AFORES

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AFORES

Las Administradoras de Fondos para el Retiro, (AFORE), son instituciones


financieras privadas de México, que administran fondos de retiro y ahorro de los
trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social y recientemente de los
afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al
Servicio del Estado. Fueron creadas por la Ley del seguro social de 1997 e iniciaron
su operación el 1° de Julio del mismo año. Su funcionamiento está regulado por
la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, (CONSAR) y
autorizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Su finalidad es que
todos los trabajadores puedan contar con una pensión al momento de su retiro,
cuando los recursos de la AFORE no son suficientes para la pensión, el
trabajador recibe una pensión garantizada del gobierno mexicano, equivalente a
1 salario mínimo del Distrito Federal por día y que se actualizará el mes de febrero
todos los años conforme al INPC.
Para poder operar, las AFORES deben constituirse como sociedades anónimas de
capital variable. En dichas sociedades pueden participar instituciones financieras
nacionales y del exterior. Las acciones de la serie "A", que representarán cuando
menos el 51 por ciento del capital social, sólo podrán ser adquiridas por personas
físicas o por personas morales mexicanas, cuyo capital deberá ser
mayoritariamente propiedad de mexicanos, y deberán estar efectivamente
controladas por nacionales.

Las AFORES que se han constituido hasta la fecha, están ligadas con bancos,
compañías de seguros y empresas dedicadas de antemano y en forma exclusiva al
manejo de fondos de retiro.

Fundamento legal de las AFORES

En el artículo 175 de la Ley del Seguro Social, publicada en el Diario Oficial de la


Federación(DOF) del 21 de diciembre de 1995, y que entró en vigor el 1o. de enero
del año en curso, se halla el fundamento legal para la creación de las AFORES: "La
individualización y administración de los recursos de las cuentas individuales para
el retiro, estarán a cargo de las Administradoras de Fondos para el Retiro".

Normatividad

Los principales ordenamientos jurídicos que se refieren a las AFORES son las
siguientes:

 Ley del Seguro Social (artículo 152 a 200), DOF, 21/diciembre/95.

 Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, DOF, 23/mayo/96.

 Reglamento de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, DOF,


10/octubre/96

 Circulares 01-1, 02-1, 03-1, 04-1, 05-1 y 06-1, emitidas por la CONSAR, DOF,
10/octubre/96.

 Circular 07-1, emitida por la CONSAR, DOF, 9/enero/97.

 Circulares 08-1 y 09-1, emitidas por la CONSAR, DOF, 10/enero/97.

 Circular 10-1, emitida por la CONSAR, DOF, 14/enero/97.

 Circular 11-1, emitida por la CONSAR, DOF, 18/febrero/97.

 Circular 12-1, emitida por la CONSAR, DOF, 16/abril/97.

Relación hay entre las AFORES y el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR)

En el año de 1992, se modificaron la Ley del Seguro Social y la Ley del ISSSTE,
para incorporar al esquema de los seguros ya existentes, un seguro para prevenir
la contingencia consistente en el retiro definitivo de la vida laboral.

Los recursos del SAR provenían de la aportación patronal del 2 por ciento de los
salarios de los trabajadores, y se depositaban en cuentas individualizadas a
nombre de cada trabajador, que se manejaban en la institución bancaria que, a su
conveniencia, elegía el patrón.

El mecanismo de las AFORES es un estado más evolucionado de nuestro sistema


de retiro. Ahora el trabajador tiene derecho a escoger la AFORE que prefiera para
que administre su ahorro, y estas administradoras se dedican en forma exclusiva y
habitual al manejo de este tipo de recursos.

El universo potencial de trabajadores que debe escoger una AFORE, es de


aproximadamente 10 millones de trabajadores, que son los que están
comprendidos por la Ley del Seguro Social.

Por lo que hace a los servidores públicos de la Federación, ellos permanecen bajo
el anterior esquema del SAR. Es decir, se continúa depositando las aportaciones
que hacen las dependencias por concepto de retiro, en las cuentas
individualizadas que los trabajadores tienen en una determinada institución
bancaria. Para que los servidores públicos se integren al nuevo régimen de
pensiones de retiro, primero tendría que modificarse la Ley del ISSSTE, en
términos similares a los que se modificó, en diciembre de 1995, la Ley del Seguro
Social.

