Evaluación Del Riesgo en Proyectos Mineros
Evaluación Del Riesgo en Proyectos Mineros
Evaluación Del Riesgo en Proyectos Mineros
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1 INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351
2. VARIABLES QUE APORTAN RIESGO E INCERTIDUMBRE A
LOS PROYECTOS MINEROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 352
2.1. Variables vinculadas al yacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353
2.2. Variables vinculadas a la operación minera . . . . . . . . . . . . 354
2.3. Variables vinculadas al mercado y al contexto exterior . . . . . 354
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3 ANALlSlS DE SENSIBILIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358
4. ELEMENTOS DE ANALlSlS DE DECISIONES . . . . . . . . . . . . . . 361
4.1. Conceptos básicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
4.2. Situaciones de riesgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362
4.3. Función de utilidad o preferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
4.4. Estimación de probabilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
5 . ANALISIS DE VALOR ESPERADO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
5.1. Proceso de cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
5.2. Arboles de decisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
5.3. Crítica del análisis de valor esperado . . . . . . . . . . . . . . . . 371
.
6 ANALlSlS DE SUPERVIVENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 372
7 . ANALlSlS DE RIESGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.1. Variables aleatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.2. Método de Montecarlo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.3. Muestreo aleatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.4. Determinaciór! de las funciones de distribución . . . . . . . . . .
7.5. Explotación de los resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.6. Método R.S.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.6.1. Definición de las variables aleatorias . . . . . . . . . . . .
7.6.2. Cálculo de las desviaciones de TRI . . . . . . . . . . . . . .
7.6.3. Composición de efectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.6.4. Determinación de la distribución de TRI . . . . . . . . . .
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8 BIBLIOGRAFIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
Evaluación del riesgo en proyecto mineros
tos mineros Figura 2.- Incertidumbre percibida para una componente del
flujo de fondos en el instante de decisión de la
El primer paso en el análisis de riesgo de un proyec- inversión.
to minero de inversión consiste en identificar las
fuentes de incertidumbre, que son aquéllas que
intervienen realmente como variables aleatorias.
Atendiendo a su origen, es posible subdividirlas en
tres grupos:
- Vinculadas al yacimiento.
- Vinculadas a la operación minera.
- Vinculadas al mercado y contexto exterior. ,/ m
Los dos primeros grupos pueden calificarse como IN8TANTT DE COYICNZO DI! F I N A L DL LA WM
fuentes internas de incertidumbre y el tercero DECIaION DE
UI N V C ~ N
L A CRODUCCION DE L A MINA
CATEGORIA DE
PROYECTO RESERVAS NECESARIAS ( Y t ) LAS RESERVAS
m 1 ' m
iMedidas
i Indicados a
10 IS 20 25 30 35 40 45 n Inferidas
Figura 4.- Cambio de la vida y rentabilidad de una mina al considerar recursos de varias categorías.
mantendrá y los gastos de explotación se altera- Por último, indicar que en determinados emplaza-
r6n en la medida que sus componentes fijas y mientos puede existir un riesgo natural o de fuerza
variables tengan mayor o menor peso en la mayor como es el caso de zonas de intensa actividad
estructura del coste. sísmica, de frecuentes inundaciones, avalanchas, etc.
Las leyes de los minerales y sus características
mineralúrgicas son factores clave en la consecución 2.2. Variables vinculadas a la
a
de los in resos previstos, tanto por la producción
consegui a como por la calidad de ésta. Un desco-
nocimiento de esas variables puede conducir a un
operación .minera
Las fases de construcción y puesta en marcha de
cambio en los procesos de tratamiento, afectando las operaciones mineras constituyen una etapa crítica
no sólo a los costes de operación, sino incluso a las y un factor de riesgo muy importante, ya que
propias recuperaciones mineralúrgicas. marcarán la fecha de comienzo de la producción y,
La ley de los minerales interviene directamente en por consiguiente, el momento en que se generarán
las fórmulas de valoración de los productos a co- los ingresos previstos en el proyecto. A ese período
mercializar , y en el caso de los metales nunca se de construcción y arranque, hay que sumar el
deberá olvidar la posible presencia de impurezas o dedicado a la localización, investigación y evaluación
contaminantes en los concentrados, susceptibles de del yacimiento, y el tiempo necesario para efectuar
penalizar el valor de dichos productos. los estudios técnicos pertinentes, buscar la financia-
ción, etc. Con todo ello, los plazos de maduración,
La morfología del yacimiento y las irregularidades superiores casi siempre a los 5 ó 10 años, son
de este influyen sobre: el diseño e infraestructura de mucho más dilatados que en otras industrias, y
las explotaciones, los sistemas de arranque, el grado mientras transcurre el tiempo aumentan los riesgos
de aprovechamiento de los recursos existentes, los potenciales del mercado, tendencias de consumo,
porcenta'es de dilución, etc. En algunas situaciones
d
la falta e información ha obligado a un cambio de
método o sistema con importantes consecuencias
alternativas de sustitución, etc.
En lo referente a la propia operación minera. ésta
económicas. se caracteriza por su rigidez, que es incoparablemten
De igual manera actúan las características geo- mayor que en otas actividades industriales, y dentro
mecánicas e hidrogeológicas, tanto en el diseño del sector minero superior en las labores subterrá-
geométrico de las minas como en los propios costes neas que en las de cielo abierto. Esto impide reaccio-
de explotación, de drenaje, etc. En la fi ura 5 se nar con la velocidad necesaria ante cambios bruscos
presenta un ejemplo de los niveles de con lanza que
corresponden a los factores de seguridad de diferen-
9 del entorno económico que las rodea.
Por otro lado, a pesar del mayor grado de meca-
tes ángulos de talud en una mina a cielo abierto. nización a que se han visto sometidas las opera-
ciones mineras, la componente de la mano de
F A C T O R DE SEGURIDAD
obra sigue siendo aún muy elevada, y ésta se
d, encuentra sometida a una mayor probabilidad de
accidnetes por las condiciones en que se llevan a
cabo los trabajos. La necesidad de mano de obra
especializada constituye, en explotaciones con una
implantación geográfica aislada, un serio proble-
ma, con una incidencia que se refleja, a corto
plazo, enlos rendimientos, la productividad y la
accidentabilidad dentro de las minas.
Por último, existe un riesgo tecnológico derivado
del hecho de que al no existir yacimientos iguales,
cada operación precisa equipos y sistemas que
tienen que tantearse y probarse, con lo cual se
A N G U L O DE TALUD ( O )
inicia una cadena de actividades con un grado de
acierto final difícol de predecir.
Figura 5.- Resultados probabilísticos de un análisis de
estabilidad realizado en una mina a cielo abierto.
Figura 8.- Interés del Euromercado a tres meses. Medias mensuales desde Enero de
1984 a Diciembre de 1988.
