Mujeres Jubilosas
Mujeres Jubilosas
Mujeres Jubilosas
De Luis Visentín
Esta obra no podrá ser representada total o parcialmente, sin la autorización del autor
por intermedio de ARGENTORES, Argentina.
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(La ambientación no es realista pero debe sugerir un espacio lúgubre. Un par de sillones
simples, una mesa chica, algunas sillas. Sobre la mesa hay un mantel, una torta casera
con una “velita” en el medio, algunos pocillos, una cuchilla grande.)
Personajes
Alba
Nelda
Matilde
Dora
Martina
Acto único
Nelda: (Conjeturando) ¿Y?... Si estaba mirando para acá… es seña que venía.
Nelda: -Eso puede ser que duda de todo y dicen que el que duda piensa… a mi me da
que pensar… pero eso a usted le pasa por desconfiada.
Alba: (No entiende) -No, yo tengo confianza con todos…menos con los de gorritas…
Nelda: -Bah...me parece que son dos las caídas… y de una caída importante… a esta
altura…
Alba: (Señala con su mano) -No, es a esta altura una y a esta la otra… (Se inclina y se
mueve ridícula) ¡Pero camino inclinada y se nivelan! (Ríe) Total nadie se da
cuenta…pensarán...esta vieja esta cada día más chota…pero ¡minga que me van a
descubrir el monedero!
Alba: (Atemorizada) -Nooo…Nelda, con la inseguridad que hay…no hay que darles, ni
un tranco de pulga a los delincuentes… ¿No mira los noticieros de la televisión?
Alba: -¿Cuándo?
Nelda: -El tampoco. Menos mal que tengo la jubilación… (Irónica) Porque si una va a
esperar algo de los hijos querida…una se va a morir esperando.
Alba: - Suerte la nuestra que tenemos la jubilación, sino los desgraciados nos meten en
un gentiótrico…
Alba: ¿Algo más importante? (Especula) ¡El dinero! ¿Qué más importante que el dinero
en la vida?
Alba: (Boba) - ¡Ah, claro! ¡Rajarme dice usted! ¿Claro para qué quiero el dinero si estoy
presa?
Nelda: (En sus pensamientos) – Vivir es un peligro. El peor de los encierros es cuando
una esta libre y no tiene motivos para ir a ningún lado…
Nelda: (Tenebrosa) -Estamos libres para vivir encerradas con llave, muertas de miedo,
asustadas, maniáticas, perseguidas, rodeadas de ladrones, asesinos que nos
asechan… (Exasperada) ¡Todos los que nos miran tienen cara de
violadores! (Suspira) ¡Ahhh! ¿Cuál es la diferencia? Somos libres para nada…lo que
quiere decir que estamos condenadas para todo… (Orgullosa. Susurra) Se lo escuché
decir a un político en la radio…
Alba: - Me acuerdo de un día que le escuché decir algo importante a un político… ¿Sabe
que pasó? (Nelda niega en silencio) ¡No lo votó ni su mamá! ¡Tres votos sacó el pobre!
Nelda: - Porque la gente se deja influenciar por los medios. Yo jamás me equivoqué
cuando voté.
Nelda: -¿Cómo se la hago más simple? A ver… somos mujeres grandes, solas,
desamparadas, como quién dice comúnmente…viejas, y todo el día estamos al pedo…
Nelda: (Sorprendida) -¡Ah! ¿Es su cumpleaños hoy? ¡Feliz cumple Alba! (La besa) ¡Que
poca memoria la mía!
Nelda: (Exagera) -¡Y tres veces es poco! ¡Se merece muchos más! Cómo usted… no hay
otra mujer…
Alba: (Despistada) -¿Cómo no hay otra mujer y usted que es?? No se subestime, corazón.
¿Y las chicas que van a venir? No, somos muchas hoy…
Nelda: -Eso… ¿por qué tardaran tanto en venir? ¡Que impuntuales!
Alba: - ¡Ay, mire que hora es…filosofando con usted, me perdí las necrológicas!
Alba: -Y sí, corazón…yo soy una mujer que quiere estar al día con la información…
Nelda: -Yo miro todos los noticieros para ver cuántos asesinatos y robos se sucedieron
en el día de la fecha…
Nelda: - ¡Ay, Alba! ¡Que mortuoria que es usted, que lúgubre! ¿Por qué no hace algo
más alegre?
