LOMBARDI Cuantica Lenguage Racionalidad PDF
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LOMBARDI Cuantica Lenguage Racionalidad PDF
ISBN: 978-607-02-2616-8
Mosterín, o de la razón 39
Jesús Zamora Bonilla
Modelos ilustrativos: ¿cuáles son las decisiones?, ¿cuáles los criterios? 345
Juan Carlos García-Bermejo Ochoa
Introducción
Para Aristóteles, la palabra ‘logos’ poseía un significado decir expresa las categorías ontológicas que estruc-
múltiple. En su acepción primaria, ‘logos’ significa- turan lo real.
ba ‘palabra’ o ‘discurso’; en este sentido, el logos era A comienzos del siglo XX, la física cuántica irrum-
el principio inteligible del decir, la racionalidad misma pe en el escenario científico, produciendo una profunda
del lenguaje. A su vez, ‘logos’ significaba ‘concepto’ revolución en la física contemporánea. Desde entonces,
o ‘razón’ en tanto estructura del pensamiento huma- sus impresionantes éxitos predictivos la han convertido
no. Pero ‘logos’ también debía entenderse como ‘ley’ en la teoría fundamental de la física teórica. Pero a pesar
o ‘principio’, esto es, como el orden inmanente de lo de sus numerosas confirmaciones empíricas, aún en
real. Sin embargo, no se trataba de significaciones la actualidad la mecánica cuántica sigue provocando
diferentes puesto que, para Aristóteles, la realidad, múltiples perplejidades: nunca antes en la historia
el pensamiento y el lenguaje compartían una misma de la ciencia una teoría científica generó tantos debates en
estructura racional: el logos era, entonces, la racionali- torno a su interpretación. Y es que hay algo esencialmen-
dad intrínseca a lenguaje, pensamiento y realidad; ello te elusivo en la mecánica cuántica que hace que, a más de
explicaba que pudiéramos alcanzar el conocimiento de cien años de su formulación original, no podamos toda-
lo real y expresar lingüísticamente tal conocimiento. vía discernir con claridad la ontología descripta por la
En la actualidad ya son pocos quienes creen teoría. Por otra parte, si bien existe una estructura
que la realidad posee una estructura que podemos matemática que permite formular la mecánica cuántica
descubrir tal como es en sí misma. Al menos des- en términos formales con total precisión, la teoría
de Kant, aceptamos la intervención de nuestros es- se resiste a todo intento de traducir el formalismo
quemas categoriales en la constitución del objeto matemático a un lenguaje lógico tradicional.
de conocimiento. Y desde el giro lingüístico del si- De este modo, con la mecánica cuántica los es-
glo XX, reconocemos el papel central del lenguaje trechos lazos entre lenguaje, pensamiento y realidad
como manifestación intersubjetiva de tales esque- parecen haberse roto por primera vez: contamos con
mas. No obstante, aun habiéndose abandonado el una exitosa teoría científica cuya referencia no podemos
realismo acrítico de la filosofía griega, persiste entre describir con nuestros lenguajes no-matemáticos; en
los realistas el supuesto de la estrecha relación postulada por consecuencia, no acabamos de comprender la realidad
Aristóteles entre realidad, lenguaje y pensamiento: de la que nos habla dicha teoría. Cabe entonces pregun-
podemos pensar lo que podemos decir, y nuestro tarse por aquella racionalidad tradicional expresada
en la estructura lógica del lenguaje y, con ello, en las
* CONICET/Universidad de Buenos Aires, Argentina. categorías ontológicas de nuestra realidad. El propósito
Correo electrónico: [email protected] del presente trabajo es poner de manifiesto el modo en
328 Olimpia Lombardi
que la mecánica cuántica obliga a reflexionar acerca En el otoño de 1927, se reunió en la ciudad de
de tal racionalidad teórica, en la medida en que pone Como, Italia, el Congreso Internacional de Física, al
en crisis ciertas categorías lógico-ontológicas básicas cual acudieron los físicos más prestigiosos de la época.2
