Mantenimiento Preventivo de Un Motor de Combustión Interna

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TECNOLOGICO NACIONAL DE

MEXICO
INSTITUTO TECNOLOGICO
DE REYNOSA

Plan de Mantenimiento preventivo


a motores de combustión interna
de vehículos automóviles

ALUMNOS:
CASTREJON SANCHEZ CHRISTIAN MIGUEL
CAVAZOS GONZALEZ JESUS SEBASTIAN
DE LA PAZ SOTO JAFETH ABRAHAM
HERNANDEZ CRUZ YOSAFATH

DOCENTE:
MEDRANO CARRILLO RAFAEL

INGENIERIA MECATRONICA

Ciudad Reynosa, Tamaulipas. México a 16 de octubre de 2019


OBJETIVO
El objetivo de este proyecto es dar a conocer cómo dar un mantenimiento
preventivo a un motor de combustión interna de un vehículo automóvil.
Primeramente, hay que conocer los elementos que necesitarán ser
cambiados para lograr mejorar el rendimiento del vehículo.

MISION
Lograr alargar la vida útil de un automóvil diseñando un plan de
mantenimiento preventivo para así evitar problemas a largo plazo y
mantener el motor en pleno funcionamiento correcto.

VISION
Establecer un plan de mantenimiento que nos sirva para la mayoría de
todos los automóviles tanto nuevos como viejos.
Mantenimiento preventivo de un motor de
combustión interna
__________________________________________________________________________________________________________

1. Filtro de aire.
¿Qué es y para qué sirve?
El filtro de aire es uno de los elementos más económicos de un coche y
también está considerado como uno de los más esenciales, ya que sin éste
el funcionamiento del motor no sería el correcto.
La principal función que tiene el filtro de aire de un vehículo es la de
retener, en la medida de lo posible, las posibles impurezas que puedan
acceder al circuito de admisión de cualquier motor de forma que se evite la
contaminación de la cámara de combustión y el degradado de las paredes
de los cilindros.
Por este motivo los filtros de aire siempre se sitúan al inicio de este circuito
y su mantenimiento influye directamente sobre la vida útil de motor, el cual
se vería seriamente afectado mientras el funcionamiento del filtro de aire o
su estado no fuesen los correctos.

¿Qué sucede cuando el filtro de aire no se sustituye a su debido tiempo


y se realiza un uso prolongado del mismo?
Realizar el mantenimiento de un filtro de aire es muy sencilla ya que se
basa simplemente en su reemplazo. Por ello, cuando el reemplazo del filtro
de aire se alarga demasiado en el tiempo y se continúa circulando con un
filtro de aire sucio, éste dejaría de ejercer su función adecuadamente
provocando una pérdida en el suministro de aire de los cilindros.
Llegados a este punto, circular con el filtro de aire en mal estado hará que
notes un aumento de consumo de combustible y una reducción de la
potencia del motor ya que la mezcla no se estaría quemando de manera
adecuada. Además, también aumentaría la salida de gases contaminantes.
¿Cómo mantener y limpiar el filtro de aire?
Sustituir el viejo filtro de aire por uno nuevo es la mejor opción, ya que
se trata de un elemento relativamente económico y que podremos comprar
por un precio muy bajo, dependiendo del tipo o del modelo del vehículo y
de su fabricante.
Para saber en qué momento se debe sustituir el filtro de aire de un vehículo
se aconseja leer el libro de especificaciones del fabricante para ese modelo.
No obstante, por norma general el cambio suele recomendarse tras haber
recorrido cierta cantidad de kilómetros, aproximadamente entre 10.000 y
15.000.
Realizar la limpieza del filtro de aire viejo es una opción, aunque se trata
de una tarea sencilla, no es la más recomendable puesto que sus beneficios
son prácticamente inexistentes.
Para realizar la limpieza del filtro de aire de un coche bastará con que
utilicemos un poco de aire a presión que ayude a eliminar, aunque de
manera superficial, las primeras capas de suciedad. No obstante, siempre
quedará suciedad incrustada frente a la que la única solución es el cambio
por un filtro nuevo.
¿Cómo y cuándo se debe de cambiar el filtro de aire?
Para saber si debemos o no cambiar el filtro de aire de nuestro coche
comprobaremos si la luz puede pasar a través del mismo, en caso contrario
podemos sacudirlo ligeramente para que se desprendan las primeras capas
de suciedad. Una vez hecho esto, verificaremos nuevamente si la luz pasa a
través del filtro y de no ser así, estaremos ante una clara necesidad de
cambio.
2. Filtro de aceite.
¿Qué es y cuál es su función?
El filtro de aceite es un elemento básico para el buen funcionamiento del
motor, mantiene el circuito de lubricación protegido de impurezas
alargando así la vida del motor.
Estos filtros se elaboran generalmente con papel de celulosa, algodón y
materiales sintéticos mediante un sencillo sistema: el papel se coloca sobre
un armazón metálico para que la presión del aceite no lo deforme y éste se
enrosca sobre la pieza de soporte en el circuito de lubricación.
Se clasifican en dos tipos de filtros de aceite:
 De sellado: Dotados con carcasa metálica y válvula anti-drenaje que
mantiene una reserva de aceite cuando el motor se apaga.
 De cartucho: No llevan carcasa y el motor se encarga de realizar la
función de la válvula anti drenaje.

