Libro Controversias Trastornos Alimentarios
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Libro Controversias Trastornos Alimentarios
Controversias sobre
los trastornos alimentarios
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Coordinación editorial:
Controversias sobre
los trastornos alimentarios
Coordinador
D. Antoni Grau Touriño
Responsable Gestión del Conocimiento e Investigación. ITA.
D. Jorge Martínez Fernández
Gestor de Proyectos del Instituto Tomás Pascual Sanz.
Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara.
D. Alfonso Perote Alejandre
Director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual Sanz.
Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara.
D.ª Montserrat Sánchez Povedano
Directora del Instituto de Trastornos Alimentarios. Presidenta de FITA. Barcelona.
Autores
D. Roberto Baztarrica Jarauta
Psicólogo. Becario en formación. Curso especial de Posgrado:
Intensificación en Psicología Sanitaria. Universidad Pontificia de Salamanca.
Dr. Luis Beato Fernández
Psiquiatra. Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Dra. Ascensión Blanco Fernández
Psicóloga. Profesora de la UEM.
Dra. Rosa Calvo Sagardoy
Coordinadora de la Unidad TCA del Hospital Santa Cristina. Madrid.
Dr. José J. Casas Rivero
Unidad de Medicina del Adolescente. Hospital La Paz. Madrid.
Dr. Gustavo Faus Boronat
Psiquiatra y Director Asistencial del Instituto de Trastornos Alimentarios.
Dra. Mar Faya Barrios
Psiquiatra del Hospital del Niño Jesús. Médico de Familia. Madrid.
Dra. Montserrat Graell Berna
Psiquiatra de la Unidad TCA del Hospital del Niño Jesús de Madrid.
Presidenta de la Asociación Española para el Estudio
de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (AEETCA). Madrid.
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Índice
7 Prólogo
Ricardo Martí Fluxá
9 Presentación
Dra. Montserrat Sánchez Poedano
Prólogo
Querido lector:
Bienvenido a esta segunda obra fruto del convenio de colaboración entre el
Instituto Tomás Pascual Sanz y la Fundación Instituto de Trastornos Alimen-
tarios. En ella recogemos el contenido del seminario que se organizó en el mes
de octubre de 2011 en las instalaciones del CSIC, con el título “Controversias
sobre los trastornos alimentarios. Jornada de actualización y debate”. Este se-
minario se diseñó para crear un foro de debate entre profesionales, pacientes
y familiares, donde se ofreciera una información rigurosa, veraz y actualizada
de la situación de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en nuestro
país.
Con este libro queremos dotar a la sociedad, y especialmente al colectivo de
educadores, de las herramientas necesarias que sirvan para la detección tem-
prana de este tipo de trastornos, para que los sepan reconocer y derivar al es-
pecialista oportuno, evitando de esta manera una complicación en el futuro
desarrollo de la enfermedad. La prevención es fundamental, pero esta no debe
ir dirigida exclusivamente al colectivo de riesgo, sino también a padres, edu-
cadores, médicos de Atención Primaria y pediatras.
Otro de los factores importantes en la prevención y el tratamiento de los TCA
es el papel fundamental que están jugando las nuevas tecnologías. En el siglo
de la información y en la era de Internet, a veces esta tecnología, lejos de servir
como un canal de combate contra la enfermedad, participa creando plata-
formas en las que se anima y aconseja a los jóvenes a caer en las redes del su-
frimiento, algo dificilísimo de controlar; como lo es también el papel de los
medios de comunicación, en los que muchas veces no se sabe cómo dirigir el
mensaje de la noticia.
Y es que el origen de este tipo de trastornos es más complejo que el simple
recurso de las tallas de la moda. Aún existe mucho desconocimiento, pero lo
que sí se sabe es que se trata de una combinación de factores biológicos, psi-
cológicos y sociales, que confunden a la persona y la hacen tener una imagen
distorsionada de sí misma. La obsesión por la pérdida de peso conduce a la
malnutrición, que a su vez contribuye a los cambios físicos y emocionales del
paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial
de los trastornos de la conducta alimentaria.
Hemos estructurado el libro en cuatro grandes bloques que engloban el con-
junto de la enfermedad desde su origen hasta su tratamiento final. Se empieza
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Presentación
dos fases y sobre una población represen- buscando un cambio en el aspecto cor-
tativa de escolares (6). En él se dan cifras poral que a uno lo haga más atractivo.
de prevalencia de estos trastornos y de sus Existe una insatisfacción corporal práctica-
formas menores, así como un análisis de mente normativa entre las adolescentes de
correlatos de riesgo. Poco después otros nuestro entorno (9) que facilita la realiza-
autores han ofrecido datos de otras re- ción de dietas. Es bien conocido que la
giones (7). Otro ámbito en el que se han dieta es un factor de riesgo para desarro-
producido importantes avances es en el de llar un trastorno alimentario (10); una pro-
los factores de riesgo. Fairburn y Harrison porción muy alta de mujeres adolescentes
(8) publicaron en 2003 una escueta pero realiza al menos una dieta al año sin pres-
magnífica revisión del concepto, factores cripción médica (9). Evidentemente no
de riesgo y estabilidad de los diagnósticos todas ellas desarrollan un trastorno alimen-
de trastornos alimentarios. Los factores de tario, sólo las que tienen mayor vulnerabi-
riesgo son numerosos, lo que habla de la lidad, y en la misma sin duda influye la pre-
heterogeneidad de los caminos por los que disposición genética. Existen datos que
se pueden desarrollar estas alteraciones confirman la existencia de una mayor agre-
mentales. Se pueden citar los factores ge- gación familiar de trastornos alimentarios
nerales, como ser mujer y estar en la ado- en las familias de las pacientes que las pa-
lescencia. Este constituye un periodo muy decen; también de la existencia de una alta
significativo desde el punto de vista del de- heredabilidad (es decir, de capacidad de ex-
sarrollo del individuo. Se produce una tran- presión fenotípica) tanto de la anorexia
sición de niño al individuo adulto que im- nerviosa como de la bulimia nerviosa (8,
plica importantes cambios: psicológicos, 11, 12). Se trata de una herencia aditiva,
como es el desarrollo de la propia iden- es decir, participada por multitud de genes
tidad y de la autonomía personal mediante que sumarían sus efectos facilitando la
una progresiva desvinculación de los pa- eclosión del trastorno alimentario en inte-
dres; biológicos, donde se incluyen los racción con algún otro factor de riesgo.
cambios hormonales propios de la pu- Puede ser la dieta, como se ha mencio-
bertad e importantes cambios corporales nado, o los cambios hormonales que su-
con el desarrollo de los caracteres sexuales ceden en la pubertad, los que podrían ac-
secundarios, y sociales, entre los que son tivar el efecto genético (13, 14).
especialmente significativas las interac- Otro conjunto atractivo de factores de
ciones con los pares entre quienes el ado- riesgo lo constituyen las experiencias pre-
lescente debe hacer gala y obtener vali- vias y precoces. Publicamos en 2006 sendos
dación de sus propias características artículos sobre el efecto de la crianza y el
personales. Se trata de una época en la estrés en los trastornos alimentarios (15,
que las incertidumbres personales pueden 16). Se trata de datos procedentes de una
facilitar el recurso a comportamientos diri- muestra escolar seleccionada de manera
gidos a cambiarse de alguna manera a sí aleatoria y representativa de nuestra pobla-
mismo, para ganar seguridad y afianzarse ción adolescente. Tanto la existencia de ac-
en el propio valor. Uno de ellos, facilitado titudes anómalas (especialmente un bajo
culturalmente, es la realización de dieta, calor emocional o rechazo por parte de uno
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delo transdiagnóstico. Consistiría en acu- también es con trastornos en los que la an-
mular los trastornos alimentarios en una siedad es un elemento fundamental: el
categoría única que estaría definida por el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno
fenómeno común de tener preocupa- límite de personalidad o el trastorno de
ciones sobrevaloradas en relación con el personalidad por evitación. Un estudio
peso, comida y figura. Este modelo no es muy reciente de Kendler (24) pone de ma-
sostenible por varias razones, la funda- nifiesto estas relaciones. Se trata de un es-
mental es cómo establecer el criterio de tudio gemelar impresionante en el que se
que alguien tiene una preocupación so- hacen estimaciones de las asociaciones ge-
brevalorada en un entorno en el que una néticas y ambientales de 22 trastornos
proporción tan importante de las adoles- mentales, incluyendo los trastornos tanto
centes desea un cambio corporal, es decir, del eje I como del eje II. En el modelo de
no está del todo satisfecha con su aspecto factores genéticos, los trastornos alimen-
corporal (9). No habría un límite claro tarios fueron los únicos del grupo de tras-
entre padecer un trastorno alimentario o tornos internalizantes del eje I (que incluye
no. Las consecuencias de una definición a la depresión mayor y los trastornos de
de caso tan débil serían importantes de ansiedad, con excepción de la fobia social)
cara a los estudios epidemiológicos, el es- que presentó una asociación significativa
tablecimiento del pronóstico de los pa- con el grupo de trastornos externalizantes
cientes, la clarificación de las relaciones del eje II (entre los que se incluyeron los
con otras patologías o la evaluación de la trastornos de personalidad obsesivo, límite,
respuesta al tratamiento. histriónico, narcisista y dependiente). Estos
Waller (23) ha propuesto un modelo dife- datos tienden a sostener que los trastornos
rente de clasificación. Los fundamentos alimentarios comparten cierto riesgo gené-
sobre los que se basa es la proximidad tico, como se decía anteriormente, con los
entre los trastornos alimentarios y los tras- mismos. Curiosamente, en el análisis de los
tornos de ansiedad. Es indudable que la factores ambientales, los trastornos alimen-
sintomatología ansiosa constituye un ele- tarios desaparecen del escenario al no
mento importante en cualquier caso de mostrar asociaciones significativas con nin-
trastorno alimentario: ansiedad intensa guno de los tres factores ambientales de-
ante la comida, con evitación fóbica y pro- tectados por los autores, que incluyen a la
gresiva de los alimentos, ansiedad ante la práctica totalidad de los trastornos del eje
posibilidad de tener atracones, culpa si se I y II. En definitiva, los trastornos alimenta-
han tenido, miedo intenso a la ganancia rios parecen compartir elementos de dis-
de peso. Sólo hay tranquilidad cuando la posición genética con trastornos de an-
paciente controla. Pero además es fre- siedad, depresión mayor y algunos
cuente, ya se dijo con anterioridad, que trastornos de personalidad, pero los fac-
haya un antecedente o un diagnóstico co- tores ambientales que los facilitan parecen
mórbido de trastorno de ansiedad (19) y ser bastante específicos.
que en la familia próxima también se acu- Otra alternativa, desde el punto de vista
mulen estas patologías. Por otra parte, la conceptual, es aproximar los trastornos ali-
comorbilidad en el eje de personalidad mentarios, al menos a un subgrupo de los
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estructura integra el recuerdo de las ex- males. Los modelos animales son proble-
periencias pasadas y la evaluación de las máticos en nuestra disciplina en tanto es
consecuencias futuras. El descubrimiento imposible trasladar comportamientos de
de Damasio fue que antes de la toma de mamíferos inferiores a comportamientos
decisiones se produce una respuesta au- humanos. Basta con que consideremos la
tonómica (el marcador somático) que se enorme importancia que tienen las varia-
asoció en el pasado con una experiencia bles de comunicación, presión social, cul-
similar a la actual y que ayuda y dirige el tural y familiar o la propia autoestima en
proceso de toma de decisión. A través de el desarrollo de anomalías comportamen-
un procedimiento (Iowa Gambling Test, tales y alimentarias (9) para que caigamos
asociado a una medida electrodérmica) se en la cuenta de la enorme distancia entre
puede objetivar si el sujeto emite esta el laboratorio y la vida que llevamos. No
señal autonómica previa a la decisión. obstante, también es indudable que com-
Esto no se produce en los individuos con partimos con los mamíferos estructuras
lesiones en esa estructura cerebral. Existe primitivas, desarrolladas a lo largo de la
una aplicación del modelo de los marca- evolución, con una función adaptativa
dores somáticos a las conductas adictivas contrastada. Es nuestro cerebro más pro-
que sostiene la existencia de una disfun- fundo, más arcaico, pero también el que
ción en el córtex prefrontal ventromedial regula las bases del procesamiento emo-
asociado a una hiperactividad de la amíg- cional. Las ciencias psicológicas y la propia
dala en las mismas (29). psicopatología han tenido demasiado en
Un modo de aproximar los trastornos ali- cuenta en las últimas décadas, y tal vez
mentarios a otras adicciones comporta- con demasiado fervor, el control cognitivo
mentales sería, por lo tanto, demostrar del comportamiento. Las evidencias su-
qué comparten con aquellas alteraciones gieren que no estamos permanentemente
neuropsicológicas. A estas alturas lo que elaborando y regulando lo que hacemos;
podemos decir es que los datos disponi- que a veces nuestros pensamientos no
bles son escasos y no se puede llegar a son sino meras elaboraciones o construc-
conclusiones definitivas. De todos modos, ciones racionalizadoras de comporta-
la neuropsicología constituye una vía a mientos que tienen un determinismo más
través de la cual se puede llegar en los pulsional o emocional (30). Ello implica la
próximos años a delimitar un subgrupo de necesidad de intentar introducir en nues-
pacientes que se ajusten a este modelo. tros sistemas de comprensión la idea de
Además de los avances que puedan venir una regulación de abajo a arriba (ahora
de manos de la genética, aún escasa- se dice down-up), es decir, de tener en
mente valorables en otra cosa que no sea cuenta las influencias de los sistemas ce-
afirmar la disposición genética que hay en rebrales más primitivos sobre nuestro fun-
estos trastornos y la importancia de las in- cionamiento psicológico y comporta-
teracciones entre los genes y el ambiente, mental. Desde este planteamiento toman
y de la neuropsicología, otro campo desde interés los experimentos en animales, la
el que se pueden esperar importantes investigación traslacional, como ahora se
contribuciones es el de los modelos ani- dice, desde la que se están haciendo
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aportaciones interesantísimas, muy com- of anorexia nervosa and bulimia nervosa: evi-
plejas y que a los clínicos, por lo menos a dence of shared liability and transmission of
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serían una respuesta a las dificultades en la periores a las de la población normal utili-
adquisición de estos nuevos roles. Autores zando el inventario de trastornos alimen-
como Mosley (2008) teorizan una función tarios (EDI), este instrumento no se adapta
análoga de la vigorexia en varones. a las peculiaridades alimentarias del TDM.
Además, ningún autor ha propuesto este
La dieta en el TDM aspecto como criterio diagnóstico (ibídem).
Como se ha comentado con anterioridad, Tampoco se ha constatado la presencia de
el primer equipo de investigadores que sensaciones de pérdida de control en el in-
describió el trastorno lo situó años más gente consumo de calorías de estos pa-
tarde dentro del espectro de los trastornos cientes. Esta cuestión tiene importantes im-
dismórficos, al considerar que la alteración plicaciones para su diagnóstico: en un
de la conducta alimentaria resultaría un sistema categorial, no tendría sentido si-
síntoma secundario, a diferencia de lo que tuar en el grupo de los TCA un síndrome
ocurre en los TCA. A pesar de ello, un acer- en el que la conducta alimentaria no se en-
camiento a la conducta alimentaria de cuentre alterada.
estos pacientes permite vislumbrar el ca-
rácter claramente patológico de la misma. Criterio B. Esta preocupación se mani-
La dieta de las personas afectadas por un fiesta por, al menos, dos de los si-
TDM se caracteriza por la ingesta de ali- guientes cuatro criterios.
mentos que propicien un aumento de la
masa muscular, junto a la evitación de ali- 1. La persona afectada, a menudo,
mentos que aumenten la grasa. Los indivi- evita importantes actividades a
duos con TDM se adhieren a dietas es- causa de una necesidad compulsiva
trictas, que requieren de un riguroso de mantener el ejercicio físico o la
cálculo macronutricional de todos los ali- dieta.
mentos consumidos. Los altos contenidos
en proteína y las bajas tasas de lípidos son El ejercicio en el TDM
las características principales de las dietas La enorme necesidad de realizar largas se-
de estos pacientes. A ello se suma el con- siones en el gimnasio se convierte en prin-
sumo de suplementos nutricionales hiper- cipio organizador de la vida de las personas
proteicos, a veces ilegales. Este segui- afectadas por este trastorno. Ello supone
miento exhaustivo de la alimentación un progresivo deterioro de actividades so-
supone una continua evitación de las co- ciales, ocupacionales y recreativas que son
midas en restaurantes o en lugares en los percibidas como distractores incompati-
que no tengan un control sobre los ali- bles, o bien con el ejercicio físico, o bien
mentos (Mosley, 2009). con el seguimiento de la dieta necesaria.
Frecuentemente la dieta de las personas El levantamiento de diferentes tipos de
con TDM es exagerada en cantidad y redu- pesas es la principal preferencia de estos
cida en diversidad, aunque este aspecto no pacientes. Este hecho se explica por el
ha sido comprobado de forma sistemática deseo de incrementar la masa muscular y,
(Muñoz y Martínez, 2007). Aunque a tal efecto, los ejercicios anaeróbicos con-
Olivardia (2001) encontró puntuaciones su- forman las rutinas seleccionadas.
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tido, los pacientes con TDM superan en terioridad al inicio del trastorno, por lo que
mucho los límites de ejercicio recomen- el uso de esteroides es considerado un sín-
dados. Se considera exceso de ejercicio fí- toma y no un factor causal.
sico aquel de alta intensidad que supera la En concreto, los esteroides empleados ma-
duración de una hora y media y la fre- yoritariamente por los pacientes con TDM
cuencia de más de seis veces por semana. son los esteroides anabolizantes androgé-
En el TDM se supera en tiempo, intensidad nicos. Los esteroides anabólicos estimulan
y frecuencia estos valores, lo que incre- el desarrollo muscular y disminuyen la
menta la probabilidad de sufrir lesiones. grasa corporal. Sin embargo, el elenco de
Cuando éstas ocurren, es frecuente que la sustancias empleadas no termina con los
actividad física continúe, con el fin de evitar esteroides. Estimulantes, como la efedrina,
la ansiedad experimentada ante la au- las anfetaminas o la cocaína, analgésicos
sencia de ejercicio físico. narcóticos y glucocorticoesteroides son
Capítulo aparte merece el uso de este- otros de los complementos químicos em-
roides en este grupo de pacientes. En un pleados al servicio del incremento de la
estudio reciente, al menos el 50% de los masa muscular.
sujetos confesó haber utilizado esteroides. Son bien conocidos los efectos del uso y
(Olivardia, 2000), aunque el uso de estas abuso de estas sustancias (Alonso, 2005).
sustancias se estima superior, debido a que Entre los más frecuentes destacan el enco-
el carácter ilegal de muchas de ellas hace gimiento de los testículos, la reducción del
que su uso aparezca infrarreportado. Un recuento de espermatozoides que cursa
dato importante es que en el 73% de los con infertilidad, calvicie o un mayor riesgo
casos el uso de esteroides aparece con pos- de sufrir cáncer de próstata.
dría ser aplicable al consumo de drogas del Además, el uso de dietas estrictas es un
que, como sabemos, no están exentas las elemento inherente del fisioculturismo, por
clases populares. lo que la práctica de este deporte ha sido
Como resulta evidente, el principal colec- considerada como un factor de riesgo.
tivo de riesgo es el comprendido por fisio- (Goldfield, 1998). Tanto la práctica del fi-
culturistas y en practicantes de deportes sioculturismo como factor de riesgo, como
en los que el desarrollo de un cuerpo la presencia de historia de TCA en los pa-
fuerte y voluminoso es un requisito indis- cientes con TDM, refuerzan la concepción
pensable para la práctica de dicha acti- transdiagnóstica de los TCA, según la cual,
vidad. Investigaciones recientes estiman estos trastornos cursan con una gran di-
que un 10% de fisioculturistas estarían versidad patoplástica.
afectados por el trastorno (Pope, 1994).
Otros aspectos psicológicos
Comorbilidad Existe un perfil psicológico común entre el
Las personas afectadas por un TDM pre- TDM y los TCA consistente en elevados ni-
sentan índices de comorbilidad equipara- veles de perfeccionismo, obsesividad y
bles a trastornos severos, como son los rasgos anhedónicos, además de los as-
trastornos de la conducta alimentaria. En pectos ya tratados del ideal social interna-
el primer eje del DSM los trastornos comór- lizado, la distorsión de la imagen corporal
bidos más prevalentes son los trastornos y la insatisfacción con la misma.
del estado de ánimo y los trastornos de an- El perfeccionismo se define como la perse-
siedad (Cafri et al., 2008). Considerando cución de metas poco realistas (Nugent,
el abuso de esteroides como un trastorno 2000). De hecho, se considera el perfec-
independiente, la tasa de comorbilidad por cionismo como un importante factor etio-
abuso de sustancias alcanzaría el 46%
lógico. Henson (2004) encontró una rela-
(Cafri et al., 2008). A pesar de ello, el uso
ción directa entre ciertos aspectos del
y abuso de este tipo de sustancias debe
perfeccionismo, como el miedo a cometer
considerarse como íntimamente vinculado
errores, con el nivel de sintomatología pre-
a la necesidad compulsiva de desarrollar la
sentada por pacientes con TDM.
musculatura, como ocurre con el uso de
sustancias como la cocaína, consumida con Conjuntamente con los anteriores, existen
una función anorexígena en los TCA. factores comunes a diferentes trastornos
como son el afecto negativo y la baja au-
No existen investigaciones sobre la comor-
toestima, aunque su potencia explicativa
bilidad en trastornos de la personalidad
es muy escasa debido a su carácter ines-
con el TDM.
pecífico.
Un aspecto revelador lo constituye la ele-
vada comorbilidad con trastornos de la
conducta alimentaria si se tratan ambos Conclusiones
trastornos como diferentes. El 29% de los El diagnóstico del TDM pone en juego al-
pacientes diagnosticados de TDM tienen gunos de los grandes debates de la psi-
historia previa de TCA (Olivardia, 2000). quiatría contemporánea, dejando al des-
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cubierto algunas de las debilidades de los a las de otros TD, apoyan la hipótesis del
sistemas de diagnóstico actual. TDM como un subtipo de TCA.
La principal controversia reside en si el Con la próxima aparición de la quinta edi-
cuadro descrito tiene suficiente entidad ción del Manual Diagnóstico y Estadístico
como para constituir un nuevo diagnós- de los Trastornos Mentales se espera una
tico, o si sus manifestaciones pueden ser transición hacia los diagnósticos dimensio-
absorbidas por categorías diagnósticas ya nales frente al sistema categorial actual.
definidas. Desde el punto de vista dimensional, el
perfil presentado por los pacientes con
Algunos autores proponen su inclusión
TDM arroja grandes similitudes con el pre-
entre el espectro de los trastornos obse-
sentado por los TCA. Al alto nivel de per-
sivo-compulsivos (Chung, 2005; Maida,
feccionismo, la anhedonia, el elevado nivel
2005; Chandler, 2009). Si bien está bien
de obsesividad, la insatisfacción corporal y
descrita la presencia de obsesiones y com-
la distorsión de la imagen corporal se
pulsiones en el TDM, también lo está en la
suman niveles de psicopatología asociada
AN y en el TD. El papel de la insatisfacción
comparables entre el TDM y los TCA, y su-
corporal y la distorsión de la imagen cor-
periores en cuanto a severidad y nivel de
poral añaden especificidad al cuadro, ha-
deterioro al resto de TD.
ciendo así más plausible su inclusión en
una u otra de estas dos categorías diagnós- Quizás el escollo más importante para la
ticas (TCA o TD). inclusión del TDM en el espectro de los
TCA lo supone la ausencia de alteraciones
A la hora de inclinarnos hacia los TD o los
importantes en la conducta alimentaria de
TCA, las cuestiones de género no deben ser
algunos pacientes con TDM. Se hace ex-
menospreciadas. Mientras en el TD la insa-
traño, desde una “mente” categorial, la in-
tisfacción corporal y la distorsión hacen re-
clusión de un diagnóstico en la categoría
ferencia a aspectos ausentes de connota-
trastornos de la conducta alimentaria, en
ciones de género, es innegable el impulso
el que la conducta alimentaria no se en-
al ideal masculino hacia los cuerpos mus-
cuentre alterada. Tal vez el problema sea
culados de nuestra sociedad. Sobre este as-
precisamente este punto de vista catego-
pecto, autores como Chung (2005), con-
rial, en la que algunos casos parecen resis-
trarios a la inclusión del TDM dentro del
tirse a su acomodación en una categoría
grupo de los TCA, han resaltado la insufi-
diagnóstica. Como referente próximo de
ciencia de la presión a la delgadez como
este fracaso de comprehensión de los sis-
factor etiológico de los TCA, repitiendo este
temas categoriales basta acercarse a lo
argumento para el caso del TDM. Aunque
ocurrido en los TCA, para los cuales 1/3 de
en el momento actual, ningún clínico o in-
los casos se clasifican bajo el epígrafe tras-
vestigador defendería la presión social a la torno de la conducta alimentaria no espe-
delgadez como factor causal único de los cificado (TCANE). Con independencia de
TCA, su papel entre los factores predispo- esta cuestión, algunos investigadores han
nentes no parece estar en tela de juicio. atribuido esta ausencia de alteración de la
Otros aspectos, como la mayor capacidad conducta alimentaria a problemas en los
de insight de las obsesiones del TDM frente instrumentos para su detección (Maida,
Interior TCA 1-118.qxd 1/6/12 11:20 Página 30
2005). Estos autores señalan que el empleo Por último, la prevención de los trastornos
de instrumentos diseñados para evaluar los relacionados con la insatisfacción corporal
TCA no se ajustan a las particularidades del representa un claro desequilibrio hacia po-
TDM. Así, por ejemplo, ítems del Eating blaciones diana formadas por adolecentes
Disorders Inventory 2 (Garner, 1998) han y jóvenes de género femenino. Se hace ne-
sido modificados para adaptarlos a la na- cesario ampliar esta población a adoles-
turaleza del TDM, aunque sus propiedades centes y hombres jóvenes.
psicométricas todavía están siendo investi-
gadas y se sospecha de la pérdida de va- Bibiografía recomendada
lidez de algunos ítems y, por tanto, de al- Alonso A. Guía educativa de las drogas en el
gunas escalas. Un ejemplo de esto sería la deporte y drogas en la calle. Navarra 2005.
conversión del ítem original “Si subo 100 Baile JI. Vigorexia, cómo reconocerla y evitarla.
gramos de peso no voy a dejar de subir” Madrid: Síntesis, 2005.
por “Si pierdo 100 gramos de peso no voy Bienvenu OJ, Samuels JF, Riddle MA, et al. The
a dejar de bajar” (Cole, 2003). En este relationship of obsessive-compulsive disorder
ejemplo, a pesar de cambiar el sentido de to possible spectrum disorders: results from a
family study. Biological Psychiatry 2000;
la afirmación, es esperable que el ítem 48:287-93.
pierda validez predictiva, debido a que la
Brownell KD, Rodin J. The dieting maelstrom:
ganancia o pérdida de peso no tiene el Is it possible and advisable to lose weight?
mismo significado para los pacientes con American Psychologist 1994; 49:781-91.
TCA que para los pacientes con TDM. Cafri G, Olivardia R, Kevin Thompson J.
Mientras que para un individuo con TCA Symptom characteristics and psychiatric co-
el aumento del peso objetivo cursaría con morbidity among males with muscle dys-
morphia. Comprehensive Psychiatry 2008;
un elevado distrés, para una persona con
49:374-9.
TDM la importancia radicaría en un au-
Cafri G, Olivardia R, Thompson K. Symptom
mento o disminución de sus medidas.
characteristics and psychiatric comorbidity
among males with muscle dysmorphia.
Es posible que todavía nos encontremos en
Comprehensive Psychiatry 2008; 49:374-9.
una fase embrionaria en el estudio del
Castle DJ, Rossell S, Kyrios M. Body
TDM. El motivo de esta falta de desarrollo Dysmorphic Disorder. The Psychiatric clinics of
parece residir en el relativamente reciente North America 2006; 29:521-38.
aumento de la prevalencia de insatisfacción Chandler CG, Grieve FG, Derryberry WP, Pegg
corporal en varones. Los modelos explica- PO. Are symptoms of anxiety and obsessive
tivos del TDM son todavía teóricos. Se re- compulsive disorder related to symptoms of
quiere de la validación empírica de estos muscle dysmorphia? International Journal of
Men’s Health 2009; 8:143-54.
modelos.
