Libro Sobre Puevas Asertividad
Libro Sobre Puevas Asertividad
Libro Sobre Puevas Asertividad
Memoria de investigación
Investigadora principal
M.ª Inés Monjas Casares
Equipo investigador
Begoña García Larrauri
Juan Antonio Elices Simón
M.ª del Valle Francia Conde
M.ª Patrocinio de Benito Pascual
Convocatoria de 2002 de Ayudas destinas a la realización de investigaciones y estudios sobre las mujeres en el marco del Plan
Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2002-2003. Orden de convocatoria de Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, de 4 de abril de 2002 (BOE de 24 de abril).
1
ÍNDICE
Introducción ........................................................................................................................... 4
1. La socialización ...................................................................................................... 7
2. La socialización de género ..................................................................................... 8
3. La competencia personal y social y las habilidades sociales ............................... 12
4. Importancia de las relaciones interpersonales ...................................................... 13
5. La aceptación social ............................................................................................. 15
6. Tres estilos de relación interpersonal: La asertividad .......................................... 16
7. Competencia personal y social, asertividad y género .......................................... 24
8. ¿Qué pasa en el contexto escolar? ....................................................................... 31
Apéndice 1. PAHS, p. 2
Tercera parte: Parte empírica
Apéndice 1. PAHS, p. 3
Apéndices
Apéndice 1. Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS): Muestra de Fichas de trabajo
2.1 Cuestionario de Estilos de relación (Monjas, García, Elices, Francia y de Benito, 2003)
2.2. Cuestionario Sociométrico 1
2.3. Cuestionario Sociométrico 2
2.4. Cuestionario Sociométrico 3
2.5. Escala de Autoconcepto (Piers y Harris, 1969)
2.6. Escala de Conducta Asertiva para niños, CABS (Children Assertive Behavior Scale)
(Michelson, Sugai, Wood y Kazdin, 1987).
2.7. Cuestionario de Ansiedad Infantil (CAS) (Gillis, 1997)
2.8. Cuestionario de autoevaluación. Ansiedad Estado-Rasgo en niños, STAIC (State-Trait Anxiety
Inventory for Children) (Spielberger, 1989)
Apéndice 1. PAHS, p. 4
INTRODUCCIÓN
Apéndice 1. PAHS, p. 5
Requies, estudiante de Doctorado y contratada en este Proyecto que trabajó con ánimo y tesón y sorteó
todo tipo de obstáculos y dificultades. Tenemos el convencimiento de que todos los esfuerzos hechos han
propiciado tanto la promoción de la competencia social del alumnado como la mejora del clima social,
aspectos que, sin duda, contribuyen a la adecuada convivencia en los centros educativos.
Apéndice 1. PAHS, p. 6
PRIMERA
PARTE
DESARROLLO SOCIAL
EN LA INFANCIA Y EN LA ADOLESCENCIA
Apéndice 1. PAHS, p. 7
1. LA SOCIALIZACIÓN
Aunque la evolución durante la infancia y la adolescencia tradicionalmente se contempla en tres aspectos:
físico-biológico, intelectual y socioemocional, nosotros vamos a centrarnos en el desarrollo social, ámbito
al que todavía hoy no se presta la suficiente atención y, hasta se descuida y olvida, frente a la importancia
indiscutible que se da tanto al desarrollo físico, como a los aspectos intelectuales (inteligencia, memoria,
estrategias de aprendizaje, razonamiento...). Afortunadamente, el desarrollo emocional y social es un tema
que está tomando un gran auge en los últimos años al constatar su importancia y relevancia para la
persona y al comprobar el grado en el que contribuye al bienestar personal e interpersonal.
La conducta social se aprende y se desarrolla a lo largo de todo el ciclo vital. Las conductas sociales de las
que son ejemplos jugar con otros niños y niñas, reaccionar agresivamente, ser amable con las personas
adultas, etc.. , se van aprendiendo a lo largo de la vida. Ningún niño nace simpático, ninguna niña nace
tímida, agresiva o socialmente hábil. Cuando un niño o niña nace, no sabe jugar con otros, mantener una
conversación o pelearse con los demás y, todas estas conductas y la mayoría de lo que un niño hace,
piensa y siente, las va aprendiendo merced a la relación que tiene con otras personas, adultos y niños, en el
largo proceso de socialización.
Para estudiar el desarrollo social, tenemos que tener presente la socialización, que es el proceso mediante
el cual las y los niños y adolescentes adquieren las pautas de comportamiento, creencias, normas, valores,
costumbres y actitudes propias de la familia y del grupo cultural y social al que pertenecen. Este proceso
es una interacción entre las criaturas y su entorno interpersonal, principalmente los agentes sociales que
son:
- Personas: madre, padre, hermanos y hermanas, otros familiares, amigos, compañeros,
profesorado y otras personas
- Instituciones: familia, escuela
- Medios de comunicación social y tecnologías de la información y la comunicación
- Objetos: libros, juguetes, aparatos, máquinas
Es obvio que los niños y adolescentes de hoy son el resultado de la compleja influencia de todos estos
agentes de socialización que actúan en unas circunstancias temporales y espaciales concretas. Algunos
aspectos del desarrollo se logran en el contexto familiar; otros aprendizajes tienen lugar en los centros
educativos, pero muchos otros se hacen en la calle, con las y los colegas, en la televisión, en el cine, o a
través de internet.
Además, para entender este proceso, hemos de prestar atención al momento histórico y al marco social
actual en el que estamos inmersos. A nadie se le ocultan los fuertes cambios sociales y culturales que
estamos experimentando de los que son muestra: la familia que ha modificado sensiblemente tanto su
estructura como su funcionamiento y el rol que desempeña en la socialización de sus miembros; los
medios tecnológicos que han irrumpido de forma brusca y llamativa en nuestra vida; los medios de
comunicación que, en determinadas circunstancias, llegan incluso a suplantar al resto de referentes y
agentes socializadores; la sociedad multiétnica y multicultural consecuencia de la inmigración; la sociedad
erotizada, consumista y hedonista; los “padecimientos” de nuestro tiempo como son estrés, ansiedad,
soledad, aislamiento, analfabetismo emocional, agresividad, depresión y tristeza, irritabilidad, apatía..., o
la violencia que empapa la sociedad apreciándose una notable permisividad e indiferencia hacia
determinadas formas de violencia como la verbal o la exclusión social.
Apéndice 1. PAHS, p. 8
Desde luego, la infancia y adolescencias de hoy no lo tiene fácil; a pesar de que su bienestar material ha
mejorado sensiblemente, viven hoy en unas condiciones más difíciles empapadas de agobio, estrés,
abandono emocional y sobre exigencias (Monjas, 2004).
2. LA SOCIALIZACIÓN DE GÉNERO
Un importante aspecto del desarrollo social consiste en adquirir conductas que se consideran específicas
de hombres o de mujeres, las cuales, se encuentran diferenciadas en todas las sociedades.
Los niños y niñas nacen con un sexo biológico, pero además tienen que adoptar unas conductas diferentes
según ese sexo. Nos referimos a una serie de rasgos de personalidad, actitudes, comportamientos, etc.
frecuentemente asociados a las características biológicas pero muy influenciadas socialmente.
En los animales la situación es más sencilla porque los papeles a desempeñar están mucho más
determinados por factores biológicos; sin embargo en los seres humanos los aspectos sociales son muy
importantes y la cultura tiene un impacto importante en las pautas de conducta que se adoptan (Delval,
1995).
A medida que crecen niños y niñas adoptan roles de género lo que equivale a decir patrones de conducta
considerados apropiados y deseables para cada sexo. Este proceso ocurre de modo paulatino, a través del
proceso de socialización que empieza en la familia y se va consolidando por la influencia de los
compañeros y compañeras, de la escuela y de los medios de comunicación (Askew y Ross, 1991; Francis,
1997; Shaffer, 2000).
Los roles de género prescritos suelen exagerarse y transformarse en estereotipos de roles de género.
Éstos constituyen un conjunto de creencias estructuradas acerca de los comportamientos y características
que se creen apropiadas para hombres y mujeres. En realidad se trata de concepciones simples y fijas
sobre el comportamiento y trato típico de cada sexo.
A la hora de concretar estos estereotipos rastrearemos de forma breve sus antecedentes. En los años 60 los
investigadores empezaron a recoger ideas de las personas acerca de las características de personalidad
consideradas típicas de hombres y de mujeres. Entre los diversos estudios se apreciaba un acuerdo general
que está reflejado en la Figura 1.1. (Berk, 1999, pp. 683; Moya, 1999).
Los rasgos de la dimensión “Instrumental-agente” reflejan dominancia, competencia, racionalidad y
agresividad y se consideran masculinos. Por el contrario, los rasgos de la Dimensión “Expresivo-
Comunal” enfatizan la sumisión, calidez cuidado y sensibilidad y se consideran femeninos.
Apéndice 1. PAHS, p. 9
niños; Limpia.
A partir de los años 60 se fue planteando con agudeza el problema de la discriminación de la mujer y los
movimientos feministas han luchado por una igualdad de derechos y de trato respecto de los hombres. El
intenso activismo político que se ha venido ejerciendo en esta dirección durante los años 70 y los 80 ha
ido calando en el nivel de conciencia sobre las posibilidades de ejercer roles diversos para ambos sexos,
pero las fuertes creencias sobre las diferencias entre hombres y mujeres permanecen esencialmente iguales
durante las últimas décadas (Lutz y Ruble, 1995): los rasgos instrumentales continúan considerándose
como masculinos, los rasgos expresivos como femeninos. Una dicotomía que se mantiene alrededor del
mundo como lo demuestra la investigación transcultural de personas que respondieron de 30 naciones
(Williams y Best, 1990).
Dadas las características de la presente investigación, nos interesa detenernos brevemente en la evolución
de la adquisición de los estereotipos de género y roles de género durante la infancia y adolescencia.
Los niños y niñas empiezan a adquirir estereotipos de género y roles de género en los años preescolares
(desde un año hasta 5 años y medio). En esta etapa se desarrolla el estereotipo de género principalmente
en relación con las características físicas, ocupaciones y actividades. A estas edades tanto el juego como
la elección de juguetes se realiza de forma “apropiada al género”, igualmente surgen y aumentan las
preferencias por iguales del mismo sexo. La comprensión de los preescolares de los estereotipos de
género es rígida e inflexible. Estos juicios son resultado tanto de los estereotipos de genero existentes en
el ambiente como de la inmadurez a nivel cognitivo. La mayoría de los y las preescolares tienen
problemas para comprender que hombres y mujeres pueden ser diferentes en función de su cuerpo y
parecidos en muchos otros sentidos.
En la niñez intermedia (6 a 11 años aproximadamente), niños y niñas son conscientes de muchos
estereotipos incluyendo, además de las actividades y ocupaciones, los rasgos de personalidad y los
ámbitos de logro académico. Así, con referencia al logro académico, se considera la lectura, el arte y la
música como actividades de niñas y las matemáticas, el deporte y las habilidades mecánicas más de niños.
Estereotipos similares se han encontrado en otras culturas como Japón, Taiwán y U.S.A.
Existen diferencias individuales y de grupo en relación con la flexibilidad de los estereotipos de género.
En la mayoría de los estudios, los niños mantienen visiones más estereotipadas que las niñas y los
niños/as blancos tienen juicios más estereotipados sobre las mujeres que los niños/as negros. Aunque las
diferencias de clase social no existen en la niñez, si se dan en la adolescencia: los y las adolescentes de
clase media mantienen perspectivas más flexibles que sus iguales de clase más baja.
Durante los años adolescentes (12 a 20 aproximadamente) la conformidad con los roles de género es
mayor al principio de la adolescencia y luego disminuye gradualmente, especialmente en las chicas. La
preferencia por iguales del mismo sexo va a ser menos pronunciada después de la pubertad.
Una pregunta recurrente en el tema que tratamos es la que se refiere al impacto o la manera en que los
factores biológicos y ambientales contribuyen a las diferencias entre los sexos.
Las similitudes transculturales en el papel del género no son lo bastante consistentes para apoyar una
fuerte influencia de la biología (Delval, 1995; Hoffman, Paris y Hall, 1995, Berk, 1999). Los andrógenos
administrados prenatalmente fomentan una variedad de conductas “masculinas” en especies animales
(juego activo en mamíferos machos y hembras, conducta sexual típica masculina y agresión, supresión del
cuidado maternal en una amplia variedad de especies). Los estudios de niños y niñas con hiperplasia de
adrenalina congénita (CAH, un defecto congénito que produce niveles elevados de andrógenos desde el
periodo prenatal en adelante; en el caso de las chicas, éstas nacen con genitales externos masculinos),
sugieren efectos similares a los señalados en animales en el nivel de actividad y en la preferencia de
juegos y juguetes “masculinos” lo que contribuye a la preferencia por niños como compañeros. Sin
Apéndice 1. PAHS, p. 10
embargo los resultados no son concluyentes. Algunos críticos señalan que las preferencias de los niños/as
con CAH pueden ser debidas a presiones ambientales ya que en algunos casos las anormalidades genitales
de las niñas se corrigieron tarde y las presiones ambientales se configuraron en función de sus genitales.
Como siempre sucede en los seres humanos, es difícil atribuir de forma tajante, las diferencias de
conducta masculina y femenina a factores biológicos o a factores sociales. Lo más convincente es que
sean debidas a una interacción entre ambos.
En realidad, como señala Delval (1995), resulta difícil decidir lo que es una conducta masculina y una
conducta femenina porque las diferencias muchas veces no son muy nítidas; hay aspectos en los que las
diferencias son claras pero en otros resultan más confusas. Lo que no cabe duda es que existen influencias
ambientales muy fuertes en los roles de género.
Si nos detenemos en la infancia, las personas adultas consideran a los niños y niñas de forma diferente, y
los tratan de forma diferente.
Los padres, en especial, en mayor medida que las madres, muestran mayor preocupación acerca de la
conducta adecuada a cada género, quizás porque tienen puntos de vista más tradicionales sobre los roles
de género que las madres (Hoffman, Paris y Hall, 1995). Las diferencias en el tratamiento que dan los
padres y las madres a sus bebés y niños pequeños, continúa en el modo en que socializan a sus hijos e
hijas cuando son más mayores. Los autores señalados indican cómo a menudo los padres enseñan
directamente los roles de género que se dan por supuesto bien mediante mensajes verbales (“los niños no
lloran”, “las niñas no pegan puñetazos”...), bien mediante enseñanza directa en el modo de actuar y el
particular sistema de refuerzos y castigos diferenciales. Indirectamente, los padres fomentan la adopción
de roles de género a través de las experiencias que ofrecen a sus hijos e hijas (elección de juguetes, por
ejemplo). Las creencias de los padres y las diferentes expectativas en relación con los roles de género y
su conducta son también otra forma de influencia: corregir a “la niña” si está en dificultades; mayor
libertad a los niños. Finalmente la identificación con el padre o madre –según el sexo- y la imitación de
sus respectivas conductas constituyen otra posible vía de refuerzo de los roles de género tradicionales.
Otros factores ambientales tienen que ver con el tratamiento dado por el profesorado al asignar las
actividades en clase o en la forma de interacción, por poner un ejemplo, según los estereotipos de género;
el aprendizaje observacional a través de los mass media, los iguales y la influencia de los hermanos/as
(siendo variables de ésta última influencia el sexo de los hermanos, el orden de nacimiento y el tamaño de
la familia).
Desde luego es notorio que en nuestra sociedad, y en el contexto escolar que es un claro reflejo de la
sociedad actual, sigue existiendo una socialización diferencial en función del sexo con una asignación de
roles diferentes para hombres y mujeres según los estereotipos sexuales. Los agentes de socialización
educan a las criaturas para que se adecuen a los patrones establecidos de lo que se considera femenino y
masculino. Hay diferencias en la socialización de ambos géneros: a los chicos se les fomenta la iniciativa
en las relaciones con el sexo opuesto, el comportamiento competitivo y agresivo y la defensa de sus
derechos, mientras que a las chicas se las enseña a anteponer las necesidades ajenas, ceder la iniciativa al
otro sexo, reservarse las opiniones o inhibir sus deseos (Abad et al., 2003; Jaramillo, 1999 y Ready, 2001).
Por su parte M.ª José Díaz-Aguado (2003) en su estupendo trabajo afirma que los estudios realizados
reflejan que, aunque en los últimos años se ha producido un avance considerable en la superación del
sexismo, dicha superación dista todavía mucho de ser total, especialmente entre los hombres.
Lamentablemente hoy en día siguen vigentes las expectativas sociales para que la mujer cumpla los
papeles que tradicionalmente se la han asignado (hija, madre, esposa...). Y a ello hay que añadir las
nuevas demandas derivadas de la formación y de la profesión. Siguen vigentes los “mandatos de género”.
No queremos finalizar este apartado sin referirnos a la posibilidad de conseguir que niños y niñas no
desarrollen estereotipos de género. Aunque hoy en día se reconoce la importancia de educar niños y niñas
que se sientan libres para expresar sus cualidades humanas sin miedo a violar las expectativas del rol de
Apéndice 1. PAHS, p. 11
género existentes en su entorno, la tarea no es en absoluto sencilla. Se requiere un abordaje desde
diferentes frentes: la familia, la escuela y el cambio de valores en la sociedad en general.
Sandra Bem (1983, 1984) ha desarrollado un nuevo concepto de bienestar psicológico. Según esta autora
la personalidad más sana incluye una combinación equilibrada de características positivas que se
consideran apropiadas tanto para un sexo como para el otro. Bem denomina andrógina a esta
personalidad, de modo que incluiría características como dominancia y seguridad en si misma (típicas
masculinas) y también comprensión, amabilidad y calidez (típicas femeninas).
Padres y profesorado pueden contrarrestar el aprendizaje de los mensajes estereotipados por los niños y
niñas pequeños retrasando la exposición a los estereotipos (eliminando roles tradicionales de su propia
conducta y revisando las alternativas que proporcionan a los niños y niñas). Una vez que niños y niñas se
dan cuenta de los estereotipos, las personas adultas podemos señalar excepciones en los roles, en ambos
sentidos, y comentar la arbitrariedad de muchas desigualdades de género en la sociedad.
Apéndice 1. PAHS, p. 12
(a) Las habilidades sociales son conductas y repertorios de conducta adquiridos principalmente a través
del aprendizaje siendo por tanto un aspecto crucial en este proceso el entorno interpersonal en el que se
desarrolla y aprende el niño.
(b) Las habilidades de interacción social son un conjunto de conductas que se hacen, se sienten, se dicen y
se piensan.
(c) Las habilidades sociales son respuestas específicas a situaciones específicas. La efectividad de la
conducta social depende del contexto concreto de interacción y de los parámetros de la situación
específica. Es por ello necesario tener en cuenta la situación en la que se interactúa.
(d) Las habilidades sociales son conductas que se producen siempre en relación a otra/s persona/s
(iguales o adultos). Por eso es importante tener en cuenta a los interactores ya que la interacción social es
bidireccional y la conducta de relación interpersonal es interdependiente y recíproca de las de los otros
participantes.
(e) Las habilidades sociales se refieren a un muy nutrido y diverso compendio de conductas de muy
distinta complejidad, por lo que es preciso tener en cuenta también la habilidad social de que se trate. No
es lo mismo saludar a una persona en un encuentro puntual que acudir a una entrevista de trabajo, decir
que no a una petición de la directora o plantear a tu pareja que quieres dejar la relación.
Apéndice 1. PAHS, p. 13
posición social semejante. Además se caracterizan por ser paritarias y simétricas y se regulan básicamente
por la ley de la reciprocidad entre lo que se da y lo que se recibe.
Y es que en el marco de las relaciones entre iguales, se posibilita la experiencia, adquisición y práctica de
aspectos tan relevantes como los siguientes:
- Conocimiento de sí mismo y de los demás; se favorece el proceso de identificación y el desarrollo
y fortalecimiento del autoconcepto.
- Reciprocidad, necesidad de dar para poder recibir e intercambio en el control de la relación; unas
veces dirijo yo y otras el otro niño.
- Empatía: habilidad para percibir y ver una situación desde la perspectiva del otro; es la habilidad
para ponerse en el lugar del otro.
- Colaboración, cooperación y ayuda, lo que supone trabajar junto a otros niños intercambiando el
control de la relación, facilitando la tarea común y haciendo que resulte agradable para las y los
participantes.
- Autocontrol y autorregulación de la propia conducta en función de la información que se recibe de
los otros porque los iguales actúan como agentes de control reforzando o castigando determinadas
conductas. Si Alejandro pega a los compañeros dirán: “Profe, no queremos jugar con Alejandro
porque es muy bruto”.
- Apoyo emocional, ayuda, consuelo, compañerismo y establecimiento de vínculos afectivos y de
amistad.
- Fuente de disfrute, diversión y complicidad.
- Estrategias sociales de negociación y de acuerdos.
- Aprendizaje de aspectos sexuales ya que se intercambian informaciones, se exploran unos a otros,
se hacen descubrimientos.
- Desarrollo moral y aprendizaje de valores y normas, pues con los iguales se explora el mundo
social no familiar.
En la relación con las/los iguales se encuentra afecto, intimidad, alianza, ayuda, apoyo, compañía,
aumento del valor, sentido de inclusión, sentimientos de pertenencia, aceptación, solicitud, y muchas otras
cosas que hacen que el niño tenga sentimientos de bienestar y se encuentre a gusto. Además, el
microsistema de los iguales y la cultura de grupo está compuesta de normas, ritos, pautas, rutinas,
convenciones, costumbres, creencias, hábitos de comportamiento, valores y actitudes. El grupo de iguales
tiene una gran importancia en el aprendizaje del rol sexual, en el desarrollo moral y en el desarrollo de
normas y valores. Las habilidades más sofisticadas, de las que son ejemplo negociar, intercambiar,
compartir, defenderse, crear normas, cuestionar lo injusto… se desarrollan fundamentalmente en las
interacciones entre compañeros/as (López, Etxebarría, Fuentes y Ortiz, 1999; Trianes, Muñoz y Jiménez,
1997).
También es preciso resaltar que en las relaciones entre iguales aparecen inevitablemente conflictos y
problemas que se tienen que aprender a afrontar y solucionar. Muchas veces se han de afrontar
interacciones sociales difíciles de las que son ejemplo: dar una negativa, decir que no y rechazar
peticiones que nos hacen otras personas, defenderse ante amenazas e intimidaciones, preguntar por qué,
hacer y responder a quejas y reclamaciones, afrontamiento de presiones de grupo, hacer peticiones y
ruegos, manifestar los propios deseos, pedir cambios de conducta y defender lo propio, manejar el rechazo
y la exclusión de un grupo, afrontar y responder ante un desprecio, afrontar las intimidaciones, afrontar y
responder a las bromas y burlas.
Pero también muchas conductas desadaptadas suelen realizarse en grupo y en muchos casos sirven para
aumentar la cohesión y/o la pertenencia al grupo. Se ha de tener presente la influencia que puede tener el
Apéndice 1. PAHS, p. 14
grupo y los iguales ya que en ocasiones hacen cosas porque se ven obligados a ello ya que las hacen las y
los demás, o se lo exigen. Sobretodo en la adolescencia reciben fuertes presiones del grupo de iguales. El
chico y la chica adolescente tienen que aprender habilidades de supervivencia en un grupo, a responder
ante las provocaciones y presiones del grupo, a detectar cuando se sienten atrapados en un grupo o
pandilla y no pueden salir, a no aceptar pandillas donde no pueden expresar sus opiniones y deseos o no se
les tienen en cuenta, o se sienten manipulados.
Concretamente en algunas ocasiones estas relaciones igualitarias se ven amenazadas pasando a ser
desequilibradas regulándose por el esquema dominio-sumisión; hay algunos que dominan y otros que se
someten o son sometidos. Un ejemplo extremo de esta perversión en las relaciones de igualdad es la
conducta de intimidación o acoso entre iguales. Hablamos de bullying o “maltrato entre iguales” cuando
un/a chico/a, o un grupo, pega, intimida, acosa, insulta, humilla, excluye, incordia, ignora, pone en
ridículo, desprestigia, rechaza, abusa sexualmente, amenaza, se burla, aisla, chantajea, tiraniza, etc. a
otro/a chico/a, de forma repetida y durante un tiempo prolongado, y lo hace con intención de hacer daño
(Monjas y Avilés, 2003).
5. LA ACEPTACIÓN SOCIAL
La aceptación social entendida como el grado en que un niño es querido y aceptado o rechazado en su
grupo de iguales, ha llamado poderosamente la atención a los estudiosos de la conducta infantil y
adolescente, debido a la importancia que tiene como índice de ajuste y adaptación porque se aprecia
claramente que la baja aceptación social es un factor de riesgo importante (Asher y Coie, 1990; Monjas,
1992; 2002; Newcomb, Bukowski y Pattee, 1993).
La aceptación social de un niño en un grupo se determina principalmente a través de estrategias
sociométricas, en las que se pregunta a cada niño y niña por sus preferencias de relación. Por ej.: ¿quién tu
mejor amigo/a en este grupo?, ¿a quién contarías un secreto muy importante?, ¿qué compañero/a te cae
mejor?. Los procedimientos sociométricos nos informan de la atracción interpersonal entre los miembros
de un grupo y nos proporcionan una medida del estatus social del niño y de su grado de aceptación.
Se ha desarrollado un sistema de clasificación basado en los siguientes índices sociométricos: Elecciones
(número de elecciones que recibe el sujeto), Rechazos (número de rechazos que recibe el sujeto),
Preferencia Social (Es el número de elecciones menos el número de rechazos), Impacto Social (Es el
número de elecciones más el número de rechazos). Identificaron cinco grupos sociométricos categorizados
de acuerdo a los siguientes criterios:
1. Populares o Aceptados: Son los sujetos que tienen alta aceptación y bajo rechazo.
2. Rechazados: Son los sujetos que tienen baja aceptación y alto rechazo.
3. Ignorados: Son los sujetos que tienen baja aceptación y bajo rechazo.
4. Controvertidos: Son los sujetos que tienen alta aceptación y alto rechazo.
5. Medios: Son los sujetos que tienen aceptación media y rechazo medio.
Tradicionalmente se ha considerado que cada grupo sociométrico presenta un perfil peculiar y unos
repertorios conductuales característicos y, desde el punto de vista clínico, cada grupo sociométrico tiene
una significación, siendo los tipos rechazados e ignorados los más importantes a este respecto por su
posible predicción de psicopatología.
Los numerosos estudios, ya clásicos, sobre aceptación social en la infancia se focalizan en el estatus
sociométrico de rechazo y afirman que es de alto riesgo ya que los niños que resultan rechazados son más
vulnerables a problemas externalizados (agresión, impulsividad…). También el estatus de ignorado ha
suscitado atención y controversia respecto a si se les debe considerar o no sujetos de riesgo de posteriores
problemas, proclamando algunos autores que son vulnerables a problemas internalizados, mientras que
Apéndice 1. PAHS, p. 15
otros defienden que no parecen ser sujetos de gran riesgo y que además, este estatus no es estable y con el
tiempo o el cambio a otra situación suele variar.
Actualmente, los datos aportados por investigaciones más específicas que se dedican a profundizar en la
descripción de cada grupo sociométrico, muestran que estas categorías distan de ser homogéneas por lo
que se está prestando atención a distintos subgrupos que se encuentran tanto dentro del estatus
sociométrico de rechazados como entre los ignorados (Newcomb, Bukowski y Pattee, 1993).
Apéndice 1. PAHS, p. 16
Figura 1.2. Derechos asertivos básicos para personas adultas (Castanyer, 1996).
DERECHO A:
• Ser tratado/a con respeto y dignidad
• Tener y expresar los propios sentimientos y opiniones
• Ser escuchado/a y tomado/a en serio
• Juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones
• Decir “no” sin sentir culpa
• Pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tienen derecho a
decir “no”
• Cambiar
• Cometer errores
• Pedir información y ser informado/a
• Obtener aquello por lo que pagué
• Decidir no ser asertivo/a
• Ser independiente
• Decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc. Mientras no se violen
los derechos de otras personas
• Tener éxito
• Gozar y disfrutar
• Mi descanso y aislamiento, siendo asertivo/a
• Superarme, aun superando a las y los demás
1º. Tienes derecho a ser juez/a de tus propias emociones, pensamiento y comportamiento y
eres responsable de la ejecución y de las consecuencias de lo que sientes, piensas y haces.
