Con Tacones y Huevos
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Con Tacones y Huevos
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
I UNA MUJER CON HUEVOS
II La clave para dejar de fracasar
III Cómo funciona la sociedad
IV ¡Escapa del sistema!
V Tu lifestyle ideal
VI Tu papel en el amor
VII Cómo funcionan los hombres
VIII Todos los hombres son iguales
IX Concíbete como un producto exclusivo
X Persuasión femenina
XI Poder e influencia
XII ¡Conecta con todos!
XIII Tu silencio vale oro
XIV Poder sexual y romántico
XV ¡Sé auténtica!
INTRODUCCIÓN
El título de esta obra promete, seamos sinceros, pero lo cierto es que después
de terminar la obra me he percatado que el título se ha quedado corto. Así es,
querida amiga, el título de esta obra se ha quedado corto. La verdad es que he
puesto lo mejor de mí para brindarte herramientas de verdad, comprobadas y
basadas en años intensos de práctica. El título ciertamente debería discurrir por
“Cómo ser la mujer más poderosa e influyente de cualquier lugar” o quizá algo
como “Cómo ser una dama poderosa y atractiva” o algún otro título poderoso
que se te ocurra.
No me cansaré de decirlo una y otra vez; “las mujeres tienen todas las
posibilidades del mundo para destacar”. Aquella chica que no lo hace, o es
porque no se quiere de verdad, o es porque no es consciente de su potencial.
Bien lo dice el seductor Wallace (gran amigo y persona a la que admiro
sobremanera); “Si te quieres de verdad, invierte tu tiempo en ti”. Lo cierto es
que nuestro tiempo es el recurso más valioso que tenemos, resulta
fundamental utilizarlo en nosotros mismos.
Ahora bien, te invitaría a releer el párrafo anterior para que queden las cosas
claras, pero como sé que eres una mujer más inteligente que el promedio
(adquirir este libro lo ratifica) no lo haré. Sinceramente debo apuntar que el
hecho de que estés leyendo estas páginas sagradas, me transmite cierta
relajación, pues ello indica que existen mujeres que sí quieren descubrir a la
mujer de sus sueños. Mujeres que no están conformes con su actual yo, y
buscan de alguna manera superar sus propias expectativas de vida. Mujeres
que se comprometen y que tienen interés en descubrir su verdadera
femineidad y sentirse lo suficientemente poderosas para conquistarse a sí
mismas. Y ello, querida lectora, no es fácil de encontrar.
Así es, estimada lectora, tu tiempo, todo tu tiempo o al menos la mayor parte
de tu tiempo, dedícala a ti misma. Soy consciente de que todas las personas
tenemos ambiciones, sueños, metas por cumplir, sería insensato no subrayar la
importancia que tiene esto en la construcción de tu vida. Por ello te invito
firmemente a que persigas tus sueños, a que busques cumplir tus metas, a que
te comprometas y logres todas y cada una de tus ambiciones. Y por favor, ¡deja
de lado las excusas, pon manos a la obra, deja que el viento se encargue de
las críticas, comprométete contigo misma, sé disciplinada, adquiere hábitos
favorables, suprime actividades basura y haz todo lo que sea necesario para
llegar a ser la mujer de tus sueños! Esa, habrás de descubrir, es una mujer con
huevos.
Quisiera desnudar la clave del éxito de una manera bastante peculiar, esto es,
a través de conocer por qué las personas fracasan. Si entendemos por qué las
personas fracasan, será natural comprender como evitarlo y lograr todo aquello
que nos propongamos.
Lo cierto es que son muchas las razones por las que una persona en específico
fracasa en sus proyectos a lo largo de su existencia. Muchas de las causas
pueden ser agentes externos o internos, físicos o sociales, entre otros. Sin
embargo, todas esas razones o causas se conglomeran en un único concepto
que iré desarrollando durante este capítulo.
Primero que todo, debo decir que el fracaso en realidad no existe. Si yo fuera
conservador, metería menos la pata diciendo que el fracaso es relativo y que
depende de cada persona, pero lo cierto es que mi experiencia me ha
enseñado que el fracaso en realidad no existe. No sé quién inventó la palabra y
le adjudicó significado, pero quien sea que haya sido, muy probablemente logró
nada en su vida.
Mi primer objetivo hasta aquí ha sido dejar en claro que el fracaso es una
absurda concepción que conviene ir difuminando de nuestra mente. Al suprimir
gradualmente el concepto de fracaso, se debe entender que el polo opuesto
también debe ser alterado, pues el éxito pese a ser un concepto “positivo”, en
realidad es tan perjudicial como el fracaso mismo. Ello deja el panorama limpio
para introducir, a partir de esta obra, la importancia de concebir RESULTADOS
y no éxitos o fracasos como entes absolutos.
Conviene que, a partir de este momento, logres marcar una pauta sustancial en
tu vida y entiendas que cualquier cosa que emprendas, forzosamente arrojará
RESULTADOS que te indicarán si estás haciendo las cosas bien o no, si
avanzas en la dirección correcta o no. Entonces, la obtención de resultados
favorables indica que se camina por el sendero correcto, y la obtención de
resultados desfavorables, indica que se debe corregir la dirección.
En los años setenta el psicólogo Noel Burch (trabajador del Gordon Training
International) dio origen al denominado “modelo de las cuatro etapas del
aprendizaje”, que comprende cuatro diferentes fases por las que una persona
debe forzosamente atravesar para lograr sus objetivos y adquirir nuevas
habilidades y conocimientos.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas cree que todo será miel sobre
hojuelas, y cuando los resultados desfavorables aparecen, abandonan el
proyecto. Lo peor que puede pasar en cualquier proyecto emprendido, es
arribar a la Fase 2, que es en la que se alcanza un valle en los niveles de
motivación. Es decir, la mínima motivación que experimentaremos será en la
Fase 2, en la que seremos conscientes de que no poseemos habilidades o
conocimientos respecto del proyecto que hemos emprendido. Y es justo en
este punto de la curva, en el que la mayoría de las personas quedan atrapadas,
pues son conscientes de que tal o cual habilidad no es lo suyo.
Las personas que son perspicaces e inteligentes (como entiendo que eres tú),
depuran la información obtenida en el periodo “Obtención de resultados”, hacen
ajustes y siguen intentándolo. Precisamente, la curva de la figura 1 dicta que si
se hace lo anterior (depurar, ajustar y persistir) los niveles de motivación
comenzarán a incrementarse debido a un mayor número de aciertos o
resultados favorables, lo que redunda en una mayor confianza en sí mismo del
individuo que lo sigue intentando.
Una persona que se encuentra en la Fase 4 sabe que puede lograr cualquier
cosa en la vida, pues conoce el proceso y sabe que para lograrlo hay que
batallar e insistir.
En verdad quedaré muy satisfecho si logro aportar algo a tu vida, habrá valido
la pena cada segundo estrujado en reflexionar al respecto. Por ahora te invito a
descubrir las herramientas descritas en esta obra, a practicarlas y a dominarlas
hasta hacerlas parte de ti.
III Cómo funciona la sociedad
Para comenzar a ser una mujer más poderosa, debes conocer el medio en el
que te vas a desenvolver. Por ello me he tomado la libertad de mostrarte cómo
funciona la sociedad, cómo “crackearla” y cuál es su dinámica, así que, ¡vamos
a ello!
La dinámica social entre dos o más personas es todo un arte, las herramientas
que se describen a lo largo de estas hojas buscan nutrirla y que ello nos
permita hacernos personas más hábiles cuando de comunicarse se trate. Ello
se reflejará en el hecho de ser y sentirnos más poderosos. Cuando logramos
comunicar efectivamente lo que queremos, las cosas se tornan más azules,
más ligeras y más fáciles de digerir. Comunicarnos correctamente nos permitirá
acercarnos a una versión superior de nosotros mismos, y lograr así que tú seas
la mujer de tus sueños.
Hasta antes de que comenzaras a leer este libro, tú has practicado dinámica
social estandarizada, mi intención es que luego de que conozcas las
herramientas que te comparto, aprendas a sacarle todo el provecho a tus
interacciones, que aprendas a comunicarte de una manera más nítida y
exquisita, que obnubiles y nutras a otros con tu experiencia, ¿entendido?
El papel del o los interlocutores débiles (de realidad débil o menos fuerte) será
siempre el de evaluar y cualificarse. Evaluar comprende que el interlocutor
débil evalúe si quiere cualificarse o no. Conviene mencionar que la evaluación
generalmente es inconsciente, sucede de manera casi automática.
Pero, podría suceder que la persona con la realidad más débil decida no
cualificarse. En tal caso, será la persona fuerte (de realidad fuerte) quien
evalúe si requiere que la otra persona se cualifique o si decide seguir así.
Estudiante: “Es probable, sin embargo pienso que tiene que ver más con
inteligencia y capacidad de improvisación”.
Empresario: “En muchas ocasiones tiene más éxito el que persiste, que
el genio”.
Ahora bien, algo que resulta bastante ilustrativo para absorber mejor los
conceptos de cualificación y acreditación, es haciéndonos la pregunta: “¿Cómo
interpretar a la cualificación y a la acreditación?”. De dicha pregunta se derivan
otras comunes con respuestas que permiten esclarecer la importancia de tales
conceptos.
Los Seres Humanos por naturaleza somos sociales. No podemos vivir aislados
y sin comunicación con otras personas porque nos deprimimos. Es un hecho
que a nadie le gusta ser excluido de un círculo social. En la escuela por
ejemplo, un niño que no es tomado en cuenta por su grupo de estudio, no
tendrá el mismo desempeño que aquél que sí es considerado. Un futbolista que
está inscrito en un equipo y no se le considera para participar en los juegos,
normalmente desarrollará una especie de resentimiento para con el técnico y
sus compañeros. En un grupo de chicas en donde la más atractiva siempre
liga, y la menos agraciada se queda siempre sola, ésta última desarrollará una
especie de aspereza hacia la chica guapa. ¡Aborrecemos ser ignorados!
Entonces, dado que la mayoría de las personas ha sido educada para seguir
esos protocolos, continuará así por el resto de su existencia. Como máquinas
que nacen se reproducen y mueren. Funcionando bajo esquemas sociales bien
definidos y nunca tomando riesgos que les lleven a la consecución de sus
objetivos, ambiciones ni metas. Algo así como un sistema impositivo.
Desde que nacemos, somos educados bajo el sistema impositivo. La culpa por
supuesto no es de nuestros padres, pues ellos también fueron educados bajo
el mismo esquema. Así ha sido generación tras generación. Este problema,
como lo llamo, tiene sus orígenes hace muchísimos años. Pero para ser
honesto, no va a beneficiarte saber cuándo se originó, es información basura.
Lo que realmente te va a ser de ayuda, es saber cómo revertirlo y
precisamente ése, es el objeto de este y el siguiente apartado. Prescindir de
dicho sistema impositivo y practicar un estilo más congruente contigo, una
mujer más femenina y poderosa.
Para comenzar a tener un sólido panorama de lo que sucede con este sistema
impositivo, quiero que lo visualices como un reglamento estricto dentro de una
empresa que por “diversos motivos” carece de sindicato. En dicha empresa, los
empleados se deben someter a una serie de reglas que regulan el
comportamiento dentro de ella. Si algún empleado viola el reglamento,
normalmente se consideran castigos para que se enmiende su acto. El objeto
del reglamento, es hacer que los empleados sigan protocolos a fin de obtener
los resultados que los dueños de la empresa buscan. Lo único que importa es
el objetivo del dueño de la empresa, el empleado que se joda. Si por ejemplo,
un empleado se queja de la jornada laboral abusiva e incita a sus compañeros
a que lo hagan también, el reglamento contempla que dicho empleado sea
dado de baja de la nómina de la empresa, e incluso boletinado para impedir su
reincorporación al sector laboral. Pues bien, algo similar sucede con el sistema
impositivo de la dinámica social, adivina quién es la empresa, quiénes los
dueños y quiénes los empleados. No va a causarte el mínimo de gracia el
asunto.
Para acercarnos a lo anterior, quiero que analicemos una vida ordinaria de una
pareja a la que ni tú ni yo conocemos…
[Ese alguien (Él) luego de años de ser educado bajo el sistema impositivo,
decide formar una familia; contrae matrimonio con Ella y tiene dos hijos. Todos
los días se levanta (Él) a las siete de la mañana para ir a trabajar, luego de
ocho horas laborales regresa a casa agotado, se echa a dormir y así durante
cinco días a la semana. Los fines de semana, él prefiere descansar un poco y
de vez en cuando sale con su familia a la playa o a algún sitio que le permita
recargar pila.
Todos los días se levanta (Ella) a las seis de la mañana a preparar el desayuno
de Él y de sus hijos, luego lleva a los niños a la escuela y regresa a casa a
hacer los deberes, recoge a los niños de la escuela, les da de comer, los ayuda
con las tareas y por la tarde está agotada. Él llega, platican un rato y se van a
la cama, y así durante cinco días a la semana. Los fines de semana permanece
en casa o en ocasiones sale a la playa con su familia.]
Reproducirse por su parte, es algo que sí está bajo nuestro control. Cada uno
de nosotros decidimos si queremos tener hijos, nadie nos obliga a hacerlo o no.
Aunque es un hecho que la sociedad tiene una cierta injerencia en dicha
decisión. ¿Cómo que no vas a tener hijos? ¿Cómo que no te vas a casar?
¿Piensas quedarte sola? Son algunas de las preguntas formales con que la
sociedad cercana acribilla a quien decide cosas “diferentes”. Entonces, dicha
etapa de la vida, reproducirse, aunque parece que no, en realidad sí que está
atrapada dentro de la secuencia del sistema impositivo.
Morir, al igual que nacer, es algo sobre lo que no tenemos control. Todos,
absolutamente todos vamos a morir, es un hecho. Claro que existen personas
que, quizá por circunstancias adversas, deciden quitarse la vida. Aunque
pareciera que ello es tener control sobre la muerte, en realidad no lo es. La
intriga que debiera rondar por nuestra cabeza es entender que, si bien
moriremos, habría que marcar nuestro paso por este mundo. No sé si me estoy
dando a entender, nacer, aunque no es nuestra decisión, debiera significar
algo. Morir también debe significar algo, de nada sirve nacer y crecer mientras
se deja pasar el tiempo hasta morir, debiera haber un significado o para ser
más conciso, un “producto”. Un “producto” que represente al tiempo que
estemos físicamente presentes.
Crecer, es una consecuencia de nacer. Resulta evidente que alguien que nace
debe, por naturaleza, crecer. Ello implica que nacer y crecer estén íntimamente
asociados en la primera categoría, nacer.
