La Audeincia Gloria

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“AÑO DE LA LUCHA DE LA CONTRA LA CORRUPCION E IMPUNIDAD”

“DERECHO PROCESAL PENAL II”

DOCENTE : Dr. JORGE VALLADARES RUIZ

ALUMNA : GLORIA QUISPE PRINCIPE

TEMA : LA AUDIENCIA, DESARROLLO DE JUICIO Y LA

CONCLUSION ANTICIPADA

CICLO : VII CICLO

LIMA – PERU

2019-I

LA AUDIENCIA, DESARROLLO DE JUICIO Y LA CONCLUSION ANTICIPADA

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CONCEPTO SOBRE EL JUICIO ORAL.- El nuevo modelo acusatorio que adopta el

Código Procesal Penal Peruano, (es su máxima expresión) el JUICIO ORAL Es el proceso

penal, no es una de las tres etapas del procedimiento, ni la etapa sucesiva agregada a la etapa

de investigación o a la etapa intermedia, tampoco es la oportunidad de simular discusión de

pruebas recogidas durante la investigación fiscal.

En virtud de este sistema la prueba únicamente será la producida en juicio, de forma tal que

los jueces que van a fallar lo harán de aquello que ocurra en audiencia. En ese orden de ideas

todo lo que ocurre fuera del juicio oral, es estrictamente preparatorio: la información que el

fiscal haya reunido durante la investigación no interesa, ni existe, sino solo en cuanto es

producida en el juicio oral. Lo que quiere decir que el fiscal tendrá que olvidar aquello de

solicitar leer el parte policial u otro documento, o peor aún darlas por leídas. El parte policial

como tal no es relevante el juicio, puesto que no se introduce como prueba, en todo caso lo

que tendrá que hacer el fiscal es ofrecer como uno de sus testigos de cargo al policía quien

declarará en juicio respecto del parte o atestado que elaboró, este nuevo sistema rige para todo

tipo de prueba que se desee introducir a debate, es produciéndola en juicio de primera mano,

salvo excepciones (Art. 242 sobre Prueba Anticipada) por cuanto la regla es que la

información producida fuera de juicio no existe para el Juzgador.

En realidad esta concepción de juicio no es la única vigente en el mundo, pero es la opción

que han venido adoptando gradualmente diversas legislaciones en toda América Latina y

ahora lo hace nuestro País. Porque? porque busca desenvolver su justicia en contornos de

libertad y de respeto a los derechos fundamentales, con el control del uso arbitrario del poder

del Estado, para que no sea utilizado ese inmenso poder de manera errónea, arbitraria o

negligente

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SECUENCIA DEL JUICIO ORAL.- El nuevo Código otorga al juicio oral un carácter

mucho más dinámico desde el momento mismo de la instalación de la audiencia.

El Art. 371.1.- Establece que el Juez enunciará el número del proceso, la finalidad

específica del juicio, los datos del acusado, su situación jurídica y el delito de que se le

acusa, asimismo el nombre del agraviado.

Los alegatos de apertura: Haciendo uso efectivo del contradictorio, las partes

exponen sus alegatos, el cual contiene su teoría del caso. Esta exposición será breve y

concisa. En primer lugar expone el Fiscal, el cual explicará los hechos objeto de la

acusación y la calificación jurídica. Seguidamente lo harán el abogado del actor civil y

del tercero civil, los cuales expondrán sus pretensiones. Finalmente lo hará el abogado

del acusado, el cual expondrá los argumentos de su defensa. Todos ellos tendrán que

manifestar las pruebas que ofrecieron y aquellas que fueron admitidas.

Los alegatos tienen por finalidad introducir al Tribunal y al público en los objetivos

fundamentales que perseguirá la parte durante el juicio. También sirven para hacerse

cargo de las alegaciones de la contraparte y para esbozar las cuestiones jurídicas que

son relevantes para la resolución del caso.

No obstante, ¿Qué es la teoría del caso?

“La teoría del caso es el planteamiento que la acusación o la defensa hace sobre

los hechos penalmente relevantes, las pruebas que los sustentan y los

fundamentos jurídicos que lo apoyan. Se presenta en el alegato inicial como

una historia que reconstruye los hechos con propósitos persuasivos hacia el

juzgador. Es el guión de lo que se demostrará en el juicio a través de las

pruebas. La teoría del caso sirve para pensar organizadamente el caso y

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monitorear cada etapa del juicio.

La importancia de la exposición de la teoría del caso está en que es

irremediable que los Jueces no se sientan influidos por la primera impresión

que les produjo el relato o argumento de las partes, por lo que muchas veces de

una buena exposición de la teoría del caso se desprenden efectos positivos para

el resto del proceso.

Regularmente el orden de exposición inicial para las partes es, primero, la

Fiscalía; luego, el actor civil y el tercero civil; y, finalmente, el abogado

defensor del acusado (Art. 371.2).

El Juez instruye al acusado de sus derechos: De acuerdo a lo establecido en el artículo

371.3 el Juez deberá informar al acusado de sus derechos, asimismo le manifestará que es

libre de manifestarse sobre la acusación y de no declarar sobre los hechos.

