Ligandos
Ligandos
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Ligandos
Molécula o ion enlazado al átomo central, dona un par de electrones libres para
formar el enlace covalente coordinado. Es decir que se define por el número de
átomos con pares de electrones compartibles que poseen. Son de carga neutra o
negativa.
Estos aniones o moléculas capaces de actuar como ligandos deben poseer átomos que
cuenten al menos con un par de electrones de valencia no compartidos. Estos átomos
se encuentran en la esquina superior derecha de la tabla periódica, y entre ellos los
más importantes son el oxígeno y el nitrógeno, dando paso luego al carbono, fósforo,
azufre, cloro, flúor, etc.
Ligandos monodentados
Los ligandos de este tipo poseen un único punto de anclaje al núcleo de coordinación,
de allí el nombre monodentado que quiere decir un único diente. Comúnmente se
trata de moléculas pequeñas, que poseen un único átomo donador de electrones tales
como el amoníaco (NH3), el agua (H2O), o los aniones halogenuro (X–), alcóxido (RO–),
o alquilo (R–) entre otros.
Cuando se forma un complejo de un catión metálico a partir de unión con ligandos
monodentados se alteran notoriamente las propiedades de solubilidad del catión, en
general esto debido a que el complejamiento provoca un aumento en el tamaño del
ion, lo que a su vez se traduce en una disminución en la fuerza de atracción entre el
catión y sus contraiones. Esto por lo general provoca un aumento en la solubilidad del
ion, o, mejor expresado, una disminución de su tendencia a precipitar.
Los ligandos de este tipo son capaces de establecer dos o más uniones simultáneas con
el núcleo de coordinación, pueden ser bidentados, tridentados, tetradentados etc. A
este tipo de ligandos se les suele llamar también “agentes quelantes” un nombre
derivado de la palabra griega kela que significa “pinza” porque el tipo de estructura
espacial que se forma se asemeja a un cangrejo con el núcleo de coordinación
atrapado entre sus pinzas. Muchas veces se utiliza a los agentes quelantes como
agentes precipitantes, ya que al ser capaces de establecer dos o más uniones
simultáneas también pueden funcionar como “puentes” entre dos o más núcleos de
coordinación, facilitando la formación de enormes agregados macromoleculares que
precipitan con facilidad.
Entre este tipo de compuestos encontramos por ejemplo a los aniones fosfato (PO43-),
carbonato (CO32-), oxalato (-OOC-COO-), etilendiamina (H2N-CH2-CH2-NH2) y bipiridina.
Un ligando polidentado de enorme importancia por la cantidad de aplicaciones que
tiene es el EDTA, el EDTA posee seis sitios de unión.
Ligandos ambidentados
2. Quelatos
Los ligandos de los que hemos hablado hasta aquí, como el NH3 y Cl-, se llaman
ligandos monodentados (del latín, que significa “un diente”). Estos ligandos poseen un
solo átomo donador y pueden ocupar un solo sitio de una esfera de coordinación.
Ciertos ligandos tienen dos o más átomos donadores que se pueden coordinar
simultáneamente a un ion metálico, por lo que ocupan dos o más sitios de
coordinación.
A éstos se les llama ligandos polidentados (ligandos “con muchos dientes”). Debido a
que parecen sujetar el metal entre dos o más átomos donadores, los ligandos
polidentados también se conocen como agentes quelantes (de la palabra griega chele,
“garra”). Un ligando de este tipo es la etilendiamina: Este ligando, que se abrevia “en”,
tiene dos átomos de nitrógeno que tienen pares de electrones no compartidos. Estos
átomos donadores están lo suficientemente alejados uno de otro como para que el
ligando pueda envolver al ion metálico y los dos átomos de nitrógeno coordinarse
simultáneamente con el metal en posiciones adyacentes. El ion [Co(en)3]3+, que
contiene tres ligandos de etilendiamina en la esfera octaédrica de coordinación del
cobalto(III), se muestra en la figura
Observe que la etilendiamína se ha dibujado como dos átomos de nitrógeno
conectados por una línea. La etilendiamina es un ligando bidentado (ligando con dos
dientes”) que puede ocupar dos sitios de coordinación.
En general, los agentes quelantes forman complejos más estables que los ligandos
monodentados afines. El hecho de que las constantes de formación para ligandos
polidentados sean en general más grandes en comparación con las de los ligandos
monodentados correspondientes se conoce como efecto quelato.
