Histologia Bucal

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

UNIDAD ACADÉMICA DE LA SALUD

CARRERA DE ODONTOLOGÍA

TEMA:
DESARROLLO DEL DIENTE

ASIGNATURA:
HISTOLOGÍA

AUTORES:
MERCEDES INTRIAGO
DAYLENER ZAMBRANO
ANDRÉS MENDOZA
KARLA VÉLES
GORKY ERAZO

DOCENTE:
Dra. CELIA PONCE

CURSO:
2° NIVEL “D”

MARZO – AGOSTO 2019


DESARROLLO DEL DIENTE
(ODONTOGÉNESIS)

GENERALIDADES

El proceso de desarrollo dental que conduce a la formacion de los elementos


dentarios en el seno de los huesos maxilares recibe la denominación de
odontogénesis. En el curso del desarrollo de los organos dentarios humanos
aparecen sucesivamente dos clases de dientes los dientes primarios y los
permanentes o definitivos. Ambos se originan de la misma manera y presentan
una estructura histológica similar.

Los dientes se desarrollan a partir de brotes epiteliales que normalmente


empiezan a formarse en la porción anterior de los maxilares y luego avanzan en
dirección posterior. Aunque los esbozos poseen una forma determinada de
acuerdo con el diente al que van a dar origen y tienen una ubicación precisa en
los maxilares, todos poseen un plan de desarrollo común que realiza de forma
gradual y paulatina en la formacion de los dientes participan dos capas
germinativas, el epitelio ectodérmico que origina el esmalte y el ectomesénquima
que forma los tejidos restantes (complejo dentinopulpar, cemento, ligamento
periodontal y hueso alveolar).

Son numerosos los mecanismos que guían y controlan el desarrollo dental, pero
el fenómeno inductor es el esencial para el comienzo de la organogénesis
dentaria.

En la odontogénesis el papel inductor desencadenante es ejercido por


ectomesénquima o mesénquima cefálica, denominado así porque son células
derivadas de la cresta neural que han migrado hacia la región cefálica. Este
ectomesénquima ejerce su acción inductora sobre el epitelio bucal de origen
ectodérmico que reviste al estomodeo o cavidad bucal primitiva.

La acción inductora de la mesénquima ejercida por diversos factores químicos


en las distintas fases del desarrollo dentario y la interrelación, a su vez entre el
epitelio y las diferentes estructuras de origen ectomesenquimático, conducen
hacia una interdependencia funcional de ambos tejidos que es conocida con la
denominación de interacción epitelio- mesénquima. Este tipo de interacciones
embrionarias ocurre también durante el desarrollo de otros tejidos tales como la
piel y sus derivados, los tejidos del aparato respiratorio, digestivo, etc. En el
desarrollo dentario dicha interacción dará como resultado la determinación,
diferenciación y organización de los tejidos dentales. Se distinguen dentro de la
odontogénesis dos fases, la morfogénesis y la histogénesis.
MORFOGENESIS DEL ÓRGANO DENTARIO
Desarrollo y formacion del patrón coronario

El ciclo vital de los organos dentarios comprende una serie de cambios químicos,
morfológicos y funcionales que comienzan en la sexta semana de vida
intrauterina y que continua a lo largo de toda la vida del diente. La primera
manifestación consiste en la diferenciación de la lamina dental a partir del
ectodermo que tapiza la cavidad bucal primitiva o estomodeo.

El epitelio ectodérmico bucal en este momento esta constituido por dos capas,
una superficial de células aplanadas y otra basal de células altas, conectadas al
tejido conectivo embrionario o mesénquima por medio de la membrana basal,
estructura importante para la diferenciación celular y la organogénesis dental
según han demostrado estudios realizados en experimentos sobre la interacción
epitelio mesénquima.

Inducidas por el ectomesénquima subyacente, las células basales de este


epitelio bucal proliferan a todo lo largo del borde libre de los futuros maxilares,
dando lugar a dos nuevas estructuras la lamina vestibular y la lámina dentaria.

Lámina vestibular: sus células proliferan dentro del ectomesénquima,


aumentan rápidamente su volumen, degeneran y forman la hendidura que
constituye el surco vestibular entre el carrillo y la zona dentaria.

