Psicología Social
Psicología Social
Psicología Social
Social y Comunitaria
Etapa de institucionalización
En EE. UU -> se inicia de manera formal la Ps. Social. El nacimiento oficial de la Psicología Social se sitúa habitualmente en
1908. En ese año se publicaron dos manuales:
• Uno de William McDougall (Psicólogo - Inglaterra): pretendía estudiar las capacidades de la mente humana
individual. Obra representante de la versión individualista de la Ps. Social.
• Otro de Edward Ross (Sociólogo – EE. UU.): buscaba analizar los fenómenos resultantes de la interacción entre las
personas, que determinan la conducta de los individuos. Ejemplifica la perspectiva más sociológica.
En el año 1924, Floyd Allport propone la utilización de la metodología experimental. Condujo a que otros
planteamientos alternativos (sociológicos) quedasen un tanto relegados.
En estos años (década del 1920 – 1930), la PS adquiere conciencia como disciplina y empieza a ganar visibilidad y
espacio institucional:
- Se publican importantes Libros y Manuales.
- Se edita una Revista Científica de PS.
- Se funda una Sociedad de Psicología Social.
- Varias Universidades estadounidenses crean Cátedras de PS.
Nivel Intraindividual
Aquellos elementos internos al sujeto que permiten organizar, procesar e interpretar el mundo social (pensamientos,
emociones).
Nivel interindividual
Se refiere al modo en que la persona interactúa con otras personas en diferentes situaciones y con diferentes finalidades:
profesionales, afectivas, de ayuda, etc. También incluiría la conducta inter-roles (ej: padre-hijo) Aquí se incluyen muchos
temas típicos de la ps. Social (influencia, percepción social).
Nivel Grupal
Las personas pertenecen a diferentes grupos, tales como familia, profesión, etc. Esta pertenencia influye en el
comportamiento porque muchas veces estas personas se verán influidas por las normas asociadas a cada uno de los roles
que desempeña en esos grupos, y porque el grupo contribuye a su identidad social y a su autoconcepto.
Si focalizamos la relación de los grupos entre sí, surgen temas clásicos de la PS como prejuicios, estereotipos,
discriminación y conflicto intergrupal.
Teorías fenomenológicas
Intentan aislar y caracterizar las conductas como fenómenos, es decir, como elementos provisionalmente
independientes de su inserción particular en un contexto, en una situación demasiado precisa, en una causa demasiado
particular, para hacer de ellos un objeto de estudio aislable. Reducción a lo esencial.
Teorías simbólicas
Pone de relieve las diferencias que pueden existir entre un grupo y otro, y entre una sociedad y otra, en la organización
de la vida social y de los intercambios.
El Interaccionismo simbólico se sustenta desde un punto de vista intercultural enfocando la realidad como un
conjunto de constructos sociales, a partir de la importancia del sistema de símbolos colectivos operantes basado en
sistemas de valores, normas y creencias, compartidos por los miembros de un grupo o de una sociedad.
Teorías psicoanalíticas
En el desarrollo de esta teoría, Freud reconoció la importancia de la sociedad con la que el individuo construye toda
clase de vínculos. Entre las esferas individual y social, hay un intercambio definitivo de nociones y explicaciones. El
intercambio es tan fuerte que poco a poco va difuminando y borrando los límites entre la sociedad y el individuo. La
psicología individual se convierte en social y desde este concepto, el ser humano se observa como alguien sustancialmente
social por definición y desde un principio.
Es así como el psicoanálisis influyó en la psicología social de manera decisiva y entre las contribuciones más destacadas
figuran las de Sigmund Freud, Theodor Adorno y Abram Kardiner. Commented [CAP2]: Pichon Rviere no existís
Esquema metodológico-base
El esquema metodológico-base es un esquema cíclico inductivo-deductivo:
1. Observación de los fenómenos
2. Por inducción se realiza una generalización teórica o se proclama una regla aplicable a otros singulares no
observados directamente. 00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
3. Por deducción se extraen consecuencias incluidas en esas reglas= hipótesis
4. Las hipótesis se someten a verificación (vuelta a los fenómenos observables)
3 niveles metodológicos:
1. Descripción
Coleccionar datos y medidas, lo más completos, precisos y fiables posibles, acerca del hecho que se estudia. Permite
elaborar sistemas clasificatorios, obtener tipologías, categorizaciones u observaciones sistemáticas de las observaciones
realizadas.
2. Correlación
Es un nivel metodológico más complejo que la descripción. Consiste en el establecimiento de relaciones entre distintos
hechos o variables, pero no permite la atribución de causalidad saber en cada correlación qué variable es la causa y
cuál el efecto.
3. Inferencias causales
Al descubrir relaciones causales, los fenómenos quedan científicamente explicados. Estas relaciones permiten predecir
las conductas psicosociales futuras de un determinado individuo en una determinada situación social. Además, permiten
controlar las conductas propias y de las demás personas.
- De manera general se puede decir que el rol del psicólogo social es identificar y explicar las actitudes que
adquieren los individuos ante su entorno social, lo que obliga al profesional al estudio sistemático de las
transformaciones en las reacciones de acuerdo con la transformación del entorno social, esto visto desde la
interdisciplinariedad para asumir al ser humano en su integridad con los otros y con el entorno.
- Asesoría y orientación.
- Atención directa. intervenir en forma directa ocupándose de los actores sociales de forma apropiada ya se trate
de atención a individuos, familias, grupos o comunidades. Lo que resalta de esta actuación es que la atención se
dirige al desarrollo de habilidades, competencias y recursos que permitan a los actores sociales enfrentar sus
problemas con más posibilidades de éxito.
- Investigación. El objetivo fundamental de investigación de los psicólogos sociales es el funcionamiento de la
mente en sociedad. De esta manera el psicólogo social contribuye al avance de la profesión.
- Formación. para diferentes agrupaciones, instituciones u organizaciones, al igual en las instituciones de enseñanza
universitaria, con el objetivo de mejorar o desarrollar nuevos conocimientos o nuevas habilidades sociales.
- Dirección y gestión dentro de las estructuras de servicios y programas de intervención social.
- Evaluación de programas. Realización de prospecciones, estudios, valoraciones y evaluaciones de planes o
programas, así como la confección de informes de viabilidad de proyectos, servicios, instituciones, etc.
- Planificación de programas. Elaboración de planes y programas de actuación para el enfrentamiento de
problemáticas psicosociales.
- Elaboración de técnicas e instrumentos de investigación. Diseña y aplica técnicas apropiadas e instrumentos de
recolección de datos.
