, un creciente número de países ha empe-
zado a modificar o conformar la misma legislación nacional a las normas y
a los reglamentos contenidos en estos acuerdos.

El resultado de esta transformación de “derecho indicativo” de las conven-


ciones internacionales en “derecho genuino” de los estados ha sido crear
una base para combatir la criminalidad organizada, el tráfico de estupe-
facientes y el reciclaje de ganancias ilícitas.

El tercer estadio deberá ser aquel de la cooperación orientada hacia obje-


tivos precisos.

Estos tres momentos (conciencia, impulso, objetivos) tienen una lógica


razonable y hacen parte integrante de la historia pasada y presente de
estos procesos. Son los procesos que transforman la criminalidad en un
problema internacional y son estos procesos que requieren un régimen
global del problema “criminalidad.” La cooperación internacional es el
requisito necesario para este régimen global.

203
UNIDAD 3

La justicia penal representa una esfera delicada de los gobiernos nacio-


nales, ya que está implicada directamente con la libertad de los individuos
y con el mantenimiento del orden social, y los estados están renuentes a
ceder parte de su soberanía en este campo a la comunidad internacional.
Plantear algunas preguntas puede servir a orientar la discusión.

¿Cuáles son las razones de fondo de la cooperación internacional y la


asistencia técnica en materia de criminalidad y justicia penal? ¿Por qué
algunos países sustraen recursos al propio desarrollo interior para inver-
tirlo en estructuras, personal y asistencia técnica a otros países? ¿Y más
aún, si el problema son los intereses en juego, se puede hablar de un
interés abstracto de la comunidad internacional o bien se tiene que hablar
de agregaciones de intereses nacionales?

La filosofía de la cooperación internacional en materia de criminalidad y


justicia penal debe leerse usando la clave de los intereses en juego y de
sus posibles agregaciones. Los países están celosos de su soberanía en
materia penal porque concierne al bien precioso de las libertades indivi-
duales (a limitar o dilatar según los casos) sin embargo cooperan entre de
ellos porque piensan que a través de esta cooperación se pueden conse-
guir mayores ventajas con menores costes de aquéllos que obtendrían
con la acción individual.

La nueva filosofía de la cooperación internacional basada en los intereses


puede ser representada como una espiral entre eficacia y su legitimación.
La cooperación internacional puede tornarse eficaz, y por tanto legiti-
marse, sólo si las actividades a que se da lugar producen beneficios a
todos los países –y por lo tanto a la comunidad internacional- mayores de
los que un país podría conseguir por su acción individual.

A pesar de se pueda estar satisfechos por las metas alcanzadas, supe-


rando los obstáculos representados por las diferencias existentes en los
muchas jurisdicciones de los diferentes estados, es importante no perder
de vista el objetivo principal, que es aquel de desarrollar, ulteriormente y
de modo más amplio, la cooperación internacional en materia de crimi-
nalidad organizada transnacional y de justicia penal. Si hay algo que
se puede aprender de la experiencia madurada en estos últimos treinta

204
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

años de cooperación internacional, es que la criminalidad transnacional


puede ser combatida eficazmente sólo a través de una acción concertada
de todos los estados.

Hace falta que los varios organismos que deciden en la materia inicien a
hacer operativa esta integración en tres niveles: a) información sobre las
intervenciones en curso de parte de los diversos países y agencias inter-
nacionales; b) análisis de la necesidad de intervenciones y su programa-
ción; c) decisión sobre las prioridades y de control de los resultados.

La lógica de esta intervención es que hace falta llegar a una tipificación


del riesgo para los criminales en los diversos países, para volver menos
convenientes para ellos los procesos de globalización. La conciencia que
a todo sitio que irán encontrarán el mismo riesgo de ser localizados, dete-
nidos, condenados y embargadas las ganancias de sus actividades, los
llevarán a reducir las dimensiones de sus tráficos.