Las clases de impuestos son muy variadas, tal de la evolución seguida por las cotizaciones de las
como se expone en el Capítulo 11, y su aplica- materias primas y, por otro, si la actividad minera
ción no siempre está sometida a un esquema implica la participación de varios países existen
rígido, sobre todo si se tiene en cuenta la posibili- desequilibrios inflacionistas que aportan una
dad de algún cambio durante los período pro- mayor incertidumbre a las evaluaciones.
ductivos y de actividad económica de las
minas. Los factores políticos pueden inducir efectos impre-
decibles sobre la industria minera y condicionar, por
La inflación es un fenómeno al que la industria tanto, el desarrollo de nuevos proyectos o la marcha
minera no ha escapado y ue su incorporación al de los ya iniciados, especialmente cuando las invers-
9
análisis de los proyectos di iculta la realización de
los mismos. Por un lado, los índices de precios de
iones se realizan fuera del país de la empresa pro-
motora. Entre las fuentes de incertidumbre política
los componentes principales de los costes difieren caben destacar las siguientes:
- La estabilidad o el régimen del partido en el - Las restricciones en la repatriación de capital o
poder. beneficios, etc.
- La situación laboral y la política salarial en el
país. Son varias las técnicas utilizadas para identificar y
ponderar los factores políticos de riesgo dentro de
- Las relaciones internacionales con otros países un país, pero su estudio se escapa del alcance de
suministardores de equipos, compradores de esta obra. Una primera aproximación puede
materias primas, etc. consistir en el empleo de los índices de riesgo
- Las limitaciones de participación de capital estandarizados que se publican periódicamente
extranjero. por instituciones o tratadistas para cada país,
según la sustancia explotada y el nivel de produc-
- Las posibles nacionalizaciones en sectores ción global del mismo. En las tablas 1 a 4, puede
básicos. verse el nivel de riesgo para el caso del cobre, el
plomo, el cinc y el oro.
- Los requerimientos para usar productos nacio-
nales o locales. Un breve análisis de estas tablas pone de mani-
fiesto que más del 80 por 100 de la bauxita, el
- La aplicación de medidas ambientales restrictivas. oro, el níquel, la plata y el estaño se producen en
- Las medidas económicas que afecten a las países con un riesgo político entre medio y alto;
paridades de las monedas. y que más del 20 por 100 de la bauxita, el
estaño y el cinc se obtienen de países con un
- Las discriminaciones fiscales. riesgo político muy alto.
Tabla 1
COBRE: Nivel de producción (miles de toneladas)
Muy Bajo Bajo Medio Alto Producción
(0-1,5) (1,5-32.0) (32,O-185.0) (185,O-1.300,O) (%)
Tabla 2
ORO: Nivel de producción (miles de toneladas)
Tabla 4
CINC: Nivel de producción (miles de toneladas)
Fuentes: FROST & SULLIVAN WORLD POLITICAL RlSK FORECAST, Agosto 1982. ANUARIO ESTADISTICO DEL INSTITUTO
AMERICANO DE METALES, 1980.
Tabla 5
Análisis de sensibilidad de un proyecto por el método multifactorial
Aunque los modelos matemáticos tienen numero- conveniente disponer de más información acerca
sas ventajas, las representaciones gráficas pueden de la probabilidad de ocurrencia de las circunstan-
esclarecer muy bien los resultados obtenidos, tal cias pesimistas.
como se muestra en la figura 1 1.
En resumen, los análisis de sensibilidad propor-
Otra variante del análisis de sensibilidad es la que cionan una información útil en los estudios de
se elabora para un número restringido de escena- evaluación y constituyen un importante puente
rios o hipótesis excluyentes, la más probable, la entre el análisis convencional en condiciones de
optimista y la pesimista, de estimación de cada certeza supuesta y el análisis de riesgo.
variable. Se obtienen tres niveles para el índice de
rentabilidad utilizado en la evaluación económica;
si los tres son aceptables, aún en el caso pesimis-
ta, la decisión económica es obvia, ocurriendo lo
mismo cuando resulta rechazable en el escenario 4. Elementos de análisis de
optimista. decisiones
Ejemplo Antes de iniciar el tratamiento cuantitativo de las
situaciones de riesgo, es preciso realizar una
En proyecto de de una cantera de revisión sumaria de algunos conceptos y m&dos
arena silícea se considera que las hipótesis opti- del Análisis de Decisiones, de que se hará uso en
mista y pesimista corresponden a desviaciones del el análisis probabilístico de proyectos.
20 por 100 en más o menos, según el caso, con
una vida de 10 años y una RMA del 20 por 100.
4.1. Conceptos básicos
Inversión (MPTA) 360 450 540 Opción, o alternativa, es todo curso de acción
F.F. Neto anual (MPTA) 120 1O0 80
Valor residual (MPTA) 108 90 72 potencial para la asignación de recursos en una
Vida (Años) 15 15 15 situacióndada para alcanzar los objetivos desea-
TRI (%) 33.0 21,2 12.6 dos. Cuando una opción está completamente
definida, de modo que pueda llevarse a la prácti-
Los resultados obtenidos indican que el proyecto ca, se denomina estrategia.
es atractivo económicamente en las hipótesis
probable y optimista, pero no en la pesimista. El decisor, o unidad decisora, tiene unas escalas
Para tomar una decisión bien fundada, sería de valores, o criterios, a los que refiere sus
objetivos o fines, expresados cuantitativamente. Hay que advertir aquí el doble singificado de la
Con dichos criterios se valoran los resultados, o palabra riesgo. En general, es la probabilidad de
pagos, de las diversas estrategias. no lograr un objetivo. Aplicado para calificar una
situación de decisión, denota que se conocen las
Pueden producirse sucesos futuros,sobre los que probabilidades de los diversos acontecimientos
el decisor ejerce un control nulo o pequeño, que que pueden afectar a los resultados.
pueden afectar a los resultados que se obtengan
con una misma estrategia. Para realizar el análisis
de decisiones, es preciso estructurar tales sucesos 4.2. Situaciones de riesgo
de modo que sean mutuamente excluyentes y
colectivamente exhaustivos. Estos acontecimientos, Supóngase una situación en la que pueden darse
que no dependen de la voluntad del decisor, se n estados de naturaleza E,, E, ... E,, ... E,, cuyas
denominan estados de naturaleza. respectivas probabilidades son p,, p,, ... p,, ... p,,
tales que
La situación de decisión se representa matemática-
mente para su análisis por un modelo, que relaciona
los resultados con las estrategias que se adopten y
los estados de naturaleza que se produzcan. Se
puede estructurar en forma de matriz de pagos,
que es una representación tabular de los resultados a consecuencia de la condición de que sean
de cada estrategia para cada estado de naturaleza. colectivamente exhaustivas.