Los beneficios del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, se otorgan
a todos los trabajadores inscritos en el IMSS, sin importar su función o su nivel
salarial. Por tanto, todos los trabajadores de confianza que coticen al IMSS, tienen
derecho a la protección de este seguro.

La persona contratada bajo el régimen de honorarios no está sujeta a una relación


laboral, sino que tiene un vínculo de naturaleza civil. Por tanto, no existe
obligación de quien recibe el servicio de inscribir al prestador de ese servicio en el
IMSS. Es decir, no tiene los beneficios de la seguridad social que otorga este
Instituto.
El trabajador no puede solicitar que los recursos de su ahorro para el retiro se
dividan para ser manejados por dos o más AFORES.

Lo anterior no sería posible ni aun en el caso de que el trabajador tuviera más de


un empleo. El artículo 177 de la Ley del Seguro Social señala expresamente que
los trabajadores no podrán tener más de una cuenta individual.

De acuerdo con lo señalado en el artículo 159 de la nueva Ley del Seguro Social,
por cada trabajador se abrirá una cuenta individual. Esa cuenta se compondrá de
tres subcuentas, y las aportaciones mismas se dan como sigue:

La subcuenta, de cesantía en edad avanzada y de vejez se integra con la cuota


patronal del ramo del retiro (2 por ciento del salario base de cotización), y con la
cuota tripartita que corresponde a los ramos de cesantía en edad avanzada y
vejez (4.5 por ciento del salario base de cotización). Adicionalmente, el gobierno
federal aportará, en forma mensual, una cuota social del orden del 5.5 por ciento
del salario mínimo general del D. F., por cada día de salario cotizado.

La subcuenta de vivienda se integra con la aportación del 5 por ciento que, con
fundamento en el artículo 136 de la Ley federal del Trabajo, tienen obligación de
hacer los patrones al Fondo Nacional de la Vivienda. Esta aportación será
canalizada, como hasta ahora, al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores.

La subcuenta de aportaciones voluntarias se integra exclusivamente con las


aportaciones que en forma discrecional deseen hacer los trabajadores.

¿Por qué se anuncian tantas AFORES?

Tradicionalmente, el manejo de este tipo de recursos se realizaba en forma


centralizada, por medio del IMSS. En otros tiempos, calaba hondo la idea de que
la sociedad en su conjunto tenía la obligación de auxiliar a los hombres y mujeres
de edad avanzada. Existía la convicción de que el Estado tenía la obligación de
garantizar este elevado compromiso social.

Con los actuales mecanismos, cualquier institución financiera que cumpla con los
requisitos legales, puede constituir una AFORE y participar en la competencia
para captar el ahorro que hacen los trabajadores, con miras al momento de su
retiro de la vida laboral.

Se dice que se trata de un sistema abierto y competitivo, en el que ya no habrá


una sola sopa a la hora de escoger. Pero lo que el trabajador no sabe, es que se
le está colocando en la llanura, sólo, frente a enormes grupos financieros que
actuarán con criterio mercantilista, de lucro. Es decir, esas empresas ven los
ahorros de los trabajadores simplemente como un negocio.

La CONSAR ha autorizado hasta el momento el funcionamiento de 17 AFORES,


que son las que a continuación se enumeran en forma alfabética:

 Atlántico-Promex
 Banamex
 Bancomer
 Bancreser-Dresdner
 Bital
 Capitaliza
 Confía-Principal
 Garante
 Génesis
 Inbursa
 Previnter
 Profuturo-GNP
 Santander Mexicano
 Siglo XXI
 Sólida-Banorte
 Tepeyac
 Zurich
12. ¿Cuándo deben elegir AFORE los trabajadores?
El proceso para seleccionar AFORE ya está en marcha. Ahora bien, no existe una
fecha apremiante para que el trabajador tenga que tomar esta decisión.Si el
trabajador no elige por ahora alguna AFORE, no cesa por este hecho la obligación
de hacer las aportaciones que en esta materia establecen las normas de
seguridad social, y de ninguna manera se corre el riesgo de que se pierda el
ahorro del empleado.