Lamina dentaria: actividad proliferativa intensa y localizada, en la octava


semana de vida intrauterina, se forman en lugares específicos 10 crecimientos
epiteliales dentro del ectomesénquima de cada maxilar, en los sitios
correspondientes a los 20 dientes deciduos.

De esta lámina, también se originan los 32 gérmenes de la dentición permanente


alrededor del quinto mes de gestación. Los primordios se sitúan por lingual o
palatino en relación a los elementos primarios. Los molares se desarrollan por
extensión distal de la lámina dental. El indicio del primer molar permanente existe
ya en el cuarto mes de vida intrauterina. Los molares segundo y tercero
comienzan su desarrollo después del nacimiento, alrededor de los cuatro o cinco
años de edad. Los gérmenes dentarios siguen en su evolución una serie de
etapas que, de acuerdo a su morfología, se denominan: estadio de brote o yema,
estadio de casquete, estadio de campana y estadio de folículo dentario.
ESTADIO DE BROTE O YEMA DENTARIA

El periodo de iniciación y proliferación es breve y casi a la vez aparecen diez


yemas o brotes en cada maxilar. Son engrosamientos de aspecto redondeado
que surgen como resultado de la división miótica de algunas células de la capa
basal del epitelio en las que asienta el crecimiento potencial del diente, se trata
de una población de células madre que persistirá durante algún tiempo en las
siguientes etapas de desarrollo dentario. Los brotes serán los futuros organos
del esmalte que darán lugar al único tejido de naturaleza ectodérmica del diente,
el esmalte.

La estructura de los brotes es simple, en la periferia se identifican células


cilíndricas y en el interior son de aspecto poligonal con espacios intercelulares
muy estrechos. Las células del ectomesénquima subyacente se encuentran
condensadas por debajo del epitelio de revestimiento y alrededor del brote
epitelial. Desde le punto de vista histoquímico en las células intermedias del brote
se detecta más actividad biosintética que en las basales, a dicho nivele existen
acúmulos de colágeno, hecho que caracteriza a algunos epitelios en
proliferación. En las células más superficiales del brote pueden detectarse
algunos signos de muerte celular o apoptosis.

ESTADIO DE CASQUETE

La proliferación desigual del brote a expensas de sus caras laterales o bordes,


determina una concavidad en su cara profunda por lo que adquiere el aspecto
de un verdadero casquete. Su concavicidad central encierra una pequeña
porción del ectomesénquima que lo rodea; es la futura papila Dentaria, que dará
origen al complejo dentinopulpar.

Histológicamente podemos distinguir las siguientes estructuras en el órgano


del esmalte u órgano dental.
a. Epitelio dental externo.
b. Epitelio dental interno.
c. Retículo estrellado.

a. El epitelio externo del órgano del esmalte está constituido por una sola capa
de células cuboideas bajas, dispuestas en la convexidad que están unidas a la
lámina dental por una porción del epitelio, llamada pedículo epitelial.

b. El epitelio interno del órgano del esmalte se encuentra dispuesto en la


concavidad y está compuesto inicialmente por un epitelio simple de células más
o menos cilíndricas bajas. Estas células aumentaran en altura, en tanto su
diferenciación se vuelve más significativa. Se diferenciarán en ameloblastos
durante la fase de campana, de ahí que suele denominarse epitelio interno,
preameloblastico o epitelio dental. Las enzimas hidrolíticas y oxidativas se
incrementan en el estadio de casquete a medida que se alargan las células
preameloblastico del epitelio interno.

c. Entre ambos epitelios, por aumento del líquido intercelular, se forma una
tercera capa el retículo estrellado, constituido por células de aspecto estrellado
cuyas prolongaciones se anastomosan formando un retículo. Las células están
unidas mediante desmosomas, conformando una red celular continua.

