Administración Financiera Capitulo 12
Administración Financiera Capitulo 12
Administración Financiera Capitulo 12
Administración financiera
Objetivos de aprendizaje
Que el lector pueda:
• Conocer las instituciones básicas del sistema financiero público.
• Diferenciar los diversos instrumentos de política de administración financiera y vincu-
larlos con la evolución del rol del Estado argentino.
• Comprender que las finanzas públicas constituyen la herramienta básica del Estado para
administrar recursos y satisfacer necesidades públicas.
• Motivar el interés por conocer la información presupuestaria y financiera disponible
mediante el gobierno electrónico (e-government).
Introducción
El hombre se halla inserto en un medio económico y social y emplea para satisfacer sus
necesidades una serie de instituciones que, con el transcurso del tiempo, ha ido perfeccionando.
A través del capitalismo, desde finales del siglo XVIII, ha alcanzado el medio más eficiente de
producción y distribución de los bienes y servicios necesarios para su subsistencia. En términos
organizacionales, utiliza a las empresas –en sus distintas expresiones: unipersonales, anónimas,
de hecho, etc.– como el instrumento más idóneo para organizar el proceso de transformación
de los factores productivos clásicos: capital, trabajo y recursos naturales en los bienes y servicios
necesarios para satisfacer las necesidades particulares. A este tipo de organización humana se
la denomina “con fines de lucro” para diferenciarla de aquellas en las cuales también encuentra
un motivo de transformación social, pero a diferencia de la anterior, no persigue un fin de ga-
nancia sino el alcanzar un objeto social específico, tal como proteger el medio ambiente, pro-
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piciar actividades deportivas, culturales, asistenciales, etc. Estas se conocen con el nombre de
“organizaciones sin fines de lucro”.
Por último, se halla aquella que al igual que las anteriores, persigue un fin determinado;
pero no se trata del lucro o un fin social puntual sino de satisfacer “necesidades públicas”. A
ella se la denomina “organización estatal” y su función básica –aunque no única– es la de pro-
veer bienes y servicios –públicos– para satisfacerlas. Es decir, la organización estatal, al igual
que las empresas y las ONG, son formas modernas en las que los hombres han encontrado ca-
nales para relacionarse con el medio económico y social en el que viven.
Así es como en estas tres alternativas podemos clasificar la acción de cualquier ser humano
en cualquier parte del planeta. De ahí que toda organización humana que busca satisfacer ne-
cesidades públicas se vincula con el concepto del Estado. Este abordaje, sin duda, lleva a apre-
ciar al Estado desde una óptica más cercana a la realidad transformadora y existencial del hom-
bre, puesto que su función principal es satisfacer necesidades “públicas” y no particulares. En
efecto, su existencia es intrínseca a la existencia de tales necesidades y, por ello, ha emergido
en la historia; por ende, para satisfacerlas, no pueden disociarse una de otra.
Ahora bien, la determinación de qué, cómo y a partir de cuándo se satisfacen las necesi-
dades públicas es parte de un proceso histórico que debe ser comprendido a la luz de las distintas
instancias de la evolución de un pueblo. Es decir, están inscriptas en un momento histórico-
temporal que las definen y asumen como tal para su satisfacción y, por lo tanto, estarán condi-
cionadas por la estructura social, los medios de producción, la tecnología, la geografía, etc. En
definitiva, pueden establecerse relaciones entre la “organización estatal” y el resto del sistema
social y económico circundante que explican el porqué y cuáles necesidades públicas deben sa-
tisfacerse. Por ejemplo, luego de la crisis del petróleo en los Países Bajos, hacia comienzos de
los años ochenta, surgirá la necesidad de universalizar la asistencia social como respuesta a las
nuevas demandas de la sociedad o la obligatoriedad de la seguridad social para todos los tra-
bajadores, en la Argentina, desde los años cuarenta, que incluirá un régimen de protección a
las personas, el cual abarcará no solo la prestación del régimen de jubilaciones y pensiones sino
también la cobertura frente a enfermedades, la escolarización de los hijos, etc.
Para que la organización estatal pueda satisfacer las necesidades públicas definidas por
las “fuerzas políticas dominantes” (Jarach, D. [1999]) ha tenido que organizar su actividad me-
diante un proceso de administración financiera que se ha dado en llamar “finanzas públicas”,
cuyo instrumento vertebrador es el presupuesto estatal. De ahí que puede entenderse el proceso
de satisfacción de necesidades de un país a través de su presupuesto, dado su carácter de “or-
denador de preferencias públicas”.
Este proceso financiero consiste en producir o hacer producir los bienes materiales e in-
materiales capaces de satisfacer las necesidades públicas; tales bienes se llaman “bienes públi-
cos” y puesto que, en su mayoría, consisten en bienes inmateriales, se los conoce como “servi-
cios públicos”.
Entre las características de la gestión pública de los últimos años se encuentra el creci-
miento del sector público en términos de sus escalas, multiplicidad y diversidad de actividades.
Esto ha conducido a revalorizar la importancia del presupuesto y la rendición de cuentas, lo
que se estimula es tanto la responsabilidad por los resultados de las políticas y sus programas
como la necesidad de disponer de mecanismos e instrumentos que evalúen el desempeño y per-
mitan informar a los diferentes actores de la sociedad.
En este marco, la Administración Pública ha avanzado en procedimientos para mejorar
la transparencia, la gestión institucional y los resultados del uso de los recursos, en un ambiente
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donde el desempeño –entendido como el logro de las actividades llevadas a cabo según propó-
sitos establecidos– no es un concepto simple.
En efecto, disponer de recursos necesarios y administrarlos en forma óptima, al tiempo
de procurar una mayor calidad de los servicios y prestaciones a los ciudadanos, junto con el
avance espectacular de las tecnologías de la información, ha supuesto una auténtica modifica-
ción en las prácticas administrativas y gerenciales en la mayor parte de las organizaciones pú-
blicas de los países en desarrollo. De esta manera, se dejó atrás la concepción burocrático-nor-
mativista y se pasó a una lógica centrada en los fines que abre el camino para mirar la
construcción de políticas públicas desde otra perspectiva. Se comienza a pensar en las nociones
de planificación, pero además de ello, en el control y la evaluación de resultados.
Si bien el presente capítulo no pretende avanzar hacia cuestiones referidas a los aspectos
estrictamente organizacionales, lo que se introduce son aspectos conceptuales relevantes que
deben ser tenidos en cuenta a la hora de estudiar y comprender la administración financiera
estatal: su origen, evolución, estructura e interrelación con los sistemas de control, a fin de po-
sibilitar el abordaje adecuado que ayude a comprender su lógica e idiosincrasia particular.
Para lograr tal objetivo, el capítulo se estructurará en ocho apartados. El primer acápite
abarca los aspectos conceptuales básicos que vinculan la economía del sector público con el
sistema económico que lo circunda. En el segundo, se describen los conceptos que configuran
la administración financiera del Estado y que explican el proceso de las finanzas públicas. En
el tercero, se mencionan los principios jurídicos que dan sustento a las instituciones financieras
de los recursos, gastos, endeudamiento y presupuesto en nuestra sociedad.
El cuarto apartado aproxima una breve evolución de la función financiera en la República
Argentina y divide el tiempo en cuatro períodos bien definidos de la historia: 1869-1949, 1950-
1955, 1956-1992 y 1993 hasta la actualidad. En el apartado quinto, se desarrollan los conceptos
y diferencias básicas del sistema presupuestario.
El sexto acápite refiere a las modalidades de reformas gerenciales que para dar cabida al
desempeño dinámico y lograr resultados, interactuando con empresas, organizaciones sociales
y ciudadanos requieren flexibilizar algunas fases del funcionamiento presupuestario, resaltando
los mecanismos más difundidos en la Argentina. En tanto que en el séptimo se desenvuelven
las formas de control, desde una visión amplia y genérica, refiriendo en una primera instancia
al proceso de legitimación social del uso de los fondos públicos que se explica como razón de
ser de la participación ciudadana, de la transparencia y de la responsabilidad de quienes auto-
rizan y deciden el manejo financiero estatal.
Finalmente, en el apartado octavo se aborda el control, en un sentido estricto, presentán-
dose el control como la instancia última del ciclo presupuestario. Se avanza hacia las caracte-
rísticas y formas que puede presentar un sistema de control gubernamental y luego se concluye
con la descripción del caso argentino en la rendición de su Cuenta de Inversión.
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rables consecuencias que la libre acción de los agentes privados, a través del mercado, producen
en su búsqueda de asignación de los recursos, situación que origina una determinada distribu-
ción del producto y la renta acorde con los precios que el mismo mercado establece para cada
actor del sistema productivo. Así, los trabajadores no calificados reciben un salario menor a lo
que perciben los trabajadores altamente calificados, los terratenientes perciben rentas en función
de la productividad del recurso natural que poseen, los capitalistas perciben retribuciones en
relación con la tasa de interés que ganan y, a su vez, los empresarios obtienen niveles de bene-
ficios acordes con su capacidad de gerenciamiento.
Ahora bien, dicha asignación de recursos no resulta equitativa. Siguiendo el enfoque eco-
nómico de fallas de mercado, existen otros elementos que distorsionan la “asignación de re-
cursos”, tales como: la racionalidad limitada, información incompleta, poder asimétrico y la
presencia de costos de transacción. Tales deficiencias llevan a que la economía “privada” no
pueda llegar a un nivel de funcionamiento “óptimo”, por lo que la intervención del mercado
por parte del Estado aparece como una necesidad correctiva.
La racionalidad limitada dice que es imposible que cualquier sujeto económico tenga, al
momento de tomar una decisión, capacidad de procesar y contar con toda la información exis-
tente en el sistema. Lo normal es que tome decisiones dentro de las posibilidades “racionales”
con que cuenta para hacerlo. Por ejemplo, un vecino de un barrio de la ciudad de Rosario, para
comprar zanahorias en una verdulería, tendrá acceso a una serie limitada de precios de distintos
comercios de la zona a fin de decidir dónde comprar. Si, en cambio, conociera todos los precios
de las zanahorias de los centenares de verdulerías de la ciudad, podría elegir aquel comercio
que mejor beneficio le reporte. Es decir que, cuando toma la decisión un consumidor o pro-
ductor, lo hace con “parte de la información” disponible.
Respecto de la información incompleta –siguiendo con el ejemplo anterior–, el consumidor
de zanahorias, aunque tuviera un registro de todos los comercios y todos sus precios online, no
llegaría a procesar todas las condiciones de calidad del producto ni su procedencia ni su sabor,
etc., es decir, en el mejor de los casos, contraría con información parcial o incompleta para to-
mar su decisión.
En cuanto al “poder asimétrico”, significa que las “fuerzas de negociación” entre las partes
intervinientes en una transacción pueden ser diferentes. En el ejemplo citado, la capacidad de
regateo en cada verdulería, entre vendedor y cliente, puede ser distinta porque las condiciones
de necesidad de vender o comprar, pueden ser diversas, ante un cliente en particular.
Finalmente, tenemos la presencia de los costos de transacción, que vienen a determinar
que toda transacción supone la presencia de ciertos costos que es necesario tener en cuenta, a
los fines de valorizar el producto buscado. Así, si para obtener la relación precio/calidad más
conveniente, el comprador de zanahorias debe viajar dos horas, pagar cuatro pasajes de ómnibus
y esperar cien números para que lo atiendan, el valor de adquirir el kilo del producto es diferente
a aquel que no posee tales “costos añadidos”.
Este enfoque económico de las fallas de mercado empieza por considerar que la ausencia
de “otro actor que regule o gobierne” las transacciones privadas, genera una distribución inefi-
ciente de recursos y pagos de servicios a los factores de la producción, por lo que la presencia
de un “tercer actor: el Estado” es necesaria y positiva.
Adicionalmente a lo anterior, hay otras corrientes que encauzan la necesidad de la interven-
ción del Estado en la presencia de las denominadas “externalidades negativas” del mercado. Di-
chas “externalidades” no son otra cosa que efectos “no deseados” de la acción de los particulares.
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Por ejemplo, la producción de bienes que generan un alto nivel de residuos tóxicos, como es el
caso de, la industria pastera, y que por sus altos costos de procesamiento son vertidos a los cauces
de los ríos, contaminando sus aguas y produciendo daños ambientales y sociales irreparables.
