Romancero General - Tomo I - Agustín Durán
Romancero General - Tomo I - Agustín Durán
Romancero General - Tomo I - Agustín Durán
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AUTORES ESPAÑOLES
(TOMO X DE LA COLECCIÓN.)
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ROMANCERO GENERAL
TOMO PRIMERO.
MADRID,
M. R I V A D E N E Y R A - E D I T O R .
ADMINISTRACIÓN : MADERA B A J A , NÚM. 8.
1877.
IMPRENTA, ESTEREOTIPIA Y GALVANOPLASTIA DE ARIBAU Y COMPAÑÍA (SUCESORES DE R I V A D E N E T R A )
IMI>KESORES DE CAMAHA DE s. M.— Calle del Duque de Osuna, nilm. 3.
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PROLOGO.
una teoría racional que la diese unidadfilosófica; apenas uno que quisiera pre-
sentarla bajo el aspecto de espontánea belleza que la caracteriza. El mas arroja-
do no era bastante audaz para defenderla en su propio terreno, y se contentaba
con colocarla en el lecho de Procusto, y haciendo salvedades tímidas y conce-
siones importunas la quería ajustar á un cuadro mezquino éincapaz de conte-
ner las nobles y grandiosas dimensiones del verdadero ingenio español y de su
nacionalidad. Deseoso de excluir tan falsos medios de defensa, sustituyéndoles
los verdaderos y fundados en altas y extensas consideracionesfilosóficas,y an-
siando rescatar los graves yerros que cometí por obedecer una incalificable
moda, publiqué un opúsculo sobre el drama español antiguo, varios artículos de
crítica escritos en el mismo sentido, y el discurso preliminar al Romancero de
caballerescos é históricos, los cuales ensayos, buenos ó malos como son, dieron
á la crítica un nuevo giro, y la sacaron del camino empírico y estrecho que tomó
al mediar el siglo xvm.
. Nunca me pesó haber acometido tamaña empresa, pues el tiempo y los hechos
han demostrado que la idea que la presidió era fecunda, favorable y digna de
que otros mas sabios la realizasen. Animado por esto, inducido por algunos ami-
gos , viendo ademas que después de tantos años ninguno de los que mejor que
yo podían , publicaron trabajos análogos á los que habia iniciado (3), y que nos
dejaban prevenir por los extranjeros, me pareció indecoroso esperar mas y con-
denar al olvido lo que desde 1832 á 1844 habia trabajado para, en su caso,
publicar una nueva edición de los Romanceros, mas abundante y completa que
la precedente, cuyos primeros tomos, empezados como por juego, elevaron des-
pués mi pensamiento á las miras serias y filosóficas que se observan en los
últimos (4).
El resultado que mis tareas, por su oportunidad,, alcanzaron, me animó á
continuarlas. A ello he sacrificado una carrera pública con que me brindaba mi
posición social. Reducido á voluntaria oscuridad, sin ambición de ninguna clase,
el poco renombre adquirido y la posición que ocupo, debidos son á estas tareas,
que, aunque constantes y continuas, no me han impedido cultivar otros estu-
dios mas serios, ni contribuir á la propagación de aquellas doctrinas generosas
que emancipan el pensamiento, ordenan las ideas, ensalzan la humanidad y le-
vantan el corazón y el ingenio á grandes cosas..
Doloroso es por cierto que una de las mayores dificultades que he tocado sea
(3) Mi mayorgusto fuera que otros mas aptos, ins- riquezas y dinero, que nunca tocó mis manos, sino
truidos y menos sujetos al error, se hubiesen encar- para gastarlo en libros, comprados ademas á costa de
gado de los mismos ó análogos trabajos á los que otros goces. El móvil de mis deseos ha sido ser tan
emprendí. Naturalmente desconfiado del acierto, útil al pais, como lo permitían mis cortos recursos
aceptara como un favor que cualquiera se encargase intelectuales, morales y materiales. Bien sé que nada
de una tarea, si no enojosa, penosa y difícil. En la de esto me librará, ni debe librar, de la justa critica
discusión, mis ideas, mis observaciones, han sido que merece una obra imperfecta ó mal hecha; pero
siempre comunes á todos, á nadie las escondí; en me da derecho á responder que no me era posiblu
el consejo fui franco y leal; en los hechos, mis l i - presentar otra cosa de lo que sabía ó pensaba.
bros, apuntes y recursos estaban á disposición, no (4) El nuevo giro que di á la obra, mas que á na-
solo de mis amigos, sino hasta de los indiferentes. da, se debió á los consejos de mi muy querido amigo
Todo esto es notorio, no habrá quien lo niegue, y D. Manuel José Quintana, á la afición que desde mi
prueba que deseaba hubiese quien se me antici- infancia me ha manifestado, y al tierno interés con
pase y ahorrase de continuar trabajos que creia no que me honró en todas las épocas y circunstancias
poder ejecutar con aquella perfección sin la cual, solo de la vida. Este sabio, noble y distinguido, me per-
a falta de otros mejores, pueden ser tolerables. Y en suadió que se esperaba de mí algo mas que una anto-
efecto, si bien se mira, ¿qué interés personal pudo logía mejor ó peor ordenada, mas ó menos completa
incitarme á un trabajo tan penoso y deslucido? No que las existentes, y que para que esta clase de tra-
el deseo de gloria y de renombre, que alcanzan mez- bajos presentase alguna utilidad, convenía acompa-
quinos y miserables á un editor de romances viejos; ñarlos de observaciones científicas, donde se halla-
no el anhelo de honores, distinciones y considera- sen los resultados de mis estudios sobre la historia,
ciones públicas, á que nunca aspiré ; no el ansia de la literatura y la civilización española.
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PRÓLOGO.
la de reunir los libros oportunos á mi plan. Apenas, á fuerza de grandes saénfi-
cios, logré adquirir la cuarta parte de aquellos que fácilmente se encuentran en
las bibliotecas de Londres, de Viena y de Paris, donde parece que á porfía se
han aglomerado los documentos literarios de España. La bibliografía es una cien-
cia mal apreciada y mal protegida entre nosotros : hay pocos que la cultiven, y
menos que á fondo la conozcan. Cuantos á ella se dedican ninguna recompensa
esperan, sino la de satisfacer su afición álos libros, que en general no tienen mas
uso que el de pasar apolillados de unos á otros estantes, ó de salir para el ex-
tranjero. Por eso las primeras antologías de romances regularmente concebidas
y bien pensadas se han hecho en Alemania. Alemanes son los que mejor han pu-
blicado la historia de nuestra literatura y teatro ; los que sabia y filosóficamente
han reimpreso , comentado y juzgado algunas de nuestras crónicas. Ingleses ó
anglo-americanos son los que hoy escriben ó han escrito las historias de Carlos V,
de los Reyes Católicos, de Colon, de Méjico y otras muchas. Para hacerlo bien
no escasean gastos ni viajes, ni los gobiernos les niegan los auxilios necesarios.
Entre tanto, condenados á un marasmo y apatía incalificable, miramos estupefac-
tos lo que pasa, y sumidos en la pereza dejamos la gloria para los otros, y nos
dormimos sin cuidado. ¿Cuándo despertaremos? Cuándo aquel brioso ingenio que
admiróla Europa sacudirá su letargo? Tiempo vendrá en que se levante, y pronto
sin duda le veremos desplegar sus entumecidas alas para recobrar el puesto que
le corresponde en la sociedad culta; así lo esperamos, así comienza á verificarse;
así sucederá, pues aparece una activa juventud que se lanza en la carrera, y á
quien solo le falta tener mas constancia en el estudio y menos ansia por los go-
ces materiales ó los de una desmedida ambición.
Sin embargo de tantas dificultades he podido reunir para esta segunda edición de
los Romanceros, y del Cancionero, si esta llegaá hacerse, ademas de los originales
que para la primera tuve presentes, algunos otros muy raros y preciosos, que solo se
hallan en pliegos sueltos, impresos ántesó poco después demediar el sigloxvi(5),
(f>) En estos pliegos, impresos casi todos antes hallan, pero mas ó menos modernizados y erudita-
de 1550; en el Cancionero de romances, en las Silvas mente desfigurados, en los romanceros de autores
y otras antologías impresas desde mediados del si- particulares, tales como Sepúlveda, Timoneda y
glo xvi en adelante, es donde se presenta lo mas otros poetas que se propusieron poner las crónicas
genuino y precioso de los romances viejos y ver- en verso, imitando los romances viejos, remendando
daderamente populares: es decir, de aquella poesía su lenguaje y conservando aquel espíritu antiguo que
que, ruda é inartificiosa, pero natural, sin colores en aquellos predominaba. Aunque privadas estas
prestados y libre de toda imitación erudita, nos da composiciones del carácter de espontaneidad y sen-
una idea de los esfuerzos que contribuyeron á per- cillez de sus modelos, sin embargo no carecen de
feccionar el idioma y á amoldarle para la expresión interés é importancia, pues representan el carácter
de los pensamientos. La mayor parte de estas com- de su época, conservan vestigios de las anteriores,
posiciones son anónimas, y sin fecha de tiempo cierto y contienen muchas tradiciones populares, que sin
que sirva para ordenarlas con exactitud cronológica. ellas fueran perdidas. También Gabriel Laso de la
Ninguna, tal como ha llegado á nosotros, puede Vega, Pedro de Padilla, Lúeas Rodríguez, Alonso
creerse anterior al siglo xv; pero muchas conservan de Fuentes, Juan de la Cueva, y otros mejores ó
profundos vestigios de ser reproducciones ó reformas peores poetas de "profesión, tuvieron la idea, en el
de otras mas antiguas, recibidas de la tradición oral ultimo tercio del siglo xvi, de reducir á romances
antes de haberse impreso. Mezcladas con estas, hay varios hechos de la historia antigua y moderna desde
otras del siglo xv, que parecen son primitivas y Adán hasta su tiempo: lo hicieron por su cuenta,
eontemporáneas á los hechos que refieren. Por tales teniendo en poco los romances viejos, despreciados
pueden considerarse varios romances que tratan de por los modernos, que aspiraban a mayor cultura.
las correrías y batallas que acaecían entre los moros Pero como en su tiempo predominaba el mal gusto,
y los cristianos fronterizos, que ciertamente se can- y dichos autores carecían acaso de las dotes del in-
tarían por los mismos jefes y soldados que intervi- genio necesarias para excitar el entusiasmo, lejos de
nieron en tan continuadas luchas. También pueden mejorar lo antiguo, no hicieron mas que sustituirlo
tenerse por primitivas, aunque mas modernas, y mas con obras un tanto pedantescas é hinchadas, que
bien trasmitidas al pueblo, que de él tomadas, aque- deslucían sus trabajos. Sobre todos, Juan de la Cueva
llas composiciones del siglo xvi y xvu, en que se se excedió á sí mismo, y es mucho decir, por los de-
narraban y consignaban hechos palpitantes y céle- fectos y exageraciones que se hallan en sus romances
bres de dicha época. Algunos romances viejos se históricos.
PRÓLOGO. •*
cuya mayor parte debí á la fina amistad de D. Jacobo María Parga, ilüslíé sabio
y noble caballero,cuya erudición, ciencia, libros, auxilios y consejos se antici-
pan siempre á los deseos de quien los necesita.
Estos son los únicos recursos de toda clase que he alcanzado para verificar mi
empresa. Si en la presente edición del Romancero general, así como en la de los
anteriores, se echan de menos las composiciones místicas y devotas, no es por
desconocer su importancia, sino por considerarlas á propósito para un trabajo
especial que contenga los pensamientos primitivos, y la idealidad poética que
los vivifica en las nacientes sociedades.
Refiriéndome en todo á lo que en el discurso preliminar al Romancero de caba-
llerescos é históricos he dicho sobre el origen de la combinación métrica llamada
romance, añadiré, para evitar dudas, que en el presente caso esta voz expresa
la idea de una composición de versos iguales, que, no excediendo de ocho sí-
labas cada uno, y siguiendo una misma rima desde el principio al fin, se com-
binan de suerte que los pares resultan rimados, y sueltos ó libres los impares.
Hay sin embargo algunos, en versos cortos pareados que se usaron ya en el
siglo xv, y otros de la última mitad del xvi, en los cuales para adorno y gala
se mezclan, con el texto vulgar, variedad de metros y combinaciones. A todos
estos, á pesar de su anómala construcción, los he considerado y clasificado
también como romances.
Para ordenar y metodizar este trabajo, he considerado los romances en tres
grandes series, á saber: la de fabulosos ó novelescos, la de históricos y la de
varios.
A la primera corresponden los moriscos, los caballerescos y algunos de los
vulgares; á la segunda, los de historia verdadera ó tradicional; y á la tercera
la de asuntos amorosos, satíricos y burlescos, que consideran las pasiones, las
virtudes y los vicios subjetivamente, ó según el sentimiento íntimo y moral para
expresar las unas, ensalzar las otras y castigar ó ridiculizar las costumbres y los
actos viciosos.
OBSERVACIONES '
SOBRE LOS BOMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
guisa de destruir los libros cabellerescos, encarnó el Francisco I, á Felipe II ó á sus guerreros cortesanos.
puñal de la sátira, ya seria, ya festiva, en el corazón Al escribir estas líneas nosotros no pensamos lo mis-
corruptor y corrompido del siglo xvi. El instinto, si mo; pero creemos que el gran poeta retrataba fiel-
acaso no la razónfilosófica,obrando sobre el ingenio mente los españoles de su tiempo que empleaban
divino del poeta, le hicieron adivinar los resultados sus fuerzas colosales en servicio y utilidad ajena,
que tendrían los increíbles pero mal empleados es- creyendo servir la propia.
fuerzos de sus compatricios. Cervantes caricaturó Cuantos lean y mediten la clase de romances que
en su obra el espíritu ridiculamente exagerado de las motivan estas observaciones, y los comparen conlos
altas clases, contraponiéndole el sesudo y razonable que son ó se refieren á épocas anteriores, conocerán
de las medias, y el prosaico de la gente vulgar,cuyo qué no del todo son infundadas estas conjeturas. Es
carácter tímido, receloso, desconfiado y egoísta, se preciso confesarlo de una vez: las glorias adquiridas
formó bajo el despotismo y la inquisición. Don Qui- por nosotros después de la conquista de Granada, y
jote , el cura y Sancho Panza forman la unidad com- las que de ella emanaron, no fueron todas de buena
plexa de la sociedad española en aquel tiempo: todos ley: llevaban en sí el germen de destrucción y deca-
los demás incidentes son el desarrollo y las combi- dencia , y nos cegaron hasta el punto de descuidar
naciones y graduaciones de los tres principales tipos. aquellos intereses que constituyen la verdadera y
Por esto, y porque no es una sátira individual, sino estable prosperidad de las naciones. Llevamos, sí,
un cuadro completo de costumbres, el libro no ne- la civilización á remotos y desconocidos países, mas
cesita de buscapié ni clave. Algunos han pensado lo nos estacionamos en la nuestra; nos llenamos de
contrario; pero aunque se les concediera la razón, metales preciosos, pero perdimos la industria indí-
todavía valdría la nuestra de que Cervantes no esgri- gena : como Midas, convertimos en oro cuanto toca-
mió su pluma contra el antiguo caballerismo que ban nuestras manos; pero hasta la camisa nos llegara
reconquistó la patria, sino contra aquel facticio y de á faltar, si en cambio del oro comprado con sangre
moda que se empleó después para turbar ó defender no nos viniese de las ajenas. Las conquistas, las glo-
a S
»? ,, £ -C a s a s N a d i e h a Á lcho
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q ° n Quijote fuese rias, los triunfos que hadamos ó ganábamos, se vol-
el conde Fernan-Gonzalez, ni el Cid Campeador; y vieron alfincontra nosotros, que adormecidos sobre
muchos han creído que representaba á Carlos V, á ellos, de ellos abusamos pródigamente.
x, T PRÓLOGO.
é indica lo que influyó en ellas el espíritu que las anima, y la moda que las aceptó
y corrompió. Esta clase de romances, y los de las dos siguientes secciones, repre-
sentan la época en que el pueblo, apartado enteramente de los negocios públicos,
abatido y sin un interés vivaz y heroico que lo animase, dejó á los poetas el cui-
dado de divertirle, ya que no podia'ni pensaba hacer otra cosa.
El título de la tercera sección indica bastante el objeto de las composiciones
que contiene. Parodias de los romances moriscos, sátiras contra la moda de ha-
cerlos , y exageraciones para ridiculizar sus formas y pensamientos : hé aquí lo
que en ella se encuentra.
La cuarta sección está llena de buenas y malas imitaciones de los romances
de la segunda, presentando algunas de mucho interés, que pintan el giro que die-
ron á nuestro espíritu las guerras contra los turcos. Sobre todo los deDragut, de
Ochali, ArnauteMahami, de quien fué cautivo Cervantes, conservan la memoria
de hechos gloriosos y retratan las costumbres de piratería de los berberiscos, el
trato que daban á los esclavos cristianos, y los sentimientos que en estos producía
su cautividad y el ansia de tornar á su patria. Su mayor número pertenece á los
heroicos ó amatorios.
El conjunto de estas cuatro secciones forma un cuadro bastante completo del
espíritu, origen y vicisitudes por que pasaron los romances moriscos fabulosos
desde la época de tradición á la artística inclusives, y en él podrá examinarse la
mayor ó menor probabilidad de nuestras conjeturas.
Algunos pensarán que, no por los romances moriscos, sino por los históricos
ó caballerescos, debería haber comenzado este ROMANCERO , suponiendo á estos
mas antiguos que los otros. No lo he ejecutado así, porque aunque es cierto que
el mayor número de los históricos sea mas de época remota y tradicional, entre
los moriscos se hallan algunos de igual clase y época. Así pues, y como cada
uno de los romanceros que componen la obra contiene romances viejos de tra-
dición y genuinamente nacionales , era indiferente, respecto á ese punto, el
comenzarla con uno ó con otro.
OBSERVACIONES
SOBRE LOS ROMANCES CABALLERESCOS.
OBSERVACIONES GENERALES
SOBRE LOS ROMANCES HISTÓRICOS.
el asunto y fueron el modelo á los poetas. En ambos casos, pero mas en aquel,
estas composiciones, ya originales ó imitadas, nos han conservado los hechos,
tradiciones y creencias que germinaban, crecían y se animaban al calor de las
masas populares, y que retrataban sus poetas rústicos, sí, pero saturados del
espíritu que les influia. Faltos de color, de brillo, de imaginación, de facilidad
en el lenguaje, de orden lógico en la expresión de las ideas, y de enlace en la
frase y en los pensamientos, nuestros romances de la época tradicional, que aun
no siendo primitivos se acercan mucho á los originales de esta clase que les
servian de pauta, ó en que solo algunas variantes se introdujeron, tienen un
carácter particular, una tendencia firme y vigorosa, propia de los tiempos rudos
en que nacieron, y el sello de una fe ciega , de una idea fija que se prosigue y
continúa hasta con terquedad; que no se discute, porque se cree; que se defiende
hasta el martirio, porque se ama ; y en fin, que mas que un tesoro se conserva,
porque suele ser la esperanza animadora y vivificante de todo un pueblo. Ajenos
estos romances de toda pretensión literaria, rimados solo para que mejor se
imprimiesen en la memoria, ni han llegado á nosotros cuales fueron en su pri-
mitiva redacción, ni existen en ningún códice, que sepamos, anterior al siglo xvr.
Los romances viejos, reformas de los primitivos, tales como los poseemos, pocos
parecen anteriores á la segunda mitad del siglo xv, aunque es de presumir que
muchos de ellos tienen su origen en otros de tradición oral, mucho mas antiguos.
Sin embargo la presunción no pasa.de serlo, pues no puede documentarse, aun-
que el sentimiento íntimo que deja el análisis de los pensamientos, formas y estilo
de estas composiciones lo puedan moralmente persuadir, y mas si se atiende á
las muchas locuciones y palabras y aun fragmentos que allí se conservan de un
lenguaje y de un tipo mas antiguo que el que corresponde á la época en que
se presume hecha la supuesta reforma. Trasmitidos á nosotros de memoria, y
sin escribirse, deben por lo mismo haber experimentado alteraciones propias de
cuanto se confía á ella (18.) El juglar ú hombre del pueblo, inventor ó improvi-
sador de un romance, hoy lo cantaba de un modo, mañana lo alteraba, ó lo
anadia, ó lo corlaba; y el pueblo y los otros juglares que lo oian, al repetirlo,
lo cambiaban á su antojo, llenando los huecos de lo que le faltaba á la memoria,
como Dios ó su ingenio les daban á entender. Tal sucedió sin duda con esta clase
de composiciones, que, pasando de boca en boca, hubieron de modificarse mas
ó menos prontamente, según las costumbres y el idioma se alteraban. ¿Y cómo
no habia de ser así, si aun después de escritas é impresas, al copiarse ó reim-
primirse, cada copiante ó editor, á pretexto de corregirlas ó completarlas, se creia
autorizado
(18) Ningúnácódice
glosarlas,
anterior ó
áá lo menos
la segunda á modernizarlas?
mitad No igual
res. Estas no hallaron fuéenlacódices,
cabida ni suertenideen
del siglo xvi hemos visto que contenga romances impresos que conozcamos, hasta que, según se dice,
los romances sobre asuntos de las crónicas, los cuales se escribían ó imprimían
primitivos ó viejos; ningún impreso de la primera, recogidas de la tradición oral, se publicaron poco
desde luego. Esta
si ¡10 el Cancionero modadede
general, remedar
1511, donde selos viejos
ha-antes cuando
y poco despuésya el pueblo,
de mediar faltoendel
el siglo xvi, plie-
llan ; los que hay en él son pocos, y aun en su mayor gos sueltos, ó en colecciones como el Cancionero y
espíritu
parte vivificador
no pertenecen quetradicional,sino
á la época le animaba, aylaseparado de los intereses
la Silva de Romances (*). públicos, ni los
artística
hacia del siglo
para sí,xv.ni
El tenia
Cancionero
sus es una antología
poetas peculiares que lo hiciesen : esta moda, deci-
dedicada á imprimir las obras délos poetas cultos y
cortesanos queflorecieronen los tiempos de Juanll, O Exceptuábase de esta regla general el códice todo de
romances , de cuyas reminiscencias se formaron los de la In-
de Enrique IV,yen particular de losReyes Católicos; fanta de Francia y el Príncipe ¡le Ungría; pero no nos atre-
por eso, sin duda, Hernando del Castillo, que lo pu- vemos á hacerlo porque se ha perdido, y éramos cuando lo
blicó, no hizo aprecio de las composiciones popula- examinamos demasiado jóvenes é imperitos para poder juzgar
con buen criterio de su antigüedad.
XXVÍ PRÓLOGO.
mos, nació á mediados del siglo xvi, y los autores de tales composiciones (19)
afectaban, sí, el estilo, lenguaje y ruda expresión de los romances primitivos y
de los viejos de tradición oral; exageraban sus barbarismos y solecismos, pero
los despojaban de la sencilla espontaneidad propia de los originales. A pesar de
todo, los romances de que vamos tratando, por mas que hayan sido alterados,
presentan medios muy á propósito para penetrar y discernir, mejor que en las
historias oficiales, el carácter moral y social del pueblo que los creó y trasmi-
tió , y que luego los aceptó reformados y alterados según lo exigía el espíritu
progresivo de la civilización que alcanzaba. Los romances viejos populares y
sus imitaciones popularizadas, debieran ser los elementos de nuestra epopeya
nacional, si nos fuese posible alcanzarla, porque allí se contenia, como dijimos
en otra parte, toda la ciencia, la fe, los hábitos y costumbres del pais, for-
madas en el trascurso de muchos siglos, y arraigadas en los corazones; porque
allí se veia el pueblo pintado á sí mismo, y retratados en los hechos sus senti-
mientos y sus glorias; porque allí se le presentaba su civilización, y porque era
el medio único que tuvo de conservar en la memoria, con lenguaje y formas al
alcance de su inteligencia, aquellos hechos y virtudes que amaba recordar, y
aquellos vicios que deseaba contener ó castigar. Estos elementos de un gran
poema, cuyos semejantes formaron los de otros paises y naciones, comenzaron
á germinar desde los primeros tiempos de la semi-monarquía asturiana, y se
completaron en el último tercio del siglo xvi, en cuya época, en vez de una epo-
peya, produjeron el teatro nacional, que Lope de Vega adivinó y realizó por el
pueblo y para el pueblo. El instinto y el ingenio de este gran poeta abrieron el
camino que tenian obstruido los eruditos y los trovadores que imitaban una
literatura de origen extraño; y la inspiración popular se apoderó del arte, de
la riqueza de la lengua, del colorido poético, y de todos los adelantamientos y
modificaciones que habíamos adquirido y experimentado en nuestra sociedad.
Desde entonces los romances reconquistaron su tipo característico, y se convir-
tieron en drama, como las rapsodias de los griegos se hicieron epopeyas ; desde
entonces los juglares y cantores se cambiaron en comediantes, y corrieron las
ciudades, villas, lugares y aldeas, representando farsas y dramas, cual habían
recitado y cantado los romances.
Pasemos á exponer el método y orden adoptado en el Romancero de los his-
tóricos.
Se han dividido, según los asuntos de que tratan, en secciones, y estas en
épocas históricas, cuando lo admiten.
Comprende la primera sección los romances referentes á la historia sagrada.
Es muy escaso el número de los viejos tradicionales que aquí se hallan.
La segunda es la de los tiempos mitológicos. Está dividida en la época griega
y la romana; las composiciones pertenecen casi todas al último tercio del si-
glo xvi, es decir, á la época artística.
La tercera sección contiene los romances concernientes á la historia de Asia y
las dos Grecias, con los que versan sobre dichos y hechos de algunosfilósofos:
igualmente corresponden sus composiciones á la misma época que las de la an-
(19) .Lorenzo de Sepúlveda, Timoneda y otros dujeron algunos, y aun puede decirse que muchí-
terior
de su clase crearon ó siguieron esta escuela, que simos, de los mejores romances del Cid,
La cuarta
seguida concierne
por otros ala del
mejores poetas historia depro-
siglo xvi Roma, y está subdividida en estas épocas: la
de los primeros reyes romanos, la de la República hasta las guerras Púnicas,
PRÓLOGO. "T«
la de dichas guerras hasta la destrucción de Numancia, la de las guerras civiles
hasta su fin, y la del Imperio Romano. Poquísimos romances viejos existen en
ella. Los imitados ó formados por poetas de la última mitad del siglo xvi, son casi
todos malos é hinchados, sin que por eso dejen de ser útiles á nuestro plan, pues
conservan tradiciones populares. Los romances de esta y de la segunda y tercera
sección son en general tan viciosos, tan faltos de buen gusto y tan pedantescos,
que á no ser porque entraba en nuestro plan el documentar todas las fases por
donde pasó nuestra literatura popular ó popularizada, se deberían haber omi-
tido del todo. Nos pesa gravemente la culpa de haberlos prodigado en demasía,
sin mas motivo que el de ser raros y escasos los libros donde se hallan.
La quinta sección, relativa á la historia de España desde los godos hasta des-
pués de mediar el siglo xvn, está dividida en tantas épocas como soberanos ha
habido. En la que corresponde á cada uno se ponen los romances que tratan de
los hechos, generales y particulares, acaecidos durante su dominación. Después
de las épocas de los godos se siguen las de los reyes de la raza asturiana direc-
ta , y allí se colocan los romances de Bernardo del Carpió, de los condes de
Castilla, de los Infantes de Lara, del Cid, de Garci Pérez de Vargas, de Don Al-
varo de Luna, etc., y mas adelante ios de las guerras de Granada, con los de
los hechos de Pulgar, de Garcilaso de la Vega, de Abindarraez y Narvaez, de los
maestres de Santiago y de Calatrava, y de muchos valientes moros que, aun
después de vencidos en la guerra, todavía combatían en batallas singulares con
los caballeros cristianos. En esta sección se comprenden ademas los romances
que versan sobre hechos contemporáneos á ellos : tales son los de las guerras
contra los moriscos de las Alpujarras, y las de Carlos V y Felipe II contra los
turcos. Entre estos se hallan los de la conquista de Túnez, los de la Santa Liga,
y de la batalla de Lepanto, etc. Los mas interesantes que hay en esta sección son
sin duda los viejos, que narran las incursiones que mutuamente hacían los al-
caides y soldados en los territorios fronterizos que guardaban. Su mayor parte
puede considerarse compuesta por los que intervenían en las acciones de guerra,
y en los tratos mutuos que se hacían, y que comunicados directamente por ellos
á los juglares, después de metrificarlos los propagaban en toda la nación.
La sexta se compone de romances que se refieren á diversas épocas de las
crónicas de los reyes de Castilla y de León, y que por no haber llegado ánues-
tra noticia las tradiciones que refieren, no hemos podido colocarlosconvenien-.
teniente en ninguna de las conocidas. Todos ellos corresponden á los que califi-
camos como primitivos, ó á la clase de los viejos, en que aparecen reformados.
La sétima, octava y novena corresponden á las dinastías de Navarra, de Ara-
gón y de Cataluña, que abundan en romances viejos. Se han colocado estas últi-
mas aisladas de la sexta, y entre sí, porque no interrumpan unas á otras la
marcha de los hechos particulares á cada una, causando mas confusión déla que
resulta ahora por el orden seguido.
La décima contiene los romances que tratan de asuntos de países extraños:
v. gr. de la historia de Portugal, de Italia, etc.; entre los cuales hay algunos
viejos y muy interesantes.
A diferencia de los caballerescos españolizados, considero los viejos romances
sobre la historia española de la edad media, como los solos originales y libres
de toda imitación extraña, inclusa la que pudiera venirnos de los moros. A esta
solo pertenece un corto número, ya de los novelescos, ó ya de los semi-históricos,
que tratan de las guerras contra los moros de Granada. Aun los que desde prin-
cipios áfinesdel segundo tercio del siglo xvi remedaron á los antiguos, parti-
cipan de la ventaja de ser puramente nacionales, pues su imitación recayó sobre
xxviu PRÓLOGO.
lo que nos era propio, y excluía todo lo que era extraño. Los romances poste-
riores á este tiempo, producidos por poetas de profesión, cuyos asuntos per-
tenecen á épocas mas remotas, no son el espejo que las refleja, no son los que
las caracterizan. Desviados en sus formas, en sus ideas y en su expresión ; car-
gados de adornos poéticos y declamaciones oratorias, ni aun puede decirse que
se propagaron en general entre el vulgo, sino en corto número. Sin embargo
son interesantes como expresión moral de su tiempo, como tristísima prueba
de la decadencia y marasmo á que caminaba rápidamente la nación mas grande,
mas extensa y mas poderosa del globo. No se crea por eso que todos los ro-
mances de la citada época participan de los mismos síntomas que los dedicados á
enmascarar con nuevo colorido los asuntos y hechos de nuestra antigua historia.
Aun en los tiempos de Carlos V y de Felipe II, obteníamos glorias que impresio-
naban á los pueblos, y cantos que sin mengua aceptaban. Los que celebraban
las victorias obtenidas en Ñapóles, las de Pavía, las de Túnez, las de Alemania,
las de San Quintín, las de las Alpujarras, las de Lepanto, encontraban aun sim-
patías entre el vulgo, aunque oscurecido y despreciado. Todavía guardaba ínti-
mos recuerdos de su antiguo poder : todavía se gozaba en oír ensalzado y pro-
clamado el valor español. Del seno de su patria salieron los grandes hombres
y los valientes soldados que conquistaron un nuevo mundo, los vencedores de la
Europa y de los enemigos de la religión. Aunque apartados de sus familias los
que peleaban en remotos países, hijos eran de españoles, y españoles también.
Hé aquí por qué los romances populares sobre las épocas de Garlos V y Felipe II
son para ellas lo que fueron para la suya los viejos y primitivos; hé aquí por qué
no los he desechado en un plan mas extenso y trascendente que el que se ciñe
á los orígenes de la historia y de la poesía. Diavendrá en que los siglos xvi y xvn
lleguen á ser tan antiguos para los venideros, como ahora lo son para nosotros
los anteriores, y en que las sucesivas generaciones procuren indagar el estado
social que los constituía. Entonces los trabajos que les trasmitamos facilitarán
los que se propongan hacer. Las antiguas colecciones, aunque publicadas sin
Orden, sin método, sin crítica y sin pretensiones filosóficas, nos han servido á
nosotros, y las que hagamos serán también útiles á los que nos sucedan.
Bien sea el espíritu de reacción, ó bien la esterilidad actual del ingenio, los
que hayan producido la mirada retrospectiva hacia los siglos medios, al cabo de
algunos mas volverá á reproducirse la misma necesidad que ahora existe. Pre-
venir para entonces los medios de satisfacerla, es una de las causas que mas
influyeron para que se emprendiese un trabajo tan árido, tan sin gloria, y cuya
utilidad no será conocida en nuestros dias. Si he sido largo y prolijo en la ex-
posición de mis ideas, si pródigo en los materiales que he reunido, cúlpese al
pensamiento de que nada sobra OBSERVACIONES
cuando se trata de conservar lo pasado para
ilustrar lo venidero.
SOBRE LOS ROMANCES VULGARES.
Luego que por la completa expulsión de los moros faltó en España el inme-
diato estímulo de gloria nacional, y los trovadores que la cantaban; luego que
completamente fué ahogada la libertad, una parte del pueblo antes magnánimo
y generoso dejó de ser lo que fué en épocas mas felices. Envilecido y corrompido,
aunque un tanto mas culto y menos ignorante, por un despotismo que oprimiendo
PROLOGO. **«
el alma, lisonjeaba la pereza del cuerpo y la inacción del entendimiento, apenas
el español se atrevía á levantar sus ideas ni á usar de su inteligencia mas allá de
lo que una terrorífica superstición le permitía. Reducidos á una obediencia servil
y pasiva, ¡ desgraciado de aquel que levantaba su pensamiento una línea mas alto
que lo que permitía una inquisición política y religiosa (20)! Al punto á los pies
(20) La verdadera soberana de los pueblos es la imponga un contrapeso; que no lo rechace y sacuda?
opinión : la opinión es el resultado de las necesida- Dónde hay un pueblo que mas tarde ó mas tempra-
desfísicasy morales de los pueblos, es decir, de su no huyendo de un escollo no se estrelle en otro ?¿Que
modo de existir y de su fe. La necesidad de creer cansado de anarquía, no camine al despotismo, ó del
es invariable y constante, es -una ley precisa de la despotismo á revoluciones que, para dejar de ser
naturaleza humana, es un instinto invencible; pero anarquía, han de ser dictaduras, ya cuando comien-
las formas á que se adapta para realizarse en cada zan, ya cuando continúan, ya cuando acaban ? Hom-
situación son variables. Todos los hombres creen bres libres, verdaderamente libres, no han existido
y existen en todos los tiempos; pero ni creen lo mis- nunca reunidos, si no se llama libertad á la obedien-
mo, ni existen del mismo modo, ni bajo las mismas cia pasiva y á la abnegación de toda voluntad indivi-
formas. Las que generalizadas constituyen una ac- dual, comenzadas por la fuerza y continuadas por el
tualidad de fe y un modo de existencia, forman la hábito. La doctrina del derecho de las mayorías nu-
opinión, á la cual, bajo cualquier aspecto que se pre- méricas, aun suponiendo que no sea una fantasma
sentero solo no pueden contrastar los grandes hom- en la práctica, no es otra cosa que la supresión de la
bres que gobiernan á los pueblos, sino que tienen libertad absoluta y activa de las minorías.
que obedecerla, y aun participar é identificarse con Abrase él libro histórico de las situaciones huma-
ella, y seguirla, y organizaría para su completo des- nas, de los instintos de la naturaleza del hombre,
arrollo, y para el tránsito á su abdicación en manos y en todas partes se verá lleno de opresores y opri-
de otra que ha de sucedería. Las sociedades existen midos que cambiande bandera cuando de situación:
bajo cualquiera modo de fe ó de gobierno, y solo son en todas partes al que ayer pedia libertad y toleran-
imposibles bajo el imperio del ateísmo y de la anar- cia , hoy alzar patíbulos y encender hogueras en nom-
quía, que excluyen toda ley, toda razón de orden bre de la libertad y del amor al prójimo. Así es y ha
social. Digo esto porque, al haber hablado, como lo sido hasta ahora la humanidad: el bien no Se conoce
he hecho, de nuestros antiguos gobernantes, no ha sin el contraste del mal; la libertad no se percibe si-
sido mi ánimo exagerar sus culpas. Vejado el pueblo no al lado de la servidumbre. La traslación del poder
castellano por los desórdenes de una aristocracia arbitrario bajouna multitudde formas es el producto
turbulenta, y lleno de fanatismo religioso; partici-
pando sus reyes de los mismos sentimientos, y sien- de todas las revoluciones: estas establecen catego-
do ademas ventajoso á sus intereses personales, fácil rías de vencedores y vencidos, como resultados de
les fué minar la antigua constitución, que el pu eblo, una lucha; mientras esta dura, cada uno en su cam-
sediento de paz y de reposo, les abandonaba : fácil po defiende su libertad, y abriga la esclavitud á su
les fué sustituirla con un poder arbitrario, y fácil- manera. Decidida, el vencido sirve al vencedor, el
mente organizaron la persecución religiosa basada cual á su vez se cansa de la lucha; el cansancio pro-
en los deseos y tendencias populares. Los Reyes Cató- duce el abatimiento; el abatimiento, la inercia; la
licos y sus sucesores no hicieron, pues, otra cosa inercia, la sumisión pasiva, y la sumisión pasiva
que respirar la misma atmósfera contagiada que el entrega los pueblos al despotismo de uno ó mas hom-
pueblo; que obedecer la opinión de sus gobernados; bres. Esto es todo lo que hasta ahora dice la histo-
que participar de su fanatismo religioso, de su odio ria, y me parece que lo dirá siempre; porque las le-
ala anarquía, desús deseos de paz. Para lograrlas yes morales son tan constantes, tan inmutables en su
organizaron fuertemente el despotismo político y el esencia como las físicas. El justo medio se halla tam-
espíritu perseguidor: levantaron el poder inquisi- bién en aquellas, pero como un tránsito, y no como
torial, y en cambio de la libertad política y del pen- un término de la humanidad; porque el ansia de mu-
samiento dieron á sus pueblos el apetecido reposo. dar de estado es una condición del movimiento que
Verdad es que los males que prepararon sin prever- el hombre cree ejercer en línea recta sin fin, cuando
los fueron muy superiores al bien que consiguieron; solo es en un círculo, donde repite sus mismos pa-
pero por de pronto, obedeciendo la opinión, logra- sos. Así la piedra lanzada por una fuerza extraña
ron su objeto principal. Si Dios hiciera Jos gobernan- corre el espacio mientras le dura el impulso, para
tes naturalmente superiores á sus subditos en inteli- caer á su centro cuando le falta aquella; así la sal di-
gencia como en poder, entonces no tendrían que suelta en un vehículo, luego que esta se evapora, sí
someterse á las aberraciones de la opinión; entonces tranquilo se le deja, vuelve á cristalizarse según la
no se contagiarían de los errores populares, y enton- afinidad de sus moléculas. Trastornar las leyes físi-
ces fueran verdadera y necesariamente soberanos. cas, sería destruir el universo tal cual es; cambiar
No pretendo por esto eximir de toda culpa á nuestros las morales, sería destruirla humanidad bajo sus
monarcas, pues si obedecieron á las circunstancias, condiciones de existencia : ni una ni otra cosa le es
también con exceso las explotaron en su favor; tam- dado al hombre ejecutar, pero ni al mismo Dios le
bién su egoísta personalidad tuvo mucha parte en los es posible, sino reduciendo el universo á la nada, ó
males que irrogaron al pueblo; también en provecho formando otra nueva creación. Dios podrá hacer un
propio y daño universal abusaron de su poderío, y en ángel del hombre, pero así ya el hombre no será sino
vez de rectificarlos, extraviaron mas y mas los ins- ángel. El hombre podrá cambiar de manos la riqueza
tintos populares. Mas ¿dónde existe un poder que no y el poder, y distribuirlos á su antojo momentánea-
abuse de su fuerza? Dónde un gobierno, de cual- mente ; pero no formar una sociedad constante, don-
quiera forma que se revista, quevoluntariamente se de todos sean iguales en fuerza,-en talento, en inge-
nio, etc.; ni aunque se proponga suprimir los indi-
ixx PRÓLOGO.
del audaz, ó del imprudente, surgía una hoguera que sofocaba sus ideas, que
abrasaba sus escritos y que quemaba su cuerpo, haciendo rechinar sus carnes y
viduos á quienes la naturaleza aventaje ó deprima, Providencia, que en otra época para sus altos fines
y aceptar el ostracismo de los aventajados, como se se valió de los bárbaros del Norte, ahora parece que
inició en Atenas, y la muerte de los deprimidos, co- se inclina á tomar por instrumento las clases prole-
mo en Lacedemonia. tarias. ¿Y qué sucederá?Lo de siempre. La sociedad
Establecerla utopia de una igualdad absoluta entre cambiará do formas, no de esencia : habrá en ella
los hombres, es ir contra las leyes de su naturaleza, bienes y males diversamente compensados, habrá ks
es reducirlos al-sacrificio de toda individualidad, es mismas" cosas con diversos nombres. Los cataclismos
privarlos de toda libertad física y moral, es reducir- físicos y morales, si no producen una nueva creación,
los á sus necesidades puramente instintivas, es ma- se reducen solo á modificar las formas de la antigua,
tar su inteligencia, cuya condición de desarrollo obedeciendo ala ley providencial que las asignó su
consiste en el indefinido poder de crear nuevas ne- época necesaria. Solo cesarán cuando Dios en su
cesidades , y de combinar medios para satisfacerlas, mente lo haya decretado , cuando el bien y el mal
apropiándose cuanto presenta la naturaleza para dejen de ser condición el uno del otro; cuando el
asimilarlo á la humanidad. El hombre reducido por mundo y el hombre dejen de ser lo que son, y
una constitución social de esta clase á no excederse se conviertan en otra cosa; cuando este se cambie
de los instintos naturales de conservación del indi- en ser.puramente contemplativo, en quien el hábito
viduo y de la especie, en esto solo podría emplear su inutilice el uso de la libertad, y la perfección la ne-
trabajo, y entonces dejaría de ser inteligente y libre, cesidad del progreso. Miéntras'así no sea, mientras
y se convertiría la sociedad en una colmena. No sería el mundo no se convierta en cielo, mientras la con-
ya hombre, sino abeja, sino puramente animal. ¿Se- templación de Dios no absorba todas las facultades
rá esto posible? No lo sé; pero el hombre es como el del hombre, mientras este no se despoje de la con-
Judio errante, y tiene que andar siempre; puede dición terrenal con que en el mundo existe, siempre
trasportarse de la civilización á la barbarie, de la en desigual lucha entre el bien y el mal, caminará
barbarie á la civilización; mas nunca pararse mien- por las mismas vias. La suma del bien y del mal es,
tras no mate toda individualidad, toda libertad, to- como la de la materia, independiente de sus formas,
do progreso, toda inteligencia. ¿Es este el punto á siempre igual. Esta igualdad se constituye por com-
que se quiere reducirla especie humana? ¿Para lo- pensaciones inherentes á las diferencias : esta es la
grarlo se derraman en nombre de su perfección i l i - única nivelación que existe, no por la voluntad, no
mitada tanta sangre, tantos dolores? ¿Se ejercen tan por el poder humano, sino por la ley eterna de la •
diversas dictaduras y con tantos nombres para obte- creación. ¿Cómo pues ejercerá un hombre fruc-
ner una esclavitud perpetua; para llamar libertad á tuosamente el uso ele su libertad, para modificarse,
la mas omnímoda y forzosa negación de ella; feli- ya que no para hacerse de nuevo? Luchando íntima-
cidad , á la escasez de los bienes; igualdad, á la ex- mente con sus pasiones individuales, y sometiéndo-
tensión de los males, y progreso, á la limitación del las á la razón universal. La suma y generalización de
uso de la inteligencia? Conducir la humanidad por estas victorias forma el verdadero progreso de la hu-
tan errados caminos, puesto que el hecho de inten- manidad, y su retroceso empieza desde que el hom-
tarlo entre en las condiciones de la naturaleza, no bre lucha con la conciencia de otro, y quiere some-
me parece que entra el de conseguirlo, á no que sea ter por fuerza la voluntad y el pensamiento ajeno al
posible convertir al hombre en puro animal, some- propio.Desde este punto comienza la tiranía,triunfa
tiéndole á la mas estúpida obediencia pasiva, á la ti- la violencia, se provoca la defensa con el ataque, la
ranía mas ilimitada, coartando sus deseos con las fa- sangre baña la tierra, la verdad retrocede y el error
cultades de satisfacerlos. A esto no creo que alcance se ensalza. La idea fecunda y necesaria que nace,
el poder humano, mas no por eso son menos reales reemplaza sin violencia á la innecesaria que decae,
y efectivos los dolores y trastornos que producen los ofreciéndola víctimas, no verdugos; pero si luego
conatos empleados en realizar esta idea. Lo digo y lo se hace agresiva, opresora y deprimente de la liber-
repito : profesando estas doctrinas, no me es posible tad y de la tolerancia que para si imploraba, empieza
acusar anadie en particular del curso que se sigue á pervertirse, á decaer, á perder los medios de reali-
actualmente para verificar una utopia, á mi ver, irrea- zarse lógicamente, aceptando por condición la vio-
lizable. Estamos obedeciendo á la ley del movimiento lencia, que es para las ideas lo que el fruto vedado
que se impuso á la humanidad, de huir del mal pre- fué para el hombre: el dolor y la muerte. La doctrina
sente sin cuidarse mucho del venidero; al irresisti- evangélica hubiera ya fraternizado el mundo, si el
ble deseo de cambiar de situación, al de quitar la hombre no la extraviara tomándola por enseña de
espina que nos hiere, siquiera nos clavemos otra que los mismos crímenes que prohibía: si no devolviera
nos atormente mas, siquiera el arrancarla nos pro- como represalias á los verdugos de sus mártires, los
duzca mas grave y permanente dolor que el conser- mismos suplicios cuyo uso condenaba en sus contra-
varla. La civilización actual, después de llegar á su rios. ¿Qué fué la humanidad cuando el hombre se
punto culminante, ¿se halla en el de su descenso? constituyó en vengador de Dios? Un verdugo, tanto
Gastada ya, ¿no puede compensar sus males con sus mas cruel y temible, cuanto con segura pero extra-
bienes? No se basta á sí misma? Llevó la nivelación viada conciencia, en nombre de Dios, y por vengarle,
individual á un punto de que no puede pasar sin derramaba la sangre de sus hermanos, suprimiendo
destruirse? Llegóá corromperse sin medida,y la hu- su libertad y violentando su pensamiento. Lo mismo
manidad necesita quizás ya rejuvenecerse en la bar- son las revoluciones que fanatizando el pueblo en
barie, en la fuerza brutal que haga sentir de nuevo nombre de la libertad, ensangrientan la tierra ho-
ser necesario un poder moral que la contenga, y que, llando su misma bandera, y que, constituyéndose en
como millares de veces, surgirá ahora también de jueces, partes y verdugos,' oprimen y castigan hasta
ella misma siguiendo los mismos pasos ? La divina las sospechas de un pensamiento, aun en leve oposi-
X X I
PRÓLOGO. *
sus huesos. Sus bienes eran arrebatados, sus hijos y su posteridad cubiertos de
infamia y abandonados á la miseria. ¿Qué pudo hacer el pueblo bajo el imperio de
la casa de Austria, sino enviar lo mas selecto de él á verter su sangre en otros
climas, y convertir en frailes la otra parte? Reducido á tal extremidad, el antiguo
yfierocastellano dobló su cerviz al yugo del despotismo. Vencido en Yillalar y
privado de toda esperanza de ser libre, dejó de existir como poder público, y
se trasformó en vulgo miserable. Como tal aceptó un género de poesía conforme
á sus nuevos pensamientos, y el antes noble y patriota castellano fué después el
siervo fanático de sus opresores, el verdugo de los pocos que intentaban sacarle
de su estado. Supersticioso, se dedicó á cantar los falsos milagros : esclavo en
su pensamiento, todo lo creia sin examen; pero valiente todavía, y no teniendo
héroes de buena ley que celebrar, celebraba los malhechores y bandidos que
burlaban la justicia de los hombres. Así retoñaban aun contra la tiranía los
instintos delfierocarácter castellano. Privado de cuanto estimula y engrandece
el alma, extraviada su imaginación y su razón torcida, olvidado de sus anti-
guas glorias, se corrompió y degradó hasta el punto de apasionarse de lo que
era mas deforme y despreciable. Demasiado abatido para que desde su bajeza
alcanzase á mirar las clases mas altas de la sociedad en que vivia; entregado
al desaliento y la pereza; contento entre la inmundicia que le rodeaba; indife-
rente á los asuntos públicos con relación á sí propio, solo veneraba, al través
del prisma de sus errores, á la hipocresía como virtud, á la barbaridad como
valor, al desenfreno como heroísmo, á la charlatanería como ciencia, y á las
creencias falsas como parte integrante del dogma verdadero. La mentira mas
absurda era para él la verdad mas evidente, si se acomodaba á sus instintos
supersticiosos, y desde luego creia con toda su alma cuanto era imposible y
absurdo. Este cenagal de corrupción, de falsa ciencia y de fe extraviada,
sirvió de materia á los romances que los ciegos empezaron á propagar desde
mediados del siglo xvn, y que simpatizan tanto con el vulgo alucinado,
que constituyen su catecismo, su encanto, sus delicias, y puede decirse que
hasta su único modelo ideal y su verdadero retrato. Gratos le eran estos ro-
mances, porque personificaban el denuedo en un contrabandista vencedor de
un regimiento, y que se burlaba de las autoridades que persiguiendo el crimen
lo hacían bajo las formas odiosas del despotismo : interesábanle aquellos cuadros
lascivos, donde una dama resuelta dejaba la casa, y ultrajaba la autoridad pa-
terna por seguir á un valentón rufián, á quien encubría en sus robos y favorecía
en sus asesinatos; batia las palmas de gozo cuando se le presentaba un enjambre
de
«nonalguaciles
con el que lashuyendo de un
dirige.«Yo creo que desaforado
Constantino malhechor con visos
los ciegos verdugos que alde valiente;
derramar se en-
la sangre del
fue el mayor obstáculo
tusiasmaba en pro dedel
la perfección
ladrón evangélica,
que socorria á los
inocente pobres
cumplieron con los despojos
las condiciones de los
de la salvación
convirtiendo el Cristianismo en instrumento de sus del género humano. El Hijo de Dios no fuera hombre
ricos; placíale
nnibiciones; y tengoverle
por massubir animoso
enemigos al cadalso,
de la liber- sino sedonde después
sometiera á la leyde
de confesado,
la humanidad;echa-
pues
tad , de la igualdad y de la fraternidad, á los que con ¿cómo el hombre perecedero podrá separarse de ella
ba un sermón muy tierno á los espectadores, y moría, tan persuadido como
su nombre en la boca las proclaman á fusilazos, que pormas que ruede en la circunferencia cuyos límites ellos
de
a losque ibaresisten
que las sin tropezar
con medios á iguales.
gozar deSin Dios,,
em- nocual si fuera
puede un Lasanto;
traspasar? y en
sumisión findecretos
á los gustaba de
bargo, aun cuando la opinión de un pueblo se haya la Providencia, la caridad y otras virtudes espontá-
lormado con tales elementos de error, no por eso es neas , y no forzadas, son la perfección moral á que el
menos incontrastable. El mismo Jesús se sometió á hombre puede llegar; y esta no se alcanza, si para
las consecuencias de contradecir la que en su tiempo realizarla se usa de la fuerza, de la intolerancia y de
Uommaba; por ello espiró en la cruz, perdonando á las persecuciones.
xxxtl • PROLOGO.
con desatino de hallar en estos romances un diluvio de milagros, de brujerías y
encantamientos, una gaceta de terremotos y tempestades, incendios, pestes y
castigos extraordinarios de la Providencia contra personas y pueblos enteros,
sobre todo si eran judíos, moros ó herejes. Todas ó casi todas estas composi-
ciones , consideradas como poesía, son detestables; pero ofrecen mucho interés,
porque conservan los vestigios de una civilización degradada, y forman el con-
traste mas notable entre el carácter y costumbres del antiguo pueblo ignorante
con el del nuevo vulgo humillado y envilecido; de la barbarie que camina á la
cultura, con la civilización que desciende á la barbarie. Después de perder su
importancia política, ¿en qué habia pues de ocuparse el pueblo sino en embrute-
cerse, para sentir menos su desdicha, ó para desconocerla? Por fortuna los grandes
poetas definesdel siglo xvi y parte del xvn, restos de aquel tiempo en que la gloria
se sustituyó á la libertad, centellas de aquel fuego divino que animó nuestra liberal
existencia durante una lucha larga y santa, conservaron yelevaron la antigua poesía
popular, que nació con ella, y que amalgamada con otros elementos de cultura y
civilización, formó aquel sistema dramático tan vivaz, tan libre, tan fecundo que,
salido de lo mas íntimo de nuestro carácter, circuyó la Europa, y sustituyó para
nosotros aquellas epopeyas que surgen siempre del impulso recibido en tiempos
de gloria y libertad, y que son el canto del cisne que se exhala para anunciar
su muerte. La degradación del pueblo alcanzó también á los grandes ingenios
que ensalzaron nuestra literatura, á los creadores de nuestro admirable sistema
dramático. El espíritu de los romances vulgares les influyó tanto, que se vieron
forzados á poner en la escena muchos de los innobles y groseros asuntos que el
vulgo celebraba. La corrupción del gusto y de la moral cundía cada instante, y
se inoculaba en todas partes. ¿Qué otra cosa era posible, cuando agotado ó fati-
gado el ingenio, no le era lícito abrirse nuevos caminos de creación y de entu-
siasmo? Debilitados los instintos de libertad en el reinado de los Reyes Católicos,
ahogado bajo el imperio de Carlos V y de Felipe II, extinguidos los de gloria
en los tiempos de sus débiles sucesores, la buena y bella literatura apagó del
todo su brillo, y desapareció con el último vastago de la raza Austríaca que
reinó en España. Para nosotros desaparecieron, con los postreros años del si-
glo xvn , todas las memorias gloriosas, todo el vigor nacional, todo lo que fui-
mos ; y comenzó el xvm sometiéndonos á la dinastía francesa, que nos impuso
las costumbres, la política, la administración y la literatura de su patria. Baj-o
este fatal influjo desapareció la España moralmente; y su poesía grande, noble
y original, espiró con ella y con su nacionalidad, después de haber sido ambas
víctimas del despotismo, de los errores políticos de sus malaconsejados gober-
nantes , y del abuso que hicieron de sus fuerzas y aun de sus prosperidades.
¡ Plegué al cielo que ahora, en la nueva carrera que nuestra patria ha comenzado,
recupere lo que perdió, y conquiste aquel varonil vigor que la hizo muchos siglos
respetable y respetada!
Dividimos el Romancero de migares en las secciones siguientes :
Primera. Novelescos y fabulosos.
Segunda. Caballerescos.
Tercera. Asuntos milagrosos y devotos
Cuarta. Asuntos históricos, generales y particulares.
Quinta. Biografías y anécdotas de valientes facinerosos y bandidos.
Sexta.
acomodados Descriptivos
En la segunda
primera
parasección
los
el de ysevarios.
objeto
asuntos
de
incluyen
todos
caballerescos,
los que
vulgares.
tratan
hechosdesobre
los encantamientos,
los de los antiguos
etc.y
x x x m
PRÓLOGO.
OBSERVACIONES
SOBRE LOS ROMANCES VARIOS DOCTRINALES, AMATORIOS, SATÍRICOS, BURLESCOS.
CONCLUSIÓN.
Acabaré este trabajo, que completa el de la anterior edición, con aquellas
ideas que me han ocurrido y que le dan un giro menos especial, pero mas filo-
sófico y trascendente. La historia de la literatura es el espejo de la sociedad y
del hombre modificado por las circunstancias y necesidades que le rodean é
influyen : es la consideración de la ley constante de la humanidad, que solo
aparece variada en su expresión y en sus formas accidentales. Si he hecho in-
cursiones en el campo de los sistemasfilosóficosy políticos, ha sido cuando en
ellos creí hallar vestigios del influjo que ejercieron en el desarrollo intelectual y
en la literatura de los pueblos, de cuyos hábitos y costumbres surgieron como
necesarios para dar unidad á su marcha social según las condiciones de exis-
tencia de cada uno. Como no soy partidario ni enemigo de ningún sistema ge-
neral bajo cualquier forma que se constituya; como no ignoro que todos tienen
sus ventajas y desventajas, y como se que sus resultados prácticos dependen no
de su esencia, sino de su aplicación oportuna ó inoportuna, me he ceñido á juz-
garlos en particular bajo el aspecto conveniente al objeto de mi tarea.
Así como en todas partes, comenzó nuestra nueva civilización y literatura desde
la barbarie que acabó con la antigua: dejamos de ser romanos y fuimos bárbaros;
aceptamos el elemento de destrucción, pero también nos acompañaba el ele-
mento regenerador. Con el primero derruímos la antigua civilización, con el se-
gundo alzamos otra nueva que se aprovechó de los restos de la antigua que so-
brevivieron al tremendo cataclismo. Circunstancias particulares modificaron en
España sus efectos, y constituyeron la especialidad de nuestra existencia so-
cial,, de nuestra literatura, y de las instituciones políticas, que sin la invasión
de los árabes fueran completamente feudales como en toda Europa. El fraccio-
S X x V
PRÓLOGO. -
namiento del terreno produjo el de las monarquías, que necesitando del pueblo,
solo con él adquirian fuerza. Esta causa nos desvió harto del camino que siguie-
ron los demás pueblos del Occidente, y produjo hábitos y costumbres populares
y monárquicas á la vez, que influyeron no poco en el giro de nuestra literatura
en sus primeros tiempos, aunque después se uniformase con la de los extra-
ños por habernos también conformado con el poder arbitrario que rigió toda la
Europa.
Aun cuando los romances que conocemos no sean los documentos gráficos mas
antiguos del origen de nuestra poesía, puede presumirse, sin embargo, que bajo
sus formas se exhalaron los primeros alientos de la que fué popular. Su rudeza, su
fácil construcción, los asuntos deque tratan : todo, todo contribuyeá justificar
esta conjetura. Hijos primero del pueblo rudo, aceptados después por los juglares
y luego por los grandes poetas, que revestidos de gala los restituían á su origen,
contienen sin interrupción la historia íntima de cada una de las épocas á que
pertenecen , y los vestigios de aquellas mas remotas, cuyas producciones se
perdieron. Así lo he querido demostrar en las observaciones que hago sobre las
respectivas clases en que los divido. Allí se verá lo que opino acerca de los que
- nos son propios y de los que provienen de imitaciones extrañas : allí lo que
presumo sobre los elementos que se reunieron para construir definitivamente el
sistema poético español que duró hasta principios del siglo xvni.
He comenzado mi colección con los romances, y no con otra clase de combi-
naciones métricas populares que reservo para un Cancionero, porque los miro
como producto mas indígeno y popular por sus formas fáciles y sencillas; porque
abrazan mayor número de épocas sin interrumpirse; porque retratan mejor nuestro
carácter, y conservan mas vestigios de los orígenes y progresos del idioma vulgar;
porque aun hoy dia tienen vida propia, porque llaman la atención de los aficio-
nados, que son en mucho mayor número que los eruditos; y en fin, porque el
mejor modo de inspirar gusto á este género de estudios es el presentarlos bajo
un aspecto agradable.
Al insertar sin excepción en las tres primeras clases de romances todos los
que han llegado á mi noticia pertenecientes á ellas, sé que los mejores y mas
desapasionados críticos me tacharán de pródigo; mas como en esta obra no me
propuse solo dar lo que pertenece en los romances al origen de nuestra literatura,
sino también conservar lo mas raro de ella y presentar una serie de documentos
que en esta clase de composiciones caracterice las diversas épocas de civilización
por que pasamos hasta el siglo xviu, no me disculparé, pero sí imploraré perdón
de no haber podido ejecutarlo á gusto de todos.
En esta nueva edición de los Romanceros he adoptado la misma ortografía
que en la anterior; mas conservando la de los originales en aquellas voces
características de la época á que pertenecen. En el texto no me he permitido
ninguna libertad que lo desfigure, y solo tal vez habré mudado de sitio alguna
palabra que por descuido ó mala corrección interrumpía la rima ó viciaba la
medida de los versos. Pocas veces también se han intercalado algunos de estos,
si faltaban para completar y hacer inteligible el sentido ó la frase, y eso casi
siempre tomándolos de otro original impreso ó manuscrito que los contuviese.
También he usado con frecuencia de los apostrofes ortográficos, cuando la e final
de una partícula se suprime por empezar con ella la palabra siguiente.
Tal es el plan, el método y las miras que han presidido á esta nueva publi-
cación de los Romanceros, que ahora repito con el título de ROMANCERO GENERAL.
En las observaciones generales y en las notas particulares que contiene, he
expuesto y declarado mis doctrinas, mis juicios y conjeturas, y el aspecto
xxxvi & PRÓLOGO.
filosófico y literario con que concebí y realicé esta obra. Si la ejecución corres-
pondiese, y lo dudo, al ímprobo y deslucido trabajo que hice en ella, habré
sin duda duplicado el servicio importante hecho en pro de la patria litera-
tura, y dado al público un tesoro de historia y tradiciones populares, de tal
manera ordenadas, que facilitará su estudio evitándole el fastidio, y tal vez
proporcionándole algún recreo. El sabio, el erudito, el filólogo y el crítico,
hallarán en las viejas poesías un manantial de documentos á que aplicar su
atención y á que dedicar sus observaciones. El historiador filósofo encontrará
recursos á propósito para investigar los ocultos resortes que influyeron en nuestra
civilización, y la manera como descendimos desde la libertad política en que nos
anticipamos á la Europa, hasta el establecimiento de la arbitrariedad, en que
la acompañamos muy de cerca; y en fin, en las composiciones poéticas, hechas
desde mediado el siglo xvi hasta el último tercio del XVII , podrán gozar é imitar
los hombres de gusto y los poetas una multitud de modelos abundantes de bella,
rica y briosa fantasía, que enalteciendo su imaginación, le sirvan para engalanar
su ingenio, prestándole medios fáciles, dulces, armoniosos y enérjicos de decir
y expresar los pensamientos.
No bastando los grandes sacrificios que hice para reunir una colección completa
de los documentos que me han servido de texto, he tenido que valerme del favor
que algunos amigos amantes de las letras me han dispensado, ya prestándome
materiales, ya dándome consejos, ya animándome á la empresa. Entre ellos debo
mencionar especialmente al Sr. D. Jacobo María Parga, de quien en otra parte
. hice mención ; al actual ministro de Estado D. Pedro José Pidal, cuyos escritos
y publicaciones llenas defilosóficayfilológicaerudición, y sus amigables consejos,
me han sido prodigados con amistosa franqueza ; á mi ilustre amigo y protector
D. Joaquín María Patino, bibliotecario mayor que fué de la Nacional de Madrid,
á quien he debido los adelantamientos en mi carrera; á D. Pascual Gayangos,
juicioso literato y excelente arabista; á.D. Justo Sancha, queposee una de las
mejores colecciones de libros castellanos de poesía, y que la disfruta, no para
adorno, sino para estudio y recreo del entendimiento; y á D. Serafín Calderón,
distinguido y conocido escritor en todas materias. No menos pruebas de celo y
simpatías he recibido de algunos otros amigos, cuyos consejos y excitaciones
me animaron grandemente; y entre ellos debe mencionarse nuestro modesto,
pero apreciabilísimo literato y compañero en la biblioteca Nacional de Madrid,
el Sr. D. Eugenio Hartzenbusch.
Otros, y mas especialmente alguno muy versado en lo que á nuestra antigua
bibliografía yfilologíaconcierne, pudieran haber ejecutado lo que con mucha
desconfianza emprendí. Pero, pues no lo han hecho, discúlpese mi arrojo, y
téngase en cuenta la constancia y noble desinterés que me animó á este trabajo,
no tan del todo estéril, que haya sido inútil al estudio de nuestra literatura bajo
el aspecto crítico yfilosóficocon que lo he presentado.
• Tampoco puedo omitir aquí los ilustres nombres de los sabios alemanes BoW
de Faber, Depping y Wolf. El primero, que nos concedió su amistad, fué el que
con su Floresta de rimas castellanas nos inició en la idea de que era convenie
una clasificación metódica en este género de trabajos; el segundo, con su Ro-
mancero castellano y sus notas, traducidas por el Sr. Alcalá Galiano, nos
admirar el punto altísimo á que en Alemania ha llegado el conocimiento de
8
nuestra lengua, y la profunda manera de considerar nuestra historia. Las misma
cualidades y aun en mayor grado resaltan en el Sr. Wolf, y las ha manifestado
en
quesuacaba
publicación de layRosa
de publicar de tenido
que ha romances, y en de
la atención su remitirme.
ensayo sobre A los
i* españoles.
r°rdaa
PRÓLOGO. «xvii
que, por ignorar su lengua, no puedo juzgar de esta obra por ahora,""y solo la
conozco por un juicio diminuto y lijero que se ha publicado de ella en la Nouvelle
reme enciclopédique de Didot, deuxiéme année, septembre 1847; pero esto bast
para hacerme comprender los estudios profundos que ha hecho sobre este ramo
de nuestra literatura, y las miras trascendentes á que lo ha elevado y en que
mas de una vez hemos coincidido (21).
No menos me ha sorprendido cuando llegó á mis manos, ya muy tarde, el
Romancero Espagnol coleccionado y traducido por Hinnard, quien con lijereza
aparente, y en verdad con inspiraciones profundas, ha considerado nuestros ro-
mances, y en ellos nuestra historia, sin pretensiones exageradas de anticuario,
y la ha presentado bajo su verdadero aspectofilosóficoy político. El cuadro,
tal cual lo formó, es un bosquejo, pero lleno de pinceladas maestras que son
otros tantos gérmenes de fecundos pensamientos.
Por lo demás, y en cuanto á mi obra, solo me resta decir : que á pesar de
la convicción íntima de utilidad que me la inspiró; que á pesar de las conside-
raciones profundas que han surgido del estudio necesario para realizarla; que
á pesar de la imparcialidad á que he aspirado en mis juicios, desde ahora pido
al público que no acepte á ciegas mis opiniones, que las examine y discuta seve-
ramente. ¿Quién sabe si una idea fija y sistemática habrá sido causa de mil
errores? Quién si sutilizando demasiado habré creado diferencias que no existen
entre los objetos? Quién si algún sentimiento de amor propio, oculto aun á mi
conciencia, habrá influido en los juicios? ¡Mucho, mucho temo haber incurrido
en errores involuntarios! Ni soy, como en otra parte he dicho, ni pretendo ser
inspirado, ni maestro : aspiro.solo á ser razonador, y á razonadores, no á dis-
cípulos me dirijo. ¿Quién es un hombre para enseñar dogmáticamente á otro
hombre? Sumergido en un mar de dudas, sin datos completos, ni casi esperanza
de adquirirlos capaces de resolverlas, suele tal vez desvanecer un error y cerrar
la senda que á él conduce ; pero ¿cómo lo hace frecuente, sino inventando otro
error y abriendo otro camino de mayores desaciertos? ¿Dónde está la verdad
absoluta, aquella verdad que mata todas las dudas, aquella que ciega todas las
sendas del error? Solamente en la suprema Inteligencia, en la que es todo y lo
contiene todo; en la que todo lo sabe y solo revela al hombre aquella parte de
la verdad relativa, que le conviene, para que con la esperanza de completarla
ponga en ejercicio sus facultades y cumpla su destino sobre la tierra.
(21) Después de haber impreso este prólogo por pueda llevar á tan alto grado el conocimiento de una
via de ensayo, mi amigo D. Santiago Palacios me fa- poesía y de un idioma tan diverso del que le es pro-
cilitó la traducción que en obsequio mió tuvo la bon- pio. Nada se le escapa al Sr. Wolf por delicado, por
dad de hacer de la on>ra del Sr. Wolf. Esta es un re- sutil que sea. Aun en aquellas ideas en que no hemos
sumen crítico y filosófico de cuanto se ha escrito en coincidido estoy indeciso y dudoso de mi acierto.
España, en Alemania y en otros países acerca de Acaso el público y la ciencia ganaran mucho si en
nuestros romances, lleno ademas de observaciones vez de mi trabajo propio le presentara el del sabio
originales, que prueban profunda ciencia, estudio alemán: con gusto lo hiciera si yo fuese dueño y pu-
seno, extensos conocimientos, y un criterio claro, diera disponer de la traducción que de esta obra me
perspicaz y metódico de los orígenes de nuestra len- facilitó el Sr. Palacios.
gua y literatura. Parece imposible que un extranjero
APÉNDICE
.obre la clasificación de los romances considerados relativamente á las épocas é que se atribuye su
composición, y al enlace que forman entre si las diversas modificaciones que experimentaron en la
tradicional y en la artística.
DESPUÉS de haber ordenado los romances por asuntos y materias, para dar una idea de
la marcha que han seguido desde los mas antiguos que conocemos hasta mediar el si-
glo XVII, v para poderlos distinguir, conviene clasificarlos según el carácter y aspecto
que presentaron en las épocas en que se presumen hechos, y según el espíritu que en
ellos predomina. Antes, sin embargo, de proceder en este sentido a su clasificación,
nos parece oportuno exponer las bases que sirven de apoyo á nuestra idea, para que apa-
rezca clara y perspicua, ya que acaso sea incierta ó equivocada. Las senes de romances
que hemos reunido para la presente obra forman desde su principio una cadena no in-
terrumpida de progresos intelectuales y de cambios en las ideas, pensamientos y len-
guaje. Otro tanto sucede respecto á sus autores. La ilustración de la sociedad no es siem-
pre igual, y sin duda la muchedumbre en los siglos medios distaba mucho de la de los
siguientes. Así es que la diferencia entre los romances viejos y los de los ciegos, que los
sustituyeron, procede de la que existia entre la civilización del vulgo, que los hacia, ó á
quien se destinaban. Los asuntos de los romances vulgares nuevos podrán sérmenos no-
bles que los de los viejos; pero en su estilo, formas aparentes y lenguaje, no son tan ru-
dos y bárbaros, porque el pueblo de su época era mas civilizado y mas artístico que en
las anteriores. Y no se crea que tal diferencia existe solo entre las composiciones de d i -
versas épocas, sino que también se advierte entre los de una misma, sin otra causa que el
cantarse ú oirse por los habitantes de las ciudades, ó por la gente rústica y campesina (1).
Esta, naturalmente desviada del roce y cultura de la otra, conservaba mas tiempo su ig-
norancia, y á duras penas se iba civilizando y recibiendo, no ya otros, sino sus antiguos
cantares, algo alterados en su lenguaje y formas, pero muy semejantes en su espíritu.
En todos tiempos y circunstancias, en cualquiera grado de cultura que se halle la so-
ciedad, es imposible que el común de los que la constituyen sea de poetas. Los cantos
populares, por bárbaros y sencillos que parezcan, siempre se realizan por personas mas
dotadas de ingenio que el vulgo en general. En todas las sociedades nacientes el poeta
se distingue de la multitud, ya que no por la ciencia adquirida, sí por la que revela la
naturaleza, y se desarrolla mas ó menos entre ciertos hombres de organización privile-
giada. Así es que los participantes de ella son propiedad del pueblo, al pueblo pertene-
cen y le personifican en sí propios. A los poetas de esta clase es á los que consideramos
como autores de los romances populares primitivos. El progreso de la civilización rompe
en fin, mas adelante, el círculo estrecho de los objetos que rodean materialmente á los
individuos de la sociedad inculta, y los conduce á considerar otros mas distantes con que
simpatizan, pero que conocen mal: entonces surgen los cantores y narradores populares
de profesión, que se dedican á ordenar y satisfacer las nuevas necesidades de la muche-
dumbre, agregando un poco de ciencia á las inspiraciones toscas del ingenio naturalé inar-
tificioso. Estos son los cantos y los romances compuestos por los juglares. Sigue tras este
tiempo otro de mayor cultura, en que se acumulan y complican las ideas á tal punto,
que el vulgo no puede reunirías y expresarlas convenientemente; pero sí comprenderlas
tan luego como se le presentan formuladas y acomodadas á su alcance : en este caso
aparecen los poetas eruditos , y luego ¡os artísticos, que interpretan y desarrollan los ins-
tintos iniciados entre el vulgo, y le van completando la ciencia á que aspira. Los poe-
tas primitivos, pues, y los juglares expresan la poesía natural del pueblo, la que el pue-
blo engendra y comunica; los eruditos y artísticos expresan aquella que la ciencia y el
arte, habiéndola recibido de la multitud tosca y ruda, se la devuelve culta ya, pero siem-
pre acomodada al mayor ó menor desarrollo de su civilización actual. Por ello, á dife-
(1) Es preciso entender que ni en todas ni en cada de los bandidos con los milagros de los santos. Y no
una de las épocas existia aislada la poesía popular, solo esto, sino que también en el siglo xvi y el XVII,
de la erudita y de la artística, pues marchaban á la como en el xv, se vio marchar al mismo paso y á la
par, aunque separadas entre sí. Al mismo tiempo que par con la poesía popular, y la popularizada propia-
existieron los romances populares, se escribían los mente nacional, la sabia é imitada de los Clásicos
poemas del Cid, los de Berceo, y las obras de los griegos, latinos é italianos, introducida en aquel
trovadores cortesanos. Cuando SEPÚLVEDA publicaba por los trovadores cortesanos, y en estos por Boscan,
sus romances, también Alonso de Fuentes escribía Garcilaso, Herrera, los Argensolas, etc., á quienes
sus Cuarenta cantos; y cuando LOPE, GÓNGORA y los también siguieron los poetas artísticos populares que
anónimos del Romancero general levantaban su vuelo igualmente que romances, componían odas, canciones
poético, los romances vulgares los acompañaban ce- reales, sonetos, y aun poemas en octavas endeca-
lebrando los hechos contemporáneos, ó las hazañas sílabas,
X L APÉNDICE.
rencia de los imitadores de los clásicos griegos y latinos, llamamos poetas populares aun
álos que hemos considerado como eruditos y artísticos, relativamente a la clase de lite-
ratura indígena que cultivaron ó que de ella procede.
. V , ; OBSERVACIONES GENERALES.
No es posible fijar la época en que la poesía castellana adoptó la forma del romance :
ningún documento histórico la acredita. Los códices mas remotos que tenemos conser-
van composiciones complicadas, que suponen en su confección arte y estudio; pero no
existe en ellos ni un solo romance genuinamente popular, anterior al descubrimiento de
la imprenta. Puede asegurarse que hasta la segunda década del siglo xvi no hemos visto
ningún romance genuinamente primitivo, manuscrito ó impreso, pues los que nos res-
tan de la última del xv pertenecen á poetas de profesión ó á trovadores cortesanos. En
el Cancionero general, impreso en Valencia-año de 1511, es donde aparece por primera
vez un cortísimo número de romances viejos populares, hasta entonces conservados por
tradición, pero únicamente dedicados á servir de texto á las glosas ó trasmutaciones que
de ellos hacían los poetas artísticos de la corte de Juan II ó de los Reyes Católicos.
Sin embargo, la poesía castellana por excelencia, con la forma de romance debió pre-
ceder entre el pueblo á la erudita y sabia hecha en versos largos ó imitados de los lati-
nos ó de los provenzales, porque la naturaleza precede al arte, la espontaneidad al es-
tudio, y la memoria á la escritura aplicada alas rudas producciones del vulgo. La medida
del verso redondillo ú octosílavo es la primera que debieron encontrar nuestros versifi-
cadores inartificiosos, porque nace mas fácilmente que otra de la construcción é índole
armónica de nuestra lengua y de la rotundidad de sus períodos. La combinación métrica
del romance es ademas muy favorable á las improvisaciones, pues su asimilación á la
prosa vulgar, la sencillez de su medida, sus pausas y música monótona, que facilitan la
rima continua, y dan vagar al pensamiento para ordenarlas ideas, su natural aptitud para .
la narración de ios hechos históricos considerados objetivamente , y para conservarlos
en la memoria, todo indica que el romance fué ó debió ser el primer aliento musical y
poético que exhaló entre nosotros un pueblo que necesitaba conservar su historia, sus
recuerdos, sus impresiones, por medio déla tradición oral, mientras ignorante del arte
de la lectura y escritura, solo le quedaba el recurso de la memoria, facilitado por medio
de la medida, de la rima y del canto, mas sencillos é inartificiosos, á que se prestaba su
lengua casi informe en una época tan próxima á su primitiva formación. ¿Y qué otra
cosa pudiera hacer un pueblo donde los pocos que leían y escribían desdeñaban hasta el
lenguaje del pueblo? Los cantos populares no penetraban en el palacio de los reyes ni en
el gabinete de los sabios, que creyeran degradarse si echaran lamas leve mirada sobre
la inculta naturaleza. Por eso los eruditos y preciados de una ciencia prestada y afectada
abandonaron las inspiraciones espontáneas del ingenio, y huyeron de ellas como el florista
caprichoso que en vez de cultivar las perfumadas flores naturales, prefiere producir arti-
ficiosamente otras hechas de papel, bellas si se quiere, pero que carecen del suave olor y
frescura de las naturales. La poesía popular nació sola por su propia virtud, por la nece-
sidad de que naciese; creció entre et vulgo agreste : hija de su inteligencia y acomodada
á ella, se conservó como por instinto, sin el arte , y á pesar del arte, hasta que al fin le
penetró y le invadió de tal modo, que le impuso su indeleble sello y le obligó á trabajar
para ella, á cultivarla y á tomarla por tipo. Entonces los poetas artísticos, haciéndose po-
pulares, excusaron al pueblo de tener los suyos propios, que antes necesitaba, y se vio
descender de su solio la poesía artificiosa y sabia, para unirse y amalgamarse con la que
antes desdeñó. Aunque á esta le negase la escritura durante muchos, siglos sus auxilios,
la memoria, como hemos dicho, la conservó trasmitiéndola de boca en boca, si no con
aquella pureza primitiva de su origen inmediato, al menos con las variantes que la pa-
labra experimenta cuando no se escribe. De aquí procede que los romances tradicio-
nales han sufrido la alteración de voces inherente á su modo de trasmitirse y puede de-
cirse que no han llegado á nosotros en toda su pureza. Como los juglares y cantores
mas modernos conservaban la tradición, debe suponerse que cambiaban las palabras an-
tiguas y olvidadas por otras de su tiempo, que eran inteligibles á sus contemporáneos,
laminen es de inferir que ingiriesen en sus cantos algunas ideas nuevas, algunos pensa-
mientos y costumbres de su época; pero separándose muy poco de los tipos antiguos :
lo primero porque las ideas, los pensamientos y las costumbres se alteran mas lenta-
mente que las palabras de una lengua que se va formando; y lo segundo porque, repro-
u
APÉNDICE. ' *
duciendo la tradición conservada en obras ya hechas, difícilmente se apartaría la copia
con exceso del original. . . , , . , . , , m
(2) Del cap. LV de la Crónica del Cid, y su prosa | Compárese este fragmento de la Crónica con el ro-
descompuesta, resulta el fragmento siguiente, que si mance número 768, lomado del Romancero de SE-
no es un romance exacto, da idea de cómo los anti- PÚLVEDA, y se verá cuan poco distan entre sí, y cuan
guos cronistas los introducían en sus prosas. .poco tuvo que trabajar el que hizo versos de la prosa,
Cid vos sabedes cuantos porque el cronista hizo prosa de los versos.
Ademas del fragmento arriba inserto hav otros
E quiero vos agora rogar muchos que igualmente se pueden reducir á roman-
Como amigo é como buen vasallo ces. El Excmo. señor D. Pedro Pidal, que me le ma-
Que vayades á Zamora, nifestó, tiene apuntados varios de igual clase.
A mi hermana Urraca Hernando (3) Aunque los mencionados fragmentos no exis-
E que le digades otra vez tiesen en la crónica, no sería menos cierto que habia
Me dé la villa por haber ó por cambio romances anteriores, pues ella misma los menciona,
E que la daré á Medina de Rioseco ya para comprobar los hechos históricos, ó para
Con todo el infantazgo, desechar como fabulosas muchas de las tradiciones
E facerle he juramento que contienen.
Con doce caballeros de mis vasallos
Que nunca seré contra ella, etc.
mi APÉNDICE.
Despreciada la poesía popular por los trovadores, fiada únicamente á la memoria, ni
el pueblo era bastante rico para conservarla en costosos códices, ni, aunque lo fuera, le
podia ser útil, porque rudo é inculto ignoraba el arte de leer y de escribir. Contentábase
pues con oir sus romances predilectos recitados por sus cantores y juglares, en las pla-
zas y en las fiestas públicas, á cambio del óbolo que el pobre les alargaba. Pero como ya
en el siglo xvi la imprenta habia disminuido considerablemente el valor de los escritos, y
reducídolo poco mas ó menos al precio que se daba al juglar por sus recitados; como
por esta misma causa se fomentó la afición á la lectura, los impresores hicieron asunto
de provecho y ganancia, el estampar todo cuanto podia producírsela; y no poca debió
ofrecerles el multiplicar las ediciones de los romances y poesías vulgares de que el pue-
blo gustaba y podia consumir á poco precio. Así se observa que no solo las hojas sueltas,
primeros ensayos de la poesía popular impresa, sino también las copiosas y baratas co-
lecciones de su clase que se publicaron después ó poco antes de mediar el siglo xvi, fue-
ron especulaciones de libreros , mas bien que obras fomentadas por amor á la gloria. No
así en los anteriores siglos, y particularmente en el xv, pues entonces los reyes, prínci-
pes y los señores, por afición á la ciencia , hacian escribir en códices de lujo las obras
célebres de los trovadores y de los sabios, empleando en ello la mano de diestros escri-
bientes. Pero no el excesivo precio de estas obras era únicamente lo que las alejaba del
pueblo, sino que ademas contribuía á ello el que su contenido no estaba al alcance de
su inteligencia inculta, y era un fruto exótico y extraño al tipo característico del pais :
era una importación del cultismo y sutileza metafísica de los trovadores provenzales. Im-
preso el Cancionero general en 1511, como sus poesías eran artísticas y eruditas exclu-
sivamente , no fué inmediatamente buscado sino por la gente culta, aunque después gran
número de sus obras se popularizaron, reproduciéndose en muchas ediciones aumenta-
das con nuevas obras, y expurgadas de algunas poco decentes, hasta el año de 1575,
en el cual se imprimió por última vez. E l Cancionero conserva la poesía artística de los
trovadores del siglo xv, así como el Inédito de Baena una buena parte de la de los del
siglo anterior, siendo de notar que en este no hay un romance siquiera que sepamos, y
en aquel tan pocos, que apenas ocupan algunas páginas. Todo prueba que ni aun la
forma de tales composiciones se aceptó por los trovadores cultos hasta las últimas
décadas del siglo xv, exceptuando alguno que otro iniciado entre las poesías que se atri-
buyen á Alfonso el Sabio. La parte pues de poesía popular y tradicional que nos queda, y
que sin ellos se perdiera para siempre, debérnosla á los editores de hojas volantes, y á los
coleccionistas que recopilaron él Cancionero, las Silvas, las Florestas, etc., de romances.
Los libreros de Burgos, de Valladolid, de Sevilla y Granada, pueden considerarse pues
como los conservadores de nuestra poesía vulgar. Pero no se crea que todo el contenido
en los pliegos sueltos arriba mencionados y en estas colecciones pertenece á la poesía
popular de tradición, porque en ellas hav uria parte que corresponde á la erudita y,
artística popularizada; ni se presuma que todos los romances que á aquella corresponden
se han conservado genuinamente como fueron en su origen, por mas que aparezcan
inartificiosos; pues, como ya lo hemos dicho, casi todos han pasado por los juglares,
son juglarescos y, por decirlo así, compuestos, alterados y reformados por hombres
que se ocupaban y hacian profesión de cantarlos ó recitarlos al pueblo. Proceden de
aquí las variantes de las diversas redacciones con que nos son conocidos.
.Hechas estas advertencias, réstanos clasificar los romances con arreglo á su carácter
esencial y particular, según las épocas á que pertenecen ó se suponen pertenecer, y á
las diversas trasformaciones que experimentaron desde sus primeros alientos épicos y
puramente objetivos, á la perfección lírica, que adquirieron pasando déla ruda y general
inspiración del vulgo ala de los juglares, y de esta á la de los eruditos, de quienes reci-
bieron los romances, aún toscos, los trovadores y poetas artísticos, para elevarlos á su
r
mayor altura.
Considerando los romances bajo este aspecto, los dividimos en las ocho clases si-
guientes :
La primera, segunda y tercera corresponden á"la época tradicional, y comprenden los
que se consideran como copias exactas, ó mas ó menos aproximadas, de su primitiva
La cuarta, quinta y sexta pertenecen ala época erudita.
La séptima y octava alas verdaderamente artística y poética.
De las cualidades, carácter y esencia de cada una de ellas vamos á tratar ahora.
Incluimos en ella los pocosPRIMERA CLASE.
romances que (Época
puedentradicional.)
considerarse, aunque dudosamente,
X L I
APÉNDICE. "
como primitivos, que pertenecen á la categoría de aquellos que muchas veces descom-
puestos en sus formas ¿ sirvieron de texto á otras obras, ya en prosa o ya en verso.
También admitimos en esta primera clase los romances cuyos originales se perdieron,
pero que los juglares, á pesar de haberlos reformado, nos han conservado sin permi-
tirse alterar en gran manera la tradición histórica de los hechos, sin desviarse del tipo
nacional, y sin revestirlos con adornos y colores exóticos, propios de costumbres y ci-
vilización extrañas. A diferencia de los de la tercera, los romances de esta primera clase,
aunque viciados por los juglares, aunque algo alterados en su primitivo texto, conservan
siempre el sello de la nacionalidad íntegro, puro, y sin mezcla de extranjerismo : son
los que mejor retratan nuestra civilización y conservan el origen de nuestra poesía. L i -
bres de toda imitación científica, sin pretensiones eruditas ni artísticas, son rudos como
los que los hacían, como los hechos que narraban, como la sociedad cuyo retrato eran.
Aunque en su redacción actual los romances de la primera clase, que no se introdujeron
disfrazados en el Poema del Cid ni en las crónicas, sean posteriores á dichas obras, mu-
chos de sus fragmentos que han quedado ilesos descubren su origen anterior. Acaso no
se intercalaron en ellas porque el asunto no lo exigía, ó si se hizo fué de un modo que
es imposible conocerlos, por estar completamente reducidos á otro género de versos, ó
á prosa pura.
Comparando estos romances con los fragmentos análogos que parecen mas antiguos y
menos alterados, se ve desde luego que la mayor parte de sus variantes consiste en ha-
berse modernizado las palabras, pero no el giro de la frase, ni el orden y expresión de
las ideas, ni el tipo de costumbres que retratan.
El carácter propio y peculiar de los de esta clase consiste en ser puramente objetivos,
es decir, que en ellos solo aparecen los hechos narrados puros, sin reflexiones ni doc-
trinas, y casi sin descripción de escena. El poeta aparece únicamente como narrador, y
de él no se percibe mas que el estilo y el orden con que ha colocado su pensamiento.
Cuenta lo que pasa fuera de él, sin que deje traslucir sus propias impresiones : parece
que ve y no piensa; es como un espejo que refleja y devuelve los objetos, sin que al de-
volverlos los modifique con una parte de sí mismo; es la memoria, que repite lo que
conserva. Por eso estos romances carecen de entusiasmo lírico, de colorido y ornato
fantástico , y si tal vez dejan traslucir algún rasgo de elevación épica, procede de hallarse
contenida en los hechos mismos que narran. Tal es el tipo esencial de estos romances.
" En cuanto á las formas que los califican, diremos que apenas se les percibe mas artificio
que el de la medida y rima que les es propia y los distingue de la prosa pura, y aun eso
conservadas cuando naturalmente y sin esfuerzo se presentan al improvisador; mas deso-
bedecidas y cambiadas sin escrúpulo, si no se le ocurren pronto, ó tiene que vencer
dificultades. Si alguna se le opone que pueda detenerle en su carrera, salta por ella,
rompiendo la medida, cambiando la rima, ó en fin haciendo prosa cuando la dificultad
no cede á tiempo. Esto es lo que se repara en los pocos romances de la primera clase,
que se presumen primitivos; en cuanto á los de la misma trasmitidos por los juglares, se
observa un poco mas de artificio, y muchas veces para guardar la medida y la rima, el
poeta ya vicia las voces, quitándolas ó añadiéndolas sílabas, ya cambia los acentos natu-
rales, ya escribe, y pronuncia como mudas, vocales que.no deben existir en las palabras;
ya hace mudas las que no lo son, y ya en fin, si no puede otra cosa, hace lo mismo que
hicieron los anteriores, es decir, que deja el .arte y el trabajo á un lado, y sigue su nar-
ración como mejor puede. No es extraño que así fuese en una época de transición, en que
el nuevo lenguaje comenzaba á existir, formándose como por instinto. Entonces el arte
casi no influía en la formación de la lengua rústica que surgía del latín moribundo, pues
aquella era un conjunto de ruinas hacinadas sin orden ni método previsto a priori, y sin
otra base que la natural necesidad de adquirir medios de comunicar pensamientos sen-
cillos, para lo cual con frecuencia el gesto y la entonación suplen á la falta de voces y al
orden lógico. Nacidos los romances populares en esta época, expresándose en una jerga
inculta, que solo hablaba el vulgo, se observa en los de los primeros tiempos mucho
desorden y arbitrariedad en la manifestación de las ideas, y en el modo de enlazarlas
para que tormén un discurso terso y seguido. De aquí el suprimirse continuamente las
conjunciones, de aquí lo corto de las pausas en los períodos, lo aislado de los pensa-
mientos y las repentinas transiciones; de aquí también que los romances viejos pasan de
la narración seguida al diálogo, y del diálogo al drama, convirtiéndose los personajes
épicos en interlocutores, y la narración en acción mas ó menos viva, mientras el impro-
usaaor popular hallaba medios de volver á la senda narrativa, valiéndose de frases con-
«w« * de muletillas aceptadas, y de frecuentes ripios, que le daban tiempo y
aliento para continuar su obra bajo el aspecto comenzado.
APÉNDICE.
SEGUNDA CLASE. (Época tradicional.)
Fórmase también esta clase con ciertos romances, que por su tipo arábigo español, de
eme conservan vestigios profundos, pertenecen á nuestra historia tradicional y de la comu-
nicación próxima con los moros. Procedentes de una civilización mas culta que la que
alcanzábamos entonces, estaban predestinados á influir poderosamente en el sistema
poético que después resultó por haberse combinado diversos elementos. Eran eminen-
temente populares en su origen y respecto á la época en que nacieron, pues halagaban
los instintos nacionales, presentando cuadros de las costumbres de un pueblo que con
nosotros, aunque en continua guerra, vivia, y cuyo valor y cultura no nos eran del todo
extraños. En su esencia estos romances difieren de los de la primera y tercera clase por
su tono mas lírico, fantástico y sentimental, y por el mejor y mas brillante colorido que
los anima. En sus formas materiales se diferencian de los de las mismas por su versifica-
ción mas esmerada. Parte de ellos los hemos incluido en la primera y segunda sección
de los moriscos novelescos, y parte en los históricos de aquellas épocas que les prestan
el asunto, ya sea verdadero, ó ya tradicional aunque fabuloso. Ninguno de ellos nos pa-
rece anterior al siglo xv.
TERCERA CLASE. (Época tradicional.)
Contemporáneos, si no mas antiguos que los de la primera, son los romances de esta
tercera clase. Debe considerárseles como exclusivamente hechos por los juglares bajo el
influjo de un tipo de imitación diverso del nacional, aunque asimilado á él en las formas
de locución. Formados sobre asuntos extraños á nuestra historia y costumbres indígenas,
calcados sobre tradiciones y crónicas escritas en otra lengua, y sobre hechos, históricos
ó fabulosos, propios de otra civilización, suponían cuando menos el estudio, el arte y la
observación empleados sobre objetos lejanos, y adquiridos por la lectura de obras pro-
pias de otras sociedades. En los romances de la primera clase, aun los que pasaban por
los juglares de profesión, nuestro pueblo se veía á sí propio retratado, pues él era el
modelo que imitaban los cantores de sus glorias, de sus hazañas y de sus pensamientos.
En los de la tercera clase se presentan solamente copias de modelos desconocidos al
vulgo, de cuya verdad no podía juzgar sino por una asimilación lejana y por una ciencia
de hechos y de objetos' que nuestro pueblo no veia á su lado ni por sus ojos, sino por
medio de la erudición que sus juglares adquirieron en los libros, ó las noticias que de sí
mismos les comunicaban los extraños. Los juglares dedicados á cantar asuntos de la Bi-
blia , de la historia antigua anterior á los siglos medios, y de los tiempos y países com-
pletamente feudales, crearon para nosotros la tercera clase de romances contenidos tam-
bién en la época tradicional. Rudos todavía, pero mas eruditos que los de la primera,
iban ensanchando el círculo de la poesía popular, sin extralimitarse tanto que pudiera
confundírsela con la erudita, y menos con la artística. Aceptada por el pueblo esta clase
de romances, y extendida la afición á ellos, sucedió lo que era de esperar, á saber : que
desde luego comenzó á alterarse la poesía indígena en su esencia, ya que no en sus for-
mas , admitiendo una idealidad extraña, que falseó su primitivo carácter, revistiendo
los hechos, y aun los personajes nacionales, de un colorido exótico que, amalgamán-
dose mas tarde con nuestros hábitos, facilitó sobradamente los cambios experimentados
en el giro que tomó nuestra sociedad.
Diferenciase esta clase de romances de los de la primera en que, siendo obra de
juglares de profesión, y suponiendo por eso en sus autores alguna lectura, emplearon
en ellos mayor esmero en versificarlos y en ordenarlos. Así se ve que los juglares apare-
cen tal vez razonadores por su cuenta, tomando una parte personal y subjetiva en los
asuntos, y atreviéndose á hacer reflexiones y á emitir máximas propias, aunque deduci-
das del objeto épico que se proponían en sus cantos. Verdad es que, siendo cortísimo el
numero de tales digresiones, no bastan para caracterizar la tercera clase de romances
tradicionales, ni á considerarlos como un género diverso de los de la primera; mas no
dejan, con todo, de ser un paso pequeño que daba la poesía popular hacia el elemento
subjetivo, lineo y descriptivo, á que llegó después la erudita y la artística. Respecto al
lenguaje, al giro de la frase, á la locución y expresión de los pensamientos, los ro-
mances de esta clase se identifican con los de aquella, tanto mas cuanto á pesar de
estar tomados de modelos extraños, los poetas no podian prescindir de asimilarlos en
alguna manera a los hábitos y costumbres patrias, en cuyo elemento vivían. Por eso
nuestr.o Bernardo>del Carpió no es exactamente el Roldan francés, sino una imitación
e a c o m o d a d a a l
llegó* * carácter propio del feudalismo español, tal como
APÉNDICE. ™
ÉPOCA ERUDITA.
Gontiénense aquí las clases séptima y octava de los romances castellanos, y en ellas
se ve la marcha que siguieron desde sus primeros pasos artísticos á su apogeo y á su de-
clinación.
SÉTIMA CLASE. {Época artística.)
Hemos dicho en otra parte que hasta el último tercio del siglo xv los poetas cultos y
cortesanos, es decir, los trovadores, no adoptaron la forma del romance para versificar
sus obras-Hasta entonces fué una composición puramente popular, nunca escrita. Pero
ya JUAN DEL ENCINA y algunos otros versificadores artísticos se atrevieron á componerlos,
o por mejor decir, á amoldar á sus formas la poesía culta que imitaban de los provenza-
es e italianos. Ininteligibles para el pueblo, la sutil metafísica, las pretensiones filosóficas,
las artificiosas ideas y pensamientos que á nuestros trovadores sugerían semejantes mo-
delos, no podían ser populares los romances hechos bajo los auspicios de una idealidad
poética, hija de imitación extraña y de un arte estudiado, no aplicado á lo que esencial-
mente era nuestro y nos caracterizaba. Tal vez algunos de ellos descendieron desde su
altura y lueron aceptados por el vulgo, bien porque para eso los hicieron sus autores,
ocultando la ciencia y el arte, ó porque glosaban, imitaban ó contrahacían los romances
X L V Í i
AÍ>ÉNDÍCÉ.
viejos y estaban impregnados de ideas caballerescas muy gratas al espíritu generoso de
la nación. E l mayor número de las composiciones de esta clase son devotas, místicas,
doctrinales, alegóricas y amatorias : en todas ellas se manifiesta claramente el artificio de
su estructura, de su estilo, de su versificación. Distínguense en general por un espíritu
discutidor que los domina; por la sutileza exquisita y buscada de los pensamientos, y
por una afectación paradójica é indefinible en la expresión de las ideas, que parece se
escapan á la misma inteligencia que las produce. El elemento lírico prepondera en todos
ellos sobre el épico, y el poeta ó sus íntimos sentimientos son el asunto sobre que ver-
san en general.
OCTAVA CLASE. (Época artística.)
Llegó el tiempo de la perfección, donde los poetas inspirados por el ingenio emplearon
decididamente el arte, y bebiendo en las fuentes de la nacionalidad, y apoderándose de
todos los medios que contenia una adelantada civilización, formaron con ellos un com-
pleto sistema poético. Los antiguos poetas cultos habían desdeñado la poesía popular; mas
eruditos que inspirados, se propusieron imitar originales exóticos. Al contrario, los de la
nueva escuela, llevada al colmo de perfección en el último tercio del siglo xvi, no quisie-
ron destruirla poesía del pueblo, antes bien la adoptaron como el mejor y principal ele-
mento de la que se levantaba. En el manantial de los romances y canciones viejas y vulga-
res bebieron los primeros poetas del siglo xvi y xvn el espíritu nacional que animó sus
cantos, y con que cultivaron el ingenio popular hasta el punto de inspirarle y hacerle
comprensibles las bellas formas de la buena poesía. Ignorados y desatendidos por el vulgo,
y privado este de sus cantores propios, se vio reducido á no obtener nada nuevo que sus-
tentase su afición, y á contentarse con los cantos antiguos, ya desvirtuados con el tiempo,
y tal vez con algunos de la época erudita que, lejos de rejuvenecerlos, los reproducían
despojados de su originalidad y de su natural sencillez.
El intervalo que media desde la clase séptima artística del siglo xv, hasta la octava
de las últimas décadas del xvi, se llenó con los romances de la sexta, medio eruditos y
medio artísticos. En este tiempo el vulgo, privado de sus poetas propios, se vio redu-
cido, para obtener algo nuevo, á entregarse al espíritu de pedantería que sucede al de
ignorancia, y como ya participaba de aquella, fácilmente se popularizaron las composi-
ciones que adolecían de este vicio. Los romances viejos y sus imitaciones, escritos en un
lenguaje de otra época remota, no los entendía el pueblo; los de los trovadores del si-
glo xv le eran extraños ademas, y los verdaderamente artísticos de la escuela nueva y
nacional apenas comenzaban á existir. Quedábanle pues al vulgo únicamente y al alcancé
de su actual inteligencia los de la sexta clase, que, como hemos dicho , eran para su
tiempo lo que fueron los viejos para el suyo. En tal grado de esterilidad los grandes y
aun los medianos poetas de fines del siglo xvi, que dirigían sus cantos á un pueblo ya
mas instruido y culto, se apoderaron del espíritu nacional que dominaba en los antiguos
romances, los despojaron de su rústica barbarie, los inocularon con'cuanta ciencia, gusto
y cultura se empezaba á vulgarizar, y los adornaron con todas las galas del lirismo capaces
de hacerlos aptos á expresar las mas altas creaciones del ingenio. Ya fuesen los nuevos
romances, moriscos, caballerescos, históricos, vulgares, amatorios, satíricos, doctrinales
ó de cualquier género, hacia el poeta preponderar en sus obras el elemento lírico, y se
proponía casi siempre retratar sus propias impresiones, sus íntimos sentimientos, mas
bien que los hechos y los objetos que le rodeaban independientemente de su identidad.
Verdaderamente que haciéndolo así obedecían al espíritu déla sociedad, de su época, y
daban vida y relieve al sistema poético que se formó con los elementos de las antiguas es-
cuelas. Esta obra magnífica del tiempo y de la naturaleza se hallaba diseminada y sin un
centro de unión; pero, adivinada por el arte, se logró sacarla del embrión y del caos que
la oscurecía. Los poetas que para nacionalizar la nueva poesía, la dedujeron de los ele-
mentos de la antigua, amalgamándola con los adelantamientos de la cultura contemporá-
nea, y tomando de ella lo que estaba ya al alcance del pueblo, empezaron á despojar el
romance primitivo y vulgar de su natural rudeza, á suavizar con arte sus asperezas, formas
de lenguaje y locución, y en fin, á dedicarlo á expresar pasiones, sentimientos é ideas de
un modo elevado y digno. Sin embargo, los primeros que á ellos se dedicaron, sin duda
porque aun el arte no tenia reglas fijas, incidieron con frecuencia, no solo en los defectos
propios de los romances de tradición, sino también en los que pertenecen á la época eru-
dita. Por eso se observan todavía en sus obras mucho descuido y desaliño en el lenguaje,
harta hinchazón de estilo, un gusto defectuoso y poco delicado, y demasiado prurito de
ostentar una ciencia mal digerida é inoportunamente exagerada. Pueden contarse en el
numero de estos poetas iniciadores de la nueva escuela popular, á PEDRO DE PADILLA, á
,Lvitl APÉNDICE.
LUCAS RODRÍGUEZ, á LOBO LASO DE LA VEGA , y á otros muchos que en sus obras particula-
res, ó en el Romancero general y colecciones posteriores, publicaron romances, ya a su
nombre, ó ya anónimos.
Pero luego que el romance se emancipó de las trabas que le ataban, luego que se con-
naturalizó con el arte sin empecer á la espontaneidad de la inspiración natural, luego en
fin que de él se apoderaron los grandes ingenios que, como LOPE y GÓNGORA, brillaron
desde fines del siglo xvi, se revistió de todas las galas de la poesía, sirvió de elemento
al drama nacional, y de tal manera poetizó al pueblo, que hasta las clases ma? incultas
acudían al teatro y se dedicaban á componer romances. Estos llegaron pues otra vez a
ser el depósito de la poesía popular, y la contraposición de la sabia y clásica, que al pro-
pio tiempo Boscan, Garcilaso, Luis de León, Herrera y Rioja llevaban á su mayor altura,
y daban con ella elementos que, aceptados por los romanceristas, se inoculaban hasta
en el vulgo, puliendo su gusto y su inteligencia. Fatalmente la briosa juventud de¡nuestiv
poesía nacional tenia muy cerca su mortaja, y se revistió con ella cuando en el siglo x\t
la nación decadente se olvidó de sus triunfos, de sus glorias, y dejó caer de sus manos
inertes el cetro del poder con que en el mundo dominara, y la lira encantadora que fué
modelo y delicia de los hombres. Los mismos grandes ingenios que elevaron la poesía
nacional, desde el primer dia la pusieron en la senda del retroceso, la impregnaron del
mal gusto, de la ominosa afectación, que la hiere de muerte, y de cuantos vicios pudie-
ron degradarla. El culteranismo de Góngora, exagerando el de los trovadores antiguos,
invadió hasta los grandes ingenios; pero mientras ellos existieron, las inspiraciones
eminentemente poéticas bastaron á paliar sus defectos; y Lope, Tirso, Calderón y otros
muchos, aun cuando gongorizaban, despedían destellos de brillante y-noble poesía. No
así los que les sucedieron, pues faltándoles el estro creador y el tacto delicado que pro-
ducen el arte y la buena crítica, se abandonaron á una imitación servil de todo lo que era
vicioso y corrompido, sin acertar á conocer lo bueno, ni menos á realizarlo. ¿Quién, treinta
años antes de esta catástrofe, hubiera creido que se degradase la buena é inspirada poesía,
hasta el punto de hacer preferible la del vulgo, la de los ciegos? Los romances vulgares
á lo menos conservaron cierta naturalidad, cierto ínteres palpitante, de que carecían las
obras afectadas, viciosas y pedantescas de los poetas artísticos que desde fines del si-
glo XVII hasta casi mediar el xvm cultivaron las musas españolas. Tal fué el destino de
aquella inspiración divina que animó los grandes ingenios que crearon y ensalzaron pocos
años antes la poesía castellana. Esto prueba que el pueblo se corrompe menos pronto
que los sabios, y que la ignorancia yerra menos completamente que la falsa y orgullosa
ciencia que, por distinguirse del vulgo en demasía, se lanza fuera de la naturaleza para
buscar caminos torcidos y laberintos sin salida.
Los libros y fuentes donde se hallan los romances de la octava clase, desde su nacimiento
hasta su apogeo, desde su apogeo hasta su ruina total, son principalmente el Romancero
general y los Romancerillos que antes se publicaron y después se.reunieron á él, formando
las siete primeras partes de las trece que contiene en su totalidad; la Segunda parte del
Romancero general y Flor de diversa poesía, que publicó Miguel de Madrigal; y otras
varias colecciones de igual clase posteriormente publicadas.
Del catálogo bibliográfico que insertaremos, y del examen crítico de sus artículos, re-
sultará el valor de cada uno, y las épocas y clases á que pertenecen los romances en ellos
contenidos.
Hé aquí expuesto cuanto hemos pensado ó aprendido de otros acerca de la incierta y
vaga clasificación que ha motivado este apéndice. Los fundamentos de ella son casi todos
formados sobre un criterio de íntima conciencia, que quizá haya interpretado con error
los hechos, pero siempre con buena fe y con deseo del acierto. Frutos estos trabajos de
r i a V C 1 S y d e l e s t u d i 0 c í t i c o d el a s
Sífif vi ^ l
a f i °T í aj^as, hecho para aceptarlas,
S h a r l l 0 S r e e n t a r a o s a l
£2tt?Ll f r
a l £ f Á P ^ Publico llenos de desconfianza; pero se-
una v e r d a d
íuttJorltJí c e n d r a n ^ P»eda ser útil y abrir caminos poco trillados
a y 8 r 8 e V e n a s a n t e n
éllvxZ"sor?r M í t ! S J° T ? consideracionesfilosóficasy trascen-
uentales sobre la literatura en general, y sobre la nuestra especialmente.
DISCURSO PRELIMINAR o
Fr amor á las cosas de mi patria me ha sostenido hasta el fin en la empresa, tan útil
«oríM público, como ardua, difícil y poco brillante para mí, de coleccionar los Roman-
ar
P Vnae llevo publicados. Teniendo que transigir con una generación educada y regla-
S a d a ñor la crítica y la filosofía del siglo xvm, no quise hacer una obra meramente
«nidita v así empecé mis tareas por las galas de los romances moriscos, antes que por
las sencillas y rústicas narraciones de los caballerescos é históricos que ahora publico.
Redactando nuestros antiguos romances, he procurado presentarlos como propios para
el estudio filosófico de la historia del arte, de los progresos de la lengua, del carácter
de nuestra poesía original, y del de la nación á que pertenece. Si acabo pues mi tarea
ñor donde pudo empezarse, ha sido con el fin de darla un punto de vista que halague la
imaginación de los lectores, que excite la pública curiosidad, y que ofreciendo rosas an-
tes que espinas, no rechace los ánimos ni los retraiga de la lectura. Es muy fácil salvar
el corto inconveniente que resulta de mi sistema, colocando los Romanceros en un orden
inverso á su publicación (**)• ,„ , , , , ,
En las advertencias y prólogos puestos al frente de cada uno de ¡os que preceden, he
manifestado mis ideas sobre el género de poesía que contienen, y ahora me parece opor-
tuno exponer mis conjeturas sobre el origen y antigüedad de nuestros romances, y acerca
de los libros de caballería donde algunos han tomado su peculiar carácter.
Escéptico y tolerante en materias opinables, nada ambicioso de gloria literaria, y tan
poco seguro del acierto mió como del de los demás, diré no obstante lo que me parece,
sin aspirar á erigirme déspota en el imperio de la razón, adoptando el intolerable dogma-
tismo con que los sabios preciados de serlo llenan de espinas, por su severa acrimonia,
la senda de la literatura y del saber. Así en estas materias como en las que versan sobre
la razón del gusto, se halla la verdad en un continuo problema, que no es posible resol-
ver por falta de datos suficientes para ello; datos que á veces quien mas presume poseer-
los mas se equivoca. El convencimiento íntimo de tenerlos todos, sostenido por el amor
propio, impide conocer y buscar los que faltan, y dando margen á una intolerancia inso-
portable , produce amargas disputas que convierten el templo de Minerva en crudo campo
de batalla.
Después de tan franca é ingenua confesión sobre mi continua incertidumbre en mate-
rias opinables, sin temor ni voluntad de ofender á nadie, expondré lo que me parece
acerca de cuan probable es que el romance antiguo castellano haya sido la primitiva com-
binación métrica adoptada por nuestros antepasados para conservar la memoria de sus
sentimientos, sus fastos, sus fábulas, y de su modo social de existir. .
Difícil, si no imposible, es determinar cuándo las lenguas modernas, emancipándose
de la latina, se vulgarizaron y constituyeron con formas esencialmente distintas de las de
aquella. Observando empero la marcha de la naturaleza y de la necesidad en ocasiones
semejantes, puede presumirse algo sobre el modo y tiempo de su formación. Esta em-
pezaría con la conquista del imperio del Occidente por las naciones bárbaras del Norte {***).
Desde entonces la lengua latina vulgar comenzó sin duda á decaer, degenerar y adulte-
rarse, cediendo en su construcción difícil y complicada á la ruda inteligencia de los con-
quistadores [vid. notó 2). Corrompida desde luego en las palabras, adoptó también la
sencilla sintaxis de las lenguas bárbaras del Norte, y perdió la prosodia rica y sonora, pro-
pia de los idiomas de origen oriental.
ár n e J S l e n u a s rusti
<J?\¡? ,? i ? § c a s (1) corrompiendo la pronunciación latina, alterando el
sonido de las letras, y formando sus nombres sustanciales, cualificativos, y aun sus ver-
os, ya solo de las raices (2), ó ya de las desinencias de algún caso ó tiempo correspon-
*j9J^Í,« r ?, scn
M Romancero que en Italia existió una lengua rustica ó vulgar, que
i 8e p u s o a l f r e n t e
e
en í * » ? t t * ™ / Z
C
bane
úricos, que publiqué
u c i o n
precedió y luego coexistió con la latina culta y perfecta.
es os é
d e l d e
naleflo ° T , 2y
. Moriscos, del deDoctri- (1) Así llamaremos las diferentes jergas que se for-
CanoMn
d<H828 ero, antes publicados des- maron corrompiendo la prosodia, pronunciación y sin-
A fl
taxis latina.
donde ln h^ <¡ada Romancero constan las fuentes de
C c
(2) La Provenzal: Así esta lengua como la fran~
o n a d o
Rehago e ° l £ n ' y según las indicaciones cica ó theotisca existían ya á los principios de la
P
dlscu r so
el órdM „ " i w í , . ' con facilidad se alcanzará
b l e cr nol monarquía francesa. La primera debió nacer entre
i
obra ' o *g'co que debería darse á mi los godos que ocuparon el norte de España y el me
diodia de Francia : se encuentran ya vestigios y for-
O Algunos sabiosfilósofoshan creído sin embargo mación de algunas palabras suyas en documentos la-
T. x. tí
L DISCURSO PRELIMINAR.
diente ala lengua madre (3). La diferencia constante y mas esencial, entre las lenguas
modernas de origen latino y este idioma, consiste : 1.° en haber aquellas suprimido la
declinación del nombre; 2.° en haber usado la anteposición de partículas para distinguir
los casos • 3.° en que adoptaron artículos determinativos del género y las relaciones;
y 4.° en haber suplido la conjugación directa de la voz pasiva coi. la unión del auxiliar
al participio pasado de los verbos. , .
Reparable es que en todas estas lenguas (4) se encuentra una pronunciación mas abierta,
mas semejante á la originaria y menos contraída, cuanto mas al mediodía se acercanlos
pueblos que las hablan, probándose así cuánto influye el clima sobre los órganos boca-
fes, guturales y auditivos. Exceptúase empero la lengua provenzal, que para su cons-
trucción adopto solo las raices latinas, por lo cual, y por haber sido formada la primera,
pudo servir de paso intermedio á las demás. Tanto unas como otras luéron antes que
verdaderas lenguas unas jergas informes creadas al modo de las que hoy llamamos alga-
rabias ó francas, y que sirven para comunicarse los pueblos que hablan diferentes idiomas.
Formáronse en España, como en otras partes, varias de estas jergas ó lenguas rústi-
cas, y entre ellas sin duda la que, cultivada y perfeccionada, constituyó la hoy domi-
nante, á saber : la castellana. Hija como aquellas de la necesidad, ruda e incompleta al
principio como todas, solo pudo emplearse para entablarlas mas indispensables comu-
nicaciones entre conquistadores y conquistados. Corrompidos estos, no tuvieron mas
fuerza para conservar su idioma que para defender sus hogares; y bárbaros aquellos, ni
quisieron ni pudieron estudiar un idioma que, fuera de ser complicado y difícil, tenia
contra sí la prevención de pertenecer á un pueblo vencido y degradado. No acomodán-
dose pues los unos á luchar con las dificultades del idioma latino, ni los otros á la
rudeza y pobreza de la lenguas del Norte, resultó en cada pais el triunfo final de la len-
gua rústica que mas cultivada y extendida se hallaba, y con él la ruina no solo de sus
iguales, sino la de las que les sirvieron de elementos.
Ningún monumento nos queda, anterior á la invasión de los moros, escrito en la lengua
rústica (5), que luego perfecta se llamó castellana; pero los antiguos romances narrativos
que nos restan, aunque muy posteriores á dicha época, y modernizados ó alterados por
la tradición oral, conservan todavía un lenguaje tan rudo y una construcción tan bár-
bara, que deja inferir cuan informe y desaliñada sería la lengua empleada en composi-
ciones anteriores á ellos (véase la nota 10 añadida á este discurso).
Inútil é imposible de averiguar sería si los pueblos primitivos, después de descubier-
tos los alfabetos , los emplearon en escribir poemas antes que crónicas , ó versos antes
que prosa; mas lo cierto es, que todas ó casi todas las tradiciones civiles y religiosas so-
bre el origen de las sociedades se nos han conservado en un lenguaje métrico, porque
siendo este un instrumento muy á propósito para imprimir fácilmente en la memoria lo
que se quería encomendarla, debió suplir al arte de la escritura mientras fué ignorado ó
poco común (6). Cadencia y armonía, y por consiguiente versificación y canto : hé aquí
tinos muy antiguos. Ademas de hallarse prevenido en llana, italiana y portuguesa; y de ya á la teutónica.
varios concilios que las predicaciones é instrucciones (5) Antes de la invasión goda se hablaban en España
religiosas se hiciesen en las lenguas rústicas, ya en las lenguas cantábrica, fenicia, griega, hebrea, cal-
el siglo vu, según Meyer, se sabe que el obispo de dea, latina y celtibérica. Vulgarizada después la ará-
Tournay y de Montmolin, electo por muerte de San biga sustituyó á las demás, acabando con ellas en los
Eloy, era hombre sabio así en el idioma románico paises dominados largo tiempo por los moros, y en los
como en el theotisco. El pueblo en el siglo vm que no, preponderaron las que existían antes. Todas
cuando cantaba las letanías respondía ora pro nos, las expresadas lenguas prestaron algunas voces y eti-
suprimiendo la desinencia de nobis; y tu lo yuva, mologías al castellano, pero casi la totalidad de estas
anteponiendo la partícula provenzal lo al verbo, en pertenece al latin. Los árabes también rindieron tri-
vez del pronombre latino. En el documento del rey buto al idioma de Virgilio y Cicerón, pues en las cró-
.moro de Coimbra que cito en la quinta nota, se en- nicas de Idacio, obispo, se halla un documento hecho
cuentran voces enteramente proveníales, é por el; por el rey moro de Coimbra en los años de 734, que
esparte por esparce; peden ó peilen porpectent ó empieza así: Alboucen lben-Mahumet Iben-Taríf,
pendant, etc. Según Luit Prand, ya en el año de 728 bellator fortis, vincitor Hispaniarun, dominator Can-
se contaban el catalán y el valenciano por lenguas tabrio; Gothorum, et magnas litis Roderici, etc.
establecidas en España, y por consiguiente creadas
ánies de la conquista de los árabes. Esto hace pro- (6) Las tradiciones remotas del origen y tiempos
bable la conjetura de haber nacido la lengua proven- heroicos de las sociedades se nos han trasmitido en
zal entre los godos que ocuparon el mediodía de la poemas, cuyo lenguaje parece ser rítmico, y senten-
Francia. Quien pretenda enterarse mas á fondo de cioso su estilo. Aunque el erudito D. Tomas Sánchez,
esta materia puede consultar á Raynouard en el to- para desmentir esta idea, trata de probar que el libro
mo i de las Poesías-selectas originales de los trova- de Job y el Génesis fueron originalmente escritos en
dores. prosa, no consigue su intención, pues ignorándose
la prosodia hebrea y siriaca, mal se puede juzgar so-
(3) La castellana, italiana y francesa. bre el ritmo de estas lenguas. Al contrario, aten-
(4) Se las distinguió por la partícula afirmativa de diendo á los hechos probados y á las consecuencias
cada una, llamando á la provenzal lengua de oc; de análogas que se deducen de ellos, debemos pensar
vm á la walona , después francesa; de si á la caste- que el libro de Job y el Génesis se compusieron en
DISCURSO PRELIMINAR. ¡.i
in« orimeros recursos de los pueblos para trasmitir á la posteridad los signos orales, que
pxoíicaban los monumentos groseros levantados en las primeras épocas de la sociedad, y
nara conservar sus tradiciones ínterin no se hallaron los signos alfabéticos. La invención
He estos es claro se aplicaría antes de todo á escribir las obras en verso, encomendadas
ala memoria, cuya importancia era tanto mayor, cuanto en ellas habían depositado y
coordinado los hombres lo que sabían sobre su historia, su religión, sus leyes civiles y
morales, y aun sobre sus artes y ciencias imperfectas y nacientes.
Los lenguajes primitivos son siempre respectivamente mas sonoros y armónicos que
los secundarios creados en cada pais; pero como la influencia de los climas es tan pode-
rosa en la delicadeza de los órganos, y en particular en los de la pronunciación y el oído,
los idiomas orientales sobrepujan mucho á los del Norte en dichas cualidades. Fundados
los primitivos en la imitación directa de los sonidos naturales, por necesidad han de
abundar en armonía imitativa. El estampido del trueno, el ruido de los torrentes , el
blando susurro de los arroyuelos, el dulce canto de las aves, el rugido de los leones :
tales serían los primeros sonidos imitados por el hombre para comunicar con otro las
impresiones que recibía y las necesidades que experimentaba. Las lenguas salvajes están
llenas de sonidos prolongados mas bien que articulados, y parecen mas propias para con-
mover la imaginación pintando, que para hablar al entendimiento definiendo. No sería
pues extraño que los pueblos primitivos, según la mayor ó menor benignidad del clima
que habitaban, hallasen desde luego el lenguaje métrico con que en varios poemas nos
han trasmitido sus tradiciones. ¿Quién sabe si existió alguna época social en ciertos paí-
ses, donde bajo el influjo casi exclusivo de la imaginación y de un lenguaje armónico y
sonoro fué mas fácil ser poeta que orador? Si esta época existió alguna vez, debió cesar
á medida que progresaba la sociedad, y cuando aumentándose las ideas con las necesi-
dades, se desenvolvía mayor masa de inteligencia, y los hombres se vieron en la preci-
sión de crear voces para expresar ideas abstractas, cuyo perfecto análisis exigía sacrifi-.
car la armonía imitativa á la exactitud y al método.
Hijas y descendientes de la latina son las lenguas modernas del mediodía de la Europa;
pero como imitaron sonidos de palabras, y no directamente los naturales, perdieron la
prosodia rica y sonora de la original, y carecen en gran manera del ritmo y cadencia que
aquella empleaba en la versificación. A falta pues de la prosodia propia de los antiguos,
los idiomas modernos han tenido que adaptar á la poesía y al canto un sistema métrico
que funda sus recursos armónicos, no en la medida y tiempos de la pronunciación, sino
en el número determinado de sílabas, en las combinaciones de cierto ritmo periódico,
y en el arte de colocar los acentos y apoyaturas (7). Tales son en general las bases del
sistema métrico moderno, tan esencialmente distinto del antiguo (8).
Así en España como en toda la Europa, después de la conquista goda se establecieron
varias jergas ó dialectos rústicos que, con las lenguas nativas anteriores- y posteriores a
la dominación romana, acrecentaron el número de las que habia en cada pais (vid. nota 4).
lenguaje métrico, pues constan de versículos senten- lenguas rústicas, y sostuvieron su brillo basta mucho
ciosos que encierran el pensamiento en límites deter- después que las cruzadas contra los albigenses acaba-
minados, arte acaso mas difícil que el de versificar, ron con la raza de los poetas y con la lengua en que
cuando no es la versificación la que conduce á él. Pero las componían. Las primeras muestras de que hay no-
aun cuando Sánchez probase su opinión respecto á ticia escritas en el idioma bretón, en el del pais de
estos hbros, con ello no demostraría que antes no se Gales, y en el de los walones, posteriores con mucho
escribieron otros en verso, pues la civilización de los al libro de Bruty-Brenhined (Bruto de Bretaña), as-
neoreos y los egipcios estaba ya muy adelantada para cienden á losfinesdel siglo XII y principios del xur, y
suponer que antes no existiesen escritos, aunque no se emplearon en componer poemas caballerescos y
d o
mlf " ^ "asta nosotros. Ademas el Veda enig- genealógicos como el de Rou, el de Florimon¡ y otros
rasraeo de los bramas, las tradiciones pérsicas de los varios donde se reproducen ya alteradas muchas de
«ueoros el Zend-Avesla del segundo Zoroastro, los las tradiciones célticas y germánicas. Sin duda los his-
•irnos del egipcio Osíris y del griego (Meo, el Alcorán toriadores, legisladores, y los hombres comunes de
i 'os poemas árabes que le precedieron, parecen he- los pueblos primitivos, encontraron en la metrificación
u n le ua
7¿j° »g Je métrico y sentencioso. El Edda,
y l a s est
y la armonía un recurso supletorio á la falta de ca-
p m*P" g uen
rofas Havanna del segundo Odin, racteres alfabéticos, y se valieron de él para conser-
céldnZ , y
germánico, los poemas druídicos y
S c a n t o s
var las leyes, doctrinas y hechos mas importantes que,
civ ,• „'• 5 escoceses que pertenecen á la descubierta la escritura, trasladarían á ella con ante-
S 2 de los pueblos del Norte y conservan sus rioridad y preferencia á cualquiera otra cosa.
ceiXm^'es, también parecen obras métricas. Si des-
cae ,iJ ? , monumentos escritos en lenguas rús- tos(7)
a
e m e d i a
El arte de colocar convenientemente los acen-
no sefijóbien hasta el siglo xvi.
prespnit - . ' composiciones poéticas nos
e Sq u e p r o s a (8) Viciada, corrompida y aun olvidada la pronun-k
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s o b r e ciacion latina, se empezaron á componer himnos en
l a
el reufííi ° Pedida de España por
1 ff0; SI esta lengua, donde vemos usado el número silábico y
casteUanT ,guese después en el xn el áelCid
e n e l XII1 d los consonantes para suplir la prosodia de largas y
fonso el Zhl , . escuellan las poesías de Al-
s c a n t a s breves. Quizá así se empezó á formar el nuevo siste-
vénzalaT.%- ' e ó lays y las tenzones pro-
l e s presidieron á la formación de casi todas las ma métrico adoptado en las lenguas modernas.
L i I DÍSCÚRSO PRELIMINAR.
Tanta multitud de lenguas debió producir grave confusión, y esta contribuiría no poco á
Drolongarla existencia dellatin como necesario para entenderse y comunicarse las po-
blaciones v provincias que adoptaron distintos idiomas ó dialectos. Después de invadida
nuestra Península por los árabes, la lengua de los nuevos conquistadores se hizo vulgar,
v en los paises que dominaron largo tiempo acabó con todas las que se hablaban antes,
inclusa la latina. No sucedió lo mismo en las comarcas donde no alcanzo el dominio ára-
be ó fué poco duradero, pues allí se conservaron y perfeccionaron los respectivos dia-
lectos que existían (9). Entre ellos distinguiremos, por su conexión con el asunto del pre-
sente discurso, ellenguaje rústico dejos astures, que extendiéndose y cultivándose des-
pués con la reconquista de la patria, llegó á ser la lengua dominante en España.
Ante la civilización de los árabes cayeron los restos de la romana, y dejando el latin
de ser lengua viva, solo se empleó ya en escribir las leyes, los actos públicos y las obras
sabias. Por esta causa no nos queda documento alguno perteneciente á época muy re-
mota escrito en el dialecto asturiano, pues aunque se extendia rápidamente con los con-
tinuos triunfos de las armas cristianas, no debia ser aun bastante perfecto ni exacto para
poderse emplear en las escrituras, contratos y códigos legislativos (véase la nota 10), aun-
que ya se usase en los cantos populares propagados por medio de la tradición oral.
El Poema del Cid, la traducción del Fuero Juzgo, las Partidas, y las coplas de D. Al-
fonso el Sabio, son los monumentos escritos mas remotos que nos pueden mostrar el
estado de la lengua castellana á fines del siglo xn y á principios y mediados del xm (10).
La gala y soltura con que se ostenta en los dos últimos documentos, es una prueba clara
de lo mucho que se habria ejercitado antes de llegar al punto de flexibilidad y perfección
en que allí la vemos, porque es imposible se hallase tan bien formada y completa, sin
haberse cultivado de antemano en componer, sino en escribir, obras muy anteriores á
las mencionadas. No puede decirse con seguridad si estas obras anteriores, exceptuando
•el Poema del Cid, se compusieron en prosa ó en metro; mas yo me persuado lo último,
pues debiéndose fiar á la memoria sin escribirse, mal se conseguiría el objeto de con-
servarlas , á no adoptarse los medios oportunos. Mis conjeturas se apoyan ademas en que
el lenguaje délas Partidas, esmerado, noble y correcto, posee ya la flexibilidad, armo-
nía y aptitud para la buena prosa, que solo adquieren las lenguas después de haber sido
manejadas con los giros y trasposiciones áque oblígala versificación.
El desaliño y rudeza en la frase, la falta de consecuencia gramatical y de enlace entre
las ideas, y la versificación embarazada que se observa en el Poema del Cid, me inducen
. á considerarle como un escalón intermedio entre el dialecto rústico de los asturianos y la
lengua castellana del siglo xm. No dudaré pues en tenerle por obra compuesta en el xn
por un erudito del tiempo, que intentó, aunque infelizmente, según se deja ver, imitar
los versos latinos ó los pro vénzales, intercalando el redondillo y la rima, combinados co-
mo en los romances vulgares; pero queriendo disfrazarlos con las formas aparentes de los
versos largos. En una palabra, yo veo en este poema (11) un paso progresivo de la lengua,
muy anterior al Fuero Juzgo y á las Partidas; mas atendiendo á su artificio y tendencia á
imitar modelos desconocidos entre la gente rústica, no puedo suponerle ni la primera
producción poética en el idioma vulgar, ni considerarle como la poesía del pueblo. En
igual caso, pero con mayor motivo, se hallan respecto á este último punto otros poemas
posteriores, tales como el del Alejandro, los de Berceo, del arcipreste de Hita, y varios
que pertenecen también á una escuela imitadora de las formas latinas ó de las provenía-
les, ó de las reminiscencias que dejaron.
Si observamos ademas la marcha lenta de la naturaleza hacia la perfección, hallaremos
que , á pesar del estilo y lenguaje imperfecto del Poema del Cid, no lo es tanto que pue- .
da suponerse haber llegado al punto de cultura en que allí lo vemos, sin haber sido pre-
cedido de ensayos continuos y anteriores, menos estudiados y artificiosos, y mas á pro-
pósito para imprimirse en la memoria.
(9) Las provincias Vascongadas, con parte de la que el latín iba degenerando, y convirtiéndose en el
Navarra, guardaron un dialecto céltico ; los gallegos romance que precedió á la traducción del Fuero Juzgo
y portugueses formaron el suyo, mezclando el suevo y a la confección del de las Partidas.
con el latin, mas contraído que entre los castellanos; y (Esta nota no existia en la primera edición del di»'
los catalanes y valencianos adoptaron el provenzal con curso que aquí se reproduce, algún tanto modifi-
algunas modificaciones. cado).
(10) Así pensaba yo en 1832 antes de haber recor- (11) En este poema histórico-romancesco hay 1»
rido rápidamente la colección de fueros, carias-pue- pretensión de imitar los versos latinos; pero tan ma-
blas etc. que ha empezado á publicar el Sr. D. To- lamente ejecutada, que es una lástima. Sin embargo,
mas Muñoz. En estos documentos ya latinos, ya ro- entre sus intolerables defectos tiene tal cual vez cierto
manzados, escritos en diversas épocas , ademas de candor, dignidad é interés, que demuestran que su
contenerse la historia política de España, se puede autor es tan erudito y tan poeta como en su tiempo era
seguir paso á paso la de la lengua, y ver el modo con posible serlo.
DISCURSO PRELIMINAR. un
Como el Poema del Cid y demás de su escuela carecen de dotes propias á la poesía
onular en otro género mas fácil, natural, sencillo y remoto debemos buscar el tipo tipo
originario de ella. Digo mas remoto, pues sería absurdo creer que desde el punto en que
deio el latin de ser lengua viva, hasta el siglo xa, careció el pueblo de cantos amorosos
v guerreros, y de himnos religiosos compuestos en lengua común, donde conservase,
oralmente á lo menos, sus sentimientos, fábulas é historias. Pudiérase pues inferir que
la lengua castellana y la poesía del pueblo empezaron á progresar seria y constantemente
desde mediados del siglo vm, cuando los españoles independientes refugiados en las As-
turias iban formando un poder compacto y una verdadera monarquía, fin el tiempo que
media desde la invasión árabe al siglo ix, se alzaron varios imperios cristianos en la Penín-
sula y entre ellos crecía y se consolidaba el reino de León, regido por Alfonso II, lla-
mado el Casto. Entre sus vasallos fué donde llegó á cultivarse, generalizarse y estable-
cerse el dialecto rústico (*), que después con nombre de castellano dominó en España,
triunfando de los primitivos, como el vascuence, y de los secundarios, como el lemo-
sino y el gallego, que ya solo se hablan por el vulgo en ciertas y determinadas comarcas
(vid. nota 5).
El trato y comunicación que los catalanes y aragoneses sostenían con Francia é Italia,
y el haber aquellos adoptado la lengua provenzal, que como anterior y precursora de
(as otras rústicas, se perfeccionó antes que ellas, fué causa de que dichos pueblos anti-
cipasen- su civilización á la de los asturianos, que circuidos por inaccesibles montañas,
podian apenas salvar los límites estrechos de su imperio, sin establecerlos en las puntas
de sus espadas, y á costa de mucha sangre derramada en crueles batallas contra los mo-
ros usurpadores del suelo español (12). Sin embargo, en el reinado de Alfonso el Casto
empiezan á brillar algunos destellos de cultura social. Ya los valientes astures respiraban
entre fronteras mas dilatadas; era su monarquía mas regular y fuerte, é iban dejando con
los temores el odio concentrado que al principio fué causa de repeler todo trato amistoso
con los árabes, y de rechazar las luces, las artes y la civilización que trajeron á España.
Entonces fué cuando el entusiasmo de la gloria se sustituyó con ventajas al valor ciego,
hijo de la necesidad de ofender y defenderse. Los caudillos que conducían las huestes
cristianas al campo del honor, volvieron á sus hogares cargados de botín y de objetos de
lujo conquistados al enemigo. En acción de gracias al Dios de las batallas empleaban sus
riquezas en edificar templos y en dotar iglesias, ocupando las artes, aun imperfectas, en
levantar monumentos de gratitud al Ser Supremo y protector que les atribuía la victoria.
Por este tiempo era ya el latin casi desconocido, y la lengua vulgar no podia permanecer
mas ociosa que las artes, siendo muy probable que mientras estas se ocupaban en el or-
nato de los templos, aquella la empleasen los soldados y el pueblo para cantar sus senti-
mientos, celebrar sus caudillos, aplaudir sus triunfos, y conservar la memoria de sus
hazañas en un lenguaje métrico. Cuáles fuesen estas canciones no puede decirse : nin-
guna ha llegado hasta nosotros, pero puede afirmarse su existencia, deduciéndola del
orden natural y de la necesidad de las cosas. Atendiendo empero al carácter, índole,
construcción y estado en que se halla el mas antiguo lenguaje cuyos vestigios nos que-
dan, y comparándole con el dialecto bable, que aun conservan los asturianos, presumo
que Jos cantos primitivos se construirían en versos cortos, donde la entonación supliese
y numero exacto de sílabas y la libertad de apoyarlas ó abreviarlas al pronunciarlas, á la
taita de ritmo y verdaderos consonantes. Si la necesidad de estos medios supletorios á un
sistema completo yfijode versificación se conoce leyendo los poemas del Alejandro, los
de Berceo y los del arcipreste de Hita, compuestos por hombres del arte, ¿ con cuánto
mas motivo se hallará en los romances populares caballerescos é históricos que tenemos
y son hechuras de gente rústipa y lega, los cuales, si no me atrevo á colocarlos en época
tan remota como la del nacimiento de nuestra poesía, creo al menos que conservan ves-
tigios de la primitiva forma con que se concibió entre nosotros la versificación ? En ellos,
si no las palabras (13), se ha conservado la construcción y cadencia que debió tenerla
lengua rustica asturiana, y tiene aun en mucha parte el dialecto que se habla por los ha-
uiiantes de aquel país. Aunque sin medios positivos para probarlo, remitiéndome á la
mpresion que me causan y á la rudeza que existe en algunos trozos de romances caba-
la I n ™ . ^ ? ^ tas.p u e s t 0 a l f l n d e l a s no
(13) Conforme se trasmitían de edad en edad, las
cuna d nf „, -
P n
d e b e n c nsid
? erarse las Asturias como tradiciones orales iban modernizando y rejuveneciendo
uaj
larL i , § ? P ° y e s i a
nacional sin mezcla de imi- su lenguaje como el pueblo que las cantaba: así es que
CWM?f\ H a r t 0 h a c i a n
habitantes del pa s l o s
los primitivos romances habrán llegado á nosotros co-
8 m o r o s
a S d l V v , . ' ^ " no les dejaban tiempo e
mo á los griegos la nave de Coicos, es decir, con for-
1 á Horacio ni ara a rec¡ar mas iguales á la original, pero con piezas renovadas
*KtaSfui W T - p P en diversos tiempos.
"leraiura de los árabes sus enemigos;
u v DISCURSO PRELIMINAR.
llerescos éhistóricos, estoy bien persuadido á que pertenecen á otros mas antiguos, i - n
nismo reducidas á sistema por los legisladores y cuerpos sacerdotales, sirven de base á
E s ó c i e d a d donde aquel no es el primer elemento (25). Estos sistemas, cayendo después
baio el dominio de la poesía y de los grandes ingenios que los revistieron de colores pro-
niós á exaltar la imaginación , produjeron, amalgamándose con los cuentos populares,
los sublimes poemas que han vencido al tiempo y las edades. Empezó la sociedad de los
siglos medios á formarse sobre distintas bases que las antiguas, desde que los bárbaros del
Norte se comunicaron con el mundo romano, y pudieron minar lentamente la que allí se
hallaba establecida, pero que flaca y débil por su misma corrupción, necesitaba ya reem-
plazarse por otra mas fuerte, joven y robusta. La creencia, fábulas y costumbres de los
celtas y escandinavos se habían modificado por las tradiciones civiles y religiosas, que
Odirí (ó Wodin) introdujo en el norte de Europa (26) antes que sus habitadores se desplo-
masen sobre el imperio de Occidente. La invasión del Norte por Odin y los asiáticos se
apoya en hechos históricos, y sin ella ú otra semejante no pudiera concebirse cómo se
halló en Europa de repente un sistema de superstición popular, y una mitología com-
puesta
ras y no de tradiciones
originales. Desde orientales unidas
el siglo xui al tienen desde ytreinta
á las germánicas
xvi se aca- á lasmil á cincuenta mil del
reminiscencias versos. Mu-
paga-
baba el trabajo social de la edad media, y comenzaba chos, según se dice, son libros genealógicos de di-
el de la civilización por los intereses materiales; en- nastías, cuyas noticias histórico-romancescas ascien-
tonces aparecen el Dante, el Ariosto y el Taso. ¿Quié- den á una época treinta generaciones anterior á la
nes le siguen en el siglo XVII y xvm, donde se per- invasión de las Galias por los romanos. Otros son poe-
fecciona y completa el trabajo de la nueva sociedad? mas caballerescos, tales como Perceval, Lanzar ote,
Ninguno que pueda compararse á ellos. Ahora en él Instan y Girón Cortés,"que presentan mucha impor-
siglo x i i ya se ostentó la sociedad terminando la tancia para la historia de la civilización, de la filoso-
obra de los dos anteriores, para empezar la del amal- fía y de la literatura.
gama y fusión de los intereses materiales y morales, (25) Los primeros patriarcas, los hebreos y los cris-
y ya aparece como precursor de una magnífica epo- tianos, únicamente han conservado puras las divinas
peya el grande hombre que impele su siglo hacia ella, revelaciones; los demás hombres las corrompieron
y se la diera, á nacer cincuenta años mas tarde. En hasta el punto de que todos sus sistemas religiosos
vano el hombre quiere poner diques á los siglos; la son fábulas y errores, que disfrazan los principios
fuerza de las cosas y la Providencia rigen sus pasos y le sencillos de la moral natural. Los cristianos dejan la
conducen al fin de sus altos decretos. Todos los sis- ficción para la poesía; las ficciones son la religión
temas humanos están llenos de errores y de verdades; de los pueblos infieles.
pero para discernir los unos de las otras, es necesario (26) Las naciones del Cáucaso al mando de Sigeo
no mirarlos por un solo aspecto, y preciso ademas se introdujeron en el norte de Europa para poner su
escuchar y discutir imparcialmente aun las cosas que libertad ai abrigo de los ejércitos romanos. Aquel
mas chocan con nuestras ideas, pues de lo contrario, caudillo tomando el nombre de Odin, deidad de los
jamas podremos juzgar con acierto sobre ellos. Partos, se constituyó legislador y profeta de los esci-
He dicho en el cuerpo de este discurso, que los tas, entre quienes halló seguridad contra las armas
primeros monumentos escritos donde aparece el es- de Pompeyo. Llevó consigo la civilización asiática, y en
píritu caballeresco de la edad media, ascienden al si- su pecho un odio reconcentrado á los opresores del
glo vi; mas no pretendo fijar su base en esta época, mundo. Con estos elementos, y los que le presentaba
pues estoy muy seguro que viene de siglos muy ante- el pais salvaje de los hijos de los hielos y las rocas,
riores. Ya en los primeros de la república Romana fundó una religión feroz y guerrera que participaba
aparecen los galos, los cimbros, los germanos y los del carácter de los pueblos indígenos, del de los re-
francos formando grandes y numerosos pueblos inva- fugiados , y de la pasión rencorosa del legislador. Las
sores, que se civilizaban y existían bajo el imperio de fábulas orientales unidas á las de los celtas y escan-
sistemas religiosos y políticos, harto complicados dinavos , y á las costumbres de todos estos pueblos,
para no suponerlos producto de infinitas generaciones. constituyeron la nueva mitología de Odin. En ella se
Cesarnos pinta los druidas y bardos como sacerdotes encuentra refundida la idealidad y extravíos fantásti-
y magistrados de sus respectivas naciones, y para de- cos, las hadas, los genios del aire y de la tierra, los
signar los poemas que la juventud del Norte aprendía encantamientos y el lujo de una imaginación oriental,
pe memoria los veinte primeros años de su vida, la con el carácter tétrico y adusto, con las pasiones fe-
lengua latina inventó la enérjica y significativa frase roces, con el culto de las rocas y los torrentes, con
que decia, libri eccaltationis. La mano poderosa del la creencia de los trasgos y brujas, con la semideifi-
tiempo no acabara quizá con ellos, si los pueblos del cacion de las mujeres, y con el pundonor de unos
Norte adoptando la sublime religión cristiana no los pueblos militares, entre quienes el valor personal era
nubiesen destruido, como también lo intentaran y lo- la primera y mas excelente virtud. Así formó Odin el
graran con los monumentos de la civilización griega, amalgama y transacción entre las doctrinas, costum-
si un ser protector no lo impidiera para conservar á bres y creencias de los pueblos del Cáucaso, los cel-
la posteridad pruebas de los esfuerzos de la humana tas y germánicos, que resulta de sus poemas. Aun se
inteligencia. Los poemas irlandeses, los de la Armó- descubren en las sociedades modernas vestigios y
rica, del pais de Gales y de la Cornualla, que mecie- profundas raices de aquel modo de sociedad, las cua-
ron la cuna de las sociedades célticas, dejaron algu- les ni el espíritu del Cristianismo, ni la filosofía, ni
nos restos de lo que fueron en las traducciones latinas la razón han logrado arrancar ni destruir. Tanta es la
que existían aun en el siglo xi, pero que á su vez se fuerza de la preocupación y de la costumbre, que aun
nundieron como los originales en el rio del olvido : en el dia el feroz duelista puede arrastrar al crimen
«o tanto empero que no resten aun numerosos vesti- al hombre honrado, pero pundonoroso.
gios oe su contenido en los poemas caballerescos del
sgio xii. El célebre Mr. Quinet trata de publicar al-
SIM. . l o s s e t e n t a
códices manuscritos inéditos de las bibliotecas particular y pública del rey. ¡Ojalá que este
q u e h a des trabajo mió llame la atención publica, la de los jefes de am-
ten» . «*; cubierio en la biblioteca real bos establecimientos, y la protección de nuestro ilustrado so-
ue vans (i), entre los cuales existen algunos que con- berano hacia esta clase de estudios é indagaciones, pues de
ello resultarían sin duda medios para estudiar y penetrar el
(1) Acaso se bailarían monumentos igualmente preciosos en carácter que imprimió la edad media en la civilización española.
L V 1 [ I • DISCURSO PRELIMINAR.
nisrao No hay sistema alguno mitológico que haya sido producto de un solo hombre ó
de m solo s S o El caballeresco, como todos, es un conjunto de ideas creadas en .di-
versos tíempos, que se han trasmitido modificándose á cada paso con el roce de intereses
rlivprsos v de distintas idiosincrasias nacionales (27).
