Texto Paralelo, Arbitraje y Conciliacion Guatemala
Texto Paralelo, Arbitraje y Conciliacion Guatemala
Texto Paralelo, Arbitraje y Conciliacion Guatemala
Año:
04 de Agosto de 2019
1ra. Semana:
1.1 Definición
Arbitraje y conciliación
Son procedimientos a través de los cuales, por acuerdo de las partes se somete la toma de
decisiones a un árbitro o a un tribunal de varios árbitros que dictan una decisión sobre la
controversia que es obligatoria para las partes.
El proceso arbitral consiste en un procedimiento sui géneris, mediante el cual, por expresa
voluntad de las partes, se difiere la solución de conflictos privados transigibles a un cuerpo
igualmente colegiado integrado por árbitros, los que transitoriamente quedan investidos de
jurisdicción para proferir un laudo con la misma categoría jurídica y los mismos efectos de
una sentencia judicial.
Alfonso Calvo define el arbitraje al indicar que en el mismo las partes concurren de común
acuerdo o bien a través de un mandato que estipula el legislador: “Arbitraje es aquel al que
las partes concurren de común acuerdo o por mandato del legislador y que se verifica ante
tribunales especiales, distintos de los establecidos permanentemente por el Estado, elegidos
por los propios interesados o por la autoridad judicial en subsidio o por un tercero en
determinadas ocasiones”.
El arbitraje consiste en una jurisdicción que la voluntad de las partes o la ley da a simples
particulares para pronunciarse sobre una o más controversias siempre que no sean de
aquellas que por su naturaleza no puedan someterse al compromiso.
Reseña histórica
El proyecto se basa en gran parte en la Ley uniforme de la comisión de las Naciones Unidas
para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL o CNUDMI).
La ley modelo en una creación de la Comisión de las Naciones Unidas para el derecho
mercantil internacional (UNICITRAL o CNUDMI).
El autor Julio Benetti: “El análisis mundial de las leyes nacionales sobre arbitraje pone de
manifiesto notables disparidades no sólo en cuanto a las disposiciones y soluciones
concretas, sino también desde el punto de vista de la evolución y el perfeccionamiento.
Algunas leyes, que a veces datan del siglo XIX y que equiparan, a menudo, el proceso
arbitral a litigios ante los tribunales judiciales, pueden considerarse anticuadas. Otras
pueden calificarse de fragmentarias en el sentido de que no regulaban todas las cuestiones
pertinentes. A pesar de que ese criterio resulta explicable por cuanto aún hoy la gran
mayoría de los casos regidos por una ley general de arbitraje tendrían un carácter
exclusivamente nacional, entraña desafortunadamente la consecuencia de que se imponen a
los casos internacionales los principios locales tradicionales y, por lo general, no satisfacen
las necesidades de la práctica moderna”.
El sistema de las leyes modelo es un método de unificación del derecho que consiste en la
redacción de unas reglas destinadas a reemplazar las actualmente existentes en los Estados
interesados; no están integradas ni anexas a una Convención Internacional.
Julio Benetti indica que: “La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional, decidió en su décimo cuarto período de sesiones encomendar a un grupo de
trabajo la elaboración del proyecto tomaron como base el informe del Secretario General
titulado Posibles Características de una Ley Modelo sobre Arbitraje Comercial
internacional”.
El autor Julio Benetti indica que: “Después de que el Grupo de Trabajo de la Comisión
examinó en sus períodos de sesiones las características básicas del proyecto de ley modelo,
así los artículos preparados por la Secretaria y una vez hecha la redacción en los seis idiomas
de la Comisión, se aprobó el texto de dicho proyecto”.
Julio Benetti indica que: “El 21 de junio de 1985, al finalizar su período anual de sesiones, la
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI)
aprobó la Ley Modelo de la CNUDMI O UNCITRAL sobre arbitraje comercial
internacional. La Asamblea general, en su resolución 40/72 de 11 de diciembre de 1985,
recomendó que todos los Estados examinen debidamente la ley modelo sobre arbitraje
comercial internacional, teniendo en cuenta la conveniencia de la uniformidad del derecho
procesal arbitral y las necesidades específicas de la práctica del arbitraje comercial
internacional”.
