Desintoxicacion "Shank Prakshalana"

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DESINTOXICACION “Shank

Prakshalana”

Shank Prakshalana una técnica milenaria de la India, consiste en la


ingestión de agua para limpiar el intestino. Se añade sal, para que el agua
no se absorba por la pared intestinal, con lo que se eliminaría por vía renal.
Los movimientos que se realizan van conduciendo el agua hasta el recto, y
las tomas de agua sólo terminan cuando el agua sale tan limpia como
cuando entró.
LA IMPORTANCIA DE UN INTESTINO LIMPIO

Antes de empezar con la descripción de la técnica parece indicado


reflexionar sobre la importancia de tener un intestino limpio. Al transformar
los alimentos, el organismo produce residuos y toxinas que debe eliminar.
De ahí la importancia de mantener en el mejor estado de limpieza el
intestino. Una buena ayuda, sin duda, la proporciona la dieta, con la toma
de alimentos de fácil digestión y que contengan fibra, como son las frutas,
verduras y ensaladas.

Evitar, completa o parcialmente, la carne es un buen método para no


intoxicar con residuos pútridos el intestino. Lo más aconsejable para una
persona no vegetariana es tomar, como máximo, carne una vez por semana
(como hacían nuestros abuelos). Los condimentos fuertes, los picantes y los
excitantes también deben moderarse. El pescado se tomará en pequeñas
cantidades y mejor a la plancha. La mejor forma de tomar derivados lácteos
es el yogur.

Se ha comprobado que los restos que quedan adheridos al intestino,


formando costras durante mucho tiempo y produciendo una irritación
permanente de la mucosa intestinal, pueden ser la causa de numerosos
tipos de cáncer, especialmente de colon, pues está demostrado que las
zonas intestinales más propensas al cáncer son las curvaturas del colon. En
ellas se produce una disminución de la velocidad de las materias
circulantes, que favorece su incrustación y putrefacción posteriores, dando
lugar a irritaciones, ulceraciones y cáncer.

Puede ocurrir que una persona evacue todos los días normalmente y sufra
sin saberlo de estreñimiento crónico, con las consecuencias que ello
entraña. Es decir, elimina, pero con retraso, dando tiempo a que proliferen
los gérmenes que acabarán intoxicando al organismo. Hay, pues, que
vigilar, ya que las consecuencias del estreñimiento, de una forma o de otra,
son: aliento fétido, cefalea, insomnio, depresiones, irritabilidad, ciática,
hemorroides, cáncer, apendicitis, erupciones en la piel, etc.

A nuestra mentalidad occidental le repugna incluso hablar de estas cosas,


considerando a todo lo relacionado con el tracto digestivo como algo
repulsivo. Pero debemos superarlo, ya que simplemente estamos
trabajando con nuestro propio organismo, que, sea como sea, debemos
aceptar, ya que de no hacerlo nos producirá más problemas.

COMO Y CUANDO UTILIZARLA


Se aconseja realizar este tratamiento cuatro veces, aprovechando los
cambios de estación. El momento más propicio es por la mañana en
ayunas, y mejor en un día festivo, en el que no haya prisa y pueda
aprovecharse el resto de la jornada en saborear la paz que invade el
organismo y que da un toque especial a ese día. Es mejor estar solo,
pasear y, si es posible, efectuar ejercicios de relajación, meditación o yoga;
también se puede escuchar música, o caminar por el campo, todo ello en
una jornada que la persona dedica a sí misma para reencontrarse después
de los días de agitación y prisas. La ventaja de la limpieza con agua salada
es que se limpia de una sola vez todo el intestino.

Las personas que encuentren el agua salada desagradable la pueden


sustituir por el agua resultante de hervir varias verduras. El agua salada se
tomará tibia o incluso algo caliente. Ello evita el enfriamiento que produciría
la toma de grandes cantidades de agua fría; además, como es bien sabido,
el agua caliente limpia más que la fría. El tiempo total para efectuar la
limpieza con agua salada puede ser de una a tres horas.

Si al final nota su estómago lleno, es que ha quedado algo de agua en él.


