Marvel Moreno
Marvel Moreno
Marvel Moreno
Ecos del patriarcado en el cuento “Algo tan feo en la vida de una señora bien”
de Marvel Moreno
En este escrito planteo los aspectos patriarcales mencionados por Marvel Moreno
(1939-Paris 1995) en el cuento “Algo tan feo en la vida de una señora bien”, el cual hace
parte de su colección de cuentos Cuentos completos (2001). Para esto, me centro en el análisis
influencia del patriarcado en este cuento. Estos aspectos engloban los procederes patriarcales
que la autora denuncia a lo largo de su obra. En esta antología de cuentos, la autora hace una
cuento “Algo tan feo en la vida de una señora bien”, ya que, la perjudicada ante este
esposo con el objeto de retribuir sus desaciertos y conseguir redimir su reputación. De allí
subyugar, excluir y minimizar la mujer; determinadas por una sociedad autoritaria patriarcal
preocupada por guardar las apariencias así se pierda la valoración de las esencias del ser
(González-Rubio, 2006).
La obra de Marvel Moreno hace hincapié en todo aquello sujeto a ser marginado,
específicamente sobre la condición de la mujer a partir del entorno patriarcal que se vive en
la época. Por tanto, en su obra reposan innumerables personajes femeninos; algunas cansadas,
otras resignadas y otras que buscan alcanzar la libertad, tanto física como mental. Es allí
cuando aparece la condición patriarcal en sus cuentos. Según Gerda Lerner (1986) en La
creación del patriarcado, el patriarcado se concibe como algo histórico, algo que tiene un
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inicio en la historia. Por tanto, cambiarlo supone modificar la naturaleza y las prácticas
humanas. Sus cuentos buscan cambiar la linealidad de los hechos machistas y reivindicar la
mujer. Ahora bien, cabe resaltar que a pesar de la grave situación que atraviesa la mujer
debido al estado patriarcal, donde se ubica en segundo plano, siendo excluida de lo social y
significativo dentro de la sociedad. Por tanto, puede decirse que, tanto Marvel como otras
autoras que hayan denunciado en sus letras la catástrofe machista y patriarcal, han cumplido
Sin embargo, el análisis del cuento nos ubica frente al patriarcado. Es el caso de Laura
de Urueta, víctima de su inconsciente retraído, una madre dura y fría y un esposo apático,
indiferente y egoísta. A partir de un supuesto error del pasado, Laura de Urueta pierde su
de los sucesos que ocurrieron y desea morir gracias a su posición como mujer indecente en
la sociedad de su época, hasta que aparece un esposo que la puede salvar de ese abismo social
A partir del contexto del cuento, damos inicio al análisis que tiene como finalidad
exponer dos características del sistema opresor masculino y cómo se desarrollan a lo largo
del cuento. Una de las principales características del patriarcado es la violencia, tanto física
como psicológica y simbólica. La esposa en Algo tan feo en la vida de una señora bien se
convierte en una desdichada mujer; el marido, con la anuencia de la suegra que vive con
utilizar somníferos para trasladarse a otro mundo diferente al de su realidad (De Marenco,
forma simbólica, parece una actitud cultural frente a los mandatos del hombre (en este caso,
el esposo). Como se observa en el cuento, desde las primeras líneas, Laura estaba “sola en
aquella casa demasiado grande, donde había vivido desde su matrimonio sin haber podido
nunca sentirla suya.” (Moreno, p. 105). O cuando “tenía a veces la impresión de no ser más
que un eslabón entre dos generaciones.” (Moreno, p. 106). La violencia simbólica es una
constante y se produce a partir del ambiente patriarcal en el que habita Laura. Asegura que
“su madre y Ernesto la habían considerado toda la vida incapaz, incapaz y frágil.” (Moreno,
109).