que han predominado a lo largo de la historia de la Fue frente a esa ilustre audiencia que Bohr, en una con-
lógica y la metafísica, hasta nuestros días. ferencia titulada “El postulado cuántico y el reciente de-
sarrollo de la teoría atómica”, presentó por primera vez
1. El principio de complementariedad en público sus ideas sobre complementariedad. Luego de
comparar la descripción de los fenómenos clásicos y
En 1927, Werner Heisenberg publicó el famoso artículo de los fenómenos cuánticos, Bohr expresó su posición en
donde se introducían las hoy bien conocidas relacio- los siguientes términos: “... la propia naturaleza de la
nes de indeterminación. En ese artículo Heisenberg teoría cuántica nos fuerza a considerar la coordinación
demostraba, a partir del recientemente desarrollado espacio-temporal y el requisito de causalidad, cuya
formalismo de la mecánica cuántica,1 la imposibili- unión caracteriza a las teorías clásicas, como aspectos
dad de determinar simultáneamente desde la teoría complementarios de la descripción” (citado en Jammer,
la posición y el momento -o la velocidad- de una 1974: 87). Esta frase, en la cual Bohr introduce por
partícula cuántica: cuanto mayor es la precisión en primera vez el término ‘complementariedad’, contiene
la determinación de la posición del objeto, menor la esencia de la versión más temprana de lo que luego
es la precisión en la determinación de su momento se conoció con el nombre de su famoso principio.
y viceversa. El punto relevante es que esta relación Para Bohr, dar cuenta de un evento de la naturaleza
entre magnitudes denominadas ‘incompatibles’ no significa ser capaz de experimentarlo directamente,
resulta de deficiencias experimentales o limitaciones lo cual implica localizarlo espacio-temporalmente, o
empíricas de la observación, sino que se demuestra conectarlo con una experiencia directa de manera no
directamente a partir del formalismo de la teoría. ambigua, lo cual presupone la existencia de una cadena
Las relaciones de indeterminación de Heisenberg causal de hechos interconectados. En otras palabras,
pusieron claramente de manifiesto la existencia de toda experiencia debe expresarse en términos de la
dos descripciones complementarias de las entidades física clásica, donde descripción espacio-temporal y
físicas fundamentales. La posición es esencialmente descripción causal se encuentran estrechamente uni-
una propiedad corpuscular: las partículas pueden das.3 Pero en mecánica cuántica, o bien se localiza una
ser localizadas de manera precisa. Las ondas, por el partícula cuántica en un instante dado, perdiéndose
contrario, si bien se extienden en el espacio, tienen toda localización posterior; o bien, se describe su
momento cinético. Las relaciones de indetermina- evolución mediante la ecuación de Schrödinger, pero
ción muestran que cuanto más se conoce sobre el sin posibilidad alguna de localizarla con precisión. Por
aspecto ondulatorio de la realidad, menos se conoce lo tanto, las descripciones espacio-temporal y causal,
sobre su aspecto corpuscular, y viceversa. Los expe- que siempre marchan juntas en las teorías clásicas, se
rimentos diseñados para detectar partículas siempre convierten en la mecánica cuántica en aspectos com-
detectan partículas; los experimentos diseñados para plementarios pero excluyentes: ambas descripciones
detectar ondas siempre detectan ondas. Pero ningún son igualmente válidas, pero dado que ninguna de
experimento puede mostrar a una entidad cuántica
comportándose como partícula y como onda simul-
2 La reunión se realizó en Como para conmemorar el cente-
táneamente. Esta característica del mundo cuántico es nario de la muerte de Alessandro Volta, quien había nacido
lo que condujo a Niels Bohr a formular su Principio y fallecido en esa ciudad. Entre la audiencia se contaban
