El Caso Madoff

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

El caso Madoff: ¿Quién era?

¿Cómo maquinó su
estafa? ¿Por qué nadie lo detectó?

enero 21, 2009 por analisisglobal

Bernard L. Madoff, ex-presidente de Nasdaq y uno de los inversores más activos de los últimos 50
años y considerado el gestor favorito de los ricos de Florida y Manhattan, gestor “único” de una
de las mayores estafas financieras (junto con el conocido caso Enron) fue detenido por el FBI tras
confesar que su negocio era un “esquema Ponzi gigante” que habría causado pérdidas de 50.000
millones de $ (aproximadamente 37.500 millones de €) a clientes. Un esquema Ponzi es un fraude
piramidal: la rentabilidad prometida se paga con el dinero ingresado mediante la entrada de
nuevos clientes.

Madoff era propietario de Madoff Investment Securities (BMIS) asesoramiento e intermediación


bursátil. Desde su creación por Madoff en 1960, BMIS ha llevado a cabo el comercio y el mercado
de las actividades de los agentes-corredores, bancos e instituciones financieras. En las dos últimas
décadas, Madoff, además se ha especializado en operar con acciones, crear mercados y aconsejar
a inversores acaudalados, instituciones, escuelas y organizaciones benéficas.

¿cómo madoff conseguía vender humo?

Decía usar una estrategia de inversión conocida como split strike conversión, que consiste en
comprar acciones de grandes compañías y opciones de compra y venta de esos mismos títulos. De
este modo es posible ganar dinero tanto en mercados en alza como en mercados a la baja.

Este sistema no era nuevo para la banca de inversión, pero Madoff, a través de su firma Fairfield
Greenwich Group, que tiene también una oficina en Madrid, ofrecía rentabilidades garantizadas
entre el 8% y el 12%, pasase lo que pasase en Bolsa. El producto atractivo unido a la reputación de
la que gozaba Madoff y el hecho de haber sido presidente del consejo de administración del
índice Nasdaq de EE UU (uno de los más importantes del mundo y del cual fue uno de los
fundadores), y a su imagen de exclusividad, hizo que el humo que Madoff vendía fuese corriendo
de boca en boca entre los grandes millonarios y entre la gran banca de inversión.

Nota: “Beneficios seguros con bajo riesgo y prestigioso inversor = ESTAFA”


Madoff en lugar de utilizar la mencionada técnica de inversión, lo que hacía realmente era ir
levantando su pirámide financiera. Cuando BMIS recibía nuevos fondos, en vez de reinvertirlos
como prometía en las acciones de grandes compañías o en las opciones de compra, invertía sólo
una mínima parte y dedicaba el resto a pagar a los inversores iníciales las rentabilidades
acordadas.

Madoff además de captar fondos directamente también conseguía a través de sociedades


gestoras de grandes patrimonios y a través de fondos como el fondo “Optimal” ofrecido por el
Grupo Santander (alrededor de US$ 3 mil millones que se invirtieron en BMIS), fundos ofrecidos
por Banco Safra y (3) fondos ofrecidos por Fairfield Greenwich Group (alrededor de US$ 7 mil
millones que se invirtieron en BMIS).

Como no podría ser de otra manera, España ha sido el país mas afectado, después de EEUU, por
este escándalo de fraude piramidal de Madoff. Parece que no aprendemos, aún cuando tenemos
tan reciente el escándalo de Afinsa cuya estafa seguía un sistema piramidal similar al de Madoff.

Las entidades mas afectadas en esta trama han sido los dos grandes bancos a través de su banca
de inversión. El Santander colocó unos 2.320 millones de euros, de los cueles 2.010 corresponden
a la banca privada internacional de América Latina. El BBVA invirtió unos 400 millones de euros,
operación que puede suponer unas pérdidas de 300 millones equivalentes al 5% de su beneficio
en 2007.

¿Cómo Madoff conseguía superar las inspecciones los organismos


reguladores?
80567422

Resulta increíble como entre la SEC, el FBI, auditores y agencias de rating alguien pueda estar
cometiendo fraude durante 20 años y nadie se de cuenta hasta que se encuentran con un agujero
distribuido por varios países de 50.000 millones de dólares. Si añadimos a esta estafa sin
precedentes todo lo relacionado con las subprime, hay muchos más motivos para buscar cabezas.
Tarjeta roja para todos ellos.

Madoff fue investigado en 1992 por la SEC sin descubrir nada ilegal. En 1999 varias empresas
denunciaron a la firma de Madoff, pero tampoco esta vez se hizo nada contra ésta. Como tampoco
sirvieron de mucho los reportajes que se publicaron en los años 2000 y 2001 en contra de los
métodos del gestor.
Pero una de las razones más importantes de que el fraude no fuese detectado, a pesar del
escepticismo que reinaba entre los profesionales del sector, es que sus clientes no estaban
interesados en investigar. Se fiaran o no de él, la rentabilidad que les ofrecía por su dinero era
demasiado tentadora, un 8%, y el hecho de que Madoff gestionara sus inversiones era un símbolo
de prestigio.