Chung B. Muscle dysmorphia: A critical review
Se necesitan más estudios epidemiológicos of the proposed criteria. Perspectives in bio-
logy and medicine 2001; 44:565-74.
que minimicen la presencia de falsos nega-
Cole JC, Smith R, Halford JCG, Wagstaff GF. A
tivos de un trastorno con características,
preliminary investigation into the relationship
como el uso de sustancias ilegales, que lo between anabolic-androgenic steroid use and
hacen susceptible a ser ocultado. the symptoms of reverse anorexia in both cu-
Interior TCA 1-118.qxd 1/6/12 11:20 Página 31
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Interior TCA 1-118.qxd 1/6/12 11:20 Página 33
Vamos a pasar a describir con sus princi- el tipo de alimento y la forma de consu-
pales características estos trastornos. mirlo, siendo habitual que la selección y
la restricción cada vez vayan siendo ma-
Ortorexia yores. La obsesión viene dada por el in-
tento de búsqueda de una mejor salud,
Descrita por primera vez por un médico aunque el resultado sea el opuesto. A
norteamericano, Steve Bratman, en 1996, veces la motivación procede de los te-
aunque fue en el año 2000, en un libro mores hacia los conservantes y colorantes
que publicó, cuando se dio a conocer esta de la industria alimentaria o a los fertili-
“apetencia por lo correcto“, que se ha en-
zantes o pesticidas. Son capaces de
tendido desde entonces como apetito co-
buscar estos alimentos donde sea o pagar
rrecto o justo. Nosotros lo podemos de-
cantidades astronómicas por ellos.
finir como una verdadera obsesión por la
comida sana, hasta niveles que se deben A diferencia de la anorexia y la bulimia,
considerar patológicos. en la ortorexia el problema gira en torno
a la calidad de la comida y no alrededor
No se ha reconocido de una forma oficial
de la cantidad. No hay una preocupación
en los manuales terapéuticos de trastornos
por la aparición de sobrepeso ni una per-
mentales, pero sí parece estar confirmado
cepción errónea de su aspecto físico, sino
que tras la obsesión por un menú escrupu-
que la obsesión se centra en la dieta equi-
losamente sano subyace con muchísima
librada y sana.
frecuencia un trastorno psíquico.
En conjunto, para dar una explicación a
La preocupación patológica por la comida
esta patología deberíamos pensar en que
sana lleva a estas personas a consumir ali-
la oferta alimentaria es muy amplia, pero
mentos de tipo orgánico, vegetal, ecoló-
el exceso de información, a veces no veraz
gico, puro, sin ser tratados por productos
ni contrastada, puede afectarnos. La in-
artificiales ni conservantes, además de
formación que cada vez dedica más
que no hayan sufrido alguna clase de
tiempo y espacio a los temas dietéticos y
“condena o superstición”. De ahí que en
a los escándalos alimentarios ayuda a que
muchas ocasiones se supriman la carne,
las personas más sensibles puedan ver
la grasa y algunos grupos de alimentos
afectados sus equilibrios mentales con di-
que no se reemplazan correctamente por
otros que puedan aportarle los mismos chas noticias y opten por alimentaciones
complementos nutricionales. que puedan llegar a ser más perjudiciales
que beneficiosas.
Además, la preparación debe realizarse
con ciertos criterios, cortándolos de una El miedo a ser envenenado por la industria
determinada forma, cocinándolos según alimentaria y sus aditivos se unen a la razón
unas pautas y los utensilios serán de de- espiritual de busqueda de la comida sana.
terminados materiales, cerámica, ma-
dera…, e incluso rituales de veces que Criterios diagnósticos
hay que masticar los bocados, minutos de Establecidos por el mismo Bratman, en
cocción, convirtiéndose en vegetarianos, definitiva son una relación de los síntomas
crudistas, frutistas, macrobióticos, según que poseen estas personas:
Interior TCA 1-118.qxd 1/6/12 11:20 Página 35
Tratamiento
Drunkorexia-ebriorexia
Es más importante, sobre todo al prin-
El término, bien en español o en su angli-
cipio, el psicológico que el dietético o al
cismo, fue acuñado por el periódico New
menos combinar ambos para poder co- York Times para expresar la tendencia de
rregir este problema. De cualquier forma, algunas jóvenes que tienen la obsesión de
como pautas generales, digamos: estar delgadas y a la vez cuando salen “de
• No permitir que la alimentación go- marcha” tienen apetencia por el alcohol.
bierne la vida. Para equilibrar ambas situaciones, y cono-
cedoras de la gran cantidad de calorías que
• Utilizar la alimentación como una herra-
proporciona el etanol, lo que hacen es res-
mienta para la salud.
tringir su ingesta alimenticia, en algunos
• No permitir que la alimentación deter- casos de forma drástica. Lo habitual es
mine la valía personal. dejar de comer durante horas o apenas
• No hacer de la alimentación un em- comer durante el día para compensar las
calorías ingeridas con las bebidas.
blema de la propia identidad.
Pueden estar muy informadas de la can-
• Utilizar bien las etiquetas dietéticas.
tidad de calorías de los alimentos y de las
bebidas que van a trasegar, pero lo que
Potomanía no conocen es la proporción y equilibrio
Es un deseo frecuente de beber gran can- de los nutrientes.
tidad de líquido de forma compulsiva con “La obsesión por estar delgado y la acep-
agradable sensación de placer. tación social del consumo de alcohol son
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parte del origen de este grave trastorno todo, del control de la insulina que exige la
de la conducta alimentaria”, declara diabetes para perder peso. Reducen las
Douglas Bunnell, presidente de la dosis de insulina con el fin de bajar peso de
Asociación Nacional de Trastornos de la una forma intencionada. El organismo, al
Conducta Alimentaria de EE.UU. no tener suficiente insulina, no puede apro-
La situación puede estar aún más des- vechar todos los azúcares, tiene un menor
equilibrada por parte de estas jovencitas, aprovechamiento energético y en conse-
pues durante las etapas de ingesta alco- cuencia se pierde peso. Es fácil entender
hólica tienden a comer para evitar que el que los trastornos de la conducta alimen-
alcohol les haga estragos con mayor faci- taria son especialmente peligrosos si se
lidad en su organismo y toman alimentos unen a una patología como la diabetes.
poco aconsejables, como dulces, snacks
Con los niveles de glucosa en sangre ele-
energéticos (incluyendo las patatas
fritas…), con lo que consiguen además de vados, la aparición de una cetoacidosis
una mala alimentación, que sea total- diabética es muy posible, con lo que la lle-
mente insana y nada cardiosaludable. gada de un coma puede existir, además
de los problemas neuropáticos correspon-
Confiemos que con las políticas educa-
dientes, afectaciones en los ojos, fallos re-
tivas y nuestra labor en educación alimen-
nales importantes…
taria consigamos erradicar este trastorno,
que puede llegar a ser muy peligroso, Aunque el término puede dar a entender
aunque no tenga unas estadísticas en la que comparte conductas insanas con la
actualidad de excesivo valor. bulimia, realmente la situación es distinta.
No aparecen vómitos ni atracones com-
Diabulimia pulsivos como en el otro caso.
El término trata de definir un trastorno de
la conducta que se gesta en personas que Flexitarianismo
han sido diagnosticadas hace poco La palabra flexitariano procede del inglés
tiempo de diabetes tipo 1, con lo que pre- y es la unión de flexible y vegetariano.
cisan tratamiento crónico con insulina.
Apareció el término en 2003, cuando la
Recordemos que uno de los signos co-
American Dialectic Society la nombró
munes que suelen preceder al diagnóstico
como palabra más importante del año.
de la diabetes es la pérdida de peso a
causa del desequilibrio hormonal que se Se refiere a aquellas personas que basan
da. Tras el diagnóstico, se inicia la terapia su alimentación en una dieta vegetariana,
con una dieta adecuada combinada con pero de manera ocasional y por diversas
insulina y la persona va recuperando su razones consumen algunos productos de
peso. Hay algunos que comen más azú- origen animal: mariscos, pescados, aves y
cares para evitar las hipoglucemias y esto carnes. Este hecho de que el consumo no
les lleva a un aumento excesivo del peso. sea regular ni habitual es lo que define al
La diabulimia consiste en utilizar la condi- flexitariano, no lo que come sino la fre-
ción de la disciplina alimentaria y, sobre cuencia con que lo hace.
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lidad frente a sus teorías (es como fumar 2. Hortalizas y frutas. Se recomiendan en
15 cigarrillos al día en vez de dos pa- una dieta flexitariana, haciendo hin-
quetes, golpear a un cerdo hasta matarlo capié en las frutas para sustituir la in-
en vez de a dos…). gesta elevada de azúcares refinados.
A los flexitarianos les molesta, sin em- 3. Granos integrales. También muy habi-
bargo, que les tachen de comer cadáveres tuales en estas dietas, son propug-
cuando su dieta es en conjunto mucho nados en el flexitarianismo.
más equilibrada.
4. Lácteos fermentados. Sobre todo los
En conjunto, se puede decir que los be-
bajos en grasa y en particular el yogur.
neficios potenciales que posee esta dieta
los conlleva el ingerir menos calorías, 5. Saborizantes. Como alternativas a los
menos grasas totales y saturadas en par- azúcares refinados.
ticular, menos colesterol y sodio, menos Como se puede ver, salvo las peculiari-
azúcares refinados, más fibra, carbohi- dades específicas, no dejan de tener unas
dratos complejos, grasas insaturadas y an- pautas de alimentación que se distingan
tioxidantes. De ahí que asociaciones de
mucho de las vegetarianas, aunque con
dietistas estén a favor de este tipo de
una mayor racionalidad.
dietas como preventivas de posibles en-
fermedades.
El plan de la dieta flexitariana lleva con-
Sadorexia
sigo cinco principios básicos: Se puede considerar un trastorno alimen-
1. Nuevas carnes. Esto nos indica que el tario de segunda generación y viene de
sabor más marcado y particular de la los comportamientos anoréxico, bulímico
carne, el llamado “umami”, viene pro- y ortoréxico, combinados con un maltrato
ducido por el glutamato monosódico corporal y empleo de métodos de adelga-
presente en carnes, pescados y algunos zamiento masoquistas. Se le llama tam-
vegetales, como setas, champiñones y bién “dieta del dolor”.
tomates, el cual es capaz de estimular Se emplea para llegar a una delgadez ex-
los receptores sensoriales de la lengua,
trema, visible sólo a los ojos de los demás
lo que origina el particular gusto…, así
y que puede inducir a la persona a unos
se puede añadir este condimento a
acontecimientos finales de orden catas-
platos de verduras y legumbres y obten-
trófico.
dremos un sabor parecido al de la carne.
Hay que añadir que se puede reducir el Personas con baja autoestima, depri-
uso de la sal en un 50% usando este midas, que les haya llevado a esta situa-
condimento, y la persona no notará ción algún acontecimiento familiar, per-
apenas la diferencia. sonal, social, y que buscan en la sadorexia
También la soja, legumbre rica en pro- la posible salida. Se busca la perfección
teínas, y el tofu, cuajado de ella, son dentro de un mundo de imperfección y
alimentos importantes en esta alimen- alcanzar lo imposible, llevándoles a veces
tación. a la muerte.
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millones de usuarios, tendríamos alre- fiestan como síntoma central y crucial ver
dedor de un millón de personas que se su cuerpo pequeño y débil cuando no lo
dopan en Europa. es. Pero sí se considera dentro de las clasi-
ficaciones psicológicas como un trastorno
Consecuencias del abuso de obsesivo-compulsivo.
esteroides En consecuencia, mientras no haya defi-
En hombres: ginecomastia, infertilidad, niciones más claras, la vigorexia se consi-
atrofia testicular, reducción del tamaño de dera por la comunidad científica interna-
estos, calvicie. cional dentro de los tres trastornos:
conducta alimentaria, TDC y obsesivo-
En mujeres: crecimiento del vello facial, compulsivo.
crecimiento del clítoris, redistribución de
la grasa corporal hacia formas más mas- Epidemiología de la vigorexia
culinas, reducción de las mamas, pérdida
del cabello, cambios en la voz. Se calcula que afecta a entre el 1 y el
10% de los usuarios habituales de gim-
En ambos sexos: hipertensión arterial, nasios. Pope (1993) llegó a decir que, en-
riesgos de ataques al corazón, aumento tonces, de los 9 millones de personas que
del ventrículo izquierdo, acné, paraliza- iban al gimnasio, un millón eran vigoré-
ción del crecimiento, efectos psiquiátricos xicos.
con manías, agresividad, tendencias sui-
cidas… En España se calcula que el 0,48% de la
población general está afectada, lo que
supone unas 20.000 personas. Si consi-
Vigorexia como trastorno
deramos que es más típicamente mascu-
Se puede considerar un trastorno grave lino el proceso, uno de cada 2.000 estaría
de la conducta alimentaria acompañado afectado.
de alteraciones en la percepción de la
En proporción se calcula que en el mundo
forma y el peso corporales.
hay un 80% de vigoréxicos frente a un
Hay casos de alimentación extrema en 20% de mujeres, con edades que oscilan
cantidad y reducida en variedad, pero no entre los 15 y 30 años para algunos au-
se ha demostrado que haya conducta ali- tores, mientras que otros amplían la franja
mentaria patológica de forma sistemática, a los 37 años. Lo que sí parece constatado
aunque sí coincide con la anorexia en una es que el nivel socioeconómico debe ser
distorsión de la figura corporal que medio-alto, ya que los complejos, hor-
arrastra hacia estas alteraciones conduc- monas, etc., son productos que cuestan
tuales en la alimentación. caros y economías débiles no los pueden
Se puede considerar también como un soportar.
trastorno dismórfico corporal (TDC) en el
que hay alguna preocupación por defectos Tratamiento
imaginados del aspecto físico. En este caso Sobre todo un tratamiento farmacológico
consideramos a la vigorexia como una va- adecuado que contrarreste los síntomas
riante del TDC, pues los sujetos mani- obsesivo-compulsivos, unido a un trata-
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porque además se ha utilizado como an- pues, al no ser puro, los tratamientos ha-
tidiarreico efectivo en otras épocas. bituales que suelen ser de anorexia
pueden tener problemas para llevarse a
El antojo de las embarazadas en las pri-
cabo. Fijémonos que otro nombre que se
meras etapas del mismo se asocia a la
le da a este trastorno es el de bulimia res-
falta de algunos oligoelementos y se
trictiva.
puede corregir suplementando estos, que
es una de las formas de tratamiento de la
pica: suplementos nutricionales junto con Síndrome de descontrol
apoyo psicológico y fármacos. alimentario (binge eater
disorder)
Bulimarexia Es una forma incompleta de bulimia, en la
Trastorno que se puede catalogar como que no se cumplen todos los criterios.
un subtipo de anorexia y bulimia; en rea- Atracones, pero sin conductas compensa-
lidad es un proceso que combina situa- torias o purgativas y con menos alteración
ciones de hiperactividad y negaciones a perceptiva del propio cuerpo. Ha habido
comer típicas de anorexia, con atracones en los últimos tiempos un incremento de
y purgas clásicas en la bulimia. Le diferen- estos atracones, sobre todo un crecimiento
cian de la anorexia las situaciones de ali- mayor en mujeres jóvenes, aunque aquí no
mentación compulsiva, y de la bulimia la hay una tan marcada diferencia entre
pérdida de peso que se presenta habitual- sexos, con un 30-70 de proporción
mente. Se puede considerar bastante hombre-mujer, y sí decir que lo sufren el
común dentro de los trastornos de este 8-10% de los obesos. En las clínicas de
tipo, ya que es difícil encontrar casos adelgazamiento afecta a un 20% de hom-
puros en las patologías de base. bres y a un 30% de mujeres. La prevalencia
se relaciona con la realización de dietas y
Las mujeres jóvenes suelen ser, como en con el estrés.
otros casos, las personas más afectadas
por este trastorno. Es un fenómeno conocido desde 1959,
pero los criterios diagnósticos son de
Sequedad en la piel, trastornos hormo-
1994. Se caracteriza por la ingesta de una
nales y cardiopatías son los problemas
cantidad de alimento importante en un
que aparecen en los primeros estadios de
periodo breve de tiempo (unas 2 horas)
la bulimarexia.
con sensación de falta de control, al
El caso más paradigmático de este tras- menos dos veces a la semana durante 6
torno es el de la emperatriz Isabel de meses y sin prácticas purgativas. Se come
Austria (Sissi) que con el tiempo y el de- sin hambre y se hace a solas, por ver-
terioro de su organismo no permitió que güenza, depresión o culpa.
hubiera ningún cuadro suyo desde los 30
Se le considera a veces una variante
años, y murió con más de 50.
menor de la bulimia, un subtipo de con-
La presión social, las modas y la persona- ducta en la obesidad, una conducta psi-
lidad del individuo son las que llevan a copatológica en obesos o un trastorno di-
que aparezca este proceso difícil de tratar, ferenciado por derecho propio.
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A veces es difícil de hacer la diferencia- Anorexia sin amenorrea, peso bajo, pero
ción, pero hoy en día se le considera un con menstruación, que, aunque pueda in-
trastorno por sí mismo, aunque con cate- ducirnos a error, da un margen de actua-
goría de trastorno no especificado, ya que ción mayor que cuando estamos ante la
a veces es difícil de distinguir de una in- patología ya instaurada. Lo mismo pasa
gesta excesiva no estructurada. con comportamientos anoréxicos, pero
con normopeso; se debe pasar a la acción
Como criterios más característicos, además
sin ninguna dilación posible. Lo mismo
de los expuestos anteriormente, tenemos:
que con purgas sin tener síntomas de
• Episodios recurrentes de atracones con anorexia claros, o con bulimias de baja in-
pérdida de control e ingesta muy tensidad (casi se puede pensar en un
grande. binge eater…). Otros que poseen ya una
• Ingesta mucho más rápida de lo normal. entidad propia.
• Comer hasta sentirse desagradable-
Manorexia
mente lleno.
Es la anorexia referida a los hombres que
• Comer mucho sin hambre.
tienen pánico por engordar y se ven
• A solas, sintiéndose a disgusto después. siempre gordos y poco favorecidos.
• No aparecen estrategias compensatorias. Suelen exagerar el deporte que realizan y
también restringen su dieta. La relación
El tratamiento debe ser psiquiátrico con
de anorexia de hombre frente a mujer no
apoyo nutricional, sobre todo en:
supera el 2%, pero en modelos, presen-
• Equilibrar el peso. tadores, bailarines, aparece esta figura.
• Establecer líneas racionales de alimen-
tación. Pregorexia
Aparece en las mujeres embarazadas que
Trastornos de la conducta durante este periodo les horroriza estar
alimentaria no especificados gordas y realizan dietas. A veces, aparte de
hacer dieta, se inducen el vómito, teniendo
(TCANE)
problemas para el desarrollo y buen fun-
Suelen ser procesos que no se pueden ca- cionamiento del proceso. Es muy peligroso
talogar dentro de los trastornos llamé- para la madre y para el hijo. Se debe tratar
mosles clásicos, porque no cumplen los con la máxima celeridad y eficacia.
criterios con exactitud, pero sí que
pueden convertirse en estos o al menos Otros trastornos no alimentarios
son casos a vigilar desde los diversos abor-
No tendríamos que citarlos, pero resulta
dajes terapéuticos. El anterior síndrome
que siempre aparece en su desarrollo la
de descontrol a veces se agrupa en este
alimentación.
cajón de sastre del cual podemos citar al-
gunos casos; repito que en principio Por ejemplo, los workaholics o laboró-
tienen una entidad patológica menor de patas, gente que no vive más que por y
los vistos hasta ahora. para el trabajo, tienen en general una ali-
Interior TCA 1-118.qxd 1/6/12 11:20 Página 46
El estudio de los trastornos de la conducta fluencia social (presión social para la con-
alimentaria (TCA) que comparten la pre- secución de un cuerpo delgado) en el
sencia de atracones en su psicopatología inicio y posterior desarrollo de la bulimia.
han puesto de manifiesto la existencia de Es el llamado modelo del ciclo restricción-
varios factores neurobiológicos, cognitivo- atracón, que presenta algunas variantes
emocionales y sociales que influyen en las dependiendo del grupo de autores estu-
personas, provocando un incremento de la diosos del mismo.
vulnerabilidad a padecer el trastorno, a su
iniciación y posterior mantenimiento. Por
ello, en los últimos años, investigadores y Modelo del ciclo restricción
clínicos intentan integrar los conocimientos alimentaria-atracón
adquiridos con el fin de desarrollar un mo-
Es un modelo cognitivo-neurobiológico
delo que incluya todas las variables, incre-
que aúna la internalización de los ideales
mentando así la probabilidad de deter-
corporales y la insatisfacción corporal con
minar con mayor precisión los mecanismos
los atracones, a través de la restricción ali-
que subyacen y mantienen los trastornos
mentaria realizada para obtener el ideal
(Engelberg MJ, Steiger H, Gauvin L,
corporal deseado (Fairburn et al., 1993).
Wonderlich SA, 2007).
Los atracones serían el resultado de la sus-
Hasta la actualidad, los modelos exis- ceptibilidad fisiológica y psicológica que
tentes pueden agruparse en tres apar- sigue a los periodos de restricción. Al hacer
tados fundamentales, a los que hay que dieta el cuerpo intenta defenderse de la
añadir la presencia de varios factores de pérdida de peso (presente o futura), pro-
vulnerabilidad neurobiológica, cognitivo- duciéndose un incremento del hambre y
emocional y social: del deseo. Además, se modifica el umbral
de saciedad de forma que el incremento
1. Modelo restricción-atracón.
de hambre resultante actúe como una
2. Modelo de bloqueo emocional, R–. alerta al organismo de la necesidad de in-
corporar los nutrientes restringidos.
3. Modelo de refuerzo, R+.
Simultáneamente se aumenta el deseo de
El trastorno más conocido, que comporta determinados alimentos, ya que las sensa-
más riesgos para la salud, es la bulimia ciones que producen no logran ser susti-
nerviosa. Conocida desde la antigüedad, tuidas por otros. Las conductas purgativas
no es hasta la descripción de Russell como forma de aliviar el miedo a engordar
(1979) cuando se describe de forma sis- producido por el atracón cierran el ciclo.
temática y se incluye en los sistemas diag- Las numerosas investigaciones realizadas
nósticos. El modelo causal predominante han puesto en evidencia la elevada insatis-
ha destacado la importancia de la in- facción corporal en pacientes bulímicas,
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produciendo un gran impacto entre los clí- El atracón representaría una forma inade-
nicos, los cuales han utilizado el modelo cuada de afrontar el estrés o funcionaría
como el tratamiento de elección predomi- como un distractor de sentimientos nega-
nante en este y otros trastornos relacio- tivos (Polivy et al., 1994). Posteriormente
nados (Fairburn CG, 1993; Agras WS, se propone un modelo integrador de
Schneider JA et al., 1989). estas dos causas, el modelo del doble ca-
Sin embargo, aunque necesario, el mo- mino (dual pathway model) afirmando
delo se considera insuficiente para ex- que, tanto la restricción alimentaria como
plicar toda la psicopatología bulímica. el afecto negativo o la combinación de
Entre otras razones, porque la alta preva- ambos, pueden ser causas del inicio de los
lencia de la presión social para conseguir atracones (Stice et al., 1998; Shepherd,
un cuerpo delgado (insatisfacción de la Ricciardelli, 1998). La versión ampliada de
imagen corporal casi normativa entre las este modelo del doble camino postula
mujeres) no explica la baja prevalencia de que el afecto negativo proveniente de la
los TCA. Igualmente, debido a la consta- insatisfacción corporal y los atracones no
tación clínica y posterior investigación están directamente relacionados. Su rela-
sobre la existencia de otros antecedentes ción sería indirecta, modulada a través de
de la patología en numerosas pacientes la falta de conciencia interoceptiva de los
bulímicas (no han tenido un periodo ini- sentimientos personales, que el paciente
cial de restricción y manifiestan que las ra- malinterpreta (Van Strien et al., 2005;
zones de sus atracones se deben más al Ouwens, Van Strien et al., 2009). Sus in-
estrés emocional que al hambre físico), vestigaciones han demostrado que las pa-
ha puesto de manifiesto el reduccionismo cientes con bulimia nerviosa pueden cla-
del modelo. Finalmente, si se añade la im- sificarse en dos grandes grupos: las que
portancia que actualmente se da a la más hacen dietas y las que hacen dietas y
que posible vulnerabilidad neurobiológica tienen afecto negativo. Estas últimas
y a las características cognitivo-emocio- muestran más patología, más comorbi-
nales de algunas pacientes, se comprende lidad, un funcionamiento más desadap-
por qué se han propuesto otros modelos tado y peor respuesta a los tratamientos.
teóricos que tratan igualmente de explicar
las causas de la bulimia (Davis R, Freeman Modelo de bloqueo emocional
R, Solyom L, 1985; Agras WS, Telch CF, Otros autores han estudiado la relación
1998; Heatherton TF, Striepe M, Wittenber entre atracones y estados emocionales
L,1998; Faer LM, Hendriks A, Abed RT, negativos que no se han producido por
Figueredo AJ, 2005; Engelberg MJ, Steiger haber dado excesiva importancia al peso
H, Gauvin L, Wonderlich SA, 2007). y la talla corporal. No es infrecuente que
Algunos teóricos, ya en los primeros años las pacientes relacionen el deseo de
de descripción del trastorno, pusieron en comer y darse el atracón con la presencia
evidencia que no sólo hacer dieta sino de un estado de ánimo muy bajo, insatis-
también la existencia de afecto negativo, facción y vacío, sin tener sensación de
jugaban un papel importante en el desa- hambre (Powell AL, Thelen MH, 1996;
rrollo y mantenimiento de los atracones. Lynch WC, Everingham A, Dubitzky J,
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Hartman M, Kasser T, 2000; Hilbert A, Fairburn CG, 1996). No podemos, sin em-
Tuschen-Caffier B, 2007). En estudios eco- bargo, olvidar que existen aconteci-
lógicos que valoran las situaciones a lo mientos vitales cuyo impacto doloroso es
largo de varios momentos como forma de tan elevado que afectaría al estilo de
establecer los antecedentes y conse- afrontamiento de las emociones negativas
cuentes del atracón en la vida cotidiana, a cualquier persona que los sufriera.
se ha observado que el estado de ánimo Asimismo, se ha propuesto que las con-
de las pacientes antes del atracón era ductas bulímicas tienen como finalidad
mucho más bajo que antes de la comida
evitar afrontar las dificultades surgidas du-
normal (Lyubomirsky S, Casper RC, Sousa
rante la formación de la identidad (Polivy
L, 2001; Michelle M, Wedig, Matthew K
y Herman, 2002; Favaro y Santonastaso,
Nock, 2010).
