Ensayo Educacion para La Paz

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UNIVERSIDADES COLOMBIANAS Y LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ

MARIA ESPERANZA GIL PARRADO

Especialización en Docencia Universitaria

Universidad Militar Nueva Granada

Introducción

Hablar de paz en nuestro contexto se convierte en una necesidad porque el pueblo

colombiano a diario vive y enfrenta la violencia. Somos los colombianos quienes hemos

tenido que vivir con un miedo constante a la guerra que está a la puerta de nuestras casas, sin

embargo aprendemos a vivir de esa manera por un instinto vital más que por una formación

que nos permita descubrir nuestro papel y nuestra tarea en dicho proceso. La educación debe

asumir su real compromiso en esta tarea, desde una formación permanente a partir de la

primera infancia que se fortalezca en la escuela y madure en las aulas de las universidades.

Sedara una mostrara a nivel mundial las organizaciones que se encuentra comprometidas con

una educación para la paz, tanto en el mundo como en Colombia y la importancia de este

tema ante las universidades.


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EDUCAR PARA LA PAZ, UNA MIRADA GLOBAL

En el transcurso de nuestra vidas hemos sido testigos de actos violentos, masacres,

torturas, genocidios y magnicidios, que no pueden ser solamente una imagen que vemos en

el televisor o un artículo que leemos en la prensa, esta lejanía de nuestra propia raza nos hace

indiferentes, debemos tener memoria, no podemos olvidar los acontecimientos que han

marcado la historia de la humanidad pues estos nos llevan a reflexionar para no repetir estos

hechos barbaros. Todos los actos violentos deben ser comprendidos, analizados, estudiados,

divulgados no se deben minimizar ni olvidar, la indiferencia es un cáncer que va acabando

con la sociedad.

Con la Segunda Guerra Mundial el mundo redescubrió el sentido de la vida del cual

algunos pensadores venían hablando desde las vanguardias del siglo XIX, el holocausto abre

los ojos al mundo y pone de frente la necesidad de construir acuerdos que permitan la

convivencia en un mundo más humano, donde el color de pile y la diferencia ideológica

fortalezcan el sentido de alteridad antes que destruir el sentido de humanidad.

Dentro de este proceso la ONU, UNICEF, UNESCO y otras organizaciones se encargaron

de crear una serie de Tratados y compromisos que tienen como tarea velar por la integridad

humana, que se da en la vivencia del respeto, la tolerancia y la equidad que buscan cimentar

las bases de la paz.


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“La enseñanza y el aprendizaje del Holocausto subraya cuestiones universales, que

ocupan un lugar en los esfuerzos de la UNESCO para promover la paz y la

comprensión mutual” (UNESCO 2012 ¿Por Qué enseñar sobre el holocausto?)

La UNESCO quien vela por el respeto de los Derechos Humanos declara que “la

educación superior ha de velar porque prevalezcan los valores e ideales de la cultura de

paz” (Conferencia mundial sobre la educación superior la educación superior en el siglo XXI,

visión y acción, UNESCO octubre 1998), esto solo se logra haciendo participe y responsable

a la educación superior en la solución de conflictos desde los diversos contextos.

Sin embargo es importante recordar que la academia tiene entre sus pilares la

necesidad y obligación de aportar a la construcción de un mundo más justo y humano. Karl

Marx afirmaba que “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos;

de lo que se trata es de transformarlo”(MARX, Karl, Tesis XI sobre Feuerbach, 1845). Esta

frase sería apta para decirla en el tiempo actual pero no solo a los filósofos, también a los

sociólogos, psicólogos, pedagogos y profesionales que en ocasiones construyen grandes tesis

donde la teoría ocupa un lugar fundamental pero la práctica se deja de lado como un escenario

utópico del cual no se quiere hacer parte, aunque se afirma con autoridad “estoy poniendo mi

grano de arena para la paz”.