Para eliminarla se repetirán los ejercicios del primer movimiento, es decir los
que eliminan el agua del estómago abriendo el píloro (véase «Ciclo de
movimientos»). Si la sensación de llenado se produce más hacia abajo, es
mejor parar la ingestión de agua, repetir los ejercicios y volver al lavabo.
Una vez recobrada la sensación normal, se siguen tomando los vasos de
agua como se indica en «Método a seguir». Al cabo de dos o tres
defecaciones, el agua saldrá solamente turbia, con variaciones en su color.
Todo ello indica que el proceso de limpieza es correcto y que se debe seguir
hasta que el agua salga transparente y clara como entró.

En relación a los pequeños problemas que se pueden presentar, cabe citar


la eventual irritación del ano, que puede solucionarse con la limpieza en el
bidet seguida de la aplicación de una pequeña cantidad de aceite de oliva
como lubricante. La persona que efectúa su primera limpieza intestinal es
conveniente que, unos días antes del lavado de agua salada, practique bien
los movimientos de conducción del agua indicados en «Ciclo de
movimientos», a modo de entrenamiento.

ALGUNAS CONTRAINDICACIONES

El ejercicio de limpieza intestinal con agua salada no se deberá efectuar si


la persona no se encuentra en perfecto estado de salud. No deberían
efectuarlo las personas que en ese momento sufran determinados
problemas digestivos como úlcera gástrica o duodenal, ni enfermedades
como diarrea, colitis, apendicitis, tuberculosis intestinal, cáncer, etc. Cabe
decir que esta técnica se emplea en determinados hospitales e incluso
como complemento a curas de rejuvenecimiento en las que, bajo
supervisión, se llega a efectuar incluso diariamente, complementada con
caldos de verduras para remineralizar el organismo.

EFECTOS BENEFICOS

No cabe duda que efectuar una limpieza de algo tan sucio como puede ser
nuestro intestino, es de por si, algo enormemente beneficioso. Pero además
debe añadirse que se han constatado experiencias sorprendentes, como
puede ser la eliminación de algún producto ingerido meses antes.
Personalmente he visto cómo eliminaba un pequeño trozo de plástico que
ingerí accidentalmente meses antes, y que había quedado por algún pliegue
intestinal.

La limpieza intestinal se traduce en una agradable sensación de quietud


interior, que en los días siguientes se traducirá en un mejor sueño, mejor
aliento, la desaparición de erupciones o granos, e incluso la desaparición de
los olores corporales (hasta los de las primeras deposiciones). También
deben anotarse los efectos tónicos, como la estimulación del hígado y otras
glándulas abdominales, especialmente el páncreas. Incluso, algunos casos
de diabetes (no insulinodependientes) se han tratado con éxito efectuando
este ejercicio a días alternos y bajo control médico durante dos meses.
Finalmente, la limpieza del intestino comporta una mejor absorción y
asimilación de los alimentos.

La limpieza intestinal con agua salada hace que las deposiciones puedan
retrasarse incluso 36 horas, siendo de color amarillo anaranjado e inodoras.
Mi experiencia, sin embargo, me permite poder afirmar que las
evacuaciones se producen con normalidad horaria pero con menor
volumen, con color a veces más oscuro que el amarillo, e inodoras.

REGIMEN DE COMIDAS Y BEBIDAS

Lo más aconsejable la semana previa a efectuar la limpieza con agua


salada, es ir preparando el intestino con una reducción de los alimentos
grasos y cárnicos, sustituyéndolos por mayores cantidades de verduras,
ensaladas y frutas. También es aconsejable seguir este régimen una vez
efectuada la limpieza intestinal, para poco a poco ir volviendo al régimen
individual que cada uno siga.
Una vez efectuada la limpieza intestinal deberá efectuarse una comida
media hora después, como máximo al cabo de una hora, ya que no debe
dejarse el tubo digestivo vacío durante más de una hora. Para ello se debe
efectuar una comida de arroz blanco muy cocido (para facilitar la digestión),
al que se le añadirá aceite de oliva, con el objeto de lubricar de nuevo las
paredes intestinales. En lugar de arroz puede emplearse pasta de trigo (tipo
macarrones, tallarines, etc.), no integral y que esté muy hervida.

