T 007 19
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Magistrada Ponente:
1
DIANA FAJARDO RIVERA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Hechos
1.1. En 2009 fue una de las profesoras con mejores calificaciones en el concurso
docente, por lo que escogió la Institución Educativa José Acevedo y Gómez para
desarrollar sus actividades como docente de inglés, área en la que “han sido
vinculados otros dos docentes el último en el año 2017”.2
2
1.3. Como consecuencia de lo anterior, la accionante manifestó que se
presentaron situaciones de acoso laboral, tales como frases intimidantes, gritos y
uso de términos descalificativos, prohibición de realizar ciertas funciones, retiro
de la carga laboral, y se determinó su reubicación en otra institución educativa.5
1.4. El 31 de julio de 2017, presentó queja por acoso laboral ante la Procuraduría
Provincial del Valle de Aburrá, Entidad que el 18 de septiembre de 2017 la
remitió al Comité de Convivencia Laboral de la Secretaría de Educación de
Medellín, la cual, al momento de instaurar la acción de tutela, no había adoptado
ninguna medida.
2. Acción de tutela
3
respondieran su petición, (ii) se restablezca su carga académica, y (iii) se adopten
las demás medidas que el juez considere pertinentes para garantizar el
restablecimiento de sus derechos fundamentales.
“(…) con base en el relato por su parte, descrito y sin evidencia adjunta, se
pudo identificar, que de acuerdo con lo establecido en el artículo 2 de la Ley
1010 de 2006, (…) y el artículo 7 (…), la conducta del Rector de la Institución
Educativa descrita por su parte no se tipificaría; por el contrario, se adecúa a
la formulación de circulares o memorandos de servicio encaminados a
solicitar exigencias técnicas o mejorar la eficiencia laboral, descrita en el
literal d del artículo 8 de la Ley 1010 de 2006, como una conducta que no
constituye acoso laboral.”10
Agregó, en relación con el presunto maltrato infantil, que ese asunto “ya es
conocido por control interno disciplinario por radicado 201710105166”11, razón
por la que no remitiría dicha queja a la referida Oficina.
8
Ibidem., folio 18.
9
Ibidem., folio 33.
10
Idem.
11
Idem.
12
Ibidem., folio 55 y 56.
4
El referido estudio técnico “originó la reubicación de docentes adscritos a la
planta de personal de la Secretaría de Educación, considerándose, entonces, en
una necesidad de carácter administrativo”13. En el caso concreto “mediante
reunión realizada el 15 de enero de 2018, plasmada en el acta N° 933-3, se
realizó la entrega de la plaza del Área de inglés que estaba siendo ocupada [por
Natalia Arbeláez Ospina] en la Institución Educativa JOSÉ ACEVEDO Y
GÓMEZ.”14
13
Ibidem., folio 55.
14
Ibidem., folio 55.
15
Ibidem., folio 56.
16
Idem.
5
3.3.1. La Secretaría de Educación de Medellín17 indicó -en relación con los
presuntos actos de acoso laboral- que no era cierto que en la queja ante la
Procuraduría la accionante hubiera declarado sobre las frases intimidantes del
Rector y la advertencia sobre la vigilancia especial sobre su trabajo, y que no le
constaba que el Rector le hubiera prohibido ejercer sus funciones. Añadió que el
Rector “ha tenido procesos que han sido adelantados, en Personería, Control
Interno y Comité de Convivencia Laboral; con el archivo en cada una de dichas
instancias.”18
Precisó que era cierto que el Rector le retiró la asignación académica a la docente,
pero de conformidad con el Decreto 1075 de 2015 y la Ley 715 de 2001, por la
“reducción del número de alumnos en la relación técnica alumno-docente de la
Institución (…)”.19 Asimismo, resaltó que se retiraron varias plazas en otras
instituciones.
Por otro lado, sostuvo que la Procuraduría Provincial del Valle de Aburrá remitió el
19 de septiembre de 2017 la queja de la accionante por acoso laboral al Comité de
Convivencia Laboral. No obstante, dicho Comité “no realizó conciliación, puesto
que (…) consideró que el caso en concreto no se tipifica como acoso laboral,
dicha comunicación fue notificada personalmente (…) [el] 20 de marzo de 2018”,
en respuesta al derecho de petición presentado el 1 de febrero de 2018 por Natalia
Arbeláez Ospina.
Señaló que era cierto que el Oficio N° 201830001082 del 3 de enero de 2018
estableció que los docentes de carrera que hubiesen radicado -con antelación al
proceso de reubicaciones- denuncias por acoso laboral en contra del Directivo
Docente-Rector, debían considerarse en última instancia para su reubicación. No
obstante, el caso de Natalia Arbeláez Ospina tenía que ver con una denuncia por
presuntos casos de maltrato infantil, “sin que propiamente se trate de un proceso
por acoso laboral presentado ante el Comité de Convivencia Laboral (…)”.20
6
esbozó en su respuesta a la acción de tutela (supra, antecedente N° 3.3.1.)-,
solicitando que se declarara la improcedencia de la tutela por configurarse un
hecho superado. Esto, porque se dio respuesta al derecho de petición presentado
por Natalia Arbeláez Ospina.
Lo primero, porque “la entidad accionada para el día 20 de marzo del año en
curso (…) expidió un (sic) respuesta que puso de presenta (sic) a la actora
(…)”27, la cual resolvió la solicitud de Natalia Arbeláez Ospina de fondo, de forma
23
Ibidem., folio 28 a 31.
24
Ibidem., folio 64 a 66.
25
Ibidem., folio 74 a 83.
26
Ibidem., folio 83.
27
Ibidem., folio 79.
7
clara, precisa y congruente.