El anteproyecto de la ley de arbitraje recoge, la citada ley modelo de UNCITRAL, que fue
preparada para el Ministerio de Economía, el cual, luego de someterlo a la revisión de sus
asesores internos, así como de órganos especializados en la materia, estimó pertinente
elevarlo a la presidencia de la República para que ésta, lo remitiera si lo estimaba
procedente, como iniciativa de Ley del Congreso de la República, dicho organismo aprobó el
3 de octubre de 1995 la Ley de Arbitraje. El 17 de noviembre de 1995 fue publicada en el
Diario Centroamérica entrando en vigor el 25 de noviembre de 1995.
También, el Código Civil, Decreto Ley 106, en la Segunda Parte Título XXI, regulaba el
contrato del compromiso del Artículo 2171 al 2177.
El régimen legal aplicable al arbitraje antes indicado tenía una serie de normas y
disposiciones que habían dejado de representar los avances más recientes en esta materia y,
por ende, se habían transformado en verdaderos obstáculos para que las partes interesadas
pudieran hacer uso efectivo y continuo del arbitraje.
Entre las normas y disposiciones que habían dejado de representar los avances mencionados,
se tiene a nivel de ejemplo, el caso de la cláusula compromisoria, tal como estaba regulada,
podía ser dejada de respetar fácilmente por una de las partes que la hubiera otorgado
inicialmente; o bien, generaba grandes retrasos en apenas la iniciación del proceso arbitral.
El proyecto se presentó como una iniciativa de ley del Organismo Ejecutivo, a través del
Ministerio de Economía, el 15 de mayo de 1995. El 3 de octubre de 1995, se aprobó en
tercera lectura. Se publicó en el diario Centroamérica el 17 de noviembre de 1995, y entró
en vigor el 25 de noviembre de 1995.
Las normas contenidas en los Artículos 11, 12, 45, 46, 47 y 48 de la presente ley, se
aplicarán aun cuando el lugar del arbitraje se encuentre fuera del territorio nacional”.
a. El Arbitraje Nacional:
Es el que se aplica cuando los elementos que lo conforman, el acuerdo, las partes, el
lugar de arbitraje, el objeto de litigio, y el cumplimiento tiene relación con un solo
Estado.
b. El Arbitraje Internacional:
Contrario al anterior, surge en cualquiera de los siguientes casos:
Cuando las partes de arbitraje tengan sus domicilios en Estados Diferentes
El lugar de arbitraje estuviere ubicado en un Estado diferente al de las partes.
El cumplimiento de la relación contractual fuere en un Estado distinto al de
las partes.
Cuando las partes han convenido que la cuestión objeto del arbitraje esté
relacionada con más de un Estado.
c. Arbitraje a Priori:
Por medio de este arbitraje las partes deciden en un contrato, resolver las
controversias que del mismo sugieren en el futuro, también se le denomina Arbitraje
Obligatorio.
d. Arbitraje a Posteriori:
Las partes por este arbitraje, mediante un acuerdo arbitral, deciden resolver el
conflicto ya surgido entre ellas, también se le denomina Arbitraje Facultativo.
e. Arbitraje Ad Hoc:
El que se efectua por árbitros nombrados por las partes, específicamente para ese
caso y su actividad concluye con el pronunciamiento del laudo, su actuación en
consecuencia es transitoria, solo para el momento.
f. Arbitraje Institucional:
Es aquel arbitraje que se desarrolla por una institución legalmente reconocida para la
administración del arbitraje, institución que tiene su propio procedimiento,
instalaciones, reglamento, etc. Y a la cual recurren las partes para el nombramiento
de las partes.
g. Arbitraje de Equidad:
También conocido como amigable composición, por este arbitraje los árbitros no
están obligados a resolver el conflicto conforme a derecho sino pueden hacerlo
conforme a su leal saber y entender.
h. Arbitraje de Derecho:
Contario al anterior los árbitros deben de resolver conforme a la ley. Este tipo de
arbitraje es que prevalece en la Ley de Arbitraje, la que permite el arbitraje de
equidad únicamente si las partes lo autorizan expresamente.
i. Arbitraje Voluntario:
Se deriva de la voluntad de las partes, mediante el acuerdo arbitral.
j. Arbitraje Forzoso:
Surge cuando la ley lo impone como un medio para solucionar
Un conflicto.
