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MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELlON

EN SAN JUAN DE CHURIN (1663)

Hugo Pereyra Plasel/cia

Una rebelión seiscientista poco conocida

A las cinco de la mañana del 18 de abril de 1663, cerca de mil indios cayeron
por sorpresa sobre el pueblo de San Juan de Churín y lo redujeron prácticamente
a cenizas. Este episodio fue el inicio de una serie de levantamientos, tanto en Chu-
rín como en otros puntos de la parte sureña del antiguo corregimiento de Cajatam-
bo, que se prolongaron hasta finales de agosto de 1663. A juzgar por la dispersa y
escasa documentación que ha sobrevivido hasta nuestros días, estas alteraciones
preocuparon de manera especial a las autoridades coloniales de la época. Conscien-
tes de que su ejemplo podían muy bien seguirlo las poblaciones indígenas de otros
corregimientos, el virrey y la Audiencia actuaron con cautela y tacto verdaderamen-
te extremados que permitieron, a la postre, debelar la insurrección y cortar sus
amenazantes ramificaciones.
Pese a que estamos hablando de sucesos que no siempre pasaron desapercibi-
dos para los historiadores del mundo colonial, es indudable que el movimiento de
1663 no ha sido estudiado hasta la fecha con la atención que merecen sus caracte.
rísticas y sus circunstancias casi únicas. Por lo menos dos trabajos clásicos, la Histo-
ria General del Peni del padre Rubén Vargas Ugarte S.J., y El COllde de Lemos, vi-
fTey del Perú de Guillermo Lohmann Villena, citan este episodio y hablan de algu-
nas de sus principales fuentes manuscritas l .
En algunos trabajos modernos se ha insistido, acertadamente, en cuestionar
una imagen muy arraigada dentro de la historiografía peruana, que muestra al siglo
XVII como una época de equilibrio y de estabilidad. Las investigaciones recientes

1 VARGAS UGARTE S.J., Rubén . Historia General del Perú (Virreinato) . Lima:
Carlos Milla Batres, 1971, t. IlI, p. 304.
LOHMANN VILLENA, Guillermo. El Conde de Lemas, vir.rey del Perú. Ma-
drid: publicaciones de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla,
1946, p. 83.
Debe destacarse que Lohmann indica en este libro la localización exacta
del documento que se transcribe en el apéndice nO 2, al final del presente
trabajo.

BIRA, Lima, 13: 209-244, '84-85'.


210 HUGO PEREYRA PLASENCIA

señalan, por el contrario , la presencia cada vez más clara, en todos los niveles del
mundo colonial seiscientista, de tensiones sociales y étnicas tanto soterradas como
abiertas. Siempre con referencia al movimiento que aquí estud iamos, debe destacar-
se, por ejemplo, la breve mención que sobre los sucesos descritos hacen Javier Tord
y Carlos Lazo, en Su valiosa síntesis titulada Economía y sociedad en el Pení colo-
lúal. Estos autores tienen el mérito de haber sido los primeros en elaborar una cro-
nología de las sublevaciones importantes del siglo XVII, en la que incluyen el levan-
tamiento de 1663. Por otro lado, Franklin Pease C.Y . ha sugerido la existencia de
elementos mesiánicos en algunas sublevaciones y conjuras indígenas del siglo XVII.
los cuales parecen estar referidos a la idea del renacimiento delInca. Pease conclu-
ye que estos elementos podrían constituir, con gran probabilidad, los modelos y an-
tecedentes inmediatos de insurrecciones ya francamente mesiánicas de tiempos pos-
teriores como las de Juan Santos Atahualpa y Túpac Amaru 2 .
El estudio del levantamiento de Churín contribuye, sin duda. a llenar muchas
lagunas sobre tema tan apasionante. La importancia de este suceso reside en el he-
cho de que se trataba de algo mucho más complejo que una simple protesta regional
contra los abusos de la mita y del trabajo en los obrajes. A su indudable carácter de
sublevación social, este movimiento añadió tintes marcadamente atáv icos, idolátri-
cos y mesiánicos, bastante originales dentro de todo el panorama del siglo XVII. Es
uno de los pocos levantamientos seiscientistas donde las fuentes hablan con cierta
claridad sobre la existencia de una especie de mesianismo del Inca, el cual era utili-
zado como abierta bandera de rebelión por los indios que asolaron Churín en 1663.

Marco histórico y geográfico

El corregimiento o provincia de Cajatambo, escenario general de los sucesos


que estudiamos, se encontraba localizado, a grandes rasgos, en las partes serranas de
lo que hoyes el norte del departamento de Lima y el sur del departamento de An-
cash. Sus límites occidentales y orientales eran, respectivamente , la región chaupi
yunga y la serie de altas cadenas montañosas que separan los actuales departamen-
tos de Lima y Ancash de los departamentos de Paseo y Huánuco. Por el norte , el
límite del corregimiento estaba marcado por el curso del río Fortaleza y por una
línea que ¡>artiendo de las inmediaciones de la laguna de Conococha seguía, aproxi-
madamente, la actual frontera entre las provincias ancashinas de Bolognesi y Re-
cuay. Finalmente, por el sur, Caja tambo se extendía hasta el curso de los ríos

2. TORD, Javier y LAZO, Carlos. Economía y sociedad en el Perú colonial


En la colección Historia del Perú. Lima: Juan Mejía Baca, 1980, t . V, p . 305 .
PEASE G.Y., Franklin. "Mesianismo andino e identidad étnica: continuida-
des y problemas". En: Cultura (Revista del Banco Central del Ecuador),
vol. V, nO 13, May-Ago. 1982, pp. 62-65.
Idéntica pregunta sobre el carácter mesiánico de ciertos levantamientos in-
dígenas se hace Nathan Wachtel para el caso de las rebeliones de uros en la re-
gión del lago Titicaca durante el siglo XVII. Ver : WACHTEL, Nathan. "Ho-
mmes d'eau: le probleme uru (XV¡e - xvne siecle)". En: Annales, 33 e
année, nO 5-6, Sept.-Dic. 1978, p. 1142.
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 211

Huaura y Checras3 . Así delimitada en los mapas actuales, esta provincia confinaba
en la época colonial

" ... por el N.O. con la de Santa, por el N. con la de Huaylas, por
el N.E. con la de Conchucos, por el E. con la cordillera que sirve
de antemuralla a la de Huamalíes, por el S.E. con la de Tarma , y
por el S. con la de Chancay,,4.

Dentro del espacio anteriormente descrito, existían por lo menos tres sectores
ocupados por sendos grupos étnicos bien diferenciados. Al norte se encontraba la
región ocupada por las tres guarangas de Lampas. En la parte central del corregi-
miento se hallaba la zona de Ambar y la de Caja tambo propiamente dicha. Por últi-
mo , al sur, y bastante próximo a las quebradas de los ríos Huaura y Checras, podía
identificarse un abigarrado conjunto de pueblos que integraban lo que en el tiempo
colonial era conocido como el "repartimiento" de Andax o Andajes. Cada uno de

3. Esta delimitación ha sido posible mediante la identificación de los muchos


pueblos que integraban el corregimiento, la mayor parte de los cuales existen
hasta nuestros días. Además de cierta información geográfica, se encuentra
una lista bastante completa de estas poblaciones en ALCEDO, Antonio de.
Diccionario geográfico de /as Indias Occidentales o América. Madrid: Bibliote-
ca de Autores Españoles, 1967 [1786-89] t. 1, p . 263.
También ha sido utilizada con este propósito la copia de un viejo mapa de
la provincia de Cajatambo, fechado en 1791, y que lleva el siguiente título:
"Descripció.n geográfica de la provincia de Cajatambo que presenta al exce-
lentísimo señor don Francisco Gil de Lemos, digno virrey del Perú [ ... ] el
teniente coronel [... ] don José Alvaro Cabero y Taboada, juez subdelegado
de esta provincia". El original de este mapa se conserva en el Museo Británi-
co . Ver : DUVIOLS, Pierre. "Huari y Llacuaz. Agricultores y pastores. Un
dualismo prehispánico de oposición y complementariedad". En: Revista del
Museo Nacional, t . XXXIX, Lima, 1973 (entre las pp. 176 y s.) .
Es importante dejar en claro que el mapa anteriormente citado corresponde
a una época en que la provincia de Cajatambo ya no era un corregimiento, si-
no un partido o subdelegación que formaba parte de la intendencia de Tarma.
Sin embargo, en la mayoría de los casos (y Cajatambo no fue la excepción),
los lfmites y los nombres de los antiguos corregimientos fueron los mismos de
los posteriores partidos o subdelegaciones (FISHER, John R . Gobierno y so-
ciedad en el Perú colonial: el régimen de /as Intendencias, 1784-1814. Lima:
Pontificia Universidad Católica del Perú, 1981, pp. 95 y 274) Esta circunstan-
cia hace perfectamente viable la utilización de muchas descripciones y mapas
de la época de las Intendencias para reconstruir la fisonomía de los anterio-
res corregimientos. .

4. COQUET, Joseph de. "Descripción sucinta de la provincia o partido de Caxa-


tambo, en que se trata por incidencia de la decadencia de las minas y de las
causas de la despoblación del reino". En: Mercllrio Peruano, nO 162, 22/Jul./
1792, p . 190 (Edición facsimilar, Biblioteca Nacional del Perú, Lima, 1965)
Para precisar los lfm ites de la provincia, ver también ALCEDO, Antonio
de. Diccionario geográfico . .. op_ cit., p . 263.
La exacta ubicación de la provincia de Cajatambo en un mapa de los co-
rregimientos del Perú puede encontrarse en TORD, Javier y LAZO, Carlos.
Economía y sociedad . .. op. cit., entre las pp. 36 y s.
2 12 HUGO PEREYRA PLASENCIA

los tres sectores del corregimiento - norteño , central y sureño- tenía su propio
conjunto de autoridades nativas5 .
En este trabajo nos ocuparemos exclusivamente de Andajes, vale decir , de la
región sureña del corregimiento de Cajatambo . La más temprana referencia a los
asentamientos que formaban parte del repartimiento de Andajes se encuentra en
una cédula fechada en los Reyes, el 15 de enero de 1536, por la cual el marqués
gobernador Francisco Pizarro designó a Hernando de Montenegro el V iejo como
encomendero del cura ca Tumay Guarax,

" .. . señor del pueblo llamado Andax con todos los prin9ipales
indios e pueblos al dicho cacique [ . . .] subjetos . .. "6.

Si nos atenemos a la ev idencia arqueológica , lo más probable es que el repar-


timiento de Andax o Andajes haya estado formado en la época de la cédula pizarris-
ta por una dispersa red de varias decenas de asentamientos en forma de ciudadelas
de piedra , muchas de las cuales tenían sólo patrones de poblamiento estacional. Si
bien estos antiguos centros habían comenzado a ser construidos por los poblado-
res originarios del área inmediatamente antes de la expansión del Tawantinsuyu , la
existencia arqueológicamente comprobada de muchos restos de cerámica imperial
cuzqueña dispersos en la mayor parte de sus estructuras, demuestra una indudable
y vigorosa presencia del estado inca en esta región 7 . Probablemente a consecuencia

5. Los pueblos que formaban parte de la jurisdicción curacal de las tres guaran-
gas de Lampas pueden ubicarse en el Archivo General de la Nación del Perú
(AGNP a partir de la presente referencia), Derecho Indígena, c. 806, passim.
Los pueblos sujetos a los curacas de Cajatambo y Ambar, en la parte cen-
tral del corregimiento, aparecen citados en la Biblioteca Nacional del Perú
(BNP a partir de la presente referencia), Mss. B426 , passim .
Por último, hay una enumeración muy completa de los pueblos de la re-
gión de Andajes enAGNP, Derecho Indígena, c . 112, ff. 621 r. -741 v.

6. Aunque hay que observar que el nombre de Andax está limitado en la cédula
de Pizarro al pueblo donde habitaba el curaca principal de la región, dicho
apelativo -Andax o Andajes- fue utilizado durante toda la época colonial
para designar al repartimiento en su totalidad .
Existe un resumen de esta cédula en el Archivo General de Indias de Sevilla
(AGI a partir de la presente referencia), Justicia 450. Por la época del levanta-
miento indígena de 1663 , el encomendero del repartimiento de Andajes resi-
día en España (AGI, Escribanía de Cámara 514 A; BNP, Mss. B904). Pese a
la evidente decadencia de la encomienda como institución durante el siglo
XVII, esta circunstancia no fue obstáculo para que los sucesivos encomende-
ros de Andajes tuvieran propiedades (y probablemente otros intereses) en el
ám bito territorial del repartim ¡ento .