“En la Declaración aprobada por la Conferencia Mundial, ésta puso de relieve que

“en el umbral de un nuevo milenio, la educación superior está llamada a conseguir


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que prevalezcan los valores y los ideales de una cultura de paz”. Conviene que, fieles

a sus tradiciones y a su vocación humanistas, las instituciones de educación superior

del mundo entero, sus docentes, sus estudiantes y sus organizaciones sean los más

activos y comprometidos en señalar el Año y el Decenio Internacional con

actividades de promoción de una cultura de paz y no violencia.” (Conferencia

mundial sobre la educación superior la educación superior en el siglo XXI, visión y

acción, UNESCO, octubre 1998).

Es evidente que la preocupación y el interés a nivel mundial por “la educación para

la paz” es fundamental, aun más en estos tiempos donde las universidades han fortalecido

sus procesos académicos al buscar grandes recursos tecnológicos, montar inmensas sedes y

redes virtuales, dejando la humanización como una alternativa que se da en ocasiones como

un relleno o una electiva, frente a este proceso es válido preguntarnos ¿Cuál es el objetivo de

educar, para la guerra o una cultura de paz?

COLOMBIA A LA SOMBRA DE LA GUERRA

Nuestro país siempre ha estado a la sombra de la guerra, con la llegada de los

españoles los indígenas sufrieron vejámenes de exterminio en defensa de la cultura y de las

sociedades que ya estaban establecidas en el “nuevo mundo”, pero que para quienes no sabían

reconocer la diferencia no eran más que seres sin alma. Con el grito de ¡LIBERTAD! El

pueblo de la Nueva Granada baño en sangre propia y extraña los campos donde se cultivaba

el maíz. Al final del siglo XIX e inicios del XX la Guerra de los Mil Días dará un nuevo
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sentido a la guerra entre iguales pero algunos rojos y otros azules. El nacimiento de las

guerrillas en los sesentas, la violencia del narcotráfico de los ochentas y noventas, la

economía ilegal, los carteles, las mafias de la droga, el crimen organizado, el sicarito, huellas

indelebles, actos que han marcado la historia y nos han dejado cicatrices indelebles.

Desde muy pequeña recuerdo los conflictos colombianos, viví la angustia de salir de

un lugar corriendo, abandonando pertenencias porque mi familia se encontraba amenazada

por grupos armados, nosotros perdimos cosas materiales, pero cuando estas pérdidas son

hermanos, padres, hijos queda una huella de sangre, un dolor profundo que no se puede

expresar y que lleva a la pérdida de sentido de su propia existencia y la confianza en el mundo

en que vive.

Nuestro país ha sido azotado por actos violentos, donde los valores y los Derechos

Humanos son atropellados, esto afirma la importancia de la educación para la paz. El olvido,

la intolerancia y el irrespeto, están castigando nuestra sociedad colombiana. En los colegios

se le apuesta a la convivencia y la resolución de conflictos, en las universidades se dan

discursos, foros y talleres de paz, pero no se evidencia un proceso que salga de las aulas a las

calles, si todo esto se aplica, surgen algunos cuestionamientos ¿qué es lo que está

sucediendo? ¿Por qué la paz es un tema que debemos tratar? ¿Qué está ocurriendo en las

instituciones de educación superior frente al tema de la paz? ¿Cuáles son las estrategias que

ha implementado el ministerio de educación para hablar de este tema? ¿Es posible lograr una

transversalidad en la educación desde la paz?


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EDUCACIÓN PARA LA PAZ COMPROMISO DE LAS UNIVERSIDADES

Para hablar de paz debemos decir qué NO es la paz, es estado de guerra, confrontación entre

dos o más. Quince Wright en 1940 señala la paz como un “equilibrio dinámico de factores

políticos, sociales, culturales y tecnológicos y la guerra como la ruptura de dicho equilibrio”

(Ramos Pérez, M. Eugenia, Educación para el siglo XXI, El desarrollo de la educación por

la paz: un camino de obstáculo y oportunidades, Capítulo 6, página 131, 1999).