NO ES MATERIA DE ARBITRAJE
Las materias donde las partes no tenían la libre disposición que al tenor del artículo 2158 del
Código Civil, serian:
Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme.
Las materias inseparablemente unidas a otras, sobre las que las partes no tengan libre
disposición.
El arbitraje laboral.
Normas interpretativas
El arbitraje entendido como cualquier procedimiento arbitral, ya sea que sea administrado
mediante una institución, en cuyo caso se está en presencia de un arbitraje institucional, o
por el contrario que se ventile en el procedimiento de conformidad con lo estipulado por las
partes o por lo estipulado en la Ley de Arbitraje en cuyo caso se está en presencia del
arbitraje ad hoc.
1) Cuando una disposición de la presente ley, excepto el artículo 36, deje a las partes la
facultad de decidir libremente sobre un asunto, esa facultad entraña la de autorizar a un
tercero, incluida una institución, a que adopte esa decisión.
2) Cuando una disposición de la presente ley se refiera a un acuerdo que las partes hayan
celebrado o que puedan celebrar o cuando, en cualquier otra forma, se refiera a un acuerdo
entre las partes, se entenderán comprendidas en ese acuerdo todas las disposiciones del
reglamento de arbitraje que en él se pudiera mencionar o incorporar.
3) Cuando una disposición de la presente ley, excepto el inciso a) del artículo 32 y el inciso
a) del párrafo 2) del artículo 41, se refiera a una demanda, se aplicará también a una
reconvención, y cuando se refiera a una contestación, se aplicará asimismo a la contestación
a esa reconvención.
2da. Semana:
2. Acuerdo de arbitraje.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente las partes pueden convenir en someter a arbitraje
cualquier conflicto que se pueda suscitar como consecuencia de un contrato o las
controversias ya existentes y determinadas ya sean materia de un proceso o no, siempre y
cuando las partes tengan la libre facultad de disponer al respecto, es decir, que en lo que se
refiere a materia penal, el estado o la capacidad civil de las personas no pueden ser objeto de
arbitraje.
A través del convenio arbitral las partes pueden someter a arbitraje controversias presentes
como futuras adoptando las cláusulas en un contrato siendo principal o independiente.
Siendo así que hay dos clases de convenio o pactos arbitrales, la cláusula compromisoria y
compromiso arbitral ambas guardan un mismo objetivo, el someter controversias a los
árbitros, pero son diferentes ya que una contiene elementos genéricos es decir, es a priori
(cláusula compromisoria) y la otra se concreta a elementos presentes, es decir, controversias
que ya se están suscitando, o sea a posteriori (compromiso arbitral).
Cláusula compromisoria
Es aquella por la cual las partes en común acuerdo someten solucionar sus conflictos futuros
total o parcialmente en relación con un contrato determinado.
A) La cláusula compromisoria opera para diferencias futuras es por eso que se debe pactar
antes de que se origine cualquier conflicto o controversia entre las partes.
B) Tiene relación directa con un contrato, es decir, no se pueden someter a la decisión de los
árbitros asuntos o diferencias extracontractuales.
La inoperancia de las cláusulas compromisorias puede resultar de que las partes no cumplan
con los plazos estipulados o de la actitud de las partes de revocar o renunciar al acuerdo
arbitral en forma tácita, es decir, se refiere al aspecto práctico o mecánico. Así también
puede resultar que una cláusula compromisoria sea defectuosa debido a que el contrato
principal sea nulo.
