Balance Hidrofilico y Lipofilico
Balance Hidrofilico y Lipofilico
Balance Hidrofilico y Lipofilico
Contenido
1. GENERALIDADES ……….……….................................................. 1
6. CONCLUSIONES .………...............................…….…….…….…… 31
7. REFERENCIAS ............................................................................... 31
Formulación de Microemulsiones por el Método del HLD
Ciertos sistemas agua - aceite- surfactante forman microemulsiones al equilibrio. Contrariamente a las
macroemulsiones, las microemulsiones son sistemas monofásicos, termodinámicamente estables,
generalmente transparentes o translúcidas, de baja viscosidad, que contienen micro-dominios deforma-
bles de agua y de aceite separadas por una película delgada y fluctuante de surfactante.
En función de su formulación, los sistemas agua - aceite - surfactante presentan, al equilibrio, una o
varias fases: sea una microemulsión sola (Winsor IV), sea una microemulsión en equilibrio con una fase
oleosa (Winsor I) o una fase acuosa (Winsor II) sea una microemulsión en equilibrio a la vez con una fase
oleosa y una fase acuosa (Winsor III). Dentro de este último caso, la formulación del sistema es calificada
de “óptima” cuando la microemulsión media contiene cantidades iguales de agua y de aceite. Para
esta formulación particular, experimentalmente y termodinámicamente bien definida, la solubilización
simultánea de agua y de aceite es máxima para una cantidad dada de surfactante y las tensiones
interfaciales microemulsión / agua y microemulsión / aceite son ambas ultrabajas.
Esta formulación se escoge como punto cero para establecer una escala absoluta de clasificación de
sistemas agua - aceite - surfactante independientes de su composición química. Esta escala se basa en
la noción de HLD (diferencia hidrofílica – lipofílica) que mide cuantitativamente la distancia entre una
formulación cualquiera y la formulación óptima. A diferencia de conceptos clásicos de formulación (HLB,
PIT, R de Winsor), el concepto de HLD reúne, bajo la forma de una expresión numérica, la contribución
de todas las variables de formulación (naturaleza del surfactante y del aceite, tipo y cantidad de electrolito
y de alcohol, temperatura). Esta herramienta de formulación permite:
⎯ comparar cuantitativamente las influencias relativas de cada uno de los parámetros;
⎯ establecer experimentalmente escalas de clasificación de aceites o de surfactantes;
⎯ formular microemulsiones con propiedades “a la medida”.
1. Generalidades
1.1 Definición de micro y macroemulsiones
Ciertas sustancias naturales y numerosos productos fabricados por el hombre son sistemas dispersos
líquido – líquido no miscibles estabilizados por un surfactante. Ellos son reunidos bajo el término genérico
de emulsión, el cual, con frecuencia, es precedido de un prefijo tal como macro, micro, mini o nano, de
acuerdo a criterios no siempre bien definidos [34]. Las emulsiones son utilizadas como vehículos de
acondicionamiento mixto, acuosos - orgánico de pinturas, bitumen, productos alimenticios, productos
farmacéuticos, productos cosméticos y de higiene, combustibles, fluidos industriales o de perforación,
productos sanitarios…
n Se utiliza el término de macroemulsión o simplemente emulsión para designar sistemas dispersos
fuera del equilibrio, constituido por dos fases líquidas no miscibles llamadas simbólicamente agua (W) y
aceite (O). El diámetro de gotas de emulsiones clásicas excede el micrómetro, valor correspondiente
aproximadamente al tamaño mínimo accesible por agitación mecánica.
n Debajo de un tamaño de gota de 100 nm, se habla de mini o nanoemulsiones. Estas son igualmente
sistemas bifásicos, pero su preparación exige métodos no convencionales, todavía mal comprendidas,
como la inversión de fases. Cualquiera que sea la dimensión de sus gotas, todas estas emulsiones son
sistemas termodinámicamente inestables que se separan, más o menos rápidamente, en dos fases.
n En cuanto a las microemulsiones, estas no son emulsiones constituidos de pequeñas gotas, como
creyó Schulman cuando él propuso esta denominación en 1959 [6], sino sistemas monofásicos dentro de
los cuales un surfactante particularmente eficaz hace posible la coexistencia, a escala casi molecular, de
Con A interacciones moleculares por unidad de área interfacial, los índices A, O y S se refieren
respectivamente al agua, aceite y surfactante.
