Especies Forrajeras Por José Alberto Mila Prieto. I.A MSC
Especies Forrajeras Por José Alberto Mila Prieto. I.A MSC
Especies Forrajeras Por José Alberto Mila Prieto. I.A MSC
Las gramíneas comprenden una familia botánica de las mas numerosas con 700
géneros y 12.000 especies, cerca del 80% de las plantas forrajeras son gramíneas y
entre estas se encuentran alrededor de 10.000 especies de pastos forrajeros
(Freeling 2001) . En el mundo las leguminosas abarcan 750 géneros con 19.000
especies (Graham y Vance 2003), estos 2 grupos de vegetales dotan al hombre del
mayor número de plantas útiles para sus múltiples actividades cotidianas. Desde el
punto de vista productivo los pastos y forrajes son el sustento alimenticio más
abundante y económico para todos los herbívoros incluyendo rumiantes y
monogástricos. Los compuestos orgánicos fuente de fibra y carbohidratos para los
animales domésticos y salvajes son los constituyentes normales de la pared celular
de las especies forrajeras, es decir la celulosa y hemicelulosa que forman el
complejo hidro-carbonado más cuantioso en el reino vegetal.
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Para nadie es un secreto la necesidad cada vez mas apremiante de productos
alimenticios limpios y sanos que solo se consiguen con prácticas agrícolas
ambientalmente inocuas y que se basan en el empleo de minerales naturales y
recursos vegetales que como en el caso de los forrajes aportan una dieta para los
animales sana, balanceada y nutritiva. En los sistemas de producción la utilización
apropiada de las especies forrajeras garantiza un claro beneficio en la mayor
productividad ganadera y en la conservación y protección de todos los recursos
naturales y en la oferta de alimentos con un alto valor agregado, en términos de su
origen.
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Maní forrajero (Arachis pintoi)
Soya perenne (Glycine wightii)
Leguminosas
Amor seco (pega pega, cadillo) (Desmodium spp)
Bejuco de chivo (Centrosema spp)
Eritrina (poró, pizamo) (Erythrina spp)
El establecimiento de Pasturas es una etapa clave para obtener éxito a largo plazo,
tanto en la producción de forraje y producción animal, como en la rentabilidad de la
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empresa ganadera; si fallamos en el establecimiento los costos por resiembras o
renovaciones pueden ser elevados y bajar notablemente la productividad.
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vegetativas de las plantas (tallos, cañas, estolones, cepas, etc.). En la Tabla 1 se
incluye información sobre densidades de siembra recomendables para algunas
gramíneas y leguminosas forrajeras tropicales, tanto para material sexual como
vegetativo. Como método de siembra se recomienda el establecimiento por surcos
para lograr una pradera homogénea.
LEGUMINOSAS
Campanita 3 - - 35 70
Desmodium 5 15 - 30 80
Estilosantes 5 15 - 20 70
Guandul 12 15 - 10 40
Kudzu Tropical 6 20 2-3 (estol.) 85 160
Soya Perenne 6 18 - 25 70
Alfalfa 12 15 2-3 (estol.) 30 90
Trébol Blanco 4 20 - 20 60
Trébol Rojo 6 8 - 25 70
Vicia 8 12 - 15 30
Frijol Terciopelo 10 20 - 30 100
Canavalia 10 20 - 50 120
Caupi 15 20 - - 15/corte
Ramio (Urticacea) 10 25 2-3 15 80
(rizomas)
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De la tabla anterior se deduce que el uso de semilla certificada es más económica
por la menor densidad de siembra requerida; a su vez se observa que la producción
de forraje verde por año aumenta significativamente cuando la pastura es fertilizada
así mismo se aprecia que algunas especies solo se pueden propagar por material
vegetativo ya que no producen semillas o cariópsides fértiles en condiciones del
trópico por efectos del fotoperiodo.
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nutrientes que hacen las especies forrajeras en el sistema de praderas, tal como lo
indican los resultados que se presentan en la tabla 2, donde se observa las altas
demandas anuales de nutrientes mayores en varios pastos de uso común en
sistemas ganaderos de América Latina.
Por otra parte, después de un uso prolongado de las praderas suceden cambios
importantes en la estructura física del suelo, por ejemplo la reducción del espacio
entre partículas, lo cual disminuye su porosidad y en consecuencia la circulación de
agua y de aire, además aumenta la escorrentía, disminuye el desarrollo de las raíces
y la extracción de nutrientes que se encuentran a mayor profundidad en el perfil del
suelo; entonces las plantas pueden presentar deficiencias de estos, en los suelos
compactados el agua corre por la superficie, arrastrando partículas y materiales de
deposito haciendo evidente el proceso de erosión.