Cuando pueden tomarse decisiones futuras, según
los estados de naturaleza que se produzcan en su Son posibles las estrategias DI, D, ... D,, ... D,
momento (decisiones secuenciales), se utiliza la cuyos resultados o pagos dependerán de los
representación en &bol de decisión. estados de naturaleza que se produzca. Se repre-
sentará genéricamente por R,, el pago de la
estrategia Di con el estado de naturaleza E,. La
Existe incertidumbre en cuanto a la producción
matriz [R,] es la matriz de pagos de la situación
de los acontecimientos futuros, o estados de
naturaleza. Por tanto existe un riesgo, que es la considerada.
probabilidad de que no se alcance un objetivo. El valor esperado de los pagos de una estrategia,
En general, son posibles cuatro tipos de situacio- o media ponderada por sus respectivas probabili-
nes de toma de decisiones: dades, se denomina valor esperado de la estra-
- De certeza: A cada estrategia corresponde
tegia en cuestión. De acuerdo con esta definidión,
sólo un pago sin incertidumbre alguna. Es el el valor esperado E(D,) de la estrategia DI será:
tipo de situaciones que se tratan con métodos ,=n
de programación, que no se considerarán en E(D,) = C p, R,.
lo sucesivo. 1=1
En general, para analizar una situación de este Los modelos a, b y d son triviales en este caso.
tipo serían necesarios los cuatro modelos matemá- En cuanto al c, se puede resumir en la matriz de
ticos siguientes: pagos siguiente, Tabla 8:
Tabla 8
Estados de naturaleza
Oferta del
competidor > 100 MPTA > 90 MPTA y 100 MPTA
Probabilidad 0,60 0,40
Estrategias
A: 100 MPTA R,, = 100 - 80 = 20 MPTA R,, = O (Gana el competidor)
Los valores esperados de las dos estrategias son: Las reflexiones anteriores ponen en relieve que la
actitud del decisor entre el riesgo es un elemento
muy importante en el proceso de toma de decisión.
E(A) = 0,6 x 20 + 0,4 x O = 12 MPTA A continuación se va a exponer brevemente un
tratamiento cuantitativo posible de este factor
E(B) = 0,6 x 10 + 0,4 x 10 = 10 MPTA subjetivo.
Ahora se aplicará esta función de utilidad al Las utilidades esperadas de las estrategias serán:
ejemplo anterior. Sobre la figura 12 se obtienen
los valores de las utilidades correspondientes a los
importes monetarios que interesan, Tabla 9. Con E(U,) = 0,6 x 23,5 + 0,4 x O = 14,1 u
estos valores se puede reproducir la matriz de
pagos, pero con estos expresados por sus utilida-
des, formando la matriz de utilidades, Tabla 10. E(UB)= 0,6 x 15,O + 0,4 x 15,O = 15,O u.
Tabla 10
Estados de naturaleza
Oferta del
competidor > 100 MPTA > 90 MPTA y c 100 MPTA
Probabilidad 0,60 0,40
Estrategias
A: 100 MPTA U,, = U(20 MPTA) = 23,5 u U,, = U(0 MPTA) = 0,O u
B: 90 MPTA U, = U(10 MPTA) = 15,O u U, = U(10 MPTA) = 15,O u
Resulta que la estrategia B es la de mayor utilidad Para determinar un nuevo punto, se puede plantear
esperada. Por lo tanto, si el decisor se rige por la al decisor la siguiente propuesta: Puede elegir entre
función de utilidad dibujada, aplicará el criterio de percibir una cantidad segura o participar en una
Bayes a las utilidades esperadas en lugar de los operación que tiene una probabilidad del 50 por 100
valores monetarios esperados. Esto le llevará a de proporcionarle 30 MPTA y del 50 por 100 de
preferir la estrategia B. Su sentimiento de aver- resultar en O MPTA. Se tantean varias cantidades
sión al riesgo, reflejado por la forma de su hasta llegar a un importe cierto que le atraiga lo
función de utilidad, le hace preferir una estrategia mismo que la operación citada. Supóngase que ese
de menor valor monetario esperado, pero también importe es 10 MPTA. Esto significa que, para el
de menor riesgo. decisor en cuestión, 10 MPTA es el equivalente
cierto de la operación ofrecida. La utilidad o prefe-
Sobre la curva de la figura 12 puede apreciarse rencia de 10 MPTA ha de ser igual a la utilidad
cuantitativamente la aversión al riesgo. A la esperada de la operación:
utilidad esperada 14,1 u de la estrategia A le
corresponde un valor monetario de 9,2 MPTA, 0,s x U(0 MPTA) + 0,5 x U(30 MPTA) =
que es el llamado equivalente cierto de dicha
estrategia. La diferencia entre su valor monetario
esperado y su equivalente cierto (12 - 9,2 = 2,8
MPTA) es la prima de riesgo, o cantidad a que Por lo tanto:
el decisor está dispuesto a renunciar para no
afrontar el riesgo de no ganar nada (probabilidad U(10 MPTA) = 15 u,
0,4). Como la estrategia B tiene, evidentemente,
un equivalente cierto de 10 MPTA, mayor que el tal como se indica en la figura 12, (punto M). La
de A, será B la preferida. prima de riesgo es en este caso 15 - 10 = 5
MPTA.
Cuanto mayor sea la aversión del decisor al
riesgo, tanto mayor será la concavidad de su El proceso se puede repetir con operaciones
curva de utilidad. El decisor neutro o indiferente parecidas hasta obtener un número de puntos
al riesgo tendrá una función de utilidad lineal suficientes para trazar a estima, una curva conti-
(recta de trazo y punto de la figura 12); este nua que se ajuste a ellos lo mejor posible. Por
decisor se regirá por los valores monetarios ejemplo, para O y 10 MPTA resulta un equivalente
esperados. Finalmente, si la curva volviera su cierto de 4,25 MPTA, luego:
concavidad hacia arriba, denotaría propensión al
riesgo; se da, por ejemplo, en los jugadores, que U(4,25 MPTA) = 0,5 x U(0 MPTA) + 0,5 x
están dispuestos a pagar por contraer un riesgo.
x U(10 MPTA) = ... = 0,5 x O + 0,5 x 15 = 7,5 U,
Queda ver, por último, cómo puede determinarse la
curva de utilidad o preferencia de un decisor. Usual- con lo que se determina el punto N.
mente se precisa conocer la evolución de la prefe-
rencia en un cierto intervalo de valores monetarios. Análogamente para 10 y 30 MPTA el equivalente
Supóngase por ejemplo, que los límites del intervalo cierto es 18,50 MPTA, luego:
sean O y 30 MPTA (figura 12). La escala de preferen-
cias es arbitraria, así que asignamos O u a O MPTA U(18,5 MPTA) = 0,5 x U(10 MPTA) +
y 30 u a 30 MPTA. De este modo quedan determi-
nados dos puntos de la curva:
U(0 MPTA) = O u
U(30 MPTA) = 30 u. que determina el punto P.