Estudiar una carrera sea quizá, una etapa nueva dentro de la secuencia que
hasta ahora habíamos venido debatiendo. Pero, ¿en realidad será necesaria
esa etapa? Conviene ahora conocer las omisiones que el sistema impositivo de
dinámica social ha hecho intencionalmente. Ello redundará en la manera en
que deberías comenzar a vivir, el lifestyle definitivo para convertirte en una
mujer más femenina y poderosa. Para ello, creo que resultará enriquecedor
continuar hacia el siguiente capítulo…
V Tu lifestyle ideal
La gente te dice: “Estudia una carrera, sal, consigue un buen empleo y tendrás
la vida de tus sueños”. No suena tan mal, quizá estudies una carrera, salgas,
encuentres un excelente empleo y te permitas una vida con algunos lujos. Pero
ya lo han dicho: “El dinero no lo es todo”. En realidad hay un poco de razón en
ello, el dinero no lo es todo. Desafortunadamente, en la actualidad la vida no es
barata y aunque el dinero no lo sea todo, viene bien tenerlo.
Seguro estoy que algo en este mundo te apasiona y si no es así, te invito a que
te integres en actividades o cursos que te ayuden a descubrir aquello que más
te apasione. El baile, el dibujo, los idiomas, el deporte, las ciencias, el arte o lo
que sea. Como te dije, si no tienes una inclinación hacia algo en concreto, toma
clases de algo que te llame la atención, al practicarlo sabrás si te apasiona o si
debes cambiar a otras cosas.
Antes de dar por terminado este capítulo, quisiera hacerte saber del potencial
que tendría el sistema ideal si lo adoptaras a tu vida. Considero que es
pertinente que sepas las cosas que puedes lograr con la inclusión de las
omisiones, que el sistema impositivo ha hecho con todo el dolo y mala fe.
En fin, el sistema ideal te permite hacer grandes cambios en todos los aspectos
de tu vida. Todos ellos apuntando a un único objetivo bien definido: que llegues
a ser la mujer más femenina y poderosa que puedes ser.
VI Tu papel en el amor
Pues bien, la dinámica social que acaece dentro de una interacción hombre –
mujer, puede bosquejarse como: acercamiento, enganche, atracción,
seducción y relación.
La dinámica social apunta a dos roles muy bien definidos; el rol activo y el rol
pasivo. Las mujeres, dentro de la dinámica social, llevan el rol pasivo de la
interacción. Pero, ¿qué implica llevar un rol pasivo? ¡Vamos a ello!
Cuando estás en algún lugar y de pronto notas que un chico te está mirando,
una especie de tensión comienza a gestarse. Si el chico en cuestión te parece
atractivo, normalmente le mandarás “señales” para guiarle un poco y hacerle
saber que, al igual que él, estás interesada. Si por el contrario el chico no te
atrae, buscarás terminar con el contacto visual; sea que te vayas del sitio, sea
que le hagas un gesto feo para que se asuste o lo que te permita hacerle saber
que no te gusta que te mire.
El rol pasivo implica que debes “escuchar propuestas” y elegir la que mejor te
parezca. Esto es, tú como mujer, normalmente vas a tener chicos que estén
interesados en tener algo contigo, tu trabajo es simplemente quedarte con el
que más te mueva. Entiendo que quizá ninguno de esos chicos sea el que
realmente te guste, descuida, en capítulos posteriores aprenderás cómo hacer
que el chico que te gusta presente su propuesta. Si por naturaleza no eres tan
agraciada y sientes que ningún chico quiere algo contigo, descuida también, en
los capítulos próximos descubrirás cómo hacer que ese chico de ensueño se
vuelva loquito por ti.
Sí, ya sé que suena un poco raro lo que te comento. Felizmente puedo decirte
que todo es real, si en algún momento algún chico se ha acercado a intentar
ligar contigo, lo más probable es que le hayas puesto alguna prueba para ver
su comportamiento. Si la prueba o las pruebas fueron superadas, quizá hayas
tenido algo con el chico. De lo contrario, lo más probable es que lo hayas
rechazado o lo hayas hecho tu amigo. Así funciona la dinámica social. Es cruel
y fría, para quienes no saben “alterarla”.
Para el hombre implica mucho más trabajo, pues debe “saberse vender”
cuando se acerca a ti. La mayoría de los hombres van a fracasar cuando se
acerquen a platicar contigo, pues nadie les enseña cómo venderse ante las
mujeres que les atraen. Así que lo más probable es que no te encuentres con
hombres que sepan hacer las cosas correctamente. Será habitual y quizá ya lo
hayas experimentado, los hombres se ponen nerviosos, tontean, babosean y al
final terminan sin ser atractivos. Así funciona la dinámica social. No descartes
la opción de que algún día te topes con un hombre que conozca de dinámica
social avanzada y entonces tus conocimientos como toda una mujer poderosa
propicien una interesantísima conversación que ojalá, termine en una nutritiva
experiencia para ambos.
Lo que me interesa que te quede bien claro a ti como mujer, es que entiendas
el rol que debes asumir y el rol que esperas que él debe asumir. Los chicos que
se acerquen a platicar contigo irán en su modus “ligar, ligar y ligar”. No te
asombre si te parecen patéticos, arrastrados o como quieras clasificarlos, los
hombres somos torpes por naturaleza y en la escuela nadie nos enseña cómo
ligar efectivamente.
Ahora bien, debes saber además cómo identificar a un chico que merece la
pena. No todos los hombres son unos babucas. También existen chicos que,
por su medio recreativo, conocen un poquito de dinámica social avanzada.
Quizá ése chico te parezca simpático y atractivo. Entonces, no te convendría
que lo desecharas sólo por no saber cómo identificarlo. Por supuesto, las
herramientas necesarias para ello se describen en capítulos más adelante.
Él: ¡Hola! ¿Cómo estás? –dice el chico con cara de tonto. Tú eres capaz
de notar su nerviosismo.
Tú: ¡Hola! –sonríes un poquito nerviosa. Dado que te estaba mirando y
te parecía atractivo, tu “hola” le parece suficiente para seguir–. Estoy bien,
gracias.
Tú: ¡Mucho gusto! Soy ____ –vuelves a sonreír. Parece que él comienza
a sentirse ansioso.
Tú: Bien, me gusta bailar. Por eso vine –sonríes y lo miras, te gusta.
Quizá humedezcas tus labios. Es obvio que buscas que te saque a bailar,
pero…
Tú: Pues… sí, estaría bien –haces muecas con tu boca, resignada. Él
cree que avanza.
FIN.
Desde luego hay chicos demasiado torpes que, una vez pierden el rumbo,
terminan estancándose. Un clarísimo ejemplo son algunos de tus amigos. Esos
amigos de los que te hablo, se acercaron a ti no con el objetivo de hacerse tus
amigos, lo hicieron con el objeto de meterte en la cama. Sin embargo, no
supieron darle dirección a la interacción, perdieron el rumbo, se asustaron ante
las circunstancias y no supieron avanzar correctamente. Luego entonces, se
volvieron tus amigos. Quizá me atrevería a afirmar que fuiste tú, quien decidió
que serían tus amigos, y entonces comenzaste a tratarlos como tales.
Aun así, los hombres van a estar detrás de ti. Aun cuando sean ya tus amigos,
los hombres torpes mantienen la esperanza de tener algo contigo algún día.
Sea que suceda o sea que no. Ello no importa, el chiste es estar cerca de ti
para “atacar” cuando se presente la ocasión.
Él como hombre, tiene la obligación de hacer que las cosas sucedan. Él debe
guiarte y hacerte ver que merece la pena intentar algo. Con las herramientas
que aprenderás en esta obra, serás capaz de filtrar de una manera finísima que
te permita quedarte sólo con lo mejorcito. Además claro, de ser capaz de
flechar a los hombres más atractivos. Y una cosa que conviene que sepas. Una
mujer íntegra sabe que la apariencia no lo es todo, te anticipo que habrá chicos
que físicamente no parezcan atractivos, pero espera a conocerlos. Algunos de
ellos son dinamita pura, literalmente.
Con esa afirmación quisiera iniciar este capítulo. Un hecho contundente que
quizá alguna vez te planteaste.
Los hombres entonces suplantan sus instintos animales por unos instintos con
“consciencia social”. Aunque la Humanidad fue creada para sentir atracción y
excitación, la sociedad ha logrado que dichas sensaciones sean satanizadas
hasta el punto de referirlas como “sucias e indecentes”. Sin embargo, el sexo
es lo más natural que puede ocurrir entre una mujer y un hombre.
Para que algo de lo anterior suceda, antes deben ocurrir una serie de
condiciones. Primero, debe haber una disposición de él para acercarse a ti.
Segundo, debe haber una disposición tuya para “darle entrada”. Tercero, debe
haber una atracción intensa y mutua para consentir las relaciones sexuales
“prematuras”.
Voy a ser bastante franco contigo, esto se trata de una relación sana; libre de
vicios y mentiras. A los hombres nos gustan las “mujeres sabrosas”. Sabes a lo
que me refiero con “sabrosas”. Mujeres atractivas que, por azahares de la
naturaleza fueron dotadas de traseros perfectos, senos abundantes, figuras
esbeltas, rostros angelicales, y muchas de las características que definen la
belleza femenina. Yo te invitaría a que si lo anterior es tu caso, dejes de
depender de tu físico y explotes otras características que, seguro estoy, te
harán una mujer más completa y muchísimo más “sabrosa”.
A los hombres nos gustan ese tipo de chicas, es un hecho. Si bien existimos
hombres que, además de mujeres altamente atractivas, buscamos mujeres
íntegras, inteligentes, fuertes y demás, la mayoría de los hombres se dejan
llevar por el atractivo físico de una mujer. La gran mayoría de hombres babean
por mujeres guapas.
Siendo así, entenderás que los hombres son superficiales. En efecto, los
hombres son muy superficiales, unos animales como dije al inicio del capítulo.
Las buena noticia es que, si sales a la calle, el hombre común no sale con este
tipo de mujeres. Lo notarás en la mayoría de las parejitas que salen por un
helado. Incongruentemente, el hombre promedio sale con mujeres que no
cumplen con los cánones de belleza socialmente establecidos.
Conviene que sintetices la información de tal forma que quede claro el hecho
de que los hombres nos fijamos más en un trasero o unos senos, que en
cuántos idiomas hablas o qué estudios tienes. Eso a los hombres comunes no
les interesa, sale sobrando. Si tienes un lindo cuerpo y un rostro coqueto, el
semáforo se pone en verde y la primera condición aparece: “disposición para
acercarse a ti”.
No nos engañemos, las mujeres tienen sus truquitos para atraer a los chicos.
Tú misma tendrás tus recetitas para hacerlo. Me queda claro que en este
ámbito de las relaciones, las mujeres tienen una comprensión muy superior a la
de los hombres comunes. Si tu situación es que no eres tan atractiva, los
truquitos jugarán a tu favor. Después de todo, algo que es una verdadera
realidad es que los hombres aunque son visuales, pueden llegar a enamorarse
de una chica poco agraciada, más por lo que les proporciona y hace vivir, que
por lo qué tan guapa sea. Así que, hazme caso y estruja los truquitos para
sacarle el mejor provecho a estos conocimientos.
Las mujeres que poseen cierta experiencia tratando con hombres, saben
sobremanera la ayuda que les proporciona la vestimenta y el maquillaje. Una
mujer que no es tan guapa, si escoge bien su ropa y aprende a utilizar
sombras, labiales, entre otros cosméticos, tendrá muchas más probabilidades
de atraer chicos que una chica que no cuida su apariencia. Eso es un hecho,
las mujeres logran “engañar” a los hombres mediante dicho truquito. Con el
tiempo, uno como practicante aprende a distinguir a una mujer bastante guapa
que no usa ni maquillaje ni ropa sexy, así como a una mujer promedio que
busca ocultar su verdadera esencia bajo el maquillaje y la ropa. Pero eso no es
tópico de este libro, así que a lo que nos toca.
Los hombres, como ya has de entender, son visuales. Debes entrarles por el
ojo, por la vista vaya. Utilizar ropa acorde contigo y maquillaje que no sea tan
pesado te permitirá “venderte mejor” que si vas normalita y sin chiste. También
debo resaltar que debes encontrar un equilibrio, pues me han tocado chicas
que exageran en el maquillaje y parecen otra cosa, menos mujeres. La
vestimenta también debe ser inteligentemente elegida, pues algunas creen que
se trata de parecer prostitutas y esto no va de eso. Los accesorios son
importantísimos, acorde a la forma en que una mujer poderosa los explota.
Quizá no lo sepas, por ello lo voy a compartir contigo. Los accesorios serán tus
grandes aliados cuando te topes con un chico inhábil socialmente, es decir, un
chico que se quede sin tema de conversación. En dicha situación puedes
“juguetear” con tus accesorios de tal manera que logres que el chico te
pregunte por ellos. Mejor si tus accesorios tienen un significado para ti, así
lograrás ser interesante y permitir que la interacción no se torne aburrida.
Muchas mujeres no lo saben y desaprovechan oportunidades de mostrarse
más valiosas. Tú como mujer poderosa ahora lo sabes y lo utilizarás a tu
conveniencia.
Soy consciente de que no fue culpa tuya tener esa característica que te parece
limitante. Lo que sí que es culpa tuya es darle una clasificación sin reparo.
Quién te dice que ese complejo te hace peor persona, honestamente creo que
te hace especial y única, pero jamás peor. En este planeta ni los gemelos son
iguales, todos tenemos características diferentes y ni raza ni estatus nos hacen
peores o mejores, esas son consecuencias estultas del sistema impositivo. Yo
te invito a que, lejos de sentirte mal y compadecerte a ti misma, utilices esa
característica como un plus que otras mujeres no ofrecen.
Una característica que te hace única, no debería hacerte sentir mal bajo
ninguna circunstancia. Debería hacerte especial, y hacer que salgas de tu zona
aburrida de confort. Créeme, hay más cosas afuera de tu pequeña burbuja de
comodidad. Pero antes debes saber que existen peligros y amenazas, es un
ambiente hostil para el que no caben sentimentalismos ni complejos.
Habiendo hecho el paréntesis que creo será útil, quisiera continuar este
apartado haciendo énfasis en la utilidad que tiene saber que, los hombres
presentarán su disposición a acercarse a ti cuando visualmente les parezcas
atractiva. Y saber que no implica únicamente que seas muy guapa, pues como
ahora conoces bien, hacer trampa no está mal, solo debes encontrar el
equilibrio que saque lo mejor de tu esencia femenina. Sin hartazgos ni
exageraciones, por favor.