La tipificación del riesgo para los criminales debe corresponder a una


elección estratégica de la comunidad internacional, es decir, el establecer
una serie de medidas mínimas que todos los países tienen que predis-
poner. Y cuando algunos países no sean capaces de hacer frente, la comu-
nidad internacional tiene que esforzarse para alcanzar, mediante formas
de asistencia técnica específicas, este objetivo.

La cooperación que existe entre las fuerzas de policía y los magistrados


de diversos países generalmente ocurre a un nivel informal, dejando
todo a la capacidad y buena voluntad de los oficiales, antes que a los
mecanismos previstos por los acuerdos internacionales. Si fuera posible
trazar una comparación acerca de la efectividad de las investigaciones
emprendidas por las autoridades investigadoras sobre la base de coope-
ración formal y colaboración informal, el resultado sería ciertamente a
favor de las colaboraciones informales, valoradas tanto en términos de
reducción de la criminalidad como en términos de costes.

Identificar un objetivo claro para una cooperación transnacional no es


suficiente para asegurar un control y un contraste efectivo de la crimina-
lidad. Tienen que hacerse inversiones estratégicas en dos áreas: recursos

205
UNIDAD 3

humanos y tecnología. La criminalidad transnacional, en particular modo


los grupos criminales implicados en actividades ilícitas que presentan un
alto grado de sofisticación, para ser contrastados necesitan una contra-
parte capaz de utilizar todos los instrumentos y las nuevas tecnologías a
disposición en el mercado. Las autoridades investigadoras tienen que ser
capaces de reconstruir las transacciones financieras más complejas utili-
zando las tecnologías informáticas más sofisticadas. El único modo de
ejecutar una campaña contra la criminalidad transnacional es circuns-
cribir en los países (en sus fuerzas investigadoras) el mismo tipo de profe-
sionalidad y flexibilidad organizativa que caracteriza a las organizaciones
criminales transnacionales.

3.3.1 Las agencias supranacionales


Ante esta extensión alarmante, se han desarrollado varios instrumentos
en el contexto de diferentes organizaciones regionales e internacionales:
durante la Cumbre de Halifax en 1995, el G8 creó un grupo de expertos
en crimen organizado. El 12 de abril de 1996 este grupo, posteriormente
llamado “el Grupo de Lyon” delineó cuarenta recomendaciones para luchar
contra este fenómeno. Estas recomendaciones se han convertido en una
referencia en la acción internacional. Las Naciones Unidas tomaron el lide-
razgo, adoptando una Convención contra el Crimen Transnacional Orga-
nizado. El texto fue presentado para la firma el 12 de diciembre de 2000 y
aprobado por la Comunidad el 21 de mayo de 2004. La Convención se ha
convertido en un instrumento de referencia. La Convención establece un
juego de definiciones universales relativas a ciertos conceptos de derecho
penal en la lucha contra el crimen organizado, y el fortalecimiento de la
cooperación internacional judicial mediante la creación de procedimientos
para la ayuda mutua y la extradición en el contexto mundial.

El Consejo de Europa adoptó el 19 de septiembre de 2001, 28 principios


rectores para combatir el crimen organizado. La Unión Europea insiste
también en la lucha contra el crimen organizado. El Consejo adoptó el 28
de abril de 1997 un plan de acción catalogando medidas para infringir
este fenómeno. Anticipando las Conclusiones del Consejo de Europeo de
Tampere, que requieren que la Unión tome medidas “para prevenir y
combatir el crimen y las organizaciones criminales”, el Consejo adoptó

206
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

el 27 de marzo de 2000 “una estrategia para la prevención y el control


de crimen organizado para el nuevo milenio”. La Comisión también
presentó el 2 de junio de 2005 “un concepto estatégico” sobre el combate
al crimen organizado.