Cavó¿/imperio romano, y con él la religión y literatura pagana; pero algunas remi-
niscencias de sus fábulas quedaron todavía, aunque despojadas del colorido y brillo sen-
sual! que depuso en ellas la imaginación risueña de los griegos, y el carácter de la anti-
gua civilización. La memoria de estas fábulas descompuestas y vestidas de mas severidad
finónos riqueza, pudo servir de elementos á algunas ficciones caballerescas. ¿Por que
los recuerdos de un Hércules y un Teseo no habránproducido a Roldan y Reinaldos y
los de Medea y Galipso una Urganda y una Viviana (2§)? La serpiente Pitón y la hidra de
Lerna ;no serán ascendientes de las sierpes y dragones encantados? El délas Hespéri-
dos , ;no se parece al jardín de Falerina? Si los griegos y romanos teman Titanes y Poh-
femós, gigantes descomunales v feroces hay entre los modernos; si aquellos poblaban
de magas la Tesalia, nosotros de brujas llenamos los cementerios. Aquiles, todo invul-
nerable, sino en la planta del pié, tiene su imitación en Roldan y Ferragus, y las armas
de Vulcano, en el encantado yelmo de Mambrino y en la armadura de Argalia. ¿ Cómo pues
se desemeja tanto la idealidad poética de la antigua y moderna civilización, a pesar de la
analogía marcada que existe en la base de sus fábulas ? Así como la mitología indica per-
dió en gran manera su misticismo exagerado y sus monstruosas representaciones de la
deidad al pasar entre los egipcios, así la de estos dejó su severa y gigantesca rigidez,
acomodándose á la brillante, risueña y apacible imaginación que el clima y las anteriores
costumbres inspiraron á los griegos, y así también las fábulas de Hesiodo, Homero y Vir-
gilio , glosadas por los pueblos del Norte y modificadas por sus tradiciones, se revistieron
del carácter propio y peculiar que distingue los siglos medios. Diferentes hábitos, cos-
tumbres y existencias alteraron necesariamente el modo de considerar las cosas, y cam-
biando el espíritu, formas, idealidad y modo de concebir en poesía lo maravilloso, han
producido un sistema acomodado á las nuevas bases sociales. Los griegos y romanos con-
sideraban la especie humana bajo el imperio del fatalismo, y al hombre en general como
un ser máquina sometido al inflexible destino. Su ídolo era la patria, áella se sacrificaba
toda individualidad : los mas fieros republicanos se tenían por mas esclavos de ella, y
abdicaban todo interés personal ante el objeto de su culto. Este modo de sociedad for-
maba un centro de existencia común y exterior que excluía la importancia del hombre
como individuo, para atribuirla á un ente abstracto. Así es que la idealidad poética de la
cosmogonía griega se adapta muy poco á la expresión de los sentimientos íntimos é in-
dividuales que tanto preponderan en las sociedades modernas. En estas el espíritu aven-
turero y las costumbres de los pueblos del Norte, amalgamados con las tradiciones orien-
tales y con la moral del Cristianismo, crearon una idealidad poética que se apoya en la
importancia del hombre individual, en los sentimientos íntimos del alma, en la lucha de
la voluntad con las pasiones, y en la propensión á espiritualizarlo todo. La patria del cris-
tiano no es terrenal, y para conquistarla cuenta solo con la protección divina y con los
esfuerzos personales é independientes que haga sobre sí mismo.
Los griegos y los pueblos gentiles, que como los romanos adoptaron el sistema político
y religioso de aquellos, fundaron su cosmogonía en la personificación alegórica de la na-
(27) Los libros y poemas caballerescos pueden di- Furioso prepararon el camino para que el Ariosto le-
vidirse en cuatro secciones, á saber :
a
vantase la epopeya romancesca á la misma altura que
1. Los de origen céltico, cuya mayor parte fueron Homero ensalzó la griega clásica. Entre muchos do
compuestos en versos cortos de ocho silabas. En ellos estos poemas solo citaré los siguientes:
traspira ya el espíritu y carácter lijero é irónico de
los franceses. Los poemas de Artus y de la Tabla re- La Spagna : anónimo.
donda pertenecen á esta sección. La regina Ancroja : id.
a
2. Se colocan después los de origen germánico, Altobello, ré Trojano : id.
compuestos en versos largos, y en pesado estilo, gra- Peruano, flgliuolo de Attobello : id.
ve y sesudo : estos han tomado por héroes á Cario- Innamor•amiento di ré Cario : id.
magno y sus Doce Pares. Morgante Maggiori: di Luigi Pulci.
a
5. Vienen en seguida los que produjo el espíritu de . Manbriano: d'el Cieco de Ferrara {Francesco Bello).
a civilización de los griegos modernos en tiempo de Orlando innamorato : di Matheo Bojardo
las cruzadas, escritos en prosa, y caracterizados por Alema y Urganda se parecen mas á Calipso
su tendencia á revestir las pasiones de un velo místi-
co y de una metafísica sutil é incomprensible. Tales que a Urce y á Medea. Algunos con mucho funda-
son los Amadises. mento, y yo con ellos, atribuyen el origen de las fa-
a das, los genios celestes y terrestres, los encantamien-
4. Preséntase últimamente la sección de los poe- tos etc. a las fábulas orientales; pero le queda sin
mas italianos que tratan de las guerras entre Carlo- embargo todavía mucho á la poesía caballeresca, don-
magno y los sarracenos, cuya base principal es la ele se ven patentemente reminiscencias de la mitolo-
tróntca de Turpm. Los que precedieron al Orlando gía griega.
u x
DISCURSO PRELIMINAR.
turaleza exterior, revistiendo sus fenómenos con bellas, pero materiales formas; y así
constituyeron sus goces y penas en el placer ó el dolor físico. Los modernos hallaron el
fondo de su poesía, no en el colorido brillante de una imaginación risueña, sino en el
sentimiento íntimo del libre albedrío, en el combate de las pasiones, en la importancia y
superioridad con que Dios levantó al hombre y al género humano sobre los seres de la
creación, y en fin, en el deseo de la patria mística que debe conquistar. Los hombres"de
la antigua sociedad derramaban sus pasiones, y como no luchaban contra ellas ni las
comprimían, jamas formaron grandes contrastes morales; los de la moderna, comba-
tiéndolas de continuo, las concentran en su interior, y cuando ya el corazón no basta á
contenerlas, se abren paso desgarrándole, como él fuego de un volcan rompe las entra-
ñas de la tierra, y lanza furioso enormes rocas sobre las columnas de humo que él mis-
mo vomita. Tales son los extremos de donde parten la antigua y la moderna poesía, y
entre ellos existe un número infinito de graduaciones que se suceden hasta llegar del uno
al otro.
Las reminiscencias de los tiempos heroicos griegos, las tradiciones orientales, el som-
brío y melancólico carácter de las ficciones escandinavas, el espíritu aventurero de los
normandos, las costumbres feudales, el lujo de la imaginación árabe, y los sentimientos
espirituales de la doctrina cristiana, han sido los elementos de la poesía que inventó los
Artuses y Tristanes, los Roldanes y Oliveros, y los Palmerines y Amadises, preponde-
rando en cada cual de estas fábulas caballerescas alguna de las cualidades que. constituyen
el compuesto de tantos medios poéticos de distinto origen.
Pero lo que mas caracteriza estas ficciones, es el espíritu vago y fantástico que domina
en ellas. Productos de una imaginación sin freno, colocadas en un mundo ideal y sin lí-
mites, creado exclusivamente por ella y para ella, y tan lejanas de la realidad como de la
verdad prosaica, aparecen como una fantasma impalpable en medio de los aires, cuyas
formas vagas no pueden fijarse ni comprenderse. Aunque en esta clase de ficciones se ve
el espíritu general de los tiempos, pocas se distinguen bien por el color local y gráfico
de cierto y determinado pais. Al considerarlas, parece que el universo entero era gober-
nado y dominado por una sola idea, y que todos los países del mundo estaban contiguos.
Sin duda la falta de conocimientos geográficos é históricos daba libertad á los autores de
libros caballerescos para colocar impunemente y sin escándalo la China á seis leguas de
París, para hacer caminar un héroe en media hora millares de leguas, para crear islas é
imperios que nunca existieron, y en fin, para considerar un soldán de Babilonia con los
mismos hábitos y costumbres que un galante y aventuroso caballero normando. Siendo
en este género de poesía todo vago y sin límites, se ven frecuentemente repetidas las
mismas aventuras, y aplicadasá distintos héroes, sin que el entendimiento eche de ver
inconsecuencia alguna,.porque como en todos los caballeros prepondera casi un mismo
sentimiento y una misma idea, nada se opone á que en sus acciones sean muy semejan-
tes. Un espíritu poco mas ó menos igual dirige á los Tristanes y Lanzaroíes, y respecti-
vamente á los Roldanes y Oliveros, á saber, el entusiasmo religioso, el ferviente proseli-
tismo, el aprecio de la fuerza regida mas bien por el instinto, que contenida por las
leyes, el culto hacia el bello sexo, la voluptuosidad disfrazada con colores místicos y pla-
tónicos, y en fin, la confianza sin límites que cada caballero tenia en sus fuerzas y valor
personal, que le hacia acometer impertérrito un ejército numeroso y cien descomunales
gigantes, sin dudar un punto de la victoria. ¿Quién se atreverá á comparar un Hércules
por sus hazañas y su delicadeza en amor, con el valiente y amartelado Amadis ? Aquel
vence uno á uno los monstruos y tiranos de su patria, este se presenta impávido ante un
centenar de endriagos que destruye en un momento; Hércules conquista uña corona de
A m a ( i s u n a s o n r i s a
l T A * de su dama; el uno depone su clava, ciñéndose una rueca al
lado de Onfale, al otro le conduce Amor sobre la Peña pobre para expiar los desdenes
de su amiga haciendo una penitencia ascética y religiosa.
La mitología griega, conservando eterna juventud y lozanía, se sonríe á la imaginación,
y no tiene rival cuando trata de materializarlo todo. La de los siglos medios, melancólica
y fantástica, que todo lo espiritualiza, templa algún tanto su lloroso semblante,- ó la inten-
sidad de su pasión, con lasficcionesorientales y árabes que ha adoptado. A par de los
tollones y mal intencionados gigantes, pone los nobles y generosos caballeros, defenso-
res de la oprimida inocencia; junto alas oscuras cavernas de los magos están los jardines
y palacios encantados de Alcina, y en ellos los deliciosos placeres. Tal caballero lo sacri-
nca hoy todo al amor, que mañana se ciñe el hábito de ermitaño y expía sus pecados al
pie de un rústico altar, donde otro desdeñado de su dama ó atormentado de remordi-
e n t e s acude á buscar los consuelos de la religión. Yo no pondré en competencia los
medios de una y otra poesía, pues si la caballeresca interesa mi corazón y mi alma por
DISCURSO PRELIMINAR.
ti
mezcla que en ella se observa de sensualidad y ternura, de debilidad y de razón de
flaquezas y arrepentimientos, y de heroísmo y superstición, la de los griegos con sus be-
lias y voluptuosas imágenes, y su ameno, rico y brillante colorido, halaga mis sentidos y
se sonríe dulcemente á mi enajenada fantasía. Si alguna vez llega tiempo en que nc> cho-
aue ó se tolere ver el mundo maravilloso de los griegos antiguos mezclado con el de los
siglos medios, como lo está con las ficciones orientales sin que se repare el anacronismo,
lograremos tener un sistema poético que reúna todos los medios posibles de perfección,
y entonces no nos repugnarán muchas de las ficciones del Dante y del Camoens, que
ahora criticamos por inconvenientes. , , . i'n
Graves dudas hay sobre el orden sucesivo de las crónicas y poemas caballerescos; mas
atendiendo al espíritu de cada sección (vid. nota 26), yo pondría en primer'lugar los de
la conquista del Santo Grial, Artus y Tabla redonda, en seguida los de lurpin, Garlo-
magno y los Doce Pares, y por último, los de los Amadises (29). En los primeros advierto
menos lujo de imaginación oriental, y que participan mas de la sensibilidad de los pue-
bles del Norte; prepondera en los segundos el espíritu religioso con la disciplina mona-
cal, y el deseo de conquistar almas para el cielo, llevando los caballeros la ofensa y de-
fensa en la punta de la espada, y en el yelmo las santas aguas del bautismo, para dar
eterna vida al vencido y moribundo enemigo cuando quisiera convertirse; y advierto, en
fin, en los últimos la tendencia metafísica de una civilización mas suave, de pasiones mas
refinadas y espirituales, y el imperioso influjo del bello sexo sobre una sociedad no me-
nos guerrera y generosa, pero mas culta y perfecta. Vanse marcando estas diferencias de
una en oíra gradualmente, por manera que parecen eslabones de una misma cadena,
que enlazan otras tantas épocas de la sociedad, desde la conquista de los bárbaros á las
peregrinaciones y cruzadas á la Tierra Santa, y desde estas al complemento de las ideas
caballerescas alambicadas por la metafísica sutil, que el trato y roce con los griegos mo-
dernos introdujo en el Occidente. Poco costará percibir esta graduación de cualidades
empezada en los Artuses, y concluida en los Amadises, y la reunión de todas ellas en el
Orlando Furioso, de Ariosto, producto grande y magnífico de la poesía caballeresca,
donde comienza á notarse la tendencia filosófica de los siglos posteriores, preparada por
el genio burlesco y satírico que inspiró á Pulci su Morgante.
Así como las crónicas de historia (30) tomaron y prestaron alternativamente asuntos á
los romances que les pertenecen, también los poemas y libros de caballería debieron su-
ministrar materiales á los caballerescos, que difundieron y vulgarizaron el espíritu suyo
hasta éntrelas clases ínfimas del pueblo. Éste, enlazando las nuevas fábulas á las tradi-
ciones de los héroes indígenos, adornó á Bernardo del Carpió y otros caudillos semi-
históricos, semi-fabulosos, con cuantas virtudes y hazañas constituían el heroísmo de
aquellos tiempos. En esta clase de composiciones transpira el carácter grave, fiero y
guerrero de los españoles, á la par que la propensión aventurera de los normandos, la
exageración fantástica y melancólica de los árabes, y la rudeza de la poesía luchando con
una lengua poco flexible.
La colección de Romances caballerescos é históricos que ahora publico, está dividida
en las siguientes clases :
Primera, en caballerescos, ó varios, que no forman entre sí una serie de ficciones que
pueda colocarse entre los ciclos fabulosos conocidos.
Segunda, en romances de la Tabla redonda y de Amadis.
Tercera, en los de los Doce Pares.
(29) He dicho ya que las crónicas caballerescas en de Artus y de la Tabla redonda. El Amadis de Gaula
prosa, escritas desde el siglo xiv al XVH, son imita- se resiente mucho de unas ideas feudales que casi
ciones ó traducciones de poemas originalmente com- nos eran desconocidas, pues los godos y los sarrace-
puestos en verso y en los idiomas bretón, walon y del nos, nuestros conquistadores, se amalgamaron tanto
pais de Gales. Entre ellos se distinguen los poemas de con el pais y sus habitantes, que se confundieron ven-
Tristan, Perceval, el Galo y otros que, según dije en cidos y vencedores, y no existió nunca en general la
la nota 24, ha descubierto Mr. Quinet y se propone categoría de siervos territoriales. Hasta después de
publicar. Los libros caballerescos descendientes del muy adelantada la restauración del imperio castella-
de Amadis de Gaula, son sin duda productos del in-no no se organizaron en España instituciones algún
genio español ; mas no puedo creer lo sea igualmente tanto feudales, y esto fué cuando por la condescen-
el padre de todos ellos. Aun cuando, como se supone, dencia y la penuria de los reyes, y por los efectos de
exista un códice portugués atribuido á Vasco Lobeira, la reconquista, se concedieron á los grandes algunos
donde se halla este libro caballeresco, solo probaria derechos de jurisdicción en los países que muchas ve-
que es el primero que imitando'otro anterior lo dio á ces recobraban á sus expensas.
conocer. Asi á lo menos parece, atendiendo á que el (50) En el supuesto de haberse conservado las tra-
espíritu que domina en el Amadis de Gaula nada tie-diciones populares en verso antes que en prosa, es
ne de común con la idealidad que preside en nuestra muy natural
historia, con las costumbres del siglo xiv ni con los nales pqra laque los romances suministrasen mate'
historia,
anteriores. Mucha mas semejanza tiene con los libros
DISCURSO PRELIMINAR. LX.
Cuarta, en los propiamente históricos, ó que se refieren á hechos tradicionales tenidos
por verdaderos. , •* , , . . A n n
Los de la primera división participan mas o menos del carácter de todas las otras; en
la segunda se perciben harto bien las cualidades de los originales de donde se han for-
mado ; y en la tercera, que viene, y procede de la crónica latina del monje Turpin (51), se
descubre el espíritu religioso y grave que de ella tomaron estas ficciones, con la exagera-
ción gigantesca de un Roldan, solo comparable á la de Bernardo del Carpió. Pero donde
descuella y se ostenta mas nuestro carácter nacional, es en los de la cuarta división, toma-
dos del Cancionero de Romances y otras antologías (32), donde el rey Rodrigo, el Cid,
Gonzalo Gustios de Lara, sus siete hijos, Ruy Velazquez, etc., son propiamente caballeros
españoles, que luchan á brazo partido contra el dominio musulmán en un pais determi-
nado, y tienen las ideas, los trajes y las costumbres de su misma nación, tales como en-
tonces eran.
Como dichos romances fueron conservados oralmente hasta mediados del siglo xvl, y
provienen de épocas muy anteriores, domina en ellos cierta difusión y rigidez de estilo,
y cierto amaneramiento é inconexión de frases, con la costumbre de repetirse en unos
versos, y aun trozos enteros de otros, que les quita todo mérito considerados como poe-
sía; pero que les presta un indecible interés como monumentos históricos de nuestras
tradiciones, de nuestra lengua y cultura, y al mismo tiempo nos conservan Vestigios de
los usos, costumbres y formas ideales que atribuía el vulgo á sus héroes.
Una observación notable ocurre acerca de esta última clase de romances, y es, que aun-
que predominan en ellos las ideas caballerescas, carecen del color maravilloso que ca-
racteriza los poemas franceses é italianos de igual género. Ni fadas, ni genios, ni encan-
tadores , ni ficción alguna árabe se encuentra en aquellos, y sin embargo del trato íntimo
que teníamos con los moros, la parte que constituye lo maravilloso es allí puramente cris-
tiana. Tal era el odio con que los españoles mirábamos la fe de nuestros enemigos, que
ni aun en poesía podíamos soportar sus ficciones, que detestábamos como obras del dia-
blo. Nuestros héroes son por esta causa en los romances antiguos hombres extraordina-
rios y fuertes, sus armas de fino y acerado temple, y sus caballos de noble raza; pero rio
como en los libros y poemas caballerescos, encantados ni fadados. Apenas se encuentra
en aquellos alguna otra reminiscencia de semejantes fábulas, y por esto son mas bien
narraciones sencillas y áridas de hechos que carecen del brillo de una imaginación ver-
daderamente poética.
Hasta fines del siglo xvi no adquirió la poesía castellana aquella rica inventiva, aquella
gala y soltura, aquellas formas libres y fáciles, aquel lujo de colorido y de estilo, y aque-
llas dotes que tanto la ensalzaron en Europa, y que ahora empiezan de nuevo á apreciarse
y á admirarse.
Los extranjeros que estudiando nuestra literatura confunden épocas y circunstancias,
han anticipado el tiempo de nuestro verdadero romantismo, considerado como sistema,
atribuyendo á siglos anteriores lo que solo se verificó desde fines del xvi á mediados
del XVII. En este intermedio, y no antes, se completó el amalgama y fusión de las pac-
tes heterogéneas que constituyen todo el brillo, riqueza, armonía y originalidad de nues-
tra bella literatura. Entonces se compuso la mayor y mejor parte de los romances del Cid
y los moriscos (33), donde nuestros buenos poetas vertieron raudales de imaginación y
fantasía, probando al mismo tiempo no ignorar el arte de describir fuerte y vigorosa-
mente, ya los caracteres, ya las costumbres. En las poesías anteriores á esta época se
halla tal vez algún vestigio de la poesía árabe, mas bien por su tendencia melancólica y
morosa, que por el lujo de imágenes y de colorido (34).
Yo considero á LOPE , GÓNGORA y sus contemporáneos como los primeros que com-
(31) Poco ventajoso es el cambio que baso del celebraban las correrías que hacían en las fronteras
Amadts por la Crónica de Turpin. de los moros.
(32) Todo el contenido del párrafo á que esta nota (34) Mas resalta esta opinión comparando estos ro-
pertenece se refiere á las composiciones entresaca- mances con los de L O P E , GÓNGORA Ú otros poetas de
bas del Cancionero, de la Floresta, y de la Silva de los siglos xvi y XVII. Véanse los de Fontefrida, Fon-
romances. Las que be tomado del Cancionero general tefrida;— Yo m'era Mora Moraina;—Que por mayo era
pertenecen al siglo xiv y xv, y las que del Romancero por mayo, y otros que he insertado en el Romancero
c a s t o d a s
Sil S '
n o m
> y Pocas al XVII. Algunas he insertado
a n c e r o d
de doctrinales, amatorios, etc. Estas cancioncillas en
m a l . , <> Sepúlveda, serviles imitaciones del romances, particularmente las dos primeras, se ha-
mali estilo de los romances antiguos ; pero son pocas llan llenas de una tendencia dulce, melancólica y gra-
jaban m e , U e
" P a r a e U a r
~ ve , que descubre bien á las claras su analogía de sen-
a l g U n v a C Í 0 q u e 0 t r a S d e
Quintana en los bellos y perfectos resúmenes históricos de nuestra poesía, v en las exce-
entes notas criticas que fia insertado al frente y en el cuerpo de las dos secciones!en aue
1 de
vo, S Í ! i l S . S f t S ? ^^electas castellanas desde Juan de Mena á nuestros tiem-
pos , cuya segunda edición acaba de publicar.
APÉNDICE AL DISCURSO PRELIMINAR.
DÍSPUES de escrito el discurso y notas que anteceden, un discípulo, como yo, del
hombre mas amable, sabio y celoso, que ha dedicado su vida a instruir la juventud, y
á cruien mucha parte de la de esta corte debe su afición y amor á los buenos estudios,
me ha franqueado la siguiente advertencia, que inserto por la coincidencia de su conte-
nido con mis ideas, por las miras útiles que contiene, por lo bien pensada que esta, y
norias noticias curiosas en que abunda. Así doy una prueba de mi aprecio y gratitud á
quien ha tenido la bondad de franquearme este apunte.
POESÍA B A B L E .
«POCAS provincias de España conservarán mas reliquias y recuerdos de venerable ant-
igüedad, que conservan las Asturias. Su dialecto, conocido con el nombre de Bable, es .-
»sonoro, suave, y si no extremadamente rico, no tan pobre como creen algunos. Há-
»blase en el interior de Asturias la misma lengua que se habló en España en los siglos me-
»dios, y muchas frases y giros que se conservan en el Poema del Cid son familiares á los
J labriegos asturianos. Las voces adquiridas de los árabes no traspasaron los aledaños de
> Asturias : será lástima que se deje perder un dialecto que, bien estudiado, podría dar
»á conocer la etimología de muchas voces castellanas, y del que podríamos tomar las que
8 nos faltasen, sin tener que mendigarlas del extranjero. El Sr. Jovellanos estimuló á va-
»rios literatos á que formasen un diccionario Bable bajo las reglas que trabajó; mas no lle-
»gó á concluirse tan difícil empresa. D. José Caveda tiene escrita una Memoria acerca de
»la antigüedad y mérito del dialecto de Asturias, digna de la luz pública.
»Una de las diversiones favoritas del pais es la danza circular conocida con el nombre
»de danza prima. La mesura y sencillez de este baile son los mejores garantes de su anti-
»güedad : Homero nos describe ya danzas circulares (*). Canta el pueblo en estas danzas
»romances sagrados ó heroicos, amorosos ó festivos, intercalados de algún estribillo, poi
>lo común de asunto sagrado (**).
(*) Acaso las danzas circulares son resto y repre- para probar que el lenguaje rústico que aun hablan
sentación de la táctica guerrera usada en las socieda- los asturianos es bastante copioso y apto para la poe-
des incipientes y en paises montañosos. En estos cír- sía, y que pudo tener una antigua y propia que nos es
culos se cantarían los himnos guerreros para animar desconocida. El Sr. D. José Caveda, que nos sumi-
los soldados : allí cada jefe los arengaría y comuni- nistró el asunto de este apéndice, ha publicado pos-
caría sus órdenes, y de allí saldrían ordenados los teriormente una preciosa colección de poesías en el
grupos ó pelotones para dar la batalla después de ha- dicho dialecto, que está precedida de un prólogo sa-
berse ejercitado en el manejo de las armas. Los astu- bio y erudito acerca de él y de los poetas que le usa-
rianos bailan aun su danza prima armados de gruesas ron. Refiriéndonos en todo á lo que dicho señor ha
estacas,que saben usar perfectamente para la ofensa expuesto, nos contentaremos con insertar aquí un
y la defensa; apenas se acaba uno de estos bailes sin fragmento de romance, dialogado é inédito, que en el
batalla de garrotazos sobre la preferencia que pre- siglo XVII escribió D. Antonio González Reguera, con
tende tener alguno de los concejos de la provincia. el pseudo-amónimo de Antón de la Marireguera, para
Comunmente el grito de guerra que precede á estas muestra de esta clase de poesía, formada en el dialec-
rijas, es el de viva Pravia y muera Pilona, ó al con- to rústico, que creemos fuese el origen del nuestro
trario. Los asturianos aman tanto estas danzas y cos- vulgar. Dice así:
tumbres , que donde quiera que estén y haya reunidos
algunos aldeanos de esta provincia, arman su danza DIALOGO EN DIALECTO ASTURIANO.
prima al son de los romances y una gaita, y se dan
después de palos sin misericordia. (Ñola de D.) T0R1BIO.
(") Lo particular es que desde tiempos muy remotos Non quixera embarazabos, .
todos los romances que para música de estas danzas Xuan Saurl, porque quiziás
se cantan en Asturias, son en castellano y de los mas Queráis dir para la Ilende
0 au Dios vos aiudas.
vulgares. En el lenguaje bable no se conoce ninguno Posa esa carga de ¡leña,
anterior al siglo XVII , y estos, aunque popularizados un Y cuntarevos lo c'hay:
tanto, son obra de poetas artísticos que, no teniendo Eltabacu y é canseva
poesías viejas en el dialecto del pais, las hicieron fac- Pedívoslo, claro está
ticias é imitándole artificiosamente para dar una idea E comofiohay un uchabu
ele lo que pudieran ser los cantos antiguos, oue si los Paréis lio que los demás.
El tabacu tien lia culpa
hubo se perdieron del lodo ó se conservan entre las i Quién lio dixera que fai
breñas de aquel pais, adonde no han podido ó no han Diez años, mal haya amen,
procurado todavía hacer penetrar sus'investigaciones La infame neeesida!
las personas cultas y aficionadas aellas'. Los romances JUAN
y poesías bables que existen conocidos son pues muy Entoncia yera olru tiempu-
modernos, hechos ex-profeso, y afectan artificiosa- Porque non .había rapaz
mente el dialecto ó los dialectos rústicos del pais. Que ño abaratas dineru
t.onsiguiente á ello es, que los poetas que los com- Mas q' agora un capellán.
pusieron buscasen las palabras mas diferentes de !a ¡Oh que tiempu aquel pasada,
lengua castellana , y formasen una colección de las Que una vaca y un tenral,
exclusivamente bables, por lo cual este dialecto apa- Valia trainla ducados
rece menos castellano que lo que es en realidad. No Y eso luego á encarguchar.
«oslante, estas mismas composiciones facticias bastan ¿Cha facer agora un probé
Si por ello ñon ó dan
APÉNDICE AL DISCURSO PRELIMINAR.
Lxnr
• Asturias tuvo poetas : el primero de que hay noticia clara, y del que se conservan al-
gunos escritos, es D. Antonio González Reguera, conocido por el nombre de Antón déla
> Brequera, que floreció desde principios á mediados del siglo xvn. En 1639 escribió
»un romance sobre el pleito entre Mérida y Oviedo por la posesión de las cenizas de Santa
Cosa que Iluzca nin preste Yo por mí Techo de ver;
Y eso liado un año, y mas? Porque si en mi casa hay
¡Dios ¡ios dé tener pacencia Una borona, se gasta,
Para tantu soportar! Y media suele allegar,
Que si non ños ayudara Y eso ñon solo en mió casa ,
Sos habíamos sasperar. Tamien el amu lo fay.
Aunque rompíamos costazos Ñon se fie dedengunu,
El botíelio y la cuayar, Nin siquiera de seu pá :
Ñon abaratamus pa peches Qu'el furtu bien amañadu
Nin ros llega Tagua al sal: Al mas santu tentará.
r»e cuantos usos se pierden Acuérdese de Bilbadu .
Ñunc'esti se perderá, Que bien se puede acordar,
De coyer y mayar argones De les barriques de figos
Que dexamos descansar. Que quitamos á so ma
Mal haya el hombre qu'enviuda Cuando y eren de doblones
Rebañados por acá
Y ñon torna á enmaridar, Q' al Emperador unviaba
Pos topa la cama fecha Sin temor nin caridá
Y preparaduel yantar. Cuand' eso se fai'en casa
Por mandado de so ma,
Líos criados y criades
Diz q' agora se ruxia ¿Qué ye lo que non farán?
Que quler so real maxestá Siempre lo oí yo dezer
Mandar far otro dineru,
Que bien fora ; mas pupa: Y ora veo qu' e verda,
Yo apuesto que algún señor Qu'el dineru en munches manes
Y lo ha desaconseyar, Nunca muy seguró está.
Qu'enfotados no hay un cu'artu Dios tenga en bona folganeia
Compren de balde lo q' hay. A so pa, que si tendrá,
Par ellos ye cuant' un probé Qu'en so tiempu andaba todo
Puede correr y ganar, Com'ello debia d' andar.
En xornales y acarreos. En so tiempo ñon s' usaba
Y dempues en regalar Tanta embarcación de pan,
E l gochu por San Martin Tanto maiz como ogaño
La llena por Navidá Fo para San Sebastian.
El cabritu par' á pascua, E l qu' embarca tien de sobra,
Les úates para San luán ; Y así un señor lo fará;
La gallina, el pollu, el huevu Pero axuntar la cevera
Los íigus y lo demás, Dexando probé un llugar,
Y en faltando y'os á una Y cómprala pe los orros •
Llevó el diabiu lo de atrás. Para embarcar ye maldá,
Si estuviera yo c'ol Rey Si ñon por remediu n'ello
Una media hora ñon mas Bien sé yo que y de pesar
Habia decei al ofdu A cuantos ansina obrasen
La cartia de pe á pa. Todos los habia enforcar.
Estes coses y otres munches
JUAN. Me habia oir sin papizar;
¡ Xesus, home! ¿ Y con el Bey Pero ellí entendidu vé
f'habies de atrever falar? Y ñon lo puede inorar.
¡El oillo solamente Si tomare el miu conseyu
Las piernas me fai temblar! Sé que ñon y habia faltar .'
¡ Solo pronunciar so nombre Del so orru la cebera
En casa, en campu, en corral, Nin de sos arques el ral.
Al home mas entendida Qu'y socedia lio mesmo
Yfará trastabellar! Qu'á un aquelo de so pa,
El Rey he muy gran señor, Según cuenten les histories
No hay otru mas principal: Qten ellos lo faiara.
¿Y si falares con el Ñon miren quian dá el conseyo
Quei avis de rellatar? Si ñon se y convendrá.
TORIBIO.
Esto fo Enrique el enfermo
Que veniendo de cazar
Habia de decei, señor, Una noche para casa
Si ñon quitó lia meta Ñon afayó que cenar,
De les peches, faga cuenta Y entre él y el mayordomo
Que nos unvia al hospital. Compezaron á falar,
Lio que so padre y dexó Que la caza que traia,
¿Ñon basta para pasar? Con que T habín de axuntar.
i Tantu como vien de Indies E l mayordomo ye dixo
Yo ñon sé que y se fai! Mal haya el remedio hay,
Tenga cuenta con les arques, Qu'está en la carnicería
Con lo qu'entra y lo que sal; Ya ño me quieren fiar.
Si hay per elles muncha llaves, Llevantó al cielo los güeyos
Lies pueden desocupar. Y á Dios muchas gracias da
Tome cuenta por so mano Y dixó: «¡Un rey de Castilla
Q'ansi facen por acá Ya non topa que cenar!
Los señores, y por eso Tiró el gabán al criadu
Son perden so calida. Y dixió : tray que cenar
¿Qué quier tantu duque en casa, Sobre esa prenda, que aquesto
Tantu ricufolgazan, Presto se remediará.»
Que comen como abeyones
La miel del so colmenar? -Esta cena, dixio un paixio -
¿Non fora meyor mandallos Y la qu esta nuiche hay
Para Flandes y Milán, En.casa del duque de Alba
A vese con el inglés, Non se pueden igualar.
Que bien menester serán? Aquí falta al Rey la cena,
Si hay munchu, munchu se gasta; Y allí estar, al rofaltar
Lo pocu suele bastar Los grandes y el arzobispo;
Lo que aiii se faiara,
APÉNDICE A L DISCURSO PRELIMINAR Wr
, Eulalia Escribió en octavas los poeraitas jocosos titulados Dido y Eneas, Ero y Leandro,
ImramovTisbe. Se descubre en ellos genio festivo, amena y fecunda imaginación, exce-
dentes imitaciones de los antiguos, y versificación fácil al mismo tiempo que numerosa.
Mas él supo remediallo el siglo XVIII mató nuestra nacionalidad literaria, y ha
Oyendo lo que allí hay, sido preciso un gran esfuerzo de atrevimiento para lla-
Que con un criado solu mar la atención del presente hacia los origines de
Desfrasado se fó alia. nuestros viejos cantos populares. Demasiado tarde
Entróse en casa del Duque, por cierto, puesto que el pueblo también los ha ido
Todo lio oyó falar. olvidando, y ya es muy difícil, si no imposible, resarcir
Después que habían cenado
Alegres sin reparar la pérdida. Sin embargo, gracias á la condescendencia
Que podría allí estar el Rey, amable, gracias á la excelente memoria de mi amigo
¡ Quién diblos lo había pensar! el Sr. D. Pedro José Pidal, gracias á su amor á las
Mirándose unos á otros cosas nacionales, que se extiende desde lo mas peque-
Comenzaron ponderar ño de la literatura patria, hasta lo mas alto y esencial
Lies rentes qu'ellos tenin de las cosas del Estado, he podido lograr de su bon-
Y que podin sojuzgar.
A cuantos n'el mundo hubies dad que me dedique el corto tiempo que le queda, y
Sen en ello reparar. me proporcione los fragmentos de algunos de estos
—Uno á mi sóbrame tanto romances que oyó en su niñez, y que aun recuerda
De lo que puedo gastar, con placer, y son :
Otro :—Co-mio mayorazo,
Sen gaxies q' el Rey me da
Me sobren cien mil ducados, ROMANCE DE DON BÜE80.
Qu' esos los puedo emprestar.— :i
El Rey oyendo estes coses, «Camina Don Bueso
Non pudo mas esperar «Mañanita fria
Salgiose él y el criado «A tierra de moros
Xiurando en lo remediar. «A buscar amiga;
Al otru Aia4e mañana «Hallóla lavando
Como quien ñon sabe tal, «En la fuente fria:
Xuntó los grandes en casa «—¿Qué haces ahí, mora,
En so palacio real. «O hija de judía?
Teniéndolos todos yuntos «—Reviente el caballo
Comenzólos preguntar: »Y quien le traía,
—¿Cuántos reyes conocéis? «Que yo no soy mora
Dicen que uno y ñon mas. «Ni hija de judía;
Al arzobispo é Toledo, «Soy una cristiana,
Y vuelve á repreguntar : «Esto' aquí cativa
—¿Cuántos eonocistes vos? «En poder de moros
Yo á só agüelo y á su pa, «Diez años había.
Y á so bisabuelo Enrique »—Si fueras cristiana,
Y á cuarto agüelo Xian, «Yo te llevaría,
«Y si fueras mora
Y ahora que guarde Dios, etc. «Yo te dejaría —
«Montóla á caballo
Pero si es extraño y casi increíble, que siendo la «Por yer qué decía :
«Durante diez leguas
danza asturiana tan antigua que su origen se pierde «No hablara la niña.
en los mas remotos tiempos, y que por consiguiente —¿Qué tienes, señora,
los cantos con que se acompañaba deberían ser con- Que así enmudecías?—
temporáneos, nada de estos se haya conservado en su La niña callaba
dialecto primitivo ; si es extraño que solo se ejecu- Y no respondía.
ten en el dia con los de la lengua moderna y usual, y De allende los montes
Él sol que salía
esto por los mismos rústicos aldeanos que hablan Alumbra los valles
aquel, no lo es menos la existencia en el pais y no en Que verdor cubría,
otro de España de una multitud de romances tradi- Vagan los rebaños
cionales castellanos, nunca escritos ni impresos, cuyas Sin pastor ni guia,
formas típicas, su espíritu sencillo y épico, parecen Y los corderitos
pertenecer esencialmente á la poesía primitiva, aun- Retozan y triscan;
que su lenguaje está modernizado. En estos romances Entonces alegre
La libre cautiva
se percibe un sabor oriental, una sencillez bíblica ad- Conoce la tierra
mirables, muy parecidos á las leyendas caballerescas Adonde nacía,
y maravillosas que se importaron a Europa por los cru- Y dice gozosa
zados. Hay en ellos un lujo de imaginación, pero sen- Con dulce sonrisa:
cilla y natural; hay una cultura inartificiosa y apacible »—¡Oh prados alegres
(je que carecen los rudos romances viejos históricos «Donde siendo niña,
ae la época también de tradición, y de que solo se «Mi madre la reyna
«Sus paños tendía,
bailan vestigios en algunos de los moriscos primitivos. «Donde el rey mi padre
¿Ue donde ha venido esta clase de romances pura- ».Sus perros corría,
mente hechos en castellano, y de que solo hay vesti- Y adonde mi hermano
gios en Asturias, y entre la gente vulgar, cuando pa- Don Bueso crecia
recen hechos hasta para la gente culta? En Andalucía En hechos de amores
es verdad que los campesinos cantan romances que Y caballería!
— D i : ¿cómo te llamas,
se llaman tradicionales; pero que no lo son, pues es-
6 8 á
De quien eres hija?
d i i " " ™ ? fragmentos mal compaginados de otros
e I SI
—Un rey es mi padre,
«LzS , g!oxvi, repetidas veces impresos. No Yo soy Rosalinda, ,
einaií c o n a c
l u e l l o s
de que hablamos, que son ori- Que malditos moros
g«wies, que se conservan de memoria sin grave altera- Me hicieron cativa,
q u e
ña*/n J a m a s s e h a n
escrito ni impreso, y que solo Y diez años presa
gad a s t a n o s o l r o s Pasé de mi vida.
anoi,„« .° ?
a I ,d 0 d
Pasando de la boca de los
e l o s n i n o s
—¿Qué señas me dabas
sn „ ? °, . , - '°s cuales saliendo de Por ser conocida?
dJr1„ o l v i d a n
y desdeñan. Cuantos pasos hemos —Rosa que en mi pecho
«uo para conseguirlos completos han sido inútiles; Hube al ser nascida.
—Muéstramela luego,
T. X,
LXVI APÉNDICE AL DISCURSO PRELIMINAR.
»Hay noticia y existen obras de otros poetas coetáneos y posteriores, siendo los mas cé-
lebres Juan Fernandez Poney, llamado Juan de la Candonga; D. Bernardino Ro
»cura de Piedelora; D. N. Benavides, D. Bruno Fernandez, y D. Antonio Balvidares.
Mi hermana querida, ¿ Cuánto me das, volver he te le vivo ?
Que sois la que busco I Cuánto me das volver he te le sano ?
Uno y otro día. —Doyte las armas y doyte el rocino,
Abrázanse luego Doyte las armas y doyte el caballo.
DonBuesoy la niña,
Y hacia el fuerte alcázar ROMANCE OUE GANTAN LAS ALDEANAS DE ASTURIAS SIEMPRE QU E
NOTA.
ea e lRommero 6 s e lncIuiráne a e l Cmimr0
^¡S^mS^^^V^^^^ ' -
PLIEGOS SUELTOS IMPRESOS E N E L SIGLO XVI.
•Almoneda de disparates nueuamente hecha : cán- vn fraile, y vn romance nueuo de lo de Túnez,
tase al tono de las Gambetas. y otro del conde Fernán González. Impressos con
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.) licencia.
Contiene: Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., A fojas, flg.)
1 Almoneda de disparates en coplas, que dicen : En la Contiene: ' »
tarde hay Almoneda. ^ Romance que dice : Riberas del Duero arriba.
^Item, otras obras que no cito, pomo tener el pliego á
•Apartamiento del cuerpo y del ánima, agora nue- la vista.
uamente impresso.
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)*Aquí comienzan las coplas de Magdalenica, con
Contienen: otras de la reina de Ñapóles, con vna canción.
Coplas que dicen : Providencia diuinal. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., flg.)
•Aquí comienzan dos romances con sus glosas. El Contiene :
primero de Durandarte. El segundo de vn gentil
hombre que después de gran prosperidad se vio ?
Coplas que dicen : Abrasme Madalenica.
Romance de la reina de Ñapóles, que dice : Emperatri-
ces y reinas.
en muy mayor necesidad. ^Coplas endechas en diálogo entre dama y galán, que
dicen : Dezidme lo que buscáis.
Sin L. ni h.(En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.) 1 Canción que dice : Donde amor su nombre escribe.
Contiene: ^Idem qué dice : Nuncapudo lapasion.
1 Romance de Durandarte, que dice : Muerto yace Duran- Mote que dice : Por mi vida y vuestra vida.
darte.
Aquí comienzan once maneras de romances con sus
1 Glosa de dicho romance en coplas, que dicen : Cuando
el gran Cirios quería. villancetes.
IRomance que dice : En el tiempo que mi vida.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.)
Glosa del dicho romance, en coplas que dicen : Cuando la
prosperidad.
*Aquí comienzan quatro maneras de romances: el
•Aquí comienzan dos romances del conde Grimaltos vno de Magdalenica, y el otro De Francia partió
y su hijo Montesinos. la niña, y otro de Guarinos, y el otro del duque
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. A 2 colum., 6 fojas, flg.) de Gandía, con vn villancico que dize: Razón
que fuerza no quiere.
Romance que dice : Cata Francia, Montesinos. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., A fojas, flg.)
ídem que dice : Muchas veces oi dezir.
Contiene:
*Aquí comienzan dos romances del marques de Coplas que dicen: Abrasme Magdalenica.
Mantua. El primero, de cómo andando perdido Í Romance que dice : De Francia partió ¡a niña.
jldem del conde Guarinos, que dice : Mala la hobistes
por vn bosque halló á su sobrino Valdouinos con franceses.
heridas de muerte, y el segundo, la embajada jldem el duque de Gandía, que dice vA ventílete de
que el Marques enuió al emperador demandando julio.
justicia, y otro agora de nueuo añadido, que es Villancico que dice : Rason que fuerza no quiere.
vna sentencia que dieron á Carlotó, hecha por *Aquí comienzan quatro romances de los siete In-
JERÓNIMO DE TEMIÑO de Calatayud, año 1562. fantes de Lara. Hechos agora nueuamente con-
Burgos. Felipe de Junta. 1362. (En 4.° Gót. á 2 co- formes á su hystoria.
lum., 12 fojas, flg.) Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 4 fojas, flg.)
Contiene: Contiene :
5 Romance del marques de Mantua, que dice : De Mantua Romance que dice: Délos reinos deLeon,—Bermudo, etc.
sale el Marques.
1 ídem de la embajada que envió al Emperador, que dice:
Í ídem que dice: Acabadas son las bodas.
í Idme que dice: Muy grande era el lamentar.
ve Mantua salen apriesa. jldem que dice : Ruy Velasquez el de Lara.
1 ídem de la sentencia contra Carloto, por JERÓNIMO DE
JEHISO , dice : En el nombre de Jesús. *Aquí comienzan quatro romances del rey Don Ro-
e l q u a 1 s e g u n
drigo, con vna obra de GÓMEZ MANRIQUE. Agora
En este pliego se dice TEMISO, al que en otros se llama
,iíi ítercer
I . ' romance.
, ' Parece» fué únicamente autor
oei nueuamente impressos. M. D. h.
ACfQ o m i e n z a n d Sin L. 1350. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)
» ?, ° s romances: el primero que dize Contiene :
Riberas del Duero arriba,ye\ otro del moroAla-
tar con vn vencimiento de amor, y vnas coplas 1 Romance del rey Don Rodrigo, que dice : Don Rodrigo
ae JUAN DE MENA sobre vn macho que compró á rey de España.
lldem del idem que dice : Las huestes de Don Rodrigo.
CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
•Romance del rey Don Rodrigo, que dice : Ya se sale de amarte, con deshecha que dice: Perdonad, bien de mí
la priesa. , . .. 1 ídem de QUESADA al de La bella malmaridada, en coplas
íldem de la penitencia que hizo el mismo, que dice : que dicen : Cuando amor en mlponia.
Después que el rey Don Rodrigo. 1 ídem al de Caminando por mis males, en coplas que di-
"(Coplas de GÓMEZ MANRIQUE, que dicen : Cuando Roma cen : Viendo que mi pensamiento.
conquistaba. Villancico de Dame acogida en tu hato, con sus coplas
Aquí comienzan quatro romances, y este primero que dicen.: Esta noche en tu majada.
dize : Cautiváronme los moros, y otro, Déla be- 'Aquí comienzan vnas coplas de la comadres: fechas
lla mal maridada, y otro de Caminando por mis á ciertas comadres, no tocando las buenas: y
males, con vn villancico. de sus lenguas, y hablas malas, y de sus afeites
Sin L. ni A. (En 4,° Gót. á 2 colum., 4 fojus, fig:) y blanduras, y de sus trajes y otros tratos. Fechas
"Aquí comienzan seis maneras de coplas y villanci- por RODRIGO DE REINOSA.
cos. Y en este primero cuenta cómo vn hombre Sin íií ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 12 fojas.)
que venía muy penado de amores, y rogaua á Contiene:
vn barquero que le passase el rio; y otras que Coplas de las comadres, que dicen : Tuestes hoy, coma-
dizen : Romerico, tú que vienes; con otras de dre , á misa.
Es una composición satírica, mordaz y poco decente, pero
Antón Vaquero de Morana. forma un cuadro de costumbres.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) ¥
Contiene:
Aquí comienzan vnos villancicos muy graciosos de
•¡Diálogo del caballero penado y el barquero, en coplas
vnas comadres muy amigas del vino. Agora
que dicen : Pásame por Dios, barquero. nueuamente impressos.
«Ídem entre un gentil hombre y un romero, en idem, que Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
dicen : Romerico, tú que vienes.
lldem de Antón el Vaquero, en coplas que dicen: En toda Contiene :
la Tramontana. Villancico que dice: No me vea yo á la mesa.
1 Villancico de ¡Va me demandes, Carillo, con coplas que
dicen : No tomes tal fantasía.
Í ídem por deshecha y de la otra comadre, que dice: Ay,
comadre ando á buscar.
ídem que dice : Pues vos consentís. * fldem entre dos comadres, que dice: Conque sanaré
ídem fecho por PEREA que dice : Dónde iré yo sin ventura. comadre.
5 ídem por deshecha, que dice: Ay, que me muero y me fino,
"Aquí comienzan seis romances. El primero de La i Villancico que dice : La letra dice que beban.
mañana de Sant Joan. El segundo : Ay Dios, íldem por deshecha, que dice : No quiero tres, ni quiero
que buen cauallero. El tercero : De Granada treces.
1 Villancico que dice: Trabadas andan en procesión.
parte el moro. El quarto de Maricos, los mis
moricos. El quinto: De concierto están los Con- *Aquí comienza vna glosa del romance de Amadis,
des. El sexto: Reinando el rey Don Alfonso, con y es á saber, qu'el romance es nueuo y la glosa
otras coplas de BOSCAN. assímismo nueua, sentida y muy gentil, según
Sin L. ni A. [En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) que por ella veres. Con vna glosa hecha A la mia
Contiene: gran pena forte, también nueuamente trobada.
J Romance morisco, que dice : La mañana de Sant Joan. Va solamente la glosa del romance, sin él, por-
1 ídem del maestre de Calatrava, que dice : Ay Dios, que
buen caballero. que quien lo quisiere hallar, le ha en los dos pies
TIdem morisco, del moro Alatar, que dice : De Granada postreros de las coplas.
parte el moro. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
1 ídem, idem, que dice : Mancos, los mis moricos.
1 ídem de los condes de Carrion, que dice : De concierto Contiene:
están los Condes. ] Glosa al nuevo romance de Amadis, que empieza tam-
"[ídem de Alfonso el Casto, que dice : Reinando el rey Don bién como el viejo: En la selua está Amadis, en coplas
Alfonso,— Que el Casto etc. que dicen : Siguiendo ajeno querer.
Coplas de BOSCAN á la tristeza, que dicen: Tristeza, pues ídem al de A la mia gran pena forte, en coplas que dicen:
yo soy tuyo. Temiéndome de perder.
''Aquí comienzan seis romances. El primero del *Aquí comienza un Pater noster trobado y dirigido^
rey Don Pedro. El segundo de Paris. El tercero las damas, y las coplas de la Chinigala, y vn vi-
del rey Don Juan. El quarto de Eneas y Dido. El llancico que dize : Los cabellos de mi amiga-
quinto del rey Saúl. El sexto de Polirrinestor. de oro son, con otras de vn ventero y vn escu-
Sin L. ni A. (En 4.° Gol. á 2 colum., 4 fojas, fig.) dero. Y vn villancico que dize : No tengo vida
Contiene: . segura—en no ver tu hermosura, trobado por
^Romance que dice: Por los campos de Jerez - A caza va RODRIGO DE RELNOSA.
el rey Don Pedro. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig')
1 ídem de Paris, que dice: Quien en mal punto se engendra.
1 ídem del rey Don Juan, que dice : Los cielos andan re- Contiene:
budios. 1 El Pater noster trobado aplicándolo á cosas de amor, en
1 ídem de Dido y Eneas, que dice: Por los bosques de Car- coplas que dicen : Oh señor, pues te tenemos. .
tago. 1 Romancillo en verso de endechas, que es las cop as ae
¡ídem de Saúl, que diee : Cuando murió el rey Saúl. la Chinigala, que dicen : A la chinigala, — La gala «•"
1 ídem de ídem, que dice: Israel, mira tus montes. neta,—Damas cortesanas. , „¡
¡Ídem de Polimnestor, que dice: En la rueda de fortuna. 1 Villancico y sus coplas, que dice : Los cabellos M*"
1 ídem de ídem, que dice : Bien vengas mal, si eres solo. amiga.
'Aquí comienzan tres romances glosados, y este 1 Diálogo entre un ventero y un escudero, en coplas <F
dicen : Acógeme acá esta noche. .,.
primero dize: Desamada siempre seas; y otro \Villancico y coplas suyas, que dice : No tengo «»»
de La bella mal maridada; y otro de Cami- segura.
nando por mis males, con su villancico y vn ro-
mance. J Aquí comienza vn romance del conde Claros de
Montalvan.
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fii-)
Contiene:
1 Glosa de MELCHOR LLANES al romance de Desamada Contiene:
stempreseas.en coplas que dicen•PensTquepTttn 1 Romance del conde Claros, que dice : ¡tedia noche ir
por filo.
IMPRESOS EN EL SIGLO XVI. LXIX
fídem del infante DonEnrique, que dice : Ese infante Don
•Aquí comienza vn romance del conde Guarinos, Enrique. . . , , , , „
almirante de la mar. Trata de cómo le cautiua- Ildem de Fernando el Emplazado, que dice: Vélame Nues-
ron los moros. tra Señora.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 2 fojas, flg.) *Aquí se contienen dos admirables victorias que
Contiene: Dios nuestro Señor ha dado á sus fieles contra
<| Romance del conde Guarinos, que dice : Mala la hobis- los endiablados turcos, enemigos de nuestra
tes, franceses. sancta fe católica. La primera la conquista de la
«Aquí, lector, verás juntas, por HERNAN-LOPEZ com- hermosa Velona. La otra el fortíssimo Castil-novo,
puestas, cincuenta viuas preguntas con otras tan- fuerzas muy poderosas é importantes, con otras
tas respuestas. Y otra obra hecha al mismo Yan- muchas y muy marauíllosas cosas que en fauor
guas. de la Saricta Liga han acontecido. Contado todo
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. átyi colum., 8 fojas, flg.) en verso por GASPAR DE LA CIMERA, priuado de la
vista, natural de Ubeda y vezino de la ciudad de
Coplas en diálogo, precedidas de una introducción en pro- Granada. Con vn gracioso villancico á pregunta
sa , las cuales son alegóricas, y dicen : Estas noches de y respuesta, entre el auclor y el turco.
Comienzan las preguntas y respuestas en coplas, que dicen: Impresso con licencia, en Granada, por Hugo Mena;
Porque con vanos siniestros. y por el mismo original, en Toledo, en casa de
Coplas del autor al lector, que dicen : Bien pudiera yo lle- Miguel Ferrer, etc. 1372. (En L" Gót. á 2colum.,
var.
Villancico qué dice : Pues este mundo acarrea. fig-)
Demanda que hizo un galán á YANGÜAS acerca de la divi- Contiene:
sión de la cosmografía : coplas de arte mayor, que di- Coplas que dicen : Dice el diuino Platón.
cen : En todo y por todo discreto y facundo. Villancico que dice -.Llega, turco, áenamorarte,con coplas
*Aquí se contienen dos obras á lo diuino, contempla- entré el autor y el turco, que empiezan : Llega, perro fe*
tiuas y de muy gran prouecho, do el Christiano po- mentido.
dría tomar emienda en su viuir. La primera trata *Aquí se contienen quatro nueuos acaescimientos.
del juego de la esgrima, á la tentación de nues- El primero, la perdición yfinde vn muy valeroso
tro Señor Jesucristo, con vn villancico aplica- turco, con sesenta ñaues de remo, en Malta la vie-
do á la obra. La segunda, del juego del axedrez. ja. El segundo, la venida y conuersion de Cide
Agora nueuamente impressas en Valencia, año Muza, alcaide de Alarache y de Alcazarquiuir.
de MDLXXXVIII. Los otros dos espirituales y ejemplares, todos
Valencia. Herederos de Juan Navarro. 1588. (En i." nueuamente acontecidos, y contadas sus histo-
Gol. á 2 colum., 4 fojas, flg.) rias en llano verso, por GASPAR DE LA CIMERA,
Contiene: priuado de la vista, natural de Ubeda y vezino
Coplas que dicen : Dos maestros os señalo. de Granada; y vn christiano villancico, por el qual
el auctor auisa á losfielesque se guarden, por-
Aquí se contienen dos romances glosados y tres can- que andan, so piel de corderos, sembrados en
ciones. Este primero es de La bella mal marida- España, luteranos.
da, y otro de Cautiuáronme los moros; y vna
canción que dize : Salgan las palabras mias, y Fué impresso, etc. Córdoba, en casa de Juan Bap-
otra : Si en las tierras do nasci. tista Escudero, y por el original, en Toledo en
casa de Miguel Ferrer, que sea en gloria. Año
Sin L. ni A. (En i.° Gót. á 2 colum., fig.) de 1572. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas,fig.en
"Aquí se contienen ciertos prouerbios muy ejempla- la portada y al fin.)
res y graciosos, debajo de título de Enfados, los Contiene:
quales son muy naturales sentencias, y reprehen- Coplas que dicen : El que sin Dios imagina.
Villancico que dice : Cristianos, tené atención.
sión y matraca de muchas vanidades y vicios deste
mundo. Compuestos por GASPAR DE LA CIMERA, *Aquí se contienen quatro romances antiguos. El
priuado de la vista, natural de Ubeda y vezino de primero de Tarquino, rey de los romanos, de
Granada. Fueron impressos con licencia, en Seui- cómo por traición forzó á Lucrecia romana, y mo
11a, en casa de la viuda de Sebastian Trugillo. (sic, por como) se mató con vna espada delante
Seuílla. Viuda de Sebastian Trujillo. Sin A. (En4.° de su marido, por auer sido adulterada. Otro,
Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) de los condes de Carrion, cómo maltrataron á
las hijas del Cid. Otro del rey Don Alonso el Cas-
Coplas en endecasílabo, que dicen: Oh suman gran bondad to. Otro del rey Don Bermudo.
<¡e Dios inmenso. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)
Reprehensión de vicios mundanos, en coplas que dicen : Contiene:
A ti Dios omnipotente.
í Romance de Tarquino y Lucrecia, que dice : Aquel Rey
'Aquí se contienen cinco romances. El primero, de de los romanos.
cómo fué vencido el rey Don Rodrigo; el segun- lldem de los condes de Carrion, que dice : De concierto
do, de la penitencia que hizo; el tercero, del con- están los Condes.
de Don Juhan; el quarto, del infante Don Enri- 1 ídem del rey Don Alfonso el Casto, que dice : Después
de muerto Bermudo.
que ; el quinto, del rey Don Fernando, que dizen 1 ídem del idem, que dice : Reynando el rey Don Alfonso.
que muño emplazado. jldem del rey Don Bermudo, que dice : Reynando el rey
Don Bermudo.
S¡n L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
Contiene: *Aquí se contienen quatro romances. El primero, de
1 R
dw "roo ^ a d c 6 m o f u é
y >> Rodrigo, que v e n c i d 0 e l r e Do Antenor, que cuenta cómo fué á pedir el cuerpo
l c e
. . ? -Los cientos eran contrarios. de Héctor á los grecianos. El segundo, la cruel
naem de la penitencia que hizo dicho Rev ane dice • J q U d I C e
y espantosa batalla que los romanos dieron con-
De p e que el rey Don Rodrigo.
S U S ' '
d
dic« .Lbn rCepta
, está C O m o
? , Don, Julián.
jí e l C n d e D o
^ 4 España, que n u l i a n v e n d tra Numancia, que es agora llamada la ciudad
fm de Soria. El tercero es de los caualleros da Mo-
CATALOCO DE PLIEGOS SUELTOS
ux
clin. El quarto es de Eneas y Dido, y vn v i - "Carta que enuía la reina Phílis á su amado Demo-
llancico. phonte, quexándose de su tardanza en Atenas,
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.) donde él era señor, y esto jpor auer prometido
Contiene :
venir dentro de un mes, y viendo que se tardaua
IRomance de Antenor, que dice : De Troya sale Antenor.
escribe la presente carta.
lldem de la destruicion de Numancia, que dice : Enojada SinL. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., flg.)
estaba Roma. Contiene:
"[ ídem de los caballeros de Moclin, que dice : Caballeros Carta de Phílis en coplas, que dicen: Tu huéspeda, Demo-
de Moclin. , fon.
«[ídem de Eneas y Dido, que dice : Por los bosques de tár- Villancico del fin, que dice : Miren bien los amadores.
tago. El asunto de esta obra se ha tomado de la Heroyda de
1 Villancico que dice : En el monte la pastora. Ovidio, que trata de él.
"Aquí se contienen quatro romances viejos, y este Chiste nueuo con seis romances y siete villancicos
primero es de Don Claros de Montaluan, elqual viejos, por FRANCISCO ARGUELLO.
trata de las diferencias que huuo con el Empera- Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., flg.)
dor por los amores de la princesa su hija.
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)Chistes de muchas maneras, nueuamente compues-
Contiene: tos, con vn villancico al cabo, que dize: No me
^Romance del conde Clavos, que dice : A misa va el Em- demandes, carillo-.
perador. ' • '* , Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum.)
íldem de Don Diego de Acuña, que dice: Alterado elpen-
SQ/fflli&'tltO.
í ídem viejo, que dice : Triste estaba el cauallero.. Ciertos romances con sus glosas nueuamente he-
íVillancico, que dice : Cuidado, no me congojes. chas. Y esta primera es: Por la matanza va el
Í Romance viejo, que dice : Amara yo una señora. viejo, con su glosa; y otro, Que me crece la bar-
4 Villancico, que dice : Que vida tema sin vos.
•fRomance de un galán en loor de su amiga, que dice : riga, con vna glosa. Con vna glosa de Rosa
De la luna tengo queja. fresca.
1 Villancico que dice : Madre mia, amores tengo. a
Sin L. ni A. (En 4. Gót. ú 2 colum., 4 fojas, flg.)
Aqui se contienen tres romances. El primero es el "Comienzan vnascoplas á los negros y negras, de
que dize : De Antequera salió el moro; y el otro, cómo se motejauan en Seuilla vn negro gelofe
Riberas del Duero arriba; y el otro el que dize : mandinga, con vna negra de Guinea. A élllama-
A benamar, A benamar,— moro de la morería; uan Jorje, y á ella Comba, y cómo él la requería
losquales han sido agora nueuamente corregidos de amores, y ella dezia que tenia otro enamora-
y emendados. do que llamauari Grisolmo. Cántanse al tono de
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum.; 4 fojas, flg.) La niña quandó bailéis. Hechas por RODRIGO DE
Contiene: REINOSA.
J Romance que dice : De Antequera salid el moro.
4 ídem que dice: Ábenamar, Ábenamar. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. áiyl colum., 4 fojas.)
lldem que dice: Riberas del Duero arriba. Contiene: .
Diálogo de los negros imitando su jerga , en coplas de
* Aquí se contiene vn milagro que el-glorioso San arte mayor, que dicen : Gelofe mandinga te da gran tor-
Diego hizo con una deuota suya á los 25 de febre- mento.
Coplas en la misma gerga, para cantarse al tono del Guineo,
ro d'este presente año de 1394, juntamente de la y dicen : Mangana, mangana.
gran justicia que en la ciudad de Lisboa se hizo ^Idem, comienzan unas coplas de un pastor que estaba
de vn inglés luterano, y de otras personas. Y enamorado de una pastorcilla, según quelas coplásirán
Ueua al cabo una letrilla nueua, al tono de la Za- recontando, hechas por el mismo RODRIGO DE REINOSA,
rabanda, sobre la nueua premática. Compuesto y dicen : Viva la gala de una pastorcilla (Son una serra-
nilla).
en verso castellano por BENITO CARRASCO, vezino 1 Comienzan otras coplas pastoriles, de cómo un pastor
de Auila. Impressas en Seuilla, en casa de Benito fué á la corte, y de cómo otro su compañero le maridaba
Sánchez, con licencia. siiria también ó no;hechas por RODRIGO DE REINOSA,
dicen : Dime, Juan, si iré á la corte.
Seuilla. Sin A. 1594. (En 4.° á 2 colum., 4 fojas.) 1 Coplas que hizo sobre el villancico Sola me dejaste,
Contiene: en versos de endechas, que dicen : Buscastes crueldad.
Romance del milagro de San Diego, que dice : Celestial * Comiénzase la historia de Judith, diuidida en seis
santo, frai Diego. romances, con vn romance al cabo, de laPas-
ídem en versos pareados en tono de la Zarabanda, sobre sion. Compuestos y recopilados por JUAN BAPTIS-
la Pragmática de los trajes, que dice: Oh qué buena
manda. TA , impremidor de libros.
Arte de conseruar el dinero en la bolsa, con lo qual Sin L. ni A. (En 4." á 2 colum., 8 fojas.)
en gran manera se remedia lo mucho que se Condene :
gasta en él orinal. J Romance que dice : Maldita seas, serpiente.
"ídem que dice : Gran priesa se da Holoférnes.
Salamanca. 1541. (En 4.° Gót. á 2 colum.) 1 ídem que dice : Muy triste estaba Israel.
1 ídem que dice : Ya se partía Judith.
Ildem que dice : Pasados eran tres dias.
Canción hecha por Luis DEL CASTILLO, con su glosa lldcm que dice : Ya Judith llega á Bethúlia.
<¡ ídem á la Pasión, que dice : Tú me digas ermitaño.
y otras muchas canciones glosadas, y villancicos
y motes. "Comienza vn razonamiento por coplas, en que se
Medina del Campo, en el corral de los bueyes. 1595 contrahace la germanía y fieros de los rufianes
(En 4.° Gót. á 2 colum.) y las mujeres del partido, y de vn rufián llamado
Cortauiento, y ella Catalinas Torres-altas, con
Cantares de diuersas sonadas, con sus deshechas otras dos maneras de romance. Y la Chinigala.
muy graciosas, assí para bailar como para tañer. Fechas por RODRIGO DE BE-INOSA.
Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum.) Sin L. ni A.-(En i.° Gót. d 2 colum., 4 fojas.)
IMPRESOS EN EL SIGLO XVI. UXI
Contiene: Contiene:
Diálogo en germania, en coplas que dicen : Catalina qu'es 1 Coplas de Antón Vaquero, que dicen : En toda la tra-
mi vida. . , montana (diálogo).
•[Romance que dice : De Francia salió ¡aniña. Villancico que dice : Mas quiero morir por vos.
«Idemála muerte del duque de Gandia, que dice : A
veinte y siete de julio.
Ildem de la Chinigala, en verso de endechas, que dice :
A la Chinigala, La gala chinela, — damas cortesanas.
Í
ídem que dice: Ojos garzos ha la niña.
ídem que dice : Tan buen ganadico.
^Idem que dice: Pues elfinde mi esperanza.
j Coplas deMagdalenica, que dicen : Abrasme, Magdale-
»Comienza vn romance del conde Marcos, hecho nica.
j Villancico que dice: No te tardes, que me muero:
por PEDRO DE RIANO. *Coplas de Camina, señora, si queréis caminar,
Sin L. ni A. (En 4.° Gol. á 2 colum., 2 fojas, flg.) con sus villancicos sobre el caso. E otras de Si
Contiene: queréis comprar romero, muy apacibles. Agora
1 Romance del conde Marcos, que dice : Retraída está la nueuamente fechas por FRANCISCO D E M O N T E -
Infanta. MAYOR.
Cómo vn rústico labrador astucioso, con consejo de Sin L . ni A . (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg,)
su mujer, engañó á vnos mercaderes. Contiene:
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.) ^Diálogo entre galán ydama, en coplas y versos de ende-
chas, que dicen: Camina, señora.
•Coplas agora nueuamente hechas á vna mujer ca- ^Villancico déla dama, que dice: QuieraDks por mi no
sada que pedia á su marido vna sauoyana, y el
marido le responde quién son las que la han de
traer y las que no, con otras coplas nueuas de los
?
Idem del caballero, que dice: Quedo de vos tan contento.
Coplas á modo de las de Si queréis comprar romero, que
dicen : Alma mia, tomad amor.
quedizen mal de mujeres, y dichos maravillo-
* Coplas de dos galeras turquesas, las cuales alzaron
sos. Van también otras coplas que dizen : Qué
los cautiuoschristianos iunto la ciudaddeArgel,
queréis que os traiga, galana; con otras que di-
en miércoles,y á los 26 de setiembre, año de i 590:
zen : Que queréis que os traiga, delicada.
y de cómo llegaron en el puerto mayor de la ciu-
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg).
dad de Alcudia, deste reino de Mallorca. Com-
• Contiene :
puesta por HERNANDO DE LA CÁRCEL.
j Coplas en diálogo entre la mujer y el marido que dicen :
Cómprame vna sauoyana. • Mallorca. Gabriel Guasp. 1590. (En 4.° á 2 colum.
1 Villancico del fin de dichas coplas, que dice : Qué deman- 4 fojas, flg.)
dáis mas, galana. Contiene:
í Coplas contra los que dicen mal de mujeres, que em- Coplas que dicen: Suene la fama su trompa.
piezan : Quien dice mal de mujeres.
^Diálogo entre marido y mujer, en coplas que dicen : Coplas de Magdalenica. Otras de Tan buen ganadi-
Qué queréis que os traiga, delicada.
] Villancico delfinde dichas coplas, que dice : Los casa- co, añadidas por JAQUES NORMANTE. Otros fieros
dos que queréis. que hizo vn rufián én Zamora con vna puta, por
Coplas compuestas ámodo de chiste, de vn clérigo ALVARO DE SOLANA.
que tenia amores con vna labradora. Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., flg.) Contiene:
Coplas que dicen : Abrasme Magdalenica.
'Coplas compuestas por BERNARDIRO DE AUELLANE- ídem que dice : Tan buen ganadito.
DA, beneficiado en Gamonal, y capellán del muy No sé lo demás porque no tengo el pliego.
magnífico señor Don Pedro Xuarez de Velasco, * Coplas de vna dama y vn pastor sobre el villancico
deán de Burgos, mi señor: en las quales se con- que dize : Llamáualo la doncella,—y dijo el vil:
tiene lo que hasta agora su Majestad ha conclui- al ganado tengo cF ir;—con vn romance que dize:
do en el ecuménico y universal concilio, en la Quanto mas mal me tratéis.
ciudad de Ratisbona, y del exército que se hor-
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, viñeta.)
dena para castigar los rebeldes. Año de MDXLVI
años. Contiene:
Coplas en diálogo, que dice : Llamábalo la doncella.
Sin L. ni A. 1546. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fo-
jas, flg.)
Contiene:
Coplas que dicen : Con el divino favor.
Í Romance que dice: Cuando el ciego Dios de amor.
Villancico que dice: Mienlre mas mal me tratéis.
Lamentación de amor, en coplas que dicen: Resuenen
mis alaridos.
\ Motete en una copla, que dice: Ved cuan fuera de razón.
"Coplas contra las rameras, con otras muchas obras. * Coplas de vn galán que llamaua á la puerta del pa-
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., i fojas, flg.) lacio de su señora, y ella responde Pápale, coco;
Contiene: y las de la hija de la labrandera, y vnos adagios,
1 Coplas contra las rameras, pié quebrado y versos parea- y muchos villancicos.
dos, que dicen : Déjenlas con su laceria.
' J L0 s J 0 C 0 S a a
«""do de disparates, hecha al romance Sin L. ni A. (En 4.° á 2 colum., 4 fojas, flg.)
ae, jiempo es el caballero, en coplas que dicen: En dan- Contiene:
ta mil putas viejas. 1 Diálogo entre la dama, y el galán que llama á su puerta,
J Villancico que dice: Llenos de lágrimas tristes. en coplas de pié quebrado, que dicen : Abríme, señora,
iiaem que dice: Vos, señora, á desamarme. que he miedo.
mq u ed i c e : a u i e r o s e r
1M , "° casada. 1 Coplas de la hija de la labrandera, que dicen : La hija
jmote que dice: Pues mi vida y vuestra vida. de la labrandera.
' rt i» . Sola
dice:
C d e est m i s m o R O I
e ? ; meSdejaste. » « G O DIEGO DE REINOSA, que Adagios en coplas de pié quebrado, que dicen: El dolor
f
que al alma llega.
Hdem de CARTAGENA, que dice: Partir quiero yo. 1 Coplas al duque viejo del Infantazgo, cuando fué enamo-
"Coplas de Antón Vanquerizo de Morana, y otras de rado de la Maldonado, que dicen: Ya se pasan ¡os amo-
res.
Jan buen ganadico. Y otras canciones. Y vn v i - 1 Perqué en versos redondillos pareados, que dice:D»-
chosa fué mi ventura.
Villancico que dice: Todos vienen de la vela.
Sin L. ni A. (En 4." GOL á 2 colum., 4 fojas, flg.) ; ídem que dtee: Qué dolor tienes, pastor.
LXXII CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
ldem que dice : Si la noche hace escura. pasó de Francia á la parte del Emperador, hasta
Í ídem
ídem
íldem
que dice : Descendé alvalle, niña.
que dice: Mi señora, si se usase. la batalla y prisión del rey de Francia, las quales
se pueden cantar al tono de las gambetas.
que dice: Ah hermosa, — ahríme cara de rosa.
'Coplas de vnos compañeros de la buena voya, que Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 8 fojas.)
partieron del puerto de Esgueua, y fueron á Me- Contiene:
dina del Campo, sobre mar. Con vn villancico Coplas de la batalla de Pavia, que dicen: Cesa tu furia,
francés.
que dize : Digas pastorcico, etc. Con vnas co-
plas de vn torbellino que derrocó y quebró mu- Coplas nueuamente hechas de Perdone vuesamer-
cho vidrio en la plaza de Valladolid. ced, con vn romance de amor.
V Sin L. ni A. Valladolid. 1S40. (En 4.» Gót. á 2 co- Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., fig.)
lum.,* fojas, orla y fíg.) Contiene :
Contiene: 1 Coplas de pié quebrado, que son un diálogo entre dama
y galán, que dicen : Perdone vuestra merced.
Coplas de los compañeros de la buena voya, que dicen : íldem en dialogo, pié quebrado, que dicen : Ah hermosa.
Ya después que nos juntamos. Ildeni que dicen : Ah señora, si se vsase.
1 Villancico que dice: Digas pastorcico. j ídem romance en pareados y con villancicos, que dice :
<jCoplas del torbellino, que dicen : Espantado de conhno. Lastimado del amor. •
5 Romance de amor, que dice : Vi si tü me desconsuelas.
• Coplas de vnos disparates, nueuamente compues- ÍQuerellas de amor en endechas, que dice : Muy grave
tos, con otras de la Apyaha, y otras de vna la- pena.
^Villancico que dice: Si no te duele, señora.
bradora y vn gentil hombre.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)Coplas nueuamente hechas de una señora que pedia
Contiene: á su marido vna sauoyana, con vn villancico.
Coplas de unos disparates, en redondillos pareados, que Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
dicen : Escúchame lo que digo. Contiene :
íldem de la Pyaha describiendo las perfecciones que debe
tener una dama, dicen : Hanme dicho de una dama. Coplas que dicen : Cómprame una sauoyana.
| ídem en verso de endechas, de una labradora que reque- Villancico que dice : Qué queréis que os traiga.
rida de amores se resiste, pero al fin cede á los ruegos
de un caballero, dicen : Vos, cauallero. 'Coplas hechas sobre la plemática del pan, que su
1 Canción que dice : Nunca pudo la pasión. pesárea y católica Majestad del Emperador nues-
*[ Mote que dice : Pues mi vida es vuestra vida. tro señor ha puesto en el reino de Castilla, León
'Coplas fechas por mandado de vn señor, el qual te- y Toledo. Nueuamente impressas.
nia vn mozo adeuino, y allende d'eso era pere- Sin L. ni A. Valladolid. (En 4. Gót. 4 fojas.)
zoso, mentiroso y goloso, y sisáuale la mercadu- Contiene:
ría que compraua, de tres blancas la vna; el qual Coplas sobre la plématica del pan, que dicen : Cantemos
tenia las tres tachas siguientes. todos, cantemos.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) •Coplas nueuamente hechas por FRANCISCO DE LORA
Contiene: a este villancico, que dize : Mariquita fué á la
1 Coplas que dicen: Tengo un mozo mentiroso. plaza, con vna glosa del mismo LORA TÍ las co-
* Coplas fechas por vn religioso de la orden de Sant plas de Desamada siempre seas, etc., é otras dos
Augustin, del bienauenturadp Sant Roch : con- maneras de coplas.
formes cá su historia para excitar á las gentes á Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 2 fojas, fig.)
mas deuocion; en especial para que le llamen Contiene :
en tiempo de la pestilencia, que essancto muy 1 Villancico en diálogo, que dice : Mariquita fué á la plaza.
apropiado para libra de tal necesidad; y comien- Glosa de LORA, al romance Desamada siempre seas, en
coplas qué dicen : Si en algún tiempo supiera.
zan assí hablando con Sant Roch.
Sin L. ni A. (Én 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fiy.) •Coplas y cartas para requerir de nueuos amores.
Contiene: • . Sin L. 1533. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
Coplas á Sant Roch, que dicen: Tanta fué vuestra bondad. Es una colección de cartas amorosas en prosa y
Sigúese una obra comtemplativa sobre lo que dice Sant
Joan, que la Señora estaba al pié de la cruz mirando á
su hijo bendito, en villancico y sus coplas, que dice : Carta para declarar su amor, que termina en coplas, que
A quién mirarán mis ojos. dicen : La carta lleva consigo.
Sigúese la historia trovada del niño Jesús perdido, etc. en ídem quejándose de falta de correspondencia; acaba con
un villancico y coplas, que dice: Pues el Niño no paresce. las coplas : Si con este triste quejarme.
'Coplas hechas por DIEGO GARCÍA, natural de la ciu- ídem sintiéndose desahuciado: acaba con coplas : Pues no
dad de Berganza, con vnos amores de un caua- me puedo partiros.
ídem fingiéndose enfermo de amor; acaba con coplas,que
. llero y vna doncella, con las maldiciones de dicen : Quedóos á Dios, que mevó.
SELAYA. ídem fingiéndose desterrado: acaba con coplas, que dicen
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., Ya me lleuan los cuidados.
ídem estando ya ausente; acaba con las que dicen :1A
Contiene: triste carta que va.
\ Coplas de DIEGO GARCÍA, que dicen: Vino en tan triste ídem á la vuelta de su ausencia; que acaba con las que
^ dicen : El siervo de vos que fué.
penar. Coplas en loor de la dama, que dicen : Los altos merecí-
•¡Canción villancico remitiendo á una dama las coplas nrientos.
anteriores; dice : Perdímepor conoseeros.
1 Romance en versos pareados, de las maldiciones de SE-
Y A u e í i c e
•Coplas y chistes muy graciosos para cantar y tañer
ví, ' 1 •' Mucho quisiera apartarme. al tono de la vihuela. Agora nueuamente hechas
1 Villancico en verso anacreóntico y su quebrado, hecho en
dialogo entre una dama y su galán que la pide le abra por GASPAR DE LA CINTERA, priuado de la vista,
la puerta, y dice: Ah hermosa. natural de Ubeda y vezino cié Granada. Con li-
"Coplas nueuamente hechas al caso acaescido en cencia impressos.
Italia en la batalla de Pauía, en las quales se re- Impresso en Burgos, Phelippe de Junta. Sin A.
cuenta dende qu'el duque munsiur de Borbon se (Eni." Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
IMPRESOS EN EL SIGLO XVI. LXXIII
Contiene: Contiene:
% Canción y coplas de disparates, que dicen : A bodas soy Romance de disparates,"en versos redondillos pareados,
que dicen : Yo queriendo caminar.
conuidada. Carta loando á su señora, en coplas que dicen : Muy de-
«Coplas letrillas, que dicen : la muja. seada señora.
1 Coñlas que dicen : Bras muere de amores de Ana. Coplas á una borracha, que dicen : Poned luto, taberneros.
Ildem que dicen : Bras por Ana padeciendo.
i ídem aue dicen : Dicen que está malo Antón. Disparates muy graciosos y de muchas suertes he-
i Id»m que dicen : Ve Pascuala soy amado.
2 i,j¿m aue dicen : Mal consejo me parece. chos, y vn aparato de guerra que hizo MONTORO,
«ídem que dicen : Zagala de ojos morenos. y vnos fieros que haze un rufián.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
'Desesperaciones de amor que hizo vn penado ga-
lán! Y vna glosa que dize : Salgan las palabras Disparates y almoneda, trabados por JUAN DEL E N -
mi'as. Y vna quexa contra el amor. Y vnas excla- CINA; é un villancico.
maciones hechas por vn cauallero filósofo de Cu- Sin L. ni A. (En 4.° Gót.)
pido. Y las coplas de Dama hermosa,—Qué cosa * Documento é instrucción muy prouechosa para
es cosa.— í 537. doncellas desposadas y recien casadas, con vna
Sin L. 1537. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) justa de amores, hecha por JUAN DEL ENZINA á
Contiene: vna doncella que mucho le penaua.
<( Desesperaciones de amor, en coplas que dicen : Cuando Sin L. 1556. (En 4.° Gót. á 2 colum-, 12 fojas, fig.)
en la mayor altura.
'í Canción de SÁNCHEZ; DE BADAJOZ, que dice : Salgan las Contiene:
ualabras mias. Carta en prosa sobre lo que indica el título de la obra y
<¡ Glosa de la anterior canción, en coplas que dicen : Los cuyo encabezamiento expresa que vá hecha en coplas
sentidos tengo muertos. por un religioso, y dirigida á una doncella desposada
<| Quejas contra el amor, en coplas que dicen : ¡Oh amor, con un su amigo.
que quien te dio. 1 Comienza el documento, en coplas que dicen : Doncella
1 Exclamaciones de un penado amador, en coplas que di- muy generosa.
cen : Oh Roma, que si abrasada. ^Justa de amores por JUAN DEL ENZINA, en coplas que di-
«, Coplas en verso de endechas, que dicen : Decí, hermosa. cen : Pues por vos cresce mi pena.
•[Romance de Gerineldos, que dice •.Leuantóse Gerineldos. f Romance de Don Juan Manuel, que dice : Gritando va el
cauallero.
Deshecha de lo acaescido en la Sierra Bermeja y de-
llos lugares perdidos. Dos glosas sobre el romance que dize : Buen conde
Fernán González, y otra sobre el romance de
Sin L. ni A.( En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
Yo meleuantara, madre, é vnas coplas sobre las
'Diálogo que habla de las condiciones de las muje- que dizen : Aquel cauallero, madre,— tres be-
res. Son interlocutores Alethio,que dize mal de sicos le mandé; y otras sobre Llamáúalo la don-
las mujeres, y Fileno que las defiende. Va nue- cella,— y dixo el vil: —Con vna deshecha y vn
uamente corregido de algunas cosas malsonan- villancico, hechas por ALONSO D E ALCAUDETE.
tes que en otras impressiones solian andar. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
Al fin. — Fuéimpresso este diálogo en el mes de
febrero año de MDXLVI. Sin L . 1546. (En 4.° á 2
*E1 destrozo y robo hecho de vna naoRegusea, nom-
colum. , 26 fojas, sin numerar : signat. desde brada Sarict Roque, por otra inglesa, y el suceso
a hasta c, inclusives, las a y b de á 8 fojas y la
de cómo llegó al puerto de la ciudad de Mallor-
c de 10.)
Contiene:
t
ca, guiada y gobernada por vn hombre solo,
1 Coplas en diálogo de las condiciones de las mugeres,
nombrado Juan , natural de Regusa. Com-
que dicen : Bien se parece Fileno. puesto por HERNANDO DE LA CÁRCEL.
Es un precioso artículo que corresponde á los de una Mallorca. Gabriel Guasp, 1591. (En 4.°á 2 colum.,
época anterior á la edición de 1598, que es la mas antigua 2 fojas.)
que ha llegado hasta nosotros, y por estar menos expur- Contiene:
gada de las posteriores á él, aunque ya lo está mucho; pero
conserva sin embargo el trozo de las condiciones de las Coplas que dicen : Suele la necesidad.
monjas, suprimido en las mas modernas que hemos visto.
¿Que se hicieron ias ediciones del CASTILLEJO que prece- *El espantoso y doloroso diluuio que en la villa de
dieron á esta parte de sus obras, fecha 1516? Sin duda Bilbao ha succedido, con los demás pueblos co-
se aniquilaron por la Inquisición, de tal manera, que ni marcanos que á las orillas del rio están fundados,
por asomos hemos podido ver ninguna.
Es ademas muy interesante este artículo por el aviso al en este año de 1593, á veinte y dos dias del mes
lector, que pone BLASCO DE CARAY, ignorando ó afectando de septiembre, que duró su ímpetu desde media
ignorar quién fuese el autor que compuso la obra de que noche de Sant Mateo hasta medio dia, que em-
él daba una edición. Indícalo sin embargo diciendo que
uebio componerla el mismo que hizo el sermón de amores, pezó á menguar. Compuesto por JUAN DE MAGAS-
que publicó un trovadorcillo que solo puso de suyo en él TON, oficial en el arte de la amprenta (sic), na-
una introducción que vulgarmente se llama de Fu. PUNTEL, tural de Ixea de Cornago, en este año de 1593.
y a la que dio el título de Sermón de amores.—(Vid Ser-
món de amores.) Bilbao. Pedro Colé de Ibarre. Sin A. 1593. (En 4.° d
'¿colum.)
Disparates de GABRIEL DE SARAUIA, muy graciosos y Contiene:
apacibles para cantar, glosando muchos viejos Romance sobre lainnundacion de Bilbao, que dice : Añg
de mil y quinientos — con mas de noventa y tres.
romances. Otras coplas del mismo auctor.
Sin L. ni A. {En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) *En este breue tractado se contienen dos cosas muy
notables. La primera es sobre vn martirio de vn
'Disparates muy graciosos. Ahora nueuamente com- deuoto religioso de la orden de Sant Francisco.
puestos por DIEGO DE LA L L A N A , de la villa de
E l qual fué martirizado en Francia entre los he-
Almenar. Y otras en carta á vna señora qu'él ser- rejes en vna ciudad que se dize Macón. La se-
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gunda es vn castigo que hizo nuestro Señor en
vn mal hombre que quiso sacar vna religiosa de
S¡« L . ni A. {En 4." Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) su orden. Lleua al cabo vnos versos puestos á lo
LXX1V
CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
1 Romance nuevo de Amadis, por SELAYA, que dice : Bn
diuino sobre aquella letra que dize : A su alue- vn hermoso vergel.
drio y sin orden alguna, agora nueuamente com- Villancico por ÍDEM , rque dice : Quién será que sea cobarde.
1 Romance por ÍDEM :\ una señora, dice : En mis pasiones
puesto por CHRISTOBAL BRAVO, priuado de la vista pensando.
corporal, natural de la ciudad de Córdoba. Im- ^villancico por ÍDEM :: Gloria me será la muerte.
1 Romance por ÍDEM,, que dice : Dormiendo está el pensa-
presso en Toledo, en casa de MiguelFerrer, miento.
que sea en gloria. Año de 1872. Coplas de ÍDEM á unai señora que trafa por colores en el
trenzado, el verde fyel( pardillo : dicen : Esmalte de per-
(En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) feccion.
, Contiene: Canción (villancico) de ÍDEM, que dice : Mis pasiones y
Coplas que dicen : Ilustre congregación. tormentos.
ídem de endecasílabas, que dicen : Andaba un pecador tan ídem de ÍDEM á una señora que no le cumplid lo prome-
desmandado. tido : dice : Quién podrá vmir mirando.
Villancico de ÍDEM, que dice : Contraria me fué ventura.
Este es el pleito de los judíos con el perro de Alba,
y de la burla que les hizo. Nueuamente trouada *Glosade los romances que dizen : Cata Francia,
por el Bachiller JUAN DETRASIUERA, residente Montesinos. Y la de Sospirastes, Baldouinos. E
en Salamanca, que hizo á ruego y pedimiento de ciertas coplas de JUAN DEL ENZINA.
vn señor. . "SinL. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.) Contiene :
Contiene : Glosa del romance Cata Francia, Montesinos, en coplas
^Pleito de los judíos, en coplas que dicen : En Alba es- que dicen : Por tierras entristecidas.
tando el Alcaide. ídem del de Sospirastes, Baldouinos, en idem, que dicen :
Cuando es amor lisongero. ¿
1 Coplas de JUAN DEL ENZINA, á una que tenia el marido
* Este es el pleito de los judíos con el perro de Alba, viejo, que retozaba con su criada, que dicen : Pues que
y la burla que les hizo, nueuamente trobado por vos, señor, holgáis.
el bachiller JUAN DE TRASMIERA, residente en Sa- 1 Villancico de ÍDEM , que dice : Oh castillo de Montargis.
1 Coplas de ÍDEM, que dicen : Conoscíte, desdichado.
lamanca, que hizo á ruego y pedimiento de vn Las coplas y villancico de ENZINA están en su Cancionero.
señor. E vn romance de JUAN DEL ENZINA.
Sin L. ni A. Salamanca. (En 4.° Gót. á 2 colum., *Glosa del romance de Don Tristan. Y el romance
4 fojas, fig.) que dizen de la reyna Elena, y yn villancico de
Contiene: Pásesmepor Dios, barquero, y otro villancico
1 Coplas del pleito, que dicen : En Alba estando el Alcalde. de. Romerico, tú que vienes, y otro que dize : No
í Romance de JUAN DEL ENZINA, que dice : Yo me estaba re- me demandes, Carillo,—que átino te me darán.
La obra del pleito está escrita parodiando las formas y Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 4 fojas, fig.)
fórmulas que se siguen en un asunto judicial. Contiene:
*Esteesvn processo de amores hecho contra vna 1 Coplas glosando el romance de Ferido está Don Tristan,
que dicen : Al tiempo que se alegraba.
dama á pedimiento de vn galán : procede el dios 1 Romance de la reyna Elena, que dice : Reina Elena
de Amor contra ella porque fué rebelde á sus reina Elena.
mandamientos, y enfinel juez los concierta y •[Canción ó villancico que dice : Pásesme por Dios, bat-
anero.
quedan conformes. 1 Villancico que dice : Romerico, tu que vienes.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 6 fojas, fig.) lldem que dice : No me demandes, Carillo.
Contiene: . "Glosa del romance de O Belerma, ó Belerma,
^Proceso de amores, en coplas que dicen : De mi vicario nueuamente glosado por BARTHOLOMÉ SANTIAGO;
con otras de Do tienes las mientes. Con vnos dos
•Este es vn consejo que dio vn rufián á vnas donce- romances nuenos, hechos por él mismo auctor.
llas, con las coplas del hueue. Con otras de Tanto me demanda la niña. Y otras
Sin L. (Vailadolid), ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., . de Guárdame las vacas, etc.
4 fojas, fig.) Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
Contiene : Contiene:
1 Consejos del rufián, en coplas que dicen : De las nueve Glosa del romance de Oh Belerma, en coplas que dicen :
villas. Con mi mal no soi vagado.
1 Diálogo en un villancico, que dice : Abajad las sienes, Villancico que dice : Do tienes las mientes.
marido.
^Síguense unas coplas que hablan de cómo las mujeres Í Romance de SANTIAGO, que dice: Oh princesa, linda dama.
J ídem de ÍDEM , que dice : En el tiempo que triunfaba.
por una cosa de nonada dicen muchas cosas, en espe- 1 Villancico que dice : Tanto me demanda la niña.
cial una mujer sobre un huevo con su criada: empiezan • 1 ídem que dice : Guárdame las vacas.
Amarga de mí cuitada.
*Este es vn romance de Gerineldos, el paje del Rey, * Glosa de Olorosa clauellina. Con otra de Morir vos
nueuamente compuesto. queredes, padre; con coplas de Guárdame las
Sin L. ni A. (En i." Gót. á 2 colum., 2 fojas, fig.) vacas; y vnas requestas de amores.
Contiene: Sin L . ni A . (En 4.° Got. á 2 colum., 4 fojas, fig)
1 Romance que dice : Gerineldo, Gerineldo. Contiene:
Con algunas variantes se imprime aun, y canta por los 1 Glosa del romance Olorosa Clauellina, hecha por QUESADA,
ciegos este romance. en coplas que dicen : Entrando por ana huerta.
^Idem del idem de Morir vos queredes, padre, hecha por
GONZALO DE MONTALVAN, en coplas que dicen: Por me-
* Glosa de la reyna troyana, y vn romance de Ama- nor y menos fuerte.
dis, hecho por ALONSO DE SALA YA ; con otros ro- ^Villancico ANÓNIMO de Guárdame las vacas, Con coplas
que dicen : Juri á mi qu'eres tan bella.
mances y obras suyas.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)* Glosa nueuamente fecha por FRANCISCO DE LORA,
Contiene: sobre el romance de Melisenda, que dize : Todas
Glosa del romance de Triste estaba y muy pensosa en las gentes dormían. Con otra canción del mismo.
coplas de SELAYA, que dicen : Con doloroso gemido! Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 2 fojas, fig.)
IMPRESOS E N E L SIGLO X V I . «xv
Contiene: Contiene:
í Canción serranilla anónima, que dice: Entre Horros y Ji-
* Glosa de LORA al romance de Melisenda, en coplas que
dicen : Las estrellas relucientes. . . . , 1 Glosa de MONTALVAN á dicha canción, en coplas que dicen:
1 Canción de ÍDEM, que dice: Los martirios infernales. Caminando por la tierra.
•Glosa nueuamente hecha por DIEGO DE ARMENTA, '1 Glosa de idem, al romance de Morir vos queredes, padre,
en coplas que dicen : Por menor y menos fuerte.
vezino de la ciudad de Loxa, á vn villancico que ^Romance viejo que dice : Domingo era de Ramos.
dize : Llámáualo la doncella. Glosa de MONTALVAN á dicho romance, en coplas que dicen:
Mirando la gran constancia.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 4 fojas.)
Contiene: "Glosas nueuamente compuestas, por ALONSO DE
ALCABDETE, sobre los romances siguientes : Ya
"('Villancico ANÓNIMO de Lam&ualo la doncella, con coplas
se salia el rey moro, etc.; y el otro : Yo me ada-
de ARMENTA, que dicen: Llámalo, de vna ventana. -
*,Deshecha del fin de dichas coplas, en diálogo, que di-
mara vna amiga; y el otro : Ñuño Vero, Ñuño
ce : Oyesj Gil, quieres saber.
Vero. Y vn villancico.
Glosa nueua sobre aquel romance de Gritos daua de Sin L. ni A. (En 4.° Gót. A 2 colum., 4 fojas, fig.)
passion,—aquella reyna troyana, por J«IME DE Contiene :
HUETE, con obras del mismo auctor/ Glosa de ALCABDETE al romance de Ya se salía el rey moro,
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. ú 2 colum.) en coplas que dicen : En el tiempo que esta tierra.
ídem de IDEM al romance de Yo me adamara vna amiga, en
* Glosa religiosa y muy christiana sobre las coplas de coplas que dicen : En el tiempo y jouentud.
ídem de IDEM al romance de Núño vero etc., en coplas que
DON JORGE MANRIQUE, que comienza: Recuerde el dicen : De gran deseo lisiada.
alma dormida, ahora nueuamente por su autor 5 Canción de IDEM que dice : Oidme vos, señora.
corregida y emendada. ídem de ÍDEM que dice : Esperanza mia por quien.
1 Villancico de IDEM que dice : Tus ojos sanan, señora.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. y redond. di y 2 colum.,
19 fojas.) Lam. en madera que representa la * Glosas sobre el romance que dize : Tres cortes ar-
muerte. mara el Rey, nueuamente compuesta por ALON-
Contiene: SO DE ALCADDETE , natural de la muy noble ciu-
í Coplas de JORGE MANRIQUE , que dicen: Recuerde el alma dad de Ronda; con otras muchas glosas y villan-
Glosa en coplas que dicen : Nuestra bienauentwanza. cicos.
Aunque no se expresa en esta edición el autor de la Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.)
glosa, es de el religioso cartujo DON RODRIGO DE VALDEPE- Contiene:
ÑAS , prior del Paular. Glosa de ALCADDETE al romance de Tres cortes armara el
Las coplas de JORGE MANRIQUE, hechas en doce versos de
pié quebrado cada una, son cuarenta y una. En la presente Rey, en coplas que dicen : En el tiempo de aquel sol.
edición está una de estas coplas en -una columna de letra Villancico de IDEM á la toma de One, plaza de África, por
gótica, sobre el texto de la glosa, que en coplas de igual el marques de Santa Cruz, que dice : Llore el rey de
clase y puestas en dos columnas de letra redonda, va glo- Tremecen.
sando aqueüa, de tres en tres versos; pero deja en blanco y Glosa de IDEM al romance de Yo me ieuanlara, madre, en
y sin glosar desde la veinte y seis hasta la treinta y seis coplas que dicen : En los tiempos deleitosos.
inclusive , mas las inserta á la letra en redondilla y á dos 1 Villancico de IDEM, que dice : De mí, dicha no se es-
columnas. pere.
1 Coplas de IDEM al cantarcillo de A aquel cauallero, madre,
'Glosas de los romances de O Belerma, etc. Y las que dicen : Porque fué el mando primero.,
^Idem, de IDEM al idem de Llámáualo la doncella, que
de Paseáuase el rey moro. Y otras de Riberas del dicen: Llámáualo; di,perdido.
Duero arriba. Todas hechas en disparates.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) "Glosa sobre la tomada de Roma.
Contiene: Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.)
1 Glosa en disparates al romance de O Belerma, en coplas Contiene: '
que dicen : El conde Partlnuples. í Glosa del romance de Triste estaña el Padre Santo, en
ídem en idem al idem de Paseáuase el rey moro, en coplas coplas que dicen : Ya los Alpes, altas sierras.
que dicen : Sant Cines de Cartagena. En esta glosa, tomando los dos últimos versos de cada
ídem en idem al idem de Riberas del Duero arriba, en copla, resulta el texto completo del romance , y con algu-
coplas que dicen : La blancura de Guinea. nos versos mas que se suprimieron en el inserto en el
^Villancico de Tómale, llévale, pápale, coco, con coplas Cancionero de Romances, y en .esta misma glosa que in-
que dicen : Habladme, señora mia. completa se puso en los Romances, etc., de SEPDLVEDA.
* Glosas de los romances y canciones quedizen : Do- '* Gracioso razonamiento, en que se introducen dos
mingo era de Ramos, y Entre Torres y Ximena, y rufianes, el vno preguntando y el otro respon-
Morir os queredes, padre. Hecho por GONZALO DE diendo' en germanía, de sus vidas y arte de v i -
MONTALVO. vir, quando viene vn alguacil: los quales como
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. d 2 colum., 4 fojas, fig.) le vieronfuéron huyendo, y no pararon fasta el
Contiene: burdel á casa de sus amigas : la vna de las qua-
1 Romance que dice : Domingo era de Ramos. les estaua riñendo con vn pastor, sobre quel se
Glosa á dicho romance, en coplas que dicen : Mirando la quexaua que le auia hurtado los dineros de la
gran-constancia. bolsa. Y viendo ella su rufián, házese muerta, y él
1 Canción serranilla que dice : Entre Torres y Jimena.
', Glosa de dicha canción, en coplas que dicen : Caminando se hazefieros,y dize al pastor que se confiese, el
por la sierra. qual haziéndolo así, acaua.
"¡ Glosa del romance de Moriros queredes,padre, en coplas Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, fig.-)
Por menor y menos fuerte. En la portada y entre el texto.
Las glosas son de GONZALO DE MONTALVO.
Contiene:
"Glosas-de vaos romances y canciones, hechas por
El razonamiento de los rufianes, en coplas de arte mayor,
GONZALO D E M O N T A L V A N . — E n t r e Torres y Jime- que dicen : A boca de sorna por ir encubierto.
na.E Morir vos queredes, padre. E Dominqoera Es una composición que retrata muy bien los hábitos,
de Ramos. • costumbres y el lenguaje de los rufianes y rameras; pero
Sin L,. ni A. (En 4.° Góf. á 2 colum., 4 fojas.) es indecente, en particular la confesión del pastor que en
ella se declara sodomita,
CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
'Lamentaciones deamor, hechas por vn gentil hom- ciudad, y del gran cuidado que los padres deuen
bre apassionado. Con otras de Los comendadores, tener en castigar y doctrinar sus hijos. Puesta en
Por mi mal os vi. Y la glosa sobre el del roman- metro por ANTONIO GONZÁLEZ. Vista y examina-
ce de A la mia gran pena forte, hecha por una da, y con licencia impressa en este presente año.
monja, la qual se quexa que por engaños la me-
tieron pequeña en el monesterio; con otras de Sin L. ni A. (En4." semi Gót. á 2 colum., 2 fojas,
Circundederuntme, en las quales se quexa Sant
Pedro porque negó al Señor. Coplas que dicen : Padres, los que hijos tenéis.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) "Obra nueua, la qual trata de vn caso de gran mila-
Contiene: gro, acontecido en el reyno de Nauarra en la villa
1 Lamentaciones de amor, en coplas que dicen : Lágrimas de Miranda. Es obra para que todos tomemos
de mi consuelo. exemplo, puesta en gracioso Imetro por GASPAR
1 Coplas de los comendadores, en versos de endechas,
que dicen : Los comendadores. DE LA CINTERA. Nueuamente impressa con licen-
1 Glosa del romance A la mia gran pena forte, en coplas cia. Año MDLXXXII.
que dicen : El amor es sin piedad. SiÍL. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas, flg.)
El negamiento de San Pedro, en coplas, que dicen : Ay,
circundederunt me. Contiene:
Coplas que dicen : Dame tu gracia excellente.
Las trobas siguientes hizo PEDRO BARRANTES MAL-
DONADO, estando en Alemana en la guerra del Perqué espiritual muy prouechoso : en que se dizen
turco, en loor de los españoles; con -vn romance todas la verdades que en la escriptura y en el
en que recuenta la súpita y muy valerosa parti- vulgo se pueden hablar.
da del illustríssimo señor duque de Béjar, de la
qual habla el romance. Sin L. ni A. (En i.° á 2 colum.)
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 6 fojas.) Perqué muy gracioso: la que recuenta las tachas que
Contiene: tiene vna dama, y va en manera de la Hapia ha,
Coplas en loor de tos españoles, que dicen : Oh españo- con vnas lamentaciones de amores, y vn roman-
les , españoles.
Mote en loor del duque de Béjar, que dice : La vida por ce al fin, por TORRES NAHARRO.
la victoria, glosado en las coplas que dicen : Quiso el Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
Duque florecer.
Romance en loor de la partida que súbitamente hizo el "Pregunta quefizoun cauallero mancebo á ALONSO
duque deBéjar desde una caza en que estaba, á las guer-
ras de Alemania contra el turco, que dice : Nunca vi tal DE ARMENTA, sobre qué cosa es amor, el qual
montería. responde á ella. Con vn villancico enfinde la
Siguen á este romance varias letras y sus glosas que hizo respuesta. E vna glosa de vn romance que dize:
el autor á su amiga, yendo á la guerra del turco, y cuya
mención individual sé omite por poco interesantes. Las Véouos crescida, hija, y otras canciones, nue-
letras son diez y nueve , y las glosas otras tantas. uamente impreaso.
Canción de amores, que dice : Como es de amor ver-
dadero. Sin L . ni A . (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) Lá-
ídem que dice : Muchas cosas deseamos. mina y orla en irtadera para l a portada.
Ídem que dice : Si a tí no tienes secreto. Contiene:
Todas las composiciones de este pliego son de BARRAN- Pregunta del mancebo, en coplas que dicen : Pues es vn
TES MALDONADO , y su impresión debió de ser posterior refrán muy vario.
á 1532, época en que hizo el romance de la partida del Respuesta de ARMENIA , en coplas que dicen i Pues que en
duque de Béjar, que se verificó en dicho año. sentiros yo gano.
1 Villancico del ün de dichas coplas, que dice : No se en-
\& triste y dolorosa muerte de la Princesa, nuestra gañe el amador.
señora;agora nueuamente trobada en la noble ^Romance viejo, que dice : Véouos crescida, hija.
1 Glosa del fragmento de dicho romance, que hizo AR-
villa de Valladolid, por ANTONIO DE YALCAZAR MENTA , en coplas y diálogo que dice : Cual mal fué tan
MENESTRIL , vecino de la dicha villa. Año MDXLV. excesiuo.
Coplas de ARMENTA á una partida, que dicen : Aquella
Sin L . 1545. (En 4.° Gót. á 2 colum., i fojas, 7.) •cruel partida.
Contiene; Canción de ÍDEM á su sefiora , que dice : Señora, yo soy
Coplas á la muerte de la Princesa, que dicen : Con sos- vendido.
piros muy crecidos. Coplas de ÍDEM á una partida , que dicen : Corazón, pues
que consientes.
Canción de ÍDEM á una señora desamorada, que dice : El
Muchas maneras de coplas y villancicos, con el jui- morir no es cosa fuerte.
zio de JUAN DEL ENZINA. El romance viejo es un fragmento del que dice : Paseáuase
el buen Conde. Desde Véouos crecida hija.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.)
Muchas maneras de coplas y villancicos de muchos Refranes glosados, en los quales, qualquier que con
auctores. diligencia los quisiere leer, hallará prouerbios y
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.) marauillosas sentencias, y generalmente á todos
Contiene once composiciones. muy prouechosos. (En prosa y verso.)
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 16 fojas.)
Obra compuesta por FRANCISCO DE FIGUEROA, dán- Refranes y auisos por via de consejos, hechos por
dose cuenta de la vida y el martirio de vna sanc- JOAN GARCES, enderezados á vnos amigos ca-
ta mujer española, y fué que la quemaron viua sados.
en Jerusalen. Glosa en alabanza del Sanctíssimo
Sacramento, compuesta por VICENTE MIRABET, Barcelona. Sebastian de Cormellas. 1591. (En 4.
á 2 colum., 4 fojas.)
natural de Valencia. Contiene:
Valencia. 1581. (En 4.° Gót. á 2 colum.) Coplas que dicen: Es muy sancto el matrimonio.
"Obra nueua, la qual trata de vn caso de grande exem- "Relación de lo sucedido con la enfermedad de la
plo para los que mal viuen, acontecido en esta peste que en la noble y leal ciudad de Logro-
IMPRESOS EN EL SIGLO XVI. LXXV1I
«Canción intercalada en dicho romance, que dice: Loemos de Calatraua. JE1 octavo que dize : En el mes
i Dios vor siempre. _ . . • , .. era de abril. Y al fin dos villancicos de JUAN DEL
Ildem, idem, enldem, que dice : Fenesce mi frute vida ENZINA, y dos canciones.
} Villancico de VILLATORO, que dice : Madre mta, amores
Alfin.—Impresso en Valladolid, en casa de Diego
Cojdas'de ÍDEM, al mismo, que dicen : Madre mia, amores Fernandez de Córdoba, impressor, año de MDLXXII.
tengo. (En 4.° i 2 colum., 4 fojas, fig.)
' Romance y glosa sobre la muerte de la Emperatriz Contiene:
y reyna nuestra señora, y el suntuoso enterra- Los ocho romances referidos en la portada, y ademas:
miento que se le hizo en la ciudad de Granada, 1 Villancico de JUAN DEL ENCINA , que dice : Vos terribles
pensamientos.
con vn villancico. Hecho por ANTÓN DELGADO. 1 ídem de ÍDEM , que dice : Enemiga le soy, madre.
Alfin—Cuenca.1550. (En 4." Gót. á 2 colum., i fo- 5 Canción que dice : Cuan noble mas es aquel.
jas, fig.) •• jldem que dice : Ay que yo, señora, ya.
Contiene: *Síguense quatro romances. El primero es el de los
1 Romance á la muerte de la Emperatriz, que dice: Año de
mil y quinientos—Treinta y nueue corría. cinco maravedís. El segundo es: Vn dia de Sant
1 Glosa de dicho romance, hecha por DELGADO, en coplas Antón. El tercero es: Ya caualga Diego Lay-
que dicen : Estando en cortes juntados. nez,—Al buen Rey besar la mano. Y el quarto
1 Villancico de ÍDEM al mismo asunto, dice : D'esta reyna
Emperatriz. que dize : Quéxome de vos, el Rey. Ahora nueua-
mente impressos. Año de MDLIX.
"Sermón de amores, nueuamente trobadopor el Sin L. 1559. (En 4.° Gót. á 2 colum,, 4 fojas, fig.)
MENOR DE AUNES, á los galanes y damas de la Contiene:
1 Romance que dice : En Burgos estaua elRey.
corte. tldem que dice: Vn dia de Sant Antón.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 12 fojas.) ^Idem que dice: Ya caualga Diego Laynez.
Contiene: "¡ídem hecho íi la mujer del duque de Guimarans, que di-
ce : Quejóme de vos, el Rey.
1 Sermón de amores, en coplas de pié quebrado y versos
pareados, que dicen : Mirando cómo enamoran. Sigúese vn perqué que dize : Veo, veo; y vna glosa
El MENOR DE AUNES, pseudo-anónimo de CHRISTÓBAL DE
CASTILLEJO, el cual tomando por asunto el sermón de amo- nueuade : Oh mundo caduco y breve. Y vn de-
res en prosa de DIEGO DE SANT PEDRO, hizo el suyo, mor- reniego de vnas damas. Y vn perqué hecho á
daz y satírico, en verso, y en el tono crudo que dio á to- vna señora por BARTHOLOMÉ DE TORRES, y vna
das sus obras de igual clase. BLASCO DE GARAY en el pró-
logo que puso á una edición, sin L.,año de 1546, que canción que dize : Sola me dexaste.
liizo del Diálogo de las condiciones de las mujeres, escrito Sin L. ni A. (En 4." Gót. á 2 colum.)
por CASTILLEJO, supone que ignora el nombre de su autor,
pero que cree « que es el mismo que compuso el sermón
»de amores, pues así lo manifiesta su estilo », y añade, * Testamento de amores, hecho por JUAN DEL ENZINA
• «que por una entradilla que tiene, acaso pegadiza de al-
»gun vano trovadorcillo que por aventura se la añadid, se á su amiga, que se quería desposar.
»le llama FRAY PUNTEL. Verdad es (continúa Garay), que Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 2 fojas.
»por ser entrambas obras (el Sermón y el Diálogo), á lo
«que representan, nacidas de pasión, que es odioso Contiene:
»aborrecimiento y excesivo que muestra el autor tener á 1 Testamento de amores, en coplas que dicen : Ya noten'
»las costumbres de las malas mujeres, parece el autor go confianza.
»haberse cegado y apasionado, etc.»
Todo lo que expresa GARAY acerca del Sermón de amo- Trabajo de vicios, nueuamente compuesto por ALÓN*
res que atribuye al mismo autor del Diálogo, que sabe- so DE TOROCOJO.
mos ser de CASTILLEJO , y como tal incluido en sus obras,
conviene con el ejemplar del Sermón que tenemos i la Sin L. ni A. (En 4.» Gót. á 2 colum.)
vista; pero en él no se halla introducción alguna que pa-
rezca pegadiza, ni de donde pueda inferirse se haya to- * Tratado nueuamente hecho en metro castellano en
mado el pseudo-anónimo dé FRAY PUNTEL, á quien se atri- . loor y alabanza del Emperador y Emperatriz
buye vulgarmente; mas en su lugar se pone el del MENOR
DE AUNES, como va dicho. nuestros señores, contando las grandezas y ha-
zañas que ha hecho y haze, haziendo memoria
'Síguense dos romances de Don Gayferos ,en que se de la forma y manera como fué entrado en Bar-
contiene cómo mataron "k Don Galuan. celona, y de las grandesfiestasqu'ensus reynos
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) ítem y señoríos se hazen por su victoriosa venida. Di-
otra edición del mismo pliego. Sin L. ni A. (Eni.° rigido, etc., áDon Pedro de Nauarra Marichal,
Gót. á 2 colum., 4 fojas.) corregidor de Toledo. Hechas por JUAN DE R E -
Contiene uno y otro : UENGA.
Romance que dice : Estábase la condesa.
; ídem que dice : Vamonos, dijo miño. Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., 4 fojas.) Edi-
ción de la segunda década del siglo xvi.
Síguense dos romances por muy gentil estilo. El Contiene:
primero de los doze Pares de Francia. Él segun- 1 Coplas al asunto del título, que dicen : Muy magnífico
do, del conde Guarinos, almirante de lámar,
y trata de cómo le cautiuaron los moros, etc. Villancico que dice : Vuestras majestades canten.
Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum., fig.) Triunfos de la locura, compuestos por HERNÁN L Ó -
* Síguense ocho romances viejos, f El primero es de PEZ DE YANGUAS.
la presa de Túnez, que dize : Estando en una Sin L. ni A. (En 4.° Gót. á 2 colum.)
fiesta. JE1 segundo que dize: Castellanos y leo-
neses. JE1 tercero que dize : Por Guadalquiuir * Verdadera relación de vn martyrio que dieron los
arriba, f El quarto que dize : Sálese Diego Or- turcos en Gonstantinopla á vn deuoto fravle de la
donez. JE1 quinto que dize : Por aquel postigo orden de Sant Francisco, y de los treze que están
vtej ,—Que nunca fuera cerrado, f El sexto que en el Sancto Sepulchro de nuestro Redemptor Je-
0
dize: Parida estaua la Infanta. «[El séptimo que suchnsto en Hierusalen, que venía á Italia, su
cuze: ÁyDios, que buen cauallero,—El maestre tierra; con vn villancico de la obra. Compuesta
LXXX
CATALOGO DE PLIEGOS SÜELÍOS
Contiene:
por DIEGO LÓPEZ, vezino de la ciudad de Córdo- Romance del martirio de Fray Gonzalo Lobo, que dice :
ua. Con dos milagros de nuestra Señora del R o - Si Dios es manso cordero.
sario. ídem, que dice : Leñante el alma el cristiano.
Valencia, junto al molino de la Rouella, año 1585. ¥
Verísima relación del riguroso y aceruo martyrio
(En 4." Gol. á 2 colum., 4 fojas, fig.) que la reyna inglesa dio á dos soldados de nues-
Contiene: tra nación española, del exército del Príncipe
Coplas que dicen : Si Dios es manso cordero. Cardenal, y de cómo la sereníssima Virgen les ma-
nifestó el martirio que hauian de pasar; jun-
"Verdadera relación sobrevn martirio que dieron tamente conel conuertimiento de seisjudíosque
los turcos, enemigos de nuestrasancta fee cathó- recibieron el mismo martirio muriendo empala-
liea, en Constantinopla, á vn deuoto frayle de la dos. En 17 de mayo de 1596 años. Con vn ro-
orden de Sant Francisco, llamado Fray Gonzalo mance al cabo. Impresso en Alcalá á la puerta de
Lobo. Con vn milagro que nuestra Señora de los mártires. Compuesto por PEDRO SÁNCHEZ
Monserrate hizo con vn clérigo de misa, natural MAZO, natural de Trugillo.
de Cazalla, que es en el Andalucía. E l qual yen- Sin A. 1596. (En 4.°, letra redonda, á 2 colum.,
do á Oran á rescatar á vn hermano suyo que 4 fojas. con un Cristo y las Marías y San Juan,
estaua captiuo en Buxia, fué captiuo y vendido fig. en madera, estampados en la última plana.)
á vn renegado llamado Alycaysi. Impresso con Contiene:
licencia, en Córdoua,por JUAN BAPTISTA. Año Romance del martirio de los soldados y judíos, que dice:
de MDLXXVII. Dos capitanes vinieron.
Octavas con que termina el romance, que dicen : Recibe,
Córdoba. Juan Baptista. 1577. (En 4.° Gol. á 2 co- buen Jesús omnipotente.
-
lum., A fojas, fig.) °[ Romance morisco, que dice : Entró Zoraide a deshora.
Barbarroja.—Vid. — Cinco romances famosos. El J ldem que dice : Con sus trapos Inesilla.
dem xácara, que dice : Ya se parten de la corte.
ídem de las virtudes de la noche, que dice : Cuando ei
primero del corsario, etc. amor me traía.
Batalla de trescientas lauanderas.—Vid.—Aquí se ídem letrilla jocosa, que dice : Vna vieja me pretende.
contiene vna xácara entretenida, etc. "Coplas en alabanza de la Virgen nuestra Señora, al
Batalla naual. —Vid. —Historia de la batalla na- tono de Ya tiene saya blanca; con otras dos
ual,etc. canciones muy deuotas, hechas porNoFRK A r -
MODOUEAR.
Bernardo del Carpió.-Vid.- Cinco romances de Barcelona. Sebastian Cormella». 1609. (En*- á 0
•Historia del esforzado cauallero conde Dirlos, y las Impressa en Barcelona. Sebastian de Gormellas.
aventuras que huvo. Agora nuevamente añadi- 1604. {En i.° á 2 colum., flg.)
das ciertas cosas que hasta aquí no fueron pues- Coplas que dicen : Brauo trabajo sostiene.
tas, y Heua vna glosa de Mi libertad en sosiego. •Obra nueua llamada la vida del estudiante pobre,
Alcalá. Andrés Sánchez de Ezpeleta. Año de 1611. diligente é industrioso, juntamente con la del
{En 4°. á 2 colmm., 12 fojas, flg.) necio ocioso; compuesta por MARTÍN DE LA
Contiene: . • FUENTE.
Romace del conde Dirlos, que dice: Estándose el conde Barcelona. Sebastian de Gormellas. Año 160 í.
Dirlos. {En 4." á 2 colum., 4 fojas, flg.)
Glosa de Mi libertad en sosiego, en coplas que dicen: Los Contiene :
grandes á los menores.
Coplas que dicen: Yo el que mas miserias paso. ,
Aunque en el título se supone añadido el romance del
conde Dirlos no es ni mas ni menos que el del Cancionero
de Romances. Pedro.Andrés.—Vid.—Romance famosoxle la vida,
prisión, etc.
Joñas.—Vid.—Yiage y predicación del profeta, etc.
Pedro Andrés y Juan'Martínez.—Vid.—Curiosa xá-
Maestre de Calatraua.—Vid.—Cinco romances fa- cara nueua de la prisión, etc.
mosos. El primero del Corsario, etc. Pedro Navarro.—Vid.—Relación verdadera en que
•Marques de Mantua.—Tres romances del marques sedescriuen,etc.
de Mantua. El primero es de cómo andando per- Pedro Pedrici.—Vid.—Romance nueuo que hace
dido por vn bosque halló á su sobrino Baldoui- relación, etc.
nos con heridas de muerte. El segundo, la
embaxada que el' marques embió al Emperador Periquillo el de Madrid. —Vid.—Aquí se contienen
demandando justicia. El tercero es vna senten- dos famosas xácaras curiosas y entretenidas,étc.
cia que dieron á Carloto. Hecho por JERÓNIMO Pleito (El) de los gatos contra las criadas y coci-
TREBIÑO. neras.
Alcalá. Juan Gracian, que sea en gloria. 1608. Barcelona. 1646. {En 4." á 2 colum., 4 fojas, flg.)
{En i.°A2 fojas,-flg.)
Contiene : Portillo el de Alcalá.—Vid.—Aquí se contienen dos
Romance que dice : De Mantua sale el Marques.. 'xácaras nueuas de dos iáques, etc.
ídem que dice : De Mantua salen o/priesa.
ídem de la sentencia contra Carloto, por TREBISO, que 'Relación de la salida á dar gracias á la soberana Vir-
dice: En el nombre de Jesús.
Al ,tln trae el extracto de la licencia que se díó para im- gen de Atocha las dos magestades de Phelipe IV
primir estos romances, fecha en Madrid á 8 de noviembre y Doña Mariana de Austria, por el feliz sucesso
de 1598. del socorro de Valenciana, y relación de la plaza
Moriscos.—Vid.—Relación del sentimiento de los socorrida. Compuesto por DIEGO GONZÁLEZ.
moriscos, etc. Madrid. Julián de Paredes. 1656. (4.° 2 colum.,
2 fojas.)
Muerte del infante Don Carlos.—Vid.—Contiene Contiene :
este pliego seis romances muy curiosos, etc. Romance que dice : En un profundo silencio.
ídem que dice : De las mejores victorias.
Mulato de Andúxar.—Vid.—Aquí se contienen dos
xácaras, vna del Mulato, etc. •Relación del sentimiento de los moriscos por su
justo destierro de España, y el número y canti-
Nueue romances, etc., por JUAN DE RIVERA. dad que se han embarcado dellos, assí hombres
Sin L . 1603.
como mugeres, y niños de todas edades hasta
Contiene : aora. Y de las mandas que dexan. hechas á igle-
Romance que dice : Cauallero de lejas tierras. • sias y lugares níos, y otras cosas dignas de me-
ídem que dice : Paseábase el buen Conde. moria. Lleua dos romances al fin muy gustosos.
No hemos visto este pliego, pero los dos romances que Impressas con licencia.
citamos y conocemos, pertenecen i la clase de los viejos a
tradicionales. Si los siete romances que nos son descono- , Seuilla. Fernando de Lara. 1610. {En 4. á 2 co-
cíaos se parecen ó pertenecen á la clase do los dos cita- lum. ,5 fojas, flg.)
txxxtv CATALOCO DE PLIEGOS SUELTOS
Contiene: Romance nueuo que haze relación de la vida, pri-
Romance que dice : Gran revuelta hay en España. sión y muerte de Pedro Pedrici.
ídem que dice: En triste prisión y ausencia.
Barcelona. 1701. {En 4." 2. colum., i fojas, flg.)
Relación de vn portentoso mil Agro. * Romance que pinta la batalla que Don Beltran, ca-
Barcelona. Sin A. {En 4° á 2 colum., 8 fojas.) uallero nauarro, tuuo con vna sierpe que le aco-
Relación muy verdadera que ha sucedido este año metió á la boca de vna cueua de las montañas de
en la ciudad de Jaén, la qual declara los enredos Sobrarbe, al tiempo que comenzaua la restaura-
de vna muger, etc. ción de España, y poco después de su pérdida,
Barcelona. -1699. {En 4/ á 2 colum., 4 fojas, flg.) de cuya hazaña tuuieron principio las armas •
apellido de la Cueua.
* Relación notable de la stmcta penitencia que en el Granada. 1662. (En 4.° á 2 colum., 2 fojas.)
monte Arsiano, junto á Roma, hizo vna muger Contiene:
natural de Valladolid, la qual auia sido renegada ^Romance en lenguaje viejo, que dice: En planto asa:
en Turquía. Y cómo conuirtió á dos hijos suyos, amargoso.
E l Autor es DON ANTONIO NAIMBRETE Y MONTAÑÉS.
sin conocer los hijos ala madre, y su buen fin.
Agora nueuamente comnuesta por MATHEO DE Romances que se han cantado en el conuento de la
BRIZUELA, natural de Dueñas. Pasión déla orden de Santo Domingo desta villa,
Barcelona. Sebastian de Cormellas. 1611. (En 4.° en los Misereres que ha celebrado esta Quaresma
á 2 colum., 4 fojas, flg.) de 1657, la congregación y diputación real de
Contiene: N. S. de las Angustias.
Coplas que dicen : Dios padre rey sempiterno. Madrid. 1657. {En 4.° á 2 colum.)
Relación verdadera de un manceuo que cautiuaron Sancho Panza y Don Quixote.—Vid.—Gracioso ro-
en Argel. mance en que se quexa Sancho, etc.
Valladolid. 1670. {En 4." á 2 colum.)
* Siete romances de la muerte de Don Rodrigo Cal-
Relación verdadera en que se describen la prisión, derón , marques de Siete Iglesias.
muerte, delitos, etc., de Pedro Nauarro Barcelona. Juan Forns. Sin A. {En 4.° á 2 colum.,
que se ajusticia en Sepúlveda, año de 1673. 4 fojas, flg.)
Compuesta por PEDRO GUTIÉRREZ, médico de Contiene:
dicha villa. Romance que dice : La barba hasta la cintura.
Valladolid. 1673. {En 4.° á 2 colum.} ; ídem que dice : Otorgóledeuana
ídem que dice: Apriesa y coge.
el Rey la suplica.
ídem que dice : En vn aposento á solas.
'Romance á lafiestade toros que se hizo celebrando lldem que dice : Quedando ya triste y solo.
lósanos déla Reyna nuestra señora, en 21 de "1 Ídem que dice : A veinte y vno de octubre.
^Idem que dice : Dicen varios religiosos.
diziembrede 1649. Dirigido á Doña Isabel de
Figueroa, hermana del marques de Cusano, etc.,
por D. PEDRO DE GUEVARA.
Testamento del gallo, obra muy graciosa parareyr y-
Sin L. ni A. Madrid. 1649. {En 4, °á%colum.,4 fojas.) passar tiempo. Agora nueuamente corregida y
enmendada por CHRISTÓUAL BRAUO, vecino y na-
Contiene: ,
tural de Córdoua."
Romance que dice: Suspended, oh gran matrona.
Barcelona. Sebastian de Cormellas. 1608. {En 4."
Romance á lo divino del Testamento de Christo. á 2 colum., 2 fojas, flg.)
Compuesto por el licenciado MARTIN DE LA Contiene:
CUEUA. Coplas que dicen : Por daros contentamiento.
Barcelona. Sebastian de Cormellas. 1610. {En 4."
á 2 colum., 2 fojas.) * Verdadera y nueua relación délas fiestas que hizo la
Contiene: ciudad de Milán á la Reyna nuestra señora, y de
Romance que dice: El gran monarca Iesus. lo que sucedió por sus jornadas hasta desembar-
car felizmente su Magestad, que Dios guarde, en
"Romance del Sereníssimo rey Don Pheüpe, y de su Denia, en 4 de setiembre deste presente año. El
muerte, que Dios lo tenga en su santa gloria. Im- recibimiento,fiestasy saluas reales que le hi-
pressa, etc. zieron, y las luminarias y regocijos que se han
Barcelona. Sebastian. Cormellas. 1608. {EnA.°,flg.) hecho en esta corte á la dichosa nueua.
Contiene: Madrid. Alonsd de Paredes. 1649. ( 2 fojas.)
1 Romance que dice : El sol esconda sus rayos. Contiene:
Romance que dice : Después que dichosamente.
Romance de un milagro, compuesto por JUAN DE ídem que dice : La insigne Doña Mariana.
RIUERA.
Sin L. 1604. {En 4." á 2 colum.) * Viage y predicación del profeta lonas á la gran ciu-
dad de Níniue, corte de los asirios, por mandado
Romance famoso de la vida, prisión, sentencia y de Dios, y el marauilloso efecto que causó su
muerte de Pedro Andrés. predicación. Dedicado á Rodrigo Méndez de Sil-
Barcelona. 1694. (En 4.° 2 fojas.) ua, etc., por DON PEDRO DE GUEUARA.
Es el mismo del pliego suelto Curiosa xácara nueua de la Sin L. ni A. Madrid. 1650. {En 4.° á 2 colum., 6 fo-
prisión y muerte de Pedro, etc. jas.)
Contiene :
Romance nueuo en que se da cuenta del mas mara- Romance de la predicación de Joñas, que dice: Siendo se-
uilloso caso y peregrino portento que ha succedi- ñor soberano.
do en la ciudad de Málaga. Virtudes de la noche.—Vid.—Contiene este pliego
Barcelona. 1694. {En 4.° á 2 colum., 2 fojas, flg.) seis romances muy curiosos, etc.
LXXXV
IMPRESOS DEL SIGLO XVIII EN ADELANTE
Xácara del gracioso desafío que tuvieron el choco- Xácara en troba de Entre los sueltos cauallos, com-
late y el vino. puesta por FRANCISCO DE YEPES, natural de la
Sin L. ni A. (En 4." d 2 colum., 2 fojas.) ciudad de Valladolid, etc.
Madrid. Julián de Paredes, etc. 1652. (En 4." á 2
Xácara de vn francés que robó la custodia del Sanc- eolum., 2 fojas.}
tíssimo Sacramento, en Colmenar.
Madrid. 1673. (En 4-° « 2 colum., 2 fojas.)
q u es o
P r e s a
carecer de esta circunstancia, se en-
e d , c i o n d
Romance que dice : No os llamo canalla vil.
érin.. ? e Córdoba, por Gabriel García Ro- ídem que dice : Las variasfloresdespoja.
qu
í ,?' ? l o s lm
Priniid desde el año de 1822 en adelante. ídem que dice: Con crespa y dorada crin.
asían en 4.o a 2 coium. ídem que dice : Áspero llanto hacia.
!,XXXVt
CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
Romance que dice : Hincado está de rodillas. Carlos y Lucinda.
ídem que dice : Con solos diez de los suyos. (i, Más, flg.)
Cosío, cuando mas, es el editor de este pliego impreso La primera parte dice : Suene el clarín de la fama.
ya muy entrado el siglo xvm , y si hay algunos romances
suyos, serán el primero y el quinto, pues los demás están La segunda idem dice: En el pasado romance.
en el Romancero general, y en elieLoboLasodela vega.
Casamiento (El) entre dos damas. Romance en que
Bernardo del Carpió (Curioso romance en que se se refieren los sucesos de una señora natural
da cuenta de los valerosos hechos de), junta- de la ciudad de Viena, corte del imperio, y de
mente con la grande batalla de Roncesvalles. la variafortunaque tuvo habiéndose salido de
(Primera y segunda parte.) su patria en busca de un amante suyo: primera
(i fojas, flg.) parte.
La primera parte dice: No os llamo canalla vil. ídem. Romance en que se finalizan los sucesos de
La segunda ídem dice : Hincado está de rodillas..
• Estos romances pueden ser de DIEGO Cosío. esta principal señora, con el mas raro caso que
han visto los nacidos, como lo verá el curioso
Bernardo del Montijo (Curioso romance en que se en esta segunda parte. Autor PEDRO NAVARRO.
declaran las portentosas hazañas de). (4 fojas, flg.)
(2 fojas, flg.) La primera parte dice : En la corte mas suprema.
Empieza : Escuchadme, jaquetones. La segunda dice: Hechas las célebres bodas.
Boda de negros. Romance en que se refiere la ce- Castigo que Dios nuestro Señor ejecutó en dos hi-
lebridad, galanteo y acasos de esta boda, que se jos malvados que sacaronásu padrea un monte
ejecutó en la ciudad del puerto de Santa María. y le maniataron para que le comiesen las fie-
{'¿fojas, flg.) ras (Nuevo romance en que se da noticia del).
Dice: Cese todo regocije. (¿fojas, flg.)
Borrico Pajarito — Vid. — (Desgraciada muerte Empieza : Descuadérnense los ejes.
del, etc.)
Castigo que Dios ejecutó en una joven de diez y-
ocho años, en el reino de Valencia, por haber
Caballero Maltes.—Vid,—Maltes en Madrid. levantado la mano á su madre, etc. (Relación
Calzones (Los) y las alforjas. Discreto, gracioso y en que se declara el riguroso).
divertido romance de lo que sucedió el dia 2 de (2 fojas, flg.)
enero de este presente año á un carbonero que Dice: Emperatriz soberana.
le dieron un par de calzones pensando darle
sus propias alforjas, y cómo una vieja con sus Cautiva de Sevilla (Romance que se intitula, La),
industrias raras le engañó de tal manera, que compuesto por ALONSO DE MORALES.
aun la dio la mitad del dinero que sacó del La primera parte dice : Ciérrese el bello volumen.
carbón. (Primera parle.) La segunda dice : Luego que las tristes nuevas.
ídem. Segunda parte, donde se siguen los chistes Cautivo (El) de Gírona.
que sucedieron al referido, carbonero.
(4 fojas, flg.) (i fojas, flg.)
La primera parte dice : Permita el cielo divino.
La primera parte dice : Todo casado me escuche. La segunda idem dice : Apenas el noble padre.
La segunda idem dice : Aquí fueron los suspiros. '
Carlo-Magno (De), Folleto que consta de 16 fojas, Colinda y Don Antonio Moreno* Refiérese el cau-
su autor JUAN JOSÉ LÓPEZ. tiverio de este y las amorosas ternezas de esta
Sin L. ni A. (En 4." d 2 colum,, flg.) • argelina, y cómo la redujo a nuestra santa fe,
Contiene:
declarándola el nacimiento y muerte de Ma-
Primera relación en que se refiere la cruel batalla que tuvo lnma.
el valeroso Oliveros con el esforzado Fierabrás de Ale- ídem. Declárase cómo esta Argelina se redujo á
jandría, con lo demasíete. Dice : Suenen caías y cla- nuestra santa fe, por haberle el cristiano ex-
rines.
Segunda relación, en que se prosigue la cruel batalla del plicado quién es el verdadero Dios, y cómo se
valeroso Oliveros, y como venció ú su contrario Fiera- bautizó y casó con él : refiérese cómo se vi-
brás , lo hizo cristiano, con lo demás, etc. Dice : Si • nieron á España, trayéndose á su padre, el
con la primera parte.
Tercera relación, en que se prosigue la prodigiosa histo- cual se hizo también cristiano.
ria de Oliveros y el valiente Fierabrás de Alejandría. (4 fojas, flg.)
Dice : Ya dije como llegaron.
Cuarta relación, en que se prosigue la prodigiosa histo- La primera parte dice: Ayudado de Dios padre.
ria de Oliveros y el valiente Fierabrás de Alejandría. La segunda idem dice: Ya dije en ¡a primer parte!
Dice : Ya referí en la tercera.
Quinta idem idem. Dice : Apenas el Almirante. Chasco del arriero.—Vid. —Juan de Prados.
Sexta relación, en nue se prosiguen los valerosos hechos
• de Fierabrás y Carlo-Magno para ganar el Puente de Chasco de una vieja á un mancebito, etc. — Vide.
• Mantible. Dice : Supuesto que prometí. — Teresa Mocarro.
Séptima relación, en que se prosigue la prodigiosa histo-
ria de. Carlo-Magno y los doce pares de Francia. Dice • Cinco (Los) hijos de un parto. Verdadera y ex-
la dije que Carlo-Magno.
Octava y ultima relación de los valerosos hechos de Car- traña relación del maravilloso parto de cinco
lo-Magno y los doce pares de Francia y el fin que tuvie- hijos varones que ha dado á luz una mujer
ron. Dice : Ya dije que Carlo-Magno. llamada Mana Gutiérrez, natural del pueblo de
Carlos y Estela: Jalapa , casada con Isidro López. Declárase la
[i fojas,flg.). señal con que nació cada uno. El primero con
La primera parte'dice: Desde elprincipío del mundo. una.espiga de trigo en la mano, el segundo
La segunda ídem dice : Supuesto que en la primera con una de cebada, el tercero condos espadas
Su autor es MANUEL MARTIN.
en cruz sobre el vientre, el cuarto con un ra-
IMPRESOS DEL SIGLO XVIII EN ADELANTE. LXXXVII.
cimo de uvas en la mano derecha, y el quinto ídem. Beneficios que logran los hombres por las
con una vara en la misma mano. señoras mujeres.
(4 fojas, fig.) (i fojas, fig.)
Empieza : Por los ámbitos del mundo. La primera parte dice : Escúchenme atentamente.
La segunda idem dice : Muy irritado he quedado.
Conde Alárcos (Relación del), y de la infanta Soli- Declárase cómo esta Argelina. —Vid. — Celinda y
sia. Trata de cómo mató á su mujer para ca- Don Antonio Moreno.
sarse con la infanta. (^ fojas, fig.)
(4 fojas, fig-)
Dice: Retraída está la Infanta. Desgraciada (La) Ginesa. Nueva relación en que
Es una reimpresión del viejo., . se da cuenta y declara el admirable prodigio
que ha obrado su divina Majestad por la inter-
Condiciones, vicios y propiedades de las señoras cesión de su santísima Madre N . S. de Mont-
mujeres. serrat, y los sagrados cuatro evangelios, con una
(2 fojas, fig.) mujer que por haberse echado una maldición,
Empieza : Promete el cielo vestido. y_ no querer criará un hermano suyo, permi-
Contador espiritual. Romance en que se declara tió Dios que se le agarrasen de sus pechos dos
por los números de cuenta lo que se debe con- espíritus malignos en figura de culebras, para
templar para no errar la que cada uno hemos escarmiento; y poruña rogativa y promesa que
de dar de nuestra vida en el tribunal de Dios. hizo su padre á la Virgen, se vio libre, con lo
(4 fojas, fig.) demás que verá el curioso lector.
La primera parte dice: Habiendo considerado.
(% fojas,-fig.)
La segunda idem dice: Habiendo, lector discreto. Comienza : Sacra aurora soberana.
Contienda y argumento entre un pobre y un rico. Desgraciada (La) muerte del borrico Pajarito.
(2 fojas, fig.) Despedimiento de un galán para ausentarse, por
Dice : Atiendan pobres y ricos. la esquivez de una dama.
Contienda del agua y el vino con un tabernero y (2 fojas, fig.)
un aguador. Empieza : A tí, centro de deidades.
\l fojas, fig.) Despertador espiritual, en que se declara cómo ha
La primera parte dice: Óigame todo curioso. de despertar el pecador que está dormido en
La segunda idem dice : Yo soy aquella princesa.
Es" el mismo pliego de la Reñida contienda, etc. la culpa. ••
(4 fojas, fig.)
Conversión (La) de San Pablo. Empieza la primera parte : Si en la cama de la culpa.
(2 fojas, fig.) ídem la segunda idem : Si con el primer romance.
Dice : Después que amorosamente. ' Dionisio el de Sakmanca.
Cortante (El) de Cádiz. Romance en que se de- (4 fojas, fig.)
clara la feliz fortuna que tuvo un hijo de un La primera parte dice : En el nombre de Jesús. '. •
cortante de la ciudad de Cádiz, llevándosele un La segunda idem dice : Ya dije que en la mazmorra.
mercader á las Indias: dase cuenta cómo volvió Autor PEDRO SAENZ. .
á España y se casó con la hija del mercader, Doce Pares de Francia.—Vid.—Garlo-Magno (De).
que fué causa de su desgracia, siéndolo tam-
bién de su dicha y prosperidad, como verá el Domingo (El negro). —Vid. — Don Isidro y Dono
curioso lector. Violante.
(4 fojas, fig.) Don Antonio Narvaez y Rosaura. Romance de los
. La primera parte dice : Oh gran Dios de la verdad. varios lances que acaecieron á esta dama y á
La segunda idem dice: Ya dije cómo salió. su amante, naturales de la ciudad de Córdoba:
. Creación (La) del mundo y fábrica del hombre. dase cuenta de cómo este la descubrió en Sierra-
(2 fojas, fig.) Morena , por haber sacado en la corriente de
Comienza : Omnipotencia divina.
un arroyo un guante de seda bordado de oro,
y cómo la señora dijo que la guardaba un mons-
Cristiano (El) y el gentil. Romance histórico que truo, que se fuese, porque le haria pedazos, y
renere la mas firme amistad que tuvieron un cómo no quiso irse, hasta que vino y le mató.
cristiano y un gentil, y los sucesos que les acae- (Primera parte.)
cieron. ídem. — ídem. Romance en que se prosiguen los
ídem Se da fin á la historia verdadera de la mas sucesos amorosos de estos finos amantes : dase
tina amistad del cristiano y el gentil. cuenta cómo él fingió una carta para Madrid,
(* fojas, fig.) y se la trajo á Córdoba, donde se deposaron, etc.
n a
La L ™ ü ? 2 í r t e i c e :
Clonado de laureles. Segunda parte.
La segunda ídem dice: Ya dije, si bien te acuerdas. (4 fojas, fig.) , .
La primera parte dice : A olvidar vanas memorias.
Cristo-Vid.-(Vida, muerte y pasión de, etc.) La segunda idem dice: Ya dije en la primer parte.
Este romance se ha impreso también con titulo de Rosaura
8 3 T e c l a V i d la del guante.
^trancia ^ -~ - ~ Renegado de
Don Carlos Udarca. Autor, JUAN DE RIBERA.
Daño que viene á los hombres por las señoras mu- (4 fojas, fig.)
La primera parte dice : Rompa mi voz elsílencio.
La segunda idem dice : Supuesto, noble auditorio,
mxvM . CATÁLOGO DE PLIEGOS SUELTOS
Don Garlos v Doña Elena. Romance nuevo en que | Don Guindo y Pascual Cerezo.—Vid.—Testamento
se da noticia de los amores de estos amantes, de Don Guindo, etc.
naturales déla ciudad de Malaga, con lo demás Don Isidro y Doña Violante, y el negro Domingo.—
que verá el curioso lector. Autor JUAN MIGUEL DE FUENTES.
Ídem (Segunda parte, en que sefinalizanlos amo- (i fojas, fig.)
res de, etc.). La primera parte dice : Escuchadme atentamente.
(i fojas, fig.) La segunda idem dice : Apenas el otro iva.
La primera parte dice : Galanes enamorados. Don Jacinto del Castillo y Doña Leonor de la R ,
La segunda idem dice : Ya dije en la primer parte. 0
i fojas, fig.) hizo para que se casase con otro, al cual mata-
La primera parte dice: Hoy, señores, hoy se alienta. ron, y á su padre y suegro, y se salieron de su
La segunda idem dice :.Ya dijo el primer romance. tierra.
Es su asunto, con otros nombres, el mismo de la Histo-
ria de Úrson y Valentín. (i fojas, fig.)
La primera parte dice : Sagrada Virgen María.
Don Dieg'o del Castillo. La segunda idem dice : Ya dijo el primer romance.
(4 fojas; flg.) "Don Jaime de Aragón. Romance en que se declaran
La primera parte dice : Una risueña mañana. los varios sucesos de este caballero, siendo el
La segunda idem dice : Ya dije cómo llevó.
mas notable el de la calavera. Autor JUAN DIO-
Don Diego de Peñalosa y Doña María Leonarda. NISIO.
Romance dé los amorosos sucesos de estos dos (6 fojas, fig.)
finos amantes. La primera parte dice : Remonte el vuelo mi pluma.
La segunda idem dice: Prosiguiendo de esta historia.
(4 fojas,fig.) La tercera idem dice: Deseando concluir.
La primera parte dice : Rompa la vaga región.
La segunda idem dice: Ya dije cómo en el monte. Don José de Ahumada.
Don Enrique y Don Estefano.—Vid.—Dos prínci- (4 fojas, fig.)
La primera parte dice: Aunque con dolor intenso.
pes de Italia. La segunda idem dice : Si el silencio me permiten.
Don Eusebio de Herrera (Nueva y curiosa relación Don Juan de Austria. — Vid. — (Batalla que dio el
de un prodigioso portento qué obró nuestra Se- señor, etc.)
ñora del Carmen con un caballero devoto suyo,
' natural de la ciudad de Valencia, llamado). Au- Don Juan de Austria. — Vid. — (Testamento del
tor PEDRO DE PORTILLO. señor, etc.).
(2 fojas, fig.) DonJuan de Aviles.
Dice : Hoy se renueva mi pluma. (2 fojas, fig;).
Don Félix el pecador. Autor CRISTÓBAL FÉLIX QUI- Dice: Publique mi lengua á voces.
ROS. Don Juan de Lara y Doña Laura.
(2 fojas, fig.) (2 fojas, fig.)
Dice : Sacra y celestial princesa. Dice : La pena con la alegría.
Don Hernando de Aragón. Den Juan de la Tierra. Romanceen que se da cuen-
(4 fojas, fig.) ta y declaran los hechos, arrestos y valentías de
La primera parte dice : Empeñado en la ocasión. este héroe, natural de la villa de lllescas. Dase
La segunda idem dice : Ya que en el primer romance. cuenta de la reñida pendencia que tuvo en de-
Don Femando del Pulgar. Relación verdadera de fensa de su rey. Con todo lo demás, etc. Autor
los arrestos y valentías de este esforzado caba- PEDRO SALVADOR.
llero, que puso en la mezquita de Granada, (i fojas, fig.)
cuando era de moros, el Ave María. La primera parte dice : Corónese de laureles.
Dice : Santa fe, que bienpareces. La segunda idem dice : Tomó la pluma Don Juan.
Es reimpresión del antiguo.
Don Juan de Lison. Nuevo y curioso romance en
Don Francisco del Castillo. —Autor PEDRO MIGUEL que se refieren las valerosas hazañas del valiente
GONZÁLEZ. Don Juan de Lison, natural del reino deMurcia.
{i fojas, fig.) (i fojas, fig.)
Comienza la primera parte : Sagrada Virgen María La primera parto dice : En el gran reino de Murcia.
ídem la segunda idem: Ya he dicho cómo quedó. La segunda idem dice : Dije en mi primera parte.
Don Francisco de León y Mesa. Portentosas haza- Don Juan de Saavedra.—Vid.—Marques del Villar.
ñas y amorosos hechos de este valeroso caballe-
ro : refiérese cómo dio muerte á tres bandidos Don Juan Lorenzo. Autor JOSÉ FRANCISCO.
libró de la muerte á un sacerdote, é hizo otras (4 fojas, fig.)
muchas heroicas bizarrías. Autor FRANCISCO La primera parte dice : En la ciudad mas alegre.
ANTONIO. La segunda idem dice : Apenas Don Juan Lorenzo.
(2 fojas, ñg.) Don Juan Merino (Valerosos hechos, muertes 7
Empieza : De la redondea del mundo. desafíos que tuvo un caballero de Valencia, lla-
Don Gerónimo Morales. mado). Autor JOSÉ FRANCISCO.
CZ fojas, fig.) (I fojas, fig.)
Dice : A la aurora soberana. La primera parte dice : En este opulento alcázar.
La segunda idem dice : Ya dije cómo Don Juan,
IMPRESOS DEL SIGLO XVIII EN ADELANTE. «xxix
natural de Valencia, y la felicidad con que salió
DonLuisdeBorja.
de todos ellos,
{A fojas, fig.)
Dice : En el mar de los placeres. ídem. ídem. Romance en que se refiere el cautive-
Don Patricio de Córdoba y Aguilar. Romance en rio de esta dama, y los varios sucesos que pasó
eme se da cuenta y declaran los trágicos sucesos hasta elfinde su vida. Autor PEDRO DE FUENTES.
que sucedieron á este caballero, natural de la (é fojas, fig.)
La primera parte dice : A la que es Madre del Verbo,
ciudad de Lisboa. La segunda idem dice: Ya dije cómo salió.
(4 fojas, fig.) Doña Juana de Acevedo.
La primera parte dice: En la ciudad de Lisboa.
La segunda ídem dice : Supuesto que prometí. (4 fojas, fig.)
La primera parte dice : Hombres que estáis en el mundo.
Don Pedro Azedo, y príncipe de Arjel. Nuevo y cu- La segunda idem dice : Ya sabrás cómo salió.
rioso romance de la trágica historia y admira- Doña Rafaela de Arcos. Trágicos sucesos de la muy
bles sucesos del príncipe de Arjel, que fué apri- noble señora Doña Rafaela de Arcos. Refiérese
sionado de unos soberbios corsarios, y traído á cómo habiendo muerto á un caballero su aman-
España sin saber la presa que traian, y fué ven- te, después de muchas otras aventuras, se entró
dido, y de la suerte que fué descubierto á su
amo, con lo demás que verá, etc. Autor JUAN JO- religiosa en un convento de la ciudad de Va-
SÉ LÓPEZ. lencia.
(4 fojas, fig.) (^ fojas, fig.)
La primera parte dice : En la ciudad mas alegre. — Que Dice: Aunque son las esperanzas.
calienta etc. Doña Rosa la cautiva.
La segunda idem dice : Si con el otro romance.
& fojas, fig.)
Don Pedro Natera. Dice: Gloria de los horizontes.