Alba: (Divertida) - Hago, hago, corazón… a veces canto… (Canta tanguera) “Yo me
morí de amor, me envenenaste / Yo me morí y en el cajón…”
Alba: (Alegre) - ¿Vio? Salí inteligente igual que mis hijos…por que mis hijos son
reinteligentes, salieron igualitos que la madre…
Alba: ¡Ay, mi finadito Pascual! ¡Que hombre! ¿Vió? ¡Pero…le llegó el castigo divino!
¡Porque el que las hace las paga! (Se persigna y mira hacia arriba) ¡Que en paz descanse
el Pascalito! ¡Así yo también descanso y estoy en paz, gracias a Dios!
Nelda: (Feroz) ¡Y…a cada chancho le llega su San Martín! Manejar a un hombre es más
difícil que manejar una computadora.
Nelda: - Chateo, Alba…chateo… (Pudorosa) Eso que dijo… significa otra cosa.
Nelda: - Yo no quiero saber nada con esas porquerías… ¿No sé que le ven? Todo el día
mirando una pantalla y que ni siquiera es una novela…déjeme de joder, mujer… no hay
cómo los noticieros de la televisión…
Nelda: (Impaciente) - ¡El agujerito de la puerta para espiar y ver quién es!
Alba: (Desalentada) - ¡Ah! Pero esta puerta no tiene agujeritos…solo la cerradura para
poner la llave… ¿Espío por ahí?
Alba: Tiene razón voy a verle justo la parte…bah, solo a uno del barrio reconocería…
Nelda: (Sobresaltada) - ¡Ay, dios mío que susto! A esta hora tocar el timbre y con tanta
saña.
Alba: (Se acerca temerosa a la puerta) - Sí, voy, voy, ya me estoy yendo… (Vuelve
Aterrada) ¡Ay! ¿Y si es uno de gorrita cómo lo distingo?
Alba: (Aliviada) - ¡Ah, claro tiene razón! (Grita) ¿Quién es? (Silencio.
Atemorizada) No contesta nadie… ¿se habrá ido?
Alba: - (Gritando) ¿Quién es? (Silencio) ¿A quién busca? (A Nelda por lo bajo) Si no
habla es porque es uno de gorritas, seguro y no quiere que lo descubran.
Alba: (Asustada) ¡Ay, por dios cuanta violencia! ¡Hasta que no tumbe la puerta no va a
parar este violador! (Gritando) ¡Diga quién es sino llamo a la policía!
Nelda: Sí.
Nelda: - Es un teléfono fijo, Alba… no voy a andar con el teléfono colgando del
bolso…voy a parecer un teléfono público. (Golpes en la puerta)
Alba: (Exasperada) -¡Ni loca! ¡Va a sentir el ruido y se me mete por la ventana!
Alba: - ¡Sí, voy, voy, ya me estoy yendo! (Cuando esta por entrar al dormitorio, ingresa
Matilde, tímidamente. Nelda y Alba al verla gritan horrorizadas. Matilde solo el gesto
de grito)
Matilde: (Señala: “Por la puerta”. Sus señas serán siempre mímica, no lenguaje de
señas)
Nelda: (Enojada) -¡Ay, mujer! ¿Por qué no habla? ¿Se quedo muda del susto?
Alba: -No habla, Nelda… pero no de ahora…de antes de venir acá, no habla.
Nelda: -¡Qué peligro usted, Alba! ¡Dejo la puerta sin llave! Eso es gravísimo. Es apología
del delito…es excitar a los violadores... es una verdadera provocación. ¿Cómo va a dejar
la puerta sin llave?
Nelda: (Exaltada) - ¡Sí, está en la puerta y en la cerradura, pero tiene que darle dos
vueltitas para cerrar con llave, mi amor!
Alba: -¡Claro, tiene razón, Nelda! ¡Me faltan dos vueltitas! ¡Que tonta! Sí, voy, voy, ya
me estoy yendo… (Apresurada va a cerrar con llaves)
Alba: (Ingresa) Listo, ya está. ¡Me parezco a los viejitos del geria…creo que la puerta
está cerrada con llave y está abierta! ¡Que tonta, así no voy a ser libre nunca!
Alba: (Ofendida) ¡Vos estás más loca que yo, ché…! Que andás escribiendo papelitos
todo el día… ¿porque no hablas que es más fácil?