Una vez trazada la curva, conviene plantear probabilidades se perfecciona y gana coherencia
cuestiones de comprobación y retocarla, si fuera al ejercitarse sistemáticamente en su utilización.
preciso, hasta lograr que represente razonable- Resulta muy alentador que, enlos casos susceptibles
mente la actitud del decisor ante el riego. de un análisis matemático o estadístico, suele ser
notable la concordancia entre los resultados de tales
análisis y los de la asignación de probabilidades
4.4. Estimación de probabilidades subjetivas.
En el análisis de valor esperado y, en general, en En la práctica, mediante el empleo combinado de la
el estudio de situaciones de riesgo, es necesario Estadística, el Cálculo de Probabilidades y las proba-
conocer las probabilidades de los acontecimientos bilidades subjetivas, se logra una determinación
que puedan producirse y afecten a los resultados satisfactoria para el Análisis de Decisiones. A lo largo
de las decisiones. Se plantea, en consecuencia, el de este capítulo se irá ilustrando como se procede
problema de su estimación o determinación. en la evaluación de proyectos en stiuaciones de
riesgo.
Se recuerdan en primer lugar, las tres interpreta-
ciones posibles de la probabilidad:
A.- Clásica (a priori o deductiva): Si un 5. Análisis de valor esperado
fenómeno puede ocurrir de N formas y N,
de ellas poseen un atributo A, la probabili- Una vez que se han desarrollado sus elementos
dad P(A) se define como N,/N. Esta interpreta- fundamentales, pueden verse como se aplica el
ción es la adecuada cuando es posible predecir Análisis de Valor Esperado a la evaluación de proyec-
P(A) matemáticamente con los métodos del tos.
Cálculo de Probabilidades.
B.- Empírica (inductiva o de frecuencia): Si 5.1. Proceso de cálculo
un experimento se realiza N veces y conduce
N, veces a un tipo de resultado A, se define: Los flujos de fondos anuales originados por un
proyecto de inversión dependerán, en general, de
P(A) = lim (NdN). los estados de naturaleza que se produzcan. Si se
N 4 m
estructuran adecuadamente los estados de natura-
Se utiliza cuando existe información experimental leza posibles y se les asignan probabilidades,
suficiente, con la ayuda de la Estadística. pueden determinarse los flujos de fondos
esperados, que se toman como base para el
C.- Subjetiva (o proyectiva): Existen situacio- análisis económico, aplicando el criterio o criterios
nes en que no puede aplicarse ninguna de las dos que se deseen. El criterio más utilizado suele ser
interpretaciones anteriores, generalmente por falta el VAN, que en este caso se denomina VAN
de información suficiente, o de los elementos esperado, que se puede interpretar como el valor
necesarios para establecer un modelo matemático medio del VAN que resultaría si se realizasen
idóneo. En tales casos P(A) es una medida del muchos proyectos idénticos. Es evidente que, si se
"grado de creencia" en una cierta proposi- seleccionan sistemáticamente proyectos con VAN
ción A. Esta es la probabilidad que, como se verá esperado positivo y se dispone de capital
hay que manejar corrientemente en análisis de suficiente, se producirá un enriquecimiento
decisiones. progresivo de la empresa a largo plazo.
A pesar de que un proyecto tenga un VAN
Toda persona suele tener una idea bastante clara esperado fuertemente positivo, puede que sea
del significado que atribuye a "seguro", "casi arriesgado, esto es que exista una probabilidad
seguro", "muy probable", "probable", etc ..., aun- apreciable de que resulte en un quebranto impor-
que le resulte sumamente difícil transmitirla con rigor tante. La repetición de tales fallos podría ser fatal
y precisión a los demás. En el mundo de la empresa, para la empresa. Por ello, además del valor
es indispensable la transmisión y comprensión de las esperado, hay que apreciar siempre el riesgo. La
ideas acerca de la probabilidad estimada de aconte- condición de VAN esperado positivo es
cimientos futuros, ya que el manejo racional y necesaria, pero no suficiente para que un
coherente de estas apreciaciones es necesario en proyecto sea satisfactorio. Esto no menoscaba
todo proceso de toma de decisiones. en absoluto este criterio, que es uno de los más
útiles de la evaluación de proyectos.
Es posible convertir las impresiones personales,
basadas en la formación y la experiencia, en Para poner de manifiesto los rasgos esenciales del
probabilidades subjetivas, no deducible5 matemáti- análisis, se va a estudiar un primer ejemplo
camente. Es más, ante una misma situación sumamente simplificado, en el que no se realiza
de riesgo, las personas con formación, experien- actualización. Se considera la inversión de 500
cia y madurez similares suelen asignar proba- MPTA en un proyecto de exploración petrolera
bilidades subjetivas muy parecidas. Por otra que se estima tiene una probabilidad 0,6 de ser
parte, la capacidad individual de asignación de improductivo, una probabilidad 0,3 de descubrir
unas reservas tales que podrían venderse inmedia- 5.2. Arboles de decisión
tamente en 2.000 MPTA y una probabilidad 0,1
de un descubrimiento menor, que podría venderse Muchas situaciones plantean un problema de
en 1.O00 MPTA. Como elemento para la decisión, decisiones secuenciales o decisiones condicio-
se desea conocer el valor esperado (simple, sin nales, que vendrán determinadas por la aparición
actualizar) de este proyecto. de estados de naturaleza en el futuro. Tales
situaciones no se prestan a una visualización clara
El cálculo es inmediato: medi~ntematrices de pagos. Afortunadamente, su
representación y análisis se pueden realizar cómo-
damente con la ayuda de los árboles de decisión.
+ 0,1 x (1.O00 - 500) = 200 MPTA. El árbol de decisión está constituido por una suce-
sión progresiva de ramificaciones. Cada una de éstas
Resulta un valor positivo, luego el proyecto puede puede deberse a una de las siguientes causas:
ser interesante. A la larga, la e'eci~ciónrepetida
1
de proyectos como éste será avorable para la
empresa. Hay que notar que la probabilidad de
- Elección de estrategia entre varias opcio-
nes. Se distingue mediante un cuadrado y se
fracaso es bastante elevada y la empresa debe denomina punto de decisión.
juzgar si puede permitirse un riesgo del 60 por
100 de perder 500 MPTA. - Aparición de un estado de naturaleza
entre varios posibles. Se representa median-
Se plantea finalmente otro ejemplo, también muy te un círculo y recibe el nombre de punto de
simple, que requiere el empleo de actualización. El riesgo.
desarrollo de un nuevo proceso de concentración de
menas requiere una inversión de 360 MPTA y tiene En el análisis de decisiones de inversión en condi-
una probabilidad 0,4 de producir un flujo de fondos ciones de riesgo, el árbol de decisión es una
neto anual de 200 MPTA por cesión de tecnología herramienta siempre útil, pero singularmente
durante cinco años. Su valor residual es nulo y la adecuada cuando se hayan de tomar decisiones
RMA de la empresa el 10 por 100. ¿Es aceptable escalonadas en el tiempo, conforme se produzcan
económicamente el proyecto?. unos u otros acontecimientos. con su ayuda se
consigue representar gráficamente:
En la fi ura 13-a se dibuja el diagrama de flujos
de fonc?os de este proyecto. El VAN esperado se - La estructura global del problema.
calcula muy fácilmente:
- La sucesión de decisiones necesarias.