Ahora bien, tales fallas avalan la necesidad de la presencia del Estado e incluso su inter-
vención en el “sector privado”, pero no avanzan hacia otras causales que se hallan fuera del
proceso de producción de bienes y servicios, tales como la provisión de caminos, el suministro
de agua potable, desagües pluviales, etc.
En definitiva, esta imposibilidad de la economía de mercado de funcionar sin la coexis-
tencia de los servicios y bienes públicos no se limita al hecho de que la actividad económica
del Estado crea “economías” para el desenvolvimiento de las actividades del sector privado
sino que, muy a menudo, los servicios y bienes públicos llegan a constituir una condición in-
eludible para el funcionamiento de la economía de mercado. Por ello, la respuesta histórica
desde el siglo XX ha sido la provisión de la totalidad de estos bienes o servicios por parte del
Estado, tales como los casos de la seguridad social, la atención médica, la educación, la vivienda
para los sectores de menores recursos, la asistencia social, etc.
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–seguridad, caminos, defensa civil, etc.– a la vez que requiere del mercado de recursos –huma-
nos y materiales– para la transformación de los servicios que debe prestar.
Finalmente, el tercer canal de comunicación corresponde a una función vital del Estado
cual es la de intervenir en el proceso de distribución del ingreso, alentar el crecimiento de la ri-
queza, estabilizar los ciclos económicos y elevar la calidad de vida de la población colaborando
con su desarrollo.
3 Jarach define al Estado como una organización humana con determinados cometidos o funciones que le asignan
en relación con factores de variado carácter: históricos, geográficos, étnicos, culturales, filosóficos, religiosos,
sociales, etc., las fuerzas políticas predominantes en un determinado contexto espacio temporal.
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En efecto, las necesidades públicas emergen desde la existencia del propio Estado, y este
existe porque dichas necesidades requieren satisfacción; son coetáneas y se hallan íntimamente
unidas a este. La existencia de ambos se explica por su relación recíproca. Por ello, no puede
considerarse la posibilidad de la preexistencia de las necesidades al Estado ni estas pueden ser
percibidas por las personas individualmente.
Así se sostiene que las únicas necesidades que los individuos son capaces de percibir y, en
consecuencia, de intentar satisfacer, son las conocidas como “particulares”, que pueden clasificarse
en: primarias (alimentación, abrigo y techo) y secundarias (higiene, educación, deporte, cultura,
salud, información, bienes tecnológicos, etc.). Todas ellas pueden ser percibidas por los habitantes
de un país, pero solo el Estado es capaz de “percibir” y “satisfacer” las “necesidades públicas”.
Se las define como aquellas comunes y fundamentales para todos los miembros de la sociedad 4 y su
identificación y definición, como mencionamos precedentemente, queda bajo la responsabilidad
de aquellos que ejercen la representación política de la sociedad. En democracia, son las fuerzas
políticas que integran las distintas instituciones ejecutivas y legislativas de la comunidad.
4 Bolívar, M., Manual de Finanzas Públicas, Educa, UCA, Bs. As., 2001.
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poder de compra necesario para efectuar las erogaciones propias de su actividad financiera”, y
comprenden:
1. Venta de bienes y servicios producidos por el Estado.
2. Tributo.
3. Deuda pública.
4. Emisión de papel moneda.
5. Otros recursos (donaciones, legados, multas, etc.).
Al respecto, es preciso resaltar que cuando en la literatura se alude a “procedimientos”, lo
que se pretende significar es que no existe solo un tipo específico de acción sino que se asumen
varias posibles acciones para “hacerse” del patrimonio privado, es decir, aquellos procedimien-
tos donde es necesario la utilización del poder coercitivo del Estado, aquellos donde el Estado
actúa como un demandante voluntario de fondos en los mercados financieros –crediticios– y
aquellos donde actúa como proveedor de ciertos bienes o servicios, o bien como propietario de
algún factor productivo como es el caso de los recursos naturales.
Entre las clasificaciones clásicas de los recursos públicos se encuentran las que los consi-
deran según el tipo de destino que persiguen (de corte económico) y la clasificación jurídica de
los recursos, sobre la base del uso del poder coercitivo del Estado.
En la primera, a los recursos se los identifica como: “corrientes” y “no corrientes”. Los
recursos públicos corrientes, por ejemplo los impuestos, son aquellos cuya finalidad es financiar
los gastos corrientes del Estado. Los no corrientes son recursos destinados a financiar gastos
extraordinarios, por ejemplo, los generados por la reconstrucción de una ciudad luego de un
terremoto y, por ende, deben utilizarse fuentes de financiamientos especiales y “excepcionales”
como son los préstamos. Esta clasificación de acuerdo al destino no se da en la actualidad,
puesto que la experiencia muestra que existen gastos corrientes financiados con endeudamiento
externo y gastos extraordinarios absorbidos con fondos tributarios.
La segunda clasificación considera los recursos públicos divididos entre “originarios” y
“derivados”. Los originarios abarcan aquellos obtenidos por el Estado de su propio patrimonio
o por el ejercicio de sus actividades, sin hacer uso del monopolio de la fuerza, en tanto que los
derivados son los que obtiene el Estado haciendo uso de su poder coercitivo sobre el patrimonio
ajeno. Entre los primeros, se encuentran los patrimoniales y crediticios, básicamente, en tanto
que entre los segundos, se hallan los tributarios y el ahorro forzoso; algunos fiscalistas también
incluyen la emisión monetaria.
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5 Dellasanta, A. (2007), “De la contabilidad pública a la Administración Pública”, en El Presupuesto del Estado.
Fundación Unión.
6 Creó una serie de instituciones superadoras de las heredadas del régimen colonial hispano (Dellasanta, A.
[2004]).
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Utiliza mecanismos institucionales menos formales para asignar recursos, decidir gastos ex-
traordinarios, distribuir/vender tierras fiscales7, como “extensión de sus derechos privados”,
elegir sucesores para la permanencia del grupo de intereses del régimen, etc. Por estas caracte-
rísticas se califica a este modo de gobernar como oligárquico y patrimonialista8.
De la contabilidad pública
La contabilidad pública impera en la organización del Estado de esta etapa. Las normas
y procedimientos derivados de la ley 428 llamada “Ley Frías”9 consolidan el modelo de gestión
racional burocrático. Su duración superior a las siete décadas (hasta 1947) refleja el peso de su
“institucionalidad”.
La ley consagra la regla de universalidad del presupuesto, la prohibición de gastar y trans-
ferir fuera de las autorizaciones presupuestarias, formalidades de la orden de pago, así como
determina la estructura de la Ley de Presupuesto, técnica presupuestaria centralizada y por in-
cisos y partidas, vigencia anual.
La Contaduría General de la Nación (CGN) concentra la función presupuestaria (contabi-
lidad preventiva de ejecución del presupuesto)10 desde 1887, para evitar el compromiso de gastos
por importes superiores a los créditos aprobados. La CGN simultáneamente es el máximo órgano
contable y de control interno. Recién en 1906, se delega el trámite de liquidación de los gastos a
las oficinas contables ministeriales, excepto los de personal y las partidas para gastos menores.
Las leyes de presupuesto eran claras, sintéticas y se acompañaban con leyes anexas de re-
cursos (tributarias).
El seguimiento centralizado de los gastos por partida a través de los registros contables de
la ejecución presupuestaria11, con control interno formal y legal de la CGN ocasionó demoras,
sumadas a las de las distancias del territorio así como a la escasez y lentitud de los medios de
comunicación desde donde se aplicaban los recursos.
El financiamiento del período provino en su mayoría de los impuestos aduaneros (derechos
de exportación e importación) hasta 1932. Excepto durante la Primera Guerra Mundial del
siglo XX, cuando disminuye la fuente de ingresos genuinos del comercio exterior.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el crecimiento económico del país permite superar
las crisis de 1873 y 1890, esta última atribuible a factores internacionales como el problema de
balanza de pagos e internos12. Pellegrini –hijo de inmigrantes– y Terry fueron los artífices de
7 “La tierra de la zona agrícola más rica del país, la pampa húmeda, fue vendida por el Estado a las familias vin-
culadas al poder político, y al militar a continuación de la “Campaña del Desierto”. Andrieu, P. E. Modernización
y Reforma del Estado Argentino, p. 18.
8 Patrimonialismo o mezcla entre privado y público: “Si bien el capitalismo emergente en el mundo necesitaba
las reglas de mercado legitimadas en Constituciones liberales y modelos de gestión estatal burocrática, con se-
paración del patrimonio privado respecto del público en las decisiones políticas, los grupos que detentan el
poder en Argentina lo ejercen relativamente como una extensión de sus derechos privados”. Dellasanta, A.
(2006).
9 Tomada del régimen de contabilidad pública francés
10 Por Acuerdo del 16 de diciembre de 1887, se inició la contabilidad preventiva de ejecución del presupuesto,
para evitar el compromiso de gastos por importes superiores a las autorizaciones presupuestarias.
11 Careció de la simplicidad de la formulación presupuestaria.
12 Como a factores de origen interno, que se desencadenan con la expansión monetaria que provoca especulación
y fuga de capitales ante la amenaza de una devaluación.
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las políticas adoptadas y se necesitaron más de diez años para terminar con los efectos de la úl-
tima crisis, apelando a gravar las rentas y a esquemas de ahorro voluntario y forzoso durante
la emergencia (ver anexo cuadro de Rasgos de la AFP en etapas Rol del Estado).
Esta situación y el eco de las reformas sociales y sindicales de los años noventa en Europa
aceleran el debate de la sociedad civil mayoritaria que estuvo excluida. Otros sectores influyen
políticamente en reclamo de participación ampliada13, 14 y la ciudadanía amorfa gana una nueva
representatividad, que se alcanza con el Radicalismo en 1916. Hasta entonces, el individualismo
relegó la solidaridad y responsabilidad social contenidas en el Preámbulo constitucional que
siguieron siendo declarativas. Los inmigrantes que ya eran ciudadanos nativos lograron incor-
porarse a su conducción.
La expansión de la economía migratoria y territorial se refleja en la ampliación de sus ser-
vicios y funciones con impacto en la administración estatal y financiera pública, incrementán-
dose 19 veces el monto inicial de sus recursos y gastos, entre 1862 y 1890 (Defensa, Interior, Ha-
cienda, Justicia e Instrucción Pública y Relaciones Exteriores).
Como instrumentos de financiamiento extraordinario, en las crisis de 1890 y de 1930 se
gravaron “todos los réditos derivados de fuentes argentinas a favor de argentinos o de extranje-
ros, residentes o no residentes en el territorio de la República” como emergencia nacional. Esto
llevó a crear los impuestos internos que se proponían anualmente, por ley separada del presu-
puesto nacional.
13 Liderados por la práctica republicana en el Congreso de Leandro Alem, J. V. González y luego Juan B. Justo.
14 Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7.
15 “La crisis hizo desaparecer prácticamente la inversión externa. La caída de los precios y de los volúmenes exportados
redujo en un 40% el valor de las exportaciones. Ello, sumado a la interrupción de los flujos de capital, redujo la ca-
pacidad de importación del país en un 50%”. Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7 (2004), Rol del Estado. Crecimiento.
16 Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7. Rol del Estado. Crecimiento. Juntas Nacionales de Granos, de Carnes, del Al-
godón, de la Yerba Mate, Banco Central de la República Argentina, Junta Nacional de Carnes (1933) de la que
dependía la CAP (Corporación Argentina de Productores de Carne), creada en 1934, con funciones para inter-
venir en el mercado de la carne, establecer “precios sostén”, reglamentar los cortes y clasificaciones, y regular
las exportaciones.
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Estado y administración Pública
17 Regula diversas materias y otorga vigencia a disposiciones presupuestarias que vencen al cierre del ejercicio.
Diremos que es un mecanismo institucional informal en cuanto evita el tratamiento parlamentario de rango de
ley de tales temas y asegura su eficacia por vía político-técnica.
18 “Instituciones públicas de nuevo tipo, dotada de personería, agilidad y flexibilidad, y muchas veces de autonomía fi-
nanciera y presupuestaria respecto de la administración central[…]sobre todo en lo que hace a la supervisión, el con-
trol, el financiamiento y la operación[…]”. Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7.
19 Atchabahian…
20 “La inversión se dirige hacia las industrias de elevada demanda, con márgenes altos rápida recuperación, baja
intensidad de capital, tecnologías simples, unidades de producción pequeñas y, con preferencia hacia productos
de consumo final”. Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7.
