Co-Creacion - Revista Central de Sociologia
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Co-Creacion - Revista Central de Sociologia
Resumen
La CO-CREACIÓN es un proceso socio-cultural que involucra la capacidad individual
para trabajar conjuntamente con otros y construir colectivamente a partir de las dife-
rencias; capacidad que sólo puede ser promovida con un cambio cultural disruptivo
donde se remuevan ‘espacios de comodidad’ y se ‘obligue’ al cuestionamiento y trans-
formación de paradigmas sociales tradicionales que propenden por el reconocimiento
individual y por altos niveles de competencia.
¿Cómo lograr mayores niveles de compromiso con la imagen colectiva del mundo so-
ñado, renunciando al reconocimiento individual para potenciar la creación colaborativa?
¿Cómo promover la innovación colaborativa en diversas áreas del quehacer humano
mediante una metodología de co-creación? Y ¿cómo lograr sinergias entre diversos
actores para construir una relación socio-político-económica de gana-gana? Son pre-
guntas que intenta responder este texto a partir de una investigación empírica desarro-
llada en una empresa colombiana inserta en un mercado altamente competitivo, cuyos
resultados han sido contrastados en diversas esferas del quehacer humano.
Abstract
Co-creation is a socio-cultural process that involves an individual’s ability to work toge-
ther with others and collectively build from different points of view. This capacity can only
be promoted with a disruptive cultural change to remove ‘spaces of comfort’ and ‘force’
the questioning and transformation of traditional social paradigms that tend towards
individual recognition and high levels of competence.
How to achieve higher levels of commitment to the collective image of the dream world,
renouncing individual recognition and enhancing collaborative creation? How to promo-
te collaborative innovation in different areas of human endeavor through a methodology
of co-creation? These are questions that this text attempts to answer from empirical
research conducted in a Colombian company inserted into a highly competitive market,
whose results have been contrasted in various fields of human endeavor.
KEYWORDS: INFORMATION AND COMMUNICATION TECHNOLOGIES (ICTS), CO-CREATION,
COLLABORATIVE INNOVATION
1
Socióloga de la Universidad de Antioquia, Magíster en Estudios Urbano-Regionales de la Universidad Nacional de
Colombia.
Preludio
Suenan los tambores y yo hago parte del ritual. Miro la fogata y dejo que mis manos caigan
libremente sobre el tambor que tengo entre mis piernas, se produce un extraño sonido que se
confunde con otros sonidos que no logro diferenciar, parecen sonidos de otras vidas, de otros seres,
miro alrededor y percibo la presencia de extraños que tocan sus tambores, que soplan sus flautas
o que mueven sus cuerpos al compás de una melodía única e irrepetible que surge en el mismo
instante en que el sonido de mi tambor se une mágicamente con los sonidos de estos extraños.
No reconozco rostro alguno, no hay palabras en el aire, somos ocho extraños de diferentes
partes del mundo, cada uno con su propio ritmo, con sus propias vivencias, sus sueños y sus
temores, hablando con el sonido místico de nuestras almas a través de la magia de la música, en un
lugar paradisiaco en alguna parte de África.
Alzo la vista buscando refugio en el silencio de la noche y en la claridad de la luna, es una
luna llena… llena de misticismo y de magia que acompaña nuestra melodía, danzando pícara en el
inmenso cielo recubierto con millones de estrellas. No hay planes, no hay órdenes, no hay jerarquías,
no hay miramientos… sólo música, sólo sentimientos, sólo la energía de estar conectados en un
nivel más allá de lo físico.
Cada uno construye su propio sonido siguiendo el fluir de su esencia. Nadie es más importante,
ninguno quiere competir, nadie siente pena o vergüenza de equivocarse. Y en la sinergia misteriosa
que une a los cuerpos y a las almas, los sonidos se juntan para entonar uno más hermoso, más
sublime, uno que es mucho más que las suma de los sonidos particulares pero que necesita de cada
uno para existir… y allí comprendo claramente que la vida es como una canción compuesta entre
extraños.
2
El artículo fue publicado en febrero de 2000, con el nombre de “Co-opting Customer Competence” en el volumen 78 de
la revista de negocios: Harvard Business Review.
perspectiva definieron co-creación como “la creación de valor en forma conjunta entre la empresa y
los clientes” (Prahalad y Ramaswamy, 2004: 34).
