Teoría de Valores Detallado

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6.

Teoría de los valores


La axiología
El término axiología proviene del griego axios que significa valor, digno, estimable y logos “tratado,
razón, doctrina”; por tanto, la Axiología es la investigación filosófica de los valores. Según
Fernando Manrique, es: “La disciplina que se ocupa de investigar la naturaleza y estructura de los
valores y de determinar sus caracteres, así como la manera en que son captados y se realizan”.
La axiología, como disciplina filosófica, tiene como objeto de estudio a los valores, la naturaleza
de los valores, los juicios valorativos, las clases de valores, la jerarquía de valores etc.
Esta disciplina como parte importante de la Filosofía, recién fue reconocida en las últimas décadas
de la época moderna; sin embargo, la preocupación del hombre por explicar los problemas
concernientes a los valores, por emitir una aprobación o desaprobación frente a una acción, se
manifestó antes.
La reflexión autónoma sobre los valores tiene lugar en las últimas décadas de la época moderna,
donde se descubre el valor como el fundamento esencial de las concepciones del mundo.
Corrientes principales
La escuela de Franz Brentano (Alexius y Christian von Ehrenfels)
La escuela de Wilhelm Dilthey
La escuela de Rudolf Hermann Lotze (Marx Scheler y Nicolai Hartman)
Los valores
Respecto al empleo de esta categoría, Nicola Abbagnano manifiesta: “El uso filosófico del término
valor comienza solo cuando su significado se generaliza para indicar cualquier objeto de
preferencia o de selección, lo que ocurre por primera vez con los estoicos, quienes introdujeran el
término en el dominio de la ética y la denominación valor”; a partir de entonces el término valor se
va utilizar para distinguir los objetos y los fenómenos a cualquier tipo de ente elegidos por un
individuo o grupos de individuos por ser considerados buenos, a esto se debe que el concepto de
valor siempre está asociado al concepto del bien.
El concepto de valor es universal, porque se puede utilizar para referirse a una cosa que es
considerada valiosa, por ejemplo: una obra de arte.
Cuando se habla de valores se hacen presentes las nociones de utilidad, bondad, belleza, valentía,
honestidad, justicia, etc.; así como sus polos opuestos correspondientes, como la inutilidad,
maldad, fealdad, cobardía, deshonestidad, injusticia, etc.
Los valores no son entes ideales o irreales que existen en sí y para sí, sino son propiedades o
cualidades objetivas son susceptibles a ser valoradas por el sujeto con el que entra en relación,
por tanto su existencia demanda un soporte material que puede ser un bien o la acción humana,
pero esta no es la condición suficiente para que exista, sino que hace falta la presencia del sujeto
que ha de valorar o desaprobar ese bien o esa acción humana; lo que significa que el valor no lo
poseen los objetos de por sí, sino que esto lo adquieren gracias a su relación con el hombre como
ser social.
Una de las preocupaciones que enfrenta la Axiología es explicar la naturaleza de los valores, al
respecto se tienen las siguientes posturas:
a) El subjetivismo axiológico
Esta tendencia está representada principalmente por los exponentes del emotivismo ético (Perry,
Richards, Carles Stevenson, Alfred Ayer, entre otros), quienes conciben que los valores son de
naturaleza subjetiva, porque las cosas no son valiosas de por sí, sino que adquieren valor si
responden a las necesidades de los sujetos. A esta tendencia también se le conoce como
psicologismo axiológico, porque reduce el valor de una cosa a una acción humana, a un estado, a
un estado psíquico subjetivo, a una vivencia personal; su existencia y validez depende de la
reacción psicológica, de los sentimientos y de las emociones que suscitarán en el sujeto. Esto
significa, por ejemplo, que un objeto de arte es bello para un individuo si provoca en la una reacción
placentera, pues la belleza no está en el objeto sino en el sujeto que la percibe; una acción humana
será valiosa si genera sentimientos y emociones agradables en el individuo que la percibe; el valor
de un exquisito manjar no está en él; sino en el paladar que lo saborea y le confiere un valor
determinado.