21 Andrieu, P. E., op. cit. en nota 7.
22 Dellasanta, A. y otros, “Integración de la política y la técnica en la gestión Presupuestaria”, IX Congreso Internacional
del CLAD sobre La Reforma del Estado y la Administración Pública, Buenos Aires, noviembre, 2004.
23 Andrieu, P. E. (2004), Rol del Estado. Crecimiento.
24 Flota Mercante (1941).
25 Dellasanta, A. y otros, El presupuesto del Estado. Un camino hacia una nueva gestión pública. Buenos Aires: Ed. Fun-
dación Unión, 2006.
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administración financiEra
La CN de 1949
La norma básica de 1949 es la institución que legitima las transformaciones acaecidas des-
de 1930 en la Argentina. Esta CN sostiene el sistema político, la organización del Estado, las
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Estado y administración Pública
nuevas reglas de juego económicas intervencionistas y de garantías a los derechos sociales, en-
arbolando el sufragio universal y los derechos del trabajo, a la igualdad, a la justicia, a la equi-
dad, al bienestar.
32 “[…] hubo el pico excepcional de 113% en 1959. Luego, entre 1971 y 1973, el promedio se elevó al 60%...”. Rapoport
M., “Una revisión histórica de la inflación argentina y de sus causas”. “http://www.mariorapoport.com.ar/uploads
archivos/la_inflacio__n_en_pdf.pdf
33 “La primera ocurrió en 1989; en este año los precios al consumidor aumentaron 3.079%. La segunda hiperinflación
tuvo lugar entre enero y marzo de 1990, año en que la inflación alcanzó al 2.314%”. Rapoport M., op. cit.
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administración financiEra
La CN de 1956
La Constitución Nacional de 1956 retorna a la norma primigenia, estableciendo el sistema
político con proscripción del partido mayoritario, la organización del Estado, las reglas de juego
económicas, liberales y de garantías al derecho privado e individual restringiendo o suprimiendo
varias de las innovaciones democráticas y sociales de la CN de 1949.
34 “Desde 1975 comenzó en la Argentina la etapa de alta inflación, a partir del `rodrigazo´, plan extremo de ajuste
externo y fiscal. A partir de 1976 se redujo el salario real a la mitad, pero la inflación de 150% en promedio per-
sistió, alimentada, junto a otros factores, por la especulación financiera”. Rapoport M., op. cit.
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Estado y administración Pública
El presupuesto
Sin estabilidad institucional ni equilibrio monetario, el presupuesto perdía validez como
principal instrumento de política económica. Así, el presupuesto permitía la consolidación, por
norma modificatoria.
Los desaciertos se reflejaban en la erosión de los guarismos, el tamaño del sector público y el
creciente déficit fiscal. La consecuencia directa fue que demasiados fondos eran extrapresupuestarios.
Aunque ya existen las estadísticas nacionales, se las utiliza desarticuladamente respecto del
presupuesto.
A partir del gobierno militar de 1966, se impone un criterio de planificación, y se crea el
CONADE (Consejo Nacional de Desarrollo) que, a cargo de esta política, impulsa el presu-
puesto por programas para darle consistencia a la administración presupuestaria. Al aplicar el
criterio de consolidación, permite apreciar mejor la gestión financiera pública.
35 “[…] al modificarse la ley 13653, por ley 15023 en 1959, y reglamentarse su aplicación, en 1961 se acentúa el
control tanto por parte del Poder Ejecutivo cuanto por la Contaduría General de la Nación”. Andrieu P. E.
(2004), “Políticas institucionales [...]”.
36 Oszlak, O. en Schweinheim G., “Continuidades, rupturas y conjeturas sobre Estado, sociedad y administración
en América Latina. ¿Hacia la construcción de un nuevo proceso latinoamericano de desarrollo y reconstrucción de
la comunidad?”, capítulo 1 de la presente obra.
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administración financiEra
regulación y la apertura económica, como estrategias para suprimir la inflación. A fin de evitar
reiteraciones, se remite a G. Schweinheim, “Continuidades, rupturas y conjeturas sobre Estado,
sociedad y administración en América Latina. ¿Hacia la construcción de un nuevo proceso la-
tinoamericano de desarrollo y reconstrucción de la comunidad?”, capítulo 1, y a Herrera, “Go-
bernabilidad democrática y Políticas Públicas”, capítulo 2, ambos de la presente obra.
Esta política contuvo el gasto público y también se apoyó en la convertibilidad monetaria, la
reforma del Banco Central, la transferencia de los servicios de salud y educación a las provincias.
Se instala una política económica de marcado corte neoliberal.
En el mundo, las finanzas globales, la revolución tecnológica y de las comunicaciones mar-
can un escenario sin retorno37.
Las mayores empresas, extranjeras y nacionales, en especial ligadas a las privatizaciones y
el sector financiero se aliaron y la concentración económica y de la riqueza resultó irreversible.
Simultáneamente, y sobre todo a partir de 1998, con esta preeminencia financiera que con-
dicionó las políticas de gobierno, así como fruto de la apertura de los mercados que siguieron
el impulso de la globalización, el crecimiento se detuvo.
A fines de la década se extiende el objetivo a la transparencia fiscal.
“Dos Argentinas” muy diferentes fueron el escenario cotidiano. Las estadísticas revelaron
un deterioro hasta ese momento no conocido, de las variables sociales, además de las económicas.
A fines de 2001, se perdió la confianza en las instituciones, peligró la gobernabilidad, re-
nunciaron las autoridades de la Alianza y el Poder Ejecutivo que asumió provisionalmente, de-
claró el default del Estado nacional.
En 2003, se decide a través de elecciones, la sucesión del poder político. Asumen las ac-
tuales autoridades, se concentran en los agudos aspectos de los problemas sociales y en la re-
activación económica por la vía de políticas activas del Estado.
El repunte de sectores primarios y sus exportaciones influyen fuertemente en el aumento
del PBI a tasas de 8% promedio desde 2002. En 2005, el ejecutivo propone un canje parcial de
la deuda externa con acreedores externos y decide pagar al FMI en 2006. Se propone una alian-
za con los líderes latinoamericanos, que permita o traduzca un modelo de desarrollo menos
dependiente, con menos condicionamientos internacionales (UNASUR).
Además de recuperarse las reservas del BCRA, los excedentes no presupuestados que genera
el ciclo sostenido de crecimiento se captan en fondos fiduciarios existentes y otros que se crean
para financiamiento y sostén de inversión e infraestructura, en concurrencia con el sector privado.
La crisis financiera internacional desde 2008, aún persistente, con declive de la economía de
los países más desarrollados, es una restricción que no frena el nivel de actividad económica local
en el corto plazo. Sin embargo, aporta volatilidad externa y configura una amenaza para la balanza
comercial y de pagos. Este panorama confluye con un escenario interno inflacionario, encubierto.
El Estado necesita asegurar sus ingresos para solventar el gasto creciente e impulsar el consumo
y apela a la intervención en fuentes como los fondos de pensiones (2008), reservas del Banco Central
(2010), retenciones a las exportaciones (2008 en adelante), emisión, rebaja de subsidios (2011)38.
37 Dellasanta, A. (2007), El Presupuesto del Estado, y en Schweinheim G., “Notas sobre Estado, sociedad y admi-
nistración en América Latina”, cap.
38 Schweinheim, G., “Continuidades, rupturas y conjeturas sobre Estado, sociedad y administración en América La-
tina. ¿Hacia la construcción de un nuevo proceso latinoamericano de desarrollo y reconstrucción de la comunidad?”,
capítulo 1 de la presente obra.
– 347 –
Estado y administración Pública
La CN de 1994
Establece las reglas del juego priorizando el mercado, minimizando al Estado y enmar-
cando el rol de cliente, consumidor, usuario, contribuyente para el ciudadano así como promo-
viendo o delegando en la sociedad civil algunas de sus viejas funciones.
La intención fiscal “federal” se establece al atribuir al Poder Legislativo la imposición de
contribuciones indirectas en forma concurrente con las provincias; la asignación de los recursos
coparticipables, por tiempo determinado, al indicar las características de la distribución entre
la Nación y las provincias, sobre la base de la relación directa existente con las competencias,
servicios y funciones de cada una de ellas; al formular que las transferencias de competencias,
servicios o funciones, solo se podrán realizar con asignación de recursos, al acordar subsidios
del Tesoro Nacional a las provincias cuyas rentas sean insuficientes.
En relación con la Ley de Presupuesto (art. 8°), le atribuye la responsabilidad de fijar el
presupuesto de la Administración Pública Nacional con periodicidad anual. Instituye la vincu-
lación entre el presupuesto y la planificación al señalar se debe formular considerando el pro-
grama general de gobierno y el plan de inversiones públicas.
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administración financiEra
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Estado y administración Pública
5.1.1. El presupuesto
El presupuesto es un documento que refleja la proyección de la actividad financiera del Estado
en un período de tiempo determinado. Se concibe como el instrumento de política económica
más importante de un gobierno. Sirve para la auditoría externa y las necesidades internas de la
administración, y contribuye a una más efectiva implementación de programas y proyectos.
Así, desde una perspectiva microeconómica, reviste una importancia clave como mecanismo
asignador de recursos escasos, en tanto que, desde una perspectiva macroeconómica, el presu-
puesto visualiza los distintos impactos que produce el accionar del Estado en la economía global,
en función del nivel de consumo, inversión, ahorro público y mecanismo de financiamiento.
En materia presupuestaria, podemos encontrar tres innovaciones llevadas adelante luego
de la segunda Guerra Mundial que implicaron importantes cambios en las finanzas públicas.
Dichas innovaciones fueron:
• Presupuesto de ejecución (o performance budgeting): en el año 1949, la comisión Hoover
sostuvo que la organización de la rama ejecutiva del gobierno federal de los EE.UU.
debía ser reformulada, adoptando un presupuesto basado en actividades y proyectos,
llamado presupuesto de ejecución o realizaciones;
• Sistema de planeamiento, programa y presupuesto (Planning-Programming-Budgeting
System): como sucesor del presupuesto de ejecución, en la década del 60;
• Presupuesto Base Cero (Zero Base Budgeting), donde cada administrador debía justificar
todos sus requerimientos presupuestarios en detalle, desde el inicio (desde base cero):
transfiriendo la carga de la prueba a cada administrador que justificaba por qué reque-
riría tal suma de dinero.
En la Argentina se han utilizado el presupuesto por partidas, el presupuesto por programas,
experiencias de presupuesto base cero y, desde 1993, un uso combinado de partidas y por pro-
gramas (Krieger, M. y otros, [2005]).
En términos institucionales, el presupuesto público es básicamente un instrumento de pro-
gramación económica y social, de gobierno, de administración y un acto legislativo, por ende,
su existencia y respeto constituye un pilar fundamental de la organización social de un Estado
democrático y moderno.
– 350 –
administración financiEra
planes, programas y proyectos. Designa objetivos y los medios necesarios para lograrlos con el gra-
do de detalle y concreción adecuada para la acción directa, inmediata y cotidiana.
“Así, el presupuesto público –en todas sus etapas–, es el medio de mayor idoneidad a tra-
vés del cual se hace posible materializar, en el corto plazo, el cumplimiento de las políticas
de desarrollo en el ámbito de la producción pública. Consecuentemente, se constituye
en la herramienta más apropiada para dar carácter operativo a las orientaciones de la
programación económica y social” (Secretaría de Hacienda, MECON).
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Estado y administración Pública
dencias públicas con las que complementa su acción. De esta forma, estarán mejor diseñadas
las medidas que deben adoptarse y los instrumentos que deben aplicarse para una programación
y ejecución coherentes y eficaces” (Secretaría de Hacienda, MECON).
El presupuesto tiene que formularse y expresarse de forma tal que permita a todas y cada
una de las personas responsables del cumplimiento de los objetivos encontrar en él una ver-
dadera “guía de acción” que elimine o minimice la necesidad de decisiones improvisadas.
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administración financiEra
La noción de gestión pública apela a las acciones –voluntarias, responsables, “con senti-
do”– en el sentido weberiano del concepto de los actores que ejercen funciones públicas. Abarca
en su significado los “resultados” o “consecuencias” del quehacer de los gestores públicos.