A partir de este momento la idea de co-creación comenzó a propagarse en el mundo de los
negocios como un nuevo modelo para interactuar con los clientes y debido a su éxito en algunas
empresas, se irradió también al mundo académico.
“n each of these cases, no one made assumptions about what customers
wanted. Customers were brought directly into the process. In shallower levels
of co-creation, customers aren’t directly involved in designing products... but
companies still seek to understand customers’ mindsets, desires and unmet
need”s3. (http://brand.blogs.com/mantra/2006/05/cocreation.html)
3
“En estos casos (referidos a empresas) nadie hace especulaciones respecto a lo que quieren los clientes. Los clientes
son traídos directamente al proceso de la compañía. En los niveles más superficiales de co-creación, los clientes no se
involucran directamente en el proceso de diseño de productos… pero las compañías aun buscan entender la mente de los
clientes, sus deseos y necesidades desconocidas” (traducción propia).
4
La estrategia de los océanos azules se refiere a la capacidad de las empresas para explorar, y en algunos casos crear,
otros mercados diferentes a los ya muy competidos mercados existentes, reconociendo sus potencialidades y fortalezas
(Chan Kim y Renée Mauborgne, 2005). “Para crear océanos azules, el punto central no es innovar en términos de tecnolo-
gía o de ciencia, sino en aumentar el valor que reciben los compradores… Cuál es la mejor manera de tener éxito en una
industria declinante, en la que los jugadores líderes compiten con estrategias similares. La clave, dicen, está en ‘dejar de
tratar de derrotar a la competencia’ y concentrarse en cambio en desarrollar una propuesta de valor atractiva, capaz de
crear un espacio de mercado aún no explorado” (Levy, 2006: 74-76).
5
En su libro el Futuro de la Competencia, sus autores plantean una nueva geografía de los clientes actuales que puede
ser considerada como un problema o como una oportunidad. Plantean que gracias a la revolución de las TIC, los nuevos
clientes están más conectados con otros clientes y por ende mucho más informados, lo que los caracteriza como clientes
más rigurosos y demandantes con los productos y servicios que adquieren (Prahalad: 28).
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Las relaciones sociales, de algún modo, tienen como base constitutiva el intercambio colaborativo entre los sujetos de
la relación, no obstante, es solo hasta la virtualización de estas relaciones a través de las TIC, que las características
colaborativas de la interacción social comenzaron a ser un asunto central en el debate académico, debido a que en estas
interacciones se visibilizan más claramente los patrones colaborativos de una relación social.
“Es innegable que las sociedades actuales se ven inmersas en una profunda revolución. Ya
sea si lo aceptamos o no, nuestras vidas son, de alguna forma, afectadas e influencias por las TIC.
La diferencia con revoluciones anteriores como la agraria o la industrial es que la revolution de las
TIC “has the distinction of being recognized as one even as it was unfolding. The magnitude and
the impact of this phenomenon have come to be felt widely and quickly the world over “(s.a. 2009)7.
El acelerado proceso de su inmersión en todas las dimensiones de la vida cotidiana, la ubica
como una revolución sin precedentes, y simultáneamente la reviste de un carácter de especial
interés para investigadores, empresarios y gobiernos. Basta aducir la famosa frase pronunciada
por Bill Gates en 1981: “640K deben ser suficiente para cualquiera” o por Ken Olson, presidente y
fundador de Digital Equipment, en 1977: “No existe razón alguna para que la gente quiera tener una
computadora en su casa”, para entender la imprevisibilidad y rapidez con la que ha evolucionado
esta revolución.
Llegados a este punto surge la pregunta, ¿por qué este fenómeno es denominado como
una revolución? La respuesta, teniendo en cuenta que revolución es definida como “el cambio o
transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato” (Wikipedia, consultada febrero 3
de 2010) sería porque el uso y acceso a las TIC está cambiando la forma como los seres humanos
se relacionan entre sí y con el medio en el que viven.
Para entender este proceso es necesario remitirnos unos 20 años atrás, en realidad serían
unos más, pero la historia vivencial de la mayoría de nosotros nos ubica en la década de los 90.