2002; Sansone y Levitt, 2002). Identidad
Las pacientes presentaban sesgos atencio- definida como la percepción de unidad
nales hacia las amenazas de su autoestima del yo en diferentes situaciones y la per-
que, en vez de afrontarlas, trataban de sistencia de la personalidad a lo largo del
evitar mediante la comida. No obstante, tiempo (Adams et al., 1987, 2001). El
esta relación tiene más probabilidad de atracón permitiría atribuir el malestar a los
ocurrir cuando las personas muestran un atracones en sí mismos, lo que resultaría
estilo de afrontamiento orientado a la más fácil de manejar que el estrés que su-
emoción. La relación entre el procesa- pone afrontar temas relacionados con el
miento amenazante y los atracones es es- yo (Wheeler HA, Adams GR, Keating L,
pecífica, siendo las más importantes la 2001; Surgenor, Horn et al., 2002).
sensación de abandono y el criticismo Desgraciadamente, cuando se escapa de
(Meyer y Waller, 1999; Waller G, Barter G, la confrontación con los temas de iden-
2005; Medina-Pradas C, Navarro JB et al., tidad, se conforma una identidad difusa
2011). que lleva a conductas autodestructivas
Se ha estudiado, a su vez, la relación entre (Adams, Munro et al., 2001; Bulik y
atracón y escape de la conciencia de ex- Kenneth, 2000). Existen estudios que han
periencias y realidades dolorosas en pa- estimado que el potencial de conductas
cientes con historia de abusos, las cuales autodestructivas en bulimia nerviosa pre-
suelen presentar un trastorno disociativo senta una prevalencia del 25% de las pa-
subyacente. La gravedad de la disociación cientes e incluso más alta (Sansone y
está relacionada con la intensidad y fre- Levitts, 2002). Al mismo tiempo se pro-
cuencia de los atracones. Generalmente duce otro hecho adverso, ya que, al tratar
las pacientes cumplen los criterios diag- de evitar reflexionar sobre su identidad,
nósticos de personalidad borderline y bu- no se corrige la imagen tan negativa de sí
limia multiimpulsiva (Wonderlich y cols., misma, lo que provoca una mayor ten-
2002). Tales pacientes presentarían es- dencia al aislamiento social. Este procesa-
casas habilidades para hacer frente a las miento negativo de la propia identidad no
situaciones sociales estresantes, impidién- sólo es muy común entre las personas con
doles afrontar el impacto de los aconteci- bulimia sino también en las personas que
mientos vitales acaecidos (Welch SL, se autolesionan y padecen otras patolo-
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gías (Heatherton y Baumeister, 1991; mida emocional, aunque hay que destacar
Polivy, Herman, McFarlane, 1994). que este bajo nivel estaba mediatizado por
Los otros TCA que comparten la presencia el nivel educativo (De Chouly, De Lenclave
de atracones en su psicopatología han MB et al., 2001).
puesto, igualmente, de manifiesto que
estos pueden ocurrir en ausencia de res- Síndrome del comedor nocturno
tricción y siempre tienen relación con Ha adquirido, de manera progresiva, una
algún nivel de malestar emocional (Telch cierta identidad diferenciada de los otros
CF, Agras WS,1996; Corwin RL, Buda- trastornos alimentarios incluidos en el es-
Levin A, 2004). pectro del atracón, apoyado en los resul-
tados de los estudios realizados en Noruega
Trastorno por atracón y en la Universidad de Pensilvania (Bir-
El inicio del trastorno no siempre va prece- ketvedt G et al., 1999). El síndrome está
dido de una pauta de comida restrictiva y asociado a anorexia por la mañana e hiper-
para una gran mayoría comienza muchos fagia por la tarde-noche, asociada a in-
años antes de ponerse a dieta. Se han en- somnio. Más de la mitad de las calorías
contrado dos pautas diferentes de inicio: consumidas a lo largo del día se consumen
personas que comienzan el trastorno de entre la medianoche y las 6 de la mañana.
forma temprana, en la adolescencia, sin Desde la mañana hasta las 6 de la tarde
una ingesta restrictiva previa; personas que sólo han ingerido el 37% de toda la comida
comienzan el trastorno en el inicio de la del día, mientras que los controles ya ha-
edad adulta, después de años de realizar bían consumido el 74%. Se cree que está
dietas (Boise VK, 2000; Haedt-Matt, Keel producido por la restricción y el incremento
PK, 2011). En los pacientes con trastorno de estrés nocturno (Rand S W, Macgregor
por atracón se ha observado, a su vez, la MC, Stunkard J, 1997; Stunkard AJ,
misma distinción de los dos subtipos de Costello Kelly A, 2003). Todos los come-
atracones del modelo del doble camino. dores nocturnos tenían niveles más bajos
Los pacientes con restricción y afecto ne- de melatonina (“reloj biológico”, hormona
gativo presentan también más patología que influye en el ritmo circadiano del
que los pacientes que sólo restringen (Telch cuerpo) entre las 10 de la noche y las 6 de
CF, Agras WS, 1996; Stice et al., 2003; la mañana. El cortisol (hormona del estrés)
Yacono-Freeman Gil KM, 2004). Como en fue más alto en los comedores nocturnos
el caso de la paciente bulímica, el paciente durante el día, entre las 8 de la mañana y
con trastorno por atracón muestra dificul- la medianoche (Lundgren, Jennifer D,
tades en su autoconciencia (Pinaquy S, Allison Kelly C, Albert J, Stunkard MD,
Chabrol H et al., 2003). El nivel de alexi- 2006; O´Reardon J et al., 2004).
timia del paciente (imaginación muy limi-
tada, lenguaje enfocado a hechos con-
cretos y sensaciones físicas, poca fiabilidad Modelo de Refuerzo+
en las palabras que expresan emociones y Este modelo enfatiza el papel del circuito
actuaciones para evitar conflictos intrapsí- del refuerzo sobre la motivación de la in-
quicos) fue el predictor primordial de su co- gesta de comida de alimentos, aunque aún
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producido por la ansiedad social (McLean comida a control voluntario se anulan los
et al., 2007) y del estrés asociado a los mecanismos de hambre y saciedad. Se ig-
retos transicionales, especialmente si con- noran: la función de estabilización emo-
lleva la salida del hogar (competitividad cional de la comida, los factores emocio-
en la vida universitaria), como dos de los nales sin resolver que “encubre” el
principales acontecimientos vitales aso- atracón, la ausencia de refuerzos alterna-
ciados a la patología bulímica (Barker, tivos en las pacientes, el procesamiento
Williams y Galambos, 2006; Faer et al., paradójico del deseo, el miedo al descon-
2005). trol y la gordura. El intento de control
En la actualidad se tienden a integrar las deja a numerosas pacientes sin recursos
aportaciones de todos los modelos asu- para afrontar los temas amenazantes, es-
miendo que el atracón se debe a más de tabilizarse emocionalmente y con más
una razón, por lo que el tratamiento de- deseos de comer compulsivamente. Ello
bería reconocer las funciones específicas hace aumentar las probabilidades de
de cada persona y realizar el proceso te- nuevos atracones posteriores más in-
rapéutico de acuerdo a ellas. tensos y de otras conductas de evitación,
muchas veces más peligrosas.
comido y socializar las comidas. Identificar Agras WS, Schneider JA, Arnow B, Raeburn SD,
los estímulos antecedentes al atracón que Telch CF. Cognitive-behavioral and response-
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frecuente en los hombres que la ano- puede ser menor. También existen al-
rexia nerviosa, su incidencia sigue siendo gunas dificultades de diagnóstico clínico,
menor en hombres que en mujeres. Los por ejemplo, frente a la preocupación
trastornos de la conducta alimentaria no por el peso típicamente femenina a la
especificados son los síndromes más fre- que los profesionales están acostum-
cuentes en la actualidad (entre otros brados, los hombres se preocuparían
motivos, la detección precoz ha incre- más de su figura y su tono muscular.
mentado el diagnóstico de los cuadros También, en los hombres, la práctica
incompletos). La prevalencia en mujeres compulsiva de ejercicio en el inicio del
jóvenes de países desarrollados alcanza cuadro clínico podría provocar un au-
un 3-5%. Si concretamos al criterio mento de peso, sobre todo si se trata de
DSM-IV-TR número 6 de este síndrome, ejercicio anaeróbico. Este aumento de
que se referiría al trastorno por atracón peso no se identificaría como síntoma
(con las siglas BED en su nomenclatura patológico. Por otro lado, frente a un cri-
inglesa), la prevalencia en hombres es terio tan claro en la mujer como es la
del 2% y en mujeres del 3,5%; sigue amenorrea, no existe ningún marcador
siendo superior en mujeres, pero las ci-
físico tan fácil de identificar en el
fras son más similares.
hombre, en el que se produce una re-
Desde la perspectiva evolutiva y teniendo ducción en los niveles de testosterona,
en cuenta la edad de presentación de los pero sólo identificable con análisis de ni-
trastornos, podemos afirmar que para tras- veles de la hormona en sangre. Los hom-
tornos de la conducta alimentaria en ge- bres padecen con más frecuencia tras-
neral, cuanto menor es la edad del pa- tornos que tienen menos complicaciones
ciente mayor es el número de varones. En físicas, o estas son menos evidentes: bu-
concreto, para pacientes prepuberales (me- limia nerviosa, trastorno por atracón o el
nores de 13 años) el total de la prevalencia síndrome que denominamos de depen-
es: 25% hombres frente al 75% mujeres. dencia a la actividad física. Estos tras-
A la luz de los datos epidemiológicos, po- tornos estarían dentro de lo que De la
demos afirmar que la población de riesgo Serna (2001) denominó la “epidemia
de los trastornos de la conducta alimen- oculta”, los cuales no se identifican fá-
taria son mujeres jóvenes de países desa- cilmente si el paciente no transmite ex-
rrollados. presamente sus quejas, puesto que
Sin embargo, ¿podrían existir algunos cursan con peso normal, y los atracones
factores que influirían en una menor de- u otras conductas patológicas suelen
tección de casos clínicos en hombres? En practicarse en soledad. Por último, y
primer lugar, para el hombre puede su- completando la dimensión social estig-
poner una estigmatización padecer una matizadora mencionada más arriba, no
enfermedad típicamente femenina, por podemos olvidar que el padecimiento de
lo que la probabilidad de ser diagnosti- un TCA también supone una amenaza y
cado o su disposición a buscar o iniciar posible crisis a la identidad masculina del
tratamiento o dar a conocer su problema varón (Andersen, 1985; Morgan, 2008).
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normal las que más realiza dieta de toda la alimentaria (y otros trastornos mentales).
población (López-Guimerá, 2010). El 8,4% En general, los hombres que padecen
de los hombres realiza dieta, frente al TCA son más obsesivos, más tendentes a
48,1% de las mujeres (Kelly y Patten, la intelectualización, el perfeccionismo y
1986). Estos datos son un poco antiguos; la rigidez que las mujeres con TCA
seguramente en la actualidad el número (Vandereycken y Van den Broke, 1984).
de hombres que realiza dieta sea mayor,
pero no supera al de mujeres. Predisponentes genéticos
Podemos afirmar que los factores gené-
Insatisfacción corporal ticos contribuyen en una variabilidad del
Las mujeres están satisfechas con su 50 al 80% al riesgo de padecer un tras-
imagen corporal durante la edad escolar. torno de la alimentación. Tanto los estu-
A partir de los 12 años sufren una dismi- dios de asociación (frecuencia de alelos en
nución de su autoconfianza y de la acep- grupos) como los estudios de linkage (en-
tación de su imagen física (Orenstein, dofenotipos) aportan datos en ese sen-
1994). Además, varios estudios demues- tido. Algunos estudios genéticos aportan
tran que la insatisfacción corporal está diferencias de género en el riesgo gené-
altamente relacionada con el rol de gé- tico a favor de mayor penetrancia en las
nero femenino (Behar, 2001). Sin em- mujeres (Bulik, 2007).
bargo, las mujeres premenstruales con
Pubertad
baja feminidad también tienen insatis-
facción corporal (Usmiani y Daniluk, La llegada a la pubertad incrementa los
1997), probablemente porque su rol de casos de TCA en mujeres (Bulik, 2007;
género no se ajusta a lo socialmente es- Klump, 2007). Este fenómeno podría ser
perado en ellas. explicado por varios factores biológicos y
ambientales: los retos del desarrollo en la
Existen diferencias respecto al sexo en las
adolescencia femenina (cambios corpo-
zonas corporales foco de insatisfacción;
rales, identidad, autonomía, relaciones so-
así, según un estudio realizado por Raich,
ciales, presión escolar y cultural) generan
Torras y Sánchez-Carracedo (2001) sobre
sentimientos de baja autoestima y difi-
preocupación por las partes del cuerpo y
cultad de control. Estos factores psicoso-
diferencias de sexo, las chicas se pre-
ciales, unidos al incremento de la expre-
ocupan más por sus caderas, mientras que
sión genética del TCA, harían de la
los chicos por su cutis, siendo el grado de
pubertad una ventana de vulnerabilidad
insatisfacción mucho mayor en las chicas (Klump et al., 2007). Los estrógenos y la
(las chicas se preocupan por sus caderas progesterona, hormonas sexuales feme-
mucho más que los chicos por su cutis). ninas, son factores de transcripción de ex-
presión de RNA mensajero de sistemas se-
Perfeccionismo rotoninérgicos (5HT2A) implicados en la
El perfeccionismo, como rasgo tempera- regulación de la ingesta. El cerebro feme-
mental, es un factor de riesgo general nino segrega menos serotonina, por lo
para padecer trastornos de la conducta que tiene mayor tendencia a padecer de-
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presión, que se solaparía con los tras- si han asumido un rol femenino (Herzog,
tornos alimentarios en cuanto al afecto 1984, 1991; Silberstein, 1989; Fichter,
negativo como predisponerte a la apari- 1987). También es cierto que los hombres
ción de conductas de riesgo de TCA. homosexuales con rol femenino tienen
Además, en la mujer se da un incremento más insatisfacción corporal que los hom-
ponderal peripuberal de grasa (necesario bres heterosexuales. A la vista de estos
para la menarquia), mientras que en los datos, nosotros nos preguntamos: ¿y los
hombres se trata de masa magra (múscu- homosexuales con rol masculino?, ¿y los
lo). Por este aumento se produce un gran heterosexuales con rol femenino?
incremento de la leptina, una hormona
Desde el punto de vista sociológico, y
anorexígena que interviene en la regula-
como afirma Gil García (2005), una rup-
ción del apetito. En dicha regulación in-
tura de los roles históricos tradicionales y
tervienen también las hormonas sexuales,
los nuevos procesos de individuación en
que también sufren un gran incremento
sociedades del estado del bienestar, sobre
durante la pubertad. Estos incrementos
todo del rol femenino, aunque liberador,
hormonales hacen que se tenga que pro-
han provocado gran ansiedad e incerti-
ducir un nuevo reajuste de la regulación
dumbre en la mujer, facilitando una nueva
hipotalámica del apetito; hasta entonces
ventana de vulnerabilidad en la vida adulta,
el púber tiene constantemente hambre.
que hace que en estas sociedades se incre-
Esto, unido a la insatisfacción corporal y
mente el riesgo de sufrir TCA como medio
la ansiedad en púberes mujeres, contri-
de control de la incertidumbre.
buye a la ventana de vulnerabilidad de
desregulación de la ingesta.
Presión social hacia la delgadez
Rol de género femenino Claro es que en nuestra sociedad actual
se ha impuesto la cultura de la delgadez,
El rol femenino, independientemente del
el cuerpo gordo significa ser descuidado,
sexo biológico, está asociado a mayor
perezoso, tener poco autocontrol, ser en-
riesgo de padecer trastorno de la con-
fermizo, poco atractivo, es decir, el cuerpo
ducta alimentaria. Una puntuación alta en
gordo significa fracaso, frente al cuerpo
“feminidad” en el inventario Bern para rol
delgado, que significa justo lo contrario,
sexual (IBRS) correlaciona con la presencia
el éxito.
de TCA (Serna, 2001).
Ante esta imposición cultural, el rol de
¿Y en cuanto a la orientación sexual? En
género femenino es más permeable
el caso de los hombres existen datos con-
(Braconnier, 1997).
tradictorios. Por una parte, se afirma el in-
cremento de hombres homosexuales con Traemos aquí también la perspectiva fe-
TCA (Herzog et al., 1984), pero otros es- minista, que analiza la relación corpora-
tudios niegan este incremento (Serna, lidad-poder con la siguiente hipótesis: la
1990; Andersen, 1986). Lo que sí han se- mujer, a la que tradicionalmente se le ha
ñalado varios estudios es que existe una negado el poder, lo suple controlando su
mayor prevalencia de trastornos del com- cuerpo (Boskind-Lodahl, 1976). Siguiendo
portamiento alimentario en homosexuales esta línea, algunos acontecimientos vi-
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tales estresantes señalados por Katzman • La dieta restrictiva, aun siendo el más
(2005) generarían nuevas ventanas de frecuente factor precipitante también
vulnerabilidad, por ejemplo: el cambio de en hombres (Morgan, 2008), como
clase social o de país, que supone una hemos dicho, es más frecuente que la
desconexión. realicen las mujeres desde la adoles-
cencia y a lo largo de la vida adulta.
No obstante, no podemos olvidar cómo se
está forjando cada vez más un nuevo mo- • La actividad física y la obsesión por su
delo estético masculino, que variará del práctica, hasta el punto de generar un
modelo delgado al musculado-tonificado. trastorno alimentario, es más frecuente
en el varón (Serna, 1996).
Etiopatogenia Factores mantenedores
Una vez presentados los factores de
A continuación indicaremos las diferencias
riesgo que coincidirían con los factores
en cuanto a sexo en los factores que per-
predisponentes a padecer un trastorno de
petúan el TCA: la clínica TCA es, general-
la conducta alimentaria, presentaremos
mente, más grave en varones, probable-
aquí los factores precipitantes o que pro-
mente por su detección más tardía
vocan la aparición de la enfermedad, y los (Morgan, 2008). Los varones presentan
factores mantenedores que perpetúan más trastornos mentales comórbidos que
por su acción la clínica TCA, todo ello con las mujeres, lo cual puede empeorar el pro-
la perspectiva de género. nóstico (Serna, 1996). Algunos autores
también señalan que el acceso a los trata-
Factores precipitantes
mientos es más complicado para los hom-
Presentamos a continuación las diferen- bres; por la prevalencia, los recursos tera-
cias de género que aparecen en los fac- péuticos actuales están dirigidos a
tores que inician la clínica TCA. población femenina, por lo que al hombre
le puede resultar más difícil acceder a los
• Un acontecimiento vital estresante debe
mismos (Morgan, 2008). Sirva como
ser más “estresante” en los hombres que
ejemplo: un servicio de tratamiento espe-
en las mujeres para que precipite la apa-
cífico para varones en el Reino Unido
rición de estos trastornos (Serna, 1996).
acabó cerrando a principios de este siglo.
Parece que, como los factores de riesgo
son menos en hombres, estos necesitan
mayor estrés para iniciar un cuadro. Clínica y evolución
• La vivencia de un trastorno de la con- En primer lugar, hemos de señalar que en
ducta alimentaria como enfermedad so- la práctica clínica la sintomatología de
mática sería mayor en hombres que en hombres y mujeres es similar (Caralt et al.,
mujeres, por la alexitimia asociada al rol 1997). No obstante, analizamos algunas
de género masculino, es decir, la difi- diferencias.
cultad para expresar sus sentimientos o El hombre padecería más “alexitimia se-
pensamientos y facilitar la expresión so- xual” (Serna, 1998). De hecho, en la evo-
mática. lución clínica, a diferencia de las mujeres,
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en el tratamiento de los hombres con TCA, hombres afectados por estos síndromes
pues contempla la perspectiva diagnóstica (Raich, 2011).
amplia de los trastornos de alimentación, • Los tratamientos deben adecuarse a las
y propone un tratamiento único con varia- diferencias clínicas observadas en
ciones según necesidades, es decir, acomo- cuanto a género.
darse a la clínica del paciente.
• La prevención debe incluir, en lo posible,
a personas de ambos sexos biológicos y
Prevención ambos roles de género. Nos encontramos
Los destinatarios principales deben ser los en un “entorno tóxico” (Henderson y
grupos de riesgo, es decir, mujeres jóvenes Brownell, 2004), es decir, el momento
de países desarrollados, puesto que así la presente es el tiempo de mayor posibi-
eficacia es mayor; queremos señalar la con- lidad de acceso a la comida y, sin em-
troversia de la conveniencia de que los bargo, el entorno nos dice que comamos
hombres participen o no en los programas poco, unido al “descontento normativo”,
de prevención. Sí está claro, para ambos que Rodin y sus colaboradores (1985) de-
sexos, que el contenido debe versar sobre finieron para las mujeres, pero que a día
hábitos saludables, deporte sano, actitud de hoy podemos ampliar a los hombres.
crítica para con modelos estéticos y roles Esta situación afecta más a mujeres, pero
de género tradicionales. Es preciso profun- también a hombres (Raich, 2011).
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Los trastornos del comportamiento ali- son, 1997; Botta, 1999) abordándose su
mentario se infiltraron en la opinión pú- investigación bien en conjunto (es decir,
blica española a mediados de los años 80, sin diferenciar convenientemente lo que
de la mano de titulares sensacionalistas es publicidad e información), o bien ais-
que vinculaban estas patologías al nombre lando contenidos tratados en muchas
de dos princesas europeas. La enfermedad ocasiones desde la perspectiva de género,
de Victoria de Suecia y la de Diana de o bien haciendo hincapié en el colectivo
Gales significaron un punto de inflexión infanto-juvenil.
en la cobertura mediática de la patología:
Retrocediendo en el tiempo, cabe señalar
de la absoluta ausencia a su inevitable pre-
que, en los años 60, a raíz de la preocu-
sencia al hablar de actrices, modelos y
pación de las asociaciones feministas por
otras profesiones entronizadas por la cul-
las representaciones elaboradas por los
tura de masas. Desde los años 80, ano-
medios de comunicación, la academia
rexia y bulimia nerviosas se convirtieron en
anglosajona dio el primer paso en la in-
enfermedades indefectiblemente aso-
vestigación sobre las imágenes de las mu-
ciadas a la fama y al glamour de la prensa
jeres. Desde entonces se vienen rea-
rosa.
lizando trabajos cuyos resultados apenas
En un momento en que los productos light sorprenden: la escasa representación de
utilizaban su publicidad más agresiva para las mujeres frente a los hombres y la pre-
introducirse en el mercado español, la co- sencia de imágenes que refuerzan estere-
bertura pseudo-informativa dedicada a la otipos son los elementos que encabezan
enfermedad no hacía sino favorecer la apa- una interminable lista de elementos en
rición de un contexto mediático que, en estrecha relación con los trastornos ali-
combinación con otros factores, resultó ser mentarios.
influyente en el desarrollo de la patología.
Por otra parte, ha sido ampliamente tra-
En los años posteriores fueron muchas las tado el papel de los medios en la in-
voces que señalaron la relación entre el fancia y la adolescencia y, en concreto,
discurso de los medios de comunicación el papel de la televisión. Según la aproxi-
y los trastornos alimentarios, aludiendo a mación bibliográfica realizada por Ro-
la presión ejercida por su discurso sobre dríguez y García (1992: 102), la investiga-
la percepción corporal (Park S, 2005). ción sobre la relación de la televisión y la
La televisión ha sido, por su parte, el juventud se concreta en tres perspectivas
medio que más críticas ha recogido (Harri- diferentes:
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• La primera considera que los jóvenes cidad conlleva otros efectos potencial-
son receptores pasivos, expuestos a la mente perjudiciales para el bienestar bio-
manipulación mediática. Es la corriente psicosocial de niñas y niños.
del “impacto”, desarrollada desde la so- En el contexto de los trastornos alimenta-
ciología clásica con conexiones con la rios, la publicidad en televisión ha sido con-
psicología conductista, fundamental- siderada tradicionalmente un elemento
mente con las teorías del aprendizaje susceptible de influir en la anorexia y la bu-
social. La televisión, como medio más limia. La investigación de la influencia de
extendido, sería el más perverso ante la publicidad se ha realizado pocas veces
audiencias desprotegidas. El objeto de en el contexto de una emisión de televi-
estudio es, fundamentalmente, la au- sión, que es donde suele estar la publi-
diencia y sus hábitos de consumo tele- cidad. En los estudios se suelen aislar los
visivo, entre otros. bloques publicitarios para exponerlos di-
• La segunda, inspirada preferentemente rectamente a una muestra (Meyers y
en la sociología del conocimiento y la Biocca, 1997; Harrison, 2000). Este hecho
psicología social y cognitiva, entiende la ha podido alterar la objetividad de los re-
existencia de filtros mediadores, varia- sultados obtenidos hasta el momento.
bles contextuales. Entre el mensaje y el Por otra parte, también hay que decir que
receptor se interponen rasgos de ca- el mayor número de investigaciones se han
rácter individual, social o cultural que centrado más en el estudio de la prensa
condicionan y relativizan la recepción. (Thomson y Heiberg, 1999; Seitz, 1998;
El objeto de estudio es el propio medio Shaw, 1995) que en el de la televisión.
y la función socializadora del mismo.
Por otra parte, en Carrillo (2002) ya se
• La tercera sitúa la cultura televisiva ju- planteó la necesidad de describir conve-
venil como una de las facetas inte- nientemente el entorno de los factores
grantes de la cultura general. Habría sociales en los trastornos alimentarios, y
que situar el objeto de estudio en el diferenciar la influencia mediática de
proceso de recepción, con lo que los otras, así como la necesidad de aislar la
métodos de investigación sobre sujetos influencia de la publicidad.
de esta franja de edad supondrían el
procedimiento de estudio. Otros estudios recientes han abordado la
investigación de la publicidad aportando
La potencialidad modelizadora de la pu- interesantes elementos:
blicidad, como la de los medios de comu-
nicación en su conjunto, parece manifes- • Fay (2006) manifesta la influencia de lo
tarse vigorosamente sobre una audiencia social en la publicidad (la publicidad
de cualquier edad, aunque, como es como espejo social), que refuerza la po-
obvio, la audiencia juvenil es especial- sibilidad de que la publicidad se pre-
mente vulnerable. Como nos sintetiza sente como potenciador de estereotipos
Lomas (1996), además de la influencia ya creados más que como creadora de
ideológica y de confirmación de los con- estereotipos.
travalores (entre ellos y de forma priori- • Martin y Peters (2005) han destacado
taria, la desigualdad de género), la publi- que existen dimensiones diferentes en
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sentido, cabe señalar que, mayoritaria- no es una relación causa-efecto, sino más
mente, la información relacionada con los bien de contigüidad o de similitud.
TCA forma parte de secciones tan dis- Este efecto, en realidad, es aplicable a la
pares como sociedad, gente, opinión o información. Suponemos a determinados
Internet y nuevas tecnologías. Sólo en personajes unas atribuciones que no ne-
contadísimas excepciones se categorizan cesariamente tienen que ver con la rea-
las noticias relativas a la anorexia nerviosa lidad. De la misma manera, asociamos
como una cuestión de salud. todos los elementos que rodean a esos
A imagen y semejanza de los periódicos, personajes a las mencionadas atribu-
las revistas siguen el mismo patrón, inclu- ciones, positivas o negativas.
yendo las mencionadas noticias en sec- De esta manera, es sabido que social-
ciones como personajes, entrevistas o no- mente, a determinadas estrellas de cine o
ticias de última hora. a las modelos, por citar un ejemplo, de-
Los desórdenes alimentarios en la prensa bido a sus características físicas se les atri-
española están más cercanos a la crónica buyen cualidades y elementos positivos:
social que a la verdadera noticia y es, en una vida feliz, un elevado estatus econó-
este punto, donde cabe preguntarnos por mico, el triunfo social...; cualquier ele-
los efectos de esa utilización de la enfer- mento relacionado con esos personajes,
medad como forma de captar el interés desde el punto de vista de la colectividad,
de los lectores. no hará sino ser entendido como algo
que contribuye a esa aureola de glamour
El hecho de que los personajes famosos
que rodea al personaje.
sufran trastornos del comportamiento ali-
mentario, lejos de humanizarlos, los dota Así pues, la anorexia, la bulimia o cual-
de una aureola de exclusividad, de clara quier enfermedad o adicción padecida
diferenciación respecto al resto de los por determinados personajes de amplia
mortales. En lugar de hacer reflexionar al repercusión social será descodificada por
lector sobre las causas y las consecuencias determinados públicos como un requisito
de enfermedades que, con el paso de los sine qua non la fama o el atractivo social
años, no hacen sino incrementar en sería inalcanzable.
cuanto al número de personas que las pa- De acuerdo con Carrillo (2007), “las au-
decen, las noticias que aparecen en la diencias de la prensa escrita influyen de-
prensa analizada se limitan a asociar el cisivamente en los contenidos”, con lo
trastorno con la fama y la belleza, gene- cual, tal como hemos señalado en líneas
rando así lo que Ferrés (1996) denomina anteriores, la prensa escrita utiliza la en-
un efecto de transferencia afectiva. fermedad como un reclamo que, aso-
Coincidiendo con el autor, las transferen- ciado a los personajes famosos, convierte
cias afectivas son aquellos mecanismos el trastorno en un accesorio similar a los
por los cuales se traslada una actitud, po- vestidos que estas personas utilizan en sus
sitiva o negativa, de una persona o cosa apariciones públicas.
a otro individuo o elemento con la cual se Teniendo en cuenta este mecanismo de
encuentra en relación. Sin embargo, esta transferencia afectiva, nuestra reflexión
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surge al entorno del posible efecto imita- Winehouse: su pasado anoréxico fue un
tivo que este uso indiscriminado de la in- dato repetido hasta la saciedad en la ma-
formación relacionada con los TCA puede yoría de las crónicas informativas de la
provocar en los lectores. jornada.
A pesar de que la publicidad no es, en sí,
El discurso audiovisual y los un medio de comunicación, nos parece in-
trastornos alimentarios teresante abordarlo desde una perspectiva
A imagen y semejanza de los medios es- analítica en el caso de la prevención de los
critos, la prevención de la enfermedad en TCA. Tal como hemos señalado al principio
el medio televisivo es –a excepción de de este capítulo, han sido muchas las voces
algún documental emitido por los canales críticas que se han levantado contra la pu-
públicos– inexistente. blicidad como transmisora de estereotipos
influyentes en la enfermedad. Sin embargo,
La contaminación discursiva en programas
¿es posible una publicidad preventiva?; si
pseudoinformativos es la forma más habi-
se prohíben determinados anuncios, ¿por
tual en la que los trastornos alimentarios
qué no hacer lo mismo con aquellos en que
se presentan en la televisión. La fórmula
la delgadez a cualquier precio constituye el
utilizada por esos programas es casi
argumento básico de venta?; ¿realmente
siempre la historia personal: una persona
las críticas han servido para cambiar algo?
enferma narra detalladamente cómo –ha-
bitualmente obvia el porqué– ha llegado a A pesar de que mucho ha llovido desde
perder tanto peso y cuáles son las prácticas que Cindy Crawford, Valeria Mazza y
y las creencias que arropan el imaginario Elle McPherson, entre otras, nos ha-
de Ana y de Mía, tal como las enfermas blaban de las virtudes de los yogures
denominan coloquialmente a la anorexia y desnatados como base alimenticia para
a la bulimia. En caso de que la protagonista conseguir un cuerpo Danone, o desde
de la pieza haya superado la enfermedad, que Carla Bruni –actual señora Sarcozy–
en ningún caso se habla de cómo lo ha nos explicara, mientras realizaba abdo-
hecho y, mucho menos de prevención. minales de forma compulsiva, que su se-
Cuando la patología aparece en los tele- creto se basaba en la ingesta desaforada
diarios, su narración suele ser idéntica a la de una conocida marca de té, pocas
de la prensa escrita: es la inefable compa- cosas han cambiado.
ñera del glamour, de la fama, de las estre- El mes de abril de 2011 entró en vigor la
llas que iluminan el universo cinematográ- denominada Ley del Audiovisual. Entre
fico y televisivo. En ese caso, la enfermedad otras cosas, la ley pone de manifiesto la
deja de ser narrada como enfermedad, necesidad de proteger especialmente al
para ser elevada al trono de la sofisticación, colectivo infantil de determinados conte-
del requisito imprescindible para el recono- nidos televisivos. La violencia, especial-
cimiento social. mente, encabeza la lista de contenidos
Por citar algún ejemplo, cabe señalar las potencialmente peligrosos para los niños.
informaciones emitidas con motivo de la Esta medida afecta tanto a los contenidos
muerte de la cantante británica Amy de los programas como a la publicidad.
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Disorders 1998; 6(2):119-31. Planning 2000 Apr; 18(2):78-86.
