Yo Soy La Resurrección

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ESTUDIOS SOBRE YO SOY. Lic. Julio René González García. 14/11/2018.

INTRODUCCIÓN 1

¿Quién es Jesús? es una pregunta que sigue inquietando a tantas per-


sonas. Es Verbo, Hijo de Dios, Redentor, Dios-Hombre, etc. Pero, ¿resuci-
tado? ¿Vencedor de la muerte?

En la medida en que el mundo antiguo no judío tenía una Biblia, su


Antiguo Testamento fue Homero, y en la medida que Homero tiene algo que
decir acerca de la resurrección, es bastante categórico: no se da. Esquilo, un
poeta griego dijo: “una vez que el hombre ha muerto, y el polvo ha absorbido
su sangre, no hay resurrección”.1 Por eso, el mundo griego y romano negaban
sistemáticamente cualquier posibilidad de resurrección.

Sin embargo, Jesús se atrevió a decir: ¡Yo Soy la resurrección y la vida!

JESUS ES EL YO SOY HECHO CARNE

El Evangelio de Juan, contiene siete declaraciones Yo Soy, que Jesús


hace suyas. Él expresó de sí mismo, los siguientes pronunciamientos Yo Soy:

Yo soy el pan de vida (Jn. 6:35, 48), (cf. Jn. 6:41, 51: Yo soy el pan [de vida]
que desciende del cielo).
Yo soy la luz del mundo (Jn.8:12 (cf. Jn.9:5)
Yo soy la puerta (de las ovejas) (Jn. 10:7, 9)
Yo soy el buen pastor (Jn. 10:11, 14)
Yo soy la resurrección y la vida (Jn. 11:25)
Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14:6)
Yo soy la vid verdadera (Jn. 15:1, 5)

No hay duda que el trasfondo de lo que afirma, está en el Yo Soy del


AT. Específicamente en Éxodo 3:14. Allí Yahvé expresó a Moisés: YO SOY
EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a
vosotros”.

JESÚS ES LA RESURRECCIÓN EN UN CONTEXTO DE CRISIS.


Un contexto de crisis, de salud quebrantada. Dice Juan: “Estaba entonces
enfermo uno llamado Lázaro…” (11:1). “El que amas está enfermo…” (11:3).
Este seguidor de Jesús
1
N. T. Wright, La resurrección del Hijo de Dios, trad. por José Pedro Tosaus Abadía, Ana y Beatriz
Millán Risco (Estella [Navarra] España: Verbo Divino): 2008): 63.
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2
Un contexto de crisis donde Dios ayudará. Dice JUAN: “uno llamado Láza-
ro”. “Lázaro es el nombre griego del nombre hebreo Eleazar, cuya forma abre-
viada es El‘azar, que solo se encuentra en el Nuevo Testamento. Significa al
que Dios ayuda o también Dios ayuda.2

Un contexto de crisis, donde Jesús quiere desplegar la gloria de Dios. Je-


sús dijo: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para
que el Hijo sea glorificado por ella” (11:4). Vale la pena recordar que, esta ‘re-
surrección’ es la última de siete señales que Jesús hizo y que JUAN registra en
su documento. Pero, por sobre todo, el punto principal es que Jesús quiere ha-
cer un despliegue de la gloria de Dios, rescatando de la enfermedad/muerte a
Lázaro.

JESÚS ES LA RESURRECCIÓN ESCATOLÓGICA COMO REALI-


DAD DEL PRESENTE.

Jesús es la realidad presente que originalmente era solo futura. JUAN dice
de Jesús: “23 —Tu hermano resucitará —le dijo Jesús. 24 —Yo sé que resuci-
tará en la resurrección, en el día final —respondió Marta”. Esta afirmación de
Marta, estaba en armonía con lo que Jesús enseñaba: “Los muertos oirán la
voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (5:25). “El que come mi
carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”
(6:54). La escatología de Marta es correcta. No hay nada equívoco en ello. So-
lo que tal resurrección estaba en el horizonte lejano; en el todavía no.

Jesús es la realidad presente por expresa confesión de Jesús. Dice Juan:


“Le dijo Jesús…” (11:25). JUAN cuenta lo dicho por Jesús. Jesús expresó Yo
Soy la resurrección y la vida. No es invención, ni ficción de JUAN lo que es-
cribe de Jesús. Fue una confesión expresa del propio Jesús.