Década en la que aparece el uso comercial de los computadores y el uso expansivo del Internet.
No es objetivo de este texto narrar la historia del surgimiento de los computadores y la internet,
puesto que al respecto hay demasiados estudios (ver: Berumen, Sergio y Karen Arriaza. 2008). Sin
embargo se quiere mencionar varias cosas.
Lo primero es señalar la velocidad del fenómeno. Para la década de los 90, un computador
estaba solo en la mente de aquellos con un alto poder adquisitivo y la idea de una red global que
uniera gentes en tiempo real separados por espacios diversos, se reducía a la idea del teléfono o,
en el peor de los casos, el telégrafo. En algún punto de nuestras vidas nos enseñaron que el primer
computador, el ENIAC8, ocupaba un cuarto completo y funcionaba con herramientas complejas y
sumamente grandes. Nadie se imaginó que en menos de 3 décadas íbamos a estar utilizando
portátiles de tamaños ínfimos que más se parecían a un cuaderno.
En un abrir y cerrar de ojos nuestra vida cotidiana se vio sumergida en un escenario
tecnológico donde no estar en línea era estar ‘desconectado’, y donde la Internet9, como una de las
7
La revolución de las TIC “tiene la distinción de ser reconocida como una durante su desarrollo. La magnitud y el impacto
de este fenómeno ha llegado a ser sentido amplia y rápidamente en el mundo entero” (traducción propia).
8
ENIAC. 1946. (Electronic Numerical Integrator And Computer (Computador e Integrador Numérico Electrónico)). Fue la
primera computadora de propósito general. La ENIAC fue construida en la Universidad de Pennsylvania por John Presper
Eckert y John William Mauchly, ocupaba una superficie de 167 m² y operaba con un total de 17.468 válvulas electrónicas
o tubos de vacío (Wikipedia).
9
“Es difícil creer que lo que hoy en día es Internet fue creado con propósitos meramente científicos. Internet empezó hacia
fines de la década de 1960 como un proyecto de investigación financiado por el gobierno norteamericano bajo la agencia
DARPA (Defense Advanced Research Projects Administration). El objetivo de este proyecto era conectar el departamento
de defensa con los centros de investigación que financiaban y que estaban situados en laboratorios gubernamentales y
universidades. Esta red inicial se llamó ARPANET” (Casaburi Gabriel y Guillermo Mondino, 2000).
10
El término se refiere a la idea de que, debido a la velocidad de las comunicaciones, toda la sociedad humana comenzaría
a transformarse y su estilo de vida se volvería similar al de una aldea. Debido al progreso tecnológico, todos los habitantes
del planeta empezarían a conocerse unos a otros y a comunicarse de manera instantánea y directa (Wikipedia).
colaborativas en los individuos que interactúan en la red, para hacer más potente su interacción virtual11.
Asunto que ha volcado el trabajo de algunos hacia la co-creación en entornos físicos.
La apuesta de este proceso investigativo que se consolida a partir de este texto, es
precisamente, encontrar una metodología de co-creación que pueda fortalecer cualquier tipo de
interacción humana para generar procesos colaborativos que potencien la inteligencia colectiva.
No obstante, es necesario tener presente que el éxito de un modelo de co-creación implica una
construcción de circunstancias favorables como la alfabetización tecnológica, el fortalecimiento de la
educación básica y el aprendizaje de la importancia de aprender en cualquier experiencia de la vida.
Estos elementos, indispensables para el éxito de la co-creación serán analizados y puestos
en debate en el último capítulo de este texto. Por el momento es pertinente iniciar el esbozo de un
modelo de co-creación propuesto desde el marco mismo de las relaciones sociales, aclarando que
lo presentado constituye una propuesta esbozada desde la experiencia de la autora en procesos
de investigación, que como tal pretende ser puesta a consideración por el mundo académico para
que, en un ejercicio co-creativo, logremos articular un modelo efectivo y exitoso que pueda ser
aplicado en cualquier contexto y que, fortaleciendo los lazos sociales, posibilite la optimización de la
inteligencia colectiva y del trabajo colaborativo.
