AFORES
AFORES
AFORES
Las AFORES que se han constituido hasta la fecha, están ligadas con bancos,
compañías de seguros y empresas dedicadas de antemano y en forma exclusiva al
manejo de fondos de retiro.
Normatividad
Los principales ordenamientos jurídicos que se refieren a las AFORES son las
siguientes:
Circulares 01-1, 02-1, 03-1, 04-1, 05-1 y 06-1, emitidas por la CONSAR, DOF,
10/octubre/96.
Relación hay entre las AFORES y el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR)
En el año de 1992, se modificaron la Ley del Seguro Social y la Ley del ISSSTE,
para incorporar al esquema de los seguros ya existentes, un seguro para prevenir
la contingencia consistente en el retiro definitivo de la vida laboral.
Los recursos del SAR provenían de la aportación patronal del 2 por ciento de los
salarios de los trabajadores, y se depositaban en cuentas individualizadas a
nombre de cada trabajador, que se manejaban en la institución bancaria que, a su
conveniencia, elegía el patrón.
Por lo que hace a los servidores públicos de la Federación, ellos permanecen bajo
el anterior esquema del SAR. Es decir, se continúa depositando las aportaciones
que hacen las dependencias por concepto de retiro, en las cuentas
individualizadas que los trabajadores tienen en una determinada institución
bancaria. Para que los servidores públicos se integren al nuevo régimen de
pensiones de retiro, primero tendría que modificarse la Ley del ISSSTE, en
términos similares a los que se modificó, en diciembre de 1995, la Ley del Seguro
Social.
Los beneficios del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, se otorgan
a todos los trabajadores inscritos en el IMSS, sin importar su función o su nivel
salarial. Por tanto, todos los trabajadores de confianza que coticen al IMSS, tienen
derecho a la protección de este seguro.
De acuerdo con lo señalado en el artículo 159 de la nueva Ley del Seguro Social,
por cada trabajador se abrirá una cuenta individual. Esa cuenta se compondrá de
tres subcuentas, y las aportaciones mismas se dan como sigue:
La subcuenta de vivienda se integra con la aportación del 5 por ciento que, con
fundamento en el artículo 136 de la Ley federal del Trabajo, tienen obligación de
hacer los patrones al Fondo Nacional de la Vivienda. Esta aportación será
canalizada, como hasta ahora, al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores.
Con los actuales mecanismos, cualquier institución financiera que cumpla con los
requisitos legales, puede constituir una AFORE y participar en la competencia
para captar el ahorro que hacen los trabajadores, con miras al momento de su
retiro de la vida laboral.
Atlántico-Promex
Banamex
Bancomer
Bancreser-Dresdner
Bital
Capitaliza
Confía-Principal
Garante
Génesis
Inbursa
Previnter
Profuturo-GNP
Santander Mexicano
Siglo XXI
Sólida-Banorte
Tepeyac
Zurich
12. ¿Cuándo deben elegir AFORE los trabajadores?
El proceso para seleccionar AFORE ya está en marcha. Ahora bien, no existe una
fecha apremiante para que el trabajador tenga que tomar esta decisión.Si el
trabajador no elige por ahora alguna AFORE, no cesa por este hecho la obligación
de hacer las aportaciones que en esta materia establecen las normas de
seguridad social, y de ninguna manera se corre el riesgo de que se pierda el
ahorro del empleado.
Pasando este tiempo, es decir, a partir del 1o. de enero del año 2001, la CONSAR
decidirá, en lugar del trabajador, a qué AFORE se enviarán esos recursos. Este
traslado de recursos se hará tomando en cuenta la eficiencia de las
administradoras, su solvencia financiera, su ubicación, los rendimientos que
produzcan y el equilibrio del sistema de las administradoras para el retiro.
¿Qué diferencia hay entre la AFORE Siglo XXI, en la que participa el IMSS y
la cuenta concentradora?
La AFORE Siglo XXI es una persona moral de naturaleza mercantil, idéntica a las
demás AFORES, con la diferencia de que en ella participa, en calidad de socio, el
Instituto Mexicano del Seguro Social.
Sí. El trabajador puede cambiar de AFORE las veces que lo desee, con tal de que
lo haga después de un año, contado desde la última vez que ejercitó este derecho.
Esta es una razón más por la que el trabajador no debe precipitarse para elegir la
AFORE que administrará sus ahorros. El empleado puede tomar su decisión
cuando lo desee, una vez que esté bien informado y haya sopesado las diferentes
alternativas. Aún en el caso de que llegara el momento en que la CONSAR le
asignara una AFORE (lo que sucedería hasta el año 2001), el trabajador estaría
en posibilidad de cambiar de AFORE, si la que se le asignó no le convence.
Por supuesto, el trabajador debe negarse a tal pretensión. Puede acudir en forma
directa a inscribirse en la AFORE de su preferencia. En todo caso, personalmente
o a través del sindicato, puede poner el hecho en conocimiento de la CONSAR,
que es la instancia de control y sanción de este tipo de administradoras.
No hay que perder de vista que el manejo de los fondos de ahorro para el retiro,
desde la óptica de los inversionistas o accionistas es tan sólo un negocio más.