Hay por ejemplo cláusulas compromisorias con redacciones patológicas, como la de someter
al arbitraje cuando se redacta el término conflictos y la terminología litigio a un tribunal
ordinario; es por ello que la mayoría de cortes arbitrales han tratado de mantener una
disposición arbitral que no pueda derivarse ningún sentido.
Todo éxito en la solución de diferencias sometidas al arbitraje tiene que ver con la técnica de
elaborar o redactar cláusulas compromisorias. Es por eso que es de suma importancia este
tema ya que el éxito de cualquier negociación final reflejará los esfuerzos de las partes para
crear un proceso viable de resolver conflictos que puedan ser políticos, económicos,
jurisprudenciales y culturales.
El compromiso arbitral
Es aquel convenio por el cual las partes someten sus controversias presentes y determinadas
relacionadas con un vínculo contractual a la justicia arbitral por medio del cumplimiento de
una cláusula compromisoria o de una disposición de ley por el cual se designan a los árbitros
y se especifica el procedimiento a seguir.
Objeto
Todo acuerdo de arbitraje debe de tener un objeto lícito, determinado y posible. Hay dos
tipos de objeto dependiendo del tipo de pacto arbitral siendo así: a) cláusula arbitral: tiene
por objeto determinado resolver controversias a un futuro que tenga relación directa con el
contrato; b) compromiso arbitral: tiene por objeto determinado la resolución de controversias
que se están ya suscitando, se determina el nombramiento de los árbitros y el procedimiento
arbitral que se va realizar.
El consentimiento
Elementos de validez
Forma
En cuanto a este elemento pueden solamente ser parte aquellas personas que están facultadas
para transigir sobre el objeto del litigio y en forma subjetiva las que son capaces de obrar de
acuerdo con el derecho actual o con el consentimiento del representante legal o por el propio
representante legal.
Como todo contrato el acuerdo de arbitraje genera obligaciones y derechos, es decir, efectos
que los podemos dividir en positivos y negativos.
Así también están los efectos negativos que es la imposibilidad de someter las diferencias de
las partes a la jurisdicción ordinaria en virtud de un acuerdo arbitral.
Es de suma importancia que los efectos negativos se cumplan ya que sería de poca utilidad
exigir el cumplimiento de una obligación de arbitrar cuando se puede sustituir por un
procedimiento legal ordinario.
2.1 formas de acuerdo.
NÚMERO DE ÁRBITROS
Artículo 15, ley de arbitraje decreto no. 67-95 nombramiento de los árbitros
1. Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos 4) y 5) del presente artículo, las partes
podrán acordar libremente o someter al reglamento de la entidad encargada de administrar el
arbitraje, el procedimiento para el nombramiento del árbitro o los árbitros.
a) En el arbitraje con tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro y los dos árbitros así
designados nombrarán al tercero; luego, entre los tres árbitros, designarán a quien
fungirá como presidente del Tribunal Arbitral, y si no logran ponerse de acuerdo,
ejercerá como Presidente el de mayor edad. Si una parte no nombra al árbitro dentro
de un plazo de quince días del recibo de un requerimiento de la otra parte para que lo
haga, o si los dos árbitros no consiguen ponerse de acuerdo sobre el tercer árbitro
dentro de los quince días siguientes contados desde su nombramiento, la designación
será hecha, a petición de una de las partes, por el tribunal competente conforme al
artículo 9.
b) En el arbitraje con árbitro único, si las partes no consiguen ponerse de acuerdo sobre
la designación del árbitro luego de transcurridos quince días desde que se hizo el
primer requerimiento para ello, éste será nombrado a petición de cualquiera de las
partes, por el tribunal competente conforme al artículo 9.
c) Una vez designado un árbitro, éste deberá manifestar por escrito su aceptación dentro
de las dos semanas siguientes a su designación. Vencido dicho plazo, a falta de
manifestación expresa, se tendrá como aceptada tácitamente la designación. Una vez
recaída la aceptación del árbitro único o la del último árbitro, si el tribunal arbitral
estuviere compuesto por más de un árbitro, dicho tribunal arbitral considerará
legalmente constituido.