Consulta al acusado sobre su conformidad con los hechos: El Juez le preguntará al

acusado si admite ser autor o partícipe del delito y responsable de la reparación civil. En este

caso el acusado tiene derecho a consultar previamente con su abogado y conferenciar con el

Fiscal para llegar a un acuerdo sobre la pena. Luego de ello, el acusado decide si acepta o no

lo expuesto por el Juez. Si acepta el Juez dicta sentencia de conformidad; pero si hay

cuestionamiento de las otras partes sobre la pena y/o reparación civil el Juez citará a un debate

en donde decidirá sobre el punto en cuestión. Si no acepta se continúa con el juicio oral.

El Código también prevé la posibilidad de que el Juez dicte sentencia si, luego de escuchar los

hechos aceptados, considera que estos no constituyen delito o que hay causal que exime o

atenúa la responsabilidad penal (Art. 372.5). La conformidad sobre el monto de la reparación

civil no vincula al Juez, siempre que exista actor civil constituido en autos y hubiera

observado expresamente la cuantía fijada por el Fiscal o que ha sido objeto de conformidad.

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Nos indica el NCPP en su Art. 371.3 que: “culminados los alegatos preliminares, el

Juez informará al acusado de sus derechos y le indicará que es libre de manifestarse

sobre la acusación o de no declarar sobre los hechos. El acusado en cualquier estado

del juicio podrá solicitar ser oído, con el fin de ampliar, aclarar o complementar sus

afirmaciones o declarar si anteriormente se hubiera abstenido. Asimismo, el acusado

en todo momento podrá comunicarse con su defensor, sin que por ello se paralice la

audiencia, derecho que no podrá ejercer durante su declaración o antes de responder a

las preguntas que se le formulen”.

Es durante esta etapa y luego de que el Juez haya instruido al acusado de sus derechos

y consultado si admite o no su responsabilidad en el acto delictivo- que se presenta la

oportunidad por parte del procesado de conferenciar brevemente con el Fiscal para así

optar por la solución del conflicto a través de la conclusión anticipada del proceso. De

optarse por esta medida, el representante del Ministerio Público deberá llegar a un

acuerdo con el acusado respecto a la pena que se le impondrá. Sobre este tema en

cuestión hondaremos más adelante (Art. 371.3).

En caso no se opte por una terminación anticipada del proceso, el Fiscal continuará en

su posición no sólo de representante de la víctima y de la sociedad en general, sino que

sin perder de vista su finalidad como perseguidor del crimen deberá velar por el

respeto de los Derechos Fundamentales y de las garantías tanto de la víctima como del

imputado, el actor civil del proceso, los testigos, peritos, etc.

NOCIONES CONCEPTUALES BÁSICAS SOBRE LA CONFORMIDAD O

CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL JUICIO:

La conclusión anticipada del juicio oral está prevista en el Art. 372 del Código Procesal Penal.

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El tratamiento de la conclusión Anticipada del Juicio es distinto al que se le de a la

terminación anticipada del proceso, siendo de resaltar que:

1. Se lleva a cabo en audiencia pública;

2. Si bien se permite negociar la pena, no se han dispuesto reducciones a la requerida en

la acusación.

CONCEPTO.- También es conocida como conformidad, constituyendo una institución de

naturaleza compleja, en virtud de la cual la parte pasiva, es decir, tanto el acusado como su

defensor técnico, aceptan o admiten los hechos objeto de imputación materia de la acusación

fiscal y, con ciertos límites, la responsabilidad penal y civil por su comisión; límites

circunscritos exclusivamente tanto a la calidad y cantidad de pena pedida está descontada la

necesidad y merecimiento de pena, como a la cuantía de la reparación civil. La conformidad

nacional no permite discutir, en consecuencia, la propia imposición de una pena y de la

fijación de una reparación civil; se trata, entonces, de un acto de disposición relativa.

LA CONFORMIDAD O CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL JUICIO.- La conformidad

es considerada como una manifestación del principio dispositivo en el proceso penal, que

constituye una clara excepción al principio de oficialidad que informa el mismo, y por ende

una expresión de la flexibilización del principio de legalidad. En esencia se trata de un

mecanismo de simplificación procesal que permite poner fin anticipadamente al proceso,

evitando la continuación del juicio oral y “por consiguiente la actuación probatoria

encaminada a demostrar la realización del hecho imputado”, al tener como existente y cierto

el hecho aceptado, con independencia de que tal aceptación, en sentido estricto, se

corresponda en todos los casos a la verdad histórica, sin que ello implique la ausencia de un