En las siguientes comidas, e incluso hasta las primeras 24 o 48 horas, no


debe tomarse ningún tipo de alimento ni bebida ácida (tomate, yogur, leche,
frutas, refrescos sintéticos, etc.), ni picante (salsa, ajo, cebolla,
condimentos), así como tampoco excitantes (café, té, chocolate, etc.).
Simplemente se tomarán alimentos neutros, como arroz, legumbres cocidas,
pan, macarrones, tallarines, verduras, ensaladas (lechuga, zanahoria,
aceitunas, remolacha, germinados, etc.), así como quesos semiduros no
fermentados. En una palabra, alimentos simples, de fácil di gestión, que no
puedan irritar al intestino que hemos acabado de limpiar.

Con relación a las bebidas, es aplicable lo dicho para las comidas, pero
procurando no beber ningún líquido hasta haber efectuado la primera
comida, ya que, de otra forma, el «sifón» continuaría, y nos encontraríamos
con que no podríamos poner nunca fin a nuestras visitas al baño. El alcohol
está prohibido tanto antes como después del ejercicio, hasta al menos tres
días después de haber realizado la cura. Tras la primera comida es
aconsejable la toma de infusiones de plantas medicinales (diente de león,
ortiga, zarzaparrilla, etc.), que complementan la purificación total del
organismo.

Cualquier persona que efectúe la limpieza con agua salada, luego escogerá
instintivamente los alimentos con mayor cuidado, porque habrá tomado
conciencia de la sensación especial que se tiene cuando se ha limpiado el
intestino. Se tiene la sensación de tener un intestino nuevo, como de un
recién nacido; ya no existen ni la pesadez de estómago, ni los flatos, ni
gases, ni ningún tipo de molestias. Algo parecido a una quietud interior
ligada con paz y bienestar, que se transmite al resto cuerpo. Por ello,
después de la limpieza y la primera comida es aconsejable reposar,
evitando enfriarse. Y todo ello, sin cargar la mente con lecturas, sino
dejándose llevar por la relajación o la música.

METODO A SEGUIR
Hervir 3 litros de agua, luego dejar enfriar, agregar luego la sal marina o sal
del Himalaya, no se debe utilizar sal comun refinada y con aditivos. (una
cucharada de postre por litro).

Beber dos vasos de agua salada entre tibia y caliente.

Efectuar los cuatro movimientos descritos en “Ciclo de movimientos”.

Beber otros dos vasos de agua tibia.

Ejecutar el ciclo de cuatro movimientos de nuevo.

Seguir así hasta haber bebido seis vasos. Esto es un cilclo completo de
toma de agua.

Ir al lavabo y esperar a que se produzca primera evacuación. En caso de no


producirse en cinco minutos, volver a efectuar otro ciclo movimientos, sin
tomar agua.

Si excepcionalmente no se produce la primera evacuación, deberá


practicarse una lavativa para iniciar el efecto sifón.

A partir de la primera evacuación, seguir con el ciclo completo de toma de


agua, efectuar los ejercicios e ir al lavabo.

Terminar cuando el agua salga tan limpia como entra (puede costar de
veinte a cuarenta vasos o incluso más). Para ello, dejar de tomar agua y
quedarse cerca del lavabo durante una hora, ya que es normal evacuar un
par de veces más.

No beber hasta la primera comida, que deberá efectuarse entre media y una
hora después.

CICLO DE MOVIMIENTOS
Con un ciclo de cuatro sencillos movimientos se conduce el agua por el tubo
digestivo hasta su evacuación. Cada movimiento se efectúa cuatro veces a
cada lado, alternativamente, excepto el primero, que particularmente se
aconseja efectuarlo seis veces. El ciclo total ocupará un minuto
aproximadamente.

Movimiento 1

Con los pies separados unos 30 cm y los brazos elevados, con los dedos
entrelazados y las palmas hacia arriba, en posición recta, elvarse sobre los
pies manteniendose unos segundos, para luego descanzar sobre ellos y
repetir la postura 4 veces.

Movimiento 2

Con los pies separados unos 30 cm y los brazos elevados, con los dedos
entrelazados y las palmas hacia arriba, en posición recta, efectuar giros de
tórax hacia los costados: seis veces a cada lado con un total de doce
inclinaciones, empezando por el lado izquierdo (tiempo total 12 segundos).
Con estos movimientos evacuaremos el agua del estómago, ya que con
ellos se abre el píloro.