Mientras el trabajador no tome una decisión al respecto, las cuotas obrero-


patronales y las aportaciones estatales correspondientes al seguro de retiro, de
cesantía en edad avanzada, y de vejez, se depositarán en una cuenta
concentradora, abierta a nombre del IMSS, la cual será operada por el Banco de
México.

En esa cuenta concentradora, podrán permanecer los recursos del trabajador,


generando rendimientos, por un periodo de cuatro años, contado a partir del 1o.
de enero de 1997 (artículo 76 y primero transitorio de la Ley de los Sistemas de
Ahorro para el Retiro).

Pasando este tiempo, es decir, a partir del 1o. de enero del año 2001, la CONSAR
decidirá, en lugar del trabajador, a qué AFORE se enviarán esos recursos. Este
traslado de recursos se hará tomando en cuenta la eficiencia de las
administradoras, su solvencia financiera, su ubicación, los rendimientos que
produzcan y el equilibrio del sistema de las administradoras para el retiro.

¿Qué diferencia hay entre la AFORE Siglo XXI, en la que participa el IMSS y
la cuenta concentradora?

La AFORE Siglo XXI es una persona moral de naturaleza mercantil, idéntica a las
demás AFORES, con la diferencia de que en ella participa, en calidad de socio, el
Instituto Mexicano del Seguro Social.

La cuenta concentradora, en cambio, es un fondo global de dinero que se abrirá


en el Banco de México, para depositar las aportaciones correspondientes a los
trabajadores que no hayan elegido una AFORE.
El único punto de coincidencia es que la cuenta, por razón natural, se abre a
nombre del IMSS. La cuenta concentradora tiene carácter transitorio, y
desaparecerá cuando la CONSAR asigne una AFORE a cada uno de los
trabajadores que, llegado el momento, no hayan tomado una decisión al respecto.

¿Si el trabajador escoge una AFORE, podría cambiarla más adelante?

Sí. El trabajador puede cambiar de AFORE las veces que lo desee, con tal de que
lo haga después de un año, contado desde la última vez que ejercitó este derecho.

El trabajador también puede cambiar de AFORE, en cualquier tiempo, cuando la


administradora modifique el régimen de inversión o de comisiones, o cuando la
propia administradora entre en estado de disolución.

Esta es una razón más por la que el trabajador no debe precipitarse para elegir la
AFORE que administrará sus ahorros. El empleado puede tomar su decisión
cuando lo desee, una vez que esté bien informado y haya sopesado las diferentes
alternativas. Aún en el caso de que llegara el momento en que la CONSAR le
asignara una AFORE (lo que sucedería hasta el año 2001), el trabajador estaría
en posibilidad de cambiar de AFORE, si la que se le asignó no le convence.

¿Qué sucede con el ahorro del trabajador cuando cambia de empleo?

La cuenta que maneja la AFORE que eligió el trabajador, continuará intacta y


generando intereses. El ahorro no se pierde, pero tampoco se puede disponer de
él con motivo del cambio de empleo. En otras palabras, no se trata de un retiro del
empleo, sino de un retiro de la vida laboral.

Ahora bien, el patrón tiene la obligación de solicitar a los trabajadores de nuevo


ingreso, su número de seguridad social y el nombre de la AFORE que opere su
cuenta individual. Esto, con la finalidad de que en esa cuenta se continúe
haciendo los depósitos correspondientes al seguro de retiro, cesantía en edad
avanzada y vejez.
¿ Qué se puede hacer si el patrón pretende obligar a los trabajadores a
afiliarse a una AFORE determinada?

Por supuesto, el trabajador debe negarse a tal pretensión. Puede acudir en forma
directa a inscribirse en la AFORE de su preferencia. En todo caso, personalmente
o a través del sindicato, puede poner el hecho en conocimiento de la CONSAR,
que es la instancia de control y sanción de este tipo de administradoras.

¿Cómo puede cerciorarse el trabajador de que efectivamente se están


haciendo los depósitos en su favor?