Jesús es la realidad presente, pero no de modo abstracto.

No de modo abstracto, porque Él la encarna. Dice Juan: “Yo Soy la resurrección y la


vida” (11:25). Jesús afirma que, en su persona, la resurrección está, existe, Él
la encarna. Al agregar y la vida, “Jesús busca cambiar el enfoque de Marta de

2
Hugo Zorilla y Daniel Chiquete, Evangelio de Juan: 342.
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una creencia abstracta en la resurrección en el último día a una fe personal en 3


quien la provee en el aquí y el ahora”.3 Yo soy la resurrección,

no significa tanto un rechazo a la fe de Marta como una extensión


de la misma y su establecimiento sobre una base segura. El gobierno es-
catológico de Dios por el cual Marta espera, con todas sus bendiciones
para la humanidad, esta investido en Jesús. El don más grande de la so-
beranía salvadora de Dios es precisamente vida eterna bajo esa sobera-
nía y se entra a ella por la resurrección.4

Jesús es la realidad presente que va más allá de la vida. Yo Soy la resurrec-


ción, es una expresión que trasciende la vida presente. ¿Qué dijo Jesús con tal
expresión? En el judaísmo posbíblico, la resurrección es “la segunda etapa de
la vida post mórtem, no el destino instantáneo tras la muerte”.5 Además, la re-
surrección entraña transformación, Atravesar el proceso de la muerte y salir al
otro lado a un nuevo tipo de vida”.6 La resurrección significa “vida corporal
después de la vida después de la muerte”, o, si se prefiere, vida corporal des-
pués del estado de ‘muerte’”.7 Y, eso es Cristo. Él es la vida corporal después
de la vida después de la muerte. ¡Eso debe quedar claro! ¿Lo tienes claro que-
rido hermano?

Jesús es la realidad presente para todo el que confia en él constantemente.


Juan dice: “el que cree en mí…” (11:25). El que cree, una cláusula de partici-
pio presente, significa: el que está constantemente creyendo en mí. Es el discí-
pulo que permanentemente cree en Jesús. Para tal seguidor, la resurrección es
una realidad presente.

Jesús es la realidad presente aún a quien es víctima de la muerte. Juan di-


ce: “aunque esté muerto vivirá” (11:25). Literalmente, dice: aunque muriera.
El verbo es aoristo subjuntivo. Es decir, existe la probabilidad de que el cre-
yente muera. En tal caso, vivirá (la vida eterna de resurrección).

Ala vez, Juan es realista. El creyente morirá quizás. “En cuanto persona
física, se enfrentará a la muerte… Sin embargo, esta muerte natural ha perdido

3
Andreas J. Kostenberger, John en Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand
Rapids, Michigan: Baker Academic, 2004): 335.
4
George R. Beasley-Murray, John en vol. 36 de Word Biblical Commentary, ed. por Ralph P. Martin
(Waco, Texas: Word Books, 1987): 190.
5
Wright, La resurrección del Hijo de Dios: 264.
6
Wright, La resurrección del Hijo de Dios: 344.
7
Wright, La resurrección del Hijo de Dios: 154.
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su fuerza determinante y alienador, se ha vuelto insignificante, ya que el cre- 4


yente ha recibido la vida auténtica, la vida escatológica del Revelador, una vi-
da contra la que nada puede prevalecer”.8 Los cristianos primitivos veían la re-
surrección “como un acto vivificador de Dios de la alianza, el creador que
siempre había tenido el poder de matar y de dar vida”.9

Jesús es la realidad presente, que se acepta sin vacilar.

Se acepta sin vacilar por su radicalidad para todo viviente y creyente. JUAN dice: “26Y
todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”. Sin excepción, el
que está viviendo y creyendo en Jesús, la resurrección y la vida, jamás morirá.
No morirá, se compone de una doble negación (ou me), que indica que de nin-
guna manera, el creyente viviente en Jesús que muere físicamente, morirá
eternamente. Eternamente, es la frase para la eternidad, (eis ton aiwna) que
indica: jamás.

Se acepta sin vacilar porque resulta convincente. Juan dice: “¿Crees esto?”. En ese
momento, Jesús le pide a Marta una confesión sin vacilación. Crees, es tiempo
presente;

8
Jean Zumstein, El Evangelio Según Juan (1-12) (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2016): 488.
9
Wright, La resurrección del Hijo de Dios: 884.

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