E(VAN)= 0.4 x 200 x PIA,,, - 360 = - 56,72 MPTA
- Las situaciones de riesgo que con éstas se en-
Como se llega a un VAN esperado negativo, el cuentran.
proyecto no es aceptable. '
Años
o 1 2 3 4
Exito ( P=0,50)
t 1700 M PTA
2 2 0 0 MPTA
a) MATRIZ DE PAGOS
Estados de naturaleza
2 3
v> A Rii
.-
O
CT
a8
t
8 R2i R23 R24
O
L
C
m C
u R33 R3,
5.4.3.
3 P, = - .(0,2)3.(0,8)2= Se puede aplicar esta tabla al ejemplo estudiado,
3.2 que corresponde a p = 20°h, para investigar la
forma de elevar la probabilidad de supervivencia al
5.4.3.2. 90 por 100. En ella se observa que, para P,, 5 1O%,
4 P,, = -.(0,2)4.(0,8)1= 0,640
4.3.2. ha de ser n > 11. Por lo tanto, para lograr el 90 por
100 sería preciso disponer de capital suficiente para
financiar 11 proyectos en lugar de 5.
En este hecho tiene uno de sus fundamentos el
Total: 100,000 atractivo de las actuaciones conjuntas en
proyectos de exploración minera o petrolera, o de
Se comprueba que la suma de las probabilidades es desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías. Así
el 100 por 100, ya que hay certeza de que, en 5 se dispone de más capital y se puede abordar un
intentos, se producirán 0, 1, 2, 3, 4 ó 5 éxitos. En número suficiente de proyectos para lograr una
consecuencia. probabilidad de supervivencia mayor que la que
podría asegurarse por separado cada una de las
empresas intervinientes. En el ejemplo anterior, si
se dispusiera de 600 MPTA y existieran 10 proyec-
tos análogos, la probabilidad de supervivencia se ya que existe la certeza de que X tomará alguno
elevaría a 1 - 0,81° = 0,89. Con 900 MPTA se de los valores posibles. También se la puede
llegaría a 0,96. Las actuaciones conjuntas pueden caracterizar por su función de distribución Fx
llevar la probabilidad de supervivencia a niveles (x), que se define como la probabilidad de que
aceptables cuando existe un número de proyectos tome un valor menor o igual que x:
suficiente con información geológica y geofísica
previa bastante como para permitir una
estimación fiable de sus probabilidades de
éxito. Fx C px (x,)
(x) = P(X5 x) =VXISX
2 x-a (~-a)~
a) Equiprobable. La función de densidad de a-áx, --
probabilidad es constante en un cierto intervalo b-a ~,-a (b-a) (x, -a)
(a,b) y nula fuera de él (figura 20). Bastan los dos
2 b-x xM-a ( b - ~ -) ~(b-x,)'
valores "a" y " b" para determina1la. El valor de xdXsb -- --
la densidad de probabilidad en el intervalo (a,b) b-a b-x, b-a (b-a)(b-x,)
se determina inmediatamente con la ayuda de la
b<X O 1
condición (4) y resulta ser igual a ll(b-a). La
función de distribución, de acuerdo con (S), tiene 2 x,-a
forma rectilínea entre los puntos (a,O) y (b,l). x=x, - -
b-a b-a
1 1 x-p
f(x) =- exp[---)21, (14)
G0 2 o
... -
- - exp (-s2/2)ds = f(s)ds ,
&
Gracias a esta relación se puede utilizar @(S)para
calcular, por ejemplo, P(a<Xgb):
en donde "S1 " y "5," son los valores de " S " que
corresponden respectivamente a "a " y " b " . Esta
probabilidad viene representada también por el
área rayada en la figura 22.
Figura 22.- Variable aleatoria normal.
d) Lognormal. Una variable aleatoria es lognor-
mal cuando su logaritmo neperiano sigue una
La distribución N(0,1), con p = O y o = 1, se distribución normal. Dada una variable aleatoria
denomina distribución normal reducida. La normal Y, de 'media "h" y desviación típica "c",
expresión (14) se reduce en este caso a: la variable X = exp(Y) será lognormal. En conse-
cuencia se verifica:
1
f(s) = -exp (- s2/2). (1 5)
dx
fx (x)dx = fy (y)dy = f, (y) -x
luego
y, en consecuencia.
dx = xcds
- 1
-- exp (-s2/2)ds = f(s)ds 7.2. Método de Montecarlo
La incertidumbre que presentan muchos de los
y es aplicable la distribución N(0,l). factores que determinan el valor económico de un
proyecto se puede cuantificar fielmente si se les
e) Beta. Análogamente a la distribución triangu- representa mediante variables aleatorias. El Análi-
lar, la variable aleatoria beta sólo puede tomar sis de Riesgo tiene el objeto de expresar los
valores en el intervalo (a,b). La función de densi- resultados de la evaluación en forma de variables
dad de probabilidad es: aleatorias, conocidas las funciones de distribución
de las que figuran entre los datos. En lugar de
proceder de una forma puramente analítica, en
busca de la formulación matemática de los indica-
dores económicos como funciones de las variables
en donde " q " y " r " son dos parámetros que aleatorias y otros datos, se recurre al método de
determinan su forma y B(q,r) es la función beta, Montecarlo, que permite determinar dichos
que suele estar tabulada o puede determinarse resultados por muestre0 simulado. Este método
como si ue, a partir de la función gamma, que tiene, entre otras, las siguientes cualidades:
?
es más ácil encontrar tabulada:
- Proporciona la información económica y de
riesgo más completa posible.
- Puede manejar datos empíricos, sin necesidad
de formularlos analíticamente.
Como - Conceptualmente es muy simple e intuitivo.
378
Para realizar el Análisis de Riesgo se requieren El resultado X se puede representar mediante su
básicamente los dos elementos siguientes: función de densidad de probabilidad f,(x), o su
función de distribución Fx(x). En el Análisis de
a) Un modelo económico que determine el in- Riesgo se suele utilizar el llamado perfil de
dicador de rentabilidad deseado en función de los riesgo Rx(x), que expresa la probabilidad de que
datos que hagan al caso, unos conocidos con el indicador X supere el valor genérico X:
certeza y otros afectados de incertidumbre.
R, (x) = P(X>x).
b) Las funciones de distribución de todos los
datos sujetos a incertidumbre, los cuales se
representan como variables aleatorias, reflejando A consecuencia de (5), se verifica
además las posibles interdependencia5 y correla-
ciones.
En las simulaciones de Montecarlo, los factores
ciertos tienen el carácter de parámetros constan- que relaciona el perfil de riesgo con la función de
tes, a los que se asignan valores fijos, que sólo se distribución.
modificarán en eventuales análisis de sensibilidad.
