Psicopatologia Final

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HISTORIA DE LA PSICOPATOLOGÍA

En este escrito recopilaremos aquellos sucesos de carácter prescindible para conocer los

orígenes de la psicopatología, así como el acercamiento a un concepto de la misma; para esto,

es necesario tener en cuenta que podemos definirla como una disciplina científica que estudia

el comportamiento anormal o desviado de la conducta humana, en especial los orígenes y

causas de estas patologías, así como su curso y evolución.

Esta disciplina estudia fundamentalmente:

- Las funciones psíquicas que presentan alteraciones: perturbaciones de la memoria, la

afectividad, el pensamiento, la psicomotricidad, el lenguaje, etc.;

- Los trastornos mentales, muchas veces denominados “enfermedades mentales”,

alteraciones complejas que comprometen áreas importantes de la conducta del sujeto,

como la esquizofrenia, la bipolaridad, la neurosis, las demencias, etc.

Para recopilar, analizar y diagnosticar todas estas patologías, se tiene en cuenta la utilización

de manuales como el DSM y el CIE, los cuales describen los trastornos mentales,

agrupándolos en categorías según los síntomas y las etiquetas diagnosticas par cada uno.

La psicopatología puede dividirse en psicopatología general, que estudia temas como la

naturaleza del trastorno mental, sus causas, los modelos teóricos que se utilizan para

entenderlo, la semiología y la etiología generales de las perturbaciones mentales, y la

especial, que analiza cada trastorno por separado (esquizofrenia, neurosis, trastornos del

estado de ánimo, etc.). A su vez, se divide en diversas partes que estudian los problemas

referidos a los trastornos mentales:


- La nosotaxia estudia su clasificación.

- La nosografía es su descripción.

- La etiología estudia sus causas.

- La semiología estudia los signos y síntomas a través de los cuales se manifiestan.

Recorrido cultural

A continuación, se definirán las teorías que apuntaron a un surgimiento histórico de la

psicopatología, teniendo en cuenta los postulados de las culturas primitivas, y haciendo

énfasis en los descubrimientos del hombre a lo largo de las edades históricas, hasta la

psicopatología que conocemos hoy en día.

Aportaciones en las culturas más primitivas

En las culturas más primitivas, ya existían manifestaciones psicopatológicas relativamente

abundantes. Sin embargo, por la misma naturaleza del periodo, no existía la suficiente

documentación objetiva y concreta acerca de estas. Así mismo, se dificultaba conocer en

rigor, cuáles eran las ideas que imperaron en cada grupo social/étnico desaparecido; solo a

través de aquellos pueblos que todavía existen en periodos históricos un poco más actuales,

es posible realizar una analogía con los anteriores, lo que aporta datos significativos. A

continuación, se describirán algunos de estos aspectos que involucran los primeros vestigios

para un estudio de la psicopatología actual.

El primer punto a destacar es la importancia de los estudios antropológicos y transculturales,

estos demostraron que las valoraciones de los mismos tipos de síntomas eran distintas en las
etnias diversas. Así, desde el punto de vista de la etnología y la antropología cultural, debían

comprenderse los condicionamientos sociales, así como la relatividad de estos síntomas en

cada población, puesto que lo que se consideraba normal en una etnia, en otras puede tener

un significado psicopatológico. Así, como señalaba Ackercknecht (s/f) “son normales entres

los dobu las ideas persecutorias, entre los kwakiutl las de grandeza y entre los mohave o

takala, las alucinaciones”.

A luz de dichas interpretaciones se acuñaron los conceptos de “autonormal” y

“autopatologico”, esto indica que aparecen como normales o patológicos en la sociedad en

que viven. También se adoptaron los conceptos de “heteronormal” y “heteropatologico”, los

que eran considerados como normales o patológicos por observadores externos a aquella

sociedad. Los antropólogos fueron los primeros en entender y comprender dichas

concepciones, que luego tendrían repercusiones importantes en la interpretación de la

enfermedad mental actual.