Movimiento 3

Con la misma posición anterior de los pies, extender el brazo derecho


horizontalmente y doblar el izquierdo, hasta que la mano toque la clavícula,
momento en que se efectúa la rotación del tronco dirigiendo el brazo
extendido hacia atrás, lo más lejos posible, mirando la punta de los dedos.
Seguir rápidamente hacia el otro lado. Se hará el movimiento a cada lado
cuatro veces, lo que comporta un total de ocho movimientos (tiempo total 10
segundos). Con estos movimientos se hace avanzar el agua por el intestino
delgado.

Movimiento 4

Colocar el cuerpo extendido boca abajo y alzar la cabeza, apoyando en las


palmas de las manos (dirigidas hacia delante) y en los dedos de los pies
(flexionados también hacia delante) con los pies separados unos 30 cm. Se
gira cabeza, hombros y tronco hasta mirar el talón opuesto (si se empieza
por la derecha deberá verse el talón izquierdo). Efectuar seguidos, sin parar,
cuatro giros a cada lado; es decir, un total de ocho movimientos (tiempo
total 15 segundos). Con estos movimientos se hace avanzar el agua por el
final del intestino delgado.
Movimiento 5

Colocarse en cuclillas, con los pies separados 30 cm y con los talones


colocados hacia el exterior de los muslos (no bajo las nalgas), y con las
manos sobre las rodillas, que estarán separadas unos 50 cm. Primero girar
la cabeza y el tronco hacia la derecha, colocando la rodilla izquierda sobre
el suelo, delante del pie opuesto. Las manos ayudarán a efectuar los
movimientos tratando de que cada vez se oprima una mitad del vientre con
objeto de presionar el colon. Para completar bien esta presión va bien mirar
hacia atrás y presionar el abdomen. Estos movimientos se realizarán
comprimiendo primero el lado derecho del abdomen, con el objeto de
presionar el colon ascendente. Se efectuarán cuatro movimientos a cada
lado, lo que supone un total de ocho giros (tiempo total 15 segundos). Con
este movimiento se conducirá el agua a través del colon.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Al iniciar el lavaje, después de los primeros 6 vasos de agua salada y de los


ejercicios (que se explicarán a continuación) aún no se producía la primera
evacuación, por lo cual tuve que insistir en los ejercicios del método (shank
prakshalana) y después de efectuar unas cuantas rondas de los ejercicios,
entonces sí, ocurrió la primera evacuación y, a partir de allí, el método
prosiguió con más de 2 docenas de evacuaciones a lo largo de casi 2 horas,
hasta que el agua que iba siendo evacuada se iba poniendo casi trasparente y
sin ningún desecho sólido, solo agua clara de una coloración amarillo tenue, y
sin ningún olor.

El método consiste, en resumen (luego será explicado paso a paso), en


ir tomando agua caliente con sal (caliente como se toma un caldo) de a vasos,
y, entre vaso y vaso de agua hay que efectuar una serie de ejercicios
corporales simples, cuya funcionalidad es 1°) “abrir el píloro” del estómago para
que el agua ingrese al intestino delgado y 2°) que el agua viaje fácilmente por
todo el recorrido de los intestinos hasta el recto. Los ejercicios facilitan estos
dos procesos, y funciona muy bien.
El agua debe ser salada para que se abra el píloro y entre a los
intestinos, porque si el agua se ingiriese pura, sin sal, el píloro permanecería
cerrado y el agua buscaría la vía de escape a través de los riñones y el sistema
urinario, y esto último no es lo que se busca… Lo que deseamos es que el
agua ingrese a los intestinos para una profunda limpieza, y la sal facilita esto.
VAMOS AL MÉTODO

Primero, las contraindicaciones:

Deben abstenerse de realizar este método, los que sufren úlcera de


estómago; afecciones intestinales graves o cáncer intestinal; y los que sufren
diarrea crónica, colitis pronunciada (hasta que se normalicen, entonces si
pueden efectuar el método).
Las personas que quieran efectuar el método deben intentar realizar los
ejercicios antes de intentar comenzar con el lavaje, para ver si pueden bien con
los mismos, ya que estos deben efectuarse en el lavaje intestinal durante más
de 1 hora, y el cuerpo debe poder resistir bien los ejercicios. Estos ejercicios no
son complicados, pero dependerá del estado físico de cada persona. Tomar en
cuenta este punto.