Aunado a esto, señaló que la acción de tutela no es procedente -por regla general-
para “solicitar el traslado de un docente del sector público, por cuanto una
decisión en tal sentido depende de la petición directa que se formule por el
educador, la cual debe agotar el proceso administrativo, ordinario o
extraordinario, dispuesto en la Ley 715 de 2001 y en el Decreto 520 de 2010”29 y
que, en todo caso, la respuesta que brinde la administración es susceptible de ser
controvertida ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. En este punto,
el Juzgado precisó -en relación con el proceso ordinario de traslado- que:
“Para tal efecto, cada entidad territorial debe valorar su planta de personal
con miras a garantizar el funcionamiento de sus establecimientos educativos y
así poder expedir un reporte anual de vacantes definitivas que podrán ser
provistas a través de proceso ordinario de traslado. Para ello, se debe cumplir
con el cronograma fijado por el Ministerio de Educación Nacional, antes del
inicio del receso estudiantil de que trata el Decreto 1373 de 2007 (…),
observándose que en el caso puntual las condiciones de dicho traslado en
nada representan un desmedro o perjuicio para la actora y que por el
contrario dada la cercanía del lugar con su domicilio pueden ser beneficiosos
para ella y su grupo familiar, más cuando la actora dio luz hace poco tiempo
(…).”30
4.2. La decisión fue impugnada el 9 de abril de 2018 por la accionante 31, quien
señaló que las accionadas confundieron la denuncia por maltrato infantil con la de
acoso laboral, negando conocer ésta, aun cuando se había hecho su traslado por la
Procuraduría, y que nunca le comunicaron de manera oportuna el archivo de esas
quejas.
Por otro lado, sostuvo que “no se dio una respuesta de fondo por la denuncie (sic)
que hice sobre el rector, por maltrato infantil, pues se notó que no se hizo la
debida investigación por parte de la dependencia competente y fue este evento el
que determinó mi traslado para otra institución (…).”32 Agregó que en la
resolución de traslado dice que se entrega su plaza de inglés porque fue cerrado el
grupo de 6° grado, aun cuando ella era docente de los grados 8° y 9°.
28
Ibidem., folio 82.
29
Idem.
30
Idem.
31
Ibidem., folio 92 a 93.
32
Ibidem., folio 92.
8
Finalmente, resaltó que cuando se realizó el traslado no se había resuelto la queja
por acoso laboral, por lo que se evidencia la violación a su derecho fundamental
al debido proceso.
Aunado a lo anterior, destacó que -de acuerdo con lo informado por el Rector- la
accionante “goza de empleo, con salario digno, más cerca de su residencia, y con
todas las prestaciones sociales a las que tiene derecho de conformidad con su
escalafón docente, situaciones estás (sic) que desvirtúan la veneración al derecho
fundamental al trabajo.”35 (Negrillas originales)
33
Ibidem., folio 113 a 120.
34
Ibidem., folio 117.
35
Ibidem., folio 119.
36
http://www.corteconstitucional.gov.co/secretaria/autos/AUTO%20SALA%20DE%20SELECCION
%2027%20DE%20JULIO%20DE%202018%20NOTIFICADO%2013%20DE%20AGOSTO%20DE%202018.pdf
37
Acción de tutela instaurada por Yohanna Rosana Redondo Bonivento contra Positiva Compañía de Seguros S.A.
y Ocuservis S.A.S.
38
Acción de tutela instaurada por Natalia Arbeláez Ospina contra la Alcaldía de Medellín, la Secretaría de
Educación de Medellín y la Institución Educativa José Acevedo y Gómez.
39
Auto de 27 de julio de 2018, proferido por la Sala de Selección Número Siete. Punto resolutivo décimo segundo.
9
A través del Auto 620A de 24 de septiembre de 2018, la Sala Segunda de
Revisión resolvió -entre otras cuestiones- (i) desacumular los expedientes T-
6.856.540 y T-6.879.382, a fin de que fueran tramitados de manera separada, y (ii)
declarar la nulidad de todas las actuaciones surtidas desde el auto admisorio de la
demanda en el proceso de tutela T-6.856.540.
Agregó que la carga académica le fue retirada el 29 de enero de 2018, pero solo la
notificaron del traslado hasta el 14 de marzo de 2018. Además, reiteró que había
otros dos docentes de inglés que llegaron con posterioridad a ella, y que cuando
debían realizarse traslados o reubicaciones “lo hacían con la última persona que
llegaba.”43
Por otro lado, sostuvo que en la Institución Educativa a la que fue trasladada,
además de la clase de inglés le asignaron otra de tecnología e informática, aun
cuando no tiene especialidad en esas áreas, y que no se cuenta con recursos para
garantizar una educación de calidad, aunado a que la Institución está ubicada en
una zona con difíciles condiciones de seguridad.
10
Resolución 652 de 201246; (ii) Natalia Arbeláez Ospina “presentó queja por
presunto acoso laboral ante la Procuraduría Provincial del Valle de Aburrá (…)
el día 31 de julio de 2017”, la cual fue remitida a la Secretaría de Educación hasta
el 19 de septiembre de 2017, siendo resuelta por el Comité de Convivencia
Laboral el 20 de marzo de 2018, el cual encontró que el Rector de la Institución
Educativa José Acevedo y Gómez no había cometido conductas constitutivas de
acoso laboral; y (iii) de conformidad con el Decreto 1075 de 2015, al establecer la
planta de cargos de la Institución Educativa para el año 2018, su Subsecretaría de
Planeación -mediante acta suscrita el 15 de enero de 2018 por funcionarios de la
Secretaría y otros funcionarios, incluyendo el Rector- concluyó que por necesidad
del servicio (como causal de traslado no sujeto al proceso ordinario, según el
numeral 1 del artículo 2.4.5.1.5. de la misma norma) la Institución debía entregar
una plaza de inglés para ser reubicada en otros establecimientos educativos
oficiales del Municipio de Medellín. En consecuencia, por la disminución del
número de alumnos la plaza requerida no tendría “asignación académica,
lógicamente, porque no tendrían alumnos que atender (…).”47
Por otro lado, (iv) explicó cómo funciona el traslado de docentes (de acuerdo con
los artículos 2.4.5.1.1. y subsiguientes del Decreto 1075 de 2015 48) y -frente a la
pregunta de si existe alguna limitación para el traslado cuando se ha presentado
una denuncia por acoso laboral- manifestó que de “conformidad con la
discrecionalidad que se faculta al nominador en el numeral 1 del artículo
2.4.5.4.5. del Decreto 1075 y con base en el debido proceso (…)” si se requiere la
entrega de una plaza que esté ocupada por un docente que previamente haya
“interpuesto denuncias, que constituyan acoso laboral conceptualizado y
atendido por el Comité de Convivencia Laboral, se le pedirá al rector-director
rural, entregar otra plaza de acuerdo con el plan de estudios, en el caso que sea
posible49, con el objeto que el Comité de Convivencia Laboral, intervenga en la
cesación del presunto acoso laboral.”50
46
Se conforma el Comité de Convivencia Laboral, se reciben, tramitan y estudian las quejas, se formula un plan de
mejora concertado entre las partes, se hace seguimiento a los compromisos y, si no se llega a un acuerdo o no se
siguen las recomendaciones, se remite la queja a la Procuraduría General de la Nación -tratándose de servidores
públicos- (entre otras funciones). En caso que se considere que no se incurrió en una conducta constitutiva de
acoso laboral, se informa al interesado mediante respuesta escrita.
