Otto Dorr Fenomenología

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Revista de Neuro-Psiquiatría

ISSN: 0034-8597
revista.neuro.psiquiatria@oficinas-
upch.pe
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Perú

DORR ZEGERS, OTTO


FENOMENOLOGÍA DE LA OBSESIVIDAD
Revista de Neuro-Psiquiatría, vol. 69, núm. 1-4, 2006, pp. 13-23
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Lima, Perú

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372039389002

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FENOMENOLOGÍA DE LA OBSESIVIDAD

PHENOMENOLOGY OF THE OBSESSIVITY

aTTa DORR ZEGERS'

RESUMEN

El autor presenta los problemas pero también las ventajas de la perspectiva fenomenológica
en el estudio de una neurosis obsesiva, ilustrándolos por medio de la exposición de un caso. El
significado del tiempo y de la espacialidad es destacado por el autor, quien además re/ieva la
importancia de las ideas de autores como Heiddegger y Binswanger.

PALABRAS-CLAVE: Fenomenología. Obsesividad.

ABSTRAeT

The author ilIustrates the multiple problems (hut the advantages too) concerning a pheno-
men%gical approach lo obsessive neurosis through rhe study ola case. The meaning 01time and
space has a special impartance. In the frame ol/he discussion il underlined the significance 01
Heidegger's and Binswanger 's ideas.

KEY WüRDS: Phenomenology. Obsessive neurosis.

Nuestra tarea es acercarnos a la neurosis la libertad en su relación con la obsesividad.


obsesivo-compulsiva desde una perspectiva La importancia de este último aspecto es tal,
fenomenológica, vale decir, sin una teoría que Jaspers (1946) llegó a afirmar que: "El
previa y sin preguntarnos por la causa. La límite de la obsesión posible se encuentra
pregunta es más bien por 10 que constituye allí donde está el límite de mi voluntad
en su esencia misma al fenómeno obsesivo. (libre)" (p. 112). Nuestro tema va a estar
En este marco, dejaremos de lado como concentrado en el estudio de la obsesividad
conocidas tanto las distintas definiciones desde dos dimensiones que son inherentes a
de los síntomas y síndromes obsesivos pro- todo fenómeno humano, como es el caso de
puestos, así como los interesantes aspectos la espacialidad y de la temporalidad. Tam-
relativos a la historia de esta enfermedad. bién daremos por conocidos los supuestos de
Tampoco nos referiremos en detalle a otros estas dos dimensiones antropológicas y que
elementos esenciales que constituyen "lo se remontan a los respectivos capitulos de
obsesivo", como por ejemplo el problema de la obra capital de Martín Heidegger (1927),