El proceso consta de cuatro operaciones básicas: Supóngase que se ha efectuado el análisis de
riesgo de un cierto proyecto, utilizando la TRI
1) Se genera al azar un valor de cada variable como indicador económico X. Se han realizado
aleatoria, de acuerdo con su función de 250 simulaciones, con los resultados que se
distribución, realizando de esta manera un mues- indican en la Tabla 15.
treo simulado.
En la figura 26 se representan ráficamente el histo-
2) Se introduce en el modelo económico el
conjunto de valores así producido, se determina
2
grama de frecuencias y el pe 11 de riesgo de la TRI
del proyecto analizado. Se comprende que, cuanto
el indicador de rentabilidad X y se registra. más a la derecha se encuentre el perfil, tanto más
rentable será el proyecto. Por otra parte, cuanto más
3) Se repiten los pasos 1 y 2 hasta ejecutar el escarpado sea el perfil, tanto menor será la disper-
número de simulaciones deseado. sión de los valores posibles de la rentabilidad y, en
consecuencia, menor es el riesgo.
4) Se clasifican por intervalos los valores del
indicador de rentabilidad X obtenidos en las La velocidad de cálculo de los ordenadores ac-
sucesivas simulaciones, y se calculan, tabulan y tuales permite realizar varios miles de simulaciones
representan gráficamente las frecuencias relativas en tiempos muy breves, incluso al analizar mode-
y las probabilidades acumuladas. Se calculan los bastante complejos. Corrientemente basta con
también el valor medio y la varianza (o la desvia- unos cientos de simulaciones para obtener resulta-
ción típica), así como cualesquiera otros descripto- dos satisfactorios.
res de la distribución de X que se deseen.
Tabla 15
Ejemplo con 250 simulaciones
= Ymn
l (x)
Ymin
1
~max = ymax (x) 1
LEY M ALIYENTACW ( K p l L I
Cobre Plomo Cinc Estaño Mercurio Aluminio Plata PbICu Zn/Cu Sn/Cu AI/Cu
Año C$/Lb C$/Lb C$/Lb C$/Lb $/FRC C$lLb C/Oz
1933 6,71 3.87 4.03 39.1 1 59,23 23,30 34,73 0,58 0,60 5,83 3,47
1934 7.27 3.87 4,16 52,19 73,87 23.30 47,97 0,53 0.57 7,18 3,20
1935 7,54 4,07 4.33 50.42 3 1,99 20,OO 64,27 0,54 0,57 6,69 2,65
1936 9,23 4.71 4.90 46,44 79,92 20,OO 45,09 0,51 0,53 5.03 2,17
1937 13,02 6,Ol 6.52 54.34 90,18 19.92 44,89 0.46 0,50 4,17 1,53
1938 9,70 4,74 4.61 42.30 75,47 20.00 43,23 0,49 0,48 4,36 2,06
1939 10.73 5,05 5.1 1 50,32 103,94 20,03 39,08 0,47 0.48 4,69 1.86
1940 10,77 5.18 6,34 49.83 176.96 18.69 34,77 0.48 0.59 4.63 1,74
1941 10.90 5,79 7.47 52.02 185.02 16.50 34.78 0,53 0,69 4,77 1.51
1942 11,68 6,48 8.25 52.00 196.35 15.00 38.55 0,55 0.71 4,45 1,28
1943 11,70 6,50 8.25 52.00 195,21 15,OO 44,75 0,56 0.71 4,44 1,28
1944 11,70 6,50 8,25 52.00 118,36 15,OO 44.75 0,56 0,71 4.44 1,28
1945 11,70 6,50 8.25 52,OO 134,89 15,OO 59,93 0,56 0.71 4.44 1,28
1946 14,79 8,l 1 8,73 54,54 98,24 1 5,OO 80.1 5 0,55 0.59 3.69 1,Ol
1947 21,62 14,67 10,50 77.95 83,74 15,OO 71,82 0,68 0,49 3,60 0,69
1948 22.35 18,04 13,59 99,25 76,49 15,73 74,36 0,81 0,61 4,44 0,70
1949 19.42 15.36 12.14 99,34 79.46 17,OO 71,93 0.79 0,63 5,l 1 0.88
1950 21.55 13.30 13.87 95.54 81.26 17,71 74,17 0,62 0.64 4.43 0.82
1951 26,26 17,50 18,OO 127.08 210,13 19,OO 89.37 0,67 0.69 4,84 0.72
1952 31.75 16,47 16,22 120.47 199,lO 19,41 84,94 0.52 0,51 3,79 0.61
1953 30.85 13,49 10,86 95,85 193,03 20.93 85,19 0.44 0,35 3,l 1 0,68
1954 29.90 14.05 10.68 91.84 264,39 21,78 85,25 0.47 0.36 3.07 0,73
1955 39,12 15,14 12.30 94.74 290.35 23,67 89,lO 0,39 0.3 1 2,42 0.61
1956 40.43 16,Ol 13.49 101,41 259,92 24,03 90,83 0.40 0,33 2.51 0,59
1957 27,16 14.66 1 1,40 96,26 246,98 25.42 90,82 0,54 0,42 3,54 0,94
1958 24.12 12.11 10,31 95.13 229,06 24,79 89.04 0,50 0,43 3.94 1,03
1959 28.89 12.21 11.45 102,05 227,48 24,74 91.20 0,42 0,40 3,53 0,86
1960 29,89 11,95 12.95 101.44 210,76 26.00 91.38 0,40 0,43 3,39 0.87
1961 27,92 10.87 11,54 113,31 197.61 25.61 92,45 0.39 0,41 4.06 0,91
1962 28,51 9,63 11.63 114,65 191,21 23,87 108,52 0.34 0,41 4,02 0,84
1963 28.41 1 1.14 12.00 1 16.65 189,45 22,62 127.91 0.39 0,42 4,11 0,80
1964 30,99 13.60 13,57 157.60 314,79 23,74 129.30 0.44 0,44 5,09 0.77
1965 35,60 16.00 14,50 178.20 570,75 74,51 129.30 0.45 0,41 5.01 0,69
1966 49,51 15.12 14,50 164,07 441,72 24,50 129.30 0,31 0,29 3,31 0,49
1967 47,19 14.00 13,84 153,43 469.36 24.98 154,97 0.30 0,29 3,25 0,53
1968 50.29 13.21 13.50 148.15 535.56 25,58 214.46 0,26 0,27 2,95 0.51
1969 61,97 14.90 14.60 164.50 505.04 27,19 179,07 0,24 0,24 2.65 0,44
1970 62.75 15.62 15,32 174.21 407.77 28,72 177.08 0.25 0,24 2.78 0,46
1971 47.87 13,80 16.13 167.35 292.41 29,OO 154,56 0.29 0.34 3,50 0,61
1972 46,52 15,03 17.75 177,47 218.28 26,41 168,46 0.32 0,38 3,82 0,57
1973 78,76 16.29 20.66 227.56 286,23 25.00 255.76 0.21 0.26 2,89 0.32
1974 90.41 22.53 35.95 396.27 281.69 34.13 470.80 0,25 0.40 4,38 0.38
1975 53.25 21,53 38,96 339,82 158.12 39.79 441.85 0.40 0,73 6,38 0.75
1976 60.89 23.10 37.01 379.82 121,30 44.34 435.35 0.38 0,61 6,24 0.73
1977 56.70 30.70 34.39 534,60 135.71 51,34 462.30 0,54 0.61 9,43 0.91
1978 59,20 33.65 30.97 629.58 153.32 53,07 540,09 0,57 0.52 10,63 0,90
1979 86.90 52,64 37,30 753.89 281,lO 59,39 . 1.109.42 0.61 0,43 8,68 0,68
1980 95.28 42,56 37.43 846,OO 389.45 69,57 2.063,16 0.45 0.39 8,88 0.73
1981 74,84 35.53 44,56 733.05 413,86 76.00 1 051,84 0.47 0,60 9,80 1,02
1982 62.97 25,54 38,47 653.92 370,93 76,OO 794.73 0,41 0.61 10,38 1,21
1983 58.01 21.67 41.38 654,78 322.44 77.67 1.144.13 0.32 0,61 9,63 1,14
1984 58,30 25.55 48.60 567,80 314.38 61.05 814.07 0.44 0,83 9,74 1,05
RATlO Pb/Cu
o's 0'2s o's o's8 o* 0'4s o's 03s o's o- 0'7 o'm 0'0 0'0s
1) Se genera aleatoriamente la cotización del
metal que se ha tomado como base, de acuerdo RATlO Zn/Cu
con una función de distribución conveniente.
