Vestimenta Sagrada
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Vestimenta Sagrada
VESTIDURAS SAGRADAS
1ª SEMANA: FORMACIÓN LITÚRGICA
DINÁMICA: Ronda “Baile del Cristiano” pág. 51, Libro “Rondas, Juegos y dinámicas”.
MUSEO LITÚRGICO
Con la colaboración de los párrocos, si es posible, organice la siguiente actividad, se puede
invitar a monaguillos de otras parroquias. La idea es organizar una especie de ‘museo
litúrgico’, en donde se encuentren las principales (si no se pueden todas) vestiduras
litúrgicas, ojalá se pueda una antigua y una nueva por cada vestidura, pues en la mayoría de
parroquias existen vestiduras antiguas en desuso, de manera que si se pueden colocar las
dos, sería mucho más interesante el recorrido por nuestro “museo litúrgico”. Es pertinente
organizar esto en un espacio amplio y adecuado de manera que los niños puedan caminar
libremente por el lugar para apreciar cada vestidura, como en un museo de verdad, se debe
adecuar el lugar lo mejor que se pueda, por ejemplo, resultaría más interesante que sea
oscuro, con muy poca luz y música suave de fondo. Bajo cada vestidura habrá una papeleta
con el nombre y la explicación de éste; para los más chiquitos, delegaremos un padrino del
grupo de los grandes AMICUS ALTARE, de manera que éste tendrá la responsabilidad de
hacer el recorrido con su ahijado y leerle cada papeleta. Esta actividad es totalmente libre, no
les pondremos un recorrido ni una ruta a seguir, ellos serán libres de escoger el orden del
recorrido, la única restricción es el tiempo, que se determinará dependiendo el número de
vestiduras que hayamos podido preparar y el número de niños, de forma que todos puedan
realizar el recorrido completo por el museo.
Al final, cuando se haya terminado el tiempo propuesto para la visita, puede ser ahí mismo o
en otro lugar, nos reuniremos por grupos y cada grupo realizará un taller.
A continuación, se presenta el resumen general del tema que ayudará a construir la actividad
propuesta:
ORNAMENTOS LITÚRGICOS: Cada acción litúrgica tiene unas vestiduras propias. Estas
variadas vestiduras embellecen y engalanan la eucaristía y las demás acciones litúrgicas, y
sus distintos colores nos hacen diferenciar y vivir cada tiempo como un mundo propio y su
diferencia a los vestidos que usamos comúnmente nos deja empezar a disfrutar un poco del
cielo y del Reino de Dios.
EL ALBA: Significa “Blanca”. Es la vestidura bautismal (Ap 3,4-5). El revestirse
con el alba es signo de revestirse de Cristo, representa pureza de corazón. Es
una túnica blanca (de ahí su nombre) es utilizada por el Obispo, el Sacerdote, el
Diácono, y el monaguillo. Si es necesario se puede ajustar a la cintura con un
cíngulo El alba es el vestido básico para todos los ministros en la celebración
litúrgica y, por tanto, es ceñida al cuerpo.
LA CAPA PLUVIAL: Es una vestidura litúrgica amplia, que cubre todo el cuerpo,
sin mangas y abierta por delante de arriba abajo, que se sujeta con un broche. El
Obispo, el sacerdote y el Diácono la utilizan para dar solemnidad a acciones
litúrgicas tales como: procesiones, Exposición del Santísimo, Liturgia de las Horas.
LAS INSIGNIAS EPISCOPALES: El Obispo, además de las insignias del sacerdote, lleva
algunas otras que lo identifican como lo que es, Cabeza y Pastor del pueblo de Dios, a
imagen de Aquel que es su única Cabeza y Pastor, Jesucristo. Son las siguientes:
LA MITRA: Cubre la cabeza con dos bandas que cuelgan sobre los hombros
llamadas ínfulas. El Obispo coloca en su cabeza la mitra para significar que
representa Aquel que es Cabeza del pueblo de Dios.