• Profesor Titular de Psiquiatrla de la Universidad de Chile y Jefe de Servicio del Hospital Psiquiátrico de Santiago.
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"Ser y tiempo". Son estos análisis de Mar- desvestirse, el cómo tenía que ordenarla
tin Heidegger los que hicieron posible en sobre la silla o dentro del armario. Una
buena parte algunos de los más importantes vez que terminaba el proceso de desves-
aportes hechos a la psiquiatría por autores de tirse por las noches y lograba meterse a
la corriente fenomenológico-antropológica, la cama, debía levantarse una y otra vez
como Ludwig Binswanger (1933, 1947, 1957, a controlar si la ropa estaba en su lugar y
1960), Erwin Straus (1956, 1960), Emil von suficientemente ordenada. Una particular
Gebsattel (1954), Jürg Zutt (1958, 1963), atención le dedicaba a los cinturones,
Hubertus Tellenbach (1956, 1957, 1961) Y los que ella desenrollaba o enrollaba con
Wolfgang Blankenburg (1971, 1981, 1983, extremo cuidado.
1988), entre otros.
2. Pasaba horas delante del armario ordenan-
Para ilustrar nuestro análisis describi- do una y otra vez la ropa de cama, porque
remos en primer lugar un caso típico de la asaltaba siempre la duda de si podría no
neurosis obsesivo-compulsiva que nosotros estar suficientemente limpia y ordenada.
estudiamos y tratamos en Alemania durante Luego tenía que relatarle a su marido en
nuestra formación y que luego pudimos forma exacta cómo había llevado a cabo
seguir a lo largo de varios años. todo el procedimiento de ordenar la ropa
en el armario. Una vez terminada su
CASUÍSTICA descripción, éste tenía que responder con
la frase: "Sí, ya está todo en orden". Esta
Se trata de una mujer que cuando con- frase solía ayudarla y lograba entonces
sultó tenía 28 años, estaba casada y s6lo se salir del circulo infernal de la duda y la
dedicaba a las labores de casa. La razón de su repetición de la serie de actos orientados
primera hospitalización fue la reagudización a la limpieza y orden de las sábanas.
de un cuadro obsesivo que venía sufriendo
desde haCÍa algunos años. Su sintomatología 3. Varias veces al día tenía que revisar su
la estaba incapacitando de tal modo, que cartera y controlar cada uno de los objetos
ya no era capaz de atender ni su casa ni a que habia en ella. El miedo que la asaltaba
los niños. Ella se encontraba prácticamente era que alguno de estos objetos se hubiese
invalidada por sus síntomas, pues tenía que perdido, razón por la cual los tomaba en
repetir incontables veces determinados ri- sus manos y los contaba una y otra vez.
tuales obsesivos, puesto que si no lo hacía,
le sobrevenía una angustia insoportable. 4. Estas obsesiones, y en particular la de
Tenía distintos tipos de obsesiones, que revisar los objetos de la cartera, solían
resumiremos a continuación:. desencadenarse al decir ella o escuchar
de otra persona las tres palabras alemanas
1. Los actos de vestirse y desvestirse eran que se emplean para decir "fuera" ((or!,
realizados con mucha lentitud y en un raus, weg).
orden riguroso. Cualquier interrupción
significaba que ella tenía que empezar Nos detendremos sólo brevemente en el
todo de nuevo. Ahora bien, no era sólo análisis de la biografía y de las interesantes
el acto de ponerse y sacarse la ropa, sino conexiones psicodinámicas entre ésta y
la forma extremadamente perfecta corno los síntomas obsesivos. En primer lugar,
ella tenía que tomar cada pieza (sobre mencionaremos tres elementos biográficos
todo la ropa interior) y contemplarla que nos parecen muy relevantes para la
fijamente antes de ponérsela y luego, al comprensión de la génesis de su enfermedad:

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10 La paciente fue hija única, muy mimada pulsos (sexuales y agresivos) venidos desde
del padre, el que -con o sin intención, no el inconsciente y la censura ejercida por la
sabemos- solía acariciarla en todo el cuerpo instancia moral, el "super-yo" del psicoaná-
hasta el comienzo de la pubertad. El padre lisis. Los mecanismos de defensa que están
habia pertenecido al partido Nazi y siendo enjuego y que pudieron constatarse durante
todavía soltero y a raíz de una desilusión las sesiones de psicoterapia de orientación
política, intentó suicidarse con un disparo, analítica, fueron los siguientes: 1° El despla-
que no lo mató, pero lo dejó ciego. 2 En 0
zamiento: del útero a la cartera, donde tiene
relación o no con esta estimulación erótica que comprobar una y otra vez si el objeto (el
precoz, la Sra. K. manifestó muy tempra- nifio) está todavía ahí. 2° El aislamiento:
namente fantasías y necesidades sexuales. ciertas palabras (fort, raus, weg = ¡fuera!)
0
3 A los 17 años tuvo su primera relación son extraídas del contexto significativo, en
sentimental y sexual con un extranjero este caso de culpa, y vividas como algo sin
mucho mayor que ella. En el marco de esta sentido. La relación entre estas palabras y el
relación la Sra. K. quedó embarazada, al aborto no puede ser más evidente, sin embar-
saber lo cual su pareja abandonó Alemania go. 3° La repetición: ese lento, tormentoso,
y no se volvieron a ver más. Con ayuda de pero también placentero desvestirse cada
la madre y sin conocimiento del padre, ella noche repite hasta el infinito la relación con
se provocó un aborto. 4° La madre nunca le el extranjero que terminara en aborto, así
perdonó el que se hubiera involucrado con el como las caricias que recibiera del padre
extranjero, por todas las consecuencias que durante toda su infancia. 4° Anulación o
esto tuvo. Permanentemente se lo reprochaba deshacer lo hecho (Ungeschehen machen):
y al llegar a la edad del climaterio desarrolló en el análisis se pudo demostrar que la pa-
una cierta forma de ideas de auto-referencia ciente, a través del ordenamiento repetido de
en relación con el tema: la paciente habría la ropa de cama en el armario y la revisión
mancillado el honor de la familia, todo el hasta el agotamiento de que estuviera limpia
círculo de amigos y conocidos hablarían mal e impecable, estaba buscando mágicamente
de ellos por eso, etc. rescatar su pureza, su virginidad, haciendo
desaparecer tanto lo ocurrido con el padre
Su sintomatología obsesiva comenzó como con el amante.
cuatro afias antes del ingreso en una clara
relación cronológica con dos circunstancias: Pero también cabría pensar desde una
l° Ante la insistencia del marido de conocer perspectiva que podríamos llamar dinámico-
su pasado, ella le confesó que había tenido antropológica que su enfermedad obsesiva se
relaciones sexuales a los 17 afias con un desencadena a raíz de una suerte de invasión
hombre mayor, pero ocultándole la historia de todo su psiquismo, de todo su ser, por la
del aborto. Esto reactivó los sentimientos de culpa: culpa por haberse involucrado sexual-
culpa vinculados al tema, en parte también mente con un hombre mayor a la edad de 17
por el hecho "que era la primera vez que le afias, algo que en esa época y sobre todo en
mentía a mi marido". 2° Su más íntima amiga, su familia no se usaba; culpa por habérselo
que poco antes se había trasladado a vivir a contado a su marido, dado el sufrimiento
Berlín, se suicidó lanzándose de una ventana, que provocó en él (estas dos formas de
a raíz de una desilusión amorosa. culpabilidad habían sido, recordemos, muy
estimuladas por la madre); culpa por haberle
En una primera aproximación los sínto- mentido en relación al aborto; culpa por haber
mas obsesivos aparecen claramente como aceptado las caricias eróticas de su padre
una solución de compromiso entre los im- ciego; y por último, culpa por no haberse