Se cree, que es posible que el fondo de Madoff no haya realizado una sola operación, sugiriendo
que los detallados comunicados, en los que Madoff detallaba las operaciones realizadas por su
gestora de acciones y que recibían cada mes los inversores, podrían haber sido un elaborado
espejismo del multimillonario fraude. También mostraba transacciones en el Fondo Fidelity
Investments’ Spartan. Pero Fidelity, el mayor fondo mutuo del mundo, no tiene constancia de que
Madoff o su empresa hicieran ninguna inversión en sus fondos.

¿Por qué se cayó la pirámide?

Irónicamente Bernard Madoff puede considerarse una víctima más de la crisis económica y
financiera que azota la economía global. Por un lado, muchos inversores empezaron a reclamar su
dinero al llegar la época de vacas flacas. Por otro, la crisis hizo que cada vez fuese más difícil
convencer a nuevos clientes para que invirtiesen en el mercado financiero, ya fuese a través de
Madoff o de cualquier otro gestor. Empezó a fallar así la condición fundamental para que la
pirámide se mantenga. Si no entran clientes nuevos, no hay con qué pagar a los viejos y los
cimientos de la pirámide se tambalean destapando una de las mayores estafas financieras de la
historia.

Referencia
5 cosas que no sabías sobre la épica estafa de Bernard Madoff

Por Aaron Smith, CNN Money

(CNNMoney) - Esta semana se celebra el quinto aniversario del arresto de Bernard Madoff, autor
intelectual del esquema Ponzi mejor conocido de la historia.

Fue arrestado el 11 de diciembre de 2008 por engañar a miles de inversionistas por miles de
millones de dólares. Se declaró culpable tres meses después de las acusaciones de fraude y fue
sentenciado a 150 años en prisión federal.

Actualmente se encuentra cumpliendo su condena en la prisión de seguridad media Complejo


Correcional Federal en Carolina del Norte y según está programado, será puesto en libertad el 14
de noviembre de 2139.

El escándalo ocasionado por Madoff ha sido noticia durante años, pero todavía hay muchas cosas
que la gente no sabe acerca del esquema Ponzi más grande de la historia.

1. Sólo una fracción de las miles de víctimas de Madoff han


recuperado todo su dinero.

Irving Picard, el fiduciario designado por el tribunal en el caso de Madoff, ha recuperado más de
9.500 millones de dólares de los 20.000 millones en activos robados.

Aproximadamente la mitad de esa cantidad, casi 4.900 millones de dólares, ha sido distribuida a
las víctimas de Madoff. Además, la Corporación para la Protección de los Inversionistas en valores
ha proporcionado 800 millones de dólares en seguros para las víctimas.
Los inversores estafados han presentado 16.519 denuncias a Picard. Hasta ahora, 1.107 han sido
completamente reembolsados. Otras 1.410 cuentas tienen derecho a indemnización y han sido
parcialmente reembolsadas.

La mayoría de las denuncias, casi 11.000, fueron rechazadas porque eran de "terceros" inversores:
Habían invertido con otras compañías financieras que a su vez invirtieron con Madoff. Pero los
terceros inversores también tendrán un poco de alivio. El mes pasado, el Departamento de Justicia
creó un fondo de 2.350 millones de dólares para ellos.

2. Incluso ahora, nadie sabe cuándo empezó la operación de Madoff.

Nadie ha podido probar cuándo Madoff comenzó a robarle a los inversionistas. El mismo Madoff
ha hecho afirmaciones contradictorias respecto a cuándo inició el crimen. Hace unos meses, le dijo
a CNNMoney en una entrevista que todo comenzó en 1987, pero después dijo que el plan empezó
en 1992. Algunos informes dicen que el crimen épico de Madoff podría haber comenzado tan
pronto como en los años sesenta, cuando empezó a trabajar en Wall Street.

El ex gerente de cuentas de Madoff, Frank DiPascali, Jr., dijo en el testimonio de la corte que
fechorías financieras habían estado ocurriendo "desde mucho tiempo atrás". Él empezó a trabajar
en la empresa en 1975.

3. Madoff en realidad no robó 65.000 millones de dólares.

A menudo se hace referencia a su operación fraudulenta como un crimen de 65.000 millones de


dólares. De hecho, en realidad robó 20.000 millones de dólares en fondos principales que fueron
invertidos con él. Sin embargo, su empresa generó estados de cuenta diciéndole a los
inversionistas que habían ganado devoluciones que les daban un valor total de 65.000 millones de
dólares. Así que según las personas que le habían confiado a Madoff sus ahorros de toda la vida,
en realidad perdieron 65.000 millones de dólares. Es sólo que dos tercios de ese dinero fue una
ficción de la imaginación de Bernie.
4. Los abogados se han embolsado más o menos 800 millones de
dólares al arreglar el desastre ocasionado por Madoff.