Tú y tus amigas quizá en alguna plática privada hablaron de que tal o cual
chico “está bueno”. La realidad es que las mujeres, al igual que los hombres,
tienen una serie de instintos sexuales bastante fuertes. Infortunadamente, el
sistema impositivo ha sido mucho más rudo con el sexo femenino que con el
masculino. Las mujeres son mucho más presionadas para no tener sexo que
los hombres. Por ello es que en algún momento llegaste a escuchar la típica
ideología machista de “Si un hombre se acuesta con muchas mujeres, es un
cabrón. Si una mujer se acuesta con muchos hombres, es una cualquiera”. No
te sorprendas entonces con que, aun cuando te sientas sexualmente atraída
por un chico en especial, no te lo permitas por sentirte “fácil”.
Algo que no se debe dejar de lado y que conviene traer a colación, es que un
chico, incluso cuando no te parezca visualmente atractivo, puede hacer que se
cumpla la segunda condición. Entonces en dicha situación, no estarías
comportándote en función de lo que visualmente te transmite tal chico. Estarías
bajo un comportamiento “evolutivo”, por ello que al principio dije que el
comportamiento sexual femenino era mucho más exquisito e incluso híbrido. La
parte que intento explicar es que las mujeres no pueden estar solamente en un
solo interruptor sexual. Su sistema es altamente variable y cambia en función
de tus emociones. Un chico puede, inconscientemente, transmitir un “no sé
qué” que hace que le “des entrada”. Mientras que otro sencillamente no te entra
y no te entra. ¿Me sigues?
Quisiera, para cerrar este capítulo, puntualizar la importancia que tiene para ti
como mujer el hecho de no cerrarte a lo que conoces. Entiendo que jamás
hayas leído cosas similares a las hasta ahora tratadas. Descuida, es normal
que tu vida te pereciera habitual, lo más seguro es que de esta obra saques
cosas buenas que te complementen como mujer. Porque, para ser sinceros, es
muy probable que si compraste este libro sea porque tienes la intención de
llevar tu vida a otro nivel. Así que no temas extrapolar y hacer experimentos
con los conocimientos que te comparto. Después de todo estamos para
aprender, créeme que me daré por satisfecho si algún día nos llegamos a
encontrar y te noto radiante, feliz y poderosa. Sabré que mi trabajo como
profesional ha surtido el mejor de los efectos.
¡Tranquila! Hemos llegado a un capítulo que quizá te morías por leer primero.
No te desesperes ya estás aquí, ahora queda leer y entender. Parecerá
mentira, pero la realidad es que este capítulo tiene un papel trascendental en tu
formación como mujer poderosa. Conocer los tipos de hombres que existen te
ayudará para clasificarlos apenas se te acerquen, así sabrás cómo gestionarlos
sin que se te salgan de las manos. Ya te voy diciendo que será una
herramienta bastante útil, no tendrás que perder el tiempo con chicos aburridos
y sabrás reconocer hombres que quizá merezca la pena escuchar.
Chico tímido
Chicos tímidos hay de todos los niveles; desde niveles decentes, hasta niveles
extremos, casi rayando lo religioso. Esta característica no se presenta
únicamente en los hombres, mujeres también las existen tímidas.
Un chico tímido debe lidiar con aspectos que quizá no conozcamos, es algo
que no está bajo tu control. Para el chico tímido, normalmente intentar
conseguir novia resultará cuesta arriba. Afortunadamente todas las personas,
incluso los tímidos, tenemos necesidades básicas, aquello que te comentaba
de los instintos sexuales. Ello propicia que en algún momento sus niveles de
testosterona se eleven y tenga que “entrar en acción” para buscar una
potencial pareja.
Es altamente probable que ese chico que te gusta sea tímido, y sería una
verdadera lástima no poder llegar a conocerlo debido a su indisposición. Si bien
podrías esperar una eternidad a que él tome la iniciativa cuando sus niveles de
testosterona estén lo demasiadamente altos como para acercarse, queda claro
que tienes mejores cosas que hacer con tu tiempo, ya lo he tratado. Por suerte
con las herramientas de este libro, sabrás cómo hacer que incluso un chico
tímido cambie su actitud, así que despreocúpate y continúa leyendo.
Como bien sabes, el rol que tú como mujer debes asumir es el rol pasivo. Esto
es, esperar a que sea tu chico quien inicie el acercamiento y demás cosas que
ya debes tener bien metidas en tu cabecita. También debes recordar que el rol
de la mujer es mucho más flexible que el del hombre. Esto es así porque, si a
un hombre le impones demasiado o es muy tímido, lo más seguro es que
jamás se acerque a ti. En consecuencia, nunca sabrán lo que pudo haber
pasado. ¿Me sigues?
Imagina que en tu barrio hay un chico que te gusta. Ese chico y tú cruzan
miradas algunas veces y aunque, inconscientemente, le envías señales, él no
termina por animarse. Incluso en ocasiones baja la mirada. Tal vez te parezca
algo cerrado, pero intuyes cierta timidez en su persona, así que sigues mis
consejos. Un día podrías, al cruzarte con él, preguntarle la hora con una ligera
sonrisa para que se sienta cómodo. Si el chico no alimenta la interacción pero
notas que se pone nervioso, suena a que le gustas pero no está preparado
para sostener una conversación, es muy tímido. En otra ocasión podrías ser
más arriesgada y quizá pedirle un consejo de hombre; un regalo para tu
hermano o primo; un perfume para tu padre o tío; lo que se te ocurra. Si sigue
sin invertir en la conversación o lo hace escasamente pero notas que aparece
cierta comodidad o sonrisitas, entonces todo va por buen camino. Para la
próxima vez deberías ser menos sutil, convendría que le pidieras un pequeño
favor, como que te tuerces un pie y él te ayuda a reincorporarte. Sí, lo sé, sé
que suena algo muy extremo, pero debes entender que existen chicos tan
descalibrados socialmente que lo que te recomiendo no está lejos de la
realidad.
Si nada de lo anterior surte efecto, entonces quizá debes mover otras fichas y
buscar a otros chicos que estén preparados para brindarte emociones y tiempo
de calidad. Por favor no caigas en el papel de “desesperada y urgida”, no
intentes ser directa con él. Eso lejos de ayudarte va a afectar la percepción que
él tenga de ti y no será congruente con la imagen que ha creado en su mente.
Una cosa que potenciará tus resultados es el “dale y priva”. Puedes utilizar las
indirectas gradualmente, mostrar cierto interés. Si no reacciona con tus
indirectas entonces le retiras la atención, dejas de mostrar interés. Por
supuesto sin volverte fría; retirar tu interés no significa que cuando lo veas
hagas como que no lo has visto. Retirar tu interés significa tratarlo como al
principio, sin privilegios ni muestras de interés, muéstrate indiferente y deja que
asuma las consecuencias. Normalmente las consecuencias comprenden su
disposición a tomar su papel de hombre.
Chico promedio
No tengo nada en contra del chico promedio, algunos valen la pena. Sin
embargo, la estadística apunta a que la mayoría de las relaciones promedio no
cuentan con esa magia que toda mujer busca algún día encontrar en su
príncipe azul.
Chico popular
Ahora entramos en un concepto que te puede parecer más interesante que los
anteriores. Aunque quién sabe y quizá el chico tímido te parezca más atractivo
o quizá el chico promedio, yo qué sé. Lo que te parezca atractivo, siempre que
te llene emocionalmente, será bueno para ti.
Tal vez tú hayas sido parte del juego de querer ser novia del chico popular, o te
hubiese gustado que el salón supiera que le gustabas. Fantasear con el chico
popular era la tarea más insistente durante la escuela.
Ahora que has crecido, pudieras tomarlo como chiste y reírte, cosa que no te
recomiendo. ¿Sabes por qué? Porque aunque ahora eres una mujer más
desarrollada y madura, los chicos populares siguen haciéndote perder la
cabeza y otras cosas que no considero prudente mencionar. Los chicos
populares siguen teniendo una influencia en tu comportamiento sexual, aun
cuando no quieras aceptarlo, es un hecho que he comprobado una y otra vez.
El chico popular es igual que todos los chicos, solo que él posee unas
características que vuelven locas a las mujeres. Dichas características
comprenden:
- Valor social,
- Preselección y
- Seguridad en sí mismo.
Tratemos por separado cada una de ellas, a efectos de que entiendas por qué
te tienen tan enganchada.
Pero la verdadera razón del porqué te sientes atraída hacia el valor social del
chico popular, es porque al estar con alguien famoso, automáticamente
adquieres su valor social. Entonces, al adquirir el valor social del chico popular
la sociedad comienza a darte un trato especial y diferente. La gente te respeta
por ser la novia del chico popular, en pocas palabras, al tener lío con el chico
popular gozas de un estatus superior en comparación con estar con un chico
promedio, que desde luego no tiene el mismo valor social.
Precisamente esas chicas que se sienten atraídas por el chico popular lo están
eligiendo a él como potencial pareja romántica y/o sexual. Esa elección que las
mujeres hacen, es como separar los granos de maíz buenos de los podridos.
Cuando tú vas a comprar fruta, normalmente tomas las frutas más frescas, y
las que están a punto de echarse a perder las haces a un lado. Con el chico
popular es lo mismo; las chicas a su alrededor lo preseleccionan, es decir,
hacen la tarea por ti, ya que no tienes por qué filtrarlo si otras ya lo hicieron.
Puede también pensarse como que viene “recomendado”.
Una mujer, y espero que lo hayas vivido, siente más atracción por un hombre
seguro de sí mismo, que por un babucas. Un hombre seguro de sí mismo es
capaz de transmitir inconscientemente esa seguridad a la chica que le gusta, lo
que hace que se cumplan las tres condiciones que se han venido trabajando.
Su seguridad le permite acercarse y entablar conversación, primera condición
cumplida. Su valor social y preselección hacen que tú estés disponible a
conocerlo, lleva ventaja sobre otros hombres, segunda condición afianzada. Su
seguridad, valor social y preselección hacen que se propicie una atracción
intensa y mutua, tercera condición aterrizada. Una relación será entonces la
forma en que probablemente termine una interacción entre un chico popular y
tú.
Chico malo
Al igual que el chico popular, el chico malo posee las tres características
anteriormente mencionadas: valor social, preselección y seguridad en sí
mismo. Aunque existen diferentes medios de obtención.
El chico malo o patán, concepto tan popular entre la comunidad femenina, no
es otra cosa que una versión peligrosa y disfrazada del chico popular. La
diferencia radica principalmente en que el chico malo muchas de las veces no
es famoso, o al menos no lo sabes.
Algo que considero debe quedar claro es que en el chico malo, pese a tener un
valor social alto, no serás capaz de notarlo hasta que comiences a conocerlo.
Entonces sabrás que tiene alto valor social. Antes de conocerlo será difícil
saberlo pues normalmente los chicos malos no son famosos.
El hombre
En los cuentos que te leían tus padres cuando eras niña, era demasiado
habitual que apareciese un “príncipe azul” que siempre debía rescatar a la
princesa. Luego de un mágico beso, terminaban enamorándose, casándose y
siendo muy felices. No importaba que hubiera dragones, brujas, extraterrestres,
presidentes pendejos o manzanas envenenadas, el príncipe azul era capaz de
lidiar con lo que fuera necesario para hacer que la princesa se enamorara de
él, tener hijitos y dar fin al chingado cuento. Pues resulta que en tu vida lo
mismo puede ocurrir; tú serás la princesa y El hombre, el príncipe azul.
Ahora sabrás que aquello que otros libros te decían de “ser el premio” y demás
cuentos de “cabronas”, no te sería de demasiada ayuda ni siquiera para
gestionar a un chico tímido. ¿Qué podrías esperar si te toca El hombre?
La sub categoría de los naturales se describe como aquellos chicos que desde
pequeños han crecido dentro de un medio óptimo que propicia las
características del chico popular: valor social, preselección y seguridad en sí
mismo. Sin embargo, los naturales son chicos que desde temprana edad
desarrollaron un sexto sentido, una especie de lenguaje especial, el lenguaje
de las mujeres. Desde pequeños tuvieron sus “aventuras” con compañeritas de
la escuela, y han desarrollado un calibraje social que les permite comunicarse
de manera altamente efectiva con las mujeres.
La otra sub categoría de El hombre, los formados. Estos son incluso más
“peligrosos” que los naturales. Para que notes un poco la diferencia, imagínate
a una mujer que tiene la habilidad de hacer a la gente millonaria luego de
besarla en la boca. Sin embargo, la chica no es consciente de su habilidad y
piensa que es coincidencia que sus únicos dos novios se hayan hecho ricos.
¿Entiendes lo que podría lograr esa chica si supiera de su habilidad? Pues
bien, eso es exactamente lo que pasa con los naturales y los formados.
Un chico que es formado es aquél que anteriormente no era así. Los chicos
formados, cuando eran más jóvenes, solían tener problemas con las chicas;
intentaban algo y fracasaban, lo volvían a hacer y nuevamente fracasaban.
Generalmente los formados tienen un pasado negro que algunos presumen,
otros por diversas razones no. Con el tiempo comenzaron a entender algunos
comportamientos femeninos, experimentaron hasta que dieron con el clavo y
fueron conscientes de sus logros. Los practicaron hasta conseguir la maestría y
en la actualidad no tienen problema en las relaciones con las mujeres. Lo
anterior es una manera de describir a los formados, chicos que vienen de
menos a más y cuyo camino es mucho más gratificante que el destino.
Lo próximo que sabrás es que, si todo sale bien, te encuentres entre sus
brazos, entregada y tan dispuesta a hacerle el amor salvajemente. En ese
momento no serás tú, lo más probable es que El hombre te haya hecho
descubrir tu instinto sexual animal. Aquél que comentábamos en los primeros
capítulos.
¿Sabes a lo que me refiero? Ok, pues eso es lo que puede pasar con un
formado, ¡emociones intensas! El problema no es vivirlas y experimentarlas, el
problema es probarlas y no volverlas a ver nunca más.
Ya conoces cómo dejar de fracasar, sabes que no existe cosa imposible, si tan
sólo te comprometes de verdad, sabes que al final conseguirás todo lo que
siempre has querido. También sabes cómo funciona la sociedad y cuál debería
ser tu lifestyle más óptimo. Así mismo, conoces la mecánica de las relaciones
amorosas y sabes cuál es tu papel y la forma en que funcionan los hombres
(así como los tipos que existen). Perfecto, bases para ser más poderosa tienes,
pero lo que sigue es prácticamente la dosis que necesitas para desarrollar una
verdadera personalidad femenina, cautivadora, magnética y poderosa. Así que
vamos por ello.
Tal y como puede notarse en el título de este capítulo, una mujer femenina y
poderosa es en esencia un producto exclusivo. No es una mujer del montón,
no es otra más, no es una chica sin chiste, no. Una mujer con “huevos” y de
verdad poderosa es única, escasa, exclusiva. No se encuentra fácilmente.
Para llegar a ser la mujer de tus sueños debes entender que tú eres única,
exclusiva. Si alguien quiere algo de ti o a ti, debe forzosamente recurrir a ti.