7. Toda la información de carácter arqueológico ha sido proporcionada en forma


verbal por 108 miembros de la Expedición CienUfica Polaca a los Andes, que
se encuentra llevando adelante en la actualidad un proyecto arqueológico en
los valles de Huaura y Checras. Deseo agradecer de manera especial al Dr. An-
drzej Krzanowski, director del proyecto, y al Lic. Krzysztof Tunia por las
valiosas sugerencias que me hicieron en el mismo terreno bajo investigación.
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 213

de su accidentada geografía, la región de Andajes da la impresión de no haber sido


muy afectada por la política de reducciones iniciada en forma activa en el Perú a
partir del gobierno del virrey Toledo. Por lo menos hasta 1583, los asentamientos
del repartimiento no habían sido sometidos a ninguna reducción generalizada y sis-
temática: en ese año, Cristóbal de Miranda, secretario de la gobernación, informó
enfáticamente que las 11,843 personas que poblaban el repartimiento de Andajes
no habían sido todavía concentradas "aunque -indicaba- en la visita se avian man-
dado reducir a quatro pueblos... ,,8. De hecho, la mayor parte de las reducciones
que constituyeron el repartimiento de Andajes durante la época colonial, y que
existen en términos generales hasta nuestros días, parecen haberse formado en un
momento no muy bien precisado entre las últimas décadas del siglo XVI y las pri-
meras del siglo siguiente. Perfectamente visibles hasta hoy, estas reducciones presen-
tan rasgos ocupacionales de claro corte occidental, como el diseño cuadriculado y
la presencia de una plaza principal con iglesia. Rodeando a casi todas las reduccio-
nes se observan todavía los restos de uno o varios pueblos viejos de los tiempos que
precedieron a la época de las concentraciones forzadas. Esta característica es níti-
da, por ejemplo, para el caso de pueblos como Santiago de Andajes, Nuestra Señora
de la Concepción de Guacho (Guacho sin pescado) y San Martín de Taucur.
Los 27 pueblos de corte hispánico que históricamente integraron el reparti-
miento de Andajes cubrían una variada gama de pisos ecológicos. Estos iban desde
el pueblo de Nuestra Señora del Valle de Quintay, situado casi en la costa, al bor-
de de la chaupi yunga cálida, hasta la fría villa minera de Nuestra Señora de la
Anunciación de Oyón, ya en plena cordillera, enclavada arriba de los 3,600 metros
de aJtitud 9 .
A diferencia de la mayoría de los pueblos de la región de Andajes, formados
a partir del despoblamiento de antiguos centros prehispánicos, el origen del pueblo

8. Ver la Relación de los corregimientos del Perú, hecha por el secretario de la


gobernación Cristóbal de Miranda. Los Reyes, 8/Feb./1583 (MAURTUA,
Víctor M. Juicio de l(mites entre el Perú y Bolivia. Barcelona: Imprenta de
Henrich y Compañfa, 1906, t. 1, p. 244.)

9. La información de que eran 27 los pueblos de Andajes se encuentra enAGNP,


Derecho Indígena, c. 112, f. 823 v. (dato de 1646); yen una lista de curacas
que se conserva en AGI, Lima 268 (dato de 1672). La lista más completa de
los asentamientos, ubicada en AGNP, Derecho Indígena, c. 112, ff. 621 r.-
741 v., incfuye los siguientes nombres: Nuestra Señora del Valle de Quintay,
Santo Tomás de Cochamarca, San Juan de Yarocalla, Yarocalla Guacac, Nues-
tra Señora del Rosario de Calpa, San Martín de Maní, San Miguel de Guaca,
Santiago de Andajes, San Juan de Churín, Nuestra Señora de la Concepción
de Guacho, San Pedro de Palpas, La Magdalena de Pachangara, San Cristóbal
de Rapaz, San Martín de Taucur, Santo Domingo de Nava, Molino de Tinta,
Nuestra Señora de las Nieves de Barrios, San Pedro de Naban, San Benito,
San Juan de Caujul, Vicos, San Bartolomé de Cu iray, San Gerónimo de Con-
chao, y Nuestra Señora de la Anunciación de Oyón. Por el año 1663, y con
la excepción del pueblo de Quintay, más vinculado en lo eclesiástico a la cos-
ta, los asentamientos mencionados estaban agrupados en las tres doctrinas de
Cochamarca, Churín y Andajes.
~14 HUGO PEREYRA PLASENCIA

de San Juan de Churín , situado ligeramente encima de los 2,000 metros de altitud ,
junto al río Huaura , parece estar asociado a la historia del obraje textil que allí fun-
cionó durante la época colonial. De la documentación se desprende claramente que
hacia los últimos años del. siglo XV 1, Y por lo menos durante todo el siglo siguiente ,
el pueblo de Churín fue considerado por la administración virreinal como el más
inlportante de los núcleos poblados del repartimiento de Andajes. Esto se debió no
sólo al hecho de que era en Churín donde los indios de la región deblan cumplir los
turnos de mita indispensables para el funcionamiento del. obraje , sino también a que
era el punto tradicional de reu nión de los indios tanto para el pago del tributo como
para la ejecución de cualqu ier trámite burocrático que afectara al repartimiento en
su totalidad 10.

A contecinz ielltos

Los sucesos que relataremos tuvieron como escenario el pueblo y los alrede-
dores de San Juan de Churln , en la época del virrey conde de Santisteban (1661-
1666).
Por algu nas razones que no aparecen todavía absolutamente claras, los indios
del repartimiento de Andajes se habían negado a servir en el obraje de Churín al
menos desde el año 1662. Fue tan rotunda su negativa, que el virrey se vio obliga-
do a enviar una orden conminatoria a las autoridades étnicas de la región para que
depusieran su actitud. Con el objeto de hacer cumplir esta disposición, el virrey
comisionó al sargento mayor Gabriel de Ugarte para que marchara a los Andajes
e hiciera entender personalmente a los indios la provisión del real gobierno . Con es-
te propósito , Ugarte envió varios españoles a los pueblos del área con la finalidad
de convocar en Churín a todos los curacas, alcaldes y "camachicos" indígenas.
Sorprendentemente, los indios del repartimiento no acataron la convocatoria, y no
solamente ello , sino que llegaron a apedrear y a despojar de sus pertenencias a varios
de los comisionados. El episodio más dramático y provocador tuvo lugar en el pue-
blo de Pachangara, donde al ayudante Juan de la Plata

" ... que fue uno de los embiados lo hirieron y maltrataron y le qu i-


taron la cavalgadura en que yva echandolo del pueblo [ . .. ] a pie
sin capa ni sombrero .ni espada ... " 1 ) .

10. La primera referencia completa del nombre de San Juan de Churín, aparece
en un informe redactado por Alonso de Alvarado, corregidor de Cajatambo,
el 3fSept.f1587 (AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, leg. 80, c. 304, S. f. )
En otros documentos tempranos, el pueblo y obraje aparecen escritos como
Churi, sin la n final (ver, por ejemplo, AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles,
leg. 80, c. 304, f. 8 r . - 29 r.) .
AGNP, Derecho Indígena, C. 112, ff. 514 r. y V. y 542 r. y v .; AGI, Lima
268 .

11 . Información levantada por el capitán Domingo de Carrera . . . (ver apéndice,


nO 2) Testimonio del padre fray Cristóbal de Cuéllar, cura de la doctrina de
Churín (La Magdalena de Cajatambo, 7 fJun.f1664), f. 51 r .
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 215

Ante semejante gesto , el desconcertado sargento mayor Ugarte optó por con-
centrarse con su gente en Churín, y escribió inmediatamente al virrey informando
que los indios del área se encontraban en franco estado de rebelión y que no había
otra alternativa que "conquistarlos de nuevo" .
Cuando el mercedario lray Cristóbal de Cuéllar, cura de la doctrina de Chu-
rín , reprendió públicamente a los indios por su actitud, éstos le respondieron

" .. .que se rrietiesse solo en el exersisio de su ofisio de cura y no en


otra cossa y que advirtiesse que este repartimiento de los Andaxes
con otras muchas provinyias estavan combocados a no obedeser a
la realjustisia de su magestad y que el tiempo [ . . .] lo diria . .. ,, 12 .

El día 18 de abril, a eso de las cinco de la mañana, empezó la rebelión arma-


da. En palabras del ya mencionado mercedario Cuéllar

" ...vaxaron sobre Churin serca de mil yndios las caras y piernas
pintadas a usansa de yndios de guerra con cavelleras postissas lan-
sones y guaracas disiendo a boses guerra guerra guerra ... " 13 .

Los indios sublevados tuvieron especial cuidado en derribar el obraje de Chu-


rín y en quemar todo el pueblo, con la única excepción de la iglesia . En un intento
desesperado por evitar la destrucción masiva del asentamiento , el mercedario Cué-
llar sacó con sus propias manos el Santísimo Sacramento a la plaza de Churín para
intentar apaciguar a los indios. Aunque ellos casi no se inmutaron y continuaron
arrasando el caserío , este gesto hizo que los naturales respetaran al menos el tem-
plo de la localidad. Cuéllar llevó de regreso el Santísimo a la iglesia de Churín , lu-
gar en el que se habían refugiado los cuatro o seis aterrados españoles que pobablan
el caserío, y 10 mantuvo descubierto hasta caer la noche, cuando los indios termina-
ron de quemar el obraje y las demás ed ificacione sI 4 .
Días después, el maestre de campo don Luis de Torres y Portugal, corregidor
de Cajatambo, informado de los sucesos, marchó a Churín a controlar la situación
con los hombres que pudo reclutar. Sin embargo , de nada sirvió su presencia en el
desolado pueblo. A los dos días de su llegada

" ...vinieron dichos yndios ensima del serro que cae a la plasa con
banderas y fututos [sic] dando alaridos y gritos disiendo españoles

12. Idem ., f. 51 r . y v .

13. Idem ., f. 51 v.

14. Información . .. Testimonio de Cuéllar, ff . 51 v . - 52 r. Ver, asimismo, la de-


posición del presbítero Pedro de Sambrana (La Magdalena de Cajatambo, 7 f
Jun.f1664), f . 56 r. Sambrana elogia la decidida participación de Cuéllar en la
salvación de la iglesia.
216 HUGO PEREYRA PLASENCIA

veos [sic, /' idos'?] de nuestra tierra que esta tierra es de nuestro rey
. 15 '
mga . . . .

" ... y en los altos de los serros avian tocado businas y tremolaron
banderas dissiendo en boses altas que el dicho corregidor y toda la
demas gente que se hallava en dicho asiento de Churin se fuessen
de sus tierras .. ."16.

Las noticias sobre el alzamiento de Churín causaron honda preocupación en


Lima. En una carta que el fiscal de lo civil de la Audiencia , doctor Nicolás Polanco
de Santillana, envió al rey de España a fines de julio de 1663, se informaba que

" . . .actualmente [a] quarenta leguas desta ziudad se a alcrado todo


un pueblo y quemado en el corregimiento de Caxatambo las cassas
[ . . .] y amenazado [a] los españoles que dexen sus tierras tocan-
do arma y ynstrumentos de guerra a su usso y tremolando bande-
ras ... " 1 7 .

El conde de Santisteban envió a la región convulsionada un magistrado espe-


cialmente designado para ventilar la causa de rebelión y procesar a los culpados.
Recayó este nombramiento en el licenciado don Fernando de Velasco y Gamboa ,
alcalde de corte de la sala del crimen de Lima. Este personaje llegó a Churín el 9 de
agosto de 1663

" ... y luego sin dilassion alguna embio papeles a todos los pueblos
para que vajasen todos los yndios assi para pedir de la justissia que
tenian como para la averiguasion de dicho delito cometido . .. "18.

El sábado 18 de agosto de 1663., a raíz de haberse apresado con cierta violen-


cia a las principales autoridades étnicas de Andajes, más de 800 indios desencadena-
ron u n nuevo y aterrador ataque masivo sobre el pueblo , que ya estaba siendo ree-
dificado. A golpe de diez u once de la mañana

15. Información . .. Testimonio de Cuéllar, f. 52 r.

16. Información ... Testimonio de Sambrana, f. 56 v.

17 . Polanco deja traslucir en esta carta un sentimiento de preocupación ante una


posible propagación de las alteraciones indfgenas: " . .. por ordenanza de don
Franc;:isco de Toledo esta dispuesto que en los indios ninguna justic;:ia execute
pena de muerte sin notic;:ia y mandato de las audienzias y sin embargo como a
crezido su malizia se a tolerado en muchos casos de conmoc;:ion y alzamiento
hazer justic;:ia en las cavezas [ ... ] y si no executan las penas en los capitanes y
motores destos tumultos luego quando se qu iera ocurrir será tarde .. . " Carta
a S.M. del doctor Nicolás Polanco de Santillana, fiscal de lo civil de la Audien-
cia de Lima (Lima, 31/Jul./1663), AGI, Lima 64. Conviene señalar que esta
carta se refiere al tema general de la pena de muerte.

18. Información ... Testimonio de Cuéllar, f. 52 r.


MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELlON 217

" ... sobre seguro y de hecho y caso pensado los dichos yndios del
repartimiento de Andaxes se combocaron y pegaron fuego a las ca-
ssas [... ] donde se avia alojado dicho señor alcalde de corte [ .. . ] y
con grandes alaridos digeron todos dichos yndios guerra guerra y
mueran todos estos españoles porque estan en nuestra tierra y di-
siendo estas palabras repetidamente desembrasaron hondas con
piedras apedreando al dicho señor don Fernando , corregidor y de-
mas personas que se hallaron presentes que les obligaron a guareser-
sse en un guasi o cassa destechada por librarse de la furia destos
·
bar b aros yn d lOS.. .
,, 19
.

Ante la extrema gravedad de la situación, el alcalde Ve lasco y Gamboa envió


para entablar conversaciones con los indios a fray Antonio de la Cruz , un lego de
San Francisco que se encontraba entre los sitiados, persona al parecer hábil en el
manejo del dialecto quechua de la región. El alcalce mandó decir a los insurrectos
que "viniessen a la obediencia de su magestad, que en su real nombre les perdona-
ría los delitos.. ." Los testimonios refieren (en uno de los pasajes más oscuros y
sorprendentes del levantamiento) que los indios de Andajes exigieron a Velasco y
Gamboa , por intermedio del citado parlamentario, que les fueran entregadas nada
menos que las cabezas del gobernador indígena don Francisco del Campo Yapan-
chagua y de otros dos personajes llamados Joseph Grimaldos y Juan de Salazar,
en el corto plazo de media hora. Los indios amenazaron con pasar a cuchillo a to-
dos los españoles, desde el alcalde y el corregidor hasta el último sacerdote , si no se
llevaban a cabo inmediatamente sus exigencias20
En vista de que el alcalde se negó a cumplir esta demanda, los ind ios redobla-
ron sus ataques con renovado furor y comenzaron a aproximarse al lugar donde se
encontraban los españoles, con la confesada intención de u \timarlos. Cuando ya to-
do parecía perdido para los sitiados quienes se hallaban totalmente acorralados,
un hecho fortuito vino a transformar sorpresivamente la situación: Domingo de Ca-
rrera , un alférez que había sido llamado dias antes por Velasco y Gamboa para que
acudiera con refuerzos a Churin y ayudase a vigilar a los indios procesados por rebe-

19 . Información . .. Testimonio de Cuéllar , f . 52 r . y v.; testimonio de Sambrana,


ff. 56 v. y 57 r. Cuéllar informa que fueron más de 600 los indios que ataca-
ron al alcalde Velasco y Gamboa y a su gente. Debe notarse que el mercedario
dice en su testimonio que los estallidos violentos de agosto se iniciaron el día
19, y no el 18, como aparece en la deposición del presbítero Sambrana. Noso-
tros nos inclinamos por la segunda fecha, en razón de ser la misma que cita el
propio alcalde Velasco en una Certificación que se transcribe en el apéndice
nO 1 de este trabajo . Este último documento es sumamente confiable, por ha-
ber sido redactado el 14 de setiembre de 1663, a muy pocas semanas del ini-
cio de las alteraciones de agosto. Sólo resta añadir que Velasco y Gamboa dice
en su escrito que se refugi6 en compañía de seis hombres en la iglesia dellu-
gar, y no en una casa destechada o "guasi", como indican los otros testimo-
nios.