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básico control de razonabilidad en términos de sustentabilidad de los cargos materia de

aceptación. Esto supone una declaración de voluntad libre y unilateral del imputado expresada

durante las actuaciones iniciales del juzgamiento entiéndase antes de iniciarse la actuación

probatoria, aceptando solo los cargos penales formulados en la acusación (conformidad

relativa o limitada), aceptando además la pena y el monto de la reparación civil propuestos en

la acusación (conformidad absoluta) o acordando con el fiscal la pena (conformidad

negociada), necesariamente ratificada por el abogado defensor; la que de modo decisivo

releva al fiscal de la obligación de producir prueba de cargo y por ello “produce en la

instancia una preclusión para el acusado de poder alegar en otro grado jurisdiccional la

ausencia de aquella”, lo que constituye el sustrato esencial sobre el que descansa dicha

institución. En atención a lo antes glosado, queda claro que además, la conformidad se

sustenta en la disposición activa por parte del imputado, de los derechos a la presunción de

inocencia y de defensa que le asisten; que se traduce, tanto en la conformidad por adhesión

como en la consensuada, en una mutua renuncia; la del imputado a que se quiebre con prueba

en rigor su estatus legal de inocencia y a ejercer la contradicción probatoria; y la del

Ministerio Público a desplegar su actividad probatoria; generando adicionalmente que el

Ministerio Público y el sistema de justicia en su conjunto se beneficien, al economizarse el

despliegue de los actos propios del juzgamiento; minimizando las posibilidades de fracaso de

la persecución penal.

Como características generales de la conformidad nacional, además de las antes señaladas,

son de precisar:

a) Que tiene como presupuesto de base la confesión del procesado admitiendo los cargos

penales que le son formulados en la acusación.

b) Que se trata de un mecanismo simplificatorio de aplicación general, esto es, puede

aplicarse en todos los procesos penales, cualquiera sea el delito o los extremos de la

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penalidad; a diferencia de los modelos de conformidad español, chileno y

ecuatoriano, que establecen límites a su aplicación en atención a la penalidad de los

delitos materia de procesamiento.

c) Que a diferencia del proceso de terminación anticipada, en el caso de procesos con

pluralidad de imputados, se admite el acogimiento de parte de los encausados, sin que

se requiera el asentimiento de los demás coprocesados (conformidad parcial).

En función de lo señalado líneas arriba, aparece claro que la conformidad es un instituto

procesal que si bien resulta consecuencia de la confesión, no puede confundirse con esta. En

la confesión el imputado acepta los cargos fácticos. En la conformidad, luego de confesar el

imputado debe además aceptar la calificación jurídico penal de los hechos, (pudiendo en

cuanto a los extremos de la pena producirse acuerdo entre fiscal e imputado, según la

adopción de este instituto por nuestros reformadores del Código Procesal Penal).

Cabe señalar que mientras la confesión del imputado constituye un medio de prueba especial;

la conformidad supone la exclusión de toda posibilidad probatoria futura a partir de la

aceptación de cargos, lo cual no enerva la necesidad actual de controlar por lo menos la

razonabilidad (en términos de sustentabilidad probatoria) de los cargos aceptados, entiéndase

a partir de prueba preconstituida o de las actuaciones investigatorias; pues debe colegirse de la

jurisprudencia vinculante citada que constituye un presupuesto para la procedencia de la

conclusión anticipada del juzgamiento que en la etapa procesal de investigación se hubiere

incorporado elementos que doten de razonabilidad a los cargos y por ende de sustentabilidad a

la adhesión del encausado; situación que en la lógica del Código Procesal Penal de 2004, se

sobreentiende verificada en razón que en el modelo procesal de la reforma se exige el control

liminar de la sustentabilidad de los cargos contenidos en la acusación durante la etapa

intermedia del proceso (Art. 352, inciso 4 del Código Procesal Penal), pero que en atención a

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la imposibilidad de dicho control liminar en la legislación procesal penal vigente se hace

necesario que al igual de lo que ocurre en el proceso de terminación anticipada el juez tenga

que avocarse al control de tal razonabilidad; siendo de precisar que el control judicial de dicha

razonabilidad, no puede confundirse con el control de suficiencia de las pruebas de cargo o

con la homologación probatoria de los cargos, las que no se corresponden con el especial

carácter de esta institución. Ello en razón que la aceptación del acusado no puede suplir la

ausencia de cargo probable, en cualquiera de los ámbitos que se requieren para establecer

condena, pues el imputado al manifestar su conformidad dispone de su derecho a la

presunción de inocencia y a la defensa, renunciando concreta y únicamente a ejercer

controversia probatoria, esto es, a presentar obstáculos a futuro a la pretensión punitiva

ejercitada en su contra.

Quede en claro que dentro del marco de garantías propio de un Estado democrático de

derecho, no es posible pretender que el avenimiento dispositivo del acusado a la conformidad

o a cualquier otra fórmula simplificatoria que permita sentencia anticipada, habilite su

condena con prescindencia o abstracción de la prueba, sin que se verifique la existencia de

recaudos investigatorios que aunados a la confesión del imputado acogido, permitan una

estimación judicial de razonabilidad de los cargos y por ende de su condena penal; pues esta

estimación, dada la naturaleza consensual de las fórmulas de simplificación procesal que

conducen a la posibilidad de condenas anticipadas, sustituye la convicción judicial sustentada

en prueba como mecanismo mínimo para garantizar que la expedición de condena se condiga

con una razonable impartición de justicia penal; debiendo considerarse que la inobservancia

de tal mecanismo mínimo de control y garantía por parte del juez, acarrearía de nulidad la

sentencia anticipada por grave infracción al debido proceso.

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