- Mediación. interviene voluntariamente y en forma imparcial para facilitar la conciliación de dos o más partes en
conflicto, promoviendo un acuerdo satisfactorio y justo para cada una de las partes, buscando así restaurar la
comunicación y fortalecer las habilidades conciliadoras de los actores sociales. Utiliza herramientas específicas de
esta modalidad de resolución de conflictos en el ámbito familiar, grupal y vecinal.
- Intervención. La intervención social es una actividad profesional de la psicología social que, en su evolución
histórica, surge como respuesta a la necesidad de analizar y/o actuar sobre los problemas de las interacciones
personales y su entorno en los diversos contextos sociales. En este rol, el profesional se centra especialmente en
problemas que se dan en el seno de sistemas o procesos sociales complejos, multifacéticos y dinámicos.
La cognición social es un enfoque de la psicología social que estudia de qué manera los contextos sociales más
amplios o inmediatos afectan la cognición y cómo ésta incide en nuestro comportamiento social.
La cognición social estudia todos estos procesos. Además, estudia cómo influyen en estos procesos la presencia
de los demás (física, imaginada o implícita), la motivación (nuestras metas) y nuestro estado emocional en cada
situación concreta.
En su mayor parte es automática. No tenemos conciencia de ella y sólo la advertimos con dificultad. Es como un
programa de computadora, opera en el fondo y ejecuta o es responsable de todas las funciones del ordenador
que nosotros advertimos. Su funcionamiento operativo se puede inferir de lo que la gente hace y dice, de
expresiones, acciones, escritos, dichos, etc.
Si podemos conocer la cognición social podemos conocer cómo y por qué las personas se comportan como lo hacen.
Cognición social y no social
La investigación en Cognición Social analiza estructuras y procesos cognitivos (atención, percepción, memoria,
inferencia...) pero aplicándolos a personas en lugar de a objetos o conceptos abstractos.
Algunos autores han sostenido que, siendo las estructuras y los procesos implicados en ambos casos semejantes, no
cabe una distinción entre cognición social y cognición no social. Sin embargo, las personas y las cosas son diferentes en
muchos aspectos.
Fiske y Taylor (1991) señalan algunas diferencias entre las personas y las cosas:
- Las personas influyen en su entorno (en los demás) de forma intencionada, e intentan controlarlo de acuerdo
con sus propios propósitos. Los objetos, no.
- Las personas son al mismo tiempo percibidas y perceptoras (cuando estamos juzgando a alguien, ese alguien
también puede juzgarnos a nosotros; la cognición social es cognición mutua). Los objetos, no.
- Las personas se parecen más entre sí que a cualquier objeto. Esto implica que los demás pueden proporcionarnos
más información sobre nosotros mismos.
- Las personas pueden cambiar cuando son objeto de cognición (por ejemplo, pueden ajustar su conducta o su
aspecto para crear una impresión determinada en el otro). Los objetos, no.
- Es más difícil comprobar la precisión de la cognición sobre otras personas (si son como creemos o no) que sobre
objetos, puesto que muchas de sus características importantes (por ejemplo, sus actitudes, sus intenciones, su
personalidad) no son directamente observables, sino que deben ser inferidas
- Para estudiar la cognición social es necesario simplificar la realidad, debido a la gran complejidad del ser
humano. Esto también ocurre en la investigación sobre cognición no social, pero en este caso no implica tanta
distorsión como en la cognición sobre estímulos sociales, para cuyo análisis hay que eliminar gran parte de la
riqueza de información que proporcionan.
Algunos psicólogos sociales, fundamentalmente europeos, señalan que toda cognición tiene un origen social, ya que
el conocimiento de la realidad, y la forma en que la procesamos surge y se desarrolla a través de la interacción social,
sobre todo durante el periodo de socialización del niño. Las estructuras y procesos cognitivos se adquieren interactuando
con otras personas.
La cognición es socialmente compartida entre los miembros de un grupo, sociedad o cultura. Todos o la mayoría de
los miembros de un grupo o cultura interpretan ciertos aspectos de la realidad (tanto social como no social) de una forma
similar.
Tipos de esquemas
Hay diferentes tipos de esquemas, y todos incluyen:
- La codificación (internalización e interpretación) de la información nueva
- El recuerdo de información antigua
- Las inferencias acerca de la información faltante.
Estos son:
- ESQUEMAS DE PERSONAS estructuras de conocimiento individualizadas acerca de personas específicas. Es el
conocimiento almacenado que tenemos acerca de determinados individuos, de cómo son y cómo se comportan.
- ESQUEMAS DE ROLES estructuras de conocimiento acerca de todos aquellos que cumplen un rol (funciones)
específico. Estos esquemas contienen información sobre cómo son y cómo se comportan las personas que
desempeñan un determinado rol en el grupo o en la sociedad (líder, profesor, ama de casa, médico).
Esto nos permite comprender y tener expectativas sobre las metas y acciones de esos individuos y saber cómo
debemos interactuar con ellos.
A veces pueden comprenderse mejor como esquemas sobre grupos sociales (y si se comparten son estereotipos
sociales)
- ESQUEMAS DE SITUACIONES O EVENTOS – GUIONES DE ACCIÓN es el conjunto de presunciones sobre lo que
debe suceder y cómo debemos comportarnos en un evento o situación determinada.
Estos guiones tornan significativo todo el evento. Se trata de información sobre secuencias típicas de acciones en
situaciones concretas. Indican lo que se espera que ocurra en un determinado lugar o situación.
Gracias a este tipo de esquemas podemos orientarnos en diferentes situaciones y comportarnos de forma apropiada
en ellas. La ausencia de roles pertinentes puede contribuir a los sentimientos de desorientación, frustración y falta de
eficacia que experimentan los que se encuentran en culturas diferentes y “extrañas”. Ej: esquema de restaurante,
esquema de examen, cine, fiesta, presentación, etc.
- ESQUEMAS DEL YO – AUTOESQUEMAS estructuras de conocimiento de las personas acerca de ellas mismas.
Forman parte del autoconcepto. Este tipo de esquemas incluye las ideas más distintivas y centrales que tenemos
de nosotros mismos. Cada persona posee múltiples autoesquemas, uno por cada faceta de su autoconcepto.
Estos son mucho más complejos que los esquemas de personas. Esto se debe a que que la mayoría de la gente dispone de
un conocimiento más complejo, variado y articulado sobre sus características personales, sus destrezas y habilidades, sus
logros y sus fracasos, sus preferencias, etc.