¿Cuál es el funcionamiento del filtro de aceite?


Su principal función es proteger el aceite lubricante de las impurezas que
puedan llegar a él antes de que inicie su recorrido de lubricación por el
circuito de engrase del motor.
De no ser así, las partículas metálicas que se desprenden del rozamiento de
algunos elementos y los residuos de combustión pasarían al aceite e
iniciarían con él un proceso de engrase de las piezas del motor, que podría
llegar a provocar desgastes prematuros en los cojinetes o rodamientos,
generando a su paso averías en pistones y camisas, así como obstrucciones
en cualquier elemento móvil del motor.
Por tanto, podemos decir que el funcionamiento del filtro de aceite es
encargarse de proteger el motor y proporcionarle una mayor durabilidad.
3. Bomba de aceite.
¿Qué es la bomba de aceite y para qué sirve?
La bomba de aceite es un elemento esencial para garantizar una presión
adecuada en el circuito de engrase del motor.
Todo motor necesita lubricación para asegurar un correcto funcionamiento
y alargar su vida útil. La bomba de aceite es, por tanto, la encargada de
poner en circulación ese aceite y hacer que en todo el circuito del motor se
mantenga una presión y un caudal adecuados, de acuerdo a las
características del motor en sí.
La bomba de aceite es muy importante ya que este elemento es el
encargado de succionar el aceite del cárter e impulsarlo a través del filtro y
las galerías de aceite hacia los cojinetes del cigüeñal y del árbol de levas.
De este modo se evitarán los rozamientos indeseados que afectarían a las
principales partes del motor haciendo que se quedaran inmóviles y
originando el mundialmente conocido problema de motor gripado.
Por lo general, todo motor necesita una presión de trabajo y un flujo de
lubricación constante que dependerá del tipo de motor ante el que nos
encontremos o de su fabricante. No obstante, estas presiones de trabajo
suelen oscilar entre los 2 y los 10 Kg.
Normalmente las bombas de aceite están formadas por cuatro elementos
diferenciados que son: el cuerpo principal, la tapa o aspirador, dos
engranajes (uno conductor y otro libre) o con ensamble de rotor y estator
(uno interior y otro exterior) y una válvula que facilitará el aliviado del
aceite y que suele encontrarse en el interior de la misma bomba de aceite o
en el bloque de motor.
¿Qué elementos forman parte de la bomba de aceite y cuál es su
función?
Es importante añadir que, a mayor presión en un motor, más elevada será la
temperatura a la que se encontrará el aceite. Este hecho hace que en
motores que trabajan a mayores revoluciones sea necesario incorporar un
radiador en el circuito de aceite, de forma que la temperatura de trabajo se
mantenga constante y no afecte al rendimiento.
En aquellos casos en los que la temperatura del aceite no es la adecuada
éste comenzará a perder su efectividad, pues cuando la temperatura excede
de los 70 grados la mezcla se vuelve mucho menos densa, mientras que si
es inferior aumenta la densidad de la misma.
¿Cómo cambiar y mantener la bomba de aceite?
La bomba de aceite no es una pieza que sea muy propensa al cambio,
aunque si aparece una avería y no se sustituye de inmediato sería fatal para
el motor.
La bomba de aceite es un elemento que suele durar prácticamente lo mismo
que dura la vida del motor.
¿Se puede cambiar la bomba de aceite en mal estado por una de
desguace?
La bomba de aceite, tal y cómo hemos comentado antes, no es un elemento
que suela estropearse por lo que, si se encuentra un recambio procedente de
desguace que se esté en buen estado y que haya sido revisado, podremos
utilizarlo para nuestra reparación y ahorrar así los costes que supondría
adquirir una bomba de aceite nueva.
Sin embargo, se deberá de tener en cuenta que, aunque la bomba de aceite
pueda ser comprada de segunda mano, tanto la junta como el retén deberá
de ser nuevos.
¿Cómo realizar adecuadamente el cambio de la bomba de aceite?
Una vez nos dispongamos a realizar el cambio de la bomba de aceite de un
coche, tendremos que prestar especial atención a los siguientes puntos:
1. La bomba de aceite tendrá que sumergirse por completo en un
recipiente que contenga aceite de motor limpio. Giraremos a
mano el eje de comando de los engranajes hasta que podamos
comprobar que la bomba empieza a expulsar el aceite.