estado arcaico. La unidad básica de su organización era la familia patriarcal, que expresaba
y generaba constantemente sus normas y valores (Lerner, 1986). Laura de Urueta, una mujer
víctima de un sistema opresor, logra casarse después de haber sido una mujer vergonzosa
“¿Quién, por ejemplo, en aquella ciudad, se hubiera casado con ella?, ¿después de aquél
escandalo? Nadie.” (Moreno, p. 118). Por tanto “casarse sería a partir de aquel momento su
único objetivo.” (Moreno, 125). Sin embargo, en esa institución del matrimonio como un
negocio, Ernesto era el más beneficiado: “Sabía que su esposa le pertenecía, lo mismo que
ella, y así como había hecho de ella una señora bien, no iba a permitir que su hija lo
avergonzara.” (Moreno, p. 126). Las redes patriarcales que se trenzan a partir de la violencia
son latentes en este cuento. Laura, víctima de un sistema que subyuga y oprime la mujer,
que quería poner a su hija en la humillante situación que él la conoció”, sin contar con que
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ella “no encontraría un hombre dispuesto a perdonarle su deshonra.” (Moreno, p. 126). Parece
que este personaje ignora la violencia que se teje a su alrededor y adopta una postura de mujer
retraída, abnegada y débil ante la presencia del gigante patriarcal: “reconociendo en el fondo
de sí misma que las razones de Ernesto parecían más coherentes que las suyas”, o cuando
equivoqué una vez, ya bastante es que quiera casarse conmigo”. Ya que “Ernesto parecía
perdonar su pobreza, su mala fama, se había mostrado indulgente el día que le hablo de
en desacuerdo con sus ideas, despertaba en él una agresividad que le enfriaba el alma. A su
bien podía pensar lo que quisiera, a Ernesto le tenia sin cuidado. Para él solo contaban las
Desde la institución del matrimonio se observa una fuerte dosis de violencia simbólica
y psicológica, a lo largo del cuento no se llega a observar la violencia física; sin embargo,
¿hay algo más doloroso que la palabra, un gesto, una sensación? La autora presenta su
personaje femenino como una mujer que teme reconocer y confrontar su realidad, mostrando
económico (De Marenco, 2007). De esta manera, la institución del matrimonio y las esferas
patriarcales se basan en la violencia y tienen como referente al histórico papel de las mujeres
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como criadoras, daba a las mujeres una misión especial: rescatar la sociedad de la
destrucción, la competitividad y la violencia creadas por los hombres que poseían un poder
autodestrucción; pasando por la violencia que acarrea un matrimonio visto como un negocio
o una “salvación”, hasta la violencia ejercida por su madre. Una madre “de ojos fríos, no
malévolos sino fríos” (Moreno, p. 131). Quien ve en Ernesto, su esposo, una figura heroica
machista. Funciona como secuaz de Ernesto, cosa que Laura no soporta: “No soportaba la
manera que tenía de inmiscuirse en su vida, de recordarle a cada instante la suerte que había
tenido al encontrar a Ernesto.” Una madre que, si bien “había trabajado su vida duramente
por ella, por conservarle la posición social a la que su apellido le había dado derecho” también
la consideraba “incapaz y frágil” (Moreno, pp. 108-109), una madre “triunfante y excitada,
dispuesta otra vez a hundirla en el peso de su virtud, de su vida ejemplar” (Moreno, p. 111).
Ese maltrato simbólico infringido por su madre es quizá el peor de los maltratos que Laura
vive, ya que “no tienes derecho, le había dicho su madre”, y a quien en muchas ocasiones
Laura “tuvo deseos de abofetear la cara seca de su madre, sin boca ni labios, sus ojos sufridos,
que se callara de una vez por todas” (Moreno, p. 111). Este cuento puede representar un
acercamiento a lo que fue Barranquilla a mediados del siglo XX. Es una invitación a
reivindicar los derechos de las mujeres por medio de la educación, la liberación sexual y las
las mujeres sin autoestima, que viven una realidad vulnerable por el desprecio del hombre
reprimida; con esto, la evocación del pasado. A propósito del aspecto sexual en la obra de
individual y social que la mujer ha concebido para sí misma. (Sosa, 2012). El aspecto de la
sexualidad carente se halla en el cuento cuando se lee que Ernesto “consideraba al sexo como
un elemento destructor” (Moreno, p. 116). Y las negativas de su madre ante sus atributos
femeninos: “la enfurecía cualquier tentativa de independencia, cualquier gesto que insinuara
Sin embargo, el principal recuerdo de sexualidad que posee Laura refiere la fuga
frustrada con un desconocido, lo que acarrea una serie de problemas a partir de ese amorío
fugaz y transgresor que tiene con Horacio. El aspecto patriarcal se halla en la medida que el
establecimiento del doble estándar sexual dentro del matrimonio, los hombres se aseguraron
Regla que Laura no posee, puesto que con Horacio había perdido su virginidad. De ahí que
se considere una mujer indigna. De ahí que Ernesto sea considerado como su salvador. Sin
embargo, ella misma contribuye a esa configuración patriarcal en la medida que anhela el
desconocimiento de la identidad del sujeto con el que iba a fugarse, dice “gracias a Dios se
desconoce quién es”. La época juega un papel fundamental. Hace algunos años, las
femenina (Lerner, 1896), ya que, al esparcirse su “pecado”, “los muchachos hasta entonces
correctos con ella comenzaron a tratarla como un numerito” (Moreno, p. 118). En la obra se
expone claramente la posición de la sociedad frente al sexo: “ese miedo ancestral al sexo,
ella el rol que puede desempeñar siendo madre y esposa, que se debe solo a su hogar sin
eliminación del goce femenino en la relación sexual (Zambrano, 2017). No obstante, ella
explora su sexualidad con Horacio, quien fue su amor a los 18 y le habría permitido conocer
de primera mano los placeres eróticos y sexuales antes que su esposo: “Podrían hacer mil
veces el amor, Horacio inventaba siempre pretexto para retenerla un momento más; buscaban
escondites; habían descubierto una cueva que el mar cubría apenas subía la marea; allí se
quedaban toda la tarde, que locos, que absurdos eran”. Demuestra que extraña ese amor del
pasado, que tan plena la hacía sentir “como le gustaba su calor, ese olor que tenía debajo de
Aquí, sin duda, uno de los aspectos a resaltar es el encuentro sexual. Si bien a partir
de las concepciones del patriarcado, donde el sexo en el relato del Libro del Génesis se le
«Señor» y «Rey» lo identifican como un dios masculino, y que asocia toda sexualidad
femenina, que no sea con fines reproductores, al pecado y al mal (Lerner 1986), o al placer
matrimonio a causa del egoísmo de su esposo que solo busca sentir placer, solo él, ignorando
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la importancia que tiene para ella demostrar ese afecto sexual. En otras palabras, la mujer
solo sirve para satisfacer sexualmente al hombre, pero no satisfacerse ella (Zambrano, 2017).
