Psicodiagnostico
Psicodiagnostico
Psicodiagnostico
CONCEPTO Y
METODOLOGÍA
ROCÍO FERNÁNDEZ BALLESTEROS
1. Índice
2. ASPECTOS GENERALES .........................................................................................................3
3. FUENTES DEL PSICODIAGNÓSTICO .......................................................................................3
Fuentes del Psicodiagnóstico ...................................................................................................3
1. Lo mítico .......................................................................................................................3
2. Lo racional-especulativo ...............................................................................................6
3. Lo Científico ................................................................................................................10
4. DESARROLLO CIENTÍFICO DEL PSICODIAGNÓSTICO ...........................................................14
El psicodiagnóstico como disciplina científica ........................................................................14
1. Constitución del Psicodiagnóstico ..............................................................................16
2. Desarrollos del Psicodiagnóstico ................................................................................21
3. En el modelo de la Psicología correlacional ................................................................22
4. En el modelo de la Psicología experimental ...............................................................27
5. La práctica de la Psicología Aplicada...........................................................................32
6. 3. Repercusiones sociales del Psicodiagnóstico ..........................................................36
7. Lo sociopolítico ...........................................................................................................37
8. Lo ideológico ..............................................................................................................39
9. Síntesis Histórica ........................................................................................................45
5. TESTS K-BIT, CUMANIN.......................................................................................................46
6. NORMAS ÉTICAS .................................................................................................................46
7. MÉTODOS Y TÉCNICAS: OBSERVACIÓN, ENTREVISTA, EXPERIMENTACIÓN........................46
LOS MÉTODOS ........................................................................................................................46
1. LA OBSERVACIÓN .......................................................................................................48
2. Experimentación.........................................................................................................57
3. LA MEDICION ..............................................................................................................58
8. PROCESO-FICHAJE ..............................................................................................................65
A) Condiciones que intervienen en el proceso ................................................................66
4. Variables del evaluador ..............................................................................................66
5. Variables del sujeto ....................................................................................................69
6. Variables de la situación .............................................................................................70
CONDICIONES QUE INTERVIENEN EN EL PROCESO EVALUADOR ..........................................71
1. Fase 1. Observación y primera recogida de información. ...........................................72
2. Fase 2. Planteamiento de hipótesis. ...........................................................................73
3. Fase 3. Deducción de conclusiones. ...........................................................................73
1
4. Fase 4. Verificación. ....................................................................................................74
5. Fase 5. Descripción, predicción, explicación y toma de decisiones. ...........................74
Las Técnicas. ...........................................................................................................................77
1. Psicométricas..............................................................................................................78
2. Proyectivas. ................................................................................................................79
3. Subjetivas ...................................................................................................................80
4. Objetivas ....................................................................................................................82
TESTS Y TECNICAS DE EVALUACION .......................................................................................83
Epilogo ...................................................................................................................................84
9. TEST EODS-TEST DE LA FAMILIA .........................................................................................86
10. INFORME PSICOLÓGICO .................................................................................................86
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2. ASPECTOS GENERALES
1. Lo mítico
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3) Por último, también existen en el sistema una categoría taxonómica a las cuales
se hace referencia a la hora de clasificar a las personas (Aries, Leo, Libra, etc.).
(Mc REYNOLDS 1975, pp. 484-487).
Todas estas características, desde luego, son propias al Psicodiagnóstico actual. Lo más
interesante de estos rasgos del Horóscopo estás en los apartados 2 y 3. No obstante
creemos que todos ellos merecen un comentario, siquiera a grandes rasgos.
Nos encontramos, ante todo, con que el Horóscopo se mueve en un marco referencial,
<<teórico>>o <<preteórico>>, determinista. El supuesto de toda predicción es, desde
luego, el que la realidad humana viene determinada. El oráculo griego, por ejemplo,
tenía como marco de referencia, como esquema conceptual explicativo, la idea de
µοίρα. La <<moira>> es el supuesto oráculo: <<el destino fatal que es imposible de
evitar hasta para un dios>> (˟,). La palabra <<moira>> significa, en primer lugar,
<<parte>>; es una voz próxima a µερος. Esta parte, es la porción misma asignada a
cada cual, lo que le toca en suerte, la suerte misma. La <<moira>> es el motor de la
tragedia antigua, el destino, el hado, aquello que necesariamente tiene que acontecer.
Por otra parte, hay que señalar el carácter taxonómico del horóscopo: la creación de
unas categorías es otra importante característica típica de este tipo de evaluación pre-
científica, que, en cuanto intenta el acercamiento a lo individual, no puede manejarse
con excesivas abstracciones. Ser <<Libra>> o <<Leo>> no es ser, sin más, un ser
humano, es tener unas características innatas, prefijadas, que van a determinar lo que le
suceda en el transcurso vital al individuo y – lo que es más importante – lo que va a ser
él mismo.
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Con esto queremos apostillar, brevemente, el punto 1 de las tres notas fundamentales
señaladas por Mc Reynolds: el hecho de que hay un sujeto a evaluar y un evaluador. En
todas las prácticas astrológicas interviene, efectivamente, un evaluador; que se
considera, en cierto modo, como <<vidente>>; su misión básica es adivinar el futuroy
prevenir, en consecuencia (en la medida en que se puede evitar), lo determinado. El
sujeto evaluado <<oye>> o <<lee>> su porvenir –casi todas las publicaciones
divulgadas actuales (diarias, semanales o mensuales) incluyen un <<Horóscopo>> y
algunas que intentaron suprimirlo disminuyeron notablemente su venta. El sujeto,
decimos, <<se entera>> de su porvenir, por ejemplo, para el plazo de una semana; y en
muchas ocasiones ajusta su conducta a estas previsiones…. acontece, signos efectivos
de que estas previsiones se cumplen.
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2. Lo racional-especulativo
Por eso, aun cuando entendemos que el Psicodiagnóstico tiene unos antecedentes en el
contexto racional, lo hacemos empleando el término en su sentido más amplio, es la
filosofía, ciertamente, el marco conceptual en el que éste se mueve el constitutivo
ultimo del psicodiagnóstico como de la psicología. Pero quizás, de un modo más directo
se pueden encontrar antecedentes en disciplinas más atentas a lo biológico, como pueda
ser la medicina. En la filosofía de Aristóteles y más concretamente su doctrina
hilemórfica, la que ha posibilitado de un modo más directo, la constitución de un
psicodiagnóstico, si bien rudimentario. Nos referimos a la fisiognomía la cual es en
efecto, la interpretación del carácter y hábitos psicológicos a partir de las características
corporales. El trabajo es atribuido a Aristóteles, muy probablemente porque la
interacción de materia y forma que constituyen el compuesto humano (más aún que el
animismo sustancialista platónico) explicaría el hecho de que lo corpóreo expresa lo
psíquico (las facultades del alma).
Esta es en efecto, la hipótesis que subyace en el tratado de << Physiognomica >>: las
disposiciones psicológicas corresponden a características somáticas y no son
casualmente ajenas a los impulsos del cuerpo: y a la vez, el cuerpo reacciona ante las
afecciones del alma, lo que permite suponer una constante interacción entre ambos
principios. Por otra parte, y como esta interacción hilemórfica se expresa en toda la
naturaleza, partiendo de la figura de los animales, pueden también diagnosticarse o
evaluarse sus facultades, así como comparar a los hombres con los animales, de tal
modo el hombre que posea un cuerpo similar al de un determinado animal, poseerá
también un alma similar.
Aparte de este método analógico, la fisiognómica sigue otras dos vías: en primer lugar,
la de fijar razas de hombres con características típicas y en segundo lugar establecer
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tipos de hombres, siendo en rigor, una disciplina de los caracteres. Como se ve, en
cualquier caso, se trata de un acercamiento progresivo a lo individual. En la <<
Physiognomica >> se estudian los tres métodos, pero se dedica especial atención al
último de ellos. Autores posteriores se refirieron también a este tipo de evaluación y
diagnostico psicológico. Más tarde fue muy atacada por varios padres de la iglesia,
como lo demuestra el tratado de Orígenes contra Celso Autores como Cicerón, Séneca y
Sexto Empírico se refieren a la fisiognomía también. Algunos, como Galeano
escribieron extensamente, pero en relación, sobre todo, al estudio de los caracteres
humanos.
En la edad media, Miguel Escoto escribió en 1272 una obra titulada De hominis
physiognomia, que fue publicada en 1477. También tuvo esta disciplina sus seguidores
en el Renacimiento. Pueden servir de ejemplo Campanelia en su De sensu rerum.
Dentro de la fisiognómica en precisiones del ilustrado Padre Feijoó aun cabe establecer
dos subdivisiones la fisiognomía, que estudia todas las características corporales y la
metoposcopia que inspecciona solamente el rostro. Tendencias ambas que siguieron
manteniéndose por siglos.
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La versión actual de la fisiognomía puede encontrarse en múltiples investigaciones y
especulaciones, los trabajos tipológicos de Kretschmer de Klages o Sheldon, etc. Serian
un ejemplo, así como algunos de los trabajos de Philipp Lersch.
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La tercera y última raíz filosófica de la psicología aparece con el empirismo inglés, el
asociacionismo de Hartley, Mill y Stuart pone el énfasis en aquellos hechos subjetivos
que pueden ser descubiertos a través de la observación. Ya el propio Bacon (1605)
propone una división en el estudio de la persona: la expresión del cuerpo y la expresión
de los sueños, que representan las dos vías fundamentales en la evaluación del
psiquismo.
Pero los antecedentes racionales de nuestra disciplina no se acaban con las aportaciones
filosóficas. Como señala Pinillos (1962) después de la filosofía, son los hallazgos
biológicos, desde una amplia consideración, los que han contribuido a la formación de
la psicología. En nuestro caso y como señalábamos anteriormente son también los
saberes biológicos y más concretamente, los relacionados con la medicina los que han
influido en gran medida en el psicodiagnóstico. Vamos a presentar sumariamente estas
fuentes de nuestra disciplina.
Basándose en la teoría de los cuatro elementos de Empédocles: agua, aire, tierra y fuego
y suponiendo que el hombre es un microcosmos, un contemporáneo suyo. Hipócrates
esbozó la teoría de los cuatro temperamentos. Estos cuatro elementos cósmicos y sus
propiedades respectivas (aire-caliente y húmedo, tierra-fría y seca, fuego-caliente y seco
y agua-fría y húmeda) van a dará lugar a cuatro humores: la sangre cuyo predominio
dará lugar al temperamento sanguíneo; la flema que dará lugar al flemático; la bilis
amarilla, al humor básico del temperamento melancólico. Vemos, así como surge un
concepto de temperamento enraizado en la constitución biológica de los individuos en
base al predominio de los humores o secreciones glandulares. Con este supuesto básico
van a desarrollarse de manera extraordinaria en el transcurso de la historia múltiples
tipologías psicológicas.
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3. Lo Científico
Hasta ahora, hemos comprendido las importantes fuentes míticas y racionales del
Psicodiagnóstico. Durante los siglos XVIII Y XIX el panorama se amplía
considerablemente. Los avances de la medicina, y más concretamente de la fisiología, la
teoría evolucionista iniciada con Lamarck a finales del siglo XVIII, la influencia de
sistemas filosóficos como el empirismo y el positivismo, van a dar lugar a que a finales
del siglo XIX se construya la Psicología como disciplina científica y con ella el
Psicodiagnóstico. Veamos más detalladamente el panorama de logros, ya científicos,
producidos durante el siglo XIX, antecedentes de nuestra disciplina para pasar a
continuación a la consideración del nacimiento de la Psicología Científica.
Weber en 1834, publica sus primeros experimentos sobre el tacto, y años más tarde, la
obra que le dio fama Der Tassinn and das Gemeingefuhl. Sus hallazgos se refieren a la
medida de los umbrales diferenciales a distintos niveles de estimulación. Weber
encontró que las diferencias justamente perceptibles (d.m.p.) tienden a estar en relación
constante con la intensidad del estímulo (d.m.p.=Csi). La ecuación que se conoce como
La Ley de Weber permite la constitución de una nueva disciplina. La Psicofísica.
Los hallazgos de Weber fueron continuados por G.T. Fechner. Los conocimientos
básicos de este autor le permitieron integrar las ideas filosóficas de Herbart en una
metodología experimental. Compaginándolas con las elaboraciones de Weber. En 1860
publicó sus Elementos de la Psicofísica donde define esta nueva disciplina como una
ciencia exacta de las relaciones funcionales o de dependencia entre el cuerpo y la mente.
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estaban preocupados por la constatación de diferencias individuales. La psicofísica
aparece como una disciplina nomotética que trata de aislar las leyes generales que rigen
en las relaciones <<mente cuerpo>>. No obstante, la psicofísica ha contribuido
extraordinariamente también a la consecución de la Psicometría, disciplina al servicio,
fundamentalmente, de los estudios sobre diferencias individuales.
Con el análisis de estos datos se comprobó que aquellos que se distribuían con arreglo a
la curva normal. Conociendo Quetelet que la distribución normal implica un error de
medida en distintos tipos de predicciones, llegó a la conclusión de que la distribución
normal de características humanas contiene <<un error de la naturaleza>> en los seres
humanos. Quetelet, ejerció una decisiva influencia no solo en la Psicología, sino
también en otras disciplinas como la Sociología y la Economía. Su principal aportación
fue la de demostrar la posibilidad de aplicación de los métodos estadísticos al estudio
del comportamiento humano.
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la actividad motriz. Marc Dax y Broca realizaron estudios sobre las bases cerebrales del
lenguaje y Ferrier logro descubrir una serie de centros psicomotrices.
Este afán Biologista provoca una clara escisión de la psiquiatría como señala BONDY,
1974 en dos corrientes antagónicas que podrían ser denominadas <<organicistas>> (dic
Somatiker) y <<psicologista>> (dic Psychiker), opuestas en la consideración etiológica
de los padecimientos mentales. Como representantes de la corriente psicologista puede
citarse a Ideler (1795-1860), encuadrado dentro de un marco racionalista que considera
la enfermedad mental como producto de las <<pasiones del alma>>, proponiendo una
terapia de <<reducción moral>>. Por su parte Jacobi (1775-1858), puede ser
considerado como un típico organicista al suponer como bases de los padecimientos
mentales las condiciones somáticas y creer que solo puede hacerse diagnóstico y
tratamiento de la base corporal.
Guislan puede ser considerado pues como un pionero del enfoque científico en la
exploración psiquiátrica. Un paso más en esta misma línea lo da Von Grashley (1839-
1914) con el diseño de tres tipos de tareas (escritura, dibujo, y lectura) para la
exploración sistemática de los post-traumatismos craneales.
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Por su parte Rieger (1855-1939) puede ser considerado ya como un claro precursor
científico de la moderna exploración psiconeurológica. Establece una batería de ocho
subtest (percepción apercepción, imitación, memoria asociativa, reconocimiento,
construcción de frases, a partir de elementos verbales y percepción-simbolización) para
la exploración de pacientes con lesiones cerebrales (BONDY, 1974). El afán
clasificatorio en Psiquiatría culmina con el trabajo de Kraepelin que preparo unos
principios clasificatorios que dieron lugar a las entidades nosológicas aún utilizadas en
la actualidad, completadas con los producidos por Ferrari que emprende el estudio
sistemático de los procesos psíquicos de sus pacientes mentales.