Un segundo punto a destacar es la influencia de los factores mágicos, entendidos como el

recurso a las explicaciones sobrenaturales de los hechos, y a su vez la creencia firme de tales

explicaciones. Implicó el surgimiento de una mentalidad para aceptar interpretaciones, que

hoy en día no se consideran acertadas, y que revela la falta de conocimiento de la sociedad

primitiva. Así, la figura del curador estaba inmersa en muchos pueblos y no eran raras las

ceremonias o rituales con fines de curación, invocación u otros elementos donde se

provocaba incluso, la aparición de signos psicopatológicos. Por tanto, era posible evidenciar

la disminución del nivel de conciencia, el aumento de la agresividad, la aparición de

alucinaciones, con recurso al empleo de sustancias externas (productos activos de plantas,

‘drogas mágicas’) o fenómenos de sugestión que afectaban a casi toda la colectividad.


Otro punto importante y presente en restos humanos hallados en zonas extensas, pero con

una explicación no muy clara, se debe a la existencia de trepanaciones craneales,

probablemente con un significado de ritualidad en parte. La trepanación prehistórica supuso

muchos problemas, especialmente de tipo cronológico, tiende a aceptarse que es un

fenómeno del Neolítico, y probablemente hasta la edad de Bronce. Circunstancialmente, se

trató de un fenómeno restringido a un grado cultural relativamente concreto. Para determinar

las razones de esta abertura de la cavidad craneal, cabe recordar que la cabeza se consideraba

popularmente como el asiento de la locura, además de que existía una clara interpretación

mágica, como parece demostrarse en la existencia de numerosas trepanaciones postmortem,

como por ejemplo en Francia donde aparecen redondeles, constituidos por fragmentos de

huesos del cráneo y que eran considerados como amuletos.

Por otro lado, Los fenómenos psicopatológicos más complejos han sido también estudiados

ampliamente, como por ejemplo el conocimiento de la existencia de cuadros patológicos

propios de ciertas culturas, que es casi que imposible encontrar en otras, por ejemplo, el caso

del “amok”, una alteración aguda y violenta, observada inicialmente en malayos y después

en otras culturas. También la antigua “histeria ártica”, forma de ecolalia observada en Siberia,

y que luego fue descrita en otras zonas del continente asiático con el nombre de “Latah” entre

los malayos. O los casos de “windigo”, descrito como una psicosis canibalística de los indios

americanos, o las formas de muerte por sugestión en la población haitiana.


Antigua medicina egipcia

Uno de los hallazgos hechos en esta civilización en el campo médico, fue el llamado papiro

de Ebers, en Tebas 1.500 años a.c, en el cual se encuentran recopilado múltiple información

sobre el cuerpo humano, pero la más significativa para esa época es el postulado del cerebro

como el órgano donde se encuentran todas las funciones de la mente. De igual forma se

describe el uso de plantas para tratar la epilepsia, además de una escuela de medicina situada

en el templo del sacerdote Imhotep donde se utilizaba una técnica llamada sueño de

incubación para tratar a los enfermos.

De igual forma, en el pueblo de Israel se menciona también ciertos casos de demencias o

agresividades, todas estas expuestas en libros del antiguo testamento; además de esto en el

Talmud se mencionaban además las convulsiones y el uso de la catarsis para aliviar las

dolencias de las personas, como una forma de que el paciente pueda hablar libremente de sus

preocupaciones. En el año 490 d.c se demuestra también la existencia de un hospital para

enfermos mentales en Jerusalén y estudios sobre los sueños como forma de manifestar los

deseos más profundos de las personas.

Antigua Grecia

En la cultura griega se encuentra una de las fuentes de información medicas más ricas de

todas; en el campo de la psicopatología se destacan dos corrientes que propone postulados

sobre esto: la parte filosófica y la parte médica.