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del vómito, uso excesivo de laxantes, diu- día, el cuerpo siente mucha necesidad y la
réticos, enemas u otros fármacos, ayuno transfiere a la mente en forma de deseo.
y ejercicio excesivo. La lectura que pueda tener en cada pa-
La autoevaluación está exageradamente ciente el atracón puede variar, sin em-
influida por el peso y la silueta corporal. bargo, para todos hay un componente de
relleno de un vacío existencial inherente
La díada bulímica: atracón-vómito a este trastorno; también el atracón reúne
El atracón es la ingesta de una gran can- el componente masoquista y de autocas-
tidad de alimento en poco tiempo; normal- tigo, provocando culpa, vergüenza, de-
mente esta ingesta está basada en ali- sesperación y desprecio por uno mismo.
mentos prohibidos en otros momentos del El vómito es la conducta compensatoria
día, como chocolate, bollería, alimentos ca- al atracón por excelencia. Pueden existir
lóricos en general. El atracón suele venir otras, como el uso de laxantes y el ejer-
después de algún momento de tensión in- cicio físico. Sin embargo, el vómito resulta
terna, y es vivido con culpabilidad. El la más adictiva, dado que viene seguida
atracón suele hacerse a escondidas, de una sensación de bienestar, que tran-
aunque la familia detecta la desaparición quiliza y sosiega. Desaparece la culpa que
de grandes cantidades de comida. En oca- sobrevino a la ingesta compulsiva.
siones, el momento elegido para el atracón
está previamente programado. Las canti- ¿Qué características psicológicas
dades ingeridas dependerán de cada en- presentan?
fermo, pero en todos ellos el momento es Impulsividad: es uno de los rasgos más
vivido como una fuerza irrefrenable de vo- característicos. Está muy relacionada con
racidad, precedida de sentimientos de la dificultad para poder mantener un pen-
culpa y vergüenza. samiento y llevarlo a cabo a pesar de las
contrariedades. La impulsividad es un
Generalmente los momentos elegidos
rasgo muy peligroso, ya que es un com-
son al caer la tarde o por la noche, mo-
ponente presente en muchos intentos de
mentos de mayor melancolía y en los
suicidio. Muy relacionada con la baja to-
que se acrecenta la sensación de vacío y
lerancia a la frustración y con la creencia
de soledad.
mágica de que el acto o la actuación son
En otros casos, los atracones van prece- más poderosos que el pensamiento.
didos de una amnesia parcial; son los lla-
Baja autoestima: que se hace patente
mados atracones nocturnos, en los que la
en cada autorreproche, en cada ocasión
enferma se despierta a mitad de la noche
en la que ponen a su cuerpo al servicio de
para sentarse a comer. A la mañana si-
seducciones pasajeras, en cada atracón,
guiente no recuerda lo ocurrido.
con cada vómito…, incapaces de sentirse
En cualquier caso, a nivel fisiológico hay valoradas por otros, y constantemente
una demanda por los alimentos ingeridos poniéndose a prueba en un escenario en
durante el atracón; dado que los hidratos el que terminarán en ese lugar de desva-
de carbono están vetados a lo largo del lorización personal.
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GRUPO GRUPO
FAMILIA
ACOGIDA APOYO
CHARLA GRUPO
INFORMATIVA APOYO
AN
GRUPO GRUPO
AFECTADAS
ACOGIDA APOYO
BN
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fax, explicando qué tipo de charla de- culpabilizarse y diferentes manejos con el
sean, para cuántas personas y fechas enfermo.
aproximadas. Lo que se consigue con esto es que cada
• Internas: pueden ser de otras delega- familia extraiga de estos grupos una serie
ciones, de socios comunicando bajas, de herramientas particulares, adaptadas
cambios de cuenta bancaria…; anotar a sus circunstancias y a su momento.
todo y pedir teléfonos si son socios. Los familiares pasan primero por un grupo
• Nuevos voluntarios: informar que en la de acogida y tras una serie de sesiones se
actualidad las personas que realizan este pasa a otro grupo que es el de apoyo,
tipo de labores en la asociación son psi- donde las familias conocen más el pro-
cólogos o estudiantes de psicología, pero blema y el nivel inicial de angustia se ha
tomaremos los datos de ambos por si en reducido. Estos grupos tienen una fre-
un futuro se crea esta demanda. cuencia quincenal.
Una vez las personas interesadas acuden Los grupos de afectados están formados
a la charla informativa, se les ofrece la po- por personas que comparten circunstan-
sibilidad de acudir a los grupos de auto- cias o problemas comunes, se dan apoyo
ayuda, ya sea de familia o afectados, y a y se aportan experiencias. El grupo pro-
los talleres que cada año organizamos; porciona el saber aceptar y comprender
durante este curso 2011-2012 vamos a de cierta manera la enfermedad. En ellos
impartir: relajación, arteterapia, autoes- se obtiene información, comprensión y
tima, habilidades sociales, imagen cor- mejora de la autoestima.
poral, manejo emocional, reeducación nu- La finalidad de los grupos de autoayuda
tricional y risoterapia. es propiciar un cambio de estilo de vida,
alterado en muchos casos por las carac-
Los grupos de autoyuda son una de nues-
terísticas de la enfermedad, a través de un
tras actividades principales.
establecimiento de metas reales y saluda-
En los grupos de familia se intenta que bles, para así fomentar el crecimiento y
aprendan a convivir y a ayudar al en- autorrealización de sus integrantes.
fermo, pero también y muy importante es
Estos grupos, al no ser terapéuticos, en
ayudar a la propia familia, para que no
ningún caso pueden ser sustituidos por el
entre en la desesperación o impotencia
tratamiento individual de los afectados. Si
que provoca esta enfermedad y a pesar
en el grupo alguno de sus miembros no
de ello puedan continuar una vida lo más
está en tratamiento, se intentará moti-
normalizada posible.
varle para que acceda a uno.
El estar en un grupo, a la larga, permite
Los afectados pasan primero por un
acercarse a una mejor comprensión del
grupo de acogida y tras una serie de se-
comportamiento de los enfermos (¡no siones el profesional deriva al grupo espe-
sólo es la comida!) de esta enfermedad. cífico que mejor encaje, ya sea grupo de
Por otro lado, permite que al escuchar a anorexia o grupo de bulimia. Estos grupos
otras familias se vaya aprendiendo a no tienen una frecuencia semanal.
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• Conocimiento de las alternativas y estra- Amigo I, Errasti JM. ¡Quiero chuches! 2006.
tegias de los profesores ante el problema. Andrés V, Cariñanos A, Díaz-Merino L, Martín
R, Martos MV, Vázquez MJ, Villanueva B.
• Propiciar el debate.
Programa de prevención y detección precoz de
• Ofrecer la posibilidad de contactos pos- los trastornos de alimentación 2002.
teriores. Calvo R. Anorexia y Bulimia. Guía para pa-
dres educadores y terapéuticas 2002.
Taller de padres Campillo JE. El mono obeso. La evolución
humana y las enfermedades de la opulencia
Dirigido a padres de alumnos de edades 2004-2007.
comprendidas entre 11 y 18 años.
Cohen MA. Tostadas y mermelada para el
La duración es de 2 horas lectivas y lo im- desayuno 1997.
parten dos psicólogas especialistas en López C, García A, Migallón P, Pérez AM,
TCA colaboradoras de ADANER. Ruiz C, Vázquez C. Nutrición saludable y pre-
vención de los trastornos alimentarios 2000.
Objetivos: Menéndez I. Alimentación emocional 2006.
• Formar a los padres en torno a temas Morandé G. La edad más difícil 2009.
relacionados con estos trastornos, como Morandé G. Un peligro llamado Anorexia. La
puedan ser: tentación de adelgazar 1995.
– La adolescencia: lo anormal y lo pato- Neumark-Sztainer D. ¡Estoy tan gorda! Cómo
lógico. ayudar a nuestros hijos a hacer la elección
más sana en sus hábitos alimentarios en un
– La alimentación del estudiante: fun- mundo dominado por el peso y la silueta es-
damentos básicos de nutrición. belta 2006.
Pudink J. ¡No quiero comer! Un enfoque psi-
– El ejercicio físico saludable.
coanalítico de anorexias, bulimias, obesi-
– El adulto como modulador del men- dades y adicciones 2003.
saje social. Raich RM, Sánchez-Carracedo D, López-
Guimerá G. Alimentación, modelo estético
• Favorecer la detección precoz de estos femenino y medios de comunicación. Cómo
trastornos: a menor tiempo de evolu- formar alumnos críticos en educación secun-
ción el pronóstico es más favorable. daria 2008.
• El adolescente enfermo: cómo actuar. Raich RM, Sánchez-Carracedo D, López-
Guimerá G. Prevención de las alteraciones
– El adolescente en tratamiento. alimentarias. Fundamentos teóricos y re-
cursos prácticos 2010.
– La reinserción escolar de una paciente.
Strada G. El desafío de la anorexia 2000.
– Cómo tratar a un hijo con TCA.
Toro J. El cuerpo como delito. Anorexia,
Bulimia, cultura y sociedad 1996.
Bibliografía recomendada Vandereycken W, Noodenbos G. La preven-
Amigo I. La delgadez imposible. La lucha ción de los trastornos alimentarios. Un en-
contra la imposición de la imagen 2003. foque multidisciplinario 2000.
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puestas de forma homogénea para recibir • No tomar decisiones por el hijo y no im-
esas ayudas? Los últimos estudios socio- poner exigencias desmesuradas.
lógicos apuntan que las principales • Ser paciente y predicar con el ejemplo.
fuentes de información de nuestros ado-
lescentes siguen siendo la familia, en Situaciones familiares de riesgo
primer lugar, apareciendo ya en el se- elevado para TCA
gundo Internet. ¿Podemos influir en los
mensajes que llegan desde la familia y Como en el caso de las situaciones des-
desde Internet? critas para la escuela, reflejamos sólo los
momentos de mayor peligro donde pro-
Podría ser inundando de mensajes positivos
bablemente la familia pueda precisar un
los mismos canales (televisión, Internet) que
soporte externo:
hoy día sólo muestran mensajes en sentido
contrario. Esta iniciativa exigiría un amplio • Separación conyugal o divorcio: fre-
consenso y la participación de múltiples ins- cuentemente las disputas conyugales se
tituciones y niveles. Otras vías de acceso traducen en sobreimplicación de los
pueden resultar aleatorias, ya sea a través hijos y sufrimiento, que puede derivar a
de la escuela o del sistema sanitario. La fa- diversas problemáticas.
milia sigue siendo un “recinto protegido e • Sobrepeso u obesidad materna (o pa-
inviolable” en muchos casos. Conseguir ac- terna), relacionado con el fenómeno
ceder a ella representa en ocasiones un es- universal de las dietas recurrentes casi
fuerzo extraordinario. como estilo de vida. Este sería un foco
Resistirse e indignarse son dos verbos de de interés de muchas campañas de
creciente actualidad que podrían reflejar prevención. Promocionar entre las fa-
también el estado de ánimo que debiera milias la práctica de una dieta equili-
imperar en las familias con hijas adoles- brada y ejercicio físico moderado es
centes frente a múltiples influencias so- una de las mejores fórmulas para
cioculturales negativas para la construc- evitar el modelado de las conductas de
ción de la personalidad. dieta en el entorno más cercano de las
jóvenes.
Recomendaciones familiares • Enfermedades familiares graves, que
Pueden ser múltiples, pero todas ellas van desvían el foco del adolescente, a veces
en la línea de ayudar a una adolescencia lo aíslan o lo sitúan en una encrucijada
problemática y desorientada (quizás más a donde el TCA es visto como una alter-
los padres, a menudo más desorientados nativa.
que los propios hijos) (Ruiz-Lázaro, 2001): • Viajes de adolescentes al extranjero, pe-
• Evitar normas rígidas en alimentación. riodo de riesgo por los cambios de ali-
• Fomentar comidas familiares. mentación y la inseguridad que puede
acompañar la situación.
• Evitar la crítica, usar elogio y confianza.
En resumen, mantener las funciones pa-
• No evitar el contacto físico. rentales durante toda la adolescencia, sin
• Aclarar y negociar normas de casa. renunciar o delegar en aras a la supuesta
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madurez de nuestros jóvenes. El equilibrio Green M, Scott N, Diyankova I, et al. Eating di-
entre esta presencia parental responsable sorder prevention: An experimental compa-
rison of high level dissonance, low level disso-
y la sobreprotección sigue siendo un di-
nance, and no-treatment control. Eating
lema de difícil respuesta. Disorders 2005; 13:157-69.
McVey G, Lieberman M, Voorberg N, Wardope
Conclusiones D, Blackmore E, Tweed S. Replication of a peer
support program designed to prevent disor-
• Aunque la cultura cambia necesaria- dered eating: Is a life skills approach sufficient
mente a lo largo del tiempo, el impacto for all middle school students? Eat Dis 2003;
físico y psicológico de las influencias cul- 11:187-95.
turales puede ser atenuado por un es- Neumark-Sztainer D, Butler R, Palti H. Eating
fuerzo que las desvele y haga cons- disturbances among adolescent girls:
cientes a los sujetos. Evaluation of a school-based primary preven-
tion program. Journal of Nutritional Education
• Familia y escuela se antojan claves en 1995; 27:24-31.
esta lucha, aunque la administración de-
Pearson J, Goldklang D, Striegel-Moore R.
biera tener un papel proactivo (¿similar Prevention of eating disorders: Challenges and
a lo ocurrido con la ley antitabaco?) a opportunities. Int J Eat Disord 2002; 31:233-9.
pesar de la polémica que pudiera sus- Ruiz-Lázaro PM. Prevención primaria de los
citar en términos de respeto a las liber- trastornos de la conducta alimentaria en la
tades individuales. adolescencia: papel del profesional de aten-
ción primaria. Aten Primaria 2001; 27:428-31.
• ¿Es posible la prevención conjunta de
TCA y obesidad? Este es uno de los di- Stice E, Shaw H, Burton E, et al. Dissonance
and healthy weight eating disorder prevention
lemas para el que no hay una respuesta programs: A randomized efficacy trial. J
clara. Frente a la magnitud epidémica y Consult Clin Psychol 2006; 74:263-75.
universal del problema de la obesidad,
Stice E, Shaw H, Marti CN. A meta-analytic re-
los TCA supondrían un motivo de pre- view of eating disorder prevention programs:
ocupación menor. El reto de poder im- Progress at last. Ann Rev of Clin Psychol 2007;
plementar campañas preventivas co- 3:233-57.
munes y eficaces en la prevención Taylor CB, Bryson S, Luce KH, et al.
simultánea de obesidad y TCA parece Prevention of eating disorders in at-risk co-
apasionante y de unas consecuencias llege-age women. Arch Gen Psychiatry 2006;
63:881-8.
extraordinarias.
Wertheim EH, Koerner J, Paxton S. Longitu-
dinal predictors of restrictive eating and bu-
Bibliografía recomendada limic tendencies in three different age groups
Becker CB, Bull S, Schaumberg K, Cauble A, of adolescent girls. Journal of Youth and
Franco A. Effectiveness of peer-led eating di- Adolescence 2001; 30:69-81.
sorder prevention: A replication trial. J or Winzelberg AJ, Eppstein D, Eldredge KL,
Consult and Clin Psychol 2008; 76:347-54. Wilfley D, Dasmahapatra R, Dev P, et al.
Becker CB, Smith L, Ciao AC. Reducing eating Effectiveness of an internet-based program for
disorder risk factors in sorority members: A ran- reducing risk factors for eating disorders. J of
domized trial. Behav Ther 2005; 36:245-54. Consult Clin Psychol 2000; 68:346-50.
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Centrándonos en los agentes sanitarios definen y clasifican, cuáles son las pobla-
(aunque podemos afirmar que agentes sa- ciones de riesgo, cuáles son las manifesta-
nitarios somos todos) implicados en el ám- ciones clínicas y las complicaciones más co-
bito de la Atención Primaria, destacaríamos: munes en este tipo de patologías sin olvidar
médico de familia, pediatra, psicólogo clí- los aspectos familiares y socioculturales.
nico, equipo de enfermería y trabajadores
sociales. En el ámbito de las especialidades, Definición y clasificación
las que con mayor frecuencia se pueden de los TCA
enfrentar a este tipo de patologías (por las
complicaciones derivadas de la misma) son Haciendo un breve resumen y siguiendo las
psiquiatras, internistas, ginecólogos, endo- actuales clasificaciones de la OMS (CIE-10)
crinos, estomatólogos, nutricionistas…, y y el Manual de la Asociación Psiquiátrica
Americana (DSMIV-TR) que proponen cri-
cualquiera de las existentes, dado las reper-
terios diagnósticos semejantes para ano-
cusiones que sobre los distintos aparatos y
rexia nerviosa (AN) y bulimia nerviosa (BN),
sistemas tienen estas patologías.
podemos dividir los trastornos de la con-
El conocimiento, valoración, prevención, ducta alimentaria en anorexia nerviosa
detección, evaluación de riesgos y orienta- (subtipos restrictivo y purgativo), bulimia
ción a los lugares específicos de trata- nerviosa y TCANE (trastornos del compor-
miento (Centro de Salud Mental, Unidades tamiento alimentario no especificado).
TCA) son tareas que pueden abordarse
desde los distintos agentes sanitarios con DSMIV-TR
un indudable beneficio para los pacientes
307.1 Anorexia nerviosa
y sus familias.
Subtipos: restrictiva
Es un cuadro relativamente fácil de diag- purgativa
nosticar, ya que su sintomatología es explí-
307.51 Bulimia nerviosa
cita y no necesita de complicadas explora-
ciones complementarias; sin embargo, Subtipos: purgativa
dado su carácter insidioso, la nula con- no purgativa
ciencia de enfermedad por parte de las pa- 307.50 Trastorno de alimentación no es-
cientes, las creencias familiares al respecto, pecificado
asociado a la pretensión de adelgazar, tan Definiríamos la anorexia nerviosa como
común en nuestra sociedad, hace que se un deseo irrefrenable por estar delgado
pierda un tiempo precioso, y que lleguen acompañado de prácticas para conse-
a las Unidades de Hospitalización con cua- guirlo: dieta restrictiva estricta y/o con-
dros de desnutrición severa y complica- ductas purgativas (vómitos autoinducidos,
ciones médicas secundarias a éstas, que uso/abuso de laxantes o diuréticos...).
ponen en peligro la vida de las pacientes.
Presentan, a pesar de la delgadez, un in-
Por tanto, es necesario e imprescindible tenso temor a ser obesas, teniendo en mu-
para todos los agentes sanitarios, tener co- chas ocasiones, distorsión de su imagen
nocimiento sobre estos trastornos del com- corporal. La dieta, la figura y el peso se
portamiento alimentario: conocer cómo se convierten en eje de su vida, llevando a
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causas que pueden influir y así, la infor- sus ámbitos de trabajo labores de preven-
mación, el conocimiento y la conciencia- ción, detección de casos, evaluación inicial,
ción que de estos trastornos tengan los seguimiento médico, coordinación de cui-
profesionales serán determinantes para dados y decisión de derivación.
poder abordarlos de forma adecuada. La formación adecuada de diferentes pro-
No podemos olvidar la realidad del día a fesionales que pueden estar en contacto
día en las consultas de Primaria, con una con la población de riesgo (profesores,
falta de tiempo real para poder realizar ac- psicólogos escolares, maestros, entrena-
tividades preventivas en las consultas. La dores…) sería otra importante tarea a de-
escasa frecuentación de los adolescentes a sarrollar.
estas consultas y sus resistencias a reco- En todas estas actividades, destacar el
nocer estos problemas tampoco ayudarían. papel de la enfermería en este campo.
Las estrategias que se proponen serían las
siguientes: Actividades psicoeducativas
• Actualizar la formación de profesionales Las actividades psicoeducativas realizadas
de Atención Primaria para que puedan desde la Atención Primaria han de ir diri-
llevar a cabo labores de prevención y de gidas a la población en general, y a los
detección precoz, y tratar o derivar en grupos de riesgo en particular, partiendo
consecuencia. siempre del principio de que dar informa-
ción de síntomas es inútil, dura poco y
• Formación adecuada de diferentes pro-
puede, incluso, ser perjudicial, siendo más
fesionales que pueden estar en con-
eficaz la intervención interactiva, inten-
tacto con la población de riesgo (profe-
tando no sólo modificar los comporta-
sores, psicólogos escolares, maestros,
mientos, sino el cambio de actitudes. Otro
entrenadores…).
de los riesgos al intentar prevenir es el de
• Trabajar con las familias, capacitarlas alertar tanto que se produzca el efecto de
para que puedan detectar conductas de ver el problema ante cualquier conducta
riesgo. trivial (Ruiz-Lázaro, ZARIMA).
• Apoyo y coordinación con las asocia- A la población en general, a través de in-
ciones de familiares. tervenciones generales que promuevan
hábitos saludables y actitudes positivas
Actividades de formación que les protejan de sufrir desórdenes ali-
A través de la realización de programas in- mentarios, p. ej., talleres en los que se
tegrales de prevención de los TCA en co- aborden los peligros de la desnutrición o
ordinación con Atención Primaria y a través malnutrición, los hábitos de vida salu-
de los Centros de Salud, realizar cursos de dable y la desmitificación de los valores
formación para actualizar los conoci- sociales que priman la imagen corporal
mientos del personal sanitario de Atención sobre todo.
Primaria en habilidades y competencias clí- Los dirigidos a los padres deberían incluir
nicas sobre los trastornos de la conducta aspectos para fomentar la escucha y la to-
alimentaria para que puedan realizar en lerancia, prestar atención a las situaciones
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personales del adolescente, propiciar pro- tema sanitario se realiza a través de los
gramas de reeducación nutricional, reco- equipos de Atención Primaria; general-
nocer factores “de riesgo y vulnerabi- mente será el médico de familia o el pe-
lidad” y que enseñen a ser críticos a sus diatra el que reciba al paciente en primer
hijos frente a los mensajes imperantes en lugar y captará los primeros síntomas de
nuestra sociedad. la enfermedad.
Se deben incluir a los padres en los pro- En el día a día de las consultas de Atención
gramas de prevención para: Primaria, con la gran demanda existente y
1. Aprender y analizar cómo transmiten en aumento, junto a la falta de tiempo real
opiniones, valores y pautas de conducta. existente, para que la detección de los
TCA sea eficaz habría que enmarcarla
2. Aprender a aceptar los cambios bioló-
dentro de las actividades habituales de la
gicos, psicológicos y sociales de sus
consulta y en un periodo de tiempo lo más
hijos.
corto posible.
3. Aceptar los cambios en la dinámica fa-
Son cuadros relativamente fáciles de diag-
miliar y resolver conflictos.
nosticar (su patología es explícita), sin em-
4. Ayudar a que sus hijos tengan auto- bargo, su curso insidioso, la no existencia
nomía. de ninguna prueba objetiva que nos per-
5. Evitar la crítica sobre peso, figura… mita descartar un TCA (los hallazgos de
la exploración física o bioquímica son
En la población de riesgo la acción preven-
orientativos, además una analítica normal
tiva se basa en intervenciones selectivas
no excluye el trastorno), junto a la actitud
para aumentar el conocimiento en la bio-
que muchas veces presentan estas pa-
logía y fisiología: diversidad (cambios pro-
cientes, que tienden a manifestar quejas
pios de la pubertad…), promover el re-
de sufrimiento somático o psíquico pero
chazo de las dietas atípicas, informar sobre
minimizan sus alteraciones conductuales,
la naturaleza y peligro de los trastornos de
reduce la capacidad diagnóstica del pro-
la conducta alimentaria, promocionar la
fesional de Atención Primaria (Ponce C).
aceptación de sí mismos y desarrollar una
percepción positiva del cuerpo, aumentar En la detección precoz, las manifestaciones
la autoestima y mejorar la competencia y clínicas que nos guiarán a sospechar la en-
educar frente a la presión de los medios fermedad son más fácilmente mensurables
de comunicación. En sus familias además en la anorexia, en la que encontraremos
habría que incluir las consecuencias y com- un IMC bajo, asociado o no a amenorrea,
plicaciones de la malnutrición, así como mientras que en la bulimia, al permanecer
los factores de riesgo, sintomatología clí- normal el peso, la detección de las prác-
nica, diagnóstico y tratamiento de los tras- ticas purgativas por los convivientes suele
tornos de la conducta alimentaria. ser la primera manifestación.
Los motivos de consulta en Atención
Actividades asistenciales Primaria pueden ser de lo más variado,
El acceso natural de los pacientes con desde sintomatología de diferentes apa-
trastornos de conducta alimentaria al sis- ratos y sistemas: pirosis, estreñimiento,
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tidas, signo de Russell), así como de las lidad del 78,7%; dos respuestas positivas
complicaciones. (2 puntos); punto de corte en versión es-
pañola, 97,7 de sensibilidad y 94,4 de es-
Respecto a las exploraciones complemen-
pecificidad para detección de TCA en
tarias:
Atención Primaria, tanto anorexia nerviosa,
• Analítica de sangre: bulimia nerviosa como trastornos del com-
– Hemograma, proteínas totales, albú- portamiento alimentario no especificado.
mina, prealbúmina, proteína trans-
portadora de retinol, monograma, Cuestionarios SCOOF
urea, pruebas de la función hepática,
1. ¿Te provocas el vómito porque te
calcio, magnesio, fósforo, creatinina,
sientes incómodamente llena?
glucemia, perfil lipídico, B12, folatos.
Hormonas tiroideas: T3, TSH. 2. ¿Te preocupas por haber perdido el
control sobre la comida?
• Analítica de orina completa, con prueba
3. ¿Has perdido recientemente más de
de embarazo.
6 kg en 3 meses?
• Electrocardiograma.
4. ¿Te consideras “gorda” y los demás te
• Radiología. dicen que estás delgada?
5. ¿Crees que la comida domina tu vida?
Cuestionarios
Entre los cuestionarios útiles para la detec- Diagnóstico diferencial
ción precoz y evaluación de los TCA, des-
tacar el SCOOF (validación al español por Patología médica
García-Campayo et al., Psychosomatic Res Respecto a la patología médica más fre-
2003). Especificidad del 81,9% y sensibi- cuente para realizar el diagnóstico dife-
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Silber, 2007
puede tener a lo largo del tiempo de su no llegaron a cumplir nunca criterios diag-
dolencia una clínica que en diferentes mo- nósticos completos y que por ello fueron,
mentos puede ser diagnosticada de forma son o serán excluidos de protocolos tera-
diferente: anorexia nerviosa, bulimia ner- péuticos correctos (6), ya que habitual-
viosa o de varios y diversos cuadros atí- mente son atendidos como una patología
picos o incompletos, con lo que el acto de de menor cuantía.
evaluar y pronosticar el proceso para pla- Cuando se acepta evaluar al paciente con
nificar el futuro del paciente es difícil, es- criterios dimensionales y no categoriales
pecialmente porque no es habitual tener
nos debemos plantear con rigor la recon-
la historia clínica única y compartida.
ceptualización de términos tales como re-
Concluyamos que el método categorial
caída, recidiva, remisión e irreversibilidad
para diagnosticar es incompleto, los ma-
en los TCA, aceptando la máxima de que
nuales diagnósticos exigen criterios de
es mejor no hablar de enfermedad cró-
cumplimiento y estos criterios son poco
nica y sí de “pacientes crónicos”.
homogéneos; sin embargo, la dimensio-
nalidad de la enfermedad y de la vida del La prevalencia de este trastorno que en
paciente da mayor y mejor información Europa y EE.UU. ha aumentado de manera
para evaluar el pronóstico y el futuro de alarmante pero regular desde los años 60
la persona enferma. (7), sin embargo, en nuestro país este pro-
ceso ha sido diferente, la evolución de la
Otro aspecto a considerar es la opinión
prevalencia en España mostró un incre-
generalizada que se transmite a la asis-
mento mucho más rápido, ya que se llegó
tencia, que considera que los trastornos
a cifras similares a las europeas habiéndose
de la conducta alimentaria no especifi-
iniciado el trastorno en los años 80, al
cados (TCANE), los atípicos e incompletos,
tiempo que aumentaba alarmantemente
son de menos entidad, menos severos o
la prevalencia, y ya a partir de los años 90
de mejor pronóstico, y no es así; como ya
se observó como las entidades que con-
hemos dicho, estos cuadros son o pueden
forman los TCA modificaban sus prevalen-
ser en realidad diferentes estadios de un
cias particulares, aumentaban los cuadros
trastorno que es, ha sido o será grave y
no especificados (TCANE) y purgativos a
no son tan infrecuentes como se supone
costa de los restrictivos. Los estudios reali-
a priori, ya que estadísticamente son más
zados en España y hasta el año 2008 en la
del 50% de todos los casos de TCA. Es
población de riesgo, en mujeres con
muy conveniente, yo diría que forzoso,
edades entre 12 y 21 años, obtienen una
especificarlos y clasificarlos mejor y no
prevalencia del 0,14 al 0,9% para la AN,
considerarlos atípicos, marginales o me-
nores. Se da el caso, y es muy preocu- del 0,41 al 2,9% para la BN y del 2,76 al
pante, del aumento del número de pa- 5,3% en el caso de los TCANE, por lo que
cientes llamados crónicos por la larga en nuestro país las cifras totales de preva-
evolución de su trastorno, ya sea por los lencia de los TCA son del 4,1 al 6,41% (3).
fracasos terapéuticos de tratamientos in- Si en un principio era más frecuente la
completos o por presentar un inicio lar- anorexia nerviosa (AN) y menos la bulimia
vado y progresivo de la enfermedad, que nerviosa (BN), progresivamente esta fue
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por último, el tercer grupo lo forman los medad en una situación de casi salud del
que han presentado una evolución tór- paciente, periodo que antiguamente se
pida de la enfermedad y esta se ha croni- solía llamar convalecencia, y por último,
ficado (14), en casos ya no es de factible es recidiva cuando reaparece la enfer-
una remisión completa del trastorno y medad tras un largo periodo de salud.
sólo es de esperar mejoraría de la calidad
La enfermedad o algunos síntomas de
de vida a través de la prevención terciaria
esta se pueden manifestar con un curso
(10, 14).
agudo o crónico; el proceso que cursa fa-
Todos estos cuadros crónicos clasificados vorablemente se llama mejoría, o si se
como atípicos o no especificados (15), su- considera irrecuperable es llamado indu-
ponen un reto a la asistencia, tanto por rabilidad (17).
su número, cada vez mayor, como por las
Pero la cronicidad no es un fenómeno
dificultades de tratamiento que conlleva
atribuible únicamente a la enfermedad,
(3, 11, 16).
es una situación del proceso morboso que
puede obedecer a diferentes causas; si la
La cronicidad paciente es víctima de un mal diagnóstico
En salud mental el concepto de cronicidad y este se prolonga en el tiempo la enfer-
es un elemento constitutivo de la mayoría medad puede evolucionar de manera ma-
de las enfermedades mentales, incluidos ligna y cronificarse, esto ocurrió en una
los TCA. En psiquiatría se denomina pa- primera época con la AN, de la que al-
ciente crónico a aquella persona que sufre gunos profesionales no conocían su clí-
un trastorno psiquiátrico grave que difi- nica o no la valoraban como severa, de-
culta o impide el desarrollo de sus capa- morando así el diagnóstico y empeorando
cidades y de su autonomía, también lla- el pronóstico. Puede ocurrir también que
mamos enfermedades mentales crónicas por el tiempo de evolución del trastorno,
a aquellas patologías que se prolongan en independientemente de un buen diagnós-
el tiempo, cuya curación no puede pre- tico, la enfermedad cronifique, o que por
verse claramente o que no ocurrirá nunca. la “debilidad” de los síntomas más apa-
Sin embargo, recordemos ahora algunos rentes no sea valorada correctamente por
conceptos relativos a la evolución de las parte del paciente o de los profesionales
enfermedades que permiten ajustar el que la atienden y el proceso avance en se-
momento de esta en su evolución y pro- veridad, llegando a la cronicidad. Si el TCA
nóstico: el primero será el concepto de ha causado una importante discapacidad
curación, que es cuando el paciente re- física o psicológica, se tiende a considerar
torna a un estado anterior a la enfer- que la enfermedad de alguna manera per-
medad y sin secuelas de interés; llamamos siste y es crónica; también, lamenta-
remisión a la situación de reducción de blemente, en alguna ocasión, cada vez
sintomatología o en proceso de reduc- menos, la cronicidad obedece a trata-
ción, y recurrencia cuando reaparecen los mientos ineficaces, a modelos asistenciales
síntomas tras un periodo de remisión. Se incorrectos o a evaluaciones pronósticas
llama recaída cuando reaparece la enfer- erradas.