Dependiendo si la relación R es superior, inferior igual a la unidad, se obtienen diagramas de fase
€ característicos llamados diagramas de Winsor I, II o III, representados en la figura 2 [9]. A elevada
concentración de surfactante se observa una zona monofásica la cual es referida como un
comportamiento de tipo Winsor IV. En los casos ideales de los diagramas de Winsor, esta zona
monofásica se extiende hasta los extremos A y O; esto supone que el surfactante sea completamente
miscible a la vez con el agua y con el aceite. En la vecindad del lado AO, se observa la presencia de una
zona polifásica (en general bifásica) que se extiende sobre todo lo ancho del diagrama, salvo cuando las
fases acuosa y oleosa son parcialmente miscibles entre ellas (este es el caso representado). Si nos
desplazamos hacia lo alto del diagrama añadiendo surfactante, la anchura de la zona bifásica disminuye,
lo que significa que el surfactante vuelve al agua y al aceite más compatibles. A partir de una cierta
concentración de surfactante, comprendida entre 10% y 50%, la zona polifásica desaparece y el
surfactante <<cosolubiliza>> el agua y el aceite bajo la forma de estructuras mas o menos bien
organizadas, tales como microemulsiones o geles (zona monofásica).
Las líneas trazadas en la zona bifásica son llamadas líneas de conjugación o de reparto. Las líneas
de conjugación pasan por un cierto punto de la zona bifásica alcanzando la frontera binodal en dos
puntos representativos de la composición de las fases en equilibrio. La inclinación de las líneas de
conjugación indica que la mayor parte del surfactante se encuentra en el agua en el caso de Winsor I y en
el aceite en el caso de Winsor II. En el caso del diagrama de Winsor III, existe una zona, inscrita en el
triangulo, donde el sistema se separa en tres fases: una microemulsión (cuya composición corresponde al
extremo superior del triangulo) contentiva de prácticamente todo el surfactante y otras dos fases
constituidas de agua y de aceite prácticamente puros [8] [9] [10].
El interés principal de los trabajos de Winsor fue mostrar que el comportamiento de fase y las
numerosas propiedades que se derivan de esto dependen no de los valores de las diferentes variables de
formulación, ni del valor particular de las diferentes interacciones ASO y ASW, pero si del valor de la
relación R, es decir de un balance de interacciones entre el surfactante en la interfase y su ambiente
físico-químico. Este resultado es muy importante desde el punto de vista fundamental y practico, porque
significa que la formulación físico-química puede ser representada por medio de una sola variable
generalizada R. Desafortunadamente, el valor de la relación R no puede ser, ni estimado precisamente
por el cálculo, ni determinada experimentalmente.
Figura 2- Los tres tipos de diagramas de Winsor observados según el valor de la relación R.
€ Estas ecuaciones permiten comparar las influencias relativas de cada uno de esas
€ variables sobre el HLD conociendo su dominio máximo de variación (tabla 4)
Se nota que las variables sobre las que se puede jugar más eficazmente para modificar
el HLD son respectivamente la salinidad o el porcentaje de pentanol para los
surfactantes iónicos y el número de EON o la temperatura para los surfactantes no
iónicos.
(5)
(6)
Todas las variables susceptibles de aumentar la afinidad del surfactante por el aceite, o de disminuir
su afinidad por el agua, aumentan el valor de la relación [surfactante]O/[surfactante]W y por tanto el de Kp.
En consecuencia, el HLD aumenta y el sistema tiende a evolucionar en el sentido W I→W III→W II (fig 3).
Al contrario, los parámetros que aumentan la afinidad del surfactante por el agua (o disminuyen su
afinidad por el aceite) disminuyen el valor del HLD y provocan una evolución del sistema en el sentido
inverso.
Examinando la influencia sobre el Kp de cada uno de los parámetros que aparecen en las expresiones
(2) y (3) del HLD, es posible explicar el origen físico, el signo y la amplitud de la variación inducida
sobre el valor del HLD (tabla 5).
(7)
(8)
n Salinidad (sal):
El aumento de la salinidad de la fase acuosa disminuye la actividad del agua y, por consecuencia, la
afinidad del surfactante por la fase acuosa. Este efecto es reforzado, para los surfactantes iónicos, por el
desplazamiento del equilibrio (ecuación (7)) hacia la izquierda; la disminución de la hidrofilicidad viene a
ser muy importante.