3. Toda decisión sobre las cuestiones encomendadas en los párrafos 2) ó 3) del presente
artículo, al tribunal competente conforme al artículo 9, será definitiva, y por
consiguiente no cabrá recurso, remedio procesal o impugnación alguna en contra de
dicha decisión. Al nombrar un árbitro, el tribunal tendrá debidamente en cuenta las
condiciones requeridas para un árbitro por el acuerdo entre las partes y tomará las
medidas necesarias para garantizar el nombramiento de un árbitro independiente e
imparcial. En el caso de árbitro único o del tercer árbitro, tendrá en cuenta asimismo
la conveniencia de nombrar un árbitro de nacionalidad distinta a la de las partes, si el
arbitraje fuera internacional.
2. Un árbitro sólo podrá ser recusado, si existen circunstancias que den lugar a dudas
justificadas respecto de su imparcialidad o independencia, o si no posee las calificaciones
convenidas por las partes. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en
cuyo nombramiento haya participado, por causas de las que haya tenido conocimiento
después de efectuada la designación.
4ta. Semana:
Artículo 21, Ley de Arbitraje Decreto No. 67-95, Facultad del tribunal arbitral para
decidir acerca de su competencia
El tribunal arbitral estará facultado para decidir acerca de su propia competencia, incluso
sobre las excepciones relativas a la existencia o a la validez del acuerdo de arbitraje. A ese
efecto, un acuerdo que conste en una cláusula que forme parte de un contrato se considerará
como un acuerdo independiente de las demás estipulaciones del contrato. La decisión del
tribunal arbitral declarando nulo un contrato, no entrañará por ese sólo hecho la nulidad de la
cláusula en la que conste el acuerdo de arbitraje.
El tribunal arbitral podrá decidir las excepciones ha que se hace referencia en los párrafos 1)
y 2) del presente artículo como cuestión previa o en un laudo sobre el fondo. Si, como
cuestión previa el tribunal arbitral se declara competente, cualquiera de las partes, dentro del
plazo de quince días a partir del recibo de la notificación de esa decisión, podrá solicitar del
tribunal competente conforme al artículo 9, que resuelva la cuestión, y la resolución de este
tribunal será definitiva y, por ende, no susceptible de ser revisada por recurso o remedio
procesal alguno. Mientras esté pendiente dicha solicitud, el tribunal arbitral podrá proseguir
sus actuaciones y dictar un laudo.
Tanto en los arbitrajes de derecho como en los de equidad, una vez constituido el tribunal, se
entienden sometidas a él todas las cuestiones conexas con la principal que surjan en el curso
del mismo. En este caso, dichas cuestiones se tramitarán por el procedimiento que las partes
convengan y, en su defecto, por el señalado para los incidentes.
Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a petición de una de ellas,
ordenar a cualquiera de las partes que adopte las providencias cautelares que el tribunal
arbitral estime necesarias respecto del objeto del litigio. El tribunal arbitral podrá exigir de
cualquiera de las partes que haya solicitado la providencia, una garantía suficiente para
caucionar su responsabilidad en conexión con tales medidas.
Asimismo, salvo acuerdo en contrario de las partes, podrá éstas o los árbitros requerir al
tribunal competente de conformidad con el artículo 9, que decrete o levante aquellas
providencias cautelares que deban ser cumplidas por terceros, o bien, para que se obligue
coactivamente a una de las partes a cumplir con una providencia cautelar decretada con base
en el numeral 1 anterior.
5ta. Semana:
Deberá tratarse a las partes equitativamente y darse a cada una de ellas plena oportunidad de
hacer valer sus derechos, conforme a los principios esenciales de audiencia, contradicción e
igualdad entre las partes.
1. Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 23, las partes tendrán libertad para convenir el
procedimiento a que se haya de ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones.
2. A falta de acuerdo, el tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 23,
dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta facultad conferida al tribunal
arbitral incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.
Lugar del arbitraje
1. Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber
acuerdo al respecto, el tribunal arbitral determinará el lugar del arbitraje, teniendo en
consideración las circunstancias del caso, inclusive la conveniencia de las partes.