Pueden considerarse, pues, como importantes las contribuciones de las distintas ramas
de la medicina a la constitución de un Psicodiagnóstico Científico.
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caracteres adquiridos y modificación por selección. Darwin basaría posteriormente en
datos empíricos los mecanismos de la selección natural, de la supervivencia del más
apto y de la continuidad en la evolución de las especies así como de que los cambios
genéticos podían producirse al azar. Como señala BORING (1950), a partir de la
formulación de la teoría evolucionista << se desarrolló toda tarea de estudiar las
diferencias individuales en las capacidades mentales y de establecer niveles
psicológicos por medio de los test mentales >>. (p. 493).
En resumen, las fuentes de nuestra disciplina desde una perspectiva científica pueden
circunscribirse en los ámbitos propios a la Psicofísica, La Psicología Matemática, La
Medicina, La Educación, y el Estudio de las Diferencias Individuales. Todas ellas
contribuyeron de manera sustantiva a la constitución del Psicodiagnóstico como
disciplina dentro de la Psicología Científica.
Los antecedentes aquí referidos así con otros menos conectados con el Psicodiagnóstico, van a
dar lugar al nacimiento de la Psicología como disciplina científica. PINILLOS (1962) pone de
relieve la dificultad de dar una fecha exacta cuando se trata de situar con precisión el origen
científico de la Psicología. No obstante, es ya clásico citar como fecha de su constitución el año
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de 1879 en el que Guillermo Wundt crea el Leipzig el primer laboratorio de Psicología
Experimental. No obstante, de hecho, los trabajos de Brentano, Ebbinghaus, Dilthey, Hall, etc.,
coincidentes en el tiempo, están de igual modo, sumamente ligados al nacimiento de la
Psicología científica. Lo que resulta claro es que a través de la constitución historia de la
Psicología se puede constatar un hecho, a saber, la marcada disparidad en cuanto a su objeto.
Así, y siguiendo a FERNÁNDEZ TRESPALACIOS (1975, 1979), vamos a presentar -- muy
brevemente– los principales paradigmas de la Psicología que fueron surgiendo.
Por otra parte, en la misma época y dentro de un planteamiento positivo, pero con una base
fundamentalmente fisiológica, Sechenov y más tarde, Pavlov van a ser los más representativos
exponentes en el intento de reducir a la pura fisiología del sistema nervioso los fenómenos
psicológicos, dando lugar a la corriente reflexológica. Posteriormente, los psicólogos
americanos Watson y, más tarde Skinner, en la misma línea positivista de los reflexólogos
soviéticos, van a reducir el objeto de la Psicología al estudio de lo observable; es decir, a los
estímulos y las respuestas manifiestas surgiendo así el conductismo. Ambos modelos pueden ser
considerados como integrantes del paradigma fisicalista de la Psicología.
Como reacción, tanto frente al introspeccionismo artificial, propio del paradigma mentalista,
como al reduccionismo fisicalista y tratando de mostrar las relaciones entre el mundo físico y
psíquico. Wertheimer, Kholer y Koffka van a proponer nuevas modificaciones en el objeto de la
Psicología. Este se verá replanteado como el estudio de la experiencia que surge conformada en
totalidades psíquicas dando lugar a un nuevo sistema psicológico, la psicología de la “Gestalt”.
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Volviendo a nuestra disciplina, hay que poner de manifiesto que esta va a aparecer directamente
entroncada con la Psicología diferencial (correlacional, metodológicamente hablando), como
consecuencia de las necesidades prácticas de evaluación de las características individuales que
se presentan diferencialmente en los sujetos humanos. Junto a esto, también van a darse
elaboraciones psicodiagnósticas, producto de los distintos modelos que se han ido corrigiendo a
lo largo del tiempo y que pueden encuadrarse dentro de los modelos de la Psicología
experimental, así como se producirán ---como luego veremos--- desarrollos a demandas sociales
y, por tanto, en maridaje fundamentalmente con las aplicaciones de la Psicología.
Tres son los autores – dentro de la línea diferencialista antes demarcada – que comparten la
paternidad de la constitución del Psicodiagnostico como disciplina científica. Francis Galton,
Mc – KeenCattell y Alfred Binet.Con el tratamiento de la obra de estos tres autores se dará un
paso importante en el acercamiento histórico al concepto de Psicolodiagnóstico.
Francis Galton puede ser considerado como el padre de la Psicología diferencial, aunque
también su obra es claramente pionera de la Psicología experimental británica (BORING 1950)
así como del funcionamiento americano (MARX y HILLIK 1967). Su interés máximo se centró
en la teoría evolucionista y su aplicación a las ciencias del comportamiento dedicándose a la
comprobación de la herencia de los caracteres individuales. En 1869 expuso sus elaboraciones a
este respecto en la obra HereditaryGeniusobra en la que pretendió demostrar el peso de la
herencia en algunas características humanas.
Por otra parte, cara al procesamiento de los datos procedentes de sus investigaciones le fue
necesario también la elaboración de métodos estadísticos. REUCHLIN (1969) sitúa el origen de
los test – exponentes máximos del Psicodiagnóstico – en 1877, fecha en la que Galton depura,
precisamente, el método de las correlaciones. No obstante, es más frecuente considerar como
año de constitución de nuestra disciplina de 1884, año en el que este autor monto el
“Laboratorio Antropométrico” en el “South KensintonMuseum” de Londres. En este
laboratorio, cualquier persona podía conseguir la medición de su estatura, peso, capacidad
respiratoria, fuerza muscular, rapidez en golpear, capacidad auditiva y visual, discriminación en
la visión del color y otros datos semejantes. Con todo esto, no cabe duda de la importancia de
Galton para el Psicodiagnóstico. Iniciador de la Psicología individual, diferencial y aplicada,
llevo a la vida cotidiana lo que hasta entonces había permanecido en los laboratorios.
Probablemente es el psicólogo en el que se sintetizan más claramente los objetivos científicos y
práxicos, así como el método correlacional y el experimental.
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Cattell es probablemente el autor que mayor influencia ha ejercido sobre la Psicología
americana de la primera época y, esto, no solo por su obra, sino por sus cualidades como
docente y como promotor de la Psicología en sus más variadas vertientes científica, aplicada,
divulgadora, etc.
Es Cattell quien, en 1890, acuña el término “test mental” dando como objetivo a estos
instrumentos la adopción de “un sistema uniforme que permita comparar y combinar, en lugares
y momentos diferentes”, la medida de las funciones mentales (CATTELL, 1890, p. 374).
La importancia de Mc KeenCattell cobra cada vez un mayor relieve por las repercusiones
sociales de su obra en los EEUU. Así, Jastrow, en 1893, presenta un pabellón en la Feria
Internacional de Chicago en el que se presentan los objetivos de estas técnicas de la manera
siguiente: “aspiran a determinar el rango, la exactitud y la naturaleza de las facultades mentales
más elementales y a reunir materiales para conocer los factores que regulan el desenvolvimiento
de estas facultades, su conexión y sus perturbaciones” (JASTROW, 1894, p. 522). Las
repercusiones de la obra de Cattell y sobre todo de la Exposición de Antropología de la Feria
Internacional de Chicago llegan a Europa. En la primera publicación de L´AnnéPsychologique,
en 1894. Delabarre expone a los psicólogos europeos el acontecimiento americano en el que el
término “test” es un protagonista esencial.
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2) intensidad mental (umbrales); y 3) extensión mental (número de estímulos percibidos
simultáneamente). Parece conveniente resaltar el hecho de que Cattell, buscara mediciones
objetivas sobre ejecuciones específicas de los sujetos en orden a evaluar “capacidades”.
Rechazaba abiertamente la introspección como método, considerándolo como un procedimiento
no valido de recogida de información. A pesar de estar preocupado por las diferencias
individuales, Cattell sigue –en la misma línea de Galton— con el fundamental objetivo de medir
las mismas funciones psicológicas estudiadas por psicólogos generales en los laboratorios sin
formular inferencias sobre variables o atributos subyacentes al individuo.
Binet, francés, biólogo y muy aficionada a la Psiquiatría va a ser la tercera figura importantes en
la constitución del Psicodiagnóstico como disciplina científica y, al igual que Galton y Mc
KeenCattell, puede ser considerado como uno de los fundadores de la Psicología diferencial.
Con Beaunis fundó en 1889, el primer laboratorio de Psicología en “La Soborne”. En 1895 y en
colaboración con Henri, publica en uno de los primeros números de la
revistaL´AnnéePsychologiqueun importante trabajo titulado “PsychologieIndividuelle”, en el
que aparece lo que podríamos denominar objetivos en la evaluación diferencialista de los
procesos superiores. El interés máximo de los psicólogos de la época había recaído sobre el
estudio de funciones como la sensación y la percepción (tiempos de reacción, umbrales, etc.).
Lo que Binet se propone es dar un paso más y emprender el estudio de formas más complejas de
comportamiento. En el trabajo ya mencionado presentan así sus objetivos: “No son las
sensaciones, son las facultades psíquicas superiores las que hace falta estudiar; son ellas las que
juegan el puesto más importante, y la Psicología Individual deberá prestar mucha más atención
a ellas” (BINET Y HENRI, 1895, p. 416). Es precisamente este artículo de Binet y Henri el que
inaugura la primera revista francesa de Psicología. La aparición de L´AnnéePsychologiquetuvo
una gran repercusión internacional; Ferrari, fundador de la Sociedad Italiana de Psicología,
escribió en su autobiografía, publicada por Murchison en 1932: “ La aparición del primer
volumen de L´AnnéePsychologiquede Binet fue uno de los principales acontecimientos de mi
vida” (ZURFLUH, 1976, p.73).
En relación con el Psicodiagnóstico, Binet define los tres grandes problemas de la Psicología
Individual: 1) Estudiar las diferencias individuales de los procesos psicológicos. 2) Estudiar las
diferencias psíquicas en individuos aislados o en grupos de individuos. 3) Estudiar las
relaciones de diferentes procesos psíquicos en un mismo individuo. Los dos métodos propuestos
para la consecución de estos objetivos son los siguientes:
Primer método: Hacer variar una función y averiguar si esta variación implica cambios en otras
funciones en la misma persona, así como también estudiar un cierto número de procesos
psicológicos en varios individuos, tratando de comprobar si las diferencias individuales entre
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estos son paralelas y se corresponden de un individuo a otro; la relación entre los procesos
seria deducida de esta correspondencia.
Segundo método: Elegir un cierto número de procesos psíquicos, precisar unas “experiencias
preparadas” para evaluar los procesos, examinándose con ello si las diferencias individuales
para estos procesos no se corresponden de manera regular (BINET Y HENRI, 1895, p. 425). La
instrumentación propia de este planteamiento metodológico serán los “test mentales” que, en
opinión de Binet, están saturados excesivamente de pruebas motrices y sensoriales y olvidan,
casi completamente, las funciones superiores. Lo importante sería pues el estudio de facultades
psíquicas superiores. Así, Binet propone el estudio de las siguientes diez funciones psicológicas:
memoria, naturaleza de las imágenes mentales, imaginación, atención, facultad de comprensión,
sugestibilidad, sentimientos estéticos, sentimientos morales, fuerza muscular y fuerza de
voluntad. Por otra parte, las reglas fundamentales para la instrumentación serian: “1) Que los
métodos sean simples y no lleven mucho tiempo; 2) que los medios de determinación sean
independientes de la persona del examinador; 3) que puedan compararse los resultados
obtenidos por un observador con los de otro” (BINET Y HENRI, 1895, p.435).
Desde 1895 hasta 1903, año en el que Binet publica Etude experimental de I´intelligence, este
autor trabaja en colaboración con Simón en una Colonia para niños deficientes en Perray
Vaucluse, trabajo que culmina con diversas publicaciones de estos dos autores. Estos trabajos de
Binet y Simón dan como resultado lo que puede ser considerado como el primer test de
inteligencia. El supuesto básico del instrumento reside en la constatación de que las capacidades
intelectuales se incrementan con el desarrollo. Por otra parte, ya se ha dicho que Binet pensaba
que estas capacidades intelectuales podían evaluarse a través de tareas simples (algunas de ellas
típicamente escolares); así selecciono una serie de ellas y después de aplicarlas a niños de
diferentes edades, obtuvo unas normas para cada edad. El resultado fue una “Escala de Normas
de Edad” con las que se podía obtener la ………. Expresión de la “capacidad intelectual” del
niño.
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A pesar de que el trabajo de Binet supone un hito importante en el estudio de las diferencias
individuales y en la instrumentación psicología, no todo es positivo en las repercusiones que la
obra de Binet tuvo. En parte, ha supuesto un lastre importante para el Psicodiagnóstico ya que –
como señala GARCIA YAGUE (1975) “ha dificultado la búsqueda y difusión de otras
perspectivas y experiencias” (p.4). El hecho de dar un gran énfasis a la inteligencia general hizo
que pasaran a segundo término otros trabajos que pudieran poner de relieve aptitudes
intelectuales específicas, quedando en segundo plano trabajos importantes como los de Porteus
y sus laberintos publicados en 1914 o Seashore y sus pruebas de talento musical de 1919 y,
también, trabajos relacionados con otras conductas no integrables en el epígrafe “inteligencia”
como por ejemplo los trabajos de Rossolimo en 1912. Por otra parte, con Binet, comienza a
utilizarse el “macroconstructo” “inteligencia” de un alto nivel de inferencia, desconectado –por
lo menos en gran medida—de la Psicología de las funciones que seguía construyéndose en los
laboratorios de Psicología y al cual seguirían multitud de otras construcciones que tan solo
servirán para clasificar estérilmente a los sujetos.
Dentro de las repercusiones negativas de la obra de Binet puede señalarse también la falta de
interés por otras formas superiores de pensamiento tales como la formación de conceptos o el
pensamiento creador. Por si esto fuera poco, se desterraron tareas manipulativas y perceptivas
en la exploración de la inteligencia.
Pero tal vez el problema principal creado por la aceptación de los planteamientos de Binet fue el
de tomar su Test como criterio de validación de otras técnicas de medida de los procesos
intelectuales, con la cual se ha seguido manteniendo una contaminación, tanto sobre la
naturaleza del constructo inteligencia como de los instrumentos depurados para su evaluación.
Por otra parte, y como influencia negativa del trabajo de Binet –desde una perspectiva más
general y más bien semántica para nuestra disciplina—está la aceptación de una terminología
“medica” con un trasvase del modelo medico en una facción de los psicólogos que se han
dedicado a la Evaluación Psicológica. Los intereses médicos de Binet y el hecho de hacer
constante referencia al “diagnóstico de la inteligencia” provoco, sin duda, la aceptación del
término “psicodiagnóstico”, con las consiguientes repercusiones en la consideración del objeto
de nuestra disciplina.