El patrón está obligado a entregar al trabajador o, en su caso, al sindicato, una


relación de las aportaciones que efectúe. Por su parte, las AFORES tienen la
obligación de expedir a los empleados, de manera gratuita y al menos una vez al
año, los estados de cuenta correspondientes.

¿Las AFORES van a cobrar por tener el dinero de los trabajadores?

No hay que perder de vista que el manejo de los fondos de ahorro para el retiro,
desde la óptica de los inversionistas o accionistas es tan sólo un negocio más.

En consecuencia, las AFORES van a cobrar comisiones, como cobra cualquier


entidad financiera por manejar el dinero de los demás, ya que, como es evidente,
ese manejo de recursos genera costos y gastos.

Está previsto que las AFORES puedan cobrar comisiones por los conceptos
siguientes: a) administración de la cuenta individual; b) expedición de estados de
cuenta adicionales; c) consultas adicionales; d) reposición de documentos; e) pago
de retiros programados, y f) por depósitos o retiros de la subcuenta de
aportaciones voluntarias.
Por eso, es importante que antes de dar su consentimiento para incorporarse a
una determinada AFORE, el trabajador se informe del monto de las comisiones
que tendrá que pagar.

¿Existe el riesgo de que se pierdan los ahorros para el retiro?

Cada una de las AFORES va a crear Sociedades de Inversión Especializadas en


Fondos para el Retiro (SIEFORES), por medio de las cuales se van a invertir los
recursos de los trabajadores.

Al inicio del sistema, cada AFORE tendrá solamente una SIEFORE, pero con el
paso del tiempo se irán creando más, con la finalidad de que el trabajador pueda
contar con opciones para elegir la forma en la que quiere que sean invertidos sus
recursos.

Lo que se pretende, en términos generales, es que estos recursos conserven su


poder adquisitivo, pero además, que vayan generando los rendimientos más
elevados posibles. Sin embargo, como es natural, los instrumentos que garantizan
un rendimiento fijo, dan menor ganancia; con los instrumentos de renta variable,
como las acciones, es mayor el margen de ganancia, pero es también mayor el
riesgo.

Es difícil por la forma en que está diseñado el sistema y por los controles
establecidos, que el trabajador llegue a perder la totalidad de su ahorro para el
retiro. No obstante, las malas decisiones a la hora de invertir pueden traducirse en
un grave decremento de sus recursos por la vía de la disminución de los
rendimientos.

¿Es posible que una o dos AFORES capten la mayoría de este tipo de
recursos, con el consiguiente desequilibrio?

Es obligación de la CONSAR velar porque el sistema de ahorro para el retiro se dé


en condiciones de competencia y de equidad.
Precisamente para mantener un equilibrio adecuado y evitar prácticas
monopólicas, se ha determinado que ninguna AFORE podrá tener más de 20 por
ciento de participación, en el mercado global de fondos de ahorro para el retiro.
Este porcentaje se ha reducido temporalmente al 17 por ciento, durante los cuatro
primeros años de funcionamiento de este sistema.

¿El trabajador puede disponer libremente de los recursos que manejan las
AFORES?

No puede disponer libremente de este tipo de ahorros; se trata de fondos que


podrá utilizar el trabajador únicamente cuando termine su vida productiva. Para
esto debe cumplir con los requisitos de edad (60 años en el caso de cesantía en
edad avanzada y 65 años tratándose del de vejez) y con el número de
cotizaciones al IMSS (1250 cotizaciones semanales, esto es, 24 años de trabajar y
de cotizar), que se establece para el seguro de vejez y de cesantía en edad
avanzada.

Por excepción, el trabajador y, en su caso, sus beneficiarios, podrán disponer


anticipadamente de estos recursos en casos específicos como son: invalidez
permanente o muerte, desempleo y ayuda para gastos de matrimonio.

¿En qué forma va a poder disfrutar el trabajador de su ahorro, al momento


del retiro?

