La Importancia e Impacto de La Lectura

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La importancia e impacto de la lectura, redacción y

pensamiento crítico en la educación superior


The importance and impact of reading, writing and critical
thinking in higher education

David Flores Guerrero


Licenciatura en Estudios Culturales Internacionales, Brigham Young
University-Hawaii (Estados Unidos de América). Maestría en Educación
Basada en Competencias, Universidad del Valle de México-Hermosillo
(México)

Resumen

Los beneficios de la lectura, así como el pensamiento crítico son


indispensables en la educación superior, especialmente para el
desarrollo óptimo profesional de los alumnos en la era del conocimiento.
El no ayudar a los jóvenes a preparase adecuadamente para enfrentar la
vida profesional en la educación superior, resultará en una seria
desventaja que los incapacitará a lo largo de su formación académica y
por ende, en su búsqueda de un buen trabajo, o bien, en la participación
de actividades cívicas y sociales. La lectura y el pensamiento crítico son
habilidades necesarias para enfrentar los desafíos que los estudiantes
tendrán en un mundo globalizado.

Palabras claves: Pensamiento crítico, lectura, mundo globalizado,


habilidades, educación.

Abstract

Academic benefits of reading, as well as critical thinking are crucial in


higher education, especially for the optimal professional development of
students in the knowledge era. If these young people are not trained in
an effective way, they will find themselves at a serious disadvantage in
successfully pursuing a good job, or participating in social and civic
activities. Reading and critical thinking are necessary skills to face the
challenges students will have in a globalized world.

Keywords: Critical thinking, reading, skills, globalized world, education.


Introducción

La globalización ha sido caracterizada, sin lugar a dudas, por la


creciente integración de diferentes economías y, en consecuencia, una
mayor interdependencia entre sociedades, grupos e individuos. A este
crecimiento económico, cultural y político que trae consigo la
globalización, es importante añadir su relación intrínseca con habilidades
que hoy en día son indispensables para toda sociedad que desea ser o
mantenerse competitiva, ya no solamente a nivel nacional, sino
especialmente en el ámbito internacional. Todos los días nos
enfrentamos con desafíos y oportunidades de vivir en un mundo
plano como Thomas Friedman (2005) argumenta, donde los efectos e
impacto que la globalización ha desatado en estos últimos tiempos, en
aspectos económicos, comerciales y políticos, que han pasado de ser
verticales a horizontales, ocasionan que el mundo se vuelva plano.
Dicho aplanamiento del mundo ha originado una nueva manera de
colaboración más interdependiente y, más aún, una manera nueva de
pensar, satisfaciendo los retos de la actualidad y del mañana. El siglo
XXI ha traído consigo grandes retos, problemas y obstáculos, pero
igualmente, vastas oportunidades para todo aquel que desee tomar
parte activa en la era del conocimiento. Por lo tanto, para mantenerse
competitivo y atender dichas demandas, es de vital importancia
promover y desarrollar las habilidades requeridas para lograrlo. Por
ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OCDE (2011) formula las siguientes preguntas, ¿Están los estudiantes
bien preparados para responder a los retos del futuro? ¿Son capaces de
analizar, razonar y comunicar con eficacia sus ideas? ¿Pueden razonar,
analizar y comunicar sus ideas eficazmente? ¿Han encontrado los
intereses en los que persistirán a lo largo de sus vidas, como miembros
productivos de la economía y la sociedad? Es por eso que en el ámbito
educativo, especialmente en la educación superior, la importancia e
impacto de la lectura es indudablemente una de las habilidades
indispensables hoy en día, así como la promoción y desarrollo del
pensamiento crítico para la formación académica y profesional de los
estudiantes y así, satisfacer los retos de la actualidad y del mañana.

