Ensayo La Herencia Filosófica y Educativa Del Romanticismo...

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Sistema de Universidad Abierta y a

Educación a Distancia
Licenciatura de Pedagogía

Ensayo: La herencia filosófica y


educativa del Romanticismo:
Goethe.

Materia: Corrientes de filosofía de la


educación 1 y Antropología pedagógica 1
Alumno: Nayeli Álvarez Aburto
Profesor: Mariana Balzareti Martínez

Fecha: 21 octubre 2015


“Pensar y hacer, hacer y pensar, esta es la suma de toda
sabiduría, en todo tiempo practicada, en todo tiempo
reconocida pero no siempre comprendida”
- Goethe

Introducción

La idea filosófica del romanticismo y su aporte histórico a la educación conlleva a

tratar primero algunos conceptos y características que distinguen el movimiento en

su contexto, es decir, la agonía de la monarquía y de la divinidad; así como

también en este ensayo en específico lo haré desde la perspectiva de la

educación según Goethe entre los siglos XVIII y XIX, considerando además que

fue una época de grandes cambios sobre todo revolucionarios, no por nada se le

denominó el siglo de las luces que posteriormente significaron grandes cambios

políticos y sociales, lógicamente influenciados por este renacer de la razón como

antecedente del romanticismo.

También me aventuraré a abordarlo desde mi propia experiencia y observaciones

de mi entorno, el cómo se vislumbra a tres siglos a la distancia su influencia (al

parecer inacabada) con lo que vivimos hoy en día en las aulas, con el trabajo del

maestro con los jóvenes o con los niños y la expectativa del aprendizaje, del

conocimiento y del desarrollo social; que además nos encontramos dentro del

nuevo paradigma de la sociedad de la información.


Antecedentes

No podría iniciar sin antes aclarar ¿qué es el romanticismo? ¿cuáles son sus

características? o por lo menos dar una idea que permita comprender porqué

considero que este movimiento es inacabado en nuestros días, es decir, pareciera

que seguimos hacia ese ideal. Pero bueno, respondamos primero a estos

cuestionamientos “el romanticismo es un movimiento espiritual que se desarrolla

entre el fin del siglo XVIII y principios del siglo XIX con repercusiones sobre la

visión de la vida en todo el siglo pasado y aún en el nuestro 1” (Urdanoz, 1975).

Por lo que es importante recordar que el hecho histórico que tuvo influencia en

este movimiento nada más y nada menos fue la Revolución Francesa en 1789, en

donde surge del conflicto social2 y político3 que socavó las bases del sistema

monárquico y que en definitiva significó para muchos (o por lo menos se dio la

posibilidad de pensar en ello) que como se creía en aquel entonces que el rey

existía por una designación divina, entonces el quitar al rey podía significar la

ausencia o inexistencia de Dios, por lo que en esa época tan sólo el tener eso en

la mente, por supuesto rompía paradigmas y generó transformaciones en el

pensamiento, entre ellos surgió el romanticismo, dejando a un lado también la

ilustración y su espíritu racional y crítico previo a la revolución francesa.

Es por ello que la reflexión se tornó hacia la búsqueda de la independencia

1 El autor se refiere al siglo XIX y XX.


2 El empobrecimiento de los campesinos a causa del incremento de los impuestos fue un detonante
para generar ideas de abuso e injusticia, sobre todo al ver coó mo era soó lo para darles una buena vida a
los nobles con sus grandes banquetes y fiestas.
3 En definitiva las nuevas corrientes ideoloó gicas surgidas en el siglo de las luces donde se hablaba sobre
igualdad, libertad políótica, entre otras dieron pie al desplome del antiguo reó gimen.
interior del sujeto libre4, y por ende buscar la independencia del arte de cualquier

función moral o social, es objetivo del pensamiento romántico. Por eso se le da

mucha importancia a los sentimientos y en general a lo estético, engalanando a lo

virtuoso del ser humano y a su vez la conciencia de humanidad y naturaleza.

Con respecto a las características de este movimiento lo podemos reducir a lo

siguiente: la valoración del yo como entidad autónoma lleno de habilidades,

capacidades y virtudes que se manifiesta casi en cualquier expresión artística y

estética, la creatividad como estandarte de fortaleza frente a la imitación antigua

de la cultura griega, gran apertura hacia la valoración de lo original, de lo nuevo,

imperfecto frente a lo común. Esto conlleva a otra definición que encontramos

mucho en los escritos del romanticismo, lo infinito; es decir, no se exige un patrón

y hay límites para la creación. Por eso los expositores artísticos de esa época

revolucionaron con su arte como Mozart o Beethoven, o como Francisco de Goya

o Delacroix, en fin, de no haber sido por ese movimiento probablemente en lugar

de considerarlos unos genios los hubieran considerado unos locos o rebeldes.