Nadie más le brindará lo que sólo tú puedes brindar, no existen opciones ni
genéricos. Tú eres tú y la gente se tiene que joder. Pero, ¿cómo lograr eso?
Sigue leyendo y descúbrelo.
Si alguien se siente como un tonto, puede estar seguro que se comporta como
un tonto, y más seguro puede estar que la gente lo ve como un tonto. En
consecuencia, la gente lo tratará como un tonto.
Mientras la esencia base tiene que ver con el punto desde el que partimos y
que, al pasar el tiempo, es susceptible de cambio por la inclusión o exclusión
de características y/o hábitos dentro de la personalidad propia, el marco tiene
que ver con nuestra realidad, con la forma en cómo nos sentimos y todo
aquello que transmitimos al exterior debido a nuestro estado.
Como bien apunté al inicio de este capítulo, si alguien se siente como un tonto,
la mayoría de la gente lo tratará como un tonto. Aquello del “como te ven te
tratan” cobra relevancia. El marco en la situación de ese alguien es: “Soy un
tonto, me siento tonto, ¡trátenme como un tonto!” el subconsciente entiende el
mensaje y actúa en consecuencia; controlando tanto el lenguaje verbal, como
el no verbal. Lo mismo aplica con alguien que se siente poderoso. Si tú quieres
ser una mujer verdaderamente poderosa, comienza a comportarte como una
mujer realmente poderosa.
Si por ejemplo me quiero sentir poderoso, mi marco puede ser “soy poderoso” y
en consecuencia quizá me comporte como alguien poderoso. Pero si a dicho
experimento le agrego que estoy empezando a hacer actividades que en
realidad me hacen sentir poderoso (negocios, deporte, relaciones, etc.), el
efecto de mi marco sería contundente y no fingido. Actuar con bases sólidas,
no con una vida vacía y aburrida.
Otra ejemplo (¿por qué insistiré tanto en esto?) que encuentro provechoso para
aclarar esta parte, es como en la facultad con un profesor que imparte clase de
compra de acciones en la bolsa de valores. Si dicho profesor nunca ha pisado
una bolsa de valores y en su vida jamás ha comprado acciones, cómo puede
hablar del tema si no lo ha vivido en carne propia. Lo mismo es con los
conceptos de marco (impartir clase de acciones) y esencia base (no pisar una
bolsa de valores); si el marco de alguien quiere transmitir alegría pero la vida
(esencia base) de ese alguien es triste y aburrida, tarde o temprano la máscara
caerá, pues no se puede transmitir alegría si no se vive en carne propia, ¿se
entiende?
Voy a continuar con este capítulo bajo la condición de que repases lo hasta
ahora visto en este mismo capítulo. Créeme, entender todo lo anterior es la
cimentación de tu cambio, yo no vacilaría con ello. Estúdialo y repásalo como si
tu vida dependiera de ello, porque depende de ello.
Dentro de la dinámica social todos los interlocutores tienen una esencia base y
un marco. El papel que se hayan ganado con el tiempo (interlocutores
conocidos entre sí) o el papel que buscan implantar en la interacción
(interlocutores desconocidos entre sí) se regirá fundamentalmente por el marco
que intenten “venderle” al espectro.
Usuario: ¡Dos, cóbrese de dos por favor! –el usuario insistía en pagar
solamente dos pasajes, pretendía ahorrar uno.
Una ventaja que tiene estudiar este tipo de tópicos, es el hecho de que la
mayoría de la población no tiene idea de que existen todas las herramientas
que te he brindado y las que estoy por mostrarte. Ello conlleva a que
desarrolles una personalidad ventajosa y sólida que te permita cumplir todos
tus objetivos.
Madre: ¡Kevin, haz la tarea! –dice la madre con tono medio serio, Kevin
la ignora–. ¡Kevin, te dije que a hacer la tarea, hazme caso! –Kevin continúa
ignorándola, entonces la madre se levanta de la silla y camina hacia él con la
intención de golpearlo, al verla, Kevin comienza a agredirla verbalmente, y la
madre le dice que va por el cinturón y yo aprovecho para controlarlo. En la
mesa se encontraban mis otras dos tías, mi abuela y una prima mayor.
Yo: ¿Por qué no lo llevan con Doña Margara? –digo dirigiéndome a una
de mis tías (tía 1), que no capta el juego, obviamente.
Yo: Con Doña Margara tía, la señora que se come los dedos de los
niños que no obedecen –digo seriamente mientras le guiño el ojo a mi tía (tía 1)
y noto que mi primito presta atención a nuestra plática.
Tía 1: ¡Ah ya, sí, Doña Margara! –resulta chistoso que apenas mi tía (tía
1) me sigue el juego, mi otra tía y mi prima se lo creen–. Pues dile a tu tía (la
madre) que lo lleve a ver si así obedece –en eso mi primito entra en la plática.
Yo: Una señora que parece bruja y se come los dedos de los niños que
no obedecen a su Mamá –digo seriamente sin un síntoma de broma, de tal
manera que a Kevin todo le parezca cierto. En eso entra mi tía (la madre).
Yo: Tía, ¿por qué no lleva a Kevin con Doña Margara? –digo seriamente
refiriéndome a mi tía (la madre), Kevin me observa.
Tía 1: Sí, ¿por qué no se lo llevas para que lo eduque? –me sigue la
corriente mi tía (tía 1).
Yo: La señora que vive detrás de la iglesia y que educa a los niños
desobedientes –continúa mi seriedad, parece que Kevin está más tranquilo
pero espantado–. Si quiere le doy su número de celular para que la llame y
venga por él –le digo a mi tía (la madre) quien asienta y me proporciona su
teléfono móvil, yo saco mi celular y hago finta de anotar el número en el
teléfono de mi tía–. ¡Ya está tía!, si quiere llámela y ahorita mismo viene por él.
Madre: Sí, le voy a llamar porque yo ya estoy harta –dice mi tía (la
madre) con seriedad también.
Abuela: (Risas) No les creas hijo, no va a venir nadie –le dice a Kevin,
quien sigue dudoso. Sin embargo, mi otra tía (tía 2) y mi prima también
comienzan a burlarse.
El ejemplo anterior, aunque algo largo, deja ver mucha información útil y de
valiosa aportación. Primeramente debo aclarar que aunque en ese momento el
intento de implantar un ancla en Kevin falló, posteriormente enseñé a mi tía
cómo hacerlo satisfactoriamente.
De las nutritivas cosas que podemos estrujar del ejemplo anterior, se encuentra
el hecho de que el marco lo fue todo en dicha interacción. Mi marco era “Doña
Margara es real” y fue aceptado, en principio, por todos en la interacción. Kevin
al notar que yo no estaba bromeando y que todo lo decía seriamente (tanto
verbal como no verbalmente) aceptó la existencia de Doña Margara, al grado
de tenerle miedo.
Para efectos de ser muy práctico, voy a enlistar tres contextos y situaciones en
las que pudieras encontrarte, y los tipos de marco que conviene que adoptes
según tus intereses:
- Entrevista de trabajo.
Preferentemente tu marco debe ser “Soy un elemento muy valioso”.
Ahora bien, no bastará con saber que ese es el marco, también debes
recordar que debes actuar en consecuencia, sentirte valiosa y tener una
vida que te haga sentir valiosa, en este caso.
- Ventas.
Preferentemente tu marco debe ser “Lo que vendo es único y exclusivo”.
Habrás de actuar y comportarte en consecuencia, nada de rebajar tu
producto, pues un producto único y exclusivo no se rebaja.
- Flirteo y relaciones amorosas.
Preferentemente tu marco debe ser “Soy lo mejor que te puede pasar”.
Nuevamente, habrás de comportarte como lo mejor que le puede
suceder a la otra persona. De lo contrario serás cualquiera y eso no
resultará atractivo.
Como alguna vez escuché decir a alguien: “Es mejor enseñarte a pescar, que
darte el pez en la boca”. Una frase muy cierta, no quisiera proporcionar todos
los contextos posibles ya que, además de imposible, sería inorgánico si lo que
buscas es dominar estas herramientas; hay que mojarse para hablar de la
alberca. Por ello te invito a que hagas tu propia lista de marcos convenientes y
luego los evalúes volviendo a leer este capítulo. Así, además de asegurar tu
buena elección, repasarás un concepto tan importante como lo es el marco.
Una mujer poderosa debe poseer una capacidad de persuasión sobre las
personas. Debe ser capaz de persuadir correctamente a la gente de tal manera
que se note su poder al hablar, al comunicarse, al callar, y al expresarse de
cualquier forma. Por ello considero fundamental que conozcas las herramientas
que la élite guarda con recelo. Así, serás una mujer imparable que tenga una
capacidad extraordinaria de “encantar” a cualquier persona.
Lo que sigue es muy importante, pero por todos los cielos, antes de que
continúes leyendo, ¡lávate las manos!
Entonces, la inducción hace que el estado, o bien cambie, o bien se matice (se
intensifique o reduzca).
Cuando, por ejemplo, alguien nos relata tan magníficamente una historia de
terror que logra aterrarnos, nos encontramos ante la inter-inducción. Es decir,
uno de los interlocutores de la interacción logra inducir un estado de espanto o
sugestión en nuestra persona. En dicha situación nuestro estado cambió de
relajación y atención, a espanto y sugestión.
Otra situación muy común es con esa persona que nos gusta y nos pone
nerviosos apenas cruzamos palabra alguna con ella. En dicha situación,
nuestro interlocutor (persona que nos atrae) induce un estado de nerviosismo y
“tonteo”, en el que no tenemos absoluto control de lo que sentimos y hacemos,
en consecuencia dicho estado nos hace parecer torpes.
Por otra parte, la extra-inducción tiene que ver generalmente con la sociedad,
el medio y el ambiente que rodean a la interacción puntual que se tiene. Si
recuerdas (si no conviene repasarlo) el ejemplo del conductor con el usuario, el
usuario rompió su marco debido a una extra-inducción; los demás usuarios lo
miraban como un aprovechado. En el momento en que la gente mira al usuario
de mala forma, en realidad se está induciendo un estado de presión social
contra el que el usuario no resiste y entonces rompe el marco; el estado
emocional que atravesaba lo embargó y en consecuencia se abandonó al
momento, aceptando que debía pagar tres pasajes.
En apartados anteriores, hemos visto que poseer un marco sólido, fuerte y que
vaya en concordancia (o que se sustente) con tu esencia base resulta
fundamental. Es así debido a que en muchas de las situaciones en que te
encuentres, será de vital importancia dominar tu propio marco y tu propio
estado. Si no eres capaz de controlarte a ti misma, mal vamos.
El simple hecho de tener claro que nuestro estado puede alterarse y éste a su
vez afectar nuestro marco, ya es una ventaja grandísima sobre la mayoría de la
población mundial. Si se está consciente de que factores externos pueden
alterar nuestro estado, sabremos que podemos recuperar o conservar nuestro
estado original sin que el marco se vea afectado.
Para que todo quede bien ilustrado, imagina que alguien por la calle se te
acerca con pinta sospechosa y te dice: “¿Cómo te llamas?”. Probablemente su
forma de abordarte, su pinta sospechosa y la pregunta te hagan sentir un tanto
incómoda o hasta algo asustada, algo totalmente normal. Una persona común
quizá comience a tartamudear víctima del estado alterado que tiene, pero
alguien que es consciente de la dinámica detrás de los estados, podrá, o
conservar su estado, o intentar alterar el estado (inducir) de su interlocutor.
Controlar nuestro estado es sinónimo de una barrera anti inducción. Algo así
como un escudo que bloquea los intentos de inducción de agentes externos
(inter-inducción y extra-inducción). Ello deja únicamente la posibilidad de que
nuestro estado sea intra-inducido.
Un ejercicio que creo conviene que pongas en práctica para conocer un estado
alterado en ti misma, consiste en ir hacia un lugar público donde el tránsito de
personas sea alto, situarte en el centro del lugar y gritar: “HOLA”. Hecho lo
anterior, deberás permanecer por un par de minutos para que la presión social
haga su trabajo. Al hacer lo anterior, la gente normalmente volteará a ver a la
“loca” que gritó “hola” y ejercerán cierta desacreditación sobre ésta. Debes
entender que para controlar algo, primero debes vivirlo en carne propia.
Situaciones como la anterior, son las que te permiten tener un control óptimo
sobre tu propio estado, exponerte a ellas es sustancial si buscas un dominio
absoluto de tu persona, del cómo te sientes y del cómo manejas situaciones
incómodas. Lograrlo, implica que realmente estás comprometida en ser una
mujer más poderosa y femenina que nunca.
La otra parte de la ecuación asume que tú tienes control total sobre tu estado.
Ello implica que si alguien intenta alterar tu estado interno, éste tendrá muy
poco o nulo efecto sobre tu estado, es decir, tú controlas tu estado y en
consecuencia tu marco. Traducido, se implica que las personas no logran
inducir estados en ti, y quienes lo logran lo hacen pobremente sin tener el
efecto deseado.
Es un hecho que los vehículos inductivos que más utilizamos son la mirada, el
contacto físico y el habla. Así como la ausencia de cualquiera de los anteriores.
Esto nos arroja a enfocar nuestros esfuerzos en aprender a inducir estados
utilizando únicamente dichos vehículos inductivos.
Los gestos y muecas (inductor) que se utilicen, serán los que dicten el objeto
de la inducción. La función del vehículo inductivo es simplemente transportar
dicho inductor de manera eficiente. Entonces, si por ejemplo tú quieres inducir
un estado de confianza y socialización deberás, primeramente, establecer
contacto visual (vehículo inductivo) con la otra persona, posteriormente y
manteniendo la mirada, deberás sonreír ligeramente hasta que la otra persona
acceda. Luego entonces se puede corroborar el estado de confianza y
socialización de dicha persona, al acercarte a platicar con ella; lograrlo
confirmaría el éxito de la inducción.
Habrás de intuir que en función de los gestos o muecas que se hagan, estará el
efecto de la inducción. Yo te invitaría a que explores diferentes gestos frente a
un espejo, y en una hoja blanca, anotes las sensaciones que te transmiten
dichos gestos. De esta manera sabrás ampliar tu espectro de inductores.
No quiero parecer exótico, pero debo mencionar que muchas cosas se pueden
conseguir si se entiende el concepto de culpa social y se dominan además las
herramientas de inducción aquí descritas. Tu poder sobre las personas se
disparará de manera exponencial, y habrás llegado a un nivel comunicativo
digno de las diosas.
Por otra parte, quisiera también ejemplificar cómo se pueden inducir estados
utilizando el vehículo inductivo del contacto físico y de la ausencia del mismo.