SOLIDEO: Gorro pequeño que se coloca en la cabeza del obispo y del Papa,
Significa “solo Dios”, es decir que la mente del Obispo está en Él. El solideo
utilizado por el Papa es de color blanco, el de los cardenales de color rojo, y
el de los obispos de color morado.
2. EL COLOR ROJO: Es el color del Espíritu Santo y del sacrificio. Se utiliza el domingo
de Ramos y el Viernes Santo; el domingo de Pentecostés; en las celebraciones de la
Pasión del Señor, en las fiestas de los apóstoles y los evangelistas, y en las
celebraciones de los mártires.
MEDITACIÓN:
En el bautismo somos revestidos de Jesús nuestro Señor y se nos ha dado un vestido
espiritual blanco y puro, que muchas veces se ve manchado por el pecado.
Pero que hacer cuando un vestido esta sucio. Pues lavarlo, pero Jesús va mas allá no solo
lava nuestro traje sino que nos da uno nuevo: su propia túnica. El nos ofrece su vestido
espiritual para que nos deshagamos ese vestido sucio y roto por nuestro mal
comportamiento. Eso hace Jesús cada vez que nos acercamos a la confesión, Él a través del
sacerdote lava y purifica nuestra alma con su amor y misericordia.
Jesús quiere que conservemos la vestidura de nuestra alma muy limpia y reluciente, así nos
parecemos mucho a Jesús porque nuestra vestidura será igual a la suya. Peo para
conservarla limpia, debemos apartarnos siempre de la suciedad del pecado, orando mucho,
siendo bueno con los demás, compartiendo lo que tengo con mis compañeros, diciendo
buenas y amables palabras. Entonces al estar mi alma limpia, podré ser verdaderamente
feliz y mi forma externa reflejara el amor del Señor.
REFLEXIÓN:
¿Con qué acciones he manchado yo la túnica dada por Cristo en mi bautismo?
¿Qué malas acciones quisiera quitar hoy de mi vida para ya no vivir triste con el pecado?
¿De que cosas buenas que me brinda Jesús quisiera revestirme hoy?
ORACIÓN MONACHUS PARVUS: Dibuja y colorea las caras felices del niño y de niña y
luego dibuja en medio tu cara feliz. En la parte inferior escribe a Dios las cosas que te hacen
feliz:
ORACIÓN AMICUS ALTARE: Al lado izquierdo voy a realizar una oración pidiendo perdón a
Dios por las cosas malas que he hecho y que entristecen y ensucian mi alma y en la parte
derecha escribiré dando gracias a Dios por las cosas buenas que me ha regalado y le pediré
me ayude a vivir en el amor y a ser siempre feliz.
CONTEMPLACIÓN:
Me comprometeré a realizar una buena acción en mi casa, otra en mi colegio y en el grupo
de monaguillos para que los que me rodean sean felices como yo.
Colegio
Monaguillos
3ª SEMANA: FORMACIÓN HUMANA
-MATERIALES:
*MONACHUS PARVUS:
- Muñecas que se puedan vestir (1 x cada tres niños)
*AMICUS ALTARE:
- Papel Craff
- Marcadores.
Para esta parte de la formación, con el grupo de los MONACHUS PARVUS, realizaremos la
actividad de vestir a una(s) muñeca(s) (dependerá del número de niños, no mas de tres por
muñeca), debe ser una de tamaño mediano y que pueda ponérsele varias prendas, la
vestiremos, la peinaremos y en general, la arreglaremos, vamos a poner como punto de
partida el cumpleaños de la muñequita, de manera que todos trataremos de arreglarla lo
mejor que podamos. Luego, a partir de cómo haya quedado nuestra muñequita haremos
preguntas acerca de cómo se veía antes y como se ve ahora, en cual de las dos formas
preferimos verla, etc, de manera que a partir de lo que ellos nos digan, explicaremos el valor
de la pulcritud, que justamente consiste en todo eso, en cuidar de vernos lindos, aseados,
oler rico y mantener un comportamiento adecuado de respeto, cuidado y buenos modales. La
idea para con ellos es presentarles de la manera más clara posible este valor, haciéndoles
entender que es muy importante para nuestro servicio como monaguillos el tener una buena
presentación personal.
