Filogenia y Ontogenia Del SN

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Universidad Nacional Autónoma de México.

Facultad de psicología.

Integrantes del equipo:


Hernández Méndez Nayeli
Rojas Chacón Martha Jessica
Sierra Zurita Denisse Itzel
Vargas Hernández Juan Carlos

Unidad I
Filogenia y ontogenia desde el punto de vista neurobiológico.

Agosto 2019.

Unidad 1. Filogenia y ontogenia desde el punto de vista neurobiológico.

La filogenia hace referencia a los cambios y procesos de evolución que sufren las
especies a lo largo del tiempo. El estudio filogenético del sistema nervioso, no es una tarea
fácil, debido a que el registro fósil no es suficiente para lograr una línea del tiempo perfecta
en la que se especifiquen todos los cambios que han surgido a lo largo de la historia del
planeta (Coward, 2012)

Los seres humanos, poseemos un cerebro proporcionalmente más grande al tamaño


de nuestros cuerpos, ésto, debido a procesos complejos que requieren mayor cantidad de
cuerpos neuronales, así como mayor conectividad entre éstos. El aumento de este órgano
específicamente, trajó consigo diferencias en la conducta de la especie, debido a que se
requiere más tiempo para su maduración, el tiempo de dependencia paternal de un recién
nacido, es mucha en comparación con otras especies; el requerimiento energético también
es diferente debido al tipo de nutrientes que exige, pero estas necesidades, son las que han
llevado al desarrollo de innovación tecnológica (Coward, 2012)

Ahora bien, al tener una madurez cerebral tardía, deberíamos prestarle completa
atención al desarrollo de cada individuo, para ayudarnos a entender qué experiencias de
vida facilitan o dificultan lograr la madurez deseada. Es justo lo que busca la ontogenia,
estudiar a un mismo organismo desde que es concebido hasta que muere (Coward, 2012).
El estudio ontogenético, nos ayuda a estandarizar las características esperadas para que se
de un desarrollo normal y poder identificar las patologías que puedan presentarse durante
este.
Debemos tomar ambas corrientes con la misma importancia al momento de estudiar
el sistema nervioso, pues la evolución de las especies se basa en los requerimientos de
cada individuo en su día a día, por lo que la filogenia no puede ser vista sin consideraciones
ontogenéticas.

1.1. Anatomía comparada del desarrollo del sistema nervioso central.

Una forma forma de estudiar la evolución anatómica y funcional de los órganos, es la


anatomía comparada, la cual se dedica al estudio de las similitudes y diferencias entre las
estructuras orgánicas (​Abdala de Aredez, 2015). El concepto de morfología, fue introducido
por Ghoethe alrededor de 1796 y fue el pionero en estudiar estructuras anatómicas a partir
de la comparación interespecie debido a su interés en encontrar el origen de la forma.

Durante muchos años, la mayoría de los biólogos y médicos, estudiaron la anatomía


de cada especie de forma individual, eran pocos los aventurados a introducir
comparaciones específicamente en órganos como el cerebro. Fue hasta 1999 con la
aparición del programa de investigación “Evolutionary Developmental Biology” que
comienza el devenir de la anatomía comparada ​(​Abdala de Aredez, 2015).

Esta práctica, resulta útil al estudiar el sistema nervioso central, debido a que nos da
una idea del origen de éste, desde el primer registro de una neurona, las primeras sinapsis,
primeras interneuronas o el comienzo de la mielinización axónica. Se logra haciendo la
comparación del tipo de sistema nervioso que poseen distintos tipos de animales, los cuales
se muestran a continuación.

1.1.1. Animales diblásticos.

En esta categoría se encuentran animales que poseen redes axónicas sin un


sistema coordinador central aparente.

Cnidarios.
Son animales acuáticos con simetría radial, como medusas, corales y anémonas.
Sus células nerviosas se encuentran distribuidas sin un orden aparente, la mayoría de ellas
son multifuncionales, o sea que pueden ser tanto sensoriales como motoras o
interneuronas, aunque también poseen algunas que cumplen una función específica como
las células ciliadas que únicamente son sensoriales. Su sinapsis se lleva a cabo a partir de
las producción de serotonina y noradrenalina.

Ctenóforos.
Animales hermafroditas, marinos y bioluminiscentes, tienen ocho filas de brazos con
las cuales logran moverse y algunos poseen tentáculos. Sus redes neuronales se
encuentran mayormente concentradas en forma de anillo alrededor de la zona bucal y al
realizar la sinapsis liberan grandes cantidades de acetilcolina. Tienen un órgano sensorial
que específicamente se encarga de la orientación y el equilibrio repleto de células ciliadas.
1.1.2. Animales protóstomos.