(2 fojas, fig.) Doña Rosa de Peralta. — Vid. — Don Raimundo de
Dice : Calle el tigre, calle el oso. Tejada.
Don Pedro Salinas. Doña Teresa de Llanos.
{% fojas, fig.) & fojas, fig.)
Dice : Escúchenme los valientes. , Dice : Présteme silencio el mundo.
Don Raimundo de Tejada y Doña Rosa Peralta. Doña Teresa en la Cueva. Autor JUAN DE MENDOZA.
(i fojas, fig.) (4 fojas, fig.)
La primera parte dice: Hoy el clarín resonante. La primera parte dice : Al divino consistorio.
La segunda idem dice : Dejamos á Doña Rosa. La segunda idem dice: Ya dije en otro romance.
Don Rodulfo de Pedrajas. Autor JUAN ANTONIO LÓ- Doña Victoria Acevedo.
PEZ. & fojas, fig.)
(i fojas, fig.) Dice : Detente, pluma, y repara.
La primera parte dice : Todo bandido se esconda.
La segunda idem dice: Ya dije en la primer parte. Doña Violante.
Doña Fénix Alba. Romance en que se declaran los (4 fojas, fig.)
maravillosos sucesos de esta noble señora. Dase La primera parte dice: La fama en ecos acordes.
cuenta cómo habiéndola sacado un amante suyo La segunda idem dice : No dejaras de acordarte.
de su casa, con engaños la llevó aun monte, Dos (Los) príncipes de Italia. Romance que trata de
donde la quiso quitar su honor, y la dio de pu- las aventuras de dos caballeros italianos, llama-
ñaladas. Como asimismo la venganza que tomó dos Don Enrique y DonEstefano, los cuales eran
un león de su alevoso amante, y el dichoso fin primos hermanos. Declárase cómo corrieron lo
que tuvo la señora. mas de nuestra España, y el caso mas particu-
(i fojas, fig.) lar que les sucedió en ella. Primera parte.
Dice : noy, señor, estime atento. ídem. Romance en que se refiere muy por menor el
Doña Francisca la cautiva. Romance en que se re- dichosofinque tuvieron las prodigiosas aventu-
fiere cómo esta señora, navegando á Roma con ras de los dos nobles caballeros Don Enrique y
tres hijos pequeños, la cautivaron los turcos. Don Estefano. Segunda parte.
Primera parte. {i fojas, fig.)
Ídem. ídem. Romance en que se da cuenta de un La primera parte dice: Deseosos de ver mundo.
prodigioso milagro que hizo la Virgen santísima La segunda idem dice: Entre claveles y rosas.
del Carmen con esta señora y sus hijos, librán-
dolos del poder de los turcos. Segunda parte. Efigenia.
Autor PEDRO DE FUENTES. {i fojas, fig.)
{i fojas, fig.) La primera parte dice : A la madre, hija y esposa.
La primera parte dice : Oh gran Reina de los cielos. La segunda idem dice : Despedido el religioso.
La segunda idem dice : Sagrada Virgen María.
Enamorada (La) de Cristo, María de Jesús de Gracia.
Doña Inés de Castro, cuello de Garza de Portugal. (2 fojas.)
(2\ fojas, fig.)
Dice : A las discretas mujeres.
Dice: A la Reina de los cielos.
Espínela.
Doña JosefaRamirez. Romance en que se da cuenta
de los arrojos y valientes arrestos de esta dama, (2 fojas, fig.)
Dice : El sol detenga sus rayos.
CATALOGO DE PLIEGOS SUELTOS
Excelencias de la santísima Cruz. Hallazgo de un cadáver en una cueva junto á Peña-
& fojas, fig.) Cerrada (Romance nuevo del).
Dice: Madero excelso de Cristo. (2 fojas, fig.)
Dice : No muy lejos de Vitoria.
Excelencias de la seda (Romance que explica las
Harpía (La) americana, animal feroz y anfibio, ó que
$ fojas, fig.) vive en agua y tierra, que fué cogido eu las cos-
Dice : Quién eres, bella princesa.
tas del Perú, en una laguna llamada Orfagá, en
Fierabrás.—Vid.—Carlo-Magno (De). este presente año.
(2 fojas, fig.)
Fiera (La) de Oporto. Caso notable y espantoso que Dice : Quien no se pasma y asombra.
acaba de suceder en la ciudad de Oporto, reino
de Portugal, con un animal fiero ; dase cuenta Hazañas y atrocidades del dios Baco.
de cómo por la providencia de Dios arrebataba (2.fojas, fig.}
diariamente los niños de las casas de sus padres, Dice : Atienda todo cofrade.
sin hacerse visible, trasladándolos á una cueva
de un monte; declárase también cómo al cabo Hijo (El) del Verdugo. Nueva relación en la que se
de algunos dias se descubrió la causa de este cas- refieren los mas raros sucesos de este mancebo,
tigo por un tierno niño de pechos que lo decla- natural de la ciudad de Córdoba, el cual se pasó
ró por disposición divina. á las Indias y logró grandes fortunas.
(2 fojas, fig.) (2 fojas, fig.)
Dice : Con el sacrosanto nombre. La primera parte dice : Noble y discreto auditorio.
La segunda idem dice : Supuesto, noble auditorio.
Fraile (El)fingido.Romance en que se manifiestan
los excesos de un amor profano, y hasta dónde Isla de Jauja (Breve relación y curiosa carta que da
llega el ardid y las astucias de las mujeres. Au- cuenta de una prodigiosa isla que se ha descu-
tor ALONSO DE MORALES .
bierto j unto al reino de los Matricados, llamada).
{i fojas, fig.)
Refiérese con el aparato, ostentación y grandeza
La primera parte dice : Cuando el autor soberano.
La segunda idem dice . Brotando llamas de enojo. que se vive en ella, como lo declara la gustosa
copla, que es la siguiente.
Francisco Correa (Romance en que se declaran los (2 fojas, fig.)
hechos, valentías y arrojos del andaluz mas va- Dice : Desde el Sur al Norte frío.
liente, llamado).
{1 fojas, fig.) Jacinto de Rovira.
Dice : Oid, mancebos valientes.
{i fojas, fig.)
Francisco Esteban el Guapo, natural de la ciudad La primera parte dice : Retumben con armonio.
de Lucena (Curiosa relación en que se da cuen- La segunda idem dice : Digo pues que en Barcelona.
ta de las proezas y arrojos de). • Jauja.—Vid.—Isla de Jauja.
(8 fojas, fig.)
Consta de cinco partes : Juan de Arévalo.
La primera dice: Tiemble de mi nombre el mundo.
La segunda dice : Desde donde empieza Europa. (2 fojas, fig.)
La tercera dice : Santo Cristo de la Luz. Dice : Ningún guapo me dé voces.
La cuarta dice : Oh soberano Señor.
La quinta dice : Explique mi lengua torpe. Juan de Lucena.—Vid.—Guapo Juan de Lucena.
Garcilaso de la Vega. -Vid.—Triunfo del Ave Juan de Navalla.
María. (i fojas, fig.)
La primera parte dice: Dios con su inmenso poder.
Gigante (El) Cananeo. — San Cristóval. La segunda idem dice: Supuesto que los oyentes.
(4 fojas, fig.)
La primera parte dice : Oh montaña de virtudes.
Juan de Prados ó el chasco del arriero.
La segunda idem dice : Ya dije en mi primer parte. (i fojas, fig.)
La primera perte dice : En Valladolid famosa.
Grandezas de nuestra Señora de la Cabeza.—-Vid.— La segunda idem dice: Picado Juan Prados luego.
Primera parte de las grandezas.
Juan García Nebron.
Griselda. Romance de la peregrina historia de está (i fojas, fig.)
pastorcilla, y de cómo el marqués Gualtero trató La primera parte dice : Nobilísimo auditorio.
su casamiento con ella, y salió el mas singular La segunda idem dice : Gran dia se nos ofrece.
ejemplo de la obediencia que deben tener las
mujeres casadas á sus maridos. Juan Pórtela. Nuevo romance en que se declara los
(& fojas, fig.) robos y asesinatos que ha cometido el valeroso
La primera parte dice : Atiéndame todo el orbe'.
Pórtela en las inmediaciones de Córdoba.
La segunda ídem dice : Ya dijo el primer romance. (2 fojas, fig.)
La tercera ídem dice : Ya dije en la primer parle. La primera parte dice: Escuchen, señores míos.
La segunda idem dice : A dar pienso á mi caballo.
Guapo (El) Juan de Lucena.
(irfojas, fig.) Judío (El) de Toledo.
La primera parte dice : No sé si será posible (2 fojas, fig.)
La segunda idem dice : Ya dije cómo salió. Dice : Hermosísima Marie.
IMPRESOS DEL SIGLO XVÜ1 EN ADELANTE. . *«
La linda deidad de Francia. Milagro de San Antonio del Doblón. — Vid. — San
(4 fojas, fig.) Antonio del Doblón.
La primera parte dice : Hoy, señores,hoy pretendo. Milagro que ha obrado el Patriarca Señor San José
La segunda idem dice: Alfinde los dichos años.
en la villa de las Cabezas con un devoto suyo
Llardo el estudiante de Córdoba. Romanee en que (Romance que refiere un). Primera parte.
." se declaran los lances de amor, miedos y sobre- ídem (Romance que prosigue el milagro que ha
saltos que le acaecieron con Doña Teodora, na- obrado, etc.).
tural de Salamanca. Refiere como habiendo ido (4 fojas, fig.)
una noche á escalar el convento para sacar á esta La primera parte dice : Al soberano Jesús.
señora, vio su entierro, con otras particulari- La segunda idem dice : Sepan todos en Sevilla.
dades.
Molinero (Ei) de Arcos.
{4 fojas, fig.)
La primera parte dice: Escucha, Carlos, mi historia. (2 fojas, fig.) '
La segunda idem dice: Después que hubo Teodora. Dice : Galanes enamorados.
Lucinda y Belardo. Nuevo y curioso romance en el Misterios del santo sacrificio de la Misa (Romancé do
que se refiere que estando Belardo cautivo en. los).
Constantinopla, se enamoró de él la hija del rey, {i fojas, fig.)
ydespuesquo.se hizo cristiana se pusieron en La primera parte dice : Aplique mi rudo labio.
camino para venir á Valencia; los cuales fueron La segunda idem dice: Suspenda su vos suave.
cogidos por el turco, y consintieron morir que-
mados por no renegar, etc. Negro Domingo.- • Vid. — Don Isidro v Dona Vio-
Valladolid. Santaren. 4843. (2 fojas, fig.) lante.
Dice : En el alcázar de Venus.
Es el mismo de Belardo y Lucinda. Nombres (Los) de las señoras mujeres.
(2 fojas, fig.)
Maltes (El) de Madrid. Romance en que se declara Dice : Supuesto que me hanpedido.
uua prisión que ha hecho la santa Inquisición en
la corte de Madrid, de tres hombres y dos muje- Noticias ciertas en que se contiene el descubrimiento
res por haber dado muerte á ventisiet'e personas, de una isla, la mas rica y abundante de todo
y cómo se descubrió por un caballero Maltes, cuanto hay en el mundo; descubierta por el
que querían ejecutar lo mismo con él. afortunado capitán llamado Longares de Sentlom
(i fojas, fig.) y de Gorgas. Compuesta por un soldado que iba
La primera parte dice: Emperatriz de los cielos. en el navio que la descubrió, como testigo de
La segunda idem dice: Ya dije en la primer parte. vista de todo lo que aquí se refiere.
Sin L . ni A. (2 fojas, fig.)
Marcos de Cabra.
Dice : Desde el Sur al Norte frió.
(2 fojas, fig.) Es el mismo romance de la isla de Jauja.
Dice : El domingo se casó.
Nuestra Señora de la Cabeza. — Vid. — (Primera
María de Jesús de Gracia . — Vid. • Enamorada de parte de las grandezas de, etc.)
Cristo.
Marques (El) del Villar, Don Juan de Saavedra, vein- Ocho muertes hechas en este presente año por mano
ticuatro de la ciudad de Córdoba. de un hombre ingrato seducido de una dama, el
(2 fojas, fig.) que por estar amancebado con ella las ejecutó,
Dice : Qué tienes, Córdoba insigne. cuyo motivo en la plana lo verá-el, etc. (Esta
nueva relación y curioso romance se reduce á
Martin Alonso. Nuevo y curioso romance en que se manifestar al público.)
refieren los hechos y arrogancias valerosas del Madrid. 1847. (2 fojas, fig.)
alentado Martin Alonso, natural del castillo de la Dice : Al altísimo Jesús.
Alcalahorra, en el reino de Granada, y de otros
compañeros suyos, y el desastrado fin que tuvie- Oliveros—Vid.—Cario Magno (De)
ron sus temerarios compañeros.
V fojas, fig.) Once novios (Sátira nueva de los), en que se mani-
Dice : No campe ningún valiente. fiestan los dengues, monadas y zalamerías que
gastan las señoritas doncellas cuando ven que
•Mercader ( E l ) de Tarragona. Autor GABRIEL R A - tienen muchos novios.
HIKEZ. {% fojas, fig.)
("2 fojas, fig.) Dice : Unasatirilla indiana.
Dice : Suene mi prolija voz.
Oración (Romance de la).
Slorcaíer (El) de Toledo. Nuevo romance en que se (2 fojas, fig.)
refiere un milagroso portento que sucedió en la Dice : Sonoro clarín mi voz.
ciudad de Toledo con un devoto de la santísima
Cruz, y el maravilloso premio que sacó por tan
Pares de Francia (Doce)—Vid.— Garlo Magno (De).
santa devoción : con otras cosas prodigiosas que
mas largamente verá el curioso lector. Pedro Cadenas. Relación verdadera de los amores y
IA fojas, fig.) desafíos que tuvieron en Barcelona cuatro vale-
La primera parle dice : Por un árbol perdió el hombre. rosos soldados de la marina española.
U» segunda ídem dice : Supuesto que prometí. Dice : Atención, noble auditorio.
x c n CATALOGO DE PLIEGOS SUELTOS
Pensamiento (El) del hombre. Enigma curioso en Principe Filiberto de Esparta y la princesa de Dina-
un discreto romance, compuesto por LUCAS DEL marca (Admirable y gustosa historia del). Autor
OLMO ALFONSO. MANUEL MÁRTIR.
(2 fojas , fig.) (¿fojas, fig.)
Dice : Discretísimos lectores. La primera parte dice : ¡Vo canto, auditorio ilustre.
La segunda idem dice : Pasados algunos dias.
Peregrina (La) Doctora. Autor JUAN MIGUEL DEL Príncipes de Italia.—-Vid.—Dos príncipes, etc.
FUEGO.
•(¿fojas, fig.) Puente de Mantible.—Vid.—Garlo Magno (De).
La primera parte dice : Sacra antorcha luminante.
La segunda ídem dice : Vamos ahora á los cuatro.
Receta para las mujeres mal casadas.
Pleito y público desafío que tuvo el agua con el vino, (2 fojas, fig.)
para saber cuál de los dos era de mayor utilidad Dice: Tú que mal casada eres.
y provecho. ;Renegada (La) de Valladolid. Primera parte de la
(2 fojas, fig.) maravillosa historia quise contiene en este gus-
Dice: En tiempo del rey Perico. toso tratado, que declara cómo una mujer, na-
Preso por la común deuda. Fervoroso acto de con- tural de Valladolid, llamada Águeda de Aceve-
trición, en un romance donde se avisa á los mor- do, siendo cautiva cuando se perdió Bujia,negó
tales el modo con que en la hora de la muerte y la ley de Dios nuestro Señor, y se casó con un
en todo tiempo han de pedir á Dios nuestro Se- moro, habiendo vivido veinte y siete años en la
ñor el perdón de sus culpas, con la contempla- secta de Mahoma. Declárase cómo Dios le envió un
ción de los misteriosos pasos de su sagrada Pa- hermano suyo sacerdote que le sirvió tres años
sión. de esclavo sin conocerse, y al cabo de este tiem-
po por una conversación que tuvieron se cono-
(2 fojas, fig.) cieron los dos, hermano y hermana, llorando
Dice : Preso por la común deuda. ambos de contento.
Primera y segunda parte de las grandezas de nues- ídem.—ídem segunda parte. Declárase en esta se-
tra Señora de la Cabeza. gunda parte la forma que tuvo para traer los
(i fojas, fig.) hijos desde Turquía á Roma; cómo recibieron
La primera parte dice : Remonte el heroico vuelo. el agua del bautismo, y en la forma que acabó
La segunda idem dice: Habiendo con gran valor. esta santa mujer en un convento.
(S fojas, fig.)
Primera parte de las grandezas de nuestra Señora de
la Cabeza, La primera parte dice: Desde poniente a levante.
La segunda idem dice : Dios Padre, rey sempiterno.
¡dem. Segunda parte de idem. Autor LUCAS DEL
OLMO. Renegado de Francia (Nueva relación y curioso ro-
U fojas, fig.) mance, en que se refiere la gustosa y agradable
La primera parte dice: Remonte el heroico vuelo. historia del Santo Cristo de Santa Tecla de la
La segunda idem dice : Habiendo con gran valor. ciudad de Valencia, y la del célebre Simón An-
sa, del). Autor ANTONIO PORTILLO.
Princesa (La) cautiva. Nuevo y curioso romance de Malaga. Félix de Casas. Sin A. (¿ fojas, fig.)
una princesa cautiva rescatada por un caballero La primera parte dice: Noticie mi vozpor cuanto.
mercader. Dase cuenta cómo fué desposado con La segunda idem dice: Ya dije en la primer parle.
ella sin saber con quién se casaba. Cómo fué ro-
bada de un traidor capitán, con todo lo demás Reñida contienda que han tenido el vino y elagua
que verá,"etc. con un taberneroy un aguador.
(i fojas, fig.) (¿fojas, fig.)
La primera parte dice : Ah de los montes y selvas. La primera parte dice : Óigame todo curioso.
La segunda idem dice: Atención, noble auditorio. La segunda idem dice : Yo soy aquella princesa.
Es el mismo pliego de la Contienda del vino, etc.
Princesa de Dinamarca, -Vid.—Principe Filiber-
to, etc. Residencia á mozos, casados y viudos.
Princesa (La) de Siria. (2 fojas, fig.)
Dice : Óiganme todos los mozos.
(2 fojas, fig.)
Dice : Desde que Adán nuestro padre. Rey Basilio (El) de Dinamarca, su hija la Princesa,
Princesa (La) de Tinacria. y su amante el conde Federico. Autor BERMUDO.
(2 fojas, fig.) (¿fojas, fig.)
La primera parte dice: Escucha, auditorio noble.
Dice : Resuenen mulliplieados. La segunda idem dice: Ya dije que la Princesa.
Princesa (La) Ismehia. Rey (El) Claudio Teodomiro y la princesa de In-
(2 foas, fig.) glaterra.
Dice: Ismenia, aquella otomana. (¿ fojas, fig.)
Princesas (Las) encantadas y deslealtad de herma- La primera parte dice : Publique i voces la fama.
La segunda ídem dice: Ya dije cómo quedó.
nos. Autor ALONSO DE MORALES.
(6 fojas, fig.) Reina (La) Sultana.
La primera parte dice : Aquel indómito monstruo. (¿ fojas, fig.)
La segunda idem dice : Afligido y pesaroso. La primera parte dice: Canten gloriosos elogios.
La tercera idem dice : Teniendo la hermosa Infanta La segunda idem dice ; Y$ dijo elprimer romanes.
IMPRESOS DEL SIGLO XVIII EN ADELANTE. *««
SantaMaria Egipciaca (Romance de la vida de la
Riqueza (La) y la pobreza. mujer fuerte),
(2 fojas, flg.)
Dice: Supuesto que de mi pluma.
ídem. Prosigue la vida de la mujer fuerte Santa Ma-
ría Egipciaca hasta su tránsito feliz.
Rodulfo y Casandra. (4 fojas, flg.)
(4 fojas, flg.) La primera parte dice : Pues que gustas que te cuente.
La primera parte dice : Ah del real supremo trono. La segunda idem dice : Ya dejamos á Maria.
La segunda idem dice : Ya dije cómo quedaron.
Santa Rosalía de Palermo (Romance de la prodi-
Romance de un milagro que ha obrado, etc.—Vid. giosa vida de).
— San José. {6 fojas, flg.)
Romance en que se finalizan los sucesos.—Vid. — La primera parte dice : En la ciudad de Palermo.
La segunda idem dice: Estando ya Rosalía.
Casamiento entre dos damas. La tercera idem dice : Viendo el común enemigo.
Rosaura la de Trujillo. Romance en que se refiere Siete (Los) judíos de Roma.
un lastimoso caso que le sucedió á esta don- (2 fojas, flg.)
cella. La primera parte dice : A vos, Reina de los cielos.
Dice: Sobre una alfombra de flores. La segunda idem dice : El esclavo que está viendo.
Rosimunda (Romance en que se da cuenta y decla- Simón Ansa.—Vid.--Renegado de Francia.
ra la trágica y verdadera historia de la her-
mosa). ' Teresa Mocarro y Gangarilla (Romance nuevo del
(2 fojas, flg.) chasco que le dio una vieja á un mancebo dándo-
Dice : Aunque la pluma desmayos. le una sobrina suya por doncella, llamada), com-
puesto por un cazador de grillos y cardador de
Sacerdote (El) de Valencia y Audalá. tana de tortugas.
(2 fojas, flg.) (4 fojas, flg.)
Dice: Sacro eterno incomparable. Dice: Discreto auditorio mió.
San Albano.—Vid.—Vida de San Albano. Testamento del asno, donde se refiere su enferme
San Alejo.—Vid.—Vida, muerte y milagros de San dad, las medicinas que le aplicó un doctor de
Alejo. bestias, y las mandas que hizo en su testamento
á todos sus amigos y parientes, con el llanto que
San Antonio á lo militar. Romance de dos porten- los jumentas hicieron por su muerte.
tosos milagros que ha obrado el glorioso San An- (i fojas, flg:)
tonio con un devoto y una devota, llamado el ca- Contiene:'
ballero Don Francisco de Hermosilla y Valdepe- Romance primero, que dice: Yo, triste asno cansado.
ñas , y la señora Doña Tomasa de Castilla y Cere- ídem segundo : Era el tiempo de calores.
ídem terc'ero, que es el testamento: Cuanto á lo primero
zuela, naturales de la ciudad de Rúrgos : declá- mando.
rase cómo el caballero fué cautivo, renegó y se Ídem cuarto : Cinamomos y laureles.
casó con una turca. Primera parte.
ídem. Dase cuenta en este romance cómo por in- Testamento (El) de la zorra.
tercesión del señor San Antonio dePadua se vie- (¿fojas¡, flg:)
ron libres de cautiverio Don Francisco y la tur- Dice: Atención, toáosme escuchen.
ca , con la cual después se casó. Testamento del señor Don Juan de Austria.
(4 fojas, flg.) (4 fojas.),
La primera parte dice : Pare su curso veloz. La primera parte dice: Olvidado de lamuerte.
La segunda idem dice: Supuesto, noble auditorio. La segunda ídem dice: "Viendo ya el gran celador.
San Antonio del Doblón (Milagro de). Toma de Sevilla por el santo rey Don Fernando.
(2 fojas, flg.) (4 fojas, flg.)
Dice: Al ave de gracia llena. La primera parte dice : Dios te salve, Virgen santa.
Sancho Cornillo. Autor JOSÉ FRANCISCO. La segunda ídem dice : Ya que al discreto lector.
& fojas, fig.) Trigo (El) y el dinero.
Dice: Aunqueparece confuso. (2 fojas, flg.)
San Cristóbal.—Vide.—Gigante Cananeo. Dice : Pare su dorado carro.
San José.—Vid.—Celos de San José. Triunfo (El) del Ave María. Garcilaso de la Vega.
(2fojas, flg.)
San José.—Vid.—(Milagro que ha obrado el Pa-
triarca). Vandidos(Los) de Toledo. Romance en que se re-
San Pablo.-Vid.-Conversion de San Pablo. fiere la historia de estos vandidos, que habitaron
en los montes de Toledo, ejecutando en ellos no-
SanRafael.-Vid.—Verdadera relación y curioso ro- tables atrocidades.
mance del señor... (4 fojas, flg.)
Santa Genoveva. Romance en que se refiere la pe- La primera parte dice : Llamado de su monarca.
La segunda ídem dice : Supuesto que en la otra parle.
regrina historia y trágica vida de esta penitente
anacoreta, princesa de Rrabante, sacado de la Verdadera relación y curioso romance del señor San
vida que anda impresa de la misma santa. Rafael Arcángel, abogado de la peste y custo-
(* Nos, flg.) dio de la ciudad de Córdoba.
La primera parte dice : No canto fingidos hechos. (2 fojas, flg.)
M segunda ídem dice: Militaba Sigifreio. Dice : A la Virgen sacrosanta. "*•'
CATÁLOGO DE PLIEGOS S.UELTOS
Via (La) Sacra de Jerez. Vino (El) y el agua.-Vid. — Reñida contienda qm»
(2 fojas, fig.) han tenido.
Dice : Oíd atentos, mortales. Violin (El) encantado.
(2 fojas, fig.)
Vida de la mujer fuerte.-Vid. — Santa María Egip-
Dice : Todo el mundo me esté atento.
ciaca.
Virtudes (Las) de la noche.
Vida (La) de San Albano.
(¿fojas, fig.)
(4 fojas, fig.) La primera parte dice : La ayuda, gracia y favor.
La primera parte dice: Las tres divinas personas. La segunda idem dice : Ya que en la-parte primera.
La segunda idem dice : Vuelta en sí la blanca rosa.
Virtudes (Las)deldia.
Vida, muerte y milagros del bienaventurado San
{A fojas,figí)
Alejo. La primera parte dice : Al sacro y divino autor.
(Q fojas, fig.) La segunda idem dice : Ya que en el primer romance
La primera parte dice : Cese el belicoso estruendo.
La segunda idem dice: Viendo el demonio que Alejo. ZelosdeSa'n losé.
La tercera idem dice: Habiendo entregado á Dios.
{ffojas, fig.)
Vida, pasión y muerte de Cristo nuestro Redentor, Dice: De casa de Zacarías.
compuesto por LUCAS DE OLMO ALFONSO.
' JDice : A la aurora bajó el sol. Zorra.--Vid.—Testamento de la zorra.
Amante mas perfecto (Relación jocosa. El). Caballo (Relaciónburlesca intitulada del). Com-
(2 fojas.) puesta por DON AGUSTÍN NIETO.
Dice así: Docto é invicto teatro. (2 fojas, fig.)
Dice así: Una vez que ustedes quieren.
Amantes de Teruel (Relación burlesca intitulada
los), para cantar y representar. Compuesta por Calabaza y el vino (Relación. La).
un aficionado. (2 fojas, fig.)
(2 fojas.) Dice así: Silencio, atención, soniche.
Dice : En Teruel, príncipe augusto.
Calle déla Feria (Relaciónburlesca intitulada la).
Amantes de Teruel (Relación de los). Compuesta por DON AGUSTÍN NIETO.
(2 fojas, fig.) (2 fojas, fig.)
Dice así: Salgo á serviros, señores.
Dice: En Teruel príncipe augusto.
Garlo-Magno (Relación de).
Astolfo y Auristela (Relación).
(2 fojas, fig.)
(i fojas, fig.) Dice así: Escucha, gran Carlomagno.
Dice así: Astolfo mi hermano y yo.
Chasco que le sucedió á un.mozo yendo á maitines
Andriónicoy el león. Romanceen que se refiere el la Noche-buena (Relación burlesca intitulada).
cautiverio y aventuras de Andriónico. Dase V fojas, fig.)
• cuenta de sus amores, y de lo que le sucedió Dice así: Oh ámbito celestial.
con un león, que reconocido a los beneficios que
de él babia recibido, se humilló á sus pies. Cabeza.--Vid.--Nueva relación del que metió la Ca-
V fojas, fig.) beza.
Dice : Escúchame, invicto César.
Desgraciada muerte del Borrico Pajarito (Relación
Bachiller Trapazas.—Vid. — Doctor de ios em- Burlesca. La). Compuesta por DON AGUSTÍN,
bustes. NIETO.
Bañado en los pelambres (Relación burlesca. El). (2Mas, fig.)
Dice así: Aves que con consonancias.
(2 fojas, fig.)
Dice asi: Auditorio non plus ultra. Desgraciada belleza (Relación nueva. La).
Málaga. Félix Casas y Martínez. Sin A. (fig.)
Borrico Pajarito.—Vid. -Desgraciada muerte del. Dice : Si mi pecho no me niega.
Desgracias (Las) de Toribio, y fracasos de los
(15 Las relaciones sacadas de las comedias del siglo xvn no Duendes.
Se incluyen en este catalogo.
Se omiten también los pasos ó pasillos escénicos que para el (2 fojas, fig.)
Si mismo tm se escribían. • Dice asi: Ya que estoy en la palestra.
IMPRESOS DEL SIGLO XVíII EN ADELANTE. _ . *C*
Juan soldado (Nueva relación de los chistosos lan-
Despensero bribón (Relación burlesca. El). ces ocurridos íí).
(2 fojas.) (2 fojas, fig.)
Dice así: Escuchadme, amigos míos. Dice : Si ustedes me dan palabra.
Doctor de los embustes y bachiller Trapazas. Re- Lágrimas (Relación burlesca. Las). Compuesta por
lación burlesca. DON AGUSTÍN NIETO.
(2 fojas.) Dice : Supuesto que estamos solos.
Dice: De las desdichas del mundo.
Lisardo y Polidora (Relación de).
Don Din (Relación burlesca de). (2 fojas.)
(<2 fojas, fig.) Dice : Mi nombre propio es Lisardo.
Dice : Es disparate, señores.
Don Marcos de Auñon. Mas ingrata hermosura (Relación. La).
(2 fojas, fig.) Dice : Ya sabes que me partí.
Dice: Si he de contarte mi historia. Motivos para no casarse (Relación de un mozo sol-
DonReinaldos de Montalvan(Nueva relación de), el tero manifestando los).--Vid.— Relación de un
mejor Par de los Doce. mozo soltero manifestando los, etc.
(2 fojas, fig.) Mujeres. —Vid. —Relación en contra de las mu-
Dice: Noble Carlos, oye atento. jeres.
(2 fojas.)
Dos gozos en un hallazgo (Relación.).
(2 fojas.) Mujeres. — Vid. — Relación en favor de las mu-
Díce: Cuando la brillante luz. jeres.
Mujer (La) quemas se adora suele ser la mas in
Español naufragante y pintura de una dama (Rela- grata.
ción. El). (Z fojas, fig.)
(2 fojas, fig.) Dice : Confundido en un mar de confusiones.
Dice: Beso la playa mil veces.
Nueva relación del que metió la cabeza.
Estudiante tunante (Relación. El). Dice así: Con el motivo, señores.
(2 fojas, fig.)
Dice: Ego escolaslicus pauper. Once (Los) amores nuevos.
(2 fojas, fig.)
Dice : Atención, nobles amigos.
Favorecer alas damas. (Relación nueva.)
Dice : Al pié de ese bello monte.
Peregrino en las ondas, y tragedia de Policarpo y
Narcisa (Relación nueva. El).
Galán burlado (Relación burlesca. El). Dice : Pues la historia me has pedido.
(2 fojas, fig.) Pintura de una dama. — Vid. — Español naufra-
Di¿e : Ya que ustedes han querido.
Galán burlado (Relación burlesca intitulada el). Pintura que hace un galán á una dama (Relación).
Compuesta por un ingenio cordobés. (2 fojas, fig.)
Córdoba. Luis Ramos y Coria. Sin A. (2 fojas, fig.) Dice : Al móvil de mis accionas.
Dice: Ya que ustedes han querido.
Policarpo y Narcisa.—Vid. —Peregrino en las on-
Ganso de la catedral (Relación. El). das.
(2 fojas., fig.)
Dice: Porfth tropecé con ella.
Pulga.—Vid.—Suceso de la pulga.
Ganso en la botillería (Relación nueva del). Ramón Uluferne (Relación jocosa de).
(2 fojas.) Córdoba. Luis de Ramos y Coria. Sin A.(4 fojas,
Dice: Alabao sea por siempre. fig-)
Dice : E yo Ramón Uluferne.
Gitana (Relación nueva de la).
(2 fojas, fig.) Relación burlesca de los hechos de un jaque, y sus
Dice: Alabado sea Dios. hazañas.
@ fojas, fig.)
Gitano de Cartagena (Relación. El). Dice : Duque excelso de Alcorcen.
(2 fojas, fig.) Es una parodia de ia relación de la comedia de El valiente
Nazareno.
Dice: Muy buenas noches tengan, mis señores.
Relación de un mozo soltero, manifestando los mo-
Jaquey sus hazañas—Vid.-Relación burlesca de tivos para no casarse.
los hechos de un (2 fojas, fig.)
Juan Gutiérrez (Relación jocosa que le sucedió á" Dice : Pues me preguntan algunos.
un patán, llamado), en la ciudad de Toledo. Relación en contra de las mujeres.
(2 fojas.) (2 fojas.)
Dice: Ya sabes, Jusepe Vsono.
Dice : Señores, no soy yo el mismo.
CATALOGO DE PLIEGOS SUELTOS IMPRESOS DEL SIGLO XVIII EN ADELANTE.
Relación en favor de las mujeres. Todas me gustan (Relaeion burlesca intitulada: ).
(2 fojas.) Compuesta por DON AGUSTÍN NIETO.
Dice : Felicísimos princesas. (2 fojas, fig.)
Dice : Ya que quieren las señoras.
Rigor (El) de las desdichas.
(2 fojas, fig.) Toros (Relación burlesca intitulada: De los). Com-
Dice : Desde el umbral de la vida. puesta por DON AGUSTÍN NIETO.
(2 fojas, fig.)
Ruina yfragmentosde Troya (Crítica relación, Dice : En la muy noble y leal.
cuyo título es : ) .
Málaga. Félix Casas y Martínez. Sin A . (4 fojas.) Tragedia de Policarpo y Narcisa.—Vid.~Peregri-
Dice : Que hubo Troya bien lo sabes. no en las ondas.
Es una relaeion de la destrucción de Troya, referida por Treinta reales (Relaeiondélos).
Eneas á Dido.
(2 fojas, fig.)
Suceso de la pulga (Relaeion burlesca intitulada:). Dice : Cierto, señores, que habia.
Compuesta por DON AGUSTÍN NIETO. Troya.—Vid.—Ruina y fragmentos, etc.
{i fojas, fig.)
Dice : Audite, señores mios.
Valor bien empleado por la hermosa Doña Blanca
(Relaeion nueva. El).
Tagardinero de Sevilla (Relaeionburlesca. El). (4 fojas, fig.)
(2 fojas, fig-) Dice : Nací en Flándes, aquel raro.
Dice : Ya parece que las dichas.
Vengada madrileña. (Relación nueva de mujer. La)
Tertulia (Relaeion burlesca intitulada: La). Com- Compuesta por JUAN GARCÍA VALEROS, vecino
puesta por DON AGUSTÍN NIETO. de la villa de Arahal.
(2 fojas, fig.) (1 fojas, fig.)
Dice : Felices noches, señores. Dice: De mi infeltce fortuna.
ADVERTENCIA.
El catálogo de libros que, ademas de los pliegos sueltos, han servido para formar este Romancero, y servirán
para el Cancionero, si llego á publicarle, con otros muy "Varos y curiosos, se insertará en los preliminares del
segundo tomo de aquel. .
ROMANCERO
DE
ROMANCES MORISCOS,
R O M » MORISCOS 1HLK0S.
SECCIÓN DE ROMANCES MORISCOS SUELTOS.
Engañólo su pecado,
i.' Que dejó la fe de Cristo,
ALHANZOR Y BOBALÍAS*. La de Mahoma ha tomado.
Este fuera el mejor moro
(Anónimo.) Que de allende había pasado:
Durmiendo está el rey Almanzor Cartas le fueron venidas
A un sabor á tan grande; Que Sevilla está en un llano. ,
Los siete reyes de moros Arma naos y galeras,
No lo osaban acordare. Gente de á pie y de á caballo :
Recordólo Bobalías, Por Guadalquivir arriba
Bobalías el Infante. Su pendón llevan alzado.
—Si dormides, el mi tío, En el campo de Tablada
Si dormides, recordad : Su real hacían sentado,
Mandadme dar las escalas Con trecientas de las tiendas
Que fueron del rey mi padre, De seda, oro y brocado.
Y dadme los siete mulos En medio de todas ellas
Que las habian de llevar; Está la del Renegado ;
Y me deis los siete moros Encima en el chapitel
Que las habian de armar, Estaba un rubí preciado : s
Que amores de la Condesa Tanto relumbra de noche .
Yo no los puedo olvidar. Como el sol en dia claro.
—«Malas mañas has, sobrino, (Cancionero de Romanees.)
No las puedes ya dejar: * Véase la nota del anterior; pero adviértese en este mas
Al mejor sueño que duermo, colorido poético, mas brillantez y perfección, que en el pre-
Luego me has de recordar.»— cedente romance.
Ya le daban las escalas
Que fueron del rey su padre;
Ya le daban siete mulos, LA MORILLA BURLADA.
Que las habian de llevar;
Ya le dan los siete moros (Anónimo*.)
Que las habian de armar. Yo m'era mora Moraina,
A paredes de la Condesa Morilla de un bel catar:
Allá las fueron á echar: Cristiano vino á mi puerta,
Allá al pié de una torre, Cuitada, por m'engañar.
Y arriba subido han. Hablóme en algaraWa
En brazos del conde Almenique Como aquel que bien la sabe : ~
La Condesa van á hallar : —Abrasme las puertas, mora,
El Infante la tomó, Si Alá te guarde de mal.—
Y con ella ido se han. —¿ Cómo t'abriré, mezquina,
{Cancionero de Romances.) Que no sé quién te serás?
—Yo soy el moro Mazóte,
i Aunque el héroe de este romance es homónimo del del Hermano de la' tu madre,
siguiente, no son el mismo personaje. El primero, por su Que un cristiano dejó muerto;
construcción y lenguaje parece mas antiguo que el segundo Tras mí v«nía el alcalde.
aunque ambos pertenezcan al mismo siglo. »««»«, Si no abres tú, mi vida,
Aquí me verás malar.
# —Cuando esto oí, cuitada,
2. Comencéme á levantar,
BOBALÍAS E L PAGANO.
Vistiérame una almejía
No hallando mi brial,
(Anónimo'.) Fuérame para la puerta
Por las sierras de Moncayo Y abríla de par en par.
Vi venir un renegado :
Bobalías ha por nombre, (Cancionero de Romances. — It. Cancionera
Bobalías el Pagano. general.)
1
Siete veces fuera moro, Una glosa que hay de este romance empieza: Cuando mas
Y otras tantas mal eristíáno; embebecida. La hizo Jerónimo del Pinar, y está en el Cancionero
general, edición de 1511. La composición es antigua, bella y po-
« al cabo de las ocho pular; pero parece ser un fragmento de algún romance, cuyo
T. x.
ROMANCERO GENERAL-
resto no hemos hallado en ninguna parle. La sencillez de leu- — Espera, cristiano perro,
euaie con que se expresan ideas muy sencillas, le caracteriza Que u'esos presos que llevas
Se composición primitiva, así como también la falta de con- Mi padre es el delantero,
secuencia en seguir el consonante, si bien esto puede prove- Los"otros son mis hermanos,
nir de que se ha suprimido la e en los versos que se enlazan. Y amigos que yo bien quiero;
Si me los das a rescate,
4.° Pagártelos he en dinero,
LA INFANTA MORA T ALFONSO RAMOS. Y si hacerlo no quisieres
Quedarás hoy muerto, ó preso.—
{Anónimo*.) En oirlo Peranzules
Estaba la linda Infanta El caballo volvió luego:
A la sombra de una oliva, La lanza puso en el ristre;
Peine de oro en las sus manos, Para el moro se va recio,
Los sus cabellos bien cria. Con tal furia y lijereza
Alzó sus ojos al cielo Cual suele llevar un trueno.
En contra do el sol salia : En el suelo le derriba,
Vio venir un fuste armado Y á los primeros encuentros
Por Guadalquivir arriba. Apeárase del caballo;
Dentro venía Alfonso Ramos, El pié le puso en el cuello;
Almirante de Castilla. Cortárale la cabeza:
—Bien vengáis, Alfonso Ramos, Ya después que hizo esto
Buena sea tu venida : Recogió su cabalgada,
¿Y qué nuevas me traedes Metióse luego en Toledo.
De mi flota bien guarnida? (Rosa-j/entil.—It. WOLP, Rosa de Romances.)
—Nuevas te traigo, Señora, i Esta infanta Sevilla de Toledo es diferente de la Mu
Si me aseguras la vida. del rev moro de Sansueña ó Zaragoza, de quien se enamoró
—Díeselas, Alfonso Ramos, Valdovinos siendo cautivo.
Que segura te sería. El romance es viejo y parece compuesto en el siglo xv.
—-Allá llevan á Castilla
Los moflos de Berbería. 6.°
—Si no me fuese por qué
La cabeza te cortaría. CUESTIÓN DE AMOR RESUELTA POR E L REV RUCAR.
l
—Si la mía me cortases, {Anónimo .)
La tuya te costaría. Entre muchos moros sabios,
(Cancionero de Romances.) Que hubo en Andalucía,
* No hemos podido averiguar la época histórica á que per- Reinara un moro viejo
tenece el asunto de este romance, pero nos recuerda cuentos Que rey Bucar se decia.
que en nuestra, infancia oiamos á las ancianas, donde las Siendo ya de muchos años
reinas y las infantas se tocaban al sol, ó á la sombra, en los Que amancebado vivía,
bosques ó en sus palacios. Así debían ser las costumbres sen- Por ruegos de su manceba,
cillas en los pueblos meridionales y pastores, y así lo vemos
en los Libros Sagrados, y en la Odisea. Uno de los cuentos Que amaba mucho y quería,
que se presentan á nuestra memoria es el de una reina á quien Llamó á Cortes á sus gentes
una mora esclava, que quería obtener el amor del rey su es- Para un señalado día,
poso, estando peinándola al sol la convirtió en paloma, Porque en ellas se tratase
clavándola un alfiler en la cabeza. Bajo esta forma la infeliz, Lo que á sus reinos cumplía.
que no quería apartarse de su marido, presenciaba las cari- De muchas leyes que pone
cias y amores que obtenía su rival, hasta que el rey un día,
viendo aquella palomica tan blanca, tan apacible y tan domés- Esta de nuevo añadía:
tica, la cogió en sus brazos, y acariciándola halló en su cabecita «Que todo hombre enamorado
el alfiler, el cual sacado, se deshizo el encanto, se supo la Se casase con su amiga,
verdad, y la falsa mora fué quemada en castigo de su pecado.
Y quien no la obedeciese
La vida le costaría.»
5.° A todos parece bien,
1
LA INFANTA SEVILLA Y PERANZULES.
A muchos les convenia;
Sino á un sobrino del Rey,
{Anónimo.) El cual ante d'él venía;
Sevilla está en una torre Con palabras muy quejosas
La mas alta de Toledo; D'esta manera decia:
Hermosa es á maravilla, —La ley que tu Alteza puso,
Que el amor por ella es ciego. Cierto que me desplacía;
Púsose entre las almenas Todos se alegran con ella,
Por ver riberas del Tejo, Yo solo me entristecía,
Y el campo todo enramado, Que mal puedo yo casarme,
Como está de flores lleno. Siendo casada la mia:
Por un camino espacioso Casada, y tan mal casada,
Vio venir un caballero Que gran lástima ponia.
Armado de todas armas, H tina cosa os digo, Rey,
Encima un caballo overo. Que á nadie no lo diría,
Presos siete moros traia Que si yo mucho la quiero,
Aherrojados con fierro : Ella muy mas me quería.—
En alcance d'este viene* Allí hablara el rey Bucar,
Un perro moro moreno, Esta respuesta le hacia.
Armado de piezas dobles —Siendo casada, cual dices,
En un caballo lijero. La ley no te comprehendia. s
E l continente que trae, (TIMONEDA , Rosa de amores.— It. vfolt,
A guisa es de buen guerrero; Romances.)
Blasfemando de Mahoma, * El Bucar de que habla este romance es diverso *jl ¡fi,
De sobrada furia lleno. combatió al Cid en Valencia. Es una de las cuestione» o«
Qrandes voces viene dando: gen provenzal, tan de moda entre nosotros en el sigw *'•
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
Mi querido; mi amor grande. — aquí, bu estilo , maneras y lenguaje indican ser de la misma
Alzó la su mano el moro, época, y acaso anterior al del número 7.o que le precede.
Un bofetón la fué á daré;
Teniendo los dientes blancos
. Desangre vuelto los hae, 9.'
Y mandó que sus porteros MORUNA Y GALVAN. — III.
La, lleven a degollare, (Anónimo .) 1
Y mas cuando en tu regazo * Debiera colocarse esta glosa del romance núm. 7.° en«l
Me solia reclinare, Cancionero, pero como forma parte de la historia de Mortam
y de Galvan, y la aclara algo, la hemos puesto entre los roma»*
Y cuando con ti fablando * ees. Pertenece i los fines del siglo xvi.
Durmiendo solia quedare.
Si esto non fué amor, Señora,
i Cómo se podrá llamare ?
Y si lo fué, Moriana,
¿Cómo se puede olvidare T—
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
El desterrado Abenámar
ROMANCES DE ABENAMAR. Está suspenso, mirando
El camino de Madrid,
12. Descubierto por el campo,
ABENAMAR. — I.
Y con los ojos midiendo
1
La distancia de los pasos.
{Anónimo .) Quejarse quiere, y no puede;
Por arrimo su abornoz, Y al fin se queja llorando :
V por alfombra su adarga , «¡ Oh, terribles agravios!
La lanza llana en el suelo, » Sácanme el alma, y ciérranme los labios.»
Que es mucho allanar su lanza; ¡ Oh camino venturoso,
Colgado el freno al arzón, Que á los muros derribados
y con las riendas trabadas De mi patria'ingrata llegas,
Su yegua entre dos linderos Honrada con mis trabajos!
Porque no se pierda y pazca; ¿Por qué me dejas á mí,
Mirando un florido almendro Tú que vas llevando á tantos,
Con la flor mustia y quemada En los montes de Toledo,
Por la inclemencia del cierzo Prisión de mis verdes años?
A todas flores contraria, De que seas tan común
En la vega de Toledo Siempre te estoy murmurando;
Estaba el fuerte Abenámar, Porque, como te adoré,
Frontero de los Palacios De que te pisen me espanto.
De la bella Galiana. «¡Oh terribles, etc.»
Las aves que en las almenas El alcaide de Reduan,
Al aire extienden sus alas, Mas envidioso que hidalgo,
Desde lejos !e parecen Me ha puesto en esta frontera
Almaizares de su dama. Por terrero de cristianos.
Con esta imaginación, Atalaya soy aquí
Que fácilmente le engaña, Del maestre de Santiago;
Se recrea el moro ausente, Pero mas lo soy de aquella
Haciendo de ella esperanzas : Maestra de mis engaños;
—Galiana, amada mía, Y porque dello me quejo,
¿Quién te puso tantas guardas? Que solo en esto descanso,
J Quién ha hecho mentirosa Amenaza mi cabeza,
Mi ventura y tu palabra? Y así mis agravios callo.
Ayer me llamaste luyo, «¡Oh terribles... etc.»
Hoy me ves, y no me hablas : Si callo, me llaman mudo,
Al paso de estas desdichas Y maldiciente si hablo;
i Qué será de mí mañana ? Y lo que de griegos digo,
¡ Dichoso aquel moro libre Lo entienden por los troyanos.
Que en mullida ó dura cama, Mordaza me pone el vulgo,
Sin desdenes, ni favores, Intérprete de mis daños,
Puede dormir hasta el alba! Si ven, que el alma ofendida
¡ Áy, almendro! ¡ cómo muestras Tiene la lengua por manos :
Que la dicha anticipada Todos miran lo que digo,
No nació cuando debiera, Mas no miran lo que paso :
Y así debe, y nunca paga! ¡Maldiga Dios el juez
Pues eres ejemplo triste Que no consiente descargos!
De lo que en mi dicha pasa, «¡ Oh terribles agravios!
Yo prometo de traerte »Sácanme el alma, etc.»
Por divisa de mi adarga; (Romancero genera!.)
Que abrasado y florecido
Aquí como mi esperanza, 14.
Bien te cuadrará esta letra : ABENÁMAR. — nr.
«Del tiempo ha sido la falta.»
Dijo; y enfrenando el moro (Anónimo.)
Su yegua, mas no sus ansias, Su remedio en el ausencia,
Por la ribera del Tajo Y sin remedio aunque parta,
Se fué camino de Ocaña. Falto de todo consuelo,
(Romancero general. — It. Flor de varios y nue- Que todo el mundo le falta,
vos Romances, 1.a parte.) Sale á cumplir su destierro
Es
t«.^i i , e y c a s i t o d o s l o s d e e s t a
sección pertenecen al ultimo El desdichado Abenámar,
s i g l
nnni?,í«i ° " ' • ,
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- aquella época en que los cantos Que por bien amar padece',
•5 cesaron , y los poetas de profesión se apoderaron
a r a
Y ajenas culpas lo causan.
rtrl „ ? devolvérselos al pueblo mas perfectos é ideales, Pide un cabalk) cualquiera,
livnt 55 J Brt fieos ni característicos como fueron los prími-
e os
Porque su yegua alazana,
BiUY « 1 . i ', Jne'ares. Hay entre unos y otros una diferencia
miLtt l ? 1
,1 lc a l a ue e x l S t e
''ato de un pintor e n t r e e I ret
Por ser hembra, no la quiere,
"«estro, y el que sale de un daguerrotipo. Pues al mejor tiempo faltan.
Quita al bonete las plumas
13. Azul, amarilla y blanca:
Que no las quiere llevar,
ABENÁMAIt. — II. Por ser colores de Zaida,
(Anónimo.) Colores que adoró el moro,
Porque á su dueño adoraba,
En el mas soberbio monte, Y desea aborrecellas,
Que en los cristales del Tajo Porque otro moro las ama.
Se mira como en espejo De su ventura heredero, -.
solo de verse tan alto De su dama y de su patria, i
ROMANCERO GENERAL.
A quien en vano se queja, Siendo en el talle disforme
Y á los suyos desagrada; Y sin provecho en las armas,
Porque un moro advenedizo Porque -el rey le favorece,
Es poderoso en Granada Y porque en el mar de España
A gozar tan libremente Es señor de dos galeras,
De las prendas de su alma, O porque le quiere Zaida.
Y de los floridos años Con esta imaginación
De su mora, bella ingrata, Sus ojos tornados agua,
Siendo en el talle disforme, Habiendo pensado un poco
Y sin provecho en las armas; En sus venturas pasadas,
Porque el rey le favorece, En sus trabajos perdidos,
O porque en el mar de España En sus esperanzas vanas,
Es señor de dos galeras, En mano ajena su bien,
O porque lo quiere Zaída. Y en la del tiempo sus ansias;
Con esta imaginación Sus riquezas poseídas
Sus ojos tornados agua, De quien las tiene usurpadas;
Habiendo pensado un rato Tan mal pagada su fe,
En sus venturas pasadas, Porque de fe no se paga,
En sus trabajos presentes, A un paje manda que luego
En sus esperanzas vanas, Un pintor allí le traiga,
En mano ajena su gloria, Que estas divisas le pinte
Y en las del tiempo sus ansias, En el campo del adarga ,
Sus riquezas poseídas Porque una sola no puede
De quien las tiene usurpadas, Manifestar su desgracia;
Tan mal pagada su fe. Porque tantas desventuras
Pues que su fe no se paga, Requieren divisas tantas.
Para memoria de todo Un verde campo abrasado,
Aquestas divisas manda, Vueltas en carbón las brasas,
Que si es posible, le pinten Y el carbón hecho ceniza
En el campo de la adarga, Como lo está su esperanza :
Pues uua sola no puede Un rico avariento luego,
Manifestar su desgracia, Que una joya encierra y guarda ,
Y que tantas desventuras Que teme que.se la roben,
Requieren divisas tantas: Porque él no puede gozarla:
Un verde campo abrasado, Un gallardo Adonis muerto,
Vueltas en carbón las brasas Que un puerco le despedaza :
Y el carbón hecho cenizas, ,Un invierno que comienza ,
Como están sus esperanzas : Con un verano que acaba;
Una deseada muerte, Un jardín verde y hermoso
Que volviendo las espaldas, Que se marchita y estraga,
Parezca que va huyendo Gozado y pisado á solas
De quien á voces la llama : De unas groseras abarcas.—
Un rico avariento, luego, Esto dijo el fuerte moro;
Que una joya encierra y guarda Y convertidas en saña
Que teme que se la roben, Las lágrimas y suspiros
Porque no puede gozalla : A la pintura no aguarda.
Un gallardo Adonis muerto, Pide un caballo cualquiera,
Que un puerco le despedaza; Porque su yegua alazana,
Y un invierno que comienza, Por ser hembra no la quiere,
Con un verano que acaba.— Pues al mejor tiempo falta.
Esto dijo el fuerte moro, Quita al bonete las plumas
Y convertidas en saña Azul, amarilla y blanca,
Sus lágrimas y sus quejas, Que no las quiere llevar
A la pintura no aguarda. Por ser colores de Zaida.
De ninguno se despide, De mujer no se despide, ,
Y de la vida se aparta, Y de la ciudad se aparta,
Jurando de no volver Jurando de no volver
Eternamente á Granada. Eternamente á Granada.
•". ' (Romancero general.) (Romancero general.)
» Este romance es una repetición del anterior, pero eslá
15. mas bien ordenado y correcto.
ABENÁMAH.—IV.
(Anónimo*.)
16.
ABENÁMAR. — V .
De su fortuna agraviado,
Y sujeto á quien le agravia; (Anónimo.)
De todo el mundo quejoso, Entre leonados rubíes,
Porque lo está de su dama, , Entre verdes esmeraldas,
De su patria se querella Sobre las muertas cenizas
El desdichado Abenámar, De plumas que fueron pardas,
Y dice que le persigue, Sacó dos manos asidas
Y á los extraños ampara; En el bonete Abenámar,
Y que un moro advenedizo Blasonando la unidad
Es poderoso en Granada Del secreto y su esperanza,
Para gozar libremente Lo azul, que descubre el cielo
De las prendas de su alma , Entre seis estrellas claras.
Y de los floridos años . El valiente cuello ciñen
De su bella mora ingrata, Las rojas venas de Arabia,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
Y a matices finos cubren Que fué para el galán moro
Del brazo la corta manga, Celos y desconfianza.
Y abona de la memoria Hace saltar su caballo
Los asaltos y emboscadas; Porque oyese sus pisadas,
Porque lo asaltó en las paces Y en ello viese la mora
Amor con recias escalas. Que con afición le aguarda.
Ya pisa el moro galán Echó de ver su desdicha
Las alfombras del Alhambra, En la celosa tardanza,
Donde su primo Celin Y el corazón animoso
Se casó con Celindaja; Tiernas lágrimas derrama.
A quien con voz algo triste Dice: — Salió verdadera
De rodillas en sus faldas, La sospecha de mi alma,
A vueltas del parabién Adonde es bien conocido
Dijo quedo estas palabras : Tu poca ley, y fe falsa.
—¡Oh prima del alma mia! Déjasme por un genízaro
Por tu vida que bien asgas Que fué de nación cristiana,
La ocasión de los cabellos, Afrentado porGomel
Y de fortuna las alas : En las zambras del Alhambra.
Enlaza este pecho tuyo ¿Adonde está tu afición i
Con la mitad de tu alma : Y aquel amor que mostrabas?
Mil años con él te goces, ¿Las lágrimas que vertías
Y en él tus centellas ardan, Con amorosas palabras?
Que en las sombras de tu gloria ¡Oh mas mudable que el viento
Yo mis tormentos trocara : Mas débil que frágil caña,
ídolo fuera del tiempo Mas ingrata á mis servicios
Con seguro de mudanza; Que la cruel Atalanta!
Y si cual te ves, me viera', No me espanto de todo esto,
A los cielos de tu fama Ni de lijera mudanza,
Rindiera amor tus paredes, Porque al fin eres mujer,
Sujeto á ofrecerme pagas : Y solo el nombre te basta.—
Cualquiera mármol cubriera, Dio vuelta el gallardo moro,
Todos los bronces pintara, Toda la color mudada,
Codicioso de tesoros . Dando al vulgo que decir,
Al gusto que me sobrara.—- Con su alegría vuelta en rabia.
El moro dijera mas; (Romancero general.)
Pero la fortuna avara
Ordenó que Azarque fuese 18.
A danzar oon Celindaja.
(Romancero general.) ABENÁMAR.—VII.
(Anónimo *.}
17. —Así no marchite el tiempo
ABENÁMAR.—VI. El abril de tu esperanza,,
Que me digas, Tarfe amigo,
(Anónimo.) ¿ Dónde podré ver á Zaida?
Fuerte, galán y brioso, La forastera te digo,
Que á toda Granada espanta, Aquella recien casada,
Rico de insignias de amor La de los-rubios cabellos,
Sale el valiente Abenámar. Y mas que cabellos gracias:
Del colorado bonete Aquella que en menosprecio
Lleva la vuelta bordada, De las. damas cortesanas
Con una cifra que dice : Celebran los moros nobles
«De amor es mi alegre causa». Con gloriosas alabanzas.
Aprieta bonete y frente Voy por vella á la mezquita,
Una verde sinabafa, Por vella voy á las zambras,
Y entre dos moradas plumas Y aunque tan caro me cuesta
Lleva sujeta una blanca. No puedo velle la cara.
Enmedio roseta y toca, Encúbrese de mis ojos,
Una esmerada medalla, ¡ Cierta señal que me agravia!
Con una cifra que dice t Y aunque mas, Tarfe, me digas,
«Entre dos hay sola un alma» No tengo celos sin causa.
Capellar y tunicela Después que á Granada vine,
Lleva de color morada, ¡ Nunca viniera á Granada!
Y á trechos cifras que dicen : Sale mi Alcaide de noche,
«Eres sol de mi esperanza». Y aun no viene á la mañana.
Lleva en el siniestro lado Enfadante mis caricias,
Una fuerte cimitarra, Y estar conmigo le enfada :
En un caballo tordillo ¡ No es mucho que yo le canse,
Todo cubierto de manchas; Si en otra parte descansa!
El brazo derecho lleva Si está en el jardín conmigo,
Con una leonada manga, Si está conmigo en la cama,
Y banderilla turquesca No solo las obras niega,
En el cabo de la lanza; Mas niégame las palabras*.
Y paseando poco á poco Si le digo ¡vida mia!
Llegó al campo de Daraja, Me responde : mis entrañas;
Mas vio que estaba cerrado ¡ Pero con una tibieza
Por mano de aquella ingrata. Y un hielo que me las rasga!
Hizo la seña que suele Y mientras mas le regalo,
Adonde un poco se tarda. Como trae vestida el alma
g ROMANCERO GENERAL.
Y aun de sus palabras tiene
De pensamientos traidores,
Celos, cuando con él habla.
Enséñame las espaldas.
Sus pensamientos le siguen
Si me enlazo de su cuello,
Siempre que sale de casa,
Baja los ojos, y baja
Buscando mil invenciones, (
La cabeza, y de "mis brazos Y haciendo mil pruebas varias ,
Da vuelta y se desenlaza, Porque alfinlos celos son
Arrojando unos suspiros Hijos de amor en quien ama,
Del infierno de sus ansias, Que los engendra el deseo,
Que mis sospechas encienden Temor y desconfianza;
Y mis contentos abrasan. Y como quien quiere bien
Si la causa le pregunto, Jamas se asegura en nada,
Dice que ye soy la causa ; Son los celos amorosos
¡Y miente, que allí me tiene Efectos de aquesta causa.
Ociosa y enamorada! Y estando una tarde á solas
¡Pues decir que le he ofendido!.. Con Adalifa Abenámar, ,
¡ En infiernos de amor arda, Estas palabras le dice t
Si después que le conozco Con mil suspiros del alma :
Me he asomado á la ventana! —Valeroso capitán,
Si he tomado mano ajena, . Claro espejo de las armas,
Ni he visto toros ni cañas, Temor de los enemigos,
Y si en parte sospechosa Fuerte muro de Granada,
Se han estampado mis plantas. Espejo de la milicia.
Y Mahoma me maldiga', Archivo en quien mi esperanza
Si por guardarse en mi casa Vive, y todo mi contento,
La ley de su gusto sola, Causa de todas mis-ansias:
La de su Alcorán se guarda." No te espantes que mis ojos
Mas ¿para qué gasto tiempo Ante tí derramen agua, ...,
En darte cuentas tan largas, Porque alfinlos ojos son
Si el alcance que le he hecho Las alquilaras del alma,
Tú lo sabes, y lo callas? Por donde el amor destila
No jures, que no te creo. Los vapores que derrama
¡ Aquella mujer mal haya, La pena en el corazón
Que de vuestros juramentos Con el fuego que le abrasa,
Redes para el gusto labra! Cuyo valor excesivo
Que son traidores ios hombres, Hace que del pecho salga
Como sus promesas falsas; El agua, con que el dolor
Muerto el fuego desparecen Del corazón se descarga;
Como escritas en el agua. Y como á mí me combaten
Del prometer al cumplir, Fuego, amor, temor, mudanza,
¡ Que jornadas hay tan largas! Celos y sospechas, lloro,
¡ Qué ventas en el camino, Porque el corazón descansa.
Tan yermas y tan cerradas! Por Alá te pido y ruego
¡ Ay Dios, que me acuerdo cuando!... Que aunque te miren las damas
Aquí el aliento me falta, No las mires, ni las veas,
Una congoja me viene : Porque en hacello me agravia»:
Tenme,Tarfe, no me caiga.— Que como eres tan galán,
Dijo llorando Adalifa, Cuanto valiente en las armas,
Celosa de su Abenámar, Por galán te dan el premio,
Y en brazos del moro Tarfe Y por valiente la palma.—
Se ha quedado desmayada. Abenámar le responde:
—Adalifa de mi alma,
1
{Romancero general.) Si para satisfacerte
I Con cuánta naturalidad, delicadeza y gracia se pintanEs menester que se abra
en este romance, uno de los muy buenos de su clase, los
sentimientos celosos de una dama tiernamente enamorada! Es• El pecho, donde te tengo
Al natural retratada,
uno de los mejores en su clase, ypertenece al ün del siglo xvi.
19. Haré por solo tu gusto
Puerta en él patente y ancha,
ABENÁMAR,—-VH1. Para que tú propia veas,
(Anónimo .)1
Si acaso no estás turbada,
Como Abenámar te tiene
Tan celosa está Adalifa Fe inviolable, afición casta.
De su querido Abenámar, Y si imaginas que miento,
Que si le miran se ofende, Ruego á Alá que cuando salga
Y se ofende si le hablan. Al campo con el cristiano
Si á dicha con otros moros Me mate á malas lanzadas;
Corre toros, juega cañas, Que jamas tenga victoria
Jamas le pierde de vista Cuando á escaramuza salga,
En lasfiestasy en las zambras Y que cautivo me nieguen
Y si acaso por su rey La libertad deseada;
En defensa de su patria Mis enemigos me ofendan,
Con las armas al contrario Mis amigos no me valgan,
Sale á correr en campaña, Deudos y bienes me falten
Si como no se permite Cuando menester los haya;
Le fuera decente causa, Yfinalmenteno vea
rio lo dejara un momento, Cumplidas mi esperanzas
Mas siempre le acompañara, Para gozar tus amores,
Porque en apartarse de él Sino que muera de rabia.
an vivo fuego se abrasa, Y con esto, vida mia,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. .9
Se asegure tu esperanza: A quien tragaba la gente,
Cesen tus celos, y cesen Y que la muerte y amor
Esas perlas que derramas, Jamas respetó valiente,
ue por lo que te he jurado En casa del moro muerto
? por la fe reservada
Sola á tí en mi corazón,
Mil vivos están presentes.
Unos publican la causa
Que Abenamar no te engaña.— De sus deseos ardientes;
Con esto quedó contenta, Otros que murió de celos,
Tan satisfecha y pagada , De desamor y desdenes.
Que trocó desde aquel punto Secas esperanzas viejas
En fe la desconfianza. En años mozos y verdes,
(Romancero general.)
Lloran sus amigos del,
Y otros del hay maldicientes,
« SI el «nterior retrata primorosamente las inquietudes de Que hallaron al moro escrito,
una dama celosa , este no le cede en ello; pero ademas pinta Revolviendo sus papeles :
con delicadeza y ternura el modo con que el galán pretende «Es mi voluntad, amigos,
«almar las sospechas y aprehensiones de su amiga. Que si en Gelves yo muriese,
Que me entierren en mi tierra,
20. Porque mas no me destierre:
Que en presencia son los males •
ABENAMAR.— IX. Como en ausencia los bienes.»
(Anónimo*.) (Romancero general.)
Ya no tocaba la vela ROMANCES D E AZARQTJE E L GRANADINO «<
La campana del Alhambra,
Porque las torres Bermejas,'
Bañaba de plata el alba, 22.
Cuando sin haber dormido
Recuerda el fuerte Abenamar, AURQUE EL GRANADINO. — I.
Con mas cuidado que sueño : (Anónimo.)
¡ Qué mal duerme quien bien ama!
Y viendo que sale el sol Ensíllenme el potro rucio
Y que no sale Daraja, Del alcaide de los Velez,
Con lágrimas de sus ojos Denme la adarga de Fez
Aqueste canto acompaña. Y la jacerina fuerte,
—Si amanece el alba Una lanza con dos hierros
Bordando los cielos, Entrambos de agudo templa:
Para mí con celos Y aquel acerado casco ^
Anochece el alma. Con el morado bonete,
Paso llorando la noche, Que tiene plumas pajizas
Aguardando á la mañana, Entre blancos martinetes,
Y es de condición tu sol, Y garzotas medio pardas,
Que no saliendo me abrasa. Antes que me vista denme.
Vanse las claras estrellas * Pondréme la toca azul %
En mi desengaño claras, Que me dio para ponerme
Y aunque sol, no es para mí, . Adalifa la de Baza,
Que para mí todo es agua. Hija de Celin Ámete,
¿Qué importa que el sol hermoso Y aquella medalla en cuadro
De las Indias venga y vaya Que dos ramos la guarnecen ,' t
53.
ZAIDE.—H. 'ZAIDE. — III.
{Anónimo.) {Anónimo.)
Ya que la aurora dejaba Por la calle de su dama
De Titon el lecho, y vuelve Paseando se halla Zaide,
A la tierra el rostro hermoso. Aguardando que sea hora
Con la claridad que suele, Que se asome para hablalle.
Sale un moro descompuesto Desesperado anda el moro,
Que Zaide por nombre tiene En ver que tanto se tarde,
Disfrazado, solo al fin, Que piensa con solo verla
Que es lo que de amor pretende Aplacar el fuego en que arde.
No trae adarga, ni lanza, Viola salir á un balcón,
Caballo, pluma en bonete, Mas bella que cuando sale
Ni la marlota bordada La luna en la oscura noche,
Plumas, cifra ó martinetes; Y el sol en las tempestades.
Aunque al lado del vestido Llegóse Zaide diciendo:
Una letra se parece —Bella mora, Alá le guarde,
Que declara, en aljamia: ¡ Si es mentira lo que dicen
25 ROMANCERO GENERAL.
Tus criadas y mis pajes. Y con rabiosas fatigas
Dicen que dejarme quieres, Ha cantado estos cantares :
Porque pretendes casarte «¿Quieres que vaya á Jerez ,
Con un moro que ha venido Por ser tierra de valientes.,
üe las tierras de tu padre. Y le traiga la cabeza
Si esto es verdad, Zaida bella, Del moro llamado Hamete ?
Declárate, no me engañes, ¿ Quieres que me vaya al mar
No quieras tener secreto Y las olas atrepelle?
Lo que tan claro se sabe. — ¿ Quieres q_ue me suba al cielo
Humilde responde al moro : Y las estrellas te cuente,
—Mi bien, ya es tiempo se acabe Y te ponga á tí en la mano i
Vuestra amistad y la mia, Aquella mas reluciente?»
Pues que ya todos lo saben. La estrella sale de Venus
Que perderé el ser quien soy, Al tiempo que el sol se pone,
Si el negocio va adelante : Y la enemiga del dia
¡Alá sabe si me pesa, Su mantito negro esconde.
Y lo que siento el dejarte! (Romance recogido de la tradición.)
Bien sabes que te he querido i Este romance, que tal como es parece una mezcla inco-
A pesar de mi linaje, nexa de varios trozos de los impresos, da una idea de otros
Y sabes las pesadumbres muchos que con iguales circunstancias se cantan tradicional-
Que he tenido con mi madre, mente en la Serranía de Ronda, por los jóvenes aldeanos y
Sobre aguardarte de noche, campesinos. Al considerarle es fácil ver en él todo el carácter
Como siempre vienes tarde, hiperbólico de los andaluces, v cuánto aun se acomodan á él
Y por quitar ocasiones la poesía y los amoríos tales como se trataban en el siglo xvi:
sobre todo cuanto sigue al verso , Quieres que vaya <í Jerez,
Dicen que quieren casarme. no puede ser mas andaluz. Me le comunicó el Sr. D. Serafín
No te faltara otra dama Calderón.
Hermosa, y de galán talle,
Que te quiera, y tú la quieras,
Porque lo mereces, Zaide.— 55.
Humilde respondió el moro, ZAIDE. — V.
Cargado de mil pesares : (Anónimo.)
-—¡No entendí yo, Zaida bella,
Que conmigo tal usases! Fijó pues Zaide los ojos
¡ No entendí que tal hicieras, Tan alegres cual conviene,
Que así mis prendas trocases Por ser el tiempo cumplido
Por un moro feo y torpe, De su tan propicia suerte,
Indigno de un bien tan grande! Y dice : — ¡ Dichoso muro,
¿Tú eres la que dijiste , Y dichosas tus paredes,
En el balcón la otra tarde : Adonde vive mi Zaida,
«Tuya soy, tuya seré Y mi alma que ella tiene!
Y tuya es mi vida, Zaide» ? ¡ Dichoso el suelo que pisa
(PÉREZ DE HITA, Historia de lo» bandos de los Con razón llamarse puede!
Cegríes, etc.) Pues en él sienta sus plantas
Hechas de fuego y de nieve;
54. ¡ Y mas dichoso tu,Zaide,
Si dar fin Alá quisiese
ZAIDE.—I?. A esta tan terrible ausencia,
i En que pensé que muriese !
(Anónimo .) El descanso desta vida,
Por las puertas de Celinda Si durase para siempre,
Galán se pasea Zaide, ¡Cuántos mas le procuraran
Aguardando que saliera De los que buscarle suelen!
Celinda para hablalle. Y si la mortalidad
Salió Celinda al balcón Que nos convida á la muerte,
Mas hermosa que no sale Aunque con tarda esperanza,
La luna en escura noche Esperarla nos conviene;
Y el sol entre tempestades. Ya desde luego la espero,
— Buenos dias tengáis, mora. Y en Alá primeramente,
— A tí, moro, Alá te guarde. Que elfindichoso, en tus brazos,
— Escucha, Celinda, atenta, Me dará próspero alegre.
Si es que quieres escucharme. Y si en la mas alta cima
¿Es verdad lo que le han dicho Me hallase, y se permitiese,
Tus criadas á mi paje, Y mi amor hiciese efecto,
Que con otro hablar pretendes ¡Dichosa sería mi suerte!
Y que á mí quieres dejarme ¡ Bella Zaida de mis ojos!
Por un turco mal nacido, ¡Dichoso si ya le viese
De las tierras de tu padre ? En estos rendidos brazos,
No quieras tener oculto Dichosos entre mil gentes!
Lo que tan claro se sabe. Llega pues, verás tu Zaide,
¿Te acuerdas como dijiste Que nombras galán y fuerte,
En el jardín la otra tarde : El cual en saber amarte
«Tuya soy, tuya seré, A todos pasa y excede.
Tuya es mi vida, Zaide?»— Debiera ser tu belleza
De verse reconvenida Tan libre como la muerte,
La mora en enojos arde, ¡ Aunque si tan libre fuera
Y cerrando su balcón, Dieras á mil mundos muerte!
Al turco dejó en la calle. ¡ Bella Zaida! llega á tiempo
El galán soberbecido Que alcance mi avara suerte
Pisotea su turbante, La palma de tu valor.
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 27
pues es deuda que me debes.— Como supiste obligarme!
Y como la vido el moro, Pero no saliste apenas
Dijo : —¡ Si Alá permitiese De los jardines de Tarfe,
Que para alumbrar mis hechos Cuando
Tal sol no se oscureciese! Y de mi hiciste de alarde,
desdicha tus dichas
Y porque mi lengua muda Y á un morillo mal nacido
Temo que no manifieste Me dijeron que enseñaste
Lo mucho que noto en tí, La trenza de mis cabellos,
Dígalo quien mas sintiere.— Que te puse en el turbante.
La mora responde : —Zaide, No pido que me la vuelvas,
Si de tí cierta estuviese Ni tampoco que la guardes.
Que traias la lengua muda, Mas quiero que entiendas, moro ,
Juro que te obedeciese; Que en mi desgracia la traes.
Mas temo que tus palabras También me certificaron
A lafinse me volviesen Como le desafiaste
Por remate de amistad, Por las verdades que dijo,
Cada una una serpiente.— ¡Que nunca fueran verdades!
Zaide respondió : — ¡ Señora, De mala gana me rio:
Si en mí tal jamas hubiere, ¡ Qué donoso disparate !
Quiero me falle la tierra , Tú no guardas tu secreto,
Y el cielo su luz me niegue ! — ¿Y quieres que otro lo guarde?
• Con esto los dos asientan No quiero admitir disculpa,
Una amistad ¡irme y fuerte, Otra vez vuelvo á avisarte :
Para no faltar jamas, Esta será la postrera
Si no falta con la muerte . Que me veas y te hable.—
(Romancero general. Dijo la discreta mora
Al altivo Abencerraje,
56. Y al despedirle replica:
«Quien tal hace que tal pague».
' ZAIDE. — VI.
(PÉREZ DE HITA, Historia de los bandos de los
(Anónimo *.) Cegrks,ela.)
Mira, Zaide, que te aviso • Es composición tan bella y popular que se inserta en todas
Que no pases por mi calle, las colecciones de su género desde fines del siglo xvi en que se
Ni hables con mis mujeres, compuso, hasta el dia. De él se lian hecho muchas imitaciones
Ni con mis cautivos trates, y algunas parodias. •
Ni preguntes en qué entiendo,
Ni quién viene á visitarme,. 57. .
Ni quéfiestasme dan gusto,
ZAIDE.—Vil.
Ni qué colores me placen. 4
Basta que son por tu causa (Anónimo .)
Las que en el rostro me salen, Mira, Zaida, que te digo
Corrida de haber querido Que andas cerca de olvidarme,
Moro que tan poco sabe. Determinada sin causa
Confieso que eres valiente, De aborrecerme, y dejarme.
Que rajas, hiendes y partes, No preguntas en qué entiendo,
Y que has muerto mas cristianos Ni consientes visitarte;
Que tienes gotas de sangre ; Mis recaudos aborreces,
Que eres gallardo ginete, Mis billetes te desplacen.
Y que danzas, cantas, tañes, Confieso que eres hermosa,
Gentil hombre, bien criado, Bizarra y de lindo talle,
Cuanto puede imaginarse; Y que con donaire y brio
Blanco, rubio por extremo, Bailas, danzas, cantas, tañes,
Esclarecido en linaje, Y que has muerto mas cristianos
El gallo de las bravatas, Que tienes gotas de sangre,
La gala de los donaires; No con espada ni lanza,
Que pierdo mucho en perderle, Sino con armas mas graves;
Que gano mucho en ganarle, Que emponzoñas con la vista,
Y que si nacieras mudo Y encantas con el lenguaje ,
Fuera posible adorarte.
Mas por este inconveniente Y con unas y otras cosas
Determino de dejarte: Matas hombres ámillares;
Que eres pródigo de lengua, Que pierdo mucho en perderte,
Y amargan tus libertades, Y gano mucho en ganarte;
Y habrá menester ponerle Y si solo me quisieras
Quien quisiere sustentarte, Fuera posible adorarte.
Un alcázar en el pecho, Mas por este inconveniente
Y en los labios un alcaide. Determino de quedarme
¡Mucho pueden con las damas De la suerte que me dejas,
Los galanes de tus partes! Huyendo tus novedades :
Porque los quieren briosos, Que eres pródiga en amar
Que hiendan y que desgarren; Y presta en determinarte,
Y con esto, Zaide amigo, ' Lijerísima en querer,
Si algún banquete les haces, Y mas lijera en mudarte.
El plato de tus favores Habrá menester ponerte
Quieres que coman y callen. Quien quisiere sustentarte,
¡Costoso fue el que me hiciste! Firmeza en la voluntad,
¡Venturoso fueras, Zaide, Y al corazón un alcaide.
oí conservarme supieras Mucho valen las mujeres
De tantas gracias y partes,
ROMANCERO GENERAL.
Porque hay pocas tan discretas, No dejaré de adorarte. \
Que en general poco saben : Dices, que si fuera mudo,
Mas por eso, Zaida amiga, Fuera posible adorarme;
Cuando quieren que las amen , Si en mi daño yo le he sido,
Al arca de sus favores Enmudezco en disculparme.
No ha de hacer mas de una llave. ¿Hate ofendido mi vida?
¡ Costosa es la que me diste! ¿Quieres, señora, matarme?
¡Venturoso fuera Zaide • Basta decir que yo hablé,
Si conservarte supiera Para que el pesar me acabe.
Como supo enamorarte! Es mi pecho calabozo
Mas no bien hube salido De tormentos inmortales ;
De los jardines de Tarfe, Mi boca la del silencio,
Cuando en mi lugar pusiste Que no ha menester alcaide.
Un infame Bencerraje, El hacer plato y banquete
No porque enseñé la trenza Es de hombres principales ;
Que pusiste en mi turbante, Mas de favores nacello
Ni conté de tus favores Solo pertenece á infames.
A alguno la menor parte. Zaida cruel, hasme dicho
De esto no estarás quejosa, Que no supe conservarte;
Ni llamarás disparate ¡ Mejor te supe obligar,
No guardar yo tus secretos, Que tú has sabido pagarme!
Y querer que otro los guarde ; Mienten los moros y moras,
Que quien como hombre las siente, Miente el infame de Tarfe,
Callar como piedra sabe ; Que si yo le amenazara,
Y aunque de quejas reviente, Bastara para matarle.
Te prometo que yo calle. A ese perro mal nacido
Ninguna puedes tener A quien yo mostré el turbante,
De mí, sino es por amarte, No lefioyo secretos,
Que soy extremo en quererte, Que en bajos pechos no caben :
Y tú extremo en despreciarme. Yo le he de quitar la vida,
Mas quien de mujeres fia Y he de escribir con su sangre,
Es justo que asi le traten, Lo que tú, Zaida, replicas:
Y que por mí digan todos : Quien tal hizo que tal pague.
Quien tal hace, que tal pague. (Romancero general. — It. Flor de varios y nuevos
a
(Anónimo.) 70.
—Algún fronterizo alarbe TARFE.—I.
De los pecheros comunes, (Anónimo.)
Zaide, malquisto y traidor Abrasado en viva llama,
Fué tu padre, no lo dudes : Bravo, feroz y rebelde,
Entre lafinezanoble Porque está hecha de yelo
De tu abuelo el gran Adulce, La que tanto fuego enciende,
El sayal de tu bajeza Sentado está el moro Tarfe,
* Por mil partes se descubre; Y no en el pecho que quiere,
Y como lo falso opones Frontero de los palacios
A la verdad de que huyes, De Celia, por quien padece.
Oropel de la nobleza ' Viola estar á la ventana
T. X,
S
31 ROMANCERO GENERAL.
Con hermosa y grata frente. Se pasean en Granada
Pero los esquivos ojos Tarfe y el rey de Belchite :
Daban muestras de crueles , Iguales en las colores,
Mostrando el bravo rigor Porque iguales damas sirven,
Que con él tuviera siempre, Que el Tarfe sirve á su Celia,
Y el Bey sirve á Doralice:
Haciendo su duro pecho Con bandas verdes y azules
Con sus rayos trasparente; Los gallardos cuerpos ciñen,
Y muestra el moro en la cara Cubiertas de naranjado,
Mil colores diferentes, Que el verd'e no se divise :
Que en ver el extremo de ellas, Marlotas y capellares
Unas van, y otras se vuelven : Moradas y carmesíes,
Y sudando de coraje Bordadas de plata y oro,
Se limpia el rostro mil veces, Y esmeraldas y rubíes :
Con un velo que le dio Los almaizares leonados,
La hija del moro Hamete : Color congojosa y triste,
Y porque Celia en miralle Plumas negras y amarillas,
Algún tanto se suspende, Porque sus penas publiquen.
De mudanza temeroso En las letras y divisas,
Dice que arderse parece. Algún tanto se distinguen,
—La mas sublime merced, Que lleva el Rey en la adarga,
Cruel, que puedes hacerme, Hecha de varios matices,
Es, que de veras me avises, Una dama muy hermosa,
Si me quieres ó aborreces; Y un gallardo rey humilde,
Porque le pague á Adarifa Con la corona á sus pies,
Lo mucho que tú me debes : Sufriendo que se la pisen,
Que me adora, y no la estimo, Y un corazón abrasado,
Y tú de verme te ofendes. — Con una cifra que dice :
»De hielo nace mi llama,
Y celoso de traición »Y el hielo en mi fuego vive».
De los que envidia le tienen, La dama lleva en la mano,
Con mil amorosas ansias Y encima su frente insigne,
Dice apretando el bonete : Dorado cetro y corona,
—¡Miente el traidor homicida Porque se entienda que rige;
Que con Alia me revuelve, Y en la mano izquierda un mundo,
Y si mere mas que uno, Porque le manda y oprime,
Todos cuantos íueren mienten*. Y la Fortuna humillada,
Cegríes ó Bencerrajes Que el paso á su rueda impide.
Salgan, aunque sean veinte, No lleva el Tarfe divisas,
Sarracinos ó Aliatares, Porque no se escandalice
Aderifesó Gómeles, Adalifa, que de Celia
Que yo soy el moro Tarfe, Celos al moro le pide.
Espejo de los valientes, Solo lleva por empresa
Que á la corte soy venido v Un verde ramo apacible,
A pasear con los reyes, ; Y un retrato cuyos ojos
Como paseó mi padre Vivas centellas despiden,
En los palacios de Gelves; Y en todo el ramo esta letra,
Y por mí dejan sus aguas Que en arábigo prosigue :
Las bellas ninfas del Bétis, «Aunque tus rayos me abrasen,
Y ellas harán que mi nombre sFja que no me marchiten»;
En la corte se celebre : Y arrancando muy veloces,
Y sepan quien es el Tarfe, Porque sus damas los miren,
Y de qué sangre desciende, Acabando la carrera
Y que me hagan la salva El Rey dijo á Doralice :
Los demás de alta progenie: —Aunque las diosas sagradas
Y que en solo oir mi nombre Tu hermosura te envidien,
Los mas arrogantes tiemblen. ¿Por qué con tu gloria y cielo,
¡Mienten otra vez, les digo, Pena y infierno permites?
Los que al contrario dijeren! Dime pues ¿qué mas deseas?
Salga gente de Granada; ¿Qué mas al cielo le pides
Suelten plumas y alquiceles; Que tener á un Rey sujeto,
Suelten las bandas moradas, Si de reyes sucediste?
Y las de esperanzas verdes Ya no te pido favores,
Sus usurpadas divisas Ni que me adores ni estimes,
De damas que no merecen: Sino que uno solo escojas,
Pongan cascos acerados De los muchos que te sirven,
Y yelmos definostemples, Porque veo que á cualquiera
Sabrán si cumple mi lanza En tu servicio le admites,
Lo que mi lengua promete : Asi al de bajo linaje,
Que por Celia he de morir; Como á el de alto y sublime
Pero antes de mi muerte, Y en los saraos y zambras
Quedará el suelo teñido De ordinario te persiguen
De sangre de estos aleves. ' Los Audallas y Aliatares,
(R amaneen general.) Azarques y Almoradíes,
Cegríes y Bencerrajes,
71. Sarracenos y Adalifes,
TAKFE.— II. Y con cara alegre y grata
{Anónimo.) A ninguno nos despides,
En dos yeguas muy lijeras, Que á todos matas de amor
De blanco color de cisne,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 38
Viendo las llamas feroces,
Con un falso amor que finges. Llamas, que en llamas abrasa
Quitas la vida y el alma, Y Jlama á quien no conoce;
Y lú con mil almas vives : Y la clarífica luz,
Si no quieres enmendarte, La clara vista quitóles;
Me desengañes y avises, Vista, que mil veces vista
Que damas hay en la corte
Que desean de servirme; Hace que á revista tornen.
Y la hermosa Bindarrafa Juzgan los moros por gloria
Desde Antequera me escribe El perder la luz entonces,
Con cien mil celosas quejas, En la luz que á la luz priva,
Diciendo : ¿Cómo es posible Y sin luz da luces dobles :
Que mis letras y mis cartas Y tienen puestos los moros
Dentro en tu alma no imprimes, Velos de varias colores,'
pues que tú impreso en la mia, Varios que á varias amantes
Aunque estás ausente, vives?— Dan varias muertes enormes.
Y con esto cesó el Rey, Bájanse del chapitel,
Y el Tarfe á Celia le dice : Y en el corredor se ponen,
—Celia y cielo te llamaba, Corredor, que corre almas,
Mas ya encantadora Circe, Y alcanza las que mas corren,
Porque tu sereno cielo Y mirándolas de cerca
De oscuras nubes cubriste, Dan mas vivos resplandores,
Y en los soles de tu cara Vivos, que dan á los vivos
Tu crueldad hace eclipse, Vivas muertes y pasiones :
Y al que antes del sol vestías, Y á los moros les hicieron
De oscuras tinieblas vistes; Que la luz perdida cobren,
Y antes que la santa fiesta Perdida, mas bien ganada;
Del Bautista solemnice, Ganada, pues bien perdióse :
¡ Por Alá, que he de sacarte Y alegres y satisfechos
De la patria donde vives! Lijeros la plaza corren,
Y esto no será en tu mano, Plaza, que á tantos aplaza,
De que yo me determine, Y emplaza en pleitos de amores.
Pues sabes que el mundo es poco (Romancero general.)
Para poder resistirme, 1
Romance de muy mal gusto, Heno de equívocos y retrué-
Pues he despoblado á Francia canos.
De valientes paladines,
Y tengo en toda Vandalia
Teñidos los arracifes 73.
De los de la cruz de grana TARFE. —IV.
Y los de flores de lises,
Y he de teñir en Granada (Anónimo.)
Alhambras y Zacatines, «Mora Zaida, hija de Zaide,
Aunque no suele mi alfanje No quiero que mas te burles,
En tan vil sangre teñirse : — Con burlas que tanto aumentan
Y en esto oyeron tocar Las penas que mi alma sufre.
A rebato los clarines, No quieras cubrir el cielo,
Y mas lijeros que el viento Que siempre en mirarte tuve,
Se parten sin despedirse. Para descubrir los males
(Romancero general.) Que tu favores me cubren.
Sí te pido la palabra
Que me diste, no te excuses
Con cautelosas razones;
TARFE.— III. Di que no quieres, concluye.
No muestres tanto desprecio,
(Anónimo *.) Ni te altives, ni te encumbres,
A un balcón de un chapitel, Pues de gravedades locas
El mas alto de su torre, Cualquiera que ama huye.
Alto extremo de hermosura, Porque mil moros te quieran
Y alteza de los amores, No te pongas en las nubes,
Estaban dos damas moras, Que los discursos mas llanos
En suma beldad conformes : Usan ya los mas ilustres,
Suma que es suma en quien suma Que ya no hay moros Cegríes,
Mil sumas de corazones : Ni otros semejantes busques,
La uñase llama Celia, Que hagan cueva por desdenes
Y otra Jarifa es su nombre : A sombra de un acebuche.
íarif'a, que agudas flechas El tiempo con que te burlas
Y jaras tira á los hombres. A tí propia te destruye,
Salian Tarfe y Gazul Que el pasársete lus años
Por delante sus balcones, Entre los moros se ruge.
Reíante las que adelante Cásate, Zaida, si quieres,
Se adelantan á s.us dioses, Porque es cosa que te cumple;
Y las moras desde arriba No aguardes que los que juzgan
Tiran piedras por favores, Tantas verdades desnuden.
Piedras que empiedran el alma, Y si quieres aguardar
» las piedras blandas ponen; Que el tiempo este caso cure,
i tiran juntos con ellas Mira tú cuan sin piedad
L aros rayos de sus soles: Todas las cosas consume.
Maros, que al mas claro sol Dame el premio que merecen
Uara ventaja conocen. Mis presentes pesadumbres,
Los moros alzan los ojos Y al hacer salva, á la sorda
ROMANCERO GENERAL.
38
A los moros acompañan.
Suenen tiros y arcabuces. Cesan las trazas de guerra,
Y en el campo de mi fe Y los que del juego tratan
Pon luz con tu clara lumbre, Cierran la puerta al acero,
Para que oigan con mi triunfo Y ábrenla al damasco y galas.
Chirimías sacabuches.»
Esto dijo el moro Tarfe Moros y moras se ocupan,
Con los acentos mas dulces, Mientras el plazo se pasa,
Como aquel que en solo amar Ellos en correr caballos,
Es flor de los andaluces. Y ellas en bordarles mangas :
(Romancero general.) Y los dos competidores
De la pendencia pasada,
Hacen paces entre s í ,
74. Y olvidan cosas pasadas.
TARFE.—V.
Viendo Almoradí, el galán,
Que Tarfe se le aventaja,
(Anónimo.) Y que es señor de la mora
—Católicos caballeros, Que es señora de su alma,
Los que estáis sobre Granada, Porque en público ó secreto
Y encima del lado izquierdo Cien mil favores le daba,
Os ponéis la cruz de grana; Dando á entender que le quiere
Si en los juveniles pechos Mas que á su vida y su alma,
Os toca de amor la brasa, Una noche muy oscura,
Como del airado Marte Para el caso aparejada,
La fiereza de las armas; Se salió el gallardo moro
Si por las soberbias torres Al terrero del Alhambra.
Sabéis volar una caña, Y en llegando, que llegó,
Como soléis en la vega Vio una mora á la ventana,
Furiosos volar las lanzas; A quien con joyas tenia
Si como en ella las veras De muy atrás granjeada :
Os place el burlar de plaza, Hablóla, y dijo : —«¿Señora,
"Y os cubrís de blanda seda Es posible que Daraja,
Como de ásperas corazas: Aunque no me canse yo,
Seis sarracenas cuadrillas, De maltratarme no cansa?
Con otras tantas cristianas, Aquellos ojos que tienen
El dia que os diere gusto Mas que el cielo estrellas, almas,
Podremos jugar las cañas; Cuya luz mata mas moros
Que no es justo que la guerra, Que el Maestre con su espada,
Aunque nos quemáis las casas, ¿Cuándo los volverá mansos?
Llegue á quemar los deseos ¿O cuándo volverá mansa,
De nuestras hermosas damas; Dejando á Tarfe que tiene
Pues por vosotros estáu Menos manos que palabras ?
Con nosotros enojadas, Que no soy yo como é l ,
Por vuestro cerco prolijo Tan cumplido de arrogancias,
Y vuestra guerra pesada. Pues lo que él gasta en decirlas,
Y si tras tantos enojos Gasto yo en ejecutarlas.
Queréis gozar de su gracia, Bien saben en la ciudad
Como á la guerra dais treguas, Que por mi brazo y mi lanza
Dadlas á nuestras desgracias : Ha sido mil veces libre
Que es grande alivio del cuerpo De la potencia cristiana.—
Y regalo para el alma, Esto Almora.dí decia,
Arrimar la adarga y cota, Cuando Tarfe, que llegaba,
Y echarse plumas y banda; Dio el oido á las razones,
Y al que mejor lo hiciere Y el brazo á la cimitarra.
Doy desde aquí mi palabra, Figúresele al valiente
En señal de su valor, Alguna cristiana escuadra,
Para que viva su fama, Y dejando la marlota
Delatar á su diestro brazo Volvió al moro las espaldas.
Una empresa de mi dama, Salió Daraja al ruido,
Dada de su blanca mano, Conoció á Tarfe en el habla,
Que es tan bella como blanca.— El cual le dio la marlota,
Esto firmó en un cartel, Que era azul, con oro y plata.
Y lo fijó en una adarga (Romancero general.)
E l valiente moro-Tarfe,
Gran servidor de Daraja, Es un bellísimo romance, donde brilla mucho el espíritu di
En las treguas que el Maestre caballerosidad que se supone existia entre los moros ye™
De la antigua Calatrava tianos, poco antes de acabarse la guerra de Granada. ( i w
Hizo por mudar de sitio la nota del romance num. 63.)
Y mejorarse de estancia;
Y con seis, moros mancebos, ROMANCES D E ABINDARRAEZ E L TÍO . 1
1 D u e r n i e l T a j o
A quien la Iglesia señala
m e z c l a n s u s a
tota»? ° S»as en el mar de Por uno de los mayores
Que en los nacidos se halla:
40 ROMANCERO GENERAL,
Cuando la morisma toda Que para hacer tal entrada,
En fiestas se señalaba, Tarde llegó Abindarraez :
Salen dos gallardos moros Tomada estala posada.—
Por la vega de Granada (RODRÍGUEZ, Romancero historiador.)
Con relinchosos caballos
Haciendo grande algazara, i Es este romance una imitación bastante feliz del aotp
rior; pero en el primer trozo hay ideas harto pedantescas?
Y agradable escaramuza, de mal gusto. »
Curioso jugar de lanza, ,
Y otras muchas gentilezas,
Cuyas hazañas mostraban
Estar heridos de amor ABINDARRAEZ E L TÍO. — VIII.
Y sus almas captivadas.
Míranlos dos bellas moras (De Pedro Padilla.)
De las torres del Alhambra, Con Fátima está Jarifa
Que en particular tenían, A una ventana parlando,
Aunque lo disimulaban, Y ardiendo de celos della
Rendidos sus corazones Le dice con rostro airado :
A los que escaramuzaban. — ¡Nunca entendí que tuvieras
Llaman Jarifa á la una, Conmigo tan doble trato,
La otra Fátima se llama: Porque caber no podía
Si la una tiene hermosura, Sino en corazón villano!
La otra hermosura y gracia, Dejásteme el otro dia
Y entre la una y la otra Con el pecho asegurado,
Mortales celos se tratan Para poderme engañar
De ese moro Abindarraez : Mucho mejor á tu salvo.
Dias ha que no se hablan. Creíte yo como amiga
Jarifa es grave y hermosa, Descuidada de tu engaño,
Vive leda y confiada, Que lo que yo no hiciera
Y aunque Fátima lo es, No supe en tí recelallo.
No tiene su confianza, Di«e, Fátima, muy bien
Puesto que el gallardo moro Aquel refrán tan usado,
La dio á entender que la amaba , «Que solo el que no se lia
Y para certificarse » Deja de ser engañado».
Mil ocasiones buscaba. ¿Por qué dijiste que estaba
Finalmente vio á Jarifa El aposento ocupado,
Junto á sí en una ventana, Y que el moro Abindarraez
Al tiempo que el bravo moro Habia tarde llegado, -•
Adarga y lanza jugaba. Sabiendo que en el lugar
Parecióle esta ocasión Saben todos lo contrario ,
Para lo que deseaba, Que públicamente anda
Y con voz baja y quieta
Aunque con alma alterada, Tu servidor declarado?
Le dice : — Hermana Jarifa , Solo el engañarme siento,
Tiéneme muy admirada Que no lo que me has quitado,
Un efecto, que yo veo Pues nunca tanto me quiso,
En la color de tu cara. Ni estimó en mas mi cuidado.
Ya estás blanca, ya amarilla, Yo sé de su propia boca
Y á ratos muy colorada. Cuanto contigo ha pasado,
Unas veces por los ojos Y que tú le solicitas
Parece que das el alma, Estándose él descuidado.
Y adonde está Abindarraez No tengo celos de t í ,
Allí la pones fijada. Ni nadie me los ha dado,
Si le vencen los contrarios Porque cuanto del pretendo
Te muestras muy desmayada, Tengo muy asegurado:
Y si sale vencedor Lo que siento es, que tuvieses
Alegre y regocijada. Conmigo trato doblado,
Todas estas cosas son Siéndote yo tan amiga
Propias de persona que ama. — Y habiéndotelo mostrado.
Atenta estaba Jarifa Fátima, muda de intento,
A todo, muy sosegada: Porque yo te desengaño
Quiso callar y no pudo, Que son conmigo las veras
Que amor la tenie forzada; Y andan contig'o de falso.
Mas con su boca graciosa Del agravio que me has hecho
Desta manera la habla : El que puede me ha vengado,
—Fátima, ¿burlas de mí,' Y con decírtelo queda
O estás conmigo enojada? Mi corazón descansado.—
Si burlas son, no las quiero, Fátima responder quiso;
Que con celos, son pesadas : Mas Jarifa no ha esperado,
Sí veras, á tí mas toca, Que la palabra en la boca
Pues estás amartelada, Saliéndose la ha dejado.
Que ese moro Abindarraez (PADILLA, Tesoro de varias
Te tiene muy subjetada,
Y sé que huelgas de sello :
¡No hagas de la excusada, 83.
Que es echar mas leña al fuego,
ABINDARRAEZ E L TÍO. — IX.
Y tener pena doblada! —
Fátima respondió así: (De Pedro de Padilla».)
— ¡Vives, Jarifa, engañada El gallardo Abindarraez,
Si piensas que por él peno ! Tan conocido por fama,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. íl
118. 119.
CELIN DE ESCARICHE.— I. CELIN DE ESCABICHE.—II.
(Anónimo.) (Anónimo.)
Por divertirse Celin Celin, señor de Escariche,
Fiestas ordena en Granada, Y Aliatar, rey de Granada,
En de'sgracia del rey Chico, Azarques y Abenumeyas
Y en ausencia de su dama. Salen á juegos de cañas.
Secretas hace sus fiestas Vandas blancas lleva el Rey,
Con dos amigos del alma, Color que su ser demanda :
Galanes y Abencerrajes, De esperanzas va vestido
Hombres de palacio y plaza. Que á mas le obliga Daraja.
Esta vez quiere atreverse Por divisas tiene un cielo
A mil respetos y guardas, Con muchos cedros y palmas.
Solo por dar un buen dia De coronas, esta letra
A tanto penar sin causa; «Seguro estoy de mudanzas».
«Que una prisión muy larga Los Abenumeyas todos
»La vida gasta , y la paciencia acaba». Y los Azarques llevaban
A la cristiana los viste De encarnado las divisas
De villanesca bizarra, Que un mar de desdichas baña.
Con tafetanes el rostro, El muy bizarro Celin
Caperuza, sayo y capa. Por dar contento á su dama
Blanco, leonado, amarillo, Entre las blancas marlotas
Congojas sin esperanza, Estrellas de oro sembraba,
Dieron al disfraz colores Y por dar seguro al Rey
Y memorias á Adilaja. De lo que celoso estaba,
Pensado lleva Celin Lleva pajizo el jaez
De hacer famosas hazañas, Con campanillas de plata,
Y dejar melancolías Y en la adarga por divisa,
Que la buena sangre gastan; Una azucena entre llamas
« Que una prisión muy larga, Con una letra que dice :
»La vida pierde y la paciencia acaba». «Por ser fingidas no atrasan».
Ya las yeguas y jaeces Advierte su letra el moro,
Van alterando á Granada; Que tiene Aliatar cifrada,
Todos dicen de Celin, Y aunque no demuestra celos
¡ Bravas justas! ¡ bravas lanzas! Celosas ansias le abrasan;
No queda mora Cegrí Que quiere salir de extremo,
Que no se ponga á ventana, O quedar sin vida en calma,
Y todas dicen, á ver Valiente, bravo y furioso
El galán de las desgracias. Dando remate á las cañas.
Como saben ya su historia, Trabóse la escaramuza
Quisieran verle la cara, De todas las cuatro escuadras,
Que en las hazañas no miran, Ganando el bizarro moro > ,
Porque ya saben las damas, Eterno renombre y fama.
« Que una prisión muy larga Alborotóles el juego
«La vida gasta, y la paciencia acaba». La voz que les amenaza,
Para verle entrar de noche,, Que quiere salir un toro
Aunque viene á la cristiana, De la inmudable Jarama.
La puerta de Elvira encubre Dicen los Abenumeyas :
La hermosura del Alhambra. —Ningún Azarque se parta. —
Allí tratan de aquel tiempo El Rey se va á su balcón;
Que fué dichoso en Granada, Sola les deja la plaza.
Envidiado de mil moros, Celin, que á su desengaño
Y querido de mil damas : Sola esta ocasión buscaba
Otros cuentan en corrillos Con su acerado rejón
Los amores de Adilaja , Al toro en el coso aguarda.
Diciendo, que ya los dos, Tiene clavados los ojos
Ni se escriben ni se hablan; En la que en el sol enclava;
«Que una prisión etc.» Conócese en el mirar
Como ven que no venia, Que tienen juntas las almas.
Para la fiesta le aguardan, Adalija se encubrió
62 ROMANCERO GENERAL.
Temiendo alguna desgracia, Que siempre su hermosura
Porque sus hermosos soles La trae por las nubes altas.
Los de Celin deslumhraban; Contempla Celin su cielo,
Y quitado el resplandor Aunque con vista turbada,
Pudo el moro ver la plaza, Porque el resplandor divino
Y en ella un toro furioso , Turba las vistas humanas.
Que k los cielos amenaza. Quedaron mudos los cuerpos ,
La cabeza en proporción Solas las almas se hablan,
La cerviz corta, empinada; Que en las luces de los ojos
Anchuroso tiene el pecho, iban y venian las almas.
La cola toda enroscada : Licencia pide Celin,
Un remolino en la frente; Adilaja se la daba,
En sangre los ojos baña: Para que corra con Muza
CortosLrazos, largos pies, En su presencia tres lanzas.
Bufa, salta, corre y brama. Muza se pone en el puesto,
No teme el bello amador, Gallardo corre su lanza,
Que á Marte en fama aventaja . Y Celin le ocupa luego
Seguro en el alazán Con postura mas gallarda.
En las puntas se empinaba. Vuelve furioso el caballo
Cuando el vigoroso toro A la carrera ia cara,
Con el amador cerraba, Pone la cola en el suelo
Hirióle con el rejón, Y entrambos brazos levanta :
Por la cerviz se lo clava : Llámale con las espuelas
Quedó atormentado el toro, Y con el freno le llama
La una rodilla hincada, Responde fiero y humilde,
Cogido en la dura tierra Y vuela sin tener alas.
Sin que al moro ofenda en nada. Celin con aire del cielo
Revuelve Celin los ojos Afuérala lanza saca, '•
Y vio que su mora estaba Y al tercio de la carrera,
En los brazos de Adalifa • Corva el brazo, aprieta el asta;
Del gran temor desmayada: Abrígala con el pecho,
Del contento que lomo Y abrigándola la baja
Al toro menospreciaba: A ley de galán, y cierto
Quebrando el asta al rejón A lo que mandan las armas.
Todo el medio le dejaba, Para veloz el caballo,
Y de una veloz carrera Tanto que en la arena blanda
Atravesara la plaza Apenas juzga la vista
Parando en los miradores La herradura ni la estampa.
De su querida Adilaja. Derriba Celin el brazo,
(Romancero general.)Vuelve á su lugar la lanza,
Oprime el freno el rigor,
120. Y para el caballo á raya.
CEMS DE ESCA1UCHE.--IH. Corre otras dos, y en la corte
{Anónimo.) Admirada de mirarlas,
Levantan hasta los cielos
Vestido el cuerpo de cielo, La voz de sus alabanzas.
Y de sus glorias el alma, En esto se puso el sol,
Con mil estrellas y soles, Y la noche con sus alas
Y mil cifras coronadas, Cubrió de confusas nieblas
Entra á correr la sortija Los palacios y la plaza.
Celi'n, á quien acompañan Dieron hachas á Celin,
Catorce moros Cegríes, Y regocijo á Granada,
Los mejores de Granada, Quedando por mil razones
En un caballo andaluz,
De la generosa raza Gloriosa la casa de Alba.
Que al sacro Guadalquivir {Ramoneen general.)
Le suele pastar la grama :
Castaño oscuro, fogoso, ROMANCES DE CELIN AUDALLA.
Cabos negros, gruesas ancas.
Ancho pecho, recios brazos ' 121.
Corto cuello, cola larga,
Chica cabeza y orejas, CELIN ADDALLA. —I
Crines grandes encrespadas, (Anónimo.)
Gallardo, brioso y fiero,
Las soberbias torres mira,
Y humilde al freno que tasca. Y de lejos las almenas,
Alborótase la gente, De su patria, dulce y cara,
Y en los tablados se alza', Celin, que el Rey le destierra .
Bendiciéndole mil veces Y perdida la esperanza
Por donde quiera que pasa. De jamas volverá vella,
Todo el mundo le bendice, Con suspiros tristes dice •
Y la envidia avergonzada
Se esconde en algunos pechos, «¡ Del cielo luciente estrella!
Que de envidiosos no hablan. ¡Granada bella!
Desde su balcón le mira Mi llanto escucha, y duélate mi pena».
La dulce y tierna Adilaja, ¡Hermosa playa que al viento
Original de mil soles, Das por tributo y ofrenda
Que en la marlota llevaba. Tanta variedad de flores
Levanta el moro los ojos Que él mismo se admira'en vellas!
Y hacia su dama los baja, ¡Verdes plantas de Genil,
fresca y regalada vega,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. C,1
Que es conforme á mi deseo,
Dulce recreación de damas, Y al tiempo en que tú le bailas.
De los hombres gíoria inmensa! (Romancero general.)
«¡ Granada bella etc.
;Fuentes de Generante ,
Oue regáis su prado y huerta, 125.
Las lágrimas que derramo ,
Si entre vosotros se mezclan , CELIN AUDALLA. HI.
Reeibillas con amor, (Anónimo.)
Pues son de amor cara prenda ! En Palma estaba cautiva
Mirad que es licor precioso La bella y hermosa Zara,
Adonde el alma se alegra : Y aunque en Palma tiene el cuerpo ,
«¡Granada bella etc. En Baza la vida y alma,
¡Aires frescos que alentáis . Porque imagina está en ella
Lo que el cielo ciñe y cerca, El moro Celin Audalla,
Cuando lleguéis á Granada, Ignorante del tormento
Alá os guarde y mantenga! Que el moro por ella pasa :
Para que aquestos suspiros Y aunque la quiere y estima
Que os doy, le deis en mi ausencia. . La condesa, y la regala,
Y como presentes digan No es parte para que el llanto
Lo que los ausentes penan. Amaine un momento en Zara ;
«¡ Granada bella! Y para se consolar
Mi llanto escucha, y duélate mi pena.» De la gran pena que pasa,
(Romancero general. — It. Flor ie varios y nue-A otra cautiva la cuenta
vos Romances, 3.¡» parte.) Su pasión, y de do mana.
— Habrás de saber, le dice,
122, Que yo he nacido en Granada,
Adonde serví á la Reina
C E L W AUDALLA. — II Diez años dentro en la Alhambra.
{Anónimo.) Servíla de camarera,
Tuve su riqueza en guarda,
La hermosa Zara Cegri, Queríame por extremo,
Relia en todo y agraciada, Y yo por extremo amaba,
Discreta, porque sirvió No á la Reina mi señora,
A la Reina en el Alhambra ; Aunque obligada la estaba,
Hija del alcaide Hamete Sino á un moro, que es mi sol,
Que tuvo en tenencia á Baza, Y mi bien, Celin Audalla.
Llora triste y afligida Era galán y de estima,
Su cautiverio y desgracia Y por eso le estimaba;
En el porfiado cerco Teníale por mi sol,
Del rey Fernando de España. Porque con él me alumbraba.
Ya después de muchos dias, Cielo le llamé, mas fué
Por falta de vituallas, Para mí toda desgracia.
Se entregó el mísero Alcaide Causóla el venir mi padre;
Siendo su casa asolada. ¡ Pluguiera Alá no llegara !
La bella Zara le cupo A servir el alcaidía
A la condesa de Palma, Y la tenencia de Baza.
Que acompañando á la Reina, Vínole el moro á servir
Se vino al cerco de Baza. Con el cuerpo, á mí con Palma ,
La condesa le pregunta Poniéndose á mil peligros,
A Zara, en qué se ocupaba, Porque á mi padre agradaba.
Y qué ejercicio tenia Asaltóse la ciudad,
En el Alhambra en Granada. Y fué mi alma asaltada,
Llorando la mora dice : Perdiendo padre y amigo,
—Señora, asentaba plata, Y yo sujeta y esclava.
Labraba la seda y oro, Fuese el moro, y yo no creo
Tañia, también cantaba; Ser posible que se vaya
Pero agora solo sé El corazón con el cuerpo,
Llorar mi mucha desgracia, Dejándome á mí su alma;
Porque aunque merced me haces Y para que la labor
A la lin, fin soy tu esclava : Que es testigo de mis ansias
Y para pasar el tiempo Manifieste mi dolor,
De cautiverio en tu casa, Diré en la lengua de Arabia :
Labraré, si gustas de ello, «Si llevaste el corazón,
Una nao bien aprestada, » Pienso que me quedó el alma »;
Navegando viento en popa; Y en otro lado pondré :
Luego la mar alterada « No faltará mi palabra».
Con las olas por el cielo, Y pondré en tercera orla :
Y que las velas amaina, « Firme estará mi palabra » ;
Y en la alta gavia esta letra Y en la cuarta por remate :
Que diga en lengua cristiana: « En jamas habrá mudanza »;
«No hay bonanza que no vuelva Y en medio de la labor
» En gran tormento y borrasca»: Una ave Fénix pintada,
Y por orla en la labor Que de las cenizas frías
Que diga en letra de Arabia : Saca vivas esperanzas;
«Podrá ser que Alá permita Y un montero que le tira,
» Que tenga iin mi desgracia». Y un mote que dice : «Aguarda,
—Muy bien me parece, mora, » Porque no es justo que tires
Esa labor que tú trazas » A quien la vida le falta. »
64 ROMANCERO GENERAL. . .
Porque sabe que el poder
Estodecia la mora* No hace á las almas fuerza;
Cuando la Condesa llama, Y que el imperio del mundo,
Diciéñdole : ¿Adonde estás? Y voluntad de sus tierras,
¿ Por qué no respondes, Zara ! Se le ha de esquitar en algo,
(Romancero general.) Y teme que allí no sea.
Sabe que la mas hermosa
124. Es al doble de soberbia,
CELIN AUDALLA. — IV.
Y que al fin la libertad
Aun en el amor no es buena.
(Anónimo.) Ve suya á su hermosura,
El animoso Celin, Y quiere mayores prendas,
Hijo de Celin Audalla, Que los cuerpos sin las almas
El que fué alcaide de Alora También los goza la tierra.
Y de la villa de Alhama, Su pensamiento, en quien cabe
Mira el fuerte sitio el moro , Sujetar al mundo en guerra,
El alcázar, la muralla , •, Ya dudoso dignamente
Las aportilladas torres De la de algún hombre tiembla.
De la destruida Baza. El que de muy generoso
Quiere despedirse el moro, Se naba de cualquiera,
Y llama la patria amada, Ya se recela de todos,
Imaginando que está Y no hay verdad en que crea.
En ella ei bien de su alma. El que siempre á sus oidos
Quéjase de la fortuna, Trajo cajas y trompetas,
Y entre sí confuso habla : Ya se humana á imaginar
—¿En qué te ofendí, le dice, De un nuevo Celin querellas.
Para tomar tal venganza, Si mira á su Zara llora
Después de tantos trofeos De verla el alma encubierta,
Que me dio la bella Zara, Que quisiera al chico mundo
Haciéndome mil favores volver lo de dentro fuera.
En los juegos y en las zambras ? Su armada pone en olvido ;
Y agora quiso mi suerte, Solo adora la galera
Digo, quiso mi desgracia, Que en la isla de Coron
Que el rey Fernando pusiese Le hizo tan rica presa.
Cerco á la ciudad de Baza. Aquella, en su gran mezquita,
Usó conmigo clemencia, Por cosa sagrada cuelga,
¡ Que á Alá pluguiera no usara! Votando cada diciembre
Para libertar el cuerpo, En su memoria una fiesta.
Y quedar cautiva el alma.— Zara, cautiva y señora,
Esto diciendo, se quita Ya se alegra, ya se queja,
La marlota que llevaba Que menos aviva el gusto
De verde, morado y blanco El cetro que una terneza ;
En amarillo aforrada, Y entre los mismos abrazos
Y dice : —Sirva el aforro De sus parientes se acuerda,
Por ser color que me cuadra. Con que los brazos afloja,
Las verdes plumas no quiero, Que la obligación aprieta;
Pues se perdió mi esperanza: Y en medio de las razones
De la adarga borrare Cien mil suspiros degüella,
El lince que declaraba Haciendo dellos justicia
Que mis ojos en mirar Porque sin cordel confiesan.
A los de lince ganaban. Mil veces al Gran Señor
También borraré la letra, A darle gusto se esfuerza,
Que dice en lengua cristiana : Y si presto no volviese,
« Mucho mas rinde mi brazo, Amor se entraría á vueltas;
r> Que lo que la vista alcanza». Pero es enemigo al fin
Y ese tahalí azul De encogimiento y vergüenza,
Ya no es cosa que me cuadra, Y verdugo, de los gustos
Pues me falta la ocasión Propios, la memoria ajena.
De celos, no por mudanzas. ¡ Gran cosa es la majestad!
La toca morada dejo, Mas no hay pensar que convenga
Porque aunque amor no me falta, • Con el amor, que es muchacho,
Podrá ser qué halle otro Y sin respetos se huelga.
Que pueda mejor gozalla.— Las holguras de Coron,
Con esto la lanza toma, Frescas, gustosas y bellas,
Y muy lijero cabalga, Con sus lágrimas las tiene
Suelta al caballo la rienda En la memoria mas frescas.
Para que do quiera vaya, Buena fuera la gran corte,
Diciendo : -—Camina tú, Mas como no goza della,
Y busca el bien que me falta, Cánsala el desasosiego,
Que ya no te guiaré Y el ruido la desvela.
Sino es á buscar desgracias.— —¿Qué es esto? ¿Cómo, gran Zara,
_____ (Romancero general.) Lo que todas no deseas,
Que es que venga tu linaje
% 12S. A ser señor desta tierra?
CELIN AUDALLA. — V . Vida, regalo,señora,
Ojos, alma, esposa tierna,
(Anónimo.) Corazón, entrañas, gloria,
Celoso vive Celin Descanso, esperanza eterna,
De su regalada griega, Ojos, frente, cuello, boca,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 65
Cabellos míos, estrellas, Y de ánimo tan osado?
Claro cielo, nieve, grana, «¿A dó va mi hijo amado
Soles, oro, rubíes, perlas, «Celin, del alma y vida despojado?»
¿Cómo mi gran voluntad, Diez y seis años hoy hace,
Hermosa Zara, desprecias? Ved cuan contados los traigo,
¿Por qué te llamas cativa Que vuestra madre os parió,
Si mi voluntad gobiernas? Y yo os crié en mi regazo :
Favorece tu gran patria, Yo crié un fuerte muro,
Que aunque estuve mal con ella, Aunque lo veo derribado ,
Si quieres haré per tí «Pues faltáis, mi hijo amado
Que vuelva á lo que antes era. «Celin, del alma y vida despojado.»
Zara, obedece á Celin, Con estas lamentaciones,
Y mira que te lo ruega Sin qué la sientan dar cabo,
Condolido un tu cautivo De lágrimas hace ríos
Y natural de tu tierra. — Por adonde van pasando,
(Romancero general.) Y á darle la sepultura
Dentro en su villa han entrado,
m. «Del triste y desdichado
» Celin, del alma y vida despojado».
CELIN AODALLA. — T I . (Romancero general.)
(Anónimo.)
Por la puerta de la Vega ROMANCES DE AUDALLA.
Salen moros á caballo,
Vestidos de raso negro,
Ya de noche al primer cuarto, 127.
Con hachas negras ardiendo, AUDALLA. — I.
Un ataliud acompañando.
«¿A dó va el malogrado (Anónimo.)
s Celin, del alma y vida despojado?» Contemplando estaba en Ronda,
Matóle el pasado dia Frontero del ancha cueva,
Sin razón un moro airado, El valiente moro Audalla,
En unafiestasolemne Que va la vuelta de Teba,
De que hubo presto el pago : Que un honroso pensamiento
Llóralo toda Granada, De su voluntad lo lleva
Porque en extremo es amado. De su patria desterrado,
«¿A dó va el desdichado, etc. » Por hacer del hado prueba.
Con él van sus deudos todos, Parado sobre el caballo,
La lanza en el hombro puesta,
Y un alfaquí señalado, Unas veces mira al pueblo,
Y cuatro moras hermanas,
Con muchos en su resguardo; Y otras hablando se eleva.
Y dicen al son funesto —¡ Oh patria desconocida,
De un atambor destemplado : Presto oirás de mí la nueva
«¿A dó va el desdichado, etc.» Que si envidia te ha movido
Mesan los rubios cabellos Mayor envidia te mueva!
Que enlazan á un libertado, Ya que me diste ocasión
Y de entre ellos va saliendo Que tu propia sangre beba,
Un licor claro y salado, No permita el alto cielo
Y sobre rostros de nieve Que haga lo que yo ño deba;
Vierten el color rosado. Y antes que del frío invierno
«¿A dóva el desdichado, etc.» El sol la humedad embeba,
Y los moros que mas sienten Verás que mi claro nombre
Ver tan espantoso caso, Con mas valor se renue-va.
Llevan roncas las gargantas; ¡ Mal haya el halcón lijero
Y aunque en son callado y bajo, Que en ruin presa se ceba,
Dicen los moros y moras, Y el que padeciendo sed
Mil suspiros arrojando: Aguarda á que el cielo llueva
«¿A dó va el desdichado, etc.» ¡ Mal haya quien no se ampara
Una mora, la mas vieja, Del frío si ve que nieva,
Que de niño lo ha criado, Y el que espera que en su casa
Sale llorando al encuentro, Otro menor se le atreva !—
Mil lágrimas derramando, Dijo : y antes que el enojo
Y con furia y accidente La sangre mas le remueva,
Pregunta al bando enlutado : Volvió riendas al caballo,
«¿A dó va mi hijo amado Y va la vuelta de Teba.
» Celin, del alma y vida despojado?» (Romancero
¿A do vais, bien de mi vida?
¿Cómo así me habéis dejado? 128.
¿Qué es del amor increíble
Que siempre me habéis mostrado? AODALLA. — II.
6Quien eclipsó vuestros ojos, (Anónimo.)
Luz de los míos cansados? Ponte á las rejas azules,
«¿Do vais, mi hijo amado Deja la manga que labras,
» telin del alma y vida despojado?» Melancólica Jarifa,
¿Donde os llevan, hijo mió, Verás al galán Audalla,
ün estos pechos criado? Que nuestra calle pasea
¿Quien mudó vuestro color En una yegua alazana,
i el rostro apacible v claro? Con un jaez verde oscuro,
¿ Quien ha sido el homicida, Color de muerta esperanza.
T. X.
ROMANCERO GENERAL.
Si sales presto, Jarifa, Entrando por Val del Moro,
Verás cómo corre y para, Queriendo tomar posada,
Que no lo iguala en Jerez Se acordó que en el cortijo
Ningún ginete de fama. Un álamo grande estaba,
Hoy ha sacado tres plumas, Que con sus ramos hojosos,
Una blanca y dos moradas, Cubriendo del sol la cara,
Que cuando corre lijero, Hace una agradable sombra,
Todas tres parecen blancas. Que á sueño convida y llama.
Si los hombres le bendicen , Camina derecho á ella
¡Peligro corren las damas ! A descansar, que se-halla
Bien puedes salir á verle, Fatigado del calor,
Que hay muchas á las ventanas, Que cuerpo y alma se abrasa.
¡Bien siente la yegua el dia Entrado que fué en la cerca,
Que su amo viste galas, Vio que destroncado estaba :
Que va tan briosa y loca Sabida la causa, fué
Que revienta de lozana; Porque pidieron las damas
Y con la espuma del freno A los galanes del pueblo,
Teñidas lleva las bandas, Que le despojen de ramas
Que entre las peinadas crines Que les hace el gesto feo
E l hermoso cuello enlazan! Y verdinegras las caras.
Jarifa, que al moro adora, Suspira el moro diciendo :
Y de sus celos se abrasa, —Amor artero, ¿ en qué andas,
Los ojos en la labor, Que no contento con hombres,
Así le dict á su Aya : Gustas que mueran las plantas?
—Dias ha, Celinda amiga, Mostrádome has con el dedo
Que sé cómo corre y para : La prueba de las mudanzas,
Quien corre al primer deseo, Con que renuevas mi pena
Al segundo para el alma. Y pagas al que te a m a -
No me mandes que le vea, Vuelve al caballo la rienda,
¡Pluguiera á fortuna varia , Ardiendo en celosa llama,
Que como sé lo que corre, Y por en medio del pueblo ,
E l supiera lo que alcanza! La lanza en el hombro, pasa *
¡Muy corrida me han tenido Jurando no descansar
Sus carreras y mis ansias : Antes de ver á su dama :
Las secretas por mi pena, Que de medrosas sospechas
Las públicas por mi fama! No se escapa quien bien ama.
Por mas colores de plumas (Romancero general.)
No hayas miedo que allá salga,
Porque ellas son el fiador 130.
De sus fingidas palabras: v';2 , AUDALLA. — IV.
Por otras puede correr (Anónimo.)
De las muchas que le alaban, ' A los suspiros que Audalla
Que basta que en mi salud Arrimado á un fresno arroja,
El tiempo toma venganza.— Las fieras bajan humildes
(Romancero general.) De las encumbradas rocas.
AUDALLA. — III. Ayúdanle á sus lamentos,
129. Con gritos y voces roncas,
(Anónimo.) Porque hasta los animales
Después de lqs fieros golpes, De su pena se congojan.
Que con gran destreza y saña Es la ocasión de su llanto
Se dieron los fuertes moros Daraja, una ingrata mora,
Azar y el valiente Audalla, Hija de Zulema, alcaide
Azar se quedó en su tierra, De Guadix, Yelez y Ronda;
No olvidando á Celindaja, Que sin mirar los servicios
Y Audalla vuelve á la corte De dos años, quiso agora,
A ver á su Lindaraja, Por una injusta sospecha,
Por tener celos el moro Borrarle de su memoria;
De Albenzaide que la amaba, Y fué que en cierto sarao
Que por ser rico, y él pobre, Sobre una blanca marlota
Teme quiebre la palabra. Sacó escrita aquesta letra :
Dice : —¡ Lindaraja mia! « Aborrezco á quien me adora»
¡ Dulce prenda de mi alma! Entendió que se decia
Haz que muera esta sospecha Por ella, y por sí lo toma,
Queden .mi corazón escarba. Y sin aguardar mas causa
No permitas que Albenzaide Privó al moro de su gloria.
Se ponga alegre guirnalda, • Desterróle á media noche
Ni que de esperanzas mias Con esta palabra sola ;
Lleve triunfando la palma.— «Si á quien te adora aborreces ,
Y volviendo el rostro al cielo »Que te olvide tanto monta».
vio que en medio su jornada Cerró con esto el balcón,
Estaba ya el rojo Febo Y Audalla con mas congoja •
Oandp al' mundo luz dorada', Se sale desesperado
Y con la pasada fiesta Al mismo instante de Ronda.
La gente en silencio estaba, (Romancero•entrel)
g*
lemiendo el grave rigor
Que sus claros rayos lanzan.
67
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
Y de católicas tiendas
131. Coronada la campaña;
AUDALLA. — V . Y viendo que en nuestro tiempo
De Genil las olas claras
{Anónimo.) Ha dos años que se beben
—Galanes, los de la corte Con tanta sangre como agua;
Del rey Chico de Granada, Y que á los demás galanes
Quien dama Cegrí no sirve, Son libreas las corazas,
No diga que sirve dama; Reffiegas los caracoles,
Ni es justo, pues que se emplea Y los bohordos son lanzas ;
Su fe tan mal, que le valgan Y quien sabe prometer
Del amor los privilegios, Con soberbia y arrogancia
Ni las leyes de la gala; La cabeza del Maestre
Ni que delante la Reina De la Cruz de Calatrava,
En los saraos de la Alhambra Cuando prendieron al Rey
Se le consienta danzar En sangrienta lid trabada,
Entre sus damas la zambra; El alcaide y los donceles
Ni que el dulce nombre della Del fuerte conde de Cabra,
Le cifre en letras grabadas, Y partiendo á Santa Fe,
-Ni bordado en la librea Mas á vella que á estorballa,
Le saque en fiesta de plaza; Después de ocupado un dia
Ni que pueda del color En aquesta empresa escasa,
De su dama sacar banda, Con mas salud que partió,
Almaizar listado de oro, Y mas luciente la lanza,
Travesado por la adarga; Y la adarga mas entera,
Ni atar al robusto brazo Y la yegua ni aun sudada ,
Mano blanca, toca blanca, Viendo que las damas quedan
Para tirar los bohordos Del Alhambra en la muralla,
Y para jugar las cañas; Para mirar los guerreros
Ni que ponga en camafeo Y para ver lo que pasa,
Ni en targeta de oro ó plata, Por tener contino vuelta
Debajo de ricas plumas, A su señora la cara,
Su retrato por medalla; Al primer encuentro vuelve
Ni yegua color de cisne , Al cristiano las espaldas;
De clin ni cola alheñada Sírvase de eso quien gusta
Para ruar el terrero, De este amor, de esta crianza,
La puerta ni la ventana.— Y de ver hombres en hechos,
Esto plantó en un cartel Y leones en palabras,
El enamorado Audalla, Que gozará de mil años,
Galán, Cegrí de-linaje Muy segura y confiada.
Y que bella Cegrí amaba; Que si de edad no muriere,
Pero las damas Gómeles, No morirá de lanzada.
Que eran muchas y muy damas, (Ramancero general.— It. Flor de varios y nuevos
Y las pocas Bencerrajes Romances, 2.a parte.).
Que han quedado desta casta,
Y algunas Almoradíes,
Este papel enviaban, 132.
Siendo por voto de todas AUDALLA. — VI.
Fátima la secretaria.
—Audalla: si á cortesía {Anónimo.)
No está sujeto quien ama, Galanes, damas Gómeles,
Perdona lo que leyeres; Con las de esotros bandos,
Si lo estás, escucha y calla, Nosotras moras Cegríes
Que damas hay en la corte Saludes os enviamos.
Que ya que por su desgracia La carta que le escribisteis
Les falte gracia contigo, A nuestro Audalla preciado,
Pluma y pico no les falta Después de andar en la corte
Para quedar satisfechas, De una mano en otra mano,
O podrán muy poco ó nada, Vino á parar en las nuestras;
Contra ofensas de carteles Si nos pesó lo callamos :
Satisfacciones de cartas. Baste que nos dio contento,
Sobre el cuerno de la luna Que Audalla hubiese hallado
Las damas Cegrís levantas; Quien de escribir sus hazañas
Pero hasta llegar á ellos Haya tenido cuidado,
Todo es aire lo que pasas. Y de que sus coronistas
A sus galanes prefieres Seáis, sin que os dé salario :
Privilegios y ventajas Aunque nosotras queremos .
En máscaras y saraos, Que se os señale muy largo,
En juegos y encamisadas : Pues tan largas habéis sido,
Prefiérelos norabuena, Y tan bien habéis glosado.
Y dales blasón y fama El cartel que en el Alhambra
De gala, de ocio y de paz, Fué por Audalla plantado,
fcn guerra, batalla y armas. No hablaba con las damos,
Mas j qué se le dará de esto, Sino con los cortesanos,
Ni qué tendrá por infamia Con los que os quieren y adoran,
Quien no quiso perdonar Y serviros es su trato.
Al regalo de su casa, De ellos era el responder,
Viendo al cristiano que tiene Y á vosotros excusado;
La ciudad así sitiada, Mas á falta de hombres buenos
ROMANCERO GENERAL.
68
Habéis por ellos hablado. Que si del Iodo no os ponen,
Juntasteis vuestro cabildo, Se les contará á milagro
Usurpasteis cetro y mando, (Romancero general.)
Y elegisteis secretaria-,
Que escribió lo decretado. 133.
¡ Por cierto fué grande hazaña .' AUDALLA. — VII.
¡Pues no visteis el agravio (Anónimo.)
Que á los galanes hicisteis, —Mira, Tarfe, que á Daraja
A quien hacer era dado No me la mires ni hables,
El descargo del cartel, Que es alma de mis despojos,
Pues era solo en su daño ? Y criada con mi sangre,
Habéis mostrado con esto Y que el bien de mis cuidados
Que entre todos ha faltado No puede mayor bien darme
Quien satisfacer pudiese Qne el mal que paso por ella,
Con tal descargo á tal cargo, Si es que mal puede llamarse.
O que estiman en tan poco ¿A quién mejor que á mi fe
Ser de vosotras amados, Esta mora puede darse,
Que el aumento de palabras Si ha seis años que en mi pecho
Que es nada, estiman en algo. Tiene la mas noble parte?—
¿Muza por ventura duerme? Esto dijo Almoradí,
i O solo sabe en palacio. Y escuchóle atento Tarfe,
Delante el Rey y las damas Entrambos moros mancebos.
Mostrarse brioso y bravo? Y de los mas principales;
y
142. 143.
EL ALCAIDE DEMOLIDA.—m,
EL ALCAIDE DE MOLINA. — II.
(Anónimo.) (Anónimo.)
El alcaide de Molina, —También soy Abencerraje
Manso en paz y bravo en guerra, De los buenos de Granada,
Con sus capitanes todos Y también me vi en la vega
Llegó á la vista de Atienza, Con el de la cruz de grana;
Tan presto acudo á sus Reales
74 ROMANCERO GENERAL.
Como algunos á las zambras , Con marlota y capellar,
Y me precio de mi alfanje, De pardo, amarillo^ blanco,
Como otros de su dulzaina. Sale con otros amigos
Si puedo hablar en consejo Presuntuoso, alegre, ufano,
Pregúntenselo á mi lanza , Y llevan tras sí los ojos
Que ella da fe de mis obras; Libres, sujetos y francos; .
Veisla aqui, Cegríes, habladla. Pero llegando á Genil, -
No porque vivo en Castilla, Rio claro, fresco y manso,
Y fuera de esta comarca, Se aparta de la cuadrilla,
Es menos fuerte mi brazo, Libre, solo , suelto y bravo:
Ni son menos mis palabras. Parte á descubrir su pecho,
Acaso ¿cuál de vosotros Firme, amoroso é hidalgo,
Dejó como yo su patria Donde ventura le espera
Por vivir entre cristianos, Con victoria, triunfo y lauro.
Siempre alerta, y siempre al arma * Va publicando valor
¡ Mal haya quien os consiente, Su gala, persona y brazo,
Cobardes, estar en casa, Y así gano de su dama
Sardanápalos de amor, Ojos,lengua, pecho y mano.
Ya danzando, ya entre damas! Tomó para posesión
¡ Bien con esos" ejercicios Oro, coral y alabastro,
Vuestras fronteras se guardan ¿ Que son en guerras de amor
Y de los contrarios reinos Despojos, premios y pago.
Bien los sembrados se talan! Celinda, soberbia un tiempo,
A mí toca, no á vosotros, Por su rostro, talle y garbo,
El salirme del Alhambra, Fué la que dio fin de guerra,
Que no es bien hallarme yo Dando entrada, tienda y campo.
Do tantos cobardes se hallan, Mas fué su dar recibir
Ni que salgan mis consejos Trueco, logro, usura y cambio,
Do no hay ninguno que salga Pues la entregó el vencedor
A probarlos como cuerdo Alma, vida, honor y estado;
En el campo y con la espada. Y así de dos se hizo uno,
Entre valerosos brazos, De un amor, un ser y un trato,
Entre venerables canas, « . Del cual procedió un infante,
Lo que dije se estimó Niño hermoso, rojo y blanco.
Y lo que hice se estimaba. ' En las selvas de Diana,
Mas como el cielo os dotó • ; Su escondrijo, cueva y manto
De fuerzas tan moderadas, Le dejaron porque sirva
De tan flacos corazones, A Céres, á Pan y á Baco.
No queréis que os diga nada, (Romaneen general.)
Porque como es mi consejo
Para que dejéis las galas, 145.
Siguiendo de vuestros padres
En la guerra las pisadas, ÁMETE A L I . II.
Desechaisme por extraño, (Anónimo.)
Y es justo que yo me salga, De verde y color rosado,
Como extraño mi valor En señal que vive alegre,
De vuestra bajeza extraña.
Si agraviados os sentís, Y al fornido brazo atada
Aquí os aguardo en la plaza : Una toca también verde;
Salid diez, ó veinte, ó treinta, Con plunas verdes y azules
O toda Granada salga; Poblado un azul bonete,
A lo menos no diréis Mas por parecer galán
Que me visteis las espaldas, Que por celosos desdenes;
Pues mas que una infame vida La lanza y adarga negra,
Estimo una muerte honrada. Toda sembrada de sierpes,
No, si puedo, os jactaréis Que en su ponzoñosa lengua
Que me ultrajasteis la fama, Una oreja todas tienen,
Mientras esta fuerte diestra Y en medio de ella estos versos
Lanza enristra, embraza adarga, En arábigo parecen:
Que ó moriré, por Alá, « Desa dañada intención
O con vuestra sangre cara, »Mi inocencia me defiende.»
Si el honor me habéis manchado, En un potro remendado
Limpiaré á mi honor las manchas.— Viene el valeroso Ámete,
Salió diciendo el Alcaide El mas gallardo galán
De Molina y sus estancias, Que en Granada hallarse puede.
Poniendo mano al alfanje, í Sale de Ubeda furioso,
De una junta no acertada. •. Y á Baeza el paso tiende,
(Romancero iteneral.) Que hay alarde general,
Y es fuerza hallarse presente.
Temeroso de fortuna,
ROMANCES DE ÁMETE ALI. Porque su daño pretende,
Dio principio á sus querellas
Hablando con las serpientes:
144. —¡Polilla de mi esperanza!
ÁMETE ALÍ. — I. ¡ Niebla de mi sol alegre!
{Anónimo.) ¡ Carcoma de mis deseos!
Ámete All, Bencerraje, ; Cardillos de mis papeles!
No pretendáis desterrarme,
Moro valiente y gallardo, Envidiosos de mis bienes,
A
(Anónimo.)
Descargando el fuerte acero,
Desciuéudose la espada,
02 ROMANCERO GENERAL.
Desembrazando el escudo, ROMANCES DE JARIFE.
Quitando el peto y espalda;
Desalando el bracelete,
Echando acullá la maza, 179..
Besando la toca azul,
Que es celos , y celos rabia; JARIFE. — I.
De coraje y de ira lleno, (Anónimo.)
Dé la perdida emboscada Una parte de la vega
Está el fuerte moro oyendo Que el Genil y Darro bañan,
El aviso de la Alhambra. Cuyas aguas enriquecen
El Rey manda que en el punto El Jaraguí de Granada,
Suba á su real sala, Como mejor posesión,
Donde está toda la corte
Decretando cierta causa." Amena y de mas ganancia,
Un paje viene corriendo Dejó en dote Ámete, persa,
Del cielo do está su dama, A su hija Celindaja,
Mora que entre moras bella
Y como viene del cielo La llama quien vella alcanza;
Trae del cielo una embajada. Y alcanza tanto poder
—Gallardo moro, te espera, Que nadie alcanza á miralla,
Dice el paje, quien mas te ama,— Sin que al momento no rinda
Y el mensajero replica : Alma, corazón y entrañas,
—El Rey y la corte aguardan.— Que son despojos y gajes
Vuelve el rostro de ira lleno, Que ofrecen los que bien Sman.
Y no contra quien la agravia, Estaba prendado della
Mas contra sí, y quien pregunta, Un bizarro de Cártama,
Pregunta, responde y calla. Y preciase de bizarro
Esta un poco enmudecido, Porque es bizarra su dama.
Que acontece á quien bien ama, A las nueve de la noche,
Que quien no sabe de amor Cuando comienza Diana
Pocos tragos destos pasa. Con su clarílica lumbre
—El Rey, dice el mensajero, A tender rayos de plata,
Mala espina tendrá; — y calla, Parte el moro venturoso
Que es destreza al fuerte toro A ver á su Celindaja,
Saber medille la vara. A ver su pena y su gloria,
Cada cual le está incitando, Si en un supuesto se hallan.
Que no halla poco quien halla No le cabe la alegría,
Los mensajeros tan fieles, Que lleva dentro en el alma,
Que en esto no tengan falta. Y quiere que las riberas
—¡Almoralife! ¿qué esperas? Gocen hoy de sus ganancias.
Que hay peligro en la tardanza.— Suelta la voz, dando al viento
Dice el moro : —¿ quién me espera?— Mil donaires, mil palabras,
Responde el paje : —Tu dama Que el amor tenia esculpidas
Felisalva, Almoralife : Como piedra en sus entrañas.
Almoralife, aquella alba Sintió gran rumor y estruendo
Que te suele dar luz pura Entre las espesas matas,
Cuando á tu noche le falta,
Piensa que vienes herido, Que los ecos de sus glorias
O que sirves á otra dama, Esperan nuevas mudanzas.
Que te cura las heridas Dos dispuestos moros siguen,
Que amor y el rebato causan. Con callada y veloz planta,
Vióte venir de la guerra, Por el rastro de las voces
No alzaste á verla la cara: Y de la alegre algazara
¡ Cara cuesta tu venida ! Al moro, y como los siente,
¡ Tu venida cuesta cara I Vibrando fuerte la lanza,
¡ Moro, mira por tus ojos, Con horrísono sonido
Que son espías del alma, Vuelve rienda, embraza adarga,
Y en amor son sobrescritos Aprieta la toca al brazo,
De las amorosas cartas! Pone hebilleta y enlaza;
Mejora con tu presencia Encaja el verde bonete,
La venida de Granada : Da de espuelas, presto salta.
Así el cielo no empeore — ¡Traidor, dice el uno dellos,
Tu jornada y suya á Baza. Villano, de vil canalla,
Deja de estar pensativo, Aguarda, aguarda, que vengo,
Piensa cómo está tu dama; Que vengo, que vengo, aguarda*
Aunque mal digo no pienses, ¡Apercíbete, morillo,
No pienses hasta mañana. Escúdate con la adarga,
Ven donde verás el daño Que si no te escudas presto
Que hace verdadera causa Pasarte he con esta lanza! —
De imaginar si la truecas Gallardo se muestra el moro •
Por otra que mas le agrada. Oyendo el aguarda, aguarda,
Eres tú sol, sola Fénix Y pelea embravecido
Es ella, y en tí se abrasa, De la noche á la mañana,
Y quedarás con cenizas Que no teme aquesta guerra
Solas, si en venir te lardas.— Quien salió de otra mas brava.
Ya las puertas de occidente
{Romancero general. — It. Flor de varios 1/ nuevot
Romances, 1.a parte.) Pasa la clara Diana,
Y con claros rayos Febo
Dora las cumbres mas altas i
Y como si en aquel punto
95
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
Comenzaran la batalla, Pero no pudo aguardar,
Andaba la escaramuza Ni el sufrimiento sufrirse,
Los dos contra el de Cártama. Que el firme amor en su pecho
Jarife viéndose solo, Le hace que de priesa aguije.
El dulce nombre declara Con mil suspiros comienza
Que rumiaba entre los dientes A hablarla, y la mano á asirle,
De su hermosa Celindaja; Diciendo : —Mi Celindaja,
Y habiéndole pronunciado, ¿Quién hay que del bien te prive ?
Sin derribar mas la maza, ¿Tiene por ventura el mundo
Deja su mayor contrario Aliatares ni Adalifes,
La comenzada batalla. Gómeles, Muzas ni Azarques,
—Muy venturoso, le dice, Sarracinos ó Cegríes,
De muy valiente le alaba; Que cualquiera en tu servicio
¡Mas cómo no lo serás, No se postre y arrodille,
Site ayuda Celindaja? Y para mas agradarte
Goza, moro, lo que es mió, A besar tus pies se incline?
Que yo te doy la palabra ¿Mas qué es lo que dije ahora?
De jamas te lo estorbar ¡ Cobarde! ¿ qué es lo que dije ! ,
En fiestas, zambra ó batalla.— Que si no soy yo, ninguno
Fuese siguiéndole el moro Puede pretender servirte. —
Que habia venido en su guarda, Descubre el rostro la mora, '
Y Jarife dio la vuelta Como el sol tras el eclipse,
Para tornarse á Cártama. Tan apacible y alegre,
{Romancero general—V.. Flor de vartotynuem Cuanto alegre y apacible; ' ¡
Romances, 3.a parte.) Y el enamorado moro,
Que en sus razones prosigue,
A vueltas de mil ternezas
180. A su Celindaja dice :
JARIFE.—II. —Sosiégate, gloria mia,
(Anónimo.) Haz que tus ojos me miren,
Sobre destroncadas flores, Que en ley de moro te juro
Junto á la fuente del Cisne, Que jamas mi ley te olvide.
Aquese dolor se aplaque,
Sentada está Celindaja, Porque el mió se mitigue,
Mas hermosa que no libre. Y recibe en holocausto
Mirando está al verde prado Esta vida que en tí vive.—
Sus colores y matices, Con elfinde estas razones,
Que con el sol resplandecen, Ambos á dos se despiden,
Y con el agua reviven. Diciendo : — Alá te acompañe :
No le alivian sus cuidados ,, Alá te acompañe y guie.—
Verdes plantas y jazmines, (Romancero general.)
Ni las horas regaladas
De las sombras apacibles :
El mal que en el alma siente, 181.
Cualquier contento le impide, JARIFE. - III.
Que las flores, fuentes, fiestas
Mas al afligido afligen. (Anónimo.)
Por un pequeño recelo, Al alcaide de Antequera
Que dentro del pecho vive, El Rey de Granada escribe ,
Consiente amor en sus leyes Que contra el Rey castellano
Que muera el amante triste. Diez y seis lanzas le envié;
Así Celindaja muere, Las ocho que partan luego,
:
Y aunque muere no lo dice; , Y á Jaén las encamine,
A mas padecer mas calla, Y que aperciba las otras
Sin á nadie descubrirse. Para el tiempo que le avise.
Quiere quejarse, y no puede Besa Zulema la carta,
Y una vez y otra repite; •• Y ejecuta lo que pide,
Mas cansado el sufrimiento Escogiendo de sus moros
Al viento la voz despide : Los mas fuertes adalides.
—Pensamientos amorosos, En este tiempo á la corte
¡ Dichoso el que no os admite, Le fué forzoso partirse
Cuanto pobre y desdichado A poner en paz dos moros
Quien por vosotros se aflige! Que tratan guerras civiles;
Decid, ¿por qué os cautivasteis? Y á su hijo noble encarga
' Declarad todo el origen, Que al Rey las lanzas envíe,
Si no es tan secreto el caso Pues el honor de los dos
Que pierda algo por decirse : En esta empresa consiste.
Mas si de veras amáis, - Un domingo salen todos
Olvidar es imposible, Al son de sus añafiles,
Y mas si con el amor Los caballos cordobeses
Tenéis la fortuna firme. Y los soldados Cegríes.
i Ay quién supiera do estás. De amarillo , azul y blanco
Mi regalo y mi Jarife! Los ocho moros se visten ,
¿Si acaso vives con otra? Colores de Celindaja,
¡Masay, si con otra vives!... — Por quien suspira Jarife : ¡
El moro que oyó el lamento Bonetes de mezcla llevan,
Procura presto encubrirse, Y con bandas verdes ciñen
Para oir el tierno llanto Las plumas blancas terciadas
De su mora, y lo que dice; Que verlas todas impiden.
94 ROMANCERO GENERAL.
Alfanjes de Túnez penden Al Rey de Granada sirve,
De doblados tahalíes : Cúbrele desde el balcón
Las mazas en el arzón, De azucenas y alelíes,
Y las lanzas en el ristre; Y el moro favorecido
Bayos llevan los jaeces, De la reja se despide.