de Complementariedad. Born, Bragg, de Broglie, Compton, Fermi, Heisenberg,
Lorentz, Millikan, Pauli, Planck, Rutherford y Sommerfeld,
entre otros. Sólo Einstein y Ehrenfest, si bien invitados, no
1 Heisenberg desarrolló su demostración en el formalismo de estaban presentes.
la mecánica matricial desarrollada junto con Pascual Jordan 3 En algunos casos, Bohr parece sostener una posición de corte
unos años antes. La formulación axiomática de la mecánica kantiano, como cuando afirma que “toda nueva experiencia
cuántica es posterior, debida a von Neumann (1932). hace su aparición en el marco de nuestros habituales puntos
Mecánica cuántica: ontología, lenguaje y racionalidad 329
las dos es completa en sí misma, ambas son indispen- Si bien sencilla y plausible, esta interpretación
sables para dar cuenta de los fenómenos cuánticos. debió enfrentarse a la profunda dificultad representada
por un resultado de Simon Kochen y Ernst Specker
2. El concepto de contextualidad (1967), quienes demostraron que el formalismo de la
mecánica cuántica impide asignar, de un modo consis-
En mecánica cuántica, las magnitudes correspondien- tente, un valor preciso a cada uno de los observables
tes a un sistema, como posición, momento o spin, se de un sistema que se encuentra en un cierto estado
denominan ‘observables’. Los valores posibles de cuántico.4 En otras palabras, el teorema de Kochen
los observables son las propiedades predicables y Specker prueba la imposibilidad de construir un
acerca del sistema, por ejemplo, una partícula con espacio de las fases clásico que defina las propie-
posición=x o spin=up. Las relaciones de indetermina- dades de todos los componentes del sistema y, a la
ción de Heisenberg o su extrapolación bajo la forma vez, permita reconstruir la estadística cuántica. Este
de complementariedad afirman que, en el caso de resultado frustra todo intento de interpretar la pro-
observables incompatibles, no es posible determinar babilidad cuántica como medida de la ignorancia
con total precisión sus valores en un mismo instante acerca de un microestado clásico subyacente en el que
mediante la teoría. Sin embargo, esto no excluye la se encontraría el sistema, a la manera de la mecánica
posibilidad de que el objeto cuántico posea simul- estadística; es en este sentido que muchos autores ca-
táneamente las propiedades correspondientes a dos lifican las probabilidades cuánticas como irreductibles
observables incompatibles (por ejemplo, posición=x (cfr. Earman, 1986: 232).
y momento=y), pero que la teoría no brinde los me- Es importante reflexionar aquí acerca de los alcan-
dios para determinar dichas propiedades. Esta fue la ces del resultado de Kochen y Specker. Las relaciones
idea de Albert Einstein cuando, en su artículo junto de indeterminación de Heisenberg nos dicen que la
con Boris Podolsky y Nathan Rosen (1934), presentó teoría no permite determinar simultáneamente y
un experimento mental destinado a respaldar un con total certeza el valor de dos observables incompati-
fuerte argumento en favor de la incompletitud de la bles y, por tanto, no permite asignar al objeto cuántico
mecánica cuántica. La idea implícita en el llamado propiedades incompatibles en un mismo instante. Pero
‘experimento EPR’ fomentó la esperanza de formular las relaciones de indeterminación no afirman aún que tal
una mecánica cuántica que, mediante la introduc- asignación sea imposible en principio. El teorema
ción de ‘variables ocultas’ que completaran la teoría, de Kochen y Specker, por el contrario, demuestra que
permitiera interpretar el formalismo al modo de la cualquier asignación de propiedades correspondientes
mecánica estadística clásica. Desde esta perspectiva, el a observables incompatibles es contradictoria con
estado cuántico no representa el estado de un único sis- la teoría. En otras palabras, sólo es posible asignar
tema cuántico, sino la situación en la que se encuentra simultáneamente las propiedades correspondientes a
un ‘ensemble’ de sistemas similares: las probabilidades se un subconjunto de observables del sistema formado
convierten así en frecuencias relativas dentro del por todos los observables mutuamente compatibles;
ensemble y adquieren un significado exclusivamente dicho subconjunto suele denominarse “contexto”.