Los espacios intercelulares están ocupados por un líquido de aspectos y


consistencia mucoide. Químicamente esta matriz extracelular hidrófila
(apetencia por el agua) es rica en glucosaminoglicanos, fundamentalmente en
ácido hialurónico. La captación de agua conlleva a la separación de las células
y a un aumento del espacio extracelular lo que, por ende, hace que las células
tomen una forma estrellada. A esta capa se le asigna función metabólica y
morfogenética.
A nivel del epitelio externo del esmalte, en su proximidad al epitelio interno, y
en el retículo estrellado han localizado los posibles nichos de células madre.

El tejido conectivo embrionario o mesénquima que hay en el interior de la


concavidad, por influencia del epitelio proliferativo se condensa por división
celular y aparición activa de capilares, dando lugar a la papila dentaria; futura
formadora del complejo dentinopulpar.

Las células mesenquimatosas de la papila dentaria son grandes, de


citoplasma moderadamente basófilo y núcleos voluminosos. Existe abundante
sustancia fundamental, rica en glucosaminoglicanos.

La papila se encuentra separada del epitelio interno del órgano del esmalte
por una membrana basal, que representa la localización de la factura conexión
amelodentinaria.

El tejido mesénquimatico que se encuentra inmediatamente por fuera del


casquete, rodeándolo casi en su totalidad, salvo en el pedículo (que une el
órgano del esmalte con el epitelio originario o lámina dental), también se
condensa volviéndose fibrilar y forma el saco dentario primitivo o folículo dental.
El órgano del esmalte, la papila y el saco constituyen en conjunto el germen
dentario

En el epitelio interno del órgano del esmalte se desarrolla en esta etapa un


acumulo de células que recibe la denominación de nudo primario del esmalte
(NE). De dicho nudo parte una prolongación celular llamada cuerda del esmalte,
que termina en una muesca en el epitelio externo.

Estas estructuras son temporales, pues más tarde sufren una regresión o
involución. Se las vincula con la morfogénesis coronaria. El nudo del esmalte se
considera Centro regulador de la morfología dentaria a través de producción de
factores de crecimiento y de señalización que participan en la interrelación del
epitelio-mesénquima. Existe discusión sobre cuando aparece el nudo del
esmalte. Según algunos autores el nudo aparece en el periodo de transición
entre el estado de brote y el de casquete mientras que otros lo individualizan
incluso en el estado de brote (figs. y 7). En los dientes molares y multicuspedos
Existen nudos de esmalte secundarios que regulan la morfogénesis de cada
región cúspidea. Cuando los nudos del esmalte han cumplido con su actividad
secretora y reguladora desaparecen por apoptosis de las células que lo forman.

En resumen, tenemos en esta etapa de casquete tres estructuras


embrionarias fundamentales para el desarrollo dentario.

1.Órgano del esmalte.


Origen: ectodermo.
A) Epitelio dental externo.
B) Retículo estrellado.
C) epitelio dental interno o preameloblástico.
2. Esbozo de papila dentaria.
Origen: ectomesénquima.
3. Esbozo de saco o folículo dentario.
Origen: ectomesénquima.

Estas estructuras por cambios morfológicos, químicos y funcionales darán origen


a todos los tejidos dentarios y peridentarios, como veremos más adelante.
ESTADIO DE CAMPANA

Ocurre sobre las 14 a 18 semanas de vida intrauterina. Se acentúa la


invaginación del tejido Epitelio dental interno adquiriendo el aspecto típico de una
campana.

En este estadio es posible observar modificaciones estructurales e


histoquímicas En el órgano del esmalte, papila y saco dentario respectivamente.
El desarrollo del proceso permite considerar en el estadio de campana una etapa
inicial y otra más avanzada, donde se hacen más evidentes los procesos de
morfo e histodiferenciación.
Órgano del esmalte: en la etapa inicial, el órgano del esmalte presenta una
nueva capa: el estrato intermedio, situada entre el retículo estrellado y el Epitelio
dental interno. La presencia de esta estructura celular en el órgano del esmalte
es un dato muy importante para realizar el Diagnóstico histológico diferencial con
la etapa anterior del casquete (fig. 8 A y B).