Estos organismos se caracterizan por tener el blastoporo formando parte de la boca


del individuo adulto,la boca se forma primero en o cerca de la apertura del intestino. Tienen
sistema nervioso hiponeuro.

Platizoos.
Son organismos vermiformes planos​, ​de sistema nervioso difuso.

Ecdisozoos.
​ ienen un sistema nervioso centralizado con un cordón ventral y otro dorsal.
T

Lofotrocozoos.
Ya cuentan con un sistema nervioso centralizado, no hay mielinización. Tiene el
sistema nervioso más desarrollado de los organismos protóstomos.

1.1.3. Animales deuteróstomos.

A diferencia de los animales protóstomos, el blastoporo de los deuteróstomos forma


el ano y la boca se abre en el extremo opuesto de la blástula.
Equinodermos (erizos y estrellas de mar).
Poseen simetría radial, endoesqueleto calcáreo, sistema vascular acuoso para
realizar funciones de locomoción, intercambio gaseoso, alimentación y recepción sensorial
(Brusca citado en Arenas & González, 2011). Durante la adultez en la fase larvaria se
observan los órganos sensoriales de vista, olfato y la boca, además de las branquias.

Hemicordados.
Son organismos vermiformes marinos. Se dividen en enteropneustos o balanoglosos
(tienen probóscosis anterior, un collar medio y un trono anterior) y los pterobranquios. los
hemicordados son sésiles o sedentarios, con una capacidad limitada para moverse. Aunque
no tienen una notocorda, presentan un complejo corazón-riñón sostenido por una estructura
similar (Brusca citado en Arenas & González, 2011). Comparten algunas similitudes con los
equinodermos: la división del cigoto es radial y las larvas presentan una notocorda dorsal
(Perez, Galbany, Romero, 2010).

Urocordados o tunicados.
Son animales marinos cubiertos por una túnica exoesquelética, poseen branquias
faríngeas y dos sifones. La notocorda es dorsal.

Vertebrados.
Poseen notocorda ventral al cordón nervioso, cresta neural, somitas musculares,
hendiduras branquiales, esqueleto. La mayoría poseen dentina, esmalte y hueso (Brusca
citado en Arenas & González, 2011).
1.2. Introducción al neurodesarrollo ontogénico del sistema nervioso central.

El desarrollo ontogenético hace referencia a todo proceso o eventualidad que ocurre


desde el momento de la concepción de un individuo, ya sea humano u animal, hasta su
muerte. Dado esto, el sistema nervioso tiene también un desarrollo ontogenético que va a
ligarse a las experiencias vividas por el sujeto y la maduración biológica.

El sistema nervioso tiene su inicio de desarrollo a partir de la concepción, alrededor


del catorceavo día después de la fecundación del óvulo. En este día se empieza a formar la
capa ectodérmica que da origen a la cresta neural, la cual formará el sistema nervioso
periférico, al neuroectodermo, que se encargará de formar el sistema nervioso central y al
ectodermo no neural, que formará placodas craneales que dará origen a los órganos
sensoriales y algunos ganglios de los pares craneales. Este sistema nervioso central tiene
etapas de conformación. En la etapa de gastrulación (alrededor de la tercera semana de
gestación) el embrión, que se conformaba de epiblasto e hipoblasto, se vuelve una
estructura de tres capas, la placa neural: ectodermo, mesodermo y endodermo ( Bayona,
2012).

Al final de la tercera semana, la placa neural se vuelve el tubo neural, dado como
resultado una estructura cilíndrica de dos neuropolos. Esta etapa se llama neuralización, y
tiene dos partes: la neuralización primaria (anterior), donde las células de la placa se
vuelven pliegues neurales que forman el cilindro, y la neuralización secundaria (posterior),
donde el tubo se ahueca y se empieza a cerrar a medida que los pliegues se encuentran en
la línea media dorsal. Antes de finalizar el cierre del tubo neural inicia una diferenciación
macroscópica, originando las vesículas primarias: el cerebro anterior o prosencéfalo, el
cerebro medio o mesencéfalo y el cerebro posterior o romboencéfalo. El tubo neural
restante se transforma en la médula espinal.

Cuando se cierra la parte posterior del tubo, las vesículas ópticas se extienden a
cada lado del prosencéfalo. Estas vesículas ópticas hacen parte de las vesículas
secundarias. El prosencéfalo se subdivide: telencéfalo, el cual forma los hemisferios
cerebrales y los ventrículos laterales y el diencéfalo, que forma regiones talámicas,
hipotalámicas y el tercer ventrículo. Finalmente el mesencéfalo no se divide y forma el
acueducto cerebral o de Silvio y el romboencéfalo se divide en metencéfalo, que origina el
cerebelo y el mielencéfalo, que forma la médula oblonga. Ambas vesículas formadoras del
cuarto ventrículo (Bayona, 2012).