Otra agencia a nivel internacional es el FATF ‘Financial Action Task


Forces on Money Laundering’ (Grupo de Acción Financiera contra el
blanqueo de dinero), es un cuerpo intergubernamental fundado en 1989
por el G7. El objetivo del FATF es desarrollar políticas para combatir el
lavado de dinero y la financiación terrorista. La Secretaría del FATF se
encuentra en la oficina central de la OCDE en París. Formado en 1989 con
un mandato de 10 años, el FATF es una organización internacional cuyo
objetivo exclusivo es de combatir el crimen financiero global.

Su objetivo es de combatir el lavado de dinero, sus miembros promulgan


y hacen cumplir ciertas leyes e iniciativas de anti-blanqueo de dinero,
domésticas, bilaterales, y multilaterales, basadas en sus “40 Recomenda-
ciones”. Cada uno de los países miembros de la Unión realiza una auto-
valoración anual de su puesta en práctica y uso de los principios, además
de ser sujetos a la vigilancia multilateral. Además de las “Cuarenta más
nueve” Recomendaciones, en 2000 el FATF publicó una lista “de países
o territorios No cooperativos “ (comúnmente llamada la Lista negra del
FATF). Esta era una lista de 15 jurisdicciones que, por una u otra razón,
los miembros FATF consideraban como no cooperativos con otras juris-
dicciones en esfuerzos internacionales contra el lavado de dinero (y, más
tarde, la financiación del terrorismo). El efecto de la Lista negra del FATF
ha sido significativo, y posiblemente ha sido más importante en esfuerzos
internacionales contra el lavado de dinero que las Recomendaciones.
Mientras que, conforme a la ley internacional, la Lista negra del FATF no
conlleva ninguna sanción formal, en realidad, una jurisdicción colocada
en esta lista negra a menudo se encuentra bajo presión financiera intensa.
Como consecuencia de las Recomendaciones (entre otras iniciativas), la
mayor parte de países ahora requieren que sus bancos informen ciertas
actividades sospechosas financieras a los reguladores financieros corres-
pondientes y a las autoridades de aplicación de la ley.

207
UNIDAD 3

3.3.2 Las agencias norteamericanas


La Drug Enforcement Administration (DEA) es una agencia federal anti-
narcóticos estadounidense del Departamento de la Justicia de los Estados
Unidos dirigido a combatir el tráfico de drogas. La DEA no es la única
agencia federal estadounidense para hacer respetar las leyes antinar-
cóticos: ésta divide su jurisdicción con el FBI; la agencia tiene también
la responsabilidad de conducir y seguir las investigaciones estadouni-
denses en el extranjero. El Racketeer Influenced and Corrupt Organiza-
tions Act (comúnmente llamado RICO) es una ley federal de los Estados
Unidos que asegura penas ampliadas y una causa civil de acción para
actos realizados como parte de una organización criminal. Mientras su
empleo intencionado debía ser procesar a la Mafia así como a aquellos
que estuvieron involucrados activamente en el crimen organizado, su
uso ha sido más extendido. Bajo RICO, una persona que es un miembro
de una empresa que ha cometido dos o más de 35 crímenes (27 crímenes
federales y 8 crímenes estatales) durante un período de 10 años puede ser
acusada de crimen organizado.

Cuando el Fiscal General Estadounidense decide procesar a alguien bajo


RICO, se tiene la opción de buscar una orden restrictiva previa al juicio
o la instrucción para temporalmente embargar el activo de un deman-
dado y prevenir la transferencia de propiedades potencialmente confis-
cables, así como requerir que el demandado presente una fianza. Esta
provisión fue colocada en la ley porque los propietarios de corporaciones
shell relacionadas con la mafia a menudo se fugaban con los activos. Una
instrucción y/o la fianza aseguran que hay algo embargable en caso de un
veredicto de culpabilidad.

Una de las agencias investigadoras más importantes es la INTERPOL.


Esta es una organización internacional con más de 170 naciones miem-
bros, establecida para facilitar el intercambio de información y la coordi-
nación entre naciones en investigaciones criminales mundiales.