La política presupuestaria es un conjunto de estrategias, decisiones y acciones por el cual
se calcula, se aprueba y se recauda, a la vez que se asignan recursos públicos que las institucio-
nes y organismos aprobados aplican para producir bienes y servicios que la comunidad deman-
da. A su vez, nos referiremos a “gestión presupuestaria” como la gestión del gasto, teniendo en
cuenta el ciclo de programación y administración de los recursos.
El proceso presupuestario
El proceso presupuestario, por su parte, comprende el ciclo dinámico del presupuesto: for-
mulación, sanción, ejecución y control. Abarca la movilización y asignación de recursos, admi-
nistración e implementación de programas y actividades, evaluación de resultados de la ejecución
presupuestaria y la contribución a las metas de estabilidad, distribución, crecimiento y desarrollo.
De este modo, se traducen los objetivos y metas del gobierno en programas y actividades especí-
ficas que desempeñan un papel fundamental para disciplinar la toma de decisiones desde lo po-
lítico a lo gerencial. El necesario equilibrio entre las restricciones y la flexibilidad requiere com-
prender que la gestión presupuestaria es de naturaleza política pero la ejecución de las acciones
concretas y necesarias son propias y exclusivas de los niveles descentralizados.
– 353 –
Estado y administración Pública
A lo largo de los años, la experiencia enseña que los esfuerzos de reforma, usualmente, no
son exitosos sino que no se cumple un efectivo criterio que integre:
- Formulación de las políticas,
- Planificación,
- Procesos presupuestarios y
- Sistemas y procesos de gestión.
Por ello, según Allen Schick, es fundamental concentrarse en:
- La planificación para la futura asignación y gestión de los recursos.
- Construir mecanismos institucionales que apoyen una orientación hacia el desempeño
eficiente para todas ellas.
- El control de los recursos públicos.
A continuación, se presentan las etapas componentes del proceso presupuestario enten-
diéndose a este como sustento de la lógica de la evaluación de gestión.
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administración financiEra
Ejecución presupuestaria
El paso siguiente a la aprobación es el de efectuar la acción de lo planeado o proyectado en
el presupuesto. Debe llevarse a cabo en un tiempo y espacio concreto para obtener, en términos
de resultados, los objetivos planteados en la etapa de formulación.
Para realizar la ejecución presupuestaria debe darse una planificación de la acción, esta es
la “coordinación de la ejecución presupuestaria” que implica un proceso de programación y de
adopción de medidas, previas a la ejecución o concomitantes con ella, a fin de obtener los pro-
ductos previstos, logrando a la vez la máxima racionalidad posible en el empleo de los recursos
reales y financieros.
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Estado y administración Pública
viene a llenar un vacío de significativa relevancia, que devela el destino del gasto y el origen de
los recursos públicos necesarios.
La ventaja del presupuesto presentado en forma de programas radica en que, tanto los re-
cursos como las erogaciones, son fácilmente identificables en cuanto a su afectación y destino.
Lo antedicho alude a la posibilidad de determinar cuánto y cómo se gastó en brindar ayuda ali-
mentaria, otorgar una solución habitacional o realizar un plan de vacunación, entre otras cosas.
La claridad en la exposición de los datos, así como que estos remitan a actividades fácil-
mente identificables, facilita la forma de determinar las bondades o falencias de los programas
implementados o a implementar. Cuando el presupuesto se presenta solo por partidas, se difi-
culta la posibilidad de medir y evaluar los resultados de tales políticas, es decir, la eficiencia, efi-
cacia e impacto de los programas sobre la sociedad.
Atento a lo antedicho, y a fin de comprender su naturaleza e importancia, se denomina
“programa” a la categoría programática que expresa un proceso de producción de un producto
terminal, contenido en una red de acciones presupuestarias de una jurisdicción o entidad y que
presenta las siguientes características:
• Es la categoría programática de mayor nivel en el proceso de presupuestación.
• Refleja un propósito esencial de la red de acciones presupuestarias que ejecuta una ju-
risdicción o entidad, expresado como contribución al logro de los objetivos de la política
pública, a través de la producción terminal.
• Por lo anterior, se ubican como los nudos finales de la red de categorías programáticas
de la jurisdicción.
• Se conforman por la agregación de categorías programáticas de menor nivel, las que in-
dican las acciones presupuestarias que participan en su proceso de producción.
39 Pacheco, Regina Silvia (2004), “Contratualização de resultados no setor público: a experiência brasileira e o
debate internacional”, en Felcman, I. y Blutman G.y otr., La cultura organizacional. CLAD, España.
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administración financiEra
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Estado y administración Pública
presupuestarios. Esta lógica intrínseca de la ley 24156 se revisó, admitiendo que esto se logra si
quienes toman las decisiones y los gerentes tienen mayor autonomía para ejecutar las acciones
necesarias, pueden mejorar los resultados en el terreno, sin transgredir su limitación financiera.
Una creciente libertad de gestión, combinada con una severa limitación presupuestaria,
repercute como incentivo clave para un mejor desempeño en el nivel operativo, según recomen-
daciones de la OCDE.
En la Argentina, hasta el año 2000, demasiada rigidez y muy poca flexibilidad deterioró
los resultados presupuestarios apelando, por ejemplo, a crear fideicomisos públicos no incluidos
en el presupuesto, usar cuasimonedas en las provincias, etc., siendo estos considerados como
mecanismos menos formales.
Las leyes 25152 de 1999 –llamada de Solvencia Fiscal o de Administración de los Recursos
Públicos– previa a la sucesión presidencial, y luego la 25917, ambas con el monitoreo del FMI,
tienen el objetivo de lograr una conducta fiscal sana, solvente y transparente. Esto es simultáneo
con la necesidad de estimular el desarrollo congruente con las metas del milenio (2000)45,46.
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administración financiEra
Interfaz planificación-presupuestación
Las nuevas instituciones regionales del MERCOSUR –como UNASUR– que impulsan y
amplían la integración económica y social requieren armonizar las prácticas y políticas presu-
puestarias de cada uno de los países asociados, a fin de comprometer inversiones conjuntas de
desarrollo. En este aspecto, países que han alcanzado solidez de los procedimientos tales como
Brasil, Chile y Uruguay, pueden aportar experiencias de preparación de presupuestos reales.
Instituciones presupuestarias
Ya se señaló que la gestión presupuestaria atraviesa todo el tejido institucional del gobierno,
así como el papel y poder de la legislatura en las políticas tributarias y de gastos que les propo-
nen. El criterio mundial es que los legisladores no solo consideren los ingresos y egresos del
año por venir sino que usen los informes y evaluaciones preparados por la auditoría y tengan
en cuenta los efectos de sus acciones en la política fiscal (Ver punto 7 siguiente).
Capacidad financiera
La exposición a factores externos (regionales y globales) tras las crisis del tequila en Mé-
xico, Ecuador, Rusia, Turquía, Corea y las dificultades financieras internas dejaron muy poco
margen para afrontar las fluctuaciones de las tasas de interés para refinanciar las cargas de
deuda que absorbían entre el 8 y el 10% del presupuesto anual (desde 1990 hasta declararse la
cesación de pagos en 2002).
Peso de deuda
Durante períodos recesivos, de crisis y colapsos, en los que cae el valor de la moneda, se ele-
van las tasas de interés, los déficits presupuestarios se salen de control, y no se puede dar servicio
a la deuda acumulada. La superficialidad del mercado interno de capital obliga al gobierno a
mantener estabilidad financiera, obteniendo préstamos en el exterior y consiguiendo empréstitos
a corto plazo, a veces a tasas de usura, por la falta de confianza de los inversionistas de modo que
estabilizar la carga de la deuda requiere superávits primarios sustanciales. Reglas fiscales
La carencia o inobservancia de reglas fiscales que limiten la deuda del sector público y sus
cargas dificultan estabilizarlas a través de medios de cumplimiento como Agenda para la Ges-
tión Presupuestaria, constitución de Fondos Anticíclicos, etc. La debilidad de la economía ge-
nera que se incumplan las reglas fijadas en las normas de contabilidad51.
51 Ejemplos son la Ley de Responsabilidad Fiscal de Nueva Zelanda, la Carta de la Honestidad Presupuestaria de
Australia, las de Argentina, Brasil, Colombia y Perú, cuya característica es que cubren tanto a los gobiernos na-
cionales como a los subnacionales. Se establecen reglas flexibles, que pueden ser cambiadas por los dirigentes
políticos para mayor eficacia.
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Estado y administración Pública
Riesgos fiscales
El riesgo fiscal garantizado por el gobierno tiende a debilitar el control de sus finanzas, ya
que generalmente los riesgos se vencen en el futuro, no en el período durante el cual se asumen,
en fases de tensión. Existe la tendencia a subestimar los costos presupuestarios futuros –con-
tingencias directas o indirectas– o incluso a considerar algunos riesgos como gratuitos (como
por ejemplo, cuando el gobierno garantiza préstamos privados)52, a no usar normas y criterios
para evaluarlos antes de adoptar las obligaciones o a no contabilizar el peso mediato de la emi-
sión de garantías, esquemas de seguro y otras obligaciones directas o contingentes. Al respecto,
una política activa es utilizar asociaciones público-privadas para proyectos de infraestructura
costosos. Algunos fideicomisos públicos de nuestro país se crean con dicha finalidad.
Prácticas presupuestarias
Tener sistemas presupuestarios de “libro de texto”, que son deficientes en la práctica cuan-
do el exceso de asignaciones impide atender nuevas prioridades de gastos con los recursos in-
crementales del presupuesto; o si la diferencia entre los gastos autorizados y los que se realizan
priva al presupuesto de legitimidad; o si la información sobre los resultados de los programas
es inadecuada, le quita eficacia al presupuesto. A mayor brecha entre los presupuestos formal
y real, mayor el nivel de la informalidad de la acción del gobierno para afrontar la informalidad
en la economía y la sociedad. Se ejemplifica con la subestimación en el cálculo de variables
macroeconómicas y recursos53.
Asignación de recursos
Cuando la mayor parte de los gastos están prefijados antes de que tomen decisiones, las
demandas públicas compiten por recursos limitados. Si la proporción del presupuesto precom-
prometido es alta, los recursos incrementales son magros incluso para hacer ajustes margina-
les54. En tales casos, es frecuente que urja disminuir el monto disponible para la inversión o al-
gunos gastos sociales sensibles. En Argentina, el aumento de las tarifas de los servicios de
electricidad y de gas de transporte en 2008 y 2009 condujo a prorrogar los respectivos subsidios
hasta fines de 201155.
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administración financiEra
los años siguientes. Al respecto, se señala que es prioridad restituir el hábito y valor de la cultura
de la presupuestación56,57.
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Estado y administración Pública
las organizaciones sin fines de lucro o de los proveedores privados de servicios públicos realicen
ciertas misiones, a través de acuerdos contractuales o cuasi contractuales, debiendo rendir cuen-
tas ante las autoridades de la política pública61.
El contrato es un compromiso entre dos partes con el objetivo de promover una mayor fle-
xibilidad, la transparencia de los costos, mejorar el rendimiento, aumento de la calidad, pro-
ductividad, eficiencia y eficacia en el servicio público. Es decir, se busca autonomía (de gestión)
a cambio de compromiso de la administración por los resultados (control). La visión del contrato
de gestión como un compromiso requiere la responsabilidad y la rendición de cuentas62.
Si bien en nuestro país se incorporaron como una de las líneas de trabajo de la gestión por
resultados, para algunas entidades en el Plan de Modernización del Estado por Decreto
103/200163, los “acuerdos programa” entre organismos y la Jefatura de Gabinete de Ministros
no se arraigaron como práctica presupuestaria. Solo constan los acordados con algunas uni-
versidades nacionales. Se cuenta con experiencia extendida en Francia, España, Suecia, Brasil,
Dinamarca, Colombia, etc.
61 Majone, (1999), citado em Pacheco, Regina Silvia, (2004), “Contratualização de resultados no setor público: a
experiência brasileira e debate internacional”, http://www.clad.org/siare_isis/fulltext/0049823.pdf.
62 Pacheco, Regina Silvia, dirigida a mejorar el desempeño de las organizaciones públicas.
63 Decreto nacional 103/2001. Aprobación del Plan Nacional de Modernización de la Administración Pública
Nacional, 29/1/2001. http://www.redciudadanaarg.org.ar/documentos-web2/Modernizacion%20Estado.htm.