Las sillas blancas y firmes, Sacó la lanza gallardo,
Los estribos plateados, Y por hacerse invisible
Y negros los borceguíes. Al viento deja suspenso
La trompeta que los llama De que la yegua le imite.
Un fuerte soldado sigue, (Romancero general.)
Que va por cabo de todos,
Y la fuerte escuadra rige. 482.
En un pendón de damasco
Aunque se precia de humilde, JAMFE.— IV.
Por orla bordado lleva {Anónimo.)
Del alcaide el nombre insigne;
Y las bandas de sus armas Ardiéndose está Jarife
Con las otras que dividen En el fuego de Daraja :
Los cinco leones fuertes Vela en ajeno poder,
De no domadas cervices. Y él se ve en el de mil brasas :
Los moros salen á verlos, Sus suspiros son el viento,
Y las moras los bendicen, En que se enciende esta llama :
Porque van aventajados Sus quejas son las centellas,
A los Muzas y Alfaquíes. Y el humo sus esperanzas.
Gallardo sale este dia No cura ya del jaez
En una yegua Jarif'e, Ni de la pluma bizarra,
Que las armas hurtó al viento , Ni de bordar el aljuba,
Y la color á los cisnes, Ni del color de la manga :
Con una estrella en la frente Solamente se desvela
Alheñadas cola y clines, En el hábito del alma;
Y un jaez azul, bordado Que amor, como le parece,
De aljófar y de rubíes. Ya le estrecha, ya le enfada :
En la adarga lleva un sol Huye de gente los dias ;
Y una muerte negra y triste, Llorando las noche pasa,
Con unas letras doradas Y á voces se queja al viento
Que dicen : «Cuando se eclipse». Con semejantes palabras :
Blancas y amarillas plumas, —¿ Daraja, tanta hermosura,
Entre tocas tunecíes, i Cómo tan mal empleada?
Con un alquicel bordado ¿Cómo voluntad tan libre
De estrellas y flor de uses : Se volvió tan presto esclava?
Un alfanje de Toledo, ¡ Que dejes á tu Jarife,
Con el puño de amatistes, Que no vale menos que ama,
Y en lugar del pomo de oro Y que siendo el que es Muley
Una cabeza de tigre. Le quieras mas que á tu alma'.
La gruesa lanza de fresno ¿Tanto te va en ver sin vida
Parece en sus manos mimbre, Al que en servirte la gasta?
Que como el viento las plumas ¿Tanto te va, fiera bella,
Así la juega y esgrime. En que te noten de ingrata ?
Oido se ha la trompeta Si huelgas como enemiga
Dentro de Generalife, De ver mi muerte temprana,
Cuando por verle las damas Yo mismo la buscaré,
Desamparan los jardines. Si quien la busca la halla;
El moro mira las rejas, Que cuando en escaramuzas
Obligando á que le miren ; Al encuentro no me salga,
Y viendo á su bella ingrata Estando cerca mi estoque
Así la requiebra y dice : No he menester su guadaña;
— Si vivir sin esos ojos Y si la muerte que digo
Fuera á mi alma posible', Te parece muy honrada,
O pudiera de la tuya Haz que me mate á traición
Sin la muerte dividirme, Ese que ya me la trata.
Yo fuera á servir al Rey, Fácil le será matarme,
No porque privanza envidie, Aunque en armas menos valga,
Mas por traerte despojos Pues en tenerte consigo
De algunos cristianos libres. Sin ellas me quita el alma;
LO que es posible en tu nombre, , Y tú vivirás contenta
Y.la ocasión me permite, \ Cuando por toda Granada
En los soldados se muestra La muerte de tu Jarife
Y en los colores que visten. Por lodos fuere llorada.
Quien tiene cautiva el alma Cuando te contare alguna
Mal puede llamarse libre, De menos duras entrañas
Y el que parte sin morir A dónde hallaron mi cuerpo,
No diga que no le olviden : Y quién le lavó las llagas;
Ellos se van , y te ofrecen Cuántas lanzadas tenia,
Los cristianos que cautiven, Y cuántos golpes de espada,
Mientras lo queda su dueño Y cuántas horas estuvo
De los ojos por quien vive.— Sin conocerle en la plaza;
Alegre la hermosa mora, ¿Qué te faltará aquel dia
De que no quiere partirse,' Para bienaventurada,
Y que solo con las lanzas Si no le turba el contento
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. es
Ver"mi desdicha acabada? Murieron mis esperanzas. f
Podrás después de yo muerto Mas si está ordenado arriba,
Ir libremente á las zambras; Vivamos, pase esta farsa,
Podrás sacar en las fiestas Que quien hasta aquí ha sufrido
Una gala y otra gala; Sufrir podrá lo que falta.—
Podras gozar de la vega, (Romancero
Y ponerte á la ventana,
Y entre las moras amigas 184.
Alabarte de esta hazaña :
Y como tendrán mis huesos
La tierra por dura cama, (Anónimo.)
¡Biente ha de valer mi muerte En la vega está Jarife
Para vivir descansada, Mirando el famoso alcázar
Si menos ha de celarte Que á Generalife sirve
E l que sabes tú que trata De fuerte, corona y guarda;
Mas de vengarme de t i , >Y al mismo tiempo que el sol
Que yo de pedir venganza !— Doraba la luz al alba,
(Romancero general.) Y el rocío de sus ojos
Deshizo el sol de Daraja,
183. A cuyo fuego también
Desató la lengua helada,
JARIFE. — V. Y descubrieron las quejas
(Anónimo.) Detenidas en el alma.
Al lado de Sarracina — ¡ Bien he visto, dice el moro,
Jarife está en una zambra, Si las sospechas engañan ,
Hablando en su amor primero, Pues han salido mas, ciertas,
De que fué la secretaria. Que fueron imaginadas!
— ¿ Sois vos, le dice la mora, Por el primero favor
Jarife aquel de Daraja, Me diste una pluma, ingrata ,
Aquel de fe templo, aquel '•] Imagen del seco fruto
Monstruo de perseverancia? De mi perdida esperanza :
Tres años ha, caballero, Pensé que el grande calor
Que os llora por muerto España: Del amor que me mostrabas,
Si muerto, ¿cómo en el mundo? Fertilizara tu pecho,
Si vivo, ¿cómo sin alma? — Tierra estéril, seca y tarda,
El enamorado moro, Y que la palma me diera
Por satisfacer la dama, El dulce fruto temprana;
Ni en voz humilde ni altiva ¡ Pero quién siembra en arena
Así la lengua desata : Que coja viento y palabras !
— El hilo de nuestras vidas Llegóse ya la ocasión
En mano está de las Parcas, En que pudieran mis ansias
Ellas le rompen y tuercen, Hallar remedio en tu pecho ,
Que fuerza de amor no basta. Y estaba en él tu mudanza;
A cada cual su carrera Pero como de mi mal
De una vez se le señala; No fuiste mas que la causa,
No hay mas alargar la corta, Al apurar de la fe
No hay mas acortar la larga. Se conoció que eras falsa.
Si hubiera querido el cielo , ¿Para qué finges, cruel,
Que para mas mal me guarda, Imposibles y amenazas?
Puerta han dado mis empresas Pero si amaras, supieras
A mas de un morir de fama : Que no las teme quien ama.
Mas de una vez el Maestre Los mayores imposibles
Midió conmigo su lanza; Amor deshace y allana,
Mas de un golpe de los suyos Porque es como el rayo fuerte
Guarda por blasón mi adarga. Que lo mas fuerte quebranta.
En la traición de Muley, Como dos contrarios juntos
Y en la libertad de Zaída, Para vencer se señalan,
Si no derramé la vida Así amor en imposibles i
Fué culpa de mi desgracia; Su poder muestra y levanta.
Aunque fué, si bien se mide, No te espantes si el desden
Cosa por razón guiada , Y el alma desengañada
Que no es justo pueda el hierro Pueden tanto, que me fuercen
Lo que no puede la rabia. A que del tiempo me valga,
Vi triunfar á mi enemigo, Y que busque mi remedio
De quien me venció sin armas, Y procure mi venganza,
Yo el cuello puesto en cadenas, Que un desden sana con otro,
Y él su frente coronada : Si amor con amor se paga.
Vi adornados sus trofeos ¡Por mucho que el fuego sea,
De mil laureles y palmas, Puede ser la nieve tanta
Y el ave de Ticio fiera Que venza lo menos fuerte
Cebarse de mis entrañas. Con la calidad contraria!
¡ Entonces, entonces, muerte No te fies de los ojos
A buena sazón llegaras; Que cuando quieren me matan,
Tuviera el sepulcro el cuerpo Pues la fuerza de un disgusto
Do tuvo su cielo el alma! La mayor paciencia acaba.
Muriera donde á lo menos A mujer que quiere bien
Supiera el mundo la causa, ¿Qué impiden tias ni hermanas,
Donde mis placeres, donde Pues los muros y las torres
96 ROMANCERO GENERAL.
Suelen ser débiles cañas ? Y alguna lluvia de perlns :
Amor que mira en respetos, —Jarífe, ¿para matarme
¿Por qué causa amor se llama, Tan galán y tan apriesa?
Si al Amor le pintan ciego ¿Qué promete esa verdura?
Porque no repara en nada? ¿Qué hachas quieren ser esas?
¡Esas tibiezas y celos, ¿Es Zaida la verde y viva,
Recelos, dudas, palabras, Y yo la amarilla y muerta ?
No son efectos de amor, ¿ O son hachas de sus bodas
Que al amor nada le espanta! Que sirven á mis exequias?
Sin quemarse, el vivo fuego , Irás muy gallardo agora
Y á pié enjuto el agua pasa, A la comenzada empresa, >
Ásperos montes camina Si no está cansado el cielo ;
Y al aire extiende sus alas. De sufrir mil insolencias.
¡ Quien pone duda en su gusto ¿Piensas que por ser galán
Mucho descubre del alma ! Y haberte puesto en la overa,
Yo á lo menos bien conozco Por ser de prueba el adarga
Que no le tienes, Daraja. Y la lanza algo mas gruesa ,
Si una vez se apaga el fuego, Y por ser, como otras muchas,
No hayas miedo que renazca, Esta jornada en mi ofensa,
Que no he de ser como el Fénix, Puedes allanar ¡os montes,
Aunque he sido Salamandra.— Y hacer de los valles sierras ?
Esto dijo, y suspirando ¡ Camina, ingrato, camina !
Picó su yegua alazana , ¡Pretende mujer por fuerza!
Y entró en Granada furioso ¡Trabaja de romper solo
Por la puerta del Alhambra. Por tantas gradas y puertas!
Que si de los justos cielos
(Romancero general.}
Algo puede la clemencia,
Yo espero ver de tu cuerpo
185. Cebadas aves y Aeras;
JARIFE. — VII. Y el corazón que me diste,
(Anónimo.) Y agora, traidor, me llevas,
¡ No la reina de las aves Pasado de tantas lanzas,
Cuando se abate á la presa, Como de amorosas flechas.
No la flecha de Diana No siempre la ciega diosa
Sale del arco tan presta, Temeridades aprueba,
Como parte de Jerez- Ni siempre cerrado el cielo
El nieto del gran Zulema ! Está de un triste á las quejas.—
¡ Bien se le parece al moro Esto dijo demudada,
Que amor las alas le presta! Y sin aguardar respuesta
La vuelta va de Toledo, En confusión á Jarife,
Jurando no dar la vuelta Y al mundo dejó en tinieblas.
Hasta allanar el alcázar (Códice del siglo xm.\
De quien depende esta empresa
Vele al pasar su Daraja, 186.
Y reconoce la yegua, JARIFE. — VIII.
No la empresa de la adarga,
Que como olvidado es nueva. (Anónimo.)
Lleva en lugar del ayunque —Fiel secretario Lisaro,
Y del monte, aunque lo fuera, El forastero Jarife,
Un hacha verde encendida, Sabiendo tus pretensiones,
Con otra amarilla y muerta. Por esta carta te pide,
Sin letra va la divisa, Que á la discreta Daraja
Que es el alma de la empresa, Ño la rondes ni visites,
Que mientras vive su alma Ni gozar de sus favores
No quiere empresa con ella. , Procures ni solicites : '"", i
Verde toca, verdes plumas, Que no la escribas billetes,
Verde la manga, y cubierta Porque si alguno la escribes,
De menudo aljófar, verde El alma que tengo en ella
Borceguí, mochila y cuerda : Lo ve luego, y me lo dice :
Verde la aljuba que viste Que es harto mejor que ocupes,
Llena de blancas estrellas, En servir al Rey que sirves,
Y por los verdes extremos La pluma, que no ocupalla
Se ve lo pajizo apenas. En billetes mujeriles.
Conócele, y desconoce Hanme dicho que procuras
La dama, mira, arde y tiembla , Con mil astucias y ardides, : /
Ni bien se atreve á llamarle, Apartarme de sus ojos, ',',•••'. ?' '
Ni bien de llamarle deja. Siendo una cosa imposible. i
En esto alzó el Bencerraje Cansaste en balde, Lisaro, 2
Con descuido la cabeza , Si della quies dividirme, ¡
Pudo ser que por miralla, Que dos almas que son una
Aunque le pesó de vella; Solo el morir las divide.
Y como mas de cortés Mil moros hay en Granada, '
Que de obstinado se precia, Tan gallardos y gentiles,
' Inclina tocado y lanza , Que hurtan la hermosura á Apolo
Y recoge brazo y rienda. Y esfuerzo y valor á Alcides;
Ella con voz alterada Y aunque algunos pretendieron
Le dijo, viéndole cerca, Asistir en lo que asistes,
Después de algunos suspiros Salióles al fin la suerte
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 97
De la color de los cisnes : Mil veces la ciudad mira,
Que este ceguezuelo amor, En agua los ojos baña,
Como es hecho de imposibles, Y procurando hablar
Lo que es fácil dificulta, Su voz un suspiro ataja;
Facilita lo difícil. Pero del dolor forzado
Yo he visto moras gallardas Voz y suspiro acompaña,
Despreciar moros sublimes, Cansado de un dolor fiero
Y después poner su amor Que ya con su vida acaba.
En un paje que las sirve; — ¡ Zoraida, dice, que olvidas
Porque en gustos no hay disputa, A quien muriendo te llama,
Ni en amor leyes que obliguen , A mis antiguos servicios
Ni en las mujeres razón Pagaste al fin como ingrata!
Que su gusto las limite. ¿No soy yo quien pudo un tiempo
Significóte estas cosas, Encender tu nieve helada,
Porque me han dicho que dices Cuando decias : de Lisaro
Mal de mí, y que de Daraja Ha de ser siempre Zoraida?
Te maravillas y ríes, ¿Cómo olvidaste esta fe,
Porque poniendo su amor Y á quien tanto te agradaba,
En un forastero humilde, Condenas á daño eterno
Deja un secretario real Nacido de tu mudanza ?
Que la ciudad manda y rige. ¡Y tú, Rey, que has conocido
Humilde soy, y no en sangre, El valor de aquesta espada,
Que si eres de los Cegríes, Rayo que ofende y desnace
Yo soy de los Bencerrajes, A quien tus leyes no guarda ;
Y en desgracias parecíles. Pues tal concierto ordenaste,
¡Siempre fueron envidiados, Poco mi vida te agrada,
No es mucho que tú me envidies, Que mal admite concierto
Que siempre damas nos quieren X a división que tal causa! ',
Y traidores nos persiguen! ¡Dejárasme que muriera
También me certificaron Receloso de mi alma,
Que entre las trazas que diste Y no me dieras la muerte
Para gozar de Daraja, Entre muertas esperanzas!
Desterrarme pretendiste. ¡Consintieras que Abenzaide
¡ Preciándote de discreto Por ventura ó por ventaja,
Muy necia elección hiciste, Diera fin á aquesta vida
Porque mal, Lisaro amigo, Que me ofende sin Zoraida!—
Un cuerpo sin alma vive! Esto dijo, y del turbante
Daraja tiene mi alma, Una pluma verde arranca,
La suya en mi pecho asiste, Y espárcela por el viento
Vivir sin mí es excusado, Que hasta el cielo la levanta.
Y yo sin ella imposible; —Huye de mí, dijo el moro,
Y pues indicios has visto Que tu color no me agrada,
De ser esto verosímil, Pues tras un desden tan claro
Deja el alma de mi alma No habrá lugar de esperanza.—
Y procura otra alma libre. (Romancero
Otras moras hallarás
Que te sirvan y acaricien
De voluntad , que el amor 188.
Nunca por fuerza se rinde.— LISARO. — II, .
Acabada esta razón (Anónimo.)
Cerró la carta Jarife ,
Y á Lisaro la envió Lisaro que fué en Granada
Con un paje que le sirve. Cabeza de los Cegríes,
Mas gallardo en guerra y paz
(Homandero general.) Que el mejor Almoralife,
Salió de Alcalá de Henares
ROMANCES DE LISARO. Donde sirviendo reside
El alcaidía famosa
Que le dio su rey Jarife.
187. No va cual suele á Toledo
LISARO. — I. A jugar cañas, ni viste
Morado alquicel de seda,
(Anónimo.) Ni dorado alfanje ciñe.
Ya por el balcón de oriente No siembra bonete azul
Su rostro Apolo mostraba, De granates y amatistes,
Las lágrimas enjugando Ni lleva listadas de oro
Que vertió su dulce hermana ; Blancas tocas tunecíes.
Por él la encogida rosa Sale buscando furioso
Las hojas tiende y ensancha, A su Zoraida, á quien sirve,
Y Clicie comienza el curso Y á su padre que la lleva ,
Que hace mirando su cara. Siguiendo á quien le persigue.
En esta sazón Lisaro, Encerrarla quiere el moro i
A quien fortuna contraria Por sospechas que le oprimen,
Hizo enemigo á la vida, Siendo tal, que puede al templo
Y amigo á la muerte amarga; Llevare! agua del Tiber . 1
226. 227.
ZERBIN.
{Anónimo.) {Anónimo.)
—Desde hoy mas renuncio, mora, Por ponerse su albornoz
Tu fe, tu amor y palabra, Ordenó un juego de cañas
Tu desden y mi recelo, Zelizardo, un Bencerraje
De celos, furor y rabia. El mas galán de Granada.
Quiero dar luz á mis ojos, Comenzóse á murmurar
Y dar libertad al alma, Que se le envió su dama,
Y salir desta tormenta Y en pago de aquel favor,
Al mar claro de bonanza. Aquella fiesta ordenaba.
Yo vi bien tu oscuro pecho; Era el albornoz azul,
Que el ser oscuro fué causa Con oro y plata escarchada ;
De curar el mió llagado Que en ser azul albornoz
De la amorosa batalla. ,, \ Su nombre y color declara.
Ya no pretendo tu amor, •'- \ Sembradas de trecho en trecho
Ni de tu amiga Daraja, Lleva unas flechas doradas
Que sois dos falsas sirenas, Y en cada flecha esta letra :
Desechadas en la Alhambra. | «Ninguna defensa basta.»
Ya no quiero estar celoso Para ponérsele, el moro
De un pobre morisco Audalla, Hizo una marlota blanca;
De los mas viles genízaros Que como piensa morir,
De la ciudad de Granada. Previénese de mortaja.
Ya no daré nombre falso En ella puso esta letra :
A tu hermosura y tu gracia, « Conmigo traigo la causa
Llamándote en mis abrazos »Porque entienda todo el mundo
Divina y bella Diana. ' «Por quién vivo, y quién me mata.»
Ya no quiero ver tu calle, Una pluma sola verde
Ni hacer seña á tu ventana, En el bonete llevaba,
Ni aguardar desde las diez Por mostrar que de su vida •
A que Apolo rompa el alba. Tiene muy poca esperanza;
Ya no quiero tus favores, Que mirando el albornoz,
Ni tu bordada almalafa, Como las flechas llevaba,
Para salir á las fiestas Mira la letra que dice :
Que trazaba por tu causa. «Ninguna defensa basta.»
Ya no tendré que gastar Alegrías á su muerte
Mas cequies de oro y plata, Hace el moro, porque halla
Para esmaltar tu cifra Descanso en morir de amores,
En el campo de mi adarga. Que es quien rinde tantas almas :
Ya no sacaré libreas Y ansí porque todos sepan
De colores á tu gracia, Que él muere y vive su dama,
Para que vieses en ellas Una candela encendida
La sujeción de mi alma. Hizo pintar en la adarga,
Ya no ofreceré á tu gusto Y en un tostado alazán
Sonetos, quintas, ni cuartas , Entró á pasear la plaza,
Villancicos, ni canciones, Hasta que se hizo hora
Leves tercetos, ni octavas. De entrar al juego de cañas.
Ya no esmaltaré en el templo (Flor de varios y nuevos Romances, 3.a pa
De tu amor y tu fe falsa,
Las palabras y favores ;
Que sin afición me dabas. " í
ROMANCE DE HAMETE Y TARTAGONA EN LA
1
Ya no haré los ojos rios, PENA DE LOS ENAMORADOS .
Ni del pecho haré alquitara, '
Para ofrecer á tu amor
Los despojos de tu alma. <' •<' 228.
Ya quiero andar sosegado, ,' HAMETE Y TARTAGONA.
Y no parecer fantasma, /
Aguardándote de noche ;
{Anónimo.)
Para gustar de mis ansias. Bajaba el gallardo Hamete
En fin, no confiaré A las ancas de una yegua
En tus fingidas palabras, A la bella Taríagona
Que eres Circe encantadora Hija del fuerte Zulema,
De las que de amor se abrasan.— Alcaide que en Archidona
Esto el valiente Zerbin El alto castillo y fuerza
Dijo expresando sus ansias, Sustentó treinta y seis años
Y de sus quejas la mora Sin temor y sin flaqueza.
Desdeñosa se burlaba. De noche bajaba el moro
{Romancero general.) Por una excusada senda,
Porque la nocturna guarda
Al descender no le sienta,
Y hallándose en lo llano
Lozano pica la yegua.
Volviendo el rostro á la mora
En el carrillo la besa,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. **»
Y la dice : — Diosa mia, El otro era Benavides ,
TUYO soy, mándame y veda, Que al desafío le llama;
Y con el uno y el otro
Qué eu Granada mil favores No excusa dura batalla.
Tengo del Rey y la Reina, Teme del fiero contrario
Y de mi prosapia ilustre La ya conocida espada,
Soy el mejor que hay en ella. Y de su Geviza teme
Narvaez es buen caballero; Con su ausencia la mudanza.
Alcaide fué en Antequera, No hay suerte que le asegure :
Y lo que hizo con Jarifa Cosa ordinaria en quien ama.
Cuando fué su prisionera, Al fin suspenso y celoso,
También lo ha de hacer conmigo, De sospechas llena el alma,
Cuando de su voluntad sea, En un caballo castaño
Pero al fin al virtuoso Con desenvoltura salta;
Respetalle es honra nuestra.— Un asta gruesa blandiendo
Vuelve las riendas el moro Y embrazando un ancha adarga,
A do le guia su estrella, De canto á canto tirante
Y al pié de una alta roca Una azul y angosta banda,
Rodeada de mil yedras Entró desta suerte el moro
Quiere que la yegua pazca, Solo y cuidoso en la plaza;
Y el amor tienda sus velas.
En esto vido venir Que nunca á quien tiene amores
Muy numerosa caterva El cuidado desampara.
De famosos salteadores, Estaba con otras moras
Que pasaban de setenta. Geviza en una ventana
Todos le acometen juntos, Para mirar la reseña
Como canes á la cierva, Déla gente convocada,
Por quitar la vida al moro, Que á Coin vino aquel dia
Y el honor á la doncella. De toda aquella comarca
En pié se pone, y levanta, Con ánimo de correr
Y entre todos hace rueda. ' • A Alora, que está sitiada.
¡Cuan bien jugaba una punta! Geviza, que vio al Alcaide,
¡ Cuál pierna ó brazo cercena! De pechos en la ventana
[Oh cuan bien que dilataba, Le ¿ice :—A Alatar de Loja
El moro su muerte cierta! Di que Geviza le ama.—
Mas una piedra sin ruido Nunca extremos tales hizo
Se le escondió en la cabeza, Toro ofendido de vara ,
Quitando el aliento al cuerpo, Como el moro, cuando oyó
Y al brazo la fortaleza. Tan desenvueltas palabras;
Desque la dama se vido Y sin volverla á mirar
En poder de gente ajena Deja furioso la plaza
No hay dolor que llegue al suyo, Diciendo :—Solo es dichoso
Pena que llegue á su pena. Aquel que de amor no trata.—
Cabellos que al sol dorado (LOBO LASO ni LA VEGA, Romancero y tragedias <?«.)
No le hacen diferencia,
Ya no precia el oro fino
Que al blanco cuello rodea. ROMANCE DE DORAIZEL Y AYAFA.
Cogió la espada del muerto
Que la hallara entre la yerba,
Cogiérala por la punta, 230.
De pechos se echó sobre ella. DORAIZEL Y A Y A F A .
Juntó el cuerpo al de su amante,
La cara con una piedra, (De Gabriel Lobo Laso de la Vega.)
Que son los enamorados Sabiendo la mora Ayafa
Déla vega de Antequera, Que Doraizel de Almería,
Dejando mucho renombre Uno de los quince alcaides *,
De otra segunda Lucrecia. A quien mas que á sí quería
Quien no lo quisiere creer,
Vayase á Ronda la Vieja, Herido y puesto en prisión
Que allí lo hallará escrito Martin Galindo tenia;
En lo alto de una peña. Busca medios, mas ninguno
Halla para su fatiga;
{Romances varios de diversos autores.) Que nunca un aflicto intenta
Hi na C0 m
Cosa que mas no le aflija ,
*A <![ ° , edia atribuida«con error á Tirso. con título
J
Y pocas'veces el mal
e n a m o r a d o s
íoiinfe * * * - ^«untoes elLttfeude esté Huye de donde se arrima.
Al fin , tras profundo llanto,
De las mujeres guarida,
ROMANCE DE ALHABIZ Y GEVIZA. Donde está Martin Galindo
Ir Ayafa determina
229. A pedir la deje estar
Con su Dorayzel cautiva,
ALHABIZ Y GEVIZA. Porque donde el alma está
(De Gabriel Lobo Laso de la Vega.) Es fuerza que el cuerpo asista
El valeroso Alhabiz En tanto que el ñudo estrecho
Alcaide que fué de Baza, Desata la Parca esquiva.
De dds terribles contrarios Llegó Ayafa á la frontera,
Cercado á un tiempo se halla. Y para Galindo se iba,
Uno es la bella Geviza Que de ver tanta belleza
A quien tiernamente ama, Con mucha razón se admira.
No quiso el buen capitán
ROMANCERO GENERAL.
120,
Cebar en ella la vista, Del Abencerraje, luego
Por ser trance peligroso Copia hecho, tan fiel,
Para el que mas por sí mira : Que los dudara el concurso
Antes con rostro sereno Equivocado juez.
Su plática interrumpía La ocupación inquiriendo
Diciendo : —Hermosa dama, Donaire hace y desden
Tu demanda está entendida : De que solicite niña
Llévate tu caro esposo, Lo que excusara mujer.
Y gozad de alegre vida — Ejerced, le dice, hermana,
La cual dar ó quitar puedes Vuestra hermosura, y creed
A cuanto alcanza tu vista. — Que tan varia es la de hoy
Ayafa, besando el suelo Como ingrata la de ayer.
Tal merced le agradecía. Fugitivos son los dos ;
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedia» de.) Usad d'esos dones bien,
Que en un cristal guardáis frágil
* Hace alusión al fronterizo, que dice: Lo caduco de un clavel.
Después que el Rey Don Fernando Si reguláis con las flores,
En el reino de Granada, etc. Que visten esta pared,
Horas son que antes el dia
ROMANCES DE HACEN, ULTIMO ABENCERRAJE. Las ve morir que nacer.
Gózaos en sazón, que el tiempo,
Tesorero ya infiel,
231. De ese oro que peináis
De ese marfil que escondéis,
HACEN. — I Desengaños restituye :
(De Don Luis de Goñgora.) Necia en el espejo fué
La memoria, mudad antes
En la Fuerza de Almería Parecer, que parecer. —
Se disimulaba Hacen, Extrañando la doctrina
Abencerraje hurtado Del joven que hermano cree,
A la indignación del Rey. La vergüenza á Celindaja
Entre el cuchillo y la cuna Le purpureó la tez.
Interpuso Mahomet El ya fraternal engaño
La parte del capellar, Mal bebido en su niñez
Que lo bastó á defender. Disolvía, cuando amor
Negado pues al rigor, Sintiendo el dichoso pié
Galán se criaba él Del que ya conduce amante,
Tan hijo y mas del alcaide, Cuanto cauteló el pincel
Que Celindaja lo es. Desvaneció, y en su forma
Celindaja que en sus años Pisando nubes se fué.
Virgen era rosa, á quien (GÓNGORA, Obras de.)
Del verde nudo la aurora
Le desata el rosicler.
Beldad ociosa crecia 232.
En sus jardines tal vez
Al son de un laúd con ramas, HACEN. — i l .
Que eran cuerdas de un laurel.
Coros alternando y zambras (De Don Luis de Góngora.)
Con sus moros, hasta que Famosos son en las armas
Daba al céfiro su frente Los moros de Canastel;
Aljófares que beber. Valentísimos son todos
De cuya dulce fatiga Y mas que todos Hacen.
Apelaba ella después El Roldan de Berbería,
Al baño que le templaban El que se ha hecho temer
Curiosidad y placer. En Oran, del castellano,
Un dia, en Jas que le dieron En Ceuta,.del portugués.
Los jazmines del vergel Tan dichoso fuera el moro,
• Estrellas flagrantes, mas Cuan dichoso puede ser,
Que claras la noche ve, Si le bastara el adarga
Averiguando la halló Contra una flecha cruel,"
Los dias de casi tres Que de un arco de rigor
Lustros de su tierna edad, Con un arpón de desden
Aquel niño dios, aquel Le despidió Belerifá,
Fénix desnudo, si es ave, La hija de Alí Muley.
Pollo siempre, sin deber Atento á sus demasías
Segundas vidas al sol, En amar y aborrecer
Nieto del mar en la fe. Quiso el niño dios vendado
Por no alterar á la mora, Ser testigo y ser juez.
En un listado alquicel, Miraba al fiero africano
Manto del Abencerraje, Rendido mas de una vez
Desmintió su desnudez. A una esperanza traidora
Fiando á un mirto sus armas, ••. Y á un desengaño fiel,
Verde frondoso dosel Ya rendido á su enemiga,
De un mármol, que ni Lucrecia, Y entregándole á merced
Ni fuente deja de ser, Las Laves del albedrío
Pliega el dorado volumen Los pendones de la fe.
De sus alas, el doncel Mirábalo en los combates,
Redimiendo ciegas luces Ora á caballo, ora á pié,
Que mas vendadas, mas ven. Rendir el fiero animal
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 121
De las otrasfierasrey, Gómeles y Almoradíes,
Y de la real cabeza, Gente noble y estimada,
Y de la espantosa piel, Cegríes y Bencerrajes
Ornar de su ingrata mora Que eran de la mejor casta:
La respetada pared. De cada parte cincuenta
Mirábalo el mas galán Con librea diferenciada.
De cuantos África ve La que sacan los Gómeles
En servicio de las damas Era de tela morada,
Vestir morisco alquicel, Sembrada de medias lunas
Sobre una yegua morcilla Y con estrellas poblada ,
Tan extremo en el correr Y de aquel mismo color
Que no logran las arenas Las banderas de las lanzas,
Las estampas de sus pies. Con unas bandas azules
Admirablemente ornada Por cima de las adargas.
De un bravo y rico jaez, Llevan de almaizares todos
Obra al fin, del todo digna Las cabezas adornadas,
De artífice cordobés, Y al brazo derecho asidas
Solicitar los balcones Las empresas de sus damas :
Donde se anida su bien Los caballos alazanos,
Comenzando en armonía, Las sillas aderezadas
Y feneciendo en tropel. De seda morada y oro,
No le dio al hijo de Venus Que grande contento daban :
El moro poco placer, Los borceguíes marroquíes
Y detestando el rigor Con espuelas plateadas.
Que se usaba contra él, Los Almoradíes de verde
Miraba á la hermosa mora, Toda su cuadrilla sacan :
Salteada en un vergel, Era tela verde y oro,
De un cuidado que es amor, Y encimafloresde plata
Aunque no sabe quién es, Sobre unas coronas puestas,
Ya en el oro del cabello De canutillos bordadas.
Engastando algún clavel, Llevan tocas tunecíes
Ya á las lisonjas del agua A las cabezas atadas,
Corriendo con vana sed; Pobladas de argentería,
De pechos sobre un estanque Que la vista deslumhraba,
Hace que á ratos estén Y encima de todas puestos
Bebiendo en sus dulces ojos Los favores de quien aman;
Su hermoso parecer. Y con bandas rojas vienen
Admiradas sus cautivas Sus adargas señaladas.
Del cuidado en que la ven, Los caballos que sacaron
Risueña le dijo Una , Eran color de castaña,
Y aun maliciosa también : De carmesí y oro fino
— Así quiera Dios, señora, Las sillas aderezadas :
Que alegre yo vuelva á ver Verdes eran los pendones
Las generosas almenas Que llevaban en las lanzas :
De los muros de Jerez, Los borceguíes eran blancos
Como esa curiosidad, Con espuelas barnizadas.
Es seña, á mi parecer, Sacan los Cegríes todos
De un recien nacido amor Su cuadrilla aderezada
Que volará antes de un mes. — De una tela muy hermosa
Sembró de purpúreas rosas Y la color turquesada,
La vergüenza aquella tez Con unos soles de oro
Que ya fué de blancos lirios A todas partes poblada.
Sin sabella responder. De tocas blancas y azules
Comenzó en esto Cupido Las cabezas traen atadas
A disparar y á tender Con rapacejos de oro
La mas que mortal saeta, De azul aderezadas.
La mas que nudosa red, Pardos eran los pendones
Y comenzó Belerifa Que sacaron en las lanzas :
A hacer contra amor después No van con banda ninguna
Lo que contra el rubio sol Sus adargas señaladas,
La nieve suele hacer. Porque las sacaron todas
(GÓNGOIU, Oirás de.)
Con dos borlas turquesadas;
Asidos á las muñecas
Los favores de quien aman,
ROMANCE DE ABDALLA. Llevan los brazos derechos
Con mangas encarrujadas
233. Hechas de una blanca toca
Con hilo de oro listada.
ABDALIA. Los caballos eran rucios ,
(De Pedro de Padilla *.) Las sillas aderezadas
En la orilla del Jenil, De verde con flor de Uses
Que nace en Sierra-Nevada, De oro por ellas sembradas.
Al tiempo que el sol salía Los borceguís eran negros
Con su cabeza dorada Con lazos definaplata,
La mañana de San Juan, Y las espuelas y estribos
De moros tan festejada, Son blancas y pavonadas.
Las cañas sale á jugar Los Abencerrajes todos
Toda la flor de Granada. Salen de color leonada,
Sembradas por toda ella
122 ROMANCERO GENERAL.
Unas granadas de plata, La cual dijo que queria
Y de seda verde y oro Ser siempre del moro Abdalla,
Flores en medio esmaltadas. Y ansi quedó esta contienda
Leonados son los bonetes Por entonces acabada.
Que en las cabezas llevaban (PADILLA, Tesoro de varía»poesías.)
Con muchas bandas de oro i Hé aquí uno de los romances moriscos de imitación se-
Entre botones sembradas, cundaria y exagerada, que provocaron los burlescos de su
Los favores de quien sirven clase, y que han dado lugar á creer á algunos críticos, que
Ceñidos á la garganta. son todos de un género puramente Ideal, negando absoluta-
Azules son los pendones, mente el influjo de las costumbres orientales sobre esta clase
Que llevaban en las lanzas, de composiciones. Yo creo sin embargo que hay muchos que
Con un dios Cupido en ellos participan del espíritu y poesía árabe, y de los vestigios de las
costumbres tódealidad que los moros nos dejaron, según he
Puesto con arco y aljaba. dicho en el prólogo del Romancero.
Llevaban mangas de red
Sobre una tela encarnada,
Y de trecho á trecho puesta ROMANCES DEL ESPAÑOL DE ORAN.
Una ninfa coronada.
Los caballos eran blancos
Y con bozales de plata, 234.
Y de turquesado y oro E L ESPAÑOL DE ORAN.—1 í .
Las sillas aderezadas,
Y con bandas amarillas (De Don Luis de Góngora.)
Por cima de las adargas: Servia en Oran al Rey
Borceguíes marroquíes Un español con dos lanzas
Y espuelas sobredoradas; Y con el alma y la vida
Y con esta gallardía A una gallarda africana,
Salen do los esperaban Tan noble como hermosa,
Todas las moras hermosas Tan amante como amada,
Que habia dentro en Granada. Con quien estaba una noche
Entre todas florecía Cuando tocaron al arma.
Aquella hermosa Axa Trecientos cenetes eran
Por quien andaba perdido Deste rebato la causa,
El enamorado Abdalla, Que los rayos dé la luna
Y otro muy gallardo moro Descubrieron las adargas;
Que el Alatar se llamaba. Las adargas avisaron
Entrambos salieron juntos A las mudas atalayas ;
Para principio á la entrada, Las atalayas los fuegos;
En dos briosos caballos, Los fuegos á las campanas,
Y escaramuza trababan, Y ellas al enamorado
Mostrando allí su destreza Que, en los brazos de su dama,
Cada cual donde llegaba. Oyó el militar estruendo
Y andando escaramuzando De las campanas y cajas.
Al enamorado Abdalla Espuelas de honor le pican,
Vio el Alatar una toca Y freno de amor le para :
Que él dio á la hermosa Axa, No salir es cobardía,
Y que Abdalla la traia Ingratitud es dejarla.
Por empresa al brazo atada. Del cuello pendiente ella,
Tanto dolor siente el moro, Viéndole tomar la espada,
Que el alma se le arrancaba, Con lágrimas y suspiros
Y andando escaramuzando Le dice aquestas palabras :
D'esta manera le habla : —Salid al campo, señor,
— ¿Quién te ha dado, caballero, Bañen mis ojos la cama ,
Esa empresa de mi dama ? Que ella me será también
No te la debió dar ella Sin vos, campo de batalla.
Sino alguna de su casa, Vestios, salid apriesa ,
Porque tú no merecías Que el general os aguarda,
De su mano granjealla. Y os hago á vos mucha sobra,
Si dármela no quisieres Y vos á él mucha falta.
Tu muerte no se excusaba. — Bien podéis salir desnudo,
Respondióle á estas razones Pues mi llanto nó os ablanda,
El enamorado Abdalla: Que tenéis de acero el pecho,
— No alborotemos la fiesta,
Pues está ya comenzada, Y no habéis menester armas. —
Que yo os la pondré después Viendo el español brioso
En la punta de la lanza, Cuánto le detiene y habla,
Y si de allí la quitáis,, Le dice a s í : —Mi señora,
Yo la doy por bien ganada; Tan dulce como enojada,
Que nunca defiendo menos Porque con honra y amor
Las empresas de mi dama. — Yo me quede, cumpla, y vaya,
Quedaron con este acuerdo, Vaya á los moros el cuerpo,
Y ansí la fiesta acabada, Y quede con vos el alma.
Parten adonde comienzan Concededme, dueño mió,
Una reñida batalla, Licencia para que salga
Y porque faltaba el día Al rebato, en vuestro nombre,
Tal resolución tomaban, Y en vuestro nombre combata. —
Que adelante no pasase (GÓNGORA,Obras de.)
La contienda comenzada, i Del asunto de este y los siguientes romances hizo Cj>BI"
Si no que la mora diga LLO su tomedia intitulada Entre los sueltos caballos, yBAR-
A cuál de entrambos mas ama: | RIO» 1* «ya con título de El Español de Oran.
Oran
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS. 123
Entre lo rojo , lo verde,
235. Aquel español de Oran,
SL ESPAÑOL DE ORAN.—II. Un suelto caballo prende,
(Anónimo.) Por sus relinchos lozano
Y por sus cernejas fuerte,
De pechos en la ventana Para que lo lleve á él,
Y los ojos en la calle Y á un moro cautivo lleve,
Mira la bella africana Que es uno que ha cautivado
Por donde su español sale, Capitán de cien cenetes.
Y aunque desnuda en camisa En el lijero caballo
No teme ofensas del aire, Suben ambos, y él parece,
Qu'está vestida de amor De cuatro espuelas herido,
Con invencibles señales. Que cuatro vientos le mueven.
Hace plaza de sus pechos, Triste camina el alarbe,
Y hacer tal plaza le place, Y lo mas bajo que puede
Pues la plaza de sus ojos Ardientes suspiros lanza
La lleva do la desplace. Y amargas lágrimas vierte.
Con la luna divisaba Admirado el español
Entre muchos á su amante, De ver, cada vez que vuelve f
Que antes de salir con orden Que tan tiernamente llore
Hacen entre ellos alarde : Quien tan duramente hiere,
Y perdiéndole de vista Con razones ¡e pregunta
Sacó el cuello por miralle, Comedidas y corteses
El cual rindiendo al amor De sus suspiros la causa,
Hizo entre ellos vasallaje. Si la causa lo consiente.
Diciendo :—Luz de mis ojos, El cautivo, como tal,
¿Dónde te llevan? ¿do sales? Sin excusarse obedece,
Que en salir de mi presencia Y á su piadosa demanda
Marte de su quicio sale. Satisface desta suerte.
No pudo ser sí soborno —Valiente eres, capitán,
El que movió á los Alarbes Y cortes como valiente;
Venir en tan dulce noche; Por tu espada y por tu trato
¡Mas no hay dulce que no amargue l Me has cautivado dos veces.
No me temo que me dejes, Preguntado me has la causa
Mas temo de algún desastre, De mis suspiros ardientes,
Que al fin desastrada suerte Y débote la respuesta,
Acontece en casos tales. Por quien soy, y por quien eres.
Vestísteste armas de acero, Yo nací en Geíves, el año
Gola, peto, espada y guante, Que os perdisteis en los Gelves,
Adarga, lanza y caballo, De una berberisca noble
Almete, cinta y plumaje, Y de un turco matasiete.
Espada y daga dorada En Tremecen me crié
Con borceguí y acicate, Con mi madre y mis parientes.
Sin cuello, venda ni liga, Después que murió mi padre,
Que es adorno de galanes. Corsario de tres bajeles,
Si estando al amor sujeto Junto á mi casa vivia,
No pagas lo que firmaste, Porque mas cerca muriese,
¿Cómo sin firma á la guerra Una dama del linaje
Pagas sin ejecutarte ? De los nobles Melioneses,
No te llamó el general, Extremo de las hermosas,
Mas tú vas antes que llame, Cuando no de las crueles;
Porque aquel es buen soldado Hija al fin destas arenas
El que acude sin llamarle. Engendradoras de sierpes.
Si tan bien corres ginetes Era tal su hermosura
Como corrida dejaste Que se hallarán claveles
A quien corrida de tantos Mas ciertos en sus dos labios,
Tú, sin correr alcanzaste; Que en los dos floridos meses.
Si tanto sientes mi ausencia Cada vez que la miraba
Como sentiste el son grave, Salia el sol por su frente
El cual fué causa , mi bien, De tantos rayos vestido
Que te fuiste y me dejaste, Cuantos cabellos contiene.
No dudo de verte libre Mas ya la razón sujeta
Y con victorioso lance , Con palabras me requiere
Aunque en batalla de amor
Te hayas mostrado cobarde.—
Con esto pasó la noche ?ue su crueldad le perdone
de su beldad me acuerde.
Juntos así nos criamos,
Y antes que Febo asomase
Se volvió la gente á Oran, Y amor en nuestras niñeces
Y ella olvidó los pesares. Hirió en nuestros corazones
Con arpones diferentes.
(Romancero general.) Labró el oro en mis entrañas
Dulces lazos, tiernas redes,
236. Mientras el plomo en las suyas
Libertades y desdenes.
EL ESPAÑOL DE ORAN.—III. Esta, español, es la causa
(De Don Luis de Góngora *.) Que á llanto pudo moverme :
Entre los sueltos caballos ¡Mira si es razón , que llore
De los vencidos ceuetes Tantos males juntamente!—
Que por el campo buscaban Conmovido el capitán
De las lágrimas que vierte,
í 2 4 ROMANCERO GENERAL.
Parando el veloz caballo, Llenos de rubíes y perlas
Y de ámbar labradas pomas.
Que paren sus males quiere. El mayorazgo de Ayala
— ¡ Gallardo moro, le dice, Entra con ornato y pompa ,
Si adoras como refieres, Silla con arzón de plata,
Y si como dices amas Y á los fines bellas borlas.
Dichosamente padeces! De negro y blanco se viste,
¿ Quién pudiera imaginar, Porque la ingrata que adora
Viendo tus golpes crueles, Dejó en blanco su ventura,
Que cupiera alma tan tierna Y así negra se la torna:
En pecho tan duro y fuerte? De los Avalos Jarife,
Si eres del amor cautivo , Almoradifes de Ronda,
Desde aquí puedes volverte, Sale un gallardo mancebo
Que me pedirán por robo Con quien el sol era sombra ;
Lo que entendí que era suerte. Morada y verde librea,
Y no quiero por rescate El color de sus congojas,
Que tu dama me presente Porque le tienen morado
Ni las alfombras mas linas, Golpes de esperanzas locas :
Ni las granas mas alegres. Un Baxá sale de azul,
Anda con Dios, sufre y ama, Llena de espejos la ropa,
Y vivirás si lo hicieres, Y por mote : « Sol y espejo
Con tal que cuando la veas , »De amor y penas celosas.»
Pido que de mí te acuerdes. De hojas de yedra un salvaje,
Apeóse del caballo, Por ser su dama leona
Y el moro tras él desciende, Hojas de esperanzas leves
Y por el suelo postrado Que el aire marchita y doma.
La boca á sus pies ofrece. Un pobre Aliatar ilustre,
—Vivas mil años, le dice, Vestido de holanda tosca,
Noble capitán valiente, Sale á correr bien corrido
Que ganas mas en librarme De las faifas que le sobran ;
Que ganaste con prenderme. La letra dice : «Quien tiene
Alá se quede contigo, »Mucha sangre y plata poca,
Y te dé victoria siempre, uSalga de lienzo á las justas,
Para que extiendas tu fama »Porque amortajan su gloria.»
Con hechos tan excelentes. Bravonel sale de verde,
Apenas vide trocada Rico alquicel y mariota,
La dureza desta sierpe, Con unas eses de plata,
Cuando tú me cautivaste. Y esta empresa de su historia:
¡ Mira si es bien que lamente! — Una esperanza rendida
(GÓNGORA Obras de.— U. Primavera y flor Como del viento las hojas,
de Romances.—It. Romances varios de di- Y una fe que lo sustenta,
versos autores.)
1
Y por letra : « Firme, y sola.»
El asunto de este lindísimo romance es casi el mismo del Los Zaides van de tela
que se trata en los de Abindarraez y Narvaez. De color de la amapola,
Sembradas mil esmeraldas
Por los bonetes y tocas :
ROMANCE DE A Y A L A . Delante un negro Cupido
Con flechas de oro vistosas,
237. Y el mote : «Tesoro ofrece,
D Y en negro carbón se torna.»
AYALA E N Bit JUEGO D E CAÑAS. Dos capitanes que al viento
{Anónimo.} Sus banderas enarbolan,
Sacan blancas tunicelas,
El sol la guirnalda bella Y á trechos de oro unas rocas
Del mas cristalino aljófar La castidad significan,
Alumbraba al medio curso, Que flores produce y corta,
Al mar y tierra redonda, Y la letra : «Teñiréla
Cuando en la plaza de Túnez, «Con sangre que cruz adorna.»
Cuyos balcones adornan Bizarros pasan la Tela,
Mil soles claros de Oriente, Colgados precios y argolla;
Del amor flechas hermosas, Ya dan licencia los jueces,
Delante el gran Alfaquí Y al correr dulzainas tocan.
Nieto del de la Corona , Parten Ríndaro y Baxá,
Que las columnas de Alcídes Mas el moro el precio goza
Puso con esfuerzo y honra, Ofreciéndole á su madre
Entra brioso y galán La bella Celaura mora.
A la morisma española, Con el Jarife asegunda,
Ríndaro, señor de Coicos, Y también lleva la joya;
Con atabales y trompas, Mas fortuna rebatida
Encubertada la yegua La suerte y hados soborna,
De tela amarilla y roja, Que de Ayala el mayorazgo
Desde el copete esparcida Galán el premio le toma,
Hasta la enrizada cola : Dándole á la bella ingrata,
Viene á mantener sortija Que con alma y vida honra.
Celebrando la victoria Celina, que el moro sirve,
Del rey Félix de Granada, Dice del cruel, celosa:
Gran defensor de Mahoma. —Ayala, tú me mataste.—
Siguen los aventureros Ayala en el eco nombra.
Ufanos la plaza toda, Lleva un capitán sortija,
ROMANCES MORISCOS NOVELESCOS.
(Anónimo.) (Anónimo .)
Triste pisa y afligido Ese moro ganapán,
Las orillas de Pisuerga, Que no llevara un jumento •
El ausente de su dama, Tanta carga y sobrecarga,
El desterrado Zulema; Como le cargó su dueño;
Moro alcaide, y no bellido, Remiso de haber salido
Amador con ajaqueca, De noche con tanto peso,
Arrocinado de cara, Se volvió á peón á Ronda,
Y carigordo de pierna. Canonizado por necio,
No lleva por la marlota Y dejó la yegua baya
Bordadas cifras, ni letras Pacentando en un centeno,
En el campo de la adarga, Que es cifra con que la yegua
Ni en la banderilla letra ; Podrá pacer un invierno.
Porque es el moro idiota , Cuanto llevaba el vestido
Y no ha tenido poeta Iba el moro maldiciendo,
De los sastres de este tiempo, Porque todo pesa tanto,
Cuyas plumas son tijeras. Que va descansando á trechos.
Los ojos tiene en el rio, Quitó á la marlota azul
Cuya corriente los lleva Los eslabones de acero,
Envueltos entre las olas ^No queriendo ser esclavo
Llorando su triste ausencia. Mientras que no fuese negro;
Tanto llora el hi de puta Y delcapellar pajizo
Que si el año de la seca Quitó los tempranos veros,
Llorara en un haza mia Para contentar muchachos
Me acudiera á cien fanegas. Cuando los piden sin tiempo;
Los espacios que no llora, Y apeando el unicornio
De memorias se alimenta, Se puso en el caballero,
Porque le da el corazón Que parece disparate
Lo que los ojos le niegan. Llevarlo en el hombro izquierdo.
Pienso se hace de memorias , Las espigas se comió ,
Rumiando glorias y penas, Porque iba el moro hambriento,
Como rábanos mi muía, Y por ahorrarse de costa
O una mona berengenas. Al pájaro torció el cuello.
Contempla luego en Alaxa, Al delfín sacó las tripas
En quien mientras la contempla, Porque iba casi hediendo ,
Olas de imaginación Y por ser cosa del mar,
O se las traen ó las llevan; Vendello en Ronda por fresco.
Y ella se está merendando Quitó de los borceguíes
Duraznicos en su huerta, Todos los dorados sellos,
Y tirándole los cuescos Para si por cuartos falsos
A quien tal pasa por ella. Pudiese pasar en trueco.
Ojos claros, cejas rubias, Con su tienda de invenciones
Al vivo se le presentan, Llegó el moro, amaneciendo
Lanzando rayos los ojos, El cielo con mil nublados,
Y flechas de amor las cejas. Juntados por tantos vientos.
El moro contemplativo Los que le encuentran cargado ,
A los de su dama vuela, Cuál piensa que es repostero,
Como á los ojos del buho Sobre acémila cargada
Cernícalos de uñas negras. De algún señor de estos reinos;
—¡ Ay mora bella, le dice, Cuál piensa que es mercería,
No menos dulce que bella, Cuál, que es guadamacilero,
No estraguen tu condición Cuál, librero de aventuras
Las condiciones de ausencia! De Amadis, Orlando, ó Febo;
— i Ay moro, mas gemidor Cuál, viendo sus invenciones,
Que el eje de una carreta, Piensa que es taller de viejo
Pues no soy tu mora yo, De algún maestro de traps,
No me quiebres la cabeza! Con invenciones al tiempo.;
—Recibe allá mis suspiros, Cuál, viendo tantos enigmas,
Y el llanto en aquesta tierra Piensa que es docloramienlo;
Donde el Rey me ha desterrado, Que á ser el moro cristiano
Y mis cuidados me entierran. Bien pudiera servir dello.
—Llore alto, moro amigo , Renegando viene el moro
Suspire recio y con fuerza , Del poeta que le ha puesto
Que han de andar llanto y suspiros Un pipote de disfraces
Mas de noventa y tres leguas. — Para que él vaya muriendo.
453 ROMANCERO GENERAL.
Juramento hace el moro, Envidioso y con afrenta.
Juramento viene haciendo Al camino de Toledo
De no poner mas divisas, Se parta Zaida la bella
Porque es de amadores necios. A buscar á su Gazul,
Viendo el alcaide de Ronda, Que la media alma le lleva;
La confusión del mancebo, Póngase á llorar Belisa,
Le manda que se reporte De pechos sobre una almena,
De invenciones y de cuentos, La partida de su esposo;
Y que no es algarabía Suene la pieza de leva.
Aquello , sino gallego, La villana "de las borlas,
Y bonete de disfraces, Enamorada de verlas,
Árbol de muchos injertos : Limpie la gruesa camisa
Que es taberna, ó bodegón, Por de dentro y por defuera;
Pintado de fuera y dentro, Quítese las alpargatas,
Para entretener muchachos, Y desempeñe las medias;
Urracas, monas y cuervos. Póngase botin polido,
Mandó declararse al moro, Pues se le dan en la aldea;
Y por negocio indigesto, Haga el amor tantos tiros
Que le pongan al ombligo Que no le queden saetas,
Un parche de. buenos versos. Y adorne sus puertas francas
(Romancero general.) De las sangrientas cabezas.
No me canse mas Belardo
* Hácese burla en este de aquellos romances moriscos que Con su Filis y su estrella,
descendientes de los buenos no eran mas que torpes y recar- Pues de puro deslustrada
gadas exageraciones de unos mismos asuntos y de unos mis- Dio de lucero en cometa.
mos medios, por lo cual parecían caricaturas fastidiosas y Sus endechas pastoriles
cansadas, sin gracia ni novedad alguna.
Caído han de puro viejas,
Y tiene con su destierro
250. Cansadas muchas orejas.
COMO E L ANTERIOR.
No temple ya su instrumento
Ni le ponga cuerdas nuevas;
(Anónimo.) Que si poner se debían,
Toquen aprisa á rebato El era bien digno dellas.
Las campanas de Baeza, No se meta con las varas,
Y el valiente Reduan Si están derechas ó tuertas ;
Ponga cerco á sus fronteras. i Pues en él no han descargado,
Azarque, indignado y fiero, Por muy dichoso se tenga!
Las franjas de oro y seda Deje á la gran Babilonia,
Las coja y las aderece Y a quien la rige y gobierna,
Para otra nueva librea. No levante algunas nubes,
Alce del suelo el bonete, Que sobre su casa lluevan.
Remiende la tunicela, Preguntóme cierta dama
No vuelen astas al aire, Este Belardo quién era,
Basta que vuele la lengua. Y cuando su suerte supo
Ensílleule el potro rucio, Me dijo de esta manera:
Denle lanza como entena, —¡ Miren qué Grande de España
Con mas medallas y plumas Para que á lástima mueva!
Que tiene la Libia arenas ; ¡ Qué pérdida del armada!
Salgan moros de Granada, ¡ Qué muerte de rey ó reina! —
Hagan honrosas empresas, Entre los toscos pastores,
Eiija el Rey mas alcaides En el soto y en la vega,
Que tiene casas su tierra : Al son de sus instrumentos
Háganse zambras de noche, Puede cantar sus endechas.
Suenen cajas y trompetas, Quéjese á los duros robles,
Jueguen cañas en Toledo, A las desiertas sirenas;
Celébrense nuevas fiestas; Llame á Apolo y al Flechero ,
Y para empezar su zambra Podrá ser que de él se duelan,
Pida Bravonel licencia, Porque bien considerado
Y el Rey por ver á su mora Las que llora por tragedias,
De grado se la conceda. Según la culpa que tuvo,
Haga alarde de su gente, Fué muy liviana la pena.
Y saquen nuevas libreas, E l que á Adalifes y Azarques
Y la hermosa Guadalara Sacó costosas libreas,
Alguna desgracia tema. Saque para sí un bonete
Cuélguense todas las calles Y verá lo que le cuesta.
De brocados, varias sedas, Pues que de la secta mora
No quepan en los balcones Las ceremonias enseña
Damas que salgan á vellas. Disfrazadas en romance,
Entre el valeroso Muza, Señal que desciende de ellas;
Diga: Aparta, afuera, afuera, Porque me dijo un refrán
Y sígale la cuadrilla Un tiempo una buena vieja :
Con su costosa librea; « El que las sabe mejor ,
Y el animoso Gazul »Ese tañe Jas gambetas.»
De su Zaida forme quejas, Y para mí yo lo creo,
Y penetre con los ojos Porque su rostro demuestra"
Las paredes que la encierran. Haber nacido en Granada,
El desterrado Abenamar Y criádose en la sierra.
Mire el camino que lleva, Hay necios abandonados,
Demande los aparejos Fisgones en las comedias,
ROMANCES MORISCOS SATÍRICOS. 133
Que viendo un romance de estos En hacer de tantos huevos
Se quedan la boca abierta. Tantas frutas de sartenes.
Unos dicen: —¡ gran concepto !— Cuando sola te imagines,
Otros : —¡ famosa es la letra'.— Para que de mí te acuerdes,
¡Y asi entienden lo que dicen , Ponle á un pantuflo aguileno
Gomo los cuellos que llevan ! Un reverendo bonete.
¡ Majaderos de vosotros, Si creciere la tristeza
Que os engañan y embelesan Una lonja cortar puedes
Con fingidas necedades De un jamón, que bien sabrá
Y engañosas apariencias! Tornarte de triste alegre.
No hagáis caso de Gazul, ¡ Oh cómo sabe una lonja
Reios cuando se queja, Mas que todos cuantos leen!
Rogadle á Azarque no rasgue, ¡Y rabos de puerco mas
Y que cristiano se vuelva. Que lenguas de bachilleres!
Esto dijo un estudiante Mira, amiga, mi pantuflo,
Enfadado de poetas, Porque verás si lo vieres
Que quieren por un romance Que se parece á mi cara
Ser dioses acá en la tierra. Como una leche á otra leche.
(Romancero general.) Acuérdate de mis ojos,
Que están cuando estoy ausente
231. Encima de la nariz
Y debajo de la frente. —
PARODIA DE UN ROMANCE MORISCO. En esto llegó Bandurrio
(De Don Luis de Góngora l
Dicióndole que se apreste,
Que para sesenta leguas
Ensíllenme el asno rucio Le faltan tres veces veinte.
Del alcalde Juan Llórente ; A dar pues se parte el bobo,
Denme el tapador de corcho, Estocadas y reveses,
Y el gabán de paño verde : Y tajos orilla el Tajo
El lanzon en cuyo hierro En mil hermosos broqueles.
Se han orinado los meses,
El casco de calabaza , (Romancero general.— It. Flor de varios y nuevos
Y el vizcaíno machete ; Romances,í.a parte.—It. GÓNGORA, Obras de.)
Y para mi caperuza * Este romance es de Góngora, parodiando al morisco que
Las plumas del tordo denme, empieía : Ensíllenme el potro rucio.
Que por ser Martin el tordo
Servirán de martinetes :
Pondréle el orillo azul 252.
Que me dio para ponelle SÁTIRA DE ROMANCES MORISCOS.
Teresa la del Villar,
Hija de Pascual Vicente ; (Anónimo *.)
Y aquella patena en cuadro Lleve el diablo el potro rucio
Donde de latón se ofrecen Del alcaide de los Velez,
La madre del Virotero Y á mí si subiere en él
Y aquel dios que calza arneses, Cuando las cañas se jueguen,
Tan en pelota y tan juntos Que ya me tiene enfadado
Que en ciegos nudos los tienen Ser tan común á las gentes,
Al uno, redes y brazos, Que lo suben los muchachos j
Y al otro, brazos y redes, Y lo corren las mujeres.
Cuyas figuras en torno En las cocinas lo afilan,
Acompañan y guarnecen En los caminos lo muelen.
Ramos de nogal y espinas, De los establos lo arrojan
Y por letra : «Pan y nueces.» Que por viejo lo aborrecen,
Esto decía Galayo Y los mozos de caballos
Antes que al Tajo partiese, Cuando almohazarle suelen,
Aquel yegüero llorón, Al son de las almohazas
Aquel jumental ginete, Dan con el potro de Velez;
Natural de do nació, Y las tristes lavanderas
De yegüeros descendiente; Aun apenas amanece,
Hombres que se proveen ellos Cuando en las peñas del rio
om que los provean los reyes. Al potro lavan y tuercen.
Trajéronle la patena,
Los calceteros le cosen,
Y sospirando mil veces Los tejedores le tejen,
Del dios garañón, miraba Los pasteleros le empanan,
La dulce Francia y la suerte. Los cocineros le cuecen;
Piensa que será Teresa Entre la carne le pican,
La que descubren y prenden En los tizones le encienden,
Agudos rayos de envidia , Y de aqueste potro cantan
Y de celos nudos fuertes. Al son de los almireces.
—Teresa de mis entrañas, Los zapateros le ahorman,
«o te gazmies ni ajaqueques Los panaderos le ciernen,
Que no faltarán zarazas
rara los perros que muerden. Los arrieros le acosan
Aunque es largo mi negocio. Y molineros le muelen;
Mi vuelta será muy breve : Los herreros le maltratan
£1 día de San Ciruelo, Y con los fuelles le encienden;
O la semana sin viernes, Los carboneros le ahuman ,
«o te parezcas á Venus, Los roperos le revenden :
Ya que en beldad le pareces Los sombrereros le aforran
Y con él hacen caireles;
ROMANCERO GENERAL.
134
Los tintoreros le Unen ' Y dan en cantar de Azarques
De colores diferentes : Naciendo ayer de la tierra
Los jubeteros le ojalan, Como Anteon de gigante.
Los pregoneros le venden , ¿Desciendo yo por ventura
Los tundidores le tunden Del conde Fernán González
Señor de los castellanos,
Y con el potro anochecen. De los Laras y Guzmanes,
Solo falta que en el campo Para que me traigan todos
En los árboles le enjerten, Mas corrido por las calles
Y que en medio de las plazas Que manto de sevillana,
A la pelota le jueguen; O cortesana pleiteante ?
Porque anda ya tan corrido, Y con todo sufro y callo,
Que si alguna vez se pierde, Porque ellos sufran y callen,
Le conocen las del Rastro
Y á mi casa me lo vuelven : Y trato bien los poetas,
En fin anda tan cansado Porque ellos mal no me traten. —
Que á cada paso se pierde, —Verdad decis, dice Muza,
¡ Lleve el diablo el potro rucio Que mejor será dejalles,
Y á quien mas que yo le quiere > Hasta que nuestras historias
{Romancero general.) Los amohinen y cansen.—(Romancero general
i Este romance burlesco prueba lo muy popular que se hizo
el de Ensíllenme el potro rucio. 254.
PARODIA DE ROMANCES MORISCOS.
253.
(Anónimo *.)
PARODIA DE ROMANCES MORISCOS.
Por las riberas de Alberche,
(Anónimo.) Un rio de Talavera,
Colérico sale Muza En cuya corriente anidan
De la torre de Comares, Las lechuzas y cigüeñas;
Arrastrándola marlota, Adonde el fuerte Sansón
Y desnudo él rico alfanje. Luchó con la primavera ,
No va desta suerte el moro Y desafió á los vientos
Por matar el Bencerraje, Y al dios Marte en luchafiera:
Que le desmintió en Palacio, Adonde vino á parar
Mas por vengar el ultraje, Un marinero de Eneas,
Que le hacen los poetas Cuando en el mar de Sicilia
En canciones y romances; Fueron perdidas sus velas,
Y yendo de esta manera Y adonde Venus la diosa
5 Le salió al encuentro Azarque, Abrasó desde su esfera
Y él pensó que era poeta A un avaro carretero,
Cuando le vio de tal talle. Que le arrastraba su estrella;
— Dejadme, le dijo Muza, Corriendo sale Cupido
Que los vestidos arrastren, Temeroso de la abeja ,
Que me duelen ya los lomos Que en los jardines de Chipre
De andar cargado de trajes, Le picó en la mano diestra :
Que los poetas novicios Y tras él un fuerte moro,
Se desvelan en sacarme, En una yegua overa,
Compuesto de mas colores Semejante á Rodamonte
Que tapete de Levante. En el brio y lijereza.
Ya hacen de mí platillo Van á prender á Abenámar,
Las damas en todas partes, Por cierto daño que hiciera
Llamándome Antón Pintado, Su yegua entre dos linderos,
Y es justo que así me llamen, Junto á Toledo en la huerta.
Pues me pintan los poetas Desde lejos ven un bulto,
Como retazo de sastres, Y adivinando quién era,
O capisayo de mona, Iban echando juicios
O como lienzo de Flándes. Por ver quién mejor acierta:
No hay borra de tundidor Cual dice que es Doña Urraca
Do mas colores se hallen; La que se quedó suspensa,
Pues me pintan, ya de verde, Luego que del Rey Don Sancho
Ya de blanco, rojo y. jalde : Llegó la siniestra nueva;
Y así voy determinado O la dueña que en Sidonia
Antes que adelante pase, Estuvo por compañera
No dejar poeta á vida De la reina Doña Blanca
Desde el Darro hasta el de Gante.— En la prisión dura estrecha.
—Difícil cosa emprendéis, Yendo en aquestos debates
Le respondió el bravo Azarque Ambos hacen una apuesta,
Si á todo el género humano Que al que mejor acertase
No matáis con ese alfanje : Le diese el otro una prenda.
¡
Sabed que son los poetas Señaló el robusto moro
Como la hidra espantable, Para la conquista fiera
f Que si una cabeza cortan Un alfanje damasquino
Luego de ella siete salen : Que del tahalí le cuelga.
Y si matáis un poeta, Usó Cupido de maña,
Con sátiras y romances Y sin que el moro lo entienda,
Que compondrán, quedaréis Para divisar mejor
Ahogado entre cantares. Abajó un poco la venda,
Dejalles, pues que ya os dejan. Y por si algo pudiese
ROMANCES MORISCOS SATÍRICOS. 133
(Anónimo.)
256.
HORISCO BURLESCO.
¿De cuándo acá tantos fieros, 1
(Anónimo .)
Señora Zaida la bella ? ¡ Valga al diablo tantos moros
¿ Que confesión revelé
Para tanta penitencia ? Como por momentos sacan
Agradézcame que callo Esos poetas novatos
¿as cosas que son de veras; Dotados de tantas jarcias!
Que lo que dije, no importa ¿ Son por dicha buhoneros,
Que se sepa ó no se sepa. Que van á vender medallas,
¿ Quién le notó aquella carta, O reatas de recueros
Que según es de discreta, Que tan sin duelo las cargan?
El que no la conociere ¿No mirarán que un caballo
Habrá de culpar mi lengua? Corre mal si le embarazan ,
¡ Oh qué bien su cuento sabe! Que le basta un hombre encima
¡A fe que es buena la letra, Con lanza, espada y adarga?
De reñirme y de alabarme ¿ Para qué los entapizan
Porque mucho mas lo sienta! Y los cubren de gualdrapas
Como bárbaro me halaga De alamares, rapacejos,
Para descubrir la vena, De listones, borlas, bandas ?
Y á vuelta de sus blanduras Déjenlos á los cuitados,
Mete la aguda lanceta. Que se quejan que los cansan,
¿No sabe que me parece Y que á caballo los suben
En las cosas que me veda, Cargados de empresas varias :
Que le truje yo la mano Que los cobijan de estrellas
Cuando formaba las letras? Siendo la suya tan mala,
Porque á fe de noble moro, Cual no la dé Dios á nadie
Que todo cuanto me ruega, Cuando en su desgracia caiga :
Lo pensaba hacer sin falta Que á su pesar les dan soles
Aunque no me lo pidiera. Y medias lunas á cargas,
¡ Este sí que es puro amor Y aun dicen hubo un poeta
Nacido de entrañas buenas, Que quiso hacer dos un alma.
Pues á dos cuerpos tan grandes ¡Miren alma, y mas de un moro,
Una voluntad gobierna! Hecha dos, qué tal quedara !
Diga cual llama su calle Sí, pareciera pedazos
Para np pasar por ella, De pelota cuarteada,
Que como es cantón su casa Que los ahitan con motes
A dos calles señorea. Que por pienso no les pasan,
Yo no quiero tener pleitos, Y los atiestan de empresas
Que gusto de obedecerla; Sin tener en qué llevarlas :
Mas no quiero que sean dos, Que los cansan y fatigan,
Pues una sola me niega. Que los muelen y embarazan,
Mándame que á sus cautivas Y que los emparamentan
Ni las hable ni las vea, Y los ahogan con mantas,
Y tan de veras lo pide Sin mirar si es junio ó,julio
Como si alguna tuviera; Cuando de calor se abrasan,
Porque en su casa cristianas Y que aun apenas les dejan
Imposible será haberlas, Do arrimar la cimitarra,
Pues su buen ejemplo basta Que con fogosos cometas
Para que ni aun !o merezca. Los chamuscan las pestañas,
Dice que las damas hacen Y que en sus frágiles hombros
Banquetes; pero que advierta Al celeste globo cargan :
Que han de comer y callar Que mas á cuento les viene
Los que en la mesa se sientan. Vender sus higos y pasas,
Si algún banquete me hizo, Y el hacer sus gananzuelas
Busque quien se lo agradezca Con sus rábanos y llantas, <
',
Pues comida de uno solo Y el navegar con sus recuas
Servia para cincuenta.
Desde Tendilla á Pastrana,
Ni son banquetes costosos Que estarse desvaneciendo
ROMANCERO GENERAL.
136
En invenciones soñadas; Cuando avisa al triste moro
Que con dos moras mugrientas «Que no pase por su calle ».
Que les cuezan unas habas, El tundidor, mientras tunde
Tienen lo que han menester Sus paños y cordellates,
Sin Jarifas ni Darajas : Como los demás le avisa
Que yeguas, color de cisnes, <¡Que no pase por su calle».
Con cola y clin aleñada, Va el piloto ó marinero
Ha muchos dias que dicen Engolfado con su nave,
Que en sus tiendas no se gastan; Y en medio del mar le avisa
Que mas quieren dos pollinas «Que no pase por su calle».
Que dos borricos les paran, Va cien leguas de su casa
Para que de feria en feria A veces el caminante
Aceite-y jabón les traiga, Y en el camino le avisa
Que el potro rucio ensillado «Que no pase por su calle».
Aunque de las yerbas salga, Allá dentro en su bodega
Y que el otro de Gazul Está picando la carne
Que se arrodilló en la plaza , El pastelero, y le avisa
Que como perro de ciego «Que no pase por su calle».
Le enseñó el moro mudanzas, Y los propios buñoleros J
259. 260.
E L CAUTIVO. — II. E L CAUTIVO. — III.
'ROMANCES CARALLERESCOS.
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SECCIÓN DE ROMANCES CABALLERESCOS SUELTOS *
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Socorredme, mi señora,
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enlace. Cuál de ellos sea modelo no puede asegurarse núes Y con grande acatamiento
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numero ¿b4 aparece mas
C a á c t e r
I perfección. d e
r ! ° J ° - » O T " n eFdrtsvie s
El se la fuera á besar.
— Perdonadme, mi señora,
Pues que sois de tal bondad;
Que los yerros por amores*
286. Dignos son de perdonar. —
E L CONDE ÁRNALDOS. EHa con grande mesura
(Anónimo *.) Así le fuera á hablar.
¡ Quién hubiese tal ventura — Floriseo, Floriseo,
Sobre las aguas del mar, Yo estoy presta á tu mandar,
Como hubo el conde Árnaldos Qu' el amor que yo te tengo
La mañana de San Juan! Me hace desesperar:
Con un falcon en la mano Dóime del todo por tuya
La caza iba á cazar, Para contigo casar. —
Y venir vio una galera — Besóos las manos, señora,
Que á tierra quiere llegar. Ella me las quiera dar
Las velas traía de seda, Por tan grande benificio
La jarcia de un cendal, Como me quiso otorgar.
Marinero que la manda Yo esto presto para hacerlo
Diciendo viene un cantar Y por tal me quiero dar.—
Después con gran alegría
1K4 ROMANCERO GENERAL.
Allí se van á abrazar, Las naves que van remando
Y á una cama muy hermosa No podían navegar;
Se fuérou juntos á holgar, Y con este dulce canto
Y con besos amorosos Qu'era gloria d'escuchar
Empiezan á retozar. Caballera en un DelGn
Allí estuvieron holgando Al suelo fuera á saltar,
Hasta la hora de yantar. Fuérase para las tiendas
Cartas les fueron venidas Y comienza asi de hablar.
Qu' era dolor d'escuchar, — ¿ Quién es aquí Floriseo,
Y lo qu' en ellas venía Que le vengo aquí á buscar,
A ellos parecia mal: De parte de mi señora,
Qu' ese infante Don Eton Que d'él ha necesidad? —
Con el reino alzado se ha. Floriseo que allí estaba
Floriseo con enojo La empezara de la hablar.
Muchas naves mandó armar, — Yo soy ese, la doncella,
Dándoles muy grande priesa Que vos andáis á buscar.—
Para haber de navegar. Ella después que lo vido
Ya las gentes están juntas, Empezóle de hablar.
Que querían caminar, — Caballero Floriseo,
Cuando se iba Floriseo Pues que sois de tal bondad,
Para á la Reina hablar. Mi señora á vos me envía
Y con grande sentimiento Que la queráis mamparar
D'ella despedido se ha. De una muy grave injuria
— Abrazadme, mi señora, Que allá levantado le han;
Vos me queráis abrazar, Pues sabiendo sois acorro,
Que muy presto seré vuelto; Y de viudas mamparar,
No vos queráis enojar.— A vos m'envía, señor,
Ella con el eran dolor Que la queráis ayudar.
' No le podiahablar. Yo os llevaré con placer
— ¡ Ah, mi señor Floriseo, En mi barco á descansar,
Amador de la bondad, Porque aquel que en él camina
Y qué triste es la partida No recibe mal pesar.
Para mí, y de gran pesar! * Por eso, amado señor,
Yo rogare al Rey divino Vamonos allá á holgar. —
Que os deje de allá tornar. Floriseo que esto oyó
—Y á vos, la señora mia, Tal respuesta le fué á dar.
También os quiera guardar. — — Ay, doncella muy amada,
Ya se parte Floriseo No me queráis vos llevar,
Y empieza de navegar, Porque yo estoy de partida,
Y andando por sus jornadas Y no puedo allá llegar,
Al reino llegado ha. Pues voy á Constantinopla
En medio año que allí estuvo Con el emperador á hablar
El reino ganado ha. De un negocio que me dio
Ya se parte Floriseo, Y que me quiso encargar,
Ya se parte, ya se va Y he de dalle allí la cuenta,
A esa ínsula encantada, No puedo d'ello faltar. —
Que así solian llamar, La doncella qu' esto vido
Porqu' era muy deleitosa, Muy triste tornado se ha,
Y allí quiere reposar. Porqu' él no iba con ella
Andando por sus jornadas Ni ella le podia llevar.
En ella fuera á aportar, Mas como era muy mañosa
Y todos los de la isla Tal remedio fué á tomar,
A recibirse lo van Y era que tocó el laúd
Con alegría tan grande Y empezara de cantar.
Que no lo puedo contar. La canción qu' ella decia
Los suyos hácenle fiesta Era gloria d' escuchar:
Por haberle de alegrar, A todos los que la oian
Y muy grandes monterías Adormecido les ha.
En un bosque armado han. Ansí hizo á Floriseo
Desque lo hubieron corrido, Qu' en el suelo vido estar.
Riberas del mar se van. Desque lo vido dormido
Allí estando el alegría En el barco lanzado lo ha,
En pesar tornado se ha, Y su música tañendo
Porque ya á deshora vino A un castillo llegado ha.
En un barco por la mar. Su señora que lo supo
Lo qu' en el barco venía Alegre tornado se ha,
Era cosa de mirar; Y con grande diligencia
Que venía entretejido Del batel lo fué á sacar,
Con guirnaldas de arrayan,
Y de aquel barco salia Y echándole en una cama
Una música de amar. Pensó allí de lo matar.
El estándolo mirando Un ungüento que le puso
Del barco vieron saltar En su acuerdo tornado le ha.
Una doncella hermosa Desque lo vido despierto
D'el se habia enamorado
Que eantando iba un cantar. Y con grande acatamiento
Las aves que iban volando Por su amigo lo na tomado.
Al suelo hacia bajar, Allí estuvo Floriseo
Los peces qu' están nadando Placentero y muy amado,
Todos juntos hace estar ? Por amor de los hechia*
ROMANCES CABALLERESCOS. 135
ue le habían encantado, Que venció grandes batallas,
S uy grande honra le hacia
Reina Lacivia á su amado,
Que es muy grave de contar.
Así estuvo muy gozoso
En un vergel muy hermoso Con la Reina á voluntad.
Con él se anda deleitando, Allí tuvieron un hijo
Y con muy grande vergüenza Que fuera de gran bondad.
A la cama lo ha llevado. Ellos estando en aquesto
Allí estuvieron los dos Allí lo vino á buscar
Hasta qu'el sol fué rayado. Este noble de Filoto
Así quedó Floriseo Que le amaba con verdad.
En la menor India encantado: Con una voz amorosa
Y tornando á las sus gentes L'empezó de pescudar.
Desque hobieron despertado, — ¿Adonde está Floriseo,
Llorando de los sus ojos Que le vengo yo á buscar,
Por los bosques lo han buscado. Y me dicen qu'está aquí
Con muy penosos gemidos Y que aquí suele posar? —
A la Reina se han tornado, Allí hablo una doncella,
— Nuevas traemos, señora, Y empezara de hablar.
De que habréis grande quebranto. — Entres tú acá, el caballero,
La Reina de qu'esto oyera, Que acá dentro le verás. —
Salto el corazón le ha dado, Filoto no se guardando
Y con muy grande agonía En el castillo entrado ha,
Les había preguntado. Y en entrando, qu' él entró
Allí hablara Gesipo, En caballo vuelto se h a ,
Bien oiréis lo que ha hablado. Y así estuvo en esta pena
— Señora, n'os enojéis, Hasta Perineo llegar.
Que Floriseo es encantado, Andando este por sus jornadas
Lleváralo una doncella, No cesa de caminar,
No sabemos á qué cabo. — Hasta que por su ventura
La Reina de qu'esto oyera Allá fuera á aportar
La color se le ha mudado, A este.puerto de la India,
Y con muy grandes suspiros Y al castillo fué á llegar.
Caido había de su estado. Armado de todas armas
— ¡ Ay de mí triste, cuitada, Empezara de hablar.
Que ya he perdido á mi amado! — ¿ Qu' es de aquese caballero,
¡ Ay tortuna desdichada Que con él me he de matar
Que muy de mal me has tratado! Por las grandes sinrazones
Sin yo te lo merecer Qu'en este reino hecho ha ? —
Mi descanso me has quitado— Un portero que lo oyera
Su doncella Píromencia A la Reina dicho lo ha.
Se la iba á consolar. La Reina desque lo supo
— No vos enojéis, señora, Tomó tristeza y pesar,
Ni tomedes tal pesar, Lo uno porque á Floriseo
Pues que Floriseo es vivo, Tan presto lo han de llevar,
No le queráis vos llorar. — Lo otro, porque entendía
Y la Reina qu'esto oyera Que no había d'él de gozar;
Algo consolado se ha. Y con gran ira crecida
Y ellas estando en aquesto A Floriseo fué á enviar
Nuevas llegado les han, Para que armas hiciese
Qu'ese duque Perineo Y al caballero matar,
Con doce llegado ha Con muy relucientes armas
Caballeros esforzados Qu'era gloria de mirar.
Que la venian á buscar. Las puertas ya le han abierto
La Reina qu'esto oyera, Para salir á lidiar.
A recebirse los va. Su padre que así le vido
Allí estuvieron los dos L ' empezara de mirar :
Con tristeza y con pesar, Los ojos llenos de agua
El uno para su hijo Empezara así hablar.
Y el otro para su amar. — Aquel es mi Floriseo
Un concierto han tomado, En su cuerpo y menear;
Que le fuesen á buscar. ¡ Oh sin ventura de viejo
Una dueña Perimencia Como tengo gran pesar
D'el nuevas dado les ha, Que tengo delante mi hijo
Que Floriseo está encantado, Y con él he de lidiar! —
Qu'en la menor India está. Y tomando una lanza
Perineo que esto oyera Para habello d' encontrar,
Muchas gracias dado le ha, Danse tan grandes encuentros
Porque ya lleva esperanza Qu'era dolor de mirar,
Que lo habia de hallar. Y andando en su batalla
Y con este buen concierto El Duque empezó de hablar.
Se empiezan de aparejar — Esperaos, caballero,
Y se ponen en camino Que os quiero un poco hablar,
Para haber de irlo á buscar. Y es que os pido de mesura
Y tornando á Floriseo Qu'el yelmo os queráis quitar. —
D'él vos quiero yo contar Floriseo qu'esto oyera
Que como estaba encantado Tal respuesta le fué á dar.
No siente donde s'está, — Que me place, caballero,
Salvo que tiene su esfuerzo Pláceme de voluntad. —
Que no le podría faltar,
Y el Duque desque lo vWo
1oG ROMANCERO GENERAL.
Asile fuera á hablar. — bió haberlal escrito imitando
ímuanao losius libros
nuros caballerescos,
caoanerescos, cuva
lectura se habia extendido desde los últimos aflns rioi i"
anos del ¿
— ¡ Oh mi hijo muy amado, Klo xv. El poeta hizo lo mismo que el que amplificó el de la In-
No me queráis maltratar, fantina, número 284, en el numero 28b.—Igual rudeza de estilo
Que yo soy el vuestro padre, iguales faltas en la versificación y en el lenguaje, igual nesra'
Y por vos pasé harto mal! — cion de arte existe en este y en aquel. De presumir es que este
Floriseo no lo oia sea también una amplificación de otro mas anügno que no co
Ni le queria escuchar nocemos. Andrés Ortiz debió ser alguno de aquellos juglares
del pueblo, que alteraban y remendábanlos romances primi-
Por amor qu' está eneantado, tivqs.
Ni sentía bien ni mal. s Este verso y el siguiente se hallan, como proverbiales qu»
Des que aquesto vido el Duque, son también en el romance del Conde de Claros. H
(Anónimo .)f
(Anónimo*.)
Tiempo es, el caballero,
A tan alta va la luna Tiempo es de andar aquí,
Como el sol á mediodía, Que ni puedo andar en pié,
Cuando el buen Conde alemán Ni al Emperador servir,
Con esa dama dormía. Pues me crece la barriga
JSo lo sabe hombre nascido Y se me acorta el vestir :
De cuantos en corte había, Vergüenza he de mis doncellas,
Si no solo era la Infanta, Las que me dan el vestir;
Aquesa Infanta su hija. Míranse unas á otras,
Asi su madre la hablaba, No hacen sino reír:
Desta manera decía : Vergüenza he de mis caballeros,
— Cuanto viéredes Infanta, Los que sirven ante mi.
Cuanto vierdes encobridlo : —Lloradlo, dijo, señora,
Daros ha el Conde alemán Que así hizo mi madre á mí;
Un manto de oro fino. Hijo soy de un labrador,
— ¡Mal fuego le queme, madre, Mi madre y yo pan vendí.—
Ese manto de oro fino, La Infanta desque esto oyera
Cuando éií vida de mi padre Comenzóse á maldecir:
Tuviese padrastro vivo! — — ¡ Maldita sea la doncella
De allí se fuera llorando: Que se deja seducir!
El Rey su padre la ha visto. —No os maldigáis vos, señora,
— ¿Por qué lloráis, la Infanta? No os guerais vos maldecir,
Decid ¿quién llorar os hizo? Que hijo soy del rey de Francia,
—Yo me estaba aquí comiendo Mi madre es Doña Beatriz:
Comiendo sopas en vino; Cien castillos tengo en Francia,
Entró el Conde alemán Señora, para os guarir,
Y echólas por el vestido. Cien doncellas me los guardan,
— Calléis, mi hija, calléis; Señora, para os servir.
No toméis de eso pesar.
» Que el conde es niño y mochacho; (Coplas contra las rameras etc., Pliego suelto.)
Hacerlo ha por burlar. * Véase la nota del anterior.
— ¡Mal fuego quemase, padre,
Tal reir y tal burlar !
Cuando me tomó en sus brazos
Conmigo quiso holgar. AQUÍ COMIENZA LA HISTORIA DE LA INFANTINA,
— Si él os tomó en sus brazos, ET DE COMO EL INFANTE DE HONGRIA LA FIZO
Y con vos quiso holgar, SU NAMORADA ANTE CON ELLA CASAR.
En antes que el sol saliese
Yo le mandaré matar.
(Cancionero de Romances.) 308.
1 LA INFANTINA DE F R A N C I A . — I
Tiene este romance antiquísimo alguna analogía con el
histórico del conde Garci-Fernandez ; pero uno y otro mas (Anónimo.}
parecen tomados de una fábula caballeresca, que no de un Grandes fiestas se poblican
hecho verdadero.
En Francia la naturale;
Van faser unos torneos
306. En París la grand cibdade,
Por casar esa Infantina
LOS DESLICES DE AMOR. — I. La fija del Emperante.
(Anónimo *.) Todos la casar querien,
Et ella non quier casare,
— Tiempo es, el caballero, Maguer que su padre es viejo
Tiempo es de andar de aquí, Et lo habie de feredare.
Que me crece la barriga, ¡Muy horaña era la niña,
Y se me acorta el vestir. Muy horaña por demase !
Vergüenza he de mis doncellas, De altiveza muy sobrada,
Las que me dan el vestir, De soberbia otro que tale.
Míranse unas á otras, Siete fadas la fadaron
Y no hacen sino reír. N'ella su hora natale •
Si tenéis algún castillo Fueran seis las fadas blancas,
Donde nos podamos ir, Una negra por su male.
Si sabéis de alguna dueña Dellas las seis la fisieron
Que me lo ayude á parir. Apuesta, linda é cabale,
— Paridlo vos, mi señora, Fueras la negra que la ha
Que así hizo mi madre á m i , Malquerencia por su padre.
Hijo soy de un labrador Físola esta burladora,
Que el cavar es su vivir.— Soberbia, que non ha pare,
(Cancionero de Romances.) Ca coidaba de tal guisa
1
Su escarnímiento vengare,
u e
Tanto este como el que le sigue deben ser fragmentos Poniendo que para nunca
alguno mas completo y anterior. Home nascido ha de amare
Si non aquel, que villano
La sopiese domeñare.
En fermósura crescie
La Infantina sin cesare;
101 ROMANCERO GENERAL.
Mas sobrábase en desdeños, N'el campo bien lidiare;
1
E amores non quier tomare. En la corte é los palacios
Non faila,non,quien le plazca Bien jugare, et bien danzare:
Dende el Rey fasta el zagale: Cuerdo en los sabios decires,
A ningund fas cortesía, Las sus trovas bien trovare,
A ningund torna el fablare ,
E á quien demanda somiso Et á las apuestas damas
Mas esquiva va á negare. Cortesmiente cativare.
Al pregón de los torneos Paredes mientes, mi señora,
A Paris iban llegare Qu' en al le habedes probare,
Muchos nobles caballeros Et yo fío esta vegada,
Infanzones de solare,
Que de lueñe traen su vía i ! Falléis vuesso deseare.
Por la tierra, por el mare. : Cedo mandédes le fija
Fiestas fasen muy locidas Vos servir en los yantares,
Que n' el mundo non han pare, Do maguer vezado sea
Por conquerir de la niña
La refasia volontade. Non fallará de pecare.—
i Quién muestra apuestas libreas 'Conforte toma la niña
Quién ricas preseas trae, De su dueña n'el fablare,
Quién penas de mil colores E sin mas se retardar
En los yelmos va sacare , Ansí lo fiso ordenare;
E quién con luscientes armas Ya manda sus mensajieros,
Se arrea por le agradare! De prisa, non de vagare,
¡ Quién coplas é quién decires Porque con dulces palabras
Va trobando sin cesare Le trujiesen al Infante.
Asmando ansi cativar i Ya se parten , ya se van
La que libre solie estare! De prisa, non de vagare,
Esto que viera la niña Et de la niña el recaudo
Non fase si non burlare: ••' Al buen caballero dañe ;
Amenguábales á todos El cual desque 1' hovo oido
A cual menos, á cual mase: Sin un punto mas tardare
Fueras un buen caballero Homilmienle el mandamiento
Que es de Hongria naturale, De la Infanta fué á acatare.
Fijo del Rey de la tierra Llegado que fué al palacio
Muy apuesto é muy cabale. A do la Infantina yace,
Vídole romper las lanzas, Con muy gentil apostura
E con la espada lidiare, Diz que está allí á su mandare :
Fasiendo catar la tierra, 3 La cual desque así lo viera,
A cuantos iba topare. Dijo, le fiso llamare,
Vídole de armas armado Por tenelle compañía
Faser los homes tremblare, En sus mesas á yantare.
E con arreos de corte Asentádose ha la niña,
A las dueñas cativare. E cabe d'ella el Infante,
En las salas del palacio Qué con gentil continente '
Vídole gentil danzare, La servie los manjares.
Tanto apuesto é mesurado, Bien partie las viandas ,
Que era mucho de notare. Bien las aves fué á trinchare ,
Vídole jugar las tablas , Bien escanciaba las copas
E los dados libérale , Para los vinos brindare.
Contino el gesto plasciente Atanto bien lo fasie
H' el perder, ó n' el ganare. Que non era de dubdare
Oídole ha decir decires, Ser muy vezado en servir
Otro si, coplas cantare, Banquetes en mesas reales.
Que al corazón iban drechas La Infantina qu'esto viera,
Por en amor le abrasare. Abscondie su pesare,
Como la Infanta non falla Bien así como quien quiere
Cosa que le reprochare, Su mal querencia celare;
Cordojo tomara asaz, E como fase la sierpe
Mal cordojo le fué á daré, Que entre flores suele estare
Ca flucía ya non ha Para mejor su veneno
Que en mengua le habie fallare Al enemigo lanzare.
De ira et de rabia plañíe, Pensando se está la niña
Dé sus labros saca sangre : Qué faser en caso tale,
Allegóse ende una dueña Fasta qu'en coita tamaña
Desque ansi la vido estare, Esto fué á determinare.
E dijol' con voz somisa; Endereza al caballero
Aquesto la fué á fablare. Benino et dolce mirare,
Maguer que su corazón
Falla la Dueña. En ira rabiosa arde.
—Infantina, la Infantina, E apos con su lindo pié
La que hobe yo á criare, Fué el del garzón á topare,
E la leche de mis pechos E con falaguera risa
La diera para mamare: '\ Sus ojos fuera á bajare;
Non tan cedo desmavedes, El cual que non atendie
Non vayades desmayare, Tal falsía, ó favor tale,
Ca non es home en la tierra Seyendo todo sorpreso
Do fallesca algund errare. Comenzóse de turbare,
Catástedes al garzón E como turbado estuvo
En su barba fué á posare
Un poquillejo de arroz
Que á su boca iba llevare.
ROMANCES CABALLERESCOS. -165
336. (Anónimo*.)
Después que el muy esforzado
AMADIS DE GAULA. — H . Amadis, que fué de Gaula,
{Anónimo <.) Por mandado de su señora
La hermosa Oriana,
En la selva está Amadis, Partió de la peña Pobre,
El leal enamorado : Do la doncella le hallara,
De lágrimas de sus ojos Vínose á Miraflores,
El campo tiene regado, Adonde Oriana estaba
Por una carta sañosa Puesla en muy grande cuita
Que Oriana le ha enviado. Por aquel que tanto amaba,
Palabras que está diciendo, Tan lastimada y tan triste,
486 ROMANCERO GENERAL.
Que la vida le faltara, En la noble Trapisonda,
Si no fuera por Mabilia, Adonde ella residía,
Que mucho la consolaba. Cuya señora ha de ser:
Cuando se vieron los dos, Claridiana se decia,
Los dos que tanto se amaban, La cual entre las mujeres
No hay quien contar pudiese Como el sol resplandecía.
La gloria de que gozaban. Hacia á todos gran ventaja
Abrazados por gran rato, En su gracia y bizarría,
Que ninguno se hablaba ; En hermosura y valor
Trasportados del dulzor Y en virtud y en gallardía ,
Que su vista les causaba, Y en ánimo varonil
Como aquellos que el amor • Y esfuerzo sin cobardía,
Por igual los sojuzgaba; Porque solo su amador
En cabo de un gran rato Algún tanto la excedía,,
Cada uno en sí tornaba, Y con tan poca ventaja
Y con muy grande alegría Que apenas se conocía.
El uno al otro hablaba, El la quiso y fué querido,
Contando las graves penas , ¡ Ved qué gloria les sería,
Que el ausencia les causaba; Pues-a Amadis en amar
Mas si congojas pasaron El clara ventaja hacia,
En placer se les tornara. Y ella á la reina Oriana,
{Cancionero de Romances. — It. Rom'ance delQue de allí pasar no habia!
Pasando muchos trabajos
Conde Atareos, etc. Pliego suelto.)
Y tormentos cada dia,
i Hé aquí en los números 335,336 y 337 los únicos romances Vino el caso á suceder
que nos quedan de Atnadis de Gaula. Los tres no representan Que necesidad tenia
mas antigüedad que la del siglo xri, y ninguno está compren- De apartarse de su dgma,
dido en el Cancionero general de 1511. El Amadis de Gaula, Porque á llamarle venía
desconocido para el pueblo antes de dicha época, fué sin em-
bargo el tipo de, los .libros caballerescos espafioles, y el orí- Una doncella llorando,
gen demasiado fecundo de una multitud, cuyas traducciones Que su socorro pedia.
inundaron la Europa, después que la Francia habia agotado i Allí viérades los llantos
el manantial de sus crónicas caballerescas, sus Cárlo-Magnos Que cada uno hacia!
y sus Artuses. Allí las quejas, los celos
Que su amada le oponía!
Y para que no se fuese
338. Muchas lágrimas vertia.
EL CABALLERO BEL FEBO. —I. Mas como él era esforzado,
1 Complacerla no podia,
(De Lúeas Rodrigues .) Porque á ello le obligaba
El gran hijo de Trebacio La ley de caballería.
Que por sucesión venía Despidense con abrazos,
A ser alto emperador Que se daban á porfía :
De Grecia , donde asistía, De solo aquello gozó,
Llamado por nombre el Febo; Que mas no le concedía.
Flor de la caballería, No lo querie ella dejar
Ejemplo de la virtud, Por no perder su alegría;
Dechado de lozanía; Parécete que la ausencia
El que nunca igual halló Olvidarla causaría,
En esfuerzo y valentía, Dándole mil ocasiones,
El que siempre sujetó Como de contino hacia,
A toda la paganía, Y este triste pensamiento
El que con solo su nombre Tanto á la dama ofendía,
Los agravios deshacía, Que no le quiere soltar
El que á todos excedió Porque mucho lo temia.
En mesura y cortesía : Como el príncipe esto viese,
Este príncipe potente Gran pena y dolor sentía :
Que á los gigantes vencia, Dale su fe y su palabra
Un niño le sujetó Que muy presto volvería
Ciego, tierno en demasía, A tornarla á visitar,
Y fué porque le tiró Pues mas que ella lo quería; •
Una flecha que traía, Y así le dio la licencia,
A la cual no hay resistencia, Y el príncipe se partía.
Porque invisible la envía ; (RODRÍGUEZ , Romancero historiado.)
Y cuando verse pudiera
Poco le aprovecharía, i Trece son los romances de esta clase que el hinchado
Pues se habia de defender pero infatigable poeta Rodríguez nos dejó sobre las aventuras
Con quien tan poco podia, del caballero del Febo, descendiente de los Amadises y de los
Que era su corazón tierno; Palmerines. Están tomados sus asuntos del libro caballeresco
¡ Mirad cuál le pararía, intitulado : Espejo de principes y caballeros; que consta de
cinco ó seis partes, empezadas y continuadas en el último
Pues que de su natural tercio del siglo xvi.
Fuerza alguna no tenia !
Y ansina muy fácilmente
Cualquiera vista le hería. 339.
Tiróla tan fuertemente
Que forzado le rendía EL CABALLERO DEL FEBO. —- II.
A ser el mayor esclavo (De Lúeas Rodríguez.)
Que tiene en su compañía; Parte el amoroso Febo
Al cual le mandó que amase
A una princesa que habia De aquella que le ha robado
El alma y su corazón,
ROMANCES CABALLERESCOS DE LAS CRÓNICAS GALESAS•
Con gran dolor y cuidado. Veinte enanos pasan luego .
Va melancólico y triste. De rostro muy afeado,
Y de mil ansias cercado, Con sayos hasta los pies
Desabrido y descontento De tafetán encarnado.
Y casi desesperado. Doce gigantes los siguen,
Quéjase de su fortuna Y cada cual iba armado
Porque apartar le ha forzado De ricas armas y fuertes
Del contento que da gusto Con un ancho alfanje aliado.
A su cuerpo apasionado, Tras aquesta compañía
Y de aquella luz que alumbra Pasó un carro tan preciado,
Su coraron lastimado, Que pensó el príncipe ser
Que va ofuscado en tinieblas Por arte mágica obrado :
Por ir de su luz privado. De zafiros y otras piedras
No syrto llora el dolor Venie todo rodeado,
Que le tenie atormentado, Que le pareció valer
Mas también el que su amada Mas que un reino muy preciado;
Por su ausencia habrá tomado. Y dentro vio estar dos sillas
Dale mas pena esta pena De oro muy fino labrado.
Porque la sentie doblado. En la una vio que estaba
Yendo con estas tristezas Un caballero asentado,
De fe viva acompañado, Galán, dispuesto y hermoso,
Fuertes gigantes venció, Muy severo y agraciado,
Y la soberbia ha bajado Y en la otra una doncella
A perversos caballeros, De rostro tan alindado
Que á otros habien agraviado. Y de tanta gallardía,
De malos aborrecido Que le ha todo alborotado,
Era, y de buenos amado ; Porque le pareció ser
De aquellos que poco pueden De la hermosura dechado.
Su favor es demandado, Va luego otra tanta gente
A los cuales da su ayuda Como delante ha pasado;
Con ánimo aparejado. Mas la vista de la dama
De todos era temido Ha su corazón llagado
Y por fuerza respetado; Con tan terrible herida,
Y cuando ya se volvia Que se sintió enajenado
Por un gran campo ha pasado, Para poder mas amar
Espacioso, ameno, alegre A la que primero ha amado;
Y de arboleda cercado, Porque viendo esta doncella
Tan espesa y tan crecida, Se halló tan aprisionado,
Que puede estar bien guardado Que su alma y corazón
De no ser visto de nadie, Firmemente le ha entregado;
Aunque mas fuera buscado. Y no pudiendo sufrir
En medio estaba una fuente Tal herida que le han dado,
De artificio tan preciado, Su buen caballo desata,
Y de tan galana hechura, Y su yelmo se ha enlazado.
Que admiración le ha causado. Sin poner pié en el estribo
Sonaba tan dulce ruido Con presteza ha cabalgado,
Del agua por aquel prado, Y con lijera carrera
Que le hizo descansar Del rico carro ha pasado,
Y estar un rato allí echado : Por solo tornar á ver
Y como el príncipe viese A quien tal le habie parado;
Ser lugar acomodado Que como él la vio pasar
Para poder dar alivio Quedó mas enamorado,
A,su cuerpo fatigado, Y así d'estos dos extremos
Con gentil aire y presteza Perseguido y acosado.
Del caballo se ha apeado,
Y quitándole la silla (RODRÍGUEZ, Romancen historiado.
En un árbol le ha arrendado.
Quitóse también el yelmo,
Y encima se ha recostado 340.
Para poderse aliviar
E L CABALLERO B E L F E B O . — III,
Del dolor bravo y pesado
Que le causó la memoria (Be Lúeas Rodríguez.)
De aquella que tanto ha amado. Con grande dolor y pena
Y estando en su dulce sueño Está el príncipe esforzado
Un gran ruido ha sonado, Deseoso de saber
Que su descanso le quita, Quién así le ha maltratado;
Pues el sueño le ha quitado. Y no pudiendo sufrir
Levantárase por ver El fuego que le ha abrasado,
Qué es lo que le ha despertado : Ruega mucho á una doncella
Ve que son unas doncellas Que detras se habie quedado,
Que con paso apresurado
Hacien tan gracioso son Le cuente aquella aventura,
Y un cantar tan extremado Y el fin de aquel rico carro;
Que con muy justa razón La cual por dalle contento
Pudiera ser comparado D'esta manera le ha hablado :
—Sabed, señor caballero,
A aquel de las tres sirenas, Que en aquel sublime estado
Por el mundo tan loado
Tan real y poderoso,
Dispuestas, lindas, galanas, Que del Catayo es llamado,
Con vestidos de brocado.
Hay una costumbre antigua
188 ROMANCERO GENERAL.
Que los reyes han guardado, Que ningún arma contraria
Y es que tenga tanta acción Las ha algún tanto mellado,
La hija en aquel reinado Y tan ricas y vistosas
Como el hijo, aunque sea Que estaba el Febo admirado.
De mil gracias adornado, Encima un caballo sube,
Y solo pueda heredar En correr muy extremado,
El que fuere señalado Juntamente en hermosura,
Por sus tan queridos padres Que Cornerino es llamado.
Sin salir de su mandado. Apartándose á una parte,
Vino acaso á suceder Grandes encuentros se han dado,
Que fué el padre aficionado Y fué tan grande el de Febo,
Muy mas de la hermosa hija Que ha por fuerza derribado
Que del príncipe estimado, Al príncipe Meridiau
Y al contrario-de su madre, Mal herido y quebrantado.
Es el hijo mas amado. Mas como el Febo lo viese.
A ella llaman Lindabridis, Del caballo se ha arrojado,
El Merian es llamado, Adonde con gran furor
Y así terrible discordia Fuerte contienda han trabado,
Entre ellos se ha levantado, En que Meridian mostró
Sobre cual ha de gozar El valor de que es dotado,
Del reino tan encumbrado. Resistiendo con destreza
Determinan una cosa Un golpe y otro pesado,
Para salir del cuidado, Que le da el potente Febo
Y es que vayan los dos juntos Con su recio y fuerte brazo.
Hasta un año ser pasado, Mas al cabo de dos horas
De aquesta suerte que veis; Le tenie tan mal parado,
Y esté el príncipe obligado Que ya iba de vencida,
A defender que merece Según le trae acosado;
Mas, en medio el campo armado, Y así del valiente Febo
Que su hermana Lindabridis, Meridian fué subjetado,
Ser señor de,aquel estado; Quedando con muy gran saña
Y si fuere victorioso Y casi desesperado,
En el tiempo situado, Y por no ser conocido
Que le darán luego el reino Quiso ir disimulado.
Y será señor llamado; Su caballo y armas fuertes
Mas que si fuere vencido, Con el príncipe ha trocado,
Que no espere ser premiado, Y despidiéndose d'ellos
Y suceda en su lugar Con presteza ha caminado
Hasta cumplir lo restado Al reino de Macedonia,
El valiente vencedor Adonde fué desposado
Que tanto esfuerzo ha alcanzado; Con la hermosa Floralinda,
Y si sale con victoria Que heredaba aquel estado,
Hasta el año señalado, Sucediendo en su lngar
Que gozará de aquel reino E! príncipe enamorado
Siendo con ella casado. De la linda Lindabrides
Esto es en suma, señor, Que le tenie aprisionado.
Lo que me habéis preguntado.— (RODRÍGUEZ, Romancero historiado.)
Como el Febo aquesto oyese,
De sabello se ha holgado :
Dale mil gracias y ofertas
Por la cuenta que le ha dado. 341.
Al caballo da de espuelas E L CABALLERO D E L FEBO. — IV.
Hasta que hubo llegado
Al carro triunfante y rico; {De Lúeas Rodríguez.)
Y en llegando se ha parado, Con crecido regocijo
Y haciendo su acatamiento Y alegría singular
D'esta suerte ha razonado : Camina con Lindabrides
—Príncipe alto, excelente, Aquel príncipe sin par,
Y con razón publicado A cumplir lo que faltaba
Por el mas diestro y valiente Para el año se pasar,
Que en el mundo sé ha hallado ; Y si sale con victoria
Yo he sabido esta aventura Irse con ella á casar
¥ estoy bien d'ella informado, A la tierra de su padre,
Y sé cómo defendéis
Lo que os será demandado Y de aquel reino gozar.
De cualquiera caballero Enfrente d'ella sentado
Que á razón fuere llegado; Va por bien la contemplar,
Y así vedme aquí que estoy Puestos los ojos en ella
Muy presto y aparejado Sin las pestañas mudar,
A defenderos, que el reino Porque el fuego que le abrasa
Del Catayo, tan sonado, No los consiente apartar
Le merece, y es razón De aquella que le ha causado
Que á vuestra hermana sea dado.- La muerte y vida á la par :
Como el Príncipe esto oyese, Muerte, por lo que padece
La rica silla ha dejado, Hasta podella alcanzar,
Y poniéndose sus armas Y vida, porque imagina
Al gran campo sale armado, Que presto se ha de llegar
Las cuales eran de conchas Lo por él tan deseado,
De un duro yfinopescado, Que es con ella descansar.
Piensa agora que es querido,
ROMANCES CABALLERESCOS DE LAS CRÓNICAS GALESAS. 189
Y esto le hace alegrar ; Cuando Febo entró en el campo,
Agora , que no es amado Una carrera fué á dar,
Para mas le hacer penar, Con tan gallarda postura
Y poner mas diligencia Que hizo maravillar
En podella aprisionar, A todos los que le vieran,
Y con palabras sabrosas No pudiendo divisar
Procurándose extremar, Las pisadas del caballo,
La declara allí su pena Según corre sin parar.
Por podella aficionar. Quiérele ella conocer
Mas desque ella le vido En el gentil cabalgar;
Con su hermano batallar, Mas verle con tales armas
Y conoció que á su esfuerzo No lo podie imaginar,
Ninguno podie igualar, Y asi piensa qu'el deseo
Y que en gracia y apostura La debia de engañar;
Le quiso Dios levantar Mas porque ve que parece
Sobre cuantos caballeros A aquel que tanto fué á amar,
Quiso natura formar; Sus muy agraciados ojos
Desde aquella hora y punto No puede d'él apartar,
La princesa le fué á dar Deseando mucho verle
Su alma y su corazón, De sus contrarios triunfar.
Sin poderse defensar. Estando así embelesada
Y ansina; yendo en el carro Vido por la plaza entrar
Se lo procura mostrar Muy apuestos caballeros
Con .sus amorosos ojos Que no se podíen contar,
Y con un dulce hablar; Que vienen por la Princesa,
Y también con estar triste Ganosos de pelear:
Y algunos sospiros dar. Quiere cada cual llevalla,
Y eon las muestras de amor Y de tal prenda gozar :
El Febo empezó á olvidar Vienen ricamente armados,
Del todo á esotra princesa, Por mas su valer mostrar.
Y d'ella á no se acordar, Cuanto el premio es estimado,
Porque solo era su fin Tanto esfuerzo basta á dar
Lo presente procurar, A los valientes guerreros
Y lo propio Lindabrides Para poder pelear.
Le procura encadenar Mas el animoso Febo
En su amor de tal manera No puede temor cobrar :
Que no se pueda apartar, Vence á uno, á dos, á tres,
Y en acabándose el año Que era cosa de espantar
Que solo podie faltar Cuan fácilmente los rinde,
Un mes, irse á su tierra Sin cosa alguna estimar
Y sus bodas celebrar. Sus desaforados golpes
Vanse á Constantinopla Que hacien la tierra temblar,
Para el mes allí pasar Aunque fuera mas valiente
Defendiendo su demanda, A su desprecio y pesar,
Que falta para llegar De aquesta suerte y manera
Al término señalado Cuarenta fué á subjetar
Y con victoria quedar. Con tanta desenvoltura,
En llegando, que llegó, Que les hacie renegar,
Mandó luego publicar Maldiciendo á quien le trujo
La demanda que traía, Para así los deshonrar,
Y que él ha de defensar Porque de su rica silla
Armado solo en el campo No le podien menear :
Donde empieza de aguardar Y porque venie la noche
A cualquiera caballero No pudo mas batallar
Que quiera con él lidiar. Y mandaron que cesase
El Emperador su padre Por entonces el justar :
Su demanda fué á aceptar, Y así fué con Lindabrides
Y asi hizo un cadahalso A su carro á reposar.
Por podello bien mirar, (RODRÍGUEZ , Romancero historiado. \
Y otro para que su madre
Pueda á su placer estar
Con otras muchas princesas
De valor y eran beldad, 342.
Y de tanta hermosura EL CABALLERO DEL FEBO. - ~ V.
Que no hay mas que desear.
Entre todas se señala (De Lúeas Rodríguez,-)
La que quiso señalar Ya quería el dorado Febo
Dios , de tanta gentileza Su gran carro aderezar,
Para su poder mostrar, Y sus feroces caballos
La Princesa Claridiana Con una vara domar,
Que se habie venido á holgar, Para que temblando d'él
Por saber si habría nuevas ' Obedezcan su mandar,
De aquel que le fué á robar Y le traigau por el cielo
Su alma y su corazón, Sin un momento parar,
Y si no comunicar Porque sus lucientes rayos
Con los que él tratar solia, Pueda por él derramar;
Por poderse consolar, Y viendo que ya era tiempo,
Imaginando que habla Tanto les fuera á azotar
Con los que él solia hablar. Que les hace como á toros
490 ROMANCERO GENERAL. ,
Terribles bramidos dar, D'él, porque tanto ha tardado
Y correr tan velozmente Sin venir á reposar
Sin un punto sosegar, Con sus amigos y padres.
Que á cabo de poco rato También le van á hablar
Pudo bien desparramar Aquellas altas princesas,
Sus muy rutilantes rayos Aunque sola fué á faltar
Y á todos regocijar, La princesa Claridíana
Que la. triste y larga noche Por no dar que sospechar.
Les hace tristes andar, Mas el Príncipe discreto
Cuando el generoso griego La supo bien disculpar,
Se comienza á levantar Que dejó á todos contentos,
De su regalado lecho Y así se fué á descansar
Y á grande priesa se armar, Despidiéndose de todos,
Y con su alta compañía Y acabando allí de dar
Va á ponerse en. el lugar Fin á aquella real empresa,
Que los muy justos jueces Digna de no se olvidar
Pusieron para justar. Para siempre de ninguno,
Y como luego vinieron Procurando le imitar.
Sus padres a se sentar, (RODRÍGUEZ, Romancero historiado.
Con valientes caballeros
Grande justa fué á trabar,
Donde tanto se mostró, 343.
Que presto fué á derribar
A todos los principales: EL CABALLERO DEL FEBO.—• VI.
Solo uno fué á quedar,
Que era Rosicler, su hermano {De Lucas Rodríguez.)
De esfuerzo particular, Ya sería media noche,
Con el cual, si no fuera él > Que ruido no sonaba,
No se podie comparar Cuando aquella real princesa
Otro ningún caballero, En dos extremos estaba
Ni tener con él igual; De alegría y de tristeza
El cual se armó de sus armas Mirando lo que pasaba.
Muy ricas, y de estimar, Por una parte está alegre
Y subiendo en su caballo Porque vio al que tanto amaba ;
En el campo fué á parar, . Y por otra está muy triste
Con tan gentil continente Viendo cómo acompañaba
Que era cosa de mirar. A la hermosa Lindabrides
Desafiando á su hermano Y en su defensión andaba.
A un lado se fué á apartar, Piensa que á la otra quería
Y tocando las trompetas Y que á ella la olvidaba,
Se vinieron á encontrar Y aquesta amarga sospecha,
En medio de la carrera Tanto á la dama aquejaba,
Que parecían volar: Que no podía sosegar,
Encuéntranse de las lanzas Y así dos mil vuelcos daba
Sin cosa sana quedar; Encima su rico lecho
Suben tanto las astillas, Cuya sábana apretaba :
Que piensan que van á dar Con sus manos, pies y dientes,
Al supremo y alto cielo, Cosa sana no dejaba ,
No pudiendo divisar, Y con dolor muy crecido ,
Según iban de veloces, Rabia, gime y basqueaba,
Adonde podien llegar: Por no poder sospirar,
De caballos y de escudos Que es lo que mas le aquejaba,
Se vinieron á encontrar, Que pareció estar sin vida
Y á darse tan grandes golpes, Y el alma se le arrancaba
Que forzado les fué dar Del su tan gallardo cuerpo
En el duro y ancho suelo Según su color mostraba.
Ambos juntos á la par Mas cuando volvió en sí,
Con los yelmos.derrocados Tan grandemente lloraba
Para mas les admirar Que movia á compasión
A los que estaban presentes, Según que se maltrataba.
Y con alegría dejar Y no pudiendo sufrir
A los que estaban con pena,
Por verlos así afrentar El mal que la atormentaba,
Por un caballero extraño, Alzando la triste voz
Sin podello remediar. Una doncella llamaba,
Mas como lo conocieron, De la cual ningún secreto
Con un gozo singular Encubría, ni celaba.
Y con alegría subida Dícela que prestamente
Corren todos á besar Cumpla lo que le mandaba ,
Las manos á su señor, Y es : que llame luego á aquel
Sin poder disimular Por quien tanto mal pasaba,
El contento que les viene Y le diga que al proviso
Sobre tan duro pesar. Venga donde ella quedaba.
Rajaron también sus padres La cual como es diligente
Por poder presto gozar Y agradarla procuraba,
De la vista de su hijo, Después de pequeño rato
Al cual fueron á abrazar, A su aposento llegaba ,
Y con paternal amor Y dando muy recios golpes
Se comienzan de quejar Por el Febo preguntaba,
El cual de su cama luego
ROMANCES CABALLERESCOS DE LAS CRÓNICAS GALÉSAS. m
Lijero se levantaba. Imagina que su amante
Tomando su espada rica Con palabras la engañaba,
A la puerta se paraba, Y así no queríe otorgar
Y como supo quién era, Lo que Febo deseaba,
"Y también quién la enviaba, Que era darle la licencia,
Vístese y arma de presto, Que tanto le demandaba.
Su lindo escudo embrazaba, Pero viendo que su amante
Y mandando abrir la puerta El partir no se excusaba
A gran priesa caminaba, Dice : — Que se vaya luego,
A ver aquella que antes Mas que su palabra daba
Su corazón traspasaba : Que si no cumple la suya,
El cual de la antigua herida De tomar venganza brava. —
De nuevo se refrescaba Y dándole una doncella
En aquella llaga antigua Que Periana se llamaba,
Que la ausencia le sanaba. El príncipe con abrazos
Y como llegó al lugar De su amada se apartaba,
Do Claridiana aguardaba, La cual con grande tristeza
De empacho , vergüenza y miedo Con pena y dolor, quedaba,
Todo su cuerpo temblaba Porque se ha de ver ausente
Viendo como habie faltado Del que mas que á sí amaba.
La fe que siempre le daba. Despídese de sus padres
Y como la vido asi, Y á su compaña tornaba,
Palabra no la hablaba. La cual estaba penosa
Viendo tanta hermosura, Viendo cómo se tardaba,
De nuevo se aficionaba; Y con ella á grande priesa
Lo mismo aquella princesa Al Catayo caminaba.
Toda en velle se turbaba. (RODRÍGUEZ, Romancero historiado.)
Con un entrañable amor
A su querido abrazaba,
Y no pudiendo sufrir 344.
El fuego en que se quemaba ,
Con lágrimas de placer EL CABALLERO DEL FEBO.—-V!¡.
Su linda boca besaba;
Y teniéndole apretado, {de Lúeas Rodríguez.)
De su ausencia se quejaba, De pensamientos cercado
Preguntándole el por qué El griego joven quedó,,
Tanto della se ausentaba., Como se vido apartado
Y á esotra princesa mora De aquella vista, que dio
Tanto tiempo acompañaba. A su corazón tal golpe
Y como aquesto decia Que por medio lo partió :
Mil lágrimas derramaba Mas la linda Lindabrides,
Con las cuales de su amante Como su tibiez mostró,
Su rostro- y pecho bañaba, Con palabras regaladas
Y con el dolor que siente Tanto allí le enterneció,
Desmayada se quedaba: Que forzado á que la quiera
Parecie quel corazón Al Febo ilustre forzó
De su cuerpo le faltaba, Dándole favores mil,
Según los golpes le da; Con lo cual le enajenó
Mas cuando en sí ya tornaba, Para poder mas amar
El príncipe muy turbado A la que primero amó.
Sin dilación le contaba No iba menos la princesa;
A la penosa princesa Que tan igual los hirió
Lo que tanto deseaba. El tirano y cruel Cupido,
No le dice la verdad; Que bien su poder mostró,
Mas lo que poco importaba. Porque al uno nada falta,
Dicela que la virtud Ni al otro punto sobró.
A defender le obligaba Iba cada cual gozoso,
La causa de Lindabrides, De lo que nada se holgó '
Y que no era porque amaba La doncella Periana,
A ella, y su alto reino, Que rabia mortal tomó,
Porque nada lo estimaba: Viendo cómo á su señora
Y con pena desigual, Este principe engañó
Porque vea que le pesaba Faltándole la palabra,
Pide y ruega á la princesa, Y á la fe que la ofreció
Porque razón le forzaba De que no la olvidaría
A que lleve á Lindabrides Y allí lo contrario vio;
A la tierra do habitaba , Desabrida y descontenta
Que le dejase ir con ella Todo el tiempo caminó.
Y qu'él su palabra daba Yendo cerca de su tierra
De entregársela á sus padres, Lindabrides envió
Y volver do agora estaba; Una doncella á decir
Y que si de aquesta fe Todo cuanto aconteció
Ella no se confiaba, Al Emperador su padre,
Que le diese una doncella, Y en un lugar se quedó
Y qu'él prometía y juraba A dos millas del Catayo,
Que se volverie con ella, Y allí un rato descanso.
Si muerte no lo estorbaba. La .doncella es diligente,
Y como ella aquesto oyese Presto al Catayo llegó,
Cou gran dolor lamentaba ; Y á sus poderosos padres
192 ROMANCERO GENERAL.
Lo que ha pasado contó. 345.
El padre estaba gozoso
EL CABALLERO D E L F E B O . — V I I I .
Por ver lo que él deseó
Tan de veras, ya cumplido, {De Lúeas Rodríguez.)
Y aunque al principio pesó
A la emperatriz su madre, Con pesadumbre rabiosa
. Luego mucho se alegró La fiel Periana partía
Como en lugar de su hijo Del caballero del Febo
Otro sin igual cobró : Mirándola alevosía,
Y asi de hacer regocijos Pues le faltó la palabra
Por todo el reino mandó : Que en razón cumplir debia.
Lo que á recibir tocaba Con la gran ira que lleva
Ella á su cargo tomó, Con voz alta en demasía
Para mostrar el contento Le llamaba de traidor,
Que esta nueva le causó, Perro y falso le decía.
Y con muy solemnes fiestas Yendo con este dolor
A sus hijos recibió; Hacia Trapisonda guia,
Y cuando para casallos Do la noble Claridiana
La hora y tiempo llegó, Esperándole estaría.
En un lecho estando echado Con la gran priesa que lleva
Periana al Febo habló, Muy presto llegado habia :
Y con saña dura y brava Fuerase para palacio,
Quel enojo la cegó, Y cuando por él subia,
Le acuerda allí la palabra, Van muchos á la princesa
Que a su amada prometió A decir cómo venía
De no casarse con otra, Su doncella Periana
Y también le remembró Porque mucho la quería.
Que mirase ser cristiana Sale toda alborotada
Y que él en su ley nació, Hasta saber lo que habia;
Y esotra ser descreída Y como vio á su doncella
Porque nunca en Dios creyó. Con ansia y eran agonía,
Dicele también que quiera La abraza yl)esa en el rostro
A aquella que mas le amó, Y á su cámara la envía,
Y mire que á Claridiana Y como se vio con ella,
Nunca mujer le igualó, Claridiana la pedia
Que en valor y beldad rara Que le dé cuenta y razón
A esotra mucho excedió; Del recaudo que traia.
¿Que porqué tan á las claras Periana hablar palabra
Así la menospreció 1 De turbada no podía,
Pues sabe que á quien la agravia Que dar tan amargas nuevas
Nunca bien le sucedió, A su señora temía, ,
Porque en ánimo y esfuerzo Porque su dolor y pena
Dios sin igual la crió, Mas que la suya sentía.
Y así, que le hace saber, Y viéndola así turbada
Que si alto nombre alcanzó La princesa la reñia,
Entre todos los mortales, Porque no la decie presto
Que ya todo lo perdió, El príncipe, si venia,
Porque todas sus hazañas O sino qué se habie hecho
La presente escureció, Pues ve cuánto la ofendía,
Y que no esté muy gozoso En tardar tanto á contar
Si á Claridiana burló, Lo que saber pretendía;
Pues no fué gloria burlar La cual con voz lamentable
A quien mal no mereció, El succeso referia.
Y que puede estar seguro, Y como lo hubo escuchado
Si á su señora ofendió, Se quedó casi sin vida ,
Que ha de vengar la ofensa; Viendo ser menospreciada
Y con esto se apartó Por el que su alma tenia.
Del príncipe, no queriendo Arañábase la cara, '/,
Volver, aunque la llamó, Sus vestiduras rompía,
Y ansina, de pensamientos Sus muy alindadas manos
Rodeado le dejó. Con rabia y furor lorcia,
Comenzó á considerar Y sus labios rubicundos
Lo que allí le relató Los maltrataba y mordía
La doncella Periana, '"i Con sus cristalinos dientes,
Y á su escudero pidió Tanto, que sangre corría
Su caballo y armas fuertes Dellos, en tanta abundancia
Y prestamente se armó. Que á gran compasión movía.
Con lijereza no vista Arrancaba sus cabellos , , •'
En el caballo subió , Sus tocados deshacía,
Y con ansia y agonía " . Dábase de cabezadas,
Del Catayo se alejó. Cruelmente se hería;
Va siguiendo la doncella Con sospiros y sollozos
Que tanto le alborotó, Muchas lágrimas vertía, ••
Tristísimo , y muy lloroso Y con voz triste y llorosa, '
Contemplando cómo erró Que hasta los cielos subia
Eu faltar así á su amada Decia : — ¡Perro, traidor !
La palabra que le dio. ¿Cuándo yo te merecía
(ROBRISUKZ, Romancero hUtoriaio.) Que me dieses tan mal pago,
Pues mas que i mi te quería,
ROMANCES CABALLERESCOS DE LAS CRÓNICAS GALESAS. 193
Huyendo de los de España Participa del mismo interés del que le precede. Uno y otro
Porque le han desbaratado: pueden considerarse como de la penúltima década del siglo XYI.
Los once deja perdidos ,
Solo Roldan ha escapado,
Que nunca ningún guerrero 400.
Llegó á su esfuerzo sobrado,
Y no podia ser herido DONA ALDA LLORA LA MUERTE DE ROLDAN. — XV.
Ni su sangre derramado. (Anónimo *,)
Al pié estaba de una cruz En Paris está Doña Alda,
Por el suelo arrodillado:
Los ojos vueltos al cielo, La esposa de Don Roldan,
D'esta manera ha hablado • Trescientas damas con ella
— Animoso corazón, Para la acompañar:
Todas visten un vestido,
ROMANCES DE LAS CRÓNICAS CABALLERESCAS. 203
Todas calzan u» calzar, ¿Dónde está tu valentía
Todas comen á una mesa» Y tu esfuerzo tan sobrado ?
Todas comían de un pan , De todos los paladines
Si no era sola Doña Alda , Eras defensa y amparo,
Que era la mayoral. Y entre toda la morisma
Las ciento hilaban oro, Grande honra habies ganado;
Las ciento tejen cendal, Que jamas fuiste vencido
Las ciento instrumentos tañen Ni caíste del caballo,
Para Doña Alda holgar. • Y paréceme que agora
Al son de los instrumentos Todo esto te na fallado,
Doña Alda adormido se ha : Puesto que así has sido muerto
Ensoñado habia un sueño, A manos de tu contrario,
Un sueño de gran pesar. Y la culpa d'ello ha sido
Recordó despavorida Aquel perverso malvado
Y con un pavor muy grande, Del Emperador tu tio, >
Los gritos daba tan grandes, De quien eras tú vasallo:
Que se oian en la ciudad. ¡Aqueste es el galardón
Allí hablaron sus doncellas, Que te tuvo aparejado
Bien oiréis lo que dirán : Después de muchos servicios
—¿Qué es aquesto , mi señora? Y trabajos que has pasado,
¿ Quién es el que os hizo mal? Por sustentar su corona,
—Un sueño soñé, doncellas, Y prosperar mas su Estado!
Que me ha dado gran pesar; ¡ Oh falso , maldito viejo!
Que me veía en un monte Oh emperador Carlo-Magno,
En un desierto lugar : El alto Dios te destruya,
Bajo los montes muy altos Pues tanto mal has causado,
Un azor vide volar, Por tomar aquel consejo
Tras del viene una aguililla Que Galalon te habie dado!
Que lo afincaba muy mal. ¡Murió mi esposo querido,
El azor con grande cuita Juntamente con mi hermano
Metióse so mi brial; El esforzado Oliveros,
El aguililla con grande ira Valiente, mozo y osado,
De allí lo iba á sacar; Espejo de caballeros
Con las uñas lo despluma Y de virtudes dechado!
Con el pico lo deshace.— ¡ Murieron todos los doce,
Allí habló su camarera, Adonde murió mi Orlando!
Bien oiréis lo que dirá : ¡Murieron como valientes
—Aquese sueño, señora, En el campo peleando
Bien os lo entiendo soltar : Perdiendo todos las vidas,
El azor es vuestro esposo, Eterna fama ganando ! —
Que viene de allende el mar; Y diciendo estas razones
El águila sedes vos, Amortecida ha quedado.
Con la cual ha de casar, (RODRÍGUEZ, Romancero historiada.)
Y aquel monte es la iglesia
Donde os han de velar.
—Si así es, mi camarera, 402.
Bien te lo entiendo pagar.—
Otro dia de mañana KL ALMIRANTE G U A R I R O S . — X V H .
Cartas de fuera le traen;
Tintas venian de dentro, (Anónimo *.)
De fuera escritas con sangre, ¡Mala la visteis .-franceses , 2
En que solia cabalgar, Asi pone estos dos versos Cervantes en la parte 2 . , cap. «
del Quijote. Sin duda se modernizó la lección del romance an-
Y me diésedes mis armas, tiguo.
Las que yo solia armar, « Desde aquí es imitación 6 modelo del episodio ó situa-
ROMANCES TOMADOS DE POEMAS ITALIANOS.
dicaron á sacar escombros y estiércol, dándole poco de comer.
,inn de una novela caballeresca del siglo xiv, en la cual Urgel
En ün, ya libre Urgel, v no hallando caballo que pudiese sos-
nanes fundador de la casa de Maguncia, fue preso y maltra-
fadouór Cario-Magno, quien después de mucho tiempo, ne-tener sus gigantescos miembros, se acordaron de que existia
el suyo, y le sacaron de su purgatorio, tornando con pasmo de
cesUamlo de él, le libró,'y venció porsu medio a sus enemigos.
todos, á pesar de suflaquezay laceria, á servir á su amo.
Fl noble í valiente caballo del paladín sufrió también la des-
gracia de su dueño; porque entregado á unos monjes, le de-
403. 404,
CERVINO MORIBUNDO. OLIMPIA Y V 1 R E N 0 . — I .
1
{Anónimo .) {Anónimo .) 1
A quien yo le di palabra Este lance, acaeeido á Rodamonte con Doralice, dio mar-
gen á que el Ariosto le hiciese contar el sabroso cuento que
después La-Fontaine, excediendo al original, compuso ; donde
18
274 ROMANCERO GENERAL. .
Astolfo y su favorito Jocundo experimentan lo poco que hay que I Y en los mas robustos pechos
fiar de lafidelidadde las mujeres.—También este mismo hecho | Que en toda la tierra habia,
origina la prueba de la copa encantada con que Rodamonte Furia y saña están soplando
brinSó 4 Reinaldos, para que se cerciorase de la virtud de su Con la soberbia á porfía:
El rencor echa la leña,
esposa Claricia, 4 lo cual se negó Reinaldos cuerdamente. Y la venganza lo atiza ;
418. Suben tan alto las llamas
RODAMONTE CELOSO Y DESPECHADO.
Que por los ojos salían;
1
Reyes y príncipes moros
(De Lúeas Rodríguez .) Atajarlo no podían,
De sus dioses blasfemando Porque elfieroRodamonte
El moro Zarza salia Mortalmente desafía
Mal contento y enojado Al valiente Mandricardo
De aquella sentencia esquiva, Sobre la cuestión antigua
Que Doralice le ha dado De la linda Doralice
Delante el Rey aquel día. Que á los suyos quitó un dia•;
Va como toro furioso Y Mandricardo á Rugero
Cuando la vaca perdia, Campal batalla pedia,
Que á todas partes bramando Sobre que el Águila blanca
Lo lleva el mal que senlia. No ha de traer por divisa;
Por los lugares que pasa Y Rugero á Rodamonte
Con sospiros se encendía; Con grande furor pedia
El aire, la tierra y cielo, Que }e vuelva su caballo,
El eco le respondía O que á morir se aperciba.
Provocando a compasión También demanda batalla
De la que el moro traia. A Mandricardo Marfisa,
De Doralice se queja Porque se alabó por armas
- Y estas palabras decia: De ganarla por amiga.
—Femenil ingenio flaco, Los unos piden el campo,
i Cómo vuelves cada dia Los otros lo concedían;
fu fe , tu palabra y ley Sobre quién será el primero
Que de antes me ofrecias ? Nueva disputa se cria.
La causa de sentenciar Nadie basta a concertallos;
Contra mi, como enemiga, Mas un medio se escogía :
Ño fué porque Mandricardo Que entren todos cuatro en suerte,
Entiendas que mas valia, A ver quién y quién serían.
Sino solo en ser mujer , Luego los nombres de todos
Que k mudanza te convida. De dos en dos se escribían,
¿Por qué la naturaleza, Y de un cántaro sacados,
Si ella es justa, permitía Salieron de aquesta guisa •.
Que de tí el hombre naciese Mandricardo y Rodamonte
Para ser engrandecida? La primer suerte decia;
No de tenerle por hijo Mandricardo con Rugero
Recibas tanta alegría, En la segunda leían;
Pues que la fragante rosa Rugero con Rodamonte
Suele salir de la espina, La tercera prometía,
Y la cuarta y la postrera
Y entre yerbas no olorosas Con Mandricardo y Marfisa.
Fragante lirio se cria. Ya les hacen la estacada,
Sois importunas, crueles, Y de gente se cubría.
Fallas de sabiduría, Ferraguto y Sacrípante
Inicuas, fafsas, ingratas, Con el rey de Argel se iban,
Por quien el bien se desvía : Y Gradaso y Falsiron
Sois un género en el mundo Con el rey de Tartaria.
De pestilencia escondida.— Métenlos en sendas tiendas
Estas palabras diciendo Adonde armarse tenían.
El moro sigue su via, Para los reyes y grandes
Y una voz de lejos oye Un gran cadahalso se hacia ,
Que d'este modo decia: Y las reinas y las damas
— Rodamante valeroso, A verlo también salían;
Flor de la caballería, Y la linda Doralice,
No digas mal de mujeres, Por quien esta lid se hacia,
Pues en ellas no cabia. — De verde con encarnado
El moro desque esto oyera Hermosamente vestía.
Del dicho se arrepentía. Ya que estaban aguardando
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) Que los guerreros saldrían,
En la tienda del rey tártaro
* Del Orlando furioso. Se oyera una vocería;
Y es que armándole, Gradaso^
La espada le conocía,
419. Que es la rica Durindana
DISCORDIA DEL CAMPO DE AGRAMANTE.
Que tanto alabar oía,
Y por ganarla á Roldan
(De Lúeas Rodríguez *.) En Francia pasado habia.
En el real de Agramante Que se la dé le demanda,
Que sobre París tenia, O que le deje la vida.
Fuego ardiente de discordia Mandricardo de ira lleno
A mas andar se encendía, Le responde que haña
Sobre ello con él batalla
ROMANCES TOMADOS D E POEMAS ITALIANOS. 2755
mo
c a m p o
«^Agramante, que 'a pusoAriosto
Ia
Que nunca se vio vencida
ífl/í ., A f>": > remedó y parodió Cervantes en el Qui-
n U V e n t a e Jamas de ningún contrario.
ma era"* ™ - - / esputaba sobre si la albarda de un
«no era o no rico jaez de caballo. Venia la noctie escura,
Y el claro sol eclipsado,
Con agua y espesas-nubes
420. Turbando los aires claros,
Y con temerosos truenos
DORALICE LLORA LA MUERTE DE MANDRICARDO. En los valles resonando.
(De Lúeas Roriguez *.) Cubrían la negra tierra
Llanto hacia Doralice Relámpagos, piedra y rayos,
Cuando el ya cristiano Rey
Sobre el cuerpo desangrado El espíritu ha dejado,
976 ROMANCERO GENERAL.
Dejándole el cuerpo frió Mas el moro le encontró
Al paladin en los brazos. En medio de la celada,
Romancero general.) De suerte que Ricardeto • s
Desatinado quedaba,
t Del Orlando furioso. Y así se quedó en el suelo
Sin poder hablar palabra.
Con grande presteza el moro
422 Del caballo se arrojaba;
BRADAMANTE MATA AL MORO URGEL. Quitado le había el yelmo
Pensanüo que era su amada,
(De Lúeas Rodríguez.) , Y visto que era mancebo
Ya se parte el moro Urgel De los pies y manos le ata.
De la ciudad de Granada No lo hubo bien atado
En busca de Bradamante, Cuando ya en el campo estaba
Aquella dama preciada. Alardo, el segundo hermano,
Dice que quiere probar Armado de todas armas ,
Con ella su espada y lanza, Y arremetió para el moro,
Y que si acaso la vence B
Y el moro tomó otra lanza;
Por su grande esfuerzo y mana, Que como sagaz y astuto .
Que la ha de llevar consigo La tenia aparejada.
A su muy querida patria, Y cabalgando en su yegua
Para casarse con ella Ambos á dos se encontraban;
Aunque es de nación cristiana. Pero Alardo vino al suelo,
Iba tan gallardo el moro, Y el moro presto le ata.
Que bien claro demostraba Lo mismo hizo con Ricardo,
Ir por el amor guiado, Que era el menor que quedaba
Y ser cual es su demanda. Bradamante, que esto vido,
Y andando por su camino Ciega de cólera y saña,
Junto á Montalvan llegaba, Viendo presos sus hermanos
Aquel castillo tan fuerte En un momento se armaba,
Donde Bradamante estaba. Por no estar allí Reinaldos
Y cuando cerca se vido Que entre la morisma andaba
Gran gozo y placer tomaba; Así la fuerte doncella
Y por ver que era ya tarde Donde está el moro guiaba,
Hacia un lugar caminaba Y llegada juuto á él
Que dista muy poco trecho D'esta manera le hablaba :
De donde habita su amada. — Suelta, moro, á mis hermanos,
Allí reposó la noche ; O apercíbete á batalla. —
Mas no era bien de mañana El moro luego responde.
Cuando el fuerte Urgel se sale —Déjate d'esas palabras.—
En una yegua alazana, Revolviendo sus caballos,
De todas armas armado Y blandeando sus lanzas,
Con su rico escudo y lanza, Se dan tan bravos encuentros,
Y en medio el escudo lleva Que ambas las hicieron rajas.
Una dama figurada, Bradamante volvió presto,
Con una letra que dice : Poniendo mano á su espada;
<t ¡ Fortuna, no seas contraria!» El moro, muy orgulloso,
Y así llegado al castillo, Su fuerte alfanje sacaba :
Muy recio á la puerta llama; Danse tan bravos los golpes
Pero alzando la cabeza
1
Que los yelmos se abollaban.
Vio que entre una almena estaba El moro con gran furor
Un dispuesto caballero Un fuerte revés tiraba
Gallardo y de buena gracia. A la hermosa Bradamante,
Aqueste era Ricardeto, Que escudo y armas le pasa; ¡
A quien Reinaldos dejaba Mas descuidándose un poco ,
Por guarda d'este castillo Bradamante le acertaba
Con sus hermanos y hermana. Un tal golpe en la cabeza,
Ricardeto que vio al moro Que la media le cortaba :
Dice:—¿Qué-es lo que demandas ?- Así cayó el moro muerto
Y con alta voz el moro Por precio de su demanda,
D'esta manera le habla : Y la linda Bradamante
— Señor, soy un caballero A sus hermanos desata:
De tierra y nación cristiana, Con ellos se va al castillo
Y por solo ganar honra Dándole á Dios muchas gracias.
Vengo á pedirte batalla, ¡ Mirad cómo trata amor
Por ser tan grande tu esfuerzo A los que mejor le tratan!
Y estimado en toda España.— (RODRÍGUEZ , Romancero hUtonaio.)
Ricardeto que lo oyó,
Sin respondelle palabra,
Manda ensillar su caballo, 423.
Y que le traigan sus armas,
Y vase derecho al moro BRADAMANTE CELOSA.
Que en el campo lo esperaba. (Anónimo *.)
E l moro cuando lo vido, Suelta las riendas al llanto,
Para él enristró su lanza; Celoso el pecho y airado,
Lo mismo hizo Ricardeto, La hermosa Bradamante,
Y ambos á dos se encontraban. Llena de angustia y cuidado,
En el escudo del moro Llora de Ruger la ausencia
Quebró el cristiano su lanza; Pensando haberla olvidado;
ROMANCES TOMADOS DE POEMAS ITALIANOS. 277
Arranca un suspiro y otro, En un retrete se ha entrado;
Que encendiera un pecho helado. Armase el peto y la cofia,
Mesa sus rubios cabellos Espaldar y arnés tranzado ,
En que al amor ha enlazado, Y pártese Bradamante
Ganándole por despojos
Aljaba, flechas y arco. A buscar su enamorado,
Revuelve en el pensamiento Revolviendo todo el mundo
De vestir arries tranzado, Sin vagar y sin descanso.
Para buscar su Rugero, (Flor
A quien ya la palma ha dado. * También á este, de varioshaydado
romance nuevos Romances,
asunto 3.a parte.)
el Oñando furioso.
—¿Qué es de tí ? ¿ Dó estás, Rugero Y
¡ Mi bien! Mi dulce cuidado!—
Marrano llámale, en fe
De razón y amores falto :
No puede acabar consigo CONVERSIÓN DE RUGERO.
Que un amor tan arraigado l
(Anónimo .)
Se le volviese al revés
De lo que siempre ha mostrado. En un caballo ruano
— ¡ Ay bellos ojos, luceros De huello y pisar airoso,
Que alumbraban mi cuidado ! Fuerte, vistoso y galano,
¿Quién pudo tanto con vos Entra en Paris el famoso
Que á Bradamante heis dejado ? Rugero, á hacerse cristiano.
Vuelve, vuelve, dulce prenda, Y como el bravo guerrero
Cumple el término aplazado Se hubiese puesto aquel dia
Antes que la muerte horrenda Bizarro en traje extranjero,
iíe prive de ejecutallo. Toda la corte decia :
¡Pueda amor de tanto tiempo «¡ Cuan gallardo entra Rugero!»
Mas que un hora de regalo! Entra el moro acompañado
¡No dejes,-Ruger, iftorir D'ese que Roldan se llama,
A quien el pecho has robado! Con otros de grande estado :
¡ Mueva tu amor á piedad Paladines de gran fama
Este rostro delicado, Lleva Rugero á su lado;
Que en lágrimas de sus ojos Alegres y satisfechos,
Le verás estar bañado! Y sus personas honrando,
Quien hizo naturaleza Van á palacio derechos,
En todo tan extremado, Donde el Rey está aguardando.
No es bien que se diga del Estaba con grali decoro
Que la palabra ha falsado. — Don Carlos representando
Llora, solloza y suspira, Su majestad y tesoro,
Llama siniestro á su hado, A cuya persona hablando
Envía al cielo sus quejas, De rodillas dijo el moro :
A la fuente, rio y prado: —Buen Carlos, dame la mano,
Vuelve con doblada furia, Que aunque no te lo he servido,
Gon furor único y raro Yo soy Rugero el pagano,
Llama su dulce Rugero, Que á tus cortes he venido
«Ruger, vuelve», y va á abrazallo. Para volverme cristiano.
Anda aquí y allí rabiosa, (Romancero general.— It. Flor de varios y nuevos
Mil veces vuelve á llamarlo : Romances, 3.a parte.)
Cuando el eco la responde
Piensa que Ruger la ha hablado. i Esta composición no es romance, sino quintillas; pero
— No soy Bradamante, dice, cor su asunto se coloca aquí.— Del Orlando furioso.
De quien fuiste enamorado :
No te escondas, no soy esta,
Porque en tí me he trasformado. 425
¿Piensas que caminas solo?
Caminas acompañado RUGERO VENCE Y BAUTIZA Á SACRÍPAOTE.
De mi triste corazón , (De Lúeas Rodríguez *.)
Que en el tuyo se ha forjado. De los muros de Paris
¡Vuelve esos ojos tan bellos, Se sale el fuerte Rugero
Verás mi pecho abrasado! A acabar una batalla
¡ No tardes , dichoso moro, Con un fuerte caballero,
Porque el tardarte es pesado! Llamado el rey Sacripante,
Aplica á este mal, remedio, Rey pagano, crudo y fiero.
Mira cuan mal me ha tratado : Vanse á las selvas de Ardenia
Solo, Rugero, en tí está, Los dos famosos guerreros ;
Que en otro no hay remediallo.— Comienzan cruda batalla,
Entre estas celosas quejas ¡ Pone grande espanto en vellos!
vuelve , y dice: — ¡ Ah esforzado Al fin, fué vencido el Rey
Pecho de la sangre ilustre Por aquel fuerte guerrero,
De Claramonte y Mongrano ! Y viéndose así vencido
¿Tan presto , d i , te olvidaste
Ue quién eras? ¿de tu estado ? En sus dias los postreros,
í rari presto y tan sin respeto Con gran sed pidió el baptismó
Desdeñas mi amor preciado? Conociendo á Dios eterno.
; No llores mas, tente, basta, En una muy clara fuente
No aflojes la rienda tanto! Le baptizaba Rugero,
loma tu lanza de oro, Y llorando amargamente
Salta en tu caballo alado.— Muerte de tal compañero,
Dijo, y con furiosa rabia —No lloréis, dijo el buen Rey,
Que yo, sabed, que mas quiero
ROMANCERO GENERAL.
278
La salud d'esta alma mía Y piden que su rey sea, "-**•*«-
Que del corruptible cuerpo. Porque el otro habia faltado.
Mas lo que os pido , señor, Acepta Rugero el reino;
Si lo merecen mis ruegos, Pero dice que en su mano
Sepa Angélica mi muerte, Cetro no verán , primero
Por quien ando vivo y muerto, Que á León no haya quitado
Que la pasé para el alma Juntos el reino y la vida,
Del aposento del cuerpo. Porque le tiene agraviado,
Y porque por aquello solo *
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) Mil millas ha caminado.