208
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

Siempre en ámbito de policía, en los Estados Unidos desempeña un papel


central el Federal Bureau of Investigation (FBI). EL FBI es un ente inves-
tigador de policía federal y el principal brazo investigador del Departa-
mento de la Justicia de los Estados Unidos.

Actualmente el FBI tiene bajo su jurisdicción más de doscientas catego-


rías de crímenes federales y esto lo vuelve el mayor ente de policía judi-
cial del gobierno de los Estados Unidos.

La misión del FBI es proteger los Estados Unidos del terrorismo y de otras
amenazas externas, mantener y aplicar las leyes, y proveer una guía y
servicios para la justicia penal a las otras agencias federales, estatales,
municipales o internacionales. La máxima prioridad del FBI es contrastar
el terrorismo. La segunda es contrastar las acciones hostiles de intelli-
gence. El Patriot Act ha aumentado los poderes conferidos al FBI, espe-
cialmente en la interceptación y en la vigilancia de las actividades en
Internet. Una de las medidas más controvertidas es el llamado sneak and
peek (infiltrate y mira), que permite al FBI inspeccionar una vivienda
mientras los ocupantes están ausentes, sin deber avisarlos si no después
de muchas semanas.

El FBI continúa su histórica misión de combatir el crimen organizado: sus


objetivos son las organizaciones dedicadas a actividades criminales, más
que los criminales individuales.

Un papel importante es aquél de la Convención de las Naciones Unidas


contra el Crimen Transnacional Organizado, que fue adoptado por la
resolución de Asamblea general 55/25 del 15 de noviembre de 2000, es
el instrumento internacional principal en la lucha contra este tipo de
crimen. La Convención representa un gran paso en la lucha contra el
crimen transnacional organizado y significa el reconocimiento por los
Estados miembros de la seriedad de los problemas planteados por él, así
como la necesidad de promover y mejorar la cooperación cerca interna-
cional para abordar esos problemas.

209
UNIDAD 3

3.3.3 Las agencias europeas


El crimen organizado es la parte del comportamiento criminal cono-
cido como delincuencia “de grupo”. Es un fenómeno complejo, difícil
de distinguir de las “bandas organizadas” y las “mafias”. “Las bandas
organizadas” constituyen el embrión de crimen organizado mientras que
“las mafias” comprenden su forma más extrema. A causa de su natura-
leza reservada, el crimen organizado puede ser difícil de caracterizar. A
menudo son anónimos e imponen un código de silencio (omertá) a sus
miembros y a la gente que vive en el territorio que controlan.

Los Estados han trabajado desde hace algún tiempo para acordar un
concepto común entre ellos adoptando una definición:

•• demasiado expansiva, se corre el riesgo de incluir grupos criminales


que se aproximan al crimen organizado sin pertenecer realmente a
éste (como grupos terroristas).
•• demasiado estricta, se corre el riesgo de adoptar sólo un acercamiento
parcial al fenómeno sin incluir organizaciones criminales que, sin embargo,
tienen todas las características del crimen organizado (como grupos que
usan frentes legales para lavar el dinero de actividades criminales).
La Unión europea define a la organización criminal como “una asocia-
ción estructurada, establecida por un período del tiempo, formada por
más de dos personas, que actúan de común acuerdo con una perspectiva
de comisión de crímenes, que son castigables con la privación de libertad
o medidas de seguridad con una pena máxima de al menos cuatro años o
sanciones más serias, como medio para obtener, directamente o indirec-
tamente, ganancias financieras o materiales.”

La lucha contra el crimen organizado se inscribe en la competencia de


todas las agencias europeas que facilitan la cooperación durante las dife-
rentes fases de la investigación criminal:

•• el Acto del Consejo del 26 de julio 1995 para crear una Oficina Europea
de Policía declara que la Europol tiene competencia “donde hay indica-
ciones de hecho que una estructura criminal organizada está implicada”.