Está previsto que las AFORES puedan cobrar comisiones por los conceptos
siguientes: a) administración de la cuenta individual; b) expedición de estados de
cuenta adicionales; c) consultas adicionales; d) reposición de documentos; e) pago
de retiros programados, y f) por depósitos o retiros de la subcuenta de
aportaciones voluntarias.
Por eso, es importante que antes de dar su consentimiento para incorporarse a
una determinada AFORE, el trabajador se informe del monto de las comisiones
que tendrá que pagar.
Al inicio del sistema, cada AFORE tendrá solamente una SIEFORE, pero con el
paso del tiempo se irán creando más, con la finalidad de que el trabajador pueda
contar con opciones para elegir la forma en la que quiere que sean invertidos sus
recursos.
Es difícil por la forma en que está diseñado el sistema y por los controles
establecidos, que el trabajador llegue a perder la totalidad de su ahorro para el
retiro. No obstante, las malas decisiones a la hora de invertir pueden traducirse en
un grave decremento de sus recursos por la vía de la disminución de los
rendimientos.
¿Es posible que una o dos AFORES capten la mayoría de este tipo de
recursos, con el consiguiente desequilibrio?
¿El trabajador puede disponer libremente de los recursos que manejan las
AFORES?
El trabajador que cumpla con la edad para pensionarse por vejez o por cesantía,
pero que no alcance el número de cotizaciones, puede optar por retirar, en una
sola exhibición, el saldo de su cuenta individual. También puede seguir aportando
hasta cubrir las cotizaciones necesarias para que opere el pago de una pensión.
El trabajador que cumpla con todos los requisitos gozará de su cuenta individual
con el pago de una pensión vitalicia. Esta pensión podrá darse, a elección del
trabajador, de dos maneras: como una renta vitalicia que el trabajador contrate
con la aseguradora de su preferencia, o conservando la cuenta individual en la
AFORE y conviniendo con la administradora que le entregue cantidades, que
retirará en forma programada.
La Ley del Seguro Social establece beneficiarios legales, y a ellos les corresponde
recibir el ahorro del trabajador fallecido. Dichos beneficiarios son, de manera
genérica, la esposa o concubina; los hijos menores de 16 años, o menores de 25,
si estudian en planteles del sistema educativo nacional, o los hijos de cualquier
edad que padezcan alguna enfermedad crónica o un defecto físico psíquico; y el
padre o la madre del asegurado que vivan en el hogar de éste. La AFORE les
entregará el saldo de la cuenta individual en partes iguales, siempre que ya no
tengan derecho a pensión por el seguro de invalidez y de vida.
Con fundamento en el artículo 191 de la Ley del Seguro Social, es posible efectuar
retiros parciales con cargo a la subcuenta de retiro, cesantía en edad avanzada y
vejez, en el caso de que el trabajador quede desempleado. Podrá retirar, a partir
del 46 día natural respecto de aquél en que haya quedado desempleado, la
cantidad que resulte menor entre 65 días de su salario base de cotización ó el 10
por ciento del saldo de la subcuenta. Este derecho sólo podrá ejercerse, si no se
han efectuado retiros durante los cinco años inmediatos anteriores.
¿Hay diferencia de trato por parte de las AFORES para el trabajador maduro,
en relación con el trabajador joven?
No hay que olvidar que los mecanismos de ahorro para el retiro son instrumentos
que adquieren relevancia a mediano y largo plazos.
Para que la cantidad ahorrada sea significativa, hay que efectuar aportaciones
durante muchos años.
Ahora bien, a partir de que se creó el seguro de retiro, en el año de 1992, los
patrones comenzaron a efectuar depósitos en las cuentas individualizadas, sin que
exista diferencia en las aportaciones, en función de la edad de los trabajadores.
En otras palabras, en este momento un trabajador con cinco años de antigüedad,
llevará ahorrado exactamente lo mismo que un trabajador que esté próximo a
jubilarse, siempre que su salario sea el mismo, y que ninguno de los dos haya
efectuado aportaciones voluntarias.
¿El servicio médico para el trabajador y su familia termina con las AFORES?
La Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro establece en el artículo 31, que
las AFORES deberán contar con una unidad especializada, que tendrá por objeto
atender las consultas y las reclamaciones que en contra de la AFORE formulen
trabajadores y patrones.
Además, en la misma Ley, a partir del artículo 109, está previsto un procedimiento
de conciliación y arbitraje, mediante el cual se desahogan las reclamaciones que
formulen el trabajador o sus beneficiarios y los patrones en contra de las
AFORES; es un procedimiento interno que se lleva ante la CONSAR. Los
interesados también podrán hacer valer sus reclamaciones en forma directa ante
los tribunales competentes.
Se trata de un dato que, como es lógico suponer, se está modificando día con día.
De acuerdo con la información proporcionada por el presidente de la Asociación
Mexicana de Administradoras de Fondo para el Retiro, Ralf Peters Castilla, hasta
el 10 de abril de 1997 se habían inscrito a las AFORES, 1 millón 200 mil
trabajadores.