Mendicidad
Mendicidad
Mendicidad
La pobreza los obliga, la sociedad los margina y las ansias de sobrevivir los impulsa a no dejarse
vencer, a no atemorizarse por nada, a continuar pidiendo un par de céntimos en diversas calles
de Chiclayo.
La mendicidad es un problema que se acrecienta día a día. Cada vez son más los niños y
adultos que usan las calles o avenidas como centro de “labores” a la merced de los peligros, el
clima y las mofas, de las cuales muchos de ellos son víctimas.
La avenida San José es una de las más transcurridas de Chiclayo, es por esto que la han
señalado como suya -con documentos o no- decenas de comercios, vendedores ambulantes y
mendigos. Especialmente estos últimos que dependen de cuánta gente transite por las calles,
ya que se verifico que si no hay gente en este lugar se movilizan a otras zonas como el
mercado Modelo, el parque principal, centros comerciales, la plazuela Elías Aguirre, Luis
Gonzales, Arica, Augusto B. Leguía en donde los menores se dedican a pedir dinero y
alimentos.
La realidad del trabajo infantil en nuestro país debe indignarnos. La cifra de un millón
seiscientos cincuenta mil niños y niñas que trabajan para sobrevivir nos increpa sobre qué
estamos haciendo para que esta situación se mantenga. No podemos considerarnos un país en
desarrollo si tenemos, además, a ochocientos mil niños que trabajan, incluso sin tener la edad
mínima, 14 años, para hacerlo, y lo hacen poniendo en riesgo su integridad y su vida,
empujados por sus difíciles circunstancias.
Si no podemos garantizarles a nuestros niños y niñas sus derechos mínimos, entonces estamos
fracasando como sociedad y como Estado. El desarrollo económico debe servir para superar
esta realidad y hacer que ellos y ellas puedan dedicarse a estudiar y jugar. Nos toca hacer
esfuerzos concretos para revertir esta situación, enfocándonos en mejorar las políticas de
educación, salud, seguridad y lucha contra la pobreza, para evitar que nuestros niños y niñas
sigan creciendo en la incertidumbre
¿Qué hace que una adolescente que debería estar disfrutando de su juventud caiga en las
redes de trata, para ser explotada sexualmente?
¿Por qué hay niños y adolescentes varones que en vez de jugar terminan trabajando durante
más de catorce horas en minas o canteras de piedras, sin implementos de seguridad y sin
percibir un sol?
Por ejemplo, nos indica que el mecanismo más utilizado para captar a los niños, niñas y
adolescentes es la necesidad de un trabajo que les permita subsistir, así como apoyar la
precaria situación económica que padecen sus familias. Por ello, la ausencia de oportunidades
laborales se constituye en un terreno fértil para los tratantes, cuyo único norte en la vida es
lucrar a toda costa, inclusive destruyendo vidas.