- ESQUEMAS SIN CONTENIDO no tienen información acerca de una categoría específica, sino más bien un
número limitado de reglas para procesar información. Son esquemas de procesamiento. Ej: cómo atribuir causas
a la conducta de alguien.
Uso de esquemas
Los esquemas sociales son abstracciones mentales almacenadas en la memoria que representan casos generales no
ejemplos particulares. Gracias a la información almacenada que contienen sobre distintas categorías de estímulos, nos
ayudan a interpretar la información social que recibimos y guían nuestro procesamiento de esa información,
haciéndonos mucho más fácil entender el complejo mundo en el que nos movemos y ahorrándonos mucho esfuerzo de
procesamiento, sobre todo cuando las cosas ocurren tal como esperamos, es decir, cuando no necesitamos dedicar mucha
atención a analizar lo que está pasando.
Los esquemas se activan de forma espontánea cuando nos encontramos con un estímulo relacionado con ellos.
Una vez activado un esquema dirige nuestra atención hacia la información relevante, nos ayuda a interpretarla y guía la
recuperación de dicha información cuando queremos recordarla. Además, permite eliminar la información redundante,
completar información que falta en lo que percibimos con el conocimiento que ya tenemos y resolver pequeñas
confusiones o ambigüedades que aparezcan
Funcionan como un filtro, de forma que se percibe y se recuerda la información que es consistente con nuestros
esquemas y se ignora aquella que no es relevante. Esto puede suceder de forma automática y a nivel preconsciente, por
lo que no nos damos cuenta de su influencia y creemos que lo que percibimos o lo que recordamos es lo que ocurrió
realmente. Tienen, por tanto, además de su lado práctico, un “lado oscuro” (estereotipos, prejuicios). Los esquemas son
estructuras cognitivas compartidas, gracias a las cuales nos resulta posible comunicarnos con los demás, sobre todo si
pertenecen al mismo grupo o cultura que nosotros. Simplifica el tener que explicar cada palabra cuando hablamos con
alguien. El no compartir esquemas lleva a malentendidos.
Los esquemas también guían nuestra interacción social con los demás. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en
las llamadas profecías autocumplidas. Los esquemas que tenemos sobre otras personas nos hacen generar unas
expectativas concretas sobre cómo son o cómo se comportan esas personas, su vez, esas expectativas nos hacen
comportarnos con ellas de una manera determinada, con lo que las influimos para que se ajusten a lo que esperamos
de ellas o les impedimos que actúen de otra forma provocando así que la expectativa se cumpla y el esquema se mantenga. Commented [CAP4]: Creo que acá se nota la necesidad
de poder predecir y controlar que tenemos como medida
adaptativa
Este fenómeno, también conocido como “efecto pigmalión” puede tener implicaciones en diversos ámbitos
(educativo, laboral, clínico, etc).
Categoría conjunto de casos que tienen un parecido familiar. Los casos no son idénticos, difieren entre sí en
diversos grados. Estas pueden considerarse conjuntos difusos centrados en/organizados alrededor de un
prototipo. Los casos son más o menos típicos en función de un rango de atributos, con un caso muy típico o
prototípico que representa a la categoría
Prototipo representación cognitiva de las características típicas o ideales que definen una categoría. Está
basado en abstracciones (generalización, lo común de los casos de la categoría más allá de las características
concretas). Los prototipos son los estándares respecto de los cuales se evalúa el “parecido familiar” y se decide la
pertenencia a una categoría. A veces los prototipos representan el promedio de la categoría, otras veces pueden
ser el miembro típico, y en otras un miembro extremo.
Ejemplares ejemplos concretos de la categoría. Son casos específicos que nos hayamos encontrado o que
conozcamos. Estímulos o experiencias concretas. Los obtenemos a partir de la experiencia directa o indirecta.
- Hay un enorme espectro de prototipicidad (la categoría es relativamente diversa: es un conjunto difuso que
contiene casos que guardan un parecido familiar) y ningún ejemplo se adapta con exactitud al prototipo (el
prototipo es una construcción cognitiva)
Entre personas puede haber similitudes en los prototipos. Los prototipos de grupos sociales (ej: psicólogos) que
son compartidos por miembros de un grupo social (Ej: estudiantes de psicología) se pueden considerar estereotipos
sociales.
- La relación entre las categorías es jerárquica
Hay categorías menos inclusivas debajo de las más inclusivas. Hay categorías con menos miembros y menos atributos
incluidos dentro de categorías con más miembros y más atributos. En general es más probable que usemos categorías
intermedias o de nivel básico, que no son demasiado amplias ni demasiado estrechas. En lugar de las que son muy
inclusivas o excluyentes. Ej: es más probables identificar como Auto que como Vehículo (demasiado inclusivo) o como
Mercedes modelo “x” (demasiado excluyente)
Las categorías de nivel básico son la opción por defecto, pero en la percepción social factores contextuales y de
motivación pueden dominar la elección del nivel de categorización.
Una vez que se categoriza a una persona, un evento o una situación, ante la presencia de un estímulo relacionado
se invoca un esquema.
- Los esquemas y los prototipos son similares y muchas veces son usados como sinónimos. Se diferencian en
función de su organización:
• Los prototipos son representaciones difusas, desorganizadas, relativamente nebulosas de una categoría
• Los esquemas son especificaciones muy organizadas de características de una categoría y sus interrelaciones.
Según el modelo normativo, las inferencias deben realizarse siguiendo una secuencia lógica a través de tres fases
sucesivas:
1. Reunir información: implica decidir cuál es relevante para el juicio que tenemos que hacer y cuál no. Cuanto más
abundante y detallada sea la información de la que partimos, más correcta será la inferencia.
2. Seleccionar, entre todos los datos que hemos reunido, los que más se adecuen al objetivo: Los datos
seleccionados no deben ser casos atípicos, sino representativos, es decir, extraídos de una muestra lo
suficientemente grande y no sesgada, y no ser ejemplos extremos dentro de esa muestra.
3. Integrar los datos seleccionados y combinarlos para hacer un juicio: para que la inferencia sea correcta es
necesario aplicar una regla de decisión adecuada, teniendo en cuenta todos los elementos de información
seleccionados en el paso anterior, dando a cada uno el peso que le corresponde y combinando toda esa
información para extraer un juicio.
Esto es lo que deberíamos hacer, y es lo que haría un ordenador, pero las personas no somos normalmente tan
sistemáticas. Las demandas de la vida cotidiana nos obligan a funcionar mentalmente de otra manera, a menudo
incurriendo en sesgos.