20 . Información . .. Testimonio de Cuél1ar, ff. 52 v . 53 r.; testimonio de Sambra-


na , f. 57 r. .
218 RUGO PEREYRA PLASENCIA

lión, llegó al pueblo a las cuatro de la tarde de ese mismo día, cuando más se lo ne-
cesitaba, en compañía de un puñado de hombres provistos con armas de fuego. Pe-
se a que los indios agobiaron a Carrera y a sus soldados con un sinnúmero de pedra-
das y galgas, el alférez no vaciló en penetrar dentro del poblado para socorrer al al-
calde. Asustados por los disparos y por la decidida actitud de Carrera, los indios ce-
saron sus ataques directos y se mantuvieron a la expectativa. Más tarde, en previ-
sión de un recrudicimiento de las hostilidades, y por consejo del alférez Carrera.
el alcalde acordó salir con su gente del asiento de ChurÍn. Luego de una breve ins-
pección del camino efectuada por el diligente Carrera, los españoles consiguie-
ron romper sigilosamente el cerco a las once de la noche, abandonaron el pueblo.
y recorrieron las dos horas de camino que separan a Churín de la población de
Llacsaura, situada ya en el corregimiento de Chancay, en la vecina región de Che-
cras21 .
Después de enviar a Domingo de Carrera desde Llacsaura para que se dirigie-
ra al pueblo de Caja tambo a traer más hombres armados, y convenientemente re-
forzado por el teniente del corregimiento de Chancay, el alcalde Velasco y Gam-
boa dio inicio a la represión a partir del 21 de agosto. Al encontrar despoblado el
caserío de Guacho, dio órdenes de pegarle fuego por completo. La situación fue en-
teramente distinta cuando el alcalde y sus hombres llegaron al pueblo de Pachanga-
ra

" ... donde hallaron los yndios a su ussanssa de guerra antigua pues-
tos a la defensa de dicho pueblo donde con alaridos y gritos desian
que primero avian de morir que darse a los españoles ... "22.

Con posterioridad al cruento choque de Pachangara, donde perdieron la vida


varios indios y fueron heridos algunos españoles, Velasco y Gamboa determinó re-
gresar a Llacsaura a esperar mayores refuerzos. Estos no tardaron en llegar, pues el
día 24 de agosto hacía su aparición Domingo de Carrera acompañado de doce hom-
bres con armas de fuego. Carrera informó al alcalde que disponía de sesenta hom-
bres adicionales congregados en la villa minera de Oyón, localizada a unas ocho le-
guas de Churín. Sólo en esta situación, ya provisto de las fuerzas adecuadas, el alcaI-
de decidió finalmente marchar hacia el foco mismo de los levantamientos. En Chu-
rín, el 25 de agosto, los indios depusieron su actitud rebelde probablemente ame-
drentados por la presencia del pequeño ejército de algunas decenas de hombres
que el alcalde había conseguido reunir después de no poco esfuerz0 23 .
Pese a todo, la entera sujeción de los indios del repartimiento de Andajes no
fue automática. Cuando el alcalde Velasco y Gamboa abandonó el corregimiento de

21. Información ... Testimonio de Cuéllar, f. 53 r. y v.; testimonio de Sambrana,


f. 57 r. y v. Ver, asimismo, la Certificación de Velasco y Gamboa.

22. Información . .. Testimonio de Cuéllar, f. 53 V.; Certificación . ..

23. Información ... Testimonio de Cuéllar, ff. 53 v. 54 r.; Certificación. . .


MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 219

Caja tambo y retornó a Lima después de haber dado personalmente inició a las labo-
res de reconstrucción de Churín, los pobladores de Andajes persistieron en su nega-
tiva de trabajar en el obraje. Esta situación se prolongó durante varias semanas, has-
ta que el virrey designó a Domingo de Carrera como pacificador del área alterada.
El 20 de octubre de 1663, el conde de Santisteban otorgó a Carrera el grado de ca-
pitán de infantería española y lo facultó, mediante una cautelosa instrucción secreta
fechada al día siguiente, a levar u n ejército destinado a reprimir a los indios en caso
de necesidad, bajo pretexto de que la reculta se hacía para la guerra contra los arau-
canos en eh ile 24 .
Posteriormente, el5 de noviembre del citado año, el virrey reforzó la posición
de Carrera sobre el área en proceso de pacificación al designarlo teniente general de
las tres doctrinas sureñas de Churírt, Andajes y Cochamarca, con autoridad judicial
independiente del corregidor de Cajatambo. En forma paralela a estas comisiones
y nombramientos. el virrey envió a la región de Andajes, entre los últimos meses de
1663 y los primeros del año siguiente, a dos jesu itas. los padres Bartolomé Mesía
y Hernando Lavayen, para que intentaran tranquilizar a los indios de Andajes uti-
lizando los medios más suaves y persuasivos. Parece ser que los mismos jesu itas
confesaron por escrito al virrey el fracaso de su misión, y recomendaron a Domin-
go de Carrera como la única persona capaz de pacificar el área. Las evidencias do-
cumentales sugieren que, mediante una combinación de amenazas y paternalismo,
Domingo de Carrera al~anzó el éxito esperado en su delicada misión. De hecho, uno
de los testigos del momento declaró que cuando Domingo de Carrera recibió el
nombramiento de teniente general de Andajes

" .. .llegó al dicho asiento de San Juan de Chunn hiso llamar a los
yndios todos de las tres doctrinas de dicho repartimiento de Anda-
xes y les mandó que enterassen dicho obrage y juntamente mandó
pregonar enterasen los tributos de su magestad que devian pena de
que si no lo hasian dentro de ocho dias serian castigados con lo
qual todo se vido cumplido dentro de dicho tiempo y se vieron los
tributos pagados los yndios travajando en el obrage acudiendo con

24. "Y porque el principal motivo de la leva -decía el conde en la instrucción se-
creta- es que el capitan Domingo de Carrera se halle con alguna gente a la
mano en el asiento de San Juan de Churin y por aquellos contornos tendrá su
cuartel y arbolada la bandera en el o en otro puesto sercano que le paresie-
re a proposito y seguro para poder acudir a los accidentes que se ofresieren
y obligar a los casiques enteren los yndios de mita con toda puntualidad se-
gun los repartimientos y numero que a cada uno de los pueblos les esta seña-
lado [ ... ] y disimulando que no ay otro pretexto para la leva que el de la ne-
cesidad de socorrer de gente el exersito del reino de Chile aunque el yntento
es que por este medio se entere la mita del obrage de Churin y asistan los yn-
dios en sus pueblos a vivir como antes y cumplir con su obligasion ... " Ins-
trucción secreta del virrey conde de Santisteban al capitán Domingo de Ca-
rrera. Lima, 21jOct.j1663, AGI, Lima 268. El nombramiento de capitán
aparece en este mismo legajo del AGI.
Información . .. Testimonio de Cuéllar, f. 54 r. y v.
220 HUGO PEREYRA PLASENCIA

toda humildad y rendimiento assi al servissio de Dios como al ente·


ro de su s obligassiones y servisio de su magestad . . ."25 .

El obraje de Sall Juan de Cllllrlll y las causas dellevantamiellto

Ya hemos visto en la reseña de la sublevación que las reclamaciones indígenas


se centraban de modo especial en el obraje de Churín. No es en modo alguno arbi·
trario , en este sentido , que los indios hayan hecho del obraje el objeto predilecto
de su furor destructivo. Cabría, al respecto, hacerse algunas preguntas fundamenta·
les: ¿De qué época databa este obraje y quiénes fueron sus propietarios? ¿Cuáles
fueron sus características? ¿Cómo afectó el obraje a la economía de la región'?
El obraje de San Juan de Churín, centro de nuestro relato , había sido funda·
do por el conquistador Hernando de Montenegro el Viejo, encomendero de Anda·
jes, a comienzos de la década del 60 del siglo XVI. Las autoridades coloniales lo
consideraron siempre como uno de los más antiguos y prestigiosos obrajes de toda
el área andina 26 .
En 1598, los empobrecidos descendientes y sucesores de Montenegro se vie·
ron obligados a compartir la posesión y administración tanto del obraje de Churín
como de otras muchas propiedades, con un dinámico empresario de Lima llamado
Alonso Guerra de la Daga , bajo compromiso de un adelanto efectivo de 50 ,000 pe·
sos corrientes de a nueve reales. (Un indicio del vuelo comercial de Guerra de la Da·
ga se encuentra en el hecho de haber establecido como una de las condiciones del

25. Información . . . Testimonio de Cuéllar, ff. 54 v,..55 v.


Papeles diversos referidos a Domingo de Carrera, principalmente copias de
cartas del virrey conde de Santisteban. AGI, Lima 268 .
Debe destacarse que Domingo de Carrera aparece en la documentación os·
tentando diversos tftulos, algunos de los cuales dan la impresión de ser simul·
táneos. Los papeles conservados en el AGI (Lima 268), citados líneas arriba,
permiten aclarar de manera satisfactoria este embrollo. En 1661, siendo toda·
vía un simple "vecino" de la provincia de Cajatambo, Carrera obtuvo el oficio
de tesorero de la Santa Cruzada para dicho corregimiento. En julio de 1663,
probablemente al calor de los acontecimientos de Churín, el tesorero Carrera
fue nombrado alférez de la compañía de infantería española de la provincia
de Cajatambo . Ya hemos visto en el texto que entre octubre y noviembre de
1663 Domingo de Carrera fue designado comQ capitán de infantería y tenien·
te general de Andajes por el mismo virrey conde de Santisteban. En cuanto a
su trayectoria posterior al levantamiento de 1663, es seguro que Carrera fue
nombrado capitán de una compañía de caballos ligeros en el tercio de Arauco
(Chile) por julio de 1669 . Las últimas referencias sobre su vida lo retratan co·
mo un rico ganadero y minero que vivía en el pueblo de Oyón hacia 1672, pa·
radójicamente respetado y querido por los mismos indios que había ayudado
a reprimir casi diez años antes.

26. "Alonso de Albarado [ . .. ] dice que como consta por esta aberiguazion que
hizo y por lo que sumariamente se a informado y entendido [ . . . ] a mas de
veinte y cinco años que el capitan Hernando de Montenegro hizo un obraje
en el repartimiento de Andax ... " Parecer de Alonso de Alvarado, corregidor
de Cajatambo, sobre la mita del obraje de Churín (San Juan de Churín,
3/Set./1587), AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, leg . 80, c. 304, s. f.
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 221

negocio la posibilidad de exportar parte de la ropa producida en el obraje "a la vi-


lla de Potosí y a otras partes que me paresca por mar o tierra ... ") Después de u na
complicada serie de pleitos y componendas con la rama Montenegro , los hijos y
descendientes de Alonso Guerra terminaron apoderándose del obraje de Churín
durante el siglo XVII. También se hicieron de varias propiedades que habían for-
mado parte del patrimonio económico de los Montenegro y de sus allegados antes
de 1598 , tales como la importante hacienda costeña de San Juan de Qu ipico , lo-
calizada en el valle de Huaura (de u nas 250 fanegadas), y la estancia ganadera de
San Antonio de Colpa , situada en las punas del corregimiento de Cajatambo , que
llegaría a tener hacia 1673 unas 19 ,000 cabezas de ganado ovejuno 27 . Para 1663 ,
el año de la rebelión , el propietario del obraje de Churín y de los otros bienes del
mayorazgo era el acaudalado hacendado Juan de la Daga y Vargas, nieto de Alon-
so Guerra de la Daga 28 .
Aunque no existen descripciones del obraje de Churín que sean contempo-
ráneas o próximas temporalmente a los sucesos de 1663 , la documentación dispo-
nible permite, pese a todo, tener una idea general de sus rasgos más saltantes tanto
antes como después de la rebelión. Es seguro que a comienzos del siglo XVII , el
obraje de Churín era todo un complejo productivo que abarcaba no sólo la fábri-
~a propiamente dicha (con 22 telares y 150 tornos), sino un ·conjunto de elemen-
tos complementarios que incluían desde esclavos negros, hasta huertas, ganados,
una capilla con todos sus ornamentos, y las casas de vivienda . El obraje disponía,
además, de su correspondiente cuota de indios de mita, los cuales eran fundamen-
talmente destinados a trabajar en la confección de telas. Entre enero y febrero
de 1609 , unos inspectores encargados de tasar el obraje registraron de esta mane-
ra su s característicasprincipales:

27 . El contrato de 1598 se halla en AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, leg.