Con respecto a la filosofía, encontramos que se destacaron varios puntos que expanden el

conocimiento humano en este campo, entre ellos el postulado de la existencia de una

actividad mental separada de la corporal, denominada posteriormente como `psique`. De


igual forma el entender el pensamiento humano como algo que estaba influenciado por el

mundo exterior y que de igual forma puede influenciar a este, aquí nace entonces conceptos

como las sensaciones y las ideas como parte de eso que podemos experimentar del mundo.

Dentro de la vertiente medica encontramos a Alcmeón de Crotona (siglo vi a.C.), quien

consideraba al cerebro como la sede de la razón y el alma y postulaba que la salud era la

armonía entre los contrarios, esto es, la interacción apropiada entre las fuerzas externas y las

internas. El estado óptimo, la crasia, era lo contrario de la falta de armonía, del conflicto o

discrasia. Defendió además una teoría de los espíritus animales, según la cual los sentidos se

comunicaban con el cerebro a través de unos conductos (los nervios). En esta línea, la obra

de Hipócrates es conocida de sobra, por la gran influencia en el desarrollo posterior de la

medicina, donde también es posible encontrar referencias acerca de la enfermedad mental.

Es importante hacer hincapié en la doctrina de los temperamentos propuestas por el filósofo,

la cual tiene connotaciones psicológicas muy notables que contribuyeron a la explicación

parcial de la conducta normal y patológica. Dicha teoría humoral de la persona, supuso la

existencia de cuatro humores: sangre, linfa (flema y pituita), bilis (amarilla) y atrabilis (bilis

negra), de ella derivaron los cuatro temperamentos: sanguíneo, linfático, bilioso y

atrabiliario, que han perdurado hasta la actualidad, sobre todo a través de determinadas

corrientes, esto a su vez difundió la teoría del equilibrio entre los cuatro humores que se

conocía con el nombre de crasis. Se aceptaba que la enfermedad mental o de otro tipo, se

debía a un defecto o predominio de alguno de estos humores.

En la visión y enfoque que la medicina griega tenia acerca de las enfermedades, mentales o

no, debe destacarse una visión y enfoque que se atribuía a recursos de tipo psicoterapéutico,
desde recursos como adivinos, oráculos, con las interpretaciones de los hechos, hasta las

técnicas más elaboradas como la catarsis, explicación de sueños, etc.

Edad media

Los árabes desempeñaron un papel fundamental en la transmisión del conocimiento científico

durante la Edad Media, esto debido al estancamiento generado en esta época el conocimiento

científico por parte de la religión en occidente, lo que permitió el desarrollo por parte de

oriente. La rápida expansión del conocimiento estuvo marcada por la herencia cultural de

los pueblos conquistados, en donde podemos encontrar la traducción al sirio de las obras de

Hipócrates, Aristóteles y Galeno que permitieron continuar la tradición de la medicina griega

y romana y transmitirla al resto de occidente. Avicena (980-1037) fue una de las figuras más

importante de este período, destacando en el escrito llamado Canon, la descripción de

fenómenos mentales anormales.

Dentro de la cultura islámica es posible destacar las aportaciones de Ibn Sina, conocido como

Avicena (980 – 1037) escritor de “El Canon”, el libro médico que ha tenido gran influencia

histórica en el mundo. Sus principales trabajos se centraron en la locura y en el tratamiento

de las emociones. Así mismo, Al Razi, conocido como Razes (865- 925), anterior a Avicena,

realizó curaciones utilizando algunos métodos psicoterapéuticos tomados desde la antigua

Grecia, y Maimondés (1135- 1204) cuya aportación más importante se hizo desde el punto

de vista de una “higiene mental”.