Priming
—disponibilidad de información incrementada como resultado de la exposición a estímulos o eventos específicos -. Un
buen ejemplo de priming: síndrome del estudiante de medicina.
Eventos y condiciones externas —o incluso nuestros propios pensamientos— pueden incrementar la
disponibilidad de ciertos tipos de información. Y la disponibilidad amplificada, a su vez, influye nuestros juicios con
respecto a tal información. Parece que razonamos: «Si lo recuerdo, entonces, debe ser importante, frecuente o cierto» y
a menudo llegamos a tales conclusiones incluso si no son apoyadas por la realidad social.
Errores obtenidos a partir de este heurístico:
- Error de muestreo -> basar inferencias y juicios en muestras reducidas y sesgadas, o en los casos extremos de la
muestra. Muchas veces nos dejamos llevar por opiniones de otros sobre la posibilidad de ocurrencia o frecuencia
de un determinado suceso y no tenemos en cuenta de dónde proviene la información.
- Fenómeno de correlación ilusoria -> sobreestimación del grado en que están relacionados dos sucesos o
características. En este caso lo que está disponible o se recuerda más fácil es una fuerte asociación entre sucesos
o atributos, y esto lleva a sobreestimar la frecuencia con la que ocurre dicha asociación. Ej: el hecho de pertenecer
a un determinado grupo social y cometer delitos.
Heurístico de representatividad
Es una estrategia para hacer juicios basada en el parecido que tienen los estímulos o eventos que se evalúan, con otros
estímulos o categorías.
Es la realización de juicios sobre la base de una regla relativamente simple: Mientras más similar sea un individuo
a los miembros típicos de un grupo, será más probable que pertenezca a dicho grupo. Inferencia de que las características
de x estímulo son relevantes (representativas) o encajan en y categoría, basándonos en su semejanza con otros elementos
típicos de dicha categoría y pasando por alto otro tipo de información.
Es verdad que pertenecer a ciertos grupos afecta el comportamiento y el estilo de las personas en ellos, que es la
información que percibimos y a partir de la cual hacemos las inferencias. También es verdad que la gente con
determinados rasgos es atraída por grupos específicos.
Sin embargo, algunas veces, los juicios basados en la representatividad son incorrectos debido principalmente a
la siguiente razón: las decisiones o juicios que son realizados sobre la base de esa regla tienden a ignorar la tasa de
prevalencia —la frecuencia con la que ciertos eventos o patrones ocurren en la población total, es decir, estamos
ignorando la probabilidad estadística.
El heurístico de representatividad es, según Fiske y Taylor (1991), el más básico de todos los que empleamos. El
acto de identificar a las personas como miembros de categorías, o el de asignar significados a las acciones, son
fundamentales para toda la inferencia y la conducta social.
Sesgo optimista
También tenemos una tendencia a esperar que las cosas salgan bien. Mucha gente cree que ellos son más propensos que
otros a experimentar eventos positivos y menos propensos a experimentar eventos negativos
Falacia de planificación
Tendencia a creer que podemos hacer más de lo que realmente podemos hacer en un tiempo dado—.
Tendencia a hacer predicciones optimistas referentes al tiempo que llevará realizar una tarea dada.
Buehler, Griffin y Ross (1994), psicólogos sociales que han estudiado esta tendencia en detalle, señalan que
intervienen varios factores:
- Cuando los individuos hacen predicciones acerca de cuánto tiempo les llevará finalizar una tarea dada, entran en
un modo narrativo o planificador de pensamiento en el cual ellos se centran primeramente en el futuro y en
cómo desempeñarán la tarea. Esto, en cambio, impide que miren hacia atrás en el tiempo y recuerden cuánto
tiempo les llevó realizar tareas similares en el pasado.
Como resultado queda marginado un buen análisis de la realidad que podría ayudarles a evitar ser extremadamente
optimistas
- Cuando los individuos consideran las experiencias pasadas en las cuales las tareas llevaron mayor tiempo de lo
esperado, tienden a atribuir tales resultados a factores ajenos a su control.
El resultado: tienden a pasar por alto importantes obstáculos potenciales cuando se predice cuánto tiempo llevará
realizar una tarea y caen víctimas de la falacia de planificación.
- La motivación para completar una tarea. Cuando los individuos predicen lo que pasará con frecuencia suponen
que lo que pasará es lo que ellos quieren que pase. En consecuencia, en casos en los cuales los individuos se
encuentran fuertemente motivados para completar una tarea, hacen predicciones excesivamente optimistas.
Preparado para lo peor: una excepción de la regla optimista.
Cuando los individuos esperan recibir feedback o información que puede ser de naturaleza negativa y que tiene
consecuencias importantes para ellos, se preparan para lo peor. Tienden a ser pesimistas, mostrando una acentuada
tendencia a anticipar resultados negativos, esto nos ayuda a protegernos de la conmoción de las malas noticias
inesperadas.
Pensamiento “contrafáctico”
Tendencia a imaginar unos resultados diferentes a los que se han obtenido en realidad, «lo que podría haber sido».
Suceden en un amplio rango de situaciones, no sólo cuando nos encontramos ante situaciones que nos decepcionan.
Puede implicar imaginar:
Mejores resultados (contrafáctico al alza) -> esto genera una experiencia de arrepentimiento. Tales
remordimientos parecen ser más intensos cuando implican cosas que deseamos pero que no hicimos, más que
cosas que hicimos de manera deficiente (Gilovich y Medvec, 1994).
Esto sucede porque cuando pensamos acerca de las cosas que hicimos pero que salieron mal, sabemos lo que ha ocurrido
y podemos analizar nuestras decisiones o acciones, encontrando buenas explicaciones para ello. Sin embargo, cuando
pensamos acerca de las oportunidades perdidas, a medida que el tiempo pasa, perdemos de vista los factores que
evitaron que actuáramos en el momento —esto parece cada vez menos importante—. Aún peor, tendemos a imaginar
con detalles vívidos los maravillosos beneficios que podrían haber resultado si hubiéramos actuado. El resultado:
nuestros remordimientos se intensifican con el tiempo y pueden obsesionarnos toda la vida.
Entrar en este tipo de pensamiento puede generar un amplio rango de resultados, algunos de los cuales son
beneficiosos, mientras que otros son costosos:
- Puede generar tanto subidas como bajadas en nuestros estados de ánimo actuales.
