Cuatro Pasos Hacia La Salvacion

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CUATRO PASOS HACIA LA SALVACION

Y VIDA ETERNA

El primer paso: Tener fe


“… Señores, ¿Qué es menester que yo haga para ser salvo? Y ellos les respondieron: Cree en el
Señor Jesucristo, y serás Salvo tú y tu casa.” Hechos 16: 30, 31

En nuestra búsqueda de la salvación, el primer requisito es tener fe en lo que hacemos mientras


nos acercamos al Señor Jesús.
Y el segundo requisito es tener fe en la obra que Jesús ha hecho por nosotros al morir en la cruz.
Creer en el Señor Jesucristo significa aceptarle como Salvador y con su ayuda, dar el primer paso
hacia la salvación.

“Empero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es menester que el que a Dios se allega, crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11: 6

Debemos de reconocer nuestra plena necesidad de un Salvador. Considerando que sin Cristo.
Estamos perdidos puesto que todos hemos pecado y nadie es capaz de salvarse así mismo.
“Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo
aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna.” Juan 3: 16
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Más a todos los que le recibieron, dioles potestad
de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.” Juan 1: 11- 13

El segundo Paso: Remordimiento de Conciencia y Arrepentimiento


“Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles;
Varones hermanos, ¿Qué haremos? Y Pedro les dice: Arrepentíos y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.” Hechos 2: 37, 38
Una fe activa impulsara a hacer algo por nuestra condición extraviada. Siguiendo las normas
marcadas para nosotros en las Sagradas Escrituras.
Las reglas de urbanidad nos enseñan que si hemos ofendido a alguna persona, debemos presentar
nuestras excusas ante ella. Las Escrituras declaran que nosotros estamos ofendiendo a Dios
mientras continuamos desobedeciendo su voluntad.
Meditemos ¿damos mas reverencia a Dios que la que damos a los hombres?
Si, no es así, debemos dar el paso del arrepentimiento. Manifestando a Dios que nos sentimos
apenados de haberle ofendido al haber pecado, pidiéndole perdón e implorándole su ayuda para
una vida de santidad.
¿Qué es el pecado? Es la transgresión de la ley de Dios y la desobediencia a su divina voluntad.
Juan dijo las siguientes palabras:
“Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.”
Juan 3: 4
Inseparablemente unida al paso del arrepentimiento va la Conversión. “Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán tiempos del refrigerio de
la presencia del Señor.” Hechos 3: 19
Implora simplemente el perdón, y continuar viviendo una vida de pecado, no va de acuerdo con la
voluntad de Dios.”
Convertíos y volveos de toda nuestra iniquidad, y no os será la iniquidad causa de ruina. Echad de
vosotros todas vuestras iniquidades; con que habéis prevaricado, y haceos corazón nuevo y espíritu
nuevo. ¿Y porque moriréis, casa de Israel? Ezequiel 8: 30- 31

El tercer Paso: Ser Bautizados


El tornarse del pecado hacia Dios, se clasifica como la muerte para el pecado, así como llevamos al
sepulcro a quienes han muerto, del mismo modo, cuando morimos para el pecado somos
sepultados por el bautismo de las aguas. “Y Pedro les dice: Arrepentíos y Bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.” Hechos 2: 28
“Porque somos sepultados juntamente con El a muerte por el bautismo para que como Cristo
resucito de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de
vida.” Romanos 6: 4
Jesús nos dio un ejemplo al ser bautizado, y uno de sus últimos mandamientos dado a sus
seguidores; fue el de enseñar a todas las gentes y luego bautizarlos. Cuando Felipe le predico al
eunuco etíope acerca del evangelio de Jesucristo y la salvación, este al mirar muchas aguas,
pregunto sobre que podría estorbar su bautismo, a lo que Felipe respondió: Si Crees de todo tu
corazón, bien puedes, y respondiendo dijo: Creo que Jesús es el Hijo de Dios. Después de su
declaración de fe, el etíope mando parar el carro, y descendieron ambos al agua, Felipe y el
eunuco, y bautizole.” Hechos 8: 37, 38

El Cuarto Paso: Obedecer.


Después del arrepentimiento, Conversión, Bautismo y surgimiento para andar en novedad de vida,
probamos luego nuestro amor hacia Dios y nuestro esfuerzo para servirle y Obedecerle.
Guardando sus Mandamientos. (Los diez mandamientos)
Juan 5: 1- 5.- “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que
ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 2).- En eso conocemos que
amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3).-
Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
penosos. 4).- Porque todo aquel que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que
vence al mundo, nuestra fe. 5).- ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el
hijo de Dios?”
Al Joven rico que preguntaba, que debería hacer para tener la vida eterna, Jesús le respondió:
“Guarda mis mandamientos.” Mateo 19: 17

Y Dios ha pronunciado una bendición en el libro de Apocalipsis 22: 14, sobre los que guardan.-
“Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la
vida.” (Biblia Antigua Versión Reina de Valera 1909)
Los pasos que hay que dar para obtener la salvación y la vida eterna no son difíciles, y el Señor
puede ser hallado si le buscamos con todo nuestro corazón.

“Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para
cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” Hechos 2: 39

Hoy es el día de tu salud, hoy es el día de tu Salvación.

La gracia y el amor de Dios y de nuestro Señor Jesucristo sea en todos ustedes. Amen

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