210
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

•• la Acción Conjunta del 29 de junio 1998 declara que la Red Judicial


Europea incluye autoridades “con responsabilidad de ciertas formas
de crimen serio, como el crimen organizado “
•• la Decisión del 28 de febrero 2002 establece que Eurojust (Unidad Europea
de Cooperación Judicial) interviene en investigaciones y procesos concer-
nientes al comportamiento criminal referidos en el Artículo 4 en relación
con el crimen serio, “en particular cuando es organizado”.
La acción de Unión Europea procura contrarrestar todas las actividades
de criminales organizados. Por lo tanto han sido tomadas varias medidas
para combatir el tráfico (de armas, drogas, seres humanos, etc.), el fraude
(como aquél contra los intereses financieros de la Comunidad), y la falsi-
ficación (del euro, documentos de viajes y productos comerciales).

La prevención de crimen actualmente está concentrada entre los sectores


público y privados. Las medidas preventivas deberían complementar la
ejecución y deberían desarrollar un acercamiento multidisciplinario. La
acción tomada por la Unión está basada en el principio de subsidiariedad
y por lo tanto no pretende tomar el lugar de iniciativas nacionales, regio-
nales o locales.

La estrategia de la Unión está concentrada en tres puntos:

1. mejorar el entendimiento del fenómeno del crimen compartiendo la


experiencia y prácticas nacionales;

2. desarrollar la cooperación y la interconexión de los involucrados en la


prevención en todos los niveles;

3. reforzar el enfoque multidisciplinario en proyectos.

Europol es la agencia anticrimen de la Unión Europea, activa desde el 1º


de julio1999. Su sede está en La Haya, Holanda y su objetivo es mejorar
la eficiencia de los servicios competentes de los Estados miembros y su
cooperación en sectores cada vez más numerosos:

•• la prevención y la lucha contra el terrorismo;

211
UNIDAD 3

•• el tráfico ilícito de estupefacientes;


•• la trata de seres humanos;
•• las redes de inmigración clandestina;
•• el tráfico ilícito de materiales radiactivos y nucleares;
•• el tráfico ilícito de vehículos de motor;
•• la lucha contra la falsificación del euro;
•• el reciclaje de las ganancias de actividades criminales

La Europol tiene las siguientes funciones prioritarias:

•• facilitar el cambio de información entre los Estados miembros;


•• recoger y analizar la información y las señales;
•• comunicar a los servicios competentes de los Estados miembros, la
información que les conciernen e informarlos de los enlaces consta-
tados entre hechos delictivos;
•• facilitar las investigaciones en los Estados miembros;
•• administrar la recogida informatizada de información.
Según las autoridades policiales de la Unión Europea y el Informe 2003
Europol de la Unión Europea sobre la Delincuencia Organizada, más de
4.000 bandas organizadas integradas por 40.000 delincuentes operaban en
el territorio europeo en 2009. Las más importantes estaban formadas por:

Búlgaros: Conocidos por su habilidad para falsificar moneda y docu-


mentos que utilizan los inmigrantes ilegales. Son expertos en el tráfico
ilícito de vehículos y están consolidando su papel en el comercio de seres
humanos con fines de explotación sexual.

Albaneses: Sus actividades delictivas están asociadas con un uso extremo


de la violencia; han dejado de ser mediadores (por ejemplo en el caso
del comercio de heroína turca) en algunos países, siguen actuando como

212
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

intermediarios de las bandas colombianas de cocaína. Dedicados también


al tráfico de seres humanos se les considera una amenaza para Europa.

Ex Yugoslavia: La peligrosidad de las redes de la antigua Yugoslavia no es


clara, aunque participan en el narcotráfico, la inmigración ilegal y el robo
de vehículos. También asiduos a la violencia, los países de los Balcanes se
describen como el eje de las actividades de la criminalidad organizada por
su posición al centro de la ruta entre Europa y Oriente Próximo.

Rusos: Siguen manteniendo gran poder y controlan los delitos financieros,


el blanqueo, la extorsión y la inmigración ilegal. Son grupos muy jerarqui-
zados, con una férrea disciplina, sostenida con altos niveles de violencia
contra miembros de la banda o competidores. Su éxito radica en los ingentes
recursos financieros que poseen y que invierten en negocios legales.