b) Las apreciaciones acerca de la ley seguida por Se dispone, pues, de una información mucho más
cada variable deben ser realizadas por el experto rica para la toma de decisiones que la aportada
o expertos idóneos, asistidos por un analista. por una evaluación determinística tradicional.
c) No hay que limitarse, como norma, a elegir Se ilustrará esto sobre un ejemplo, consistente en
entre unos pocos tipos de variables aleatorias. En la comparación de dos proyectos A y B, que
cada caso se utilizará la que resulte más adecua- requieren la misma inversión y tienen vidas igua-
da. Si existen correlaciones significativas, se les. En la figura 31 se dibujan sus perfiles de
reflejarán convenientemente en el modelo. riesgo respectivos. De su examen se despren-
den las siguientes conclusiones:
Es muy frecuente que una variable aleatoria determi-
nada se pueda representar satisfactoriamente con a) El proyecto B tiene una TRI esperada mayor
alguna distribución muy conocida, como las revisadas que el A (el 14,6% frente al 12,5%).
en 7.1. En bastantes casos lo único que puede
hacerse es acotar la variable en un cierto intervalo, b) La rentabilidad del proyecto B es sensiblemente
sin que haya motivos para considerar unos valores más imprecisa que la del A. La TRI del proyecto
más o menos probables dentro del intervalo. En tales B tiene una probabilidad del 31 por 100 de
circunstancias se hace uso de una distribución superar el 20 por 100, pero también tiene una
equiprobable. A veces se puede distinguir un valor probabilidad del 22 por 100 de no rebasar el 5
más probable que los demás, lo cual permite adop- por 100. La rentabilidad del proyecto A, por el
tar una distribución triangular. Muchas variables contrario, tiene una probabilidad del 96 Dor 100
aleatorias siguen una distribución normal, sobre todo de estar comprendida entre el 7.5 por i 0 0 y el
cuando sus fluctuaciones pueden deberse al efecto 17,5 por 100.
combinado de muchas causas diferentes. Hay varia- ,
bles aleatorias inherentemente positivas, que se c) El proyecto B es bastante más arriesgado que
ajustan bastante bien a una ley lognormal. Existen el A, ya que existe certeza de que la TRI de éste
variables aleatorias acotadas asimétricas que siguen no caerá por debajo del 5 por 100, mientras que
mejor la distribución beta que la triangular, aunque el B se ha visto que tiene una probabilidad del 22
en la mayoría de los casos esta última suele propor- por 100 de que le ocurra, e incluso una probabili-
cionar una aproximación suficiente. dad del 10 por 100 de que su TRI sea negativa.
a) TRI esperada igual o mayor que el 14 por 100.
b) Probabilidad igual o mayor que el 10 por 100
de que la TRI supere el 18 por 100.
c) Probabilidad igual o mayor que el 90 por 100
de que la TRI supere el 7 por 100".
Una vez superado el filtro preliminar, hay que
disponer de reglas para comparar unos proyectos
con otros. Para esta tarea es muy útil utilizar el
VAN, como criterio económico y determinar,
mediante análisis de riesgo, el VAN esperado "p"
y su desviación típica " o " . De esta manera, cada
proyecto queda identificado por un par (p,o), que
puede ser representado por un punto en el
correspondiente diagrama, figura 32. Como " o "
es inherentemente positiva, todos los puntos
representativos de proyectos se encontrarán en el
semiplano superior. Por lo general, sólo suelen
considerarse los proyectos del primer cuadrante,
ya que los del segundo tendrían VAN esperado
negativo y no serían aceptables.
DESVlAClON
NORMAL
en donde ~ ( s representa
) la función de densi-
dad normal reducida. Dado el par (p,o), esta
Figura 33.- Rectas de igual probabilidad de VANIO. expresión permite calcular Z. Si se fija Z, la misma
fórmula se convierte en la ecuación del lugar
geométrico de los puntos @,o) de igual Z. Resulta
Las rectas de P(X<O) < 0,5 se encuentran en el una curva de la forma dibujada en la figura 35,
primer cuadrante y las de P(X<O) > 0,5 en el que presenta evidentemente la raíz p = Z.
segundo. Eso se debe a que No tiene el mismo
signo que p. así que según que sea p SO es A continuación se ve una forma posible de utilizar
P(X<O)s0,5, figura 34. el diagrama p, o para la toma de decisiones en
relación con proyectos de explotación minera.
En la figura 35 se ha representado la recta P
(VAN<O) = 10 por 100. Si el punto (p, o) repre-
sentativo del proyecto queda por debajo de ella,
la probabilidad de que se produzca pérdida es
inferior al 10 por 100. También se ha representa-
do la curva correspondiente a una esperanza de
pérdida prefijada (igual al segmento 06). Todo
punto (p,o) situado debajo de ella indica que, de
producirse pérdida, su valor esperado sería inferior
a 06.
Figura 34.- Probabilidades de VAN negativo. Figura 35.- Construcciones geométricas en el diagrama.
Si el decisor quiere limitar la pérdida esperada,
con las dos curvas precedentes puede delimitar
una zona en la que la probabilidad de VAN o u#dl use. m
-.
...
. fu(u1 Primo d. riesqo o
negativo no exceda del 10 por 100 y, en el caso u A
en que lo fuera, su valor esperado respetaría un
límite que se señalase. Todo yacimiento cuyo
proyecto de desarrollo estuviera en esa zona sería
explotable, figura 36.