1. Salvo que las partes hayan convenido otra cosa, las actuaciones arbitrales respecto de una
determinada controversia se iniciarán en la fecha en que el demandado haya recibido el
requerimiento de someter esa controversia a arbitraje.
En cualquier caso, el sucesor a título particular puede intervenir o ser llamado al proceso en
calidad de parte y, si las otras partes consienten en ello, el enajenante o el sucesor universal
puede ser objeto de exclusión.
1. Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en
las actuaciones arbitrales de carácter internacional. A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral
determinará el idioma o los idiomas que hayan de emplearse en las actuaciones. Este acuerdo
o esta determinación será aplicable, salvo que en ellos mismos se haya especificado otra
cosa, a todos los escritos de las partes, a todas las audiencias, y a cualquier laudo, decisión o
comunicación de otra índole que emita el tribunal arbitral.
2. El tribunal arbitral podrá ordenar que cualquier prueba documental vaya acompañada de
una traducción al idioma o los idiomas convenidos por las partes determinados por el
tribunal arbitral.
Demanda y contestación
1. Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por el tribunal arbitral, el
demandante deberá alegar los hechos en que se funda la demanda, los puntos controvertidos
y el objeto de la demanda, y el demandado deberá responder a los extremos alegados en la
demanda, a menos que las partes hayan acordado otra cosa respecto de los elementos que la
demanda y ' contestación deban necesariamente contener. Las partes deberán aportar, al
formular sus alegaciones, todos los documentos que consideren pertinentes o hacer
referencia a los documentos u otras pruebas que vayan a presentar.
1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse
audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos orales, o si las actuaciones se
sustanciarán sobre la base de documentos y de más pruebas. No obstante, a menos que las
partes hubiesen convenido que no se celebrarían audiencias, el tribunal arbitral celebrará
dichas audiencias en la fase apropiada de las actuaciones, a petición de una de las partes.
2. Deberá notificarse a las partes, con suficiente antelación, la celebración de las audiencias
y las reuniones del tribunal arbitral para examinar mercancías u otros bienes o documentos.
3. De todas las declaraciones, documentos o demás información que una de las partes
suministre al tribunal arbitral, se dará traslado a la otra parte.
Asimismo deberán ponerse a disposición de las partes los peritajes o los documentos
probatorios en los que el tribunal arbitral pueda basarse al adoptar su decisión.
Las partes podrán actuar por sí mismas o valerse de representantes que pueden ser
abogados.
Notificaciones
Las partes deberán designar un domicilio especial para recibir comunicaciones escritas. Si
así no lo hicieren al momento de presentar su demanda y contestación, el tribunal arbitral
podrá conminarlas para que lo hagan dentro de un plazo a ser fijado por el mismo tribunal.
1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:
1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral estará facultado para:
A. Nombrar uno o más peritos para que le informen sobre materias concretas que
determinará el tribunal arbitral.
B. Solicitar a cualquiera de las partes que suministre al perito toda la información pertinente
o que le presente para su inspección todos los documentos, mercancías u otros bienes
pertinentes, o le proporcione acceso a ellos.
2. Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando una parte lo solicite o cuando el tribunal
arbitral lo considere necesario, el perito, después de la presentación de su dictamen escrito u
oral, deberá participar en una audiencia en la que las partes tendrán oportunidad de hacerle
preguntas y de presentar peritos para que informen sobre los puntos controvertidos.
1. El tribunal arbitral o cualquiera de las partes, con la aprobación del tribunal arbitral,
podrán pedir la asistencia de un tribunal competente para la práctica de pruebas.
1. Para los efectos a que se refieren los artículos 15 (2) (a) y (b); 15 (3); 17 (2) y (3); 18 (1);
21 (3); 22 (2) y 34 (1), el tribunal jurisdiccional competente al que el tribunal arbitral solicite
asistencia judicial de conformidad con el artículo 9, resolverá dicha solicitud en un plazo
máximo de siete días, sin formar artículo. Contra lo resuelto por el tribunal competente no
cabe oposición ni recurso alguno.