ANTECEDENTES

Suficientes razones existen ya para promover, nutrir y desarrollar la


lectura, la escritura y el pensamiento crítico entre las personas de
cualquier sociedad en el mundo. De hecho, la lectura es posiblemente
una herramienta a veces subestimada para promover y mejorar la
redacción y el pensamiento crítico. No obstante, tanto la lectura como la
redacción son actividades funcionales las cuales se pueden combinar
para cumplir metas específicas, como el aprendizaje de nuevas ideas
presentadas en un texto (Fitzgerald & Shanahan, 2000). Asimismo, la
escritura acerca de información en un libro de ciencia, puede facilitar la
comprensión y aprendizaje. Además, la lectura y la escritura están
relacionadas, puesto que se desprenden del conocimiento en común y
los procesos cognitivos (Shanahan, 2006). Por último, estas habilidades
son actividades de comunicación, lo cual significa que aquellos que
desarrollan las mismas, podrán ser capaces de redactar sus propios
textos (Tierney & Shanahan, 1991), llevándolos a una mejor
comprensión de textos producidos por otras personas. Las empresas
más competitivas e innovadoras los solicitan, y las mejores escuelas los
reclutan. Para poder encontrar buenas oportunidades de empleo y ser
ciudadanos activos e informados en nuestra democracia (Wagner,
2008), necesitamos adaptarnos a las exigencias de un mundo
globalizado, así como a la era del conocimiento. Los costos sociales y
financieros de una educación pobre han sido bien documentados
(Greene, 2000). Más aún, los avances en tecnología y la globalización
hacen necesarias personas altamente calificadas en la lectura y la
escritura, así como en el pensamiento crítico. Dichas habilidades son
esenciales para las exigencias de la era del conocimiento. Los beneficios
de la lectura y redacción académica, así como el pensamiento crítico son
indispensables en la educación superior, especialmente para el
desarrollo óptimo profesional de los alumnos. El no ayudar a los jóvenes
a preparase adecuadamente para enfrentar la vida profesional en la
educación superior, resultará en una seria desventaja que los
incapacitará a lo largo de su formación académica y por ende, en su
búsqueda de un buen trabajo, o bien, en la participación de actividades
cívicas y sociales.

LA LECTURA Y EL PENSAMIENTO CRÍTICO

Para entender mejor los beneficios de la lectura, es necesario identificar


los problemas o rezagos que enfrentamos en la aplicación de estas
habilidades. En los países de la OCDE, un promedio del 37% de los
estudiantes informó que no leían por placer. En promedio en los países
de la OCDE, el 72% de los alumnos socioeconómicamente aventajados
(los alumnos de la cuarta parte superior del índice PISA de situación
económica, social y cultural en el país evaluado) informó que lee
diariamente por placer mientras que sólo el 56% de los alumnos
desaventajados señalaron lo mismo (OCDE, 2011). En México, de
acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), El
74% de los hogares mexicanos posee al menos un libro, se dedican 3
horas durante la semana a la lectura y lo hacen en similar proporción los
hombres (50.9%) y las mujeres (49.1%). Sin embargo, de una lista de
108 naciones de la UNESCO sobre el índice de lectura, México ocupa el
penúltimo lugar. En promedio, los mexicanos leen 2.8 libros al año, y
sólo 2% de la población tiene como hábito permanente la lectura,
mientras que en España se leen 7.5 libros al año y en Alemania 12 de
acuerdo con el organismo (INEGI, 2014). Adicionalmente, Parametría
(2013) en un estudio realizado nos dice que sólo 21% de los
entrevistados este año en el país dijeron haber empezado a leer un libro
en los últimos seis meses. Incluso 2% menos que lo registrado en 2012.
La Encuesta Nacional de Lectura 2012 reportó una disminución en torno
al hábito de la lectura que se tiene en México. En comparación con la
muestra realizada en 2006, donde se registró que 56% de los
mexicanos leían libros, mientras que el actual estudio arrojó que la cifra
actual es de 46.2%. Es decir, la lectura en México ligeramente ha
sufrido un declive. No es de extrañar entonces que México hasta haya
sido nombrado "el país que dejó de leer" (Toscana, 2013).

De acuerdo con la OCDE, la lectura por placer está asociada a la


competencia lectora. Por ejemplo, Programme for International Student
Assessment (PISA) encuentra que una diferencia crucial entre los
estudiantes que tienen un buen rendimiento en la evaluación de lectura
y los que tienen un mal rendimiento reside en el hecho de que lean
diariamente por placer, en lugar de cuánto tiempo dediquen a leer. En
promedio, los alumnos que leen diariamente por placer tienen una
puntuación superior a un año y medio de escolarización a los que no lo
hacen (OCDE 2011). Un estudio realizado por la Sociedad Española de
Neurología (SEN) recuerda la importancia de fomentar el hábito de la
lectura entre la población como una de las actividades más beneficiosas
para la salud de nuestro cerebro. El mismo nos dice, "Un cerebro activo
no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la
respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a
ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a
imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual
estimulando nuestras neuronas" (Sociedad Española de Neurología,
2013, en línea). Entonces, la lectura es la puerta al conocimiento,
imaginación, innovación y creatividad, características de un pensador
crítico, así como requerimientos de un mundo globalizado para ser
deseable, y permanecer competitivo.