Medicina del occidente europeo

Dentro de la medicina europea occidental marcada por el auge cristiano, no existen desde un

punto de vista científico, grandes aportaciones para la psicopatología, sin embargo, es posible

evidenciar referentes acerca de la valoración y el tratamiento del enfermo mental. Notables

autores como Arnau de Vilanova (1238-1311) quien realizó una interpretación de los sueños

del rey Federico de Sicilia en 1309, donde señalaba que la manía afectaba la imaginación y

dependía de la inflamación de la celda (ventrículo) anterior del cerebro. Ramon Llull (1235-

1316) tomó varios estudios de Constantino El Africano (1020 – 1087) quien daba valor al

cerebro para la explicación de enfermedades mentales, y así, por ejemplo, consideraban que

los abscesos intracefalicos eran desencadenantes de cuadros psicóticos.

Cabe destacar de igual forma en este periodo a San Agustín, quien fue uno de los principales

pensadores y escritores que aporto a nuevas teorías y planteamientos sobre la mente humana,

donde nos propone que el cuerpo es un instrumento utilizado por el alma, y que a través de

esta siente, siendo el cerebro el órgano encargado de controlar todo esto. En esta corriente

occidental también se destaca Santo Tomas, quien relaciona alma y cuerpo, siguiendo una

corriente aristotélica, donde se actúa desde la parte racional, sensitiva y emocional, guiándose

de estímulos externos e internos.

En esta época también se encuentran varios casos de manifestaciones psicopatológicas, las

cuales reciben el nombre de epidemias psíquicas, las cuales trataron de importantes

psicopatologías colectivas, presentadas por varios grupos poblacionales. Uno de los más

conocidos es la llamada “locura de los danzantes”, descrita por un monje y posteriormente

divulgada por Rosen; en esta narran la colectividad de acciones realizadas por los sujetos,

estas atribuidas al “diablo” en donde hombres y mujeres eran seducidos por este para bailar
en sus casas, iglesias y calles, tomados de las manos y saltando; al terminar el baile gritaban

de dolor.

Renacimiento

Esta fue una época de avances en todos los campos de investigación, y como era de

esperarse, también en la medicina, filosófica y psicología. La invención de la imprenta y los

viajes a nuevas culturas y países, hicieron de esta una época marcada por influencias de

muchas partes y, además, de la posibilidad de impartir ese conocimiento a más personas.

La medicina moderna cobró importancia, en especial los nuevos estudios sobre la anatomía,

los cuales sientan la base para el desarrollo de lo que es la medicina moderna hoy; es en el

siglo XVI donde comenzara entonces los nuevos avances en la psicología modera. Juan

Luis Vives (1492), fue uno de los primeros en proponer y analizar nuevas corrientes en esta

área, como lo es concederle a la psicología un enfoque empírico mediante la observación.

Por otro lado, encontramos a Juan Huarte de San Juan, quien en 1575 en uno de sus escritos

distinguió tres facultades en el ser humano: el entendimiento, la imaginación y la memoria;

estos van a influir en lo que denominaba intelecto, imaginativo y memorioso, y a partir de

aquí estos factores influirán en la relación del tipo de temperamento y de ingenio.

A su vez es menester resaltar el auge que empieza a tomar en gran parte de Europa, la idea

de que los enfermos mentales debían recibir un tratamiento adecuado en lugares creados

específicamente con ese fin. Ciertamente la cultura árabe influyó notoriamente en este

aspecto, sobre todo en países como España, y en Valencia donde el sacerdote Gilabert Jofré

(1350- 1417) fundó la primera institución de esta índole en el año 1409, donde se trataban
exclusivamente a los enfermos mentales. También en el hospital Bethlem de Londres, que

en el año 1547 fue convertido en un asilo para insanos. Por otro lado, y en otro continente,

para dicha época, en 1565, en México se fundó el Hospital de San Hipólito, también creado

para el mismo fin. Fue entonces a partir del siglo XVI que se proliferaron en Europa

instituciones con la finalidad de tratar a los enfermos mentales. Paracelso fue una de las

grandes figuras de la medicina en esa época, uno de sus escritos más importantes en esta