La paz se ha constituido a lo largo de los años como un conjunto de valores que conllevan a

unos comportamientos que buscan el respeto de los hombres y mujeres en igualdad de

condiciones. Se puede hablar de paz desde variados aspectos tanto a nivel político como

cultural pero ante todo social. Es desde allí que las diversas instituciones educativas deben

aportar y contribuir a un equilibrio intercultural desde los diversos factores. Es desde la

escuela que se debe implementar este acompañamiento que poco a poco se ha venido dando

desde la Ley 115 “La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a

la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y

equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad” (Ley 115 de 1994, Artículo

5 Fines de la educación, numeral 2). Aunque en ocasiones esto no se demuestre con

resultados a la luz de todos, así se realiza con acompañamientos desde las áreas de valores,

los acompañamientos en la orientación en lo referente a resolución de conflictos y cultura de

paz. La tarea se extiende entonces a las instituciones de educación superior, las universidades

tienen la tarea de de construir un camino hacia la paz:


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“Para tal efecto, la Universidad creó la Cátedra de paz, que desarrollará una serie

de conferencias enfocadas en el conflicto armado que vive el país y lo que esto

implica.” (Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-

614301).

Sin embargo trabajar en una cátedra de paz no es significativo, ni mostrar que se realiza un

trabajo de paz desde una electiva ya que no se le da el valor que el tema tiene en nuestro

contexto, la responsabilidad de los diversos actores en nuestra sociedad no se puede limitar

a un semestre de clases sobre historias de la guerra, memorias de un pueblo o la visión que

el maestro de la materia quiera darle desde el enfoque de las diversas instituciones.

“Durante su discurso de inauguración, en el que estuvo acompañado por el ministro

de Interior, Germán Vargas Lleras; el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, y el

director de la Oficina de Asuntos Políticos, Germán Chica, Gimeno destacó el papel

de las redes de universidades en la educación actual y en la formación en valores

democráticos. “El ejercicio de la Cátedra de la Paz”, destacó el rector, “permitirá

construir una base adecuada para la Democracia”.” (Recuperado de

http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,23297678&_dad=portal&_schema=P

ORTAL)
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Las instituciones de educación superior se centran en la formación de profesionales

con excelente conocimiento, destrezas, habilidades, listos para el mercado laboral, dejando a

un lado la formación como es educar para la paz.

Las universidades tienen cátedras de paz, cultura para la paz, respeto de los Derechos

Humanos pero el objetivo de esto es cumplir con un requisito o por el simple hecho que son

“temas de moda” en el transcurso de la formación de pregrado de los estudiante no se educan

para la paz , tema que merece toda la atención e importancia.

El Ministerio de Educación Nacional ha dejado en libertad a las instituciones de

educación superior para que involucren este tema en sus aulas, sin embargo en el contexto

colombiano se hace imprescindible que la paz se convierta en un eje transversal de la

educación de los futuros profesionales ya que desde la interdisciplinariedad se integran los

campos del ser, el saber, el hacer y el convivir a través de conceptos, procedimientos, valores

y actitudes que orientan la enseñanza y el aprendizaje. De la misma manera esto no le resta

importancia a las diversas disciplinas como tal, sino que intenta que se dé una formación que

permita al futuro profesional hacer aportes de calidad a su país y por ende a la paz que se

encuentra en construcción desde hace tantos años.

Frente a todos estos elementos cabe la pena señalar esfuerzos como los de la UMNG

que tiene un sentido de responsabilidad social y propone una universidad que educa para la

paz, escucha los gritos de auxilio de la sociedad colombiana, el anhelo de una paz estable.
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“…se trata de educar ciudadanos capaces de asimilar diferentes dinámicas en

periodos o procesos de transición, cuando valores como la tolerancia y el respeto,

que contribuyen a la convivencia y a la construcción de la no violencia, implican el

desarrollo de una democracia liberadora y participativa que requiere de una

educación formativa” (General Eduardo Antonio Herrera Berbel. Rector UMNG)

El respeto, la tolerancia, democracia participativa y la no violencia requieren de una

educación formativa como lo dice el General Eduardo Herrera, podríamos decir que también

constante, una educación formativa constante, y comprometida, es aquí donde se hace

reiterativo que muchas instituciones lo hacen solo por cumplir, sin el compromiso ante la

sociedad.

