Desarrollo Cognoscitivo y Disminucion de Funcionamiento
Desarrollo Cognoscitivo y Disminucion de Funcionamiento
Desarrollo Cognoscitivo y Disminucion de Funcionamiento
los problemas en la memoria de trabajo (Schwartz, 2008). Los adultos mayores también
cometen más errores para nombrar en voz alta las fotografías de objetos, hacen referencias
más ambiguas y cometen actos fallidos en el habla cotidiana, y con más frecuencia llenan
las pausas con muletillas como “um” o “este”. Los adultos mayores también muestran una
tendencia cada vez mayor a cometer faltas de ortografía con palabras (como indict en inglés)
que se escriben diferente a como suenan (Burke y Shafto, 2004). Esos problemas refl ejan
una falla de la recuperación verbal y no del conocimiento del vocabulario, el cual, como
hemos visto, por lo regular se mantiene fuerte.
SABIDURÍA
La sabiduría también ha sido estudiada como una capacidad cognoscitiva. Como tal, se ha
definido como “una amplitud y profundidad excepcionales del conocimiento acerca de las
condiciones de la vida y los asuntos humanos, y un juicio refl exivo acerca de la aplicación
de dicho conocimiento”. Puede implicar insight y conciencia de la naturaleza incierta y
paradójica de la realidad y puede conducir a la trascendencia, el distanciamiento de la
preocupación por el yo (Kramer, 2003, p. 132
DISMINUCIÓN DE FUNCIONES
DE LOS VIEJOS JÓVENES A LOS VIEJOS DE EDAD AVANZADA
Envejecimiento primario Proceso gradual, inevitable, de deterioro corporal a lo largo del
ciclo de vida.
Envejecimiento secundario Procesos de envejecimiento que son resultado de la
enfermedad, el abuso y la falta de actividad física; a menudo pueden prevenirse.
Actividades de la vida diaria (AVD) Actividades esenciales y cotidianas que ayudan a la
supervivencia, como comer, vestirse, bañarse y circular por la casa.
Edad funcional Medida de la capacidad de una persona para desempeñarse de manera
eficaz en su ambiente físico y social en comparación con otros de la misma edad
cronológica.
Longevidad y envejecimiento
¿Cuánto tiempo vamos a vivir? ¿Por qué tenemos que envejecer? ¿Le gustaría vivir para
siempre?
Los seres humanos se han hecho esas preguntas durante miles de años. La primera
pregunta implica varios conceptos relacionados.
La expectativa de vida es el tiempo estadísticamente probable que una persona nacida en
un momento y un lugar específicos puede llegar a vivir, dadas su edad y condición de
salud actuales.
La expectativa de vida se basa en la longevidad promedio, o duración real de la vida de
los miembros de una población.
Las mejoras en la expectativa de vida reflejan una disminución de las tasas de mortalidad
(la proporción de la población total o de grupos de cierta edad que muere en un
determinado año).
El ciclo de vida humano es el periodo más largo que pueden vivir los miembros de nuestra
especie. El ciclo de vida más largo que se haya documentado hasta ahora es el de Jeanne
Clement, una francesa que murió a los 122 años de edad. La segunda pregunta expresa
un tema de la vejez: el anhelo por una fuente o pócima de juventud.
Detrás de este anhelo está el temor, no tanto de la edad cronológica como del
envejecimiento biológico: la pérdida de la salud y de las capacidades físicas. La tercera
pregunta expresa la preocupación no sólo por la duración sino por la calidad de la vida.
¿POR QUÉ ENVEJECE LA GENTE?
¿Qué ocasiona la senectud, un periodo marcado por deterioros evidentes del
funcionamiento corporal asociados con el envejecimiento? ¿Por qué varía su inicio de una
persona a otra? Y, para el caso, ¿por qué envejece la gente? La mayor parte de las
teorías sobre el envejecimiento biológico caen en dos categorías (resumidas en la tabla
17-2): teorías de la programación genética y teorías de tasa variable.