2. Tras fijar la bomba al block utilizaremos un destornillador


eléctrico que nos ayude a girar el eje en la dirección de
rotación del distribuidor y verificaremos que el aceite llegue a
los brazos de los balancines.

3. En aquellos vehículos en los que la bomba forme parte del


block, se lubricarán también las partes internas.

4. Nunca se utilizará para lubricar la bomba o los elementos


asociados a ésta, grasa u otras sustancias distintas del aceite de
motor.

5. Será necesario también lubricar todas y cada una de las partes


del motor antes de su puesta en marcha.

6. La bomba de aceite tiene que encajar en su posición sin que


sea necesario un extra de esfuerzo, si no lo hace se aconseja
girar el eje del distribuidos hasta que acople con el eje de la
bomba y después la ajustaremos.

7. En aquellos casos en los que la bomba esté instalada por


medio de un engranaje helicoidal, controlaremos el nivel de
desgaste de este ya que si algún diente se hubiese soltado la
bomba dejaría de funcionar de inmediato.

El mejor consejo que podemos dar a la hora de realizar el cambio de una


bomba de aceite es tener precaución y realizar el cambio con sumo
cuidado.
4. Bomba de gasolina.
¿Qué es la bomba de gasolina y cómo funciona?
La bomba de gasolina es un elemento esencial para el buen funcionamiento
del motor ya que es la encargada de hacer que el sistema de inyección
reciba de manera constante el combustible a través de los rieles de los
inyectores que mediante succión extraen el líquido del tanque.

¿A qué presión de trabajo debe funcionar la bomba de gasolina de un


coche?
Será necesario, que en la rampa de inyectores exista una presión mínima de
entre 2 y 4 bares, mientras que a medida que se aumente la velocidad y con
ello las revoluciones, esta presión aumentará progresivamente hasta
alcanzar los 3 o 4 bares.
¿Por qué circular en reserva no es recomendable para la bomba de
gasolina?
También debemos destacar lo perjudicial que resulta para la bomba de
gasolina circular continuamente con el coche en reserva ya que al
encontrarse ésta dentro del tanque de combustible recibe su refrigeración
por medio del propio líquido, por lo que utilizar el coche de manera
habitual con poco carburante podría suponer el recalentamiento de la
bomba.
5. ¿Qué es el motor de arranque?
El motor de arranque consiste en un motor eléctrico auxiliar encargado de
mover el motor térmico hasta que el vehículo se pone en marcha,
facilitando las explosiones de la cámara de combustión en el interior de los
cilindros.
Actualmente los motores de arranque cuentan con un electroimán que
funciona con corriente continua, y se alimentan de la batería. Del motor de
arranque, un cable fino irá conectado desde la llave de contacto hasta el
relé o solenoide funcionando como interruptor, mientras que un cable más
grueso lo alimentará desde la batería una vez que se haya accionado el relé.