Los agentes quelantes se suelen emplear para impedir una o más de las reacciones
ordinarias de un ion metálico sin retirarlo realmente de la solución. Por ejemplo, con
frecuencia un ion metálico que interfiere con un análisis químico se puede convertir en
un complejo y eliminar de esta manera su interferencia. En cierto sentido, el agente
quelante oculta el ion metálico. Por esta razón, los científicos se refieren a veces a
estos ligandos como agentes secuestrantes (La palabra secuestrar significa quitar,
apartar o separar) los fosfatos como el tripolifosfato de sodio, que se muestra en
seguida, se emplean para complejar o secuestrar iones metálicos en aguas duras para
que estos iones no puedan interferir con la acción del jabón o los detergentes.
Los agentes quelantes como el EDTA se emplean en productos de consumo, entre ellos
muchos alimentos preparados como aderezos para ensaladas y postres congelados,
para formar complejos con iones metálicos presentes en muy pequeñas cantidades y
que catalizan reacciones de descomposición. Se usan agentes quelantes en medicina
para eliminar iones metálicos como Hg2+, Pb2+ y Cd2+, que son perjudiciales para la
salud. Un método para tratar el envenenamiento por plomo consiste en administrar
Na2[Ca(EDTA)]. El EDTA forma un quelato con el plomo, lo cual permite la eliminación
del metal en la orina. Los agentes quelantes también son muy comunes en la
naturaleza. Los musgos y líquenes secretan agentes quelantes para capturar iones
metálicos de las rocas en las que habitan.
3. Isomería y quiralidad
Cuando dos o más compuestos tienen la misma composición pero diferente
disposición de sus átomos, los llamamos isómeros. Un isómero es una especie química
con el mismo número y tipo de átomos que otra especie química, pero con
propiedades distintas porque los átomos están dispuestos en estructuras químicas
diferentes. Cuando los átomos pueden asumir diferentes configuraciones, el fenómeno
se denomina isomería. Existen varias categorías de isómeros, incluyendo los isómeros
estructurales, los isómeros geométricos, los isómeros ópticos y los estereoisómeros. La
isomerización puede ocurrir espontáneamente o no, dependiendo de si la energía de
enlace de las configuraciones es comparable.
La isomería —la existencia de isómeros— es un rasgo característico de los compuestos
de coordinación. Aunque los isómeros están compuestos de la misma colección de
átomos, difieren en una o más propiedades físicas, como color, solubilidad o velocidad
de reacción con cierto reactivo.
Examinaremos dos clases principales de isómeros: los isómeros estructurales (que
tienen enlaces diferentes) y los estereoisómeros (que tienen los mismos enlaces pero
diferente disposición espacial de los enlaces). Cada una de estas clases tiene además
subclases, las cuales procederemos a analizar ahora.
Isomería estructural
Se conocen muchos tipos diferentes de isomería
estructural en la química de coordinación. La isomería
de enlace es un tipo relativamente raro aunque
interesante que se presenta cuando un ligando
especifico es capaz de coordinarse a un metal de dos
maneras distintas. Por ejemplo, el ion nitrito, NO2-, se
puede combinar a través de un átomo de nitrógeno o
uno de oxígeno.
Cuando se coordina a través del átomo de nitrógeno, el ligando NO2- se llama nitro;
cuando se coordina a través de un átomo de oxígeno, se le llama nitrito y se escribe
por lo general ONO-. Los isómeros que se muestran en la figura difieren en sus
propiedades químicas y físicas. Por ejemplo, el isómero unido al N es amarillo, en tanto
que el isómero unido al O es rojo. Otro ligando capaz de coordinarse a través de uno
de dos átomos donadores es el tiocianato, SCN, cuyos átomos donadores potenciales
son N y S.
Los isómeros de esfera de coordinación difieren en cuanto a los ligandos que están
unidos directamente al metal, en contraposición a estar fuera de la esfera de
coordinación en el retículo sólido. Por ejemplo, el CrCl3(H2O)6 existe en tres formas
comunes: [Cr(H2O)]Cl3 (de color violeta), [Cr(H2O)5Cl]Cl2.H2O (de color verde), y
[Cr(H2O)4Cl]Cl.2H2O (también de color verde). En los compuestos segundo y tercero, el
agua ha sido desplazada de la esfera de coordinación por iones cloruro y ocupa un sitio
en el retículo sólido.
Estereoisomería
La estereoisomería es la forma más importante de isomería.