De manera que en este periodo embrionario el órgano del esmalte está


constituido por:
a) Epitelio dental externo: las células cubicas se han vuelto aplanadas
tomando el aspecto de un epitelio plano simple. Al final de esta etapa el
epitelio presenta pliegues debido a invaginaciones o brotes vasculares
provenientes de saco dentario (capa interna), que aseguran la nutrición
del órgano del esmalte, que como todo epitelio es avascular. La invasión
vascular es más evidente en la fase previa al comienzo de la secreción de
esmalte.
b) Retículo estrellado: Las células que constituyen esta estructura tienen
un aspecto estrellado y es notable el aumento de espesor debido al
incremento del líquido intercelular, aunque el avanzar el desarrollo su
espesor se reduce a nivel de las cúspides o bordes incisales. En dichas
zonas, donde comenzaran a depositarse las primeras laminillas de
dentina, se interrumpe la fuente de nutrientes del órgano del esmalte
proveniente de la papila. Esta reducción del aporte nutricio ocurre más
adelante, justo en el momento en que las células del epitelio interno
segregan el esmalte, por lo que hay una demanda aumentada de
nutrientes. Para satisfacerla, el retículo estrellado se adelgaza
permitiendo un mayor flujo de elementos nutricionales desde los vasos
sanguíneos del saco dentario hacia las células principales o ameloblastos
(formadas a partir del epitelio dental interno) que sintetizaran la matriz del
esmalte. La apoptosis en las células del retículo estrellado contribuye a la
regresión del mismo. Finalmente, células de naturaleza macrofágica que
proceden de los vasos periféricos penetran en la estructura epitelial y
fagocitan los restos celulares apoptóticos.
c) Estrato intermedio: Entre el epitelio interno y el retículo estrellado,
aparecen varias capas de células planas; es el estrato intermedio. Este
estrato es más evidente por el mayor número de capas celulares en el
sitio que corresponderá a las futuras cúspides o bordes incisales. En
general, está formado por cuatro o cinco hileras de células planas con
núcleos centrales alargados. Ultraestructuralmente las organelas están
poco desarrolladas y no presentan polaridad funcional. Las relaciones
intercelulares presentan uniones desmosómicas y ocluyentes. Se han
observado mitosis y debido a este hecho varios investigadores sugieren
que algunos de sus elementos celulares pueden transformarse en
ameloblastos. En este sentido se ha sugerido también que células madre
o progenitoras ubicadas en el retículo estrellado participarían en la
formación del estrato intermedio.
Por otra parte, las células de estrato intermedio en el estadio de campana
tienen marcada actividad enzimática fosfatasa alcalina positiva, mientras
que las ameloblásticas carecen de esta enzima, por lo que se piensa que
el estrato intermedio participa indirectamente en la mineralización del
esmalte durante la amelogenesis. Las células del estrato intermedio son
también ricas en ATPasa dependiente del calcio.
Las células planas de estrato intermedio mantienen relaciones
intercelulares, a través de desmosomas, tanto las células des retículo
estrellado, como con los ameloblastos. Cada célula des estrato intermedio
esta, al parecer, relacionada con seis ameloblastos.
Al finalizar esta etapa de campana, cuando comienza la histogénesis o
aposición de los tejidos duros dentarios (dentina, esmalte), el estrato se
vincula estrechamente con los vasos sanguíneos provenientes del saco
dentario, asegurando no solo la vitalidad de los ameloblastos, sino
controlando el paso del aporte de calcio, del medio extracelular al esmalte
en formación. Esto demuestra o sugiere el importante papel del estrato
intermedio durante la etapa de secreción y mineralización del esmalte.
Algunos autores afirman que el epitelio dental interno y el estrato
intermedio deben ser considerados como una sola unidad funcional,
responsable de la formación del esmalte.
d) Epitelio dental interno: Las células del epitelio interno o preameloblastos
son células cilíndricas bajas y sus organoides no presentan aun en esta
fase una orientación definida. Después de la diferenciación de los
odontoblastos de la papila dentaria, las células des epitelio dental interno
se diferenciarán en ameloblastos
Separando el epitelio interno y la papila dental existe una membrana basal a
la que se asocian en la vertiente de la papela las denominadas fibras aperiódicas.
Estas son fibras de 15 µm de ancho y 1,5 m de largo. La membrana basal está
compuesta por colágeno tipo IV, laminina, entactina y heparán sulfato. Las fibras
aperiódicas contienen en localización variable una o más moléculas de colágena
tipo I, III, IV y VI, tenascina, fibronectina o proteoglicanos. A este conjunto de
membrana basal y fibras aperiódicas se le denominó inicialmente membrana
preformativa o lámina ameloblástica basal (LAB).