2º. No tienes que dar excusas a todo el mundo por lo que haces.
3º. Si las cosas van mal, no es necesariamente por culpa tuya.
4º. Puedes cambiar de opinión si te sientes incómodo/a.
5º. Cuando cometes un error puedes admitirlo sin avergonzarte.
6º. No tienes obligación de saberlo todo. Puedes decir “No lo sé” sin sentirte mal.
7º. No tienes por qué ser amigo/a de todos, ni tiene porque gustarte lo que todo el mundo
hace.
8º. No tienes por qué demostrar a nadie que tienes razón.
9º. No tienes que entenderlo todo y puedes decir “No lo entiendo” sin sentirte mal.
10º. No es necesario que seas perfecto/a, y no tienes por qué sentirte mal cuando eres
simplemente tú.
Como este tema es crucial para la filosofía y fundamentación de esta investigación, nos vamos a detener a
detallar los tres estilos de interacción. En la Figura 1.4 extraída de Caballo (2002, p. 227) se presenta la
conducta no verbal y la conducta verbal que caracteriza a cada estilo de relación, señalando también los
efectos que tiene cada uno de ellos.
Apéndice 1. PAHS, p. 17
Figura 1.4. Tres estilos de relación interpersonal (Caballo, 2002).
Ojos que miran hacia abajo; voz Contacto ocular directo; nivel Mirada fija; voz alta; habla
baja; vacilaciones; gestos de voz conversacional; habla fluida/rápida; enfrentamiento;
desvalidos; negando fluida; gestos firmes; postura gestos de amenaza; postura
importancia a la situación; erecta; honesto/a; manos sueltas intimidatoria; deshonesto/a;
postura hundida; puede evitar
totalmente la situación; se
retuerce las manos; tono
vacilante o de queja; risitas
falsas
Apéndice 1. PAHS, p. 18
>> Comportamiento externo:
- Volumen de voz bajo/ habla poco fluida/ bloqueos/ tartamudeos /vacilaciones/ silencios/
muletillas.
- Huida del contacto ocular/ mirada baja/ cara tensa/ dientes apretados o labios temblorosos/
manos nerviosas/ morder uñas/ postura tensa, incómoda.
- Inseguridad para saber qué hacer y decir.
- Frecuentes quejas a terceros (“X no me comprende”, “Y es un egoísta y se aprovecha de mí”
- Evitación de temas o situaciones conflictivas
• Consideran que así evitan molestar u ofender a los demás. Son personas “sacrificadas”
• “Lo que yo sienta, piense o desee, no importa, importa lo que tú sientas, pienses o desees”.
• “Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo”.
• Constante sensación de ser incomprendido, manipulado, no tenido en cuenta.
• Pensamientos de inferioridad
Impotencia/ mucha energía mental, poca externa /frecuentes sentimientos de culpabilidad/ baja
autoestima/ deshonestidad emocional/ ansiedad / frustración.
>> Consecuencias:
* Pérdida de autoestima.
* Pérdida del aprecio de las demás personas (a veces) / se les falta al respeto/ hacen sentirse a los
demás culpables o superiores.
* A veces: problemas somáticos.
* A veces: repentinos estallidos desmesurados.
Figura 1.6. Perfil de la persona agresiva Castanyer (1996) y Castanyer y Ortega (2002).
- Volumen de voz elevado/ a veces: habla poco fluida por ser demasiado precipitada/ habla
tajante/ interrupciones/ utilización de insultos y amenazas.
- A veces: descalificaciones/ burlas/ “hacer quedar en ridículo”/ sin necesidad de que la voz sea
elevada
- Contacto ocular retador/ cara tensa/ postura que invade el espacio del otro.
- Tendencia al contraataque.
- Estado de alerta permanente. Siempre en guardia ante comentarios de los otros.
Apéndice 1. PAHS, p. 19
• Piensan que si no se comportan de esta forma son excesivamente vulnerables
• Lo sitúan todo en términos de ganar y perder.
• Pueden darse las creencias "hay gente mala y vil que merece ser castigada" y/o "es horrible que
las cosas no salgan como a mí me gustaría que saliesen".
• “Expresar sentimientos es signo de debilidad y la gente se aprovecha de ello”.
• Moral rígida e inflexible: “las equivocaciones se pagan”.
• No admiten posiciones intermedias: “o estás conmigo o estás contra mi”.
• La culpa siempre es de los demás (por lo menos, en el momento de la interacción)
>> Consecuencias:
Apéndice 1. PAHS, p. 20
Figura 1.7. Perfil de la persona asertiva Castanyer (1996) y Castanyer y Ortega (2002).
- Habla fluida/ segura/ sin bloqueos ni muletillas/ contacto ocular directo, pero no desafiante/
relajación corporal/ comodidad postural.
- Expresión de sentimientos tanto positivos como negativos/ defensa sin agresión/ honestidad/
capacidad de hablar de propios gustos e intereses/ capacidad de discrepar abiertamente/
capacidad de pedir aclaraciones/ decir "no"/ saber aceptar errores.
Buena autoestima.
No se sienten inferiores ni superiores a los demás/ satisfacción en las relaciones.
Respeto por uno mismo.
Sensación de control emocional.
>> Consecuencias:
Estos tres estilos de relación podrían representarse en un continuum; en el centro estaría la conducta
asertiva y en un polo la conducta dominante, autoritaria y agresiva y en el otro el comportamiento
inhibido, de huida, de sumisión y dependencia. Es por ello que se habla del Esquema dominio-sumisión.
Las relaciones interpersonales han de producirse en un plano de igualdad, haciéndose respetar y
respetando a los demás; pero cuando se pierde el respeto, aparecen las relaciones desigualitarias.
Lo que venimos exponiendo entorno a la asertividad corresponde a un Modelo lineal que defiende la
existencia de un eje continuo entre sumisión y agresión: Sumisión > Asertividad > Agresión o al revés:
Agresión > Asertividad > Sumisión. Sin embargo en otros casos, como se muestra en la Figura 1.8, se
habla de un Modelo bidimensional donde se propugna la existencia de dos continuums: a) expresión
directa-indirecta y b) coacción: si o no, de forma que aparece un cuarto estilo o tipo de conducta, la
Agresión Pasiva, caracterizada por agresividad indirecta.
Fig, 1.8. Modelo bidimensional de la Asertividad.
Expresión directa
Apéndice 1. PAHS, p. 21
ASERTIVIDAD AGRESIVIDAD
No Coactivo Coactivo
Expresión indirecta
Si nos detenemos a analizar, aunque sea rápidamente qué ocurre a este respecto en las edades infantil y
adolescente, las investigaciones existentes en este campo demuestran claramente que las y los niños
socialmente habilidosos/as y competentes tienen un buen autoconcepto y alta autoestima de ellos mismos,
se dicen autoverbalizaciones positivas, se autorrefuerzan de modo encubierto y se evalúan en términos
positivos. Autoinforman también de sentimientos positivos y agradables. Son más asertivos en la defensa
de sus ideas, opiniones y derechos de forma que lo hacen de modo socialmente adecuado sin violar los
derechos de los demás. Expresan sus emociones y afectos de forma positiva y socialmente aceptable y
reciben y aceptan adecuadamente las emociones positivas y negativas de los demás. Por el contrario, los
niños y niñas con problemas y dificultades de competencia social (entre ellos las niñas y niños pasivos e
inhibidos y los agresivos), generalmente presentan un autoconcepto negativo y baja autoestima y se dicen
autoafirmaciones negativas ante la situación. Autoinforman de más sentimientos de soledad e
insatisfacción social, presentan niveles más altos de ansiedad social y más conductas depresivas y
renuncian a reivindicar sus derechos o suelen hacer valer sus derechos y opiniones por medio de
conductas agresivas.
Desde luego, a lo largo del desarrollo evolutivo es preciso que infantes y adolescentes capten que, aunque
en determinadas ocasiones hay que “perder” y ceder de los propios derechos en función de que no se
deteriore la relación con la otra persona, ésta no puede ser la forma habitual de funcionar ya que, el niño o
niña que no defiende sus derechos y opiniones, resultará avasallado y amenazado por los demás y los otros
se aprovecharán de él/ella. En efecto, el niño o adolescente que sistemáticamente adopta conductas de
pasividad e inhibición cuando sus derechos son violados, sufrirá consecuencias muy negativas, se
encontrará descontento y se valorará poco y las y los otros se aprovecharán de él y le tratarán
injustamente. Asimismo, el niño que defiende sus derechos y opiniones de forma agresiva, autoritaria,
imponiéndose sobre los demás, utilizando descalificaciones, en definitiva, haciendo que el otro se sienta
mal, se hace desagradable a los demás y será rechazado por sus compañeros y compañeras. Desde luego el
Apéndice 1. PAHS, p. 22
comportamiento sumiso es tan inadecuado como el agresivo y aunque las conductas sumisas alteran y
distorsionan menos que las agresivas, son igualmente disfuncionales.
Apéndice 1. PAHS, p. 23
Las chicas pasan más tiempo conversando con sus amigas y los chicos en actividades físicas.
Si nos centramos en el contexto escolar, se aprecian diferencias de género en la siguiente línea:
- En las clases: las chicas participan menos, tienen menos presencia, son más periféricas en la estructura y
funcionamiento del grupo, los líderes de grupo suelen ser chicos; las chicas y los chicos se sientan separados
- En el recreo, hay una utilización selectiva de los espacios escolares fundamentalmente las zonas de
recreo: el 75% es ocupado por los chicos que se dedican a actividad física; hablan menos y se mueven
más y el 25% es ocupado por las chicas que fundamentalmente se dedican a hablar.
Parker y Asher (1993) trataron de examinar la diferencia entre amistad y aceptación social. Para ello
utilizaron una muestra de 881 chicos de 3º a 5º. Evaluaron a través de cuestionario sociométrico de
aceptación social y amistad, soledad, rasgos del mejor amigo/a y satisfacción con estas amistades. Los
resultados indicaron que algunos chicos que tenían baja aceptación social en el grupo y no eran populares,
tenían buenos amigos y estaban satisfechos. Estos resultados parecen indicar que a veces no es necesario
ser muy popular para estar satisfecho con las relaciones entre iguales.
(b) Asertividad
Respecto a la asertividad investigaciones y estudios previos sobre el tema señalan que las niñas y jóvenes,
habitualmente, o en mayor medida que los chicos, muestran un estilo de interacción etiquetado como
inhibido y sumiso (Campbell, Klein y Olson, 2001; Fabra, 1996; Lagarde, 2001; Monjas, 2001), aunque
últimamente, esto empieza a ponerse en duda (Monjas, García, Elices y de Benito, 2004; Monjas, García,
Elices y Francia, 2004; Stevenson-Hinde y Glover, 1996).
Becky (1997) investigando con alumnado de Primaria, sugiere que las chicas evitan la conducta asertiva
debido a que han de hacer una construcción de la feminidad pasiva. Por su parte Diane Ready (2001)
expone que las chicas ocasionalmente alientan el poder y el dominio de los chicos a expensas del poder de
las chicas. Encuentra que las y los estudiantes afirman que las chicas trabajan más duro, son más maduras
y socialmente más hábiles; sin embargo los chicos y muchas chicas creen que es mejor ser chico.
Sheila Alson y Nancy Romer (1996) discuten en su artículo titulado “Chicas y solución de conflictos en la
escuela”, los retos de implementar Programas de solución de conflictos en el contexto escolar. Encuentran
que las chicas, en muchos casos tienen dificultades derivadas de las expectativas de género ya que se
estigmatiza a las chicas que actúan con liderazgo asertivo.
Sebanc, Pierce, Cheatham y Gunnar (2003) investigaron con 91 preescolares a los que grababan
trabajando en cuartetos del mismo sexo en una tarea competitiva. Después pasaron un sociométrico y
encontraron diferencias de género en la aceptación social: los chicos más asertivos fueron más aceptados
que los no asertivos; sin embargo las chicas más aceptadas fueron las menos asertivas. Concluyen con que
la cultura de género se desarrolla ya en los años preescolares.
En un estudio de Thomson, Bundy y Broncheau (1995) trabajaron con 28 niños y niñas de 3º a los que
aplicaron un programa de entrenamiento cognitivo en habilidades sociales. Después de 12 semanas no
encontraron interacción entre el tratamiento y la variable género en la medida cognitiva (comportamiento
asertivo verbal medido en situaciones de role-play), lo que supone que tanto chicos como chicas adquieren
información cognitiva de la asertividad; sin embargo no se demostró asertividad en el nivel conductual.
(c) Conducta agresiva
Como hemos comentado con anterioridad, es prácticamente unánime la opinión de que los chicos son más
agresivos que las chicas. Sin embargo, en los últimos años, los resultados obtenidos aconsejan ser más
prudentes ya que se señala que las diferencias en función del sexo son más cualitativas que cuantitativas
(Rys y Bear, 1997; sastre y Moreno, 2004). En este punto Salmivalli, Kaukiainen y Lagerspetz (1998,
2000) consideran que hay que diferenciar entre:
a) agresión explícita o directa y agresión indirecta (relacional),
Apéndice 1. PAHS, p. 24
b) agresión física y agresión psicológica
Investigaron esta cuestión con 209 adolescentes de 15 y 16 años y concluyeron que los roles de género y
las normas culturales llevan a que las mujeres eviten la expresión directa de la agresión y sin embargo se
las permita desarrollar agresión más indirecta (que se ve menos).
En esta misma perspectiva se encuadra el trabajo de Crick y Grotpeter (1995) que plantean que en la
expresión de la agresión hay diferencias de género que no se tienen en cuenta en la investigación, que
tradicionalmente se refiere a agresividad física. Afirman que cada género utiliza un tipo de agresión en
función de lo que considera que es importante: Los chicos utilizan agresividad física o verbal e
intimidación, mientras que las chicas utilizan la agresión relacional (por ej., no ajuntar, difundir rumores)
ya que tienen más interés por los aspectos sociales.
Con una muestra de 491 niños y niñas de 3º a 6º, de cuatro escuelas públicas, hipotetizan que las chicas
utilizarán la agresión relacional más que los chicos. La agresión relacional incluye conductas que dañan la
amistad o los sentimientos de inclusión en el grupo de iguales; implica manipulación de las relaciones con
los iguales tales como exclusión del juego, ostracismo social intencional, rechazo, difundir rumores (para
que le rechacen) y chantaje (decir que no vas con ella si no te hace tal cosa).
Los resultados confirman sus hipótesis: los chicos y las chicas son igualmente agresivos (el 27% de chicos
y el 22% de chicas de la muestra), pero muestran esa agresividad de distinta forma según el género:
agresividad abierta los chicos y relacional, las chicas.
Desde esta misma línea de investigación Newton, Hughes, Cavell y Thompson (1998) estudian la agresión
relacional con 461 chicos y 443 chicas de 2º y 3º de primaria. Encuentran que:
a) los chicos obtienen puntuaciones más altas en agresión tanto abierta como relacional.
b) un alto nivel de agresión abierta y directo es más probable que resulte en rechazo para las chicas
que para los chicos.
En nuestro país Calvo, González y Martorell (2001) opinan que generalmente en los estudios se evalúa
agresividad manifiesta (física y verbal) en la que son más altos los chicos. Sin embargo habría que utilizar
otras estrategias ya que las chicas utilizan más la agresividad relacional, que es más acorde con sus
intereses sociales (Crick y Grotpeter, 1995).
(d) Conducta social y emocional
Ortiz, Aguirrezabala, Apodaka, Etxeberría y López (2002) analizan, en 257 niños entre 7 y 9 años, las
relaciones entre diversas variables emocionales-predictoras (tono afectivo positivo o negativo, intensidad
emocional, regulación emocional, timidez-desinhibición, ambivalencia emocional, depresión y ansiedad)
y el funcionamiento social, medido a través de las siguientes variables criterio: 1) conducta social:
conducta prosocial-egoísta y cooperación, 2) integración social en el aula, 3) aceptación social: estatus
sociométrico, 4) agresividad, 5) satisfacción social del niño y 6) estrategias de interacción social.
Encontraron tres grupos de funcionamiento social tomando como base las variables criterio: 1)
Competentes: en el que se encuentran más niñas, 2) Ignorados: en el que se encuentran más niñas y 3)
Problemáticos: en el que se encuentran más niños.
El análisis de varianza muestra diferencias significativas entre estos tres grupos en las variables
emocionales y encuentran que la confianza-ansiedad juegan un papel crucial en la competencia social ya
que muestra un importante poder predictivo sobre las variables de funcionamiento social.
En un estudio posterior Etxebarría, Apodaka, Eceiza, Fuentes y Ortíz (2003) tratan de analizar las
diferencias de género en variables emocionales y de conducta social en la edad escolar con 257 niños y
niñas entre 7 y 9 años. Consideran seis variables emocionales: experiencia emocional (intensidad
emocional, emoción de tristeza, emoción de ira), regulación emocional (control inhibitorio, focalización
atencional) y conocimiento emocional (ambivalencia emocional) y tres variables de conducta social:
Apéndice 1. PAHS, p. 25
comportamiento prosocial con compañeros, comportamiento agresivo con compañeros y comportamiento
cooperativo con el profesorado.
Comprobaron que:
a) Las niñas obtuvieron puntuaciones más altas que los niños en tristeza y en focalización atencional.
b) Las niñas fueron evaluadas por el profesorado como más prosociales y menos agresivas con sus
compañeros y más cooperativas con el profesorado.
c) En los chicos se apreció una mayor tendencia a comportarse agresivamente.
d) En las chicas se encontró una mayor tendencia a mostrar conducta complaciente con las demandas.
e) Con la edad, la conducta agresiva aumenta en chicos y disminuye en chicas.
Julie Hubbard (2001) investiga la expresión de emociones (cólera, felicidad y tristeza) en 111 niñas y
niños en dos situaciones de juego cooperativo estandarizado. Evaluó la expresión facial, la entonación
verbal y la no verbal. Mostró que:
a) Las y los rechazados expresaban más cólera facial y verbal que los de aceptación media.
b) Los rechazados expresan más la felicidad que los de aceptación media, pero solo cuando el juego está a
su favor y van ganando; esto puede contribuir a aumentar el rechazo por parte de los otros.
c) Los chicos expresan más cólera que las chicas en las tres modalidades de expresión: facial, entonación
verbal y comunicación no verbal.
Respecto a la ansiedad, hay bastantes opiniones y datos basados en autoinformes de que las chicas tienen
más ansiedad social que los chicos. Además parece que la asociación entre ansiedad social y rechazo es
mayor entre chicas que entre chicos (Jiménez, 2000, 2003; La Greca y López, 1998).
(e) Aceptación social
En relación a la aceptación social o el grado en que las chicas son queridas por su grupo de iguales, las
investigaciones apuntan a que tienen más baja aceptación social que los chicos que son quienes ocupan los
puestos de líderes o estrellas (Abecassis et al., 2002). Sin embargo nuestra experiencia nos lleva a afirmar
que, aunque no asuman los puestos de liderato, son bien queridas y aceptadas por sus iguales en el grupo.
Sneed (2002) examinó la relación existente en la infancia entre la simpatía y popularidad y otros
constructos referidos a las relaciones sociales. Para ello trabajó con 76 niños y niñas de 3º a 6º utilizando
autoinformes de simpatía, habilidades sociales, empatía y confianza. Encontró que las habilidades
sociales, la empatía y la confianza eran predictores de la simpatía y popularidad en las chicas, pero no
encontró que estos aspectos fueran predictores de la popularidad en los chicos.
Jiménez (2003) informa de un trabajo de Lister (1997) que encontró que:
a) las chicas aceptadas, en comparación con las rechazadas: tenían una mejor adaptación psicológica y una
mayor asertividad, en opinión de las y los profesores, y además tenían sentimientos más positivos sobre su
aspecto físico y valía personal y un mayor autocontrol, según los autoinformes.
b) las rechazadas, informaron de más sentimientos de soledad.
No obstante hay que tener presente las diferencias entre chicos y chicas ya que, por ejemplo en
preadolescentes, los chicos están más interesados en grupos de iguales más extensos, mientras que las
chicas se focalizan más en díadas íntimas. Por ello el rechazo o la falta de aceptación social en el grupo es
más relevante para el ajuste de los chicos y sin embargo para las chicas la adaptación y los problemas de
adaptación tienen más que ver con las relaciones de amistad más íntima y también con las relaciones
familiares (Merrell y Gimpell, 1988).
Berner, Fee y Turner (2001) exponen que la preadolescencia es un tiempo estresante para las chicas ya
que han de afrontar distintos estresores, muchos de ellos interpersonales por lo que esto es más
Apéndice 1. PAHS, p. 26
complicado para las chicas que no tienen amigos o amigas. En su estudio, el profesorado identificó a 45
alumnas de 5º y 6º grado con pocos amigos o amigas. Se distribuyeron en dos grupos: experimental (19
alumnas) y control (21). Las del grupo experimental participaron en un grupo de tratamiento en
habilidades sociales que consistía en entrenamiento en habilidades de solución de problemas
interpersonales con reforzamiento de grupo por parte de los iguales. El tratamiento, que duró seis sesiones,
se hacía dos veces por semana fuera de clase y al final se hacía una merienda. En el postest se evidenció
que las chicas del grupo de tratamiento pasaron menos tiempo solas, estuvieron más tiempo iniciando
conversaciones e interactuando con otros niños y niñas.
(f) Autoconcepto y Autoestima
Hay y Ashman (2003) trabajaron con una muestra de 655 adolescentes (de 16 años de edad media) y
encontraron que hay una relación recíproca entre autoconcepto general y estabilidad emocional y que la
estabilidad emocional de las y los adolescentes depende más de los iguales que de los padres;
anteriormente se afirmaba que esto era así para los chicos, pero no para las chicas. Además constatan que
los chicos están menos interesados que las chicas en relaciones con los iguales cercanas.
Sin embargo aunque estos resultados son bastante generalizados (Cardenal y Diza, 2000), no en todos los
casos aparecen las diferencias de género. Por ejemplo Garaigordobil, Cruz y Pérez (2003) en un estudio
con 177 adolescentes de 12 a 14 años, tratan de analizar las relaciones entre el autoconcepto y varios
aspectos de la personalidad (conductas sociales, problemas de conducta, empatía, relaciones intragrupo,
creencias irracionales, ansiedad e impulsividad). No encontraron diferencias significativas en el
autoconcepto en función del género.
Marcela Lagarde (2001) hace una fuerte critica del Modelo de Autoestima light planteado desde la
mercadotecnia y las tecnologías educativas conservadoras y por tanto patriarcales y propugna un nuevo
paradigma de la autoestima de las mujeres gestado y amasado en la cultura feminista que pretende lograr
el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres.
(g) Conducta prosocial y problemas de conducta
Los estudios anteriores señalan que las chicas son más prosociales, mientras que los chicos muestran una
mayor frecuencia de conductas antisociales. En efecto se comprueba que las niñas y las chicas tienen
menos problemas de conducta que los chicos (Merrell y Gimpel, 1998). En la solución de conflictos, los
chicos utilizan la agresividad mientras que las chicas la negociación y el consenso (Alson y Romer, 1996).
Los profesores consideran que las chicas tienen un funcionamiento adaptativo, una competencia
académica y unos niveles de cooperación y amigabilidad mayores que los chicos (Jiménez, 2003).
En un estudio de López, Apodaca, Etxebarría, Fuentes y Ortiz (1998) hecho con 75 preescolares (con una
media de edad de 4 años y 9 meses) que trataba de estudiar la conducta prosocial, encontraron en las
chicas una mayor proporción de conductas prosociales y en los chicos una mayor proporción de conducta
agresivas. Las variables predictoras de la conducta prosocial consideradas fueron la empatía, la toma de
perspectiva y el apego. Las variables criterio estudiadas fueron: consuelo, defensa, ayuda, donación,
ataque, amenaza de ataque, apropiación o ruptura y burla.
Estudiaron los siguientes aspectos: a) variables de personalidad: empatía, impulsividad, afán de aventura y
autoconcepto, b) conducta prosocial: consuelo, defensa, ayuda, donación, compartir, cooperar, ponerse en
el lugar de, preocupación por los demás y c) conducta antisocial: ataque, apropiación, burla. Encuentran
diferencias de género estadísticamente significativas en: empatía (más alta las chicas), agresividad (más
alta los chicos) y conductas antisociales (más alta los chicos). Las chicas desarrollan mayor empatía,
tienen un autoconcepto negativo y presentan mayor ansiedad mientras que los chicos se muestran más
agresivos e impulsivos y tienen mejor autoestima y mayor liderazgo. Pero es interesante subrayar la
relación que hay también entre género y edad ya que en las chicas la empatía aumenta con la edad, en los
chicos la agresividad va disminuyendo con la edad y en las conductas antisociales, la diferencia entre
chicas y chicos aumenta con la edad.
Apéndice 1. PAHS, p. 27
A este respecto Calvo, González y Martorell (2001) tratan de estudiar las relaciones entre la conducta
prosocial, la conducta antisocial y determinadas variables de personalidad asociadas analizando las
diferencias de género en estas variables. La muestra de estudio fueron 421 chicos y chicas de 10 a 18
años.
Por su parte Muñoz, Carreras y Braza (2004) tratan de analizar qué aspectos facilitadores y no
facilitadores de la competencia social se relacionan con comportamientos disruptivos en 348 estudiantes
de la ESO y para ello comparan alumnos disruptivos y no disruptivos. Mostraron que:
a) En el primer ciclo de la ESO, los chicos más disruptivos obtienen puntuaciones más altas en: liderazgo
prosocial, agresividad y terquedad e impulsividad, mientras que las chicas disruptivas obtienen
puntuaciones más bajas en sensibilidad social.
b) En el 2º ciclo de la ESO no se encuentran diferencias significativas entre chicos disruptivos y no
disruptivos, pero si aparecen estas diferencias en chicas; las chicas disruptivas tienen puntuaciones más
bajas en ayuda y colaboración, conformidad con lo que es socialmente correcto y puntuaciones más altas
en independencia de campo.
Señalan como interesante que, según sus resultados, los chicos disruptivos son los que destacan por
encima de la media del perfil característico de su género (más actitud antisocial y asocial, más impulsivos,
más independientes de campo) y las chicas disruptivas obtienen puntuaciones que las sitúan por debajo de
perfil medio de su género (sensibilidad social, conformidad con las normas, ayuda y colaboración,
dependencia de campo).
Más confirmación de estos aspectos ofrecen Rose y Asher (1999) que preguntaron a 696 niños y niñas de
4º y 5º cómo podían resolverse treinta situaciones hipotéticas en las que se presentaba un conflicto con un
amigo o amiga. Encontraron que las niñas muestran más metas prosociales en estas situaciones de
conflicto de amistad.
(h) Maltrato entre iguales (Bullying)
Hablamos de “maltrato entre iguales” o bullying cuando un/a chico/a, o un grupo, pega, intimida, acosa,
insulta, humilla, excluye, incordia, ignora, pone en ridículo, desprestigia, rechaza, abusa sexualmente,
amenaza, se burla, aisla, chantajea, tiraniza, etc. a otro/a chico/a, de forma repetida y durante un tiempo
prolongado, y lo hace con intención de hacer daño (Monjas y Avilés, 2003).
A este respecto hay un acuerdo bastante elevado en que hay más agresores chicos y en las víctimas se
encuentran ambos sexos (Cerezo, 2001; Ortega y del Rey, 2003; Rigby, 1998). Sí se habla de
diferenciación de género en el modo de intimidación, afirmando que los chicos utilizan más acoso físico y
las chicas son más propensas a usar el abuso psicológico y la exclusión social. En chicas se encuentra
mucho más bullying indirecto, interpersonal o social que implica exclusión social y/o grupal, de los que
son ejemplos: aislar, “no ajuntar”, hacer el vacío, no dejar participar, hablar mal, difamar, crear rumores,
difundir bulos, manipular las relaciones de amistad (Monjas y Avilés, 2003; Salmivalli, Kaukiainen y
Lagerspetz, 1998; 2000). No obstante hay que matizar que nuestras últimas investigaciones tienden a no
confirmar estos extremos ya que las chicas empiezan a aparecer claramente en el papel de intimidadoras
(Monjas y Ruiz, 2003; Ruiz y Monjas, 2003).