“GESTIÓN POR RESULTADOS: Para transformar la actual estructura burocrática pública en un conjunto
de organismos eficientes, eficaces y transparentes es necesario reformular el modelo de gestión predominante
impulsando el modelo de gestión por resultados, que actúa fuertemente sobre la gerencia de los organismos y
sobre su relación con la alta dirección. Para lograr ese objetivo proponemos la utilización de las herramientas
del planeamiento estratégico, de la reingeniería y de los sistemas de alta dirección. Es necesario que el adminis-
trador público sepa y haga saber qué se espera de su gestión, cómo va a alcanzar los objetivos propuestos y
cuáles serán los beneficios o las penalizaciones que acompañarán su desempeño. Además, es imprescindible
revitalizar los mecanismos de control de gestión y de petición y rendición de cuentas, a fin de implantar un mo-
delo de gestión que permita una administración centrada en los resultados e impactos de su gestión, de modo
de responder a las cambiantes demandas e inquietudes de la sociedad.
- Líneas de trabajo y resultados esperados. Formulación de planes estratégicos. Reingeniería de los procesos de
apoyo administrativo y de los procesos sustantivos que correspondan. Vinculación entre formulación y programa-
ción presupuestaria y Plan Estratégico a partir del presupuesto para el año 2002. Desarrollo de sistemas de rendi-
ción y petición de cuentas entre la alta dirección y la gerencia. Desarrollo de sistemas de control de gestión ope-
racional. Diseño de un sistema de entrenamiento y capacitación para todos los niveles del organismo, en lo referido
al nuevo modelo de gestión Durante el año 2000 se ejecutaron acciones en el Ministerio de Educación; SIGEN;
Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud y AFIP. Durante el año 2001 se iniciará la implantación del
nuevo modelo de gestión en por lo menos, 9 (nueve) organismos de la Administración Nacional, a saber: Ministerio
de Educación; Ministerio de Salud (área materno - infancia); SIGEN; AFIP; Oficina Anticorrupción; ANSES;
COMFER; SRT; y SENASA. Asimismo, se establecerán Acuerdos Programa a implementar entre organismos y
la Jefatura de Gabinete de Ministros en el marco de la ley 25152 que permitan evaluar la calidad del gasto público
durante el año 2001, generalizándose al resto de la Administración Nacional en el período 2001-2003”.
64 La palabra fiduciario proviene del latín fiducia, que quiere decir confianza; fideicomiso deriva del latín fidei-
commissum, de fides que significa fe, y commissus, confiado. Su equivalente en inglés es el trust. Dellasanta,
A., y Fantoni, M. (2006).
– 362 –
administración financiEra
El instrumento, contemplado en el Código Civil desde 1871, reconoce la figura del negocio por
el cual una persona transfiere a otra determinados bienes, confiando en que este último los ad-
ministrará bien y fielmente para cumplir una finalidad determinada. La ley 24441 de 199465 da
el marco normativo para los contratos de fideicomiso, desarrollando el concepto fiduciario que
enunciaba el artículo 2662 de dicho Código, con el objetivo de facilitar el financiamiento para
la construcción de nuevas viviendas.
Si recordamos que los recursos que se gastan dentro del presupuesto nacional poseen cier-
tas restricciones, que en ocasiones tornan demasiado engorrosa la gestión, se entiende que el
fideicomiso sirve para reemplazar a los recursos de asignación específica, de manejo discrecio-
nal, son limitados por el artículo 23 de la ley 24156.
El fideicomiso como un instrumento financiero excepcional para fines específicos es apto
para impulsar partenariados o asociaciones público-privadas de externalización de la inversión
pública o de los servicios públicos, siempre que expongan indicadores de desempeño y de re-
sultado66. Por ello, como mecanismo de gestión transparente debieran combinarse con la figura
de los contratos o acuerdos-programa o de resultado.
De los dieciséis Fondos Fiduciarios Públicos incluidos en el sector público nacional, solo
tres67 operan con recursos de capital y pueden satisfacer la finalidad asociativa para Inversión
sectorial de energía eléctrica, transporte e infraestructura hídrica.
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Estado y administración Pública
La expansión del gasto a través de los trece restantes, con la celeridad y flexibilidad que
los mismos permiten, se efectúa por transferencias, en su mayoría corrientes, reemplazando los
mecanismos institucionales de asignación de fondos.
Transparencia
La transparencia junto con la competencia, elección y control son ideas básicas de las re-
formas administrativas que persiguen los tres enfoques económicos sustentadores de la Nueva
Gestión Pública: Teoría de la Elección Pública, Teoría de los Costes de Transacción y Teoría
de la Agencia.
Berman (1997) acuña el concepto de transparencia, al idear tres estrategias con el fin de cam-
biar tres factores negativos del gobierno que afectan la opinión de los ciudadanos. Como estos se
sienten malentendidos o ignorados, sugiere explicar qué pretende hacer el gobierno para servir
los intereses generales. Puesto que consideran que los gobiernos no utilizan su poder para favo-
68 El Diccionario de la Real Academia de la Lengua ha incluido una nueva definición de gobernanza (un viejo
galicismo en desuso) en su última edición, entendiéndola como “el arte o manera de gobernar que se propone
como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equi-
librio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. Los nuevos modos de gobernar en que
esto se plasma tienden a ser reconocidos como gobernanza, gobierno relacional o en redes de interacción pú-
blico-privado-civil a lo largo del eje local/global.
69 Prats i Català, Joan (2005), “Las transformaciones de la Administración Pública de nuestro tiempo”, Docu-
mentos de trabajo Nº 10. Institut Internacional de Governabilitat de Catalunya.
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administración financiEra
recerlos, el autor propone incorporar a los ciudadanos como input en el proceso público de deci-
sión; y en tercer lugar, ya que creen que las políticas públicas y los servicios son inefectivos, pro-
pone que el sector público defienda su reputación, mostrando el grado de eficiencia alcanzado
en el proceso. Todo ello facilitó la comunicación externa y la participación ciudadana y motorizó
la orientación del sector público hacia el ciudadano (McTavish y Pyper [2007]). La comunicación
externa consiste en el acceso de los ciudadanos y sectores interesados a tener información cons-
tante sobre: a) las actuaciones futuras de la administración en la búsqueda de los intereses gene-
rales –publicación de planes estratégicos–; y b) los derechos de los ciudadanos en relación con la
actividad pública –publicación de cartas de compromiso de calidad de los servicios–70.
Gobernanza y presupuesto
El presupuesto es sustantivo para mejorar la eficacia del gobierno. El proceso presupues-
tario puede fortalecer una parte de la gobernabilidad cuando las organizaciones públicas ac-
tuantes –burocráticas y gerenciales–: a) mejoran sus capacidades de gestión en la rendición de
cuentas de las asignaciones, la calidad de los servicios públicos y el desempeño de los empleados
públicos; y b) perfeccionan las relaciones entre la ciudadanía y el gobierno, en cuanto a la re-
caudación, su aplicación, el gasto de fondos públicos y la información de los resultados71. Para
profundizar este acápite, ver capítulo sobre Gobernanza, de Herrera.
70 García Sánchez, Isabel María (2007), “La nueva gestión pública: evolución y tendencias” en Presupuesto y Gasto
Público 47/2007: 37-64. Secretaría General de Presupuestos y Gastos, Instituto de Estudios Fiscales. Universidad
de Salamanca.
71 Schick, Allen (2005), “Una Agenda para la Gestión Presupuestaria”. BID.
72 Son una delegación legislativa de aquellas atribuciones concedidas por la Constitución Nacional al Poder Le-
gislativo que se ceden al Poder Ejecutivo “[…]en materias determinadas de administración o de emergencia pú-
blica, con plazo fijado para su ejercicio[…]” (art. 76 de la Constitución Nacional argentina).
73 Gastaldi, Santiago; Forlani, Claudio; Palmero, Ariel; Abello, Nicolás y Arri, Noelia (2008), “Las injustificaciones de
los Superpoderes y de la Ley de Emergencia Económica”. Presupuesto inicial. Fundación de Estudios Económicos, Gu-
bernamentales y Empresariales –Fundación EGE– UAE.
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Estado y administración Pública
Instituciones presupuestarias
Citaremos tres mecanismos del gobierno que, al insistir en ellos, quitan eficacia a las ins-
tituciones presupuestarias fundamentales y, por tanto, las deslegitiman.
El dictado de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), habilitados por tales “superpo-
deres”, vulneran la institucionalidad de: 1) límite al aumento del gasto o el endeudamiento,
para aplicar a gastos corrientes en detrimento de los de capital, o para reasignar finalidades du-
rante el año sin que lo autorice el Congreso74; 2) creación de un Fondo Anticíclico para ahorrar
durante la alta actividad económica75; 3) el límite a incrementos anuales del gasto y el nivel de
endeudamiento nacional y de provinciales76.
Estos vicios se ven agravados por las modificaciones al presupuesto que ya había aprobado
el Congreso durante el ejercicio. A su vez, se desconsidera el principio de previsión de la teoría
económica, que propone al presupuesto como “guía de acción para gobernar” y minimiza la
necesidad de tomar decisiones improvisadas, y así sumar eficiencia77.
Otro hecho notorio ocurre cuando el gobierno nacional violenta el principio federal y man-
tiene la centralización fiscal.
Una excepción son algunos casos en que la Corte de Justicia interpreta el lenguaje consti-
tucional y ha defendido reclamos contra el gobierno (por ejemplo, los juicios por desajustes de
los haberes jubilatorios y obligación de pago de sentencias en firme a ANSES; devolución de
depósitos de la provincia de San Luis [2002] en moneda de origen, aunque el gobierno nacional
quiere retener el control de las finanzas públicas).
Prácticas presupuestarias
Puede decirse que el proceso de preparación de presupuestos es formal cuando funciona
con los mecanismos institucionales aprobados y aceptados; y será informal cuanto mayor es la
distancia entre cómo se supone que opera y la manera con que realmente lo hace.
Esta situación revela el nivel de la informalidad en la actuación del gobierno, en cuyo caso,
indica (o contagia o habilita) comportamientos análogos de informalidad en la economía y en
la sociedad.
Para ello, se citan tres prácticas improcedentes. La primera es subestimar el cálculo de va-
riables macroeconómicos y recursos78, confeccionando así un presupuesto no real. En efecto,
la subestimación del crecimiento en el PBI ha permitido subestimar los ingresos proyectados
y/o al subestimar la evolución de los precios (IPC), ha disminuido la inflación calculada en el
presupuesto nacional. El crecimiento efectivo fue 5,8% mayor en 2003; 5% en 2004; 5,2% en
2005; 4,5% en 2006; 4,40% en 2007; 3,2% en 2008; 1,4% en 2009, que el estimado. La inflación
real fue menor en -19,3% en 2003 y -4,45% en 2004 y a partir de entonces mayor en 4,3% en
– 366 –
administración financiEra
2005, 0,7% en 2006: 1,5% en 2007; 2,5% en 2008; 2,15% en 2009; que la oficial prevista79. Esto
significa que cada año en que esto ocurre se está subestimando el monto total que a recaudar
de impuestos. De tal modo, ha estado disponible un quántum de recursos sin constar en la ley
de presupuesto respectiva aprobada. Los ingresos tributarios efectivos fueron superiores: 3,5%
en 2003; 23,7% en 2004; 11,5% en 2005; 12,6% en 2006; 18,1% en 2007; 15,1% en 2008; 15,8%
en 2010; 10,2% en 201180.
Esta estrategia es lesiva de la legitimidad, al incorporarse para su uso mediante los decretos
de necesidad y urgencia.
El segundo uso viciado consiste en suspender la obligación de ahorrar en el Fondo Anti-
cíclico desde 2006, en tanto que el tercer método más reciente es autorizar endeudamiento al
Poder Ejecutivo en montos globales.
Asignación de recursos
La deliberación legislativa sobre los tipos de asignación de fondos destino y el grado de las
asignaciones es el antídoto inevitable para atenuar el problema de discrecionalidad cuando se
delega la decisión del gasto público en una o en pocas personas del Poder Ejecutivo.
Durante las últimas administraciones se prioriza el gasto social, que pasa del 15 al 24% del PBI.
La reasignación del excedente de recaudación por el gobierno nacional se caracteriza por:
a) la concentración del 70% en tres jurisdicciones beneficiadas, 30% al Ministerio de Trabajo,
79 Guido, Pablo E., D Documentos / CADAL; Gastaldi y otros (2008), Las injustificaciones de los Superpoderes y de
la ley de Emergencia Económica, Fundación de Estudios Económicos, Gubernamentales y Empresariales. Frers,
Luciana Díaz; Alfieri, A.; Lajer Barón, A.; Casadei, E. (2011), “Informe de monitoreo de Presupuesto 2012”,
Evaluación Programa de Política Fiscal, CIPPEC.