En una crítica de la obra de Binet, García Yagüe considera como problemáticos los siguientes
aspectos: 1) Los criterios evolutivos, que dieron relativos buenos resultados en niños, son
realmente inutilizables en adultos, incluso a pesar de las aportaciones de Stern y Terman. 2) Ya
que los problemas no son equivalentes a todas las edades ni los procesos subyacentes,
supuestamente evaluados, se distribuyen de igual manera a lo largo del desarrollo, el cociente
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intelectual no cuenta – ni mucho menos – con un significado homogéneo. 3) Los tests
construidos a partir del de Binet presentan contenidos en partes diferentes, pero, habiendo sido
validados por aquel, suministran un error tanto estadístico como estrictamente psicológico.
A pesar de que alguna de estas críticas se hicieron ya entonces (KELLY, 1914), no tuvieron
ninguna repercusión práctica: el afán “cuantofrénico” para encontrar “medidas” psicológicas,
semejantes a las mediciones de las Ciencias fisiconaturales, fue mayor que las actitudes
sensatamente críticas de algunos psicólogos. La expansión del Test de Binet durante el primer
cuarto de siglo es extraordinaria. Para tratar de resumir este punto, tan solo decir que en, 1914,
Khos reseño 254 estudios publicados (GARCÍA YANGUE, 1975) y figuras tan importantes
como Terman,Decroly, Goddard, Kuhlman, Stern y otros muchos tratan en torno a la obra de
Binet. No obstante, y a pesar de las críticas que a la obra de Binet pueden hacerse, no cabe duda
de su importante contribución a la constitución del Psicodiagnóstico como disciplina científica.
Galton, Mc KeenCattell y Binet pueden ser considerados como los fundadores o “padres” del
Psicodiagnóstico. A pesar de esto, no sería justo olvidarse de otras contribuciones de esta
primera época, y que pasamos a mencionar sumariamente a continuación: Según acuño el
término “psicología diferencial” y propuso el cociente intelectual como medida de la
inteligencia en 1912; él fue también quien utilizo el término “psicotecnia” en 1903. Mustenberg,
que en 1981 crea una serie de pruebas para el estudio de las diferencias de formación académica
y profesional en sus repercusiones psíquicas. Kraepelin emplea en 1892 el primer test de
asociación libre para estudiar los efectos de la fatiga, el hambre y las drogas y, en 1896, presenta
una información detallada de los resultados en una serie de tareas realizadas por enfermos,
comparándolas con sujetos normales. Ebbinghaus, en 1897, da origen al primer test de
completamiento para la medida de las habilidades en niños, en este mismo año, el americano
Dearborn obtiene la primera serie de manchas de tinta con objetivos experimentales. Los
psiquiatras italianos Guicciardi y Ferrari publican en 1896 un trabajo sobre la aplicación de
tareas mentales para el examen de alienados. Dos discípulos de Galton, Pearson en 1896 y
Spearman en 1904 dan lugar a importantes técnicas estadísticas, en relación al método de las
correlaciones, el primero, e introduciendo la teoría de los dos factores y varios otros
procedimientos estadísticos, el segundo. Por último, la ingente obra de Thorndike sobre el
aprendizaje, estructura de la inteligencia y pruebas escolares concretas.
Hasta aquí, la presentación de los autores más representativos en los momentos de constitución
del Psicodiagnóstico. Todos ellos tienen en común el interés por la constatación de las
diferencias individuales entroncándose también con una Psicología de corte funcionalista como
modelo teórico referencial y, por otra parte, todos ellos colaboraron en el nacimiento de la
Psicología aplicada. A partir de la primera década del siglo xx la tecnología psicodiagnóstica
progresa de manera inusitada. En el epígrafe siguiente serán analizados dichos desarrollos.
Los más importantes trabajos históricos sobre nuestra disciplina (DUBOIS, 1970.
ZURFLUH. 1976) se refieren, casi exclusivamente, a la historiografía de la
instrumentación o tecnología de la evaluación y el diagnóstico psicológico, más que a la
búsqueda diacrónica del concepto de Psicodiagnóstico. Este hecho parece deberse
fundamentalmente a la inexistencia de un objeto unívoco en nuestra disciplina. En un
primer análisis histórico, el Psicodiagnóstico parece diluirse en la pura elaboración de
21
instrumentos de medida por parte de los psicólogos de muy diferente adscripción
teórica. ¿Cómo presentar, en forma ordenada, los diferentes hitos históricos acaecidos
en relación con el Psicodiagnóstico? La presentación cronológica de una serie de hechos
no nos parece suficiente al tratar de establecer el concepto diacrónico de nuestra
disciplina. Lo que vamos a intentar es analizar lo sucedido históricamente en distintos
marcos referenciales teóricos con el objetivo de buscar coherencia y significado a tales
hechos.
Vamos pues a utilizar para a establecer el concepto histórico del Psicodiagnóstico estas
tres líneas convergentes que han mediatizando los desarrollos en nuestra disciplina.
22
nueva escala de inteligencia a través de tareas ejecutivas. Se pretende con este
instrumento la evaluación de la inteligencia libre de mediación verbal.
Por otra parte, la ingente obra de Piaget y su escuela van a repercutir aunque en
menor medida en desarrollos psicodiagnósticos. PIAGET e INHELDER (1947) incluso
plantean que el “diagnóstico del pensamiento” podría ser de mayor valor que el CI, a la
hora de la predicción del comportamiento inteligente. Sus objetivos se centran en la
exploración del desarrollo conceptual (WOODWARD, 1973). Inicialmente el material
de las pruebas utilizadas desde la perspectiva piagetiana no estaba tipificado y los
resultados que se detenían era de difícil cuantificación. Más tarde, aparecerán escalas
estandarizadas para la medida de la inteligencia sensomotriz (PIAGET, CASAH Y
LEZINE, 1972) y el pensamiento lógico (PIAGET Y LONGEOT, 1978) con las que se
ha dado una importante alternativa a la medida de la inteligencia con instrumentos
23
clásicos así como facilita la exploración cognitiva de sujetos seriamente perturbados
(WOODWARD, 1973).
También los psicólogos soviéticos, durante las primeras tres décadas del siglo xx,
van a realizar muy distintas elaboraciones en la misma línea que sus colegas
accidentales. El instituto Panukraniano publica en 1928, sus trabajos en Las medidas de
Inteligencia y en 1930, Baranov y Solovieff editan una serie de test de inteligencia.
Desde otra perspectiva, los trabajos sobre aptitudes con base en la metodología
estadística y factorial van a dar lugar a la depuración de instrumentos de medida de
aptitudes específicas. Así Mc Quarrie creará en 1925 el primer instrumento de medida
de la aptitud mecánica compuesto por una serie de subtest.
24
Pero no es hasta 1921 cuando aparece uno de los más importantes trabajos en orden a
evaluar y diagnosticar la personalidad. En este año, Herman RORSCHACH publica su
Psichodiagnostick, trabajo que analizaremos detenidamente más adelante en sus
implicaciones con otros enfoques de la Psicología. Nuevamente se producen en
avalancha, una serie de instrumentos, dedicados ahora a la evaluación y/o diagnóstico
de la personalidad. Strong, Allport y Benreuter, construyen sus respectivos Inventarios
de Intereses y de ciertos rasgos de la personalidad. En 1937 Bell publica un test para la
evaluación del ajuste psíquico con el título The Adjustement Inventory. En esta misma
línea de desarrollos, Hathaway y Mc Kinnley editan en 1942 el Minnesota Multiphasic
Personality Inventory que evalúa muy diferentes rasgos y que va a originar un número
importante de investigaciones tan sólo comparables con las realizadas en torno al
Psicodiagnóstico de Rorschach.
25
modificados sin demasiadas rupturas conceptuales por otros psicómetros. BURT, en
1940, publica su famosa obra The Factors of the Mind donde proporciona una lógica
contundente en favor del análisis Factorial y de la estructuración de las aptitudes a partir
del factor general en distintas jerarquías o factores (general, de grupo, específicos y de
error). Las aportaciones de Burt fueron a su vez completadas por él mismo y otros
autores (VERNON, 1950). Todos estos trabajos británicos van a tener una importante
réplica en EEUU. En 1938 THURSTONE pública, en Chicago, su obra Primary Mental
Ability. Este trabajo implica la culminación del análisis multifactorial centroide.
Thurstone elaboró una teoría que llamó de la “estructura simple”. Para su obtención
utilizó factores oblicuos. Obtuvo así siete factores principales que fueron ligeramente
modificados en trabajos posteriores (THURSTONE, 1941, 1955). Dentro también de la
evaluación y desarrollo de los procedimientos psicométricos, en 1955 CRONBACH y
MEEHI proponen la “validez de constructo”, que dará sus innumerables frutos en
distintos instrumentos psicodiagnósticos. En esta misma línea, otro trabajo importante
es el presentado por CAMPBELL y FISKE, que plantean en 1959 la “validez
convergente y discriminante”.
26
uno de los psicólogos que con más tesón ha trabajado, desde una perspectiva
diferencialista, tanto en las bases conceptuales de la personalidad y de las aptitudes
como en la depuración de instrumentos de evaluación psicológica. En el área de la
personalidad H. J. Eysenck ha formulado –también a través de una metodología
psicométrica- una de las más controvertidas teorías. Junto a esto, ha depurado también
una serie de instrumentos para a evaluación de las dimensiones de la personalidad por él
obtenidas. Eysenck, 1959, 1969, 1976. Por otra parte, el trabajo de Eysenck ha de ser
igualmente conectado con el interés por la búsqueda del substrato fisiológico de los
atributos psicológicos hallados factorialmente. Como señala PELECHANO (1976), “la
obra de Eysenck puede ser discutida, pero en todo caso, no puede ser ignorada por
cuanto ha representado un ingente refuerzo por encontrar las grandes dimensiones no
intelectuales que ordenan las respuestas del ser humano” (p.65).
27
Por otra parte, también está claro que podemos hablar de un psicodiagnóstico o más
bien de una tecnología evaluativa formulada desde la psicología experimental; es decir,
como producto de distintos y principales modelos que se fueron corrigiendo en el
transcurso histórico y fueron citados al hablar de la constitución de la psicología. Estos
modelos o sistemas psicológicos difieren, fundamentalmente en cuanto al objeto de
estudio propuesto, pero mantiene una línea de investigación común (con la excepción
del modelo psicoanalítico) por lo que se refiere a la metodología experimental utilizada,
diferenciándose así del enfoque correlacional o diferencial, dentro del cual se ha
desarrollado prioritariamente la mayor parte del bagaje tecnológico de nuestra disciplina
presentado hasta ahora. Y aunque en menor medida, también se han producido
importantes elaboraciones, fundamentalmente metodológicas y conceptuales y no tanto
técnicas conectadas con los grandes modelos de la Psicología experimental……… son
los sistemas psicológicos que han dado lugar a procedimientos de evaluación y
diagnóstico psicológico: la psicología soviética (*) el psicoanálisis, la psicología de la
«gestalt» y el conductismo.
(*) Al hablar de la Psicología soviética se hace referencia (como señalan MARX y
NILLIX, 1967) a la Psicología de corte marcadamente fisiológista que se inició con los
trabajos de los reflexólogos para más tarde constituirse en un modelo independiente.
28
encontrar conexiones entre el comportamiento y el sistema nervioso a través del
psicoanálisis y el psicodiagnóstico de los procesos mnésicos, práxicos, gnósicos, así
como de las formas superiores del pensamiento, con una línea de investigación
perfectamente coherente con la psicología básica
Así, el Psicodiagnóstico soviético no ha tenido la necesidad de elaborar «constructos»
cognitivos u orécticos con los que poder clasificar a los sujetos humanos. Como pone en
manifiesto BROZEK (1972), la evaluación y/o el psicodiagnóstico psicológico se dirige
a la «percepción, atención, memoria, asociación y varios otros procesos como la
comprensión, el pensamiento crítico, abstracción y la generalización. El termino
inteligencia no se utiliza en abstracción y generalización» (p. 245). Los trabajos de
LURIA (1967, 1974 a. 1974b, 1974c) los BUI AKHOVA (1968), RUSHKEVCH
(1966) o los de VOIRKO y GUILBUJ (1976), son una patente prueba del rigor
científico y la posibilidad de precisión diagnóstica alcanzada por los psicólogos
soviéticos sin establecer rígidas cuantificaciones ni comparaciones intersujetos.
Antes de tratar la relación del Psicodiagnóstico con el Psicoanálisis permítasenos
justificar la inclusión de este momento dentro de la Psicología experimental.
Inaudiblemente Freud pretendió hacer del psicoanálisis una disciplina científica;
evidentemente esto no se logró ya que, tanto él como la mayor parte de sus
continuadores no utilizan una metodología que pueda graduarse dentro de los
planteamientos científicos positivos (con o sin la utilización del método experimental).
Es, en efecto, el Psicoanálisis el modelo teórico que mayores repercusiones parece haber
tenido para el Psicodiagnóstico. Dentro de una línea mentalista sumamente dinámica,
los trabajos de Freud van a poner relieve la importancia de los procesos inconscientes
para el comportamiento humano. El objeto de la Psicología se va a centrar en el estudio
de la vida mental inconsciente.
Desde luego, ya se ha dicho los planteamientos metodológicos freudianos y no se
adecúan a las exigencias científicas de la Psicología positiva; pero la necesidad de
sondear esa vida mental inconsciente a través de procedimientos tipificados se hizo
pronto patente. En 1906. Carl Gustav Jung va a publicar un trabajo en el que se presenta
una técnica de diagnóstico psicológico basadas en la asociación libre de palabras. En él,
Jung aplica las ideas de Freud, y las suyas propias, sobre el conflicto creando una
técnica con la que parecían confirmarse las conclusiones de Fred relativas a la
ingerencia de factores emocionales en el recuerdo y la existencia de complejos afectivos
ligados a los materiales rechazados (JONES; 1959). Posteriormente en 1910, kent y
Rossanoff intentan la estandarización del «Test de Asociación de Palabras» de Jung,
administrándolo a una manera de 1.000 sujetos normales y obteniendo así una serie de
palabras «normales»con las cuales comparar los resultados enfermos.
29
situada dentro de una línea «gestaltista», creemos necesario citarla al menos, ya que las
elaboraciones realizadas posteriormente sobre ella pueden encuadrarse dentro de un
contexto claramente psicoanalítico.