Crick y Nelson (2002) estudiaron la victimización que ocurre entre amigos en relaciones diádicas y de
amistad. Encontraron que los chicos son más victimizados físicamente que las chicas y que éstas fueron
más victimizadas relacionalmente que los chicos. Evidenciaron también que la victimización de iguales se
relaciona con problemas de ajuste tanto en chicos como en chicas.
Para concluir este apartado y tomando en conjunto estos datos, es preciso enfatizar que estas diferencias
de género en la competencia emocional e interpersonal han sido explicadas principalmente con hipótesis
que se fundamentan en el aprendizaje diferencial de roles sociales por niños y niñas, es decir la diferente
educación que se hace de niñas y niños ya que a los chicos se les fomenta la iniciativa en las relaciones
con el sexo opuesto, el comportamiento competitivo y agresivo y la defensa de sus derechos, mientras que
Apéndice 1. PAHS, p. 28
a las chicas se las enseña a anteponer las necesidades ajenas, ceder la iniciativa al otro sexo, reservarse las
opiniones y a inhibir sus deseos.
Apéndice 1. PAHS, p. 29
SEGUNDA
PARTE
EL PROGRAMA DE ASERTIVIDAD
Apéndice 1. PAHS, p. 30
En esta segunda parte se describe el Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (en adelante PAHS)
que se ha diseñado y aplicado en esta investigación.
Es preciso aclarar que muchos de los contenidos aquí expuestos son los que se incluyeron en la “Guía
Documental y de recursos para el profesorado”, material que se dió a cada centro y/o profesor/a que
aplicó el PAHS en su aula con su alumnado. Por este motivo se omiten básicamente las citas de autores y
las referencias bibliográficas.
Apéndice 1. PAHS, p. 31
se instauran habilidades para mejorar la convivencia y las relaciones interpersonales, se pueden evitar y
prevenir riesgos como indisciplina, violencia de género, bullying, abuso sexual, etc.
A título meramente ilustrativo indicamos que existen diversos programas que pueden ayudar y orientar en
la puesta en práctica de estos aspectos: Garaigordobil, 2001; Goldstein, Sprafkin, Gershaw y Klein, 1983;
Michelson, Sugai, Wood y Kazdin, 1987; Monjas, 2002; Sureda, 2001; Trianes y Fernández Figarés,
2001; Verdugo, 1997, aunque es aconsejable consultar la Bibliografía específica para tener un
conocimiento más amplio.
2. JUSTIFICACIÓN
¿Por qué un programa de habilidades sociales? Hay varias razones que, en este momento, justifican el
trabajo en habilidades sociales en el contexto escolar; entre ellas resaltamos las siguientes:
1ª) Importancia de las habilidades sociales en el desarrollo infantil y adolescente.
Existe una sólida relación entre la competencia social y el adecuado funcionamiento psicológico,
académico y social, mientras que la incompetencia social (la falta o inadecuación de las habilidades
sociales) se relaciona con diversos desajustes y dificultades como son problemas de aceptación social
(rechazo, ignorancia y aislamiento), problemas emocionales y escolares, desajustes psicológicos y
psicopatología infantil, delincuencia juvenil y diversos problemas de salud mental en la vida adulta.
2ª) La institución escolar y la enseñanza de las habilidades sociales.
Es preciso hacer especial énfasis en la responsabilidad de la institución escolar en desarrollar la
competencia social del alumnado. El centro educativo se considera un importante contexto de
socialización proveedor y promotor de comportamientos y actitudes sociales; es el entorno social en el que
los niños y niñas pasan gran parte de su tiempo relacionándose entre sí y con el profesorado.
Las habilidades sociales se van adquiriendo a lo largo del proceso de socialización y para su correcto
aprendizaje, se requiere una enseñaza directa y sistemática, motivo por el que se afirma que es necesario
enseñar, de forma intencional, habilidades sociales en el contexto escolar. Las habilidades sociales no
mejoran por la simple instrucción informal; se necesita una instrucción directa y deliberada lo que
implica incluirlas en el currículum escolar ordinario diseñando actividades didácticas para la consecución
de los objetivos propuestos.
La enseñanza de las habilidades sociales a los alumnos es una competencia y responsabilidad clara de la
escuela como institución, por supuesto junto a la familia y en coordinación con otras instancias sociales.
Las y los profesores tenemos la responsabilidad y la tarea de enseñar a convivir, a vivir-con-otros al
alumnado. Si enseñamos a l@s chic@s a convivir, a mejorar sus relaciones interpersonales, a promover su
competencia personal y social, a solucionar pacíficamente sus conflictos interpersonales, estaremos
haciendo prevención de diferentes problemas: bullying, violencia, conductas disruptivas, indisciplina... a
la vez que contribuiremos al desarrollo de la autoestima, los valores, el autocontrol, la asertividad, etc. del
alumnado.
El informe que en 1996 realizó para la UNESCO una comisión de expertos, presidida por J. Delors señala
la conveniencia de abandonar el énfasis, casi exclusivo, de la enseñanza tradicional en la transmisión de
conocimientos y enfatiza la conveniencia de focalizar la atención educativa en otros aspectos del
desarrollo personal y social y lo hace con estas palabras: La educación para el siglo XXI ha de
estructurarse entorno a cuatro pilares básicos que son “aprender a conocer, aprender a hacer, aprender
a vivir juntos y aprender a ser” (Delors, 1996). Todo ello contribuye a la formación integral del
alumnado.
3ª) Las habilidades sociales en el perfil docente del profesorado.
Apéndice 1. PAHS, p. 32
Hay profesiones como la de enseñar que tienen como recurso básico de su actuación la relación y la
comunicación interpersonal. Hay que tener en cuenta que la educación, el proceso de enseñanza-
aprendizaje es básicamente una interacción entre el/la niño/a y el/la profesor/a o de los alumnos y alumnas
entre sí.
Las habilidades sociales son un elemento fundamental en el ejercicio profesional del profesorado. Desde
luego habilidades como: comunicación asertiva, solución de problemas interpersonales, negociación,
expresión de sentimientos y emociones, optimismo y sentido del humor, entre otras, son imprescindibles
para la persona docente que tiene que asumir hoy un nuevo rol ya que el de mero transmisor de
conocimientos ha quedado obsoleto.
4. OBJETIVOS
Los principales objetivos propuestos son los siguientes:
1º. Sensibilizar al profesorado sobre la importancia de las habilidades sociales en el desarrollo y en la
adaptación escolar y social de niños/as y adolescentes y motivar al profesorado para que se implique en la
enseñanza de estas habilidades.
2º. Proporcionar al profesorado conocimientos y dotarles de estrategias y recursos necesarios para aplicar
en el aula con el alumnado el Programa de Habilidades Sociales.
3º. Promover el desarrollo de las habilidades sociales de los alumnos y alumnas fomentando actitudes y
conductas de convivencia positiva con los iguales y con los adultos y tratando de prevenir futuros
problemas de adaptación y de convivencia.
4º. Facilitar la tarea docente al mejorar el clima social del aula y del centro.
Respecto al alumnado son objetivos específicos:
Apéndice 1. PAHS, p. 33
- Que las y los alumnos sean más asertivos y disminuyan sus conductas tanto de inhibición,
pasividad, retraimiento y timidez como las agresivas
- Que las y los alumnos desarrollen habilidades de comunicación interpersonal
- Que las y los alumnos gestionen y expresen sus emociones y reconozcan y afronten las de otras
personas
- Que las y los alumnos desarrollen aspectos personales e interpersonales positivos
- Que las y los alumnos aprendan a afrontar y evitar interacciones sociales difíciles
Además en cada ficha de trabajo se plantea uno o varios objetivos referidos a lo que el alumnado tiene que
aprender durante la enseñanza de cada habilidad. Por ejemplo en la habilidad 5: Emociones positivas, los
objetivos señalados son los siguientes:
- Educación Infantil:
Diferenciar entre emociones positivas y negativas básicas
Aprender conductas verbales y no verbales para reconocer y emitir emociones positivas
Potenciar en los niños y niñas emociones positivas básicas: alegría, cariño y diversión.
- Educación Primaria:
Diferenciar entre emociones positivas y negativas básicas
Aprender conductas verbales y no verbales para reconocer y emitir emociones positivas
Identificar y expresar adecuadamente las propias emociones positivas
Reconocer las emociones positivas de los y las demás.
- Educación Secundaria:
Diferenciar y etiquetar distintas emociones positivas
Identificar y expresar adecuadamente las propias emociones positivas
Reconocer las emociones positivas de los y las demás.
5. DESTINATARIOS/AS
El PAHS tiene como destinatarios a las niñas, niños y adolescentes de Educación Infantil, Primaria y
Secundaria, y está diseñado para ser aplicado en el contexto escolar por el profesorado con el apoyo y el
asesoramiento de los equipos psicopedagógicos, orientadores/as de centro y otros recursos.
Remarcamos que es un programa dirigido a chicas y chicos, ya que pensamos que ambos necesitan
desarrollar una adecuada competencia social tratando de contrarrestar los efectos de los estereotipos de
género. Aborda una perspectiva de género, pero dentro de un marco más amplio de respeto mutuo entre
sexos, rechazo de la violencia interpersonal, la promoción de la tolerancia, el respeto a las diferencias y la
construcción de la igualdad de géneros
También son destinatarios las y los profesores ya que con este programa se pretende proporcionarles
materiales y conocimientos que faciliten su propia formación y el desarrollo de programas en su aula con
su alumnado.
5. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS
El Programa de Habilidades Sociales tiene las siguientes características básicas:
Apéndice 1. PAHS, p. 34
1) Es un programa estructurado de entrenamiento con contenidos, técnicas y procedimiento de
entrenamiento especificados, pero es flexible de forma que puede, y debe, adaptarse y ajustarse al grupo
concreto.
2) Se fundamenta en una serie de pilares básicos como son la enseñanza de valores, la tolerancia y el
respeto a las otras personas, la empatía (capacidad de que cada alumno/a se ponga en el lugar de la otra
persona y desde allí pueda conocer cómo piensa y siente), la perspectiva de género y la igualdad de
oportunidades entre sexos.
3) Se enmarca en el amplio campo de la competencia personal y social y se centra específicamente en la
asertividad y las emociones.
4) Se compone de una serie de Fichas y materiales de apoyo al profesorado.
5) Implica enseñanza intencional: explícita, directa y sistemática.
Es una estrategia de entrenamiento, enseñanza e instrucción directa y sistemática de las distintas
habilidades, lo que supone un trabajo sistemático y planificado que implica el desarrollo de actividades
intencionales de enseñanza dirigidas al logro de objetivos. Se pretende, por una parte, enseñar
comportamientos que el/la niño/a no posee (iniciar conversaciones, presentarse ante gente nueva o hacer
peticiones a adultos), por otra parte, disminuir las conductas inadecuadas (insultar a los compañeros,
evadir la mirada cuando habla al interlocutor) y también minimizar los aspectos que estén interfiriendo la
correcta conducta interpersonal (atribuciones incorrectas, autoinstrucciones negativas o ansiedad).
6) Sigue el modelo cognitivo-conductual porque se centra tanto en la enseñanza de comportamientos
manifiestos y directamente observables (conducta verbal, comunicación no-verbal) como en la de
comportamientos cognitivos (autolenguaje) y afectivos (expresión de emociones). Para ello se utilizan
técnicas y estrategias de intervención conductuales y cognitivas.
7) El correcto y/o óptimo desarrollo de los programas propuestos, implica dos caras o niveles en la
actuación:
* Aplicación formal
* Aplicación oportuna
La aplicación formal requiere el trabajo explícito y específicamente dirigido al logro de los objetivos de
adaptación sociopersonal. Implica el determinar unos tiempos, objetivos, espacios… específicos para
trabajar directamente el programa y las habilidades. Por ejemplo, en una sesión de tutoría practicar el decir
cosas positivas a l@s demás.
La aplicación oportuna, supone el trabajar las habilidades sociales integradas en las rutinas diarias y
cotidianas. Es preciso aprovechar oportunamente los muchos y variados momentos que se producen en la
vida del centro escolar y en los que, de forma espontánea y natural, se han de poner en juego las diversas
habilidades y conductas que se consideran como habilidades-objetivo. Esta estrategia facilitará la
transferencia y generalización de lo aprendido en los períodos formales de enseñanza a las situaciones
naturales. Por ejemplo, aprovechar cuando un alumno o alumna hace algo positivo y alabarle y elogiarle
en el momento concreto aunque sea la clase de matemáticas o la de educación física.
6. CONTENIDOS
Para trabajar en este programa, de la gran variedad de posibilidades, se han seleccionado una serie de
habilidades y conductas que se articulan en los cinco módulos y las diez habilidades que se presenta a
continuación.
Apéndice 1. PAHS, p. 35
Se han considerando los mismos módulos y habilidades para los tres niveles (infantil, primaria y
secundaria) ya que son conductas básicas aplicables a todos los períodos evolutivos, aunque será preciso
enfatizar unas u otras habilidades según el nivel.
Es preciso recordar que es un programa de desarrollo del estilo asertivo por lo que se han incluido
prioritariamente aquellas habilidades encaminadas a ello.
Apéndice 1. PAHS, p. 36
Módulo I. Los estilos de relación interpersonal
Habilidad 1: Inhibido-Asertivo-Agresivo
Habilidad 2: Deberes y Derechos asertivos
A continuación, se hace una breve descripción de los contenidos de cada módulo. Muchos de estos
contenidos se incluyen también en las Fichas de trabajo (en el apartado de Introducción).
Apéndice 1. PAHS, p. 37
La Comunicación Verbal es el vehículo para comunicar el contenido explícito del mensaje, es decir, las
opiniones, las ideas, los pensamientos, etc. Mediante los comportamientos verbales: se hacen preguntas y
peticiones, se describen objetos, personas y situaciones, se argumenta y se disiente, se dan órdenes e
instrucciones, se aportan conocimientos, se habla de uno/a mismo/a, etc.
La Comunicación No-Verbal (CNV), también llamada Lenguaje Corporal, es un conjunto de conductas
que acompaña a la comunicación verbal.
Queremos señalar la importancia que la CNV tiene en las relaciones interpersonales. La Comunicación
No-Verbal (CNV), también llamada Lenguaje Corporal, comunica afecto, actitudes y emociones y
complementa, apoya y en algunos casos, sustituye al mensaje verbal. En las relaciones interpersonales,
hay que prestar atención, no solo al contenido, lo que el sujeto expresa, qué dice, sino también al modo de
expresión, cómo lo expresa, cómo lo dice.
Es preciso que ambos canales tengan coherencia. Lo contrario hace que los mensajes lleguen confusos
para el receptor. Si digo que estoy pasando uno de los peores momentos de mi vida y lo hago con una
expresión sonriente y gestos distendidos, el mensaje no es coherente. Hay que tener en cuenta que, en la
comunicación interpersonal, cuando hay disarmonía entre la CV y la CNV, nos fiamos y hacemos más
caso a la CNV.
La información que aportan ambos mensajes es complementaria. El mensaje verbal sin la CNV es pobre;
faltan datos. También ocurre que, aunque los mensajes no verbales son eficaces para expresar
sentimientos, no aportan información sobre qué hechos concretos han provocado el sentimiento, por lo
que es necesario completarlo con mensajes verbales.
Dentro de la CNV consideramos un nutrido grupo de conductas que tradicionalmente se categorizan en los
siguientes apartados:
(a) Paralingüística, que comprende los aspectos no lingüísticos del lenguaje como son cualidades
de la voz (tono, volumen, altura, firmeza, gravedad de la voz…), componentes sonoros (gritos,
gruñidos…), pausas en el flujo de la conversación (pautas diálogo-silencio), rítmo y velocidad de
la conversación, errores lingüísticos, entonación, latencia de la respuesta, duración de las
verbalizaciones, proporción y tasa de las verbalizaciones y fluencia verbal.
(b) Kinesia, que se refiere a los aspectos relacionados con el movimiento, gesto, postura. Aquí se
incluye postura, movimientos corporales, orientación del cuerpo, gestos de las manos y ademanes,
expresión facial, contacto ocular, dirección de la mirada, sonrisa y movimientos de la cabeza.
(c) Proxémica, que incluye los aspectos relacionados con la utilización del espacio interpersonal
inmediato, como por ejemplo, el uso del espacio personal, distancia de interacción, colocación
relativa en la interacción, proximidad física y contacto corporal o físico.
(d) Apariencia prsonal, que tiene que ver tanto con la apariencia física como con su arreglo personal.
Emite señales a los otros de estatus, estilo… Este aspecto se muestra relevante por ejemplo en la
adolescencia.
Para que la comunicación interpersonal sea óptima, es necesario que el Emisor, emita bien y exprese
adecuadamente el mensaje, tenga Habilidades de emisión y que el Receptor esté atento y reciba
adecuadamente el mensaje, poniendo en juego Habilidades de recepción, conductas de Escucha activa.
Además es necesario que se produzca un continuo intercambio entre los interlocutores.
Dentro de las Habilidades de recepción de mensajes incluimos:
- Conductas de atención al interlocutor como son permanecer atento a lo que dice y dar señales de
escucha activa (verbalizaciones de apoyo, asentimiento, no distracciones, afirmaciones en la línea
de lo que dice la otra persona, CNV de escucha),
Apéndice 1. PAHS, p. 38
- Habilidades de empatía, es decir, ponerse en el lugar de la otra persona ("veo que te sientes…",
"ya se que…"),
- Reforzamiento al interlocutor ("es muy interesante lo que me dices"),
- Observar atentamente la CNV (movimientos, gestos, postura, expresión facial) de la otra persona
(¿cómo lo dice?),
- Hacer preguntas y solicitar información, pidiendo aclaración si tienes dudas ("dímelo otra vez")
y/o pidiendo más información (haciendo preguntas abiertas, mezclando las preguntas con
información sobre uno mismo).
Las Habilidades de emisión y expresión que se consideran son fundamentalmente:
- La respuesta a las preguntas que hace la otra persona,
- La expresión correcta de opiniones y deseos (usar palabras y frases cortas, no enrollarse, no
hablar atropelladamente, sino pausado, repetir si es necesario, hacerse atender, decir lo que se
piensa, exponer la visión personal sobre el tema, tomar o pasar la palabra),
- Utilizar mensajes "yo", mensajes que se formulan en primera persona: “Yo opino que...”, “Me
encanta....”, “Me molesta bastante cuando...”
- Dar información sobre uno mismo (intereses, gustos, preferencias), mezclándolo con preguntas y,
finalmente,
- Dar información adicional sobre uno mismo o sobre el tema.
Además de estas habilidades otros aspectos que contribuyen al mantenimiento de conversaciones son:
- Elegir el momento y lugar adecuados para conversar,
- Tema de conversación (elegir el tema de conversación -hablar sobre temas agradables, hablar
sobre temas de interés, aficiones, actividades en común-, mantenerse en el tema y no salirse de él,
cambiar el tema de conversación),
- Tomar turnos en la conversación (implica mantener un continuo intercambio entre los
interlocutores, preguntar y responder, hablar y escuchar) y por último
- Hacer todo lo posible por sentirse a gusto y disfrutar de la conversación y expresárselo así al
interlocutor.
Los problemas en la comunicación se pueden producir porque:
- El Emisor no emite bien el mensaje (CV y CNV)
- El Receptor no recibe bien el mensaje debido a falta de atención o a inadecuada interpretación.
- No se logra el intercambio adecuado de mensajes; no se produce una adecuada interacción.
La importancia de estas habilidades se pone de manifiesto al comprobar que se ponen en juego en
cualquier situación interpersonal y, en cierto modo, son el soporte fundamental de las interacciones con
otras personas. Para que las interacciones con los iguales sean efectivas, es imprescindible que el niño se
comunique adecuadamente con los otros y que converse con los demás. Por medio de la expresión verbal
alabamos a los otros, expresamos nuestros sentimientos, negociamos en un conflicto, saludamos.
En las investigaciones sobre el tema se constata que l@s niñ@s populares y socialmente competentes se
enrolan en más conversaciones que los impopulares; elicitan información de los iguales (hacen preguntas)
y proporcionan información de ellos mismos (responden a preguntas) con mayor frecuencia. Las/os
niñas/os que conversan bien y charlan con los demás son queridas/os y aceptadas/os por las otras
personas.
Apéndice 1. PAHS, p. 39
Los contenidos de estas habilidades están muy conectados con el resto de las habilidades ya que muchas
de las conductas que se trabajan aquí, son requisito previo (es el caso de saber escuchar o pedir
información) o soporte (expresar las propias opiniones) de muchas otras.
Apéndice 1. PAHS, p. 40
Además es necesario articular tanto la expresión de las propias emociones como la recepción y reacción
ante las emociones de las y los demás.
Expresar emociones significa comunicar a otra/s persona/s cómo nos sentimos, cuál es nuestro estado de
ánimo y qué emociones tenemos, posibilitando que la otra persona reaccione adecuadamente. También
supone comunicar a otra persona los sentimientos que ella nos provoca.
Para expresar una emoción es preciso poner en juego muchas habilidades entre las que resaltamos: la
identificación de los propios sentimientos y emociones, la determinación de la causalidad de la emoción y
la expresión propiamente dicha de la emoción, lo que supone utilizar expresión verbal adecuada y
lenguaje corporal acorde.
A través de estas habilidades se trata de aprender también que ante una misma situación, los otros pueden
tener sentimientos distintos a los propios, o con distinta intensidad, que existe un derecho a la privacidad
de las emociones y que se tiene derecho a sentir lo que se quiera, pero asumiendo la responsabilidad de los
actos a los que llevan esos sentimientos. Además se pretende identificar qué comportamientos propios
hacen que las otras personas se sientan felices y alegres (por ejemplo diciéndoles algo agradable) o tristes
y enfadadas (por ejemplo insultándoles).
Recibir emociones significa responder adecuadamente ante las emociones y los sentimientos que expresan
las otras personas. También supone responder a los sentimientos que uno mismo provoca en los demás.
Para recibir adecuadamente las emociones de otras personas es preciso primeramente identificar las
emociones y sentimientos en las otras personas y después responder adecuadamente, con expresión verbal
y lenguaje corporal.
Apéndice 1. PAHS, p. 41
Significa decir o hacer algo agradable a otra persona. Supone decirle que te gusta algo que esa persona
tiene o algo que esa persona ha hecho o dicho. Puede ser algo referente a su aspecto, algo que esa persona
dice, algo que esa persona hace o algo que ha logrado.
Alabamos a los demás cuando hacemos un cumplido, un comentario de elogio, hacemos una afirmación
positiva, alabamos, felicitamos, decimos un piropo o damos la enhorabuena. Y también cuando hacemos
un gesto de apoyo, un guiño cómplice o una mirada de aprobación.
3) Recibir los cumplidos y alabanzas que nos hacen otras personas
Saber recibir adecuadamente y aceptar las alabanzas, cumplidos y cosas positivas que nos digan los demás
es bastante importante porque hará que la otra persona se sienta bien. Es necesario que reaccionemos
adecuadamente, sonriendo, apreciándolo (¡sin minimizarlo ni hacer como si no hubiera existido!) y se lo
agradezcamos.
Los elogios que nos hacen nos ayudan a conocer nuestros valores, capacidades... y qué cosas nuestras
gustan a las demás personas. Hay que aprovecharlos ya que ¡engordan la autoestima!
En este módulo se incluyen también las habilidades de Ayuda, Apoyo, Colaboración, Cooperación ya
que en la convivencia con las otras personas es preciso poner en juego una serie de conductas que
favorecen las buenas relaciones y el buen clima interpersonal y social. Entre ellas señalamos las
siguientes:
Pedir y hacer favores.
Ayuda, apoyo, ánimo y consuelo. Pedir ayuda y ser sensible a las necesidades de los otros. Ofrecer
apoyo, ayuda y responder a las necesidades detectadas y a las peticiones de ayuda.
Mostrar cortesía y amabilidad, buen talante y un tono amistoso, cordial y positivo de forma que el
contacto llegue a ser agradable y satisfactorio y todos los y las participantes disfruten de la
relación.
Participar activamente en la interacción facilitando su desarrollo. Por ej., ofrecer sugerencias para
el juego o la actividad, aceptar sugerencias y peticiones de los demás, aportar ideas nuevas que
mejoran la actividad, proponer iniciativas, secundar iniciativas de los otros, etc.
Apéndice 1. PAHS, p. 42
Otros ejemplos son: ridiculizar, reírse de, hacer preguntas indiscretas, aislar, excluir, rechazar,
desprestigiar. También pueden incluirse intimidaciones, presiones de grupo, racismo y xenofobia,
violencia de género... Estas conductas revisten especial importancia ya que atentan contra la autoestima y
el bienestar emocional de quien las sufre.
Las chicas y los chicos tienen que saber que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie
puede abusar de ell@s ni física ni psicológica ni sexualmente. Hay que enseñar a los chicos qué actitudes
y conductas no tienen que permitir en sus relaciones con los iguales ni con las personas adultas. Sus
relaciones han de ser igualitarias no de prepotencia ni de dominio-sumisión. Han de ser relaciones de
cariño, confianza, cercanía afectiva, respeto, admiración, aceptación y reconocimiento mutuo y no de
miedo, abuso, indiferencia, desprecio, rechazo, desinterés o frialdad. Un aprendizaje importante que han
de hacer es que en las relaciones interpersonales no tienen que aceptar ni tolerar cosas que les hagan sentir
mal.
Antes de nada hay que señalar que estas conductas varían mucho en función de distintos aspectos como:
tipo de conducta (agresión, exclusión social, violencia psicológica...), frecuencia con que se hace,
intensidad y situación en la que se producen. No es lo mismo una broma en buen tono en un momento
puntual, que la burla continuada y repetida en distintos momentos a lo largo de la jornada escolar.
Para adquirir una adecuada competencia social, l@s chic@s tienen que aprender a prevenir y evitar
algunas de estas conductas y, cuando es necesario afrontarlas y reaccionar adecuadamente. Es preciso que
aprendan a percibir, notar, detectar y darse cuenta de situaciones que pueden ser peligrosas, conflictivas...
y evitarlas, afrontarlas.
La reacción en estas situaciones es bastante compleja y exige poner en juego muchas de las habilidades
anteriores: derechos y deberes, emociones, negociar, formular quejas......
8. METODOLOGÍA
En la enseñanza de habilidades sociales es preciso utilizar un conjunto de técnicas que ayudan a que el
alumnado consiga, no sólo unos conocimientos teóricos, sino fundamentalmente que ponga en juego una
serie de recursos prácticos para la interacción y desarrolle unas actitudes interpersonales positivas.
Es por ello que junto a las técnicas típicas del entrenamiento en habilidades sociales (modelado, role
playing...) y con el fin de aumentar el impacto, la durabilidad y la generalización de los efectos de las
intervenciones, incorporamos distintas estrategias didácticas habituales en las aulas (actividades de
expresión, de literatura infantojuvenil, de lápiz y papel, juegos de mesa, dinámicas de grupo, juegos de
cooperación...), pero insistiendo siempre en la importancia de la Práctica simulada y la Práctica oportuna.
Para facilitar la aplicación concreta, se han diseñado unas Fichas de trabajo que orientan la actividad del
profesorado.
Apéndice 1. PAHS, p. 43
1. Diálogo y Discusión: Información Conceptual
(a) Delimitación y especificación de la habilidad
(b) Importancia y relevancia de la habilidad para el alumnado
(c) Aplicación de la habilidad
2. Instrucción Verbal
3. Modelado
3. Práctica
3.1. Role-Playing y Dramatización
3.2. Práctica Oportuna
3.2. Actividades didácticas
4. Feedback y Refuerzo
5. Tareas
Apéndice 1. PAHS, p. 44
3º. Modelado
El/La profesor/a y las/os alumnas/os socialmente competentes modelan ejemplos de las distintas
habilidades que se van a aprender, mientras el resto de los alumnos observan la ejecución. Siempre que
sea posible se modelan ejemplos reales de contactos interpersonales que los alumnos y alumnas hayan
tenido o tengan en sus relaciones con iguales y con las personas adultas.
4º. Práctica
Después de que se ha dialogado en torno a la habilidad-objetivo a aprender y se ha observado a varios
modelos que muestran las conductas necesarias para conseguirlo, se han de ensayar y practicar esas
conductas para incorporarlas al repertorio conductual. Esta práctica, para ser efectiva ha de realizarse en
dos formas diferentes:
a) en situaciones simuladas y creadas específicamente para ensayar y practicar: Role-Playing o
Dramatización,
b) en situaciones naturales, espontáneas y cotidianas que se aprovechan oportunamente (Práctica
Oportuna).