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suicidado a raíz de todo lo ocurrido, como del resto de los objetos del mundo, atrapando
sí lo había intentado consecuentemente su toda la atención del paciente, hasta el punto
padre, aunque no hubiera tenido éxito, y su de paralizarlo. En segundo lugar, el signifi-
amiga, con éxito. La Sra. K. aprendió desde cado común que se anuncia a través de este
muy joven que la solución a los problemas conjunto de objetos no es cualquiera, sino
humanos complejos (y cuál mayor que la que -como ya lo señalaron von Gebsattel
situación de haberse hecho culpable) es el (1954) y Erwin Straus (1960)- está limitado
suicidio (el padre y la amiga) o la locura (la a algunos temas muy precisos, como son la
madre). Entre los dos caminos ella elige el descomposición, la suciedad, el desorden y
segundo. los temas relacionados, como por ejemplo la
putrefacción, la impureza, el caos, etc. En
Pero en nuestra aproximación, como el caso de nuestra paciente, el tema que se
decíamos al comienzo, no nos vamos a anuncia en todas sus obsesiones es el de la
preguntar por la patogénesis, sino por las suciedad y el de la impureza, al que se agrega
características del mundo de nuestra paciente luego el del desorden y el de lo incompleto
y dentro de éste, por su espacialidad y su (de los objetos en su cartera). En tercer lugar,
temporalidad. los objetos que capturan su atención son fun-
damentalmente la ropa interior y las sábanas.
LA ESPACIALIDAD DEL Horas tarda en vestirse y desvestirse, porque
MUNDO OBSESIVO debe revisar una y otra vez la limpieza (¿pu-
reza?) de sus blusas, corpiños y calzones y
En un trabajo anterior sobre la feno- luego el orden en que quedan guardados en la
menología de la angustia llegamos a la cómoda. Horas permanece frente al armario
conclusión de que el rasgo universal del revisando también la limpieza (¿pureza?) y
espacio angustioso es la "opresión", rasgo el orden de la ropa de cama. Tanto la ropa
que curiosamente coincide con la etimología interior como las sábanas pertenecen a la
de la palabra angustia: estrechez, opresión, esfera de lo íntimo en un doble sentido: que
asfixia. Es clara la forma cómo en las fobias son objetos que se encuentran en la mayor
el espacio se estrecha y los objetos se le vie- proximidad posible con respecto al cuerpo
nen encima al paciente. El objeto fóbico se y que al mismo tiempo no se muestran, a
ha de algún modo desprendido del contexto diferencia del vestido, en el caso del cuerpo,
de los otros objetos del mundo y se apodera o del cubrecama y de la colcha en el caso de
de la atención del paciente hasta el punto de la cama. Ese espacio de lo íntimo lo com-
amenazar su misma identidad. En la expe- parten estos objetos con la sexualidad. Este
riencia fóbica hay siempre un cierto grado de es un instinto o necesidad humana que no
despersonalización y en cualquier caso, de pertenece al espacio público como podría ser
desapropiación: el sujeto no tiene ni maneja el afán de poder, de competir, de conocer o
al objeto (fóbico), sino a la inversa, éste a él. incluso el impulso hacia la trascendencia,
En la neurosis obsesiva, donde la angustia también necesidades del hombre en todas
juega un rol tan importante, también el es- las épocas. Lo que sí pertenece a lo público,
pacio se torna estrecho, opresor e invasor, a lo que puede ser visto por todos, es una
pero de una manera bastante más compleja etapa muy incipiente de lo erótico, como es
que en el caso de las fobias. En primer lugar, la seducción, proceso en el cual juega un
aquí no se trata de un solo objeto (avión, papel importante el vestido, el maquillaje
animal, calle), como en las fobias, sino de un y las joyas, vale decir, justamente lo que se
conjunto de objetos vinculados entre sí por muestra. El conjunto de objetos que acapara
un significado común y que se emancipan por horas la atención de la Sra. K., llenando