Los estereoisómeros tienen los mismos enlaces químicos
pero diferente disposición espacia Por ejemplo, en el
[Pt(NH3)2Cl2] los ligandos cloro pueden estar ya sea
adyacentes u opuestos uno al otro, como se ilustra en la
figura.
Esta forma particular de isomería, en la cual la disposición
de los átomos constituyentes es diferente aunque están
presentes los mismos enlaces, se llama isomería geométrica.
El isómero (a) con ligandos similares en posiciones
adyacentes, se conoce como el isómero cis.
El isómero (b) con ligandos similares opuestos uno a otro, es
el isómero trans. El isómero cis se emplea como agente
quimioterapéutico en el tratamiento del cáncer y su nombre
es cisplatino.
La quiralidad
Es la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular. Como
ejemplo sencillo, la mano izquierda humana no es superponible con su imagen
especular (la mano derecha). Como contraejemplo, un cubo o una esfera sí son
superponibles con sus respectivas imágenes especulares.
Se puede decir que tiene quiralidad toda figura geométrica, o todo grupo de puntos, si
su imagen en su espejo plano, idealmente realizada, no puede hacerse coincidir
consigo misma.
Es una propiedad de gran interés en química orgánica, en química inorgánica y en
bioquímica, donde da lugar a la estereoquímica, a las reacciones estereoespecíficas y a
los estereoisómeros (Se denomina enantiómeros o isómeros ópticos a dos imágenes
especulares de una molécula quiral).
Esta definición presenta la quiralidad como una propiedad geométrica y dicotómica.
Geométrica porque se basa en la aplicación de operaciones de simetría (reflexiones)
sobre figuras geométricas o conjuntos de puntos. Dicotómica porque las imágenes
especulares pueden ser superponibles mediante rotaciones y traslaciones (es decir, no
quirales), o no superponibles (es decir, quirales). No hay término intermedio desde el
punto de vista clásico. Los aminoácidos, carbohidratos, ácidos nucleicos y muchos más
están distribuidos en un gran número de fármacos y en casi todas las moléculas de
nuestro cuerpo y es la quiralidad molecular la que permite las interacciones específicas
entre las enzimas y sus respectivos sustratos del organismo, las cuales participan en las
reacciones químicas en las que se basa la vida.
Ejercicio de muestra 4.2
Diga si el cis- o el trans- [Co(en)2Cl2]+ tienen isómeros ópticos.
Solución
Para responder esta pregunta conviene dibujar los isómeros cis y trans del
[Co(en)2Cl2]+, y luego sus imágenes en el espejo. Observe que la imagen en el espejo
del isómero trans es idéntica al original. En consecuencia, el trans-[Co(en)2Cl2]+ no
tiene isómero óptico. En cambio, la imagen en el espejo del cis-[Co(en)2Cl2]+ no es
idéntica al original. Por consiguiente, existen isómeros ópticos (enantiómeros) para
este complejo.
Ejercicio de práctica 4.2
Diga si el ion complejo plano cuadrado [Pt(NH3)(N3)ClBr] tiene isómeros ópticos.
Respuesta: no
Casi todas las propiedades físicas y químicas de los isómeros ópticos son idénticas. Las
propiedades de los dos isómeros ópticos difieren sólo si se encuentran en un ambiente
quiral; es decir, uno en el cual existe un sentido de lo izquierdo y lo derecho. Por
ejemplo, en presencia de una enzima quiral se puede catalizar la reacción de un
isómero óptico, en tanto que el otro isómero permanecería sin reaccionar. En
consecuencia, un isómero óptico puede producir un efecto fisiológico específico
dentro del cuerpo, en tanto que su imagen especular produce un efecto distinto o
quizá ninguno.
Los isómeros ópticos se distinguen uno de otro por su interacción con luz polarizada en
un plano. Si la luz se polariza (por ejemplo, haciéndola pasar a través de una película
Polaroid) las ondas de luz vibran en un solo plano. Si la luz polarizada se hace pasar a
través de una solución que contiene un isómero óptico, el plano de polarización gira ya
sea a la derecha (en el sentido de las manecillas del reloj) o a la izquierda (en sentido
contrario).
El isómero que hace girar el plano de polarización a la derecha se describe como
dextrorrotatorio y se identifica como el isómero dextro, o d (del latín dexter,
“derecha”); su imagen en el espejo hace girar el plano de polarización a la izquierda, se
describe como levorrotatorio y se identifica como el isómero levo, o l (del latín laevus,
“izquierda”). Experimentalmente se encuentra que el isómero de [Co(en)3]3+ es el
isómero l de este ion. Su imagen en el espejo es el isómero d. A causa de su efecto
sobre la luz polarizada en un plano, se dice que las moléculas quirales son ópticamente
activas.