n Alcohol (a y A):
Los cosurfactantes como los alcoholes son anfífilos poco eficaces. Una parte de las moléculas de alcohol
se van a insertar entre las moléculas de surfactantes constituyentes de la película interfacial mientras que
el resto se reparte entre las fases acuosa y oleosa según su afinidad relativa. Los alcoholes de cadena
corta (etanol, propanol e isopropanol) son mas bien hidrofílicos e incrementan ligeramente la afinidad del
surfactante por la fase acuosa, mientras que los alcoholes de cadena mas larga (pentanol, hexanol) se
localizan principalmente por el aceite. Los alcoholes intermedios (butanol, isobutanol) poseen afinidades
casi igual por el aceite y por el agua, ellos no modifican por tanto notablemente el HLD pero ellos
flexibilizan la película interfacial y aceleran la obtención del estado de equilibrio.
n Por definición, el HLB de un surfactante no iónico polietoxilado es igual a 1/5 del porcentaje másico de
la parte hidrofílico del surfactante [34]. Para una familia dada de surfactante, el HLB disminuye por tanto
regularmente cuando la longitud de la cadena lipofílica aumenta. El valor de HLD de un surfactante no
iónico esta basado sobre una medida experimental precisa que toma en cuenta, no solamente la
verdadera relación hidrofílico/lipofílico de un surfactante a través de los parámetros EON y a, sino que
igualmente todo su ambiente fisicoquímico expresado para todos los otros términos de la ecuación (3).
Para comparar los conceptos HLB y HLD, se puede considerar un surfactante dado, por ejemplo los
alcoholes etoxilados, y observar como evoluciona a en función de la cadena lipofílica (tabla 3). Como es
esperado, a aumenta regularmente para las cadenas lineales de C10 a C14; al contrario, para las
cadenas ramificadas C13, a es mucho más bajo de lo previsto. Esta diferencia proviene del hecho que
una cadena ramificada se muestra experimentalmente mucho menos lipofílica que su isómero lineal.
Ahora bien, la definición misma del HLB basado sobre una simple relación ponderada es incapaz de
tomar en cuenta este efecto de isomería, mientrás que el HLD lo pone fácilmente en evidencia.
n En lo que concierne la PIT (temperatura de inversión de fase de emulsiones), la experiencia muestra
que corresponde a la temperatura para la cual el HLD es igual a cero. Expresando dentro de la relación
(3) que el HLD es nulo cuando T es igual a PIT, se puede deducir que la PIT depende tambien de la parte
lipofílica del surfactante, del aceite, de la salinidad y de la presencia de alcohol (ecuación (9)).
(9)
n Las nociones de HLD y de la relación R de Winsor están basadas sobre el mismo enfoque
conceptual. Por definición, cuando el surfactante está en equilibrio en términos de afinidad relativa para
las fases acuosa y oleosa (sistema trifásico de tipo Winsor III en la cual la fase microemulsión contiene
igual cantidad de agua y aceite), el HLD es igual a 0 y la relación de Winsor vale 1. La ventaja del HLD
con respecto a la relación R de Winsor reside en la existencia de las expresiones numéricas (2) y (3) que
permiten prever cuantitativamente las modificaciones aportadas al sistema por “volverse” el surfactante
más hidrofílico, más lipofílico o equilibrado.
Las expresiones (2) y (3) del HLD corresponden a sistemas simples que contienen un surfactante puro,
una solución acuosa de cloruro de sodio, un alcano o un alcohol. Estas relaciones deben ser adaptadas,
cuando los sistemas son más complicados (mezcla de surfactantes, aceites complejos, electrolitos
variados...)
HLD y HLB
Consideremos el sistema nonilfenol hepta-etoxilado/heptano/40°C/2% de pentanol/5% de NaCl.
El HLB del surfactante calculado según el método de Griffin es igual a 11,7.
HLD y PIT
Shinoda indica que, para el sistema agua/hexadecano/nonilfenol 9,6 veces etoxilado, la
temperatura de inversión de fase de la emulsión se sitúa a 113°C (referencia [1], vol 1, pag 353).
Si se calcula la expresión del HLD para ese sistema manteniendo todas las variables de
formulación fijas excepto la temperatura, se encuentra que el HLD se anula para T= 117°C, en
buen acuerdo con la temperatura medida por Shinoda. Sin embargo esta concordancia no
siempre es así de buena, en particular cuando la pureza y la concentración del surfactante
utilizado para las medidas del HLD y el PIT son muy diferentes:
Los métodos del PIT y HLD son conceptualmente parecidos ya que ambos se basan sobre la
modificación gradual de una o variables de formulación hasta provocar la inversión de las fase
(PIT) o la obtención de la formulación óptima (HLD). Sin embargo, el HLD juega sobre 4
parámetros de formulación (salinidad, naturaleza del aceite, temperatura, alcohol) y el PIT sólo
sobre uno (temperatura), lo que limita prácticamente su campo de acción a los surfactantes no
iónicos que presentan una PIT comprendida entre 0 y 100°C (tabla 4).