Ernesto consigue que Laura sea suya, de su propiedad: “la había despojado de todo,
incluso del poder que a pesar de sí misma iba a ejercer sobre él por el simple hecho de ser
respetablemente, ella lo había odiado. Jamás llegaría a perdonarle que hubiera usado su
lo anterior, se entiende cómo Laura dejo ser ella para ser de él, en todos los aspectos. El
matrimonio ha convertido a Laura en un objeto más que le pertenece al esposo (Sosa, 2012).
Por tanto, recordar sus aventuras con Horacio la hace sentir mujer. El hecho de haber
explorado el sexo antes del matrimonio la convierte en una mujer segura y a su vez infeliz.
Sus necesidades sexuales como esposa obtienen respuesta negativa “una noche que había
tomado su mano a acercó a sus piernas, él había dicho asqueado, eso es anormal” (Moreno,
concibe como pecado (Lerner, 1986). Laura sufre en silencio su desprecio porque no puede
exponer lo que siente “durante mucho tiempo él se había acostado junto a ella… y dándole
besos de niño en la mejilla había obtenido a solas su placer… como si no existiera porque no
En la narrativa de Marvel Moreno, las esposas han sido reducidas a tal punto de que
se han convertido en seres invisibles (Sosa, 2017). No obstante, ella guarda en su memoria
los recuerdos prohibidos de Horacio con quien vive plenamente la sexualidad, a quien “había
amado sin condiciones” (Moreno, p. 129) y de quien pensaba que “había sido una verdadera
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suerte vivir por primera vez el amor con él” (Moreno, p. 130). Era consiente de las palabras
de Horacio “sería difícil encontrar un hombre capaz de amarla como él lo había hecho”
aunque él mismo fuese el causante de su desgracia como mujer, ya que “fue el propio Horacio
el que había telefoneado para avisarle su intención de escaparse juntos y el sitio donde podía
oportunidades de convertirse como su tía o su padre, quienes para su madre y Ernesto son
indignos. Entonces, concibe el suicidio como una solución efectiva a sus problemas. Hasta
el fin de sus días fue víctima del machismo de la época, de las traiciones amorosas y de la
culpabilidad ocasionada por terceros, observándose con “su triste y remota cara: de payaso
instauradas bajo los preceptos de la religión y la época, no es más sino una visión de la
sociedad colombiana. Los mecanismos de opresión se exponen en Algo tan feo en la vida de
sin embargo, en el cuento en cuestión, la mujer sigue siendo oprimida, al punto de encontrar
remedio en el suicidio.
Por otra parte, la sexualidad instaura los tejidos del patriarcado en este cuento. La
una sociedad machista que disfruta el poderío y la subyugación hacia la mujer, no contrae
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posturas feministas, permanece neutral; lo que brinda credibilidad y la posesiona como una
de las mejores escritoras de Colombia durante el siglo XX y a su vez, una de las más
inexploradas literariamente.
Referencias bibliográficas
Betancourt, V., & Esneider, J. (2019). Manifestaciones del erotismo con referencia a
la figura femenina, en dos obras de la narrativa colombiana: Batallas en el monte de venus,
de Óscar Collazos, y, Algo tan feo en la vida de una señora bien, de Marvel
Moreno (Doctoral dissertation).
Moreno, Marvel (2001) Cuentos completos. Ed. Jacques Gilard y Fabio Rodríguez.
Bogotá: Norma. Print.