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Hay criterios de consenso para considerar episodio de TCA y con un segundo epi-
a la AN como una enfermedad crónica, se sodio muy severo.
considera así cuando hay arraigados pa- Pero no seamos tan optimistas, ya que
trones de restricción alimentaria y de las son trastornos que dejan secuelas y dis-
cogniciones anoréxicas, cuando la “iden- capacidades, afectan a una población ma-
tidad personal” está ligada a la AN, si hay yoritariamente infantil y juvenil a la que el
falta de motivación para el cambio, si la proceso morboso impide, en el mejor de
AN es el único valor de identidad y si hay los casos, una normal maduración de la
miedo a vivir sin ser “persona anoréxica”; persona; estas secuelas y discapacidades
por estas causas esta se manifestará y pre- son debidas a la enfermedad, pero en
sentará como una incapacidad perma- ocasiones se deben a la actitud del pa-
nente para mantener el peso, unas dietas ciente, poco adherente al tratamiento, o
peculiares y anómalas, una depresión y por la comorbilidad asociada; en otras
ansiedad crónicas, obsesividad y dificul- ocasiones favorece la cronicidad la actitud
tades sociales de interacción y de reinser- y el comportamiento del entorno social,
ción (17). comenzando por la familia y los amigos.
Cuando hay conflictos familiares o de pa-
En el caso de la BN se considera de evo-
reja, si hay negación de la enfermedad
lución crónica cuando están presentes ex-
por parte de los padres y poca coopera-
periencias negativas referidas al cuerpo,
ción por parte de la familia y en un am-
está presente la impulsividad y la agresi-
biente con malas y perjudiciales relaciones
vidad, especialmente la autoagresividad,
sociales y con posibles conductas adic-
con tendencia a las adicciones, en el con-
tivas, el pronóstico no es bueno y la cro-
texto de un humor inestable, con cuadros
nicidad previsible.
disociativos y alta sugestionabilidad; tam-
bién el hurto y la cleptomanía, los ante- Pasemos a continuación a hacer un aná-
cedentes de traumas psíquicos, la pérdida lisis somero de las causas más generales
de control sobre la ingesta, las dietas pe- de la cronicidad. Unas pueden ser bioló-
culiares y, naturalmente, las conductas rei- gicas: la genética, la susceptibilidad al es-
teradas de purga (18, 19). trés y la fragilidad ante la pérdida pon-
deral; otras están ligadas a la personalidad
Pero hablar de cronicidad en los TCA es y al carácter, y el trastorno límite de la per-
confuso; cronicidad en los TCA no supone sonalidad y la impulsividad son los me-
irreversibilidad, son enfermos crónicos jores exponentes. Pero lamentablemente,
pero que se curan con programas especí- como ya hemos comentado anterior-
ficos e intensivos (20), y en muchos casos mente, la actitud del paciente, la del en-
sin secuelas físicas. Estas enfermedades torno y la eficacia y eficiencia de los re-
no están incluidas en los apartados de cursos asistenciales marcan generalmente
“enfermedades crónicas” y nuestro pa- el pronóstico de estos trastornos y favo-
ciente crónico puede “disfrutar” de largos recen o no la cronicidad. Los modelos de
periodos de normalidad sin tratamiento, intervención deben ser correctos, eficaces
incluso en algunos casos con una remi- y eficientes, el lugar de tratamiento debe
sión completa y espontánea del primer tener espacios propios, los tratamientos
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deben estar protocolizados, ajustados al tamiento, no se deben pactar los días má-
ritmo y tiempo de la enfermedad y apli- ximos de estancia en internamiento ni en
cados por profesionales expertos, con un los hospitales de día y no deben carecer
buen control de la evolución y actuando de protocolos específicos. Para el trata-
sobre el entorno social del paciente; de miento de estos pacientes es preciso un
este modo mejorará sensiblemente el pro- análisis exhaustivo de su historial, conocer
nóstico y se reducirá la cronicidad. las razones de la cronicidad para poder
ofrecerles en cada momento una inter-
Son precisos tratamientos cada vez más
vención adecuada.
precoces, con menos fracasos en ante-
riores y mejor adhesión a estos por parte Un programa asistencial completo y eficaz
de los pacientes; las altas deben estar vin- requiere de un primer paso, este es el
culadas a la curación, no al peso u otros análisis de la motivación y los deseos o
marcadores biológicos; con estricto con- fantasías de “curación” por parte del pa-
trol de la enfermedad, evitando los aban- ciente, conocer los límites que la persona
donos y con una buena enfermería; el tra- enferma pone a esta curación; el paciente
tamiento psicológico y la enfermería, en debe saber que deberá abandonar aque-
la situación de hospitalización, son las pie- llos hábitos que interfieren en el trata-
dras angulares de una buena asistencia. miento, especialmente el abuso de sus-
Hay unas condiciones básicas (20, 21) tancias, al tiempo que recibe ayuda para
para el tratamiento: los equipos deben ser mejorar el control de sus impulsos. Si el
funcionalmente multidisciplinarios, con enfermo evoluciona correctamente, ofre-
protocolos de tratamiento consensuados, cerle todo un dispositivo asistencial tras el
asumidos y aceptados, de obligado cum- internamiento (22, 23); el hospital de día
plimiento, que incluirán apartados para la es la prolongación de la hospitalización a
patología dual y atención a los trastornos un régimen de progresiva integración fa-
de la personalidad; con equipos que se miliar y social; más tarde, los centros de
adecuen a los cambios clínicos de los TCA día o los pisos asistidos le permitirán en
y a la comorbilidad; con una buena coor- muchos casos reiniciar una vida normali-
dinación con otros niveles asistenciales y zada.
con los profesionales de otras disciplinas,
todos ellos formados e interesados (22). El tratamiento debe proporcionar un en-
torno terapéutico de confianza y apoyo,
debe ser individualizado, hay que saber
Tratamiento de la cronicidad
escuchar al paciente, reconocer y valorar
El tratamiento de la cronicidad requiere sus logros por pequeños que sean, plan-
de un dispositivo asistencial completo y tear objetivos terapéuticos realistas y pac-
protocolizado (21); hay pacientes crónicos tados, y trabajar la motivación para el
de los que a pesar del tiempo transcurrido cambio. Los pacientes deben sentirse in-
no podemos afirmar que su cuadro clínico tegrados en la comunidad con una polí-
sea irreversible, en su programa terapéu- tica terapéutica de puertas abiertas para
tico no se debe limitar la hospitalización que puedan reiniciar tratamientos cuando
ni mucho menos el tiempo global del tra- lo deseen, precisen o sea posible, y todo
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este trabajo debe ser coordinado a través dencia de drogas, el pronostico será mas
de un único terapeuta de referencia. oscuro y el tratamiento mucho más difícil.
Sin embargo, este pronóstico (17, 24)
Factores pronósticos y también dependerá de factores positivos,
cronicidad tales como la adhesión al tratamiento y la
motivación, la buena actitud de los padres
Conocemos como factores de mal pro-
y familiares próximos, el buen nivel de
nóstico favorecedores de cronicidad: el comprensión de la persona enferma que
diagnóstico tardío, que impedirá un tra- le permite aprovechar mejor las indica-
tamiento precoz y eficiente; las oscila- ciones y recomendaciones terapéuticas, la
ciones frecuentes de peso, que indican cooperación de la familia con el equipo
una clínica de evolución alternante y sin terapéutico y, por último, una buena red
duda tórpida; las conductas de purga con social de apoyo.
riesgo vital, indicativas de una grave sin-
tomatología, y naturalmente, la ausencia
Rehabilitación y reinserción en
de conciencia de enfermedad, que impide
los TCA
los intentos de ser tratado por profesio-
nales. No se deben plantear objetivos basados
únicamente en la remisión de los sín-
El pronóstico empeora cuando de forma
tomas en un paciente crónico sin tener
comórbida o como síntoma está presente
presente la necesidad perentoria de una
la dismorfofobia, si hay dificultades de rehabilitación y reinserción, sería una
comprensión o si están presentes los con- tarea vana buscar únicamente la remisión
flictos familiares o de pareja, ya que no clínica, ya que hay demasiados aspectos
sólo no colaborarán con el equipo sino negativos en el entorno del paciente que
que no ayudarán o apoyarán al paciente. no favorecen la recuperación. La capa-
La negación de la enfermedad por parte cidad para reintegrarse a su vida anterior
de los padres retrasará el tratamiento y, normal está limitada y es debida a la
aunque este se imponga con el tiempo, propia enfermedad, a la actitud del pa-
se habrá perdido un tiempo precioso con ciente ante esa enfermedad o por la mala
consecuencias negativas. También son respuesta del entorno social que no pro-
factores de mal pronóstico la poca coo- tege y no ayuda al enfermo (25, 26).
peración en la familia y el mal ambiente Es indudable que para atender estas pato-
familiar, aunque acepten el diagnóstico y logías severas, crónicas y de mal pronós-
reconozcan la enfermedad, así como las tico se precisan profesionales formados e
malas relaciones sociales, las adicciones, interesados trabajando en equipos multi-
los trastornos de personalidad y los tras- disciplinarios con protocolos de trata-
tornos del control de los impulsos. Si a la miento aceptados y consensuados, que in-
clínica TCA se añaden los intentos de sui- cluyan la patología de la personalidad, de
cidio, las autolesiones, las conductas de la impulsividad y de la adicción, así como
robo, el abuso severo o dependencia de unos óptimos criterios de derivación y una
alcohol y/o el abuso severo y la depen- red asistencial completa (8).
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 126
Debe haber una formación continuada y ese mundo durante mucho tiempo o in-
una adecuación constante a los cambios cluso nunca se integro en él a causa de
clínicos y a la comorbilidad de estas pato- dicha enfermedad. La misma ayuda y pro-
logías, con equipos flexibles y una buena tección deberá recibir el paciente si desea
coordinación entre niveles asistenciales y incorporarse al mundo del estudio, donde
con profesionales de otras disciplinas. fracasará si no es tutelado, adiestrado y
dirigido.
La rehabilitación psicosocial tiene como
objetivos la normalización de la vida en El lugar donde aplicar los programas de
todos sus aspectos posibles, en la correc- rehabilitación y reinserción son los Cen-
ción de conductas patológicas y perjudi- tros de Día, Centros Residenciales y Pisos
ciales, el autocontrol, la autonomía y la Asistidos, estos son un recurso asistencial
normalización de las relaciones interper- de larga-media estancia que permiten el
sonales (27). abordaje multidisciplinar de pacientes cró-
nicos; el objetivo es integrar todos los as-
Los programas de rehabilitación y reinser-
pectos de la persona con la estabilización
ción deben ser específicos para cada pa-
biológica, especialmente el peso, la au-
ciente y establecerse cuando esté en una
sencia de sobreingestas y de purgas. El ob-
situación de estabilización clínica; la esta-
jetivo está en la búsqueda del bienestar y
bilización no supone la curación o la re-
de la autonomía del paciente, conce-
misión, es en ese momento cuando se
diendo un especial interés en la preven-
pueden aplicar los programas de reinser-
ción de recaídas y el mantenimiento de los
ción basados en una política activa de re-
logros adquiridos; lamentablemente, la red
habilitación y de reinserción al mundo so-
de centros de asistencia pública no ha pre-
ciolaboral para darles una autonomía
visto por el momento la creación de estos
económica suficiente. Para este proceso
dispositivos, sin embargo, la larga y am-
de cambio se precisa de un buen apoyo a
plia experiencia del Institut de Trastorns
su familia, a la que habrá que “educar”
Alimentaris (ITA) avalan la creación de
para buscar su colaboración y otro tanto
estos centros dados sus buenos resul-
de su entorno social más próximo, que se
tados.
inserte en el ambiente más positivo y re-
chace el más perjudicial. Naturalmente, el El primer paso de los programas de reha-
seguimiento de estos pacientes deberá bilitación y reinserción se basan en la
estar monitorizado, ya que aunque el pa- identificación de las áreas “problema” de
ciente crónico se inserte en el mundo la- la persona a tratar, especialmente la falta
boral, deberá ser supervisado durante de habilidades que tienen los pacientes
bastante tiempo para que se mantenga con un TCA severo y de larga evolución
firme en esa situación mientras se con- en los diferentes aspectos de su vida: so-
tinúa el tratamiento de su TCA crónico. El cial, afectiva, familiar, escolar o laboral;
programa facilita y da consejo social y estas áreas se han de analizar separada-
protección legal ante las vicisitudes labo- mente. El estado físico ha de ser estable,
rales y sociales; no olvidemos que es una una aceptable normalización del estado
persona frágil y poco habituada al nuevo psicológico, con una familia que colabora
entorno, ya que la enfermedad la alejó de y en un ambiente social que no propicie
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conductas de riesgo, como puedan ser las Estos programas estarán encomendados
adictivas. Se deberán analizar y planificar a profesionales expertos en rehabilita-
de cara al futuro las áreas ocupacionales ción sin especificar su titulación y sí con
del paciente, sus finanzas y el aloja- conocimientos en estas tareas, aunque
miento; si estos tres aspectos están muy habitualmente sean los trabajadores so-
limitados, el paciente crónico se puede ciales los responsables de la intervención
beneficiar de la red asistencial en Centros social y psicólogos los que aborden los
de Día o en Pisos Asistidos, como ya aspectos más psicológicos del programa
hemos comentado. (28). Habrá un responsable que definirá
el itinerario de la reinserción y la rehabi-
Tras este análisis se exploran y estudian litación social del paciente, con habili-
los aspectos sociales negativos que con- dades para movilizar las capacidades del
lleva la cronificación y que son cruciales, paciente, sabiendo dinamizar las acti-
el más importante es el aislamiento: las tudes y fomentar las responsabilidades
dificultades para hacer comidas sociales y en la persona enferma y de su entorno,
la ausencia de relaciones próximas y es- dentro de un proceso de rehabilitación y
trechas, también la posible existencia de reinserción. Se deben activar acciones re-
una anormal dependencia de la madre o lacionadas con las áreas ocupacionales,
el padre por falta de recursos propios y la formativas, sociales y de inserción en la
falta de empleo u ocupación diaria. Los sociedad, especialmente debe promo-
problemas económicos por la no percep- verse la autonomía y la integración per-
ción de ingresos por la ausencia de acti- sonal, social y económica del paciente.
vidad laboral y precisos para conseguir un El responsable rehabilitador es la figura
alojamiento y vivir en un piso indepen- que interactúa con los recursos comuni-
diente es una necesidad perentoria que, tarios y los trabajadores sociales, así
de no cubrirse, y es lo óptimo, siempre es como con el resto de los profesionales
aconsejable como mal menor que los pa- del equipo multidisciplinar.
cientes queden vinculados a la familia, ya
El programa incluye en primer lugar el
que requieren apoyo de esta.
diagnóstico de inserción sociolaboral; se
debe hacer una orientación y definición
El tratamiento debe adaptarse al perfil psi-
del itinerario académico en unos casos, y
cobiográfico de la persona, se debe ac-
en otros, la elaboración del plan de inser-
tuar al tiempo en todas las áreas de fun-
ción laboral (28); se debe contactar con
cionamiento alteradas, no sólo sobre la
empresas que favorezcan la inserción la-
sintomatología alimentaria, también se
boral y buscar ayudas estatales en el ám-
trabajará el papel del trastorno en el
bito académico a través de ayudas y
origen y mantenimiento de la enfer-
becas.
medad; se debe hacer un abordaje de los
trastornos asociados y comórbidos, dando Se seguirá con un trabajo más directo,
prioridad a la terapia psicológica desde el ayudándole a elaborar conductas socioa-
ingreso, poniendo especial énfasis en la daptativas y de organización y dinamiza-
atención sociofamiliar, con el objetivo final ción del tiempo libre. Es preciso que
de conseguir la máxima autonomía (22). aprendan a gestionar sus asuntos admi-
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 128
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Los trastornos de conducta alimentaria son blemas relacionados no sólo con la propia
una patología de difícil manejo y de severas enfermedad y, por tanto, con el paciente y
consecuencias físicas, psicológicas y que su familia, sino también con la falta de for-
afectan seriamente el desarrollo psicoso- mación de especialistas y la mala orienta-
cial, afectivo, educativo e incluso de iden- ción de tratamientos y recursos, hace que
tidad de quien los padece, con graves con- se imponga el fracaso terapéutico, que se
secuencias para la familia y su entorno. repitan tratamientos infructuosos a lo largo
de sus vidas y que el curso evolutivo no
La American Psychiatric Association (APA,
progrese y sigan cronificándose.
2006) refiere respecto al curso de los
mismos que el porcentaje de pacientes La APA (2006) considera como curso cró-
que se recuperan por completo es mode- nico un trastorno alimentario de 10 años
rado, eso respecto a la anorexia nerviosa. o más de duración. Las características se-
Y respecto a la bulimia, no hay conoci- ñaladas para estos pacientes son:
miento suficiente sobre lo que pasa con • Incapaces de mantener un peso sano.
los individuos no tratados a largo plazo.
• Presencia de depresión crónica.
En concreto, aunque las cifras que se ma- • Obsesividad.
nejan en la actualidad varían de unos es-
• Retraimiento social.
tudios a otros, sí que todos coinciden en
afirmar que los trastornos de la conducta Según señala Calvo (2002), sabemos que
alimentaria son la tercera enfermedad cró- un 25% de los pacientes con trastornos
nica más frecuente en la adolescencia. De alimentarios no son recuperables en el
acuerdo a Steinhausen (2002), y refirién- momento actual. Y además, parece que
dose a la morbilidad en anorexia nerviosa, a partir de los 7 años la resistencia a los
cifra un 48% de pacientes recuperados, un tratamientos aumenta significativamente.
29% de mejora, un 18,2% que se croni- Esto nos debe llevar a reflexionar y a pensar
fican y un 4,8% que mueren. Y al hablar en introducir nuevas formas de trata-
de bulimia nerviosa, en seguimientos de 2 miento, nuevos programas y recursos
a 5 años, refiere recuperaciones del 65% adaptados a las necesidades detectadas en
y cronificaciones del 35%. Cuando el se- este colectivo de individuos y sus familias.
guimiento se prolonga a 5-10 años, la re-
Como señala la APA (2006), ante la croni-
cuperación aumenta al 72%, la cronicidad
cidad debe optarse por tratamientos más
al 22% y la mortalidad al 6%.
personalizados que tengan en cuenta las
Lo que está claro es que se trata de tras- demandas que se puedan ir presentando,
tornos complejos, donde una serie de pro- como pueden ser las hospitalizaciones de
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cientes de TCA más allá de los aspectos El funcionamiento deficitario de estas ha-
nutricionales, médicos, cognitivos y emo- bilidades conduce en este colectivo de pa-
cionales más estrechamente vinculados a cientes a importantes fuentes de dete-
la propia patología alimentaria. rioro que justifican sobradamente la
Robinson (2006), que ya se refiere a pa- necesidad de la rehabilitación psicosocial.
cientes de TCA severo y de larga evolución, Podemos identificar las siguientes fuentes
describe que estos tienen un déficit impor- de deterioro, de acuerdo a Robinson
tante de habilidades en diferentes áreas de (2006):
la vida, concretamente en las siguientes: • Falta de soporte social y familiar.
• Física: • Posibilidad de desarrollo psicosocial al
– Debilidad muscular. margen del trastorno.
Intervención en rehabilitación
Integración social
psicosocial
Las dificultades terapéuticas a que nos en-
de estas tres áreas. Nos referimos, y por ese frentamos con este colectivo de pacientes
orden, a la Unidad de Rehabilitación e de TCA severo y persistente nos llevó a in-
corporar en nuestra institución recursos
Inclusión Sociolaboral (URIS), a los Pisos
propiamente rehabilitadores, inspirán-
Terapéuticos (PT) y, por último, a la Unidad donos, como ya nos hemos referido, en
de Tratamiento Residencial (UTRE), aunque el trabajo que se estaba haciendo en otros
evidentemente en la prevención de reca- trastornos, pero adaptándolos a las carac-
ídas están implicados todos los dispositivos terísticas y necesidades propias de estos
sujetos. Así, en el 2002, FITA, desde el pa-
y la adecuada coordinación entre los
trocinio y la gestión de ITA, funda los Pisos
mismos. Terapéuticos (PT) para atender las necesi-
dades de soporte residencial de este co-
lectivo y con el objeto de cubrir las limita-
ciones existentes y conseguir una mayor
CASA integración social. En el 2009 se creó la
URIS para mejorar y complementar la
URIS oferta de programas rehabilitadores orien-
tados a la inclusión laboral y social, así
como a la prevención de recaídas.
bilitación.
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 144
Desde una perspectiva integradora y La URIS debe ser capaz de activar acciones
global se evalúan y redefinen anualmente relacionadas con las áreas ocupacionales,
la totalidad de los programas de transi- formativas, sociales y de inserción en el
ción a la vida autónoma, en sus aspectos medio.
cualitativos y cuantitativos, para introducir
Los objetivos específicos son los relacio-
elementos de mejora.
nados con:
• Mejora del funcionamiento psicosocial:
Unidad de Rehabilitación e dotando al usuario de habilidades rela-
Inclusión Sociolaboral (URIS) cionales (para facilitar el mayor número
de roles socialmente válidos).
Definición del dispositivo • Mejora de la red de apoyo socioafec-
Dispositivo de día donde se ofrecen las tivo:
técnicas necesarias para facilitar los pro- – Familia: dando a la familia informa-
cesos de inclusión social y laboral necesa- ción, asesoramiento y apoyo con el fin
rios en la rehabilitación. de mejorar su capacidad de manejo y
Este centro ha de estar incluido al máximo convivencia, así como contribuir a me-
en la red comunitaria, pues su función im- jorar la calidad de vida de la propia fa-
plica facilitar a los usuarios la utilización milia.
de sus recursos. – Red social: fomentando la participa-
ción social y la eliminación de barreras
Este centro no es un mero suministrador
sociales.
de prestaciones a sus usuarios, sino que
es un activador de aquellos recursos ne- • Seguimiento y soporte comunitario ade-
cesarios para su integración. cuado a las necesidades individuales:
– Estructurar la rutina diaria y fomentar
Objetivos intereses propios.
El objetivo principal es promover la me- – Apoyar a los usuarios a utilizar re-
jora y la calidad de vida, proporcionando cursos comunitarios normalizados, fo-
una incorporación progresiva en la so- mentando la participación y la acti-
ciedad mediante acciones socioeducativas vidad con el fin de evitar el deterioro
y psicosociales, dirigidas a la adquisición o el aislamiento.
de competencias necesarias para retomar • Mejora de la competencia social:
un proyecto de vida ocupacional y de ocio
saludables. Y todo ello en el mejor con- – Motivar para la definición de un pro-
texto posible. yecto formativo-laboral.
– Mejorar las competencias para la ocu-
El objetivo final es que estas personas
pabilidad.
puedan asumir las responsabilidades de
sus vidas y funcionar en la sociedad que – Reorientar y reforzar el currículum
les rodea tan activa e independiente- académico según intereses y posibili-
mente como sea posible. dades.
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psíquicas provocadas por los años de con- ductivamente su horario para poder
vivencia con el TCA. Igualmente, puede asumir responsabilidades de manera cons-
destacar una situación familiar poco es- tante y continuada, unido al manteni-
tructurada y contenedora. Se caracterizan miento de los compromisos formativos y
por ser personas con unas fuertes depen- laborales.
dencias personales y más necesitadas de
Resumiendo:
conseguir un grado de autonomía sufi-
ciente para vivir de forma independiente. • Preservar una adecuada conducta ali-
mentaria, adaptándose a los nuevos re-
Igualmente puede haber presencia de co-
querimientos de iniciar una vida con res-
morbilidad con otros trastornos mentales
ponsabilidades y horarios.
del eje I y/o II y con dificultad para man-
tener la remisión de la sintomatología. • Aprender a manipular los alimentos, a
confeccionar menús, a organizar la
La intervención profesional se efectúa de
compra semanal, a cocinar, etc.
manera más directiva, con mayor conten-
ción y con más participación en activi- • Asumir responsabilidades domésticas,
dades grupales y/o individuales que re- aprendiendo a organizarse las tareas de
fuercen y ofrezcan una mayor estructura la intendencia de la casa.
contenedora. • Tener cuidado de la propia salud con un
Hay presencia y atención profesional las seguimiento pormenorizado por parte
24 horas. de los profesionales, externalizando los
controles médicos necesarios.
Piso Terapéutico de 2.º nivel
• Iniciar una vida social fuera del contexto
En esta fase los objetivos iniciales van en- del recurso, ampliando su círculo de re-
caminados a la evaluación y la adaptación laciones y de amistad.
al recurso. La persona accede con unos
requisitos alimentarios muy concretos: sin- Piso Terapéutico de 1.er nivel
tomatología controlada y una remisión Se implementa una fase de tratamiento
importante de las conductas patológicas. para mantener y consolidar los éxitos con-
Inicialmente, el paciente cuenta con una seguidos en la/s fase/s anterior/es (funda-
tutorización y un seguimiento más direc- mental la consolidación de una correcta
tivo, más cercano por parte de los profe- conducta alimentaria), así como los as-
sionales y con menos margen de decisión pectos básicos para desarrollar la auto-
personal. De todas formas, la introduc- nomía y asegurar la estabilidad emocional
ción de momentos sin presencia de pro- de la persona. Son estos unos buenos in-
fesionales del recurso, como la distancia dicadores para la prevención de recaídas.
progresiva en la toma de decisiones, faci- Las intervenciones profesionales son
lita el entrenamiento en el autocuidado y ahora menos intensivas, limitándose a
la convivencia saludable. una observación activa y a dar pautas co-
Para decidir el paso a la última fase de tra- rrectivas, promocionando la autorrefle-
tamiento se valorará la capacidad del pa- xión. Se fomenta la autonomía y los es-
ciente para organizar y estructurar pro- pacios libres para el autocontrol.
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Cuadro 1
Socioambientales
Factores de riesgo Programa
Acontecimientos vitales mínimamente Programa de autocontrol o de
estresantes habilidades (HH) de afrontamiento
Alta emoción expresada en la familia Programa de intervención familiar
Conflictividad familiar
Personales
Factores de riesgo Programa
Vulnerabilidad personal:
rigidez cognitiva, perfeccionismo, Programa de remediación cognitiva
obsesividad, impulsividad Programa de Mindfulness y relajación
Baja autoestima, imagen corporal (IC) Programa emocional-cognitivo
distorsionada
Poca conciencia de enfermedad Programa motivacional y adherencia al
tratamiento
Conducta alimentaria patológica Programa psicoeducativo
Cuadro 2
Socioambientales
Factores de protección Programa
Falta de apoyo comunitario: Programa de remediación cognitiva
• Red de apoyo social Programa de apoyo social y
• HH normalizadas en la comunidad que comunitario:
facilitan la inclusión social • Programa de ocio
• Programa de orientación e inserción laboral y
formativa
• Programa de HH de ajuste laboral (o de
competencias transversales para la ocupación)
• Programa de competencias sociales para la
autonomía (uso de medios de transporte,
manejo de medios de comunicación, realización
de trámites burocráticos, etc.)