80 Frers, Luciana Díaz; Alfieri, A.; Lajer Barón, A.; Casadei, E. (2011), “Informe de monitoreo de Presupuesto
2012”, Evaluación Programa de Política Fiscal, CIPPEC.
81 Permitidas por la ley 26124 de 2006.
82 En 2011, casi el 20% del presupuesto. CIPPEC, ASAP.
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Estado y administración Pública
21% al Ministerio de Planificación y 21% a la “Jurisdicción 91”, que representa a las Obliga-
ciones a Cargo del Tesoro83; b) la adopción de la rutina con esta última, de transferir, englo-
bando en tal concepto los subsidios o aportes de fondos a personas84, organizaciones sin fines
de lucro85 y empresas privadas86, sin exigencia transparente de contraprestación a cada tipo de
beneficiario. A ello se deben sumar las transferencias a dieciséis fondos fiduciarios, de las cuales
más del 70% se destina al sector Transporte; c) la utilización para el pago de deuda87; d) el fi-
nanciamiento sin restringir el déficit de Aerolíneas Argentinas y Austral.
83 Incluye los gastos originados por compromisos del Tesoro Nacional y que por sus características especiales no
pueden asignarse a las restantes jurisdicciones, del que más del 60% se destina a subsidios a privados y empresas
públicas.
84 La aplicación no es homogénea: la información de planes sociales es detallada en los administrados por el Mi-
nisterio de Trabajo y no lo es en Desarrollo Social.
85 En materia de organizaciones sin fines de lucro, en algunos casos se puede identificar a los beneficiarios mientras
que otras partidas significativas se publican “sin discriminar”.
86 De los subsidios a empresas, los cinco aspectos clave son: (1) marco regulatorio; (2) procedimientos para su ac-
ceso; (3) criterios de asignación; (4) beneficiarios, y (5) control y evaluación; resultando (1) disperso; (2) trans-
porte y alimentos se publican, gas no; (3) no se dan a conocer; (4) mucha información dispersa; (5) casi sin in-
formación pública disponible.
87 A través del Fondo de Desendeudamiento integrado por las retenciones móviles a las exportaciones del sector
granario.
88 Utiliza criterios formales de distribución de los recursos, dentro de un reglamento explícito; necesita un ciclo
organizado de discusiones y toma de decisiones durante todo el año; permite discutir principalmente sobre el
presupuesto de inversión, en especial las obras; tiene un valor deliberativo y el proceso permite una decisión
conjunta entre los ciudadanos movilizados y el gobierno local.
89 Es el caso más difundido en América Latina, como Belo Horizonte, Brasil (Cabannes [2003], Barrera [2004],
Ramírez [2001]), Albacete en España.
90 Difundidos en Alemania, en Holanda, en Inglaterra y en Francia.
– 368 –
administración financiEra
diente del municipio, siendo los consejos participativos de la ciudad las instancias privilegiadas
de la fiscalización del proceso en el modelo de Porto Alegre91.
Los dos objetivos políticos de los presupuestos participativos en Europa son: (1) mejorar
la legitimación del sistema político y (2) mejorar la cultura cívica y “democratizar la democra-
cia”. Los desafíos a resolver para perfeccionar esta herramienta se relacionan con la eficiencia,
la participación, la instrumentación, la deliberación y la democracia92.
Encontramos casos de presupuesto participativo como iniciativas, a escala local y muni-
cipal, en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, San Isidro en nuestro país, y en México, Perú,
Uruguay, Colombia, Ecuador, Guatemala, El Salvador; desde el año 2002, en Chile. Entre los
presupuestos participativos promovidos desde el nivel central mediante leyes nacionales, figuran
como ejemplo Guatemala, Nicaragua y Perú93, siendo la experiencia brasileña la más extendida.
Según Schick, el caso del Presupuesto Participativo es una herramienta apta cuando se
convoca a la sociedad civil y es oportuno para intervenir con algún impacto real en los ámbitos
locales. Si la intervención es tardía, se desvirtúa la participación y se consolida el proceso au-
toritario que induce a pasividad y cumplimiento de la ciudadanía94. Según otros autores, en
América Latina cuando falla o no se generaliza esta herramienta, se debe, en parte, a que in-
tendentes reacios, baja capacidad fiscal y administrativa de los gobiernos municipales y socie-
dades civiles fragmentadas y conflictivas obstaculizan la participación ciudadana.
91 Frecuentes en Alemania, Inglaterra y España (Dienel [1997], Sánchez [2000]). “Las experiencias de presupuesto
participativo se extienden poco antes de 2000 en Europa, primero en ciudades pequeñas (una decena en Francia
entre ellas Saint-Denis, Bobigny y Morsang-sur-Orge de París, Poitou-Charentes, Grenoble, Pont-de-Claix, Poi-
tiers),15 en Alemania, la red llamada ‘Ciudades del futuro’ de Badén-Würtenberg, Hamm, Berlín Lichtenberg
y Berlín Marzalm, una en Bélgica, entre 10 y 20 en Italia incluyendo Roma y Venecia, una decena en España,
como Rubí, San Feliu de Llobregat de Barcelona, Albacete y Jerez de la Frontera, Córdoba, Sevilla, 2 en Por-
tugal, una en Inglaterra, Salford”. Sintomer, Yves (2005), “Los presupuestos participativos en Europa: retos y
desafíos”, Revista del CLAD Reforma y Democracia.
92 En Brasil se utiliza como instrumento que incluye a las clases populares con un método privilegiado para per-
mitir una inversión de las prioridades a favor de los pobres, en cambio, en Europa intervienen actores de clase
media y media alta. Las fundaciones y las ONG juegan también un papel importante en la difusión de su uso,
en la elaboración metodológica y en el asesoramiento técnico del proceso.
93 Montecinos, Egon (2009), “El Presupuesto Participativo en América Latina. ¿Complemento o subordinación
a la democracia representativa?”, Revista del CLAD Reforma y Democracia Nº 44. Caracas, junio.
94 Schick, Allen (2005), “Una Agenda para la Gestión Presupuestaria”, Documento preparado para el Diálogo
Regional de Política. Banco Interamericano de Desarrollo. Abril.
95 Se exponen los volúmenes de servicios provistos de acuerdo con las asignaciones presupuestarias actuales y los
cambios que ocurrirían si se aumentaran o redujeran las asignaciones, por ejemplo, construcción de escuelas,
aumento de aulas y su funcionamiento; extensión de redes cloacales y de desagües pluviales, actuales y poten-
ciales, por municipio, barrio, ciudad; acceso proyectado a red de gas y a líneas de transporte en asentamientos
urbanos que carecen de ellos.
– 369 –
Estado y administración Pública
96 Dellasanta, A. y coautor, “Fiducia pública, flexibilidad presupuestaria y calidad regulatoria”, AAEAP 2007 y
2010; Fundación Unión 2009; FCE 2009.
97 Frers, Luciana Díaz; Alfieri, Ana Claudia; Lajer Barón, Andrés; Casadei, Estefanía (2011), “Informe de moni-
toreo de Presupuesto 2012. Los números lucen bien, el problema está en la letra chica”, Evaluación Programa
de Política Fiscal, CIPPEC.
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administración financiEra
dadanía y las organizaciones de la sociedad civil. Esto es crucial respecto del concepto de re-
presentación política en los sistemas democráticos.
Para que la rendición de cuentas funcione debe estar muy claro qué se puede y debe con-
trolar; quién controla o debe controlar; cómo controlar, qué misiones y funciones o temas se
pueden controlar y por cuánto tiempo98.
Las modalidades pueden clasificarse en99:
I. Accountability legal
Comprende que la Constitución establece las atribuciones de los poderes públicos en com-
petencias específicas; el gobierno es responsable (accountable) de que sus acciones no violen la
ley; las conductas y decisiones de las autoridades políticas (elegidos) y de los funcionarios pú-
blicos (designados) están delimitadas por leyes y el marco jurídico define y precisa las conductas
y procedimientos que son compatibles.
98 Sánchez Albavera, F., “Planificación estratégica y gestión pública por objetivos”, www.eclac.cl/publicaciones
/xml/7/12097/sgp32.pdf.
99 Sánchez Albavera, F., se basa en Enrique Peruzzoti y Catalina Smulovitz [2002], Controlando la Política: ciudadanos
y medios en las nuevas democracias. Buenos Aires: Editorial Temas.
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Estado y administración Pública
100 La legitimidad significa que los que tienen poder de decisión para cambiar las políticas durante su instrumen-
tación deben participar en la decisión original y estar de acuerdo con ella.
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administración financiEra
1 INTRAÓRGANO
2 INTERÓRGANO
Entre el Parlamento y el gobierno.
De los tribunales frente al gobierno y al Parlamento.
Del electorado frente al gobierno y al Parlamento.
3 INFORMALES
Periodismo.
4 DE LA OPOSICIÓN
Existencia de uno o más partidos de oposición.
Los mismos configuran los posibles arreglos institucionales que pueden presentarse y co-
existir en un país, con independencia del tipo de control que se practique y los modelos de con-
trol que se posean.
Ahora bien, en términos de clase o tipo de control, la moderna teoría financiera identifica
los siguientes:
1 Previo
2 Concomitante
3 Posterior
1 De alcance objetivo
2 De alcance subjetivo
1 Interno
2 Externo
El interés por el control de los resultados prevalece respecto del control concomitante o
previo.
Finalmente, el modelo institucional que cada sociedad escoja para asumir la función del
control podrá ser realizado a través de:
1 Tribunales o Cortes de Cuentas
2 Contraloría General o Auditoría General
3 Consejos de Auditoría
4 Sistemas combinados
En la República Argentina, el sistema de control gubernamental es dual, integrado e inte-
gral, con un órgano rector del sistema de control interno –a cargo de la Sindicatura General de
la Nación– y un órgano de control externo a cargo de la Auditoría General de la Nación –AGN–.
En cuanto a la acción del control, al considerar el proceso de “rendición de cuentas” como el
mecanismo por medio del cual, quien se haya hecho cargo de algún asunto debe hacerse res-
ponsable e informar ante quien tenga derecho a exigirlo; debe tenerse en cuenta, a priori, que
la forma de organizar el trabajo condiciona su proceso de control. Así, mientras en la “rendición
de cuentas por resultados” el criterio principal para la asignación de la responsabilidad, sobre
lo que se exige y presenta información, es en función de los “productos”, en la “rendición de
cuentas por procesos”, en cambio, el objeto principal sobre el que se informa es la medida en
– 373 –
Estado y administración Pública
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administración financiEra
los representantes de las provincias pueden tomar debido conocimiento de cómo fue la recau-
dación efectiva y los gastos en los que se incurrió durante el ejercicio.
No obstante lo dicho, nuestro país no ha tenido la mejor tradición en materia de rendición
de cuentas. Desde la organización nacional, lo normal ha sido el envío tardío de las cuentas
cuando no su omisión, así como tampoco fue muy diligente el
Congreso para tratarlas en el tiempo adecuado.
Una reseña de la historia de las cuentas es elocuente del poco interés que se les dispensó,
con independencia del gobierno de turno. La primera Cuenta de Inversión que trata el Con-
greso es la del año 1864; la de 1865 no fue remitida al Congreso, la del año 1866 fue apro-
bada en 1870, y desde 1867 hasta 1877 no se enviaron las respectivas cuentas. Las rendicio-
nes desde 1878 hasta 1884 inclusive fueron aprobadas en 1900, las correspondientes a los
años 1885 a 1900 fueron aprobadas en 1907, desde 1901 hasta 1904 el Poder Ejecutivo no
envió las cuentas, las del 1905 a 1911 solo las aprobó el Senado de la Nación, la de 1912
nunca fue informada, la de 1913 solo fue aprobada por el Senado, la de 1914 fue devuelta
al Poder Ejecutivo. Desde 1915 a 1920 solo fueron aprobadas por el Senado. A su vez la de
1921 se informó y, desde 1921 hasta 1924, otra vez las aprobó únicamente el Senado.