30
Rorschach trabajó de 1911 a 1921, primer con las series de manchas ya utilizadas por
otros psicólogos y después con varias series producidas por el mismo. Su idea inicial era
el estudio científico- a través de estas manchas de tinta- de los trastornos perceptivos en
los sujetos que presentaban alucinaciones. Posteriormente, los datos empíricos
recogidos por él le permitieron ampliar sus objetivos hacia la exploración de otros
trastornos psicológicos. Roschach publicó los resultados de sus investigaciones en 1921
muriendo seguidamente. El vertiginoso desarrollo posterior del «Psicodiagnóstico»
siguió por derroteros muy diferentes a los iniciados por su autor. Las razones de muy
distinta índole, guardan relación, fundamentalmente, con la pertenencia teórica de las
personas que extendieron la técnica de Rorschach. Los divulgadores de este método en
EEUU (en su mayor parte de judíos emigrados de Australia y Alemania). Como
Klopfer, Rapaport y Piotrowski, eran psicoanalistas. En Europa los tres continuadoes y
amigos de Rosrchach, Oberholzer, Morgentthaler y Roemer lo eran también. Así mismo
el «heredero» (a través de la Sra. Rosrchach) alemán de Rosrchach fue BOTIM y
también este autor mantenía estrechas relaciones con el Psicoanálisis. De forma
semejante, el «Psicodiagnóstico» se extendió por Suiza y Francia (*)
(*) Estos valiosos datos históricos me fueron facilitados por el Prof. EXNER (Madrid,
1977)
Teniendo en cuenta todos estos hechos históricos pueden explicarse fácilmente que la
técnica creada por Rorschach, habiendo surgido como un instrumento
fundamentalmente empírico y desde una perspectiva básica el estudio de los procesos
perceptivos, se haya convertido en un instrumento de utilización psicoanalítico y
encuadrable entre los Métodos Proyectivos. Todo ello como muy bien señala Exner (*),
pertenece al «mito»del Rosrchach, como uno de los instrumentos de evaluación y
psicodiagnóstico psicológico que mayor número de investigaciones ha provocado.
31
estudiados en el contexto de la Psicología básica sin mediación de «constructos» o
atributos hipotéticos.
Resulta sumamente difícil planear una separación rotunda entre los desarrollos del
Psicodiagnóstico, entroncados con la Psicología diferencia, incluso la experimental, y la
rúbrica que ahora se inicia, es decir, los que pueden ser considerados como producto de
la Psicología aplicada. BORING (1950). Considera que una posible diferencia entre
Galton y Wundt podría estar en la orientación aplicada del primero frente a la
orientación «básica» o «pura» del segundo. Considerando esto, aun resultaría más
arbitrario realizar a través de la constitución histórica del Psicodiagnóstico, cómo los
objetivos práxicosde Galton, Mc KeenCattell y Binet eran evidentes. No obstante,
también ha debido quedar claro que estos y otros autores de ese mismo enfoque,
32
mantienen también una preocupación «científica-básica». Sin embargo, existe una serie
de elaboraciones de nuestra disciplina conectadas adecuadamente con necesidades
sociales de muy variada índole y por ello, parece que sean tratadas en un epígrafe
aparte.
33
Esta necesidad de aumentar la productividad en el trabajo, junto con otras razones
«humanistas» como la promoción de la «felicidad del obrero», promueve la selección de
personal en las empresas e industrias a través de procedimientos psicológicos.
Munstenberg después de haber estudiado cuidadosamente el trabajo de las telefonistas,
depura una serie de instrumentos para la selección de este tipo de ocupación. Durante
los primeros años del siglo XX, también Lahy trabaja para la «Compañía de Tranvías
del Este» en Paris. Sus trabajos culminaron en 1910 con la publicación del primer test
de atención continuada, ligado al trabajo de los conductores de este tipo de vehículos.
Procedimientos psicodiagnóstico van a utilizarse igualmente para la selección de
técnicos telegrafistas (JONES. 1915), que se instauran a casi todos los niveles en la
empresa norteamericana «Unión Telegraph Company», de Nueva York. La culminación
de todos los esfuerzos – de los que aquí tan solo se ha presentado una pequeña muestra
para depurar métodos de selección profesional la constituye la obra de Musterberg
Psychology and Industrial Effucueney (1993) que puede ser considerada como el
manifiesto de una rama de la Psicología Aplicada, senrtandose en ella objetivos como
«el trazar lo laboratorios y los problemas de economía». El autor en esta misma obra,
pone de manifiesto que «la experimentación psicológica debe estar sistemáticamente
colocada al servicio del comercio y la industria» afirmación a todas luces incalificable
(citados por ZURFLUH, 1976pp. 146-148).
Junto con la selección profesional, en las empresas se presenta otra importante tarea a
los ojos de los psicólogos aplicados: la de la orientación profesional. En 1908.
Christians y Decroly montan en Bélgica el primer gabinete de orientación profesional.
En esta misma época se crea en París un servicio de información Profesional en la
enseñanza pública. Este servicio de información representa según PIFRON (1959) el
principio de la orientación de Francia.
Del mismo modo, también son necesidades practicas las que llevan a la confección de
manuales prácticos de Psicodiagnóstico que sirvan de ayuda en 1910, publicó su
Manual of Mental and Phisical Tests.
Como ya se comentó anteriormente, la evaluación escolar se desarrolló
extraordinariamente con las distintas revisiones y adaptaciones que sobre del test de
Binet se realizaron en EEUU y en Europa, así como con los trabajados de Thorndike,
que introdujo múltiples tests en la vida escolar americana.
Por otra parte, desde la perspectiva clínica se producen una serie de desarrollos
fundamentalmente relacionados con el afán clasificatorio que imperó en la Psiquiatría
de la época. Cuando Lightner Witmer publica la revista The Psychological Clinic en
1907, puede contrastarse claramente la perspectiva utilitaria, practica y
fundamentalmente clasificatoria de los evaluadores clínicos.
34
Primera Guerra, los procedimientos de evaluación y diagnóstico se van a poner al
servicio del aparato bélico. De un lado, es necesarios descubrir aquellos reclutas
deficientes (intelectualmente hablando) que serían una carga para el mando en el
combate, pero también se hace necesario seleccionar a los sujetos mejor dotados que
pudieran ocupar puestos de responsabilidad tanto en la lucha como en los servicios
civiles. Es evidente que se trata de lograr un mayor rendimiento del hombre en la
guerra. Con todo esto comienza un vertiginoso desarrollo de los instrumentos de
evaluación. En Alemania, Moede realiza distintos tipos de selección para el ejército,
interviniendo incluso los psicólogos en los cursos de adiestramiento. Myers trabaja
sobre los niveles de responsabilidad y las infracciones de disciplina. La selección de
aviadores en casi toda Europa, se lleva a cabo a través de métodos psicotécnicos
(PILRON. 1959). Esta misma selección es asumida por Gemelli en Italia y por Neper Y
Camus en Francia. Sin embargo, los desarrollos más espectaculares se producen sin
duda con la entrada de los Estados Unidos en el conflicto. Por iniciativa de la
Asociación Americana Psicológica (APA) se crea un Comité para los exámenes
psicológicos de la armada, cuya dirección es encomendada a Robert Yerkes. Bajo sus
auspicios trabajan psicólogos tan importantes como Terman y Goddard. A este comité
se le encomendó la clasificación rápida de un millón y medio de reclutas en términos de
nivel intelectual. Por esta razón fueron puestos a punto dos test, uno para reclutas con
dominio de la lectura y la escritura y otro para analfabetos. Estos instrumentos
denominados «Army Alfa» y «Army Beta» fueron aplicados a tres mil quinientos
sujetos para su estandarización y posteriormente fueron utilizados con cerca de dos
millones de reclutas americanos entre 1917 y 1918.
Durante este periodo no se intentó en absoluto sentar bases metodológicas (fuera de los
estadísticos y plantear…… conceptuales básicas. Este hecho que luego consideraremos
con más detalle, se repite a lo largo de la historia, y aparece ser decisivo por su
35
consecuencia de «marcar» desde sus inicios a nuestra disciplina como una tecnología
psicológica al servicio de los intereses transitorios y fluctuantes de la comunidad social.
No hacemos mención aquí a los instrumentos que ya han sido tratados dada su conexión
prioritaria bien con la Psicología correlacional, bien la Psicología experimental. Lo que
hasta aquí se ha pretendido es dar cuenta de que los requerimientos práxicos, de la
Psicología aplicada, en interrelación con la Psicología diferencial, han producido la
mayor parte de elaboraciones técnicas en Psicodiagnóstico.
Como ya hemos dicho los procedimientos psicodiagnóstico han venido siendo la «cara
pública» de la Psicología; de ahí su importancia, y de ahí, también las enormes
repercusiones sociales provocadas por la aplicación indiscriminada y masiva de estas
técnicas. Este interesante aspecto será tratado en el epígrafe siguiente; por esto;
permítasenos posponer hasta después la presentación de la necesaria síntesis histórica.
36
consiguiente, «ex-post», puede apreciarse una relación entre la evolución del contexto
sociopolítico y la de la disciplina en cuestión.
7. Lo sociopolítico
Bien es sabido, como ya apuntamos en otro lugar, que la biografía de los tests, hoy
casi centenaria, acusa un espectacular desarrollo durante las décadas de los años diez a
los cuarenta. Y, ciertamente, no parece que tal expansión que ha llegado a ser calificada
de «hipertrófica» fuese casual, sino que, por el contrario, se inserta en un periodo en el
que las circunstancias históricas proporcionaron, reclamaron e hicieron posible y
necesario tal desarrollo.
37
De nuevo, pues, los instrumentos de evaluación psicológica eran reclamados, situándose
como valiosos procedimientos al servicio de los objetivos nacionales o, más
exactamente, al servicio de las fuerzas sociales dominantes.
Con este motivo se revitalizan adquiriendo una intensa actualidad y una extensa
aplicación, las técnicas de diagnóstico psicológico, con especial adscripción a los
requerimientos de la selección de personal. Este desarrollo corre paralelo con la difusión
de las ideas, los fundamentos doctrinales y los desarrollos metodológicos en materia de
organización industrial, y en base, igualmente a los principios que, ya en 1903 y en
1916, habían establecido el norteamericano Taylor y el francés Fayol, respectivamente.
De esta forma como se pudo comprobar en 1920, con ocasión de la Primera Conferencia
Internacional convocada por Claparede, los tests adquirieron carta de naturaleza con
reconocimiento y aceptación mundiales.
Por otra parte, el peligro de maximizar el valor de nuestros instrumentos, como muy
bien ha puesto de relieve SUNDBERG (1977), provoco una desilusión en el propio
mundo escolar e industrial. Tras la crisis de 1929, se puso de manifiesto que la selección
y orientación a través de los tests no resolvía, ni mucho menos, todos los problemas de
la empresa. Con este motivo, se produce un cambio en las perspectivas empresariales
relacionado con la mejora del rendimiento que se patentiza con los trabajos de Mayo y
de instituciones como la «Industrial Fatigue Research Broad». El psicologismo de las
primeras orientaciones sobre la fatiga entra en crisis sustituyéndose en buena medida
por un acercamiento psicosociológico a los problemas del rendimiento laboral. (LEON,
1952).
38
condena la utilización de los tests, ya que estos calificados de experiencia
«pseudocientificas» y «antimarxistas». Gran parte de los historiadores sobre los avatares
sufridos por nuestra disciplina, no mencionan el hecho de que en la URSS, hasta 1936,
también se había producido un importante desarrollo de los procedimientos de
instrumentación psicológica. En los datos mencionados por nosotros, se puede constatar
que esta evolución es semejante a la de otros países occidentales. Tal desarrollo se
manifestaba de dos formas, por la colaboración de los psicotécnicos con los consejeros
de las fábricas, de las escuelas y hospitales, y por el trabajo ideológico en relación con
los problemas del trabajo (ZURFLUH, 1976). Este desarrollo suscito la reunión de un
primer congreso en Leningrado, en septiembre de 1931, e incluso el que el Partido
Comunista Soviético pidiera una concentración de investigaciones psicológicas,
surgiendo así el problema, fundamentalmente educativo, de selección en los planos
intelectuales. Vemos, pues, que de ninguna forma puede decirse que no existiera
desarrollo en la tecnología psicodiagnóstica de la URSS. Cuando sobreviene la
abolición de los tests en 1936, esta parte se debió, fundamentalmente a una razón
política. Esta razón política se halla esencialmente relacionada con el hecho de que los
tests de medida de la inteligencia suponían, «de facto» el reconocimiento de que las
diferencias individuales por ellos detectadas tenían un origen biológico y que la
admisión del término «capacidad» suponía, asimismo, el reconocimiento de la
existencia de algo semejante a un regalo de azar o de la naturaleza (BROZEK, 1972).
Como señalan VOLTKO Y GUILBUJ (1976) el postulado en el que estaban basados los
tests de inteligencia implicaba la discriminación por clases y razas, contraria a la
ideología igualitaria presente en el ideario Soviético. Vemos, pues, como, subyacente a
las razones políticas sancionadas por el partido oficial de la URSS en la abolición de los
tests psicológicos aparecen otras fundamentalmente ideológicas. Con todas las
dificultades que entrañan la separación entre lo socio-político y lo ideológico, pasemos
ahora a ocuparnos de este último aspecto.
8. Lo ideológico
Si la «revuelta anti-test» comenzó en la URSS ya por los años treinta, tendremos que
esperar a los años cincuenta para encontrar hechos semejantes en países occidentales.
La complejidad y la cantidad de información que existe al respecto hacen imposible que
esta «antítesis» de la evaluación psicológica, tanto en los planos sociopolíticos como
ideológicos, pueda presentarse en toda su extensión. Vamos, pues, a reflejar tan solo
una muestra representativa de estos hechos, procedente del decurso histórico del
Psicodiagnostico en los EEUU, cuya situación por otra parte, representa algo así como
el «gigantismo evaluativo», y en la que la crítica social, desde una perspectiva
ideológica, aparece con más relieve que en otros países occidentales.
39
se efectuaba en base a tests psicológicos. Por su parte, ya en esos momentos, los
instrumentos de diagnóstico clínico se han divulgado de manera extraordinaria
(RORSCHACH, TAT), y están siendo utilizados en hospitales, prisioneros y hasta en
cuarteles de policía, para detectar posibles patologías en los detenidos
40
psicólogos) que ponen de manifiesto el segregacionismo de algunos de estos pioneros
promotores de los «tests», quienes, como TERMAN en 1917, hacían declaraciones anti
igualitarias con un trasfondo geneticista y con el planteamiento de utilización de estos
instrumentos desde una perspectiva eugenésica.
Sea cual fuere el planteamiento de los psicómetras, hay que tener en cuenta que
la evaluación diferencialista, en sí misma, provoca la «discriminación», lo que
necesariamente comporta connotaciones negativas, junto con sentimientos que
envuelven prejuicios y fanatismo. En todo caso, e independientemente del partido que
se tome, los cierto es que los procedimientos de evaluación favorecieron, precisamente,
a las clases dominantes, por lo que resulta obvia la inversión del proceso. En efecto,
sucede así, y, ya en los años cuarenta, se hace patente que a través de los tests se
excluye a «grupos minotarios, pobres, infradotados, mujeres, jóvenes, viejos»
(SUNDBERG 1977, p. 291), en relación con otros que ocupan posiciones de mayor
influencia social.
41
multiplicidad de factores que explicaban la varianza de las puntuaciones de los tests,
muchas de las cuales no tenían nada que ver con los objetivos evaluativos de estos, y
que, sin embargo, no eran tenidos en cuenta (*1). Por su parte, NEWMAN y col. (1927),
EFELS Y col. (1951), BURT (1958) y otros, mantenían el peso fundamentalmente de
la herencia en las capacidades mentales.