80, C . 304, ff. 8 r .-29 r.
La relación de los bienes que formaban parte del mayorazgo de la familia
Guerra de la Daga en 1673 se encuentra en BNP, Mss. B18 80, a partir del se-
gundo folio.
Parece ser que el reemplazo de los encomenderos por empresarios constitu-
yó un caso muy frecuente en el virreinato del Perú, sobre todo en el momento
crítico del tránsito entre los siglos XVI y XVII. En una exacta generalización,
Carlos Sempat Assadourian ha indicado lo siguiente: "Otro aspecto a ver es
el papel de los encomenderos en el desarrollo de los obrajes. Hasta finales del
siglo XVI parecen controlar el sector textil comercializado, al pertenecerles el
tributo y la propiedad de la mayoría de los obrajes. Pero luego se percibe la
consolidación, al exterior del grupo encomendero, de un fuerte núcleo de em-
presarios; su s demandas de mano de obra, contempladas en la mita textil o a
través de conciertos de trabajo, junto a la irrupción productiva en el mercado,
imponen distintas reglas del juego en desmedro de los encomenderos". Ver:
SEMPAT ASSADOURIAN , Carlos. El sistema de la econom(a colonial (Mer-
cado interno, regiones y espacio económico) Lima: IEP, 1982, p. 197 .
28 . AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, lego 89, C. 330, ff. 700 V . y 1059 r.
El nombre de Juan de la Daga aparece citado en la instrucción secreta
mencionada en la nota 24.
222 HUGO PEREYRA PLASENCIA

"Primeramente apreciamos el dicho obraxe con todas las tierras


y sitio que tiene edifiyio de casas ansi donde esta fu ndado el dicho
obraxe como las de bibienda y donde se benefizia la ropa que se
labra en él, el batan con el tinte y calderas beinte telares de ropa
angosta y -dos de frazadas con yiento y zinquenta tornos e pailas
de lavaderos de las lanas con todas las cardas hu sos y siguenuelas
conprehendidas en el inbentario tres pares de tixeras de fundidor
chacra y guerta donde se sienbra el cardon y quatro negros escla-
vos ofisiales de fundidores treinta y quatro machos y mulas de re-
qua con quatro negros harrieros que andan en ella traginando la
ropa a esta yiudad [¿de Lima?] con otras quinse mulas que sirben
de acarrear la lana de la estanyia a el obraxe = molino cabras y
carneros de la tierra contenidos en el inbentario para servicio del
dicho obraxe y el derecho de los indios que tiene de mita para la
labor de la ropa del obraxe y los demas peltrechos y cosas conteni-
das en el dicho inbentario que son los que comiensan en las casas
de bibienda = y acaba en veinte y seis carneros de la tierra y la cria
de burros questa en el dicho asiento iglesia capilla hornamentos y
demas cosas pertene:s¡;:ientes a ello ..."29 .

La siguiente descripción , que data del 15 de setiembre de 1673, ilustra clara-


mente sobre las permanencias y también sobre los inevitables cambios que sufrió el
obraje a medida que transcurrió el siglo XVII . No cabe duda de que las transforma-
ciones que aquí se observan podrían atribuirse en alguna medida a los efectos des-
tructivos de la rebelión de 1663:

" ... un obraxe que llaman San Joan de Churín que está en la pro-
vinyia de Caxatambo consistente en cassa de vivienda capi" a batan
cassa de percha labaderos de lana galpones y en él quarenta y qua-
tro tornos aparejados y dies y seis telares y otro telar de fressadas
con sus lissos = una romana y pesso de cruz = una barreta en los
indios mitayos que constará por las proviyiones que sobre ello hay
·
de1rea1 govlerno. . .,,30 .

Es sumamente difícil precisar cuál fue el exacto papel que cupo al obraje en
el desencadenamiento de la sublevación indígena de 1663. Hay indicios que hacen
suponer que el obraje se había vuelto una carga insoportable para los indios de An-
dajes en vista de la aguda baja demográfica que sufría la región desde hacía ya bas-
tante tiempo. De hecho , existió una clara tendencia a la disminución poblacional
que puede observarse con cierta claridad en la documentación concerniente al co-
rregimiento de Caja tambo en su conjunto. Las cifras disponibles son bastante elo-
cuentes: considerando todos los repartimientos que formaban parte del corregi-

29 . AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, lego80, c. 304, f. 75 r. - 76 r.

30. BNP, Mss. 1880, a partir del segundo folio.


MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 223

miento, la población de Cajatambo pasó de unas 30,000 personas en 1583, a poco


menos de 6,000 individuos hacia 1754. Estas cifras globales sobre el corregimien-
to se ven parcialmente confirmadas cuando observamos el movimiento demográ-
fico de pueblos concretos. En 1712, por ejemplo, la comunidad del pueblo de
Nuestra Señora de la Concepción de Guacho ascendía a 108 personas. Casi cien
años antes, en 1614, el extirpador Fernando de Avendaño encontró en este mis-
mo pueblo , sólo entre los culpados por realizar prácticas idolátricas, a no menos
de 220 personas. Es plausible suponer que el total de la población de 1614 haya
sido mayor 31 .
Por lo menos en lo referente al siglo XVIJ, debe repararse en que esta caí-
da demográfica se debió, al menos en parte, a la huida simple y llana de indios de
sus pueblos de origen. Por ejemplo , en febrero de 1645 , el gobernador indígena
de Andajes denunciaba que

" ... por averse au ssentado yerca de dUyientos yndios de el dicho


repartimiento e ydose a diferentes partes y lugares donde ampara-
dos de los españoles y otras personas en cuyas hayiendas y serviyio
estan 'se escu ssan de pagar su tributo y acudir a las mitas de su des-
tinayion padeyen el suplicante y los pocos efectivos que an queda-
do grandes trabaxos por estar supliendo las faltas que hayen en lo
uno y otro con sus personas y hayiendas .. ."32 .

Es posible que el débil equilibrio existente entre la exigencia cada vez mayor
de mitayos y el deterioro demográfico se haya finalmente roto en la época del le-
vantamiento . Por desgracia, no existen documentos que indiquen el número exacto
de los mitayos que eran requeridos para el obraje de Churín en 1663. La informa-
ción más próxima a los acontecimientos estudiados, correspondiente al gobierno

31. AGNP, Títulos de Comunidades, lego 1, C. 11, f. 7 V.; LISSON CHAVES,


Emilio. La iglesin de España en el Perú. Sevilla, 1947, vol. V, nO 24, p. 227 .
La cifra de 1583 ha sido reconstruida utilizando la Relación de los corre-
gimientos del Perú de Cristóbal de Miranda (MAURTUA, Víctor M. Juicio de
/i'mites entre el Perú y Bolivia, op. cit., p . 243 Y s.) La población del corregi-
miento de Cajatambo hacia 1754 se encuentra en ZAVALA, Silvio . El servicio
personal d e los indios en el Perú (extractos del siglo XVIII) . México: El Cole-
gio de México, 1980, p. 175.
Pese a que la población de la provincia de Cajatambo pareció entrar en un
proceso de recuperación a fines del siglo XVIII, el número de habitantes de
eS:;a época (aproximadamente 18,000 en 1795) llegó apenas a constituir poco
más de la mitad de la población que había existido en la región a fines del si-
glo XVI (FISHER, John R. Gobierno y sociedad en el Perú colonial. .. op .
cit ., p . 274) Un observador agudo, compenetrado con la realidad de la región
de Cajatambo, comentaba en 1792 que "los vestigios de muchos pueblos anti-
guos, las acequias que todavía existen, las señales no equívocas de las tierras
que fueron cultivadas [ . .. ] hacen constar que este país tuvo un número ma-
yor de habitantes que el que existe en el día" (COQUET, Joseph de. "Des-
cripción sucinta de la provincia o partido de Cajatambo ... ", op . cit., p. 195)
32. AGNP, Derecho Indígena, C. 112, f. 797 r.
224 HUGO PEREYRA PLASENCIA

del virrey marqués de Guadalcázar , arroja , sin embargo , alguna luz sobre el tipo de
presión laboral a la que estaban sometidos los indios de Andajes en el momento de
la rebelión: hacia 1628 , sus obligaciones comprendían el envío periódico al obraje
de por lo menos 62 tributarios y de todos los muchachos menores de 17 años que
fueran necesarios para las l~bores textiles33 .
Con toda la importancia que tiene, el tema demográfico no agota la explica-
ción sobre las causas del levantamiento. De hecho, la baja demográfica no consti-
tuyó , ni remotamente, una característica peculiar del área que estudiamos, sino que
fue un fenómeno generalizado en todos los corregimientos. La ra íz más específica
del problema parece estar asociada a un caso de despojo de tierras a los indios, el
cual debió producirse a consecuencia de la expansión de las instalaciones del obraje
de Churín a lo largo del siglo XVII. Algo de esto se deja traslucir en ciertos gritos
de guerra de la rebelión (" . . .guerra, guerra, y mueran todos estos españoles porque
estan en nuestra tierra .. ." ; " ... dissiendo en boses altas que el dicho corregidor y
toda la demas gente que se hallava en dicho asiento de Churín se fuessen de sus tie-
rras ... ") que insistían en el abandono inmediato de las tierras del lugar por parte
de los europeos.
Esta suposición de que los indios se sentían propietarios de las tierras de Chu-
rín se ve muy reforzada a la luz de documentación de años posteriores. En 1712.
don J oseph licse Huaman , curaca de uno de los pueblos considerados rebeldes en
1663 , el de Nuestra Señora de la Concepción de Guacho , reclamó ante Andrés Za-
mudio y de las Infantas, juez encargado de la composición de tierras, la propiedad
no sólo de las tierras de los alrededores de Churín , sino de las que comprendían el
ámbito del obraje y de los baños termales. Y es ciertamente notable que los pobla-
dores de Guacho y de otras comunidades hayan mantenido la posesión legal de es-
tos terrenos por lo menos hasta comienzos de la década del 40 del presente sigl0 34 .
Como se puede apreciar, ambos problemas, el de la mita y lo concerniente
al despojo de tierras, eran consecuencia clara del conjunto de alteraciones socio-
económicas que la instalación del obraje de Churín había provocado en el reparti-
miento de Andajes. Por esta razón, no es de extrañar que el virrey conde de Santis-
teban y la Audiencia hayan actuado con tanta sagacidad y cautela para reprimir el
levantamiento de 1663 y para evitar su propagación a otras regiones. El conde no
ignoraba, ciertamente, la raíz genuina de los acontecimientos: comprendía perfec-
tamente que el mismo conjunto de causas que había desencadenado semejante es-

33 . Ver las provisiones de Luis de Velasco (El Callao, 21/En ./1597)"y del marqués
de Guadalcázar (Los Reyes, postrero de Feb. de 1628) concernientes a la mita
del obraje de ChurfQ, en AGNP, Real Audiencia, Causas Civiles, lego 80 , C .
304, S. f. El régimen de mita del obraje se mantuvo idéntico entre los gobier-
nos de estos dos virreyes.

34. AGNP, Títulos de Comunidades, lego 1, C. 11 , f . 6 V. -7 r .


IPINZE JORDAN, Jesús Elías. "Reseña histórica de Churín". En : Caxatam-
bo. Revista sobre el folklore e historia de la provincia de Cajatambo, nO 2,
año 1, vol. 1, Jul. 1956, p. 12. .
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 225

calada de violencia en Churin podía muy bien encontrarse en casi todas las otras
muchas regiones del área andina cuyas economías se veían asimismo afectadas por
el funcionamiento de obrajes. Es sintomático que el virrey haya decidido aprobar
en Lima , el 14 de julio de 1664, a menos de un año del final de la rebelión de Chu-
rín, sus famosas Ordenanzas de Obrajes, destinadas a ser aplicadas en todo el Perú.
En palabras del mismo conde de Santisteban, este cuerpo legal buscaba

" . . .ocurrir a todos los cassos a que se a estendido la codilYia de


los dueños de obrajes y a los malos tratamientos y apremios con
que solilYitan agregar indios que trabajen en la labor de la ropa .. ." 3 5 .

Otras cau sas dellevalltamiento

Como se indicó en el relato de la rebelión , los indios del repartimiento de An-


dajes exigieron a las autoridades españolas acorraladas en el pueblo de Churín , el
18 de agosto de 1663, la entrega inmediata de tres cabezas a cambio de su eventual
pacificación: la del gobernador indígena don Francisco del Campo Yapanchagua, y
las de otros dos oscuros personajes llamados Joseph Grimaldos y Juan de Salazar,
Debido a la extrema parquedad de las fuentes contemporáneas e inmediatamente
anteriores a los sucesos estudiados , ha sido imposible obtener información precisa
que permita aclarar, con cierta aproximación, las razones que movieron a los indios
a efectuar tan desconcertante pedido. Sin embargo, se han podido reconstruir ele-
mentos de carácter general que bien pueden iluminar algunos aspectos del proble-
ma.
Lo primero que habría que señalar es que no era la primera vez que los indios
de Andajes hacían frente común contra su gobernador indígena: quince años antes
de la rebelión de Churín , por el año 1648 , los pobladores del repartimiento, acaudi-
llados por las autoridades nativas, habían conseguido que don Francisco de Córdoba
Guaraz , entonces gobernador, fuera condenado a galeras y a la privación perpetua
de su cargo . Las pesquisas e informaciones llevadas a cabo por la Audiencia de Li-
ma comprobaron casi todos los abusos que Córdoba Guaraz había cometido contra
sus subordinados desde la época en que asumió la gobernación de Andajes, a co-
mienzos de la década del 30 del siglo XVII.
Encargado directamente por las a,utoridades coloniales de la supervisión tanto
de la mita como del tributo en todo el repartimiento , el gobernador indígena ten-
día, lógicamente , a convertirse en una figura odiosa tanto para los indios del común

35. Carta del virrey conde de Santisteban (Lima, 4/Nov,-/1664), AGI, Lima 64.
En este mismo legajo se encuentra el texto impreso de las ordenanzas, bajo el
siguiente título: "Ordenanzas de obrages. Incluso lo determinado en las cedu-
las del servicio personal del año de 1601 y 1609 y que deye observarse de lo
que dispusieron los señores don Francisco de toledo y don Luis de Velasco
siendo virreyes destos reinos. Mandadas guardar y cumplir por el excelentisi-
mo señor don Diego de Benavides y de la Cueva, conde de Santistevan [ . .. ]
en junta que se ha formado para el desagravio de. los indios, por cedula de
su Magestad de 21 de setiembre de 1660".
226 HUGO PEREYRA PLASENCIA

como para todo el conjunto de autoridades étnicas ancestrales. No es descabellado


suponer, por tanto, que el gobernador que ocupaba el puesto en 1663 haya caído
en un proceso de impopularidad virtualmente sem~ante al que sufrió su antecesor
Córdoba Guaraz 36 .
Por otro lado, la dócumentación es clara cuando destaca que los indios de
Andajes consideraban como una verdadera plaga al puñado de españoles, mestizos,
negros, mulatos y zambos que vivían entre ellos, especialmente a aquéllos que lo
hacían en abierta calidad de vagabundos. En efecto, además de los pocos pobladores
no indígenas que tenían una ocupación de carácter estable (laboreo de minas, ejer-
cicio de artesanías, administración de obrajes y estancias) la mayor parte

" ... andavan de pueblo en pueblo comiendo a costa de los [ ... ]


indios Y los aporreavan e hacian malos tratamientos quitandoles
lo referido sin pagarles cosa alguna ... "37.