Cuando giramos la llave de contacto, la corriente de la batería pasa al relé


de arranque, produciendo un efecto de palanca sobre el piñón de arrastre
del motor de arranque que permite que se acople al engranaje de la corona
del volante del motor térmico para proporcionarle movimiento, por tanto,
su función es vencer la resistencia inicial de los componentes del motor al
arrancar.
Generalmente, todos los motores de arranque de hoy en día son
motorreductores, es decir, que tienen un consumo bajo de corriente
eléctrica. Además, también han disminuido considerablemente su peso y
tamaño en un 40% para facilitar el arranque en frío y a mayor velocidad,
ahorrando batería.
¿Cómo saber si está fallando el motor de arranque?
Si nuestro automóvil no se pone en marcha es posible que se deba al motor
de arranque y que el fallo impida que la energía de la batería nos permita
arrancar el automóvil.
Para discernir si el fallo está en la batería o el motor de arranque podemos
conectar las luces; si la intensidad de la luz es muy baja, o al conectar las
pinzas funciona, se trata de la batería. En caso contrario, lo más probable es
que se trate del motor de arranque.
Otras señales que podemos interpretar como resultado de un motor de
arranque defectuoso son:
 Ruidos cuando arrancamos: si cuando tratamos de intentar el
vehículo hace ruidos como chasquidos o traqueteos al girar la llave,
y continúa sonando mientras el motor de arranque permanece
activado, suele indicar un elevado desgaste de este elemento.

 Olores y humos: si el motor de arranque expide humos y olor a


quemado cuando encendemos el vehículo es probable que se trate de
algún problema eléctrico con los cables o conexiones dentro del
propio motor de arranque. Presta atención a un posible cortocircuito.

Mantenimiento y limpieza del motor de arranque


No es habitual tener que reemplazar el motor de arranque de nuestro
vehículo, siempre que procuremos no forzarlo y mantenerlo en buen
estado, ya que sólo está en funcionamiento momentáneamente para ayudar
al motor de combustión interna de nuestro automóvil a ponerse en marcha.
Para alargar la vida útil del motor de arranque, la primera herramienta con
la que contamos es el sentido común; si al girar la llave de contacto chirría
y no arranca, mantenerla girada o forzar de continuo no hará más que
provocar alguna rotura o agravar el fallo interno al que esté sometido.
Las principales causas que generan averías en el sistema de arranque del
vehículo son la suciedad acumulada en el interior y el desgaste de las
escobillas del motor de arranque.
Si vas a abrir y desmontar este elemento, asegúrate en primer lugar de
desconectarlo de la batería para evitar sufrir una quemadura o descarga
eléctrica.

¿Cómo limpiar el motor de arranque de un coche?