(10)
Para los surfactantes iónicos que tengan grupos polares diferentes, se debe tener en cuenta el hecho
que la constante k de la ecuación (2) depende del grupo polar.
La regla de la mezcla se aplica sobre el parámetro s/k de acuerdo a la ecuación (11) [11].
(11)
(12)
El término σ/k es llamado EPACNUS, acrónimo para “Extrapolated Preferred Alcane Carbon Number
at Unit Salinity and no Alcohol” puesto que, la ecuación (2) no es otra que el ACN de alcano que produce
una formulación óptima (HLD=0) a 25°C (DT=0), en presencia de 1% de NaCl (sal =1) y en ausencia de
alcohol (A=0). El adjetivo “extrapolado” se refiere al hecho que puede muy bien no corresponder a un
alcano existente y, en particular, puede ser negativo.
Para una familia dada de surfactante aniónicos y catiónicos de cadena lineal, el EACNUS aumenta
linealmente con la longitud de la cadena del grupo alquilo [9], expresado por el número de átomos de
carbono del grupo lipofílico y llamado SACN (Surfactant Alkyl Carbon Number) (tabla 6 y cuadro 3 [12]:
σ σ0
= + 2,25 × SACN (13)
k k
Existe una relación análoga para los surfactantes no iónicos de cadena lineal (ecuación (14))
€ α α0
= + 2,25 × SACN (14)
k k
Se debe notar que la variación del parámetro σ /k en función de la longitud de cadena alquil de un
surfactante iónico es exactamente la misma que la variación del parámetro α/k en función de la longitud
€ de cadena alquil de un surfactante no iónico (ecuaciones (13) y (14)). Esta es la razón por la que se
divisan los dos parámetros característicos σ y α por el coeficiente k de manera de expresarlos dentro una
misma unidad (ACN).
€ Para los alquilsulfatos, pasar de una cadena dodecil (SACN=12) a una cadena
€ hexadecil (SACN= 16) aumenta el valor de σ (y por tanto de HLD) en 0,90 unidades.
Una modificación equivalente se puede obtener multiplicando la salinidad (NaCl) por
un factor de 2,46 o disminuyendo el ACN del aceite en 9 unidades.
Para los alquilbenceno sulfonatos, el mismo alargamiento de la cadena alquil
aumenta el HLD en 1,44 unidades. Una modificación equivalente se puede obtener
disminuyendo el ACN del aceite en 9 unidades como para los alquilsulfatos. Al
contrario, la salinidad debe multiplicarse por el factor de 4,22.
Los valores de σo/k y de αo/k son característicos del tipo de surfactante (tabla 6). Se debe notar la
influencia considerable de la ramificación del grupo lipofílico sobre el valor de la relación αo/k de los
alcoholes etoxilados. La desviación es igual a 15 unidades, es decir equivalente a una variación de 2,3
óxidos de etileno. Esto significa que, cuando exista una duda sobre la estructura isomérica de la parte
lipofílica del surfactante, es preferible controlar experimentalmente el valor de σ y α.
Para una mezcla de surfactantes no iónicos que posean un mismo grupo lipofílico, se puede calcular
el número promedio de grupos de óxidos etoxilados por medio de la relación siguiente (ecuación (15)),
donde xi es igual a la fracción molar del surfactante i dentro de una mezcla considerada y EONi son los
números de grupos de óxido de etileno.
(15)
El EACN de un aceite puede medirse experimentalmente (ver sección 4 y 5.1) o calcularse cuando su
estructura molecular deriva de un aceite más simple ya catalogado. Así, el EACN de los alquilbencenos
es simplemente iguales al número de átomos de carbono de la cadena alquil, ya que el núcleo bencénico
aporta una contribución nula. De la misma manera, los EACNs de los alquilciclohexanos se obtienen
sumando 3,5 unidades al número de átomos de carbono de la cadena alquil. Los valores de los EACN de
algunos aceites típicos están mostrados en la tabla 7.
Algunas veces se atribuyen valores negativos de EACN a ciertos aceites polares tales como los
hidrocarburos clorados [15]. Esto significa simplemente que dentro de las condiciones experimentales
necesarias para la obtención de la formulación óptima, las expresiones (2) y (3) del HLD no se anulan
sino cuando el EACN del aceite utilizado posee un valor negativo [2, 3, 14]. Para esos casos no hay
evidentemente un alcano real que presente un comportamiento similar.