1
(*) Irving (1965) resume en seis las causas de la varianza no deseada en las puntuaciones de los test: el
contenido del testimonio, la forma y el estilo del test, la transferencia que tiene lugar entre los ítems
prácticos y los «ítems » que se incluyen en el test cuando el material no resulta familiar, el sesgo
particular educativo y cultural de los «ítems» del test, la influencia motivacional, el error de varianza
(citado por BUTCHER, 1974).
42
El «problema» de los tests psicológicos estaba ya en la calle, y con una aureola
negativa, decisiva para su expansión, y ha sido narrado, por CRONBACH (1975 b) a
cuyos datos nos atenemos. Esto hizo clamar en favor del oscurantismo científico a
psicólogos como GREENWALD (1969) y HYMAN (1969), por entender que la
divulgación científica de «ciertos temas» no hacía más que estimular los estereotipos
sociales. Pero la cuestión sobre las bases genéticas de la inteligencia siguió su curso en
la literatura especializada. Así, JENSEN (1968) defendió estas bases genéticas a través
de los datos obtenidos con los tests. En 1967, en una reunión de la «American
Educational Research Assessment» pronuncio una conferencia en donde puso de relieve
la importancia de la herencia, presentando los resultados en relación con las variables
intelectuales de diferentes grupos. Comenzaba la llamada «herejía Jensenista» con
repercusiones en todo el mundo, y que Eysenck (1973) divulgo en Europa, lo que le
costó entrar a formar parte de la lista de «científicos indeseables» o «profetas de la
sinrazón», elaborada por algunas organizaciones estudiantiles de su propio país, aparte
de algunas agresiones físicas.
43
construidos en base a teorías geneticistas de la inteligencia. Esto ha desembocado,
precisamente en el último eslabón de esta polémica en su vertiente científica, y
concretamente, en el llamado «Bluf Burt». Comenzó con la crítica demoledora realizada
por KAMIN (1974) sobre la obra de Burt y, más concretamente, con un artículo
publicado en el Sunday Times en octubre de 1976 por Gillie, titulado «Crucial date
wasfaked by eminet psychologist», en el que se acusa a Sir Cyril Burt de haber falseado
los datos sobre los que baso su teoría genética de la inteligencia. Este articulo
desencadeno otro múltiples trabajos (entre otros EYSENCK 1977, LAWLER 1978, del
VAL 1977) de revisión crítica de los trabajos de Burt. El «caso Burt» no ha sido cerrado
todavía, sin que podamos saber, por el momento, si se trató de un «descuido» en la
transcripción de los datos, como parece señalar JENSEN (1978), o bien de un flagrante
delito de falseamiento, como defiende McAskie (1978).
Pero, esta visión crítica de las actividades psicodiagnósticas, con ser importante,
no parece haber influido realmente, sobre la propia actividad testológica de los
psicólogos. Pongamos nuevamente un ejemplo: el «Educational Testing Service», uno
de los más importantes centros de aplicación e investigación de Tests, cuya sede se
encuentra en los EEUU, pero cuyas actividades se reparten entre los cinco continentes,
ha testado durante el curso 1977-78 a 7 millones de personas con un gasto de
aproximadamente 72 millones de dólares (E.T.S. 1979). Como vemos, una cosa es la
«revuelta anti test», tal y como ha sido formulada por distintos agentes sociales, y otra,
muy distinta es la realidad social que impone la utilización de tests para la selección e
ingreso en las escuelas, el acceso a los estudios medios, a las facultades universitarias o
a los distintos centros profesionales.
44
Por otra parte, en una reciente investigación presentada por POORTINGA
(1979), en la que se realiza un sondeo sobre el futuro de los test entre psicólogos de 23
países, puede comprobarse como, en el 60% de estos países (la mayoría occidentales),
no más de un 10% de psicólogos están en contra de los tests, y las razones
fundamentales que dan para ellos son de tipo social y ético. El autor concluye, en base a
sus datos, que «el movimiento anti test es un fenómeno transitorio» (p. 4), aunque los
psicólogos deberían estar preparados para justificar ante la opinión pública la utilización
de sus técnicas si pretenden que estas tengan un porvenir real.
9. Síntesis Histórica
Recapitulando, cabe preguntarse ¿Qué nos dicen los hechos históricos hasta aquí
presentados en orden a concretar el objeto del Psicodiagnóstico desde una perspectiva
diacrónica?
45
práctica de las distintas áreas de la Psicología aplicada, sino también en la
comprobación de distintas hipótesis teóricas, diferencialistas o psicodinámicas.
LOS MÉTODOS
46
El hecho de que el Psicodiagnóstico mantenga una doble vertiente, no le hace
desmerecer en absoluto, ya que, a nuestro juicio, el arbitraje de una
metodología que facilite la tarea científica y aplicada del psicólogo es tarea
importante. El problema no está aquí, si no que reside en la construcción de
esas estrategias y técnicas se haya realizado de una manera asistemática, con
falta de toda coordinación entre los datos empíricos obtenidos y de un marco
referencial teórico general. En definitiva, se ha huido con respecto a los
métodos igual que con respecto al concepto de todo planteamiento global e
integrador para dedicarse tan solo, a la depuración de una muy sofisticada y
caótica tecnología.
Pero aún parece necesario realizar una nueva precisión. Si se hizo la distinción
entre el método científico y las técnicas metódicas, también parece necesario
diferenciar este último término del de técnicas. Mientras que las técnicas
metódicas han sido definidas como aquellas estrategias empíricas que se
utilizan en el quehacer científico para la articulación del método hipotético
deductivo, las técnicas son los modos concretos y aplicados utilizados en el
plan ¨metódicamente trazado¨. La distinción está clara y es por lo que nos
referimos en primer lugar a los métodos, para dedicar posteriormente un
epígrafe a las técnicas de mayor utilización en nuestra disciplina.
47
Por lo que se refiere al Psicodiagnóstico y sus técnicas metódicas
comprobamos una vez más, al examinar los textos más importantes, la
confusión reinante, ya que en ellos se incluyen, indiscriminadamente, métodos
y técnicas sin especificar su procedencia. En efecto, repasando la bibliografía
más relevante (ANASTASI 1973. CRONBACH 1971. SZEKELLY 1966.
BARNETTE 1976. KLINE 1973. MALONEY y WARD 1976. Kelly 1967.
PLANCHARD 1976. PERVIN 1975). Encontramos una mixtura difícil de
desenmarañar. Estos importantes evaluadores utilizan el acreditado término de
··métodos··, tanto para nominar técnicas e instrumentos como para encuadrar
estrategias, al igual que para referirse a auténticos enfoques metódicos
(SHAPIRO 1975). Precisando más, los autores de referencia consideran como
propios de la metodología Psicodiagnóstico los siguientes métodos objetivos,
subjetivos, proyectivos, psicométricos, psicofisiológicos, inductivo-deductivo,
observación, entrevista, escalas, inventarios, etc. No son precisamente escasos
los métodos y técnicas propias de la evaluación y el diagnóstico psicológico.
Nosotros preferimos a la hora de hablar de métodos, tener en cuenta tan solo
las tres categorías metódicas antes enunciadas y a las que pueden ser
reducidas las diferentes estrategias utilizadas en Psicodiagnóstico:
Observación. Experimentación y Medición. Por lo que se refiere al cuarto
método citado anteriormente, es decir, la introspección, será incluido en el de
observación por cuanto, en última instancia, supone una variante de este
método.
Por último, quisiéramos hacer referencia en este capítulo a una estrategia que
ha sido utilizada igualmente (HARROCKS 1964) en la Ciencia Natural y que
resulta de particular interés en Psicodiagnóstico. Nos referimos al llamado
··estudio de caso··. Desde luego, en buena lógica, el estudio de casos no
puede ser separado tajantemente de los métodos citados, pero, ya que guarda
particularidades específica en nuestra disciplina, va hacer considerado como
un método más, y en último lugar con el título del Proceso en
Psicodiagnóstico. En él examinaremos la posibilidad de aplicación del método
hipotético-deductivo al estudio psicológico de un sujeto, de suma importancia
para nuestra disciplina.
1. LA OBSERVACIÓN
48
que la observación no requiere manipulación de variables, como es el caso de
la experimentación ni tampoco cuantificación estricta de lo observado.
Muchos son los problemas relacionados con éste método (*) generalización de
los resultados, fuentes de error, utilidad, habilidad y validez, etc. Nuestro
objetivo prioritario va a consistir en responder a una serie de preguntas vitales
a la hora de realizar una observación en Psicodiagnóstico, a saber ¿qué puede
observarse? ¿Quién observa? ¿Cuándo o en qué momento se realiza la
observación? ¿Dónde se produce? Respecto a cuál es el basamento teórico que
conduce la observación, diremos que estará implícito en la primera de las
cuestiones (ARNAU.
¿QUÉ OBSERVAR?
49
observables no son más que documentos que sugieren o confirman la
existencia tras ellos de hechos más interesantes¨ (p. 723).
Ahora bien, para que pueda suponerse que un hecho concreto es una
manifestación de una propiedad hipotética de mayor rango, han de encontrarse
relaciones inequívocas entre lo observado y lo inobservado, a través de las
cuales se compruebe la existencia del atributo inobservado. Queda, pues, claro
que la mayor parte de los hechos importantes en la ciencia no son observables
directamente, sino que han de ser inferidos de acontecimientos perceptibles y
a través de hipótesis contrastadas.
50
auto informe de miedos y el sujeto tiene que expresarnos, en autoobservación
que es lo que piensa, siente o hace, cuando se enfrente ante distintas variantes
de lo temido. Por otra parte, con este mismo ejemplo podríamos utilizar el
Rorschach y si el sujeto diera respuestas de claro-oscuro, movimiento
inanimado, etc., un rorschachista de orientación dinámica hablaría –tal vez- de
¨ansiedad persecutoria¨. Algo parecido ocurriría si le aplicáramos un
cuestionario de personalidad y la conclusión fuera la de que es ¨neurótico¨.
En estos dos últimos casos las respuestas del sujeto han sido tomadas como
¨signos¨ de la existencia de constructos psicológicos, en el primer caso, una
construcción dinámica y, en el segundo, diferencialista. Nos encontramos
frente a dos maneras de ¨hacer¨ Psicodiagnóstico ¨Conductual¨ la primera
¨Tradicional¨ la segunda (ver GOLDFRIED. 1976.
Estos planteamientos hacen que nos enfrentemos con una cuestión sumamente
importante para la psicología actual y, por tanto, para el Psicodiagnóstico. El
hecho de que se defienda.-desde una perspectiva conductual-que han de
tenerse en cuenta las actividades de los sujetos sin inferir de ellas atributos,
que no han sido empíricamente contratados, no quiere decir al menos desde un
enfoque actual no reduccionista que por ¨actividades de los sujetos¨ hayan de
ser entendidas sólo las respuestas manifiestas y a ellas reducir el estudio de la
conducta humana. Si bien es verdad que las conductas encubiertas fueron
rechazadas por el conductismo radical de la primera época, existen
actualmente pruebas abundantes (MAHONEY 1974, MEICKENBAUN 1974,
NATSOULAS 1978 A, B, LACEY y RACHLIN 1978, LIEBERMAN 1979)
de que el análisis científico del comportamiento como ya se dijo en la Primera
Parte de este trabajo se dirige hoy tanto a las respuestas motoras como
fisiológicas o cognitivas. Sin entrar en las razones que han llevado al retorno
del ¨subjetivismo¨ (desde luego de una manera limitada) si conviene referirse
a como son analizadas en. Evaluación Conductual tales respuestas. El hecho
de que una importante parte de las actividades de los individuos sean
encubiertas y privadas, no impide, en un principio, su estudio científico.
Como señala LIEBERMAN (1979), la autoobservación e informe de un sujeto
sobre sus sentimientos o pensamientos no deberían diferir de la observación
externa de sus actividades motoras. El problema en lo fundamental, está en
51
que mientras el primer tipo de comportamiento no siempre puede ser
verificado independientemente, si puede serlo el segundo. La metodología
diferente que requieren las respuestas motoras y las cognitivas se debe a la
naturaleza diferente de ambas. En el primer caso se trata de respuestas
eferenciales y en el segundo de respuestas aferenciales. (RAZRAN 1978,
FERNANDEZ FRESPALACIOS 1979). Las características específicas de
ambos tipos de respuestas hacen necesario distintos tipos de métodos. El
informe verbal después de la autobservación del sujeto sobre sus estados
internos no es más que una manifestación de las respuestas aferenciales del
mismo sujeto, en muchos casos única expresión posible de tales respuestas.
De todas maneras hay que suponer que en el futuro estas respuestas
encubiertas podrán ser estudiadas objetivamente y no solo por la ciencia-
ficción que supone Mc GUIGAN (1978) con una ¨máquina de lectura del
pensamiento¨ si no porque ya existen pruebas empíricas sobre correlatos
fisiológicos objetivamente observables y medibles de determinados estados y
procesos mentales informados por los sujetos (Mc GUIGAN 1978
LIEBERMAN 1979. ADAMS DOSTER Y CALHOUN 1977).
Con todo esto podemos decir que lo que se intenta desde la evaluación
conductual es tomar los inobservables de las conductas encubiertas y hacerlos
observables a través del autoinforme del sujeto. Es decir, se emprende el
estudio de un individuo mediante observación directa e indirecta de las
conductas motoras, fisiológicas y cognitivas. Ello implica tan solo la admisión
de que lo observado puede ser un acontecimiento interno o externo al que se
52
realiza la observación y ya que determinados acontecimientos psicológicos se
producen internamente es necesario y admisible (BENGL, 1976) llegar a ellos
mediante la observación indirecta que supone el mensaje verbal del sujeto
productor y perceptor de dicha actividad encubierta. Desde luego, al admitir
dicha observación indirecta sobre respuestas encubiertas, se realiza una
inferencia hipotética de que existe un acontecimiento privado en el individuo
pero estas inferencias son debidas como ya se ha dicho a la naturaleza propia
de tales acontecimientos.
¿Quién Observa?
53
rigor en las observaciones, puesto que se eliminan o disminuyen importantes
fuentes de error (Fernández Ballesteros, 1979). Por parte el observador puede
participar de distintas maneras en el hecho observado. La mayor parte de las
observaciones en Psicodiagnóstico por un experto observador que está
presente en la situación de observación. Múltiples son las fuentes de error de
la observación en este caso se procedentes tanto del sujeto observado
(reactividad) como del observador (expectativas, entrenamiento, status, etc.)
Por último, la observación puede ser realizada por personas no entrenadas,
allegadas al sujeto de observación y que en muchas ocasiones interactúan
durante la productividad del hecho observado. En este caso, las fuentes de
error se incrementan considerablemente y están en dependencia de otras
variables tales como el tipo de participación, el entrenamiento, la interacción,
lo observado, como de la situación de la observación. Como puede
comprenderse el rigor científico de este método va decrementándose de la
primera posibilidad hasta la última.