En síntesis, el romanticismo es el movimiento cultural de una manera de sentir y

concebir la naturaleza, la vida y al mismo hombre. Apelando siempre “al

sentimiento, dando pie agrandes ideales sobre todo de libertad política, arte y

belleza, de la soledad heroica y de la acción temeraria, del amor frenético y de la

contemplación de la vida y de la muerte, etc.” (Urdanoz, 1975)

4 Después se traduciría en una nueva manera de ver el arte, ya que en definitiva


lo que se buscaba era deslindarle la función se le había dado, que es la de
“perpeturar” a la nobleza en la historia como personas perfectas, divinas.
Sobre el pensamiento de Goethe y la educación

Su nombre completo Johann Wolfgang Von Goethe (2015), de nacionalidad

alemana a quien se le conoce como un gran pensador, poeta y dramaturgo que

influencio y ayudó a fundar el romanticismo, el concebía al mundo bajo la creencia

de que el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes; colaboró también en el

movimiento Sturm und Drang (Tempestad e ímpetu) donde se establecía una

amplia libertad de subjetividad individual y en donde la fuente de inspiración era el

sentimiento en vez de la razón.

Goethe (2008) en sí no propuso un esquema o sistema de educación, pero en una

de sus obras más importantes “los aprendizajes de Wilheilm Meister”, una novela

donde se narra bajo el contexto del final de feudalismo, los cambios sociales que

se vivenciaban en esa época, pero además desarrolla su personaje principal

desde su infancia hasta que consigue la madurez con la idea de alcanzar una vida

real, en donde la decisión crucial es qué es lo que desea ser en la vida aceptando

su realidad que es ser un burgués o creando su propio destino tomándola en sus

manos y descubrir realmente ¿cuál es su objetivo en esta vida? y ¿cómo llegar a

se feliz?

Para Goethe “la educación es ante todo una labor espiritual, de humanización,

como para la mayoría de sus contemporáneos de ese periodo lo importante es la

formación de la personalidad” (Luzuriaga, 1997), también considera la idea de la

educación partiendo de las condiciones o dotes congénitas, es decir de las


habilidades de cada quien, pero da pauta a una potencialidad bajo la

transformación de estas en ciertas condiciones pero siempre bajo la acción del

educando, es decir, sólo bajo su propio esfuerzo. Goethe lo señala al argüir “en la

vida la acción importa […] Ser activo es el destino del hombre.” (Luzuriaga, 1997).

Dentro de la novela construye el concepto de “provincia pedagógica” donde narra

el cómo los niños deben convivir, en una forma de preconcebir y simular lo que

mas tarde ellos vivirán en la sociedad real, siendo la forma más natural de educar,

para convertirse en hombres, en seres útiles. Por lo que ahí se llevan a cabo

actividades de toda índole: agrícolas, artesanas y artísticas, donde se enriquece la

habilidad pero también los valores. (Auriac, s.f.)

En síntesis Goethe se caracterizó por dar mucho énfasis a la acción, podíamos

decir que es un antecedente de la educación social, porque su pensamiento se

lleva a cabo bajo la primicia de que el niño tiene potencialidades y que de ellas,

cuando crezca, puede usarlas para el beneficio social, sólo que debe guiarse,

alimentarse y desarrollarse bajo instrucción pero también con una libertad de

observar y experimentar de forma natural su entorno y lo que siente, dando así la

libertad de aprender a un ritmo pero con una dosis de autoaprendizaje. Por eso es

que se le considera precursor de la evolución educativa de fines del siglos XIX.

Conclusiones desde la perspectiva actual


En la actualidad, es imposible no percatarse de que existe una problemática en la

educación de los jóvenes, no porque no sepan sino porque hay algo que

aparentemente no le encuentran sentido a lo que significa educarse. En mis años

de estudiante (que son muchos) siempre me preguntaba porqué había algunos

maestros que no se esmeraban por enseñar o que se detenían a evaluar aspectos

de forma mas que de fondo; es decir, calificar cuestiones como “estás uniformado”

en lugar de evaluar lo que uno ha trabajado o la capacidad de análisis. A veces es

confuso saber qué es lo que realmente quiere un profesor y eso se refleja después

en el interés de aprender. Pero a esto hay que agregarlo algo más, precisamente

esta desvinculación del por qué estudiar, el para qué invertir ir al colegio tiempo,

dinero y esfuerzo; al parecer es porque los profesores, sobre todo a nivel

educación básica, no crean esta naturalidad del aprendizaje que permita hacer

que el niño o joven interactúe con su mundo. Basta ver en reuniónes familiares o

las propias escuelas que sigue existiendo este método aristotélico de que quien

tiene toda la razón es el maestro/adulto y el alumno le hace honor a su propio

significado, es decir, en verdad está en la penumbra llamada ignorancia, por lo

tanto debe quedarse callado y sólo escuchar indicaciones o lo peor de todo

aceptar sin razonar o cuestionarse5.