In vitro la membrana basal es continua durante la diferenciación


odontoblástica y el colágeno asociado tiene una función importante en el
desarrollo dentario, pues la interferencia en su depósito por el agregado de
distintos agentes destructores del colágeno al medio de cultivo, inhibe la
morfogénesis dental. Dado que el colágeno tipo IV es el componente estructural
más importante de la membrana basal y que la colagenasa tipo IV está también
presente a dicho nivel, se sugiere que la misma participa en la remodelación y
degradación de la membrana basal durante la formación de la dentina.

En este período de campana se denomina, además, la morfología de la


corona por acción o señales específicas del ectomesénquima subyacente o
papila dental sobre el epitelio interno del órgano dental. Ello conduce a que esta
capa celular se pliegue, dando lugar a la forma, número y distribución de las
cúspides, según el tipo de elemento dentario a que dará origen. Es decir, que el
modelo o patrón coronario se establece antes de comenzar la aposición y
mineralización de los tejidos dentales.
Al avanzar en el estado de campana, el epitelio dental interno ejerce su
influencia inductora sobre la papila dentaria. Las células superficiales
ectomesenquimáticas indiferenciadas (pluripotentes) se diferencian en
odontoblastos que comienzas a sintetizar dentina a nivel cuspídeo. El proceso
continúa progresivamente hasta llegar al asa cervical. En este momento los
preameloblastos en vías de diferenciación están separados de los odontoblastos
por la membrana basal. A través de la membrana pasan los nutrientes desde la
papila hacia el epitelio interno o ameloblástico.

En la etapa de campana avanzada y antes de que los odontoblastos


empiecen a sintetizar y secretar la matriz dentinaria, los ameloblastos jóvenes,
que por citodiferenciación han adquirido al respecto de células cilíndricas,
experimentan un cambio de polaridad de sus organoides. Microscópicamente lo
más evidente es la migración del núcleo de su localización central a la región
distal de la célula próxima al estrato intermedio. Los ameloblastos adquieren
todas las características de una célula secretora de proteínas del esmalte, hasta
que los odontoblastos segregan la primera capa de dentina (primer tejido
dentario depositado). Al final del estadio de campana, los ameloblastos jóvenes
se han transformado por citodiferenciación en ameloblastos secretores o
maduros.

Los ameloblastos que han experimentado su diferenciación bloquímica


terminal son células cilíndricas de aproximadamente 6 µm de altura y de 4 a 5
µm de ancho. La estructura y la ultraestructura del ameloblasto maduro es la de
una célula secretora para exportación de proteínas por el mecanismo de
exocitosis. Se caracteriza, además, por presentar en la región proximal, libre o
secretora una prolongación cónica llamada proceso de Tomes, que desempeña
una función esencial en la síntesis y secreción del esmalte prismático o varillar.
El proceso de Tomes contiene en su interior además de citoesqueleto,
mitocondrias y los cuerpos ameloblásticos. Estos cuerpos al MET están
rodeados de membrana y contienen un material finamente granular. Se
consideran como precursores intracelulares de la futura matriz orgánica
extracelular. No se ha determinado aún su composición exacta, aunque se ha
identificado proteínas, grupos disulfuros y calcio en forma soluble. En el
citoplasma del proceso de Tomes y durante la secreción se ha demostrado la
presencia de proteínas que regulan el paso del calcio del medio intracelular al
extracelular.