Lo más probable es que Grimaldos y Salazar, dos de los personajes odiados


por los indios de Andajes en 1663, hayan sido integrantes de estas partidas de pará-
sitos, o bien personajes vinculados a la misma administración del obraje de Churín
en calidad de gua tacas. Según la documentación de la época, estos guatacos

" ... que siempre son mestizos, negros, mulatos o sambos y hom-
bres crueles y de mala conciencia enemigos de los mismos indios
que los buscan apremian castigan matan y les quitan quanto tienen
con pretexto de llevarlos al obrage ... "38.

Además de la presencia de estos grupos perturbadores de la paz regional, hu-


bo otro factor de suma importancia que mantuvo preocupados a los indios del re-
partimiento de Andajes en el momento de la rebelión: algunos años después de los
sucesos, en una carta que la Audiencia gobernante dirigió a las autoridades españo-
las (Los Reyes, 18/Feb./ 1667), los oidores llegaron a decir que los indios que años
atrás se rebelaron en Churín dieron por motivo de su actitud

" ... el haber oído decir que se había dado cédula para reducirlos
a esclavitud y sustraerlos de la tutela de sus caciques... "39.

Este insólito miedo a laesc1avitud por parte de los indígenas parece haber es..
tado más difundido de lo que se cree entre la población andina, especialmente du-

36. AGNP, Derecho Indígena, C. 112, ff. 489 r., 493 r., 513 r. - 514 V., 826 r.

37. AGNP, Derecho Indígena, C. 112, ff. 523 V. - 524 r.

38. De las "Ordenanzas de obrages ... " del conde de Santisteban. AGI, Lima 64
(ver nota 35).

39. VARGAS UGARTE S.J., Rubén. Historia General del Perú (Virreinato), op.
cit., p. 304.
MITA OBRAJERA, IDOLATRlA y REBELION 227

rante toda la década del 60 del siglo XVII, período que se muestra particularmente
rico en levantamientos y conjuras indígenas40 . En el caso de la sublevación de Chu-
rín, el temor a la esclavitud bien pudo actuar como el detonante que desencadenó
esta poco común explosión rebelde, de raíces mucho más complejas y profundas.

ldolatria, mesianismo delInca y rebelión

Independientemente del problema de las causas, lo notable del levantamiento


de Churín es lo que atañe a su carácter atávico e idolátrico. Ya hemos visto que los
indios atacaron en repetidas ocasiones "a su usanza de guerra antigua", vale decir,
según costumbres enteramente prehispánicas. La mención de varios elementos de
clara filiación nativista como pututos, cabelleras postizas, lanzones, guaracas y "es-
tandartes" o "banderas", es constante en la documentación. El hecho de que los
rebeldes hayan llegado al extremo de cubrir sus rostros y piernas con pintura ritual
antes de iniciar el ataque, proporciona fuertes argumentos para sostener que los ha-
bitantes del repartimiento de Andajes buscaban dar cohesión ideológica al levanta-
miento apoyándose en su religión nativa. Este mismo acto de pintarse o "embijar-
se" el cuerpo, tan característico de los cultos de crisis andinos, se encuentra presen-
te en movimientos nativistas del siglo XVI como el Taqui Onqoy41 . Todo esto nos
hace pensar que el levantamiento de Churín se llevó a cabo en medio de una gran
exaltación de los valores religiosos ancestrales.
Hay, sin embargo, dos rasgos que otorgan un tinte característico al movimien-'
to con relación a otras irrupciones nativistas. En primer lugar, la rebelión de Churín
manifestó una nítida y estrecha vinculación entre sentimiento religioso y violencia,
algo que no había sido observado claramente en procesos anteriores. En Churín,
lo religioso parece haber proporcionado un contexto ideal para la insurrección.
Paralelamente, hay otro elemento que marca una ruptura con la tradición pre-
cedente: el extraño e insólito respeto que manifestaron los indios, aun en los mo-
mentos de más cruda agresividad, hacia ciertos símbolos de la religión católica. Re-
cordemo~ que durante el primer y feroz estallido de violencia del 18 de abril de
1663 los indios arrasaron Churín, sobre todo el obraje, pero respetaron la iglesia
del lugar. Esto se debió, como hemos visto, al gesto del mercedario que tenía a su
cargo la doctrina, quien sacó entre SlIs manos el Santísimo Sacramento de la Iglesia,
en un vano intento de impedir la destrucción total del poblado. Autores como Ma-
nuel Marzal sostienen que ya para la segunda mitad del siglo XVII, los indios de to-
da el área andina habían terminado por asimilar dentro de su sensibilidad y costum-
bres religiosas muchos elementos simbólicos y rituales propios' de la religión católj.

40. PEASE G.Y., Franklin. "Mesianismo andino e identidad étnica: continuida-


des y problemas", op. cit., pp. 62 Y s.

41. CURATOLA, Marco. "Mito y milenarismo en los Andes: del Taqui Onqoy
a Inkarrf". En: Allpanchis, nO lo, Cuzco, 1977, p. 76.
228 HUGO PEREYRA PLASENCIA

¿De qué época datan las evidencias sobre idolatrías en el área estudiada? Es
interesante descubrir que la región de Andajes, y todo el corregimiento de Cajatam-
bo en general, fueron de las zonas con mayor abundancia de casos de idolatría. La
lucha contra las religiones nativas se inició tempranamente, desde los tiempos del
arzobispo Barto10mé Lobo Guerrero (1609-1622), hasta la época del arzobispo Pe-
dro de Villagómez (1641-1671). Durante todo ese período , la extirpación estuvo a
cargo de visitadores nombrados especialmente por la autoridad eclesiástica limeña ,
y de los curas que administraban las doctrinas de Andajes. El primero en inspeccio-
nar sistemáticamente el repartimiento en bu sea de idolatrías fue el célebre extirpa-
dor Fernando de Avendaño, quien había sido designado por el arzobispo Lobo Gue-
rrero, en abril de 1613, como visitador de varias regiones situadas al norte de Lima ,
que incluían las tres doctrinas del repartimient0 43 . Entre setiembre y octubre de
1614, Avendaño visitó cerca de diez pueblos de Andajes, entre los que se encontra-
ban Rapaz, Taucur, Palpas, Nava, Guacho y Pachangara. En la Magdalena de Pa-
changara, el pueblo que alcanzaría los más altos niveles de rebeldía en 1663, Aven-
daño encontró culpadas por realizar prácticas idolátricas a 304 personas, u na de
las cifras más altas registradas en las inmediaciones durante la visita 44 . Posterior-
mente , curas como Juan Gutiérrez de Aguilar, doctrinero de Cochamarca hacia
1623, realizaron pesquisas dentro de sus respectivas jurisdicciones. El 23 de agosto
de ese año, Gutiérrez de Aguilar, quien tenía a su cargo los pueblos de Calpa, Ma-
ní, Guaca, Cochamarca, Yarocalla y Yarocalla Guacac, declaró contra un indio que
lo acusaba de corrupción que

" ... aora dos años por mandado de su señoria ilustrisima de buena
memoria [el arzobispo Lobo Guerrero 1procedi contra este testigo
y le hice una caussa de hechicero y ydolatra y le allé sinco guacas
que cometí y imbié al señor doctor Feliciano de Vega provissor que
fue ... "45 .

Evidencias de esta naturaleza nos remiten incluso a la época inmediatamente


posterior a la rebelión. Muy poco después de 1665, siendo cura de la doctrina de
Cuchamarca, Luis Landeras y Godoy fue enviado por el arzobispo Pedro de Villa-
gómez a la doctrina de Churín "a la averiguacrion de unas idolatrías y otras cau-
ssas... " Años después de esto sucesos, en 1681, un testigo recordó de esta manera
la actuación de Landeras:

42. MARZAL, Manuel. La transformación religiosa peruana. Lima: Pontificia


Universidad Católica del Perú, 1983, p. 61.

43. DUVIOLS, Pierre. La destrucción de /as religiones andinas (durante la con-


quista y la colonia) México: Universidad Nacional Autónoma, 1977, p. 188.

44. LISSON CHAVES, Emilio. La iglesia de España en el Perú, op. cit., pp. 227
Y s.

45. BNP, Mss. 81503, f. 228 r.


MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 229

" .. .dixo que es s:ierto el haver ido el dicho [ . . .) don Luis a la doc-
trina de Churin con comision del señor aryobispo a la averiguayion
de unas idolatrias y supo este testigo como havia ymbiado a esta
yiudad de Lima a dicho señor aryobispo un cajon de ido los que ha-
via coxido y quitado a los indios de su antigua supertizion ... "46.

Además del fenómeno de las idolatrías, que tuvo comprobada persistencia


hasta años posteriores a 1663, el levantamiento da la impresión de haber despertado
entre los pobladores de Andajes muchas de las ancestrales solidaridades regionales
que sobrepasaban largamente los Iím ites -algo artificiales- del corregimiento de
Cajatambo. Es extraño que además de señalar el carácter abiertamente rebelde de
las doctrinas de Cochamarca, Andajes y Churín, muchostestigos indicaron que los
insurrectos estaban "combocados" con varias provincias vecinas. ¿Qué hubo de cier-
to en esto? Si bien es verdad que el levantamiento no parece haber rebasado los lí-
mites del repartimiento de Andajes, tanto la arqueología como los testimonios de
idola trías nos hablan repetidamente de la existencia de vínculos entre los pueblos
del sur del corregimiento de Caja tambo y los corregimientos vecinos, como Chan-
cay (en su parte llamada Checras), Tarma y Huamalíes. E~ evidente, por ejemplo,
a la luz de los recientes descubrimientos, que los pueblos situados a ambas márge-
nes del río Checras - la frontera sureña del corregimiento de Cajatambo- compar-
tieron en la época prehispánica exactamente el mismo conjunto de tradiciones cul-
turales vinculadas a la construcción de ciudades y a la fabricación de cerámica47 .
Tampoco deben descartarse las relaciones que pudieron existir entre Andajes y los
repartimientos de Cajatambo y Ambar, situados en la parte central del corregimien-
to. Debe decirse , sin embargo, que se trata tan sólo de suposiciones, ya que ni la
participación de varias regiones coaligadas durante la rebelión, ni la intervención vi-
sible de algún líder que las uniera , han sido todavía debidamente comprobadas.
Aun más sorprendente que la fisonomía atávica e idolátrica dellevantamien-
to , es la presencia indudable de un especie de mesianismo del Inca. Recordemos
que en la primera etapa de la rebelión, cuando el corregidor de Cajatambo bajó a
Churín poco después del estallido del18 de abril,

" . ..vinieron dichos yndios ensima del serro que cae a la plasa con
banderas y fututos [sic] dando alaridos y gritos disiendo españoles

46 . Testimonio del bachiller Diego de Ulloa, cura de la doctrina de Vico y Paseo


(Los Reyes, 31/Ag./1681) De la "Ynformazion de ofio;io de los méritos y ser-
vio;ios del lizeno;iado Luis de Landeras y Godoy avogado de esta real audien~ia
cura de la doctrina de San Geronimo de Sallan vicario e juez eclesiastico de
las provincias de Checras y Andaxes". AGI, Lima 265, f. 154 r .

47. Dato proporcionado verbalmente por el Dr. Andrezej Krzanowski, director


de la Expedición Científica Polaca a los Andes.
Ver en la nota 9 la lista de los pueblos considerados rebeldes en 1663, inte-
grantes de las doctrinas de Cochamarca, Andajes y Churín.
230 HUGO PEREYRA PLASENCIA

veas [sic, ¿idos?] de nuestra tierra que esta tierra es de nuestro rey
inga ... "48.

La discusión sobre la existencia del mesianismo del Inca en el siglo XVII es


larga y compleja. Diversos testimonios extremadamente dispersos, aunque elocuen-
tes, parecen probar la realidad de este fenómeno en la citada época. A mediados
del XVlI, por ejemplo, el célebre jurista Juan de Solórzano Pereyra, quien trabajó
18 años en el Perú, señalaba que

" ... hay indios que supersticiosamente creen que ha de resucitar


el Inca y para él guardan todas las minas ricas de que tienen noti-
cia .. ."49 .