El trabajador que cumpla con la edad para pensionarse por vejez o por cesantía,
pero que no alcance el número de cotizaciones, puede optar por retirar, en una
sola exhibición, el saldo de su cuenta individual. También puede seguir aportando
hasta cubrir las cotizaciones necesarias para que opere el pago de una pensión.

El trabajador que cumpla con todos los requisitos gozará de su cuenta individual
con el pago de una pensión vitalicia. Esta pensión podrá darse, a elección del
trabajador, de dos maneras: como una renta vitalicia que el trabajador contrate
con la aseguradora de su preferencia, o conservando la cuenta individual en la
AFORE y conviniendo con la administradora que le entregue cantidades, que
retirará en forma programada.

¿Qué sucede con el ahorro para el retiro cuando fallece el trabajador?

La Ley del Seguro Social establece beneficiarios legales, y a ellos les corresponde
recibir el ahorro del trabajador fallecido. Dichos beneficiarios son, de manera
genérica, la esposa o concubina; los hijos menores de 16 años, o menores de 25,
si estudian en planteles del sistema educativo nacional, o los hijos de cualquier
edad que padezcan alguna enfermedad crónica o un defecto físico psíquico; y el
padre o la madre del asegurado que vivan en el hogar de éste. La AFORE les
entregará el saldo de la cuenta individual en partes iguales, siempre que ya no
tengan derecho a pensión por el seguro de invalidez y de vida.

Complementariamente, el trabajador debe designar beneficiarios sustitutos,


únicamente para el caso de que falten los beneficios legales. La designación de
beneficiarios se hace al momento de elegir AFORE, y se puede modificar en
cualquier tiempo.

A falta de los beneficiarios legales y sustitutos, la entrega del dinero se hará en el


orden de prelación previsto en el artículo 501 de la Ley Federal del Trabajo (la
viuda o concubina, los hijos, los ascendientes, o las personas que dependían
económicamente del trabajador, o el IMSS).

¿Por qué si el trabajador es el dueño del ahorro, no puede disponer de su


dinero?

En cierta forma se trata de un ahorro a la fuerza, que de alguna manera viene a


subsanar la falta de una cultura del ahorro. Además, hay que subrayar que se trata
de un ahorro para el momento del retiro de la vida productiva del trabajador; así
está diseñado, así está estructurado, mediante cálculos actuariales. Si cada quién
pudiera disponer libremente del ahorro para el retiro, el sistema se desmoronaría,
ya, en forma irremediable.

¿Cuándo y hasta qué límite pueden disponer los trabajadores de estos


recursos ante una situación de desempleo?

Con fundamento en el artículo 191 de la Ley del Seguro Social, es posible efectuar
retiros parciales con cargo a la subcuenta de retiro, cesantía en edad avanzada y
vejez, en el caso de que el trabajador quede desempleado. Podrá retirar, a partir
del 46 día natural respecto de aquél en que haya quedado desempleado, la
cantidad que resulte menor entre 65 días de su salario base de cotización ó el 10
por ciento del saldo de la subcuenta. Este derecho sólo podrá ejercerse, si no se
han efectuado retiros durante los cinco años inmediatos anteriores.

Ejemplo: un trabajador tiene un salario base de cotización de $50.00 y lleva


ahorrados $10.000.00 en su subcuenta de retiro; en caso de que quedara
desempleado podría efectuar un retiro de $1,000.00, que corresponde al 10 por
ciento de lo ahorrado, toda vez que esta cantidad es menor que la equivalente a
65 días de salario base de cotización que sería de $3,250.00.

¿Hay diferencia de trato por parte de las AFORES para el trabajador maduro,
en relación con el trabajador joven?

En la normatividad de la materia no existen disposiciones que tiendan a privilegiar


a los trabajadores por razones de edad.

No hay que olvidar que los mecanismos de ahorro para el retiro son instrumentos
que adquieren relevancia a mediano y largo plazos.
Para que la cantidad ahorrada sea significativa, hay que efectuar aportaciones
durante muchos años.