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plaguicidas ha incrementado no solo los costos de producción si no los costos
ambientales.
MS Kg/Ha. Corte
Tipo de pradera Kikuyo Arvenses
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en las épocas secas lo que a su vez se traduce en los descensos en la producción
de leche, carne y crías, las capacidades de carga se reducen en mas del 50%. Las
deficiencias estacionales de forraje también inducen a pérdidas de peso y
condición corporal de los animales, como consecuencia de ello se presentan
reducciones sensibles en factores de producción y reproducción de las empresas
ganaderas.
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Labranza. Cuando el suelo presenta una condición de compactación, el empleo de
implementos mecánicos que permiten romper esas capas duras, promueven una
mayor profundidad efectiva, una mejor infiltración y por lo tanto una adecuada
circulación de aire, de agua y una mejor translocación de minerales del perfil del
suelo a la planta. Por otra parte el corte mecánico propicia la regeneración de
material vegetativo de propagación, como radículas, rizomas y estolones. También
con la remoción del suelo se activan los procesos de mineralización, los cuales
hacen más disponibles, el Nitrógeno, el Azufre y el Fósforo de la materia orgánica,
los cuales pueden ser utilizados eficientemente por las plantas antes de que sean
inmovilizados ó se pierdan por lixiviación. Adicionalmente la labranza en la pradera
degradada estimula la germinación de las semillas residuales de especies
introducidas, incorpora las excretas animales y controla la vegetación indeseable
(Hoyos et al, 1994).
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Cultivos limpios. En diversas áreas ganaderas se acostumbra con buen criterio a
renovar praderas de pastos mediante cultivos limpios como Papa, Maíz, o
Cereales menores (Avena, Cebada) para climas fríos y Arroz, Soya y Maíz para
clima cálido. Desde el punto de vista de preparación de suelos las labores se
reducen considerablemente, ya que el terreno se mecaniza para el cultivo limpio y
el rebrote del pasto posterior a la cosecha del producto agrícola, se espera que
sea prolífico por el beneficio de las prácticas agronómicas realizadas al cultivo
(preparación de suelos, fertilización, control fitosanitario, etc). Esta alternativa
puede enmarcarse dentro de los sistemas agropastoriles.
En trabajos realizados en zonas del altiplano Andino se aprecian las bondades del
desarrollo de procesos de renovación de praderas, como se demuestra en una
evaluación de la producción de forraje y la composición botánica de las praderas
en su estado original (antes de los tratamientos) y a los 56 días de rebrote
después de realizado un pastoreo controlado (Tabla 4).
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Tabla 4. Disponibilidad de materia seca y composición botánica de una pradera en
su estado original (PD), y a los 56 días de renovada (PR). (Mila P, A. 2002)
Composición MS
Especie botánica % KG/HA
PD PR PD PR
Kikuyo (Pennisetum clandestinum) 71.8 37.75 2219.85 2444.8
Raigrás (Lolium hybridum) 8.8 38.5 272.06 4209.12
Falsa poa (Holcus lanatus) 1.2 1.0 37.01 12.4
Tréboles (Trifolium spp) 1.4 23.25 43.28 533.75
Azul orchoro (Dactylis glomerata) 0.2 6.18
Lengua de vaca (Rumex crispus) 4.0 1.25 123.6 38.0
Junquillo (Eleocharis sp) - 0.25 - 1.20
Suelo desnudo 3.4 - - -
Tejido muerto 9.2 - 284.43 -
Totales 100 100 2986.48 7239.15
PD: Pradera degradada; PR: Pradera renovada
Se observa en la tabla 4 que la proporción de pasto kikuyo pasó de cerca del 72%
en la pradera original a casi 38% en la pradera renovada y las poblaciones de
raigrás aumentaron del 9% a 38.5% La cobertura de los tréboles pasó de 1.4% a
23% y la producción total por hectárea de aproximadamente 3 toneladas, aumentó
a 7.2 toneladas es importante anotar que el aporte de tejido muerto o inerte con
284 kg/ha y las áreas desnudas con 3.4% de la cobertura en la pradera
degradada, pasaron a cero en la pradera renovada lo que es indicativo de que la
pradera se rehabilitó y que su capacidad productiva se incrementó notablemente.
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Disponibilidad de forraje. Una estimación importante en las praderas es medir el
forraje en oferta o sea la cantidad de forraje total en base seca presente por
unidad de área en un momento dado y bajo un determinado sistema de pastoreo.