Con el grupo de los AMICUS ALTARE, vamos a realizar una sopa de letras gigante, puede
ser en un pliego de Kraff en donde deban encontrar los aspectos o características que
demuestren pulcritud: Limpieza, orden, aseo, presentación, cuidado, delicadeza, modales,
comportamiento. Estas palabras las deberán encontrar entre todos. Cuando hayan finalizado
la búsqueda, solicitaremos que definan cada palabra y que nos digan que relación tienen
entre sí, de manera que a partir de lo que ellos nos digan, podamos complementar la
explicación y encaminarla hacia la idea de este encuentro, que es rescatar el valor de la
pulcritud en nosotros, no solo par nuestro servicio en el Altar, sino también para nuestra vida
diaria. Tal vez en algunos no conozcan la palabra pulcritud, de manera que tendremos que
ser muy enfáticos en definirla claramente y hacer notar su importancia.
A continuación, se presenta un extracto del tema de este encuentro, de manera que pueda
servir como base para la realización de las actividades propuestas:
EL VALOR DE LA PULCRITUD:
Es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y el orden en nuestra persona, espacios y
cosas.
Todos los días, dejamos ver a los demás parte de nuestra personalidad y costumbres a
través de nuestro arreglo personal, el esmero para trabajar, el cuidado al utilizar las cosas y
en general, por la limpieza que procuramos mantener en nuestra habitación, casa y lugar de
estudio.
Desafortunadamente muchas veces esa primera impresión positiva dura poco tiempo, pasan
los días y comienza a notarse cierto descuido en nuestra forma de vestir, en nuestros
cajones, nuestros zapatos, la camisa... ¿Por qué sucede esto? Sencillamente porque no
estamos acostumbrados a vivir con orden y someternos –al menos personalmente- a una
disciplina que nos obligue a cambiar nuestros hábitos.
Para vivir con mayor atención el valor de la pulcritud puedes considerar como importante:
1. De tu aspecto personal: para todos, el corte de cabello, peinarse debidamente, las uñas
recortadas y limpias, así como la higiene bucal después del desayuno, almuerzo y comida
por aseo y salud.
2. Cuida que tus prendas no tengan arrugas al salir de casa, evita las pequeñas manchas de
comida, polvo, pelusa, falta de botones y el lustre para el calzado. Revisa los bolsillos de
tu ropa antes de su lavado, este pequeño detalle te evitará disgustos y prendas
desechadas a destiempo.
3. Procura comer en el lugar adecuado, (nunca en la habitación).
4. Limpia periódicamente tus objetos personales y equipo que utilices en casa y lugar de
trabajo; coloca todo en su lugar y en correcta distribución. No olvides el uso de pequeños
cestos para la basura. Todo esto te ayudará, por consiguiente, a ser más ordenado.
5. Asegúrate que tienes un lugar para cada cosa, y que cada cosa esté en su lugar, tanto en
tu habitación como en toda la casa.
6. Haz una lista de los detalles que tienes que mejorar, dedica especial atención a dos de
ellos por semana hasta que consigas formarte el hábito.
7. Cada alba debe tener un gancho, en lo posible marcar los ganchos y albas para que al
terminar la misa se coloque todo en su lugar.
8. Antes de revestirse hay que lavarse las manos. No se debe usar guantes.
9. Un monaguillo debe servir al Altar sin manillas, anillos, joyas o cualquier elemento que
distraiga la atención, incluyendo relojes con alarma o celulares.
El esquema de esta reunión será el mismo para todos los meses, a excepción de puntos
adicionales que el encuentro requiera dependiendo de las necesidades del grupo y la
parroquia.