Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima
LIMA
Santa Rosa de Lima
(1586-1617) fue una
devota católica limeña del
siglo XVII. Además, fue
una mujer de profunda
solidaridad con los más
necesitados,
especialmente con los
enfermos. Sus devotos le
atribuyen hechos
prodigiosos y la veneran
de forma especial cada
30 de agosto.
Isabel Flores de Oliva
nació en el barrio de
Monserrate (Lima) el 30
de abril de 1586, siendo
sus padres don Gaspar
Flores (arcabucero
español) y doña María de
Oliva (costurera
indígena). Tuvo 12
hermanos. Entre los 10 y
15 años de edad vivió en
Quives (camino a Canta),
donde fue confirmada en
la fe católica por Santo
Toribio de Mogrovejo.
A los 20 años se incorporó como Terciaria del Convento de Santo Domingo. En
su casa de Lima mortificaba su cuerpo con rudos castigos y penitencias, para
acompañar la pasión de Cristo y expiar los pecados de la humanidad.
Ayudaba a su familia hilando y bordando ropas para su venta. También acudía
a los hospitales para atender a los enfermos. Cuando tenía 31 años cayó
gravemente enferma y falleció en Barrios Altos (Lima) el 24 de agosto de 1617.
Sus restos reposan en el Convento de Santo Domingo.
Santa Rosa de Lima fue beatificada por el Papa Clemente IX en 1668 y
canonizada por el Papa Clemente X en 1671.
FLORENCE NIGHTINGALE
(Florencia, 1820 - Londres, 1910)
Enfermera inglesa, pionera de la
enfermería profesional moderna.
Hasta mediados del siglo XIX, la
atención a los enfermos en los
hospitales de campaña era
prácticamente nula, y las
condiciones de hacinamiento y la
carencia de salubridad en los
mismos eran causa de gran
número de defunciones. La
meritoria labor de Florence
Nightingale, considerada como la
fundadora de los modernos cuerpos de enfermeras, supuso una notable mejora en la
organización de los hospitales.
Procedente de una familia rica, Florence Nightingale rechazó la cómoda vida social a la
que estaba destinada para trabajar como enfermera desde 1844. Motivada por sus
deseos de independencia y por sus convicciones religiosas, se enfrentó a su familia y a
los convencionalismos sociales de la época para buscar una cualificación profesional
que le permitiera ser útil a sus semejantes.
A su regreso a Inglaterra, aprovechó esa popularidad para ejercer influencia en las altas
esferas del poder, logrando el apoyo de la reina Victoria I. Publicó un exhaustivo informe
titulado Notas sobre la sanidad, la eficacia y la administración hospitalaria en el ejército
británico (1858), y, desplegando una actividad frenética, consiguió la reforma de la
sanidad militar británica, la extensión progresiva de su modelo a la sanidad civil, la
introducción de reformas sanitarias en la India y la creación de una escuela de
enfermeras (1860). Desde 1861, sin embargo, permaneció retirada por problemas de
salud, consecuencia del esfuerzo desplegado durante la Guerra de Crimea.