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en cierto modo su mundo -mundo que ella objetos de su cartera se encuentran ahí en el
habita con un estado emocional contradic- lugar que les corresponde y sin embargo, no
torio, porque es angustioso y placentero a puede sino revisarlos una y otra vez, porque
la vez- normalmente no se muestra y casi en ese momento sólo existen ellos y todo el
diría que en la vida diaria no nos percatamos resto del mundo se ha retirado a una suerte
de él. La ropa interior está hecha para ser de penumbra, de trasfondo sin importancia.
cubierta por el vestido o el traje o para ser Fracasada la verdadera familiaridad con
sacada de nuestro cuerpo por la noche; las los objetos que se obtiene de una perfecta
sábanas reciben a nuestro cuerpo dormido 0, ecuación cercanía/distancia y al producirse
en el caso del encuentro amoroso, son abso- la mencionada invasión del espacio obsesivo
lutamente irrelevantes frente a la presencia y por los objetos, el paciente procura resta-
la cercanía del cuerpo de la persona amada. blecer esa distancia salvadora a través del
Y, sin embargo, constituyen el centro del ritual, ese acto sin sentido y que se repite
mundo para la Sra. K. una y otra vez en forma idéntica. En la di-
rección significativa intencionada se puede
¿Qué es lo que está ocurriendo en la apreciar la gran diferencia que hay entre el
relación de la Sra. K. con los objetos que la ritual obsesivo y el ritual religioso, razón
rodean? Recordemos que, como dijo Sartre por la cual no cabe identidad alguna, como
(1943): "Percibir una cosa real es ponerla en ha sido sugerido tantas veces. A través del
su lugar entre otras cosas". El paciente obse- ritual el hombre religioso procura disminuir'
sivo, por el contrario, no percibe el campo esa enorme y natural distancia existente entre
real de interconexiones al que pertenece lo humano y lo divino, entre el espacio pro-
en realidad el o los objetos que ocupan su fano y el espacio sagrado. El rito religioso,
atención y así, en el caso de la Sra. K. la ropa en cierto modo, conjura la presencia de los
interior no debería tener sentido en sí misma, dioses, llegándose en algunos casos, como
sino sólo en relación a su cuerpo cuando se la en la Misa de los católicos, a la creencia de
pone o al armario o la lavandería cuando se la presencia real deJesucristo ahí enla hostia
la saca. Lo mismo vale para las sábanas, que consagrada. La aproximación a lo divino, que
sólo tienen una real existencia cuando se las permite el rito religioso, alcanza su máxima
necesita. Para la Sra. K. la ropa interior y las expresión en la Comunión, que significa
sábanas, desde su significación determinada nada menos que la unión real con el dios a
biográficamente, se emancipan del resto de través del acto de comer su cuerpo. Nada de
los objetos, sufren un proceso de inflación eso encontramos en el ritual obsesivo. Por
e invaden su espacio vital, oprimiéndola. el contrario, de lo que se trata es justamente
Este modo suyo de relacionarse con los de alejar los objetos que poseen un sentido
objetos representa al mismo tiempo una mágico, de detener ese proceso de invasión
peculiar deformación de uno de los dos ras- asfixiante.
gos esenciales que, según Heidegger (1927),
caracterizan a la espacialidad humana: el El segundo rasgo de la espacialidad
des-alejar (das Ent-fernen), vale decir, esa humana descrito por Heidegger, el conceder
natural tendencia del hombre a acortar las (das Einrliumen), también aparece defor-
distancias, a conocer las cosas y a familia- mado en el mundo obsesivo: los objetos no
rizarse con ellas. En el obsesivo los objetos son dejados reposar en su propio espacio,
que capturan su atención y que, como vimos, sino arrancados de él y manipulados arbi-
estrechan su espacio se tornan desconocidos trariamente. Para volver al ejemplo de la
yen cierto modo todopoderosos. La Sra. K. Sra. K., la ropa interior está hecha para ser
sabe que las sábanas están limpias y que los usada en el modo de ocultarse (por algo