Turcos: Aún copan el control de la heroína, pero se han diversificado con


el contrabando de armas, el de drogas, el blanqueo de dinero y los chan-
tajes para confrontar la competencia. Se unen por lazos sanguíneos y sus
funciones están divididas. Cada vez más, colaboran con grupos de otras
nacionalidades gracias al asentamiento en la UE de segundas generaciones.

Nigerianos: Cuentan con una estructura relajada, libre y flexible tanto


para las células como para los grupos que colaboran entre sí. Se dedican
al tráfico de seres humanos, al narcotráfico, al fraude y a las transacciones
sospechosas y utilizan a individuos y grupos de distintas nacionalidades
como empleados. Les define la subcontratación y el reclutamiento externo.

Marroquíes: Mantienen vínculos con otros grupos de la UE, lo que


les facilita su principal actividad delictiva: el contrabando de cannabis
y tabaco, sobre todo. Están relacionados con robo de coches y asaltos.
Además, envían dinero de forma ilícita a su país. Su proximidad con
España causa graves problemas con la inmigración ilegal, que no dismi-
nuirán en el futuro.

Colombianos: Su papel consiste en exportar cocaína a otros grupos de


la UE para la distribución. Sus actividades afectan sobre todo a España,
donde están penetrando en los escenarios criminales de las grandes

213
UNIDAD 3

ciudades, aunque se sospecha que se han extendido a Rumania y Eslo-


venia e incluso a países no comunitarios, dada su colaboración con
grupos albaneses.

La lucha contra la criminalidad organizada ha llevado a una serie de


iniciativas dentro del espacio europeo, como:

•• Creación de la Oficina Europea de Policía por el Convenio del 26 de


julio 1995.
•• Programa Falcone de fomento de iniciativas coordinadas dirigido a
los responsables de la lucha contra la delincuencia organizada a través
de la Acción Común del 19 de marzo de 1998.
•• Red Judicial Europea para facilitar la cooperación judicial entre los países
de la Unión por medio de la Acción Común del 29 de mayo de 1998.
•• Convenio de Asistencia Judicial en Materia Penal del 29 de mayo de 2000.
•• Red Europea de Prevención de la Delincuencia por Decisión del
Consejo del 28 de mayo de 2001.
•• Programa Oisin II de fomento, intercambio, formación y cooperación
de las autoridades policiales y aduaneras de los Estados miembros por
Decisión del Consejo del 28 de junio de 2001.
•• Programa Grotius II dirigido a los profesionales de la Justicia de la
Unión por Decisión del Consejo del 28 de junio de 2001.
•• Programa Hipócrates de fomento a la cooperación entre los orga-
nismos públicos o privados de los Estados miembros por Decisión del
Consejo del 28 de junio de 2001.
•• Creación de la Euro orden por propuesta de decisión marco del
Consejo sobre el mandamiento de detención europeo y los procedi-
mientos de entrega entre los Estados miembros.
•• Unidad Eurojust por Decisión del Consejo del 28 de febrero de 2002 que
integra a fiscales, magistrados y agentes de policía de los Estados miembros.

214
GRUPOS CRIMINALES ORGANIZADOS Y AGENCIAS DE FORTALECIMIENTO

•• Corpus Iuris de disposiciones penales en materia de protección de los


intereses financieros de la Unión Europea.
•• Las medidas anteriores se completan con las Directivas europeas
contra la prevención del blanqueo de capitales y la financiación
del terrorismo.

215
UNIDAD 3

Ap Actividad de aprendizaje
Una carga de 20 toneladas de cocaína está a punto de
partir de Colombia. Delinear un mapa de los socios más
importantes de las organizaciones criminales colombianas.
Imaginando tener que trazar la ruta hipotética de una
carga de 20 toneladas de cocaína, bosquejar cuales podrían
ser los destinos más importantes, las escalas aéreas impli-
cadas, los países, las vías marítimas, etc. ¿Cuáles podrían
ser las agencias de policía a involucrar en la investigación?