También a través de muy diversas actividades didácticas y lúdicas que se describen más detenidamente en
otro apartado.
4º. Feedback y reforzamiento
Nada más que las niñas y niños terminan de ensayar y practicar las conductas en el role-playing, el/la
profesor/a y/o l@s compañer@s aportan información de cómo lo ha hecho y proporcionan reforzamiento.
5º. Tareas
Consiste en encargar al alumnado que ponga en juego, fuera del contexto de aula y del contexto escolar,
las habilidades sociales que se están trabajando, con las indicaciones y la posterior supervisión del/de la
profesor/a.
Apéndice 1. PAHS, p. 45
situaciones, actitudes y problemas muy diferentes y no hace falta vivir directamente todas las experiencias
para llegar a comprenderlas.
Considerando a los/as niños/as y jóvenes, la literatura reviste otras peculiaridades que nos interesa
resaltar:
a) Posibilita las habilidades de toma de perspectiva, empatía y role-taking, lo que supone poder conocer
otros puntos de vista y llegar a comprender los pensamientos y sentimientos ajenos,
b) Facilita la identificación del lector o lectora con alguno de los personajes,
c) Permite la formación y/o modificación de creencias, actitudes y opiniones
d) Estimula la reflexión y el análisis crítico respecto a la historia y su desarrollo y
e) Por contraposición a los libros de texto, los libros de lectura son elementos importantes y atractivos
para los niños y adolescentes que los usan de forma voluntaria y placentera como material de ocio; la
lectura puede llegar a ser un auténtico placer.
Se da además la circunstancia de que la oferta literaria actual para infancia y adolescencia es muy
abundante y diversa y, en los últimos años, han aparecido nuevas editoriales o nuevas colecciones
dirigidas a estas edades que incluyen líneas temáticas en consonancia con factores sociológicos y
culturales actuales. En muchos casos se trata de libros que podrían catalogarse dentro de las corrientes o
tendencias denominadas "Literatura realista" y "Psicoliteratura".
En el trabajo concreto en habilidades sociales, hemos utilizado la LIJ en diferentes momentos del
entrenamiento como elemento motivador en el primer paso del procedimiento de enseñanza que es la
instrucción verbal, en el modelado y en la práctica. Como elemento motivador para definir y delimitar la
habilidad trabajada, se narra el cuento o historia y al comentarlo, la profesora dirige la conversación hacia
la habilidad, su definición, importancia de la misma y pasos a tener en cuenta. En el modelado para
observar cómo algún personaje utiliza una habilidad y en la práctica para ensayar alguna habilidad al
intentar descubrirla y analizarla en las situaciones narradas, en la actitud y desenvolvimiento de los
personajes. En el apartado de Bibliografía aparece el listado de los libros utilizados.
Para lograr los mayores beneficios de la lectura, se aconseja hacer actividades de libro-forum que implican
la puesta en común de las reflexiones y experiencias vividas tras la lectura del libro. La lectura individual
y personal del libro por parte de la niña o el niño es insuficiente y es preciso complementarlo con debates,
coloquios, discusiones en grupo, explicaciones complementarias, ejemplos hipotéticos, simulaciones y
role-play. Todo ello al objeto de motivar a la lectura, ampliar la comprensión, estimular la implicación de
los/as lectores/as, favorecer la toma de perspectivas, potenciar el contraste de ideas, la comunicación de
opiniones, el juicio crítico y el intercambio con otros de la experiencia personal de lectura.
En el Apéndice 1.4.1 se presenta un listado de libros de LIJ que abordan temas interpersonales
relacionados con los contenidos de este Programa de habilidades sociales. Está diferenciado por etapas
educativas. A este respecto, para esta investigación hemos seguido realizando análisis de libros de LIJ;
para ello se han cumplimentado una Ficha de lectura de cada libro donde junto a los epígrafes habituales
(Autor/a, Título, Editorial…) constan apartados como descripción de los personajes y sus características
interpersonales y descripción de las principales situaciones interpersonales. Véanse en el Apéndice 1.4.2
algunas de las Fichas de Lectura utilizadas.
“Como sería que, una vez, hasta se ensució los pantalones en clase, porque no se atrevió a pedir
permiso a la señorita para ir al cuarto de baño. ¡Qué vergüenza pasó Molinete!”.
“Se comprende que Molinete tuviera muy pocos amigos, porque a nadie le gusta tener un amigo
más soso. Algunos chicos se burlaban de él en los recreos, y le hacían versos”.
Estos párrafos, extraídos del libro titulado “Molinete” (p. 7 y 8) del que es autora Pilar Mateos, pueden
suscitar preguntas del siguiente tipo:
Apéndice 1. PAHS, p. 46
¿Qué ha pasado?, ¿qué ocurre en esta historia?, ¿cuál es el problema?
¿Te ha pasado a ti alguna vez algo parecido?
¿Conoces a alguien que le haya pasado algo parecido?
¿Qué hace Molinete?. ¿Por qué crees tú que hizo/dijo eso?
¿Por qué pasó eso?
¿Cómo crees que se siente Molinete?, ¿por qué?
¿Qué harías tú si estuvieras en su lugar?. ¿Qué más?
¿Qué opinas de los compañeros de Molinete?
¿Qué sentimientos te ha producido la lectura del libro?
RAP DE LA TIMIDEZ
Apéndice 1. PAHS, p. 47
No quiero ser tímida
NO, NO, NO.
Yo quiero reír,
yo quiero bailar,
y que la vergüenza,
¡¡ me deje ya en paz !!.
Voy a luchar,
me voy a esforzar,
y si no me sale…,
¡ pues vuelvo a empezar!.
Ánimo tía,
lánzate ya,
no esperes más tiempo,
empieza a charlar.
En otros casos, se trata de utilizar canciones o poesías ya hechas cuya letra va en consonancia con los
objetivos propuestos. Son ejemplos:
Hay un amigo en mí. De la película Toy story
Friends. Freddy Mercury
En otros casos, se pone la letra a la música de una canción conocida. Por ejemplo, hacer unas coplas de la
asertividad.
(c) Actividades de expresión manual
En este tipo de actividades se incluyen dibujos, comics y viñetas, recorte y pintura. Son ejemplos:
1) Hacer un mural alusivo a algún contenido trabajado en el entrenamiento. Por ejemplo: “Yo siento
muchas cosas”.
2) Completar viñetas que les damos dibujadas, pero sin texto en los bocadillos.
3) Hacer un marcalibros con alguna frase o dibujo que recuerde las principales ideas de la habilidad
trabajada.
4) Hacer una historieta con seis viñetas representando una niña que es intimidada por una compañera y
que progresivamente va tomando confianza hasta llegar a contárselo a un compañero y van a pedir ayuda
a la tutora.
Apéndice 1. PAHS, p. 48
Incluimos en este apartado actividades que se realizan con lápiz y papel, aunque su objetivo no es la
producción escrita ni gráfica, sino contribuir al logro de los objetivos del programa de habilidades
sociales. Por ello deben ser más lúdicas y diversas que las actividades clásicas de lápiz y papel. Son
ejemplo de estas actividades las sopas de letras, fugas de vocales, crucigramas. En el Apéndice
1) Fuga de vocales
En las siguientes frases han desaparecido las vocales.
1º. Busca las vocales que correspondan y completa las frases.
2º. Ponte con otro compañero o compañera y comentad lo que quiere decir cada frase.
3º. Practicad juntos/as el iniciar, mantener y finalizar conversaciones.
P_r_ _n_c_ _r _n_ c_nv_rs_c_ _n d_b_s _l_g_r _l m_m_nt_ y _l l_g_r
_d_c_ _d_.
M_nt_n_r c_nv_rs_c_ _n_s s_gn_f_c_ h_bl_r d_r_nt_ _n t_ _mp_ c_n
_tr_s p_rs_n_s d_ f_rm_ _gr_d_bl_.
C_ _nd_ t_rm_n_s _n_ c_nv_rs_c_ _n l_ p_ _d_s d_c_r _ l_ _tr_ p_rs_n_
qu_ h_s d_sfr_t_d_ _n s_ c_mp_ñ_ _.
3) Crucigrama
1
2
6
4
3
1. Saludo
2. Persona con la que se está muy bien y a la que se la cuentan los secretos
3. Se lo pido a mis amigos
4. Cómo tengo que estar cuando me acerco a hablar a otros chicos
5. Cómo tengo que estar cuando me acerco a hablar a otros chicos
6. Sinónimo de querido
(Solución: 1: Hola. 2: Amigo. 3: Favor. 4: Tranquilo. 5: Relajado. 6: Amado)
2) Sopa de letras
En la siguiente sopa de letras encontrarás cinco factores que facilitan la comunicación y otros inco que la
dificultan. Señálalos.
A Q R W E R T Y U I O P A S D F G H C
Q D E M P A T I A F G H J K L Ñ M N O
Apéndice 1. PAHS, p. 49
E Q F E S O D F G H J K L G A R B V N
R A O N M E S I G U I N G F R F E R T
T Z R S I N O T I B N I O D F I T E R
Y Q Z A M M I T U C U A D E B N T K A
U A A J A C Q E T R H E P I T Q S A A
I Z M E D A A D G U A S O N U K D E R
O C I S R R Z C B I B C I T R L F R G
P D E Y E B X V N K L U O E E Ñ G T U
A F N O F I S F M L A C U R W M H Y M
S G T L Y M W R J Ñ R H Y R R N J U E
D H O G K A O P Z X A A C U V E B N N
F Z E V A L A R A L L A H P L Ñ C M T
G R E G K U A S D F A C G C H J K T A
H I L G A M Q W E R V T T I Y U I O R
J U J U Z G A R C U E I K O K F R G B
K K A S D F G H K T Z V K E S S G K I
L Ñ Z X C V B N M Ñ L A K S J H G F D
Soluciones: Facilitan: empatía, escucha activa, postura correcta, reforzamiento, mensajes yo.
Dificultan: interrupciones, gritar, hablar a la vez, contraargumentar, juzgar.
Apéndice 1. PAHS, p. 50
compañera de pupitre. Avanza 5 casillas.
20 Por comerte el coco por tonterías, te quedarás tres tiradas
sin jugar.
22 ¡Muy buena idea!. Has invitado a tu compañero a tomar un
helado. Te mereces dar un salto de 10 casillas.
30 ¿Te parece bonito no salir de casa el domingo aunque te
hayan venido a buscar?. Vuelve a empezar el juego y date
cuenta lo que tienes que hacer.
32 ¡¡ Bravo !!. Estabas muy tranquila explicando la película a
tus amigos. Y qué bien les mirabas. Tira dos veces
seguidas.
9. FICHAS DE TRABAJO
Para facilitar la puesta en práctica del Programa de Habilidades Sociales existe un soporte material escrito
de apoyo que son las Fichas de trabajo. La función de la ficha es guiar y orientar al profesorado respecto
a cómo enseñar la habilidad de que se trate. Existe una ficha para cada una de las diez habilidades en los
tres niveles: Infantil, Primaria y Secundaria. En el Apéndice 1 se incluyen estas Fichas.
Cada ficha comprende los siguientes apartados:
- Identificación: Nivel, Módulo y Nombre de la habilidad
- Objetivo/s que se pretende/n
- Introducción:
Descripción de qué es la habilidad. Lo contenido en este apartado va dirigido al profesor/a para
que conozca de qué va la habilidad y plantee los interrogantes para el diálogo y debate con el
alumnado.
- Puntos para el diálogo y la reflexión:
¿Qué es la habilidad de.......?
¿Para qué sirve (a un niño o adolescente) la habilidad de.......?
¿Cuándo, dónde, con quién es apropiado/ no es apropiado poner en juego la habilidad de.......?
- Guía para practicar la habilidad de....
Se presentan los pasos necesarios para practicar la habilidad; cada profesor/a debe elegir qué
aspectos trabajará en función de las características de su alumnado.
- Ejemplos sugeridos para el Modelado y para la Práctica
- Otras Actividades / Actividades de lápiz y papel.
Son actividades para realizar por el alumnado y generalmente están separadas para cada nivel.
- Ejemplos sugeridos de tareas
- Ideas a recordar
Al final del entrenamiento de cada habilidad, se sintetizan los aspectos más relevantes remarcando
las cosas más importantes a tener en cuenta y recordar con posterioridad; viene bien hacer un
cuadro resumen de lo trabajado o sacar 4 o 5 ideas a recordar. Pueden escribirse en carteles que se
pegarán por la pared o se pondrán en la corchera de forma que puedan ser recordadas en distintos
momentos y facilitan la práctica oportuna de las habilidades trabajadas.
Apéndice 1. PAHS, p. 51
10. TEMPORALIZACIÓN Y SESIONES DE ENSEÑANZA
Las sesiones de enseñanza son los períodos determinados de tiempo del horario escolar que se dedican a la
enseñanza directa y la práctica de las habilidades sociales. Hacemos constar que sí es conveniente señalar
y reservar un determinado tiempo al día, o varios períodos a la semana, para realizar la enseñanza de las
habilidades sociales, lo mismo que se hace con otras áreas curriculares. Este tiempo estará especificado en
el horario de la clase ya que esto ayuda mucho a la organización del profesor y facilita la preparación y
motivación de los alumnos.
El número de sesiones a la semana, la duración de cada una, el espaciamiento intersesiones, son aspectos
que el propio profesor ha de delimitar teniendo en cuenta sus alumnos (edad, características,
problemas…), recursos, objetivos y planificación. Por ejemplo, con Educación Infantil puede ser
adecuado hacer sesiones breves y frecuentes (una o dos diarias) de diez o quince minutos; con alumnado
de segundo ciclo de Primaria, se pueden hacer una o dos sesiones a la semana de cuarenta y cinco minutos
además de Práctica Oportuna en otros momentos; en la ESO se puede aprovechar la sesión de tutoría
semanal.
En líneas generales la sesión tiene una estructura secuencial que se ajusta al Procedimiento de Enseñanza
que hemos expuesto con anterioridad.
1º. Revisión e informe de las tareas asignadas en la sesión anterior y realizadas en el espacio
intersesiones.
2º. Presentación de la habilidad a trabajar en la sesión: Diálogo y Discusión del profesor con los
alumnos.
3º. Instrucción Verbal.
4º. Modelado por parte del profesor o profesora y/o los alumnos y alumnas competentes de la
habilidad-objetivo.
5º. Ensayo y práctica por parte de las y los alumnos de las conductas y habilidades-objetivo.
6º. Realización de actividades didácticas.
7º. Evaluación de la ejecución y Feedback (informativo o correctivo) y Refuerzo (a la respuesta o
a las mejorías) dispensado por el profesor y las y los otros compañeros.
8º. Recapitulación de la sesión.
9º. Planteamiento y asignación de Tareas.
Apéndice 1. PAHS, p. 52
>> Propicia un buen clima de clase; es muy importante que el entrenamiento en habilidades
sociales se haga dentro de un clima de clase positivo y divertido en el que se fomenten, desarrollen
y pongan en práctica habilidades de interacción social tales como respeto mutuo, ayuda,
cooperación, participación, alta tasa de aspectos positivos, acento en el éxito y lo positivo… y
donde se minimicen aspectos como agresividad, individualismo, competitividad o marginación. Si
el/la profesor/a logra este clima y crea en los niños y niñas expectativas positivas sobre lo que van
a aprender, está garantizado su adecuado nivel motivacional.
No podemos olvidar que para el logro del clima adecuado, en muchos casos será necesario el establecer de
forma consensuada con los chicos y chicas una serie de normas que regulen su comportamiento en estas
actividades. Son ejemplos de normas: mostrar interés por aprender, participar en las actividades, respetar
las opiniones de los compañeros, valorar el propio trabajo, valorar el trabajo de los compañeros, escuchar
a los demás…
También hemos de tener claro que durante las sesiones de grupo pueden aparecer diversas conductas
problemáticas y difíciles de manejar (no participación, conductas agresivas, boicoteo, inhibición…). En
estos casos, es preciso actuar de acuerdo a las clásicas orientaciones de la modificación de conducta y el
manejo conductual.
Para finalizar, incluimos dos cuadros donde se recopila la aportación de distintos autores a fín de dar unas
pinceladas de lo que un adulto tiene y no tiene que hacer para fomentar la autoestima del alumnado y el
buen clima en el grupo.
- Darle confianza
- Empatizar
- Estimularle y motivarle
- Valorarle
- Escucharle “activamente”
- Reconocerle explícitamente sus logros y esfuerzos
- Provocar éxitos y ahuyentar los fracasos
- Animarle
- Proporcionarle feedback positivo
- Ayudarle cuando tenga dificultades y problemas
- Aceptarle y respetarle con sus características
- Orientarle y asesorarle
- Tratarle respetuosamente
- Atenderle
- Mostrarle interés
- Mostrarle una actitud positiva y cercana
- Demostrarle afecto
- Apoyarle ante los fracasos
Apéndice 1. PAHS, p. 53
¿Qué hay que evitar?
- Criticarle
- Humillarle
- Descalificarle
- Ridiculizarle
- Amenazarle
- Castigarle
- Presionarle
- Exigirle demasiado
- Exigirle perfeccionismo
- Compararle inadecuadamente con otros
- Utilizar la burla, el sarcasmo y la ironía
- Sobreprotegerle
- Confundir conductas concretas con su identidad personal
- Recriminarle
- Poner en evidencia sus faltas y errores
- Consentirle en exceso y no exigirle
- Exponerle repetidamente a situaciones de fracaso
- Mostrar una actitud fría y distante
Apéndice 1. PAHS, p. 54
TERCERA
PARTE
PARTE EMPÍRICA
Apéndice 1. PAHS, p. 55
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con el marco conceptual actual expuesto en la Primera Parte de esta memoria y que
fundamenta el constructo de la competencia social y las habilidades sociales en la infancia y en la
adolescencia, las niñas y chicas a lo largo de su desarrollo evolutivo, y como resultado fundamentalmente
de la socialización de género, presentan un estilo de relación interpersonal etiquetado como pasivo o
inhibido, mientras que los niños y chicos, en el otro extremo, consolidan un estilo de interacción
dominante y agresivo. Debido a las consecuencias e implicaciones que estos dos estilos de relación tienen
para el funcionamiento y la adaptación personal y social, propugnamos la conveniencia de desarrollar en
ambos géneros un estilo de relación interpersonal asertivo. Para la consecución de este objetivo, se ha
diseñado el "Programa de Habilidades de Interacción Social (PAHS)" al objeto de enseñar conductas y
habilidades de relación interpersonal a niños, niñas y adolescentes en el contexto escolar. Este programa
se ha expuesto detalladamente en la segunda parte de esta memoria.
En esta parte empírica se aborda la evaluación experimental del Programa de Habilidades de Interacción
Social (PAHS) y, a la vez, el estudio y análisis de las diferencias de género en diversos aspectos
socioemocionales. No se incluye la introducción al problema ni los antecedentes que quedan explicados
en la primera y segunda partes de esta memoria.
1. OBJETIVOS E HIPÓTESIS
Esta investigación tiene como propósito el estudio, desde un perspectiva de género, de los estilos de
relación interpersonal en la infancia y en la adolescencia. Para ello los objetivos concretos que se
pretenden alcanzar son los siguientes:
1º. Estudiar si existen diferencias en el estilo de relación agresivo, asertivo e inhibido entre chicos y
chicas.
2º. Diseñar un programa de desarrollo de la asertividad y las habilidades sociales.
3º. Aplicar en el aula el programa diseñado.
4º. Evaluar experimentalmente los efectos de la intervención en diversas variables relacionadas con la
competencia personal y social.
En consonancia con la revisión teórica expuesta en la primera parte se plantean dos bloques de hipótesis:
1ª) El primero referido a las diferencias de género, en concreto que:
1.1. Las niñas y chicas tendrán una aceptación social más alta que los niños y chicos en su grupo de
referencia.
1.2. Las niñas y chicas mostrarán un predominio del estilo de interacción inhibido y sumiso, mientras que
los niños tendrán un estilo agresivo de interacción.
1.3. Las niñas y chicas tendrán más bajo /peor autoconcepto que los niños y chicos.
1.4. Las niñas y chicas tendrán mayor ansiedad que los niños y chicos.
1.5. Los niños y chicos aparecerán en mayor medida que las niñas y chicas como agresores/as en
fenómenos de bullying e intimidación entre iguales y ambos géneros estarán por igual en el papel de
victimas.
2ª) El segundo en relación a la efectividad del Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS),
concretamente que el PAHS ejercerá un efecto positivo mejorando la competencia personal y social tanto
de las niñas y chicas como de los niños y chicos que lo reciben, frente a las y los que no lo reciben y ello
referido a los siguientes aspectos:
2.1. Aceptación social,
Apéndice 1. PAHS, p. 56
2.2. Estilo de relación asertivo
2.3. Autoconcepto
2.4. Ansiedad
3ª) Una última hipótesis, tiene un interés indagatorio respecto a la eficacia del PAHS en las distintas
etapas educativas, y de acuerdo con nuestra opinión hipotetizamos que el Programa será más efectivo para
Educación Primaria.
2. DISEÑO Y VARIABLES
En la presente investigación se ha utilizado un diseño cuasi-experimental de grupo de control no
equivalente pretest-postest (Campbell y Stanley, 1978); es un diseño cuasi-experimental debido a que los
grupos no se han formado por asignación aleatoria de las y los participantes, sino que son grupos
naturales, concretamente grupos-aula.
Se contemplan dos grupos: el grupo experimental y el grupo de control, también denominado de
comparación.
- Grupo Experimental
Las y los participantes de este grupo fueron expuestos al tratamiento experimental a través del Programa
de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS) diseñado y descrito en la parte segunda. Estuvo formado
por 1043 niñas, niños y adolescentes de 3 a 16 años.
- Grupo Control o grupo de Comparación
Las y los participantes de este grupo no recibieron la enseñanza a través del PAHS. Estuvo formado por
434 niñas, niños y adolescentes de 3 a 16 años.
N % Chicos Chicas
Grupo Experimental 1043 70.6 538 502
Grupo Control 434 29.4 236 201
1477 100.0 774 703
La variable independiente ha sido el Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS) diseñado
específicamente para esta investigación como se ha expuesto en la segunda parte de este trabajo.
Las variables dependientes se refieren a:
a) Aceptación social (valoración recibida, estatus de elecciones, estatus de rechazo, preferencia social
e impacto social),
b) Estilo de relación: inhibido, asertivo o agresivo,
c) Autoconcepto: conductual, intelectual, físico, falta de ansiedad, popularidad, felicidad y global,
d) Ansiedad: media, estado y rasgo
e) Conducta de intimidación (intimidador/a o víctima).
Estos aspectos del funcionamiento sociopersonal fueron elegidos ya que en anteriores investigaciones han
mostrado ser predictores y/o concurrentes de competencia social o de dificultades de competencia
personal y social, como se ha dejado patente en la primera parte de esta memoria. En la Tabla 3.2 se
Apéndice 1. PAHS, p. 57
resumen las variables dependientes junto al instrumento de evaluación que se utilizó para su evaluación.
Estos instrumentos se describen en el apartado 4 de esta tercera parte. En el apartado 6.1. de este mismo
capítulo se presenta el listado de las variables específicas que se han considerado en el análisis estadístico.
Tabla 3.2. Variables dependientes e instrumentos de evaluación.
3. PARTICIPANTES
3.1. Alumnado
La población de partida de la que se ha extraído la muestra fue el alumnado de Educación Infantil,
Educación Primaria y Educación Secundaria de Valladolid capital.
Los participantes pertenecían a nueve centros educativos públicos de Valladolid y provincia. La muestra
estuvo constituida por 1477 alumnos y alumnas, 774 varones y 703 mujeres, de edades comprendidas
entre los 3 y los 16 años. La distribución por nivel educativo y género aparece en la Tabla 3.3.
Tabla 3.3. Distribución de las y los participantes por nivel educativo y género.
Apéndice 1. PAHS, p. 58
Educación Infantil 177 22,9 173 24,7 352 23.8
(3 a 6 años)
Educación Primaria 301 39,0 273 39,0 575 39,0
(6 a 12 años)
Educación Secundaria 294 38,1 254 36,3 550 37.2
(13 a 16 años)
TOTAL 774 100 703 100 1477 100
En la muestra anteriormente señalada se han eliminado aquellos alumnos o alumnas que, por diversas
circunstancias, no habían completado la evaluación pretest o postest.
Para asegurar el anonimato de las y los alumnos participantes y de los centros, a cada uno se le ha
asignado un código de identificación. Por la misma razón se omite la información respecto a nombre de
los centros o su localización.
Al alumnado de Educación Secundaria se le explicó sintéticamente en qué consistía este proyecto, qué se
les pedía y qué iban a recibir a cambio y se les pidió su colaboración y participación a través de un
documento en el que firmaban su compromiso de colaboración (véase la Figura 3.1).
Apéndice 1. PAHS, p. 59
Figura 3.1. Compromiso de colaboración para el alumnado de Educación Secundaria
Las personas abajo firmantes, estudiantes de ...... curso de la ESO del Instituto ............................................., NOS
COMPROMETEMOS a colaborar sinceramente y, hasta el final, en este estudio y lo firmamos en Valladolid a
............. de ........................... de 2003.
Apéndice 1. PAHS, p. 60
voluntariamente en el Programa. En la Tabla 3.5 aparece el número de aulas en cada centro. La
distribución de los y las participantes por cursos aparece en la Tabla 3.6.
Tabla 3.5. Número de aulas en cada centro.
1 3 56
2 8 161
3 12 270
4 4 100
5 15 291
6 7 149
7 7 174
8 10 205
9 4 71
TOTAL 70 1477
Tabla 3.6. Distribución de las y los participantes por curso escolar y el porcentaje correspondiente.
Apéndice 1. PAHS, p. 61
En el presente estudio han participado 70 grupos: 17 de Infantil, 25 de Primaria y 26 de Secundaria. La
ratio media es de 21,10 alumnos/as por aula; habiendo oscilado el rango entre 18 y 30 estudiantes por
aula.
En la investigación han participado 81 profesores/as, de los cuales 70 son profesores-tutores y, el resto
profesoras/es de apoyo, miembros de Equipos Psicopedagógicos y orientadores de centro. En la fase de
tratamiento han participado 61 profesoras/es (52 tutores y 9 apoyos o técnicos) de las aulas donde se ha
implementado el PAHS. Todos estos profesores y profesoras participaron libre y voluntariamente.
4. INSTRUMENTOS
En la presente investigación se ha utilizado un “Paquete de evaluación” que incluye diversas técnicas de
recogida de la información (autoinformes y heteroinformes), distintos métodos de evaluación
(procedimientos sociométricos y cuestionarios y escalas) y multiinformantes, distintas fuentes de
información (profesorado, los compañeros y compañeras y el propio sujeto). Con esta aproximación
multiagente-multimétodo, que hemos seguido en anteriores investigaciones, se trata de optimizar el
proceso de evaluación (Caballo, 1993; Monjas, 1994; Monjas y González, 2000).
Con estos instrumentos se pretende medir y evaluar las distintas variables sobre las que se ha hipotetizado
que el PAHS podía tener efectos.
Se utilizaron además otras técnicas de obtención de datos habituales en el contexto escolar como son:
análisis de producciones del alumnado (textos, producciones gráficas, etc.), intercambios orales con las y
los alumnos (entrevistas, asambleas, etc.), entrevistas personales, etc.
El paquete de evaluación consta de un total de siete instrumentos de evaluación como aparece en la figura
3.2. Se ha tenido cuidado en elegir aquellos instrumentos que reunieran las siguientes características en la
aplicación: que pueda hacerse de forma colectiva, de fácil aplicación y breves ya que la administración se
iba a hacer en las aulas y, en algunos casos, iba a ser el propio profesorado, las y los orientadores y
colaboradores los que lo hicieran. En relación a los instrumentos de evaluación, la primera tarea llevada a
cabo ha sido adaptarlos a lenguaje no sexista.
A continuación se hace una breve descripción de cada instrumento de evaluación utilizado, de las
características de la aplicación y la justificación de su utilización en esta investigación.