Y en diciendo estas razones
i Ya se habrá observado cuan común y frecuente es en esta Dio de espuelas al caballo
clase de ficciones caballerescas, que los moros vencidos por Y va tras León Augusto ,
los cristianos deseen y consigan el bautismo. De este mouo
(raerían los poetas hacer interesantes á los valientes motos, Que entendió luego aleanzallo.
cayo heroísmo amaban, aunque por dejar bien puesto el pane- Pero no le ha sucedido
;
'aa de los cristianos los hiciesen vencidos. Lo que lleva imaginado ,
Porque el ejército griego
Se habia tanto adelantado,
Que antes que lo descubriese
426 La noche se habia cerrado,
. RUGERO Y LEÓN AUGUSTO.--I. Y sin apearse un punto
1 Toda ella ha caminado.
(De Pedro de Padilla .) Y al tiempo que el sol salía
A Grecia parte Rugero Se vio á una ciudad cercano,
El gallardo enamorado, Donde para reposar
Temerosa el alma y triste, En una posada ha entrado;
Aunque tan furioso y bravo , Mas luego fué conocido
Que de todo el mundo junto En entrando de un soldado ,
Hiciera muy poco caso. Que se halló con los griegos
Consigo lleva á Frontino, En el rencuentro pasado,
Su muy lijero caballo; Y al señor de la ciudad
La divisa y el escudo Se fué muy alborotado,
Todo lo lleva mudado; Y le contó cómo habia
Qu'el águila blanca trueca A una posada llegado
En un unicornio blanco, Un hombre que habia vencido
Para no ser conocido • Del Emperador el campo,
De los que fuese encontrando. Y que si allí le prendiese ,
En busca va de León Pues estaba descuidado,
Resuelto y determinado* Al Emperador haria
De no dejarle con vida Servicio muy señalado.
Adonde le haya encontrado : (PADILLA , Tesoro de varias poesías.)
Y era porque á Bradamante
Pidió para ser casado, 1
Dos hechos culminantes constituyen la acción complexa del
Y aunque ella no le quería, Orlando furioso de Ariosto, á saber": el del triunfo de las ar-
Y Rugero asegurado mas y civilización cristiana contra los agarenos, y el de los orí-
genes de la casa de.Este, comenzados en Rugero y Bradamante.
Está que no ha de quebrarle Los romances de esta sección hasta el núm. Í26 han tomado
La palabra que le ha dado, sus asuntos del primer hecho, y los que siguen á este, inclusive
Con todo, no le consiente hasta el núm. -434, del segundo.
Amor estar sosegado,
Porque quien de veras ama
De no nada, es recatado. 427
Andando por sus jornadas
Un dia llegó a Belgrado, RUGERO Y LEÓN AUGUSTO.— II.
Y vio el ejército griego 4
Quiero hablar con vos mas claro, (Be Don Luis de Góngora .)
Si mandáis que se esté viuda, Diez años vivió Belerma
O que tome otro velado : Con el corazón difunto
¡ Que por los lirios, que son Que le dejó en testamento
Del león español pasto, Aquel francés boquirubio.
Que nadie corra por ella Diez años vivió con él,
Mientras yo tenga caballo! — Aunque á mí me ha dicho alguno
Durandarte dijo : —Primo, Que viviera mas contenta
Pues de este mundo me parto, Con trecientos mil de juro.
No quiero llevar al otro A verla vino Doña Alda,
Celos , que allá los hay santos. Viuda del conde Rodulfo,
Belerma se case luego, Conde que fué en Normandia
Y sus yerros ordinarios Lo que á Jesucristo plugo.
Irán á cuenta del vivo, Y hallándola muy triste
Sin que lleguen al finado. Sobre un estrado de luto,
Puede llorarme tres dias; Con los ojos, que ya eran
Pero al fin ojos mojados, Orinales de Neptuno, '
Con una esponja de azúcar Riéndose muy despacio
Es fácil cosa enjugallos. De su llorar importuno,
i De qué sirve que entapice Sobre el muerto corazón,
De negro todos sus cuartos, • Envuelto en un paño sucio,
Si la alcoba mas secreta La dijo : —Amiga Belerma,
Sirve á sus horas de blanco ? Cese tan necio diluvio,
Son las viudas d'este tiempo Que anegará vuestros años
Altares por Todos Santos, Y ahogará vuestros gustos.
Con un portal para vivos, Estése allá Durandarte
Y otro para los finados. Donde la suerte le cupo,
Son espadas en bordones, Haya buen pozo su alma
Son naipes en breviario, Y pozo qu'esté sin cubo.
Y son juntos en un tomo Si él os quiso mucho en vida,
Celestina y siete salmos. También le quisiste mucho;
Lo que os ruego, mi buen primo, Y si murió abierto el pecho,
fcs que en habiendo espirado Queréllese de su escudo.
Me saquéis el asadura ¿Qué culpa tuvisles vos
Y se la deis en un plato, De su entierro, siendo justo i
284 ROMANCERO GENERAL.
Que quien camo bruto muere Y sus nones abrenuncio,
Que le entierren como bruto? Que calzan bragas de malla
Muriera él acá en París Y de acero los pantuflos.
A do tiene su sepulcro, ¡De qué nos sirven, amiga,
Que allí le hicieran lugar Pelos fuertes, yelmos lucios ?
Los antepasados suyos. Armados hombres queremos,
Volved luego á Montesinos Armados, pero desnudos.
Ese corazón que os trujo, De vuestra mesa redonda
Y enviadle á preguntar Francos paladines hubo
Si por gavilán os tuvo. Donde ayunos os sentáis
Descosed y desnudad Y os levantáis mas ayunos.
Las tocas de angeo crudo, La de cuatro esquinas quiero,
El mongilon de bayeta Que la ventura me puso
Y el basto manto peludo; En casa de cuatro picos
Que aun en las viudas mas viejas De todos cuatro picudo,
Y de años mas caducos, Donde sirven la cuaresma
Las tocas sirven á enero Sabrosísimos besugos,
Y los mongiles á julio; Y turmas en el carnal
Cuanto y mas á una muchacha Con su caldillo y su zumo.—
Que la faltan dias algunos Mas iba á decir Doñ'Alda;
Para llegar á los treinta, Pero á lo demás dio ñudo,
Que yo desdichada cumplo. Porque de Don Montesinos
Seis hace, si bien me acuerdo, Entró un pajecillo zurdo.
El dia de Santo Nuflo, (GÓNGORA, Obras de.)
Que perdí aquel malogrado
Que noy entre los vivos busco. * El maligno y mordaz poeta forma en este romance un cua-
dro de malas costumbres, que trata de castigar irónicamente,
Holguéme de cuatro y ocho desenmascarándola hipocresía. Sobradamente punzante, acaso
Haciéndole dos mil hurtos traspasa los limites de la decencia, por alusiones harto clapos
A las palomas de besos y equívocos fáciles de descifrar.
Y á las tórtolas de arrullos.
Siento su fin; pero mas,
Que muriese sin ver fruto, 438.
Sin ver flujo de mi vientre,
Porque siempre tuve pujo. ROLDAN.
Mas no por eso ultraje (Anónimo'.)
Mi buena tez con rasguños :
Cabal me quedó el cabello, Señor conde Don Roldan,
Y los ojos casi enjutos. Sea muy enhorabuena
Aprended de m í , Belerma, El dichoso desposorio
Y holguémonos de consuno; Con vuestra Doña Alda bella.
Llévese el mal lo llorado, Es un toque el casamiento
Y los suspiros el humo. Do se conocen y prueban
No hiléis memorias tristes De paciencia y discreción
En este aposento escuro, Los quilates y finezas.
Que cual gusano de seda De aquí procede la vida
Moriréis en el capullo. Que es gloria si bien se acierta,
Haced lo que en su fin hace O la de infierno impaciente
El pájaro sin segundo, Si por contrario se yerra.
Que nos habla en sus cenizas Setenta años habrá, y mas,
En pretérito y futuro. Que en mi flor y edad primera
Llorad su muerte, mas sea Ese nuevo estado vuestro
Con lagrimillas al uso, Sustenté en vida quieta :
Y del mal pasado nazca Si dais crédito á mis canas
Lo porvenir mas seguro. Por una larga experiencia,
Pongámonos á la par Diréos en breves razones
Dos boquitas de repulgo, Qué hice con mi Condesa.
Ceja en arco, mano blanca, Amé con moderación,
Y dos perritos lanudos. Y en extremo regálela;
Yedras verdes somos ambas, Siempre en público la honraba,
A quien dejaron sin muros Y en secreto aconséjela.
De la muerte y el amor No mezclé veras con burlas,
Baterías é infortunios. Mucho eslimando las veras,,
Busquemos por dó trepar, Ni jamás la descubrí
Que á lo que de ambas presumo, Los graves secretos d'ellas.
No nos faltarán en Francia Mostréme ser recatado,
Pared gruesa y tronco duro. No dando celosas muestras;
La iglesia de San Dionis Sus menudencias dejaba,
Canónigos tiene muchos. Dejóme en las cosas gruesas ;
Delgados, cariaguileños, Agasajé sus parientes,
Cariartos y espaldudos. No tuvo en los mios molestia;
Escojamos como peras Dudé temas que reñía,
Dos clérigos capotuncios, Creí sus riñas sin temas:
De aquestos que andan en muías En ellas no la ataqué,
Y tienen algo de mulos; Que si á la mujer no dejan,
D'estos Alejandros Magnos, Hallando contradicción
Que no tienen á disgusto, Mil historias se renuevan;
Por dar en nuestros broqueles', En enojos fui postrero,
Que demos en sus escudos. Primero en las paces era,
De todos los doce Pares Siempre á la puerta de casa
ROMANCES CABALLERESCOS DOCTRINALES, SATÍRICOS Y DE BURLAS. 28S¡.
Dejaba enfados de afuera. Necesitada vergüenza.
Pío le conté libertades, De oíros mil modos usaba
Honestidades contóla, Conforme los tiempos eran,
Ninguna alabé de hermosas, Con que yo viví seguro
Y ella pasaba contenta.—
Pero infinitas de buenas. Así al recien desposado
Hice al fin que sus visitas En puridad aconseja
Moderación no excedieran, El buen viejo Don Beltran,
y á quién, y cuándo, y por qué Y Don Roldan se lo aprueba.
Con grande ocasión tuvieran. (Romancero general.)
Al ir á advertirla mucho, * Este romance, esencialmente doctrinal, contiene cuerdos
Poco escúchela á la vuelta; y razonables avisos sobre el modo que un marido debe usar
con su esposa para dirigirla y conservar en ella lafidelidady
Adorné su mozo brio la virtud, haciendo asi feliz el estado del matrimonio.
Con galas ricas y honestas;
No fié prosperidades,
Aunque mucho fiaba d'ella,
Ni la dejé que sintiese
ROMANCERO
DB
ROMANCES HISTÓRICOS.
3 ^o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- «-*- o- Ó-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O^S-O
< j e -e-o-«-o-
ROMCIS HISTÓRICOS.
SECCIÓN DE ROMANCES REFERENTES Á LA HISTORIA SAGRADA.
439.
JOSUÉ DETIENE E L CURSO D E L S O L .
ADÁN CELEBRA E N E L UMBO I.A VENIDA D E L MESÍAS.
T. X . 10
190 ROMANCERO GENERAL.
441. Se salió de la ciudad
Por no ver lloro tan alto
JUDITH Y HOIOFERNES. Como lo harán los de dentro
Cuando todos sean tomados;
{De Lorenzo de Sepúlveda.) Y que demás de esto quiere
El gran Nabucodonosor, Que Holofernes sea avisado
Rey de la Siria nombrado, Por donde luego la tome
Poderoso es y muy rico, Sin peligro de su estado.
Y en guerras afortunado. Holofernes que la vido,
Por los reyes que ha vencido Quedó de ella enamorado.
Gran soberbia habia tomado, Judith le dijo á Holofernes
Y acordó de someter Lo que tenemos contado.
Todo el mundo á su reinado. Holofernes la rogó
A Holofernes, capitán, Que sea su convidado.
Luego le habie mandado Respondiérale Judith,
Que con mucha gente de armas Que haria grande pecado,
vaya a todos guerreando, Porque no son de una ley,
Y no perdone á ninguno Y la suya lo ha vedado :
Si no se diere á su mando. Solamente le suplica,
Obedeciera Holofernes En merced le haya dado,
Lo que el Rey le habia encargado; Que la dejase salir
Grandes reinos le ganó A orar lo acostumbrado;
Ya por fuerza, ya por grado. Que acabada la oración
Sobre el pueblo de Israel Para él habria tornado.
Muy feroz habia llegado : Holofernes concedió
Los del pueblo, que lo vieron, Lo que ella le ha demandado,
Muy gran temor han cobrado. Y mandó á todas sus gentes,
Sobre Betulia,- ciudad, Como señor superado,
Su real tiene asentado; Que de dia ni de noche
El agua luego les quita; A Judith pongan embargo
Tiénelos muy apremiados. De entrar, y salir también
Los de dentro á grandes gritos En el real á su grado.
A su Dios están rogando Al cuarto dia que Judith
Que de ellos quiera acordarse A Holofernes ha llegado,
Y no los haya olvidado, Mandó hacer una cena
Y con. muy crecido esfuerzo De valor muy estimado,
Todos han determinado Y á un eunuco que tenia,
De salir al campo juntos, Aquesto le habie mandado :
Y morir ó ser librados. Que hable luego con ella
Ozias, su sacerdote, Para que la haya á su mandado,
Los detiene, y ha rogado Y que duerma aquella noche
Que aguardasen cinco dias En su cama y á su lado.
Sin salir al campo armados; Judith qne lo habia sabido,
Y que si dentro de aquestos Luego lo habia aceptado.
Su Dios no los ha librado, Presentóse ante Holofernes
Que hagan su voluntad; Hermosa en extremo grado,
Con esto se han conformado. Y mas galana que nunca
Judith, esa hermosa y.casta Ante él se habia mostrado.
Mujer, de esfuerzo loado, Cenan con mucha alegría ,
Después de haber entendido Con gran placer y agasajo :
Lo que Ozias hubo hablado Holofernes se acostó
Al su pueblo , los reprehende, El primero y mas temprano,
Mucho los ha denostado, El cual luego se durmió,
Dijo : —- Que no es buen consejo Porque estaba embriagado.
El que los hobiera dado La puerta cerró Judith,
En poner término á Dios Como mujer de recado,
Para los hacer librados, Y cuando vido á Holofernes
Antes habrán dado causa Como está tan descuidado,
Contra sí en haberlo airado.—* A su Dios hizo oración,
Dijoles pidan perdón Y esto le ha suplicado :
Todos del yerro pasado : Que le dé gracia que pueda
A todos juntos les ruega, Hacer su pueblo librado;
Con gran fe les ha encargado, Y el espada de Holofernes
Que nieguen á Dios por ella Ella la tomó en su mano,
Que la tenga de su mano, Y con ella á Holofernes
Y que ella quitará el cerco La cabeza le ha cortado.
Que de Betulia es cercado, Metiérala en una cesta ,
O morirá en la demanda Y á su criada la ha dado;
Como varón esforzado. Juntas se salen del real,
Y con este presupuesto Ninguno se lo ha vedado
El camino habia tomado De los que estaban en él,
De donde estaba el real Porque así les fué mandado :
De Holofernes el tirano. Y con placer muy crecido
En saliendo de Betulia A Betulia habia tornado,
Las guardas la habian tomado : Y la cabeza que traia
Preguntáronle dónde era, A todos la habia mostrado;
O á quien llevaba recado. Todos cobran corazón
Respondió que era judía, Contra los asirianos.
Y que con muy gran quebranto Gran matanza hacen en eiios,
&)l
ROMANCES REFERENTES A LA HISTORIA SAGRADA.
Do quedaron bien vengados Con el sueldo adelantado,
Y que á guerreros forzosos
De los daños recibidos Un sueldo le fuese dado,
Del capitán ya nombrado; Y á los que van libremente
Porque Judith fué tan buena Se les dé sueldo doblado.
En el caso ya contado, A cabo de poco tiempo
Que se libraron por ella De hueste se ha juntado
Ciento y veinte mil de pié
De Holofernes el tirano. Y doce mil de caballo.
( SEPÚLVEDA , Romanees nuevamente sacados, etc.;Muchas provincias y reinos
Tiene en breve sojuzgados,
442. Porque do quier que llegaba
No quiere dejar poblado;
HISTORIA DE JUDITH. - I. Ni queda viña ni huerta ,
(DeJuanBaptista*.) Que no quedase arrancado :
El campo con las sus mieses
¡ Maldita seas, serpiente Todo quedaba quemado :
Soberbia! ¡Cruel pecado! Las huertas y los vergeles
¡ No sé quién no te conosce, Del todo los ha cortado;
Pues que tan mal has pagado No escapa el que se defiende
A los que de tí confian De ser muerto ó justiciado,
En poder, saber y estado! Y al pueblo que lo rescibe
Tú tienes á Lucifer Dejábalo tributado;
Para siempre condenado Mas el que toma por fuerza,
Tú heciste al primer hombre Por tierra queda asolado.
Del cielo ser desterrado; Grandes estragos hacia .
No quedaba rey ni reina A do quiera que ha llegado,
Que de tí no esté llagado : Y ansí viendo su crueza
Obispos y arzobispos, Ya se le daban de grado,
Los papas y santo estado; Y con danzas y atabales
El que de ti mas confía Lo resciben en llegando,
Ese queda mas burlado. Y aun no bastan estas honras
Yo cuento con los perdidos Para poder amansallo,
El que va mejor librado; Pues quien mejor lo.recibe
Pues de los que te siguieron Quedaba mas lastimado,
Uno fué mas desdichado, Porque su intento era
Y es Nabucodonosor Por el temor comenzado
Rey de reyes coronado, Destruir todos los dioses
Que por su soberbia quiso Y cualquier templo sagrado,
Ser señor muy estimado. Porque solo su Señor
Desque tuvo muchos reinos Fuese por Dios adorado;
Subjetos á su mandado, E por esto á todo el mundo
Mandó que de todo el mundo Dejaba tan castigado,
Como Dios fuese adorado; Que le otorgan lo que quiere
Y mandó en señal de aquesto Viendo tan cruel estrago,
Tributo le fuese dado. Si no fuera que Israel
Adoración y tributo Siempre le ha contrastado,
De todos le fué negado, Y antes procuró morir
Y mucho mas de Judea, Que obedecer su mandado;
Pueblo de Dios consagrado, Y ansí por no verse preso,
Por lo cual hiciera cortes Ni su templo profanado,
Para ser aconsejado, Acuden á Eliachin,
Y mandó venir a ellas Sacerdote muy honrado,
Capitanes aprobados, Que les diese su consejo
Y caballeros famosos, Para contra aquel tirano.
Y todo sabio y letrado; Eliachin con gran esfuerzo,
Y desque los tuvo juntos Con ánimo no turbado
Su deseo les ha mostrado. Responde que su temor
Pícenle que era bien hecho, Sería presto remediado;
Y que ansí sea ordenado, Y ansí despachó correos
Y el que no le obedeciere Al pueblo santificado,
Sea del vivir privado, Que se pusiesen de guerra
De lo cual fué muy gozoso Los de pié y de caballo,
El Rey desaventurado. Y que encierren bastimentos
Envía por Holofernes, Y armas hayan buscado,
Varón noble y esforzado; Y se murallen las villas,
Holofernes con presteza Y se adobe lo cercado,
Vino luego á su llamado. Porque el cruel Holofernes
Desque lo tuvo delante Juraba de captivarlos.
El caso le ha bien contado; Israel como lo supo
El respondió que está presto En breve se ba reparado,
Y a todo ello aparejado; Sin dejar valle ni puerto
Mas para que le obedezcan Que no quedase murado,
Mande que sea publicado, Y ponen sus atalayas
Que el Rey le da su poder En las sierras y collados,
general en este caso. Y proponen de morir
Holofernes se apresura Antes que ser captivados.
A juntar lo necesario, Eliachin como era viejo
i mandó dar sus pregones Y en trabajo ejercitado
292 ROMANCERO GENERAL.
Ándase de pueblo en pueblo Mas pues ellos se defienden,
Animando al desmayado , El su Dios les ha ayudado,
Y en la ciudad de Betulia Y si su Dios les ayuda,
Con su gente se ha encerrado, Señor, trabajas en vano,
A do venia Holofernes Pues no basta todo el mundo
Con su gente encaminado. Para entrar en su cercado:
Eliachin desque se vido Mas si en algo le ofendiese '
Con su pueblo atribulado, El te los habrá entregado. —
Mandó celebrar ayunos Holofernes que esto oyera
Porque Dios fuese aplacado, Mostróse muy enojado,
Y él se viste de cilicio Pues nadie le resistía
Con todo su clericado. De los que habia conquistado :
No queda mujer ni hombre Mandó castigar á Achior,
Ni niño muy delicado Y que fuese encarcelado,
Que no hiciese oración O que lo justicien luego
Al alto Dios soberano: Por lo que habia contado;
No queda ciudad ni pueblo Mas los suyos le aconsejan
Do no se haga gran llanto, Que no se mostrase airado,
Haciéndole sacrificios Mas que lo envíe á Betulia,
De lo mejor del ganado. Vaya preso y maniatado
(Comienza la historia de Juditfi, cte. Pliego Para que con los judíos
suelto.) Fuese preso y justiciado.
Ya llevaban a Achior
i El pliego suelto de donde se ha tomado este y los cinco Por su pié, y fuera de paso,
romances siguientes está impreso en 4.°, á dos columnas, en Por una ladera arriba
letra gótica. Parece edición hecha en los aSos de la tercera a Lugar seguro buscando,
la euarta década del siglo xvi. Cuando dan con corredores
Que descubrían el campo :
Las guardas desque los vieron
443. Procuran ponerse en salvo,
CONTINÚA LA HISTORIA D E JUDÍTH.—11. Y dejaron á Achior
Al pié de un árbol atado.
(De Juan Baptista.) Llegan á él los judíos
Gran priesa se da Hoiofernes Y pregúntanle del caso :
Por ver el fin deseado , Acbior les respondiera
Y á la ciudad de Betulia Todo lo que ha pasado :
Con su gente se ha llegado, Los judíos lo desatan
Cuando le vinieron nuevas Y á Betulia lo han llevado,
Que Israel lo ha despreciado. Y delante todo el pueblo
Desque Holofernes lo supo A Achior han presentado
Que Israel se ha rebelado, Para que les diese cuenta
Y que estaba bastecido, Por qué lo han injuriado,
Y apercibido y armado, Y de lo que Holofernes
Y que no hallaba entrada Tenia determinado,
Por do fuese batallado, En no se partir del cerco
Junta capitanes muchos Hasta se haber bien vengado;
Para ser mas informado, Y por tanto lo enviara
Qué tan grande era aquel reino Para con ellos matarlo.
Que tan poco lo ha eslimado, Los judíos que esto oyeran,
Y si es pueblo bien guerrero, Gran temor los ha turbado,
Y en armas ejercitado. Y por las plazas y calles
Habló Achior luego allí .A . Las gentes van lamentando.
Elocuente y bien hablado, Multiplican sus ayunos ,
De Amonitas capitán, Y conoscen su pecado,
Que venía capttvado : Suplicando á Dios del cielo
—Si me das, señor , licencia Que no los haya olvidado.
La verdad te habré contado A Achior bien le sucede,
De estas gentes montañeses Porque habia predicado
Y de todo su reinado, Que Dios fué su ayudador,
Con la ppna de la vida Por lo cual fué desterrado :
Si mi dicho fuere falso. Hécenle fiesta solemne,
Sábete que aqueste pueblo Y fué bien aposentado.
De Osaldea fué sacado, Luego otro día siguiente
Porque el gran Dios que adora Holofernes ha mandado,
Que les dio este principado Que se cuenten los guerreros
Por aborrescer los dioses Que pueden salir al campo,
Que sus gentes adoraron , Y hallaron de los suyos
En pago del cual servicio Y de los que ha captivado,
Siempre Dios los ha preciado, Ciento veinte mil de pié,
Y les diera aquestos reinos, Y veinte mil de caballo.
Sin haberlos batallado; Desque se vio poderoso,
Ca Dios batalla por ellos Tan pujante y ensalzado,
Y siempre los ha guardado, Mándales que se repartan
Y mientras que le sirven Cada haz por lo murado,
Les daba esfuerzo doblado; Y de mejores guerreros
Mas si adoran otros dioses El se queda acompañado :
Luego los ha castigado, Mandó mas cegar las fuentes
Y los da á sus enemigos Y los caños ser quebrados,
Para que sean mal tratados. Porque por sed y por hambre
ROMANCES REFERENTES Á LA HISTORIA SAGRADA. m
Mas presto se lo hayan dado. Orias y sacerdotes
Los judíos desque vieron Vienen luego á su llamado,
Que el agua les ha quitado, Y pregunta qué conciertos
Comienzan á desmayar, Son estos que han celebrado.
y en tierra se han postrado, Ellos dieron sus disculpas,
Suplicando á Dios del cielo Que no fué mas en su mano,
Que d'ellos tenga cuidado, Porque el pueblo desmayaba
Pues que el pueblo desmayaba Y en esto lo han concertado:
Por el agua que ha faltado, Hablara Judith muy fuerte,
Y la que hay en las cisternas Con corazón animado:
Entre ellos se ha ordenado, — ¡Oh hombres de poca fe,
Que se diese por medida, Y cuan mal lo habéis mirado
Y que no se diese abasto. En hacer tan gran ofensa
Lloran viejos y mancebos Al Señor que os ha criado,
Con corazón quebrantado : Pues para que os librase
Lloran viejas y doncellas Le habéis tiempo señalado 5
Con espíritu humillado : Acordar se os debiera,
Y los niños se caian De cómo en tiempo pasado,
De hambre y sed traspasados:, A nuestros padres libró,
Las bestias desfallecían, A Abraham y su engendrado,
Y perescia el ganado: A Jacob y á Moysen,
Unos á otros decían : Y al pueblo santificado,
Sobre tí sea este pecado, De dos mil desaventuras
Pues valiera mas morir Que por él han escapado,
Que vivir tan desastrado. Y pocos años habia
Orias luego habló, Que nos habia rescatado
Rey de aqueste principado : Del poder del enemigo
—No desmayéis, caballeros, Que nos babia sojuzgado.
Ni vos maldigáis, hermanos, Y si agora padesceis,
Pues el soberano Dios Sabed que os ha tentado
En esto nos ha probado; Por ver la fe que tenéis
Y si de quí á cinco dias Con quien tanto vos ha amado.
Ño os hubiere remediado, Pues id vos y esforzad
Haced paces y concordia Al pueblo desventurado,
Con el que os tiene cercados.— Y que ayunen les manda,
Puesto el pueblo en tal estrecho Y conozcan que han errado,
Gran llanto se ha levantado, Y humillen sus corazones
Porque á los que eran fieles Y conozcan su pecado;
No placía este contrato. Que Dios les dará victoria
Dentro de lo limitado;
{Comienza la historia de Judith, Pliego «uelto.)
Y vosotros vos id luego
A aquella puerta del campo,
Y velad toda la noche
A nuestro Dios suplicando
CONTINUA U HISTORIA BE JÜDITH.—1H. Oya las mis oraciones
(De Juan Baptista.) Y el mi deseo, que es sancto,—
Vanse Orias y su gente
Muy triste estaba Israel, Donde les era mandado,
Por lo cual hace gran llanto, Y Judith á su secreto
Porque el cruel Holofernes Entra gimiendo y llorando.
Lo tiene tan fatigado, Vístese luego un cilicio,
Que dentro de cinco días Y en ceniza se ha postrado,
Se pusieran en sus manos, Suplicando á Dios que cumpla
Si no fuera por Judith, El su ruego deseado,
Matrona de gran estado. Y le dé sabiduría
Mujer fué de Manasses, Para vencer al tirano,
De quien había enviudado; Porque conozcan las gentes
Tres ó cuatro años había Que su nombre han blasfemado,
Que lo habia sepultado. Que su Dios es Dios de dioses,
Rica era y muy prudente Digno de ser adorado..
Y devota del muy Alto, Estas palabras diciendo
Por cuyo amor propusiera Su petición ha acabado,
No tomar otro velado, Y levantóse de presto
Por lo cual se retrajera De su penitente estrado,
Y en clausura se ha encerrado Y llamó á una sirvienta
Dentro de su mesma casa, De quien siempre se ha fiado,
En un palacio apartado, Y mandóle prestamente
A do en grande penitencia Que le aparejase un baño,
Su vida iba gastando; En el cual lavó su cuerpo
Y allí le dieron las nuevas Muy hermoso y delicado,
Del tiempo muy abreviado Y ungióse después de limpio
Une le diera el rey Orias Con un ungüento mirrado :
Al pueblo por final plazo, Vístese delgados lienzos,
«esque la nueva supiera Una ropa de brocado;
Por injuria lo ha tomado Calzóse ricas sandalias,
Que tal contracto pasase, Que era muy galán calzado;
Ni concierto tan profano, Cíñese cordón de oro
* mandara llamar luego De ruecas eslabonado;
A ios que lo han contratado. Vístese mangas tranzadas
ROMANCERO GENERAL.
Sacadicos sus bocados; Que era del pueblo contrario,
Pónese ajorcas, y manillas Lo mas presto que pudieron
En sus cristalinos brazos; A ella se han acercado.
Sus dedos llenos de anillos, Desque la vieron tan linda,
Y en el pecho un relicario, Señora, la han llamado,
Y un folíete de antepecho Y preguntante do viene :
De perlas muy salteado, Díceles, que escapando
Con un gorjal muy precioso De mano de los judíos
Dericoesmalte esmaltado; Donde se habia criado,
La gargantica del cuello Porque todos desmayaban,
No tiene precio estimado : Y que les habia pesado
Ponse mitra en cabeza, Por resistir á Holofernes,
. Que era un virginal tocado, Y no le haber convidado
Entranzado á sus cabellos Con sus personas y tierras,
Con trenza de oro hilado : Y con precio atributado.
¡ Madejas parescen de oro Empero que mas querían
Según están relumbrando! Morir que ser captivados,
Y como su hermoso cuerpo Y por no morir con ellos
Era bien proporcionado, D' ellos se ha deshurtado
La su linda compostura Para decir á Holofernes
Mucho mas lo ha adornado: Cómo puede captivarlos.
Su rostro sin apostura Ellos desque aquesto oyeron
Parece deificado; A Holofornes la han llevado,
Porque aunque era hermosa El cual como es de mañana
El Señor la ha apostado, En su tienda está acostado,
Y en suprema hermosura La cual era la mas rica
La dotó en supremo grado. Que podría ser contado.
Desque ya estaba compuesta, Cada estatua era de plata
Y su gente ha saludado, Donde el cordel está atado,
Mandó luego á su sirvienta Las barras eran de oro,
Que le llevase recaudo .' . . Que descienden de lo alto :
Del comer, porque no fuesen El cobertor de la tienda
Costreñidas á buscarlo. De un carmesí rubricado,
Su sierva como es astuta Con franjas de frocaduras,
Muy de presto se ha cargado Muyricamentefranjado.
De vino y algunas frutas , Ricas alfombras y paños
Porque no fuese forzado, Por ornamento y estrado;
Si no lo llevasen ellas, Pero el lecho en,que dormía
De comer con los paganos, No puede ser apreciado ;
Lo cual era defendido, Los bancos eran de cedro
Y por la ley muy vedado. Y de plata son los clavos,
(Comienza la historia de Judith, etc. PliegoY con oro de martillo
suelto.) Cada mastel tachonado;
Y las cintas que los ciñen
Son de tejido dorado :
Los colchones son de Holanda,
CONTINÚA LA HISTORIA DE JUDITH.—IV. Las cuerdas de oro hilado,
(De Juan Baptista.) Las sábanas son preciosas
Por ser de viso delgado :
Ya se partía Judith El cobertor de la cama,
De su muyricopalacio Un brocado de tres altos,
Antes de la media noche, Almohadas y aeiruelos
Y al primer canto del gallo: Ricamente están labrados.
Con ella va su sirvienta, El pabellón que lo cubre
Abia tiene por dictado, Es de rico deshilado,
Y vanse para la puerta De boscajes trasparentes
Adonde estaban velando Con oro y seda tramado.
Orias con mucha gente Pena tenia de muerte
La su venida esperando; Quien entra sin ser llamado,
Y desque á ellos llegó O sin que pida licencia,
En el suelo se han postrado, Y se la hobiese otorgado;
Viendo una mujer tan linda Y por esto con Judith
De corazón tan osado. Al portero han llegado,
Y ansí postrados en tierra Para que diga á Holoíornes,
Nada le habien preguntado; Cómo lo están aguardando,
Mas ruegan á Dios del cielo Con una doncella rica
Que la saque á paz y á salvo , Del pueblo circuncidado,
Y la traiga con victoria Que quiere ver á su Alteza,
De lo que había comenzado. Y besarle pies y manos.
Van ya fuera de los muros El portero entra luego
Bajando por un collado, De su lindeza admirado.
Y por llegar mas aina Holofornes desque fuera
Los valles van travesando. Del portero así informado,
Ya quería amanescer Manda que la den entrada,
Cuando llegaron á un raso. Y ella luego hubo entrado.
Y isto la habian corredores Desque Judith vio á Holofornes,
Délos que andaban cercando, De majestad tan cercado,
i desque la conoscieron Hincó rodillas en tierra;
Sobre su faz se ha postrado,
ROMANCES REFERENTES A LA HISTORIA SAGRADA. 293
Y adóralo como á rey Se le diese de su plato.
Según entre ellos se na usado. Judith como era prudente
Desque Holofornes la vido Esto le habia negado,
Todo está maravillado Diciendo que ella traia
De ver su gran hermosura Para sí manjar guisado.
Y rostro clarificado : El Rey d'esto sospechoso
Mándale que no temiese, Luego bobo preguntado
Y que se haya levantado, Diciendo, que qué haria
Y que dijese la causa Desque lo haya gastado.
Por qué viniera á buscarlo. Dice qué antes que se acabe
Judith como era prudente Habrá ün lo comenzado,
D'esta manera ha hablado: Y después que comería
— Guárdete Dios, mi señor, De lo que le fuere dado.
Y te prospere el estado, Cada noche se salia
Y te haga emperador A un muy hermoso prado
De todo lo ya habitado: Adonde estaba unamente,
Sábete que tu nobleza, Lugar muy aparejado
Y poder magnificado, Para hacer oración
Las tus virtudes sin cuento Después de se haber bañado.
Por las gentes han volado (Comienza la historia de Jtidilh, etc. Pliego
Publicando tus loores suelto.)
Y tu ánimo esforzado;
Por lo cual tuve deseo
De ser sierva en tu palacio.
No me pesa haber venido CONTINUA LA HISTORIA DE JÜDITH.—V.
Pues es verdad lo loado;
Por tanto por mi venida (De Juan Baptista.)
Sey señor certificado Pasados eran tres dias
Que el pueblo de los judíos Y llegádose habia el cuarto,
Está triste y trabajado Cuando se acordó Holofernes,
Desque quitaste las aguas Que su pueblo está cansado,
Y el comer les ha faltado: Y que sería muy justo
Beben sangre de animales, En algo ser recreado,
Y ansí esta desesperado, Para lo cual ordenara
Por lo cual contra su Dios Un buen convite, afamado,
Reciamente han blasfemado, El mayor que nunca ha hecho
Por la cual ofensa hecha Después que anda batallando;
Muy claro les ha mostrado Y mandó que todos coman
Que antes de muchos dias A sus expensas y gastos,
D'ellos habrás triunfado; Y que coman á su mesa
Porque á los sus sacerdotes Los que eran hijos de algo.
Les na sido revelado Desque las mesas son puestas
Que por ser malo su pueblo Y todos se han asentado,
A tí te será entregado, El poderoso Holofernes
Según que antes de Achior De Judith se ha acordado :
Fuiste, señor, informado; Mandado ha que la llamen
Y si me otorgas la vida , Para que cene á su lado.
Dame seis dias de plazo Entra presto el mensajero,
Para que ruegue á mi Dios, Dice que el Rey la ha llamado.
Que nos haya declarado, Judith, como era tan sabia,
Cuándo es su voluntad Su venir no ha detardado,
Que los hayas subjetado, Y fuese para Holofernes
Para lo cual te suplico Adonde estaba cenando. •
Que me fuese otorgado —¿Qué es lo que mandas, señor,
Que nadie me impidiese En que yo te haya agradado ? —
De salir á orar al campo Mandóle que se asentase
A la hora que sintiere Para darle algún descanso.
Que mi Dios me ha llamado.— Judith,hecha su mesura,
El Rey que en su hermosura D'esta manera ha hablado:
Todo estaba trasformado, —No era dina "yo, señor,
Como cuando con la presa De vivir en tu palacio,
El alcon está cebado, Cuanto mas comer á mesa
Manda que por sus reales De un señor tan sublimado;
Esto fuese pregonado: Mas pues que á tí placía
Que á la doncella judía Yo cumpliré tu mandado.—
Nadie la hobiese enojado; Sentádose ha á la mesa
M«s que ande libremente Y pide que le sea dado
Por cualquier entrada y paso • El comer por su sirvienta
Y mandóla aposentar Del manjar acostumbrado.
Do el tesoro está encerrado ¡ Entre el comer y el beber
Que era dentro de su tienda Holofernes la ha mirado,
En un secreto apartado , Y mientras mas la miraba,
Y que cuanto pidiere En ella se ha trasportado;
«ole sea detardado. Y como estaba encendido, *
Lo que Holofernes mandara En comer no es mesurado.
J;or todos es otorgado, Ni menos en el beber
ya su linda hermosura Hasta ser embriagado.
A todos los ha ligado. Después que alzaron las mesas
Mandó mas: que del comer Fuérase para su estrado,
206 ROMANCERO GENERAL.
Llevando á Judith consigo —Dad gracias á Dios, varones,
Para d'ella haber gozado. Y su nombre sea loado;
Judith como en Dios confia Pues que siendo pecadores,
En nada se ha excusado , No miró nuestro pecado;
Y avisó á la sirvienta Mas dio fuerzas varoniles
Que cerca se haya quedado A un cuerpo afeminado,
Para que cuando la llame Para que quede Holofernes
Acudiese á su llamado. Ya muerto y descabezado. —
Llegan ella y Holofernes Y porque mas se gozasen
A aquel su precioso estrado, La cabeza le ha mostrado.
Y un su castrado portero Ellos le dan muchas gracias
Las puertas ha emparejado; Por el trabajo pasado ;
Mas apenas Holofernes Empero porque no yerren
Se acostara en el estrado, De aquesto les ha avisado,
Cuando ya estaba dormido Que tomasen la cabeza
De un sueño muy pesado. Y la hinquen en un palo,
Judith desque así lo vido Y en lo mas alto del muro
De rodillas se ha postrado, Con cuñas la hayan fijado,
Suplicando á Dios del cielo Hacia do estaba Holofernes
No la haya desamparado. Y su real asentado,
Desque hiciera oración Para que en saliendo el sol
Los sus ojos hubo alzado, La descubra con sus rayos,
Y vido un galán alfanje .'. Y que entonces salgan ellos
De un clavo estar colgado, Grandes alaridos dando;
Y desque vido á Holofernes Empero que no descienda
En sueño tan reposado , Ninguno d'ellos al campo,
Ásele de los cabellos Hasta que vean claramente
Para poder degollallo, Que todos andan turbados.
Y á los dos golpes primeros Dicen que ansi lo harían
La cabeza le ha cortado. Como les ha aconsejado.
Vuelve luego el alfanje Salido era ya el sol,
Donde lo habia descolgado, Y el campo se ha aclarado,
Y envolviera la cabeza Cuando salen los judíos
En un paño que ha hallado, Con todo su pueblo armado :
Y aciide para la puerta Apellidos dan de guerra
A do Abia la está esperando: Para mas alborótanos:
Abren pasico las puertas. Los enemigos recuerdan,
Que sin llave han quedado , Y como están desarmados,
Y dio á su sierva la cabeza, A la tienda de Holofernes
Y en un fardel la han echado, Van con paso apresurado;
Y por mas seguridad Mas ninguno llamar osa,
La puerta le han cerrado. Porque aun estaba cerrado,_
Ibanse para la fuente, Y rogaron al portero
Según lo han acostumbrado, Que entrase á despertallo.
Aunque el campo está seguro El portero mucho teme,
Por lo mucho que han cenado. Porque tenia pensado
Ya salen de los reales, Que su señor Holofernes
Y su paso han alargado, De Judith está gozando ;
Y en cabo de pocas horas Mas como le daban priesa
A Betulia han allegado. Que el pueblo está alborotado ,
Fuéronse para la puerta Abre su puerta pasico,
Por donde habian pasado , Y á la cama se ha ajuntado,
A do Orias y su gente Y hallara el cuerpo muerto
Ya la estaban aguardando , En su sangre sepultado.
Aunque ya de su venida Entrara á ver si Judith
Habian desconfiado. Estaba en su palacio;
(Comienza la historia de Judith, etc. PliegoMas desque no la hallara
suelto.) Sale grandes voces dando,
Que su señor está muerto
De Judith, que lo ha engañado.
447. Ellos, en oyendo aquesto,
Gran temor les ha cercado ;
CONTINUA L A HISTORIA DE JUDITH.—VI
Y en esto ya los judíos
{De JuanBapíista.) Se habian presto abajado,
Ya Judith llega á Betulia, Y con gran tropel de gente
Y grandes voces va dando: Con ellos se han encontrado.
—Esforzaos , hermanos míos, Los tristes con el temor,
Pues que Dios nos ha ayudado , Y como están descuidados,
Que al soberbio de Holofernes Por dichoso se tenia
Os dejo descabezado.— El que d'ellos se ha escapado.
Orias desque lo oyera, Los judíos van tras ellos
Del hecho maravillado, Hiriéndolos y matando;
Manda luego traer hachas Mas los que mejor huían
Para saber del estrago. Esos son mejor librados.
. Cuando las hachas vinieron Y después que los tuvieron
Ya el pueblo está juntado : De su tierra desterrados,
Allí hablara Judith Vuelto se habían á las tiendas
Con ánimo no turbado: Del real desbaratado,
Y recogen las riquezas
597
ROMANCES REFERENTES Á LA HISTORIA SAGRADA.
Pecho, el arco, no haga estorbo
Que les habían dejado,
Y Uévanlas á Betulia Se cortan el uno á cercen :
para que fuese ordenado Las que en belleza, también
Que todo el despojo fuese Como en la aspereza, exceden
Ante Judith presentado, A cuantas el Tañáis viven,
Para que lo tome todo Y cuantas el Tigris beben :
Pues que lo ha trabajado. Las que al fin mujeres siendo
Mas Judith como era santa Monstruos de Libia parecen,
Todo lo ha renunciado, Aunque en cualquiera región
Y mandó lo repartiesen Somos monstruos las mujeres ;
Según que lo han usado, Señor, á voces te piden
Y lo que á ella cupiese Nombres esposo tan fuerte
Lo diesen al templo santo. Y tan noble, como el brazo
Israel desque se vido De Sofonisba merece.
De tal peligro librado, Entré en consejo de Estado
Hace muy solemnes fiestas Con ellas, y se resuelven
Por un hecho tan nombrado, En que el rey de Babilonia
Y con músicas y danzas "La merezca solamente,
A Dios han glorificado; Con la misma condición
Y por dia memorable Que nuestras estrechas leyes
Este celebran cada año, Piden, porque de este modo
Y á Judith mientras que vive Nuestros reinos se conserven;
Por señora la han honrado, Y para que de los dos
Y el honrado de Achior Igual sol"nazca, que herede
Ya judío se ha tornado, Los que heredo yo en la Arabia
Y pide en señal de aquesto De Tiro y de Mitilene,
Que quier ser cincuncidado. A Babilonia darás
Judith á la su sirvienta Príncipe si varón fuere,
Libre la habia dejado, Y si mujer, daré reina
Y dotóla de heredades A mis amazonas fuertes.
Para que viva en descanso; Cuarenta mil me acompañan
De lo cual sea Dios bendito, Con los maridos que tienen
Y para siempre loado. Para esta ocasión agora
etc.
{Comienza la historia de Judith. Pliego Esperando que les lleve
suelto.) La resolución que aguardan,
Por cuyas nuevas alegres
Las albricias que aperciben
Para tí, son las siguientes.
NABUC0DON0S0R Y LAS AMAZONAS. Cien caballos enjaezados
i
(Anónimo .) Todos de manchadas pieles;
Cien elefantes cargados
Después de darte, Nabuco, De oro y plata con que pueden
El parabién que se debe Hacer una estatua, donde
A la victoria que alcanzas Por Dios te adore la gente;
Del Palestino rebelde, Un carro, para que triunfes,
Y que su pueblo cautivo De marfil, que de relieves
A Babilonia trajeses, De oro, y rubios girasoles
Porque la fama tu nombre Pintados tus hechos tiene.
Solo tu valor celebre; Las perlas te dan sus conchas,
Pues besan tantas naciones, Y por único presente
Como se miran presentes, En jaula de coral rubio,
Tu pié, y rinden vasallaje Gran señor, verás el fénix.
A tu poder, para siempre, Esto te dan los deseos
Digo que mis amazonas, De mis provincias, y advierte
Invencible y fiera gente, Que yo en persona he venido,
Que el Asia ocupa sus brazos, Y que delante me tienes.
Y Arabia y Fenicia temen; Quién es Sofonisba sabes:
Las que en los climas que habitan En valor y sangre excede
Hombre ninguno consienten, Por su padre y por su madre
Y los maridos con ellas A los orientales reyes.
Mas que una noche no duermen, Lo que toca á su hermosura,
Y esto para que no falte • Nabuco, no se encarece,
La sucesión que conviene Aunque dicen en el Asia,
A la razón del Estado Que reina pudiera hacerme.
Con que se gobiernan siempre; Mas porque te satisfagas,
Las que el yugo de Alejandro El embajador que viene,
Cuando á todo el mundo vence. El retrato trae consigo,
No consintieron jamás Mírame bien pues es este.
Indomables y valientes; {Primavera y flor de Romances, %.& partft.)
Las que de valor armadas,
Las que vestidas de pieles * Es una relación como las de comedia.
L¡e sus flechas con las plumas
emprender al sol pretenden,
» no hay ave sobre el aire, 449.
Segura fiera en su albergue,
DAVID Y GOLÍAS.
Monte, corriendo, ó volando,
yue sus arcos no sujeten; (De Lorenzo de Sepúlveia.)
t ara cuyos ciertos tiros, Gran guerra tiene Saúl,
forque aUrrimar al fuerte Muy sangrienta es ia batalla
298 ROMANCERO GENERAL.
Con aquestos filisteos, Esa tu persona brava;
Gente á su reino cercana. Cortaré yo tu cabeza
Pelean como valientes, Con esa tu propia espada.—
Unos á otros se matan, Luego tomara una piedra
A todos Saúl vencia , De aquellas tres que llevaba;
Los contrarios desmayaban. En la honda la ponia,
-A ayudar los filisteos A Golías la tiraba.
Un gran gigante llegaba; Dióle en la frente con ella;
Golías babia por nombre, Del golpe le derribaba:
De catadura muy brava, Fué sobre él muy denodado,
De desmesurada fuerza; Su cuchillo le tomaba;
A todos hería y mataba : Cortóle la su cabeza,
Tan valiente es que á diez mil Por las barbas la tomaba,
•Vencería en la batalla. Volvióse para el real
Los judíos que lo vieron, A Saúl la presentaba,
Con su vista desmayaban; Que recibió gran placer :
Cobraron gran cobardía Con su hija lo casaba.
De su catadura mala; (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente meado», etc
Huyendo iban ante él,
Que ninguno lo aguardaba.
En el real están todos, 450.
No salen á la batalla.
En el real de Saúl DAVID QUE LAMENTA I A MUERTE DE SAÚL.
Tres hermanos guerreaban; (Anónimo*.)
Hijos eran de Esaí
Y hermano á David le llaman: Llanto hace el rey David,
Allí estaba el buen David, Sus ojos fuentes tornados
Que su padre le enviaba. Por la muerte de Saúl
Estando allí todos juntos . Y sus hijos tan preciados :
Oyeron pregón que daban D'esta manera decía
Por mandado de Saúl; Por mas doblar sus cuidados ;
• Lo siguiente declaraba : —¡ Israel, mira tus montes
—Que si caballero hobiese Cómo están ensangrentados,
Que saliese á la batalla De la sangre de tus nobles,
Con Golías, gran gigante, De tus nobles y esforzados!
Gran cosa le sería dada, ¡ Ay dolor, como cayeron
Y si en ella lo venciese, Varones tan estimados!
Hermosa mujer cobrara, No sepan en Filistea
En Michol sola su hija, Casos tan desventurados,
Que es hermosa y agraciada, Ni se alegren las mujeres
Con la mitad de su reino, De los incircuncidados.
Lo cual todo lo otorgaba.— ¡Oh montes de Gelboé,
Estando dando-el pregón Malditos séais llamados!
Los judíos desmayaban: El cielo os quite el rocío,
Huyendo van de Golías, No llueva en vuestros collados,
Que los heria y mataba. Ni lleve Dios mas primicias
David, que huir los vido, De todos vuestros sembrados.
Sabida por él la causa Do fueron muertos los fuertes
Quedó muy maravillado Y sus escudos quebrados,
De su cobardía tanta. Donde murió el rey Saúl,
Fuera luego ante Saúl: Rey de reyes consagrado:
Licencia le demandaba ¡Como si no fuera ungido
Para lidiar con Golías Fué muerto délos malvados!
El que á todos asombraba. ¡ Oh mi Jonatas! ¡ mi hijo!
Dijo al Rey, que no temiese ¡ Hombres nunca acobardados,
De hacer lo que demandaba, Mas que águilas lijeros,
Que un oso y león ha muerto Como leones osados!
Que sus ganados mataban. Llorad, hijas de Judea,
Cuando Saúl vio desfuerzo Y teñid vuestros tocados,
Que el niño David mostraba, Que ya es muerto vuestro Rey
Luego le mandó armar Que os daba paños preciados,
Y con sus armas le armaba. Y sin cuento atavíos
Con ellas no puede andar, De sedas y brocados.
De sobre sí las quitaba: ¡ Oh mi Jonatas, mi amigo,
Tomó su cayado y honda; Único entre nos amado,
Tres piedras David tomaba Duélome de la tu muerte,
Metidas en su zurrón, Duélome de los tus hados!
Que puesto al cuello llevaba. Con amor de padre á hijo
Fué donde estaba el gigante Eramos yo y tú ligados,
A comenzar la batalla : ¡ Oh fortuna muy cruel,
Golías cuando lo vido Cómo somos apartados,
Esta pregunta le daba : De la dulce compañía
—¿ Soy yo perro por ventura, A qu'estábamos llegados!
Que vienes con tales armas? (Cancionero deRomancet.)
—No solo traigo el cayado,
El niño le replicaba, » Romance popular, aunque artístico é inspirado porta Bi-
Para yo lidiar contigo , . blia á un poeta, que sabía comprenderla é imitar su estilo na-
Mas el Dios que yo adoraba. ble, sencillo y severo.
Con su nombre venceré
ROMANCES REFERENTES A LA HISTORIA SAGRADA. 299
45L Siete dias con sus noches,
Retraído y apartado
DAVID Y BERSABÉ. Mucha penitencia ha hecho;
De Dios quedó perdonado.
(De Lorenzo de Sepúlveda.)
( SEPÚLVEDA, Romanea nuevamente sacados, etc.)
El Rey amado de Dios, 1
Que es David el muy nombrado, Compárese esta fria narración con el sentido, noble, épico-
Cruel guerra ha con Amon, lírico del anterior romance, y se verá la enorme diferencia que
AI su reino muy llegado. hay entre el poeta que calca sus composiciones sobre un libro
A su capitán Joab en prosa, y el que, empapado de poesía-, se abandona al senti-
miento espontaneo que le inspira un asunto.
Contra Amon habia enviado;
El quedó en Jerusalen
Cabeza de su reinado.
El amor, como es tan ciegOj 452.
¡ Oh qué mal que lo ha engañado! AMON Y TAMAR.
Paseándose está David
Un dia por su palacio; (Anónimo*.)
Desde unos corredores Grandes males finge Amon
Bersabé se habia mostrado. Por amores de Tamar :
Casada era con Urías, ¡ Harto mal tiene quien ama,
lirias Eteo llamado. No ha menester fingir mas!
En el real de David Por los ojos de la hermana,
Está el caballero honrado: Flechado el hermano está,
Bersabé era muy hermosa,
Graciosa en extremo grado; Tanto que á ser mas honestos
Junto estaba de una fuente Fuera santa la hermandad.
Lavándose el su tocado. A la causa del engaño
Luego que David la vido Pide la venga á sanar,
Quedó d'ella enamorado. Que Tamar tiene el remedio
Envió luego por ella, De su misma enfermedad.
Fué traída á su palacio, Diólo Tamar de comer,
Y sin ninguna tardanza Y Amon que vio su beldad,
Con ella se habia mezclado, El gusto puso en los ojos,
No solamente esta vez, Y así comió con mirar.
Si otras muchas lo habia usado. Por no aguardarla mas tiempo •.
Empreñóse Bersabé, La gozó el hebreo galán,
De David se habia empreñado. Y con ser que era judío
A su capitán Joab Dejó entonces de esperar.
En secreto habia mandado Gozóla, y aborrecióla,
Que á Urías, buen caballero, Que al gusto sigue el pesar,
Ante todos sea parado Y aunque ella sintió la fuerza
Al tiempo del combatir El desprecio sintió mas.
Algún pueblo señalado, Gozada y aborrecida
De manera que lo maten A buscar venganza va :
Y no pueda ser librado. ¡Huye,Amon! ¡mira por tí!
Lo que David le mandó Que es mujer y la ha de hallar.
Joab lo tiene ordenado, (Pñmaverayflorde Romances, etc. 2.a parte.)
Que combatiendo á Rabat » Bien se conoce en este romancillo la deviación del espíritu
Muerto fuera el no culpado. grave y severo que nuestra poesía experimentó antes dn mediar
Sabido lo ha David, el siglo XVII , y que corrompió enteramente la de la otra mitad.
Con Bersabé se ha casado. Cuando se vea á los poetas jugar con la lengua y abusar de
Nathan, profeta de Dios, ella, bien cerca está el tiempo de su corrupción, de la de la
A David le ha preguntado, poesía, y aun de la moral.
Díjole :—Un hombre rico
Tenia mucho ganado;
Un pobre vecino suyo 453.
Una oveja por rebaño,
DAVID Y ABSALON
Y el rico se la tomó
Con el corazón dañado : (Anónimo •»)
No contento con el robo Con rabia está el rey David
Al pobre habia matado. Rasgando su corazón,
Respóndeme, rey David, Sabiendo que allí en la lid
¿Qué pena terna el culpado? — Le mataron á Absalon.
Respondió David , que es digno Cubrióse la su cabeza
De muerte por tal pecado. Y subióse á un mirador;
Replicó Natham : — ¡ Oh Rey, Con lágrimas de sus ojos
Tú mismo le has condenado! Sus canas regadas son.
Tú, David, eres el rico, Hablando de la su boca
Urías, pobre cuitado : Dice esta lamentación :
Tú tenias muchas mujeres, «¡Ohíillimihí, fillimihi!
El una sola en su cabo : » ¡ Oh íilli mihí, Absalon! >
A Bersabé le tomaste, ¿Qu'es de la tu hermosura?
Con ella eres ya casado , ¿ Tu extremada perficion?
Y ni aun siendo así contento, Los tus dorados cabellos
Muerto fué por tu mandado, Parescian rayos del sol;
ue parte de Dios te anuncio Tus ojos lindos, azules,
Maldición por tu pecado.— Cual jacinto de Sion :
Cuando esto oyó David ¡ Oh manos que tal hicieron,
Con gemidos ha llorado. Enemigas de razón!
300 ROMANCERO GENERAL.
¡Oh Joab! ¿que hicistes? 455
¡ No lo merecía, no!
Miraras qu'era mi hijo CRUELDAD DE UNA MADRE EN EL SITIO DE JKRUSALSN
Engendrado en bendición : POR TITO.
Que quien le daha la muerte (De Juan de la Cueva *.)
Me doblaba la pasión.
Si era desobediente La excelsa Jerusalen,
Yo le otorgara perdón : Cuyo nombre vive escrito
Si mi mandado cumplieras, En la memoria del mundo
Trujerásmelo á prisión. Sin que lo borre el olvido,
¡Oh madre, que tal pariste! Cuando en su mayor nobleza
¿Cómo habrás consolación? Y con mayor poderío
Rómpanse las tus entrañas, De Tito Vespasiano
Rasgúese el tu corazón : Fué cercada, y por el mismo
Llorémosle padre y madre Combatida de tal suerte
El fruto de bendición. Con un cerco tan prolijo,
«¡Ohfilli mihi,íillimihi! Que vinieron á tal hambre
» ¡ Oh filli mihi, Absalon!» Los miserables judíos,
{Cancionero de Romances.—It. Segunda parte del Que comian por regalo,
Cancionero general, edición de 1552.) Después de haberse comido
• Las mismas observaciones que al del núm. 451 pudieran Todos los perros y gatos
hacerse aqui: pero en este romance hay mas afectación de Y las bestias de servicio,
ciencia, y menos inspiración que en aquel. Las suelas de los zapatos,
Y el cuero en agua cocido,
Las pajas del muladar
De entre el estiércol podrido.
LA PRESA DE JERUSALEN POR TITO. Llegó á tanto la miseria
1 Que pasó de lo que digo;
{Anónimo .) Y así contaré un ejemplo
La señora de las gentes Con que se apruebe lo dicho,
Lloraba fuerte y plañía, Y vean, que por él solo
Porqu'el emperador Tito Lo demás será entendido.
De crudo luego l'ardia. Estaba en esta sazón
Aquellos sus fuertes muros Una mujer, que no escribo
Con pertrechos se batían; Su nombre, porque no es justo,
Las altas torres y casas Aunque anda escrito, escribillo,
Por el suelo las metían : Mas borrando su memoria,
El templo santo sagrado, Sepultallo en el olvido,
Que ya Dios aborrescia, Porque tan horrible hecho •
Deshacen por los cimientos; No fuera en el mundo escrito,
Su memoria perescia : Porque no fué el de Medea
Holocausto y sacriücios Ni el de Tulia tan maldito,
Ya del todo fenescian; Ni el matar Cila á su padre
Por el monte de Sion Por agradar al rey Minos.
De sangre arroyos corrían, Esta inhumana mujer
Y la sangre injusta y baja Luego que la guerra vido
El fuego mas encendía. Comenzar, por mas seguro
Aquellos hombres ancianos A Jerusalen se vino
Que por las puertas se vian, De un lugar donde vivía
Escritos los mandamientos ' En estado y poder rico;
La vida aquí consumían : A la cual, como aquejase •
Los mozos tan bien vestidos La hambre, perdió el sentido,
Que cantar himnos solían,
D'ellos son descabezados, Y aun el amor natural
D'ellos esclavos venían. Que el padre le debe al hijo,
Las vírgenes delicadas, Cual esta inhumana fiera
Su sangre y vida perdían; Con su propio hijo hizo, ¡ i
. Las madres, de pura hambre Que criándolo á sus pechos,
Los propios hijos comían, Viéndose en mortal peligro,
Y después por el cuchillo Por satisfacer su hambre
En pago d'ello morían. Pospuso el amor debido,
— ¡Hijos de Jerusalen, Y tomándolo en los brazos
En altas voces decian, De la hambre enflaquecidos
El término traspasa stes; Que apenas podía tenello,
La gloria vuestra es perdida! Así dijo al tierno niño :
En todo el orbe mundano —Hijo, dulce gloria mia,
No teméis cierta guarida : Regalo del vivir mió, .
Viviréis en vituperio Antes que seáis del todo
Los dias de vuestra vida, De esta hambre consumido,
Y por mas Dios ya no oiros Tornad lo que recebistes
De nubes cierra la via. De mí, de quien sois nacido,
No quiere ya sacrificios, Y volveos á aquella parte
* Ya es vuestra oración perdida, Do fué de vos recebido
Porque al Justo condenastes El espíritu vital,
Por malicia y por falsía.— Cuando fuistes concebido;
Y así el vientre en que anduviste»,
(Cancionero de Romanea.) Por vuestro sepulcro elijo.—
P e
c^tM°, wl? JÍ2 a
r
rtis ico
* tornee, inspirado al poeta por la Esto diciendo, asió del
Con ánimo selvajino '
Instigada del furor
ROMANCES REFERENTES A LOS TIEMPOS DE GRECIA Y ROMA. SOI
De los estigios ministros, Ardiendo en furor estigio,
Y con una fiera espada Cortó un gran pedazo 3'él,
Al tierno hijo ha herido, Y en un fuego que encendido
Sin ser movida á piedad, Tenia, lo asó, y al punto
Como madre, de oir sus gritos, Su cruel hambre satisfizo,
Ni ver la inocente sangre Y lo demás que pesiaba
Que le bañaba el vestido, Arrojó á los. enemigos,
y le tenia las manos, Añadiendo yerro á yerro,
Que los miembros ofendidos Y un delito á otro delito.
Le palpitaban en ellas, (COEVA, Coro ftbeo, etc.)
En el horrible martirio. * Vese aquí ya bien marcada la corrupción y extravio del
Sin que el inhumano pecho gusto noble de la buena poesía. Un asunto por sí terrible y
Fuese á terneza movido lleno de interes.ahogado entre la afectada sensibilidad y pedan •
Viendo abiertas las entrañas tismo de un poeta de la ultima década del siglo xvi. Compáreso
Del hijo de ella parido, este romance con el del núm. 454, más rudo en verdad, pero
Llena de furia rabiosa, bello y severo.
a c m i u n a
c
mandes, u i e n
Fabricó una bella vaca
n o
H¡IT^del
reina, De madera, y para dalle
S f „ S o J , abrasarse, La perfecion conveniente '
Encuvo 2° K ' n m
un bruto, r e
Para que el toro se engañe, i
m a s d e
AQUÍLES V POLICENA.
Y lágrimas que derrama ,
Le manda quitar los lazos,
(Anónimo'.) Y el vivir le aseguraba.
A las puertas de palacio Que le diga sus miserias,
De la insigne Troya, estaba De adonde y quién es, le manda.
El fuerte y valiente Héctor El griego, que vio ocasión,
Con mucha gente troyana. Prosigue su historia cauta.
Mientras que las treguas duran —Sea dañosa ó conveniente,
Dan en festejar las damas Verdad he de confesarte:
Con disfraces diferentes, No tengo, Rey, de negarte
Jugando sortija y cañas, Que soy de la griega gente.
Y en pirámides de mármol Pariente de Palainédes
A porfía rompen lanzas, A quien toda Grecia odiaba,
Orden y apercebimiento Porque la guerra estorbaba i
De la reñida batalla , Contra tí, cual saber puedes.
Cuando Aquíles disfrazado Aqueste fué apedreado,
Entró por medio la plaza, Que el falso Ulíses lo quiso;
En un overo caballo, Yo mozo, con poco aviso,
Que muy lozano pisaba, Hablé contra el griego, airado,
Por ver la ciudad y fiestas, Diciendo : que si volvía
Y los ornatos y galas, A mi patria vencedor,
Y también por ver al Héctor De Grecia y su rey traidor,
Que mucho lo deseaba. Cruel venganza tomaria.
Y como entre los troyanos El griego d'esto indignado,
Héctor tanto se señala, Cuando el cerco levantó
Mirándole el griego, dice : A muerte me condenó,
~-¡Con justa razón te alaban! — De que me escapó mi hado.
i vuelto hacia los teatros, En un cieno me escondí
Uonde las damas estaban, Hasta que pasó la armada,
Vio entre ellas á Policena, Y á su patria deseada
«ue mas que el sol relumbraba, Volver á los griegos vi.
* del dios de amar herido, Quedé solo y maniatado
viendo su hermosura y gracia , En la troyana ribera,
Por disimular su pena, Donde mejor me estuviera
Aunque le llegaba al alma, No haber la muerte excusado.—
»e volvió á su real El Rey con voz amorosa,
Lon intención namorada Vasallo, grato le llama,
"f que Policena entienda Diciendo que de los griegos
fil
mal que por ella pasa. Pierda el miedo y confianza :
[Romancero general.) Que solo se fíe del,
Y de su real palabra,
«manee S l ' f i u ®
0s m
Ios d e l a r
P>mcra mitad del siglo xvi, este
sa ñ o s a f e c t a
Y que le diga á qué fin
! morisca: J? S
e n v e z d e la
las ideas y pensamientos de Quedó la máquina extraña.
uaiUn. ' s de los caballerescos, que aquellos —Lícito me es ya hacer
Manifiesta su maldad, ^1
T, X. ' '
ROMANCERO G E N E R A L .
322
Yo te diré la verdad, Pues por tus tristes amores
Pues tu vasallo he de ser. E l mi padre m u r i ó a q u í !
Muy bien es que tú padezcas
Este es un voto forzoso L o q u ' e l padeció por t í ,
Por los griegos hecho á Palas, Que la muerte se ha de dar
Por sacos, robos y talas A quien hace á otro morir.
De su templo suntuoso.
Mandáronle fabricar
s
(Cancionero de Romances,~-\t. Romana, i e w i r í
497.
496. MUERTE FATAL D E A T I S , HIJO DE CRESO, SOBRE CUTO C A D A V E *
SE INMOLA SU MATADOR INVOLUNTARIO ADRASTRO, PRÍNCIPE
P A N T E A , VIENDO MUERTO.A SU ESPOSO A B R A D A T A ,
DE FRIGIA.
SE SUICIDA E N PRESENCIA D E CIRO.
(De Juan de la Cueva.)
(De Juan de la Cueva.) Afligido está el rey Creso,
Llorando estaba Pantea Lleno de ansiosos cuidados
A Abradata su marido, Que no le dejan un punto,
Que fué muerto en la batalla : Ni le conceden descanso.
Muerto, pero no vencido; Teme la ira del cielo
La cual le sacó del campo En un sueño que ha soñado
De entre los muertos y heridos, Y conoce que los dioses
Y sobre sus flacos hombros Con él le han amenazado.
Lo puso en el campo amigo, Y fué que á su hijo Átis,*
Con no pequeño trabajo, Qu'era su vida y regalo,
Ni fuera de gran peligro, Soñó que le daban muerte
Para darle sepultura Con hierro, y d'esto espantado,
Por último beneficio. Buscaba cómo pudiese
Mirándole está las llagas, Contrastar la orden del hado,
Que dan de su esfuerzo indicio, Creyendo que industria humana
Y lavando con sus ojos Pueda con los altos astros.
La sangre en que está teñido, Y así luego que del sueño
Juntaba el purpúreo rostro Quedó en pavoroso espanto,
Al muerto y descolorido, Del ejercicio de Marte
Dando su amoroso aliento A quien el hijo era dado,
Al que estaba sin sentido, Lo apartó, y por mas seguro
Aguardando que respire Trató luego de casallo;
El espíritu rendido. Que los terrestres juicios
Llamándole por su nombre, No se levantan mas altos.
Con dulce voz y alto grito, Mandó así quitar al punto
Esparcía sus cabellos Délas salas de palacio,
Sobre el cuerpo muerto y frió. De lodos los corredores,
Querellándose del cielo, De los zaguanes y patios
De la tierra y del destino, Las lanzas que habia colgadas,
Volvia á pegar el rostro Las partesanas y dardos,
Teniendo el del muerto asido, Por que no cayese alguna
Haciendo tantos extremos, Que pudiese hacerle daño.
Dando tan recios suspiros, Hecha aquesta prevención,
Que en ellos rindiera el alma Y otras por asegurallo,
Si en esto no entrara Ciro, Llegó el tiempo en que Himeneo
Y viéndola d'esta suerte, A las bodas invocado
Y muerto su caro amigo, Vino al casamiento de Átis
Enternecido y llorando, Vestido de cendal blanco,
Teniendo su mano, dijo: De flores y mayorama
—¡ Oh buen amigo Abradata! El nupcial dios coronado,
¡ Oh Abradata, amigo mió! Con una antorcha en la diestra,
;, Cómo te vas y me dejas Y un flameo en la otra mano,
Sin tí, puesto en tal peligro? Que un velo amarillo era
¡ Oh mi fiel compañero! Con que ataba los casados,
¿Cómo así te veo perdido, Los veloces pies compuestos
Sin poder darte remedio, Con zuecos azafranados.
Ni el premio á tu esfuerzo diñó? Estando en su ministerio
Lo cual haré yo en tu muerte, El dios amoroso y blando,
Pues en tu vida no ha sido. — En fiestas y regocijos
Con esto soltó la mano El reino todo ocupado;
De Abradata el persa Ciro, A la presencia de Creso
Dando á Pantea muchos dones Llego un hombre dicho Adrastro,
Con que honre á su marido : Natural de Frigia, y puesto
La cual con nuevos clamores Ante el Rey dijo llorando :
Del Rey los ha recebido, —Creso, á quien es concedido
Y puesta ante él de rodillas Del alto Jove descanso,
Dice : — ¡Oh Rey! solo te pido, Con piadoso sentimiento
Ya que la muerte invidiosa Oye mi infelice caso,
Robarme mi gloria quiso, Así los hados conserven
Despojando de mi alma En felice paz tu Estado,
El alma con que ha vivido,
Que nos honres en la muerte, Y veas á toda Asia
Pues que no pudiste, vivos. — Puesto el yugo por tu mano,
Esto diciendo, furiosa Sin que en cosa, cual conmigo,
El cielo te sea escaso
ROMANCES DE LA HISTORIA DEL ASIA Y DE LAS DOS CRECÍAS. sr>3
Lo que d'él conoces falto.—
Pues Tengo de Frigia á Lidia Creso que lo estaba oyendo
De su inclemencia forzado, Le responde :—¡Oh hijo amado!
Y de la ira do Gordio No es esto tener yo duda
Mi padre, que cual contrario De tu esfuerzo y valor alto,
Del patrio muro me lanza, Ni codiciar tu deshonra,
Y en destierro infame y largo, Ni querer hacerte agravio,
Con tanta necesidad Cual dices, pues no me mueve
ue te moverá á quebranto,
P orque sin querer hacerlo,
Con este maldito brazo
A hacer aquesto que hago
Otra cosa ni otro intento,
Sino el quererte yo tanto,
Di á un hermano mió la muerte, Y el temor de un sueño horrible
Sin saber que era mi hermano. Que de mí jamas aparto,
¡ Que pluguiera al alto Jove, Que de tu inmatura muerte
Que con un ardiente rayo Es miserable presagio :
Me arrojara al hondo infierno Porque yo estando al sabroso
Antes que hacer tal daño; Sueño, en quietud reposando,
Que menos daño me fuera Soñé que habias de morir
Qu'el que me está amenazando!— A hierro, y d'esto espantado '
Pasara con su razón, Te aparté de los peligros
A no acortársela el llanto; Que pudieran serte daño,
Y asi el rey Creso movido Y por tenerte seguro
A lástima cíe su estado, Te casé cual te he casado.—
Le dijo : —Pierde el temor, Atis, que oyendo está al padre ,
Deja la congoja, Adrastro, Replicó : —No has acertado,
Que á casa de amigo vienes Alto Rey, ni el sueño entiende
Donde serás hospedado El que te lo ha declarado :
Como amigo y deudo nuestro, Porque si el sueño dijera,
No cual te entiendes, extraño; Que dispone el crudo hado
Qu'eres de linaje amigo, Que habia de ser con diente
Y así á casa eres llegado Mi muerte, era acuerdo sabio;
De amigos tuyos, do vivas Mas ves que en aquesta caza,
Como en Frigia en tu regalo. Ni hay peligro ni hay contrario,
Con esta piedad de Creso,
Adrastro fué consolado, Y el principal enemigo
Quedándose en su real casa Ni tiene hierro ni manos:
Do alegre vivia en descanso. Claro es que sin miedo puedes ,
Sucedió qu'en este tiempo Sin que consultes oráculo,
En el monte Olimpo alto Darme licencia que vaya
De Misia se apareció Desechado el temor vano.—
Un jabalí horrible y bravo Pareciéndole al rey Creso
De grandeza nunca vista, Ser razón lo demandado,
Que hacia mortal daño Otorgó el ruego del hijo
A toda'aquella comarca, Encargándosele á Adrastro
En las gentes y sembrados; Que le mirase por él,
Y no siendo poderosos Sin que lo perdiese el lado,
Para matallo, acordaron Poniéndole por delante
De demandar al rey Creso La amistad, que le era en cargo,
Su favor para matallo. Pues lo recibió en su casa
Así, fueron mensajeros Cuando vino desterrado.
Al lidio rey enviados, Adrastro se encargo d'él,
Pidiéndole que enviase Cual del Rey le fué mandado,
Su hijo y gente á librallos. Y así se partieron todos,
Siendo del rey Creso oido Y al monte Olimpo llegados,
De los de Misia el recaudo, Comenzándose la caza
Respondió qu'él daria gente, Rodeando el monte y llano ,
Y todo lo necesario Dieron con el jabalí
Para conseguir la empresa, Arrimado á un grueso árbol,
Excepto el ser enviado Que viéndolos, furioso
Su hijo Atisá ello, Salió á ellos denodado,
Porque lo impedia el hado. El cerdoso cerro enhiesto,
Estando hablando en esto Perros y armas despreciando;
Atis llegó, así hablando. Y aunque cercado de todos,
— No se, padre, por qué causa Arremete á todos bravo.
Me quieres hacer agravio, A cuál atropella, y cuál
En quitarme injustamente Ensangrienta en él su dardo:
Be lo que pide mi ánimo : Tíranle unos, tíranle otros,
Siendo dura y grave cosa Y él contra todos parado,
De su natural sacallo, Resistiendo la violencia
Porque la naturaleza Con semblante y brio gallardo.
Es tan fuerte, y puede tanto, A este punto lleno de ira
Que no hay cosa que la mude, Llegó por un lado Adrastro
Sin que sea su ser mudado. Contra el jabalí, blandiendo
Tu me privaste del uso Con saña un grueso venablo.
De la guerra en que descanso; Tiró y fué incierto el tiro
fu me quitas de la caza En la fiera, y con él dando
A que los reyes son dados, Por los pechos al rey Atis,
¿ debe de ser sin duda Dio con él muerto en el campo,
Porque me sientes tan flaco Cumpliendo el sueño qu'el padre
De comon, q así suples
u e Soñó y siempre temió tanto,
S54 ROMANCERO GENERAL.
Sin poder su real poder Y siendo al templo llegado,
Librando el hijo estorballo. Delante de todo el pueblo
Desque al joven vieron muerto. A quien llamó, asi ha hablado.
Del jabalí se apartaron, —Aunque los hombres me absuelven
Y en torno se ponen d'él Y perdonan mi pecado,
Ardientes suspiros dando. Yo no quiero perdonarme ;
E l matador lleno de ansias Mas cual debo castigallo,
Al muerto tomó en sus brazos Ejecutando en mi mismo
Despedazándose el rostro, Con el homicida brazo
Llamando al cielo inhumano, La muerte que di al amigo;
Porque en vida lo dejaba Y así os ruego, ciudadanos,
Viendo la qu'él ha quitado. Que condolidos de mí,
Rogaba á sus compañeros Hagáis las obsequias de ambos.—
Que d'ellos sea castigado Alzó el brazo furioso
El que les mato su Rey, Y el fiel pecho atravesando,
Haciéndole allí pedazos. Sobre el muerto cuerpo de Átis
Ninguno le respondía Cayó sin alma el de Adrastro.
Impedidos con el llanto; (CUKVA, Coro Febeo, etc.)
Mas acordaron que luego
Fuese á su padre llevado.
Así al triste Átis pusieron 498.
Encima de su caballo,
Y siguiendo su camino
Al rey Creso lo llevaron, (Anónimo.)
Al cual ya la presta fama
Contado habia el duro caso, Aquella reina de lidios,
Y estaba aguardando al hijo Artemisa muy nombrada,
Muerto cual d'él fué soñado, Mujer de Mausolo, rey,
No cual lo vido ir á caza, En sus hechos afamada, •
Mas cual lo traen traspasado Quería mucho á su marido,
Del mayor amigo suyo, También d'él era acatada.
Y de quien le era en mas cargo:
t
Decia que la mujer
Y así quejándose al cielo, Para ser muy bien casada
A Jove de aquel agravio, Que habia de obedecer,
Que á su hijo le matase Y obedeciendo callada;
Su huésped á quien dio amparo, Que manda la que obedece
Rasgábase los vestidos, Dentro y fuera su posada.
Injusto llamando al hado. Muerto que la fué el marido,
Estando en esto el rey Creso, Esta reina, muy osada,
Con el muerto hijo entraron, Al marido hizo quemar
Y en viéndolo en su presencia Como cosa acostumbrada,
Los ojos puso en Adrastro, Y poco á poco bebió
Sin poder hablar palabra La ceniza en agua echada,
De dolor un breve espacio: Diciendo que no podía
Mirando él al matador, A persona tan amada
Y el matador á él mirando, Dalle mejor sepultura,
Que puesto ante él de rodillas Ni mas linda y estimada,
Levantó al cielo las manos Que su mismo cuerpo vivo,
Diciendo : —Rey poderoso, Por vivir mas lastimada.
Yo soy quien hizo este daño; {Cancionero, Flor de enamorados.)
Yo soy quien mató á tu hijo,
Y á quien tu lo diste á cargo;
Y pues yo só el homicida,
No aguardes, ni estés dudando ;
Manda que me den la muerte AL MISMO ASUNTO
Sobre el que mató mi brazo,
Pues di muerte ahora á mi Rey, (Anónimo.)
Y mate antes mi hermano, Sobre el cuerpo ya difunto
Cuya muerte aunque fué horrible, Del esposo que adoraba,
No fué insulto tan infando, Del rey de Arabia la viuda
Como á quien fué mi remedio Sangre y lágrimas derrama:
Darle tan injusto pago: Rompe sus tiernas mejillas,
Por lo cual, Rey, te suplico, Las manos tuerce y maltrata,
Que un hombre tan desdichado Y los dorados cabellos
Que á su buen señor dio muerte Sin piedad mesa y arranca.
No viva entre los humanos.— Despide voces sin tiento,
Compadecido el rey Creso Que como leona brava,
De Adrastro y su tierno llanto, Dalle vida y ser con ellas :
Le dijo : —Huésped, yo quedo En vano piensa y trabaja.
Satisfecho, y en ti hallo Casi muerta al muerto llora,
Razones para absolverte Y si del todo no acaba,
Aunque te haces culpado Es solo porque le queda
Condenándote á tí mismo, Un dolor vivo en el alma.
De lo cual te hago salvo.— Llora su pérdida y daño,
Esto diciendo hizo luego Y la gloria ya pasada
Qu'el muerto fuese llevado En la memoria presente,
Para darle sepultura, Para hacer mayor la falta.
Y llevándolo fué Adrastro Fija en el cuerpo los ojos,
Siempre junto al cuerpo muerto, Y el alma al cielo levanta.
ROMANCES DE LA HISTORIA DEL ASIA Y DE LAS DOS GRECIAS.
porque acá cuerpo con cuerpo, El hado, qu'en daño suyo
Y allá estén alma con alma, Todo su poder conspira,
Los miembros yertos y fríos, No contento qu'en la tierra
Abrasa en ardientes llamas, Fuese su fuerza rompida,
Dando en esto clara muestra Quiso que en el fiero mar
Que ella en las de amor se abrasa. Probase también su ira;
En aguas muy olorosas Y así conmovió el tridente
Con las que vierte y derrama El dios qu'en el mar se anida.
De sus cristalinos ojos, Comenzó á bramar el viento,
Mezcla las reliquias caras. A faltar la luz del dia;
Y antes que con llanto triste Las negras y espesas nubes
Las sepulte en sus entrañas, Lanzan agua, echan pedrisca ;
Con voz flaca y decaída Carga el viento, rompe velas,
Como pudo, así le habla. Los árboles se lastiman;
—Viviréis siquiera en mí, Pierde la nao su gobierno
Y pues la fortuna avara Sin poder hacer su vía;
De vida y alma os privó, Cresce, en la cruel tormenta,
Gozaréis mi vida y alma. En los de la nao la grita,
Serviréis, tiernas cenizas, La confusa turbación,
Para conservar las brasas Los votos, las rogativas,
De mis fogosas pasiones, El no entenderse una cosa
Porque duren, crezcan y ardan. Aunque mil veces la digan,
Tampoco funeral pompa, El estorbarse unos á otros
Vuestra muerte y mis desgracias Con el miedo y la fatiga.
Perderán por enterraros, Cuál apareja la tabla,
Dulce esposo, en mis entrañas; Para echarse al mar encima;
Que del corazón las telas Cuál la caja tiene puesta,
Serán las tristes mortajas; Y cuál el madero alista.
Tumba el levantado pecho El piloto viendo el tiempo,
Que mis suspiros levanta; Que su furia no mitiga,
Campanas mis alaridos, Fué donde estaba el rey Jérjes
Voces que del cielo pasan, Y ant'el puesto así le avisa.
Que el acero de mi fe — Gran Rey, ya ves la fortuna,
Las hace sonar tan altas. Que nos sigue en nuestra ida;
Por pobres, en vuestro entierro, Ya ves el paso en que estamos
Mis merecimientos se hallan, Que á la muerte nos convida;
No como suelen vestidos, Ya ves que no hay aparejo,
Mas desnudos de esperanzas. Ni hay vela sin ser rompida:
El pésame es de vivir, El timón caido al mar,
Que es vivir seros ingrata; Y la nao, que no camina,
Cabo de año el de los mios, Y la tormenta que arrecia
Que acabado vos, se acaban. Mas, cuanto mas falta el dia.
Y pues solo queda en mi Conviene pues, gran señor ^
La memoria viva y sana , Si quieres salvar la vida
Dejais alma en mi memoria Alijar de tanta gente
Y vuestra memoria en mi alma.— La nao, porque así podría
(Romancero general.) Salvarse, y no de otra suerte,
Porque al mar la veo rendida.—
Jérjes, oyendo al piloto
500. El ánima le lastima
Entender que su peligro
HECHO DE JÉRJES CON UN PILOTO QUE LE SALVÓ Demanda tal medicina;
DE UN NAUFRAGIO. Y viéndolo tan notorio,
Pues ya el mar tenían encima,
(De Juan de la Cueva.) Puesto en medio de los suyos
Desbaratado el rey Jérjes, Dijo: — ¡ Oh noble compañía,
Y vencido en Salamina, * Que con tan firme constancia
Dejando á Mardonio en Grecia, Me seguis en mis desdichas!
Trecientos mil hombres guia Haya agora entre vosotros
Al Helesponto, á pasarse Señal del amor y estima
En Asia, pues no tenia Que me habéis siempre tenido,
En su miserable aprieto Y dad orden que redima
Otro reparo su vida. La vida este vuestro Rey
Yendo el miserable Rey A quien la fortuna esquiva
A guarecer su desdicha, Sigue, pues en vuestra mano
Hallando quebrado el puente, Consiste su muerte ó vida. —
Que le impidió hacer tal vía, Como de los caballeros
Le fué forzado meterse La voz de Jérjes fué oida,
En una nao de Fenicia Haciendo su acatamiento
Para pasará su tierra, A su Rey, en despedida,
Y con él la compañía Se arrojan á la mar todos,
De los mas nobles de Persia, Procurando en su caida
Que tras sus pasos seguían. No ser ninguno el postrero,
Vendo en su viaje el Rey, Y así la nave se alija
«o libre de sus fatigas, De la nobleza de Persia,
Viéndola perdida gente Que andar sobre el mar se vía.
Que deja, y viendo cuál iba Descargada así la nave,
Corrido y avergonzado La tormenta se mitiga :
De su infelice caída Arribó en Asia, á do Jérjes,
836 ROMANCERO GENERAL.
Luego que á su tierra arriba Conserva nobles vasallos.
Le mandó dar al piloto No juzgeis por amistades, .
Por premio de su fatiga Ni perdonéis por halagos,
Una corona de oro Ni con ira castiguéis,
De mucho precio y estima, Ni admitáis consejos falsos.
Y díjole : —Esta corona Sed Alejandro en valor
Hago de tu frente digna, Como en el nombre Alejandro;
Y quiero qu'ella le adorne : — Que la potencia de un rey
Y poniéndosela encima, Obliga á ser todo franco.
Le volvió á decir : —Agora, Oid al pobre y al rico;
Que te di lo que debia Cuanto al oir igualaldos,
A tu sano y buen consejo Que en ley de naturaleza
Para conseguir mi via, Iguales nacieron ambos.
Me pagará tu cabeza De los hinchados soberbios
Tantas cuantas vi perdidas Tened el freno en la mano,
Por tu causa, en no avisarme Que un bocado es gran remedio
Que con tanta compañía Para los muy desbocados.
No me embarcara, y pues esto Sed en la paz apacible,
Fué culpa tuya y no mia, En las lides Marte airado,
A tí hago cargo de ellos, Reposado en los consejos,
Y tú fuiste el homicida Con los rendidos humano.
De tan buenos caballeros Al que hiciere nial de priesa,
Cuantos perdieron las vidas No le castiguéis despacio,
Por tí, y así esta venganza Que sirve de grande ejemplo
A su lealtad es debida.— Castigar de priesa un malo.
Esto diciendo el rey Jérjes Los sabios es justo honréis
A uno de los suyos mira De suerte que por honrarlos
Diciéndole que le corte No se vuelvan lobos fieros
La cabeza, el cual con ira Contra los corderos mansos.
En la presencia del Rey Mandadles que juzguen todos
De los hombros se la quita. Por aquel antiguo fallo
De las nuestras santas leyes,
(CUEVA , Coro Febeo, etc.)
Y no por ordeno y mando *,
Refrenad sus duras lenguas
Y en el lenguaje allanaldos;
SOL Que la lengua ofende mucho,
CONSEJOS QUE FILIPO, M O R I B U N D O , DA Á S U HIJO ALEJANDRO Y no corta pié ni mano.
DE M A C E D O N I A . No deis leyes cada dia,
Porque no puedan juzgaros
{Anónimo.) De inconstante en el gobierno,
El macedonio Filipo ? Y en la potencia de flaco.
Después de haber gobernado Las qué una vez les daréis
Con mil insignes victorias Haced que se estimen tanto,
La gradeza de sus campos; Que no las quiebre ninguno,
Después de haber mantenido Y si alguno, castigadlo;
Discurso de muchos años Que muchedumbre de leyes
En gran justicia á los suyos Suele servir de embarazo
Pacífico, quieto y manso, Para equivocar los reinos
Viendo á los ojos la muerte Y destruir los vasallos.
Y conociendo que al cabo Haced, hijo, como todos
No hay rey que se le resista Pidan vuestros largos años; . ,
A la fuerza de sus brazos, Que si todos os desean
Hizo llamar á su hijo, Habréis eterno descanso.—
Al iuvencible Alejandro, Esto diciendo, á Filipo
Y con la voz baja y ronca Ocupó la muerte el paso,
Asiéndole de la mano, Y el real cuerpo difunto
—Estadme atento, le dijo, Cercó de lloro el palacio.
Sucesor de mis estados, {Romancero general.)
Así en paz de todos ellos 1
Os den el gobierno caro. Estas sapientísimas máximas debieran no olvidar los lla-
Por mi hijo sucedéis mados á gobernar los pueblos : estas son las que no olvidan
En todos'mis mayorazgos; nunca los que están acostumbrados* gobernar; pero por des-
Gobernaldos como vuestros, gracia las huellan frecuentemente todos los aventureros que
llegan al poder por los percances de ciega fortuna. Olvidados
Y como mios trataldos; de su humilde existencia, atribuyen á mérito propio su casual
No les deis nuevos tributos; elevación, debida quizá á la bajeza de sus precedentes, y quie-
Advertid que están muy flacos, ren con destemplanza tratar á los pueblos como un tambor
Que de vuestros enemigos mayor á los chiquillos á quienes se enseña los redobles de la
Con ellos podréis cobrallos. caja. En el quenació para el mando, una mirada basta para im-
Sustentad en paz los vuestros poner á sus subordinados. ¡ Desgraciado de aquel que necesita
decir á todo un pueblo : Ordeno y mando 1
Y con guerra los contrarios,
Y os adorarán los vuestros
Y los otros temblarán os.
Sed con los graves severo, 502.
Y con los humildes manso; TIMOCLEA, T E B A N A , SE VENGA DE SU VIOLADOR.
No hagáis á nadie injuria,
Ni á nadie sufráis agravios. ,(De Juan de la Cueva.)
Fieles vasallos tenéis, Siendo del Magno Alejandro
Como á leales trataldos- Rendida la ilustre Tébas,
Que un rey humano , á los suyos Su fuerte muro arruinado.
ROMANCES DE LA HISTORIA DEL ASIA Y DE LAS DOS GRECIAS. 337
Y abiertas todas sus puertas, Siendo del bárbaro oída
Y puesto su señorío La no esperada respuesta,
Al vugo de su potencia , Ardiendo en codicia su alma,
Sucedió un caso admirable Y en afición torpe y ciega,
Digno de memoria eterna, Sin replicalle razón,
A un tracio, capitán suyo, Porque de toda se aleja
Y una tebana doncella; El alma que da cabida
El cual yendo saqueando A cualquiera pasión d'estas,
La noble ciudad ¿sujeta, Asió de la tierna virgen,
Con una escuadra de tracios Que ante él de rodillas puesta,
Oue seguían su bandera, Viendo lo que pretendía,
Llegó robando y matando En tierno llanto deshecha,
A casa de Timoclea, Le suplicaba que diese
Oue era de las mas ilustres A su horrible intento venia,
Oue había en aquella tierra, Porque no ofendiese al cielo
Cual lo mostraba el blasón Robándole su pureza.
Que fijado tenia fuera. Sin dar oído á su llanto
El Capitán mandó al punto, Ni á su ruego, ¡ oh maldad fiera !
Que dentro entrasen por fuerza Cumplió su lascivo intento
Guiado de la codicia, El bárbaro en la doncella;
Que suele mover la guerra. La cual viéndose ofendida,
Arremeten los soldados, Gime, y al cielo se queja,
Derriban puertas y entran; Puestos los ojos en él
Comienzan á saquealla Vertiendo orientales perlas,
Con libertad y violencia, Demandando la venganza
Sin perdonar su rigor De aquella maldad inmensa.
Cosa que la vista ofrezca. El bárbaro, aun no contento
Andando así el Capitán De la maldad por él hecha,
A quien la codicia lleva, A la mísera ofendida
Y entrando en un aposento, Con nuevo apremio la apremia,
Encontró con Timoclea, Que le diga dónde tiene
Que huyendo de su furia Escondidas sus riquezas,
Se escondió en aquella pieza, O que le dará la muerte,
Dejando padre y hermanos Si dó las tiene le niega.
De que ya habían hecho presa Ella oyendo la demanda
Los vítoriosos soldados, Del fiero, y la nueva fuerza,
A quien cosa no refrena. Determinando vengarse
La virgen tebana estaba Cobró esfuerzo en la flaqueza,
Cual suele estar la cordera Diciéndole : —Ya no tengo
Que apartada de su aprisco Que negar, la suerte es vuestra,
Se vé cercada de fieras, Pues el tesoro mayor
Que de ningún modo puede Que tenia, y de mas cuenta,
Dejar de ser pasto d'ellas. Me habéis robado, y sin él
Asi temblando la virgen Lo demás no me aprovecha.
Gime viendo su miseria; Dentro d'este pozo tengo
Turbado el bello color Escondida mi hacienda,
El mortal suceso espera : Creyendo que d'esta suerte
Cuando elfieroCapitán Libre de vosotros fuera;
Hallándose en su presencia Mas el cielo, que me sigue,
Paró, sin pasar delante, Al contrario d'esto ordena:
Vencido de su belleza. Sacalda, que libremente
Lafieraespada bajando, Mi voluntad os la entrega
D'ella asido, así le ruega. Por dote de la corona
—Ya ves, hermosa tebana, Que me robó vuestra fuerza.
Qu'en mi poder estás puesta, No aguardó el bárbaro á mas,
Del cual no podrás librarte Y al pozo corriendo allega
Menos que cativa ó muerta: De su codicia instigado,
Pues yo quiero que seas libre, Que así lo enajena y ciega.
Lon dos cosas por tí hechas : Pone en el brocal el pecho,
La una, que he de gozarte, Mete dentro la cabeza,
Porque tu beldad me fuerza; Mira á un cabo, y mira á otro
KA - í ' °- o t a
descubras uem e
Por ver si ve lo que intenta,
Adonde tienes tu hacienda, Y el deseo que lo enciende
l con estas condiciones Mil variasformasle muestra
™ tu libertad te queda.— En los visos que hace el agua
La tierna virgen responde, Con verdadera apariencia,
inflamada de vergüenza: Por do su imaginación
r-Luanto al gozar tú de mí, Conformándose con ellas,
«o lo intentes ni pretendas,
so
Juntas aquellas especies
K"® ,y. virgen y en mi guarda Le hace que d'ellas crea
Eftári Diana y Minerva, Lo que le pide el deseo,
«ue defenderán mi causa, Que á su perdición lo lleva.
poniéndose en mi defensa;
n e s o l r o d e m
Estando ocupado en esto,
T^ «s bienes, Sin recelo ni sospecha,
¿oda mi casa está abierta El medio cuerpo metido
jaquea cuanto hallares, En el pozo, y medio fuera,
O
0 u M n c l f amo hay en ella; cu
Viendo la ofendida virgen
«"e los hados te lo dan, La venganza de su afrenta,
1 e i
cielo, que así lo ordena.- Incitada de su injuria
T. x.
358 ROMANCERO GENERAL.
Arremete con fiereza, A que Alejandro y su gente
Y asiéndolo por los pies Con gran presteza se armaron
Dentro del pozo lo echa, Pensando del enemigo
Y tras d'él al mismo punto Fuese algún duro rebato.
Muchas y crecidas piedras, Mas cuando supo lo que era,
Con que le quitó la vida Doliéndole su quebranto,
A quien quitó su pureza. En su tienda las visita,
Acudieron los soldados, El vaivén considerando,
Que le guardaban la puerta, Con que la varia fortuna
Como oyeron el ruido; Humilla al mas levantado.
Y vista la muerte cierta En su aflicción las consuela
De su fuerte capitán, Que no era muerto afirmando,
Quisieron dársela á ella, Y para satisfacerlas
Y por darle mas castigo Hizo que algunos soldados
A Alejandro la presentan, En su presencia jurasen
Que d'él sabida la causa Estar Dário vivo y sano :
En su libertad la deja, Y fué verdad, que su industria
Y con maníflcos dones Por ser tal, le puso en salvo.
De su agravio satisfecha. ( LOBO LASO DE IA VEGA , Romancero y tragtüu, t .\
t
504.
503. AOTÍOCO ENAMORADO DE ESTRATÓNICA So MADRASTRA.
ALEJANDRO VENCEDOR, Y DARÍO FUGITIVO.
(De Juan de la Cueva *.)'
{De Gabriel Lobo Laso de la Vega.) De ardiente amor encendido
De la batalla sangrienta Antíoco se abrasaba
Presuroso sale Dário, Por la mujer de su padre,
Habiendo, para escaparse Estratónica llamada.
Del vencedor Alejandro, Via el remedio imposible,
Saltado con gran pavor Y el fuego dentro en el alma :
Del rico y vistoso carro, Crecíale mas el fuego
Y tomando con presteza Cuanto mas su amor guardaba.
Un alentado caballo. Via la rara belleza
Con diligentes talones, De su hermosa madrastra;
Floja la rienda en la mano, Los dulces y bellos ojos
De su furia se aprovecha, Con que su fuego aumentaba;
Cuyo veloz curso es tardo. Las crespas hebras de oro,
No le parece que corre Que con mil nudos lo enlazan
Pues asienta el pié en el llano, Que para alentar su fuego
Y no corta con las aves Amor se las desataba,
La región del aire claro : Con que abrasaba á Antíoc*
Cosa ordinaria en quien muestra Y á Febo de luz privaban.
Las espaldas al contrario. Miraba parte por parte
Dejó en aquesta huida La causa por quien se abrasa,
Dário el real aparato Y hallaba ser tan justa,
Para poderla hacer Cuanto injusta su demand
Mejor y mas á su salvo, En este ardiente cuidado
Con cuyas varias reliquias Los dias y noches pasa :
Se mostraba el campo ufano. Hizo tal instancia en él
Allí se ve la corona Que el vital vigor le falta;
En el almete abollado, La fogosa juventud
De preciosa pedrería Se debilita y desmaya,
Con encaje relevado; Y creciendo en él la fiebre,
Acullá el antiguo cetro, Con tanto extremo lo agrava,
Allá el sello y rico manto : Que sin poder resistirse
De todo aquello desiste Dio el laso cuerpo á la cama.
Que le fué otro tiempo grato. Él rey Seleuco, su padre,
De la pobreza se vale Viendo el hijo cuál estaba,
Como mas seguro estado, Con solícito cuidado,
Y de emperador, desea Todos los médicos llama,
Parecer pobre soldado, Que con diligente estudio
Por no deber á fortuna Su remedio procuraban
Nada en aquel breve espacio, Aplicando medicinas
Y no siempre como rey A la ocasión muy contrarias;
Aguardar su golpe vario; Que las pasiones de amor,
Y porque le desconozca Con remedios dé amor sanan,
Para el efecto del pago; No con simples, ni compuestos,
Pero disimula mal Ni con piedras preparadas,
Rostro grave y noble trato. Que no es mal que tiene cura,
Y como un vasallo suyo Ni sana con ciencia humana,
Hallase el manto en el campo, Si.no le aplica el remedio
Fué á la tienda donde estaban Quien es en hacer la llaga.
La madre y mujer de Dário, Y como de estos remedios
Las cuales su manto viendo, \ Con Antíoco no usaban,
Que fuese muerto peüsando, - Ningunos hacían efecto,
Con súbita vocería Antes los que hacían dañaban.
Pan principio á un duro llanto, El Rey andaba cuidoso ,
ROMANCES DE LA HISTORIA DEL ASIA Y DE LAS DOS GRECIAS. 339
Fatigado y Heno de ansias, Según la demostración,
porque médico ninguno Que en lo dicho no le engaña,
La enfermedad no alcanzaba, Y que cumpliría con obra
fíi por relación ni pulso Lo propio que él le rogaba;
Entender podían la causa. Y asi, con seguro de esto,
Erasistrato, un famoso Al Rey dice, que le aguarda :
Médico, que en esto andaba —Alto Rey, á tu hijo Antíoco
Solícito, porque el Rey La enfermedad que le agrava
Hacia del mas confianza, No la causa mi mujer,
Así por sus grandes letras, Porque es tu mujer la causa ;
Como por ser de su casa, Y si quieres guarecello,
A ver al enfermo Antíoco Cásalo con su madrastra,
Entró, cual acostumbraba, Que este es el postrer remedio,
y estando solos los dos, Si darle vida te agrada.—
El pulso le demandaba, Oyendo el Rey la extrañeza,
Y teniéndolo en la mano Confuso y suspenso para
Laflaquezacontemplaba, Revolviendo la memoria,
El movimiento sin orden, Sin determinarse á nada;
Los varios golpes que daba. Mas como el amor de padre
Suspenso en esto y dudoso, La dificultad allana,
Acaso entró la madrastra ; A Estratónica su esposa
Hizo tanta alteración Con su hijo al punto casa :
El pulso, que vido clara Por guarecelle la vida,
El médico la dolencia De su contento se aparta.
De tantos tan ignorada; (CUEVA, Coro Febeo, etc.)
Y sin darle á entender cosa,
Suelta el brazo, y del se aparta, i Moreto hizo, al asunto de este romance, la comedia inti-
y ante el rey Seleuco puesto, tulada Antíoco y Seleuco.
Del enfermo Antío.co trata,
Diciendo ser imposible
Remediallo, y que no alcanza ROMANCES SOBRE ALGUNOS DICHOS Y HECHOS
Remedio en la medicina DE VARIOS FILÓSOFOS GRIEGOS.
Contra enfermedad tan brava,
Porque la causa es de amor,
Y que demás de esta causa, SOS
Aunque es grave, está el peligro
No en el mal, mas en que ama SOLENTO DE LOORES SE SACA UN OJO PARA LIBRAR EL OTRO
A su mujer, y él no puede DE SU HIJO, QUE DEBIÓ PERDER EN JUSTICIA.
Dalle á su mujer amada, {De Juan de la Cueva.)
Y que por esta razón
En su remedio dudaba. Gobernando estaba en Locres
Seleuco, de amor del hijo, El justo y sabio Solento,
Al médico se levanta, Sometiéndola á las leyes
• Y como si su igual fuera, Que ponen en paz los reinos,
Una y otra vez le abraza Y ajustan al pobre humilde
Diciéndole : — Amigo mió, Y al poderoso soberbio,
Mi casa y mi reino manda, A todos haciendo iguales
Porque a mi hijo remedies En las costumbres y fueros,
Y de este peligro salga : Cual eran administradas
Dale tu propia mujer, De Solento, cuyo intento
Dásela, que si la amas, Fué siempre de hacer justicia
La das un rey que la adora, Sin torcer legal decreto.
Con que su suerte aventajas, Esta confianza trujo
Y dándola á tu señor Ante él á un pobre plebeyo,
Por fuerza, y para esta causa, Estando en su tribunal
Para saneamiento tuyo, Las causas públicas viendo,
De lo que es amor, no faltas. Y ante él postrándose dijo,
De mas de esto es ley que muera, La voz levantando al cielo :
El hombre que á otro mata, —Justicia vengo á pedirte,
Y pues ella hace el daño, Solento, á pedilla vengo
Ella el daño satisfaga.— Contra tu hijo que ha sido
Viendo el médico prudente Cogido en un adulterio
Los afectos con que habla Con mi mujer y en mi casa,
El Rey, le dice : —¿Señor, Y guardándote el respeto,
i u Alteza tal cosa manda ? A ella le di la muerte,
i Quien debe guardar la ley, Y á él con la vida dejo :
al primero la traspasa ?. Pido que me satisfagas,
»ola una cosa te pido, Si haber justicia merezco.—
«esta me la digas clara : Puso fin á su querella,
tai como pidió la mia La cual oída, Solento
A tu mujer demandara, Mandó que al hijo trujesen
Condescendiera tu Alteza Luego á su presencia preso;
M tan injusta demanda?— Que siendo al punto cumplido,
--For los dioses, dice el Rey, Y ante él traido el mancebo,
«ue si así se remediara, El mismo le preguntó
«ue yo se la concediera, Si era verdad lo propuesto. '
sin que cosa me estorbara.-
e
Respondió el mozo' que sí,
c
" las razones del Rey Y el padre dijo : — Ese yerro,
o%e el médico y halla, ¿No sabes tú que las leyes,
340 ROMANCERO GENERAL.
Que he puesto yo en mi gobierno, Y habiendo en muchos reencuentros
Vedan aquese pecado, Perdido muchos las vidas,
Y que á nadie hacen exento? Siempre los atenienses
Pues como á quien las traspasa Eran los que mas perdían ,
Pronuncio el castigo luego; Recibiendo mayor daño
Y es que te saquen los ojos, Que el daño que ellos hacían :
Que es la pena de este exceso; Y así entre ellos fué ordenado
Para que con tu castigo Viendo cuan mal sucedía,
Sea á los demás ejemplo; Que nadie, pena de muerte,
- - Y luego sea ejecutado Tratase en ser adquirida
Sin aguardar mas momento.— La isla, y por esta causa
Mandólo atar, y el verdugo En su poder la tenían
Su mandamiento cumpliendo, Los mégarenses, y era
Le ató las manos atrás, De los de Atenas perdida.
Sin hacer mas que hacello : Mas viendo el sabio Solón
Y estando ya el cruel ministro Tiempo en que haberse podía
Para ejecutar dispuesto, Y ganarse con las armas
Se levantó un gran clamor De los que la defendían,
Diciendo ; — Que pare el hecho, Por no incurrir en la pena
Que pare, y no se ejecute, Que el Senado puesto habia
Que el pueblo está satisfecho A cualquiera que tratase
De su inviolable justicia; De cobrar á Salamina;
Y si es por satisfacello, Pareoiéndóle maldad
Que el pide, que de la culpa Suya, si no descubría
Sea el adúltero absuelto.— Al temeroso Senado
No mueven del justo padre La buena ocasión que habia,
Las voces el firme pecho , Aguardó á que estuviese
Que al verdugo apresuraba Todo junto un cierto dia,
A cumplir su mandamiento, En medio del cual se puso
Sin conmovello á piedad Fingiendo con habla y risa,
El hijo atado y vertiendo Que habia perdido el seso,
Lágrimas, ni los clamores Y mil locuras decia.
Que oia de todo el pueblo. Rasgábase los vestidos,
Fué tan importuno el llanto, Hacia gestos, daba grita,
Y tan eficaz el ruego Arrojábase en el suelo,
De muchos particulares, Y luego en pié se ponia;
Que ante él de rodillas puestos, Decia mil desconciertos;
El perdón le demandaban Fingíase tener grima.
Del hijo, por medio dellos, Los senadores teniendo
Que no pudiendo excusarse, Lástima de lo que vían,
IMjo, viniendo en hacello'• Movidos á sentimiento
— La ley ha de ser.cumplida, Lo regalan y acarician,
Pues la hice yo, y no quiero Dando á entender que en Solón
En eso que me pedís Su buen gobierno perdían,
Dejar de satisfaceros. — Y que solo Solón era
Mandó que lo desatasen, El que los ennoblecía,
Y desque lo vido suelto Y el que en virtud y costumbres
Le dio una daga en la mano, En Atenas florecía.
Y él tomó otra, diciendo : Esto, doliéndose de él,
—Hace lo que yo hiciere, Unos y otros lo decian;
No digan que por vos tuerzo Y viendo Solón que todos
La ley, cúmplase por ambos, De su mal se condolían,
Pues me toca el yerro vuestro. Descubriendo su intención
Esto diciendo, el un ojo Dijo así, á cuantos le miran:
Se sacó, y lo echó en el suelo, —¿Dó está el Senado de Atenas?
Y viendo dudoso al hijo Dó su fortaleza antigua?
En sacarse el suyo, fiero Dó el valor que opresó al mundo
Asió del, y se lo arranca Echándole el yugo encima?
Con fuerza y heroico esfuerzo, ¿Que es de los claros varones
Dando á toda la ciudad Que en la marcial disciplina
Lástima, y al mundo ejemplo Han sido del mismo Marte
En administrar las leyes, Terror, en su valentía?
Que son del mundo el gobierno *. Las hazañas, los trofeos
(CUEVA, Coro Feieo. etc.l Que el mundo de vos publica
¿Dó están, pues los mégarenses
» La igualdad ante la ley es la justicia : donde hayjusticia, Os resisten y os conquistan ?
cualquiera gobierno está seguro, y no tiene que temer revo- ¿Cumplirá á vuestro valor,
luciones ni trastornos. Que se entienda y que se diga
En mengua de vuestra gloria,
506. Que os quitaran Salamina?
Levantaos, dejad el ocio,
FÍNSESE LOCO SOLÓN PARA OBLIGAR A LOS ATENIENSES Mirad que se perjudica
A QUE RECUPEREN A SALAM1NA. El bien común y honor vuestro
En que Megara os reprima.
{De Juan de la Cueva.) Tomad al punto las armas.
Los de Megara y Atenas Ganad esa chica isla,
Traían guerra encendida Que mas es el mundo todo,
Por haber el señorío Y es poco á vuestra osadía.—
De la isla Salamina, Diciendo aquesto Solón
ROMANCES DE LA HISTORIA DEL ASIA Y DE LAS DOS GRKCIAS. 54J
(Anónimo.) (Anónimo.)
Cartago florece en armas, Con la nueva luz del sol,
África muy loca estaba Hiere en las cumbres mas altas
Con Aníbal su caudillo, De los montes, y en los rios,
Que siempre afila su espada Vislumbre causa en las aguas,
Contra el nombre de romanos, Cuando Aníbal, Pablo y Publio
Que muy soberbio sonaba. Sus batallas ordenaban
En los Olímpicos juegos En los espaciosos campos,
A Marte sacrificaba De la memorable Cannas.
Con solemne juramento, Ya los unos y otros parten,
En mas honra de su patria, Y haciendo muestra gallarda,
De ser cruel enemigo Tercian las fornidas picas,
De aquella gente romana, Al paso de la ordenanza.
Como lo fuera Amilcár, «Roma, cierra; Cartago, al arma,
El padre que lo engendrara, «Suenan clarines, pífanos y cajas.»
Y hasta las puertas de Roma Ya arremeten los caballos,
Llegar á romper su lanza. Haciendo astillas las lanzas,
Ayunta muchos navios Y al revolver, de banderas,
Y flétales para España; Van mezclando las escuadras.
Al dios Neptuno suplica . De vista priva á los ojos
Que no le ensañe las aguas. El polvo que se levanta j
Neptuno templa sus mares, Desocupan los arzones
Eolo no le olvidaba; Los cuerpos, y ellos las almas.
Que sus furiosos caballos El suelo se baña en sangre,
En su favor enfrenaba. Y aumentando furia y saña,
Al dios Portumno por puerto Cortan las carnes y huesos,
Con agonia reclama, Las espadas afiladas.
A Venus no la conoce, Otros se mezclan mas juntos
No curó de hacelle salva. A bocados y á puñadas,
La diosa que es vengativa Y los mas vecinos montes
Reciamente lo amenaza. Retiñen eco las armas.
La tierra Tarraconense «Roma cierra, etc.»
El cartaginés tomaba : Arroyos corren y crecen,
Va la vuelta de Sagunto De la sangre que derraman,
Donde es la gente esforzada; Do se van volcando cuerpos,
Sagunto bien se defiende, Escudos, petos, celadas.
Al fin lo toma por armas, Dan paz las cartaginesas,
Y el ejército rehecho A las cabezas romanas,
Camino toma de Gallia; Y aquella forzosa paz
Pásala muy vitorioso Causa en los vivos mas rabia:
Y también por toda Italia. Aníbal, que á la fortuna,
Sobrevínole el invierno A su parte vio inclinada,
En los Alpes de Toscaná; A voces grita vitoria,
Perdió en ellos mucha gente, Animando a quien se cansa.
Y él no menos peligrara; A una voz los romanos,
Qu'el ojo derecho suyo Van procurando venganza,
Entre las nieves dejara, Como rabiosos leones,
Y va do á lo mas llano A do su suerte los llama.
Su campo mas reforzara. '<Cartago, vitoria; Roma, cierra, al arma
A la gran ciudad de Roma «Suenan clarines, pífanos y cajas.»
En pocos dias cercara,
Y en la puerta principal,
Rompió Aníbal su lanza.
Los romanos afrentados
Presentáronle batalla : 535.
En la desdichada Cannas MUERE PAULO EMILIO E N BATALLA CONTBA ANÍBAL.
Se dio bien ensangrentada;
Domeñó la gran nobleza (De Juan de la Cueva.)
Que en Roma tanto triunfaba:
Aníbal con tal vitoria Por cima de los que ha muerto
Fuese luego para Capua; Emilio, cónsul romano,
Marte y Venus son discordes, Todo cubierto de sangre
Esta vez Venus ganara, Y el cuerpo despedazado,
Porque bajos pensamientos Sin poder tenerse en pié,
Aníbal acivilaba. Ni sustentarse á caballo,
Los africanos por vicios Como puede d'esta suerte,
Han empeñado las armas : El real cuerpo arrastrando,
Escipion los desaguarnece; Por los enemigos muertos
De toda Italia los saca. Con trabajo va pasando,
Por ver, primero que muera,
(SEPÚMEDA , Romances nuevamente sacados ,etc.) Cómo está el romano campo,
A quien el fiero Aníbal
Va rompiendo y destrozando,
Lo cual le traspasa el alma,
Mas que ver su propio daño;
Y así, levantando al cielo
ROMANCES CONCERNIENTES Á LA HISTORIA DE ROMA. 887
La voz, los ojos y manos, Viendo con mis propios ojos
Dice : — ¡ Oh gran padre Quirmo! Los nuestros despedazados 1
Padre del pueblo romano, No lo permitan los dioses,
Que dejando el mortal velo Que tal de mí sea contado;
Fuiste al cielo trasladado, Muera en poder de Aníbal,
De donde con los mas dioses Muera, y no viva afrentado;
Miras el sangriento estrago Que con morir pago á Roma
Que hoy padecemos los tuyos La deuda á que esto obligado.
por un bárbaro inhumano, Tú, Lentulo, no me aguardes,
Y derramando tu sangre, Parte luego, y ponte en salvo,
Da gloria al nombre africano, No le ocupe el enemigo,
Y confía en su braveza, Que te va cerrando el paso;
Que al valor italiano Que yo pienso donde estoy
Ha de sujetar su espada, Pagar el tributo humano,
Y el yugo echalle su brazo; Con morir entre los mios,
Y para principio d'esto Con que muero muy ufano,
Mira el doloroso caso, Y eslo dirás de mi parte
Los auríspices y auspices, Al gran Senado romano. —
Y los augurios sagrados, • Queriendo pasar delante
Los tribunos y censores, Con su razón, quedó falto
Los cuestores y legados, D'ella, que la inmortal alma,
Patricios y centuriones La mortal cárcel dejando,
De los contrarios pisados, Huyó, volviendo á la tierra
Los unos sobre los otros, Lo que fué d'ella formado.
Entre su sangre ahogados. (CUEVA, Coro Febeo, etc.)
El un cónsul no parece,
Huido y desbaratado;
El otro está cual me ves, 536.
Todo deshecho y llagado
Con heridas, que no puede ANÍBAL ENAMOBADO.
Resistir á su contrario, l
{Anónimo .)
Que con implacable saña El corazón no vencido,
Lleva su victoria al cabo. El cuello nunca domado,
¡Oh patria! ¡ oh dioses penates! Aquel monstruo en fortaleza,
Esta alma y vida os consagro: Que parió la gran Cartago
Mirad con piedad mis hechos, Para levantar sus muros
Pues quedo muerto en el campo Y levantar los contrarios,
Por mi patria, entre los mios,
Con que muero muy ufano. — Cuya espada y cuyo nombre
Esto está el Cónsul diciendo, Puso á toda Italia espanto;
Todo en lágrimas bañado, El que á los Alpes famosos
Cuando Lentulo huyendo, Rompió, y riscos mas altos,
De la rola desmandado, Y á la romana soberbia
Llegó, y conociendo al Cónsul, Puso freno por su mano;
Aunque está desemejado, El que mantuvo 1 a vida
Se apea, y dice: — Señor, Contra el orgullo Tomano,
¿Cuál suerte dura ha forzado Y con envidia y fortuna
Que al valor de Roma tenga Trujo siempre mortal bando;
Del modo que le he hallado, Solamente el amor pudo
Coa tanta sangre vertida, Quebrantar su pecho bravo,
Cuanta veo que estás pisando Y hacer de un tigre sangriento
Derramada por lu patria , Un cordero humilde y manso.
V derramando lu brazo Al vencedor Aníbal
De los fieros enemigos Amor solo le hizo esclavo,
No menos sangriento lago? Y en su soberbia cerviz
|sfuérzate, Paulo Emilio, Fué bastante á poner lazo.
»ube en este mi caballo, Mas ya no trata de amores
¿o te ayudaré á subir, Ni de guerra con romanos,
™es la fuerza te ha faltado : Porque amor y guerra quieren
wevaréle por do seas -Mas ventura y menos años;
ubre del cruel contrario; Que al capitán sin ventura
Curaréte las heridas', Poco aprovecha ser sabio,
Habiéndote puesto en salvo; Y ejercicios amorosos
«o des con tu vida gloria No están bien al hombre anciano.
AI victorioso africano; Ya son de Aníbal los dias
estele habernos rompido, Tan crudos cuanto amargos.
Sin sangre tiene las venas,
U
Pyaulo al
^ 2 £Emilio < 6l sul v e a e n s u
- , ? ?le responde :mano.- Sin fuerzas el cuerpo flaco;
L n t u l o ! t u
El rostro enjuto', y los ojos
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has mostrado
ser u i e n er
Consumidos en el casco.
C >»M 1 , 9
d
es,
h a s i d Y con estar d'esta suerte,
Enl ^, ° esperado, Está Roma del temblando,
™ usar d'esa piedaí Porque aun duran de sus puertas
S i e n t a n duro caso: Las cenizas y el estrago.
" « d i , ¿qué razón sería (Romancero general.)
de h cho e l c a m
& f^ p°, * Hé aquí á Aníbal convertido en un galancete viejo y olvi-
Puso £ ° . a S e n a d
o de Roma . dado do sus gtorias, y hé aquí cómo era preciso vestirle para
i e n d o e l c a u d i l que pareciese interesante en una comedia de intriga á la es-
Quede í ¡ h Ly vaya sano, ' °
wueae libre pañola.
568 ROMANCERO GENERAL.
537. Con que le quitó la vida
En medio de su real.
MUERTE BE ASDRUBÁL, EL CUÑADO DÉ ANÍBAL. Arremeten á prendello,
(De Juan de la Cueva.) Y él comenzó á derribar
A unos y á otros, fiero,
Airado está contra España Sin dalles aquel lugar.
El poderoso Asdrubál, Al fin, siendo combatido
Teniendo viva la muerte De tantos, sin descansar
Que le dieron á Amilcár Vino á caer de cansado
Su suegro, y así procura Do lo pudieron atar.
Orden para la vengar. Pónenío en fieros tormentos,
También le alteraba el pecho, Comiénzanlo á justiciar,
Sin dejallo reposar, Y él sin mudar el semblante
Que dieron los saguntinos De miedo ni de pesar,
Favor por tierra y por mar Les dice : — Vengad, crueles,
A su contendora Roma, En mí vuestro capitán,
Por mas los menospreciar. Que ya yo me vengué de él
Corrido de esto, se indigna Y así no temo acabar.
Contra España, y va á buscar Vosotros, sí, estáis temiendo,
En quien emplear su saña Pues de miedo no osáis dar
Y su coraje mortal; La muerte á un hombre ligado,
Y así, viniendo por Denia, Ni á él os osáis llegar.
Un español fué a encontrar, Llegad, bárbaros, cobardes;
Al cual le llamaban Tago , Llegad, cobardes, llegad,
Hombre rico y principal: Sacadme este coraron
Y como si aquel causara Ño cobarde, aunque estoy tal
Su odio y saña infernal, Que no tengo miembro sano,
Y la potencia de España Ni hueso ya en su lugar.
Estuviera en él no mas, Cobardes cartagineses,
En nombrándolo español, ¿Qué hacéis, que os veo dudar?
Lo hizo luego ahorcar Vengad á vuestro señor,
De una encina; cuya muerte Vengad á vuestro Asdrubál;
Tan sin causa, fué á causar Emplead en mí esas armas,
Dolor en los africanos Que ya no os puedo hacer mal. —
Y gozo en su capitán, Esto diciendo el valiente
El cual mandó que ninguno Español, perdió el hablar,
De allí lo osase quitar. Y el espíritu invencible,
Tago traia un criado, Libre del nudo mortal,
Que á su señor viendo tal, Huyó, y el terrestre cuerpo
De tierno dolor movido, Pagó el censo natural.
De amor y fidelidad, (CUEVA, Coro Febeo, etc.)
Besando los frios pies
Que solos podia alcanzar,
Aunque impedido del llanto,
Así comenzó á hablar :• 538.
— ¿ Qué corazón tan desnudo CONTINENCIA DE ESCIFION , AFRICANO.
De razón y humanidad,
Con tan injusta inclemencia (De Juan de la Cueva.)
Te mandó la muerte dar? Puesta tenia por el suelo
Qué iey divina ni humana, Escipion á Cartagena,
Si no es la de su crueldad Ganada en duros combates
D'este bárbaro, condena Y en muy porfiada guerra;
A nadie, sin hacer mal ? Ya por el pueblo de Marte
Si viene con fiero intento Administrada y sujeta,
De dar venganza á Amilcár, Puesta la cerviz al yugo
En los que le dieron muerte, De la romana potencia.
¿Qué debe el que libre está? Estando aquí Escipion
¿ Qué le debías tú, señor, Señoreando esta fuerza,
Que así te hizo privar Le trujeron en presente
De la vida, ó yo qué hago Una hermosa doncella,
Sin vengarte de Asdrubál? Hija de padres ilustres,
Al cual yo daré la muerte, De valor, nobleza y cuenta,
Pues es, como yo, mortal; Desposada con Luceyo,
Y el intento con que viene, Príncipe en la Celtiberia.
Que no tiene de dejar Esta, habida en el asalto,
Español vivo en España, Y de los soldados presa,
Yo se lo pienso atajar, Mirando su hermosura,
Y en venganza de tu ofensa Tan en extremo perfela,
. Su fiero intento acabar. — La ponen ante el romano,
Esto diciendo, animoso, Y á su servicio la entregan;
Sin temor de verse tal Mas el capitán de Roma,
Cual estaba su señor, Viéndola ante sí y tan bella
A quien prometía vengar, Admirado y congojoso
Por medio del campo rompe, Su suerte y beldad contempla.
Sin podérselo estorbar Enternecíale el alma
Todo su cuerpo de guardia, Verla en tal contención puesta,
Que no llegue á ensangrentar Cercada de armas y hombres,
Su espada en el africano, » De furor y saña horrenda.
Al cual mil heridas da, * Mirábale el bello rostro,
ROMANCES CONCERNIENTES Á LA HISTORIA DE ROMA. m
Relio y Ajado en la tierra, Pues en ella has igualado
Matizado de colores A Júpiter en su esencia,
De púrpura y de azucena, Y has hecho en esto una cosa :
Hechos dos rios los ojos, Que haces libre á tu sierva,
nne sin hablar, su mal muestran, Y á nosotros, siendo libres,
limpiando las hebras de oro Nos pones en la cadena,
F humor que el suelo riega. Y en tan dulce sujeción,
Cual razón pide y ordena.
Suspenso estuvo en aquesto Y pues somos tus cativos,
Escipion una gran pieza, Sujetos á eterna deuda,
Si» poder hablar palabra, Recibe por primer gaje
Condolido de su pena. Estas joyas y moneda,
Al finia entregó á su guardia, No dadas por su rescate,
Informado de quién era, Mas por señal de obediencia.
Para que fuese guardada Puso Escipion los ojos
Con respeto, y luego ordena En el que humilde le ruega;
Oue le llamen á sus padres, Visto que era importunado,
Y áLuceyo, esposo d'ella : Esto le da por respuesta :
Los cuales siendo llamados, — Libre te doy á tu hija
Vinieron con grande priesa, Sin rescate ni otra empresa;
Cargados de oro y de joyas Mas viendo que me importunas,
Para rescatar la presa. Que tome aquesa riqueza,
Mas, viéndolos Escipion Con que podré largo tiempo
Llegados á su presencia. Sustentar al mundo guerra,
Con mansedumbre y piedad Yo la aceto, y tú, Luceyo,
Les dice de esta manera : En dote por mí la aceta,
— ¡ Oh Luceyo! bien entiendo Que yo só el que te la doy,
Tu congoja, y veo tu pena; Y esto por mí y á mi cuenta,
Bien claro se da á entender, Y solamente te pido
Entendido, que la ordena, Que amigo de Roma seas. —
Que es ver tu querida esposa El príncipe celtibero
Puesta al cuello la cadena, De oirlo admirado queda;
Las señales en los brazos, Mas cobrando algún aliento,
Que estampó la dura cuerda, La mano al romano aprieta,
Y que la traiga fortuna Y levantando la voz,
De princesa a verse sierva. Dijo así, la vista queda :
Pondrás delante los ojos, — Juro á los inmensos dioses,
Que fué robo de la guerra , Y por esta mano diestra,
Que fué presa de soldados, Que ensalza la gloria á Roma,
Que no sentirán tu afrenta; Y el mundo apremia y gobierna,
Que sin razón ni respeto De morir por los romanos,
A su gusto usarían de ella, Y viviendo, en cualquier guerra,
Por ser su costumbre antigua Serle en todo fiel amigo,
Sacrilegios, muertes, fuerzas, Y enemigo á quien lo sea,
Despojando hombres y dioses Y de seguir su partido
Sin temor ni reverencia, Con vida, honra y hacienda,
Osando poner las manos Y de poner á su yugo
Aunque sea en la sacra Vesta. Mi estado, y en su obediencia,
En lo cual quiero, Luceyo,
Darte seguro, si presta, Y de dar eterno nombre
Para que tengas consuelo, A tu nombre, adonde quiera,
Si lo admite tu miseria. Pues tan alto beneficio
Ella fué presa en el robo, Menos galardón no espera,
Cual te es cosa manifiesta; Que vaya de gente en gente
La cual, aunque fué cativa, Tu nombre y tu fama eterna. —
Fué guardada sin tu ofensa; Esto dicho, ante él se humilla,
Que no es uso en los romanos Y el romano lo impidiera,
Usar de aquesa licencia, Y con un estrecho abrazo
Ni hacer agravio alguno Lo levanta y le consuela.
En la guerra ó fuera de ella; Luceyo y su bella esposa,
Y así te entrego á tu esposa Su suegro, y también su suegra
virgen, sin ofensa en ella, Se ofrecen á Escipion,
Que yo mesmo la he guardado, Y con esto de él se alejan,
guardándole su pureza, Prometiéndole Luceyo
sabiendo que tú la amabas, De volver luego á la guerra;
i quién eres, y quién era. — Lo cual cumplió, que á su costa
ai padre y la madre al punto, Con mucha gente dio vuelta, ¡
• ei esposo, puesto en tierra, Y fué tan amigo á Roma,
Alzan al cielo las manos, Que romano se dijera.
ensalzando su grandeza, (COEVA, Coro Febeo, tía)
M constancia en Escipion.
^ " « u d de continencia,
l cabiéndola encarecido
alta
' 559.
K ¡ ° voz grande pieza,
P a r e : 0 h r a n r o m a n o !
D"ino
no lde, tal, excelencia,
T« ' S ESCIPÍ0N EXHORTA Á LOS ROMANOS QUE.LLÉVEN LA GUERRA
remi
Á ÁFRICA.
K P <> habrá que sea diño
í^tugranmanificencia? (Anónimo.)
yue remuneración puede
s De su patria se destierra
« 'guala tu clemencia? Aquel Escipion romano
T. X, U
370 ROMANCERO GENERAL.
Que mereció por sus heehos Los hizo á vista sacar, .
Ser llamado el Africano. Y ponérselos en parte
Viéndola que está cercada Que los pueda devisar,
Por la gente de Cartago, Arrastrándolas cadenas,
Y que el furioso Aníbal Atados, y como están;
Tiene al pueblo amedrentado, Porque oyendo sus clamores,
Se entró sin ser prevenido Le causen mayor pesar.
Un dia dentro el Senado, Soltó dos de la prisión,
Y á todos en general, Que le vayan á avisar
Dijo : — Auditorio honrado, De la rota de su hermano,
De diez y ocho años soy, Porque lo fuese á vengar.
Que á los veinte no he llegado; Miraban los de Cartago, ,
Pero si audiencia me dais, Sin poder determinar
Diré lo que he pensado, Qué denotaban las voces,
Y os que si darme queréis Qué el clamor, y el apuntar,
Gente con poder y mando, Qué el sonido de prisiones,
Me determino de ir Qué el vérselas demostrar.
Y poner cerco á Cartago; Estando atentos á esto,
Que como vea Aníbal Vieron en la tierra estar,
Su pueblo por mí apretado, Cubierta de polvo y sangre,
Dejará el cerco de Roma, La cabeza de Asdrubál:
Y cesará tanto estrago.— Conociéronla, y al punto
A lo que Escipion ha dicho Con ansia y pena mortal
Se alborotó el Senado, La limpian y se la llevan,
Por parecerles muy mozo - Dando gritos, á Anibál;
Para tal empresa y cargo. El cual, luego que la vido,
Uno de los senadores, La comenzó á contemplar,
El mas prudente y anciano, Sin poder hablar palabra,
Le dijo : — Oye, mancebo, Aunque probaba a hablar :
Y entiende bien lo que hablo : Con lágrimas y sospiros
Advierte bien que la empresa La comenzó á saludar,
Que tomas es de gran cargo, Que la lengua tiene asida,
Porque, si á Roma defiendes, Y la voz al paladar :
Vas á ofender á Cartago.— Mas el dolor excesivo
El animoso mancebo Le abrió via al respirar,
Le respondió : — Padre honrado, Y con dolorosa voz,
Muy bien entendido tengo Así comenzó á hablar :
El rigor de aqueste caso, — ¡ Asdrúbal, hermano mió,
Y no es menester que cuente Dulce hermano mió, Asdrubál,
Proezas de mis pasados, Luz de los cartagineses,
Porque sé que las sabéis, Solo en ser á Marte igual!
Y también que soy romano.— i Qué son de las esperanzas
Sabemos su gran valor, Que nos diste? ¿dóndeestán?
Respondió todo el Senado: Cuando ufano y vitorioso
Que se le dé el bastón luego Prometías arruinar
Y de general el cargo, Los romanos, á quien fuiste,
Para que con gran secreto Cual yo, enemigo mortal,
Se vaya á la gran Cartago, Y de quien tantas Vitorias
Y se le dé en abundancia Hubiste, y te vi triunfar,
Todo lo que es necesario, ¿Qué brazo fué poderoso?
Y también porque no entienda ¿Quién te venció y puso tal?
Aníbal lo concertado, No es posible que, fuese hombre,
De las cohortes de España Sino algún dios celestial,
Lleve gente y forme campo; O del infernal abismo
Para lo cual se le dio Alguna furia infernal.
Poder por todos firmado, ¡ Pues yo juro por los dioses
Y que si vitoria alcanza, Y por tu muerte, Asdrubál,
Le darán corona y lauro. Que si son terrestres hombres,
(Romancero De morir ó te vengar;
Y si son dioses del cielo,
De no les sacrificar
840. Ni tenerles reverencia,
Ni consentirles honrar,
CAYO CLAUDIO, VENCEDOR DE A S D R U B Á L , L E HACE D E C A - Y matar sus sacerdotes,
P I T A R , Y ARROJA SO CABEZA A L CAMPO D E ANÍBAL, SU Y sus estatuas quemar,
HERMANO. En venganza de tu muerte,
(De Juan de la Cueva.) Dulce hermano, Asdrubál! —
Cayo Claudio, vitorioso Esto Aníbal le decia,
De haber vencido á Asdrubál, Llorando sin descansar,
Teniéndolo en su poder, Y no dejara su llanto,
Lo mandó descabezar, Si no viera alborotar
Y estando á vista los campos La gente, y correr los unos,
Del Cónsul y de Anibál, Y los otros aguardar;
Mandó arrojar la cabeza Unos ir á \a una parte,
En el contrario real, Otros á la otra apartar,
Por dar á Aníbal congoja
De ver á su hermano tal.
t in saber qué fuese aquello
1 valiente capitán.
Deja el llanto y sale al campo,
Los africanos cativos Temiendo algún nuevo mal:
ROMANCES CONCERNIENTES Á LA HISTORIA DE ROMA. 371
Rompió por medio de todos, Masinisa, y Heno de ansias.
Haciendo abierto lugar : Consume el dia en suspiros,
Vio traer los prisioneros Y en llanto las noches pasa
n ie el Cónsul mandó soltar, De ver cómo Escipion
Conocidos de Cartago, Con duro apremio le manda
Los cuales, viendo á Aníbal, Que á la bella Sofonisba,
Puestos ante él de rodillas, Con quien desposado estaba,
Uno comenzó á hablar i Mujer que fué del rey Sifas
__;Cómo te podre, señor, A quien venció en la batalla,
Nuestra desdicha contar, Que la repudie, y la deje
Nuestra horrible desventura, Sin mas replicarle en nada,
Nuestra miseria y pesar, Porque ha de ir presa en el triunfo
Sin que te ofenda y aflija, Con los cativos atada.
y encienda en llanto el real? Esto siente Masinisa,
Sabrás, señor, que buscamos Esto siente, y le maltrata,
Al Cónsul, que iba á buscar Esl» le enciende en dolor, •
:
í* encendidas
nceníiH' cenizas,
« > a p r i s a Largo y difuso romance, que, á pesar de su mal desem-
peño , se deja leer por el ínteres que inspira su asunto.
390 ROMANCERO GENERAL.
Abate al tronco la ciniL,
En varias partes haciendo
MUERTE D E CÉSAR.
Mil disonancias distintas.
Así en confusos montones
(De Gabriel Lobo Laso de la Vega.) Por las calles discurría
Después de haber Julio César La gente en tropel discorde,
Entrado en Roma triunfando De quien nada se entendía,
Délas Galias y del Ponto, Sin haber autor, temiendo
Del egipcio y africano, El daño que se fingía
Y del feroz español, En su pecho cada cual,
Cuanto temido, arriscado, Cosa que el temor confirma;
De la vencedora Roma Y no solo el vulgo rudo
Los límites dilatando, Teme , que también lemian
Cansada ya la fortuna Cónsules y senadores
De serle tutora tanto , Alguna común ruina.
Y de ver las arduas cosas Desamparan el Senado
Que acomete con su amparo, Y las respetadas sillas,
Quiere ver cómo sin él Soltando las riendas todos
Menea el César las manos; A su perpleja huida.
Y porque de lo que es suyo En sus propias casas temen,
Nadie se haga propietario, Que es do losflacosse animan;
Y con lo que á él le quita Detrás de sus muros tiemblan,
Tener á mil obligados, Y entre sus murallas mismas.
Que sus empréstitos leves Van á la plaza, do ven,
Aguardaban anhelando, Cosa que á todos lastima,
Dejóle; mas presto vio La mano de Cicerón
Julio que le habia dejado, De su tronco dividida,
Que luego dio en desabrirse Y la cabeza también,
Con él el pueblo romano, Que lo fué del mundo en vida ,
Y á darle con suelta lengua Asi en gobernarle todo
Nombre injusto de tirano, Como en loable doctrina.
Paga que al bien recibido Miran la elocuente lengua
Hace continuo el ingrato Ya sin vigor muda y fria,
Do pocas veces se ve A quien con aplauso grato
Bien hecho sin este pago. Como Apolo el mundo oia,
Amigo de novedades No les pareciendo ciencia
El pueblo desvergonzado, La que d'ella no salia,
Sin considerar de Julio Y en las venerables canas,
Los beneficios tan altos, De cuajada sangre tintas,
Y el aumento y ser que díó Que en el romano Senado
Al Imperio por su mano, Con majestad presidian.
En su daño se conjuran No hay quien a Roma consuele
Setenta y mas ciudadanos; En tan profunda desdicha :
Fueron d'estos las cabezas Todos con áspero llanto
Bruto, Decio y Cayo Casio.. Su muerte en común sentían, *
Fué el César de un adivino Culpando de Octaviano
Con grande instancia avisado, La rigurosa injusticia,
Diciendo que mil agüeros Y lo mal que á Cicerón
Se le mostraban contrarios, Pagó la amistad antigua
Y que mirase por sí Entregando á su enemigo
Aquel año el mes de marzo. Quien su causa defendía,
Mas como difícilmente Por asegurar su causa,
Se contraste el duro hado, Cosa en nobles no admitida,
Y á lo que el cielo dispone Que nunca á cosas mal hechas
No basta saber humano, La fama su nombre quita;
Descuidóse, como suele Que como le da á las buenas,
El que hade ser castigado. También las malas publica,
Fué sin advertir el César, Donde tanto peor suenan
Divertido en casos arduos, Cuauto es mas quien las practica.
Al Senado, do le embisten {Romancero general.~-lt LOBO LASO DE LA VEGA,
Los setenta conjurados, Romancero y tragedias de.)
A cuyas armas rindió
El espíritu indignado,
Conociendo de fortuna,
Aunque tarde, el desengaño. 566.
[Romancero general. — It. LOBO LASO DE LA VEGA. AL MISMO ASUNTO.
Romancero y tragedias de.)
(De Juan de la Cueva.)
Dividido ya el Imperio
565. De Roma entre Octaviano
César, y entre Marco Antonio,
MUERTE DE CICERÓN.
Y Lépido, fué acordado
(De Gabriel Lobo Laso de la Vega.) Que muriesen los proscritos
Que tenían señalados;
En la alborotada Roma Que contra sus pretensiones
Un sordo rumor se oia , Habian sido contrarios.
Bien como cuando en las sierras Lépido dio facultad
Los pmos el cierzo humilla, Que matasen á un su hermano;
Y con proceder violento Antonio, que aun tio suyo
ROMANCES CONCERNIENTES k LA HISTORIA DE ROMA. 391
niese muerte Octaviano; El inhumano homicida
nctaviano dio á Antonio Con los despojos cargados
Poder, libertad y mano Del gran tesoro latino,
üe matar á Cicerón Gloria de Mercurio sacro,
ne auien estaba indinado Entró en Roma, y los dio á Antonio,
Porlas oraciones queteo Que los estaba aguardando;
Contra él, y.así dio el cargo Que puestos en su presencia,
Déla ejecución horrible Con semblante y rostro ufano
A un Pompilio Benalo, Los miró, no condolido
A quien Tubo dio.la vida, Como humano, del humano;
Y defendió en el Senado, Mas con fiereza de fiera,
De un insulto cometido Y corazón de tirano,
Por él, el cual como ingrato Por dalle mayor deshonra
AcetóeliráGaeta Al que fué de Roma honrado,
Do estaba Tubo apartado, Y tenido en tanta estima,
por su vejez retraído Y en voz conforme, llamado
Y por temor retirado El defensor de la patria,
De la horrible proscripción Padre del pueblo romano,
De que ya estaba avisado, Mandó poner su cabeza
Qu'era de los contenidos, ¡Oh injusta manda! en un palo
Y uno de los señalados. En la plaza, por do en Roma
Y así, con estar allí Entró, en levantado carro.
Creia que estaba en salvo, (CUEVA, Coro Febeo, etc.)
No viendo que donde quiera
Alcanza la fatal mano,
Y que huir nadie puede
De lo que le ordena el hado. 567.
Estando de aquesta suerte MUERTE DE MARCO ANTONIO.
Cicerón, no descuidado
De los contrarios qu'en Roma (Anónimo.)
Tenia, vio agüeros malos, Herido está Marco Antonio
Que de su cercana muerte - . De una muy mala herida;
Le dieron indicio claro. Tiénelo Cleopatra en brazos,
El dia antes que muriese Su muy amiga querida.
Vido un cuervo estar graznando Lloraba de los sus ojos
Encima de su aposento , Angustiada y aflegida,
Y aunque procuró (Techarlo, Su lindo rostro rasgando
No pudo, y la misma noche S'estaba de aborrecida :
Estando d'esto espantado, De rato en rato sus manos
Se le deshizo un reloj, Torcía de amortecida,
Que por él interpretado Pero en sí después tornada,
Dijo que significaba Con voz alta enronquecida,
Estar ya su fin cercano, Así exclamaba llorando :
Y que las vitales horas — ¿ Quién os ha herido, mi vida,
Se le iban ya acabando. Mi emperador, mi señor,
A este punto entró Pompilio, Mi alegría tan subida?
Y así le dijo, en llegando : ¡ Mortal os veo, mí bien!
—Yo vengo á darte la muerte, ¡ Muerte os lleva de vencida!
Por Antonio tu contrario : ¡ Dame un mote por consuelo,
Aparéjate á sufrilla, Siquiera de despedida!
Porque será sin embargo.— Desdichado emperador,
Mirándolo Cicerón, Desdicha hace en tí guarida. ~r
Le dijo: —¿Dime.Benato, Marco Antonio, en cuanto pudo
Por darte yo á tí la vida Con voz muy baja y plañida
Me vienes á dar tal pago ? Suplicó que no llorase,
I, Y al que libró tu cabeza Que daba pena crecida
tendrás tú, es posible, ánimo Juntamente al cuerpo y alma,
Para quitalle la suya, Adond'estaba esculpida;
Porque fué ala tuya amparo? Y que no era desdichado
oí no mueve el beneficio Por ver el fin de su vida,
«uetehice,ámostmado Sino en el mirar sus glorias
recno, considera y mira Y la honra establecida,
«ue nunca te hice daño, Que la habian los romanos,
i contra quien no te ofende Dichoso era sin medida;
f maldad alzar el brazo.— — Y si yo mismo, Cleopatra,
A Pasar iba adelante
u razon Me he dado mortal herida,
P ° " " , . > J el ingrato Es porque de los romanos
^mpilio alzando la espada Veo mi gente vencida ;
^obre el senador romano, Y no lo tomo en vergüenza
Descargó un Üero golpe Ser mi vida fenecida
y»en tierra lo ha derribado, Por romanos, pues romano
"o lo cortó la cabeza Soy de fama esclarecida.
S > > y 'a brecha mano, . Dame un abrazo, señora,
«eiantfo al honor de Roma Que el alma está de partida.—
n rerevol
ft?JV? S cando, Juntando boca con boca
K sentimiento y pena L'alma dio su despedida.
Escobó Apolo sus rayos, {Cancionero, Flor de enamorados.)
Jf hicieron sentimiento
M» d ses y el cielo santo.
10
39^ ROMANCERO GENERAL
Todo claro y sosegado,
ÉPOCA DEL IMPERIO ROMANO. Una luminosa imagen
Con resplandor soberano,
Que era la sagrada Virgen
568. Madre de Dios humanado,
PROFETIZA LA SIBILA Á AUGUSTO , LA VENIDA D E CRISTO. Dando su virginal pecho
Al Hijo Dios hecho humano.
(De Juan de la Cueva.) La tiburtina Sibila
Viendo Octaviano Augusto Le señala con la mano,
Que el gran imperio romano, Que aquella era la figura
Por ensalzar su memoria De quien á él hacia ufano.
Y hacerle mas que humano, El emperador Augusto,
Le edificaban altares En el suelo arrodillado,
Cual á love soberano, Adoró la sacra imagen,
Estorbó su intento en esto, Y mandó al pueblo romano
Y á su obra fué á la mano, Que en aquel lugar pusiesen
Diciendo que sus hazañas El altar á él consagrado,
No eran hechas por su brazo, Al cual le llama Ara Celi
Sino que los altos dioses Hoy dia el pueblo cristiano.
Le aspiraban en tal caso, (CUEVA, Coro Febeo, etc.)
Y que no podia alcanzar
Cuál dios fuese el señalado,
Que tantas prosperidades 569.
Sin merecerlas le ha dado. LA MUERTE DE SÉNECA.
Andando en aquesta duda ,
'En este inmortal cuidado, (Anónimo.)
Mandó llamar la Sibila Ñero, emperador de Roma,
Que se lo haya declarado. De muy gran ira indignado,
La Sibila tiburtina Como siempre fué cruel,
Habiéndole el Rey contado A Séneca ha aprisionado;
Toda la duda en que estaba Sin ver qu'era su maestro
Le respondió :—Octaviano, A muerte le ha condenado.
No atribuyas á tu nombre Séneca como hombre sabio
Lo que al Imperio Romano El mismo se ha sentenciado
Has dado, poniendo á España Que le pongan vivo en cueros
En el yugo italiano, En un palo seco atado,
Y pacificar el mundo Y que por todas sus venas
fc
Teniéndolo todo llano : De presto fuese sangrado,
Obras son, que bien miradas Y d'esta suerte muriese
Son de poder soberano. Sin poder ser remediado.
No te engañes, claro Augusto, Como Paulina lo viese,
Ni aquesto te haga ufano, Su mujer, puesto en tal grado,
Ni te atribuyan a tí Por ser fértil, noble y buena
Lo que no es de mortal mano; Como tanto le habia amado,
Ni á tus dioses se lo apliques Hízose sangrar también
Porque también es muy vano; Por morir junto á su lado.
Que un solo Dios es la causa Como lo supiese Ñero,
Y este es quien te ha ayudado, Muy de presto hubo mandado
El cual nacerá muy presto Por no usar de piedad ,
Siendo Dios hecho hombre humano, Que á Paulina hayan atado
Y nacerá de una virgen Las llagas porque no muera,
Reservada de pecado. Ni tal se haya divulgado.
Viene á libertar el mundo Sin ella haber sentimiento
De la fuerza del tirano : Las heridas le han alado.
Desterrará al falso Jove, Vivió, después de ser muerto
A Mercurio, á Febo y Jano, Su marido tan nombrado,
Pacificando la tierra, Algunos años, muy pocos,
Cual del es profetizado. — Amarilla y con cuidado,
El emperador Augusto, Que bien demostró el dolor
Que á la Sibila ha escuchado, Qu'en su cuerpo habia quedado.
Le dice que se le aclare,
Que no entiende lo hablado;' [Cancionero, Flor de enamorad
Ni podia alcanzar quién fuese
El que ha de ser humanado,
Que ha de redimir el mundo, 570.
Ni la virgen sin pecado.
La Sibila oyendo aquesto MUERTE D E LllCAMK
Al emperador romano, (Anónimo.)
Hincándose de rodillas No admite el César disculpa
Y levantando las manos, De aquel español gallardo,
Dijo :—¡Oh Hacedor del cielo, Que del primero y su yerno
Rector del concilio santo! Escribió el farsalioestrago;
Tu inmensa misericordia Aquel cuya digna sien
Muestre aquí su larga mano Abrazó el glorioso lauro,
De suerte que sea creída Y á quien el castalio coro .