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lleva el adjetivo de "interior") y no para ser años más; además, yo podría llegar a ser
expuesta, contemplada y revisada por horas alguna vez como cualquier otro ser que yo
enteras. Lo mismo vale para las sábanas. desease y, por 10 tanto, podría ser todos y,
y cuando no son usadas (ocultándose), su por ende, ninguno. Pero lo paradójico es
espacio natural es la penumbra del armario que aun cuando tenemos plena conciencia
cerrado, junto a otras piezas de ropa, lejos del fin, de la muerte, y esta conciencia es la
del calor y del frío, pero también de cualquier fuente última de la experiencia angustiosa,
presencia humana. Lo que no pertenece a la vivimos este tiempo transitorio en el que
esencia ni de la ropa interior ni de la ropa de cada minuto nos acerca a ese fin que no
cama es la exposición a un espacio en cierto deseamos, no como un morirse cada día,
modo público y menos aún a esa persistente como un ir desapareciendo, sino por el
manipulación a la que la Sra. K. las somete. contrario, como un crecimiento progresivo.
Más exagerada es todavía esa manipulación En rigor, no sólo estamos permanentemente
arbitraria en el caso de los objetos que con- anticipando el por-venir, sino que, en cada
tiene su cartera, cuanto más que aquí se ha momento debernos actuar con caridad (en
producido un desplazamiento del significado el presente), llenos de la esperanza de que
mucho más extremo que en el caso de la ropa todo salga bien en el futuro (el término de los
interior o de las sábanas. Estas podrían per- estudios, el nacimiento del hijo, la mejoría
fectamente estar contenidas en el contexto de la enfermedad o lo que sea), y esto desde
significativo de la sexualidad o viceversa, la fe que tenemos en nuestras creencias (que
en cambio la relación entre cartera y matriz, nos vienen desde el pasado). Esto significa
por una parte, y entre el número completo de que hasta las llamadas virtudes teologales,
objetos guardados en ella y el feto abortado, venidas, se supone, directamente de Dios y,
por otra, es mucho más lejana. por ende, con visos de eternidad, necesitan
del anclaje en la dinámica temporal para
LA TEMPORALIDAD adquirir un sentido.
DEL MUNDO OBSESIVO
Otra característica de la temporalidad
Según Heidegger (1927), el ser humano, humana normal es 10 que Hegel caracteri-
el Dasein, es temporal desde su estructura zaba a través del triple significado del verbo
misma como ser-en-el-mundo, por cuanto el "aufheben": suprimir (terminar), conservar
motor de esta estructura es la cura o cuidado (guardar) y elevar (superar). Cada nueva
(die Sorge) y en ella ya aparece la imbrica- situación humana implica terminar algo o
ción de esas tres instancias temporales que con algo, ser capaz de conservar, de guardar
son el pasado, el presente y el futuro. En cada consigo eso terminado y luego elevarlo y asu-
acto humano estamos anticipando el futuro, mirlo, 10 que va a significar en último término
reteniendo el pasado y realizando algo en el la superación de todo lo anterior y la apertura
presente. Yo no podría decir una frase que hacia o la configuración de una nueva tarea,
tuviese sentido (presente) si no supiese al de una nueva situación. Un ejemplo banal
mismo tiempo lo que vaya decir (futuro) y de 10 aludido es la situación de mudanza,
lo que ya dije (pasado). Ahora bien, el tiempo en la cual el sujeto con una personalidad
se constituye desde la finitud, vale decir, depresiva fracasa, al ser incapaz de abando-
desde la muerte y su carácter central es la nar realmente la casa vieja y conservando su
transitoriedad. Si fuésemos inmortales (en recuerdo, entregarse a habitar la nueva. En el
la tierra), las posibilidades serían infinitas y obsesivo también fracasa, aunque de manera
no tendría ningún sentido hacer algo ahora diferente, como veremos más adelante, esta
cuando lo podría hacer también en 10.000 forma de la temporalidad.