Ahora bien, a partir de que se creó el seguro de retiro, en el año de 1992, los
patrones comenzaron a efectuar depósitos en las cuentas individualizadas, sin que
exista diferencia en las aportaciones, en función de la edad de los trabajadores.
En otras palabras, en este momento un trabajador con cinco años de antigüedad,
llevará ahorrado exactamente lo mismo que un trabajador que esté próximo a
jubilarse, siempre que su salario sea el mismo, y que ninguno de los dos haya
efectuado aportaciones voluntarias.

Es importante mencionar que de acuerdo con lo señalado en el artículo tercero


transitorio de la nueva Ley del Seguro Social, los asegurados inscritos con
anterioridad a la fecha de entrada en vigor de esta ley (1o. de enero de 1997),
conforme a la ley derogada, al momento de cumplirse los supuestos legales para
el disfrute de una pensión, podrán optar por acogerse al beneficio de la ley anterior
o al nuevo esquema de pensiones.

Asimismo, el artículo cuarto transitorio de la Ley del Seguro Social, establece la


obligación del IMSS de calcular estimativamente el importe de la pensión para
cada uno de los regímenes, para que los trabajadores puedan tomar una decisión
a este respecto. El cálculo correspondiente se efectuará a solicitud del propio
trabajador.

¿El servicio médico para el trabajador y su familia termina con las AFORES?

El servicio médico que el IMSS proporciona al trabajador y a sus beneficiarios, no


se verá interrumpido con la entrada en vigor de las AFORES. Hay que tener en
cuenta que además del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez,
existen otros seguros que están destinados a proteger otro tipo de contingencias,
como son: el seguro de riesgos de trabajo, el seguro de enfermedades y
maternidad, y el seguro de invalidez y de vida.
¿Quién resuelve los conflictos que se presentan entre los trabajadores y las
AFORES?

La Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro establece en el artículo 31, que
las AFORES deberán contar con una unidad especializada, que tendrá por objeto
atender las consultas y las reclamaciones que en contra de la AFORE formulen
trabajadores y patrones.

Además, en la misma Ley, a partir del artículo 109, está previsto un procedimiento
de conciliación y arbitraje, mediante el cual se desahogan las reclamaciones que
formulen el trabajador o sus beneficiarios y los patrones en contra de las
AFORES; es un procedimiento interno que se lleva ante la CONSAR. Los
interesados también podrán hacer valer sus reclamaciones en forma directa ante
los tribunales competentes.

Cabe mencionar que en el referido procedimiento de conciliación y arbitraje, está


prevista la figura de la suplencia de la deficiencia de la reclamación formulada en
cuanto a los beneficios que correspondan a los trabajadores o a sus beneficiarios.

¿Aproximadamente cuántos trabajadores se han inscrito a la fecha en


alguna de las AFORES?

Se trata de un dato que, como es lógico suponer, se está modificando día con día.
De acuerdo con la información proporcionada por el presidente de la Asociación
Mexicana de Administradoras de Fondo para el Retiro, Ralf Peters Castilla, hasta
el 10 de abril de 1997 se habían inscrito a las AFORES, 1 millón 200 mil
trabajadores.

Como puede apreciarse, es bajo el porcentaje de trabajadores que tomaron ya


una decisión en cuanto a la elección de la administradora que habrá de manejar
sus ahorros para el retiro. Lo anterior es un claro reflejo de la desconfianza y de la
falta de información que en esta materia padecen los trabajadores.
Toda una vida de esfuerzo entregada al trabajo, lo menos que merece es un retiro
decoroso a una vida digna. El Estado mexicano no puede, no debe desentenderse
de este indeclinable compromiso histórico, moral y social.

¿Cómo me registro en una AFORE?

Si no estás registrado en una AFORE, deberás solicitar el registro en la de tu


elección. Para ello, deberás llenar la “solicitud de registro”, acompañándola en
original y copia de la siguiente información y documentación:

1. Número de Seguridad Social;


2. Acta de nacimiento o CURP;
3. Credencial de elector, pasaporte o documento migratorio en su caso; y
4. Comprobante de domicilio.

Podrás registrarte en una AFORE sin necesidad de depositar recursos en la


Cuenta Individual. Después de registrarte, deberás seguir los pasos descritos
anteriormente para gestionar la recuperación del SAR 92 ante la AFORE.

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