Más aún, la lectura en todos los niveles académicos es necesaria para el


óptimo aprovechamiento de los alumnos, así como para el mejoramiento
de su desempeño intelectual y cognitivo en todos los aspectos de la
vida. Las exigencias del siglo XXI y de un mundo globalizado nos
demandan habilidades como el pensamiento crítico, que es necesario
para una lectura analítica y académicamente aceptable. Sabemos del
impacto que se tiene cuando se enseña, promueve y nutre el
pensamiento crítico, lectura y escritura en la educación de las personas.
Por ejemplo, en Reading Next (Biancarosa & Snow, 2004), la escritura
intensiva fue identificada como un elemento crítico de un programa
efectivo para combatir el analfabetismo. El reporte menciona que dicha
instrucción ayuda a mejorar la comprensión lectora y que la enseñanza
de habilidades en redacción como la gramática y ortografía ayuda a
mejorar la habilidad lectora. De la misma manera, la escritura ayuda a
los estudiantes en las conexiones que hacen entre lo que leen, saben,
entienden y piensan (Carr, 2002). De hecho, el mismo reporte indica
que a los estudiantes que se les da la oportunidad de escribir junto con
la lectura, muestran más evidencia de usar el pensamiento crítico
cuando leen.

¿CÓMO PROMOVER LA LECTURA?

Se lee para comprender el texto que uno lee así como para poner ese
entendimiento en uso. Un alumno en la escuela superior lee para poder
ser competitivo y lograr tener éxito en su desempeño académico. No
obstante, el propósito de la lectura está estrechamente conectado con la
motivación para leer de la persona. Es decir, la motivación o falta de la
misma afectará si lee o no, y en consecuencia, si entiende o no el texto
en cuestión. Es por eso que los educadores necesitan estar pendientes e
identificar las necesidades de aprendizaje de sus alumnos, incluyendo su
motivación por la lectura y el propósito que la misma tiene. Los
maestros deben ayudar a los jóvenes a descubrir por ellos mismos dicho
propósito para que puedan aplicar estas habilidades no solo en el
aspecto académico sino en todos los aspectos de sus vidas. Más aún, en
el ámbito de educación superior, la escritura académica es requerida
para trabajos de investigación y publicación de los mismos (Hall, 2007),
por ejemplo. En el mismo contexto y de manera similar, tanto la lectura
académica como el pensamiento crítico son indispensables para la
argumentación, que es "...una condición intrínseca del discurso que le
aporta solidez al escrito y prestigio personal al productor del texto"
(Rodríguez, 2004, p. 3). Sin embargo, para llegar a ser un pensador
crítico, y por ende, lograr una buena redacción, se necesitan desarrollar,
nutrir, y promover estas habilidades. Hay muchas maneras de lograrlo,
por ejemplo, el hablarle a los alumnos de los diferentes propósitos de la
lectura les ayudará a concentrarse mientras leen; el uso de diferentes
tipos de lectura como artículos, historias, textos informativos, etcétera,
promoverá diferentes propósitos y formas de lectura; asimismo, el uso
de libros y todo tipo de material de lectura que resulten interesantes y
relevantes para los alumnos los motivará a leer más (Pang, Muaka,
Bernhardt, & Kamil, 2003, p.15). Los profesores harían bien en enseñar
y promover la lectura al seleccionar temas pertinentes e interesantes
para sus alumnos. Al enseñarles palabras y conceptos para que
participen activamente y así, discutan al respecto. De esa manera, se
estimula no sólo la lectura y comprensión, sino el pensamiento crítico
también. Mientras los alumnos aprenden y practican dichos conceptos y
vocabulario y se familiarizan con ellos, pronto estarán listos para, por
ellos mismos, explorar más aspectos y subtemas relacionados con los
temas (Adams, 2011).

HABILIDADES INDISPENSABLES

En la educación superior, frecuentemente los alumnos se enfrentan a


situaciones y tareas que involucran la lectura y escritura analítica y
argumentativa, así como el desarrollo del pensamiento crítico para
resolver problemas académicos cognitivamente demandantes. El
dominio progresivo en un campo disciplinario requiere el uso
competente de los procedimientos de las características de elaboración y
comunicación en ese campo, por lo cual se hace

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