Como consecuencia del depósito dentinario la nutrición de los ameloblastos


se realiza ahora a expensas del estrato intermedio (por aproximación de los
vasos sanguíneos provenientes del saco dentario, que se hallan por fuera del
epitelio externo que se pliega) y no de la papila, como ocurría al iniciarse este
periodo, previo a la dentinogénesis. La unión de los ameloblastos con las células
del estrato intermedio se realiza mediante desmosomas. También se han
observado numerosas uniones de tipo comunicante que favorecerían el paso de
iones especialmente del calcio. Se postula que el transporte de iones hacia los
ameloblastos se produciría cuando las células del estrato intermedio alcanzan
los máximos niveles enzimáticos de fosfatasa alcalina y ATPasa, enzimas que
participan en el mecanismo de calcificación del esmalte. Por ello algunos autores
consideran como se indicó más arriba, que el epitelio ameloblástico y el estrato
intermedio forman un complejo único y necesario para la formación del esmalte.

Es importante recalcar que los ameloblastos sintetizan la matriz del esmalte


cuando se han formado las primeras capas de dentina calcificada.

Las principales características citoquímicas de los ameloblastos secretores


son las siguientes: los ameloblastos en la etapa de campana ofrecen una
marcada basofilia citoplasmática fácilmente evidenciable con azul de toluidina.
La detección de fosfatasa alcalina y glucógeno en los ameloblastos fue, en
cambio, negativa al comenzar la secreción del esmalte. Se ha postulado que los
ameloblastos usarían el glucógeno almacenado para cubrir sus requerimientos
metabólicos, como consecuencia del cambio y reducción del aporte nutricio (al
invertir su polaridad) sumado a una mayor demanda de nutrientes necesarios
para iniciar la amelogénesis.

 Papila dentaria: la diferenciación de los odontoblastos se realiza a partir


de las células ectomesenquimáticas de la papila, situadas frente al epitelio
dental interno, que evolucionan transformándose primero en
preodontoblastos, luego en odontoblastos jóvenes y, por último, en
odontoblastos maduros o secretores. Estos adoptan una forma cilíndrica
de 40 µm de alto y un diámetro medio de 4 o 8 µm, con un núcleo
polarizado hacia la región distal de la célula. En su extremo proximal o
libre (futuro polo secretor) se diferencia una prolongación citoplasmática
única que queda localizada en plena matriz dentinaria, llamada
prolongación principal, proceso odontoblástico o prolongación
odontoblástica.
 Los odontoblastos, sin bien se encuentra formando una hilera de células
semejantes a una especie de epitelio cilíndrico simple en la periferia de la
papila, están separados por espacios intercelulares que a veces
contienen fibras reticulares de von Korff e incluso capilares o fibras
nerviosas.
Los odontoblastos presentan las características ultraestructurales de una
célula secretora de proteínas para exportación. Sintetizan las fibrillas colágenas
tipo I (con pequeñas cantidades de colágeno tipo III), otras proteínas más
específicas de la dentina, como las fosfo y sialoproteínas de la dentina y las
proteínas de la matriz dental entre otras y los glucosaminoglicanos de la matriz
orgánica de la dentina.
Odontoblastos

Retículo estrellado

Ameloblastos

Dentina

Papila dentaria

Extracto intermedio

Ameloblastos jóvenes

Retículo estrellado

Dentina

Odontoblastos

Preodontoblasto

Célula mesenquimática de la papila dental

Región cervical
Extracto intermedio

Ameloblastos

Prismas del esmalte

Conexión amelo-dentinaria

Dentina

Proceso odontoblástico
E x t r a c t o i n t e r m e d i o

Predentina

Odontoblastos

Cuando se forma dentina, la porción central de la papila se transforma en


pulpa dentaria. La zona central de la papila se caracteriza ahora por presentar
fibroblastos jóvenes con abundantes glucosaminoglicanos, principalmente ácido
hialurónico y condroitín sulfato responsable de su metacromasia. Al MET se han
identificado dos tipos de fibras:

 Fibras oxitalánicas, que carecen de estriación transversal.


 Fibras precolágenas estriadas asociadas a la membrana basal.

La inervación se establece en forma precoz. Delgadas prolongaciones


nerviosas, dependientes del trigémino, se aproximan en los primeros estadios
del desarrollo dentario, pero no penetran en la papila hasta que comienza la
dentinogénesis. Existen factores tróficos como el factor de crecimiento nervioso
(NGF), el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y el factor derivado de
la glía (GDNF) que se relacionan con el comienzo y el desarrollo de la inervación
sensorial en la papila dental y con el crecimiento de los axones pulpares.
La inervación inicial se solamente de tipo sensorial, pues los estudios
histoquímicos han demostrado que las fibras nerviosas autónomas están
ausentes durante los estadios de brote y casquete.