Para la mezcla de aceites, se puede calcular un EACN promedio por una simple regla de mezclado donde
xi es la fracción molar del aceite i dentro de la mezcla de aceites (ecuación (16)).
Esta relación está bien verificada solo para los aceites que poseen polaridades comparables; para los
casos contrarios, se presencia fenómenos de segregación molecular: la mezcla de aceites ubicados cerca
de la película interfacial no tiene la misma composición que aquella localizada en el corazón del
€ microdominio oleoso y todo pasa como si los compuestos más polares del aceite se acumularan cerca de
la interfase.
4. Barridos de formulación
4.1 Principio del barrido de formulación
Para modificar de manera controlada la formulación de un sistema agua-aceite-surfactante, se utiliza
el método llamado del barrido unidimensional de formulación. Este consiste en preparar una serie de
sistemas agua-aceite-surfactante idénticos, a excepción de una de las variables de formulación llamada
variable de barrido [9]. Generalmente, la composición se escoge para que el punto representativo del
sistema esté situado en medio de la zona polifásica del diagrama de Winsor, es decir con algunos
porcientos de surfactante (0,5 a 5%) y volúmenes iguales de agua y aceite (figura 3). La variable de
barrido puede ser cualquiera; por comodidad, se prefiere frecuentemente jugar sobre las variables que
provocan los mayores cambios del HLD, a saber la salinidad para los surfactantes iónicos y el EON
promedio para los surfactantes no iónicos (tabla 4). Sin embargo otras variables de barrido pueden
presentar ventajas especificas; así, la temperatura no necesita la adición de reactivo complementario y su
cambio es facilmente reversible [17].
Después de haber preparado la serie de tubos correspondientes a un barrido de HLD, se dejan
equilibrar los sistemas a temperatura constante durante uno o dos días, a veces mas si el líquido es
viscoso o si el surfactante posee un peso molecular alto. Los procesos de equilibrio pueden acelerarse al
aumentar el contacto entre fases, por ejemplo inclinando cuidadosamente cada tubo una o dos veces,
pero evitando toda agitación susceptible de producir una emulsión.
La figura 3 ilustra el aspecto de una serie de tubos de ensayo correspondiente a un barrido de
salinidad para un sistema que contiene una salmuera, un alcano, un surfactante iónico y un poco de 2-
butanol (3%). Todos los tubos contienen los mismas cantidades de los cuatro constituyentes. El punto
representativo del sistema global es indicado por un cuadrado sobre los diagramas de fase;
correspondiendo aquí al 4% de surfactante y proporciones iguales de agua y aceite. Cuando la salinidad
de la salmuera aumenta gradualmente, el aspecto de los tubos y de los diagramas de fase, evolucionan
como se indica sobre la figura 3. La fase sombreada contiene la mayor parte del surfactante. Se localiza
fácilmente en la practica, puesto que ella presenta, en la vecindad de la formulación optima, cierta
turbidez debido a la difusión de luz por las estructuras formadas por el surfactante (micelas hinchadas o
microemulsión). En el caso en que todas las fases son perfectamente transparentes, se puede detectar la
fase que contiene la solución micelar o la microemulsión con la ayuda de un láser de bolsillo ya que el
haz de luz coherente es visible por el efecto Tyndall. Si varios tubos presentan tres fases, la salinidad
optima (aquí 2,8% de NaCl) corresponde al centro de la zona donde se obtienen los sistemas trifásicos de
tipo Winsor III. El tubo correspondiente a esta “formulación optima” (HLD=0) puede detectarse fácilmente
por su relación volumétrica agua/aceite que es igual a uno. Es el tubo para el cual la fase intermedia
Figura 3. Influencia de la salinidad sobre los diagramas de fase, el aspecto de los tubos y las
tensiones interfaciales O/M y E/M.
En presencia de ciertos surfactantes, se forman mesofases más o menos gelificadas que complican la
observación de los tubos. Este problema se puede evitar introduciendo desorden dentro de las fases de
cristales líquidos, sea aumentando la temperatura, sea añadiendo un anfífilo de dimensión muy diferente
del surfactante principal [18], el cual se debe eventualmente tomar en cuenta para el calculo del HLD. En
la práctica, se añade un bajo porcentaje (1 a 3%) de un alcohol tal como el 2-butanol, o una mezcla de 1-
propanol y de 1-butanol, para eliminar los geles sin afectar significativamente el valor de HLD. Esta
operación es prácticamente indispensable para sistemas conteniendo surfactantes iónicos, mientras que
es opcional con surfactantes no iónicos comerciales porque estos ya son mezclas, y por tanto presenten
suficiente desorden molecular.