Si deseas limpiar el motor de arranque de tu vehículo, lo ideal es usar una
brocha empapada en gasolina, para que, además de ayudarte a eliminar la
carbonilla y que se desprendan con mayor facilidad los restos de suciedad
que se acumulan en el interior, después quede cada pieza bien lubricada.
Antes de volver a colocarlas, sécalas cuidadosamente con una bayeta de
microfibra o trapo de algodón limpio. Lija, con ayuda de un cepillo para
metales, todas las partes metálicas en las que veas posibles restos de óxido
haciendo especial hincapié en los distintos bornes del motor de arranque.
6. Inyectores
¿Qué son los inyectores?
Los inyectores se encargan de suministrar la cantidad necesaria de
carburante al motor para que se realice la combustión.
El sistema de inyección proporciona carburante a alta presión al ciclo de
compresión del motor. Al ponerse en contacto con el aire en elevadas
temperaturas, se enciende provocando la combustión. Este sistema
consta de una bomba de desplazamiento capaz de inyectar distintas
cantidades de combustible gracias a los émbolos que van unidos a cada
inyector o cilindro del motor.
Los inyectores son, por tanto, electroválvulas capaces de abrirse y
cerrarse millones de veces con una reacción muy precisa al pulso
eléctrico que los acciona, sin fugas ni escapes de carburante. Son los
encargados de suministrar el combustible al conducto de admisión o a la
cámara de pre-combustión, según si se trata de un sistema de inyección
directa o indirecta respectivamente, de forma pulverizada y sin goteos
para que el combustible se distribuya de la forma más homogénea
posible según el régimen de funcionamiento del motor.
Un inyector consta de las siguientes partes: Portatobera, tobera, la tuerca
de tobera, la tuerca de tapa, el vástago, la conexión de retorno, el
resorte, la tuerca de ajuste del resorte y la entrada de combustible.
El funcionamiento de un inyector no es tan complejo como pueda
parecer a priori; vamos a mostrarlo paso a paso.
Por medio del vástago se activa el resorte, mientras que la fuerza con la
que será pulverizado el combustible se ajusta mediante la tuerca que va
ligada al mismo. El carburante circula desde la entrada marcada hasta el
conducto perforado que hay en la portatobera.
La punta de la válvula de aguja, que va unida al final de la tobera, se
encarga de impedir el paso del líquido por los orificios cuando éste viaja
a presión por los conductos del inyector, y se levantará cuando deba
atomizar el fluido a las cámaras de combustión. En el proceso, una
pequeña cantidad de combustible se libera hacia arriba, permitiendo que
la aguja, la tobera y el resto de componentes, queden lubricados antes de
salir por la conexión para el tubo de retorno y volver al tanque.
Al modo en que se descarga el combustible lo denominamos patrón de
atomización, y dependerá de la presión que lleve dentro del inyector, así
como del número, tamaño y ángulo de los orificios que haya en la
tobera, puesto que es la última responsable de inyectar la carga de
líquido suficiente en la cámara de combustión para que pueda arder de
forma óptima. Dependiendo del tipo y tamaño de motor, encontraremos
una amplia diversidad de toberas, aunque si lo que queremos es
clasificar los inyectores, el mejor modo de hacerlo es atendiendo a su
funcionamiento.
Podemos dividir los tipos de inyectores principalmente en dos
clases:
Inyectores mecánicos: Eran los propios de los motores diésel hasta la
llegada de los sistemas de inyección de conducto único o common-rail.
Funcionan por medio de un sistema de alimentación encargado de
controlar la cantidad y el momento de pulverizar el combustible de
forma mecánica.
Inyectores electrónicos: Son los más habituales en motores gasolina.
Cuentan con múltiples sensores que envían la información a la unidad
de control para que ésta apruebe cuándo y cuánto combustible debe
aportarse en cada momento. Por tanto, los activa la centralita y se
cierran por recuperación de un resorte o muelle interno.
¿Cómo limpiar los inyectores del motor de tu coche?
Existen tres métodos diferentes en el mercado para acabar con la
suciedad que se acumula en los inyectores
Todos los elementos del automóvil tienen una vida útil limitada y
condicionada al buen mantenimiento, la limpieza y el tipo de uso que se
haga de los mismos para evitar un desgaste temprano; y los inyectores
no son una excepción.
Los inyectores del vehículo, como sabemos, son los encargados de
pulverizar la cantidad adecuada de carburante a la cámara donde tendrá
lugar la combustión, por tanto, por ellos circula continuamente el
combustible, quedando expuestos a todas las impurezas que se
acumulan en el tanque del depósito y acaban pasando a la bomba de
combustible que va ligada a los inyectores.
Si abusamos de circular en reserva y si no renovamos los filtros de
combustible, estamos potenciando el deterioro prematuro de los
inyectores al ensuciarlos en exceso provocando serias averías en el
sistema de inyección con los consecuentes daños para el motor.
Un poco de suciedad en los inyectores puede provocar tirones en las
aceleraciones o desaceleraciones, pero si no hacemos nada al respecto,
el cilindro dejará de funcionar a causa de la obstrucción del inyector. Si
esto sucede, ya no podrá suministrarle combustible al motor, y
notaremos que éste no funciona con normalidad.
Además de tomar las medidas necesarias haciendo uso de una mecánica
preventiva tal y como os mostramos aquí, es recomendable proceder a la
limpieza de los inyectores cada 100.000 kilómetros por primera vez, y
después cada 50.000 kms, de manera que podamos alargar la vida útil
de estos componentes al permitirles funcionar correctamente durante
más tiempo.