Matilde: (Seña: “¿Que las dos?”. Hace la “V” con los dedos de la mano izquierda)
Alba: (Azorada) -¿A la política? ¿Cómo le parece que le puede ir a un político que no
habla?
Alba: -No me la imagino a la Matilde dando un discurso político tirando papelitos. A ella
le caería mejor una cancha de futbol.
Alba: - ¡Dice que si se dedica a la política para dar un discurso la tendría que remar!
Alba: (Emocionada) -¡Gracias querida por tus palabras, siempre tan atenta!
Nelda: -¡Y cómo se hace entender! Bah, usted le entiende...yo no le entiendo un carajo.
Matilde: (Seña: “No, no”, saca una botellita de licor del bolso. Tose)
Matilde: (Tose)
Alba: - ¿No le dije que esta es una demente? Tiene todos los vicios… usted así cómo la
ve, hasta tiene novio y todo…
Nelda: (Resentida) - ¡Pero que mujer optimista! ¡A esta edad! Se nota que la experiencia
ajena no sirve…Todas tropiezan con la misma piedra.
Matilde: (Seña: Se lleva los dedos a los labios los besa y lanza el beso al aire,
suspirando)
Nelda: -¡Ay, que joven que es! ¿Y cómo hizo para conquistarlo?
Alba: ¡Ay, Nelda, que obsesiva! ¿En que puede ser mejor un hombre de otro?
Alba: (Le pega en la mano) ¡Basta cochina! Cambiemos de tema… (Divertida. Bate
palmas) ¡Vamos de nuevo! ¡Vamos de nuevo! ¿De que estábamos hablando?
Nelda: ¡La verdad que la envidio! (Resentida) Claro, es la mujer ideal para todo hombre,
es perfecta: no habla… ¡No habla! ¡Lujuriosa y no habla…! Por eso tiene tanto éxito con
los hombres. ¡Algunas tanto y otras tan poco! Y no habla…
Alba: - Sí, esta no habla corazón… pero la rema, la rema, la rema…
Nelda: (Abatida) -Yo tengo una soledad…y tengo remos pero no tengo bote…
Matilde: (Seña: “Yo tengo remos, tengo bote...” y va a señalar; “Tengo sexo” y se
frena”. Se ríe)
Alba: (Enojada) - ¡Basta! ¡Basta degenerada! ¿Qué cosa, ché? ¡Y usted no le saque el
tema Nelda que esta loca no para más de hablar de sexo!
Alba: (Lee. Se enoja) ¡Te dije que la termines, por favor! (La corre. Matilde huye
divertida) ¡Que degenerada!
Alba: - Me haces quedar mal delante de mi amiga. Recién te conoce… ¿Qué va a pensar
de vos? ¡Que sos una maniática sexual!
Alba: (Le pega en la mano) -¡No hables más de sexo! ¡Cochina! ¡Basta!
Alba: (Cómplice) - Y guardala, que no quiero que te vean borracha todas mis amigas.
Alba: -¿Así que ya tenés otro amante? ¡Sos rápida para los mandados vos! ¿Lo conozco
a este candidato?
Matilde: (Va a hacer la seña de: Sexo. Alba la mira furiosa. Queda con el gesto inmóvil)
Alba: ¡Ay, debe ser el mismo que estaba antes que viniera Matilde!
Matilde: (Seña: Hace un círculo con dos dedos y mete dos dedos en la otra mano)
Nelda: (Piensa que le hizo seña de sexo) ¡Ay, que grosera que es usted! En un momento
tan delicado, dónde está en juego nuestra vida…se niega a hacer una llamada.
Matilde: (Saca un celular y lo muestra. Vuelve a hacer las mismas señas con sus manos)
Matilde: (Seña: “¡Sí!”. Contenta, saca el cable de la batería del teléfono y se lo entrega
a Alba)
(Suena el timbre)
Nelda: (Impresionada) -¿Por qué tiene que pasarnos esto justo a nosotras?
Alba: -¡Y justo en el día se mi cumpleaños! ¡Morir en el mismo día en que nací!
Matilde: (Resuelta saca un revólver de su bolso. Hace que dispara hacia la puerta y
hace senas: “Y los mato”)
Alba: (Alarmada) -¡Ay! ¿Sos loca vos? ¡Guarda ese revólver a ver si se te escapa un tiro
y nos matas!