área es sobre las enfermedades que privan de la razón, donde señala que las enfermedades

mentales no son producto de algo divino, sino de algo natural; aparte de la clasificación que

ya se venía trabajando (frenitis, manía y melancolía), Paracelso propone una nueva

clasificación de cinco grupos: epilepsia, manía, locura verdadera, baile de san Vito y otra

que denomino suffocatio intellectus. En lo que denomina locura verdadera, propone cinco

formas: lunáticos, insanicos, vensanicos, melancólicos y obsesivos; por otro lado, el

llamado baile de san Vito, tiene relación a la ya mencionada locura de los danzantes. En la

manía propone que es una afectación de la razón, sin que se vean afectados los sentidos;

por ultimo en la llamada suffocatio intellectus, es algo que intermedia la epilepsia y la

histeria.

Para el siglo XVIII, la corriente de la fisiología empezó a entenderse como el aquel estudio

científico que comprende los movimientos y la funcionalidad de los seres vivos. Los

estudios realizados por Whytt y Cullen, entrelazaron al sistema nervioso dentro de la

posición fisiológica, patológica y nosológica. Whytt (1714-1766) proponía que la mayor

parte de las enfermedades dependían del sistema nervioso, por lo cual deberían recibir el

nombre de nerviosas. Por su parte Cullen (1710-1790) con sus investigaciones permitió

visionar más ampliamente el campo de las enfermedades nerviosas, que había sido
previamente estudiado por científicos como Sydenham y Willis, para la histeria y la

hipocondría; porque según estos autores, todas las enfermedades poseían, en cierta medida,

un carácter de nerviosas.

A raíz de esto, Cullen (1789) decía que había que reservar el calificativo de enfermedades

nerviosas o neurosis a todas aquellas afecciones más allá de lo natural del sentido o del

movimiento, en las que la que el estado febril no constituye de ningún modo una parte de la

enfermedad primitiva; así como a todas aquellas que no dependen de una afección por parte

de los órganos, sino de una de tipo más general del sistema nervioso, y sobre todo de

aquellas provenientes cavidades encargadas del sentido y del movimiento.

Lo anterior permitió la aparición de los primeros trabajos psicoanalíticos y en especial de

aquellos avances dentro de una concepción psicológica, que culmina en la independencia

de esta última, con respecto a la filosofía y a la fisiología.

Época moderna

En esta etapa, y a través de la fisiología, fue posible para la psicopatología enriquecerse

desde un punto de vista biológico, lo que permitió asentar bases con un conocimiento más

sólido acerca de los procesos neurológicos, y, por ende, de los mentales. A su vez, se

fueron dando las primeras aportaciones de orden morfológico. Cabe destacar que los

autores Charles Bell, Magendie, Johannes Muller, Weber y Fechner, de la primera mitad

del siglo XIX, realizaron estudios en cuanto a los órganos de los sentidos, sensación y

percepción, con un impacto en el ámbito psicológico. Para mediados del siglo, la escuela

francesa, con Claude Bernard, supuso un gran desarrollo para la fisiología, en Alemania

con Helmholtz y el medico Franz Gall, quien aportó nuevos postulados sobre el cerebro y
sus funciones; este es considerado como un órgano múltiple, en donde cada parte es

responsable de una función, si esta se desarrolla correctamente se dice que será mayor, de

lo contrario sería mucho menor. De igual manera, la forma del cráneo impactara en el

desarrollo del cerebro, siendo esto estudiado mediante la palpación y la examinación de

este órgano, lo cual es llamado como frenología. A partir de esto, surge la necesidad de

mirar nuevos horizontes para el estudio de todos esos postulados, es aquí donde nace con

Wundt (1886) el primer laboratorio de psicología experimental, el cual permitió que esta y

las demás áreas tuvieran una nueva forma de realizar los estudios, mediciones y el análisis

de las investigaciones.