Picard y su compañía tienen la tarea de rastrear los bienes robados de Madoff, y redistribuirlos a
las víctimas. Ésta es una enorme tarea internacional, gran parte de la cual ha sido externalizada a
otras firmas de abogados. Los abogados han recibido más o menos 823,6 millones de dólares en
honorarios y gastos desde el arresto de Madoff en 2008. La gran mayoría (468,1 millones de
dólares) la recibió Baker Hostetler.

5. La vida en prisión no es tan mala, dijo Madoff. Pero aún así, no


puede dormir.

En una entrevista con CNNMoney en mayo, el autor del fraude, de 75 años de edad, dijo que tenía
un trabajo en el que ganaba 40 dólares al mes limpiando teléfonos y computadoras por "unas
cuantas horas al día". Cree que sus compañeros en prisión lo respetan y que pasa gran parte de su
tiempo leyendo periódicos y novelas.

Se despierta temprano, a las 4:30 a.m, no porque tenga que hacerlo, sino porque no puede
dormir. Lo persigue, dijo, el recuerdo del suicidio de su hijo mayor, Mark, quien se ahorcó el 11 de
diciembre de 2010, para el segundo aniversario del arresto de su padre.

"Soy el responsable de la muerte de mi hijo Mark, y eso es muy, muy difícil", afirmó. "Yo vivo con
eso".
¿Cómo pudo Madoff estafar a ricos y
grandes de la banca?

MADRID.- La increíble estafa piramidal de Bernard Madoff ha salpicado a gigantes de la banca


mundial, que han reconocido ya pérdidas propias o de sus clientes que alcanzan unos 10.000
millones de euros debido a su exposición a los productos del ex presidente del Nasdaq.

En España, las entidades españolas han gestionado o invertido unos 3.000 millones de euros -con
el Santander a la cabeza- en instrumentos financieros afectados por la estafa cometida por la firma
de Madoff, que podría ascender globalmente a alrededor de 37.400 millones.

Las grandes dudas suscitadas ante este fraude son cómo pudo pasar desapercibido a grandes
entidades financieras y a los reguladores durante más de 40 años. Aunque la investigación será la
que aporte luz al caso, con los datos actuales, éstas son algunas claves para entender el fraude:

¿Qué es una estafa piramidal?. Es un tipo de fraude que consiste en pagar las
rentabilidades prometidas con el dinero que va entrando de nuevos clientes del fondo de
inversión. La representación gráfica sería como una pirámide invertida, de tal modo que en la base
se encuentra el primer inversor y éste va recibiendo plusvalías de los nuevos accionistas que
entran. El problema es que si dejan de entrar nuevos clientes, la pirámide se derrumba. Es un
sistema de fraude que ya tiene más de 100 años.

¿Cómo funcionaba el fraude de Madoff?. Su 'tapadera' era la sociedad que fundó


en 1960 con el nombre de Madoff Investment Securities y que servía para captar las inversiones
de personas adineradas. Oficialmente, Madoff invertía ese capital en acciones de grandes
compañías y opciones de compra de esos títulos. Ofrecía altas rentabilidades -entre 10-12%-, que
nunca se veían afectadas por los vaivenes de los mercados, algo muy inusual. La realidad es que
invertía sólo una pequeña parte de esos fondos y la mayor se utilizaba para pagar a los antiguos
clientes.

¿Cómo captaba nuevos clientes?. Debido principalmente a dos motivos. Por un lado,
la mencionada alta rentabilidad -de hasta el 12% anual-. En segundo lugar, por su prestigio y el
aura de exclusividad que otorgó a su sociedad. Madoff fue presidente del consejo de
administración del índice Nasdaq de EEUU, uno de los más importantes del mundo, lo que le daba
credibilidad. Además, reclutaba a sus clientes en clubes exclusivos, como el Palm Beach de Florida,
y su reputación creció entre estas personas ricas hasta llegar incluso a grandes de la banca
internacional.

¿Qué vehículos de inversión utilizaba Madoff?. Principalmente, los 'hedge


funds', es decir, fondos de inversión libre que se caracterizan por una laxa regulación, capacidad
para aplicar estrategias arriesgadas y la búsqueda de altas rentabilidades en cualquier situación de
mercado. Teóricamente los 'hedge fund' están limitados a grandes inversores, ya que requieren un
patrimonio mínimo muy elevado.

¿Cómo se desmoronó la pirámide?. La crisis financiera provocó que entraran cada


vez menos clientes y Madoff tenía que hacer frente a los pagos de los inversores que querían
recuperar su capital, un dinero que ya se había evaporado en el pago a otros que se fueron antes.

¿Por qué no lo descubrió el regulador del mercado?. Ésa es la gran duda y lo


cierto es que el fraude deja en entredicho el sistema regulatorio de EEUU. El patrimonio de
Madoff bajo su gestión era oficialmente de 17.000 millones de dólares, aunque en realidad estaba
moviendo cantidades que pueden superar los 50.000 millones. Esto quiere decir que una parte del
dinero nuevo que entraba en el fondo se invertía directamente en la cartera, pero otra parte se
desviaba a pagar rentabilidades a los accionistas. La SEC ha alegado que Madoff fue muy
inteligente al rechazar facilitar a sus clientes acceso a sus cuentas por Internet. Según 'Washington
Post', enviaba los informes por correo ordinario, mientras que la mayoría de los 'hedge fund' lo
hacen por e-mail para facilitar su análisis.