Tipos de limpieza de los inyectores


Hay distintos métodos para llevar a cabo la limpieza de los inyectores,
principalmente se clasifican en tres:

Limpieza con aditivos: Consiste en añadir al depósito de combustible


líquidos limpiadores que destapan los inyectores. Es el método más
económico y sencillo de usar, pero no todos los fabricantes están de
acuerdo con su uso debido a la agresividad de las sustancias químicas
que llevan que a largo plazo puede acabar por deteriorarlos.
Limpieza por barrido: Se acopla un estanque con el líquido de limpieza
al vehículo, y se le hace funcionar el motor para que esta solución
circule por el riel de combustible hasta que se agota la botella. Como el
limpiador no se diluye, es más potente que los aditivos, pero también
hay un mayor riesgo de dañar los inyectores en el proceso.
Limpieza por ultrasonido: En este método, se extraen los inyectores para
colocarlos en un banco de pruebas donde se van lavando y se mide la
resistencia, estanqueidad, el patrón de pulverización y el caudal. Es el
modo más eficaz ya que te permite corregir de forma individual el
defecto de cada inyector, y antes de reinstalarlos los sellos y juntas que
se colocan, son nuevos. La mayor desventaja, además del coste, es que
temporalmente no dispones del vehículo, ya que los inyectores son
retirados y enviados al laboratorio.
Consejos de mantenimiento para los inyectores
El sistema de inyección, siempre que sepamos mantenerlo en buen
estado, no necesitará ser reemplazado durante la vida útil de nuestro
vehículo
Los inyectores, sean diésel o gasolina, son elementos imprescindibles
para el buen funcionamiento del motor de nuestro vehículo puesto que
se encargan de dosificar la cantidad exacta de carburante que accede a la
cámara, siendo así los principales responsables de que se produzca una
combustión adecuada.

En principio, el sistema de inyección del vehículo está hecho para durar


toda la vida útil del automóvil, pero tanto la parte mecánica como la
eléctrica de cada inyector son complejas y sensibles, de modo que un
mal mantenimiento de este sistema puede provocar averías serias a
causa de una acumulación de agua en el depósito, restos de sedimentos
o una pulverización defectuosa; factores que aumentarán el consumo de
combustible, el nivel de emisiones de CO2 e incluso pueden llegar a
dañar el motor.

Por el contrario, si el sistema de inyección se encuentra en buen estado


la pulverización y dosificación del combustible son óptimas,
permitiendo que el motor aproveche su potencia, funcione de forma
suave y sin tirones, aportando una lubricación extra al sistema,
reduciendo el consumo y las emisiones, así como ayudando a evitar los
principios de oxidación ya que elimina el agua del depósito.

Mantener en buen estado los inyectores


Hemos recopilado una serie de consejos que os ayuden a mejorar el
estado del sistema de inyección:
Usar aditivos químicos de limpieza de inyectores: Muchas marcas de
combustible directamente incluyen un porcentaje de aditivos de esta
clase en su carburante ayudando a eliminar las impurezas que pueden
obstruir los inyectores. Adicionalmente, podéis encontrar en el mercado
una amplia variedad de estos productos que se añaden sencillamente al
combustible para proteger el sistema de inyección.
No repostar hasta que pase una hora del llenado de surtidores: En teoría,
ninguna gasolinera puede vender combustible hasta que pase ese plazo,
pero no siempre lo cumplen. Los camiones cisterna recargan con
potencia haciendo que todos los sedimentos que almacena el surtidor
suban y puedan entrar en tu depósito de combustible.
No apurar la reserva de tu vehículo: Exactamente por la misma razón
anterior, los posos que se almacenan abajo no es conveniente que
lleguen a la cámara de combustión. Forzarán la bomba y atrancarán los
inyectores con mayor facilidad.
Cuidado con el biodiesel: Este tipo de carburante absorbe agua y
humedad que puede acelerar la oxidación y corrosión de los
componentes. Con frecuencia además presentan hongos o bacterias que
obstruyen y deterioran el sistema de inyección.
Cambiar el filtro de combustible cuando proceda: es el encargado de
mantener a raya las impurezas y de retener el agua que hay en el
carburante. Es mucho más económico sustituirlo periódicamente cuando
está sucio (al menos cada 30.000 kilómetros) que reparar los inyectores.
Controlar las revoluciones: Circulando por encima de las 2.000 rpm
generamos más carbonilla, provocamos más vibraciones y desgastes
prematuros de los elementos que forman el sistema inyector.
Limpiar los inyectores: Cuando detectemos que puedan estar
funcionando de forma incorrecta, es importante proceder a limpiarlos
antes de que la obstrucción vaya a mayores. Puedes hacerlo tú mismo
siguiendo nuestros consejos en “Cómo limpiar los inyectores”.
7. Bujías
¿Qué son las bujías y cómo funcionan?
Las bujías son el último componente del sistema de ignición y ayudan a
disipar el calor de la cámara de combustión
Todos los motores de combustión interna necesitan una chispa que
prenda la mezcla que los alimentará. ¿Recordáis el funcionamiento de
los motores a cuatro tiempos? Pues podríamos decir que las bujías
protagonizan el tercer ciclo.