Por otra parte, hemos dicho que lo observado pude consistir en un hecho del
mundo interno de un sujeto. En este caso, los autores admiten (Kaplan 1964,
Bunge 1976) la existencia de un método espacial de observación a saber, la
autobservación o introspección cuyo resultado externo es el autoinforme
verbal del sujeto. Es decir, lo específico de las respuestas encubiertas hace
necesario la utilización de la autobservación y autoinforme posterior que
ponga de manifiesto lo encubierto. Pero, la autobservación como método no
solo puede tener por objeto de las respuestas cognitivas internas (como en el
caso de la introspección) sino también puede servir en la medida de las
respuestas motoras o fisiológicas. Así, existen diferentes tipos de autoinforme
como resultado de la autobservación. Vamos a detenernos brevemente en esta
cuestión.
Como señalan Bellak y Hersen (1977), los autoinformes pueden resultar útiles
para recabar dos tipos distintos de información. De un lado, podemos pedir a
un sujeto que observe sus respuestas motoras, fisiológicas y cognitivas, es
decir, lo que hace (por ejemplo: ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?). Como
funciona su sistema nervioso (¿tiene palpitaciones?) lo que piensa o siente
(¿tiene ideas de suicidio?). Lo más importante es que tanto las respuestas
motoras como las fisiológicas pueden verificarse a través de la observación
directa y del registro de las respuestas psicofisiológicas. Por otra parte,
podemos recoger también información de la experiencia subjetiva del sujeto
sobre ese triple sistema de respuestas, es decir cómo evalúa sus respuestas
motoras (¿fuma demasiado?), fisiológicas (¿se siente tenso?), o cognitivas
(¿se siente triste?). En la práctica y fundamentalmente desde el enfoque
tradicional a la evaluación psicológica., se han confundido ambos tipos de
datos. En los cuestionarios y escalas procedentes del enfoque dinámico y
diferencial se han formulado el segundo tipo de cuestiones para inferir de ellas
el primer tipo de datos; es decir, se han recogido hechos subjetivos para inferir
54
hechos objetivos-conductuales. En base a todo lo dicho, no es de extrañar que
los
¿Cuándo observar?
Donde se observa
55
Un último aspecto a través del cual pueden establecerse diferencias en la
observación se refiere a la situación en la que se realiza está y al grado o nivel
de control sobre las variables situacionales presentes. Así podemos hablar de
una observación en situaciones naturales y una observación de laboratorio o
controlada. Nuevamente debemos decir que entre los dos polos (control-no-
control) existen múltiples matizaciones.
56
aquí mencionados cuanto menor grado de participación del observador y
mayor es la naturalidad de la situación observada. Por último los instrumentos
(el con qué de la observación) de registro de lo observado cumplen una
función primordial y serán examinados en el capítulo dedicado a las técnicas
del Psicodiagnóstico.
2. Experimentación
57
Probablemente fue Terman uno de los primeros en considerar los test
psicológicos dentro de la tradición experimental de la Psicología en su
discurso presidencial ante la Sociedad Americana de Psicología. Desde luego
podría considerarse que los test implican, en un sentido laxo, una situación
experimental. Ahora bien, la condición fundamental del método experimental
implica una manipulación de las variables independientes junto con el control
riguroso de la situación. Estas condiciones, en nuestra opinión, no se cumplen
al menos habitualmente en la aplicación de los test y técnicas
psicodiagnósticas.
3. LA MEDICION
58
opiniones semejantes, los científicos de la conducta han tratado, a lo largo de
más de una siglo, de conseguir modelos matemáticos y elaboraciones
estadísticas, a través de las cuales poder investigar y ¨medir¨ los fenómenos
psicológicos. Esto hizo Sorokin tachara de ¨cuantofrénicos¨ a tales
investigadores y exclamar a Bernard: ¨el impulso de medir es una especia de
reflejo condicionado entre los investigadores sociales de preparación
científica¨ (**). Este hecho, referido concretamente a la psicología, ha sido
también duramente criticado por múltiples psicólogos y otros expertos (***).
Así, ANDRESKI (1973) comenta: ¨la obsesión de cuantificación… a inducido
a una porción cada vez mayor de psicólogos a abandonar todas las más
elevadas formas de conductas humanas¨ (p.167). Desde luego, no es este el
lugar para justificar la utilización de la medida en psicología. Ya se ha dicho
que la medición representa una garantía en la investigación y que resulta
complementaria de los métodos científicos; observación y experimentación.
Nuestra intención, en este apartado, es la de constatar la importancia de la
medición en Psicodiagnóstico así como hacer referencia a los principales
problemas que existen en torno a ella.
YELA (1967) señala que son dos los objetivos a la hora de utilizar la medida
en psicología. El primero reside en la voluntad de los psicólogos en formular
los problemas científicos en términos matemáticos. El segundo se refiere, por
una parte, a las relaciones psicofísicas y, por otra parte, a las diferencias
individuales. Es esta segunda meta la que fundamentalmente ha provocado
desarrollos en Psicodiagnóstico.
59
un contexto referencial teórico que les dé cuerpo y significado. Este hecho,
puesto de relieve por FISKE (1971) y otros muchos representa un dato más de
los innumerables que hasta ahora se han presentado y que nos llevan a la
demostración de las carencias de bases conceptuales solidas en
Psicodiagnóstico.
60
Además el problema es que en la medición del Psicodiagnóstico tradicional,
se han utilizado no solo atributos hipotéticos intrapsiquicos si no indicadores
subjetivos de muy difícil objetivación. Es decir se han seleccionado
indicadores subjetivos ( las experiencias subjetivas de los sujetos y escasas
manifestaciones externas), en lugar de haber utilizados indicadores
observables KERHNGER (1675), no parece tener oda la razón cuando dice
que psicología si bien los atributos no son observables si lo son los
indicadores utilizados en su medición por el contrario muchos de los
indicadores utilizados en Psicodiagnóstico tradicional a la hora de medir un
atributo no son ni mucho menos observables.
Tratando de resumir lo dicho hasta aquí y en relación con los atributos que
pueden ser medidos, hay que reiterar lo dicho en el epígrafe dedicado a la
observación, marcando las diferencias teóricas pertinentes. Es decir desde el
modelo conductual a la evaluación psicológica se postula la medición de
conductas cognitivas motoras y fisiológicas sin mediación de constructos
teóricos y cuando se infieren estados internos del individuo esto se hace en
función de la naturaleza de algunas de las respuestas estudiadas. Por otra parte
desde los modelos diferencial y dinámico se miden variables hipotéticas
inferidas en su mayor parte de la experiencia subjetiva del individuo o de
ciertas ejecuciones que son tomadas como indicadores y que no han sido
debidamente calibrados. El problema en este caso, reside en la enorme
proliferación de tales constructos, la falta de principios generales en los que
apoyarlos junto con su escaso valor predictivo y su mínima utilidad
(MISCHEL 1968). Precisamente, frente a estas variables hipotéticas reacciona
Dingle y otros psicólogos, y es aquí, también, donde se centra gran parte de la
polémica sobre la efectividad de la medida en Psicodiagnóstico. El problema
consiste pues, en ponderar ¨la realidad en base a la evidencia recogida de los
tributos que se intentan medir¨ (NUNNALLY 1973, p.21). FISKE (1971) ha
señalado como esta importante cuestión. Está relacionada con una escasa
interacción entre los conceptos teóricos de la personalidad y los hallazgos
empíricos, sobre todo, cuando estos hallazgos no están de acuerdo con las
hipótesis previamente formuladas, lo que sucede en no pocos casos, en la
investigación Psicodiagnóstico. De todas formas probablemente se llegue en
el futuro a demostrar la existencia de algunas ¨dimensiones básicas¨
(LONDON Y EXNER 1978), pero por el momento, esto no puede decirse que
sea así. A pesar de todo esto y puesto que un área importante de
Psicodiagnóstico tradicional se dirige a la medición de atributos o
dimensiones psicológicas, conviene detenerse, aunque sea brevemente en las
estrategias más utilizadas a la hora de depurar los dispositivos de medidas de
tales construcciones.
61
tradicional. Estas tres estrategias son las siguientes: 1) Estrategias Racionales.
En principio, según KELLY, las estrategias racionales podrían ser divididas
en dos. Por otra parte, los planteamientos de ¨sentido común¨ (no teóricos), a
través de los cuales los seres humanos evaluamos a nuestros semejantes al
observar su comportamiento (de manera informal), haciéndoles ciertas
preguntas. Etc. Como técnicas concretas, desde este tipo de enfoque racional,
pueden ser citados, como ejemplo, el Q-Sort y la entrevista, entre otras.
Por otra parte, existen estrategias racionales en las que ¨toda decisión esta
presumiblemente fabricada en base a un esquema teórico de la personalidad¨
(KELLY 1967, p. 29). Es con arreglo al marco referencial teórico como se
decide tanto la variable o característica que debe ser estudiada, la ponderación
de las conductas base, implicadas en esa característica, como de qué manera
han de ser elecitadas las respuestas. Como ejemplos podrían ser citados la
Escala de Valores de Allport-Vernon, el Test de Apercepción Temática de
Murray y el Test de Constructos Personales de Kelly, entre otros muchos. 2)
Estrategias Empíricas. En contraste con las racionales, los psicólogos
partidarios de las estrategias empíricas están en total desacuerdo con efectuar
inferencias basadas, tanto en el sentido común como en presupuestos teóricos
apriorísticos. Para ellos, tanto las conductas de las que se infiere las
características psicológicas como los distintos pesos que deben ser
adjudicados, deben ser establecidos empíricamente. Por ejemplo, Hattaway y
Mc Kinley construyeron el MMPI en base a este tipo de estrategia al medir el
grado en el que las personas ¨testadas se parecían (en una seria de respuestas)
a las dadas por los sujetos ¨normales¨ o a otros grupos de sujetos ¨anormales¨.
62
Hasta ahora en medición se ha hecho referencia tanto a los atributos como a la
estrategia habitualmente utilizada para medirlos en Psicodiagnóstico. Pero la
definición de medida hacía también referencia de unas ciertas reglas a través
de las cuales realza la operación de medir.
63
fijado previamente el universo de conductas que quieren evaluarse ni se hayan
muestreado éstas en forma conveniente.
64
estatus-socioeconómico, currículo académico, años de hospitalización (en el
caso de investigaciones clínicas), así como obras variables procedentes del
sujeto que involucran los datos obtenidos y atentan contra la generalización de
los resultados de tales instrumentos de medida ( GARFIELD, 1978) .
Hasta aquí una sumaria revisión de los más importantes problemas que se
encuentran en torno a la investigación sobre medición en Psicodiagnóstico y
que determinan la gran cautela con la que deben ser utilizadas tales medidas a
la hora de tomar decisiones en base a ellas (ver FLAUGHER, 1978).
8. PROCESO-FICHAJE
4. El proceso
Hasta ahora nos hemos venido refiriendo a las técnicas metódicas utilizadas en Psicodiagnóstico
comunes a otras disciplinas científicas. Sin embargo hemos dejado casi totalmente fuera de que
podría ser considerado como una estrategia esencial para nosotros a saber el procedimiento
empleado durante el proceso evaluador y diagnóstico Salvo raras excepciones (PELECHANO
1975. GOUCH 1971. MALONEY y WARD 1976. SUNBERG 1977. CONE y HAWKINS
1977), en la bibliografía especializada no se trata este proceso con la rigurosidad que requiere.
El propio concepto de Psicodiagnóstico tal y como fue definido en la primera parte de este
trabajo hace referencia a este proceso evaluador; por tanto, las estrategias utilizadas por los
psicólogos en el nos parecen importantes desde un punto de vista metodológico.
GUILLAUMIN (1970) en una obra monográfica sobre este tema, resalta como la exploración o
el examen psicológico no debe entenderse como una <<aplicación de test>>(a pesar de que así
es visto por una parte de psicólogos y otros especialistas afines) sino que entraña en si mismo lo
que sería parangonarle en las Ciencias Naturales con el <<estudio de caso>>. El proceso
evaluador implica también una observación controlada con un observador participante,
observación que puede ser considerada como intensiva y que cuenta con una serie de frases
previamente establecidas. También, durante dicho proceso puede requerirse la utilización del
método experimental (SHAPIRO 1975) a través de diseños de caso único vemos pues que la
aplicación de test, es decir, de instrumentos de medida supone tan solo una posibilidad entre
65
otras muchas. Es decir un psicólogo implica un proceso a través del cual el psicólogo realiza el
estudio científico de un sujeto.
Dentro del análisis de este tema nos encontramos con dos vías de acercamiento
complementarias. De una parte, en el proceso evaluador intervienen una serie de variables que
han de ser controladas o al menos tenidas en cuenta. Por otra parte se requiere un estudio de las
fases del proceso y que estas correspondan al procedimiento científico. A continuación vamos a
presentar estos dos grupos de cuestiones.
La dificultad del tratamiento de estos aspectos hace que nos refiramos tan solo a algunas
evidencias empíricas en torno a las variables que intervienen en dicha relación.
Por otra parte, una importante fuente de investigación ha sido hallada por los psicólogos
sociales en la indagación sobre comunicación interpersonal. No obstante tampoco vamos a
presentar aquí tal evidencia ya que implicaría una dispersión en la presentación del problema.
Vamos pues a centrarnos en las investigaciones realizadas en nuestro propio campo y en algunas
procedentes de la psicología experimental con las relacionadas. Existen múltiples intentos de
clasificación de las condiciones que intervienen en el proceso psicodiagnóstico (GUILLAUMIN
1970, WEBB 1976, MASLING 1960). Tratando de presentar los datos empíricos de la manera
más clara posible, vamos a encuádralos con arreglo a una triple clasificación: a) por parte del
evaluador; b) por parte del sujeto evaluador y c) por parte de la situación de exploración.
Ante todo hemos de decir que es sumamente difícil separar las variables que proceden del
evaluador de las procedentes del sujeto evaluado, ya que unas y otras interactúan en el proceso
psicodiagnóstico; no obstante, vamos a intentar una exposición separada que siempre resultara
más didáctica.
66
razones, y que esto no quiere decir que en Psicodiagnóstico no se utilice el método
experimental.
Pero, lo que esta claro es que ambas situaciones son semejantes en el sentido de que
suponen una relación interpersonal estrecha (evaluador-evaluado o experimentador- sujeto
experimental) de parecido carácter. En base a este van a ser presentados algunos datos
transvasarles del campo experimental al Psicodiagnóstico.
67
Una importante cuestión reside en si el examinador puede modelar la conducta del sujeto,
es decir, si este tiende a imitarle. MARWIT (1969) encontró correlaciones significativas en
cuatro dimensiones testadas entre los experimentadores y sus respectivos sujetos. Por el
contrario SHULMAN Y SILVERMAN (1972) encontraron correlaciones negativas entre la
conducta de los experimentadores y sus sujetos. Estos resultados inconsistentes son explicados
por SILVERMAN (1977) con la suposición de que en el << modeling>> se producen dos
procesos distintos, uno propiamente del modelamiento y otro de anti-modelamiento y que
ambos están en dependencia de la supuesta identificación del sujeto en relación con el
examinador o experimentador.