gnoseológico. El sistema individual bajo estudio po- En este sentido, la mecánica cuántica es contextual:
see, entonces, valores definidos para sus observables, sólo permite asignar valores a los observables de un
pero dado que ignoramos tales valores, sólo podemos mismo contexto. Pero no existe ningún camino para
calcular su probabilidad de ocurrencia a través de su ‘completar’ la teoría de modo tal que sea posible
frecuencia relativa en el ensemble. predicar simultáneamente todas las propiedades del
sistema. Esto significa que el objeto cuántico invali-
de vista y formas de la percepción” (Bohr, 1934: 1), o cuando
enfatiza que “ningún contenido puede ser caracterizado sin
un marco formal” (Bohr, 1949: 240). Estas expresio- 4 El trabajo de Kochen y Specker apunta en la misma dirección
nes recuerdan la filosofía trascendental de Kant, si bien que un teorema previo formulado por Andrew Gleason
sin referencia al carácter a priori de las formas de percepción (1957). La relación entre ambos resultados es presentada
o de los marcos categoriales. por Jammer (1974: 327-329).
330 Olimpia Lombardi
da el principio de determinación omnímoda, según matriz densidad, se caracteriza por el hecho de que sus
el cual todas las propiedades de una entidad individual elementos diagonales brindan información acerca de
se encuentran objetivamente determinadas. las propiedades asociadas a un contexto, mientras que los
elementos fuera de la diagonal poseen información
3. La peculiaridad de los estados cuánticos referida a otros contextos diferentes. Esta característica
de la matriz densidad pone de manifiesto que la des-
Frente al carácter contextual de la mecánica cuántica, cripción completa de un sistema cuántico exige contar
podría argumentarse que tal característica no es nueva, con información referida a propiedades asociadas, al
sino que se trataría de una mera generalización del menos, a dos contextos diferentes. Pero, a la vez, la
modo en que la física clásica considera sus objetos. contextualidad de la mecánica cuántica expresada
En efecto, ya en mecánica newtoniana, ciertas propie- por el teorema de Kochen y Specker impide adjudicar
dades de los objetos físicos, como la velocidad de un simultáneamente y de un modo consistente valores
cuerpo, sólo pueden definirse en relación a un sistema a todos los observables del sistema. Por lo tanto, si
de referencia previamente especificado. En relativi- bien el estado cuántico brinda una caracterización
dad especial y general esta dependencia respecto del del sistema que es completa en el sentido de no ser
sistema de referencia se extiende a otras magnitudes, completable, no permite asignar todas sus propiedades
como las distancias espaciales y los intervalos tem- en un dado instante. Esto constituye una diferencia
porales. Sobre esta base, podría interpretarse que las central respecto de las teorías ‘no-cuánticas’, donde
propiedades dependientes de un sistema de referencia la descripción completa del objeto físico no requiere
son contextuales: la contextualidad sería, así, el modo más de un sistema de referencia, y siempre existe un
natural en que un objeto físico es descripto, incluso modo de adjudicar todas las propiedades invariantes
en las teorías ‘no-cuánticas’. predicables del objeto.