Diecisiete de estas cuentas fueron finalmente aprobadas en 1941. Desde 1925 a 1943, la
aprobación fue automática. La de 1944 fue aprobada en 1949, las de 1945 y 1946 fueron
aprobadas en 1950. A las de 1947, 1948, 1949 y 1950 se las aprobó en 1951. La cuenta de
1951 fue aprobada en 1953; en 1954, la de 1952; a su vez, la de 1953 en 1958. Las de 1954
y 1955 solo fueron aprobadas por el Senado de la Nación, la de 1956 en 1961. Desde 1957
a 1962, lo que se hizo fue una aprobación ficta. Las de 1963, 1964 y 1965 quedaron apro-
badas en 1974.
Desde 1966 hasta 1972 se suspendió el tratamiento, siendo rechazadas en 1986. Las de 1973
a 1975 fueron aprobadas en 1986 y, paralelamente, se rechazaron las correspondientes a la
dictadura militar, es decir, de 1976 a 1983. El atraso promedio de la aprobación de las cuen-
tas que van desde 1984 hasta 1993 fue de cinco años.
Desde la sanción de la Ley de Administración Financiera, el Senado aprobó las cuentas de
los años 1994, 1995 y 1996, pero los Diputados nunca las trataron. Las cuentas correspon-
dientes a los años 1997 y 1998 recibieron aprobación de ambas Cámaras y, en diciembre de
2007, se aprobaron las correspondientes a los años 1999, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004.
9. Reflexiones finales
El crecimiento del sector público en términos de escala y diversidad de bienes que presta,
el avance espectacular de las tecnologías de información y las mayores demandas de eficiencia
en la administración del gasto han conducido a una auténtica modificación en las prácticas ad-
ministrativas en la Administración Pública nacional.
En la Argentina, dichos cambios se iniciaron en 1992 con la sanción de la ley 24156 de
Administración Financiera del Estado. Replanteó el accionar de la administración, exteriori-
zando el propósito de cambiar la concepción normativista a una lógica relacional, pasando de
un proceso preocupado por los medios a un proceso preocupado por los “fines” y enfatizando
la consecución de los resultados.
– 375 –
Estado y administración Pública
Desde esta perspectiva, y a la luz de las transformaciones vividas, las políticas públicas
transitan entre la planificación y el control para luego ser evaluadas a través de sus resultados.
Dicho proceso se describe como un esquema circular de retroalimentación en donde se plani-
fica, ejecuta, controla y evalúa, para luego ratificar o rectificar el rumbo trazado en pos de que
se logre mayor eficiencia y eficacia en la prestación de servicios a la ciudadanía.
La formulación, ejecución y evaluación de políticas tiene su formalización en el presupuesto
estatal. Mediante la presentación de la información en forma clara, pueden encontrarse medios
para corroborar si lo planificado o programado fue realizado, encontrando desvíos y determinan-
do sus causas. En este sentido, el presupuesto por programas viabiliza la idea primera del ciclo de
políticas mostrando una proyección de acciones a realizar, su ejecución y su posterior evaluación
para, con esta última, encontrar los desvíos entre lo planificado y realizado.
Si bien los cambios paradigmáticos acaecidos a partir de la reingeniería administrativa y
financiera iniciada en 1992 se encuentran aún inconclusos, la importancia de las transforma-
ciones producidas impiden una vuelta atrás.
Además, la evolución del escenario internacional desde fines del siglo XX y en el curso
del presente, expone contradicciones fuertes desde el sostén del auge de la economía global
hasta el de su depresión, desde récords de intercambio hasta su impacto en la suficiencia ener-
gética, en el abastecimiento y precios de los alimentos, así como en la sustentabilidad ambiental,
desde concentración de la riqueza hasta niveles de exclusión social. Todo ello requiere estabi-
lizar las condiciones financieras y reducir la exposición a riesgos y shocks, la mejora del go-
bierno público y la capacidad administrativa general en el servicio público. En un contexto co-
mo el actual, nuestro país –como otros de Latinoamérica– es vulnerable a la fuga de capitales,
tiene tasas elevadas de disparidad económica y baja movilización de ingresos fiscales y tribu-
tarios. Los disturbios cíclicos que caracterizan la volatilidad económica –hoy también severa
en los países desarrollados– y los shocks cuando se alteran las tasas de intercambio o de inte-
reses, o de una caída en los precios de los productos pueden “descarrilar al gobierno de la po-
lítica presupuestaria prometida”. Con frecuencia, este clima de desorganización y la urgencia
de incrementar la producción económica afectan la preparación y la gestión presupuestaria.
Más que nunca el presupuesto, además de ser un medio para asignar recursos financieros
a los programas y organismos/agencias estatales, debe ser un instrumento clave para la pro-
moción del desarrollo económico, social y de la creación de legitimidad política. Es un requisito
hacer que el gobierno en cada uno de sus niveles, nacional, provincial y local y sus presupuestos
sean más sensibles a la voluntad democrática.
Para ello, es crítico fortalecer la capacidad de los legisladores que representan la voluntad
ciudadana para interpretar y evaluar el manejo financiero gubernamental, las prácticas de presu-
puesto y de sus efectos futuros, a la hora de avalar “los diálogos consigo mismo”, que son los pro-
yectos de ley de recursos y de gastos (en su lenguaje particular, que expresa en formularios, reglas,
papeles, clasificaciones y comportamientos poco flexibles). ¿Para qué? Para hacer que quienes
construyen y manejan los datos con la rigidez cultural de generaciones de experiencia en el proceso
presupuestario, formulen el plan financiero del gobierno, menos incremental y más estratégico,
ligado con la planificación u a otros medios de definir los objetivos y las prioridades, y sensibles
–unos y otros, diputados, senadores y gestores públicos– a la participación ciudadana.
De esto se trata cuando se apela a la gobernabilidad democrática y a la gobernanza: “Los
ciudadanos no estamos satisfechos con votar cada cuatro años. Queremos tener la oportunidad
de decir algo en el diseño de las políticas que nos afectarán. Queremos colaborar con el gobierno
en el diseño de nuestro futuro”, afirma Bourgon (1999).
– 376 –
administración financiEra
Es más arduo el trabajo de persistir en enseñar el deber a toda la sociedad civil para ejercer
el derecho a la información de la gestión financiera gubernamental. Es también más trascen-
dente aprender el derecho de ejercer y construir ciudadanía. Para demandar transparencia, co-
rregir trayectorias de indisciplina fiscal, de percepción de corrupción, importa valorar y asumir
el control social de nuestros representantes y exigir que los gobernantes den cuenta de sus ac-
tuaciones, en nombre del bienestar general. La institucionalidad es creación y se consolida con
el conjunto de todos y de nuestras conductas responsables, no delegando sino ejerciendo el po-
der que a cada uno corresponde.
Los avances podrán ser evaluados como rápidos o más lentos, pero su dirección seguirá
apuntando a consolidar una nueva cultura organizacional, basada en los resultados más que
en los procesos.
Sin embargo, se encuentran pendientes de consecución diversos elementos que contribui-
rán a lograrlo, tales como: mención de cuentas basado en resultados, centros de costos por pro-
gramas, inventario de activos públicos, presupuesto participativo, expediente electrónico, firma
digital, acceso a la información pública, etc.
En definitiva, restan múltiples transformaciones institucionales y transversales que aguardan
su momento para plasmarse y culminar, así, el proceso iniciado hace veinte años cuando el Con-
greso Nacional sancionó la actual Ley de Administración Financiera y Organismos de Control.
11. Resumen
A partir de considerar al Estado como una organización humana cuya función principal
–no única– es la de satisfacer necesidades públicas, se introducen las nociones básicas del pro-
ceso de provisión de los bienes y servicios públicos necesarios para su satisfacción, es decir, la
administración financiera estatal. A posteriori, se explicita la institucionalidad de las finanzas
públicas de la Argentina a través de la jerarquía de normas jurídicas que las fundamentan (con-
tienen) en relación con los cambios del rol del Estado, a partir del dictado de la primera Cons-
titución Nacional de 1853 hasta la actualidad. Luego, se distingue el peso de las funciones (tec-
nologías) de administración financiera que caracteriza el modelo de gestión de cada una de las
cuatro etapas de funcionamiento estatal.
El capítulo, una vez que presenta el marco conceptual y normativo básico, expone y des-
cribe el sistema presupuestario, destacando las modernas concepciones que plantean la necesi-
dad de su flexibilidad y orientación hacia resultados medibles. A continuación, se refuerza la
importancia del control del uso de los fondos públicos a través de la participación ciudadana,
y la rendición de cuentas de quienes los manejan. Se reafirma que tal proceso se legitima sola-
mente si los resultados muestran solución de los problemas públicos entendidos como parte
– 377 –
Estado y administración Pública
del bienestar general y con estándares de calidad. Finalmente, se completa con la noción del
control gubernamental del sistema presupuestario, a partir de considerar el caso argentino de
la Cuenta de Inversión.
13. Anexo
– 378 –
Institucionalidad constitucional de la administración financiera pública en la evolución del Estado argentino
– 379 –
(artículos 1 al 35)
Forma de Gobierno (art. 1°) Forma de Gobierno (art. 1°) Forma de Gobierno (art. 1°)
Republicana, representativa y federal. Republicana, representativa y federal. Republicana, representativa y federal.
administración financiEra
Recursos y gastos (art. 4°) Recursos y gastos (art. 4°) Recursos y gastos (art. 4°)
Provee a los gastos con los fondos del Tesoro Nacio- Provee a los gastos con los fondos del Tesoro Nacio- El Gobierno federal provee a los gastos de la Nación
nal, formado del producto de los derechos de impor- nal, formado del producto de los derechos de impor- con los fondos del Tesoro Nacional, formado del pro-
tación y exportación, de la venta o locación de tierras tación y exportación, de la propia actividad económica ducto de derechos de importación y exportación; del
de propiedad de la Nación, de la renta de correos, de que realice, servicios que preste y enajenación o locación de de la venta o locación de tierras de propiedad nacio-
las demás contribuciones que equitativa y proporcio- bienes de dominio del Estado Nacional; de las demás con- nal, de la renta de Correos, de las demás contribucio-
nalmente imponga a la población el Congreso, y de tribuciones que equitativa y proporcionalmente imponga a nes que equitativa y proporcionalmente a la pobla-
los empréstitos y operaciones de crédito público que la población el Congreso, y de los empréstitos y operaciones ción imponga el Congreso General, y de los
decrete el mismo Congreso para urgencias de la Na- de crédito que sancione el mismo Congreso para urgencias empréstitos y operaciones de crédito que decrete el
ción o para empresas de utilidad nacional. de la Nación o para empresas de utilidad pública. mismo Congreso para urgencias de la Nación, o para
empresas de utilidad nacional.
Constituciones provinciales (art. 5°) Constituciones provinciales (art. 5°) Constituciones provinciales (art. 5°)
Dictar para sí una constitución de acuerdo con los Dictar para una constitución de acuerdo con los prin- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo
principios de la nacional, con el mismo sistema de cipios de la Constitución Nacional, con el mismo sis- el sistema representativo republicano, de acuerdo con
gobierno, asegurando su administración de justicia, tema de gobierno, asegurando su administración de los principios, declaraciones y garantías de la Cons-
su régimen municipal y su educación primaria. Con justicia, su régimen municipal y su educación prima- titución Nacional; y que asegure su administración
ello el gobierno le garantiza el ejercicio de sus insti- de justicia, su régimen municipal, y la educación pri-
ria, y la cooperación requerida por el gobierno federal
tuciones. a fin de hacer cumplir esta CN y las leyes de la Na- maria. Bajo estas condiciones, el Gobierno federal,
ción que en su consecuencia se dicten. garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus
Con ello el gobierno le garantiza el ejercicio de sus instituciones.
instituciones.
Aduanas nacionales (art. 9°) Aduanas nacionales (art. 9°) Aduanas nacionales (art. 9°)
En todo el territorio de la Nación no habrá más adua- No se modifica. En todo el territorio de la Nación no habrá más adua-
nas que las nacionales, en las cuales regirán las tarifas nas que las nacionales, en las cuales regirán las tarifas
que apruebe el Congreso. que sancione el Congreso.
Circulación de bienes por aduanas (art. 10) Circulación de bienes por aduanas (art. 10) Circulación de bienes por aduanas (art. 10)
– 380 –
En el interior de la República es libre de derechos la No se modifica. En el interior de la República es libre de derechos la
circulación de los efectos de producción o fabricación circulación de los efectos de producción o fabricación
nacional, así como la de los géneros y mercancías de nacional, así como la de los géneros y mercancías de
todas clases, despachadas en las aduanas exteriores. todas clases, despachadas en las aduanas exteriores.