¿Operan los 'hedge fund' en España?. Esta industria está sometida a una estricta
regulación por la CNMV y apenas está desarrollada en comparación con otros países. Actualmente
hay 24 fondos de inversión libre registrados en España, aunque existen otros 40 fondos de fondos.
Estos vehículos captan dinero de los inversores y los distribuyen en otros 'hedge fund'
internacionales.

¿Cómo se extendió el fraude entre la banca?. Principalmente, mediante la


inversión del dinero de sus clientes en la sociedad a través de sociedades y gestoras de grandes
patrimonios. Por ejemplo, el Santander invirtió más de 2.300 millones de sus clientes en la
sociedad de Madoff a través de Optimal, un fondo que invierte en otros fondos. Otros bancos
también invirtieron parte de su propia tesorería en la sociedad de Madoff.

¿Corren peligro las inversiones de los pequeños ahorradores?. No,


porque los 'hedge fund' no son accesibles a ellos, ya que muchos requieren una inversión mínima
muy elevada. Además, en el caso de Madoff la inversión en esos fondos era prácticamente por
invitación.
Bernard Lawrence Madoff

Bernard Lawrence Madoff, de 70 años, fundó la Bernard L. Madoff Investment Securities en 1960
con sólo 22 años. La Fiscalía estadounidense acusa a Madoff de haber acumulado 50.000 millones
de dólares en pérdidas fraudulentas a través de este fondo.

El escándalo se destapó la semana pasada, cuando el broker confesó a su familia que sus
operaciones eran en realidad una pirámide financiera, en la que pagaba la rentabilidad a los
inversores con el dinero que colocaban en el fondo otras personas.

Madoff fue arrestado el jueves 11 de diciembre tras admitir la estafa ante sus hijos Andrew y Mark
Madoff, ambos con puestos de responsabilidad en su empresa. El broker está en libertad
condicional tras pagar una fianza de 10 millones de dólares. Los cargos contra él acarrean una
pena máxima de 20 años en prisión y una multa de cinco millones de dólares.

Bernard L. Madoff Investment Securities gestionaba activos por valor de 17.100 millones de
dólares a fecha 17 de noviembre. Casi la mitad de sus clientes son hedge funds, bancos, inversores
institucionales y clientes de banca privada.

La Comisión del Mercado de Valores (SEC, en inglés) le abrió una investigación en 1992, pero le
exoneró de cualquier irregularidad. Sin embargo, algunos operadores del mercado tenían sus
sospechas, dado que Madoff aparentemente era capaz de mantener el rendimiento de sus fondos
incluso cuando el resto del mercado se hundía.

Peso pesado en Wall Street


Bernard Madoff es uno de los brókeres más veteranos de Wall Street, donde ha trabajado durante
más de cincuenta años. Madoff Investment Securities fue una de las sociedades que participó en la
creación del Nasdaq, contribución que sirvió para que Madoff ocupara la presidencia del parqué
neoyorquino.
Su cuartel general está situado en el edificio Lipstick, en el centro de Manhattan.
Víctimas de Madoff[editar]
Madoff, con fama de filántropo, no sólo engañó a entidades bancarias y a grupos inversores,
también fueron víctimas de su estafa algunas fundaciones y organizaciones caritativas,
principalmente de la comunidad judía de EE. UU., de la que Madoff era un personaje
principal.6

El 23 de diciembre la policía encontró muerto en su oficina de Nueva York, con indicios de


suicidio, a Thierry Magon De la Villehuchet, de 65 años y cofundador de Acces International,
uno de los principales comercializadores de fondos que gestionaba Madoff y cuyo dinero se
habría perdido completamente.7

Los afectados se agruparon en tres categorías: 1) bancos y aseguradoras; 2) banca privada y


fondos; y 3) fundaciones y personas físicas. A ellos puede agregarse, en una cuarta categoría,
a otros afectados sobre los cuales no se pudo determinar la cuantía de lo perdido.

El 11 de diciembre del 2010, en el segundo aniversario del arresto de Bernard, se encontró


muerto a su hijo mayor, Mark Madoff, de 46 años.8 Éste, y su hermano Andrew, denunciaron
las estafas de su padre después de que él mismo les revelara la forma en que ganaba tanto
dinero. Si bien se demostró que los hijos no tenían conocimiento de los negocios de su padre,
Mark y su hermano han sido víctimas de numerosas acusaciones y demandas durante estos
años. El cuerpo fue encontrado colgado, con una correa de perro, de una tubería del techo,
con señales de suicidio. El mismo día vencía el plazo del abogado encargado de liquidar los
fondos del financiero para reunir el dinero para indemnizar a las víctimas. Por eso, en los
últimos días el liquidador demandó a cientos de personas y entidades que cree que
colaboraron en la estafa (que Madoff cifró en 50 mil millones de dólares), la consintieron o
hicieron oídos sordos.8

Sentencia[editar]
El 29 de junio de 2009 fue condenado por el juez federal estadounidense Denny Chin, quien
dictó una sentencia ejemplar de 150 años de prisión, la máxima que podía imponer, por haber
cometido delitos extraordinariamente maléficos. Llevó a cabo y mantuvo durante más de dos
décadas un fraudulento esquema de inversiones calculado en más de 68.000 millones de
dólares.