47
Cuaderno de revisión, folio 108.
48
Específicamente, que los traslados de docentes -realizados por el nominador- se pueden efectuar de tres maneras:
(i) proceso ordinario de traslados (artículo 2.4.5.1.2.), (ii) traslados no sujetos al proceso ordinario (artículo
2.4.5.1.5.), y (iii) traslados por razones de seguridad de educadores oficiales de las entidades territoriales
certificadas en educación (artículo 2.4.5.2.1.1. y subsiguientes).
49
Cuaderno de revisión, folio 110, nota al pie Nº 11: “Que en la planta de cargos del establecimiento educativo
exista más de una plaza con el mismo perfil y el rector pueda escoger entre una y otra. V.gr: Dos plazas con el
perfil de Inglés y se deba entregar una plaza de inglés.”
50
Ibidem., folio 110.
51
Idem.
11
Ligado a lo anterior, explicó que la Circular 201760000023 de 17 de agosto de
2017 define la ruta administrativa para “la reubicación de un docente generada
por el estudio técnico de la planta de cargos de los establecimientos educativos
del ente territorial Medellín (…).”52 A su vez, indicó que el alcance del
Comunicado 20173030347 de 17 de agosto de 2017 era el de orientar “a los
Núcleos Educativos, rectores y directores rurales, en contexto de la Circular
201760000023 (…)”53 el deber de remitir -antes del 7 de diciembre de 2017-
cierta información para que la Secretaría de Educación emitiera el concepto
técnico para “la entrega de plazas de docentes y su reubicación o la apertura de
grupos, la asignación de nuevas plazas o la conversión de plazas.”54 Estos dos
últimos documentos fueron anexados por la Secretaría de Educación de Medellín
a su respuesta.55
Por otra parte, especificó que la reubicación de Natalia Arbeláez Ospina se dio
con base en un estudio técnico, y por la necesidad del servicio. Agregó que no
conoce la institución educativa a la que fue trasladada, y que no le consta lo que
dispone la Resolución Nº 201850016466 de 15 de febrero de 2018 de la
Secretaría de Educación de Medellín.
12
resolvió solicitar al Rector de la Institución Educativa José Acevedo y Gómez que
aclarara algunas respuestas.61
- Queja por acoso laboral presentada el 31 de julio de 2017 por Natalia Arbeláez
Ospina ante la Procuraduría Provincial del Valle de Aburrá (cuaderno 1, folio 50 a
21).
13
Medellín (cuaderno 1, folio 33).
1. Competencia
2.2. Para abordar el estudio del problema descrito, la Sala (i) se pronunciará sobre
la procedencia de la acción de tutela y, de superarse dicho análisis, se referirá (ii)
a la carencia actual de objeto; (iii) al derecho fundamental de petición; (iv) al
derecho fundamental al debido proceso administrativo; (v) al derecho
fundamental al trabajo y su relación con el acoso laboral; y, finalmente (vi)
realizará el estudio del caso concreto.
3. Análisis de procedencia
14
de tutela son los de legitimación por activa, legitimación por pasiva, inmediatez y
subsidiariedad.
15
3.1.4. En lo referido al requisito de subsidiariedad, la Corte ha establecido que la
tutela es procedente cuando (i) no exista otro mecanismo de defensa judicial; (ii)
existiendo, la intervención del juez constitucional sea necesaria para evitar la
consumación de un perjuicio irremediable69, evento en el cual procederá de manera
transitoria; o (iii) si los mecanismos de defensa judicial no resultan idóneos o
eficaces para lograr la protección de los derechos presuntamente conculcados, caso
en el cual procederá de manera definitiva.70 La idoneidad se refiere a la aptitud
material del mecanismo judicial para producir el efecto protector de los derechos
fundamentales, lo que ocurre cuando el medio de defensa se corresponde con el
contenido del derecho, mientras que la eficacia hace alusión al hecho que el
mecanismo esté diseñado de forma tal que brinde de manera oportuna e integral
una protección al derecho amenazado o vulnerado.71
Respecto del segundo de los eventos, esto es, cuando se alegue la configuración de
un perjuicio irremediable, la jurisprudencia constitucional ha fijado sus elementos
de la siguiente manera: (i) que se esté ante un perjuicio inminente o próximo a
suceder, lo que exige un grado suficiente de certeza respecto de los hechos y la
causa del daño; (ii) el perjuicio debe ser grave, esto es, que conlleve la afectación
de un bien susceptible de determinación jurídica, altamente significativo para la
persona; (iii) se requieran de medidas urgentes para superar el daño, las cuales
deben ser adecuadas frente a la inminencia del perjuicio y, a su vez, deben
considerar las circunstancias particulares del caso; y (iv) las medidas de protección
deben ser impostergables, lo que significa que deben responder a condiciones de
oportunidad y eficacia, que eviten la consumación del daño irreparable.72
16
De esta manera, la Corte Constitucional ha indicado que (i) las medidas
preventivas y correctivas no son mecanismos judiciales de protección de los
derechos fundamentales del trabajador, siendo simplemente de instrumentos de
carácter administrativo; y (ii) en lo que concierne al régimen sancionatorio, la Ley
1010 de 2006 dispone ciertas medidas contra quienes incurran en prácticas de
acoso laboral, distinguiendo para ello entre los sectores público y privado, por lo
que “cuando el acoso laboral tiene lugar en el sector público, la víctima del
mismo cuenta tan sólo con la vía disciplinaria para la protección de sus derechos,
mecanismo que no sólo es de carácter administrativo y no judicial en los términos
del artículo 86 Superior, sino que no resulta ser eficaz para el amparo del derecho
fundamental a gozar de un trabajo en condiciones dignas y justas.”74
17
Ahora bien, en relación con el requisito de subsidiariedad (iv) la accionante alega
la vulneración de su derecho de petición por la respuesta recibida a su solicitud de
1 de febrero de 2018, y porque consideraba que, en razón de la situación de acoso
laboral ejercida por el Rector de la Institución Educativa José Acevedo y Gómez,
se había ordenado su traslado a otra Institución, desconociendo sus derechos
fundamentales al trabajo y al debido proceso.