Un ejemplo muy práctico y que probablemente puede estrujarse sobremanera,
es cuando quedamos en una cita con alguien. En dicha situación, podemos
llegar por detrás de la persona con la que nos citamos y con nuestras manos,
tapar sus ojos. Lo anterior permitirá establecer comunicación mediante el
vehículo inductivo del contacto físico y la inducción quedará determinada, en
este caso, por lo que digamos o no, y desde luego por el cómo. Si decidimos
quedarnos callados (inductor), la inducción que resultará en la otra persona
será de un estado de curiosidad e intriga. Si decidimos hablarle al oído
seductoramente, la inducción redundará en un estado de felicidad y excitación.
Si, en cambio, decidimos fingir una voz grave y amenazante, la inducción se
volcará hacia la preocupación y el espanto.
Para ilustrar esta situación, me refiero al caso de una pareja de novios que
llevan un tiempo saliendo y se quieren mucho. Ella está acostumbrada a que su
novio la abrace, la mime y le confiera atención emocional. Sin embargo, un día
ella le hace un desplante a su novio frente a muchas personas, haciéndolo
quedar en “ridículo”. Pasados los días se vuelven a ver, él le habla más o
menos normalmente, responde a algunas cosas y alimenta medianamente la
conversación, pero hay una cosa que ha cambiado y que se nota a lo lejos; él
no la toca, no la mima, no la consiente ni nada por el estilo. Dicha ausencia de
contacto físico (vehículo inductivo) más una mediana inversión en la interacción
(inductor) hacen que ella experimente la culpa social (inducción). Ella comienza
a sentirse culpable y a saber que él no está contento, pues no aprueba lo que
ella le hizo, entonces sensaciones incómodas la embargan y ella buscará, de
alguna forma, reparar los daños ocasionados. Así, sabremos que el inductor ha
logrado su objetivo, meter en estado de culpa social a la chica.
El último vehículo inductivo que abordaré en este capítulo será el del habla.
Como debiera entenderse, el habla es una parte de la comunicación que no se
puede hacer a un lado. Ésta representa la mayor actividad consciente que
hacemos a lo largo de nuestra existencia y su importancia merece.
Cuando la persona A saluda por primera vez, en realidad no sucede nada aún.
Sin embargo, cuando la persona A se percata que la persona B no le presta
atención, decide reprimirla por su descortesía.
Como podrá apreciarse, la culpa social es uno de los estados emocionales que
más se inducen en las interacciones. Generalmente, cuando alguien intenta
inducir un estado en específico, termina induciendo además culpa social.
Nuevamente, la práctica permitirá ser certero en el mensaje emitido y evitar, si
no se desea, inducir culpa social. La culpa social puede ser muy lesiva,
emocionalmente hablando, por ello recomiendo prudencia al inducirla.
Entramos a la sección de esta obra en que las pequeñas cosas hacen una gran
diferencia y te permiten evolucionar tu comunicación de manera real y palpable.
Como bien habrás de intuir, ser una mujer poderosa comprende tener el poder
de influir positivamente sobre las personas, haciendo que la mayoría de éstas
acepten tu realidad (marco) como absoluta y fuerte dentro de cualquier
interacción. Por ello me he tomado la libertad de incluir este y el siguiente
capítulo para que tengas absoluto control sobre tu comportamiento y sobre la
manera en que una mujer poderosa se proyecta hacia la sociedad.
Si eres perspicaz, puedes notar que en la frase anterior existe una especie de
“truco”, mismo que radica en el hecho de que ha hecho frío. En efecto, de la
frase se puede deducir que tanto ayer como hoy ha hecho frío, es algo que se
asume. Es decir, no se cuestiona el hecho de “que ha hecho frío”, lo único
probablemente cuestionable es en qué día se ha presentado con mayor
intensidad. En dicho ejemplo, la palabra “más” funge como presuposición de la
frase y su función infiere en el hecho de dar por sentado que tanto ayer como
hoy, ha hecho frío.
- Antes.
Por ejemplo: “¿Quieres ver la casa ANTES de comprarla?”
En dicho ejemplo, se da por sentado que se comprará la casa, lo único
cuestionable es si quiere ver la casa o no.
- Después.
Por ejemplo: “DESPUÉS de que te sientes y te calmes, te lo cuento”.
Se asume que la otra persona se sentará y se calmará. Además, en
dicho ejemplo se incluye una condición (si te sientas y te calmas,
entonces te lo cuento), lo que refuerza la esencia de la frase.
- Mientras.
Por ejemplo: “MIENTRAS prendes el auto, voy a apagar la
computadora”.
Se da por hecho que la persona prenderá el automóvil. Además se
puede apreciar un efecto compensador; tú prendes el auto y yo apago la
computadora (ganar – ganar).
- Durante.
Por ejemplo: “Siente cómo te alivias DURANTE mi plática”.
Se da por hecho que la persona se aliviará.
- Luego de.
Por ejemplo: “LUEGO DE sonreír y sonrojarte, me das un abrazo”.
Se asume que la otra persona sonreirá y se sonrojará.
- A medida que.
Por ejemplo: “A MEDIDA QUE te relajas puedes notar una sensación de
alivio en el estómago”.
Se asume que la persona se relaja.
Por ejemplo, imagina que estás con un amigo y que ambos se disponen a salir,
entonces tú le preguntas:
La simple palabra “o” tiene un poder tremendo cuando intentamos dar por
asumida cierta información que nos conviene. Al utilizar la palabra “o” como
presuposición, se asume que al menos alguna de las opciones va a ocurrir.
Como habremos de entender, la presuposición “o” asume una actividad a
futuro.
Se puede apreciar que la presuposición “o” arroja dos opciones a escoger (me
besas; te beso), dicha acción asume que cualquiera de las dos opciones va a
suceder, independientemente de cuál sea la elegida. Además, en el ejemplo
anterior se incluye otra herramienta denominada “lazo doble” (implica que
cualquiera de las opciones elegida por nuestro interlocutor, deriva en el mismo
resultado); en el ejemplo anterior, que ambas personas terminen besándose.
Muchas serán las circunstancias en que la presuposición “o” pueda utilizarse y
delimitar las opciones que brindemos a nuestros interlocutores. Como ya lo he
venido comentando, en una misma oración es posible incluir muchas
presuposiciones de tal forma que el significado global sea tomado como cierto.
Nuevamente, serán tu capacidad de entendimiento y tu práctica, las que te
permitan dominar y adquirir más poder de influencia en tu personalidad.
- Más.
Por ejemplo: “¿Qué te gusta MÁS: el color rojo o el amarillo?”
En tal ejemplo, se presupone que a la otra persona ambos colores le
gustan (rojo y amarillo), lo único cuestionable es en qué medida lo hace
cada uno. Nótese que se incluye la presuposición “o” dentro del ejemplo.
De manera similar funcionaría la palabra “Menos”.
- Del X al Y.
Por ejemplo: “DEL 1 AL 10, ¿qué tan agradable te consideras?”
Puede notarse que la presuposición consiste en asumir que nuestro
interlocutor es agradable, la cuestión radica en establecer un rango (1 al
10). Así, si la otra persona dice 2 ó 10, habrá, de cualquier manera,
ratificado la presuposición (ser agradable).
Esta presuposición en particular, resulta muy potente debido a la
flexibilidad que posee. Si por ejemplo preguntamos a una persona que
nos resulta atractiva: “DEL 8 AL 10, ¿cuánto te gusto?”, se puede
apreciar que la oración asume que yo le gusto a la otra persona.
Además de que asumo que le gusto, al menos, en grado 8, por lo que lo
único cuestionable es si le gusto mucho o muchísimo.
- Sin contar.
Por ejemplo: “SIN CONTARME a mí, ¿quién te parece agradable?”
Nótese que la presuposición da por hecho que yo soy agradable, es algo
incuestionable, lo único que interesa es saber quién otro lo es también.
De manera similar funcionaría la palabra “Además”.
Las presuposiciones de rango permiten dar por ciertas, como hemos visto,
características de un interlocutor en específico y condiciones de una interacción
puntual. La utilización de este tipo de presuposiciones supone agregar fortaleza
a nuestra realidad (marco) dentro de la interacción y del contexto social, pues
la gente percibe una seguridad en nosotros mismos inquebrantable. Esto, al
asumir como ciertas algunas de las condiciones de la propia interacción y
características que deseamos se asocien a nosotros. Lo anterior refuerza el
marco de: “Sé lo que quiero y a dónde voy”, uno de los marcos que una
persona poderosa domina.
Las presuposiciones verbales son, en esencia, verbos que asumen que una
acción se ha venido dando dentro de la interacción. A diferencia de los otros
tipos de presuposiciones que hemos visto, en los que la presuposición infiere
una acción en el presente o en el futuro, las presuposiciones verbales
presuponen una acción que se ha estado desarrollando con anterioridad y que
es continua.
- Detener.
Por ejemplo: “Detén esa mirada que me sonrojas”.
En dicho ejemplo, se asume que ya existía una mirada (hasta antes de
hacérselo saber a nuestro interlocutor), es decir, le comunicamos o
informamos a nuestro interlocutor que ha venido mirándonos de una
manera que nos sonroja.
- Seguir.
Por ejemplo: “Sigue relajándote mientras llego”.
Para este ejemplo, la presuposición da por cierto que la otra persona ya
se relajaba, lo único que sugerimos es que continúe con lo que está
haciendo, es decir, relajándose.
- Continuar.
Por ejemplo: “Continúa mirándome de esa forma y voy a tener que
besarte”.
Ahora bien, en el ejemplo anterior, lo característico aflora dando por
hecho que la otra persona ya nos miraba de una cierta forma. La única
parte cuestionable, es si va a seguir haciéndolo o si se detendrá. De
cualquier manera, al utilizar la presuposición “continúa” le hacemos
saber a nuestro interlocutor que nos ha estado mirando de tal forma que
si persiste vamos a tener que besarle.
- Acabar.
Por ejemplo: “Acaba de apreciarme y luego me saludas”.
Nuestra frase afirma que la otra persona nos está apreciando
físicamente, lo único que sugerimos es que, al terminar, nos salude.
Finalmente debo recalcar que, al igual que en otros apartados, la práctica será
fundamental para tener un dominio amplio de las presuposiciones. Practicar en
cada interacción y a todas horas, te acercará paulatinamente hacia esa
personalidad femenina y poderosa que estás ya desarrollando. Quedaré
tranquilo sabiendo que estás dispuesta a practicar más que hoy mientras
repasas cada interesante capítulo de esta poderosa obra mía.
XII ¡Conecta con todos!
La mujer en la que estás trabajando día a día necesita hacer “click” con todas y
cada una de las personas con las que interactúa. El carisma es una
característica intrínseca a la personalidad de una mujer poderosa. Por ello es
de vital importancia saber conectar con las personas, pues así se propician las
condiciones necesarias para ser una mujer referente.
Los cinco sentidos que nuestro cuerpo nos proporciona, propician que nuestro
desarrollo en el medio sea óptimo, pues es a través de ellos que podemos
interactuar con el mismo. Los estados emocionales por los que cada persona
atraviesa en momentos determinados, tienen una relación intrínseca con los
sentidos que desarrollamos o hemos desarrollado; cuando vemos algo
impactante y nos sugestionamos, el sentido de la vista ha permitido que
nuestro subconsciente induzca un estado emocional alterado (sugestión); si
alguien nos toca y está frío, nuestra piel reacciona contrayéndose y una
sensación de escalofrío nos recorre. Lo anterior, es cada uno de nuestros
sentidos en acción, proveyéndonos sensaciones y estados emocionales.
Así, las sensaciones que se generen por distintos sentidos, serán muy diversas
tanto en forma como en intensidad para cada persona. Lo anterior no debe
malinterpretarse y creer que cierta persona no tiene sentido del tacto, por
ejemplo. Lo que realmente quiero que se entienda, es que algunas personas
han desarrollado más un sentido que otro, o bien, que éstas se valen más de
uno o dos sentidos en particular, que del resto de ellos. Esto debe entenderse
como que algunas personas se avocan, inconscientemente, más por un sentido
en específico, pero sin abandonar totalmente el resto de ellos.
De cada uno de los cinco sentidos que los Seres Humanos poseemos, se
derivan submodalidades de los mismos, es decir, formas en que una acción o
característica nos permite percibir cada uno de los sentidos. Por ejemplo, si yo
digo “oír”, lo primero con que se relaciona dicha palabra es con el sentido de la
escucha.
- La vista.
Verbos relacionados con este sentido; ver, observar, mirar, acercar,
alejar, apreciar, notar, guiar, apreciar (visualmente), ampliar, reducir,
matizar, colorear, entre otros.
Todo aquello que podemos hacer (ópticamente) con nuestros ojos.
- El gusto.
Verbos relacionados con este sentido; probar (alimentos), degustar,
catar, irritar, picar, endulzar, entre otros.
Todo aquello que podemos hacer (gustativamente) con nuestra boca.
- El tacto.
Verbos relacionados con este sentido; sentir, tocar, acariciar, percibir,
calentar, enfriar, comprimir, vibrar, apretar, entre otros.
Todo aquello que podemos hacer o percibir (físicamente) con nuestro
cuerpo.
- La escucha.
Verbos relacionados con este sentido; oír, escuchar, callar, hablar, decir,
susurrar, gritar, silenciar, sonar, entre otros.
Todo aquello que podemos hacer (auditivamente) con nuestros oídos.
- El olfato.
Verbos relacionados con este sentido; oler, olfatear, percibir, entre otros.
Todo aquello que podemos hacer (olfativamente) con nuestra nariz.
Como se puede apreciar, cada sentido tiene influencia sobre los verbos que se
le relacionan. Cada uno de los verbos antes enlistados, infiere una acción
sensorial que nos remite a alguna de las modalidades sensitivas.
En el mundo real son tres los sentidos con los que más experimentamos y
exploramos el mundo, aquellos que más practicamos y con los que estamos
más acostumbrados. Estos sentidos son: la vista, el tacto y la escucha. Los
otros dos sentidos, olfato y gusto, son sentidos que utilizamos en menor
medida. A efectos prácticos, conviene enfocar nuestros esfuerzos en dominar,
preferentemente, los tres sentidos antes mencionados y en especial cada una
de sus submodalidades, siendo estos, los que más nos servirán para nutrir
nuestras interacciones, y conectar prácticamente con cualquier persona.
Como debe ser, las submodalidades agrupan tanto a los verbos como a las
cualidades y/o características antes enlistadas. Esto es, los verbos ya referidos
más las cualidades apenas mencionadas, dan por resultado el área de
influencia de cada submodalidad.
Cuando interactuamos con las personas, son éstas las que nos proporcionan
información que posteriormente habremos de usar para que nuestra
comunicación con dichas personas sea más personal, más íntima y más
allegada. Puede incluso interpretarse como una especie de comunicación en
sintonía, como hablar en el mismo idioma.
Persona B: No lo sé, no alcancé a ver bien, solo noté que decía “te
extraño”.