Madoff, en la Institución Correccional Federal de Mediana Seguridad Butner, se encuentra


registrado con el número 61727-054 de la Agencia Federal de Prisiones.9 10
En una entrevista concedida en junio de 2010, declaró:11 12

Grupos inversores usados por Madoff[editar]

 Access International Advisors LLC (a través del American Selection Fund)


 Ascot Partners
 Banco Espirito Santo
 Banque Bénédict Hentsch
 Banco Santander (a través del Optimal Fund)
 BBVA
 BNP Paribas13
 NPB Neue Privat Bank (Zurich)
 Bramdean Alternatives
 Fairfield Sentry Ltd
 Fairfield, Connecticut
 Kingate Global Fund Ltd
 Robert I. Lappin Charitable Foundation
 M&B Capital Advisers
 Maxam Capital Management
 Nomura Holdings13
 North Shore-Long Island Jewish Health System14
 Sterling Equities, Inc. led by New York Mets co-owner Fred Wilpon
 Tremont Capital Management
Este tipo estafó al universo
El enorme fraude de Bernard Madoff tiene una explicación: su habilidad, el exceso de confianza de sus
millonarios clientes y el pésimo control de los reguladores

Hace diez días el agente del FBI Theodore Cacioppi llamó a un apartamento de Manhattan. Sabía
que la persona que estaba al otro lado de la puerta no sólo era el hombre que modernizó la Bolsa
de Nueva York y consiguió que los intermediarios cambiaran el teléfono por el ordenador, con lo
que las operaciones empezaron a cerrarse en segundos en vez de minutos y se podía ganar más
dinero en menos tiempo.

No sólo había sido el presidente del Nasdaq, el mercado electrónico de acciones de EE UU. Ahora
era el director de una empresa que se dedicaba a la intermediación bursátil y de otra, Bernard
Madoff Investment Securities, que asesoraba a grandes inversores particulares y a gestoras de
fondos. Su empresa ostentaba el récord de haber pagado beneficios superiores al 8% anual
durante 72 meses consecutivos.

Bernard Madoff era, a sus 70 años, un sabio de Wall Street. Pero además, era un buen donante de
las campañas electorales del Partido Demócrata y un generoso filántropo. Junto a su esposa, Ruth,
dirigía la Fundación Madoff, que el año pasado donó 19 millones de dólares al grupo voluntario
Kav Lachayim para que trabajase en escuelas y hospitales de Israel.

Él agente sabía todo eso y Bernard Madoff sabía a qué venía Cacioppi. Según consta en la
denuncia por fraude masivo presentada por el investigador del FBI, una vez que el magnate les
invitó a pasar a su casa el agente le advirtió:

-Estamos aquí para averiguar si hay una explicación inocente.

Y Madoff le contestó:

-No hay ninguna explicación inocente.

Madoff había empezado a juntar sus primeros ahorros como socorrista en las playas neoyorquinas
de Long Island mientras estudiaba Derecho. A los 30 años, sin haber terminado la carrera y con
5.000 dólares en el bolsillo, fundó la empresa que llevaría siempre su nombre. Diez años después
incorporó a su hermano Peter al negocio. Y después llegarían sus dos hijos y una nieta abogada.

El jueves 11 de diciembre, frente al agente Cacioppi, el gran sabio de las finanzas reconoció que
durante 40 años tuvo a todo el mundo engañado. Que montó su empresa con un esquema
fraudulento, que había cometido una estafa por valor de 50.000 millones de dólares (37.470
millones de euros) y que estaba arruinado y dispuesto a ir a la cárcel.

El agente había hablado dos días antes con dos directivos de su empresa. Ellos le contaron cómo a
primeros de diciembre Madoff los llamó a su despacho para decirles que se veía obligado a
devolver a ciertos inversores unos 7.000 millones de dólares y tenía dificultades para hacerlo. Los
ejecutivos creían hasta ese momento que la empresa de Madoff disponía de una liquidez de entre
8.000 y 15.000 millones de dólares para responder a cualquier emergencia.

El martes nueve de diciembre Madoff los llamó de nuevo para comentarles algo aparentemente
contradictorio con esa falta de liquidez: quería adelantar a diciembre la paga de los bonos que la
compañía pagaba a sus trabajadores en febrero. ¿Por qué? Madoff les advirtió de que no le era
posible abordar el asunto en la oficina y los invitó a su apartamento en Manhattan. Una vez allí, el
jefe se quitó la careta. Les dijo que su negocio de asesoría financiera era "un fraude", que no tenía
"absolutamente nada" de dinero y que antes de entregarse a la policía quería repartir los 200 o
300 millones de dólares que le quedaban entre empleados y familiares. Todo había sido "una gran
mentira" sostenida durante cuarenta años sobre un "gigantesco esquema de Ponzi".

