Objetiv o

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OBJETIVO

Aplicar los tratamientos térmicos de recocido a probetas de acero k 100 con el fin
de analizar los cambios micros estructurales y las nuevas propiedades adquiridas
cuando se varían los tiempos y temperaturas del proceso.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Realizar todos los procedimientos siguiendo las indicaciones


previamente adquiridas y las normas de seguridad a fin de evitar
accidentes para conseguir con éxito los correspondientes tratamientos
térmicos.
 Analizar los datos obtenidos de dureza y realizar la respectiva
comparación a fin de concluir la eficiencia y los beneficios de los procesos
realizados

Marco teórico

Temple y Revenido:Es una operación que se realiza calentando a una temperatura


por encima del punto de transformación Ac3 o Ac1, enfriando con tal velocidad que
se produzca un considerable aumento de la dureza, superficialmente o hasta el
núcleo de la pieza, lo que se debe en general a la formación de martensita.

Después del calentamiento, se austeniza la estructura del acero a una temperatura


superior a Ac3. En el enfriamiento rápido posterior se transforma la austenita en
martensita.La formación de martensita está influida, además por la temperatura de
temple, el tiempo de mantenimiento a ella y la forma de enfriamiento. Si la
temperatura de temple es demasiado alta, se forma una martensita de agujas gruesas
como consecuencia de la falta de gérmenes y lo mismo ocurre si el tiempo de
mantenimiento es demasiado largo.

La velocidad de enfriamiento depende del tipo de acero y en todos los casos, ha de


ser superior a la velocidad crítica. Este enfriamiento brusco aumenta las tensiones
térmicas y de transformación engendrada en el acero, y en las piezas de forma
complicada existe el peligro de fisuración. Inmediatamente después del temple, se
aplicará un revenido a temperatura de unos 200° C, que no afecta sensiblemente a
la dureza, pero alivia las tensiones de temple. A la vez el acero se hace menos
sensible al envejecimiento, porque parte de la austenita residual se transforma en
martensita y bainitas, y la martensita tetragonal, en cúbica.

El temple ordinario se aplica a piezas que estarán en servicio sometidas a exigencias


no muy grandes y a herramientas en las que se pretende alcanzar penetración en el
temple. A pesar de su sencillez, no se aplica a piezas de formas complicadas y
materiales sensibles a la distorsión y fisuración, como consecuencia de la brusquedad
del enfriamiento

Medios de temple

Aceites: se emplean casi exclusivamente los aceites minerales; el calor


específico, punto de ebullición, calor de evaporación, conductividad térmica y
viscosidad, juegan un papel importante. Un aumento en la viscosidad suele ir
acompañado de una elevación del punto de ebullición y disminuye el tiempo de la
fase vapor, pero suaviza las condiciones de la fase de convección. Si la viscosidad
es excesiva, disminuirá la turbulencia que contribuye a la extracción de calor en
la fase de ebullición y empeorarán las condiciones de temple.Los aceites de
temple son líquidos traslúcidos cuyo color puede cambiar mucho con el uso,
oscureciéndose y haciéndose más espeso. Estas alteraciones se deben
principalmente a fenómenos de oxidación por el aire que son acelerados por el
calentamiento que producen las piezas incandescentes de acero, que se
introducen para templar. También se forma lodo procedente de la cascarilla del
acero templado, que puede eliminarse por filtrado y sedimentación. El grafito
coloidal proveniente de hornos de atmósfera controlada, se elimina por
centrifugación. Es frecuente la impurificación con trazas de agua por
condensación y fugas del sistema de refrigeración. Cuando el contenido de agua
supera el 0,5%, se aminora el efecto refrigerante del aceite porque se prolonga la
fase vapor y, si se llega a más del 2%, puede producir fisuras. Además, puede
producir espumas e inflamar el aceite durante el temple. El agua puede eliminarse
calentando el aceite a 100º C o con ultracentrífuga. Fundamentalmente se utilizan
dos tipos de aceite: para temple en frío, entre 30 y 60ºC, y para temple en caliente,
entre 100 y 130ºC.

Aguas y soluciones acuosas: Cuando se templa en agua pura, entrando agua


nueva por el fondo del depósito y saliendo la calentada por un desagüe de la parte
superior, son frecuentes los defectos de aparición de puntos blandos,
especialmente en aceros sensibles a ello. Este contratiempo debe atribuirse, en
primer lugar, a los gases disueltos en el agua nueva, como el anhídrido carbónico,
el oxígeno y el hidrógeno, y en segundo lugar, al anhídrido carbónico procedente
de la disociación de los bicarbonatos. Aún en el agua nueva en reposo, se forman
burbujitas sobre los productos que se templan. El agua corriente de cañerías y de
los pozos está muy enriquecida en gases que favorecen la formación de películas
de vapor. Tan pronto como el agua de temple alcanza temperaturas superiores a
50° C aproximadamente, se registran oscilaciones en las durezas obtenidas. La
situación es mejor cuando se emplea para el temple agua dura vieja de la que los
constituyentes gaseosos han sido ya expulsados en su mayor parte, o han
precipitado las sales que endurecen el agua. Para eliminar estos inconvenientes
se emplean soluciones salinas en lugar de agua. Se utilizan soluciones de sal
común, NaCl al 10%, o con cloruro potásico en lugar de sódico. También se
emplean como medios de temple, soluciones con 5 al 10% de soda cáustica, que
ofrecen además la ventaja de que separan con mucha facilidad la cascarilla.

