Esencia, Dolor y Libertad

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Katherine E.

Llanca Rodriguez Página 1


ÌNDICE

I ESENCIA

Sawabona 4

Querida Hermana Afro 5

Silencios negros 7

II EXPRESANDO EL DOLOR

Infierno invernal 9

Monstruos internos 11

Gritos de dolor 13

III LIBERTAD

En medio del desierto 16

Cuerpo, cerebro y pensamiento 18

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ESENCIA

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SAWABONA

Del África sus tambores


Ritmo y llamado de resistencia
De libertad, de esencia.
De África llegó mi ancestra
Vestida de linaje y en pie de lucha
protestante.

Abrazó su linaje y Gritó ritmos de guerra.


Ritmos de resistencia, de lucha, por
libertad.

De Nigeria, De Angola, De costa de marfil. Y


así fue que comprendí que mis ancestras,
vestidas con linaje de realeza, de ciencia,
esencian única, con armadura y valor de
guerra, lucharon hasta que el sol se
ocultara.

Heroína de la historia, pasos de belleza, de


ciencia de cultura

Doy gracias a tu lucha y al ritmo de


tambores elevo mi voz al cielo

y con un grito sin consuelo, doy gracias por


tu resistir.

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QUERIDA HERMANA AFRO

Si algún día lloras odiando tu cabello,


recuerda que por ellos hay historia.

Si algún día odias tus labios, tus ojos, tu voz,


recuerda que eres parte de la realeza.

Si algún día, sientes que la tragedia te


carcome la piel, si sientes que no eres
bienvenida en este mundo.

Si sientes que la vida te ha dado un golpe


fuerte, que vez un túnel sin luz, que no
sabes cuánto durara todo ese camino lleno
de insultos, prejuicios por ser quien eres,
¡RESISTE!

Sí hoy es un día de los cuales no deseas


despertar, si al ir por la calle sientes que
cada palabra hiere, que carcome tus huesos,
recuerda, ¡RESISTE!

Por qué no estás sola, somos dos, somos


cuatro, cuatromil, cinco mil, cinco millones,
de mujeres que descendemos de la cuna de
la humanidad, que lucharemos por nuestra
paz y alma

¡Viva África!
¡ Viva tus cabellos!
¡Viva tu historia!
¡Viva tu ancestralidad!

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SILENCIOS NEGROS

De los duros caminos he sido oprimida


De los más duros caminos y recorridos he
sido abarrotada.

Pero por cada paso que daba, amaba mi


lucha, amaba mis manos negras
Manos que sobrevivieron en la era de la
opresión y la esclavitud.

Día y noche, miraba al cielo y rogaba al ser


celestial que esta travesía acabe, mientras
mis manos eran atadas por las cadenas de
la esclavitud, yo no entendía el porqué, no
entendía por qué aquella niña lloraba,
porqué aquel hombre fue golpeado solo por
pertenecer a la etnia, dentro de mi decía:
Ay de mí, Papaíto ayúdame a salir de este
camino.

Tuve que llegar a lugares donde sentí que el


sol no salía dentro de mi corazón, que la luz
de esperanza no brillaba en mi ser, tuve
que sobrevivir a los azotes de la maldad,
tuve que resistir a este camino.

Camino lleno de burlas, lleno de exclusión,


no entendía por que ser negra era malo, no
entendía por qué las personas tenían que
usar espacios diferentes a los míos, no
entendía por qué mi música para los demás
era fea, no entendía por qué mis labios
gruesos causaban odio en las otras
personas y no comprendía porqué a mi
tenían que hablarme con tanto odio y a
otras no, a pesar de eso, resistí.

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Escribo estas letras sintiendo el alma de
cada una de mis ancestras y puedo decir:
Hoy por hoy, soy la voz de mis ancestras,
aquellas ancestras que atravesaron este
camino y tuvieron que partir anhelando en
su último suspiro esperanza.

Soy la voz de aquellas que no tuvieron voz,


soy la voz de aquellas que fueron
golpeadas, que fueron calladas, oprimidas.

Soy la voz negra, que muchos juzgan, que


muchos y muchas en su ignorancia lo
relacionan con maldad.