Retomando las palabras de Freud, podemos aseverar que somos seres gregarios por
naturaleza, sin embargo, guiados por nuestra pulsión de sobrevivencia, construimos mecanismos
de defensa que nos conducen a intentar eliminar aquello que se presenta como una amenaza.
Comportamiento que hemos reproducido como secuela del proceso evolutivo y que de algún
modo conservamos oculto en nuestro comportamiento habitual, especialmente cuando se trata de
interactuar con otros (Sanders, 2001).
El trabajo en equipo y la colaboración mucho más que una herramienta, es una aptitud y como
tal puede ser fortalecida. No se puede esperar, de la noche a la mañana, que con solo cambiar el
concepto y visualizar las ventajas de la co-creación –creación colaborativa- se cambie la forma
como tradicionalmente se han hecho las cosas. Es necesario comenzar a cambiarlas.
Surgen de esta cuestión algunas preguntas: ¿cómo lograr sinergias entre diversos actores
para construir una relación gana-gana? ¿Cómo fortalecer la colaboración, teniendo en cuenta la
importancia dada al reconocimiento individual? Preguntas que no se intentan responder en este
texto pero que son clave para construir un modelo de co-creación.
Lo que se pretende hacer a continuación es la presentación de cuatro puntos clave en miras
a dar los primeros brochazos para el esbozo de una ruta metodológica de co-creación. Educación
integral, fortalecimiento del trabajo colaborativo, alfabetización digital y escenarios de co-creación
son las cuatros estrategias propuestas como punto de partida teórico y empírico en la co-creación
de la co-creación.
11
De allí que se plantee el interés de grandes empresas por invertir en el fortalecimiento de actitudes y estrategias de co-
creación en entornos no exclusivamente virtuales.
12
Comparte no acapares. Al compartir lo que sabemos, otros pueden convertirse en colaboradores. Esto resulta en un
producto que es mejor que el que un individuo podría haber logrado por sí mismo (traducción propia).
3. Crear una “cultura del obsequio”. Las relaciones con los mentores y los coach —sobre
todo cuando ocurren de manera informal— ayudan a las personas a construir las redes
que necesitan para trabajar a través de las fronteras corporativas.
4. Asegurar las destrezas necesarias. Los departamentos de recursos humanos que enseñan
a los empleados a construir relaciones, a comunicarse bien y a resolver los conflictos
creativamente, pueden tener un impacto importante en la colaboración del equipo.
5. Apoyar un sentido fuerte de comunidad. Cuando las personas perciben un sentido de
comunidad, se les hace más fácil acudir a otros y es más probable que compartan su
conocimiento.
6. Designar a líderes de equipos que sean orientados a las tareas y a las relaciones.
Aunque tradicionalmente el debate se ha enfocado en si un liderazgo orientado hacia las
relaciones es mejor que uno orientado hacia las tareas, la verdad es que ambos son clave
para liderar un equipo exitosamente. Por lo general, lo que mejor funciona es enfatizar la
orientación hacia las tareas al comienzo de un proyecto para luego ir desplazándose hacia
una orientación basada en las relaciones una vez que el trabajo esté en plena marcha.
7. Desarrollar las relaciones heredadas. Cuando demasiados miembros de un equipo no se
conocen, es posible que las personas no quieran compartir sus conocimientos. La mejor
práctica es incluir en un equipo al menos un puñado de personas que se conocen entre sí.
8. Comprenderla claridad del rol y la ambigüedad de las tareas. La cooperación aumenta
cuando los roles de los miembros individuales de un equipo están claramente definidos,
y a la vez se le otorga amplia libertad al equipo respecto de cómo lograr la tarea (Graton
y Erickson, 2007).
educativos donde sean los mismos individuos los que naveguen en internet y se enfrentan a su
abrumadora red, claro está, teniendo con ellos una guía permanente.
Este asunto se ve enlazado al tema de fortalecimiento de trabajo colaborativo y educación
integral, porque es a través del uso de las TIC que puede fortalecerse la colaboración en niveles no
solo locales sino mundiales. La posibilidad de interactuar con personas alrededor del mundo entero,
ofrece a los individuos locales posibilidades de colaboración global que ineludiblemente cambian la
percepción de mundo que se tiene y que por ende, favorece la pasión por el trabajo colaborativo.
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