En tal sentido, la Sala observa que la conducta atribuida a las entidades accionadas
se proyecta en la posible vulneración del derecho al trabajo en condiciones dignas
y justas, pero también respecto de los derechos fundamentales de petición y al
debido proceso administrativo. En esa medida, la acción de tutela es procedente
por cuanto se presenta una discusión sobre la posible vulneración de varios
derechos fundamentales, respecto de la cual los mecanismos ordinarios de defensa
(i.e. los medios de control ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo)
no tienen la aptitud de brindar una protección integral de los derechos enunciados,
ni tienen la suficiente prontitud para ofrecer una solución oportuna y expedita.
77
“Por medio de la cual se regula el Derecho Fundamental de Petición y se sustituye un título del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.”
78
Sentencia C-951 de 2014. M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez, fundamento jurídico Nº 4.2.2. y nota al pie
N° 122 -respectivamente-: Sentencias “T-377 de 2000, T-249 de 2001, T-1006 de 2001, T-1089 de 2001, T-1046 de
2004, T-189ª de 2010 y C-818 de 2011” y “T-464 de 2012, T-554 de 2012, T-984[A] de 2012, T-801 de 2012, T-047
de 2013, T-149 de 2013, T-167 de 2013, T-172 de 2013 y T-489 de 2014”. En el mismo sentido, Sentencia T-515 de
2015. M.P. (e) Myriam Ávila Roldán, fundamento jurídico N° 5.1.
18
incurre en una vulneración del derecho constitucional fundamental de
petición.
4.2. En relación con los requisitos del literal “c”, la Sala Plena precisó que la
respuesta de los derechos de petición es válida en términos constitucionales si es
“(i) clara, esto es, inteligible y contentiva de argumentos de fácil comprensión;
(ii) precisa, de manera que atienda directamente lo pedido sin reparar en
información impertinente y sin incurrir en fórmulas evasivas o elusivas ;
(iii) congruente, de suerte que abarque la materia objeto de la petición y sea
conforme con lo solicitado; y (iv) consecuente con el trámite que se ha surtido,
de manera que, si la respuesta se produce con motivo de un derecho de petición
elevado dentro de un procedimiento del que conoce la autoridad de la cual el
interesado requiere la información, no basta con ofrecer una respuesta como si
se tratara de una petición aislada o ex novo, sino que, si resulta relevante, debe
darse cuenta del trámite que se ha surtido y de las razones por las cuales la
petición resulta o no procedente (…).”80 (Negrillas originales)
5.2. Esta Corte ha señalado que hacen parte de las garantías del debido proceso
administrativo, entre otros, los derechos a (i) ser oído durante toda la
actuación; (ii) la notificación oportuna y de conformidad con la ley; (iii) que la
actuación se surta sin dilaciones injustificadas; (iv) que se permita la participación
en la actuación desde su inicio hasta su culminación; (v) que la actuación se
adelante por autoridad competente y con el pleno respeto de las formas propias
79
Sentencia C-951 de 2014. M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez, fundamento jurídico Nº 4.2.2.
80
Idem.
81
Sentencias T-587 de 2013. M.P. María Victoria Calle Correa, fundamento jurídico N° 5.1; y T-515 de 2015. M.P.
(e) Myriam Ávila Roldán, fundamento jurídico N° 5.2.1.
82
Sentencias C-331 de 2012 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico N° 5.3.; y T-543 de 2017. M.P.
Diana Fajardo Rivera, fundamento jurídico N° 5.1.
83
Sentencias C-983 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico N° 4.2; y C-491 de 2016. M.P.
Luís Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico N° 4.1.
19
previstas en el ordenamiento jurídico; (vi) gozar de la presunción de
inocencia; (vii) el ejercicio del derecho de defensa y contradicción; (viii) solicitar,
aportar y controvertir pruebas; y (ix) a impugnar las decisiones y a promover la
nulidad de aquellas obtenidas con violación del debido proceso.84
84
Sentencias C-980 de 2010. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, fundamento jurídico N° 5.5; C-758 de 2013.
M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, fundamento jurídico N° 4; y C-034 de 2014. M.P. María Victoria Calle
Correa, fundamento jurídico “el debido proceso administrativo y la facultad de aportar y controvertir las pruebas”.
85
Cita tomada de la Sentencia C-898 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento jurídico Nº 3.2.
86
Sentencias SU-062 de 1999. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa, fundamento jurídico Nº 2; C-1287 de 2001. M.P.
Marco Gerardo Monroy Cabra, fundamento jurídico Nº 3; y C-333 de 2017. M.P. (e) Iván Humberto Escrucería
Mayolo, fundamento jurídico Nº 4.2.1.
87
Sentencia C-143 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico N° 3.
88
Sentencias C-288 de 2009. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio, fundamento jurídico Nº 7.2.2.; C-143 de 2015. M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico Nº 3; y C-333 de 2017. M.P. (e) Iván Humberto Escrucería
Mayolo, fundamento jurídico Nº 4.2.1.
