Qué Es Corrupción

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1. ¿Qué es Corrupción?

La corrupción refiere, en una primera instancia, a algo que se ha echado a


perder, que pasa a un estado de pudrición o perversión, alterándose las
propiedades básicas y pasando a ser mucho más turbias y negativas.

El término proviene de la combinación de dos palabras en


latín: romper y corazón. Ese sentido metafórico significa justamente
la pérdida de la esencia de un objeto o valor.

2. Tipos de corrupción

Si los bits alteran la presentación de datos es considerado un archivo corrupto.

Existan dos grandes acepciones del término: una hace referencia a la


pudrición de algo, en tanto que la otra asume una forma más simbólica, para
aludir a las relaciones humanas, especialmente a las relaciones de poder.
En primer lugar, un organismo luego de su muerte comienza un proceso
de degradación. Se trata de una descomposición (con sustancias que se van
hinchando, luego secándose y pudriéndose), por la que los cuerpos
lentamente se van transformando en formas menos complejas y más simples.

En la literatura y lingüística también se denomina corrupción a una situación


que puede darse cuando una palabra es utilizada de forma diferente de la
que establece su definición, está ocurriendo un fenómeno de corrupción
lingüística. También ocurre si en cualquier obra escrita, a partir de una
traducción, corrección o redacción, aparece una alteración con respecto a la
versión original.

En informática, se sabe que el almacenamiento de los datos no es un acto


infalible, y si los bits alteran la presentación de los datos (cosa que puede
suceder por ataque de virus, por mal funcionamiento del sistema operativo, o
simplemente por una mala transmisión de datos), se considera que es
un archivo corrupto.

Cuando se habla de casos de corrupción de menores es porque existe un


mayor de edad que, abusándose de una situación de indefensión, somete a un
menor a realizar actividades como la prostitución, que lo pueden perturbar
psicológicamente de un modo muy grave, corrompiendo así su personalidad y
su desarrollo psicológico.

En política, el concepto de corrupción refiere al acto de abuso de poder para


sacar un provecho, generalmente económico, que no responde a las
funciones que ese poder asigna. Con esto se ve la relación con el espíritu
etimológico del término: en la política, el poder debe tener un fundamento
filosófico de búsqueda del bien común, y la vulneración de eso por
perseguir intereses individuales es uno de los actos por excelencia de traición,
y por lo tanto, de corrupción.

En términos generales, pueden distinguirse cinco grandes factores que generan o


contribuyen a perpetuar la corrupción.
1. Las sociedades ven la corrupción como
parte de su cultura.
Tradicionalmente, y en algunas sociedades más que en otras, se ha venido
concibiendo que la ejecución de ciertas conductas o comportamientos que hoy en día
son considerados manifestaciones de una sociedad corrupta (recurrir a “contactos”
para asegurar un contrato, realizar pagos de facilitación, dar obsequios tras la
aprobación de un permiso), son normales e incluso positivas para el avance y
desarrollo de la economía.

En muchos países la corrupción se asume como parte de la vida diaria y del


desarrollo normal de las instituciones y empresas, produciéndose una amplia
tolerancia social hacia una cultura de la ilegalidad generalizada o reducida a grupos
sociales que consideran que “la ley no cuenta para ellos”; creencia, que termina
formando parte de la cultura de un país u organización en la que se resta importancia
al fenómeno.

2. Impunidad o falta de legislación


anticorrupción adecuada.
La impunidad es una de las principales y más claras causas de corrupción. Aunque
en la mayoría de los países del mundo se castiga la corrupción, especialmente
después de la proliferación de tratados internacionales y del avance en la
concienciación política y social de la necesidad de combatirla, existen aún
ordenamientos en los que o no se castiga, o no persigue activamente.

Que el ordenamiento jurídico de un estado no castigue severamente estas conductas


genera una sensación de impunidad y de favorecimiento de la cultura del “todo
vale”, que favorece sin duda la proliferación más importante de corrupción para un
país. Que no se elimine o limite la concesión de indultos y la existencia de
aforamientos en casos de corrupción, refuerza también en cierto modo esa sensación
de impunidad generalizada que se produce cuando el sistema político y legal no
castiga esas conductas de manera contundente.

Así mismo, la falta de revisión y actualización periódica de la legislación


anticorrupción para adaptarse a nuevas exigencias y formas de corrupción, así como
la falta de dotación de suficientes medios a los órganos encargados de la lucha
contra la corrupción favorece que aparezcan estas prácticas.

3. Desigualdad.
La corrupción es prácticamente generalizada en muchos países en vías de desarrollo,
y surge principalmente cuando la riqueza se encuentra desigualmente repartida y el
poder se encuentra muy centralizado. La desigualdad social contribuye a la creciente
pobreza y al aumento de la corrupción.

En casos en que los funcionarios públicos viven en el umbral de la pobreza y no


reciben una remuneración suficiente, la opción de obtener sobornos les proporciona
ingresos incluso superiores a sus propios salarios. En el sector privado, las empresas
también recurren a estas prácticas ante la falta de controles y al ser el mecanismo
imperante para poder acceder a estos mercados, ante la pasividad de los gobiernos
que se muestran tolerantes con esas prácticas y carecen de políticas y legislación que
las castigue.

4. Mal funcionamiento de las instituciones


públicas.
En estrecha relación con lo anterior, la burocracia lenta e innecesaria, los
procedimientos administrativos demasiado complejos, la falta de leyes de
transparencia, así como el –en ocasiones- excesivo poder de discrecionalidad de los
funcionarios públicos sin órganos supervisores de su actuación, favorece la
aparición de múltiples signos de corrupción.
La ineficiencia de las administraciones públicas (o su colonización política) resulta
una de las mayores causas de corrupción. Organismos públicos en los que los
procedimientos de adjudicación y gestión de recursos públicos se producen de forma
totalmente arbitraria, y que se produzcan contrataciones de personal sin la
realización de pruebas selectivas adecuadas para asegurar la ética e imparcialidad de
aquéllos en quienes va a recaer, precisamente, la gestión de importantes recursos
económicos, son signos evidentes de un grave quebranto al interés general y
posibilitan en mayor medida la corrupción en los entes públicos.

5. Falta de valores éticos.


Resulta dudoso que posea fuertes valores éticos quien es capaz de cometer una
conducta social y legalmente tan reprochable. Cuando existe sólida educación y
valores éticos y morales sobre los efectos negativos de la corrupción y la necesidad
de mantener una actitud de rechazo hacia ésta, es más difícil que surjan estos
comportamientos en los individuos. Aunque existan leyes que la castigan, la
necesidad de que las personas adopten una postura clara en contra de la corrupción y
por pleno convencimiento es fundamental.

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