RISS: Redes Integradas de Servicio de Salud
RISS: Redes Integradas de Servicio de Salud
RISS: Redes Integradas de Servicio de Salud
La función principal de las RISS es proveer servicios de salud integrales a la población, de forma
equitativa, con el objetivo de promover, preservar y/o recuperar la salud de las personas y de la
comunidad en general.
Para lograrlo, RISS deben ser capaces de identificar claramente las poblaciones y las
áreas geográficas bajo su responsabilidad.
Las RISS que se organizan sobre la base de áreas geográficas definidas tienen una ventaja
comparativa mayor con relación a los sistemas que no se organizan sobre una base territorial,
particularmente en lo que se refiere a la posibilidad de implementar acciones de salud pública,
promover acción intersectorial e intervenir en los determinantes sociales de la salud.
Para lograr la prestación de servicios de salud integrales, las RISS cuentan con una amplia gama de
establecimientos de salud que incluyen centros ambulatorios del primer nivel de atención, centros
de enfermería, hospicios, cuidados en el hogar, centros ambulatorios especializados, centros de
rehabilitación y centros hospitalarios. Las RISS disponen de todos los niveles de atención, proveen
servicios electivos y de urgencia, y proporcionan cuidados agudos, de largo plazo y paliativos. Dado
que su enfoque principal es mantener a la población sana, las RISS se preocupan de enfatizar la
entrega de servicios de salud pública y de promoción de la salud.
Las RISS procuran asegurar una distribución equitativa de sus unidades operativas y la proximidad
geográfica a la población servida. Igualmente, las RISS se preocupan por atender tamaños
poblacionales óptimos para facilitar el acceso a los servicios en oferta; garantizar estándares de
calidad en aquellos servicios de especialidad cuyo nivel de calidad depende del volumen de entrega
(por ejemplo cirugía cardiaca o transplante); y maximizar las economías de escala para la operación
de la red. Finalmente, las RISS se preocupan de integrar entre sí los programas focalizados en
enfermedades, riesgos y poblaciones específicas ; los servicios de salud personales ; y los servicios
de salud pública. En situaciones donde los gestores de servicios de salud no cuentan con todos los
niveles de atención ni con todos los servicios necesarios, la materialización de este atributo se puede
lograr mediante la integración virtual con proveedores de distinta naturaleza.
En una RISS, el primer nivel de atención juega un papel clave en el funcionamiento adecuado de la
red como un todo.
Es el componente de la red que desarrolla los vínculos más profundos con los individuos, las familias
y la comunidad, y con el resto de los sectores sociales, facilitando así la participación social y la
acción intersectorial.
Funciona como puerta de entrada al sistema y garantiza el acceso equitativo a servicios esenciales
a toda la población.
Este nivel provee cuidado integral capaz de resolver la mayoría de las necesidades y demandas de
salud de la población a largo del tiempo y durante todo el ciclo vital.
El primer nivel de atención desempeña además un papel muy importante en la coordinación del
continuo de servicios y del flujo de información a través de toda la red de servicios, sin importar
donde se ubica el sitio de atención. También es el nivel más crítico para lograr la integración
operativa de los programas focalizados en enfermedades, riesgos y poblaciones específicas, los
servicios de salud personales y los servicios de salud pública.
El personal multidisciplinario de salud puede moverse a través de toda la red de servicios y proveer
cuidados en diferentes sitios tales como hogares, escuelas, lugares de trabajo y la comunidad en
general. Del mismo modo, especialistas de distintas disciplinas pueden proveer servicios de salud
en este nivel de atención.
Las RISS se caracterizan por brindar una atención de salud centrada en la persona, la familia y la
comunidad/territorio. El cuidado centrado en la persona significa que este se enfoca en la “persona
como un todo”, es decir, el cuidado considera las dimensiones físicas, mentales, emocionales y
sociales de la persona a lo largo de todo su ciclo vital.
Lo anterior significa también que los servicios de salud incorporan los enfoques interculturales y de
género en el cuidado de la salud. Implica el grado de conocimiento que el personal de salud tiene
sobre la persona; que el cuidado se adapte a las necesidades específicas de la persona; que haya
empatía, respeto y confianza; y que el proceso de decisión clínica sea compartido entre el proveedor
y la persona. Significa facultar a las personas para que gestionen mejor su salud mediante
estrategias tales como la educación para la salud, el autocuidado y la autogestión de la enfermedad.
El cuidado centrado en la persona se vincula también al enfoque centrado en los derechos (y en
ocasiones deberes) de las personas o pacientes con respecto a la atención sanitaria, el cual ha sido
plasmado en algunos países en las denominadas “Cartas de los Pacientes”. Por otra parte, el
enfoque familiar y comunitario significa que el cuidado aborda los problemas del individuo en el
contexto de sus circunstancias familiares, de sus redes sociales y culturales, y de las circunstancias
en las cuales las personas viven y trabajan.
Por último, significa también que las familias y las comunidades son, en sí mismas, receptoras y en
ocasiones prestadoras de servicios de salud (ej. cuidados en el hogar), respetando las diversidades
de género, culturales, étnicas y de otro tipo que pudieran existir dentro de la comunidad