Personales
Factores de protección Programa
Escasas HH para el afrontamiento personal Programa de HHSS
y social
Sesgos en el procesamiento de la información Programa de remediación cognitiva
Baja coherencia central
Relación terapéutica positiva y seguimiento Programa de remediación cognitiva
del tratamiento
Cobertura de necesidades básicas: autonomía Programa de autonomía de vida diaria:
personal y competencia social • Programa de educación para la salud (aseo,
sueño, alimentación, salud)
• Programa de hábitos de vida (organización
doméstica, manejo social y competencias
instrumentales básicas)
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esta función son la figura de Rey-Osterrieth miación cognitiva, las intrusiones de pen-
(11) para la memoria visual y la escala de samiento o la propia atención selectiva.
memoria del Weschler (12). La figura com- Otra área estudiada en los procesos de
pleja de Rey-Osterrieth evalúa la capacidad memoria es la llamada memoria autobio-
visoconstructiva y la memoria visual. La gráfica, que hace referencia al recuerdo
tarea consiste en la reproducción de una de episodios vitales. Tanto en anorexia
figura sin significado formada por figuras como en bulimia se tiene menor acceso a
geométricas de creciente dificultad y deta- acontecimientos específicos insertos en la
lles. Existen tres administraciones posibles: memoria autobiográfica (17, 18).
copia de la figura, reproducción inmediata
y reproducción retardada. La escala de me- Atención
moria de Wechsler consta de 11 subtest
con 6 subtest principales (memoria lógica, Junto con la memoria, la atención es el
pares asociados verbales, caras, dibujos fa- otro elemento presente en la teoría del
miliares, secuencias de números y letras y sesgo cognitivo. Según este plantea-
series espaciales). miento, entre atención y memoria se es-
tablece una relación estrecha que tendría
En el estudio de la memoria, el déficit más como producto la mayor presencia en la
investigado es el sesgo que favorece el re- consciencia de contenidos mentales rela-
cuerdo de palabras o conceptos relacio- cionados con el cuerpo y la comida.
nados con el cuerpo y la figura (13-15).
Esto significa que existe una atención se-
Este sesgo estaría presente en todo el
lectiva hacia conceptos relacionados con
ciclo del procesamiento de la información
alimentos calóricos, los cuales generan res-
desde la atención hasta la memoria, pa-
puestas más rápidas ante la presentación
sando por la codificación y la asociación
de este tipo de estímulos. Este efecto ha
con otras informaciones. Se halla presente
sido recientemente revisado por Brooks
en cualquier subtipo de los TCA y se pro-
(5), encontrando una fuerte ocurrencia en
duce con palabras y conceptos relacio-
todo el espectro de los TCA.
nados con la comida.
Esta hipervigilancia se produce también
La intensidad de este sesgo correlaciona hacia estímulos relacionados con el cuerpo
positivamente con la gravedad de la clínica y la silueta (16, 19-22). Además, existe
alimentaria. Cuanto más pronunciado es una correlación ilusoria entre la estimación
el sesgo hacia el recuerdo de palabras re- del tamaño corporal y el afecto, en el que
lacionadas con el cuerpo y la silueta, peor los pacientes con TCA atribuyen emo-
es el rendimiento en el recuerdo de pala- ciones de valencia positiva en personas
bras relacionadas con el afecto (16). con un tamaño corporal inferior. Algunos
Por otro lado, la existencia de este sesgo estudios concluyen que este sesgo se
podría constituir un factor mantenedor de mantiene hasta más de 10 años después
estas patologías. La existencia de una de la remisión del trastorno (23, 24).
mayor disponibilidad de estos contenidos Este sesgo hacia estímulos relacionados
en la consciencia facilitaría procesos auto- con el cuerpo y la silueta es distinto
perpetuadores del trastorno, como la ru- cuando la atención se centra en el propio
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cuerpo que cuando lo hace en otro. Los bilidades cognitivas que permiten el esta-
pacientes con TCA se centran en las blecimiento del pensamiento estructu-
zonas corporales percibidas como anties- rado, planificar y ejecutar en función de
téticas cuando el foco atencional se objetivos planteados, anticipar y esta-
centra en el propio cuerpo, y en zonas blecer metas, y el seguimiento rutinario
percibidas como ”bonitas” cuando lo de horarios a través del diseño de planes.
hace en otros cuerpos (25). Las FE están pues muy implicadas en la
capacidad de resolución de situaciones
Curiosamente, se ha comprobado un in-
novedosas, imprevistas o cambiantes.
tento continuado de evitar este tipo de
estímulos. Esta evitación del estímulo re-
En el caso de los TCA, el elemento de las
forzaría la permanencia de la hipervigi-
funciones ejecutivas que mayor interés ha
lancia, que terminaría perpetuando el
despertado ha sido la flexibilidad cogni-
sesgo cognitivo.
tiva. Aunque no es una alteración especí-
Este efecto atencional sobre estímulos es- fica de los trastornos alimentarios, la evi-
pecíficos podría explicar una mayor dis- dencia disponible sobre la capacidad de
tractibilidad, generalizada en pacientes flexibilidad cognitiva o set-shifting, consi-
con TCA, aunque algunos estudios no atri- dera esta como una de las alteraciones
buyen los déficits atencionales a este nucleares que estaría presente en todo el
sesgo cognitivo, especialmente en pa- espectro de los TCA. El concepto de fle-
cientes de larga evolución (26). Esta dis- xibilidad cognitiva hace referencia a la
tractibilidad explica los hallazgos de adaptación de los procesos de pensa-
Laessle y cols. (27) sobre la disfunción de miento y, por tanto, de la conducta al
la atención sostenida observada en los cambio de entorno. Resulta pues una ca-
TCA, aunque otros autores (28) no encon- pacidad imprescindible para la supervi-
traron evidencias sobre esta alteración. vencia.
Para esta función, las pruebas más utili-
Tchanturia K y cols. (31-33) son los au-
zadas son el Letter-Digit Cancellation Task
tores que más han investigado en este
(29) y el Continous Performance Test (30).
campo y los resultados de sus trabajos
En el Letter-Digit Cancellation Task el su-
concluyen que esta capacidad está alte-
jeto debe marcar todos los números 2 y 8
rada en pacientes con anorexia. Los pa-
que vea en filas de 30 números durante
cientes con este trastorno tendrían mu-
45 segundos. El Continous Performance
chas dificultades cuando el entorno
Test es una prueba informatizada en la
requiere de un cambio de estrategia, di-
que el sujeto debe presionar la barra es-
ficultades que explican en parte la baja to-
paciadora cada vez que aparezca en la
lerancia a los cambios que refieren estos
pantalla cualquier letra excepto la X. Si
pacientes. Según estos estudios, esta al-
aparece la letra X debe inhibir la respuesta.
teración se mantiene mucho tiempo des-
pués de la recuperación del trastorno y
Funciones ejecutivas
está presente en hermanos sanos de pa-
Las funciones ejecutivas (FE) son un con- cientes con AN, pudiendo constituir un
junto de herramientas de ejecución y ha- endofenotipo de la AN.
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La flexibilidad cognitiva puede ser explo- mayor tasa de errores se explicaría por
rada a partir de dos conceptos: haber respondido impulsivamente una
• Dificultad en el cambio de un tipo de in- respuesta cuando la tarea requería de un
formación a otro (set-shifting), que daría cambio de respuesta.
lugar a determinadas características pro- Tanto en AN como en BN está presente
pias de los pacientes con TCA, tales un menor rendimiento en las estrategias
como alta evitación de daño, inflexibi- que requieren planificación y estableci-
lidad en el pensamiento, comporta- miento de objetivos y subobjetivos para
mientos rígidos alrededor de la comida alcanzar una meta.
y alto perfeccionismo.
Otro componente estudiado en pacientes
• Baja coherencia central en AN, que im- con TCA es la toma de decisiones. En BN
plica un procesamiento normal a supe- existe un peor rendimiento en tareas que
rior en las tareas de procesamiento local requieren toma de decisiones. Estos pa-
de información y un bajo procesamiento cientes acostumbran a tomar decisiones
de información global de información. que implican un mayor riesgo (36). Este
Este concepto es nuevo en el campo de patrón es similar al presentado por juga-
los TCA. Podría explicar la sobrepreocu- dores patológicos (37). A pesar de ello, un
pación por las reglas y los detalles. reciente estudio (38) no encuentra alte-
Estas alteraciones en la flexibilidad cogni- rado este aspecto en TCA.
tiva también están presentes en bulimia Un estudio reciente (39) demostró que
nerviosa (BN), aunque con características di- personas diagnosticadas de trastorno por
ferentes. Mientras que en AN los errores co- atracón (BED) hacen elecciones más
metidos consisten principalmente en la per- arriesgadas que en personas obesas, y
severación de respuestas antiguas cuando tienen más dificultades para procesar el
la tarea requiere un cambio de respuesta. feedback. Por lo tanto, en este estilo di-
También cometen más errores en tareas de ferencial entre el BED y la obesidad pa-
alternancia simple y de cambio perceptual. recen estar actuando factores como la im-
En BN esta dificultad para cambiar de es- pulsividad o la búsqueda de sensaciones.
trategia está causada por los problemas en
la inhibición de respuesta (34, 35). El test más empleado para la evaluación
de la función ejecutiva es el test de
Estos déficits tendrían intensidad y carac- Stroop. La técnica original consiste en pre-
terísticas diferenciales de las presentadas sentar una palabra impresa de un color de
en personas con depresión o trastorno tinta cuyo contenido semántico es incom-
obsesivo-compulsivo (TOC). También son patible con el color de tinta en el que
independientes de los efectos de la des- dicha palabra se encuentra impresa. El su-
nutrición. jeto deberá nombrar el color de tinta en
Adaptarse al entorno implica el estableci- el que está impresa la palabra. Cuando la
miento de nuevas reglas. Los pacientes tinta con la que está escrita la palabra no
con AN tendrían una enorme dificultad coincide con la palabra escrita (p. ej.:
para esta generación de nuevas reglas, verde escrita en color azul) se produce un
mientras que en los pacientes con BN la efecto de interferencia. El sujeto debe
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inhibir la respuesta automática de leer la estos datos una teoría sobre la distorsión
palabra para cambiar de estrategia y de la imagen corporal.
nombrar la tinta con la que está escrita. En el único estudio en que se ha investi-
Ello supone un reto de flexibilidad cogni- gado esta función en BN, la muestra em-
tiva. Se mide el efecto producido por la pleada presentaba episodios de sobrein-
interferencia en el tiempo de reacción. gesta esporádica, sin cumplir criterios
Una variante muy extendida de esta completos para TCA. En este estudio se
prueba es el conocido como Stroop emo- encontró una discreta relación entre el dé-
cional. En ella se intercalan palabras con ficit visoespacial y la gravedad de la con-
un significado específico con palabras con ducta bulímica (45).
un significado neutro. En la investigación
sobre la función ejecutiva en TCA se in- La prueba más utilizada para las aptitudes
tercalan palabras con significado relativo visoespaciales es la copia de la figura
al cuerpo o a la comida. Se espera que el compleja de Rey, comentada con anterio-
efecto de interferencia sea mayor en pa- ridad.
labras con carga semántica que en aque-
lla neutras. Aptitudes verbales
La mayoría de estudios en esta área no re-
Procesamiento visual portan déficits cuando se compara el ren-
Se han hallado alteraciones en el procesa- dimiento de pacientes con TCA con po-
miento visoconstructivo (40, 41), principal- blación normal (23, 44, 46). La hipótesis
mente una tendencia a reducir los estí- del déficit sólo ha sido evidenciada en es-
mulos visuales complejos en fragmentos. tudios en los que se comparaba un grupo
A partir de estas apreciaciones se plantea de pacientes con TCA con otras patolo-
la hipótesis de que los pacientes con TCA gías psiquiátricas, aunque en algunos tra-
podrían procesar la visión del propio bajos el rendimiento verbal es incluso su-
cuerpo de la misma manera, dando lugar perior en pacientes con TCA frente a
a aberraciones perceptivas en el momento otros trastornos (17).
de la reintegración de los estímulos simples Murphy et al. encontraron un funciona-
en la totalidad del cuerpo. Esta particula- miento deficitario en AN en la capacidad
ridad en el procesamiento visoconstructivo de codificación, comparable con la presen-
sería una característica premórbida y, por tada por personas con trastorno obsesivo-
tanto, sería uno de los marcadores de compulsivo (47). Esta disfunción no se en-
riesgo para el desarrollo de un TCA (42, contró presente en pacientes con BN.
43), permaneciendo además estas altera-
Para la medición de las aptitudes verbales,
ciones después de la recuperación pon-
dos pruebas son las más utilizadas por la
deral (42, 44).
literatura: la prueba de vocabulario de
En esta línea, algunos investigadores (45) Wechsler y el test de denominación de
han encontrado una correlación entre la Boston. En la tarea de vocabulario el su-
presencia de déficits en el reconocimiento jeto debe facilitar una definición de una
visoespacial y la estimación del tamaño lista de palabras de dificultad creciente.
del propio cuerpo, ensayando a partir de En el test de denominación de Boston la
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hoy por hoy, han demostrado claramente muchos casos tan sólo a la recuperación
su eficacia: la terapia cognitivo-conduc- ponderal, sin tomar en consideración la
tual (TCC) en el plano del tratamiento psi- psicopatología acompañante. En este sen-
coterapéutico y el tratamiento farmaco- tido, la utilización de categorías exclu-
lógico con fluoxetina en el ámbito de la yentes para ubicar a los pacientes, en
farmacoterapia. De acuerdo con los datos lugar del uso de variables continuas, hace
del estudio, y aunque el 97% de los pa- posible la diversidad de criterios. En esta
cientes había recibido psicoterapia, tan línea crítica, existe un trabajo en el que
sólo en el 7% de los casos esta había sido los autores aplican a la misma muestra de
TCC. Paralelamente, y aunque el 64% de pacientes con BN los criterios utilizados
los pacientes había recibido tratamiento en ocho trabajos previos, agrupados en
farmacológico (con fluoxetina en el 72% seis categorías, llegando a la conclusión
de ellos), sólo el 46% lo había hecho de de que las cifras referidas en los estudios
forma adecuada en lo relativo a dosis y están en gran medida condicionadas por
duración. En conclusión: tan sólo un la propia definición de recuperación clí-
tercio de los sujetos analizados en el es- nica adoptada por los autores, afectando
tudio había tenido un tratamiento ade- los cambios, al menos, a un 10% de la
cuado, ya fuese este de tipo farmacoló- muestra. En concordancia con este hecho,
gico o psicoterapéutico. y con vistas a incrementar la fiabilidad al
comparar los resultados, sería conve-
Apenas empezamos a analizar los dife- niente que en los estudios se sustituyesen
rentes trabajos, observamos cómo los tér- las variables dicotómicas (“buena” vs.
minos “buena evolución” o “evolución “mala” evolución) por variables conti-
favorable” pueden adquirir significados nuas. Por lo demás, y del mismo modo en
muy diferentes en los distintos estudios. que no existen criterios uniformes acerca
Así, por ejemplo, en el caso de la BN en- de lo que debe considerarse “buena” o
contramos en algunos estudios que el tér- “mala” respuesta, tampoco existen crite-
mino “evolución favorable” es aplicado a rios concretos en lo relativo a las defini-
aquellos pacientes que mantienen una ciones de remisión de los síntomas, reso-
abstinencia completa de atracones y lución del episodio, recaída y recurrencia
purgas, mientras que en otros trabajos el del trastorno.
término es aplicado a la evolución de
aquellos sujetos que se descontrolan Otro elemento que dificulta la compara-
menos de una vez al mes, y también a los ción de los resultados son los criterios uti-
pacientes que se dan atracones y vomitan lizados para el diagnóstico en los dife-
menos de dos veces al mes, o menos de rentes estudios. Al revisar la literatura
cuatro veces al mes. También es posible aparecida en los últimos años es posible
encontrar este término aplicado a aque- encontrar trabajos de investigación que
llos pacientes que presentan al final del utilizan criterios DSM-III, DSM-III-R y, más
tratamiento una forma subclínica de BN, recientemente, criterios DSM-IV, DSM-IV-
en lugar de la forma completa presente al TR y CIE-10. La variabilidad existente entre
inicio. En el caso de la AN, el término los mismos puede hacer que nos plan-
“buena evolución” hace referencia en teemos, por ejemplo, si las muestras clí-
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nicas que eran utilizadas a principios de madas telefónicas para obtener datos
los 80 en los estudios son las mismas que sobre la situación clínica del paciente, so-
estamos utilizando en la actualidad. licitudes de colaboración a partir de los
medios de comunicación, etc.), muy fre-
Un cuarto elemento generador de con-
cuentes en este tipo de estudios, puede
flictos es el tipo de tratamiento que re-
introducir también algunos sesgos impor-
ciben los pacientes cuya evolución se ana-
tantes, sobre todo si se pretende com-
liza. Los métodos de tratamiento pueden
parar datos obtenidos de pacientes con
variar enormemente según la orientación
los que no se mantiene contacto desde
teórica del personal encargado de la asis-
hace largo tiempo, que han sido tratados
tencia, y también en función del contexto
por otros profesionales o que han sido re-
clínico en el que tienen lugar los trata-
clutados a través de anuncios en la
mientos, los cuales, por otra parte, pueden
prensa, con datos procedentes de pa-
variar en duración e intensidad, yendo
cientes que continúan en contacto es-
desde intervenciones puntuales y recor-
trecho con el equipo que inicialmente se
tadas en el tiempo a terapias intensivas
encargó de su tratamiento. Siempre cabe
que incluyen combinaciones de terapias
la duda de si los pacientes que responden
biológicas y psicológicas de larga duración.
a las encuestas o los que acceden volun-
En la literatura existen también algunas tariamente a dar información sobre su
diferencias importantes en relación con el evolución son representativos de la pobla-
propio proceso de seguimiento de los pa- ción total o son los que presentan una
cientes. Podemos encontrar estudios rea- mayor (o tal vez una menor) patología re-
lizados a corto, medio y largo plazo, con sidual, y también si son los que han vivido
pacientes que son evaluados inmediata- la experiencia de tratamiento de una
mente después del tratamiento, a los forma más o menos grata o presentan
pocos meses o varios años después de fi- rasgos de personalidad que favorecen la
nalizarlo, con una alta tasa de casos per- disponibilidad para este tipo de tareas.
didos en algunos estudios. Si la evolución
El análisis de los datos en los estudios
de los TCA se caracterizase por su conti-
sobre predictores es un proceso complejo,
nuidad y su uniformidad, los diferentes
en el que no siempre se utilizan los mé-
estudios nos proporcionarían una imagen
todos estadísticos más apropiados. En nu-
secuencial de la evolución de los pa-
merosos casos son empleados métodos
cientes, pero lo cierto es que los TCA se
univariantes, siendo evidente que en este
caracterizan por presentar un patrón evo-
tipo de estudios, por su peculiar diseño,
lutivo tremendamente irregular (y en oca-
la fiabilidad sólo puede garantizarse a
siones caótico), lo que determina que la
través del uso de estadística multivariante.
proporción de pacientes con buena o
Por otra parte, los pacientes son compa-
mala respuesta al tratamiento inicial en
rados sobre la base de su inclusión en di-
los grupos seguidos a medio y largo plazo
ferentes categorías; así, por ejemplo, en
pueda ser muy variable.
algunos estudios se comparan pacientes
El uso de métodos indirectos de evalua- recuperados con pacientes con síndromes
ción (encuestas enviadas por correo, lla- completos y parciales; en otros, los pa-
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cientes con recuperación total son compa- cialmente los rasgos paranoides, el psico-
rados con los que siguen presentando el ticismo y la sensitividad interpersonal).
síndrome completo, o bien se establecen
diferentes análisis, según el segmento de
la muestra considerado. En algunos casos, Factores asociados al
la misma muestra es analizada en más de pronóstico
una ocasión utilizando criterios de agru- En este apartado hablaremos de las prin-
pación diferentes. cipales variables detectables al inicio del
Finalmente, un argumento crítico en rela- tratamiento que pueden actuar como pre-
ción con la mayor parte de los estudios es dictoras de la situación clínica una vez que
que los criterios utilizados para medir la el paciente ha recibido tratamiento, dis-
respuesta suelen dejar fuera la visión del tinguiendo, como ya se ha señalado,
paciente, siendo por lo general el clínico entre: variables relativas al paciente, va-
el que, centrándose en la variación de la riables relativas a su entorno, y variables
sintomatología alimentaria, establece el relacionadas con el tratamiento.
grado de recuperación de este. De ahí que
se debieran desarrollar criterios más am- Variables relativas al paciente
plios que integrasen no sólo esta visión,
sino también otras dimensiones clínicas. En el grupo de variables relativas al pa-
ciente, hemos de diferenciar las variables
biológicas, las relativas a la patología ali-
Factores asociados al mentaria específica, las referentes a la psi-
abandono del tratamiento copatología y las características psicoló-
El abandono del tratamiento es el prin- gicas del sujeto que padece el TCA.
cipal factor asociado a un mal pronóstico.
En relación con las variables biológicas, y
Las tasas de abandono varían en relación
en lo referente a la AN, parecen asociarse
con la técnica terapéutica asociada, ha-
a un peor pronóstico el deterioro físico
biéndose descrito tasas de abandono para
general, la existencia de antecedentes de
la BN del 40-60% con terapia ecléctica,
patología perinatal, la existencia de una
del 50% con terapia de conducta y de tan
disminución en los niveles de albúmina
sólo el 15% utilizando TCC individual. Por
sérica, una elevación de la transaminasa
ello, el uso de métodos terapéuticos de
glutámico-oxalo-acética (GOT), la deple-
alta implicación y contención parece ac-
ción de potasio, las alteraciones de la
tuar mejorando el pronóstico al reducir el
menstruación, la recuperación incompleta
riesgo de abandono del tratamiento.
del peso tras la hospitalización y la au-
Otros elementos asociados con una inte- sencia de cambios en los niveles de cor-
rrupción precoz del proceso terapéutico tisol salival tras el inicio del tratamiento.
parecen ser la baja motivación, la depre- Para la BN tan sólo las variables asociadas
sión, la gravedad de la patología alimen- al peso (estabilidad del mismo a lo largo
taria, la impulsividad, los antecedentes de del tiempo, valores absolutos, etc.) pa-
AN, en el caso de paciente con BN, y de- recen asociarse al pronóstico en los estu-
terminados rasgos de personalidad (espe- dios hasta ahora desarrollados.
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En relación con las variables que tienen Hay, finalmente, algunos estudios que
que ver con la patología alimentaria, y en asocian un mal pronóstico en la BN con
lo referente a la AN, una edad de co- la existencia de una historia familiar de
mienzo más baja, una mayor duración del depresión y/o alcoholismo.
problema alimentario, la existencia de sín-
En lo relativo a las variables de corte psi-
tomas bulímicos, un peso ideal más bajo,
cológico, para la AN se ha encontrado
una mayor tendencia a la dieta y una
que se asocian a un peor pronóstico la
mayor actividad física aparecen asociados
existencia de una baja autoestima, de in-
a un peor pronóstico en varios de los es-
tensos sentimientos de inefectividad, de
tudios. Para la BN los predictores son muy
una fuerte impulsividad, con existencia de
similares, ya que una edad de comienzo
conductas impulsivas manifiestas, de una
más baja, una mayor duración del pro-
alta sensitividad social y de una intensa
blema alimentario, la existencia de sín-
desconfianza interpersonal, así como la
tomas bulímicos más intensos, las acti-
hostilidad y la excesiva orientación a
tudes distorsionadas hacia el peso y la
metas. En el caso de la BN, también la
alimentación y los antecedentes de AN, y
baja autoestima parece asociada a un
especialmente de AN subtipo purgativo,
peor pronóstico, junto a una alta impulsi-
parecen determinar un pronóstico más
vidad, intensos sentimientos de inefecti-
sombrío.
vidad, una menor autodirectividad, un
En lo referente a psicopatología, la exis- funcionamiento del yo más primitivo, una
tencia de comorbilidad psiquiátrica parece mayor alexitimia y una menor capacidad
actuar en general ensombreciendo el pro- de ser hipnotizado.
nóstico de la AN, particularmente si se Analizando globalmente todos estos ele-
trata de trastornos de personalidad (y más mentos, podemos plantearnos si corres-
específicamente de un trastorno evitativo ponden a factores de mal pronóstico es-
de la personalidad). La depresión y la exis- pecíficos de los TCA, o se trata más bien
tencia de impulsos y tendencias autodes- de predictores generales, que, afectando
tructivas también parecen ser elementos por su naturaleza a las áreas del funcio-
asociados a un pronóstico negativo, lo namiento personal y social del sujeto, in-
mismo que la ansiedad y el abuso de sus- ducen dificultades en las relaciones con el
tancias. Otros elementos asociados a un entorno y, en el caso que nos ocupa, en
curso más tórpido son una alta obsesi- el proceso de tratamiento, al ser este,
vidad y una fuerte tendencia a la somati- desde el principio hasta el final, un pro-
zación. También en la BN la existencia de ceso claramente interaccional.
comorbilidad psiquiátrica actúa ensom-
breciendo el pronóstico, así como los tras-
Variables relativas al entorno
tornos de personalidad, aunque en este
caso parece ser el trastorno límite el que En relación con los predictores relacio-
conlleva implicaciones más negativas. La nados con la familia y el entorno del pa-
depresión, las tentativas autolíticas, la an- ciente, para la AN se ha encontrado que
siedad y el abuso de sustancias son, tam- la respuesta parece correlacionarse con la
bién aquí, factores de mal pronóstico. calidad de las relaciones con los demás,
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siendo mejor cuanto más cálidas sean que una mayor duración del tratamiento.
estas. También parece estar relacionada Los fracasos en tratamientos previos ac-
con la estructura familiar, existiendo evi- túan ensombreciendo el panorama, y
dencias de que la respuesta es peor en también lo oscurece el hecho de que el
entornos monoparentales y en sujetos ce- paciente precise hospitalización, aunque,
didos en adopción. La emoción expresada en este caso, tienen mejor evolución los
(EE) familiar, y en concreto la calidez, pa- sujetos con hospitalizaciones prolongadas
rece asociarse a un mejor pronóstico. Por que los que tienen una estancia hospita-
el contrario, la existencia de problemas se- laria corta. En una línea similar a la expre-
xuales, tabúes sexuales, un funciona- sada para la AN, algunos estudios plan-
miento psicosexual deficitario y la exis- tean la influencia sobre el pronóstico de
tencia de conflictos de pareja empeoran la BN de la duración del tratamiento, de
el mismo. Para la BN, y en una línea si- la disposición para el cambio y de los fra-
milar a la expuesta para la AN, existen tra- casos en tratamientos previos. Algunos
bajos que defienden la influencia sobre el trabajos plantean también que un trata-
pronóstico de la calidad de las relaciones miento multimodal, una respuesta rápida
interpersonales y de la estructura e inte- al mismo y la propia intensidad de la res-
racción familiar, de la EE y de los conflictos puesta se correlacionan directamente con
de pareja. También hay estudios que aso- un pronóstico más favorable.
cian la existencia de antecedentes de
abusos sexuales con un peor pronóstico
en estos pacientes.
Factores asociados a la
recurrencia del trastorno
En relación con el ámbito social, hay es-
tudios que sostienen la influencia sobre el Dada la tendencia de los TCA a presentar
pronóstico del nivel socioeconómico un curso recurrente, diversos estudios han
(mejor en niveles más altos) y la adapta- intentado determinar qué factores pue-
ción social (mejor en sujetos mejor adap- den estar asociados a la reaparición de los
tados), siendo ello aplicable tanto a la AN síntomas tras un tratamiento inicial, tanto
como a la BN. En el caso concreto de la en pacientes con AN como en pacientes
AN, existen también estudios que corre- con BN. Algunos de estos factores po-
lacionan un peor pronóstico con la au- drían estar presentes ya antes de que el
sencia de actividad laboral, la procedencia sujeto se sometiese a tratamiento, mien-
de un medio rural y la emigración. tras que otros serían detectables en el pe-
riodo de tiempo existente entre el primer
Variables relativas al tratamiento tratamiento y la recurrencia de los sín-
tomas.
Para terminar, reseñaremos los estudios
que tratan de relacionar las características Dentro de los factores presentes antes del
del tratamiento recibido por el paciente tratamiento, los que más parecen influir
con el pronóstico. Para la AN se ha obser- de cara a la recurrencia del trastorno son
vado que una buena disposición para el un bajo nivel de motivación, una edad
cambio por parte del paciente se acom- más baja, la presencia de vómitos (en la
paña de un mejor pronóstico, lo mismo AN) y una mayor intensidad de los vó-
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 179
mucho o de lo poco que hoy por hoy po- symptomatology on treatment outcome in
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Un 10% de madres con historia de TCA Coincidió con la extensión del consumo
refuerzan las hipótesis genéticas. de drogas. La población adolescente, nu-
merosa en esas décadas, fue objeto de
La presencia de anorexias infantiles y de publicidad en una sociedad que hizo
la niñez amplían el abanico clínico. suyos valores adolescentes.