- Fuertes sentimientos de insatisfacción o envidia, especialmente si los individuos no se sienten capaces de
obtener mejores resultados en el futuro.
Pensamiento mágico
Los pensamientos relacionados con supuestos que no se mantienen ante un análisis racional pero que, no obstante, son
convincentes.
1. LEY DEL CONTAGIO: sostiene que cuando dos objetos se tocan, se transmiten propiedades entre sí y los efectos
pueden durar más allá de la finalización de dicho contacto.
2. LEY DE LA SIMILITUD: sugiere que las cosas que se parecen entre sí comparten propiedades básicas.
3. LOS PENSAMIENTOS DE UNO PUEDEN INFLUIR EL MUNDO FÍSICO DE UNA FORMA NO REGIDA POR LAS LEYES DE
LA FÍSICA
Inferencial: a partir de unos datos físicos inferimos conclusiones no físicas (por ej. emociones).
Estructurante: a la información la estructuramos a nuestra manera, categorizando a las personas como pertenecientes a
determinados grupos.
Percibidas como agentes causales: tenemos intenciones Los objetos no tienen intenciones de ser percibidos de una
sobre el mundo que nos rodea. Nuestros objetivos influyen manera u otra.
sobre la información que presentamos de nosotros
mismos.
Las otras personas son semejantes a nosotros, por lo tanto, Con los objetos no podemos realizar inferencias de las
podemos realizar inferencias sobre sus causas de la información que nos proporcionan.
comportamientos, por ejemplo, cómo debería sentirse
una persona cuando desaprueba un examen.
La percepción se da en una interacción dinámica con los Esto no sucede en la percepción de los objetos.
otros: generalmente percibimos y somos percibidos.
Expresiones faciales
Es posible aprender mucho sobre los estados anímicos de los otros a partir de sus expresiones faciales. En el rostro
humano se representan, de manera temprana y clara, seis emociones básicas diferentes: rabia, miedo, alegría, tristeza,
sorpresa y disgusto.
Contacto visual
Con frecuencia, sabemos de los sentimientos de los otros por sus ojos. Aunque un alto nivel de contacto visual con otros
es usualmente interpretado como un signo de agrado o de sentimientos positivos, una mirada muy fija es a menudo
interpretada como un signo de ira u hostilidad.
Contacto físico
Dependiendo de ciertos factores (quién es la persona, qué tipo de contacto y el contexto) tocar a alguien puede sugerir
afecto, interés sexual, dominación, cuidado o incluso agresión.
A pesar de tales complejidades, el contacto físico produce, con frecuencia, reacciones positivas en los otros si el hecho
es considerado apropiado.
- Apretón de mano: este tipo de contacto físico revela mucho acerca de las otras personas y es una buena manera
de dar una buena primera impresión a los demás.
Modelo de configuración
Debido a que no siempre es posible contar con las múltiples observaciones que necesita el modelo de covariación, Kelly
sugiere que las personas llevan a cabo el proceso de atribución causal gracias a esquemas causales: creencias
preestablecidas, basadas en la experiencia, acerca de qué causas producen qué efectos, distinguiendo entre dos tipos:
- Esquemas de causas múltiples necesarias: se aplica cuando la conducta es de tal intensidad que una sola causa
no sería suficiente, de manera que se requiere la conjunción de varias causas.
- Esquemas de causas múltiples suficientes: una única causa es suficiente para explicar el evento, ya que este es
de intensidad moderada o de poca importancia. Cuando aplicamos este esquema, hay dos principios que son
importantes:
o Principio de aumento -> la importancia de una causa aumenta cuando hay otras causas que la inhiben (ej:
si alguien comete un pequeño hurto y sabemos que tiene una personalidad peculiar -causa favorecedora-
a la vez tiene una educacion exquisita -causa inhibidora- inferiremos que la importancia de la primera
causa es mayor.
o Principio de descuento o desestimación -> cuando surgen otras causas verosímiles para explicar un
evento, se producirá una disminución de la importancia otorgada a las otras causas.
La dimensión de controlabilidad afectaría la culpa, si se hizo una atribución de control tras una transgresión o
fracaso y a la vergüenza, si se hizo una atribución de no control, ante un fracaso o evento negativo.
Atribución defensiva
Según Walster (1966) los observadores hacen más atribuciones internas cuando las consecuencias de la conducta son
graves que cuando son menos importantes. De esta manera, el observador pone distancia entre el resultado de lo ocurrido
y la posibilidad de que a él le pueda pasar lo mismo.
Según Shaver (1970) la atribución defensiva depende fundamentalmente de las posibilidades situacionales y las
similitudes personales. Predice que para que se le atribuya la responsabilidad al actor, el observador debe pensar que es
posible que el mismo se encuentre en una situación familiar y reaccione diferente. Caso contrario, tiende a atribuir la
conducta a causas situacionales.
Este autor la define como un deseo por parte de los observadores de hacer cualquier atribución que pueda reducir
mejor la amenaza que representa la situación para ellos (=> aumentará las atribuciones internas cuando aumenten las
consecuencias de la conducta).
Atribuciones favorecedoras del yo
Cuando las personas llevan a cabo una conducta que conduce al éxito, tienden a atribuirle causas internas (sesgos
autoensalzadores), mientras que a sus fracasos le atribuyen causas externas (sesgos autoprotectores). La primera aumenta
la autoestima personal, y la segunda la protege. Otra explicación podría ser más bien cognitiva, es decir que la persona
podría ver la covariación entre su comportamiento y el éxito, pero no entre su comportamiento y el fracaso.
A nivel de contenido
El contenido es cognitivo: conjunto de informaciones relativas a un objeto social.
El contenido viene marcado por su carácter significativo: está definido por una relación0 figura/sentido. Las
imágenes producen significaciones.
Tiene un contenido simbólico: el objeto presente designa lo que está ausente de nuestra percepción inmediata.
Fases
Son la polifasia cognitiva y la familiarización con lo extraño
Susan Harter (1999) considera al autoconcepto como una construcción cognitiva y social que se desarrolla a lo
largo de la vida y que se encuentra formada por el conjunto de características asumidas de manera consciente
por el individuo. En su Modelo Jerárquico y Multidimensional del Autoconcepto hace notar la complejidad del sí
mismo y la dificultad de abordarlo por la gran diversidad de dimensiones que lo conforman, entendiendo que
estas dimensiones se van modificando en las diferentes etapas del ciclo vital.