Es importante destacar que la invocación a la figura del Inca durante la rebe-


lión de 1663 no resulta arbitraria para la región estudiada. Ya hemos visto que la
presencia del estado cuzqueño en la región de Andajes está comprobada por la in-
vestigación arqueológica. Los mismos documentos de idolatrías hablan del recuer-
do que los pobladores de Andajes tenían de sus "reyes ingas antiguos": en 1614,
durante su famosa visita a los Andajes, Fernando de Avendaño encontró en las in-
mediaciones del pueblo de San Cristóbal de Rapaz el cuerpo momificado del cura-
ca Liviacancharco, el cual era reverenciado por gran cantidad de poblaciones de los
alrededores. Los indios declararon a Avendaño que las camisetas que llevaba la mo-
mia habían sido un regalo que los ingas le hicieron en tiempos remoto:f° .
¿Hubo un contexto mesiánico generalizado en el área andina en la época del
levantamiento de 1663? Franklin Pease ha llegado a sostener que la década del 60
del siglo xvn fue un momento de intensa actividad por parte de los curacas andi-
nos, asociada, con mucha probabilidad, a la aparición de sentimientos mesiánicos.
Por ejemplo, entre 1666 y 1667, buena parte de la región central del Perú, inclui-

48 . Información .. . (ver apéndice, nO 2), f. 5.2 r.


49. SOLORZANO PEREYRA, Juan de. Política Indiana (1648). Cit. en: MAR-
ZAL, Manuel. La transformación religiosa peruana, op. cit., p. 85.
50. " ...aquella tan famosa [idolatría] entre los indios y reverenciada de pueblos
muy distantes, que era el cuerp.O de un curacaantiquísimo llamado Liviacan-
charco, que se halló en un monte muy áspero, como una legua del pueblo de
San Cristóbal de Rapaz, en una cueva, debajo de un pabellón, con su huama o
diadema de oro en la cabeza, vestido con siete camisetas muy finas de cumbi,
que dicen los indios se las enviaron presentadas los reyes ingas antiguos. Este
cuerro como se halló y otro de un mayordomo suyo llamado Chuchu Michuy
[ ... se llevaron a Lima para que los viese el señor virrey y el señor arzobispo,
y volviéndolos a los Andajes se hizo un solemne auto, convocando todos los
pueblos de la provincia, y se quemaron estos cuerpos con otras muchas hua-
cas con grande admiración y espanto de los indios, que si no fue entonces
nunca habían visto a Liviacancharco, y le reverenciaban, adoraban y temían
por sólo el nombre y tradición de sus antepasados". Ver ARRIAGA, Pablo
José de. Extirpación de la idolatría del Pirú (1621) . Madrid: Biblioteca de
Autores Españoles, t. CCIX, 1968, p. 198. Este episodio se encuentra mencio-
nado también en una información de méritos que Avendaño envió a España
en 1619.AGI, Lima 327.
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 231

da la misma ciudad de Lima, se vio afectada por cierta conspiración contra los espa-
ñoles, organizada por un líder indígena que se hacía llamar Gabriel Manco Cápac51 .
Es perfectamente lícito preguntarse si tanto estos sucesos, como los de Churín, for-
maron parte de una misma oleada mesiánica vinculada a la idea del renacimiento del
Inca.
Resulta impresionante observar que la imagen del Inca se conserva en varias
celebraciones actuales que tienen lugar en la región estudiada. Esta rememoración
del Inca se lleva a cabo todos los años, en el contexto de las fiestas patronales de
pueblos como Santiago de Andajes, Santo Tomás de Cochamarca y Nuestra Seño-
ra de la Anunciación de Oyón. Durante ellas, los pobladores realizan una represen-
tación dramát ica de la captura y ejecución del Inca a manos del "capitán" Francis-
co Pizarra y de sus soldados. Aunque la representación no muestra neceseriamente
acontecimientos estrictamente históricos, su motivo principal y su fondó simbóli-
co aluden evidentemente, con tintes lastimeros, al traumatismo de la conquista:
en el momento culminante de la trama, uno o dos incas son "degollados" por las
espadas de los españoles o "vasallos,,52.
Una impresión general permite deducir que se trata de la fusión del teatro
español con ciertos rituales de inspiración prehispánica. Pese a las brumas que to-
davía envuelven el origen exacto de estas representaciones, es seguro que la histo-
ria de la captura y muerte del Inca por los españoles ya era mostrada en la provin-
cia de Cajatambo a fines del siglo XVIII. Hacia 1792, en su Descripción de la pro-
vincia , el minero Joseph de Coquet dejó una extraordinaria reseña de estas repre-
sentaciones, notable por su parecido a las que se hacen en la actualidad:

" En toda la sierra [de Cajatambo] se celebran muchas fiestas de al-


ferazgo cada año. Uno o dos capitanes, otros tantos mayordomos,
dos alfereces, los dos Incas, sus ministros, una docena de pallas,
las mayoralas y los danzantes son los héroes [ . .. ] Baca preside la
fiesta ; y la borrachera empieza ocho días antes del Santo y se aca-
ba después que todas las botijas están vacías [... ] [Y] en medio de
sus cantos ,injuriosos a la religión y a la nación. quiero decir, un día
después de la representación indecente y trágica que hacen de la
conquista, se echan los toros en la plaza . .. " 53 .

51. PEASE G.Y., Franklin. "Mesianismo .. . ", op. cit ., pp. 61-65 .

52. La mayor parte de los datos consignados en este párrafo han sido recopilados
en el terreno. Agradezco de manera especial al Sr. Carlos Vásquez Corrales,
condiscípulo de la Academia Diplomática del Perú, por toda la ayuda que
me brindó durante el viaje de investigación que realizamos a Churfn a comien-
zos de agosto de 1985_
Hay información sobre estas fiestas en la publicación titulada Caxatambo.
Revista sobre el folklore e historia de la provincia de Cajatambo, nO 3, año U,
vol. 1,1957 _ Ver la explicación de la carátula y las pp. 34-36.

53. COQUET, Joseph de. "Descripción . . .", op. cit., p. 197.


~32 HUGO PEREYRA PLASENCIA

Todo lo visto anteriormente nos lleva a constatar, con bastante seguridad, que
el recuerdo del Inca como símbolo del orden prehispánico perturbado por la con-
quista, pervive hasta nuestros días en la memoria colectiva de los pueblos que anta-
ño formaron parte del rep'!Ttimiento de Andajes.

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Justicia 450

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Protocolo de escribano na 1570, Gaspar de Quesada, 1671-1672.

Real Audiencia , Causas Civiles lego80, c. 304; leg. 89 , c. 330

Derecho Indígena c. 112; c. 806.

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MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 235

APENDICE N° 1

Certificación otorgada por el licenciado don Fernando de Velasco y Gamboa, alcal-


de del crimen de la Audiencja de Lima, al alferez Domingo de Carrera. San Juan de
Churín, 14 de setiem bre de 1663.

Fuente : Archivo General de Indias. Audiencia de Lima 268.

"El señor lizenciado don Fernando de Velasco y Gamboa cavallero del orden de
Santiago alcalde del crimen de la real audienc;ia de la c;iudad de los Reies y jues
nombrado para la aberiguasion y castigo de los culpados en la guerra y ruina del
obraxe del asiento de San Juan de Churin y alsamiento de los yndios de las dotrinas
de Cochamarca, Andajes y Churin perdiendo la obedienc;ia a su magestad y sus rea-
les justisias certifico en quanto puedo y a lugar de derecho que aviendo empesado a
prosesar en. dicha averiguasion y hecho algunas diligencias en ella fue nesesario pren-
der algunos yndios prinsipales de las dichas doctrinas y para tenerlos con toda segu-
ridad y custodia no hallando se con gente para ello se embio a llamar al thesorero
Domingo de Carrera alferes del numero de esta provinc;ia de Caxatambo estando los
yndios de las dichas doctrinas levantando las paredes del dicho obrage el savado que
aora pasó que se contaron dies y ocho de agosto de este pressente año se levantaron
y amotinaron contra el dicho señor jues y sus ministros como a las onse del dia ti-
rando muchas piedras mas de ochosientos yndios que para este efecto se avian jun-
tado y pegaron fuego a la casa de dicho señor jues que le obligo a retirarse con to-
dos los suios que eran seis hombres a la yglecia de este .dicho asiento donde los di-
chos yndios les sercaron y embistieron tirando muchas pedradas con las ondas y vis-
to que se reparaban en el siminterio della se subieron los dichos yndios a los c;erros
sirfumbesinos del dicho asiento y dellos sercaron todo este dicho asiento sin sesar ni
[sic] tirar pedradas que alcansaron y pasavan donde estava el dicho señor jues y es-
tando en el aprieto que se puede considerar con riesgo manifiesto de las vidas por
tener ataxados y sercadós todos los caminos los dichos yndios como a las quatro de
la tarde del dicho dia cumpliendo con la orden que le avian dado al dicho alferez
Domingo de Carrera vino a este dicho ac;iento con otros quatro hombres con bocas
de fuego y viendo los yndios que entrava se fueron todos a ataxar el camino por
donde venia y le arronxaron [sic] desde los c;erros muchas piedras y galgas al camino
que estubo su vida a gran riesgo y de los que venia [n] con él y sin embargo con el
gran balor que le acompañase entró en este dicho asiento y se congrego y socorrio
al dicho señor jues estando apretado en aquel estado .y que se hallava [sic] conque
juntos pudieron resistir la furia yncontastable [sic] de los dichos yndios con las ar-
mas de fuego que truxo el dicho Domingo de Carrera y aviendo pasado en arma y
defensa toda aquella tarde del dicho señor jues viendo que ya seryan mas de las
ocho de la noche y que no c;esavan los yndios de dar muchas voses y amenasando a
los españoles que estavan en el dícho ac;iento y que podria ser que reforsandose los
dichos yndios viniesen al dicho asiento y subseder alguna desgrac;ia grande haviendo
el dicho señor jues acordado con el dicho Domingo de Carrera saliesen de este dicho
236 HUGO PEREYRA PLASENCIA

asiento para el de la Lasaura dixo al susodicho que para mejor conseguirlo yria a es-
plorar y reconoser el dicho camino con otros quatro ombres y lo hisso asi yendo
hasta cosa de un quarto de legua con gran riesgo de su vida y bolvio y dixo al dicho
señor jues que con seguridad podia salir y lo hiso subir en su mula y el a pie con sus
armas en la mano y los demas que le acompañavan salieron de este dicho asiento co-
mo a las onse de la noche y llegaron al de Lasaura y haviendo llegado al asiento de
Lasaura ordeno el dicho señor jues al dicho Domingo de Carrera fuese a la provinc;:ia
de Caxatambo y juntase su compañia y con ella viniese al dicho asiento de Lasaura
para lo que se ofresiese al servic;:io de su magestad y haviendo ydo sin dilasion algu-
na a los seis dias bolvio al dicho asiento con dose ombres con sus armas de fuego y
dixo al dicho señor jues tenia otros sesenta hombres con sus armas en la villa [de 1
Oyon al servicio de su magestad y viendose el dicho señor jues con tal socorro se
bolvio a este asiento de Churin y ordeno que en el le asistiese el dicho alferes Do-
mingo de Carrera a su persona con veinte ombres que elixiese de satisfasion con sus
armas de fuego asta que su exselensia le ordenase otra cosa y lo hiso asi y se esta
con su merc;:ed con la dicha gente a su costa por lo qual esta quieto y pasifico y sin
reselarse de los dichos yndios por el cuidado y vigilansia que tiene el dicho alferes
Domingo de Carrera y visto el dicho señor jues que el dicho Domingo de Carrera
y su gente se an estado en este dicho asiento dose o catorse dias hasta que los dichos
yndios se an pasificado y alsado y reedificado el dicho obraxe y que estan actual-
mente enterando lo le ordeno se retirase con su gente a sus casas y para que conste
con la lealtad que a servido en esta ocasion el dicho Domingo de Carrera acudiendo
en todo a lo que se le a ordenado como tan leal vasallo de su magestad mando dar
esta certificasion. Fecho en el asiento de San Juan de Churin en catorse dias del mes
de septiembre de mil y seiscientos y sesenta y tres años. Don Fernando de Velasco.
Por mandado de su merced, Simon Peres de Alvarrasin, escribano de su magestad".

APEND ICE N° 2

Información realizada por el capitán Dom ingo de Carrera, teniente de justicia ma-
yor del repartimiento de los Andajes, sobre el levantamiento indígena de 1663 en
Chur(n. La Magdalena de Cajatambo, 7-10 de junw de 1664 (extracto).

Fuente : Archivo General de la Nación del Perú. Protocolo nO 1570, Gaspar de Que-
sada, 1671-72, fr. 49 r . -72 r.