Sin embargo, existe una diferencia fundamental Esta peculiaridad de los estados cuánticos puede
entre la mecánica cuántica y las restantes teorías físicas expresarse en otros términos. Mientras en el caso
que convierte a la contextualidad cuántica en una carac- clásico el estado de un sistema en un instante t queda
terística peculiar y conflictiva en cuanto a su interpre- totalmente definido por sus propiedades en t, el estado
tación. En las teorías ‘no-cuánticas’ siempre es posible cuántico en el que se encuentra un sistema en un
hallar un invariante frente al cambio de sistema de instante t no fija unívocamente sus propiedades en
referencia, que interviene en la descripción completa dicho instante, y esto es válido aún en el caso de
del sistema bajo estudio. Esto se cumple incluso en sistemas simples como los constituidos por una única
la teoría de la relatividad donde, a pesar del carácter partícula subatómica. R. I. G. Hughes (1989: 68 y 69)
relativo de longitudes espaciales e intervalos temporales, subraya esta diferencia al afirmar que el estado clásico
las distancias espacio-temporales son invariantes frente al es descriptivo ya que puede pensarse como una ‘lista’ de
cambio de sistema de referencia; las entidades de la las propiedades del sistema, y a la vez es disposicional en la
relatividad son objetos cuatridimensionales cuyas medida en que permite especificar la tendencia del
propiedades espacio-temporales son intrínsecas. En sistema a comportarse de un cierto modo; el estado
mecánica cuántica se impone entonces la pregunta: ¿es cuántico, en cambio, retiene únicamente el aspecto dis-
posible identificar algún elemento de la teoría que cum- posicional pues sólo permite calcular la disposición del
pla el papel de invariante frente al cambio de contexto? sistema a manifestar ciertos valores de sus observables
En el marco de la teoría, la descripción más general de a través de la medición, pero pierde todo carácter
un sistema cuántico viene dada por un operador deno- descriptivo ya que no permite adjudicar todas las
minado ‘operador densidad’, que se representa mediante propiedades del sistema en un instante dado. Como
una matriz hermítica de traza unitaria.5 Dicha matriz, la
se prefiere representar los estados cuánticos mediante opera-
5 Si bien en las presentaciones tradicionales de la mecánica dores densidad, que permiten describir tanto estados puros
cuántica suele trabajarse sólo con estados puros, represen- como estados mezcla. Para una presentación de este tipo,
tados por los vectores de un espacio de Hilbert, actualmente (Cfr. Ballentine, 1998).
Mecánica cuántica: ontología, lenguaje y racionalidad 331
fue señalado, esta carencia de carácter descriptivo no las propiedades predicables desde un mismo contexto.
resulta de una incompletitud de la mecánica cuántica; Esto explica que podamos continuar expresándonos en
como demuestra el teorema de Kochen y Specker, todo un lenguaje booleano en las situaciones de medición,
intento de dotar de carácter descriptivo a los estados puesto que cada medición se efectúa desde un único
cuánticos resulta contradictorio con la teoría.6 contexto: sólo pueden medirse simultáneamente los
valores de observables mutuamente compatibles.
4. Lógicas cuánticas Pero no existe modo de combinar booleanamente las
subestructuras booleanas y, por tanto, no es posible
Ya desde las primeras formulaciones de la mecánica asignar simultáneamente todas las propiedades pre-
cuántica, surge la idea de que los aspectos conflic- dicables del sistema cuántico, en total concordancia
tivos de la teoría podían ser abordados y resueltos con los resultados de Kochen y Specker.
mediante un cambio de lógica. Los sistemas de lógica Uno de los más interesantes programas contempo-
cuántica han sido múltiples y variados. El trabajo ráneos de investigación en lógica cuántica es el desarro-
pionero en este campo fue el de Garrett Birkhoff y llado por María Luisa dalla Chiara y Giuliano Toraldo
John von Neumann (1936), quienes propusieron la di Francia (1995). Estos autores se refieren a la mecánica
reconstrucción axiomática de la teoría como un cál- cuántica como ‘el mundo del anonimato’, debido a que
culo proposicional basado en la estructura de sub- las partículas cuánticas no pueden ser unívocamente
espacios del espacio de Hilbert, esto es, el espacio discriminadas. En efecto, la identificación de entida-
vectorial cuyos elementos -vectores- representan los des individuales se ha basado tradicionalmente en
estados cuánticos puros de un sistema. Birkhoff y la posibilidad de diferenciarlas por sus propiedades.