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¿Qué ocurre con la temporalidad del plenitud (consumación o realización en


mundo del obsesivo en comparación con la el presente de lo que se espera del futu-
del normal? El análisis de nuestra paciente ro) y cuyo único destino es, por ende, la
nos permite determinar algunas de sus ca- repetición. Esa es la razón por la cual el
racterísticas esenciales: paciente parece que hubiera olvidado que
recién unos minutos antes ya comprobó
l. La paciente repite una y otra vez el acto, que todo estaba limpio y ordenado y que,
el que sólo termina por agotamiento o por por otra parte, vaya hacia el encuentro del
intervención del marido. Ya Pierre Jarret, futuro sin ninguna expectativa, fuera de
en su famoso libro Les obsessions el la la de evitar una mayor angustia.
psychasténie (1919), afirmaba que uno
de los elementos esenciales del neurótico 2. El segundo rasgo propio de la temporalidad
obsesivo era su incapacidad para realizar obsesiva es su total esterilidad. Vimos
la «action de terminaison", el acto de ter- como el hombre común vive siempre el
minar algo. Pues cada acto humano debe futuro como posibilidad (de agrado, de
ser terminado, abolido, para dar paso a éxito, de felicidad o de lo que sea) y aun
otro. Lo mismo vale, como veíamos, para si fracasa en todo, él vuelve a esperar que
las situaciones de la vida cotidiana y aun la próxima vez sí le resultará. El futuro
para las distintas etapas de la vida, y así, del obsesivo no ofrece sino la repetición
para poder ser adolescente hay que dejar exacta de lo vivido momentos antes y, por
de ser niñ.o, para poder ser adulto hay que lo tanto, lanada. Uno podría sí preguntarse
dejar de serjoven y para poder ser viejo hay por qué el rito religioso, que también es
que dejar de ser adulto, etc. El asumir una repetición, a veces por años y por siglos
nueva tarea implica el dejar la otra en el de lo mismo, no produce la angustia de la
.pasado, o dicho de otra manera, ser hombre obsesión, sino por el contrario, trae consi-
significa estar siempre anticipando el futu- go la paz. La diferencia estribajustamente
'ro, dejando atrás lo pasado. El tiempo de en la fecundidad de esta repetición. Porque
la vida humana es, como veíamos, lineal y sucede que aun cuando sea lo normal que
ascendente; en el obsesivo, en cambio, nos todo pase y termine, en el ser humano
encontramos con un tiempo que no avanza, conviven la conciencia de la muerte con
con un tiempo circular y en cierto modo una tremenda ansia de eternidad, de que
sin fin. La Sra. K. tiene que revisar una y la felicidad, el amor o la contemplación de
otra vez su ropa interior y sus sábanas, así Dios no terminen jamás. Y de hecho, en
como los objetos de su cartera, aunque sabe los grandes poetas encontramos siempre
que la ropa está limpia y el contenido de su la idea de la eternidad del sentimiento
cartera intacto. Esto porque, en rigor, no amoroso y del amor como una de las pocas
se trata de un problema de conocimiento, formas de superación de la muerte. Así
sino de una profunda alteración de la tem- leemos en la segunda Elegía del Duino
poralidad, en el sentido de una detención de Rainer M. Rilke:
de la "temporalidad inmanente", de eso
que von Gebsattel (1954) llama la "Wer- "Va sé que os tocáis dichosos, por que la
denshemmung", vale decir, la inhibición caricia os retiene
del llegar a ser. El mundo del obsesivo y no desaparece el lugar que vosotros, tier-
es un mundo en el que ha desaparecido nos, ocultáis:
tanto la esperanza (el futuro) como la fe porque debajo presentís la pura duración...
(el pasado). Es un mundo en el que no hay Es casi eternidad lo que os prometéis de
certezas (fe venida desde lo ya pasado) ni cada abrazo".

