Ferro Carril
Ferro Carril
Ferro Carril
Definición
La vía creada a partir de dos carriles dispuestos de forma paralela que permiten el rodaje de
un tren recibe el nombre de ferrocarril. El material utilizado para la creación de estos carriles
suele ser el hierro; de allí el nombre de ferrocarril.
El concepto no sólo se emplea para nombrar al camino de rieles, sino que también se usa para
referirse al tren (el medio de transporte que se forma con varios vagones arrastrados por una
locomotora) y a la infraestructura y equipamiento que permiten el desarrollo de este medio de
locomoción.
Como sistema de transporte, el ferrocarril es una de las opciones más populares en todo el
mundo. A diferencia del autobús o el ómnibus, el ferrocarril no causa grandes daños al medio
ambiente. El combustible que consume es reducido, al igual que sus emisiones contaminantes.
El ferrocarril, por otra parte, tiene la capacidad de transportar una gran cantidad de gente en
un mismo viaje, ya que la sucesión de vagones le confiere una buena capacidad. Esto hace que
suela resultar económico y también ecológico (traslada a muchas personas en un mismo
desplazamiento).
Hay que destacar que también en las urbes existe el llamado ferrocarril suburbano. Se trata de
un término que se usa para referirse al metro, ese otro tren que circula bajo tierra y que
permite comunicar de manera rápida y directa distintos rincones de la misma población
vigente
HISTORIA
El ferrocarril es una de las vías de transporte terrestre más habituales y
trascendentales de la actualidad. En el transcurso de toda la historia, el ferrocarril ha
existido y puesto en marcha por distintas metodologías y utilizando diferentes clases
de energías, la primera clase de ferrocarril trabajó a carbón, mientras que en la
actualidad los más modernos funcionan eléctricamente.
A través del paso del tiempo el ferrocarril perdió mucha jerarquía frente a otras
iniciativas de transporte como la aparición de medio aéreo. Esto se debe a que este
último puede cubrir largas distancias mucho más extensas en pequeño tiempo,
inclusive atravesar los océanos, cosa que los ferrocarriles no logran hacer ya que son
solamente de medio terrestre.
Locomotora del año 1925, del tren histórico y turístico de Arganda (Madrid, España).
El desarrollo del motor de vapor impulsó la idea de crear locomotoras de vapor que
pudieran arrastrar trenes por líneas. La primera fue patentada por James Watt en 1769
y revisada en 1782, pero los motores eran demasiado pesados y generaban poca
presión como para ser empleados en locomotoras. En 1804, utilizando un motor de
alta precisión, Richard Trevithick presentó la primera locomotora capaz de arrastrar un
tren en Merthyr Tydfil (Reino Unido).1314 Realizada junto a Andrew Vivian, la prueba
tuvo un éxito relativo,15 ya que la locomotora rompió los frágiles railes de chapa
de hierro.16
En 1811, John Blenkinsop diseñó la primera locomotora funcional que se presentó en
la línea entre Middleton y Leeds. La locomotora, denominada Salamanca, se construyó
en 1812.17 En 1825, George Stephenson construyó la Locomotion para la línea entre
Stockton y Darlington, al noreste de Inglaterra, que fue la primera locomotora de vapor
que arrastró trenes de transporte público. En 1829 también construyó la
locomotora The Rocket. El éxito de estas locomotoras llevó a Stephenson a crear la
primera compañía constructora de locomotoras de vapor que fueron utilizadas en las
líneas de Europa y Estados Unidos.17
En 1830 se inauguró la primera línea de ferrocarril interurbano, la línea
entre Liverpool y Mánchester. La vía utilizada era del mismo tipo que otras anteriores,
como la del ferrocarril entre Stockton y Darlington.18 Su ancho era de 1.435 mm,
actualmente conocido como ancho internacional ya que es utilizado por
aproximadamente el 60% de los ferrocarriles actuales. El mismo año se inauguró el
primer tramo de la línea entre Baltimore y Ohio, la primera en unir líneas individuales
en una red.19
En los años siguientes, el éxito de las locomotoras de vapor hizo que las líneas de
ferrocarril y las locomotoras se extendieran por todo el mundo.20
Electrificación y dieselización
Las primeras pruebas con trenes eléctricos las inició Rober Davidson en 1838, cuando
construyó un carruaje equipado por baterías capaz de alcanzar 6,4 km/h. El primer
ferrocarril con suministro eléctrico en la vía fue el tranvía que circulaba en 1883 entre
Portrush y Giant's Causeway, al norte de Irlanda, que utilizaba alimentación por un
tercer carril. Los cables de alimentación aérea a ferrocarriles se introdujeron en 1879,
por Siemens en Berlín,21 en tranvías que hasta entonces eran arrastrados por mulas o
caballos.
