Normas ISO 9000

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La familia de normas ISO 9000: Evolución y características

La International Organization for Standardization (ISO) es el organismo internacional


que elabora los estándares que llevan su nombre, y que son publicados como normas
internacionales. Entre los estándares elaborados por la ISO está la familia de normas
ISO 9000, fruto del trabajo del Comité Técnico ISO/TC 176, que se creó precisamente
con la finalidad de elaborar normas para la Gestión de la Calidad en las empresas. La
serie de normas ISO 9000 supuso la introducción de ISO en el ámbito de la dirección
empresarial con el desarrollo de estándares para la certificación de sistemas de gestión.
Hasta el lanzamiento de estas normas, así como de la serie ISO 14000, la actividad de
ISO estaba concentrada en la emisión de normas específicas para estandarizar
productos, procesos o materiales. Por tanto, se amplió el propósito de la norma hacia los
sistemas de gestión, al tiempo que se adoptó un enfoque de universalización pues se
trata de normas genéricas aplicables a cualquier organización.

La Figura anterior describe la composición de esta familia de normas desde su


nacimiento. La primera versión de normas ISO 9000 fue publicada en 1987. Esta
primera familia de normas ISO 9000 refundía una serie de estándares mundiales
anteriores, con el objetivo de que sustituyesen a los múltiples estándares nacionales que
se habían ido elaborando, avanzando hacia la armonización internacional de las normas
de calidad. Se perseguía crear un SGC basado equitativamente en requisitos
internacionales, que además sirviese de guía a la práctica organizativa en la materia.
Estas normas fueron actualizadas en 1994. Esta actualización fue provocada por el
debate sobre las insuficiencias que aquejaban al modelo original, entre ellas su énfasis
en el desarrollo de un sistema burocrático que implica mucho papeleo, así como su
inadecuación para organizaciones de servicios. La segunda versión de las normas ISO
9000 introdujo cambios significativos definiendo con mucha más claridad muchos de
los requisitos.

La serie ISO 9000:1994 se componía de cinco normas. Una de ellas (ISO 9000) era de
carácter conceptual y servía como guía y acompañamiento a las tres siguientes, siendo
de aplicación general a cualquier organización. Por su parte, los estándares ISO 9001,
9002 y 9003 eran las normas susceptibles de ser certificadas cuando la empresa, por
razones contractuales, está obligada a demostrar la calidad frente a terceros. Estos
estándares especificaban los requisitos mínimos para implantar y mantener un SGC
documentado de distinto alcance según el producto y las actividades que se deseasen
asegurar. La opción por una de ellas no era voluntaria, sino que dependía del tipo de
actividad que desarrollaba la empresa. Por último, la norma ISO 9004:1994 ofrecía
directrices de un SGC cuando la empresa pretendía desarrollarlo por razones internas,
sin obligación contractual de certificación pues la misma no era certificable.

La familia de normas ISO 9000:2000

La evolución de las necesidades de las empresas y los clientes en calidad, así como de
los propios enfoques para la Gestión de la Calidad, aconsejó prudentemente a ISO a
incluir un protocolo que establecía la revisión de las normas al menos cada cinco años,
para adaptarlos al cambio del marco empresarial. Los dos problemas básicos de la
segunda edición de esta serie de normas eran su dificultad de adaptación a las empresas
de servicios, al estar pensados básicamente para empresas industriales, y la creciente
divergencia con los modelos de GCT. Junto a ellos, se señalaba una serie de problemas
que han marcado los modelos enfocados a la certificación durante toda su trayectoria:
excesiva burocratización del sistema ligada sobre todo a un énfasis desmedido en la
documentación, falta de flexibilidad asociada a la rigidez en la aplicación de los
procedimientos e instrucciones de trabajo, complejidad y falta de claridad en la
estructura de la familia de normas, obstáculos a la integración entre normas sobre
distintos sistemas de gestión, y falta de presencia del principio de mejora continua en la
configuración del propio SGC.

Todo ello propició la tercera edición de normas ISO, que coexistieron durante 3 años
con la edición anterior, facilitando la adaptación a las organizaciones. A partir del 15 de
diciembre de 2003, la única edición de normas ISO 9000 que está en vigor es la del año
2000.