Pero hoy te digo a ti, Ser negra, es sinónimo


de lucha, ser negra es sinónimo de orgullo,
descender del continente de reyes y
princesas que fueron invisibilizados por la
colonización, es sinónimo de persistencia.

Nuestra etnia sigue en pie, mujeres negras


lucharemos por reconocer, lo que durante
años llevamos luchando, el reconocimiento
de nuestra identidad.

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EXPRESANDO EL DOLOR

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INFIERNO INVERNAL

¡Ay mamita, que me pariste, que pujaste,


que me trajiste a la vida!

Juraste darme una vida mejor para mí,


prometiste que nadie. Me daría brincones
fuertes en la cara, mientras que yo, dentro
de tu barriguita, sentía como apretujabas la
garganta de dolor, de rencor, por cada
golpe, por cada palabra de aquel que decía
jurarte amor.

Porque mientras yo no nacía, tu alma se la


llevaba aquel viento, que tenía por nombre
infierno invernal.

Ay mamita, como no recordar, como


bajábamos al mercadito, yo, desde tus
entrañas, ¡pero fuerte!, ¡muy fuerte! ,
diciéndote que hoy el cielo se llenaría de
estrellas y nubes hermosas, dibujando tu
enorme cabellera larga, lacia y negra,
abrazadas por las trenzas que daban
esencia a tu cuerpo, pero sentía como tu
enormes ojos claros se llenaban de
lágrimas al ver que en la mesa no había
nada de comer.

¡Resiste Wawita!, ¡Tukuy sunquywanmi


kuyayki wawita!sentía tu voz quebrada
pero muy fuerte!

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¡Lleve verduras, casero!,¡Para la sopa, para
el almuerzo, para la cena! Escuchaba tu voz
fuerte, mostrándole al mundo, que el miedo
es pasajero y que las ganas de luchar siguen
en pie.

Eres grande mamita, como las montañas,


fuerte como el roble, dulce como la caña de
azúcar y eterna como el río. Tu recuerdo
siempre estará en mí, porque aún no estés
hoy aquí, miro todos los días al cielo y veo
dibujo tu rostro en miles de estrellas en el
firmamento

Aún recuerdo aquella noche mamita,


llegando de trabajar, cuando los golpes del
machismo apagaron tu dulce voz, tu alegría,
pero nunca apagaron mi voz.

Hoy después de 20 años de llorar tu


partida, lucho por ti, como luchaste por mí,
por aquellas que aún están envueltas de
lágrimas, pero nunca de miedo, porque el
coraje, lo tenemos desde las entrañas.

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MONSTRUOS INTERNOS

Si algún día escuchas mi melodía


Si algún día tus ojos reflejan la melodía de
mi sufrir. Si la noche oscurece, si no existen
las estrellas. Si sientes que por más que
buscas una salida. Solo encuentras un
callejón lleno de desesperanza
Si algún día lloras por mí.

Te estaré esperando para charlar.


Me sentaré en el regazo de tu cama, aquella
vieja cama de madera, donde solo nos
contemple la luz del Alva
Frente a un mundo lleno de esperanzas y
caminos, pero por dentro están cubiertos
con un puñal lleno de gravitaciones de
tristeza.

Al mirarte pienso que la energía de mi


cuerpo. Te necesita pero también te
desprecia y se pregunta mil veces
Por qué tiene que introducirse en el mar de
monstruos internos, que habitan en tu ser y
que al conectarse, carcomen e
Alma.

Porque cada lágrima que emana de mi ser,


deban deberse a aquellos monstruos que
día habitan en tu ser, y se adentran en lo
profundo de tus entrañas

Llegando por veces a comer toda tu energía


vital y convertirte solo en eso, un monstruo.

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Al final del tiempo, oirás mi voz, mi llamado

Al final del tiempo, entenderás que siempre


estuve esperando que aquellos monstruos
desaparezcan

Al final entenderás que pelee cada día por


tejer nidos de amor dentro de aquellos
monstruos internos.

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GRITOS DE DOLOR

Hoy quiero gritar fuerte, las palabras que


me carcomían. Hoy quise gritar, aquello que
tanto dolía aquel insulto, aquel golpe,
aquella humillación. Que tanto escondía.