Apéndice 1. PAHS, p. 62
4.1. Cuestionario sobre Estilos de Relación para el Profesorado (Monjas, García-Larrauri, Elices,
Francia, de Benito, 2003).
Este cuestionario es una estrategia de ranking o nominación en la que se pide al profesorado que, desde su
punto de vista, señale el estilo de relación (inhibido, asertivo o agresivo) que cada alumno o alumna utiliza
más frecuentemente en sus relaciones con los demás compañeros y compañeras. Es un instrumentos
construido ad hoc para esta investigación. Véase protocolo en el Apéndice 2.1.
Se utiliza este procedimiento porque se ha evidenciado que el profesorado es capaz de identificar y
detectar las características interpersonales de su alumnado. En anteriores investigaciones hemos
comprobado que así ha ocurrido (Monjas, 1992; Monjas y González, 2000).
Apéndice 1. PAHS, p. 63
La 3ª parte consta de seis ítems: 2 positivos (sociabilidad, alegría) y 4 negativos (tristeza, agresión,
aislamiento y dominio).
- Cuestionarios Sociométrico 2
Se utiliza en Educación Primaria y se aplica de forma colectiva.
En la primera parte se utiliza una escala de tipo Likert de tres puntos (Mucho- Regular- Poco) para que
cada alumno/a califique a cada uno de sus compañeros/as.
En la 2ª parte se le pide que haga tres elecciones positivas y dos negativas:
- ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que eliges como mejores amigos o
amigas? Escríbelos por orden de más a menos. ¿Por qué?
- ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que menos te gustan como amigos o
amigas? Escríbelos por orden de menos a más. ¿Por qué?
La 3ª parte consta de nueve ítems: 3 positivos (sociabilidad, alegría y sentido del humor) y 6 negativos
(timidez, sumisión, aislamiento, dominio, agresión, tristeza).
- Cuestionarios Sociométrico 3
Se utiliza en Educación Secundaria y se aplica de forma colectiva.
En la primera parte se utiliza una escala de tipo Likert de cinco puntos (Mucho- Bastante - Regular- Poco
– Muy Poco) para que cada alumno/a califique a cada uno de sus compañeros/as.
En la 2ª parte se le pide que haga tres elecciones positivas y dos negativas:
- ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que eliges como mejores amigos o
amigas? Escríbelos por orden de más a menos. ¿Por qué?
- ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que menos te gustan como amigos o
amigas? Escríbelos por orden de menos a más. ¿Por qué?
La 3ª parte consta de trece ítems: 5 positivos (sociabilidad, alegría, confiabilidad, da y recibe ideas,
sentido del humor) y 8 negativos (timidez, intimidador, sumisión, aislamiento, víctima, dominio, agresión,
tristeza).
Teniendo en cuenta los datos de las tres partes, este Cuestionario Sociométrico nos permite obtener los
siguientes índices y valores sociométricos: puntuación o valoración social media entre los/as
compañeros/as, estatus de elecciones, estatus de rechazos, preferencia social, impacto social, así como una
serie de características positivas y negativas que se corresponden con los tres estilos de relación (agresivo,
asertivo e inhibido).
Este procedimiento de evaluación en sus tres niveles se incluye en los Apéndice 2.2, 2.3 y 2.4.
Apéndice 1. PAHS, p. 64
b) Autoconcepto intelectual, académico o escolar referido a la percepción de ser competente
intelectualmente y en el aula.
c) Autoconcepto físico relacionado con la percepción de la propia apariencia y la competencia física.
d) Falta de ansiedad focalizado en la autopercepción de ausencia de problemas de naturaleza emocional
e) Autoconcepto social o popularidad que se centra en la percepción de las relaciones con las y los iguales.
f) Felicidad que se relaciona con la autopercepción de satisfacción general o autoestima.
Los siguientes son ejemplos de ítems:
- Soy una persona feliz
- Me resulta difícil encontrar amigos/as
- Soy inteligente
- Soy tímido(a)
- Me pongo nervioso(a) cuando me pregunta el profesor
- Mi aspecto me molesta
- Cuando sea mayor seré una persona importante
- Me porto bien en el colegio
- Tengo buenas ideas
Para esta investigación, se ha hecho una adaptación al lenguaje no sexista y la aplicación de esta escala se
hizo de forma colectiva desde 2º de Educación Primaria e individualmente con el alumnado de 1º de
Primaria y con aquellos que tenían dificultades de comprensión lecto-escrita.
En el Apéndice 2.5 se incluye el protocolo utilizado.
4.4. Escala de conducta asertiva para niños y niñas (CABS) -Children Assertive Behavior Scale
(Michelson, Sugai, Wood y Kazdin, 1987).
Esta escala evalúa la conducta asertiva y permite conocer el estilo de relación (asertivo, inhibido o
agresivo) en infancia (desde 6 años) y adolescencia. Aborda cinco áreas: dar y recibir cumplidos, quejas,
empatía, rechazar peticiones, iniciar, mantener y terminar conversaciones y según sus autores tiene una
aceptable fiabilidad test-retest (r = .87).
Hemos trabajado a partir de la adaptación de esta escala realizada por Segura, Mesa y Arcas (1997),
haciendo una nueva adaptación de algunas expresiones y términos y utilizando lenguaje no sexista;
además no se ha aplicado la última parte de la escala que corresponde a habilidades cognitivas de solución
de problemas interpersonales.
Se ha utilizado adaptación para cuatro franjas de edad diferentes: 6-9 años (consta de 18 ítems), 10 a 11
años (consta de 24 ítems), 12 a 14 años (consta de 25 ítems) y más de 15 años (consta de 21 ítems).
En todos los casos, esta escala consta de una serie de ítems en los que se describe una situación
interpersonal y se dan tres alternativas de respuesta; una corresponde a una respuesta asertiva, otra a
respuesta inhibida y la otra a respuesta agresiva. El niño o niña debe elegir una de las tres alternativas. El
siguiente es un ejemplo de ítem:
Estás haciendo cola en el colegio, para ir al baño, y un niño (una niña) que llega después, se pone
delante de ti.
a. No le digo nada.
b. "Oye, yo estaba antes; ponte al final de la cola".
c. "¡Vete de aquí, tonto (tonta)!".
Apéndice 1. PAHS, p. 65
La aplicación se ha hecho en versión autoinforme y de forma grupal o individual según la edad y
características de los niños y niñas. Por ejemplo se ha aplicado individualmente con primero de primaria
y con alumnado con problemas de comprensión escrita (extranjeros, ACNEEs...).
Véanse los Protocolos en el Apéndice 2.6.
Apéndice 1. PAHS, p. 66
La aplicación de este cuestionario se hizo de forma colectiva desde 2º de Educación Primaria e
individualmente con el alumnado de 1º de Primaria y con aquellos que tenían dificultades de comprensión
lecto-escrita.
En el Apéndice 2.8 se incluye el protocolo.
4.7. Cuestionario Final para el Profesorado (Monjas, García-Larrauri, Elices, Francia y de Benito,
2004).
Este instrumento se basa en el Cuestionario de Implementación y Satisfacción para Profesores (CUIS-PR)
elaborado para una investigación anterior (Monjas, 1992).
Consta de 23 preguntas de las cuales diez son cerradas (con una escala numérica del 1 al 10), cinco son
cerradas con opción de respuesta dicotómica Si o No, cuatro son cerradas con distintas opciones de
respuesta y cuatro son abiertas. En las preguntas cerradas se pregunta ¿Por qué? y se deja espacio por si
quieren aportar más información.
Pretende recoger la opinión y percepción subjetiva del profesorado participante y recopilar información;
en concreto se trata de:
Determinar el modelo, grado de aplicación y formato de intervención seguido por cada profesor/a y
valorar el grado de implementación e implicación del profesorado con respecto al PAHS. Ítems 5, 6, 7, 8,
9 y 10.
Recoger las opiniones del profesorado respecto al PAHS, sus contenidos, metodología, su utilidad y
aplicabilidad. Ítems 1, 2, 3, 4, 11, 12 y 22.
Saber efectos que produce en el alumnado. Ítems 13, 14 y 15.
Conocer el grado de satisfacción del profesorado como usuario del PAHS y recoger sugerencias, críticas,
observaciones. Ítems 16, 17, 18, 19, 20 y 21.
En el Apéndice 2.9 se incluye este instrumento de evaluación.
5. PROCEDIMIENTO
La investigación se ha llevado a cabo en tres fases: evaluación pretest, tratamiento experimental y
evaluación postest. En los siguientes apartados se expone el procedimiento seguido en cada fase de la
investigación.
Esta investigación fue desarrollada por un Equipo investigador de cinco miembros más una persona
contratada a tiempo parcial, profesorado de los centros y estudiantes de Psicopedagogía, Magisterio y
Doctorado de Psicología. Para facilitar la coordinación entre los miembros del equipo de investigación y
con los centros, se abrió una dirección de e-mail para tener contacto fluido, intercambiar documentos...
También se utilizaba de forma frecuente el contacto telefónico y el postal, sobre todo para enviar
información y documentos.
Apéndice 1. PAHS, p. 67
Tabla 3.7. Instrumentos de evaluación utilizados en cada etapa educativa.
Apéndice 1. PAHS, p. 68
escritura (por ej., inmigrantes) y se aplicó colectivamente y por escrito a partir de 2º de Educación
Primaria. En determinados casos, por ej., por ausencia a clase, se aplicaron , de forma individual, en días
posteriores a la aplicación grupal.
La administración de los diversos instrumentos de evaluación fue llevado a cabo por un amplio equipo
formado por miembros del equipo investigador, el orientador o la orientadora del centro, un miembro de
los Equipos Psicopedagógicos, el profesor o profesora tutores y estudiantes de Psicopedagogía y
Magisterio matriculados en la asignatura “Entrenamiento en Habilidades Sociales”. Las y los estudiantes
fueron entrenadas para familiarizarse con los instrumentos de evaluación y en los primeros casos fueron
supervisados, acompañados y modelados por algún miembro del equipo investigador. Las y los
estudiantes estuvieron ciegos de la asignación al grupo experimental o control de cada niño/a y del grupo-
aula.
Con el fin de posibilitar la máxima uniformidad en el proceder y homogeneizar la administración de las
pruebas, a cada evaluador/a (profesorado, estudiantes...) se le proporcionaron normas escritas de
aplicación con instrucciones precisas para la adecuada cumplimentación y, en todo momento, podía
recibir aclaración de algún miembro del equipo investigador. A título ilustrativo en el Apéndice 2.10 se
incluyen las Orientaciones para la aplicación del Cuestionario Sociométrico 1, 2 y 3.
La corrección de los instrumentos de evaluación se realizó por parte de miembros del equipo investigador
con la ayuda de estudiantes de Doctorado en Psicología, Psicopedagogía y Magisterio.
Después de corregidos los instrumentos de cada clase, se entregó esta información a cada centro,
concretamente al orientador u orientadora, al profesorado que ejercía como tutor/a y en el tercer ciclo de
Educación Primaria y en Educación Secundaria, también se comentaron algunos aspectos a los propios
alumnos y alumnas.
Concretamente al profesorado se le aportó los principales resultados de su clase en forma de gráficas, para
que pudiese comprobar peculiaridades individuales en su grupo: el alumno o alumna más aceptado, los
estilos de relación de cada alumno/a tal y como son considerados por sus compañeros, la valoración media
de cada estudiante, el autoconcocepto.... En el Apéndice 2.11 se muestran algunas de las gráficas que se
aportaron. En ellas puede apreciarse la siguiente información de cada grupo y de cada alumno/a:
valoración recibida y emitida, estatus de elección y rechazo, impacto social y preferencia social y estilo de
relación (inhibido, asertivo o agresivo); también el autoconcepto en tres gráficas: 1) conductual,
intelectual y físico, 2) no ansiedad, popularidad y felicidad y 3) global.
Al alumnado de los últimos cursos de Primaria y a los de Secundaria se les proporcionó información
verbal de su evaluación individual referida a aquellos aspectos más relevantes, tratando de dar pistas para
que reflexionaran y pudieran mejorar en los aspectos disfuncionales. Esta información fue aportada en
sesión individual por parte del orientador o orientadora de centro, las y los tutores o de algún miembro del
equipo investigador.
Apéndice 1. PAHS, p. 69
La duración del tratamiento fue aproximadamente 3 meses y se llevó a cabo durante el segundo trimestre
del curso 2003-04, aunque en algún caso en concreto se termino alguna sesión al inicio del tercer
trimestre.
El tiempo de dedicación al PAHS y las sesiones de enseñanza varió fundamentalmente en función de la
edad y características de los alumnos. En Infantil se hicieron sesiones frecuentes (una o dos al día) de
aproximadamente 15 minutos de duración. En el 80,16% de los otros cursos se estableció una sesión
semanal. En Primaria el 71, 43% hizo sesiones semanales y el 28,57% quincenales. En Secundaria el
88,89% tuvo una dedicación semanal y el 11,11 lo trabajó quincenalmente.
Se realizaron un promedio de 11 sesiones de grupo (13 en Educación Infantil y Primaria y 9 en Secundaria
) con una duración de entre 45 y 60 minutos duración a razón de una sesión semanal o quincenal. En
Secundaria las sesiones fueron de 50 o 55 minutos, el período correspondiente a la sesión de tutoría.
Cada profesor/a introdujo en su aula el trabajo en habilidades sociales con sus alumnos y se garantizó un
cierto grado de uniformidad en la implementación a través del seguimiento y la coordinación del equipo
investigador con cada responsable de centro. En cada centro se procuró la coordinación a través de una
reunión quincenal de las y los tutores con la persona responsable, generalmente orientador/a, miembro de
equipos psicopedagógicos o profesora especialista en Educación Especial. Estas reuniones principalmente
se centraron en: análisis y revisión de las fichas del PAHS, preparación de la puesta en práctica de ellas,
revisión y comentarios de la implementación, intercambio de experiencias llevadas al aula, análisis de
dificultades y búsqueda de soluciones. Dos de los centros participantes se constituyeron como seminario
de trabajo y al profesorado se les reconoció y contabilizó el tiempo dedicado a las reuniones de
seguimiento del PAHS como tiempo de formación, de forma que al final del curso se les dió un certificado
de asistencia avalado por el Centro de Formación e Innovación Educativa (CFIE) de la Junta de Castilla y
León de Valladolid. En algunas de estas sesiones de centro asistieron miembros del equipo investigador.
El equipo de investigación estuvo en contacto y coordinación con los centros a fin de resolver dudas.
Respecto a grado de aplicación y seguimiento del modelo de intervención del PAHS (utilización de
técnicas, procedimiento instruccional, etc.), en el 66% de los casos (71,43% en Primaria y 50% en
Secundaria) se aplicó el PAHS de forma sistemática siguiendo los procedimientos, técnicas y estrategias
del PAHS con un horario prefijado en la distribución de tiempos de la clase. En el resto de los casos la
aplicación fue asistemática; se enseñaron algunos de los contenidos, se siguió la metodología señalada,
pero de forma esporádica. Por ejemplo la utilización del procedimiento de enseñanza se limitó al 59, 43%
de los casos (57.74% en Primaria y 61,11% en Secundaria). En relación a las habilidades trabajadas
solamente en el 20% de los casos se completaron las diez habilidades del programa. En el resto se
trabajaron entre seis y diez. En el apartado 6.5, Otros resultados, aparece más información respecto al
desarrollo y aplicación del PAHS:
Grupo de Control
Los 434 alumnos y alumnas del Grupo de Control no fueron sometido a enseñanza sistemática de las
habilidades sociales a través del PAHS. Su profesorado, al igual que el del grupo experimental conoció los
datos de la evaluación pretest de su grupo y de cada alumno/a de su clase.
Como ya se ha señalado previamente, el alumnado del grupo de control participó en la evaluación del
pretest y postest.
Apéndice 1. PAHS, p. 70
En el postest se aplicó además el Cuestionario Final para el Profesorado a las y los profesores-tutores del
grupo experimental que por lo tanto habían aplicado el PAHS en su aula con su grupo de estudiantes. Este
Cuestionario se pasó después de finalizada la intervención y de forma anónima (para estimular la
sinceridad en sus respuestas y minimizar las respuestas de deseabilidad social). A la persona que
coordinaba el PAHS de cada centro se le dieron los cuestionarios para el profesorado junto con sobres
franqueados con la dirección de la directora de la investigación, para facilitar el envío de las respuestas.
Hay que resaltar que se recibieron el 89, 29% de los cuestionarios.
También se cumplimentó el Informe Final de Centro hecho por cada profesor/a responsable, de acuerdo al
seguimiento periódico llevado a cabo en su centro.
6. RESULTADOS
A fin de resumir la gran cantidad de datos recopilados y el tratamiento estadístico realizado, los resultados
de la investigación se presentan en seis apartados.
El primer apartado se dedica a las variables consideradas en el análisis estadístico y se incluye el Análisis
Factorial que se ha realizado con los resultados de la 3ª parte del Cuestionario Sociométrico. El segundo
apartado se centra en la exposición del tratamiento estadístico realizado con los datos obtenidos por la
mayoría de los instrumentos de evaluación (Cuestionarios sociométricos, Autoconcepto, Asertividad y
Ansiedad). Se trata en este caso de análisis no paramétricos. En el tercer apartado se consideran los
Análisis robustos y de remuestreo realizados. En el cuarto apartado, se expone el análisis realizado con los
datos del Cuestionario de Estilo de Relación (Modelos log-lineales). El quinto apartado recoge los datos
de la valoración subjetiva y cualitativa recabada al profesorado mediante el Cuestionario Final para el
Profesorado y el Informe Final al Profesorado, así como los productos del alumnado. En el apartado sexto
se comenta el estudio de los instrumentos de evaluación utilizados (CABS, Autoconcepto, STAIC y CAS)
a fin de analizar su fiabilidad, y validez. En cada apartado en primer lugar se presentan los datos
numéricos en forma de gráficos y tablas y posteriormente se comentan y describen para facilitar su
comprensión en el momento de discutirlos en el apartado de Discusión y Conclusiones.
Apéndice 1. PAHS, p. 71
IMPSOC. Impacto Social (Estatus elecciones + Estatus rechazos)
TIMIDO. Tímido
SUMISO. Sumiso
NOAMIG. No tiene amigos
TRISTE. Triste
VICTIMA. Es víctima
SIMPATICO. Es simpático
ALEGRE. Es alegre
DACONFI. Da confianza
DAIDEAS. Da ideas
HUMOR. Tiene sentido del humor
AMIGOS. Tiene amigos
AGRESOR. Agrede
MANDON. Manda
PEGON. Pega
AGRESOR. Agresor en Bulling (maltrato entre iguales)
VICTIMA. Víctima en Bulling (maltrato entre iguales)
ACONDUC. Autoconcepto conductual
AINTEL. Autoconcepto intelectual
AFÍSICO. Autoconcepto físico
ANOANSI. Autoconcepto falta de ansiedad
APOPUL. Autoconcepto social o popularidad
AFELIC. Autoconcepto felicidad
AGLOB. Autoconcepto global
INHCAB. Inhibición (CABS)
ASERCAB. Asertividad (CABS)
AGRECAB. Agresividad (CABS)
ANSMED. Ansiedad media (CAS)
ANSEST. Ansiedad estado (STAIC)
ANSRAS. Ansiedad rasgo (STAIC)
ANSMED. Ansiedad media (STAIC)
Componente
1 2 3
Apéndice 1. PAHS, p. 72
IPEGON ,866
FPEGON ,862
IMANDON ,725
FNOAMIG ,660
INOAMIG ,564
FAMIGOS ,835
FALEGRE ,791
IAMIGOS ,788
IALEGRE ,739
FTRISTE ,768
ITRISTE ,763
Conclusiones
El análisis factorial confirma exactamente el modelo conceptual previo en este nivel con las tres variables
diseñadas.
Apéndice 1. PAHS, p. 73
Tabla 3.9. Matriz de componentes rotados del Cuestionario Sociométrico 2.
Componente
1 2 3 4 5
FNOAMIG ,843
INOAMIG ,801
FTRISTE ,721
ITRISTE ,685
FSIMPAT ,880
IALEGRE ,804
ISIMPAT ,780
FALEGRE ,712
IPEGON ,834
FPEGON ,826
IMANDON ,731
FMANDON ,604
ITIMIDO ,874
FTIMIDO ,854
FHUMOR ,833
IHUMOR ,794
Conclusiones
Son cinco los factores que se generan en el análisis del cuestionario sociométrico-2. Los resultados se ajustan con
exactitud al modelo conceptual previo:
- Inhibición = Componente 1 + Componente 4
- Asertividad = Componente 2 + Componente 5
- Agresividad = Componente 3
Apéndice 1. PAHS, p. 74
Tabla 3.10. Matriz de estructura del Cuestionario Sociométricos 3.
Componente
1 2 3 4 5 6
IAGRESOR ,911
FAGRESOR ,889
FPEGON ,886
IPEGON ,844
FMANDON ,791
IMANDON ,704
FVICTIMA ,877
FNOAMIG ,801
IVICTIMA ,757
INOAMIG ,698
FHUMOR ,748
IHUMOR ,711
IALEGRE ,682
FALEGRE ,650
IDAIDEAS ,776
FDAIDEAS ,714
IDACONFI ,696
FDACONFI ,658
FTIMIDO ,904
ITIMIDO ,891
ITRISTE ,630
Conclusiones
En el análisis del test sociométrico-3 se generan seis factores que se ajustan con exactitud al modelo conceptual
previo:
Apéndice 1. PAHS, p. 75
- Inhibición = Componente 2 + Componente 5 + Componente 6
- Asertividad = Componente 3 + Componente 4
- Agresividad = Componente 1
En definitiva, los resultados del análisis factorial confirman exactamente el modelo conceptual previo en
los tres niveles, de forma que estas 14 variables pueden reducirse a las tres siguientes: Inhibición,
Asertividad y Agresividad de la siguiente manera:
a) Inhibición. Comprende las siguientes variables:
- TIMIDO
- SUMISO
- NOAMIG
- TRISTE
- VICTIMA
b) Asertividad. Formada por las siguientes variables:
- SIMPATICO
- ALEGRE
- DACONFI
- DAIDEAS
- HUMOR
- AMIGOS
c) Agresividad, que incorpora las siguientes variables:
- AGRESOR
- MANDON
- PEGON
Es por ello que las variables utilizadas en el análisis estadístico se han reducido a las 27, que aparecen en
la Figura 3.11. Es preciso señalar que en dos casos se ha contemplado el análisis individual,
concretamente en agresor y víctima de bullying (maltrato entre compañeros) debido al interés específico
por estos resultados.
En el tratamiento estadístico, junto a estas variables dependientes, se han considerado como variables
independientes: intervención, género y etapa educativa. Para su adecuada comprensión, es preciso tener en
cuenta los siguientes códigos:
- Intervención: 1: Grupo Experimental y 2: Grupo de Control.
- Género: 1: chicos y 2: chicas
- Etapa: 1: Infantil, 2: Primaria y 3: Secundaria
Además hay que tener en cuenta que en el análisis delante del nombre de la variable aparece “I” cuando se
refiere al Pretest (Evaluación Inicial) y “F” cuando se refiere al Postest (Evaluación Final).
Apéndice 1. PAHS, p. 76
- RECHTP2. Estatus rechazos
- RECH1P2. Proporción 1er rechazo
- PREFSOC. Preferencia social (Estatus elecciones – Estatus rechazos)
- IMPSOC. Impacto Social (Estatus elecciones + Estatus rechazos)
- INHIBP3. Inhibición
- ASERTP3. Asertividad
- AGRESP3. Agresividad
- AGRESOR. Agresor en Bulling
- VICTIMA. Víctima en Bulling
- AINTEL. Autoconcepto intelectual
- AFÍSICO. Autoconcepto físico
- ANOANSI. Autoconcepto falta de ansiedad
- APOPUL. Autoconcepto social o popularidad
- AFELIC. Autoconcepto felicidad
- AGLOB. Autoconcepto global
- INHCAB. Inhibición (CABS)
- ASERCAB. Asertividad (CABS)
- AGRECAB. Agresividad (CABS)
- ANSMED. Ansiedad media (CAS)
- ANSEST. Ansiedad estado (STAIC)
- ANSRAS. Ansiedad rasgo (STAIC)
- ANSMED. Ansiedad media (STAIC)
Apéndice 1. PAHS, p. 77
Para facilitar la exposición de los resultados después de cada grupo de tablas, se comentan los principales
resultados obtenidos en las variables más relevantes.
6.2.1. Intervención
La comparación entre el grupo experimental y el grupo de control se ha realizado tanto con los datos del
pretest como con los del postest.
a) En el pretest
Se examinan los datos del pretest para determinar la existencia o no de diferencias significativas entre los
grupos en las variables dependientes antes de comenzar el tratamiento. Se hace una comparación entre el
grupo experimental y el de control para demostrar que son lo más parecidos posibles en el pretest ya que
cuanto más similares sean en su reclutamiento y más se confirme esa similitud por los puntajes del pretest,
más eficaz es el grupo de control o de comparación. Con ello pretendemos tener una prueba de que los
grupos son comparables por lo menos en lo que el programa trata de cambiar.
b) En el postest
A fin de establecer si existen diferencias significativas entre el grupo experimental y el de control que se
puedan atribuir a la aplicación del Programa de Asertividad y Habilidades Sociales (PAHS) y para evaluar
la eficacia y comprobar los efectos del PAHS.
Todos estos resultados se encuentran en la Tabla 3.11 donde se incluyen los rangos promedios en el pretest
y en el postest, los valores U y los correspondientes niveles de significación, realizados con la Prueba U de
Mann Whitney. Para los códigos de identificación de las variables véase la figura 3.11.
Tabla 3.11. Rango promedio, valor U y nivel de significación de la muestra total en el pretest y en el
postest (Prueba U de Mann Whitney).
Apéndice 1. PAHS, p. 78
AGRECAB 505,00 508,83 507,83 517,23 97617,0 ,854 98757 ,758
> STAIC, 3º a 6º
ANSEST 92,2 79,02 97,02 100,1 2946 ,097 3993 ,722
ANSRAS 87 88,41 96,91 100,33 3415,5 ,859 3978,5 ,693
ANSMED 111,06 100,52 120 112,86 4839,5 ,224 5851,5 ,441
> STAIC, 1º a 4º
ANSEST 17,13 19,11 18,09 17,58 24298 ,196 19789,5 ,529
ANSRAS 33,3 33,29 33 31,57 26064 ,962 26877,5 ,624
ANSMED 25,46 26,2 25,58 24,57 25636 ,737 20228 ,864
* = p< 0,05; ** = p< 0,01
Apéndice 1. PAHS, p. 79
Es preciso resaltar que esta diferencia se da principalmente en Educación Infantil y en Primaria. En
Secundaria, en cambio, tienden a restringir el número de elecciones.
Impacto social (Parte segunda)
Se encuentran diferencias significativas tanto en pretest como en postest. Hemos de recordar que la
variable Impacto Social es el resultado de la simple suma de otras dos variables más simples. Estas van en
sentido contrario (elecciones vs rechazos). Esta situación hace difícil de interpretar los resultados
obtenidos. La mayor parte son simples redundancias de lo ya encontrado y comentado en las conclusiones
de las variables simples, con la dificultad añadida de tener que sopesar la compensación de las
puntuaciones de una y otra. Es por ello que consideramos que esta variable no aporta ninguna información
nueva.
Inhibición (Parte tercera)
Tanto en la evaluación inicial como en la final el grupo experimental obtiene una puntuación superior en
inhibición, aunque dicha diferencia es significativa únicamente en la evaluación final (0,000).
Asertividad (Parte tercera)
Cuando tomamos como variable dependiente el factor asertividad de la 3ª parte del cuestionario
sociométrico se encuentran los siguientes resultados: Los alumnos del grupo experimental tienden a
recibir una puntuación de asertividad mayor que el grupo de control y esto tanto en la evaluación inicial
(0.000) como en la final (0.000).
Agresión (Parte tercera)
Cuando tomamos como variable dependiente el factor agresividad de la 3ª parte del cuestionario
sociométrico se encuentran los siguientes resultados:
- Postest - Pretest: La comparación entre ambos momentos evaluativos nos da una diferencia
significativa (0.004) a favor de la evaluación final. La nominación de compañeros y compañeras
agresivos/as es mayor a final de curso que a principio del mismo. En el punto siguiente vamos a
examinar si este resultado se debe a la aplicación del programa concreto realizado o si es fruto de la
dinámica general del curso.