Del príncipe Octaviano — Dotó con abiertamano.
Como la sacra Sibila La rigurosa sentencia
Su plegaria hubo acabado, Está ya echada, y el fallo,
Al punto se vio en el aire Cuya'dura ejecución
ROMANCES CONCERNIENTES Á LA HISTORIA DE ROMA. 503
Llorando á lágrima viva.
Es ya sil. ningún reparo. Todas las gentes huyendo
Llámale traidor sin fe , A las torres se acogian;
A sus mercedes ingrato, Los siete montes romanos
Origen de rebeliones Lloro y fuego los hundía.
En su imperio sosegado. En el grande Capitolio
Dícele que escoja muerte Suena muy gran vocería :
Porque un tiempo le fué grato; Por el collado Áventíno
Mas ninguna le contenta, Gran genlio discurría,.
Que es un escoger pesado.
Pero visto que era fuerza Y en Cabalo y en Rotundo
Y decreto de los hados, La gente apenas cabia.
Por la menos grave elige Por el rico Coliseo
La del morir desangrado, Gran número se subía ;
Y así las venas le abrieron Lloraban los dictadores,
A hierro, por cabos varios, Los cónsules á porfía;
Cuyas corrientes miraba Daban voces los tribunos,
Con semblante débil,flaco, Los magistrados plañían,
Acompañado de muchos Los cuestores lamentaban,
Condolidos, que con llanto Los senadores gemían.
Atentamente escuchaban Llora la orden ecuestre,
Su tragedia y postrer canto. Toda la caballería,
—No del partido Licida Por la crueldad de Nerón ,
Cuando á la nave se asió Que lo ve con alegría.
Por tantas partes salió Siete días con sus noches
Aquella ánima oprimida. La ciudad toda se ardia;
Por tierra yacen las casas,
¿Por cuál de tantas vendrá Los templos de tallería.
A salir la triste mía? Los palacios mas antiguos,
No por una sola via, De alabastro y sillería,
Que abiertas mil hallará. En ceniza van por tierra
Será el tormento mayor Los lazos y pedrería ;
Y á costa de mi penar, Las moradas de los dioses
Deteniéndose en buscar Han triste postrimería.
Por donde saldrá mejor. El templo capitalino
Ya en lo que era me resuelvo, Do Júpiter se servia,
Y á la poderosa mano, El grande templo de Apolo,
Que hizo de tierra á Lucano,
Lucano de tierra vuelvo. Y el que de Mars se decia ,
También á fortuna pago, Sus tesoros y riquezas,
Tome allá su vario adorno : El fuego los derretía.
Si lo que me dio le torno, Por los carneros y osarios
¿En qué no la satisfago ? La gente se defendía.
No estimo el morir en nada De la torre de Mecenas
Porque al fin cuando nací Lo miraba todo y via
Con una deuda salí, ' El ahijado de Claudio
Cuya paga es ya llegada. Que á su padre parescia,
De privanzas no me curo, Que á su Séneca dio muerte;
Que son cual el mar instable, El que matara á su tia;
Ya quieto, ya variable, El que antes de nueve meses
Dono hay momento seguro. Que Tiberio se moría,
Con prodigios y señales
Cual Cisne cantando muero En este mundo nascia;
En la agradable ribera, . El que persiguió á cristianos;
Donde de mi primavera El padre de tiranía,
Coge el tierno fruto Ñero.— De ver abrasar á Roma
Quiso pasar adelante, Gran deleite rescebia.
Y es, aunque se esfuerza, en vano, Vestido en cénico traje
Que llegó a la débil cuerda Decantaba en poesía.
De la Parca el golpe airado. Todos le ruegan que amanse
Manda que con pompa el César Su crueldad y su porfía :
Den sepultura á Lucano, Diopro le rogaba,
Y que por mejor lo fuesen Esporo lo combatía,
Sus vergeles celebrados. A sus pies Rubria se lanza,
(Romancero general.} Acre los besa, y Lamía;
Claudio Augusto se lo ruega,
Ruégaselo Mesalina ;
571. Ni lo hace por Popea, ,
Ni por su madre Agripina ;
NERÓN DESDE TARPEYA MIRA Y SE GOZA EN E L INCENDIO No hace caso de Antonia,
DE ROMA. Que la mayor se decia,
(Anónimo *.) Ni del padre y tio Claudio,
Mira Ñero, de Tarpeya Ni de Lépida su tia.
A Roma cómo se ardia : Anco Planio'se lo habla,
Gritos dan niños y viejos, Rufino se lo pedia;
Y él de nada se dolia. Por Británico, ni 'fusco
El grito de las matronas Ninguna cuenta hacia.
sobre los cielos subía; Los ayos se lo rogaban
Como ovejas sin pastor El tonsor, y el que tañia ;
Unas tras otras corrían, A sus pies se tiende Octavia,
Perdidas, descarriadas, Esa que ya no queria;
ROMANCERO GENERAL.
394
Cuanto mas todos le ruegan, 373.
El de nadie se dolia. MUERTE DE HEUOGÁVALO.
(VELAZQUEZ DE AVILA , Cancionero, folleto suelto. —
It. Cancionero de Romances.—U.Siiva de varios (Anónimo.)
Romances.) ,
Fué un emperador en Roma
* Por su lenguaje y formas, no parece que este romance Hellogávalo llamado,
•imeda ser anterior á los fines del siglo xv ó principios del xvi, y Qu'en oir sus extrañezas
aun quizá sea algo posterior. Como quiera que sea, el tono me- Cualquiera estará espantado.
lancólico que en él se percibe, es muy propio y conveniente al Holgó tanto ser mujer,
asunto de que trata. La gran catástrofe que describe sin ira ni
indignasion, y en tono resignado, parece que se mira como un Que por serlo hubo juntado
azote inevitable del destino. Así aparece Nerón como la inexo- Los mas sabios cirujanos,
rable fatalidad que preside al incendio de Roma, gozándose en Permitiendo de su grado
ver destruida á aquella reina del mundo, y cantando sobre sus Que cortasen de sus miembros
ruinas el poema de su desgracia. Ni los ruegos de los princi- Con su oficio expermentado
pales romanos, ni las súplicas desús mas allegados parientes,
ni aun la intercesión de los viles cortesanos, cómplices de sus En que le dejasen hábil
crímenes, le pueden apartar de su porfía. El tirano, que aquí De nombre sin ser dañado.
el poeta presenta rodeado de sus atroces crueldades, que enu- Como el caso era imposible
mera y reasume en torno suyo, es la imagen del liado fatal, es Todo su hecho fué excusado.
la ausencia de toda esperanza. Para hacer el cuadro mas conv En carro se hacia traer
pleío, el autor ha pintado la terrible situación del pueblo ro- De orofinomuy labrado,
mano , y el miedo y azoramiento de sus autoridades, enume-
rando, quizá con excesiva pedantería, los títulos y nombres de Y que perros le tirasen :
ellas, que á pesar de todo, recuerdan las glorias pasadas de Otras veces dispensado
un pueblo rey y libre, que forma el mas triste contraste con su Leones mansos tiraban
degradación y esclavitud en tiempos de sus emperadores. El carro do iba sentado.
Triste cosa es decirlo, pero Tiberio, Claudio, y especial- Otras veces é l , desnudo,
mente Nerón, como entre nosotros Don Pedro el Cruel, han go- En el carro aposentado
zado siempre entre la gente popular de una opinión favorable,
y han sido disculpados de sus crueldades. Este fenómeno solo Hacia juntar mujeres
puede atribuirse á que esgrimiendo particularmente su cuchi- De buen gesto y delicado,
lla contra los poderosos y opresores del pueblo, este se com- Que desnudas le tirasen
placía en ver rodar sus cabezas. Casi siempre las tiranías se apo- Porque fuese mas mirado,
yan en los hombres del pueblo, á quienes los tiranos halagan
y hacen cómplices de sus crímenes. Pero llega el dia también Y de limaduras de oro
de ser víctimas, y en que los ayes de la desgracia resuenan Por do iba era sembrado,
en su oído. Entonces el pueblo derroca el ídolo que adoró, Porque no pisase tierra.
para llorarle después y ensalzarle. Su vestir era extremado :
El romance, tal cual aquí se halla, se ha entresacado de una Vestia vestidos de oro,
glosa que de él existe en un cuaderno en i.°, gótico, cuyo tí- De perlas todos bordados;
tulo se ignora por faltarle la portada, y al cual he intitulado Piedras de muy alta estima
Cancionero de VELAZQKEZ DE AVUA , por inferirse, dé algunas
de sus composiciones, que tal podia ser el nombre del autor. Las traia hasta el calzado.
Nunca vistió una camisa
Dos veces, como alunado :
Vaso en que una vez bebia,
872. . Ya á la otra era excusado,
AL MISMO ASUNTO.
Que al que le daba á beber
Prontamente lo habia dado.
(Anónimo.) Alumbrarse tenia en poco
Miraba desde Tárpeya Con cera,como era usado,
Aquel romano soberbio Que en sus lámparas tenia
El principio de su gusto, Bálsamo muy estimado,
Y fin de todo su imperio; Qu'en lugar de aceite ardia
Y como está tan subido A do estaba aposentado.
Miraba á Roma de lejos, Costosísimos manjares
Si ella en el infierno estaba, Siempre se hubo procurado;
O en ella estaba el infierno. Cena qtie menos costó
Todo es llanto, todo es humo, Para su servicio dado >
Todo llamas, todo incendio, Fué de treinta libras de oro,
Todo enmudecer los unos, Qu'es cosa d'estar helado.
Cuando estaba cerca el mar
Y otros dar voces, diciendo : Nunca comia pescado;
«Agua al fuego, agua al fuego, Cuando estaba lejos d'él
Mas ay que es mucho, y poco es el remedio.
Y Nerón desde arriba Lo pedia, de forzado :
Se lo habian de dar vivo
El llanto vuelve en canto, el fuego en risa.» Antes que fuese guisado.
No puso naturaleza Tenia para su fin
En él los cuatro elementos, Muy apuesto y concertado,
Que del fuego le formó, Si en necesidad se viese
Pues tanto gusta del fuego. Por su morir extremado(
Paula Agripina y Antonia, Sogas de oro y sedas hechas
Le ruegan con llanto inmenso; • Para ser presto ahorcado.
Mas es cruel, y al cruel Hizo una extremada torre,
Mas le endurecen los ruegos. Con oro en ella engastado,
Las Vestales recogidas Para arrojarse de allí
Viendo ardiéndose sus templos, A caso necesitado.
Rompen la clausura santa Pero todos sus extremos
Diciendo con pechos tiernos : Fueron vanos, que irritado
«Agua al fuego, etc.» El pueblo con lo que hacia
(Romancero general.) Contra él se fué rebelado.
Sin dalle espacio ninguno
De muerte haberse tomado
ROMANCES CONCERNIENTES Á LA HISTORIA DE ROMA. 395
n a
Huvó; Y en u letrina 575.
Murió este malhadado.
EL VILLANO DEL DANUBIO.
(Cancionero, Flor de enamorados.)
(De Lúeas Rodríguez.)
Por esas puertas romanas
574. Entra un rústico villano;
SOFRON1A.
Zapato ni zaragüelle
En su vida no ha calzado.
{Anónimo.) Unas abarcas calzaba
Siendo emperador Majencio De un perro mal enlanado;
nu'en la gran Roma imperaba, Un sayo lleva berrendo
Se enamoró de Soí'ronia, Y un jubón desabrochado :
Ou'en calidad s'encumbraba. Cinto de juncos marinos
Mujer era de hombre noble, Lleva á su cuerpo apretado;
El cual ella mucho amaba. En el hombro su capote,
Majencio, preso de amores, Y el dedo al cinto agarrado ;
A Sofronia requebraba En su mano una aceimebe
Con importunos mensajes Cachituerto y mal labrado;
Y dones que l'enviaba : La barba toda revuelta, •
Sofronia, como discreta, El cabello apelmazado:
Todo se lo desdeñaba. No llevaba caperuza,
Conociendo esto Majencio, Porque nunca la ha usado;
' Que ninguu fruto sacaba, Al cinto puesto un-esquero
Envió sus caballeros Como siempre ha acostumbrado;
Que la trajesen do estaba, La piedra, yesca, eslabón
Y dos á casa son idos Llevaba dentro el villano;
A do Sofronia moraba : Sus ojos verdes, pequeños,
Dijéronle allí el por qué El color todo tostado;
Majencio los enviaba. Y como entrase por Roma,
Sofronia, turbada y triste, Pregunta dó está el Senado.
A su marido explicaba Viéndose delante d'él,
El por qu'el Emperador De aquesta suerte ha hablado :
Con aquellos la llamaba. — A mi llaman Juan Melendro,
El marido muy turbado Melendro yo soy llamado :
De oir lo que le contaba, Nací ribera del río,
No sabiendo qué remedio Que el Danubio era llamado :
Poner en cosa tan brava, Enviastes capitanes,
Porqu'el Emperador era Hannos la tierra estragado;
Muy tirano en cuanto obraba, No queremos ya mujeres,
Dijo: —¡Mujer, gran fortuna Ni queremos ser casados,
Es esta que nos cercaba, Ni pagar tributo á Roma,
Que si rehusáis lo dicho Ni á Roma ser tributarios.—
Muerte nos desafiaba! — Las rodillas en el suelo,
Oido esto por Sofronia , Con un cuchillo en las manos :
—Señores que sois presentes,
Y que así remorizaba, Dijo, si á alguno he.injuriado,
Determinó de morir Mandad, con este cuchillo,
Ella, pues que lo causaba. Que yo sea degollado.—
Junto con los mensajeros Viendo tal, los senadores
D'esta suerte les hablaba : Por senador lo han alzado.
Que s'esperasen un poco
Mientra ella se adrezaba (RODRÍGUEZ, Romaneen historiado:
Para ir ante Majencio,
Que descompuesta se hallaba.
Entrada en su retraimiento ÉPOCA DEL BAJO IMPERIO Y DE LOS BARBARON
En tierra se arrodillaba :
Allí el cuerpo y castidad
A su Dios sacrificaba 576.
De tal suerte , que un cuchillo R0S1MDNDA Y ALBOYNO.
Por su casto cuerpo hincaba.
Estando para espirar, (De Gabriel Lobo Laso de la Vega.)
Que ya casi se finaba , Habiendo Alboyno vencido,
Hizo entrar los caballeros Señor de los longobardos,
Allí adonde habitaba; A Chinimundo en batalla,
Mosirando sus llagas dijo Rey de los gírpidas bravos,
Que la razón la forzaba : Cortándole la cabeza,
—Decid al tirano vuestro, Mandó hacer de su casco
No señor, pues mal reinaba, Una copa guarnecida,
Que d'esta suerte se cumple En que beber de ordinario,
t-1 deseo que mostraba Por vanagloria del< triunfo
En las muy castas matronas, Que alcanzó de su contrario,
Cual aquí significaba.— Pareciéndole que había
ASÍ murió esta mujer Ya con fortuna acabado,
casta como se preciaba. Y que la postrera vuelta
En su favor habia dado,
(Cancionero, Flor de enamorados.) Captivo en esta batalla,
Primision del cielo y pago,
A la bella Rosimunda,
Hija del Rey degollado.
596 ROMANCERO GENERAL.
Casóse con ella Alboyno_ Hablóle la Reina luego,
Viudo de menos de un ano, Mas fué pretensión en vano,
Ciego de amor, sin mirar Por lo cual visto, ordenó
En lo futuro algún daño; Para atraerle, un engaño;
Que así conviene que esté Y fué, que viendo que anclaba ,
Quien ba de ser castigado, Paradeo enamorado
Y el que menos teme el mal De una dama de las suyas,
Suele estar de él mas cercano. Con quien dormia ordinario,
Vivió con su Rosimunda Entrando por una escala
Algún tiempo Alboyno ufano, A deshoras en palacio,
Y haciendo un dia en Verona Pidió la Reina á su dama
Un convite señalado, La deje su cuarto un rato.
En el cual Alboyno estuvo Luego Paradeo vino,
Mas prudente que avisado, Y después de haber gozado
Hizo á Rosimunda diesen De la Reina á su placer,
A beber con aquel vaso , Que era su dama pensando,
Que por no la descubrir Rosimunda se descubre
Hasta allí tuvo guardado. A Paradeo, llamando
Bebió Rosimunda en él De traidor, falso, insolente,
No sabiendo el caso extraño, Y que ha de morir, jurando
A quien dice Alboyno : — Bebe, Muerte cruel, si no hace
Huelga con tu padre amado, Lo que le tiene rogado.
Que esa copa en que has bebido Compelido Paradeo,
Es de su cabeza el casco. — Hizo con Elmige el trato,
Disimuló Rosimunda, Y durmiendo Alboyno un dia,
Aunque con rostro alterado Murió á las manos de entrambos.
Dio en el primer movimiento Huyó Elmige y Rosimunda
Muestras de ánimo turbado; A Ravena, donde estando
Pero sosegóse luego, Casados, se aficionó
Y con cauteloso trato D'ella un Longinos Exarco,
Ordenó dar muerte al Rey, A quien oyó Rosimunda,
Aquella afrenta vengando. Y de casarse tratando,
Su honestidad posponiendo, Dio á Elmige veneno un dia,
Habló á Elmige, un cortesano, Recien salido de un baño.
Que del Rey traia el estoque, Mas como á obrar comenzase ,
Por mas querido y privado, A una daga mano echando,
En el cual halló aparejo., A Rosimunda por fuerza
Diciendo : que si ayudado Compelió á beber del vaso;
Fuese de alguna persona Muriendo entrambos á un tiempo
Moriría el Rey á sus manos, Por paga de sus engaños.
Y que hablase á Paradeo, ¡ Ved lo que de una mujer
Un caballero esforzado, Hace el ánimo indignado !
Para que en ello le ayude , (LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragtdíat <k)
Con que estaba el hecho llano.
Mas cuando lo descubría, los judíos, y los medios atroces que se usaban p a ™
< e W .
al pueblo contra ellos, y obligarlos alfiná entregar »«
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. Slrf
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v »/. míe alternativamente los tiranizaba, los estru-
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Nuestro rey nombre tenia,
« ^ t é n s á f f i a Todos nuestros códigos están llenos de Y por tanto tú lo eres;
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leyes contri g » 8
' i . Expelidos muclias
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^LltosTllamárpór el dinero que derramaban, y las
s u s m a e s
Vamba, dudoso de oírlo,
veces
• ' / , / « del gobierno ó de los grandes, fueron al fin para Una vara que traía,
necesidades aens" u regularizando las perse-
I n ( l u i s i c i o n Ya después de hincada en tierra,
sie? pre deswMi , j ^ ^ g , p
d e ]o¡ con- Estas palabras decia :
m o t i n e g 0 p u l a r e S )
diciones, saca» p so el gobierno de acabar con un:
g e ropU — Cuando esta vara florezca,
-••»" ,.m «°la obligalia ala usura mas escandalosa,puesto
siguí?
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Yo seré rey de Castilla. —
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o era sa sola
soia defensa._¿
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Aun 110 lo hubo bien dicho,
'•"Lmn sanado ó perdido en la expatriación de esa raza tan 1
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Sírii.ftUres v de los gobiernos apurados y sin crédito, en
S
A él le coronan por rey,
, 2"son menos onerosos é inmorales que los anteriores, por A ella cual convenía.
• l é e l o s que los hagan sean católicos romanos? Si el ante- Este rey hizo en España
% romanee da una idea de las preocupaciones de la vieja
n Hechos de gran nombrádía;
S i nota prueba que aunque bajo distintas formas, Por él está la coyunda
L Sueva sufre algunas veces iguales escándalos. El Auri sacra
[times es de todos los tiempos. Puesta en reales de Castilla.
(TmoNEDA, Rosa gentil. — It. Woír, Ros»
de Romances.)
ÉPOCA DE VAMBA.
1
Este romance es quizá de Juan de Timoneda.
578.
ELECCIÓN DE VAMBA POR REY DE LOS GODOS. 579.
{Anónimo *.) ENTRADA DE VAMBA EN TOLEDO PARA CORONARSE REY.
En el tiempo de los godos, (Anónimo.)
Que en Castilla rey no nabia, Por la puerta del Cambrón,
Cada cual quiere ser rey, Una de las mas nombradas
Aunque le cueste la vida. Que adornan la gran Toledo,
Sabiéndolo el Padre Santo, Imperial ciudad de España,
Que en santidad florecía, Con grande acompañamiento
Pusiérase en oración, Entra el valeroso Varriba
Rogando en su rogativa A recibir la corona
Que le revelase Dios Con su mujer Doña Sancha.
Quién sería rey de Castilla. Por humildad quiso el Rey
Por su profunda humildad Que el alcaide de su alcázar,
Reveládoselo había, En vez de la espada lleve
Que el rey que ellos esperaban Delante de él su hijada.
Su nombre Vamba sería, Hombres, niños y mujeres,
Y lo habian de hallar arando Por balcones y ventanas,
Cerca de la Andalucía, Mirando los santos reyes,
Les dicen en voces altas :
Con un buey blanco y cereño «Toledo, España por Vamba,
Y un prieto en su compañía. »Y por la reina Sancha ;
Todo esto el Padre Santo »Y el Tajo les responde manso y ledo,
A los godos lo decía. «Unas veces España, otras Toledo.»
Los godos, siendo informados, La melena rubia el Rey
Cada cual se departía : Lleva compuesta, atusada,
Allá le van á buscar, Porque no estorbe á los ojos;
A do hallarse presumía. Peinada y ancha la barba.
Un dia, estando los godos Sobre un vestido morado
Cansados en demasía Con alcachofa de plata,
De ir á buscar á Vamba, A manera de tusón,
Volviendo sin alegría, Lleva una cruz colorada.
Vieron venir una dueña La Reina, de tela verde
Por una cañada arriba, Lleva una saya bordada;
Con una canasta al hombro, El cabello suelto al viento,
Y estas palabras decía : La mitad á las espaldas :
— Venid ya, Vámba, á comer; Donde llega el palafrén
Desuncid, qtfes mediodía. — Cubren el patio las damas
Los godos, cuando lo oyeron, De flores y bendiciones,
Luego á Vamba se venían; Y dicen en voces altas :
Las rodillas por el suelo, «Toledo, España por Vamba,
D esta manera decían : 11Y por la reina Sancha;
. — Dénos las manos tu Alteza, »Y el Tajo les responde manso y ledo,
Con amor y cortesía. — »Unas veces España, otras Toledo.»
Vamba, atónito, espantado, (Códice del siglo xvr.)
temblando, así respondía:
— No me matédes, señores,
No me quitédes la vida. 580
~ ¡ De quitártela, rey Vambá! CASTIGA VAMBA A L R E B E L D E P A U L O Y SUS S E C U A C E S . —
no es por tal nuestra venida,
RESUMEN DE LOS H E C H O S D E DICHO R E Y . — SU ABDICACIÓN
amo á hacerte sabidor
Y MUERTE.
«u el Padre Santo que hoy dia
"ige la Iglesia romana, (De Lorenzo Ue Sepúlueda.
£or revelación divina Esos nobles fuertes godos
6U
P°» y nos cijo que Vamba Por su rey alzan á Vamba,
598 ROMANCERO GENERAL.
Caballero mucho honrado A Paulo en cruz tresquilaban
En linaje y buena maña. Junto con sus compañeros,
En Toledo, esa ciudad, Y las barbas les rapaban.
La corona le fué dada; A todos sacan los ojos,
Juráronlo por su rey De jerga los cobijaban ¿
Todos los nobles de España. Cabálganlos en camellos,
Una abeja de su boca Paulo delante guiaba:
Salió, y al cielo volaba, De pez era una corona
Después que fuera ungido, Que en su cabeza llevaba;
De su bondad señal daba : Los otros iban descalzos,
Los sabios dicen será Con sogas á las gargantas.
España bien gobernada. Ansí entraron por Toledo,
Un muy mal conde de Nímes, Y todos los denostaban.
llderico se llamaba, Pusiera sobre las puertas
Alzóse con su condado : Unas losas mucho claras,
A Vamba mucho pesaba, Con unas letras latinas,
Que robó sus ricos-hombres, Que decian : « El rey Vamba
Y á muchos d'ellos mataba. »Con el ayuda de Dios
Ayuntó el Rey muchas gentes; »A Toledo mejoraba,
Por capitán señalaba «Para acrecentar la honra
Un caballero de Grecia, »Y nobleza que ahí estaba.»
El cual Paulo se llamaba, En las torres de la iglesia
Quien también hizo homenaje, Otras letras que ansí hablaban :
Y serle leal juraba. «¡Oh vosotros, santos de Dios,
Paulo fué contra él traidor, »Que en este lugar se honraban,
Y ambos gran traición obraban; «Salvad y honrad este pueblo,
Juntóse con Remismundo, «Pues en él gracias se os daban!»
Ese duque de Cantabria; El Rey á sus ricos hombres,
Alzan á Paulo por rey Que en la guerra le guardaran,
Porque dádivas les Tlaba. Diérales de sus haberes,
Rey que se vido ser Paulo, Que muy contentos quedaran.
Al rey Vamba guerreaba; Enviólos á sus tierras,
Vamba con sus caballeros En Toledo el Rey fincaba;
Dióle muy cruda batalla; Hizo concilio en Toledo
Mató muchos caballeros, Con los perlados de España.
Toda su tierra cobraba. Confirmó sus privilegios
En Narbona prendió á Paulo , Como de antes se guardaban;
Y á muchos de su mesnada : Dio renta á los obispos,
Ante él vino el Arzobispo; Hizo otras cosas muy santas.
. Por sus vidas suplicaba : Muchos alarbes venció
El Rey lo perdona á él solo, Que venían en armada;
Y en los demás razonaba Metióse monje en Pampiega,
Que se viese por su corte Do vivió vida muy santa.
Qué pena les sería dada. Muerto se llevó á Toledo,
Trajeron ante él á Paulo, Y allí está en Santa Leocadia;
El cual escondido estaba Que el rey Alfonso Deceno
En una cueva so tierra; Fué el que allí lo trasladara.
Por los cabellos lo sacan. ( SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, e
El Rey, al verlo ante si,
— Conjuróte, bestia brava,.
Dijo, por mi Dios del cielo ÉPOCA DEL REY DON RODRIGO.
Me digas si hobiste causa
Para alzarte contra mí. —
Paulo luego replicaba : 581.
— Pues por Dios me conjuraste, RODRIGO ELECTO REY DE LOS GODOS.
De verdad será mi habla :
Mal de vos no recibí, (De Gabriel Lobo Laso de la Vega *•)
Sino merced señalada; Por muerte del rey Acosta,
Siempre fui por vos honrado, De los godos en España
A mí el diablo engañara, Quedó el príncipe Don Sancho
Que metió en mi corazón Su hijo, en edad temprana,
Hacer la traición tamaña, r - El cual no pudo reinar,
Luego traen el homenaje Que el ser niño lo estorbaba;
Y jura que Paulo daba Y tratándose en el reino
Cuando á Vamba alzan por rey De lo que mas importaba
En Toledo la nombrada, Para la paz y sosiego
Y el juramento que Paulo De la gente alborotada,
Tomara allí á su compaña, Y diferencias civiles,
Que á él le tengan por su rey, Robos, fuerzas, muertes, talas,
Y no á ese noble Vamba. Que sobre reinar el niño, -
Pronunciara el Rey sentencia O elegir rey nuevo andaban,
Contra Paulo y su mesnada : Viniéronse á concordar,
Que mueran por ser traidores, Después de algunas batallas
Pues contra su rey se alzaban. Y sanguinosas refriegas
El Rey les guarda las vidas, De ambas partes porfiadas,
Que d'ello palabra daba. En que s,e diese el gobierno
Pártese para Toledo, De todo el reino de España,
Consigo á Paulo llevaba, • Al mas valeroso godo,
Y antes que allá llegasen, Y mas propincuo 6 la casa
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 399
Del tierno infante Don Sancho, Que ella un marido tenía
En tanto que él se hallaba Que la hacia heredera
Eü edad para reinar, De toda su señoría,
Con protesta, en confianza, Si de su muerte en dos años
Oue en siendo capaz de hacerlo Castidad le mantenia,
' Luego del gobierno salga Y lo contrario haciendo
Aquel á quien se encargare, Que todo lo perdería.
Sin requerirle lo haga, Lembrot, hermano del Duque,
Y que á su rey natural Con codicia que tenia
Deje el reino sin baraja. De heredar el su Ducado,
Vinieron todos en esto, Testigos falsos ponia
Y á Don Rodrigo señalan Que acusen á la Duquesa
para tal gobernador; Que con un varón dormía.
¡ Que nunca le señalaran! Fuéronse al Emperador,
'fio del mesmo Don Sancho, Y cada uno decia
Á quien con instancia llaman, De su razón y derecho
Que lo viniese á aceptar, Según que mejor sabía.
Que fuera del reino estaba. La razón que da Lembrot
El cual á Toledo vino D'esta manera decia:
Do con la jura ordinaria Que buscase la Duquesa
prometió de gobernar Dentro de un año y un día
En paz, por Don Sancho, á España, Quien le combatiese á él
Jurándole por señor, Y á dos tios que tenía,
Y de en creciendo entregarla. La contienda del Ducado
Apoderado del reino Sobre que era la porfía,
Rodrigo, á cortes llamaba, Y que si Lembrot venciese
Donde al parecer de todos Suyo el Ducado sería,
Comenzó cual deseaban, Si venciese la Duquesa,
Prometiendo sus principios, Que firme le quedada.
No losfinesque esperaban; Al Emperador aplace
Porque del que bien comienza Lo que Lembrot proponía.
Nunca fin malo se aguarda, Firmaron ambos á dos,
Y aquel que tuerce esta via Todo así se trataría,
Es porque al principio engaña, Con tal que fuese obligado
Y de su mal proceder Lembrot y su compañía
Encubre la raza cauta. De aceptar la batalla
Que con sus obras el tiempo Do ella señalaría.
Nos manifiesta y declara. De allí se va la Duquesa,
Era mozo Don Rodrigo, Ya muy triste en demasía,
Y casó con Eliata, Porque en toda aquella corte
. Del r.ey de Fez hija hermosa, Tres caballeros no habia
Por concierto, y fué cristiana, Que osasen á combatirse
Haciendo en bautismo y bodas Con los tres de la -porfía :
Fiestas costosas y extrañas. Así partió para España
Tras esto, contra la fe Y á Toledo se venía.
Que á Don Sancho tenia dada, Muy bien la recibe el Rey,
Por fuerza, ruegos y astucias Hácele gran cortesía:
Se coronó rey de España, Cuando contó la Duquesa
Tomando por propio el reino A qué fuera su venida,
. 'Que tenia en confianza; Ofreciósele Sacarus,
Que á todo aquesto se obliga' Flor de la caballería, -
Quien del malo no se guarda. Ofreciósele Almeric,
Lo mesmo Agresés hacia,
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias i Todos buenos caballeros
* Asunto tomado de la Crónica del rey Don Rodrigo. Que otros mejores no habia.
Las fiestas se comenzaron,
La Duquesa bien las via.
¡ Cuan bien que mostraba en ellas
Sacarus su gran valía!
AMPARA RODRIGO Á LA DUQUESA DE LOflENA. Ríen se cree la Duquesa
Que por él libre sería.
(Anónimo *.) Las fiestas son acabadas,
En la ciudad de Toledo Luego la Duquesa envía
Muy grandesfiestashacia A citar sus enemigos
ase rey godo Rodrigo Que vengan á cierto día
wn su gran caballería, A combatirse en España
• mucha gente extranjera Con quien por ella salia.
A'a tal fiesta venía : El término no es cumplido
vienen duques y marqueses Cuando ya Lembrot venía
Y reyes de gran valia : Con. los dos tios consigo,
fu bspana era entonces ¡ Oh cuan bien que parecía!
\* flor de caballería. Porque era grande de cuerpo,
La duq e de Loreyna
U Sa
Gentil hombre en demasía.
A aquella corte venia, Señalantes la batalla,
go para mirar los Juegos, Señaláronles el dia.
S no á ver si hallaría
s e
Ya los meten en el campo
C combata por ella Y mucha gente los mira;
Partido les han el sol
I m el pleito d'está suerte : Porque no haya mejoría.
ROMANCERO GENERAL.
-400
Como todos fueron dentro, Que cansado lo tenía,
Una trompeta se oia; Y hízole dar de manos,
Corren unos para otro» Reciamente lo hería :
Con esfuerzo y valentía. Gran placer habian las damas
Del encuentro de Sacarus De lo que Agresés hacia.
Lembrot en tierra caia, Sacarus muy enojado
Agresés y su contrario A Lembrot del yelmo tira
Ambos atierra venían; Las enlazaduras quiebra,
Lo mesmo hace Almeric, La cara le descubría;
Y el contrario que tenía. Mas Lembrot, que así se vido,
Levántanse muy lijeros Con Sacarus remetía
Sin punta de cobardía, Pensando que por ser grande
Y como Sacarus vido Que á lucha lo vencería,
Que apearse le cumplía, Y cogiéndolo debajo
üeciende de su caballo Que luego lo malaria;
Y contra Lembrot venía. Mas Sacarus con su espada
Tantos se dan de los golpes La cabeza le hendia.
Que gran espanto ponían ; Los tios que aquesto vieron
Pues los otros caballeros Cómo Lembrot muerto habia,
Tan sin duelo se herían, Caen ambos en el suelo,
Que á los que los miraban Corazón les fallecía:
A gran compasión movían. Corláronles las cabezas,
Hora y media se combaten En el campo las ponían.
Sin conoscer mejoría; Luego preguntan al Rey
Mas como el sol era grande, Si mas que hacer habia;
Gran trabajo les ponía : Dijo el Rey que bien estaba,
A pártanse por holgar, Que nada les fallescia.
Que bien menester lo habían, {Cancionero de Romances. — It. SEPÍUEDA
Como hobieron descansado Romances nuevamente sacados.)
A la batalla volvían :
Todos seis andan en campo Da la Crónica del rey Don Rodrigo.
Que otra cosa no hacían
Sino dar y recibir
Fuertes golpes á porfía. 583.
Todos están espantados
De cómo durar podía RODRIGO ABRE LA CUEVA ENCANTADA DE TOLEDO.
Una tan fuerte batalla (Anónimo '.)
Sin sentirse mejoría.
Tornaron á descansar ,,. Don Rodrigo, rey de España,
Ya cerca de mediodía; Por la su corona honrar,
Lembrot está mal herido, Un torneo en Toledo
Mucha sangre del salía; Ha mandado pregonar;
Entre sí estaba diciendo : Sesenta mil caballeros"
— ¡Válgame Santa María! En él se han ido á juntar.
Este hombre es infernal, Bastecido el gran torneo,
Que destruirme quería, Queriéndole comenzar,
Porque si él humano fuese Vino gente de Toledo
Mis golpes bien sentiría; Por le haber de suplicar
Mas veo que cada hora Que á la antigua casa de Hércules
Le recrece la osadía. — Quisiese un candado echar,
Ya embrazaba Sacarus Como sus antepasados
Con vergüenza que tenia, Lo solían costumbrar.
Y vase contra Lembrot, El Rey no puso el candado,
El cual bien lo recebia : Mas todos los fué á quebrar,
La batalla que comienzan Pensando que gran tesoro
Nueva á todos parescia; Hércules debia dejar.
Pues Almeric y Agresés Entrando dentro en la casa
¡Cuan bien que se combatían! Nada otro fuera hallar
Tienen fuertes enemigos, Sino letras que decían :
Bien menester les hacia « Rey has sido por tu mal;
Mostrar todo su ardimiento »Que el rey que«esta casa abriere
Por salir con su porfía. »Á España tiene quemar.»
Sacarus muy enojado, Un cofre de gran riqueza
Que la ira le crescia, Hallaron dentro un pilar,
Tres golpes le dio á Lembrot; Dentro del nuevas banderas
De manos dar le hacia; Con figuras de espantar;
Mas Lembrot era lijero, Alárabes de caballo
Levantóse muy aina; Sin poderse menear,
Pero ya anda mirando Con espadas á los cuellos,
Cómo se defendería. Ballestas de bien tirar.
Almeric viendo á Sacarus Don Rodrigo pavoroso
Como á Lembrot mal traia-, No curó de mas mirar.
Pensó en su corazón Vino un águila del cielo,
Que retraído sería La casa fuera quemar.
Si en el librar su batalla Luego envía mucha gente
El mucho se detenia. Para África conquistar:
Agresés era mancebo, Veinte y cinco mil caballeros
Ardimiento le crescia; Dio al conde Don Julián,
Fué contra su enemigo Y pasándolos el Conde
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA, 401
rnrria fortuna en la mar : 585.
Perdió doscientos navios, DE CÓMO E L REY DON RODRIGO SF. ENAMORÓ D E LA C A V A ,
fien caleras de remar, VIÉNDOLA LAVAR SUS CABELLOS Á LA VERA DE UNA
Y toda la gente suya , FUENTE.
Sino cuatro mil no mas. (Anónimo.)
Cancionero de Romances. - It. TIMONEDA , Rosa En una fuente que vierte
Por agua, cristal y perlas,
- i „*tMii(lo de este romance se halla en la Crónica del Está bañando la Cava
1 C
1 ll!riao Y parte de él en la General de España; pero El oro de sus madejas.
m non ^ * 7 ; í j i expedición mandada hacer á Don Ju-
n i( n a
Sobre el cuello de marfil
gnMBtrt ios africanos. Lleva esparcidas las hebras,
Que como sirven de lazos,
También al cuello se acercan:
Míranla sus bellos ojos,
Porque viendo su belleza
AL MISMO ASUNTO. Como segundo Narciso
Al primero no parezcan.
(De Lorenzo de Sepúlveda í.) Mirándola está Rodrigo
De los nobilísimos godos Por entre las verdes yedras,
Que en Castilla habían reinado, Y embelesado y suspenso
Rodrigo reinó el postrero Le dice d'esta manera.
De los reyes que han pasado, — ¡Ay Dios, quién fuese Troya,
En cuyo tiempo los moros O Páris de tal Elena,
Toda España habían ganado, Aunque en España no quedase joya
Si no fuera las Asturias Qu'el fuego no abrasase como á Troya!
Que defendió Don Pelayo. {Romancero general.— It. Códice de principios del
En Toledo está Rodrigo : siglo xvn.)
Al comienzo del reinado
Vínole gran voluntad
De ver lo que está cerrado
En la torre que está allí, 586.
Antigua de muchos años. RODRIGO VIOLA Á LA CAVA.
En esta torre los reyes
Cada uno echó un cañado. (Anónimo *.)
Porque lo ordenara ansí De una torre de palacio
Hércules el afamado, Se salió por un postigo
Que ganó primero á España, La Cava con sus doncellas
De Gerion gran tirano. Con gran gusto y regocijo.
Creyó el Rey que habia en la torre Metiéronse en un jardín
Grande tesoro guardado : Cerca de un famoso hombrío
La torre fué luego abierta, De jazmines y arrayanes,
Y quitados los cañados. De pámpanos y racimos.
No hay en ella cosa alguna, Sentadas á la redonda,
Solo una caja han hallado : La Cava á todas las dijo
• El Rey la mandara abrir, Que se midiesen las piernas
Un paño dentro se ha hallado Con un listón amarillo.
Con unas letras latinas % Midiéronse las doncellas,
Que dicen en castellano : La Cava lo mismo hizo,
« Cuando aquestas cerraduras Y en blancura y lo demás
"Que cierran estos cañados Grandes ventajas les hizo.
«Fueren abiertas, y visto Pensó la Cava estar sola;
"Loen el paño dibujado, Pero la ventura quiso
«España será perdida Que por una celosía
»Y en ella todo asolado. Mirase el rey Don Rodrigo.
«Ganarála gente extraña Puso la ocasión al fuego,
'Como aquí está figurado, Y sacóla cuando quiso,
'Los rostros muy denegridos, Y amor batiendo las alas
'Los brazos arremangados, Abrasóle de improviso.
«Muchas colores vestidas, Fueron del jardín las damas
»En las cabezas tocados: Con la que había rendido
«Alzadas traerán sus señas Al Rey con su hermosura,
"tn caballos cabalgando, Con su donaire y su brío.
« M sus manos largas lanzas, Luego la llamó al retrete,
•con espadas en su lado. Y estas palabras le dijo :
«Alárabes se dirán — Sabrás, mi florida Cava , s
ll« A i a (
extraños; u e s t a l i
Que de ayer acá no vivo;
e m
X 1 r d e
toda España, s e
Si me quieres dar remedio
•fine nada no habráfincado.» A pagártelo me obligo
Tn£ í ey c o
ricos-hombres
s e
l s u s
Con mi cetro y mi corona,
r 3 habían espantado
d o
Que á tus aras sacrifico. —
y ? " «eron las figuras, Dicen que no respondió,
i letras que hemos contado : Y que se enojó al principio;
o"pí. , cerrar la torre,en a
Pero al fin de aquesta plática
U«e<lo el Rey muy angustiado. Lo que mandaba se hizo.
( »ÚI.VEDA, Romances nuevamente sacados, ele.)Florada perdió su flor,
f t
El Rey quedó arrepentido,
• *'»*''WJ¡^Roártio. Y obligada toda España
T. X. ' Por el gusto de Rodrigo. . -
402 ROMANCERO GENERAL
Si dicen quién de los dos Una mujer flaca y sola,
Ausente del padre y deudos
La mayor culpa ba tenido, Asi le dice á Rodrigo,
Díganlos hombres «La Cava,» Ya por voces, ya por ruegos,
Y las mujeres «Rodrigo.» Como si ruegos y voces
(DEPPING, Romancero castellano.) Valieran en tales tiempos.
* Parécese mucho el lance aquí referido, al de David con — No quieras , señor, le dice,
Bersabé. Sol del español imperio,
2 Cava se traduce : mala mujer, y parece muy impropio que Escurecer con tus rayos
Rodrigo galantease á su querida con un apodo, que después La nube de mi deseo.
adquirió por haber sido causa déla pérdida de España. La Cava soy de tu fuerza,
Aunque al muro de mi pecho
La barbacana le falta,
587. De todos es padre el cielo.
Sirviéndoos la tiene el mió
AL MISMO ASUNTO. Desde el primer bozo negro :
(Anónimo.) Mancebo le distes cargos,
Cargaisle de afrentas viejo :
Por el jardín de las damas Con la sangre de mi honra
Se pasea el rey Rodrigo, N o se tina el honor vuestro
Por alargar la cadena Mirad que eclipse de sangre
A un pensamiento rendido. En reyes es mal agüero.
- No le alegran de las fuentes Mientras él vierte la suya
La hermosura y artificio, Defendiendo vuestros reinos,
Ni advierte la nueva rosa, En otra batalla infame
Ni le alegra el blanco lirio. La suya estáis ofendiendo.
Después que en confusos pasos Temed, temed ofendelle,
Dio vuelta al alegre sitio,
Arrimóse á un duro tronco Que podrá vengarse un tiempo,
De un ¡uútü'roble antiguo. Pues los nobles y soldados
Junto á unas yerbas ingratas, Vos sabéis si son soberbios;
Al sol, al aire, al rocío, Y si ley, Dios, honra y padre
Tristes y amarillas flores, No estorban vuestros deseos,
"Y el mas flaco y amarillo, Soy Cava, y seré principio
Con claros y humildes ojos, De vuestros daños eternos. —
De un ardiente amor vencido, Rodrigo,que solo escucha
Dice : — De cuatro elementos Las voces de sus deseos,
Los tres combaten conmigo; Forzóla y aborrecióla,
El fuego tengo en mi pecho, Del amor propios efectos.
El aire está en mis suspiros, Quedóse dando suspiros,
Toda el agua está en mis ojos, Porque al fin de tales hechos,
Autores de mi castigo, Si con extremo se ama,
Quedándome solo el cuarto, Se aborrece con extremo.
Que es en tierra convertido. (MADRIGAL, Segundaparte del Romancero g
Pues una dichosa muerte 1
Vence todos enemigos. Es igual, con algunas variantes, al del Romancero
Entregóme en estas plantas, que dice : Envuelto en sudor y llanto.
Cava , por poner olvido,
Y ellas mismas me acrecientan
La memoria y el peligro; 589.
Que viendo estas verdes ramas AL MISMO ASUNTO. .
Veo el rostro peregrino (Anónimo.)
De esos bellísimos ojos Amores trata Rodrigo :
Que son de mi pena olvido.
La dureza d'este tronco, Descubierto há su cuidado;
Que agora es mi triste arrimo, A la Cava se lo dice
Me muestra la d'ese pecho De quien anda enamorado.
Donde amor no hizo tiro, — Mira , mi querida Cava,
Y no es bien qu'estas memorias Mira agora que te hablo :
Quiten el libre albedrío, Darte he yo mi corazón,
Y me den las dulces plantas Y estaría á tu mandado. —
El mas emperrado alivio La Cava, como es discreta,
Que se dio al mas bajo cuerpo, Como burlas lo ha tomado.
Torpe , necio y mal nacido. Respondió muy mesurada
Teniéndote, Cava, sola Y el gesto bajo humillado :
Por mi bien y paraíso.— — Pienso que burla tu Alteza,
(Romancero general.) O quiere probar el vado :
No me lo mandéis, señor,
Que perderé gran ditado. —
588. Don Rodrigo le responde,
Que conceda lo rogado;
AL MISMO ASUNTO. Que d'estos reinos de España
(Anónimo *.) Puede hacer á su mandado.
Ella hincada de rodillas,
Revuelta en sudor y llanto El la estaba enamorando :
Desmelenado el cabello, ' Sacándole está aradores
El rostro blanco encendido De su odorífera mano.
De dolor, vergüenza y miedo; Fué á dormir el Rey la siesta :
Las manos de un hombre asidas, Por la Cava ha enviado :
Key poderoso y mancebo, Cumplió el Rey su voluntad
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. Mñ
„.. por fuerza que por grado, «Con otras hijas de grandes
I r lo cual se perdió España »Y dueñas de alta estima.
Pof aquel tan gran pecado. «Ese gran rey Don Rodrigo,
La maldita de la Cava uNo mirando lo que hacia
A sí padre lo ha contado » Enamoróse de mí,
Don Julián, qu'es el traidor, »Y de mi gran lozanía.
cSS moros se ha concertado «Muchas veces me lo dijo
Oue destruyesen ¿España, »Con amor y cortesía,
Por lo haber así jurado. «Que mi hermosura y gala,
¡Cancionero, Flor de enamorados.— It. Silva «Para un rey pertenecía,
de varios Romanees.) «Y que diese yo lugar,
«Pues en mí estaba su vida,
«De cumplir su mal deseo,
590. «Y su tan loca porfía;
«Mas á cuanto él me hablaba
QUEJASE LA CAVA VIÉNDOSE VIOLADA. «Yo jamas le respondía,
(Anónimo.) «Por ser hija de quien soy,
»Y de castidad ceñida.
Dando suspiros al aire, «No después de dias muchos
y lágrimas á la tierra, «Que esta plática sería,
•Qué tiernamente que llora! «Sin saberlo yo, ¡cuitada!
Qué justamente se queja » Entró donde yo dormía,
La malograda Florinda, »Y con fuerza muy forzosa
A quien España celebra «Me quitó la honra mia.
Por primera en hermosura, «Debéis de vengar, señor,
Y en las desgracias primera! «Esta tan gran villanía,
Enamorada, suspira, »Y ser Bruto, el gran romano,
Despreciada, desespera; «Pues el Tarquino se hacia;
Que siente mas de Rodrigo »Si no, yo seré Lucrecia,
El desprecio, que la fuerza. »La que diofiná su vida.»
— Pudieras, ingrato amante
Cuando intentastes mi afrenta, (TMOSHSDA, Rosa española. — Jt. WOLF, Rosa de
Medir á mi honor tu gusto, romanees.)
Tu traición á mi inocencia. 1
De la Crónica del rey Don Rodrigo.
No lloro yo haber perdido
Contigo la mejor prenda,
Sino el modo con que ganas
Sin que desquitarme pueda.
Fullero de amor has sido : EL CONDE JULIÁN JURA VENGAR DE RODRIGO LA VIOLENCIA
Dirás que fué cosa cierta, HECHA Á SU HIJA.
Para engañarme, agradable,
V para olvidarme, fea. {Anónimo.)
A tus cautelosos ruegos — ¡Oh canas ignominiosas,
Siempre di sordas orejas, Dice el señor de Tarifa,
Previniendo, temerosa . Provocadas á venganza,
De tu poder, tal ofensa. Y de su rey ofendidas! —
¡Quién de un rey imaginara Cantidad esparce al viento
Que en tal ocasión tuviera Cual hebras de plata lisa ,
Solicitudes humildes Que con rigurosa mano
«.pretensiones soberbias! De barba y cabeza quita;
Si solicitas vengarte, Hiere el venerable rostro,
«al tu venganza conciertas , Donde dos fuentes se vían
pe mi sangre fué la causa Que con abundante vena
e e s t a
honrosa resistencia. Hacen mayor su desdicha.
'« y Flor de Romances, 2. parte.) Ya mira ofendido al suelo,
Ya con altas manos mira
a
Al estrellado dosel
Testigo de su fatiga.
591. — ¡Oh mísera suerte! dice
W
*° U C M A E S C B 1 B
' Ó ¿ Sü PADRE SU AFRENTA , Y L E ¡ Afrentosa, ejecutiva !
PIDE VENGANZA. ¡Villana sin exempcion.
Que á la nobleza aniquila !
(De Juan de Timoneda *) ¡Oh Rey inconsiderado,
C
La Cava ,^ .l <^a = S ribe Tan obediente á tu vista,
a
Abierta por muchos cabos veniente para dar interés á sus composición^-« ¡ n p m
Y por la región del aire romance, para motivar la ausencia de Uon Ju"> s itos
1
e erc
600.
LLEGAN NUEVAS Á LA REINA, DE LA DERROTA DE GUADALETE.
(Anónimo.)
AL MISMO ASUNTO.— III. Ya se sale de la priesa
El rey Rodrigo cansado;
(Anónimo *.) Pusiérase hacia una parte
R0dri Por de allí mirar su campo :
?ÍÍSyfi^ «° Ve que su gente se apoca,
Y que ya va desmayando.
Desque esto vido Rodrigo
$ ^ 0 deja sus tierras No pudo de mas mirallo,
¿ «el real se salía : Porque bien ve que los suyos
ldesventu
&^f ™do, c Ya no pueden soportallo.
K , S'í ^pañía. l o d e c a n s
Volvió las riendas apriesa,
Yam»H
1 8
ado, Da de espuelas al caballo;
mudar no se podía Huyendo va á mas andar
408 ROMANCERO GENERAL.
Por un dromedal abajo. Ha tomado la venganza.
Violo huir Aliastras, El y su malvada hija
Uu su capitán honrado ; En Berbería se pasan
Acordó seguir tras él, Con el obispo Don Oppas,
Pero no pudo él hallarlo. Que con él se concertaba.
Desque vio que no le halla, Hace trato con los moros,
A Toledo hubo llegado, Venden la tierra cristiana;
Donde quedara la corte, Entraron por Gibraltar
Y la Reina habia quedado. Como quien entra en su casa.
Pesábale por llevar Ganan á Málaga y Ronda,
De su rey tan mal recaudo; Antequera con Granada,
En entrando por la puerta Toda Castilla la Vieja,
Comenzó á decir llorando : Que ninguno lo estorbaba,
—Va, señora, no sois reina, Sino el triste rey Rodrigo
Ya no tenéis ningún mando , Que h'obo con ellos batalla,
Porque en ocho batallas fie donde salió vencido,
Perdiste todo el Estado: Ya que la noche cerraba.
Perdisteis el rey Rodrigo Llamándose va cuitado,
El vuestro marido honrado, Su persona denostaba;
Porque le vi ir huyendo Los ojos mirando al cielo
Muy malamente llagado, Con gran pena lamentaba;
Y que á la hora de agora Quéjase de su ventura,
Será muetto ó cativado— D'esta suerte razonaba:
La Reina sin oir mas —¡ Oh mal venturoso rey,
Cayó tendida en su estrado : Postrer godo que reinaba,
Después de.grandes cuatro horas Hoy pierdes tu tierra y reino,
En su sentido ha tornado : Fortuna lo trastornaba!
Mandó á Aliastras que cuente ¡ Oh conde Don Julián!
Todo como habia pasado. ¡ Maldita sea tu saña,
Aliastras se lo cuenta, Que gran crueldad has mostrado
Que nada habia dejado. Contra la triste de España!
La Reina con gran congoja Yo malo, que obré el pecado,
Dijo : — Ya lo he yo tragado, Merecía haber la paga.
Porque la noche pasada ¡ Maldita sea la tu hija
Un mal sueño habia pasado, Que de tan gran mal fué causa!
Y es que vía el rey Rodrigo ¡Mis ojos sean malditos
Con el gesto muy airado, . Que su hermosura miraran, (
i
Con ojos vueltos en sangre, Que á no mirarla ellos ,
Que iba muy apresurado Todo este mal se excusaba! '. \
Para ir vengar la muerte ¡Oh gran Dios de cielo y tierra i
Del desdichado Don Sancho, Perdona esta mi.alma :
Y que se volvia sangriento, No miréis, justo Señor,
Y su cuerpo mal llagado, Su pecado, pues pagaba
Y que llegaba á mí El cuerpo que lo tal hizo;
Y me tiraba del brazo, A ella haced librada.—
Y decía estas palabras Y con gemidos crecidos,
Muy fuertemente llorando : Sus ojos tornados agua,
«Quédate adiós, Reina triste, Entrara por un jaral;
Quédate adiós, que me parto : Sus vestidos desnudaba.
Los moros me han ya vencido, Perdióse.el rey Don Rodrigo,
Los moros me han soyogado. Que hasta agora no se halla; ,
No cures llorar mi muerte, Los moros siguen victoria
No cures llorar tu Estado, Hasta la Peña horadada.
Procúrate de esconder Hizoles cara Pelayo,,
Allá en lo mas apartado ; Ese duque de Cantabria,
Vete luego á las montañas Que con su sobrado esfuerzo
De aquel reino Asturiano, De lo perdido ganaba,
Porque no hay otro remedio Con las gentes que han huido,
Si quieres quedar en salvo, A Estunas de Santillana.
Porque España y lo demás Dióle Dios muy gran victoria,
Todo está ya sujetado.» Que hasta León cobraba ;
(Cancionero de Romances.) Toman todos corazón
Sobre la gente pagana.
Otros reyes sucedieron
601. Que lo perdido ganaran,
LA PÉRDIDA DE ESPAÑA POR RODRIGO. Hasta el Quinto Fernando
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Que el Católico llamaran,
Triste estaba Don Rodrigo, Que con su esfuerzo ganó
El buen reino de Granada. ,
Desdichado se llamaba; (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente mnW
Gimiendo estaba y llorando
La gran pérdida de España,
No solo porque la pierde,
Mas porque d'ello fué causa, 602.
Porque dio bestial amor PROFECÍA SOBRE LA CONQUISTA D E ESPAÑA POR IOS
A esa maldita la Cava.
Si al Rey d'aquesto le plugo, (Anónimo *.)
A la Cava le pesaba ; Los vientos eran contrarios,
Mas su padre Don Julián La luna era crecida,
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 409
i os peces daban gemidos Y la tierra los cubría.
Por el tiempo que hacia. Mira por los capitanes
Cuando el rey Don Rodrigo Que ninguno parecía;
junto á la Cava dormía, Mira el campo tinto en sangre,
Dentro de una rica tienda El cual á arroyos corría.
De oro bien guarnecida. El triste de ver aquesto
Trescientas cuerdas de plata Gran mancilla en sí tenia;
La su tienda sostenían, Lloraba de los sus ojos,
Dentro habia cien doncellas D'esta manera decía :
Vestidasámaravilla; _ —Ayer era rey de España ,
Las cincuenta están tañendo Y hoy no lo soy de una villa ;
Con muy extraña armonía : Ayer villas y castillos,
Las cincuenta están cantando Hoy ninguno poseía;
Con muy dulce melodía. Ayer tenia criados
Allí hablara una doncella Y gente que me servía,
Que Fortuna se decía : No tengo ahora una almena
_-Si duermes, buen rey Rodrigo, Que pueda decir que es mía.
Despierta por cortesía, ¡ Desdichada fué la hora,
Y verás tus malos hados, Desdichado fué aquel día
Tu peor postrimería, En que nací y heredé
Y verás tus gentes muertas Tan gran reino y señoría,
Y tu batalla rompida, Pues lo habia de perder
Y tus villas y ciudades Todo junto y en un día!
Destruidas en un día. ¡ Oh muerte! ¿por qué no vienes
Castillos y fortalezas Y llevas esta alma mia,
Otro señor las regía. De aqueste cuerpo mezquino,
Si me pides quién lo ha hecho, Pues se te agradecería?
Yo muy bien te lo diría : (TIMONEDA, Rosa española. — It. Floresta de
Ese conde Don Julián varios romances.)
Por el amor de su hija,
Porque se la deshonraste * Este romance es el mismo, pero mas completo, que el del
número 599. Repítense en él trozos enteros del otro; mas su
Y mas d'ella no tenia. primera mitad es del todo nueva, y participa mucho del estilo
Juramento viene haciendo oriental y lírico. Esto hace presumible que sea una reforma
Que te ha de costar la vida.— de aquel ya citado; pero uno y otro parecen ser compuestos
Despertó muy enojado por un juglar ejercitado, mas bien que por un rudo é inartifi-
Con aquella voz que oía; cioso poeta
Con cara triste y penosa
D'esta suerte respondía :
—Mercedes á t í , Fortuna, 603.
D'esta tu mensajería.— RODRIGO LLORA LA PÉRDIDA DE SU REINO.
Estando en esto llegó {Anónimo.)
Uno que nuevas traía, Llorando mira Rodrigo
Como el conde Don Julián Las ruinas castellanas,
Las tierras le destruía. Los ejércitos vencidos,
Apriesa pide el caballo La venganza de la Cava.
Y al encuentro le salia; La ñera trompeta escucha
Los enemigos son tantos Que forzosamente llama,
Que esfuerzo no le valia;
Que capitanes y gentes Y otra vez en su memoria
Huía el que mas podia. Mas le atlige y le maltrata.
Rodrigo deja sus tierras Confusos miran los cielos
Y del real se salia : La fatal hora menguada,
Solo va el desventurado Que de lo que Dios no hace
Que no lleva compañía. El mismo cielo se espanta.
Él caballo de cansado Y el campo grita uGuerra, al arma, al arma.»
Menearse no podia; Y el Rey :«Aquí fué Troya, adiós, España.»
Camina por donde quiere, Miran al Rey sin corona,
Que no fe estorba la via. Que siendo del cielo dada,
El Rey va tan desmayado, Sin que el cielo se la quite,
Que sentido no tenia; Ni la tiene ni la halla.
Muerto va de sed y hambre, El mismo polvo medroso,
Que de verle era mancilla. Salpicado de las armas,
Iba tan tinto de sangre Encontrando al Rey, se esconde
Que una brasa parecía; En el sudor de su cara.
Las armas lleva bolladas, Sonaban las voces tristes,
Que eran de pedrería; Relumbraban las espadas
Que penetraban sangrientas
La espada era una sierra Por las vencidas gargantas.
De los golpes que tenia ;
El almete de abollado Y el campo grita :«Guerra,al arma, al arma.»
La cabeza le hundía; Y el Rey. «¡Aquí fué Troya, adiós, España!»
La cara llevaba hinchada {Maravillas del Parnaso.)
Del trabajo que sufría,
ouoio encima de un cerro,
El mas alto que allí habia; 604.
De allí miraba su gente
Wrno iba de vencida; AL MISMO ASUNTO.
De allí mira sus banderas, (Anónimo.)
* estandartes que tenia Las armas y venas rotas,
Wmo están todos pisados
El estoque en sangre tinto,
410 ROMANCERO GENERAL.
Huye vergonzosamente' 606.
De la batalla Rodrigo.
Ciégale el polvo los ojos, RODRIGO PENITENTE , \ SO MÜERTí.
Y con temor del peligro (Anónimo*.)
Los pies y la razón pierden,
Juntamente los estribos. Después que el rey Don Rodrigo
Al fin subió como pudo » A España perdido había,
Sobre un cerrillo propincuo, Ibase desesperado
Si de alguna suerte sube Por donde mas le placía.
Quien de tan alto ha caído. Métese por las montañas
Mira desde allí la sangre Las mas espesas que via,
De aquellos godos antiguos Porque no le hallen los moros
Vertida en balde y mezclada Que en su seguimiento iban.
Con la de infames morillos ; Topado ha con un pastor
Mira las cruces bermejas S Que su ganado traía,
Divisa del Cristianismo, Dijole :—¿Dime, buen hombre.
Rendidas infamemente Lo que preguntar quería
Al estandarte morisco. Es si hay por aquí poblado
Esto contempla, y tras esto O alguna casería
Sus dos ojos vueltos riscos, Donde pueda descansar,
Conociéndose culpado Que gran fatiga traia ? —
Así razona consigo : El pastor respondió luego
—Justamente ordena el cielo Que en balde la buscaría,
Que pues á Dios hice guerra, Porque en todo aquel desierto
Pordido el reino del suelo, Solo una ermita habia,
Solo para mi consuelo Adonde está un ermitaño,
Tenga siete pies de tierra. Que hacia muy santa vida.
Y si por vanos antojos El Rey fué alegre de esto
Quebré la divina ley, Por allí acabar su vida.
Hoy me miren estos ojos Pidió al hombre que le diese
Vasallo de mil enojos De comer, si algo tenia :
Habiéndome visto rey. El pastor sacó un zurrón,
También porque mi castigo Que siempre en él pan traía;
Iguala la culpa sea. fiióle del, y de un tasajo
El reino da al enemigo; Que acaso allí echado habia.
Porque siendo yo testigo, El pan era muy moreno,
El lo goce y yo lo vea. Al Rey muy mal le sabía;
Y déjame solamente, Las lágrimas se le salen,
Por mejor me deshonrar, Detener no las podia
Caballo que me consiente Acordándose en su tiempo
Huir vergonzosamente, Los manjares que comía.
Y estoque por me matar. Después que hubo descansado
Por la ermita le pedia,
(MADRIGAL, Segunda parte del Romancero general.) El pastor le enseñó luego
Por donde no erraría.
i Horrible anacronismo, que coloca las órdenes militares en El Rey le dio una cadena,
tiempo de los godos, y antes de la conquista de España pol- Y un anillo que traia :
los musulmanes.
Joyas son de gran valor
Que el Rey en mucho tenia.
Comenzando á caminar,
6-05. Cuando el sol se retraía,
LAMENTO SOBRE LA PÉRDIDA DE ESPAÑA. A la ermita es ya llegado
Que el pastor dicho le habia.
{Anónimo.) El dando gracias á Dios
Volved los ojos, Rodrigo, Luego á rezar se metia;
Volvedlos á vuestra España, Después que hubo rezado
Mirad cómo os la destruyen Para el ermitaño se iba :
Vuestros amores y Cava : Hombre es de autoridad,
Mirad la sangre que vierten Que bien se le parecía.
Vuestras gentes en batalla, Preguntóle el ermitaño
Castigo de la inocente Cómo allí fué su venida;
Que fué por vos derramada. El Rey, los ojos llorosos,
«¡Ay, España, Aquesto le respondía:
Perdida por un gusto y por la Cava!» —El desdichado Rodrigo
La honra de los antiguos Yo soy, que rey ser solía :
Por tantos siglos ganada, Vengo á hacer penitencia
Contigo en tu compañía;
Vos solo por un momento No recibas pesadumbre,
Perdéis reino, cuerpo y alma. Por Dios y Santa María.—
Acabóse vuestro bien El ermitaño se espanta,
Y vuestrds males no acaban; Por consolallo decía :
Que el mal suele acabar honras —Vos cierto habéis elegido
Que acaban la vida y fama. Camino cual convenia
«¡Ay, España, * Para vuestra salvación,
Perdida por un gusto y por la Cava!» Que Diosos perdonaría.—
{Códice del siglo xvn.— DEPPING, Romancero El ermitaño á Dios ruega
general.) Por si le revelaría
La penitencia q<ue diese
Al Rey, que le convenía.
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. 411
Fuéle luego revelado, Almazan llaman al moro
Departe de Dios,undia, Que sobre ellos tiene mando :
Oue le meta en una tumba Con él vino el mal obispo
Con una culebra viva, Don Oppas, ese malvado.
\ esto tome en penitencia Era cuñado del conde
Por el mal que hecho habia. Que Don Julián es nombrado;
El ermitaño al Rey Padre era de la Cava
Muy alegre se volvía: Que todo el mal ha causado.
Contóselo todo al Rey Combaten recio la cueva
Como pasado le habia. Con esfuerzo denodado;
El Rey d'esto muy gozoso Don Oppas se llegó á ella
Luego en obra lo ponia. En un mulo cabalgando.
Métese como Dios manda Hablando está con el Rey
Para allí acabar su vida , Palabras de gran halago ;
-Y el ermitaño muy santo Con razones engañosas,
Mírale al tercero día. Le dijo :—Mira, Pelayo :
Dice :—¿Cómo os va, buen Rey? Rien sabes el gran poder
: Vaos bien con la compañía ? De los godos esforzados,
—Hasta ahora no me ha tocado Que conquistaron á España
Porque Dios no lo quería: Y en ella habían reinado,
Ruega por mí, el ermitaño, Que nunca fueron vencidos
Porque acabe bien mi vida.— De bárbaros y romanos.
El ermitaño lloraba, Por el gran juicio de Dios
Gran compasión le tenia: Ya su esfuerzo es soterrado;
•Comenzóle á consolar Quebrantado es su poder,
Y esforzar cuanto podía. Muertos yacen en el campo.
Después vuelve el ermitaño Dime tú : ¿ Qué te aprovecha
A ver si ya muerto habia: El esfuerzo que has mostrado,
Halla que estaba rezando Y encerrarte en esa cueva?
Y que gemía y plañía. ¿Do piensas ser escapado?
Preguntóle cómo estaba : ¿Cuidas por ventura tú
—Dios es en ayuda mía, Escapar de los paganos,
Respondió el buen rey Rodrigo :
2
Y d'ellos te rébelar,
La culebra me comía ' ; Y conseguir temerario
Cómeme ya por la parte Lo que no pudo Rodrigo,
Que todo ló merecía, Aquese rey afamado,
Por donde fué el principio Con todos los nobles godos,
De la mi muy gran desdicha.— Que los ves desbaratados?
El ermitaño lo esfuerza, Acuérdate qu'el su reino,
El buen Rey allí moría : Qu'en fuerzas fuera ahondado,
Aquí acabó el rey Rodrigo, Y por su sabiduría
Al cíelo derecho se iba. De todo el mundo admirado,
(Cancionero de romances. — It. TIMONEDA, Rosa Ya es perdido y destruido,
española. — It. gilva de varios romances. — Y en nonada es ya tornado.
It" Floresta de varios romanees.) Pelayo, yo te aconsejo ,
La tu vida deseando,
t Es una de las composiciones que merecen el nombre de Que te des luego á los moros
populares; pero se advierte desde luego en ella una reforma
considerable, hecha con mucha posterioridad, del romance Con esos tus allegados.
primitivo, pues su lenguaje y consecuencia en los consonantes Tú y ellos seréis muy ricos ,
demuestran demasiado el arte y el cuidado con que se han De riquezas ahondados;
buscado. Si no, moriréis á espada,
2
La lección de Cervantes en estos versos es: No escaparéis de sus manos.—
Ya me comen, ya me comen Don Pelayo cuando oyera
Por do mas pecado habia. Lo que Don Oppas ha hablado,
(Quijote, parí, u, cap. xxxvi.) Recibió muy gran pesar,
Y esta respuesta le ha dado :
—Oppas, tú fuiste arzobispo
ÉPOCA DEL REY DON PELAYO. Y en letras bien enseñado,
Rien sabes que tú, y el rey
Vitiza, aquese tu hermano,
607. Ensañaste mal á Dios
Con vuestros grandes pecados,
DE CÓMO DON PELAYO VENCIÓ A LOS MOROS EN COVADONGA. Junto con Don Julián
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Ese siervo de el diablo-.
Junto al rio Guadalete, En saña vos lo metistes,
Que á Jerez era cercano, Por do vino el grande daño
En la gente de los godos,
Aquese rey Don Rodrigo Varónos tan esforzados.
Vencido queda en el campo. Y aunque esto dure algún tiempo,
Venciólo el moro Tarif, Dios no nos habrá olvidado :
Por el su triste pecado : El nos dará la venganza
1
Los moros ganan á España , Del que á él hobo cansado.
oda la habían- conquistado Yo bien fío en su bondad,
Hasta Asturias de Oviedo Que será como lo hablo 7
Donde se huyó Don Pelayo. Y esto me hace no temer
A este alzaron por rey Los moros que me han cercado.
Los cristianos que han quedado. Cuanto mas que es mi abogada
Cercáronlo en una cueva Virgen Madre, con sus santos :
Mucha gente de paganos. Todos rogarán á Dios
ROMANCERO GENERAL,
m Nos libre d'este quebranto. Con increíble presteza
Yo creo con estos pocos Se puso del otro cabo.
De cobrar lo qu'es ganado Los moros, que le seguían,
A los fuertes nobles godos , Visto un caso tan extraño,
A quien se ha hecho el estrago, No se atreviendo ninguno
Que muchas mieses se crian A lo que el godo esforzado,
Y multiplican un grano.— Se quedaron á la orilla,
Y acabando estas razones No sin razón admirados.
A la cueva se ha tornado. Caminó al valle de Cangas
Todos los que están con él El infante Don Pelayo ,
Quedaron muy asombrados, Adonde de España y godos
En ver que de tantos moros Fué luego por rey jurado,
Todos ellos son cercados; Y recogiendo las gentes,
Todos de un corazón De que hizo grueso campo,
A Dios estaban rogando Los exhortó de manera
Que les ayudase y libre, Que al mas tímido hizo osado,
Y no mire á sus pecados. El valor al valeroso
Cuando vio el mal Obispo, Con esfuerzo acrecentando.
Que no aprovecha lo hablado, Tanto pueden las palabras
Mandó á todos los moros Dichas con fervor honrado,
Que combatan los cristianos, Que la victoria consiguen ,
Qu'están sin seso medrosos, Mas que el vigor de los brazo».
Y de bien desesperados ; Pues como estuviese ya
Que acometan con las armas De moros cubierto el campo,
Y que los hagan pedazos. Cuyo caudillo Abrahen
Con muy grandes alaridos Era, y Don Oppas el malo,
A. la peña están tirando Arzobispo de Sevilla
Muchos honderos con piedras, Y del rey Vetiza hermano,
Con ballestas y con dardos. Que de los julianistas
Mas como el poder de Dios Era capitán nombrado,
Lidia por los encerrados, Tornándose de pastor,
Las piedras y las saetas Lobo contra sus rebaños,
Y dardos que habían tirado, Con sangriento proceder,
Vuélvense contra los moros, De Dios y de sí olvidado;
Muchos matan en el campo : Viendo el notorio peligro
Veinte mil eran los muertos, En que estaba el rey Pelayo ,
Sin otros muchos llagados. Mil soldados escogió
Los moros, cuando esto vieron, De los mas disciplinados
Todos están asombrados; En el bélico ejercicio,
Pelayo alababa á Dios Y en un Cóncavo peñasco
Por el miraglo pasado. Que una honda cueva haciS,
Cobran todos corazón Se metió, y por lo mas alto
Contra los moros malvados; De los intratables riscos
A unos matan, otros prenden, Dejó los demás soldados.
D'ellos se han bien vengado. Raten la cueva los moros
Muerto quedaba Almazan, Con piedras, flechas y dardos;
Preso Oppas el malvado; Mas como al intento bueno
Por el monte de Atizona Nunca Dios niega la mano ,
Huyen los que habian quedado ; Quiso mostrar su grandeza
Cayera el monte con ellos, Con un notorio milagro,
Debajo los ha tomado. Y fué : que todos los tiros,
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.) Que los moros indignados
A los cristianos tiraban,
Resultaban en su daño ,
608. Y volviéndose á los moros,
Mas de treinta mil mataron.
AL MISMO ASUNTO. Conociendo esta merced,
{De Gabriel Lobo Laso de la Vega.) Y el favor del cielo grato,
Por nunca usados caminos Sale apriesa de la cueva
El godo infante Pelayo Con su gente el rey Pelayo ,
Con diligentes talones No dejando moro vivo
El caballo aflige en vano, De todos, en poco espacio.
Cuyos abiertos ijares Mató al caudillo Abrahen,
Iban sangre destilando; Don Pelayo peleando,
Mas no el temer de la espuela Y al Arzobispo traidor
Apresura el paso tardo. Prendió por su propia mano.
Iba huyendo del rigor . Fué parte aquesta victoria
Del sanguinoso contrario, De otras que aquí no señalo,
Que en su seguimiento iba Con que , de la ya perdida,
Con gran gana de alcanzarlo. Alguna tierra ganaron,
Mas como Dios le guardaba Venciendo muchas batallas
Para negocios mas arduos, De moros en campo raso.
Quiso de un aprieto tal Pues como el rey Alcoral
Por bien de España librarlo. De España supo el estrago,
Llegó al rio de Pionía , Primero rey que fué d'ella,
El cual muy crecido hallando, Hizo que al Conde malvado
Puso la espada en la boca Le cortasen la cabeza,
Que fuese causa, pensando,
Y atravesándole á nado Con los dos Sisberto y Evas
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 413
Hijos de Vetiza el malo; Cerraron todas las puertas
Y á su mujer la Condesa Y á los moros la entregaran:
Los moros apedrearon, Salieron á los cristianos,
Y un hijo, que el Conde tuvo Que d'eslo no saben nada,
Pequeño, le despeñaron. Y como están desarmados,
En esto pararon todos, En el campo á todos matan.
¡De su traición justo pago! Entraron luego en Toledo
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romanceroy tragedlas de.) Y por ella fuego andaba,
Lo que no bastaba á nadie
El una reforma ampliando el romance número 607. Si malos no la entregaran.
( SEPÚLVEDA, Romanees nuevamente sacados, etc.)
609.
TOMA DE CARMONA POR MUZA. 611.
(De Lorenzo de Sepúlveda.) ACÁBAT, REÍ MORO DE ESPAÑA, MATA ALOS GRANDES TUR-
Perdidas son las Españas, BULENTOS, PARA ASEGURARSE EN EL TRONO.
Tarif las había ganado; (De Gabriel Lobo Laso de la Vega.)
Muza que es su compañero
Sobre Carmona es llegado. Después que el Conde traidor
Con él está Don Julián, A los moros vendió á España,
Ese alevoso malvado; Del rey Rodrigo agraviado
Padre era de la Cava, Por lo que hizo con la Cava,
Que todo el mal ha causado. Reinaron diversos reyes
No puede haber el castillo, En ella, mas no duraban,
Que es muy fuerte y torreado : Porque en no siendo á su gusto
Pensaron muy gran traición Reino y vida les quitaban,
Para la haber á su mano. Y así reinar tan costoso
Muza la mandara al Conde, Ningún moro cobdiciaba.
Que con gente de cristianos Queriendo mas vivir pobres
Parezca que van huyendo, Que reyes muerte temprana,
Hallaban difícilmente
Y que él lo iria acosando ; Rey, aun rogado, en España.
Que viéndolo los de dentro, Eligieron á Acabat,
Entrada le habrían dado, Moro valiente y de fama,
Creyendo que huyen de moros, El cual viendo el gran peligro
Y ansi los habrán lomado. Que tenia el que reinaba,
El falso Conde maldito En su esfuerzo confiado
Hizo lo que fué mandado : Dio una traza temeraria;
Los de adentro lo acogieron, Que estas suelen levantar
Muy bien lo habian hospedado. A quien la fortuna ampara,
Hacia allá á la media noche Y fué : que el nombrado día
La traición había obrado; Que con solemne algazara
Levantóse y á los suyos Y costosísimas fiestas
Las velas habian tomado : Por su rey le juró España,
Metieron dentro los moros; Habiéndose aconsejado
La villa les han ganado. Con dos amigos que amaba,
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente tacados, etc.) Juntas todas las cabezas
De su reino en una sala,
Les pide ninguno de ellos
De su palacio se vaya
610. Hasta que trate en secreto
TOMA DE TOLEDO POR TARIF. Cosa que al reino importaba.
Obedeciéronle todos,
(Be Lorenzo de Sepúlveda.)
Y algunos de mala gana.
Perdido era Don Rodrigo, Retiróse en una pieza
Tarif va ganando á España; El Rey, d'ellos apartada,
A Toledo habie llegado, De adonde un portero sale
Casi la Semana Santa. Diciendo que el Rey los llama;
Falta habie de cristianos, Pero que entren uno á uno,
Desamparada quedaba; Porque es orden por él dada,
Los que hay, muy pocos armados, Y el acordado negocio
Que las armas les faltaban. Silencio grande demanda.
La villa, como es tan fuerte Entró Moirel adelante,
Ningún cerco recelaba; Viejo Alcaide de Granada,
En ella hay muchos judíos, Que era en el votar primero
Que en Toledo se criaran. En cualquiera junta y habla.
Domingo era de Ramos, Estaba el Rey con los dos,
Gran fiesta se celebraba ; Que el hecho le aconsejaran:
Los cristianos la hacían, Era la pieza algo oscura,
Que no la gente marrana, De industria de luz privada.
Y por honra de la fiesta En viendo á Moirel el Rey,
iban a Sancta Leocadia A un rincón d'ella le aparta,
A oír la predicación Y sin ruido ninguno,
i de Dios la su palabra. Mientras con el Rey hablaba,
Los íudlos como malos, Los dos advertidos moros
venden la gente cristiana;
) r a o n u r a n Le ponen á la garganta
r! í .P y 8 traición,
wnTanftiénenla obrada. Un escurridizo lazo ¡
A quien presto rindió el alma.
M ROMANCERO GENERAL.
Mótenle én otro aposento, El primero de aquel nombre,
Que de allí apartado estaba, Y entrando en el primer año,
Teniendo á la ejecución En la era de ochocientos
Siempre las puertas cerradas. Sobre esos veinte y tres años,
D'esta suerte procedió Cuéntase qu'este rey era
Con los demás que quedaban, Muy bueno y muy esforzado
Hasta que vio las cabezas. Mas que nunca hubo batalla
De todo el reino cortadas, Contra moro ni cristiano,
Que fueron mas de trescientas, Ni menos sacó su hueste,
Y aun adelante pasara Maguer qu'era muy osado.
Si á la mano no le fueran Reinando pues este rey,
Los dos, diciendo : Bastaba Y en el segundo año entrado,
Para castigó y ejemplo, No se halla que hiciese
Que era lo que procuraban. Ningún hecho señalado,
Mandó tras aquesto el Rey, Sino acordarse que un tiempo
Que entrasen los que quedaban Fué d'Evangelio ordenado,
Todos juntos, porque viesen Por do no podia ser rey,
En qué ios traidores paran, Pues lidiar l'era vedado,
Diciéndoles :—Hasta aquí Ni menos hacer'justicia,
No ha tenido rey España ; Lo que á todo rey l'es dado;
Agora le tiene tal Y así, como quier que fuese
Cual conviene que le haya, Animoso y esforzado,
Y es muy bien primero echar No quiso tener el reino :
Los enemigos de casa, Por su sobrino ha enviado.
Antes de ir tras los de fuera, Este era el rey Alfonso,
Que es empresa menos ardua, Qu'era tio de Mauregato,
Pues no se pelea bien El cual estando en Navarra,
Sin guardarse las espaldas. Vino luego á su mandado;
Hecho fué aunque crudo, digno Y siendoant'el Rey venido,
De eterna y loable fama, El reino le ha renunciado :
Con que aseguró su reino Esto voluntariamente,
Y hizo su vida larga. Que de nadie fué forzado.
Reinó mucho tiempo, y hizo Cuatro años y seis meses
Altas cosas por las armas. Los dos del reino han gozado;
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias de.) Con unión y gran placer
Reinaron en igual grado;
Y aunque Alfonso iuese rey,
ÉPOCA DE LOS REYES DE LEÓN, FAVILA , MAU- Bermudo era rey llamado.
REGATO, ALFONSO II EL CASTO, BERMUDO I, Hasta el punto que murió
Y RAMIRO I; CON LOS ROMANCES DE BERNAR- Fué como tal acatado;
DO DEL CARPIÓ. El cual murió de su muerte,
Y en Oviedo fué acostado
Con la Reina su mujer,
612. Con quien él era casado,
MUERTE D E FAVILA. Llamada Doña Emilona,
(De Lorenzo de Sepúlveda.) De la cual se habia apartado
Solo por razón de aquello
Muerto era ese buen rey, Porqu'el reino habia dejado,
Don Pelayo era llamado , Y esto, después que dos hijos
Que ganó de lo perdido En ella Dios le habia dado,
Por Rodrigo desdichado. Don Ramiro y Don García,
Enterráronlo dentro en Cangas, A quien Dios no negó estado
Su hijo heredó el reinado: Que ambos á dos fueron reyes;
Don Favila se llamaba, Mas en siendo el Rey finado,
, Nieto del otro preciado. Reinó luego en su lugar
Dos años lo tiene no mas, El rey Don Alonso el Casto.
Porque era muy liviano;
Amaba mucho la caza, (Cancionero de Romances.)
Mas que conviene á su estado:
Corriendo la montería
Un gran oso habie hallado; 614.
Matarle quieren los suyos; MILAGROSA CRUZ D E OVIEDO.
Favila lea ha mandado
Que ninguno mate al oso, (Anónimo.)
Que el solo quiere matarlo. Reinando el rey Don Alfonso,
Luego arremetió con él, El que Casto era llamado,
A los brazos han llegado; Después de haber á los moros
Mas por la su desventura Por batalla quebrantado,
El oso lo habie matado. Teniendo en paz sus dos reinos,
Y estando muy ocupado
(SEPÚLVEDA, Romanees nuevamente sacados, etc.) En el templo que hacia
De Sant Salvador llamado :
Cuéntase d'él que tenia
613. Muy gran valor allegado
MUERTE DE BERMUDO I DE LEÓN. De muchas piedras preciosas,
[Anónimo.) A qu'él era aficionado;
Reinando el rev Don Bermudo Y en cuanto se hacia el templo,
Tomó en sí muy gran cuidado,
Por muerte de Mauregato, De hacer una cruz de oro,
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. m
Oue asi lo tenia pensado, Por señor del reino todo,
Y de engastonar en ella, Y túvolo sosegado
Como lo tenia acordado, En la era de ochocientos,
De aquellas piedras preciosas Contando veinte y ocho años.
Oue para ello habia guardado. Aqueste rey Don Alfonso
Pues avínole así un dia, Fué casto y bien fortunado,
No d'ello muy descuidado, Hijo del rey Don Fruela,
Oue saliendo de oir misa, Muy bien acondicionado,
Yendo para su palacio, De todos bienes cumplido,
Con él allí en el camino " De virtudes adornado.
Dos Angeles se han hallado Entre los bienes que habia,
En traje de peregrinos, Era piadoso y manso :
Qu'el hábito lo-ha mostrado. Hizo limpia y casta vida,
Preguntóles qué hombres eran, Jamas fué á mujer llegado;
Y ellos tal respuesta han dado : De aquí tomó sobrenombre
— Buen señor, somos plateros. — De ser el Casto llamado.
D'esto el Rey mucho se ha holgado, Fué en gran manera este Rey
Y dióles del oro y piedras Valeroso y esforzado.,
Cuanto vio que habia bastado, Ca hubo muchas batallas
Y una casa apartada Con los moros, de su grado,
Para labrar á su grado; Las cuales todas venció,
Y mandó que le labrasen Que ninguna le han ganado :
Por arte y ser extremado Tomóles muchos lugares,
Una muy hermosa cruz, Púsoles bajo su mando;
Cual habia deseado. Tan bien defendió su tierra,
Tomando el oro y las piedras, Que enojar nadie le ha osado.
Que por el Rey les fué dado, Alongó también de sí
Se fueron á su aposento, Los alárabes, lidiando ;
Mantuvo también en paz
Y el Rey se fué á su palacio. Sus gentes, y halas sacado
Estando el Rey ala mesa, Del grande miedo en qu'estaban;
Mandaderos ha enviado,
Que mirasen lo que hacían Y así los hubo esforzado,
Y si les fallesce algo. Que el gran temor que tenían
Cuando entraron en la casa En esfuerzo lo ha tornado.
Donde los habían dejado, Queriendo servir á Dios,
Hallaron la cruz ya hecha, De hacer ha comenzado
Y á ellos no habían hallado. Un templo rico y solemne,
De obra tan maravillosa De Sant Salvador llamado,
Atónitos se han quedado; En la Seo obispal de Oviedo,
La claridad que salia Y en sitio bien apropiado
La vista les ha turbado. Porque mejor estuviese;
Vánselo á decir al Rey, Y otro mayor y mas alto,
Del yantar se ha levantado: Que á los apóstoles doce
Fuese luego para allá, El babia dedicado :
Y como dentro hubo entrado , El otro á Sant Salvador,
Hallando hecha la cruz Que siempre le habia ayudado.
Mucho se ha maravillado, Y hizo ahí una capilla,
Y mas del gran resplandor, No con pequeño cuidado,
Que d'esto quedó admirado, A honor de Santa María,
Y de no ver los maestros Do su nombre fuese honrado,
Quedó muy mas espantado: Y otra capilla cabe ella
, Viendo ser obra de Dios De Tirso mártir el santo.
' Muy muchas gracias le ha dado. . Después hizo para sí
El Obispo ,y clerecía, Unos muy ricos palacios :
Con todo el pueblo juntado, Eran grandes y muy buenos,
Vinieron al punto allí, Por extremo bien labrados,
Que por el Rey fué mandado, Y por todas las labores
Y así muy honradamente Puso pilares de mármol :
Con loores la han llevado Cubriólos de plata y oro ,
A ponella en el altar Y hízolos dibujados.
De aquel templo tan loado A honra de Sant Miguel
Del señor Sant Salvador, Hizo un altar extremado
Adond'el Rey la ha tomado, Dentro de Sant Salvador,
i «on mucha devoción , Por maravilla labrado,
WHI corazón humillado, Y sobre aquel altar puso,
La puso luego sobre él, Por mas honoriflcallo,
J>olo, con su misma mano, El arca de las reliquias,
loando todos á Dios Que á Estúrias habia llevado
Por tan hermoso milagro. El arzobispo de Urban
Y el santo rey Don Pelayo ,
{Cancionero ieRomances.—It. TIMONEDA, ROSO De la ciudad de Toledo,
tspañola.)
Cuando cayó de su estado
Toda España juntamente
615. Por la culpa del pecado
Que cometió Don Rodrigo,
ÍONDACIONES PIADOSAS DE ALFONSO E L CASTO. El Rey malaventurado,
{Anónimo.) Cuando perdieron los godos
rw!£P£es d e
muerto Bermudo , La tierra que habían ganado.
Quedó Don Alfonso el Casto ' Todo esto que habernos dicho
¿16 ROMANCERO GENERAL.
Hizo este Rey tan honrado, Corrió á Castilla la Vieja ¡
A honra de nuestra Señora Y mientras allá hubo estado ,
Y de su Hijo sagrado. Un conde, con mal consejo,
A esta iglesia de Oviedo, , Contra él se ha levantado;
Por ser templo tan honrado, El cual por su propio nombre
De todas partes del mundo Llamaban Nepociano :
Viene gente á visilallo, Del palacio del Rey era
Porque hay muchas perdonanzas, Su natural y vasallo.
Y es por el mundo sonado. Pensando de haber el reino
Allí está la vestidura Mas por fuerza que por grado,
Que á Sant Alfonso ha dado Metió bullicio en la tierra,
La Virgen Santa María, Y en Asturias se ha encerrado.
Como es averiguado. Mas luego qu'el Rey lo supo,
Aquel'arca donde han Para Galicia ha guiado ,
Las reliquias encerrado, Y en esa ciudad de Burgos
Fué hecha en Jerusalen, Muy grande gente ha juntado,
Como esta determinado. Y entrando por las Asturias,
Cuando la persecución Toda la tierra ha estragado.
De Mahomud, el malvado, El Conde , cobrando esfuerzo,
La trajeron á Sevilla, Con el bando asturiano,
Donde gran tiempo hubo estado. Otrosí con los gascones,
Después se guardó en Toledo En lid con el Rey ha entrado
Mas de setenta y cinco años, Cabe el rio de Nareca;
Hasta qu'en ella metieron Pero fué vencido al cabo.
Las reliquias que he contado, El cual, viéndose vencido,
Que á Asturias fueron llevadas Con miedo se huyó del campo:
Por Urban y Don Pelayo. Mas siguiéronle dos Condes
(Cancionero de Romances.) Con voluntad de alcanzarlo.
Seuma y Cepion se decían ,
EnPravialo han alcanzado.
Después que lo hubieron preso,
616. Al Rey se lo han presentado :
MUERTE DE ALFONSO EL CASTO. Sacáronle entrambos ojos,
(Anónimo.) Y esto hecho j acabado ,
Tuvo el Rey de allí adelante
El casto rey Don Alfonso El reino muy sosegado,
Reinó cuarenta y un años, Ca non osaba ninguno
En la era de ochocientos , Hacerle pesar ni daño.
Sobr'eslos cincuenta y cuatro, El hizo meter en orden
Después de haber mantenido, Al conde Nepociano,
Como sabio y esforzado, Y darle cumplidamente,
Su reino en paz y justicia, Hasta que fuese finado,
Guardándolo en igual grado ; Lo que menester hubiese,
Y hizo muchas batallas , . Aunque mal lo habia enojado.
En que fué bien fortunado. En lo cual hizo este Rey
Murió en la ciudad de Oviedo, Como justo y esforzado ,
Y habiendo el alma á Dios dado, Pues con esto estuvo el reino
Fué, como gran Rey qu'era, Seguro y pacificado.
Honradamente enterrado
En un templo qu'él hiciera (Cancionero de Romances.)
De Santa María llamado,
El cual todo era de piedra
Muy ricamente labrado. 617.
Aqueste rey Don Alfonso , RAMIRO I.° QUITA E L FEUDO DE LAS CIEN DONCELLAS.
Cuyo renombre fué el Casto,
Maguer que tenia mujer, (Anónimo.)
Nunca á ella fué llegado : En consulta estaba un dia
Hizo buena y limpia vida, Con sus grandes y consejo
Y fué de Dios muy amado; El noble rey Don Ramiro
Y d'esta Reina se dice Varias cosas discurriendo,
Que fué hermana del rey Cario, Cuando sin pedir licencia
Que por Francia y lodo el mundo Se entró por la sala adentro
Fué llamado Carlo-Magno, Una gallarda doncella
Y que su nombre era Berta, De amable y hermoso gesto,
Como escrito se ha hallado. Vestida toda de blanco,
Pues, antes qu'el Rey muriese A quien el rubio cabello
A todos dejó mandado Bordaba de oro los hombros, #
Que alzasen á Don Ramiro ' A causa de venir suelto.
Por rey de todo el reinado," Ponen los ojos en ella,
Hijo del rey Don Bermudo ; Y poniéndolos en ellos
Y el dia que hubo nombrado, Ella comenzó á hablar,
Apenas fué muerto el Rey, Y ellos á darle silencio.
Cuando por rey lo han alzado. — Perdóname, dice, Rey,
Aqueste fué el rey primero Si tu Consejo atropello,
Que Ramiro fué llamado, Aunque si te le dan malo,
El cual siete años reinó, Antes soy digna de premio.
Mas en el primero ha entrado No sé si de rey cristiano
Con ánimo valeroso, Te dé nombre, porque entiendo
Siendo él muy esforzado. Que con fingida apariencia
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 417
nebes ser moro encubierto; Ni consienta que de moros
nue quien da á los que lo son Queden muertos en el campo;
Las doncellas ciento á ciento, Ruéganle que los acorra
Si va no es moro, á ellas Pues es su Dios soberano.
Las soborna para serlo. Adurmióse el rey Ramiro,
i por darle muerte oculta
S
Santiago le ha hablado:
Vas desangrando tu reino, Dijole : — Rey, sabe cierto
Por harto mejor tuviera Que cuando Dios por su mano
De una vez pegarle fuego ; Nos repartiera las tierras
0 si no en tributo y parias Do fuésemos predicando,
Dieras hombres á lo menos, Solo España á mí la dio
Que era dalles enemigos, Que le tuviese á mi cargo.
De quien vivieran con miedo. Defendella he de los moros ,
Pero si les das doncellas, Favor soy de los cristianos :
Allá, en dejando de serlo, Despierta tú, Rey, no duermas ,
Nacerán de cada una No dudes lo que te hablo,
Cinco ó seis contrarios nuestros. Que yo te vengo á ayudar
Mas bien acordado está Contra los moros paganos.
Que tus hombres se estén quedos, Con una cruz colorada,
Porque puedan engendrar Rey, me verás peleando,
Hijas que paguen en feudo : Seña blanca sobre mí
Que solo para engendrallas Y también sobre el caballo.
Deben de tener sugeto Confiésate t ú , el Rey,
De hombres, que en lo demás Y también los tus vasallos,
Yo por mujeres los tengo. Herid recio, que los moros
Si te acobardan las guerras, Muertos quedarán en campo :
Las mismas doncellas creo Llamad el nombre de Dios
Que han de venírtela á dar Con el mió apellidando.—
Por el mal que las has hecho, Despierto que fué el buen Rey,
Y sin duda vencerán, El sueño habia revelado;
Si lo ponen en efecto, Hizo lo que le mandó
Que ellas son mujeres hombres, Santiago, el apóstol santo.
Y hombres mujeres aquestos. — Hirieron fuerte, en los moros,
Alborotáronse algunos, Del campo los han lanzado,
Y el Rey, corrido y suspenso, Y tantos murieron d'ellos,
Determinó de morir Que no pueden ser contados.
O libertar á su reino. De allí quedara en Castilla
Juntó su gente de guerra, El invocar á Santiago
Y prestándoles su esfuerzo Al tiempo de las batallas
El glorioso Santiago, Que han habido los cristianos. .
Dio la batalla y vencieron. (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.)
Quedó medroso Almanzor,
Y el Rey con aqueste hecho
Dio libertad á Castilla, ROMANCES SOBRE BERNARDO DEL CARPIÓ.
Y á si mesmo honroso premio.
(Romancero general.)
619.
NACIMIENTO DE BERNARDO DEL CARPIÓ.
618. 1
(Anónimo .)
AL MISMO ASUNTO. En los reinos de León
El Casto Alfonso reinaba:
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Hermosa hermana tenia,
• De León y las Asturias Doña Jimena se llama.
Ramiro tiene el reinado. Enamorárase de ella
Lsos moros de Bardulia Ese conde de Saldaña,
Le enviaron su mandado, Mas no vivia engañado,
Que si paz quiere con ellos Porque la Infanta lo amaba.
Li tributo les sea dado Muchas veces fueron juntos,
m les daba aquese rey, Que nadie lo sospechaba;
Mauregato era llamado De las veces que se vieron
Lada ano son cien doncellas, La Infanta quedó preñada.
Las cincuenta hijas-dalgo, La Infanta parió á Bernardo,
Para se casar con ellas* ' Y luego monja se entraba;
» tenellas á su mando, Mando el Rey prender al Conde
wan pesar cobraba el Rey Y ponerle muy gran guarda.
En oír el tal recado: '
bntro en tierra de los moros, (Cancionero de romances.)
Machofeshabia estragado^' * Con este romance empieza la serie de los del famoso Ber-
M Albella, ese lugar? nardo del Carpió, que es, por decirlo asi, la personiOcacion del
DlE^ ? H h a b i
a n trabado; caballerismo feudal, ó de aquella semejanza suya que se in-
«espartiéralos la noche trodujo en una parte de las provincias de España fronterizas
del Norte. Bernardo del Carpió es nuestro Roldan, y rival al
Kn Ciar™, ese collado. mismo tiempo del francés. Semejantes en su nacimiento clan-
£°s «únanos con fatiga destino, en la persecución que sus nobles padres experimen-
*.Dios estaban llamando taron por tener amores con hermanas de sus soberanos,
. L ^ o dde los isus ojos quizá Bernardo excede, por ser español, á Roldan en arrogancia
eS
5au t rP °^do; rG y á la vez en cordura. Los desmanes que cometió contra su Rey
e fueron hijos, no de causas fútiles y de un amor propio herido,
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. e d Í a n
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sino del sentimiento íntimo que se rebela contra ¡a injusticia y
t w e no los haya olvidado, el abuso del poder. Roldan se enfada é insulta á Carlo-Magno,
T. X.
27
ROMANCERO GENERAL.
418
por un nonada, y solo le cede después de haberle humillado Andados diez y siete años
con servicios, que mas se asemojan á insultos, que no á consi- Del reinado que tenia,
deración ni respeto, mientras Bernardo, solo en su propia de- Cuéntase d'éí en su historia
fensa y después de haber agotado todos los medios de obtener Que este noble Rey habia
justicia de la bondad del Rey, apela á medios violentos. Obser-
vando los hechos y conducta de ambos héroes, ¿quién no ve en Una muy hermosa hermana
ellos la diferencia de caracteres y costumbres de las dosnacio- Que como á sí la quería,
nes que los aceptaron, por mas que el tipo francés haya influido Llamada Doña Jimena,
en la imitación española? Así como el Cid, verdadera represen- La cual, mientras él hacia
tación de nuestro caballerismo, se inoculó con algunas formas Mil bienes y santas obras
extrañas, asi Bernardo, de introducción extranjera, participo un Con que mucho á Dios servia
tanto y se acomodó a nuestras costumbres.
Dicen que se casó á hurto
Con el conde Sancho Diaz,
620. Que era conde de Saldaña,
A L MISMO ASUNTO.
De gran linaje y valia.
Hubieron ambos un hijo
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Que Bernaldo se decía;
El conde Don Sancho Diaz Mas como lo supo el Rey,
De Saldaña era llamado, Pesóle en gran demasía.
Casó con Doña Jimena, No pudiendo haber al Conde,
Hermana de Alonso el Casto; Para un señalado dia
Y no lo sabiendo el Rey Llamó á Cortes á L e ó n : ¡ 3
no d e
adre P o d r
romances.)
* Éste romance es una repetición del asunto del anterior, sin
mas que haber cambiado los nombres de algunos y las localida- 631.
des. Puede creerse que es de Timoneda.
BERNARDO SACA A L R E Y VENCEDOR E N LA REFRIEGA
s Alzaman llaman á esto rey en otras partes. DE POLVOREDA.
(Anónimo.)
630. No cesando el Casto Alfonso
De con los moros lidiar,
BERNARDO , VENCEDOR DEL FRANGES DON BUESO , PIDE AL Una muy gran hueste de ellos
REY LA LIBERTAD DE SU PADRE. La tierra le van á entrar.
{Anónimo .) 1 Tantos eran de los moros ,
Que era cosa de espantar;
Estando en paz y sosiego Los cuales muy esforzados,
El buen rey Alfonso el Casto, En ser tantos ademas,
Que de lidiar con los moros Hicieron de sí dos partes,
Estaba muy fatigada, Y fuéronse así á ordenar.
Nuevas le fueron venidas La una fué á Polvoreda,
Que por la tierra le ha entrado La otra fué á aquel lugar
Un alto hombre de Francia, Do el rey Don Alfonso estaba;
Que Don Bueso era llamado, El cual sin lo recelar,
Con gran hueste de franceses, Fué muy esforzadamente
Que la tierra le han entrado. Contra ellos sin tardar.
El Rey fué luego sobr'él Dos partes de la su gente
Con su sobrino Bernardo ; El Rey luego hecho ha :
Su batalla han en Osejo, Con la una va Bernardo,
Que es un lugar castellano; Con la otra el Rey se va.
Muchas gentes ademas Bernardo va contra aquellos
Murieron de cada cabo, Que á Polvoreda se van,
Y estando unos con otros Y con ellos fué á hallarse
Crudamente peleando, Donde su batalla han :
Bernardo y Don Bueso á dicha Tantos en el Val de moro,
En uno se habían hallado : Frontero de Portugal,
Bernardo mató á Don Bueso, Venció Bernardo, y mató
Aunque era muy esforzado. Tantos d'ellos ademas,,
Los franceses, viendo esto, Que querer hombre decillo
Desampararon el campo. Sería nunca acabar.
Pues, la batalla vencida El rey Alfonso otrosí
Y el campo todo robado, Con los otros fuera á dar
Bernardo suplicó al Rey, Cerca del rio de Duero :
Pues se lo tenia mandado, Allí fueron á lidiar.
H ue le soltase á su padre,
a después que fué avisado
De como yacia en prisión,
Tan bien se hubo el Rey con ellos,
Tanto se fuera á esforzar,
Que mató doce mil moros,
Era siempre acostumbrado
De en cada lid que venciese Y fué tal la mortandad,
Al Rey le haber demandado. Que los pocos que escaparon
Llevaron bien qué contar,
Y el Rey se lo prometía Y muy rico y muy honrado
Siempre que andaba lidiando, El Rey se fué á tornar
Mas después no se lo daba A su ciudad de Oviedo,
Cuando en paz y sosegado : Donde fuera á descansar. ,
Como otras veces hacia
Aquesta se le ha negado. (Cancionero de ww
Bernardo, con gran pesar,
No quiso ir mas á palacio,
Antes sin servir al Rey
Gran tiempo estuvo encerrado
Que a ningún cabo salia
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. 423
632. Tan guardado y defendido ?—
Dijo Bernardo : — ¿Qué dices?
BERTA D E LOS MOROS Á SU AMADA ESTELA ¿ Cómo quies que haya venido,
üjBNARDO^ C A Q B TENÍAN CERCADO.
P 1 0 ) Si ya de mi Estela el cielo
U B
Que salgades luego os mando * Parece reíorma, hecha por Timoneda, de un román
Desde hoy en nueve dias tradición oral. , n
0)1 M
rirn n S U S E S T A
D O S , Y PARTE Á OPONERSE AL EJÉR- Copia de gente hacia
CITO FKANCES: Para por fuerza tomar
(De Grabiel Lobo Laso de la Vega.) Lo que ofrecido le habían.
(LOBO LASO DE LA VEGA , Romancero y tragedias < etc..)
El valeroso Bernardo,
Hyo d Don Sancho Diaz,
e
En confuso conferir fueros de Asturias y León; pero es muy verdadero el s™" " e l
Unos dicen : —Libertad Bernardo como suplicante, sino como héroe, como " r i t 0
Las doncellas daban gritos, {De Gabriel Lobo Laso de la Vega *.)
Los escuderos lloraban;
Con las voces y alarido Las varias flores despoja
La floresta retumbaba. Del rocío aljofarado,
Alteróse un caballero Que con visos cristalinos
Que junto al camino estaba La vista alegran y el campo,
Recostado al pié de un roble; El veloz tropel fogoso
Poco habia que descansaba De un caballo rabicano,
Del trabajoso camino, Cuyos lujares batian
Y al punto en pié se levanta. Los nobles pies de Bernardo.
Ricas armas tiene puestas, Venía curiosamente
La visera levantada, El gallardo castellano
Y como vio la aventura, A la morisca vestido,
Su caballo aderezaba. Con el brazo arremangado,
En un instante le enfrena, Para no ser conocido
Y las cinchas le apretaba; Del francés campo contrario.
Del arzón colgó el escudo; Un asta de enjuto fresno
Tomó en su mano la lanza; . Fija en la derecha mano,
Sin poner pié en el estribo Y en la siniestra una adarga
Sobre la silla saltaba; En cuyo campo dorado
Arrimóle las espuelas Trae pintado un león sangriento,
Y la rienda le alfojaba. Sobre los pies levantado,
Llegó y hizo acatamiento; Que con las uñas hacia
Mas ninguno nó le habla, Una flor de lis pedazos,
Antes, viéndole delante Y encima un letrero verde
Mayores voces alzaban. Que decia : «Nada ó algo.»
Desea saber Rernardo Reparó de la carrera,
Aventura tan extraña, Y media rienda soltando,
Que este es Rernardo del Carpió, A un galope dio principio
, . -Sobrino del rey de España, Por el espacioso llano,
Que anda buscando á Roldan, A vista de Zaragoza
El conde y señor de Rrava. De adonde estaba mirando
Lee lo que dice el letrero, El poderoso Marsilio
Y ofrécese á la venganza. La destreza de Bernardo,
Luego le cuentan el caso Cuyo valor esparcia
De todo lo que pasaba : Con razón la fama tanto :
Las damas piden favor Mas el fuerte Rravonel,
Contra quien las agraviara, Del aragonés amparo,
Qu'es el fuerte Lepolemo, A quien tampoco hacia
Que un hermano les matara, En nada la fama agravio,
Por tomarles el castillo, Con Rernardo sale á verse
Y una de las tres hermanas, En un tordillo caballo,
Y cuando le hubo muerto Que entre doce que envió
D'esta manera les habla : A Marsilio presentados
«Que si dentro de ocho dias Un moro rey de Granada,
«Hallan quien haga batalla Como deudos que eran ambos,
«Con él, volverá el castillo Vino para Bravonel
«Sin hablarles mas palabra, El tordillo señalado;
'•;'':" «Y que si en todo este tiempo, * Que de hombres tales, es bien
| . . ' «Quien se lo pida no hallan, Haga el mundo, y Reyes caso.
\ "Que él escoja entre las tres Era Bravonel, de Acoyza,
i * «Aquella que mas le agrada Mora bella, aficionado,
' , «Para hacer d'ella á su gusto Enamorado y valiente,
Valiente y enamorado.
«Como si fuese su esclava.» Lo uno y otro tenia;
V - Al castillo vuelven todos, En uno y otro extremado:
\ Donde Lepolemo estaba : Rica marlota llevaba
| Rernardo le desafía, De azul y verde damasco;
;' Y en el campo le esperaba. Por rapacejos, pendientes
y Lepolemo oyó las voces, Lágrimas de cristal claro,
V Y asomóse á una ventana: De lisas hebras de plata.
}• Viendo solo un caballero Por todas partes colgando,
j-,-• En un momento se armaba.
;. Apriesa pideun caballo,;, Y unas letras que decian :
•'.. Tomó de presto la lanza,' «Tanto temo cuanto aguardo;
jj¡ >._.,:, Y apenas hubo salido «Que si esperanza me anima,
'?•.• :¿!^(iuanilo los dos se encontraban, «Celos me fuerzan á llanto.»
: -: ¿3*iS3<'ffS$p.i; fué-eLencuentro Azul y verde es la lanza ,
Que érbra\^.1^sj^>»o¿leda})a
( < Y del ancha adarga el campo,
Que le pasó á |%^a*pir4e. . ,', .,. „ -
{ M Y de azul y verde trae
Mas de ungía» palmo.de.Iánza-, - .-.:,•>• • Atada una banda al brazo. >
Con que libertó al castillo , . Bate el moro .entrambos pies,
"Y dio venganza á las damas. Un alió alarido,a¿¡sflado;
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) Parte el revúelfo tordillo
* El romance es puramente caballeresco, y una imitación Derecho para Bernardo,
exacta de los de su clase, escritos por el autor y otros poetas El cual al moro se viene,
entusiastas de los libros de los Amadises Y el uno al otro llegando,
ROMANCES RELATIVOS A L A HISTORIA DE ESPAÑA, 431
Baian lanzas y cabezas Y valor considerando,
Con comedimiento largo, Crece por puntos la gente ,
? á Zaragoza se van , De suerte que forma campo;
Porque con sus gruesos campos Despuéblase la ciudad,
Han de partir otro dia Y los pueblos comarcanos.
A Roncesvalles ufanos. Marcha á la ciudad augusta,
II OBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias, etc.
Cuyos muros baña ufano
» _ it. Seis romances famosos de la historia deEl caudal famoso Ebro
Del mundo tan celebrado,
' Bernardo, etc., Pliego suelto.)
Do el hijo del Zebedeo
i imitación de los romances moriscos. Fundó el edificio raro
. »ste pliego suelto impreso áfinesdel siglo xvu, se atri-
F n Que ciñe el Santo Pilar,
buye asi propio este romance y los demás un tal Diego Cosío. Estribo de nuestro amparo.
Allí Bravonel le aguarda
Con el sarraceno bando,
Que al rey Marsilio obedece,
646. Contra el francés declarado.
AL MISMO ASUNTO, (Romancero general.)
l
(Anónimo .) 4
Véase la nota del romace número 642, que es también apli
Con tres mil y mas leoneses cablea este.
Deja la ciudad Bernardo,
Que de la perdida Iberia
Fué milagroso restauro; 647.
Aquella cuya muralla
Guarda y dilata en dos campos INCREPA Y AMENAZA BERNARDO Á LOS QUE PRETENDÍAN
El nombre y altas victorias ENTREGAR E L REINO Á LOS FRANCESES.
De aquel famoso Pelayo.
Los labradores arrojan (Anónimo *.)
De las manos los arados, — No os llamo canalla vil
Las hoces, los azadones; Solo porque os llaman godos,
Los pastores los cayados; Y no ofender á Pelayo,
Los jóvenes se alborozan, Por agraviar á vosotros.
Aliéntanse los ancianos, Afeminados varones,
¿os inútiles se animan, Hijos del inútil ocio;
Fíngense fuertes los flacos, Usurpadores de nombre
Todos á Bernardo acuden, Tan ilustre y tan honroso ;
Libertad apellidando, Bastardos de la nobleza
Que el infame yugo temen Que codicia el mundo todo,
Con que los amaga el galo. Dalda lo que la debéis
—Libres, gritaban, nacimos, O echalda de vuestros hombros.
Y á nuestro Rey soberano Si queréis tan grave carga
Pagamos lo que debemos Facilitar por mil modos,
Por el divino mandato. A vuestros nobles pasados
No permita Dios, ni ordene Volved la mente y el rostro,
Que á los decretos de extraños Que no menos conquistaron
Obliguemos nuestros hijos, Que cuanto vieron sus ojos,
Gloria de nuestros pasados : Infame yugo poniendo
No están tan flacos los pechos, A los reinos mas remotos..
Ni tan sin vigor los brazos, ¿Tan duro es de conquistar
Ni tan sin sangre las venas, Este rinconcillo solo
Que consientan tal agravio. Donde estáis aniquilados
¡,E1 francés ha por ventura
Esta tierra conquistado? Y oprimidos de los moros,
¿Victoria sin sangre quiere ? Que le ofrecéis al francés
No, mientras tengamos manos. Con medios tan afrentosos?
Podrá decir de leoneses, ¿Tan flacos están los pechos,
Que murieron peleando; Y los brazos ya tan flojos?
Pero no que se rindieron, ¡ Mucho os debe vuestra patria,
Que son alfincastellanos. Imitadores de Codro,
Si á la potencia romana Pues su nombre eternizáis
Catorce años conquistaron Con hacerla sierva de otros!
Los valientes numantinos Si razones halagüeñas
Con tan sangrientos estragos, • Os mueven del rey Alfonso,
¿Por qué un reino, y de leones, Obedecedle en lo justo,
Que en sangre libia bañaron Y advertidle en lo dañoso;
susencarnizadas.uñas, Que el consejero que es fiel,
*¡scucha medios tan bajos ? Libre de intereses propios,
: J>éles el Rey sus haberes, Debe aconsejar su rey,
Mas no les dé sus vasallos; Y andará cual debe en todo.
Que en someter voluntades Que mudéis acuerdo pido,
«o tienen los reyes mando.— ¡Si no... Por el Dios que adoro , : ;
^on esto Bernardo ordena Que he de barajar la suerte, - ' -
sus escuadrones bizarros, De suerte que oá pese á todos !—
A quien desde una ventana Esto diciendo el del Carpió,
M'ra Don Alfonso el Casto, Con fiero semblante y rostro,
j-omo á su sangre le mira, Y con gran copia de gente
Wue le es como sangre grato, Sale de León furioso
t su gallarda compostura Blasfemando de franceses i
Y su yugo ignominioso i
ROMANCERO GENERAL.
m Blandiendo una gruesa lanza Y á dos leguas de León
Y batiendo los pies corvos. Se paró en medio de un llano,
{Seis romances famosos, de la historia de Bernar-Y levantando la voz
Volvió de esta suerte á hablallos:
do, etc., Pliego suelto.) — Escuchadme, leoneses,
i Se ha copiado el romance, de un pliego suelto impreso en Los que os preciáis de hijos-dalgo,
el siglo xvm; pero así este como los demás que contiene son Y de ninguno se espera
composiciones de losfinesdel vn. Hacer hecho de villano;
A defender vuestro rey
Vais como buenos vasallos,
Vuestra tierra y vuestras vidas,
BERNARDO V LOS SUYOS SALEN Á CAMPAÑA CONTRA Y las de vuestros hermanos.
LOS FRANCESES. No consintáis que extranjeros
Hoy vengan á sujetaros,
(Anónimo.) Y mañana vuestros hijos
Aguardando que amanezca, Sean de Francia un pedazo,
Para conocer la entrada, Y vuestras armas antiguas
Estaba el fuerte Bernardo El rico blasón trocando,
En los mojones de Francia, Veáis de lises sembradas,
Con trescientos compañeros, . En lugar de leones bravos,
Que es la costumbre que usaba Y el reino que ha tanto tiempo
Que diz bastan para mil Vuestros abuelos ganaron,
Cuando son hijos de España; Por solo el temor de un dia
Y antes que ponga en efecto Vengan á mandallo extraños.
El deseo que llevaba, Aquel que con tres franceses
A todos juntos les dice No combatiere en el campo,
De palabra estas palabras : Quédese, y seamos menos,
— Bien veis, leales amigos, Aunque habernos de igualaílos;
Los que sois de sangre hidalga, Que yo y los que me siguieren
Que esta empresa á que venimos Uno seremos á cuatro,
Es digna de buenas lanzas; Y cuando mas nos cupieren
Si hay alguno entre vosotros Para toda Francia vamos. —
Que entienda allanar su lanza, Esto acabando, arremete
Vuélvase de este mojón Con la furia del caballo,
Antes que pise la raya, Diciendo : — Síganme todos
Porque el que entrare una vez Los que fueren hijos-dalgo.
La suya ha de ser muy cara; [Romancero
Que cara ha de ser la cosa
Donde la honra se gana. * Mucha verdad de sentimientos nobles, generosos y carac-
Bien sabéis que á un español terísticos de verdadero españolismo contiene este romance.
Le viene de herencia y casta
Hacer espaldas los pechos,
Y no pechos las espaldas;
Y sino guardad las mias, 650.
Que solo aquesto me basta, LOS FRANCESES SE PREPARAN CONFIADOS Á LA BATALLA
Porque mi lanza no teme DE RONCESVALLES.
Toda Francia cara á cara ;
Y aquel que no se atreviere (Anónimo.)
A mantener su palabra, Blasonando está el francés
Mas vale faltarme aquí, Contra el ejército hispano,
Que no conozcan sus faltas.— Por ver que cubre su gente,
Todos juntos le responden Sierra, monte, campo y llano.
Que no tema la batalla, Dice Roldan que ha de ver
Que cada cual es Bernardo Si es tan valiente Bernardo
Los que á Bernardo acompañan. Como lo pinta su España, .
Cuando ya el sol por las cumbres Por león feroz y bravo.
Dora las humildes plantas, Van estampando la arena
De la sarracena gente Las tropas de los caballos,
Oyen grita y algazara : Con tanto ser y destreza ,
Aperciben sus caballos, Que apenas huellan el campo;
Que ya lo estaban de armas, «Y contra el gran Bernardo
Y en buena guisa de hidalgos » A son de trompas y cajas
Para sus contrarios marchan, »En buen orden van marchando.»
[Romancero general.) Van los doce de la fama
Con el viejo Carlo-Magno,
Haciendo alarde de reinos
Que en poco tiempo han ganado.
649. Los estandartes despliegan
AL MISMO ASUNTO. De llores de lis bordados,
Diciendo que han de añadir
(Anónimo K) Un castillo y un león bravo :
Con los mejores de Asturias No piensan que hay en la tierra
Sale de León Bernardo, Quien las iguale en el campo,
Puestos á punto de guerra Y esperan que en Roncesvalles f
A impedir á Francia el paso, Darán fin á sus cuidados. 6, , ,
Que viene á usurpar el reino
A instancia de Alfonso el Gasto, (MADRIGAL, Segunda f arle del Romancero genera»
Como si no hubiera en él
Quien mejor pueda neredallp,
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 45*
¡Muy bien mis grandes servicios En este pliego pone el romance como suyo Diego Cosío,
Con este nombre se premian! poeta de unes del siglo xvn, pero es un plagio sin duda. El
romance es, como se ve, a! asunto mismo que el anterior; tero
De los cuales fuera justo animado con un buen diálogo y reformadoá la manera de los'
Que noticia se tuviera : definesdel siglo xvi.
Mas es propio del ingrato;
Su propiedad, Rey, es esta,
Olvidar el beneficio, 656.
Por negar ia recompensa. LOGRA BERNARDO QUE LE ENTREGUEN SO PADRE ,KAS
Una os debiera obligar, CUANDO YA ERA CADÁVER.
Si de otra no se os acuerda,
Cuando en la del Romeral, (Anónimo.)
En la dudosa contienda —Antes que barbas tuviese,
Os mataron el caballo, Rey Alfonso, me juraste
Quedando en notable afrenta : De darme á mi padre vivo, «
Y yo, como soy traidor, Y nunca me das mi padre.
vs di el mió con presteza, Cuando nací de tu hermana,
Sacándoos, como sabéis, Que nunca fuera mi madre ,
ue aquella mortal refriega, Le metiste en la prisión,
ror ello me prometistes Y aun dicen que meses antes.
Jjon razones halagüeñas Acuérdate, Alfonso rey,
«e darme á mi padre libre, Ya que no del, por mi parte,
sin lesión y sin ofensa.
mE
Que es tu hermana sangre luya,
P ° »l vuestra palabra Y que es mi padre mi sangre.
^umphstes y real promesa; Sí yerros fueron los suyos,
We para ser rey, por cierto , Bien de hierros le cargaste;
Tenéis muy poca firmeza,
q u e m u r
Que los que son por amor
C^f c ' ó en la prisión, Alcanzan perdón de balde.
» « s a b é i s , con pasión vuestra. Prometido me lo tienes,
Mas s, yo f e el e debo, U ra qU No de tu palabra faltes,
» el hijo que debo fuera, Que no es oficio de reyes,
Que de lo dicho se extrañen.
A tu cargo es la justicia,
rero yo la vengaré,
a u , a s d Y á mi cargo él libertarle;
p " l J onde entienda,
a
Pero si yo soy mal hijo
2 « mas os deservir, No debo, Rey, de culparte.
,«M notable daño os venga.
Todos mis amigos dicen
436 ROMANCERO GENERAL.
Que soy guerrero cobarde, Al magno Rey suplicaba
Sabiendo que padre tengo, Que á su buen padre librase
Y que no conozco padre. De la prisión en que estaba,
Después que espada me ciño Pues que se lo prometió,
La he puesto por tí en mil lances, Y jamas no se le daba,
y cuanto mas la ejercito, Ño lo quiso el Rey hacer,
Menos mercedes me haces. Lo que Bernardo demanda.
Si de mi padre te extrañas, Bernardo con gran, enojo
No es justo d'ella te extrañes; Del Rey se desnaturaba :
Que algún galardón merece Las tierras del rey Alfonso
Quien buenos servicios hace. Todas se las estragaba.
Si en premio d'ello merezco Prendió muchos caballeros;
El premio que el mundo sabe, Al Rey venciera en batalla;
Tiempo .es ya que me le des, Los grandes de los sus reinos
Buen Rey, ó me desengañes. Al buen Rey le suplicaran
— Calledes vos, Don Bernardo, Que dé á Bernardo su padre
. |ío temáis que yo vos falte, Don Sancho Diaz Saldaña,
Porque Bernardo los prende,
Que la merced de los reyes,
Si se cumple, nunca es tarde; Y á muchos d'ellos mataba :
Que antes que mañana oiga Las tierras todas les corre,
Misa en San Juan de Letrane, D'ello gran mal se causaba.
Veréis vuestro padre libre El Rey por bien de su reino
De su persona y mi cárcel.— Lo que piden aceptaba,
Cumplióle el Rey la palabra, Si Bernardo le da el Carpió,
Mas fué con engaño grande, Castillo que edificara.
Porque sin ojos y muerto Bernardo tuvo por bien
Mandó que se le entregasen. De dar lo que le demandan :
(Romancero gentral.) El Rey cobrara el castillo;
Por el buen Conde enviara
A Luna, castillo fuerte,
Donde el Conde preso estaba.
657. Don Tibalte y Arias, godos,
AL MISMO ASUNTO. Al Conde muerto le hallaban :
En baños al Conde meten,
(Anónimo *.) Su persona aderezaban;
Hincado está de rodillas Honradamente le traen
Ese valiente Bernardo Donde el rey Alfonso estaba.
Delante el Conde su padre Salió el Rey á recibirlo
Para besarle la mano, Con Bernardo, y su mesnada.
Porque el casto rey Alfonso Llegando cerca del Conde,
De merced se lo ha otorgado. Bernardo se adelantaba:
Desque la mano le toma, Llegó al Conde su padre;
Frió y muerto le ha hallado, Las sus manos le besaba.
Y con llanto doloroso Cuando las vido estar frias,
D'esta manera ha hablado : Y la color demudada,
— ¡ Oh conde Don Sancho Diaz! Y que no le respondía
¡Oh buen conde desdichado! A lo que le preguntaba,
Por tener vos tan mal hijo Entendió que el Conde es muerto:
Habéis venido á este estado. Muy gran clamor levantaba,
No quiero vivir sin vos; A grandes voces diciendo :
Morirme es mas aeertado; — ¡Ay, buen conde de Saldaña,
No quiero ser español, En mal hora me engendrastes,
Ni ser Bernardo llamado, Pues que vivo no os cobraba!
Hasta que vengue tu muerte, De vuestra larga prisión
Como ya estoy obligado. — Yo, buen señor, soy la causa :
Y acabadas las razones, No me llamen vuestro hijo,
Denodado va á palacio, Pues de veros no gozaba
En busca del Rey su tio , Sino muerto como estáis.
Que de él quiere ser vengado, ¡ Gran dolor es á mi alma!
Turbado el rostro, furioso, (SEPÚLVEDA, Romances nuevatnentesaeados, et
Y el color muy demudado.
[Seis romances famosos de la historia de Bernar a
i El autor de este romance se aparta de la »" Jí'°" , S l
do, etc. Pliego suelto.) llamando Alfonso el Magno al que la historia denommaei ^
i Aunque moderna la Impresión de que se ha copiado, el
romance Dertenece á unes del siglo xvi. 659.
AL MISMO ASUNTO
658. (Anónimo.)
A L MISMO ASUNTO.
— ¡ Mal mis servicios pagaste, ..
Ingrato rey Don Alfonso,
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Sabiendo que tu defensa
En León y las Asturias, Estaba toda en mis hombros!
Alfonso el Magno reinaba *, Mi padre me prometiste;
El tercero d'este nombre Mas, como rey alevoso,
De los que antes reinaban. Muerto y sin ojos le entregas,
En su corte está Bernardo; Porque le viesen mis ojos.
Por fuerte se señalaba; ¡Oh, mal hayan mis servicios,
Las rodillas en el suelo, Y aqueste brazo furioso,
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. éi
Oue con tan hidalgas obras Juramento á mi Dios hago. —
Ganó servicios tan cortos! Y sobre las blancas armas
D e hoy adelante he de ser Luto se puso el del Carpió.
De tus contrarios socorro, [Códice del siglo xvu, Biblioteca nacional.)
Porque premien los extraños
Las Faltas de reyes propios.
No de su muerte me pesa:
Pésame que dicen otros 661.
Oue si yo buen hijo fuera, BERNARDO INCREPA AL REY POR S ü INGRATITUD.
No te guardara el decoro,
ya maldigo el diestro brazo, (Anónimo.)
Que por servir un rey solo , — ¡Inhumano rey Alfonso!
Deja perecer su sangre, De tus tierras me despido,
Porque le aborrezcan todos. Porque no es rey natural
Por mí se podrá decir Rey ingrato á los servicios.
Que han sido tiempos ociosos A Francia quiero pasarme,
Pues con honrosas hazañas Donde tienen cierto aviso,
Mi propio padre deshonro. Que quien honró tu león
Bien puede decir que tiene Honrará también sus lirios.
Hijo descuidado y mozo , Ya parece veo á Carlos
Si cautivo le he dejado , Piadoso, aunque mi enemigo,
Por ser esclavo forzoso. Porque lo que te amparé
Cuando obligación tuviste, No puedas gozar conmigo.
Con ser mi madre tu tronco, Menospreciaste mi espada;
Me trocaste la palabra, Mas cuando en ella ó en pino.
¿Qué harás agora, Alfonso? Tremolen lunas de plata
Nunca ella mi madre fuera, Echarás de ver sus filos.
Ni yo Bernardo, pues gozo Saldrá de mí tu león
De sus yerros y mi agravio, Menos soberbio y altivo,
Que fueron dos malos gozos. Las cuatro garras sin uñas,
Si tus ofensas vengaste,
Desde agora, Rey, te informo Y la boca sin colmillos :
Que he de vengar mis ofensas, No tan altiva la frente,
Que no con reyes me ahorro. — Menos bravo el cuerpo erizo,
Esto lo dice Bernardo Y la cabeza doliente
Al Rey su tio, y dejólo Con la fiebre de mi olvido.
Con la palabra en la boca, Y s i , lo que Dios no quiera,
Y él se fué hecho un demonio, Lidiando entre sarracinos,
Para buscar su venganza Te mataren el caballo,
Entre cristianos y moros, Acuérdate d'este mío,
Que tiene muchos aniigos, Que un día en el Romeral
Porque es amigo de todos. Te libró de gran peligro,
Y en dar la muerte á mi padre
{Romancero general.) Pagaste este beneficio.
De peón te hice rey *,
Y t ú , desagradecido,
660. Como sí fueras peón
JURA BERNARDO VENGAR LA MUERTE DE SU PADRE. Cumpliste lo prometido.
Mi noble padre mataste,
(Anónimo.) Sin pensar que su delito
Retraído en su aposento, Te (fió el cetro y la corona
Bernardo se estaba armando : Con hacerme tu sobrino.
Suspiros daba del alma, Mas te valió en Roncesvalles
Y de coraje llorando, Contra tantos paladinos
Dice : — ¡ Dulce padre mió, El retrato de mi padre ,
Perdona al frágil Bernardo, Que te valieras tú mismo. —
Que si yo buen hijo fuera , Esto le dijo Bernardo
Ya debiérades ser salvo! Al rey de León, su tio;
Pero pues triunfó la muerte, Valiente siempre de manos,
Y en prisión has acabado, Y esta vez solo de pico.
Aquesta cobarde vida (MADRIGAL, Segundaparte del Romancero general •)
Fenecerá peleando,
Hasta que conozca el Rey i Aludiendo al juego del ajedrez, donde el peón es la pieza
mas Ínfima, como el soldado de á pié lo era en las guerras de
Qué es perder un buen hidalgo, aquel tiempo.
Y matarle así en prisión,
Wmo sí fuera villano.
Mas aquesto eternamente 662.
mere en él alma fijado,
Hasta fenecer la vida. SALE BERNARDO Á VENGAR LA MUERTE DE SU PADRE.
Por tu libertad librando. (De Gabriel Lobo Laso de la Vega.)
i ya que matar no pueda Áspero llanto hacia,
I* v'y p o r
« vasallo,s e r s
En el Carpió retirado
M' cosas que él mas estima Por la muerte de su padre,
Procurare ser vengado. El valeroso Bernardo.
™as va que vengado seas, En el pecho no le cabe
o»! t e
f l e c h a , Bernardo? El corazón fatigado;
Wue morirás con dolor Esparce ardientes suspiros, 1
n ha
p * ° bello libertado : Culpando su hado avaro,
« r o de vengar su muerte Junto con el proceder
438 ROMANCERO GENERAL.
Del rey Don Alonso el Casto. Salla en un bello andaluz,
De nadie consuelo admite, Un asta gruesa bibrando,
Ni quiere ser visitado : Diciendo : — Nadie me siga
Por una parte pretende Que no sea fijodalgo,
Venganza del duro caso; Y que no sepa de sí
Por otra ve que le falla A lo que vive obligado. —
Aun tiempo para llorarlo. Juntó con estas palabras
Mas venciendo al sentimiento Trescientos hombres Rernardo,
El valor del pecho osado , Gente granada y apuesta, •
Discurriendo por la casa Bien armados á caballo,
Fué á un aposento apartado, Con quien, al caer el sol,
Do estaba un antiguo arnés Bernardo partió del Carpió.
Entre otras armas colgado, ( LOBO LASO DE LA YEGA, Romancero y traaeiint ,)„
Que era de su viejo padre, It. Seis romances de la MsiomíeBernarZ ¡T
Un tiempo del bien usado, Pliego suelto.) ternario, etc.
De polvo y orin cubierto,
El cual tomando en la mano,
Los ojos altos al cielo, 663.
Dice con semblante airado :
— En tanto que tú cubriste BERNARDO LLORA Á SU PADRE Y CFXEBRI
Pecho que tanto valió, US OBSEQUIAS.
Ninguno se le atrevió, {Anónimo.)
Ni corto en nada le viste; Las obsequias funerales
•Pero después que á la espada Sobre el ya difunto cuerpo
Inhábil el brazo vieron, Celebra del padre suyo
El respeto le perdieron, , Bernardo con ojos tiernos.
Gomo cosa ya pasada. Hilo á hilo van bajando
Mas no se le juzgue ausente Las lágrimas hasta el centro,
El que agraviado le ha, Que da temor el mirallo,
Que el agravio vivo está, • Y pone temor el vello.
Y quien le vengue presente. — ¡ Oh padre amado! le dice r
Y si el Rey le quiso hacer ¿ Cómo es posible que tengo
Traidor por solo su gusto , Alma que os d é , y no la doy,
No habló como rey justo, Si es deuda de un hijo bueno?
Y él oirá mi parecer: ¿Quién os pudo privar d'ella,
Que si presente se hallara Y á mí la dejó en el pecho,
Bernardo á la Brega fiera, Pues para ver tanta pena
Bien fuera posible oyera Tan solamente la siento?
Cosa el Rey, que le pesara. Ya lloro vuestra prisión,
Mas yo haré con mi ida Ya la libertad condeno
Que tenga el callar por bueno, Que en prendas dejó la vida
No con la mano en el seno, Por gloria de mis deseos.
Antes á la espada asida. Si ya se vieron cumplidos,
Y esté de una cosa cierto; ¿Por qué con tanto tormento,
Que cuando le entrare á ver Que diera por no gozallos
Tengo el pecho de meter La duda de merecellos?
De tí amparado y cubierto; Prisión de tan largos años,
No para en el Rey tocar, Libertad con tal exceso,
Que soy su vasallo al fin, ¿Cómo no la teme un rey,
Sino por si algún ruin Si está amenazando un reino?
Se quisiere adelantar. Mas no es posible que tenga
Publica el Rey soy bastardo, Libre de temor el pecho,
Siendo su hermana mi madre: Quien da ocasión á Bernardo
Soy su hijo, y de tal padre, Que llore su padre muerto.
Que al fin me dejó Bernardo. Pero en efecto es dolor
Mi padre fué tan hqnrado, Cualquiera golpe en el cuerpo,
Que muy poco aventajara Que en cualquiera parte tiene
Cuando adelante pasara El alma su sentimiento.
El matrimonio empezado. No sé qué lágrimas vierta
Que bien se sabe en España, En tanto desasosiego,
Y el Rey lo sabe también, Padre, que á vos den la vida,
De dónde vienen y quién O á mi me la acaben presto.
Son los condes dé Saldaña. — O estoy más muerto que vivo,
Cesó su habla con esto, O de quien soy no me acuerdo,
Y del viejo arnés armado, O huye de mí la sangre,
Hizo que con gran presteza Que por vos me lia honrado un tiempo
Le trajesen un caballo ¡ Oh casto rey Don Alfonso,
Rien trabado de buen hierro, Cómo publica este hecho
De color castaño claro: Que no conoces de padre
Caparazón negro, y negro El dulce nombre que pierdo! —
De la lanza el hierro largo; No pudo pasaT de aquí,
Negro el campo de la adarga, Que se le puso en el pecho
Y en mitad del estampado Un lazo estrecho de amor,
Un latiente corazón Y de padre un lazo estrecho
Puesto en un puño cerrado, "vanedelBomanecn}» «•«'•1
Por toda parle oprimido, (MADRIGAL, Segunda ¡
Roja sangre destilando,
Y un letrero que decia :
«Romper tengo de apretado».
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. 439
(564. Pero no pende mi honra
De t i , ni de aqueste agravio,
AL MISMO ASUNTO. Que este brazo y esta espada
Me harán temido y honrado. —
(Anónimo.)
Y volviendo al padre muerto
Al pié de un túmulo negro El valeroso Bernardo,
Está Bernardo del Carpió Con varoniles suspiros,
Hincadas ambas rodillas Colérico y demudado, •
En medio de un templo santo. Abriendo el negro capuz
Acompañante parientes, Hasta la punta de abajo,
Caballeros é hijosdalgo; Sin advertir que le escuchan,
Por amistad ó por deudo Ni que está en lugar sagrado,
Todos están enlutados. Con una mano en la barba
Vienen á hacer las obsequias Y en la espada la otra mano,
Del muerto conde Don Sancho, Dice furioso, impaciente,
Vertiendo lágrimas tiernas Con su rey y padre hablando :
Del fuerte pecho acerado. — Seguro puedes ir de la venganza,
Cubierto de triste luto, Amado padre, al espacioso cielo,
Y el corazón enlutado; Que al acerado hierro de mi lanza,
pero tan fuerte y robusto Que de sangre francesa linó el suelo,
Como cuando sale armado. Y levantó de Alfonso la esperanza
Un rato entre dientes habla, Hasta el celeste y estrellado velo,
Y otro rato habla claro, Ha de mostrar que no hay seguro estado,"
Formando quejas al cielo Siendo Bernardo vivo y tú agraviado.
Del rey Don Alfonso el Casto, Uno soy solo, Alfonso, y castellano,
Que muerto le dio á su padre, Uno soy solo, y el que puede tanto, .
Y vivo se le ha mandado. Que deshizo el poder de Carlo-Magno,
— Si el Rey falta en su palabra, Dejando á toda Francia en luto y llanto.
Dice, ¿ qué hará un villano ? Esta es la misma vencedora mano
Con tal sinrazón, Alfonso, Que á tí te dio victoria, al mundo espanto;
¡Buen nombre á tu hermana has dado! Y esta misma te hará, padre, vengado,
¡ Buen título á tu sobrino! Que Bernardo está vivo y tú agraviado.
¡ Y buen pago á tu criado! [Romancero general}
Que no veinte ni treinta nandez. Todo demuestra en esta composición ser dTm '
y re
2
De los de casa de Lara .— mota antigüedad y de las primitivas. Su lenguaje rurlñ "
sm
taxis ^desordenada , las costumbres que en él se <w,?í ~
Oídolo habia Doña Sancha, mío Tmrni>r>n
D'esta manera hablara : que parecen nnr.n
poco distantes.
distantes, vy aun
aun nconservadas
n u n . j . . en
... "."r^noen
tip ;""^y
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No debéis ser escuchada, s Todo el trozo que sigue es proverbial: es decir n,„>
Que siete hijos paristes citaba mucho y se cantaba de continuo, sirviendo ¡i? t . Se
Como puerca encenagada.— para otros romances. Entre ellos se nota el de la nrimriV™ H
Oídolo habia el ayo te de los del Cid, que dice : Dta era de los Reyes >"
Que á los Infantes criaba : * Ya en siglos anteriores al xiu y xiv se castigaba á la, N
El corazón me dolia Parece refundición de otro mas antiguo, hecha por Ti-
moneda.
Porque vais esa carrera,
Que lleváis muy mala guia,
Ca tales agüeros vide 675.
Non volveréis á Castilla, LOS DE LARA CAEN EN LA EMBOSCADA DE MOROS QUE
Y pues á mí non eréis VELAZQUEZ LES PRErARÓ.
De vos yo me despedía.
(SEPÚLYEDA, Romances nuevamente sacados, etc.) Llegados (De Lorenzo de Sepúlveda.)
son los infantes,
Que de Lara se decían,
En esa vega de Febros
674. Do Velazquez atendía.
DE CÓMO RUY VELAZQUEZ ENVIÓ Á SUS SOBRINOS Á COMBATIR Saliólos á recibir
LOS MOROS, PARA QUE MURIESEN. Con muyfingidaalegría;
Preguntóles por Don Ñuño,
{Anónimo '.) Que ellos por ayo tenían.
Ruy Velazquez muy contento Los Infantes respondieron
Pensando que muerto estaba Que á Salas vuelto se habia
Gonzalo Guslios su deudo, Porque vio malos agüeros
Con los Infantes hablaba : Por la via que venían.
— Sobrinos mios queridos, . - Don Rodrigo respondió,
Yo quiero hacer una entrada D'esta manera decia :
Hasta Almenara, esa villa, — Sobrinos, esos agüeros
Por verme en gente pagana. i Para nos gran bien serían,
Si habéis por bien ir conmigo, Porque nos dan á entender
Hijos, yo no os lo negaba : Que bien nos sucedería.
Si no lo habéis en placer Ganaremos gran victoria;
Quedaréis en la posada. — Nada no se perdería :
Los Infantes respondieron : Don Ñuño lo hizo muy mal,
— Sería cosa amenguada Que con vusco no venía;
Que yendo vos contra moros Mande Dios que se arrepienta
No probásemos la espada. — Y me lo pague algún dia. —
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 447
Estando en estas razones Los Infantes le preguntan
Don Ñuño llegado babia, Qué gente es la que venia.
Los Infantes lo abrazaron, — No hayáis miedo, mis sobrinos,
Grande placer recebian. Ruy Velazquez respondía,
Ruy Velazquez con enojo Todos son moros astrosos,
Contra Don Ñuño decía : Moros de poca valía,
_- Siempre fuistes'mi contrario Que viendo que vais á ellos
Hasta hoy en este día, A huir luego echarían;
Si derecho no he de vos Y si ellos vos aguardan
Mucho á mí me pesaría. — Yo en vuestro socorro iría :
Respondió Ñuño Salido : Corrílos yo muchas veces,
__ Don Rodrigo, yo falsía Ninguno lo defendía.
Nunca la tuve con vos, A ellos i d , mis sobrinos,
Ni menos tuve enemiga : No mostredes cobardía. —
Siempre dije yo verdad, ¡ Palabras son engañosas
y por tanto yo decia, Y de muy grande falsía!
Quien dijere estos agüeros Los Infantes como buenos
Ser buenos, muy mal mentía, Con moros arremetían ;
Y que trae gran traición Caballeros son doscientos •
Contra los que aquí yacían. — Los que su guarda seguían.
Por deshonrado se tuvo El á furto de cristianos
Ruy Velazquez que lo oía. A los moros se venía. *
Díjoles á sus vasallos : Díjoles que sus sobrinos
— Soldados, oid en mal dia, No escape ninguno á vida,
Que me vedes deshonrar Que les corten las cabezas
Y por mí nadie volvía : Qu'él no los defendería.
Dadme ya derecho del, Docíentos hombres no mas
A grandes voces pedia. — Llevaban en compañía.
Levantóse un caballero, Don Ñuño que ir los vido
Mano á su espada ponía; Ido habia por su espía,
Fué contra Ñuño Salido, Y cuando oyó las palabras
Con ella darle quería. Que á los moros les decia,
El menor de los Infantes Daba muy grandes las voces
Delante se le ponía; Que eñ el cielo las ponía.
üióle tan grande puñada — ¡ Don Ruy Velazquez traidor,
Que en la tierra lo ponía; El mayor que ser podría!
A los pies de Ruy Velazquez ¿ A tus sobrinos infantes
Muerto lo dejó sin vida. A la muerte los traías ?
Ruy Velazquez pidió armas Mientras el mundo durare
Porque vengarse quería Durará tu alevosía,
De los su siete sobrinos, Y la falsedad que has hecho
Su muerte mucho cobdicia. Contra la tu sangre misma. —
Las faces tienen paradas, Después que aquesto hobo dicho,
Pelear todos querían: A los Infantes volvía,
Gonzalo González él bueno Díjoles : — Armaos, mis hijos,
A Ruy Velazquez decía : Que vuestro tío os vendía :
— Sacástenos de la tierra De consuno es con los moros,
Contra aquesta morería, Ya concertado tenian
Y ora querernos matar Que os maten á todos juntos. -—
Mal contado vos sería. Ellos armáronse aína:
Si querella habéis de nos, Las quince huestes de moros
Aquí se os enmendaría. — A todos cerco ponian;
Ruy Velazquez respondió, Don Ñuño que er^ su ayo
Que era bien lo que decia; Gran esfuerzo les ponia :
Porque no podía vengarse, — Esforzaos, non temades,
Disimulado lo había. Haced lo que yo hacia :
A Dios yo vos encomiendo,
( SEPÚLVEDA , Romances nuevamente sacados.)Mostrad vuestra valentía. —
En la delantera haz
Don Ñuño herido habia
676. Y muerto muchos de moros,
PELEAN LOS DE LARA CONTRA LOS MOHOS \ MUERE NDÑO SALI- Mas á él muerto lo habian.
DO , SB AYO, T FERNÁN GONZÁLEZ , EL MAYOR DE ELLOS. Los Infantes arremeten
Con la su caballería :
{Anónimo'.) Mezcláronse con los moros,
¿Quiénes aquel caballero A muchos quitan la vida.
Que tan gran traición hacia? Los cristianos eran pocos,
Kuy Velazquez es de Lara, Veinte moros á uno habia;
Que á sus sobrinos vendía. Mataron á los cristianos,
*»n el campo de Almenar Que á vida ninguno finca;
A los Infantes decia Solos quedan los hermanos,
Que fuesen á correr moros, Que ninguna ayuda habian.
Que él los acorrería, Encomendáronse á Dios,
Que habrían muy gran ganancia , Santiago, valme, decían :
™«chos captivos traerían. Hirieron recio en los moros,
£»os tm aquesto estando Gran matanza les hacian,
wandes gentes parecían; No osan estar delante
«as de diez mil son los moros, Que gran braveza traian.
kas enseñas traen tendidas. Fernán González menor
ROMANCERO GENERAL.
A sus hermanos decia : Qire yo no iré en vuestra guarda',
— Esforzaos, mis hermanos, Acordaos de mi deshonra,
Lidiemos con valentía, De que en Burgos fuistes causa,
Mostremos gran corazón Al celebrar de mis bodas
Contra aquesta morería. Do mi cuñado mataras;
Ya no habernos ayuda , Y también de la que hecisteis
Solo Dios darla podía ; A mi mujer Doña Lambra,
Ya murió Ñuño Salido, Que le matasles delante
Y nuestra caballería : Un hombre que ella amparara,
Venguémoslos ó muramos, Y el que en la vega de Febros
Nadie muestre cobardía. Matastes de la puñada.
Que desque estemos cansados Buenos caballeros sois,
Esta sierra nos valdría. — De la alta alcuña de Lara;
Volvieron á pelear, Pelead como valientes;
¡Oh qué reciamente lidian ! Mi ayuda no os será dada :
Muchos matan de los moros, No tengáis ftducia en mí,
A otros muchos herían; Todos moriréis á espada. —
Muerto han á Fernán González, Tornado se habia Don Diego
Seis solos quedado habian. Donde los cinco quedaran;
Cansados ya de lidiar Contóles la mala ayuda
A la sierra se subían; Que en el su tío se hallaba.
Limpiáronse los sus rostros Mil cristianos, á escondidas,
Que sangre y polvo teñían. De Ruy Velazquez se apartan
A ayudar los seis hermanos,
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente , etc.) Mas el traidor lo excusaba,
* Este romance es uno délos viejos que intercaló SEPÚL- Diciendo ¡ — Dejad, amigos,
VEDA en su colección; pero ciertamente no es suyo., aunque tal Veremos cómo lidiaban,
vez le haya alterado en algo. Hay en él un vigor y una espon- Que si ayuda han menester
taneidad que demuestra haberse hecho sin sujetarse á la pauta Por mí les sería dada. —
de una crónica. Por otra parte su lenguaje.y construcción pa- Mas hasta trescientos d'ellos
recen anteriores á la primera mitad del siglo xvi. Es muy dra- A su excuso se apartaran
mático , natural y oportunamente dialogado. A ayudar á los Infantes
Que muy cuitados estaban.