Las bujías entran en juego encargándose de suministrar la chispa de


encendido para que se inflame el carburante dentro de la cámara de
combustión. Pero no es la única función que realizan: también se
ocupan de aliviar el calor que se genera en la cámara de combustión
hacia el sistema de refrigeración.

Para que las bujías operen correctamente deben cumplir varios


requisitos:
No deben ceder a los niveles de presión, para impedir que pasen los
gases del interior del cilindro al exterior, es decir, son componentes
estancos.
Deben ser soportar los hidrocarburos y ácidos propios de la combustión
manteniendo el aislamiento eléctrico debido a su resistencia térmica,
mecánica y eléctrica.
Es necesario que mantengan una temperatura estable durante su
funcionamiento, entre los 500ºC y los 900ºC, adecuando su graduación
térmica a la necesidad del momento.
Cuando reciben el voltaje suficiente de la bobina de encendido, las
bujías han de ser capaces de proporcionar un arco de corriente óptimo
entre los electrodos. Así se provocará una chispa con intensidad y
duración suficientes para inflamar la mezcla aire y combustible dentro
de los cilindros.

Si no llegara a la temperatura adecuada, no se quemaría bien la mezcla y


el hollín acabaría por obstruir la bujía impidiendo que saltara la chispa.
Si por contra, se calienta demasiado, podría producirse autoignición
antes de que se genere la chispa y acabar por fundir los elementos de la
bujía o dañar los cilindros.

Aunque a priori todas las bujías deban tener las mismas características,
parezcan iguales, e incluso si vamos a instalarlas, quepan igualmente en
nuestro motor, es importante saber el tipo exacto de bujía qué
necesitamos para garantizar el funcionamiento del sistema de ignición
adecuado y un buen rendimiento del motor.

Para ello, debemos consultar el manual de nuestro automóvil ya que


atendiendo a su tipología podemos encontrar una amplia variedad de
bujías. Si quieres conocer más a fondo su clasificación, continúa
navegando por esta categoría web. Al final del artículo facilitaremos una
tabla de consulta para orientarte en el mercado.

A grandes rasgos podemos dividirlas en dos clases atendiendo a su


grado térmico: bujías frías y bujías calientes.
El grado térmico es la capacidad que tiene la bujía de disipar el calor de
la cámara de combustión a la culata donde va fijada, a tenor de factores
como el tamaño del aislante central cerámico, del material con el que
estén realizadas y su capacidad de transferir el calor y de qué esté hecho
el electrodo central.

Las bujías calientes tienen el aislador más largo y un recorrido de calor


indirecto permitiendo que su punta queme los depósitos de carbonilla
que puedan formarse al ir a velocidades más bajas, como cuando vamos
por ciudad. Los motores de bajas prestaciones van con bujías calientes
para mantener la temperatura necesaria para su óptimo rendimiento. No
obstante, nuestra propia conducción puede incidir en el calentamiento
del bloque motor y por tanto, de las propias bujías.
Las bujías frías cuentan con un aislador de punta corta y un recorrido de
calor muy directo para que al ir a altas velocidades, como cuando
circulamos por carretera, no se produzca autoignición ni cascabeleo.
Pero tampoco pueden quemar los restos de carbón que se depositan en
los electrodos. A mayor potencia de motor, más bujías frías serán
necesarias para evitar sobrecalentamientos.
Limpieza y sustitución de las bujías
Limpiar las bujías puede alargar sensiblemente su vida útil, pero no
debe excederse en demasía el kilometraje dictado por el fabricante para
su reemplazamiento.
Las bujías cumplen una función indispensable para el funcionamiento
del sistema de arranque. Cuando una bujía comienza a fallar, se refleja
enseguida en el rendimiento:
Aumento del consumo de combustible para enriquecer la mezcla.
Alterado funcionamiento de los sensores del sistema de inyección.
Inestabilidad del ralentí.
Pérdidas de potencia.
Tironeo al arrancar.
Aunque no siempre que falle la aceleración del vehículo, será cuestión
de bujías, como muchos usuarios piensan. También puede ser que algún
cilindro esté defectuoso impida la combustión o que esta suceda de
forma óptima.