LA IMPORTANCIA DE FORMAR PARA LA PAZ EN LAS UNIVERSIDADES

En nuestra Constitución Nacional en el artículo 22 dice “la paz es un derecho y un

deber de obligatorio cumplimiento” el tema de la paz no solo le compete al gobierno, la

negociaciones de paz no es el acuerdo de la, guerrilla y gobierno; por este motivo educar para

la paz va más allá, supongamos el gobierno y la guerrilla llegan a un acuerdo, con esto se

acaba la guerra, desaparecen los conflictos, se respetan los Derechos Humanos, yo creería y

afirmaría que no. Además como lo manifesté anteriormente no solamente los grupos armados

generan actos violentos, a diario con solo prender la radio, o ver el noticiero leer el periódico

estamos escuchado, homicidios, robos, enfrentamiento entre pandillas de jóvenes,

estafadores, la guerra del dinero, el poder de no solo es del gobierno; es aquí donde manifiesto

la importancia de educar para la paz.


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La UMNG propone cuatro ejes trasversales donde se relacionan los diversos temas: educar

para la paz, el posconflicto, democracia, Derechos Humanos, resocialización, la ciencia al

servicio de la paz, entre otros. Estos temas son pertinentes y necesarios en las condiciones

que se encuentra nuestra Colombia, pero permiten una transversalidad que pueda llevar a

mejoras significativas en este aspecto. He aquí la importancia de educar para la paz no es

enseñar el concepto es formar para vivirla, las universidades deben y tienen la obligación de

ser portadoras para esta labor, es un trabajo de responsabilidad con los individuos y la

sociedad.

CONCLUSIONES

Existe una necesidad “educar para la paz” es esta una preocupación por mejorar las diversas

realidades, optar por un país donde se respetan los Derechos Humanos y el conflicto sea

solamente una huella de memoria para construir futuro.


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Educar en la universidad para la paz es aportar a nuestra sociedad en el respeto por la vida

del otro, la transversalidad de la educación para la paz en las universidades debe ser un aporte

perenne que se constituya en un modelo de vida para quienes se están formando, es un tema

que no se debe ni se puede imponer, debe ser una cultura que se genere desde la práctica en

las situaciones que se presentan dentro de la cotidianidad del aula.

La educación es un punto clave en la construcción de la no violencia en nuestro país, las

universidades deben educar para la paz, con verdadero compromiso, formar profesionales

dispuestos a servir a la sociedad, pero esta formación debe ser trasversal para lograr que se

cumpla lo que tanto soñamos los colombianos la PAZ.

Cuando se maneja un tema trasversal este debe ser holístico, debe trabajarse como algo

común a la vida, a la cotidianidad del sujeto en formación no sólo en la academia sino también

en todas las dimensiones que conforman la pluridimensionalidad del ser humano, sin dejar

de lado, por supuesto, la vivencia de valores como el respeto, la responsabilidad social, la

honestidad y la tolerancia como agentes importantes para generar una cultura de paz.

La educación para la paz solo será efectiva cuando desde las diferentes perspectivas y

espacios, la educación y en su nombre los educadores reconozcan su misión de realizar un

aporte permanente a la cultura de paz, donde se involucre de manera permanente al estudiante

como constructor de la misma desde su propia vida.


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REFERENCIAS (BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA)

 ¿Por Qué enseñar sobre el holocausto?, Publicado en 2013 por la Organización de las

Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO. 7, place de

Fontenoy, 75352 Paris 07 SP, Francia.

 Conferencia mundial sobre la educación superior la educación superior en el siglo

XXI, visión y acción, UNESCO, octubre 1998.

 http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,23297678&_dad=portal&_schema=P

ORTAL

 http://www.creadess.org/index.php/informate/de-interes/temas-de-interes/13949-

los-ejes-transversales-como-instrumento-pedagogico-para-la-formacion-de-valores

 http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-614301

 Ley 115 de 1994, Artículo 5 Fines de la educación, numeral 2.

 MORÍN, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

1999.

 Ramos Pérez, M. Eugenia, Educación para el siglo XXI, El desarrollo de la educación

por la paz : un camino de obstáculo y oportunidades, Capítulo 6, página 131, 1999.

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