Los hermanos que los vieron
677. A ellos enderezaban
PROSIGUE LA BATALLA : LOS DE LARA OBTIENEN TREGUA DE
Creyendo que su mal tio
I.OS MOROS, MAS RUY VELAZQUEZ SE LES OPONE Y LES
A matarlos se lanzaba.
NIEGA EL SOCORRO QUE LE PEDÍAN.
Los caballeros les dicen:
— Quedos estad, los de Lara,
(De Lorenzo de Sepúlveda.) Que venimos á -ayudarvos
Cercados son los Infantes,
De los moros de Almenara; Y vamos en vuestra guarda :
Cansados de pelear Con vusco aquí moriremos; f
d
He ° ° ° descabezados
r a n
V1
Le vuelve de cera blanda :
n s
& ° que bienquería, Y si tú, Rey, permitieras
Qutó H , ™; U y Que acabaran la batalla
8 r a n c o
Y U O s e d
S P
Otro» nuevos capitanes,
e l que lo i ; a S a
T. X.
4S0 ROMANCERO GENERAL.
Nos hicieras merced alta, Los Infantes los reciben
Porque la gran sinrazón Con sus adargas y lanzas :
A grandes voces nos llama « Santiago, Santiago, cierra »,
Diciendo : si es con traición, A grandes voces clamaban :
Nunca es justa la demanda, Muy muchos moros mataron,
" Ni al vencedor con justicia Mas ellos allí quedaran.
Se le debe dar la palma. {SUvatevarkt Romanea.)
(Romancero general.)
* Resumen de los tres anteriores romances.
681.
680. PRESENTA ALM ANZOB Á GÜSTIOS LAS CABEZAS DE SUS HIJOS,
íluego a d S i caballeresca, nacida en Francia, llena de lances y escenas muy interesantes y sublimes, que re-
p u r a m e n t e
lllmo
- Si adpml . os para aplicarla á un héroe caste- tratan el noble y altivo carácter castellano.
p o r n osotr
eon
We esd £examinamos el lenguaje, el giro y la manera (Véase la nota 2 del romance anterior.)
""huir a mPd¡,H„ ^ W esta historieta, creemos poderla
t u o S1 gl x v y s i a s í fu
1
Mra cosai mi» L • . ° > p
ese, Sepúlveda no y a c a s o ref
Elhech • " o™arla un tanto.
y el a 715.
S*>. hace 'SíSívi' , P «icidio provocado por esta Doña
e y m el p a p e l ue
S 1»e'siwe f f l ! " ,
8U
1 «presenta en el ro-
e el a v e ue
AL MISMO ASUNTO.
b } Prooio h'ün n l
e u hlJ0 D o n
1 "o escrupuliza envenc-
Sanc (De Juan de la Cueva.)
' " moro ° h o , por entregarse á los amores Al conde Sancho Fernandez
Su madre le arma traición,, -
472 ROMANCERO GENERAL.
Y le procura la muerte, Contra tal disolución
Contra fe, ley y razón, En la furia de su fuego,
Por casarse con un moro, Y en querer su destruicion;
A quien le tomó afición. Para lo cual ha ordenado
De cuyo amor ciega y presa, El tiempo y disposición,
Sujeta á su indiscreción Y hame dado el cargo á mí
A su inmoderada furia, De administrar su traición,
A su sensual pasión, Mezclándose con el vino
Sin poner nada delante Una mortal confección,
Y pw cumplir su intención, Y hoy te la da en la comida,
Le mandó á Castilla en dote, Y esto es lo que ordenó:
Y el condado de Aragón. Por eso, busca remedio
Resoluto en este intento Sin decir quien te avisó.—
Su obstinado corazón, Dijo el ama : El Conde queda
Andaba inquiriendo medios, Alterado, sin color;
Solicitando ocasión Por una parte dudoso,
De dar la muerte á su hijo, Y por otra con temor;
Y alcanzar su pretensión; Entre miedo y entre duda,
Y para que venga á efecto, Aquesto le respondió;
Tal remedio apercibió : — Ya que has querido avisarme
Que al vino mezclen veneno, Movida de compasión,
Y aquesto comunicó De la crueldad de mi madre,
Con una criada suya, Y su injusta indinacion,
Que para el hecho eligió, Por lo cual, yo te prometo
Por mas sagaz y fiel El debido galardón,
Para tal conjuración. Que corresponda á tal hecho,
La criada, habiendo oido Con tal remuneración :
Tan gran determinación, Mas quiero que en este caso
Tan horrible y fiero intento, En que el cielo te inspiró,
Temió la administración; Sigas con el orden mió,
Y así, temiendo y dudando, El que mi madre te dio,
Puesta en grave confusión, Y así mezcles el veneno
Andaba fuera de sí Del modo que te mandó,
En esta imaginación, Y me lo des que lo beba
Confiriendo y revolviendo En su mortal confección.—
Mil cosas, en tal sazón, Parte la criada al punto
Que todas le traen cuidosa En esta resolución;
Temiendo su perdición. Queda el Conde confiriendo
Viéndose,en aquesta duda, Solo, en su imaginación,
Y puestá(/ya en la ocasión, Qué modo seguirá en esto
Presente el horrible dia Que sea de mas honor :
Que para el hecho asignó Si dará muerte á su madre,
La cruel madre, contra el hijo, Sin descubrir la traición;
Contra humana condición; Si dará noticia d'ella
Fuese adonde estaba el Conde Pidiendo satisfacción.
Seguro de tal traición, Determinábase á uno;
Y llamándole en secreto, Volvía, y decia no,
De este modo le habló : Quizá me engaña esta dueña,
— Señor, en tí confiada, Y tal maldad levantó
Y en tu grande discreción, Por estar mal con mi madre,
Que tomarás mis razones Para que la vengue yo.
Cual es mi pura intención, En esto estaba ocupado,
Vengo á hacerte saber En tal duda y confusión,
Tu cercana perdición, Cuaudo se llegó la hora
Para que proveas remedio, Que la madre señaló,
Antes que agrave el dolor; Que era cuando subia Febo
Y es, que tu madre procura, Adonde cayó Faetón.
Movida de un ciego error, Llaman al Conde á comer,
De un vano y loco deseo, Cual solia á tal sazón;
De una indiscreta pasión, Siéntase luego á la mesa,
Por casarse con un moro Y su madre se asentó;
A quien sin seguir razón Sirvenles varios manjares
Ama disolutamente, De toda recreación;
Sin tener moderación, Alzan unos, tráenles otros
Ni mirar á su nobleza Diferentes en sabor :
Ni á tu nombre, ni á su honor, Gustan, aplacan la hambre
Que no emprenda tal hazaña, Arde el natural calor;
Contra sí, y nuestra nación ; Pide el Conde de beber,
Porque el corazón que ama Y la dueña que lo oyó,
Mal admite corrección, Trae el venenoso vaso,
Y á mujer determinada, Y dándosele, tosió,
Nada mueve su opinión : Acordándole que estaba
Así cualá esta tu madre, Allí la mortal poción :
Que sin mas contradicion, Tomólo el Conde en la mano,
Sin que la mueva consejo, Y á su madre así habló :
Ni la atraya persuasión, — Beba vuestra Señoría,
Que deje tan fiero intento Gustará el mejor sabor,
Y se someta á razón, Que jamas ha visto en vino,
La cual ni sigue ni admite Desde el dia en que nació.—
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. 473
Oyendo la madre al hijo, D'ello mucho á mí ha pesado.
Riéndose respondió : — Nunca hice mal ninguno,
_ No quiero Deber agora Señora, Dios sea loado,
Hijo mió, bebed vos, Le respondió Don García,
Que cuando jo tenga gana Y armas me fuera excusado.—
Beberé, aunque vino , no.— Los malos ponen por obra
— Será muy mala crianza, La traición que han acordado,
El Conde le replicó, Fuéronse para la plaza,
Que beba primero el hijo, En ella arman un tablado;
Que su madre, y "no es razón : Debajo llevan las armas;
Y así la trabó del brazo Gran revuelta habian trabado
Y el vaso en poder le dio, Con los vasallos del Rey,
Diciéndole, que bebiese Sobre tirar al labiado ; !
Luego, sin mas dilación : Cerraron todas las puertas,
Y empuñándose á una daga, Que ninguna habian dejado;
Con ella le amenazó. Matan muchos caballeros
Temiendo al hijo, la madre De los buenos castellanos.
El mortal vaso Tjebió, El Infante que lo supo,
Con que se entregó á la muerte, A la gran grita ha llegado :
Que dar al hijo pensó. — Quedos estad, los traidores,
Dúdase en aqueste hecho No matedes mis criados.—
Si fué justo, ó sin razón; • Los condes fueron á él
Unos afirman que sí, Con los venablos alzados :
Otros defienden que no. Quisiéronlo allí matar,
Dan diversos pareceres, El Infante entró en sagrado
Y concluyen su quistion, En Santa María de Regla,
Que remitan la sentencia Mas allí lo habian cercado.
Al juicio del lector. Prendiéronlo dentro d'ella,
(COEVA, Coro febeo.) Llévanlo muy deshonrado
Ante el conde Don Rodrigo,
Pariente de los malvados.
— No me matedes vosotros,
716. El Infante habia hablado,
GARCÍA I DE CASTILLA , MCERTO Á TRAICIÓN POR LOS VELAS • Darvos he muy grandes bienes
En Castilla mi reinado.—
(Anónimo.) Gran duelo hobo del Don Ñuño,
Reinado era Castilla, A los condes ha rogado
Reinado, que no Condado : Que no maten al infante,
Don García fué el primero Mas ellos no lo han en grado,
Que por rey se ha coronado. Y la infanta Doña Sancha,
A Bermudo de León Que supo lo que es contado,
Su mensaje habia enviado, Fuese para allá corriendo;
Demandándole su hermana, Grandes voces iba dando':
Por con ella ser casado. — Al Infante no matedes
Don Bermudo hubo por bien Que vos será demandado,
De hacer lo que le es rogado. Pues que sois vasallos suyos
Concertaron que se hiciesen, Y obligados á amparallo.
Las bodas que han concertado A mí matad, que no á él,
En León, esa ciudad Y en él no pongáis la mano,
Cabeza que es del reinado. Pues contra vosotros, condes,
Llegados son á León En nada no es él culpado.—
Don García y su cuñado, El conde Fernán Flayno
Con Don Sancho de Navarra, A la Infanta habia llegado;
Que lo iba acompañando. Dióle muy gran bofetada,
Don García entra dentro, En sangre la habia bañado.
Los suyos deja en el campo. Gran pesar tomó el Infante;
Los hijos del conde Vela, De traidor lo está llamando;
Que de Castilla hopo echado Los condes como alevosos
Su padre de Don García, Grandes feridas le han dado;
Por maldad que habian obrado, Muerto cayera en el suelo.
Por vengar la su deshonra, El primer que le hobo dado
La gran traición han trazado Fué Ruy Vela, su padrino
De matar á Don García, Cuando fuera baptizado.
Aunque eran sus vasallos. La Infanta desque lo vido,
Disimulan la enemiga, Sobre el Infante se ha echado :
Al Rey besaban la mano; Tomóla Fernán Flayno,
El Rey los recibe bien, Como muy desmesurado;
Recibiólos como á hermanos; Dio con ella por el suelo
Tórnales toda la tierra,
Que su padre habia tomado. Y por una escala abajo.
Fuese á ver á Doña Sancha, Los malos con crueldad,
Que lo habia mucho en grado; Al Infante habian tomado,
Cobráranse gran amor. Dieron con él por el muro,
Ambos de sí se han pagado. Cayó do está su cuñado
Doña Sancha dijo : — Infante, Don Sancho, rey de Navarra,
No fuisteis bien consejado El cual muy bien lo ha vengado.
En no traer vuestras armas, ( SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc
Y venir bien á recado;
No sabéis quién mal os quiere, i Este García era hijo del conde de Castilla Sancho García.
•174 ROMANCERO GENERAL.
717. SIGUE LA ÉPOCA DE RERMUDO II, DE LEÓN.
t ' MUERTE DE LOS TRAIDORES V E L A S .
Otros lo van publicaudo : - enemigo, y deponer los despojos adquiridos, ante inl n•¿ ' 8
—Aquí viene entre esa gente aquel que reconocía por su soberano, por m a s q u e —
duramente le tratase. Tal á lo menos es el Cid e-enn
Quien mató al conde Lozano.— pularmente carácter izado en el poema cuyo fraewím " y po
n
Como lo oyera Rodrigo blieó
nuco Sánchez
oancuez en susu primer tomo de las poesías ant • ' P u
En hito Jos ha mirado : al siglo xv, y tal el de las mas antiguas crónicas v rn¿, t e i
Con alta y soberbia voz que de él tratan. ¿En qué se parece este Cid al del rn * %
D'esta manera ha hablado : que anotamos , donde aparece, sin por qué ni B»M i
—Si hay alguno entre vosotros insultando á un rey, que por cierto no era de los déh-i *
Su parienteó adeudado, de los cobardes, ni de los que tenían menos fuerza' sin m
bargo , el tipo del Cid en este romance, á no dudar'inéi J„ "
A quien pese de su muerte, co, se encuentra en una muy antigua composición X ,
Salga luego á demandallo, prosa, parte rimada, que se halla al lin de un códice de i ,
Yo se lo defenderé de principios del siglo xv, y que contiene ademas la rrnni?
Quiera á pié , quiera á caballo. del Cid. Este poema, ó como quiera llamarse deben™*,
Todos responden á una : mirse obra de un juglar que con pretensiones de noptn «
tistico reduce á versos largos, de forma francesa los reAnl'
—Demándelo su pecado.— dillos de la nuestra nacional, y que ha podido aceptar ana í S
Todos se apearon juntos siquiera, el tipo caballeresco extraño, para aplicarlo al hérní
Para al Rey besar la mano español que cantaba. Conforme casi siempre con el á'rart»
Rodrigo solo quedó que prestan al Cid las crónicas, los poemas y los r-omanrV.
Encima de su caballo. solo lo desfigura notablemente en el trozo que pudo servir <U
Entonces habló su padre, asunto á la composición que anotamos. En él se sunone nn»
después de haber el Cid muerto al conde Lozano de resurta.
Bien oiréis lo que ha hablado. de una riza ocurrida entre los pastores de ambos, Doña Jima
—Apeaos,^hijo mió, na pide al Rey que la case con aquel héroe, para indemnizarla
Besaréis al Rey la mano, de la pérdida de su padre. A este fin y para tratar la boda lia
Porqu'él es vuestro señor,; ma el Rey á Diego Laínez, padre del Cid, á su corte; mas éste
Vos, hijo, sois su vasallo.— receloso de alguna asechanza, le acompaña seguido de mu'
Desque Rodrigo esto oyó chos vasallos armados. Así llegan á Zamora ante el Rey cuva
mano besó humilde Diego Lainez, mientras Rodrigo se resiste
Sintióse muy agraviado : á ello. Dice así el texto del poema :
Las palabras que responde Allegó don Diego Laynes al rey bessarle la mano.
Son de hombre muy enojado. . Quando esto vio Rodrigo volvió los ojos, todos ivan der
—Si otro me lo dijera Avien muy grant pavor del, é muy grande espanto.
Ya me lo hubiera pagado; Allegó don Diego Laynes al rey bessarle la mano.
Mas por mandarlo vos, padre, Rodrigo fincó los ynojos por le besar la mano.
El espada troya luenga; el rey fué mal espantado.
Yo lo haré de buen grado.— A grandes voses dixo : — Tiratme allá esse peceado.—
Ya se apeaba Rodrigo Dixo estonce Don Rodrigo : — Querría mas un clavo,
Para al Rey besar la mano; Que vos seades mi señor, nin yo vuestro vassallo.
Al hincar de la rodilla Porque vos la bessó mi padre, soy yo mal amansellado.~
El estoque se ha arrancado.
Espantóse d'esto el Rey, Se ve pues claramente que la tradición, conservada ó inven-
tada en éste fragmento del referido poema, sirvió de asunto
Y dijo como turbado : al romance número 731, y que los dos últimos versos de aquel
—Quítate, Rodrigo, allá pudieron motivar los de este, que dicen :
Quítate me allá, diablo, Por besar mano de rey
Que tienes el gesto de hombre, No me tengo por honrado;
Y los hechos de león bravo.— Porque la besó mi padre,
Como Rodrigo esto oyó Me tengo por afrentado.
Apriesa pide el caballo : Si se compara el poema, mas próximo sin duda i los tiem-
pos del Cid y á su tipo original, con el romance, se advierte
Con una voz alterada, desde luego que al autor de aquel no se le ocultaba que per-
Contra el Rey así ha hablado ; vertía el carácter del héroe castellano, atribuyéndole un hecho
—Por besar mano de rey * contrario á su cordura y no desmentida fidelidad. Por eso ha
No me tengo por honrado; tratado de paliar el brutal exabrupto con que insulta al Rey,
Porque la besó mi padre no solo colocando la escena en una época en que el Cid era
Me tengo por afrentado.— joven y arrebatado, y en una situación en que se atravesaba
, En diciendo estas palabras la defensa de la vida de su padre, que creía amenazada, sino
Salido se ha del palacio : que ademas, para atenuar la culpa ó hacer que por tal no se
considere, insiste é inculca tenazmente la idea de que el Lia
Consigo se los tornaba no se consideraba vasallo, y que por lo tanto no debía al rey
Los trescientos hijosdalgo : Fernando el respeto y la fidelidad que el vasallaje imponía.
Si bien vinieron vestidos,. Al contrario, el juglar autor del romance, mas lejano aeía
Volvieron mejor armados, época característica del Cid y de sus tradiciones, no escru-
Y si vinieron en muías pulizó tanto falsearla y revestirla francamente de las ijeas
Todos vuelven en caballos. feudales que predominaban en los romances caballerescos car-
c o m , U j 0
lovirigios, ya muy popularizados cuando aquel se l . \ I
(Cancionero de Romances. El códice que contiene la composición arriba niencion¿<w
se halla en la Biblioteca Real de París, al numero J,»»> J
» Este romanee es uno de aquellos donde el espíritu de ca- Mr. Michel ha hecho, publicándolo, un servido importonusiiuu
ballerismo feudal ha falseado el carácter noblemente respe- á la literatura v la historia.
tuoso, pero firme y severo, conque asimilándolo á si mismo, le a Este verso y los tres que le siguen se hallan también in-
plugo al pueblo adornar al Cid, su héroe predilecto. Este, en el sertos impropia, pero mas oportunamente , en e l ? ,;• /
roma
dicho romance, no es el noble castellano, ni el adalid popular dice : En Santa Gadea de Burgos, donde el Cid, antes M ¡e
y de su rey al mismo tiempo, sino uno de los paladines fran- nocer por rey á Don Alfonso VI, le hace jurar tres veces, H
cos de la corte de los débiles monarcas sucesores de Carlo- no fué cómplice en la muerte de su hermano Don ¡>aucuu.
Magno. Por mas que una idea equivocada lo pretenda , el Cid
ni es ni pudo ser un Roldan , ni un Reinaldos. Nuestro héroe
es por eso un hombre de buenas proporciones, y no un gigante
descomunal; es devoto, liel y santiticado, no encantado ni 732.
encantador; es sencillo y rudo, pero sin brillante ni prestado JIMENA PIDE JUSTICIA CONTRA E L CIO, MATADOR DE S» r A D
734. 735.
AL MISMO A S U N T O . — X I . A L M I S M O ASUNTO.—XII.
El Rey dio al Cid á Yalduerna , y cortés, que hace el Cid á Jimena al darla la_mano, _
c
m
A Saldañay Belforado, muy bien las costumbres de nuestros tiempos fe" . familias
Y á San Pedro de Cárdena, de era común que la unión y reconciliación ue i m i ¡ i
se sellase con matrimonios entre los agraviaaos.. e
Que en su hacienda vincularon. histórica no hizo Corneille, en su tragedia üei u», ¡je
Entróse á vestir de boda iniciarla, pues en el siglo xvn, y en la corte ae ^
X I V >
d e u n
Rodrigo con sus hermanos; Francia, se hubiera tenido por inmoral el oeseí d e sU
Quitóse gala y arnés drama, en el cual una hija se desposase con el mato
Resplandeciente y grabado: padre.
Púsose un medio botarga
Con unos vivos morados,
Calzas, balona tudesca
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. 487
740. Don Rodrigo de Vivar, «
El que la palabra dio
AL MISMO ASUNTO.—XVII. De casarse con Jimena,
{Anónimo .) 1
Ese dia la cumplió :
Y para ir á la iglesia
A su palacio de Burgos , A tomar la bendición,
Como buen padrino honrado, Por mostrar lo que valia, *
Llevaba el Rey á yantar ¡Oh qué galán que salió!
A sus nobles afijados. Que de raso columbino
Salen juntos de la Iglesia Llevaba un rico jubón ,
El Cid, el Obispo y Lain Calvo, Calza colorada y justa,
Con el gentío del pueblo Porque su gusto ajustó,
Que les iba acompañando, Bohemio de paño negro,
por la calle adonde van De raso la guarnición ,
A costa del Rey gastaron La manga larga y angosta
En un arco muy polido Con capilla de buitrón;
Mas de treinta y cuatro cuartos. Jaqueta lleva de raja,
En las ventanas alfombras, Y en ella mucho brahon,
En el suelo juncia y ramos, Y las faldetas tan cortas,
Y de trecho á trecho habia Que se parece el jubón :
Mil trovas al desposado. Lleva un cinto tachonado,
Salió Pelayo hecho toro De plata los cabos son,
Con un paño colorado, Pendiente lleva del cinto
Y otros que le van siguiendo, Un doblado mocador :
Y una danza de lacayos. Zapatos lleva de seda
También Antolin salió De un amarillo color,
A la gineta en un asno, Abiertos y acuchillados
Y Pelaez con vejigas Porque era acuchillador:
Fuyendo de los mochachos. Un collar de piedras y oro
Diez y seis maravedís Que al muerto suegro sirvió,
Mandó el Rey dar á un lacayo La gorra lleva con plumas,
Porque espantaba á las fembras Y un labrado camisón,
Con un vestido de diablo. Y ia tizonada espada
Mas atrás viene Jimena A quien él mucho estimó,
Trabándola el Rey la mano, De terciopelo morado
Con la Reina su madrina, Los tiros y vaina son.
Y con la gente de manto. Todos los grandes le aguardan,
Por las rejas y ventanas" Cuantos en la corte son :
Arrojaban trigo tanto, Sale el Cid, y hácenle campo
Que el Rey llevaba en la gorra, Porque era Cid Campeador.
Como era ancha, un gran puñado, El Rey le lleva á su lado,
Y á la homildosa Jimena Que en hacerlo adivinó,
Se le metian mil granos, Que de otros muy muchos reyes
Por la marquesota, al cuello, Rodrigo le hará señor.
Y el Rey se los va sacando. Todos le llevan en medio
Envidioso dijo Suero, En orden y procesión,
Que lo oyera el Rey, en alto : Y para ir ala iglesia
—Aunque es de estimar ser rey, Todos se mueven á un son.
Estimara mas ser mano.—
Mandóle por el requiebro {Romancero general.)
El Rey un rico penacho, * Repetición de la Idea y pensamiento que se manifiesta <
Y á Jimena le rogó el romance número 739.
Que en casa le dé un abrazo.
Fablándola iba el Rey,
Mas siempre la fabla en vano,
Que non dirá discreción 742.
Como la que faz callando. E L CID VA E N ROMERÍA A SANTIAGO. - - MILAGUe
Llegó á la puerta el gentío D E L GAFO. — XIX.
Y partiéndose á dos lados, l
Porque desde mi niñez Aquí se llalla el Cid perfectamente caracterizado por sus
procedimientos leales hacia el Rey.
Siempre huí cobardía.—
—Alabarte, moro Abdalla
Poco te aprovecharía;
Mas si tú eres lo que dices 754.
En esfuerzo y valentía, AL MISMO A S U N T O . — XXXI.
Sé que á tiempo eres venido
Que menester te sería.— (De Lorenzo de Sepúlveda.)
Estas palabras diciendo En Zamora estaba el Rey
Contra el moro arremetía; Que Fernando se decia,
Encontróle con la lanza, Con el está Don Rodrigo
En el suelo le derriba; De Vivar en nombradla.
Cortárale la cabeza, Mensajeros han llegado
Sin le hacer descortesía. Que á Don Rodrigo le envían
(TIMONEDA, Rosa española. It. WOLF, Rota Sus vasallos, reyes moros;
de romances.) Grandes haberes traian.
Son las parias que le dan
t El hecho que aquí se cita, solo en este romance se conser Después que á ellos vencia.
va. Es de la clase de los que reformó Timoneda, y una trova Quiérenle besar la mano;
del número 750. Rodrigo no corísentia
Hasta besar la del Rey,
Y ellos luego lo cumplían.
753. Después que se la han besado
EL CID HACE QUE LOS REYES MOROS SUS TRIBUTARIOS P R E S - A Rodrigo se volvían;
TEN HOMENAJE AL REY FERNANDO Y L E ENTREGUEN LOS Hincados están de hinojos,
TRIBUTOS.—XXX. Y las manos le pedían.
{Anónimo ' . ) • Rodrigo se las ha dado;
Los mensajeros decian :
En Zamora está Rodrigo —Cid Rui Díaz, tus vasallos,
En corte del rey Fernando, Como á señor que te estiman,
Padre del rey sin ventura Te envían este presente,
A quien llamaron Don Sancho, Las parias son que debían.
Cuando llegan mensajeros Besante tus pies y manos;
De los reyes tributarios Para tí gran bien querían,
A Rodrigo de Vivar, Por que tú, Cid, lo mereces,
Al cual dicen humillados : Y eres el mejor que habia,
—Buen Cid, á tí nos envían Tiénense por muy dichosos,
Cinco reyes tus vasallos, Porque tú, Cid, los vencías.—
A te pagar el tributo,
Que quedaron obligados, Rodrigo tomó el presente,
El quinto al Rey ofrecía :
Y por señal de amistad Conócele señorío;
Te envían mas cien caballos, Mas el Rey no lo quería.
Veinte blancos como armiños, Mucho se lo agradeció
Y veinte rucios rodados, Y á los suyos les decia :
Treinta te envían morcillos, —D'este día en adelante,
Y otros tantos alazanos, —Cid á Rodrigo le digan;
Con todos sus guarnimientos Pues moros se lo llamaron,
De diferentes brocados, Mucho á el le convenía.»
Y amas á Doña Jimena
Muchas joyas y tocados, (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.)
Y á vuestras dosfijasbellas
Dos jacintos muy preciados,
Dos cofres de muchas sedas 755.
Para vestir tus íidalgos — E L CID SE OPONE A QUE E L REY SE RECONOZCA FEUDATARIO
El Cid les dijera : —Amigos, DEL IMPERIO , AUNQUE E L PAPA LO HABÍA MANDADO. —
ti mensaje habéis errado, • VENCE A L CONDE DE S A B O Y A . — XXXII.
Porque yo no soy señor
Adonde está el rev Fernando : (Anónimo.)
lodo es suyo, nada es mió, La silla del buen Sant Pedro
•o soy su menor vasallo.— Víctor Papa la tenia,
til Rey agradeció mucho Y el Emperador Enrique '
La h u |
m i d a c ldel Cid honrado, Ante él se humilló y decia :
> ayo á los mensajeros ; —Ante vos, el Padre Santo,
—Decidles á vuestros amos , Mi querella proponía
Hue aunque no es rey su señor Contra aquese rey Fernando.
ROMANCERO GENERAL.
mi
Que á Castilla y León tenia, A todos desafiaba,
Porque todos los cristianos Y que buscarlos quería.
Por señor me obedecían, Ocho mil y novecientos
Solo él no me conoce Caballeros ya venían,
Ni mi tributo me envía : Parte de ellos son del Rey,
Constreñidle, Santo Padre, Y otros que el buen Cid tenia :
Que me obedezca este día.— Por Capitán general
El Papa envió su mandado A Don Rodrigo tenían.
En que pedido le liabia Pasaron los puertos de Aspa,
Que le fuese tributario, Y al encuentro les salía
So pena que enviaría Ramón, conde de Saboya,
Y daría su cruzada Con muy gran caballería.
Porque no le obedecía. Con el Cid hubo batalla,
Muchos reyes que allí estaban La lid fué mucho ferida,
Que en concilio presidían , Mas Rodrigo venció al Conde,
Retaban al rey Fernando Y en la prisión lo ponía.
Si esto cumplir no quería. Soltólo con las rehenes
El Rey cuando vio las cartas, De una hija que tenia ;
Pena recibido habia, En ella hubo el buen Rey
Porque si esto va adelante, Un fijo que se decia
A sus reinos mal vendría. Don Fernando, cardenal
A los sos honrados homes De ese reino de Castilla.
Su consejo les pedia; También Don Rodrigo Díaz
Ellos al Hey aconsejan Otra batalla vencía
Faga lo que le pedían, Del mayor poder de Francia,
Porque de ser obediente Que al encuentro le salía,
Al Papa, á él convenía, Sin que el Rey se hallase en ella,
Y si facerlo no quiere Que atrás quédádose había. .
A sus reinos mal vendría, Los reyes y emperadores
Porque vendrán contra él Con toda la su valía
Reyes que lo desafían. Cuando vieron el estrago,
No estuvo en este consejo Que el buen Cid faciendo iba,
El buen Cid, que ¡do se liabia Por merced piden al Papa ;
A ver á Jimena Gómez, Que al Rey Fernando le escriba
Su esposa, que bien quería, Que á Castilla se volviese,
Y liabia muy poco tiempo Que tributo no querían ;
Que el buen Cid la conocía. Que contra el poder del Cid
Estando fablando en esto Ninguno se ampararía.
Don Rodrigo entrado habia ; El Rey cuando víó el mensaje
El Rey cuando vido al Cid A su tierra se volvía:
Lo que ha pasado decia, Túvose por muy contento,
Y al Cid se lo agradecía.
Y rogólo le aconseje
Lo que sobre eso haría. (SEPÚLVEDA , Romances nuevamente sacados, et
El Cid cuando tal oyó — It. ESCOBAR , Romancero del Cid.)
El corazón le dolia :
Fabló su razón al Rey, i Dlcese que esta contienda provino de que Fernando 1.de
D'esta manera decia : Castilla, viéndose dueño de la mavor parle de España, tomo el
—Rey Fernando, vos nacisteis título de emperador, lo cual ofendió i Enrique III, que lo era
entonces de Alemania. Aunque la contienda entre el Rey y ei
En Castilla en fuerte dia, Papa sea histórica, parece fabuloso cuanto pertenece a tas
Si en vuestro tiempo ¡ha de ser batallas singulares del Cid, por mas que se mencionan en su
A tributos sometida, crónica.
Lo cual nunca fué hasta aquí,
¡Gran deshonra nos sería!
Cuanta honra Dios nos dio, 756.
Si tal facéis, es perdida. E L R E Y Y E L CID ACUDEN Á ROMA , V ESTE DERRIBA LA SI-
Quien esto vos aconseja L L A D E L DE FRANCIA PARA DAR LUGAR PREFERENTE A LA
Vuestra honra no quería, DEL DE C A S T I L L A . — X X X I I I .
Ni de vuestro señorío
Que á vos, Rey, obedecía. (Anónimo*.)
Enviad vuestro mensaje A concilio dentro en Roma
Al Papa y á su valía, El Padre Santo ha llamado.
Y á todos desafiad Por obedecer al Papa,
De vuesa parte y la mía. Este noble rey Fernando
Pues Castilla se ganó Para Roma fué derecho,
Por los reyes que ende había, Con el Cid acompañado.
Ninguno les ayudó Por sus jornadas contadas
De moros á la conquista: En Roma se han apeado :
Mucha sangre les costó, El Rey con gran cortesía
La vida me costaría Al Papa besó la mano,
Antes que pagar tributo , Y el Cid y sus caballeros
Pues á nadie se debía.— Cada cual de grado en grado:
El Rey lo tuvo por bien En la iglesia de San Pedro
Lo que el buen Cid le decia : Don Rodrigo había entrado,
Al Papa envió el mensaje, Do vido las siete sillas
Y por merced le pedía De siete revés cristianos,
No ayude tal sinrazón Y vio la del rey de Francia
Sobre lo que no la habia ; Junto á la del Padre Santo,
Y al emperador Enrique Y la del Rey su señor
Y a aquellos que lo seguían, Un estado mas abajo.
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. m
Fuese á la del rey de Francia, «¿Qué ley de Dios vos enseña
Con el pié la ha derribado; «Que podáis por tiempo tanto,
La silla era de marfil, «Cuando afincáis en las lides,
Hecho la ha cuatro pedazos, »Descasar á los casados?
Y tomó la de su Rey «¿Qué buena razón consiente
Y subióla en lo mas alto. «Que á un garzón bien domeñado,
Habló allí un honrado duque «Falagüeño y homildoso
Que dicen el Saboyano: » Le mostréis á ser león bravo?
—Maldito seas, Rodrigo, «¿Y que de noche y de dia
Del Papa descomulgado, «Le traigáis atraillado
Porque deshonraste un Rey «Sin soltalle para mí
El mejor y mas preciado.— «Sino una vez en el año?
Oyendo el Cid sus razones «Y esa que me le soltáis,
D esta manera tía fablado : «Fasta los pies del caballo
—Dejemos los reyes, Duque, «Tan teñido en sangre viene
Y si os sentís agraviado «Que pone pavor mirallo;
Hayámoslo entre los dos; » Y cuando mis brazos toca,
De mí á vos sea demandado.— «Luego se duerme en mis brazos:
Allegóse cabe el Duque, «En sueños gime y forceja,
s
Un gran rempujón le ha dado : «Que cuida que está lidiando.
El buque sin responder «Apenas el alba rompe
Se quedó muy mesurado. «Cuando lo están acuciando
El Papa cuando lo supo «Los esculcas y adalides
Al Cid ha descomulgado; «Para que se vuelva al campo.
Sabiéndolo el de Vivar »Llorando vos lo pedí,
Ante el Papa se ha postrado. «Y en mi soledad cuidando
—Absolvedme, dijo, Papa, «De cobrar padre,-y marido,
Si no, seráos mal contado.— «Ni uno tengo, ni otro alcanzo;
(TIMONEDA, Rosa española.—H. ESCOBAR, «Que como otro bien no tengo,
Romancero del Cid.) »Y me lo habedes quitado,
«En guisa le lloro vivo,
i Del asunto todo fabuloso de este romanee se hace men-
a
«Cual si estuviera finado.
tion en la parte 1. , cap. xa del Quijote. «Si lo facéis por honralle,
s En la Rosa española, este verso y los dos siguientes se «Mi Rodrigo es tan honrado
sustituyen así: «Que no tiene barba, y tiene
Un gran bofetón le ha dado. «Cinco reyes por vasallos.
El Duque le respondió : «Yo finco, señor,en cinta,
—Demándetelo el diablo, etc. «Que en nueve meses he entrado ,
«Y me podrán empecer
«Las lágrimas que derramo.
757. «Non permitáis se malogren
BARTA DE JIMENA AL R E Y , QUEJÁNDOSE DE QUE OCUPÁNDOLE
«Prendas del mejor vasallo
EN GUERRAS, TIENE SIEMPRE A L CID APARTADO DE ELLA :
«Que tiene cruces bermejas,
PÍDELE SE LO SUELTE SIQUIERA PARA QUE LA ASISTA E N
«Ni á Rey ha besado mano.
SU PRÓXIMO P A R T O . — X X X I V .
«Respondedme en puridad
1
«Con letras de vuesa mano,
(Anónimo .) «Aunque al vueso mandadero
En los solares de Burgos «Le pague yo su aguinaldo.
A su Rodrigo aguardando, «Dad este escrito ajas llamas,
Tan en cinta está Jimena, «Non se faga de palacio,
Que muy cedo aguarda el parto. «Que á malos barruntadores
Cuando ademas dolorida, «Non me será bien contado.»
Una mañana en di-santo, (Romancera general.— It. ESCOBÍR , Romancero
Bañada en lágrimas tiernas del Cid.)
Tomó la pluma en la mano,
Y después de haberle escrito I Este romance y el que sigue, aunque no antiguos, son
quizá los mejores de los del Cid. Hay en el primero tanta na-
Mil quejas á su velado, turalidad , tanto hechizo mujeril, tanta ternura, que conmueve
Bastantes á domeñar dulcemente. ¿Cómo fuera posible resistir á los ruegos de
Unas entrañas de mármol, Jimena? ¿qué cuerda del corazón del hombre deja de tocar,
De nuevo tomó la pluma, que pueda atraerle á sus deseos? Nuevamente desposada , ya
Y de nuevo tornó al llanto, teniendo abrazado sin fruto á su marido por el cansancio de
lides, ya desprendiéndose de su seno para correr presuroso á
Y d'esta guisa le escribe ellas, ya ausente de él, como viuda desamparada se le pide al
Al noble rey Don Fernando. Rey presentándose como próxima á ser primera vez madre; se
«A vos, ¡ señor el Rey,
m
le pide ensalzándole y con dulces reconvenciones, con humil-
»e,l bueno, el aventurado, des y decorosos ruegos. Parece haber adivinado y penetrado el
»W magno, el conqueridor, poeta su secreto á la naturaleza, ó que esta se le reveló por un
especial privilegio. •
»M agradecido, el sabio,
"La vuesasierva Jimena,
»F'ja del conde Lozano, 758.
»A quien vos marido disteis RESPUESTA DEL REY Á LA CARTA DE JIMENA.—XXXV.
»»ieni así como burlando,
»Desda Burgos os saluda (Anónimo *.)
»Donde vive lacerando: Pidiendo á las diez del dia
»r as vuesas andanzas buenas . Papel á su secretario ,
•Llévevoslas Dios al cabo. A la carta de Jimena
»* «donadme, mi señor, Responde el Rey por su mano.
»b noosfablomuyensalvo, Después de facer la cruz,
Xt . m
?' l
? lante o s
tengo Con cuatro puntos y un rasgo,
"Non puedo disimulallo. Aquestas palabras linca
ROMANCERO GENERAL.
A guisa de cortesano : «A la Virgen, vos alumbre
« A vos, Jimena la noble, «En los peligros del parto.»
«La del marido envidiado, (K
TelCiÍ) S m e r a l U
' ~ ' E s C 0 B A R
' Zwncero
»La homildosa, la discreta,
»La que cedo espera el parto , i Digno es este romance del anterior; bello es tamhipn i
¡>E1 Rey que nunca vos tuvo interesante. El Rey responde á las quejas de Jimena I !
»Talante desmesurado, penetrando en lo Intimo de su corazón, y adivinando la «íw>
«Vos envía sus saludes cié de artificio propio del bello sexo cuando pretende tseñnrií
s En fe de quereros tanto. para alcanzar el logro de sus deseos. El Rey con una delirad
«Decísme que soy mal rey cortesana y dulce ironía discute las quejas de Jimena vwS
«Y que descaso casados, la dignidad de un monarca precisado por el bien del Estado s
desoír los ruegos de una dama, la consuela de su neeativa
«Y que por los mis provechos regalándola y lisonjeándola con todo aquello que puede d i?
»Non curo de vuesos daños : cificar sus penas, y ensalzar sus esperanzas.
«Que estáis de mí querellosa
«Decis en vuesos despachos,
«Que non vos suelto el marido 759.
«Sino una vez en el año ,
«Y que cuando vos le suelto JIMENA SALE Á MISA B E PARIDA : DESCRÍBESE SU CORTEJO
¡>En lugar de falagaros, Y T R A J E . — XXXVI.
«En vuesos brazos se duerme (Anónimo *.)
«Gomo viene tan cansado. Salió á misa de parida
»Si supiérades, señora, A San Isidro en León
«Que vos quitaba el velado La noble Jimena Gómez,
«Por mis enamoramientos, Mujer del Cid Campeador.
«Fuera con razón quejaros; Para salir, de contray
«Mas si solo vos lo quito Sus escuderos vistió;
«Para lidiar en el campo Que el vestido del criado
«Con los moros convecinos,' Dice quién es el señor.
«Ñon vos fago mucho agravio. Un jubón de grana fina
«A non vos tener en cinta, La bella dama sacó,
«Señora, el vueso velado, Con fajas de terciopelo
«Creyera de su dormir Picadas de dos en dos;
«Lo que me habedes contado; De lo mismo una basquina
«Pero si os tiene, señora, Con la mesma guarnición,
«Con el brial levantado... Donas que la diera el Rey
»No se ha dormido en el lecho El dia que se casó,
«Si espera en vos mayorazgo :
»Y si en el parto primero Y con los cabos de plata
«Un marido os ha faltado, Un muy rico ceñidor,
«ÍJo importa, que sobra un rey Que á la Condesa su madre
«Que os fara cien mil regalos. El Conde en donas le dio.
«Non le escribades que venga, Lleva una cofia de papos
«Porque aunque este á vueso lado, De riquísimo valor,
«En oyendo el atambor Que le dio la infanta Urraca
«Será forzoso dejaros. El dia que se veló;
»Si non hubiera yo puesto Dos patenas lleva al cuello
«Las mis huestes á su cargo * Puestas con mucho primor,
«Ni vos fuerais mas que dueña, Con San Lázaro y San Pedro
«Ni él fuera mas que un fidalgo. Santos de su devoción,
«Decis que vueso Rodrigo Y los cabellos que al oro
«Tiene reyes por vasallos : Disminuyen su color,
»¡Ojalá como son cinco A lasr espaldas echados,
«Fueran cinco veces cuatro! De todos hecho un cordón.
«Porque teniéndolos él Lleva un manto de contray,
«Sujetos á su mandado, Porque las dueñas de honor,
«Mis castillos y los vuesos Mientras mas cubren su rostro,
«No hubieran tantos contrarios. Mas descubren su opinión.
«Decis que entregue á las llamas Tan hermosa iba Jimena
«La carta que me habéis dado : Que suspenso quedó el sol
«A contener herejías En medio de su carrera
«Fuera digna de tal pago; Por podella ver mejor,
«Mas si contiene razones Y á la entrada de la Iglesia
«Dignas de los siete sabios, Al rey Fernando encontró,
«Mejor es para mi archivo Que para metella dentro
«Que non para el fuego ingrato : De la mano la tomó.
«Y porque guardéis la mía Dijo el Rey : — Noble Jimena,
»Y non la fagáis pedazos, Pues el buen Cid Campeador,
«Por ella á lo que pariérdes Vueso dichoso marido
«Pormeto buen aguinaldo. Y mi vasallo el mejor.
»Si fijo, prometo dalle Que por estar en las lides
«Una espada y un caballo, Hoy de la iglesia faltó,
«Y dos mil maravedis A falta del brazo suyo
«Para ayuda de su gasto. Yo vuestro bracero soy;
«Si fija, para su dote Y á aquesa fermosa Infanta
»Prometo poner en cambio Que el cielo divino os dio,
«Desde el dia que naciere, Mando mil maravedís
«De plata cuarenta marcos. Y mi plumaje el mejor.—
«Con esto ceso, señora, Non le agradece Jimena
»Y no de estar suplicando Al Rey tanto su favor;
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. Í91
Oue le ocupa la vergüenza, Y esperando la respuesta
Y á sus palabras la voz. Dio principio al tierno llanto,
Las manos quiso Jimena Poniendo fin á sus quejas.
Besarle, y él las huyó : (Romancero general.—ESCOBAR, Romancero del Cid.)
Acompañóla en la iglesia, 1
767. 768.
DE CÓMO E L REY DON SANCHO ENVIÓ MENSAJE CON E l . C
ALFONSO, FUGITIVO Y ACOGIDO POR E L REY MORO DE T O L E -
Á SU HERMANA DOÑA URRACA, PIDIÉNDOLA QUE L E • » » ' "
DO, EVITA LA M U E R T E , OFRECIENDO PAZ Y AMISTAD Á DI-
GASE Á ZAMORA POR DINERO, Ó E N CAMBIO DE O i n
CHO R E Y . — X L I V .
l VILLAS Ó C I U D A D E S . — X L V .
(Anónimo .)
En Toledo estaba Alfonso, (Anónimo *.)
Hijo del rey don Fernando : Llegado es el rey Don Sancho
Huido estaba por miedo Sobre Zamora, esa villa:
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 501
Muchas gentes trae consigo, Que Zamora dé y entregue
Oue haberla mucho quena. A su potestad y mando ;
Caballero en un caballo, Y partiendo el de Vivar
Y el Cid en su compañía, A facer del Rey el mando,
Andábala al rededor, Llegado al postigo viejo,
Y el Rey así al Cid decía : Que está con orden guardado,
_ Armada está sobre peña Como prohiben la entrada
Tajada toda esta villa. Al que honra al pueblo hispano ,
Los muros tiene muy fuertes, Intenta romper la guardia
Torres ha en gran demasía, Por cumplir del Rey el mando.
Duero la cercaba al pié, Ya la defensa del muro
Fuerte es á maravilla , La guarda que eslá velando
No bastan á la tomar Procura, y la resistencia,
Cuantos en el mundo había : Y al rumor del castellano
Si me la diese mi hermana La oprimida Doña Urraca,
Mas que á España la querría. Vestida de negros paños,
Cid, á vos crió mi padre, Pone el pecho sobre el muro,
Mucho bien fecho os habia ; Y moviendo el rostro y manos,
Fizóos mayor de su casa Humedeciendo los ojos
Y caballero en Coimbra , Le dice á Rodrigo ei bravo * :
Cuando la ganara á moros. — ¿ Por qué por puertas ajenas
Cuando en Cabezón moria, Vencidas con tus Vitorias
A mí y á los mis hermanos Llamas , pues con ello ordenas
Encomendado os habia; Que esté viva á vivas penas
Jurárnosle allí en sus manos Y muerta para las glorias?
Facervos merced cumplida. Y pues el trato de amigo
Fíceos mayor de mi casa, Depusiste, y das de mano,
Gran tierra dado os tenia Sin ver que justicia sigo :
Que vale mas que un condado «Afuera, afuera, Rodrigo,
El mayor que hay en Castilla. nEl soberbio castellano.»
Yo vos ruego, Don Rodrigo, Afuera, pues que quebraste
Como amigo de valía, La palabra y jura á aquella
Que vayades á Zamora En cuya alma te enterraste,
Con la mi mensajería, . Y al fia se la lastimaste
Y á Doña Urraca mi hermana Por no quedar dentro d'ella ;
Decid que me dé esa villa Mas cuando tu mano fiera
Por gran haber, ó gran cambio, Firmó en mi daño ordenado
Como á ella mejor sería. Aunque el Rey te lo impidiera,
A Medina de Rioseco «Acordársete debiera
Yo por ella la daria, »De aquel buen tiempo pasado.»
Con todo el Infantazgo, Yo soy mujer, y pasión
Y también le prometía No me da lugar que pida
A Villalpando y su tierra, Al cielo tu perdición ,•
O Valladolid la rica, Que si es mi alma ofendida,
0 á Tiedra, que es buen castillo, Así lo ha mi corazón :
Y juramento le haria Y aunque por tu causa muero
Con doce de mis vasallos No te quiero dar mal pago,
De cumplir lo que décia; Porque yo me acuerdo, fiero,
Y si no lo quiere hacer, « Cuando te armé caballero
Por fuerza la tomaría. — »En el altar de Santiago.»
El Cid le besó la mano, Lo que no consideraste
Del buen rey se despedía, Consideran las mujeres;
Llegado habia á Zamora Mas cuando al trato te hallaste ,
Con quince en su compañía. De lo que eras te acordaste,
(SEPÚLVEDA , Romances nuevamente sacados, etc., Y olvidaste lo que eres :
edición del S66. — It. ESCOBAR , Romancero Esta disculpa te hallo,
del CU.) Pues ya eres lidalgo de armas,
Mas sin serlo, aunque vasallo ,
n\fiVT^F,'Á \ á
f
Eutrad0
« Mi padre te dio las armas,
h á e l C i d e t t Z a m r a
> núme-
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£ / C u l m
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»Mi madre te dio el caballo.»
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Al estado te subieron
« A 0 illo fSmotSepúlvoda'edicion Ae im
>pero Que por tu medio perdí;
Tu bien y mi mal hicieron,
769. Pues cuanta honra te dieron
Tanta me quitaste á mí :
^ M . S M O A S C T O . - R E S U J E S T A NEGATIVA DE DOÑA URRACA Y guardándole el decoro
V SUS QUEJAS CONTRA E L C I D . — XI.V1. Del gusto á mi padre amado,
(Anónimo.) Yo que por tu causa lloro,
Desp del lamento triste « Yo te calcé espuela de oro
ues
793.
ARIAS GONZALO ARMA CABALLERO Á SI) HUO MENOR, PEDRO
794;
ARIAS, Y LE INSTRUYE DE SUS DEBERES COMO TAL, — LXX. MIENTRAS SUS HIJOS LE ARMAN, ARIAS GONZALO LOS ANIMA
(Anónimo *.) PARA E L COMBATE. — LXXI.
El hijo de Arias Gonzalo, (De Lúeas Rodríguez.)
El mancebilo Pedro Arias , Aun no es bien amanescido,
Para responder á un reto Qu'el cielo estaba estrellado,
Velando estaba unas armas. Cuando se armaba en Zamora
Era su padre el padrino, El buen viejo Arias Gonzalo:
La madrina Doña Urraca, .. ' Armanle sus cuatro hijos,
Y el obispo de Zamora Qu'ellos ya estaban armados.
Es el que la misa canta : Mientras las armas le ponen
El altar tiene compuesto, Les dice el viejo esforzado.
Y el sacristán perfumaba —De cinco que sois, mis hijos,
A San Jorge y San Koman, Escogí solo los cuatro,
Y á Santiago el de España : Por ser yo el quinto y postrero,
Estaban sobre la mesa Que me hallaré en el campo.
Las nuevas y frescas armas, Bien conozco, hijos mios,
Dando espejos á los ojos, Que este afán me era excusado,
Y esfuerzo á quien las miraba. Pues do vosotros estáis
Salió el Obispo vestido, Ya yo soy privilegiado ;
Dijo la misa cantada, Mas el repto de Don Diego
Y el ames pieza por pieza A ninguno habie excusado,
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. SIS
e]o,cmco,n.mo/.o,
Nivl
Acordaos que prometistes
N¡ por nacer, ni finado : A mi padre Don Fernando
Yerbas, aguas, plantas, peces, De nunca desampararme
Todo lo tienen reptado, NI dejar de vuestra mano.
Y núes él nada reserva —Pláceme, señora mia,
NO quiero ser reservado. Respondió Arias Gonzalo.—
Mirad, hijos, que lleváis Cabalgara Pedro Arias
Delante al que os ha engendrado; Su hijo, que era el mediano,
Mirad que dice el refrán , Que aunque era mozo de dias,
En Castilla muy usado, Era en obras esforzado.
«Por su ley, y por su Rey Dijo : —Cabalgad, mi hijo,
„Y su tierra, está obligado Que os esperan en el campo :
„ A morir cualquiera bueno, Vais en tal hora y tal punto
»Y mejor, si es hijodalgo.» Que nos saquéis de cuidado.—
Mirad, hijos, que lo sois, Sin poner pié en el estribo
Oe sangre d'este mi lado , Arias Pedro ha cabalgado :
Y que el honor ó la afrenta Por aquel postigo viejo
Eso queda en vuestra mano.— Galopando ha llegado
(RODRÍGUEZ , Romancero historiado.) Adonde estaban los jueces
Que le estaban esperando.
Partido les han el sol,
Dejado les han el campo.
795. (TIMONEDA , Rosa Española.—II. WOLF, Rosa de
ARMA ARIAS GONZALO Á SUS HIJOS, V ENVÍA N U M E R O Á PEDRO romanees.)
ARIAS CONTRA E L RETADOR DE ZAMORA, O R D O Ñ E Z . — L X X I I . 1
1 Uno de los buenos reimpresos por el sefior Wolf, y acaso
(Anónimo .) el que con mas ternura y claridad trata del asunto sobre que
Tristes van los zamoranos versa.
Metidos en gran quebranto; 2 Temible era en aquellos tiempos la calificación de traidor;
Reptados son de traidores, pero se usaba con muchas restricciones, porque no se consi-
deraba tal á quien se defendía contra el Rey, ó le acometía des-
De alevosos son llamados : pués de haberse despedido de su servicio, aun cuando se pa-
Más quieren ser todos muertos, s
sase á los contrarios.
Que no traidores nombrados . s Aquí la voz castigando , equivale á instruyendo, aconsfe
Dia era de San Millan , jando ó enseñando.
Ese dia señalado, * Pronosticábale el corazón la suerte de sus hijos, y el amar-
Todos duermen en Zamora; go pesar de verlos morir uno por uno, á pesar de su justicia y
Mas no duerme Arias Gonzalo. valentía. Ciertamente la situación de Arias Gonzalo es una de
Acerca de las dos horas las mas trágicas, y tanto mas cuanto su corazón no era tan du-
Del lecho se ha levantado : ro como el del padre de los Horacios, ni su triunfo tan grande
3
Castigando está sus hijos, y glorioso.
A todos cuatro está armando :
Las palabras que les dice
Son de mancilla y quebranto.
—Ayúdeos Dios, hijos mios, 796.
Guárdeos Dios, hijos amados, TRES HIJOS DE ARIAS GONZALO MUEREN E N E L RETO DE Z A -
Pues sabéis cuan falsamente MORA ; PERO ESTA QUEDA POR BUENA POR HABER SALIDO
Habernos sido reptados : DE LA ESTACADA E L RETADOR ANTES D E TERMINAR E L
Tomad esfuerzo, mis hijos, DUELO.—LXXII1.
Si nunca lo habéis tomado, (Anónimo*.)
Acordaos que descendéis
De la sangre de Lain Calvo, Ya se salen por la puerta,
Cuya noble fama y gloria Por la que salía al campo,
Hasta hoy no se ha olvidado, Arias Gonzalo , y sus hijos
Pues que sabéis que Don Diego Todos juntos á su lado.
Es caballero preciado, El quiere ser el primero
Pero mantiene mentira, Porque en la muerte no ha estado
Y Dios d'ello no es pagado : De Don Sancho, mas la Infanta
El que de verdad se ayuda La batalla le ha quitado,
De Dios siempre es ayudado. Llorando de los sus ojos
Uno falta para cinco, Y el cabello destrenzado :
Porque no sois mas de cuatro, —¡Ay! ruégovos por Dios, dice,
Jo seré el quinto, y primero, El buen conde Arias Gonzalo,
Que quiero salir al campo. Que dejéis esta batalla
Morir quiero, y no ver muerte * Porque sois viejo y cansado : <
Jje hijos que tanto amo. Dejaisme desamparada _,.' •
Mis hijos, Dios os bendiga Y todo mi haber cercado; r
Como os bendice mi mano.— Ya sabéis como mi padre
sus armas pide el buen viejo, A vos dejó encomendado
J>us hijos le están armando, Que no me desamparéis, i
Las grevas le están poniendo, Ende mas, en tal estado.—
"ona Urraca había entrado, En oyendo aquesto el Conde
LOS brazos le echara encima Mostróse muy enojado :
Muy fuertemente llorando. —Dejédesme ir, mi señora,
—¿Donde vais, mi padre viejo, Que yo estoy desaliado, . .' 5,
upara qué estáis armado? Y tengo de hacer batalla •'•-
"ejad las armas pesadas, Porque fui traidor llamado.—
We ya sois viejo cansado, Con la Infanta, caballeros
J sabéis que si morís Juntos al Conde han rogado »•
ardido es todo mi Estado. Que les deje la batalla,
Que la tomarán de grado.
.--* T, X. 35
Ui ROMANCERO GENERAL.
Desque el Conde vido aquesto Un gran golpe le habla dado;
Recibió pesar doblado;' Mal herido le ha en el hombro,
Llamara sus cuatro hijos , En el hombro y en el brazo.
Y al uno d'ellos ha dado Don Diego con el su estoque
Las sus armas y su escudo, Le hiriera muy de su grado,
El su estoque y su caballo. Hiriéralo en la cabeza,
Al primero le bendice En el casco le ha tocado.
Porque era del muy amado : Recudo el hijo tercero
Pedradas habia por nombre, Con un gran golpe al caballo,
Pedradas el castellano. Que hizo ir á Don Diego
Por la puerta de Zamora Huyendo por todo el campo.
Se sale fuera y armado; Así quedó esta batalla
Topárase con Don Diego Sin quedar averiguado
Su enemigo y su contrario : Cuáles son los vencedores, 4
—Todos juntos sois traidores, a Era costumbre en los retos, que si un campeón salía ¡le li
valla antes de haber muerto u obligado a declararse rendidos
Por tales seréis quedados.— su contrario, se le consideraba como vencido En el reto dí
Vuelven los dos las espaldas Zamora hubo mas indulgencia, como se verá mas adelante
Por tomar lugar del campo , pues aunque Diego Ordoñez arrebatado por su caballo saltó
Hiriéronse juntamente la valla, ¡os jueces del campo, tomando por equidad un tér-
En los pechos muy de grado; mino medio, declararon por buenos á todos los campeones
y libres del reto á los zamoranos. '
Saltan astas de las lanzas
Con el golpe que se han dado;
No se hacen mal alguno
Porque van muy bien armados. 797.
Don Diego dio en la cabeza
A Pedradas desdichado, DE CÓMO MURIERON E N E L RETO DOS HIJOS DE ARIAS
Gortárale todo el yelmo GONZALO. — LXXIV.
Con un pedazo del casco;
Desque se vido herido (De Lúeas Rodríguez.)
Pedradas y lastimado, Ya está esperando Don Diego
Abrazárase á las clines, En el campo á su contrario,
Y al pescuezo del caballo : Cuando sale de Zamora
Sacó esfuerzo de flaqueza El buen viejo Arias Gonzalo.
Aunque estaba mal llagado, Sus hijos lleva consigo,
Quiso fedr á Don Diego, Para salir mas honrado.
Mas acertó en el caballo, Cuando vio cerca á Don Diego,
Que la sangre que corda A Pedro Arias ha llamado :
La vista le habia quitado : Echóle su bendición,
Cayó muerto prestamente Y d'esta suerte le ha hablado :
Pedrarias el castellano. —Ten cuenta que eres mi hijo,
Don Diego que vido aquesto Mira bien que eres hidalgo ;
Toma la vara en la mano, Ve á lidiar por tu concejo
Dijo á voces : — ¡Ah Zamora! Como eres obligado :
¿Dónde estás, Arias Gonzalo? Muere como caballero,
Envía el hijo segundo, Y no vuelvas deshonrado;
Que el primero ya es finado.— Mas le vale quedar muerto,
Envió el hijo segundo, Que no vivir afrentado.—
Que Diego Arias es llamado. Con gran furia , Pedro Arias
Tornara á salir Don Diego Fué donde estaba esperando;
Con armas y otro caballo, Encuéntranse con las lanzas,
Y diérale fin á aqueste Pero no se han acertado.
Como al primero le ha dado. Ponen mano á las espadas,
El Conde viendo á sus hijos , Con furor demasiado;
Que los dos le han ya faltado, Defiéndese Pedro Arias,' .
Quiso enviar al tercero Mas poco le ha aprovechado,
Aunque con temor doblado. Que malamente herido,
Llorando de los sus ojos Cayó muerto del caballo.
Dijo : —Ve, mi hijo amado, Don Diego sacó un bastón,
Haz como buen caballero Que hincado estaba en el campo,
Lo que tú eres obligado : Y alzándolo hacia arriba,
Pues sustentas la verdad, Una gran voz habie dado :
De Dios serás ayudado ; —Don Arias, envía otro hijo,
Venga las muertes sin culpa, Qu'este ya tiene recaudo.—
Que han pasado tus hermanos.— Cuando Don Arias lo oyó,
Hernán D'Arias, el tercero, A Diego Arias ha llamado :
Al palenque habia llegado; Echóle la bendición,
Mucho mal quiere á Don Diego, Y á combatir lo ha enviado.
Mucho mal y mucho daño. Con coraje va Diego Arias;
Alzó la mano con saña Mas poeo le ha aprovechado,
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA.
n u e lo mismo d'él hiciera 799.
Hne habia hecho del hermano,
nnn Diego sacó el bastón, EL CID DA POR BUENOS Á TODOS LOS CAMPEONES, Y POR
v otra gran voz habie dado : U B R E Á ZAMORA DE LA ACUSACIÓN DE ALEVOSÍA.—LXXYI.
Inon Arias, envía el tercero, (De Lúeas Rodríguez.)
Oue el segundo es despachado.—
(HOPRIGUEZ, Romancero historiado.) A pié está el fuerte Don Diego
Fuera de la empalizada,
Que en saltando del caballo,
Lo pasó de una estocada,
798. Y para entrar en. la lid,
•un MURIÓ E N E L RETO E L T E R C E R HIJO D E A R I A S ,
El un pié tiene en la raya.
' INDO EMPERO MJEÑO D E L CAMPO, PORQUE SALTÓ LA
Unos dicen : —Ya es vencido.—-
Otros ¡ — Vuelva á la batalla.—
^ U EL CABALLO DE SU C O N T R A R I O . — L X X V .
Unos le tiran de dentro,
• (De Lúeas Rodríguez.) Otros le estorban la entrada.
Muerto habia Don Diego Ordoñez, Aquí llegan los jueces,
Dos hijos de Arias Gonzalo; Y le mandan que se vaya,
Para esperar al tercero, Que ellos juzgarán el caso
Un poco habie descansado; Conforme al fuero de España,
Y entre tanto á Rodrigo Arias Y que guardarán justicia,
Ha llamado Arias Gonzalo. Sin quitar á nadie nada.
Habíale d'esta manera Obedeciendo Don Diego,
Con el rostro demudado : Al real á pié tornaba;
—No es menester que te diga, No quiso tomar caballo,
Hijo, que estás obligado Según enojado estaba,
A morir por tu concejo, Que ni mira de su bien,
Pues está tan claro y llano: Ni de su mal le da nada.
Muévate ver, hijo mió, Ni mira que va herido,
El campo en sangre bañado Ni que el ir á pié le daña,
De aquella sangre inocente Ni que el real está lejos,
• De un hermano y otro hermano : Ni que la malla es pesada.
La lanza lleva en el hombro,
Y si no miras al suelo La adarga mal embrazada;
Por no quedar lastimado, A las veces va muy recio,
Pues no puedes hacer menos, Y otras veces se paraba.
En la espada del contrario, A ninguno habla que topa,
Verás la sangre que corre, Ni conoce á quien le habla.
Que le llega hasta la mano.— Alza los ojos al cielo,
Hablando d'esta manera,
Mil bendiciones le ha echado : Y luego al suelo los baja. ' •
— Hijo, Dios vaya contigo, Unas veces va gritando,
Y otras de tristeza calla;
Y el apóstol Santiago : D'esta suerte va á su tienda,
Gran razón llevas contigo Y luego se echó en la cama.
Con que serás ayudado.— Ninguno le entraba á ver, .
Y besándole en el rostro Ni él á ninguno llamaba;
En lágrimas le ba bañado. Mas como se vido solo,
Esforzara Rodrigo Arias, De sí mesmo se quejaba.
Por ser mozo y muy osado, — Don Diego Ordoñez, Don Diego,
A do le espera Don"Diego, ¿Qu'es de la sangre de Lara,
Que está comiendo un bocado. Y del buen Diego Proal,
Mudó la lanza y escudo, Y de Gonzalo Mudarra,
Y ha tomado otro caballo. Pues de su sangre ha venido
Vanse el uno para el otro, Quien ha deshonrado á España?
Muy recio se han encontrado : ¡ Rodrigo Arias venturoso,
Rodrigo Arias es valiente, Pues dentro de la estacada
Trae á Don Diego acosado; Has muerto como hijo-dalgo,
Mas Don Diego con grande i r a , En brava y cruel batalla!
Un revés le habie tirado : ¡ Rey Don Sancho,.señor mió,
Dióle un golpe en la cabeza, Maldita sea la crianza,
Que la media le ha cortado. Que en este traidor pusiste,
Con las ansias de la muerte, Y el pan que comió en tu casa !
Un golpe habie descargado, ¿Qué dirá toda Castilla,
Que le dio á Diego Ordoñez, Que me encargó la batalla,
Lomohombre desatinado. Sino que saqué el caballo,
Cortóle las cabezadas, Porque el lidiar me cansaba?
Hiño en el rostro al caballo, ¿Qué dirán los extranjeros,
ai caballo dio á huir, Cuando sepan esta hazaña,
viéndose desenfrenado. Sino que los castellanos,
Quiérele tener Don Diego, Porque gusto no les daba,
«roño le ha aprovechado ; Mataron á su señor
«oarigo Arias, aunque muerto, Con una traición pensada?
™ el campo se ha quedado. Cuando lo digan ansí,
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) Tendrán razón muy sobrada ;
Pues los traidores son vivos,
Y la injuria no es vengada.
¡ Diego Ordoñez, tu rey muerto,
Y estás echado en la cama! —
Ibaá salir de su tienda,
516 ROMANCERO GENERAL.
Cuando el Cid Ruy Diaz llegaba, En defensa de su reto,
Y abrazándose con él, Muerto á tres en la estacada,
D'esta manera le habla : Aunque cinco manda el fuero
—¿Donde vais, Don Diego Ordofiez? Porque en él tercer combate,'
Que la sentencia ya es dada, El caballo revolviendo,
Dando por libre á Zamora, Lo sacó de la señal,
Y á vos la victoria y palma. Y del límite, huyendo,
No os quejéis de la fortuna, Dan á Zamora por libre,
Que no os fué contraria en nada, Y á él la gloria del hecho.—
Que salírseos el caballo, Arias Gonzalo se altera,
Cosa fué por Dios guiada.— Y sin responder, volviendo
Con esto que dijo el Cid, Lleno de ira y congoja,
Don Diego mas se aplacaba : Nuevas lágrimas vertiendo,
Dejóse tomar la sangre, Nuevos suspiros derrama
Y sus heridas curaba. Con nuevas ansias gimiendo.
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) A las votes que iba dando,
La Infanta salió corriendo ,
Alterada y sin color,
Sobresaltada, temiendo,
800. Los cabellos esparcidos
SENTENCIA DADA POR LOS JUECES DEL CAMPO , SOBRE Por los hombros, sin concierto,
EL RETO DE ZAMORA. — LXXVII. Dando unos dientes con otros,
El cuerpo helado , tremiendo,
(De Juan de la Cueva.) Porque donde el temor reina
Desde el muro de Zamora, Todo altera, y causa miedo
Arias Gonzalo está viendo Así cual á Doña Urraca,
El campo del rey Don Sancho A la cual el viejo viendo
Todo alterado y revuelto, Limpiando los lientos ojos,
Los unos ir á una parte, Así se llegó diciendo :
Otros el suelo midiendo, — Nuestra lid es acabada,
Unos rayar la estacada, Fin tiene ya nuestro cerco,
Y decir : — Salió huyendo.— Por libre dan á Zamora,
Otros decir : — El caballo De traición somos exentos;
Tiene la culpa, y no el dueño, Aunque me cuesta tres hijos,
Que Don Diego Ordoñez hizo Yo me huelgo de perdellos,
Cuanto debe á caballero.— Que incitados de su honra,
En estas contrariedades, Y la nuestra defendiendo
Grandes voces esparciendo, Han muerto todos en campo,
Mézclanse d'entrambas partes, Por los nuestros, como buenos.
'• Condenando y absolviendo. Yo quedo alegre y ufano,
Esto mira Arias Gonzalo, Qu'en tal ocasión sean muertos,
Y el rumor confuso oyendo, Y que triunfe el vencedor
No puede entender qué sea; De sus vidas, y no d'ellos,
Mas aguarda y tiene intento Que al fin mueren por su patria
De ser el cuarto en la lid, Como nobles caballeros,
A vengar sus hijos muertos : Poniéndola en libertad
Y así, despedido el llanto, Del crimen que le fué impuesto,
En ira y saña está ardiendo. Dejándola en su nobleza,
Tiene el caballo ensillado, Su sangre en ella vertiendo,
Y él armado de secreto; Entregándose á la muerte
Por temor de Doña Urraca, Eterna vida adquiriendo.
Las armas habia cubierto (CUEVA, Coro febeo, etc.)
Con el vestido de luto,
Teniendo d'elia recelo
Que ha de impedirle la ida, 801.
Cual otras veces lo ha hecho; POR L A MUERTE DE SUS HIJOS DESAFÍA ARIAS 6ONXM.01 Í 0 ^
Y así sin hablar palabra, D O Ñ E Z ; MAS COMO BUENOS CABALLEROS , SE E X F U t
Firme en este presupuesto, QUEDAN AMIGOS. — LXXV1II.
Aguarda oyendo las voces l
A cuya causa las damas No puede darse una situación mas bella , mas digna, y
Bajaron de los andamios, que mejor pinte las costumbres caballerescas de nuestros abue-
los. La ira natural y los ímpetus de un anciano que vé muer-
Y á competencia mi cuello tos sus hijos, el noble porte y las mesuradas razones, y aun
Enlazaron con sus brazos, tiernas y sentidas palabras con que el fuerte consuela al débil,
Por los que dieran mancebos, y le hace perdonar hasta su superioridad, y luego el cordial
Sus tiernos y verdes años, abrazo con que se estrechan, es todo muy superior á lo que
Movidos solo de envidia ha podido inventarse de noble y generoso. Por malo OTue fuese
De los d'este viejo cano. el romance, aun se leería con gusto por la escena que describe.
También tendrédes memoria
De cuando con diez paganos
Tuve solo escaramuza 802.
Dando, de diez, nueve al campo; A l MISMO A S U N T O . — L X X I X .
Y con aquesta noticia (De Lúeas Rodríguez.)
De cuando vencí á Albeuzaidos,
Saliendo de industria á pié, Por el muro de Zamora
Y el diestro moro á caballo, Anda el viejo Arias Gonzalo,
Cuando le dejé la vida La mano puesta en la barba,
Porque dijo : — Arias Gonzalo, El rostro triste turbado,
Mas vale ser tú vencido, Unas veces mira al cielo,
Que ser vencedor de un campo.— Otras vuelve suspirando
Y otros hechos valerosos A mirar á la estacada,
Que el mundo dice y yo callo, Donde estaban peleando
Porque en infinito tiempo, Rodrigo Arias el valiente,
No hay tiempo para contallo. Con Don Diego él castellano.
Porque de pavor no mueras, El corazón se le.altera,
Aqueste estoque no arranco, Que nunca le salió falso,
Que está de un millón de muertos Cuando vio á Don Diego Ordoñez,
Boto y de sangre esmaltado. Que huyendo sale del campo.
Estas honrosas hazañas La cabeza descubierta,
Por tu infamia y mi honor saco; Sin freno, lleva el caballo,
Las tuyas son que mataste Rodrigo Arias queda muerto,
Un rapaz, y otro muchacho.— En aquel campo arrojado;
El cortés Don Diego Ordoñez, En la sangre de sus venas,
Templóse de cortesano, Se está el triste revolcando.
Respondiendo á voces altas, El padre cuando lo vido,
Con órgano humilde y bajo • Vuelve al muro apresurado;
No ha menester que le digan
Y con el rostro risueño, ' Lo que en el campo ha pasado.
Un poco torcido el brazo, No pide á nadie consejo,
De codo sobre la espada, Ni quiere ser consolado :
Y el rostro sobre la mano, Derecho se va á su casa,
Le dice: — Aquesas proezas, Y habiendo en ella entrado,
i esos hechos soberanos, De tristes armas de luto
fti cielo y tu buena suerte El buen viejo se está armando.
se las concedió á tu brazo : Solo, se pone las grevas,
fin tu causa soy testigo, La loriga se ha enlazado,
» Por serlo eu razón valgo, No quiere llevar celada ,
¿ tu en las mías no vales Porque así lo habie jurado.
™r testigo apasionado, Iba cubierto de luto
^aunque puedo referirte Hasta los pies del caballo;
valentías y hechos raros, Por el brazo de la lanza
we casi imitan los tuyos, Lleva el capuz levantado :
Aunque á los tuyos agravio, Bslánle muy bien las armas,
flo diré por honrarme Que aunque viejo es muy gallardo.
0?,"^ . u e m e
has deshonrado, Por las puertas de Zamora
K u í m u e n
hijose á d o
Sale recio como un rayo,
s
& \ h a s i d 0
honrado, t a n
A grandes voces diciendo :
fe ^ atrevido avenir — Espera, buen castellano,
«»al de su contrario.
f
>18 ROMANCERO GENERAL.
Pues que rae has muerto tres hijos, El hijo de Arias Gonzalo.
Mala el padre, y serán cuatro. Llorábanle cien doncellas,
Si eres buen caballero, Todas ciento hijosdalgo,
No debes tú de negarlo : Todas eran sus parientas
No mueras, hijo Rodrigo , En tercero y cuarto grado:
Si quieres verte vengado.— Las unas le dicen primo,
Mal le ha sucedido al viejo Otras le llaman hermano'.
Lo que llevaba pensado, Las otras decían tío,
Que los jueces de la lid, Otras lo llaman cuñado,
Habían ya determinado Sobre todas lo lloraba
Dar á Zamora por libre, Aquesa Urraca Hernando.
Y á Don Diego dar por salvo. ¡ Y cuan bien que las consuela
Danle por buen caballero, Ese viejo Arias Gonzalo!
Y en armas aventajado. —¿Por qué lloráis, mis doncellas'
Ifil viejo, cuando lo supo, ¿Por que hacéis tan grande llanto'
De coraje está temblando : No lloréis así, señoras,
Tórnale á desafiar, Que no es para llorallo :
Y que salgan él, ó cuatro : Que si un hijo me han muerto
Caballeros de Jaén, Aquí me quedaban cuatro:
Son los que lo han otorgado. No murió por las tabernas,
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.) Ni á las tablas jugando;
Mas murió sobre Zamora
Vuestra honra bien guardando :
Murió como caballero,
803. Con sus armas peleando.
AL MISMO ASUNTO. — L X X X .
{Cancionero de romances. - U. TIMONEDA . m m
(Anónimo.) española.) '
Sembrado está el duro suelo i Parece ser un romance escrito en principios del siglo JVI.
De la sangre zamorana
De los tres hijos queridos
Del buen viejo Gonzalo Arias :
Sembrado está el duro suelo 805.
De las piezas de las armas, AL MISMO ASUNTO. — LXXXII.
Y del batir de los golpes,
Surcada la empalizada. (De Lúeas Rodríguez*.}
Rodrigo Arias queda muerto Sobre el cuerpo de Rodrigo,
En medio de la estacada, Arias Gonzalo lloraba,
Y su caballo á Don Diego, Que de la mortal herida
Sacó fuera de la raya, El espíritu dejaba,
Y aun el animoso Ordoñez Y el rostro sangriento y frió
Volver quiere á la batalla, Muchas veces le besaba,
Para lidiar con los dos, Que á su generoso pecho
Que por vencer le quedaban. Ya el dolor le sojuzgaba.
El viejo Arias armado, Roto el ñudo al sufrimiento,
Furioso empuña la lanza, Con la voz ronca, turbada,
Que quier-e vengar con ella Dice: — ¡ Oh juvenil esfuerzo!
Tanta sangre derramada. ¡Mocedad tan malograda!
Con la voz ronca y horrible ¡ Y cómo cayó en vosotros
Por medio de todos pasa, La suerte que á mí tocaba,
Y al matador de sus hijos, Que de yo vivir, mis hijos,
Dice airado estas palabras : Poco fruto se sacaba!
— Pues la sangre, ardiente joven, ¿Cómo torció la fortuna
Crudo lobo, no te harta, Lo que la razón os daba ?
Mata tu sed con la mia, No lloro yo vuestra muerte,
De un viejo que te desama, Que fué ganar vida y fama,
Que yo beberé la tuya Pues que,muriendo cobrastes
Con que mitigue mi saña, La honra qu'en duda estaba,
Y acompañaré mis hijos Y librastes á Zamora
En la muerte por su patria.— De una confusión tan brava;
{ MADRIGAL , Segunda parte del Romancero genera l Mas lo que siento, hijos mios,
Es ser tanta mi desgracia
Que no fuese yo el primero,
Que quedase en la -estacada :
804. Vosotros con el descanso
EXEQUIAS D E L HIJO DE ARIAS GONZALO.- - LXXXI. Yo con el dolor quedaba.
¡Oh traidor, falso Bellido,
(Anónimo *.) Y cuan caro me costaba ¡
Por aquel postigo viejo, El darte entrada en Zamora!
Que nunca fuera cerrado, ¡ Y cómo lo recelaba
Vi venir pendón bermejo Este triste corazón,
Con trescientos de á caballo : Que tu maldad me mostraba!-
En medio de los trescientos El llorar deja el buen viejo
Viene un monumento armado Por valer á Doña Urraca,
Y dentro del monumento Que como mujer furiosa
Viene un atahud de palo, Sobre el cuerpo se arrojaba;
Y dentro del atahud , Sus dos ojos hechos fuentes
Venía un cuerpo finado, El bello rostro agraviaba,
Qu'era el de Fernando d'Arias, Y las hebras de oro fino
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. • ; • >
* Es con algunas variantes el mismo del número 812, nue ne trozos enteros comunes á él, son tantas las variantes, no solo
en los versos sino también en el espíritu que domina.cn ellos,
empieza : En Santa Gadea de Burgos, etc. que pueden considerarse como obras distintas. Cuál de los dos
sea mas antiguo, no és fácil de decidirse; pero sí asegurarse
que el primero se desvia menos del carácter mesurado y caballe-
roso que nuestros antepasados gustaban suponer en el Cid,
812. que sin desmentir su valor sabía respetar y hacerse respetar de
AL MISMO A S U N T O . — L X X X I X .
los reyes, tal como aparece en el poema suyo, que es acaso el
documento mas antiguo de poesía castellana que nos queda.
(Anónimo *.) 2 Los siervos que los proceres godos llevaron á Asturias,
En Santa Gadea de Rúrgos huyendo de la invasión árabe, constituyeron allí la clase üe
Do juran los fijosdalgo, villanos dedicados á las labores del campo, mientras los demás
Allí le toma la jura vecinos iban á la guerra 6 se defendían. Estos siervos, llamados
de criazón, apenas fueron conocidos en Castilla, que en su
El Cid, al rey castellano. reconquista fué poblada por pecheros y solariegos, que á la vez
Las juras eran tan fuertes, que colonos eran soldados, y fronterizos que peleaban y exten-
Que á todos ponen espanto ; dian la reconquista. Estos pobladores, aunque fuesen algunos ae
a t e l
Sobre un cerrojo de hierro origen servil, nunca se consideraron como adscriptos ' P "
Y una ballesta de palo : no, puesto que sometiéndose á ciertas condiciones, eran dueños
de dejarle.
—Villanos mátente, Alfonso, ' Estas capas eran de paja entera, ó de heno , y ademas de
Villanos, que non fídalgos ser de abrigo, no se dejaban penetrar del agua, porque so
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA.
narecian al techado de una choza. Aun se conserva su uso en Don Alonso que lo supo,
m
Asturias y en Galicia. Dijo que lo harie de grado.
•* Este y los tres siguientes versos se hallan también en el Muchos señores de salva
romance que dice: Cabalga Diego Lainez, número 731. (Véase Entran con él á su lado,
Ja nota allí puesta donde se cita el poema que pudo sugerirlos Y cuando estuvieron dentro
T prestar su espíritu á ambos romances.)
Las puertas le habien cerrado.
Sobre una ara consagrada
813. Y un Crucifijo dorado,
Y en un cerrojo de acero,
HECHA LA JURA , E L R E Y INCREPA A L CID POR EL RIGOR Como era acostumbrado,
CON QUE SE LA T O M Ó . — X C . Viénele á tomar la jura _
i
(Anónimo .) Ese buen Cid castellano*
—Fincad ende mas sesudo, De las palabras que dice
Don Rodrigo, con vos fablo, Están muy maravillados :
Catad que soy vuestro rey, — Nunca reines, rey Alonso,
Maguer que no esté jurado, En tu reino ningún año»
Y este cerrojo de hierro, Y después que muerto fueres
Y esta ballesta de palo, El alma te lleve el diablo ,
Como fincan en mi jura, Si supiste ó consentiste
Fincan también en mi agravio. En la muerte de Don Sancho.—
Yo fago testigo á Dios, Nunca le respondió cosa,
Antes le estaba mirando.
Y á nuestro patrón Santiago, Luego habló Pero Anzures,
Que non he sido traidor Un ayo que lo ha criado :
En la muerte de Don Sancho. — Pone la mano, señor,
Non mostréis, con ser sañudo, Y jura pues, que estáis salvo,
Ser, Rodrigo, apasionado, Que nunca fuistes traidor,
Que maguer que haya razón,
Se ha de humillar el vasallo. • Ni sabéis nada en tal caso.—
Si con las huestes, Rodrigo, Luego hizo Don Alfonso
Fincades sañudo y bravo, Lo que le mandó su ayo :
Sed con los reyes humilde, Puso la mano y juró
A Dios que le habia criado,
Y seréis mas estimado. Que no consintió, ni supo
Non eclipséis con la lengua En la muerte de Don Sancho;
Los fechos de vuestros brazos, Y en haciendo el juramento, ¿
Que el fablar sin ocasión Contra el Cid se habia encarado.
Es de homes afeminados, Las palabras que le dice
fiien se me lembra del tiempo Son de hombre muy airado:
Que como noble soldado —Enojado estoy, buen Cid,
Habéis servido en las lides Porque así me has maltratado; ;
A mi padre Don Fernando; Mas con esto me consuelo,
Mas non vos ensoberbezcan Que no se cumple hoy el año,
Los triunfos que heis alcanzado, Que si me tomas la jura
Que es la jactancia un borrón, Luego serás mi vasallo.—
Que borra fechos muy claros. Con ansia responde el Cid,
Decis que si parte he sido D'esta suerte le ha hablado : ••
En la muerte de mi hermano,
Que me den villanos muerte; — Como lo usareis, buen Rey,
Fablais bien, serán villanos: Como lo fueres usando.—
Non fincará contra rey Poniendo mano á la espada
Ningún vasallo fidalgo, Se sale el Cid castellano,
Que unfidalgonunca emprende Y con voz muy alterada
Facer tal desaguisado.— En una cruz ha jurado
Esto dijo Don Alfonso De nunca entrar en sus cortes,
Teniendo puesta la mano Ni obedecer su mandado,
Sobre un cerrojo de hierro, Hasta tanto que tres veces
Se lo hubiese el Rey rogado.
Y una ballesta de palo. Cabalgó y fuese luego
(Romancero general) De muchos acompañado-.
l
En vano se afecta aquí un lenguajerouy anti guo: el romance (RODRÍGUEZ, Romancero historiado,]
descubre ser definesdel siglo xvi.
815,
814. AL MISMO ASUNTO.—XCII.
AL MISMO A S U N T O . — X C I . (Anónimo.)
(De Lúeas Rodríguez.) Por la muerte que le dieron
Después que sobre Zamora En Zamora al rey Don Sancho,
Murió el noble rey Don Sancho, Han jurado al rey Alfonso
Vino á reinar en Castilla Los hombres buenos y honrados,
Un Don Alfonso su hermano. Castellanos y leoneses,
Pide por herencia el reino, Con gallegos y asturianos.
Que de derecho ha heredado, El Cid rehusa la jura
Y para alzalle por Rey Y así el buen Rey le ha fablado :
Los grandes han acordado —Decid, ¿por qué non queréis,
Que entrase en Santa Gadea Buen Cid, besarme la mano,
Y jurase si era salvo Pues que lo han hecho los grandes
De aquella tan cruda muerte, Cuantos hay en mi reinador —
Que dieron al rey su hermano; El Cid respondió ; — Señor,
ROMANCERO GENERAL.
Ficléralo de buen grado, 817.
Si no fuera por el vulgo, DEFIENDE EL CID AL REY MORO DE SEVILLA CONTRA ELDE GBA
Que gran sospecha ha tomado NADA, Y TOMA EL SOBRENOMBRE DE CAMPEADOR.—XCIV
Que por vuestra orden y mia (Anónimo'.)
A traición murió Don Sancho. Ese buen Cid Campeador
Para que mejor se entienda Ya se parte de Castilla :
La verdad y lo contrario, Por mando del rey Alfonso
Es bien que fagáis la jura, Lleva su mensajería
En un altar consagrado, A Atamcanis , ese moro
De que nunca hubisteis parte Rey de Córdoba y Sevilla,
En hecho tan feo y malo. — Para que le dé las parias
El Rey fué contento d'esto, Pasadas que le debia.
Y en un altar consagrado, En Sevilla estaba el Cid
Ambas las dos manos puso Faciendo á lo que venía.
Sobre un Evangelio santo, Mudafar, rey de Granada,
Diciendo non haber parte A Almucanis mal queria:
En la muerte de su hermano. Caballeros castellanos
El Cid tres veces repite, Mudafar consigo habia;
Por lo que el Rey enojado Son de los mas estimados
Le dijo : — Basta que hagáis Que habia dentro en Castilla: -
Lo justo, y no demasiado; Don García Ordoño el uno,
Pero yo juro y prometo Que conde todos decían;
Que presto me haga vengado. Fernán Sánchez era el otro,
—Buen Rey, faced vuestra guisa, Yerno del rey Don García,
Respondió el Cid sosegado,
Que yo tengo hecho mi oficio Y Lope Sánchez, su hermano,
Como caballero honrado. Estaba en su compañía,
Y otro caballero honrado,
(Romancero general.) Diego Pérez se decia.
Ellos con grandes poderes
Con el Mudafar venían
816. Contra Almucanis el rey,
SITIANDO ALONSO VI EN TORO A SU HERMANA ELVIRA, SE
Que pechero es de Castilla.
ENAMORA DE ELLA ; MAS SABIDO QUIÉN ERA, QUIERE HA-
El Cid cuando aquesto supo
CER QUE LA MATEN : E L CID SE OPONE, E L REY SE
Mucho pesado le habia :
ENOJA,—XCIII.
Enviárales sus cartas,
1
Y en ellas así decia:
(Anónimo .) «Que non vengan con su gente
En las almenas de Toro, «Contra el reino de Sevilla,
Allí estaba una doncella, Í Que es pechero al rey Alfonso
Vestida de negros paños, »Con quien amistad tenia:
Reluciente como estrella: * Y si lo quieren facer,
Pasara el rey Don Alonso, »Que su Rey ayudaría
Namo.rado se había d'ella, »A Almucanis su vasallo,
DiGe:— Si es bija de rey »Que otra cosa no pedia.»
Que se casaría con ella, Recibido han las cartas,
Y si es bija de duque Mas en nada las tenian :
Serviría por manceba.— Entran en tierras del Rey,
Allí hablara el buen Cid, Del rey moro de Sevilla :
Estas palabras dijera: Quemando van y estragando
—Vuestra hermana es, señor, Fasta Cabra, aquesa villa.
¥uestra hermana es aquella. El Cid, cuando aquesto supo,
—Si mi hermana es, dijo el Rey, Contra ellos se partia :
Fuego malo encienda en ella: Moros llevaba consigo,
Llámenme mis ballesteros; Cristianos los que podia.
Tírenle sendas saetas, Las huestes se habían juntado,
Y á aquel que la errare El Cid mataba y hería :
Qwe le corten la cabeza.— Muy reñida es la batalla,
Allí hablara el Cid, Durado ha casi un día,
D'esta suerte respondiera. Fasta que venciera el Cid
—Mas aquel que la tirare Y en huida los poDia.
Pase por la misma pena. A caballeros cristianos
— los de mis tiendas, Cid, El buen Cid muchos prendía,
No quiero que estéis en ellas. De moros non habia cuenta
— Pláceme, respondió el Cid, Los que cautivado habia.
Que son viejas, y no nuevas: Tres días tuviera presos
Irme he yo para las mias, Los cristianos que vencia;
Que son de brocado y seda, Volvióse con gran despojo
Que no las gané holgando, A Sevilla, do partia :
Ni bebiendo en la taberna; Almucanis dio las parias,
Canelas en las batallas Y á Castilla se volvía.
Con mi lanza y mi bandera. Mucho plugo al rey Alfonso
(TÍMONEDA, Rosa etpañola. — It. WOLF, Rosa De lo que el Cid fecho habia,
de romances.) Y de aquel dia adelante
Al Cid, Campeador, decían.
i Pertenece 4 la clase de romances viejos de la época tradi- (SEPÍLVEDA , Romances nuevamente sacados, etc-
«ional. El asuato de que trata no lo hemos visto en otro : Lope It. ESCOBAR , Romancero del CU.)
de Vega hizo sobre el asunto una comedia, cuyo título es : las i Aunque no es de Sepdlveda, es de su tiempo y del í "
e
almenas de Ttro.
ñero de los suyos.
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. $2?
818. Y el Rey, por facer mesura ,
Acompañóla á laa puerca.
puerta
QUERELLA DEL CID CON BERMUDO, ABAD DE CÁRDENA.
ESCOBAR , Romancero del Cid.)
(Anónimo '.) 1
!
Aquí empiezan los romances del Cid desavenido con el
Fablando estaba en el claustro rey Alfonso, hasta que conquistó á Valencia y le envió parias
De San Pedro de Cárdena Se comprenden también los de Martin Pelaez.
El buen rey Alfonso al Cid, 2
Entre todos los romances del Cid, que tratan de sus des-
Después de misa, una fiesta : avenencias con el rey Alfonso, estos tres que siguen son los
Trataban de las conquistas mejores , y forman el cuadro mas interesante de su historia,
De las mal perdidas tierras bn ellos se ve la firmeza respetuosa con que el Cid, sin insulto
ni descortesía, se defiende. Aunque el lenguaje es antiguo, y
Por pecados de Rodrigo , antiguas sus ideas, su construcción indica que pertenecen á
Que amor disculpa y condena. las ultimas décadas del siglo xvi.
Propuso el buen Rey al Cid
El ir á ganar á Cuenca,
Y Rodrigo mesurado 819.
¿e dice desta manera :
—Nuevo sois, el rey Alfonso, QUERELLA D E L REY CONTRA E L CID , Á QUIEN
Nuevo rey sois en la tierra; D E S T I E R R A . — XCVI.
Antes que á guerra vayades
Sosegad las vuesas tierras. (Anónimo.)
Muchos daños han venido — Si atendéis que de los brazos
Por los reyes que se ausentan, Vos alce, atended primero,
Que apenas han calentado Si no es bien que con los míos
La corona en la cabeza, Cuide subirvos al cielo :
Y vos no estáis muy seguro ¡ Bien estáis afinojado,
De la calunia propuesta Que es pavor veros enhiesto!
En la muerte de Don Sancho Que asiento es, asaz debido,
Sobre Zamora la vieja ; El suelo, de los soberbios!
1 Que aun hay sangre de Bellido, j Descubierto estáis mejor,
Maguer que en fidalgas venas, Después que se han descubierto
Y el que fizo aquel venablo, . De vuesas altanerías
Si le pagan fará treinta! — Los mal guisados excesos !
Bermudo en lugar del Rey ¿ En qué os habéis empachado,
Dice al Cid : — Si vos aquejan Que dende el pasado invierno
El cansacio de las lides Non vos han visto en las Cortes,
O el deseo de Jimena, Puesto que Cortes se han fecho?
Idvos á Vivar, Rodrigo,' ¿Por que, siendo cortesano
Y dejadle al Rey la empresa, Traéis la barba y cabello
Que homes tiene tanfidalgos Descompuesto, y desviada
Que non volverán sin ella. Como los padres del yermo?
—¿Quién vos mete, dijo el Cid, ¡ Pues aunque vos lo pregunto
En el consejo de guerra. Asaz que bien os entiendo!
Fraile honrado, á vos agora, ¡ Bien conozco vuesas mañas
La vuesa cogulla puesta? Y el semblante falagüeño!
Subid vos á la tribuna Querréis decir que cuidando
Y rogad á Dios que venzan, En mis tierras y pertrechos,
Que non venciera Josué Non cuidades de aliñarvos
Si Moisés non lo ficiera : La barba y cabello luengo. ,
Llevad vos la capa al coro, Al de Alcalá contrallasteis
Yo el pendón á las fronteras, Mis treguas, paz y concierto,
Y el Rey sosiegue su casa Bien como si el querer mió
Antes que busque la ajena, Tuviérades por muy vueso:
Que non me farán cobarde A los fronterizos moros
El mi amor, ni la mi queja , Diz que tenéis por tan vuesos ,
Que mas traigo siempre al lado Que os adoran como á Dios;
ATizona, que á Jimena. ¡ Grandes algos habréis d'ellos!
—Home soy, dijo Bermudo, Cuando en mi jura os hallasteis,
Que antes que entrara en la regla, Después del triste suceso
Si non vencí reyes moros Del rey Don Sancho mi hermano,
Engendré quien los venciera , Por Bellido traidor muerto,
Y agora en vez de cogulla, Todos besaron mi mano,
Cuando la ocasión se ofrezca, Y por rey me obedecieron :
Me calaré la celada, : Solo vos me contrallasteis
Y porné al caballo espuelas. Tomándome juramento :
— i Para fugir, dijo el Cid, En Santa Gadea lo fice
Podrá ser, padre', que sea, Sobre los cuatro Evangelios, i
Que mas de aceite, que sangre, Y en el ballestón dorado
Manchado el hábito muestra ! Teniendo el cuadrillo al pecho.
—Callédes, le dijo el Rey, Matárades á Bellido
M mal hora, que no en buena ; Si flcierais como bueno,
Acordársevos debia Que no ha faltado quien dijo
De la jura y la ballesta, Que tuvisteis asaz tiempo :
teosas tenedes, el Cid, Fasta el muro lo seguisteis,
Que farán fablar las piedras, Y al entrar la puerta dentro
£ues por cualquier niñería ¡ Bien cerca estaba quien dijo,
facéis campaña la iglesia.— Que non osasteis de miedo !
J asaba el conde de uñate Y nunca fueron los míos
Que llevaba la su dueña, Tan astutos y mañeras,
ROMANCERO GENERAL.
m Que cuidasen que Don Sancho Non me lo confiscarédes
Muriese por mis consejos : Vos, ni vuesos consejeros,
Murió porque á Dios le plugo Que mal podrédes lollerme
En su juicio secreto, La facienda que non tengo.
Quizá porque de mi padre De hoy mas seré facendoso,
Quebrantó sus mandamientos. Pues hoy de vos me destierro,
Por estos desaguisados, Y de hoy para mí me gano,
Desavenencias y tuertos, Pues hoy para vos me pierdo.—
Gon título de enemigo Estas palabras decia
De mis reinos vos destierro. El noble Cid, respondiendo
Yo tendré vuesos condados A las querellas injustas
Fasta saber por entero, Del rey Don Alfonso el Sexto.
Con acuerdo de los mios, (MADRIGAL, Segunda parte del Romancero aenemí
v m e m
Si confiscárvoslos puedo. It. ESCOBAR, Romancero del Cid.) -
¡ Non repliquedes palabra,
Que vos juro por San Pedro,
Y por San Millan bendito, „ 821.
Que vos enforcaré luego! — LAMÉNTASE E L CID DE LA INGRATITUD CON QUE EL RET
Estas palabras le dijo L E TRATA , Y S A L E D E S T E R R A D O . — XCVI1I.
El rey Don Alfonso el Sexto,
Inducido de traidores, (Anónimo.)
Al Cid, honor de sus reinos. Del rey Alfonso se queja
(MADRIGAL, Segunda parte del Romancero general- Ese buen Cid castellano
It. ESCOBAR, Romancero del Cid.) Por la injusta paga y premio
Que á sus servicios ha dado.
Dice entre airado y furioso,
820. El rostro triste y turbado :
RESPONDE EL CID Á LA QUERELLA DEL BEY.—XCVH.
— No te llamo, Rey, injusto,
Porque al fin soy tu vasallo,
(Anónimo.) Ni porque me desterraste
De tu reino y mi condado,
—Téngovos de replicar Solo porque me perdí
Y de contrállanos tengo, En hacer tu gusto y grado.
Que no han pavor los valientes Mal quisto estoy con el mundo
Ni los non culpados miedo. Por acrecentar tu Estado,
Si finca muerta la honra
A manos de los denuestos, Y por suplir tus flaquezas,
Menos mal será enforcarme Dicen que robo y que mato.
Que el mal que me habedes fecho. Esos falsos consejeros,
Yo seré en tierra homildoso Que te están aconsejando,
A guisa de vueso siervo, Corderos en la apariencia
Que teniendo los mis brazos Y lobos en los estragos,
Cuido alzarme" sin los vuesos. ¡Oh cuan fáciles te hacen
Cúbranse y non vos acaten Mil dificultosos casos,
Los ociosos falagüefios, Que quizá sin mi presencia
Que maguer yo non lo soy Resultarán en mil daños!
Me puedo cubrir primero. Acuérdate, rey Alfonso,
Dos vegadas hubo Cortes Que soy el Cid tu vasallo,
Desde antaño por invierno, Mas presto para servirte
Diz que por la pro común, Que tú para darme el p.ago
O por los vuesos provechos : De mis honrados servicios ;
Vos en León las ficisteis, Aunque tú me has desterrado, .
Pero yo en los campos yermos Movido, según entiendo,
Faciendo las mias, desfice De que estoy atesorando,
Del contrario los pertrechos. Y sin mirar que si tengo
Lo fecho en Alcalá vedes, Algo, todo lo he ganado
Non lo que fice primero, A trueco de sangre y fuerza
Y es mal juzgador quien juzga De mi cuerpo y de mi brazo,
Sin notar todo el proceso. Y no viviendo en el ocio
Folgá que el moro de allende Que hay en tu real palacio,
Respete mis fechos buenos, Donde se pasan los dias
Que si non me los respeta En hacer grandes estragos,
Non vos guardará respeto. No en los moros fronterizos,
¡Asaz me semejáis blando, Sino en deshonrar hidalgos.
Porque de tiempo tan luengo No quiero ya los favores,
De apretarvos en la jura Rey, de todos tus privados,
Vos duele el escocimiento! Que sin ellos los tendré
Mentirá el que me achacare De muchos buenos hidalgos. —
Del traidor D'Olfos el tuerto, Esto decia Rodrigo
Pues sabedes lo que fué Cuando estaba aparejando
Y lo que fice en el reto; Lo necesario y forzoso
Ademas que sin espuelas Para salir desterrado.
Cabalgué entonces por yerro : (Romancero general-)
¡Vencen pesadas falsías
Al noble y sencillo pecho!
Y pues gasté mis haberes
En prez del servicio vueso,
Y de lo que hube ganado
Vos fice señor y dueño
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÍSA. ítey
4 G E P T
* EL ENCARGO - V G
° E
" ~ C 0 N 1 > , C , 0 N E S C
° N Q U E
* Pertenece á la clase y tiempo de los de Sepúlveda.
* Desde aquí se hace un resumen de los privilegios que ob-
(Anónimo *.) tenía nuestra nobleza, y que se hallan consignados en los Fue-
A&^M^afar ros y en los Códigos.
A
«ueda en gulrda tenia
554 ROMANCERO GENERAL.'
834. Poco antes que se fuese
RECONCILIACIÓN DEL R E Y CON E L C I D . — CXI.
A las lides de Valencia •
— Bien sabéis, dice, señora
(Anónimo *.) Como las nuesas querencias '
— Ceñid los membrudos brazos En fe de su voluntad
Al cuello que bien os quiere, Muy mal admiten ausencia •
Por ser asaz de tal dueño, Pero piérdese el derecho '
Que el mundo otro par no tiene : Adonde interviene fuerza
Non rehuyáis de abrazarme, Que el servir al Rey lo es'
Que brazos de home tan fuerte Quien noble sangre semeja
Desentoileseeu mis tierras, Faced en la mi mudanza
Y las de moros tollescen; Como tan sesuda fembra
Facedlo, que bien podéis, Y en vos no se vea ninguna
E cuida non me manchedes, Pues venis de honrada cepa.
Que aun linca en las vuesas armas Ocupad las cortas horas
La sangre mora reciente. En catar vuesas faciendas •
No atendáis tuertos que os fice, Un punto no estéis ociosa,'
Pues tan buen precio merecen, Pues es lo mismo que muerta
Que non quise en mi servicio Guardad vuestros ricos paños
Homes á quien sirven reyes. Para cuando yo dé vuelta,
Si vos desterré, Rodrigo, - ' Que la fembra sin marido
Fué porque á moros que crecen Debe andar con gran llaneza.
Desterréis sus fechorías, Mirad por las vuesas lijas,
Y las vuesas alto vuelen. Celadlas; pero no entiendan
Ñon vos eché de mi reino Que algún vicio presumís,
Por falsos que vos mal quieren, Porque faréis que lo entiendan:
Sí porque en tierras ajenas No las apartéis un punto
Por vos mi poder se muestre. De junto á vuesa cabeza,
De Alvar Fañez, vueso primo, Que las fijas sin su madre
Recebí vueso presente, Muy cerca están de perderla.
No en feudo vueso, Rodrigo, Sed grave con los criados,
Sinon como de parientes. Agradable con las dueñas,
Las banderas que ganasteis Con los extraños sagaz,
A sarracenos de allende, Y con los propios severa.
Por vuesa mandadería Non enseñéis las mis cartas
En San Pedro las verédes. A la mas cercana dueña,
La vuesa Jimena Gómez, Porque no sepa el mas sabio
Que tanto vos quiso siempre, Cómo paso yo las vuesas:
Porque la desmaridé Mostraldas á vuesas fijas,
Mil pleitos contra mí tiene. Si non tuvierdes prudencia
Non escuchéis sus querellas Para encubrir vuestro gozo,
Cuando á mí las enderece, Que suele ser propio en fembras.
Que á las fembras mas astutas Si vos consejaren bien
Cualquier enojo las vence. Faced lo que vos consejan,
Acudid en su presencia, Y si mal vos consejaren
Faced lo que mas convenga.
S ue cuido que. vos atiende
as ganosa de vos ver
Que vos venides de verme;
Veinte y «ios maravedís
Para cada dia os quedan,
Que si malos consejeros Traladvos como quien sois,
Facen oficios que suelen, Non enduréis la despensa. ,
En cambio de saludarme Si dineros vos faltaren
Atendérédes mi muerte : Faced como no se entienda,
Non la atendáis, home bueno, Enviádmelos á pedir,
Ansí os valga San Llórente , Non empeñéis vuestras prendas:
Y riñas de por San Juan Buscad sobre mi palabra,
Sean paz que dure siempre. Que bien fallaréis sobre ella
Prended al cuello los brazos, Quiea á vuestra cuita corra,
Que vuesos brazos bien pueden Pues yo acudo á las ajenas :•
Prender en paz vueso Rey Con tanto, señora, adiós,
Pues en guerra cinco prenden. — Que el ruido de armas resuena. —
El rey Don Alfonso el Sexto Y tras un estrecho abrazo,
Le dice esto al Cid valiente , Lijero subió en Babieca.
Que de lidiar con los moros (MADRIGAL, Segunda parte del Rom
Victorioso á su rey vuelve. general, etc.)
(ESCOBAR , Romancero del Cid.)
< Á pesar de esta reconciliación, el Cid no volvió entonces á 836.
la corte, y el Rey retuvo á Jimena y sus hijas en rehenes, como
se verá mas adelante. El romance , aunque afecta un lenguaje PREDICE ÜN MORO A LOS SUYOS LA PERDICIÓN
antiguo, es de las últimas décadas del siglo xvi. DE V A L E N C I A . — C X I » .
(Anónimo '.)
Apretada está Valencia,
835. Puédese mal defensar,
CONSEJOS Y ENCARGOS DEL CID Á SU ESPOSA, AL PARTIR Porque los almorávides
PARA LA G U E R R A . — CXI!. No la quieren ayudar.
(Anónimo.) Viendo aquesto un moro viejo
Pablando estaba en celada Que solía adivinar,
El Cid con la su Jimena Subiérase á un alta torre
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 535
Para bien la contemplar. Y á otros ha cautivado. $
Cuanto mas la mira hermosa, Al real del buen Rodrigo
Mas le crece su pesar; Un caballero ha llegado:
Sospirando con gran pena, Martin Pelaez ha por nombre,
Aauesto fué á razonar : Martin Pelaez, asturiano;
__¡ Oh Valencia! Oh Valencia, Muy crecido es en el cuerpo,
Digna de siempre reinar! En los miembros arreciado.
Si Dios de tí no se duele Aqueste es de buen donaire,
Tu honra se va apocar, Pero muy acobardado:
Y con ella las holganzas Halo mostrado en las lides
nue nos suelen deleitar : Y batallas do se ha hallado.
Las cuatro piedras caudales Mucho le pesó al buen Cid
Do fuiste el muro á sentar, Cuando lo vido á su lado;
Para llorar, si pudiesen, No es para vivir con él
Se querrían ayuntar. Hombre tan afeminado.
Tus muros tan preminentes, Un dia entrara el buen Cid,
Que fuertes sobre ella están, Y con él los sus vasallos,
De mucho ser combatidos En batalla, con los moros
Todos los veo temblar : Pelean como esforzados.
Las torres que las tus gentes Allá va Martin Pelaez
De lejos suelen mirar, Bien armado y á caballo :
Que su alteza ilustre y clara Antes de dar el torneo
Los solia consolar, Al real habia tornado ;
Poco á poco se derriban Fuese para su posada
Sin podellas reparar; Cubierto y disimulado.
Y las tus blancas almenas, En ella anduvo escondido
Que lucen como el cristal, Hasta que el Cid ha tornado ;
Su lealtad han perdido Dejó muertos muchos moros,
Y todo su bel mirar : A ellos ganara el campo.
Tu rio tan caudaloso, El Cid se sentó á comer,
Tu rio Guadalaviar, Como tiene acostumbrado,
Con las otras aguas tuyas Solo en su cabo á una mesa,
De madre salido ha : Y en el su escaño asentado,
Tus arroyos cristalinos Y en otra sus caballeros,
Turbios ya siempre vendrán, Los que tiene por preciados:
Tus fuentes y manantiales Con aquestos nadie come
Todos secados se han : Sino los mas afamados.
Tus verdes huertas viciosas Así lo ordenó el buen Cid
A ninguno gozo dan, Por facerlos esforzados,
Que la raiz de sus yerbas Y que cada uno procure
Bestias roido las han : Facer fechos estimados
Tus prados de ciSh mil flores Para comer á la mesa
Olores de sí no dan, De Alvar Fañez y su hermano.
Mustios andan y marchitos, Bien cuidó Martin Pelaez,
Sin color ni olor están : Que non vio el Cid lo pasado,
Aquel honrado provecho Y así las manos se lava,
De tu playa y de tu mar, A la mesa se ha sentado
En deshonra y daño torna, Donde está Don Alvar Fañez
: Mal te puede aprovechar! Con la compaña de honrados.
Los montes, campos y tierras El Cid se fué para él,
S
ue túsolias mandar,
1 humo de los sus fuegos
Tus ojos cegad o han :
Y del brazo le ha trabado,
Diciendo : — Non sois vos tal
Para en tal mesa sentarvos
Es tan grave tu dolencia Con esos parientes mios,
Y tanta tu enfermedad, A quien vos podáis llegarvos:
Que los hombres desesperan Mas valen que yo ni vos,
De salud poderte dar. Que son buenos y aprobados;
¡Oh Valencia! Oh Valencia! Sentadvos á la mi mesa,
Dios te quiera remediar, Comed conmigo á mi plato.—
Que muchas veces predije Con mengua de entendimiento
Lo que agora veo llorar. No creyó que es baldonado,
Asentóse con el Cid
[Cancionero de romances.) A su mesa y á su lado,
siderar?» " , e i n s e r t o e n e l
Cancionero de romances, puede con- Y el Cid con grande cordura
vcni-n , L - '"manee, por su construcción, como artístico
p o c o a n t e n
Esta reprensión le ha dado.
' ° r a la segunda mitad del siglo xvi. (SEPOXVEDA , Romanees nuevamente sacadot, etc.
—It. ESCOBAR , Romancero del Cid.)
837.
K 0 D 0 S 6
™ 0 L A R CON QUE E L CID INCREPA DE COBARDE
838.
A
SU SOBRINO MARTIN P E U E Z . — C X I V . REPRENDE E L CID A SU SOBRINO PORQUÉ SE MOSTRÓ
COBARDE.—CXY.
(Anónimo.)
Cercada tiene á Valencia (Anónimo *.)
*¡se buen Cid castellano, A solas le reprehende
rÜÜ 'ü! m o r o s
<l están dentro ue A Martin Pelaez el Cid, #•
Jjada día peleando : Que las faltas de los buenos
A solas se han de reñir.
Mucho* ha muerto y prendido
ROMANCERO GENERAL.
rm Dfcele con rostro airado : i Do dejastesel trotón?
— i lis posible que fuir Cuido lo dejaste muerto ,
Pueda un home, siendo noble, Que quien de sí no se membra
Por temores de una lid , Mal cuidará de lo ajeno.—
Y mas vos , siendo quien sois, Esto decia el buen Cid
Viniendo de do venís, A Martin con gran secreto,
Que cuandofincaraismuerto Y levantando la voz
Os fuera honroso el morir? Dijo con pecho de acero:
Levánteme de la mesa « Primero he de morir entre paganos
Do bocado no comi, »Que me quiten la honra entre cristianos
¡ Qué buena pro me tuviera
Cuidando en el que vos vi! (MADRIGAL, Segunda parte delBomancero ge , nítal
tirla en cortesanía, y aun en una lucha de generosidad entreDe donde él fuera criado;
dos pueblos enemigos. El mismo sentimiento caballeresco, Con mi gracia vayan todos
pero natural y sin exageración, domina en todo el romance, A servirlo y á ayudarlo,
que parece dé las últimas décadas del siglo xvi. Que es razón que sea servido
Por ser el Cid tan*honrado.—
843. ( SEPDLVEDA , Romances nuevamente sacados, etc l
A L MISMO ASUNTO. — C X X .
Que los moros han armado. —It. ESCOBAR, Romancero del Cid.)
De allí se tornaron todos, i Del tiempo y de la clase de los de Sepúlveda.
Doscientos moros matando :
Preso queda Salvadores,
Que por ser aventajado 850.
Se metió tanto en los moros , POR COMPLACER AL REY CASA E L CID SUS HIJAS
Que.Io habian cautivado: CON LOS CONDES DE CARRION.—CXXVII.
Sacóle el Cid otro dia (Anónimo *.)
Los moros desbaratando.
Considerando los Condes
(SEPÍILVEDA, Romances nuevamente sacados, etc Lo que el de Vivar vale ,
—It. ESCOBAR , Romancero del Cid.) Y que su fama se aumenta
Por las fazañas que face,
Al rey Don Alfonso piden
849. Que con sus fijas les case,
VICTORIA DEL CID SOBRE EL M1RAMAM0L1N.— CXXVI. Porque ser yernos del Cid
{Anónimo *.) Es bien que puede estimarse.
Ya se salen de Valencia El Rey por facelles bien
Con el buen Cid castellano Luego le envió un mensaje
342 ROMANCERO GENERAL.
Que se viniese á Requena Dijole á Don Alvar Fañez,
Para que con él lo trate. Que lo que el Rey le mandó
Rodrigo vista la nueva Luego al punto efectuase ;
Dio d'ello á Jimena parte; Que trajese á sus sobrinas,
Que en tal caso las mujeres Y que á los condes ó infantes
Suelen ser muy importantes. Que llaman de Carrion
Sabido, no gustó d'ello, Al punto las entregase.
Y dijo al Cid : — Non me place Diéronselas, y los Condes
De emparentar con los Condes, Con amorosas señales
Maguer sean de linaje, Dieron muestras del contento
Mas fágase ende, Rodrigo, Que d'este suceso nace,
Lo que á vos mas os agrade, Porque es tan fuerte el amor,
Que no hay mengua de consejo Y son sus efectos tales,
Do está el Rey y vos estades.— Que lo publican los ojos,
Rodrigo partió á Requena, Aunque la lengua lo calle.
Y también el Rey se parte Fizo el Obispo su oficio,
Juntamente con los Condes, Dio bendiciones y paces,
Porque el Cid los vea y fable. Hubo fiestas ocho dias
Después de dicha una misa, De cañas, toros y bailes ;
Delante el Rey y los grandes, Dio grandes dones el Cid
Por Don Jerónimo, obispo, A los Condes y magnates,
Con muchas solemnidades, Que aquel que es grande en sus fechos
El Rey al Cid apartó Suele ser en todo grande.
De toaos los circunstantes, (ESCOBAR, Romancero del Cid.)
Y estas palabras propuso
Con gravedoso semblante : * Aquí empiezan los romances de los condes de Carrion
—Bien sabedes, Don Rodrigo con sus bodas, y la afrenta hecha á las hijas del Cid, hasta
Que os tengo amor asaz grande, que este los retó por ello ante el rey Alfonso y las Cortes.
Y por vuestras cosas cuido
Con solicitud bastante :
Por ende habéis de saber 851.
Que fice aqueste viaje JiUÉSTRÁNSE COBARDES LOS CONDES DE CARRION, YERNOS
Por fablaros de un negocio, DEL CID, DELANTE DE UN LEO« ESCAPADO DE SU CA-
Que importa con vos se fable. DENA.— CXXVIII.
Los condes de Carrion (Anónimo'.)
Me han rogado que vos trate Acabado de yantar,
En que les deis vuesas lijas, La faz en somo la mano,
Y que con ellas los case, Durmiendo está el señor Cid
Que estarán agradecidos En el su precioso escaño:
Si esta merced se les face, Guardándole están el sueño
Porque es gran razón se estimen Sus yernos Diego y Fernando,
Fijas que son de tal padre.
Codician vuesa amistad, Y el tartajoso Bermudo
Atienden al trato afable, En lides determinado:
Aman mucho vuesas cosas, Fablando están juglerías,
Y estiman á vuesa sangre.— Cada cual para hablar paso,
Agradeció el Cid entonces Y por soportar la risa
Al Rey la merced tan grande, Puesta la mano en los labios',
Y díjole se sirviese Cuando unas voces oyeron
De lodo lo que á él tocase, Que atronaban el palacio,
Que d'él, de fijas, de haberes, Diciendo: — ¡ Guarda el león!
Ficiese lo que mandase, ¡ Mal muera quien lo ha soltado !—
Que él no casaba á sus fijas, No se turbó Don Bermudo,
Mas las da que se las case. Empero los dos hermanos
Dióle el Rey gracias por ello Con la cuita del pavor
Y mandó les entregasen De la risa se olvidaron,
Ocho mil marcos de plata Y esforzándose las voces
Para el dia en que se casen; En puridad se hablaron,
Y al tio de las doncellas, Y aconsejáronse aprisa
Que era el buen Don Alvar Fañez, Que no fuyesen despacio.
Mandó el Rey que las tuviese El menor, Fernán González,
Fasta que se desposasen. Dio principio al fecho malo,
Luego el Rey llamó á los Condes, En zaga el Cid se escondió
Y mandó que le besasen Bajo su escaño agachado.
Las tóanos al Cid Ruy Diaz, Diego, el mayor de los dos,
Y le fagan homenaje. Se escondió á trecho mas largo
Ficiéronlo así los Condes En un lugar tan lijoso,
Delante el Rey y los grandes, Que no puede ser contado.
Y convidó el Cid á todos Entró gritando el gentío,
Porque en sus bodas se hallen. Y el león entró bramando,
Partióse el Rey á Castilla A quien Bermudo atendió
Y el de Vivar con él parte, Con el estoque en la mano.
Y á dos leguas mandó el Rey, Aquí dio una voz el Cid,
Que no pasen adelante. A quien como por milagro
Fuese Rodrigo á Valencia Se humilló la bestia fiera,
Donde quiso se juntasen Humildosa y coleando.
Los Condes y caballeros, Agradecióseloel Cid,
Porque las bodas se acaben. Y al cuello le echo los brazos, ...
Citando el Cid los vido juntos Y llevólo á la leonera
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. í>13
Faciéndole mil falagos. Donde estaba le ha tornado,
Aturdido está el gentío Y sabiendo que sus yernos
Viendo lo tal, no acatando Del león se han ausentado,
Que ambos eran leones, A los dos siendo presentes
Mas el Cid era mas bravo. Muy mal los ha barajado.
Vuelto pues á la su sala, Los yernos pensando qu'él
Alegre y no demudado, Tal maraña habia ordenado,
Preguntó por sus dos yernos Enemiga le tuvieron,
Su maldad adivinando. Muy gran odio le han tomado,
Bermudo le respondió: Y de vengar esta injuria
— Del uno os daré recaudo , Muy malamente , han pensado.
Que aquí se agachó por ver ( TIMONEDA , Rosa española. — It. Wotr, Rosa i
Si el león es fembra ó macho.— romances.)
Allí entró Martin Pelaez,
Aquel tímido asturiano, * Acaso es Timoneda el autor de este romance.
Diciendo á voces : —Señor,
Albricias, ya lo han sacado.—
El Cid replicó : —¿A quién?— 853.
El respondió: — Al otro hermano, REPRENDE E L CID D E COBARDES.Á SUS Y E R N O S ,
Que se sumió de pavor , Y ELLOS QUEDAN OFENDIDOS.— C X X X .
Do no se sumiera el diablo. 1
Miradle, señor, dó viene, (Anónimo .)
Empero faceos á un lado, —Non quisiera, yernos mios,
Que habéis, para estar par del, Haber visto tal guisado,
Menester un incensario.— Cual el d'este mal suceso,
Desenjaularon al uno, Maguer cuido algún gran daño.
Metieron otro del brazo, ¿Son estas ropas de bodas?
Manchados de cosas malas ¡ Haya mal grado el diablo!
De boda los ricos paños. ¿Qué pavor na sido el vuestro,
Movido de saña el Cid Que habéis fecho tal recaudo ?
A uno y á otro mirando, Teniendo las vuesas armas
Reventando por fablar, ¿ Por qué fugisteis entrambos ?
¿Non estábaaes conmigo
Y por callar reventando, Para siquiera mirallo ?
Al cabo soltó la voz Pedisteis al Rey mis fijas
El soberbio castellano, Cuidando de valer algo,
Y los denuestos les dijo Non fice mi voluntad,
Que vos contaré despacio. Mas fice en el su mandado.
(Romancero general.— It. ESCOBAR, Romancero ¿Vosotros sodes los novios
del Ciá.) Para mi vejez guardados?
1 ¡ Buena vejez me darédes
De las últimas décadas del siglo xvi. El del número 853 es Siendo tan afeminados!
«ontinuacion ó segunda parte de este.
No quiero pasar de aquí,
Que si miro lo pasado
Reviento de pesadumbre
852. Considerando este caso.—
A L MISMO A S U N T O . — C X X I X : Estas palabras el Cid
Les dijo muy enojado
(Anónimo*.) Por haber así fuido
Casadas tiene sus hijas Del león los dos hermanos :
Ese buen Cid castellano, Agraviáronse los Condes,
Con dos condes de Castilla Y con él quedan odiados.
De linaje muy honrado.
La fortuna, que no deja (ESCOBAR, Romancero del Cid.)
Las cosas en un estado,
Ordenó que como el Cid * También afecta una antigüedad que no tiene. Es la conti-
Después que hubo yantado, nuación 6 segunda parte del del número 851.
Muy contento y satisfecho
Se durmió sobre un e'scaño,
Sus yernos se paseaban 854.
Con otros por el palacio : SALE E L CID DE VALENCIA CONTRA BUCAR , ARMADO POR SU
Entró un león por la sala, ESPOSA « M E N A , A QUIEN DEJA ENCOMIENDAS PARA E L
El cual se habia soltado CASO DE MORIR EN LAS B A T A L L A S . — CXXXI.
Por descuido, de do estaba l
Tres Cortes armara el Rey ciones que el educando guardaba para con su avo • tníi "
0 s e
menciona, aunque rápidamente, en esta composición' ni,.
Todas tres á una sazón, parece ser de una y remota época tradicional H n o s
'
Las unas armara en Burgos,
Las otras armó en León,
Las otras armó en Toledo
Donde los hidalgos son, 873.
Para cumplir de justicia CONFÍA EL CID Á MARTIN PELAEZ LA DEFENSA DE VALENm
Al chico con el mayor. ÍNTERIN ÉL LOGRA JUSTICIA CONTRA SUS YERNOS.—CL
Treinta dias da de plazo,
Treinta dias, que mas non, (Anónimo '¿)
Y el que á la postre viniese — Idos vos, Martin Pelaez,
Que lo diesen por traidor. A mi Valencia, y guardalla
Veinte y nueve son pasados, Mientras que me quejo al Rey
Los Condes llegados son; De aquesta traición tamaña.
Treinta dias son pasados , Rogaréle que se lembre
Y el buen Cid non viene, non. Cuando á mis fijas casara
Allí hablaran los Condes : Contra la mi voluntad,
—Señor, dadlo por traidor.— De mi Jimena y mi casa ,
Respondiérales el Rey: Y que por facer la suya
—Eso non faria, non, Y cumplir la su palabra,
Que el bueu Cid es caballero Yo folgué que se ficiesen
De batallas vencedor, Aquestas bodas amargas.
Pues que en todas las mis Cortes Diréle yo cómo Ordoño
Non lo habia otro mejor.— Las falló tan mal paradas,
Ellos en aquesto estando Y desnudas de las ropas,
El buen Cid allí asomó Que les diera para honraílas; \
Con trescientos caballeros, Y si los ojos me dejan
Todosfijosdalgoson, Contar tan malas fazañas,
Todos vestidos de un paño, Diré cómo las toparon
De un paño y de una color, En el monte aprisionadas,
Sino fuera el buen Cid Y pediré que en sus Cortes
Que traia un albornoz; Desagravie aquestas canas,
El albornoz era blanco, Que el deshonor de mis fijas
Parecía emperador, Las tienen avergonzadas.
Capacete en la cabeza
Que relumbra como el sol. Y de tan grande traición
Faré un reto, una demanda
— Dios vos mantenga, buen Rey, A los Condes, si tuvieren
Y á vosotros sálveos Dios, La faz para sustentalla.
Que non fablo yo á los Condes, Cobraré allí mis dos joyas,
Que mis enemigos son.— Pues están mal empleadas,
Allí dijeron los Condes, En poder de dos traidores,
Fablaron esta razón : Mi Tizona y mi Colada:
— Nos somos lijos de reyes, Y vos, amigo Martin,
Sobrinos de emperador; Quedaréis de esta vegada
¿Merescimos sei casados Como señor de mis tierras;
Con fijas de un labrador?— Por mi falta gobernallas.
Allí hablara el Cid, Acudiréis á Jimena
Bien oiréis lo que fabló : A servilla y regalalla,
— Convidáraos yo á comer, Tendréis mucha cuenta en esto,
Buen Rey, tomástelo vos, Catad que os dejo en mi casa.
Y al alzar de los manteles ( ESCOBAR , Romancero del Ctd.)
Díjistes esta razón :
Que casase yo mis lijas * Aunque afecta el lenguaje antiguo, es este romance del
Con los condes de Carrion. último tercio del siglo xvi.
Diéraos en respuesta
Con respeto y con amor :
Preguntarélo á su madre,
Su madre que las parió, 874.
Preguntarlo he yo á su ayo, PROPONE EL CID AL REY SU QUERELLA
Al ayo que las crió. CONTRA SUS YERNOS.—CU.
Dijérame á mí el ayo :
Buen Cid, non lo fagáis, non, (Anónimo *.)
Que los Condes son muy pobres, — Años hace, el rey Alfonso,
Y tienen gran presunción : Que solo e» vueso servicio
Mas por non contradeciros, El arambre de Tizona
Buen Rey, Adéralo yo. Apenas lo he visto limpio,
Treinta días duraron las bodas, Y que mi pobre Jimena,
Que non quisieron mas, non : •Nacida en contrario signo,
Cien cabezas yo matara Fué por mí sola de padre,
De mi ganado mayor : Como por vos de mando.
De gallinas y capones, Ella en mi ausencia ha llorado
Buen Rey, non lo cuento, non. El medio lecho vacío,
(Cancionero de romances.) Mientras que yo derribaba
Mil estandartes moriscos.
i Consérvansc en este viejo y popular romaneo interesantes
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. S"3
' Testigos tengo presentes, Ninguno á comer volvió,
Y vos, Rey, sois buen testigo, Sus amiggs de cuidado,
Que he atropellado mas lunas Sus contrarios de temor.
Que el sol ha durado siglos. — Venganza vengo á pediros
Fui en juveniles años Pudiéndola tomar yo;
Rayo en vuesos enemigos, Que con sangre de traidores
Como agora son mis canas Suelo yo limpiar mi honor.
Terrero de mal nacidos. Reyes moros tengo amigos,
Todo lo gobierna el cielo Que vasallos mios son,
Con su nivel y destino, Y en las fronteras me temen
Desde la tierra á su altura, En mirando mi pendón.
Y desde el cielo á su abismo. Mis fijas son agraviadas,
Al pavón le dio los pies, Doña Elvira y Doña Sol,
Al águila el corvo pico, Si justicia no me guardas
Y al león la calentura Venganza tomaré yo.
Porque estén menos altivos. Pagaránmelo sus fijos
Dos fijas tengo, señor, En pago del galardón,
Y porque le hurté al serviros Porque de su sangre aleve
El tiempo del engendrallas Non ha de quedar varón.
Las engendré con delito. Mira, Alfonso, por mi honra,
Agraviáronlas traidores, Por la vuesa mire Dios,
Y por haberse atrevido. Que si fiáis de traidores
Aunque á mi brazo pudiera, Non comeréis con buen pro.
Solo al vueso lo remito. Si en algo les he agraviado
Dos cobardes las ofenden, Salgan, que en el campo estoy,
Cuyos corazones tibios Que á mi espada y á mi brazo
Al temor hacen altares Le ha venido su ocasión.—
Y le ofrecen sacrificios. Con esto volvió la espalda,
Carrion les da tributo, Y el Rey de comer alzó,
Como la fama al olvido, Y mandó que se pregonen
Y por tal yo me querello Las Cortes para León.
De tal injuria ofendido. (Romancero general.— It. ESCOBAR, Romancero
Levante vuesa justicia del Cid.)
El peso con el cuchillo,
Que aunque suyo sea el peso * En un tono mas altivo, y que forma contraste con el del
El pesar na de ser mió. anterior romance, el poeta de este presenta al Cid pidiendo
al Rey justicia contra sus yernos.
Si la justicia en las armas
Falló el natural abrigo,
Ya sirvo yo con las unas,
Faced justicia y castigo. 876.
Si Dios es justo, y el home MUÉVESE CUESTIÓN E N T R E LOS CORTESANOS Y LOS CABA-
Tan obligado á servillo, LLEROS D E L C I D , POR UN RICO ESCAÑO QUE ESTE HIZO
En cuanto mas le imitare PONER PARA SÍ EN LAS C O R T E S , INMEDIATO AL SOLIO D E L
Será mas justo y mas digno. REY.—CLIII. .
( MADRIGAL ,• Segunda parte del Romancero gene- (De Lorenzo de Sepúlvedo.)
ral, etc.—It. ESCOBAR, Romancero del Cid.)
A Toledo habia llegado
1
Romance bello, bien hecho y razonado, cuyo estiló severo Ruy Diaz, que el Cid decían,
no desdice del asunto interesante y sentido de que trata. A Cortes del rey Alfonso,
La reflexión que en él se hace de que Dios siempre deja en sus Que por su amor las hacia :
obras alguna cosa que reprima la soberbia, es eminentemente Para le dar gran derecho
moral y grave : toda la entonación del romance participa de De la gran alevosía
la melancolía propia de la situación en que se halla el héroe Que sus yernos, los infantes
por haber-sufrido una humillación, que castiga el orgullo que
el tener tan buenas hijas le inspiraba. Recíbela como déla De Carrion, fecho habían.
mano de Dios; pero reclama el castigo, que merecen los cul- En palacios de Galiana
pables, de la justicia humana. El Rey mandado tenia
Que se junten á las Cortes
Todos los que allí vendrían.
La silla del rey Alfonso,
'875. Que era muy hermosa y rica,
AL MISMO A S U N T O . — C L H . Púsose al mejor lugar
Que en toda la sala-había.
{Anónimo '.) Al rededor de la cual
Mediodía era por filo, Escaños grandes ponían,
Las doce daba el reló; Donde se sentasen todos
Comiendo está con los grandes Los de la caballería.
El rey Alfonso en León, El Cid llamó á un escudero,
Cuando entrara por la sala, Muy fidalgo en demasía,
Casi perdido el color, Fernán Alfonso ha por nombre,
De todas armas armado El Cid criado le habia.
El noble Cid Campeador, Mandóle tome un escaño
Que viene á pedir justicia Que de Valencia traia,
A su Rey y su señor Que se lo ganó al rey moro
De un agravio que le han fecho Cuando en ella lo vencía.
Los condes de Carrion. Mandóle que le pusiese
En él pone el Rey los ojos Donde el Rey tenia su silla;
Y en sus oídos laívoz : Escuderos fijosdalgo
— Justicia venga del cielo, Mandó lleve en compañía,
Si non me la facéis vos.— Y que guarden el escaño
Los grandes se alborotaron,
SÜ4 ROMANCERO GENERAL.
Hasta que sea otro día. Y enviárame mi quinto,
Todos llevan el escaño, Como á mí pertenecía.
Que es hermoso á maravilla, i Nadie non fable del Cid,
Sus espadas á los cuellos, Que segundo no tenía!
¡Oh qué bien que parecían! (SEPÚLVEDA , Romancet nuevamente sacado», gj c
Pusieron el rico escaño
Donde el Cid mandado habia,
Cubierto de ricos paños 877.
De oro, seda j pedrería.
Otro dia de mañana ACUSACIÓN Y RUTO D E L CID EN LAS CORTES CONTfti •
Después que el Rey oyó misa, SUS V E R N O S , Y SATISFACCIÓN QOE P I D E . — C U V
Fuese para los palacios (Anónimo.)
Con muy gran caballería :
Solo el Cid no va con él, — Digádesme, aleves Condes,
Que en su posada yacía. . ¿Qué fallasteis en mis lijas
Garci Ordoñez, ese conde Y cuándo tener cuidasteis
Que al buen Cid muy mal quería Dueñas de tan alta guisa?
Cuando viera aquel escaño ¿Por aventura con ellas,
Al Rey dijo d'esta guisa : Los lidalgos de Castilla,
— Por merced os pido, Rey, Qué baldones vos han dado?
Oigáis lo que yo decía : ¿En qué vueso honor vos quitan ?
Aquel tálamo que armaron Por madre han á mi Jimena,
junto de la vuesa silla La mi Doña Sol y Elvira :
¿Para cuál novia se armó? De tal madre ¿qué enseñanza?
Preguntóos, ¿verná vestida ¿Nin qué fembras de tal vida?
De almijías ó alquiceles, En dote vos di con ellas
O cómo verná guarnida? Los. haberes que tenia,
Mandadle quitar de allí Y las mis ricas espadas,
Porque á vos pertenecía.— Que menos falla mi cinta :
Fernán Alfonso lo oyó, Mas fambrientas las tenedes ,
Al Conde le respondía : . Non yantan como solían,
— ¡ Conde j muy mal razonades" Que siempre fechos cobardes
¡ Mucho mal d'ello os vernia, Dan escasas las feridas.
Que, decides mal de aquel Yo vos las demando. Condes,
Que'muy mas que vos valia ! Ante el Rey que ende nos mira,
No novia, como decís, Porque á Colada y Tizona
Y éi decís que mentia, No es bien que aleves las ciñan.
Las manos yo vos pondré, Non son heredadas, non,
Y conocer vos faria Sino en batallas tenidas,
Ante el Rey que está presente De entre lanzas y con sangre
De qué lugar descendía, Mis armas todas teñidas.
Que no me podréis negar En los robledos de Tórmes
No tener vos mejoría.— Me la dejades vertida;
Mucho le pesó al buen Rey, Mas la de dueñas átales
Y á los que con él venían Ved que varones no estiman.
De lo que habia pasado; Non por ende me afrenlades
Mas el conde Don García, Por ser mis fijas queridas,
Como'era hombre sañudo , Que aunque son mi sangre, estaba
El manto al brazo ponía, En vuesas mujeres mismas.
Dijo :— Dejadme ferir Con lodo, vos reto, Condes,
Al rapaz que la! decia.— Por facer la sangre limpia;
Alfonso cuando lo vido Porque el golpe del agravio
Su espada sacado habia No hay miembro que no lastima.
Viniéndose contra el Conde Tenudo soy á facello
Diciendo:— Castigaría Por vuesa honra y la mia;
Las locuras que habéis dicho, Que la mancha del honor
Mas por el Rey no osaría.— Solo con sangre se quita. —
El Rey los ha despartido Estas palabras el Cid
Y á los presentes decia : A sus dos yernos decia,
—Ninguno debe tablar Levantado del escaño,
D'este escaño que aquí habia, La mano á la barba asida.
Que el Cid lo ganó muy bien, {Romancero general. •— It. , Romancero
ESCOBAR
Y como home de valía, del Cid.)
Y es caballero esforzado
Y de muy gran valentía,
Y non hay otro en el mundo 878.
Que tan bien lo merecía PIDE E L CID'QUE SE W RESTITUYAN SUS ESPADAS COLADA
Como el buen Cid mi vasallo
Y TIZONA, QUE DIO Á SUS Y F R N O S , CON OTROS HABE-
De tan alta nombradla :
RES.— CLV.
Y cuanto el Cid es mejor
Mas honra á mí me venía, (De Lorenzo de Sepúlveda.)
Que cuando ganó el escaño En Toledo estaba Alfonso,
A muchos moros vencia. Que á Cortes llamado habia,
Envióme su presente, Porque el buen Cid Don Rodrigo
Por señor me obedecía, Muy gran querella ponía
Como vasallo leal Contra los hermanos condes
Cumpliendo lo que debia : De Carrion, esa villa,
Muchos caballos me dio, Porque en Tórmes el robledo
Con moros que los traían, Ficieron alevosía;
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA.
A sus fijas azotaron, Es honrado caballero. ,
Que de Valencia traian; Antes de cumplir el plazo
Quedaron desamparadas, Todos á CoTtes vinieron,
Tratadas de mala guisa. Y el Cid trujo en su compaña
Comenzó el Cid su razón, Novecientos caballeros.
Estas palabras decia : Salió el Rey á recibirlo
— Rey Alfonso, mi señor, A dos leguas de Toledo :
Ante vos yo les pedia Unos de envidiosos callan,
A estos hermanos Condes Otros dicen que es exceso.
Las espadas que tenían, Los palacios de Galiana
Que son Tizona y Colada; Mandó el Rey estén compuestos',
Prestado se las habia. Las paredes de brocado
Deben de dármelas luego, Y el suelo de terciopelo.
Que nada no les debia. — Junto á la silla del Rey
Non respondieron los Condes Su escaño del Cid pusieron,
A lo que el buen Cid decia. De que mofaban los Condes,
. El Rey se levantó luego, Profazando y zahiriendo.
A los Condes se venía, Sentados en corte todos,
Quitárales las espadas, Fabló el Rey á sus porteros :
Al Cid en mano ponía, — Mándovos que callen todos,
El las tomara en sus manos, Infanzones y homes buenos :
Hablábales d'esta guisa: Vos el Cid, decid su culpa,
— üe cierto,las mis espadas, Y ellos deíiendan su pleito :
Las mejores sois que habia : Librarse vos ha justicia
A vos, Tizona, gané Con que quedéis satisfecho.
' De Búcar, en aquel dia Seis alcaldes vos señalo
Que lo vencí yo en Valencia De mi casa y mi consejo,
Con las gentes que traía; Y que todos ellos juntos
A vos, Colada, yo hobe Juren por los Evangelios,
Cuando en el campo vencía Que cuidarán de ambas partes
Al rey Pedro de Aragón Asaz de entender el pleito,
Con muy gran caballería. Y entendido, juzgaran
El conde de Barcelona Sin pasión, amor ni miedo.—
A su lado vos traia, Levantóse luego el Cid,
Y por mis hijas honrar, Y sin mas alongamientos
En guarda dado os habia Pide le den sus espadas
A los condes de Carrion; Tizona y Colada luego.
Pero mal vos conocían. El Rey miraba los Condes,
En ello yo no acertaba, Qué responden atendiendo;
Gran mal d'ello me venía; Pero ninguna razón
¡Gran merced vos hizo Dios, En su defensa dijeron.
Que vos sacó de captivas! Los jueces mandan las den
Volvistes á mi poder; Sin ningún detenimiento;
Por dichoso me tenía Maguer hubieron pavor, \
En cobrar tales espadas, Entregarlas no quisieron.
Y vos la mi compañía. — El Rey dijo : — Descorteses,
Una dio á Pedro Bermudez, Volvédselas á su dueño,
Demandado se la habia; Que supo mejor ganallas
Otra á AlbarFañez Minaya, De los moros de Marruecos. —
Que también se la pedia : Ya cobradas las espadas,
Mientras que duran las Cortés Dos mil marcos de dinero
Con ellas lo guardarían. Les pide, y todas las joyas,
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.) Que les dio en los casamientos.
Unánimes los jueces,
De común consentimiento
Les condenan á que paguen
879. De contado todo el precio.
AL MISMO ASUNTO. — CLVI. Comenzó de nuevo el Cid,
Los ojos como de fuego,
{Anónimo *.) Y el fostró como una gualda,
Después que el Cid Campeador A demandalles el tuerto.
Pidió derecho del tuerto (ESCOBAR, Romancero del Cid.)
Porque fueron emplazados
Los Condes para Toledo-, * Parece hecho á mediados del siglo xvi.
El rey Don Alfonso el Bravo, » Según tradición popular adquirió Don Alfonso VI el re-
Aquel que con gran denuedo nombre de El de la mano horadada, porque delante de el,
Al foradar de la mano estando al parecer dormido, Alymaymon descubrió á los sa-
yos un secreto importante sobre el modo con que pudiera ser
Tuvo siempre el brazo quedo *, conquistada Toledo. Sospechando el rey moro que el sueño
Mandó que dentro en tres meses de Don Alfonso fuese Ungido, mandó en voz alta , y de modo
Pareciesen en Toledo, queá estar despierto lo oyese, que le echasen en la mano
E fincasen por traidores plomo derretido, lo cual se verificó según unos, y según otros
Ellos y el conde Don Suero. quedó solo en amenaza, sin que Don Alfonso retirase ni con-
trajese su mano, para evitar que se creyese haber oído el se-
Mandó que se fagan Cortes, creto que tanto importaba á los moros ocultar á un rey cris-
Y se junten á ellas cedo tiano.
Sus grandes y ricos homes,
Que quiere tomar su acuerdo,
Que si los Condes son nobles,
Alfonso es rey de derecho;
Maguer que el Cid en honor
ROMANCERO GENERAL.
S5G
880. ¡ Por Dios, bravos caballeros,
Si al veros con el rey Búcar
APOSTROFA E L CID Á SUS ESPADAS, LUEGO QUE POR SENTEN- No fuerais de pies tan prestos!
CIA D E L R E Y L E FUERON RESTITUIDAS. — CLV1. ¡ Pero bien dice el refrán
{Anónimo '.) Que hay tan valientes guerreros
El temido de los moros, Por los pies, como por manos,
Aquella gloria de España, Y vosotros sois de aquestos!
El que nunca fué vencido, ¡ Oh cuánto dierais agora
El rayo de las batallas, Por fallar otros dispuestos,
Ese buen Cid Campeador, Tales como los fallasteis
Defensor de nuestra patria, Cuando los leones sueltos-!
Espejo de capitanes, Faced cuenta son leones
Y de traidores venganza, Los que en este pecho siento,
En las Cortes de Toledo, Que es un león cada agravio
Do le fueron entregadas • Fecho en un honrado pecho.
Ante el Sexto rey Alfonso Agradecédselo al Rey,
Por los Condes las espadas, Que le veo y le respeto;
Así fablaba con ellas, ¡ Pero pagarlo heis, villanos,
Sin hartarse de mirallas : Si no es que os subáis al cielo!
— ¿ Dó estáis, mis queridas prendas T Mas non subiréis, cobardes,
i A dó estáis, mis prendas caras? Que es Dios grande justiciero,
No caras porque os compré Y no consiente traidores
Por dinero, oro ni plata; Sin castigo de sus yerros :
Mas caras porque os gané Cuanto mas que la Colada
Con el sudor de mi cara, Y la Tizona yo entiendo
Al rey moro de Marruecos, Vos seráu tal purgatorio,
Siendo Valencia cercada: Que vais d'esta culpa absueltos.
A vos gané, mi Tizona, (ESCOBAR, Romancero itl CU.)
Que vos traia en su guarda; * Como el anterior.
Y al conde de Barcelona
A vos os gané, Colada,
Cuando les tomé á los moros 882.
Los castillos de Brianda. REYERTA EN LAS CORTES ENTRE LOS CABALLEROS DEL CID
Yo nunca os fice cobardes, Y LOS D E SUS Y E R N O S . — C L I X .
Antes por la fe cristiana
En la sarracena gente (De Lorenzo de Sepúlveda.)
Os traje siempre cebadas. Ante el rey Alfonso estaba
A los Condes mis dos yernos, Ese buen Cid castellano,
Por ser joyas tan preciadas, A querellar de los condes
Vos di, y ellos ¡mal pecado! De Carrion, su condado,
Os tienen de orin manchadas. Que en los robledos del Tórmes
Non érades para ellos, Sus hijas han maltratado
Que vos traian afrentadas, Puso la mano en su barba
Por de dentro muy fambrientas, Con semblante denodado,
Por defuera pavonadas. Y voz que puso temor
Libres estáis de las manos A los Condes, así hablando :
Que os traian cautivadas, — A vos digo, Hernán González, -
El Cid os mira en las suyas, Y también al vuestro hermano,
Donde seréis mas honradas. — Que habéis fecho alevosía,
Dijo, y á Pedro Bermudez,
Y á Don Alvar Fañez llama, Y no como fijosdalgo,
Manda que se las guarden En deshonrarme mis hijas
Mientras las Cortes duraban. Defuera de lo poblado :
Sin haber causa ninguna
(ESCOBAR, Romancero delCÍd.) Caso habéis fecho malvado.
* De las últimas décadas del siglo xvi. Ante el Rey que está presente
Y grandes que se han juntado,
Vos repto por alevosos,
881. Pues que d'ello habéis usado :
*8 REPITE E L RETO D E L CID CONTRA SUS Y E R N O S . — C L V I I . Darvos he vuestros iguales
l Que os lo combatan en campo,
(Anónimo .) Do diréis con vuestras bocas
— A vosotros, fementidos Ser verdad esto que hablo,
Condes de villano pecho, O en él vos matarán
Como traidores al Rey Si no queréis confesallo. —
A entrambos juntos vos reto. No respondieron los Condes,
Mis fijas os di, traidores , Su tio es el que ha hablado;
Pero non, que en ello miento, Ese conde Don García,
Al Rey las di que las diese Que en Cabra tiene el condado,
A quien él fuese contento. Dijo á los Condes : — Sobrinos,
A él se fizo esta injuria, Afuera queráis quitaros;
A él se fizo este avieso, Dejadlo estar al Cid
Y él las recibió por fijas, En el su escaño asentado,
Yo á vosotros por mis yernos: Que me semeja que es novio,
Por ser fecha á mi señor Según está mesurado.
Esta injuria, por él vuelvo, ¡ Cuida con su barba luenga
Que el que ha vasallos honrados A nosotros espantarnos!
Ellos le enmiendan sus tuertos. Vayase para Molina,
Con mujeres tenéis manos, Do dan parias moros flacos,
hOMANCÉS RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAN¡A. U>7
O pata el rio Je Hormaña, Y yo le salí al encuentro,
Donde él es el heredado, Muerto en tierra lo ponia, .
A adobar los sus molinos Díte su caballo y armas,
Para ser alimentado, Y al Cid entender facia
Pues no es tal el Cid que pueda < Que tú mataste aquel moro,
Con ñusco ser igualado. — Que aquel caballo traía.