Preparativos:

Elegir un día en el cual se pueda estar libre de actividades. Esto suele


ser, por ejemplo, un domingo, que suele ser día para el descanso o la
recreación. Si se vive con otras personas en la casa, antes de disponerse a
realizar el método poner de sobreaviso a los demás, para que sepan que,
durante algo más de 1 hora, el baño estará ocupado, ya que las evacuaciones
durante la limpieza intestinal, después de la primera evacuación, se producen
con espacios de tan solo minutos, y sería contraproducente que otra persona
ocupase el baño por 20 minutos o más dejando esperar al que lo necesita
imperiosamente porque está en medio del lavaje interno… Si en la casa hay
dos baños…, problema solucionado.
El momento más oportuno para hacer el ‘Gran Lavaje’ es a la mañana,
en ayunas.
El día de la limpieza (y preferentemente también el día posterior), no
hacer ejercicios físicos rudos ni asanas.

A continuación veremos “los pasos” del método, y, seguidamente se


explican “los ejercicios” que forman parte crucial del método.

Los pasos:

1. Calentar agua salada a razón de 5 a 6 gramos de sal por litro (una


cucharadita de postre x litro). Hay que comenzar con, por lo menos, 2 litros
de agua que alcanzarán para un lavaje de 6 a 8 vasos, pero hay que tomar en
cuenta que una limpieza más profunda puede llevar varios litros más… (En mi
caso, en el primer lavaje intestinal con este método llegué a utilizar 6 litros de
agua mineral, lo que equivalió a 19 vasos bien llenos bebidos a lo largo de 2
horas. En mi proceso iba calentando el agua con sal cada dos litros, porque
veía, por el aspecto de las evacuaciones, que la limpieza debía proseguir hasta
conseguir que el agua expulsada fuera transparente).
2. Beber un vaso del agua caliente salada previamente preparada.
3. Efectuar un ciclo completo de los movimientos (que se describirán luego).
4. Beber un segundo vaso de agua y realizar nuevamente los ejercicios.
5. Continuar así hasta haber bebido 6 vasos.
6. Repetir los ejercicios (movimientos) varias veces hasta que se sienta la
más leve necesidad de evacuar, e ir al escusado.
7. Luego de la primera evacuación, beber un vaso de agua y repetir los
movimientos. Usted sentirá, en algún momento de los movimientos que
necesita ir al escusado otra vez.
8. Luego de evacuar por 2° vez, beba otro vaso de agua y realice otra vez los
movimientos. Prosiga así: “agua-ejercicios-evacuación”, hasta que usted
sienta que el agua ya sale sin sedimentos y limpia.
9. Finalice el lavaje dejando de tomar el agua salada, tras lo cual usted ira
varias veces más al escusado para que se termine de evacuar el agua ingerida.
10. Importante: La primera comida debe efectuarse entre media hora y 1 hora
después del último vaso de agua bebido. El alimento debe ser arroz blanco (sin
cascarilla, es decir, no integral) bien hervido y cocido, o pasta, con mantequilla
o aceite. Se puede sazonar con queso de rallar.Antes de esta primera comida,
no hay que beber agua pura, sin sal. Resistir la sed hasta después de esta
primera comida. Después ya se puede tomar agua normalmente.

Para los que sufren de estreñimiento, este método se puede efectuar


con tan solo 6 vasos de agua, para lograr la primera evacuación. Pero en tal
caso el objetivo no sería realizar una limpieza profunda, sino vencer el
estreñimiento. Para lograr la limpieza profunda de los intestinos, serán
necesarios más de 10 vasos de agua durante todo el ejercicio. La cantidad de
vasos dependerá de cada organismo, de las incrustaciones que pueda haber
en los intestinos y del resultado que cada cual desee obtener. Se dice que los
yoguis siguen con el ejercicio “agua-movimientos-escusado” hasta que el agua
expelida por el recto es tan clara y transparente como la que ingresó por la
boca.

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