Persona A: Ella dice que está bien, pero alcancé a oír a su Mamá
diciendo que sigue mal.
Persona A: ¿Cómo?
Persona B: Sí, pero ahora Shh. Mientras sigues relajándote así, escucha
mis suaves palabras y comienza a comunicarme tu silencio.
Persona A: ¿Cómo?
Podemos darnos cuenta, a partir del ejemplo antes expuesto, que la persona B
identifica correctamente la submodalidad de la persona A, auditiva.
Posteriormente, dicha persona B se comunica en el canal de la submodalidad
auditiva. Sin embargo, al final de la conversación es posible notar que la
persona B cambia su comunicación desde la submodalidad auditiva, hacia la
submodalidad kinestésica. Esto, al aludir características como vibración,
tímpanos (lugar en el cuerpo) y verbos como acariciar. Todos, propios de la
submodalidad kinestésica.
Con lo anterior, hacemos que nuestro interlocutor experimente su mundo de
otra manera, es decir, le hacemos ver que así como puede disfrutar del mundo
mediante sus ojos (submodalidad visual), también puede experimentarlo con
sensaciones físicas (submodalidad kinestésica). Esto converge con el hecho de
transmitir que sabemos expresar lo que vivimos y sentimos, aquí y ahora, de
muchas maneras distintas. Además, claro, de hacer que nuestros interlocutores
se compenetren más con nuestra plática y de este modo se ratifique (valor
agregado) nuestra realidad fuerte (marco).
Esa mujer que estás a punto de alcanzar, además de tener un poder absoluto
de lo que dice y hace, también ha desarrollado una capacidad suprema para
transmitir fuerza a través de su silencio. Para ser realmente poderosa, no solo
debes persuadir con tus palabras, tu silencio será un grandísimo aliado para
cimbrar al mundo con tu presencia. Y precisamente ese, es el objeto de este
capítulo, enseñarte a persuadir, influir e impactar con todo aquello que no
dices, que tus silencios potencien tu esencia base y te confieran un marco
único, difícil de tambalear.
Como hasta ahora hemos visto, muchas de las herramientas que he expuesto
tienen que ver con una articulación lingüística. Es decir, son herramientas que
se valen, fundamentalmente, de lo que expresamos y articulamos con nuestras
cuerdas vocales, aquello que decimos y transmitimos a los demás. Sin
embargo, poco se ha comentado en alusión a aquello que no decimos y que
“no” transmitimos o expresamos verbalmente.
De la manera anterior, cada uno de los vehículos inductivos con los que hemos
hasta ahora trabajado, tiene su manera o modo de silencio. Como ahora se
sabe, el silencio no es solamente la ausencia de habla.
El silencio (callar) representa una forma en que el vehículo inductivo del habla
se ausenta, es decir, cuando guardamos silencio (callamos) estamos bien
ausentando nuestra comunicación lingüística, retirándola de la interacción y
creando vacíos sonoros. Cualquier persona sin conocimiento podría decir que
callarse da la sensación de cortar la comunicación y, en efecto, las personas
que carecen del conocimiento necesario, en realidad están cortando la
comunicación. En este apartado pretendo que tú, al ausentar cualquier vehículo
inductivo en una interacción, enriquezcas tu comunicación y tu mensaje
(comunicación en general) sea más nítido y congruente con lo que quieres
transmitir.
El vehículo inductivo del habla, como ahora sabes, permite inducir estados
emocionales diversos. Algo similar sucede con la ausencia de dicho vehículo
inductivo, es decir, callar. Sabes también que cuando quieres inducir un estado
en tu interlocutor, debes auxiliar al vehículo inductivo del habla con el del
lenguaje corporal, específicamente la gesticulación del rostro y en ocasiones,
con el vehículo inductivo de la mirada. Pues bien, cuando ausentas el habla,
también te conviene auxiliarte de la gesticulación del rostro para imprimir
energía a tu mensaje. La mirada en algunas situaciones se utiliza como auxiliar
para no perder el lazo de la comunicación con nuestro interlocutor, aunque la
gesticulación de los músculos periféricos a los ojos también es determinante de
la esencia del mensaje transmitido.
Como puede deducirse, la ausencia del habla (silencio) debe auxiliarse del
vehículo inductivo de la mirada, de su ausencia y del lenguaje corporal (gestos
o muecas). No olvidar que la ausencia del vehículo inductivo del contacto físico,
también aporta al contenido del mensaje que se intenta transmitir. Por
supuesto, en algunas ocasiones la ausencia del habla o cualquier otro vehículo
inductivo, actúa de manera aislada, sin embargo, nuestros mensajes se
refuerzan y aclaran cuando articulamos la ausencia de más de un vehículo
inductivo. Podría apuntar que, la articulación de la ausencia de los vehículos
inductivos confiere mayor nitidez y contundencia en la recepción de la
información que enviamos.
Una pluralidad de contextos son los que permiten inducir estados emocionales
a partir del silencio verbal (Comprende la ausencia del vehículo inductivo del
habla. En lenguaje corriente, implica callar, o bien guardar silencio). En el día a
día, encontrarás que puedes utilizar el silencio para generar diversas
emociones en tus interlocutores e imprimir nitidez a cada una de las
interacciones en donde lo emplees.
- Culpa social,
- Presión social,
- Repugnancia,
- Tristeza,
- Felicidad,
- Excitación,
- Entre muchos otros.
Por otra parte, conviene señalar que el silencio que la chica utilizó en el
ejemplo antecedente, implica la ausencia de todos los vehículos inductivos sin
reserva alguna. Por ello que la comunicación aparentemente se corta, aunque
ahora sabemos que el mensaje que su silencio transmitía era del tipo: “Hasta
que no me complazcas, olvídate de mí”. El chico al captar (inconscientemente
quizá) el mensaje, decide cualificarse y ceder a los términos de la chica, quien
posteriormente lo acredita.
A diferencia del pasado, ahora eres consciente del poder que tiene el silencio
cuando lo utilices favorablemente sobre tus interlocutores. Así como todo lo
que puede repercutir si tú eres "víctima” del silencio, pero conoces el concepto
y aplicación de no romper marco. Pues como apunté en capítulos anteriores,
sostener un marco sólido en muchas de las ocasiones, será determinante para
salir airoso en cualquier interacción.
Ahora bien, continuemos con la utilización del silencio en conjunción con otro
de los inductores antes mencionados, la presión social. En esta situación, voy a
utilizar como ejemplo cuando estamos en una reunión con amigos y por
diversas circunstancias queremos que una persona haga el ridículo. Para que
el ejemplo se entienda, en esta ocasión voy a utilizar nombres personales al
azar:
Paco: Pero sí, las fotos estaban algo chistosas –trata de suavizar la
situación. Juan queda desconcertado y le cuesta incorporarse a la
conversación.
Es preciso señalar que la chica 1 del ejemplo pasado, utiliza los vehículos
inductivos de la mirada más el auxilio de la gesticulación facial, y a todo ello se
suma el silencio mediante la ausencia del vehículo inductivo del habla. Lo
anterior redunda en la inducción del estado de repugnancia en el chico
desconocido, quien además de experimentar el rechazo de la chica 1, también
se lleva una parte de presión social, ya que no recibe contestación lo que se
traduce en desaprobación social.
Un chico que estudia, práctica y se vuelve hábil con las herramientas que
brindo en esta obra, bien pudo haber contestado de la siguiente manera:
Me sentiré muy satisfecho si logro que al menos tú, querida amiga, te integres
a este pequeñísimo grupo de personas íntegras y poderosas que buscan ser su
mejor versión posible, que saben lo que quieren y toman acción para
conseguirlo, que no se rinden jamás, que saben que todo es cuestión de
tiempo y práctica, pero sobre todo, de estas personas que están dispuestas a
morir intentándolo porque saben que su vida depende de ello. ¡Te mando un
beso!
XIV Poder sexual y romántico
Los filtros avanzados se dividen básicamente en dos tipos: los que surgen en
función de tu comportamiento o “cebos”, y los que surgen en función del
comportamiento del chico que te gusta “pruebas”. Ambos interactúan
simbióticamente y buscan calificar al chico en cuestión. Su objeto es el de
salvaguardar a tu corazoncito y evitar sufrimiento sentimental en el futuro. Algo
así como… ¡asegurar la inversión!
Los cebos son filtros que surgen a partir de tu estado interno y que regulan tu
comportamiento. Esto es, filtros que actúan en función de cómo te sientes.
Supongamos por ejemplo, que en una charla con el chico que te gusta, sientes
unas ganas inmensas de besarlo, pero él parece no estar seguro de si hacerlo
o no. Además tu papel no es el activo, pero quieres “echarle una mano” para
que entienda lo que sientes. Entonces tú le haces una “sugerencia” para ver si
actúa en consecuencia o si desconoce el “protocolo”. Ejemplifiquemos la
sugerencia con la siguiente conversación:
Tú: Oye, ¿tengo los labios resecos? –lo haces con el objeto de
“juguetear”.
Tú: Sabes, hace tiempo que no me besan –tiras otro cebo para ver si
ahora la capta. Esto resulta demasiado lanzado para mi gusto.
El objeto de los cebos es “ayudarle” al chico que te gusta a que pise terreno
firme. Es decir, una de las funciones de los cebos es indicarle a tu chico el
camino. Imagínalo como un semáforo, con los cebos puedes indicarle que el
semáforo está en verde, ¿me entiendes? Los colores anaranjado y rojo se
tratan más adelante. Pero el color verde lo abarcan sustancialmente los cebos.
Tal y como dije anteriormente, a los hombres les cuesta entender a las
mujeres. Por eso es que ustedes han desarrollado mecanismos avanzados
para “echarnos una manita” y así nosotros no tengamos que ir tan a ciegas.
Como filtro, el cebo tiene el objetivo de saber a qué tipo de chico te enfrentas.
En la conversación anterior, es casi un hecho que el tipo de chico que tienes
enfrente es tímido o promedio. Los otros tipos de hombre normalmente
captarían tus cebos y actuarían en consecuencia.
Tú: Oye, ¿tengo los labios resecos? –lo haces con el objeto de
“juguetear”.
Él: Déjame ver –se acerca y desliza sus dedos sobre tus labios. Acerca
su rostro al tuyo y alterna su mirada entre la tuya y tus labios. Experimentas
una tensión sexual muy fuerte que comienza a vencerte. Luego de echar un
vistazo se aleja.
Tú: Sabes, hace tiempo que no me besan –tiras otro cebo para ver cómo
reacciona. Esto resulta demasiado lanzado para mi gusto.
Él: ¿En serio?, vamos a ver –sonríe y lentamente se acerca a ti. Quedas
paralizada y deseosa. Finalmente terminan besándose.
Los cebos serán tus mejores aliados cuando notes que tu chico no da una.
Sirven para orientarlo y para darle vía. La interacción avanzará y no te
aburrirás, es una ayuda que puedes proporcionarle y que brindará a ambos una
relación sana y nutritiva.
Ahora bien, las pruebas. Las pruebas, a diferencia de los cebos, no surgen en
función de lo que sientes. Las pruebas, por su parte, surgen en función del
comportamiento de tu chico. Quiero que entiendas a las pruebas como filtros
más fuertes, su mala utilización puede derivar en asustar a los chicos y no
volverles a ver la cara.
Las pruebas no buscan ayudar a tu chico y quitarle lo tímido, para ello están los
cebos. La principal función de las pruebas es protegerte. Sí, entiéndelo, la
principal función de las pruebas es protegerte. Éstas, buscan evitar a toda
costa que termines lastimada por un patán, o que termines enrollada con un
chico que no vale la pena.
De igual forma, quiero ejemplificar a las pruebas con una conversación que
recientemente tuve con una chica dedicada al modelaje. Si quieres una
recomendación bastante amplia, te diría que te hicieras amiga de una chica
muy atractiva (o más atractiva que tú), pues ellas suelen tener muchísima
experiencia y poseen conocimientos invaluables. Y no se diga en pruebas,
pues mis interacciones con ellas han iniciado inmediatamente con pruebas,
luego terminan enamoradas y adictas, pero las pruebas sí que las hacen.
Bueno, continúo con el ejemplo:
Yo: Quería besarte, pero veo que te pongo muy cachonda –le digo con
una seguridad abrumadora y sin quitarle la mirada. Ella parece salir de estado.
Quizá intuyas que pruebas como las que esa chica me hizo tienen la firme
convicción de filtrar a los “perdedores” y evitar la pérdida de tiempo. Tendrías
toda la razón del mundo si tu intuición te lleva a ello. Ya dije antes que las
pruebas tienen por objeto desechar a los candidatos menos aptos para ti,
incluidos aquellos que puedan lastimarte en algún punto de una eventual
relación sentimental. Entiende a las pruebas como tu sistema inmunitario en
materia de relaciones sentimentales, el que combate a los parásitos e
infecciones (patanes y babosos).
Las pruebas buscan evidencia, no hipótesis. Si un hombre te dice que es
millonario, quizá tu sistema “inmunitario sentimental” libere pruebas para
constatarlo. Una manera de hacerlo, sería diciéndole al supuesto millonario que
necesitas un préstamo fuerte, si se ofrece a prestarte entonces quizá sea
millonario, por el contrario ten por seguro que es solamente un fanfarrón más
(babucas o baboso).
Otro ejemplo podría ser un chico que se las da de <<Don Juan>>, fácilmente
podrías coquetearle y cuando se acercara, podrías hacerle el feo y decirle que
está horroroso, que se largue. Si se molesta con tu actitud y se va, quizá toda
su pinta de “Don Juan” sea falsa; una frágil y chistosa máscara frente a una
personalidad débil y aburrida (babucas). Si se queda y termina conquistándote,
¿cuál sería tu respuesta?
Te invito a ponerte lo más cómoda que puedas, porque lo que viene ¡ES
DINAMITA PURA!
¿Qué me dirías si te digo que con un par de pruebas puedes desechar a los
hombres aburridos y no aptos? ¿Sería grandioso, verdad? Pues la realidad es
así, tú puedes saber qué tipo de hombre es el que tienes enfrente, con la ayuda
de pruebas tan sencillas que te ahorrarán horas, días y años de aburrimiento y
decepción. De esta manera, podrás gestionar tu tiempo de mejor manera y
solamente salir con chicos que merezcan tu atención, chicos que pasen por tus
filtros y te den evidencia de ser lo que buscas. ¡Fantástico!
Bien, si me has hecho caso, probablemente ahora tengas las cosas más claras.
No todos los chicos pueden gustarte, hay unas características en especial que
buscas en él, tu chico. A lo mejor seas de las chicas que sienten atracción por
los chicos altos, o qué me dices de los morenos, los rubios, o los delgados,
quizá los “mamados o cachas”, no lo sé, los gustos son tuyos y debes estar
consciente de ellos. También las características de actitud de tu chico pueden
variar, probablemente te gusten los chicos atentos, un poco celosos,
indiferentes, atrevidos, con sentido del humor, alegres, entre muchas otras
características.