Para verificar que las bujías están fallando podemos acelerar el motor
rápidamente con el vehículo parado dos o tres veces seguidas. Si
tironea, el sistema eléctrico no está funcionando debidamente, por lo
que sería aconsejable extraerlas y verificar su estado tal como os
mostramos en el artículo sobre las averías en las bujías.

Proceso de limpieza o sustitución de la bujía


Las bujías deben ser reemplazadas en los periodos dictados por el
fabricante que encontraremos en el manual de nuestro automóvil,
habitualmente rondando los 60.000 km. si son bujías de encendido de
vehículos gasolina o los 120.000 si son de pre-ingnición diésel. La
limpieza puede ayudar a alargar su vida útil, pero nunca será tan
efectivo como poner una nueva. No es conveniente limpiarlas más de
tres veces, en ese periodo de tiempo ya será aconsejable cambiarlas.

Actualmente pocos modelos requieren que se reajuste la distancia entre


el electrodo central y el lateral gracias a que suelen ser multielectrodo y
el desgaste se sucede de forma regular para que aguante durante la vida
útil de la bujía. No obstante, si has de hacerlo, es recomendable
aprovechar para darles una limpieza.

Antes de quitar las bujías, lo ideal es enumerarlas o etiquetarlas así


como los cables y orificios a las que corresponden para evitar problemas
de reinstalación. Después seguiremos los siguientes pasos:

Aflojar la bujía montada y retirar la suciedad del hueco de montaje con


aire a presión, siempre con el motor en frío y la batería desconectada
para evitar problemas.
Desatornillaremos la bujía una vez desconectadas de los cables o las
bobinas (según el modelo) con ayuda de una llave dinamométrica y
procederemos a soplar los depósitos del orificio y retirar con un paño
seco.
Si vamos a limpiar la bujía, debemos usar alcohol de 90ºC o algún
limpiador específico del mercado, como los limpiadores de frenos o
carburador. Podemos rascar la rosca de la bujía con un cepillo metálico,
una aguja de ganchillo o un cuchillo afilado.
Comprobaremos que la distancia entre los electrodos esté entre 0,020 y
0,080 pulgadas, por si la erosión los ha distanciado impidiendo que la
chispa se produzca con la intensidad suficiente. Podemos calibrarlo
reajustando el electrodo lateral.
Una vez que no presente impurezas y esté seca, y siempre que no esté
agrietada, volveremos a soplarla y pasarla por un paño seco antes de
reinstalarla. De no ser así, deberemos sustituirla por una bujía nueva.
Atornillaremos manualmente la bujía nueva o limpia hasta que haga
tope. Después fijaremos el par de apriete que corresponda con la llave
dinamométrica. No se aconseja hacerlo manualmente, muchas de las
bujías dan problemas por culpa de no ser apretadas correctamente.
Tanto el exceso como el defecto podrían tener consecuencias fatales que
averiasen el motor.
Os incluimos una tabla como referencia:

A la hora de reemplazar tus bujías, asegúrate de usar recambios


originales y en buen estado, ya sean de desguace o de nueva
adquisición. Además es de vital importancia prestar atención al tipo de
bujía y distancia entre electrodos que nos indique el manual para que no
afecte a las prestaciones ni al consumo de nuestro vehículo.

Desde RO-DES, nuestro equipo de profesionales puede darte el mejor


asesoramiento sobre las bujías que requiera tu automóvil. No dudes en
consultar precio y disponibilidad desde aquí.

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