von Neumann demostraron que, sobre la base de A su vez, el principio leibniciano de identidad de los
tal estructura, las constantes lógicas deben definirse indiscernibles afirma que, si dos individuos poseen
de modo tal que pierda validez el principio del tercero exactamente las mismas propiedades, en realidad se
excluido o la propiedad distributiva de la disyunción.7 trata de un individuo único. Pero ambos criterios
Desde entonces se han propuesto muchos sistemas de se tornan inaplicables en el caso de los objetos cuánticos,
lógica cuántica y se sigue trabajando sobre el tema; sin cuyas propiedades no se encuentran simultáneamente
embargo, la mayoría de estos intentos han conducido determinadas. Dalla Chiara y Toraldo di Francia sugie-
a estancamientos teóricos, o bien porque la propues- ren que los objetos cuánticos pueden ser interpretados
ta presenta problemas técnicos insuperables, o bien como entidades intensionales donde las intensiones son
porque los sistemas lógicos resultantes adquieren representadas por conjuntos de propiedades intrínsecas.
una complejidad tal que se pierden de vista los proble- Sin embargo, la contextualidad de la mecánica cuántica
mas centrales de interpretación de la mecánica cuántica. impide utilizar la teoría de conjuntos como universo
En la actualidad se sabe que las proposiciones de interpretación, debido al carácter no booleano de
que asignan propiedades -valores de observables- a la estructura de las proposiciones cuánticas. Para
un sistema cuántico forman un álgebra no-booleana, enfrentar esta dificultad, Dalla Chiara y Toraldo di
en particular, un retículo ortomodular. Dicho retículo Francia introducen la noción de cuasi-conjunto como
posee subestructuras booleanas, correspondientes a colección de elementos indistinguibles: la noción de
identidad como concepto primitivo se reemplaza por
la de indistinguibilidad, lo cual formaliza el hecho de
6 Hughes considera que, dada esta característica de los esta-
dos cuánticos, la función de probabilidad que generan es que los objetos puedan ser indistinguibles sin con-
conceptualmente previa al operador densidad: tal operador vertirse en idénticos. A su vez, estos autores definen
no sería más que un recurso matemático conveniente para otro concepto primitivo, la cuasi–cardinalidad, que
representar dicha función. permite ‘contar’ elementos indistinguibles y establecer
7 Por ejemplo, Reichenbach (1944) propuso una lógica trivaluada una extensionalidad débil. Los cuasi-conjuntos que
que introduce, además de los valores de verdad “verdade-
ro” y “falso”, un tercer valor “indeterminado” aplicable a
tienen la misma cantidad de elementos de la misma
las proposiciones que expresan asignación de propiedades clase son indistinguibles pero no idénticos, aunque
correspondientes a observables incompatibles. resulta imposible la ordenación.
332 Olimpia Lombardi
admisible predicar todas las propiedades simultánea- Si bien no basada en las críticas de Hume sino en
mente. En otras palabras, la noción misma de objeto una posición platonista, la teoría de las guisas
cuántico en tanto individuo es una noción contextual: de Héctor Neri Castañeda (1972) también constituye
puede concebirse un objeto correspondiente a un cierto una propuesta interesante en cuanto al abandono
contexto, pero no se puede formular una noción de de la noción de objeto individual.10 Según la teoría de
objeto válida para contextos diferentes. las guisas, las entidades individuales se manifiestan a
Si tantas son las dificultades a las que se enfrenta través de diferentes aspectos o guisas en tanto haces
todo intento de construir una ontología capaz de dar parciales de propiedades; en consecuencia, un indi-
cuenta de la contextualidad cuántica, cabe preguntarse viduo resulta ser un haz de guisas, es decir, un haz de
si la respuesta al problema ontológico podría hallarse, haces de propiedades. No es difícil asociar la guisa
no ya en un cambio de lógica o en una modificación de Castañeda con el conjunto de propiedades predicables
de la teoría de conjuntos que juega el papel de se- desde un mismo contexto, esto es, con el conjunto de
mántica de la teoría, sino en una nueva concepción los valores de observables mutuamente compatibles.