Matilde: (Divertida apunta hacia la puerta. Se le escapa un tiro. Queda inmóvil. Nelda
y Alba se refugian detrás de unas sillas aterradas)
(Nelda y Alba se levantan. Matilde en la misma posición de tiro gira hacia las dos
mujeres. Estremecidas vuelven a refugiarse detrás de las sillas)
Alba: (Exaltada) -¡Apunta para otro lado, loca de mierda! ¿Querés matarnos nosotras
también?
Alba: (Aliviada) - ¡Ay, era el teléfono que susto! ¡Sí, voy, voy, ya me estoy yendo!
Nelda: (Sospechando) - ¡Miente! ¿Usted está complotada con ella para matarme?
Nelda: - ¡Ay, lo reconoció! ¡Me quieren matar las dos! (Levanta una silla amenazante)
Alba: - Sí, ¿quién habla? ¡Ay, Martina! ¿Cómo te va? ¡Bien regio, la estamos pasando
de lindo! Bueno. ¿Ah, y no había nadie? Sí….ah, bueno, bueno. ¡Muchas gracias,
corazón! (Cuelga. Preocupada mira hacia la puerta) ¿A quién habremos matado? (Va
sigilosamente a la puerta. Sale de escena.)
Nelda: (Mortificada) -Ahora soy cómplice de un asesinato. (A Matilde) Y todo por culpa
de su imprudencia. ¡Asesina!
Alba: (Contenta) -¡En la puerta! ¡La Matilde de un tiro dejo un agujero grande y se
puede espiar para afuera!
Matilde: (Se tapa la boca de la risa. Imita el tiro con el revolver divertida)
Alba: - ¡Ay, no me fijé, tan detallista no soy! (Mira hacia la puerta) ¿Estará tirado en el
suelo?
Alba: -¡Sí, sí, voy, voy, ya me estoy yendo...! (Se detiene) ¡Ay, pero a mi los muertos me
impresionan!
Alba: - ¡Ah, no, entonces espero que se muera! (Se vuelve) Me dan mucho miedo los
violadores…y no hay que dejar a las fieras heridas…
Matilde: (Señas: “¡Que cagonas que son! Voy yo”. Saca el revólver del bolso y camina
ridícula como en las películas)
Alba: (Feroz) - ¡Rematálo Matildita, para que vea que no somos unas viejitas indefensas!
Matilde: (Hace señas con el revólver de muchos disparos y emite sonido con su boca)
Alba: -¿Y cómo yo no escuché los tiros? ¿Me estaré quedando sorda?
Nelda: (Ofendida) -¡No quiere a hablar se niega a darnos información! ¡Se refugia en el
secreto de sumario! ¡Iremos todas presas! Aunque el único consuelo es que por la edad
que tenemos tendremos prisión domiciliaria.
Alba: (Alegre) - A ver… (Batiendo palmas) ¡Vamos de nuevo, vamos de nuevo! (Casi
implorando) Matildita, cuando saliste a la puerta y la abriste… ¿quién había muerto en el
piso?
Nelda: - No hubo crimen, por lo tanto no hay asesino y mucho menos cómplices, ni
participes necesarios. La pena es que sigue un delincuente vivo. ¿Y que me tiene que
importar?
Alba: (Ofendida) - ¡Claro, cómo la puerta es mía! ¿Qué le puede importar a usted? ¡La
tarada ésta le hizo un agujero así! (Furiosa) ¿Sos loca vos?
Nelda: - Bueno si tanto le importa la puerta… (Furiosa) ¡Ciérrela, está abierta de par en
par!
Alba: (Atolondrada) -¡Claro que tonta! ¡Voy, voy, ya me estoy yendo…! (Sale de
escena)
Nelda: (Suspirando) -¡Ay, que día mi dios, si no me muero hoy seré inmortal!
Alba: - No…
Nelda: - ¿Y que espera? ¡Le faltan dos vueltitas! Si no le da dos vueltitas sigue estando
abierta…
Alba: (Atontada) - ¡Ay, claro, que tonta me faltan dos vueltitas! (Sale rápida de escena)
Matilde: (Divertida, bebe)
(Suena el timbre)
(Matilde saca el revolver, sale decidida y furiosa. Se escuchan gritos de euforia, sonido
de pitos y matracas. Ingresan Dora y Martina, con bonetes de cumpleaños, pitos y
matracas. Matilde eufórica trae una bolsa con elementos de cotillón)
Martina: -¡Que los cumplas feliz! (Le da un beso) ¿Qué tal la estás pasando?