"En el pueblo de la Magdalena de Caxatambo en siete de junio de mil y seiscientos


y sesenta y quatro años ante el maestre de campo don Luis de Torres y Portugal co-
rrexidor y justicia mayor desta provincia se leyo esta peticiono
El capitan Domingo de Carrera thesorero del tribunal de la Santa Cruzada de
esta provincia theniente [del justicia mayor del repartimiento de los Andaxes por
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 237

el real gobierno digo que por el año pasado de mil y seiscientos y sesenta y tres se
conbocaron todos los yndios del dicho repartimiento de Andajes con sabiduria y
comunicazion de otras quatro probincias circunbezinas y baxaron al pueblo de San
Joan de Churin con bozinas y vanderas publicando guerra y derribaron el obraxe y
quemaron todo el pueblo menos la iglesia la qual defendio el padre presentado fray
Cristobal de Cuellar cura de la dicha doctrina de Churin saliendo con el Santisimo
Sacramento en las manos y sin enbargo prosiguieron en sus atrozidades y desobe-
diencia a su magestad y aviendo abisado y dado parte a vuestra merced del caso
baxo a dicho asiento con la xente que pudo conduzir y estando vuestra merced en
dicha pla~a de Churin binieron los dichos yndios y en los altos de los ~erros toca-
ron buzinas y tremolaron banderas diziendo a bozes que nos fuesemos de su tierra.
Despues de esto determino su excelencia y real acuerdo de justicia que biniese el
señor doctor don Fernando de Velasco y Gamboa del consejo de su magestad y su
alcalde de corte de la [f.49r./v.] sala del crimen de la ciudad de Lima al conozi-
miento y castigo de este caso y aviendo enpezado a cono~er del delito sabado a diez
y ocho de agosto del año de sesenta y tres como a las diez del dia sobre seguro y de
caso pensado se conbocaron los dichos yndios de dicha provincia y repartimiento
de Andaxes y pegaron fuego a las casas de el encomendero donde se abia aloxado
dicho señor don Fernando acabado de redificarlas por su merced y vuestra merced y
con grandes alaridos dijeron todos guerra guerra y mueran todos estos españoles
porque esta tierra es nuestra y con hondas los enpezaron a apedrear y para aberse
de escapar de la furia de estos barbaros se metieron en un guasi o casa destechada y
dichos yndios como consta a vuestra merced con un religioso lego de San Francisco
les enbiaron a dezir que si querian escapar las vidas les diesen tres cabezas y que si
dentro de media ora no respondian baxarian al pueblo y quitarian las vidas a todos
quantos españoles abia en él sin que se escapase ni vuestra merced ni el señor alcaI-
de de corte ni los sazerdotes y en esta ocasion como consta a vuestra merced entré
en dicho asiento con riesgo manifiesto de mi vida pues con piedras y galgas me que-
rian quitar a socorrer el aprieto referido y viendo la temeridad grande de dichos in-
dios y peligro en que nos allabamos fue de parezer saliesemos a Lasaura dos leguas
de dicho asiento como se hi~o saliendo a las onze de la noche desde donde se le dio
quenta del subceso a su excelencia y real gobierno el qual determino se retirase di-
cho señor don Fernando a la ciudad de Lima y que fuesen a dicho asiento los padres
Bartolome Mejia y Hernando de Lavayen de la Compañia de Jesus para que reduje-
1
sen con los medios mas suabes [f.49v./f.50r a dichos indios y abiendo trabaxado
con ellos en su reduzion y redificazion conozieron ser el remedio mas eficaz para su
conserbazion escribir a su excelencia para que se le encargase su pazificazion y con-
serbazion de dichos indios a mi el dicho capitan Domingo de Carrera que los tengo
reduzidos al primer estado que tenia [n] acudiendo a la obligazion de mita de dicho
obraxe como actualmente lo esta n con toda paz y tranquilidad pagando sus reales
tributos pues mediante las demonstraziones que en esta parte e obrado quedan con
toda sugezion motibo principal a que se debe atender y para ocurrir a donde mas
conbenga a mi derecho se me re~iba informazion de todo lo aqui contenido certifi-
cando vuestra merced como juez ordinario y correxidor de esta provincia lo expre-
238 HUGO PEREYRA PLASENCIA

sado en esta mi petizion y en ella y en todo 10 demas ynterponga su autoridad y de-


creto judizia! de manera que aga fe donde quiera que se presentare por todo 10 qua! .
A vuestra merced pido y suplico que en considerazion de 10 referido mande
hazer segun que pedido tengo mandando se me de uno o dos o mas traslados auto-
ri~ados de manera que haga fe que en ellos rezivire merced con justicia que pido,
etc.

Domingo de Carrera [rubricado]

y vista por su merced mandó que el contenido en ella de ynformasion de 10


que dise por esta peticion y dada se le den uno o los mas [f.50r-lv.] traslados que
pidiere en los quales y en otros interponia e interpusso su autoridad y decreto ju-
di~ial para que balgan y hagan fe en justicia y fuera del y lo firmó _

Don Luis de Torres y Portugal [rubricado]


Ante mi, Gaspar de Quessada, escribano de su matestad [rubricado]

En el pueblo de la Magdalena de Caxatambo en siete dias del mes de junio de


mil y seissientos y sesenta y quatro años el capitan Domingo de Carrera para la yn-
formasion que le esta mandada dar por el auto de susso presento por testigo al pa-
dre presentado fray Cristobal de Cuellar del orden real de Redemptores cura de la
doctrina de San Juan de Churin de quien en presencia y con asistencia del maestre
de campo don Ll.lis de Torres y Portugal corregidor y justisia mayor en esta pro-
vincia y por ante mi el presente escrivano se le resivio juramento in berbo saser
[f.50v./f.51r.] dotis poniendo la mano en el pecho lo hiso y prometio de desir ver-
dad y siendole preguntado por el tenor de la petission dixo que 10 que savia como
testigo de vista por haverse hallado como cura que es de la doctrina de Churin que
desde que vino a dicha doctrina que fue el año de sesenta y dos años vido a dichos
yndios la poca obediencia o ninguna a la real justissia de su magestad pues aunque
los avia mandado el real acuerdo de justissia enterasen el dicho obrage no avian
querido haserlo y aviendo embiado provision el excelentisimo señor conde de San-
tistevan virrey destos rey nos para que enterasse dicho obrage el sargento mayor
Grabiel de Ugarte como vaxo embiando algunos españoles a los pueblos de dicha
doctrina a llamar a los casiquez alcaldes y camachicos a que vajasen al dicho asiento
de San Juan de Churin para haserle[s] saver la dicha provission del real govierno no
solo no vajaron sino que a los que fueron ymbiados por el dicho sargento mayor los
apedrearon y al ayudante Juan de la Plata que fue uno de los embiados lo hirieron
y maltrataron y le quitaron la cavalgadura en que yva echandolo uel pueblo de Pa-
chancara a donde fue embiado a pie sin capa ni sombrero ni espada y assi viendo di-
cho sargento mayor la poca obediencia que dichos yndios tenian a su magestad y a
su real justicia se retiró con la jente que avia vajado al dicho asiento de Churin di-
siendo estavan dichos yndios alsados y que era nessesario conquistarlos de nuebo y
que assi se lo eSCJivia a su excelencia [f.51r./v.] y este.testigo riñiendo una y muchas
vezes predicando y amonestando a dichos yndios de su doctrina a la obediencia de
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 239

su magestad al rey nuestro señor le respondian los dichos yndios que se metiesse
solo en el exersisio de su ofisio de cura y no en otra cossa y que advirtiesse que este
repartimiento de los Andaxes con otras muchas provinc;ias estavan combocados a
no obedeser a la real justisia de su magestad y que el tiempo me lo diria corno den-
tro de muy poco tiempo lo eí;perimenté el ser berdad pues el miercoles dies y ocho
de abril del año passado de sesenta y tres corno a las sinco de la mañana vaxaron so-
bre .Churin serca de mil yndios las caras y piernas pintadas a usansa de yndios de
guerra con cavelleras postissas lansones y guaracas disiendo a boses guerra guerra
guerra a lo qual quatro o seis españoles que estavan en dicho asiento se juntaron
con este testigo y fueron a la yglessia y sacando el Santisimo Santo en las manos
por ver si apasiguavan la furia con que avian empessado a derribar dicho obrage y
quemar dicho pueblo hallo que era antes yndessenc;ia el tener el Santissimo en las ma-
nos en la plassa por ver no le davan la adorasion y respeto que se devia conque de-
terminó llevarle con dichos españoles a la yglessia donde le tubo hasta la noche des-
cubierto y hasta que acavaron [f.51v. /f.52r.] dichos yndios de derribar todo el obra-
ge y asolar y quemar todo el pueblo de Churin conque [se] determinó avisar al
maestre de campo don Luis de Torres y Portugal corregidor desta provincia de
Caxatambo y aviendo vajado con la jente que pudo a remediar dicho delito referido
dentro de dos dias llegado a dicho asiento vinieron dichos yndios ensima del serro
que cae a la plasa con banderas y fututos [sic] dando alaridos y gritos disiendo es-
pañoles veos [sic] de nuestra tierra que esta tierra es de nuestro rey inga conque es-
to referido se quedo sin remedio ninguno ni castigo por determinar el maestre de
campo don Luis de Torres y Portugal dar quenta de todo a su excelencia de todo lo
referido a lo qual respondio avia determinado en el real acuerdo de justisia embiar
para la averiguassion y castigo de dicho delito al señor doctor don Hernando de Ve-
lasco y Gamboa del consejo de su magestad y alcalde de corte de la real sala del cri-
men de la ciudad de Lima y aviendo llegado dicho señor alcalde de corte al dicho
asiento de Churin nuebe de agosto de sesenta y tres y luego sin dilassion alguna em-
bio papeles a todos los pueblos para que vajasen todos los yndios assi para pedir de
la justissia que tenian corno para la averiguasion de dicho delito cometido [f.52r./v.]
aviendo presso miercoles dies y seis de dicho mes y año al governador casiques y al-
caides para la averiguasion savado de dicho mes Isic] corno entre las dies y las onse
del dia comensaron mas de seis siento s yndios todos abonados [sic] guerra guerra
mueran estos españoles juntamente con esto avalansandose a la cassa donde vivia el
señor alcalde de corte y viendo se les hasia resistenc;ia le pegaron fuego conque di-
cho señor alcalde de corte y maestre de campo don Luis de Torres y Portugal se ha-
llaron obligados con este testigo y la poca jente española que avia pues aun no 1Ie-
gavan a dose personas a yrse a una cassa pequeña de un indio y destecharla para te-
ner alguna defenssa del fuego que yva ynprendiendo [sic] en todo el pueblo y vien-
do con el pueblo [sic] el riesgo y peligro de vida en que estavan determinaron em-
biar un religiosso lego de San Francisco llamado fray Antonio de la Cruz que al pre-
sente estava en dicho assiento que fuesen a donde estavan dichos yndios y les dije-
sse de parte del señor don Fernando que de parte de su magestad les perdonava el
delito cometido y que vajasen a la obediencia que se devia a su magestad a lo qual
240 HUGO PEREYRA PLASENCIA

respondieron con dicho religiosso que se irian y nos dejarian con tal que les embia-
semos tres cavessas la una del governador don Fransisco Yapanchagua la otra de
Joseph Grimaldos y la otra de Juan de Salasar y que esto avia de ser dentro de me-
día ora y que de no de haserIo assi dentro de dicho termino referido nos pasarían
a cuchillo con lo qual detérminamos primero el morir todos juntos que haser dicho
entriego que nos pedian y dichos yndios viendo que [f.52v _/f.53r_] tardavamos en
embiarles respuesta con toda furia y empeño con alaridos y hondas se yvan vajan-
do hassia la parte y lugar donde estavamos quando fue Dios servido de embiarnos
para nuestro remedio y socorro al capitan Domingo de la Carrera y como dichos yn-
dios lo viesen antes que nosotros por estar ensima de los zerros todos juntos corrie-
ron hasia la parte donde venia largandole de lo alto de los serros muchas galgas y
con las hondas tirandole infinitas pedradas y no obstante tanto riesgo se entro por
en medio de ellos por aver savido media legua antes que llegase a dicho assiento de
Churin en el riesgo en que estavamos y que estariamos ya todos muertos conque
con dicha entrada de dicho capitan Domingo de Carrera los yndios se acobardaron
y aunque nos tiravan pedradas de los serros no se atrevian a haser embistida como
de antes lo hassían porque dicho capitan con tres o quatro hombres con bocas de
fuego salio a la plassa dando les gritos disiendoles raja de borrachos que yo os hare
que deis a su magestad la obedienc;ia que se deve y sobre el casso os quitarle la vida
o perdere al mía con que los dichos yndios oyendo esto cobraron grandissimo ho-
rror y miedo y viendo era ya de noche y que los yndios se yvan juntando mas fue
de acuerdo dicho capitan que saliesemos dos leguas de dicho asiento y que en este
dicho parage podriamos juntar jente y castigar semejante delito y poniendo algunas
dificultades a dicha subida dijo dicho capitan que el yria con otros hombres y asegu-
raria [f.53r_/v_l la salida hisolo assi con ardiles [sic] que tubo de mandar disparar por
diversas partes conque a las dies y las onse de la noche salimos de dicho asiento y
domingo veinte de dicho mes aviendonos dejado dicho capitan en lugar seguro se
fue a Caxatambo a traer jente que nos asistiesse y aviendo vajado el teniente de
Chancay que al presente estavaen el obrage de Cachan por notisía que tubo del ries-
go en que aviamos estado con toda la jente que pudo determino el señor don Her-
nando subir lunes en la noche veinte y uno de dicho mes al pueblo de Guacho a la
redussion de dichos yndios y viendo no avia nadie en él le mando pegar fuego y
de ay passaron todos los españoles al pueblo de Pachancara donde hallaron los yn-
dios a su ussanssa de guerra antigua puestos a la defenssa de dicho pueblo donde
con alaridos y gritos desían que primero avian de morir que darse a los españoles
ubo algunos muertos de parte de dichos yndios y de la nuestra algunos heridos con
que se determinó el que se bolviesen a Llacsaura lugar donde estavamos quando sa-
limos de Churin hasta que ubiesse mas jente para yr sobre dichos yndios conque
jueves veinte y quatro del dicho mes llego el dicho capitan [f.53v . /f.54r.] con mas
de quarenta hombres y le dijo al señor don Fernando vamonos a Churin y alli vajen
todos estos yndios reveldes y den la obedienc;ia a vuestra merced en nombre de su
magestad hissose assi y viernes veinte y sinco de dicho mes teniendo notisia dichos
yndios de como dicho juez estava en el dicho asiento y con el dicho capitan Dom in-
go de Carrera al qual les avian dicho avia cometido el castigo de semejante delito va-
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 241

jaron assi casiques como alcaldes y mandones todos'juntos y dieron la obedien<;ia al