El inmigrante de origen italiano Carlo Ponzi (1882-1949) logró ingresar en los manuales de
economía cuando en 1919 arruinó a 20.000 personas en Estados Unidos, a las que robó nueve
millones de dólares. Ponzi se hizo millonario devolviéndole a algunos clientes el doble de lo
invertido en sólo 90 días; eso sí, pagaba con el dinero de otros miles de clientes a los que nunca
devolvió nada. En ese sistema, los últimos que llegan son los que están condenados a perder todos
sus ahorros. Y los que llegan primero y saben retirarse a tiempo ganan un dinero fácil. Pero el
sistema es ilegal, está basado en el engaño. A diferencia del fraude piramidal, en la estafa Ponzi es
sólo una persona la que mantiene contacto directo con los inversores, mientras que en la pirámide
la víctima también se convierte en estafador.

"Madoff fue más listo que Ponzi", indica un economista afincado en Estados Unidos, "porque él no
prometía intereses del 30% ni del 40%, y mucho menos del 100% en tres meses, como Ponzi. Sus
fondos de inversión daban unos beneficios de entre el 10% y el 15% al año, lo cual es algo
extraordinariamente bueno, pero no escandalosamente bueno. Y aunque lloviese o nevase fuera,
él aseguraba ganancias cada mes".

"El alza de la Bolsa y de la vivienda ha permitido todos estos años atrás ocultar muchos errores de
gestión", explica el consultor financiero de Washington Isaac Cohen, de 68 años. "El dinero que
ingresaba Madoff lo usaba para pagar a algunos de sus clientes. Y cuando dejó de entrar dinero se
cayó la escalera. Se quedó sin ingresos para cubrir con las obligaciones".

Tras oír la confesión del jefe, los dos directivos, que en la denuncia del agente Cacioppi aparecen
citados como "empleado senior número uno" y "empleado senior número dos", delataron a su
jefe. En realidad, los empleados de Madoff eran sus hijos Andrew, de 42 años, y Mark, de 44.
Ambos aseguran haber invertido varios millones de dólares en la empresa del padre y desde
aquella conversación le retiraron la palabra, según fuentes citadas por la agencia Bloomberg. La
policía no ha emprendido acciones contra ellos, pero sí contra Ruth, la esposa de Madoff, por
supuesta connivencia en los desfalcos.
Madoff confesó al agente Cacioppi que el fraude podría alcanzar los 50.000 millones de dólares.
También le dijo que estaba arruinado. "Pero yo no me puedo creer que 50.000 millones se puedan
haber esfumado así como así. Madoff debe haber comprado algo y algún dinero se recuperará",
indica Arturo Porzecanski, de 59 años, profesor de finanzas internacionales de la American
University, en Washington, quien trabajó durante 30 años en instituciones de Wall Street.

Lo cierto es que no se conoce ni cuánto dinero robó Madoff ni a cuánta gente. La Securities
Investor Protection Corporation (SIPC), el organismo que tratará de recuperar el capital de los
inversores, ha advertido que se puede tardar hasta seis meses en aclarar las cuentas de Madoff.
Hay miles de pensionistas adinerados y docenas de entidades financieras entre los afectados. El
Banco Santander ha sido uno de los más perjudicados. La imagen de sus sucursales con su logotipo
rojo se han mostrado a menudo en los informativos de los principales canales de televisión en
Estados Unidos.

No había transcurrido ni medio año desde que la revista Euromoney otorgara en junio al
Santander el premio al mejor banco del mundo. Su presidente, Emilio Botín, envió a la ceremonia
celebrada en Londres ante los representantes de las principales entidades financieras británicas un
discurso pronunciado en inglés. Sus palabras resultaron premonitorias en verano y se han vuelto
contra él en invierno: "Como ustedes saben, el Banco Santander es una de las pocas entidades
financieras que ha atravesado exitosamente las turbulencias financieras del año pasado sin que se
viera afectado por los productos tóxicos. Ustedes pueden preguntarse cómo fue eso posible. Bien,
déjenme explicárselo: Si no entiendes completamente un producto, no lo compres; si no
comprarías un producto para ti mismo, no lo vendas; y si no conoces a tus clientes muy bien, no
les prestes dinero. Si haces estas tres cosas serás un mejor banquero, hijo mío".

El banco Santander pareció seguir bien la primera máxima (si no entiendes completamente un
producto, no lo compres), porque apenas invirtió 17 millones de euros en la empresa de Madoff,
pero desatendió el segundo precepto (no vendas lo que no comprarías para ti), porque invirtió
2.300 millones con el dinero de sus clientes.

Entre los miles de afectados se encuentra Alicia Koplowitz, una de las mujeres más ricas de
España, quien ha podido perder unos 10 millones de euros, y el empresario Juan Abelló. Entre las
firmas españolas que invirtieron en Madoff destacan M&B Capital Advisers, de Javier Botín (hijo de
Emilio) y Guillermo Morenés (marido de Ana Patricia Botín, hija del presidente del Santander); el
BBVA y el propio Santander a través de Optimal, su gestora de hedge funds.