Espero con el alma que mis lectoras y en especial tú, sean mujeres dispuestas
a cambiar su vida. Sin importar si eres una estudiante de preparatoria, un ama
de casa, una cultora de belleza, si estás en la Facultad estudiando Derecho, o
si eres una Ingeniera profesional que labora en una prestigiosa empresa, en
realidad no importa. Lo que quiero es tranquilidad al saber que tienes la
fortaleza mental para generar hábitos que te confieran mejores resultados con
el sexo opuesto y con la sociedad en general. ¿Estamos?
Lo que puedo asegurarte es que tu príncipe azul puede aparecer un día y ser
un flechazo de esos que sólo suceden en las telenovelas. Es una probabilidad
que existe y que más vale tengas presente, no deberías cerrarte a conocer
gente nueva. Sí, ya sé que tú babeas por el primo de tu amiga que conoces
hace años, pero, sería raro que luego de años él no haya intentado nada. Mi
recomendación se vuelca a que consideres otras posibilidades e incluir en tu
repertorio a gente nueva. Por supuesto, no quiero que vayas por la vida
dándole conversación a toda la gente, pero si notas que existe un “algo” con un
chico en especial, no te cierres y conócelo.
Los contextos más generalizados son dos: el contexto real y el contexto fingido.
A qué me refiero con ello. Básicamente a hombres que intentan “venderte
humo” y hombres que en realidad te venden un producto especial. El venderte
humo implica un contexto fingido, mientras que el venderte algo especial
significa un contexto real.
Entenderás que los contextos son totalmente diferentes, puesto que un chico
conocido que intenta ligar contigo tiene ciertas “ventajas” en comparación con
un chico desconocido que se te acerca en el centro comercial. Con el chico
conocido tendrás mayor predisposición, con el chico desconocido tendrás una
cierta desconfianza. Uno juega con ventaja, el otro lo tiene más complicado.
Para mantener cierta cortesía, conviene que las pruebas que le hagas a
alguien conocido sean más sutiles que las que ofrezcas a un total desconocido.
En los siguientes ejemplos podrás comparar cómo gestionar a un chico
desconocido (CD) y a un chico conocido (CC).
La prueba en este caso, consiste en ver qué tan seguro está el chico conocido
(CC) de sostener una conversación contigo. Según las respuestas, el CC no
estaba tan seguro de que tú quisieras conversar con él, ya que apenas lo
pruebas sucumbe a la presión. Veamos qué sucede con el chico desconocido
(CD):
Las pruebas que ofreces al chico desconocido (CD) no son, ni de cerca, las
mismas que ofreciste al CC. Ello es así porque no le faltarías al respeto al
hermano de tu amiga, por ejemplo. Mientras que al CD no lo conoces, por lo
que no te interesaría parecerle engreída.
En la realidad te darás cuenta de que puedes ser amable con las personas. De
hecho estás trabajando para ser más social, pero siempre poniendo especial
atención a la gente que busca cometer algún delito o abusar de tu amabilidad.
Los lugares que resultan menos imponentes a los hombres comunes para
acercarse a ligar contigo, son eventos sociales llevados a cabo para tales
efectos. Por ejemplo las fiestas de quince años, las bodas, los cumpleaños, los
bailes, las discotecas, el pub, etc. Dichos eventos son más propensos a
utilizarse como medios para conocer gente nueva. Es muy baja la probabilidad
de que un chico se te acerque en un parque o en el súper, pues ello es más
intimidante por la presión social que conlleva. Si en algún momento de tu vida
un chico te aborda en el súper o en un centro comercial, existe cierta
probabilidad de que sea El hombre, ya que a éste no lo intimida ningún
contexto.
Las pruebas para detectar a los babucas son más sencillas que las necesarias
para “detectar” a los patanes. Pues estos últimos suelen ser más resistentes a
las pruebas iniciales, así que habrás de incrementar la intensidad de las
mismas.
Ahora sí, vamos por las pruebas para detectar babucas. La pruebas deben
estar dirigidas hacia socavar su autoconfianza. Algunas pautas a seguir serían:
Este ejemplo atiende la actitud (seguridad en sí mismo) del chico. Por lo que
parece la prueba surtió efecto, pues el chico demostró no estar seguro de
seguir adelante. El siguiente ejemplo es:
Ahora quiero ofrecerte dos ejemplos más. Pero esta vez no voy a decirte qué
aspectos se atienden. La tarea que quiero que realices es precisamente
entender qué aspectos atiende la prueba, cuántas pruebas hay en cada
ejemplo, y si logran su objetivo. Estos últimos ejemplos son un poquito más
largos que los anteriores. Lo hago así con el fin de que te quede más clara la
función que cumplen las pruebas.
Ejemplo 1:
Él: ¿Qué tengo?, ¿tengo algo en la boca?, ¿por qué te ríes? –su valentía
se desvanece.
Bien, sabes ahora cuál es tu tarea así que a hacerla. Espero que lo tengas
claro y no dudes, si es así, entonces te recomiendo que repases los aspectos
que se pueden atender. Ahora voy con el siguiente ejemplo.
Ejemplo 2:
Tú: ¡Porque eres guapísimo! Mírate en un espejo; esos pelos necios, esa
mirada chueca, ese cuerpazo, ¡todo un Latin Lover! Cómo no voy a estar
emocionada –exageras en el sarcasmo.
Tú: No, pero si quieres puedes irte –lo invitas con seguridad. Él se va.
Quizá parezcan exagerados los ejemplos, pero en ocasiones hay chicos que se
ponen muy pesados creyendo que te pueden ligar fácilmente. Si es tu
situación, no repares en atacar más duro. Las pruebas, recordarás, tienen el
objeto de protegerte y evitar que termines de novia con un patán que no te
valorará o con un babucas que te aburrirá.
Para que entiendas más o menos a qué me refiero con que un chico se tome
las cosas con humor y tranquilidad, y además resuelva la prueba con ingenio y
creatividad, vuelvo a citar el ejemplo que anteriormente te compartí:
Yo: Quería besarte, pero veo que te pongo muy cachonda –le digo con
una seguridad abrumadora y sin quitarle la mirada. Ella parece salir de estado.
Ella: Con mi novio, a veces –ofrece nuevamente una prueba que atiende
aspectos de seguridad y creencias.
Yo: Con tu novio… ¿y conmigo? –la miro sin reparo. Busco ponerla
nerviosa hasta que no sostenga la mirada. Ella se vence y mira a otro lado,
humedece sus labios.
Como podrás ver en el ejemplo anterior, me he tomado las cosas con calma y
humor. Una chica a la que no conozco no tiene por qué influir en mi
comportamiento, por eso es que no me lo tomo personal. Para contestarle he
tenido que ser ingenioso y rápido en la contestación para parecer natural. Por
supuesto que la chica, luego de ver que su tonta actitud no funcionaba
conmigo, decidió dejarla de lado y comenzar a abrirse. Luego de un tiempo
compartíamos cama y parecía bastante feliz. Modestia aparte.
La fase del enganche infiere que debes estar atenta a dos cosas: al cómo te
sientes y al cómo él se comporta. Si comienzas a sentirte cómoda las cosas
van por buen camino. Si él se comporta cómodamente, es señal de que la
interacción avanza.
Para que te quede más clara la idea del enganche, quiero que pienses en un
libro, en una novela por ejemplo. Si tuvieras el tiempo contado para leer, te
asegurarías de que tal libro merece la pena, pero cómo sabrías que en verdad
merece la pena. Fácil, leerías el primer capítulo, si luego no dejas de leerlo
entonces te has enganchado al librito. Si lees el primer capítulo y ni siquiera lo
terminas, entonces era un libro que quizá no valía la pena. Lo importante es
que supiste gestionar tu tiempo asumiendo riesgos.
De manera análoga, con un chico dado debes leer el primer capítulo (escuchar
su propuesta) y ver de qué va. Si luego de unas páginas (acercamiento y
algunos instantes de conversación) decides no terminar el capítulo (escuchar
su propuesta), quizá no merezca la pena seguir leyéndolo (ofreces pruebas y
filtras). Si terminas de leer el primer capítulo (escuchar su propuesta) y sigues
al segundo capítulo, entonces te has enganchado al libro (has alcanzado la
fase de enganche).
Espero que la analogía anterior te haya sido útil. Te adelanto que no muchos
chicos desconocidos (CD) alcanzarán el enganche contigo. Lo más probable es
que durante al acercamiento no resuelvan tus pruebas y la interacción ni
siquiera dure cinco minutos. Sin embargo, debes entender que cuando alguien
alcance el enganche contigo, deberás estar atenta a su “propuesta” y no así a
pensar en ofrecer pruebas. Las pruebas interesantes deben liberarse en fases
más avanzadas; para asegurarte de que tu chico es lo que en realidad tú
mereces, no a cualquiera.
Para serte sincero, serán aun menos los chicos que logren despertar atracción
en ti. Sobre todo al poco rato de haberte conocido. Algunos chicos que han
estado detrás de ti durante mucho tiempo, es posible que con el paso de los
días te hayan parecido propicios para gestar una bonita relación. Sin embargo,
algo que deberías concluir es que han necesitado mucho tiempo para parecerte
aptos, lo que implica que quizá seas tú la que cambió, no necesariamente
ellos.
La fase de atracción se rige por una serie de aspectos que espero hayas
experimentado en carne propia. De esta manera será posible que te sientas
identificada y, lo que más adelante explico, te parezca conocido. Ello implica
que no te líes asimilándolo.
Para que te hagas una idea de a qué me refiero, quiero que pienses en la
última vez que, según tú, te enamoraste. Una primera cosa que quizá te haya
sucedido es un peculiar ofuscamiento que te impedía ver defectos en tu chico,
era perfecto según tus creencias y lo que tus ojos te remitían. Es difícil ponerse
las pilas cuando se está enamorado, como hombres, vemos a nuestras chicas
como la más bella flor del jardín y no nos detenemos a otra cosa más que a
admirarla. Supongo que en las chicas es igual, están enamoradas y ven a su
chico como un súper héroe. O algo similar.
La realidad es que cuando te enamoras, no son causas de los astros o la
alineación de Júpiter con Saturno, ni nada por el estilo. Cuando te enamoras, el
chico que se hace tu novio ha logrado transmitirte con éxito todas o alguna de
las características básicas que comentábamos: valor social, preselección y
seguridad en sí mismo.
Ahora vamos a algo muchísimo más interesante, las “señales” que te indican
que ese chico está atraído a ti, que tiene interés en conocerte y llegar quizá a
más, que le gustas vaya. De igual forma quiero que seas consciente de las
“señales” que te delatan y que sugieren que tú estás interesada en él, que
quieres conocerlo y llegar quizá a más, que te gusta vaya. ¿Comprendes?
Ahora vamos a conocer las señales que te delatan a ti. Las cosas que tú haces
y que le indican a él, que también estás un poquito loquita por sus huesitos:
Como podrás notar, las señales anteriores son solamente algunas de una
infinidad que pueden presentarse. Si te parece útil y cómodo, podría valer la
pena que observaras a una pareja de chicos que aún no sean novios, pero que
parezca que estén atraídos el uno por el otro y mira su comportamiento. Debes
ser bastante observadora y ver cómo se comporta ella cuando está con alguien
que le gusta, y cómo se comporta cuando está con alguien que no. De igual
manera sería conveniente que miraras en el comportamiento del chico, ver
cómo se comporta con la chica que le gusta y ver cómo lo hace con chicas que
no le gustan. Si estás en la escuela puedes hacerlo con compañeros. Si estás
en la oficina, con compañeros también. Si estás en el barrio puedes hacerlo
mirando a los vecinos. Explora y practica, es lo que mejor puedo recomendarte.
Estoy seguro de que no todos los chicos que conoces o has conocido, han
logrado llegar hasta la fase de atracción. Quienes lo han hecho muy
probablemente pasaron las pruebas que, inconscientemente, les hiciste.
Cuando haya que poner pruebas tu mente inconsciente lo sabrá hacer, y las
herramientas que yo te brindo, serán complementos que te asegurarán estar
con la persona correcta.
En las dos etapas anteriores, enganche y atracción, se puede prescindir de las
pruebas, relajarse y disfrutar. En la siguiente etapa, seducción, ello no vale,
queda anulado. La etapa de seducción es una de las etapas más relevantes del
juego. Es análogo a la compra de un departamento, se deben atender muchas
cuestiones para saber si es la mejor decisión posible.
Las pruebas duras y puras hacen acto de presencia en esta fase, seducción.
Recordarás que en la primera fase, acercamiento, te hice mención de algunas
pruebas que podías hacer para no perder tu tiempo con chicos en quienes
quizá, no valía la pena invertir tu tiempo. Pues bien, en la fase de seducción las
pruebas te ayudarán a filtrar a los mejores candidatos, aquellos que lograron
llegar hasta este punto. No te confundas, el hecho de que un chico llegue hasta
esta etapa no quiere decir que sea tu príncipe azul, la fase de seducción
todavía tiene el deber de comprobar los datos proporcionados en su
“propuesta”.
La estructuración que debas dar a tus pruebas debe estar en función del tipo
de chico de que se trate. No será lo mismo un chico que parece ser muy
seguro de sí mismo (en cuyo caso deberás comprobar dicha seguridad), que
un chico muy guapo (en cuyo caso deberás comprobar sus creencias), ¿me
explico? La forma en que debas ofrecer pruebas será gradual, generalmente
basta con tres a cinco pruebas bastante fuertes que te permitan notar
reacciones en su comportamiento y ver si es congruente con lo que dice ser, lo
que dice ofrecer, o lo que dice creer.
La base de las pruebas que hagas es que estés totalmente segura de que lo
que el chico te “vende” es real y no una mentira. Sería bastante desagradable
que un chico que te transmite seguridad no sea capaz de defenderte de
acosadores. ¿Captas más o menos por dónde va la idea?
Para que no te pierdas y te quede más claro todo, voy a retomar mi vivencia
con la modelo tapatía que anteriormente te compartí, la groserita esa. En este
caso voy, entre paréntesis y en negritas, a hacer comentarios y anotaciones de
las pruebas que ella me ofreció, el objeto que tenían y lo que yo logré al
pasarlas. Pues bien, vamos a ello:
Yo: Quería besarte, pero veo que te pongo muy cachonda –le digo con
una seguridad abrumadora y sin quitarle la mirada. Ella parece salir de estado.
(La intención de ser tan atrevido era sacarla de su estado. Hasta ese
momento la que analizaba y ponía pruebas era ella, al ser agresivo
busqué que apareciera tensión sexual y ella no estuviese tan concentrada
en poner pruebas. Mi respuesta la logró descolocar, sin embargo, su
experiencia le hizo volver casi de inmediato a su estado original.)