Hoy quise gritar aquel dolor en el pecho


que nunca me dejaba en paz. Hoy quise
gritar de rabia, la impotencia que cuando
niña me hizo avergonzar.

No conocía que era la vergüenza, el dolor,


aquel día me sentí sucia, me di asco, me
sentí arruinada.

Ese día tuvo nombre y apellido.

Mi cuerpo cambio, mi mente creció y en mis


15 primaveras me sentí traicionada,
humillada por aquel día, que no sabía la
triste reacción que esas personas
escondían.

Callé, cada lágrima, cada dolor, que caló en


lo más profundo de mi corazón, aquello
gritos de Negra puta que me decían, por
cada empujón, por cada manipulación, que
quería expresarlo a gritos de furia, pero
aquella coraza llamada miedo me lo
impedía.

Sentí impotencia, falsa esperanza, de que


algún día cambiarias

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Hoy quiero gritar que fui violentada,
discriminada, racializada, maltratada por
esta sociedad con nombre de patriarcado y
machismo.

Hoy rompo las cadenas del miedo, salgo


llena de rabia y furia a luchar, por el fin de
mis miedo, a luchar por mi verdadera paz.

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LIBERTAD

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EN MEDIO DEL DESIERTO

Al recorrer el camino de la vida, te das


cuenta que no todo fue en vano, qué
muchas veces caminaste tanto que no
podías más, recorriendo por aquel desierto,
cuyos pasos andados eran lleno de
incertidumbres, de confusiones, del que ya
no sabías como salir más.

Muchas veces la vida fue tan injusta que a


través de los pensamientos, del misterio de
la mente, salían exclamaciones como:
Maldita sea! , Maldita mi vida!

Mientras tus sueños se desvanecían como


aquel cigarrillo que carcomía tus huesos de
tanto dolor, con preguntas como del porqué
a mí? ¿Por qué ahora estoy en medio de la
tempestad, saboreando la arena de la
soledad y tan sediento de amor?

Mirabas al cielo y en ese alzar de miradas,


tu mente se transportó a aquella puerta sin
salida, pedías a gritos piedad, por ti, por
todo lo vivido, por no volver a sentir ese
dolor tan intenso en el pecho, pero tu voz
era solo un eco en medio del gran silencio
de la naturaleza.

Pero a pesar de eso, tus pasos nunca fueron


falsos, caíste como aquella última hoja de
esa flor, de esa única flor que encontraste
en medio del desierto, pero al caer y mirar
a tu alrededor, te diste cuenta que no era la
vida quien te dejó caer, te diste cuenta, que
fuiste tú quien cayó. Fuiste tú quien

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permitió caer, fue ahí donde te diste cuenta
que eras como un diamante que nadie pudo
descubrir, porque estaba lleno de capas de
amargura, lleno de tanta melancolía,
escondiendo así a la verdadera luz de aquel
balcón mágico que transformaba por
completo tu ser.

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CUERPO, CEREBRO Y PENSAMIENTO

Hoy en medio de este día gris, frío, siento


mi corazón arder, de alegría, de vivacidad,
no soy quien era hace 10 años.

Hoy por hoy, puedo abrazar todo lo que


pasé, cada experiencia, que me hizo dar
cuenta que soy un diamante en bruto, que
nadie puede robar.

Soy la dueña de mi vida, de mis historias,


buenas y no tan buenas, eso es parte de mi
vida.

Hace 10 años que era una adolescente que


se sentía sin rumbo en la vida, que los días
eran iguales, que la luz no alcanzaba a mi
puerta.

Hoy, luego de 10 años de luchar con


pensamientos internos, que decían que no
podía, los vencí, porque soy fuerte, soy
libre, porque así lo declaro, porque eso en
eso me convertí, en una mujer inderrotable.

Ya no existen marcas vivas en mi ser, solo


son cicatrices hermosas que identifican mi
lucha, mis experiencias, porque ¡hasta eso
tuve que aprender a amar y aceptar!

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Soy lo que soy, gracias a mí, por mí y para
mí.

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