b) El objetivismo axiológico
Es oposición al subjetivismo axiológico se desarrolla la posición objetivista. Los
exponentes de esta tendencia son principalmente Marx Scheler y Nicolai Hartman. Ellos
conciben que los valores constituyen un reino propio, que subsisten por sí mismos, que
son absolutos, inmutables e incondicionados; su existencia es ideal. Esto significa que
una obra de arte es bella porque la belleza se encarna en ella, una cosa es útil porque la
utilidad se encarna en ella, una acción humana es buena porque la humanidad se encarna
en ella; por tanto, los bienes o las acciones humanas son valiosas en la medida que
soportan un valor.
Asimismo, afirman que los valores son inmutables, porque los cambios en el tiempo y en
el espacio solo afectan a los bienes como objetos reales y no a los valores, que tienen
una existencia al margen del tiempo y del espacio, como esencias ideales, y que para
existir no necesitan ser percibidos.
En consecuencia, desde la óptica del objetivismo axiológico, los valores existen en sí y de
por sí, al margen de ser percibidos o no por el hombre. Para existir no necesitan ser
puestos en relación con el hombre ni con los bienes, su existencia está al margen de la
conciencia y la voluntad del hombre.
Francisco Miró Quesada en su libro Para iniciarse en la filosofía, manifiesta “Los valores se
manifiestan con diferentes intensidades y de manera jerárquica. Hay valores que se imponen a la
conciencia con particular fuerza, como los valores morales, mientras que otros se captan de
manera menos intensa”.
Serán valores superiores aquellos que fundan a los demás, los que provocan una satisfacción más
profunda, los que son menos relativos, los que hacen que los hombres sean más humanos, que
sean capaces de aceptarse y acepten al otro como fin.
Tener claridad en la jerarquía de valores es de suma importancia para el hombre, pues le permitirá
orientar su vida en función a los fines que persigue durante su existencia.
Las clases de valores
Según Carlos Ibarra, teniendo en cuenta las necesidades del ser humano, los valores se pueden
clasificar en escalas que van desde lo inferior a lo superior, estas son:
a) Primer nivel. Aquí están los valores destinados al nivel natural como la conservación de
la propia vida y la salud.
b) Segundo nivel. Corresponde a los valores que se dirigen al individuo, son los que están
orientados a la satisfacción puramente individual y a su segunda naturaleza que es la
felicidad personal.
c) Tercer nivel. Son los que están dirigidos al hombre como ser humano total unido con un
mundo humano y con la humanidad. Este nivel de valores encuentra su soporte en los
anteriores aquí están los valores culturales heredados por el individuo de los que se nutre
desde que nace, como arte, leyes, moral, educación, etc.
d) Cuarto nivel. Lo constituye la posibilidad de nuevos valores enlazados con los anteriores.
Este es el nivel de los valores de la praxis que es el fundamento de los niveles anteriores.
Todos. Todos los niveles de valores encuentran su valor en la praxis humana ya que de
ella nacen y solo por ella pueden ser. Es el nivel de valores más riguroso ya que implica
enfrentarse a todo aquello alcanzado por el hombre.
Octavio Obando y Luis proponen la siguiente clasificación de valores:
a) Valores éticos: lo bueno, lo malo, lo justo, lo injusto, etc.
b) Valores estéticos: lo bello, lo feo, lo cómico, lo trágico, lo ridículo, etc.
c) Valores económicos: lo útil, lo lucrativo, lo beneficioso, etc.
d) Valores religiosos: el amor, la bondad, la humildad, la caridad, la compasión.
Francisco Miró Quesada identifica cinco clases de valores:
a) Valores éticos: lealtad, probidad, generosidad, justicia, etc.
b) Valores religiosos: santidad, piedad, devoción, etc.
c) Valores estéticos: belleza, elegancia, etc.
d) Valores teóricos: profundidad, verdad, claridad, etc.
e) Valores económicos: utilidad, eficiencia, etc.
A partir de las tipificaciones expuestas se puede concluir que los valores que los valores pueden
ser clasificados en:
 Los valores vitales. Los que constituyen a que el hombre se realice en su condición de
un ser biológico; estos pueden ser: la salud, la fuerza, la agilidad, el placer, etc.
 Los valores humanos. Son exclusivos del hombre como ser histórico social, y
constituyen a su perfección como tal, estos son:
- Valores económicos: la riqueza, el éxito, la utilidad y todos los que están
relacionados a los valores eudemónicos.
- Valores intelectuales: están referidos al conocimiento, la verdad, la inteligencia, el
cultivo de la ciencia, etc.
- Valores estéticos: la belleza, la gracia, el arte, el buen gusto.
- Valores sociales: la cooperación y cohesión social, la prosperidad, el prestigio, la
autoridad, vocación de servicio, etc.
- Valores morales: son las virtudes como la prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Estos valores son superiores a los anteriores debido a que los valores morales
dependen exclusivamente del libre albedrío. En cambio, los otros dependen además
del libre albedrío de otros factores; por ejemplo, la riqueza (puede heredarse), así
como el grado de inteligencia depende de la alimentación y la estimulación, el buen
gusto es aprendido en la interacción social. Además, los valores morales están
orientados hacer del hombre un ser cada vez más humano.
La crisis de valores
Es importante que los hombres además de conocer e identificar los valores, sean capaces
de ponerlos en práctica; sin embargo, no siempre sucede esto, pues con frecuencia en la
sociedad actual se observa la incoherencia entre el discurso y la acción. Cuando los
valores considerados superiores por la sociedad no son realizados o son postergados
surge lo que se denomina la “crisis de valores” al respecto Samuel Ramos afirma lo
siguiente:
Vivimos en una época de grandes convulsiones morales que alcanza todos los ordenes
de la existencia humana, y que en el campo del espíritu ha determinado una confusión de
ideas y valores. La civilización se rige por valores materiales y parece no interesarle los
valores humanos”
Efectivamente vivimos en una sociedad que se enfrenta a una crisis de valores, donde lo
más importante es el tener, y lo menos el ser. Una sociedad en la que se defiende la
libertad sin limites y la felicidad sin restricciones que promueve el consumismo y por ende
la pasión por el dinero. Entonces el referente de valoración de las personas está en función
a lo que tienen sin importar como lo consiguieron, situación que promueve el
individualismo y el egoísmo, prácticas que imperan en los últimos tiempos y han relegado
como la solidaridad, el altruismo, la justicia, el respeto, la honestidad, la honradez, etc.
Es la modernidad, el liberalismo ha generado el pluralismo axiológico que es una de las
características de la sociedad contemporánea, pues en ella prevalecen diversos sistemas
de valores que coexisten y compiten entre sí. En este contexto el hombre crece en una
realidad en que los valores universales y sociales se ha constituido en valores
declarativos, en el que, cada individuo o grupo de individuos crean sus propios valores
que colisionan con los valores socialmente aceptados, situación que ocasiona la crisis de
valores que a su vez da lugar a la anarquía de valores. Esto implica que una acción será
valiosa o no, en función de los intereses individuales o del grupo, práctica que se observa
en los últimos tiempos en los grupos que ostentan el poder económico y político, que han
consagrado el ejercicio del pluralismo axiológico.
ACTIVIDADES
1. Explique el objeto de estudio de la Axiología como disciplina filosófica
2. Establezca semejanzas y diferencias entre el subjetivismo y el objetivismo axiológico.
3. Elabore una lista de valores que, según su opinión, sean necesario para nuestro
momento histórico y nuestra circunstancia concreta.
4. Caracterice la crisis de valores en nuestro medio y comente sobre casos concretos.
5. Argumente la relación entre la crisis de valores y los intereses de las clases sociales.

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