1.2.1. Desarrollo prenatal de las neuronas.


El desarrollo de las neuronas es un proceso necesario, ya que está implicado en la
formación y funcionamiento de diversas estructuras del sistema nervioso. Dentro de este
proceso se encuentra 5 mecanismos celulares (Dominguez, 2016):
Proliferación y neurogénesis.
Consiste en la multiplicación de células precursoras neurales (neuroblastos). Este
proceso comienza, aproximadamente, en el tercer mes de gestación. Casi todas las
neuronas y células gliales del sistema nervioso se multiplican en el neuroepitelio de las
zonas ventricular (ZV) y subventricular (ZSV) del tubo neural. La ZV origina, principalmente,
neuronas (piramidales); mientras que la ZSV produce tanto neuronas (interneuronas
corticales) como células gliales. La ZV es la que más neurogénesis realiza, ya que de ahí se
producen hasta un 90% de las neuronas de la corteza cerebral.

Migración y diferenciación neuronal.


La migración neuronal es el proceso por el que los neuroblastos o células nerviosas
inmaduras (neuronas que carecen de axón y dendritas) viajan desde las zonas progenitoras
(ZV y ZSV) hasta su destino definitivo. Este suele ocurrir aproximadamente entre el tercer y
quinto mes de gestación. Existen dos tipos de migración neuronal: la migración tangencial
que es cuando las neuronas migran en la dirección paralela a las paredes del tubo neural y
la migración radial cuando las neuronas viajan en dirección perpendicular a las paredes del
tubo neural. Para poder migrar, las neurona tiene medios de locomoción entre las cuales
están método de movimiento mediado por los cambios en la localización del suma y el
mediado por neuroglia.

La diferenciación neuronal se logra cuando la neurona ha llegado a su ubicación


final. Esta diferenciación depende de la configuración genética de la neurona, de la
interacción con otras neuronas y del ambiente de la ubicación final. A partir de este
momento las neuronas inmaduras comienzan a adquirir su forma final desarrollando axones
y demás prolongaciones.

Sinaptogénesis.
Una vez que las neuronas llegan a su destino final se agrupan de tal forma que
empiezan a originar las primeras conexiones sinápticas. La sinaptogénesis, aparte de
consistir en la sobreproducción de sinapsis, también consiste en la arborización neuronal
(desarrollo de dendritas y espinas dendríticas de las neuronas). Este proceso comienza
aproximadamente hacia el final del último trimestre de gestación prenatal, pero continúa
después del nacimiento hasta llegar a los dos años de edad.

Mielinización.
Una vez que las neuronas desarrollan sus prolongaciones, los axones serán
recubiertos por vaina de mielina. Esta sustancia es generada por células gliales,
oligodendrocitos en el sistema nervioso central y por células Schwann en el sistema
nervioso periférico. Este proceso comienza en la decimosegunda y decimotercera semanas
posteriores a la concepción en regiones caudales, y continúa progresivamente durante la
infancia, la adolescencia y hasta la adultez en regiones rostrales.
La vaina de mielina sirve como un aislante eléctrico para otras neuronas y, a su vez, las
neuronas se alcanzan su funcionamiento completo al presentar una conducción rápida y
eficiente.
Apoptosis y poda sináptica.
Debido a las sobreproducción de neuronas y sinapsis ocasionadas por la
neurogénesis y la sinaptogénesis, respectivamente, algunas de estas deberán ser
eliminadas por medio de procesos de autodestrucción.
En el caso de las neuronas, estas serán desintegradas por medio del proceso conocido
como apoptosis. Este proceso suele ocurrir al final de la gestación y también suele eliminar
a células gliales. Consiste en la muerte neuronal ocasionada por las mismas células
neuronales debido a que ​no lograron establecer suficientes conexiones sinapsis. Según
Buss, Sin y Oppenheim (2006), la principal función de la apoptosis es controlar el número
de neuronas del sistema nervioso con el fin de proporcionar suficiente inervación y corregir
errores en la formación de las conexiones sinápticas (​como se cita en ​Domínguez, 2016).
Por otro lado, a consecuencia de esta muerte neuronal ocasiona la necesidad de poda
sináptica (degeneración de sinapsis). Esta ocurre durante el desarrollo postnatal del sistema
nervioso. Los principales mecanismos de poda sináptica son: la retracción axónica (el axón
es retraído gradualmente hacia secciones proximales del axón) y la degeneración (en los
axones pierden axosomas y posteriormente son digeridos, o fagocitados, por células
gliales).