Con respecto a la vascularización, se ha visto que agrupaciones de vaso


sanguíneos penetran en la papila en la etapa de casquete. A medida que avanza
el desarrollo, los vasos se ubican preferentemente en el lugar donde se formaran
la raíz o raíces.
Se ha sugerido que la presencia de un argumento de capilares y la existencia
temprana de fibras nerviosas en la proximidad del ectomesénquima donde se
desarrollarán los gérmenes dentarios, está asociada a que ambas estructuras o
una de ellas desempeñarían un papel importante en el mecanismo inductivo.
Según algunos autores, es mucho más probable que la vascularización e
inervación sean el resultado del desarrollo dentario y no su causa.

Con respecto a las características citoquímicas de los odontoblastos, éstos


presentan en el estadio de campana la máxima expresión de ARN lo cual indica
su actividad en la síntesis de proteínas de la dentina. La actividad fosfatasa
alcalina es, asimismo, elevada, mientras que la reacción citoquímica del
glucógeno es negativa. La fosfatasa es también positiva en la zona
subodontoblástica la cual presenta, además, metacromasia.

La ausencia de glucógeno cuando los odontoblastos comienzan su actividad


dentinogenética, podría deberse a que cesa como material de reserva, siendo
aprovechado por estas células en su ciclo de secreción o bien por la fosfatasa
en el mecanismo de mineralización.

Se ha indicado que el glucógeno podría ser el precursor químico de los


ésteres hexosafosfato utilizados, luego, por la enzima fosfatasa alcalína. Los
hallazgos al respecto parecen dejar poca duda de que la glucogenólisis
fosforilativa contribuye, de algún modo, a la formación de tejidos calcificados y
de que el producto final es una hexosafosfato.

Por otra parte, se ha sugerido de los radicales hexosa-fosfatos derivan de la


degradación fosforilativa del glucógeno, y que son aprovechados más tardes
para la síntesis de proteoglicanos, componente esencial de los tejidos duros.
La presencia de fosfatasa alcalina en los odontoblastos, zona
subodontoblástica y estrato intermedio del órgano del esmalte, nos indicaría su
participación directa o indirecta en la elaboración o mineralización de la matriz
orgánica del esmalte y dentina.

La actividad extracelular de la enzima próxima a los sitios de mineralización


no sólo estaría asociada con la provisión de iones fosfatos, sino con el desarrollo
y crecimiento de los futuros cristales de hidroxiapatita. La fosfatasa alcalina se
detecta también histoquímicamente en el endotelio de los capilares
(provenientes del saco dentario) próximos al estrato intermedio. Se cree que la
enzima, cuando se asocia a las membranas celulares, regula el transporte de los
iones a través de las mismas.

En síntesis, vemos que la fosfatasa alcalina participaría en varios procesos, ya


sea en directa o indirecta.

 Saco dentario: en la etapa de campana es cuando más se pone de


manifiesto su estructura. Esta formada por dos capas: una interna célulo-
vascular y otra externa o superficial con abundantes fibras colágenas. La
colágena presenta al germen a este nivel es de tipo I y III.
 De la capa celular constituida por células mesenquimáticas
indiferenciadas derivan los componentes del periodoncia de inserción:
cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar. Las células
mesenquimatosas que se diferencian hacia el hueso alveolar son células
ricas en glucógeno.
 Tanto la inervación, como la irrigación presentan dos variedades, una
destinada al saco y la otra a la papila donde los vasos y nervios atraviesan
el saco para distribuirse por la misma.
 También en esta etapa la lámina dentaria prolifera en su borde más
profundo, que se trasforma en un extremo libre situado por detrás ( en
posición lingual o palatino) con respecto al órgano del esmalte y forma el
esbozo o brote del diente permanente. La conexión epitelial bucal se
desintegra por el mesénquima en proliferación. Los restos de la lámina
dentaria persisten con restos epiteliales redondeados, conocidos con el
nombre de perla de Serres.