Otras víctimas son el asesor financiero de los famosos de Hollywood, Gerald Breslauer, quien a su
vez invirtió dinero del director Steven Spielberg, y entidades humanitarias, además de otros
bancos como el británico HSBC, con casi 750 millones de euros, o el BNP, el mayor banco francés
por valor de mercado, con unas potenciales pérdidas de 350 millones de euros.

Hay periodistas judíos que han lamentado el daño que Madoff ha infligido a su pueblo y han
recordado que entre los estafados también hay organizaciones benéficas judías.

Después del descalabro surge la pregunta: ¿Cómo pudo engañar a Bernard L. Madoff durante casi
40 años a todo el mundo? ¿A sus dos hijos, a su hermano Peter, a PwC, KPMG y Ernst & Young,
tres de las cuatro mayores auditoras del mundo, a medios como The Wall Street Journal, bancos
como el Santander, a la comisión de valores de EE UU (Securities and Exchange Commission, SEC),
en cuya plantilla de 3.000 empleados hay 400 técnicos cuya misión es precisamente velar para que
no se perpetren fraudes cómo éste? Hubo periodistas especializados en hedge funds, como Michel
Ocrant, que en 2001 entrevistó durante varias horas a Madoff porque tenía ligeras sospechas
sobre su negocio. Y lo vio tan sereno y seguro de sí mismo que salió convencido de que Madoff,
sencillamente, había dado con una gran fórmula de hacer dinero.

Es verdad que Madoff poseía una gran capacidad de convicción. Para meter la mano en los
bolsillos mejor protegidos del mundo tuvo que limarse bien las uñas. Madoff transmitía riqueza,
pero no excesiva ostentación. Seguridad, pero no codicia. Cada vez que visitaba su barbería
predilecta en la avenida Worth de Palm Beach (Florida) se gastaba el equivalente a 15 euros en
manicura, 45 en el corte de pelo y 27 en el afeitado. Vive en un piso que compró en 1990 a diez
manzanas de su oficina por 3,3 millones de dólares; tiene otra casa frente a las playas de Long
Island, donde solía invitar a sus empleados, y es propietario también de una vivienda valorada en
21 millones de dólares junto a las canchas de golf del Palm Beach Country Club. Y posee un yate de
16 metros de largo que compró en 1977 por 462.000 dólares. En definitiva, tres casas, un yate y el
abono de socio a unos selectos clubes de golf, donde solía jugar junto a su esposa.

"Todos los tramposos son simpáticos. Y él lo era hasta el punto de que iba a los funerales de sus
inversores", explica el consultor Isaac Cohen. Es verdad que el aura de triunfador ayuda a
convencer a los demás, pero no basta para explicar por qué cayeron tan ingenuamente en sus
redes tantísimos expertos financieros. ¿Cómo pudo, entonces, engañar a todos? En la pregunta
está la trampa. Se trata de uno de los mayores fraudes financieros de la historia, si no el mayor.
Pero Madoff no engañó a todos.

Hubo alguna entidad, como la francesa Société Générale, que cumplió con su deber de supervisar
el lugar donde pensaba invertir el dinero de sus clientes. Hace cinco años, cuando todo lo que
rodeaba a Madoff olía a prestigio y solvencia, un equipo del banco acudió a la oficina de
Manhattan para efectuar una supervisión rutinaria. Y vieron que los números no cuadraban. Lo
mismo ocurrió con Aksia, una empresa neoyorquina especializada en asesorar sobre fondos de
inversión. La gente de Aksia, tras 18 meses de inspecciones, averiguaron el año pasado que la
contabilidad de la empresa de Madoff la llevaba la compañía Frieshling & Horowitz. Y detrás esa
empresa sólo había tres personas. Una de ellas tenía 78 años y vive en Florida y la otra era una
secretaria.

Además, hubo gente como el financiero Harry Markopolos, de Boston, que trabajaba en una
empresa rival y venía remitiendo cartas a la SEC ¡desde 1999! en las que denunciaba que Madoff
estaba actuando ilegalmente con un sistema Ponzi. "Yo fui el chico que gritó que viene el lobo",
declaró Markopolos esta semana. A Markopolos le espolearon sus jefes para que consiguiera los
mismo resultados que Madoff.