Unidad
Cuando se piensa sobre uno mismo, pese a la inmensa cantidad de experiencias sensoriales que se tiene y conductas que
se realizan, se siente que somo una única persona. Esta es la base de la identidad. Incluso, emociones, conductas,
objeticos y creencias que pueden parecer contradictorias (para otros) resultan congruentes y lógicamente asociadas en
un solo conglomerado acerca de nosotros mismos.
Corporeidad
Este es la base de nuestro autoconcepto físico: el sentido de estas localizado en los límites físicos del propio cuerpo.
Conciencia de sí mismo
El yo es consciente de que es consciente y, por tanto, puede reflexionar sobre la propia mente y los propios
pensamientos. El yo consciente, a diferencia de lo que se puede pensar, solo puede acceder a una parte muy reducida de
toda la mente. El resto es inconsciente.
Desempeño de roles
Según Mead, al adoptar papeles se sume de manera imaginativa el punto de vista de los otros y se observa el
comportamiento propio desde otras perspectivas. Así, cada vez que desempeñamos un rol, aprendemos nuestras
1
Texto de Hogg
variedades de conductas y ampliamos nuestro repertorio de interacción. Cuantos más roles realicemos, más info sobre
nosotros cómo nos relacionamos con los demás, entre otras cosas, tendremos.
Pertenencia a grupos
La identidad social es aquella parte del autoconcepto que se deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo social.
Al interiorizarnos con un grupo interiorizamos la visión que este tiene de la realidad social. Las identificaciones sociales
proporcionan a sus miembros valores, metas y creencias sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea. Por ejemplo:
el aprender que soy mujer y no hombre, argentina y no brasilera, interiorizo un conjunto de valores, creencias y pautas
de conducta sobre mí mismo grupo y sobre las personas de otros grupos. Hay tantas identidades sociales como a grupos
pertenezcamos
2
Texto de Hogg
Reacciones de los demás
Valoración refleja o yo reflejo es una teoría desarrollada por Cooley para explicar que lo que las personas piensan de sí
mismas y el modo en que se evalúan refleja la percepción que los demás tienen de ellos. Para Cooley, las personas están
constantemente imaginando lo que los demás piensan de ellas, y esa info influye en cómo se ven a sí mismas.
7.5 Autoestima
Definición
La autoestima es la actitud del individuo hacia sí mismo, es decir, la valoración que cada persona hace de todo
lo que está incluido en su autoconcepto a lo largo de una dimensión de positividad-negatividad (con frecuencia
se denomina alta a la autoestima positiva y baja a la autoestima negativa).
La autoestima es una herramienta que permite a las personas tener una evaluación positiva de sí mismas. Es
fundamental en la protección y supervivencia de las personas, para la motivación en la vida y para el éxito social
Es el conjunto de sentimientos y evaluaciones sobre uno mismo.
Necesidad de autoestima, necesidad de valorarnos y que nos valoren, de sentirnos especiales, se nos presenta
como una fuerza motivacional Según Leary y Baumeister, las personas son inherentemente sociales, de modo que el
deseo de autoestima es un impulso primitivo que facilita la conexión con otros y ayuda a ganar su aprobación. La
autoestima seria como un barómetro que indica en qué medida la persona es valorada, aceptada o excluida. Por lo tanto,
nuestra autoestima es una reacción interna a nuestra aceptación social.
La autoestima está estrechamente relacionada con la identidad social: al identificarse con un grupo, el prestigio u
el estatus de ese grupo en la sociedad se anexa al autoconcepto. Es menos probable una autoestima positiva al
identificarse con un grupo de obesos que al identificarse como un miembro de un grupo de atletas. Dato a color: los
miembros de grupos estigmatizados suelen ser sumamente creativos al evitar consecuencias sobre la autoestima de
pertenecer a ese grupo.
Funciones de la autoestima
Fuente de enaltecimiento
Proporciona a la persona una opinión favorable de sí misma en un amplio rango de dimensiones de personalidad y de
conductas. Las personas protegen su autoestima a través del optimismo respecto de su talento, habilidades y formas de
ser. Gracias a la autoestima las personas se ven a sí mismas como competentes, atractivas, sociables y buenas.
Ilusión de control
Según Rotter en su teoría sobre el locus de control, las personas varían en el modo en que perciben la relación entre su
conducta y los resultados de dicha conducta. Quienes tienen un locus de control interno piensan que controlan su vida y
confían en sus habilidades para controlar el entorno. En cambio, las personas con un locus de control externo tienden a
pensar en la suerte, el destino o la casualidad como factores responsables de lo que les ocurre, y esta creencia
cortocircuita la motivación y el esfuerzo para alcanzar los objetivos.
Más allá de esto, el deseo de control es tan intenso y la sensación de control tan placentera que, en general, las
personas actúan como si tuvieran control, lo que tiene consecuencias benéficas en sobre la autoestima. Los que no
perciben control sobre su vida están menos sanos física y psicológicamente.
La ilusión de control es vulnerable a sucesos críticos que desacrediten la creencia de control.
Indefensión aprendida: las personas, bien por ser víctimas de situaciones adversas de forma reiterada o
inesperada, bien por la confluencia de distintos factores que perturban el yo, pierden la ilusión de control, piensan que
están al descubierto y se comportan pasivamente ante los eventos adversos porque creen que sus esfuerzos van a ser
inútiles. Esta indefensión genera tres déficits:
- Motivacional: no inician respuestas voluntarias ni intento aprender conductas que eviten el sufrimiento.
- Cognitivo: como previamente no tuvo éxito, piensa que ya no lo va a tener (condicionamiento operante).
- Emocional: se experimenta ansiedad, miedo y depresión.
A estos déficits hay que añadir otros, los cuales son generados por las explicaciones que las personas elaboran para
explicar las causas. Esto lo hacen empleando las siguientes dimensiones:
- Interna-externa: el grado en que la causa se atribuye a uno mismo o a los otros.
- Global-específica: el grado en que la casusa se generalice a diferentes situaciones o una situación específica.
- Estabilidad-inestabilidad: el grado en que la causa se considere permanente o variable en el tiempo.
Si una persona explica acontecimientos negativos con factores internos, alude a una causa persistente, más difícil de
modificar. Lo mismo si atribuye a acontecimientos negativos causas globales, así el efecto negativo sobre la autoestima y
el SIPs será mayor.
Sesgo optimista
Tendencia a creer que tenemos menos posibilidades de experimentar acontecimientos negativos en comparación con
otras personas; también es la tendencia a creer que tenemos más posibilidades de éxito que los demás.