Ahora bien, actualmente vivimos una paradoja social en donde estamos inmersos

en este universo de información llamado internet, con lo cual nos ha denominado

Castells (1994) como la sociedad de la información, es decir al alcance de un click

5 Salvo que afortunadamente auó n no hay afectaciones en el ser humano que impida que se experimente
este cuestionamiento en la adolescencia, es decir, considero que si no fuera porque existe esta etapa
natural que despierta el intereó s de rechazar todo lo preconcebido, tal vez ya no habríóa evolucioó n del ser
humano y seríóamos seres acabados, desagradablemente iguales y por lo tanto soó lo seguiríóamos
indicaciones y asentaríóamos a todo y para todo, probablemente seríóa el fin de la creacioó n e innovacioó n.
cualqueira puede acceder a diversa información; yo misma ahora como profesora

no puedo darme el lujo de pensar que mis alumnos no saben lo que yo sé, sin

embargo es observable que existe apatía en cuanto qué es lo que quieren los

alumnos de su vida y no de lo que son capaces de saber, o se sienten confundidos

al concluir la universidad y sienten que no saben hacer nada, no saben cómo

aplicar sus conocimientos, o como integrar la multidisciplinariedad del aprendizaje;

es decir, ¿aprendes matemáticas para un examen o para saber contar cuánto

gastas al año?, mucho creo los exámenes y calificaciones como instrumentos

evaluativos del aprendizaje han creado una cerrazón en el alumno para querer

aprender y valorar lo aprendido, por que se ha vuelto un mero trámite el asistir a la

escuela con el objetivo de obtener un certificado o una calificación pero no para

obtener un aprendizaje que le sirva en su profesión, para su sociedad, para la

vida.

En conclusión, por eso es que me atrevo a argumentar que el romanticismo es un

movimiento inacabado o inconcluso, en pleno siglo XXI apenas vemos

modificaciones sustanciales de cómo enseñar, y creo que hacia allá vamos hacia

la búsqueda de que los alumnos encuentren respuestas por sí mismos, se

autocuestionen lo que se les enseña y lo vinculan con su entorno. Lograrlo creo

implica también cambios en los paradigmas que envuelven el rol del profesor y

pensar que no somos sabelotodos, pero sabemos dónde buscar, damos prioridad

al análisis y crítica más que a la memoria. En fin, ahora que me encuentro del otro

lado como facilitador/profesor de un grupo, además virtual, me doy cuenta de que

hay que trabajarlo más y buscar estas alternativas a nuestro favor para que
también los alumnos cambien su forma de percibir la escuela, se acostumbren a

ser responsables de su aprendizaje, comprometidos con sus estudios y desarrollar

sus habilidades buscando su satisfacción personal y profesional.

Fuentes de Información

Auriac, P. (s.f.) Goethe y la educacioó n. Meó xico: Revista Universidad Panorama 7


Recuperado de
http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/files/journals/1/articles/424
3/public/4243-9641-1-PB.pdf

Castells, M. (1994) Flujos, redes, e identidades de una teoríóa críótica de la sociedad de


la informacional, en casetas, M. et al Nuevas perspectivas críóticas de la educacioó n.
Barcelona, Espanñ a: Paidoó s.

Goethe, W. (2008). Los anñ os de aprendizaje de Wilhelm Meister, traduccioó n Miguel


Salmeroó n, tíótulo original Wilhelm Meister lehrjabre, Segunda edicioó n. Madrid: Edicioó n
Caó tedra.

Johann Wolfgang von Goethe. (2015). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de


consulta: 21:39, octubre 21, 2015 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Johann_Wolfgang_von_Goethe&oldid=85391306.

Luzuriaga, L. (1997) Goethe en Histoira de la Educacuón y de la Pedagogia (23 ed.)


Buenos aires : Losada P.p. 197 -198

Urdanoz, Teoó filo (1975) El romanticismo filosoó fico. Origen y caraó cteres en Historia de
la filosofía. Madrid, BAC. Tomo IV P.p. 225 -259

También podría gustarte