- Intervención: El grupo experimental obtiene una puntuación superior al de control en agresividad. Esta
diferencia no llega a ser significativa en la evaluación inicial (0.202) y sí lo es en la final (0.000). La
dinámica del curso y/o el programa aplicado lleva a incrementar la diferencia entre estos dos grupos.
6.2.1.2. Escala de Autoconcepto
- En el pretest no existe ninguna diferencia significativa entre el alumnado del grupo experimental y el
del grupo de control.
- Se encuentra una sola diferencia significativa entre los resultados del pretest y los del postest (0.021)
en la “No ansiedad”. El grupo experimental se muestra, de acuerdo a este cuestionario, como menos
ansioso al finalizar el curso. La interpretación más prudente, sin embargo, es pensar que este resultado
tiene poca consistencia y puede deberse al azar.
- Es preciso señalar que en el análisis, cada uno de los factores correlaciona más con los otros factores
de la misma fase evaluativa (inicial o final) que con el mismo factor de la fase contraria. Esto nos hace
sospechar que el instrumento depende fuertemente del momento en que es aplicado y que los factores
propuestos no se ajustan a los datos empíricos. En efecto, si revisamos los análisis del instrumento
podemos comprobar que los items no se agrupan, para nada, en los factores propuestos y que, incluso,
la consistencia interna del instrumento es baja (véase apartado 6.6.2).
6.2.1.3. Escala de conducta asertiva (CABS)
Apéndice 1. PAHS, p. 80
- De las seis comparaciones realizadas se encuentra una sola, estadísticamente significativa, en relación
a la inhibición en el pretest. El nivel de significación no es muy bajo (0.033). Se trata de un resultado
que no queda demasiado claro.
- No se encuentran diferencias significativas en el postest en ninguna de las tres variables dependientes.
Sin embargo, los resultados en el grupo experimental muestran una evolución positiva ya que a lo
largo del curso disminuye la autovaloración en inhibición y en agresividad y sube, en cambio, la
valoración de la asertividad.
- Como conclusión principal hay que decir que las mejoras significativas encontradas en la comparación
de los dos momentos (pretest y postest) no pueden atribuirse a la realización del programa aplicado,
sino a otras variables que se modifican a lo largo del curso que no han sido controladas y se
desconocen. En el mejor de los casos, sólo una pequeña parte de la modificación podría atribuirse a
pertenecer al grupo experimental: una parte de la mejora lograda en la autovaloración de la inhibición.
6.2.1.4. Cuestionario de Ansiedad (CAS) (1º y 2º de Primaria)
Se encuentran diferencias significativas en las variable entre grupo experimental y de control tanto en la
evaluación inicial como en la final.
- Las diferencias no aportan una explicación clara. La diferencia entre los dos momentos de evaluación
puede deberse a la intervención, pero también a otras circunstancias no controladas de la dinámica del
curso.
- Si las diferencias viniesen causadas por la intervención deberían no darse en la evaluación inicial y
aparecer en la final, pero las diferencias se mantienen equiparables en los dos momentos. No puede,
por ello atribuirse la diferencia entre los dos momentos de evaluación a la intervención.
6.2.1.5. Cuestionario de Ansiedad (STAIC) (3º a 6º de Primaria)
- No existe diferencia significativa entre las puntuaciones del pretest y las del postest entre los grupos
experimental y de control en ninguna de los tres factores de la ansiedad (estado, rasgo y total).
6.2.1.6. Cuestionario de Ansiedad (STAIC) (1º a 4º de Secundaria)
- No existe diferencia significativa entre las puntuaciones del pretest y las del postest entre los grupos
experimental y de control en ninguna de los tres factores de la ansiedad (estado, rasgo y total).
6.2.2. Género
Teniendo en cuenta la perspectiva de género que orienta esta investigación, se ha tenido gran interés en el
análisis de las diferencias de género en las variables dependientes. A este respecto se ha realizado:
a) Comparación de chicos versus chicas tanto en el pretest como en el postest para comprobar las
diferencias de género antes de iniciar la intervención y posteriormente para comprobar los efectos del
PAHS en función del género. Estos resultados se resumen en la Tablas 3.12.
b) Comparación pretest-postest separando los sexos: chicos solos por un lado y chicas solas por el otro.
Ello es debido a que, una vez encontradas diferencias significativas entre chicos y chicas en relación al
rechazo y a las variables de la parte 3 del sociométrico, vamos a profundizar en el estudio de si tomando a
chicos y chicas por separado aparecen diferencias en el modo como ambos grupos se comportan en
relación a la participación o no en el PHAS (intervención). Estos resultados se resumen en la Tabla 3.13.
c) Comparación intragrupo pretest-postest al objeto de comprobar si se han producido cambios
significativos, dentro del mismo grupo, por una parte solo chicos y por otra solo chicas, desde el inicio
hasta el final de la intervención. Estos resultados se encuentran en la Tabla 3.14
Apéndice 1. PAHS, p. 81
Tabla 3.12. Rango promedio, valor U y nivel de significación, en función del género, en el pretest y en el
postest (Prueba U de Mann Whitney). Para los códigos de identificación de las variables véase la figura
3.11.
> STAIC 3º a 6º
ANSEST 88,59 86,06 97,49 98,59 3604,5 ,472 4671,5 ,891
ANSRAS 84,30 91,72 92,08 104,91 3396 ,355 4103,5 ,113
ANSMED 109,2 104,32 115,55 119,66 5358,5 ,565 6587 ,643
> STAIC 1º a 4º
ANSEST 17,88 17,5 18,91 16,85 30358 ,382 24425 ,082
ANSRAS 29,82 37,15 29,51 36,11 24420 ,000** 20987 ,000**
ANSMED 23,97 27,57 24,28 26,46 27620 ,013** 24632 ,149
* = p< 0,05; ** = p< 0,01
Tabla 3.13. Rango promedio, valor U y nivel de significación de la comparación pretests postest
comparando solo chicos o solo chicas (Prueba U de Mann Whitney).
Apéndice 1. PAHS, p. 82
Gr. E Gr. C Gr. E. Gr. C. U SIG U SIG.
RECHTP2 chicos 388,52 362,14 397,15 360,4 56857,5 ,125 56839 ,033*
RECH1P2 chicos 381,67 377,82 391,75 372,81 60480,5 ,816 87276,5 ,229
PREFSOC chicos 376,56 389,59 385,06 388,15 58999 ,450 199184 ,860
IMPSOC chicos 390,45 357,7 404,51 343,52 55833,5 ,059 52888,5 ,000**
ASERTP3 chicos 393,46 305,24 387,95 297,87 42495 ,000 40570 ,000**
AGRESP3 chicos 378,22 341,8 375,81 327,08 50392,5 ,029 46763,5 ,003**
RECHTP2 chicas 344,99 350,36 348,73 349,68 47705 ,747 49116,5 ,955
RECH1P2 chicas 353,07 331,61 348,72 349,72 45690 ,191 64996 ,946
PREFSOC chicas 353,69 328,18 358,82 324,08 44885,5 ,131 44340 ,040*
IMPSOC chicas 356,16 321,88 358,15 325,77 43656 ,042 44673,5 ,056*
ASERTP3 chicas 54,61 63,19 54,13 46,23 707,5 ,297 573,5 ,346
AGRESP3 chicas 336,62 341,6 341,51 303,54 44954,5 ,753 38711,5 ,016**
* = p< 0,05; ** = p< 0,01
Tabla 3.14. Rango promedio de la comparación pretest-postest, rangos negativos, rangos positivos, valor Z
y nivel de significación (Prueba de Wilcoxon).
RANGO PROMEDIO
POSTEST – PRETEST POSTEST – PRETEST
VARIABLE
DEPENDIENTE
Rangos Rangos Z Sig.
negativos positivos
Apéndice 1. PAHS, p. 83
Proporción primera elección (Parte segunda)
El sexo establece dos grupos que sí son comparables y con relevancia. Las diferencias, sin embargo, no
son significativas. En valores absolutos se ve resultados que tienden a favorecer a las chicas. Las
diferencias, sin embargo, son tan pequeñas que pueden explicarse perfectamente por el azar y no son
estadísticamente significativas.
Estatus de rechazo (Parte segunda)
Cuando tomamos como variable dependiente la proporción de rechazos recibidos al preguntar por aquel
compañero con el que menos le gusta jugar, el que es menos amigo, así como el segundo y el tercero, se
encuentran como diferencias significativas:
- Los chicos reciben, tanto en la evaluación inicial como en la final, una proporción de rechazos
significativamente mayor que las chicas.
- Si seleccionamos únicamente la muestra de chicos vemos que la diferencia entre la proporción de
rechazos en la evaluación inicial y en la final disminuye. La diferencia no llega a ser significativa,
pero se acerca pudiéndose considerar como una tendencia (0.057).
- La intervención, el programa aplicado, no es, sin embargo, quien disminuye la proporción de rechazo.
Comparando el grupo experimental con el de control, en la muestra de chicos, encontramos que en la
evaluación inicial no existe diferencia significativa (0,125) mientras que sí lo es a final de curso
(0,033). Contra pronóstico es el grupo de control quien disminuye más la proporción de rechazo.
- En las chicas, sin embargo, no existe diferencia significativa (0,803) entre la proporción de rechazos
recibidos en la evaluación inicial y en la final. Tampoco encontramos diferencias entre el grupo
experimental y el de control ni en la evaluación inicial (0,747), ni en la final (0,747).
Proporción del primer rechazo (Parte segunda)
Cuando tomamos como variable dependiente la proporción de 1er rechazo, se encuentran las siguientes
diferencias significativas:
- Los chicos reciben, tanto en la evaluación inicial como en la final, una proporción de primeros
rechazos significativamente mayor que las chicas.
- Si seleccionamos únicamente la muestra de chicos vemos que la diferencia entre la proporción de
primeros rechazos en la evaluación inicial y en la final se incrementa levemente después de la
intervención. La diferencia no llega a ser significativa (0.484). Puede decirse que los chicos reciben el
mismo número de primeros rechazos en la evaluación inicial y en la final.
- Si seleccionamos solamente la muestra de chicas encontramos una diferencia muy significativa
(0.000) con una disminución grande de primeros rechazos en la evaluación final.
- No se encuentra, sin embargo, diferencias significativas entre los grupos experimental y control ni en
los chicos ni en las chicas.
Preferencia social (Parte segunda)
Cuando tomamos como variable dependiente la preferencia social (Estatus de elecciones – Estatus de
rechazos), se encuentran las siguientes diferencias significativas:
- Las chicas superan significativamente a los chicos en Preferencia social tanto en la evaluación inicial
(0.000) como en la final (0.003). Se suman aquí los efectos de mayor número de elecciones y menor
de rechazos.
- Si seleccionamos únicamente la muestra de chicos vemos que la diferencia entre la evaluación inicial
y la final no es significativa (0,507). Puede decirse que los chicos reciben la misma puntuación en
preferencia social en la evaluación inicial y en la final.
Apéndice 1. PAHS, p. 84
- Manteniendo la muestra de los chicos probamos si el programa ha generado diferencias significativas
entre los del grupo experimental y los de control. El análisis nos muestra una diferencia no
significativa en la evaluación inicial (0.45), ni en la final (0.86). El programa, por tanto, no ha sido
eficaz para mejorar la preferencia social en el grupo de chicos.
- Hacemos los mismos análisis con el grupo de chicas. Encontramos que tampoco entre las chicas se
encuentran diferencias significativas entre la evaluación inicial y la final (0,122). El grupo
experimental obtiene puntuaciones medias superiores al de control, pero con diferencias que pueden
ser explicadas por el azar.
- En cuanto a la eficacia del programa para la mejora de las chicas en preferencia social no se tienen
resultados claros. En la evaluación inicial las diferencias no llegan a ser significativas (0,131),
mientras que en la evaluación final encontramos una diferencia significativa (0,040) cuando lo
analizamos mediante la Prueba de Mann-Whitney. Sin embargo cuando lo analizamos mediante la
prueba t, sin asumir la igualdad de la varianza, obtenemos un riesgo alfa de 0.257. Es posible que en
las chicas se obtenga con la intervención proyectada una mejora en preferencia social, aunque con
diferencias no suficientemente amplias para poderlo afirmar con seguridad.
Inhibición (Parte tercera)
No se encuentra ninguna diferencia significativa. El factor inhibición de la 3ª parte no diferencia entre los
distintos grupos formados de acuerdo a dichas variables.
Asertividad (Parte tercera)
Cuando tomamos como variable dependiente el factor asertividad de la 3ª parte del cuestionario
sociométrico se encuentran los siguientes resultados:
- El sexo no llega a marcar diferencias significativas claras. En el pretest se dan puntuaciones superiores
de valoración como asertivas a las chicas, pero con diferencias lejanas a la significación (0.314) y
explicables por el simple azar. En el postest se incrementa la diferencia a favor de las chicas. El riesgo
asumido se acerca al normalmente aceptado (0.080) y podemos hablar de que existe al menos una
tendencia a confirmar en próximas investigaciones.
- En efecto, cuando seleccionamos únicamente la muestra de chicos, no encontramos ninguna diferencia
entre el pretest y el postest (0.733). Igualmente las diferencias significativas (0.000) entre los grupos
experimental y control se mantienen idénticas en los dos momentos de evaluación. Quiere ello decir
que ni la aplicación del programa, ni el simple transcurrir del curso con toda su dinámica ha logrado
mejorar a los chicos.
- Si seleccionamos únicamente la muestra de chicas encontramos una diferencia significativa (0.029)
entre el pre y el postest. Si analizamos en esa misma muestra las diferencias entre experimentales y
controles no encontramos diferencias significativas ni en la evaluación inicial (0.297) ni en la final
(0.346). Podemos concluir que las chicas mejoran a lo largo del curso en la valoración que reciben
como asertivas por sus compañeros (parte 3ª del cuestionario sociométrico) y que esta mejora viene
provocada no por la aplicación del programa, sino por la dinámica general del curso.
Agresión (Parte tercera)
Cuando tomamos como variable dependiente el factor agresividad de la 3ª parte del cuestionario
sociométrico se encuentran los siguientes resultados:
- El sexo establece diferencias significativas claras tanto en el pretest (0.000) como en el postest
(0.000). En ambos momentos la nominación de agresividad por parte de los compañeros se dirige más
hacia los chicos que hacia las chicas. ¿Se mantienen esas diferencias de igual modo en los chicos y en
las chicas?
Apéndice 1. PAHS, p. 85
- Cuando seleccionamos únicamente la muestra de chicos, encontramos una diferencia significativa
(0.032) entre el pretest y el postest. La media aumenta en los chicos a lo largo del curso. Este
incremento, ¿se debe a la intervención realizada o a la simple dinámica general del curso?
- Manteniendo la muestra de chicos encontramos una diferencia significativa tanto en el pretest (0.029)
como en el postest (0.003) entre los grupos experimental y de control. Esta diferencia se incrementa a
lo largo del curso. Podemos, pues, afirmar que la aplicación del programa previsto trae como
consecuencia que a final de curso se incrementen las nominaciones hacia los chicos en el grupo
experimental mientras que se mantiene en de control.
- Si seleccionamos únicamente la muestra de chicas la diferencia entre el pretest y el postest no llega a
ser significativa (0.061).
- En cuanto a la diferencia entre el grupo experimental y el de control de chicas no llega a ser
significativa en la evaluación inicial (0.753) mientras que sí lo es en la final (0.016). Nos damos
cuenta que las diferencias son menores que en los chicos. El incremento de nominación hacia las
chicas en los grupos en que se ha aplicado el programa tiene la explicación a la que ya hemos aludido:
Se les ha enseñado a manifestar los sentimientos tanto positivos como negativos. Con ello se rompe el
tabú de indicar a compañeros y compañeras a los que se considera como agresivos, que pegan,
insultan...
Bullying (Preguntas 3 y 8 - Parte tercera del Sociométrico-3)
- En cuanto a ser o no ser agresor existe una diferencia significativa entre chicos y chicas tanto en la
evaluación inicial (0.000) como en la final (0.000). Los chicos son considerado como personas que
amenazan, humillan, se burlan y son crueles con los compañeros y compañeras más que las chicas.
- Sin embargo, no hay diferencia significativa en cuanto a ser considerado como víctima. Tanto los
chicos como las chicas pueden caer en el punto de mira del agresor y convertirse en víctima.
Apéndice 1. PAHS, p. 86
• No muestran diferencia alguna en cuanto a los comportamientos inhibidos. Aquí mantienen chicos y
chicas una proporción semejante de respuestas.
Chi-Cuadrado Chi-Cuadrado
Rango promedio Rango promedio y significación y significación
VARIABLE PRETEST POSTEST
DEPENDIENTE PRETEST POSTEST
Infantil Primaria Secundaria Infantil Primaria Secundaria Chi Sig. Chi Sig.
ELECTP2 717,02 742,41 721,34 742,1 765,55 705,27 1,04 ,595 5,70 ,058
IMPSOC 718,54 771,92 688,29 749,46 785,61 678,36 11,19 ,004** 18,21 ,000**
INHIBP3 609,85 797,16 509,72 688,15 833,71 534,26 150,12 ,000** 153,46 ,000**
ASERTP3 739,02 760,11 622,92 811,87 725,21 578,19 33,8 ,000** 75,17 ,000**
AGRESP3 812,74 770,82 561,88 833 736,91 550,89 110,13 ,000** 119,21 ,000**
* = p< 0,05; ** = p< 0,01
En la Tabla 3.16 se resumen los resultados obtenidos mediante la prueba U de Mann Whitney en función
de la etapa educativa. Se incluyen los rangos promedios en el pretest y en el postest, los valores U y los
correspondientes niveles de significación. Para los códigos de identificación de las variables véase la
figura 3.11.
Tabla 3.16. Rango promedio, valor U y nivel de significación, en función de la etapa educativa, en el
pretest y en el postest (Prueba U de Mann Whitney).
Apéndice 1. PAHS, p. 87
Rango promedio Rango promedio U de Mann- U de Mann-
Whitney Whitney
VARIABLE PRETEST POSTEST y significación y significación
DEPENDIENTE PRETEST POSTEST
Apéndice 1. PAHS, p. 88
- Existe diferencia significativa entre las puntuaciones medias de Primaria y las de Secundaria en todas
las variables de autoconcepto, excepto en “Popularidad”.
- Los alumnos de Primaria puntúan por encima de los de Secundaria.
6.2.3.3. Escala de conducta asertiva (CABS)
- Las tres autovaloraciones de estilos de relación marcan diferencias significativas entre Primaria y
Secundaria, tanto en la evaluación inicial como en la final.
- Los alumnos de Primaria puntúan por encima de los de Secundaria en asertividad. Mientras que los de
Secundaria se muestran más inhibidos y más agresivos.
RANGO PROMEDIO
VARIABLE POSTEST – PRETEST POSTEST – PRETEST
DEPENDIENTE
Rangos Rangos
negativos positivos Z Sig.
Apéndice 1. PAHS, p. 89
INHICAB 17,55 15,85 -5,12 ,000**
ASERCAB 68,28 71,78 -6,56 ,000**
AGRECAB 14 12,1 -3,077 ,002**
> STAIC 3º a 6º
ANSEST 17,88 15,66 -2,490 ,013**
ANSRAS 32,61 28,36 -3,158 ,002**
ANSMED 21,49 19,02 -3,006 ,003**
> STAIC 1º a 4º
ANSEST 17,24 17,69 -,244 ,807
ANSRAS 32,06 32,41 -,846 ,398
ANSMED 25,36 25,05 -1,098 ,272
* = p< 0,05; ** = p< 0,01
Apéndice 1. PAHS, p. 90
El análisis de la Covarianza emplea la misma media α-Winsorizadas, pero junto con la técnica del
remuestreo. Extrae de la muestra total un número determinado de muestras. Las medias de dichas
muestras se distribuyen siempre conforme a la curva normal.
Este tipo de análisis se han realizado respecto a la intervención y respecto al género y aparece resumido en
las tablas 3.19 a 3.22. En el Apéndice 3.3. se incluye este tratamiento estadístico efectuado.
Tabla 3.19. Análisis Robusto de la Varianza con Medidas Repetidas referido a la intervención.
Repeticiones
VARIABLE INTERVENCIÓN Evaluación inicial-final Intervención*Repeticiones
VALORP1 0.895 0.171 0.017
ELECTP2 0.072 0.061 0.285
RECHTP2 0.293 0.078 0.654
INHIBP3 0.057 0.718 0.360
ASERTP3 0.002 0.357 0.146
AGRESP3 0.030 0.086 0.060
Tabla 3.20. Análisis Robusto de la Covarianza con la técnica del remuestreo Bootstrape t-ideal referido a
la intervención (X = puntuación, n1= grupo experimental y n2= grupo control).
Apéndice 1. PAHS, p. 91
3.03 38 13 -0.18972222 -0.2125179 -2.36717001 1.9877256
Tabla 3.21. Análisis Robusto de la Varianza con Medidas Repetidas referido al género.
Repeticiones
VARIABLE GÉNERO Evaluación inicial- Intervención*Repeticiones
final
VALORP1 0.202 0.847 0.755
ELECTP2 0.092 0.080 0.359
RECHTP2 0.014 0.065 0.183
INHIBP3 0.477 0.772 0.341
ASERTP3 0.255 0.560 0.822
AGRESP3 0.019 0.072 0.840
AGLOB 0.603 0.248 0.986
INHCAB 0.881 0.011 0.433
ASERCAB 0.011 0.005 0.698
AGRECAB 0.003 0.025 0.334
ANSMED 0.973 0.062 0.568
Tabla 3.22. Análisis Robusto de la Covarianza con la técnica del remuestreo Bootstrape t-ideal referido al género.
(X = puntuación, n1= chicos y n2= chicas).
Apéndice 1. PAHS, p. 92
0.33 399 419 0.09403654 1.9610104 -0.02702412 0.2150972
1.33 150 78 0.13126389 0.9215638 -0.22832492 0.4908527 2,5245
4.44 23 15 0.50377778 0.4399613 -2.38697382 3.3945294
Como puede apreciarse en las tablas anteriores se encuentran diferencias significativas respecto a la
intervención en:
- Valoración recibida en la 1ª parte del Sociométrico: recibe mayor valoración el grupo experimental.
- Inhibición en la 3ª parte del Sociométrico
- Asertividad en la 3ª parte del Sociométrico
Se constatan diferencia significativas con relación al género en:
- Estatus de elecciones: las chicas obtienen más elecciones que los chicos.
- Agresión en la 3ª parte del Sociométrico: Los chicos incrementan su puntuación de agresividad más
que las chicas.
- Agresión en el CABS: Diferencias significativas (riesgo < 0.05) entre chicos y chicas en cuatro de los
cinco valores tomados.
Apéndice 1. PAHS, p. 93
ha referido a una comparación de “Modelos log-lineales” (García, 2001) y al estudio de las tablas de
contingencia.
Los modelos log-lineales tratan de encontrar si existen independencias condicionadas entre las distintas
variables y para ello se siguen dos pasos: 1º) Se analizan las posibles elaciones entre las variables para
encontrar las independencias condicionadas, 2º) Se eligen los modelos que no nos hemos visto obligados a
rechazar y establecemos una comparación entre ellos, de tal modo que si no existe diferencia significativa
entre dos modelos, uno más complejo y el otro más sencillo, por el principio de parsimonia, nos quedamos
con el más simple. Todos estos análisis completos se encuentran en el Apéndice 3.2.
Aquí incluimos las Tablas de contingencia, las pruebas de chi-cuadrado y las medidas direccionales Tau
de Goodman y Kruskal (véase Tablas 3.24 a 3.29). Posteriormente se comentan, de forma sintética, los
principales resultados extraídos de ambos caminos de análisis.
Tablas 3.23. Tabla de contingencia, pruebas de chi-cuadrado y medidas direccionales de la comparación
Etapa- Estilo de relación pretest. (Etapa 1: Educación Infantil, 2: Educación Primaria y 3: Educación
Secundaria. Estilo de relación 1: Inhibido; 2: Asertivo y 3: Agresivo).
Iestilrel Total
1,00 2,00 3,00
Recuento 54 174 46
274
Frecuencia esperada 71,4 157,5 45,1
1,00 % de ETAPA 19,7% 63,5% 16,8% 100,0%
% de Iestilrel 15,8% 23,1% 21,3% 20,9%
% del total 4,1% 13,3% 3,5% 20,9%
Recuento 161 296 95
552
Frecuencia esperada 143,9 317,2 90,9
ETAPA 2,00 % de ETAPA 29,2% 53,6% 17,2% 100,0%
% de Iestilrel 47,1% 39,3% 44,0% 42,1%
% del total 12,3% 22,6% 7,2% 42,1%
Recuento 127 284 75
486
Frecuencia esperada 126,7 279,3 80,0
3,00 % de ETAPA 26,1% 58,4% 15,4% 100,0%
% de Iestilrel 37,1% 37,7% 34,7% 37,0%
% del total 9,7% 21,6% 5,7% 37,0%
Recuento 342 754 216 1312
Frecuencia esperada 342 754 216 1312
Total % de ETAPA 26,1% 57,5% 16,5% 100,0%
% de Iestilrel 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
% del total 26,1% 57,5% 16,5% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
Apéndice 1. PAHS, p. 94
0 casillas (0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 45,11.
Medidas direccionales
Error típ.
Valor Sig. aproximada
asint.
Casos
Iestilrel
Total
1,00 2,00 3,00
Apéndice 1. PAHS, p. 95
Pruebas de chi-cuadrado
0 casillas (0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 103,80.
Medidas direccionales
Casos
INTERV
Total
1,00 2,00
Apéndice 1. PAHS, p. 96
% de INTERV 58,4% 54,8% 57,5%
Recuento 167 49
216
Frecuencia esperada 161,7 54,3
3,00 % de Iestilrel 77,3% 22,7% 100,0%
Recuento
982 330 1312
Frecuencia esperada
Total % de Iestilrel 74,8% 25,2% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
a 0 casillas (0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 54,33.
Medidas direccionales
INTERV
Total
1,00 2,00
Apéndice 1. PAHS, p. 97
% de Festilrel 68,3% 31,7% 100,0%
Recuento 135 73
208
Frecuencia esperada 150,4 57,6
3,00 % de Festilrel 64,9% 35,1% 100,0%
Recuento
831 318 1149
Frecuencia esperada
Total % de Festilrel 72,3% 27,7% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
a.- 0 casillas (0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 57,57.
Medidas direccionales
Apéndice 1. PAHS, p. 98
Tablas 3.27. Tabla de contingencia, pruebas de chi-cuadrado y medidas direccionales de la comparación
Sexo - Estilo de relación postest.
Casos
Festilrel
Total
1,00 2,00 3,00
Pruebas de chi-cuadrado
a.- 0 casillas (0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 99,38.
Apéndice 1. PAHS, p. 99
Medidas direccionales
Casos
Festilrel
Total
1,00 2,00 3,00
Recuento 158 92 20
270
Frecuencia esperada 60,6 161,9 47,5
1,00 % de Iestilrel 58,5% 34,1% 7,4% 100,0%
Recuento 73 506 57
636
Frecuencia esperada 142,8 381,4 111,9
Iestilrel 2,00 % de Iestilrel 11,5% 79,6% 9,0% 100,0%
Recuento 9 43 111
163
Frecuencia esperada 36,6 97,7 28,7
3,00 % de Iestilrel 5,5% 26,4% 68,1% 100,0%
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 28,67.
Medidas direccionales
Iestilrel
Lambda ,321 ,038 7,122 ,000
dependiente
Iestilrel
,260 ,024 ,000 (c)
Tau de Goodman y dependiente
Kruskal
Festilrel
,263 ,024 ,000 (c)
dependiente
9
7,8
8
6,7
7
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
9 8,7
8,5
8
7,3
7,5
6,5
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
7,8 7,6
7,6
7,4
7,2
7
6,7
6,8
6,6
6,4
6,2
6
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
7,9
8 7,2
6,5
7
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
- Algunas imágenes de las fichas no son muy claras y se prestan a duda (Profesor/a de E. Infantil).
- Dificultad de vocabulario y de cómo explicar determinados conceptos (por ej., asertividad) a los niños
para que lo entendieran (Profesor/a de E. Infantil).