- Falacia de la planificación (variable de este sesgo): la persona tiende a subestimar el esfuerzo y el tiempo que
conlleva la realización de una tarea. La explicación es que las personas se confunden el deseo con la realidad, y
prestan atención a la tarea en sí y no a todas las dificultades (ej: cansancio) que la acompañan.
7.7 Autorregulación
Proceso deliberado mediante el cual el yo inicia, cambia y controla sus conductas con vistas a un objetivo determinado.
Cuando el objetivo trasciende el presente, con frecuencia la autorregulación incluye la capacidad para retrasar la
gratificación y resistir la tentación de los objetivos placenteros inmediatos.
Se considera una de las ventajas adaptativas más importantes y es clave para nuestro desarrollo y supervivencia,
ya que. Muchos problemas cotidianos son la consecuencia de sucumbir, temporalmente o no, a conductas indeseable,
arriesgadas
Es una de las funciones más nuevas en la historia de la filogénesis. Su localización anatómica y su funcionalidad
están asociada con la autoconciencia. Tiene como base de asiento la corteza cingulada anterior, el cortex prefrontal
dorsolateral y orbitofrontal.
Estándares y reglas
Los estándares y reglas ayudan a saber qué conductas deben seguirse y cuáles deben evitarse, y cómo autoevaluarse
después de cada acción. Estos favorecen el éxito social.
Los estándares y reglas están dados por el mismo yo y por la sociedad y cultura:
- Según Higgins (1996) las personas no solo tienen creencias sobre cómo son en el presente, sino también sobre
cómo les gustaría ser (yo ideal) y como deberían ser (yo responsable). Estos dos estándares sirven como guías
para el yo y como fuerza motivacional, ya que mueve su yo real en dirección a estos.
Si por alguna razón estos se volvieran inalcanzables, se producirían en el individuo reacciones emocionales que
perturbarían los mecanismos de autorregulación y descontrolarían los planes de acción.
- La cultura y las instituciones sociales dejan su impronta en los estándares que se emplean para evaluar las
acciones. Indican qué es lo correcto y qué es lo apropiado.
Las emociones negativas que se generan si hay discrepancias entre estos estándares y las conductas realizadas
pueden perturbar aún más la capacidad de autorregulación y empujar a las personas a darse por vencidas y a
entregarse a sus impulsos más inmediatos.
Supervisión de la conducta
Carver y Scheier (1981) proponen que esta supervisión se realiza a través de un proceso de retroalimentación que forma
un bucle -> POPS (Probar-Operar-Probar-Salida). La primera P indica que la persona pone a prueba su conducta
comparándola con algún estándar. Si esa evaluación revela alguna discrepancia entre conducta y objetivo, el individuo
lleva a cabo operaciones concretas destinadas a corregir la discrepancia (O). Tras cambiar la conducta, pasa de nuevo a
la fase de prueba y evalúa si la conducta se aproxima al objetivo, y así sucesivamente, hasta alcanzar una respuesta
satisfactoria que el modelo identifica como salida (S).
Clases de actitudes
Se ha llegado a clasificar las actitudes sociales primarias según que su objeto fuera Dios (actitudes ante la existencia de
Dios, la Iglesia, preceptos religiosos, etc.), el hombre (actitudes hacia la pena de muerte, guerra, sexo, etc.), o la nación
(patriotismo, objeción de conciencia, ideologías políticas, etc.).
Conforme con su signo, las actitudes pueden ser favorables o desfavorables a un objeto actitudinal. Likert
distinguió cinco grados de favorabilidad-desfavorabilidad que matizan la intensidad de la respuesta: “Totalmente de
acuerdo”, “de acuerdo”, “indeciso”, “en desacuerdo” y “totalmente en desacuerdo”.
También pueden considerarse las actitudes atendiendo a que estén fundamentados en la experiencia o no lo
estén. El tipo de predisposiciones que adolecen de falta de objetividad, se conocen con el nombre de prejuicios.
- Condicionamiento clásico basado en la asociación: cuando un estímulo precede regularmente a otro, el que
sucede primero puede pronto convertirse en una señal para el que ocurre después. El condicionamiento clásico
puede suceder por debajo del nivel de atención consciente. Cuando esto ocurre, las actitudes están siendo
influidas por un condicionamiento subliminal (condicionamiento clásico que sucede en ausencia de atención
consciente).
- Condicionamiento instrumental: forma básica de aprendizaje por la cual se refuerzan las respuestas que llevan
a un resultado positivo o que permiten evitar resultados negativos.
- Aprendizaje observacional: sucede cuando los individuos adquieren nuevas formas de comportamientos
simplemente a través de la observación de las acciones de los demás. Juega un rol importante en lo que a
formación de actitudes se refiere. A menudo los niños aprenden a hacer lo que sus padres hacen y no lo que dicen.
Además, tanto niños como adultos adquieren actitudes producto de la exposición a los medios de comunicación.
- Comparación social: refiere a la tendencia a compararnos con otros para determinar su nuestro punto de vista
sobre la realidad social es o no correcto. En la medida en que nuestras visiones estén de acuerdo con las de otros,
concluimos que nuestras ideas y actitudes son adecuadas. En algunas ocasiones, la comparación social puede
contribuir a la formación de nuevas actitudes. En tales casos, las actitudes son moldeadas por la información
social proveniente de otros, junto con nuestro deseo de ser similares a gente que nos agrada o respetamos.
- Grupo con el que nos identificamos: la tendencia conformista se observa a lo largo de la vida humana y operar
principalmente en el interior de los grupos primarios (familia, amigos, compañeros).
La influencia que el grupo ejerce sobre sus miembros se debe a que en todo grupo humano existe una presión hacia
la conformidad, es decir, una fuerza que crea estimula y mantienen la cohesión grupal. La necesidad de ser aprobado
induce al individuo a incorporar actitudes del grupo.
A pesar de esto, observamos que en no pocas ocasiones falta concordancia entre las actitudes del sujeto y las de su
grupo. Para explicar esta incoherencia, se ha desarrollado el concepto de grupo de referencia. Que refiere al grupo con el
cual nos identificamos y el cual es que condiciona realmente nuestras actitudes.
Factores genéticos
Si se tiene en cuenta que el pensamiento ocurre en el cerebro y que este, está afectado por factores genéticos, la idea de
las influencias genéticas sobre las actitudes se hace viable.
Las actitudes de gemelos idénticos correlacionan más alto que las actitudes de los no idénticos. Mas aun, este es
el caso incluso si los gemelos han sido separados en la infancia y han crecido en ambientes diferentes.