1.2.2. Desarrollo postnatal y maduración cerebral.


El desarrollo del sistema nervioso continúa después del nacimiento. El crecimiento
del cerebro es más notorio durante los primeros tres años de vida y alcanza su peso
máximo en la adolescencia. Pocas estructuras del cerebro, como estructuras del tallo
cerebral responsable de control de reflejos, están completamente mielinizadas al momento
del nacimiento (Rosselli y Matute, 2012).
A partir del nacimiento del sistema nervioso empieza un proceso de maduración el
cual se presenta paralelamente con el desarrollo cognitivo del niño, sobre todo de las
funciones ejecutivas. Este proceso de maduración sigue un patrón jerárquico el cual inicia
en estructuras subcorticales y continúa en estructuras corticales. En estas estructuras
corticales la mielinización comienza y finaliza primero en las áreas primarias sensoriales y
motoras de la corteza y posteriormente comienzan y en las áreas de asociación frontal,
estás alcanzando su desarrollo máximo en la adultez temprana. De esta forma, corteza
prefrontal y la región supralímbica son las últimas áreas en completar su desarrollo (Roselli
y Matute, 2012; Gutiérrez y Ostrosky, 2011).

También, aproximadamente a los 3 años hay un valor alto de la densidad sináptica,


y esta es mayor que la de un adulto promedio, pero decrementa considerablemente en la
adolescencia. De forma similar, la maduración de la sustancia gris frontal aumenta durante
la infancia y alcanza su nivel máximo aproximadamente a los 11 años de edad y a partir de
este punto empieza un declive (Gutiérrez y Ostrosky, 2011).

1.2.3. Envejecimiento cerebral.


En esta etapa de la vida se observa disminución del peso y volumen cerebral
ocasionado por la reducción de neuronas y vasos sanguíneos, y aumentan las neuronas
atróficas. La sustancia gris se reduce a partir de los 30 años de vida y la sustancia blanca
entre los 60 y 70 años.
También, se presentan diversas alteraciones en las funciones mentales,
coordinación motora y los patrones del sueño, etc. Estas alteraciones pueden estar
relacionadas con cambios endocrinos debido a que éste es un sistema muy sensible al
envejecimiento, lo cual provoca el decremento de la circulación hormonal donde se ve una
disminución de estrógenos y progesterona en la menopausia; y testosterona y andrógenos
en la andropausia. Se ha demostrado que los estrógenos son primordiales en el
mantenimiento de las funciones cognitivas cuyo sustrato se ubica en áreas cerebrales como
la corteza y el hipocampo. A su vez, participan en la integración neuronal y en la plasticidad
del sistema nervioso central (Beltrán, Padilla, Palma y Díaz,2011).

Referencias.

Arenas, R. G., & Rodríguez, K. A. G. (2012). Algunas consideraciones sobre el


origen y evolución de los cordados. ​CIENCIA ergo-sum,​ ​19​(2), 172-178.

Abdala de Aredez, V. (2015). La morfología comparada: el despertar de la Bella


Durmiente. ​Cuadernos de herpetología,​ 2
​ 9​.

Bayona, F. (2012). Desarrollo embrionario del sistema nervioso central y órganos de


​ 1(66), 125-132.
los sentidos: revisión. ​Universidad odontológica, 3

Beltrán, V., Padilla, E., Palma, L., Aguilar, A. & Díaz, S. (2011). Bases
neurobiológicas del envejecimiento neuronal. ​Revista digital universitaria​,
12(3), 1-11.

Coward, F. (2012). Rethinking phylogeny and ontogeny in hominin brain evolution.


Human Origins​, ​1,​ 65-91.

Domínguez, P. R. (2016). Desarrollo del sistema nervioso humano. Perspectiva


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15(01), 1-50.

Gutiérrez, A., & Ostrosky, F. (2011). Desarrollo de las Funciones Ejecutivas y de la


Corteza Prefrontal. ​Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y
Neurociencias​, 11(1), 159-172.

Martínez Pérez-Pérez, A., Galbany, J., Romero, A., Martinez, L. M., Estebaranz
Sánchez, F., Pinilla, B., & Gamarra Rubio, B. (2010). Origen y evolución de
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Española de Antropología Física, 2010, vol. 31, p. 167-192.​

Rosselli, M., & Matute, E. (2012). Desarrollo neuropsicológico y maduración cerebral.


En Matute, E. ​Tendencias actuales de las neurociencias cognitivas.​ (pp.
87-100). México: Editorial El Manual Moderno.

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