EXPLOTABLES
It MPTA
/
Figura 37.- Determinación de la utilidad de un VAN aleato-
rio.
Figura 36.- Delimitación de la región de proyectos
explotables. Con la ayuda de dichas curvas se conoce inmediata-
mente la utilidad esperada de cualquier proyecto
Las consideraciones precedentes han mostrado representado en el diagrama. Es muy fácil medir
cómo se puede delimitar en el plano p,o una sobre éste el equivalente cierto y la prima de riesgo
región de proyectos aceptables, sin llegar a o penalización del VAN de un proyecto. El equivalen-
establecer todavía una comparación entre proyec- te cierto, por ejemplo, de un proyecto A es la
tos. Para esto último es evidente que habrá que abscisa del punto M, ya que dicho punto correspon-
hacer intervenir la actitud del decisor ante el de al valor monetario cierto de utilidad U.,
riesgo, lo cual puede lo rarse mediante su fun-
9
ción de utilidad o pre erencia. En la figura 37
se representa la función de densidad de probabili-
En la figura 38 se ha marcado la zona de proyectos
aceptables análogamente a la figura 36. Compáren-
dad f, (x) del VAN de un proyecto, que sigue una se por ejemplo dos proyectos mutuamente excluyen-
ley normal N(300, 100), de valor esperado p = tes A y B, ambos aceptables en principio. Aunque el
300 MPTA y desviación típica o = 100 MPTA. VAN esperado del proyecto A es mayor que el del B,
También se dibuja la función de utilidad U(x) del U,<U, y por tanto es preferible el B, cuyo equivalen-
decisor. Como la función de utilidad recoge ya la te cierto es el mayor.
aversión al riesgo, el valor del proyecto para el
decisor vendrá medido por su utilidad esperada.
Con la ayuda de f,(x) y U(x) se obtiene la función
de densidad de probabilidad fu(u), que se ha dibuja-
do referida al eje de ordenadas. Debido a la curvatu-
ra de la función de utilidad, fu(u) resulta asimétrica
y sesgada hacia los valores bajos. Mediante ello se
determina la utilidad esperada E(U), que resulta ser
150, a la cual corresponde un equivalente cierto
de 275 MPTA. La prima de riesgo del proyecto
analizado será, por tanto, 300 - 275 = 25 MPTA.
Puede decirse en otras palabras que debido al riesgo,
el decisor aplica una penalización de 25 MPTA al
VAN esperado del proyecto. Si fuera o = 200 MPTA,
se comprueba por este mismo procedimiento que
E(U) = 136, el equivalente cierto bajaría a 230 MPTA
y la prima de riesgo o penalización del VAN se
elevaría a 70 MPTA.
Con este procedimiento se logra el objetivo de
asignar un valor de utilidad o preferencia a cada
proyecto, resolviendo así el problema de la com-
paración de proyectos. Para facilitar la toma de
decisiones, se puede dibujar un haz de curvas de
igual utilidad esperada sobre el plano p,o como se
indica en la figura 38. Figura 38.- Diagrama p,o con curvas de igual utilidad.
Todas las construcciones que se han descrito no en donde
son más que ejemplos del manejo del Análisis de r = d,/d,
Riesgo en la evaluación de proyectos. Son posibles
otras muchas formas de utilización metódica del
Análisis de Riesgo en la política de inversiones de
una empresa. En ambos casos, como en el argumento de la
exponencial aparece un cociente de logaritmos, es
indiferente la base y pueden ser tanto decimales
7.6. Método R.S.C. -lo que aparece en las fórmulas- como neperia-
nos.
Se puede pretender determinar la función de
densidad de probabilidad de la TRI de un proyec- Cuando d, = d, = d, mediante paso al límite en
to sin recurrir al muestre0 aleatorio, sino de una f+(x) o en f.(x), se llega al mismo resultado si-
forma analítica a partir de ciertas características guiente:
de las variables aleatorias de que dependa. Entre
los diversos métodos existentes destaca el R.S.C.,
o de la raíz cuadrada de la suma de los cuadra-
dos, debido a O'HARA (1982) y desarrollado
precisamente para el análisis de riesgo de proyec-
tos mineros.
El punto de partida de este método es la repre- que corresponde a una distribución normal N(E,d).
sentación de cada variable aleatoria X del proyec- Se ve, por tanto, que las distribuciones asimétricas
to mediante una distribución asimétrica, que se que se han definido constituyen extensiones de la
define por tres parámetros: la moda E y dos normal, con d, y d, en papeles análogos a la
desviaciones características d, y d,, respectivamen- desviación típica d.
te a la izquierda y la derecha de E. Cuando d, =
d,, la distribución se convierte en normal, de En la figura 39 se dibuja una distribución asimétri-
media E y desviación típica d, = d,. ca positiva. En ella se aprecia un sesgo positivo,
tanto más pronunciado cuanto mayor sea d,
Cuando d, cd,, la distribución es asimétrica frente a d,. El valor medio o esperado de X se
positiva y tiene la siguiente función de densidad encuentra a la derecha de la moda E (en el caso
de probabilidad: concreto representado en la figura, muy próximo
1
1[
log 1+- ( X - : ~ T " ~ ] ~
a E+d,). La función de densidad presenta una raíz
a la izquierda de E-d, y tiende asintóticamente a
cero cuando X += . En las distribuciones asim6-
00
en donde
r = d2/dl
C2 = A 2 + B2 + KAB
a 5 0 1 . VARIACON INDEPENDIENTE DE A y B
-
DISMINUYE AUMENTA
El método R.S.C. ofrece una forma sencilla de - GENTRY, D.W. (1988): "Minerals Project
realizar análisis de riego sin recurrir a simulaciones Evaluation An Overview". The lnstitution of
de Montecarlo. Una vez realizado el análisis Mining and Metallurgy. Januaty.
económico determinístico, es bastante fácil ejecu-
tar un análisis de riesgo sin más que añadir a los - GOMEZ BEZARES, F. (1985): " Métodos cuanti-
valores estimados E de las variables, sus corres- tativos de gestión", Ibérico Europea de Edicio-
pondientes desviaciones X, y X,. En particular, nes, Madrid.
este método identifica inmediatamente las varia-
bles más críticas para la TRI del proyecto, lo cual - GOMEZ BEZARES, F. (1987): "Criterios de
permite un mejor conocimiento del riesgo y selección de inversiones con riesgo". Boletín de
facilita el control de éste. Estudios Económicos. Vol. 42, no 131, p. 287.
Agosto.
En el Capítulo 12 se verá un ejemplo de aplica-
ción de este método de análisis de riesgo. Igual- - HAMMOND, J.S. 111 (1987): " Better Decisions
mente, en el paquete "EVALECO" se incluye el with Preference Theory". Harvard Business
programa R.S.C. que facilita el estudio de proyec- Review. Vol. 45, no 6, p. 123, Noviembre-
tos de inversión mediante este método. Diciembre.
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