20
La dignidad humana entendida como principio constitucional. Y (iii) la
dignidad humana entendida como derecho fundamental autónomo.”89
89
Sentencia T-881 de 2002. M.P. Eduardo Montealegre Lynett, fundamento jurídico Nº 10. Reiterada -entre otras-
en las Sentencias T-1096 de 2004. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento jurídico Nº 2.3.; T-988 de
2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 29; T-063 de 2015. M.P. María Victoria Calle
Correa, fundamento jurídico Nº 4.5.; SU-214 de 2016. M.P. Alberto Rojas Ríos, fundamento jurídico Nº 10; C-134
de 2017. M.P. Alberto Rojas Ríos, fundamento jurídico Nº 7.4.2.; y T-062 de 2018. M.P. Luis Guillermo Guerrero
Pérez, fundamento jurídico Nº 3.10.5.
90
Sentencias T-084 de 1994. M.P. Carlos Gaviria Díaz, tercer fundamento jurídico; T-882 de 2006. M.P. Humberto
Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 3; C-898 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento
jurídico Nº 3.2.; C-282 de 2007. M.P. Álvaro Tafur Galvis, fundamento jurídico Nº 3; y T-372 de 2012. M.P. Jorge
Iván Palacio Palacio, fundamento jurídico Nº 5.
91
Sentencia SU-519 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo, fundamento jurídico Nº 4.
92
“Articulo 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo
menos los siguientes principios mínimos fundamentales: // Igualdad de oportunidades para los trabajadores;
remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir y conciliar
sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e
interpretación de las fuentes formales de derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los
sujetos de las relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el
descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad. // (…) La ley,
los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los
derechos de los trabajadores.” Es importante tener en cuenta que “En el ámbito del Derecho del Trabajo se
presenta una característica muy sui géneris, por cuanto es la única rama del orden jurídico regulada
Constitucionalmente por Principios mínimos fundamentales (…)” (Ver: Pinilla Campos, Ernesto. El proyecto de
reforma judicial constitucional, su incidencia en el sistema de fuentes y en los principios mínimos fundamentales
del derecho del trabajo. En: Pensamiento jurídico., Número 30, p. 311-342, 2011. ISSN electrónico 2357-6170.
ISSN impreso 0122-1108, p. 325).
93
Sentencias C-898 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento jurídico Nº 3.2.; C-282 de 2007.
M.P. Álvaro Tafur Galvis, fundamento jurídico Nº 3; y T-541 de 2014. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo,
fundamento jurídico Nº 6.
94
Sentencia T-882 de 2006. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 3.
95
Sentencias C-898 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento jurídico Nº 3.2.; y T-541 de 2014.
M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, fundamento jurídico Nº 6.
96
Sentencias T-484 de 1993. M.P. José Gregorio Hernández Galindo, fundamento jurídico “Derecho de la
peticionaria a trabajar en condiciones dignas y justas”; SU-519 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo,
fundamento jurídico Nº 4; T-311 de 1998. M.P. Fabio Morón Díaz, fundamento jurídico “b”; y C-815 de 1999.
M.P. José Gregorio Hernández Galindo, fundamento jurídico Nº 3.
21
los derechos fundamentales (Drittwirkung der Grundrechte97) que, esencialmente,
hace alusión a la aplicación de esos derechos en las relaciones entre particulares.
6.2. El ejercicio del ius variandi para la prestación efectiva del servicio de
educación y sus límites frente al traslado de docentes. Reiteración de
jurisprudencia
6.2.1. El ius variandi ha sido definido por la Corte Constitucional como una de las
manifestaciones del poder subordinante que ejerce el empleador sobre sus
trabajadores. Se concreta cuando el empleador -público o privado- modifica
respecto del trabajador la prestación personal del servicio en lo atinente al tiempo,
modo o lugar del trabajo.98 Precisamente, uno de los aspectos de mayor relevancia
dentro del ejercicio del ius variandi se evidencia en facultad con la que cuenta el
empleador para ordenar traslados, ya sea en cuanto al reparto funcional de
competencias (factor funcional), o bien teniendo en cuenta la sede o lugar de
trabajo (factor territorial).99
22
se trata de un trabajador que hace parte de entidades del sector público -donde la
planta de personal es global y flexible-, dicha facultad es más amplia con miras a
atender de la mejor manera las necesidades del servicio y para cumplir los fines
esenciales del Estado.100
No obstante, esta Corte también ha destacado que esas facultades del empleador
no son absolutas, pues de ninguna manera se puede abusar de las mismas para
afectar desproporcionadamente los derechos fundamentales de los trabajadores. 101
Por ejemplo, se ha señalado que se deben tener en cuenta -entre otras
condiciones-: (i) las circunstancias que afectan al trabajador; (ii) su situación
familiar; (iii) su estado de salud y la de sus allegados; (iv) el lugar y el tiempo de
trabajo; (v) las condiciones salariales; y (vi) el comportamiento que se ha venido
observando respecto del trabajador y el rendimiento demostrado.102
6.2.3. Para ello, se deben tener en cuenta las normas que regulan los traslados de
los servidores públicos docentes.
23
una síntesis, enfatizando en los puntos que sean útiles para analizar el caso
concreto.
Las modalidades de traslado fueron definidas en el Decreto 520 de 2010 111, el cual
fue compilado en el Decreto 1075 de 2015112 que, en el Título 5 de la Parte 4 del
Libro 2 (artículos 2.4.5.1.1. a 2.4.5.2.3.8.), regula -entre otras cuestiones- los
diferentes tipos de traslado: (i) el proceso ordinario de traslados (artículo
2.4.5.1.2. a 2.4.5.1.4.), (ii) los traslados no sujetos al proceso ordinario (artículo
2.4.5.1.5. y 2.4.5.1.6.), (iii) los traslados por razones de seguridad de educadores
oficiales de las entidades territoriales certificadas en educación, y (iv) la permuta
(inciso 2 del Parágrafo 2 del artículo 2.4.5.1.2). En relación con los traslados no
sujetos al proceso ordinario se estipuló:
108
“Por la cual se dictan normas orgánicas en materia de recursos y competencias de conformidad con los
artículos 151, 288, 356 y 357 (Acto Legislativo 01 de 2001) de la Constitución Política y se dictan otras
disposiciones para organizar la prestación de los servicios de educación y salud, entre otros.”
109
“Por el cual se expide el Estatuto de Profesionalización Docente.”