De todas formas como señala GUILLAUMIN (1970), la propia presencia o ausencia del
psicólogo constituye una variable que condiciona otros modos de acción. La evidencia empírica
existe demuestra que si bien la presencia del evaluador puede representar una fuerza inhibidora
(VAN KRIVELEN 1954, BERNSTEIN 1954) en los sujetos en la ejecución de tareas creativas,
su ausencia implica un bloqueo en las tareas en las que se requiere un rendimiento
cuantitativamente expresado (FONTAINI 1956).
Por otras partes, el nivel de entrenamiento del psicólogo que emprende un examen
psicológico es unas variables modificadoras importantes. En un experimento realizado por
BENASSY-CHAUFFARD se constato que el entrenamiento del psicólogo neutraliza por así
decirlo otras características de personalidad de este que como veremos van a influir en las
producciones de los sujetos evaluados. Esto mismo se confirma con la evidencia suministrada
por WILLIMAN y EERICKSON (1977) de que el entrenamiento del observador es una de la
variable de mayor influencia en la fiabilidad de sus observaciones.
Aparte de las habilidades que el evaluador haya adquirido no cabe duda que sus
características actitudinales pueden influir en los resultados por los obtenidos. Así PERRON
(1956) han demostrado en una situación de exploración, como lo que el llama el factor
<<represivo>>, influye en el rendimiento de los sujetos evaluados, ZAZZO (1965) señala que la
<<vigilancia extrema del examinador provoca en el sujeto inhibición, tanto en su ejecución
como en su actitud general frente a la exploración. De sobra son conocidas las investigaciones
de MILGRAM (1967) con respecto a la influencia del investigador sobre la obediencia
destructiva de los sujetos. Por otra parte, en un trabajo de LORD (1950), se puso de relieve la
influencia de características del examinador tales como <<masculinidad>> y <<femineidad>>
actuaban selectivamente en los sujetos examinados, varones y hembras. No obstante, hemos de
ser cautos al generalizar la influencia de determinadas características del evaluador sobre l
situación de exploración dado el problema, ya mencionado, en torno al autentico valor científico
de los rasgos.
Por último, una fuente de influencias la constituyen lo que podemos llamar características
físicas del examinador. En principio, no existe clara evidencia de que la raza de este influya en
los resultados de la exploración. Mientras que Guillaumin revisa cierta evidencia al respecto.
SEDLACEK y BROOKS (1972) demuestran que nos existen diferencias significativas en los
resultados de la exploración con examinadores de distintas razas. Como comenta GUILLAMIN
(1970) la dificultad de constatar este aspecto probablemente es debida a la imposibilidad de
desgajaresta característica (raza) de otras tanto físicas como psicológicas. También encontramos
evidencia contradictoria con respecto a la influencia que ejerce el sexo del examinador
HOLIMAN y MADR (1966) demostraron que en tareas de resolución de problemas llevadas a
cabo por un experimentador masculino que explicaba el objetivo del experimento a los sujetos
68
que consistía en demostrar que las mujeres eran tan capaces en estas tareas como los hombres se
producía un incremento en la resolución positiva de problemas mientras que si esto mismo era
llevarlo a cabo por un experimentador femenino, se obtenían resultados contrarios. Otro ejemplo
claro de las influencias del sexo del examinador en el comportamiento de los sujetos en el
proceso psicodiagnóstico los constituye el trabajo de NELSON y CLARK (1954) en el que se
pone de manifiesto que ante evaluadoras, los sujetos masculinos se inhiben de dar respuestas
sexuales en el Rorschach, mientras que sucede lo contrario con sujetos femeninos. Así mismo,
el aspecto físico del examinador parece construir una variable a tener en cuenta CHAPMAN y
BRELJE (1969) utilizando dos tipos de experimentadores en razón de su apariencia externa uno
convencional y otro no-convencional, obtuvo resultados muy diferentes en las respuestas de los
sujetos frente a estímulos sexuales.
Todo lo dicho hasta aquí conviene matizarlo teniendo en cuenta que las supuestas
influencias dependen del tipo de tarea encomendada, el momento del proceso así como de las
propias características del sujeto en exploración.
Ante todo hay que resaltar, como hace Silverman que el sujeto en la situación experimental
o de exploración se encuentra en el territorio (al menos habitualmente) del experimentador o
evaluador en una situación extraña en la que necesariamente ha de asumir comportamientos
forzados propios de su rol como << sujeto-en-examen>>. En definitiva, es una situación atípica
y puede llevarle a presentar conductas atípicas. Este rol de sujeto experimental lleva consigo
una serie de actitudes que ANDERSON (1930) considero como <<actitudes de laboratorio>>
procedentes de tener que estar <<alerta>> frente a la observación critica que esta realizado el
evaluador sobre el ROSENZWLIGH (1933) considero que el <<orgullo>> y la <<sumisión>>
eran las más importantes características que aparecían en los sujetos en las situaciones
experimentales. No obstante cara a nuestro tema, el punto más relevante es el resaltado por
RIECKEN (1962) que enfatiza el hecho de que los sujetos desean presentarse así mismo de la
manera más favorablemente posible. Esto hace referencia a una de las mayores fuentes de
invalidez de nuestros instrumentos, es decir la <<deseabilidad social>>. La deseabilidad social
se refiere a la tendencia por parte de los sujetos a presentarse haciendo suyas las características
más deseadas o aprobadas por su grupo social. Ya ROSENZWHGH (1933) hizo referencia a
este importante aspecto al describir las <<características demandadas>>, pero no fue hasta la
década de los cincuenta cuando cobro carta de naturaleza en la Evaluación Psicológica con los
trabajos de EDWARDS (1957). Este autor puso de manifiesto como gran parte de los
cuestionarios de medida de variables de la personalidad presentaban una importante fuente de
error al explicar gran parte de la varianza total ya que los sujetos respondían a estos test mas en
función de lo que suponían era aceptable socialmente que con arreglo a sus verdaderos
comportamientos en la vida real CROWNE y MARIOWE (1960) relacionaron la deseabilidad
69
social con la necesidad de obtener aprobación o desaprobación o ambas. También en intima
relación con este punto estarían los llamados <<estilos de respuesta>> la << sinceridad>> etc.
Bien es sabido que una gran parte de Cuestionarios de Personalidad han tratado de paliar estas
fuentes de error con la inclusión de nuevas Escalas. No obstantes esto no abarca la totalidad de
instrumentos de evaluación y no se ha estudiado lo que esas variables pueden influir en los
resultados de la exploración en su conjunto.
Indudablemente los niveles motivacionales con los que el sujeto se enfrenta a la situación
de exploración son importantes. El hecho de la <<voluntariedad>> o no de su presencia, es
decir si le han obligado a visitar a un psicólogo o lo hace voluntariamente parece un dato
sumamente importante. En líneas generales podemos constatar que los sujetos voluntarios
suelen mostrarse más responsivos frente al psicólogo evaluador y frente a la situación de
exploración, influyendo en ellos, en mayor medida, el examinador. En los sujetos no-
voluntarios pueden acrecentarse por su parte actitudes contrarias al examinador, así como las
propias características que pueden falsear los resultados (tendencia al falseamiento, negativo,
etc.).
De entre las características físicas de los sujetos evaluados, la edad y el sexo parecen ser las
más decisivas. PIERRON y ZAZZO (1950) han demostrado que cuanto menos es la edad de los
sujetos, existe una mayor influencia en estos del comportamiento del examinador en variables
tales como presión vigilancia, etc. Por otra parte, el sexo parece ser también importante; los
sujetos femeninos parecen ser más sensibles (ZAZZ0 1965) ante la situación de exploración y
más concretamente ante los refuerzos positivos por parte del examinador. Por último, el
conocimiento que el sujeto tenga de la situación de exploración en su conjunto o bien de ciertos
instrumentos en ella utilizados influye obviamente en los resultados (GUILLAUMIN 1970).
6. Variables de la situación
La evidencia empírica en este punto procede de muy variadas perspectivas. De un lado podemos
citar aquella en la que se investiga la influencia de un tratamiento experimental previamente
suministrado a los sujetos antes de comenzar el proceso evaluador y por otra parte, contamos
también con los trabajos que tratan de precisar la repercusión de las variables situacionales que
se dan <<naturalmente>>.
De entre las primeras, cabe destacar los efectos de las frustraciones previas a la situación de
exploración como lo han demostrado entre otros. Mc CHHLAND (1951) FRANKLIN Y
BROZEK (1949), LINDZEY (1954). Dentro de esta misma línea GUILLAUMIN (1970)
comenta como el haber experimentado previamente la situación de exploración negativamente
70
conductual a unos resultados muy parecidos. Un trabajo que demuestra tanto la importancia e
influencia del examinador como de la situación previa y actual es el de EXNER,
ARMBRUSTER y WILLMAN (1978), en el que se pone de manifiesto como el conocimiento
previo que el sujeto tiene del psicólogo rorschachista (y si fue su terapeuta por tres meses) y el
lugar en el que se realiza la aplicación modifica significativamente las respuestas que se dan
ante las laminas del Rorschach.
Por otra partes, hay que consignar la importancia del material del examen utilizando
(GUILLAUMIN 1970). La consigna, el tiempo dado, la vulnerabilidad de las pruebas
(DICKSTEIN y KEPHART 1972) son lógicamente condiciones que influyen en los resultados
del proceso evaluador y ha sido resaltado por los investigadores en los resultados del proceso
evaluador y ha sido resaltado por los investigadores de los instrumentos a la hora de probar su
fiabilidad.
Por último, las propias características físicas del lugar donde se efectúe la exploración
psicológica parecen influir en el proceso. Se ha demostrado ampliamente por psicólogos
ecologistas (MOOS 1974), como el ambiente físico influye en el comportamiento de los sujetos
en el congregados. Un ambiente agradable, una luminosidad adecuada, espacio físico suficiente
junto con ausencia de estímulos que puedan incrementar distraibilidad del sujeto son
condiciones necesarias para realizar un adecuado psicodiagnóstico.
Cuadro 29
71
4. Características físicas:
-sexo
-edad
Por parte de la situación 1. Situación previa
2. Características del material:
-consigna
-tiempo
-información
-vulnerabilidad
3. Ambiente físico:
-variables ecológicas
72
posible, recabando datos fidedignos sobre las circunstancias ambientales que aparecen
ligadas a los trastornos que presenta.
Los datos recogidos procedentes de la información del sujeto de otras personas y
de la propia situación de exploración permiten que el psicólogo pueda pasar a la
segunda fase del proceso.
73
relaciones funcionales entre su insatisfacción familiar y sus déficits cognitivos, patrones
inadecuados de ambiente familiar, etc.
Es decir en nuestra deducción de conclusiones aparecerán formulaciones sobre
diversos tipos de comportamiento. De una parte se suponen actos y procesos
correspondientes a los sistemas biológicos y conductual del sujeto.
De otra tendrán que tenerse en cuenta las variables ambientales pertinentes propias del
sistema microsocial.
4. Fase 4. Verificación.
74
Dependerá en cada caso del manejo obtenido sobre la o las conductas evaluadas
para que pueda realizarse una mera descripción y predicción del sujeto o bien, en el
supuesto de haber hallado consistentes relaciones funcionales entre las respuestas
evaluadas y determinadas variables situacionales, poder efectuar una explicación de la o
las conductas exploradas. Por otra parte dependerá de los objetivos de los objetivos del
sujeto en evaluación, así como de los resultados de la misma, la propuesta, o no, de
realización de una determinada intervención psicológica.
En el diagrama que sigue se presenta un resumen de lo dicho hasta aquí.
Con independencia de una metodología global que permita la evaluación al servicio de
las necesidades de investigación y práxicas de la Psicología, existe también la
posibilidad de que el método científico sea aplicado al propio procedimiento
psicodiagnóstico, para lo cual se requiere no sólo la viabilidad de aplicación de dicho
método sino el control de las variables intervinientes en el proceso evaluador que
pueden desvirtuar los resultados generales obtenidos. Esto se aplica fundamentalmente a
un Psicodiagnóstico de corte clásico (llamémosle pasivo) en el que la intervención del
psicólogo evaluador termina con la orientación y toma de decisiones; pero si se tratara
de un psicodiagnóstico en el que la evaluación no es sino un paso para una concreta
“intervención” o “tratamiento” psicológico nuevamente el rigor científico experimental
vuelve a poder aplicarse. En este caso el proceso que acabamos de presentar seria el
antecedente necesario para la selección de variables dependientes e independientes que
utilizar en un tipo de diseño experimental de caso único (HERSEN y BARLOW 1976,
KAZDIN 1978). La enorme ventaja desde esta evaluación activa o conductual está en
que las hipótesis explicativas formuladas (en base a las relaciones funcionales
establecidas entres la/s conducta/s problema y ciertas variables ambientales) pueden ser
verificadas experimentalmente en la medida en la que el tratamiento (variable
independiente) elegido surta los efectos supuestos sobe la/s conducta/s problema
(variable/s dependiente/s) (BIJOU Y PETERSON, 1971).
Con todo lo dicho en este apartado esperamos haber demostrado que el proceso
en psicodiagnóstico puede adecuarse perfectamente a los planteamientos científicos
contradiciendo a los que opinan que éste es más un arte que una ciencia.
75
DIAGRAMA DEL PROCESO EN PSICODIAGNÓSTICO.
1. OBSERVACIÓN E INFORMACIÓN.
4. VERIFICACIÓN
INDIVIDUO SITUACIÓN
BIOLOGÍA PSICÓLOGO
CONDUCTA SUJETO
INSTRUMENTOS
INSTRUMENTOS
TEST
ANÁLISIS DE RESULTADOS
CONTRASTACIÓN NO CONTRASTACIÓN
76
Las Técnicas.
77
acercamiento tecnológico a la metodología científica básica. 3) Permite la consideración
del material de las técnicas o tests en cuestión según los criterios establecidos por
CAMPBELL (1957) (*). 4) Se consigue también una integración de los datos en
función de las estrategias utilizadas en su construcción.
No obstante, la clasificación de Pervin no permite una diferenciación ni
procesual ni finalista. Es decir, a través de ella será difícil integrar tanto los procesos
psicológicos evaluados como los objetivos del Psicodiagnóstico. La omisión de estos
aspectos no nos parece tan relevante como la integración teórica y metodológica. Esta es
la razón por lo que hemos adoptado dicha clasificación.
Pasamos ahora a la descripción de las técnicas y tests más utilizados en
Psicodiagnóstico, encuadrados en cuatro categorías fundamentales: Psicométricas,
Proyectivas, Subjetivas y Objetivas.
1. Psicométricas.
78
se basan o sobre otras condiciones que puedan restarle validez sino sobre la
naturaleza de los propios constructos por ellos evaluados, así como de las
habilidades básicas subyacentes. La proliferación de “características” y de técnicas
para “”medirlas” han llegado a ser tan desmesuradas que una reflexión y autocrítica
constructiva se hacen absolutamente necesarias.