Cuando se prepara en el laboratorio una sustancia que tiene isómeros ópticos, el
ambiente químico durante la síntesis no es ordinariamente quiral. En consecuencia, se
obtienen cantidades iguales de los dos isómeros; se dice que la mezcla es racémica.
Una mezcla racémica no hace girar la luz polarizada porque los efectos rotatorios de
los dos isómeros se cancelan mutuamente. Para separar los isómeros de la mezcla
racémica, es necesario ponerlos en un ambiente quiral. Por ejemplo, se puede usar un
isómero óptico del anión quiral tartrato, C4H4O6.
2- Para separar una mezcla racémica de [Co(en)3]Cl3. Si se adiciona d-tartrato a una
mezcla racémica de [Co(en)3]Cl3, se precipita d-[Co(en)3](d-C4H4O6)Cl dejando el l-
[Co(en)3]3+ en solución.
5. Color y magnetismo
El estudio de los colores y las propiedades magnéticas de los complejos de metales de
transición ha desempeñado un importante papel en el desarrollo de mode los
modernos de los enlaces metal-ligando.
Examinemos breve mente la trascendencia de estas dos propiedades para los
complejos de metales de transición antes de intentar el desarrollo de un modelo de los
enlaces metal-ligando.
Color
En general, el color de un complejo depende del metal específico, su estado de
oxidación y los ligandos unidos al metal.
Por lo común, la presencia de una subcapa d parcialmente llena en el metal es
necesaria para que un complejo muestre color. Casi todos los iones de metales de
transición tienen una subcapa d parcialmente llena. Por ejemplo, tanto el [Cu(H2O)4]2+
como el [Cu(NH3)4]2+ contienen Cu2+, que tiene una configuración electrónica [Ar]3d9.
Los iones que tienen subcapas d totalmente vacías (como el Al3+ y Ti4+) o subcapas d
completamente llenas (como el Zn2+, 3d10) son por lo general incoloros.
Para que un compuesto tenga color, debe absorber luz visible. La luz visible se
compone de radiación electromagnética con longitudes de onda que van desde
aproximadamente 400 nm hasta 700 nm La luz blanca contiene todas las longitudes de
onda de esta región visible. Esta luz se puede dispersar en un espectro de colores, cada
uno de los cuales tiene una gama característica de longitudes de onda.
Magnetismo
Muchos complejos de metales de transición exhiben paramagnetismo simple. En este
tipo de compuestos los iones metálicos individuales poseen cierto número de
electrones no apareados. Es posible determinar el número de electrones no apareados
por ion metálico con base en el grado de paramagnetismo. Los experimentos ponen de
manifiesto algunas comparaciones interesantes. Por ejemplo, los compuestos del ion
complejo [Co(NH3)6]3+ carecen de electrones no apareados, pero los compuestos del
ion [CoF6]3- tienen cuatro por ion metálico. Ambos complejos contienen Co(III) con una
configuración electrónica 3d6. Es evidente que existe una diferencia importante en
cuanto a la disposición de los electrones en los orbitales metálicos en estos dos casos.
Toda teoría de enlaces satisfactoria deberá poder explicar esta diferencia.
Observe que la diferencia de energía entre los dos conjuntos de orbitales d está
indicada como D. (La diferencia de energía, D, se describe a veces como la energía de
desdoblamiento de campo cristalino.)
Examinemos ahora cómo el modelo del campo cristalino explica los colores que se
observan en los complejos de metales de transición. La diferencia de energía entre los
orbitales d, representada por D, es del mismo orden de magnitud que la energía de un
fotón de luz visible. Por tanto, un complejo de metal de transición puede absorber luz
visible, la cual excita a un electrón de los orbitales d de más baja energía hacia los de
más alta energía. El ion [Ti(H2O)6]3+ proporciona un ejemplo sencillo porque el
titanio(III) tiene sólo un electrón 3d. El [Ti(H2O)6]3+ tiene un solo máximo de absorción
en la región visible del espectro. Este máximo corresponde a 510 nm (235 kJ/mol). La
luz de esta longitud de onda causa que el electrón d pase del conjunto de orbitales d
de más baja energía al conjunto de más alta energía. La absorción de radiación de 510
nm que produce esta transición hace que las sustancias que contiene n el ion
[Ti(H2O)6]3+ sean de color púrpura.