Para templar los aceros muy sensibles a la aparición de zonas blandas, ha dado
buenos resultados una solución a temperaturas de 30 a 40° C y densidad 1,1.
Contiene 14 % de sal y 86 % de agua. La densidad de las soluciones mantiene
mediante adiciones de agua o de sal. Las piezas toman en el temple un aspecto
entre gris y negro azulado.

Sales y metales fundidos: Además del agua, el aceite y las soluciones acuosas,
se emplean como medios de temple las sales y los metales fundidos. Las
temperaturas de los baños dependen del empleo y se encuentran generalmente
entre los 200 y 600° C. Para temperaturas hasta 500 a 550º C, se emplean
mezclas de nitratos y nitritos alcalinos. Para más de 550° C, se utilizan mezclas
de sales exentas de nitratos. El temple en baño caliente, en lugar de aceite, tiene
la ventaja de que no se forman burbujas de vapor y, por tanto, no se producen
endurecimientos heterogéneos. El enfriamiento desde la temperatura de temple
hasta la del baño se produce por convección pura. En baños de este tipo se
pueden templar todos los aceros aleados para temple en aceite, cuya temperatura
de austenización no exceda los 950º C. También pueden templarse piezas de
aceros no aleados, de hasta 10 mm de diámetro, directamente desde la
temperatura de cementación. No es admisible introducir en baños de nitratos, o
de análoga naturaleza, productos que puedan aglomerarse muy densamente,
como por ejemplo piezas pequeñas en cestas de temple, alambre en rollo, etc.,
porque se pueden producir sobrecalentamientos locales de las sales que den
lugar a corrosión o quemado del acero, y en casos desafortunados, incluso, a
explosiones del baño.

Los baños de plomo o de otros metales fundidos se emplean a veces con la misma
finalidad que los baños de sales. Pueden contener azufre cuando están sucios y,
por esta razón, es necesario fundirlos completamente 1 ó 2 h antes de introducir
las piezas. Por otro lado, el plomo es bastante volátil entre 350 y 750° C, que son
las temperaturas de los tratamientos para los que se emplea: los vapores son
venenosos y se necesita muy buena aspiración. También puede evitarse una
evaporación excesiva mediante una capa cubriente de carbón vegetal. Para medir
las temperaturas son adecuados los termopares o los pirómetros fotoeléctricos.
La ventaja del plomo es que enfría mucho más rápidamente que los baños de
sales.

Como el acero tiene menor densidad que el plomo, es necesario sujetar las piezas
dentro del baño. Otra desventaja del plomo es que puede adherirse tenazmente a
piezas que contengan dientes o ranuras pequeñas e impide que esas zonas se
endurezcan en el temple. Por esta causa, es preciso desengrasar previamente las
piezas con mucho cuidado.

MATERIALES

 Microscópico
 Set de lijas
 Medidor de Dureza
 Agua
 Aceite
 Sal
 Pulidor
 Muestras de acero k 100
 Sierra para cortar
 Equipo oxiacetilénico
 Tanque oxigeno
 Tanque de gas propano

Procedimiento

1. Se realiza la preparación de la probeta en la superficie que va ser analizada


utilizando lijas y la pulidora.
2. Se lleva la probeta para el ensayo de micrografía y luego al ensayo de
dureza antes de realizar los tratamientos.
3. Para realizar el proceso de temple revenido y recocido utilizaremos un
equipo de proceso oxiacetilénico hasta que alcance su temperatura de
austenización .
4. Lugo de preparar el equipo realizaremos el tratamiento térmico temple a
temperaturas de 750 °C a 900°C
5. Una vez alcanzada la temperatura indicada inmediatamente se templa en 3
medios diferentes, aceite, sal y agua. En este caso se utilizó aceite y se
realizó un proceso de enfriamiento rápido
6. Luego de terminar el proceso de enfriamiento se realiza la limpieza en
gasolina y utilizando lijas pulimos la superficie y el contorno de la probeta
para luego pasar al ensayo de dureza y el ensayo de micrografía.
7. Obteniendo los datos de dureza y una vez observada la microestructura de
la probeta templada procedemos a realizar el tratamiento térmico de
revenido a una temperatura de 200°C y 600°C
8. Las probeta obtenida después del revenido se va a ensayo de dureza y para
observar su microestructura en el microscopio
9. Por ultimo realizamos el tratamiento térmico de recocido a una temperatura
de 600°C a 800 °C y realizamos dichos ensayos anteriormente
mencionados
4.- RESULTADOS

Al realizar el temples revenido y recocido mediante distintos parámetros se


obtuvieron una variación de durezas considerables por el ensayo de dureza
rockwell A a continuación los distintos valores obtenidos.

Acero k100
Tratamiento temple en aceite Revenido Recocido
Dureza 80 93 91 85 82 76 73 85 94 68 69 55

Microestructura

Fotografías de la probeta de acero k100 templado en agua, se muestran a 100 y 500X


de izquierda a derecha.

Fotografías de la probeta de acero k100 revenido , se


muestran a 100 y 500X de izquierda a derecha.
Fotografías de la probeta de acero k100 recocido,
se muestran a 100 y 500X de izquierda a derecha.

Conclusiones

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