Estado y administración Pública
Garantías y derechos reconocidos (art. 14) Garantías y derechos reconocidos (art. 14) Garantías y derechos reconocidos (art. 14)
Todos los habitantes de la Nación gozan de los mis- Todos los habitantes de la Nación gozan de los mis- Todos los habitantes de la Nación gozan de los si-
mos derechos conforme las leyes que reglamentan su mos derechos conforme las leyes que reglamentan su guientes derechos conforme a las leyes que reglamen-
ejercicio, a saber; de trabajar y ejercer toda industria ejercicio, a saber; de trabajar y ejercer toda industria ten su ejercicio; a saber: De trabajar y ejercer toda in-
lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las au- útil y lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a dustria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a
toridades; de reunirse; de entrar, permanecer… . las autoridades; de reunirse; de entrar. las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y sa-
lir del territorio argentino; de publicar sus ideas por
la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su
propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar
libremente su culto; de enseñar y aprender.
Artículo 14 bis. El trabajo en sus diversas formas
gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán
al trabajador: condiciones dignas y equitativas de la-
bor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados;
retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual re-
muneración por igual tarea; participación en las
ganancias de las empresas, con control de la produc-
ción y colaboración en la dirección; protección contra
el despido arbitrario; estabilidad del empleado público;
organización sindical libre y democrática reconocida
por la simple inscripción en un registro especial.
– 381 –
cial, que tendrá carácter de integral e irrenunciable.
En especial, la ley establecerá: el seguro social obli-
gatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o
provinciales con autonomía financiera y económica,
administración financiEra
La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la La propiedad privada tiene una función social y, en La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la
Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de consecuencia, estará sometida a las obligaciones que Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de
sentencia fundada en ley. La expropiación por causa establezca la ley con fines de bien común. Incumbe sentencia fundada en ley. La expropiación por causa
de utilidad pública, debe ser calificada ley y previa- al Estado fiscalizar la distribución y utilización del de utilidad pública, debe ser calificada por ley y pre-
mente indemnizada. Sólo el Congreso impone la ley. campo e intervenir con el objeto de desarrollar… viamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las
contribuciones que se expresan en el art. 4°. Ningún
Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su
servicio personal es exigible, sino en virtud de ley o de
obra, invento o descubrimiento, por el término que le
sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es pro-
acuerde la ley. La confiscación de bienes queda bo- pietario exclusivo de su obra, invento o descubrimien-
rrada para siempre del Código Penal argentino. Nin- to, por el término que le acuerde la ley. La confiscación
gún cuerpo armado puede hacer requisiciones… de bienes queda borrada para siempre del Código Pe-
nal argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer re-
quisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.
Derechos de los extranjeros (art. 20) Derechos de los extranjeros (art. 20)
Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer
Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de
su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas;
todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejer-
– 382 –
ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía,
cer su industria, comercio y profesión; poseer bienes
ni a pagar contribuciones forzosas extraordinarias. raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y
Obtienen nacionalización residiendo dos años continuos en la Nación; pero la autoridad puede acortar este costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse
término a favor del que lo solicite, alegando y probando servicios a la República. conforme a las leyes. No están obligados a admitir
Estado y administración Pública
Delegación del poder del pueblo (art. 22) Delegación del poder del pueblo (art. 22)
El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Cons- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de
titución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a sus representantes y autoridades creadas por esta
nombre de este, comete delito de sedición. Constitución. Toda fuerza armada o reunión de per-
sonas que se atribuya los derechos del pueblo y peti-
cione a nombre de este, comete delito de sedición.
Capítulo segundo. Nuevos derechos y garantías (art. 39)
– 383 –
Segunda Parte. Autoridades de la Nación
A la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y re- A la Cámara de Diputados corresponde exclusiva-
clutamiento de tropas. mente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones
y reclutamiento de tropas.
Capítulo Cuarto. Atribuciones del Congreso Capítulo Cuarto. Atribuciones del Congreso Capítulo Cuarto. Atribuciones del Congreso (art. 75)
(artículos 67 al 67) (artículos 68 al 68)
Corresponde al Congreso: Corresponde al Congreso: Corresponde al Congreso:
1º. Legislar sobre las aduanas exteriores y establecer 1º. Legislar sobre las aduanas exteriores y establecer 1º. Legislar en materia aduanera. Establecer los de-
los derechos de importación, los cuales así como las los derechos de importación y de exportación. rechos de importación y exportación, los cuales, así
avaluaciones sobre las que recaigan serán uniformes como las avaluaciones sobre las que recaigan, serán
en toda la Nación; bien entendido que esta, así como uniformes en toda la Nación.
las demás contribuciones nacionales, podrán ser sa-
tisfechas en la moneda que fuese corriente en las pro-
vincias respectivas, por su justo equivalente. Estable-
cer igualmente los derechos de exportación.
2º. Imponer contribuciones directas por tiempo de- 2º. Imponer contribuciones directas por tiempo de- 2º. Imponer contribuciones indirectas como facul-
terminado y proporcionalmente iguales en todo el te- terminado y en todo el territorio de la Nación, siem- tad concurrente con las provincias. Imponer contri-
rritorio de la Nación, siempre que la defensa, seguri- pre que la defensa, seguridad común y bien general buciones directas, por tiempo determinado, propor-
dad común y bien general del Estado lo exijan. del Estado lo exijan. cionalmente iguales en todo el territorio de la
Nación, siempre que la defensa, seguridad común
y bien general del Estado lo exijan. Las contribu-
– 384 –
ciones previstas en este inciso, con excepción de la
parte o el total de las que tengan asignación especí-
fica, son coparticipables.
3º. Contraer empréstitos de dinero sobre el crédito de 3º. Contraer empréstitos de dinero sobre el crédito de 4º. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación.
la Nación. la Nación
– 385 –
4º. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras 4º. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras 5º. Disponer del uso y de la enajenación de las tie-
de propiedad nacional. de propiedad nacional. rras de propiedad nacional.
administración financiEra
5º. Establecer y reglamentar un Banco nacional en la 5º. Establecer y reglamentar un Banco nacional en la 6º. Establecer y reglamentar un banco federal con
Capital y sus sucursales en las provincias, con facul- Capital y sus sucursales en las provincias, con facul- facultad de emitir moneda, así como otros bancos
tad de emitir billetes. tad de emitir billetes. nacionales.
6º. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de 6º. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de 7º. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior
la Nación. la Nación. de la Nación.
7º. Fijar anualmente el presupuesto de gastos de ad- 7º. Fijar anualmente el presupuesto de gastos de ad- 8º. Fijar anualmente, conforme a las pautas estable-
ministración de la Nación, y aprobar o desechar la ministración de la Nación, y aprobar o desechar la cidas en el tercer párrafo del inc. 2 de este artículo, el
Cuenta de Inversión. Cuenta de Inversión. presupuesto general de gastos y cálculo de recursos
de la Administración Nacional, en base al progra-
ma general de gobierno y al plan de inversiones pú-
blicas y aprobar o desechar la Cuenta de Inversión.
8º. Acordar subsidios del Tesoro Nacional a las pro- 8º. Acordar subsidios del Tesoro Nacional a las pro- 9º. Acordar subsidios del Tesoro Nacional a las pro-
vincias, cuyas rentas no alcancen, según sus presu- vincias, cuyas rentas no alcancen, según sus presu- vincias, cuyas rentas no alcancen, según sus presu-
puestos, a cubrir sus gastos ordinarios. puestos, a cubrir sus gastos ordinarios. puestos, a cubrir sus gastos ordinarios.
16. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al 16. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al 18. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al
adelanto y bienestar de todas las provincias, y al pro- adelanto y bienestar de todas las provincias, y al pro- adelanto y bienestar de todas las provincias, y al pro-
greso de la ilustración, dictando planes de instrucción greso de la ilustración, dictando planes de instrucción greso de la ilustración, dictando planes de instrucción
general y universitaria, y promoviendo la industria, la general y universitaria, y promoviendo la industria, la general y universitaria, y promoviendo la industria, la
inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales
navegables, la colonización de tierras de propiedad na- navegables, la colonización de tierras de propiedad na- navegables, la colonización de tierras de propiedad na-
cional, la introducción y establecimiento de nuevas in- cional, la introducción y establecimiento de nuevas in- cional, la introducción y establecimiento de nuevas in-
dustrias, la importación de capitales extranjeros y la dustrias, la importación de capitales extranjeros y la dustrias, la importación de capitales extranjeros y la
exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras
de estos fines y por concesiones temporales de privile- de estos fines y por concesiones temporales de privile- de estos fines y por concesiones temporales de privile-
gios y recompensas de estímulo. gios y recompensas de estímulo. gios y recompensas de estímulo.
– 386 –
19. Proveer lo conducente al desarrollo humano, al
progreso económico con justicia social, a la produc-
Estado y administración Pública
– 387 –
administración financiEra
– 388 –
públicos.
Sección Segunda. Capítulo Primero. De su naturaleza y duración (artículos 74 al 80). Del Poder Ejecutivo Sección Segunda. Del Poder Ejecutivo. Capítulo Prime-
(arts. 74 al 93) ro. De su Naturaleza y Duración
Estado y administración Pública
Atribuciones del Poder Ejecutivo (art. 86) Atribuciones del Poder Ejecutivo (art. 83) Atribuciones del Poder Ejecutivo (art. 99)
El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribu- El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribu- El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribu-
ciones: ciones: ciones:
1. Es el Jefe Supremo de la Nación y tiene a su cargo 1. Es el Jefe Supremo de la Nación y tiene a su cargo 1. Es el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno
la administración general del país. la administración general del país y responsable político de la administración general
del país.
13. Hace recaudar las rentas de la Nación y decreta 13. Hace recaudar las rentas de la Nación y decreta 10. Supervisa el ejercicio de la facultad del jefe de ga-
su inversión con arreglo a la ley o presupuestos de su inversión con arreglo a la ley o presupuestos de binete de ministros respecto de la recaudación de las
gastos nacionales.. gastos nacionales. rentas de la Nación y de su inversión, con arreglo a
la ley o presupuesto de gastos nacionales.
De los ministros del Poder Ejecutivo (art. 87) De los ministros del Poder Ejecutivo (art. 84) Capítulo Cuarto
Ocho ministros secretarios tendrán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación y refrendarán y le- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros
galizarán los actos del Presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia. Una ley es- secretarios cuyo número y competencia será estable-
pecial deslindará los ramos del respectivo cida por una ley especial tendrán a su cargo el despa-
cho de los negocios de la Nación, y refrendarán y le-
galizarán los actos del Presidente por medio de su
firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia. Al jefe
de gabinete de ministros, con responsabilidad política
ante el Congreso de la Nación, le corresponde:
– 389 –
1. Ejercer la administración general del país.
administración financiEra
Título Segundo. Gobiernos de Provincia Gobiernos de Provincia (arts. 97 al 103) Título Segundo - Gobiernos de Provincia
(arts. 104 al 110)
Poder no delegado de las provincias (art. 104) Poder no delegado de las provincias (art. 97) Poder no delegado de las provincias (art. 121)
Las provincias conservan todo el poder no delegado Las provincias conservan todo el poder no delegado Las provincias conservan todo el poder no delegado
por esta Constitución al Gobierno Federal, y el que por esta Constitución al Gobierno Federal, y el que por esta Constitución al Gobierno Federal, y el que
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expresamente se hayan reservado por pactos especia- expresamente se hayan reservado por pactos especia- expresamente se hayan reservado por pactos especia-
les al tiempo de su incorporación. les al tiempo de su incorporación. les al tiempo de su incorporación.
Poder constitucional de las provincias (art. 106) Poder constitucional de las provincias (art. 99) Poder constitucional de las provincias y autonomía
Estado y administración Pública
Cada provincia dicta su propia Constitución, confor- No se modifica. Cada provincia dicta su propia Constitución, confor-
me a lo dispuesto en el artículo 5. me a lo dispuesto por el art. 5° asegurando la auto-
nomía municipal y reglando su alcance y contenido
en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero.Poder Ejecutivo.
Disposiciones Transitorias
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En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Con-
greso de la Nación convocará a los habitantes de la
ciudad de Buenos Aires para que, mediante los repre-
administración financiEra
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