La técnica de barrido unidimensional puede ser utilizada para comparar dos formulaciones o para fijar
el HLD a un valor dado o todavía por evaluar de un parámetro característico de uno de los componentes
de un sistema.
La figura 4 muestra una serie de tubos correspondientes a cuatro barridos de formulación, en el sentido
de HLD creciente de izquierda a derecha. La fase sombreada es la solución micelar o la microemulsión,
que contiene lo esencial del surfactante. Se pasa sucesivamente de un sistema de tipo Winsor I a un
Winsor III después a un Winsor II, disminuyendo el EACN del aceite (serie Nº 2), aumentando la salinidad
de los sistemas base surfactante iónico (serie nº 1 y 4) o disminuyendo el EON cuando el surfactante
utilizado es no iónico (serie nº3).
Dentro de estos barridos, todos los sistemas indicados por asterisco (*) están dentro de la misma
situación fisicoquímica (HLD=0), aunque ellos son formulaciones totalmente diferentes. De la misma
manera, todos los sistemas indicados por dos asteriscos (**) son, ellos también, dentro de una situación
fisicoquímica idéntica, esta vez con un valor de HLD igual a + 1 calculado utilizando la relación (2) y (3).
La figura 5 representa otros ejemplos típicos de barridos. Para la serie nº 5 y 6, la variable de formulación
es la temperatura que crece de izquierda a derecha. Se constata que para el surfactante no iónico (serie
nº 5) un aumento de temperatura produce un aumento de HLD, mientras que es lo contrario para el
surfactante aniónico. Este antagonismo puede además ser aprovechado para formular sistemas
insensibles a la temperatura mezclando surfactantes iónicos y no iónicos en proporciones apropiadas
[19,20]. De esta manera, a 20º C, el sistema nº 5 formulado a partir de nonilfenol hexa-etoxilado presenta
un HLD negativo mientras que, el sistema que contiene el alquilarilsulfonato solo (serie nº 6) es positivo.
Mezclando estos dos surfactantes en las proporciones apropiadas, aquí 50/50, se consigue ajustar el
valor de HLD a 0. Las ecuaciones (2) y (3) pueden ser combinadas para intentar describir las propiedades
de la mezcla obtenida. Sin embargo, el poder predictivo de la ecuación resultante es bajo puesto que ella
no tiene en cuenta las interacciones moleculares existentes entre los diferentes tipos de surfactantes.
Los surfactantes portadores de un grupo funcional sensible al pH contienen de facto una mezcla de
dos surfactantes de hidrofilicidad muy diferentes. De esta manera, a bajo pH, los ácidos grasos no están
disociados y pueden ser considerados como surfactantes muy lipofílicos. Al contrario, a pH elevado,
forman los carboxilatos llamados jabones que son muy hidrofílicos. Se puede utilizar el pH para modificar
el HLD de manera continua. El barrido nº 8 indica que es alrededor de pH 7,8 que la contribución lipofílica
del ácido es exactamente compensada por aquella de un jabón hidrofílico para producir HLD= 0 [16].
El concepto de formulación generalizado ofrece por tanto al formulador de microemulsiones (y de
emulsiones) una vasta paleta de variables de formulación entre las cuales él podrá escoger aquella sobre
la cual él prefiera jugar para preparar una microemulsión de tipo dado (Winsor I, II, III). Él puede hacer
cambiar una sola variable o no importa cual combinación más apropiada en términos de costo, de
simplicidad experimental o de alguna otra obligación.
Para explicar la influencia de la concentración del surfactante sobre el tipo de sistema (Winsor I,II,III o
IV) observado durante los barridos de formulación, se puede utilizar un diagrama de fase teniendo como
ordenada el porcentaje de surfactante [S] y como abscisa el valor de la variable de barrido escogida
(salinidad, EON, ACN, temperatura…).
Cuando el sistema agua-aceite-surfactante es un ternario verdadero que contiene un surfactante
puro, la frontera que delimita las zonas monofásicas y trifásicas forman un “γ derecho” (figura 6a)
[9,11,25, 26]. La zona trifásica (Winsor III) está localizada en el interior del lazo del γ y la recta vertical en
punteado corresponde a la formulación óptima (HLD= 0) para la cual la formulación optima contiene un
volumen igual de agua y de aceite y presenta una curvatura interfacial promedia nula. Si se aumenta
progresivamente la cantidad de surfactante manteniendo constantes las variables de formulación y la
relación agua/aceite, se queda en la formulación óptima pero la microemulsión solubiliza poco a poco
mas agua y mas aceite hasta alcanzar el punto crítico donde el sistema se convierte en monofásico
(Winsor IV). Al contrario, si se disminuye la cantidad de surfactante, el volumen de la microemulsión
decrece hasta desaparecer completamente cuando la concentración de surfactante viene a ser inferior a
su concentración micelar crítica.