2. Proyectivas.
79
rigor entre las técnicas Objetivas en el caso de que las respuestas de los sujetos ante sus
láminas fueran utilizadas como una “muestra” de conducta perceptiva. La investigación
en este sentido se hace totalmente necesaria.
En la mayor parte de estos instrumentos también existe junto con el sustrato
racional-teórico dinámico, un bagaje más o menos nutrido de evidencia empírica que
por desgracia y en la mayor parte de los casos, es incongruente.
Centrándonos en algunas de las técnicas más utilizadas, como el TAT y el
Rorschach, la discusión actual plantea tres importantes alternativas. De un lado si el
valor principal de estas técnicas está en los contenidos verbales que incitan en el sujeto
por lo que el análisis debería recaer sobre la investigación de tales contenidos
(SARASON 1972 ARONOW REZNIKOFF Y RAUCEWAY, 1979). Por otra parte
otros autores piensan que la investigación debe recaer más bien en el análisis de los
estímulos y su calificación apoyándose en presupuestos cognitivistas (FOULKERSON
1965 EPSTEIN 1966). En este caso las respuestas de los sujetos deberían ser analizadas
en función de los estímulos. Por último tal vez la más nutrida fuente de trabajos esté en
el intento de presentar evidencia empírica suficiente de tales técnicas (EXNER1974,
1978) a través de un basamento psicométrico. En definitiva y sin intentar profundizar en
modo alguno en estas cuestiones lo que sí está claro es que en los últimos años se está
intentando desproveer a gran parte de estas técnicas de sus concatenaciones dinámicas,
fundamentalmente por la falta de rigor metodológico de sus planteamientos. Lo que se
está produciendo es un número cada vez más crecido de estudios a través de métodos
experimentales y correlaciónales, tanto del material de las técnicas como de las
categorías de respuesta que son posibles.
Las técnicas proyectivas se dirigen, en líneas generales a la evaluación de las
funciones prácticas y cognitivas implicadas en el sistema conductual de nuestro modelo.
Por otra parte, en los últimos años se han desarrollado instrumentos dirigidos a la
evaluación de algunos d los subsistemas relacionales (por ejemplo el “Group
Personality ProjectiveTest” de Cassel y Kahn).
3. Subjetivas
Incluimos en esta categoría técnicas de muy distintas índole. Fundamentalmente nos referimos
aquí a instrumentos cuyo material no está estandarizado y su corrección no es objetiva. El
sustrato teórico también es vario y oscila entre enfoque fenomenológicos--- como en el caso de
algunos tipos de entrevista y el análisis de documentos personales y las teorías cognitivas, como
en el caso de REP de Kelly (1955).
80
ella se obtienen. No obstante, en la actualidad (MITTLER 1973, SARASON 1976,
PELECHANO 1976, SUNDBERG 1977), existe la opinión muy generalizada de que representa
uno de los principales instrumentos de carácter general en nuestra disciplina, ya que de un lado
abarca muy distintos ámbitos del diagnóstico y la investigación psicológica y, de otro, es
necesaria---aunque sea mínimamente den toda evaluación psicológica (recogida de información
personal del sujeto/s).
MATARAZZO y WIENS (1972) definen la entrevista como “una forma de conversación entre
dos o más personas, comprendidas en una interacción verbal y no verbal con una finalidad
previamente establecida” (p32). Tanto si tomamos esta definición como cualquier otra, la
entrevista entraña una serie de características: 1) Se refiere a un intercambio cara a cara entre
una o más personas en el que una de ellas trata de obtener información de otra y otras. 2) Existe
un objetivo previamente establecido (diagnostico, orientación, selección, investigación, etc.) 3.
Existen diferentes roles en este proceso interactivo 4. Estos roles están en relación con que el
entrevistado es el que provoca información del entrevistado o entrevistados. Los psicólogos se
han preocupado de hacer distintas clasificaciones de esta técnica (MATARAZZO y WIENS
1972. MACCOBY y MACCOBY 1959, BERSOFF y GRIGIER 1971), que suelen hacer
referencia a los distintos niveles de estructuración, a los objetivos de la misma o bien a la
posibilidad de manipulación cuantitativa de los resultados. Los últimos trabajos sobre la
entrevista (POPER 1979) demuestran cómo se está avanzando de manera importante y por
tanto, parece posible que en el futuro se consigan de ella datos fiables y válidos.
Por último, puede ser incluida entre las técnicas subjetivas construidas a partir de estrategias
racionales teóricas, el REP de Kelly y el Diferencial Semántico de Osgood. El “Role Construct
Repertory” de George Kelly (1955), basado en la teoría de los constructos personales del mismo
autor tiene como objetivo detectar las construcciones que los sujetos usan para definir
interpretar o calificar su entorno y a las personas importantes en él. Por su parte, el Diferencial
Semántico de OSGOOD (1957) evalúa las reacciones de los sujetos frente a palabras y
81
conceptos estímulos en términos de estimaciones sobre escalas bipolares definidas por
adjetivos. Ambos instrumentos presentan un gran valor no solo clínico, sino y tal vez ese sea el
principal mérito en la investigación psicológica de las más variadas vertientes.
4. Objetivas
El término” test objetivos” ha sido utilizado por gran parte de autores (ANASTASI, 1973) para
encuadrar los test antes clasificados como psicométricos en virtud de su “objetividad” en las
frases de corrección y puntuación y la tipificación de su material. Pervin, Catell, Butcher y otros
psicólogos prefieren calificar de “objetivos” aquellos instrumentos en los que el sujeto no puede
manejar sus respuestas a voluntad. Hundleby (1973) ha definido los test objetivos como “los
procedimientos…basados en las respuestas a estímulos específicos o grupos de estímulos,
siendo su característica esencial que le sujeto no puede modificar sus respuestas
voluntariamente” (p.66). CRONBACH denomina a estos test de “ejecución” y otros autores
como EYSENCK (1959) prefieren el término “test de conducta”. El apelativo de “objetivo”
procede directamente de Cattell (1950) habiéndose generalizado el termino en los últimos años
y siendo comúnmente empleado en las bibliografías actual. Las características más importantes
de estas técnicas son las siguientes: 1) El sujeto no percibe, necesariamente, la finalidad o la
implicación de sus respuestas; es decir son técnicas enmascaradas. 2) El sujeto no puede evitar
responder, en la mayoría de los casos, ni modificar voluntariamente su comportamiento ante
ellas, es decir son involuntariamente 3) El material utilizado es estructurado. Los principios del
aprendizaje y los procedentes de la Psicología cognitiva surgen de basamento teórico a estas
técnicas que a su vez se apoyan fundamentalmente en una metodología experimental.
Dos son los problemas fundamentales a la hora de considerar esta técnica. Por una parte, su
enorme diversidad impide un balance homogéneo de todas ellas. De otra, el hecho de que sus
puntuaciones se hayan efectuado inferencias utilizándolas como medidas de “constructo” con
toda la problemática (repetidamente tratada) que esto encierre.
Por otra parte, incluimos en este apartado otra serie de instrumentos de observación que
consisten en códigos de registro a través de los cuales obtener medidas objetivas sobre las
conductas manifiestas de los sujetos. Los psicólogos, como otros científicos, han desarrollado
procedimientos de observación sistemática, tanto dirigidas a situaciones naturales como a
situaciones artificiales. En la actualidad existe un sin número de test situacionales con distintos
82
grados de estructuración para realizar la observación en contexto controlados. También se han
elaborado procedimientos de evaluación sistemática para situaciones naturales, comprobándose
altos índices de fiabilidad interjueces cuando se cuenta con precisas guías de observación y se
controlan otras fuentes de error (FERNANDEZ, BALLESTEROS 1979).
Cuadro 30
83
Epilogo
Futuro de la metodología en psicodiagnóstico.
Hasta ahora hemos examinado más frecuentemente en nuestra disciplina. Como en lo referente
al concepto, se ha podido apreciar el actual momento crítico por el que está pasando el
Psicodiagnóstico. Según Wischner (*), estamos en un momento clave que podría ser definido
como de “evaluación de la evaluación”.
Cabe preguntarse ¿Cuáles son las principales vías de desarrollo por las cuales discurrirá la
metodología futura? Mc REYNOLDS (1975) divide la actual evaluación psicológica en dos
tendencias que él considera opuestas. De un lado una tendencia “conservadora” a través de la
cual se siguen utilizando las técnicas tradicionales desarrolladas a lo largo de los cien años de
vida del Psicodiagnóstico. De otra parte una tendencia “innovadora” desde la que se trata de
desarrollar nuevos planteamientos metodológicos. En este mismo sentido. SENDBIRG (1977)
opina que “es de crucial importancia desarrollar mejores criterios” (p 286) para el
establecimiento y la construcción de técnicas de evaluación, así como para enjuiciar la validez y
efectividad de los métodos tradicionales (o conservadores) y todo ello junto con la necesidad de
un enriquecimiento global de los programas de evaluación.
Trataremos ahora de presentar los avances últimos en estas áreas de desarrollo que deberán
servir de marco para futuras perspectivas.
En segundo lugar, el enorme esfuerzo que desde la Evaluación Conductual se está haciendo
con la elaboración de medidas de autoinforme, de observación y a través de los registros
psicofisiológicos. La Evaluación Conductual viene entroncando claramente al Psicodiagnostico
con la Psicología experimental, posibilitado por los avances en los diseños de caso único
(HERSEN y BARLOW. 1976. DAVUDSON Y COSTELO. 1969). CONE y HAWKINS
(1978) KEEFE, KOPEL Y GORDON (1978). Mc REYNOLDS (1975) considera que una
fuente importante de desarrollos dentro de este enfoque está en el desarrollo de procedimientos
84
de observación. Técnicas concretas de observación están siendo depuradas, tanto en ambientes
naturales (entre otros los trabajos de WEICK 1968, LAMBERT et al. 1970, GOTTMAN 1974,
PAUL et.al.1972, LEWINSHN y SCHAFFER 1971), como en situaciones artificiales de
laboratorio (entre otros, SANTOESTEFANO 1968, ARKOWITZ et al.1975. MAC DONALD
et al. 1975). Dentro de estas elaboraciones parece conveniente añadir el desarrollo de los test
situacionales y la practica controlada del “role-playing”, cuya solera es grande( O,S,S, 1948),
pero cuyo auge está llegando a ser importante en los últimos años con los trabajos de KAZDIN
1974, GOLDFRIED 197. BERNSTEIN y NIETZEL 1973 y otros muchos.
En tercer lugar, la tendencia actual se extiende a la evaluación de los sujetos en los subsistemas
relacionales, es decir, en los grupos de los que forman parte. Desarrollos últimos permiten
realizar el Psicodiagnostico de un sujeto con su pareja, su familia, su escuela, etc. Todo esto va
encaminado a la evaluación del hombre en su contexto que, como señala SUNDBERG (1977),
ha sido ignorado durante casi toda la existencia de la evaluación y el diagnostico psicológico.
Esta tendencia corresponde a una preocupación, lógica de la Psicología actual, de dar cuenta de
la interacción de los sujetos con su ambiente. Según JORDAN (1972), durante el quinquenio de
1968 a 1972 se han producido más publicaciones, en el campo de la Psicología sobre el tema
“Hombre. Contexto” (dentro de una perspectiva ecologista) que las producidas durante las
décadas anteriores. Por lo que se refiere a nuestra disciplina, parece sorprendente que no se
hayan arbitrado procedimientos de evaluación para la constatación de la interacción de las
variables individuales con las situacionales y ambientales. Es tan solo en el último decenios
cuando se han llevado a cabo serios intentos de evaluación ambiental con los trabajos de
MUSCHEI (1968), ENDLER y HUNT (1966), ELLETT y BERSONFF (1973), SUNDRERG
(1977), HUNT(1975) y otros.
Dentro de esta misma línea cabe encuadrar la evaluación de los que SUNDBERG (1977) llama
“aptitud frente al tratamiento” (p.287). Por su parte CRONBACH (1975) puso de relieve la
importancia de constatar las diferencias individuales en cuanto a la “preparación” o “tendencia”
con las que el sujeto se encara al tratamiento o situaciones de aprendizaje. Los psicólogos
behavioristas han detectado la importancia de estas diferencias individuales a la hora de aplicar
sus paradigmas. Como señala SUNDBERG (1977), algunas personas aprenden mejor en
situaciones estructuradas; otras, sin embargo, requieren situaciones no estructuradas; con unas
es preferible actuar con refuerzos parciales, mientras que con otras resulta más efectivo el
refuerzo continuo. Estas diferencias han de ser tenidas en cuenta a la horade recomendar un
tratamiento o intervención psicológica, estos aspectos, aunque menos desarrollados que los
anteriores, también están preocupando a los psicólogos evaluadores; prueba de ellos son los
propios trabajaos de CRONBACH (1975) y HUNT (1975), que están intentando adecuar los
programas de evaluación a la situación específica de cambio con vistas a la toma de decisiones
con respecto al sujeto en evaluación.
En esta misma línea, CARVER (1975) se está ocupando de las diferencias básicas en la
orientación de las técnicas de medida diferencial en cuanto a individuos (llamadas por el “test
psicométrico”) y de aquellos instrumentos a través de los cuales se pretende medir el
crecimiento individual con respecto a determinadas habilidades o logros (y que él llama
“edumetricos”). Si el Psicodiagnostico está en íntima relación con los tratamientos o
intervenciones psicológicas posteriores, una importante necesidad es la de evaluar “el cambio”.
En la investigación clínica, los psicólogos soviéticos hacen un “todo” uniforme del
psicodiagnostico y el tratamiento (LURIA2976. VOITKO y GUIKBUJ 1976), y para ellos son
los propios instrumentos diagnósticos los que luego se utilizan en el tratamiento y sirven
85
también para evaluar las mejoras producidas después del reentrenamiento. En esta misma línea
podemos situar, por supuesto, al modelo conductual de psicodiagnostico en el que la valoración
del tratamiento supone la validación del propio proceso evaluativo. Todo esto habla en favor de
una actualizada preocupación por el mejoramiento de la metodología psicodiagnostica en la
línea dinámica y relacional que liga al hombre con su situación.
Aparece, pues un hecho, y es que la evaluación del contexto social físico implica actualmente
una preocupación de primer orden en Psicodiagnostico et al 1967, HEMPHILL et al. 1960. No
obstante, las dificultades en este campo son grandes, dada la pluralidad de variables
ambientales. Para tratar de resolver este problema, se está procurando realizar una taxonomía
ambiental (GOLDBERG, 1975, 1976. FREDERISKEN, 1972) así como crear modelos
interactivos en los que se tenga en cuenta, también, la percepción del ambiente por parte del
sujeto (MAGNUSSON, 1974). Todo ello hace pensar que la evaluación ambiental constituye
una perspectiva metodológica prometedora para el futuro.
Creemos que siguiendo estos caminos- y otros que la creación innovadora de los psicólogos
desarrollen- el Psicodiagnostico podrá dejar a un lado la vía tectológica que ha seguido durante
años y podrá vincularse, tanto en el plano conceptual como en el metodológico, a la Psicología
científica que siempre- y en esto sí que no debe caber ninguna duda- ha debido ser su marco
referencial más importante.
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