8,6
9
7,5
8
7 6,4
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
9 8,1
8 7,02
7
5,9
6
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
8,6
9
7,5
8
6,4
7
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
7.9
8 7.14
6.4
7
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Por el programa en sí, fácil, pero es difícil por el poco tiempo que se tiene para llevarlo a la práctica.
9
7,7
8
7 6,3
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
9 8,1
8 7,2
7 6,2
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
⇒ Considera el profesorado que la competencia social de las y los alumnos después de la aplicación del
PAHS:
8 7,33
7 6,27
6 5,2
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Bajo - Alto
5,7
6
4,8
5
3,9
4
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
7,2
7,2
6,7
6,8
6,6
6,3
6,4
6,2
5,8
Media Educación Infantil Educación
y Primaria Secundaria
⇒ Afirma el profesorado que los objetivos que esperaba alcanzar al participar en este programa,
6,8
7
6
6
5,1
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
8
6,9
7
5,9
6
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Sí
100%
100,00% 91,18%
90,00%
82,35%
80,00%
70,00%
60,00%
50,00%
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Sí
85,71%
90,00%
80,00%
69,33%
70,00%
60,00% 52,94%
50,00%
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
0,4
35,30%
0,35
0,3
0,25
0,2
14,30%
0,15
0,1
0,05
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Todavía no me lo he planteado
No
11,80%
0,12
0,1
0,08
0,06
0,04
0,02
0%
0
Media Educación Infantil y Educación Secundaria
Primaria
Afirmaciones en Secundaria:
7. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Seguidamente procedemos a discutir y evaluar los principales resultados obtenidos interpretando sus
implicaciones respecto a las hipótesis planteadas y al cuerpo de investigaciones existentes en el área.
El primer bloque de hipótesis se refiere a las diferencias de género y señala que: Las niñas y chicas son
más inhibidas, tienen mejor aceptación social, tienen peor autoconcepto y más ansiedad y, por el contrario,
los niños y chicos se muestran más agresivos, tienen peor aceptación, mejor autoconcepto y menos
ansiedad que las niñas y chicas y participan, en mayor medida que las chicas, como agresores en
fenómenos de intimidación entre compañeros. A continuación comentamos cada hipótesis concreta.
Hipótesis 1.1. Las niñas y chicas tendrán una aceptación social más alta que los niños y chicos en su
grupo de referencia.
Los resultados obtenidos muestran que en el pretest las chicas reciben más elecciones que los chicos y esto
ocurre de forma estadísticamente significativa. Su estatus sociométrico, que es el número de veces que las
eligen sus compañeros y compañeras es mayor que lo que ocurre con los chicos. Hay que tener en cuenta
que el estatus de elecciones es el número de elecciones totales recibidas en primero, segundo o tercer
lugar, cada una con su peso correspondiente. En el postest también reciben más elecciones que sus
EL PROGRAMA DE
ASERTIVIDAD Y HABILIDADES
SOCIALES (PAHS)
145
APÉNDICE 1.1.
FICHA DE TRABAJO
146
Programa de Habilidades Sociales
Módulo IV. Habilidades de interacción social positiva
OBJETIVOS
> Para Educación Infantil:
- Estimular que los/as niños/as se digan cosas positivas a ellos mismos
- Estimular que digan cosas positivas a las y los demás
> Para Educación Primaria:
- Acostumbrar a los niños y niñas a que se digan cosas positivas a ellos/as mismos/as
- Estimular que digan cosas positivas a las y los demás
> Para Educación Secundaria:
Acostumbrarse a decirse cosas positivas cumplidos a uno/a mismo/a
Decir cosas positivas a l@s compañer@s.
Que respondan adecuadamente a los elogios y alabanzas que les hacen
Conocer algunas de sus cualidades, logros, puntos débiles y fuertes
Que se acepten y se valoren
INTRODUCCIÓN
El bienestar personal y la adecuada competencia interpersonal están muy relacionados con los
aspectos positivos de la convivencia, el clima interpersonal agradable y cordial y la aceptación
positiva de uno/a mismo/a. Estos aspectos tienen mucho que ver con cómo la persona se siente
y se valora, con su autoestima y también con cómo se comporta y se relaciona con las demás
personas.
Cuando hablamos de cosas positivas en esta habilidad nos vamos a referir a 3 aspectos:
1) Auto-diálogo y autoafirmaciones positivas: pensar en positivo sobre uno/a mismo/a
2) Hacer cumplidos, elogios... a otras personas
3) Recibir los cumplidos y alabanzas que nos hacen otras personas
1) Auto-diálogo y autoafirmaciones positivas: pensar en positivo sobre uno/a mismo/a
147
Supone tener la costumbre y crearse el hábito de hablarse en positivo, de utilizar un diálogo
interno de ánimo, apoyo, estímulo y refuerzo.
Las Autoafirmaciones son verbalizaciones positivas sobre uno mismo. Hacer Autoafirmaciones
Positivas significa decir cosas positivas de uno mismo, cosas agradables y bonitas que uno tiene,
que uno ha logrado, cosas en las que se está esforzando. Las afirmaciones positivas pueden
decirse a uno mismo (es el lenguaje interno, lo que uno se habla y se dice a sí mismo en distintas
ocasiones) y pueden decirse ante otras personas cuando nos relacionamos con ellas. Se suele
tener un pudor mal entendido y cierto reparo para hacerlo porque se piensa uno que va a resultar
orgulloso y arrogante, pero a veces hay que decirlo delante de los demás en los momentos
oportunos y de la forma adecuada.
Pensar y hablar positivamente sobre uno mismo construye la confianza del niño y favorece su
autoestima positiva, lo cual contribuye a una adecuada interacción social con los demás.
Para ayudar en todo este proceso de resaltar y apoyar lo positivo, conviene que el alumnado se
centre en distintos ámbitos o áreas: algo del cuerpo, de la mente, de la forma de ser, algo que
hacemos mejor que otros, algo que nos gusta de nosotros mismos, cosas de las que estamos
orgullosos, cosas que hemos conseguido con esfuerzo.
En estas habilidades se incluye también el aprendizaje de estrategias para disminuir las
verbalizaciones negativas que uno se dice a sí mismo.
2) Hacer cumplidos, elogios... a otras personas
Significa decir algo agradable a otra persona. Supone decirle que te gusta algo que esa persona
tiene o algo que esa persona ha hecho o dicho. Puede ser algo referente a su aspecto, algo que
esa persona dice, algo que esa persona hace o algo que ha logrado.
Alabamos a los demás cuando hacemos un cumplido, un comentario de elogio, hacemos una
afirmación positiva, alabamos, felicitamos, decimos un piropo o damos la enhorabuena. Y
también cuando hacemos un gesto de apoyo, un guiño cómplice o una mirada de aprobación.
Es muy importante saber alabar a los otros y hacerlo a menudo porque la gente que recibe
elogios se encuentra a gusto con quien le elogia y tiende a estar más veces con él. Si alabamos a
otra persona, esa persona querrá estar con nosotros y ser amigo nuestro; las personas que dicen
cosas agradables a los demás, tienen muchos amigos y caen muy bien a las otras personas. Los
elogios indican que ofrecemos a los demás afecto, aceptación, aprecio, atención, aprobación y
agrado, todo lo cual facilita el acercamiento. Por otra parte, si no decimos elogios a los
compañeros y compañeras y sobre todo si decimos cosas negativas, los demás no querrán estar
con nosotros y tenderán a evitarnos y rechazarnos.
A lo largo de la práctica de estas habilidades, conviene dejar claro la necesidad de ser sinceros,
honestos y justos cuando alabamos a los demás; desde luego no hay que ser falsos ni tampoco
muy exagerados.
3) Recibir los cumplidos y alabanzas que nos hacen otras personas
Saber recibir adecuadamente y aceptar las alabanzas, cumplidos y cosas positivas que nos digan
los demás es bastante importante porque hará que la otra persona se sienta bien. Es necesario
148
que reaccionemos adecuadamente, sonriendo, apreciándolo (¡sin minimizarlo ni hacer como si
no hubiera existido!) y se lo agradezcamos.
Los elogios que nos hacen nos ayudan a conocer nuestros valores, capacidades... y qué cosas
nuestras gustan a las demás personas. Hay que aprovecharlos ya que ¡engordan la autoestima!
Para fomentar el Diálogo interno positivo, es decir las veces en que uno se dice a sí mismo
cosas positivas (y por tanto reducir el número de veces que uno se dice cosas negativas y
desagradables), es aconsejable:
1º. Decirse y/o escribir una lista de cosas positivas de uno mismo.
2º. Leer frecuentemente la lista de mis cosas positivas.
3º. Aumentarla cada día con nuevas cosas agradables y positivas.
4º. Cada vez que se comienza a pensar algo negativo de uno mismo, se para el pensamiento y
rápidamente se cambia a una cosa positiva.
149
2º. Decir una frase o comentario de elogio y alabanza especificando qué alabas; por ej. tienes
una mochila preciosa; ¡qué bien has hecho el trabajo de matemáticas!.
3º. Acompañar la frase con gestos, expresión facial, etc. acorde con lo que dices; por ej.:
sonrisa, entonación de admiración, palmada en el hombro guiño, de ojos...
4º. Ser sincer@, honest@ y just@. Hay que alabar de acuerdo a lo que de verdad pensamos y
sentimos.
150
- ¿Cómo te sientes al decir cosas positivas a los demás?, ¿a quién le da “corte” alabar a
los demás?, ¿por qué?».
La profesora va diciendo una cosa positiva a cada niñ@ de forma que observen muy diversos
modos de alabar a los otros: distintas frases, distintos gestos, distintas entonaciones de voz y
distintos motivos para elogiar.
Algunos ejemplos para modelar:
- Tu mejor amigo ha escrito un cuento muy bonito, pero una niña se ha reído cuando lo
leía y ha dicho que le parecía “muy cursi”.
- La profesora se ha cortado el pelo y está muy guapa. Quieres decírselo.
- Te entrega la profesora un control de matemáticas y tienes muy buena nota.
- Habéis estado haciendo un dibujo y a tu compañero le ha quedado fenomenal.
151
⇒ A lo largo de la mañana, el/la profesor/a va diciendo cosas positivas de cada niñ@ y les pide
que estén atent@s a las cosas positivas de los demás. En el momento de la asamblea, la
profesora mete en una caja una foto o una tarjeta con el nombre de cada niño o niña.
Después cada niño coge una foto o tarjeta y tiene que decir algo positivo del compañero que
le haya tocado. El compañero responde adecuadamente: Gracias y sonríe, le da un beso o le
choca los cinco.
⇒ Fichas de lápiz y papel Educación Infantil:
- Me gusta como soy
- Es que no acierto ni una
⇒ Literatura Infantil y Juvenil aconsejable para trabajar esta habilidad en Educación Infantil:
- Me gusta como soy (N. Carlson)
- Margarita metepatas
⇒ Literatura Infantil y Juvenil aconsejable para trabajar esta habilidad en Educación Primaria:
- Me gusta como soy (N. Carlson)
- Margarita metepatas
- El gato del mago
- Frederick
- Historia de un erizo (A. Balzola)
152
- Cosas positivas de mis compañer@s
- Lista de mis éxitos personales
⇒ Literatura Infantil y Juvenil aconsejable para trabajar esta habilidad en Educación
Secundaria:
- Chocolate amargo (M. Pressler)
- Laluna.com (C. Santos)
- Raquel (I.C. Simó)
Durante la semana intenta ser consciente de tus actos y felicítate a ti mismo/a cuando algo,
por pequeño que sea, te salga bien.
Durante la semana intenta ser consciente de tus actos y felicítate a ti mismo/a cuando algo,
por pequeño que sea, te salga bien.
Durante la semana intenta ser consciente de tus actos y felicítate a ti mismo/a cuando algo,
por pequeño que sea, te salga bien.
Busca tres situaciones en las que puedas decir algo positivo a un compañero o compañera y,
¡adelante!, alábalo.
153
IDEAS PARA RECORDAR
154
Educación Infantil
OBSERVA Y COMENTA
1º. ¿Qué cosas la gustan a la cerdita de sí misma?
3º. ¿Qué cosas son las que más te gustan de tus amigos y amigas de la clase?
155
Educación Infantil
NO ACIERTO NI UNA
156
Partir de la lámina y comentarla con los niños y niñas. Si es posible, continuar leyéndoles el cuento
“Margarita Metepatas”. A continuación se entablará un diálogo que derivará en lo importante que es
decirnos cosas positivas a nosotros/as mismos/as y a los y las demás.
157
Educación Primaria
OBSERVA Y COMENTA
1º. ¿Qué cosas la gustan a la cerdita de sí misma?
de tu cuerpo
de tu forma de ser
de tu conducta y lo que haces
3º. ¿Qué cosas son las que más te gustan de tus amigos y amigas de la clase?
de su cuerpo
158
de su forma de ser
de su conducta y lo que hacen
159
Educación Primaria
NEGATIVO Y POSITIVO
Inestable Optimista
Temeroso/a Simpático/a
Tacaño/a Autónomo/a
Desequilibrado/a Equilibrado/a
Pesimista Generoso/a
Antipático/a Estable
Dependiente Capaz
Incapaz Valiente
2º. Haz una lista de Frases negativas que te dices a ti mismo/a. Posteriormente convierte cada frase
negativa en positiva o, por lo menos, en una formulación objetiva.
160
161
Educación Secundaria
Yo soy
únic@
YO VALGO MUCHO
YO SOY
ESPECIAL
FÍSICAS-CORPORALES
-
-
-
-
MENTALES
-
-
-
-
FORMA DE SER
-
-
-
-
FORMA DE ACTUAR
-
-
162
-
-
OTRAS
163
Educación Secundaria
164
Me gusta ...................................... porque es ................................................ y
...............................................
165
Educación Secundaria
166
-
-
-
167
APÉNDICE 1.2
168
APÉNDICE 1.2.1.
EDUCACIÓN INFANTIL
Alfano, L. L., y Baronian, J. B. (?). Julio dice por favor. Madrid: SM (hasta 6 años).
Keselman, D. (1999). Nadie quiere jugar conmigo. Madrid: SM (hasta 7 años)
Leaf, M. (1978). Ferdinando el toro. Salamanca: Lóguez (hasta 8 años)
McBratney, S. (2002). Adivina cuánto te quiero. Madrid: Kókinos (hasta 6 años).
Moerbeek, K. (1992). Las aventuras del conejito Benny. Barcelona: Elfos (hasta 6 años).
Pérez-Lucas, M. D. (1989). Doña Violencia. Madrid: Everest (hasta 7 años).
Pfister, M. (1993). El pez arco iris. Barcelona: El Arca Junior (hasta 7 años).
Pfister, M. (1995). El pez arco iris se enfrenta al peligro. Barcelona: El Arca (más de 5 años).
Ross, T. (1991). ¡ No hagas eso ! Barcelona: Timun Mas (hasta 7 años).
Ross, T. (1995). Quiero mi comida. Madrid: SM (hasta 7 años).
Wells, C. Carlos el tímido. Madrid: Espasa-Calpe (hasta 7 años).
169
Keselman, D. (2003). Cinco enfados. Madrid: Anaya (de 6 a 8 años).
Keselman, G. (2002). ¡Mesa trágame! Zaragoza: Edelvives (6 a 8 años).
Leaf, M. (1978). Ferdinando el toro. Salamanca: Lóguez (hasta 8 años)
Lobato, A. El mayor tesoro. Madrid: SM (6 a 8 años).
Lobe, M. Berni. Madrid: SM (de 6 a 8 años).
López-Narváez, C. y Salmerón, C. (2004). Tomás es distinto a los demás. Madrid: Bruño.
Martín, A., y Rovira, F. (1994). ¡ Ay, que me hago pis! Madrid: Anaya (6 a 8 años).
McPhail, D. (1985). Un león en la nieve. Madrid: Altea (más de 6 años).
Pérez-Lucas, M. D. (1989). Doña Violencia. Madrid: Everest (hasta 7 años).
Pfister, M. (1993). El pez arco iris. Barcelona: El Arca Junior (hasta 7 años).
Pressler, M. (1990). Solo hay que atreverse . Madrid: SM (a partir de 7 años).
Roca, N., y Curto, R. M. (2001). Los sentimientos. Barcelona: Molino.
Ross, T. (1991). ¡ No hagas eso ! Barcelona: Timun Mas (hasta 7 años).
Ross, T. (1995). Quiero mi comida. Madrid: SM (hasta 7 años).
Sempe. Marcelino Pavón. Madrid: Alfaguara (de 6 a 8 años).
Stark, U. (1999). El club de los corazones solitarios. Madrid: SM (de 6 a 8 años).
Teixidor, E. (1997). La amiga más amiga de la hormiga Miga. Madrid: SM (6 a 8 años).
Towson, H. La fiesta de Víctor. Madrid: SM (a partir de 7 años).
Turín, A., y Bosnia, N. (1976). Arturo y Clementina. Barcelona: Lumen (6 a 8 años).
Turín, A., y Bosnia, N. Rosa Caramelo. Barcelona: Lumen (6 a 8 años).
Vázquez-Vigo, C. Rosa Sosa. Madrid: Magisterio (de 6 a 8 años).
Wadell, M. (1995). La princesa peleona. Madrid: SM (6 a 8 años).
Wells, C. Carlos el tímido. Madrid: Espasa-Calpe (hasta 7 años).
Wilhelm, H. (1990). ¡ Seamos amigos otra vez ! Barcelona: Juventud (de 6 a 8 años).
170
Blegvad, L. Ana Banana y yo. Madrid: Alfaguara (de 6 a 8 años).
Bottner, B. (1993). La temible niña saurio. Madrid: SM (6 a 8 años).
Browne, A. (1991). Willy el tímido. México: Fondo de Cultura Económica (6 a 8 años).
Calleja, S., y Mitxelena, J. (2000). Estoy gordito, ¿y qué? Barcelona: La Galera (6 a 8 años).
Carlson, N. (1990). ¡ Me gusto como soy ! Madrid: Espasa Calpe (de 6 a 8 años).
Cleary, B. (1995). Ramona y su padre. Madrid: Espasa Calpe (más de 8 años).
Company, M. (1985). Mi hermano mayor. Barcelona: La Galera (6 a 8 años).
De Paola, T. (1986). Oliver Button es un Nena. Valladolid: Miñón (9 a 11 años).
De Saint Mars, D. (1997). Lilí se enfada con su amiga. Barcelona: La Galera (6 a 8 años).
Fox, P. Gus, cara de piedra. Barcelona: Noguer (9 a 11 años).
García-Clairac, S. (1997). El niño que quería ser Tintín. Madrid: SM (9 a 11 años).
Korschunor. (1989). El dragón de Jano. Madrid: SM (9 a 11 años).
López Narvaez, C. Un puñado de miedos. Madrid: SM (9 a 11 años).
Martín, A. (1991). El niño que siempre decía sí. Madrid: Anaya (más de 8 años).
Mateos, P. Molinete. SM (9 a 11 años).
Neuschafer, M. Violín y Guitarra. Madrid: Rialp (9 a 11 años).
Pressler, M. (1990). Solo hay que atreverse . Madrid: SM (a partir de 7 años).
Roca, N., y Curto, R. M. (2001). Los sentimientos. Barcelona: Molino.
Towson, H. La fiesta de Víctor. Madrid: SM (a partir de 7 años).
Uebe, I. El osito berreón. Barcelona: Noguer (9 a 11 años).
171
Haugen, T. Hasta el verano que viene. Madrid: SM (12 a 14 años).
Haugen, T. Los pájaros de la noche. Barcelona: Juventud (12 a 14 años).
Kennemore, T. (?). Mañana es hoy, hoy es ayer. Madrid: Alfaguara (12 a 14 años).
Korschunor. (1989). El dragón de Jano. Madrid: SM (9 a 11 años).
López Narvaez, C. Un puñado de miedos. Madrid: SM (9 a 11 años).
Machado, A. M. (2001). Siempre con mis amigos. Madrid: SM (12 a 14 años).
Mateos, P. Molinete. SM (9 a 11 años).
Neuschafer, M. Violín y Guitarra. Madrid: Rialp (9 a 11 años).
Nöstlinger, C. (1990). La auténtica Susi. Madrid: SM (12 a 14 años).
Plaza, J. M. (1995). No es un crimen enamorarse. Barcelona: Edebé (12 a 14 años).
Sáinz de la Maza, A. (2001). El jugador de frontón. Barcelona: La Galera (12 a 14 años).
Santiago, R., y Olomo, J. (1998). Prohibido tener catorce años. Barcelona: Edebé (12 a 14
años).
Santos, C. (2003). Laluna.com. Barcelona: Edebé (12 a 14 años).
Uebe, I. El osito berreón. Barcelona: Noguer (9 a 11 años).
Zöller, E. (1994). ¿Y si me defiendo? Barcelona: Edebé.
SECUNDARIA
Gómez Cerdá, A. (1986). La casa de verano. Madrid: SM (más de 15 años).
Levoy, M. (1986). Tres amigos. Madrid: Alfaguara (más de 15 años).
López Narváez, C. (2003). El tiempo y la promesa. Madrid: Bruño (más de 15 años).
López Narváez, C. (2003). Hola, ¿está María? Madrid: Bruño (más de 15 años).
Maestre, P. (?). Alféreces provisionales. Barcelona: Destino.
Pressler, M. Chocolate amargo. Madrid: Alfaguara (más de 15 años).
Shreve, S. (2003). Estoy harta de ser buena, pero... ¡qué cansado es ser mala! Barcelona:
Montena (más de 15 años).
Sierra i Fabra. (2003). Noche de viernes. Madrid: Suma de Letras (más de 15 años).
Simó, I. C. (1996). Raquel. Xerais: Vigo (más de 14 años).
172
APÉNDICE 1.2.2.
FICHAS DE LECTURA
DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
López Narváez, C y Salmerón, C.
Título:
Tomás es distinto a los demás
Editorial:
Bruño
Año:
2004
Nivel Lector:
A partir de 6 años
Síntesis del libro.
Tomás es un renacuajo pequeño, nadador y alegre. Está impaciente por convertirse en rana, pero cuando
todos los renacuajos menos él se vuelven ranitas jóvenes, Tomás descubrirá que es distinto a las y los
demás. Las ranitas se apartan de él y él hará lo imposible para sentirse a gusto consigo mismo, dentro de su
diferencia.
Descripción de los personajes y sus características interpersonales principales.
El protagonista es un renacuajo que no llegará nunca a convertirse en rana y que tendrá que aprender a
convivir con los demás siendo diferente. Su afán de superación, su esfuerzo le llevarán a ser feliz y a ser
amigo de todos.
Descripción de las principales situaciones interpersonales.
Las ranitas jóvenes se burlan de Tomás porque no puede saltar como ellas y aún conserva su cola de
renacuajo.
Tomás consigue, mediante su esfuerzo, dedicarse al deporte y a la música. Con su música se ganará a todos
los animalitos del bosque.
173
Qué conducta/s y habilidad/es social/es se contemplan
Autoestima.
Conducta asertiva, afán de superación, esfuerzo
Sentimientos, empatía
Aceptar las diferencias
Valoración crítica
El cuento, escrito en tono poético, es un canto al esfuerzo y a la recompensa del mismo.
Presenta unas ilustraciones atractivas que ayudan a la comprensión del libro y que se pueden utilizar por sí
solas para trabajar algunos aspectos de las Habilidades Sociales como pueden ser los sentimientos o la
solución de conflictos interpersonales.
Otras observaciones
Se puede utilizar el cuento para que los niños y niñas reflexionen y den ideas sobre lo que hubieran hecho ellos en la
situación en la que se encuentra Tomás con su diferencia, para estar a gusto con ellos mismos y hacer amigos.
174
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
García – Clairac, S.
Título:
El niño que quería ser Tintín
Editorial:
S.M. Colección: El Barco de Vapor
Año:
1997
Nivel Lector:
A partir de 9 años
Síntesis del libro.
El libro cuenta en primera persona la historia de David, un niño que quiere vivir en otro mundo,
tener otro nombre y ser otra persona... le gustaría ser Tintín, por sus cualidades: da todo por los
amigos, nunca miente, es valiente. Todo lo contrario de lo que le ocurre a él en la realidad.
Pronto descubrirá que se hace mayor y prefiere vivir su propia realidad.
Descripción de los personajes y sus características interpersonales principales.
El protagonista de la historia es David, un niño inmerso en sus fantasías al que da miedo
enfrentarse con su realidad.
Su pandilla de amigos y compañeros de clase son niños y niñas a los que no gusta el mundo
fantástico de David y al que ayudarán a volver de la realidad, sobre todo Leticia, la niña que le
gusta.
Los padres de David, siempre discutiendo aprovechando cualquier momento. David les
contestará al final del cuento de una forma totalmente asertiva.
Descripción de las principales situaciones interpersonales.
David tarta de huir de la realidad pero se va a enfrentar a ella: a sus compañeros de clase, sus
padres y sus discusiones, la chica que le gusta, y lo va a resolver todo de forma asertiva.
Qué conducta/s y habilidad/es social/es se contemplan
Asertividad
Presión de grupo
Amistad
Perdón
Valoración crítica
El cuento nos presenta el despertar de un niño a la realidad dejando la fantasía en la que quiere
vivir. La estructura del libro también se ajusta al argumento pues al principio del mismo se
presentan resúmenes de historias de Tintín con más frecuencia que al final cuando el
protagonista va ajustándose más a la realidad.
Los problemas a los que debe enfrentarse David son los propios de un niño de su edad.
Otras observaciones
175
176
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
Wells, C
Título:
Carlos el Tímido
Editorial:
Espasa Calpe. Colección Austral Infantil
Año:
1990
Nivel Lector:
Hasta 7 años
Valoración crítica
El cuento refleja muy bien los sentimientos y manera de actuar de los niños con problemas de
timidez que verá desaparecer en situaciones extremas.
Otras observaciones
De fácil lectura, con ilustraciones que hablan por sí solas.
177
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
Keselman, G
Título:
Nadie quiere jugar conmigo
Editorial:
S.M. Colección el Barco de Vapor.
Año:
1997
Nivel Lector:
Primer Ciclo de Primaria
178
Qué conducta/s y habilidad/es social/es se contemplan
Resolución de problemas
Sentimientos
Soledad
Compañerismo
Empatía
Valoración crítica
Se trata de un libro atractivo que ayuda a que los niños se pongan en lugar de otros.
Otras observaciones
De fácil lectura, se pueden extrater del cuento juegos, búsqueda de soluciones, descubrimiento
de errores...
179
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
López Narváez, C
Título:
El tiempo y la promesa
Editorial:
Bruño
Año:
1995
Nivel Lector:
A partir de 12 años
180
Qué conducta/s y habilidad/es social/es se contemplan
Intolerancia
Sentimientos
Búsqueda de la propia identidad
Asertividad.
Valoración crítica
Un libro muy acertado que refleja la problemática de las ideas religiosas en un momento crítico
y de fanatismo fruto del miedo y de la intolerancia.
Otras observaciones
Muy apto para trabajar Habilidades Sociales, pero difícilmente comprensible si no se tienen
breves conocimientos históricos de la época.
181
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
Haugen, T
Título:
Hasta el verano que viene.
Editorial:
S.M. Colección El Barco de Vapor. Madrid
Año:
1991
Nivel Lector:
A partir de 12 años.
182
Qué conducta/s y habilidad/es social/es se contemplan
Sentimientos.
Malos tratos.
Resolución de conflictos.
Defensa de derechos.
Autoestima.
Valoración crítica
Es una historia muy triste que refleja el aislamiento y la impotencia que pueden llegar a padecer
algunos adolescentes al unirse en su entorno una serie de situaciones propicias para ello.
Otras observaciones
Es un libro apropiado para trabajar la empatía, bulling y solución de problemas interpersonales
183
FICHA DE LECTURA
Autor/a:
Teixidor, E.
Título:
La amiga más amiga de la hormiga Miga.
Editorial:
S.M. Colección El Barco de Vapor.
Año:
1997
Nivel Lector:
A partir de 7 años.
Valoración crítica
El cuento es un canto al compañerismo y a la amistad. Con fragmentos en verso y prosa, de gran
musicalidad y haciendo juegos con las palabras. Es de fácil lectura y se presta a ser un medio de
aprendizaje y diversión.