Todo este periodo, proporcionará entonces un gran cambio en la forma como se estudiaba e

investigaba, pasando de lo teórico a lo experimental, teniendo un trato más cercano con el

paciente y de igual forma con el enfermo mental, todo esto logrando que la psicología

cobrará un carácter científico como otras disciplinas. Además, se ven incrementados las

instituciones que buscan tratar a los pacientes con problemas mentales, y de igual forma

nacen nuevas doctrinas o leyes que buscan la protección y el buen trato a estos.

Época contemporánea

Cuando se refiere a una psicopatología contemporánea, el desarrollo de esta ha sido muy

variado, empezando por los aportes de la psicología y el surgimiento de escuelas

norteamericanas como las pertenecientes al estructuralismo, funcionalismo y conexionismo.

El estructuralismo se desarrolló principalmente en los Estados Unidos, por parte de Edward

B Titchener (1867-1927 Su finalidad consistió en el análisis introspectivo de la mente

humana y se basó en los principales postulados de Wundt. Sin embargo, dicha


introspección poseía un carácter científico, se buscaba entonces atender las propiedades

básicas de la conciencia, que en su momento eran las sensaciones, imágenes y sentimientos.

Por lo tanto, supuso llevar el método experimental al campo de la mente.

Por otro lado, el funcionalismo vinculaba una esencia meramente pragmática, poco

estructurada, donde se observaba el fenómeno tal cual era, y se estudiaba sin prejuicios

teóricos o doctrinas. William James (1842- 1910) quien estudió los problemas de la

estrechez del introspeccionismo, el cual decía que era limitante y microscópico. Creía que

la psicología debía estudiar las funciones, por lo cual valoró el papel del sistema nervioso.

Su más importante contribución fue en el área de las emociones.

El conexionismo o asociacionismo, se definía como un principio psicológico, que exponía

que las ideas más complejas provenían de la asociación de otras más simples. Sus autores

estaban muy arraigados a la filosofía empirista. James Mill (1773- 1836) planteaba el

principio de contigüidad y supone que las ideas simples se unen para formar otras más

complejas, por su parte su hijo John Stuart Mill (1806- 1873) quien decía que las leyes de

los fenómenos de la mente, son análogas a las mecánicas, pero otras veces también a las

químicas, y que, por ende, cuanto están en acción muchas ideas juntas al tiempo, tienen

lugar un proceso similar al de las combinaciones entre químicos.


La clínica psiquiátrica del siglo XX

El progreso de la psicopatología en este siglo, implica un conocimiento detallado de todos

aquellos procesos involucrados en las enfermedades mentales, donde son observadas,

analizadas y descritas. Por tanto, se habla de una interpretación analítico-descriptiva, donde

se esquematizan los síntomas y síndromes. Se desarrollan entonces teorías en torno a los

grandes problemas psiquiátricos como delirios y esquizofrenias, donde a su vez se plantean

programas de intervención y tratamiento para las distintas afecciones, con la posibilidad de

inclusión diagnostica e instituciones creadas para un adecuado procedimiento técnico

científico con aras de tratar al enfermo mental con procesos especializados, y si un estigma

hacia el mismo, donde prima el nivel profesional y ético del psicólogo o psiquiatra.
Referencias

Belloch, A. Sandín, B. Ramos, F. (2008) Manual de psicopatología, Volumen 1. Editorial

McGraw-Hill.

Domingo, M. (2012). Psicopatología: nociones generales. Documento de información.

Universidad de San Juan. Recuperado de:

http://www.uccuyo.edu.ar/ucc3/images/archivos/filosofia/biblioteca/contribuciones/2012_

UNSJ_QU%C3%89__ES_LA_PSICOPATOLOG%C3%8DA.pdf

Domenech, E. (1991). Introducción a la historia de la psicopatología. Publicaciones del

Seminario Pere Matta. Universidad de Barcelona. Recuperado de:

http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/11772/2/spm45.pdf
Historia de la psicopatología

Preparado por:

Valentina Hernández De Ávila

María José Zamora Amarís

Docente

Edgar Acuña

Universidad de San Buenaventura

Programa de psicología

2018

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