Otros resultados sugieren que los afectores genéticos juegan un rol mayor en moldear algunas actitudes más que
otras, en otras palabras, algunas actitudes son más heredables que otras. Las actitudes relacionadas con preferencias
pueden estar más fuertemente influidas por factores genéticos que las actitudes que son de naturaleza más cognitiva.
Asimismo, parece que las actitudes que son altamente heredables pueden ser más difíciles de cambiar.
Accesibilidad
Grado en que las actitudes se activan espontáneamente cuando las personas se exponen al objeto de actitud, o, dicho de
otro modo, a la rapidez con que una actitud viene a nuestra mente.
Ambivalencia
Cuando una persona mantiene de forma simultánea dos evaluaciones de signo opuesto hacia el mismo objeto actitudinal
dice, entonces, que tienen una actitud ambivalente. Una persona puede ser ambivalente por tener a la vez evaluaciones
positivas y negativas hacia el mismo objeto, o por tener discrepancias internas entre los componentes afectivos, cognitivos
y conductuales de la actitud, o incluso por tener, conflictos entre distintas actitudes relacionadas entre sí.
Las actitudes ambivalentes no cumplen las funciones de orientación de la conducta, e impiden a las personas tomar
decisiones sobre el objeto de actitud. La persona se ve incapaz de actuar de formar resuelta. Las actitudes ambivalentes
son catalogadas como débiles.
Estabilidad
Una actitud es estable y, por tanto, fuerte, en la medida que es capaz de mantenerse intacta en el tiempo.
Resistencia
Hace referencia a la capacidad de las actitudes para resistirse a información de signo contrario.
Predicción de la conducta
Una actitud es fuerte en la medida en que es capaz de influir en la conducta de una persona. Según posean determinados
indicadores de fuerza, unas actitudes predecirán la conducta mejor que otras.
Las relaciones entre actitud y conducta no son lineales. La fuerza de una actitud y, por tanto, su capacidad de
influir sobre la conducta va a depender fundamentalmente del proceso psicológico a través del cual se forme o se
modifique dicha actitud. Las actitudes que se adquieren a través de procesos de alta elaboración cognitiva son más
fuertes que las actitudes que se adquieren o se cambian a través de procesos psicológicos de bajo esfuerzo mental.
Confianza
Refiere a la sensación de validez subjetiva que la persona tiene respecto a sus propias actitudes. Las personas sienten más
confianza sobre sus actitudes cuando:
- Están basadas en experiencia directa.
- Hay consenso social al respecto, coincide con las actitudes mantenidas por la persona (dato: este ítem es de
Festinger, el amo de la disonancia cognitiva. Y SI)
- Vienen a la mente fácilmente.
- Se ha pensado mucho sobre el tema, salvo que esa colaboración mental provoque pensamientos contradictorios.
Otro factor que suele afectar a la confianza es la extremosidad de la propia actitud. Cuanto más extrema
es una actitud, mayor confianza se suele tener en ella.
Importancia
Refiere a la relevancia o significado que la persona le da a su propia actitud. Implica emitir un juicio sobre la actitud que
se tiene respecto a un determinado objeto de actitud. Cuanto más relevante sea un objeto de actitud para una persona,
mayor será la búsqueda objetiva de información al respecto.
Conocimiento
Este parámetro refiere a la cantidad de conocimiento que una persona cree tener con respecto a su propia actitud. Este
indicador es importante ya que tiene consecuencias para el procesamiento de la información y la conducta. Las actitudes
sobre las cuales la gente cree tener muchos conocimientos suelen predecir la conducta mejor que las actitudes sobre
las que se cree tener poco conocimiento. Se distingue entre conocimiento objetivo (cuanto sabe una persona realmente
sobre su actitud o el objeto de ella, evaluado de forma objetiva) y conocimiento subjetivo (cuánto cree saber una persona
al respecto).
La relación entre actitud y comportamiento: ¿Cuándo y cómo influyen las actitudes sobre el comportamiento?
Muchos estudios parecen apuntar a que el vínculo entre actitudes y conducta es en realidad muy débil. Existe una gran
brecha entre nuestras actitudes y nuestro comportamiento.
Resulta igualmente claro, sin embargo, que nuestras actitudes a menudo ejercen importantes efectos sobre
nuestra conducta.
¿Cuándo las actitudes influyen sobre el comportamiento? Especificidad, fuerza, accesibilidad y otros factores.
Aspectos de la situación: factores que nos dificultan expresar nuestras actitudes: las restricciones situacionales
moderan la relación entre actitudes y conducta: ellas impiden que las actitudes sean expresadas en una conducta
especifica. En general, tendemos a preferir situaciones que nos permiten expresar nuestras actitudes con nuestro
comportamiento. Los sujetos tienden a escoger situaciones en las cuales ellos pueden involucrarse en conductas
consistentes con sus actitudes.
Aspectos propios de las actitudes: la relación entre actitudes y conducta está fuertemente moderada por varios
aspectos de las actitudes:
1. Orígenes de las actitudes: tiene que ver con cómo las actitudes son formadas en el primer momento. Las actitudes
formadas a través de la experiencia directa a menudo ejercen mayores efectos en la conducta que las formadas
indirectamente. A través de la experiencia directa son más fáciles recordar.
2. Fuerza de la actitud: uno de los más importantes entre los factores es la fuerza de las actitudes. Cuanto más fuerte
sean las actitudes, mayor será su impacto en la conducta. El termino fuerza incluye: cuán extrema es una actitud
o su intensidad (cuán fuerte es la reacción emocional), su importancia (la medida en la que un individuo se
preocupa por la actitud), el conocimiento (cuanto sabe acerca del objeto de la actitud) y la accesibilidad (facilidad
para recordar una actitud). En cuanto a la importancia de la actitud, uno de los determinantes claves de dicha
importancia es el interés concedido -la medida en que la actitud es personalmente relevante para el individuo
que la posee, o la medida en la que el objeto tiene consecuencias para esta persona. Mientras mayor sea el interés
concedido, mayor será el impacto de la actitud en la conducta. El interés concedido condiciona fuertemente la
relación actitud-conducta.
3. Especificidad de la actitud: medida en que las actitudes están centradas en aspectos o situaciones específicas más
que en temas generales. La relación actitud-conducta es mayor cuando las actitudes y conductas son registradas
al mismo nivel de especificad.
10.1 Postulados básicos de la teoría Commented [CAP11]: Dios sabe cual es la diferencia
entre los postulados y las hipótesis.