Pero era imposible. No disponía de pruebas corroborables, pero escribió en el año 2000 una carta
que comenzaba diciendo: "Soy un idiota por hacerles perder el tiempo" y en las que pedía que se
investigara a Madoff. La carta llegó a Edward Manion, un empleado de la SEC en Boston, que le
confió por teléfono: "Esto parece serio". Al año siguiente, la investigación de la SEC en Boston pasó
a Nueva York. Pero Manion pidió a Markopolos que siguiera remitiendo informes a la sede central
de la SEC. Y así lo hizo durante ocho años.
Por fin, en junio de 2006, la SEC abrió fin una investigación sobre Madoff. Ese mismo año, Eric
Swanson, un funcionario de la SEC de nivel medio, conoció a Shana Madoff, una nieta del
financiero que trabaja como abogada en la empresa de Madoff. Swanson dejó su puesto en la SEC
y se casó el año pasado con Shana. En noviembre de 2007 la SEC concluyó su investigación
afirmando que no había evidencia de fraude en la empresa de Madoff. Hay quien se pregunta si en
la actitud de la SEC influyó en algo la relación del funcionario Eric Swanson con la nieta de Madoff.
Puede incluso que alguien de la SEC cobrara no ya por mirar hacia otro lado -cosa que era
imposible puesto que la investigación tenía como objetivo descubrir se había producido un fraude
de sistema piramidal-, sino por mentir a sabiendas. O puede que sólo influyera el hecho de que los
inspectores de la SEC creían en la magia de Madoff. Los intereses que supuestamente repartía
iban hacia arriba cuando todo el mundo se precipitaba hacia el fondo de la crisis. Y Madoff siguió
jugando al golf y reclutando clientes.

En un acto de asunción de responsabilidad sin precedentes, el presidente de la SEC, Christopher


Cox, reconoció que durante casi una década hubo "específicas y creíbles" denuncias contra la
empresa de Madoff a las que la Comisión de Valores no prestó atención. Cox ha puesto en marcha
una investigación interna. Pero antes de empezarla ya se sabe que la SEC se conformó con
estudiar los libros que el propio Madoff le facilitaba, libros que estaban llenos de datos falsos,
según reconoce ahora el propio Cox, sin solicitar una autorización judicial para inspeccionar todas
las cuentas. Esta semana el presidente electo, Barack Obama, ya nombró a la que será sustituta de
Cox en la SEC, Mary Schapiro.

Madoff tampoco logró engañar, probablemente, a algunos inversores que supieron retirarse a
tiempo. "Y esos estarán ahora bien calladitos, pero seguro que ganaron un buen dinero", indica un
economista afincado en Washington que prefiere no revelar su nombre. Esta fuente del sector
considera que el Santander pecó de negligencia. "Se produjo algo parecido a lo de las hipotecas
subprime. Un intermediario deposita su confianza en otro, que a su vez la deposita en otro... y al
final se evapora el dinero de los clientes del Santander. Es cierto que vivimos hoy en una sociedad
en la que todo el mundo se especializa y subcontrata a alguien. Pero si yo dejo mi dinero en el
Santander es porque confío en que vaya a hacer el trabajo de supervisión en los fondos que yo no
puedo hacer".

Hay quien se pregunta también si de verdad engañó Madoff a sus propios hijos. La empresa de
asesoría de Madoff, desde donde se venía cometiendo el fraude, se encontraba en el piso 17 del
edificio Lipstick, y la de corretaje, donde trabajaban el hermano, los hijos y la nieta, en los pisos 18
y 19. Las empresas usaban sistemas informáticos distintos y Madoff guardaba los libros de
contabilidad bajo llave. Mientras la empresa de arriba ofrecía una transparencia absoluta, la de
abajo era opaca.

¿Por qué confiaron tantos inversores en que de en esa oscuridad del piso 17 su dinero estaba a
buen recaudo? El agente Cacioppi deja entrever una posible respuesta citando un párrafo que
aparecía en el portal de Internet de la empresa de Madoff: "En la época de las organizaciones sin
rostro que pertenecen a otras organizaciones igualmente sin rostro, Bernard L. Madoff Investment
Securities vuelve a una época anterior en el mundo financiero: El nombre del propietario está en la
puerta. Los clientes saben que Bernard Madoff tiene un interés personal en mantener el
intachable historial de retorno sobre las inversiones, negocios justos y altos estándares éticos que
siempre han distinguido a esta empresa".
O lo que es lo mismo: la palabra de un hombre es su contrato. A pesar de ser un adalid de los
avances electrónicos, Madoff no abría el sistema informático del piso 17 para que los clientes
comprobaran la evolución de sus propias inversiones. A cambio, Madoff les vendía su gran aura de
persona con acceso a las informaciones más confidenciales de Wall Street. Su nombre estaba en la
puerta. Parecía tan fiable que le apodaban el judío de las Letras del Tesoro. Pedirle que desvelara
sus métodos, según The Economist, era como pedirle a Coca-Cola que enseñara su fórmula
mágica. Madoff cultivaba con tanta convicción su imagen de tipo selectivo que se permitía
rechazar clientes adinerados.

Madoff ha pagado una fianza de 10 millones de dólares y ha de llevar un brazalete metálico. Vive
ahora bajo un arresto domiciliario que le obliga a permanecer en casa desde las siete de la tarde a
las nueve de la mañana. Uno de los principales humoristas del país recordaba que no parece un
castigo muy duro para una persona de 70 años pasar la noche en casa. Lo máximo que le puede
caer por el fraude cometido son el pago de una multa equivalente a 3,4 millones de euros y 20
años de cárcel.

Entre las muchas explicaciones que puede ofrecer Madoff para contar lo que hizo, no hay ninguna
inocente. -

También podría gustarte