Biopilas
Biopilas
Biopilas
Las biopilas son una forma de tratamiento de suelos contaminados de tipo ex situ; el suelo a limpiar es
extraído de su sitio original y llevado a un lugar de tratamiento.
Este tratamiento se utiliza especialmente para biodegradar compuestos del petróleo. La biodegradación
se lleva a cabo principalmente por dos grupos de microrganismos: las bacterias y los hongos. Las
bacterias tienen un crecimiento muy rápido y una mayor capacidad de adaptación a los medios
contaminados.
Los suelos contaminados con estos compuestos orgánicos son apilados en montones o pilas sucesivas y
se estimula la actividad microbiana aeróbica mediante aireación y adición de nutrientes, minerales y
agua, obteniendo la degradación a través de la respiración microbiana.
El incremento de la actividad microbiana es proporcional a la reducción de las concentraciones de
contaminantes.
Biopilas Alargadas: En éste, el material a compostear se apila sobre una plataforma en montones
alargados. En este tipo de biopila, la aireación se realiza mediante el mezclado manual o mecánico de la
composta, proceso que a su vez permite homogeneizar la temperatura. El sistema de biopilas alargadas
es el proceso de composteo más económico y sencillo.
Biopilas Estáticas: A diferencia del caso anterior, las biopilas estáticas no necesitan mezclarse
mecánicamente, ya que la aireación y homogeneización del calor en la composta se lleva a cabo por
medio de un sistema de inyección o extracción de aire, mediante tubos colocados en la base alineados
paralelamente a lo largo de la pila.
La efectividad de la biopila depende de los siguientes factores:
1. Características del suelo. Por ejemplo, un suelo poroso facilita la distribución y movimiento del agua y
aire, promoviendo la degradación.
2. Preparación de la base: La base de la biopila puede consistir de una capa de arcilla compactada, o
bien, se puede utilizar un área pavimentada como la de un estacionamiento. La base debe contar con
una pendiente de 2 a 3 por ciento para evitar el almacenamiento de lixiviados en la base de la biopila. La
base debe de proporcionar una barrera contra la migración potencial del contaminante en el suelo
subyacente.
3. Aeración: La biopila debe contar con un sistema de aeración para que exista el suministro de oxígeno
suficiente y de esta forma los microrganismos degraden los compuestos. La aireación de los suelos no
solo introduce oxígeno al suelo, sino que además redistribuye los nutrientes, contaminantes y
microorganismos, favoreciendo la degradación de los contaminantes.
Se requiere la instalación de tuberías ranuradas o perforadas que se colocan a diferentes alturas a través
de la biopila, de manera que el aire penetre en todo lugar. El suministro puede ser activo o pasivo, en el
método pasivo se deja que el aire penetre naturalmente, los sistemas de ventilación activos son la
inyección y extracción de aire con maquinaria o tuberías.
4. Adición de agua: Los microrganismos requieren humedad para transportar los nutrientes y llevar a
cabo los procesos metabólicos. Sin embargo, un exceso de humedad es indeseable debido a que el agua
ocuparía gran parte de los poros del suelo, reduciendo la eficiencia de aeración, también el exceso de
agua incrementa la generación de lixiviados.
5. Adición de nutrientes: Los microrganismos que degradan los hidrocarburos en una biopila utilizan a
estos como fuente de carbono y energía. Los nutrientes inorgánicos principales para la biodegradación
son el nitrógeno y el fósforo
Los nutrientes se disuelven en agua y se rocían en el suelo antes o durante la construcción de la biopila,
o bien, en forma granular mezclada con el suelo.
6. Colección de lixiviados:
Para un sistema permanente de biopilas se instala un sistema de colección de lixiviados, que consta de
una tubería perforada en la base de la biopila del lado hacia donde se dejó la pendiente.
La altura común de las biopilas va de 2 a 4 m. En la parte superior de la pila se coloca una cubierta para
evitar emisión de compuestos volátiles a la atmósfera y, por debajo de ésta, las tuberías del sistema de
riego y adición de nutrimentos. En la parte baja se recolectan los efluentes, a los que se les da un
tratamiento de limpieza (separación de los compuestos orgánicos) para reutilizar el agua que contienen.
Compostaje
El composteo es un proceso biológico consiste en estimular la actividad biodegradadora, aerobia y
anaerobia, de microorganismos, mediante el cual es posible convertir residuos orgánicos en materia
orgánica estable (composta madura, abono excelente para la agricultura)
Las aplicaciones más comunes del composteo incluyen el tratamiento de residuos agrícolas, de desechos
de jardinería y cocina. Sin embargo, investigaciones han demostrado que es una solución de bajo costo y
tecnológicamente efectiva para remediar suelos contaminados por residuos orgánicos peligrosos como
los HTP (hidrocarburos totales de petróleo), solventes, explosivos, pesticidas e HAP (hidrocarburos
aromáticos policíclicos).
El material contaminado debe mezclarse con sustancias orgánicas sólidas biodegradables como aserrín,
paja, estiércol, compostaz madura y desechos agrícolas. Debido a que los contaminantes orgánicos
comúnmente no se encuentran en concentraciones suficientes para soportar un proceso de composteo.
Estos materiales son conocidos como agentes de volumen y se utilizan en el proceso de composteo con
tres finalidades básicas: a) asegurar la generación del calor necesario para el proceso; b) mejorar el
balance y disponibilidad de nutrientes para la actividad microbiana y c) aumentar la porosidad de la
composta y con esto la aireación y capacidad de retención de agua.
La biodegradación de este material orgánico agregado produce el calor necesario para favorecer el
crecimiento de altas concentraciones de microorganismos que, generalmente, son los responsables de
la degradación de los contaminantes existentes en el suelo. (Los cambios de temperatura son muy
comunes en estos sistemas)