de la estructura categorial de la ontología cuántica. Frente a esta propuesta, podría argumentarse que
En particular, si el objeto cuántico se escurre cada vez asignar propiedades a individuos en una ontología de
que intentamos asirlo, tal vez la mejor estrategia sea objetos individuales y propiedades, o considerar que los
abandonarlo. Como afirma Andrea Costa (2003: 97): individuos no son más que haces de propiedades son
dos alternativas igualmente plausibles cuya elección
A principios del siglo XIX la idea de un éter luminífero sólo depende de preferencias metafísicas. Sin duda, éste
que debía servir de sustrato a las ondas electromagné- es el caso en la situación clásica, donde las propiedades
ticas continuaba resistiéndose a una caracterización correspondientes a todas las diferentes perspectivas
física y filosóficamente adecuada: Einstein cortó el o contextos convergen en un único haz, de modo tal
nudo gordiano postulando la inexistencia del éter. La que es admisible suponer la existencia de un sustrato
presente propuesta se inspira en la exitosa estrategia invariante en el cual inhieren todas las propiedades.
einsteniana: si el objeto cuántico se resiste insisten- Pero la peculiaridad de la mecánica cuántica es que sólo
temente a una caracterización que respete los condi- forman haces las propiedades determinables desde un
cionamientos teóricos y que resulte metafísicamente mismo contexto, y no es posible reunir dichos haces
inteligible, tal vez el mejor camino consista en acos- en un haz único al cual subyace el objeto individual. En
tumbrarnos, de una vez por todas, a prescindir de él. términos de Castañeda, la mecánica cuántica describe
una ontología de guisas, pero tales guisas no pueden
El núcleo de esta propuesta consiste en prescindir asociarse para conformar individuos. Por lo tanto, la
del objeto cuántico como entidad fundamental y, adopción de una ontología de propiedades como refe-
con ello, adoptar una ontología de propiedades. En rencia de la mecánica cuántica no depende ya de una
una ontología tal, el objeto cuántico no existe como preferencia metafísica sino de las limitaciones im-
entidad básica sino que sólo se constituye contextual- puestas por la propia teoría.
mente como un haz de propiedades (cfr. Lombardi y
Castagnino, 2008). 6. Mecánica cuántica: ¿un desafío a la
Sin duda, la tesis metafísica según la cual la enti- racionalidad?
dad individual no debe ser concebida en términos de
particular o individuo, sino como un haz de propie- Como hemos visto, en la realidad descripta por las
dades, no es nueva en filosofía. Desde la demoledora teorías físicas ‘no-cuánticas’, así como en nuestra
crítica de Hume al concepto de sustancia, muchos
autores han adoptado la denominada ‘teoría del sustrato y del haz, (Cfr. Rodríguez-Pereyra, 2003).
haz’ como alternativa metafísica a una ontología 10 No se considerará aquí el problema de decidir si las pro-
piedades cuyos haces constituyen el objeto individual son
de objetos y propiedades (cfr. Armstrong, 1978).9 universales o particulares en tanto propiedades instanciadas
-tropos-. La discusión sobre este punto excede los límites del
9 Para una discusión crítica y comparativa de las teorías del presente trabajo.
334 Olimpia Lombardi
realidad cotidiana, resulta admisible tanto conservar explique por un isomorfismo a priori o por el papel
como abandonar la categoría ontológica de objeto constitutivo del lenguaje respecto de la realidad.