Otras observaciones
184
APÉNDICE 2
INSTRUMENTOS DE
EVALUACIÓN
185
ESTILOS DE RELACIÓN
1ª PARTE:
En las relaciones interpersonales, se puede actuar con tres estilos distintos: inhibido, asertivo o
agresivo.
Estilo INHIBIDO caracterizado porque no se expresan los propios sentimientos,
pensamientos y opiniones, o se hace con falta de confianza. Es un estilo pasivo,
conformista y sumiso. La persona inhibida no se respeta a sí misma ni se hace respetar.
Estilo ASERTIVO que implica que se expresan los propios sentimientos, necesidades,
derechos y opiniones, pero respetando los derechos de las demás personas. La persona
asertiva dice lo que piensa y siente y escucha a los demás; tiene confianza en sí misma; se
respeta a sí misma y respeta a los y las demás.
Estilo AGRESIVO que supone que se defienden los propios derechos y se expresan los
propios pensamientos, sentimientos y opiniones, por encima de las demás personas. Es un
estilo autoritario y dominante. La persona agresiva no respeta a las y los demás.
Todas las personas utilizamos los tres estilos y dependiendo de la situación, nuestros intereses, las
y los interlocutores, etc. nos mostramos inhibidos/as, asertivos/as o agresivos/as. Sin embargo, se
puede considerar que cada persona utiliza uno de los estilos de forma más habitual y frecuente.
Señala mediante una cruz en la columna que corresponda, el estilo de relación que cada alumno o
alumna utiliza más frecuentemente en sus relaciones con los demás compañeros y compañeras.
1
2
3
4
186
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
OBSERVACIONES:
187
CUESTIONARIO SOCIOMÉTRICO (1)
1ª PARTE.
1. Quién es el niño o niña de esta clase con el que más te gusta jugar?.
................................................................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2. ¿Quién el niño o niña de esta clase con el que menos te gusta jugar?
...............................................................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
¿Por qué?
....................................................................................................................................................
188
1. ¿Quién tiene muchos amigos y amigas?
..............................................................................................................................................................
....
..............................................................................................................................................................
....
..............................................................................................................................................................
....
..............................................................................................................................................................
....
..............................................................................................................................................................
....
6. ¿Quién es el más mandón (la más mandona) y siempre hay que hacer lo que él o ella diga porque
sino se enfada?
...........................................................................................................................................................
.......
189
CUESTIONARIO SOCIOMÉTRICO (2)
Poco
N.º lista APELLIDOS Y NOMBRE Mucho Regular
1 3 2 1
2 3 2 1
3 3 2 1
4 3 2 1
5 3 2 1
6 3 2 1
7 3 2 1
8 3 2 1
9 3 2 1
10 3 2 1
11 3 2 1
12 3 2 1
190
13 3 2 1
14 3 2 1
15 3 2 1
16 3 2 1
17 3 2 1
18 3 2 1
19 3 2 1
20 3 2 1
21 3 2 1
22 3 2 1
23 3 2 1
24 3 2 1
2ª PARTE
1. ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que eliges como mejores
amigos o amigas? Escríbelos por orden de más a menos.
1º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2º
.................................................................................................................................................
...............
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
191
3º
.................................................................................................................................................
...............
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2. ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que menos te gustan
como amigos o amigas? Escríbelos por orden de menos a más.
1º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
3º
.................................................................................................................................................
...............
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
192
3ª PARTE. De las niñas y niños de esta clase,
1. ¿Quién es el (la) más simpático (o simpática) con los otros chicos y chicas?
.................................................................................................................................................
.................
.................................................................................................................................................
.................
.................................................................................................................................................
.................
4. ¿Quién se deja mandar y hace lo que los otros compañeros o compañeras mandan y no se
atreve a decir nada?
.................................................................................................................................................
.................
.................................................................................................................................................
.................
6. ¿Quién manda todo el tiempo a los demás y siempre hay que hacer lo que él o ella diga porque
sino se enfada?
.................................................................................................................................................
.................
193
.................................................................................................................................................
.................
.................................................................................................................................................
.................
9. ¿Quién es muy divertido (divertida) y hace reír a los demás compañeros y compañeras?.
.................................................................................................................................................
.................
194
CUESTIONARIO SOCIOMÉTRICO (3)
Mucho Muy
N.º lista APELLIDOS Y NOMBRE Bastante Regular Poco
poco
1 5 4 3 2 1
2 5 4 3 2 1
3 5 4 3 2 1
4 5 4 3 2 1
5 5 4 3 2 1
6 5 4 3 2 1
7 5 4 3 2 1
8 5 4 3 2 1
9 5 4 3 2 1
10 5 4 3 2 1
11 5 4 3 2 1
12 5 4 3 2 1
195
13 5 4 3 2 1
14 5 4 3 2 1
15 5 4 3 2 1
16 5 4 3 2 1
17 5 4 3 2 1
18 5 4 3 2 1
19 5 4 3 2 1
20 5 4 3 2 1
21 5 4 3 2 1
22 5 4 3 2 1
23 5 4 3 2 1
24 5 4 3 2 1
2ª PARTE
3. ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que eliges como mejores
amigos o amigas? Escríbelos por orden de más a menos.
1º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2º
.................................................................................................................................................
...............
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
196
3º
.................................................................................................................................................
...............
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
4. ¿Quiénes son los tres compañeros o compañeras de esta clase que menos te gustan
como amigos o amigas? Escríbelos por orden de menos a más.
1º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
2º.............................................................................................................................................
...................
¿Por qué?
.................................................................................................................................................
...
3º
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¿Por qué?
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197
3ª PARTE. De las chicas y chicos de esta clase,
1. ¿Quién es el (la) más simpático (o simpática) con los otros chicos y chicas?
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3. ¿Quién amenaza, humilla, se burla, es cruel y “se pasa” con algún compañero o compañera?
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5. ¿Quién se deja mandar y hace lo que los/as otros/as compañeros/as mandan y no se atreve a
decir nada?
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8. ¿Quién suele ser la víctima de los malos tratos, burlas y humillaciones de los y las agresivos?
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9. ¿Quién es dominante y manda todo el tiempo a los demás y siempre hay que hacer lo que él o
ella diga porque sino se enfada?
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10. ¿Quién da ideas para que el grupo lo pase bien y a la vez escucha y admite las ideas de los
demás?
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11. ¿Quién insulta, riñe y se pelea muchas veces con los demás?
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13. ¿Quién es muy divertido (divertida) y tiene un buen sentido del humor?.
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ESCALA DE AUTOCONCEPTO (*)
200
24. Soy bueno (buena) para la música SI NO
25. Me porto mal en casa SI NO
26. Soy lento (lenta) para acabar mi trabajo escolar SI NO
27. Soy un miembro importante en mi clase SI NO
28. Soy nervioso (nerviosa) SI NO
29. Tengo los ojos bonitos SI NO
30. En la clase, puedo dar una buena impresión SI NO
31. En la clase suelo “estar en las nubes" SI NO
32. Me meto con mi/s hermano/s y hermana/s SI NO
33. A mis amigas y amigos les gustan mis ideas SI NO
34. A menudo me meto en líos con los demás SI NO
35. Soy obediente en casa SI NO
36. Tengo suerte SI NO
37. Me preocupo mucho por las cosas SI NO
38. Mis padres me exigen demasiado SI NO
39. Me gusta ser como soy SI NO
40. Me siento un poco rechazado (rechazada) SI NO
41. Tengo el pelo bonito SI NO
42. Con frecuencia salgo voluntaria (voluntario) en la clase SI NO
43. Me gustaría ser distinto (distinta) de como soy SI NO
44. Duermo bien por la noche SI NO
45. Odio el colegio (o el instituto) SI NO
46. Soy de los últimos (las últimas) que eligen en los juegos SI NO
47. Estoy enfermo (enferma) con frecuencia SI NO
48. A menudo soy egoísta con los demás SI NO
49. Mis compañeros piensan que tengo buenas ideas SI NO
50. Soy desdichado (desdichada) SI NO
51. Tengo muchos amigos y amigas SI NO
52. Soy alegre SI NO
53. Soy torpe para la mayoría de las cosas SI NO
54. Soy guapa (guapo) SI NO
55. Cuando tengo que hacer algo, lo hago con muchas ganas SI NO
56. Me peleo mucho SI NO
57. Caigo bien a los chicos SI NO
58. La gente se aprovecha de mí SI NO
59. Mi familia está desilusionada conmigo SI NO
60. Tengo una cara agradable SI NO
61. Cuando trato de hacer algo, todo parece salir mal SI NO
62. En mi casa se aprovechan de mí SI NO
63. Soy de los (las) mejores en los juegos y en los deportes SI NO
64. Soy patoso (patosa) SI NO
65. En juegos y deportes, miro pero no participo SI NO
66. Se me olvida lo que aprendo SI NO
201
67. Me llevo bien con la gente SI NO
68. Me enfado con facilidad SI NO
69. Caigo bien a las chicas SI NO
70. Leo bien SI NO
71. Prefiero trabajar solo (sola) que en grupo SI NO
72. Me llevo bien con mis hermanos/as SI NO
73. Tengo buen tipo SI NO
74. Suelo tener miedo SI NO
75. Siempre estoy rompiendo cosas SI NO
76. Se puede confiar en mí SI NO
77. Soy una persona rara SI NO
78. Pienso en cosas malas SI NO
79. Lloro fácilmente SI NO
80. Soy una buena persona SI NO
202
ESCALA DE CONDUCTA ASERTIVA
PARA NIÑOS Y NIÑAS (CABS) (*)
203
Se sincera (sincero) y contesta lo que sueles hacer o decir.
Si tienes alguna duda, levanta la mano para que te ayuden.
204
ESCALA DE CONDUCTA ASERTIVA
para niños y niñas de 6 a 9 años (*)
En cada una de las siguientes preguntas hay tres respuestas señaladas con las letras a, b y
c. Tú has de elegir una de las tres respuestas, solo una, la que más se parezca a lo que tú
harías o dirías en esa situación. Ten en cuenta que:
o si la respuesta va entre comillas, es algo que dirías
1. Llegas con tus padres a casa de unos amigos (amigas) y una señora te dice: “eres un niño (una niña) muy
guapo (muy guapa)”.
a. "¿De verdad?. Gracias".
b. Me pongo colorado (colorada) y no contesto.
c. “Sí, creo que soy bastante guapo (guapa)”.
2. Una compañera (un compañero) del colegio está haciendo un dibujo y a ti te parece bonito.
a. No le digo nada.
b. "Tu dibujo es muy bonito".
c. "¡Yo lo hago mejor que tú!"
3. Te estás haciendo con los lego un coche o casita que te gusta mucho y tu hermano (hermana) (o
amigo/a) te dice que está quedando mal.
a. "¡Vete, tonto (tonta)! No sabes nada".
b. Me pongo triste y no le digo nada.
c. "Pues a mí me gusta".
205
4. Te olvidas de llevar la libreta al colegio y un amigo (una amiga) te dice que pareces tonto (tonta).
a. "Hombre, también se te habrá olvidado algo alguna vez".
b. "El tonto (La tonta) eres tú".
c. "Sí, a veces soy un poco tonto (tonta)".
5. Ves a tu mejor amigo (amiga) triste porque el profesor (profesora) le ha echado una bronca.
a. No le digo nada.
b. "Estás triste, ¿qué te pasa?".
c. "Fastídiate".
6. Vienes de jugar con tus amigos (amigas) y te has peleado con ellos (ellas). Tu madre (padre) te pregunta:
pareces triste, ¿te pasa algo?.
a. "No, no me pasa nada".
b. "¡Déjame en paz y metete en tus cosas!".
c. "Sí, me he peleado con mis amigos (amigas)".
7. Un amigo (una amiga) te echa la culpa de haberle roto su juguete, pero tú no fuiste.
a. "¡Eres un mentiroso (una mentirosa)".
b. "Yo no fui".
c. Me pongo a llorar.
8. Mientras juegas con tus juguetes, gritas y hablas muy fuerte. Tu padre (madre) te dice: “no grites, estás
molestando.
a. "Vale, papá (mama), hablaré más bajo".
b. Dejo de jugar, un poco avergonzado (avergonzada).
c. "No me da la gana callarme".
9. Estás haciendo cola en el colegio, para ir al baño, y un niño (una niña) que llega después, se pone delante
de ti.
a. No le digo nada.
b. "Oye, yo estaba antes; ponte al final de la cola".
c. "¡Vete de aquí, tonto (tonta)!".
10. Un compañero o compañera que celebra su cumpleaños invita a toda la clase, menos a ti.
a. "¿Por qué no me invitaste?".
b. "¡Eres malo (mala) y tonto (tonta)!".
c. Me pongo triste y no le digo nada.
11. Tú quieres subirte al columpio, pero hay otros niños y niñas que ya llevan mucho tiempo jugando y no
se bajan.
a. "¡Oye tú, bájate de ahí ya!".
b. Espero a que bajen y si no se bajan, me voy.
c. "Por favor, ¿me dejáis a mí un poquito?".
12. Tu hermano (hermana) te pide que le prestes tu bicicleta nueva y tú no quieres prestársela en esos
primeros días.
a. "Es muy nueva; cuando pasen más días te la presto".
b. Se la presto, aunque en el fondo no quiero.
c. "No, no te la voy a prestar, ¡lárgate de aquí!".
206
13. Tus amigos (amigas) están jugando a un juego que te gusta mucho. Tienes muchas ganas de jugar con
ellos (ellas).
a. Me quedo mirando y no digo nada.
b. "¡Haced sitio, que voy a jugar!".
c. "Me gustaría jugar con vosotros (vosotras), ¿me dejáis?".
14. En el patio del colegio, un niño (niña) se cae y se da un golpe muy fuerte.
a. Me río mucho.
b. Espero a que alguien vaya a ayudarle; yo no me atrevo.
c. Voy corriendo y le pregunto: "¿te hiciste daño?".
207
15. Jugando en el recreo, te das un golpe en una pierna y te duele mucho. Tu profesor (profesora) te dice:
"¿te hiciste daño?".
a. No le digo nada.
b. "¡Déjeme, yo soy muy fuerte!".
c. "Sí, me duele mucho".
17. Estás viendo la tele y tu madre (padre) te manda dar un recado a la vecina (vecino).
a. Voy sin decir nada.
b. "Vale, pero, ¿lo puedo hacer cuando acaben los dibujos?".
c. "Ahora no quiero, vete tú".
18. En el colegio, un profesor (una profesora) que tú no conoces te para y te dice: "¡hola!".
a. Miro hacia abajo y no le digo nada.
b. "¿Qué quieres?"
c. "¡Hola!, ¿quién es usted?".
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ESCALA DE CONDUCTA ASERTIVA
para niños y niñas de 10 a 11 años (*)
En cada una de las siguientes preguntas hay tres respuestas señaladas con las letras a, b y
c. Tú has de elegir una de las tres respuestas, solo una, la que más se parezca a lo que tú
harías o dirías en esa situación. Ten en cuenta que:
o si la respuesta va entre comillas, es algo que dirías
2. Un amigo o amiga ha hecho una tarea y tú crees que está muy bien.
a. No le digo nada.
b. "¡Yo lo hago mejor que tú!".
c. "Está muy bien"
3. Estás haciendo un dibujo y tú crees que está muy bien, pero otro chico o chica te dice: “no me
gusta”.
a. "Pues yo creo que está bien".
b. "Está muy bien, ¿tú que sabes de esto?".
c. Me siento mal y no le digo nada.
209
4. No has traído el libro de Matemáticas y un compañero o compañera te dice: “¡pareces tonto
(tonta)!, mira que olvidarte del libro...”.
a. "Es verdad, a veces parezco tonto/a".
b. "Tonto/a lo serás tú".
c. "No soy tonto/a por olvidar algo; eso le puede pasar a cualquiera".
5. Quedas con un amigo o amiga y llega tarde. Cuando por fin llega, no te dice nada de por qué
llegó tarde.
a. "A nadie le gusta que le den un plantón".
b. No le digo nada.
c. "Se necesita cara para llegar tarde y no dar explicaciones".
6. Ves que tienes que pedir ayuda a alguien para hacer la tarea.
a. No me atrevo a pedírsela.
b. "¡Hazme la tarea!".
c. "¿Puedes ayudarme a hacer la tarea?".
8. Estás triste y tu hermano o hermana (amigo o amiga) te dice: “¿te pasa algo?”
a. "¡A ti no te importa!".
b. "Sí, estoy triste; gracias por preguntarme".
c. "No, no me pasa nada".
10. Tu profesor (profesora) te dice que tienes que hacer de árbol o de flor para representar un
cuento y tú no quieres hacerlo.
a. "Eso es de tontos, ¡yo no lo hago!".
b. Lo hago sin protestar.
c. "Profesor (profesora), ¿podría hacer de otra cosa?. De árbol o flor no me gusta".
11. Estás en una excursión y varios niños/as están haciendo cometas. Alguien te dice que la tuya
es la mejor.
a. "Qué va, está fatal".
b. "Es verdad, soy el/la mejor".
c. "La verdad es que me ha quedado bastante bonita".
210
a. "Gracias por el chicle".
b. "Gracias", pero lo digo un poco cortado/a.
c. "¡Dame más, uno no es nada!".
13. Estás en tu casa con un amigo o amiga y tu hermano/a (amigo/a) te dice: “no grites tanto”.
a. "Si no te gusta, te aguantas"; y sigo hablando.
b. "Tienes razón, hablaré más bajo"; y hablo más bajo.
c. "Perdona"; y dejo de hablar del todo.
18. Vas a ir al cine con tus amigas y amigos y están decidiendo qué película quieren ir a ver. Tus
amigos (amigas) dicen la que les gusta.
a. Los/las hago callar y digo: "tenemos que ver la que a mí me gusta".
b. Digo la que a mí me gusta.
c. Espero a que me pregunten y si no lo hacen, no digo nada.
20. Te das un golpe muy fuerte en la cabeza con una estantería. Alguien de tu familia te dice: “¿te
has hecho daño?”
a. "¡A ti qué te importa, déjame en paz!".
b. "Me duele un poco, pero no te preocupes".
211
c. Te echas a llorar y no dices nada por vergüenza.
22. Tú eres la portera (el portero) del equipo de balonmano de tu clase. Te meten un gol tonto y al
terminar el partido, el capitán o la capitana de tu equipo te dice: Hemos perdido por tu culpa,
no sirves para nada.
a. Me siento muy mal y no le digo nada.
b. "¡Vete a la m... Quién no sirve eres tú!".
c. "Lo siento, pero no hace falta que te enfades conmigo".
23. Tu madre (padre) te dice que recojas tu cuarto, pero aún no has terminado la tarea del colegio.
a. No digo nada y me pongo a recogerlo.
b. "¡Déjame en paz! No pienso hacerlo".
c. "Déjame que termine la tarea y enseguida lo recojo".
24. Durante el recreo, un chico o chica que no conoces se te acerca y te dice: “¡Hola!”
a. "Déjame en paz”
b. "Hola, ¿cómo te llamas?".
c. Le digo "hola" tímidamente y me marcho.
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ESCALA DE CONDUCTA ASERTIVA
para chicos y chicas de 12 a 14 años (*)
En cada una de las siguientes preguntas hay tres respuestas señaladas con las letras a, b y
c. Tú has de elegir una de las tres respuestas, solo una, la que más se parezca a lo que tú
harías o dirías en esa situación. Ten en cuenta que:
o si la respuesta va entre comillas, es algo que dirías
3. Estoy haciéndome una careta para disfrazarme y un compañero/a me dice que no le gusta.
a) «¡Siento que no te guste, a mí sí me gusta!».
b) «¿Y qué pasa si no te gusta? No es para ti».
c) Me quedaría cortado/a y no sabría qué decirle.
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4. Mi mejor amigo/a se ha olvidado de traerme los apuntes que le había prestado y que necesito para
hacer el trabajo de clase.
a) «No importa, no me hacen falta» (aunque los necesites).
b) «¡Siempre te olvidas de todo! Ya no te vuelvo a prestar nada».
c) «Hombre, es que los necesito ahora, ¿no puedes ir a buscarlos, ya que tu casa no está lejos?».
5. Quedo con un amigo/a para ir al cine. Llega media hora tarde y no me da ninguna explicación.
a) «No está bien que me hayas hecho esperar tanto y ni siquiera te disculpes».
b) No le digo nada, no me atrevo.
c) Entro al cine enfadado y paso de él/ella.
7. Sé que mi amigo/a está preocupado/a porque su madre (padre) está enferma (enfermo).
a) «Pareces preocupado (preocupada), ¿puedo ayudarte en algo?».
b) Estoy con él/ella pero no le digo nada.
c) «¿Qué diablos (u otra palabrota) te pasa?».
8. Me invitan a una fiesta de cumpleaños y no tengo dinero para comprar un regalo y llevarlo. Un amigo
(una amiga) me dice: ¿estás preocupado (preocupada)?
a) «Sí, es que no tengo dinero para comprar el regalo».
b) «No es nada».
c) «Estoy mal, déjame en paz».
13. Voy en el autobús con mis amigos/as y llevo la radio a toda marcha y un chico/a me dice: perdona,
¿podrías bajar el volumen?
a) Apago la radio asustado/a.
214
b) «¡Mira tú el tío (la tía) este (esta): si te molesta, te aguantas!».
b) Le digo que perdone y bajo el volumen.
17. Alguien me pide que le preste algo mío, pero es nuevo y no quiero prestarlo.
a) «Mira, es nuevo y no quiero prestarlo; tengo miedo de que se rompa».
b) «No me hace mucha gracia prestarlo, pero puedes cogerlo».
c) «¡No, cómprate uno!».
18. Unos/as chicos/as están hablando de una película que a mí me gusta mucho y yo también quiero dar
mi opinión.
a) Me acerco al grupo y participo en la conversación cuando tengo oportunidad de hacerlo.
b) Me acerco al grupo y espero sin decir nada.
c) Interrumpo y doy mi opinión.
21. Me golpeo la cabeza con una estantería y me duele. Alguien me dice: «¿estás bien?»
a) «Estoy bien, ¡déjame en paz!».
b) «Me he dado un golpe; gracias por preguntarme».
c) «No es nada».
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23. Alguien me ha insultado.
a) No le digo nada, pero en mi cara se ve que estoy ofendido/a.
b) Le insulto yo también.
c) «No me gusta que me insulten: no vuelvas a hacerlo».
24. Me encuentro en la playa con la chica (el chico) que me gusta y quiero acercarme y hablarle.
a) La llamo (lo llamo) a gritos y le digo que se acerque.
b) Voy hacia ella (él) y empiezo a hablarle.
c) No hago ni digo nada.
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ESCALA DE CONDUCTA ASERTIVA
para chicos y chicas de 15 años o más (*)
En cada una de las siguientes preguntas hay tres respuestas señaladas con las letras a, b y
c. Tú has de elegir una de las tres respuestas, solo una, la que más se parezca a lo que tú
harías o dirías en esa situación. Ten en cuenta que:
o si la respuesta va entre comillas, es algo que dirías
217
das una!».
a) Digo: «mira quién habla, ¿qué sabrás tú?».
b) No digo nada.
c) Digo: «no soy un desastre sólo por olvidarme de algo; le puede pasar a cualquiera» .
5. Necesito que alguien me haga un favor.
a) Digo: «tienes que hacer esto por mí, quieras o no».
b) Digo: «¿me puedes hacer un favor?», y le explico lo que quiero.
c) Hago una pequeña insinuación de que necesito que me hagan un favor.
218
c) Hago un comentario sobre eso, pero no se lo pido.
15. Alguien me pide que le preste algo, pero es nuevo y yo no quiero prestarlo.
a) Digo: «mira, es nuevo y temo que se rompa, perdona».
b) Digo: «no, cómprate uno».
c) Se lo presto, aunque no quiero hacerlo.
16. Algunos chicos o chicas están hablando sobre un programa de televisión que me gusta mucho.
Quiero participar y decir algo.
a) No digo nada.
b) Interrumpo, e impongo mi opinión a los/las demás.
c) Me acerco al grupo y hablo cuando tengo oportunidad de hacerlo.
219
ELEMENTOS DEL CAS
1. (mariposa) ¿Crees que te salen bien la mayoría de las cosas que intentas? Sí (redondel); No
(cuadradito).
2. (cuchara) ¿La gente piensa. que normalmente eres bueno (redondel), o que eres malo? (cuadradito).
3. (nube) Cuando te preguntan, ¿contestas antes que los demás niños (redondel), o los demás niños
contestan antes que tú? (cuadradito).
4. (pez) ¿Tienes buena suerte (redondel), o mala suerte? (cuadradito).
5. (manzana) ¿Piensas que solamente caes bien a unos pocos (redondel), o a todo el mundo?
(cuadradito).
6. (seta) ¿Algunas veces te han dicho que hablas demasiado (redondel), o no? (cuadradito).
7. (ratón) ¿Puedes hacer las cosas mejor que la mayoría de los niños (redondel), o los demás niños las
hacen mejor que tú? (cuadradito ).
8. (luna) ¿Crees que te pasan muchas cosas malas (redondel), o pocas? (cuadradito).
9. (botella) ¿Estás contento y alegre casi siempre (redondel), o casi nunca? (cuadradito).
10. (avión) ¿Te parece que las cosas son demasiado difíciles (redondel), o demasiado fáciles?
(cuadradito).
11. (libro) ¿Piensas que estás demasiado tiempo sentado en el colegio (redondel), o no? (cuadradito).
12. (hoja) ¿Sueles terminar tus deberes a tiempo (redondel), o necesitas más tiempo para terminarlos?
(cuadradito).
13. (lechuza) ¿Los demás niños son siempre buenos contigo (redondel), o algunas veces te molestan?
(cuadradito).
14. (león) ¿Los otros niños pueden hacer las cosas mejor que tú (redondel), o peor que tú? (cuadradito).
15. (tarta) ¿Sientes miedo cuando está oscuro (redondel), o no? (cuadradito).
16. (sol) ¿Tienes muchos problemas (redondel), o pocos problemas? (cuadradito).
17. (mano) ¿Piensas que la gente a veces habla mal de ti (redondel), o que no es así? (cuadradito).
18. (bandera) ¿Crees que haces bien casi todas las cosas (redondel), o sólo algunas? (cuadradito ).
19. (corazón) ¿Tienes siempre sueños agradables (redondel), o casi siempre son de miedo? (cuadradito).
20. (paraguas) Cuando te haces una herida, ¿te asustas o te mareas (redondel), o no te preocupas?
(cuadradito).
220
STAIC (*)
PRIMERA PARTE
A continuación encontrarás unas frases usadas para decir algo de tí mismo/a. Lee cada
frase y señala con un aspa (X) la respuesta que diga mejor cómo te SIENTES cuando
estás con los compañeros y compañeras. No hay respuestas buenas ni malas. No te
detengas demasiado en cada frase y contesta señalando la respuesta que diga mejor cómo
te ENCUENTRAS cuando estás con los compañeros y compañeras.
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14. Me encuentro atemorizada/o Nada Algo Mucho
15. Me encuentro confuso/a Nada Algo Mucho
16. Me siento animosa/o Nada Algo Mucho
17. Me siento angustiado/a Nada Algo Mucho
18. Me encuentro alegre Nada Algo Mucho
19. Me encuentro contrariada/o Nada Algo Mucho
20. Me siento triste Nada Algo Mucho
SEGUNDA PARTE
A continuación encontrarás más frases usadas para decir algo de tí mismo/a. Lee cada
frase y señala con un aspa (X) la respuesta que diga mejor cómo te SIENTES EN
GENERAL, no sólo en este momento. No hay respuestas buenas ni malas. No te
detengas demasiado en cada frase y contesta señalando la respuesta que diga mejor cómo
te encuentras GENERALMENTE.
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14. Me cuesta quedarme dormido por las noches Casi nunca A veces A menudo
15. Tengo sensaciones extrañas en el estómago Casi nunca A veces A menudo
16. Me preocupa lo que otros/as piensen de mí Casi nunca A veces A menudo
17. Me influyen tanto los problemas que no puedo Casi nunca A veces A menudo
olvidarlos durante un tiempo
18. Tomo las cosas demasiado en serio Casi nunca A veces A menudo
19. Encuentro muchas dificultades en mi vida Casi nunca A veces A menudo
20. Me siento menos feliz que los demás chicos y Casi nunca A veces A menudo
chicas
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