Las drogas causan alarma social, que se ve
Obesidad epidémica y TCA
agravada por la irrupción del sida, la ano-
Niñas, con sobrepeso, insatisfacción cor- rexia nerviosa después. Ambos fenómenos
poral y anhelo de adelgazar son hoy el vinieron para quedarse hasta hacerse endé-
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micos en esta sociedad. Su carácter mediá- cinco camas y los grupos semanales son
tico, con constantes apariciones en televi- tres.
sión y prensa, contribuyó a ello. El año 2000, cinco casos nuevos a la se-
La enfermedad no se contagia. Son la mana, un caso de niños de 6 a 12 años y
ideología y las conductas de riesgo que dos de 3 a 6 años. Las camas son ahora 10
la acompañan las que se transmiten. y hay cinco grupos cada semana, uno de
ellos de bulimia y otro de prepuberales.
Transmisión vertical El año 2009, coincidiendo ya con la crisis
actual, se llega a siete casos a la semana
La divulgación de la enfermedad por los
y alguno de urgencias. Continúan en au-
medios de comunicación ahora audiovi-
mento los prepuberales y el programa de
suales proponiendo modelos de identifi-
niños pequeños se consolida. Los mó-
cación, ideología adelgazante, salud, éxito
dulos grupales son ahora 10, incluyendo
y bienestar penetra en amplios sectores
a pacientes con sobrepeso.
de la población femenina. Es la pato-
plastia social (Russell), permite la exten- Todos los grupos de edad son heterogé-
sión epidémica allí donde llega la occiden- neos.
talización de las costumbres. En la última década, las consultas por
trastornos que cursan con obesidad pasan
Difusión horizontal del 5 al 10%.
La difusión de la enfermedad entre las
propias chicas es otro factor de impor- Alarma social sostenida y
tancia (Huon). Entre ellas existe presión, respuesta social
imitación, competencia e identificación.
Beneficios de la alarma social.
Aumento de incidencia de TCA ”Empoderamiento materno”
en la Unidad del Hospital del En salud, y más aún en la difusión epide-
Niño Jesús. La irrupción de los miológica de patologías sociales, existe el
trastornos alimentarios temor de crear alarma y con ello una ava-
infantiles (TAI) y prepuberales lancha de nuevos casos. Esta profecía agra-
(TAPP) vada por la mala conciencia de periodistas
y divulgadores no se ha cumplido. En el
La Unidad de TCA del Hospital del Niño peor de los casos, la constante presencia
Jesús inicia sus actividades en octubre de en los medios se ha transformado en un
1992. En los primeros 2 años recibe dos factor de mantenimiento de la prevalencia.
pacientes nuevos a la semana, hospitaliza
una media de tres adolescentes y desa- Respuesta pro-salud
rrolla un módulo de tratamiento grupal
Sorprendentemente, por esta vez la alarma
cada semana.
social ha tenido una respuesta pro-salud.
Dos años después, en 1994, son tres los pa- Los padres, en especial, las madres, han es-
cientes nuevos cada semana, se ocupan tado muy alertas, detectando los cuadros
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Detección e intervención
precoz Cambiar el curso de la
enfermedad. Objetivo
Compartimos la apuesta por la detección
y rápido tratamiento, añadiendo que este
estratégico
debe ser intensivo y potente. Para estas Se puede cambiar el curso de la enfer-
condiciones es indispensable el apoyo de medad y mejorar el pronóstico.
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esta a la luz de los cambios que estaba ex- Algo ya sabido. Lo que se hereda.
perimentando. En la que estamos su- Rasgos de temperamento,
friendo también la familia está a prueba y antropométricos y de predisposición
parece que aguanta, ¿a qué costo? a la enfermedad
Rasgos diversos, algunos evidentes nada
Segunda generación de AN más nacer,”come con ansiedad como el
Las pacientes que vemos en las primeras padre” o que se hacen más visibles meses
décadas del siglo XXI son la segunda ge- después,”selectivo como su madre”.
neración de anoréxicas y bulímicas. Con- En un 50% son hereditarios, no son
cebidas en la década de los 90 por ma- únicos y se combinan en un sujeto.
dres de una edad media ya en alza, un
10% de ellas con antecedentes de tras- “Es borde como su tía, preocupada de su
torno alimentario en su adolescencia y un aspecto físico como su abuela, cabezota
pequeño número aún enfermas cuando como su hermana y seductora como
traen a la hija a consulta. El porcentaje es siempre fue su madre”.
mayor si se suman hermanas y primas sin La expresión genética se hace más notoria
distinción entre AN y BN. en la pubertad.
Curiosamente, casi ninguna de ellas fueron Las formas de muslos, glúteos y abdomen
nuestras pacientes, que parecen haber pueden ser familiares, así como la ten-
aprendido a resolver en sus hijas aquello dencia a engordar o a ser delgados. La in-
que tanto les costó hacer a sus madres. formación de las historias que aportan los
Son también numerosos los padres que padres poco a poco se van confirmando.
reconocen cuidarse mucho, aunque nin-
Igual sucede con la predisposición a en-
guno recuerda un trastorno alimentario
fermedades. El principal grupo de riesgo
en la adolescencia, quizás complejos con
de enfermar de TCA está constituido por
su cuerpo.
los propios pacientes, que pueden recaer,
y sus primas adolescentes.
Genética, temperamento y
predisposición a enfermar En una encuesta que realizamos a 98 pa-
cientes con AN y sus madres, todas ellas
La probabilidad de tener un familiar con con una hermana sana, nos sorprendió su
un trastorno alimentario es elevada para respuesta con respecto a la resiliencia de
una paciente anoréxica o bulímica. Esta esta. Casi todas, madres e hijas, contes-
posibilidad es 7 veces mayor cuando el taron: “Se toma la vida de otra forma”.
enfermo es varón.
En los últimos años, la medicina vuelve a
Diferencias sexuales versus rol
encontrar en la genética explicaciones
de género
más que soluciones. Estas últimas quedan
diferidas hasta nuevas investigaciones de Los trastornos alimentarios parecen cum-
ingeniería genética que tardarán aún un plir ambos requisitos, son patologías de
tiempo respetable. sexo y de género femenino.
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logía emocional y descartada otra enfer- Salvo este último grupo, los cuadros
medad. cursan con pérdida o detención de la ga-
nancia de peso y del crecimiento.
Niños de 6 años en adelante, con sín-
tomas previos de carácter obsesivo, de-
presivo o de ansiedad que evolucionan a Trastornos aIimentarios
una anorexia nerviosa. infantiles (TAI). Anorexias de
la infancia
Pueden persistir los síntomas anteriores o
pasan a un segundo término dado el La AN fue descrita por los autores fran-
compromiso físico. No es infrecuente que ceses. Los TAI son un grupo heterogéneo.
reaparezcan más tarde. Entre ellos, sumados a la anorexia ner-
viosa, los secundarios a enfermedad or-
Antecedentes de enfermedades con se- gánica, aquellos con ingesta muy selec-
cuelas físicas que condicionan su apa- tiva, trastornos postraumáticos, de la
riencia; niñas y niños acosados física o vir- reciprocidad y de la regulación de ciclos
tualmente. básicos (Chatoor, 2009).
Pequeños deportistas de élite que, presio- Son cuadros graves por sus consecuencias
nados, no llegan a madurar. sobre el desarrollo y maduración del niño.
Cursan con desnutrición y severos pro-
Temor a atragantarse. Disfagia psicógena. blemas vinculares.
Restringen alimentación sólida y semisó- Niños difíciles de alimentar que acuden a
lida: con importante repercusión en el de- nuestra unidad después de muchos meses
sarrollo físico y relacional. A veces, con de evolución, exploraciones y trata-
antecedente de atragantamiento. mientos. No sólo llama la atención su as-
Niños comedores selectivos: con dificul- pecto desnutrido y triste, sino la sonda
tades para cambiar e incorporar nuevos nasogástrica que con frecuencia llevan.
sabores y alimentos, habitualmente desde Los TAI no son un antecedente de los TCA
la infancia. Las exigencias del desarrollo le de la adolescencia.
hacen más selectivo, hasta hacer incom-
Hasta el año 2004 sólo cuatro pacientes de
patible su maduración.
los 158 tratados en la infancia consultaron
Con vómitos psicógenos: como respuesta en la adolescencia. Retrospectivamene, un
evitativa emocional o de carácter cíclico. 20% de los pacientes son recordados
Vómitos profusos, incoercibles, que sólo como difíciles de alimentar en su infancia.
responden en servicios de urgencia y ve-
noclisis. Ciclo vital y TCA
Niños con sobrepeso, insatisfacción cor- La alimentación puede ser expresión de
poral y baja autoestima. Se acercan a la tensiones internas o con el ambiente más
pubertad con un cuerpo difícil de ges- cercano. En la infancia, como trastornos
tionar. Trastornos por atracón de la in- alimentarios infantiles y grave compro-
fancia y bulimias. miso vincular; en adolescentes y adultos,
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Tratamientos médicos/farmacológicos
Dr. José J. Casas Rivero y Dra. M.ª Angustias Salmerón Ruiz
de las comidas. Actualmente uno de los so- (1.000-1.600 kcal/día); el consumo puede
portes nutricionales más controvertidos es aumentar hasta un máximo de 70 a 100
la realimentación nasogástrica nocturna kcal/kg/día. Hay que negociar la dieta,
complementaria (RNNC) combinada con para que el paciente se sienta cómodo,
alimentación oral diurna para la rehabilita- evitando los alimentos con alto poder ca-
ción nutricional de las adolescentes hospi- lórico. Para conseguir una adecuada ga-
talizadas con AN. La Sociedad Americana nancia ponderal es necesario ayudar al
de Psiquiatría sigue defendiendo reservar paciente a regular la actividad física y el
la sonda nasogástrica (SNG) para los pa- gasto calórico de acuerdo a la ingesta de
cientes con gran dificultad para reconocer alimentos y requerimientos energéticos.
su enfermedad, que niegan la necesidad En el caso de desnutriciones severas hay
de un tratamiento o que tienen senti- que vigilar la aparición de un síndrome de
mientos de culpabilidad cuando comen. realimentación con monitorización de
No existen estudios experimentales aleato- signos vitales, el balance hídrico, la ingesta,
rorizados que comparen ambos métodos el control de electrolitos y los signos de so-
(RNNC frente a alimentación oral exclu- brecarga hídrica (edema, aumento rápido
siva), pero hay publicados estudios en pa- de peso, insuficiencia cardiaca congestiva).
cientes voluntarios o retrospectivos en los
que: no se han encontrado complicaciones El uso de suplementos parece variar am-
graves, no ha aumentado la frecuencia de pliamente, y el consenso clínico sobre el
síndrome de realimentación, a corto plazo uso de de vitaminas y minerales para
aumenta el peso y se disminuyen las reca- ayudar a la realimentación y disminuir las
ídas más que con la alimentación oral complicaciones de la desnutrición aún no
única, pero estos beneficios no se man- se ha establecido debido a la escasa evi-
tienen al año de seguimiento, por todo ello dencia.
la RNMC puede usarse pero es necesario Una vez que se alcance el peso deseado,
la realización de estudios experimentales. recalcular la ingesta calórica según el peso
Hay que establecer un objetivo de peso y y el grado de actividad. Para niños y ado-
un ritmo de ganancia ponderal, pero lescentes, los niveles de ingesta de 40-60
dicho objetivo no está consensuado, son kcal/kg/día son necesarios para su creci-
diferentes según el centro de tratamiento, miento y maduración.
pero la recuperación del IMC normal (en Las evaluaciones recientes de la realimen-
lugar de un IMC por debajo de lo normal) tación que utilizan los marcadores bioló-
está asociado con un resultado más posi- gicos como los niveles hormonales (por lo
tivo en general, lo que lleva a una dismi- general estradiol, leptina y cortisol), así
nución de la purga, la reducción del ejer- como pruebas de función tiroidea indican
cicio excesivo y la normalización de la que pueden ser útiles para valorar la re-
imagen corporal, así como a las mejoras cuperación fisiológica (9).
en el peso y la menstruación evaluadas
El tejido adiposo es considerado un im-
por los criterios de Morgan Russell (8).
portante órgano endocrino que segrega
Por lo general, se recomienda comenzar un gran número de adipocitoquinas, que
con una ingesta de 30-40 kcal/kg/día son péptidos fisiológicamente activos que
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Tratamientos médicos/farmacológicos
197
afectan en la homeostasis del cuerpo hu- sidad. Su posible papel en los pacientes
mano, y recientemente se está estudiando con anorexia nerviosa es desconocido.
sus funciones en la AN, la obesidad y su
En conclusión, la obesidad se define como
implicación en la realimentación. Los pép-
un estado de inflamación de bajo grado,
tidos más estudiados son: la leptina, la
que se asocia con un aumento de leptina,
adiponectina, la resistina, la grelina y la vi-
resistina y los niveles de grelina y la dismi-
fastina.
nución de los niveles de adiponectina; la
La leptina es una hormona clave en la re- anorexia nerviosa se caracteriza por cam-
gulación de: 1) la ingesta de alimentos, bios opuestos (10).
sensación de hambre-saciedad; 2) del
En la realimentación de pacientes con AN
gasto energético; y 3) del sistema inmuno-
restrictiva se ha visto que la adiponectina
lógico. La leptina se relaciona con la obe-
muestra un patrón bifásico, con un au-
sidad y sus trastornos metabólicos; el
mento inicial en el primer mes de trata-
hambre inducida por el agotamiento de las
miento nutricional, seguido por una dis-
reservas de grasa se acompaña de altera-
minución gradual con el aumento de
ciones de la circulación de adipocitoquinas
peso adicional. Los niveles de adiponec-
que pueden tener repercusiones en la fi-
tina tras la recuperación de peso fueron
siopatología de la anorexia nerviosa.
similares a las adolescentes sanas. Los ni-
La adiponectina aumenta la sensibilidad veles de leptina en los pacientes con AN
a la insulina, controla el peso corporal, fueron bajas y aumentó significativa-
previene la arteriosclerosis y regula nega- mente durante la realimentación (11).
tivamente las funciones inmunes. La adi-
ponectina plasmática se relaciona inver- Por tanto, los niveles plasmáticos de adi-
samente con la adiposidad y refleja las pocitoquinas pueden representar un pa-
secuelas de la acumulación de exceso de rámetro sensible del estado nutricional
adiposidad. que refleje los cambios en el nivel de
grasa corporal en niños y adolescentes
La resistina es una hormona proteica pro- con obesidad y AN.
ducida por los adipocitos y células inmu-
nocompetentes que afectan a la regula- La pérdida de masa ósea es muy común
ción de la insulina. Los niveles plasmáticos y puede ocurrir de una manera precoz en
de resistina están disminuidos en los pa- los pacientes con AN. La densidad ósea
cientes anoréxicos, mientras que los ni- puede estar disminuida en + 2,5 DS en un
veles plasmáticos de adiponectina se in- 40% de los casos y en 1 DS hasta en el
crementan. 92% de ellos (12). En las adolescentes
con menos tiempo de evolución, el 41%
Los niveles plasmáticos de grelina pre- de las pacientes cumple los criterios de
sentan cambios frente a la obesidad y la osteopenia y el 11% de osteoporosis (13).
anorexia nerviosa, lo que sugiere que la La pérdida de masa ósea en este periodo
grelina es un buen marcador del estado es preocupante, puesto que puede que
nutricional. no haya tiempo para recuperarla aunque
La visfatina se correlaciona con la masa se logre un adecuado aumento del peso,
grasa visceral en los pacientes con obe- con el riesgo de tener un daño perma-
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Tratamientos médicos/farmacológicos
199
dios disponibles muestran que, en pa- en la zona parietal bilateral y giro cingu-
cientes recuperadas, no hay diferencias lado posterior derecho (32), y un au-
con la población general en complica- mento del receptor de serotonina (5-HT-
ciones del embarazo o parto ni en com- 1A) después de la recuperación ponderal
plicaciones neonatales o del desarrollo in- en la corteza fronto-temporal derecha
fantil (29). Las pacientes con AN (OR 1,6) (33). La actividad de 5-HT cambia con la
o AN + BN (OR 1,9) consultaron en clí- edad y los estrógenos. Es posible que en
nicas de fertilidad con mayor frecuencia adolescentes predispuestas falle la home-
que la población general. Recibieron tra- ostasis y se desencadene la AN; también
tamiento de infertilidad con mayor fre- parece haber evidencia de que el uso de
cuencia las pacientes con AN + BN (6,2%) inhibidores selectivos de la recaptación de
que la población general (2,7%) y el re- serotonina (ISRS) contribuye a evitar re-
traso de más de 12 meses para concebir caída en pacientes una vez que han recu-
fue semejante en la población general perado su peso (34).
que en las pacientes con TCA, excepto en Existe poca experiencia en psiconeuroci-
pacientes con AN + BN, que tardaron más rugía, aunque puede ser un recurso útil
de 6 meses (OR 1,9) (30). en pacientes crónicos y refractarios al tra-
Los estudios de neuroimagen, con las tamiento convencional. Hay comunica-
nuevas técnicas disponibles, inicialmente ciones aisladas (35-37) y una corta serie
se centraron en descripciones neuroanató- de seguimiento a largo plazo que mues-
micas, pero disponemos de estudios fun- tran resultados esperanzadores. La lesión
cionales y neuropsicológicos de gran in- quirúrgica en el cíngulo anterior dismi-
terés. Se demuestra un aumento de los nuye la angustia y el sufrimiento por la
ventrículos en pacientes con bajo peso, AN y los pensamientos obsesivos, y la le-
pero el volumen de sustancia gris, blanca sión en la cápsula anterior disminuye los
y líquido cefalorraquídeo (LCR) se norma- síntomas obsesivos y las compulsiones,
liza y es semejante en controles y en pa- tras la intervención mejora el estrés ante
cientes recuperados. Con la recuperación la exposición a alimentos.
ponderal se recupera y normalizan muchos
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Tratamientos médicos/farmacológicos
201
los miembros familiares hacia el paciente ideas y los sentimientos que generan las
facilita o paraliza la recuperación ade- conductas del paciente. Se buscan de
cuada de la enfermedad. La familia “psi- forma conjunta las ventajas y desventajas
cosomática" se redefinió, centrándose en de sus posibles soluciones a los problemas
los mecanismos de adaptación a la movi- familiares. También se integra la perspec-
lización de sus fuerzas (figura 3) (Eisler, tiva biológica que ayuda a comprender los
2005). mecanismos problemáticos potenciales,
como los rasgos de personalidad compar-
Este cambio teórico continúa con las ac- tidos, el perfil ansioso, la rigidez o la impul-
tuales concepciones dirigidas a la psicoedu- sividad, que pueden predisponer al cui-
cación de las familias, a mejorar la dinámica dador inadvertidamente a mantener los
familiar y a la enseñanza de habilidades de síntomas. A las familias también se les
comunicación más eficaces. Desde los anima a reconocer los rasgos específicos
años 90, el enfoque teórico para tras- de personalidad, tanto en sí mismos como
tornos alimentarios que sigue vigente en en sus familiares, con el trastorno, y cómo
la actualidad es el cognitivo-conductual, estos factores pueden estar obstaculizando
en el cual la familia pasó de ser un factor el proceso de recuperación (Schmidt &
causal a un factor mantenedor de la en- Treasure, 2006; Treasure et al., 2007a;
fermedad, y por lo tanto, clave en el pro- Treasure, Smith & Crane, 2007b; Sepúl-
ceso de recuperación de la enfermedad. veda et al., 2008, 2009).
La terapia familiar conductual considera
a la familia como una fuente de enlace
con el proceso de recuperación de la en- Intervenciones
fermedad. Se enseñan estrategias de psicoeducativas para las
cambio conductual, como el contrato de familias
contingencia o condicionamiento ope-
rante. Se buscan objetivos específicos de Un desafío importante para los profesio-
cambio, se trata de operativizar las con- nales de la salud es integrar a las familias
ductas familiares, se destacan las estrate- en los tratamientos terapéuticos de los re-
gias de mejorar la comunicación, para ex- cursos asistenciales. La percepción de la
presar de forma más clara y específica las familia sobre la enfermedad y la situación
de ansiedad y depresión de los familiares
son elementos a tener en cuenta en el
proceso de recuperación del paciente,
Paciente que no debe de limitarse sólo a la reduc-
ción de los síntomas, sino también a
apoyar y promover el sentido de compe-
tencia familiar y así, crear un sentido y un
Familia Clínicos clima más positivo del impacto de la en-
fermedad en la familia (Sepúlveda et al.,
2009, 2011; Highet et al., 2005).
Figura 3. Relación y alianza terapéutica entre la fa-
milia, el paciente y los psicoterapeutas, según el en- Un estudio pionero que examinó la eficacia
foque familiar sistémico del Maudsley. de intervenciones psicoeducativas para las
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familias de los pacientes con trastornos ali- ción para llevar a cabo en casa e informa-
mentarios fue el llevado a cabo por Uehara ción sobre la evolución de los pacientes, y
y su equipo (2001) en Japón. Llegaron a la por último, y muy relevante, promocio-
conclusión de que la psicoeducación ayu- nando el asociacionismo de las familias.
daba a reducir la angustia y la emoción ex- De esta manera, en el año 2001 se creó la
presada, y promovía relaciones más posi- Asociación en Defensa de la Atención a la
tivas en la familia. Posteriormente, en Anorexia Nerviosa y la Bulimia (ADANER).
Estados Unidos se desarrolló otro pro- Entre otros trabajos familiares en diversas
grama psicoeducativo grupal diseñado Unidades Específicas de Tratamiento de
para ayudar a los padres en el manejo de TCA, en Bilbao, Padierna y su equipo
las conductas difíciles relacionadas con los llevan más de una década dedicados al
hábitos alimentarios del paciente y tam- trabajo con familias y pacientes adultos de
bién para facilitar un cambio permanente larga duración incrementando la adhe-
en el funcionamiento familiar (Zucker et rencia al tratamiento (Padierna, Ecenarro,
al., 2005). El objetivo del programa fue Horcajo y Rebolledo, 2005). En Badajoz,
promover en los familiares, y a través de Antolín y Rodríguez trabajan con grupos
modelaje, hábitos alimentarios y rutinas de familias de la Asociación ADETAEX or-
más saludables y habilidades de regula- ganizando talleres psicoeducativos y con-
ción emocional. También se desarrolló ductuales con muy buena aceptación y re-
material para los padres y se promovía la sultados (Antolín y Rodríguez, 2003).
comunicación entre ellos fuera de los
grupos. Consecutivamente se desarrolló
el programa de Aachen en Alemania, un Intervenciones en habilidades
programa estructurado grupal de varias de comunicación para las
sesiones dirigidas a incrementar la infor- familias
mación de los padres sobre la enfer-
medad y promover mayor adherencia a Los recursos asistenciales en salud mental
los principios del tratamiento ofrecido al son a menudo insuficientes, con poco
adolescente, obteniendo una respuesta personal y, por lo tanto, es difícil ofrecer
positiva de los padres (Holtkamp et al., intervenciones específicas a los familiares.
2005). Destaca, en particular, el trabajo de
Treasure y su equipo dirigido al desarrollo
En España, existe una gran labor de incluir de programas específicos de habilidades
a la familia como parte activa en el trata- de comunicación y de afrontamiento para
miento, y de ofrecer intervenciones fami- familiares, utilizando distintos medios de
liares grupales en los trastornos alimenta- presentación, a través de talleres estruc-
rios, tanto en adolescentes como en turados, tecnología digital o programas
adultos. Desde finales de los 90, en on-line. Inicialmente, la intervención se
Madrid, Morandé y su equipo han inte- desarrolló a través de una serie de talleres
grado a la familia en la intervención, ofre- mediante los cuales a los cuidadores, pa-
ciendo grupos familiares de una hora y dres mayoritariamente, se les ofreció for-
media de duración de forma semanal, mación para dotarlos de las habilidades y
ofreciendo pautas conductuales de actua- los conocimientos necesarios para conver-
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 207
tirse en “cuidadores expertos” y facilitar a explicar las distintas etapas del cambio,
la comunicación con sus hijas/os con un donde la recaída es una etapa más del
trastorno alimentario y no quedarse atra- mismo, discriminar el tipo de relación vin-
pados en discusiones conflictivas respecto cular con el paciente para diferenciar las
a los síntomas. El primer obstáculo fue su- barreras en la comunicación; c) entrena-
perar los patrones infructuosos en los pro- miento en comunicación, dirigido a me-
cesos interpersonales entre la familia y la jorar la claridad de la comunicación en ge-
persona con un trastorno de la alimenta- neral y los modos de preguntar de forma
ción (Treasure et al., 2007b). Los talleres positiva y negativa dentro de la familia;
fueron diseñados para hacer frente a los d) entrenamiento en solución de pro-
problemas de la alta expresividad emo- blemas, dirigido a mejorar el manejo de
cional, la sobreprotección, las atribuciones las discusiones y de conductas problemá-
erróneas sobre la enfermedad y la acomo- ticas relacionadas con los síntomas, de-
dación e incompetencia personal con los tección de señales tempranas de mayor
síntomas del trastorno por parte de los severidad, y la generalización de habili-
padres. dades de solución de problemas; y e)
aprender a cuidarse, la importancia de
Los ingredientes, procesos y objetivos de poner distancias, de continuar con las ac-
intervención siguiendo la terapia familiar tividades de disfrute previo a la enfer-
conductual en los trastornos alimentarios medad, la necesidad de mantener la salud
propuestos son los siguientes: a) edu- personal para un proceso de recuperación
cación sobre los trastornos alimenta- a largo plazo (tabla 1).
rios, en torno al modelo de vulnerabilidad
al estrés, variaciones en el pronóstico, y El formato de las sesiones fue estructurado
los motivos de los distintos tratamientos; en el tiempo y celebrado, a lo largo de seis
b) comprender el proceso del cambio y el talleres quincenales, durante 3 meses. Los
tipo de relaciones interpersonales, dirigido talleres duraban 2 horas aproximada-
Procesos
Didácticos Socráticos Motivacionales
Objetivos terapéuticos
Comprender Discriminar el Endofenotipo, Análisis funcional. Prepararse
el modelo tipo de relación reconocer los Mi relación con hacia el
de estrés. interpersonal. rasgos comunes. los síntomas. cambio/acción.
Técnicas terapéuticas
Educación. Entendiendo el Estableciendo Resolución de Aprender a
Factores de proceso de objetivos. problemas. cuidarse.
estrés familiar. cambio. Habilidades de Manejo de
Escucha comunicación. conductas difíciles.
reflexiva/apoyo.
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 208
en la detección e intervención tras los pri- y Resnick, 2002), donde sus características
meros síntomas, pues se sabe que a proveen a los integrantes de habilidades
mayor tiempo de espera, peor pronóstico. para contrarrestar o evitar los factores de
Además, este tipo de programas se cen- riesgo. De modo que un contexto fami-
tran en el llamado “periodo crítico” (pri- liar positivo se asocia con una menor vul-
meros 5 años), donde es más probable nerabilidad y, por tanto, mayor protec-
que aparezca comorbilidad: depresión, ción social, mientras que un contexto
pérdida de empleo, conflictos familiares, familiar negativo supone falta de habili-
baja autoestima, abuso de sustancias, etc. dades o destrezas y mayor vulnerabilidad.