Cambios físicos
Algunos cambios físicos que por lo general se asocian con el envejecimiento resultan
evidentes para un observador casual, aunque afectan más a algunos ancianos que a
otros. La piel envejecida tiende a palidecer y a perder elasticidad, y puede arrugarse a
medida que se reducen la grasa y la masa muscular. Tal vez aparezcan venas varicosas
en las piernas; el cabello de la cabeza se adelgaza y se torna gris y luego blanco, y el vello
corporal comienza a escasear. La estatura de los ancianos se reduce a medida que se
atrofi an los discos entre las vértebras espinales. En especial entre las mujeres con
osteoporosis, el adelgazamiento de los huesos puede ocasionar cifosis, llamada
comúnmente “joroba de la viuda”, una curvatura exagerada de la columna vertebral que
por lo general ocurre entre los 50 y los 59 años (Ball, 2009). Además, la composición
química de los huesos cambia, lo que crea un mayor riesgo de fracturas. Otros cambios,
menos visibles pero igual e importantes, afectan a los órganos internos y los sistemas
corporales, el cerebro y el funcionamiento sensorial, motor y sexual.
ENVEJECIMIENTO DEL CEREBRO
En las personas normales saludables, los cambios en el cerebro durante la vejez suelen
ser sutiles, hacen poca diferencia en el funcionamiento y varían de manera considerable
de una persona a otra, de una región del cerebro a otra y de un tipo de tarea a otro.
Además, la plasticidad del cerebro puede “reorganizar los circuitos neuronales para
responder al desafío del envejecimiento neurobiológico”
FUNCIONAMIENTO SENSORIAL Y PSICOMOTOR
Las diferencias individuales en el funcionamiento sensorial y motor se incrementan con la
edad (Steinhagen-Th iessen y Borchelt, 1993). Algunos ancianos experimentan deterioros
notables, pero otros prácticamente no presentan cambios en sus habilidades.
Visión y audición
Los ojos viejos necesitan más luz para ver, son más sensibles a la luz y puede resultarles
difícil localizar y leer las señales. Por ello manejar puede ser una actividad peligrosa, en
especial de noche. Los adultos mayores pueden tener difi cultades con la percepción de
profundidad o de color, o con actividades diarias como leer, coser, ir de compras o cocinar
(Desai et al., 2001). Las pérdidas en la sensibilidad al contraste visual pueden ocasionar
problemas para leer letras muy pequeñas o muy claras.
SUEÑO Los adultos mayores suelen dormir y soñar menos que antes. Sus horas de sueño
profundo son más restringidas y pueden despertarse con mayor facilidad por problemas
físicos o exposición a la luz (Czeisler et al., 1999; Lamberg, 1997), o quizá como resultado
de cambios relacionados con la edad en la capacidad del cuerpo para regular los ciclos
circadianos de sueño y vigilia (Cajochen, Münch, Knoblauch, Blatter y Wirz-Justice, 2006).
Sin embargo, puede ser peligroso suponer que los problemas del sueño son normales en
la vejez. El insomnio o falta de sueño crónica puede ser un síntoma o, si no se atiende, un
precursor de la
depresión. Tanto la falta como el exceso de sueño se asocian con un mayor riesgo de
mortalidad (Gangswisch, 2008).
FUNCIONAMIENTO SEXUAL
El factor más importante para mantener el funcionamiento sexual es la actividad sexual
continua a lo largo de los años. En una encuesta nacional, 53% de los adultos
estadounidenses de 65 a 74 años y 26% de los de 75 a 85 años dijeron ser sexualmente
activos. Los hombres tienen una probabilidad mucho mayor que las mujeres de mantener
la actividad sexual en la vejez, lo que en gran medida se debe a que, por constituir una
población menos numerosa, es más factible que tengan pareja (Lindau et al., 2007).