De aquesto que dijo el Conde , Yo lo fice por le honrar,
Mucho el Cid se habia enojado, Por casar con la mi prima :
Y en ver que no respondía Alabástete tú d'eslo,
Caballero de su bando, Yo lo otorgaba á tu guisa *
Volvióse á Pedro Bermudez, Nunca salió de mi boca
Y con semblante enojado Fasta hoy que lo decía,
Díjole : — Tú, Pedro mudo, Y si agora lo publico
¿No hablas? ¿por qué has callado? Es por tu gran villanía:
¿No sabes que tú y mis hijas Y sepan cuando en Valencia,
El deudo habéis muy cercano, Cuando el león que ende habia *
Y que de la su deshonra Se soltó de donde estaba,
Gran parte te habrá alcanzado? — Tú, porque á esconderte ibas,
Corrióse Pedro Bermudez Rompiste el manto y el sayo,
Porque mudo lo ha llamado; Que cobijado tenias,
Fuese para Don García, Por entrar bajo un escaño
Y para los de su bando; Que en el aposento habia.
Diérale tan gran puñada, No digo cómo tu hermano,
Que en tierra lo ha derribado. Que es aquel que me veía,
Gran revuelta hay en la corte Cayó con notable miedo
Entre el Cid y sus contrarios : En parte do no debía.
Los Coffdes á grandes voces Así, señor rey Alfonso,
Cabra y Carrion han llamado; A tu Alteza yo decía
Los del Cid dicen : Valencia, Que este día fuera bien
Y Vivar están nombrando. Demostrar su valentía,
Levantóse el Rey á ellos, No en los robledos de Tórmes,
Y todo se ha sosegado. * Do ferido habían mis primas,
( SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.) Mujeres de tal linaje,
Que muy mas que ellos valían
Que si yo ende estuviera
883. Cometerlo no osarían.
AL MISMO ASUNTO. — C L X .
Ficieron como cobardes,
Yo se lo combatiría;
{De Lorenzo de Sepúlveda.) No ficieron como buenos,
En las Cortes de Toledo, Como manda la hidalguía.
Que el buen rey Alfonso hacia Muy feble es facer tal cosa
Para dar derecho al Cid, Ningún home de valia,
Que querellado se habia Y poner mano en mujeres
De los condes de Carrion, Non es de caballería.
Sus yernos que ser solían, ( SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.
Porque á sus buenas mujeres — It. ESCOBAR , Romancero del Cid.)
. Deshonrado las habían, i Véase el romance, número 856 y 857
Vuelto le han sus dos espadas, * Véase el romance, número 851 y 852.
El su haber también volvían.
El Cid por grandes traidores
A ambos retado habia;
Los infantes no responden
AL MISMO ASUNTO D E L NÚMERO 8 8 2 . — C L X I .
A lo que el buen Cid decía. l
El Rey dijo á los infantes (Anónimo .)
Qué era lo que respondían; En las cortes de Toledo,
Diego González, el uno, A do yace Alfonso el Sexto,
Al Rey asi le decía : El Cid le fabla á Bermudo
— Ya, señor, sabéis que somos Con muy grande sentimiento :
De los buenos de Castilla; —¿Non faolais vos, Pedro mudo?
Dejamos nuesas mujeres Pablad, que non estáis muerto :
Porque no nos merecían; ¿Non sabedes que mis fijas
Casar con fijas del Cid Son vuesas primas en deudo?
Gran deshonra nos traía. — Ende mas que en su deshonra
Los del Cid no respondieron, Mucha parte os cabe d'ello.—
Que el Cid mandado tenia Mucho le pesó á Bermudo
Que si él no lo mandase De lo que el Cid ha propuesto, v,
Ninguno fablar debía. Juntóse con Garci Ordoñez,
Ordoño, sobrino suyo, Y desque fué cerca puesto,
Era el que respondía : Le diera tan gran puñada,
Que dio con él en él suelo.
— Calla tú, Diego González, Alborótanse las Cortes,
Que eres de gran cobardía; No queda nadie en su asiento: ¡
Muy valiente eres de lengua,
, Mas esfuerzo no tenias, Aquí sacan las espadas,
» en esa tu falsa boca Allí dicen mil denuestos.
Nmguna verdad habia. Unos apellidan Cabra,
Lémbrate cuando en Valencia Otros Valencia, otros Reino;
En la lid que el Cid facia El Rey está ardiendo en ira,
Echaste á fuir de un moro *, Diciendo : — ¡ Afuera, teneos! —>
» el moro bien te seguía, Otra vez replicó : — ¡ Afuera!
ROMANCERO OENERAL.
tm Vos sí solo á vueso cabo :
Sin mas audiencia condeno
Con acuerdo de mi corte Y porque veáis cual es
y de mi real consejo, Y si es bien el eslimallo,
Por los méritos que fallo Quiero facer ante vos
Que resultan d'este pleito, Lo que no he acostumbrado,
A los condes de Cardón Si non es cuando hube lides
Que lidien conforme al reto, Con enemigos en campo.—
Y que el Cid baya cumplido Cabalgó el buen Cid en él,
Con dalles tres escuderos, De piel de armiño arreado,
Y los que mejor lidiaren, Firióle de las espuelas,
Ellos salveu su derecho.— El Rey se quedó espantado :
Pidieron plazo los Condes En mirar cuan bien lo face,
Para guisar en el fecho, ,A ambos está alabando;
Y ai cabo de ruegos muchos Alababa á quien lo rige,
La noche se puso en medio. De valiente y esforzado,
Volvióse el Rey a su casa, Y al caballo por mejor,
La corte á su alojamiento, Que otro no es visto ni hallado.
Y al salir de los palacios Con la furia de Babieca,
Donde las Cortes se han fecho, Una rienda se ha quebrado,
De Navarra y de Aragón Paróse con una sola
Al Rey vienen mensajeros. Como si estuviera en prado.
Cartas le traen de sus Reyes: El Rey y sus ricos homes
Pidiéndole otorgamiento De verlo se han espantado,
De las dos fijas del Cid Diciendo que nunca oyeron
Para dos lijos mancebos. • Fablar de tan buen caballo.
Don Ramiro el de Navarra El Cid le dijo : —Buen Rey,
Le pide, si bien me acuerdo, Suplicóos queráis tomallo.
A la mayor Doña Elvira, — Nonio tomaré yo, el Cid,
Dueña de virtud y arreo : El Rey por respuesta ha dado :
A la menor Doña Sol Si fuera, buen Cid el, mió
Ha pedido el rey Don Pedro Yo vos lo diera de grado,
Para su hijo Don Sancho Que en vos mejor que en ninguno
De Aragón propio heredero. El caballo está empleado.
Partióse á Valencia el Cid, Con él honrades á vos,
Ufano, alegre y contento, Y á nos en extremo grado,
Desagraviadas sus fijas, Y á todos los de mis tierras,
A guisar los casamientos. Por vuesos fechos granados;
( ESCOBAR, Romancero del Cid.) Mas yo lo tomo por mío
Con que vos queráis llevarlo,
1
De la penúltima década del siglo XYI. Que cuando yo lo quisiere
Por mí vos será tomado.—
Despidióse el Cid del Rey,
Las manos le habia besado,
885. Y fuese para Valencia,
HACIENDO A L A R D E E L CID DE LAS BUENAS CUALIDADES D E Donde le están aguardando. '
SU CABALLO B A B I E C A , SE L O O F R E C E A L R E Y , E L « J A I (SBPÍLVEDA, Romances nuevamente sacados, i
NO LO ACEPTA POR CONSIDERARLO BIEN EMPLEADO E N — It. ESCOBAR, Romancero del Cid.)
SERVICIO DE SO S E Ñ O R . — C L X I I .
910.
REFUGIADO ALFONSO VI EN TOLEDO, JURA PACES 911.
CON ALWAYMON Y SUS HIJOS. EL ARZOBISPO DON BERNARDO Y LA REINA CONSTANZA DES-
POJAN k LOS MOROS DE SU MEZQUITA DE TOLEDO, Y i»A
(De Lorenzo de Sepúlveda ?.) HACEN IGLESIA.
En Toledo* estaba Alfonso
.Hijo del rey Don Fernando; (Anónimo *.)
Huido está por el miedo Esebuen rey Don Alfonso,
Del rey Don Sancho su hermano. El de la mano horadada,
Acogióle Alimaymon, Después que ganó á Toledo
Que Toledo es su reinado; En él puso su morada >
Mucho quiere á Don Alfonso; De do ganó los lugares
De moros es estimado. De moros que allí quedaban :
Durmiendo está en una huerta Montalvan y Talavera,
A sombra que hacie un árbol; Oro pesa y Mejorada,
Cerca estaba Alimaymon Y la villa de Escalona,
Con sus moros razonando. A Maqueda y Santa Olalla.
Dijo : — ¡Qué fuerte es Toledo! Ganó á Canales y á lllescas,
No puede ser conquistado Madrid y Guadalajara,
Si no quitasen el pan Alcalá y Tordelaguna,
Y las frutas siete años, A Uceda y á Salamanca.
Y teniendo siempre el cerco Ganó á Buitrago y Atienza,
Sin que se hobiese quitado: A Sigüenza y á Berlanga,
• Por la falta de viandas Y ganó á Medinaceli,
Tomarse ha el año octavo.— Y ganó toda la Alcarria
Don Alonso bien lo oyó , De la otra parte del rio,
Finge que dormido ha estado. Que agora Tajo se llama,
Por costumbre habien los moros, Sin otros muchos lugares .
Que su ley se lo ha mandado, Que alien del rio ganara.
Que degüellen un carnero; Luego, en ganando el lugar,
Ya iban á degollarlo. De cristianos le poblaba :
Con el Rey va Don Alfonso, Luego le hace su iglesia;
Que los iba acompañando, Luego le pone campanas.
Y sus cristianos también Déjalos fortalecidos,
De Castilla habien llegado. Y á Toledo se tornara.
Don Alfonso es muy fermoso, Elegido ha un arzobispo,
De grandes dotes dotado, Don Bernardo se llamaba,
Páganse d'ellos los moros, Hombre de muy santa vida,
De todos es muy loado. De letras y buena fama,
Juntos van ambos los Reyes, Y de que le hubo elegido,
Detras dos moros hablando. Por nombre le intitulaba-
El uno le dijo al otro. Arzobispo de Toledo,
— ¡ Hermoso es este cristiano! Primado de las Españas.
¡Gran señor merece ser! Todo cuanto el Rey le diera
En él será bien empleado.— Se lo confirmara el Papa.
El otro moro le dijo : Desque ya tuvo el buen Rey
— Esta noche yo he soñado Esta tierra sosegada,
Que Alfonso entraba en Toledo A la reina su mujer
En un puerco cabalgando : En gobernación la daba.
De Toledo ha de ser rey, Fuese á visitar su reino;
Tenlo por averiguado.— Fué á Galicia y su comarca.
Ellos hablando en aquesto Después de partido el Rey,
Los cabellos se han alzado La reina Doña Constanza
A ese rey Don Alfonso : Viendo su marido ausente
Alimaymon con su mano Pensamientos le aquejaban,
Los apretaba hacia yuso, No de regalos del cuerpo,
Y ellos siempre están en alto. Mas de salvación del alma.
El rey moro bien oyó Estando así pensativa,
Todo lo que es ya contado : El Arzobispo llegara;
Hizo llamar á sus moros, En llegando el Arzobispo
Los que tiene por mas sabios, D'esta manera le habla :
Los cuales dicen que Alfonso — Don Bernardo, ¿qué haremos
Habrá el reino toledano. Que la conciencia me agrava
Aconsejan que lo mate; De ver mezquita de moros
Mas el Rey no lo habie en grado La que fué iglesia santa,
ROMANCERO GENERAL.
576
Donde la Reina del cielo 912.
Solía ser bien honrada?
Qué modo, dice, tememos MUERTE DE DON GARCÍA, REY DE GALICIA, DESPOSÍHK) POS
SUS HERMANOS SANCHO II Y ALFONSO VI DE CASTILLA
Jue torne á ser consagrada,
Q
Que el Rey no quiebre la fe, (De Lorenzo de Sepúlveda *.)
Que á los moros tiene dada? —
Cuando esto oyó el Arzobispo En el castillo de Luna
De rodillas se hincaba : Está preso Don García,
Alzó los ojos al cielo, Que era rey coronado
¿as manos puestas hablaba : D'ese reino de Galicia :
— ¡ Gracias doy á Jesucristo, Prendiérale el rey Don Sancho,
Y á su Madre,Virgen santa, Que su hermano se decía:
Quesalis, Reina, al camino El que muriera en Zamora
De lo que yo deseaba ! Cuando el cerco le ponia :
Quitémosela á los moros, Ese que mató Bellido
Antes hoy que no mañana : En lo mejor de su vida.
No dejéis el bien eterno Alfonso hubiera los reinos
Por la temporal palabra. Que sus hermanos tenían.
Ya que el Rey se ensañe tanto García está en la prisión,
Que venga á tomar venganza, Veinte años y mas habia :
Perdamos, Reina, los cuerpos, Con prisiones á los pies,
Pues que se ganan las almas.— Moverse non se podia.
Luego aquella misma noche No lo osa d'ella sacar
Dentro en la mezquita entraba: Que muy gran temor tenia,
Limpiando los falsos ritos Que como es tan bullicioso
A Dios la rediflcaba Que lo desheredaría.
Diciendo este dia misa, Guardábalo en la prisión,
El Arzobispo, cantada. Que Alfonso hijos no habia,
Cuando los moros lo vieron Y sí él muere primero
Quejas al Rey enviaban; Los reinos le dejaría.
Mas el Rey cuando lo supo Don García está doliente;
Gravemente se ensañaba. Mucho á Alfonso le dolía.
A la Reina y al Perlado Mandóle quitar los hierros,
Malamente amenazaba : Mas no quiere Don García.
Sin esperar mas consejo Dijo á Alfonso su hermano,
A Toledo caminaba. Con gran dolor le decía :
Los moros que lo supieron —Hermano, yo de la muerte
Luego consejo tomaban : Escapar ya non podia;
Sálenselo á recibir No quiero quitar los hierros
Hasta Olías y Cabanas. Que á los mis pies yo tenia,
Llegados delante el Rey, Pues no me fueron quitados
De rodillas se hincaban : Tantos años de mi vida ;
—¡ Mercedes, buen Rey, mercedes !— Quiérolos llevar conmigo,
Dicen, las manos cruzadas. Pues que son mi compañía,
Mas el Rey que así los vido A mí enterrarán con ellos
Uno á uno levantaba. Ansí á vos lo pedia
— Calledes, buenos amigos, En San Isidro en León ,
Que este hedióme tocaba : Porque ansí yo lo quería.
Quien á vos ha hecho tuerto, Ansí como él lo mandó
A mí me quebró palabra; Don Alfonso lo cumplía.
Mas yo haré tal castigo
Que aina habréis la venganza.— (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.)
Los moros cuando esto oyeron
En altas voces clamaban : i Descontento Don Sancho de que su padre repartiese sus
—¡ Merced, buen señor, merced! estados, quiso recuperarlos, y despojó á Don García del de Ga-
licia y i Don Alfonso del de León. Este entró á reinar des-
¡ La vuestra merced nos valga! pués de Don Sancho; pero retuvo preso á Don García, y gozó
Si tomáis venganza de esto, tranquilo de cuanto le pertenecía.—Algunos incluyen este en-
A nos costará bien cara; tre los romances del Cid.
Que quien matare hoy la Reina
Arrepentirse ha mañana.
La mezquita ya es iglesia;
No nos puede ser tornada :
Perdonedés á la Reina, 913.
Y á los que nos la quitaran, ALFONSO VI DE CASTILLA SE DESPOSA CON ZAIDA,
Que nosotros desde agora HIJA DEL REY MORO DE SEVILLA.
Os alzamos la palabra.
El buen Rey desque esto oyera (De Gabriel Lobo Laso de la Vega-)
Grandemente se holgara : La hermosa mora Zaida *',
Dándoles gracias por ello, Hija del rey de Sevilla,
Perdido ha toda la saña. Sabiendo que el Sexto Alfonso
(Cancionero de Romances.) Sobre su padre venía 1
Con gran número de gente
i No fué esta la primera ni la última vez que el influjo de la De la mejor de Castilla,
civilización francesa vino á extraviar nuestra sociedad y el mo- En ejército copioso,
do con que la Íbamos adelantando.—La reina Costanza y Don Talando la Anda.lucía;
Bernardo eran franceses, y se emplearon con fruto en someter- De sus partes informada,
nos cuanto estuvo de su parte á las ideas y planes de la corte Gracia, esfuerzo y gallardía,
de Roma. Aunque el romance es tradicional, tal como está no
parece anterior á la segunda mitad del siglo xvi. término honesto y loable,
Fué de su amor convencida.
ROMANCES RELATIVOS A LA HISTORIA DE ESPAÑA. 577
Haciendo el poco remedio Que con el Rey se casara.
Mas acerba su fatiga, Nómbrase Sancho el infante,
Aflige con vanas trazas El cual mucho el Rey amaba : ., *
' La cuidosa fantasía : El Rey estaba doliente,
No come ni duerme Zaida, Mucho d'ello le pesaba,
Más pena, llora y suspira, Porque el Miramamolin
Que este es el pecho que amor Le tiene á Vélez cercada.
Lleva de quien se le obliga, Por no poder socorrerla
El cual la puso en el punto A Don Sancho le enviaba,
Postrimero de su vida. Y con él iba ese conde 4* t.V
De necesidad se vale, Que de Cabra se llamaba.
Que es do el ingenio se auna , Ayo era del Infante,
Y los negocios mas arduos De quien mucho el Rey fiaba : •. •
Muchas veces facilita. Con ellos sus ricoshombres
Tinta y papel pide Zaida Los que en las guerras andaban
Y al rey Alfonso escribía. A Vefez fueron llegados,
«No te parezca, Rey, desenvoltura, Los moros el cerco alzaban;
La que con escribirte Zaida muestra, Los cristianos con los moros
Sino notable falta de ventura Trabaron fuerte batalla.
Con quien la dura suerte es tan siniestra, Do está el Infante y el Conde ,
Que quiere que un papel mi mal te diga, Muchos moros le cercaban : ¡
Sin que el original de sí dé muestra, Al caballo del Infante
Y que te cuente un rnudo mi fatiga, Allí los moros le matan :
Falto de afectos que obligar pudieran El Infante queda á pié,
A creer lo que á llorar me obliga. El Conde lo mamparaba;
Fuera posible, Rey, te enternecieran Los moros con%o son muchos
Unos cansados ojos, nunca enjutos, A entrambos allí los matan. ,
Que solo con tu vista ricos fueran. Don Alfonso que lo supo,
Fueros son los de amor, tan resolutos, Muy gran llanto comenzaba,
Que fuerzan á creer lo que no vieron Diciendo : — ¿Dó es, hijo mió,
Los recatados ojos mas astutos. Don Sancho, que tanto amaba?
No es áspero el dolor que padecieron ¡ Alegría de mi vida
Los que cegaron de su bien gozando; Que mi vejez descansaba 1
Mas estos con fe sola el ser perdieron. Mi heredero solo uno,
Una cosa te pido confiando, Su muerte llegó á mi alma.
Invictísimo Rey, en tu grandeza, ¡ Llevárasme, muerte, á mí,
Que va el ser tú á quien pido, asegurada, Y no al que tanto amaba !
Y es que á aqueste castillo y fortaleza ¡El era para vivir,
Vengas, señor, mañana do te aguarda No yo, que te deseaba!—
Una mora tan llena de firmeza (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.)
Cuan desdichada, si tu vista tarda.»
Envióle con un moro
Zaida al Rey la carta escripia,
El cual vino á su mandado; 915.
Y su pretensión sabida,
Que era de casar con él, UN MILAGRO DE SAN ISIDRO.
Respondió que no podia , (De Lorenzo de Sepúlveda.)
Por ser contraria su ley,
Hacer lo que le pedia; En León la muy nombrada
Mas que dejando la suya El cuerpo santo yacia
Por mujer la admitiría. De Isidro, el buen confesor
No lo rehusó la mora, Arzobispo de Sevilla.
Que quien ama, en ley no mira: El Sexto Alfonso es el Rey,
Cristianóse con gran fiesta, Que el gran reinado tenia. ,
Y fué reina de Castilla, Un caballero estimado
A quien llamaron después De armas genealogía,
Llamábase Don Pelayo,
La gran cristiana María. Que de nobles descendía,
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias de.) Grandes delitos ha hecho; 5
1 A muchos muerto él había.
De este matrimonio resultó un hijo, de cuya muerte trata Gran enojo tiene el Rey,
•I romance siguiente, número 914. Y mandado ya tenia
Do quier que fuese hallado
Luego del se haga justicia
Cortándole la cabeza,
914. Que muy bien lo merecía.
MUERTE DEL HIJO DE ALFONSO VI HABIDO E N LA INFANTA
Pelayo, cuando lo supo,
ZAIDA.
La muerte mucho temía :
No halla lugar seguro
[De Lorenzo de Sepúlveda.) Que la.su prisión impida;
Acogido se ha al altar
En los reinos de León Do Sant Esidro yacia :
El Sexto Alfonso reinaba, Túvose allí por seguro,
Ese que ganó á Toledo, Porque el Rey lo acataría.
Y á moros se la quitaba. Gran pesar cobraba Alfonso,
Hermano es de aquel Don Sancho Cuando sabido lo habia,
El que Bellido matara. Porque teme de enojar,
Un hijo solo tenia, Si allí prenderlo queria,
Que lo hubo en Doña Zaida, Al bendito confesor
Hija del rey de Sevilla, 37
T. x.
578 ROMANCERO GENERAL.
Que en gran estima tenia : En aquel duro peligro.
Mas con enojo crecido D'esto airado, entre ellos entra
Muchas guardas le ponia. A estorballes su disinio,
Mandó so pena de muerte , Dando á los soberbios moros
Porque Pelayo no viva, Sin temor, golpes temidos,
Ninguno le dé á comer Derribando á todas partes
Del pan ni de la bebida : Los que entienden que han vencido.
Siete dias son pasados, Pasando por cima d'ellos
Ninguna cosa comia; Los rompe y hace camino,
Ya desfallecido de hambre Atrepellando á los unos,
La muerte tiene vecina. Y dejando otros heridos.
i Fuese ante Sant Esidro, D'este modo andaba el Conde
De rodillas se ponia, Con todos entretegido,
Llorando de los sus ojos Cuando oyó un grande alboroto
Estas palabras decia : Gran porfía y gran ruido,
— ¡OhSant Esidro muy bueno, Gran algazara de moros,
De noble genealogía, Gran rumor, gran alarido. I
Excelente en santidad; Vuelve la rienda al caballo
Todo el mundo lo decia! Y acude despavorido,
Mientras fuiste en este siglo Y en el tumulto confuso
Muy santas obras hacias, Don Rodrigo se ha metido,
Mantenías muchos pobres, Do halló al Rey su señor
Gran franqueza en tí habia. En gran estrecho y peligro,
Ora que reinas con Dios, Muerto el caballo á sus pies,
Y estás en gloria cumplida Y de tantos combatido,
Donde hay pan celestial, Haciendo mas que á su edad
Tu voluntad no permita En tal caso le es pedido.
Que yo en la presencia tuya Don Rodrigo de Cisneros,
De hambre pierda la vida. Que á su señor así vido,
¡ Oh buen confesor glorioso! De nuevo furor se enciende,
De la muerte tú me libra; De nueva saña movido
En mí muestra la excelencia Arremete con los moros,
Y santidad que en tí habia. Con valor tan escogido,
Estando en la su oración Que los hizo retirar
Gran milagro sucedía *, Sin elfinque han pretendido.
Que las piedras del altar Vuelve al Rey, qu'en tal aprieto
Manaron agua muy fria, Se vía y tan oprimido,
Tan clara como cristal, Y apéase del caballo,
Muy dulce, á maravilla. Y ai Rey en él ha subido;
Cuando la vido Pelayo i Y al subir, que iba subiendo,
Mucha cantidad bebía : Un girón del real vestido
Matóle la sed y hambre Se le caía, y el Conde
Que ya muerto lo tenia : Le cortó y guardo consigo :
Quedó contento y alegre, Y así por entre los moros
Que sed ni hambre tenia : Al Rey guia Don Rodrigo
Tres dias manó continuo, A pié, con lafieraespada
Mucha gente allí venía Haciendo abierto camino.
A ver milagro tan grande, Los moros d'esto indinados,
Como Dios hecho le habia. Y de verlos ir, corridos,
(SEPÜLVEM, Romances nuevamente.sacados, etc.) Júntase un grueso escuadrón,
Y les han acometido.
« Este milagro contra la sed, es muy semejante á aquellos El Conde le dijo al Rey ,
con que Dios favoreció á Sansón y á Moisés. Aquí se emplea Cuando tal morisma vido :
en favor de un facineroso, si, pero lleno de viva fe. — Pique vuestra Majestad ,
Y salga d'este peligro,
Mientras yo los entretengo,
Y que le sigan resisto.
916. Parte el Rey con toda priesa;
ORÍGEN DE LOS GIRONES EN DON RODRIGO DE CISNEROS;
Vuelve el Conde enfurecido;
Traba nueva lid con ellos,
{De Juan de la Cueva *.) Y con él hacen lo mismo. I
En la sangrienta batalla Hiérenle por todas partes
Que en la Sagra ha sucedido, Y él no cesa de berilios,
s
Don Rodrigo de Cisneros , Ofendiendo y defendiendo
Con ánimo no vencido , Qon gran valor su partido,
Revuelto con los paganos Dando y recibiendo golpes,
Anda, y d'ellos mal herido, Que un muro fuera rompido
Queriendo cobrar él solo Firme su invencible pecho,
El ejército perdido, Sin ser de su ser movido,
Que los victoriosos moros Aunque ya rotas las armas,
Tenian ya en su dominio , La espada rotos los filos,
Dando muerte á los cristianos Y del cansancio y heridas
Y llevando los cativos. Cayó el Conde enflaquecido.
Aquí ve muerto al criado Fué preso allí, y por trofeo
Acullá ve al conocido; Llevado d'ellos cativo.
Allí echarle la cadena Libre el Rey de la batalla,
Al amigo, y d'ella asido Cuando ya en salvo se vido,
Darle voces, que le valga Teniendo aquel caballero'
En la memoria esculpido
ROMANCES RELATIVOS Á LA HISTORIA DE ESPAÑA. SÍ9
Qu'en tan peligroso aprieto pctu para dar tiempo á que el Monarca se pusiese en salvo. Este
Le hizo tan gran servicio, romance citado es el que comienza diciendo : Si el caballo vos
Hizo inquisición quién era , han muerto, etc.
Porque no fué conocido, 2 Cuenta la crónica, que este Don Rodrigo de Cisneros fué
Por traer cubierto el rostro, uno de los jueces nombrados para presidir y sentenciar el reto
Y así, siendo aquesto oido, que entre los campeones del Cid y los condes de Camón se
Otro caballero al punto verificó por el ultraje hecho á las hijas de aquel.
Dijo al Rey qu'él habia sido
El que le dio su caballo,
Y lo libró del peligro : EPOCA DE DOÑA URRACA HIJA DE ALFONSO VI.
Lo cual del Rey escuchado, J
Cual lo dijo fué creído , ,
Y así le remuneró \
Con obras tal beneficio.
Don Rodrigo de Cisneros, 917.
En prisión y mal herido, LEALTAD DE PEDRO ANZÜRES.
Se concierta con los moros,
Que venidos á partido, (De Lorenzo de Sepúlveda *.)
Pagándoles su rescate, '\
Libre y sano al Rey se vino , Muerto es el rey Alfonso,
Donde siéndole contado El que á Toledo ganara,
Del premio qu'el otro ha habido Y por ser el Rey tan bueno
Con real munificencia Su muerte fué muy llorada.
Por el servicio que hizo, Por ser querida de toda
Delante del Rey se puso, Esa gente castellana,
-
Y al Rey d'esta suerte dijo : Esa Doña Urraca Alfonso
— Muy poderoso Señor, ¡ Los sus reinos heredaba.
Cuyo nombre esclarecido No ha el Rey otro heredero;
Es celebrado en el mundo, Segunda vez la casara
y del corazón temido, Con ese rey de Aragón;
Yo soy, si tienes memoria, Mas juntos poco duraban,
De quien fuiste socorrido Por ser parientes cercanos,
En la Sagra de Toledo, Y la Iglesia lo vedaba.
Donde te hallé ofrecido E l Rey se vuelve á Aragón,
A los bárbaros airados, En Castilla ella quedara.
De quien eras oprimido. La Reina pidió sus tierras,
Quitóte del poder d'ellos Que del su padre heredara,
Por mi brazo defendido; A aquellos que las tenían
Bájeme de mi caballo, Y les fuera dado en guarda;
Viendo el tuyo mal herido; Y ellos luego se las dieran,
Dite por los moros vía, Y el homenaje quebraran
Y d'ellos fui yo cativo; Que al rey de Aragón hicieron
Has pagado aqueste hecho Cuando á ella se juntara.
A quien lo habia merecido El conde Don Pedro Anzures
Por otras nobles hazañas, Quebrantara su palabra.
No por esta que te dijo, Vistióse de paños buenos,
Que yo soy el que la hice, Paños nobles de escarlata,
Y para claro testigo Encima un caballo blanco,
Este girón lo declara, i Una soga á su garganta :
Que corté de tu vestido, Con él muchos caballeros
El cual dará testimonio Que iban en la su guarda.
Ser verdad, lo otro fingido.-— Se partió para Aragón,
El Rey se admiró del caso, Adonde el buen Rey estaba,
A quien hiciera homenaje
Y el girón d'él conocido Por tierra que del tomara.
Le dijo que demandase, Ante el Rey habia llegado
Que d'él le era concedido
Cualquier cosa que pidiese, Y grandes de su mesnada,
Y así luego Don Rodrigo Y díjole : — Rey Alfonso,
Le dijo : — Señor, en esto Aquí fué la mi llegada
Ninguna cosa te pido A ponerme ep vuestra mano,
Mas de que solo me otorgues Como aquel qce mal obraba.
Por el girón que he traído, Póngome á vuestra mesura,
Que lo ponga por mis armas, Pues yo quebré mi palabra :
Y d'él tome mi apellido.— La tierra que vos me distes
El Rey se lo otorgó, y luego Dila yo á Doña Urraca
En su blasón lo ha esculpido, Mi señora natural,
Y en memoria d'este hecho A quien no podia negalla.
Nuevo nombre dio al antiguo. Ahora entrego á vos mis manos,
Don Rodrigo de Cisneros Y mi boca os entregaba,
De los Girones se dijo, Y mi cuerpo, que os* hicieron
De quien los condes de Ureña El homenaje y palabra.
Han por sucesión venido. Vos bien me podéis matar
Y en mí vengar vuestra saña. —
(COEVA, Coro Febeo, etc.) Grande enojo tomó el Rey
n
De aquesto que le contaba :
t). y hecho semejante al que ejecutó, según este romance,
g 0 d e Cisn Luego lo quiso matar;
te"Sai 8
eros, cediendo al Rey su caballo para que
s e a t r i o u e Mas los suyos lo estorbaban.
de i» K ' y también á Moneada, el cual en la batalla
JusnT i o t a
P° m u r i < i rn a l ) e r
dejado el suyo al rey Don Dijeron al Rey, que el Conde
u
" •» peleando contra los portugueses, y deteniendo su fm- No dañó su buena fama
ROMANCERO GENERAL-
Eo haber dado á la Reina Diérale de sus haberes
Las tierras que demandaba : Con que contento quedara.
A su natural señora ( SEPÚLVEDA , Romanees nuevamente saeaiot,
Hiciera muy bien en darla,
Y con darle su persona i Hé aquf en este romance una de aquellas decisiones „™
El Conde muy bien obraba. p
denciales que entre nosotros se llamaron Fazañas v ¡™« A ,
El Rey loa mucho al Conde, rando un hecho particular se aplicaban á cuantos devniT».
s c
A Castilla lo enviaba; ocurrían análogos, adquiriendo fuerza de ley general
posa de Masinisa. 371 Velas, y castigo de estos. 473 de cómo la reina Constanza y el ar-
Resumen de los hechos de Escipion, Sigue la época de Bermudo II de León, zobispo Don Bernardo Francés,
vencedor de Aníbal. 372 Romances de la calumnia , por mila- despojaron, contra lostratados,
de la muerte de Aníbal. 373 gro deshecha, y de la acusa- á los moros, de la mezquita de
de Catón el censor. 374 ción contra el arzobispo Ataúlfo. 474 Toledo, y la hicieron iglesia. 57o
de la muerte de otro Asdrúbal. 374 Época de Alfonso V de León. de la muerte de Don García. 576
de la destrucción de Cartago por Romances del casamiento de Doña Te- de cómo Alfonso VI se casó con
el segundo Escipion. 375 resa con el rey moro. 476 la infanta Zaida , hija del rey
de la ruina de Numancia. 376 Época de Fernando I de Castilla, con la moro de Sevilla. o m
Época romana desde la ruina de Numancia1.a parte de los romanees del Cid Cam- de la muerte de Don Sancho, lujo
hasta el fin de las guerras civiles de Roma. peador. de Zaida y del rey Don Alonso. »''
Romance de la traslación del cuerpo de un milagro de San Isidro. °"
Romance de Mario, vencedor de los del origen de los Girones, por
de San Isidro. 477
cimbros. 377 Romances de la 1.a parte de la histo- una hazaña que Don Rodrigo
de Mario, proscrito, contemplan- ria del Cid durante el reinado de Cisneros hizo, libertando 578 _
do las ruinas de Cartago. 378 de Fernando I. 478 al rey Don Alonso VI.
dePompeyoyGencio.reydelliria. 379
de César, que repudia á su esposa. 379 Época de Sancho II de Castilla, con laÉpoca de la reina Doña Urraca, hija 9
de Cesar y Amidas el barquero. 380 2.a parte de la vida del Cid, y el cerco sucesora de Alonso VI.
del paso del Rubicon por el ejér- y reto de Zamora. Romance de la lealtad de Pedro An-
cito de César. 582 Romances de cómo despojó yaprisio zures.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
a
I. Clase 1. Romances viejos directamente populares, ó cuando mas, modificados en su redacción
cual nos la ha conservado la tradición oral. Versan casi todos sobre hechos de nuestra historia nacional,
posterior ó contemporánea á la conquista de los árabes. Esencialmente objetivos, el poeta solo aparece,
en ellos como simple narrador, sin mostrar de sí mismo otra cosa que el estilo y el orden que da á las
ideas. Pertenecen á una época anterior á la imprenta, y antes de su descubrimiento se conservaron de.
memoria, y no existió ninguno, que sepamos, escrito. Su versificación es imperfecta, tanto en la medida
como en la rima, que á cada paso se altera y cambia.
a
II. Clase 2. Romances viejos tradicionales y populares, donde se inicia el espíritu oriental de los
moros españoles, y á los que sirven de argumento los hechos históricos ó novelescos, en que se carac-
teriza mas especialmente su civilización tal cual nosotros la concebíamos ó percibíamos. Sus formas
son épicas, y el poeta trasmite ya sus propias impresiones tales cuales se las inspiran los hechos, y el a
mo'do con que excitan su alma. Pertenecen á una época de tradición posterior á los déla 1. clase. Mezcla
en ellos los consonantes con los asonantes, aunque predominau los primeros.
a
III. Clase 3. Romances viejos populares, también de tradición oral, pero compuestos por juglares.
Están tomados de asuntos ajenos a nuestra propia historia y costumbres, aunque un tanto asimilados á
ellas. Sus fuentes de imitación son en general las tradiciones y crónicas feudales caballerescas. Apare-
cen ya con formas épico-narrativas, pero preponderante el elemento objetivo poco alterado. Pertenecen
a
próximamente á la misma época que los de la 1. clase. En su prosaica versificación se usan á la ventura
y mezclados el consonante y el asonante, y su medida es incorrecta é inartificiosa.
a
IV. Clase 4. Romances antiguos popularizados. Época escrita y de erudición. Calcados é imitados
a
servilmente sobre los de la 1. clase, y tomados sus asuntos y su letra de las crónicas antiguas cuya
prosa riman y cuyos giros afectan artificiosamente, estaban destinados á sustituir á los viejos, y á vulga-
rizar nuestros hechos y tradiciones históricas, que suponían presentar despojadas de su parte fabulosa.
Son en su esencia objetivos, y pocas y escasas veces un tanto épicos y razonadores. Su medida y rima
a a
es como la de los de la clase 1 . y 3.
a
V. Clase 5. Romances antiguos popularizados. Época escrita. Es su tipo característico el de las clases
a a a
1. , 2. y 3. , según los asuntos de que tratan, cuyo espíritu y sencillez conservan en medio de formas
mas artísticas, y del lenguaje cultivado propio del tiempo en que se compusieron. Tienen en estas últi-
a
mas cualidades mucha analogía con los de la clase 7. ó artística del siglo xv, y las continúan hasta la
a a
sétima década del xvi. En los que imitan ó que proceden déla 1. y 3. clase, prepondera el elemento
a
épico; y en los que de la 2. se desarrolla algo mas el lírico, adornado del colorido oriental de sus mo-
delos. Nótase esmero, cuidado y arte en la medida y rima de sus versos, que casi siempre es de conso-
nantes continuados, sin mezcla de asonantes, aunque hay algún otro en asonancia.
a
VI. Clase 6. Romances nuevos vulgares, producidos próximamente desde la cuarta década del si-
glo xvi hasta el dia. Escritos con el lenguaje y formas contemporáneas á su composición. Son, para
a
su tiempo, lo que para el viejo fueron los de la clase 1. y los vulgares son para los posteriores. Sus
autores afectan el cultismo que se hallaba inoculado hasta en el vulgo, y dan lugar frecuentemente al
elemento subjetivo y lírico que de la poesía artística habia descendido hasta las clases mas ignorantes,
y se continúan hasta el dia de hoy con pocas diferencias. Son por lo común obra de gente lega, pero
que presumiendo mas de ciencia y genio que el vulgo, pretende distinguirse de él afectando un lenguaje
hinchado y un estilo declamatorio. Su versificación es incorrecta y llena de ripios.
a
Vil. Clase 7. Romances antiguos popularizados de los trovadores y poetas artísticos del siglo xv y pri-
meras décadas del xvi. Son puramente subjetivos, líricos y doctrinales. Se distinguen como .imitación de la
poesía provenzal por su sutileza de ideas y pensamientos, y por su tendencia á la alegoría. Su construcción
es artificiosa, y su rima y medida bastante bienarreglada.Parasu época sonlo que fueron para la suya los de
a a
la 2. sección de la clase 8.
a
VIII. Clase 8. Romances artísticos modernos popularizados. Consta esta clase de dos series. La primera
contiene composiciones donde se conserva la forma épica, y se mezcla con la lírica, doctrinal y descriptiva,
guardando todavía mucha importancia el asunto objetivo, aun en medio de los ornatos de la imaginación
Y de la parte que de sí propio pone el poeta. Sus formas son artísticas, su expresión oratoria, y dege-
a
neran frecuentemente en afectada declamación. Tienen analogía con los de la 5. clase, que aveces les
a
nan servido de modelo. La segunda serie de esta 8. clase es la mas eminentemente artística, y en sus
composiciones se hallan reunidos todos los elementos de la poesía castellana popularizada en romances,
cuya base fueron los viejos y tradicionales, á los cuales el arte impuso nuevas formas, adaptando las
antiguas á laintonacion lírica y á la expresión de los sentimientos subjetivos, ya fuesen doctrinales,
eróticos, satíricos, etc. Los romances de esta serie, aunque sean históricos los asuntos y hechos sobre
que versan, los aceptan como accesorios, y solo sirven de disfraz y de pretexto para que el poeta disi-
mule un, tanto su personalidad, y para que exponga sus propias ideas, haciendo del sujeto el objeto
a
principal de sus inspiraciones. Los romances de la primera sene de esta clase 8. se llaman vulgarmente
00 ) e r t e n G c e n a
laTíf -' l en general á las tres últimas décadas del siglo xvi. Los de la 2. corresponden á
ras aos ultimas décadas del mismo siglo, y se continúan hasta el dia, aunque nosotros solo incluimos los
anteriores al siglo xvm.
384 ÍNDICE ALFABÉTICO.
- Hemos denominado VIEJOS á los romances que carecen de toda pretensión artística, y que conservador
por la tradición oral, son anteriores á la imprenta, y no han llegado á nosotros escritos antes de dicha época
Decimos ANTIGUOS á los que, tomados y calcados sobre los viejos, se compusieron por poetas del siglo xvi
desde su segunda hasta su quinta ó sexta década, cuando ya se escribian ó imprimian en pliegos sueltos ó en
antologías y colecciones generales y especiales. a
, , , . , ,
Llamamos NUEVOS á los romaces de la 6. clase, todos de actualidad, ya en los hechos y asuntos de que
tratan, ya en las formas vulgarísimas que aceptan.
a
Y en fin consideramos como MODERNOS los de la 8. clase, por contener en sí, y haberfijadotodos
los elementos que formaron el sistema poético nacional que llegó á popularizarse, y aun se continúa como
emanación de su tipo primitivo.
ABREVIATURAS.
A. equivale á Amatorio, ó Erótico. Mor. equivale á Morisco.
Aleg. á Alegórico. Past. á Pastoril.
Anacr. á Anacreóntico. Pie. á Picaresco.
B. á Burlesco. Piscat. á Piscatorio.
C. á Cancionero. R. á Romancero. ,
Caball. ó Cab. á Caballeresco. Rom. á Romance,
D. á Doctrinal. Venat. á Venatorio.
Fest. á Festivo. Vill, á Villanesco.
G. á General. Vúlg. á Vulgar.
Histór. ó Hist. á Histórico. X. á Xácara ó de Xaques
Joc. áJocoso,
general.) 98 VIH. 51 los amores de Muza.— (Romancero general.)- JJ ' " ' •
A concilio dentro en Roma.—Anónimo. Rom. A la postrimera hora. — Anónimo. Rom. Histór. . g 6 8
Histór. del Cid.—(TIMONEDA, Rosa española.— del Cid moribundo — (Romancero general.). • »J» " " •
ítem. ESCOBAR, Romancero del Cid.). . . . 756 V. 494 A la que el sol se ponía.—Anónimo. Rom. Hist.
Admirada está la gente. — Anónimo. Rom. Mor. de la muerte de Policena.—(LINARES, Cancio- IJ
3 2 2
Arias Gonzalo responde.—Anónimo. Rom. Hist. Azarque, moro valiente.— Anónimo. Rom. Mor.
del Cid, y el cerco de Zamora. — (Cancionero de Aliatar.—(Flor de varios y nuevos romances,
de romances. — ítem. ESCOBAR , Romancero del 3.aparte.—'ítem. Romancero general.).. . . 168 VIII R7
Cid.) „ • • „ • , • 788 I. 510 Azarque vive en Ocaña. — Anónimo. Rom. Mor.
Arrancando los cabellos.— Anónimo. Rom. Mor. de Azarque el de Ocaña. — (Flor de varios y
de Azarque y Adalifa.— (Romancerogeneral.). 25 VIII. 11 nuevos romances, 3.a parte.—ítem. Roman-
Arriba, canes, arriba.—Anónimo. Rom. Mor. de cero general.) 197 y i n i m
¡)
n e r a 214 VIII. 111 De concierto están los Condes—Hermanos, Die-
Coronadas de victorias. — Anónimo. Rom. Hist. go y Fernando , etc Y han muy gran trai-
de la muerte del Cid.— [Romancero general.). 897 VIII. bG8 ción armado, etc. —Anónimo. Rom. Histór
Corrido Martin Pelaez.—Anónimo. Rom. Histór. del Cid y sus yernos los Condes. — (Aquí co-
del Cid y Martin Pelaez.-(ESCOBAR, Román- mienzan seis romances. El primero de: la ma-
cero del Cid.) , " „ • • ' ' • 840 VIII. 536 ñana de Sant Juan. Pliego suelto.—ítem. Aquí
Matase el Albanes. — Don Luis de Góngora. se contienen cuatro romances. El primero de
Rom. Mor. del Albanes. — (Romancero gene- Tarquino. Pliego suelto.—ítem. Cancionero de
ral.—ítem. GÓNGORA, Obras.) 217 VIII. « 3 romances.— ítem. TIMONEDA, Rosa española) 8611 KJ«
4 t i
Cual bravo toro vencido.— Anónimo. Rom. Mor. De concierto están los Condes,—Muy gran trai-
de Gazul.— (Romancero general.) 39 VIII. 18 cion han armado. — Anónimo. Rom. Histór.
Cuando aquel claro lucero. — Anónimo. Rom. del Cid y sus yernos los Condes.— (ESCOBAR
Caball. de Don Reynaldos y la infanta Cele- Romancero del Cid.) 862 IV KA-
donia.— (Floresta de varios romances.). . . 368 V. 232 De Córdoba la nombrada.— Lorenzo de Sepúl. '
Cuando con mayor sosiego.—Pedro de Padilla. veda. Rom. Histór. de los Infantes de Lara.—
Rom. Caball. de Rugero y León. —(PADILLA, ( S E P Ú L V E D A , Romances nuevamente saca-
Tesoro de varias poesías.) 427 VIII. ¿78 dos, etc.) 693 IV XKR
Cuando de Francia partimos. — Anónimo. Rom. De Corinto fué á Tesalia.— Juan de la Cueva.
Caball. de Don Beltran en Roncesvalles.— Rom. Histór. de la trasformacion de Apuleyo'
(Romancero general.). . . . 397 VIO. 264 en asno.— (CUEVA, Coro Febeo.) 462 VIH W7,u
Cuando de los enemigos.—Anónimo. Rom. Mor. De cuándo acá tantos fieros.—Anónimo. Rom. -ou/
de Gazul.— (Romancero general.). . . . - . 31 VIII. 13 Mor. burlesco.— (Romancero general.). . . 255 VIII •m
Cuando de Titon la esposa. — Anónimo. Rom. De Francia partió la niña.—Anónimo. Rom. Cab.
Mor. de Arbolan y Soltana. — (Flor de varios de la Infantina. — (Cancionero de romances.). 284 III ikú
y nuevos romances, 3.a parte.) 165 VIII. 85 De Francia salió la niña.— Pedro de Reinosa. '
Cuando el noble está ofendido.—Anónimo. Rom. Rom. Caball. de la Infantina.—(De PEDRO DE
Mor. deZaide.— (Romancero general.). . . 62 VIII. 30 REINOSA. Comienza un razonamiento por co-
Cuando el padre Faetón. —Lucas Rodríguez. plasquecontrahacelaGermanía.Plieeosne]lo.) 285 III i w
Rom. Histdr. de Bernardo del Carpió.— (RO- De Grecia parte Jason.—Lorenzo de Sepúlveda. '
DRÍGUEZ, Romancero historiado.). . . . . 644 VIII. 429 Rom. Histór. de Jason y el Vellocino. — ( SE-
Cuando el piadoso Entes.— Anónimo. Rom. • PÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.). 458 V 30i
Histór. de Eneas y Dido. — (Romancero ge- De honor y trofeos lleno.—Anónimo. Rom. Mor.
neral). 486 VIH. 324 de Gazul.— (PÉREZ DE HITA, Historia de los
Cuando el rojo y claro Apolo.— Lúeas Rodrí- bandos de Cegríes, etc.) 41 VIH 19
guez. Rom. Histír. del Cid y Axa la mora. — Déla Alhambraá media noche.—Anónimo. Rom. .
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado. — ítem. Mor. de Zulema.— (Flor de varios y nuevos
ESCOBAR , Romancero del Cid.) 751 VIII. 492 romances, 3.a parte.—ítem. Romancero gene-
Cuando el rubicundo Febo.— Lúeas Rodríguez. ral). 153 VIII. 79
Rom. Mor. de Abindarraez, el tío. — (RODRÍ- De la armada de su rey. — Anónimo. Rom. Mor.
GUEZ, Romancero historiado.).. . . . . . 81 VIH. 39 dé Almoralife.— (Flor de varios y nuevos ro-
Cuando las pintadas aves.—Anónimo. Rom. Hist. mances, 1.a parte. —ítem. Romancero gene-
del rey Rodrigo.— (Romancero general.).. . 598 VIII. 406 ral.) 177 VIH. 91
Cuando las veloces yeguas. — Anónimo. Rom. De la batalla sangrienta.— Gabriel Lobo Laso de
Mor. de los amores de Muza. — (Romancero la Vega. Rom. Histór. de Alejandro, y de Darío
general.) 103 VIII. 52 fugitivo. — ( L O B O LASO DE LA VEGA, Roman-
Cuando la triste Doña Alda.— Lúeas Rodríguez. cero y tragedias.) 503 VIII. 338
Rom. Caball. de Doña Alda, viuda de Rol- De la cobdicia, que es mala.—Lorenzo de Se-
dan.— (RODRICUEZ, Romancero historiado.). . 401 VIII. 265 púlveda. Rom. del Cid, que resume todo el
Cuando los cansados cuerpos.—Anónimo. Rom. cerco de Zamora. —(SEPÚLVEDA, Romances
Mor. del cautivo de Octialí. — (Romanceroge- nuevamente sacados, etc.) • . . 806 IV. 519
neral.) 280 VIII. 146 De la famosa ciudad. —Anónimo. Rom. Histór.'
Cuando por prados amenos. — Anónimo. Rom. de Coriolano, sitiador d>e Roma.— (Romance-
Mor. de Gazul.— (Romancero general.). . . 35 VIII. 15 ro general.) 526 VIII. 359
Cuando salid de cautivo. — Pedro de Padilla. De la naval con quien fueron. — Anónimo. Rom.
Rom. Mor. de Abindarraez, el tio.—(PADILLA, Mor. de Aliatar.—(Flor de varios y nuevos ro-
Tesoro de varias poesías.) 84 VIII. 42 mances, etc., 3.a parte.—ítem. Romancero
Cuando salid desterrado.—Anónimo. Rom. Mor. general.) 166 VIII. 86
de Muza, desterrado.— (Códice del siglo xvn.). 102 VIII. 52 Delante el rey de León.—Anónimo. Rom. Histór.
Cuantos dicen mal del Cid. — Anónimo. Rom. del Cid.— (Romancero general.) 735 VIH. 484
Histór. en defensa del Cid. — (ESCOBAR , Ro- De las africanas playas. — Anónimo. Rom. Mor.
mancero del Cid.) .909 VIII. 574 del Cautivo.— (Romancero general.). . . . 265 VIII. 140
Cuan traidor eres, Marquillos.—Anónimo. Rom. De las batallas cansado. — Lúeas Rodríguez.
Caball. del traidor Marquillos y Blanca —flor. Rom. Histór. del rey Rodrigo. —(RODRÍGUEZ,
TiMóNEBA, Rosa de amores.) 330 III. 181 Romancero historiado.) 597 VIH. 40b
Cubierta de seda y oro. — Anónimo. Rom. Mor. De las sangrientas riberas. — Anónimo. Rom.
de un juego de cañas.—(Romancero general.). 241 VIII. 126 Mor. déla Cautiva.— (Romancero general). . 267 VIII. 1 «
Cubierta de trece en trece. — Anónimo. Rom. De las tiendas dePompeyo.—Juan de la Cueva.
Mor. de Celindos.— (Romancero general.). . 147 VIH. 75 Rom. Histór. de la muerte de los Labienos.— „ •
Cuidando Diego Lainez.— Anónimo. Rom. Hist. (CUEVA, Coro Febeo.) 559 VIII. 384
del Cid.— (Romancerogeneral.— ítem. ESCO- Del conde Julián traidor. — Gabriel Lobo Laso
BAR, Romancero del Cid.): 725 VIII. 478 de la Vega. Rom. del rey Rodrigo y de la ba-
Dando suspiros al aire. — Anónimo. Rom. Hist. talla de Guadalete.—(LOBO LASO DE LA VEGA,
del rey Rodrigo. — (Primavera y flor de ro- Romancero y tragedias.) • . . 595 Vül. 4uo
mances ,2.a parte.) 590 VIII. 403 De lejos mira á Jaén.—Anónimo. Rom. Mor. de
De aljófar grande y cuajado.— Anónimo. Rom. Reduan. — (Romancero general.) (Pudo coló- „„
Mor. de los amores de Muza.— (Romancero carse entre los fronterizos.) 108 v w .
general.). . 104 VIH. 53 De León y las Asturias.—Anónimo. Rom. Histór.
De aquese buen rey Alfonso. — Anónimo. Rom. del feudo de las cien doncellas, quitado por
Histór. del Cid y sus yernos los Condes.— el rey Ramiro. — ( SEPÚLVEDA , Romances nue- ....
( S E P Ú L V E D A , Romances nuevamente saca- vaménte sacados, etc.) b l
° ' l v
dos, etc.— ítem. ESCOBAR, Romancero del Del obispo Don Astolfo. — Juan de la Cueva.
n
Ctd
j: • 888 IV. 561 Rom. Histór. de Ataúlfo, obispo de Santiago. ,—
De ardiente amor encendido. — Juan de la Cue- - ( C U E V A , Coro Febeo.)! . . . . • . . 719 VIH. 4/5
va. Rom. Histór. de Antioco y Estratónica.— De lo-mas alto del cielo.— Gabriel Lobo Laso de
(CUEVA, Coro Febeo.) S04 VIH. 338 la Vega. Rom. Histór. de César y Amidas.—
De Castilla van marchando. — Anónimo. Rom ( LOBO LASO DE LA VEGA , Romancero y trage- . ,gQ
5 0 4 Y
Hist. del Cid.—(ESCOBAR, Rom/rocero delCid.). 906 VIH. 572 días.— ítem. Romancero general.)
De celos del Rey su hermano.— Anónimo. Rom De lo mas alto de un monte. — Anónimo. Rom.
Mor. de los amores de Muza. — (Flor de va- Histór. del rey Rodrigo. —(Romancero gene-
rios y nuevos romances, etc., 2.a parte.— ral— ítem. MADRIGAL , Segunda parte del Ro- . .00
5 a t >
ítem. Romancero general.) 86 VIII. 46 mancero general.) '***•'
ÍNDICE ALFABÉTICO. 889
N.' Clase. Pég. N. Clase. Pág.
De los muros de París.—ticas Rodrigue*. Rom. Laso de la Vega. Rom. Histór. de la muerte de
Caball. de ítugero y Sacripante.—( RODRÍGUEZ, César. — (LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero
Romancero historiado.) 425 VIII. 277 y tragedias.) 564 VIH. 390
De los nobilísimos godos. — Anónimo. Rom. Después del lamento triste. — Anónimo. Rom.
Histór. del rey Rodrigo. — ( SEPÚLVEDA , Ro- Histór. del Cid, y el cerco de Zamora. — (ES-
mances nuevamente sacados, etc.) 584 IV. 401 COBAR, Romancero del Cid.) 769 VIII. 501
De los reinos de León.—Anónimo. Rom. Histór. Después de los fieros golpes. — Anónimo. Rom.
de los Infantes de Lara. —(SEPÚLVEDA, Ro- Mor. de Audalla. — (Romancero general.). . 129 VIII. 66
mances nuevamente sacados, etc 667 IV. 411Después de muerto Bermudo. — Anónimo. Rom.
De los trofeos de amor. — Anónimo. Rom. Mor. Histór. de las fundaciones pias que hizo A l -
de Gazul. — (Flor de varios y nuevos roman- fonso el Casto. — (Cancionero de romances.) . 615 IV. 415
ces, 1.» parte.— ítem. Romancero general.). . 42 VIII. 19 Después que Bellido D'Olfos,—Ese traidor afa-
Del patrio romano muro.—Juan deja Cueva. mado. — Anónimo. Rom. Histór. del Cid, y del
Rom. Histór. de Camilo y los galos, sitiado- cerco de Zamora. — (ESCOBAR, Romancero del
res del Capitolio.— (CUEVA , Coro Febeo.).. 522 VIII. 355 Cid.) 789 V. 510
Del perezoso Morfeo.—Anónimo. Rom. Mor. de Después que Bellido D'Olfos, — Aquel traidor,
Gazul.— {Romancero general.) 48 VIII. 23 etc. — Anónimo. Rom. Histór. del Cid, y del
Del rey Alfonso se queja.—Anónimo. Rom. Hist. cerco de Zamora. — (Cancionero de romances.
del Cid.— (Romancero general.) 821 VIII. 528 — ítem. TIMONEDA, Rosa española.) 785 V. 508
Del soldán de Babilonia.—Anónimo. Rom. Cab. Después que con alboroto. Anónimo. Rom. Mor.
del conde de Narbona. —( Cancionero de ro- de Abindarraez, el tio.—{Flor de varios y nue-
mances.) 289 III. 157 vos romances, 2.a parte. — ítem. Romancero
Del sol la guirnalda bella.—Anónimo. Rom. Mor. general.) 76 VIH. 37
deAyala.— (Romancero general.) 237 VIII. 124 Después que el Cid-Campeador.—Anónimo. Rom.
De Mantua salen apriesa.—Anónimo. Rom. Cab. Histór. del Cid y sus yernos los Condes.—(ES-
del Marques de Mantua.— {Marques deMantua, COBAR, Romancero del Cid.) 879 VIII. 555
Tres romances, etc. Pliego suelto.—Ítem. Aquí Después que el Conde traidor. — Gabriel Lobo
comienzan dos romances del Marques, etc. Plie- Laso de la Vega. Rom. Mor. de Acabat, el rey
go suelto.— ítem. Cancionero de romances.— moro. — (LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y
ítem. Silva de varios romances.—Itera. Flo- tragedias) . 611 VIII. 413
resta de varios romances.) 356 III. 213 Después que el fuerte Gazul. — Anónimo. Rom.
De Mantua salió el Marques. — Anónimo. Rom. Mor. de Gazul. — {Flor de varios y nuevos ro-
del Marques de Mantua.— (Marquesde Mantua, mances, 1.a parte.—ítem. Romancero general.) 44 VIH. 21
Tres romances, etc. Pliego suelto.—ítem. Aquí Después que el muy esforzado.—Anónimo. Rom.
comienzan dos romances del Marques, etc. Plie- Caball. de Amadis de Gaula. — (Cancionero de
go suelto. — ítem. Cancionero de romances. romances.) . 337 III. 18?
— ítem. Silva de varios romances, etc.—ítem. Después que el rey Don Rodrigo. — Anónimo.
Floresta de varios romances.) 355 III. 207 Rom. Histór. del rey Rodrigo, — (Cancionero
De medio el golfo descubre. — Anónimo. Rom. • de romances. — ítem. TIMONEDA , Rosa espa-
Mor. del Cautivo. — (Romancero general.). . 266 VIII. 140 ñola. — ítem. Silva de vanos ramonees. —
De Mérida s"ále el Palmero. — Anónimo. Rom. ítem. Aquí se contienen cinco romances. El pri-
Caball. del Palmero. — (Cancionero de roman- mero de cómo fué muerto el rey D..Rodrigo,
ces.— ítem. Floresta de varios romances.). .291111. 157 etc. Pliego suelto.) • . . . 606 I. 410
Denme el caballo de entrada. — Anónimo. Rom. Después que en el martes triste. — Anónimo.
Mor. de A\iat&r.—(Romancero general.). . . 170 VIII. 87 Rom. Mor. de Bravonel de Zaragoza.—(Flor de
De palacio sale el Cid.— Anónimo. Rom. Histór. varios y nuevos romances, etc., 1.a parte. —
del Cid.— (Romancero general.) 822 VIH. 529 ítem. Romancero general). . . . . . . . 210 VIII. 11C
De pechos en la ventana.—Anónimo. Rom. Mor. Después que Gonzalo Bustos. —Anónimo. Rom.
. del Espafiol y la Africana. — (Romancero ge- Histór. de los Infantes de Lara.—(Romancero
neral.) 235 VIII. 123 general.) 692 VIH. 45'S
De pensamientos cercado.—Lúeas Rodríguez. Después que retó á Zamora. — Anónimo. Rom.
Rom. Caball. del caballero del Febo.—(RO- Histór. del Cid, y del cerco de Zamora.— (Ro-
DRÍGUEZ, Romancero historiado.) 344 VIII. 191 mancero general. — Ítem. ESCOBAR, Romancero
De que su querida Zara. — Anónimo. Rom. Mor. del Cid.).. . . : 792 VIII. 511'
deZulema y Zara.— (Romancero general.). . 154 VIII. 80 Después que sobre Zamora. — Lúeas Rodrigues.
De Rodrigo de Vivar. —Anónimo. Rom. Histór. Rom. Histór. del Cid , y del cerco de Zamora.
del Cid.— (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente — (RODRÍGUEZ, Romancero historiado.). . . 814 VIII. 525
sacados, etc.— ítem. ESCOBAR, Romancero Después que una fiesta fizo. — Anónimo. Rom.
del Cid.) 738 IV. 485 del Cid y sus yernos los condes de Carrion.—
De Salas sale el buen Conde.— Anónimo. Rom. (ESCOBAR, Romancero del Cid.) 869 VIH. 550
Histór. del conde Fernán González.— ( S E - Desterrado estaba el Cid.—Anónimo. Rom. Hist.
PÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.). 695 IV. 457 del Cid. — (ESCOBAR, Romancero del Cid.). . 844 VIH. 538
Desbaratado el rey Xerjes.— Juan de la Cueva. Desterró al moro Muza. — Anónimo. Rom. Mor.
Rom. Histór. del rey Xerjes y un piloto.— de los amores de Muza. — (Flor de varios y
(CUEVA, Coro Febeo.) 500 VIII. 335 nuevos romances, 2.a parte.—ítem. Romancero
Descargando el fuerte acero. — Anónimo. Rom. general.). • . 87 VIII. 46
Mor,, del Almoralife.—(Flor de varios ynuevos Desterró el rey Alfonso. —Anónimo. Rom. Hist.
romances, 1.a parte. — ítem. Romancero ge- de Bernardo del Carpió. — (Romancero gene-
neral.) 178 VIII. 91 ral.) . . . . . . . . .643 VIII. 429
Desde el muro de Zamora.—Juan de la Cueva. Destruido el gran Pompeyo.—Juan de la Cueva.
' Rom. del Cid, y del cerco de Zamora.—(CUE- Rom. Histór. de Granio Petronio. — (CUEVA,
VA , Coro Febeo.) . 800 VIH. 516 Coro Febeo.) 561 VIH. 386
Desde hoy mas renuncio, mora. — Anónimo. De su fortuna agraviado.—Anónimo. Rom. Mor.
Rom. Mor. de Zerbin.— (Romancero general.) 226 VIII. 118 de Abenamar. — (Romancero general). . . 15 VIII. 6
Desde un alto mirador. —Anónimo. Rom. Mor. De su patria se destierra.—Anónimo. Rom. Hist.
del viejoReduan. — (Romancero general). . 221 VIII. 115 de Escipion. — (Romancero general). . . . 539 VIH. 369
Desensíllenme la yegua. — Anónimo. Rom. Mor. De su querido Vireno.—Anónimo. Rom. Caball.
de Azarque el granadino. — Flor de varios y de Olimpia y Vireno. — (Romancero general.) 404 VIII. 267
nuevos romances, 3.a parte.) 27 VIII. 11 De sus dioses blasfemando. — Lúeas Rodríguez.
Desesperado camina. — Anónimo. Rom. Mor. de Rom. Caball. de Rodamonte.—(RODRÍGUEZ,
Gazul. — (Romancero general.). . . . . . 29 VIII. 12 Romancero'historiado.) 418 VIII. 274
De Sevilla partió Azarque.—Anónimo. Rom. Mor. Detente, buen mensajero.—Anónimo. Rom.Mor.
de Azarque el granadino. —(Romancero gene- del Albanes. — (Romancero general). . . . 220 VIH. 114
'<•'•) 28 VIH. 12 De unas caüas que jugaron. — Anónimo. Rom.
Desospechas ofendida— Pedro de Padilla.Rom. Mor. de los amores de Muza. — (Romancero
Caball. de Rugero y León. — (PADILLA, Tesoro general.) 96 VIH. 50
de varias poesias.) 428 VIII. 279 De una torre de Palacio.— Anónimo. Rom. Hist.
e
" J{Pues de darte, Nabuco. — Anónimo. Rom. del rey Rodrigo.—(Romancero del rey Don Ro-
,Í de las Amazonas y Nabucodonosor. drigo!). 586 VIII. 401
—(Primavera yflorde romances.) 448 VIII. 297 De verde y color rosado.—Anónimo. Rom. Mor.
Después de haber Julio César. — Gabriel Lobo de Ámete Aly. — (Romancero general). . . 145 VIII. 74
590 ÍNDICE ALFABÉTICO.
N.° Clase. Pag. N Clase. í>4g.
De vuestra honra el crisol. — Anónimo. Rom. general.) " . . .
, Histór. del Cid. — (MADRIGAL, Segunda parte El buen conde Fernán González, — En cruel 207 VIII. 108
del Romancero general.) 839 VIH. 536 etc. — Anónimo. Rom. Histór. del conde Fer-
De Zamora sale D'Olfos. — Anónimo. Rom. del nán González. — (SEPÚLVEDA, Romances nue-
Cid, y del cerco de Zamora. — (ESCOBAR, Ro- vamente sacados, etc.) 701 IV. 462
mancero del CIM.) 779 V. 505 El buen conde Fernán González, — Querella,
Dia era de los Reyes. — Anónimo. Rom. Histór. etc.—Lorenzo de Sepúlveda. Rom. Histór. del
del Cid. — {Cancionero de romances.). . . . 733 I. 483 conde Fernán González. — (SEPÚLVEDA, Ro-
Dia era de Sant Jorje. — Anónimo. Rom. Caball. manees nuevamente sacados, etc.). . . 697 IV. 459
de Roldan. — (Cancionero de romances.). . .366 111. 227 El buen rey Don Alfonso. — Anónimo. Rom.
Diamante falso yfingido.—Anónimo.Rom. Mor. Histór. de la reina Costanza y del arzobispo
de Reduan. — {Romancero general.). . . . 107 VIII. 54 Don Bernardo, que hacen iglesia la mezquita
Diez años vivió Belerma. — De Luis de Góngora. de Toledo. — (Cancionero de romances.). • .9H . V. 575
Rom. Caball. de Belerma.—(GÓNGORA, Obras. El casto Alfonso hizo Cortes. —Lorenzo de Se-
— ítem. Romancero general.) 437 VIII. 283 púlveda. Rom. Histór. de Bernardo del Carpió.
Digádesme, aleves Condes. — Anónimo. Rom. — (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados,
Histór. del Cid y sus yernos Ios-Condes de etc.). 635 IV. 424
Carrion. — (Romancero general. — ítem. E S - El casto rey Don Alionso.—Anónimo. Rom. Hist.
COBAR, Romancero del Cid.) 877 VIII. 554 de la muerte de Alfonso el Casto. — (Cancio-
Dime, Bencerraje amigo.—Anónimo. Rom.Mor. nero de romances.) 616 IV.416
de Zaide.— (Flor de varios y nuevos romances, El Cid fué para su tierra.—Anónimo. Rom. Hist.
3.a parte. — ítem. Romancero general.). . . 60 VIII. 29 del Cid. — (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente
Dionisio estaba en Sicilia. — Juan de la Cueva. sacados, etc.) 771 i y . 502
Rom. Histór. de Dionisio y Damócles.—(CUE- El conde Don Sancho Diaz. — Anónimo. Rom.
VA, Coro Febeo.). 510 VIII. 344 Histór. de Bernardo del Carpió.—(SEPÚLVEDA,
Dividido ya el imperio.—Juan de ía Cueva. Rom. Romances nuevamente sacados, ata.). . . . 620418 IV.
Histór. de la muerte de Cicerón. — (CUEVA, E l conde Fernán González. — Anónimo. Rom.
Coro Febeo.) 566 VIII. 390 Histór. del conde Fernán González. — (Ro-
Di,Zaida, de qué me avisas. — Anónimo. Rom. mancero general.). . 708 VIII. 467
Mor. de Zaide. — (Flor de varios y nuevos ro- El contento de tu carta. — Anónimo. Rom. Mor.
mances, 3.a parte.—Ítem. Romancero general.) 58 VIII. 28 de Zoraide. — (Romancero general). . . . 225 VIII. 117
Doliente se siente el Rey. — Anónimo. Rom. El corazón no vencido. — Anónimo. Rom. Hist.
Histór. del Cid. — (Cancionero de romances.) 762 I. 498 de Aníbal proscripto. — (Romancero general.) 536 VIII. 367
Domingo era de Ramos. — Anónimo. Rom. Cab. El cuerpo preso en Sansueña. — Anónimo. Rom.
de la batalla deMarsin contra los franceses.— Caball. de Don Gayferos. — (Flor de varios y
(Glosa de unos romances y canciones hechas por nuevos romances, 2.a parte.—ítem .Romancero
GONZALO DE MONTALVAN, etc. Pliego suelto.— 379 VIII. 253
ítem. Glosas de los romances y canciones que El desgraciado entre todos.—Don Luis de Gón-
dicen: Domingo era de Ramos, etc. Pliego gora. Rom. Mor. del forzado de Dragut.—(Ro-
suelto. — ítem. Cancionero de romances.) . 394 III. 262 mancero general. —ítem. GÓNGORA, Obras.). 270 VIH. 142
Domingo por la mañana.—Anónimo. Rom. Hist. El eco de las razones. — Anónimo. Rom. Mor.
del Cid.— (Romancero general.) 741 VIII. 487 de Azarque el de Ocaña. — (Romancero ge-
Dondese acaba la tierna..—Anónimo. Rom. Mor. neral.) 196 VIII. 103
del Cautivo. —(Flor de varios y nuevos roman- El encumbrado Albaycin.—Anónimo. Rom. Mor.
ces, 1.a parte. — ítem. Romancero general.) 260 III. 137 de un torneo. — (Romancerogeneral.).. . . 239 VIII. 125
Dónde vienes, Gerineldo.—Anónimo. Rom. Cab. El escudo de fortuna.— Anónimo. Rom. Mor. del
de Gerineldo. — (Tradicional.) N.a I. 177 forzado de Dragut. — (Flor de varios y nuevos
Don Rodrigo de Vivar. — Anónimo. Rom. Hist. romances, etc., 3.a parte. — ítem. Roman-
del Cid. — (Romancero general. — ítem. E S - cero general.) 269 VIH. 141
COBAR, Romancero délCid.) 826 VIII. 530 El espejo de la corte. —Anónimo. Rom. Mor. de
Don Rodrigo, rey de España. — Anónimo. Rom. de Audalla. — (Romancero general). . . . 134 VIII. 69
Histór. del rey Rodrigo. — (Aquí comienzan El gallardo Abenumeya, — Gran, etc. — Anóni-
cuatro romances del rey B. Rodrigo. Pliego mo. Rom. Mor. de Abenumeya.— (Romancero
suelto.—ítem. Cancionero de romances.— 50 VIII. 24
ítem. TIMONEDA, Rosa española.) 583 1 400 Efgallardo Abenumeya, — Hijo, etc. — Anóni-
Don Sancho reina encastilla. — Anónimo. Rom. mo. Rom. Mor. de Abenumeya. — (Flor de va-
Histór. del Cid.— (SEPÚLVEDA, Romances nue- rios y nuevos romances, etc., 2.a parte.—ítem.
vamente sacados, etc. — ítem. ESCOBAR, Ro- Romancero general.) 49 VIH23
mancero del Cid.) . 765 IV 499 El gallardo Abindarraez. — Pedro de Padilla.
Doña Urraca, aquesa infanta. — Anónimo. Rom.' Rom. Mor. de Abindarraez, el tio. —(PADILLA.
Histór. del Cid. — (Cancionero de romances.) 807 I. 521 Tesoro de varias poesías.) 83 VIII. 40
Dos ejemplos de fortuna.—Anónimo Rom. Hist. El gallardo moro Homar.—Anónimo. Rom. Mor
de Mario sobre las ruinas de Cartago. — (Ro- de Homar el Lusitano.—(Romancero general.) 215 VIII. 111
mancero general.) 551 yjjj jfg El gran hijo de Trebacio. —Lúeas Rodríguez.
üurandarte, buen amigo.—Anónimo. Rom. Cab". Rom. Caball. del caballero del Febo. — (Ro-
y burlesco de Durandarte. — (Romancero ge- DRIGUEZ, Romancero historiado.) 338 VIH. 1°»
neral.) • ¿3g YJJT OOT El granNabucodonosor.—Lorenzo de Sepúlveda.
Durandarte, Durandarte.— Anónimo. Rom. Cab". Rom. Histór. de Judit y Oloférnes. — (SEPÚL-
de Durandarte. — (Cancionero general—ítem. VEDA, Romanees nuevamente sacados, etc.) . 441 IV. » w .
Cancionero de romances.) 385 \\\ 259 El hijo de Arias Gonzalo.—Anónimo. Rom. Hist.
Durmiendo está el conde Claros. —Antonio Pan- del Cid, y cerco de Zamora.— (Romancero ge- .
sac. Rom. Caball. del conde Claros. — (Ro- neral.) . 793 WU.¡oií
mance del conde Claros nuevamente trovado El invencible francés. —Anónimo. Rom. Hist. de ,
etc. Pliego suelto.) 353 y 222 Bernardo del Carpió.— (Romancero general.) 653 Viii. *>*
Durmiendo está el rey Almanzor. — Anónimo'. El macedonio Filipo. — Anónimo. Rom. Histór. .
Mor. novelesco. Almanzor y Bobalías. —(Can- deFilipoyAlejandro. — (Romancero general.) 501 viu. *>°
cionero de romances.) 1 ¡i \ El mas gallardo ginete. —Anónimo. Rom. Mor. „,
Echada está por el suelo.—Anónimo. Rom. Mor! de Arbolan. — (Romancero general). . . . 163 VIH.
,, deMuley. — (Romancerogeneral). . . . . 175 VIII 90 El mayor Almoralife.—Anónimo. Rom.-Mor. de
Echado está Montesinos. — Lucas Rodrigues. Almoralife. — (Flor de varios y nuevos roman-
Rom. Caball. de Durandarte y Montesinos. — • ces, etc., 1.a parte. — ítem. Romancero ge- Q n
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.). . . . 391 VIII 261 neral). " 6 VIII. ¡W
El alcaide de Florencia. - Anónimo. Rom. Mor. El rey amado de Dios.—- Lorenzo de Sepúlveda,
del alcaide de Florencia. — (Romancero ge- Rom. Histór. de David y Bersabé.— (SEPÚL-
neral.) 238 VIII 12S VEDA , Romances nuevamente sacados, etc.). 451 IV.
E l alcaide de Molina. - Anónimo. Rom. Mor.'de'l El rey Don Sancho Ordoñez. — Anónimo. Rom.
alcaide de Molina. — (Romancero general).. 142 VIII. 73 Histór. del conde Fernán González.—(SEPÚL-
El animoso Celm.-AnOnimo.Rom.Mor.de Ce- VEDA , Romances nuevamente sacados, etc.). 705 .IV. 164
liri Audalla.— (Romancero general). . . . 124 VIH 64 El rey Don Sancho reinaba. — Anónimo. Rom.
El Bencerraje que á Zaida. - Anónimo. Rom. Histór. del Cid.—(SEPÚLVEDA, Romances nue-
u Mor. de Zalda la de Toledo. - (Romancera vamente sacados, etc. — ESCOBAR, Romancero
ÍNDICE ALFABÉTICO. 891
N.o Clase. Pag. N.° Clase. Pá¡?.
delCid.) 764 IV. 498 Romancero historiado.) 419 VIII 274.
El rey Marruecos un día.—4ntoinio.Rom.Mor. En el real de Zamora. — Lorenzo de Sepúlveda.
de Azarque el de Ocaña. — {Romancero ge- Rom. Histór. del Cid, y cerco de Zamora. —
neral.) 192 VIH 100 (SEPÚLEDA, Romances nuevamente sacados, 782 etc.)IV. 507
El sol la guirnalda bella.— Anónimo. Rom. Mor. En el tiempo de los godos. — Anónimo. Rom.
de Aya. — (Flor de varios y nuevos romances, Histór. de la elección de Bamba.—(TIMONEDA,
etc., 3.» parte. — ítem. Romancero general.).237 VIII 124 Rosa gentil.) 578 V. 397
El temido de los moros.— Anónimo. Rom. Hist. En el tiempo que Celinda. — Anónimo. Rom.
del Cid y sus yernos los Condes de Carrion. Mor. de Gazul. — (Flor de varios y nuevos ro-
— (ESCOBAR , Romancero del Cid.). . . . 880 . VIII 556 mances, etc., 1.a parte. —ítem. Romancero
El valeroso Alhabiz. — Gabriel Lobo Laso dé la general.) 40 VIII 18
Vega. Rom. Mor. de Alhabiz y Geviza.— (LOBO En el tiempo que Mercurio. —Anónimo. Rom.
LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias, etc.)229 VIH 119 Histór. del infante Troco. — (LINARES, Can-
El valeroso Bernardo. — Gabriel Lobo Laso de cionero llamado Flor de enamorados.). . .324 . . V. • 17S
la Vega. Rom. Histór. de Bernardo del Car- En el tribunal que al mundo. — Anónimo. Rom.
pió. — (LOBO LASO DE LA VECA, Romancero y doctrinal Histór. de Catón el Censor. — (Ro-
tragedias, etc.) 640 VIII 427 mancero general.) 545 VIII 374
El valiente moro Azarque.—Anónimo. Rom. Mor. En Francia estaba Belerma. — Anónimo. Rom.
• de Azarque el de Ocaña .—(Romancero general.) 200 VIII 105 Caball. de Belerma, y muerte de Durandarte.
El vasallo desleale. — Anónimo. Rom. Hist. del — {Floresta de varios romances.) 392 VIII .262
Cid.— (Romancero general 846 VIII. 540 En Francia la noblecida.— Anónimo. Rom. Cab.
Elvira, soltá el puñal. — Anónimo. Rom. Hist. de Roldan y Reinaldos.— (Silva de varios ro-
del Cid y sus yernos los Condes de Carrion.— mances.).. • 567 III. 229
— (ESCOBAR , Romancero del Cid.) 867 VIII 550 .En Granada está el rey moro. — Anónimo. Rom.
En aquellas peñas pardas. — Anónimo. Rom. Mor. de Boadil y Vindaraja. — (TIMONEDA,
Caball. del Conde Lombardo.— (LINARES, Rosa de amores.) 114 V. 58
Cancionero llamado Flor de enamorados.).. . V. 178
. 325 En gran pesar y tristeza. —Anónimo. Rom. Hist.
En batalla temerosa.— Anónimo. Rom. Hist. del de Bernardo del Carpió. —(Cancionero de ro-
Cid y sus yernos los Condes de Carrion. — mances.) 637 I. 426
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, En la alborotada Roma. — Gabriel Lobo Laso
etc. — ESCOBAR, Romancero del Cid.).'. . 856 . IV. 544 de la Vega. Rom. Histór. de la muerte de Ci-
En Burgos está el buen Rey. — Anónimo. Rom. cerón. — (LOBO LASO DE LA VEGA , Romancero
del Cid. — (TIMONEDA, Rosa española.— ítem. y tragedias, etc.— ítem. Romancero general.) 565 VIII. 390
ESCOBAR, Romancero del Cid.) 734 I. 484 En la ciudad de Toledo. — Anónimo. Rom. Hist.
En Burgos nació el valor.—Anónimo. Rom. Hist. del rey Rodrigo. — (Cancionero de romances.
del Cid. — (ESCOBAR , Romancero del Cid.). 904 . VII. 571 — ítem. Silva de varios romances. — ítem.
En Castilla está un castillo. — Anónimo. Rom. SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados,
Caball. de Montesinos y Rosallorida. — (Can- etc.) 582 IV. 399
cionero de romances.). 384 I. En la ciudad granadina. — Anónimo. Rom. Mor.
Encendido en viva saña. — Juan de la Cueva. de Abindarraez, el tio.—(Romancero general.) 77 VIII. 38
Rom. Histór. del cerco de Sagunto. —(CUEVA, En la fuerza de Almería.—Don Luis de Góngora.
Coro Febeo.) 530 VIII..363 Rom. Mor. de Hazem, último Abencerraje.
En Ceuta está Don Julián. — Anónimo. Rom. —(GÓNGORA , Obras.) 231 VIII. 120
Histór. del rey Don Rodrigo. — (Aquí se con- En la grande Babilonia.—Lorenzo de Sepúlveda.
tienen cinco romances. Él primero de cómo Rom. Histór. de Píramo y Tisbe.—(SEPÚLVEDA,
fué vencido, etc. Pliego suelto. — ítem. Can- Romances nuevamente sacados, etc.). . 465 . . V. 311
cionero de romances.). . . 594 I. 404 En la mas terrible noche. — Anónimo. Rom.
En consulta estaba un dia.—Anónimo. Rom. Mor. de Maniloro.— (Romancero general). 190 . VIII. 99
Histór. de Ramiro de León y libertad del feu- En la orilla del Genil.— Pedro de Padilla. Rom.
do de las cien doncellas.— {Romancero ge- Mor. de Abdalá. — (PADILLA, Tesoro de varias
neral.). 617 VIII. 416 poesías.) 233 VIII 121
Eneontrádose ha el buen Cid.— Anónimo. Rom. En la prisión está Adulce.—Anónimo. Rom. Mor.
Histór. del Cid. — ESCOBAR, Romancero del de Adulce. — (Flor de varios y nuevos roman-
Cid.) 859 V. 546 ces, 2.a parte. — ítem. Romancero general.). 139 VIII. 71
En Córdoba está Abderramen.—Anónimo. Rom. En la provincia de Media. — Lorenzo de Sepúl-
Histór. del conde Fernán González. — (FUEN- veda. Rom. Histór. de Ciro. — (SEPÚLVEDA ,
TES , Libro de los cuarenta cantos, etc.). . 696. V. 458 Romances nuevamente sacados, etc.). . 492 . .V. 327
En corle del casto Alfonso. — Anónimo. Rom. En la reja de la torre. — Anónimo. Rom. Histór.
Histór. de Bernardo del Carpió. — (Cancio- de Boadil y Zara. — (Romancero general.). 111 . VIII. 56
nero de romances.) 626 I. 420 En las almenas de Toro.— Anónimo. Rom. Hist.
En dos yeguas muy lijeras. — Anónimo. Rom. del Cid. — (TIMONEDA, Rosa española.). . . 816 I. 526
Mor. de Tarfe. — {Romancero general.). . .71 VIII 34 En la sangrienta batalla.—Juan de la Cueva.
En el azeruelo Arlaja. — Anónimo. Rom. Mor. Rom. Histór. del origen de los Girones en Don
de Arlaja. — (Romancero general.) 159 VIII 82 Rodrigo de Cisneros. —(CUEVA, Coro Febeo.)916 VIII. 578
En el castillo de Luna. — Lorenzo de Sepúlveda. En las cortes de Toledo , — A do yace, etc. —
Rom. Histór. de la muerte de Don García, rey Anónimo. Rom. Histór. del Cid y sus yernos los
de Galicia. — (SEPÚLVEDA , Romances nueva- Condes de Carrion. — (ESCOBAR, Romancero
emente sacados, etc.). . 912 IV. 576 del Cid.) 884 VIII. 557
En el cuarto de Comares.—Anónimo.'Kom. Mor. En las cortes de Toledo, — Que el, etc. — Anó-
de Sarracina y Galiana, la de Toledo. — (PÉ- nimo. Rom. Histór. del Cid y sus yernos los
REZ DE HITA , Historia de los bandos de Cegríes, Condesde Carrion. — (SEPÚLEDA, Romances
etc.) 203 VIII. 107 nuevamente sacados, etc.—ítem. ESCOBAR , Ro-
En el espejo los ojos. — Anónimo. Rom. Mor. de mancero del Cid.) 883 IV. 557
de Draguta. — (Flor de varios y nuevos ro- En la selva está Amadis,—...De lágrimas, etc.—
mances, etc., 1.a parte. — ítem. Romancero Anónimo- Rom. Caball. de Amadis de Gaula.
general.) 223 VIII. 116 — (Aquí comienza una glosa del romance
En el mas soberbio monte. — Anónimo. Rom. de Amadis. Pliego suelto.). . . . " . . .336 III. 185
Mor. de Abenamar.. —(Romancero general.). 13 VIII. 5 En la selva está Amadis,—...Tal vida está, etc.
En el mes era de abril. — Gil Vicente. — Rom. —Anónimo. Rom. Caball. de Amadis de Gaula.
Caball. de Don Duardos y Florida.—(VICENTE, — (Cancionero de romances. — ítem. TIMO-
Obras. — ítem. Cancionero de romances.). . 288 VII. 156 NEDA , Rosa de amores.) 335 III. 185
fin el nombre de Jesús. —Jerónimo de frevino. En las malezas de un monte. — Anónimo. Rom.
Rom. Caball. de la sentencia dada contra Car- Histór. del Cid y de sus yernos los Condes de
j ?' ~ (Marques de Mantua. Tres romances Carrion. — (Madrigal, Segunda parte del Ro-
del Marques, etc. Pliego suelto. —ítem. Aquí mancero general.) 863 VIII. 548
comienzan dos romances del Marques , etc. En las obsequias de Héctor. — Anónimo. Rom.
Pliego suelto. — ítem. Cancionero de roman- Histór. de las obsequias de Héctor. — (Can-
ces. — Item.Sitoa de varios romances.—ítem. cionero de romances.) 475 V. 320
Floresta de varios romances.) 357 III. 216 En las salas de París. — Anónimo. Rom. Caball.
fin el real de Agramante. — Lúeas Rodríguez. del desafío de Oliveros y Montesinos. — (Ro-
nota. Caball. de Rodamonte. — (RODRÍGUEZ, mance de un desafio, etc. Pliego suelto. —
592 ÍNDICE ALFABÉTICO.
N.o Clase. Pig. N.° Clase. PS g
ítem. Cancionero de romances. — ítem. Silva remo de Sepúlveda. R o m . Histór. del C i d . —)..
' de varios'romances.—-ítem. Floresta de varios (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados,\lSl\rv jSOO
lv
romances.). 370 III. 237 etc.) ;(910j - | 8 7 S
En l a vega está Jarife. —Anónimo, Rom. Mor. En Toledo estaba Alfonso, —Que á cortes, etc.
de Jarife. —{Romancero general.). . • . . 1 8 4 VIII. 95 —Anónimo. Rom. Histór. del Cid y sus yernos
En la villa de Antequera,—Cautiva, etc.— los Condes de Carrion. — ( S E P Ú L V E D A , Ro-
Pedro dePadilla.'Rom. Mor.de Boabdil y V i n - mances nuevamente sacados,etc.). . ' . . . 878 IV WA 4
daraja. — (PADILLA, Tesoro devanas poesías.) 116 VIII. 59 En Toledo estaba Alfonso, — Que non cuidaba, '
En la villa de Antequera,—... Que no l a , etc.— etc. — Anónimo. R o m . Histór. del Cid. - - (ES-
Anónimo. Rom. Mor. del rey Chico Boabdil y COBAR, Romancero del Cid.). . . . . . . 808 I 522
Vindaraja. — (Romances de varios y diversos Entrado ha el Cid en Zamora. — Anónimo. Rom.
autores.). .... 117 VIII. 60 Histór. del Cid, y del cerco de Zamora.—(ES-
En León, la muy nombrada.—lorenzo de Sepül- COBAR , Romancero del Cid. — SEPÚLVEDA , Ro-
veda. R o m . Histór. de un milagro de San Isi- mances nuevamente sacados, ele.) 770 IV 502
dro. — (SEPÚLVEDA , Romances nuevamente sa- Entre consuelo y tristeza.—Anónimo.Rom. Mor.
cados, etc.). . . . . . . . . . - ' , . . 915 V . 577 del cautivo de Ochalí. — (Romancero general.) 276 VIII 141 !
Romancero general. — ítem. ESCOBAR , Roman- Fincad ende mas sesudo.—Anónimo. Rom. Hist.
cero del Cid.) 827 VIII. 530 del Cid.—{Romancero general.—ítem. MADRI-
Ese buen Cid Campeador, — Ya se, ele.—Anó- GAL, Segunda parte del Romancero genéramete.) 813 VIII. 525
nimo. Rom. Histór. del Cid. — (SEPÚLVEDA, Forzado del ciego amor.—Juan de la Cueva.
Romances nuevamente sacados, etc. — ítem.
ESCOBAR, Romancero del Cid.) 817 IV. 526 Rom. Histór. de Ciro, Araspas y Pantea. —
Ese buen Diego Lainez. — Anónimo. Rom. Hist. (COEVA, Coro Febeo.) 494 VIH. 330
del Cid. — (TIMONEDA, Rosa española.—Itera. Forzado el rey Don Alonso. — Juan de la Cueva.
LINARES, Cancionerollamado Flor, etc.) . . 726 V. ¿79 Rom. Histór. de Alfonso V, y-Doña Teresa, su
Ese buen Gonzalo Gustios.—Lorenzo de Sepúl- hermana. — (COEVA, Coro Febeo.) 722 VIII. 476
veda. Rom. Histór. de los Infantes de Lara. Fuera de los altos muros.—Anónimo. Rom. Mor.
— (SEPÚLVEDA , Romances nuevamente saca- del Cautivo. — (Romancero general.]. . . . 264 VIII. 139
dos, etc.). 687 IV. 453 Fuerte, galán y brioso. — Anónimo. Rom. Mor.
Ese conde Cabreruelo. — Anónimo. Rom. Cab. de Abenamar. — (Romancero general.). . . 17 VIII. 7
del conde Cabreruelo.—(Romancero general.) 331 VIH. 182 Fué un emperador de Roma. — Anónimo. Rom.
Ese moro ganapán. — Anónimo. Rom. Slor. bur- Histór. de la muerte de Heliogábalo.— (LINA-
lesco.— (Romancero general.). 249 VIH. 131 RES, Cancionero llamado Flor de enamorados.) 573 V. 394
Esos nobles fuertes godos. — Anónimo. Rom. Galanes, damas, Gómeles. — Anónimo. Rom.
Histór. del rey Bamba. — (SEPÚLVEDA, Ro- Mor. de Audalla. — (Romancero general.). . 132 VIII. 67
mances nuevamente sacados, etc.) . . . . 580 IV. 397Galanes los de la corte — Del rey Chico> ele.
Espántame, mi Rodrigo. — Anónimo. Rom. Hist. — Anónimo. Rom. Mor. de Audalla. — (Flor
del Cid. — (Romancero general.) 747 VIH. 490 de varios y nuevos romances, 2.a parte.—ítem.
Estaba la linda Infanta. — Anónimo. Rom. Cab. Romancero general.) 131 VIII. 67
de la Infanta y Alfonso Ramos. — (Cancionero Galiana está en Toledo. — Anónimo. Rom. Mor.
de romances.) 4 III. 2 de Sarracino y Galiana de Toledo. — (Flor de
Estaba la triste dama.—Pedro de Padilla. Rom. varios y nuevos romances, etc., 1.a parte. —
Cabal!, de Rugero y León.— (PADILLA, Tesoro ítem. Romancero general.). . . . . . . 202 VIII. 106
de varias poesías.) 432 VIII. 281 Gallardo en armas y trajes. — Anónimo. Rom.
Estábase Don Reinaldos. — Anónimo. Rom. Cab. Mor. de los amores de Muza. — (Romancero
de la conquista de los reinos de Aliarde por general.) 93 VIH. 48
Don Roldan y Don Reinaldos.—(Cancionero de Gallardo pasea Zaide.—Anónimo. Rom. Mor. de
romances. — ítem. Silva de varios romances.) 369 III. 235 Zaide. — (Romancero general.) 66 VIII. 32
Estábase el conde Dirlos. — Anónimo. Rom. Ganada tiene á Valencia. — Lorenzo de Sepúl-
Caball. del conde Dirlos. — (Romance delcon- veda. Rom. Histór. del Cid. — (SEPÚLVEDA,
deDirlos, etc. Pliego suelto. — Item.Iíisíono Romances nuevamente sacados, ate.). . . . 843 IV. 538
del esforzado caballero conde Dirlos. Pliego • GerineldOjGerineldo. — Anónimo. Rom. Caball.
suelto.—Itera. Cancionero de romances.—ítem. de Gerineldos.—(Este es un romance de Geri-
Silva de varios romances. — ítem. Floresta de netóos, etc. Pliego suelto.) 321 III. 176
Gobernando, estaba en Locres. — Juan de la
varios romances.). . . .354 111; 198 Cueva. Rom. Histór. de Solento de Locres.—
Estábase la Condesa. — Anónimo. Rom. Caball. (CUEVA, Coro Febeo.) 505 VIII. 339
de DonGayferos.—(Sígnense dos romances de Gonzalo Gustos sacado.— Anónimo. Rom. Hist.
Don Gayferos. Pliego suelto. — ítem. Cancio- de los Infantes de Lara. — (TIMONEDA, Rosa
nero de romances..) 374 III. 246 española.). . 689 V. 454
Estando cumpliendo el Cid.—Gabriel Lobo Laso Grande estruendo de campanas. — Anónimo.
de la Vega. Rom. Hist. del Cid. —(LOBO LASO Rom. Caball. de Valdovinos. —-(Floresta de
DE LA VEGA, Romancero y tragedias, etc.— varios romances.) 361 VIII. 218
ítem. Romancero general.). . . . . . . 828 VIII. 531 Grande rumor se levanta. — Anónimo. Rom.
Estando del reyDon Sancho.—Lúeas Rodríguez. Histór. del Cid. — (ESCOBAR , Romancero del
Rom. Histór. del Cid, y cerco de Zamora. — Cid.) 732 VII. 482
(RODRÍGUEZ, Romancero historiado.), . . . 780 VIII. 506 Grande saña cobró Alfonso. — Anónimo. Rom.
Estando en paz y sosiego. — Anónimo. Rom. Histór. del Cid.—(SEPÚLVEDA, Romances nue-
Histór. de Bernardo del Carpió. — (Cancio- vamente sacados, etc. — ítem. ESCOBAR, Ro-
nero de romances.) 630 IV. 422 mancero del Cid.).. . . , 823 IV. 529
Estando en Valencia el Cid. -^ Anónimo. Rom. Grandes fiestas se poblican. — Anónimo. Rom.
Histór. de los anuncios de la muerte del Cid. Caball. de la infanta de Francia. — (Códice de
(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, principios del siglo xvi.) 308 » 163
etc. — ítem. ESCOBAR, Romancero del Cid.). 893 IV. 566 Grandes guerras se publican. — Anónimo. Rom.
Estando toda la corle — De Abdilí, etc. — Caball. del conde Sol. — (Tradicional). . . 327 » 180
Anónimo. Rom. Mor. de Gazul. — PÉREZ DE Grandes males finge Amon. — Anónimo. Rom.
HITA, Historia de los bandos de Cegríes, etc.) 46 VIII. 22 Histór. de Amon y Tamar. — (Primavera y
Estando toda la corte — De Almanzor, etc.— flor de romances, 2.a parte.) 452 VIII. 299
Anónimo. Rom. Mor. de Gazul. — (Flor de va- Gran guerra tiene Sa<ul. — Anónimo. Rom. Hist.
rios y nuevos romances, 1.a parte. — ítem. Ro- de David y Goliat. — (SEPÚLVEDA, Romances
mancero general.) 4S VIH. 21 nuevamente sacados, etc. Edición de 1566.1. 449 V. 297
Esta noche, caballeros. — Anónimo. Rom. Cab. Gran priesa se da Holoférnes. — Juan Baptista.
de la cordura de Aliarda. — (TIMONEDA, Rosa Rom. Histór. de Judit y Oloférnes. — (Co-
de amores, etc.) 329 III. 181 miénzase la historia de Judit. Pliego suelto.) 443 V. 292
Fablando estaba en celada. — Anónimo. Rom. Gran tristeza tiene Roma.— Lorenzo de Sepúl-
Histór. del Cid. — (MADRIGAL, Segunda parte veda. Rom. Histór. de la destrucción de Car-
del Romancero general.) 835 VIII. 534 tago por Escipion.—(SEPÚLVEDA, Romances
rabiando estaba en el claustro. — Anónimo. nuevamente sacados, etc.) 547 V. 375
Rom. Histór. del Cid. — (MADRIGAL ,' Segunda Gritando va el caballero. — Juan del Encina.
parte del Romancero general. — ítem. ESCO- Rom. Caball. del mezquino Amador. — (EN-
BAR , Romancero del Cid.) 818 VIH. 527 CINA, Cancionero.— ítem. Cancionero gene-
ramosos son en las armas. — Don Luis de Gón- ral. — ítem. Romance de Rosa fresca, con la
gora. Rom. Mor. de Hazem, el último Aben- glosa, etc. Pliego suelto.— ítem. Cancionero
cerraje. — (GÓNGORA, Obras.) 232 VIII. 120 de romances.). . . 297 VII. 160
" " " y Abindarraez. — Anónimo. Rom. Mor. Guarte, guarte, rey Don Sancho. — Anónimo.
de Abmdarraez, el tío. — (Flor de varios y Rom. Histór. del Cid, y del cerco de Zamora.
nuevos romances, 3.a parte. — ítem. Roman- — (Cancionero de romances.) 778 I. 505
•TÜS5f** ?-)v r<
™ VIII. 39 Habiendo Alboyno vencido.—Gabriel Lobo Laso
c s y l a s
1 r r ? Sodas.—Anónimo. Rom. Histór. de la Vega. Rom. Histór. de Alboyno y Rosi-
de tos Infantes de Lara. — (TIMONEDA, Rosa munda.— (LOBO LASO DE LA VEGA , Romancero
españolante.) 670 V 443 y tragedias, etc.) 576 VIII. 395
a e s t
™ P ° £ Don Tristan.-^Anónimo. Rom. Cab. Habiendo el fiero Aníbal. — Juan de la Cueva.
Rom. Histór. de los pronósticos felices sobre
oejjon Instan de Leonis. — iCancionero de las glorias de Aníbal.— (CUEVA , Coro Febeo.). 532 VIII. 365
Ce }
fU.^Z f- - ,•• t a n o
353 III. 198 Habiendo puesto por tierra. — Gabriel Lobo
¿ i5?
n
?¿w>.-Anónimo.
c
Rom. Mor.
nancero
Laso de la Vega. Rom. Histór. de Asdrúbal
FM^ y~:^ " seneral.) 186 VIII. 96 vencido por Escipion. — (LOBO LASO DE LA
Z a r d e
b%i3 l°s ojos—Anónimo.
• [Romancero Rom. Mor, 55 VIII. 26
general.). VEGA, Romancero y tragedias, —ítem. Ro-
»c ¿ame. — {Romancero
T. * aenerai.\
38
394 ÍNDICE ALFABÉTICO
N.o Clase. Pág
N-° Cla,s. n . s
Hacen serial las trompetas. — Anónimo. Rom. La hermosa Zara, Cegrl.— Anónimo. Rom. Mor' "
Mor. de los amores de Muza. — {Romancero de Zelin Audalla. — {Romancero general.) ' loa v m
general.) - 97 VIH. 50 La libre Zara, que tiempo.— Anónimo. Rom' "• "3
Haciendo estaba unas ferias. — Anónimo. Rom. de Boadil y Zara. — {Romancero general.). 'un , „ v u
a 1 ,
Hístór. del conde Fernán González.— (FUEN- La mafianadeSan Juan — Al punto, etc.— Ano- «>
TES, Libro de los cuarenta cantos, etc.). . 698 . V. 460 nimo. Rom. Mor. de Abindarraez el tio. —
Háganme vuestras mercedes. — Anónimo. Rom. (PÉREZ DE HITA, Historiade los bandos deCe-
Mor. jocoso de Zaide.—{Códice del siglo vm.) 257 VIII.136 gríes, etc.—ítem. TIMONEDA, Rosa española) 80 v m «n
3 a
Halagando está á Papirio.—Anónimo. Rom. Hist. La mañana de San Juan —Salen, etc. — Anóni- ""•
de Papirio-— (LINARES, Cancionero llamado mo.—Rom. Mor. de Boadil y Zara. — (Román-
Flor de enamorados.) 528 V. 361 cero general.) 1 1 9 v m
Hallábase el alto Apolo. — Lúeas Rodríguez. La noble Jimena Gómez.—Anónimo. Rom. Hist
"Rom. Caball. del caballero del Febo.— (Ro delCid. — (Romancero general.). . . ' IAA v m
DRIGÜEZ , Romancero historiado.). . . . 347 VIH 194 La noche estaba esperando..— Anónimo. Rom' °
Helo, helo por do viene — E l Infante, etc. — Mor. de Adulce. —(Romancero general.) ' 130 v m • i*
Anónimo. Rom. Caball. del Infante vengador. La que á nadie no perdona. — Anónimo. Rom
— {Cancionero de romances.) 294 III. 159 Histór. de la muerte del Cid.—(ESCOBAR, Ro-
Helo, helo por do viene — E l moro, etc.— mancero del Cid.) ggg VIIT K M
Anónimo. Rom. Histór. del Cid.— [Cancionero Las armas y venas rotas.— Anónimo. Rom. Hist vm.. t>t>T
de romances. — ítem. TIMONEDA , Rosa espa- del rey Rodrigo. — (MADRIGAL , Segunda parte
ñola.—ítem. Silva de varios romances.—ítem. del Romancero general, etc.) 604 VIH ÍÍIQ
Floresta de varios romances.) 858 I. 545 La señora de las gentes.—Anónimo. Rom. Hist'
Hércules el esforzado. — Lorenzo de Sepúlveda. de la presa de Jerusalen.—(Cancionero de ro-
Rom. Histdr. de César en Sevilla y las co- mances.) 451 y - f l n
VKVIÍ, Romances nuevamente sacados, etc.). . 899 IV. Los ojos vueltos al cielo. — Anónimo. Romance
La excelsa Jerusalen.— jMM¿í la Cueva. Rom. 569 Mor. de Muley y Albenzaide. — (Romancero g 9
Histór. de la presa de Jerusalcn por Tito. — general.) \ %jo v m - °
(CUEVA , Coro Febeo.) . . 455 VIH Los ojos vuelve á Granada. — Anónimo. Rom.
La hermosa Bradamante. - Lúeas Rodríguez. 300 Mor. de los amores de Muza.—(Romancero - K¡ V I I I
Rom. Cab. de Rugero y León. -(RODRÍGUEZ, general.) *<*> " " '
Romancero historiado.) ' «oa yin Los siete Infantes de Lara. —Lorenzo de Sepúl-
La hermosaimora Um.-Gabríel Lobo Laso de 280 veda. Rom. Histór. de los Infantes de Lara.—
la Vega. Rom. Histór. de Alfonso VI y Zaida (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, .„. v
— (LOBO LASO DE LA YEGA, Romancero y tra- etc.) , twM"« * "
ÍNDICE ALFABÉTICO. S9S
N.o Claio. P»g. N.» CIa«e. Pag.
Los sucesores de Marte. — Juan de la Cueva. Memoria del bien pasado.—Anónimo. Rom. Mor.
Rom. Histór. de los Horacios y los Curiados. de Zaide.—(Romancerogeneral.) 67 VIII. 32
_ (CUEVA, Coro Febeo.) SIS VIH. 349 Mentirosos adalides. — Anónimo. Rom. Histór.
Los vientos eran contrarios. — Anónimo Rom. del Cid.— (ESCOBAR,Romancero del Cid.) . 831 VIII. 532
Histór. del rey Rodrigo. — (Aquí comienzan Metido está en confusión. — Juan de la Cueva.
cinco romances. El primero de cómo fué venci- Rom. Histór. de la muerte de Sofonisba. —
do etc. Pliego suelto. ítem. TIMOÑEDA, Rosa . (CUEVA, Coro Febeo.) 541 VIII. 371
Española.—Ítem.Florestadevatíosromances.). 602 V. 408 Mientes, y si acaso el Rey.— Anónimo.Hora.
Los volscos toman las armas. —Juan de la Cue- Mor. de Saler Cegri.— (Romancero general.) 136 VIII. 70
va Rom. Histór. del cerco de Roma por Co- Mientras se apresta Jimena. — Anónimo. Rom.
riolano. — (CUEVA, Coro Febeo.) 524 VIH. 3S7 Histór. del Cid.— (Romancero general.) . . 902 VIII. 570
Luego que al furioso Turno. — Anónimo. Rom. Mil celosas fantasías. —Anónimo. Rom. Caball.
Histór. de Eneas y Turno. — {Romancero ge- de Don Gayferos.—(Romancero general.) . . 38! VIII. 254
nerad 490 VIH. 326 Mi padre era de Ronda.—Vide. — Preguntando
Llanto hace dolorido.— Lorenzo de Sepúlveda. está Florida.
Rom. Histór. de Príamo. — (SEPÚLVEDA, Ro- Miraba desde Tarpeya.—Anónimo. Rom. Histór i
mances nuevamente sacados, etc.) . . . . "473 V. 316 del incendio de Roma por Nerón.—(Romance
Llanto hace el rey David. — Anónimo. Rom. ro general.) 572 VIH. 394
Histór. de David, que lamenta la muerte de Miraba el famoso A.miües—Anónimo. Rom. Hist.
Saúl. — (Cancionero de romances.). . . . 450 V. 298 de Héctor y Aquiles.—(Romancero general.) . 472 VIH. 318
Llanto hacia Doralice.— Lucas Rodríguez. Rom. Mira, Muza, que te aviso. — Anónimo. Rom.
Caball. de Rodamonte. — (RODRÍGUEZ , Ro- Mor. de los amores de Muza.—(Flor de varios
mancero historiado.) . 420 VIII. 275 y nuevos romances, 3.a parte. — ítem. Roman-
Llegado es el rey Don Sancho.— Anónimo. Rom. cero general.) 91 VIH. 48
Histór. del Cid, y cerco de Zamora. — (SE- Mirando se sale Febo. — Gabriel Lobo Laso de
PÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, etc.— la Vega. Rom. Histór. del C i d , y el cerco de
ítem. ESCOBAR > Romancero del Cid.). . . .768 IV. 500 Zamora.— (LOBO LASO DE LA VEGA, Roman-
Llegados son los Infantes.—Anónimo. Rom.Hist. cero y tragedias.). . . • 781 VIII. 507
de los Infantes de Lara. (SEPÚLVEDA, Roman- Mira Ñero de Tarpeya. — Anónimo. Rom. Hist.
ces nuevamente sacados, etc.). . . . . . 675 IV. 446 del incendio de Roma por Nerón. — Cancio-
Llegó Alvar Fañez á Burgos. — Anónimo. Ro- nero, sin portada, que yo supongo de Velaz-
mance Histór. del Cid. — (ESCOBAR, Roman- quez de Avila. Folleto suelto. — ítem. Can-
cero del Cid.) . . . 845 VIH. 539 cionero de Romances. — ítem. Silva de varios
Llegó en el mar al extremo. — Juan de Salinas. romances.) . . . . . . . . . . . . 571 V. 393
Rom. Mor. del Cautivu.—(Romancerogeneral. Mira Tarfe que á Daraja. — Anónimo. Romance •
— ítem. Códice del siglo xvn.) 263 VIII. 139 Mor. de Audalla. — (Flor de varios y nuevos
Llegó la fama del Cid. — Anónimo. Rom. Hist. romances, 3.a parte. — ítem. Romancero ge-
del Cid. — (ESCOBAR , Romancero del Cid.) , 891 VIH. 565 neral.) 133 VIII: 68
Lleve el diablo el potro rucio.— Anónimo. Rom. Mira, Zaida, que te digo. — Anónimo. Rom. Mor.
Mor. burlesco. — (Romancerogeneral.) . . .252 VIH. 133 de Zaide. — (Romancero general.) . . . . 57 VIH. 27
Lloraba Doña Jimena. — Anónimo. Rom. Hist. Mira, Zaide, que te aviso.—Anónimo. Rom. Mor.
del Cid y sus yernos los Condes de Carrion. de Zaide. — ( PÉREZ DE HITA , Historia de ¡os
— (ESCOBAR , Romancero del Cid.) . . . .868 VIH. 550 bandos de Cegries, etc.) 56 VIH. 27
Llorando atiende Gonzalo.— Anónimo. Roman- Mis arreos son las armas. — Anónimo. Rom..
ce Histór. de los Infantes de Lara. — (MADRI- Caball. de la constancia.— (Cancionero de
GAL, Segunda parte del Romancero general.) . 685 VIH. 452 romances.) 500 III. 161
Llorando Diego Laínez. —Anónimo Rom. Hist. Mora, Zaida, hija de Zaide. — Anónimo. Rom.
del Cid. — (ESCOBAR, Romancero del Cid.) . 730 VIH. 481 Mor. de Tarfe. — (Romancero general.) . . 73 VIH. 35
Llorando estaba Pantea. — Juan de la Cueva. Moriana en un castillo. — Anónimo. Rom. Mor.
Rom. Histór. de la muerte de Pantea.— (CUE- de Moriana y Galvan. — (Códice del siglo xvi.
VA , Coro Febeo.) . 496 VIH. 332 — ítem. TIMOÑEDA, Rosa de amores. — ítem.
Llorando está Doña Lambra. — Anónimo. Rom. LINARES, Cancionero Flor de enamorados.) . 7 fí. 3
Histór. de los Infantes de Lara. — (TIMOÑEDA, Morir vos queredes, padre.—Anónimo. Romance
Rosa española.) 472 V. 445 Histór. del Cid. — (Cancionero de romances.
Llorando mira Rodrigo. — Anónimo. Rom. Hist. ítem. TIMOÑEDA, Rosa de amores.) . . . . 763 I. 49§
del rey Rodrigo. — (Maravillas delParnaso.) 603 VIII. 409 Muchas veces oí decir.—Anónimo. Rom. Caball.
Mala la visteis, franceses. — Anónimo. Rom. del conde Grimaltos. — Aquí comienzan dos
Caball. de Guarinos. — (Aqui comienza un ro- romances del conde Grimaltos, etc. Pliego
mance del conde Guarinos, etc. Pliego suelto. suelto. — ítem. Silva de varios romances. —
— ítem. Cancionero de romances. — ítem. ítem. Floresta de varios romances..) . . . .382 111. 254
Floresta de varios romances.) ' .402 111. 265 Muerte, site das tal priesa. — Anónimo. Rom.
Malas mañas habéis, tio.— Anónimo. Romance Caball. de Zerbino moribundo.— (Romancero
Caball. del baño en el Jordán.— (Cancionero general.) 403 VIH. 267
de romances.) 302 III. 162 Muerto dejaba Tarquino. — Juan de la Cueva.
Maldita seas, serpiente. —JuanBaptísta. Rom. Rom. de Tulia, que atrepella el cadáver de
Histór. de Judith yOloférnes. — Comiénzase supadre.— (CUEVA, CoroFebeo.) . . . . 517 VIII. 352
la historia de Judit/t. Pliego suelto.) . . . 442 V. 291 Muerto era ese buen Rey—Don Pelayo, etc.—Lo-
Mal mis servicios pagaste. — Anónimo. Rom. renzo de Sepúlveda. Rom. Histór. de la muer-
Histór. de Bernardo del Carpió.—(Romancero / te de Favila. — (SEPÚLVEDA , Romances nueva-
„ general.) 659 VIII. 436 mente sacados, etc.) . -.- 612 IV. 414
Mal os quieren, caballeros. —Anónimo. Rom. Muerto es el rey Alfonso. — Lorenzo de Sepúl-
Mor. de Celindos.—(Romancero general.) . . 149 VIH. 76 veda. Rom. Histór. de la lealtad de Pedro
Mandó el Rey prender Vergilios. — Anónimo. Anzures 917 IV. 579
Rom. Caball. de Vergilios. — (Cancionero de Muerto es el rey Don Sancho. —Lorenzo de Se-
romances.) 283 III. 151 púlveda. Rom. Histór. del Cid. — (SEPÚLVEDA,
Manotas de dos colores.— Anónimo. Rom. Mor. Romances nuevamente sacados, etc.) . . . 809 IV. 522
de los amores de Muza. — (Flor de varios y Muerto había Diego Ordoñez.—Lúeas Rodríguez.
nuevos romances, 2.a parte.— ítem. Roman- Rom. Histór. del Cid y del cerco de Zamora.
cero general.) 101 VIH. 52 — (RODRÍGUEZ , Romancero historiado.) . .798 VIII. 515
Mas envidia he de vos, Conde. — Lope de Sosa. Muerto yace Durandarte—Al pié, etc. — Anóni-
Kom. Caball. del conde Claros. - (Cancio- mo. Rom. Cabal!, de Durandarte y Belerma.
nero general.-\tem. Cancionero deromances.) Not. VII. 222 — (TIMOÑEDA , Rosa de amores.) 590 V. 261
Mema noche era poriilo— Anónimo. Rom.Cab. Muerto yace Durandate — Debajo etc. — Anóni-
ael conde Claros.- (Aqui comienza el roman- mo. Rom. Caball. de Durandarte y Belerma.
ce ael conde Claros, etc. — ítem. Cancionero — (Aquí comienzan dos romances con sus glo-
ae romances. - ítem. Floresta de varios ro- sas, etc.—ítem. Floresta de varios romances.) 389 V. 261
B«** > , -
362 III. 218 Muerto yace el rey Don Sancho. — Lúeas Rodrí-
0 l en ot
7¡, A í ^ ^o.-Anómmo.-Rom. Histór. guez. Rom. Histór del Cid, y del cerco deZa-
rnl^l 'C er
5
y ! u s e r n o s
Condes deCarrion.-
nera Item
l o s
mora. — RODRÍGUEZ , Romancero historiado. —
cJ^T. i r.°ñ '-- - ESCOBAR, Romaa- ítem. ESCOBAR, Romancero del Cid.) . . . 784 VIII. 508
Wo del Cid.) 875 VIII. 553 Muerto yace ese buen Cid. — Anónimo. Rom.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
N.o Clase. Pog. ""• • '.' '• ' N." Clisa Mg.
Histdr. del Cid. — (SEPÚLVEDA , Romanees nue- Oídme, selior Belardo. — Lope de Vega Carpió
vamente sacados, etc. — ítem. ESCOBAR , Ro- Rom. Mor. jocoso. — ( VEGA CARPIÓ, Obras
mancero del Cid.) 901IV. 569 — ítem. Romancero general.) ' 217 v m
Muerto va el rey Don Fernando. — Anónimo. Oid, señor Don Gayteros. — Miguel Sánchez 130
Rom. ílistór. del Cid, y del cerco de Zamora. Rom. Doct. Caball. de Don Gayferos. — (Roi
— (TIMONEDA , liosa española.) 772 V. 502 mancero general.) j*» . 252
Muy doliente estaba el Cid. — Anónimo. Rom. v
Histdr. del Cid. — (SEPÚLVEDA , Romances Oiga, oiga, buen soldado. Anónimo. Rom. Cab'
nuevamente sacados, etc. — ítem. ESCOBAR , — (Tradicional.) 'w o t
175
Romancero del Cid.) 892IV. 565 Oran, que era rey de Hebron. —Lorenzo de'Se- ' "
Muy grande era el lamentar. — Anónimo. Rom. pülveda. Rom. Histór. de Josué. — (SEPÚLVE-
Histór. de los Infantes de Lara. — ( SEPÚLVE- DA , Romanees nuevamente sacados, etc). . . 440 y
DA, Romances nuevamente sacados, etc.) . . IV. 671 m Pagado está el pastorcico.—Anónimo. Rom"
Muy grandes huestes de moros.—Anónimo. Rom. Caball. de la infanta de Francia.—(Códice dé
Histór. del Cid.— (SEPÚLVEDA, Romances nue- principios del siglo xví) 3^ 170
vamente sacados, etc.) 748
IV. 490 Parte Amllcar de Cartago. — Juan de la Cueva'
Muy malo estaba Espinólo. — Anónimo. Rom. Rom. Hist. de Aníbal.—(CUEVA, Coro Febeo)' 529 v m 362
Caball. de Espínelo. — (TIMONEDA, Rosa de Parte el amoroso Febo. •>- Lúeas Rodríguez.
amores. — ítem. LINARES, cancionero llamado Rom.Caball. del caballero del Febo.—(RODRÍ-
Flor de enamorados.) 323 V. 177 GUEZ, Romancero historiado) 339 yjrr186
Muy triste estaba Israel. —Juan Bautista. Rom. Partios ende los moros. — Anónimo. Rom.'
Histór. de Judith y Holoférnes.— I Comiénzase Hist. del Cid.—(ESCOBAR, Romancero del Cid). 842 VIII537
la historia de Judith. Pliego suelto.) .•'.-. .444 V. 293 Pasados eran tres dias. — Juan Baptista. Rom.
Ñero, emperador de Roma.—-Anónimo. Rom. Hist. de Judith.— (Comiénzase la historia de
Histór. de la muerte de Séneca. — (LINARES, Judith, etc. Pliego suelto) 446 V 295
Cancionero llamado Flor de enamorados.) . . V.569392 Pascábase el buen Conde. — Anónimo. Rom. Ca-
No admite el César disculpa. — Anónimo. Rom. . ball. del amorfilial.—(Nueveromances.-etc. de
Histór. de la muerte de Lucano.—{Romancero JUAN DE RIVERA. Pliego suelto.) 317 III 174
570 VIH. 392 Pensando va el caballero.—Anónimo. Rom. Cab.
No cesando el Casto Alfonso. — Anónimo. Rom de la infanta de Francia. (Códice de principios
delsiglo xví.) 310 166
Histór. de Bernardo del Carpió. (Cancionero
de romances.) 631 V. 422 Pensativo estaba el Cid.— Anónimo. Rom. Hist.
No con azules tahalíes. — Anónimo. Rom. Mor. del Cid.—(Flor de varios y nuevos romances,
a
de Aliatar. — (Romancero general.. 172 VIII. 3. parte.— ítem. Romancero general.— ítem.
No con los dados se gana. — Anónimo. Rom ESCOBAR , Romancero del Cid.) 727 VIII
Caball. de Gayferos. — (Romancero Perdidas son las Españas. — Lorenzo de Sepúl-
general.) 376 VIII. veda. Rom. Hist. — (SEPÚLVEDA , Romances
No con poco sentimiento. — Anónimo. Rom' 413
Histór. del Cid y sus yernos los Condes de nuevamente sacados, etc.) 609 IV.
Carrion. — (Romancero general.) . . . 866 . VIH. 549 Perdido el magno Pompeyo.—Juan de la Cueva.
Rom. Hist. de Pompeyo. (CUEVA, Coro Febeo). 563 VIH. 387
No de tal braveza lleno. — Anónimo. Rom. Mor.
de Gazul. — ( PÉREZ DE HITA, Historia de los Perdido era Don Rodrigo. — Lorenzo de Sepúl-
bandos de Cegríes, etc. — ítem. Romancero ge- veda. Rom. Hist. de la conquista de Toledo
neral.) por Tarif.—(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente
54 VIII. 15 sacados, etc.) 610 IV. 413
No faltó, Zaide, quien trujo. — Anónimo. Rom. Pésame de vos, el Conde. —Anónimo. Rom. Ca-
Mor. de Zaide. — (Romancero general.) . . VIH. 31 ball. del conde de Claros.—(Cancionero gene-
No la reina de las aves. — Anónimo. Rom. Mor. ral.—-Ítem, Cancionero de romances). . . N.a III. 221
de Jarife. — (Romancero general. — Códice Pidiendo á las diez del dia. —Anónimo. Rom
delsiglo xvn.) . . . . . . . . 185 VIII. 96 Hist. del Cid.— (Romancero general. — ítem
Non es de sesudos homes.—Anónimo. Romance ESCOBAR, Romancero del Cid.) 758 VIII. 495
Hist. del Cid.—(ESCOBAR, Romancero del Cid.) VIII. 480 Ponte á las rejas azules.—Anónimo. Rom. Mor.
Non me culpedes si he fecho.— Anónimo. Rom. de Audalla. — (Romancero general.). . . 128 . VIH. 65
Histór. del Cid. — (Romancero general. 724 VIII. 478 Por aquel postigo viejo.— Anónimo. Rom. Hist
Non quisiera, yernos míos. — Anónimo'. Rom. del Cid, y el reto de Zamora.—(Cancionero de
Histór. del Cid y sus yernos los Condes de romances.— ítem. TIMONEDA, Rosa española.). 804 V. 518
Carrion. — (ESCOBAR, Romancero del Cid.) . 853 VIH. 543 Por arrimo su albornoz.— Anónimo. Rom. Mor.
No os llamo canalla vil. — Anónimo. Rom. de Abenamar. (Flor de varios y nuevos «man-
Histór. de Bernardo del Carpió.—(Seis roman- ees, 1.aparte.—ítem. Romancero general.). . 12 vni. 5
ces famosos de la historia de Bernardo etc Por cima de los que ha muerto. —Juan de la
Pliego suelto.) 647 VIII 431 Cueva. Rom. Hist. de Paulo Emilio.—(CUEVA,
No se atreve el duque Astolfo- — Lúeas Ro'dri- Coro Febeo.) 335 VIII.366
guez. Rom. Caball.de Flor de Lis y Brandi- Por divertirse Ceün. —Anónimo. Rom. Mor. de
marte. — (RODRÍGUEZ, Romancero historiado435 ', VIH. 282 CelindeEscariche.—(Romancero general.) . 118 VIII. 61
No se puede llamar rey.— Anónimo. Rom. Hist. Por el brazo del'Esponto. — Anónimo. Rom.
de los Infantes de Lara.—Flor de varios y nue- Mitol. de Hero y Leandro.—(LINARES, Cancio-
vos romances, 3.a parte. — ítem. Romancero nero llamado Flor de enamorados.) . . . . 466 VIH. 313
general.). . . . - 6
VIH 452
8 6
Por el jardín de las damas. — Anónimo. Rom.
No tiene heredero alguno. — Anónimo. Rom Hist. del rey Don Rodrigo. (Romancero gene-
Histór. de Bernardo del Carpió. —(SEPÚLVE- ral.) 5 8
- 402
7 v m
rios y nuevos romanees. 2.a parte.— ítem Por el val de las estacas —Pasó el Cid, etc.—
Romancero general,) 194 VIH. 101 Anónimo. Rom.Histór. del Cid. — (Códice del
¡ 0
5 ' , ,3 e 1 e r m a !
ohBelerma! - Anónimo.' Rom'. 7 Í > U 491
siglo xvi.) • •
5 ^ e D u r a n d a r t e yBelerma. - (Romance Por esas puertas romanas. — Lúeas Rodríguez.
cede \Oh Belermal agora nuevamente glosado. Rom. Hist. del villano del Danubio.—(RODRÍ-
Pliego suelto. — ítem. Cancionero de roman- GUEZ , Romancero historiado.) 575 VIH. 395
ces.) ^gY
III. 260 Por Italia entran los cimbros. —Juan de la Cueva.
¡Oh canas ignominiosas l-Anónimo. Rom'. Hist' Rom. Histór. de Mario.—(CUEVA, Coro Febeo.). 550 VIH. 377
del rey-Rodrigo. - (Romancero general.). 592VIH. 403 Por la calle de su dama.— Anónimo. Rom. Mor.
¡Oh cruel hijo de Aquíles! — Anónimo. Rom de Zaide y Zaida. (PÉREZ DE HITA, Historia de
Histór. de la muerte doPolicena.— (Romance los bandos de Cegríes, etc.) 53 VIH. 25
sobre la muerte que dio Pirro, etc. Pliego Por la mano prende el Cid. — Anónimo. Rom-
suelto, — ítem. Cancionero de romances.) 478 V 522 Hist. del Cid. (MADRIGAÍ., Segunda parte dtl
ÍNDICE ALFABÉTICO. 597
,_ - " " N.o Clai». Pág. N.o Clase. Pag.
Romancero general.) 841 VIII. 537 —(CUÍVA, Coro Febeo.) 493 VIII. 329
Por la mar navega Eneas. — Anónimo. Rom. Quién es aquel caballero, — Que tan etc.—
Hist. de Eneas y Dido.—(LINARES, Cancionero Anónimo. Rom. Histór. de los Infantes de Lara.
llamado Flor de enamorados.) 484 V. 324 —(SEPÚLVEDA , Romances nuevamente sacados,
Por la muerte que le dieron. — Anónimo. Rom. etc.) 676 IV. 447
Hist. del Cid. — (Romancero general.). . . 815 VIII. 525 Quien hobiese tal ventura — En haberse etc. —
Por la parte donde vido. — Lucas Rodrigues. Andrés Ortiz. Rom. Caball. de Floriseo y la
Rom. Caball. de Durandarte. (RODRÍGUEZ, Ro- reina de Bohemia.—(Romance nuevamente he-
mancero historiado.—Ítem. Floresta de varios cho por ANDRÉS, etc. Pliego suelto.). . . .287 111. 153
romances.) 386 VIII. 259 Quien hubiese tal ventura — Sobré etc. —
Por la plaza de San Ltícar. — Anónimo. Rom. Anónimo. Rom. Caball. del conde Arnaldos.—
Mor. de Gazul. — l Flor de varios y nuevos ro- Cancionero de romances.) . 286 III. 153
mances, 1.a parte.—ítem. Romancero general.) 37 VIII. 17 Recibiendo el alborada. — Anónimo. Rom. Hist.
Por la puerta de la Vega. — Anónimo. Rom. del Cid y sus yernos los de Carrion. (ESCOBAR,
Mor. de Celin Audalla.—[Romancero general.) 126 VIII. 65 Romancero del Cid.) 871 VIII. 551
Por la puerta del Cambrón. — Anónimo. Rom. Recoge la rienda un poco. — Anónimo. Rom.
Hist. de Bamba.—(Códice del siglo xvi.) . . 579 V. 397 Mor. de Azarque el Granadino.—(Romancero
Por las puertas de Celinda. — Anónimo. Rom. general.) 23 VIII. 10
Mor. de Zaide.— ¡Tradicional.). . . . . . 54 VIII. 26 Reduan , anoche supe. — Anónimo. Rom. Mor.
Por las riberas de Alberche. —Anónimo. Rom. de Zaide. —(Romancero general.) 61 VIH. 29
Mor. — (Romancero general.) 254 VIII. 134 Regalando el tierno • vello. — Anónimo. Rom.
Por las riberas de Arlanza. — Anónimo. Rom. Caball. de Angélica y Medoro. — [Romancero
Histdr. de Bernardo del Carpió.— (TIMONEDA, general.) 410 VIII. 270
Rosa española.) 639 1. 427 Regocijada y contenta. — Anónimo. Rom. Mor.
Por las riberas del Tajo. — Anónimo. Rom. del Albanes.— (Romancerogeneral). . . . 219 VIII. 113
Mor. de Zaida la de Toledo.—(Romancero ge- Reinado era Castilla. — Anónimo. Rom. Hist.
neral.) 205 VIII. 107 de Don García de Castilla, muerto por los Ve-
Por las sierras de Moncayo. — Anónimo. Rom. las.—(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente saca-
Mor. de Bobalías el Pagano.—(Cancionero de dos, etc.) 716 IV. 473
romances.) 2 II. 1 Reinando el rey Don Alfonso,—El que Casto era i
Por los bosques de Cartago. — Anónimo. Rom. llamado. — Anónimo. Rom. Hist. de la cruz de
Histór. de Eneas y Dido. — (Aguise contienen Oviedo. — Aquí comienzan seis romanees.
cuatro romances. El primero de Antenor. Plie- El primero de la mañana de San Joan, etc.
go suelto. — ítem. Aquí se contienen seis ro- Pliego suelto.—ítem. Aquí se contienen cuatro
mances. El primero del rey Don Pedro. Pliego romances antiguos. El primero de Tarquino ,
suelto. — ítem. Cancionero de romances.). .487 V. 325 etc. Pliego suelto. — ítem. Cancionero de ro-
Por mando del rey Alfonso. — Lorenzo de Se- mances.— ítem. TIMONEDA, Rosa española.) . 614 IV. 414
púlveda. Rom. Histór. del Cid.— (SEPÚLVEDA, Reinando el rey Don Alfonso, — El que Casto se
Romances nuevamente sacados, etc.—ítem. E S - decia.— Anónimo. Rom. Hist. de Bernardo del
COBAR, Romancero del Cid.) . . . . . . . 829 IV. 531 Carpió.— TIMONEDA, Rosa española.). . . . 621 IV. 418
Por muchas partes herido. — Anónimo. Rom. Reinando el reyDonBermudo.—Anónimo.Rom.
Caball. de Don Roldan. (Flor de nuevos y va- Hist. de Bermudo 1.° de León.—(Aquí se con-
rios romances, 3.a parte.) 398 VIII. 264 tienen cuatro romances antiguos, etc. Pliego
Por muerte del rey Acosta.— GabrielLoio Laso suelto. Cancionero de romances, etc.). . . . 613 IV. 414
déla Vega. Rom. Hist. del rey Rodrigo. (LOBO Rendidas armas y vida. — Anónimo. Rom. Ca-
LASO DE LA VEGA, Romancero y tragedias.). . 581 VIII. 398 ball. de Rugero y Bradamante. — (Romancero
Por nunca usados caminos.—GabrielLoio Laso general.) 434 VIII. 282
de la Vega. Rom. Histór. del rey Don Pelayo. Rendidas ya las banderas. — Anónimo. Rom.
(LOBO LASO DE LA VEGA , Romancero y trage- Hist. de Eneas fugitivo. (Romancero general.) 483 VIH. 323
dias.) . . . . • 608 VIII. 412 Rendido está Reduan. — Anónimo. Rom. Mor.
Por ponerse su albornoz. — Anónimo. Rom. del viejo Reduan. [Flor de varios y nuevos ra-
Mor. de Zelizardo. — (Flor de varios y nuevos monees, etc., 3.a parte.) 222 VIII. 115
romances, 3.a parte.) 227 VIII. 118 Resuelto ya Reduan.—Anónimo. Rom. Mor. de
Por qué, señores poetas.— Anónimo. Rom. Mor. Reduan. (Romancero general.) (Pudo colocarse
jocoso. — (Romancero general.) . . . .246 VIH. 129 entre los fronterizos.) 109 VIII. 55
Porsena, rey poderoso.—Lorenzo deSepülveda. Retirado en su palacio. — Anónimo. Rom. Hist.
Rom. Hist. de Scévola. (SEPÚLYEDA, Romances de Bernardo del Carpió. — (Romancero gene-
nuevamente sacados, etc.) 520 V.* 353 ral.) 642 VIII. 428
Por una linda espesura.—¿«ánimo. Rom. Mitol. Retraída está la Infanta. — Anónimo. Rom. Ca-
del juicio de Páris. — (Cancionero de ro- ball. del conde Alárcos. — (Romance del conde
mances.) 469 V. . 314 Alárcos, etc. Pliego suelto.— ítem. Comienza
Por una nueva ocasión. — Anónimo. Rom. Mor. un romance del conde Alárcos. Pliego suelto. '
de Miatzr.—(Flor de varios y nuevos romances, — ítem. Cancionero de romances.) . . . .365 111. 224
3.a parte.) 171 VIII. 88 Retraído en su aposento.—Anónimo. Rom. Hist.
Por una triste espesura. — Lucas Rodriguat. de Bernardo del Carpió. — (Códice del siglo i
Rom. Caball. de Angélica.— (RODRÍGUEZ, ro- xvn.) . 660 VIII. 437
mancero historiado.). . . 407 VIII. 269 Retumbando crueles voces. — Anónimo. Rom.
Poseyendo de Sicilia. —Juan de la Cueva. Rom. Mor. del cautivo de Ochalf. — (Romancero
Histór. de Diógenes. — (CUEVA, Coro Febeo.). 509 VIII. 343 general.) 277 VIH. Uí
Preguntando está Florida.—Anónimo. Rom. Mor. Revuelta en sudor y llanto. — Anónimo. Rom.
de cautivos.—(TIMONEDA , Rosa de amores.) . 258 V. 136 Hist. del rey Don Rodrigo. — (Romancero ge-
Preñada es la reina Hécuba. — Lorenzo de Se- neral. — ítem. MADRIGAL , Segunda parte del
púlveda. Rom. Hist. del nacimiento de Páris. Romancero general.) 588 VIII. 402
—(SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, Rey Don Sancho, rey Don Sancho, — Cuando
etc.). . 468 V. 313 etc. — Anónimo. Rom. Histór. del rey Don
Preso en la torre del Oro. — Anónimo. Rom. Soncho II y del Cid.— (TIMONEDA, Rosa espa-
Mor. de Arbolan.— (Romancero general.) . . 164 VIII. 85 ñola.) -. . 766 V. 500
Preso está Fernán González, — E l buen, ele. — Rey Don S,ancho, rey Don Sancho, — No di-
Anónimo. Rom.—Histór. de Fernán González. gas , etc.—Anónimo. Rom. Hist. del Cid, y cer-
— Cancionero de romances, etc., edición co de Zamora. — (TIMONEDA , Rosa española.) 777 V. 504
de 1570.--Item. SEPÚLVEDA, Rosa española.). 706 IV. 465 Reyes moros en Castilla.—Anónimo. Rom. Hist.
Preso está Fernán González, — El gran, etc.— del Cid. — (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente
Anónimo. Rom. Histór. de Fernán González.— sacados, etc. — ítem. "ESCOBAR, romancero del
Cancionero de romances.) 700 I. 461 Cid.) 737 IV. 4S5
Pues que te vas, Reduan.—Anónimo. Rom. Mor. Rey que á malsines escucha. — Anónimo. Rom.
de Reduan. — (Romancero general.). . . .106 VIII. 54 Hist. de Ataúlfo, obispo de León. — (Roman-
Puesta tenia por el suelo. — Juan de la Cueva. cero general.) 720 VIII. 473
Rom. Histór. de Scipion 1.°, el Africano.— Riberas del Duero arriba — Cabalgan etc.—
(CUEVA, Coro Febeo.) 538 VIII. 368 Las divisas, etc. — Anónimo.Rom. Histór. del
Puesto en el sangriento campo. — Juan de la Cid. — (ESCOBAR, Romancero del Cid. — ítem.
Cueva. Rom. Hist. de ls continencia de Ciro. TIMONEDA, Rosa española.) 775 V. 5üD
ÍNDICE ALFABÉTICO.
N.o Clano. P4g. N.octMt.Pig
Riberas del Duero arriba— Cabalgan etc. — gentil.) gy ,
Que según, etc. — Anónimo. Rom. Histór. del Si atendéis que de los brazos.—Anónimo. Rom. "
Cid.—(Glosa de los romances Oh Belerma, etc. Hist. del Cid.— (MADRIGAL, Segunda parte del
Pliego suelto.). . . • • • • .• • • • 7
'• 7 6 Romancero general, etc. — ítem. ESCOBAR ,
b o i
Ricas bodas, ricas danzas. — Anónimo. Rom. Romancero del Cid.) ,', 519 y i n KW
Histór. de los Infantes de Lara.— (TIMONEDA , Si de mortales feridas. — Anónimo. Rom. Hist.
liosa espartóla.) • • • • 688.'V. Mi del Cid. — (Romancero general. — ítem. ES-
Rodillada está Moriana.— Anónimo. Rom. Mor. COBAR, Romancero del Cid.) 854 yjtj ^ ,,
de Moriana y Calvan. - (TIMONEDA, liosa de • Siendo del magno Alejandro.—Juande la Cueva.
9 Rom. Histór. de Timoclea. — (CUEVA, Coro
3
Amores.).. • • • • • • . • • _ • • „ • • "•
Rodrigo-Diaz de Vivar. — Anónimo. Rom. Hist. Febeo.) 502 VIH 3%
del Cid. — (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente Siendo emperador Magencio. — Anónimo. Rom. '
sacados.). • • 890 IV. 562 Histór. de la muerte de Sofronía.—(LINARES,
Roja de sangre la espuela. — Anónimo. Rom. Cancionero llamado Flor de enamorados.) . 574 y 395
Caball. de la muerte de Agrican. — [Román- Siete cabezas los moros. — Anónimo. Rom. '"'''
cero general.) • .421 VIO. 2/5 Histór. de los Infantes de Lara.— (TIMONEDA,
Rompe el aire con suspiros. — Anónimo. Rom. liosa española.) . 683 V. 4.H1
Hist. de Eneas y Biio .—[Romancero general.) 488 VIII. 525 Sin memoria de ser rey. —Juan de la Cueva. '
Rompiendo la mar de España.— Anónimo. Rom. Rom. Histór. de Tarquino Prisco. — (COEVA,
Mor. del cautivo. —[Flor de varios y nuevos Coro Febeo.) 516 VIII. 351
romances, 1.a parte. — ítem. Romancero ge- Si Rugero se congoja.—Pedro de Padilla. Rom.
neral. ) ' - .261 VIII. 158 Caball. de Rugero y León.— (PADILLA, Tesoro
Rómulo estaba haciendo. —Juan de la Cueva.— de varias poesías.) 431 y i n , 281
Rom. Histór. de la apoteosis de Rómulo. — Si tan bien arrojas lanzas.— Anónimo. Rom.
(CUEVA , Coro Febeo.) 514 VIII. 348 Mor. de Gazul.— (Romancero general.) . . 30 VIH. 13
Rotas las sangrientas armas. — Anónimo. Rom. Si tienes el corazón. —Anónimo. Rom. Mor. de
Caball. de' Rugero y Bradamante. — [Flor de Zaide. — (Romancero general.) 63 VIH. 30
varios y nuevos romances, 3.a parte.) . . . 433 VIII. 281 Sobre Calahorra, esa villa. — Anónimo. Rom.
Rui Velazquez el de Lara. — Lorenzo de Sepúl- Hist. del Cid. —(SEPÚXVEDA, Romances nueva-
veda. Rom. Histór. de los Infantes de Lara.— mente sacados, etc.) 744 IV. 489
[Aqui comienzan cuatro romances de los siete Sobre destroncadas flores. — Anónimo. Rom.
Infantes, etc. Pliego suelto.—SEPÚLVEDA, Ro- Mor. de Jarife. — (Romancerogeneral.) . . 180 VIH. 93
mances nuevamente sacados, etc.) . 673 IV. 445Sobre el acerado hierro.— Anónimo. Rom. Mor.
Rui Velazquez muy contento. — Anónimo. Rom. de los amores de Muza. — (Romancero gene-
Hist. de la muerte délos Infantes de Lara. — ral.) 94 VIH. 49
(TÍMONEDA , Rosa espaiíola.). - 674 V. 446 Sobre el corazón difunto. — Lucas Rodrigues.
Sabiendo el Rey cómo el Conde.—Anónimo. Rom. Rom. Caball. de Durandarte y Belerma. —
Histór. de Bernardo del Carpió. — (TIMONEDA, (RODRÍGUEZ, Romancero historiado. — ítem.
Rosa española.) 622 V. 418 Floresta de varios romances.) 393 VIH. 262
Sabiendo la mora Ayafa. — Gabriel Lobo Laso Sobre el cuerpo de Rodrigo.— Lúeas Bodrigues.
de la Yega. Rom. Mor. de Dorayzel y Ayafa.— Rom. Histór. del Cid y cerco de Zamora.— •
(LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y trage- ( RODRÍGUEZ , Romancero historiado ) . . . 805 VIH. 518
dias.) 230 VIII. 119 Sobre el cuerpo desangrado. — Anónimo. Rom.
Sale de un juego de cafias. — Anónimo. Rom. Caball. de valdovinos.— (MADRIGAL, Segunda
Mor. de Arbolan. — (Romancero general.^ 162 VIH. 84 parte del Romancero genera".) 360 VIII. 218
Sale la estrella de Venus.—Anónimo. Rom. Mor. Sobre el cuerpo ya difunto. —Anónimo. Roa.
de Gazul.—(Flor de varios y nuevos romances, Histór. de Artemisa. — (Romancero general.) 499 VIII. 334
1.a parte.—ítem. Romancero general.) . . 33 VIII. 14 Sobre la desierla arena. — Lucas Rodríguez.
Sale Mudarra González. —Anónimo. Rom. Hist. Rom. Caball. de Angélica y Medoro. — (RO-
de los Infantes de Lara. — (TIMONEDA, Rosa DRÍGUEZ, Romancero historiado.) . . . ' . . 409 VIH. 269
española.) 694 V. 457 Sobre la mas alta almena. — Gabriel Lobo Laso
Saliendo de Canicosa.— Anónimo. Rom. Histór. de la Vega. Rom. Hist. del caballo de Troya.—
de la muerte de los Infantes de Lara.— [Silva (LOBO LASO DE LA VEGA, Romancero y trage-
de varios romances.) 680 V. 450 dias. — ítem. Romancero general.) . . . . 477 VIII. 321
Salió á misa de parida. — Anónimo. Rom. Hist. Sobre lo verde y las flores. —Anónimo. Rom. •
del Cid. — (ESCOBAR ¡Romancero del Cid.) . 759 VIII. 496 Mor. de Arbolan. — (Flor de varios y nuevos
Salió Roldan á cazar. — Anónimo. Rom. Caball. romances, 2.a parte. — Itera. Romancero ge- „.
de Roldan y el Trovador. — [Tradicional). . 372 » 242 neral.) 160 VIII. 83
Sant Estévan de Gormaz. — Lorenzo de Sepúl- Solo y en humilde traje. — Juan de la Cueva.
veda. Rom. Hist. del conde Fernán González y Rom. Histór. de César y Amidas. — (CUEVA,
Fernán Antolinez, el devoto de la misa. — Coro Febeo.) . . . . . . . . . . . 555 VIH. 581
(SEPÚXVEDA, Romances nuevamente sacados, Subditos son los de Atenas.—Lorenzo deSepúl-
tc
e -)' •''.••"•• ••-•, 711 IV. 468 veda. Rom. Histór. de Teseo y el Minotáuro.
Según vuelan por el agua. — Don Luis de Gón- (SEPÚLVEDA, Romances nuevamente sacados, ••• .¡^
gora. Rom. Mor. del Cautivo. — (GÓNGORA, etc.). . . . . : ... . 460 V. 306
M
Z E®!¡. \ • \ . • , 259 VIH. 137 Subida en Un alta roca. — Anónimo. Rom. Cab.
Sembradas de medias lunas. — Anónimo. Rom. de Olimpia y Vireno.—(Flor de varios y nuevos
Mor. deMostafá. — [Romancero general.) . 216 VIH. 112 romances, etc., 2.a parte. — Romancero gene- .,„, . . a
Sembrado está el duro suelo. — Anónimo. Rom. ral.) 405 VIH. 268
Hist. del Cid, y cerco de Zamora.—(MADRIGAL, Su ejército mueve Ciro. — Juan de la Cueva-
Segunda parte del Romancero general.). . . 803 VIII. 518 Rom Histór. de Abradata y Pantasilea. — , T ...
I I T
Sentada á orillas del mar. — Anónimo. Rom. (CUEVA, Coro Febeo.) . 495 VIH. 331
Histór. de la reina Hécuba.— [Romancero gc- Suelta las riendas al llanto. —Anónimo. Rom.
ne ra
c t ¿-1 • •-, • • • • • •:•-''•; • • • m
VIII. 323 Caball. de Bradamante celosa. — (Flor de va- .„
Sentado está el señor Rey. — Anónimo. Rom. nos y nuevos romances, 5.a parte.) . . . . 423 VIH. *">
Hist. del Cid.— (Romancero general.— ítem. Sulcando el salado campo. — Anónimo. Rom.
ESCOBAR, Romancero del Cid.) . . . . .736 VIH 484 Mor. del cautivo de Mahamí. — (MADRIGAL, .,.
Sentados á un ajedrez. —Anónimo. Rom. Hist. 2.a parte del Romancero general.) . . . . 281 VIH. 1*'
de los Infantes de Lara. — ( METGE , Tesoro Sulcando el salado charco. — Anónimo. Rom.
escondido, etc. — ítem. Romancero general.— Mor. del cautivo de Maliamf. — (Romances • v m., 7
ítem. Flor de varios y nuevos romances, 3.a varios de diversos autores.) • 282 VIH. 1*
o l - ivte ]
>• ¿¿ • rf , i 688 VIII. 453 Su remedio en el ausencia. —Anónimo. Rom. s
Señor conde Don Roldan. — Anónimo. Rom. Mor. de Abenamar. — (Romancero general.). 14 v l i i .
Caball. de Don Roldan. — (Romancero gene- Suspensos estaban todos. — Anónimo. Rom.
ral.) . . . . 4 3 8
Mor. del juego de cañas. — (Romancero ge-
V I I I m
. ., f i
Servia en Oran al Rey. — Don Luis Góngora. neral.) 240 vm- "™
Rom. Mor. del español de Oran. — (Flor de Suspenso y embravecido. — Lucas Bodriguez.
varios y nuevos romances, 3.a parte. — ítem. Rom. Caball. de la locura de Roldan. — (RO-
GÓNGORA , Obras.) ' 234 VIH 122 DRÍGUEZ, Romancero historiado. — Códice de .9 q
Sevilla está en una torre. — Anónimo. Rom." de fines del siglo \n.) ' . . - . .416 VIH. a'*
Sevilla y Don Peranzules. — (TIMONEDA, Rosa Suspira por Antequera. — Juan de Timoneda.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
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