En la práctica, esta situación es excepcional, ya que, sea el surfactante mismo es una mezcla (caso
de los surfactantes no iónicos comerciales), sea se ha formado una mezcla anfífila que contiene dos
surfactantes o un surfactante y un alcohol (en particular en el caso de los surfactantes iónicos). Ahora
bien, esas mezclas no se comportan como pseudo-componentes perfectos, ya que, cada uno de los
constituyentes se reparte entre la interfase y las diferentes fases, de acuerdo a constantes de reparto
diferentes [14]. Este efecto es más marcado cuando los surfactantes y cosurfactantes son diferentes, y
las concentraciones de la mezcla anfifílica son baja (típicamente < 5% para los surfactantes no iónicos y
<1% para los surfactantes iónicos).
Cuando la concentración de surfactante disminuye (a concentración constante de alcohol), la mezcla
de surfactante efectivamente presente evoluciona diferentemente de acuerdo al tipo de surfactante. Para
los sistemas no iónicos, los surfactantes más hidrofóbicos tienden a salir de la interfase para pasar a la
fase oleosa. Al contrario, para los sistemas iónicos, son los surfactantes más hidrofílicos que migran
preferiblemente a la fase acuosa a manera de mantener su concentración igual a la concentración micelar
critica (CMC). En consecuencia, la mezcla de surfactantes presente en la interfase difiere de aquella
introducida inicialmente en el sistema y al disminuir la concentración total tiende a convertirse poco a
poco en mas hidrofílica para los sistemas no iónicos y mas lipofílica para los sistemas iónicos [14, 24].
( )
c1 x1 − x'1 + c 2 ( x 2 − x'2 ) = 0 (18)
La relación (18) permite calcular x2’ conociendo los valores tabulados de x2, c1 y c2 y los valores
experimentales de x1 y x1’. Para evitar tener un valor de x1’ difícil o hasta imposible de obtener
experimentalmente, es preferible escoger un valor de referencia x2 suficientemente próximo al valor
€ buscado x2’.
Se encontrará dentro del ejemplo 1 la determinación del EACN de un aceite lubricante y dentro de los
ejemplos 2, 3 y 4 los métodos de cálculo de los parámetros característicos de diversos surfactantes
utilizando los métodos de barrido simple o doble, o un método basado en la mezcla de dos surfactantes,
uno conocido y otro no.
Ejemplo
Un surfactante no iónico puede parecer más hidrofílico que un surfactante iónico a temperatura
ambiente pero más hidrófobo a temperatura mas elevada, como puede predecirlo el hecho de
que el parámetro de temperatura posea signos contrarios en las ecuaciones (2) y (3).
Las condiciones seleccionadas para realizar la clasificación de los surfactantes podrían ser cualesquiera;
en general, se escogen las mas simples posibles, es decir:
_Ausencia de alcohol
_Temperatura de 25 °C
_Ausencia de Sal (sal=0) para los surfactantes no iónicos, y salinidad igual a 1% (lnsal=o) para los
surfactante iónicos.
En cuanto al incremento asociado a la naturaleza del aceite (ACN ou EACN), este es considerado,
escogiendo como parámetro característico de la clasificación de los tensioactivos, la relación σ/κ para los
surfactante iónicos et la relación (α - EON)/κ para los surfactantes no iónicos.
Figura 7- Clasificación de los surfactantes en función de la naturaleza de la cabeza polar y del numero de
átomos de carbonos de la cadena alquil
Ejemplo
Los alcoholes decaetoxilados a cadena ramificada (iso-alcohol EON10) son más hidrofiíicos que
€
cualquiera de los surfactantes iónicos de la figura 7.
Ejemplo
La presencia de dos cadenas lipofílicas (fosfolipidos, dioctilsulfosuccinatos, di-dodecil-dimetil-
amonio) tiende a favorecer la formación de estructuras de pobre curvatura como las bi-capas,
los cristales líquidos lamelares, las vesículas y los liposomas.