110
“(…) cuando para la debida prestación del servicio se requiera el traslado de un docente o directivo docente
dentro del mismo distrito o municipio, o dentro del mismo departamento cuando se trate de municipios no
certificados, con el fin de garantizar un servicio continuo, eficaz y eficiente (…)”
111
“Por el cual se reglamenta el artículo 22 de la Ley 715 de 2001 en relación con el proceso de traslado de
docentes y directivos docentes.”
112
“Por medio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector Educación.”
24
3. Necesidad de resolver un conflicto que afecte seriamente la convivencia
dentro de un establecimiento educativo, por recomendación sustentada del
consejo directivo.” (Subrayas no originales)
“(…) el estrés ocasiona serios perjuicios para la salud física y mental del
trabajador, además de impedir el desempeño laboral en condiciones dignas y
justas. El estrés laboral ha sido desarrollado en multiplicidad de artículos
académicos en los cuales se lo ha relacionado con lo que en el área de la
medicina se conoce como el “Síndrome de Burnout” o “síndrome del
trabajador desgastado”. Este fenómeno fue explicado por los psicólogos
113
Sobre el acoso laboral, la Corte Constitucional se ha pronunciado -en diferente grado y medida- en las
sentencias C-738 de 2006, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T-882 de 2006 , M.P. Humberto Antonio Sierra
Porto; C-898 de 2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; C-078 de 2007, M.P. Jaime Córdoba Triviño; C-282 de
2007, M.P. Álvaro Tafur Galvis; C-780 de 2007, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; C-960 de 2007, M.P.
Manuel José Cepeda Espinosa; T-238 de 2008, M.P. Mauricio González Cuervo; T-192 de 2012, M.P. Mauricio
González Cuervo; T-372 de 2012, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-462 de 2015, M.P. Gloria Stella Ortiz
Delgado; T-293 de 2017, M.P. Alejandro Linares Cantillo; T-472 de 2017, M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo; T-
572 de 2017, M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo; y T-239 de 2018, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
114
Sentencia T-882 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 4. Esas mismas
consideraciones fueron reiteradas en las Sentencias C-780 de 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto,
fundamento jurídico Nº 11; T-238 de 2008. M.P. Mauricio González Cuervo, fundamento jurídico Nº 5.5.2.; T-372
de 2012. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio, fundamento jurídico Nº 5; y T-472 de 2017. M.P. Antonio José Lizarazo
Ocampo, fundamento jurídico Nº 5.1.
115
“(…) una situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo de personas) ejercen una violencia
psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente (como media una vez por semana) y durante un tiempo
prolongado (como media unos seis meses) sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad
de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, acabar su reputación, perturbar el ejercicio de sus
labores y lograr que finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.” Nota al pie
Nº 5: “Ver al respecto, Leymann, H.; Mobbing: la persécution au travail. Seuil. Paris 1996; “The content and
development of mobbing at work”. Rev. European Journal of Work and Organitzational Psichology, núm. 2. 1996 y
Leymann, H. Gustafson, a.; “Mobbing at work and the development of post-traumatic stress disorders”. Rev.
European Journal of Work and Organitzational Psichology, núm. 2. 1996.”
116
Sentencia T-882 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 4. Este análisis fue
reiterado y complementado en la Sentencia C-780 de 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento
jurídico Nº 12 a 14.
117
Sentencia T-882 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 4.
25
estadounidenses Herbert Freudenberg y Geraldine Richelson en 1998 en su
libro “Burnout: The high cost of high achievement” y consiste principalmente
en que quien lo padece presenta síntomas como sentirse permanentemente
cansado o que a pesar de cumplir con sus compromisos, su trabajo no es bien
reconocido y nunca termina, pierde la capacidad de disfrutar las cosas que le
gustan o los incentivos que lo motivaban a trabajar. En su tiempo libre se
siente estresado y sufre de complicaciones físicas como insomnio, dolores de
cabeza, mareos, dolencias musculares, infecciones, manchas en la piel,
trastornos respiratorios, circulatorios y digestivos, etc.”118
Por otra parte, desde la Sentencia T-882 de 2006 también se definieron los
elementos que suelen encontrarse en el acoso laboral: (i) asimetría de las partes;
(ii) intención de dañar; (iii) causación de un daño; y (iv) carácter deliberado,
complejo, continuo y sistemático de la agresión.119
6.3.2. Ahora bien, con la Ley 1010 de 2006 se adoptaron medidas para prevenir,
corregir y sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las
relaciones de trabajo.
Por otra parte, se establecen diferentes tipos de conductas: las que constituyen
acoso laboral (artículo 7123), las que no constituyen acoso laboral (artículo 8), las
atenuantes (artículo 3124) y las circunstancias agravantes (artículo 4).
118
Sentencia T-372 de 2012. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio, fundamento jurídico Nº 5.
119
Sentencia T-882 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 4. Estos elementos han
sido reiterados en las Sentencias T-462 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado, fundamento jurídico Nº 144; y
T-472 de 2017. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo, fundamento jurídico Nº 5.1.
120
El parágrafo de este artículo establece que “La presente ley no se aplicará en el ámbito de las relaciones civiles
y/o comerciales derivadas de los contratos de prestación de servicios en los cuales no se presenta una relación de
jerarquía o subordinación. Tampoco se aplica a la contratación administrativa.” Esta disposición fue declarada
exequible condicionadamente, en el entendido que la protección de la ley “a todas las situaciones en las cuales en
realidad exista una relación laboral, sin importar el tipo de contrato formal que se hubiere celebrado ni la
denominación del mismo” (Sentencia C-960 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, fundamento jurídico Nº
4).
121
“(…) toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un
empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno,
encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación
en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo.”
122
Maltrato laboral, persecución laboral, discriminación laboral, entorpecimiento laboral, inequidad laboral y
desprotección laboral.
123
Este artículo establece que se presumirá que hay acoso laboral si se acredita la ocurrencia repetida y pública de
ciertas conductas. Esa presunción fue declarada exequible por la Corte, pues “no se erige en una carga
desproporcionada para el sujeto que ha sido hostigado en privado, pues al igual que quien ha sido víctima de
estas conductas de manera pública, está en el deber de acreditar el acaecimiento de los hechos que considera
configuradores de acoso laboral, con la diferencia de que debe llevar al juzgador a la convicción de que de las
conductas denunciadas se desprenden las consecuencias jurídicas establecidas ante la ocurrencia de acoso
laboral.” (Sentencia C-780 de 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, fundamento jurídico Nº 33).