Mientras que la reforma de 1994 no supuso cambios fundamentales para las normas, la
tercera edición introdujo ya modificaciones sustanciales de su contenido y su alcance.
Los objetivos perseguidos con esta reforma eran varios:

 Generalizar la aplicabilidad de normas para la implantación y operación de SGC


eficaces, a todos los sectores y organizaciones.
 Clarificación del lenguaje, aproximándolo a la práctica empresarial.
 Simplificar su estructura. La nueva estructura de la familia de normas ISO
9000:2000 reduce las diferentes alternativas de certificación a que antes daban
lugar las normas ISO 9001, 9002 y 9003, en una única norma ISO 9001, válida
para todas las organizaciones con independencia de la naturaleza de su producto
y de las actividades desarrolladas.
 Complementariedad con otras normas. Se ha perseguido la compatibilidad, tanto
con otros SGC como con la norma ISO 14001 de gestión medioambiental.
 Cambio en la filosofía: progresar hacia la dirección estratégica de la calidad. Las
nuevas normas representan un cambio profundo de visión desde el
aseguramiento hacia la Gestión de la Calidad, o dicho de otro modo, desde una
orientación basada en procedimientos a una perspectiva basada en procesos
 Enriquecimiento del modelo: enfocado a la satisfacción de los clientes, a la
mejora continua y a la integración de los SGC en los procesos de la
organización. De hecho, la definición de principios establecidos en esta norma
se realizó tras revisar modelos de GCT como el Deming Prize, el Modelo
Europeo de Excelencia de la EFQM y otras experiencias como el Seis Sigma.

Estas diferencias sustanciales entre la segunda y la tercera versión de la norma explican


que, según diversos estudios, la mayoría de las empresas analizadas crean que la norma
ISO 9001:2000 propicia la implantación de SGC más eficaces que la ISO 9001:1994.

Las principales características de esta familia de normas son las siguientes:

 Responsabilidad de la dirección: obligación de elegir a un miembro del equipo


directivo como el responsable directo del desarrollo del Manual de Calidad.
 La mejora continua como filosofía de gestión, siendo el ciclo PDCA de Deming
pieza esencial de la metodología
 Método orientado hacia los procesos: busca definir e implantar un
procedimiento común.
 Establecer y documentar criterios para la ejecución de procesos y
especificaciones, cuyo cumplimiento permita satisfacer al cliente.
 Las normas hacen hincapié en la consecución, medida y documentación de los
objetivos en registros, más que en documentar minuciosamente cada fase de los
procesos.
 Modelo garantista: proporciona confianza y reconocimiento externo de la
calidad.
 Actualización continua del sistema mediante auditorías periódicas.

El modelo de la norma ISO 9001:2000: principios y alcance

En el modelo de SGC propuesto por la ISO 9001:2000 laten ocho principios que
reflejan las mejores prácticas de Gestión de la Calidad, y que fueron elaborados como
directrices para que la dirección pudiese conducir a su organización hacia mejoras del
desempeño:

 Organización enfocada al cliente. Las organizaciones dependen de sus clientes,


y por lo tanto deberían comprender sus necesidades actuales y futuras, satisfacer
sus requisitos y esforzarse por superar sus expectativas.
 Liderazgo de la dirección. Los líderes establecen la unidad de propósito y la
orientación de la organización. Ellos también deberían crear y mantener un
ambiente interno, en el cual el personal pueda implicarse completamente en el
logro de los objetivos de la organización.
 Participación del personal. El personal, a todos los niveles, es la esencia de una
organización y su total compromiso posibilita que sus habilidades sean usadas
para el beneficio de la organización.
 Enfoque basado en procesos. Un resultado deseado se alcanza más
eficientemente cuando los recursos y las actividades relacionados se gestionan
como un proceso.
 Enfoque de sistema para la gestión. Identificar, entender y gestionar los
procesos interrelacionados como un sistema contribuye a la eficacia y la
eficiencia de una organización en el logro de sus objetivos.
 Mejora continua. La mejora continua del desempeño global de la organización
debería ser un objetivo permanente de ésta.
 Enfoque (objetivo) basado en hechos para la toma de decisiones. Las decisiones
eficaces se basan en el análisis de datos y la información.
 Relaciones mutuamente beneficiosas con el proveedor. Una organización y sus
proveedores son interdependientes, y una relación mutuamente beneficiosa
aumenta la capacidad de ambos para crear valor.

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