La influencia de la relación agua-aceite puede ser analizada efectuando tres cortes horizontales (a
saber a concentración constante surfactante) en el diagrama ternario de la figura 8. A fuerte
concentración de surfactante nos situamos en la zona de meso-fases constituida de cristales líquidos,
cuyas estructuras dependen de las cantidades relativas de agua y aceite. Partiendo de sistemas ricos en
agua y aumentando progresivamente la proporción de aceite, se consiguen sucesivamente fases
hexagonales, cúbicas, lamelares, cúbicas inversas y en fin hexagonales inversas. A menor concentración
de surfactante las fases existentes son muchos más fluidas. Se observa primero una microemulsión de
aceite en agua, compuesta de micelas hinchadas no percoladas, luego, una zona bifásica compuesta por
una fase acuosa en equilibrio con microemulsiones cuyas micelas se han hinchado hasta percolar.
Para una relación agua/aceite cercana a uno, solo se observa una monofase; se trata de una
microemulsión bicontínua en forma de esponja que ocupa la mayor parte de la zona central. Aumentando
aún más la proporción de aceite, entramos de nuevo en una zona bifásica constituida de aceite en
equilibrio con una microemulsión percolada. Finalmente, se obtiene una microemulsión discreta de agua
en aceite (W/O) compuesta de micelas inversas hinchadas.
A concentraciones menores de surfactante se observan zonas bi y trifásicas formadas por
microemulsiones percoladas en equilibrio con agua y/o aceite casi puros, y a cada una de las
extremidades, se encuentran soluciones micelares directas o inversas. No existe frontera definida entre
las soluciones micelares directas (o inversas) y las microemulsiones aceite en agua (o agua en aceite) o
bicontínuas de la figura 8.
La formulación (es decir el valor del HLD) rige la curvatura de la capa de surfactante que separa los
microdominios de agua y aceite de la microemulsión. Para HLD igual a cero, la curvatura media debe ser
nula; por lo tanto nos encontramos cerca de la mediana agua/aceite igual a uno de cristales líquidos
lamelares y de microemulsiones bicontínuas en forma de esponja, más o menos frágiles. Cuando la
relación agua aceite difiere notablemente de la unidad, la condición de curvatura nula se mantiene gracias
a la formación de una estructura en forma de esponja de doble capa. El fluido minoritario se encuentra al
interior de la bicapa, mientras que, la fase mayoritaria se encuentra alrededor de la estructura. En la zona
de existencia de estas estructuras, aquellas que no cumplen la condición de curvatura nula, se
encuentran relegadas a las regiones muy cercanas a los lados surfactante-agua y surfactante aceite.
Mientras nos alejamos de la formulación optima (HLD=0), el HLD toma valores positivos (o negativos)
y la película interfacial tiende a formar una curvatura convexa hacia el aceite (o el agua). Paralelamente,
el diagrama ternario evoluciona hacia un diagrama de typo Winsor II (o Winsor I) para el cual la zona de
microemulsiones W/O (o O/W) y la zona bicontinua se desplaza hacia la izquierda (o hacia la derecha),
mientras que la zona de microemulsión O/W (o W/O) desaparece (ver figura 3). Mientras mayor sea el
valor absoluto del HLD, más se acentúan la curvatura natural y la disminución del diámetro de las micelas
hinchadas. Estas pequeñas estructuras, difunden menos la luz visible y las microemulsiones se vuelven
más transparentes. Otra consecuencia, la solubilización disminuye y la zona polifásica se extiende aún
más, reduciendo así la zona en la cual pueden formarse las microemulsiones.
6. Conclusiones
La noción del HLD, fundada sobre la termodinámica y experimentalmente medible, suministra una
metodología para una clasificación no ambigua de surfactantes y aceites. Permite además concebir
microemulsiones W/O, O/W o bicontínuas respetando un conjunto de especificaciones fijadas. Toma en
cuenta la mayor parte de los parámetros sobre los cuales el formulador puede jugar para ajustar su
formula y permite conocer su influencia sobre la curvatura espontánea de la película interfacial.
A pesar que el HLD no sea suficiente para modelar todo un diagrama de fases agua-aceite-
surfactante, es una herramienta útil para predecir las variaciones del comportamiento de fase, para
comparar diversos sistemas independientemente de su formulación precisa y para imaginar soluciones
variadas a un problema de formulación dado. Veremos en otro articulo [J 2 157] dedicado a las
emulsiones que el concepto de HLD constituye igualmente una herramienta de elección para guiar al
experimentador en la formulación de emulsiones a la medida.
Los autores agradecen al CDCHT-ULA y el CONICIT por su apoyo financiero a los programas de
investigación y divulgación del Laboratorio de formulación, interfases, reología y procesos (FIRP) de la
Universidad de Los Andes.
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