Así, en estudios con estudiantes, se ha
En el caso de los TCA, uno de las proble-
visto que el funcionamiento familiar o las
mas principales, especialmente en Aten-
relaciones que se establecen entre sus
ción Primaria, es la ausencia de profesio-
miembros son diferentes entre las fami-
nales especializados, por lo que uno de
lias sanas y las afectadas de TCA, mos-
los primeros esfuerzos en el diseño de
trando estas últimas menor cohesión y
programas de intervención sería la forma-
flexibilidad (Vázquez, Álvarez, Mancilla y
ción (capacitación) de los profesionales
Raich, 2000).
asistenciales de primera instancia para fa-
vorecer la detección, pero también la in- Los profesionales que llevamos tiempo
clusión de otras variables referentes a los trabajando en el diagnóstico, tratamiento
programas de atención temprana citados e intervención de los TCA estamos con-
en relación a las habilidades de comuni- vencidos de que este abordaje integral
cación y los conflictos familiares, las re- puede suponer no sólo la reducción de los
caídas, el funcionamiento familiar, el ais- costes sanitarios, por ejemplo, en los cen-
lamiento social (ausencia de interacción tros hospitalarios, sino también un mayor
con el entorno: familia, amigos, colegio, impacto en la recuperación de los pa-
etc.); en definitiva, la observación precoz cientes afectados de TCA. También una
de determinados factores antecedentes o mejora en la prevención de recaídas y
de riesgo que pudieran ser buenos pre- menor cronificación del trastorno. Ade-
dictores de la enfermedad. más, el desarrollo de estrategias de inter-
vención dirigidas al control de variables
Recientes estudios muestran que varia-
del contexto social del paciente (interac-
bles, como la estructura familiar, pueden
ción y comunicación familiar, la recupera-
actuar como agentes predictores o de
ción de la red social de amigos y compa-
riesgo en el desarrollo del TCA (Ruiz,
ñeros, integración de estos pacientes en
Martínez y cols., 2009). La familia puede
la vida normal) supondrá un avance en el
actuar como factor etiológico, que pro-
desarrollo y mejora de los tratamientos,
picia la aparición del TCA (Williamson,
detección precoz y prevención de los TCA,
1990) o como factor mantenedor, en
en población normal.
cuanto que las interacciones del pa-
ciente con el entorno familiar favorecen Esta visión holística de la persona (Martín,
que la sintomatología permanezca en el 2003) nos aproxima a un modelo de tra-
tiempo (Treasure et al., 2007). También tamiento en el que el paciente debe ser
como factor protector (Fonseca, Ireland considerado como un ser completo. El
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 216
caciones científicas acerca del comporta- En los últimos años, muchos expertos han
miento humano, y por tanto, se han pa- comenzado a investigar en este campo,
sado por alto o se han olvidado, tanto abriendo una nueva forma de entender la
para la evaluación de los estados men- psicología humana. Una de las teorías que
tales como en la planificación de los tra- de manera más sólida representa esta co-
tamientos. rriente es la desarrollada por Bárbara
Fredrickson. Esta autora reivindica la im-
Las limitaciones de esta focalización en lo
portancia de las emociones positivas
negativo han sido cuestionadas en los úl-
como medio de solución de muchos de
timos años y en diferentes trastornos. Así,
los problemas generados por las emo-
por ejemplo, para los trastornos depre-
ciones negativas, mostrando cómo a
sivos, las explicaciones parecen ser defi-
través de las primeras, las personas son
cientes si nos centramos únicamente en
capaces de “sobreponerse a los mo-
explicar la patología o el origen y estado
mentos difíciles y traumáticos, e incluso,
de los afectos negativos. La depresión no
salir fortalecidos”. Esta explicación, enlaza
es sólo presencia de emociones negativas,
con el concepto de resiliencia, que tam-
sino ausencia de emociones positivas,
bién vamos a tratar, en este capítulo.
algo fundamental, por ejemplo, a la hora
“Vale la pena dedicar tiempo y trabajo al
de elaborar tratamientos (Vera Poseck,
estudio y aplicación terapéutica de las
2006). Así, los esfuerzos por desarrollar
emociones positivas, pues pueden actuar
programas y herramientas para el abor-
como agentes precursores de la salud y
daje terapéutico de la depresión han
prevención de la enfermedad”. Adoptan,
puesto su atención en la eliminación de
pues, un valor fundamental en la preven-
emociones negativas como la apatía, la
ción, tratamiento y afrontamiento de la
tristeza, la indefensión, etc. Sin embargo,
enfermedad. En palabras de Fredrickson
investigaciones más recientes han comen-
(2000), “se transforman en verdaderas
zado a desarrollar estrategias de interven-
armas y herramientas para enfrentar los
ción basadas en el desarrollo de emo-
problemas” (Fredrickson, 2000a) y, por
ciones positivas, como alegría, ilusión,
tanto, la enfermedad.
esperanza (Fredickson B, 2001).
Se trata entonces de centrar el punto de Pero ¿qué son las emociones? Tienen su
vista en el desarrollo de emociones posi- sede biológica en el sistema límbico, for-
tivas que impacten favorablemente en la mado por el hipocampo, la circunvalación
consecución de bienestar y mejora de la del cuerpo calloso, el tálamo anterior y la
calidad de vida. Parece indiscutible el valor amígdala, siendo esta última la principal
adaptativo de las emociones negativas, responsable de la gestión de las emo-
pero ¿es que las positivas no son adapta- ciones. Una lesión en esta estructura ner-
tivas? A priori parece lógico pensar que sí viosa provocaría una limitación o anula-
lo son, de lo contrario, si realmente no tu- ción completa de las emociones tanto
vieran valor, cabría preguntarse por qué positivas como negativas. ¿Qué valor
han permanecido con nosotros a lo largo tienen las emociones positivas? Según al-
de miles de años de evolución (Vera gunos investigadores, tienen un valor
Poseck B, 2006). adaptativo (Fredrickson, 1998, 2000b,
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2003; Fredrickson y Branigan, 2000); prepara para la huida); las emociones po-
emociones como la alegría, el entusiasmo, sitivas solucionan cuestiones relativas al
la satisfacción, el orgullo, etc., aunque desarrollo y crecimiento personal y a la co-
son distintas desde un punto de vista fe- nexión social/habilidades sociales y de
nomenológico, tienen en común ser ca- adaptación al entorno. Las primeras pro-
paces de ampliar los repertorios de pen- pician formas de pensar que reducen el
samiento y acción de una persona, rango de respuestas posibles y las se-
también la construcción de recursos fí- gundas, modos de pensamiento que lo
sicos, intelectuales, psicológicos y sociales amplían.
disponibles para momentos de crisis. Así, Las emociones positivas son importantes
experimentar emociones positivas es porque nos ayudan a desarrollarnos perso-
siempre algo agradable y placentero a nalmente y nos confieren la capacidad de
corto plazo, y a largo plazo tiene efectos relacionarnos eficazmente con nosotros
más duraderos, porque sirven a las per- mismos (autoeficacia y autorregulación) y
sonas para afrontar situaciones más duras con el entorno (interacción y comunica-
en el futuro (Fredrickson, 1998, 2001). La ción, habilidad social, etc.). Además, tienen
alegría, por ejemplo, anima a actuar, a su- funciones claramente adaptativas:
perar los límites, a ser creativo (Frijda,
1986), y esto permite el desarrollo y en- • Mejoran la forma de pensar y, por
trenamiento de habilidades físicas (fuerza, tanto, las respuestas cognitivas. En es-
resistencia, precisión), de habilidades psi- tados depresivos, suponen cambiar los
cológicas e intelectuales (comprensión de pensamientos negativos o de incapa-
normas, memoria, autocontrol) y de ha- cidad por pensamientos positivos o de
bilidades sociales (comunicación, empatía, superación.
relaciones interpersonales) necesarias para • Se relacionan con la salud; fomentan los
establecer relaciones de amistad, apoyo estados de ánimo positivos y la sensa-
social. ción de bienestar.
Algunos factores que parecen ser eficaces • Moralidad. Entendida como la conse-
en el desarrollo de la resiliencia y que re- cuencia para extender el deseo personal
sultan protectores para los seres humanos de bienestar a todos los semejantes y la
y, por tanto, ayudan a estimularlos y mo- capacidad de comprometerse con los
tivarlos para la acción positiva serían: valores y el buen trato hacia los demás.
• Autoestima consistente. Toma de con- • Capacidad de pensamiento crítico. Ca-
ciencia de la adversidad y su efecto pacidad para analizar críticamente las
sobre nuestra autovaloración y autoes- causas y responsabilidades de la adver-
tima. sidad que se sufre, proponiendo modos
de enfrentarlas y cambiarlas.
• Introspección. Arte de preguntarse a sí
mismo y darse una respuesta honesta.
Aplicaciones de la resiliencia en salud
Depende de la solidez de la autoestima
que se desarrolla a partir del reconoci- La psicología ha priorizado el estudio de
miento del otro. lo que limita o dificulta el desarrollo de las
personas y ha desarrollado estrategias efi-
• Independencia. Saber fijar límites entre
caces para corregir numerosos déficits y
uno mismo y el medio que provoca con-
trastornos (Vázquez C, 2006). Experimen-
flicto. Capacidad de mantener distancia
tar emociones negativas es algo inevitable
emocional y física sin caer en el aisla-
y a la vez útil desde el punto de vista evo-
miento.
lutivo, aunque es cierto que tales emo-
• Capacidad de relacionarse. Habilidad ciones se encuentran en el núcleo de mu-
para establecer lazos e intimidad con chos de los trastornos psicológicos
otras personas, para valorar la propia (O’Leary, 1990; Watts, 1992).
necesidad de afecto con la actitud de
Sin embargo, algunas técnicas y estrate-
apertura a los demás. Así, una autoes-
gias de intervención psicológicas ya desa-
tima baja o exageradamente alta pro-
rrolladas generan estados emocionales
ducen aislamiento: si es baja por auto-
positivos o crean las condiciones ade-
exclusión y si es demasiado alta, porque
cuadas para que estos aparezcan (Fre-
puede generar rechazo por la soberbia
drickson, 2000a):
que se supone.
• Las técnicas de relajación, por ejemplo,
• Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse
son especialmente utilizadas en el tra-
a prueba en tareas progresivamente
tamiento de los trastornos de ansiedad
más exigentes.
y, según Fredrickson, son eficaces por-
• Humor. Encontrar lo cómico en la propia que producen de manera directa o indi-
tragedia. Permite ahorrarse sentimientos recta estados de conciencia adecuados
negativos, aunque sea transitoriamente, para sentirse contento (calma interior,
y soportar situaciones adversas. percepción de uno mismo y de su cone-
• Creatividad. La capacidad de crear xión con el mundo).
orden, belleza y objetivos a partir del • Imaginar escenas placenteras, hacer
caos y el desorden. Fruto de la capa- role-playing o representar una situación
cidad de reflexión. agradable con convicción, relajar los
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tes que les capacite y habilite para afron- ción, además del riesgo en la asunción de
tar y enfrentar su situación de debilidad, las fases, características y exigencias del
dificultad o enfermedad por sí mismo. tratamiento, tanto por parte del profe-
sional experto en la intervención con TCA
Toma de decisiones interna y libre que re-
como por parte del propio paciente que
aliza un individuo, con objeto de compro-
se hace cargo de su enfermedad y que
meterse y responsabilizarse del logro de
acepta su alto porcentaje de responsabi-
metas y objetivos, colaborando con otros
lidad en la recuperación. Bien es verdad
para conseguir los objetivos planteados.
que si esto ocurre en niños y/o adoles-
Pamela Johnson lo define como los senti-
centes, las aplicaciones del modelo re-
mientos que surgen en las personas
quieren de la colaboración familiar o tu-
cuando sienten que no tienen la capa-
torial (personas responsables del paciente,
cidad para desempeñar adecuadamente
además de él mismo).
sus tareas, habilidades/competencias en el
trabajo y en la vida personal. Parker (1996) Por tanto, una primera tentativa de apli-
introduce el concepto de “poder-con” no cación y de estrategia de este modelo en
“poder-sobre” enlazado a la confianza de la intervención en pacientes con TCA po-
solucionar el conflicto. En psicología, hace dría ser la planificación y acuerdo de los
referencia a elementos como el impacto, siguientes compromisos por parte del pa-
la autodeterminación y el desarrollo de ha- ciente:
bilidades y competencias. 1. Autocontrato: el paciente asume la res-
ponsabilidad del tratamiento (prescrip-
Aplicaciones prácticas en TCA ciones) de manera consensuada y de
que no lo abandonará, y lo deja por es-
El modelo de empoderamiento trasladado
crito, con las consecuencias oportunas
a los TCA y al trabajo con pacientes su-
en caso de abandono o laxitud en los
pondría la participación activa de los pa-
compromisos.
cientes afectados; del mismo modo que
los profesionales se consideran capaci- 2. Participación en el tratamiento y cierta
tados y formados para el tratamiento de autoridad en la toma de sus propias
estos pacientes y que necesitan del apoyo decisiones frente al mismo.
de las familias y de otras entidades y per- 3. Acceso a la información y feedback
files sanitarios, igualmente necesitan de pleno (información completa de su
la ayuda, compromiso y colaboración del trastorno), no sólo dar información a
paciente en su propio tratamiento, confi- sus familiares; si no informamos ade-
riéndoles un papel activo y colaborador y cuadamente al paciente, le restamos
no un papel pasivo como mero receptor responsabilidad y aportación, compro-
de la información. miso, y estrategias de afrontamiento en
En algunas aplicaciones del modelo de su recuperación.
“capacitación/empowerment” se esta- 4. Habilitación y capacitación, desarrollar
blece un modelo de autocontrato con los competencias o habilidades a través de
pacientes, como paso previo a la respon- talleres donde el paciente no sólo es-
sabilidad, toma de conciencia e implica- cuche y observe, sino que sea copartí-
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 225
Coaching y modelos basados mismo fin, los resultados suelen ser me-
en la comunicación y la jores, porque existe una planificación y or-
inteligencia emocional ganización de la información y una mayor
eficacia en las respuestas, en la toma de
“Lo más difícil de aprender en la vida es decisiones y en la consecución de resul-
qué puente hay que cruzar y qué puente tados (Blanco A y cols., 2009).
hay que quemar”.
El término coaching proviene del mundo
Bertrand Russell.
del deporte y describe la acción de guiar
Frases como esta nos ayudan a reflexionar o entrenar. Los coach, eran cocheros o
y mantener una conversación interna (au- conductores de carruajes tirados por ca-
toconciencia) con nosotros mismos. Esta ballos, originarios kocs; el conductor nos
podríamos decir que es, en esencia, la fi- ayuda a llegar más rápido, el entrenador
nalidad del proceso de coaching. Tratar o coach (Valderrama B, 2009), nos guía y
de analizar, evaluar y comprender a través orienta en el proceso de aprendizaje
de preguntas y la búsqueda de respuestas (hacia la recuperación de la salud) para la
posibles soluciones para resolver los con- consecución de nuestros propios objetivos
flictos que subyacen al trastorno. También y resultados.
pretende analizar a través de estas pre-
guntas las razones y estrategias que lle- Funciones del coaching
varon a una persona a tener éxito en la
Este modelo se ha utilizado principal-
toma de decisiones en otras situaciones
mente en los procesos de desarrollo per-
de carácter similar.
sonal y profesionales, pero también en
otros contextos, para mejorar las rela-
Coaching: concepto, funciones,
ciones interpersonales y la comunicación.
propósitos. Se centra en los objetivos, las esperanzas
Si quisiéramos aportar una definición sen- y las curiosidades y motivaciones de las
cilla de lo que es coaching, diríamos que personas, con objeto de optimizar mejor
se trata de una conversación que ayuda a los procesos de aprendizaje orientados a
las personas a lograr sus objetivos. Tam- la obtención de resultados.
bién podríamos definirlo como un proceso
Los objetivos son logros no realizados, las
de aprendizaje por el que pasa una per-
esperanzas y curiosidades son la materia
sona y llega a conocer sus necesidades vi-
prima de futuros objetivos. Sin embargo,
tales (brechas de aprendizaje) y el modo
el punto central del coaching debe ser la
de conseguirlas, con ayuda de un orien-
propia persona.
tador o guía personal (coach). En este sen-
tido, la persona receptora de la acción de El coaching es, pues, un proceso de acción
coaching (coachee) y el orientador (coach), conjunta entre la persona y el orientador,
trabajan en equipo para conseguir estos que supone un aprendizaje a través del
objetivos personales y encontrar pro- diálogo y la conversación. Toda conversa-
puestas de actuación óptimas y realistas. ción tiene un componente emocional y
Cuando se comparten los objetivos y se ello determina la calidad y resultado del
trabaja conjuntamente (en equipo) con el proceso. Así, una emoción inadecuada
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 227
para un tipo de conversación compromete Son muchas las premisas y los investiga-
su resultado. Así mismo, una emoción ex- dores y los gurús que han hablado sobre
traña e inesperada puede interferir en el los beneficios del coaching y su puesta en
proceso de autoaceptación, y por ello, este marcha; algunas de esas propuestas son
modelo trabaja también en el reconoci- las siguientes:
miento de las propias emociones positivas
• Ayudar a las personas a conectar con-
o favorecedoras del rendimiento. El coa-
sigo mismas, de manera que estén más
ching se centra en lo positivo, en las posi-
preparadas para tomar mejor sus deci-
bilidades de éxito en una tarea y no en el
siones con respecto a sus logros en la
conflicto, sí en las posibles soluciones al
vida y cómo desean lograrlo (Berman S,
conflicto (trastorno). Un elemento crucial
2010).
en el proceso de coaching es la observa-
ción de lo que ocurre en dicha conversa- • Ayudar a las personas a descubrir sus
ción. Observando la emocionalidad de las potenciales y lograr lo que se pro-
conversaciones podemos hacernos cargo pongan (Bonnir S. Turner).
de lo que no se dice (comunicación no • Dirigir a los participantes para que de-
verbal), componente esencial en el pro- sarrollen todo su potencial.
ceso de comunicación.
• El coaching crea un entorno favorable y
Propósitos del coaching adaptado, porque se trabaja con un fa-
cillitador capacitado para desarrollar
• Mejorar la capacidad de la persona para
nuevos modos de ver (punto de vista),
recibir ayuda (capacidad para dejarse
analizar (interpretar) y aprovechar las
ayudar).
oportunidades (conflicto como una
• Guiarle en el desarrollo de su auto- oportunidad). El coaching proporciona
nomía personal (soltarse y tener con- testimonio y responsabilidad externa
fianza en que lo hará y en que lo hará (Barry Glober).
bien).
Sin embargo, no todas estas propuestas
• Mejorar su “autoconciencia” y conoci- son adecuadas para la intervención en
miento (conocer detalladamente sus salud y en particular en la intervención
fortalezas y debilidades y los modos de con pacientes de TCA, sin embargo, vea-
desarrollarlas y controlarlas). mos algunas que sí se pueden llevar a
• Facilitar el avance y el progreso hacia la estos contextos:
salud. • Coaching como herramienta de mejora
• Evaluar su potencial y ayudarle a revelar de habilidades en la vida, en los nego-
sus potenciales (p. ej.: herramientas cios y en las relaciones, de manera que
para “afrontar la enfermedad”, para las personas sean más felices, más pro-
“tomar conciencia” y para “dejarse ductiva y capaces de alcanzar sus metas
ayudar”). de un modo “equilibrado” (Dave Pughe-
Parry).
• Ayudar a crear (pactar: autocontrato) e
implementar planes de acción e inter- • Conseguir que las personas perma-
vención y adhesión al tratamiento. nezcan centradas en sus visiones (en sus
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 228
• Colaboración y cooperación: trabajar con pero ¿por qué no los buscamos para lo
otros para alcanzar metas compartidas. fundamental, que es nuestra salud y bien-
estar y el de los nuestros? Tomando como
• Capacidades de equipo: ser capaz de
referencia que el trabajo del coach es ase-
crear sinergia para la persecución de
sorar al cliente, este mismo modelo puede
metas colectivas o grupales.
orientarse a la salud. No se conocen expe-
riencias publicadas sobre este modelo de
Implicaciones del coaching en la salud
intervención aplicados a pacientes con tras-
El coaching, en el contexto de la salud, se tornos alimentarios, pero sí en otros con-
considera una nueva disciplina orientada textos aplicados a la recuperación de la
a habilitar a las personas hacia la toma de salud. Siguiendo estos trabajos, se sabe
control de su propia vida y de su salud, a que el coaching habilita a las personas
responsabilizarse de su cuerpo y bienestar, hacia la toma de control de su salud y con-
mejorando sus habilidades y competen- sigue resultados sobre su forma física, su
cias para optimizar su capacidad de recu- autoimagen, su peso corporal, su equilibrio
peración ante la enfermedad. mental y sus hábitos de vida. También
Los beneficios del coaching implican sobre la prevención de ciertas patologías,
avances en el desarrollo del proceso de la gestión de enfermedades crónicas, etc.,
salud de las personas, pues una vez que la además de capacitar a las personas para
persona se siente debilitada o con malestar tener un diálogo más eficaz con uno
puede colocarse en una posición de ser mismo y con el entorno (entrenadores fí-
“víctima de sus circunstancias”, simple- sicos, cuidadores, médicos, familiares, etc.).
mente por falta de información, miedo La primera toma de contacto con la en-
(emociones negativas) o muchas veces por fermedad debe ser la búsqueda de infor-
falta de apoyo. La consecuencia es no mación acerca de lo que es y los cambios
asumir responsabilidades en su tratamiento que supondrá en nuestra vida. Esta es una
y, por tanto, tomar un papel más pasivo y de las dificultades fundamentales en pa-
de falta de control. Desde el modelo del cientes que padecen, por ejemplo, ano-
coaching y la comunicación, por el con- rexia nerviosa. El camino hacia la anorexia
trario, se trata de analizar las fortalezas de es tremendamente largo y costoso; en
las personas para buscar sus propias alter- este proceso es esencial tratar de detectar
nativas o estrategias de afrontamiento, tra- desde el primer momento si es consciente
tando de que encuentre por sí misma el de su enfermedad y de su capacidad de
bienestar físico y psicológico, y que com- afrontamiento y toma de decisiones sobre
prenda a través del diálogo que una gran su recuperación (capacitación), pero quizá
parte de la evolución de la enfermedad y, lo más importante sea su capacidad para
por tanto, del pronóstico y responsabilidad valorar la situación de manera objetiva,
sobre la misma se encuentra en sus manos así como la posibilidad de solicitar apoyo
y, por tanto, puede ejercer un gran control y, lo más importante, “dejarse ayudar”.
de cara a la recuperación de la salud.
Este es el momento en el que podemos
Todos buscamos caminos que nos faciliten empezar a trabajar e intervenir a través
las cosas para llegar a nuestros propósitos, del modelo de coaching terapéutico.
Interior TCA 119-248.qxd 1/6/12 12:33 Página 231
ción activa del paciente en su tratamiento, and practice. Washington DC. Asociación
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participación de los estudiantes y el trabajo en
responsabilidad sobre el desarrollo de su
equipo. Ed. Narcea Universitaria. 2009; 51-2.
enfermedad, así como en la recuperación
Bonanno GA. Loss, trauma and human resi-
de la salud. Por otro lado, se plantea tam-
lience: Have we inderestimated the human ca-
bién la necesidad de trabajar con otros pacity to thrive after extremely aversive events?
agentes activos que tienen cierto grado American Psychologist 2004; 59:20-8.
de responsabilidad y apoyo en los pro- Bonanno GA, Kaltman S. The varieties of-
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de las anoréxicas, y entre estas, las pur- • Regulación de los impulsos (EDI-IR):
gativas de las restrictivas. mide la impulsividad y la dificultad para
• Insatisfacción con la propia imagen cor- el autocontrol de sentimientos auto-
poral (EDI-IC): mide la insatisfacción del destructivos o de hostilidad y la ten-
sujeto con la forma general de su dencia al abuso de drogas, la hosti-
cuerpo, o de determinadas zonas de lidad, la agitación, la autodestrucción
este. y la destrucción de las relaciones inter-
personales.
• Ineficacia (EDI-I): se refiere a senti-
mientos de inseguridad, incapacidad, • Inseguridad social (EDI-SI): valora la
autodesprecio y falta de control sobre creencia de que las relaciones interper-
su propia vida. Se relaciona con una sonales son peligrosas o insatisfactorias.
baja autoestima. En la adaptación española (17) se sugirió
• Perfeccionismo (EDI-P): mide el grado considerar la existencia de tres grandes
en que el sujeto cree que sus resultados componentes (o dimensiones) en los TCA:
personales deberían ser mejores y que • Dimensión I: personal, definida por las
sólo son aceptables niveles de rendi- escalas bulimia, perfeccionismo, con-
miento personal excelentes. ciencia interoceptiva, miedo a la ma-
• Desconfianza interpersonal (EDI-DI): durez, ascetismo e impulsividad.
evalúa el desinterés de la persona por • Dimensión II: social, definida por las es-
establecer relaciones personales, así calas ineficacia, desconfianza interper-
como la dificultad para expresar los pro- sonal e inseguridad social.
pios sentimientos y pensamientos.
• Dimensión III: corporal, definida por las
• Conciencia interoceptiva (EDI-CI): evalúa
escalas obsesión por la delgadez e insa-
el grado de confusión o dificultad para
tisfacción corporal.
reconocer y responder adecuadamente
a los estados emocionales y se relaciona Este cuestionario ha mostrado ser sensible
también con la inseguridad para identi- a los cambios registrados en individuos
ficar ciertas sensaciones viscerales rela- cuando se administra un tratamiento.
cionadas con el hambre y la saciedad.
Bulimic Investigatory Test Edinburgh
• Miedo a la madurez (MM): mide el (BITE)
temor a las experiencias psicológicas y
físicas que conlleva el paso a la edad Consta de 33 ítems y está indicado para
adulta y el deseo de volver a la segu- identificar los síntomas bulímicos (18). Se
ridad de la infancia. compone de dos escalas, de síntomas y
de intensidad. Evalúa la gravedad en fun-
El EDI-2 introduce 27 ítems adicionales ción de la frecuencia de los síntomas. Este
clasificados en otras tres subescalas: instrumento puede utilizarse para la de-
• Ascetismo (EDI-A): evalúa la tendencia tección precoz en población en general,
a buscar la virtud por medio de la auto- para valorar la intensidad de la enfer-
disciplina, la autosuperación y el control medad y para objetivar la respuesta al tra-
de las necesidades corporales. tamiento.
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2,2 (4,7)
0,0 (0,0)
0,5 (0,8)
0,3 (0,5)
0,0 (0,0)
traban altas puntuaciones medias en ac-
Cambios en el índice de masa corporal (IMC) durante la evolución. IMC1: IMC al año. IMC2: IMC a los 2 años. ANOVA de medidas
ción y decisión, pero también en recaída,
Cambios en el número de vómitos (VOM) semanales durante la evolución. ANOVA de medidas repetidas. F = 3,06, p = 0,05.
siendo las diferencias significativas con
Atracones
2,7 (4,6)
0,1 (0,2)
0,9 (1,4)
0,4 (0,7)
0,1 (2,8)
respecto a las pacientes con AR (F = 3,1,
p = 0,02, gl = 4).
1,7 (2,7)
3,4 (8,3)
0,0 (0,0)
0,6 (2,1)
0,7 (2,1)
Al año
EAT-40 51,5 42,3 34,7 49,2 36,5 33,3 42 32,4 24,5 46,0 32,2 41,6 41,6 33,3 26,5
(24,3) (24,9) (26,4) (23,4) (19,8) (25,3) (17,7) (22,0) (16,9) (22,5) (20,6) (24,4) (24,4) (23,6) (21,5)
Suma-BITE 11,7 19,7 11,7 20,9 15,7 14,17 35,2 23,4 19,6 29,9 13,2 16,6 23,5 18,1 11,9
(5,6) (37,1) (10,6) (8,7) (8,5) (10,2) (9,2) (10,9) (14,5) (3,1) (11,3) (15,4) (12,7) (11,7) (9,22)
1/6/12
Gravedad- 2 2,9 2,8 6,7 6,0 4,5 12,2 6,6 5,5 5,0 3,2 3,8 7,9 5,3 3,5
BITE (2,2) (5,0) (4,96) (4,2) (4,6) (3,7) (5,9) (5,2) (5,5) (7,9) (2,9) (4,8) (6,8) (5,3) (4,4)
Insat. 12,2 12,2 12 13,2 12,8 9,2 18,4 14,7 12,07 20,6 13,4 12,2 15,0 13,6 12,1
12:33
Corp.-EDI (7,5) (7,9) (8,6) (5,5) (8,7) (7,3) (7,01) (8,2) (8,3) (4,1) (6,0) (8,4) (7,8) (6,0) (8,3)
Ineficacia- 11,6 10,9 11,1 8,9 7,2 6,5 13,8 7,2 6,6 11 6 10,8 9,6 7,7 6,7
EDI (8,7) (7,5) (9,7) (8,5) (7,2) (7,55) (6,9) (6,7) (6,9) (6,20) (5,8) (10,7) (6,5) (6,7) (7,7)
Inseg. 7,2 8,6 7,2 5,2 4,9 3 8,6 4,9 3 13 6,7 3,5 6 4,9 3,7
Soc-EDI (5,7) (6,5) (6,6) (3,7) (5,7) (3,96) (5,10) (5,7) (3,9) (7,6) (4,9) (3,5) (4,3) (5,5) (4,5)
Página 245
BSQ 114,7 106,4 111,5 115,7 101 94,8 144,1 122,5 99,07 144,5 125,2 123,2 116,4 108,4 95,2
(39,5) (44,7) (45,4) (35,8) (42,4) (47,6) (29,7) (42,7) (48,5) (35,4) (36,1) (57,7) (40,9) (48,6) (46,6)
BDI 24,7 19,25 16,5 19,1 13,9 12,8 23,4 14,3 13,3 19,3 16 13,5 22,6 15,6 12
(9,61) (10,2) (14,6) (9,6) (10,04) (9,21) (10,5) (9,6) (9,5) (5,9) (9,8) (9,8) (9,33) (10,6) (11,5)
STAI- 34,9 31,2 25,2 30,5 20,3 23 35,4 25,4 23,7 34,2 29,3 27,8 34,2 26,4 22,2
estado (14,6) (10,8) (16,4) (15,4) (11,7) (13,4) (12,9) (12,5) (15,4) (12,3) (19,5) (16,1) (12,3) (13,6) (13,4)
RSE 23,5 22,9 24,2 23,7 26,7 29 21,9 25,9 26,6 20,2 21 22,5 22,9 24,6 27,5
(4,5) (5,9) (7,5) (7,8) (6,3) (8,1) (5,1) (5,5) (6,5) (6,3) (8,3) (8,9) (5,3) (6,6) (6,5)
T0 = Evaluación basal. T1 = al año. T2 = a los 2 años. Media (desviación típica). Análisis de la Varianza de Medidas Repetidas (ANOVA).
F = 6,96, gl = 2; p = 0,001. Suma-BITE*Diagnóstico: F = 3,11, gl = 4; p = 0,01. Gravedad-BITE*Diagnóstico: F = 4,69, gl = 4; p¬=¬0,002.
Insatisfacción Corporal-EDI: F = 2,83, p = 0,02.
Ineficacia-EDI: F = 2,68, p = 0,03. Inseguridad Social-EDI: F = 3,5, p = 0,01. BSQ: F = 2,96; p = 0,02. BDI: F = 0,495; p < 0,001; df =¬8.STAI-
estado: F = 23,7 p = 0,000. gl = 1. RSE: F = 13,8, p = 0,001.
245
Efectividad de un programa de tratamiento ambulatorio multimodal para los trastornos…
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