ESTADIO TERMINAL O DE FOLÍCULO DENTARIO (APOSICIONAL)

En esta etapa comienza cuando se identifica, en la zona de las futuras cúspides


o borde incisal, la presencia del depósito de la matriz del esmalte sobre las capas
de la dentina en desarrollo.

El crecimiento aposicional del esmalte y dentina se realiza por el depósito de


capas sucesivas de una matriz extracelulares en forma regular y rítmica. La
elaboración de la matriz orgánica, a cargo de los odontoblastos para la dentina
y los ameloblastos para el esmalte, es inmediatamente seguida por las fases
iniciales de su mineralización. El mecanismo de formación de la corona se realiza
de la siguiente manera: primero se deposita unas laminillas de la dentina y luego
se forma una de esmalte.

El proceso se inicia en la cúspide incisal y paulatinamente se extiende hacia


el bucle cervical. En dientes multicuspideos, se inicia en cada cúspide de forma
independiente y luego se unen entre sí. Esto da como resultado la presencia de
surcos en la superficie oclusal de los molares y premolares.
La membrana basal o futura conexión amelodentaria puede ser lisa o
presentar ondulaciones fastoneadas. Una explicación adicional de la adhesión
puede estar relacionada con la disposición de las fibras colágenas tipo I en la
dentina, perpendiculares al borde amelodentario en conexiones con las
fibronectinas presente en el esmalte inmaduro.

El contacto entre colágeno y fibronectina puede contribuir a la estabilidad


entre la dentina y el esmalte. La mineralización de los dientes primarios se inicia
entre el quinto y sexto mes de la vida intrauterina por eso en el momento del
nacimiento existen tejidos dentarios clasificados en todos los dientes y en los
primeros molares permanentes.

Cuando la corona se ha formado en el órgano del esmalte se atrofia y


constituye el epitelio dentario reducido, que sigue unido a la superficie del
esmalte como una membrana delgada. Cuando el diente hace erupción algunas
células del epitelio reducido de las paredes de la corona se unen a la mucosa
bucal y forma la fijación epitelial o epitelio de unión.

La vaina epitelial es una estructura que resulta de la fusión de epitelio interno


y externo del órgano del esmalte en la presencia del retículo estrellado a nivel
del asa cervical o borde genético.
En este lugar que es la zona de transición entre ambos epitelios, las células
mantienen un aspecto cuboideo. La vaina prolifera en profundidad en relación
con el saco dentario por su parte externa y con la pupila dentaria internamente.

Cuando se deposita la primera capa de dentina radicular, la vaina de Hertking,


pierde su continuidad, es decir, que se fragmenta y forma los restos epiteliales
de Malassez.

La causa de la fragmentación y desplazamiento de la vaina se deriva a la falta


de aporte nutritivo que las células reciban desde la papila. Si la velocidad de
migración celular es mayor que la del mecanismo de cemento génesis, les
permite retirarse y ocupar un lugar en el ligamento periodontal, pero otras veces
durante su traslado pueden quedar incluidas en el cemento, donde experimentan
un proceso degenerativo.

La formación del patrón radicular involucra, también, como hemos visto,


fenómenos inductivos; el epitelio de la vaina modela además el futuro límite
dentinocementarioe induce la formación de dentina por dentro y cemento por
fuera.
FUENTES BIBLIOGRÁFICA

1. Principios de histología y embriología bucal (Chiego Daniel, 4 edición


2014).
2. Histología embriología e ingeniería tisular bucodental (Gómez de Ferrari
y campos muños 3 edición 2009,
3. Histología, biología celular y tisular (savedra, 2007, 4 edición).
4. Albertí Vázquez Lizette, Más Sarabia Maheli, Martínez Padilla Silvia,
Méndez Martínez María Josefina. Histogénesis del esmalte dentario.
consideraciones generales. amc [Internet]. 2007 Jun [citado en
2019 Nov 18] ; Vol. 11, (3). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-
02552007000300015&lng=es.

También podría gustarte