señor don Fernando en nombre de su magéstad pidiendo le perdon de todo lo referi-
do y que podrian por obra luego el levantar el obrage como lo hisieron y aviendo
acavado de obrarle determino el señor alcalde de corte y dejo para que se acavasse
de reedificar la cassa del encomendero y algunas ofisinas que faltavan al capitan
Alonso Sanches Carrascal para que asistiesse como theniente general que era de di-
cha provin<;ia de Caxatambo y aviendo salido como a las dies del dia yendo este tes-
tigo acompañandole una legua del dicho asiento con el dicho teniente quando bol-
vieron no hallaron [f,54r./v.] yndio ninguno en dicho asiento de Churin y estubo es-
te testigo con el dicho theniente mas de dose dias sin que vajassen a travaxar aunque
fueron muchas vezes llamados y en este tiempo vinieron embiados por su excelencia
los reverendos padres de la Compañia de Jesus padre Bartholome Mesia padre Her-
nando Labayen y aviendo esperimentado en dichos yndios ser nesessario mas el ri-
gor que obrasen ellos que no su selo santo pues con todo cariño mansedumbre y
muchos sermones que hisieron no bastaron a redussir a sus ruynes naturales deter-
minaron con este testigo escrivir a su excelencia y que pussiesse en remedio que oy
tiene conque determino su excelencia embiar por capitan de leva al capitan Domin-
go de Carrera y juntamente theniente general del repartimiento de Andajes para lo
qual se hiso acuerdo con todos los señores de la sala y salio ser combeniente dicho
nombramiento [f.54v./f.55r.] y luego que el dicho capitan Ilego al dicho asiento de
San Juan de Churin hiso Ilamar a los yndios todos de las tres doctrinas de dicho re-
partimiento de Andaxes y les mando que enterassen dicho obrage y juntamente
mando pregonar enterasen los tributos de su magestad que devian pena de que si no
lo hasian dentro de ocho dias serian castigados con lo qual todos [sic] se vido cum-
plido dentro de dicho tiempo y se vieron los tributos pagados los yndios travajando
en el obrage acudiendo con to'da [f.55r./v.] humildad y rendimiento assi al servissio
de Dios como al entero de sus obligassiones y servisio de su magestad y aIla este
thestigo en Dios y en su consien<;ia ayer sido el remedio unico assi para la paz que
oy gosan estos como para la quietud de otras provin<;ias que estavan combocadas
con estos para levantarse la asisten"ia de dicho capitan Domingo de Carrera y esto
es lo que save devajo del juramento que tiene fecho y dixo ser de hedad de quaren-
ta y quatro años y que no le tocan las generales de la ley que le fueron declaradas y
lo firmó juntamente con el dicho cbrregidor.

Fray Cristobal de CueIlar [rubricado]


Don Luis de Torres ~ Portugal [rubricado]
Ante mi, Gaspar de Quesada, escribano de su magestad
[rubricado] [f.55v./56r.]

En el pueblo de la Magdalena de Caxatamoo en siete dias del mes de junio de


mil y seissientos y sesenta y quatro años el dicho capitan Domingo de Carrera para
la ymformasion que le esta mandada dar presento por testigo al comisario don Pe-
dro de Sambrana presvitero cura y vicario en ynterin desta doctrina de Caxatambo
del qual en presen"ia y con asisten"ia del dicho corregidor se le resivio juramento
242 HUGO PEREYRA PLASENCIA

por Dios nuestro señor yn berbo saserdotiz y lo hisso y prometio de dezir verdad y
siendo le preguntado por el tenor del pedimento dixo que lo que save este testigo
es que por el año passado de mil y seissientos y sesenta y tres supo este testigo co-
mo los yndios del repartimiento de los Andaxes avian hecho junta y combocatoria
con todos los demas yndios de otras quatro provint;ias sircumbesinas al dicho repar-
timiento y vajaron al pueblo de San Juan de Churin co.n bo.sinas y vanderas publi-
cando. en bo.ses altas guerra guerra y en execusion y cumplimiento de ella derriba-
ron el obrage y quemaron todo el pueblo esepto la yglesia la quallo ubieran hecho
si no fuera por el padre presentado fray Cristobal de Cuellar cura de la dicha doctri-
na que salio co.n el Santisimo Sacramento en las manos para que con el respecto que
se devia a su divina magestad se apasiguasen y sin atender a ello los dichos yndios
prosiguieron a sus atrosidades y desobedienc;ia a su magestad para cuyo remedio su-
po assi [f.56r./v.] mismo este testigo se le dio auto y parte al maestre de campo don
Luis de Torres y Portugal co.rregidor y justissia mayor de desta provinciá co.n cuya
notisia vaxo al pueblo de Churin con la jente que pudo condusir y estando en la
plassa de dicho pueblo vinieron los dichos yndios y en los altos de los serros avian
tocado businas y tremolaron banderas dissiendo. en boses altas que el dicho. corregi-
dor y toda la demas jente que se hallava en dicho. asiento de Churin se fuessen de
sus tierras y teniendo notissia del dicho. levantamiento el excelentisimo. seño.r co.nde
de Santistevan virrey governador y capitan general destos reino.s y real acuerdo de
justissia determinaron viniese el señor do.ctor do.n Fernando de Ve lasco y Gamboa
del consejo de su magestad y su alcalde de corte en la real sala del crimen de la ciu-
dad de Lima al conosimiento y castigo de los yndios y el levantamiento. que avian
hecho y aviendo el dicho. seño.r alcalde de corte empesado a conoser de la dicha
caussa un dia savado que se contaron dies y ocho. de agosto del dicho año de sesen-
ta y tres como a oras de las dies del dia sobre seguro y de hecho y caso pensado los
dichos yndios del repartimiento de Andaxes se combocaron y pegaron fuego. a las
cassas del encomendero donde se avia alojado dicho señor alcalde de co.rte acavado
de redificarlas por su mandado y con grandes alaridos [f. 56v./57r.] digeron to.dos
los dicho.s yndios guerra guerra y mueran todos estos españoles porque estan en
nuestra tierra y disiendo estas palabras repetidamente desembrasaron hondas con
piedras apedreando al dicho señor don Fernando co.rregidor y demas personas que
se hallaron presentes que les obligaron a guareserse de [sic] un guasi o cassa deste-
chada por librarse de la furia desto.s barbaros yndio.s y por ver si se podian redusir
a la obediencia de su magestad que Dios guarde se dispusso que fuesse un religioso
lego de San Francisco que se hallo pressente en aquella o.cassio.n y les dijese viniesen
a la obediencia de su magestad que en su real nombre les perdo.naria los delitos y de-
sacatos el qual aviendo buelto. truxo por respuesta que si querian escapar las vidas
les diesen tres cavessas como eran la de don Francisco del Campo. Yapanchagua go.-
vernador Jo.seph Grimaldo.s y Juan de Salasar y que si dentro de media o.ra no.
le [s] respondian vajarian al pueblo y quitarian las vidas a todos quantos españoles
avia en el sin que se descapase [sic] ni el dicho seño.r alcalde de corte corregidor y
saserdotes y estando en este empeño. y a co.sta de la vida el dicho capitan Domingo
de Carrera entró en el dicho asiento,d e Churin aviendole los dichos yndios echadole
MITA OBRAJERA, IDOLATRIA y REBELION 243

por los caminos y despeñaderos muchas piedras y galgas procuraron quitarle la vida
y con todos estos riesgos entró a socorrer al dicho señor alcalde de corte y corregi-
dor los quales estavan en grande aprieto y que reconosiendo el dicho capitan Do-
mingo de Carrera el gran riesgo que tenian [por ]Ia temeridad de dichos yndios y en-
trado [f.57r./v.] dicho señor alcalde de corte corregidor y demas personas que se
hallaron presentes en consulta para disponer lo que devian haser en el caso presente
reconosiendo unos y otros el riesgo que tenian de perder las vidas fue de pareser el
dicho capitan Domingo de Carrera que era temeridad aguardar segunda emboscada
por ser los yndios muchos y se esperava mayor ruyna y que para desvaneserles y se
frustrasse sus intentos saliesen todos a Lasaura dos leguas de dicho asiento conque
paresio acordado lo dispuesto por el dicho capitan cuyo pareser siguieron todos
saliendo del dicho asiento a las onse de la noche desde donde se dio quenta del
sussesso a su excelencia y real govierno de donde vino orden se retirasse dicho
señor don Fernando y vajasse a la ciudad de Lima y que fuessen al dicho asien-
to de Churin los padres Bartolome Mexia y Hernando de Lavayen de la Compa-
ñia de Jesus para que con su predicassion y enseñansa redujiesen a los dichos
yndios por los medios mas suaves y combenientes a la paz y quietud de dicha
provin¡;ia y aviendo ydo y travajado con ellos los dichos padres para su redu-
sion y redificassion de dicho obrage y cassas reconosieron que el remedio mas
eficas para su conservasion era escrivir y dar quenta a su excelencia para que
[f.57v./58r.] la conservassion de la paz de dichos yndios era [sic] se le encargasse
al dicho capitan Domingo de Carrera como con efecto se le encomendo y se le
despacho titulo de teniente general y justissia mayor y capitan de jente de leva para
que con la prudencia y sagasidad que siempre acostumbrado [sic] el dicho capitan
Domingo de Carrera y por los mejores medios y mas suaves dispusiesse la paz y
quietud y conservassion de dichos yndios como con efecto lo dispusso assi y me-
diante ello y a costa de su vida y de mucha hasienda los redujo al primer estado que
tenia [n] acudiendo a la obligassion de mita de obrage como actualmente lo estan
con toda paz y tranquilidad procurando que los tributos y averes de su magestad se
enteren con toda puntualidad en las reales caxas desta provin¡;ia que estan a cargo
del dicho corregidor y asimismo save este este [sic] testigo que el dicho capitan Do-
mingo de Carrera pudiendo con la mano de tal aYer levantado mucha jente de paga
la a escussado a su magestad hasiendo este gasto a espenssas suyas y anteponiendo
su vida y hasienda a todo desseando la paz yobedien¡;ia que se deve a su magestad
y real justissia [f.58r./v.] en que assi por lo dicho como por las muchas partes y cali-
dades del dicho capitan Domingo de Carrera es digno d~ que su magestad (Dios le
guarde) y su excelencia en su real nombre le ocupe en los mayores puestos de go-
vierno en que dara muy buena quenta de todo y que esto que a dicho es lo que save
y la verdad so cargo del juramento que fecho tien"e en que se afirmo y ratifico y di-
jo ser de hedad de setenta y dos años y que no le tocan las generales de la ley y lo
firmo juntamente con el dicho corregidor.
El bachiller don Pedro Qanbrana [rubricado]
Don Luis de Torres y Portugal [rubricado]
Ante mi, Gaspar de Quessada, escribano de su magestad [rubricado]
244 HUGO PEREYRA PLASENCIA

Auto. En el pueblo de la Magdalena de Caxatambo en dies dias del mes de junio de


mil y seissientos y sesenta y quatro años el señor maestro de campo don Luis de
Torres y Portugal corregidor y justissia mayor en esta provinc;ia por su magestad,
etc. Aviendo visto la ymformasion dada por parte del capitan Domingo de Carrera
thesorero de la Santa Crussada desta provinc;ia teniente general y justissia mayor del
repartimiento [f. 71r./v.] de los Andaxes y que por ella consta como el sussodicho
fue nombrado por su excelencia y real govierno de la c;iudad de los Reyes por ·te-
niente y justissia mayor del dicho repartimiento de los Andaxes para que como
perssona capas y de todas obligassiones procurase mantener en pas a los yndios de
aquel repartimiento procurando por todos medios de pas a su redusion aplicando les
a ello los medios mas eficasses que combiniesen y no pudiendo por este medio ussa-
sse el de levantar una compañia de soldados obligando les por mal a que vajassen al
cumplimiento de sus mitas y entero del obrage en lo qual certifica su merced dicho
corregidor que por medio del dicho capitan Domingo de Carrera y de sus dispossi-
ssiones que usso por los medios mas eficases que combinieron redujo a los yndios
del dicho repartimiento a que todos rendidos viniesen a la obedienc;ia de su mages-
tad cumplimiento de las mitas y entero de obrages y por lo que dicho señor corregi-
dor reconossio quando vajo al pueblo de Churin estando en él el señor doctor don
Fernando de Velasco y Gamboa del consejo de su magestad y su alcalde de corte
en la real sala del crimen de la c;iudad de Lima el dicho capitan Domingo de Carrera
se espusso a gran riesgo de la vida por aver entrado en dicho Churin por medio de
todos los yndios los quales lo arrojaron muchas galgas de 108 cerros para despeñarlo
y abiendo llegado el dicho capitan Domingo de Carrera al dicho Churin en ocassion
que los dichos indios abia [n] pegado fuego a la cassa del encomendero fue su pare-
sser saliesen del dicho asiento y . se fuesen a Lassura dos leguas del dicho asiento
doctrina de Checras jurisdission de Chancay hasta por la dispossision del dicho capi-
tan Domingo de Carrera y estar amado y querido de los dichos yndios [f.71v./f.72]
lo redusgo [sic] a su primer estado cumplimiento de sus obligassiones y especialmen-
te del entero de los tributos y averes de su magestad que se an enterado con mucha
puntualidad hasta el terc;io de Navidad passado de sesenta y tres y este de San Juan
de sesenta y quatro se espera el entero con la misma puntualidad que los demas to-
do lo qual y la redussion de dichos yndios y de los de otras provincias sircumbessi-
nas se le deve al dicho capitan Domingo de Carrera el qual certifica a su magestad y
en su real nombre a su excelencia es digno y meresedor le honren en puestos rele-
vantes en utilidad de todo este reino y de la corona real assi por lo que le consta co-
mo por aver sustentado muchas perssonas y soldados a su costa sin que la hasienda
real pagasse cossa alguna y esto es lo que puede ymformar y c;ertificar en esta rason
y lo firmó .

Don Luis de Torres y Portugal [rubricado]


Ante mi, Gaspar de Quessada, escribano de su magestad [rubricado]

Despáchese tres traslados" .

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