124
En este artículo se establecían dos expresiones que fueron estudiadas por la Corte. En primer lugar, el literal “f”
determinaba como atenuante los “vínculos familiares y afectivos”, lo cual fue declarado inexequible (Sentencia C-
898 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; la cual fue confirmada por la C-078 de 2007. M.P. Jaime
Córdoba Triviño). En esta última providencia también se analizó la atenuante de “condiciones de inferioridad
síquicas” contenida en el literal “e”, la cual fue declarada exequible, pues “dicha expresión debe ser entendida
como referida a una situación circunstancial de debilidad extrema y manifiesta del actor de la falta al momento de
26
Adicionalmente, se determinan las medidas que se deben adoptar frente al acoso
laboral, como lo son las medidas preventivas y correctivas (artículo 9 125), las
medidas sancionatorias (artículo 10) y algunas garantías contra actitudes
retaliatorias, a fin de evitar actos de represalia contra quienes han formulado
peticiones, quejas y denuncias de acoso laboral o sirvan de testigos en tales
procedimientos (artículo 11).
cometerla. En este sentido dicha expresión no estigmatiza, denigra o insulta a grupo o sector alguno de personas”,
y porque la norma “persigue que la sanción responda al principio de proporcionalidad el cual exige la valoración
integral del daño cometido pero también de las circunstancias en las cuales se encontraba quien cometió la
falta.”
125
Este artículo se demandó porque (i) la expresión “reglamento de trabajo” hace una discriminación efectiva entre
las empresas que lo han adoptado en cumplimiento de las normas laborales y las que no lo han hecho o no deben
hacerlo (tal como ocurre, especialmente, con las entidades estatales); y (ii) la exigencia que la denuncia sea
realizada por escrito viola el derecho de petición al desconocer que gran parte del sector laboral es analfabeta o
difícilmente puede presentar una reclamación por ese medio. La Corte Constitucional desestimó ambos cargos,
pues (i) la expresión “reglamentos de trabajo” no excluye a una parte del sector privado o a las entidades del
Estado del ámbito de aplicación de la Ley 1010 de 2006, pues “el hecho de que una determinada empresa o
entidad no tenga reglamento de trabajo o que, en general, no haya desarrollado los mecanismos preventivos y
correctivos de que trata la ley, no impide que con la intervención de alguno de los funcionarios previstos en el
artículo 9º, se tomen las medidas correspondientes frente a situaciones concretas de acoso laboral, exista o no
reglamento de trabajo”; y (ii) “el legislador ha previsto la forma en que las autoridades administrativas deben
actuar para garantizar la efectividad del derecho de petición de las personas que no manejan el lenguaje escrito”
(Sentencia C-282 de 2007. M.P. Álvaro Tafur Galvis).
126
Una medida de prevención es la constitución de los Comités de Convivencia Laboral, cuya conformación y
funcionamiento en entidades públicas y empresas privadas fue regulado por la Resolución 652 de 2012 del
Ministerio del Trabajo. En esta norma se determinaron -entre otras cuestiones- las funciones de los Comités
(artículo 6). Dentro de esas se estableció: “7. En aquellos casos en que no se llegue a un acuerdo entre las partes,
no se cumplan las recomendaciones formuladas o la conducta persista, el Comité de Convivencia Laboral, deberá
remitir la queja a la Procuraduría General de la Nación, tratándose del sector público. En el sector privado, el
Comité informará a la alta dirección de la empresa, cerrará el caso y el trabajador puede presentar la queja ante
el inspector de trabajo o demandar ante el juez competente.”
127
De este se destaca que si la víctima es un trabajador o empleado particular, la competencia será de los jueces del
trabajo, mientras que si la víctima pertenece al sector público, la competencia recaerá en el Ministerio Público o en
la Salas Jurisdiccional Disciplinaria de los Consejos Superiores y Seccionales de la Judicatura -de acuerdo con las
competencias que señala la ley-.
128
Esta disposición fue demandada porque no fijaba el procedimiento a seguir para la imposición de la sanción,
desconociendo el derecho de defensa en la medida que el sancionado no podía presentar pruebas ni controvertir las
allegadas y la multa se descontaría de manera automática del salario sin que esa decisión pudiera ser impugnada.
Al respecto, la Corte determinó que el vacío se llenaba -parcialmente- porque la Ley Estatutaria de Administración
de Justicia y el Código Disciplinario Único sí establecen el procedimiento aplicable para la imposición de multas
por conducta temeraria -incluso la de temeridad en la queja de acoso laboral-. No obstante, declaró la
inexequibilidad de la expresión “los cuales se descontarán sucesivamente de la remuneración que el quejoso
devengue, durante los seis (6) meses siguientes a su imposición”, porque “la forma en que debe hacerse el
descuento de la multa por temeridad es contraria al principio de igualdad, por no ser necesaria en términos de
protección del derecho y por establecer un tratamiento más drástico en contra de quien comete una conducta de
menor envergadura”, haciendo referencia al acoso laboral propiamente dicho. Esto, porque “la Ley 1010 prescribe
en su artículo 10 que la sanción por acoso laboral podrá ser cobrada mediante la jurisdicción coactiva, pero para
la acusación temeraria, la ley ha dispuesto un procedimiento de ejecución directa, desprovisto de las garantías
propias de la jurisdicción coactiva.” (Sentencia C-738 de 2006. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra).
27
intervenir en la actuación disciplinaria que se adelante por acoso laboral (artículo
17) y la caducidad de las acciones derivadas del acoso laboral (artículo 18).
28
En primer lugar, la Sala estima que de los hechos narrados (supra, antecedente Nº
1.3. -nota al pie 5-) y los documentos consignados en el expediente, no se logra
acreditar la comisión de una conducta repetida y pública (supra, fundamento
jurídico Nº 6.3.2. -nota al pie 123-) o de una conducta privada revestida de un
carácter complejo, continuo y sistemático (supra, fundamento jurídico Nº 6.3.1.),
y que se enmarcara dentro de algunas de las acciones proscritas por el artículo 2
de la Ley 1010 de 2006. Por tanto, no se configuró una vulneración del derecho
fundamental al trabajo en condiciones dignas y justas.