Dora: - Y claro es muy emocionante cumplir un año más a esta edad, puede ser el
último. (Todas la miran.)
(Se sientan todas, menos Matilde que busca cotillón dentro de la bolsa y se divierte como
una niña. Cuelga algunas guirnaldas. Toma un pito y se dirige a charlar con las otras
mujeres.)
Matilde: (Seña: Se lleva los dedos a los labios, los besa y lanza el beso al aire,
suspirando: “Ahhhhh”)
Nelda: (Molesta. Mirando hacia otro lado) -¡El pitito del novio es un amor!
Matilde: (Con el pito dice: “¡Yo no dije nada!”. Seña de boca cerrada)
Alba: (Entra con una tetera) -Bueno, listo el agua…parece que están divertidas…
Alba: -¡Es que Matildita esta cada día más loquita! (Coloca los saquitos de té en los
posillos, a Nelda le pone tres. Vierte el agua)
(Dora saca una caja de fósforos y enciende, Matilde le sopla el fósforo y se lo apaga.
Protestas. Dora vuelve a encender otro fósforo, Matilde se lo apaga. Alba corre a
Matilde. Dora logra encender la “vela”, que es un palito de fuegos artificiales
“Estrellitas” que emiten chispas. Al encenderlo todas gritan asustadas, se refugian
detrás de las sillas y sillones. Matilde saca el revolver y le apunta a la “vela”. Al ver que
no es peligroso, se acerca a la torta, saca el palito de chispas y juega cómo una niña.
Lentamente las mujeres se acercan a Matilde)
Martina: -¡No importa! ¡Alegría, alegría! ¡No hay nada más lindo que tener un año más
en la vida!
Nelda: - Algo de positivo tiene. Al menos es una señal que estás viva.
Alba: - Y optimismo.
Nelda: (Angustiada) - Sí, lo sé, lo sé, discúlpenme…pero ustedes no saben todo lo que
pasó antes…
Matilde: (Pito: “Bue”. Hace toda la mímica en forma exagerada de la escena anterior,
desde que suena el timbre hasta que efectúa el disparo a la puerta)
Dora: (Exagerada) - ¡A una vecina mía! ¡Que también es jubilada, la semana pasada le
robaron todos los ahorros!
Martina: - ¡No, que una jubilada pueda ahorrar tanta plata! ¡Me da una envidia!
Alba: (Entregada) - ¡Sí, para colmo este barrio está lleno de violadores!
Nelda: (Decidida) -¡Ah, chicas, pero no le daremos tregua! ¡Hay que combatir a los
malvivientes, aunque en esa sangrienta y desigual lucha nos lleve la vida!
Nelda: -¡Nos armaremos hasta los dientes! ¡En la guerra a veces se pierde, pero en esta
no estaremos dispuesta a perder!
Alba: (Con coraje) -¡Cuando alguna de las nuestras caiga, caerán veinte de ellos! ¡Y si
no caen les pondremos “la traba”!
Dora: -¡Claro! ¡La victoria nos es para los que vacilan! ¡Ni entrega ni sumisión!
Martina: (Déspota) -¡Sumisión las pelotas! La victoria será nuestra… duras con ellos
chicas. ¡Que dios y la patria nos demanden!
(Suena el timbre desmedidamente. Todas se sobresaltan, gritan, menos Matilde que sigue
imperturbable. Martina, Nelda y Dora se colocan máscaras de cotillón horripilantes.
Alba rápidamente sale y regresa con una pistola y una escopeta. Dora toma la pistola,
Nelda la escopeta, Alba se coloca una máscara horrenda y toma la cuchilla de la mesa,
Matilde, saca el revólver de la cartera y toma una máscara. Sus movimientos son
agresivos, ahora todas son mujeres dispuestas a matar a quién cruce la puerta. En esa
actitud desafiante y violenta congelan mirando hacia la peligrosa puerta de entrada.
Matilde resuelta se posiciona en dirección a la puerta, apuntando y decidida a tirar)
Matilde: (Habla por primera vez. Provocadora y agresiva.) - ¡Pase, pase, muchachito
que somos todas jubiladas inofensivas! ¿Dónde va a estar peor que acá? (Se coloca una
máscara horrible, sigue apuntando y congela)
Fin