En la medida en que se aumenta la intensidad de pastoreo por una mayor carga
animal o por una menor frecuencia de pastoreo, disminuye la oferta total de forraje
hasta llegar a un punto de sobrepastoreo donde la cantidad más que la calidad
limita la producción animal. Ahora cuando la disponibilidad de forraje excede la
capacidad de carga animal entonces la pradera se madura antes de ser
pastoreada y su valor nutritivo decrece llegando a un punto de subpastoreo donde
la calidad más que la cantidad afecta también la producción animal.
Forraje residual. Se estima después del pastoreo y se hace una vez que los
animales han salido de los potreros, igualmente se evalúa el forraje verde y el
forraje seco así como la composición botánica, lo cual permite establecer niveles
de preferencia y consumo por los animales en pastoreo, así como aproximarse a
la definición de tasas de crecimiento de las diferentes especies presentes en la
pradera.
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de planta a las partes de la misma, a la edad y a factores ecológicos como el
suelo, la altitud, las lluvias, la radiación solar y la temperatura.
Pastoreo Selectivo. No todas las especies forrajeras son igualmente apetecidas por
el animal, ni son igualmente gustosas en las mismas fases de crecimiento, por esto
el animal que pastorea una pradera heterogénea selecciona las especies más
deliciosas o palatables lo cual es perjudicial cuando hay sobrepastoreo o alta carga
animal, con el tiempo las especies gustosas desaparecen y dan oportunidad a las
malezas de establecerse y con ello la pradera se degrada. Si el manejo es bien
programado con descansos apropiados y carga ajustada, las especies forrajeras
gustosas serán favorecidas y persistirán durante un tiempo más prolongado debido a
la oportunidad que tienen de recuperarse vigorosamente después de los cortes o
pastoreos.
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Pastoreo Continuo. Consiste en tener los animales en un mismo potrero durante
todo el tiempo hasta que cumpla su fase productiva. En este sistema el animal tiene
mayor oportunidad de seleccionar su alimento y con cargas altas las especies más
gustosas, serán preferidas por los animales y no tendrán persistencia por el
sobrepastoreo practicado sobre ellas, las especies no consumidas cubrirán
paulatinamente la pradera y la productividad animal se verá afectada. Con cargas
bajas el animal siempre seleccionará las especies palatables y eventualmente
sobrará pasto, pero de especies poco aceptadas por el ganado las cuales al tener
menos competencia, cubrirán el área en corto tiempo y la pradera se degradará. En
potreros muy extensos los animales van buscando las mejores especies y tienen que
caminar largos trechos seleccionando el forraje por lo cual gastan mucha energía y
dan origen a caminos o sendas que por el excesivo pisoteo se convierten en áreas
descubiertas, en las cuales no se desarrollará el pasto. Las ganancias diarias de
peso por animal son mayores que en otros sistemas de pastoreo pero la producción
por hectárea es siempre menor ya que la carga que puede sostener una pradera en
pastoreo continuo es menor que la que se consigue en pastoreos alternos y
rotacionales. El ganadero utiliza este sistema debido a la baja inversión en cercas,
saladeros, bebederos, establos, etc., además requiere poca administración. Sin
embargo, la desaparición de las especies deseables y la baja productividad
animal/ha inciden en el uso inadecuado de la finca. Hay justificación en el uso de
este sistema en zonas donde el costo de la tierra es muy bajo y la fertilidad del suelo
es tan pobre que las inversiones en el mejoramiento de praderas serían muy
onerosas.
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consumo y producción de forraje es más uniforme y regulado y por lo tanto la
productividad de la finca se incrementa.
Voisin (1959) introdujo unas leyes que tienen aplicación en el pastoreo en rotación
en 4 aspectos:
1. Intervalo suficiente de descanso: Esto con el fin de que el forraje acumule los
carbohidratos de reserva para un crecimiento vigoroso después del pastoreo
y tener mayor producción de forraje de adecuada calidad en suficiente
cantidad.
2. Período de ocupación corto: Una planta cosechada inicialmente no debe
volver a ser cosechada nuevamente por el animal en el mismo período de
ocupación.
3. El pasto de mayor calidad lo deben cosechar los animales de mayores
requerimientos fisiológicos,
4. Un animal productivo (vaca lechera) para producir cantidades regulares de
leche no debe permanecer más de 3 días en un potrero, lo mejor es un solo
día.
Foto 4. El buen uso del pastoreo hace mas eficiente los sistemas de producción
ganaderos. (Mila, P. A)
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sostenidos durante todo el año. La mejor manera de afrontar la falta de recursos
forrajeros es a través de la conservación de éstos ya sea en forma de ensilaje, heno,
henolaje o harina proveniente de deshidratación. El almacenamiento de este tipo de
alimento puede hacerse durante un tiempo más o menos prolongado si el proceso
de conservación se hace con las técnicas apropiadas y consecuentemente se
obtiene un alimento preservado con características de buena calidad.