individual. Es precisamente la posibilidad teórica Cuando se quiebra la estrecha correspondencia
de concebir ambos tipos de ontología en situaciones entre categorías lógicas y categorías ontológicas, se
clásicas lo que permite seguir utilizando un lenguaje abren dos alternativas. Una de ellas consiste en admitir
de nombres y predicados aun si se adopta una onto- que la mecánica cuántica ha superado los límites de
logía de propiedades: en este caso, los nombres no nuestra racionalidad y reconocer que sus resultados
hacen más que referir al haz de propiedades, pero son esencialmente incomprensibles para el ser huma-
no hay entidad sustancial alguna nombrada por no. La segunda alternativa, por el contrario, supone
esos términos. Por el contrario, cuando la ontología resistir a la resignación y defender un concepto más
de propiedades se impone como consecuencia de amplio de racionalidad: una racionalidad que supere
la propia teoría cuya ontología se intenta esclarecer, un las limitaciones impuestas por el lenguaje natural o
lenguaje de nombres y predicados resulta inadecuado: lógico y que permita concebir nuevas estructuras de lo
los nombres ya no tienen qué nombrar pues no existen real. Desde esta perspectiva, el formalismo matemá-
siquiera los haces de propiedades que juegan el papel tico debidamente interpretado en términos metafísicos
de individuos. Esto explica las profundas dificultades brindaría un amplio espectro de categorías ontológi-
a las que se enfrentan los autores que intentan explicar cas mediante las cuales podríamos concebir incluso
la estructura y los resultados de la mecánica cuántica aquellas ontologías que escapan a nuestro hablar coti-
prescindiendo de su formalismo y sólo mediante el diano. Quienes confiamos en el poder y la plasticidad
lenguaje natural. Podría pensarse que la situación del pensamiento humano nos inclinamos hacia esta
se resuelve acudiendo a los lenguajes artificiales que segunda alternativa, que conduce a una noción más
nos proporciona la lógica formal. Sin embargo, éste no rica y abarcadora de racionalidad.
es el caso en la medida en que todo sistema lógico se
formula mediante un lenguaje básico que incluye Fuentes
símbolos de individuo y de predicado. Puesto que
las proposiciones se forman por la yuxtaposición de Armstrong, D. M., (1978) Universals and Scientific
predicados y símbolos de individuo, la lógica formal Realism. Cambridge, Cambridge University Press.
no nos permite representar una ontología donde no Ballentine, L., (1998) Quantum Mechanics: A Modern
existen entidades individuales y las propiedades Development. Singapore, World Scientific.
no convergen en un único haz. Birkhoff, G. y von Neumann, J., (1936) “The logic of
En definitiva, la mecánica cuántica parece referir quantum mechanics”, Annals of Mathematics, 37: 823-843.
a una ontología de la cual no podemos hablar con Bohr, N., (1934) Atomic Theory and the Description of
nuestros lenguajes, sean éstos naturales o artificiales. Nature. Cambridge-London, Cambridge University Press.
La situación se torna aún más paradójica cuando ___________, (1949) “Discussion with Einstein on
se considera que la teoría no nos fue sugerida al oído epistemological problems in atomic physics”, en P. A.
por Dios, sino que fue desarrollada por varias genera- Schilpp (ed.), Albert Einstein: Philosopher-Scientist.
ciones de físicos enfrentándose a severas dificultades Evanston Library of Living Philosophers: 199-241.
conceptuales. Pero si sólo podemos pensar aquello de Castañeda, H. N., (1972) “Thinking and the structure
lo que podemos hablar, ¿cómo pensar una realidad of the world”, Crítica, 6: 43-86.
inasible desde nuestros propios lenguajes?, ¿implica Costa, A., (2003) “Complementariedad y contextua-
la mecánica cuántica una renuncia a comprender lidad en la interpretación de la mecánica cuántica”,
una teoría que nosotros mismos hemos construido? en V. Rodríguez y L. Salvatico (eds.), Epistemología
Es precisamente en este sentido que la mecánica e Historia de la Ciencia 2003. Córdoba, Universidad
cuántica constituye un desafío a la racionalidad teórica Nacional de Córdoba: 91-98.
tradicional expresada en las estructuras lógico-on- Dalla Chiara, M. L. y Toraldo di Francia, G., (2001)
tológicas de lenguaje y realidad, con independencia “Quantum logics”, Los Alamos National Laboratory,
de que la coincidencia entre dichas estructuras se arXiv:quant-ph/0101028v2: 1-101.
Mecánica cuántica: ontología, lenguaje y racionalidad 335
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considered complete?”, Physical Review, 47: 777-780. Lombardi, O. y Castagnino, M., (2008) “A modal-
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