Ella: Jajaja… –se parte de la risa (Su risa era bastante nerviosa, sabía
que ella había salido de su estado) –. ¿Por qué no te vas a la chingada? –
dice retadoramente. Al parecer analiza mi reacción. Cualquier hombre habría
salido corriendo, luego de pedir disculpas. (Su respuesta fue exagerada –te
digo que no debes tener piedad–. Mi experiencia me dijo que la tensión
sexual ya estaba presente, su sonrisa me lo hacía saber, ella se delataba
inconscientemente. Sin embargo, seguía ofreciendo pruebas, lo que me
confirmó que tiene estándares muy altos, no se enrolla con cualquiera.)
Ella: Con mi novio, a veces –ofrece nuevamente una prueba que atiende
aspectos de seguridad y creencias. (Su contestación resultó en una prueba
de seguridad. Al mencionar al novio, busca dos cosas; por una parte
asustarme, al hacerme saber que puedo meterme en problemas y; por
otra, advertirme de que si llegase a pasar algo, ella ya está comprometida.
Busca protegerse, no quiere parecer fácil.)
Yo: Con tu novio… ¿y conmigo? –la miro sin reparo. Busco ponerla
nerviosa hasta que no sostenga la mirada. Ella se vence y mira a otro lado,
humedece sus labios. (Mi reacción buscaba decirle: “no me interesa si
tienes novio, no tengo problema con ello”. Al preguntarle cómo se
comportaría conmigo, sigo firme en mi propuesta de sexo, para este
punto su lenguaje corporal la delataba. Estábamos a punto de entrar en
seducción.)
Luego de que has conocido a un chico en especial, lo hayas filtrado para ver
que no es un babucas, te hayas enganchado a su conversación, se hayan
atraído mutuamente, hayan entrado en la fase de seducción, lo hayas filtrado
fuertemente hasta el límite y finalmente hayan tenido algo, entonces puedes
plantearte la posibilidad de tener una relación formal con él. Por supuesto que
no estás obligada a tener una relación con él, quizá no te haya gustado cómo
besa, cómo te acaricia, o cualquier cosa que no te haya parecido. Si crees que
es conveniente tener algo serio con él, entonces adelante, no te reprimas. Si
sientes que no merece la pena intentarlo, siéntete segura de hacer lo correcto,
nadie te juzgará por haber tenido un “break”.
Finalmente y ya para cerrar este apartado, debe quedarte claro que una mujer
con “huevos”, además de ser poderosa, también debe consistir en una mujer
exclusiva, en una mujer que destaca y que es exótica, una mujer que se
esfuerza cotidianamente y que persevera en cualquier área. Una mujer que no
abunda, que escasea y sobre todo, que es auténticamente magnética y valiosa.
XV ¡Sé auténtica!
Querida amiga…
Sí, tú que has decidido dar un paso de gigante en tu vida. Tú que has decidido
tomar el control de tu vida social, emocional y cambiarlas definitivamente para
bien. Tú que has llegado hasta este capítulo, sin importar que quizá ya no
tenga mucho que ver con ser poderosa. Tú que quieres sacarle el máximo
provecho al tiempo que tienes en este mundo. Tú que no te conformas con lo
que la sociedad te dice que “mereces”. Tú que sencillamente quieres ser una
mujer verdaderamente femenina, poderosa y estar a años luz del montón de
mujeres… para ti es este mensaje.
Ahora voy a ser un poco duro contigo… Ser una mujer altamente poderosa no
funciona en mujeres mediocres, si estás leyendo este libro, quizá sea porque tú
no lo eres. Esta obra es para mujeres inconformes, ambiciosas y quizá, para
mujeres dudosas y desorientadas. Pero definitivamente para mujeres
mediocres no lo es.
Todo el contenido está pensado para cualquier mujer, sin importar el físico o la
apariencia. Una mujer normalita puede, sin problema alguno, tener los mismos
o incluso mejores resultados que una mujer atractiva. Ser una fémina poderosa
tiene más poder cuando se tiene una firme decisión de cambiar, que cuando se
tiene un físico espectacular. Por supuesto, si tienes un físico espectacular y
una firme decisión de cambiar tu vida, entonces tus resultados serán
impresionantes. Sea que seas guapa o “fea”, esta obra te cambiará
radicalmente.
Lo anterior busca hacerte ver que si eres una mujer normalita encontrarás que
no cabe ser mediocre. Imagínalo, eres normalita, te compadeces a ti misma,
buscas cualquier excusa para no mover el culito… ¿en serio crees que con esa
actitud vas a llegar a alguna parte?
Anteriormente lo dejé bien clarito, si eres una mujer mediocre difícilmente vas a
poder poner manos a la obra y cambiar tu apariencia. La gente mediocre es
floja, conformista, envidiosa y casi siempre busca que los demás sean igual de
miserables. Una aspirante a ser una mujer astronómicamente poderosa y
atractiva se deja de mamadas, rompe mitos, va más allá, se enfrenta contra lo
que sea sin titubeos, y hace lo que sea necesario para modificar a favor sus
condiciones de vida.
Una aspirante a fémina poderosa es, por definición, radicalmente diferente del
resto. No tiene cabida en el montón, y si hace las cosas correctamente se hará
notar destacando por su esencia disruptiva, y dejará, sin duda alguna, el
mundo mejor de cómo se lo ha encontrado.
La mayoría de lo que nuestra sociedad come hoy en día tiene un único objeto:
enfermar a la gente. El sistema impositivo ha planeado minuciosamente cada
aspecto de ello, y sonará macabro, pero más vale que lo entiendas, que
investigues, te documentes, y que te alejes lo más pronto posible de las
“recomendaciones alimenticias” que te hacen los médicos y los nutriólogos.
Porque no son otra cosa que mentiras.
- Agua,
- Té; verde, blanco, rojo, manzanilla, canela, menta, hierbabuena y limón
preferentemente, aunque se pueden incluir otros,
- Frutas,
- Verduras,
- Pescado; salmón, trucha, carpa, sardina, atún, entre otros,
- Pollo y huevos. Pueden incluirse otras aves como patos, codornices,
guajolotes o pavos, entre otras,
- Carnes rojas; res, cerdo, conejo y caballo preferentemente,
- Frutos secos: pistaches, almendras, nueces, pepitas de calabaza, entre
otros,
- Grasas; aceite de coco, de aguacate, de olivo, de almendra, entre otros.
La lista anterior incluye los alimentos que la mujer de tus sueños consumiría
preferentemente. Tu nutrición no se trata de dietas milagrosas, ni de pasar
hambre o cuentos sociales otros. Una mujer poderosa consume dichos
alimentos para tener en forma su cuerpo, para que funcione de manera
correcta. Y cuando la ocasión lo merece, como un cumpleaños, una fiesta, una
reunión o lo que sea, se da algún caprichito; una taza de café con galletitas,
una rebanadita de pastel, un trozo de pizza, un vasito de jugo o refresco… ¿me
entiendes?
Vivir como una fémina poderosa debe ser fantástico, no una tortura. Los días
en que no tengas ningún evento social debes abundar tu consumo de los
alimentos mencionados en la lista anterior. Ello te proporcionará bastante pila
para hacer tus deberes.
Ahora bien, los alimentos que deberías dejar de consumir aunque sea de
manera gradual, o que debes esforzarte por evitar consumir, son:
¿En serio crees que a esas personas poderosas les conviene decirte que te
alimentes bien? Si así lo hicieran sus grandes negocios farmacéuticos se
vendrían abajo pues no habría enfermos. Si así lo hicieran, sus grandes
negocios de comida chatarra se vendrían abajo, nadie la comería al saber de
las consecuencias. Si así lo hicieran, la gente pensaría mejor y sus grandes
negocios manipuladores se vendrían abajo. ¿Comienzas a atar cabos?
Prueba con algo tan sencillo como dejar todo lo que hasta ahora bebes, y
comenzar a beber agua y té. Simplemente eso, deja el café y el refresco,
sustitúyelos por agua y té, y ya me contarás cómo te va. Estaré muy contento
de que me digas qué tal te va con tu nueva forma de alimentación.
La lista anterior representa algunas directrices para hacer que tu camino hacia
adoptar un estilo de vida más sano sea placentero y divertido.
Hacer ejercicio no tiene por qué ser tedioso y aburrido. Encuentra el estilo de
ejercicio que más se adapte a ti, atiende mis recomendaciones anteriores, y
busca disfrutar del proceso de tener un cuerpazo y una salud que te conferirán
como una mujer más radiante y atractiva.
Piensa en el largo plazo, no creas que por ir dos semanas al gimnasio tus
pompis van a estar esculturales. Tener salud óptima y un cuerpo de diosa
requiere de trabajo disciplinado y sostenido en el tiempo. No te voy a mentir,
vas a tener que sudar la gota gorda en el gym, pero créeme, vale la pena.
Todos tenemos alguna pasión, algunos sienten pena por desarrollar su lado
artístico, otros lo desarrollan sin problema y gustan de hacerlo. Puede que a ti
te guste el baile, entonces podrías apuntarte a una escuela, o a alguna
actividad que implique bailar. Tu cuerpo sabrá compensarte por darte tus
gustitos.
Cuando lo que haces lo haces con pasión y entrega, es muy probable que
termines siendo “exitosa”. El trabajo bien hecho siempre es recompensado. No
importa si a ciertas personas no les gusta lo que haces, siempre tendrás tu
público, el que te recompensará por tus aportaciones y por tu talento. Gustar a
todos es prácticamente imposible, atiende al público que gusta de tus
actividades y verás las grandes recompensas que obtienes.
Si tienes un trabajo fijo que te gusta mejor que mejor. Si no es así, comienza a
perseguir tu profesión predilecta poco a poco. Quizá tengas un proyecto metido
en la cabeza que suena genial. Tu trabajo actual no tiene por qué ser tu
condena, si te organizas bien y planeas tus próximos dos años, seguro estoy
que puedes llevar tu proyecto de la idea a la realidad. Al principio tendrás, casi
forzosamente, que iniciar tu proyecto a tiempo parcial; por las tardes, los fines
de semana o en días de asueto. Cuando sientas que es el momento entonces
puedes dejar tu trabajo y comenzar a vivir tu proyecto a fondo.
Ser una mujer así implica una gran responsabilidad, pues su aprendizaje le
enseña que debe apoyar a los menos favorecidos. Será muy habitual que una
mujer influyente promueva derechos justos, pugne por injusticias y mejore las
condiciones de los que menos herramientas tienen para defenderse.
Ahora bien, sola ni a la esquina. Parte del aprendizaje de una mujer
empoderada se fundamenta en los valores que comparte con su familia y
amigos.
La familia es muy importante para ella, con quien comparte mucho tiempo;
aprendiendo, enseñando y disfrutando de cada instante. Su crianza se
desarrolla básicamente dentro de su entorno familiar.
Cuando logra ser una mujer íntegra, busca compartir su opinión con sus
familiares de tal manera que logre aportar cosas positivas a sus vidas. Una
poderosa fémina no tiene la intención de infravalorar a ninguna persona, mucho
menos a sus familiares, pues parte de lo que ellos son, forma parte de su
esencia. Para ella es mucho más valioso y enriquecedor enseñar y mejorar la
vida de los suyos, que detenerse a discutir por tonterías. La mujer que quieres
ser nunca se detiene en invertir su tiempo en criticar a las personas, ni en
pelearse con la gente en el metro por idioteces, mucho menos en estar atenta
al qué dirán, eso es del submundo y ella lo sabe.
Si tú, querida lectora, tienes alguna aspereza con algún familiar, te invito a que
dejes de lado estupideces y ayudes a otros a mejorar para bien, es mucho
mejor ayudar que pelear. Como aspirante a mujer íntegra, entenderás que tu
tiempo vale muchísimo, por lo que tener riñas con familiares o amigos no
resulta ventajoso ni benéfico.
Procura disfrutar el tiempo que pasas con todos y cada uno de los integrantes
de tu familia; padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, sobrinos, con todos.
Gestiona relaciones genuinas con cada uno de ellos, platica detenidamente,
escúchalos y en lo que puedas, oriéntalos y ayúdalos. Te sorprenderás del tipo
de relación que una excelente comunicación propicia.
Busca en todo momento ser una buena hija, una buena nieta, una buena prima,
una buena sobrina, o una buena tía. Recibir afecto es bueno para ti, y ser
recíproca también beneficia la relación interpersonal. No te limites, por pena o
vergüenza, a expresar tus sentimientos y emociones con los tuyos. Un abrazo
a tu Padre y un “te quiero” le vendrá bien escucharlo, te aseguro que te sentirás
muy contenta de hacerlo. Expresa lo que sientes ahora que los tienes junto a ti,
luego podría ser demasiado tarde y es probable que si no lo haces te lamentes.
Los amigos, por otra parte, son esenciales en tu vida social. Muchas veces te
ayudan a salir de apuros que difícilmente habrías podido tú sola. Los
verdaderos amigos, como habrás escuchado, son los que están ahí en todo
momento, sin importar el color del problema.
Muchas veces los amigos llegan a formar parte de tu familia, toda tu familia los
conoce y se llevan de maravilla. Tus amigos deben recibir un trato digno y
deberías buscar, en medida de lo posible, aportar algo a sus vidas. Al igual que
con la familia, se trata de que compartas tus conocimientos con tus amigos,
siempre, buscando hacerlos mejores personas; aprender de ellos, compartir tus
conocimientos y que ambos adopten lo que mejor les convenga.
Hazles saber que no deben depender de una relación para ser felices. Diles
que está bien gestar una bonita relación de pareja, pero recalca que lo malo
sucede cuando se hacen dependientes; cuando el comportamiento de otra
persona decide su felicidad. Muéstrales que tener pareja es sustancial para el
desarrollo humano, que tener sexo es tan importante como alimentarse, sin
embargo, ello no implica que su estado de ánimo escape a su control. Que
entiendan que son responsables por lo que sienten, por cómo se conciben, su
felicidad es únicamente su problema y que pasarle el muerto a sus parejas
para que sean éstas las que decidan su felicidad es suicidio, así de claro. Si de
algo puedo estar seguro, es que velarás porque tus amigas también se hagan
unas mujeres como tú en forma y fondo. De esa manera ganamos todos;
mujeres exigentes y hombres ansiosos por tener a nuestro lado a una mujer
íntegra, una como aquella en la que estás trabajando.
Evidentemente hay personas de todo tipo. Algunas que dicen ser tus mejores
amigos y luego resultan en personas que tenían otras intenciones contigo.
Siempre debes estar alerta de aquellas que no te “suenen” o que percibas algo
raro en su comportamiento.
https://www.facebook.com/WallaceSed
¡Éxito!
ELEVEN