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de floración. Recordemos que las plantas forrajeras cuando maduran disminuyen
notablemente su valor nutritivo incidiendo en un ensilaje de baja calidad nutricional.
Llenado y compactación del forraje. Después del corte del forraje con la segadora
se hace un picado fino del material (15 - 20 mm) y se procede a la compactación,
tratando de eliminar rápidamente el aire entre las partículas de forraje para evitar que
las células sigan respirando que se eleve la temperatura e intervengan los mohos y
bacterias butíricas que desnaturalizan la proteína, degradan los carbohidratos y
pudren el producto ensilado. Por esta razón el llenado en el silo debe ser rápido, así
como el apisonado para disminuir la exposición del forraje a las condiciones
atmosféricas. Después de haber llenado el silo se procede a taparlo muy bien para
aislarlo de los efectos climáticos como el oxígeno, las lluvias y la radiación solar.
Cuando el forraje se corta para ensilar, los azúcares se desdoblan a sustancias
simples como el agua y el dióxido carbónico con liberación de calor, elevándose la
temperatura por encima de 60ºC, de tal suerte que si la respiración es continua las
pérdidas de carbohidratos pueden ser totales por esto es fundamental controlar la
respiración tratando de que cese lo mas pronto posible para mantener un gran
remanente de azúcares y almidones que asegure a una fermentación ideal. En el
proceso de ensilado después del corte se inicia la respiración y muerte de células
que puede demorar horas si el apisonamiento y llenado del silo son lentos en este
caso las pérdidas de calidad son significativas, si la expulsión de aire y llenado son
rápidos la calidad es adecuada. Posterior a la muerte de células viene una
fermentación acética y luego el comienzo de la fermentación láctica que puede
desarrollarse hasta por 21 días (Sánchez 1991) al finalizar la actividad microbiana se
estabiliza el pH y la temperatura con mantenimiento de algunos niveles de ácidos
acético y láctico.
Pérdidas en el proceso de ensilado. Aún en los ensilajes mas perfectos hay que
asumir pérdidas sobre todo superficiales que se dan en las paredes laterales y en la
parte superior de los silos elaborados en el campo por acción del agua y del aire. En
forrajes que se guardan muy húmedos se presentan pérdidas por drenaje o efluentes
y muchos nutrientes pueden ser lavados en la fase de apisonamiento, forrajes
almacenados con humedades del 70% o menos no muestran pérdidas por drenaje.
Hay pérdidas por respiración de la planta y fermentaciones bacteriales que
disminuyen principalmente la materia seca. Los carotenos que son precursores de la
Vitamina A se oxidan con facilidad y en silos muy expuestos, las pérdidas son
elevadas, la Vitamina C es descompuesta en su totalidad durante el ensilado
(Arguelles 1992). Es conveniente resaltar que el tapado hermético en silos con
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forrajes humedos ocasiona bajas en la gustosidad del material; ensilados a base de
leguminosas pueden originar excesos de amoniaco que afectan la digestibilidad del
producto. En general las pérdidas se pueden reducir considerablemente con un
proceso cuidadoso en que se haga un rápido llenado, compactación eficiente y
tapado apropiado. En el campo puede haber pérdidas del 5-10% en el momento de
la cosecha; de cualquier manera las pérdidas máximas tolerables para un silo no
deben sobrepasar del 35%.
Secado Natural. Una vez cosechado el forraje debe secarse inmediatamente para
evitar pérdidas de calidad. Cuando hacemos el secado en el campo debemos elegir
días soleados sin riesgo de lluvias (inicios de la época seca), el forraje después de
cortado se apila y se voltea cada 3 horas hasta conseguir una humedad del 20% a la
cual puede ser almacenado. Este método de secado es el mas económico ya que la
energía proviene del sol para reducir la humedad. En general se dice que 3-6 horas
de sol son suficientes para bajar la humedad del forraje a un 20-25% en condiciones
de clima cálido; para áreas de clima frío se necesitan hasta 2 días de labores de
campo para llegar a la humedad deseada.