La primera línea de ferrocarril convencional electríficada fue la línea Roslag en Suecia.
En la década de 1890 algunas grandes ciudades, como Londres, París y México,
utilizaron esta nueva técnica para construir líneas de metro urbanas. En ciudades
medias, los tranvías se hicieron algo común y fueron el único medio de transporte
público durante varias décadas. Todas estas líneas utilizaron corriente continua, y la
primera línea que utilizó corriente alterna fue inaugurada en Austria en 1904.22
Las locomotoras de vapor necesitan un mantenimiento bastante elevado para
funcionar. Tras la Segunda Guerra Mundial, los costes de personal se incrementaron
de modo muy importante, lo que hizo que la tracción a vapor se encareciera sobre el
resto. Al mismo tiempo, la guerra impulsó el desarrollo de los motores de combustión
interna, que hicieron a las locomotoras diésel más baratas y potentes. Esto causó que
varias compañías ferroviarias iniciaran programas para convertir todas sus
locomotoras para líneas no electrificadas en locomotoras diésel.
Como consecuencia de la construcción a gran escala de autovías tras la guerra, el
transporte por ferrocarril se hizo menos popular, y el transporte aéreo comenzó a
ocupar el mercado de los viajes de muy larga distancia. Muchos tranvías fueron
sustituidos por autobuses, mientras que la necesidad de trasbordos hizo poco rentable
el traslado de mercancías en distancias medias. Además, sucesos como el Gran
escándalo del tranvía de Estados Unidos hicieron que el transporte por ferrocarril se
redujera considerablemente.
La crisis del petróleo de 1973 cambió la tendencia a la baja de los tranvías. Hizo que
los que no se habían desmantelado, continúasen hasta nuestros días, al ser de nuevo
más rentables. También la introducción de los contenedores contribuyó a mejorar la
rentabilidad del transporte de mercancías por ferrocarril.
Trenes más veloces[editar]
El primer tren comercial de alta velocidad fue inaugurado en 1939 en Italia con
el ElettroTreno ETR 200, alcanzando el para entonces récord mundial de 204 km/h,
cerca de Milán.
Actualmente se considera de Alta Velocidad el ferrocarril que supera los 250 km/h de
media. En este sentido, en 1964, se inauguró en Japón la primera línea de Alta
velocidad ferroviaria, llamado Shinkansen, tren bala, para resolver el problema de
transporte entre las pobladas ciudades del país. Con el tiempo, este sistema se
extendió por otros países, como Francia, España y Alemania, lo que hizo recuperar al
viajero interurbano.
Innovación[editar]
A lo largo de los años 1970, se introdujo una automatización mayor, especialmente en
el transporte interurbano, reduciendo los costes de operación. Algunas líneas de
tranvía fueron transformadas en líneas de tren ligero, otras líneas se construyeron en
ciudades que habían eliminado el tranvía décadas atrás. En los años 1990, el foco de
atención se situó en mejorar la accesibilidad, convirtiendo el tren en la solución al
transporte de los discapacitados.
La innovación en nuevos sistemas de ferrocarril continúan actualmente, especialmente
en campos como la alta velocidad.