Ae Autoevaluación
•• ¿Cuáles son las organizaciones criminales más impor-
tantes involucradas en el narcotráfico?
•• ¿Cuáles son los países que tienen un riesgo mayor de
infiltración criminal?

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COMMISSIONE PARLAMENTARE D’INCHIESTA SUL


FENOMENO DELLA MAFIA E DELLE ALTRE ASSO-
CIAZIONI CRIMINALI SIMILARI. Relazione sullo stato
della lotta alla criminalità organizzata in Calabria, Atti
parlamentari, XIII legislatura, Doc. XXIII, n. 42, Relatore
Michele Figurelli

COMMISSIONE PARLAMENTARE D’INCHIESTA SUL


FENOMENO DELLA MAFIA E SULLE ALTRE ASSO-
CIAZIONICRIMINALI SIMILARI. «Relazione sulla
sutuazione della criminalità organizzata in Calabria»,
approvata 12 ottobre 1993 in Dossier mafia per le scuole,
Documentazione e materiali raccolti dalla commissione
parlamentare antimafia, XI legislatura, Quaderni di
Documentazione, Roma, 1994

COMMISSIONE PARLAMENTARE D’INCHIESTA SUL


FENOMENO DELLA MAFIA E SULLE ALTRE ASSO-
CIAZIONI SIMILARI. Relazione sulle risultanze
dell’indagine del gruppo di lavoro della commissione
incaricato a svolgere accertamenti sulla delinquenza
minorile con particulare riferimento alle zone ad altra
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COMMISSIONE PARLAMENTARE D’INCHIESTA SULLA


MAFIA E SULLE ALTRE ASSOCIAZIONI CRIMINALI
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semestrali.htm

MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVESTIGA-


TIVA ANTIMAFIA. Attività svolta e risultati conseguiti,
1° Semestre 2004 www.interno.it/dip_ps/dia/pagine/
semestrali.htm

MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVESTIGA-


TIVA ANTIMAFIA. Attività svolta e risultati conseguiti,
2° Semestre 2001, www.interno.it/dip_ps/dia/pagine/
semestrali.htm

MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVESTIGA-


TIVA ANTIMAFIA. Attività svolta e risultati conseguiti,
2 Semestre 2004, www.interno.it/dip_ps/dia/pagine/
semestrali.htm

MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVESTIGA-


TIVA ANTIMAFIA. Relazione del Ministero dell’Interno
al Parlamento sull’attività svolta e sui risultati conseguiti
dalla Direzione Investigativa Antimafia, 2° semestre
2006, www.interno.it/dip_ps/dia/pagine/semestrali.htm

MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVES -


TIGATIVA ANTIMAFIA. Relazione del Ministero
dell’Interno al Parlamento sulle attività svolta e sui
risultati conseguenti dalla Direzione Investigativa Anti-
mafia, 1° semestre 2007 www.interno.it/dip_ps/dia/
pagine/semestrali.htm

234
B MINISTERO DELL’INTERNO-DIREZIONE INVESTIGA-
TIVA ANTIMAFIA. Relazione del Ministero dell’Interno
al Parlamento sull’attività svolta e sui risultati conseguiti
dalla Direzione Investigativa Antimafia, 2° semestre
2006, www.interno.it/dip_ps/dia/pagine/semestrali.htm

MINISTERO DELLA GIUSTIZIA-DIPARTIMENTO GIUS-


TIZIA MINORILE. Minori e criminalità organizzata.

ANALISI DEL FENOMENO E IPOTESI DI INTERVENTO.


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RAPPORTO SUL FENOMENO DELLA CRIMINALITÀ


ORGANIZZATA, DOC XXXVIII-BIS. N. 2,1996, http://
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235
Septiembre de 2010

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