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entablado en el que se coloca el forraje extendido y a través del cual se induce el
paso de aire con el uso de un ventilador de gran capacidad alimentado con
combustible (ACPM, carbón, luz etc.). Las capas de forraje deben quedar flojas y
bien distribuidas para que el flujo del aire sea homogeneo y seque el forraje al mismo
tiempo. La temperatura de secado puede ser la misma del medio ambiente o un
poco más alta para reducir el tiempo de secado, hay que tener en cuenta que
temperaturas de secado muy altas aumentan los costos operativos y pueden
ocasionar pérdidas del valor nutritivo del producto (Arguelles 1980)
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A.C.P.M. o gas natural, este tipo de instalaciones es costosa y se justifica para secar
materiales forrajeros de gran calidad por ejemplo alfalfa.
Peletización. El forraje una vez seco se puede moler en molinos de martillo hasta
obtener harina. Sin embargo, para facilidad de manejo, transporte y almacenamiento
se aconseja someter a la harina a procesos de presión y temperatura para granularlo
y hacer “pellets” (panelitas) que pueden ser presentados en diferentes formas y
tamaños (cubos, pastillas etc.), estos “pellets” pueden ofrecerse directamente al
animal o ser molidos nuevamente y mezclados en las raciones diarias.
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económicamente el cultivo forrajero. Por ejemplo en el caso de comedores de
follaje (crisomélidos) cuando un 10 a 15% del área está consumida por la plaga se
considera un daño moderado y es el momento de asumir medidas para el control,
también es posible contar el número de larvas, ninfas o adultos por metro 2 o por
planta y definir el índice de umbral económico. En evaluaciones de muchos
patógenos, malezas y algunos insectos se evalúa el daño a través de escalas que
por lo general van de 1 a 4 donde 1 corresponde a un daño inferior al 5% y 4 a un
daño grave con más del 40% de las plantas afectadas, los niveles 2 y 3
corresponden a un daño leve y moderado respectivamente y que generalmente
representa la necesidad de intervenir para establecer el sistema apropiado de
control.
Control cultural. Comprende todas las prácticas agronómicas que tienen por objeto
proporcionarle a las praderas condiciones favorables para su desarrollo y
crecimiento que puedan contribuir a darle un mayor vigor y tolerancia al efecto de
agentes fitosanitarios dañinos. Algunas de las medidas recomendadas incluyen:
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- Los sistemas de pastoreo en rotación con el uso de la cerca eléctrica, permite
regular la carga, los días de ocupación y las alturas e intensidades de pastoreo y por
lo tanto la utilización eficiente del pasto. Las áreas normalmente no pastoreadas
como los bordes, linderos, sitios cercanos a los canales e instalaciones, se deben
cortar o pastorear con terneras, ovinos para evitar focos de insectos, patógenos y
semillas de malezas.
Control Químico. Este tipo de método debe ser complementario a los demás y
solamente empleado en casos específicos y localizados para evitar su impacto
negativo en el medio ambiente. En el caso de uso de pesticidas se deben
seleccionar los menos tóxicos y contaminantes de los recursos naturales, además
los productos químicos tienen un efecto drástico en la población de benéficos y
rompen fácilmente el equilibrio natural, hay efecto residual del producto en fuentes
de agua y en pastos lo que afectaría a animales y humanos, por otra parte los
organismos plaga con el tiempo crean resistencia.
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Si se llega al caso de aplicar agroquímicos se deben tener en cuenta los siguientes
aspectos.
- No olvidar que muchos de los problemas fitosanitarios son de difícil control con un
solo método y por lo tanto es necesario recalcar el uso del manejo integrado
incluyendo la masificación o socialización de este sistema a todos los ganaderos que
padecen estos problemas
Foto 6. El efecto de las plagas en las praderas debe ser evaluado y manejado
racionalmente. (Mila, P. A)
GLOSARIO
Arvense. Vegetación que invade los cultivos y prados artificiales. En general las
hierbas que crecen entre los cultivos y la vegetación útil de las pasturas, en
competencia con las plantas sostenidas por el hombre.
Defoliación. Remoción de las hojas de las plantas que hacen los animales en
pastoreo. La defoliación puede darse por medios biológicos (insectos plaga,
microorganismos patógenos, como hongos, bacterias), por medios artificiales
(cortes mecánicos). La defoliación también puede hacer referencia a la caída
prematura de las hojas por efecto estacional (otoño), o por envejecimiento o
senescencia de las plantas.
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Estolón. Tallo rastrero o aéreo que posee puntos de crecimiento para producir
nuevas plantas. Renuevo o brote lateral más o menos delgado, a menudo muy
largo, que nace de la base de los tallos y tiene raíces adventicias que se arraigan
en el suelo engendrando nuevos individuos propagando vegetativamente la planta.
BIBLIOGRAFIA
25
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Colombia. Facultad de Agronomía. Posgrado en Ciencias Agrarias. Bogotá. D.C.
137 p.
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