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y en la versión poética de la antigua de nuestros antepasados y precisamente


leyenda de Tristán e ¡solda, hecha por el por su provisionalidad tienen que ser
mismo Wagner (1966), encontramos también comprendidas y transformadas por noso-
explícitamente el misterio de la superación tros... ¿Transformarlas? Sí, porque nuestra
de la muerte a través del amor: tarea es ésta: impregnarnos de esta tierra
provisional y caduca tan profundamente,
"La vieja canción lo ha repetido: amar y tan dolientemente, tan apasionadamente
monr, que su esencia resurja otra vez en nosotros,
pero no, no, ¡no es así! invisible. Somos las abejas de lo invisible...
j Amar, amar!, Las elegías nos muestran a nosotros mismos
amar hasta en la muerte y no morir de en esta tarea...de este constante transformar
amor". lo amado visible y tangible en la agitación
(ler. Cuadro del Acto III de la ópera ho- y valoración invisibles de nuestra natura-
mónima). leza, todo lo cual introduce nuevas formas
de vibración en el universo..." (Briefe, 11.
y más adelante, el músico y poeta expresa Band, Insel, Frankfurt am Main, 1991, p.
lo mismo en forma más vehemente todavía, 374 ss.).
cuando dice:
"Tristán, el héroe, con fuerza jubilosa, La temporalidad del mito y de todas
se ha elevado por encima de la muerte". las cosas divinas es también, por cierto, la
(2" Cuadro del Acto I1I). eternidad. (La palabra rnythos significa el
lenguaje de los dioses). Nadie puede creer
Esta naturalidad con que el hombre se en un mito pensando que dejará de tener
relaciona con la temporalidad de lo eterno validez en pocos días o semanas más. El
aparece también descrita en una carta que sentido del acto ritual religioso es entonces
Rilke escribe a su editor en polaco, Witold el hacerse contemporáneo de los dioses.
Hulewicz, en respuesta a la pregunta de Por intermedio de la repetición de un acto
éste por el sentido último de las famosas mítico cargado de significación (como el
Elegías del Duino: "Estas poesías conducen sacrificio de la Misa, por ejemplo) el hombre
a la demostración de que esta vida, así de- logra acceder al tiempo de los dioses, que
pendiendo de lo inseguro, es imposible. En es la eternidad y a través de ello alcanzar la
las elegías la vida se hace otra vez posible. plenitud más completa. "La fiesta religiosa
Es la afirmación de la vida y de la muerte; es la reactualización de un acontecimiento
en las elegías éstas se nos muestran como primordial, de una historia sagrada cuyos
una misma cosa... La muerte es sólo el protagonistas son los dioses o los seres se-
lado de la vida apartado y no iluminado midivinos.... El calendario sagrado regenera
por nosotros. Debemos ensayar el logro periódicamente el tiempo, porque lo hace
de la máxima conciencia de nuestra exis- coincidir con el Tiempo del Origen", nos
tencia, la que está domiciliada en ambos dice Mircea Eliade (l979, pág. 93). A 10 que
ámbitos ilimitados y se nutre de ambos yo agregaría que ese "tiempo del origen" es
inagotablemente... La naturaleza, las cosas justamente el tiempo "inmóvil", el tiempo
de nuestro trato cotidiano y de nuestro uso de la eternidad. Este mismo autor, muy co-
son, por cierto, provisionales y caducas, nocido por su estudio de las religiones desde
pero son, mientras estamos aquí en la tierra, una perspectiva fenomenológica, afirma
nuestra propiedad y nuestra amistad. Ellas algo similar a propósito de la religión hindú:
son consabidoras de nuestra alegría y de "El objetivo del Yoga no es la búsqueda de
nuestra miseria y ya fueron las confidentes una conciencia absolutamente vacía, sino