7.2.2. En este punto, también se cuestiona que, aunque la queja por acoso laboral
fue presentada el 31 de julio de 2017 y remitida por la Procuraduría el 19 de
129
En este punto es importante precisar que la accionante alegó la protección de ese Oficio, pero haciendo alusión
a la Circular N° 20170000023 de 17 de agosto de 2017 y el Oficio N° 20173030486 de 29 de noviembre de 2017
proferidos por la Secretaría de Educación de Medellín (supra, antecedente Nº 2).
29
septiembre de ese mismo año (supra, antecedente Nº 3.3.1.), el Comité de
Convivencia Laboral de la Secretaría de Educación de Medellín solo se pronunció
-someramente- tras la instauración de la acción de tutela, sin que previamente
hubiera adoptado las medidas que ordena la Ley 1010 de 2006 (numeral 2º del
artículo 9130) y la Resolución 652 de 2012 (artículo 6131). Así, se constata que el
Comité de Convivencia Laboral (i) señaló que no existían elementos para afirmar
la configuración de un acoso laboral, sin llegar al convencimiento del mismo, (ii)
no sustentó la razón de su decisión, y (iii) tampoco escuchó a Natalia Arbeláez
Ospina.
7.3. Por otra parte, la Sala también llama la atención respecto de la conducta
desplegada por la Secretaría de Educación de Medellín en el curso de la acción de
tutela. En primer lugar, se encuentra que las respuestas emitidas por dicha entidad
son contradictorias. Así, en los antecedentes N° 3.2.2. y 3.3.1. indicó que la queja
presentada por Natalia Arbeláez Ospina ante la Procuraduría no era propiamente
por acoso laboral, sino por presuntos actos de maltrato infantil. Sin embargo, en
los antecedentes N° 3.3.1. y 5.2.2. manifestó que la queja que le remitió la
Procuraduría sí era sobre acoso laboral (afirmación que sí se encuentra respaldada
en el material probatorio).
30
acción de tutela ante los jueces de instancia (supra, antecedente 3.3.1.) enunció la
existencia y contenido del Oficio N° 201830001082 del 3 de enero de 2018;
cuando se le preguntó expresamente en Sede de Revisión (antecedente N° 5.2.2.
-nota al pie 44-) acerca de si existía alguna limitación al traslado de docentes
cuando estos han presentado una denuncia por acoso laboral, no se refirió al
mencionado Oficio y dio una respuesta diferente (que el traslado se podía realizar,
salvo que el Comité de Convivencia Laboral haya conceptualizado y atendido
sobre la denuncia por acoso laboral).
Por su parte, tan pronto sea notificada esta providencia, el Comité de Convivencia
Laboral de la Secretaría de Educación de Medellín debe reabrir el trámite de la
queja por acoso laboral presentada por Natalia Arbeláez Ospina, con el fin de
cumplir con lo dispuesto en la normatividad aplicable, en particular, en la Ley
1010 de 2006 y en la Resolución 652 de 2012 (supra, fundamento jurídico Nº
7.2.2.). Lo anterior, independientemente del resultado, pues lo importante es que la
actuación se surta con el pleno respeto de las formas propias previstas en el
ordenamiento jurídico.
31
8. Síntesis de la decisión
En primer lugar, la Sala constató que la acción de tutela era procedente. Luego, se
pronunció sobre el derecho fundamental de petición, el derecho fundamental al
debido proceso administrativo y el derecho fundamental al trabajo. En este punto,
profundizó sobre la protección de la dignidad humana en las relaciones laborales,
el ejercicio del ius variandi para la prestación efectiva del servicio de educación y
sus límites frente al traslado de docentes, y respecto del marco jurídico sobre el
acoso laboral en Colombia.
32
Medellín que reabriera el trámite de la queja por acoso laboral presentada por
Natalia Arbeláez Ospina, con el fin de que dicho procedimiento se surta con el
pleno respeto de las formas propias previstas en el ordenamiento jurídico; y (iv)
remitir copia de la Sentencia a la Procuraduría General de la Nación para que
determine si constituyen faltas disciplinarias el traslado irregular de la accionante,
la respuesta extemporánea al derecho de petición que ella había presentado, y la
omisión injustificada del Rector de la Institución en dar respuesta a los
requerimientos de la Corte Constitucional.
III. DECISIÓN
RESUELVE:
33
DIANA FAJARDO RIVERA
Magistrada
34
PONENCIA T-6879382
SENTENCIA 1
I. ANTECEDENTES 2
1. Hechos................................................................................................................2
2. Acción de tutela..................................................................................................3
3. Admisión, trámite y respuesta de las accionadas...............................................3
4. Decisiones objeto de revisión............................................................................7
5. Actuaciones en Sede de Revisión.......................................................................9
6. Pruebas que obran en el expediente.................................................................12
II. CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL 13
1. Competencia.....................................................................................................13
2. Planteamiento del problema jurídico y estructura de la decisión.....................13
3. Análisis de procedencia....................................................................................14
4. Derecho fundamental de petición. La eficacia de este derecho fundamental
depende de la respuesta de fondo a lo solicitado. Reiteración de jurisprudencia
..............................................................................................................................18
5. Derecho fundamental al debido proceso administrativo. Reiteración de
jurisprudencia.......................................................................................................19
6. El acoso laboral y su relación con el derecho fundamental al trabajo: no es
posible separar el derecho al trabajo de la dignidad humana............................19
6.1. Protección de la dignidad humana en las relaciones laborales 19
6.2. El ejercicio del ius variandi para la prestación efectiva del servicio de
educación y sus límites frente al traslado de docentes. Reiteración de
jurisprudencia 22
6.3. Marco jurídico sobre el acoso laboral 24
7. Estudio del caso concreto.................................................................................27
8. Síntesis de la decisión......................................................................................31
III. DECISIÓN 32
RESUELVE 32
35