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por el contrario, "un estado de conciencia del contexto global, adquiriendo una suerte
que se haya vaciado de todos los objetos, lo de crecimiento tumoral. Yeso que crece es
cual (recién) hace posible... una intuición lo sucio, lo putrefacto, lo impuro, pero en
direcla y total del Ser" (1954, pág. 93). Y un sentido tan concreto que no se le puede
esto implica, por cierto, el coincidir con el identificar siquiera con las fuerzas del mal,
todo, el recuperar la unidad, el restablecer ni tampoco con esa categoría tan importante
la ausencia de la dualidad inicial, en último para los griegos de lo "demoníaco". Goethe
término, el abolir el tiempo. La vinculación dice a este respecto en "Poesía y Verdad";
de toda experiencia mística con el tiempo "... no era divino, pues parecía irracional;
de la eternidad se puede demostrar también tampoco era humano, porque carecía de en-
a través de un ejemplo en cierto modo pa- tendimiento... se parecía al azar, pues carecía
radójico, como es la obra de Mareel PrDust de una secuencia... sólo parecía estar a gusto
En busca del tiempo perdido. Proust fue un en medio de lo imposible y desterraba 10
escritor bastante profano. que nunca tuvo posible con desprecio". El teólogo Theodor
preocupaciones religiosas ni se interesó Willemsen define lo demoníaco como una
tampoco por alguna manifestación de lo fuerza que "en el fondo maneja los elementos
sagrado. Sin embargo, las experiencias de nuestra existencia en dirección contraria
sensoriales y estéticas que él relata suspen- a la razón y de una manera incomprensible
den claramente la temporalidad y a través y arbitraria, porque (siempre) tiende a lo
de ello se transforman en una experiencia imposible" (1947). Nada de esto tiene que
sagrada, algo a 10 que él mismo alude ver con el ritual obsesivo. Aquí no hay hé-
cuando escribe: "El arte es la más real de roes a quienes imitar, ni tampoco fuerzas
todas las cosas, la más rígida escuela de la creativas, pero que también pueden destruir,
vida; él es verdaderamente el Juicio Final" como es el caso de lo demoníaco. Como
(Tomo 11, pág. 1001). en nuestra paciente, que repite incontables
veces el acto de controlar la limpieza y el
¿Qué ocurre, en cambio, con el ritual orden de las sábanas o de la ropa interior, en
obsesivo? También en él se repite un acto un afán insensato de alcanzar una limpieza
siempre de la misma forma a través de los (¿pureza?) imposible, asi en todos los ob-
dias, las semanas y los años. En ese aspec- sesivos, cual más cual menos, encontramos
to se asemeja, por cierto, al rito religioso, esta detención del tiempo de la vida, este no
pero un análisis en profundidad nos va a poder avanzar, este girar en vano en torno
permitir visualizar las profundas diferen- a objetos concretos e inmanentes, lo que en
cias que existen entre ambos fenómenos, lugar de abrir cierran todo posible acceso al
particularmente desde la perspectiva de tiempo de los dioses, al tiempo de lo eterno.
la temporalidad. La primera diferencia la En forma paradójica este tiempo detenido,
encontramos ya en el contenido: mientras justamente porno ser eterno, como el tiempo
en el rito, la ceremonia o la festividad re- del amor, o el tiempo místico, se transforma
ligiosa, se trata, como veíamos, de superar en una lúcida y torturante conciencia del
el tiempo profano, de acceder a lo eterno, tiempo del reloj, del tiempo transeúnte, de
de hacerse contemporáneo con los dioses, ese terrible dios Chronos (o Saturno), ese
el ritual obsesivo no sólo no se abre hacia 10 dios inmisericorde que, amenazado por su
trascendente, sino que gira, "profanamente" hermano Titán, devoraba a todos sus hijos
en torno al hecho de defenderse de la pre- varones, tenidos en su esposa Cibeles, con
sencia de un solo aspecto de esa realidad el objeto de no dejar descendencia y poder
en la que estamos inmersos, aspecto que, así (insensatamente) conservar el trono del
por motivos biográficos, se ha emancipado Olimpo.

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22 OTTO DORR ZEGERS

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